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DATOS HISTORICOS

DE LA

GUERRA DE~ PARAGUAY


CONTRA LA

TRIPLE ALIANZA

Por el

General Francisco Isidoro Resquín


1875

Dirección de Publicaciones
de las FF. AA. de la Nación

E. M. G.
Imprenta Militar
1971
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GENERAL DE DIVISION

FRANCISCO ISIDORO RESQUÍN


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PRÓLOGO

El autor de estos apuntes históric.os fué actor principal en


la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay.

Nacido en Asunción en 1823, hizo sus estudios en las es.


cuelas de esta capital y muy jovea ingresó en el ejército nacio_
nál. En 1843 era ya "subteniente del primer Escuadrén ce Cilba.
Heria de la Capital", según un documento del Archivo Nar.ional.

Tomó parte en la Campaña de Corrientes contra Rosas, en


1845, recibiendo sus despachos de teniente a su regreso al pais.
En .1849 era uno de los oficiales más distinguidos de nuestra ca_
ballería y formaba parte del ejército que comandaba en Paso de
Patria el general Frane.isco Solano López. El 8 de Noviembre
de ese año fué· ascendido a Capitán. El gran organizador empie.
za a destacarse entre sus compañeros de armas. Ef futuro ·Ma-
riscal advierte sus cualidades superiores y le confía frecuentes
comisiones, de las que sale siempre airoso. Al estallar la guerr:::.
con el Imperio del Brasil era ya coronel y uno de los jefes más
prestigiosos de nueEltro ejército.

En las vísperas de la conflagración fué enviado a Concep_


ción para organizar un destacamento de caballería en esa plaza.
Rotas las hostilidades. con !a captura del Marqués de Olinda,
vino, en seguida, la invasión de Matto Grosso. Resquín, nom_

l
~-
brado jefe de la "División del Norte", recibió orden de marchar
por tierra, mientras e-1 coronel Barrios lo hacía por agua, re_
montando el río en los buques de nuestra escuadra. TerminadA>
esta victoriosa campaña, fué llamado a Hul)laitá. Allí recibió
su ascenso a general, el 24 de junio de 1865, y fué nombrado
segundo jefe de la "División del Sud", que comandaba Robles,
y ''jefe especial" de toda la caballería. .•·',
(II)

Comprobada la traición del General Robles, asumió Resquin


el mando en jefe de nuestro ejército.

Dentro del plan estratégico del Mariscal López, las fuerzas


que operaban en el territorio correntino debían buscar en la
frontera de Entre Ríos su unión con la columna que operaba
por Rio Grande, para marchar juntas sobre el Uruguay, donde
se contaba con el eficaz apoyo de buena parte del país herma-
no. Pero Ro.bles y Estigarribia fueron inferiores a su · áificil
misión. Cometieron errores lamentables y hasta- cayeron envueL
tos en las redes del enemigo, malogrando los propósitos de nues-
tro alto coman~o, que pudo imponer su ley en el Ráo de la Plata
''al frente de cuarenta mil soldados invenciblE'B", al decir del
Doctor Estanislao Zeballos, dando otro rumbo a ra historia de
lo que él llama ''la civilización política de la América del Sud" .•.

Después del desastre de Uruguayana, el general Resquin re_


cibió orden de evacuar el territorio enemigo. El 3 de Octubre de
1865 inició la contramarcha, transportando en perfecto orden
toda su impedimenta. Y con la escuadra enemiga a la vista hizo
· el pasaje del caudaloso Paraná, acampando en Paso de Patria
con la totalidad de sus tropas (27,000 hombres de _las tres ar_
mas) el 30 del mismo mes.

En la primera gran batalla de Tuyutí, comandó toda la ca.


balleria que operó sobre el flanco derecho y la retaguardia del
enemigo, :nespués y durante toda la guerra fué, al lado del Ma.
'riscal López, el jefe efectivo de nuestro Estado Mayor, prestando
servicios invalorables en la organización y reorganización cona_
tanta de nuestras tropas·, diezmadas en duras batallas y en las
mas penosas operaciones. Y fué, siempre, la lealtad y la abliega.
ción. Llegóa Cerro Corá con las palmas de general de división,
luciendo sobre su pecho gloriosas condecoraciones. Sobrevivió a
la matanza final y fué llevado prisionero al Brasil. El Presidente
/T
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Gill reelamó sus servicios y fué así, antes de morir, el organiza.
dor de nuestro primer ejército después de la guerra. Pasó sus úl.
tfmos años oo· San Pedro, donde falleció 'rodeado del respesto de
sus compatriotas.
í-III l

Hay que reconc.cer que el general Fran~isco Isidoro Res_


q~in, fu~ hásta morir; y sin que jamás declinara !!U altivez en
medio del infortunio de su generación, fiel a su tradición pa_
trióiica y consecuente ccn. su lealtad al hombre extraordinario
que fue su jefe y comp•añero en el martirologio nacional.

La ''mentalidad .de vencido", no reza con él. Su paraguáyls.


mo orgulloso se exacerba con la derrota. Vencido, bablá im_
perativamente, como un vencedor, condenando con iracundia el
crimen de la Triple Alian21a, apostrofando a la traieion triunfan_
te y rindiendo homenaje al heroísmo desgraciádo de los que
fueron sus camarada.s, e:in c.aBr nunca en la debilica1 de los
que, aplastados por el ambiente; ¡;arecieron renegar -de· &-u pro.
pia gloria, si es que no blasfemaron contra el que fue la encar_
nación de la Patria.

Y he ahr el mérito mayor de estos apuntes históricos. Res_


quin es en ellos el Para!:uay altivo, el Paraguay in.3obornable,
el .Paraguay orgulloso de su. I>(tsado, _que se yergue sobre sus
escombros, para decir su verdad, sin miedo ni vacEaciorres, No
busca como otros, atenuantes a su intervención en. los tribunales
militares que juzgaron sin piedad· a los -que conspir:¡~.ron frente.
al enemigo :ci .con el- e:nemigo; no. se esc~da ·en el.l\'lar~¡¡cal López
para eludir su personal responsabilida-d. Denuncia la traición,
insiste en ella, y es implacable con los que cayeron en tan·nefando
crimC'Il~ Hay en ·sus palabras el fuego comunicativo de la sin-
ceridad. Un hombre que habla así no miente. Su testimonio es
definitivo y no admite dudas!

Un historiador brasileño, Joaquín Pintos de Campos, en

t
un libro consagrado a Caxias y publicado en 1878, dice que
posee "un voluminoso Y- precioso·· manuscrito, todo de puño y
letra del general Resquin, su autor". Y agrega: ''es una inte_
í_ resante memoria sobre el Paraguay, desde su independencia,
) abrazando su primera parte la guerra del Paraguay hastá lá
rendición. de Angostura. Este trabajo dá una elevada idea de
las dotes de su autor y hace honor a su ilustra<iión. y a su
modestia. Tiene pasajes que recuerdan los ·comentarios de
1

~
(IV)

,
César". No puede darse un elogio mayor! Desgraciadamente
aquella memoria no es la que hoy prologamos. Esta, desde, ya,
es muy breve y comienza en 1852, en tanto que el publicista
brasileño habla de una obra voluminosa, que arranca 1810 . ' ,· ..:.t
Quiere decir que ese trabajo del General Resqufn cayó en poder . .. ,
' '
de los brasileños y hubo de escribir otros apuntes, que sori lo¡¡
eonocidos entre nosotros. '

Imposible dudar de la autenticidad del documento que po.


sefa Pintos de Campos, En los largos fragmentos que publica
está el estilo inconfundible de Resqufn, si bien su lenguaje es
menos lacónico y mas cuidado. Debemos tratar de encontrarlo,
para obtener, al menos, una copia. Tal vez pertenezca hoy a
la Biblioteea Nacional de Rfo. Y bien puede ser que esté guar.
dado en el Archivo de Pernambuco, donde nació el biÓgrafo
de Caxias.

Finalmente, hay que decir que el original de los "Datos His.


tóricos" de Resqufn se ha perdido. Solo poseemos malas copias,
a las que hay que atrlbufr los errores que contienen. Esto au--
menta el valor de los mru:uscritos que tuvo en sus manos el au.-
tor brasilefio citado y la necesidad de eneontrarlos.

JUAN E. O'LEARY
Datos Históricos de la Guerra del
Paraguay contra la Triple Alianza

PRThl.ERA. PARTE

CAPITULO I

LIMITE ENTRE EL PARAGUAY Y EL BRASIL

En el mes de Mayo de 1850, el gobierno del Paraguay, en


plena paz con el gobierno del Brasil, recibió aviso ·del coman_
dante de la villa del Divino Salvador, de que habfa bajado de
Matto_Grosso una fuerza de arti!lerfa e infantería brasileña, cu_
ya fuerza desembarcó en el <'erro de Pan de Azúcar, arriba de
la confluencia del rfo Apa sobre la costa izquierda del rfo Pa-
raguay, donde estaba levantando algunas trincheras.

Como era natural, grande fué la sorpres::~. que al gobierno para.


guayo produjo Remejante noticia, pues no se explicaba este nue_
vo género de invasión, cuando dicha zona se hallaba sometida
a un arreglo de lfmites, y euando, precisamente, residía cerca
del gobierno del Paraguay un agente diplomático brasileño, don
Pedro Alcántara Bellegarde, encargado especial de estudiar aque_
na cuestión de límites para ilustrar a su gobierno.
· Sin embargo, don Carlos Antonio López quiso em¡:Iear to.
do arbitrio que pudiese impedir un conflicto sangriento, y al
efecto acordó ~on el señor Bellegarde, que éste se encargara, co_
· roo se encargó, de !l.consejar al presidente de Matto_Grosso la
retirada de las fuerzas, hasta que se resolviera la negociación
pendiente.
· Desgraciadamente no produjeron resultado alguno los bue.
nos oficios del señor Bellegarde, ·y fué necesario el empleo de bis
armas, dándose para el efecto al ~apitán de artillería,. don Sim-ón
ba~ Hietóff.eas de la Guerra del Parqu.ay

Antonio Villamayor, ol mando de una flotilla, con tropas de de.


sem,barque, y el encargo de limpiar la Isla, donde las fuerzas bra.
ailefias se habían atrincherado.
¡rabiando llegado el. capi:tán Villamayor frente del punto
ocupado por las fuerzas brasileñas, hizo notificar al jefe de é!ltas
la inmediata desocupación de la isla, y r.omo a ello !!!e negara el
comandante braslleiio. :r;nandó desembarcar sus tropas el capi~án
· VUlamayor, las que después de un reñido combate legraren ha.
eer desalojar, en completa derrota, a las fuerzas bral!'ileñas.
Las bajas que en esa acción hubieron; tanto de una <'omo de
la otra parte, han sido trece muertos y bastantes herH!os brasi.
letlos, y por nuestr·a parte, veinte heridos y nueve muertos.

De·spués de haber recuperado la isla. y de permanecer- en


posesión de ella algún tiempo, el capitán Vi1lamayor regresó a la
Asunción con la gloria de haber cumplido su deber, mediante el
concurso de un puñado de valientes.

Después de aquellas pruebas, el gobierno del Brasil no tardó


en manifestar al del Paraguay, las intenciones pacíficas que abrL
~aba, reprobando oficialmente semejantes avances del president~
de Matto_Grosso, y dejando todo en el estado en que se hallaba
hasta un arreglo definitivo de límites, sin que ocasionara ningún
rompimiento de las buenas relaciones entre ambas nariones ni
.menos derramamientos de sangre; por estas cuestiones, iniciando
as! una política de paz y conc_ordia para lo futuro.

Más tarde, en 1852, eu vista de estas buenas mani:!'estacio.


nes, el gobierno del Paraguay acreditó una ·misión en la corte del
imperio del Brasil, proponiendo un acuerdo de límites, con la ba.
se de que quedara neutral la zona comprendida en los ríos Apa
y Blanco, para servir de separación entre ambos estados, quedan.
do as! definitivamente. trazada la cuestión de los límites, en la.
frontera Norte de la República con el Imperio.

No obstante de las buenal! intenciones manifestadas por el


.Brasil, éste rehusó termin¡mtemente la indicada base de neutra"
:l~daci; prov.ue~t~. p~r _el s.~bieruo. del P~r;;tgvay,_ por cuya <'.a use.,
General Francisco Isidoro Resqufn

a principio del afio 53, quedaron rotas las negociaciones entre


ambos estados.

En el mes de mayo del mismo afio 53, el enc~rgado de neg'>_


~. cios del Brasil. don Fe:Upe Pereira Leal, presentó al gobierno dP-1
~· Paraguay un proyecto de navegación y coniuntarne'lfte con él, un
.)'_ trat11do de lfrnit~'s oue contenía el ultimátum, de· que el Para.
~ gua.Y r<>conocle-se al Brasil la derecha del río Apa, frontera Norte
de la República.
Ante una imposición tan inesperada y exageraña, Fl gobierno
del Paraguay se vió obligado a enviar tsu pasaporte al referido
sefior Leal, y el 12 de Agosto del referido año 53 comunicó ofL
cialmente al gobierno del Brasil el proceder que habfa tenido·
que observar con su encargado de negocios.

El Brasil no contestó a esta resolución, pero a princiPio del


aflo 54· mandó a don Pedro Oliveira como ministro plenipotén.
ciarlo. y con una escuadra numerosa que arribó hasta las Tres
Bocas, agua¡;¡ paraguayas. y de allf solicitó a nuestro gobierno
entrar en negociaciones definitivas de límites y navegación.

El gobierno de nuestra república le contestó que estaba pron.


to para entrar en dichos arregles desde que el ministro Oliveira.
viniera a la Asunción con un solo vapor, dejando la escuadra en
las Tres Bocas.
Asf lo hizo el sefior Oliveira, y recibido con las formalidades
de estilo por el gobierno del Paraguay, entró en conferencias so.
bre dichos arreglos con el plenipotenciario paragüayo, general
don Francisco Solano López, y convinieron en la navegación ·del
alto Paraguay hasta Matto Grosso. por buques brasilefios. dejan.
do aplazados por diez afios los arreglos definitivos de límites.

Poco tiempo después se supo que el gobierno del Brasil ha.


bia. desaprobado la conducta de su plenipotenciario, razón· por lo
que se le había sometido a un consejo de guerra, a causa d¡e la·
moderación humillante que observó, teniendo una escuadra para
. impo.nerse.
Es que el gobierno del Brasil ignoraba que el gobierno del
!
.4 Datoa Históricos de lA GuezrA llel Paraguay

Paraguay no se había descuidado en tomar medidas enércio~.ll


para responder a las imposiciones del señor Oliveira.

Por lo pronto, había puesto en movimiento el cuerpo ce


ejército, ~campado en el Paso de la Patria, con orden de ocupar
el campo de Humaitá. Este cuerpo se componía de veinte mil
hombres, y era mandado por el general López,

Con esa fuerza, se procedió inmediatamente a levantar trin.


cheras sobre la costa del Paraguay, repartiéndose en todas ellas
126 piezas de artillería, hasta el calibre de 62, y al mismo tiem.
pose hizo marchar del campamento de reserva de ''Santa Teresa",
una división de cuatro mil hombres de las tres ármas, al mando
del entonces coronel de caballería, don Francisco Isidoro Resquin.

Esta división ocupó la frontera de la Villa Encarnación so.


bre el río Paraná, con el fin de impedir el paso libre de las fuer_
zas brasileras que debían venir de San Borja a pasar por Cande.
la.ria.s.

Pero a pesar del consejo de guerra a que füé sometido el


sefior Oliveira y demás disposiciones .tomadas por el Brasil, aque_
llos tratados qued~ron subsistentes, y el conflicto desapareció
entonces, pues la cuestión de l:lmites quedaba solamente aplazada
hasta el año 1864.

LIMITES PARAGUAYO-ARGENTINOS

En: 1852, el director provisorio de la Confederución Argen.


Una, general don Justo José de Urquiza, despachó cerca del go.
bl;erno paraguayo un enviado especial, con suficientes poderes
para la resolución de todas las cuestiones pendientes entre am.
bos Estados.
General Francisco Isidoro itesqufu

En ese tratado se reconoeía que el Paraguay es una nación


soberana e independiente de todo poder extrafio, y se fijaban los
limites, declarándose que la navegación de los ríos Paraguay,
Pa~·aná y sus afluentes, sería libre para el pabellón paraguayo
y pura el argentino.

Además, por medio de a.quel tratado, el goóierno del Para.


guay cedía al de la C'onfederación Argentina el ·territorio que des_
~ de tiempo inmemorial tenia sobre la izquierda del río Paraná,
en la frontera Sud de la República. Esta cesión fue compensa.
da con el reconocimiento de que el rio Paraguay perte11er.e de
eosta a costa, con perfecta soberanía, a esta nación, hasta Sll
confluencia en el río Paraná.

Canjeado y ratifir.ado el tratado de 15 de Julio de 1852,·


con calidad de someterlo a la aprobación del soberano congre~:>o,
el 20 de !lioviembre del mismo año 52, se reuntó el argentino
en la provincia de Santa Fe, y aprobó, en general, todos los
actos del director provisorio.

En la confianza que inspiraba la ratificación y canje por


las' altas partes contratantes, el· gobierno del Paraguay mandó
desocupar los puntos militares de Loreto, San Miguel, San Car_
Jos y S'an José, a la izquierda del río Paraná; pero antes d1:1
concluirse la retirada de las tropas que guarnecían aquello~
puntos, se supo que había estallado un movimiento revoluciona-
rio en la ciUdad de Buenos Aii·es contra el director provisorio, y
en precaución de los resultados que pudieran tener aquellos su-
cesos, se resolvió mantener la ocupación militar de dichos puntos.

Esta deliberación fue comunicada oportunamente al minia •


..;. tro argentino, para que la pusiera en conocimiento de su go.
bierno, con la protesta de que se evacuaría el territorio de la
izquierda del Paraná, tan pronto como el· tratado de 15 de
~ Julio de 185.2 quedara exento de toda eventualidad.

En virtud de estos antecedentes, permaneoieron aquellos


puntos militares guarnecidos, c:omo siempre, por tropas para.
¡uayalll.
Con: fecha ~ de Agosto de 1853, el gobierno del Paraguay
recibió una nota del director provisorio de la Confederación Ar _
gentina, reclamando la entrega de las Misiones, que llamaba.
ar~enti~as, y dGsentediéndose del precitado trata.do de 15 de
Julio de 1852, asf como de su aprobación por el congreso.

Don C'arlos Antonio López ha contestado el 28 de Octubre


del mellcionado año 53, manifestando que estaba pronto a la )·
entrega del territorio reclamado, dezde que los congreEOs ¡:ara- ,~
guayo y argentino aprobaran el tratado de 15 de Julio de 1852.

En este e5ltado se mantuvieron los arreglos de límites, en_


ti·e la República del Pare~,guay y Argentina, hasta las ulteriores
consec:uencias, las cuales son en parte conocidas de muchas per_
so nas.

CAPITULO U

Comienzo de lo& tratados secretos por los poderes


de la triple alianza contra el gobierno úe la Repú_
blica. del Paraguay, El Oomité Revolucionario en
la ciudad de Buenos Aires por paraguayos que se
pronunciaron cout,ra el gobierno de su pB.tria. -
Tratado de alianza de los gobiernoSJ paraguayo y
oriental _ Manifiesto del gobierno del Paraguay al
del nrasll - Re.tirada del ministro brasllero resL
dente en la Asunción _ Detención del vapor brasL
lero "l\!;arqnéz de Olinda" en la rada de la Asunción.

Es del dominio público que a fines de 181l2, el gobierno


de la República Argentina, por intermedio de su ministro en
el Brasil, señor Mármol, abrió negociaciones secretas con el
gcbierno brasileño en Río Janeiro, misterio que en aquel tiem_
po no se llegó a comprender, pero que los hechos han veuido
a explicarlo más tarde, con notables sacudimientos políticos,

. Para comenzar los planes do la trip1e alianza contra el


Paraguay, el general don Bartolotné Mitre, presidente de la Ar-
gen tina, de acuerdo con el gobierno del Brasil, el 18 de· Allril .:
de 1863 lanzó al general don Venancio. Flores, que se en~on_
traba emigrado en Buenos Aires, en revolución contra el go_
bierno de su patria, la República Oriental.
Hecho que se llevó a cabo inducido por el gobierno de .
don Bartolomé Mitre y su círculo, contando de antemano coa.
el oro del Brasil.
t;;l>
De acuerdo con los movimientos del general Flores contra
el gobierno legal de su patria la República Oriental, el autor ·
de la triple alianza don Bartolomé Mitre, pr~sidente de la Re-
pública Argentina, hizo también funcionar en la ciudad de
Buenos Aires, alimentada por la pre11sa asalariada, el célebre
comité revolucionario de algunos paraguayos descontentos con
el gobierno de su patria, encabazados por Fernando Iturburo,
Carlos Loizaga, Juan Francisco Decoud y José Be:loya, los cua.
les recibieron del gob.\eruo de Mitre varios grados militares
hasta el de teniente coroneles, en recompensa de los servicios
que debían de prestar contra su patria, a favor de los in'.e-
reses de la trip-le alianza.

En presencia de las hostilidades que los gobiernos argentL


no y brasileño abrían contra el oriental, este recurrió a las
vías diplomáticas, al ver en inminente peligro la soberanía y la
independencia de su territorio, y en 1864 se dirigió al gobierno
paraguayo, proponiéndole una alianza ofen.siva y defensiva con.
tra los avances de aquellos otros dos gobiernos.

Don Francisco Solano López, presidente de la Reptlbli(l!l dél


Paraguay, aceptó la proposición, y el 30 de Agosto de dicho
afio 64 dirigió un manifiesto al gobierno del emperador del
Brasil protestando con·tra la ocupación del territorio de la Re.
públic~ Oriental, por fuerzas imperiales, en virtud de con~¡~idCI.
rarlo un ataque direrto contra la soberanía de aquel paia, '1
por consiguiente, contra el l'araguay,

Terminaba el mariscal r... ópez su manifiesto, diciendo ctu&,


sl desgraciadamente suoediertt tal caso, el gobierno de la Re.
S. Datos :HistÓricos de la Guerra dei Paraguay

pública del Paraguay opondría por su parte todos los medios


a su alcance, para impedir .semejante agresión.

De estos hechos, los gobiernos argentinos y brasileños sa_


ca.ron pretextos para culpar como provocador de la guerra al
gobierno del mariscal López, que no tenia ambición de aniquilar
y; cortar su .progreso material a sus vecinos, y más bien esperaua.
una resolución pacifica para las cuestiones de _limites.

Inmediatamente que el ministro brasileño en la Asunción


tuvo- conocimiento de la protesta de 30 de Agosto de 1864, pL
dió su pasaporte para ·Rio Janeiro, declarando rotas las re.
Iaciones. amigables del gobierno imperial con el del Paraguay,
,. con la resolución indeclinable de que su gobierno no podia
retroceder de la ocupación del territorio de la República Oriental.

Este hecho es natural, puesto que el ministro brasileño es_


taba informado de los planes de la triple alianza contra el Para.
guay, sabía muy bien que ésta no podía realizarse sin que antes
desapareciera el gobierno legal de la República Oriental.

Cuando se hallaban rotas las relaciones amigables del go.


bierno imperial con el de la República del Paraguay por la de.
claración del ministro brasileño a su retirada a Río Janeiro a
consecuencia de la protesta del 30 de Agosto .de 1864, el gobier~
no de la República del Para¡;uay mandó detener en la rada de
la Asunción, como presa de guerra, al vapor brasileño "Marqué~
de Olin.da" con la tripulación y cargamento de artículos bélicos,
dirigidos a la provincia de Matto Grosso por las aguas del Alto
Paraguay.
llenera! Francisco Isidoro iiesqnÍn

Ocupación del 1¡erritorio oriental por las fuerzas


brasileñas. _ Alianza del rebelde general Flores con
el general brasileño Mena Barreto. _ Bloqúeo lle
la ciudad Orie-ntal por fuerzas brasileñas de mar y
tierra. - Solicitud dei gobierno del Paraguay al ar.
·"\J. gentino, para el paso del ejército paraguayo por ·te.
rritorio argentino. _ Tratado secreto de la triple.
alianza cont¡ra el gobierno de la República del Para..
guay. _ Declaración de guerra del gobierno argén.
tino al del Paraguay, y de éste al argentino.

A fines de 1864, el gobierno del Brasil mandó ocupar el


territorio oriental, con un ejército de diez mil hombres de las
tres armas, al mando del general Mena Barreto, y una escuadra
al mando del Vizconde de Tamandaré, para apoyar el ultimátum
que debía notificarse al gobierno de aquella república, por el
ministro brasileño don José Antonio S'araiva.

Y en esa época el general Flores, Jefe de la revolución,


se hallaba en los mayores apuros, efecto de las persecuciones
que sin descanso le hacían las fuerzas legales del gobierno o.
riental. ,}

Pero como ne-cesariamente tenta que triunfar la revolución,


para entrar el general Flores, a ocupar su puesto de tercer
aliado, el comandante en jefe de aquel ejército brasileño se
alió con aquel para combatir el gobierno de dicho pafs.

El 2 de Enero de 1863, los generales Flores y Men.a Barreta,


al frente de once mil hombres de las tres armas marcharon so.
bre la plaza de Paysandú, defendida por dos mil ' soldados deí
gobierno, a las órdenes del general don Leandro Gómez, quienes
después de un reñido combato, fueron vencidos, y el general 1
Gómez asesinado por orden de los generales Flores y Mena.
Barreta.

Triunfantes los generales aliados, cargaron sobre Montevi.


<leo, reforzando de paso la escuadra de Tamandaré con fuerzaa
de desembarque, y el 27 de Enero del dicho año 65 1 este jefe man~
dó desembarcar la11 tropas de infanturía en el puerto de Santa
Lucía, para preparar las próximas operaciones de acuerdo con
el ejército terrestre;

Hecho ésto; el ministro Saraiva notificó al gobierno orien.


tal, -con fecha. 2 de Febrero del mismo año, el bloqueo de aque_
na ciudad por fuerzas de mar y tierra, fundando sus razones
en la desatención de las deudas contraídas anteriormente por
el gobie·rno de la República Oriental con el gobierno del Brasil.
"
Después de haber empleado el gobierno oriental todos los
medios a sil alcance para sostener su soberanía, y no pudiendo
conseguir salvar sus derechos, fué :!'orzado a una capitulación,
dejando el gobierno en manos de los poderes de la triple alianza.

El general Flores, fiel aliado del gobierno del Brasil, se hizo


cargo de él, con el ·titulo de presidente da la República Oriental,
el :¿g de Febrero de 1865.

Como el gobierno del Paraguay había ya declarado al del


Erasil su oposición a que éste ocupara el territorio oriental se
dirigió al gobierno argentino solicitando permiso para pasar 'por
su territorio el ejército paraguayo, con el fin de prestar al go.
bierno oriental el prometido ·auxilio contra los avances de que
era víctima; pero el gobierno argentino no sólo no contestó, sino
que ni siquiera acusó recibo de dicha solicitud; y no solamente se
limitó a és·to el citado gobierno argentino del general don Bar.
tolomé Mitre, sino que hizo detener al que era portador de dL
cha solicitud valiéndose de fútiles pretextos, y cuyo in.dividuo
vive actualmente en la ciudad de Buenos Aires ( 1).

El 19 de i\fayo de 1865 los gobiernos de ·la triple alianza de


las repúblicas Argentina, Oriental, y el imperiCJ del Brasil, reuní.

(1) S'eglin hen1os podido informarnos, ta. persona. 11 quo aé ré.


fi~re, murió en 1895 en Buenos Aires.
benerai ~andsco :Isidoro itesqtdri H.

dos en la ciudad de Buenos Aires por intermedio de sus resper..


tivos representantes, acordaron, después de algunas apariencias
de conferencias, y firmaron el tratado secreto contra el gobierno
dP. la Repúb!ica del Paraguay, bajo el velo de las ofensas hecllas
r las banderas brasilera y argentina, quedando siif que pudiese
pretextar ofensa alguna con dicho tratado, la bandera oriental,
i
Entre otros artículos del citado tratado de la triple aaanza,
estaba consignado que con el ti iun!o de sus armas deben llevar
hasta derrocar del poder al gobierno de la República del Para.
tuay, para imponer a la nación paraguaya, dtespués de s¡{ pos.
tración, las siguientes humillaciones: 19 La or.upación militar de
la República del Paraguay, por las fuerzas de la triple a:Iianza..
por espacio de cinco años para hacer efectivas, por influencia d.;
las armas, todas las cláusulas de los tratados r.on el nuevo go.
bierno impuesto a la nación paraguaya, 29 E! desarme completo
~ demolición de todas las baterías que existieren en él territorio
paraguayo. 3Q El fijamiento de los límites de la República del
Paraguay. 49 La indemnización de todos los perjuicios y los
gastos de la guerra.
1

El 9 de Mayo de 1865 el gobierno de la República Argen.


tina declaró la guerra al gobierno de la Re·pública del Paraguay,
fundando el conside1·ando del decreto en la ofensa hecha a la.
bandera argentina en la ocupación de la provincia de Corrientes
y apresamiento de los vapores de guerra con bandera argentina,
con otros motivoa de peso, entre los cuales menciona la decla ...
ración de guerra del gobierno del Paraguay.. hecha al gobierno
argentino, <~uyo tenor es como sigue: "Que POSteriormente, 'f
Cjlando se habían practicado estos hechos agresivos, ha llegad~>
a conocimiento de este gobierno la declaración de guerra he.
1

Cfa por el gobierno del Paraguay a la nación argeutina''.

Esta llltima palabra no es la verdad; la dec!aración de gua.


rra del gobierno del Paraguay es hecha al gobierno de Mitre, y
nó a la nación argentina.

El gobierno de ·la Repllblica ~el Paraguay QUé no podía


desatender los avances de sus vecinos que muchos años atrás
i~ Í>atos Históricos de 1a Guerra cÍe1 :raragüay

se empellaban en disputar sus valiosos territorios sin ningtln


título ni derechos para ellos, inmediatamente se puso en pie
a favor de la grande idea de conservación sancionada por la.
humanidad y la razón, bajo cuyos principios de equidad y jus.
1ticia, tomó la inquebrantable resolución de vencer o morir
hasta verse salvada la independencia y soberanía nacional.
Primera Epoca
PRIMERA SECC.ION

CAPITULO ID

PRINCIPIO DJ~ LAS OPERACIONES DEL GOBIERNO DEL


PARAGUAY CONTRA LOS J•ODERES DE LA TRIPLE ALIANZA

Aunque fiel a sus principios de moderación y de justicia, el


gobierno del Paraguay, al ver amenazadas de muerte su sebera_
nía, su libertad y su independencia, comprendió que no le que_
daba otro remedio que el empleo enérgico de las armas.

Así, pues, en uso de su perfecto derecho mandó ocupar el


territorio de su nación a la derecha del río Apa, hasta el rio
Mbotetey, en la frontera Norte de la República, con prevención
de ser desalojada c'ualqu!er fuerza brasileña que se encontrase
en dicho territorio cuestionado por el gobierno del Brasil, desde
1850.

Con esta deliberación, el 15 de Diciembre de 1864 despachó


de la Asunción cinco buques de guerra, dos lanchas cañoneras y
tres transportes r.on tres mil hombres de desembarque, al mando
del coronel de infantería don Vicente Barrios, y como segundo,
al sargento mayor don Luis González, a practicar las operacio_
nes sobre el fuerte de Coimbra y demás puntos militares brasile-
fios, situados sobre el alto Paraguay.
El 22 de Diciembre del citado año 64 el Coronel Barrios,
comandante en jefe de la división naval, de acuerdo ron el co_
ronel de caballería, don Francisco Isidoro Resquín, comandante
de la división del Norte, que tenía como segundo al mayor de la
misma arma, don M~rtfn Ürbieta marcharon de Viila Ooncep_
14 Datos Históricos de la Guerra clel Paragua7

ción con un ejérdto de tres mil hombres. en su mayor parte de


caballería, a practicar las operaciones sobre el río Mbotetey, te
rritorio paraguayo,

El 29 del mismo mes y año, el coronel Resquín ~andó des.


alojar las pequeñas guarniciones brasileñas de las colonias ML
randa y Dorado, situadas a la costa derecha de las nacientes de
los ríos Mbotetey y Dorado, afluente este del rio Brillante, antes
Igurey, que desemboca en el río Paraná, y aquel desemboca en el
Paraguay, frente a la población brasileña Alburquerque.

COMBATE EN LOS PASOS FEO Y DESBARRANCADO

El 30 de Diciembre del precitado año 64, marchando el co_


ronel brasileño sobre el punto militar de Nioac, desr.ubrió, al lle_
gar a paso Feo, los exploradores en el atro lado de dicho paso.
que formaban una. fuerza brasileña de tres cientos hombres, con
una banda de música.

Entonces el coronel Resqufn, valiéndose de parlamentarios,


intimó al jefe brasileño la pronta desocupación del territorio,
antes de ser desalojados por la fuerza.

El comandante brasileño, don José Díaz da Sfiva, contestó


la intimación con una negativa provocadora, obl1gando al coro.
nel Resquín a forzar el paso.

Después de un fuerte tiroteo de fusilería y algunos dispa.


ros de artillería, la fuerza brasileña se puso en. fuga, hasta la
otra parte del paso Desbarrancado, donde fue alcanzada y sa.
bleada, quedando en el campo sesenta y dos muertos y muchos
heridos, algunos de los cuales huyeron con el resto de la fuerza,
en completa derrota.

Quince prisioneros brasilE-ños, tomados en la accióñ del Des.


barrancado, fueron remitidos al comandante de Villa Concepción,
con todas las atencioJ!,es impueS>tas por el derecho de gentes.

Las tuerzas paraguayas tuvieron cinr.o heridos de bala.-


General Franclsco Isidoro· Resqufn 13

· Al siguiente día, o sea el 31 de Diciembre, fue ocupado el


punto militar Nioac, y despuéi!: de haber despachado destacamen.
tos a los puertos de los ríos Brillante y Vacarías. marchó el co.
ronel Resquín sobre la Villa de Miranda, situada a la izquierda
·del río Mbotetey, donde creyó pudieran renacer;; e ros derrotados
pero no fue as!, y encontró abandonada dicha villa, razón por Iá.
··que ocupó el 9 de Enero de 1865.

El 12 de este dicho mes mandó una exploración de trescien.


tos hombres de caballería, al mando del caPitán de la misma ar.
ma don Juan Bautista Agüero, hasta la colonia Cnchin situada
sobre la derecha de las nacientes del río Tacuarí, entre el río
Mbototey y la cordillera Mbaracayú, en cuyo punto, a la llegada.
de las fuerzas paraguayas, la guarnición brasileña se puso en fu.
ga, y la expedición regresó sin ningún suceso de armas.

ASALTO AL FTJERTE DE COil\IDRA

El 26 de Diciembre de 1864, el coronel don Vicente Barrios


mandó ocupar las posiciones más convenientes, para sus orera.
clones, sobre el fuerte de Coimbra, primera fortificación brasi'eña.
sobre el Alto Paraguay, abajo de la desembocadura del río Mbo"
tete y.

Al siguient~ día, el mismo coronel dirigió un parlamento !11


comandante de aquel fuePte, intimándole la desocupación, al cual
contestó el coronel Porto Carrero, jefe del fuerte, negándose a.
cumplir la orden.

Entonces el coronel Barrios mandó hacer fuego, que fue


contestado inmediatamente, sufriendo Jos brasileños muchos per.
juicios producidos por las cañoneras paraguayas, artllladas con
piezas de a 6 8.

El sargento mayor González se ocupaba a la vez en la aper.


tura de varias picadas, 'a retaguardia del fuerte, para colocar en
batería su artillería ligera, que debía apoyar el asalto sobre el
murallón del fuerte brasilefio.
l!Jl 28. del mismo mes, d\~ho ~aro~ Gon:z¡{llez dio ¡~rinqi:pio ;;~.1
16 Datos Hfst6rlcoa de ~ Guerra clel Paraguay

asalto, logrando treparse con sus valientes tropas de infantería


sobre aquel muro trabajado con todas. las precauciones de la
guerra,

Sin embargo, las fuerzas paraguayas fueron rechazadas a las


seis de la tarde, por los defensores del fuerte, y merced a un
vapor de guerra que estos tenían arriba del fuerte, cuyos fuegos
perjudicaban mucho al asalto.

En la misma noche del 28 de Diciembre y aprovechando !a


obscuridad, los brasilefios abandonaron el fuerte, y fugaron en
el vapor de que disponían.
En vista de esto, el coronel Barrios mandó guarnecer aquel
punto con fuerzas de su comando, y luego siguió sus operaciones
sobre 1\IbnrquCll'que y Corumb1, cuyos puntes también halló a-
bandonados, por haberse refugiado sus respectivas guarnicione¡¡
en la provincia de 1\fatto Grosso.
El 8 de Enero de 1865, los vapores paraguayos, en sus ex.
ploraciones del río SAN LORENZO, logran apresar al vapor bra_
sflei!.o Añamay, con su tripulación, el cual fué conducido a Co_
rumbá.

En este estado quedaba el territorio paraguayo de la de.


recha del rfo Apa, cuestionado por el Brasil.

OCV,PACIOY DE CORRIENTES

El 13 de Abril de 1865, el gobierno del Paraguay, continuan_


do sus operaciones contra la triple alianza, mando ocupar 1.1.
ciudad de Corrientes, por una división de veinte y dos mil hom_
bres de las tres armas, cinco vapores con tropas de desembarque
al mando del brigadier general don Wenceslao Robles, quien
tenia instrucciones de unirse con la división del coMandante Es_
tigarribia, que había marchado de V¡lla Encarnaci6n, froJ}tera
Sur de la República, con diez mil hombres, tambi'en de las tres
armas; en operaciones sobre las primeras poblacíones brasilei!.as
de la izquierda del. río Uruguay, debiendo repaeár, este río· por
el mejor paso, para replegar:se a la división del geñera.l Robles
General Franciseo Isidoro Resqufn 1'1

y llevar adelante la campafía

Al aproximarse al pu_erto de Corrientes los buques rnragu~.


yos, fueron cafioneados por los vapores argentinos Gnalt•gn'ly y
25 de Mayo; pero al momento contestaron aquellos el fuego, oblL
q gando a éstos a retirarse en fuga, y apresándolos a corta distan_
cia, los condujeron. de nuevo al mismo puerto.

La ciudad de Corrientes se bailaba abandoYiada por su go_


bernador Lagraña, y su guarnición se habfa puesto en marcha,
para incorporarse a las fuerzas del general Mitre.

El general Robles se hizo cargo de varias notaR oficiales


dirigidas por el presidente argentino general Mitre, al goberna_
dor de Corrientes Lagraña, en las que le ordenaba que están_
do destinada a la ciudad de Corrientes, para servir de basa
"de las operaciones de los ejércitos de la triPlE> alianza, contra
"el tirano del Paraguay, que para este fin Re contrataran las
"mejores casas dentro de la ciudad; rara hospitales de sargre;
"que se hiciesen contratos con los hacendados de la provincia,
"para compras de caballos y ganado vacuno, a cuyo efecto le
"enviaría en primera ocasión el dinero necesario".

Dejando en la ciudad de Corrientes una gt1arnición de mil


hombres, con cuatro piezas de artillería ligera, al mando del
sargento mayor 1\'lartínez, el 18 de Abril de H65 marchó el ge_
neral Robles con la división del Sud, al frente de veinte y U!l
mil hombres de las tres armas, a buscar de paso la incorpora_
ción de la división del comandante Estigarribia, para llevar sus
operaciones sobre Concordia.

CONTRAMARCHA DEL GE~"ERAL ROBLES


CON LA DIVISION DEL SUD

El 18 de Junio de 1865 recibió el general Robles una orden


del mariscal López, para conframarchar con la división de sn
comando a tomar campamento por las cercanías de la capilla del
Empedrado, y esperar allf nueva instrucción de operacionea so-
bre los ejércitos de 1~ triple alianza.
13: Datos Rlstórléos de la Guerra del Paraguay

Cumpliendo dicha orden el general Robles contramarchó


desde el paso Hatel, territorio argentino, dejando despejados los
campos que había recorrido, y que antes se encontraban hva.
dldos por fuerzas de aquella provincia, al mani!o de 1os genera_
les Cáceres y Hornos, empeftados en retirar las cab:tll!ldas de
lás estancias de aquellas comarcas.

Cuando el general Robles iba en marcha, tan'o en Be'la.


Vista, como en San Roque y en Go.ya recibió del enemigo varhs·
cartas de invitación para plegarse con sus fuerzas a los ejércL
tos aliados, proponiéndole combatir al tirano del Paraguay y
una vez derrocado su gobierno él seria el presidente de la Re.
pública.

Dichas cartas fueron dirigidas al general Robles por don


Fernando Iturburu, uno de los jefes del comité revolucionario
que en Buenos Aires se habfa organizado,

A medida que el general Robres iba recibiendo dichas car_ ·


tas, las enviaba al mariscal López, y tales cartas fueron las·
que motivaren la orden de contramarcha, hacienao fracasar las ·
combinaciones sobre Concordia, y ocasionando 18: pérdida de la·
diyisión del comandante Estigarribia, pues la presencia de las
fuerzas del general Robles habrían salvado a'}uella divisién d~
las t~amas de la Urnguayana, antes de haberse metido alli lús
ejércitos de la triple alianza.

Estando en su nuevo campamento el general Robles, agravó


las sospechas que hicieron despertar aquellas comunicaciones, '91
hecho de haber tirado al suelo una condecoración de la Orden
Nacional del Mérito con que fué agraciado por el gobierno del
Paraguay, cuando llegó a la capilla del Empedrado, diciendo qua ...
él rro merecía aquella distinción, porque no tenia ganada nin_
guna acción, y más bien el gobierno debía atender a los méritos
de st1
hérmano, el teniente de ·marina Ezequiel Robles, sacrifica_
do· en· el combate naval del Riachuelo .

.. . Aquel hecho fué:.preaenciado y esas palabras escuchadas por


algunos jefes y oficiales de su. estado mayor,.
General Francisco· Isidol'o ·Resqufn 19

COMBATE EN EL PlJERTO DE LA CIUDAD DE CORRmNTES

El 25 de Mayo de 1865, el general Paunero, con seis vapo.


res de la escuadra aliada, conduciendo a bordo tres mil hombres
de desembarque, que se hallaban de estación en el puerto de
Rincón de Soto, cerca de Goya, en la provincia de Corrientes, al
te~er noticia del movimiento del general Robles, aprovechó la
oportunidad, y se lanzó con toda su fuerza sobre la pequeña.
guarnirión de CorriEntes, trabando reñido combate con las fuer.
zas paraguayas que en ella se encontraban.

A pesar de la pericia y del valor del mayor Martínez, jefe


de ésta, no pudieron resistir el empuje de una fuerza tan supe.:
rior, y tuvieron que retirarse sobre el puerto de Corrales, dejan.
do aquella ciudad cubierta de cadáveres.

El mayor Martfnez tuvo en ·esta acción una pérdida de·


ochenta y dos muertos y una pieza de artillería, y las pérdidaa
del enemigo no se pueden calcular con exactitud, aunque se ca!.
culaba en más de doscieil!tas.

En cuanto se efectuó la retirada, el general Paunero tam.


b.ién abandonó la ciudad de Corrientes, después de que sus tro.
pas la saquearon; asf fue que el mayor Martfnez volvió a ocu.
parla nuevamente con su ejérrito.

COl\ffiATE NAVAL EN l!'RENTE DEL RIACHUELO

El 11 de Junio de 1865 remontaron el río Paraná diez va.


pores de guerra con seis transportes de la escuadra de la triple
alianza, estacionándose frente a la desembocadura del Riachue.
lo, situado abajo de la ciudad de Corrientes, con el fin de esta.
blecer el bloqueo de posiciones paraguayas.

La escuadra paraguaya, compuesta de ocho vapores de iue.


rra y cuatro lanchas ca!ioneras, la cual se hallaba fondeada en
las Tres Bocas, al mando del capitán de navío y comandante eíi
jefe don Pedro Ignacio Meza, éste recibió orden del general · en
jefe de los ejércitos del Paraguay mariscal don Francisco Solano.
20 Datos Históricos de la Guerra del Paraguay

Ló:Pf"Z. 'l'l".ra atacll'.r ~>on to"a la P .... ,,.,,.ra T'a~ional a la de la.


triple allanza, estacionada frente al Riachuelo.

El tenie.nte coronel de artillería ligera ( ñespués general)


d01'1 José Mar!a Bruguez, de acuerdo con el comar,dante en je!~
d-e la escuadra nacional, ocupó en la noche del 1 O de .Junio del
citado afio las buranqueras del riachuelo sobre el rfo Paraná
con tres mll hombres y treinta piezas de artillería ligera, para
apoyar dl movimier; to de la escuadra paraguaya, en operaciones
sobre el de la triple alianza.

Hallándose en esta disposicién las fuerzas paraguayas, i!e


determinó que a las cebo de la mañana del dia 11 de dicho mes
de Junio marchara la escuadra paraguaya aguas abajo s'Jbra
'la escuadra enemiga, que se hallaba frente al Riachuelo, y así
se hizo el mismo dfa 11, a donde se trabaron en reñidisimo com.
bate de parte a parte, el cual duró más de ocho horas.

Durante la lucha se abordaron a dos de los vapores enemL


gos: el vapor "Yaquiti'Ilona", varado por el enemigo al frente
de las baterías del comandante Bruguez, y destrozado con r.u
tripulación; el vapor enemigo "Paranaiba", inutilizado y aban_
donado por su tripulación, y conducido después a remolque por
dos de los vapores de la escuadra enemiga.
Las pérdidas que tuvo la escuadra de1 Paraguay son consL
derables; consisten en tres· vapores a pique, y de cuya tripula.
ci.ón apenas salvaron algunos; cuatro lanchas cañoneras aban.
donadas por sus remolques, por la cual circunstancia los enemL
gos se apoderaron de ellas, lamentaudo además la pérdida del
comandante en jefe de la escuadra paraguaya, uón Pedro !g_
nacio Meza, que gravemente herido en el combate, fue eondu.
cido al campamento de Humaitá, donde falleció a consecuencia.
de lai!l heridas el 28 de Junio, después de diecisiete días del com.
bate.
Las baterías colocadas convenientemente por el comandante
:Brut;uez hicieron mucho daño al enemigo en la acción naval de
este dfa, sin haber sufrido ningún daño en el personal de las
fuerza¡ de su..mando y menos en sus baterías.
General :t;;rancisco isidoro Resqnúi.

001\IDATE EN EL ESTRECHO DE 1\IERCEDES

El 18 de Junio de 1865, el comandante de artillería don


María Bruguez recibió orden del" general en jefe C:.e los ejér_
Jo~::~é
citos de la Repú!J1ica del Paraguay para que levantara las ba_
terias del Rutc~ueio y ocupar con eilas la barranquera del vaso
de Mercedes, soure el río Paraná, situado abajo del Riachuelo,
situando allí todas las fuerzas de su mando, con el fin de cortar
las comunicaci;:;nss de la escuadra enemiga, fondeada frente a la.
desem"Qocaciura del Riachuelo.

En cumplimiento de la orden impartida por el general en


jefe, el coruanuante Bruguez, el 19 del mencior..ado mes de Ju_
nio, ttJr..ía ocupada la barranquera de Mercedes y colocadas en
balería treinta piezas de artillería; al siguiente día, 20 de Ja_
nio, como a las nueve de !a mañana, la escuadra de la tripl9
alianza forzó el paso de Mercedes bajo los fuegos de la artille.
rfa del comandante Bruguez: los buques de la escuadra enemiga
marcüaban a todo vapor y sin hacer ni un disparo de cañón.

Las piezas de artillería del comandante Bruguez ocasiona.


ron bastantes averías en algunos de los vapores de la triple
aliau2.a, que apenas pudieron llevar a remolque después <le ha.
berse al.;jado de !as baterías, favoreciilos por la co1·nmtada del
rio Paraná. Al pasar por debajo de las baterías se oyeron gritod
de desesperación y lamentos que salían de loa labio& de· la tria
pulación de la. escuadra enemiga,

CAPITULO IV

.LLAMA..mENTO DEL CORONEL ttllñSQUlN, COMANDANTB


DE LA DIVISION DEL KORTE

En medio del desarrollo de los sucesos referidos filt:l Ham!l..


do por el gobierno del mariscal López el coronel de caballtria
don Francisco Isidoro Resquín, que ocupaba el puesto de coman.
dante de la Villa de Miranda, situada en la frontera Norte de 1&
República; en la nota de llamamiento, fechada el 9 de Junio d~
1.865, se le manifestaba al Coronel Resquin, que su rc;¡mocióu
~ :batós ID.st.6ricos de 1a Guerra del i•at•agutty

era a fin de que bajara a ocupar su puesto en el ejército nacio.


nal, indicándole al propio tiempo llenara él mismo su vacante
con el nombramiento del sargento mayor de la misma. arma, don.
· Martfn Urbieta, comandante militar de la comarca de la Villa
·de Mira:nda.

El 22 de Junio de 1865, el coronel Resquín, cumpliendo lo


ordenado por su superior, se presentó en el campamento de Hu •
. m~itá al presidente de la República, don Francisco Solano López,
el cual tuvo la confianza de ilnformarle del mal estado. en que
se hallaban las operaciones del Sur tanto del general Robles
·como del comandante Estigarribia, y manifestarle la. po~.ición de
·este último, que se hallaba encerrado en la Villa de la Urugua_
yana, territorio brasilefio, y lo peor del caso era cie que no ha.
bía probabilidad de salvarse si no se les remitía una protección
de fuerzas respetables, pero que no había twmpo para ello.

El 24 de Junio del 65, el coronel Resqufn, provisto briga.


dier general de los ejércitos de la República, y 29 comandante
de la división del S'ur y jefe especial Ge la caballería de dichas
fuerzas, gobernaba por el gengral Robles, a quien se presentó el
general Resquín con sus diplomas, siendo ésta bien. recibida y
co1mado con las mejores atenciones, y por consiguiente recono.
cido inmediatamente en tal carácter en la división del Sur,

D:íil"STITUCION DEL GENERAL ROBJJES, DEL MANDO


DE LA DIVISION DEL SUB

El Ministro de Guerra y Marina, brigadier general don


Vicente Uarrios, se constituyó al campamento del general Robles
el 24 de Julio del año 186;), eon el 0 bj~o de m)tificarle el de_
creto de su destitución del mando de la división del Sur, por
delilJtración del gobierno de la República, para responder a los
· Cítrgcs que exie;tían contra él, quedando al mando inmediato de
· la división el general Resquin, provisto comandante de dichas·
fuerzas,

El Ministro de Guérra y Matina después dé habar notifica.


· do. el citado decreto al gen.eral D. Wenr.eslao Robles le condujo
Oeneral Firaiidsco Isidoro Resqtitri
1

a! campamento de Humaitá donde fue procesado por los moti.


vos ya indicados, y cuyos resultados lo llevaron al patíbulo po_
co tiempo después.

MOVIMIENTO DE LA DIVISION DEL StJR

El 24 de Julio de 1865 recibió orden el general Resquín,


para mover su campamento del Empedrado, y ocupar la dertlcha
del río Santa Lucía, desde la capilla de S.:<n Roque, es:i,)erando
en dicho punto nuevas órdenes.

El día anterior; o sea el 23, había hecho marchar una fuer.


za de tres Ihil hombres, al mando del sargento mayor de Iufan-
. teria, D. José Díaz, y cel de caballería, D. Avelii'::o Cabral, con
prevención de atacar por sorpresa a las fuerzas . correntinas
acampadas en la rinconada de la izquierda del arroyo Amb1•osio,
al mando del general Cáceres, como así lo hicieron, poniendo a
estas fuerzas en dispersión, y obiigándolas a retirarse a la
otra parte de Batel.

Al mismo tiempo, el comandante de artillería, don José


María Bruguez, marchó a ocupar la posición de las Cut::vas, aba-
jo de la capilla de Bella Vista, sobre la barranca del río Para_
· ná y coiOcando en batería toda su artillería contra la escuadra
aliada, que se hallaba estacionada más abajo del paso ~Iercedes.

COMBATE EN EL PASO DE LAS CUEVAS

El 12 de Agosto del afio 65, viéndose la escuadra aliada sin


comunicaci.ón, pues la cortaban las 'baterías del comandante Bru.
guez, reforzadas con tres baierías más de la 1hl"isión del ~ud,
resolvió a forzar el paso de las C'uevas,

En efecto, como a las ocho de la mañana. emp~zl\ron loa bu~


q1tes a desf1lar, uno a uno, bajo ~os fuegos de nuestros cañones,

Tantas pérdidas sufrió la escuadra, y tantos perjuicios su.


frió; que tuvo que permanecer reparando sus; averias en el puet~
to de Goya hasta el mes de Octubre, después de haber en.tertadd
muchos muertos en el mismo punto,
\ 1

REFUERZOS DE LA DIVISION DEL SUD

El 15 de Agosto, la división del Sud acampada en Quevedo,


a la costa del río Santa Lucía, recibió un refuerzo de cinco mil
hombres de infantería y caballería, con elementos de movilidad
y material de guerra, a fin de organizar un ejército de cuarenta.
mil combatientes de las tres armas, según se había resuelto en
consejo de flilcha 6 del mismo mes de Agosto.

EN URUGUAYANA

El 6 de Junio de 1865, el teniente coronel D. Juan de la


Cruz Estigarribia marchó del campamento de San Carlos, terrL
torio pa1aguayo a la izquieraa del río Paraná, al frente de ocho
mil hombres ue las tres armas, en operacion~s sobre la izquierda.
del río Uruguay, territorio brasileño de Río Grande del Sud, de
acuerdo con el sargeL.\.6 mayor de artillería, D. Pedro Duarts,
que mandaba un ejército de dos mil hombres de las tres armas,
con prevención de seguir éste la marcha por la derecha del Uru-
guay, territorio correntino, para apoyar las comunicaciones de
aquel, mientras no pudiera vadear el Uruguay.

El 10 del mismo mes, el comandante Estigarribia hizo la


travesía con su division, trente a la villa de S'an Borja, primer
pueblo brasüeño que encontró, y cuya guarnición quiso disputar
el paso con guerril.as, que al momento tueron arrolladas, dejan.
do abandonaua la villa.

COl\IBATE EN EL 1\-mUTUY

Wl 2 G da Julio del año dicho, el comandante Estigarribia,


después de. haber demorado en San Borja más de lo que debía, ...
con arreglo a las iJ..st.rucciones que !e fueron dadas, marchó so.
bre lJruguayana, llevando de van.;uardia a una avanzaua de mil
hombres de intanter ía y de cabal¡ ería, al mando de los cap,tanes
López y Berdoy, i.os cuales, al llegar al paso del arroyo Mbutuy
se encontraron con una fuerza superior de los brasileños, a las
órdenes del general Canabarro, y dispuesto a defender aquel
paso.
Oenerai Francisco :i:s:Í.doro Resqufu

Los capitanes López y Berdoy no se intimidaron., a pesar de


haber notado desde el primer momento la superioridad de las
fuerzas contrarias, y se decidieron a entrar en acción.

C'uatro horas duró la batalla, fue reñidísima, dando por re.


sultado que después de haber producido el desbande de las tro.
pas brasileñas, pasaran aquellos bravos capitanE.s el Mbutuy en.
tre cadáveres de enemigos.

CONTINUACION DE LA :MARCHA

El 5 de Agosto, y mediante aquel memorable suceso de ar_


mas, la división del comandante Estigarribia siguió directamente
a Uruguayana sin hacer caso aquel jefe de los avisos que recL
bía, refereBtes al número grande de fuerzas contra quienes ten.
dría que combatir.

Al contrario, a medida que recibía informaciones en ese sen.


tido, se apresurada más por l!egar, así fue que apenas se demoró
en Itaquí, pues queda llegar cuanto antes a Uruguayana, en
donde mandó, en cuanto llegó, hacer trincheras y construir cha.
tas, dando con esto :tiempo a la reunión de los ejérciLos de la
triple a!ianza, sobre aquel punto.

El 1 O del citado mes de Agosto, el mayor Duarte hizo decir


al comandante ERtigarribia, que varios amigos del Paraguay,.
llegados de Concordia, le habían informado que el general Flo.
res venía con una fuerza mayor sobre las suyas, y que, como
medida de precaución, necesitaba un refuerzo, para resistir el
ataque del enemigo; agregando, que a su entender, era llegado
el momento de repasar el Uruguay, antes de un conflicto que
pudiese sobrevenir, demorando más ti<>mpo,

A esta indicación del mayor Duarte, el comandante Estiga_


rribia contestó, haciéndole decir, que si el sargento mayor Duar.
te tenía miedo al general Flores, que se lo comunicase, para en.
viar inmediatamente su relevo,
o

· 26 batos Hist6rieos de· ia. Guerra del Pat·agttAf

Ante una contestación tan severa y destemplada, ei iíi.ayót


Duarte, como hombre de honor, esperó a pie firme al enemigo,
·dispuesto a vencer o morir.
El 17 de Agosto, el general Flores, al fr,mte de cinco mU
hombres, atacó la columna de dos mil que mandaba el mayor
Duarte.
Cinco horas duró la lucha, que fue de exterminio, y al cabo
de las cuales, cuando el mayor Duarte no tenía más que un pu.
ñado de valientes, cayó prisionero con ellos.

LA PERDICION DEL COl\IANDANTE ESTliGARRffiiA


CON LA DIVISION DE SU MANDO

El 11 de Setiembre de 1865, el ejército aliado apretó el sL


tío de los encerrados en Uruguayana, y notificó al comandantill
Estigarribia su rendición, con todas las fuerzas de su mando.
Excusado es decir que los aliados obtuvieron una enérgica
negativa de aquel jefe, que desde aquel momento preparó su
ejército para la defensa.
Al siguiente día volvió a intimársele la rendición proponién.
dosele a la vez innumerables ventajas, antes de un derramamien.
to de sangre que seria estéril ante el poder de los aliados.

Esta propuesta fue dirigida al. comandante Estigarribia. pQr


conducto de Juan Francisco Dec.oud, uno de los jefes del comité
revolucionario que como hemos dicho funcionaba en la ciudad
de Buenos Aires por algunos paraguayos que se pronunr.iaron
e.ontra el gobierno de su patria a favor de los intereses de la tri.
Ple alianza,
El comandante Estigarribia. pidió entoncas dos días de p!a.2o
para contestar, y concluyó por ceder, que es lo que sizmpre suce.
·de al quo empieza por escuchar, en cuestiones da honor,

Por eso el lS de Setíembre da 1866, MUe! mlt1 i!ispii'ado


(IOttJ.andante prefirió el deshonor de las armas de :su patria, ae
Geaerai Frandsco Isidoro íiesqufn

su propia persona y el de sus conciudadanos, rindiéndose a dls.


creción sin disparar un solo tiro, mandando poner las armas en
pabellón arrollando las banderas que el Paraguay le había en.
tregado para defenderlas,

Más aún: el cobarde Estigarribia mandó desfilar sin armas


a todas las tropas de su división, fuera de sus trincheras, tropas
que con lágrimas en los ojos, tuvieron que pasar a donde les es.
paraba el enemigo, siendo repartidas por iguales partes entre
los tres ejércitos, y correspondiéndole a Estigarribia el imperial

Los gobiernos oriental y argentino, <'On promesas de líber.


tad hicieron servir a los rendidos en Uruguayana, formando le.
giones en los cuerpos de infantería y de caballería, y a los que
no quisieron servir, los internaron en sus respectivos paises,
abandonándolos a sus propias fuerzas.

El ~obierno del Brasil, lejos de imitar la conducta de sus


aliados, hizo llevar a los rendidos a Río Janeiro, los sostuvo
con sueldos de prisioneros, re-conociéndolos en sus respectivos
. grados, y concluida la guerra fueron todos conducidos en buquea
de la armada, y entregados ul gobierno paraguayo~

Los hijos de la nación paraguaya que les tocó la suerte de


caer prisioneros bajo la bandera del Brasil nunca olvidarán la
generosa y benévola atención del pueblo brasileño.

LA DESOCUPACION DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES


POR LAS FUERZAS DEL PARAGUAY

Etecto dél grave acontecimiento que tuvo lugar en Urugua •


. talla, el gobierno de Paraguay dispuso por decreto' de fecha 3
de Oct11bre, quca el general en jefe de la división del Sud eva.
cuase por completo el territorio correntino, contramarchando·
cou tollas sus fuerzas a repasar el río Paraná en el puerto de
Corrales, y tomar campamento en el P ... so de la Pat~Ja, orden
que cumplió el general Resquín, levantando su campamento de
Santa Lucía, las haterías establecidas por el comandante Btuguea
en las Cuevas y la guarnición de la ciudad de Corrientes,
2Á batos liistóricos de ia riuerra del Pariigttáy

El 30 de Octubre conrluyó dicho general el pasaje de los


27.000 hombres a sus órdenes, así como también el de toda la
artillería, a la vista de la escuadra aliada que aprovechó este
movimiento, para volver a remontar el Paraná, pués hasta en.
tonces había permanecido estacionada bajo de las Cu.evas.

En cuanto la división del general Resquín estüvo aca¡;npad.a,


el mariscal López le pasó revista, y la mandó agregar al ejér.
cito, quedando el general en jefe de ella a las órdenes inmedia.
tas del mariscal, hasta la terminación de la guerra,

SEGUNDA SECCION

CAPITULO V

CAl\iPA:\lENTO DE LOS EJERCITOS IDE LA TR:D:PLE AUA:SZA


. ·- . .:.. ~:~--:.·'¡!
El 23 de Diciembre, los ejércitos de la triple aliadiza llega_
ron cerca del puerto Corrales, frente a la batcria paraguaya de
Ita¡:.irú, a la dererha del Paraná, en cuya posición el general en
jefe de los ejércitos del Paraguay, mandó haceT un reconocí.
wiento de las fuerzas enemigas.

Para este objeto, dispuso que salieran ·25 canoas tripula.


das por cuatrocientos hombres escogidos de los cuerpos de infan.
tería ligera, designando como jefes a los capitanes Viveros,
Duarte y Echagüe con el número respectivo de oficiales.

Prontas las fuerzas de esta expedición y demás pertrechos


necesarios, la noche del 30 de Enero de 1866 pasaron el río
Paraná por frente a las baterías de Itapirú, y tomaron las me-
jores posiciones para caer de sorpresa sobre la vanguardia de
los ejércitos de la triple alianza en la mañana siguiente,

COl\ffiATE EN LOS CORRALES A J,A IZQUill.RDA


DEL "PA.RA..-~A''

El 31 de :lllnero de 1866, a las tres de la 1n11ñana, nuestros


valientes sorprendieron a la bayoneta la vanguard.ia de los ejer.
General Francisco Isidoro Resqufn 29

citos aliado'!, formada por tropas argentinas, a las que causaron


muchas bajas. aterrorizándolas y haciénclolas huir a los montes
de !as inmediaciones, sin ninguna resistencia.

En este estaño, los bravos capitanes Viveros, Duarte y Echa.


giie. sintieron gran movimiento en el ejército y se retiraron al
lugar donde habían dejado sus canoas.

Rehecha la Yanguardia argentina, con la protección que


recibió de una gruesa división brasileña, fueron perseguidos
nuestros valientes, con los cuales trabaron reñidas guerrillas.

Así perseguidos por muy superiores fuerzas, conservaron no


obstante su unidad de anción, y, no pudiendo repasar el río se
metieron en las picadas de lo!' montes de la costa, y en ellas pa.
saron todo el resto de la noche, hasta que a las ocho de la ma.
ñana pudieron tomar sus canoas y regresar a su campamento,
llenos de gloria.

Hubo, empero, que lamentar la pérdida del capitán Echa.


güe, quien al tiempo de embarcarse, fue herido de bala, causán.-
dole la. muerte, y la pérdida de ocho valientes más, que sucum.
bi&ron en aquella acción da honor. Las pérdidas de los contra.
rios se calculan en sesenta y tres.

El gobierno del Paraguay premió con justicia la bravura de


los ciudadanos quP pelearon en este hecho de guerra, con la cruz
de los Corrales, pendiente de una cinta azul y celeste.

RECO~OCIMmNTO DEL CANAL DEL RIO PARANA POR L.'\


ESCUA1>RA DE LA TRIPLE ALIANZA

El 19 de Marzo del mismo año 6 6, la escuadra de la triplei


alianza fondeada en el puerto Corrales, abajo de la batería pa.
raguaya Itatlirú, y compuesta de cincuenta y seis buques, entre
ellos algunos acorazados, se puso en movimiento con el fin de
reconocer el canal del río Paraná.
· En este reconocimiento, el acorazado Tama.ndaré llegó fren.
te .a la. mi~ma. bater{a de Itapirú, de la que se le disparó un ca.
1!0 Datos Hist15ricos de la Guerra del Paraguay

fionazo, cuya bala introducida por la tronera de la casamata de


dicho acorazado, le causó ccnsiderables averías y la pérdida de
varios oficiales y troras de la tripulación.

Con este aviso, el Tamandaré regresó apresaraan.mente a su


fondeadero,

ASALTO DE LA BATERU. ENEMIGA DI•~L BAXCO


EN EL R:U:O PARANA

Acampadas en los Corrales las fuerzas terrestreR y fluviales


de la triple alianza, formaron un reducto con caftanes de gran
ca.libre, sobre la punta inferior del banco situado en la costa
enemiga frente 9. nuestra batería de Itapirú, y separada por un
canal del río Pal'aná, como de mil cuatrocientas varas.

En aquella posición los enemigos, bombardearon ventaJO-


samente nuestra batería, a la vez que entorpecían nues.tras comu-
nicaciones con las fuerzas que guarnecían los fondos del pn~rero
de aquel punto, por el único camino de tierra firme que había
en dicha costa.

Penetrado. el general en jefe de los ejércitos paraguayos de


los designios del enemigo, no quiso permitir que continuara
molestándolo impunemente, y mandó escoger los mejores nada.
dores que se atrevieran a tomar el reducto.

Al mando de sus respectivos oficiales, y comandados por los


primeros tenientes don Pablo Cabrera y don Leonardo Riveras,
&e organizó una fuerza de cuarenta oficiales y quinientos de
tropa, siendo elegidos para formar la vanguardia, 1os tenientes
Martínez, de caballería, y Bordón, de infantería.

En la noche del 9 de Abril de 1866 se embarcó toda esa


gente en treinta ·canoas, con el fin de ocupar las posiciones con_
venientes, para cumplir su dificil y peligrosa comisión,

A la. madrugada del siguiente día, sin miramiento a los


riesgos que presentaba aquel reducto poderoso ·del enemigo,
frente a -una. escuadra numerosa, .los _teniente& -Cabrera y Riv4rOs;:
General F'ranclseo Isidoro· Resqufn

se lanzaron con las fuerzas a sus órdenes sobre el reducto y aor_ ·


prendiendo a su guarnición, se apoderaron del uno y de la otra,
entre la cual hubo hombres que de rodillas pedían perdón a
nuestros héroes.

Apercibido el jefe del ejército aliado de que el reducto ne


hallaba en PQder de nuestros bravos, quienes no dispararon un
solo tiro, pues lo tomaron a sable, lanza y bayoneta, des;oués da
más de dos horas mandó centenares de lanchas con tropas de
desembarque.
Al mismo tiempo también se puso en movimiento general
tóda la escuadra, con el fin de impedir la retirada de nuestros
valientes.
El teniente coronel don José Dfaz, que dirigía la operación
del banco, al ver los movimientos del enemigo, inmediatamente
mandó un refuerzo de cuatrocientos hombres de infantería lige_
ra, al mando de los tenientes Mateo Morel y Ciriaco Vera, por
b.ajo los fuegos de la artillería de la escuadra enemiga, los cua_
les llegaron a tiempo para proteger a los nuestros en la en_
carnizada lucha por conservar la posición que con tanto arrojo
habían conquistado.

Pero como no tenía objeto mantenerse en ella, después de


d_estruida, el Mariscal López dispuso que la abandonaran, y para
proteger la retirada de sus tropas, mandó colocar en la playa
abajo de Itapirú, doce piezas de artillería ligera, parapetadas
convenientemente, y a las órdenes del. teniente coronel Alvaren_
ga y el- capitán Hermosa, cuya artillería produjo un efecto sor-
prendente, rechazando e inutilizando a los buque~:~ enemigos que
querían impedir el paso de las débiles canoas que conduCian a
n_uestros esforzados soldados.

El alferez lQ de la marina paraguaya, don Domingo Antonio


Ortiz, a las órdenes del comandante Alvarenga, después de haber
inutilizado muchos· vapores, con una pieza de artillería, tuvo la:
gloria de echar a pique el único vapor que había logrado burlar los
fuegos nuestros, y el único, por lo mlsmo, que constituía uu ver_
dadern. peligro ;para -nuestras :.Canoas, .como. que,. a no -haber sido
1m Datos Históricos de la Guerra del Paraguay

¡mr el alférez Ortiz, ninguna de ellas hubiera llegado a tierra.

Por esta acción tan distinguida, el gobierno del Paraguay


premió al alférez Ortiz con el grado de teniente de marina.

CAPITULO VI

CONTRATO DE DOS VAPORES ACORAZADOS, EN EUROPA..


POR DON CANDIDO BARREIRO POR CUENTA DEL
GOUmRNO DEL PARAGUAY

El agente comercial en Paris don Cándido Barreiro, enviado


en aquel país por cuenta del tesoro público de la nación paragua_
ya con el fin de concluir sus estudios, contrató por indicaciones
del gobierno paraguayo dos acorazados y treinta mil fusiles de
nueva invención que tenían en uso aquellos pueblos civilizados;
pues el gobierno del Paraguay comprendía que tenía necesidad
de adquirir esos elementos dándole amplios poderes para la me
jor realización del negocio, habiendo el señor Barreiro cumplide>
su comisión en las condiciones de pagarse la mitad de lo que im.
portaban los dos acorazados y los treinta mil fusiles al contado
cuya suma inmediatamente se pagó,

En 1862 fecha que se comenzaron los tratados de la triple


alianza contra el gobierno de la República del Paraguay, el en.
cargado de negocios brasileño propuso a los contratistas de que
él compraría loa acorazados y fusiles que confecéionaban para el
gobierno del Paragttay y la mitad del importe que tenían anticL
pado les sería inm'ediatamente reembolsado al contratante: el se.
fiar Barreiro aceptó da que el Brasil adquiriera en compra los
acorazados y fusiles comprados por cuenta del Paraguay, me.
diante le reembolsaran el dinero atlelantado, admitiéndo así que
el Brasil comprara esos poderosos elementos de guerra.

Don Cándido Barreiro no solamente consintió la venta de los


dos acorazados y treinta mil fusiles a favor del Imperio del Bra_
sil, sino que también hizo el servicio a su patria de emplear to_
dos los fondos d&l tesoro público que tenía en su poder (así lo
manifestó el citado Barreiro) en la. prensa eurQpea.; haciendo_ pu.
General Francisco Isidoro Resqnín

blicar artículos En el sentido de que era una injusticia la gue'ra


del Paraguay contra los poderes de la triple alianza; estos actos
fueron ju.~tificados por su misma conducta ce>r.ués de regres:lr
dP Fr:-ncia, el cual llegó al Paraguay en medio de la lucha com:>
agente de la proveeduría. del ejército brasilero juntamente con
el paraguayo don Bernardo Valiente y cuyo puesto ocuparon
hasta la conc! usión de la guerra ( 18 7 O).
Segunda Parte

CAPITULO VII

PASAJE DJ1L Rto PARANA POR LOS EJERCITOS DE LA


TRIPLE· ALIANZA EN TERR'JJ:TORIO PARAGUAYO

Él 16 de Abril de 18 6 6, el ejército aliado comenzó su pa_


saje en las playas de los fondos del potrero de Itapirú, dez:da
·las dos de la mañana·.

Pero el teniente coronel Don José Dtaz los esperaba con


siete mil hombres de infantería y caballería, cargando al ejército
invasor a la bayoneta, pues no tuvo tiempo de impedir la ir:va_
sión, efecto de haber sa!ido demasiado tarde con ese objeto.

Sin embargo, le obligó a retirarse a las playas del Paraná,


bajo los cañones de su esct!adra.

Al día siguiente, a las nueve de la mañana, avanzó el (lne_


migo por el estrecho camino de la costa, y hacia el potrero de
Itapirú, que el anterior había sido abandonado por las fuerzas
paraguayas.

El comandante Díaz ae opuso Inmediatamente con su pe_


queño ejército; pero no pudo resistir el empuje de un número
inmensamente mayor, a pesar del reñido combate en que se em.
·:peñó, dejando en el campo más de quinientos cadáveres de los
enemigos, y tomándoles dieciseis prisioneros.

ABAI\¡"DONO DEL CM1PA1\IENTO DE PASO DE LA PATRIA

El 19 del mismo mes de Abril, !a escuadra aliada bombar.


deó el campamento paraguayo del Paso de la Patria, en el que
se hallaban cuarenta y cinco mil combatientes a las órdenes del
·marililcal ·López, -quien deliberó evacuar aquel punto, formando
88 Datos Históricos de la Guerra del Parnguay

su nueva linea a la derecha del Estero Bellaco, con intención d~


dar allí la batalla decisiva.

El 23, el general Barrios. je:e de la vanguardia del ejér.


cito paraguayo, después de haber mandado quemar todcs los
cuarteles del campamento del Paso de la Patria. marchó a ocu.
par lae alturas del paso Ro)as. frente al Paso pucú, donde nues.
tras tropas esl)eraban con impaciencia al general en jefe de los
ália•los, don Bartolomé Mitre. pa~a a;udarle a llegar en tres
mesP.s a la Asunción, según lo había prometido,

Pero lejos de apresurarse este a cumplir su promesa, se


dedicó más bien a lo contrario, abriendo fosos y lovnntando
trindaeras cerca de Tuyutí, dn ninglln movimiento ofensivo conG
tra nosotros.

SORPRESA DE LA VANGUARDIA DE LOS EJERCITOS DE L.1.


TRIPLE ALIANZA

El 2 de Mayo, a la una del día, se mandó aprontar <'iDeo


mil ltombres de infantería y caballería, con cuatro piezas de ar.
t1llería de a 4, al mando de los tenientes coroneles don José
Díaz, don Francisco Fidel Valiente y Benítez, quienes marclla.
ron •le noche a ocupar el paso del Estero Bellaco, con el fin de
sorprender la vanguardia mandada por el general Flores, y que
se hallaba acampada a la izquierda de dicho estero.

Para proteger la retirada de la operación, Jos tenientes co_


roneles de infantería, don Paulino Alén y don José María Marcó,
con seis batallones de infantería, cuatro regimientos de caba_
lleria y doce ·piezas de artillería ligera, se apostaron en los
principales pasos.

llll citado día 2 de Mayo, a las dos en punto de la tarc'!e, ca.


yerou las fuerzas de los primeros sobre la vanguardia enemiga,
sorprendiéndola de tal modo, que huyó en completo desorden a
incorporarse al grue~o de su ejército y tal pánico la dominaba,
que abandonó cuatro cafiones rayados, con sus carros de muni.
clones, y todos los fusiles en pabellón, cañones y fusiles que fu<).
Oeneral J!lrancisco isidoro itesqntl

ron recogidos por nuestros· valientes.

Vueltos en sí los aliados, se decidieron después de 'largo ra....


to a perseguir a nuestra tropa, y para el efecto se pusieron en
marcha doce batallones, algunos regimientos de caballería y nu~
merosas piezas da artillería, que a medida que avan:¡¡aban adquL
rían ánimo, al ver que las fuerzas por ellos perseguidas se retira_
ban sin hacerles frente.

Pronto se ~Jonvencieron de que aquella retirada obedecía a


un plan estratégico, porqae. al llegar al paso principal del Estero
Bellaco, se encontraron con innumerables bajas producidas por
dl nutrido fuego de la artillería y fusilería de las fuerzas apos~
tadas anticipadamente en dicho paso y monte de la costa.

El resultado de esta acción, fue una nueva derrota para


los aliados, que en confusión se desbancaron; aterrorizados por
el efecto de nuestras armas.

ATRINCHERAlHIENTOS DE LOS EJERCITOS DE LA TRIPI,E


ALIANZA EN TUYUTI

Después de los sucesos do armas del 2 de Mayo, los ejércitos


aliados abandonaron el campamento del Paso de la Patria, y pa_
sando el Estero Bellaco, formaron su nuevo campa.mento en las
altura de Tuyuti, a tiro de cañón de la línea paraguaya, a la de.
recha de los Esteros de Rojas.

En dicha posición se .;.trincheraron, sin amago alguno de mo.


vimiento o!E.nsivo sobre nues•tro ejército, y más bien invertía día.
y noche en abrir fosos profundos para asegurarse ·aún, cuando
contaban con poderosos elementos de guerra para sus operaciones,

LA BATALLA DEL 24 DE 1\lAYO DE 1866

El 24 de Mayo de 1866, el general en jefe de lo!l éjéi'clitOsl


paraguayos determinó ataClar en sus trincheras ce Tuyutí a lali
t¡:epas aliadas.

Para el efecto mandó organizar trés divisiones del ejército· ·


88 Datos ltistóricos de la Guerra del Pai'ágnay

acampado en Paso Pucú: la primera, de cuatro mil hombres de


infantería; la segunda, de doce mil de tres armas, y la tercera
de siete mil, en su mayor parte de caballería, con cuatro cohete_
ras a la congreve,

La primera, que ocupaba la derecha, la mandaba el general


Vicente Barrios, y como segundo, el teniente coronel don Luis
González. Esta división, debía desfilar por la picada del potrero
de la Laguna de Piris, para atacar el costado izquierdo de la IL
nea enemiga,

La segunda, que ocupaba el centro, la mandaba el coronel


don José Díaz, y como segundos, los tenientes coroneles don José
Maria Aguiar, don Joaé María Marcó y Albarenga.

Y la tercera, que ocupaba la izquierda, la mandaba el gene_


rai don Francisco Isidoro. Resquín, teniendo como segundos a los
coroneles don Francisco Pereyra, don Pantaleón Balmaceda, y al
teniente coronel don Avelino Cabra!, debía atacar el costado de.
recho de la linea enemiga, .

Al mismo tiempo se dispuso que en las trincheras de los Es.


teros de. Rojas se estableciera un ejército de reserva, compuesto
dé siete mil hombres y cuarenta y ocho piezas de artillería, a las
órdenes del coronel don José María Bruguez,
El general en jefe ocupaba el centro de nuestras lineas ele
operaciones, con una escolta de dragones y otra de infantería lL
ge1·a, para observar la ejecución de los movimientos de nuestras
iu.ei-zas, separadas por gr'andes esceros de las triLcheras enemi¡;;a::l,
Dispuestos del modo· referido, y ocupando cada cual sus res.
pectival:l posicionE-s, el dicho día 2 4, a las doce E-n punto, y mediante
una sefial convenida de tres disparos de cohetes a la congreve,
que se hicieron en la derecha de nuestra línea de batalla, se dio
principio a la acción, que fué sangrienta y duró hasta las cinco
de la tarde,
El general Barrios, con su divis~6n, fué rechazado por los
enemigos, que combatían en el potrero de la Laguna París, a la
derecha.
~en~raí Frand.Sco ísidoro Resqufu

El coronel Díaz fue perseguido por los del centro, que guar.
dában las gruesas masas de infantería brasileña, resistiendo los
empujes de las fuerzas paraguayas, persecución que hizo cesar la.
artillería del coronel Bruguez, cerca de la noche, rechazando las
fuerzas brasileñas. ·
·e Y el general Resquín logró derrotar a toda la caballería
oriental y argentina, hasta hacerle retirar a otro lado del Estero··
Bellaco, con notables bajas, a la vez que se apoderaba de treinta
:GfJ piez~s de artillería, que guardaban la derecha de la línea enemL
· ga, al mando del general llilaié, que en completa derrota con el
resto de las tropas, corrió al centro enemigo, después de encárnL
zado coml:la.te de cuatro horas, que hizo más penoso el estar sL
tuada la batería frente a un Estero de cuaJtrocientas varas de an_
cho, con aguas por el pecho del caballo.
Sin pérdida de tiempo, el general Resquín. dió parte al gene_
ral en jefe de la toma de dicha batería, pidiéndole i.ropas de artL
Hería para guarnecer!a; ¡:;ero en lugar de mandárselas, le dió or_
den de que abandonase la bateria tomada, y que se replegara al
centro de nuestra línea, recogiéndo los heridos y repas::tndo lo¡¡
Esteros de Rojas, para oponerse a los perseguidores, en el caso
de que siguiesen adelante, como asi lo hizo el general Res-
quin, concentrando sus fuerzas en Paso Pucú.
Al siguiente día, los ejércitos de la triple <tlianza se ocupa ..
ron en hacer fusilar y degollar a nuestros desgraciados prisiona_
ros de guerra, que habían quedado heridos en el campo de batalla.
Notables han sido las bajas qua el ejército paraguayo sufrió.
De los veintitres mil hombres que entraren en acción, solamentta
sallaron siete mil sanos, y tres mil heridos levemente; los demás,
o íueron muertos o heridos de gravedad,
Las pérdidas del enemigo no se tJUeden calculal' a punto ft.
jo; pero deben haber sido también considerables,
Por esta acción de guerta, el mariscal Lopé~ promovió al
grado de general de división a don Vicente 13arrios, al de gen0.
ráles dé brigada a don Josá Díaz y a don José :Mada llrugue:z, y
premió con lit est.re!Iá de comendador de la ordeil. nacional dol ·
"l\1érito'' al general Resqufn.
46 Datos iiist6ricos de la Guerra del :ParaguAy

BOMBARDEO DE LOS EJERCITOS DE LA TRIPLE ALIANZ.l.


EN TUYUTI POR EL EJERCITO PARAGUAYO
ATRINCHERADO EN EL PASO DE LOS
ESTE.ROS DE ROJAS

Sepultados Tof:l ejércitos de la tri).)le alianza en sus trincheras


""'.
de Tuyutí, desde la batalla del 24 de Mayo, el genera1 en jefe de
los ejércitos del Paraguay mandó despertarlos el 14 de Junio con
11n fuerte bombardeo, que empezó a las ooh1> de la mañana.

En el acto contestaron las fuerzas de la escuadra y del ejér_.


cito, y más de cinco horas duró el fuego,

Nada digno de mencionarse se produjo en esta acción, que


en realidad no tenía otro objeto, por parte de nuestro ejército,
que recordar a los aliados que ya habían dormido bastante, y que
no era el caso de estar perdiendo el tiempo,

Sin embargo, nuestras baterías de Curupaity lograron echar


a pique, con un certero tiro, al acorazado Brasil, a. pesar de que
después se quiso hacer creer que la pérdida de ese buque provin()
de un torpedo.

00::\ID.:\TE DE YATAXTY-CORA

Habiendo ocupado los ejércitos aliados la posición de Yataity.


Corá, con una fuerza de cuatro mil hombres de las tres armas,
cuya fuerza quedaba frente a nuestros atrinche1amientos de los
pasos de Esteros de Rojas, y siendo necesario arr-.jarlos de aque_
lla. poslciún, el 10 de Julio de 1866 ordenó el mariscal López al
teniente coronel Núfiez, jefe de nuestra vanguardia, el reconocL
miento de ias fuerzas ene.migas.

Cumplida en el mismo día esta orden, el 11 se dispuso ata.


car aquel.a. fuerza. con un ejército de seis mil hombre·s de las tres
armas, al mando del mismo comandante Núfiez, quien llevó como
segundos a los sargentos mayores don Benito Rolón y don Blas
Montiel, de caballería, y Olmedo y Gullo, de iníanteria•

.Antes de amanecer cayeron sobre los aliados, causándoles


General Francisco ísidoro ÍíesquÍn

una vergonzosa derrota; que los hizo retirarse para siempre a la:
otra parte del estero, más de trescientas varas que tenían a re.
taguardia.
Al huir los enemigos, dejaron en el campo doscientos cin.
cuenta y siete muertos, y por nuestra parte tuvimos noventa Y
-dos muertos y ciento sesenta heridos leves.

Este combate sangriento duró tres horas.

COl\'IBATE EN PUNTA ÑARO

El 16 de Julio de 1866, el general en jefe del ejército del


Paraguay determinó ocupar la Punta Ñaró, con el objeto de enfi.
lar por su izquierda las baterías enemigas de Tuyuti, y a ese fin
colocó en el punto indicado una fuerza de dos mil hombres de
infantería, con cu a;ro coheteras a la congreve; al mando del te-
nientQ coronel Alvarenga, quitn llevó como segundos a los sar_
gentos mayores Orihuela y Olmedo, con prevenci6n de hacer abrir
un reducto para seis cañones.

Inmediatamente que los enemigos se apercibieron de dicha


ocupación, que desde las trincheras del Sauce úirigía el general
Díaz, sin pérdida de tiempo se prepararon para destruirla, pues
con razón la consideraban muy importante.

Para el efecto, el mismo día 16 empezaron a bombardearla,


y a la vez la atacaron con ur.a fuerza como de diez mil hombres,
que sostuvieron un reñido y sangriento combate de más de doa
horas, obligando a nuestras trepas a abandonar la posición de
Punta ·Ñaró batiéndose en relirada y en guerrillas liasta las trin.
cheras del Sauce, de donde fueron rechazados lus enemigos.

Querien~o. no obstante, el general Díaz retomar la posición


conquistada por los aiiaüos, envió nuevamente fuerzas de infan.
tel"ia al mando del teniente coronel don Luis González; pero, des.
pues de varias tentativas, y aun de tenaces luchas, tuvieron qua
retirarse sin resultado alguno.

Entonces el general Díaz concibió la idea de hacer abrir un;¡,


42 :batos itisUricos de ta Guerra det Para~at

picada, para lleve.r por ella la última tentativa, y a ese objeto de_
dicó todo el día 17, entreteniendo mientras tanto a los enemigos
con guerrillas y escaramuzas constante§,

CO:i\'ffili.TE DEL 18 DE JULIO

C!oncluída aquella picada, el mariscal López mandó organiilttt


una división de seis mil hombres de infantería y de ~aballería a
pie, con sables y lanzas, a las órdenes del coronel Elizardo Aquí.
no, teniendo como segundos a los sargentos mayores Páe:z, OrL
huela, ñlartínez y Viveros.

Sostenida esta fuerza por la artillería del coronel don Fran_


cisco Roa, el 18 de Julio asaltó el reducto enemigo o sea Punta.
Ñaró, arrollando a la vanguardia, y llevandola en derrota, a pun.
ta de bayoneta y lanza, hasta el mismo reducto.

Pero allí tuvieron que contener su ímpetu nuestras fuerzas,


ante la resistencia de un ejército infinitamente mayor, que c,on
todo empuje se opuso a su paso.

Sin embargo, el coronel Aquino no desistió de su empresa,


que hacían cada vez más imposibles los continuos refu¡;rzos que
recibían los aliados, y sostuvo una lucha encarnizada, por espa.
cio de cinco horas.

Después de este tiempo, perdiendo fuerzas a la vez que el


enemigo las aumentaba en proporciones colo:;alcs, tuvo que em.
pesar a retirarse, en vista de que serta estéril todo sacrificio, y
de encontrarse ól gravemente herido,

Más en cuanto emprendió la retirada por gruesas columnas


hasta el Sauce, de donde tuvieron que retroceder en completa
eonfusión, en virtud del certero y enérgico fuego que sobre ellas
hizo el coronel Roa, tan enérgico y certero, que, aunque pronto
se retiraron, han dejado en el campo más de doscientos cadáveres,

A los pocos días de haber llegado herido al Sauce el coronel


Aquino, falleció a consecuencia de su herida, habiendo rEcibido
dos días antes el grado de general de bri¡;ada,
General Francisco Isidoro ÍtesquÍn

ASALTO A LA TRINCHERA DE CURUZU Y SU


TOMA A VIVO FUEGO

l!ll 3 de Septiembre de 1866, los ejércitos aliados, en núme.


ro de diez mil combatientes, desembarcaron, defendidos por su
escuadra, abajo de las trincheras de Curuzú, vanguardia de nues.
tra posición de Curupaity, con el objeto de preparar su asalto so.
bre aquel punto.

Defendía la trinchera de Cm·uzú una fuerza de tres piezas


de arti!Ieria y tres mil hombres de infantería, al ·mando de loa
sargentos mayores don Francisco Godoy y Dá;·alos.

Las fuerzas enemigas, compuestas en su mayor parte del


ejército brasileflo, las mandaba el general Porto Alegre.

Después de un fuerte bombardeo sostenido por la escuadra.


aliada desde el amanecer, a ias siete de la mañana <iel iniciado
día 3, el general Porto Alegre asaltó con sus tropas nuestra trin.
chera de Curuzú, trabando rudos combates con los detensores de
aquella posición, durante tres horas.

A pesar de la heroica resistencia que emplearon nuestros va.


lientas para defender aquel punto, no pudieron sostenerse en él,
y los enemigos se hicieron dueños de la trinche:a de Curuz(t,

Este suceso de armas fue debido al baqueano Garr.ía, solda.


do de la guarnición de baterías úe Curupahy, que dt:serto de no-
che en una canoa, e informó detalladamente a los generales ene.
migos de la posición de CUI uzú, cuyo asaJto ha vemdo dc,spués de
doce o quince días de la fuga de Garcia, con inconcebible co.
nacimiento del terreno, de la posición y de la fuerza.

CAPITULO VIII

PkOPOSictON DE PAZ DEL GOBIERNO DEL PARAGUAY AL


COMANDANTE EN JEFE DE LOS EJERCITOS DE LA
TRIPLE AMANZA EN YATAITY-CORA

Deseando un arreglo honroso que pusiera término a tan san.


44 Datos iiist6ricos de 1a Guerra det :fi>araguA)t

grienta guerra, el 11 de Setiembre de 1866 remitió una nola el!


mariscal López al general Mitre, presidente de la República Ar.
gentina y jefe de los ejércitos aliados, solicitándole una entrevis.
ta en Yataity_Corá.

Al día siguiente, el 12, tuvo lugar la conferencia en el punto


indicado, a cuya conferencia asistió también el general don Ve.
nacio Flores, del ejército oriental, excusándose de asistir el jefe
de las fuerzas brasileñas.

El mariscal López propuso que, siendo él la cauEa de la gue_


rra sostenida por las naciones aliadas, se hallaba resuelto a re_
nunciar a la presidencia del gobierno del Paraguay, saliendo del
país, como garantía de paz, previas todas las satisfacciones debL
das a los gobiernos aliados, desde que ellos renunciasen al trata_
do secreto de la triple alianza, firmado el 19 de Mayo de 1865.

El general lVI.itre aceptó la primera proposición, negándose,


por considerarla imposible, a la anulación del mencionado trata.
do, antes de sus efectos, aunque si podía modifica·rse en parte,
desde que el mariscal López se retirara del gobierno del país.

Entonces el mariscal rechazó enérgicamente esa indicación


despidiéndose· decidido a continuar la guerra basta veñcer o su.
cumbir.

COl-IBATE DE LOS EJERCITOS DE LA TRIPIJE ALIANZA


SOBRE LAS TR!NCHERAS DE LAS FUEUZAS
PARAGUAYAS EN CURUPAYTY EL 22 DE
SETIEMBRE DE 1866

Con el fin de n.poderarse de la posición que las fuerzas para.


gUáyas ocupaban en Curupayty, el general Mitre hizo preparat
un golpe de mano, enviando refuerzos a la posición conquistada
de Curuzú, y tropas de desembarque en la escuadra, que fondeó
algo más abajo del mismo punto.

El general don Jos~ Díaz, que después de los últimos suce_


sos de armas se había hecho cargo de nuestras baterías de C.urtt.
paity, al apercibirse del movimiento enemigo, mandó levantar
General Francisco Isidoro Resqufn

trincheras a la parte que miraba a CuruzJi, y a la parte del rfo


Paraguay, colocando en la primera cuarenta piezas de artillería,
y treir.ta en la segunda, parapetant'o a éstas, de manera que pu_
. dieran verse libres de los fuegos de la escuadra.

El 22 de Septiembre, después de aclarar el dl~o. empezó el


bombardeo la escuadra enemiga, de acuerdo ccn las nuevas ba.
.terfas de C'uruzú, sobre las baterías de Curupaytv, que contesta.
ron enérgicamente, por.espacio de más de cuatro horas.

Durante el bombardeo, el general Flores marchó de Tuyutí


con una división de cuatro a cinco mil hombres, a ocupar el pun.
to de San Solano, amenazando la izquierda de nuestras trinche •
. ras de Paso Pucú.

A las once y media de la mañana del mismo día 22, e1 gene_


ral Mitre, al frente de veinte mil hombres, mandó atacar del la.
do de C'uruzi1; pero las fuerzas paraguayas, atrincheradas en Cu.
rupaity, rechazaron el empuje del enemigo por dos veces, a pe.
sar de que se reforzaba constantemente.

Más de tres horas duró el fuego fren+e a la trinchera de Cu.


rupaity, y cuando las fuerzas del ejército aliado se retiraron en
completa derrota, dejaron en el campo más de ocho mil cadáve.
res e innumerables heridos, sin contar los que pitdieron recoger.

También dejaron armamentos, dos banderas y treinta y sie.


te prisioneros, entre ellos, algunos oficiales argentinos.

Por nuestra parte hemos perdido al Teniente Coronel Zay&s,


con tres oficiales y diecinueve de tropa, muertos, siendo heridos
.siete oficiales y sesenta y dos de tropa,

El general Flores, debido a señales de seis cohetes volado.


res_. que tiraron los derro~ados, marchó de San ·sofano con sus
fuerzas al trote y galope, hasta llegar · a su campo de Tuyutf,
donde le impresionó vivamente el mal éxito de ·Ias operaciones
sobre Curupaity, y que, si hubieran. sido favorables, les habrían
abierto las puertas para marchar sobre la fortaleza de Humaitá,
como asi lo tenian imaginado. · ·
·. 46 Datos Históricos de lá Guerra del·:Paraguay

DESINTELIGENCIA DE LOS GEl\'ERALJ<~S DE LOS


EJERCITOS DE LA TRIPLE ALIANZA

Después de la derrota que los aliados sufrieron en Curu.


paity, empezó a reinar entre sus generales visible desinteligen.
cia, puel!l unos a los otros se culpaban.

El general oriental, Flores, hacia cargos, públicamente, al


general brasileño, Polidoro, por su cobardía de no haber ata .
. cado la derecha del Sauce, al mismo tiempo que el general ML
tre atacaba las trincheras de Curupaity.

El resultado de estos disgustos fue que el general Flores sA


retirase a Montevideo, dejando al general Castro al mando de
sus tropas, hasta la conclusión de la guerra.

El 19 de Febrero de 1868, el general Flores fue asesinado


en la misma ciudad de Montevideo, hecho reprobable para todo
el mundo civilizado, por bárbaro e inhumano,

DETENCION DEL 1\fiNISTRO NORTE.UmRICANO POR EL


ALl\IIRANTE DE LA ESCUADRA DE LA TRIPLE
ALIANZA

En el mes de Septiembre de 1866, el ministro norteamerfca.


no Wahburn, acreditado cerca del gobierno del Paraguay, al pa.
sar por el puerto de Corrientes, fue invitado por Tamandaré, aL
mirante de la escuadra brasileña pr..ra detenerse por poco tiem-
po &n dicho puerto. El ministro Wahburn aceptó las indicacio.
nes del almirante, y se detuvo.

A fines del mismo mes llegó también a Corrientes el mar.


qués de Cax:ias, nombrado comandante en jefe de los ejércitos
de la triple alianza, y con quien el ministro norteamericano con.
vino algunas negociaciones secretas, para seducir a los ambicio.
sos del gobierno del .Paraguay, contra el poder legal.

Con esas ideas llegó el ministro norteamericano a la Asun.


cióri el 25 de Octubre de 1866, ·poniéndose en campaña para rea.
lizar el plan que traía, de acuerdo con· Crudas: mtentras er·m.a.
General Francisco Isidoro ResqlÚll 4'f

riscal López, que debía ser derrocado, se hallaba e;:;n sus ejércl.
tos en Paso Puctl.

NUEVO COMANDANTE EN JEFE DE J,OS EJERCITOS


DE LA TRIPLE ALIANZA

El 17 de Octubre de 1866 llegó al campamento de Tuyutf


el nuevo general en jefe de las fuerzas aliadas, marqués de C'a_
xias. en rele~·o del general Mitre, que se retiraba a Buenos Aires
con la responsabilidad de los granees desaciertes con que prore_
dió en toda la campaña, y con la derrota de Curupaity, sin lle_
gar a la Asunción, a donde había prometido ir en tres meses,

El gobierno del emperador del Brasil, conociendo la nulL


dad del comandante en jefe don Barto1omé Mitre, tuvo que des_
tituirlo del mando en jefe, susti+uyéndolo con la persona de Ca_
.xfas, para ver modo de C!On.quistar rápidamente a la República del
Paraguay,.

El gobierno de la República Argentina don Bar~olomé ML


tre, envilecido de tal modo, delegó el mando del ejército argen_
tino al general Gelly y Obes retirándose para Buenos Aires el
mes de Febrero de 1867 sin saber él mismo lo que había hecho,
en menoscabo del pueblo argentino, con su media alma.

CAPITULO IX

PROPOSICION AL MINISTRO NORTEAl\mRJCANO EN


N01\ffiRE DE SU GOBIERNO PARA UNA ~JEDIACION
ENTRE A)JBOS BELIGERANTES PARA CORTARSE
LA GUERRA SANGRIENTA

En el mes de Abril de 1867, el ministro norteamericano


Wahburn, ofreció en nombre de su gobierno, los buenos oficios
. de una mediación entre los poderes para .poner térl,llino a tan en.
,far)lizada guerra .
.El ·mar!sral LÓpez, aceptó el ofrecimiento, y aió sus órde.
nes al gobierno· del vicepresidente, .. en ejercicio del Poder Ejecu_
48 Datos Históricos de !a Guerra del Pat"agnay

tivo, don Francisco Sáncbez, para que le franquease cuantos ele.


mentos pudiera necesitar aquel ministro, con el fin de ir de la
Asunción al campamento de Paso Pucú.

Sin pérdida de _tiempo el ministro Wabburn, supuesto me __


diador de su gobierno, se presentó en el campamento, donde con_
. ferenció con el mariscal López sobre las bases para las proposL
clones de paz, hecho lo cual, se puso un carruaje a su disposL
ción y una escolta de cincut>nta hombres, para pasar al campa_
mento enemigo de Tuyutf y hacer presente al marqués de Caxfas,
dichas proposiciones, que poco más o menos, eran las mismas
que en Yatayty.Corá hizo al mariscal López ·el generar Mitre,

Después de tres días regresó del campamento enemigo el re_


ferido ministro" V\Tahburn, comunicando al mariscal López que el
marqués de Caxfas no habla poUiGo aceptar definitivamente las
proposiciones, sin previo consentimiento del gobierno imperial;
pero que lo consultaría. y que en el acto lo pondr!a en conoci
miento del gobierno paraguayo,

Pronto se süpo que el ministro nortP.americanó no procedía


de buena fe, porque se descubrió, que de acuerdo con el marqués
de Caxías, había convenido con nuestro Ministro de Relaciones
Exteriores, D, José Berges, con el comandante general de armal:l,
D. Venancio López, y con su hermano D. Benigno López, secre_
rio particular del vicepresidente de la República del Paraguay,
un movimiento revolucionario contra el mariscal López, para
cuyo objeto contaban con la protección del marqués de Ca:xias, y
servía de intermediario el referido mi11istro.

De este modo continuaban los hombres del Paraguay los


proyectos, de' revolución contr.a el gobier_no de su patria, para so_
meterse ellos, y con ellos todo el país, bajo las oprobiosas cade_
nas de los -poderes de la trivle alianza, contra el progreso moral
y material del Paraguay, por medio de la. usurpación de sus te_
rritorios, reveJando cuantos secretos sabian de los planes de ope_
raciones del ejército paraguayo contra sus enemigos.
General Fl'ancisco Isidoro· Resqufn 49

ABANDONO DF.l L:\ C'OMARCA VILJJA DF.l MIRANDA POR


FUERZAS DEL PARAGUAY

El 15 de Enero de 1867, el teniente coronel don Martrn Ur •


. bieta. comandante militar de Nioac. en la frontera Norte del Pa_
raguay, comarca de la Villa Miranda, recibió orden de evacuar
aquella frontera, con las fuerzas de su mando, y órunar el for.
tfn de He1la Vis•a. a la izquierda del río Apa, mante~i.,Pdo una
guardia de observación sobre el paso del arroyo Machorra.
Cumpliendo esa orden, el comandante Urbieta acunaba dl:
cho fortín de Bella. Vista el 19 de Febrero del mismo afio.

COMBATE Y DERROTA DE LAS FUERZAS B'ltASILE~AS


A LA DERECHA DEI, RIO APA, EL 6 DE MAYO DF.l 1867

El 3 de Abril, les exploradores de la observación situada en


el arroyo Machorra, comunicaron al comandante Urbleta que una
fuerza brasileña, como de cinco mil hombres de las tres armas
al mando del general Camisao, habían ocupado el punto militar
de Nioac, con intención de invadir el departamento de Villa Con ..
cepción, según declaraciones de un prisionero qüe fué tomado en
el paso del río 1\Ibotet&y.
Afortunadamente el 16 del citado mes de Abril llegaron al
puerto de Villa Concepción algunos refuerzos de tropa de caba.
Heria y una batería de artillería ligera, que del campamento de
Paso Pucú había sido despachada, para que se pusieran a las or.
denes del comandante Urbieta.
En el acto ese jefe dispuso que dichas fuerzas, manáañas
por el sargento ma..vor Montiel, marcharan a los lfmltes de Villa
Concepción, y que impidieran las invasiones de ful'irzas brasL
leñas. . i :)
El 6 de Ma:ro, estando reunidos los áós jefes paraguayos,
Urbieta y Montiel, con un ejército de dos mil hombres de caba.
Hería y seis piezas de artillería, resolvieron atacar a la división
brasilefia, aunque se componía de cinco mil.
·para el efecto acamparon en el potrero del río Apa_mf, y
despué§ de pasar el rto A.pa,, trerite de Bella. Vil\llta, por (lQnsiderar
UO Datos Históricos de la Guerra del Para¡:may

aquel potrero punto más ventajoso para sostener el ataque con.


tra fuerzas superiores.

Al amanecer el precitado 6 de Mayo, atacaroñ nues•ros va_


lientas a las fuerzas brasileñas, durando el combate más de t,·e~
horas y logrando derrotar por completo a los bra'<ileños, quieres
repasaron el río Apa, por el raso del fortín de BE\lfa Vi!!t.a, y c1 9-
jaron en el potrero de Ara, mi doscientos veintiún muertos, pues
los heridos, que fueron innumerables, se lo lleyaron a las doce
y. media do aquel día.

Cü:\ffiATE EN l\IA.CHORRA

El 8 del mismo mes, persiguiendo al enemigo nuestras b-ra.


vas tropas, dieron alcance a la división del general Camis:to en
las cercanías del arroyo Machorra, donde trabaron nuevo y re_
ñido combate, que duró también más de tres horas, Y ruyo re.
sultado fué que el enemigo emprendiera precipitada fuga, de_
jando en el campo 323 cadáveres, dos piezas de artillería, dos
banderas, ocho carros de municiones y 280 cabezas de ganatlo
para el consumo.

Por nuestra parte hemos perdido en esa gloriosa acción


tres ofkiales y sesenta y cinco soldados muertos, siendo heridos
siete oficiales y ochenta y dos de tropa.

Cü:\ffiATE A IJA. IZQTTIERDA DEL RIO 1\ffiO'l'ETEY

Al siguiente día, la división brasileña en fuga, fue alcanza_


da otra vez a la margen izquierda del río Mbotetey, y aljf volvió
a ser batida por nuestras tropas, dejando ciento treinta muerto!!,
veinte mulas C011 municiones y diez carros de fariña. y rarne s~ca,
últimos víveres que le quedaba, así como también f'll botiquín.

COl\lBATE EN EL l'OTRERO DE NIOAO

El 11, nuf'stras tropas, que seguían con encarnizamiento la


persecución de la ya destrozada división brasileña, le dieron aL
canee JlU~vaml;lnte en el potl·ero de Nioac, entre el arroyo de este
General Francisco Isidoro Resqufn

nombre y Mbotetey y batiéndola con igual denuedo, la diS-


persó en varios grupos, que se guarecieren en los montes de di.
chos ríos, sin elementos de ninguna clase.

Entonces, el <'omandante Urbie•a y el mayor Montie~ regr.,.


saron con sus esforzados soldados ~1 fortín de Bella Vista, des.
de dende dieron <'Uenta de ¡:us operaciones, que merecieron en.
tusiasta aprobación del gobierno.

CAPITULO X

ABORDAJE Y RETOl\IA DEL VAPOR "JAURU"

El teniente coronel den Hermó¡¡:en<"s Cabral. cnmnnila'1te de


la guarnición de Corumbá, mandó. explorar el río de San Loren.
zo con los vapores nacional~s Salto Guayrá y Jaurü, que habían
sido tomados a los enemigos.

Mandaba el primero el c.apitán de fragata dnn Romualdo


Núfiez, y el segundo, el teniente don Miguel Decoud, quienes aL
canzaron en sus exploraciones hasta el estre{!ho de Alegre.

En este punto fueron atacados y abordados por algunos va.


pores enemigos y un batallón de infanteria, que se hallaba em.
boscado sobre la barranca de aquel paso.

Refiida fué !a acción; pero no pudieron resistir a fuerzas


muy superiores en número, como eran lafl que los atacaron, de
ahí que fuera retomado el v~tpor Jaurú con su esforzado coman.
dante Decoud, después de haber perdido la mayor parte de la
tripulación.
El capi•án Núñez se salvó herido, a bordo del vapor que
mandaba. El Salto de Gnayrá.

SORPRESA Y RETOl\IA DE CORUl\'ffiA POR Fl-:ERZAS


BRASILEÑAS

AtriRcherado el comandante D. Hermógenes Cabral en la


plaza de C.orumbá, oon una. fuerza. de cuatrocientos hombres y
31 Datos Históricos de la Guena del Paraguny

seis piezas de artillería ligera, fué sorprl!'ndiio el 13 de Julio de


1867 por una fuerza brasileña de mil quinientos combatiente>.

Esta fuerza había marchado por el Chaco en la provinr.ia de


Matto Grosso, con todas las precauciones da la guerra.

El comandante Cabra! hacía tiempo que se encontrab3. dcdL


.
cado a la agricultura en aquel punto, y con tal mo•ivo había dL
seminado sus tropas en diferentes parajes, quedándose con las
muy precisas para guardar las trincheras.

Sorprendido en ese estado el comandante dicho, a la una


del citado día lit de Julio no le quedaba otro medio de salva.
ción quo sostener. una desesperada lucha; mas, a pésar de su vi.
gorosa resistencia, fué vencido.

Hecho prisionero de guerra, lo mismo que el r.apel!án D.


Manuel Idoyaga y demás oficiales y soldados que han sobrevivL
do al reñido combate, fueron todos degollados por los brasileños.

CAPITULO XI

EL SlTIO DE LOS ATRINCHERAMIENTOS DE PASQ_pUcu Y


LA FORTALEZA lllll HiJMAITA POR LOS EJERCITOS
DE LA '.rRIPLE ALIANZA

El 27 de Mayo de 1867, los ejércitos de la triple alianza se


prepararon para un movimiento ofensivo contra el ejército para.
guayo, situado en Paso.Pucú y en Humaitá.

Para el efecto, empezaron por remover algunas tropas de


las trincheras de Curuzú, y engrosar ·con el!as el campamento de
Tuyutf, simulando un fuerte bombardeo por la escuadra brasL
leña y por toda la línea de Tuyuti, con el fin de ocultar dir.ho
movimiento.

El 3 de Julio, el marqués de Caxias mandó dar comienzo al


reconocimiento de la izquierda. de nuestras trincheras de Paso-
l'ucll1 li;adas a. la fortaleza de Humaitá.
General Prandsco Isidoro Resqnfu

La idea del general en jefe de los aliados era sitiar toda.


naestra línea de comunicación, hasta el estrecho pa~o de Tayi,
sobre el río Paraguay, y esa idea se la sugirieron los traidores 1\
la patria, José Berges, Venanr.io López y Benigno López, los cua.
les residían en Asunción, y se comunicaban secretamente con el
~:
marqués de Caxías, a fin de cortar las comunicaciones del ejér.
cito nacional con la capital de la República.

Para el indicado reconocimiento de la izquierda de nuestra


línea de Paso-Pucú, los enemigos hicieron uso de un globo, que
se elevó como cien varas, y en el cual iba un ingeniero y un ba.
queano paraguayo, llamado Higinio Céspedes, vecino de la capi.
lla de Pedro González, y que conocía perfectamellte todos aque.
llos lugares.

~IOVL11IEN'l'OS DE LOS EJERCITeS DE LA TRIPLB ALIANZA

Después de haber asegurado la posición en Tuyuti, con fo.


sos y fvrmidables reductos bien a11tillados, el 21 de Julio se puso
en marcha el marqués de Caxias, al frente de veintiocho mil
hombres de las tres armas, y repasando el Estero Bellaco, por el
paso de Tío Domingo, hizo una contramarcha de cinco leguas,
para llegar al campo de Tuyutí, y ocupar la izquierda dE' -nuestra
linea, en los parajeS' Yuticué y Parecué, extendiendo el sitio has-
ta San Solano, de donde siguió extendiéndolo, a los pocos días,
hasta el paso Tayí, con lo cual obstruyó nuestras comunlcaciones
con la Villa del PUar y la Asunción,

Era lo que deseaban los traidores, que al mismo tiem~:~o Q.Ue


aprovechaban su cobardía para ver desde la capital cómo se sa....
crificaba nuestro ejército, en ella se ponían de acuerdo con el
enemigo para conspirar contra nuestra soberanía y hasta contra
nuestra dignidad nacional.

Para ellos no había patria., ni stquier!l. ha.b!A fárrtilia: to mts.


tno traficaban con la primera, que conspiraban oontra la segundl!.,

Venancio y 13enigno Lópell eran hermano§ dél mariscal


Lópet&.
g4 :bato¡¡ Históricos de la Guerra del Paraguáy

El ejército de la nación paraguaya, no podía contrarrestar


los movimientos del enemigo para romper el sitio por falta de
movilidad; sin embargo el ardor y acenurado patriotismo para
~llo, tuvo que recurrir a otros medios para ver el modo de contL
nuar la guerra; antes de ana hllmillación con las armas en la
mano.

EL RELEVADO CO)IANDAN'l'E EN JEFE DON BARTOLOME


lU.THE RE.-1.PARECE EN TUYUTI DE BUENOS AIRES

.l!.il ~ de .a.¡;u:>éü ü.:; 18 6 7 reapareció don Bartolomé Mitre en


el campo de Paro_cué, quien regr~.osaba de Buenos Aires por or_
den del gobierno del Brasil a fin de que tenga alguna participa.
cwn con la empre::.a del sitio establecido subre las posiciones del
ejército paraguayo de Paso_Pucú y la fortalezá de Humaitá, qu.~
el comandante en jefe marqués de Caxias supo aprovecharse· de
aquella oportunidad para dar gloria a las armas .ele su patria.

RECONOCThiiENTO DEL EJERCITO ENE1IIGO DE


PAR.E-CUE .POR FUERZAS PARAGUAYAS

El 3 del mismo mes de Agosto, los capitanes Lara y Rojas,


que con pequeñas ¡)artidas de caballería exploraban la carretera
que sigue del puente d(:)l arroyo Hondo a Villa del Pilar, die.
ron cuenta al mariscal LóPI:!Z de que una gruesa división ~nemi.
¡¡a, al mando del general Castro, se internaba a largas distancias
en los campos dG aquella jurisdicción, para recog~::r toda rlase de
ganados, y saquear al mismo tiempo las casas de los vecinos in.
defensos,

Entonces se dispuso qua el sargento mayor don Bias Mon.


tiel con dos regimientos de caballería, bien montados, marcharan
a impedir los avances del general Castro, como así lo hizo el ti·
de dicho mes.

Las fuerzas de aquel general conducían ya treinta y tantas


mil cab:?Za!! de ganado vacuno y caballar, recogidO ~ll el departa.
mento de Villa del Pilar; pero como el mayor Montiel tenía que
Oencra1 t?randsco tsidoro ltesqülñ

atravesar el campo enemigo, para evitar aquel despojo, se vio en


la necesidad de trabar reñido combate con las avanzadas, que
eran numerosas y fuertes.

El tiroteo que con tal motivo se produjo, alarmó, como es


natural, a todo el ejército aliado, situado en Paré.(;ué, y esta
alarma le ha servido al mayor Moiltiel, aprovechándola conve_
nientcllíente, }!ara aJíitcar un coillpteco reconocir..:iento de las
fuerzas enemigas y de las posiciones que ocupaban hasta San
Solano.

Después de una refriega a sable, y convencido de que no se_


ría posli.Jle perseguir con éxi.to al general Casao, ~::e retiró el ma_
yor Mo'-ltiel satisfecho de su descubierta, y sostcn:endo fuerte.;
gaerrilias hasta llegar a la fortalaza de Humaitá, de donde los
en¡;m¡gos tuvieron que huír con bastantes bajas, efecto de los
certexos tires de nuestra artillería.

CAPITULO XII

DERROTA DE LAS FUERZAS DE LA TRIPLE ALIANZA


EN TUYUTI POR UN PUÑADO DE PARAGUAYOS

El 11 de Agosto, las tuerzas de la triple alianza que guaro


nacían las trincheras de Tuyutí, se ocupaban en co.aducir munt.
cionetl de boca al campo de Pare-cué.

Para ese objeto empleaban treinta y otnco o ouaren~a mu.


las y veinte o treinta carros, escoltados por tropas. de infantería
y cabaileria, y pasaban por frente de nuestra vaaguaruia1 a die.
tancia de una legua, atravesando dos leguas en.tre palmares, es.
teros y masiegas,

El bravo ca¡Htán Josd Gotlzaiez 1 jefé dé! i1Uéi;jtrtl avaliztl.dll.¡


concibió la idea de sorprender al enemigo en uno de los esteros,
:t poniéndose de acuerdo con doce oficiales y do!!ciémtos solda~
dos, se colocó en uno de los esteros más difíciles de pasar, apro.
vechándose de la noche,

A las siete de la mafiana del día indicado llegó al estero &11


88 í>atos Wstóricos de la duerra del Paragttájl

que se hallaba el capitán Qonzález un convoy importante y bien


resguardado; pero sin dar tiempo a nada, cayó el capitán Gon.
zá:ez con sus fuerzas sobre él, y con tal denuedo atacó a los el!l.e.
migos, que ni siquiera hicieron mención a defenderse, sino a
huir en verg;onzosa derrota, una parte, al campó' de Pare-cué, y
·~
la otra de 'J'uyutí, dejando el convoy y '1·5 muertos, pues los hlilrL
tios i.evemente también fugat·on.

Comprendiendo el capitán González, qulil oten de Tuyutí


bien de .i:'aré_cué podían venir pronto refuerzos para recuperar
cvn exceso <te fuerza lo que acaballan de perder por falta da
arrojo, hizo una retirada por Paso S'aty, y se internó en Paso.
Pur.ú, sa1vando toda su gente y todo lo tomado al enemigo, pues
tuvo la suene de no contar más que con tres oficiales y doce de
trupa, heridos levemente.

PASAJE DE LOS ACORAZADOS BRASILEÑOS BAJO LAS


BATERL:iS PARAGUAYAS DE CI!JRUPAITI

Después que los traidores Berg€ls, Venaneio y Benigno Ló.


pez, hici~:;ron saber al marqués Caxías la posición que ocupaban
uu~:;s;.ras fuerzas y la carencia de elementos pafa oponernos al
paso de la escuadra aliada, este jefe resolvió que el vice almi.
rante brasileño, José Ignacio, pusiera en movimiento sus buques,
y espel'ase óraenes enne liumaitá y Curupaiti.

En una de las comunicaciones que aquellos traidores diri.


gían al general en jefe de los ejércitos aliados, y que fue sor.
:¡;Hendida, siendo escrita por Benigno López, decían que "el go.
bierno paraguayo, no cuenta siquiera e.on un ingen1ero para me_
jorar 1a ~ondición de los torpedos, todos ellos inservibles, y que
las oaterias ue Curupa1ti haoian s1do debiiüauas p-.~r ¡¡Star el ma_
riscal López reconcentrando fuerzas en Humaitá".

En vista de estos datos, que eran ciertos, el vi~e-almirante


Ignacio mandó ca.rgar infinidad de bolsas de arena, y haciendo
f ... rm<tr con el~as varapbtos sobre los acorazad<.s, el 15 de Agosto
de 1867 hizo pasar cuatro buques, después de resistir hora y m-;¡_
.día los fuegos do nuestra artillería, y los estacionó en la parte
&neral il\oandsco tsidoro Resqufn
v-
del (!haco, entre Curupaití y Humaitá, en un paraje libre de
nuestros fuegos y de fácil comunicación, por el mismo Chaco
con el resto de la escuadra.

COMBATE DE LA GUARNICION DE LA VILLA DEL PILAR


POR l<,UERZAS SUPl\]RIORES DE LA TRIPLE ALIANZA 1

Los jefes dG> la. guarnición de Villa del Pilar, don Isidoro
Ayala y don Simón Antonio Villamayor, hacían su servicio cOll
trescientos hombres de las tres armas.

El 20 de Setiembre fueron atacados por fuerzas enemigas


del ParELcué, quienes a pesar de ser muy superiores, encontra.
ron una tenáz rasistencia en aqaellos valientes, costándoles cara.
una victoria, después de haber caído muerto glol'iosamente con.
sus tropas el J'".lfe don Simón Antonio ViEamayor, y cuando el
Comandante Ayala tuvo que retirarse con cuaren:a hombres de
caballería, única fuerza que quedó de los trescientos, al campo
de Humaitá.

Dueño de la Villa del Pilar el barón do Triunfo, general


brasileño, inmediatamente despachó varias partidas de caballería
por toda la jurisdicción de dicita villa, con el fin de que reco.
gieran cuanto ganado vacuno y caballar encontrasen.

Después de haber reunido. veintidós mil cabezan, y de haber


saqueado <:Ompletamente la población, abandonaron la villa loa
~nemigos, llevándose todo el botín al campamento ae Pare.cué,

OOfi'ffiATE EN EL PASO DE LOS ESTEROS DEL OMBU


CON FUERZA ENEl\UGA DE TUYUTI

El 24 de Setiembre de 1867 el Mariscal López dió orden a.


nuestro Jefe de la vanguardia, el teniente coronel Don José María.
Núñez, para atacar las fuerzas enemigas de Tuyuti, que condu.
cían provisiones para el campamento de Pare.eué'.

Para el efecto, el Comandante Ntlñez. dispuso que lo


aoompa.fi.aran los maycres Rolón, Viveros y Gulo, al frente de.
58 Datos Hist6ricós de la Guerra dei Paragua~

dos mil hombres- de Infantería y Caballería, con cuatro coheté_


ras a la Congreve, quienes ocuparon el paso de los esteros del
Ombli, para caer de improviso sobre el enemigo.

A las 8 de la mañana del dicho día 24, salió del campamento


de Tuyuti una división de tres mil hombres de las tres armas,
escoltando varias mulas y carros que conducían riiuniciones de
boca a Pare_cué, por les palmares frente al paso S'ati, en Paso
J?ucli,

Al aproximarse dicha división al paso del Ombú, fué tirotea _


_da por doce hombres de nuestra caballería. Ante un numero tan
insignificante, que en el acto emprendió la rettrada, el enemigo
se entregó perseguido con furia, lanzándose al paso del Ombú,
con agua hasta el pec.ho de los caballos.

El comandante Núñez que los estaba observando, dió tienu


;vo a que pasaran cuatro batallones, hecho lo cual cayó sobre
ellos, sable en mano, produciéndoles tal confusión que muchos
han perecido ahogados, pues en la desesperac-ión de la fuga ae
echaban y caían en el agua.

Sin embargo, los que pudieron escapar dejaron en el campo


seiscientos soldados muertos, varios oficiales y algunos Jefes,
sin contar los ahogados,
Por nuestra parte han ~.:alido ocho oficiales heridos y sesen.
ta de tropa, siendo muertos en esa ac(lión tres oficiales y d1ec1.
siete soldados,

CO:MlU.TE EN EL PARAJlll Dll: tSt.A ~AYt

Poi' oi:dei1 c.l'll hlltriaca1 Lóp1l2J, el sai'gento mayor de caba11EL


ría, don Bsrnardino Caballero, mandó abrir un oatniEo por el :Qó-
trero de Ovella, para evitar la conducción de ganados vacunos
por el paso del :uroyo Hondo, donde se destacó nna.peqücña fuer_
za de infantería, al mando del capitán don José González.

Eln San Solano, y amehazando de cerca aqUel paso, e:e encon_


traban aglomeradas gran cantidad de fuerzas braSileñas, a las
General Francisco Isidoro Resqufn

órdenes del barón do Triunfo,

Entonces el mayor Caballero, aunque no contaba más que


con dos regimientos de cabailería, que representaban la cuar.a
parte de las fuerzas enemigas, resolvió atacarlas, y así lo hizo el
3 de Octubre de 1867, tra!Jando a sable y lanza un r0ñido y des.
igual combate, que duró más de tres horas.

Tal destrozo hizo el bravo mayor Caballero en Ins tropas


·orasileíias, que tuvieron que pedir refuerzos a PartLcué, de donde
de mandó una división que obligó a los nuestros a retirarse hacia
Humaitá, buscando la defensa de los cañ01le~ de aquella forta.
leza.

Y la encontraron muy oportunamente, pués próximos se ha.


llaban a verse arrollados y ultimados por la enorme superioridad
de fuerzas que los cargaba, cuando nuestros cañones desbandaron
a éstas, que abandonaron el campo dejando más de trescientos
cadáveres, sin poder calcularse el número de heridos que logra.
ron escapar en ~meas de los caballos de sus compaiíercs.

Por nuestra parte hornos perdido en acción tan memorable.


por lo desigual, doscientos h•Jmbres, entre muertos y heridos tres
~standartes y si&te oficiales, con ciento treinta soldados que de.
¡;aparecieron,

Este hecho de armas mereció entusiastas manifestaclonss del


mariscal López, quiEn honró a los valientes que sobrevivieron.
Clan una medalla, y a su jefe, el mayor Caballero, con el grado
de teniente coronel,

CO:M'lU.'r:l!ll EN :lil:t PAJl.AJ1ll D:lil TATA1'1nA CON :LAS


FUERZAS ENElUIGAS DE PARE CUE

Habiondo ocupado los enemigos el paso de T:ltayib{i, con el


fin de obstruir por completo nuestras comunicaciones krrestres
con la Asunción, se imponía la necesidad de desalojarlos cuanto
ántes, por medio de un golpe rápido y enérgico.

Para el efecto, el 21 del mismo mes de Octubre marchó a.l


éó Datos ltist6ricos de la Guerra del Paraguay

frente de sus dos regimientos de caballería el comandante Caba.


llera, y a sable y lanza acometió con denuedo a los ocupantes.

Reñida era la batalla, y más de cuatro horas llevaban da


encarnizada y sangrienta lucha, cuando las fuerza-s· de Pare.cué
vinieron en auxilio de sus aliados, tomándole la retaguardia a
Caballero, para cortarle la retirada y destrozarlos entre dos fuegol!l.

En tan difícil momento, reconcentró aquel jefe todas sus


fuerzas, y atropellando de fren!e, llevó al ya débil enemigo por
delante, y haciendo luego una rápida conversión -a la izquierda,
logró colocarse bajo el amparo de los ca.ñoncs de Humaitá.

Las fuerzru~ de Pare-cué, al verse así burladas, emprendieron


la persecución de aquellos valientes; pero pronto la fortaleza d!i
Humaitá los hizo retirar.

De resu;tas de esta acción, los aliadoE< dejaron et: él campo


doscientos sesenta y nueve cadáveres, ignorándose el número d0
herido que nevaron, teniendo nosotros que lamentar la pérdida
de tres oficiales y noventa 1wldados, entre muertos y desapare.
eidos.

Por medio de un decrt}tO la nación paraguaya premió con


medalla de honor a los valientes del combates de 'l'atayibá, cuya
medalla pende de sus pechos con cinta punzó y centro amarillo,

OOMDATE DEL BOQUERON EN EL POTRERO DE OVELL.\.


POR FUERZAS DE LA TRIPLE ALIANZA

Para defender los arrees de hacienda remitida de la Vilht


del Pilar al campo de Humaitá, el capitán don José González ha.
bía ocupado con trescientos hombrea el boquerón del Potrero de
OYella, abriendo en él una pequeña trinchera.

A la ocho de la mañana del 29 del ya citado mes de Oc•11.


bre, una gruesa división enemiga, compuesta da las tres armM,
atacó aquella insignificante trinchera, que fue sostenida con hé.
roismo por sus defensores,
General Francisco Isidoro Resqu.fn 61

Tal mortandad hicieron éstos, y tal confusión produjeron


entre los atacantes, que merced a e~:a misma confusión pudo
salvarse sin mayores pérdidas el capitán González, retirándose a.
Humaitá.
Y como prueba mayor de esa misma confusión, está el caso
de que ya la trinchera estuviese desalojada, y que los enemigoe
continuaran todavía atacándola.

OCUPACION POR FUERZAS CONSIDERABLES DEL ENEMIGO


DEL PASO TAYI SOBRE L.-\ BARRANCA DEL RIO PARAGUAY
PARA ARBmA DE HUl\IAITA

Empeñadas las fuerzas aliadas en obstruir a todo trance


nuestras comunicaciones con Villa del Pilar y la Asunción, el ~9
de Octubre de 1867 ocuparon con una fuerte división el estre.
cho paso de Tayf, sobre la barranca del rfo Paraguay, arriba de
la fortaleza de Humaitá, en cuyo paso abrieron un reducto bien
artillado,

CO~IBATE EN EL PASO DE TAYI SOBRE LA BARRANCA


DEL RIO PARAGUAY ARRmA DE HUMAITA

Encerrado el mariscal López en sus trincheras de Paso Puc(t


y Humaitá, y sin elementos para romper el sitio que los aliados
habían establecido de acuerdo con los ambiciosos de la Asunción,
mandó preparar una fuerza de seiscientos hombres de infantería
y cuatro piezas de artllleria, al mando inmediato del oargento
mayor Villamayor.

Embarcada esta fuerza en los vapores de guerra Pirabebé y


Veinticinco de Mayo, que remolcaban a la vez una chata cañone_
ra, arribaron a paso Tayi, para practicar un reconocimiento de
aquella posición ocupada por los enemigos.

Con este fin, el lQ dl'l Noviembre, a la noche, el jefe Villa-


mayor mandó desembarcar sus tropas un poco más abajo del
paso, empezando una obra de defensa, pero los enemigos se
a.pereibieron, y opusieron una vigorosa resistencia el 2 del mis_
62 Datos Históricos de lA Guerra dei Páioaguay

mo mes

A pesar de las desventajas quP la posición le daba y la des.


igualdad de número en los combatientes, Villamayor insistió,
trabándose un reñidísimo y desastroso combate para él, pues fue
herido por una bala de cañón, y el vapor 25 de Mayo, lo mlsmo
que la chata, fueron echados a pique, escapándose apenas el p;_
rabevé, completamente !lveriado, con unos cuantos hombres de.
rrotados, pues la mayor parte dP. los seiscientos quedó en el cam.
po muertos, o heridos en poder del enemigo.

COl\ffiA\TFl POR FtrnR'7,AS PARAGUAYAS SORRF, T,OS


ATRINCHERAl\nENTOS DEL ENEl\fiGO EN TUYUTJ

Imposible de sostener por más tiempo al ejército paragua.


yo en tales condiciones, el mariscal López se decidió a atacar la
base de las operaciones del ejército aliado, atrincl1erado en Tu.
yutf, y para el efecto hizo preparar un ejército <te nueve mil hrm_
bres de las tres armas, al mando det general don Vicente Da.
rrios, y como segundos, los teniente·s coroneles don Luis Gonzá.
lez y don Bernardino Caballero.

A su vez, antes de amanecer el día 3 de No,·ieinbre, el coro.


nel don Francisco Roa, jefe de nuestra derecha dill Sauce, mandó
adelantar sus bataUones bajo las órdenes de los sárgentos mJyo.
res Rodas y Gamarra, hasta Punta ~aró, para llamar la atención
del enemigo con fuerte tiroteo de fusilería.

El citado 3 de Noviembre, a las cuatro y media 1e la maña.


na, se dio comienzo al asalto sobre el primer reducto arg.'ntino
y sus cuarteles, mandados por el nombrado coronel Federico
Guillermo Baez, jefe de la legión paraguaya al servicio de la trL
pie alianza, cuya legión fud derrotada,· y a sable y lanza arroja.
da a los Esteros Bellacos, dejando en poder de nuestra caballe.
rfa el reducto, con seis piezas de artillería y sus correspondien.
tes carros de municiones.

Igual derrota y persecución sufrieron las fuerzas enemigas


que marcharon con víveres del campo de Tuyuti a Pare-cué, to.
ú.JNH-l>t- MhTO
C.UÑ~ ~-ro
General -Francisco Isidoro Resquín

mándoles nuestro ejército todas las provisiones,

Y el reducto defendido por el 49 batallón de J¡~s fuerzas bra-


silefías se rindió con su jefe Cuya Mato, entregándonos toda la
artillería que tenía. ~

Queriéndolo retomar el general Mena Barreto acometió con


sus fuerzas a la bayoneta a nuestros valientes, sufriendo aqué
llas tan vergonzo¡:a derrota, que apenas pudo escapar el mismo
!efe.

En medio de los sucesos referidos, fueron conducidos al


campo de Paso pucú las artillerías tomadas a ros brasilefios, una.·
pieza ·rayada de a 81 y cuatro obuses de bronce de seis pulgadas
con las municiones correspondientes.

El comandante don Luis González, persiguiendo a los ene.


migos, en completo desbande, que corrían a refugiarse en el for-
midable reducto del general Porto Alegre ,llegó hasta clavar las
banderas paraguayas sobre las trincheras enemigas, y en ellas
hubiera permanecido victorioso, si el general Barrios, que estaba
presenciando tan heroica acción desde Yataity Corá, con más de
tres mil hombres, le hubiera prestado algún auxilio,

Pero, al mismo tiempo que los aliados mandaban rápida_


mente refuerzos considerables de Pare.cué, el general Barri'Js
daba orden al comandante Gonzá!ez que se retirase, lo que hiz:J,
quemando de paiSo. todos los cuarteles de los d'3rrol:ados, así co_
mo los innumerables ranchos de les vivanderos.

Las pérdidas de! <!nemigo en er;ta acción fueron más de tres


mil muertos, sin poderse caícular los heridos que llevaron; once
cañones, con sus carros de municiones; un batallón brasileño, <'On
su jefe Cuya Mato, tres banderas, una argentina y doe brasile_
fías, y ochenta mulas cargadas de provil!iones.

Nuestra división perdió dos jefes, diecinüeve oficiales y


ochocientos soldados.
14 Daoos Históricos de la Guen-a del Paraguay

OCUPACION DEL CHACO EN EL PARO DE TIMBO POR EL


SITIO DEL EN~MIOO DE NUESTRAS POSICIONES
DE PASO PUCU

Hallándose completarnevte Mrtadas las comunicacio!'es de


Paso Pucú y Humaitá, después de haber fracasaitó las operac'o.
nes de Tuyutí, el mariscal López determinó ocupar el paso del
Timbó, a la derecha del río Paraguay, y buscar por el Chaco un
camino hasta el paso dP-1 Tebicuarí, en su confluen{:\a con el Pa.
raguay, para formar allf una nueva línea de defensa.

Con este objeto mandó formar una división de cuatro mil


hombres de las tres armas, al mando del coronel Caballero y del
teniente coronel Montiel, corno 29, división que salió el 10 de No.
viernbre de 1867, con prevención ae hacer abrir úna picada que
ofreciera franco camino hasta San Fernando.

Mientras se practicaba este trabajo, el coronel Caballero


despachó una exploración, a cargo del capitán Lara, para que
siguiera hasta frf'nte a la Asunción, a donde llegó sin dificultad;
de manera que <:uando el coronel Caballero regresó, pudo asegu~
rar al Mariscal, que no sólo se hallaba exPedito el camino hasta
San Fernando, sino que también podía llegar hasta la Asunción,

Entonces el coronel Núñez salió el 25 de Noviembre con cua.


tro mil hombres de las tres armas, a establecar la nue:va línea
de San Fernando, aprovechando lill nuevo camino del Chaco, con
el objeto de abreviar todo lo posible !as remesas do ganado para
Humaitá. pués desde que estábamos sittados ni sal ñabía en aque.
lla fortaleza.

Por fin, el :1 de Diciembre mandó el coronel Cabt!l.llero entre_


gar en el Timbó al Comandante de Humaitá, dos mil cabezas de
ganado, para consumo; ochocientos caballos; provi¡¡¡iones de sal
y mafz y otros víveres, cuya necesidad se haCía semtir tanto qUI\l>
la. misma caballada no podfa resistirla, reducida ál pequeño es.
pacio que dejaron los sitiadores,
L
Tercera Parte

CAPITULO XIII

RECEPCION DE LOS REPUESENTANTES DE U)S HIJOS DE


J,A NACION PARAGUAYA EN EL CAMPAMENTO DE
PASO PUCU

A las ocho do la mañana del 25 de Diciembre del citado año


67 se presentaron en el cuartel general de Paso Pucú los ciuea.
danos Saturnino Bedoya, Urdapilleta, Garro y Lotz·aga en nombre
de los representantes de la nación y del vice.presidP.nte de la re-
pública, en ejercicio del podPr ejecutivo, llevando uñ·a espada con
puño y vaina de oro, costeada por las señoras y señoritas para._
guayas, que se privaron de sus alhajas y piedras preciosas, para
ofrecer al defensor de su patria aquella demostración de nspe.
tuoso cariño.

El Mcal. López acompañado de su estado mayor, recibió oficiaL


mente aquella comisión y aceptó la espada de honor que le ofre.
cían. prometiendo corresponder a la confianza de sus conciudada.
nos, y vencer o morir antes que envilecer la sagrada en¡;¡eña pa,._
raguaya.

Al mismo tiempo dirigió una nota de agradecimiento. a tod3s


las señoras y señoritas, y aceptó parte de las alhaJas de que se
desprendían para sostener la libertad y soberanía del Paraguay,

El resto de dichas alhaja~ fué devuelto por los mismos repre_


sentantes, con prevención de ser entregado a la comisión de seño.
ras, con la nota de su referf.ncia, a cuyo fi:n regresaron aquellos
representantes por el mismo camino del Chaco, el 27 del referL
do mes de Diciembre.

Uno de los representantes, dÓn Saturnino Bedoya, colector


general y ca~a!;lo cou la. llermana del mariscal J:.ópez, dOjia -Rafae.
66 Datos llistódcos (11.} la Guerra del Paraguay

la, fué detenido en el cuartel general de Paso Pucú, para dar


cuenta de millares de onzas de oro, que faltaban del tesoro pú.
bUco a su cargo,

EL PRESIDENTE DE LA REPUBI;IlCA AHGEXTi:s'A


DON BARTOLOME MITRE, SE RETmA PARA SIEi\IPRE DEL
CA1\!PO DE PARE.Ci.iE A BUENOS AIRES

El gobierno brasilefio, desaprobando completamcn·e la ro·L


duc~a del general en jefe de los ejércitos aliados don Bart.olomé
Mitre mandó relevarle para eiempre, poniendo a RU r~e:nplazo al
marqués de Caxias, el cual se hizo cargo del mando en jefe de
·los ejércitos de la. triple alianza, da.,do asf ejemplo a les hombres
que hayan vendido su libertad para quedarse con media Yid:t,

Por tal circunstancia, l-Jl dia 13 de Enero de 1~G8 regrest\


don Bartalomé Mitre a la ciudad dí> Buenos Aires para nur:ca más
volver, a pesar del comprOt!!Ü>o ront.ra ido con el gobierno b·asL
Iefi.o y la República Argenti·'a al tomar el puesto de g reral en
jefe de los ejércitcs de la trip!e a!hnza P.n guerra c'>ntra el Para.
~uay; de llegar en 3 meses a la Asunción capi~al de la Repúb:ica
del Paraguay,

Tan mal les salieron sus cálculcs a nuestro ya:ie=te general


Bartolomé .Mitre, que .inmediatamente de pisar .territorio rara.
guayo se sepu;tó en Tuyutr hasta el escarmiento al frente de
. nuestras trincheras de C'urupaitf, en cuya acción mandó en per.
· sona el valiente Bartolomé Mitre, el cual salió derrotado como
le había anunciado el general Brasileño Polidoro.

PASAJE DE LAS llATERIAS DE HUl\'iAITA


POR LOS ACORAZADOS DE LA TRIPLE ALIANZA
CONTRA EL PARAGUAY

El 13 de Febrero de 1868 forzaron el paso de Curupaiti,


para unirse a los que ya se hallaban estacionadas más abajo de
· . Hamaitá, tres acor.azados más ae la escuadra brasileña., valién~
. do~e del mismo. !1\ste.:g¡a ql,le Joe a.n~lilriofe3. "'
Generai Francisco isidoro Itesqufu

Conyeneido el marqués de Caxtas, por ctnco cartas más que


recibió de sus soeios en la Asunción, de que nuestros torpedos
no podían producir efecto, el 19 del mfsmo mes dispuso que los
tres buques, aprovechando la gran creciente del río Paraguay,
forzaran el paso de Humaitá.

Puestos en movimiento los acorazados, logra-ron su objeto, ·


bajo los fuegos de nuestra artillería en aquella fortaleza, y los
de nuestras baterías del Timbó, ocupando el paso de Tayí, y ce.
rrando completamente nuestro ejército, por agua y tierra, sin
quedarl•J otro recurso que el nuevo cam!no del Chaco, sometido,
desde entonces, a los fuegos de los acorazados. · ·

Desgraciadamente, como decían los traidores, el Paraguay


no podía utilizar torpedos, porque el coronel Winer, que parecía.
ser ingeniero, se hallaba fuera del servicio, ya por fmfermedad
real o fingida, y. desde el dfa que se quedó en Lomes V-alentinas,
como prisionero de guerra, se prestó al enemigo, dibujando Da-
peles contra nuestro ejército.

Y el otro ingeniero, teniente coronel Thompson, aunque ha.


cía lo posible. nunea pudo más que dibujar bosquejos de las po.
s·iciones que le marcaba el mariscal López.

CAPITULO XIV

I,A :\IUBR'l'I<1 DEL GF.:\"'EKU, DON ,JOSE DIAZ, JEFE DE I,AS


BATERIAS DE CURUI1 AlTI

El 9 de Enero de dicho afio G7, el brigadier general don


José Diaz, jefe de las baterías que lU Curupaití derrotaron al ge.
mra.l Mitre, tuvo ia desgraciada id:a de meterse en m:a canea e
ir a pescar frente a sus ba:erías en presencia de Jet> acorazados:
enemigos que se hallaban de Yanguardia.

Siendo re!'onocida d<:sde aquel~cs buques :a persnna del bra.


vo general Díaz, cargaron des cafione¡;: con gran~:d1.s, haciendo
fuego sobre el. quf\ tranquilamE~nt!' se dedicaba. a EU inocrnte dt
versión, fué he1 idc por un casco que le produjo la muerte,
00 · batos IDsttSricos de la Guena del Paraguay

Embalsamado su cadáver, se le llevó a la Asunción, con el


fin de darle sepultura en el cementerio de la Recoleta, como trL
buto justo al hombre de talento y de valor, que tan important&s
servicios prestara a la defeusa de su patria.

La conducción de tan llorados restos mortales, se hizo con


la pompa posible, por el nuevo camino del Chaco a la Asunción.

COliUATE EN EL REDUCTO DE LAGUNA SIERVA

Para defender !a posición qua en la Laguna Sierva sostenía


el sargento mayor S'alabarrieta, el mariscal López dispuso qua
una fuerza de seiscientos liombres, con doce piezas de artillería,
aln·iesen un reducto en aquella posición estratégica, por estar
situada bajo de la confluencia del arroyo Hondo, trente a las
avenidas !.!e la tropa sitiadora en Pare_eué y San Solano.

Pero el 19 de Febrero cayeron sobre ese redurfo doce bata.


llones de infantería, seis regimientos de caballería y doce pieza51
de artillería, trabando un encarnizado combate, que duró más da
tres horas.

Las fuerzas enemigas fueren rechazadas por dos veces, de.


jando sembrado de cadáveres el frente de aquel reducto.

Sin embargo, el mayor Salabarrie.ta no pudo resistir el ter._


cer ataque, y tuvo que abandonar el reducto, cuando fue flan.
queado por la izquierda, con pérdida de toda su artillería y 147
de sus valientes defensores, refugiándose en Humaitá.

ARRmO DE TRES ACORAZADOS ENEl\HOOS DEL PASO


DE TAYI AL PUERTO DE LA ASUNCION

El 24 de Febrero de 1868 fondearon un poco más abajo de


la Asunción trel!l de los acorazados brasileños que estaban esta.
cionados en el paso de Tayí, cuyos buques lanzaron algunas boro.
bas sobre aquella ciudad completamente abandonada,
..
General Francisco Isidoro Resqnín 69

Sin embargo, dichas bombas fueron .contestadas por algunos


disparos hechos desde las baterías paraguayas de San Jerónimo,
y produjeron una confusión de espanto en los enemigos, pues no
esperaban encontrar resistencia alguna.

El objeto de los acorazados era explorar el terreno, con el


fin de ayudar a la revolución que en dicha ciudad proyectaban.
los socios de la triple alianza.

Pero al observar que las baterías de San Jerónimo les con.


testaban de verdad, entraron en desconfianza y regresaron aguas
abajo, a las nueve de aquella misma mañana, sin haber causad01
grandes perjuicios.

En ese tienfpo, la capital ya había sido trasladada a LuquA.


de manera que solo r·esidían en la Asunción los revolucionarios,
que no se atrevieron a pronunciarse.

COMBATE DE LAS POSICIONES DE LAUREL Y SU


ABANDONO PO~ FUERZAS ENE~llG&~

La posición del Laurel sobre la barranca del río Paraguay,


arriba de la for,taleza de Humaitá, se hallaba defendida por un
batallón de quinientos hombres de infantería, con tres piezas de
artillería ligera, al mando del teniente coronel Franco.

No siendo de mayor importancia pa.ra. nuestros ejércitos


aquella posición el .mariscal López dió orden de que fuera aban4
donada, dejando en ella solamente cincuenta hombres de guar.
día a cargo de dos oficiales, con prevención de retirarEe inmedia.
tamente que fueran atacadas por fuerzas superiores.

En virtud dé tal orden, el comandante Franco abandonó el


reducto el 26 de Febrero de 1868, que al siguiente día fue ataca.
do, viéndose obligada la guardia que en él había quedado, a sos4
tener fuertes guerrillas, para poder retirarse en orden.
70 :batos Ííist6ric(ls de ia Guet'rá d.di :(í.aragttn~

CAPITULO XV

ABORDAJE DE LOS ACORAZADOS BRASU..EÑOS


.ESTACIONADOS PARA ABAJO JJ.E LA FORTALEZA DE
lHJlUAITA

A fines de Febrero de 1868, el mariscal López concibió la.


atrevida idea de hacer tomar con ocho canoas los cuatro acoraza_
dos brasileños que habían quedado de estación más abajo de la
fortaleza de Humaitá.

Para el efecto escogió de entre la juventud que formaba par.


te del ejército cuatro partidas, compuesta cada una de ellas de
un capitán, diez oficiales subalternos y veinticinco de tropa.

Estas partidas, llenas de ardor y entusiasmo, fueron arma.


das a sable, lanza y revólver, distribuyéndose convenientemente
en ocho car..oas, para abordar a un mismo tiempo los cuatro
r.corazados.

Además de dichas fuerzas, el comandante de la fortaleza da


Humaitá, coronel don Paulino Alén, mandó aprontar en cuatro
grandes canoas ocho oficiales con s~senta de tropa y los elemen.
tos ntJeesarws para hacer abrir las casamatas y tcrres de los aco._
razados, en caso da ser satisfactoria la peligrosa y audaz opera.
ción que se proyectaba llevar a cabo.

Todo así preparado, el 2 ele Marzo del dicho año 6 8, a las .


dos de la madrugada, y siendo la noche muy obscura, les v_lien_
tes capitanes don Ignacio Genes, don MaL.uel Bernal, don Eduar-
do Ye1 a y don Tomás Céspede:.;, salieren <1e Humaitá con sus ca.
noas cubiertas de camalotes y arrastradas por la corriente.

Al poco tiempo, el eapitán GEmes consiguió abcrdar al aco.


razado Lima Barros y el capitán Berna! a! Yerba!, cuyas tripula.
cione.s, consistentes en. cien hombres cada buquP.. fuPron domir;a_
das a sable y lanza, encerrándose la mayor parte en las bodegas
y torres de dichos acorazados.
Peegraoiadamente, los capitalles V6ra y CdJpedea, fueron·
General Francisco Isidoro Resqufn

arrebatados con sus canoas por la corriente, y no pudieron aproxt_


marse a los buques Cabral y Tamandaré, así es que desesperados,
se esforzaron en dar auxilio a sus compañeros, que habían logra.
do apoderarse de los otros dos buques.

Pero de nada ha servido ese auxilio, porque los acoraz",dos


libres del abordaje, ametrallaron a los ya nue~t~ros, que al último
tuvieron que ser abandonados, cuando los capitanes Genes y Ber.
nal fueron heridos por la metralla, lo mismo que caRi toda la tro.
pa de su comando, sin que de ninguna parte les llegara apoyo.

EL GENERAL EN JEFE DEL EJERCiTO PARAGUAYO


ABANDONA SUS LINEAS DE PASO_pucu PA[t.'\ OCUPAR
SU 1\""UEVA DEL 'l'EBICUARY

El 9 del mismo mes de Marzo resolvió el mariscal López


·abandonar su campamento de Paso Pucú, y ocupar la nueva línea
de Tebicuary, en San Fernando.

Emprendió, pues, la marcha por el Chaco, con un ejército


.~e cua•ro mil hombres, y dejando otro de diez mil en 'a trin.
chera de Paso Pucú, a las órdenes de les generales Barrios, Bru •
. guez y Resquín.

El objc·~o de qste ejército no era otro que el de guardar la.


línea de Paso Pucú, mientras no quedaba definitivamente esta.
blecida la del Tebicuary.

Como aquella· línea era respetada y temida por el enemL


. go, mientras hubiera gente en ella, dicho temor y respeto ser.
· vían d_e garantía a la segunda.

Tan convencidos estábamos de esto, que todos los caño.


nes si) s·acaron de Paso Pucú para ser colocados en Tebicuary,
. reemplazándose · por trozos de· madera,. -cubiertos de 0uero y
.~oio~~do~_ en__ las ~!=óneras, a fin de :no hacer notar 1~ falta.
de los verdaderos.
72 Datos Hist6riecs de la Guerra detl Paragun)'

RECONOCIMIENTO DEL PASO ESPINILLO, PASO PUCU,


I"OR FL'ERZAS CONSIDERABLES DE ENEMIGOS
ATRINCHERADOS EN EL CAl\IPO DE PARE-CUE

El 20 de Mnrzo de 1868 se preséntaron a las ocho de la


.e
mañana, frente a nuestras trincheras del paso Espinillo, en
Paso Puéú, las fuerzas aliadas de Pare.cué.

Seis batallones de infantería, tres regimientos de caballa.


ría y doce piezas de artille·ría ligera al mando del general Bru.
guez, defendían aquellas trincheras, cuya posición enfrentaba
con la de Pare.cué y San Solano.

Las fuerzM enemigas se desplegaron inmediatamente fren.


te a las trincheras del EspinEla con fuertes cañoneas, aparen_
tando un ataque formal, con tropas de las tres armas.

El general Bruguez tomó las mismas actitudes del enemL


go, y trabaron reñido combate por más de tres horae, después
de las cuales los enemigos retrocedieron sobre el campo de Fa.
re.cué, dejando el campo cubierto de cadáveres.

Re,chazado el ataque de reconocimiento del paso del Espini.


llo, el mismo día 30 a la noche, las fuerzas enemigas del campo
de Tuyutf, se empeñaban en abrir nuevos caminos ·o Picadas fren._
te a nuestras trincheras del Sauce, a la derecha de Paso Pucú.

CO~IBATE EN EL SAUCE A LA DERECHA DE NUESTRAS


POSICIONES DE PASO PUCU POR FUERZAS
ENEl\UGAS DE TUYUTI

Hallábanse nuestras trincheras del Sauce defe;ndidas por


dos ba.tallones de infantería y dos cañones de calibre 4, al roan.
do de los sargentos mayores Olmedo y Medina, cuando fueron
atacadas por una división de más de seis mil hombres.

Comprendiendo los mayores Olmedo y Medina que era im.


·posible la resistencia, se retiraron sobre la segunda línea de Pa.
so Pucú, sin perder más que un cañón.
General Franciooo Isidoro Resqufn

El ci~ado día 21, después de céi:ra-da la noche, el general


Barrios crde!!ó a los jefes de Cu~upaitf, Fs~i.,i!Io, Candimbú
y a la 211- línea de Paso Pucú, para que marcharan en retirada,
con todas las fuerzas de stis respectivos comandos, hacia Hu·_
mai>~á. abnndon:wdo por comp~eto las posiciones indicadas, con
la prevención de incendiar todos los cuarteles.

En cumplimiento de dicha orden, llegaron nues•rns tropas


a Humaitá a las dos de la madrugada del 22 de Marzo, y el e-e_
neral Barrios mandó hacer en seguic'!a el pasa,fé al Chaco, lo,
grándose en todo aquel día pasar más de diez mil hombres, con
toda nue~tra arWlería y enfermos de Humaitá, sin que las fuer._
zas enemigas hubieran tra+ado de impedirlo.

Recién el 23 empezaron un bombardeo fortíRimo los accri_


zados de arriba y abajo de Humaitá, así como las baterías de
Pare..cué.

COl\ffiATE EN EL PASO DE TmiBO POR LOS ACORAZADOS


ENEJ\llGOS DEL ESTRECHO DE TAl'I

En dicho día 23 de Marzo bajaron del paso de Tayí tres d"l


·los acorazados enemigos, forzando las baterías del Timbó, con
el fi:il de apresar a los dos vapores de madera que habían he_
«ho el pasaje de las tropas.

Sin embargo, és.tos Ee resistieron hasta colocarse bajo la


·protección de las baterías del Timbó, mandadas por el esforzado
~apitán D. Domii:.go Antonio Ortiz.

Así protegido pudieron librarse de caer en poder del ene-


migo y recortarse en la parte del Chaco; pe~o en tal estado, qu;¡
uno de los vapores se fue a pique, y eL otro Q.Uédó inutilizado,
lográndose salvar sus cargam€ntos d~ !1-rtilleria., c·a'bal4os y. a,L
guna~ tro:pas7 por la co~t<~. del río,
:'11: Datos Hbtórtccs de la Guena del Paraguay

CAPITULO XVI

NUEVA ORGANIZACION DEL CAMPO DE HUJ.\U.ITA PARA


SEIS ~IESES DE SITIO ENEl\llGO

Cumpliendo instrucciones del mariscal López, el ministr<l


de la guerra general D. Vi::en•e Barri-s, organizó en Humaitá un
ejército de cuatro mil hombres, con ciento quh:ce piezas de
artillería gruesa y dieciocho de artn.;ería ligera, y adeinás con
elementos de guerra y víveres para seis meses.

Estas eran las fuerzas que debían quedar defendiendo la


.foFtaleza de Humaitá, bajo las órdenes inmediatas del comandan.
te D. Paulino Alén, como Jefe, y don Francisco Martrnez como
r.egundo.

El 2 5 de Marzo, el general Barrios fue llamado pura ocupar


su puesto en la línea del Tebicuarí, y el general Resquín quedó
encargado de conducir la organización de la fortaleza de Hu_
maitá y de conducir la artillería de grueso calibre a la nueva
!inca.

Al día siguiente, o sc.a el ~6, fue también llamado de S'an


Fernando el genETal Bruguez, para que igualmente ocupara su
_puesto en aquella linea, y el 27 rna!"chó el general RP.squin, atra_
vesando el río Paraguay bajo las bombas <1el enemigo, y siguien_
do la picada del Chaco con tres batallones de i:lfante:-ía, l:n rcgL
miento de caballería y los cañones transportados del Timbo
para la linea del Tebicuurí, a donde llE'gó el 3 O de Marzo de
1868.

Inmediatamente de llegar al campamento dP. Tebicuary se


presentó el citado general Resquín al mariscal D. Francisco so_
· lana López, jefe de los ej8rcitos de la nación, del qne recibió or_
den c'e continuar atEndiendo a la administración del ejér.::íto: en
virtud de esta orden, la primera disposición del general RE"-squi!l
fue ateneer a lo!' innumerables enfermos del ejército de la Re-_
pública diezmados por una terrible peste que se desarrolló da im_ •
provi:;o,
Óenerai Francisco Ísidoro Resqnfn

El general Resquín desde luego hizo cuanto IJOdía, forman.


do cuarteles de abrigo para dichas tropas que se hallaban a la
intemperie en una épor.a lluviosa y en lugares panta~oscs como
lo era el campo de San Fertlando.

ODSTRUCCION CO~IPLETA DE NUESTRA I!'ORTALEZA DE


HUl\IAlTA POR LAS }t·UERZAS lJE LA TRIPLE ALIANZA

Compromotido el coronel Alén, comaudante de HumaitA, a


resistir el ;¡¡itio de dicho punto, ma!ít:.ó ocupar 0::1 único aesfliaue.
ro que hab!a a la costa del r·ío Paraguay, e.utre la Lagun:.. Va1·á Y
ei Anday, imp<;rtante posición para asegurar el tránsito de las
remesa:¡ é.e ganado des.inado al consumo de la gUa1·n~ci¿n de
aquella plaza.
Con. e .. e fin fueron destacados seiscientos hombres de infan.
tel'Ia, con uos piezas de a1 tü.eria li¡;t:l h, ;;.1 lll.J.~Ilo ú·ú tt-u".:nte
corou..:.;, Guuza, quh.L.es se ap.:.s;;a1vn· eil dicilo pun-o e! ~O cl.e
Aorh de h-68.
E~ 2 de Mayo, descer;,dieron los ucorazados enemigos del ¡;a.
ao 'Ia,;-.i, c.:>n cua.ro mil ~onli.u:es ue iul;;.l;.Ltl•ia y uiecíuc.;.;.o cañ;>.
nes de sitiv, qu~; dest:mbaí.:al'On u.u 1Jii<:o was "-Dú.ju c.e n..:clil~ra~
bai;~ria.:; ;l~;~ TiruiJo, allle:rah::..c.do Loc.a aqut:Ua cu~na, wit:D•l'll.lil
prac\.icabun sus rE:cóUOClllliC•••vS pa.ra úCiipar 1a l,lUSLC.tón <i.el Au.
day, &ubre e1 camluu ae .o.ut.s ••·as r<;ru.o.;;as del C.uaco.

Después de ocupar esta importante posición, un11. fuerza ar.•


gentina ae mi.s cie &CÜICit::L.tulli .i:..o.:cb~..:l:l de !ufantt;ria, eruoa1cada
en varias emilarcacion~s m.;:nuriis, que rt!WO.ic... IJan ·pequo;;ñc;,s va-
llOres, remontó por la .Laguua vera has:a la altura üei A..~d .. y,
formando de este modo el úiLimo (!CrciGn del siLiOJ, que uttiill!.
dejar completamente obstruida toda comunicacién con la turta...
leza de Humaita.

• Como a las tres de la tarde del mismo día 2, del redUCitn


enemigo avanzax·on cowo otros tiOO homilres brasileños, buscaD-
do la reincorporación de las tropas argentinas; pero el comandan..
te Orzuza los contuvo causándoles numerosas bajas y poniendo
a los demás en precipitada fuga,
'16 Datos Ílist6ricos de Ía Guerra üel Paragitay

Inmediatamente, al. notar el movimiento de los argentinos,


los ata.~ó también c.on su puñado de valientes; reñido fué el com-
qate; ll.ero al.fin .salieron derrotados aquéllos; retirándose en
desesperada confusión, y dejando en el campo más <ie dosciento~<
cadáveres.

Al re·pasar sus tropas, 'después de aquellas dos victorias, se


encontró el comandante Orzuza ·con la pérdida de treinta y siei~
4_ow.bres, muertos, y setenta y. siete herid es, que, persoualmem«,
¿oJJ. t:~l re::.to: de sus iuerzas, trasvortó el mismo día para. Humaiti.

CO~ffiATE E~;TRE EL DESFILADERO l)E .\XD..:'\Y Y


LAGtiX.ILV:EHA EN EL CA:Illl\10 DEL CHi'~.t.;O

El día dos de Mayo de 18 G8, los acorazados enemigos si.


tuado::; ¡m el vaso de '!ají d•2s:::endieron de aquel punto! con<lu_
ciando cuatro mil hombres ue infantería y artLlt:.ría, con die_
ciocho eañones ue sitio a ó.csembarcarlos poco ~bajo de l~s bate.
1 ius da 'l'ililuú c.:n la ¡,o::;iciLn Yuacihí, ame~raLanúo toda aque."
il~ costa. mi(;lltru.s pra·~ticuban sus 1e~oULC•mkntos para ocupar
la posición del Anday..

El mismo día ocuparen los enemigos la importante posición


del Anuay en el camino de nuestras rem~sas del Chaco; iumedm.
t.amen'e una ru<orza :u gen tina o.e más tle seis,ie.-tos hombres de
infal•terfa, sirviéndose de varias embarcaciones menores, pene_
traron llOr !a desembocadura de. la Laguna ._verá, que se encue.n._
t¡:a abajo c.e Humaitá; 1emolcados por pequeñc.s vapores, arri __
bil;ron hasca la altura de la posiciGn dEl Anday, nuevamente ocu_
paua c:;n e1 ilu de aLauar eaaü'"o para facilitar sus comunicacio.
nes por el Cllaco, formando de este modo el último cordón <iel
sitio sobre Humaitá.

El comandunte Orzuza, situado con sus fuerzas en aquel


paraje, o sea en el dE-sfiladero del Anday y La¿,una_Vera, 1ara.
<iispu.ar e! camiuo de nuestras nmesas; como a las tres de
la tarde del chado 2 de Mayo avanzaron del reducto enemigo co_
mo unos seiscientos hombres de las fuerzas brasileñas, buscando
la. incorporación do l::s tro¡;as argen:tir.as, que arribaron por La_
Ócncl'al Fl'anclsco Isidoro Resqum

guna~Verá a fin de ponerse ambas en comunicación; estas fuer_


zas fueron atacadas por sorpresa por nuestros valientes a fuego y
bayoneta logrando nuestras armas derro·tar completamente a lo3
enemigos, los cuales dejaron sembrados de cadáveres aquel pun_:
to y los que pudieron se e-scaparon para sus posiciones del Anday.

Las fuerzas argentinas que desembarcaron en la costa de la.


Laguna.Verá, buscando la comunkación de las fuerzas brasileñas_
que ocupaban la posición del Anday, .inmediatameate se pusiB.
ron en tierra, y maréllaron por el desfliad.ero de la Laguna-.Verá.
El comandante Orzuza, que vznía úbservando sus movimiento::;,
cuando creyó o~ortuno, mandú atar::rlos con fuego y bayone,~a,
causando a los argentinos ~na dc;¡esperada confusión, que no ati.
naban, en su derrota, llegr.r a sus embarcaciones; dejaron en
aquel punto más de doscientos cadáveres.

1-Ic..biendo cbtcrriúo el com:n:dante Or;:uza en estas ac>cioncs


de arimts la giOi'ia del triunfo con el eoncun:o del puñado deo
valientes y viéndose rodeado por las fum·zas de !a triple alian._
za en aquella estreclla IJOsiciúu, tuvo a ilien repkgar~e a ·la forc
talez.a de Humdiá con las rue1·zas de su mantio, reiJasando el
r!o Paraguay en la misma uoche del 2 de Mayo.

La pérdida do nl!estras tro¡:¡as fueron de 37 soldados muer-.;.


tos, sesenta y ocho hcl·idos y ocho oficia.es, heridos también.

COl\IDATE POR L.-iS FUEUZ.t1S DEL TBIDO SOBTIE EL


UEDUCTO l>_EL Al\'DAY, QUE Ot:aJPAUON
LAS li'VERZAS E~El.UGAS

Con In r;;,tirnda d:el comandante Orzuza, los onemigoe toma._·


ron posición comp.eta del Anllay, Lslaille.:ienu.o en él, el- mismo
d~a, un reducto cteíendido por 12 caiiones, hacia la parte del
Timbó, y con cuatro acorazados ¡:;or la· parte del rio l'araguay•

• Comp"-e'-dienilO el coro::el den Dernardino Caballero, cch


mandante de las trincheras del Tirr..bó, que no podría, con aque.:
Has fuerzas enfrente, cumplir su import:wte misión de abaste_-
ct:~F de provisiones a la ;:;uarnición ele Humaitá, organizó tref! mil
!f8 Datos ittsttSricos de la Guerra de~ Íl'aragítaY

hombres de infantería y caballería, y los mandó a las órdenes


del teniente coronel Montiel a ocupar las posiciones más venta_
josas en las cercanías del reducto enemigo, el día 4 de Mayo.

Cumplida la orden, toda la mañana de dicho día la pasó el


comandante Montiel :.in resultado alguno; pero a eso de las
cuatro de la tarde salieron del reducto enemigo tres batallones de
infantería, con el fin de recoger lefia por aquellas inmediaciones;

Sin pérdida de tiemp 0 mandó el comandante Montiel cargar


aquellas fuerzas con sus tropas, a lanza, sable y bayoneta, y tal
espanto y confusión produjo en ellas, que ni siq-uiera pretendía.
ron defenderse; antes al contrario, emprendieron frenética fu~;;~.
sembr;~.ndo el campo de muertos y heridos.

A pesar de que tanto las baterías del Anday como los cafio.
nes de los acorazados protegían a los derrotados, el comandante
Montiel no cesó de ¡:¡erst:guirlos uasta el mismo reuucto, ocasio_
nándoles más de cuatroc.ientos muertos e incalculable uúmero da
heridos.

Por nuestra parte hemos tenido once oficialgs y ciento se.


tanta soldados muertos, y dieciséis ofiriales con doscientos die.
ciocho soldados heridos.

COl\ffiATE DE LA GUARDIA DE TIMBO EN LA


POSICION DE YUACIHI

Atrincherndas en la posición del Anday las fuerzas aliadas


algo más abajo de nuestra pequeña vanguardia Yuacihí, no se
resignaban a sufrir sin vengarse, el escarmiento que habían
recibido.

Nuestra vanguardia se componía de un batallón y dos ca._


fiones de la legión ligera, al mando de un jefe de las trincheras
del Timbó y a las órdenes uel coronel Montiel, el cual se halla.
ba a poca distancia, para determinar lo conveniente en las ope.
raciones de dicho punto.

Como a lo.a 7 de la mañana del S de l\Iayo de l S GS, las ~u~r.


Gc,neral Francisco lsidoro Resqnfn .

zas enemigas del reducto del Anday hicieron- aproximar uno de


.los acorazados hasta fren+e a Yuacihí, al mismo tiempo que del
reducto se ponían en marcha seis batallones ce infantería co.t;t
cuatro piezas de artillería, para cargar sobre nuestra vanguar_
·d.ia, mientras del acorazado desembarcaron cien gastadores con
los elementos necesarios para levantar trincheras en dicho punto.

Ante un número tan formidable, relativamente considerado


con nuestro batallón, el jefe de éste abandonó la posición que
ocupaba, sostenh:mdo, sin embargo, fuertes guerrillas.

El comandante Montiel, que de cerca presenciaba el encar·_


nizamiento con que el enemigo abusaba de su inmensa superio.
ridad de fuerza, inutilizando la posicién abandonada y haciendo
alardes de crueldad con algún rezagado de batallón que se retL
raba, mandó cargar por el flanco izquierdo al enemigo, sin hacer
uso más que del sable y la bayoneta, y con tal ímpetu se lleyó
esta carga por nuestros bravos, que confundidos los aliados,
se dispersaron en completa derrota, refugiándose nuevamente en
el reduoto del Anday los unos, y otros bajo la protección del aco_
raza do.
Obtenida esta victoria que al teniente coronel Montiel le
valió el grado de coronel, se replegó sobre las trincheras del
Timbó, donde se hai;aba el centro de sus operaciones.

ABORDAJE DE LOS ACORAZADOS E!\"E~IIGOS EN EL PASO'


DE TAYI PARA ARRffiA DE LA BATERIA DE TThffiO

El 9 de Junio del mismo año, como a las dos d'e la madru.


gada, el coronel Caballero mandó preparar seis canoas, m1idaa
de dos en dos, con treinta y cinco hombres al mando de un ca.:
pitán cada par, y las hizo cubrir con camalotes, para abordar
a los acorazados, ·que se hallaban de estación en el Tayf.

Una vez preparada la expedición, se largaron las balsas a.


merced de la corriente; pero sólo una pudo llegar al punto indL
cado; las otras dos, la misma corriente las alejó de su objeto.
Aquella que pudo llE!gar, tomó el buque, y después de haber
SO D.n tos ·mstóricos de In Guerra deü Parnguny

·sembrado nuestros valientes el terror en su tri~ulación, se apo_


deraron del buque, encerrando a les enemigos en las torres y
casamatas.

Sucedió no 'Jbstante, Jo que antes había .sucedido más abajo


de Humaitá; los buques que estaban libres vinieren en au·d·ic
del prisionero, y todo el arrojo de nuestros héroes resultó estéril.

ASALTO DE LA FüRTAJLEZA DE HUMAI'I'A POR LAS


FUERZAS DE LA TRIPLE ALJJ:ANZ.Ii

El 16 de Juli,., de 1868, poco antes de amanecer, las fu-erzas


aliadas de Pare_cué empe·zaron a bombardear, en combinación con
la escuadra, la fortaleza de Humaitá, y al mis'llo ti~mpo una divL
sión de doce mil hombres de las tres armas, al mando del general
Osorio marchr,ba s:Jbre la Entrada de Humaitá, ror el paso del
Arroyo Hondo, defendido por el coronel don Pedro Hermosa.

Poco después de amanecer, los Pllem!gcs avanzaron a paso


de trote en columna de ataque; pero el coronef Hermosa Ios
contuvo con cuarenta y seis piezas de artm·ería y un ruego nutrL
do de fusi"ería, barriendo eompletamrn•e aquel frente, y con tal
rapidez, que ni tiempo les ha dado ])ara colocar ·r:uentEs por don.
de poder pasar.

Retempladas de nuevo las. fuerzas del general Osorio, vol..


vieron al ataque; pero después de dos horas C!e reñido combate
tuvieron ·que· retroceder, dejando en el cari..1po de !a acción tres
mil muertos, y llevándose ,STz.n. núE1Cro lie heridas.

Los defensores ce Humaitá sufrieron también. la pérdi'ia de


cuatro oficiales y ochenta y seis soldados :inuertos, quedando die~
oficiales y noventa y c~atr,o soldados. b,eridos.

CQl\IDATE ·DE ACAYUASA EN EL CHACO A S_~BLE Y LANZA


CON LOS ENIDUGOS DEL REDUCTO DEL ANDAY

El coronel don Bernardino Caballero, después general co-


·mandant~ del campo de 'Timbó, en vista de que ·los enemig<1s de
General · Francisco Isidoro Resqufn 8Í

la trfpl!.J alianza atrfncheradol.'l fn el Anday de donde acostumbra.


ban salir por aquellas inmediaciones en busca de madera para
sus cuarteles, db;puso de acuerdo con su segundo je:fe coronel
Montiel preparar una emboscada de doscientos cincuenta hom.
~ brea al mando del citado coronel Montiel; en la noche del día 1 t
de Julio de 1868 ocupó éste los boquerones de las picadas que los
enemigos aprovechaban para sus salidas; nuestros valientes soL
~ dados no llevaron otra arma que sable y lanza.

El 18 de Julio a las ocho de la mañana salieron del reducto


del Anday tres batallones enemigos, siguiendo las picadas que
nuestras tropas ocupaban desde la noche del 17 ccn ~1 fin ce a!a.
carie de improviso; el batallón argentino ¡;;eguía adelan•e y en
cuando avistaron unos poco~ de nuestrofl exploradores se pusieron
en desorden huyendo en precipitada carrera en aqu!'lla estrecha•
picada sin dejar de tener por eso algunas bajas en sus filas.

CAPITULO XVII

ABANDONO DE HUMAITA POR NUESTRAS FUERZAS

El coronel Alén, comandante de Humaitá, hizo presente al


mariscal López la aflictiva e insoster:.ible situación en que se ha.
liaban las tropas a sus órdenes, por carecer <n absoluto de vive.
res, y al mismo tiempo le pidió que, antes de llegar a un caso
extremo, se dignase autorizarlo para evacuar la pláza, rompkn.
do la Unea del sitio, por el norte de la fortaleza, y buscar la r~.
incorporación al ejército en el Tebicuary, por la Villa del Pilar,
de modo que pudiera ser protegido en el caso de que los aliados
quisieran estorbar sa marcha.
El mariscal López no aprobó las· proposiciones del coronel
A]én, y a esto se atribuye que tan pundoroso jefe se hubiese
suicidado, quedando al frente de la fortaleza el segundo coman..
dante coronel Martinez, quien recibió orden especial del maris.
cal López de pasar sus tropas, sin pérdida de tiempo, al Chaco,
dirigiéndolas a la Laguna Verá, y de alll al Timbó, antes de que
los enemigos t'!lvteran tiem¡;~o U.e slti~rl!'-3 de nuevo ell aquella
posición,
81. Datos . Wst6riccs de la Guerra del Paraguay

.El 25 de Julio de 1868 se hallaba complefamente Evacuada,·


la fortaleza de Humaitá, habiér.drse C.ejaio en ella 1 EO C'iñones,
algunas coheteras a la congréve, unas cuantas arrobas de pólvo.
ra m-:-jada, f6 carretas y una porr.ión de ;anzas y fusll"S i"lltiks.
Entre los cañones se hallaba ura pieza rayada de bronce, calibr~ lií)
150, fundida en el arsenal de la Asunción.

El misnio día 24 ocuparon Humaitá los aliados, sin que el


coronel Martinez se ocupara de activar el pasaje dP- ·Languna Verá
a Timbó, como se le había ordenado, para no ser nu~wamente sL
tlado, sin posibilidad de obtener recurso alguno en aquel!a estre~
cha posir.lón.

Afortunadamente, el 27 consiguió el coronel Hermosa auxL


liar al coronel Martfnez, y pasar en canoas y chalanas 360 ofL
cialeil, 725 soldados y más de 900 mujeres, con los que marchó
al 'Timbó, sin dar tiempo a que los aliados formaran el cordón
que luego formaron en él canal de la Laguna Verá, con peque.
ños vap~res y lanehas cañoneras encadenadas.

Efectuado el pasaje, el 29 salió del Timbó para S'An Fernan.


do el coronel Hermosa, acompañado por un oficial, y prese11tán.
dose· al mariscal López, re manifestó la actitud del coronel Mar.
tínez, que se hacía sordo a todas las indicaciones, para activar
el paso de las tropas.

Inme.diatamente el mariscal López dio orden por telégrafo


a·l general don Bernardino CahaJlero, para que con la fuerza que
creyese eonveniente, marchara del Timbó a ocu:rar la posición
más ventajosa de la orilla de la Laguna Verá, para ponerse de
acuerdo con el coronel Martínez.

Haciendo no l!equefíos esfuerzos logró el general Caballero


ponerse ~n comunicacién con el coronel Martfn.ez, a quien orda.
nó que dispusiera con toda actividad el paso, autoriz~ndo a los •
soldados para hacerlo a disr.reción; pero el coronel Martínez se
hizo cada vez más remiso, rompiendo la nota que contenía la or;
den, y· alEigando que no- podia. apurarse por tener muchoS" en.
termos,
Óenerai Francisco · Isidoro ltesqufu

Mientras tanto, el día anterior, o sea el 28, ·después de ha.


ber enviado dos parlamentarios, tentando los enem1gos la rendt;:
ción de la pequeña fuerza que defendía la estrechura de Acagua..
zü, sin que ninguna clase de hala~os ni amenazas hubiera hecho
zozobrar el ánimo de nuestros valientes, resolvieron aquellos ata._
carlos.
Se componía esta fuerza de tres batal!one>s de infante•·fa;
atrincherados con &1 seis cañones de artillería.ligera,. que Jlleron
bastar:tes para ocasionar considerables pérdidas, y rechazar .ver.
gonzosamente a las numerosas fuerzas aliadas.
l
Pero ni este ejemplo encendió el patriotis::no del coronel
Martiuez, quien al fin, el 5 de Agosto .de 18ti¡l, ·se eatregó·:a los
.aliados, con toda su tropa y con seis cañon<::s, de acuen).o con lo!l
capitanes de fragata, Pedro Gill. y Remigio Cabr;il, que tamQ:iéa
hiciaron lo mismo.

S1n embargo, esa misma noche ·de tan vergonzoso acto, tres
cientos solüados llalaguayos, de l.;.s <:;ntl·eo;aaos por. 1\lartinez, .hu.
yerou, pasando a nado el Timbu.

DEFECCIONES

Inmédiatamente a la conferencia· de paz cal obrada. el .12 de


Seti<':ml>:re dG 1~66 en YataitLCorá, a1guuos tunci~narios púbU::..
'cos u(-l lu. A~:~uncióu, a e us-a ~aliezu. !l.,;u•·aban J oaé li.erges, m1riis::..
tro de Nlacion~>s exttoriores; l:;tuu:.·niuo Hudoya, cowccor gen~>rar;
Venancio Lúpi.lz, cornané.autll ge..,.t;ral <le armas, y Bell.Jgno l.ópez,
sec!·etario di.ll vice_!JrtJsideL!te Sán.::hez, ~omb!Uarvn derrocar al
gobierno del lVlarh;cal l'or llleuio de una revolución que üebia
apoyar el marqués de Caxias.

Según las declaraciones de ellos mismos, el ministro hOl't@ •


.americano Washburn, residente en la Asunción, fue solícitado

• ·para P.onerse de acuerdo, en el interés de abrir comunicaciones


~or su conducto con el referido marqués, cuya proposición acep.
tó Washburn, previa entrega de una suma considerable de oru:as
de oro sellado, robadas del tesoro nacional por el colector Be.
·!lo ya,
IÜ Datos :iiistódcos cÍe Ía duel'l'a. del Parügüaf

Por el mes .de Abril .del 67, los pérfidos paraguayos citados
cnmunicaron al .marqués de Caxias, en el campamento de Tuyutí,
la idea- que tenfan con.tra el Mariscal, y la imperiosa necesidad
de. su protección moral y material, al tiempo de estallar el mo..
:vimiento, en la inteligencia de que, conseguida la desaparición
del gobierno, el que fuese nombrado presidente, aceptaría los
tratados secretos de la triple alianza.
·cuando el ministro Washbilrn regresó del campo enemigo (•
.de'.TUYUtí, trajo del -marqués de Caxías una contestación favora..
ble; pues aseguraba éste que serían aqlisllos atendidos por todos
los mediC?s
;,, ·, . .
a su alcance,
.
hasta la realización de lá idea.
·Da e&to han venido todas las desgracias para: el Paraguay;
las revelaciones que aquellos i~gratos hicieron al enemigo, lo
han levantado det·abatimiento en que lo había hundido la derrota
de C.urupayty.

A fines de Marzo del 68 fueron descubiertos por el mariscal


López, en San Fernande, todos los planes para la proyectada. re~
volución, pues se sorprendió una carta de puño y letra. de B&-
nigno López, dirigida al marqués de Caxías, en nombre de I!IU.i!
cómplices.
En dicha carta comunicaba aquel que buscaba todos los me.
dios para no salir de la Asunción, donde satisfaoía su vida licen..
.oiosa,. cuáles eran los planes de la defensa, la escasez de nuestros
recursos, las posiciones que debían ocupar los sitiadores de Hu.
maitá, y en fin, todos los detalles que podfan dar al enemigo tn.
mensas venta~as,
Sorprendida dicha comunicación, ya no le cupo duda al ma..
riscal de la traición de sus más favorecidos, y haciéndolos pren. e
der, mandó que se les sumariase,

El mismo Benigno López, no tuvo después inconveniente en


Mmpllcar, ccn su declaración, al obispo diocesano, Manuel Anto.
nio Palacios, así como al deán Bogado y al canónigo Barrios.
e
De otras declara.ciones de los primeros procesados,· tambMn
resultaron complicad:::s los generales Barrios, Bruguez y ochent&
óenerai :Jh.auclsco Isidoro itesqnfn

'Y tantos individuos, en su mayor parte empleados naMonales, con


algunos extranjeros.

En la mismas declaraciones de los principales reos, fue eL


tado el ministro Washburn como cómplice en las comunicaciones
con Caxías, cuyos papeles tenía en su poder, por vía de segu..
ridad, como asimismo lo fué comunicado de San Fernando.

Todos los reos expresados fueron juzgados militarmente al


frente del enemigo, formándose para el efecto un consejo de gup_
rra, compuesto de oficiales superiores, y presidido por el coman_
dante de la. escolta, coronel don Felipe Toledo.

El reo Berges ha declarado que según las últimas combina.


ciones con el enemigo, la revolución debía estallar el 24 de Ju_
lio de 1868, en San Fernando y en lá. Asunción, para cuyo efec.
to el enemigo debía hacer arribar cuatro de sus acorazados, for_
zando las baterías del Tebicuarí, para bombardear el campo de
San Fernando, y practicar un reconocimiento hasta el puerto de
Villa Franca, con· el fin de socorrer a los comprometidos, en el
caso de que fracasara el golpe.

Y efectivamente, el 24 de Julio forzaron tos acorazados el


paso del Tebicuari, y bombardearon- a San Fernando hasta al
dia 2~.

COl\mATE EN EL PASO DEL YACARE

El 2 6 de Agosto de 18 6 8, a la siete de la mafia na., fué ata.


cado el capitán Bado, qul:l con Cien hombres de caballería se ha_
liaba de observación en el paso Yacaré.
Las f11erzas que lo atacaron se componían de ochocientos
hombres: sin emha.rgo, sostuvo con ellas reñido combate, hasta.
que fué completamente destrozado.

Entonces, con los pocos hombres que le quedaron se retiró


al Tebicuarf.

~as pérdidas que tavo en tan desigual como desesperada


8~ Datos· Históricos ·de: la Guerra del ParagttaY

~cción,faeron seseJllm: .Y~ gie~¡¡ : ~uert(jls.: ·.Y:: la¡:¡: de ·Jos ~nemigos;


ochenta y uno.

AlJAI\TDONO DE ·sAN FERNANDO

Después de lós acontecimientos de la Laguna Verá y la des,


ocup~ión de los puntos militares del Chaco, resolvió el maris_
cal López re!ir~.rse de San "Fernando, a ocupar la lmeva línea, a
la derecha del a.rroyo Piquisirf, jurisdicción de Villeta, donde,
anticipadamente, había mandado establecer una butería sobre. el-
río Paraguay, en Angostura, con diez y ocho· piezas de artillería,
entre ellas el cri<;>llo, cañón.de bronce rayado, calibre 150 y fun,_
dido en el arsenal {le la Asunción, juntamente con el guaraní,
del mismo calibre; dejado en Humaitá.

El 26 de dicho mes d.e Agosto, marchó el ejército nacio.aa.l


en retirada, des1més de haber presenciado los triste~:~ espectáculos
de escarmiento, ofrecido en aquel desgraciado punto.

De escarmiento fueron aquellcs tristes suéesos; pero fu$3


un éscarmiento tardío, porque los males que habían producido
los hechos que se castigaban, ya no tenían remedio.

: CO~IBAT.Bjl EN,-~ ·l"llSO DEL ~EBICtTABI

Al retirarse el mariscal Lóperc de San Fernando, dejó a· ia


izquierda del .paso del. Tebic.uari una pequeña fuerza atriuchera ..
da con tres piezal!l de artillería ligera, al mando del sargento
ULBYOr Rojas, y otras._ tres en_ el ft>rtín de la desembocadura del
·i}J.isi;no .Tebicuari, al .mando del teliientQ coronel Morenu, protegí_
das todas pol' 111. vanguard,ia del eorone~ Montiol, compuesta da
tres mil hotnbi'e!l de las tres armaa.

El 28.-de Ag.osto dé. 1$68 fue asaltada la. t_rmch~ra del paso

i1or el enelllig.ot <iuien se hizO. d~eñ.o de ella. después de réñido
combate: en el que quedó prisionero el mayor Rujas cún el resto
-üe sus· tuerzas,: para ·seguir prestando sus servicies a los aliados.
Inmediatamente que el enemigo se apodér6 del paso del
:ill!i!l:!icuarí,'~
el. co.r.on:el- J:;ion.tiel mandó levantar la batería del co.
.General·:F~anclaco Isidoro Resqnfn 81

mandante Moreno, y· marchó· en ·retirada sobre ·p¡quis1rí, shi ser:


molestado' por las. fuerzas aliadas, que E'l mismo día 28 ocuparon
a San Fernando, dedicándo~e a desenterrar los cadáveres de! ce.
menterio, para cerciorarse del fusilamiento de sus ruevos aliados
<Íe la AsunciÓn, cuyas .noÚcias . le1:1 confir~ó el ministro norte.
americano 'óly'ashburn, cuando se ep.coütró _con el marqués de. Ca_
xías, .abajo d~ Villa. Franca.
El 29 formo eampainent0 el' ejército nacional en ·piquisirí,
estab:eciendo la línea de defensa, que apoyaba la derecha en Ari.:
g?s.tura y a la izquierda en. los esteros invadeables de ¡tá Ibaté.
Esfa línea estab_a toda atrincherada con 76 cañones cuyos f!le ..
gos se cruzaban sobre el único callifno de Palmas a Villeta por
~,asados fangales.

001\ffiATE DE SURLrnm

El 22 de Setiembre de dicho año 68, la vanguardia de la


triple alianza ak.a"nzó frente al arroyo de. Surubié, donde el ma.
x:iscal López mandó destacar una fuerza de caballería y de rL
fieros, a las ór~enes del teniente coronel Roa, y como segundo
el mayor Mo~tiel.
El objeto del mariscal era atraer al enemügo, para que pa;._
sara el puente, y después atacarlo por sorpresa en el estrecho.

Efectivamente, entusiasmados Íos aliados en la 11ersecución


dé los tiradores nuestros, pasaron el puente, y lían sido batidos
y completamente ,derrot~dos, con más de doscientos nombres do
pérdida, sin contar una porción de heridos que fugaron.

Por nuestra parte hemos perdido veintinueve soldados


muertos, y tuvimos sesenta y tres heridos levemente.

• Lo& Pjéreltós aliados, pasado el puente de Surubié, formaron


el mismo dfa campamento en Palmas, aba.jo· de Angostura, ·y
bajo la protección de la escuadra fQndeada en el aquel punto.
- 1lll :19 -de Octubr~:practicaron un recónociDiiénto de .ñuestra.
Unea:con tro.pas ·de ·caballerla~ .a ¡¡esa-r. :de· .los .fuegos.. de n-uestras
Datos HistóriCO& de la Gtterra del ·Paraguoy

baterías, que no dieron gran resultado, en virtud de que apenas


se dejaban ver aquellos entre los pequefl.os montes que abundan
en dicho paso.

PASAJE DE ANGOSTURA POR LOS ACORAZADOS ENEmooa

El cinco del referido mes de oc+ubre, cuatro de los acoraz&_


dos forzaron el paso de Angostura, y consiguieron pasar libre.
mente bajo los fuegos de aquella batería, que mandaban los te.
J).ientes coroneles Thom:uon y Carrillo.
La pieza de 150, 4e nuestra fundición, colocada en dicha ba.
tería, no pudb tirar, para ver los efectos de su poder,
Así fue que los acorazados lograron. fondear ('ntre Angos_
tura y San .Antonio, con graves perjuicios para· nuestros trans_
portes, tan necesarios para el serTicio del ejército paraguayo, por
la escasez de comunicaciones entre Asunción y Vllleta.
MOVIMIENTO DEL ENEMIGO POR EL CHACO

El 25 de Octubre del 68, el marqués de Caxfas mandó abrir


un camino por el Chaco, empezanao frente a Palmas, y !aliendo
al puerto de San Antonio, después de atravezar el río Negro o
sea el brazo principal del Pilcomayo.
Con esos trabajos, el enemigo amenazaba de muerte a nues.
tro ejército, envolviendo completamente nuestra linea defensiva
de Piquisiri." ·
El 19 de Dlciembre, los ejércitos de la triple allanza, acam._
pados en Pa1;mas, en vez de .atacar nu~stra p01Jición de Piquisirí,
por su frente, dejandQ utta pequefl.a parte · de sus fuerzas en
Palmas, ma.r:charon por -el Chac!> como 29,000 hombres dé las
tres arniás, y repasando' el río Paraguay, frente· a San Antonio,
el 5 del mismo mes, desembarcaron un ·poco más abajo .en Tororó
en cuyo rincón acamparon.
COMBATE DE TORORO.
En vista de este desembarque, y siendo necesario un pronto
nconooimiento, para conocer el verdadero punto ·ae
ataque, il
Generál ·Francisco :Wdoro Resquín 89

M11.riscal López mandó preparar ·una división de cinco mil hom"


brea de las mejores tropas, a las órdenes del Geñeral Caballero,
con el encargo de ocupar aquella misma noche la posición más
ventajosa en las inmediaciones del puente Tororó, para caer
sobre el enemigo a la madrugada del siguiente día.

El 6 de dicho mes de Diciembre, al amanecer, el general Ca.


ba!lero mandó atacar a las fuerzas enemigas, amontonadas en
Ía estrecha. rinconada del Tororó, trabándose €11. seguida. el más
encarnizado y sangriento combate.

Tres horas duró la lucha, sin que el enemigo pudiera des.


arroJarse con prontitud en aquella estrecha posición, y snfrien. ·
d.o, por lo mismo, el empuje de la división atacante, con grandes
pérdidas.

Después que el enemigo logró flanquear con numerosas fuer..


zas de caballería la izquierda del puente del To~oró, el general
Caballero tuvo que retirarse por el camino de Villeta, hacia el
arroyo de .Avahy, para o·bservar ·los movimientos del enemigo,

Nuestras. pérdidas en aquella gloriosa acción ascendieron a


13 oficiales y 317 soldados muertos, y 29 oficiales y 757 solda~
!los heridos.

Las del ejército aliado se calculan en más de dos mil cad8.


veres, sin contar gran número de heridos.

COMBATE DE AVAHY

Desde Abahy contramarchó Caballero a tomar posieión en


las cercanías del potrero de Valdovinos, con motivo de haber
acampado el ejército enemigo en las alturas dé la ca.pilla Ipax:.é.
El día D, los enemigos marcharon al puerto de Ipané, con el
fiR de imcorporarse a una gruesa masa de. caballería que había
pasado del Chaco, en cuyo meTimiento tuvi¡:¡ron que s-ostener
fuertes gu:errillas sen nuestras tropas.

Habiendo rooibidn el citado general ·orden del m~dscal para


.ocap¡u- _la ~ierda do Avally., aq\Ullla, misma. Jl.Oell.e omnplió la
90 Datos ·Hfst6rlcrnJ de la GU,erra d~l Paraguay

orden, reorganizando en lo posible ·su división con un batal:ón


más que se encontraba de guarnición en Villeta.

El 11 fue atacado el general Caballero, trabándose rueva.


mente rn lucha encarnizada, por más de dos horas; pero rod"ado
por los numerosos enemigos que lo asediaron, no pudo sostener
el combate, ni siquiera librar sus fuerzas.

Milagrcsamente pudo salvarse él, con un ayuc1ante pues el


coronel Serrano y el comandante González, .con todos los oflcia.
les y tropas, quedaren prisioneros.

(!ara les costó, sin embargo, la acción a lC's aliados, pues e'l.
~re muertos y heridos, se calculan en mil qutnien+as las rérdidas
que sufrieron, figurando entre los heridos el general Os:Jrio, con
varios jefes superiores.

CAPITULO XVIII

COMBATE EN PIQUISmi E ITA IBATE

Desrllés de loR sucesos de Avahy ya no le quedó otro recur...


so al ejército paraguayo que sostenerse a la defensiva en las po..
slcion.es de Piquisir! e Itá.Ibaté, sin otra perspectiva· que la que
podían ofrecer trece mil hombres que nos quedaban, amenazados
por un número tres veces mayor, de fuerzas enemigas.

El 21 de Diciembre de 1868, los ejércitos de la triple alian.


za marcharon en dos co1ull"nas desde Villeta, para i:omar la de.
rE\cba y retaguardia de nuestra línea de Piquisiri, y con tanta ra .
. pidez nos atacaron, que ni tiempo nos dieron para hacer uso diJ
n1,1estros cañones.
Después de algunos encuentros parciales, los enemigos. rom.
'Pieron la derecha y centro de Piquisirf, y nuestras tropas en com.
pleta confusión, se replegaron en Angostura cayendo gran ntl:.
mero de prisioneros, con veinti'dn cañones, en poder de los aliados.
El Sargento mayor ·sous, que mandaba la izqu.ierda de la
.lfnea,,se ·conservó .en su.. paesto, rechazando a. los enemigos,_. me..
GcMral.FranOisco Isidoro Resquía fjf

dlante ·refiidos-cóinbates. Entonces el m·arlscal L6pez dió orden


a aquel valiente jefe de retirarse, replegándose a las fuerzas de·
Itá Ibaté, y así lo hizo, salvando una parte de su artillería. Por
esta acción tan distinguida, el mayor Solls mereció el grado de
teniente coronel.
A las 11 del mismo día 21, una colum11a de caballería ene.
miga salió de Villeta y se Introdujo en el Potrero Mármol, por la
retaguardia de las trincheras de Itá Ibaté, apodérándose de· tres
mll cabezas ~e ganado de consumo, que teniamos en pastoreo, y
cuyos animales arrearon inmediatamente para Villeta.
A las 3 de la tarde del indicado día los aliad0s !lelieron de
Villeta En dos gruesas columnas, dirigiéndose al centro d~ nues.
tra ·Ifnea de Itá Iba té una de ellas, y la otra· sobre el flanco b...:
quierdo de la misma linea.
En el acto que empezó el ataque sobre les puntos amenaza.
dos, el mariscal López, que mandaba personalmente la línea, or,.
denó que se hiciera 'una descarga cerrada con toda la artillería y
fasilería, trabándose en seguida un sangriento combate hasta la
puesta del sol •
.Al fin el enemigo se apoderó d·e la batería del centro, y per.
siguiéndonos en el interior de nuestras trincheras, muy pocas de
nuestras faerzas pudieron escapar, pues eran exterminadas a sa.
ble, lanza y bayoneta.

En el ataque de la izquierda, faeron también rechazados los


enemigos por dos veces, quedando montones de cadáveres. Du-
rante es~e combate, el reducto que teníamos en Angostura fue
sitiado, para cortarnos la comunicación con Itá.Ibaté..

Empefíados los enemigos en sostener la parte de trinchera


· que habían conquistado a costa de tanta sangre, en la misma no.
che del 2.1 reforzaron sus tropas, comenzando desde entonces un
cañoneo lento, que continuó sin cesar, durante el día y la noche,
hasta la mafiana del 2'1'.
En esas sangrientas acciones del 21, hemos tenido una baja
de cerca 4e ocho mil. aombres, entre jefes, oficiales y eoldadoe
muertos, herictos o prisioneros. Entre los heridos figuraban los
croroneles Montiel, Avalos; Valoy; Rolón, Rivarola, Sosa y coman.
dante Macil~l, y entre ,los muertos, el coronel, coñiand<tnte c!e la-
escolta, don Felipe Toledo, y el comandante de artillería Ba..
llovera,

CELEBRE INTIMACION
El 23 de Diciembre, el marqués de Caxias dirigió· una nota
1tl mariscal López, e"id.gl"éndole la deposición de laFJ armas denfJ;"o
de doce .horas, para evitar más inútil derramamiento de Eangre,

:f en caso contrario, haciéndole por ello r€sponsable.
El mariscal contestó a esa intimación como c'Jrres·pondía a
una nación libre e Independiente, cuyo documento debe obrar en
poder de los enemigos del Paraguay.

Por ventura tAnJan der~r.llo los autores de tan injusta gae.


·rra, para dirigir apremios de esa naturaleza,

Qué es lo que pretendió la triple alianza con la notificación


de rendición 1 Son eilos· acaso los autores de una guerra justa
de prapia defensa de incuestionable derecho y Nó mil veces! Los
poderes de la. inicua triple alianza por el tratado secreto del 1'->
de Mayo de 1865 firmado en Buenos Aires han consignado traer
la injusta guerra de usurpación de los territorios del Paraguay
y el exterminio de sus poblaciones para haeeree de títulos q11e
nunca· tuvieron de esos territorios tanto tiemPo cuest1onados por
los gobiernos brasileiío y argentino. Por ve'ltura. tenían derecho·
los a~cres de tan injusta guerra para dirigir apremios de esa
naturaleza?

CAPITULO XIX

REFUERZOS DE TROPA~

El 24 de Diciembre de 1868 llegaron al campo de Itá.Ibaté


pequefi.os refuerzos de tropas de los departamentos militares de
Cerro León, ·caapucd y el paso de Ipoá, cuyo monto total aseen.
4ta a müaeiseieiltos 4omb;res de 1!1-fan.teria y eaballer!'
f1enerai Francisco ísbioro iiesqufn

Con estas fuerzas se organizaron algunos cuerpos diminutos,;


y quedó con ellos compuesto todo el ej4rctto de cuatro mn hom.
bres, sobre la línea de Itá-Ibaté, con excepción de la g.uarnición.
de Angostura cuyo jefe tuvo la orden del mariscal López para re_
plegarse a las fuerzas de Itá-Ibaté abandonando la artillería pe....
sail~> i!~ aquella batería;

En la misma noche del día 24 el mariscal López mandó con.


tra. orden al comandante Thompson, jefe de aquella ¡-uarnici6:ll,
para qu~i dejass de mover las tropas de Angostura..

BOMBARDEOSOBREITA3BATE
A las siete· de la maiiana del 25 de Diciembre, los ejércitos·
aliados empezaron, con cincuenta cañones, a bombardear el ca~
pamento de Itá-Ibaté, cuyo bombardeo duró sin intarrnpción, has
ta la puesta del sol.
Enérgicamente fueron correspondidos por teda la artillería.~
de nuestra línea, mediando al mismo. tiempo fuertes descargas
de fusilería que nuestra infan~ería hizo desde el centro de nues.
tras trincheras sobre el enemigo.
En la noche de dicho día H se desertó de nuestras filas t•l
sargento Valdovino, quien, pasándose al enemigo, le informó de
nuestras posiciones, indicándole el punto más d~bil, y a:O.n gui¡¡u.~
dolo al ¡Í.taque del 27~

ULmto COl\ffiATE EN ITA.JBATE


El ejército llaraguaro destrozado en los Q~filbat•s del 21 es.
peraba aún combatir a sus enemigqs de ,la t.ripl~ a.lia;nl!la con lll.
fuerza .de cuatro mil hombres y muy poca IU'tilleda .pe:r babera~
desmontado la mayor parte de los cai;íones que tra.pajaron el 21
en el ataque del centro.
En efecto, a las seis de la mai'íana. da dieho día 2'1 dé Di.
ciembre de 1868 los ejércitos aliados bomJ>ardearoJl cop. UJla Uu. •.
-via .de niomo y hierro toda la li~e~ de Itá-Ib.Até, y poco después
atacaron con todo su poder la derecha de aquella line~~:, defendid@o
por una baterfa de cuatro cationes que mandaba el
mayor Adolfo
Saguler, cuya batería protegfan algunas fuerzas de caballería e
infantería,

A los primeros ataques del enemigo, fueron arrolladas esas


fuerzas, y el mayor 'saguier, convertido en pril!ionf.ro, que al día.
siguiente se convirtió en o-ficial del ejército aliado, persiguiendo
a sus conciudadanos hasta ~an Joaqli¡n, y mereciendl.l por estos
servicios contra sa patria; el grado de teniente coronel de las
fuerzas enemigas.
Este jefe ha sido uno de los fiscales nombrados por el ma..
riscal López en San Fernando para entender en la causa formada
a los reús políticos, y en dicho empleo siguió hasta que &n el
curso de los procesos fué citado por el general Bruguez como
escribiente suyo, que le había servido anteriormente por mucho
tien1po. ,
Debido a esta circunstancia se le redujo a prisión y se le to.
lnó sus declaraciones con los apremios que aquelllis fiscales em.·
pi;;aban con dichos reos políticos, y no encontrándosela causa, se
puso en libertad al mayor l:!aguier.

El mariscal López, que de cerca presenciaba la triste escena


producida por la retirada de sus tropas, mandó algunos jefes
para contenerlas y dar frente al enemigo que iba persiguiéndo.
las; pero todos los esfuerzos han sido inútiles: el Pánico y la con.~
fus1ón se habían apoderado de ellas, y la derrota se hizo inevi.
table.
Ea.tonces el mariscal López llamó al general Resquin, y ha.
ciéndvse acompañar por su estado mayor, y entrando por una
picada en el Potrero Mármol, siguió al paso del arroyo Yuquitf,
donde, poco antes de Ue.gar, .fu.é perseguido por fuerzas de caba.
lleria, hasta el mismo pa¡¡¡o,

Allf ¡¡¡e detuvieron los perseguidores, debido tal vez a la pre.


aencia del ministro Caminos, que se hallaba a la vista cerca dsl
cerro ·de Avahy con dos mil quinientos hombres de las tres ar.
mas, que habían venido de la Asallción, por Paraguarí, a incor.
porarse al ejército nacional,
En -seguida el mariscal Ló¡;:ez hizo destacar· una fuerza· .d~
observación, frente al paso de Yuquiti, y él marchó p~r Yagua.:.
· rón a Cerro León, a donde llegó después de ponerse el sol el
mismo día 2 7.

El 3 O de dic~o mes, los jefes, offia!es y tropas de la guar.


nición d_e Angvstura, tuvieron que r¡ndirse, como conse:cuencta
de la derrota de Itá Ibaté. ·.,
Esa guarnición se componía de 1.200 hombres y quince ca.
ñones, con sus correspondientes dotaciones d¡;¡ guena.

CAPITULO :XX

RECEPCION OFICIAL EN ITA.IDATE

El día 2 de Diciembre de 1868 fué recibido oficialmente por


el gobierno del mariscal López el general don lVlartin J. lVIe
1\iahon, nuevo min~stro diplumáLico de Norie América, €.1 cual se
retiró poco después de los combates del 21 a la capital proviso.
ria de Piribebuy a donde permaueció algún tiempo y dt::sue alU
regx·asó a su pais nata! úejanJ.o en el .k'arag11ay muy lisoujeroiil
¡•ecu.erdos por su. honrosa Il:lOdestia y !ino t1·ato de caballero.

SAQUEOS EN LA ASUNCION

Después de siete días de continuos combates, 71 triunfantelt


los ejércitos aliados en las alturas de Villeta, marcharen a !a.
Asunción sobre los cadáveres de los nobl€s hijos del Paraguay,
que palmo a palmo venían defendiendo la integridad y la Gignl.
dad de su patria, sin otra recompensa que la satisfacción Qe cum.
plir un deber,

El 5 de Enero de 1869, ocuparol1 dichOs ejércitos aquella.


ciudad, al mismo tiempo qlJ.~;¡ la capital provisoria de Luque,
enarbolando en ambos puní.os sus banderas,

Como las casa!l de la. A~:~unción tenían cérradás ·sU!! puertas,


fueron abiertas con hachas y barretas1 sacando de los depósitos
M Datos ltlstóricos de ia GuetTa del Paraguáy

mnlal'es de tercios de yerba, fardos de tabaco; suela y cnar.os


vacun:os, para embarcarlos.

No <lontentos con semejantes saqueos, ventanas, mueble!:' y


hasta ropas, arrebataron, llevando los saqueos a los departamen.
tos de Itá, Yaguaron, Itauguá, Capiatá y Luque,

Tal ha sido la. conducta de los al~ados, en cuanto tuviE.rOll.


oportunidad de saciar su ambición.
Preguntamos a la triple alianza: Qué es. lo que han conse.
guido en la guerra injusta, de usurpación de unos peda,;os ae
tierra y Qué ha perdido y sufrido la triple alianz!\ en la injusta
g11erra que ha traído al Paraguay usando en allá de todos los
medios proscriptos y repudiados pÓ~ la civilización, por la huma...
nidad y por Dios? Ha conquistado sobre su frente y su historia
el sello de la infamia,
Segunda Epoca

PRIMERA PARTE

1869 a 1870

CAPITULO I

REORGANIZACION DE NUESTRO EJERCITO

Hallándose el mariscal López en Cerro León, con. dos mil


quinientos hombres de las tres .armas, a las órdenes de los gene_
ralea Caballero y Resquin, y siendo éste todo su ejtSrcito, resolvió
llamar a todos 1011 ciudadanos capaces de emPuñar un fusil, para
engrosar las filas de aquel.

Con una brevedad admirable se reunieron los patriotas, en


su mayor parte heridos en la catástrofe de Itá:.Ibaté, quienes atril:
vesando a nado la grande laguna de Cahañavé, y sin parar en
peligros, se reunieron de nuevo a sus compañeros de armaa.

Ast fornutrón la baSé del ejército paraguayo en. el canípo de


a
Cerro León para entrarse de nuevo combatir a la ·orgullosa írL
~ pie alianza confabulada en el crimen de una injusta guerra de
\lsurp_ación de los territorios de la nación paraguaya,

Del mismo modo corrieron presurosos todos los ciudadanos


de los partidos de la otra parte de las cordilleras hasta Villa Rica.
para compartir con sus compatriotas veteranos reunidos en Cerro
León los penosos trabajos de la campaíia que da- nUéVo se va a
abrir, haciendo frente a las ambiciones de la triple alianza.
68 batos :llist6ricos de ia Gn(!,rra del ~aragrtáY

OOUPACION DEL PASO DE LA CORDILLERA DE AZCURRÁ

Desde el lQ de Enero de 1869 empellaron a concurrir nuevos


elementos J?ara defender la in~epe~úeiJ.cia nacional, y al 30 del
mismo mes ya se hailaba reguiarmente organizado un ejército
de trece mil hombres, r.on lb piezas de artillería ligera, y otras
tantas de plaza.

Entonces el mariscal Lépéz ·marchó con el grueso del ejér~


cito a ocuLlar el paso de la cordíllera de Azcurra, dejando en
Cerro León una guarnición de seiscient.:.s hombres, al mando
del coronel S'osa.

En la co!·dillera extendió la linea defensiva a la derecha has.


ta el pas9 de.. 4-tirá, y ~n su altura, frente al ¡Jaso del arroyo
Pirayú, colocó ú.IHt vanguardia ·de caballería, mandacia por el
general Caballero.

A la izquierda de dicha linea estableció r:~. capital· provL


soriá.; en Firibebuy, donde levantó una trinchera defendida por'
dos ·mn hombres de infantería y 18 de ·cañones, al mando deÍ
teniénte ·cor.onel Pablo ·caballero.

Poco tiempo antes de los sucesos del 21 de Diciembre, ha..


bia sido ya decl~.rada capital de la. República la ·capilla de Pi.
tib.ebuy, trasladándose a el!a de Luque el vice.:..presidente de ia:
R~pública don · Francisco Sánchez con sus minístros ·y · demáa'
empÚiados· civiles, con los depósitos públicos, el tesoro, el ar.
ch1vo y una porción de alhajas de or.o y plata pertenecientes a.
1a"s igiesias. de la· AsunéióiÍ,

:Eln ·este mismo tiempo se mandó trasladar el arsenal· da


la Asunción. a la Capilla de Altcs por la laguna lpacaraí, aban..
dorrándose la mayor parle de los útiles en las playas de dicha
lagun.á. por faita de atención al conducirlo,. quedar;do aband(}_
nado también por la misma causa grandes ·partidas de yer-ba·
mate ·Y tabaco en la estación· de 'Iacuaral y Pirayú, cuyos ar:
dculos se mandó transportar en carretas una parte en el ejér.-
cito de· Azcurru y la otra en los depósitos de Piribübuy.
flenel'ai. i\oancisco tstdoro Resqufn

El mariscal López mandó al general Resquín para hacer


conducir y establecer en Caacupé una fahdici6n con los útiles'
del arsenal de la Asunción, que se hallaba!!. en Altos e 1:".Paca..
raí, lo que inmediata.mt:n•e quedó cumplida esta orden y· en
poco tiempo se fundieron en Caacupé 18 obuses cortos de bron.
ce y 2 cañones rayados, calibre de a 3 !para uso de !a caballería.,
cuyos trabajos se llevaron :~ cabo baj9 la dirección del capitán
Thompson y el alferez Ginienos, ambos: paragaayos.
• 1

Desde el 5 de Mayo de 1869, principiaron sus nuevas ex.


cursio~:es los ejércitos de la triple alianza, que ocupaban la
Asunción, internando fuertes partidas; desde Patiño..cué hasta·
la jurisdicción de Ybicuí, cometiendo las mayores atrocidades
en los saqueos practicadGs en las capillas de Itauguá, Capiatá,
Itá y Yaguarón.

ESTABLECil\IIENTO DE miCUI Y SU ASALTO

El 17, del mismo mes fue asaltada dicha jurisdicción, y·


una vez derrotada la tropa que la guarnecía, los en.emigos hi...
cieron grandes destrozos en aquel establecimiento, llegando }las.·
ta el extremo de degollar a tres de nuestros oficiales, que des.
graciadamente fueron tomados por aquellos bárbaros.

A1 mismo tiempo, la ese:uaelra alia~a haeia tamliién sus ex.


ploraciones por el río Paraguay, arriba de la Asunción, persi.
guiando a seis de nuestros vapores, l~s cuales entraron· en el
ri9 Manduvirá y echaron a pique und de ellos, el Paraguari,.
con el fin de estorbar la persecucién d4 los demás, en. virtud d~:

•• ser sumame.:te estrecha la desemboca¡ura de dicho . río •.

Debido, pues a esta operación, los¡ buques enemigos tuvié.:


ron que retroceder, y los nuestros lleg¡¡.ron hasta frente la ca_;_,
pilla de Car.aguatay por el río Yaqui,j con una guarnición de
180 hombres y 18 piezas de artillería!

Poco después dichos buque& fuerQn inutilizados y Jos ca.


iiones y las tropas transportados al tmpamento de Azcurrar
1
fM batos· mstóii.cos dé ia óU.erra det Paraguay

dejandose aO .ho.mbres con un oficial .en uno de los vappres,


para. cuidar los demás, hasta nueva determinación.

ARRmO DE LOS BUQUES ENEMIGOS EN l\IANDUVIRA

El 21 de Abril, tres de los acorazados enemigos, con dos


vapores chicos, remontaron el Manduvirá hasta frente a la ca..
pilla de Caraguatay, con la idea de apoderarse de nuestros va.
pores, varados· en aquel puertO:

El marisca:! López, fuandó inmediatamente de Azcurra an


batallón de marina al mando del capitán de fragata don RomuaL
do Núñez, para incorporarse al regimiento de caballería, que ex.
ploraba la costa del río Yaqui, con prevención de obstruir el
pa:so de Jeca.yó, o cualquier otro estrecho, para apresar los acora.
zados enemigos que a falta de agua, se entretenían en soLdar
el río.

El capitán Núñez, hizo. todo lo posible para cumplir la or.


den, echando al río carr.etas encadenadas, y sobre ellas piedras
y trozos de palos frescos; pero vino una' lluvia fuerte y continua.
da, y el río creció dejando paso a los acorazados, qu.e sin pérdi.
da de tiempo emprendieron la marcha, bajo los fuegos que de
tierra le hacia L.ilestra tropa, sin que se le causara. daño alguno.

OOUPAOION DE PIRAYU

El 25 de Mayo de 1869, los ejércitos de la triple alianza oou.


paron la capilla de Pirayú, al mismo tiempo que la estación de
'l'acuaral, atrincherado il1mediatamente dichos puntos,

Era entonci!S' el general en jefe de los ejér<!ito8 el conde


D'Eu, que había relevado ·al marqués de C'axias en el mando,
después de sus triunfos en Villeta.

EL GRlTO DE LA INJUSTICIA

Verlfteada la ocupación; el mismo dia 25, el generaf cbn


Emilio Mitre, jefe del ejército argettino, eil el acto de- entre.
General Franciseo Isidoro Resqum 101

gar las banderas a las· legi-ones paraguayas, le leyó la siguiento


proclama:

"Paraguayos: En el nombre de Dios Omnipotente, árbitro y


aeñor de los destinos de las nacionEs, acabáis de recibir y jurar
la bai.:dera de la patria, que en adelante flameará en nuestras
filas, impelida por las suaves brisas de la libertad que los alia_
dos ansían ver establecida en vuestro hermoso país.

"Legionarios! Una espantosa tiranía oprime ·hoy a vuestros


c,omp.atriotas. Nada hay sagrado para el bárbaro tirano de vues_
tra patria; mujeres, niños, ancianos, todos caen bajo su feroz r.u_
chilla, cuando no los hace perecer en la miseria y en el desampa_
ro arrastrando la población en masa a su campamento, donde,
mientras él pasa la vida en la abundancia, las infelices familias
mueren de hambre, de necesidad y abrumadas por el trabajo o
por el bárbaro trato que reciben.

"Soldados! Ante el espectáculo de las desavenencias que


afligen a vuestra tierra, sería preciso no tener sañgre en las
venas, para que no e)>tuvieseis decididos a combatir con bravur:~.
por el honor de las banderas que habéis jurado en bien de vues.
tro P<tis y. de todo el pueblo paraguayo, que gime y llora ba_
jo el látigo sangriento del déspota, suspirando por su redeñción.

Camaradas! Pronto estaremos frente a los restos que le


han quedado a López, después de las sangrientas y repetidas de_
rrotas quB le han hecho sufrir los ejércitos aliados que han com._
batido con constancia y denuedo, para dejar al Paraguay libre,
·feliz e independiente. Allí os tocará a vosotros una parte de las
fatigas y peligros que tendremos q11e arrostrar, y tendreis la
ocasión de hacer brillar vuestra inmaculada bandera, haciélldo.
la flamear al viento de la victoria de la gloria y de la libertad.
Paragaayos ! Viva la República del Paraguay, _ E. MITRE".
El titulado redentor del Paraguay, general E. Mitre, al tiem.
po de remachar las oprobiosas cadenas a los infelices paragua.
yas que tuvieron la desgracia de caer prisioneros én poder del
ejército argentino, tuvieron que tragar la amargura,· pues se les
forzó a. jurar y levantar li bandera de su patria contra su mis~
i02 Datos IDst6ricos de la· Guerra del Paraguay

ina patria, combatiendo a sus conciudadanos, la 'libertad y sobe_


ranía nacional.

No son comprendidos, como es natural, entre los forzados a


que me refiero, los miembros del comité revolucionario fundado
en Buenos Aires por paraguayos renegados al iniciarse la mons_
truosa triple alianza, los cuales fueron a pedir de rodillas a los
gobierno brasileros y argentinos el exterminio del Paraguay.

El mariscal López, Presidente del Paraguay, inmediatamente


hizo su protesta contra el hecho inaudito de levantarse la bande_
· ra paraguaya en las filas enemigas, cuya nota fue dirigida al
conde D'Eu, general ·ael ejército brasilero, creyéndoseTe coman_
dante en jefe de los ejércitos de la triple alianza, que estaban
atrincherados en Pirayú, el cual contestó que él no era el gene...
ral en jefe del ejército aliado y que solamente de las fuerzas
brasileras. Asf no es extrafio que los argentinos hayan cometido
un tal hecho reprobado por los derechos. de una guerra interna_
cional y mucho más por la civilización del siglo XIX,

TRAICION CASTIGADA

A fines de Mayo del 69 tuvo noticia el mariscal López de que


el jefe de milicias de Horqueta, y los vecinos de Villa Concepción,
José Núñez y su hermana Agustina Núñez, presididos por el cura
Policarpo Páez, se habían embarcado en los ácorazanos enemL
gos, proponiendo al jefe de ellos, en nombre del comandante de
la precitada Villa, Juan Gómez de Pedrueza, no solamente poner
a disposición de los aliados toda la guarnición de aquel punto, si
no también los ·medios de movilidad que pudieran precisar para
sus operaciones, si se obligaban a respetar todas las familias de
Concepción, al ser ocupada por las fuerzas de la triple alianza..

En cuan:to el mariscal recibió el aviso de tan infame pacto


de la más negra traición, que cortaba a nuestro ejército sus úL
timos recursos por sus mismos hijos; inmediatamente el mariscai
López despachó a un jefe bárbaro llamado Jo11é Benftez, Sargento
Mayor de caballería, con orden expresa de tomar preso al coman-
dante .Pedrueza y de averiguar ei hecho denunciaM, según las ptL.
. ·. . ; General Franclko .Isidoro Resq'Uin : · 103

blicaciones aparecidas en los diarios de la Asunción y averigual'\


lo que hubiera de cierto respecto al hecho atribuido al .Padre:
Páez, al jefe de milicias Ayala y al vecino de la Villa Concepción
José Núiíez ~ su hermana, que llevó co~:sigo al enemigo.
l'ero el mayor Benítez,. consecuente con sus antecedentes,
entró e·n Villa Cm~cención, olvidánclos(l. 0 prescindiendo de las ór
denes que había recibido, y sacrificando a muchas familias y una
gran parte .de la gtÚtrnicién, ultrapasando a~f las órdenE'S de ave.
riguilción que tel~ia consignada para informar al gobierno nacio~
·nal dé lo que rea'mente había m aquella desgraciada población'
por la cobardía del coma>:clante Pedrueza.

Tales desórc'.,nes, que' importaban un desacato, motivaron


que el mayor Benítez fuera remitido con una barra de grillos al
campamento de Azcurra, para ser juzgado por sus arbitrarle_
dad es.
Pero en este intermedio, el ejército. nacional se puso en mo.
vimiento, efecto de los reveses sufrido en Piribebuy, y en el monte
de Caraguatay, cayó prisionero Benítez en poder de los enemigos
clrcunst~nci:;. <i.ae le privó de recibir el castigo qu.e merecía su
culpa.

00!\ffiATE EN TUPIPITA

Los generales de la triple alianza, después de la convención


que tuvieron con sus comandantes- de marina, los cuales se pu·.
sieron de acuerdo para ocu11ar la posición de Pan de Azúcar, te_
rritorio paraguayo r:tituado en el alto Paraguay, tomada. este pun.
to, en combinación con el cobarde comandante de la Villa de Con .
.•
,.,..,
capción Juan Gómez de· Pedrtieza, ocuparan tamliién sin pérdida
de tiempo esta Villa con fuerzas bastantes para impedir las reme.
sas 'de ·ganado, que para el· consumo ·del ejército nacional ·ácam.
pado en Azcurra se le remitía de aquel punto.

El 30 de Mayo de 1865, antes de amanecer, filaron atacada!!


nuestras tropas, qué ee encontraban en: Tupipitá, jurisdicción de
la- Villa 'de: S!Ln Pe.dro¡ al tna¡:tdo ..del &a.rge¡:tto m.ayor;Gal~no, Y.
:1:94 Datos Hbtólicos de la Guerra. del Pa.raguar

cuyas tropas se componían de mil trescientoa hombres de las tres


armes,

El 2& del mismo mes, ya Galeano sabia que iba ser atacado,
porque el traidor Rojas, que servía de baqueano al Anl'lmigo, ha.
bfa anunciado el ataque a. las familias de Villa Sa.n Pedro, pronos.
ticando la derrota de aquel,

Como Galeano también Rabia que era considerable el núme.


ro de atacantes, se puso en movimiento, con el fin de tomar el pa.
so del arroyo de Aguaray grande, y colocarse al otro lado; pe~o'
antes de conseguirlo, fue alcanzado y completamente derrotado,
con pérdida de más de 300 hombres y toda su artillería, replegán.
dose ·a las fuerzas de Tacuatf, jurisdicción de Viiia Concepción
Desde este punto regresaron los enemigos para operar por la
Villa de San :eedro sobre las mismas fuerzas del mayor Galeano,
Inmediatamente a este· triunfo, fueron humilladas todas las
~obres familias. que. se hallaban _en aquella jurisdicción por los
soldados desordenados de la triPle a:Iianza que no respetaban ni
el sexo débil ni a los jóvenes para cometer sus avances sodomftL
cos y violaciones de las mujeres a la vez de un espantoso saqueo
de cuanto tenían aquellas desgraciadas; llegándose hasta apodl1'.
rarse las tropas de la triple alianza (esto fué por deliberaci'ón de
sus respectivos generales) de las familias que con lágrimas de
desventura fueron conducidas al campamento enemigo,

Can el objeto también de impedir las remesas de ganado pa.


ra el ejército paraguayo en los primeros días del mes de Abril de
1869, ocuparon los aliados Villa del Rosario, El número de estas
fuerzas era considerable, compuesto de las tres a."rmas.

EL ATAQUE EN SAPUCAY

una guardia de observación, compueBta de se~~enta. y· cinr.,


hombres de infantería al mando de un capitán con dos oficiale..'l
subalternos se hallaban en los desfiladeros de la carretera d'!l
Sapncay, cami'n-o que sigue de Paraguarl a V1lla Rica, cuando el
primero ·de Junio de 1869 ru.é atacada Rf!Uella guardia por una
gruesa iivisión de las tres a.rma.s de íos ejél'citoa q'lle la. alianza
General Francisco ISidoto Resqtdn íO~

ten-ía acampadoy á+rincherados en Pirayú, a las órdenes de sus


generales orientai, argentino y brasilero.

A pesar de lt-. superioridad del número con que los enemigos


llevaban el ataque, nuestra guardia le ofreció una enérgica re.
sistencl~ en el punto que defendían, pero en vista de la inmensa
superioridad del enemigo, hizo su retirada. hasta tomar otró des.
filadero más estratégi('O ane ofreció el frente de un arroyo entre
Sapucay y la capilla· de Ibitimí.

Tomada la nueva posición, nuestros soldados combatierPn


con verdadero denuedo a los enemigos y tanto· en este punto co.
mo en el desfiladero de Sapucay dejaron los a1iHdos 82 <'adáve.
res. sin poderse pre<'tsar el gran número de heridos, que regresa_
ron a sus campamentos.

Por nuestra parte, las tropas de la valerosa guardia perdie_


ron 23 de tropa¡¡ coi1 un bravo Oficial, siendo los heridos 17 de
tropa· que pudieron replegarse a las fuerzas iie Hi capital proviso.
ria de Piribebuy,

CO:l\ffiATE DE . miTIMI

Después de recibirse los partes en el campamento general de


Azcurra de la guardia de observación establecida f'n Sapucay, el
. 6 de junio del: mismo año, el mariscal López mandó preparar
una división de cin-co mil h{)mbres. de las tres armas, confiando
el mando de dicha fuerzas al general Caballero, con los mejores
jefes con que contaba.

El objeto de esta división. era proteger a las familias de Ca.


rapeguá. Acahay y Quiindy, las cuales, lo mismo que sus intere_
ses, sufrían toda clase de humlllaciones y saqueos por parte de
las tropas aliadas.

·ti) Marchó el general Caballero sobre Ibitimi, de::~tacando de


paso una fuerza de trescientos hombres de infantería y caballe.
ría, al. manllo del mayor Manuel Bernal, en el desfiladero de Sa.
pucay, para disputar actuel paso, mientras el general operaba so •
. br.e l.ae fuerzas enemiga¡¡, que se. empeJ1a.ba. eu. ia.q~r y con.au.
· 106 Datos·· Histólicos de lA ·Guena del PMaguay

· cir de Ibitiiní e Ibicui ·a. la Asunción, más de dieciseis mil personas


de ambos sexos, asf I.o manisfestaron los malditcs libertadores.
El general Caballero con la división, confiada a su acendr!l.
·do patriotismo y la protecciÓn de las indefensas families para.
.
guayas,
. . dió
'
alcance a las turbas de la secreta triplE" alia 1.Jza al
mando del general Juan Manuel, el coronel Martínez y el coman_
dante Chananeco, entre las capillas de Ibitim:[ e Ibicuf cargad'"s de
los robos del saqueo que practicaron haciendo marchar a pie el
ejército de tantas familias desgraciadas y en ancas de sus caba.
Herías las mejores damas como p·resa de su barbarie .seguramente
para dar prueba de la civilización del siglo diecinueve.

El referido general Caballero, a la vista del triste espectaculo


de barbarie por los enemigos del Paraguay, mandó eargar lanza
y bayoneta a las fuerzas de la decantada triple alia!tza, recobran_
do como seis mil mujeres, entre ellas algunas jóvenes; cuya glo_
riosa acción costaron a la triple alianza 325 cadáveres y su com_
pleta derrota, siendo el comandante Chananeco con su coronel
Martfnez, extraviados del camino por los empujes de nuestros va.
lientes, ganando los fondos de los potreros del Tebicuarf Grande
a pie, de donde pudieron salvarse después que cesaron sus perse_
cuciones con pérdidas de todos sus montados y arma·s que les sir_
vieron más bien de estorbo.

El sargento mayor Bernal, destacado en el desfiladero de


Sapucay, después de fuertes escarmientos a los enemigos, que en
sus apuros hasta llegaron a ver cortada la comunicación con el
campamento de Pirayú, se replegó al generar Caballero, en el
cámpo de sus triunfos.

COMBATE EN EL PASO DE YU'rl

Con el fin de combatir a las fuerzas brasileñas, que al man_


do del general Portiiiho habían pasado libremente por la fronte_
ra de Villa Encarnación, el mariscal López mandó ocupar el paso
del arroyo de Pirapó, abajo de la capilla de Yulf, por una fuerza
de mil doscientos hombres de caballería, a las óraenes del c'<>ro_
·nel Ro:¡nero, quien llevaba . como segundo al comandante Berna.l.
General Francirco Isidcro Resqn.fn '10'7

Antes de llegar las· fuerzas brasUeñas al paso de Yuti tuvie.


ron tiempo los oficiales y tropas que :;:uarnecían la Villa de la
Encarnación de incorporátse a las del coronel Romero; habiendo
declarado al incorporarse que los brasileños habían pasado Ese
punto con consentimiento de su comandante y que por lo tanto no
hicieron resistencia.

Hallándose ya en posesión del paso el 22 de Jul'lio fue ai.a.


cado ·el coronel Romero por la arti:ler1.:.. del geneml Portinho,
euycs fuegos no pudo resistir aquél, y le obligaron a retirarse a
los campos de CaazaPá.

Después que !os brasileños hubieron pasado er paso. de Pirap6,


el coronel Romero hizo desplegar guerrillas y fue tiroteándole
por los campos de Caazapá a vanguardia de s-qs enemigos .que se
dirigían al paso del Tebicuarí Grande con muy malos elementos
_de movilidad, pues en la precipitación de sus marchas no pudie.
ron conseguir.

COMBATE EN EL FASO DEL TEBICUARI

Al amanecer el día 24, y cuando la división Portinho satis.


fecha, des.cansaba acampada cerca del paso de Jara la cesta iz.
quierda del Tebicuarí, fue atacada por las tropas del coronel Ro.
mero, quien las derrotó por completo, causándole cuatrocientos
. muertos, gran número de heridos 'y tomándole 382 c&.ballos y
3 3 7 animales vacunos.

Portinho, con los suyos, huyeron por los montes del Tebicua.
rí, buscando el paso de.Fleytas, ·para refugiarse en los acorazados
que allí estaban, como así lo hizo, salieudo inmediatamente para
la Asunción, y reuniéndose después a los aliadose en Pirayú, sin
correr mas riesgos.

Ell coronel Rosendo Romero en esta gloriosa accíón li.a per .


. di do (incluso en el paso de Y u ti) tres oficialee muertos y · cua.
renta y siete de tropa,
108 Da.tos lli$t6ricos de lB Guerra. del Paraguay

PRIMERA SECCION

CAPITULO II

EL SIMULACRO DE GOBIERNO EN LA ASUNCION

En el mes de Marzo de 1869. hallándose el ejército de la Re.


pública acampado Eobre las cordmeras de Azcurra, al mando del
mariscal López, presidente de la naci6n paraguaya, el cual venb
defendiendo durante cuatro a::fios la soberanía nacional.

En esta misma época hallábanse acampados y atrincherados


los ejércitos de la triPle alianza desde la estación de Tacuaral
hasta la capilla de Pirayú.

En este estado las operaciones militares.

Los ministros de los gobiernos aliados residentes en la ciu.


dai1 de la Asunción, teniendo a su disposición la tUJ'ba de los des.
naturalizados hijos del Paraguay, aquellos que formaron el comí-.
té revolucionario el cual empezó a funcionar en la ciudad de Bue.
nos Aires al iniciarse la guerra de la triple alianza contra el
Paraguay y los mismos que pidiéron de rodillas a los gobiernos
brasileñó ·y argentino la destrucción de su patria en bien de sus
intereses personales, comenzaron a preparar el gobierno que les
convinieran.

Utilizando debidamente Ios gooiernos aliados estos elemen..


tos de suma necesidad para implantar el g.obierno fantasma de la
República del Paraguay a fin de hacer tragar a Ja nación sin re.
pugnancia de todas sus partes las cláusulas del tratado secreto
de la triple alianza firmado en Buenos Aires el 1Q de Mayo del t.
año 1865, comenzaron a organizar dicho gobierno.·

Con este objeto los ministros de los gobiernos aliados pro. ti


digaron sus prot2cciones a lo ingratos paraguayos que con mano
armada engrosaron las filas de los ejércitos de la triple alianBa
contra su patria y a favor de intereses de poderes extrafios, em_
papD,n(lose en la sa.ngre generosa de sus conciudadanos que la
General ·F'rancisco Isidoro Besqufn ió9

vertían defendiendo palmo a palmo el ·suelo sagrado de su naci.


miento, pasando sin miramiento ·por ·sobre los cadaveres de sao~
propios hermanos por satisfacer la ambición que tenían de obte..
r;er los primeros puestos en el gobierno nacional.
Estos desleales e indignos del honroso nombre r.araguayo, se ·
reunieron en ia As11nción y después de varias couiereuc:.as coh los
de los poderes aliados se c~:;nvimeron y iormanin el "Club del
Pueblo" bajo la excius1va dirección ue esi.us moñs:.ruos paruda.
rios de la triple allanza: Jlian Francisco Decoud, Carios Loizaga,
lt'en1ado Iturburo, José Díaz de Bedoya, Saivador Joveua.t..vs,
Migu~::i Palacws, Bernardo Valiente, Mateo Collar y Cirilo R1va.
rota., vocales, Juan José Decoud, José Segu.:..do Decoud (hijo),
Pedro Recatde, Pablo Recalde, Bernardo Recalde, Cayo MUtos.
José Maria Concha, Benigno I<'erre11·a, José i}aspar Orteli.ado,
León Machafn, Francisco Guanes, .liufiuo 'raboada, Federico GuL
llermo Báe.z, José del Carmen Pérez y Pedro l<,ernández.

La referida comisión nombrada por mandato de los. poderes


de la triple alianza, se dirigió por nota el 29 de Abri.í. de 1869
aiite O.i->J.os pl10.eres coil el nn ue nomurarse uu gobi"rllo provi..
sorio en la Asunción para preparar la organización de los poue.
res pt!rlllane.utes de la !teJ,>úulica los ~,urues aeoian ce.eorar los
tratados de paz una vez terlllinada. la guerra contra el Paraguay,

Antes de contestar los aliaúos a la .citada no-.:a, uuo de lúl3


miembros del "Club del .fuehlo", Juan J o1:1é ;uecourl, .uizo su pr(}.
clama por escrito prosentando como caudidat.os del triun:vira'll
que debía formarl:!e en la Aswncion a Carlos .L..oiza.ga, Cüüo UL
varola y Juan Francisco Decoud, que según el manifksto "ellc;;s
fueron los intérpre~s del pueblo que lo levantaron &obre «us eolo.
sales hombros, y ellos los que dieron libertad, grandeza y prospe.
ridad a sus conciudadanos" hasta el:!te punto ha llegado el desoa.
ro de los verdugos de su misma patria. No contentos de ha.bel'
contrib11ido a la destrucción de la mayor parte de los verdaderos
patriotas, vienen hoy ostentando sus traiciolles para insultar al
heroico pueblo paraguayo con la ignominia de la naeva dictadura.
que pretenden formar ~;n la Asunción para combatir de nuevo a
su· patria formando. abierta alianza con los enemigos de. ella,·
iió · ,Datos :iñstóricos de ia Guerra dei Paraguay

· El 8· de Junio de 1869; contestaron los aliados la nota re.


mitida por la comisión del "Club del Pueblo" nombrando para
componer el triunvirato a Carlos Loizaga, Cirilo Rivarola y José
Diaz de Bedoya, este último en reemplazo de Juan Francisco De.
coud, que fue rechazado como miembro del provisoriato y nom..
brado jefe de polieia de la capital, imponiéndoles además los
aliados la condición de crear la dictadura en la A~un.cíón hasta
la terminación de la guerra con la obligación de proceder de
acuerdo con los gobiernos de la triple alianza; esto era de con._
formidad con el· protocolo del 2 de Junio der afio 69 que así lo
di:' terminaba.
El 11 del mismo mes de Junio, los miembros de~ triunvira.to
de la Asúnción, · contestaron a los poderes de la triple alianza
que en nombre de sus representados aceptaban todas las condi._
clones confeccionadas en el citado protocolo el 2 de Junio bajo
cuyas bases quedaban e!l el ejercicio de sus funciones, para rec.
tificarse solemnemente más tarde. Parece que quisieran decir:
según vayan nuestros negocios.

El 15 de Agosto de 1869, después de los sucesos de armas


en el asalto de la plaza de Piribebuy, en la que triunfaron los
aliados, los miembros del triunvirato de la Asunción por nota
oficial a t!UB aliados y -decreto a ·la población de la ciudad de la
Asunción, confirma a la omnipotencia de la triple alianza las
bases contenidas en el citado protocolo del 2 de Junio, quedan.
do desde entonces en pública ·alianza· contra el Paraguay coli.
los poderes enemigos.

De esta politica des~eal, odiosa y criminal surgió la divL


slón del pueblo paraguayo: el partido del poder extraño contra
el llOdero~o partido nacional. componianlo este último los hom.
bres que en sa!J,grlenta lucha defendieron la independbncia. ·Y so•.
be¡oania .de .la nación; holladas por tres banderas extranjeras•.

CAPITULO III

ASALTO A LA PLAZA DE PmmEnUY

L~ _plaza .4e Piribebuy se hallaba defendida por dos mil .


Generai Francisco istdoro ltesqufu üi

hombres y dieciocho cafiones a las· órdenes . del teniente coro.


nel d'on Pablo Caballero.
Y el. 12 de Agosto de 1869, por la mañana, fue atacada pbr
los ejércitos de la triple alianza, al mando del conde D'Eu,
El comandante Caballero recibió el ataque con heroica re.·
sistencia. Cinco horas duró la lucha; denodado el valor de niles.
G' tras fuerzas; pero al fin tuvieron que· ceder, ante el número,

Como una prueba de la defensa que hizo el comandante


Caballero, baste decir que al frente de su plaza quedaron más
de quinientos cadáveres enemigos, entre elios el del general
MeLa Barreto.
Por nuestra parte, lamentamos la pérdida del valiente co.
mandante Caballero, con dos jefes y ocho oficiales que tuvie.
ron la desgracia de caer prisioneros en la toma de dicha plaza
por las. fuerzas aliadas, cuyos generales mandaron que degolla •.
ran a todos ellos.

En vista de tan bárbara matanza y los crueles martirios


que se les sometían a los prisioneros, una parte de nuestras
tropas· pudieron ·escaparse milagrosamente ganando los moAteb
de aquellas inmediaciones,

Estos hechos de bárbara crueldad, imita la hecatombe de


Paisandú, pueblo de la República Oriental, donde se iD:iciaron
los aliados en su programa de crimen y exterminio, en cuya pla.
za fue asesinado por orden de los generales aliados el prisionero
de guerra, el noble general y comandante de dicha plaza, Lean.
dro Gómez, y varios de sus valientes jefes y oficiales.

Vencidos, pero no rendidos, quedaron nuestros valiet!tea an.


te el empuje del n(lmero inmensamente mayor que los atacó, apo.
derándose de la capital provisoria de la República, establecida
en Piribebuy,

La. pérdida de la. ca.pita.l provisoria de Piribebuy ha. causado


grandes perjuicios al ejército paraguayo, no solamente en sua
materiales de guerra sino que también de todo& Jos elementos de
ii2 Datos fust6r!'cos de la Guciora del :Paragúáf

su soste;nimien.to; el tesoro nacional, sus archivos, ·una partida


de arrobas de plata y oro labrado, éstas pertenecientes a varias
iglesias del Paraguay, de todo se apoderaron los aliados.

Más tarde, después de estos acontecimientos, se supo que


la parte que había tocado de estos despojos al ejército brasih;ño,
había hecho entrega al gobierno del triunvirato de la Asunción
por intermedio de su consejero el ministro del Brasil José María
Paranhos, · con prevenciones de convertirse en efer.tivo dichas ·
alhajas y su vawr emplearlos a favor de ras d~:.strozadas familias
paraguayas.

El gobierno del triunvirato de la Asunción confió en uno d<;~


sus miembros José Díaz de Bedoya, esta inversíón, y al efecto
baj,ó para Buenos Aires de donde mandó una cuenta con algunas
arrobas de carne salada y piezas de género al gobierno del triurr.
virato como resultado de dicha comisión; el mencionado José
Díaz de Bedoya desapareció completamente desde ese viaje del
gobierno como miembro del triunvirato de la Asunción, an.idán.
dose de nuevo en Buenos Aires, s11 antigua residencia desdlll mu.
cho tiempo antes.

Desde entonces .capitanearon en la negra dictadura de la


Asunción los aliados de la triple alianza Carlos Loizaga y Oirilo ·
Rivarola con su séquito, muy prontos a dar el último golpe so.
bre el cuerp·o ··de la vida social de su patria para arrojarla en el
abism·o insondable de la influencia extranjera, con tal de que
ellos ocupasen los primeros puestos públicos del Paraguay.

CAPITULO IV

RE'rffiADA DEL :EiJERC!'lO PARAGUAYO DE LAS


CORDILLERAS DE AZCURRA

El 13 de Agósto, a las 5 de la tarde, el tb.ariacal ~ópez dis_ " tf


puso abandonar el paso de la cordillera de Azcurra, y para el
efectO' dió orden de marcha .

. lill general .tl.esquin, que CóDianda.ba fll prime.r cuerpo del


Generai Francisco IsidOTo -ResquÍn

"'----
ejército, compuesto de ·seis mil setecientos hombres de 1as ·tres
armas, marchó en retirada aquella misma noche sobre la capilla
de Caraguatay.

El general Caballero, al frente del segundo cuerpo, com_


puel!to. de :otros seis mil hombres, también de las tres armas, fue
er.cargado de escoltar las carretas del parque y comisaria, hasta
el dic-ho punto de Caraguatay, comisión dificil y peligrosa, tanto
por el estado de flacura en que se encontraban los elementos <le
movilidad, como por tener que atravesar las dilatadas extensio.
nes del campo raso -de Barrero Grande.

El día 14, el mariscal López, con el primer cuerpo, formó


campamento en el boquerón de la carretera que conduce al mon_
te de Caraguatay; donde mandó ·levantar una trinchera, defendL
da por doce piezas de artiEería ligera, con mil doscientos hom.
bres al mando del coronel Hermosa y los comandantes Bernal y
Escobar, con el objeto de entretener al enemigo.

Después de haber dado las últimas disposiciones al respecto,


el mariscal maz·..:hó coa el ¡)rimer cuerpo a Caraguatay, donue
estableció su cuartel general a las ocho de la noche.

El 15, como a las ocho de la mañana, el mariscal dió orden


al general ·aesquín, para que, por conducto del jefe de milicias
de Caragua.tay, don José ael Rosario Miranda, y del párroco de
dicha capilla, don José Núfiez, notificasen a la muititud de fa.
milias -que iban acompañando al ejército, que volvieran a ocupar
sus hogares, bajo la protección del jefe Miranda que se qui3daría
con ellas en Caraguat~oy.

Muchas familias acataron la uotific¡tción; p-ero otras prefirié.


ron seguir al ejército hasta donde pudieran,

El mismo {lfa 16, el mariscal salió de Caraguata.y1 siemprG


<!on el primer cuerpo, e hizo acam¡;;ar a éste a la uerecha del río
Yaguie, en el paso de la Patria, sobre la carretera de Santaní, de.
jaudo en el punto de salida un esr:iladrón de caballería, al mando
del ministro dé la guerra don Luis Caminos.
H4 Datos irisMricos de la Guerra del Paraguay

Esta fuerza quedó en observación del segundo cuerpo, ·qrle .


con grandes difi<'ultades se retiraba de Azcurra a "las órdenes del
general Caballero.

Los trabajadores encargados de cerrar los caminos falsos del


gran monte de Caraguatay, quedaron a las órdeu-:::s del jefe de mi.
licias señor Miranda.

COMBATE EN EL CAl\iPO DE BARRERO GRANDE

El general Caballero que había marchado en retirada del


paso de Azcurra en la noche del 13 dirigiéndose a la capilla de
Caraguatay al frente de! 29 cuerpo d~l ejército nacional, el cual
escoltaba la inmensa carretería del parque y comisaría del e:Jér_
cito, cuyos elementos de conducción se hallaban en un estado tal
de flacura, que c2si era imposible trasladarla por aquellos parajee
peligrosos.

Poco después de haber salvado los montes de la capiila de


Caacupé, y marchando por los campos rasos da Barrero Grande,
el 16 de Agosto de 18 6 9 fue alcanzado el convoy. que escoltaba el ..
general Oaballero, por los ejércitos aliados y la legión paraguaya
formada en Pirayú por los generales argentinos.

Al ver este general que por todas partes lo habían ~odeado


numerosas fuerzas enfJmigas y que le era imposible seguir la mar_
cha a Caraguatay, en virtud de estar torualia la entrada al monte
de Pindoty se aproxim(i al paso del arroyo de Yutyry, con el fin
dE! coloc¡¡.rse al otr_o lado.

Pero no tuvo tiempo de llegar, viéndose obligado a aceptar


el desigual combate a que lo provocaron; así fue que inmediata_
mente mandó formar .sus tropas en orden de bata!la, apoyand::>
el flanco izquierdo sobre el arroyo de Piribebuy, la artillería al
centro, y la reserva .a retaguardia del flanco derecho.

En esta dispol'!ición esp_er6 el ataQ.ue el general Caballero.


Fue formidable por el número de atacantes: ain embargo, consi.
guió rechazarlos, produciéndose en _sus filas la oonfusion..
Óenerai Francisco Isidoro Resqufn

Dehido a esta confusión, pudo aquel br~vo jefe hacer trans.


portar su artillería al otro lado del pa.so de Piribebuy, desde don.
de dirigió sus fuegos sobre. las baterías enemigas, para distrae¡•
su atención, mientras la infantería y la caballería, pasaban tam.
bién el arroyo, como así lo hicieron,

Con la derrota que acababa de sufrir el enemigo, y con la


nueva posición conquistada por el general Caballero, aquel tomó
otras precaucionE:s y redoblando sus fuerzas, mandó una gruesa
división, por la capilla de Barrero Grande, otra por el puente de
Yuquirí, y otra al frente, viéndose de este modo nuestras reduci.
das fuerzas rodeadas por tres poderosos cuerpos de ejército.

Desde el primer momento comprendió el general Caballero


el peligro en que se hallaba, y lo imposible que le era resitir o
evitar el empuje de fuerzas tres veces superiores a las suyas, y
en aquella forma distribuidas,

Mas no por eso decayó su ánimo; al contrario, diBPl,lesto a


jugar su vida, aceptó la lucha, que duró más de c:inco horas, san.
grienta y encarnizada; lucha que le hubiera proporcionado nue.
va victoria, a no haber recibido el e!lemigo considerables re.
fuerzcs,

Estos refuerzos decidieron la acción, apoderándose del cam.


po, donde·tuvieron que enterrar más de mil seiscientos cadáveres•..

llll' general CabalÍero perdió su artillería, 81 carrE~tSfl con


bueyes, armamentos,· municiones y banderas, logrando t;alvarée
41, entre los montes.

Cuando revistó sus tropas, vara llegar al cuartel general, no


tenía más que treinta ofir.iales y 2,320 soldados•

• El comandante Franco, con 29 oficiales y 1.765 soldados,


habían sucumbido en su puesto de honor, y el comandante Ovie.
do1 con 36 oficiales· y 1,816 soldados, habían sido ·hechos ·priéio.
neroe,
Ha . natos :Hist.Óricos de la Guerra del :ParaguAY

SEGUNDA SECCION

CAPITULO V

EL MARICAL LOPEZ Y EL DOCTOR PARODI

Después de haber sido incorporadas al primer cuerpo del


ejército las fuerzas que le quedaron al genel'ltl Caballero, el ma.
riscal López dispuso retirar sus trop~s de las cordilleras de Az.
curra, dejando en Caacupé el hospital militar, con 1.237 enfer_
mos, imposibilitados de marcha1·.

Pl.l.ra el efecto convino con el doctor Parodi, que éste se que_


daría a cargo de los enfermos, con cien asistentes, y que tratara
de arreglar con los enemigos, todo lo referenté· al soJOtenimiento
de dichos enfermos. mientras no pudieran volver a sus hogares.

Convenido y arreglado todo, el mariscal mandó entregar al


doctor la cantídad de tres mil pesos fuertes en efectivo, como re_
comDeilsa al servicio que prestaba y setecientos pesos más, como
pago de sus sueldos, pues aún cuando el doctor Parodi era italia_
no, estaba, como médico, al servir.io del Ejército Nacional.

Así mismo dispuso el mariscal Lópzz que se entregaran a


dicho doctor cuarefita mil pesos en oro y plata sellada; cien mil,
en billetes o papel nacional, y 2,137 cueros escogidos. para aten.
der a las necesidades de los enfermos.

Siempre &e creyó que el doctor Parodi haya r.umplido el com.


promiso de humanida41 confiado a su honradez

EN ~L MONTE DE CARAGUATAY

El 17 de Ago!!to de 1869, 1M fuertM a.Hadns lót·ma.ron ciUtl.


lJíl.tíiénto e11 el ptttajé denominado Findoty, cerca de lli entrada
lll monte de Cataguatay.

El. 1S, lltaca.ron la gttarnfció!:t (iuii se hA.bta dejado para de.


tensa de aquella entrada, cuya guarnlcfón, a las órdenes del coro.
General Franch·co Isidoro Resquin 11'7

nel Hermosa, era mandada por loR tenientes coroneles :9ernal,


de caballería, y Esr.obar, de infantería.

Heroica fué la resistencia de dicha guarnición; pero no pu.


do contrarrestar la vio~encia del ataque, siendo derrotada, y he.
ch~s prisioneros los comandantes Bernal y Escobar. con doce ofL

ciales máS.

El coronel Hermosa, con algunos de los suyos, lograron es.


caparse y volvieron para atrás

RETIRADA DEL IUARISCAL LO'PEZ r.oN EL PRUIE1t CUERPO


DE LA DERECHA DE YHAQUIC PARA SANTANI

El miflmo día 18, a las ocho de la ma:iíana, el mariscal Ló.


pez marchó de la margen derecha del río Yhaquic con el primer
cuerpo del Ejército. engrosado con los derrotados en el campo de
Barrero Grande, a fin de ocupar S'an Estanislao, si las persecu.
clones del enemi?;O dieran tiempo para ello.

El precitado día 18 también las fuerzas aliadas acamparon


eñ Caraguatay, el ministro Caminos, con su escolta de caballe.
rta se retl.ró a incorporarse con el mariscal López.

~1 18 de dicho mes, la vanguardia de las fuerzas aliadas


atar.ó a los pocos marinos que· cuidaban nuestros últimos vapores,
varados en uno de los pasos, arriba del Yhaquic, cuyos marinos,
aespués de haber resistido cuanto pudieron, y al comprender que
tenían que ser vencidos por la superioridad numérica de los con.
trarios, cumplieron las instrucciones que habían recibido, pegan_
do _fuego a dichos vapores, que eran el Ipora, el Paraná, el
Rio Apa, el Sal~o Gnayrá, el Plrabeblí y el An!1may, retirán-
dose por la rinconada del Saladillo a incorporarse al ejército en
marcha para Santani.

COlUBATE EN EL ARROYO HONDO

El 20 de Agosto de 1869, hallándose nuestro ejército acam.


P,a.dQ en Ji costa del a.rroyo 1\fbutuy, una parte, que quedó a es.
· iis Datos· Históricos de la Guerra del Paraguay

coltar algunas carretas atras¡;.'das, en ef pasaje de Vallehí, cómo


a una legua del paso del arroyo Hondo, fue alcanzado por la vaÍl.
,guardia de 1a caballería enemiga y batida con tenaridad, trabán.
(lose en batalla por más de dos hora.s.

Aprovechando nuestras fuerzas una picuda del monte, varia.


ron la dirección al considerarse impotentes para sostener la lu.
cha, y pasaron el arroyo Hondo, replegándose al ejército naclo.
nal, con pérdida de dos carretas saqueadas y 27 muertos.

El grueso del ejército ya habfa marrhado para San Estanis.


· lao; pero el coronel Ignacio Genes se había qúedado con su ·regL
miento para escoltar las carretas.

El día 21 fue alcanzado este jefe );lor la vanguardia enemiga,


· desoués de haber pasado el paso de Mbutuy, c:n donde inmediata.
mAnta trabaron reñido combate de parte a parte, que duró más
de dos horas; después de este encuentro, los enemigos volviéron.
se para sus po!!iciones, llevándose tres cailones que tomaron en
el paso del Estero, y rcn cuatro carretas más que saquearon "'U
· el :mismo lugar, salvándose el coronel Genes, con el resto de las
carretas, pudiendo llegar hasta Santani sin otros perjuicios,

CAPITULO VJ

OfJUPACION DE SAN ESTAJ,\,"'SLAO

El 28 del me!! citado, el mariscal López hizo acampar su


ejército en Elan Estanislao, ocupándose desde entonces en conren_
· trar sus tuerzas 'de los puntos del Norte lo mismo que la del cam_
pamento del Tapiracuay, para organizar de nuevo un ejército re.
· ~ular con cinco divisiones de 2.500 hombres de las tres armas.

El 25, el teniente coronel Orzuza, con un batallón de qui.


nientos hombres, marchó de Caruguatf para atender debidamen.
te a aquella poblarión y disponer toda clase de plantaciones ae
granos, de acuerdo con el Mmandante de la Villa de Igatimí, To.
más Urbieta, encargado de antemano de !a condúcción· de ,Zanado
vacuno para el co.nsumo remitido de Vllla. -Concepción por los
General Jl'ranckco Isidoro- Resquin

campos de Amamhay e Ig-atim:f, atravesando las ~ordlllerns del


Mbaracavú por la picada del Chiriguelo, y repasar frente al Pa.
- nadero, en el paso del arroyo de Aguaray.Guaztl.

r.as fuerzas aliadas retrocedieron de Mbutuy a la capilla de


Claraguatay. formando alli campamento con una l:!nea telflgráfi.
ca. ve este punto, Sfl repartieron en divisiones a ocupar Villa
Rica, San Joaquín, Caa:mPá. Caaguazú, Ajos, San José. Carayaó
e Ihú, imp nier do a los vecinos de aquellas poblaciones la dicta.
dura de la Asunción.

Reducida la Nación Paraguaya a su última postración por


los pod.~res de la triple alianza, ul~rajadas y violentadas millares
de familias arrancadas de sus hogares por la fuerza bruta, sa.
queados sus intereses; agotada nuestra campafia do cuantos ga_
- nados habfan sobrado hasta esa fecha; después de haber agotado
casi tod::Js sus recursos hasta el del sacrificio por el retenimiento
' de la indenendencia y soberanía del Paraguay, cuyos hiJos leales
son tratados por los poderes aliados cmno pueblo salva ie. !!in
otro motivo justificado que por no haberse querido rendir a los
pies de los usurpadores de sus territorios y enemigos de su li
bertad DOiit.tca·

El autor de la inicua triple alianza. del tratado del 19 de


Mayo de 1865, Bartolomé Mitre, esclavo del gobierno brásileño,
en su decreto de la declaración de guerra como presidente clfl lR
Nación Argentina al gobierno de la del Paraguay, dió por pre.
texto de la provocación de guerra la ocupación de la ciudad ds
Corrientes por fuerzas- paraguayas, olvidando sus bromas <lOn el
gobierno brasileiio, urdidas por su ministro Mármoi, y éi precio
de la ibertad de su alma, ccn el único fin de poner velo a los
ojos dll heróico pueblo argentino. para hacerle creer, una guerra.
de incuestionable derecho. su propia defenSA,

DEFECCIONES DESCUBIERTAS EN SANTANT

No le bastaron al Paraguay las defecciones que castigó en


San Fernando.y las que se lmulisieron en.Ia Asunción, al amparo
de los aliados le quedaban aún las de Santani_
·1120 Datos· Jlist6rieos de la GueRa del Paraguay

El 27 de Agosto dA 1869 fueron capturados dos espías de la


legión de los irdignos paraguayos; aliados de la triple alianza.
con una mujer de apellido Astorga, que fueron despachados de
la capilla Ihú por los generales aliados para que reconocieran el
campo de S'antaní, los cuales siguieron iil carretera de los mon..
tes de Curuguaty dollde· fueron arrestados por nuestra guardia IJe
tránsito.

Aprovechando la noche, los dos espías, que eran paragnayos


se fugaron entre las espesuras del monte de Pacobá; pero UllO
de ellos fue muerto al h11ir.

Conducida la mujer Astorga a.l campamento dP. San Estanis.


lao, file llamada a declarar, resultando eomvrometld<> en su de.
claración el alférez de la. es~olta, Aquino:, quien. 11nil. ve: preso,
confesó que por indicaciones de uno de los generales brasileños,
habían concebido el nlan con el coronel Mongelós; comandantt\
de la escolta. cinco oficiales y seis sargentoc-del mismo cuerpo,
de asesinar al mariscal López para concluir de una vez la guerra,

Todos ellos fueron fusilados, a pesar de nue todos protesta.


ron inocencia, especialmente el coronel Mongelós.

DECLARAl,"'ION DE NUEVA CAPITAL PROVISORIA:

El 31 O..:; Agosto se declaró capital provlsor!a de la Repdbll.


ca, la Villa de C-uruguaty y en elia se estableció el vice.presidente
de la nación paraguaya don Francisco Sánchez, con el oojeto de
arreglar y animar a los jefes de milicias de los partidos, que aun
no se adhirieron a los enemigos de su patria bajo la dominación
de las tres naciones coaligadas para exterminar a la nación para.
guaya, sanuean.do sus más preciosas alhajas los salvajes de la
triple alianza.

El jefe de los baqueanos brasileños AdoHo Saguier, sargen.


to mayor del ejército paraguayo, fue nombrado teniente corono'll
dR los brasileños, cávitaneando con los saqueadores y bandidos
paraguayos; eontfA las fam.iiia:s parAguayas del suelo de su nat:l.
miento.
General Francisco Isidoro Resqufn 121

La prueba de estas criminalidades· ha just:ficndo el capitán


(Borrado un nombre y apellido) que ha sido jéfe de policía de
Piribebuy y después traidor y saqueaaor de E'us conciudadanos.
a la orden del malvado Saguier, en Caraguatay, tBorrado:f de la
C:U!:t de la vecina de dicha vecindad doña Benida Silvero, la can
tidad de 300 pes~s fuertes y 1 o'o libras de chafalonia de plata
por cuya criminalidad fun denunciado {Borrado, nombre Y ape
Ilido) al juez de paz de dicho partido Marce'ino Mallada, el
cual no teniendo otro recurso, dió parte al general brasileño (Do.
rrado un nombre y palabras) del mando de Saguh·r, baqueano
de 1011 brasileños: y por cuyo deu+o fue enviado (Borra.do varJag
palabras) para Río Janeiro, quedando libre (Borrado varias va.
IabrasJ Caraguatav.

No debía mencionarse estos robes por ser muy pequeños, pe


ro conviene conocer a estos infames contra su~; compatriota!!,

~abedor el mariscal López de que el enem1~o C'cupaba r.on


gruesas dh·isiones la Villa del Rosario, para venir sobre Santant,
al mismo tiempo que mandaba ocupar la Villa de San !'edro y
ConC'epción para seguir sus operaciones sobre el ej"rcito el el Pa.
raguay y con el fin de prolongar sus reinados odiosos y el derro
camiento del gobietuo del mariscal López para ruvorecer!;'P. ( n ll'l.
c~rlminalidad del pac•o secreto del 19 de Mayo de 1865, e11p::.
c1almente en las prescripciones del articulo 29 «e dicho tratado.
en el día :lO de Ago11to nuestro ejército se puso en m::tr('ña, a la"'
órdenes del mismo mariscal con el propósito de tormar eampa
mento cerca de C'uruguaty, dejando en Santanr algunas tropa::~
ligeras, para observar los movimientos de los aliados que se deiJ
embarcaron en la citada Villa del Rosario.

El coronel Rosendo Romero, con la pr!mera división 11~


2.500 hombres, fue destacaG.o sobre la carretera de los mont~

• del Cahió, en precaución del enemigo, que había. ocupado San


Joaqufn.

El 10 de Septiembre de 1869, nuestro ejército, acampado en


la margen izquierda del arroyo Capiibary, marchó a Curuguaty,
paaando el :Pacobá, y formando campameJltO a ~na. legua abajo
128 Datos . Histórieos do. la Guerra 4el Paraguay

del pueblo de San Isidro.

De este campo fueron despachados los coroneles Sosa y DPl


valle, con la cuarta división, a oc1o1par la pJtllidén del Panadero.
en el departamento de Villa de San Pedro, hacit:ndo avanzar su
vanguardia sobre el paso del Rfo Verde.
Segunda Parte

C' APITULO VII

LAS OCURRENCIAS FJN LA CAPITAL PROVISORJA


DE SAN ISIDRO

Habiendo acampado el ejército nacional !!Obre la margen da.


recha del arroyo de Tandelc, cerca de una legua abajo de C'uru_
guaty, el mariscal López, desgrar.iado Rin igual, fue atacado de
muerte por su propia madre Do!l.a Juana Carrillo, que de la
Asunción se habfa retirado cOI). sus hijas, bajo la protección del
gobierno de su infortunado hijo.

El coronel Venancio López que· había sido indultado de la.


pena de muertfl en el campamento de San FE'rna:ildo, a pe!!ar d"
haber causado tantas desgracias, en connivencia con los quo se
r.omprometieron en el proyecto de derrocar al gobierno de su b:r_
mano de acuerdo con el Marqués de Caxías, el cual comanáabn
en jefe en aquella época los ejércitos aliados, hizo de nuf!:V"
otro atentado en Curuguaty para escaparse con la madre al
enemigo, que se hallaba en San Joaquín e Ihú.

El 24 de Septiembre de 1869 el coronel Marcó, jefe de la


mayorfa del ejército nacional, encargado de la guardia del pr"-
so Venanr.io López, que anteriormente había sido comandant"!
general de armas de las fuerzas de la Asunción, en cuyo tiem_
vo era jefe político de la capital el citado coronel Marcó, ~~
cual qui:~:ás por afioiones particulares a su antiguo Jefe venan
cio López o tal vez cansado de sufrir las penurias que pade'c>:j

•• mos en el sostenimiento de la maldita y tiránir.a guerra d~


los aliados, lo mil!lmo que ds los malvados hijos del Paraguav,
en.trenizados en la. Asunció.n y nuevos aliados de la triple alian·
. za eontra. la infeliz nación paraguaya, Gl!lcucnQ ~1 ¡;:oronel Ma~.
" eó ,lae ¡.ro¡¡O$ictopes (lf)I preSQ ~pez,
124 Datos Históricos de la Guerra del Paragua)'

El citado día 2 4, después de haberse apoderado el enemigo


del paso de la cordillera de San Joaquín, y propalada por todo ol
ejército paraguayo la noticia del desastre sufrido el 23, el <'oro
nel Marcó se prestó a Venanclo López para hacer desertar un •~a
bo de la mayoría, conduciendo una. carta al general enemigo, qatcJ
acababa de ocupar San J9aquín,,. y en cuya carta lo invi'aba pa~'!l
que sin pérdida dE' tiempo avanzase solÍre nuestro ejérci+o, acam
pado ~erca de C'uruguaty, sin .ningún recurso para resistir.

Como las fuerzas aliadas se hallaban en peor e1tado qutl las•


nuestras, no pudieron aceptar una invitación tan ventajosa pnr.~
sus operaciúnes, y para salvar ·al invitador.
Fracasado este plan. lP madre de López, con su e; dos hija•.
·Inocencia y Rafaela, Tiudas del general Barrios y de Saturnino
Bedoya, buscaron otros medios.
El 16 de Octubre de 1869, 'aniversario de la presidencia de la
:República, dispusieron en Curuguaty, para festejar aquel d13
una especie de banquete.
La l!leñora Juana Carrillo y sus hijas mandaron una partida
de conservas y chtpas envenenadas, para exterminar, no solamen
te a su hijo y hermano respectivo, sino a todos los que concurrie.
ran al convite.
Este hecho ~a sido descubierto por el doctor <;astillo, médi.
co de la señora de Carrillo de López y de sus hijas, así fué que el
inariscal'hizo decir a su señora madre, que Ie agradecla su obse.
quio; pero que no tenía tiempo de aprovecharlo.

El coronel Marcó, cómplice de Venancio López, el comanden.


te Palacics y cinco oficiales de la mayoría, convictos y conteso&
de ser eabed'>rfs de la trama de enven:>namiento, y tener plan de
pasarse al enemigo, fueron fusilados, juntamente con el médico
Castillo.
Despu.és de esas ejecttciones, la madre de López fue condu.
cfda a Igatimí. en arresto, y el mariscal, reuniendo los vrincipa_
les -hambrea de su ·ejército, tomó Clonsejo de ellos para 'determinar
§i <JelJii!-P ;proseguir el sumarto ·o proceso contra. SlS madre hasta.
General Francisco Isidcro ResquÍn

ponerlo en t:stado de sentencia para perdonarla por su .autoridaci .


de magistrado a fin de justificar a la posteridad, la iniqu!ci.ad q\l!J ·
se hacía a su gobierno, a favor de los enemigos, hacienco leer en
aquella reunión el s_umario de la causa de su madre.
El gllneral Resquín fue obligado· en público para dar su opL ·
nión al respecto, lo mismo que otlos que presenc1aruu aquei ac~o; •,
el. general R.>squin, sin ate,nción a los deseos del mariscal López1
le aCOlí.SQjó, que SUSpendiera el SUD!arlO COlltra &U madre y qUd
le perdonase como magistlado, IJU<::s que basLaba la prt:sencia de
la reuakn, que na oi;;.o la 1ec~ura ele! :mmal·ü;, conlca la cldlih.
dad de una sEñora para justificar ante la postelidad, la veraud
de la trama ¡,a.ra asesinár al prt:is!d&htQ dE:l Para!, u:1y, su pru_¡;io
hijo y lt:s demás hombres de sus ejél'citos y que el mari.:>cal, co.
mo magistl'ado supremo del pu~.-blo paraguayo, ¡:erdouara la de.·
bilidad de ut:.a seii.ora, pli<.>S era más eJempiar V'-'1" a un ilijo ¡;er.
dvnar y no castigar las tahas. de una madre,

El mariscal se indignó con las palabras de Resqufn, y repu_ ·


so que él no pedía consejos verbale::;, ~..g .. egar..dv que. lo que d.;cia
et g.:.;:eral R.:squín, lo tomaba como una uuu,aciuu a los ~tmcimteu.
tos íili&ltl:;;, Asi, pues, qú.e cal..a cual <llera su opuuon lJOl' CI!Cntu,
que él t~abría después io que había de haC(jl',
.Nadie dió su opinion, y la cosa quedó así.

COl\iBATE EN BELEN-CUE

El 18 de ~eptiembre de 1869, las fuerllll.S de la trip!e aHa.n...


za, en combina<'ión con las de Villa Concepción que se hallaba a
cargo del comandante Pedrueza¡ estando como se ha ·dicho da
acuerdo con los demás hombres influentes de, este departamento.
como ser el jefe de milicias de Horqueta Julián Ayala 1 .losé Ntl.M
ñez y el cura. Páez, infol'mados por estos malvados los enemigos,
desembarcaron en Villa Concepciótl el 17, y emprendieron SllS.
marchas el día 18 a las tres de la madrugada dirigiéndose sobr~
las fuerzas de Belén-cué.
Para emprender esta marcha no tuvieron necesidad les alía_
dos de practicar reconocimiento de aquellos lugares, por. cuando.
1Ós ~istnos ':Pecirueza y .úatá, éotiocedores de esoi parajes, inaL'
cil.ron· el caminó y facilitaron todos los medios para poder· pérse~
guir a su·s her1na.nos ql!le r.ontinuaban l11chando eomo· verd'aderos
leones defendiendo el suelo de su patria; traicionando aaf de ·la.
~anera más vil loa sagrados éompromisos cbntra1dos ante Dios
7 su .Pa.tria.
Consiguieron pol' estos medios los naevos traidores, reple.
garse a los del triunvirato de la Asunción, recayendo por lo tan.
to sobra ellos 'la repugnante mancha de la infamia e ignonimi&
igual que a los que componían ·el provisoriato, r.ómp!lces direetos
d·a la muerte del Paraguay. Esta as la figura de los que forma.
ban la legión paraguaya, cuyos índividilos son bien conocidos eu_
tre nosotros, los cuales demostraron bien pronto el propósito de
su¡¡ mezquir:.os fines, que no han sido otros que él lucrar con ·el
desmembramiento de sa país y sobr& ra sangro vertida por sus con_
ciudadanos que lucharon por el sostenimiento de la integridad y
soberanía. nacional.

El r.oronel Cafiete, acampado en Belén.c11é, con mil trescien


tos combatientes, se t.,tiró de este campamento al tener conoci.
miento de la proximidad de las tropas aliadas y la superioridad
de recursos que disponit~on para atacarlo, dejando una. fuerza de
caballería para entretener:al enemigo mientras·efectuaba sus ope.
raciones, retirándose el coronel Cafiete por_ Sanguina.Cué. A las
dos de la tarde fué alcanzada su vanguardia en el paso del arroyo
Acapitiago trabándose inmediatamentt; un combate en el cual
quedaron sesenta y dos eadá"Veres de los brasileños.

El 19 de Septiembre los aliados atacaron nuestras tropas an.


tas del amanecer en el paso del arroy0 Naranquie, en este ataque
la vanguardia del coronel Cañete hiciéronle frente, no permiti&n_
doles avanzar· a sus enemigos, retirándose después de haber sos.
tenido el paso a incorporarse al centro de la columna que se ha-
llaba ·acampada en el paso de Itapitangua compuesta de novecien.
tos combatientes y dos cafiones.

Los enemigos en más dé dos mil, bien montados tanto las


tropas de caballería como de infantería, a pocos momentos tnva.
Oenérai ':Fredseo ísid.oro Resquln

dieron el paso, quedando duefíos de la posiCión de Itapitanguá


s1n mucha dificultad.

El coronel Cafíete con sus derrotados pudo refugiarse en los


fondos de la rinconada de Sanguina.cué, dejando en .poder .de los
brasillilños, no solamente los dos cañones, sino que tambiéa más
de mil qtlinientas cabezas de ganado de toda clase. '

CAPITULO VIII

CO~ffiATE DE LA CAPILLA D1i1 TACUATI

El 20 de Septiembre de 1869 hallábase el capitán Roa en 1~


capilla de Tac11.at1 al mando de una fuerza de 2&0- liom,bres, para.
proteger a málil de diez mil familias que temeresu de las violdn_
cias de laa tropas de la triple alianza, se
·refugiaron en aqaalla.
capilla.
Este mismo día 20 fueron ats,ca.dos por los brasilefioa las
fuerzas que guarnecían la capilla; y después de agotar todos los
recursos de resistencia, el capitán Roa, ofic:aies y- demás valie·-:J..
tes, contra sus enemigos, fu::ron derrotados, con pé:·didas ·de más
de cuarenta hombres entre muertos y desaparecido~!, dejar.do en
. poder de los enemigos a todas las familias que se refugiaban 'baj..,
el amparo de las fuerzas vencidas.

El capitán Roa con el resto de sus vau,,ntes y leales se re.


plegó a las fuerzas del ejército acampado en Igatimf cerca d:a la
costa del arroyo Itanarami dando noticias del acontecimiento en..-
Taeuatí.

Los brasileros se morían de hambre en la ocupación de San .


Joaquín, sus jefes y generales para sostener las tropas les decilit.n
que dentro de pocos días tendrían todo lo necesario, alenta:c.do
f¡. las tropas de eBa manera, emprendieron una marcha a. Curuquatf
para poder obrar sobre el ejército paraguayo acampado en San.
janegra, el ejército aliado se halló en esta circunstancia tan ea.
caso de recursos, que utilizaba los trozos de palma del nion+e pa.
ra eotner, vi~ndose mlla de una Tez llorar de desesperación por
i28 Datos itist&icos de la Guerra del Paragrtájf

la taita de alimentos, los j'efes tuvieron necesidad de esperar en


Curuquati, suspendiendo las operaciones para aguardn.r recur~::os
de boca y poder proseguir los movimientos contra el ejército pa_
raguayo ·que les esperaban en Sanja.negra para decidir de una
vez la maldita guerra.

COl\ffiATE EN EL PASO DE LA CORDILLERA DE


SAN JOAQUIN

El 22 de Septiembre de 1869, la división de las fuerzas de la


triple alianza se decidió a tomar por asalto la cordillera de San
Joaquín, que, en el paraje denominado Hucarutic, tenía una guar_
nición de 280 paraguayos a las órdenes de los r..apitanes Duarte
y. Ocampos.

Esta guarnición resistió con heroísmo el tttaque, disputando


aquel paso hasta el extremo áe hacer retirar a los asaltantes, qua
dejaron en el campo de la acci&n más de trescientos cadáveres.

Sin embargo, como el enemigo hubiera recibido refuerzos y


:prepá:rase un nuevo ataque, que no podría ser resistido con igual
denuedo, tanto por la superioridad en el número de les atacantes,
como por la extenuación en que nuestras fuerzas se haLaban, re_
solvieron los jefes de éstas replegarse al ejército del coronel Ro_
senda Rome1o, que estaba en el camino del monte de Cahihó, en
dirección a Oarimbatay, cer..,a de Curuguaty.

El verdadero ejército paraguayo nunca se lamentó por falta


de manutención, se contentaban .<.<Jn los inmenscs y variados fru_
tos de los montes, con los que se alimentaban; sucediéndole todo
lo contrario a los ejércitos de la triple alianza y a los malos hL
jos del Paraguay; éstos exigían en los campamentos manjares su.
culentos, que más de una vez no es posible adquirirlos en tales
circunstancias; así es que los aliados sostenían la guerra por la
gran superioridad numérica de sus fuerzas y p:Jr los inmensos
elementos que poseían.

Ojalá el Paraguay hubiera contado con la cc•ava parte de


los recursos de la triple alianza, entonces hubiese demostrado
Óenerai Francisco Isidoro Resqufu

que el paraguayo no es salvaje, como quieren decil' los escrito.


res argentinos, sino que se convencerían de que tenían hombres
de mayor valor y de superior inteligencia que en sus filas.

Suficientemente se les ha demostrado más de una ocasión a


los aliados el excesivo valor y rcsisten<'ia de nuestros soldados,
como el acentuado patriotismo de los verdaderos hijos del Para.
guay, pues jamás han consentido doblegarse ante ninguna na.
ción extrajm·a, por muchos honores y rique~as con que los ha.
yan brindado, permaneciendo inpertérritos en su pu€sto del da.
ber, defendiendo hasta derramar la última gota de sangre por el
pabellón e integridad nacional.

COl\IBATE EN CURUGUATI DESPUES DE ABAl\"DONAIM.


LA. VILLA

El jefe de la vanguardia del ejército nacional, general Jos\3


María Deigado, dispuso dejar en Curuguatí un destacamento de
quinientos hombres de caballería al mando del mayor Ve1·óu,

El 2S de Septiembre fué atacado el destacamento de Curu.


guatí por fuerzas de la triple alianza y la legión de los malvados
paraguayos, el ejército aliado continuaba el sistema de guerra
quo desde el Paso de la Patria puso en práctica; nunca le falta.
ban excusas e inconvenientes para no prosoguir las operaciones
militares despuéa de tomada una posesión al enemigo, como lo
indica el arte de la guerra, si bien es cierto que en este punto se
hallan escasos de recursos,

Después de fuertes refriegas con el enemigo, el mayor Varón


se retiraba con los suyos para incorporar;:e a la vanguardia del
general Delgado, sin ser perseguido por un solo enemigo, dejan.
do en el campo diecisiete muertos y desaparecidos, r::in poder caL
cular de fijo las pérdidas de los aliados, en cuya posesión queda.
ron tantos cadáveres que no tuvieron valor los que quedaron con
vida de seguir adelante, alegando dificultades para la marcha, en
vez de arrojarse para conseguir el triunfo completo, de cuyo re.
sultado temblaban los aliadcs.
El geiferai Delgado; sin ser molestado ·por los enemigos, man.'
dó hacer pasar a las tropas de su mando el río JejuLGuazú, colo.·
cando sus ·fuerzas en la margen derecha de dicho rio, esperando
a los aliados, que nunca aparecieron por aquel punto, demostran.
do con esto el temor . que tenían al empuje del ejército paraguayo.

Muchos jefes, engañando a sus gobiernos de que no podían


moverse de las poblaciones, ganaron glorias de supuestos sufrL
mientas; no tenían en cuenta que los soldados que mandaban eran
miserables esclavos que no sabían lo que era n~cesicJad, ni aL
quiera lo que significaba la promesa de libertad que se les hizo
eu:ando concluiría la injusta guerra. de usurpación de los tenito
rios paraguayos.

CAPITULO. IX

COlffiATE DE ITANARA lll

El 30 de Septiembre de 1869, el teniente coronel Quintana.


pasa a reemplazar al jefe de la vanguardia, general Delgado, que
estaba observando la bocá del monte de la villa de Igatimf al ser
abandonado por el ejército de la República.

Aquel punto fue abandonado con el fin de ocupar la margen


derecha del Arroyo Grande, cerca del Par-adero, donde el d1a 30
de Noviembre fue ocupado por el ejército del Paraguay a las
órdenes del presidente López.

Los aliados, en vez de seguir adelante, se conformaron con


atacar al comandante Quintana, que se hallaba al borde del mon.
te de Igatimí, dunde los aliados dejaron 2GO cadáveres, retroce.
diendo despavoridos para Nandurocay a salvar a los aliados del
Marqués de Ca-xias, ( 1) cuyas mujeres, por ser perjudicial al

(1) Los aliador:; de qué hMé ttH\nción el autor en esta parte ~a


refiere al gran número de mUjeres que recogió el ejército
brasileño.
beii.eraÍ 'Fraiu:llsco Ísidoro kesqnÍn

ejérCito nacionai, ·fueron destinadas en aquel punto, mientras com_


batía el buen paraguayo con .sus protectores para salvar ·al país
de su nacimi<mto, pues sus malos hijos lo habían ofrecido a los
aliados, como su propiedad particular de todas y todos ellos.

En esta circunstancia, los ejércit()s de la triple alianza no


hicieron otra cosa que recoger ganado por medio del saqueo a los
vecinos de la villa de San Pedro y Concepción, a fin de poderse
mantener y arbitrar recursos para continuar la marcha contra el
ejército nacional, lo cual no tardaron mucho tiempo en co!lse.
guirlo por medio del saqueo al pueblo paraguayo, qüe, a pesar de
la libertad que venían proclaraando, demostraron todo lo contra.
rlo, pués la guerra no fue otra cosa que de humilfar.ión y saqt~P.O
abierto.

EVACUACION DE LA CAPIT~\L PROVISORIA CURUGUATI


(San Isidro)

- El 17 de Octubre, el marisma.l López resolvió abandonar la


capital provisoria, establecida en Curuguatí, efecto de las noticias
que tuvo de las operaciones del enemigo, al Norte de dicho punto,
ocupando la villa de Igatimí, para disputar el mariscal aque1l-o101
puntos.

. La· capital provisoria quedó con 600 hombres, situad()s en la


margen derecha del río Curuguati, r.on el fin de proteger la re.
tirada de la división de los montes del Caihó, al mando del coro_
nel Romero, observando al mismo tiempo la marcha del enemigo,
emprendida desde Villa del Rosario en dirección a Curuguatf.

El 20 del mismo mes de Octubre, nuestro ejército acampó


entre los rios Jejuí.Guazú y JejuLmi, dando asi el tiempo nece-
sario a la reunión del eoronel Romero ccn su división al ejército
nacional,

El 23 de Octubre, el mariscal López marchó a acampar con


su ejército a una legua de 1<:1. Villa de Igatimf, pasando el puente
del rfo Jejuí mi, y siguió después por la ma~gen izquierda del
arroyo Yta.naramf, al borde de los montes del rana.dero, carrete.
ra de 12 leguas de montes, subiendo a la costa ·del Arroyo Gran~ .
de, cerca de Zanja Negra, a una legua de la. verdadera posición
que ccupaba nuestra vanguardia, mandaba por los coroneles S,:,sa
y Delvalle, acampados en el río Verde jurisdicción de la Villa de
San Pedro.

Mientras tanto, los aliados ocuparon tamblén Ccncepción y


desarrollaron sus operaciones sobre el río Apa, atacando al sar.
gento mayor Franco, que se empeñaba en recoger ganado para el
consumo y caballos para el servicio, todos los que fueron saca.
dos por la fuerza.

Incorporado el co:ronel Romero con s11 división el grueso


del ejército nacional acampado en rtanaramí, el mariscal dispuso
que marchara aquél con su división a la eapilla <1e Tacuatí por el
paso de Río Verde para recoger todo el ganado que encontrase en
las estancias de Tacaaras y Pedernal.

El 28 de Noviembre, el coronel Romero, que se había inter_


nado ya en la estancia del Pedernal, dejando en Tacuaras al sar.
gento mayor Montiel con cincuenta de tropa, tuvo que huir, per.
seguido por fuerzas enemigas, que habían salido de Villa Con.
capción sobre la capilla de Belén,

El mismo dia 28, el sargento mayor Bogado, comandante dA


Villa del Rosario, l'!Ue se retiraba por San Pedro hacia el Pana.
dero, fue batido por los aliados en el paraje Cachito.cué, de don ...
de pudo sa.lvars~ con la fuerza de 300 hombres que llevaba, sin
perder más que sesenta.

lWACUAClON DE IGATtMl

El 2 de Diciembre de 1869, r.l mar1scal López formó cam!)a_


mento a la derecha del arroyo O:rande, y allí pen.uan3ció oc'ho
días, cerca del campo del Panadoro.

En este punto tuvo notic1a de qUe El coron:l Rcs·ndo Ro.


que t!J,ntos servicios habia prestado durantA !a guerra, se
tl'lP.rO,
babia p·uesto de acuerdo con sus fuerzas para retirarse a Caaza.
Pá. por no ser posible continuar la lucha,
GEneral Francisco Isidoro Resqufn 133

El mariscal López despachó inmediatamente al coronel José


Ignacio Génez con algunos oficiales y soldados para que ralevasa
a Romero.

A los pocos días se recibió nota del coronel Génez dando


cuenta de haber sido fusilado el coronel Romero, el teniente co_
ronei Páez, cuatro sargentea mayores y ocho oficialEs de dicha
división.

Este hecho consternó al ejército paraguayo, y el coronel


Génez nunca se incorporó al ejército, después de sus derrota~'! en
la misma comisión por los aliados, ni remitió un solo animal, co_
roo se le había encargado. para el consumo del ejército nacional.
·Aquí hay perversidad e injusticia.

CAPITULO X

EVACUACION DEL Cll!PO DEL AjP.ROYO GRANDE

El 11 de Diciembre de 1869, el mariscal López marchó del


campamento del Arroyo Grande a ocupar la margen de Zanja
Negra, cerca del Panadero, frente al paso ~el río Aguaray.Guazú,
que conduce a la carretera que atraviesa Ija cordillera de Mbaca.
cayú y sale a los campos del antiguo Jerez 'del Paraguay, pasando
los ríos de Igatimí. Amambay y Corrientes 'Para llegar por el Chi.
riguelo a las nacientes del río Aquidabán, departamento de Villa.
Concepción, en el Cerro Corá. donde pereció la nac-lón paraguaya
junto con su ejército, después de cinco años de continuos comba.
tes contra la inicua triple alianza.

El 12 del mismo mes fueron conducidas del cerro &anduro.


cay todas las familias que de Ihú habían sido trasladadas a
aquél punto, cómplices de los vendidos al Marqués de Caxias,
es déclr, por sus maridos, hijos o hermanos, e inducidos por los
principales jef$ que so proponían derrocar el gobierno dAl
mariscllil López, de oúya trama ya se ha hecho mención en otra
parte.
: 134 Datlos Históricos de la GuaiTa del Paraguar

EN EL RIO VERDE

El 2 de Enero de 1870, la guardia avanzada de ~a vangua;r_


dia del Panadero, en Río Verde, fue atacada por las fuer;as
aliadas; pero encontraron tan tenaz resistencia, que tuviera-a
que :retirarse, dejando más de doscientos cadáveres.

El mismo día 2, los aliados hicieron un reconocimiento so_


bre la vanguardia del Panadero en Cambacibá, de donde ·tam.
bién salieron escarmentados por la energía de nuestras tropas.

EVACUACION DEL PANADERO

El 2 de Enero, los coroneles Francisco Sosa y Delvalle, que


comandaban la guarnición del Panadero, cumplienao las instrur.
clones que habían recibido, abandonaron aquella posición, ame_
nazada por el enemigo con fuerzas superiores.

AQuellos jefes siguieron la retirada del ejército nacional,


que el 28 de Diciembre había salido del campamento de Zanjá.
hú, atravesando el naso del arroyo de Aguaray_guazú, las cordL
lleras del Mbaracayú, para salir en los campos de los ríos de lga.
timí. Amambay y Corrientes, en busca de la carretera de los
montes del Chiriguelo, para repasar la cordillera situada en la
jurisdicción de la Villa de Concepción.

CAPITULO XI

COJlffiATE DE LOl\'IA.RUGUA. Ju.RISDICCION DE VILLA


SAN PEDRO

El 31 de Enero de 1870, el co'ronel Génez, con las fuerzas


de su comando, delilPl:lés del fusilamiento del coronel Rosando
Romero y comandante Páez, con otros valientes jefes y oficiale11,
fué atacado por las fuerzas de la triple alianz:l. y la legión dtt
los malvados paraguayos en ~1 paraje de Loma_rugaá, vor ftter-
zas muy superiores a las nuestras, trabándose un refi.ido combate
-de parte a parte; el coronel ~nel!l -en est<~¡ t\CCión. fu~ venciao 7
derrotado con los suyos. • 1
General Franoisco Isidoro Resquín 135

En dicho ln.e:ar trabaron un refiido combate de parte a par


te, resu~tando vencido el coronel Génez ,sufriendo una completa.
derrota, que para salvarse, tuvieron que ganar los montes dP
ao.uellaR Inmediaciones, de donde, después de algunos días. el
citado coronel Génez fué a entregarse a los enemigos.

RETIRADA DEL EJERCITO DE ZANJ.LRJT

El 28 d!l Diciembre, el mariscal López, con el ejército nP


cional, abar.donó el campamento de Zanja_hú, tomando la dire~.
ción de Cerro_corá. después de dejar en el hosPital más de 700
enfermos. imposibilitados de ponerse en marcha.

Cómo podE'r ir con enfermos en la penosísima travesía del


Mbaracay11, en medio de una lluvia incesante. que duró más de:>
un mes. causando al ejército y familias enfermedades y rnuertt:611
por todo el camino, situación que hacfa más horrible el hambre
y toda clase de penuriasv

l!ll mismo dfa oue salió el ejército de Zanja-h-ñ, el general


Resquín re('ibió orden de marchar con dos divisiones sobre ~~
r!o de Igatlmí para allanar el paso, como lo hizo, siguiendo el
mariscal Lóvez a los tres dias con su ejército,· y acompail.ado p¡>r
los generales Caballero, Roa y Delgado, razón por la que las dl
vtstones del Panadero no pudieron darles alcance.

El mariscal López no alentaba ya ninguna esperanza: com


prendía perfectamente que su ejército se aproximaba con celeri.
dad a los últimos momentos de absoluta postración; Pero ureft)
ría mil veces la muerte antes de entregar su patria a gob1ernuP
extranjeros.

· Esos malvados hijos del Paragu:;o,y, que fueron los verdugos


de sus conciudadano¡¡; fSOs qu-e han entregado a su patria a Iils
banderas extranjeras, rcdeándola de pesadas cadenas para lmpa
dir su desenvolvimiento.

La 'DOsteridad maldPcirá los nombres de los que fueron do


la IesióU. paraguaya y a lQB infame!!. tra,idpres. de. su patria; ¡ !lf,
1S6 Datos Históricos de la Guerra del Paraguay

'ellos serán responsables de t2nta bajeza, que hicieron converw•


al pueblo que le vie¡•on nacer, valiéndose de la infamia y calum
nia, a favor de los intereses de tres naciones que, a escondidas
de la luz del mundo civilizado, formaron alianza contra el Par:1
¡;uay!

Por la heroica resistencia que hicieron los vertladeros y re:~


les hijos del Paraguay contra los gobiernos tiranos de la triple
alianza i sus ma !vados aliados de los infamefl traidoros paro.gtt<l
yos, fueron tratados aquéllos como un pueblo salvaje y fanática
porque los tenia oprimidos el tirano mariscal López.

No, mil veces no; el pueblo paraguayo ha sabido o sabía lo


que valfu su libertad po'itica, conquistada con la!ct fuerzas de su
abnegación. Eran, en una palabra, buen es patriotas, Y, por IL>
tanto, no imaginaban siquiera vender su patria a la triple alían_
za, como lo hicieron otros desnaturalizados por un puñado de oro,
confabulándose unos. en el crfmen remo hombres corrompidos y
otros como gobernantes traidores a la causa d~ la democracia
SuéLAmericana.

El negro baldón que conquistaron las tres naciones y los de


la legión paraguaya en b guerra de los cinco años, es el se~lo que
marcarán los hi:;:toriadores en las páginas en que escriban esta
epopeya.

CAPITULO XII

DESERCIONl•~S EX LA lUARCH..o\.

El 17 de Enero de 1870, el mariscal marchó del paso de


Igatimi a formar campamento en la costa del Pipur.ú, para dar
tiempo a! pasaje de la artillería y carretas, as1 como a la inccr-
porac~ón de la cuarta y quinta división del Panadero, mandadas
por los coroneles Sosa y Delvalle, quienes debfan traer tambié!.l
cuatro cañones y algunas carretas del rarque, que habfan queda_
do rezagadas al pasar la cordillera de· Mbaracayú.
El 20 de En'ero, al ver el mariscal que aquellas ñivisidnes no
llegaban, siguió hacia el rio Ama.mbay con seis pieza de artille.
Gener<'l Franclsco Isl.doro .Resqufn 18'1.

ría Ugera. y con la 11!< y 2~ división .de inf.anterfa y de cabaperla


a pié, lo mismo que la escolta, y sin haber podido reunir las tro_
pas y .m,ateria.les de guerra con que contaba, a ca~sa de 1as ~on~
tinU,adas y torrenciales lluvias, que entorpecían todo movimieL.to,
En es"a marcha debía recibir 150 cabezas de ganado vacu.:
no, remesado del paso del Chiriguelo por el comandante Urbieta;
a cargo del mayor Céspedes, el cual, extraviándose, marchó por
los pasos, abajo del Amambay é Igatimí, a salir a ~anduroray,
donde perdieron todo e} ga.nado, escapando el mayor Césp"des
con la gente .c;¡,ue lo acompa~aba.

El capitán de fragata Romualdo Nuñez y dos soldados ~de~


sertaron en el Ygatimí, y siguiendo el ejemplo de ésto.lil en el mis.
mo lugar también desertaron el mayor García con algunos solda
~os del batal;ón telegráfico, que escoltaba las carretas. de~ ejérci~
to, robando, al escapar, algunas bolsas de oro y plata .sellada;
,pertenecientes a la comisaría,
El teniente de marina, Angel :Benitez, ayudante del ministro
Caminos, y al que se le había encargado de tres carretas que con4
d.u.cían oro, plata y cajones. de alhajas, ~scogiendo las de m~s va.
lor, cargó con los picaclores algunos caballos, acompañado por
sus cómplices, tomó los montes de Paso.Pipucú, sin que se hubie_
ra podido encontrarlo, a pesar de· sér perseguido.

. Los coroneles DelvaHe y Sosa,. saqueando treinta y tantas


.carretas que escoltaban; y que coducian cuarenta mil pesos fuer_
tes en efectivo y considerable c;;Lntidad de plata labrada, no qul.
sieron pasar de ..A.mambay.
1\ll sargento mayor de artillería José León; no quiso contL
nuar, como era. su deber, .a Cerro Corá, fué perse~üiUo y ¡¡.sesi ..
n¡¡.do.
Bn el nittnno campamento· de Amamoa:v; ·nelvalle mandó en.
terrar la.- Itl8.YOr parte de· aquellas riquezas, distribuyendo ent-re
sum soldados diez bolsas, son mil patar.ones ·cada uno, y ~en.tre lal!
xna.Jeres q.Jle. a.compafiaban a su· divj,sión,. g.ran ca.nt!4~4· d~ ~~ll;l(!._
Ja.~, ·f(~'b~~Yllli. '1 G'~Pji)T9~ p.. ~lil\\IJ. .1: 49 )~.!¡9!\Q_J!, :
188 Datos Htst6rleoa 4e la Guena del ParagrutJ

Despu4s de estas determinaciones, Delvalle y Sosa dirlgi"ron


una nota al mariscal López, que ya se hallaba acampado e1
Cerro Corá, comunicando que no se decidían a seguir del Amam.
bay, porque consideraban completamente termiraC'a y pPrd!da la
guerra del Paraguay, siendo inútiles más sacrificios, que el'os ja.
más servirían al enemigo; pero que tampoco querían entregar
sus vidas y la de los suyos a lo que ya no era más que un capri.
cho del amor propio,
Esta notá no tuvo tiempo de recibirla el mariscal López. por
haber ya perecido en su pursto de bonor cuando el chaEque lleg{•
con ella al boquerón de los montes del Chiriguelo.
Informados los jefes de la triple alianza de la resolución del
~oronel_ Delvalle, que encabezaba el pronunciamiento del motín,
inmediatamente marcharon sobre ellos, sirviéndose del:iaqueano
del teniente coronel Gauna, prisionero de Cerro.Corá: no tarda-
ron mucho en alcanzar a Delvalle, Sosa, Jefes, oficiales y las
tropas, y bastantes mujeres que lo acompafiaban, las cuales, trein.
ta de ellas, conducían una bolsa de plata sellada cada una.

El coronel Delvalle, Sosa y demás jefes y oficiales, se rin.


dieron a discreción con las armas en la mano, inmediatamente
que el ejército aliado les intimó rendición, y cuyo día fué el
4 de Marzo de 1870.
Después del acto de la rendición y consiguiente desarme,
fueron sacados los jefes y oficiales hasta el grado de sargento
e inmediatamente degollados por orden del jefe de· los aliados,
que era brasileño, cuyas victimas ascendieron a más de dcscien.
tos h-:mbres, entre ellos el coronel Delvalie, el comandante Go.
mara, el mayor Mé~dez, los capellanes Hermosma, Ihari; y el
canónigo Rcmán, que por enfermeclad de los píes se había de.
jado en una de las carretas atrazadas, también pereció en esa
_carnicería humana: entre todos apenas se salvó el capitán AL
faro c:-n algunas mttjeres y soldados, debido al gran empeño
del baqueano
., Gaona.
El coronel Sosa, el teniente r.oronel Jost§ Maria Romero,
lo;raron el!capar .entre los mont«?s en -el momento. que el ejercito
General Franrlsco I&idoro Besqufn 130

aliado los sorprendió con varios oficiales y tropas, y debido a


esto se han salvado de una muerte lo más desesperante,

Las treinta bolsas de plata sellada que conducían las muje~


res, se distribuyeron los enemigos, desenterraron a su regres~
en Cerro Corá el dinero que había ocultado Delva11e cerca de~
paso de Amambay, el cual fué conducido· por los brasilefios a
la Villa Concepción en dieciseis carretas.

PASAJE DEL RIO AMAMBAY Y CORRIEN~S

El 22 de Enero de l870, el mariscal López, con una parte


de- las dos divisiones, y doce piezas de artiller.fa "ligera, llegó a
la margen derecha del río Amambay, a pesar de las grand s y
continuadas lluvias que desde el 28 de Diciembre se oponían ·a
todo movimiento.
Un día antes de haber emprendido nuestra penosa retirada
del campo Zanja.hú, empezó a Uover sin cesar, y entre agua
hemos atravezado tos espesos macigales, que forman la costa.
del río Igatimi.
Afortunadamente, el ejérci_to que t~ní~ quA_ :ga¡¡ar a. todo
trance el Amambay, apenas encont¡.-ó a. nado er ~anal princi_pal_;_
·sin embargo! tuvo que emprender grandes y penoso_s 'trabajo!'
de escavaciones, efecto de la falta de recursos, Para facilitar la
bajada a · la ·ribera.

~1 mismo tiempo, una parte de dichas f11er_zas también


tuvo que dedicarse_ al corte de maderas, para. la. construcciói.J. d~
·un puente,_ que diera p_aso a la artillería y carretas. ·
Con entusiasmo; con rapidez, y hasta con alegda, se dedica~
ron nuestras tropas, inclusive jefes- ·y oficiales, a tan ímprobo
trabajo: d~ man,era que pron~o quedó terminado el pu~nte y
·áJiá.nadas ~as ·dific~ltades que ofrecía11- tan altas barr~ncas .

. El 2 4 del mismo mes de Enero, habiendo niarcñado el


:ej.§roito d~ la .izquierda del Amambay," por los oompos· del anti:.
;uo Jerez <lel Par~t.¡uay, llegó a lilr -ma-F¡ea. (lereolla -(lel lt.tro7o
140 DAto;s. Hlat6rieos de ~ Guerra del P~AguaJ'
' .

Qorrlentes, en donde ~ormó campamento, después de ponerse el


llOI,

Al slgulente dla se mandó ensanchar el estrecho camino del


JJ1onte, que conduela a la elevada costa dEl arroyo, el cual, aún
~uando ya era Impetuosa su .corriente, todavía no contenía un
il'an <1audal de agua.
Apenas su profundidad llegaba al pec'!!o de los caballos; pe.
ro el paso era difícil y casi, peligroso, tanto por la fuerza de
la corriente, como por ser el lecho de dicho arroyo formado
con grandes pi-edras y hoyos profundos.

La previsión y el valor salvaron dichos riesgos, pues ha.


biendose extendido una gruesa cuerda entre una y otra co~ta dei
rfo, sujeta por ambas partes a corpulentos árboles, sirvió de se.
guridad a todas las tropas quienes agarrándose ele ellas, fueron
PJI.~a;ndo <1on general regocijo y contento, hasta formar campa.
mento a la Izquierda del mencionado arroyo Corrientes.

CAMPAMENTO EN CAPIHIVARLLAGUNA

El 27 del precitado mes, el mariscal López a pesar de las


.lluvias que causaban fuertes bajas en nuestras tropas, pues con.
tlnuaban incesantes, dispuso abandonar el campamento del arro.
yo Corrientes, sin recursos ni elementos de movllidl!-d•
. No obstante. el 29, antes del anochecer, acampamos en las
vertlen+es del .rlo Ipané.guazú, a la costa de la Laguna CapihL
varl, distante una legua del boquerón que da entrada a la pi.
cada de los· montes d.el Chiriguelo, la tlual tiene más de cuatro
leguas de extensión· y que, atravezando la cordillera. de Mbara.
cay"d, eonduce a Cerro.Corá.
Aunque .los deseos del mariscal eran continuar la marcha,
tuvo que demorarse en el campamento de Capihivarf, con el fin
de .·dar· tiempo, ·a la incorporación de las fuerzas que, desde . el
paso de Igatimf. seguían la m.areha a duras ¡~enas, por ex<1eso· de
,.,., -, :otr(tD~ll 4e ~Jl:mentO,
id

Basta saber que todos iban casi desnudos, y que la altmerta.


ción tenían que buscarla en los montes, siendo !a base de tal alL
mentación, la naranja agria, el yacara<-iá, el racurí pifias d·a
ibirá, el éorazón del arbusto del Amambay, el pintló y el yatahf,
Estos frutos eran el único pan de que se alimentaban los
verdaderos ciudadanos paTaguayos, que ni las penurias, ni el sa.
r.rificio de sus vidas les han hecho jamás temblar ni les ba des.
pertado ambición para abandonar ni afrentar a su querida patria.

CAMPAMENTO EN CERRO-CORA

Después de los reconocimientos que el mariscal Lópes man.


dó practicar por los campos del Aquidabán, por elpaso del
Arroyo Guazll, y por la Tranquerita, jurisdicción de Villa C·~n •
.cepción, y después de haber color-ado guardfa a la margen iz.
quierda del citado Arro.yo Guazú, como a cinco le~uas re Cerro.
Corá, el 6 de Febrero de 1870 se puso en marcha él ejército
q:ué se hallaba acampado· en Capihivarí.

Iba al frente de él el mismo Marisca!, acompafiado por. el


vi<'.e presidente de la República, don Francisco Sánchez. y por
los generales Caballero, Resquin; Delgado y Roa, comp~nién.
dose dicho ejército de mil doscientos hombres, seis piezas de
.artillería ligera y un sin número de enfermos.
Reducidas a tan triste estado nuestras fuerzás, _sin ánimo
ya ni para marchar, sin ropas ni víveres, y lo que es peor, sin
esperanzas en nada, cruzamos los fangales inmensos del estre.
cho camino que por los montes del Chiriguelo conduce a Cerro.
Corá, soportando copiosas lluvias y grandes penurias,

El marisr.al López en vista de las grandes "dificultades Q.\la


preMntalra: el camino de los montes del Chirigue!o y la falta da
elementos de movilidad, determinó dejar al general Frlncisco Roa.
al cuidado de ocho piezas de artillería ligera, que después de
acampar el ejército en Cerro Corá se les devolverían bueyes para
conducir las piezas a este punto.

Por fin. el 8 del rni!lmo me!! de Febrero 11e aeamp6 en CerrO'.


dorá. a la margen izquierda del Aqutda.bAn, enc'l.r¡ándosa 11!1
coronel Escobar ha(!er traElr todas las carretas que habían que_
dado atrasadas o empantanadas en el camino del Chiriguelo ..
lnmediatamente de haber acampado el mariscal López man.
_dó ocu¡>ar . el paso del arroyo Tacuara como a una legua del
paso del Aquidabán, con un destacamento de noventa hombres
y dos piezas de artillería,

Asimismo despachó al general Caballero con cuarenta hom~


brés, en su mayor parte jefes y ofir.iales, a la comarca cie In
Villa MI-randa, ~on el objeto de recoger y remitir cuanto ga.
nado pudiera encontrar en Chiriguelo, Capihivari, Punta.Porá y
río ·oorado,
Igual comisión le dio al sargento mayor Lara, quien con
doce hombres de caballería, debía recorrer todos los estable_
cimientos de los campos ·del Aquidabán.
Mientras tanto, el resto de las fuerza¡¡ quedaban en Cerro_
corá, sufriendo todo género de privaciones, y hasta hambre, si.Q.
una idea que las animara, ni una esperanza. que las· consolase.

DESERCIONES EN CERRO.CORA.

Como es consiguiente después de cuarenta dfas de marcha,


ba.~o. una lluvia continuada y atravesando esteros e ~nmensos
cardisales; nuestras tropas se hallaban completamente extenua_
das de hambre y cansancio; para darse cuenta más o menos
exacta, de la situación que nuestros valientes y leales soldados
est.aban ·reducidos· en Cerro.Corá, es preciso tener conocimiento
hasta qué extremo ·negó su alimentación, para valorizar aproxi.
madamente hasta qué punto llegó el sacrificio de los bravos pa.
raguayos por .la integridad de su suelo y. el honór .na.cional.
Por falta de ganado no era posible carnear más de una res
por día para ser repartida entre quinientos honibres, de ella se
'Utilizaba :hasta el cuero ·que se repartía en pequeños retazos pa-_
ra que sirviera de alimento; el pan que se conocfa no era otro
que las frutas silvestres enumeradas anteriormente y que la so.
la extracción de est~s del centro de aquellas inmensas (!ordille.
ras, con~ribuian al aniquilamientp d.e nuestr.Qs vaUent"s, c~yo
alimento adelantaban ráPidamente su destrucción. causando. d1.
versas enfermedades.
. G
Sumido en esta triste fatalidad se hallaba eJ ejército para~
guayo, creyendo de que todos los que habian llegado hasta Ce.
rro.Corá fueron los verdaderos y leales pa:rio .as, pero cuando
estábamos en esta convicción tuvimos la noticia de que se hQ..

• bian desertado al enemigo, por el lado de Villa Concepción~ }')S


·cirujanos CirilG Solalinde, Ignacio Segovia, Lazaro Quevedo y ei
teniente Villamayor, el cual pertenecia a la compafita da baquea.
nos, llevándose además este último tres de sus mejores solda.
dos; esta deserción fu.e encabezada por Sola!l::.r.cie, el que manos
que nadie tenia motivos para hacerlo, por cua:>to él no exponra.
•u vida en los combates, y rererente a manutección se le daba
lo meJOr que teníamos debido al puesto qne ocupaba ciol!lo me.
dico del cuartel general; abusando de ello es que infiU)O con ci
Mariscal López SE' le diera licencia para internarse en les mon.
tes del rio Aquidabán a fin de recoger frutos silvestres, logran.
do por este medio los confabulados, fugarse con. toda libertad.
Llegados a Villa Concepción, de tránsfugas se convirtieron
en traidores; se apersonaron a los generales enemigos e inf(Jr.
mandoles de la triste situación que se hal1aba el ejército nac1o ..
nal en Cerro.Corá y de su verdadera posición facilitando todos
los medios para la completa destrucción de sus conciudadanos,
, cooperando asl directamente para el triunfo de las armas FlX.
1 tranjeras. La historia que escriban los imparciales T buenos hL
jos del Paraguay. dará el lugar que corresponde a estos conciu.
dadanos, calificándoles con el epfteto que corresponda a tan
negra accton,
Los generales aliados que por defección del comandante
Pedrueza se hallaban ocupando Villa: Concepción, el cual por ·su
traición influyó a que perecieran. muchas familias de dicha po.
blación; enterados de todas las minuclpsldades y circunstancia•
de la pol:lición y recursos del ej6rcito nacional acampado en ce.
rro.Corá por las aclaraciones de los referidos prcU\lgos~ sin pclt-
dida de tiempo prepararon. su (iltlmo combate qiia debla tener
por·te-atro Cerro~Cor~. contando para ello eon los desertores re_
teridós que débiaii prestarse como baqueanos, y asi lo hicieron
~on la ma.yor deci~ión, como si fueran a batirse con un enemigo
_ce Bu _naCJ.on. _

'En ·medio de estos acontecimientos, el valiente coronel SiL


vestre Carmona, víctima de los furores del de igual clase, Juan
Fraiir.isco López, hijo del presidente de la República y general
~ri. jefe del ejército nacional, tuvo que abandonar a sus co:ó.cm.
dadanos al vers.e destituido de la cuarta división, de la que él
era comandante, esto fue debido a un acto de injusticia y per-
versraa·d de aquel jóven coronel que sin ey;periencia de la vtaa
'humana censuraba a uno de los mejores jetes que aesde la co.
marca de la villa d~ Miranda tenia dado pruebas de valor y ab.
negaeton, confirmándola p.osteriormente desda Corrientes hasta.
Cerro.eorá.
.. 'l

CAPITULO XIV

trt.mro cóMBA'l'E EN EL cAlUPO DE CER.RO.coRA.

El 19 de Marzo de 1!!70, haliándose el Mariscal López .


R.Cá.Inpaao en Cerro.Cora, sobre la margen izquierda d€1 rto
A.quidabán, con la diminuta ·tuerza que formaba el ejército pa.
l'ag~:~ayo 1 la cual se componía de cuatrocientos setenta hombres,
cuatro caiiones y dos piezas de artillería ligera, incluso en este
resumen la vanguardia de Paso Tacuaras, que la formaban no ..
venta hombres y las dos piezas de art1llerfa ligera,

Conocedores los enemigos por Intermedio del mal paragua.


yo r.irujano Solalinde, de la ~tm-díclón en que se hállaba 11uestro
ejército y gwa·dos los enemigos por los mismos· desertores de'
cerro.C'orá, no podían dudar de su buen éxito.

La línea defensiva del paso del río Aquidabán fue confiada


por el Mariscal López al mando de los coroneles Juan de la Cruz
Avalo, Angel Moreno (éste de artUierta), y a los teruentss curo.
neles Santos y Gómez, el nrimero situado sobre el ala dilrecn!l.
e~on ochenta lanceros, el segnndo con cien de tropa y cuatro .ca.
6enerai Francdsco ísidoro .Resqufn

'fiones defendían el eentro, y los dos tU timos· con cien hombres


Cf.e inranteria formaban el ala izquierda.
..
En esta disposición se hallaban distr1buidos los pocos ele.·
Íilentos que le restaban al ejército paraguayo cuando· el día 19
de Marzo, a las seis de la mañana, llegó un soldado de la va~.
guardia situada en Paso Tacuara al paso del Aquidabán dando
el parte verbalmente al coronel Moreno, que antes de amanecer
de aquel día había sido sorprendida por los enemigOs la van.
guardia de que él formaba parte. habiéndose aPoderado de los
dos rañones y todos sus compañeros.

Enterado el coronel Moreno delo que había acontecido en


Paso Tacuara, sin pérdida de tiempo dió parte al Mariscal Ló .
pez; éste ordenó se despachara inmediatamente a uno de su.s
ayudantes con dos soldados a fin de ir a rectificar la noticia da.
da por el soldado que formaba parte de la vanguardia da Paso
Tacuara.

Poco después de haber sido despachado el citado avudante


negó otro soldado perteneciente a la misma vanguardíá. sorpren.
dida, el. cual confirmó la noticfa. traída pocos momentos antes
por su campanero de Paso Tacuara.

conócienao el Mariscal López por los movimtenfos del ene:.


mtgo que pronto llegarían a batir nuestras TinCas del AquidabAn
inmediatamente mandó preparar nuestras tropas en orden de
combate, esperando as! con valor y honra a las fuerzas de ¡a.
triple alianza.,

A~ mismo uempo orde::i.O el Mariscal al teniente coronel ¡::n·.


lis que acompañado de diez hombres se dirigieran a pie sobre la
carretera del AQuidabán en. direcc!tn al Paso Tacuara con lA
consigna de observar la marcha del enemigo sobre el punto de·
9erro.Corá.

En el mistno momento de salir E?81:é despacnor el Marisoal


y otro ayudante salieron Mn rumbo al Chiriguelo para avtsa.r
al general Franeisco Roa a fin de fllle abrenara la marcha- todo·
lo qU:e pudiera con sus tropas 1 las Piel!:as de artilerfa que 11e
hallaban bajo su mando a fin de. entrar en combate en el paso
del rfo Aquidabán.

Des~raciadamente el comandante Solla a por.a distancia 4el


paso del rto AqUidabán fue perseguido con sus companeros uor
en grueso del ejército enemigo que venfan marchando S<lbre di. (l!li
cho Daso; en esta jornada fue donde el vaUente comandante I:Jo.
lfs cayó gloriosamente en su puesto do honor junto von dos da
los suyos.

El general Francisco Roa no tuvo tiempo de hi.corporarse a.


las tuerzas del paso del Aquidabán t!On1o el Martsl!al López l•
babia mandado órdenes con su a.yuaante, por no haberle sub•
posible evadir un encuentro con el enemigo en. la borda del mol'J
te del (.!hlriguelo, donde fué mutlno con gloria y honor al pi•
de su artmerla como une de los mas bravos hijos de la nactóll
paraguaya.
El Mariscal López, Presidente de la Repdblica del Para:..
guay, al tener conocimiento de la suerte del. bravo comandante
SoUs por intermedio de unos que lo acampanaron, y conoctendo
el golpe decisivo que entre pocos momentos le iban a dar les alia.
dos, mandó que todo el estado mayor montara a caballo; ·el vlee.
presidente. de la nac10n Dr. Francisco Sánchez, Ios generales
Francisco Isidoro Resquin y José Marta Delgado, como también
el comandante de la Escolta de gobierno coronel José Maria
.Agutar y su segundo el teniente coronel Aguilar, con 11etenta
hombres de la misma escolta con los cuales se dirfgio el Maria.
cal en el citado paso del rfo Aquidabán; a distancia de unas cien
varas antes de llegar al paso, fué atacado por fuertes divisiones
brasilefi.as guiadas por los traidores Solafinde y comparsa.
Los primeros exploradores que asaltaron d paso se €strella.
ron sobre la pequefi.a fuerza que conducía el Martsr.al López qu.9
venciendo el centro de nuestras líneas atrávesaron el paso de'
Aquidabán, las cuales desde esa posición desplegaron sus fuer~
mas a derecha e IzqUierda.

El coronel Angel Moreno después de doa andanadas de !!tl


.artllleria fu4 derrotado del paso qUe defP-ndfa, siguiendo la tnis.
tknerai Francisco ístdoro ·Resqufu

ma suerte los- jefes de derecha e -izquierda que eran Juan de la


Cruz Avalos, coronel de caballería, y los tenientes coroneles
Francisco Santos y Gómez.
Este último y sangriento combate de Cerro_Corá duró nada
más que unos quinces minutos; este pequeño espacio de tiempo
fué tremendo para los buenos hijcs del Paraguay y fatal para su
patria, en ese momento fué derrot!tdo y vencido por completo el
ejército después de haber luchado cinco aiios defendiendo la
honra e integridad de su patria, allí también perecieron los hom.
brea más íntegros e inteligentes que tenía el Paraguay.
Los primeros exploradores enemigos que asaltaron el paso
del r!o Aquidabán pertenecían al cuerpo de caballería. los cuales
fueron batidos por el estado mayor al mando del mariscal López
y rechazados a balazos hasta el paso del Aquidabán.

En este intervalo él con sus acompafiantes volvieron al cuar.


tel general en donde ordenó al general Resquín para que con sus
ayudantes siguiera la carreta de su madre e hijos, las cuales ya
se habían puesto en marcha con sus carruajes, a fin de ha-cerles
oontinuar la marcha con mayor rapidez y procurar sPguir el me.
jor camino para salvar sus v1das.
El mariscal López con su estado mayor se dirigió hacia el
paso de abajo de! Aquidabán; en este camino anles de negar al
paso debían atravesar un pequeño arroyuelo, pero antes dé alean.
zar a éste, fué alcanzado el mariscal López y atropellado por un
regimiento de caballería enemiga quienes le hirieron de un lan.
zazo en el muslo Izquierdo; en este estado apenas pUdo llegar a
la costa del rto Aquidabán donde alcahzado otra. vez fu~ reque_
rido por sus perseguidores brasileños intimándola se rindiera. a
discreción.
Al ofr el Mariscal L6pez proferir semejante!! palabras, les
contestó con toda la energía de un valiente que tio se rendía y
que estaba dispuesto a sacrificarlo todo por su (filerida patria;.

Inmediatamente de esta franca resolución del Mariscal López,


Presidente de la Nación paraguaya, recibió con heroistno las bahs
de las tuerzas de Brasil! con lo que entregó su "ida al Creado~.
i48 natps :iiist6ricos de 1a Guerra ciei Paragttit

El Mariscal Lopez habla jurado a sus conchxdadanos de no


envilecer el suelo de su nacimiento; cumplió su palabra murien.
do de las balas enemigas, defendienGo sieml're la prec!iosa san.
gre de sus conci.udadanos, la independencia de su patria, bolla.
das por tres banderas extranjeras las cuales no ten!an ot.ras ra_
zonas para la guerra que la ambición de los territorios naciona.
les y la maldita idea de aniquilar al Paragüay; así lo manifes.
taron los poderes de la triple alianza en sus tratados seérelos de
Mayo, cuyo hecho n11nca olvidará el pueblo heroico de la nación
paraguaya para hacerse justicia en opor~unidad del oprobio con
que fué prodigado por dos repúblicas y el lniperio de los escla.
vos; ya sea por el interés de la pat:rta, su honor, la gloria y haCJ.
ta por la verguenza- de todos los verdaderos hijos del Paraguay.

La misma gloria de morir por la patria cuyo su"olime ideal


no solamente representa lo que posee sino que también todos
los objetos de nuestro amor, de nuestro culto, de nuestros pa..
dres, nuestros parientes, nuestros amigos, nuestro honor, nuestra
independencia y nuestra libertad, porque todos somos ln'otegidos
o castigados por las mismas leyes, participamos todos con júbilo
de las glorias y prosperidad de nuestra nación, porque todos
defendemos los a.ltos principios del u~ado, las le:..,~s y el gobier.
no que rige los destinos del pais asegurando asf la defensa de
los hijos, las familias y los bienes de aquellos que han caldo
víctima de su adhesión a la patria; en Este loable emp~fto su.
cumbieron en el ültimo combate junto ccn el Mariscal López,
Presidente de la República, el vicePresidente Dr. Francisco Sán.
ehe!, el secretario general del estado D. Luis Caminos, los coro.
neles José María Aguiar, Juan de la Cruz Avalas, Juan Francia.
éo· López, Bernardino Denis y el Tte. Coronel drzuza; asf mismo
los capellanes mayores Francisco Solano Espinosa, J. -Medina, J.
·.!\.dorno, José Ramón González y J, González; víctimas sacrifica.
·das en cumplimiento de sus deberes los primeros y como dignos
ministros de Dios estos 11ltimos,

Los ciudadanos ganerates ll.esttutn y Delgado tuvieren 11\


desgracia de ser prisiotJ.eróS dé sus enetnigbs en ls; 11ltima a.cctón
"de Cerro.Oorá. ~unto con los ooronelelt Angel· Moreno, Patriclo
General Frandsco Isidoro Rc!squfa

Esccbar, Silvestre Avelro y J. Centurión, como igualmente los


tenientes coroneles Gómez, Santos, Vera, Riveros, Cabrilla, Ma.
ele! y Silvero, este último correntino, la misma ~uerte tuvieron
varios otros jefes y ofir.iales y troPas cuyos nombres me es im.
posible recordarlo en los momentos que escribo el presente boa.
quejo de la historia de la guerra.
Después de haber sufrido tanto tiempo las penurias de una
campafia prolongada de cinco años, el mismo abatimiento me
imposibilitan recordar los nombres de todos los compafieros de
armas que alcanzaron hasta el último momento.
_,.
Al determinarme a escribir las presentes memorias el 'dnico
objetivo que me impulsó fue el informar a la juventud paragua
ya, algo sobre la cruda guerra a fin que puedan formar juicio
sobre los sucesos que se deEarrollaron durante lbs cinco aiios.
Sin duda alguna, es la guerra más grande e injusta que ha
presenciado la Am.érica del Sud.
Al hacer referencia de los ilustres capellanes mayores del
ejército, debo hacer especial mención de los sobrevivientes que
durante cinco afl.os estuvieron al servicio de su patria, los aua~
les han sido los beneméritos sacerdotes del Dios de los ejércitos
D. Fidel Maíz, D. Rufino Jara, D. J. Aguiser y D. J. Corbalán;"
durante la guerra han dado ejemplo de virtud y abnegación a
todos los valientes del ejército ·paraguayo en los miles peligros
que tuvieron que pasar.
Los capellanes mayores citados han sido talñbién. prisioneros
de guerra por haber permanecido fieles a sus principios de pa:
~riotismo y el haber sostenido la libertad, S!)beranla, e indepen.
dencia nacional; los cuales la defendieron como ciudadanos e
hijos verdaderos del Paraguay, dando asf ejemplo de Terdadero
valor y acendrado patriotismo, exponiendo sus vidas al frente de
los enemigos de su
patria.
El general Cabanero y el J:]layor Lara, como hablan salido
de Cerro Corá, con el fin de proporcionar los recursos necesarios
para el ejército nacional, no se hallaron en el último combate,
Jñ\4Wri?Jl~Je 4~l!P.ué§ 4e: ~apel' :s~clJ.~~Jao ·eJ M•riscal · I,.6pez con
150 Datos ·mstórtcos de lA Guerra· del Pa.raguar

la mayor parte dt- su diminuto ejército, conocedores de lo suoe.


dido no tuvieron otro remedio qué entregarse a los enemigos
contra quienes habían combatido aquellos valientP.s durante
cinco años.

CAPITULO XV

LOS PRISIONEROS DE CtmRO CORA 1\IARCHAN A VILLA


CONCEPCION EN PODER DE SUS VENCEDORES

Vencido el ejército de los verdaderos. hij:Js del Paraguay en


Cerro Corá, después de haber pasado todas las penurias a que
fue restringido durante cinco años de continuos combates y sin
tener otros auxilios que los pocos recursos que le res+aban al
Paraguay; tuvo E'l ejército nacional, valor y fuerza suficiente de
oponerse contra tres naciones coaligadas y resistir la guerra tan
largo tiempo,

El ejército de los libres, sin otros recursos en aquel momeil.


to que sus propias vidas y valor, tuvieron el honor y la arrogan.
cia de aceptar el combate en el campo de Cerro Corá, como prue~
ba del último sacrificio en defensa y sostenimiento de la inde.
pendencia y libertad consagrada a los intereses generales de los
11.obles hijos del Paraguay y en holocausto a los grandes princL
pios de conservación del Estado.

En· este honorable etnpeiio el ejército del Paraguay sucum.


bió en Cerro Corá (!On la "imperecedera gloria de haber llenado
la última misión que el gobierno y las leyes del Estado le con.
fiaron.

El general Cámara, fue el vencedor de Cerro Corá, pertena.


ciente al ejército del Imperio del Bra~il y bajo las órdenes del
príncipe, general en jefe de las fuerzas del Imperio; así es que,
el Brasil fue quien puso "término á la: maldita -y. cruenta guerra
de la triple alianza contra el Paraguay; cuya guerra nunca tuvo
otra causa justificada que la· usurpación de los territorios ·nado.
nales qúe ellmperio del-Brasil y la· República ·Argentina del!de
áeneral Franalsco Isidoro ResqUÍJl 161
L
tiempo ambicionaban y la destruceión completa de todo el Pa.
raguay.
Además, el interés que el oro del Brasil despertó al infame
traidor de los republicanos de Sud América Bartolomé Mitre, el
cual se· hallaba ocupando el puesto de presidente de la República
Argentina, no tuvo ineonveniente de venderse al gobierno bra.
silefio para hacer derramar raudales de sangre de los mejores
hijos de su patria, comprometiéndolos en una guerra injusta de
interés puramente extraño; cuyo hecho las repúblicas hermanas
de Sud América sabrán apreciarlo para condenar aquel monstruo
argentino B. Mitre.
El ilustrado gobierno del Imperio del Brasil, tuvo siquiera
compasión de la desgracia de la nación paraguaya, y prueba de
ello es que a los prisioneros de guerra, les prodigó de favores;
pues reconoció su heroismo y el perfeeto derecho por el cuai
combatía a las fuerzas extranjeras.

El Presidente de la República Oriental, Venancio Flores, y


el de la República Argentina, Bartolomé Mitre, lejos de imitar
la conducta del gobierno brasileño, el cual era el amo de aque.
llos ambiciosos mandatarios; pues los prisioneros de guerra que
tuvieron la desgraeia de pertenecer a los malvados republicanos
fueron forzados a engrosar las filas de sus mezquinos ejércitos
formando cuerpo11 de infantería y caballería de prisioneros pa.
raguayos.

Aprovechando así la debilidad de aquellos pobres cautivos


los -mandaban ·de nuevo a batirse contra su misma patria, valién.
dose de varias promesas que los incautos creían;· los que se
atrevían a resistir a la bárbara presión que les imponían los
que se·. preciaban de libertadores, se hallaban obligados a vivir.
de sus conchavos en la ciudad de. Buenos Aires y en la Re •

'IV" pública Oriental.

·At Mntrario y muy al contrario procedió el gobierno del


Brasil, a todos los prisioneros -de guerra que tuvieron la suar.
te de .perteneoerle, ·-ies: l'eéoriooló los grados militares .que tenfan
sus »risieneros y . les asignó. un sueldo a todoa ellos según la
jerarauía de cada cual, pagándole religiosamente durante tod~
el iiemvo que duró la guerra, siendo además bien mantenidos
y apreciados•

.Al terminar la .guerra ma.ndó esta nación civilizada y hu.


i:nanltaria los bnques necesarios para conducir a los prisione.
·ros a su destrozada patria, la nación paraguaya, hasta la ciu.
dad. de .la .Asunción, en cuyo puerto hizo entrega de todos al
nuevo ~obierno paraguayo; regresaron. todos a su natria con di.
nero y muy bien ves•idos, tanto los jefes y .oficiales como los de
trona: de este favor nunca olvidará la nación paraguaya para
corresnonder en caso oportuno de la misma ·manera a.l pueblo
generoso del Im:p·erio del Brasil.

Desde el momento de obtener el triunfo el general Cámara


en Cerro_Corá, prodigó a los desgraciados prisíoñeros paraguayos
cuantos recursos estaban a su alcance, con una bondad y activi.
dad propia de un hombre vaiiente y militar civilizado,

El 2 de Marzo de 1870, la división del general Cámara s~


ptiso en marcha tie Cerro_Corá, dirigiéndose a la Villa de Con .•
cepción conduciendo los prisioneros paraguayos vencidos en
aquel desgraciado conflicto, a los que no les restaban otra es.
peranza que la piedad de sus vencedores y la fe en Dios y la.
patria que velan sll'lmpre sobre sus fieles hijos en dondR qulfl
ran que se hallen, mientras que estos constantemente proou
ran por todos los medios el espiendor y engrandecimiento d~
Dios y el país donde nacieron.

El 10 del mes de Marzo del citado afio, llegó a Villa Con:


eepción la· división del general Cámara con los mencionado;
prisioneros, los cuales el 15 del mismo mes fueron· embar('a_c
dos a bordo de navíos brasileñ.os y conducidos al puerto de la
Asunción capital de la RePública del ParaguaT•

.A principio del mes de Mayo del citado afio, todos los prl
sroneros de Cerro;_Corá fueron conducidos a. Rio -.Ja.neiro por ha.
berlo solicitado .al gobierno del·Brasil los malvados que forma.
baJ1 el tri,uJt.vl.111ito· o &tlbierno fa¡¡ta¡mv, ~e la. 4s~n~i9n, f¡JJ~ lQ
General Francisco Isidoro Resquín liS

componían Carlos Loizaga y Cirl:o Rivuola. pues José Díaz d~P


Bedoya ya sabemos a qué comisión bajó a BuPnos Aires y no
volvió mas a la Asunción: este triunviro tenia alianza formada.
con los enemigos dG~ su patria y el fin premeditado de ellos era
formar a costa de cualquier sacrificio un gobierno permanente
compuesto con los infames traidores lilaraguayos, como poco
tiempo deRpués. consiguieron con.stituírlo formando las convon
clones electorales con revólveres y puñales: es~e hecho es del
conocimiento de todos los que se hallaban en aquella época en
la Asunción,

El general Delgado no fue conducido a Río Janeiro ~omtt


los demás por hallarse entermo, por esta causa se quedó en Itt
Asunción bajo las órdenes de las autoridades brasUellas-: debfd-»
a la misma cau:~a tampoco el general Resqufn fue conducido ~
Río Janeiro, quedando en Humaitá y también bajo las órdenes
de las autoridade!l brasileñas, siendo ambos muy bien atendidos
por los imperiali.stas.

El gobierno del Paraguay; como era natural, estuvo muy le.


jos de .demostrar siquiera voluntad de atender a sus conciuda.
dallt)s que durante cinco afios se habían sacrificado luchando
contra tres naciones extranjeras, sino todo lo contrario. fu~ron
pedidos los leales patriotas por el gobierno de su mismo pafs
para ser juzgados en consejo de guerra con· el fin de fusilarlos
por el motivo de haber defendido a su patria, no solamente- de
las imposiciones de la triple alianza, sino que también de sus
nuevos aliados Loizaga, Rivarola, Decoud, Bedoya y comparsa
que han traído la muerte y disolución de su patria la nación
paraguaya.

- Es por demás hablar ya de los presidentes Bartolomé. Mltr~.


argentino, y Venancio Flores, oriental, tanto sobre el mal .trato
que dierolll a los prisioneros paraguayos, como de la infcna con.
d'ltCta · que· observaron sus ministros plenipotenciarioa residentes
en la Asunción.
~ ""\~!"
--- A la conclusión de la guerra., uno de elios, el malvade J.
P6rez, Ar~entino, iniciÓ pro~ia.Dda y se ompefió eon varios pa.
1154 · Datos Históricos de la Guerra del Paraguay

raguayos en la Asunción para que el Paraguay no rec"nocler"


su independencia y solicitara su anexión a la República Arg3n.
tina, puesto que había sucumbido por el triunfo de las armn~1
de la triple alianza.

. El tal Minis•ro Pérez obraiJa de esta manera, indur.ido pM


el .autor de la triple alianza B. Mitre y nombrado para el efe~to
Ministro por favor que el bárbaro Sarmiento le dispensó, debido
a cuestiones que se relacionan con su presidencia de la Nación
Argentina. como por las mismas causas ha gritado a favor de B.
Mitre; diciendo que la guerra contra el Paraguay era honorablA
al pueblo argentino y que por lo tanto se debfa continuar la
alianza con el Brasil; lo que dejo expuesto es conocido por la
generalidad de las personas que leían la prensa argentina de esn
época, pues ha sido publicado en Jos diarios que veían la luz pú.
blica en la ciudad de Buenos Aires_

CAPITULO XVT

L.o\ CAUJ~Il\"IA DE LA MAYOR INGRATITUP

No ha.v mavor glo'"ia para los ciudadanos de un pafs civilt.


2'!'d-.. ba114n-"o~=e <>n l!:ll«'r!"a Jnternadonal que el hacerse merece_
dor por ~=u bu,.,ani(fad 1n1n Pn wedio de l'ls desgraCias y horrores
de la lucha a 'a estimación y reconocimiento de los vencidos y
muchfslmo más cu~n<'lo el ciut'ladano después de haber agotado
todos lrs recursos en d€'fen!'a de su patria es. obli11:ado a rendirse
E'n el campo del honor se vPa distinguido por el gobierno de la
patria que por ella todo lo ha arrastrado.

Pero todo sucede al revés en nuestra patria quEirlda; el go ..


bierno formado de traldorP.s a su n<~ción y conduoadanos no PO-
día esperarse de él más que ingratitudes e infamias.

Al llega.r al puerto de la Asunción a bordo de 1011 navfos d.,.


la escuadra 1mper!al los generales, jefes y oficiales que fueron ·
tomados prisioner.os en Cerro Corá. estos esperaron como era na .•
tural. la protecl!ión del gobierno de su patria; tanto más cuando
uo les fa.ltl\"ba.Íl mérito!$ para abrigar tales espera~zaD,
· Ge)leral ~r~o!sco Isidoro R~~uín 1:i3 .

Los ~que tormat"on d ·gobierno nacional ~:o qulsle~on rel'n


nor.er o no les convenía ::;aber en ese tiempo lo que habí·n surn_
do aquellos hijos del Paraguay que llegaban a las puertas rlA HU
amada patria .P~ra que !~ ..dieran un rincón donde ,poder desean
sar las fatigas y penalidades que habían arrastrado por más de
cmco año!'l de lucha tan continuada como sangrt,>1.ta· con•ra tr"''!l
naciones extranjeras para mantener el oraen y la libertad de Ra
nacionalidad.· el ideal :rnás grandioso de todos los bfen~s quP
existen sobre la raz de la tierra; en .ese momentn que podía dal'.
le.s siqu~era una mirada de compastéin el gohiernó de una pa•rta
desgra.ciada a sus fieles i
leales hiios que tantas pruebas ·1e!l.ha.
bía dado de su cariño. los .aleja y desprecia.

·Ningún rasgo de nbbleza se frasluctó en esros casns por


aquellos hombres que. habfan tornado la nueva dirección del Es.
tado; manifestaron en seguida el más afrentoso <1esl;'lotlsrno qUP.
gobierno alguno, por más miserable que haya sido. han pt.-sto
e~ práctica tan descaraaarneJ:lte como estos lo han hecho: la hfs_
toria del Paraguay no olvidará de aquell'ls infames fraidores que ·
vendieron las vidas de su~ conl'iudadanos y la éxistencta de ,<n
patria a los enemigos d'e 'eiia por el mezquino interes de lucrar
sobre los r~stos de la nadan paraguaya.

Los traidores. paraguayos Carlos Loizaga y Cirilo Rivarola


que formaron alianza contra SU rntsrna patr~a con las trPS nacio.
nes extranjeras que la combatieron: un año antes de concluirse
la guerra se dirigi.eron
. por una nota. ~fi~i~l· al. . Úu~trAdo
. .
minis_
tro .brasilero José María Paranhos, residente en la Asunción, pL
1liendo la entrega de los generales,je.fés y algunos oficialE$ pa.
raguayos prisioneros de Cerro Coi:á con el fin de juzgarlos en ·
consejo de guerra y en seguid ... fusilarlos por el crimen de haber
defendido a su patria de los avances de la triple alianza y haber
militado bajo las inmediatas órdenes del Mari~cal López, el cual
era a la vez Presidente d'e-1a República de!Paraguay, calific8d'>
de tirano porque ha gobernado el país sin éonstituctón, pára lo
cual el mismo pueblo le ha autorizado, no solamente a él, sino
que a todos los gobierhos anteriores por más de medio siglo.
nota del triunvirato referente a la entregá de los prbJloneros,
negáJJ.dose abiertaJbente a las pretenaioneil del gobierno provfsó. -
rio del Paraguay, manifestándoles que el gobierno ImPerial nun.
ea consentiría que sus: prisioneros de cuerra fuesen entregado•
para asesinarlos.
Este proceder del ministro del imperio del Brasil rev~'la con
tal comportamiento al mundo civtllsado la cultura de aquel p11e.
blo y el valor de sus ejércitos.
No les ha de parecer extratio a las pf'rso'l'as - Uustl'adas -ni
tampoco a las sensatas, que hombres degradados y pérfidos como
Carlos Loiraga. Clrllo Rlvarola y demás comparS& de infames
traidores que han vend,do al enemigo d~ S'll patria la sangre y
el honor de sus eoncludadsnns, asf como la sa1ud de la Nact6n,
hubiesen inventado la calumnia roás abominable b11scando pre.
texto para poder cerrar las puertas de la patria a'" sus leates hl.
jos; para que la Infamia cometida por aquellos malvados htjos R
su pafs y conciudadanos, quedara sepultada en el misterio y por
que la lealtad que los nobles hijos del Paraguay hablan manL
testado por la resistencia y Jos sacrffieios que han arrostrado dn.
rante la guerra, revelaban la contl'adicci6n y más enérgica pro.
testa eontra los proyectos de los infames vendidos al extranjero,
."1

Los malvados Loizaga y Rivarola han procurado por la más


atroz injusticia prevenir el espfritu plibllco y mover a sus desig. ·
nios para zanjar la injus~icia y apoderarse por este medio dé la
voluntad del _puoblo paraguayo a fin de llevar directamente la
corriente de Ja influencia extranjera. sin consultar otra cosa qua
sus tnterP.ses particulares, única causa de haberse comprometidó
ambos malvados.

•& .. .cae.

-
A
ANE XO
,,

Documentos Históricos

Habiéndose encontrado en el Archivo Ñaeiora.t


algunos Partes Militares del General Francisco Isi.

• doro Resqufn elevados al Sr. Ministro de Guerra· y


Marina, General Vicente Barrios, con ocasión cie ·la.
campaña de Matto Grosso en 1865, los damcs a pu_
Plicidad como anexo a la historia escrita r:or aquél,
por considerarlos de alto interés histórico para. il~.
trar las primeras operaciones de la. guerra del 70.

¡VIVA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY!

E:nno. Seiñor Ministro de Guerra y )Iarina.

He tenido el honor de recibir las dos copias autorizadas qu¿


V. E, me adjunta con sus apreciables oficios ffchas J 3 y 14 del
corriente de las Supremas disposicioners del Ex:m.o. Señor Pre~t.
dente de la República, por las que S E. se sirve en la una nom.
brarme Com!!-ndte. de la Columna espedicionaria sobre la Vi:la
de Miranda y el río Mbotetey, y por la. otra me autoriza para
conferir grados de Cabos l.cs y 2.9s Sargentos segun s~an la9
nesesidades de los cuerpos de que me Encargo, bi·~n como ror
una _señalada ar.cion, a mas de proclamar en el campo de batal!a
Subtenientes 2.os y Los guardando para ies demas clases supe
o riores lo que está prescripto por la ordenanza para tales casos.

Por cuyas elevadas distinciones, y ccn mi profundo agrade.


cimiento al Exmo. Señor Presidente, puedo expresar a V. E. qu9
en el encargo no escusaré de emplear toda mi posibilidad por el
buen exito de que depende tan caros intereses de nuest.ra Patria,
qlle sin duda será muy fácil conseguirlo, no faltandonos entu.
oiasmo y disición para el empeiio,
He recibido también la instrucción de fha 13 del corriente
para las operaciones de que estoy Encargado, y de la que detenL
damente desde luego me inpongo para cumplir debidamente todo
lo que en ella se me determina,

Adjunta presento a V, E, copia del afielo que inmediata.


mente de mi arribo á esta he dirigido al Comadnte del Campa_
m.to de Brillante a conformidad de ordenes que he recibido del
Exnio. Sefior Presidente.

Tambien acompafio á V, E. otra eopia de-la instrucción quo


he dado al Ttn.te de Caballeria Ciudad.no Nasario Gimenes que
he despachado el dia 15 con un oficial y 120. de tropa con la eo_
micion de conducir 300 cabesaa de ganade vacuno al Campa_
mentocué frente al fuerte de Oli~po.
La columna de la Comición a Miranda compuesta de las tres
armas, cqn la fuerza de 1450 hombre&,. se halla pronta á mar_
char juntamente con la espedición á Dorados; pero esta tarde,
habiendo ·hecho probar en el tiro. al blanco de la cuatro piezas
de Cañon~;¡s co.uJcos ae bronce de a 4, traidas Ele esa Capital p.a.
la Columna espedicionaria a Miranda dos de dichas pzas oon la
primera prueba á bala reventaron ronpiendo sus gualderas y los
.pernos, sobre mu:iioneras y las Sotabhagas. En vista de esto pa_
ra cuando sea efecto dela demaciada tuerza de la polvora, man_
dé hacer cartuchos con seis onzas quitandole tres onzas y U
adarmes delo que cargan, pero resultaron los mismos efectos
de las anteriores pruebas,aventando toda la gualdera que rom.
pió asi como el perno Capuchino, aunque la bala no ha ido mas
de tres cuerdas, cuyas circunstancias me apresuro avisar a V.E.
por que me veo en la presisión de dejar tres de las referidas
piezas, cuyas gualderas no se pueden cambiar sin demorar qile
es ya breve nuestro caso, por hallarnos listos á dar la marcha
ma:iiana á la tarde siempre que la movilidad tengamos completa
por la ma:iiana,
En retorno delas espredadas plemas de artfllerfa q dejatHOil,
llevamos dOS piezas de fierro de á 4 con una de bronce- de á a.
pudiendo_ la conducion de las doa primeraa sernoa un poco em_
barasoso en el tránsito, por bastante pesadas, motivo q' me obll.
ga llevar todo el personal de artilleros que hubo de quedar en
esta Villa, componiendo ahora el cuerpo de espedlcionario de es.
ta arma el total de 44 individuos. La una pieza cónica que lle.
vamos está yá con el retorno de su gualdera de madera nueva. y
firme que al momento he mandado trabajar.
A las tres restantes luego se pondrán tambien nuevas gual.
f deras segun tiene orden de trabajar con brevedad el 29 Constru.
tor Zavala, y el Coman.te provisorio Capitan Lombardo, qua
quda en mi lugar, esta encargado de cuidar el trabajo.
El reato de tropa en esta guarnicion consta de dos escuadro.
nec de regim.to n6 con 127 individuos, un troso ae 41 indivL
d11oa del regim.to N8 y dos escuadrones del regim.to N9 con 14&
de tropa, todo ello con inclucion de los enfermos en el hospital
·-r los q11e se hallan en eomicion en las g.dias de Guasuiguá y
Arroyoguazll y en el pastoreo entre las guardias de Canillar y
confluencia de Apa.
Dios guarde á V. E. muchos afi.oa. Villa de Concepción Di.
eiembre 17 de 1864,

Fran.eo l. Resqu.fn

A S, E. el Sef1or Ministro de Querrá y Mal'tnll..

-. ·- ,. 7"'"1
¡VIVA LA BEPlTBLICA·DEL PABAGUA~!

.:~ñor lWDistro.

El 31 del PP.do. mes proseguí mi marcha dala Excolonia de ~


Miranda para esta; y despues de haber marchado como tres le•
.guas recibí aviso del 29 Comandante Ciudadano Blaz Rojas quo
jba encabesando la vanguardia, que divisaba una tropa m.tar ~11)
como de 200 hombres dela fuerza bracilera: entonces le dí orden
que persiguiese, y yo aseleré mi marcha, mas habiendo ganado
el monte del arroyo llamado "Paso feo" se quedó y dijo que
. quería verme; pero le mandé, decir que me escribiera su pro.
puesta, y me escribió diciendo que deseaba hablarme sobré mi in.
ternación en el territorio bracilero y comunicarme sus instruc.
ciones· al respecto, cuya contestación fué, que la entrevista para
el efecto sería inutil, y así se entregare como prisionero de gue •
.rra con toda su tropa para dentro de media hora, que delo con.
trario será llerseguido con los rigores de la guerra, mas no ha.
hiendo aceptado di orden de ataque, que para eso mientras 1 s
cambies de las comunicaciones mandé abrir en varias partrs pi.
cadas para cuando quiera estorbar el paso; pero no habla ntos"
sidad de las picadas por que con El primer cañonazo que se largó
al rumbo donde se oia la mucica de bandas de sampararon el
paso sin hacer mas que largar algunos tiros de tercerolas, de los
cuales no lograron mas que uno hiriendo al Alferez Ciudadano·
Camilo Castillo en el brasa derecho cuando ya pasaron algunos
escuadrones de Caballería les persiguieron con toda deligencia,
y habiendo tomado varias direcciones los enemigos, persiguió el
Teniente Obando á un grupo en que se iba también el Teniente
Coronel Don Antonio Dins da Silva Comand.te de aquella gavl.
lla; pero no pud•) darles alcanse por que al pasar la puente del
desbarrancado acabaron de destruir y mientras se pudo vencerla
dificultad del trancito ellos ganaron terreno, y como ya no hay
esperanza de alcanzarlos sesó la persecusión en es+a parte. MaA .~
al otro grupo que tomó otra dirección, á quien persiguió el AL
ferez Clud.no Ignacio Cabrera ccn los Alferez Pedrueza y Raml.
rez y como 95 de tropa dio alcanse quedando en ese Campo 57
muertos de la troPa bracilera entre ellos un oficial y un solo
General · t'randsco · ·isidoro Resquín

. muerto paraguayo, dos heridos levemente y uno de peligro,· y


:se tomaron' tres prisioneros, y 31 caballos, 8 mulás, 22 espadas
'y 14 tercerolas, Esperé ·algunos momentos la reunion de las tro.
pas en el desbarrancado en la estancia desamparada de Don Can •
Q . dido "Olivera, acabado de reunirse pasé á ·tomar Campo como una
· legua y media, de allí perseguí mi marcha el dfa siguiente, á
. hise campo sobre el arroyo pique1lo como cuatro leguas y me.
dia del Campamento anterior, de alli no pase aquella tarde para
reponerse los caballos en aquella aguada y buen paso que allí
habia.

- Al amanecer el dia siguiente me puse otravez en marcha y


despues de haber caminado tres leguas alcansé el arroyo puent.e,
y dos leguas de allí el arroyo de Ñuaqui como á la una del d:[a,
· Conducido el parage por mi órden se adelantó el Capitan Rojas
mi segundo y el Capitan C~nteros con dos escuadrones de Caba.
Heria y una Compañia de infan~eria, y llegaron ála Poblacion
·sin. encontrar mas que dos individuos el uno español y el otro
. por_tuguez europeo y las caaas desamparadas, y habiendo reco.
rride todas las calles y puesto centinelas en cada casa, me aser.
qué con la columna y tomé campo al frente de la poblacion.

Este dia híze reconocimiento de las casas, armamentos y de.


·mas cosas que había, encontrandose enla Comand.a nomas que
seis carabinas de casar y seis espadas de tropa; pero despues se
encontraron varios armamentos, cajones de balas, polvora y pa.
, p~les en un hoyo en el fondo del cox·ralon de la Comandancia,
y tambien en algunas casas se encontraron armamentos, y en
vista de ello mande abrir todas las puertas, y encontraron todos
los armamentós y municiones de que instruirá a V. E. la minuta
adjunta; y de haberes no habian en las casas mas que cosas oo.
mestibles y trastes ordinarios que no pudieron llevar consigo
en el escape; . el archivo completamente destruido sin haber mas
que algunos papeles de poca importancia,

Acabo de establecer en esta Poblacion una g-uardia nom.


brando de Comand.te al Ten.te de Caballería Ciudadano Pascual
Rivas y para su segundo el Alferez de la misma arma (Ciud.no
Alejo Gomes dejandoles cien. caballerias y cincuenta infantes con

su Alferez Ciud.no 'Vbaldo Gimenes, con instruc.n por escrito De.


bo advertir á V. E. que .esta guardia preaisa por lo menos de
quinientos hombres para poder arrazar los campos, recogiendo
los ganados que se estienden desde vacaría hacia el rio brUla.nte
mas ó menos estancias y hacer esto con seguridad de los asal.
tos de los indios que hay bastantes, y como yo no puedo dejar
mas tropas por no debilitar tanto mi fuerza pongo al conocimien.
to .de V. E. la pronta necesidad que hay para mandar siquiera
quinientos hombres que han de ocupar esta guardia por que los
liO mismo qua dejo me van hacer falta.

Para pasar a Miranda donde creo será el lugar de la lucha


por oir que todos los que van huyendo se refugian allá y tam.
bien por que seguñ dicen, hay bastantea indios que pueden ocu.
par la fila. de la fuerza bracilera, y 1Lay alli seia cafionu moste.
ros y una porcion de menor e&llbre.

Hasta el presente no he recibido comunicaclon alguna del


Comandan.te dela columna espedicionarla sobre la colonia de los
Dorados, y asi no he tenido mas noticias de él que la indicada
por la nota hallada entre los despojos encontrados eii el Campo
de la peraecuoion que tambien adjunto á V. E.

N¡, pienso pasar adelante Sino el cinco del corriente dando


ttt1poco maa de tiempo por ver si Ilesa el Capitan Urbieta, ·co.
mo también los 900 caballos y 400 mulas que me han de ve.
ulr dalas villas de San Pedro y Rosario que hasta ahora no han
llegado,
·La l!atninata 41!1 esta ·! Miranda. hade ser despacio por no
maltratar tanto los 8aballos por las muehaa piedras que hay por
el camino y por el exesivo calor que se eslletimenta en estos Id.
&ares, la fragosidad t eatreohura de los cathinos,

lilíl ~~ deabarra.ncado he eatablecidtl útla. poata. A cArgo dat


Sargento de cabiU1eria :Manuel Silva eot1 veinte de tfopas, de.
~ari.dololi ctté.tfd l:U!tidoll inl!iullO 81 Aifei'~z. y ta.mbietl .unts 48 tot
t;fisibheros que se tomó herido1 ademas de estos quedaron dol6
11nfertnbá liiü,
General Fraaclsco Isidoro Besqufa ••
La población se compone de treinta casas y cien ranchos,
seis casas de teja entre aquellos incluso el oratorio y el cuartel
que ocupa una bacera entera á la parte del Oesttt dela plaza de
armas, sobre la calle de leverger es la Comandancia, casa pa.
gisa regular, la que ocupa también una bacera entera en la.
parte del Este de la misma plaza sobre la calle de "Santa Rita"
es el Cuartel como por quinientos hombres; en la parte del Nor.
te, de la misma plaza sobre la calle de la Iglesia se halla Ull'
oratorio y tiene dos campanas, la una mas grandecita que la
otra con un torre de madera. El oratorio no he mandado abrir
mientras que no se tome la Villa de Miranda.

Dios guarde á V. E, muchos años.

:RuaquJ: Enero 3 de 1865,

Fran.o I. ResquJ:n
Bias Rojas

A S. E. el Se:lior Ministro de Guerra y Marina


16 Documentos Hist6rlcou

¡VIVA LA ·REPUBLIOA DEL PARAGUAY!

Señor Ministro

Con la debida concideracion tengo el honor de dar cuenta á


V. E., que ayer como á las ocho de la mañana llegó en este Cam.
po del arroyo Loya el Chaquero del capitan Aguero Sargento de
Caballería del reg.to nS Silvestre Carmona, que se habla adelan.
tado. del paso del Aquidabana, quedando ala derecha de dicbo
rio la partida de 2 O hombres al mando del Alferez Ciudad,no
Benjamin Rodríguez, como habla traido órden, entregándome el
parte detallado del mismo Capitan Aguero fha. 27 del próximo
pasado en que me da cuen+a del éXito de la espedición sobre la
Colonia de Cuchin á la derecha del rio Tacuane, donae habla lle.
gado el 24 temprano, después de una marcha de mas de 70 le.
guas, en su mayor parte por pantanales y Cordllleras,

Aquella Colonia hablan encontrado como siempre susede con


las poblaciones bracileras en preseucia de nuestras fuerzas, com.
pletamente evacuarla de la gua!'nici<'n y sus habitantes, al pare.
cer desde seis ú echo dias antes. á ecepcton de cuatro individuos
que se. escaparon á la vista de la descubierta que se adelantó,
mediante la dificultad del paso del rio. El capitan Aguero tuvo
lugar por consiguiente de mandar hacer inmediatamente recono.
cim.tos por las inmediaciones sobre la izquierda y derecha del
rio tanto para abajo como para arriba hasta la Horqueta q,e for.
ma la Confluencia del rio Cuchln al Tacuarí .como á media le.
gua de la población, sin haberse encontrado mas oue quince ca.
sas pajisas abandonadas €ntre el Tacuarí y el Cu~hin, que fue.
ron reducidos a zenisas por los mismos esploradores.

También inmediatamente el Capitan Aguero habla manda.


do á su segundo el Capitan Godoy con una partida de infantes y
Caballerias á levantar la estancia del bracilero Luis Teodoro eL
tado en la instruccion de 2 de Marzo último la cual hahian en.
contrado á distancia como d'3 1 O leguas para el Este de la Colo.
nia hacia los vertientes del Tacuarí, asi mismo abandonada al
parecer desde algunos dias, con rastros de haberse arreado todo
el ganado de ella en el camino que sigue var"' Curabá.
General Fioa:ncb:-co Isidoro Resqufn 11-

Por esta Circunstancia, y teniE:ndo noticia el Capitan Ague.


ro por relacion del bracllero llamado Jose Luis, q' hablan aga.
rrado eli el poso de! Arroyo Piuba, y hablan llevado dé baquea.
no, que las demas es..ancias aun se hallaban mas lejos, había de_
ja:do de mandar otras esploraciones, en vista del estado estro.
peado de sus montados que pronto tendrían que hacer repasar
el Ta~uarí anado como dos cuerdas y bastante correntoso.

No teniéndo otra cosa que llenar en sus instrucciones el Ca.


pitan Aguero En la Colonia, babta manl'!ado consumir á fuelito
las 60 casas de aque!la poblacion, sin incluir mas de veinte
ranchqs de sus alrrededores, y babia emprendido su regreso con
la· tropa el día 28. t"n que fueron despachados los Cbasqueros,
quedando asi aquella Colonla completamente desolada, confor.
mes estaba mandado en la· Suprema Instrucocion de 2 de Marzo úl o
türio q' V. E. ome ha comunicado.

El propio ~argento Carmona me informa aue la espedición


para la fha no podia estar ya muy lejos, sin embargo de tener q'
atravesar á pie las veinte y dos leguas de esterosoq' hay desde el
Rio Negro hasta cerca del arroyo Piuba, y tenia q' recogror y arrear
en su tránctto bastante ganado vacuno desde la derecha del rfo
Negro hasta el Aquidabana.

.t'ara informarse . V. E. de talladamente dela participacion


del· Capita:n Aguero. me· permitio acompañar á V. E. el original. ,

Igualmente presento á manos de V. E. diez oficios y órdenes


del Gobernador de Cuyabá al Comand.te del Destacamenf'o de
Cuchiu, juntamente con veinte y cinco cartas. todos ellos reco.
gtdos de aquella .Coman<l.a que el Capitan Aguero me remitió:.
por cuyos documentos apsrese la pronta poblacion de la nueva.
Colonia sobre nuestro Rio Tacuarí del Nort.o la disolución dela
-colonia de Piquiri y cnno a:gregaeton á !a citada nueva Colontll
de Tacuarí y la conveniencia' q' habla por esta via la Provlnchl;,
. .1 de Mattogroso para establecer sus co~unlcn;ciones terrestre con,
/ la Provincia de San Pablo y esta Comarca, conforme haoia po.
dido entender de la lectura ligera que hise de dichos papeles es.
critos en °-portuguez; · A:sf ·mismo ··por los -propios -pape~s · sevé el :
Documentos Hfstórleos

interes que· tom~tba el Gobierno Provincial de reducir ~ los· in.


dios de la tribu de Carapó, indígenas de los vertientes de los rios
Cochin y Tacuarí, para aumentar con ellos las poblacion~s de su
Colonia, segun acostumbran hacer y han hecho por nuestros mis.
mos indiginas de Terecafii, á quienes atrayendo con sus promesas
les hizo poblar el Caraguato.ticorá á la derecha de la desembo.
cadura ál rio Paraná de nuestro rio lbincima, como consta de
las declaraciones de los siete indios agarrados en el Brillante,
cuyos papeles forman Cabesa de Sumario que se está formando
á los reos que han dado lugar al escape de los dichos siete indios
de la plata entre Béliavfsta y la Escalonia de Miranda.

En concideracion al estado de estropeo en que debe venir el


montado de la espediclon en su largo tránéito. en el mismo acto
del recibo de la partictnación, despaché al S'arg.to de Caball.a.
Ramon Gonzales, ccn quinse hombres, conducié1ldo á entregar al
Comand.te Aguer0 en el paso de Aquidabana cincuenta Caballos
en buen estado de carne, para remplazar los flacos.

El Alferes Arzamendia, Comand.te de la guarnicMn del pa.


so de Aquidabana: en virtud de mi orden e! día !t del corriente,
pasó con treinta hombres de Caballeria á la otra banda de dicho
rio donde espráctico, para esp!orar el camino hasta Tabuco, lu.
gar de donde parte un camino para Santa Ana, atravesando las
cerranias de Mbaracayú al Est, en precaucion de que no se babia,
tenido hasta entonces ninguna noticia de la espedicion á Cuchin,
y podia haber aparicion de fuerzas bracileras por ese camino á
cortar la marcha de la nuestra. con preven.cion de si se encon_
trase con Chasque de la espedicion, quedase á recoger los gana~
dos que encuentre, hasta aparecer aquella, para volverse juntos
á su puesto: cuya. orden cumplirá en la actual circunstan{'ia dela.
venida del Chasque.
El Alferez de Caball.a Chtda.no Elias Ojeda, está Enearga.~
do en el entre· tanto dela guardia del paso del Aquidabana. con
veinte y cinco Caballerias.
El Sargento Carmona. me ha informado ála voz de que al
amaneser ~ dia 30 del pp.do ha.Uandose por continuar la marcha
«kneral · Francisco Isidoro Resquín

de la cos.:a de un arroyo como á 12 Ieg~as dela t>xtfnguida· Cc:í_


lonia de Cuchin á esta parte, donde babian pasado la noche,· -31
Alferez Benjamin Rodriguez que enc.abesaba la escolta, al encL
·uarme los caballos preguntó q' si á nad'e faltaba sus cabano·s.
cuando el Soldado del reg,to N7 Jase Balbuena, sin responder ·h
.au oficial. babia dicho á algunos .de. sus .compañe_ros, que. su ca_
ballo de tiro no aparecia, y salió, sin permiso . de su ofici~l ni
ser visto de él, en su montado siguiendo el camino. á este lad():
y. que despues que con~inuaron el camino la _partida hasta. ci"rta
.distancia, y sabido el oficial por les mismos Solda~ os_; que. el B<t~.
buena diciéndo que .iba á buscar su c~ballo de repursto, se babia
apartado de ellos shmiéndo el camit'o {.¡ es•a parte_. Y. ou"' _no a na_
recia, el Alferez Rodriguez hizo volver para.. atras .\lll_ S!!rgento
.con e tatro Soldados en busca del ref~rido Soldado,. lo~ cuales
·volvieron en dos ó tres horas desnués, dando cu~:qta dE) (!U e. en_
. oontraron rastros de pisada de cab~llo, y tr_es gr!tn.o~ {le mais. de
que se .hallaban provistps todos ellos par.a. mantPncton. de_ sus
montádos en una picada que sube al cerro, y que regresaban por • 1
no retardarse inutilmente en su busca.

El Sargento Carmona añadió. que se cree que dicho S'llda.d.o


sé habrá desertado con caso deliverado, porqúe habla fingido es_
capar su caballo de reserva E:n dos ccae.iones de noche, y por tal
descuido que reprehendido por su oficial Rodrlguez y amenasado
con veinte y cinco palos si reincidiese por tercera ves en su faL
ta, como volvia hacer aquella mañana, tal vez trasponiéndo .su
. montado de repuesto para su escape _Y . motivo de separarse de
entre sus Compafíeros; cuyo soldado indio fue armado de terca_
rola Y !llable con tres paquetes de Cartuchos á bala qua tenia.
El Sargento Carmona, asi mismo me informa que el bracL
lero Joaquin Alvez Correa, á quien el Comand:te Aguero habla
·dado pase para volver en su estancia de Taliuco con au familia
en la vez que lo halló en el paso del arroyo Piuba en .su tráncito
. para Cuc~?-in; el Alferez Rodriguez no lo babia ya. encontrado en
dicha su est~ncia de Tabuco, cuando regresaba del Aquidabann.
después de haber entregado el parte del 8 de que di cuen+a ft.
.v. E. en mi oficio del 15 próximo pasado, y problamente se ha.
;..b'fá escapado por el Camtno que del Ta.b~co atra.vieea 101 Cerros,
· Documenta~t H!st6rlces

Y·.Yá.·para Santa Ana, dego!Iando á una esclava -enferma que te_


·nfa, cuyo cadaver se encontró como á media legua sobre el ca.
mino. La esclava enferma se ha visto cuando pasó la ·espedicion,
y aun se ha llevado de baqueano un hijo Suyo, y es el llamado
Josa Luis.

El Ca pitan Ciudad.no . Elias Benitez, pmr principio del mes


de Abril pp.do, habiflndo sido despachado al otro lado del Tacua_
.ruz)i entre la Cordillera de Mbaracayú, á ayudar enla recogida
.de ganados hecha por el Alferez Urbieta, á su regreso me ha in_
formado que la carretera del paso principal de dicho rio, reparte
tre.!J _caminos, uno para los liltimos paso del Aquidabana por la
.cordillera, otro á atravesar la Cordillera de Móara.cayú con dL
.rección al Est _hacia S!lnta Ana, y el liltimo hacia Nioac; y que
·antes de _pasar aquella parte del rio y sobre la misma carretera
. q sigue para Nioac, habia una grande llanura de buenos pastales,
. y lugar de un rancho y corral destruido, q, parecia haber servido
.de p11esto de algun piquete Q guardia antes de la ocupacion de la
Comarca.
Como bubiese confirmado en su declaracion el braciler0 pri.
· sfonero Campelos Rivera, que fue agarrado en los Campos de
Ypé~ue el 18 del pp,do, que el Camino que atraviesa el Mbara.
cayú por el rio Tacuaruzú, es frecuentado y de nfngiln embarazo,
·y q de San Pablo y S'anta Ana traficaban por ese· Camino anima_
les Cn.haHares en cambio de vacunes con los que habitaban en es.
ta Comarca.
Por estos conocimientos y en atencion á la larga distancia
ttue hay. de Nioac. á Ia Villa de Miranda y la del paso del Aquí.
d~bana que actualmente deberá ser guarnecida, me ha parecido
·establecer eventualmente. Serca del citado paso del río Tacuaru.
zú en el lugar del piquete abandonado, una guardia de treinta
hombres por mitad infantes y Caballerias al mando de un oficial.
Dicha fuerza destacará de la guarnicion de su ma:ndo al Co.
mandante militar del distrito de lVIbotetey, míentras V. E. se sir_
ya ordenar lo mas conveniente sobre el particular.

En este mismo ·concepto se ha establecido de la misma guar _


.'nicion de
Nioac, una. .posta en la Horquilla con ~O hombres. do
General Francisco Isidoro Rcsquín 13

Caball,a, para faci~itar las comunicaciones de la guarnicion de


la Villa de Miranda y el paso del Aquidabana,

Los Cincuentas hombres por mitad infantes y Caballerías


destacados en la guardia de Agua fria en virtud dela Suprema
lns•ruccion q. V. E. mP. ha comuni2ado en fha 2 de Marzo últL
mo, con objeto de asegurar las comunicaciones delas guarnicio.
nes delos pasos de los rios Vacaria y Brillante, tamf>ien es de )a
misma guarnicion de Nioac, que se compondrá del tota1 áe 200
Caballerías con cuatro oficiales de esta arma, como de ·Serca de
trescientos infantes con cuatro oficiales y ?4 artill"lrcl!' con dos
oficiales y dos piezas de Cañcn de brcnce Calibres de á 6 y 3, sin
contar 25 gastadores que p'ldrán servir de peones del p~.storeo
y otros 25 peones fstancieros rara el servicio de la estancia pro.
yectada al frente de Coimbra. Los ? 00 Caballerías de dicha guar.
nicion, como los de las demas de esta Comarca y ocho pun•C"e del
Apa y guardia de Capiibari, sen del regim,to n6 dé· Caballeria,
En este Caso la tropa restante en los regimieñtos de Caball.a
.N7 y 8, ascenderá á 900 hombres mas 6 menos con esclucicin del 4Q
escuadran del regimiento n9, q,e deberá quedar en el fortin da
Bellavista á cargo del Comandan.te de aquel punto Teniente Ciu.
tiad.no Romualdo Malinas, compuesto de 13 4 plazas mas 6 menos,
tcdos ello5 enfermos deúlceras en los pies, y q.e ñentro de poco
·pueden ser sanes y servirse de ellos la guarnicion de Nioac en co.
·municaciones y reemplazos de otros enfermos.
El Aumento q, tendrá el batallan nlO de infantería en su
fuerza de 399 plazas, que ha. marchado en la Columna de opera_
ciones, es la alta de 121 fucileros que marcharon de la guarnicion
de Concepcion por Separados, Oien hombres en Dorados y 50 en
Capiibari, de cuya guardia fueron S'acados 21 infan•es para com.
a:·
pletar la actual guarnicion <le Dorados, conforme á la última or.
ganizacion de fuerzas que deben Cubrir los puntos de Mbotetey
quedando reducida la citada guardia de Capiibari a1 niando del
Ten.te. de in.fanteria Ciudad.no Lorenzo Sarate, y como Sf'gundo
el Ten. te de Oaballeria Ciudad. no Asencio Gomes, ·con 54 de tro.
pa., 29 de infantes y 25 Caballerias.

Eu virtuclr Q.~ l~s .tacultade~ q_ue me . ~oP.tterel). Il)i~ instruo.


- Documentos Hist6ricos

,-cf.oª_es, 'he ido llenando las ~esesidades ele los cuerpos con cab~s
2.os Y l.os T'ombra_dos por mi, y tgmbien por las mismas fpcul!a.
d~s Y_ neses1dades de los Cuerpos, he hecho reconom:r de !:'arg->n.
tos graduados á los Cabos 1.Cls de la lista que me perl'l"i•o acom.
i;uifiar á V. E., á fin de que V. E., atendidas á sus itis•rucciones
y aptitud-es,· se_ digne nombrarles efectivos en Segunda Clase.
Asi como llegue la espedicion despacharé todo el ganado que
-tl'aiga a-1.. fortin de Bella vista, para rer colocados en las estancias
..del Estado del Terri•orio del Aquidaban, donde con cid ere. mas
,conveniente el G.efe de Urbanos de aquel territorio, dejando los
.suficientes para. el consumo -de la guarnicion de Nioac, donde
,.pasal'é -con la Columna .á hacer el último arreglo de las nuev.a.B
_guarniciones que, á ecepcion de las demas que á la fecha se ha_
Han-completamente establecidas segun mis ultimas instruccion?s,
•Solo á las guarniciones de Nioac, y paso del Aquidabana faltaban
el pel'Sonal- correspondiente- .de infantería, que se les Ueñará de
~~~ regr~!!!ldOR d~ Cuchin,_ y concluido los arreglos daré parte a
V .. E. ra al emprender mi marcha para Concepcion y de alU á la
Capital, quedando los regím.tos de Caball.a N7 y 8 á marchar
--~omo res•.antes á cargo. del Capitan Aguero á tomar embarca_
·(i¡:,~"s é~ el puerto de C'oncepcion con destino al Ejercito nacio_
nal de Sud.
,- .. ~

Las dos piezas- Cafion de bronce de á 3 con Cfüreñas Cola.


de pato sin armones. que restan, con dotaciones de á !lO tiros
cada un,a, man~aré deiar en el fortin. de Bella vista á ('argo det
·Teniente 1\'[o~i!'as. C"maT'dan•e de aquel punto Para los Casos
of'_r~cfdos á las guarniciones del distrito del Apa, por ser de muy
·f'acil_ trasporte.

En cuanto t€n~o el honor de participar á V. E., y P.Sl]ero do


V. E. se Servirá elevar al alto conl"cimiento del Esmo Sefior Pra-
·sidente de 1a República con los adjuntos papeles.

- Dios gua,.ile a V. E. muchos afios. Campamento en Loya.


M.ayQ·l~--de 1865,
Francisco l. Besquin

·A· S, E. e-1 Sefior Ministro de Guerra y Marina


Generai FranelSC(} -Isidoro íiesquÍñ

¡VIVA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY!·

Senor 1\Iinistro.

He tenido el honor de recibir les ejemplares del Sema.o.ar!o


de avisos numeros 67, 68, 69, 70, 71, 72 y 73 que V. E. se ha
servido enviarme.

Las altas é importantisimas publicaciones que co:J.tiEnen, he ..


leido con interés, q' he mandado circular en los Cuetpc·s de la-
Columna, y en !o'3 puntos que cubreil esta C()lliarca, a fin <ii q1l'e ·
se impon;;an de ellas minuciol!oamente los Señor,s · Ofic:ales ·y·
tro.tJa,

Con placer debo comunicar á V. E. que grande es la liensa. ·


eión que nos producen en Oficiales y tropas de la ·colallina las.
acert!id&.B deliberacionEs d.el SC;berano Congnso J\·aciohal Ex'ra.
ordinario sobre los árduos asuntos que fuaroJ. sometidos á sus·
luces y p:atrioti:mw, como los actcs de !ileva<lo tiro ¡:olitico' y mL
litar del Exmo. Se:íior Maliscal Prtsiden.e de !á República, ·en·
saber distribuir y emplear á tiempo los elementos que pueden diJ
la Nación eminentemente amagados por la amblcioil del Brasil, y
la demagogia del circulo de Buems Aires, que traidoramente sé
ha unido al enemigo contui nosotros, en me:•cs cabo de pro;,iba-
intereses del suelo que debían conocerlo por suyo.

Con votar la Representac:én Nacional gu;:.rra al Gobierno de


la Confederación Argentinl.'t, y con declarársela Oficiarmente por·
el Exmo. Gobierno de la Re¡Jüblica disduguiénllose en ella á
aquel Gobierno del pueblo irwcente que no pudo ni habrá toma .
do parte en la vergonzosa liga con el Brasi!, se abre púr ·aemll.s·
lugar· al Pueblo Paraguayo pa1a vindicar las ü;jurias y uLraj-H-·
inmotivados q1:1e incesantemente recibía de ese degr~.dado circu .;
lo vendido, que por desgracia se hal~a dominando sobre los des_
tinos de la hermana Rep,cá Argentina.

· Sobre este digno hecho, me permitirá felicitar á V. E. como


ascendrado patriota.

Tambie.n el Soberano Congreso, entre las Leyes _imporeantt.


simas que había dictado, llevado de noble patriotismo; y hacién.
dose' dignos intérpretes de los sentimientos del pueblo que repre.
sentada, había investido al Exmo. Señor Presidente. del grado su_
prtmo militar de la República, de Mariscal y General en Gefe de
sus Ejércitos, votando á demas que se costeen una espada y una
presea de honor, que deben presentarse á este benemérito é ilus.
tre Ciudadano, en prueba de recouocimiento y· gratitud á sus
eminenle servicios, hecho que asi mismo á todos nos llena de
satisfac.cion, y de que ardientemente nos felicitamos, por tocar-·
nos de cerca como militares, y como subordinados del ilustre Se.
ñor Mariscal.

Toda la tropa de la Columna está enterada <ie la toma y· ocu_


pa,cicn de la ciudad de Corrientes_ por sus compañeros de. armas
de! Ejército del S1:1d, y este trofeo despierta de nuevo en todos
dicision y ánimo, con el vivo deseo de tomar cuanto antes nues_
tros puestos en las filas de aquel Ejército; pero hasta ahora no
regresa la Espedicion de Cucnin, que aun nos detiene el resto de
fuerza que somos llamados allá, y seguimos, segun participé fl.
V. E. en mi oficio :SO de del que acaba de fenecer, sin ninguna
mas noticia de ella, que las recibidas por el oficio 8 del mismo
Il:les fenecido de su Comandante el Capitan Aguero, dirigido del
paso del arroyo Piúba á 15 leguas del Aquidabana.

Por lo detnas, Sr. Ministro, no teniendo otro cosa especial


que pardcipar á V. E., permitame expresar á V. E. en nombre ne
los S'eño1es Oficiales y toda la tropa de la Columna, que todos.
estamos prontos á arrastrar cuantas fatigas y sacrificios d<;man_
de nuestra sagrada causa, ¡;;ara mostrar á lc.s que nos descoao.
cen, que amamos nuestros principios, y no repugnamos ofrecer.
nos en holocausto, antes que consentir ninguna mengua de
nuestra Soberana y dignidad nacional.

Dios gue á V. E. muchos afl.os.

Campamento en los Campos de Loya 4 de Mayo de 1865.

Fran.co l. Resqoín

A S, E. el Señor Ministró da Guerra y Marina.


General jt¡l¡.a.nclséo Ísidoro ltesqufu

¡VIVA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY!

Se·ñor Minist;ro.

Con la debida consideración doy parte á V. E., .que desdé mi.


última participación de fecha 12, estuve sin mas noticias de la"
Espedicion á Cuchin hasta ayer tarde, en que recibí dos oficios,
del Capitan. Aguero Comand.te de ella, con datas. 21 del presente•.
En uno de los expresados oficios me Ptl,rticipa haberse ¡¡.por.
tado al paso del río Aquidabana el dfa 19 con la tropa de su
mando, ocupandose desde luego en el pasage de 2.000 Cabesas
de ganado vacuno recogidos de los Campes del Rio Negro has.
ta el Tabuco, entregando por trosas de á mil al Alferez de C:iball.a
Ciudad.no Elias Ojeda y al Sargento de la misma arma Ramon
Gonzalez, los cu:1les se hallaban con mi orden dé hacerse Car.
gos del arreo 'desde el citado paso delos refe~idos trosos, pa!·a·
aligerar el regreso de aquelhl Espedicion.
En consecuencia de ordenes que comuniqué al mismo CapL
tan Aguero en oficio 11 del Corriente, para mandar antes de pa•.
sar el Aquidabana una fuerte esploracion por los verlientes de
aquel rio, no solamente con el objeto de recoger todo ganado
que hubiere por alli, sino de perseguir en Caso de encontrar·
una partida de montoneros bracileros mesclados con sus ami.
gos los Mbayas que se saben por noticias de los prisioneros,
mantenerse en esos lugares. Capitaneando por el llamado Ma.
yor Caetano de Alburque había despachado en la mañana del
mismo dia 21 a su segundo el Capitan Godoy con cien infan.
tes en dicha esploracion debiendo al regreso del cual conti.
nuar su marcha á reincorporarse ála Columna.
En el otro me da. parte el Capitan Aguero dela desercion de
"' los soldados artilleros Pascual Lugo y Clemente Roman, este ve.
cino de Villa Rica y el otro de Capiatá en la noche del 9, hallan.
dose la espedicion sobre la derecha del Rio Negro, logrando es.
caparse mientras hacia noche en aquel lugar, llevando de monta.
do dos Caballos y de armas sus sables !alones y una Canana con
dos paquetes sin sus tercerolas. DEspues de la lista de la maña.
na, en que se hechó dever la falta de ambos Soldados, ha.bia des •.
pachado el;Capttan Aguel'o .. ~inco partidas perseguidoras, (ln dife.
rentes direcciones y la que encabesaba el Teniente Cabrera que
retrc.sedia sobre el Camino dela Excolonia de Cuchin, habia en.
contrado rastros de dos ginetes que seguían directamente aquel
Camino, por lo que .la parti4a. habla apresurado su marcha hasta
alcanzar un arroyo arado, distante ya como siete leguas del lu.
gar donde quedaba acampada la Espedicion, y Cansandoseles los
montados, tuvo qUie volver sin dar fin de los rastros.

Tambien participa en el mismo oficio la desercion del Sol.


dado de CabaÜeria Jose Gregorio Balbuena vecino de Horqueta,
d~ f!Ue dí parte áV. E. en mi oficio de 12 del corriente, acaecida.
el día 30 del pp,do, de la partida de escolta del Chasque conduc.
tor de la primera participación del Capitan Aguero, mandada
por el Alferez de Caballería Ciud.no Benjamín Rodríguez, y la
relacion que habia tomado á este sobre el suseso.

La copia de este oficio me Pl!lrmito acompafiar á V. E., así


como. de .las. ordenes que enconsecuencia de dichas fugas q a e en.
tre la. tropa de aquella espedicion van adelll.nte, tuve que dar
otras prevenciones al Capitan Aguero del modo de vigilar los
montados de una tropa en marcha, y las precauciones que toma.
ti& un oficial. de partida, respecto á su tropa en Campo ellemigo,
de manera q. no se dejase en libertad á ningun individuo de se.
pararse de sus filas, sin ser mandado,
Como álas Cercanías del rio Tacuaruzú pensaba establesel'
eventualmente una guardia de treinta hombres infantes y Caba.
llerias por mitad a:I mando de un oficial, por reunirse alli les Ca.
minos que vienen de los pasos del Aquidabana, del Ponaguigoc
de Nioac y da entrada al que atraviesa los Cerros para Santa
.Ána, segun he tenido ·el honor de llevar á la coneideracion de
V. E. en mi último oficio del 12, el día 17 he mandado al CapL
tan de Caballería Ciudadano Elias ·Benitas con el Alferez Ciu.
dad.no Tomas Urbieta y veinte y cinco Caballerías á Seguir los
rastros· de tres ginetes encontrados el dia 16 sobre la izquierda.
del· Portera, á cuya margen derecha estamos acampada, y á es.
plorar los citados Caminos del paso del Tacuaruzú; resultando
de dicha Comicion reconocerse bien los dichos Caminos, esplo.
deneral ~ra.ndsco :lsicÍor~ ii.esqufu

ran-dose el que atraviesa-los· Cer-ro hast~ deseubrir· tl'tra ·repal'.


tición que tiene y va á pasar la~ cordilleras sobre la mano dere •.
cha, del que dicen los bracileros vá á buscar el puerto llamado
de F~rreira qel Brillante, cuyo rio primeramente ese pas_a, en
sus vertientes para salir en Agua fria y llegar á aquel puerto.
El. Capitan Benitez, qu~ pasó. de Tacuaruz~ úa ,.los arroyos
Guazupé y Area con una parte de su partida á objeto de visitar
á dos partidas de Caballería_ al mando de Sargentos que he man.
dado p,a recoger algun ganado que hay en las estancias abando.
nadas de los Ferreira,. ha enviado al Alferez Urbieta con el parte
de 11ue habiendo llegado en la mañana del 18 en la tapera. del
bracilero Antonio Sosa, que se halla á la otra banda del Tacua.
r.uzú, Serca. de la reparticion! del Camino que atraviesa los Ct' •.
rros, encontraron sobre los !l)ismos tres rástros de ginetes cita.
dos una partida de indios Mbayas que estaban ¡;ecando mandio.
cas, y har.lendo· Cargas de naranjas y otros comestibles, los cua.
les en vista de la partida, b."*yeron precipitadam.te. en e! monte
de un arroyo próximo, y siendo perseguidos fue muerto uno de.
ellos, y agarrandoles con sus proviciones cinco Caba-llos, cuatro
ye~uas y un barro, saliendo 'fialeados los soldados Candido Go.'
mes y jose Garcla, el primero en el brazo izquierdo y el otro en
la pierna del mismo lado sin tocarles los huesos, y sin ningún&
gravedad, asf como dos Caballos que murieron en el acto,
Participó tá.mbien, que marchando mas· adelante y ya muy
á la aproximadon de.los Cerros. se encontraron con tres bracile..
ros que inmediatamente doblaron sus Caballos y corrieron á los
montes, logrando agarrar á uno Solamente, que era un mulato
y decía llamarsé Francisco Antonio del Prado, al que me ha pre.
sentado el Alferez Urbieta, y despues de haberle mandado tomar
declaración, y resultando S'er complice de los inrlios ladrcnes qua
desbastaban las poblaciones abandonadas, y no Sesan de espiar
y hostilisar á las partidas de la Columna, lo he mandado lat1sear.

La declaraüion original de dicho bracilero me permito ar.om.


J)afi.ar tambien a V. E.
El Comand.te de la Villa. de Concepcion en oficio 13 del
corr.te me comunica haber recibido por orden de V. E. del ofi.
cial dél Mtnisteri.o dé Guerra tos efectos para vestuarios de ]Oa
Sres. Oficiales i tropa de la Columna de mi Cargo, y que tenia
prontos p,a des!)achárlos, acompañandome la minuta de ellos,
por lo que espero recibirlos en Nioac, para su· distribucion.

La .tropa de la Columna sigue en su buen órden y armonia,


Y. á fin de entretenerla utilmente mientras la larga espera de la
Espedicion a Cuchin, las hago trabajar nuebas bolas, lasos, Ca.
rimas hijares y otros correa.ges de monturas, .de que á la fecha
se hallan bien provistos, sin perjuicio de. hacerles continuar la
practir.a de guerrillas y las grandes guardias con las formalido..
des de ordenanza, haciéndo repartir á los cuerpos copias de los
reglamentos del S'ervicio de Campaña, marchas ordenes genera.
les para oficiales y las leyes penales sobre abandono de puesfos
e~igiéndoles de todo lo que prescriben dichos reglamentos.

Desde el dia 15 estamos acampado sobre !a derecha. del


otrroyo Portera, á una JE¡gúa de la Horquilla hacia Nioác, espe.
rando la reincorporaéion de la Espedicion al mando del Capitan
Aguero. ·
Es cuanto partici-po á V. E. y S;tplico á V. E. se digne ele.
var al alto .conocimiento del E:x:mo Señor Presidente de la .He_
públi()a con Jos r.djuntos papeles.

Dios guarde á V. E. muchos ai'ios. Campam.to S'obre la da_


recha del arroyo Portera 1\iayo 24 de 1865.

· Franc.co l. Rcsquin

A S. E. el Señor Ministro de Guerra y Marina.


Óenerai !i\.ancl5co Isidoro Resqtdn

¡viVA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY J

Señor Ministro.

He tenido el honor de recibir la a.precia.ble comunicación de


V. E. de fha 17 del pp,do adjunta los Semanarios de avisos N57T
y 78 de que me he impuesto con particular gus~o y los he manda_
do circular a los oficiales y tropa de la Columna, como á los Co-
mand. tes de las guarniciwnes del Distrito del Mbotetey,
Por mis comunicaciones fhas 12 y 24 del pp,do que habrán
sido en manos de V. E., se hallarán informado del re.:.ultado de
la Espedicion á Cuchin, como haberse llegado· al paso del rio
Aquidabana el dia 19 del corr.te.
Como consecuencia dicha Espedicion dos mil Cabesas de ga_
nado vacuno, arreadas desde la derecha del rio Negro y Campos
d&l Tabue;s ha demorado ocuo dias en aquel paso mientras el pa_
sage del citado Río Aquidabana, reincorporandose á la C:Jlumna
el dia 3 del corriente en el Campamento Sobre la derecha del
arroyo Area, de donde el dia 4 marchamos y ayer 5 llegamos en
esta guarnicion.
El Capitan Aguero ademas de algunas esploraciones que ha_
bia mandado practicar por partidas de Caballerías, dejar. los
Campos vacíos de la cosca derecha del Aquidabana, como lo ha
dejado de todo ganado que se encontraba, tambien á conformL
dad de orden que le di para mandar una fuerza esploradora á
los vertientes del propio rio, no solo para arrear todo ganado q.
encuentre, sino para perseguir á las partidas de montoneros bra_
cileros mesclados con Mbayas que se sabian hallarse refugiados
por esos desiertos, habia despachado .el día 21 del pasado a su
Segundo el Capitan Godoy con el Alferez Ramirez y cien fusL
"
leros,
Esta esploracion, habiendo partido el dia 21 citado se ha.
bia ido á hacer alto en un Campichuelo como á tres leguas arrL
ba del paso, despues de haber pasado algunos cafiadones é islas.

El Vigilante r.olocado en un arbol alto, devisó á poco mo_


mento una partida que salia al .lado de una copuera serca de uno;,
fiocnmentos- :itlst6dcoit

estancia abandonada, y cuyo numero ni que si estaban armados


no se podia· distinguir por la distancia, calr.ulando solo por sus
sombreros que podian ser como treinta y tanta personas;

El Capitan Godoy, en la sttpocicion· cierta de que deben ser


los mismos montoneros, puso en movimiento su tropa para·
echarse encima, pero apercibiéndose aQuellos de q' eran perseguL
dos, huyeron esparciéndose por las fragosidades.

El Capitan Godoy mando perseguirlos sln embargo, y sobre


los rastros despues de cuatro ó cinco leguas salieron á un po_
trero redondo rodeado de montañas, donde ilivisaron á los per.
seguidos que eran puramente Mbayas, les que continuándo su
fuga entraron en el monte yendo· á colocarse tras de unos cimien.
t?S echados al suelo. El Ca pitan Godoy en visl a de tal ratería,
mandó al Alferez Ramircz eon tre:.nta hombres a reconocer l!t
pocicion, y clase de gente que huviere allf, cuyo oficial vió lue~o
en aquel lugar una porcion crecida de indios, sin poder calcular
á cuantos alcanzaban por las fragosidades que privaban dist:ln . .
guir a todos, y como viese que se disponian a hoe:tilisar tomando.
poeicion en parage ventajoso, les hizo romper fu.ego que inme.
diatamente fue contestado por los indios. El Capitan Godoy, oyen.
dos los tiros acudió prontamen~e eon toda la tropa á lit ayud:t
del Alferez Ramirez, traband0se un fogeo que duro como medía
hora, pues previendo el CapHan G0doy que la noche ib:t a cerrar_
se y tenian que. atravesar muchas fragósidades hiió s11 retirada,
dejando muertos diez y siete indios sin contar los que lloraban
á voces de las heridas que reéibieron y los moribundos que que_
daban entre los suyos asidos de las ojas de Yataiser, cc>n la !Jer.
dida de trGs de nuestros soldados llamados Dolores Paredes, Can_.
dido Almada y Mauricio Riveros que fueron baleados y muertos
en el acto, así como el Soldado Ventura Duarte que salio herido.
en la carnasa de la cadera derecha sin ninguna gravedad, segun·
ha reconocido el practicante,

El Capitan Godoy salió con la tropa como á las 12 de la n').


che en un parage despejado, de donde al día slguie.nte 22 á las
tarde estuvo de regreso en ·el Capamento sobre el paso del· Á(lUi.
dabana, sin ocurrirle mas novedad,
General Francisco Isldoró ··.Resqafn

El Capitan Aguero en su incorporacion á la Columna, me •


·ha presentado al bracilero Joanquin Pires de Veiga, que dice ser
Capitan de guardia Nacional dela VIlla de Miranda juntamente
con once nmgerep adultas bracileras de diferentrs famPias di!
·baja clase y 13 niños de ambos sexos hijos suyos, cuya lista no
·minal me permito presentar a V. E.

Este bracilero y 1as familias fBpresadas, eegun el parte que


me anticipo el Capitan ·Aguero con data 2 7 del pp.do dirigio del
.paso del Aquidabana han sido pricioneros el 24 á una legua de
.dicho paso aguas arriba, por delacion de un negro llamado Ab •
.don esclavo· que ha sido del mismo Piris, en circunstancia de a.s
-dicho -negro no .pudiendo sufrir la suma desdicha en que le tenia
,su citado· amo, no dandole mas de comer, se babia escapado, y
viniendose del otro lado del paso gritaba á un cabo de la tropa
del Capitan Aguero, para que se le hiciese pasar él rio que que.
rta· hablar á los Paraguayos, y dandose~e pasage, referia que
buscaba proteccfon en la bandera paraguaya, y siendo pregunta.
do de donde venia descubrir el parage donde se hallaba su amo.

El Capitan Aguero dispuso enviar al momento al Capitan


Godoy con un oficial y 50 hombres para Capturar al Piris y todo
individuo q' encuentre con él; pero como en aquel momento vn.
nia IO'Ueza lluvia y hacia dc!maciado tarde, solo al dh\ siguiente
s~ efectuó la comicion, logrando el Capitan Godoy prender al
citado Piris con teda la familia, incluso 10 adultos braclleros
entrP lo!! que s~ contaba ún Mbaya q' habian con él, por q' como
continuaba la lluvia aquella mañana encontró a todos bajo el
tolño formado PobrE' cuatro canoas y dos chalanas juntas á la.
orilla opUPsta del rlo, apodPrándose ademas de los armamentos Y
" haberes que manifiesta el inventario que me permito acompafiar
a V. E.

El Capitan Agttero, conociéndo que esta partida era de los


mismos montoneros por el armamento encontrado en poder de
:ellos, mando ·lancp.ar á los diez adultos reservando al Pirls, las
· muceres y los nifios•.
26 Documentos Históricos

Como puede ser importante el dicho Piris, por la influencia


que gozaba, como Capi•an de guardia Nacional y miembro de la
municipalidad de la Villa de Miranda, segun por algunos papeles
encontrados en su poder se ha visto, dejo al Mayor Urbieta ¡;arll
prosesarlo y dar cuenta á V. E. delo resaltado, con orden de en.
viar á las mugares y niños en primera oportunidad ala Villa.
de Concepcion.

Por lo a' respecta á lo!l haberes pertenecientes al Piris,


conciderandolo á este pricionero en el raso de+erminado en mi
instruccion de 2 de Marzo tl"ltimo, dejo embargados desde luego
.en favor del Estado de la Republica los armamenfos, la Plata
efectiva, alhajas y efectos q' manifiesta el inven~&rio adjunto
destinando la plata á los fondos de la columna nara entregar
oportunamen+e á las cajas del Minist.o de Guerra, asi como la!&
alhajas citadas,

El armamento dejo al Mayor Urbieta para enviar á la guar.


nición dela Villa de Concen.n haciendolo partir los efectoa entro
la tropa, por ser de tan poca entidad.

El Capitan Aguero por conclucion de su parte del exito da


su Espedicion me ha presentado el adjunto cuaderno copiador de
la dictoria del deRtacameato y colonia de cuchin, por el que se!"é
circunstanciadam€nte la fundación de dicha Cclonia, la natura.
leza del lugar q' ocupaba los minerales que creP.n existir en Ta ..
cuarimisi y los caminos abiertos para su comunicacion con la
Ciudad da C'uyahá, Capital rle Goyas y esta comarca cuyos datos
se registran en las hojas q' van dobladas.

En atención á la falta de un cuidador que debe de serca


asistir á los 80 pobladores brasileros del distri:o de la Excolonill.
·de Miranda para acosumbrar á la policta y subordinacion, ct".
deno al 1\Iayor Urdapilleta, para que eventualmente nombre ce.
Iador al bracilero Don Juan Gonzalez Barbosa, uno de Jos cita.
·dos pobladores, á atenderles en los asuntos de poca· entidad,
mientras se digne el Esmo Señor Presidente de la RP.pública re.
solver á la suplica que dichos pobladores elevaron·á S. E .. p.a. que
se le permitiese ir á la República, autes de .l;q;rqblica~iQn de los
General Fl'ancisco Isidoro .Resqrun

Edictos, habiendo entre ello¡¡·seis pobladores que--tienen el total


·como de cinco mil doscientas cabes as de ganado vacuno,· De di-
chos sugeto me informan ser ·muy sumiso y conformado con to.
do, ademas de gosar de buen consepto entre los súyos.

··segun he nevadc á la concideracion de V. E. en mi oficio


12 de Mayo pp,do con esta fha se despachan cuarenta hombres,
treinta infantes y ·diez caballetiasalmando del Ten, te de infant.a.
Ciud.no Narciso Rios á destacarse en el piquetecue cituado en
una loma á esta uart~;> como a 1 legua más ó menos del paso del
rio Tacua.razú, donde se juntan caminos q' se dirigen de los pa.
sos del A<luidabana, del Ponaguigoc, de Loya, Horquilla y esta
guarnición pasando á atravesar de Est. en dos partes las Cierras
del Mbaracayú, dirigiendose uno á la Villa de Santa Ana direc.
tamente; y otro q' recae á pasar el rio Brillante en. sus vertientes
· y sale á Aguafria á buséar el puerto del n1ismo rio Brillante,
dandm;e instrucciones preventivas á la vos al citado oficial, has_
ta que el. Mayor Urbieta le .(le por escrito. El croquis q' mandé
levantar ~elos citados caminos y lugares por los reconocedores
dejo al mismo Mayor Urbieta para q' mejor reconocido el lugár
. apropiado para el destacamento. consulte a V. E.

· Luego á mi llegada á esta guarnición lie mandado .recono_


cer por el órden del día al Capitan de infantería Ciudadano Jua.n
Jose Godoy 29 Comand.te del distritó de Mbotetey, segun la fa_
·cultén q' me conTiére para ello el Supremo Decreto de 2 de Mar_
zo ultimo, instruyendo á este como al primer Comand.te Sargento
Mayor Ciudadano Martín Urbieta detodo lo q' sea condur.ente á
la conservacion de reconquistado del bracil y mejor servicio dela
Patria, entregandole además una copia auiorlsada de mi ultima
inliltruccion de 2 d~l citado mes de Marzo último, para su uso.

Adjunto me permito presentar á V. E. la planilla formada


de! arreglo definitivo de fuerzas que quedan destacadas en las
guarniciones de esta Comarca y las que regresan como restantes
con especificacion de Ia movilidad y municiones q' se han distrL
buido á las primeras, asi como del ganado que !'le les deja ]!la.
ra. su m~nutención, y destino para la estancia proyectana frente
·a· Cofmbra. faltando solamente á dos paquetes· pór plazas de in.
fanterfn de la guarnicion de Nioac para compl_etarse la dotación
de á 10 paquetes por bombre.

Como dos de las piesesitas de á 3 de bronce cola de pato


·recogidas .dele; Villa de Miranda sobran, determino. llevar á esa
. Capital con sus dotaciones de 11-S tiros· á cargo del sargento ar.
·tillero para ser destinados donde puedan ser utiles.

Por mafiana marcharé- ya por tierra a embarcarme eu la


Villa de Concepcion para tener el honor de ponerme á las orde.
:nes del Exmo Sefior Presidente de la Republica y de V. E. en es~
Capital. Encargando de la condución deJos Regim.tos N 7 y 8
con el per~nal total de veinte oficiales y novecientos ochenta y
. uno ·de tropa con veinte gastadores y t'atorce -peones del servicio
-del pastoreo de caballos. al mando del Ca pitan Kguero ·sostituto
d.e mi ·Segundo el ·Capitan Rojas.

Los veatu_ario.s para Jos tres. oficiales y tropa ñ:e la columna


:.que V. E. se sirvió ~nunciarme su ~nvfo, no llegan aun; _pero creo
debo de ·darles encuentro no muy lejos, á una parte de .ellos, se.
gun el Comandante de la Villa de Concepción me anunció aue el
15 del pp,do los habla despachado, y si asi fuere determinaré de·
ellC?S, haciendo pasar al Mayor Urbieta lo que corresponda- á las
~ax:nlciones de su mando.

Eis cuanto tengo el honor de dar parte á V. E., y suplico á


V. E. ·se dignt> P.l~>var al alto conocimiento áel Exmo Seiior Pra.
·sidente de la ·Rep'O.blica, con los adjuntos papeles.
Dios guarde a V. E. muchos años
Campamento en Nioac Junio 6 de !865

. FraD.co J, Re~~qulp

A s. E. el Sefior M!nist:ro -de G\\erra 1 Marlna


i
L
General Francisco Isidoro Resquín 29

j VIVA J,A REPUBLICA DEL PARAGUAY!

Tengo el sublime placer de hacer á U. una reseña de los fes_


tejos que hemos consagrado en este Campo con un marcado en
tusiasmo á honra del felb: aniversario del natalicio del Exmo Se_.
G,
1
ñor Maril:~cal DQn Francisco Solano Lopez, digno Presidente d"
1
la República y General en Gefe de sus Ejércitos.
A las ocho de la noche del ~ 1 tubD lugar un baile de las tro
pas bajo una enramada dentro de este campo, anunciando la
aproximacicn del venturoso día 24 de Julio, en que concurrieron
muchas personas particulares de ambos sexos de segunda claSt',
notándose un entusiasmo singular, pues baifaban á son de músi.
ca y gomba, é incesantemente se oían calorosos vivas al Gefe Su..
premo de la República; e>l baile terminó á media noche con el
mejor órden, continuándose el 22 con las mismas músicas y aw
macion hasta medio día, hora en que los concurrentes fueron ob
sequiados con un almuerzo suficiente, y <'oncluido, se siguió el
baile hasta entrar el Sol. A las siete de lll prima nóche tubo lu
gar un sarao en la Sala de la Comandancia en que asistí con mi
29 y toda la oficialidad marina y terrestre que estaba fuera de
servicio, concurriendo todas las personas descantes de ambos
sexos de este Pueblo, El sarao fué sobremanera animado y en.
t.usiasta pronunciábanse los mas calorosos vivas al preclaro Ma_
gistrado que dirige los aftos destinos de la Repllblica. A las on_
ce despues de una cena bien servida rn que se oyeron varios brin.
dis a la salud y felicidad del Exmo Señor Maríscal López, ter.
minó el sarao y se retiraron los concurrentes con viva satisfaccion.
En la mañana del 23 se continuó el baile de las tropas con
la concurrencia de muchas personas particurares de segunda cla.
se, á quienes se obsequió con un buen almuerzo. A las tres de
la tarde se dió principio á las corridas de toros qüe para el efec.
to hice traer por el Vapor "Rio Apa" del potrero "Carandasiño·'.
S'e presentaron en el circo de lidiadores los ·sargentos de infan_
teria Cándido Jaquez. Antonio Lescano y Eusebio Gonzalez, el
cabo Marcelino Galeano, el trompa Zenon Insfran (eii.'mascarado)
los soldados Vicente Rcdas, Pedro Gavilan y Leon Velazco (eu.
mascarada) y el bracilero Manuel- Ignacio Ferreyra. Otros varios
so Documentos Históricos

enmascarados hicieron el papel de grasejo, Los asientes del tr,


blado ocupamos con mi 29 y toda la oficialidad, y muchas per_
soilas desceil.tes. El baile de las tropas se interrumpió para or.u.
rri'r tambien al rededor del circo, terminando la corrida de toro3
á las seis de la tarde.
Ai oscurecer despues de haberse entonado el Himno Nacio
nal gerrero en frente de las comandancias, y dádose en conr.ln
Sión calorosos vivas y aclamaciones de júbilo al Exmo. Seiior Ma.
riscal Presidents, despaché una serenata a cargo de un Oficial
llevando el pabellon Nacional con la formalidad correspondient(•
á recorrer- las calles de este Pueblo, por donde se prorumpian
iguales aclamaciones. A las ocho y media regresó la serenata
aéompaii.ada d{! muchas personas particulares, y al presentarse á
la: Comandancia se volvió á entonar el Himno Nacional, se pro.
tÚinciaron elocuentes saludos al Augusto nombre del Exmo. Se.
ii.'lr Mariscal Presidente, dándose el grito de "Atras el Imperio
del' Brasil y sus aliados". Desde dicha hora se entabló nueva.
mente el .baile de tropas, en el que habiendo reinado la misma
animación que en los anteriores, terminó sin novedad alguna á
la dós ·de la madrugada.
·_Al apuntar el Sol refulgente en la mafiana del sublime día
z:4. nil!ndé enarbolar en frente de la comandancia, y á bordo de
i~~;~ Yap')res Nacionales de guerra "Salto de Guairá" y "Río APa"
·E'l pafio tricolor al disparo d·e un tiro de r.afión, saludnndo el ani.
v.ersat:io del natalicio del Exmo. Seiior Mariscal Presidente ae la
República é invicto General en Gefe de sus Ejércitos Ciudadano
Francisco Solano Lopez. A falta de pólvora suficiente no se hizo
la salva de Ordenanza.
A las siete y media, las cajas de guerra y las campanas del
Óratorio llamaron para la función religiosa, adonde ocurrimos
con mi 29 toda la oficialidad marina y terrestre y las tropas
esentras de servtcio, lo mismo que varias personas particulares.
·Seguidamente se dió principio a la misa oficiada por el Capellan
de tropas en accion de gracias al Todopoderoso por el glorioso
cumpleeiios del Exmo. Señor Mariscal Lopez, y por la felicidad
perdurable de er.te prohombre que con abnegacfon heroica de.
fien:'de 'los sagrados derechos de la Patria. Despues del Evange.
L
General Francisco Isidoro Resquín

¡VIVA I,A REPUBLICA DEL PARAGUAY!

Tengo el sublime placer de hacer á U. una reseña de los fes.


tejos que hemos consagrado en este Campo con un marcado en
tusiasmo á honra del feli:l: aniversario del natalicio del Exmo s~.
ñor Maril:lcal D0n Francisco Solano Lopez, digno Presidente dn
la República y General en Gefe de sus Ejércitos.
A las ocho de la noche del ~ 1 tub" lugar un baile de las tro
pas bajo una enramada dentro de este campo, anunciando la
aproximacicn del venturoso dia 24 de Julio, en que concurrieron
muchas personas particulares de ambos sexos de segunda clast~.
notándose un entusiasmo singular, pues baiiaban á son de músi.
ca y gomba, é incP.santementl'l se oian calorosos vivas al Gefe Su.
premo de la República; el baile terminó á media noche con el
mejor órden, continuándose el 22 con las mismas músicas y aw.
macion hasta medio dia, hora en que los concurrentes fueron ol>
sequiados con un almuerzo suficiente, y <"Oncluido, se siguió di
baile hasta entrar el Sol. A las siete· de 1~ prima noche tubo lu
gar un sarao en la Sala de la Comandancia en que asisti con mi
29 y toda la oficialidad marina y terrestre que estaba fuera de
servicio, concurriendo todas las personas descantes de ambos
sexos de este Pueblo. El sarao fué sobremanera animado y en.
tusiasta pronunciábanse los mas calorosos vivas al yreclaro Ma.
gistrado que dirige los altos destinos de la Reptiblica. A las on.
ce despues de una cena bien servida rn que se oyeron varios brin.
dis a la salud y felicidad del Exmo Señor Maríscal López, ter.
minó el sarao y se retiraron los concurrentes con viva satisfacclon.
En la mañana del 23 se continuó el baile de las tropas con
la concurrencia de muchas personas particurares de segunda cla.
se, á quienes se obsequió con un buen almuerzo. A las tres de
la tarde se dió principio á las corridas de toros qúe para el efec.
to hice traer por el Vapor "Rio Apa" del potrero "Carandasiño·•.
S'e presentaron en el circo de lidiadores los ·sargentos de infan.
teria Cándido Jaquez, Antonio Lescano y Eusebio Gonzalez, el
cabo Marcelino Galeano, el trompa Zenon Insfran (eilmascarado)
los soldados Vicente Rcdas, Pedro Gavilan y Leon Velazco (eu.
mascarada) y el bracilero Manuel- Ig;nacio Ferreyra. Otros varios
Documentos Hist6ricos

enmascarados hicieron el papel de grasejo. Los asientes· del. tr,


blado ocupamos con mi 29 y toda la oficialidad, y muchas per_
soilas descentes. El baile de las tropas se interrumpió para or.u _
rrh· tambien al rededor del circo, terminando la corrida de toro3
á las séis de la tarde.
Ai oscurecer despues de haberse entonado el Himno Nacio
nal gerrero en frente de las comandancias, y dádose en conclu
sión calorosos vivas y aclamaciones de júbilo al Exmo. Señor Ma.
riscal Presidente, despaché una serenata a cargo de un Oficial
llevando "el pabellon Nacional con la formalidad correspondientE·
á recorrer las calles de este Pueblo, por donde se prorumpfan
iguales aclamaciones. A las ocho y media re_gresó la serenata
acompañada de mu~has personas particulares, y al presentarse á
la Comandarrcia se volvió á entonar el Himno Nacional, se pro.
minciaron elocuentes saludos al Augusto npmbre del Exmo. Se.
ñ'>r Mariscal Presidente, dándose el grito de "Atras el Imperio
del' Brasil y sus aliados". Desde dicha hora se entabló nueva.
mente el baile de tropas, en el que habiendo reínado la misma
animación que en los anteriores, terminó sin novedad alguna á
la dós -de la madrugada.
· _Al apuntar el Sol refulgente en la mañana del sublime dfa
2:4 . ni;:¡ndé enarbolar en frente de la comandancia, y á bordo de
ios y'ap'Jres Nacionales de guerra "Salto de Guairá'' y "Rio APa"
el paño trfcolor al. disparo de un tiro de cañón, saludando el anL
v:ersai:io del natalicio del Exmo. Señor Mariscal Presidente ne la
República é invicto General en Gefe de sus Ejércitos Ciudadano
Francisco Solano Lopez. A falta de pólvora suficiente no se hizo
la salva de Ordenanza.
A las siete y media, las cajas de guerra y las campanas del
Oratorio llamaron para la función religiosa, adonde ocurrimos
con mi 29 toda la oficialidad marina y terrestre y las tropas
esentras de servicio, lo mismo que varias personas particulares.
·seguidamente se dió principio a la misa oficiada por el Capellan
de tropas en accion de gracias al Todopoderoso por el glorioso
cumpleBños del Exmo. Señor Mariscal Lopez, y por la felicidad
perdurable de eF.te prohombre que con abnegacfon heroica de.
tiende ·los sagrados derechos de la Patria. Despues del Evange.
General Francisco Isidoro Rcsquín

Iio el celebrante pronunció un discurso bastante elegante y pa.


triótico, enumerando y apraci:-~ndo los méritos rElevantes, y vh·.
tudes cívicas del Exmo Señor Mariscal Ciudadano··Francisco So.
hiLO Lopez. 'l'erminada la funcion regresé á la .comandancia con
mi acompañamiento, á donde mi 29 el Sargento Mayor C!iudada.
n:> Jose Fleitas me dirigió un discurso bastante patriótico, por
si y á I!ombre de toda la corporación militar, felicitando muy
cordialmente el grandioso dia 24 de Julio memorable para la
República entera, á quien tube la honra d(. contestar de un modo
justamente grato, como espresivo, y por último dlmos todos
nuestros ferddos vivas al Supremo Magistrado de l!J, Repúblic:t.
Seguidamente se me presentó el capellán manifestándome haber
llenado su sagrado deber, que postrándose ante el S'antuario del
Al~ísimo imploró á su Divina Providencia para que colme d'l
prosperidad al !.nvicto defensor de la nacionalidad paraguay<~..
que con altura y tino singular dirig-e· el timon de la' Patria. Va
rios particulares brasileros y estrangeros ocurrieron tambien á
prestarme sus felicitaciones por el cumpleaños de S. E. el Señor
Mariscal Presidente, a quienes les agradecí muy cordialmente.

Despues üe haber obsequiado á los concurr¿ntes con un riCo


café pasamos á Jos tablados del circo, empezanrlose el juego de
las corridas de los toros. Algunos lances satLfactorios se ofre.
cier, n €l'':re !03 m:im 1les y ·idiad -res, uno de estos el Sargento
de infanteria Cándido Jacquez derribó con destreza a un toro
que le acometió, pronunciando en ese acto el siguiente discur.
so: --''Señores. Este venturoso día 24 de Julió aniversario del
natalicio del Exmo Señor Mariscal Presidente de la Repiíblica
y General en Gefe <le sus Ejércitos, me proporcwnó ..1a ocasron
de presentarme en es':e circo. Este bruto toro que osado me
acometió, halló su tumba á mis píes: así también le sucederá al
enemigo de mi Patria, que se me presentare, sea de los cobar.
des macacos, o cualqmera ele sus aliados del mit:~mo temple".
Este lacónico diRcurso, como la destreza con que fué derríbado
el toro merecierou !os ·aplausos de los concurrentes. El Trom.
pa Zenon !narran derribó con destreza igual dos toros; lo mis.
mo que el artlll<?ro Vicente Rodas que mató dos, y otro t6ro por
Pedro Gavilan, tambien artillero. Los espresados individuos,
32 Documentos Históricos

ademas fle haberseles premiado con dinero por las hazañas, se


les dieron los ammaies que mataron. Terminada esta agrada.
ble diversión á mediodía, pasamos con mi 29 y teda la oficialL
dad, bin como las personas descantes de distintas nacionalida.
des á la Comandanr.ia a disfrutar de un rico banquete, en que
se pronunciaron discursos y brindis dirigidos á la benemérita
persona del Gefe Supremo de la República, terminando el ban.
quete á las tres de la tarde.
La gente de l!egunda clase· fué tambien obs·equiada con suft.
ciente comidas, y despues de esto la diversion popu,lar se repitió
á música y gomba con la misma animación y entusiasmo qiie en
los anteriores, terminando al entrar el Sol á. satisfaccion de
todos.
La sala de la Comandancia que estava lujo3amente adorna.
da, notandose ~~on intimo placer en un lado de la pared un tro.
feo de las armas y colores Nacionales, en cuyo medio colocatlo
el rétrato del Exmo. Señor Mariscal Presidente de la República
y General en Gefe de sus Ejercites, recibió las personas distin.
guidas de ambos sexos que mandé invitar las para -él sarao, em.
pezándose desde las siete de la noche con un marcado eMusias.
mo. A la una de la madrugada se disfrutó de "un espléndido
banquete, en que en medio del grande placer se pronunciaron
discursos y brindis muy espresivos, alusivos al dfa, con vivas á
la República y á su digno Presidente el Exmo. Señor Mariscal
Ciudadano Francisco Solano Lopez. Terminado el banquete se
continuó el sarao con la misma animacion, y á poco momento se
obsequió a !os concurrentes t'on un esquisito café. Terminada
esta animada y agradable diversion á las ocho de la mañana del
25, pasaron los concurrentes á distraerse en otro baile de tropas
que habia observándose al mismo tiempo que un soldado de in.
fanteria llamado Nazario Valdez subfa con destreza y sin deten.
cion por una cucafia fijada en medio del campame-nto, cuya ha.
bilidad fué aplaudida por los espectadores. A la una de la tard~
se dio otro banquete espléndido á las personas descantes, que ter.
minó a las tres, habiéndose notado el mismo entusiasmo que rey_
nó por la noche. Seguidamente se obsequió con abundante comí
da á las personas particulares de segunda clase, acompafiandoles
General Francisco Isidoro Resquín g.:l

las tropas. Concluido esto continuaron el baile siempre <ron mu.


cho humor y entusiasmo á música y gomba, que terminó ya mas
de media noche, retirándose les concurrentes llenos de satisfac.
cion.
En la prima noche del 26 volví á dar un sarao en la Co.
mandan.cia en obsequio siempre al cumpleaños del Exmo. Sefi.or
Mariscal Presidente de !a República: reynó mucho entusiasmo
en la divercion en que se oían continuamente ·ardorosos vivas al
Preclaro Magistrado que dirige los destinos de la República con
magnanimidad y heroísmo singular: el sarao terminó ya mas de
media noche, despues de una espl1índida cena.
En las noches del 23 y 24 hubo una buena iluminación
frente á la comaná'.ancia, lo mismo que en el Pueblo en las
casas particulares.
Dejando así descriptos los festejos públicos que hemos con.
sagrado al Padre de la Patria, el Exmo. Señor Mariscal P"residen.
te de la República y General en Gefe de sus Ejércitos Ciudadano
Francisco Solano Lopez, cábeme el placer de asegurar á U. qm.
tanto mi 29 como todos los oficialrs de marinería y tierra, el ca.
pellan, y hasta las tropas con la mejor voluntad, me coadyu.
varon para solemnizar como lo hemos solemnizado del mejor
modo posible la entusiasta funcion que hemos celebrado por
tan glorioso y memorable dia, en qu13 se han gastado diez y
siete cajones vino Burdeos que tomé á cambio de aguardien_
te y dulce que hice beneficiar en Pirapitanga y San Domin-go
y dos barricas de cerveza que tomé a cambio de cueros.

Los italianos Don Ju<tn Vicecaba, y Bartolorrié Albertoni me


dieron voluntariamente á dos cajones de vino, -Y el portugues
Don Julio Acosta una damajuana de Gerez, ·á quienes les di mis
cordiales agradecimientos por el obsequio que hicieron espon.
taneamente para la funcion.

Dios gue á U m.s a.s Campento en Corumbá Juiio 26 de 1866

Hermogenes Cabral

Al Ciudadano Oficial lQ del Ministerio de Guerra: y Marina.


/'
IN DICE

¡' , , IfiV
• • • • • . ._ • • •. • • • • • • •. t. • •· ·- ·- • • •

PRil.\lERA PARTE

Cap, "L...Líniites ·entre e:l Paraguay y el Brasil, 1


-Limites Paraguayo-Argentinos . . . _. . . • • 4
Cap. IL-Comienzo de los tratados secretos· por los
poderes de la Triple Alianza contra el. Go~ier.
no de la República del Paraguay . • . . • 6
_ocupación deí Territorio Orteiltal por las fuer_
zas brasileñas . . .. .. .. . . .. .. .. . . ..
. 9

PRil\IERA. EPOCA
PRWERA. SECOION

Cap, W~Prindpio de. las operaciones del Gobierno del


Paraguay contra los paderea de. la Triple
Alianza 13
·_:_co"mbate • ~n. io; ·p¡s~s. Fe'o' ; ·D~;b~;r¡~ca·d~. 14
--Asalto al Fuerte de Coimbra . ,, • • • • 15
_ocupación de Corrientes . . • • . . ,. • 16
_contra..marcha del General Robles con la Di-
visión del Sud. . . . . . . . . . . . . 17
-Combate en el Puerto de la Ciudad de· Co-
rrientes . . . . . . . . . . . • 1• • • • • • 19
-Combate Naval en frente del Riachuelo 19
-Combate en el estrecho de Mer<redes . . 21
Cap, IV~lamamiento del Coronel Resqufn, Comandan-
te de la División. del Norte .......... 21
_Destitución del general Robles del mando
de la División del Sur 22
-Movimiento de la División del Sur . . . . .. 23
-Combate en el paso de las Cuevas 23
-Refu~zos de la División del Sur • . 21
--Eo. 1Jru¡;ua;lt8.lla , , • , ,. , , , , , , , , • 24
Indice

_combate en el Mbutuy • . • • • • • • • • 24
_continuar.ión de la marcha . . .. . • . 2fi
-Combate de Yatay . • • . • . • • • . . . 26
-La perdición del Comandant& Esti¡arribia con
la División de su mando •. 1•• • • • • • • • •
-La desocupación de la Provincia de Corrientes
por las fuerzas del Paraguay •. .. . ..
;. .... 27

SEGUNDA SECCION

Cap, V_campamento de los Ejércitos de la Triple


Alianza . • . . . • . . . . . . . . .. .. .• 28
_combate en los Corrales, a la izquierda· del
P.araná •...•.• , •... . •. • . . . . . . . • • • . 28
__Reconocimiento del canal del Río Paraná por
la Escuadra de ·la Triple Alianza 29
-Asalto de· la batería enemiga· del bait'co • ~n ·~1
Río Paraná • • • • • • . • • . • . . • • . • • • . SO
cap. VI_contrato ·de dos vapores acorazádos, en Euro-
pa, por ~on Cándido Bareiro, por cuenta del
Gobierno .del Paraguay . . . • 33

SEGUNDA PARTE

cap. .V.li-Pasaje dei R¡ío Paraná por los Ejércitos de 1&


Triple Alianza en territorio paraguayo 35
~bandono ·del Campamento de Paso de 1~~ P~
ttia· 35
-Sorpr~~a ·de ·~~ ;~n~~a;dia ·de ·l~s •Éjé;cit~s d~
la Triple Alianza . . . . •. . . . . • . . . . . • . . 36
-Atrincheramiento de los Ejércitos de la Triple
Alianza en Tuyutí . . . . . . . • . . . • • • . . 37
-La batalla del 24 de Mayo de 1866 . . ..•.. 37 •
_Bombardeo de los Ejércitos de la Triple Alian_
za eri 'Tuyutí ·por el Ejército Paraguayo a:trin_
cherado en el paso de los esteros de ~ojas 40
·_:_combate de Yataity_Corá , • • • 40
·~Combate de Punta.~aró
"·' .. 4t
....:..Combate del 18 de ·Julio • . • • • • • • , • • • 4:!
-Asalto de la trinchera de- Curuzú y su toma. a
vivo fuego . . • • • • • . • • • • • • • • • 4 • 4
43
Cap. VIJ.L_Proposición de Paz del Gobierno del Paraguay
al Comandante en Jefe de los Ejércitos de la
Triple Alianza en Yataity .Corá • • • • . . . . 43
_combate de los Ejércitos de la Triple Alianza
sobre las trinclteras de las fuerzas paraguayas
en Curupayty el 22 dG~ Setiembre de 1866 .•..
_Desinteligencia de los Generales de los Ejér.
dtos de la Triple Alianza . • . . . . . . . . . . 46
__Detención del Ministro Norteamericano pcr el
Almirante de la Escuadra de la Triple Aliauza 46
_Nuevo Comandante en Jefe de los Ejércitos
de la Triple Alianza . . . . . . ,. . . . . . • . 47
Cap. IX_.¡Proposición del Ministro Norieamerican_o en
nombre de su Gobierno para una mediación
entre ambos beligerantes para cortarse la gue-
rra sangrienta . . . . . . • . . . . • 1•• • • • • 47
-Abandono de la Villa de Miranda por fuerzas
del Paraguay • . . . • • • • 1, • • • • • • • • • • • 49
_combate y derrota de las fuerzas brasileñas a
la derecha del Río Apa, el 6 de Mayo de 18 6 7 49
-Combate en Machorra .•..••••.••• P. 50
_combate a la izquierda del Río Mbotetey 50
-Combate en el potrero de Nioac • • • • , • 50
X-Abordaje y retoma del vapor "Jaurú" •• 51
_sorpresa y retoma de Corumbá por las fuerzas
brasileñas , , ,. • • . • , • • • • . • • • • , . , - 61
Cap, XL-El sitio de los atrincheramientos de Paso-Pu.
cú y la fortaleza de Humaitá por los Ejér-
citos de la Triple Alianza , • . . .. .. .. .. 52
-Movimiento de los Ejércitos de la Triple
Alianza . . . . . . • . . • , • • . . • . • . • • . 53
-El relevado Comandante en Jefe Don Barto-
lomé Mitre reaparece en Tuyuti de Buenos
Aires . , . . , . • • . • l: . . . . . . . • • b4
··•
....-R~conoci~iento del Ejilrcito enemigo de Pa_
recué por las lluerzas paraguayas . • . • .• • 54
Cap. .Xli-Derrota .de .las. fuerzas de la Triple Alianza
en Tuyutf por un pufi.ado de paraguayos 55
-Pasaje de los acorazados brasilefi.os bajo las
baterías paraguayas de Curupayty . . .. 56
_combate de la Guarnición de Villa del Pilar
por fuerzas superiores de la Triple Alianza 57
. _combate en el paso de los esteros de Ombú
con fuerzas enemigas de TuyuU: • . • • • • • • 57
.-Combate en el paraje de Isla Tayí . • • • . . 58
_combate en el paraje de Tatayibá con las
fuerzas enemigas de PariLCué . • . . . . • • 59
_combate del Boquerón en el potrero de Ove_
lla por fuerzas de la Triple Alianza . . . . • . 60
_ocupación por fuerzas considerables del ene_
migo del Paso Tayí sobre la barranca del Río
Paraguay para arriba de Humaitá . . • . . . 61
_com.bate en el Paso de Tayi sobre la barran_
ca del Río Paraguay arriba de Humaitá • . . . 61
~Comba.te por . fuerzas paraguayas ~tobre los
atrincheramientos del enemigo en Tuyutí. . . 62
_ocupación del Chaco en el Paso de Timbó por
.el !litio. del e~emigo de nuestras posiciones de
Paso Pucú . . . . . • • • . . . . . . . . • . 64

TERCERA PARTE

Cap. Xfit-Recepción de los representantes de los hijos


de la Nación Paraguaya en el Campamento de
Paso Pucú • • .. . . .. ~. . • • . • • •.• • • . . 65
-El Presidente de la República Argentina, Don
Bartolomé Mitre, se retira para siempre del
campo de Paré-Cué a Buenos Aires • • • • . • 66
_Pasaje de _las bil..terfas de Huma.itá por los aco.
razados de la Triple Alianza contra el Para.
guay •• , • , , .••• , • • • • , • • • • • • 65
;;__;,.;_
'-.u:tllli;IH

Cap, XIV--La muerte del general don José Dfaz, .Jefe de


las Baterfas de Cnru11ayty .. 67
-Combate en el reducto de Laguna Sierva •. 68
-Arribo de tres acoraz~do~ enemigos del Paso
de Tayí al puerto de .Asunción . . . . . . . . 68
-Combat~ de las posiciones de Laurel y su aban_

dono por fuerzas enemigas . . . . . . . . . . . . 69

cap. XV-Abordaje de los acorazados brasilefios estacio_


nados para abajo de la fortaleza de Humaitá 70
-El General en Jefe ·del Ejército paraguayo
abandona sus líneas de Paso-Pucú para ocupar
su nueva del Tebicuary • . • • • • • • . . . . 71
--Reconochniento del Paso Espinillo, Paso_Pucú
por fuerzas considerables del enemigo atrin_
cherado en el campo de Paré_cué . . . . . . . . 72
_Combate en el Sauce a la derecha de nuestras
posiciones de Paso_Pucú por fuerzas enemigas
de Tuyutí . . . . . . . . . . .. . • • . . 72
_Combate en el paso del Timbó por los acora_
zados enemigos del estrecho de Tayí 73

Cap, XVL-Nueva organización del campo de Humaitá


para seis mese~:~ de sitio . • . . . . . • . . . . 74
_Obstrucción completa de nuestra fortaleza de
Humaitá por las fuerzas de la triple alianza 7:-í
_combaLe entre el desfiladero de Anday y La_
guna_Verá en el camino del Chaco . . . • . • 76
_combate por las fuerzas del Timbó sobre el
reducto del Anday, que ocuparon las fuerzas
enemigas . . . . . . . . • ..•....•... 77
-Combate en la guardia del Timbó en la posL
ción de Yuacihí . . ... .. . . .. . . . . .. . . 78
-Abordaje de los acorazados enemigos, en el
paso de Tayi para arriba de la batería de
Timbó • • . . . . • • • • • • . • • • . • . . • . • • 79
-Asalto de la fortaleza de Humaitá por las
fuerzas de la Triple Alianza , • • • • • • • • , SO
'iW

Combate de· Aéayuazá en el Chaco a ·sable y


lanza con los enemigos del reducto det Anday 80
Cap, XVIL_Abandono de Humaitá por nuestra fuerzg_s, 81
_Defecciones .. ..
.. .. .. . .. . 83
85
-Combate en el paso de Yacaré . . • . . .
__:_Abandono de San Fernando 86
-Combate en el paso del Tebicuari . • . . 86
_combate de Surubie .... .. . . . .. . .
. 87
_Pasaje de Angostura por los acorazados ene_
migos . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . 88
_Movimiento del enemigo por el Chaco. 88
_Combate de Tororó . . . . . . . . . . 88
_Combate de Avay. . . , . . . . . . . 89
Cap. XVIILCombate de Piquisyry e Itá-Ibaté. 90
_Célebre intimación. 92
Cap, XIX--Refuerzo de tropas .. 92
_Bombardeo sobre Itá__!baté. 93
_Ultimo combate en Itá-Ibaté. , . . . 93
Cap. XX-Recepción ofiCial en Itá-Ibaté, 95
-Saqueo en Asunción , . . . . , 95

SEGUNDA EPOCA

PRIMERA PARTE
1869-1870

Cap. LReorgantzación de nuestro ejército, • • • • • . 97


-Ocupación del paso de la cordillera de Azcurra 98
-Establecimiento de Ibicuí y su asalto, . . . . 99
--Arribo de los buques enemigos en Manduvirá 100
-Ocupadón . de Pirayú . . . . . . • , .. 100
_El grito de la injusticia . . . . .. . . . . . 100
_Traición castigada . . . . . . 102
-Combate de Tupipitá . . . . . . 103
-El ataque en Sapucay. . . . . . . 104
_Combate de Ibitimí. . . . . . .. 105
_combate en el paso de Yuty .. 106
-Combate en el paso del Tebicuari. 107
Indice 41

PRDIERA SECCIO~

cap, lJ...:_El simulacro de Gobierno en Asunción.


Cap. rJJL_Asalto de la plaza de Piribebuy. . . . • 110
Cap. IV-Retirada del 'Ejército paraguayo por la cor-
dillera de Azcurra. . • . . . . . . • • . . . • 112
_Combate ·en el campo de Barrero Grande. 114

BEGUlli"DA SECCION

cap. V-El Mariscal López y el Dr. Parodi. .116


-En el Monte de Caraguatay ~ ,-· . . • , . • 116
_Retirada del Mariscal López con el primer
cuerpo de la derecha de Yhaquic para Santaní 117
_Combate en el Arroyo Hondo • , .. 117
Cap. VL_Ocupación de San Estanislao . . . • . . 118
-Defecciones descubiertas en Santanf. 119
-Declaraciones, nueva Capital Provlsorla. 120

SEGUNDA PARTE

cap. VII-Las ocurrencias en la Capital provisoria de


San Isidro .............. 12~
_combate en Belén-Cué. '· . . • . . . . . . . . 125
Cap. VJJL_Combate en la Capilla de Tacuatr . . . . . . 127
_combate en el paso de la Cordillera d::! San
Joaquín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
_combate en Curuguaty después de abandona_
da la villa • • • • o •••••••••••1. 129
Cap. IX-Combate en Itanara-mí .............. 130
-Evacuación de la Capital provisoria Curugua.
ty (San Isidro) . . . . . . . • . • . . 131
-Evacuación de lgatimí . • . . .. 132
Cap. X-Evacuación del Campo del Arroyo Grande 133
-En el Río Verde .............. 134
-Evacuación del Panadero ••• 1 ••••••
:1.34

1 d
CAp. XJ_Combate en Lomii-Ruguá, jurisdicción de VL
lla de San Pedro . . . . . . • . . . . • . . . . . 134
-Retirada del Ejército de Zanja._jhú. • • 135
Cap. ~eserciones en la marcha 136
_Pasa:je del Río Amambay y Corrientes . . . . 139
_Qampamento en Capihivari-Laguna . . 140
_campamento en Cerro-Corá . . • • • . . . 141
_neserciones en Cerro-Corá 142
Cap. XIV-Ultimo combate en el Campo de Cerro-Qorá 144
Cap. XV-Los prisióneros de Cerro ..Corá marchan a Vi-
lla Concepción en poder de sus vencedores 15 O
c:Jap. XVL_La calumnia de la. mayor ingratitud. 154
-Anexo _ Documentos Históricos 157

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