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FILOSOFIA LATINOAMERICANA

En su propuesta pedagógica, Freire considera que la esencia de la educación es la práctica de la libertad y del diálogo,
evitando esquemas autoritaristas: "nadie educa a nadie, nadie se educa solo; los hombres y las mujeres se educan unos
a otros, en diálogo con el mundo". Su análisis crítico sobre los modelos educativos tradicionales observa que el esquema
"profesor-alumno" reproduce las relaciones de imposición entre opresor y oprimido. Para romper ese esquema,
propone una pedagogía dinámica y autónoma, que valore la experiencia y el conocimiento de cada estudiante así como
su participación social, su producción creativa, y el ejercicio constante de una libertad responsable y colectiva. En
oposición a la "educación bancaria" que parece seguir el modelo capitalista al hacer que los estudiantes acumulen datos
con frecuencia disociados de su experiencia vital, Freire propuso una "educación liberadora" en la que se plantean
problemas para que los estudiantes resuelvan de forma colectiva bajo la coordinación de los instructores, aprendiendo
de manera práctica la necesidad de trabajar en equipo, participar y expresarse: Los oprimidos solamente comienzan a
creer en ellos mismos cuando descubren las causas de su dominación y se vinculan a la lucha organizada por su
liberación. Este descubrimiento no puede ser meramente intelectual, sino que debe incluir acción; pero no puede
limitarse a un mero activismo, sino que debe incluir reflexión seria (Freire 47).

Hacia esta "reflexión seria" que incluyera una práctica para superar la historia de dominación y desigualdad social, se
orientó la filosofía de la liberación latinoamericana, cuyo representante más influyente ha sido el argentino Enrique
Dussel. A partir de un análisis de la historia de conquista e invasión desde Europa sobre América, y de cómo creó
estructuras de dominación, marginación y dependencia, Dussel demuestra cómo estas prácticas de dominación se
basaron en una filosofía universalista del Occidente europeo. Al atribuirse la autoridad sobre el conocimiento universal,
la filosofías europeas han definido la "naturaleza humana" según los parámetros, modos de comportamiento y
orientación racionalista de Occidente, condenando a las culturas invadidas a condiciones de no-ser, caos e
irracionalidad. De este modo, las filosofías occidentales han legitimado históricamente la dominación que oprime al
llamado Tercer Mundo, escondiéndola bajo la apariencia de "promover civilización".

Para responder a estas condiciones, Dussel propone una filosofía basada en el diálogo y la escucha de los excluidos, del
"Otro radical", es decir, del sujeto que ha sido convertido en objeto por la dominación occidental. Esta práctica reflexiva
organizaría una "analéctica de la liberación" como alternativa para la "dialéctica de la dominación" prevaleciente. El
desarrollo teórico de Dussel se basa en una crítica detallada de la ontología de Kant, Hegel, Heidegger y otros filósofos
alemanes, franceses e ingleses, ya que, para él, la voz de los oprimidos tiene que pasar por la paradoja de hablar con la
lengua del opresor para poderla cuestionar y superar: "Para descubrir nuevas categorías con las cuales nos sea posible
pensarnos a nosotros mismos, hay que comenzar por hablar como los europeos y, desde ellos, probar sus limitaciones"
(Dussel 1979: 108). Dentro de un inmenso proyecto filosófico de liberación que incluye la ontología, la analéctica, la
pedagogía y la erótica, Dussel también escribe para la gente común, a través de conferencias con ejemplos específicos y
accesibles a gente no erudita, y a través de esquemas pegagógicos como el siguiente:

Dialéctica dominadora versus Analéctica liberadora

actitud conquistadora versus actitud colaboradora

actitud divisionista versus actitud convergente

actitud desmovilizadora versus actitud movilizadora

actitud manipuladora versus actitud organizativa

actitud invasora versus actitud creadora

(Dussel 1980: 101)


LAS VENAS ABIERTAS DE LATINOAMERICA (Eduardo Galeano)

"... Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez ... "(Proclama insurrecional de la Junta Tuitiva en la
ciudad de La Paz, 16 de julio de 1809).

"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra
comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos
en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron
los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrota a
la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata.
Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente de
reservas del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a
los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más
altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como
declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el progreso, "hablar de precios justos en la
actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización..."

Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que
el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros
perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del
capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre
nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y
neocolonial, el oro se trasfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno.

Potosí, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al
profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva
amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos
petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las fortunas que la naturaleza
otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia que irriga los centros del poder imperialista ahoga los vastos suburbios del
sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes -dominantes hacia dentro,
dominadas desde fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga."

Una pregunta
En el siglo doce, el geógrafo oficial del reino de Sicilia, Al-Idrisi, trazó
el mapa del mundo, el mundo que Europa conocía, con el sur arriba y el
norte abajo. Eso era habitual en la cartografía de aquellos tiempos. Y así,
con el sur arriba, dibujó el mapa sudamericano, ocho siglos después, el
pintor uruguayo Joaquín Torres García. Nuestro norte es el sur, dijo.
Para irse al norte, nuestros buques bajan, no suben.
Si el mundo está, como ahora está, patas arriba, ¿no habría que darlo
vuelta, para que pueda pararse sobre sus pies?
El derecho al delirio

Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los
cristianos es el año 1379 de los Y musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un
primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron
romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era
cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque
nadie sabe cuándo nació.

El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo
entero celebra y teme esta frontera. Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el
supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será
tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez,
que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que
canta y, como juega el niño sin saber que juega; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni
llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan
vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les
encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no
sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se
convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de
hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria
militar no tendrá más remedio que declararas en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un
negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de
indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños
ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes
puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas
siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contraespalda; una mujer, negra,
será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india
gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque
ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las
tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que
se le había olvidado a Dios: Amarás a la naturaleza, de la que formas parte; serán reforestados los desiertos del mundo y
los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se
desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de
todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando
hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el
aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida comosi fuera la última y
cada día como si fuera el primero.

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