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Pubertad precoz en niños y niñas

Se trata de una maduración temprana en niños y niñas de 8 o 9 años

La pubertad es el periodo de transición entre la infancia y la edad adulta durante el cual se


desarrollan los caracteres sexuales secundarios (vello pubiano, vello axilar y mamas). Los
caracteres sexuales aparecen en la niña entre los 9 y 11 años y en los niños, la pubertad llega entre
los 11 y 13 años, y el estirón puberal tiene lugar entre los 12 y 14 años. La pubertad precoz en
niños y niñas se define como la aparición de caracteres sexuales secundarios antes de los 8 años
en la niña y de los 9 a en el niño. La progresión del cuadro clínico lleva a una maduración ósea
acelerada y a la aparición precoz de la menarquia (primera regla).

Pubertad precoz y pubertad adelantada

Pubertad precoz en niños y niñas

Aunque en los niños la pubertad precoz es menos frecuente, un crecimiento de los testículos, del
pene o de vello pubiano antes de los 9 años puede ser síntoma de que exista un tumor hipofisario
o hipotalámico. En el desarrollo fisiológico en la niña suele aparecer en primer lugar, el botón
mamario, en segundo lugar, el vello pubiano (aunque en una de cada 6 niñas aparece este antes),
en tercer lugar, el vello axilar y por último la regla.

A quién afecta la pubertad precoz

La pubertad precoz o adelantada es un fenómeno en ocasiones de presentación familiar. En un 1%


de las niñas y en un 5% de los niños existen antecedentes familiares. La incidencia de pubertad
precoz es mucho mas frecuente en niñas que en niños (proporción 23:1). Así mismo es mucho mas
frecuente que sea de causa desconocida en la niña (idiopática) y debido a un proceso orgánico en
mas del 40% de los niños.

Síntomas de la pubertad precoz

La pubertad precoz, o la aparición de signos de desarrollo puberal como el botón mamario, vello
pubiano o axilar antes de la edad que se considera habitual tiene, sobre todo, consecuencias a
nivel psicológico. A todas las niñas les gusta seguir el ritmo de desarrollo de los compañeros de su
clase. Tanto por desarrollo precoz como por desarrollo tardío, los niñas pueden tener problemas
psicológicos en cuanto a la relación con sus compañeras.

Aspectos como el cambio de carácter en relación con las hormonas sexuales cuando llega la
pubertad, sudoración corporal de adulto o el hecho de que aparezca la regla a una edad a la que
no se la esperan puede hacer que las niñas no estén preparadas para afrontar esta situación desde
el punto de vista psicológico. Ésta es una de las razones por las que es adecuado tratar una
pubertad precoz. Se ha observado que las niñas con pubertad precoz tienen una mayor
probabilidad de presentar exceso de vello de características sexuales en zonas consideradas
típicamente masculinas, acné y exceso de peso.

Tratamiento para la pubertad precoz

El tratamiento para la pubertad precoz consiste en la administración de unas inyecciones


mensuales que estimulan la secreción de hormonas estimuladoras de la producción de
estrógenos. Se frena la producción de dichas hormonas y por tanto la estimulación del ovario por
las mismas, consiguiéndose como efecto final la supresión de estrógenos y con ello, el desarrollo
puberal.

Hay que valorar si el tratamiento va a ser efectivo a la hora de mejorar la talla final de la niña,
porque el problema que se da en la pubertad precoz es que, al adelantarse la edad ósea, la talla
final puede quedar comprometida. En los últimos años se ha obtenido mayor información sobre el
beneficio de este tratamiento y se ha observado que solamente en los casos en que aparece una
pubertad en edades muy tempranas entre los 3, 5 ó 6 años es cuando el tratamiento es realmente
efectivo en cuanto a la mejora de la talla final, en la edad límite del diagnostico de pubertad
precoz, entre los 8 y 9 años, se ha comprobado que en la mayoría de los casos el tratamiento no
mejora la talla final. En estos casos, no merecería la pena someter a estas niñas a tratamiento
desde un punto de vista orgánico, pero habrá que considerar su capacidad para afrontar los
cambios que acontecen en la pubertad en una edad no apropiada y por tanto será necesario la
colaboración de psicólogos y de los padres para conocer ante que situación nos encontramos a la
hora de decidir un tratamiento.

Hoy en día los niños están expuestos a tanta información acerca del sexo y las relaciones a través
de la TV y la Internet que cuando llegan a la pubertad ya están familiarizados con algunas ideas
avanzadas. Sin embargo, hablar sobre los temas relacionados con la pubertad sigue siendo una
tarea importante para los padres, ya que no toda la información que recibe el niño procede de
fuentes fiables.
No espere a que su hijo(a) acuda a usted con preguntas sobre los cambios en su cuerpo- ya que
puede ser que ese día nunca llegue, especialmente si su hijo(a) no sabe que puede hablarle sobre
este tema delicado. Siga leyendo para aprender cómo puede hablar con su hijo sobre la pubertad.

Lo más importante es encontrar el momento oportuno

Lo ideal es que los padres hubieran comenzado a hablar con su hijo(a) sobre los cambios por los
que pasa el cuerpo a medida que crece. Desde sus primeros años, su hijo(a) le ha estado haciendo
preguntas. Y la mayoría de sus conversaciones probablemente han surgido a raíz de estas
preguntas.

Es importante responder a las preguntas de sus hijos sobre la pubertad siendo honestos y
abiertos, pero no debería esperar a que sea su hijo quien necesariamente inicie una conversación.
Cuando el niño tenga 8 años, ya debería saber cuáles son los cambios físicos y emocionales
asociados con la pubertad. Podría parecer que es una edad temprana para saber sobre temas
"adultos", pero tenga en cuenta lo siguiente: algunas chicas ya llevan sostén para deportes a los 8
años y algunos chicos empiezan a tener vello facial tan sólo unos pocos años después.

Con las chicas es imperativo que los padres hablen sobre la menstruación antes de que tengan el
período. Si no saben lo que les sucede, puede que se asusten al ver la sangre y el lugar de donde
proviene. La mayoría de las chicas tienen su primer período a los 12 ó 13 años, aunque a algunas
les viene a los 8 y otras no lo tienen hasta los 17.

En general, los chicos empiezan a entrar en la pubertad un poco más tarde que las chicas,
usualmente a los 10 ó 11 años. Pero podrían empezar a desarrollarse sexualmente o a tener su
primera eyaculación sin parecer mayores o sin antes desarrollar vello facial.

De la misma manera que es útil para los adultos anticipar cambios como, por ejemplo, mudanza o
cambio de trabajo antes de que ocurra, su hijo(a) debería saber acerca de la pubertad con
antelación.

Muchos niños reciben educación sexual en la escuela. Sin embargo, a menudo se dividen las clases
y las chicas aprenden sobre todo lo relacionado con la menstruación y el sostén para deportes,
mientras que los chicos aprenden sobre erecciones y los cambios en la voz. Es importante que las
chicas también se informen sobre los cambios por los que pasan los chicos y que los chicos
aprendan sobre los cambios que afectan a las chicas. Por lo tanto, hable con el maestro de su
hijo(a) acerca de su plan de enseñanza para saber qué huecos hay que llenar. Puede ayudarle a
iniciar la conversación si coordina sus charlas con estas lecciones de la escuela.

Qué decir
Cuando hable con su hijo(a) sobre la pubertad, es importante que le asegure que estos cambios
son normales. La pubertad conlleva tantos cambios que es fácil que su hijo(a) se sienta
inseguro(a). En muchas ocasiones, los adolescentes mostrarán inseguridad sobre su aspecto
durante la pubertad, pero puede ser útil saber que todo el mundo ha pasado por lo mismo y que
existe una gran variación normal con respecto a cuándo ocurren estos cambios. El acné, los
cambios de humor, las olas de crecimiento y los cambios hormonales -todo ello forma parte del
crecimiento y todos pasan por ello, aunque no al mismo ritmo.

Las chicas pueden empezar la pubertad tan temprano como en el segundo o tercer grado y puede
ser algo molesto si su hija es la primera que tiene que ponerse un sostén para deportes. Puede
que se sienta sola o rara, o como si todas las miradas estuviesen puestas en ella en el vestuario de
la escuela.

En los chicos, algunos cambios visibles son el cambio de la voz y la aparición del vello facial. Y
como con las chicas, si su hijo es de los primeros en pasar por estos cambios, podría sentirse
incómodo o el blanco de las miradas de sus compañeros de clase.

Su hijo debería saber lo siguiente sobre la pubertad:

Las chicas adquieren una forma más redondeada, especialmente en las caderas y piernas.

Los senos de las chicas se hinchan y luego aumentan de tamaño.

Las chicas y los chicos empiezan a tener vello púbico y vello en las axilas, y el de las piernas es más
grueso y oscuro.

En el chico el pene y los testículos aumentan de tamaño.

Los chicos tienen a veces poluciones nocturnas, es decir, eyaculan mientras duermen.

Una vez al mes, el revestimiento uterino de las chicas se llena de sangre para prepararse para un
óvulo fecundado. Si no se produce la fecundación, se producirá el período. Si se produce la
fecundación, la chica quedará embarazada.

El período puede durar de 3 días a una semana y las chicas pueden utilizar compresas (paños) o
tampones para absorber la sangre.

Preguntas comunes

No es ninguna sorpresa que los niños tengan muchas preguntas a medida que aprenden sobre la
pubertad. Es importante que se asegure de brindarle a su hijo(a) el tiempo y la oportunidad de
hacer preguntas y de contestarlas tan honesta y detalladamente como sea posible.

Algunas de las preguntas más comunes son:


Preguntas Respuestas

¿Qué es este bulto duro que me ha salido en el pecho?

Las chicas podrían notar a veces unos bultitos blandos debajo de los pezones cuando empiezan a
desarrollarse los senos. Esto es perfectamente normal. La firmeza y la sensibilidad desaparecerán
con el tiempo a medida que los senos continúen desarrollándose.

¿Por qué tengo los senos tan pequeños (o tan grandes)?

El tamaño de los senos es hereditario y su hija tiene que estar tranquila porque, grandes o
pequeños, todos los senos son bonitos. El tamaño no afecta el atractivo de su hija ni su capacidad
para amamantar cuando sea madre.

¿Por qué tengo el pene tan pequeño (o tan grande)?

En los chicos, la preocupación principal es el pene. Es importante que su hijo sepa que el tamaño
del pene erecto no tiene nada que ver con el tamaño del pene cuando no hay erección.

¿Por qué todavía no tengo vello púbico?

Todo el mundo tiene vello púbico, aunque algunos adolescentes tienen más vello que otros y a
algunos les crece vello antes que a otros. Igual que con el tamaño de los senos o la estatura, la
cantidad o densidad del vello púbico es un rasgo individual.

Soy un chico, ¿por qué tengo entonces senos?

A algunos chicos les crecen temporalmente los senos durante la pubertad. Este trastorno,
conocido como ginecomastia, está causado por algunas hormonas producidas por los testículos
durante la pubertad. Normalmente desaparece, a menudo al cabo de unos pocos meses a 1 año.

¿Por qué no me ha venido todavía el período?

Como con todos los cambios de la pubertad, el período llega en momentos diferentes para cada
chica. Puede que a algunas chicas no les venga el período hasta que tengan 17 años. Esto suele ser
normal, aunque puede ser difícil para ellas cuando a todas sus amigas ya les ha venido.

Consejos sobre cómo conversar con sus hijos

Hágale saber a su hijo(a) que está siempre disponible para hablar, pero también es importante que
dedique tiempo para hacerlo. Así como puede ser embarazoso o difícil para usted hablar sobre
estos temas delicados, su hijo(a) podría dudar en acudir a usted. Es tarea de los padres hablar con
su hijo(a) sobre la pubertad -y de los sentimientos asociados con estos cambios- tan abiertamente
como sea posible.

Puede resultar más fácil si está seguro de que domina el tema. Primero, antes de responder a las
preguntas de su hijo(a), asegúrese de que sus propias preguntas sobre la pubertad han sido
respondidas. Si no está del todo cómodo manteniendo una conversación sobre la pubertad con su
hijo(a), practique primero lo que quiere decir o pídale consejo al maestro de su hijo(a).
Comuníquele a su hijo(a) que a usted le resulta un poco incómodo, pero que es importante hablar
sobre este tema.

En los niños: aumento de la masa muscular, cambio de voz y aparición del vello facial.

En las niñas: desarrollo de los senos, vello púbico y avance de la menstruación.

Adolescencia: una etapa dura

La adolescencia es una etapa de cambios y cualquier cambio en nuestra vida implica un mínimo de
desequilibrio emocional que hay que afrontar para adaptarnos a la nueva situación. Los
adolescentes quieren que cualquier cambio sea rápido, necesitan respuestas a corto plazo de sus
demandas y las nuevas tecnologías pueden influir en el adelanto de la adolescencia ya que éstas
les ofrecen respuestas inmediatas. Además pueden visionar cosas que a veces se adelantan a su
edad biológica, aunque no signifique que se acompañe con tener más madurez.

Este fenómeno afecta mayormente a ellas. Se ha avanzado mucho la edad del descubrimiento
sexual. Al margen de la educación escolar y de los padres, Internet también "educan" así como los
programas de televisión y la publicidad dirigida al público infantil.

Claves para ayudar a los niños durante la adolescencia

Aunque el proceso madurativo de las personas puede tener diferentes ritmos teniendo la misma
edad, hay actitudes paternas que influyen en retrasar la maduración de los hijos, como:

La sobreprotección, el permisivismo y no ponerles límites, son comportamientos que demoran el


pase de la adolescencia a la madurez.

Desde pequeños es importante que sean autónomos y responsables de pequeñas tareas, aunque
de más mayores también deberemos dialogar y negociar con ellos para acercar posturas de
actuación.

Ser modelos de transmisión de valores diferentes a los ofertados por la sociedad consumista
actual que influyen en que valoren la comodidad y no renunciar al nivel de vida de vivir con los
padres.

Potenciar una autoestima sana y positiva, basada en el "ser", el hacer, el compartir como persona,
más que en el "tener" (imagen personal, bienes materiales, etc.)

Cada vez más frecuente

Los estudios demuestran que cada vez es más común que la adolescencia adelante su aparición,
sobre todo en las niñas: es 20 veces más frecuente en su caso. En los últimos 15 años, la edad de la
menarquia –primera menstruación– se ha adelantado casi 12 meses. Los motivos siguen siendo un
misterio. No se conoce con certeza la causa de este adelanto, en algunos casos puede ser debido
al aumento de la obesidad, o incluso se postula que algunos disruptores endocrinos pueden estar
involucrados, como pueden ser los pesticidas.

La pubertad es el periodo en el que se desarrollan los caracteres sexuales secundarios: desarrollo


mamario, aparición del vello púbico y axilar y la llegada de la primera menstruación en el caso de
las niñas; y aumento del tamaño de los genitales, crecimiento del vello y cambio de voz en los
chicos. Lo normal es que esta metamorfosis no comience a anunciarse por lo menos hasta los 9
años en las niñas y de los 10 en los niños. Adaptarse a las turbulencias de esta etapa no es fácil en
ningún caso, pero, si se produce antes de esas edades, es todavía mucho más desconcertante para
unos niños que aún no tienen la madurez psicológica necesaria para asimilar los cambios.

Así les afecta

La pubertad precoz tiene consecuencias sobre todo psicológicas, que se originan en el hecho de
ver que su desarrollo es diferente al de sus compañeros. A todos los niños les gusta seguir el ritmo
de los demás y las diferencias no son bien recibidas. La inseguridad es, además, caldo de cultivo
para la aparición de complejos porque se ven y se sienten diferentes a sus amigos y, en muchos
casos, tendrán que sufrir los comentarios hirientes de algunos. También puede tener
repercusiones físicas ya que se produce una maduración ósea acelerada y, por tanto, un cierre
precoz de los cartílagos de crecimiento y una talla final baja.

Cómo proceder

En cuanto aparezcan los primeros signos de desarrollo –botón mamario, vello púbico o axilar y
aumento de volumen testicular de la longitud del pene–, se impone un visita al pediatra, que
indicará si es preciso administrar el tratamiento. Éste consiste en unas inyecciones que bloquean
la secreción de hormonas para frenar el avance puberal, con el objeto de permitir un desarrollo
óseo adecuado; el especialista valorará si el tratamiento va a ser eficaz para mejorar la estatura
final del niño o la niña. Entretanto, en casa, para apaciguar su inquietud, debéis restar importancia
al asunto y explicarle, según las indicaciones del pediatra, por qué le ha sucedido este adelanto y
cómo se va a tratar.

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