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Índice

Introducción ................................................................................................................................. 2

2.1 Planificación y desarrollo regional..................................................................................... 3

2.2 Planificación integral del turismo ....................................................................................... 5

2.3 Planificación estratégica ..................................................................................................... 7

2.4 Modelos Administrativos De Planeación Y Gestión Turística. ...................................... 9

2.5 Destinos Turísticos De Éxito: Modelos Innovadores De Planificación. ..................... 13

2.6 Destinos Turísticos De Éxito: Modelos Innovadores De Gestión. ............................. 16

Conclusión ................................................................................................................................. 18
Introducción
En este reporte de investigación sobre la unidad 2 ámbitos de la planificación se
establecieron los siguientes puntos:

 Planificación y desarrollo regional.


 Planificación integral del turismo.
 Planificación estratégica.
 Modelos administrativos de planificación y gestión turística.
 Destinos turísticos de éxito: modelos innovadores de planificación.
 Destinos innovadores éxito: modelos innovadores de gestión.

De igual manera se pudo determinar que cada punto es indispensable para el


turismo, se puede ver que la planificación y desarrollo regional desde hace
muchos años, tiene una relación con el turismo.

Con la información que se pudo reunir se pudo distinguir que se pretende, dar
un paso más allá del turismo cultural entendido en los términos más comunes
para abrir la perspectiva a un nuevo espacio de relaciones más eficaz, quizás
menos conforme, pero definitivamente asentado en la consecución de un marco
de beneficios socioeconómicos, precisamente para las comunidades menos
favorecidas y que necesitan de instrumentos de dinamización en su evolución
económica y social.
2.1 Planificación y desarrollo regional.
El desarrollo regional es detonante de competitividad, una posibilidad también
de mejores niveles socioeconómicos y estabilidad económica, social y política
en las regiones, sin embargo, el desarrollo no es un evento aislado es un
producto de la planificación en las regiones, y la planificación será cada vez más
efectiva si se realiza de manera formal, sistemática y tomando en consideración
las situaciones de cada región.

Dentro de este marco, Molina (2001), sostiene que: “La planificación es el


resultado de un proceso lógico de pensamiento mediante el cual el ser humano
analiza la realidad circundante y establece los medios que le permitirán
transformarla de acuerdo con sus intereses y aspiraciones”

López (2002), señala que la planificación turística es un “proceso que analiza la


actividad turística de un determinado espacio geográfico, diagnosticando su
desarrollo y fijando un modelo de actuación mediante el establecimiento de
metas, objetivos, estrategias y directrices.”

Significa que la ordenación de espacios y la definición de patrones de actuación


constituyen el valor fundamental de la planificación, visto los entramados y
relaciones que sobre este tópico surgen como factores para su
aprovechamiento.

En el caso del turismo, señala Hernández (2002), “Tal complejidad requiere


diferentes niveles, ámbitos, productos y destinos de planificación. Todos éstos
deben llegar a integrarse en un proceso coherente como condición sinequanon,
para lograr una conducción correcta de la actividad.”

La planificación del turismo, destaca el manejo de dos aspectos importantes:

El aspecto económico destaca nociones relacionales intrínsecas de la


economía sobre el hecho turístico;

El aspecto físico denota los análisis espaciales con los cuales se estructuran
los elementos turísticos.

Estos aspectos físicos y económicos también definen un accionar, que está


relacionado con el alcance espacial, estos no son más que los denominados
ámbitos de planificación, que se definen generalmente como nacionales,
regionales, estatales o locales; según lo señala Hernández (2002), “...el ámbito
se define no solo mediante el espacio físico continuo, sino también a través de
la integración económica, demográfica y política que mantenga.”
2.2 Planificación integral del turismo
El turismo se ha transformado en un 1enómeno de notable importancia en las
sociedades modernas. Aun en épocas de crisis y de recesión econó0ica el
turismo ha mantenido una dinámica relevante en comparación con otros sectores
de la economía.

Simultáneamente las expectativas que genera el turismo, en términos políticos,


sociales y culturales, no se constriñen a pesar del deterioro eventual, más o
menos prolongando, que puede experimentar un país.

Cuando el turismo se planifica desde una perspectiva reduccionista, por ejemplo


a partir de los aspectos económicos o bien solo de los financieros, crea
desequilibrios evidentes en el resto de las dimensiones de una sociedad y su
cultura, que sirve de contexto. Los conflictos se agudizan resultando difícil
controlarlos en una etapa posterior.

Con seguridad se puede afirmar que la planificación continua siendo, y será, una
estrategia y un instrumento valiosos para orientar al sistema turístico, aun
cuando se consolide una economía abierta y se liberen muchos procesos
sociales y culturales. Lo que efectivamente está cambiando es el modelo de la
planificación, de modo que la planificación centralizada está dando paso a una
más participativa, que reconoce las capacidades e intereses locales y regionales
y las realidades de los grupos humanos y económicos que actúan en sus
perspectivas áreas.

El turismo demanda un proceso de planificación basado en estudios científicos


bien estructurados donde participen especialistas en diferentes disciplinas, todo
esto con el fin de aumentar los beneficios y reducir los efectos negativos para los
pobladores de la región a desarrollar turísticamente y en general para el pis.

Para comprender planamente el origen de los centros turísticos integralmente


planificados de México, cuya ejecución, operación y mantenimiento corre a cargo
de la Secretaria de Turismo, a través de FONATUR.

El municipio debe constituirse en el líder del proceso de desarrollo turístico,


actuando como puente entre la comunidad, empresarios y administración
publica. La responsabilidad dentro del municipio debe corresponder, a una
persona con liderazgo, que haga uso de esta propuesta de forma intensiva.

La atribución básica del planeador turístico, será actuar como promotor del
turismo dentro del territorio municipal, aplicando criterios que guíen la planeación
del espacio turístico.

Para la población local:

 Mantener cabales de información permanente.


 Disponibilidad de consultoras.
 Promoción de la participación de la comunidad en las decisiones
turísticas.
 Sensibilización a la sociedad la responsabilidad del proceso turístico.

Para los empresarios:

 Canalizar iniciativas de pequeñas, medianas y grandes empresas.


 Apoya propuestas de los principios del turismo sustentable.
 Intermediario entre el sector público y privado.
 Promoción y gestión del soporte técnico.

Para la administración pública:

 Facilitar las relaciones entre las instancias locales y superiores de la


administración.
 Coordinar el trabajo en equipo dentro del municipio.
2.3 Planificación estratégica

El futuro no es un destino inexorable. Se puede construir de acuerdo con


creencias y convicciones plasmadas como ideales de vida. Puentes,
aeropuertos, murallas, autopistas, rutas marítimas, cambios sustanciales en el
territorio: Construir un escenario futuro con mejor calidad de vida.

La planificación estratégica es un instrumento de desarrollo promovido por


agentes públicos y privados para ganar, consolidar o alcanzar la competitividad
requerida para la inserción económica social en un contexto marcado por la
globalización, la competencia entre territorios y la movilidad de las empresas.

En general, la planificación estratégica, como un futuro deseable, puede ser


aplicada a distintas escalas y en diferentes ámbitos territoriales. Una ciudad, un
área metropolitana, una comarca e incluso la región pueden ser objeto de la
planificación estratégica.

Permite participar en la construcción del propio futuro, evitando quedar a meced


de los avatares del entorno.
Modelo de pensamiento estratégico

Una Planificación Estratégica es una oportunidad de pensar, definir, elegir y


hacer realidad el mejor territorio para el futuro entre todas las opciones posibles.
Por eso, el Plan Estratégico de la Costa del Sol Occidental es un proceso
participativo que define un diagnóstico, unos objetivos y un escenario de futuro.
Y a la vez, es un catálogo de proyectos concertados entre agentes públicos,
sociales y económicos.
2.4 Modelos Administrativos De Planeación Y
Gestión Turística.
El papel de la gestión de destinos es administrar y apoyar la integración de
diferentes recursos, actividades y agentes involucrados a través de políticas y
medidas apropiadas, lo que requiere de competencias tanto gubernamentales
en materia de toma de decisiones como funcionales (planificación, organización
y control de actividades empresariales). (Manente, 2008)

La cuestión de la gestión de destinos ha devenido tema de relevancia en los


últimos decenios como consecuencia del desarrollo sostenido del turismo, tanto
del lado de la demanda como de la oferta, y se ha desarrollado como respuesta
a las nuevas tendencias observadas en el mercado turístico, marcadas por una
parte por el incremento de la competitividad a escala global, y por la otra, por la
irrupción con fuerza de paradigmas como el de la sostenibilidad y del desarrollo
local. (Manente, 2008; Gómez, Torres y Menoya, 2012)

En el mundo se han desarrollado algunos modelos teóricos y empíricos de


gestión de destinos, unos han estudiado sobre los factores de competitividad y
en los otros ha primado la visión economicista del turismo, su verticalidad y la
prioridad de los entes privados en el éxito de dichos mecanismos de gestión.

Ha habido un acuerdo en reconocer como principales actores involucrados en el


destino turístico a los sectores público y privado, las organizaciones no
lucrativas, los medios de comunicación, los turistas y la comunidad receptora.
(Bigné et al. 2000; Perelló, 2004)

Entre los modelos básicos se encuentra el de Leiper (1979), adaptado en 1990


y posteriormente asumido como referente teórico a partir de esa década, pues
logró centrar la atención en el concepto de flujo turístico (Martin, 2006). Explica
el turismo como una relación de intercambio entre regiones generadoras de
viajeros y regiones de destino turístico, mediante regiones de tránsito en ruta
donde se ubican los componentes de la industria turística.

Poco antes Miossec (1977, citado por Martín, 2006) presentó las interacciones
de cuatro elementos en el proceso de desarrollo de un destino:
El destino en sí mismo y sus características.

El papel del transporte.

Patrones de conducta de los turistas.

Actitudes de los tomadores de decisiones y de los residentes en el destino.

Otros modelos son el de Mill & Morrison (2002) y el de McKercher & Wong
(2004). El primero representa un modelo amplio del sistema de relaciones en
turismo, donde se identifican los sectores y partes fundamentales que
intervienen en el sistema turístico y sus interrelaciones. Constituye sobre todo
una visión acertada del subsistema endógeno del turismo, pero “carece de una
visión holística, pues existe otro conjunto de aspectos que influyen y, en
ocasiones, determinan en el desenvolvimiento de los flujos turísticos y que no
deben despreciarse en el momento de definir el alcance del sistema del turismo”.
(Martín, 2006)

De igual forma, McKercher brindó un modelo basado en la teoría del caos, que
intenta explicar las diferentes interacciones entre los diversos componentes que
reflejan el funcionamiento del turismo, aunque igualmente carece de integralidad
pues deriva sobre todo hacia los aspectos sociológicos del fenómeno turístico
(Martín, 2006) obviando otros elementos claves.

Finalmente, aparece el llamado Modelo Pentagonal del Sistema Turístico (Ver


Figura 4), que intenta resolver las insuficiencias de los modelos anteriores
basándose en una concepción multisistémica del turismo, al hacer grandes
subdivisiones del mismo en: subsistema endógeno o propiamente turístico,
subsistema exógeno o entorno turístico y macroentorno o ambiente general. Los
elementos de los subsistemas endógeno y exógeno y sus enlaces conforman el
“contenido” del fenómeno turístico, inserto en un proceso de interrelaciones con
el macroentorno al que denomina “dinámica turística”, “operación turística” o
“proceso del turismo”, el cual conduce a unos resultados o “impactos”. (Martín,
2006)

Uno de los modelos más conocidos y citados es el propuesto por Crouch y


Ritchie en 1999 y perfeccionado en 2003 (Ver Anexo 1). Se trata de un modelo
jerárquico en el que la gestión de destinos constituye un nivel intermediario entre
un nivel superior compuesto por la política, la planificación y el desarrollo del
destino y un nivel inferior basado en los recursos y atractivos del destino. Según
este modelo, la gestión de destinos está compuesta por un conjunto de
actividades diversas: organización, marketing, calidad del servicio, investigación,
desarrollo de los recursos humanos, financiación, manejo de visitantes y gestión
de recursos y de crisis. El modelo de Crouch y Ritchie es un sistema abierto, ya
que tiene en cuenta de manera general la influencia del macroentorno y el
microentorno competitivo en el que el destino debe adaptarse para poder
competir.

Por su parte, la Organización Mundial de Turismo (2007) propone un modelo en


el cual un organismo de gestión de destinos (OGD) lidera las empresas y
coordina las actividades para poner en valor los diversos elementos del destino.
Se destacan tres funciones principales: el marketing que atrae a los turistas, la
entrega de servicios para satisfacer sus expectativas y la creación de un entorno
que favorece el desarrollo del destino.

La planificación es un aspecto esencial en todos los aspectos de la vida cotidiana


de las personas y de la sociedad que nos rodea. De forma consciente, y a veces
inconsciente, continuamente planificamos nuestro futuro a corto, medio y largo
plazo, y extrapolamos este concepto de forma recurrente a todas las actividades
que realizamos. Se podría decir que la planificación es algo innato en el ser
humano ya que, el objetivo fundamental de la planificación es maximizar los
efectos positivos de nuestras acciones.
Aplicando este concepto básico a la planificación de la actividad turística se
puede aseverar que para conseguir maximizar los efectos positivos de una
actividad económica es estrictamente necesario realizar una adecuada
planificación de la misma. Partiendo de la definición de unos objetivos realistas
a alcanzar, es necesario decidir las estrategias adecuadas para su consecución.
En una actividad como el turismo, en la cual los recursos endógenos del territorio
juegan un papel trascendental para su viabilidad a largo plazo, es necesario
realizar un plan de desarrollo en el que se conjuguen las políticas de creación de
empleo y generación de riqueza, con la conservación del medio ambiente,
tradiciones, arquitectura popular, gastronomía, medios de vida tradicionales, etc.
Planificar es actuar de acuerdo a un plan, “organizar el futuro con el fin de
alcanzar unos determinados objetivos así como identificar las vías para llegar a
ellos, dicho de otro modo, planificar debería permitirnos definir el destino, el
camino a tomar y las estaciones intermedias” (Fernández Muñoz, 2006: 7).
Los planes de desarrollo turístico son guías de acción sectorial que sirven de
soporte justificativo de la política turística que se pretenda adoptar (Rivas y
Magadán, 2012). A medida que se satura un mercado turístico y las empresas y
los destinos intentan adaptarse y tener éxito en un entorno competitivo cada vez
más dinámico y turbulento, los gestores van prestando más atención al empleo
de la planificación y la toma de decisiones de carácter estratégico. “Para algunos
estudiosos y profesionales, la expresión ‘planificación estratégica’ tienen una
connotación de proceso que representa una parte de la gestión estratégica. Esta
última se refiere al proceso global en su conjunto, mientras que la planificación
estratégica tiene que ver con la fase de formulación de las actividades de gestión
total. La planificación estratégica se convierte en uno de los principales
instrumentos de gestión con vistas a afrontar los cambios que afectan al entorno,
para ganar una ventaja competitiva y para lograr la supervivencia y el éxito a
largo plazo” (Ching-Yick Tse, 2002: 501).
En la actividad turística convergen diversos campos que interactúan, tales como
medioambiente, sanidad, legislación, urbanismo, ingeniería, etc., que junto a las
propias del turismo –hotelería, hostelería, actividades deportivas, naturales,
culturales o de ocio y entretenimiento- deben componer un todo integral que ha
de ser correctamente leído, interpretado y evaluado a la hora de definir el modelo
de desarrollo turístico que se desea seguir. La adecuada optimización de los
recursos disponibles en el destino en cuestión, la definición de un plan de trabajo
que aúne y coordine los diferentes elementos que intervienen en el desarrollo
turístico, y la adecuada planificación de las estrategias de marketing del mismo,
pueden suponer la diferencia entre obtener un producto competitivo o un
producto mediocre que tiende a diluirse en el tiempo sin éxito.
Los espacios turísticos integrados tienen una clara relación espacial, social y
económica con el entorno, propiciando la aceptación e identificación de la
población local con el proyecto, permitiendo el desarrollo turístico de pequeña
escala donde prevalecen los pequeños negocios familiares; mientras que los
espacios turísticos segregados están caracterizados por la desconexión
espacial, social y económica del entorno y asumen escasos efectos sobre la
economía y la sociedad local (Vera et al., 2011: 212).

Siguiendo estos principios básicos y considerando todos los aspectos asociados


al desarrollo sostenible del turismo, minimizando los impactos y maximizando los
beneficios, entonces se puede asegurar que el desarrollo turístico resultante será
positivo para las comunidades locales involucradas. Los objetivos del proceso
de desarrollo turístico según Sharpley y Telfer (2002) son, en efecto, la
autorrealización de los individuos que forman parte la sociedad en torno a 5
dimensiones:

1. Un componente económico - la creación de riqueza y el acceso


equilibrado a los recursos;
2. Un componente social – la mejora de la salud, educación, seguridad,
empleo, y del acceso a la vivienda;
3. Una dimensión cultural – la protección y reafirmación de la identidad
cultural y de la autoestima;
4. Una dimensión ecológica – que refleja el aumento de una sostenibilidad
medioambiental como principio director de todas las políticas de
desarrollo; y
5. El paradigma de la “vida completa” – la preservación y fortalecimiento del
sistema social de creencias, símbolos y tradiciones.

2.5 Destinos Turísticos De Éxito: Modelos


Innovadores De Planificación.

Campo de Golf Palma Real, Ixtapa


CIP Ixtapa, Guerrero

Campo de Golf Litibú, Nayarit

Playa Espíritu, Sinaloa

Bahías de Huatulco, Oaxaca


Cancún, Quintana Roo

Los Cabos, Baja California Sur

Marina Cozumel, Quintana Roo


2.6 Destinos Turísticos De Éxito: Modelos
Innovadores De Gestión.
Subíndice condiciones para
el turismo en el Lugar que ocupa
Nombre de destino turístico destino en el subíndice

Pueblos mágicos

Real de Asientos -2.852851 50

Todos Santos 1.223501 11

Parras de la Fuente -1.035282 31

Comala -0.509994 25

San Cristóbal de las Casas 0.870499 13

Creel -0.459983 24

Dolores Hidalgo -0.782271 27

Taxco 0.060833 22

Huasca de Ocampo -1.254873 35

Real del Monte -0.602807 26

Tapalpa -1.121904 34

Tequila -1.049378 32

Mazamitla -1.435080 38

Tepotzotlán 0.357665 18

Valle de Bravo -0.784651 29

Malinalco -1.581276 39

Pátzcuaro 0.383483 16

Tlalpujahua -2.468374 48

Cuitzeo -1.629371 40

Santa Clara del Cobre -2.013164 44

Tepoztlán 1.025257 12

Santiago -1.776852 42

Capulálpam de Méndez -1.099102 33

Cuetzalan -0.452640 23

Bernal -1.304677 36

Bacalar 0.786256 15

Real de Catorce -1.345401 37

Cosalá -2.332584 47

El Fuerte -2.275516 45
Álamos -2.803599 49

Mier -2.300826 46

Huamantla -0.931194 30

Coatepec 0.167419 21

Izamal -1.843571 43

Jerez de García Salinas -0.783702 28

Promedio -0.970172

Ciudades patrimonio

Campeche 2.562587 5

Ciudad de México 8.718824 1

Guanajuato 2.229212 8

San Miguel de Allende 0.237272 20

Morelia 2.490713 6

Oaxaca 3.895683 3

Puebla 4.529333 2

Querétaro 3.159821 4

Tlacotalpan -1.646487 41

Zacatecas 1.748269 10

Promedio 2.792523

Playas

Manzanillo 0.361553 17

Zihuatanejo 0.298970 19

Puerto Vallarta 2.073151 9

Mazatlán 0.846442 14

Promedio 0.895029

Ciudad

Durango 2.450681 7
Conclusión

La planificación turística del territorio es necesaria, inspirada por el criterio de la


sostenibilidad. Una planificación que se traduzca en la elaboración de uno o
varios instrumentos (planes) que contemplen la actividad turística junto con
aquéllas otras que van a incidir en la mejora de un sector o de un territorio, y que
van a suponer el incremento del flujo turístico, así como de la calidad de los
servicios ofertados, al mismo tiempo que un sustancial aumento en las
condiciones de vida de los distintos núcleos de población. Planificación que
permita, por otra parte, coordinar las acciones de las Administraciones públicas
intervinientes, no sólo entre sí, sino también con las emprendidas por los agentes
sociales y económicos que operan en el sector turístico.

Por todo esto, es también importante incluir en este apartado la "ordenación


turística", que es quien puede afrontar a la planificación, ya que supone la
expresión espacial de las políticas económica, social, cultural y ecológica de
cualquier sociedad, y constituye una de las áreas de actuación de los poderes
públicos más claras e importantes en orden a conseguir un uso y disfrute
equilibrado y óptimo del territorio y de sus recursos naturales, proporcionando
una adecuada respuesta a los deseos sociales de elevar la calidad de vida. Es
evidente, por tanto, que la planificación de la actividad turística deberá estar
presente en la ordenación territorial, tanto de forma genérica en los instrumentos
que definen el modelo territorial (Planes o Directrices de Ordenación Territorial),
como de forma más concreta en los instrumentos parciales, ya sean de ámbito
territorial o sectorial, con las que se encuentra en una relación de
interdependencia al incidir sobre la misma base territorio.

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