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¿Cuáles son los 4 procesos que integran el ciclo Rankin ideal simple?

un ciclo Rankin ideal está formado por cuatro procesos: dos isentrópicos y dos
isobáricos. La bomba y la turbina son los equipos que operan según procesos
isentrópicos (adiabáticos e internamente reversibles). La caldera y el condensador
operan sin pérdidas de carga y por tanto sin caídas de presión. Los estados principales
del ciclo quedan definidos por los números del 1 al 4 en el diagrama T-s (1: vapor
sobrecalentado; 2: mezcla bifásica de título elevado o vapor húmedo; 3: líquido
saturado; 4: líquido subenfriado). Los procesos que tenemos son los siguientes para el
ciclo ideal (procesos internamente reversibles):
Proceso 1-2: Expansión isentrópica del fluido de trabajo en la turbina desde la presión
de la caldera hasta la presión del condensador. Se realiza en una turbina de vapor y se
genera potencia en el eje de la misma.
Proceso 2-3: Transmisión de calor a presión constante desde el fluido de trabajo hacia el
circuito de refrigeración, de forma que el fluido de trabajo alcanza el estado de líquido
saturado. Se realiza en un condensador (intercambiador de calor), idealmente sin
pérdidas de carga.
Proceso 3-4: Compresión isentrópica del fluido de trabajo en fase líquida mediante una
bomba, lo cual implica un consumo de potencia. Se aumenta la presión del fluido de
trabajo hasta el valor de presión en caldera.
Proceso 4-1: Transmisión de calor hacia el fluido de trabajo a presión constante en la
caldera. En un primer tramo del proceso el fluido de trabajo se calienta hasta la
temperatura de saturación, luego tiene lugar el cambio de fase líquido-vapor y
finalmente se obtiene vapor sobrecalentado. Este vapor sobrecalentado de alta presión
es el utilizado por la turbina para generar la potencia del ciclo (la potencia neta del ciclo
se obtiene realmente descontando la consumida por la bomba, pero esta suele ser muy
pequeña en comparación y suele despreciarse).

¿En que difieren los ciclos reales de energía de vapor, de los idealizados?
El ciclo real de energía de vapor difiere del ciclo ideal como resultado de las
irreversibilidades en diversos componentes. La fricción del fluido y pérdida de calor del
vapor hacia los alrededores son las dos Fuentes más comunes de irreversibilidades.

Heriberto Díaz Ibarra


La entrada del vapor reales como consecuencia de las irreversibilidades,
con el propósito de controlar el incremento de entalpia, se propone enfriar
el vapor en la turbina haciendo circular agua de enfriamiento alrededor de
la carcasa de la turbina, se argumenta que esto reduce la entropía y la
entalpia del vapor a la salida de la turbina y por consiguiente aumentara la
salida del trabajo, ¿Cómo evaluaría esta propuesta?
Con la segunda etapa del ciclo Rankine ideal, esta se realizará en la caldera, en donde
recibe energía en forma de calor, obteniéndose vapor con alto nivel de energía que se
llevará a la turbina. El calor adicionado se evalúa en términos de las condiciones del
vapor de salida y el agua de entrada, Qa=H3 –H2.
La tercera etapa, esta sirve para extraer energía al fluido transformándolo en trabajo útil
en la turbina. Se evalúa en términos de las condiciones a la salida, generalmente vapor
saturado con algún contenido de agua líquida y del vapor sobre saturado a la entrada,
Wt=H4-H3

¿Es posible mantener una presión de 10 KPa en un condensador que se


enfría por medio de agua de rio que entra a 20 oC?
A los 20ºC, la presión de saturación del agua es de aproximadamente 2.4 KPa.
Entonces, teóricamente es posible mantener la presión sobre eso, siempre que haya
suficiente transferencia de calor para colapsar toda la masa de vapor que se está
poniendo en el condensador.

Heriberto Díaz Ibarra


¿Cómo puede mejorarse la eficiencia de la segunda ley de un ciclo de
Rankin y de ideal simple?
Bajando la presión del condensador:
El vapor sale de la turbina y entra al condensador como una mezcla saturada en línea
con la correspondiente presión de vapor en el condensador. Bajar la presión del
condensador siempre ayuda a entregar más trabajo de red en la turbina ya que es posible
una mayor expansión de vapor en la turbina.
Con la ayuda del diagrama T-s, se puede ver y comprender el efecto de reducir la
presión del condensador sobre el rendimiento del ciclo. efecto de menor presión del
condensador.

Sobrecalentando el vapor a una temperatura más alta


El sobrecalentamiento del vapor es el fenómeno en el cual el calor se transfiere al vapor
para sobrecalentar el vapor a una temperatura más alta al mantener la presión constante
en la caldera. efecto de una mayor presión del condensador El área sombreada en el
diagrama T-s anterior muestra claramente el aumento en el trabajo neto (3-3'-4'-4) a
causa del aumento en la temperatura de sobrecalentamiento del vapor.
El aporte de calor adicional en forma de energía deja el ciclo como trabajo, es decir, el
aumento en la producción de trabajo supera el aporte de calor adicional y el rechazo de
calor. La eficiencia térmica del ciclo de Rankine aumenta a causa del aumento en la
temperatura del vapor.

Heriberto Díaz Ibarra


La historia de las calderas de vapor y la evolución de las centrales
eléctricas de vapor supercríticas modernas.
Cuando James Watt observó que se podría utilizar el vapor
como una fuerza económica que reemplazaría la fuerza animal
y manual, se empezó a desarrollar la fabricación de calderas,
hasta llegar a las que actualmente tienen mayor uso en las
distintas industrias.
Las primeras calderas tuvieron el inconveniente de que los
gases calientes estaban en contacto solamente con su base, y en
consecuencia se desaprovechaba el calor del combustible.
Debido a esto, posteriormente se les introdujeron tubos para
aumentar la superficie de calefacción. Si por el interior de los tubos circulan gases o
fuego, se les clasifican en calderas pirotubulares (tubos de humo) y calderas
acuotubulares (tubos de agua). Hasta principios del siglo XIX se usó la caldera para
teñir ropas, producir vapor para la limpieza, etc., hasta que Dionisio Papin creó una
pequeña caldera llamada marmita en 1769. Se usó vapor para mover la primera máquina
homónima, la cual no funcionaba durante mucho tiempo, ya que utilizaba vapor
húmedo (de baja temperatura) y al calentarse, ésta dejaba de producir trabajo útil. Luego
de otras experiencias, James Watt completó en 1776 una máquina de vapor de
funcionamiento continuo, que usó en su propia fábrica, ya que era un industrial inglés
muy conocido.
En 1800, Richard Trevitchik hizo una máquina capaz de soportar una presión de 4.57
kg/cm2 (65 psi,) con un cilindro de 63.5 cm (25 pulgadas) y carrera de 3 metros (10
pies). La elevada presión de trabajo de la máquina resultaba posible únicamente debido
a que se contaba con una caldera de alta presión. Construida en 1804, esta caldera
estaba formada por una envolvente cilíndrica de hierro fundido y con un extremo en
forma de disco. Al aumentar la demanda de cantidades aún más grandes de energía, los
avances realizados consistieron en reemplazar el tiro único por muchos tubos par gases,
lo que aumentó la superficie de calefacción. Este era el diseño esencial, en uso
generalizado hasta aproximadamente 1870. Sin embargo, las calderas tubos de humo
resultaban limitadas en cuanto a su capacidad y su presión, no estando por ello
destinadas a satisfacer las exigencias que se hacían presentes, relativas a presiones
mayores y a tamaños unitarios más grandes.
En los últimos años del siglo XVIII, el estadounidense John Stevens inventó una caldera
formada por un grupo de pequeños tubos cerrados por un extremo y conectados por el
otro a un depósito central. El diseño tuvo corta duración, debido a los problemas básicos
de ingeniería que suponían su construcción y operación. En 1856, Stephen Wilcox
propuso lo que habría de constituir un adelanto fundamental en relación con las calderas
con tubos de agua. Su diseño aplicaba tubos de agua inclinados que conectaban los
depósitos de agua situados en la parte anterior y en la posterior, con un espacio superior
para el vapor, lo que permitía una mejor circulación del agua y un aumento en la
superficie de calefacción. Una ventaja adicional consistía en la reducción de los riesgos
por explosión inherentes al diseño de tubos de agua. En 1866, George Herman Babcock
se asoció con Stephen Wilcox y un año más tarde patentaron la primera caldera
Babcock y Wilcox. El éxito y la amplia aceptación de la caldera con tubos de agua

Heriberto Díaz Ibarra


inclinados que tuvo lugar durante un período sin precedentes de rápido crecimiento
industrial, estimuló a otros inventores a explorar nuevas ideas en el diseño de calderas.
En 1880, Allan Stirling creó un diseño que conectaba directamente los tubos de
generación de vapor a un tambor separador, caracterizándose además por el reducido
espacio superior sobre el hogar. Estas calderas utilizaban en su construcción tubos
doblados en contraste con los tubos rectos utilizados en la B&W. El mérito de las
calderas con tubos doblados para aplicaciones especiales se vio pronto reconocido por
Babcock y Wilcox, dando lugar a que, en 1906 la B&W adquiriese lo que entonces se
llamaba la Sterling Consolidated Boiler Company.

Tipos de calderas
Clasificación de las calderas por su diseño
 Calderas pirotubulares, o de tubos de humo. La llama se forma en el hogar pasando los
humos por el interior de los tubos de los pasos siguientes para ser conducidos a la
chimenea; presentan una elevada perdida de carga en los humos El hogar los tubos están
completamente E. TORRELLA humos. El hogar y los tubos están completamente
rodeados de agua.

Esta es la primera caldera pirotubular en comparación con una caldera pirotubular actual

 Calderas acuotubulares, o de tubos de agua. La llama se forma en un recinto de paredes


tubulares que configuran la cámara de

combustión. Soporta mayores presiones en el agua, pero es más cara, tiene problemas de
suciedad en el lado del agua, y menor inercia térmica

Es el diseño de las primeras calderas acuotubulares en comparación con una actual

Heriberto Díaz Ibarra


La evolución de las turbinas supercríticas, mayor eficiencia y
menores emisiones

Dado que las tecnologías para calderas desde


1980 evolucionaron a partir de la subcrítica a la
supercrítica, y a su vez a la ultra supercrítica
(USC), ha permitido lograr un incremento de la
eficiencia de las plantas de energía con el paso
del tiempo. La diferencia básica entre la SC y la
tecnología subcrítica convencional se encuentra
en las condiciones de vapor/presión.
Concretamente, las unidades SC y USC de
carbón pulverizado (CP) operan a mayores temperaturas y presiones, a fin de lograr una
eficiencia superior y producir menos emisiones de CO2.
De acuerdo con el Instituto Mundial del Carbón, las nuevas unidades accionadas por CP
que incorporan estas tecnologías alcanzan mayores eficiencias operativas que las
unidades convencionales. En el caso de las SC y USC, las condiciones de vapor del
agua en la caldera son sometidas a tan altas temperaturas y presiones que se genera una
distinción clara entre su fase líquida y gaseosa.
Los avances más recientes en la tecnología de caldera se han realizado a través de
mejoras en la expansión de la eficiencia mediante la reducción de las pérdidas
aerodinámicas y de fugas, logrado gracias a un avance evolutivo enfocado hacia una
mayor densidad de potencia y eficiencia. Para obtener una alta densidad de potencia se
necesitó desarrollar nuevas aleaciones de rotor y cubo, junto con mejoras en el diseño y
análisis de dispositivos acoplados en las paletas. Esto se ha traducido en un aumento de
las tensiones admisibles, lo que permite la construcción de largos cubos para
incrementar el área de escape.
Mientras que el nivel de eficiencia global de una planta de carbón promedia es
actualmente del 28%, las plantas de energía de última generación de tipo SC pueden
alcanzar una eficiencia superior al 45%. También requieren de menos carbón, por lo que
además reduce las emisiones y los costes de combustible. Como resultado, la tecnología
supercrítica se ha convertido en la mejor opción
para las nuevas plantas en los países
industrializados.

Heriberto Díaz Ibarra


¿Cuál fue el papel de la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos
(ASME) para este desarrollo?
Después de la invención de la máquina de vapor a finales del siglo 18, hubo miles de
explosiones de calderas en los Estados Unidos y Europa, lo que dio lugar a muchas
muertes y se prolongó durante todo el siglo XIX. El primero Código para Calderas y
Recipientes a Presión (edición de 1914) se publicó en 1915 y era un libro de 114
páginas. El Código de Calderas y Recipientes a Presión de ASME (BPVC) es una
norma que establece normas para el diseño, la fabricación y la inspección de las
calderas y los recipientes a presión. Un componente a presión diseñado y fabricado de
acuerdo con esta norma tendrá una larga vida de servicio útil que asegura la protección
de la vida humana y la propiedad. El BPVC está escrito por voluntarios, que son
nombrados a sus comisiones en base a sus conocimientos técnicos y su capacidad para
contribuir a la redacción, revisión, interpretación y administración del documento.

Heriberto Díaz Ibarra

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