You are on page 1of 4

Las corrientes pedagógicas-musicales que comenzaron a desarrollarse durante el siglo XX,

demuestran una notable distinción entre la educación musical y la enseñanza de la música


tradicional. Durante estos años, comienzan a implementarse en la enseñanza de música
métodos más activos que permiten a los niños desarrollar posibilidades más creativas,
además, la música comienza a favorecer todas las facultades humanas internas, como la
voluntad, la sensibilidad, la inteligencia e imaginación creativa.

Uno de los más importantes pedagogos musicales de este siglo, ha sido Edgar Willems,
(13 de octubre 1890 - 1978) oriundo de Lanaken (Bélgica). Willems desarrolló su labor
musical en Suiza. Durante la Guerra Mundial (1914-1918) comenzó su camino como
investigador y pedagogo musical, explorando el terreno de la sensorialidad auditiva
infantil y las relaciones entre música-psiquis en el humano.

El método que comienza a desarrollar, parte de los principios de vida que unen la música y
el ser humano, dando importancia al movimiento y la voz. Entendiendo que es necesario
cuidar el aprendizaje musical temprano, es decir, el sonido, el ritmo, melodía y armonía
que se enseñan cuando somos niños.

Edgar Willems sostenía “que la educación musical es, en su naturaleza, esencialmente


humana y sirve para despertar y desarrollar las facultades humanas”

Uno de sus principios, es contribuir a una mejor armonía del hombre consigo mismo al
unir los elementos esenciales de la música con los propios de la mentalidad humana. Para
ello, entiende la música como un lenguaje, como una progresión que necesita del
desarrollo del oído, es decir, de la inteligencia auditiva, y del sentido rítmico que sientan
las bases para la práctica del solfeo que encuentra en el musicograma la mejor forma de
abordarlo con los más pequeños.

Uno de sus objetivos en la educación musical de los niños, ha sido establecer las bases de
una verdadera educación musical destinada a la armonización del ser humano por la
música, y así lograr que durante su crecimiento alcance su máxima plenitud, es decir vivir
la música de una manera muy natural, a la vez receptiva, activa y creativa.

Su método se dirige a todas las edades y origines, sin importar cuales sean las capacidades
y habilidades previas de los niños y así a través de la música favorecer el desarrollo de sus
facultades sensorio-motrices, cognitivas y afectivas. Comprende el encuentro musical
como un momento lúdico que persigue finalidades tanto humanas, sociales como
musicales.

Musicales: con los que pretende que amen la música desarrollando todas sus posibilidades
y abriéndose a las manifestaciones de las diversas épocas y culturas.
Humanos: trata de que mediante la música se desarrollen armónicamente todas las
facultades del individuo, haciendo hincapié en las intuitivas y creativas.

Sociales: enfoca su método a todo tipo de alumnado, poniendo gran énfasis en el


beneficioso trabajo en grupo y en su prolongación al ámbito familiar.

Otros de sus objetivos, son contribuir a la apertura general y artística de la persona;


desarrollar la memoria, la imaginación y la conciencia musical; favorecer la "música en
familia" apostando por una educación activa y creativa en la que el entrenamiento
trascienda del recinto escolar, cobre vida e impregne toda la expresión del ser así como los
diferentes aspectos sociales de la vida musical.

En cuanto a la práctica instrumental, reconoce que es conveniente que la realicen en


algún momento de la educación, bien sea la flauta dulce (por su facilidad de aprendizaje) o
el piano por sus posibilidades expresivas.

Etapas evolutivas del niño:

Primera etapa: 3 años


Se da importancia al rol de la familia, fundamentalmente al de la madre que les canta a sus
niños sus primeras canciones de cuna.

Segunda etapa: 4 a 6 años


En esta etapa se prioriza el canto y el movimiento corporal de los niños.

Tercera etapa: 5 a 7 años


Durante estos años, los niños ya comienzan a familiarizarse con las clases de música, es en
este periodo done comienzan a incorporar aspectos teóricos del ritmo.

Cuarta etapa: introducción al solfeo


Este proceso se da luego de un adiestramiento musical previo.

¿CÓMO APLICAR EL MÉTODO WILLEMS?

Como ya explicamos anteriormente, este método da importancia al movimiento y la voz,


ya que están en todos los seres humanos. La música es un lenguaje que precisa de
experimentación previa, basada en escucha (desarrollo sensorial), que implica una
memoria e interés (desarrollo afectivo) llegando a la conciencia a través de la imitación o
creación (desarrollo mental).
Como mucho de los métodos de estas décadas, el de Willems debe ser empleado desde la
edad más temprana ya que el niño comienza a desarrollar su capacidad vocal, mediante un
repertorio de canciones infantiles que ayudan a familiarizarse con el ritmo y la escucha
activa de intervalos melódicos y armonías.

El método se clasifica en varios grupos:

Canciones de primer grado: Estas son canciones para los mas pequeños, que comienzan
con una palabra a la que los niños responden “cu-cha” – “toc – toc”

Canciones con mímica: El ritmo del movimiento se encuentra cercano a la danza, el interés
de este tipo de canciones radica en la consecución de la belleza en el movimiento.

Canciones populares: Estas canciones tienen otros intereses, sociales, culturales, que
deben anteponerse a los intereses meramente pedagógicos.

Canciones para el desarrollo del instinto rítmico, donde la analogía con movimientos
rítmicos (reloj, tren, pasos) ofrece grandes ventajas.

UNA CLASE CON WILLEMS…

Principalmente, Willems centra sus actividades en el juego, mediante el cual se descubren


ritmos internos, y además investiga los planos instintivos, afectivos y mentales del niño. El
tiempo que se destina a cada parte de la clase depende de muchos factores, como el
estado de ánimo de los niños con quienes se trabaje, los objetivos.

En un primer momento de la clase, se dará importancia a la audición, donde los niños


están más receptivos y atentos, se aprovecha este momento para las actividades que
requieren de mayor concentración, facultad que se va desarrollando junto a la evolución
psicológica del niño.

En un segundo momento, se enfocará en el instinto rítmico de los niños, ya que requiere


una mayor movilidad física de nuestro cuerpo, que además necesita de la atención. A
medida que el pequeño crece, este ritmo será de mayor exigencia y precisión.

Luego, las canciones son el centro de las clases, ya que contiene todo lo que engloba la
música, melodía, ritmo, armónica y letra, es decir una historia. Las canciones están
organizadas por objetivos pedagógicos, cada una de ellas pretende algo en el niño, además
del cantar en sí.
Para concluir la clase, se trabajara con el movimiento corporal, que requiere más esfuerzo
físico y menos concentración mental, sin perder por ello la atención y la escucha musical.
Con ellos a través de movimiento naturales de los niños que acompañan la música,
comienza a desarrollarse el sentido del tempo, del carácter mediante marchas.

De todos estos momentos, el método Willems se inclina hacia la psicología musical


analógica, estudiando el orden jerárquico de los elementos musicales; melodía, ritmo y
armonía, y su analogía con hechos cotidianos.

Cabe destacar, que Edgar Willems dio gran importancia al desarrollo del oído musical,
considerando este musculo como el medio principal para la educación. Todos podemos
hacer música, sin embargo el desarrollo musical será más rico y fructífero si lo empezamos
desde edades tempranas, los sonidos están dentro de todos los niños, solo hay que
inspirarlos para que los expresen.

You might also like