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1er Parcial
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https://www.lanacion.com.ar/2132895-una-celebracion-de-la-danza-que-se-
expresa-en-todos-sus-idiomas
Sibila, nombre propio del flamenco en Buenos Aires, y su Ballet Al-Andalus, puso a ocho
mujeres de negro total, con palmas y bastones, martinetes y seguiriyas, a interpretar bailes
populares y olé.
Otra ya tradicional agrupación porteña para la que parece no pasar el tiempo, el Modern
Jazz Ballet de Noemí Coelho y Rodolfo Olguín, puso literalmente el Alma en sobre el
escenario.
A continuación, y sin proponérselo, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín marcó
todos los contrastes posibles: el peso que tiene una coreografía con la firma de autora como
la de Ana María Stekelman, la excelencia de los intérpretes, el rol clave que puede jugar un
vestuario (Renata Schussheim), la solvencia con la que el conjunto muda su piel y cambia
de lenguaje de un espectáculo a otro. Aquí, ya en el primer segundo cuando suena,
inconfundible, Bolero, el público en general firma su contrato (algunos, se los oye, evocan a
Jorge Donn). Y también vuelven a dar el sí los balletómanos y fieles habitués de la
compañía, que aun conociendo que este Bolero es otro (y el mismo a la vez), y sin el efecto
sorpresa, se suben al infalible crescendo que marcan los pasos, los zapateos, los bailes de a
dos, la marcha grupal. Y deviene el aplauso.
La pareja de Camila Bocca y Maximiliano Iglesias con la que el Ballet Estable del Teatro
Colón participó de esta gala del CAD viene a compartir con una audiencia más amplia que
la habitual uno de los ejes que la dirección que Paloma Herrera viene transitando el último
año largo: la formación de nuevas figuras de la casa. Con la obra todavía "fresca" en el
cuerpo por su exitoso y reciente paso por el gran coliseo argentino el mes pasado, Bocca-
Iglesias trajeron el pas de deux del segundo acto de El Corsario.
Que un multitudinario ballet folklórico cierre la celebración es casi un sello a esta altura.
En esta ocasión el derroche de color corrió por cuenta del ballet Prosvita, con la popular
danza de Ucrania Hopak: en suma, 18 parejas que parecieron ampliar los límites del
escenario con su despliegue vivo. Ellos con una rutina de saltos altos, pero también de los
otros, tan típicos y acuclillados, ellas en sus giros y coreografías de conjunto de contagiosa
simpatía, le corrieron el telón a la noche, y lo volvieron a abrir para un bis de grandes
éxitos que dejó a todos con el sabor de un buen banquete.
"En tu cuerpo llevas las danzas que te salvarán", resuena la voz de Marianela Boán, artista
cubana responsable de enviarle al mundo un mensaje por el Día de la Danza, el pasado 29 de
abril. "Danzar es el gran antídoto para la locura de la humanidad".