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Paternidad y maternidad precoz

Se denomina “embarazo adolescente” al que ocurre durante la


adolescencia de la madre; también se suele designar como “embarazo
precoz”, ya que se presenta antes de que la madre haya alcanzado la
suficiente madurez emocional para asumir la compleja tarea de la
maternidad. La OMS lo considera embarazo de riesgo, por ser la causa
principal de mortalidad de jóvenes, ya sea por complicaciones del parto o
debido a abortos practicados en condiciones de inseguridad.

El embarazo en la adolescencia es una crisis que se superpone a la crisis de


la adolescencia y es por ello que una adolescente que se embaraza se
comportará como corresponde al momento de la vida que está
transitando; son adolescentes embarazadas, no embarazadas muy
jóvenes.

En la actualidad, la expresión embarazo adolescente está en revisión, por


ser incompleta al omitir al padre, un actor importante en la producción del
fenómeno. El nuevo modelo de aproximación al problema habla de
“maternidad y paternidad adolescentes”.

Consecuencias

A las consecuencias biológicas se agregan las psicosociales de la


maternidad-paternidad en la segunda década de la vida.

Desde un punto de vista médico preventivo, se puede afirmar que el inicio


precoz de las relaciones sexuales sin utilización de métodos
anticonceptivos es un factor importante. Desde la perspectiva familiar, se
puede señalar que la desintegración familiar, la poca comunicación con
los padres, la falta de enseñanza acerca de los riesgos son otras tantas
variables que intervienen en su producción. También debieran remarcarse,
como causas importantes del embarazo adolescente y sus consecuencias
negativas, al contexto de pobreza y la falta de oportunidades vitales.

El aborto provocado, consecuencia de embarazos no deseados, es un


problema complejo con causas psicosociales, secuelas médicas en sus
complicaciones y consecuencias psicológicas duraderas en el psiquismo
de todos los involucrados en el suceso, con predominio de sus efectos en la
mujer.

“La maternidad y la paternidad precoz en su complejidad”


La maternidad y paternidad son roles de la vida adulta. Cuando
sobreviene un embarazo en una pareja adolescente, impone a los jóvenes
una sobre adaptación a esta situación para la cual no están emocional ni
socialmente preparados.

El embarazo en la adolescencia muy pocas veces es casual y menos aún


conscientemente buscado. Obedece en general a una serie de causas
psicológicas, sociales y culturales, con un patrón propio que se repite a lo
largo de las diferentes poblaciones en que este fenómeno se ha estudiado.

La sociedad en general condena los embarazos precoces más por falta de


previsión en la anticoncepción, que por respeto a la vida humana por las
consecuencias acarreadas. Pero esta sociedad no facilita para nada a los
jóvenes el llegar a soluciones maduras para enfrentar las actuales.

Cuando una joven se ha embarazado, la noticia es recibida con evidente


disgusto por su compañero, su familia y su entorno social (escuela, trabajo).
No hay datos acerca de que la maternidad en la adolescencia sea bien
recibida en ningún grupo de la mayoría de las sociedades actuales.

Problema y riesgos

Cuando una pareja recibe la noticia de su maternidad y paternidad, y


ambos comparten amor, apoyo mutuo, estabilidad emocional,
económica y, especialmente la decisión consciente de lo que implica ser
madres y padres, entonces su responsabilidad se vuelve grata. Pero si aún
no cuentan con la suficiente madurez física y emocional, ni tampoco con
la solvencia económica necesaria para encarar esta situación, será difícil
asumir este papel de manera responsable. En México pese a las grandes
campañas que existen sobre planificación familiar, es cada vez más
común ver a adolescentes cargando una enorme responsabilidad como lo
es la crianza de un hijo, recordemos que el embarazo en la adolescencia
es una crisis que se superpone y es por ello que una adolescente que se
embaraza se comportará como corresponde al momento de la vida que
está transitando; son adolescentes embarazadas, no embarazadas muy
jóvenes. Y es que se denomina “Embarazo adolescente” Al que ocurre
durante la adolescencia de la madre, también suele llamarse “Embarazo
precoz”, ya que se presenta antes de que la madre haya alcanzado la
suficiente madurez emocional para asumir la compleja tarea de la
maternidad, la OMS lo considera embarazo de riesgo, por ser la causa
principal de mortalidad en las jóvenes, ya sea por complicaciones del
parto o debido a abortos practicados en condiciones de inseguridad. Así
mismo el embarazo en adolescentes, así mismo también se considera un
problema de salud pública y, además un problema social por las
consecuencias que tiene para todos los involucrados incluidos el
progenitor varón. Y es que por desgracia sigue existiendo un “Muro de
silencio” que rodea la paternidad adolescente, lo que implica una relación
perversa de la sociedad con el adolescente. Al anular socialmente este
tipo de paternidad, se acaba por legitimar la ausencia paterna, pues se le
dificulta al adolescente la posibilidad de pensar, prevenir o asumir su
condición de padre real o virtual. La Cámara Nacional de la Mujer realizo
una encuesta a padres de 35 a 65 años y en esta 7 de cada 10
mencionaron que su mayor miedo fue que sus hijos pudieran ser padres tan
jóvenes, ya que esto truncaría sus sueños y aspiraciones profesionales el
otro 3 % mencionaron que fueron padres en su adolescencia y eso los
impulso a ser mejores personas pues ya tenían una razón más por que
luchar.

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