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SAN JOSÉ MARELLO

Fundador de los Oblatos de San José

ORDENACIÓN DIACONAL DE

Hno. Jahir Paul Azabache Colffer, OSJ.

Hno. Juan Martin Capcha Rosario, OSJ.

Hno. Miguel Cueva Garay, OSJ.

Hno. Julio Cesar Pajuelo Espinoza, OSJ.

Conferida por Su Excelencia

Mons. Carlos Garcia Camader


Obispo de la diócesis de Lurin

Parroquia «Maria Misionera» - Santuario «Divino Niño Jesús»


Lima, 01 de Septiembre de 2012
RITOS INICIALES
“Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.
Entonces dije: ¡He aquí que vengo
-pues de mí está escrito en el rollo del libro-
a hacer, oh Dios tu voluntad!”
(Heb 10, 6-7)

MONITOR: Hermanos y hermanas, el Señor Jesús por medio de su Espiritu nos ha congregado
como Iglesia para celebrar juntos con gozo la ordenación diaconal de cuatro hermanos
nuestros que son el Hno. Jahir Paul Azabache Colffer, OSJ; Hno. Juan
Martin Capcha Rosario, OSJ; Hno. Miguel Cueva Garay, OSJ y Hno.
Julio Cesar Pajuelo Espinoza, OSJ. Preside nuestra celebración Mons.
Carlos Garcia Camader, Obispo de la diócesis de Lurin. Puestos en
pie recibamos a nuestros ministros con el…

Canto Nº 1:
CANTO Nº 2: KYRIE
MONITOR: La alegría de Dios inunda nuestro corazón por eso con gozo elevemos nuestras
voces a Jesuscristo con el himno del gloria.
CANTO Nº 3: GLORIA

LITURGIA DE LA PALABRA
“Mi buen Jesús ilumina Tú mi mente para que te conozca;
Enciende mi corazón para que te ame
y todo mi ser esté consagrado a ti”
(San José Marello)

PRIMERA LECTURA

MONITOR: Nuestro Señor Jesucristo sigue llamando a hombres de entre su pueblo para que
por medio de su palabra echen las redes de la salvación y sigan ganando así muchas almas para
el Reino de los Cielos.

Lectura del libro de Jeremías 1,4-9


Lector: Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses 1, 24-29
Lector: Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor
 Nos ponemos de pie para proclamar el Evangelio con el canto del Aleluya
ALELUYA

“El que quiera servirme, que me siga – dice el Señor-, y donde esté yo, allí también estará
mi servidor”

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según Lucas 5, 1- 11
Diácono: Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús.
Después del Evangelio se inicia la Ordenación diaconal.

RITO DE LA ORDENACIÓN
ELECCIÓN DE LOS CANDIDATOS
“No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido
a ustedes y los he destinado para
que vayan y den fruto”
(Jn 15, 16)

 Pueden tomar asiento a excepción de los candidatos

MONITOR: El seguimiento radical a Cristo, nace de la llamada del Señor. Por ello, hoy, ante
toda la comunidad eclesial, el Señor vuelve a llamar a estos hermanos nuestros por su nombre,
para asumir un nuevo compromiso de servicio en medio de sus hermanos.
Un diácono llama a los elegidos, diciendo:

Diácono: Acérquense los que van a ser ordenados diáconos:


Hno. NN.

Elegido: Presente.

Diácono: Hno. NN.

Elegido: Presente.
Los elegidos permanecen de pie ante el Obispo y el Superior Provincial dice:

Superior Provincial: Reverendísimo Padre, la Santa Madre Iglesia pide que ordenes
diáconos a estos hermanos nuestros.
Obispo: ¿Sabes si son dignos?

Superior Provincial: Según el parecer de quienes los presentan, después de


consultar al pueblo cristiano, doy testimonio de que han sido
considerados dignos.

Obispo: Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a


estos hermanos nuestros para el Orden de los diáconos.
Todos: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR,
TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR.

HOMILÍA

PROMESA DE LOS ELEGIDOS


“Nada puede satisfacer nuestro corazón:
ni las riquezas, ni los placeres,
ni los honores, sino sólo Dios”
(San José Marello)

MONITOR: Los elegidos al diaconado, son interrogados por el Obispo, ellos con su respuesta
expresan públicamente su voluntad de recibir este ministerio, y se comprometen a guardar
fielmente y con generosidad todas sus obligaciones.

 Se ponen de pie solamente los elegidos y se colocan frente al Obispo, quien les interroga:

Obispo: Queridos hijos: Antes de entrar en el Orden de los diáconos debéis manifestar
ante el pueblo vuestra voluntad de recibir este ministerio.

¿Queréis consagraros al servicio de la Iglesia, por la imposición de mis manos


y la gracia del Espíritu Santo?

Elegidos: Sí, quiero.

Obispo: ¿Queréis desempeñar, con humildad y amor, el ministerio de


diáconos como colaboradores del Orden sacerdotal y en bien del pueblo
cristiano?

Elegidos: Sí, quiero.

Obispo: ¿Queréis vivir el misterio de la fe con alma limpia, como dice el Apóstol, y
de palabra y obra proclamar esta fe, según el Evangelio y la tradición de la
Iglesia?

Elegidos: Sí, quiero.

Obispo: Los que estáis preparados para abrazar el celibato: ¿Prometéis ante Dios y
ante la Iglesia, como signo de vuestra consagración a Cristo, observar durante
toda la vida el celibato por causa del Reino de los cielos y para servicio de Dios
y de los hombres?
Elegidos: Sí, lo prometo.

Obispo: ¿Queréis conservar y acrecentar el espíritu de oración, tal como


corresponde a vuestro género de vida y, fieles a este espíritu, celebrar la
Liturgia de las Horas, según vuestra condición, junto con el pueblo de Dios y
en beneficio suyo y de todo el mundo?

Elegidos: Sí, quiero.


Obispo: ¿Queréis imitar siempre en vuestra vida el ejemplo de Cristo,
cuyo Cuerpo y Sangre serviréis con vuestras manos?

Elegidos: Sí, quiero, con la ayuda de Dios.

PROMESA DE OBEDIENCIA
“¡Ah la obediencia. Cuántas gracias nos atrae
del cielo para no pisar en falso
e ir derecho a la meta!”
(San José Marello)

MONITOR: Ahora los elegidos harán su promesa de obediencia al Obispo, sucesor de los
apóstoles, consientes y decididos a cumplir en todo momento la voluntad de Dios como lo hizo
Jesucristo.
Cada elegido se acerca al Obispo y, arrodillado ante él, pone sus manos juntas entre las manos del Obispo.

Obispo: ¿Prometes respeto y obediencia al Obispo diocesano y a tu Superior legítimo?

Elegido: Prometo.

Obispo: Dios, que comenzó en ti la obra buena, él mismo la lleve a término.

SÚPLICA LETÁNICA
“Busquemos progresar siempre,y aún
cuando ya fuésemos santos,
hagámonos más santos todavía”
(San José Marello)

MONITOR: Nuestra celebración es también celebración con todos los santos. En comunión
con ellos y pidiendo su intercesión a favor de nuestros hermanos, nos uniremos todos en el
canto de estas letanías.
 Seguidamente, nos ponemos de pie.

Obispo: Oremos hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que derrame


bondadosamente la gracia de su bendición sobre estos siervos suyos que ha
llamado al Orden de los diáconos.
Los elegidos se postran en tierra, y se cantan las letanías (En los domingos y en el tiempo pascual, se hace estando de
pie, en los demás días de rodillas).

 Nos ponemos de rodillas

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
San Pedro,
ruega por nosotros.
San Pablo, ruega por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
Santiago, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santo Tomás, ruega por nosotros.
San Bartolomé, ruega por nosotros.
San Mateo, ruega por nosotros.
San Simón, ruega por nosotros.
San Tadeo, ruega por nosotros.
San Matías, ruega por nosotros.
San Felipe, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
Santas Perpetua y Felicidad, rogad por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
Santo Toribio de Mogrovejo, ruega por nosotros.
San José Marello, ruega por nosotros.
San Ignacio de Loyola, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
Santos Francisco y Domingo, rogad por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Juan María Vianney, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Ávila, ruega por nosotros.
Santa Teresa del Niño Jesús, ruega por nosotros.
San Luis Gonzaga, ruega por nosotros.
San Estanislao Kostka, ruega por nosotros.
San Juan Berchmans, ruega por nosotros.
San Martín de Porres, ruega por nosotros
Santa Rosa de Lima, ruega por nosotros.
Santos y Santas de Dios,
Muéstrate propicio, líbranos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tu encarnación, líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, líbranos, Señor.
Nosotros que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Para que gobiernes y conserves
a tu santa Iglesia, te rogamos, óyenos.
Para que asistas al Papa y a todos
los miembros del clero en tu
servicio santo, te rogamos, óyenos.
Para que bendigas a estos elegidos, te rogamos, óyenos.
Para que bendigas y santifiques
a estos elegidos, te rogamos óyenos
Para que bendigas, santifiques
y consagres a estos elegidos, te rogamos, óyenos.
Para que concedas paz y concordia
a todos los pueblos de la tierra, te rogamos, óyenos.
Para que tengas misericordia
de todos los que sufren, te rogamos, óyenos.
Para que nos fortalezcas y asistas
en tu servicio santo, te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogamos, óyenos.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.


Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Acabadas las letanías, el Obispo, con las manos extendidas, dice:

Obispo: Señor Dios, escucha nuestras súplicas y confirma con tu gracia este
ministerio que realizamos: santifica con tu bendición a éstos que juzgamos aptos
para el servicio de los santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén.
 Si es el caso, nos ponemos de pie

IMPOSICIÓN DE MANOS Y PLEGARIA DE ORDENACIÓN


“Invoquemos siempre al Espíritu Santo
en todas nuestras acciones, en cada acción
de nuestra mente y de nuestro corazón”
(San José Marello)

MONITOR: Este es el momento central de la Ordenación: el gesto y la palabra harán realidad


este ministerio del servicio. El Obispo, repitiendo el gesto de los apóstoles, invocará la
presencia del Espíritu Santo que se comunica a través de la imposición de las manos.
Los elegidos se acercan al Obispo y se arrodillan ante él. Éste, les impone las manos sobre la cabeza (en silencio).

PLEGARIA DE ORDENACIÓN
Obispo: Asístenos, Dios todopoderoso, de quien
procede toda gracia, que estableces los ministerios regulando sus órdenes;
inmutable en ti mismo, todo lo renuevas; por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor
nuestro -palabra, sabiduría y fuerza tuya-, con providencia eterna todo lo
proyectas y concedes en cada momento cuanto conviene.
A tu Iglesia, cuerpo de Cristo, enriquecida con dones celestes variados,
articulada con miembros distintos y unificada en admirable estructura por la
acción del Espíritu Santo, la haces crecer y dilatarse como templo nuevo y
grandioso.
Como un día elegiste a los levitas para servir en el primitivo tabernáculo, así
ahora has establecido tres órdenes de ministros encargados de tu servicio.
Así también, en los comienzos de la Iglesia, los apóstoles de tu Hijo, movidos por
el Espíritu Santo, eligieron, como auxiliares suyos en el ministerio cotidiano, a
siete varones acreditados ante el pueblo, a quienes, orando e imponiéndoles las
manos, les confiaron el cuidado de los pobres, a fin de poder ellos entregarse
con mayor empeño a la oración y a la predicación de la palabra.
Te suplicamos, Señor, que atiendas propicio a éstos tus siervos, a quienes
consagramos humildemente para el Orden del diaconado y el servicio de tu altar.
ENVÍA SOBRE ELLOS, SEÑOR, EL ESPÍRITU SANTO, PARA QUE
FORTALECIDOS CON TU GRACIA DE LOS SIETE DONES, DESEMPEÑEN
CON FIDELIDAD EL MINISTERIO.
Que resplandezca en ellos un estilo de vida evangélica, un amor sincero,
solicitud por pobres y enfermos, una autoridad discreta, una pureza sin tacha y
una observancia de sus obligaciones espirituales.
Que tus mandamientos, Señor, se vean reflejados en sus costumbres, y que el
ejemplo de su vida suscite la imitación del pueblo santo; que, manifestando el
testimonio de su buena conciencia, perseveren firmes y constantes con Cristo,
de forma que, imitando en la tierra a tu Hijo que no vino a ser servido sino a
servir, merezcan reinar con él en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.
 Concluida la plegaria de Ordenación: Podemos tomar asiento.

IMPOSICIÓN DE LA ESTOLA Y LA DALMÁTICA


“Los cargos debemos considerarlos como entregados
por Dios, no cumplirlos con la finalidad
de sacar ventaja para nosotros,
sino solamente para la gloria de Dios”
(San José Marello)

MONITOR: En estos momentos los padres de los ordenados presentan las estolas y las
dalmáticas con las cuales serán revestidos los nuevos diáconos. La estola transversal es una
franja de tela que se cuelga del hombro por encima del alba y simboliza la inmortalidad y el
yugo de Cristo que han de llevar sus discípulos. La Dalmática es la vestidura sagrada con
mangas abiertas y anchas que simboliza salud y gozo. Acompañamos este momento cantando:
CANTO Nº4:

ENTREGA DEL LIBRO DE LOS EVANGELIOS


“¡Ah mi Jesús , ilumina mi mente, para que te conozca,
enciende mi corazón para que te ame
y todo mi ser será consagrado a ti!”
(San José Marello)

MONITOR: La verdad es la Palabra de Dios y ella ha sido siempre venerada por la Iglesia. En
este momento el Obispo hará la entrega del Evangelio a los ordenados, con la cual asumen el
compromiso de anunciar al Pueblo cristiano la Palabra de Dios.
Cada ordenado se acerca al Obispo y se arrodillan ante él.

Obispo: Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero;
convierte en fe viva lo que lees, y lo que hecho fe viva enséñalo, y cumple
aquello que has enseñado.

ABRAZO DE LA PAZ
“Paz, paz, ¡qué dulce palabra! Tengan la paz del Señor
todos los que sirven fielmente: que tengan ellos
este tesoro de la vida eterna”
(San José Marello)

MONITOR: El abrazo de paz significa la comunión en la Iglesia. La caridad y la unidad de ésta


son unas de las principales tareas que asumen los recién ordenados diáconos.
El Obispo da a los ordenados el abrazo de la paz diciendo:

Obispo: La paz contigo.

Ordenado: Y con tu Espíritu.


Se dice o no el Credo según las rubricas.

LITURGIA EUCARÍSTICA

PRESENTACIÓN DE DONES
“Señor, haznos santos, pronto santos
Con aquella santidad que quieres Tú”
(San José Marello)

MONITOR: Iniciamos la liturgia Eucarística con la presentación de dones: del Pan y el Vino,
que luego se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Preparémonos a ofrecernos junto a
Cristo, víctima agradable al Padre.
CANTO Nº 5:
CANTO Nº 6:
CANTO Nº 7: SANCTUS
CANTO Nº 8: AGNUS DEI
RITO DE COMUNIÓN
“Cuando vamos a la comunión pensemos que Jesús viene a nosotros
como un niño; entonces roguemos a San José que nos ayude
a recibirle como cuando él lo tenía entre sus brazos”
(San José Marello)

MONITOR: Comulgar del Cuerpo del Señor es unirnos a él; hacer de nuestras vidas una
continuación de su presencia en el mundo. Cristo resucitado quiere habitar en nosotros para
transformarnos y para que sigamos en sus huellas. Acompañamos este momento cantando.
CANTO Nº 19:
CANTO Nº 10:
CANTO Nº 11:

RITO DE SALIDA
“Cada palabra, cada paso, cada deseo puede ser
la materia prima de los intereses de Jesús”
(San José Marello)

MONITOR: Con la alegría de haber recibido a Jesús en la Eucaristía y agradecidos por el don
maravilloso de tener 4 nuevos diáconos, nos despedimos cantando.
CANTO Nº 12:

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