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Año 20 N° 711 Semana del 1° al 7 de abril

JESÚS, EL SEÑOR SE REVELA A SUS DISCÍPULOS


Marcos 6,45-52

1. LECTURA CREYENTE
Queridos pastor y co-pastor: Este material que adjuntamos (Lectura Creyente) es para USO
EXCLUSIVO de ustedes con el fin de preparar, estudiar y conocer con discernimiento y
sabiduría el tema a compartir. Con el amor del Señor queremos recomendarte que NO lo
distribuyas entre tus ovejitas.
Recomendación.- Si vas a confiar el compartimiento a alguna persona que no es el CO-
PASTOR, el pastor debe trabajar con esa persona para que pueda guiar el compartimiento, y el
Anexo debe ser leído con la persona en oración y con mucho discernimiento

2. ORACIÓN
Nos disponemos pidiéndole al Espíritu Santo, que ilumina la Palabra de Dios, nos dirija en este
encuentro y nos haga disponibles para acoger cuanto la Palabra nos quiere revelar. Nos unimos
en esta invocación al Espíritu Santo para que, abriendo nuestro corazón a la Palabra, nos lleve al
encuentro con Jesucristo.

El pastor ora para ser llenos del Espíritu de Dios, de la dulzura de su presencia, que nos llene
de su fuerza, que nos edifique en el camino de Jesús, que sople sobre nuestro barro, que nos
haga de nuevo, que nos lleve al encuentro con la Palabra viva y eterna. Amén

3. LECTURA DE LA PALABRA
En voz alta y luego cada uno lee en silencio Mc. 6,45-52

4. ¿QUÉ DICE EL TEXTO?


Jesús ha invitado a sus discípulos a subir a la barca. En ella experimentan el viento en contra, la
fatiga y la soledad. Jesús se hace presente.
• Deseamos conocer más a Jesús. Nos admiramos de su deseo de salir al encuentro de las
necesidades de la gente, me maravillo de sus entrañas compasivas. Escuchamos como
invita sus discípulos a subir a la barca. Nos quedamos con él. La gente lo rodea, quieren
retenerlo, pero él, delicadamente despide personalmente a cada uno.
• La barca se distancia de la orilla. Sigamos a Jesús a un lugar apartado en lo alto del
monte; no está muy distante. Nos alejamos prudentemente de él y dejamos que tenga su
momento de encuentro con el Padre. Tomamos conciencia de lo necesario que son para
la vida estos momentos de oración.
Año 20 N° 711 Semana del 1° al 7 de abril

• Descendemos del monto y acompañamos a Jesús hacia la orilla. Sopa con intensidad el
viento del norte. Divisamos la barca de los discípulos. A pesar de que ha pasado el
tiempo, no está muy lejos; podemos verlos trajinar, afanarse. El viento desfavorable
aumenta la fatiga. La escena nos trae a la memoria tantos momentos de nuestra vida en
los que nos hemos sentido solos y abandonados.
• Sentimos el deseo de acompañar el cansancio de los discípulos. Nos unimos a ellos. Los
escuchamos comentar que nunca han sentido un viento tan desfavorable. Se preguntan
unos a otros por Jesús ¿dónde estará? ¿quién es realmente? Junto a ellos percibimos que
alguien se acerca caminando por el agua. Todos se asustan ante el personaje desconocido
cuya presencia es percibida por cada uno. Es a silueta de Jesús, también nosotros
experimentamos dificultades para reconocerlo.
• Escuchamos las palabras de Jesús. ¡Es Él! Nos invita a no tener miedo, a no desfallecer.
El viento cesa. Jesús se ha hecho presente de una forma radicalmente nueva. Su presencia
nos serena, pero percibimos que el resto de los discípulos se siente extraños. Se miran,
no logran adentrarse en el misterio de Cristo. Les cuesta abandonar los viejos esquemas
y entrar en la novedad de Jesús.
Permanecemos en silencio y dejamos que el eco de la Palabra siga resonando en nosotros.
Nos quedamos con un sentimiento y una imagen y lo presentamos al compartimiento.

5. ¿QUÉ DICE DE MI O DE NOSOTROS EL TEXTO?


San Marcos nos invita a conocer en profundidad a Jesús, su persona y su misión. En medio de
las dificultades, Jesús se acerca a cada uno de nosotros de una forma nueva, inesperada.
Subidos en la barca de los discípulos, vapuleados por #vientos# en contra, nos sentimos
necesitados de la presencia restauradora del Maestro.
Si uno de aquellos discípulos se acercara hoy a nuestro grupo …
1. Nos invita a subir a su barca. ¿Me fío de Jesús? ¿Vio mi fe con prepotencia y apoyado
en mis propias fuerzas? ¿Es Jesús el centro de mi vida?
2. Nos contaría que Jesús subía con frecuencia a la montaña para encontrarse a solas con su
Padre. ¿Qué importancia le doy a la oración personal? ¿Es necesaria en mi vida? ¿Me
cuesta encontrar ratos para quedarme a solas con el Padre?
3. Contaría como Jesús acompañó sus fatigas y temores ¿Confío en que Jesús acompaña mi vida
o, por el contrario, vivo mis fracasos y abandonos en soledad?
4. Querría saber cómo reaccionamos cuando el viento en contra nos interpela sobre la presencia
de Jesús, cuando las dificultades nos zarandean. ¿Dónde encuentro esperanza ante las
dificultades? ¿Qué me hace perder la paz y la confianza en el Señor Jesús?
5. Nos invitaría a que escucháramos las mismas palabras que Jesús dijo a sus discípulos “Soy yo.
No temas” Nos invitaría a seguirlo, escucharlo y acogerlo. ¿Qué me impide abandonarme en
Jesús?
Año 20 N° 711 Semana del 1° al 7 de abril

6. ¿QUÉ LE DECIMOS A DIOS A PARTIR DEL TEXTO?

Encontrar a Jesús de forma nueva implica dejarnos guiar por él. Orar y afrontar los vientos en
contra que experimentamos son dos claves esenciales para guiar este momento de oración y
abandono
(Los que quieran puede hacer ORACIONES CORTAS de acuerdo a la motivación del pastor)
• Pedimos por los hambrientos y necesitados, objeto preferencial del amor de Jesús. Le
rogamos a Dios que no les falte trabajo y dignidad a cuantos él ha creado a su imagen
y semejanza.
• Jesús se retiró a orar. Recordamos a los que se dedican a la contemplación y presentan al
padre los anhelos de la humanidad. Le pedimos a Jesús nuestro Señor, que, como él,
edifiquemos nuestra vida desde la relación con el Padre y que no nos cansemos de
buscarlo.
• Pedimos por todos nosotros que en tantas ocasiones nos sentimos golpeados, cansados
y desalentados. Le pedimos que nos ayude a vivir la existencia, conscientes de que él
nos acompaña y nunca nos abandona.
• Oremos por cuantos no creen en Dios, por cuantos se han forjado una imagen negativa
de él y no conocen a Dios del amor y la misericordia. Pedimos al Padre que les abra la
mente y les toque e corazón para que progresivamente lo descubran y se sientan hijos
de Dios.

7. COMPROMISO. ¿QUE HACE SURGIR EN MÍ O EN NOSOTROS ESTE TEXTO?

Debemos realizar un compromiso, habiendo visto que experimentar a Jesús implica


necesariamente una nueva manera de afrontar la vida.

1. Comprometerse a orar y a escuchar a Jesús a diario.


2. Comprometerse a responder a su amor con confianza y abandono.
3. Otros que surjan del compartimiento.

8. ORACION FINAL

En la oración final, pidamos buscar al Señor de noche y de día, encontrarlo, servirle con todo nuestro
corazón y ánimo dispuesto, que podamos oír su voz y que se extienda su misericordia sobre nosotros para
nunca nos falte el ánimo.

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