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2. Dinámica 25
2.1. Sistemas Inerciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.1.1. Leyes de Newton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
2.1.2. Campos de fuerza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.1.3. Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.2. TEOREMA DE CONSERVACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.3. CAMPO DE FUERZA CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
2.4. LEYES DE CONSERVACIÓN PARA UN SISTEMA DE PARTÍCULAS 34
2.4.1. Conceptos fundamentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.4.2. El momento y su conservación en un sistema de partı́culas . . . . 34
2.4.3. Momento de impulso del sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.4.4. Energı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3. Principios Variacionales 43
3.1. LOS PRIMEROS PRINCIPIOS DE MÍNIMO . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.1.1. El principio de Herón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.1.2. El principio de Fermat . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.1.3. El principio de mı́nima acción de Maupertius . . . . . . . . . . . . 44
3.2. EL PRINCIPIO DE HAMILTON . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
3.3. JUSTIFICACIÓN HEURÍSTICA DEL PRINCIPIO DE HAMILTON . . 45
4. ECUACIONES DE LAGRANGE 50
4.1. COORDENADAS GENERALIZADAS Y ECUACIONES DE MOVIMIEN-
TO EN COORDENADAS GENERALIZADAS . . . . . . . . . . . . . . 50
4.2. DESPLAZAMIENTOS REALES, POSIBLES Y VIRTUALES . . . . . . 51
4.3. ECUACIÓN DE LAGRANGE DE PRIMERA CLASE . . . . . . . . . . 52
4.4. ECUACIÓN DE LAGRANGE DE SEGUNDA CLASE . . . . . . . . . . 53
4.5. ECUACIONES DE LAGRANGE PARA SISTEMAS POTENCIALES . 56
4.6. CONCERVACIÓN DEL IMPULSO GENERALIZADO . . . . . . . . . . 57
4.7. ENERGÍA GENERALIZADA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.8. ANÁLISIS DE LA EXPRESIÓN PARA LA ENERGÍA CINÉTICA . . . 59
4.9. SISTEMAS NO INERCIALES DE COORDENADAS . . . . . . . . . . . 61
1
12 Mecánica Clásica
5. CÁLCULO VARIACIONAL 68
5.1. CÁLCULO VARIACIONAL EN INTEGRALES SENCILLAS . . . . . . 68
5.2. PROPIEDADES DE TRANSFORMACIÓN DE LA INTEGRAL FUN-
DAMENTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
5.3. SENTIDO FÍSICO DE LOS PRINCIPIOS VARIACIONALES Y LA LA-
GRANGIANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
7. OSILACIONES PEQUEÑAS 97
7.1. ENERGÍA POTENCIAL Y CINÉTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
7.2. SOLUCIÓN DEL SISTEMA DE ECUACIONES . . . . . . . . . . . . . . 98
7.3. OSCILACIÓN DE UN SISTEMA BAJO FUERZA EXTERNA . . . . . 101
13
14 Mecánica Clásica
considerar tal o cual objeto en movimiento como punto material o no. Por ejemplo, un
satélite orbitando la Tierra puede ser considerado como punto material si lo comparamos
con la dimensión de la Tierra, pero si en el proceso de estudio del comportamiento del
satélite se ven cuestiones ligadas a elementos ubicados en éste –como antenas, baterı́as
solares y dispositivos ópticos–, entonces el satélite no puede ser considerado punto ma-
terial, debido a que es necesario tener en cuenta sus rotaciones y un punto material no
tiene rotaciones.
El lugar geométrico de las posiciones sucesivas del punto material se llama trayectoria.
Si en algún intervalo de tiempo la trayectoria es una lı́nea recta, entonces el movimiento
del punto es rectilı́neo; en caso contrario, se llama movimiento curvilı́neo. Un sistema de
puntos materiales, o simplemente sistema, es un conjunto de puntos materiales escogidos
bajo criterios especı́ficos de estudio.
La principal tarea de la cinemática es determinar el movimiento del punto o sistema, es
decir, proveer un método de determinación de las posiciones de las partı́culas en cualquier
instante sin que por ello debamos pensar en las causas que producen tal movimiento.
Para determinar la posición de un punto material en el espacio, es necesario introducir
un sistema de coordenadas en el que se pueda colocar todos los puntos del espacio, es decir,
cada uno de ellos tendrá alguna marca determinada, algo ası́ como nombre y apellido. Sea
este sistema de coordenadas el que comúnmente denominamos sistema de coordenadas
cartesianas OXY Z, entonces la posición del punto material se determina por un vector
llamado radio vector, cuyas componentes en un instante t1 ă t ă t2 serán tres cantidades
escalares, que se denominarán las coordenadas de la partı́cula y la denotaremos como
xptq, yptq, zptq. El radio-vector está dado por:
la cual es una curva (continua) en el espacio tridimensional determinada por una función
vectorial de una variable real –que es el tiempo t – definida sobre algún intervalo pa, bq.
Por conveniencia, tomaremos las funciones de las coordenadas x, y, z con segundas
derivadas continuas. La derivada con respecto al tiempo, de la curva es el vector vptq
drptq
vptq “ r9 ptq “
dt
1 ” ı
“ lı́m rpt ` ∆tq ´ rptq
∆tÑ0 ∆t
„
xpt ` ∆tq ´ xptq ypt ` ∆tq ´ yptq zpt ` ∆tq ´ zptq
“ lı́m , ,
∆tÑ0 ∆t ∆t ∆t
“ rxptq,
9 yptq,
9 zptqs.
9 (1.2)
Si dibujamos el vector vptq como una flecha saliendo del punto rptq (como se muestra
en la figura 1.1), entonces, éste será tangente a la curva y apuntará en la dirección
en que cambia cuando se incrementa el tiempo t. La figura permite notar que el vector
∆r “ rpt`∆tq´rptq está dirigido a lo largo de la cuerda desde rptq a rpt`∆tq. Multiplicar
∆rptq por el escalar 1{∆t (para ∆t ‰ 0 ) resultará en un vector que apunte en la misma
dirección si ∆t ą 0 ; o en la dirección opuesta si ∆t ă 0. Entonces ∆r{∆t apunta en
la dirección en que se incrementa t y por tanto en la dirección en que se incrementa la
longitud de la trayectoria, s. Si ∆t se acerca a cero, entonces rpt ` ∆tq se aproxima a rptq
Cinemática del punto material 15
aptq “ :rptq “ p:
xptq, y:ptq, z:ptqq, (1.5)
se denomina vector aceleración. De acuerdo con la segunda ley de Newton (que estudia-
remos más adelante), la fuerza Fptq que actúa sobre una partı́cula, de masa m, cuando
está en el punto rptq satisface la ecuación
Ası́, :rptq tiene dirección y magnitud proporcional a la fuerza resultante que actúa sobre
la partı́cula.
En general, una curva tiene diferentes representaciones matemáticas, es decir una
curva se puede parametrizar de diferentes formas. Por ejemplo, los casos
rptq “ pt, t2 q con 0 ď t ď 2,
βptq “ p2t, 4t2 q con 0 ď t ď 1,
γptq “ pt1{3 , t2{3 q con 0 ď t ď 8,
(1.7)
tienen la misma proporción de la parábola y “ x2 como curva imagen. Entonces se puede
decir que existen diferentes parametrizaciones de la parábola.
En muchos casos de la cinemática se usa el concepto de velocidad sectorial, para cuya
definición se toma la siguiente expresión
1
σ “ r ˆ v. (1.8)
2
Esta magnitud se deriva del hecho de que el módulo de la cantidad 12 r ˆ dr no es más
que el área que forma el radio-vector en un desplazamiento elemental dr de la partı́cula.
Por lo tanto, el módulo de la velocidad sectorial es igual a la velocidad con que cambia
el área que describe el radio-vector del punto material.
A menudo, como parámetro estándar es conveniente escoger la longitud de arco s, a
lo largo de la curva, medida desde un punto inicial. Esta longitud de arco se calcula como
żb
s“ dt. (1.9)
a
de donde
1 d2 r
N “ › d2 r › 2 . (1.13)
› 2 › ds
ds
Este vector unitario se puede escribir con ayuda del radio de curvatura R de la trayectoria
que se define como la relación entre el incremento del arco ds con respecto al incremento
del ángulo entre T y T ` dT. Es decir, tenemos
ds
R“ . (1.14)
dα
Como }dT} « dα, de (1.14) y (1.12) el radio de la curvatura será
1 1
R“ d2 r
“ , (1.15)
} ds2
} kpsq
La función τ mide la razón de giro del plano osculatorio. Para una curva planar, el plano
osculatorio es aquel donde la curva existe; si B tiene componentes constantes entonces
τ “ 0.
El teorema fundamental de la geometrı́a diferencial de curvas en E 3 enuncia que
una curva está completamente determinada por sus funciones de curvatura y torsión.
Especı́ficamente, supongamos kpsq y τ psq funciones dadas definidas en algún intervalo I,
con k positiva y continuamente diferenciable y τ continua. Entonces existe una curva rpsq
definida sobre I, para la cual s es la longitud de arco y k y τ son, respectivamente, la
curvatura y la torsión. Más aun, cualesquiera dos de tales curvas son congruentes.
Consecuentemente, si nosotros especificamos, además, los valores de r, T, N y B en
cualquier punto s de I, entonces la curva está determinada únicamente.
En términos de coordenadas normales, el vector velocidad se obtiene de
v “ sT.
9 (1.21)
a “ s: T ` s9 T9 . (1.22)
Finalmente obtenemos
s9 2
a “ s: T ` N. (1.24)
R
Es frecuente encontrar que esta ecuación tiene otra representación, debido a que v “ s,9
por lo que podemos escribir.
v2
a “ v9 T ` N. (1.25)
R
De acuerdo con esta ecuación, la aceleración v9 es una aceleración tangencial, mientras
que la magnitud v 2 {R es la aceleración normal o centrı́fuga. Como puede apreciarse, la
aceleración tiene dos componentes.
r “ v0 t ` r0 , (1.26)
donde ej son los vectores ortonormales que forman una base del sistema de coordenadas
curvilı́neas. De (1.30) es posible encontrar
Brptq
“ hj ej , (1.31)
Bqj
es decir
3 ˆ
› Brptq ›2 ÿ
› › ˙2
Bx k
h2j “ ›› › “ , (1.32)
Bqj › k“1
Bqj
se define
vqi “ hi q9i , (1.36)
por lo cual
donde ˆ ˙ ˆ ˙ ˆ ˙ ˆ ˙
d Br B Br B Br B Br
“ q91 ` q92 ` q93 . (1.39)
dt Bqi Bq1 Bqi Bq2 Bqi Bq3 Bqi
Como r es una función continua diferenciable de q1 , q2 y q3 , entonces, se puede cambiar
el orden de las derivadas con respecto a qk pk “ 1, 2, 3q y qi , es decir
ˆ ˙ ˆ ˙ ˆ ˙
d Br B Br Br Br B dr Bv
“ q91 ` q92 ` q93 “ “ . (1.40)
dt Bqi Bqi Bq1 Bq2 Bq3 Bqi dt Bqi
Br Bv
“ . (1.42)
Bqi B q9i
q1 “ ρ, q2 “ ϕ, q3 “ z,
x “ ρ cos ϕ, y “ ρ sin ϕ, z “ z,
y las magnitudes hρ “ 1, hϕ “ ρ, hz “ 1.
Entonces, para calcular la velocidad usamos las definiciones de radio-vector y veloci-
dad, tenemos
r “ ρnρ ` znz , (1.45)
con
nz “ k̂, (1.46)
nρ “ cos ϕi ` sin ϕj. (1.47)
Entonces
dr d
v“ “ r9 “ pρnρ ` znz q “ ρn
9 ρ ` ρn9 ρ ` zn
9 z, (1.48)
dt dt
donde
n9 ρ “ ´ipsin ϕqϕ9 ` jpcos ϕqϕ,
9 (1.49)
n9 z “ 0. (1.50)
Ahora vamos a obtener las expresiones para los vectores unitarios i y j en términos
de nρ y nz . En principio, sabemos que
v “ ρn
9 ρ ` ρϕn
9 ϕ ` zn
9 z. (1.55)
d2 r d´ ¯
a“r
:“ “ ρn
9 ρ ` pρ ϕqn
9 ϕ ` zn
9 z , (1.56)
dt2 dt
se obtiene
1d 2
ρ ´ ρϕ9 2 qnρ `
a “ p: pρ ϕqn
9 ϕ ` z:nz , (1.57)
ρ dt
donde
aρ “ ρ: ´ ρϕ9 2 , (1.58)
1d 2
aϕ “ pρ ϕq,
9 (1.59)
ρ dt
az “ z:. (1.60)
Ejemplo 1.2 : Un punto material se mueve por una elipse cuyos semiejes son a y b. La
velocidad sectorial en relación con el centro de la elipse es constante. Definir la aceleración
de la partı́cula como función de su posición r.
Solución
Colocamos el origen de coordenadas en el centro de la elipse y dirigimos el eje OZ
perpendicular al plano de la trayectoria. Entonces escogemos los ejes x y y de tal manera
que tengamos la ecuación de la elipse de la siguiente manera
x2 y 2
` 2 “ 1. (1.61)
a2 b
Como la velocidad sectorial es constante, entonces su componente en z será
1
σz “ pxy9 ´ y xq
9 “ σ0 . (1.62)
2
Usando la ecuación de la elipse –pero diferenciada con respecto al tiempo– conjuntamente
con la ecuación anterior, encontramos que
2σ0
x9 “ ´ y, (1.63)
b2
2σ0
y9 “ x, (1.64)
a2
de donde se encuentra que la aceleración es:
4σ02
a“´ r. (1.65)
a2 b 2
Cinemática del punto material 23
Ejemplo 1.3 : Una partı́cula se mueve en el plano z “ 0, por una espiral logarı́tmica
ρ “ C exppkϕq y con una proyección de velocidad sectorial constante σz “ σ0 . Encontrar
las componentes normal y tangencial de la aceleración como funciones de ρ.
Solución
Supongamos que el ángulo formado por el vector T y el eje x es igual a α, entonces
tendremos
T “ pcos α, sin α, 0q, (1.66)
nρ “ pcos ϕ, sin ϕ, 0q nϕ “ psin ϕ, cos ϕ, 0q. (1.67)
Como sabemos
a “ aT T ` aN N “ aρ nρ ` aϕ nϕ . (1.68)
Por lo tanto,
aT “ aρ cos δ ` aϕ sin δ, ø componente tangencial (1.69)
aN “ ´aρ sin δ ` aϕ cos δ, ø componente normal (1.70)
donde δ “ α ´ ϕ, que es el ángulo entre T y nρ . De la definición de espiral logarı́tmica
se sabe que k “ cot δ, y de acuerdo con la condición del problema aϕ “ 0, por lo que
deducimos
1 1
σ0 “ ρ2 ϕ9 “ C 2 ϕ9 expp2kϕq, (1.71)
2 2
entonces
p2σ0 q2
aρ “ pk 2 ´ 1qϕ9 2 ` k ϕ: “ ´pk 2 ` 1q 2 . (1.72)
ρ
Al final obtenemos la componente de la aceleración
? p2σ0 q2 ? p2σ0 q2
aT “ ´k k 2 ` 1 2 , aN “ k 2 ` 1 2 . (1.73)
ρ ρ
1.4. Problemas
1. Una varilla AB resbala por los extremos A y B a lo largo de dos rectas perpendicu-
lares entre sı́, de tal manera que el extremo B de la varilla se mueve con velocidad
constante c a lo largo de la recta OY . Encontrar la aceleración del punto M de la
varilla si MA=a y M B “ b. El extremo B empieza su movimiento desde el punto
O.
4. Una partı́cula de masa m y carga q penetra en una zona con campo eléctrico
constante homogéneo E con velocidad v0 perpendicular a la dirección del campo.
Definir la trayectoria de la partı́cula.
ρptq “ ρ9 0 t ` ρ0 ,
24 Mecánica Clásica
ϕptq “ ϕ9 0 t ` ϕ0 ,
zptq “ z90 t ` z0 .
Encontrar la trayectoria, las velocidades sectorial y lineal, ası́ como la aceleración
de la partı́cula. Analizar tres casos por separado, considerando que las velocidades
iniciales en las coordenadas son iguales a cero.
Capı́tulo 2
Dinámica
25
26 Mecánica Clásica
1. Si sobre un punto material no actúa ninguna fuerza externa, entonces éste man-
tendrá su estado de reposo o de movimiento rectilı́neo uniforme sin cambio. Si un
sistema de puntos materiales se mueve debido sólo a causa de los movimientos de
sus propios componentes, entonces este sistema se llama sistema aislado. Pero es-
to es una idealización. Varios casos son sistemas en donde las injerencias externas
son tratadas como perturbaciones. Con frecuencia, en el estudio mecánico de tales
sistemas es conveniente despreciar tales perturbaciones.
dv
F “ ma “ m (2.5)
dt
donde a es la aceleración adquirida, y F es la fuerza resultante de todas las fuerzas
que actúan sobre el punto material. Para la unidad de medida de la fuerza se
considera que si sobre un cuerpo de masa de 1kg actúa una fuerza que acelera al
punto en 1 sm2 , entonces la fuerza se medirá en la unidad denominada newton.
3. Si un punto material actúa sobre otro mediante una fuerza, este último también
actuará sobre el primero, con una fuerza de la misma intensidad, pero en dirección
contraria.
2
Newton, Principia, Libro I, “Scholium after Definitions”.
28 Mecánica Clásica
e
F “ p9r ˆ Bq
c
donde es la carga del electrón, c es la velocidad de la luz y B es el campo magnético.
2. Fuerzas disipativas o fuerzas de rozamiento, las cuales dependen de la velocidad con
la que se está moviendo el cuerpo. Generalmente, estas fuerzas tienen la forma:
F “ ´αv
donde α es una constante.
3. Fuerzas de reacción de ligaduras, que dependen de la distribución de los objetos
rı́gidos que tienen contacto con el punto material en estudio y que restringen su
movimiento.
Ejemplo 2.1
Encontrar la velocidad que adquiere una partı́cula como resultado de la acción de una
fuerza instantánea Fx “ aδpt ´ t0 q, si v(0)=0 (por δptq entendemos la delta función de
Dirac).
Solución
Escribimos la ecuaciónn de Newton
m:
x “ aδpt ´ t0 q
Ahora la integramos y obtenemos
ż
a
x9 “ δpt ´ t0 qdt “ θpt ´ t0 q
m
donde la función discontinua de Heviside es:
"
1, x ą 0
θpxq “
0, x ă 0
Esta función se puede escribir como
ˆ ˙
1 |x|
θpxq “ 1`
2 x
Cinemática del punto material 29
2.1.3. Trabajo
Se denomina trabajo infinitesimal al producto escalar del vector fuerza por el vector
desplazamiento.
dW “ F¨ dr “ Ft ds
donde Ft es la componente de la fuerza a lo largo del desplazamiento y ds es el módulo
del vector desplazamiento.
El trabajo total a lo largo de la trayectoria entre los puntos A y B es la suma de todos
los trabajos infinitesimales
żB
WAÑB “ F¨ dr (2.7)
A
W “ Ft s
Supongamos que F es la resultante de las fuerzas que actúan sobre una partı́cula de
masa m. El trabajo de dicha fuerza es igual a la diferencia entre el valor final y el valor
inicial de la energı́a cinética de la partı́cula. Para ver esto, calculamos:
dv dr dv
F¨ dr “ m ¨ dt “ m ¨ vdt
dt dt dt
md m
“ pv¨ vqdt “ dpv 2 q (2.8)
2 dt 2
e introduciendo en la definición de trabajo (2.7), tenemos que
1 1
WAÝÑB “ mvB2 ´ mvA2 “ TB ´ TA
2 2
1 2
donde TA “ 2 mvA es la energı́a cinética en el punto A. De manera análoga se define la
energı́a cinética en el punto B. El teorema del trabajo y la energı́a indica que el trabajo de
la resultante de las fuerzas que actúa sobre una partı́cula es igual a ∆T donde T “ 21 mv 2 ,
es decir, modifica su energı́a cinética. Si TA ą TB entonces WAÝÑB ă 0 y será la partı́cula
la que habrá realizado trabajo, con la consiguiente disminución de la energı́a cinética.
Si consideramos que la fuerza F proviene del gradiente de alguna función escalar U
~
F “ ´∇U (2.9)
el trabajo elemental para esta fuerza será entonces
~ ¨ dr “ dU
dW “ ´∇U (2.10)
de (2.9) y de (2.10)
ż
U“´ F~ ¨ d~r ` C
La ecuación anterior indica que la fuerza neta que actúa sobre una partı́cula F tiene la
peculiaridad de que el trabajo necesario para llevar la partı́cula desde el punto A al punto
B sin que varı́e la energı́a cinética de la partı́cula, depende sólo de dichas posiciones; no
de la trayectoria que siga la partı́cula. Como sabemos, la condición necesaria y suficiente
para que la función vectorial F se pueda representar como el gradiente de una función
escalar es que su rotacional sea idénticamente nulo.
rotF~ “ 0 entonces F~ se puede expresar solo como gradiente de escalar.
La definición de energı́a potencial, en términos del trabajo realizado para llevar la
partı́cula de la posición A a la posición B, es la ecuación (2.11). Aquı́,U se llama energı́a
potencial. En la mayorı́a de los sistemas fı́sicos de interés, la energı́a potencial es una
función de la posición y, quizá, del tiempo. Además, la energı́a potencial carece de signi-
ficado fı́sico absoluto; sólo las diferencias de energı́a potencial tienen sentido fı́sico, como
puede verse en la ecuación (2.11).
Cinemática del punto material 31
dr
V“ (2.12)
dt
entonces, la cantidad de movimiento o ı́mpetu p de la partı́cula es, por definición:
p ” mv (2.13)
Si sobre la partı́cula actúan varias fuerzas, entonces, debido a la segunda ley de New-
ton, tomamos la resultante de todas estas fuerzas que actúan sobre ella y, en términos de
la cantidad de movimiento, podemos escribirla como
dp
F“ (2.14)
dt
De la ecuación anterior, podemos ver que si la partı́cula es libre, es decir, no existen
fuerzas que actúen sobre ella, F=0 y entonces P=constante. Por lo que p ser’a un vector
que no varı́a con el tiempo, y el ı́mpetu de una partı́cula libre se conserva.
El momento cinético o angular L de una partı́cula respecto de un punto desde el cual
se mide r es, por definición:
L”rˆp
El momento de una fuerza con respecto al mismo punto es, por definición:
M”rˆF
que es lo mismo, dada la ecuación (2.14),
M “ r ˆ p9
Si ahora consideramos la derivada del momento cinético, de tal forma que
L9 “ r9 ˆ p ` r ˆ p9
y, dado que, la velocidad r9 y el momento lineal p son vectores que apuntan en la
misma dirección, de tal manera que r9 ˆ p, entonces
L9 “ M
Cuando sobre una partı́cula no actúa momento alguno, es decir, M=0, entonces L9 “ 0
y, por tanto, L permanecerá constante a lo largo del tiempo. Éste es el segundo teorema
de conservación, el cual nos dice que el momento cinético de una partı́cula libre de la
acción de momentos de fuerza se conserva.
Veamos ahora qué pasa con la energı́a del sistema. Como bien sabemos, la energı́a
total de cualquier sistema está dada por la suma de la energı́a cinética más la energı́a
potencial
E “T `U (2.15)
Si tomamos la derivada total con respecto al tiempo de esta energı́a total, obtendremos
que
32 Mecánica Clásica
dE dT dU
“ `
dt dt dt
pero, por la ecuación (2.8):
dT dr
“ F¨ “ F¨ r9
dt dt
por otro lado, si la energı́a potencial es función de las coordenadas y del tiempo,
entonces:
dU ÿ BU dxi BU
“ `
dt Bx dt Bt
ÿ BU BU
i
“ x9 `
Bxi Bt
BU
“ ∇U ¨ r9 `
Bt
lo que nos da:
dE BU
“ pF ` ∇U q¨ r9 `
dt Bt
pero ya vimos que si las fuerzas que estamos considerando provienen de un potencial
Ñ
Ý
F “ ´∇U , entonces
dE BU
“
dt Bt
Si tenemos que la energı́a potencial U no depende explı́citamente del tiempo, diremos
que el campo de fuerzas representado por F es conservativo.
BΦ BΦ BΦ
Fx “ , Fy , Fz ,
Bx By Bz
La función Φpx, y, zq se denomina función de fuerza. Esta función no existe para todo
campo de fuerzas, la condición de que las fuerzas sean potenciales se define a partir de
las siguientes relaciones:
necesario que:
BΦ BΦ BΦ
Fix “ , Fiy “ , Fiz “ (2.16)
Bxi Byi Bzi
En el caso general, la fuerza total que actúa sobre la partı́cula i se puede escribir como
Fi “ F˚i ` F˚˚
i , i “ 1, 2, ..., N
El primer término representa todas las fuerzas tipo potenciales definidos por (2.9),
mientras que el segundo término representa todas aquellas fuerzas no potenciales. Si la
dependencia con respecto al tiempo no existe para la función de fuerzas Φ, entonces
tenemos el caso de fuerzas conservativas.
El trabajo infinitesimal realizado por estas fuerzas conservativas puede ser definido
como:
N
ÿ
dW “ Fi ¨ dri
i“1
Esta expresión puede representarse en otra forma usando las ecuaciones antes men-
cionadas:
N ˆ ˙
ÿ BΦ BΦ BΦ
dW “ “ dxi ` dyi ` dzi
i“1
Bxi Byi Bzi
Es decir, el trabajo elemental es una diferencial total de la función de fuerzas, por
lo que, cuando un sistema conservativo se mueve, el trabajo total que realiza el sistema
desde un tiempo t1 hasta un tiempo t2 no depende del camino recorrido en el espacio
configuracional o de posiciones. Ası́:
W1Ñ2 “ Φ2 Ñ Φ1
es decir, W depende sólo del estado inicial y final del movimiento.
Como ejemplo de campos de fuerza que dependen de las posiciones, tomaremos la
fuerza central que definiremos a continuación. Sea que O nos denote el punto del origen
de coordenadas, entonces la fuerza se representa como:
r
Fprq “ F prq
r
El trabajo elemental de una fuerza central se calcula mediante
r F prq F prq 2
dW “ Fprq “ F prq ¨ dr “ dpr¨ rq “ dr “ F prqdr “ ´dΦ
r 2r 2r
Entonces
dW “ ´dΦ “ F prqdr
por consiguiente
ż
Φ“´ F prqdr ` cte.
De esta manera, un campo de fuerzas que tiene como función de fuerzas a la función
Φ, de la ecuación anterior, se llama campo central.
34 Mecánica Clásica
P i “ m i vi
Entonces el momento lineal del sistema completo de partı́culas es la suma
N
ÿ
P“ pi
i“1
o bien
N
dP ÿ
“ F, F “ Fi (2.20)
dt i“1
Es decir, la derivada del impulso del sistema con respecto al tiempo es igual a la suma
de las fuerzas externas. Cuando no existan fuerzas externas, tendremos dP dt
“ 0 es decir,
en este caso el impulso del sistema es invariante
N
ÿ
P“ pi “ const
i“1
dP d2 R
“M 2
dt dt
De la fórmula anterior, deducimos que la cantidad de movimiento lineal total o ı́mpetu
total del sistema se conserva cuando no hay fuerza externa. Podemos observar que, según
la ecuación (2.22), la cantidad de movimiento lineal del sistema es la misma que la de
una partı́cula de masa M ubicada en la posición del centro de masa y que realiza su
movimiento de la misma forma que éste.
Esta ley se puede considerar como una consecuencia de la homogeneidad del espacio,
lo que quiere decir que el movimiento es invariante respecto de la elección del origen de
coordenadas en un sistema cerrado. Como el origen de coordenadas no entra en la ecuación
de movimiento general, a excepción de que podrı́a aparecer si existiesen fuerzas externas,
entonces es obvio que si no existen fuerzas externas al sistema, no existe dependencia del
origen de coordenadas.
L“rˆp
36 Mecánica Clásica
como vimos antes, el primer término de la ecuación anterior es igual a cero debido
a que los vectores r9 i y pi son paralelos entre sı́. Entonces, usando la ecuación (2.17), la
derivada anterior queda como
N N ÿ N
dL ÿ ÿ
“ ri ˆ Fi ` ri ˆ Fik (2.23)
dt i“1 i“1 k“1
ÿ N
N ÿ N ÿ
ÿ N ÿ N
N ÿ
ri ˆ Fik “ rk ˆ Fki “ ´ rk ˆ Fik
i“1 k“1 k“1 i“1 i“1 k“1
N
N ÿ N N N N
ÿ 1ÿÿ 1ÿÿ
ri ˆ Fik “ pri ˆ Fik ` rk ˆ Fki q “ pri ´ rk q ˆ Fik “ 0
i“1 k“1
2 i“1 k“1 2 i“1 k“1
debido a (2.24). Entonces podemos afirmar que, en el caso de que las fuerzas sean
centrales, la magnitud evoluciona con el tiempo de acuerdo con:
dL
dt
si la proyección del momento de fuerza sobre un eje en cualquier tiempo es igual a cero,
entonces la proyecciı̈¿ 12 n del momento de impulso en este eje se conserva dara Lz “ 0, y
por lo tanto Mz “ Mzo
N
dL ÿ
“ ri ˆ Fi (2.24)
dt i“1
~9 “ M
L ~
del sistema queda constante. Ası́, cuando desaparece el momento de fuerzas externas,
el momento de impulso se mantiene constante, la cual es una ley de conservación. El
momento de impulso depende de la elección del sistema de coordenadas, desde el cual
salen los vectores que definen la posición de los puntos materiales. Sea que el radio vector
ri represente la posición del punto material; R, el radio vector del centro de masa del
sistema de partı́culas; r1i y , el radio vector que une el centro de masa con la partı́cula;
entonces podemos escribir
N
ÿ N
ÿ N
ÿ
L“ ri ˆ pi “ R ˆ pi ` r1i ˆ pi
i“1 i“1 i“1
˜ ¸
ÿ N
ÿ
“ Rˆ pi ` r1i ˆ pi
i i“1
L “ R¨ P ` L1
El último término es el momento de impulso del sistema con respecto al centro de
masas. Como es obvio, L1 no depende de la elección del origen de coordenadas. Si consi-
deramos que el momento de fuerza con respecto al centro de inercia es nulo –es decir, si
R=0–, entonces L “ L.
Que el momento de impulso se torne nulo implica que no hay una dirección privilegiada
en el espacio para el sistema en estudio. En este caso el espacio se presenta isotrópico, es
decir, las propiedades del sistema son independientes a cualquier rotación del sistema de
referencia.
2.4.4. Energı́a
Consideremos el trabajo realizado sobre el sistema para llevarlo desde el estado 1,
definido por las coordenadas ri hasta el estado 2, de coordenadas ri , distintas de las
anteriores. El trabajo W1Ñ2 se define de forma análoga a cuando tuvimos el caso de una
partı́cula, es decir
ÿż 2
W1Ñ2 “ Fi ¨ dri (2.25)
i 1
ÿ ż 2 ˆ1 ˙
2
“ d mi vi “ T2 ´ T1 (2.26)
i 1 2
donde la energı́a cinética T queda definida como
ÿ ÿ1
T “ Ti “ mi vi2 (2.27)
i
2
Sea R el vector de posición del centro de masa respecto del origen del sistema de
coordenadas O y sea r1i el vector de posición de la 1-ésima partı́cula respecto al centro
de masa. Entonces los radios vectores de las trayectorias satisfacen:
ri “ r1i ` R (2.28)
y
vi “ v1i ` v (2.29)
38 Mecánica Clásica
donde
dR
v“ (2.30)
dt
es la velocidad del centro de masa relativa a O, y
dr1
v1 “ (2.31)
dt
es la velocidad de la i-ésima partı́cula relativa al centro de masa del sistema. Utilizando
la ecuación (2.30), tenemos que
Si las fuerzas interiores son conservativas, las fuerzas mutuas entre la i-ésima y j-
ésima partı́culas, Fij y Fij , se podrán obtener de un potencial Uij . Para que se cumpla
la tercera ley de Newton, el potencial Fij sólo podrá ser función de la distancia entre las
partı́culas
Uij “ Uij p| ri ´ rj |q (2.35)
Entonces, el segundo término de (2.34) toma la forma
ÿ ż2 ÿż 2
Fji ¨ dri “ pFij ¨ drj ` Fji ¨ dri q
i,j‰i 1 iăj 1
Cinemática del punto material 39
ÿż 2
“ Fij ¨ pdrj ´ dri q
iăj 1
ÿż 2
“ Fij ¨ drij
iăj 1
donde drij “ dri ´ drj . Para poder realizar la integración, debemos tomar en cuenta
que:
ÿż 2 ÿ
dUij “ ´ Uij |21
iăj 1 iăj
por consiguiente,
W1Ñ2 “ ´U “ U1 ´ U2 (2.37)
Si tomamos en cuenta el resultado obtenido en la ecuación (2.27), entonces
Ti ` U1 “ T2 ` U2
por lo que, de acuerdo con la ecuación (2.15), se tiene que E1 “ E2 , siendo E1 la
energı́a total del sistema en el estado 1, y E2 en el estado 2. Lo anterior enuncia el
teorema de conservación de la energı́a total de un sistema de partı́culas.
Ejemplo 2.2
Un electrón se mueve en un campo magnético homogéneo H “ H0 k y un campo
U0 2 2
eléctrico radial cuyo potencial es ϕ “ 2R 2 px ` y q. Considerando que en el momento
inicial t=0, xp0q “ acosα; yp0q “ bsenα; z(0)=0, v(0)=0, encontrar la ley de movimiento
` H ˘2 4e U
del electrı́n si e0mco
ą mR 2 , y la carga del electrón es e “ e0 .
0 0
Solución
Escribimos la ecuación general de movimiento
e0
m:r “ ´e0 E ´ V ˆH (2.38)
c
40 Mecánica Clásica
: ´ ω02 x ` Ωy9 “ 0
x
y: ´ ω02 y ` Ωx9 “ 0
z: “ 0 (2.39)
e 0 U0 e0 Ho
donde ω “ mR 2 y Ω “ mc . De la ecuación (2.40) encontramos zptq “ 0 y de las dos
ξ “ C1 exppiω1 tq ` C2 exppiω2 tq
de donde –usando nuevamente condiciones iniciales– tendremos
ω2 ω1
C1 “ ´ a exppiαq; C2 “ ´ a exppiαq
ω1 ´ ω2 ω1 ´ ω2
por lo que la solución tendrá la forma
a exppiαq
ξ“´ p´ω2 exppiω1 tq ` ω1 exppiω2 tqq
ω1 ´ ω2
que en coordenadas cartesianas serán
a
x “ Reξ “ p´ω2 cospω1 t ` αq ` ω1 cospω2 t ` αqq
ω1 ´ ω2
a
x “ Imξ “ p´ω2 sinpω1 t ` αq ` ω1 sinpω2 t ` αqq
ω1 ´ ω2
Ejemplo 2.3
Analizar el movimiento de una partı́cula en un campo potencial (ver figura 2.1)
1
U pxq “ px2 ´ 1qpA ´ x2 q
2
donde A es un parámetro del sistema mecánico en estudio.
Solución
La integral de energı́a entonces es
1
E “ mx9 2 ` U pxq
2
analizaremos el sistema para dos condiciones de fronteras fı́sicamente aceptables es
decir cuando
Cinemática del punto material 41
aqt Ñ ˘8, x Ñ 0, x9 Ñ 0
bqt Ñ ˘8, x Ñ cte, x9 Ñ 0
Para el caso a), la energı́a será igual a A. Para el caso b), los mı́nimos del potencial
corresponden a las constantes x Ñ cte. Entonces, de la ecuación de la integral de energı́a
obtenemos
żx
? dx
t“ m a
4 2
xo x x ´ pA ` 2qx ` p2A ` 1q
Hay varias opciones para resolver esta ecuación. Por ejemplo siA ą 4, entonces una
solución posible es
´2a
x“ ? b
∆
b ´ ´∆coshp2 m t ` ϕ0 q
siendo
a “ 2A ` 1, b “ ´pA ` 2q
ˆ ˙
2a ` bx0
∆ “ Ap4 ´ Aq, ϕ0 “ arcosh ?
x0 ´∆
Ejemplo 2.4
Un haz de electrones se mueve en un campo magnético homogéneo constante con
inducciı́n magnética B=(0,0,B) perpendicular al plano de la pantalla. Las velocidades
iniciales de los electrones determinadas por vp0q “ pν0 cosα, ν0 sinα, uq se diferencian por
los valores del ángulo α. Encontrar las condiciones bajo las cuales los electrones se enfocan
en un punto.
Solución
42 Mecánica Clásica
y9 ´ ωx “ y90 (2.42)
y90 x9 0
x“´ p1 ´ cospwtqq ` senpωtq
ω ω
x9 0 y90
y“ p1 ´ cospwtqq ` senpωtq (2.43)
ω ω
Si hacemos un cambio de variables para los parámetros v0 “ Rω, entonces representamos
la ecuación (2.44) en forma
x “ ´R sin α ` R sinpωt ` αq
y “ R cospαq ´ R cospωt ` αq
y en el plano XY la trayectoria se proyectará como una circunferencia
px ` R sinpαqq2 ` py ´ R cospαqq2 “ R2
Veamos las condiciones. Sea que τ es el tiempo que tardan los electrones en llegar a
la pantalla que se encuentra a una distancia L desde el punto de donde salen: L “ uτ .
Los electrones que salen bajo distintos valores de α se enfocan en diferentes lugares de
la pantalla. Pero bajo la condición ωτ “ 2πn todos los electrones se enfocan en el punto
(0,0,L). Por consiguiente, la longitud del tubo deberá satisfacer la condiciónL “ 2π mcu
e0 B
n.
PROBLEMAS
Principios Variacionales
43
44 Mecánica Clásica
Figura 3.1: Esquema para ser utilizado el principio de Fermat en la refracción de la luz.
El tiempo se divide en dos partes: el tiempo que tarda en viajar en el primer medio,
1
SO ph2 ` x2 q 2
ti pxq “ “
νi νi
y el tiempo que tarda en el segundo medio,
1
OP rb2 ` pa ´ xq2 s 2
ti pxq “ “
νt νt
Por lo que tiempo total es de tpxq “ ti pxq ` tt pxq. Para minimizar tpxq con respecto a
las variaciones en x ponemos dtpxq
dx
“ 0, es decir
dt x ´pa ´ xq
“ 1 ` 1 “0
dx νi ph2 ` x2 q 2 νt rb2 ` pa ´ xq 2 s
Usando el diagrama de la figura 3.1, lo anterior se puede rescribir como
sin θi sin θt
“
νi νt
la cual es, por supuesto, la ley de Snell. Entonces si un haz de luz debe de ir de S a
P en el mı́nimo tiempo posible, debe satisfacer la ley empı́rica de la refracción. Para ver
si es el mı́nimo tiempo, es necesario calcular la segunda derivada.
cierto intervalo de tiempo que denotaremos como τ . Existen dos formas principales para
viajar de A a B, una de ellas es viajar variando la velocidad durante el trayecto, que es
más complicada que la de viajar a velocidad constante.
La forma de calcular la velocidad promedio es tomar la distancia total recorrida y
dividirla por el tiempo empleado para recorrerla.
De lo anterior podemos decir que la velocidad más simple con la que podemos ir de
un lugar a otro es necesariamente la velocidad constante o velocidad promedio.5 Por lo
tanto, podemos enunciar un primer lema:
Veamos ahora un poco de Estadı́stica.6 Una variable aleatoria continua x está comple-
tamente definida por la función de probabilidad F pxq. Ahora introduzcamos el concepto
de densidad de probabilidad. Si la probabilidad de la ocurrencia de x en el intervalo
px, x ` dxq es dF pxq, tenemos que dF pxq “ f pxqdx, donde f pxq es la densidad de pro-
babilidad o función de distribución. La condición de normalización para una variable
aleatoria continua está dada por
ż
f pxqdx “ 1 (3.2)
pxq
donde la integración se realiza por todos los valores posibles de x, lo cual se denota
por (x).
5
Se puede comprobar fácilmente que viajar a velocidad constante implica viajar a velocidad promedio.
La herramienta para hacerlo se dará más adelante, ver ecuación 3.6.
6
Este repaso fue tomado de Terletsky (1987:XX 2).
Cinemática del punto material 47
El valor promedio (o medio, o esperado) para una variable continua νpxq está dado
por ż
ν“ νf pxqdx (3.3)
pxq
ν2 ě ν2 (3.5)
Hasta ahora hemos considerado una partı́cula libre o sin interacciones (fuerzas) ex-
ternas; consideremos entonces el caso en que la partı́cula tiene interacciones externas.
Cuando estas fuerzas derivan de un potencial, se dice que el sistema es conservativo 7 y
por lo tanto la partı́cula puede ser asociada a una energı́a potencial, V, que origina dichas
interacciones. De esta forma, la partı́cula posee ahora tanto una energı́a cinética –ya que
está en movimiento– como una energı́a potencial –debido a las interacciones que sufre.
Esta energı́a potencial de alguna manera no permite que la partı́cula se mueva como
si fuera libre, de ahı́ que nosotros consideraremos que la energı́a cinética efectiva de la
partı́cula es su energı́a cinética menos su energı́a potencial:
Tef “ T ´ V (3.12)
Entonces la acción para una partı́cula que se encuentra dentro de una región con
interacciones externas queda definida como
żτ żτ
I“ Tef dt “ pT ´ V qdt (3.13)
0 0
derivadas q9i . En adelante las coordenadas que utilizaremos en todo el análisis serán estas
coordenadas generalizadas y sus respectivas velocidades generalizadas.
La lagrangiana encontrada anteriormente se puede expresar ahora en términos de las
coordenadas generalizadas. Además podemos expresar la trayectoria no tan sólo en una
dimensión, sino en varias dimensiones de la siguiente forma
donde el superı́ndice k indica cada uno de los grados de libertad del problema.
Antes de continuar, necesitamos saber la definición de ecuación de movimiento, para
ello diremos que si nosotros conocemos las posiciones y las velocidades generalizadas de
un sistema en un determinado instante de tiempo t0 , es posible definir, en principio, sus
posiciones, velocidades y en general su movimiento en un tiempo posterior, éste es el
principio de determinismo de Newton. Desde el punto de vista matemático, al quedar
definidas las q y las q9 en un instante de tiempo, quedan al mismo tiempo determinados
los valores de las aceleraciones q: en dicho instante.
Las ecuaciones que relacionan las aceleraciones con las coordenadas y las velocidades
se llaman ecuaciones de movimiento
q: “ F pq, q;
9 tq (3.17)
y se obtienen del principio de la mı́nima acción. La evolución del sistema del estado
1 al estado 2 ocurre de tal manera que la función de acción
ż t2
I“ Lpq, q;
9 tqdt (3.18)
t1
tenga valor mı́nimo (en general es extremum). Es decir, las ecuaciones de movimiento
se obtienen al calcular la variación de la acción
δI “ 0 (3.19)
ECUACIONES DE LAGRANGE
donde g es función sólo de las coordenadas de los puntos y del tiempo, se denominas
enlaces integrables u holonómicas. Estas ligaduras ejercen restricciones no sólo en la posi-
ción sino que también en la velocidad y aceleración. Ası́, diferenciando (4.1) con respecto
del tiempo, encontramos la restricción a la velocidad:
N
dg ÿ Bg
“ p∇i gqvi ` “0
dt i“1 Bt
Por consiguiente, si existen ligaduras en un sistema mecánico, la ecuación de movi-
miento para una partı́cula en dicho sistema con k ecuaciones de ligaduras se puede escribir
como sigue
mi:ri “ Fi ` Ri (4.2)
ga pr1 , r2 , ..., rN , tq “ 0; α “ 1, 2, ..., k (4.3)
cuyas condiciones iniciales se darán de acuerdo con las ecuaciones de ligadura.
50
Cinemática del punto material 51
gpr, tq “ 0 (4.4)
δg “ p∇gqδr “ 0 (4.6)
N
ÿ
p∇i gα qdri “ 0 (4.8)
i“1
Las ligaduras para las cuales el trabajo virtual de las reacciones de ligadura es cero
N
ÿ
δWR “ Ri δri “ 0 (4.9)
i“1
δWR “ Rδr “ Rx δx ` Ry δy ` Rz δz “ 0
Esto porque Rx “ Ry “ 0 y δz “ 0, dado que la reacción de la superficie en cualquier
instante de tiempo es perpendicular al plano XY, pero el desplazamiento virtual en el eje
Z es nulo.
52 Mecánica Clásica
N
ÿ
Ri δri “ 0
i“1
Ahora multiplicamos cada una de las k primeras relaciones por un coeficiente inde-
terminado escalar, ´λα , y sumándolo con la condición de idealidad obtenemos
N
ÿ k
ÿ
tRi ´ λα ∇i gα uδri “ 0 (4.11)
i“1 α“1
Aquı́, todos los coeficientes de δri deben ser iguales a cero, después del cual obtenemos
k
ÿ
Ri “ λα ∇i gα , i “ 1, 2, ..., N (4.12)
α“1
gpx, y, zq “ x2 ` y 2 ´ az “ 0
De la condición del problema, sobre la superficie, la reacción de la ligadura es per-
pendicular a la superficie, pero los desplazamientos virtuales son tangentes a la superficie
por lo que, como es obvio, R¨ δr “ 0.
Ahora obtengamos esta relación usando los coeficientes indeterminados de Lagrange.
Usando la ecuación (4.12), y debido a que la reacción está dirigida perpendicular a la
superficie, podemos escribir
Rx Ry Rz
“ “ “λ
2x 2y ´a
Por lo tanto
Cinemática del punto material 53
ma “ F ` R
siendo R la fuerza de reacción de ligadura.
Si introducimos el vector J=-ma en la ecuación anterior tendremos que
F`R`J“0 (4.13)
Fi ` Ri ` Ji “ 0, i “ 1, 2, ..., N (4.14)
Ahora, multiplicando cada una de las expresiones (4.14) por su desplazamiento virtual
δri y sumándolas entre sı́, obtenemos
N
ÿ
pFi ` Ri ` Ji qδri “ 0
i“1
Si las ligaduras que atan el sistema son ideales, entonces –ver ecuación (4.9)– la
ecuación anterior se transforma en
N
ÿ N
ÿ
pFi ` Ji qδri “ pFi ´ mi ai qδri (4.15)
i“1 i“1
Ahora definamos la energı́a cinética del sistema como función de las coordenadas y
velocidades generalizadas usando (4.20)
N
ÿ mi
T “ pi9i q2 “ T pq, q9j , tq (4.24)
i“1
2
Diferenciamos por la velocidad generalizada q9i y por la coordenada generalizada q de
tal forma que
N N ˆ ˙
BT ÿ B r9 BT ÿ B r9
“ mi r9 i , “ mi r9 i (4.25)
B q9j i“1 B q9j Bqj i“1 Bqj
Comparando (4.23) y (4.25) obtenemos
N ˆ ˙
ÿ Bri d BT BT
mi:ri “ ´ (4.26)
i“1
Bqj dt B q9j Bqj
La última suma de la ecuación (4.18), que depende de las fuerzas activas, es represen-
tada mediante la siguiente relación
N
ÿ Bri
Qj “ Fi , pj “ 1, 2, ..., kq (4.27)
i“1
Bqj
Estas magnitudes –que son funciones de las coordenadas–, las velocidades generaliza-
das y el tiempo se llaman fuerzas generalizadas y actúan en dirección de las coordenadas
qk . Esta definición se obtiene del concepto de trabajo virtual elemental δW , que se expresa
como
N
ÿ
δW “ Qk δqk
i“1
Como se ve, las fuerzas generalizadas son los coeficientes de las variaciones de las
coordenadas generalizadas en la expresión para el trabajo virtual elemental. La última
expresión es una generalización de la definición de trabajo elemental en coordenadas
cartesianas
N
ÿ N
ÿ
δW “ Fk δrk “ pXk δxk ` Yk δyk ` Zk δzk q
i“1 i“1
Es decir, Qj juega el mismo papel para las variaciones δqj que Fk para los desplaza-
mientos virtuales δrk .
Finalmente, usando las ecuaciones (4.18) y (4.26), ası́ como también la definición
de fuerzas generalizadas (4.27), se llega a la ecuación de la mecánica en coordenadas
generalizadas
k " ˆ ˙ *
ÿ d BT BT
´ ´ Qj δqj “ 0 (4.28)
j“1
dt B q9j Bqj
donde todas las magnitudes δqj son independientes entre sı́ y Qj son las fuerzas
generalizadas. Por lo tanto, se obtiene la siguiente ecuación diferencial de segundo orden
en coordenadas generalizadas para sistemas con ligaduras holonómicas e ideales
ˆ ˙
d BT BT
´ “ Qj (4.29)
dt B q9j Bqj
56 Mecánica Clásica
δI 1 ´ δI “ δf pq2 , t2 q ´ δf pq1 , t1 q
Cinemática del punto material 57
obtenemos
δI 1 “ δI “ 0
Es decir, la ecuación de movimiento es la misma en ambos casos.
Llamaremos sistema de potenciales generalizados a aquel cuya fuerza generalizada se
exprese a través de potenciales generalizados V pq, q,
9 tq de la siguiente manera
ˆ ˙
d BV BV
Qk “ ´ “0
dt B q9j Bqj
La ecuación de Lagrange será entonces
ˆ ˙
d BL BL
´ “0 (4.30)
dt B q9j Bqj
donde ahora L=T-V. Es fácil ver que para las fuerzas potenciales generalizadas se
tiene ˜ ¸
k k
ÿ d ÿ BV BV
Qj q9j “ q9j ´V ´ (4.31)
j“1
dt j“1
B q
9 j Bt
Las fuerzas con potenciales del tipo (4.32) se llaman fuerzas giroscópicas. La relación
(4.33) significa que el trabajo por unidad de tiempo para las fuerzas giroscópicas es igual
a cero. En particular, las fuerzas de Lorentz son giroscópicas y, por ende, no realizan
trabajo.
TAREA: Escribir la ecuación de Lagrange de segundo orden en coordenadas carte-
sianas, cilı́ndricas y esféricas.
BL BT BV BT
k
” k´ k “ k
B q9 B q9 B q9 B q9
1
Donde cte. es la abreviatura de constante.
58 Mecánica Clásica
ˆ ˙
BL B 1
k
“ k mk q9k2 “ pk
B q9 B q9 2
donde
BL
“ pk
B q9k
Se llama impulso generalizado o cantidad de movimiento generalizada o simplemente
momento canónico conjugado a qk . Ésta no tiene precisamente unidades de cantidad de
movimiento.
Si el lagrangiano no depende explı́citamente de alguna coordenada generalizada qk ,
entonces
BL
“0
Bqk
por consiguiente, de la ecuación de Euler-Lagrange
ˆ ˙
d BL dpk
“
dt Bqk dt
Es decir que el impulso generalizado se conserva, pk “ cte.
Estas coordenadas con impulsos generalizados conservativos se denominan coordena-
das cı́clicas. Por lo anterior podemos enunciar un primer teorema de conservación:
Ejemplo 4.3
Dado un sistema de coordenadas cilı́ndricas donde el potencial U pρ, zq no depende de
ϕ, para el impulso generalizado tenemos que
BL B m 2
Pϕ “ “ 9 2 ` z 2 s “ mρ2 ϕ9
rρ ` pρϕq (4.34)
B ϕ9 B ϕ9 2
Como se puede ver, esta magnitud no es más que el momento de impulso que es ahora
un impulso generalizado.
Existen dos clases de momento. Cuando la variación se hace translacionalmente dire-
mos que se conserva el momento lineal y cuando la variación es rotacional se conservará el
momento angular.
3k
BL ÿ d BL BL
“ q9k `
Bt s“1
dt B q9s Bt
K es la coordenada generalizada.
Ahora usando la ecuación (4.30)
3k ˆ ˙
dL ÿ d BL BL
“ q9k `
dt j“1
dt B q9j Bt
Por lo que
# +
3k
d ÿ BL BL
q9j ´L “´
dt j“1
B q9j Bt
BL
Si ahora el sistema es conservativo, lo que significa que Bt
“ 0, entonces
# +
3N
d ÿ BL
q9k ´L “0 (4.35)
dt k“1 B q9k
Ahora uno puede concluir que para los sistemas con esa particularidad del lagrangiano,
la magnitud
3N
ÿ BL
H“ q9k ´L
k“1
B q9k
se conserva. Esta relación se denomina energı́a generalizada. En casos particulares la
energı́a generalizada coincide con la energı́a total del sistema E “ T ` U .
Las magnitudes ajk , aj , a0 son funciones de q1 , q2 , ..., qm , t La fórmula (4.36) nos indica
que la energı́a cinética es un polinomio de segundo orden en relación con las velocidades
generalizadas, que comunmente representados de la siguiente forma
T “ T1 ` T2 ` T0 (4.37)
60 Mecánica Clásica
donde
s
1 ÿ
T2 “ ajk q9j q9k
2 j,k“1
s
ÿ
T1 “ aj q9j
j“1
T0 “ a0
Un caso particular de sistema conservativo es cuando la energı́a generalizada coincide
con la energı́a total
N
1 ÿ mk 2
L“ px9 k ` y9k2 ` z9k2 ´ U px1 , ..., zN q
2 k“1 2
L“T ´U
por lo tanto
N
1 ÿ mk 2
H“ px9 ` y9k2 ` z9k2 ´ U px1 , ..., zN q
2 k“1 2 k
E “T `U
y
H “T `U
son iguales, pero en otro caso no es ası́.
Cuando los radios vectores no dependen explı́citamente del tiempo, es decir cuando
Brv
Bt
“ 0 entonces la energı́a cinética es una forma cuadrática positiva definida de las
velocidades generalizadas, y los coeficientes no dependen explı́citamente del tiempo, por
lo tanto
s
1 ÿ
T “ T2 “ ajk q9j q9k (4.38)
2 j,k“1
L“T ´U ´V
L “ T2 ` T1 ` T0 ´ U ´ V
donde U es el potencial de las fuerzas no giroscópicas.
Cinemática del punto material 61
9 1 sin θ ´ θy
x9 “ x9 1 cos θ ´ y9 1 sin θ ´ θx 9 1 cos θ
9 1 cos θ ´ θy
y9 “ x9 1 sin θ ` y9 1 cos θ ` θx 9 1 sin θ
z9 “ z9 1
y para el cuadrado de la velocidad tendremos
v 2 “ x9 2 ` y9 2 ` x9 2 “ x9 12 ` y9 12 ` z9 12 ` 2θpx
9 1 y9 1 ´ y 1 x9 1 q ` θ92 px2 ` y2q (4.41)
Ahora escribamos las ecuaciones de Lagrange (4.29)
9 1 ´ mθy
x1 ´ 2mθy
m: : 1 ´ mθ92 x1 “ Qx
9 1 ´ mθx
y 1 ´ 2mθx
m: : 1 ´ mθ92 y 1 “ Qy (4.42)
m:
z “ Qz
donde en calidad de coordenadas generalizadas qi se han tomado las coordenadas
del sistema mecánico (x’, y’, z’) en relación con el sistema de coordenadas en rotación.
Además, ver ecuación (4.28).
Introducimos el vector velocidad angular ω y definimos | ω |“ θ,9 | ω9 |“ θ,
: entonces el
sistema (4.42) se puede escribir en forma más compacta y elegante de la siguiente manera
r1 “ 2mpr9 1 ˆ ωq ` mpω ˆ pr1 ˆ ωqq ` mpr1 ˆ ωq
m: 9 `F (4.43)
62 Mecánica Clásica
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Considerando lo anterior en un caso más general, finalmente tenemos que:
ma1 “ F ´ mpaA ` α ˆ r1 ` 2ω ˆ v1 ` ω ˆ pω ˆ r1 q (4.44)
donde α “ ω9 aceleración angular de S ’ en relación con S, y el subı́ndice A se refiere a
la aceleración del origen del nuevo sistema de referencia no inercial. Del tercer al quinto
términos del lado derecho de la ecuación (4.44) se denominan fuerzas no inerciales. La
fuerza de Coriolis,Fcoriolis “ ´2mω ˆ v1 , y la fuerza de arrastre Farrastre “ ´mpaA ` α ˆ
r1 ` ω ˆ pω ˆ r1 qq se consideran en principio como ”ficticias” porque no son provocadas
por agentes externos al sistema. Es común a veces dar la calidad de fuerzas reales a estas
fuerzas sólo con el objetivo de hacer cumplir la primera ley de Newton en un sistema no
inercial. Pero justamente se da el caso de que, en sistemas no inerciales, la primera ley
de Newton no se cumple, constituyendo esto una importante diferencia entre estos dos
sistemas de coordenadas.
Un primer efecto de la no inercialidad del sistema de referencia terrestre es que la
vertical del lugar se desvı́a de la dirección radial terrestre y que la aceleración de gravedad
depende de la latitud. En efecto, peso y vertical se definen de acuerdo con una plomada
de masa m en situación estacionaria en la Tierra. Ası́, la vertical es la dirección de la
plomada y el peso es de magnitud definida como la tensión en el hilo de la plomada. Para
esa situación estacionaria, la aceleración y velocidad relativas son cero, por lo tanto una
aplicación de la ecuación (4.44) a esta situación implica que
GM m
0“T´ r̂ ´ maA
R2
donde se ha considerado que además de la fuerza gravitacional actúa la tensión del
hilo, que la velocidad angular es constante y que r’=0. De acuerdo con lo explicado, la
dirección de T es el eje Z y su magnitud se define como mg (el peso del cuerpo, donde
es la aceleración local de la gravedad). Entonces tenemos que
GM m
mgẑ “ r̂ ` maA (4.45)
R2
Además, como puede verse en la figura 4.1, la aceleración del origen A está dada por
Hemos suprimido las (’) y se entiende que las posiciones, velocidades y aceleraciones
son de ahora en adelante relativas a la Tierra. Además si consideramos α “ 0 y denotamos
por f ’ la fuerza actuante, fuera de la gravitacional, la aproximación considerada es
ma “ f ´ mg k̂ ´ 2mω ˆ v (4.46)
a “ ´g k̂ ´ 2ω ˆ v
donde por integración
v “ vp0q ´ gtk̂ ´ ω ˆ pr ´ r0 q
que, si es sustituida en la expresión de la aceleración haciendo ω 2 “ 0 e integrada dos
veces, conduce a
a “ ´g k̂ ´ 2ω ˆ vp0q ` 2gtω ˆ k̂
de donde la velocidad está dada por
desviar la partı́cula hacia el Este. Para tiempos no muy grandes, ese término puede ser
compensado por el cuarto término si la partı́cula parte hacia arriba.
Ejemplo 4.4
Una partı́cula se mueve por la superficie de una esfera. Encontrar la reacción como
función de coordenadas y velocidades.
Solución
Escribimos las ecuaciones de ligadura y de movimiento
f “ r 2 ´ a2 (4.47)
xA “ r cos θ, yA “ r sin θ
Y las coordenadas para el centro de inercia de la barra serán
r r
xc “ cos θ, yc “ sin θ
2 2
La fuerza que actúa sobre el extremo de la barra A desde el resorte es igual a
Fl “ c | l ´ l0 |
donde l “ 2r cos 2θ
Cinemática del punto material 65
θ θ θ θ
X1 “ ´cp2r cos ´ l0 q cos , Y1 “ ´cp2r cos ´ l0 q sin
2 2 2 2
Las proyecciones de la fuerza P que actúa sobre el centro de la barra son
X2 “ P, Y2 “ 0
Tenemos para la fuerza generalizada
θ θ Pr
Q “ crp2r cos ´ l0 q sin ´ sin θ
2 2 2
Ejemplo 4.6
Escribir la ecuación de Lagrange para un péndulo matemático cuyo punto de suspen-
sión realiza un movimiento armónico en un plano vertical a lo largo de una recta con un
ángulo α de inclinación con respecto al horizonte (ver figura 4.3).
Solución
Sea OS “ a sin ωt. Como coordenada generalizada tomamos el ángulo ϕ. Las coorde-
nadas del punto M dependen de ϕ de la siguiente manera
v 2 “ x9 2 ` y9 2 “ l2 ϕ9 2 ` 2lϕaω
9 cos ωt cospϕ ´ aq ` a2 ω 2 cos2 ωt
Por consiguiente, la energı́a cinética será igual a
1 “ ‰
T “ m l2 ϕ9 2 ` 2lϕaω
9 cos ωt cospϕ ´ aq ` a2 ω 2 cos2 ωt
2
De donde deducimos
BT BT
“ ml2 ϕ9 ` lmaω cos ωt cospϕ ´ aq, “ ´lmaϕω
9 cos ωt sinpϕ ´ aq
B ϕ9 Bϕ
El trabajo virtual tendrá la forma siguiente
Q “ ´mgl sin ϕ
Ahora podemos construir la ecuación de Lagrange de segundo orden
d “ 2 ‰
ml ϕ9 ` lmaω cos ωt cospϕ ´ aq ` lmaϕω
9 cos ωt sinpϕ ´ aq “ ´mgl sin ϕ
dt
De donde
a g
ϕ: ´ ω 2 sin ωt cospϕ ´ aq ` sin ϕ “ 0
l l
PROBLEMAS
1. Una partı́cula se mueve por una elipsoide. La fuerza que actúa sobre la partı́cula es
F “ ´mω 2 r. Encontrar el coeficiente de Lagrange y las primeras integrales.
2. Una partı́cula se mueve por una curva lisa y “ a sin kx. El eje X es horizontal, pero
el eje Y forma un ángulo α con la vertical. Encontrar la función de Lagrange y las
primeras integrales.
αt2
x “ 2 ` px0 ` v0 tq2
2
x0
5. Escribir la ecuación de Lagrange para una partı́cula cargada que se mueve en un
campo eléctrico y magnético homogéneo constante.
Capı́tulo 5
CÁLCULO VARIACIONAL
En la segunda mitad del siglo XVII, Newton, Leibnitz y los hermanos Bernoulli desa-
rrollaron una rama muy importante de la Matemática conocida hoy en dı́a como cálculo
variacional. Con este tipo de cálculo podemos resolver problemas que involucren valores
extremales en sistemas con infinitos grados de libertad. Dos ejemplos sencillos son la
braquistócrona o la catenaria,1 al analizar la forma que tiene una cuerda cuando está sus-
pendida de sus extremos.
Por lo anterior, estudiaremos el problema principal del cálculo de variaciones2 de una
manera condensada, pero esencial. Algunas de las fórmulas que escribimos aquı́ ya fueron
obtenidas y explicadas –aunque por métodos diferentes– en los capı́tulos predecesores.
donde q(t) y ηptq son funciones arbitrarias y ε es un parámetro que es un número real.
Entonces la primera variación de la acción I en la coordenada q, dirección η, se define
como
dIpq ` εηq
δIpq, ηq “ |ε“0 (5.2)
dε
si la derivada existe. La acción I es una forma funcional (o simplemente funcional ).
Esta derivada se nombra comúnmente derivada débil y la variación ası́ definida se conoce
como variación de Gâteaux.
La derivada de una funcional ha sido definida para aplicar las técnicas ordinarias
del cálculo diferencial a fin de encontrar extremales. Por lo tanto, si q(t) es un mı́nimo
relativo para la funcional I, entonces
δIpq, ηq “ 0 (5.3)
para todo η.
1
Estos problemas son clásicos en el cálculo de variaciones, su solución puede encontrarse en algunos
libros de mecánica clásica o cálculo de variaciones, por ejemplo Marion (1995).
2
Para más detalles ver Arnold (1989).
68
Cinemática del punto material 69
L : R ˆ Rn ˆ Rn Ñ R
es nuestra lagrangiana, la cual es dos veces continuamente diferenciable en cada uno
de sus 2n+1 argumentos. Consideremos ahora una funcional I llamada la integral funda-
mental o integral de acción tal y como la definimos en (4.10)
żb
Ipqptqq “ Lpt, q 1 ptq, ..., q n ptq, q91 ptq, ..., q9n ptqqdt (5.4)
a
f ptq ” 0, t P ra, bs
Pero i es arbitrario, entonces se sigue que una condición necesaria para que la función
q(t) suministre un mı́nimo relativo para la funcional I definida por (5.4) es tal que sus
componentes q 1 ptq, q 2 ptq, ..., q n ptq satisfagan las n ecuaciones
ˆ ˙
BL d BL
Ek “ k ´ “ 0 k “ 1, 2, ..., n (5.9)
Bq dt B q9k
para todo a ď t ď b.
Las ecuaciones (5.9) forman un sistema de n ecuaciones diferenciales ordinarias de
segundo orden, las cuales se conocen como ecuaciones de movimiento de Euler-Lagrange,
que son las mismas que se obtuvieron en el capı́tulo 4, ecuación 4.30, pero bajo otro
razonamiento.
Cabe hacer notar que, análogamente al cálculo, no podemos estar seguros de que
en realidad q(t) sea un mı́nimo local, esto se logra haciendo la segunda variación de
Gâteaux. Entonces, para fines de mecánica clásica, lo relevante es que las trayectorias
siguen principios variacionales que son extremales de la función de acción.
B q9h Bq h
“ (5.13)
B q91k Bq 1k
junto con
B q9h B 2 q h 1l
“ q9 (5.14)
Bq 1k Bq 1k Bq 1l
El hecho de que la integral fundamental (5.4) sea invariante bajo (5.10) es equivalente
a decir que la lagrangiana L es un escalar relativo a (5.10). Esta condición es muy impor-
tante. Si denotamos que la transformación de L bajo (5.10) es L, nuestro requerimiento
de invariancia es equivalente a decir que
` ˘ ` ` ˘ ` ˘˘
L t, q 1k , q91k “ L t, q h q 1k , q9h q 1k , q91k (5.15)
en donde
` se han˘ usado las relaciones (5.10) y (5.12). Esto puede ser válido para todos
1k 1k
los valores q , q9 .
72 Mecánica Clásica
Ahora vamos a diferenciar la ecuación (5.11) con respecto a q91k . Usamos (5.15) para
obtener que
BL BL B q9h BL Bq h
“ “ (5.16)
B q91k B q9h B q91k B q9h Bq 1k
Esta ecuación hace evidente que las derivadas BBL
q9h
constituyen las componentes de
un tensor covariante. Sin embargo, si nosotros diferenciamos (5.15) con respecto a q 1k y
aplicamos (5.14), encontramos que
BL BL Bq h BL B q9h BL Bq h BL B 2 q h 1l
“ ` “ ` q9 (5.17)
Bq 1k Bq h Bq 1k B q9h Bq 1k Bq h Bq 1k B q9h Bq 1k Bq 1l
BL
la cual implica que Bq h no sean las componentes de un tensor.
Bφ
` h˘
Sabemos que las derivadas Bq h de una función escalar φ q representan un tensor
covariante llamado el gradiente de φ; sin embargo, en el caso del escalar Lpt, q h , q9h q esto
no resulta, dada la dependencia de L sobre las variables q9h .
Por lo tanto, es necesario construir un tensor covariante que represente el gradiente
generalizado de L. Para ello, eliminaremos el segundo término de (5.17), esto lo conse-
guiremos diferenciando (5.16) con respecto a t, lo cual nos dará
ˆ ˙ ˆ ˙ ˆ ˙
d BL d BL Bq h BL d Bq h
“ `
dt B q91k dt B q9h Bq 1k B q9h dt Bq 1k
ˆ ˙
d BL Bq h BL B 2 q h 1l
“ ` q9 (5.18)
dt B q9h Bq 1k B q9h Bq 1k Bq 1l
Cuando restamos (5.17) de esta última ecuación, obtenemos que
ˆ ˙ „ ˆ ˙
d BL BL Bq h d BL BL
´ 1k “ 1k ´ h (5.19)
dt B q91k Bq Bq dt B q9h Bq
´px ´ C1 q
y1 “ a
λ2 ´ px ` C1 q2
donde C1 es una constante de integración. Si integramos la ecuación anterior, tenemos
que
a
y“ λ2 ´ px ` C1 q2 ` C2
donde C2 es otra constante de integración. Dichas constantes se pueden encontrar con
las condiciones de contorno, de tal forma que la solución queda como
? ?
y“ λ2 ´ x2 ´ λ2 ´ a2
şa a
Para determinar λ, volveremos a la condición L “ ´a 1 ` y 12 dx, lo que nos lleva a
λ 1
“ L
a sinp 2λ q
Para hacer posible una solución ?de esta última ecuación trascendental, escogemos
L “ πA, para lo cual λ “ a y y “ a2 ´ x2 . Para esta elección y(t) es un semicı́rculo
centrado en el origen, solución que podrı́amos esperar intuitivamente.
Ejemplo 5.2
Una partı́cula de masa m se mueve en un campo de fuerzas conservativo. Escribir el
lagrangiano del sistema y las ecuaciones de Lagrange correspondientes en coordenadas
cilı́ndricas pρ, φ, zq.
Solución
La relación entre coordenadas cartesianas y cilı́ndricas es
Solución
La relación entre las coordenadas cartesianas px, y, zq y las coordenadas cilı́ndricas
pρ, θ, ϕq es
L “ µr ˆ v “ ´µrvϕ êθ
Como
L “ ´µr2 ϕ9 sin θ cos θ cos ϕêx ´ µr2 ϕ9 sin θ cos θ sin ϕêy ´ µr2 sin2 θêz
76 Mecánica Clásica
µρ9 2 l2 µgρ
Lpρ, ρq
9 “ 2 ` 2
´
2 sin α 2µρ tan α
Sustituyendo ϕ9 en la ecuación para ρ, llegamos a
l2 sin2 α
µ:
ρ“ ´ µg sin α cos α
µρ3
de manera que podemos identificar una fuerza efectiva
l2 sin2 α
F pρq “ ´ µg sin α cos α
µρ3
que incluye la ligadura, la fuerza gravitatoria real y la fuerza centrı́fuga (que viene de
haber eliminado la coordenada ϕ). Esta fuerza se puede derivar de una energı́a potencial
V “ V pρq, de forma que
F pρq “ ´ BV
Bρ
integrando
l2 sin2 α
V pρq “ ´ µg sin α cos α ` C
µρ2
donde la constante C se puede ajustar una vez elegido el origen de energı́a potencial.
Su valor no es trascendental, ası́ que podemos poner C=0. Lo importante es que el
problema se puede escribir como el problema de una partı́cula efectiva que se mueve en la
dirección ρ y que se encuentra sometida a una fuerza que sólo depende de la coordenada
a lo largo de esa dirección, ρ. La fuerza, por tanto, es central y está dirigida hacia el eje Z.
Esto no quiere decir que la fuerza real vaya a lo largo de esa dirección, sino que el efecto
de las coordenadas eliminadas –z y ϕ– aparece como un fuerza central a lo largo de la
dirección ρ, la dirección radial. Naturalmente, si ρ varı́a, la coordenada z que está atada
a ρ a través de la ligadura también variará (fruto de la acción de la gravedad).
El potencial efectivo V consta de dos términos: uno crece linealmente con ρ, mientras
que el otro (el término centrı́fugo) decrece según ρ12 . Estos dos términos, junto con su
suma, se representan en la figura 5.2 para determinados valores de las constantes.
Podemos ver que la suma de ambos términos da lugar a la existencia de un mı́nimo,
cuya posición se puede calcular evaluando la derivada primera e igualando a cero
˙ 31
l2 sin2 α
ˆ
l2 tan α
µg sin α cos α ´ “ 0 Ñ ρmin “
µρ3 µ2 g
La derivada segunda en el mı́nimo es
ˆ ˙ 31
d2 V µ2 g
|ρ“ρmin “ 3µg cos α sin α
dρ2 l2 tan α
Cinemática del punto material 77
6. Considerar una partı́cula de masa m que se mueve en una dimensión de tal manera
2 4
que tiene la lagrangiana L “ m12x9 ` mx9 2 V pxq ´ V 2 pxq, donde V es una cierta
función derivable de x. Hallar la ecuación de movimiento para x(t) y describir la
naturaleza fı́sica del sistema.
Otra posibilidad es tomar las tres componentes del vector de posición R del centro de
masa y las tres componentes de r “ r2 ´ r1 , como puede verse en la figura 6.1. Nuestra
atención estará puesta en los sistemas donde la energı́a potencial depende sólo de la
distancia r “ |r2 ´ r1 |. De esta forma, la lagrangiana para un sistema de esta clase se
puede escribir como
1 1
L “ m1 |9r1 |2 ` m2 |9r2 |2 ´ U prq (6.1)
2 2
Como el movimiento de translación del sistema en conjunto no es de nuestro interés
–por lo que concierne a las órbitas que describe cada una de las partı́culas respecto de la
80
Cinemática del punto material 81
otra–, podremos tomar como origen de coordenadas el centro de masa de las partı́culas;
con esto, R=0. Entonces
m1 r1 ` m2 r2 “ 0 (6.2)
donde R se calcula
m1 r1 ` m2 r2
R“
m1 ` m2
De esta igualdad, combinada con r “ r2 ´ r1 , tenemos
m2
r1 “ m1 `m2
r
m1 (6.3)
r2 “ m1 `m2
r
L “ r ˆ p “ cte.
De lo anterior, se deduce que r es siempre perpendicular a la dirección L fija en el
espacio. Esto sólo puede ser cierto si r se encuentra siempre en un plano cuya normal
sea paralela a L, aunque este razonamiento falla si L=0 pues en tal caso el movimiento
82 Mecánica Clásica
debe tener lugar a lo largo de una recta que pase por el centro de fuerzas, ya que L=0
exige que r sea paralelo a r9 cosa que sólo puede cumplirse en un movimiento rectilı́neo.
El movimiento entonces ocurre en un plano que pasa por el centro de fuerzas. En este
caso es mejor estudiar el movimiento en un sistema de coordenadas cilı́ndricas con z “ 0.
Entonces la lagrangiana es
1 ´ 2 2 92
¯
L “ µ r9 ` r θ ´ U prq (6.6)
2
y, dado que la variable θ es cı́clica, el momento cinético asociado a dicha variable se
conserva, es decir
BL
Pθ “ “ µr2 θ9 “ cte (6.7)
Bθ9
Por tanto, la simetrı́a del sistema nos ha permitido integrar de forma inmediata una
de las ecuaciones de movimiento. La cantidad Pθ constituye una primera integral del
movimiento que posee un valor constante que representaremos por l, es decir
l2 BU
r“
µ: ´ (6.9)
µr3 Br
El hecho de que l sea constante tiene una interpretación geométrica sencilla.
Como se ve en la figura 6.2, al describir la trayectoria r(t), el vector de posición barre
un área 12 r2 dθ en un intervalo de tiempo dt, es decir
1
dA “ r2 dθ
2
Dividiendo por el intervalo de tiempo, obtenemos la velocidad areolar
dA 1 dθ l
“ r2 “ “ cte (6.10)
dt 2 dt 2µ
en donde podemos ver que la velocidad areolar es constante en el tiempo. Este resul-
tado fue obtenido experimentalmente por Kepler en el caso del movimiento planetario, y
se conoce como la segunda ley de Kepler. Ahora, la conservación de la energı́a es la única
Cinemática del punto material 83
primera integral que nos queda. Al haber limitado el estudio a sistemas no disipativos, la
conservación de la energı́a total E0 queda automáticamente asegurada. Entonces
1
E0 “ µr9 2 ` Uef ec (6.11)
2
2
donde Uef ec “ 12 µrl 2 `U prq, que se obtiene sustituyendo θ9 mediante (6.8). Este potencial
Uef ec se denomina potencial efectivo.
Ejemplo 6.1
Un ejemplo de sistema de dos cuerpos es, con bastante aproximación, el par constituido
por nuestro planeta, la Tierra, y su estrella, el Sol. Podemos hacer el cálculo de la velocidad
areolar suponiendo circular la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
La velocidad angular del movimiento de la Tierra alrededor del Sol se calcula de
manera simple: en un año da una vuelta, ası́
2π 2π
w“ “ 7
“ 1.98 ˆ 10´7 s´1
1 año 3.16 ˆ 10 s
Además, sabemos que la masa de la tierra es de m “ 5.98 ˆ 1024 kg y que la distancia
media al Sol es de r “ 1.49 ˆ 1011 m, por lo que el momento angular estará dado por
dθ
Lθ “ mr2 “ mr2 w
dt
` ˘` ˘` ˘
“ 5.98 ˆ 1024 kg 1.49 ˆ 1011 m 1.98 ˆ 10´7 s´1
kg m2 kg m2
26.3 ˆ 1039 “ 2.63 ˆ 1040
s s
Finalmente, la velocidad areolar está dada por
2
dA Lθ 2.63 ˆ 1040 kg sm 16 m
2
“ “ “ 0.219 ˆ 10
dt 2m 2 p5.98 ˆ 1024 kgq s
84 Mecánica Clásica
m2
“ 2.2 ˆ 1015
s
lo que nos dice que la Tierra barre un área de
m2
2.2 ˆ 1015
s
cada segundo.
ecuación donde puede despejarse dt e integrarse para obtener tprq, a partir de la cual
podrı́amos encontrar
dt 1
“ b (6.13)
dr ˘ 2 rE0 ´ Uef ec prqs
µ
De (6.13) encontramos
ż r1
dr
t ´ t0 “ b (6.14)
2
r0 ˘ µ
rE0 ´ Uef ec prqs
ż rmax
l dr
δθ “ 2 ? a
2µ rmin r2 E0 ´ Uef ec prq
Como sabemos, en mecánica clásica las magnitudes r, v, t son reales. Por lo tanto, r9 2
es una cantidad positiva, por lo que de la ecuación (6.15) obtenemos la desigualdad
E0 ą Uef ec (6.16)
E0 “ Uef ec (6.17)
Uef ec “ E1 ` E2 (6.18)
2 2
donde E1 “ kr2 y E2 “ 2mr l
2.
En este caso, la ecuación (6.17) nos da dos valores de los puntos de retorno
« ˆ ˙ 21 ff
1 k
r1,2 2 “ E0 ¯ E02 ´ l2 (6.19)
k m
ˆ ˙ 12
E0
r “ rmin “ rmax “
k
La trayectoria del punto en caso general, cuando E0 ą pUef ec qmin se determina con
ayuda de la integral (6.15). Es una elipse cuyo centro se encuentra en el centro de fuerza
y roza dos veces las circunferencias con radios r1 y r2 , respectivamente, como se muestra
en la figura 6.4.
86 Mecánica Clásica
k l2
V prq “ ´ `
r 2µr2
En la figura 6.5 se representa este potencial efectivo con sus componentes, el valor del
cual se ha supuesto arbitrariamente nulo en r “ 8.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Figura 6.5 Potencial efectivo para el movimiento planetario.
Si representamos la energı́a total E como en la figura 6.6, identificaremos tres regiones
de interés. Cuando la energı́a total sea positiva o cero pvg., E1 ě 0q, el movimiento no
estará confinado; en este caso, la partı́cula se dirige hacia el centro de fuerzas, el cual
está situado en r “ 0, desde el infinito hasta que “choca con la barrera de potencial en el
punto de inversión r “ r1 y rebota hacia atrás, creciendo r indefinidamente. Observemos
que la altura sobre V prq de la recta de la energı́a total tiene un valor de 12 µr9 2 , cualquiera
que sea r. Entonces, la velocidad radial r9 se anulará y cambiará de signo en el punto de
inversión.
Cuando la energı́a total sea negativa y su valor se encuentre entre cero y el valor
mı́nimo de V prq, como es el caso de E3 , el movimiento estará confinado en r3 ď r ď r5 .
Cinemática del punto material 87
Los valores r3 y r5 corresponden a los puntos de inversión y son las llamadas distancias
apsidales de la órbita. Cuando E sea igual al valor mı́nimo de la energı́a potencial efectiva,
el vector de posición de la trayectoria de la partı́cula se limita al único valor r4 , siendo
r9 “ 0 en todo instante, y el movimiento será circular.
2
Valores de E inferiores a Vmin “ ´ µk2l2
no producen movimientos reales, ya que enton-
ces r9 ă 0, y la velocidad serı́a imaginaria.
d l d
“ 2 (6.22)
dt µr dθ
donde f prq “ Bu
Br
.
Ahora, notemos que
` ˘
1 dr d 1r
“´
r2 dθ dθ
1
luego, si hacemos el cambio de variable u “ r tenemos que
ˆ ˙ ˆ ˙
l2 u2 d2 u 1
2
` u “ ´f (6.24)
µ dθ u
Y como
d dr d 1 d
“ “´ 2
du du dr u dr
la ecuación (6.24) podrá escribirse en función del potencial en la forma
ˆ ˙
d2 u µ d 1
`u“´ 2 U (6.25)
dθ l du u
Las relaciones (6.24) o (6.25) son ecuaciones diferenciales de la órbita, para cuando
se conoce la ley de fuerza f o el potencial U . Inversamente, si se conoce la ecuación
diferencial de la órbita, es decir, si se da r en función de θ podemos seguir el camino en
sentido opuesto y obtener la ley de la fuerza f .
A partir de la ecuación (6.25) podemos demostrar que la órbita es simétrica respecto
a los puntos de inversión del movimiento. Para ello notaremos que si la órbita es simétrica
será posible reflejarla respecto a la dirección del ángulo de inversión sin producir variación
alguna. Si se eligen las coordenadas de manera que el punto de inversión corresponda a
θ “ 0 la reflexión podrá hacerse matemáticamente, sustituyendo θ por ´θ. La ecuación
diferencial de la órbita (6.25) es, efectivamente,
` ˘ invariante ante tal sustitución. Además,
las condiciones iniciales u “ up0q, du dθ θ“0
“ 0, tampoco se verán afectadas en este caso.
Por lo tanto, la órbita es invariante ante una reflexión respecto a los vectores apsidales.
Lo anterior significa que se puede trazar la órbita completa si se conoce la porción de la
órbita comprendida entre dos puntos de inversión cualesquiera.
d2 u mk
2
`u“ 2
dθ l
La solución de esta última ecuación es relativamente simple, si se considera el cambio
de variable
mk
v “u´
l2
por lo que la ecuación queda como
d2 v
`v “0
dθ2
cuya solución se puede escribir como
u “ C cospθ ´ θ1 q
donde C y θ1 son constantes de integración. Finalmente, la solución en términos de r
queda como
1 mk
“ 2 p1 ` e cospθ ´ θ1 qq
r l
donde
l2
e“C
mk
Si deseamos conocer el valor especÃfico de C, debemos hacer la integración a partir
de la ecuación (6.15) para el potencial U prq “ ´ kr , de tal manera que
ż `1˘
r2
dr
θprq “ c ´ ¯ ` cte (6.26)
k l2
2µ E ` r
´ 2µr2
Para el caso del movimiento planetario, las órbitas son elipses cuyos ejes mayor y
menor (a y b, respectivamente) vienen dados por
α k
a “ 1´e 2 “ 2|E|
α
b “ ?1´e ?l (6.30)
2 “
2µ|E|
En la figura podemos ver estos parámetros, por ejemplo los focos de las cónicas, en
particular de la elipse. Las distancias apsidales a partir de los focos de la órbita están
dadas por
α
rmin “ ap1 ´ eq “ 1`e
α (6.31)
rmin “ ap1 ` eq “ 1´e
Para determinar el periodo del movimiento elı́ptico, tomamos nuevamente la expresión
de la velocidad areolar (6.10),y como en un periodo completo τ se barre toda el área A
de la elipse, entonces
2µ
τ“ A (6.32)
l
Cinemática del punto material 91
A “ πab
y tomando en cuenta (6.30), tenemos que el periodo (6.32) toma la forma
c
µ ´2
τ “ πk |E| 3 (6.33)
2
Observemos que, según las expresiones (6.30), el eje menor se puede escribir como
?
b“ αa
l2
y, en consecuencia, dado que α “ µk
el periodo se podrá también expresar como
4π 2 µ 3
τ2 “ a
k
Este resultado expresa la tercera ley de Kepler : el cuadrado del periodo es proporcional
al cubo del eje mayor de la órbita elı́ptica.
Muy lejos del centro de fuerza podemos evaluar el momento angular y la energı́a, las
cuales son constantes, de la siguiente forma
1
l “ µbv0 , E “ µv02
2
donde v0 Ñ velocidad ,o sea que l2 “ 2µb2 E, donde b es el parámetro de impacto.
Podemos entonces obtener
ż8
1
Θ “ π ´ 2b b dr (6.36)
1 ´ UEprq ´ rb2
2
rmin r 2
Una expresión para el ángulo de dispersión que toma en cuenta automáticamente este
hecho es
ż8 ż8
l 1
Θ“ b dr ´ 2b b dr
2
1 ´ UEprq ´ rb2
2
b r2 1 ´ rb2 rmin r 2
ZZ 1 q 2
U prq “
r
Cinemática del punto material 93
Para este caso, resulta preferible utilizar la forma integrada de la trayectoria del
problema de Kepler, ecuación (6.9), es decir,
l2 1
r“ 2
(6.37)
ZZ q e cos θ ´ 1
1
2El2
e2 “ 1 ` (6.40)
µK 2
donde
1
cos Ψ “ , K “ ZZ 1 q 2
e
94 Mecánica Clásica
Θ 2El2
cot2“
2 µZZ 1 q 2
Finalmente, tomando en cuenta que l2 “ 2µEb2 , tenemos que
Θ 4E 2 b2
cot2 “
2 ZZ 1 q 2
Sustituimos esta última ecuación en la expresión para la sección diferencial (6.39) y
tenemos que
ˆ ˙
1 ZZ 1 q 2 Θ
σpΘq “ csc4
4 2E 2
sin Θ
tan θ “
ρ ` cos Θ
que es la expresión para el ángulo de dispersión en el laboratorio en términos del
ángulo de dispersión encontrado en las secciones previas.
PROBLEMAS
1. Sea una partı́cula que se mueve en un campo de fuerzas centrales definido por el
´ar
potencial V “ ´k e r donde k y a son constantes positivas. Utilizar el método
del potencial unidimensional para estudiar la naturaleza del movimiento de dicha
partı́cula.
2. Para el caso del oscilador armónico, clasificar las órbitas posibles en términos de E
y Pθ , ası́ como encontrar la solución rptq y θptq. ¿Es cerrada la órbita?
96 Mecánica Clásica
4. Considerar la órbita r “ kθ2 . Encontrar la fuerza central que produce esta órbita.
5. Calcular la pérdida de energı́a que sufre el proyectil al ser dispersado como función
del ángulo de dispersión.
Capı́tulo 7
OSILACIONES PEQUEÑAS
qk “ qk0 pk “ 1, ..., nq
en este caso, el sistema en las inmediaciones de este mı́nimo posee un carácter cuasi
periódico, es decir, puede ser descrito por superposiciones de n movimientos sinusoidales
con diferentes frecuencias. Entonces analicemos el comportamiento de pequeños despla-
zamientos de las coordenadas desde su posición de equilibrio. Para ello, tendremos
ηk “ qk ´ qk0
Descomponiendo el potencial U pq1 , q2 , ..., qn q en serie de potencias de ηk obtenemos
n ˆ ˙ n ˆ ˙
ÿ BU 1 ÿ B2U
U pq1 , q2 , ..., qk q “ U p0, 0, ..., 0q ` ηi ` ηi ηk ` ... (7.1)
i“1
Bqi 0 2 i,k“1 Bqi Bqk 0
97
98 Mecánica Clásica
donde ajk son coeficientes que dependen de todos los qk y ηk . Si usamos ahora la
descomposición de los coeficientes en torno a qk0 ,
n ˆ ˙ n ˆ 2 ˙
ÿ Baik 1 ÿ B aik
aik pq1 , q2 , ..., qn q “ aik p0, 0, ..., 0q ` ηj ` ηl ηm ` ...
j“1
Bqj 2 l,m“1 Bql qm 0
los coeficientes δjk son simétricos –δjk “ δkj – y no dependen de las velocidades, en-
tonces, las ecuaciones de movimiento en este caso tendrán la forma
n
ÿ
pbik η:k ` δjk η9 k ` cik ηk q “ 0 pi “ 1, 2, ..., nq (7.6)
k“1
satisface la ecuación
» fi
c11 ´ w2 b11 c12 ´ w2 b12 ¨ ¨ ¨ c1n ´ w2 b1n
— c21 ´ w2 b21 c22 ´ w2 b22 ¨ ¨ ¨ c2n ´ w2 b2n ffi
— ffi “ 0 (7.9)
– ¨¨¨ ¨¨¨ ¨¨¨ ¨¨¨ fl
cn1 ´ w bn1 cn2 ´ w2 bn2
2 2
¨ ¨ ¨ cnn ´ w bnn
ak “ aα ∆kα
donde ∆kα son los compensadores algebraicos del determinante para un valor dado
de ak . Por lo tanto, la solución particular se podrá representar como
De aquı́ obtenemos la parte real que nos interesa para aplicaciones fı́sicas
ÿ
ηk “ ∆kα Pα
α
iwα t
donde Pα “ Retcα e u ě Bα cospwα t ` ϕα q. Está claro que todas las cantidades Pα
se pueden considerar como magnitudes que satisfacen la ecuación del oscilador armónico
P:α ` wα Pα (7.11)
1 1 1
T “ b11 pq0 qη9 2 , U “ c11 η 2 , D “ δ11 pq0 qη9 2
2 2 2
1
C11 “ c11 η 2
2
Ahora, obtenemos la solución de la ecuación (7.12) mediante el método de Euler, es
decir, consideramos
η “ Ceλt (7.13)
Nota: sin perder singularidad se puede hacer C “ 1
Reemplazando (7.13) en (7.12) y simplificando el término obtenemos
λ1,2 “ ´µ ˘ iw
donde
b
w “ ˘ w02 ´ µ2
Por lo tanto, tendremos dos eigenvalores que corresponden a dos soluciones inde-
pendientes: η p1q “ C1 eλ1 t , η p2q “ C2 eλ2 t donde los coeficientes pueden ser complejos.
Escribimos la solución para el caso w0 ą µ
(
η “ e´µt Re C1 eiwt ` C1 e´iwt
Después de tomar la parte real, tendremos
donde los coeficientes G11 , G12 , son cualesquiera constantes reales arbitrarias definidas
por condiciones iniciales. Es fácil representar la solución (7.15) en la siguiente forma
donde los coeficientes C1 ,C2 , están definidos por medio de las constantes a, α, ası́
C2
b
a “ C12 ` C22 , tan α “ ´
C1
Cinemática del punto material 101
mx9 2 kx2
L“ ´
2 2
analizar las oscilaciones pequeñas de este sistema.
Solución
k
Como de costumbre, tenemos: m “ w2 Entonces obtenemos la ecuación de movimiento
: ` w2 x
x (7.18)
Gptq “ mB cospΩt ` ϕq
Entonces el lagrangiano del sistema tendrá la siguiente forma
mx9 2 kx2
L“ ´ ` xGptq
2 2
mx9 2 kx2
L“ ´ ` xF ptq
2 2
m:
x ` kx “ F ptq
de donde obtenemos la siguiente ecuación de movimiento
102 Mecánica Clásica
Gptq Gptq
: ` w2 x “
x ; F ptq “ (7.19)
m m
x ` kx “ senpΩt ` Gq
m:
Esta relación es una ecuación del oscilador armónico sometido a una fuerza exterior.
La solución de la ecuación anterior se representa ası́
B
x “ A cospwt ` αq ` cospΩt ` ϕq (7.20)
w 2 ´ Ω2
Cuando Ω “ w tenemos el caso de resonancia, entonces la solución de la ecuación
(7.19) toma la siguiente forma
B
x “ C cospwt ` βq ` t sinpwt ` ϕq (7.21)
2w
Esta solución se obtiene haciendo un artificio que es usado frecuentemente en casos de
resonancias para eliminar términos que conllevan comportamientos singulares del sistema
en estudio, que en teorı́a de campos se llama método de renormalización. Para nuestro
caso, este método consiste en usar la expresión siguiente
B
A cospwt ` αq ` cospwt ` ϕq “ C cospwt ` βq
w2
´ Ω2
Esto es fácil de demostrar. Podemos escribir la solución (7.20) como
B
x “ C cospwt ` αq ` rcospΩt ` ϕq ´ cospwt ` ϕqs
w 2 ´ Ω2
que simplificando nos da la relación
2B w´Ω w`Ω
x “ C cospwt ` βq ` sinp tq sinp t ` ϕq
w2
´Ω 2 2 2
Ahora podemos obtener la solución cuando Ω Ñ w. Para ello, escribimos Ω “ w `∆w,
de tal manera que ∆w ăă w. Por lo tanto, la solución se transforma en
ˆ ˙ „ˆ ˙
B ∆w ∆w
x “ C cospwt ` βq ` ` ˘ sin t sin w ` t`ϕ
w ` ∆w2
∆w 2 2
Entonces, en el lı́mite cuando ∆ Ñ 0, obtenemos la solución en caso de resonancias
(7.21).
La fórmula se puede generalizar para cualquier función externa f ptq “ Gptq
m
. La solución
para la ecuación (7.19) tendrá esta forma
1 t
ż
xptq “ f pξq sinrwpt ´ ξqsdξ ` x0 ptq
w 0
como es sabido, el término x0 satisface la ecuación homogénea (7.18).
Ejemplo 7.2
Una cuerda elástica de masa despreciable de longitud l “ 2a está colocada como se
muestra en la figura 7.1. Definir la frecuencia de oscilación vertical de la masa m, si en
posición de equilibrio la cuerda forma un triángulo equilátero.
Solución
Cinemática del punto material 103
ma2 θ92
T “
8 sin4 θ
a k´ a ¯2
U “ ´mg cot θ ` ´a
2 2 sin θ
El punto de equilibrio se define de la condición
ˆ ˙
dU mga 2 1 cos θ
“ 2 ´ ka ´1 “0
dθ 2 sin θ sin θ sin2 θ
cuando 2θ “ 60o . Por consiguiente, k “ amg
? . Después tenemos
3
ˆ 2 ˙
B U 14
2
“ ? mga
Bθ equilibrio 3
por lo que tendremos para la frecuencia
7 g
w2 “ ?
2 3a
Ejemplo 7.3
Una partı́cula se mueve sobre una recta horizontal lisa y está atada a un resorte. El
otro extremo del resorte está fijo y se encuentra a una distancia h de la recta. Encontrar
la frecuencia de las oscilaciones lineales de la partı́cula en las inmediaciones de la posición
de equilibrio.
Solución
Para esto escogemos en calidad de coordenada generalizada el ángulo ϕ entre la vertical
y el resorte. Entonces, el Lagrangiano de la partı́cula será L “ T ´ U , con T pϕ, ϕq 9 “
1 2 mh2
2
apϕqϕ9 , donde apϕq “ cos4 ϕ y
104 Mecánica Clásica
ˆ ˙2
k h
U pϕq “ ´ l0
2 cos ϕ
donde k es la constante del resorte y l0 es la longitud del resorte sin deformación. Como
se sabe la posición de equilibrio, de la condición de nulidad para la fuerza generalizada
se determina por
ˆ ˙
BU h h sin ϕ
´ “ ´k ´ l0 “0
Bϕ cos ϕ cos2 ϕ
de esta manera, vemos que la partı́cula tendrá tres posiciones de equilibrio.
h
ϕ1 “ 0, h ą l0 ; cos ϕ2,3 “ , h ă l0
l0
Ahora calculemos la segunda derivada
˙2
2 sin2 ϕ
ˆ ˆ ˙ˆ ˙
B2U h sin ϕ h 1
“k ` kh ´ l0 ` (7.22)
Bϕ2 cos2 ϕ cos2 ϕ cos ϕ cos3 ϕ
Entonces para ϕ “ ϕ1 la ecuación (7.22) es igual a khph ´ l0 q, y cuando ϕ “ ϕ2 la
l2
ecuación (7.22) es igual a kpl02 ´ h2 q h02 .
La frecuencia de las oscilaciones lineales se define de la ecuación
U 2 pϕeq q
w2 “ , U 2 pϕeq q ą 0
apϕeq q
Por lo tanto, tendremos frecuencias en las tres posiciones de equilibrio.
c ˆ ˙1
k l0 2
w1 “ 1´
m h
c ˆ ˙1
k h2 2
w2,3 “ 1´ 2
m l0
Ejemplo 7.4
La energı́a potencial de un oscilador bidimensional es
m
U pxq “ Umn xm xn , Umn “ Unm
2
Encontrar las autofrecuencias (eigenfrecuencias) y autovectores (eigenvectores) y es-
cribir el lagrangiano en coordenadas normales.
Solución
Primero escribimos la ecuación de movimiento
x
:m ` Umn xm “ 0 (7.23)
ˆ b ˙
1 2
λ21,2 “ U11 ` U22 ˘ pU11 ´ U22 q ` 2
4U12
2
Los autovectores serán
ˆ ˙ ˆ ˙
1 λ21 ´ U22 1 U12
ump1q “? , ump2q “? 2
(7.25)
N1 U12 N2 λ2 ´ U11
Dado que
ˆb b ˙
1 1 1
λ21,2 “ T rU ` 2 pdet U q ˘ T rU ´ 2 pdet U q
2 2
2
donde T rU es la traza de U , entonces el movimiento es finito bajo la condición
0 ă 4 det U ă pT rU q2 (7.26)
La desigualdad (7.26) tiene lugar en cualquier clase de base, debido a que la traza y
el determinante son invariantes. Los autovectores son columnas de la matriz ∆mη “ umpηq
de transformación al sistema de coordenadas en el cual los vectores base coinciden con los
autovectores. La solución general es entonces la superposición de soluciones particulares
ÿ
xm “ ∆mη aη cos pλη t ` αη q
η
cos γ2 ´ sin γ2
ˆ ˙ ˆ ˙
ump1q “ , ump2q “
sin γ2 cos γ2
Ahora si U11 “ U22 entonces γ “ π2 . En este caso tenemos
ˆ ˙ ˆ ˙
1 1 1 ´1
ump1q “ ? , ump2q “ ?
2 1 2 1
Los autovalores serán λ21,2 “ U11 ˘ |U12 |. Obviamente se considera degenerado el
sistema siempre y cuando U12 “ 0. Al pasar a la representación en coordenadas normales
qv , realizamos el cambio de variables x Ñ q : xm “ ∆mv qv y –considerando la ecuación
(7.27)– obtenemos el lagrangiano en coordenadas normales
1 ` ˘
L “ m qη2 ´ λ2η qv2
2
PROBLEMAS
106 Mecánica Clásica
2. Dos puntos en la superficie terrestre están unidos por un túnel liso que atraviesa la
Tierra, pero no por su diámetro. Encontrar el lagrangiano de una partı́cula que se
mueve dentro del túnel y encontrar la solución de la ecuación de movimiento.
4. Una partı́cula de masa m se encuentra sobre una curva y “ a sin kx colocada de tal
manera que el eje X es horizontal y el plano OXY forma con la vertical un ángulo
α. Definir la frecuencia de oscilaciones de la partı́cula.
5. Definir la energı́a que se le traslada a un oscilador lineal bajo la acción de una fuerza
t 2
F ptq “ F0 e´p l q . En el momento t “ ´8 el oscilador se encontraba en posición de
equilibrio estable.
Capı́tulo 8
FORMULACIÓN DE HAMILTON
107
108 Mecánica Clásica
BH B q9k BL B q9k
“ q9k ` pk ´ k
Bpk Bpk B q9 Bpk
entonces
BL k BL BL
dH “ ´ k
dq ` q9k dpk ` pk dq9k ´ k dq9k ´ dt
Bq B q9 Bt
Por la ecuación (8.1) tenemos que las ecuaciones de Euler-Lagrange son
BL
p9k “ (8.7)
Bq k
entonces, introduciendo tanto (8.1) como (8.7) en la última diferencial de H, tenemos
que los términos tercero y cuarto se anulan, y sólo nos queda
Cinemática del punto material 109
BL
dH “ ´p9k dq k ` q9k dpk ´ dt
Bt
Si comparamos esta ecuación con la ecuación (8.6) obtenemos
BH
q9k “
Bpk
BH
p9k “ ´ (8.8)
Bq k
BL BH
´ “
Bt Bt
Éstas son las llamadas ecuaciones canónicas de Hamilton, que constituyen un sistema
de 2n ` 1 ecuaciones diferenciales de primer orden que sustituyen a las ecuaciones de
Euler-Lagrange. Notemos que estas ecuaciones tienen un aspecto simétrico.
Si tenemos una fuerza conservativa y si las restricciones holonómicas son independien-
tes del tiempo, la Hamiltoniana H del sistema es igual a la energı́a total del sistema, y
permanece constante durante el movimiento. Esto sugiere un atajo para la construcción
de la hamiltoniana: simplemente expresamos la energı́a total en términos de las coor-
denadas generalizadas y los momentos. Para sistemas conservativos, si las restricciones
holonómicas son dependientes del tiempo, la hamiltoniana H es aún una constante de
movimiento, pero ya no es igual a la energı́a total del sistema, esto es H = constante,
pero H ‰ E.
Cuando la hamiltoniana H depende explı́citamente del tiempo, ésta no es una cantidad
conservada (H ‰ constante), pero aún es la energı́a total del sistema pH “ Eq, dado que
la energı́a potencial no depende de las velocidades y las restricciones holonómicas son
independientes del tiempo. En cualquier otro caso, H ‰ E y H ‰ constante.
Hasta el momento hemos supuesto que el sistema dinámico es un sistema conservativo
holonómico. Supongamos que tenemos un sistema holonómico, pero parte de las fuerzas
que actúan sobre el sistema no son fuerzas conservativas. En tal caso, como ya lo hemos
visto, las ecuaciones de Euler-Lagrange toman la forma
ˆ ˙
d BL BL
i
´ i “ Qi
dt B q9 Bq
o equivalentemente
BL
p9 ´ i “ ` Qi
Bq i
donde L contiene las fuerzas conservativas y Qi representa las fuerzas que no provienen
de un potencial. En este caso, las ecuaciones de Hamilton son
BH
q9k “
Bpk
BH
p9k “ ´ ` Qk
Bq k
BL BH
´ “
Bt Bt
110 Mecánica Clásica
Una de las principales ventajas de las ecuaciones de Hamilton con respecto a las de
Lagrange consiste en que el conjunto de 6N variables q k y pk completamente determinan
el estado del sistema mecánico, al mismo tiempo que el conjunto de 3N coordenadas q k
no es suficiente para esto, ya que es necesario añadir un conjunto de 3N velocidades q9k .
Por otro lado, cuando se tiene el esquema lagrangiano del movimiento de un sistema, en
un espacio configuracional de 3N coordenadas, a través del punto inicial pq01 , q02 , ..., q03N q
de este espacio, atraviesa un conjunto de trayectorias con diferentes valores de velocidad
pq901 , q902 , ..., q903N q.
La representación hamiltoniana –en cambio– es una trayectoria en el espacio fase de
6N variables pq k , pk q; con la caracterı́stica de que a través de cualquier punto de este
espacio pasa solamente una trayectoria de fase. Este espacio fase es particularmente útil
tanto en la mecánica estadı́stica como en el estudio de las oscilaciones no lineales.
Las ecuaciones de movimiento de Hamilton son muy importantes en la Fı́sica. Tanto la
mecánica cuántica como la fı́sica estadı́stica están basadas en la formulación hamiltoniana
más que en la formulación lagrangiana, aunque la ruta de Richard Feynman de la fı́sica
clásica a la mecánica cuántica y teorı́a de campos usa la aproximación lagrangiana. El
formalismo hamiltoniano es también especialmente importante para el desarrollo de la
teorı́a de perturbaciones para sistemas en los cuales no podemos obtener una solución
exacta de las ecuaciones de movimiento.
1 1
T “ mq92 , U “ cq 2
2 2
Entonces el Lagrangiano será
1` 2 ˘
L“T ´U “ mq9 ´ cq 2
2
por lo tanto P “ BL
B q9
“ mq.
9
Escribimos ahora la función de Hamilton
1 p2 1 2 2
H “ pq9 ´ L “ ` k mq
2m 2
c
donde k 2 “ m
. Entonces las ecuaciones de Hamilton serán
BH p
“
Bp m
BH
p9 “ “ ´k 2 mq
Bq
BH p
q9 “ “
Bp m
H “ pk q9k ´ L “ h
Además, si la energı́a potencial depende solamente de las coordenadas, y las restriccio-
nes holonómicas son independientes del tiempo, la hamiltoniana H es también la energı́a
total del sistema.
Por otro lado, una coordenada cı́clica se define como aquella que no aparece explı́ci-
tamente en la lagrangiana L. Es obvio que una coordenada que es cı́clica también es-
tará ausente de la hamiltoniana H, dado que
BH B ` k ˘ BL
k
“ k
p k q
9 ´ L “´ k “0
Bq Bq Bq
Combinando este resultado con las ecuaciones de Hamilton, tenemos que
BH
p9k “ “0
Bq k
o
112 Mecánica Clásica
p k “ bk
donde las bk son constantes. Ası́, si la coordenada generalizada es cı́clica, el momento
canónico conjugado se conserva.
Qi “ Qi pqk , pk , tq
Pi “ Pi pqk , pk , tq
Estas nuevas variables Q y P serán variables canónicas si existe una cierta función
K(Q,P,t), de modo que se verifiquen unas nuevas ecuaciones de Hamilton
BK
Q9 i “
BPi
BK
P9i “ ´ i
BQ
Las variables q y p verifican el principio de Hamilton (de mı́nima acción) de donde
partimos, es decir
ż T ´ÿ ¯
δ pi q9i ´ Hpq, p, tq dt “ 0
0
Del mismo modo, las nuevas variables Q y P verificarán el siguiente principio de
Hamilton
ż T ´ÿ ¯
9 i
δ Pi Q ´ KpQ, P, tq dt “ 0
0
Si se verifican las dos igualdades simultáneamente, los dos integrandos estarán rela-
cionados de la siguiente forma
Cinemática del punto material 113
´ÿ ¯ ´ÿ ¯ dF
λ pi q9i ´ Hpq, p, tq “ Pi Q9 i ´ KpQ, P, tq `
dt
donde λ es una constante y F una función arbitraria de las coordenadas y del tiempo.
Nos limitaremos a estudiar las transformaciones en las que λ “ 1. La función F , como
veremos a continuación, determina la transformación entre las antiguas coordenadas y
las nuevas, si depende en parte de las antiguas y en parte de las nuevas, por lo que se
denomina función generatriz de la transformación.
Vamos a considerar como primer ejemplo cuando la función F depende de q, Q y
del tiempo, es decir, que F “ F1 pq, Q, tq. En este caso, la relación entre la antigua
hamiltoniana y la nueva será
BF1
p“
Bq
BF1
P “´
BQ
BF1
K“H`
Bt
Las dos primeras ecuaciones determinan la transformación, es decir, de estas dos
ecuaciones podemos en principio despejar las coordenadas Q y P y escribirlas en función
de las coordenadas antiguas de la forma Q “ Qpq, p, tq y P “ P pq, p, tq. Por otro lado, la
última ecuación nos indica cómo se transforma la hamiltoniana al cambiar de coordenadas.
Vamos a ver ahora cómo podemos utilizar una función generatriz que dependa de la
coordenada antigua y del momento nuevo, es decir, de la forma F “ F2 pq, P, tq. Lógica-
mente, si introducimos esta función en la relación que existe entre las hamiltonianas no
llegamos a nada. El truco consiste en partir de una función del tipo F1 , de la siguiente
forma. Escogemos la función
F1 pq, Q, tq “ F2 pq, P, tq ´ QP
Si diferenciamos F2 ası́ definida, nos daremos cuenta de que efectivamente sus variables
son q, P y t
BF1 BF1
dF2 “ pdq ` P dQ ` ` P dQ ` QdP “ pdq ` QdP `
Bt Bt
vemos que efectivamente las variables de F2 son q, P y t. Además, la ecuación anterior
permite obtener el momento p y la coordenada Q en función de las derivadas parciales
de F2 , ya que
114 Mecánica Clásica
BF2
p“
Bq
BF2
Q“
BP
BF2 BF1
Como Bt
“ Bt
, la relación entre la nueva hamiltoniana y la antigua será
BF2
K“H`
Bt
Del mismo modo se pueden utilizar otros tipos de funciones generatrices para especi-
ficar la transformación.
Ejemplo 8.2
Encontrar la transformación canónica que hace cı́clico el problema del oscilador armóni-
co.
Solución
Como sabemos, el hamiltoniano para un oscilador armónico simple es
p2 1
Hpq, pq “ ` mw2 q 2
2m 2
donde w, m son la frecuencia y la masa del oscilador. Sea
1
F1 pq, Qq “ mwq 2 cot Q
2
la función generatriz de la transformación canónica, de ahı́ podemos ver que
1 mwq 2
P “
2 sin2 Q
c
2P
q“ sin Q
mw
p “ mwq cot Q
con los que tenemos
K “ wP
cuyas ecuaciones de movimiento son
P “ P0
Q “ wt ` β
c
2α
qptq “ sinpwt ` βq
mw
donde α, β, P0 son constantes. Cuando el momento p es constante y la coordenada
asociada q es lineal en el tiempo, p se denomina variable de acción y la variable q se llama
angular.
Cinemática del punto material 115
df Bf Bf Bf
“ q9 ` p9 `
dt Bq Bp Bt
df Bf BH Bf BH Bf
“ ´ `
dt Bq Bp Bp Bq Bt
Ba Bb Ba Bb
ta, bu “ ´
Bx Bp Bp Bx
xÑq
df Bf
“ tf, Hu `
dt Bt
El corchete de Poisson también se puede utilizar para escribir de forma simplificada
las ecuaciones de Hamilton. Dado que las propias variables q y p son funciones dinámicas
–y como además no dependen explı́citamente del tiempo–, las ecuaciones de Hamilton se
pueden escribir como
q9 “ tq, Hu
p9 “ tp, Hu
tu, vu “ tv, uu
tu ` v, wu “ tu, wu ` tv, wu
q9 “ qpq
9 0 q90 , t0 , tq
(8.17)
q “ qpq0 , q90 , t0 , tq
S “ Spq, t, q0 , t0 q (8.20)
BS p0q BS
pk “ , pk “ ´ p0q (8.24)
Bqk Bqk
Cinemática del punto material 117
o, lo que es lo mismo,
BS
`H “0 (8.27)
Bt
BS
Pero H debe estar expresado a través de las coordenadas qk e impulsos pk “ Bqk
; es
decir, tenemos ˆ ˙
BS BS BS
` H q1 , ..., qs ; , ..., ;t “ 0 (8.28)
Bt Bq1 Bqs
Esta ecuación se llama ecuación de Hamilton-Jacobi.
En la teorı́a general de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales de primer orden,
la integral total para la ecuación de Hamilton-Jacobi tiene el aspecto
P2
H“ ` V pqq
2m
la ecuación de Hamilton-Jacobi será
ˆ ˙2
1 BS BS
` V pqq ` “0
2m Bq Bt
La función S se denomina la función principal de Hamilton y –salvo una constante
aditiva– coincide con la integral de acción. En el caso en que la hamiltoniana no dependa
explı́citamente del tiempo, podemos separar la variable temporal escribiendo la función
S de la siguiente forma
Spq, P, tq “ W pq, P q ´ Et
donde E es una constante que coincide con el valor de la hamiltoniana, según se deduce
de las ecuaciones anteriores. La función W, que se denomina función caracterı́stica de
Hamilton, verifica la siguiente ecuación en derivadas parciales
BW
Hpq, q“E
Bq
Por ejemplo, para una partı́cula libre, la ecuación anterior se reduce a
ˆ ˙2
1 BW
“E
2m Bq
de modo que
?
W “ 2mEq
(salvo una constante aditiva que hemos escogido como nula). Por otro lado, de las
ecuaciones de transformación
BS BW ?
p“ “ “ 2mE
Bq Bq
Por último, la solución de la ecuación de Hamilton-Jacobi se puede escribir como
S “ pq ´ Et
Ejemplo 8.3
Mediante el método de Hamilton-Jacobi, analizar el movimiento para una partı́cula
de masa m cuyo hamiltoniano tridimensional en un campo gravitacional en la dirección
z es
Podemos separar esta ecuación, esto es, escribimos S como la suma de términos se-
parados, donde cada uno de ellos dependa de sólo una coordenada o del tiempo
c
? ? 8
S “ 2mα1 ` 2mα2 ` pα3 ´ mgzq3{2 ´ pα1 ` α2 ` α3 ` mgzqt
9mg 2
c
BS m
β1 “ “˘ x´t
Bα1 2α1
c
BS m
β2 “ “˘ y´t (8.37)
Bα2 2α1
120 Mecánica Clásica
d
BS 2pα3 ´ mgzq
β3 “ “˘ ´t
Bα3 mg 2
Finalmente, invertimos las ecuaciones (8.37) para obtener x, y, z en términos de las
constantes y del tiempo
c
2α1
x“˘ pβ1 ` tq
m
c
2α2
y“˘ pβ2 ` tq
m
α3 g
z“ ´ pβ3 ` tq2
mg 2
Ésta es la forma correcta para el movimiento de una partı́cula libre en un campo
gravitacional. Las constantes α1 , α2 , α3 , β1 , β2 , β3 dependen de las condiciones iniciales,
los valores de x, y, z y sus derivadas en el tiempo t “ 0.
PROBLEMAS
pt
1. Demostrar que la función f “ x ´ m es una integral de movimiento de una partı́cula
libre en ausencia de fuerzas externas.
pP 2 `P 2 q
2. Considerar el Hamiltoniano H “ 12m 2 ` maq1 . Escribir las ecuaciones de mo-
vimiento para las variables. ¿Tiene sentido hacer una transformación canónica
para integrar el sistema? Si es ası́, entonces encuentre una solución a la ecuación de
Hamilton-Jacobi.
MOVIMIENTO DE CUERPO
RÍGIDO
dri dR dϕ
“ ` ˆ r1i
dt dt dt
dado lo cual, las velocidades de las partı́culas del cuerpo rı́gido con respecto al sistema
de referencias S serán
vi “ v0 ` w ˆ r1i (9.1)
donde v0 es la velocidad del origen del sistema S ’ y w “ dϕ dt
su velocidad angular.
Ambas cantidades pueden depender del tiempo.
El origen de coordenadas en el cuerpo rı́gido puede ser escogido en otro punto a una
distancia a desde el origen O. Entonces, ri “ pi `ai , donde pi es la posición de la partı́cula
en relación con el nuevo origen de coordenadas O’. Para las coordenadas con respecto al
sistema de referencias S tendremos
ri “ R ` pi ` ai
Por lo tanto, para las velocidades tendremos
121
122 Mecánica Clásica
vi “ v0 ` w ˆ r1i “ v0 ` w ˆ ai ` w ˆ pi
donde la suma abarca todas las partı́culas. Usando la expresión (9.1) para las veloci-
dades de las partı́culas, la energı́a cinética tomará la forma
ÿ m pv0 ` w ˆ r1 q2 ÿm ÿ ÿm 2
T “ “ v20 ` m pv0 ¨ w ˆ r1 q ` pw ˆ r1 q (9.3)
2 2 2
La velocidad v0 y la velocidad angular w son iguales para todos los puntos del sistema.
2 µv2
El primer término de la parte derecha de la ecuación (9.3) nos da ni“1 mpv22 q “ 2 0 , siendo
ř
µ la suma de todas las masas de las partı́culas. Podemos escribir el segundo término como
ÿ ÿ ÿ
mv0 ¨ w ˆ r1 “ mr1 ¨ v0 ˆ w “ v0 ˆ w ¨ mr1 (9.4)
µv20 1 ÿ ! 2 12 2
)
T “ ` m w r ´ pw ¨ r1 q (9.6)
2 2
Como se ve, la energı́a cinética del cuerpo rı́gido se puede representar como la suma
de dos componentes. La primera de ellas es el término correspondiente al movimiento
del cuerpo como un todo, es decir, movimiento de traslación de una partı́cula efectiva de
masa µ con velocidad v0 . La segunda componente es la energı́a cinética del movimiento
rotacional con velocidad angular w alrededor del eje que pasa por su centro de inercia.
Esto constituye un caso particular del teorema de Konig. Este teorema se puede formular
de la siguiente manera:
w2 “ w ¨ w “ wi wi “ wi2
r2 “ r ¨ r “ rj rj “ rj2 (9.7)
pw ¨ rq2 “ pwi xi q pwk xk q “ wi wk xi xk
donde se usa la convención de la suma, es decir, donde se encuentre repetido algún
subı́ndice se supone la suma desde 1 hasta 3 por este subı́ndice. Además,
xj “ px, y, zq, j “ 1, 2, 3
Por lo tanto, la energı́a cinética rotacional tomará la forma
1ÿ ( 1ÿ (
T “ m wi2 x2j ´ wi xi wk xk “ m wi wk x2j δik ´ wi wk xi xk
2 2
1 ÿ (
“ wi wk m x2j δik ´ xi xk
2
1 i“k
en la cual se usó la igualdad wi “ wk δik , donde δik “ 0 i‰k
es la delta de Kronecker.
Ahora, introduciendo la notación convencional
ÿ (
Iik “ m x2j δik ´ xi xk (9.8)
µv20 1
T “ ` Iik wi wk (9.9)
2 2
ř (
La magnitud introducida Iik “ m x2j δik ´ xi xk es el denominado tensor del mo-
mento de inercia del cuerpo rı́gido. Esta cantidad tiene nueve componentes, pero como
Iik “ Iki –es decir, es un tensor simétrico–, entonces sólo es posible tener seis componentes
independientes. Notoriamente, estas componentes dependen de la elección del sistema de
referencias.
Como se sabe, cuando un sistema de coordenadas rota, las componentes de los radios
vectores se transforman de acuerdo con la siguiente relación
donde αik “ cospik 1 q son las componentes de la matriz de los cosenos directores o –
como es común llamarla– la matriz de rotación. Veamos la relación entre las componentes
del tensor en el nuevo y antiguo sistema de coordenadas. Reemplazamos la ecuación (9.10)
en la ecuación (9.8) y tenemos
ÿ (
Iik “ m αlm x1m αIn x1n δik ´ αip x1p αks x1s (9.11)
xk “ αks x1s
xi “ αir x1r (9.13)
xk xi “ αks αir x1s x1r
Ası́, de acuerdo con la definición matemática, un tensor de segundo orden es una
magnitud que bajo transformaciones de sistema de coordenadas cambia de manera idéntica
al cambio que se observa en la multiplicación de dos componentes de vector. Por lo tanto,
el tensor de inercia es un tensor simétrico de segundo orden. Está claro que se puede
introducir tensores de mayores rangos. Entonces un vector puede denominarse también
tensor de primer orden. Escribamos en forma matricial el tensor de inercia
¨ ř ř ř ˛
mř py 2 ` x2 q ř ´ mxy ´ ř mxz
Iik “ ˝ ´ ř myx mř px2 ` z 2 q ř ´ myz ‚ (9.14)
2 2
´ mzx ´ mzy m px ` y q
A veces, las diferentes componentes del tensor I se llaman momentos de inercia del
cuerpo con relación a los correspondientes ejes. Observemos que el tensor de inercia es
aditivo, es decir, el momento de inercia del cuerpo es igual a la suma de momentos de
inercia de los ejes.
Si el cuerpo rı́gido es analizado como un cuerpo continuo, entonces la suma en los
tensores cambia a integrales
ż
` ˘
Iik “ p x2l δik ´ xi xk dV (9.15)
Ahora, teóricamente se sabe que cualquier tensor de segundo orden puede ser llevado
a una forma diagonal usando una correspondiente elección de la dirección de ejes . Esta
dirección se denomina ejes principales de inercia y sus correspondientes valores de las
componentes se llaman momentos de inercia principales
¨ ˛
I1 0 0
Iik “ ˝ 0 I2 0 ‚ (9.16)
0 0 I3
Si los tres momentos de inercia son diferentes, entonces el cuerpo se llama trompo
asimétrico. Si dos de los momentos son iguales, el cuerpo se llama trompo simétrico. Si
los tres momentos son iguales, entonces el cuerpo se denomina trompo esférico. En este
último caso, la forma del cuerpo no es exactamente una esfera: un cubo es también un
trompo esférico.
Si un cuerpo posee un plano de simetrı́a, entonces el centro de inercia debe de estar en
este plano. Por este plano pasarán dos ejes principales; mientras que el tercero será per-
pendicular al plano. Un ejemplo es un sistema de partı́culas ubicadas en un solo plano.
Si el plano está determinado por los ejes x1 x2 , entonces las coordenadas x3 serán iguales
a cero. Ası́
ÿ
I1 “ mx22
ÿ
I2 “ mx21 (9.18)
ÿ ` ˘
I3 “ m x21 ` x22
de donde tendremos I3 “ I1 ` I2 .
Cuando el cuerpo rı́gido coincide consigo mismo al rotarlo en un ángulo 2π n
, entonces
se dice que el cuerpo posee eje de simetrı́a de orden n. Otro ejemplo de interés es cuando
se tiene un sistema de partı́culas ubicadas a lo largo de un eje. Podemos escoger este eje
como eje z, entonces los otros dos ejes X, Y = 0, por lo que dos momentos principales de
inercia coinciden, mientras que el tercero es igual a cero.
ÿ
I1 “ I2 “ mx23 , I3 “ 0
Este sistema se llama rotador y tiene dos grados de libertad rotacionales correspon-
dientes a las rotaciones alrededor de los ejes X y Y.
A veces es conveniente calcular el tensor de inercia en relación con un punto que no
coincide con el centro de inercia del cuerpo (ver figura 9.1).
Figura 9.1: Cálculo del tensor de inercia en relación con otro origen
126 Mecánica Clásica
Otro caso particular tiene lugar en forma del teorema de Hugens-Stern: cuando algún
eje pasa por el centro de inercia del cuerpo y el otro eje está a una distancia a del primero.
Entonces
I zz “ Izz ` M a2 (9.22)
donde az “ 0.
Si los ejes x1 , x2 , x3 están dirigidos por los principales ejes de inercia del cuerpo,
entonces las componentes no diagonales del tensor de inercia serán iguales a cero y, por
lo tanto, tendremos
Mi “ I1 w1 , M2 “ I2 w2 , M3 “ I3 w3 (9.26)
En particular, cuando se tiene el trompo esférico –es decir un cuerpo rı́gido en el cual
coinciden los principales momentos de inercia–, entonces
M “ Iw, I “ I1 “ I2 “ I3 (9.27)
Para el momento
1
Mi “ Iik wk
2
Por lo que
1 1 1
T “ Iik wi wk “ Mi wi “ M ¨ w (9.28)
2 2 2
Es decir, si la energı́a cinética es constante cuando se tiene rotación libre, el momento
es constante, por lo que la proyección del vector w en la dirección del momento M en el
proceso de rotación también es constante.
Ejemplo 9.1
Supongamos I “ I1 “ I2 y I3 “ 0 (el eje 3 está dirigido a lo largo del eje del rotator),
cuyo momento resulta M=Iw y el vector w es perpendicular al eje del rotator. Por lo
tanto, la rotación libre del rotator es un movimiento rotacional uniforme en un plano
alrededor de la dirección perpendicular a este plano.
Solución
La ley de conservación del momento es suficiente para la definición de otra rotación
libre más compleja del trompo simétrico. Usamos los ejes principales de inercia x1 y x2
perpendiculares al eje de simetrı́a del trompo x3 . Es decir, escogemos el eje x2 perpendi-
cular al plano definido por el vector constante M y por la posición momentánea del eje
x3 (ver figura 9.2).
Calculemos ahora las velocidades angulares de los dos tipos de rotación. La velocidad
angular de rotación alrededor de su propio eje es la proyección w3 del vector w en este
eje.
M3 M
w3 “ “ cos θ
I3 I3
Para la determinación de la velocidad de precesión w es necesario descomponer el
vector w por la regla del paralelogramo en componentes a lo largo del eje x y a lo largo
de la dirección M. Del dibujo se ve que w sin θ “ w1 , pero como w1 “ MI11 “ M Isin 1
θ
obtenemos
M
w“
I1
¿Cuál es el significado de que w = constante?
Ejemplo 9.2
Definir los momentos de inercia de una varilla delgada homogénea de longitud l y
masa m con densidad de masa que depende linealmente de la distancia hacia uno de sus
extremos.
Solución
Sea que el eje O´Z´ esté dirigido a lo largo de la varilla, es decir que comienza en
el extremo más liviano de la varilla. La densidad de la varilla se define por ρpz 1 q “ 2m
l2
z1,
y obtenemos el valor para los dos momentos de inercia ası́
żl
2 ml2
Jx1 “ Jy1 “ ρ pz 1 q pz 1 q dz 1 “
0 2
Los ejes principales centrales pueden ser obtenidos mediante una transformación pa-
ralela de los ejes estudiados. Usando el teorema de Stein obtenemos
ˆ ˙2
2
Jx1 “ Jxm1 `m l
3
ˆ ˙2
2
Jy1 “ Jym1 `m l
3
Como la distancia desde el extremo más liviano hasta su centro de masa es igual a
2
p 23 lq, entonces Jxm1 “ Jym1 “ ml
18
.
partı́culas se eliminan y sólo quedan las fuerzas externas que actúan sobre el sistema. Si U
es la energı́a potencial en campo externo, entonces la fuerza se define como de costumbre
BU
F “´ (9.30)
BR
donde R es la coordenada del centro de inercia. Con respecto a la segunda ecuación
en (9.29) escogemos un sistema de coordenadas “inmóvil”, de tal manera que en cada
instante el centro de inercia del cuerpo esté en reposo con respecto a él mismo. Según
el principio relativista de Galileo esta ecuación se cumplirá en cualquier otro sistema
inercial de coordenadas.
Los momentos de fuerza K y de impulso M dependen de la elección del sistema
de coordenadas. Al escoger el origen de coordenadas como el centro de inercia, M se
define según la ecuación (9.24). El momento de fuerza depende de la fuerza externa. Si
cambiamos el origen de coordenadas a una distancia a, entonces los nuevos vectores r’
del cuerpo rı́gido se ligarán con los antiguos radios vectores
r “ r1 ` a
Por lo tanto
ÿ ÿ ÿ
K“ rˆF“ r1 ˆ F ` aˆF
es decir,
K “ K1 ` a ˆ F
Cuando F=0, entonces K=K’, o sea, los momentos de fuerza no dependen del origen
de coordenadas; se dice entonces que sobre el cuerpo rı́gido actúa un par de fuerzas.
último, los ejes α1 β 1 γ 1 se hacen girar en sentido levógiro un ángulo ψ alrededor del eje γ 1
para dar el sistema de coordenadas X’Y’Z’ buscado. Ası́ pues, los ángulos de Euler θ, φ, ψ
especifican totalmente la orientación del sistema X’Y’Z’ respecto al XYZ y pueden, por
tanto, ser las tres coordenadas generalizadas necesarias.1
La rotación es descrita por una matriz R por medio de la ecuación
X1 “ RX (9.31)
donde X’ representa el conjunto de ejes del sistema rotado respecto del sistema cuyos
ejes están representados por X. La rotación R se compone de las rotaciones sucesivas
descritas anteriormente, es decir R “ RΨ Rθ Rφ . Las rotaciones parciales son en este caso
las siguientes:
1. Una rotación alrededor del eje Z de ángulo ϕ (definido como el ángulo respecto del
eje positivo Z, como se hace en trigonometrı́a). La matriz correspondiente es
¨ ˛
cos ϕ sin ϕ 0
Rφ “ ˝ ´ sin ϕ cos ϕ 0 ‚ (9.32)
0 0 1
1
Otra alternativa para definir los ángulos de Euler es hacer coincidir los orı́genes de coordenadas de
los sistemas S y S ’. La intersección de los planos O’X’Y’ y OXY define la recta O1 ξ llamada arriba lı́nea
nz ˆnz1
de nodos. La dirección positiva de esta lı́nea está definida por el vector unitario nξ “ |nz ˆnz 1 |
. Entonces
los ángulos de Euler serán
p0 ď ϕ ď 2π, 0 ď θ ď π, 0 ď ψ ď 2πq
Para sistemas diestros, las direcciones positivas de los ángulos ϕ, θ, ψ se definen comúnmente con ayuda
de los ejes nz , nξ y nz1
Cinemática del punto material 131
2. Una rotación alrededor del eje α de ángulo θ (definido como el ángulo respecto del
eje positivo α, como se hace en trigonometrı́a). La matriz correspondiente es
¨ ˛
1 0 0
Rθ “ ˝ 0 cos θ sin θ ‚ (9.33)
0 ´ sin θ cos θ
3. Una rotación alrededor del eje γ 1 de ángulo ψ (definido como el ángulo respecto del
eje positivo γ 1 , como se hace en trigonometrı́a). La matriz correspondiente es
¨ ˛
cos ψ sin ψ 0
Rψ “ ˝ ´ sin ψ cos ψ 0 ‚ (9.34)
0 0 1
1
donde ddtA es el cambio del vector A en relación con el sistema de coordenadas que rota.
Esta fórmula es consecuencia de una diferenciación de la multiplicación de dos funciones.
Escribamos el vector A en relación con los ejes que forman el sistema de coordenadas
rotante.
Considerando ası́
dn11 dn12 dn13
“ w ˆ n11 , “ w ˆ n12 , “ w ˆ n13 (9.39)
dt dt dt
llegamos a la fórmula (9.37), cuya primera parte a la derecha es la correspondiente a
la primera de la derecha de (9.38).
Usamos ahora este método para el cambio del momento de impulso M del cuerpo
rı́gido. Tenemos análogamente
dM d1 M
“ `wˆM“K (9.40)
dt dt
Ahora consideramos que los ejes del sistema rotante están elegidos a lo largo de los
ejes principales de inercia, por lo que M1 “ I1 w1 , M2 “ I2 w2 , M3 “ I3 w3 .
Entonces para la componente en el eje tenemos
dM1
` pw ˆ Mq1 “ K1 (9.41)
dt
que equivale a
dw1
I1 ` w2 M3 ´ w3 M2 “ K1 (9.42)
dt
que también se puede escribir como
dw1
I1 ` pI3 ´ I2 q w2 w3 “ K1
dt
De la misma manera se obtienen las ecuaciones para los otros ejes, que conforman las
siguientes ecuaciones de Euler
dw1
I1 ` pI3 ´ I2 q w2 w3 “ K1
dt
dw2
I2 ` pI1 ´ I3 q w1 w3 “ K2 (9.43)
dt
dw3
I3 ` pI2 ´ I1 q w1 w2 “ K3
dt
Para desarrollar el planteamiento completo de las ecuaciones dinámicas en función de
las coordenadas o grados de libertad que definen la configuración (en este caso, los ángulos
de Euler), serı́a necesario sustituir en la expresión anterior los valores de w1 , w2 , w3 y de
sus derivadas en función de los ángulos de Euler
Cinemática del punto material 133
θ9 “ w1 cos φ ´ w2 sin φ
w1 sin φ ` w2 cos φ
φ9 “ w3 ´ (9.45)
tan θ
w1 sin φ ` w2 cos φ
ψ9 “
sin θ
Por otra parte, de las ecuaciones de Euler, obtenemos que
K1 I2 ´ I3
w9 1 “ ` w2 w2
I1 I1
K2 I3 ´ I1
w9 2 “ ` w3 w2 (9.46)
I2 I2
K3 I1 ´ I2
w9 3 “ ` w1 w2
I3 I3
El conjunto de seis ecuaciones diferenciales de primer orden (9.45) y (9.46) queda
planteado en función de las seis variables: θ, φ, ψ y w1 , w2 , w3 . Su resolución puede llevarse
a cabo bien por métodos analı́ticos o bien por métodos numéricos (por ejemplo mediante
el método de integración paso a paso en el tiempo de Runge-Kutta).
Ejemplo 9.3
Considerar un trompo simétrico con momentos principales de inercia I1 “ I2 ‰ I3
y que no se encuentra sometido a fuerza alguna. Escribir el lagrangiano de rotación del
sistema en términos de ángulos de Euler. Escribir las correspondientes ecuaciones de
Lagrange, obteniendo las cantidades conservadas. Utilizando la ecuación de la energı́a,
definir el potencial efectivo y discutir los tipos posibles de movimientos del cuerpo.
Solución
Si no existe ninguna fuerza externa, el lagrangiano es igual a la energı́a cinética
1 ´ 92 2 9 2
¯ 1 ´
9 2 9
¯2
L “ I1 φ sin θ ` θ ` I3 φ cos θ ` ψ
2 2
Las coordenadas φ y ψ son cı́clicas, por lo que sus momentos generalizados asociados
son constantes
BL ` ˘
Pφ “ “ I1 sin2 θ ` I3 cos2 θ φ9 ` I3 ψ9 cos θ
B φ9
BL ´
9 9
¯
Pψ “ “ I3 ψ ` φ cos θ “ I3 w3 “ cte
B ψ9
donde w3 es la tercera componente del vector velocidad angular sobre los ejes princi-
P2
9 que despejamos
pales. Definiendo una energı́a modificada E 1 “ E ´ 2Iψ3 , y sustituyendo φ,
de las dos ecuaciones anteriores,
134 Mecánica Clásica
Pφ ´ Pψ cos θ
φ9 “
I1 sin2 θ
tenemos
1
E 1 “ I1 θ92 ` V pθq
2
donde V pθq es el potencial efectivo
pa ´ bxq2
V pxq “
1 ´ x2
donde
Pφ
a” ?
2I1
Pψ
b” ?
2I1
En el intervalo fı́sico 0 ď x ď 1 esta función es siempre positiva y diverge en x “ 0 y
x “ 1. Derivando, obtenemos
pa ´ bxq pb ´ axq
V 1 pxq “ ´2
p1 ´ x2 q2
función que tiene ceros en x “ ab y x “ ab . Supongamos que a ‰ b; entonces sólo
una de las dos raı́ces posibles se encuentra en el intervalo fı́sico (la primera si a ă b y la
segunda si a ą b). El correspondiente extremo ha de ser necesariamente un mı́nimo. El
aspecto cualitativo del potencial efectivo es el de la figura 9.5. El caso a “ b corresponde
a condiciones iniciales un tanto especiales que no se van a dar en la práctica.
Existe pues un ángulo θ0 , dado por cos θ0 “ ab o cos θ0 “ ab , según el caso, que es un
mı́nimo del potencial efectivo, de manera que, si E 1 “ V pθq, el eje de simetrı́a del trompo
se mantiene en el ángulo polar θ0 . Por otro lado, el ángulo φ crece o decrece linealmente
con el tiempo con una velocidad de precesión dada por la constante
Pφ ´ Pψ cos θ
φ9 0 “
I1 sin2 θ
(el sentido del giro depende del signo de φ9 0 ). Ésta serı́a una precesión uniforme. Al
contrario del caso en que exista un campo externo, aquı́ no hay una velocidad angular
crı́tica por debajo de la cual el trompo no pueda mantener esta configuración, y además
sólo hay un tipo de precesión (no se distingue entre precesión lenta y precesión rápida).
Cuando E 1 ą V pθq, hay dos puntos de retorno, θ1 y θ2 , dados por la ecuación
de manera que el eje de simetrı́a nuta entre estos dos puntos de retorno. Dependiendo
del signo, posiblemente variable en el tiempo, de φ, 9 podremos distinguir entre los tres
tipos de precesión-nutación que se dan para el trompo en un campo gravitatorio uniforme.
Ejemplo 9.4
Usando las ecuaciones de Euler, demostrar que la rotación de un cuerpo rı́gido alre-
dedor del eje principal con valores intermedios de momentos de inercia es inestable.
Solución
Sea por ejemplo
I3 ą I2 ą I1 (9.47)
y el cuerpo se mueve alrededor del eje x2 . Entonces, w1 “ w3 “ 0 y w2 “ w20 “ cte ‰ 0.
Usando las ecuaciones de Euler obtenemos
dw1 dw2 dw3
“ “ “0 (9.48)
dt dt dt
Supongamos que la velocidad angular se desvió un poco de su dirección x2 . Esto
implica que han aparecido pequeñas componentes a lo largo de los ejes x1 y x3 . Es decir,
ahora tenemos
w1 “ θ1
(9.49)
w3 “ θ3
Claro está que w1 , w3 ! w20 . En primer aproximación podemos escribir las ecuaciones
de Euler de la siguiente manera
dw1 I3 ´I2
dt
` I1
w20 w3 “0
dw3 I2 ´I1 (9.50)
dt
` I3
w20 w1 “0
La solución para las incógnitas se obtiene de forma estándar, es decir, suponemos que
w1 w3 eqt (9.51)
136 Mecánica Clásica
2. Una varilla delgada se desliza por una cuerda inmóvil vertical que pasa por su
centro, encontrar la solución a la ecuación de movimiento.
BIBLIOGRAFÍA