You are on page 1of 348

RECOPILACION

DE LOS REINOS DE LAS INDIAS.


MANDADAS IMPRIMIR Y PUBLICAR

liti

N T T E ST F.0 S E Ñ O R .

YA DIVIDIDA EN CUATRO TOMOS CON EL INDICE GENERAL, Y AL PRINCIPIO


DE CADA TOMO EL ESPECIAL DE LOS TÍTULOS QUE CONTIENE.

TOMO PR IM E R O .
Q W J ÍN V A J E O F V IO IV ,

COSI APROBACION DE LA REGENCIA PROVISIONAL DEL REINO.


C O R R E G ID A Ï APROBADA POR LA SA LA D E IN D IA S DEL T R IB U N A L S U FEUCHO DE
J U S T IC IA .

©<S>E^j> EDITOR:
IMPRESOR Y LIBRERO j CALLE DE OAURKT.iS, NÚMERO 8.

1841.
-ttleeonocida la necesidad de reimprimir la Recopilación de las Leyes de
Indias, sobre lo cual consultó su dictamen la Sala del tribunal supremo
de Justicia que entiende en los negocios de las provincias de Ultramar,
trató el gobierno de que se verificase la reimpresión por medio de algun
empresario particular, y se hizo sobre ello un anuncio en la Gaceta y en
el Diario de Avisos de Madrid; pero este espediente quedó sin resolu­
ción difinitiva en el año de 1 8 5 9 , sin que lo hayan promovido despues
los que pudieran decirse interesados. Ahora se ha publicado un Pros­
pecto para la misma reimpresión por Don Ignacio R oix, y la Regencia
provisional del R ein o , en el deber de defender la propiedad de los códi­
gos legales que pertenece al Estado, y con el deseo al mismo tiempo de
no privar al público del beneficio de tener fácil y cómodamente una obra
tan necesaria, ha hecho y obtenido esplicaciones 5 con presencia de Jas
cuales, en nombre de S. M. la Reina doña Isabel II decreta lo siguiente:
Art. l.° Se autoriza á Don Ignacio Roix para que pueda reimprimir
3^ espender por su cuenta la Recopilación ele las Leyes de Indias en los
términos anunciados por su Prospecto inserto en la Gaceta de Madrid
de 1 0 de este mes, y colocando este decreto despues de la portada del
tomo primero.
c 2;° La* reiinPresion se hará bajo la inmediata inspección de la
Sala de Indias del Tribunal Supremo de Justicia, que por medio de uno
de sus ministros, ó de otra persona de su elección y confianza , cuidará
atentamente de que sé mantenga en su perfecta integridad el texto de las
L ey es, para que la nueva edición pueda considerarse como autentica v
oficial. J
Art 5. Don Ignacio Roix entregara seis ejemplares bien encuader­
nados, y en pasta ó tafilete, para los archivos de las Cortes, del Minis­
terio y del Tribunal Supremo de Justicia. Tendreislo entendido, y lo co­
municareis á quien corresponda para su ejeeucion.=El Duque de la Víc-
to n a , Presidente.==En Palacio á 1 6 de diciembre de 1840.*= A don
Alvaro Gómez Recerra.
EL BET.

iP o r cuanto habiendo sido informado de la grande falta que hacia para


el gobierno de mis Reinos y señoríos de las Indias Occidentales, islas v
Iierra-Firme del mar Océano la Recopilación de Leyes, que por man­
dado de los señores Reyes mis gloriosos progenitores se había comenzado
y continuado hasta este tiempo, en que por la gracia de Dios se ha aca­
bado : y habiéndoseme consultado y suplicado por el Conscio de Indias les
d' t r a, a“tondad,fuerza y virtud, cuanta necesitan las Leyes para ser
publicadas, cumplidas y ejecutadas como conviene: y porque asimismo es
conveniente que toda esta materia corra y tenga la última perfección por
el tribunal que le dio principio; por la presente ordeno y doy licencia v
facultad para que por cuenta y disposición de mi Consejo de las Indias
cualquier impresor de estos reinos pueda imprimir el libro de la dicha
Recopilación de leyes, incorporando en él las cédulas, provisiones, acuer-
os y despachos ^ue convengan y sean necesarios para el gobierno v ad-
mimstracion de justicia , guerra y hacienda, y todas las demas materias
que tocan y son de la jurisdicción y cuidado del dicho Consejo de Indias
y convenien es para e despacho de los negocios. Y mando que ningún
impresor, n, otra cualquier persona pueda imprimir ni vender la dicha
Recopilación sin particular licencia de los del dicho mi Conseio, al cual
se a oy, y concedo para que sin limitación de tiempo pueda hacer las
impresiones que le pareciere y tuviere por necesarias, y tenga á sn cui­
j i 0 el avio, distribución y recaudación de los libros Jue sfrepartieren
y beneficiaren en estos reinos y los de las Indias: y el impresor *6 nerso-
nas que sin dicha licencia imprimieren ó vendieren la dicha Recopilación
caigan e incurran en pena de quinientos ducados y los libros perdidos ñor
k primera vez, y por la segunda las mismas penas, y destierro de estos
Remos y de las Indias, donde se contraviniere á lo ordenado y mandado
por esta m, cédula Fecha en San Lorenzo á primero de l i X e de
mil seiscientos y ochenta y un anos.

YO EL R E Y .

Por mandado del R ey nuestro Señor:

Don Francisco Fernandez de Madrigal.


ii'i
QUE HAN

D o n Carlos, por la gracia de Dios Rey de C astilla, de León , de Ara-


gou, de las Dos-Sicilias, de Jerusalen , de Navarra , de Granada, de To-
*ed° ’ dc Valencia, de G alicia, de M allorca, de Sevilla, de Cerdeña,
de Córdoba , de Córcega , de Murcia , de J a én , de los A lgarves, de A i-
geera , de Gibraltar, de las.Islas de Canaria, d éla s Indias Orienta­
les y Occule,.tales, Islas y Tierra-firme del mar Océano; Archiduque
de Austria; Duque de Borgona, de Brabante y de M ilán; Conde de
A uspurg, d éT la n d es, de Ti,-ol y de Barcelona ; Señor de Vizcaya v
de MoUna , &c. A vos los Duques , Condes, Marqueses, Ricos lm-
m es, y a los Presidentes , Gobernadores , Gran Chanciller , y los de
nuestro Consejo de las Indias , y á los nuestros Vireves , Presidentes
L ° ldr ii® nuestras Audiencias Reales , Gobernadores , Corregido-
íc s , Alcaldes mayores y ordinarios, y otros nuestros Jueces y Justi­
cias, Contadores de Cuentas y Oficiales de nuestra Real Hacienda de es­
tos Remos y de la sL id ia s, Islas y Tierra-firme del Mar Océano, Prior
y Cónsules de los Consulados dé S evilla, Méjico v L im a, y á nuestros
SSSirV j1** * oí -e
S evilla, Generales, Almirantes, Cabos, y los demas Ministros y Oíi-
cia es de las Armadas, Flotas y Navios de la Carrera y navegación de las
Indias, y a cyalesquier otras personas á quien lo contenido en esta nuestra
I n d i« fG -y, f T 1H,e.dr Saí>'!.‘ 1 ’ 'I"1' dcsdtí el descubrimiento de nuestras
días Occidentales, Islas y 1 ierra-firme del Mar Océano, siendo el pri­
mero y mas principal cuidado de los señores Reyes nuestros gloriosos pro­
genitores y nuestro, dar leyes con que aquellos Reinos sean gobernados en
F y ^ JistMia se han despachado muchas Cédulas, Cartas, Provisio-’
i " 8,".2? ’-I,,StrT ÍOneS’ Aut0s dc 8obier"<b v "tros despachos,
que por la dilatación y distancia de unas Provincias á otras no han lie-
g a ao leía de nuestros vasallos, coa que se puede haber ocasionado
grande perjuicio al buen gobierno y derecho de las partes interesadas. Y
Nos deseando ocurrir á estos inconvenientes, y considerando que las ma­
terias son tan diversas, y los casos tantos y tan arduos, y que todo lo pro­
veído y acordado por Nos es justo que llegue á noticia de todos, para que
umversalmente sepan las leyes cpn que son gobernados, y deben guardar
en materias de gobierno, justicia, guerra, hacienda y las demas, y las
penas en que incurren los tranagresores: habiendo hecho reconocer con
mucha diligencia, y cuidado los libros de nuestras Secretarías, y todos
los despachos, que por haber pasado tanto tiempo, han .llegado á número
cscesivo, y visto que algunos libros y volúmenes impreso! y manuscritos,
en que no se halla la autoridad, deliberación, disposición, y claridad , que
requieren nuestras leyes reales, no son suficientes, ni conviene que por ellos
se tome resolución en ninguna materia y que los Señores lleyes nuestros
progenitores ordenaron y mandaron juntar por materias y decisiones claras
todo lo proveido, y determinado hasta sus tiempos, y especialmente los años
de mil yquinientos y cincuenta y dos, y mil y quinientos y sesenta, se dieron
diferentes despachos dirigidos á Don Luis de Velasco, nuestro Virey de la
Nueva España, á pedimento del Doctor Francisco Hernández de Licba-
na Fiscal de nuestro Consejo de Indias, encargándole que hiciese jun­
tar’las Cédulas, Provisiones, y capítulos de cartas concernientes á la bue­
na gobernación, y justicia que hubiese en nuestra Real Audiencia de Mé­
jico, y se pudiesen imprimir , el cual lo cometió al Licenciado Vasco de
1‘uga, Oidor de la misma audiencia, que juntó, é hizo imprimir un libro
de Cédulas el año de mil y quinientos y sesenta y tres: y habiendo pasado
D. Francisco de Toledo por Virey del Perú con Instrucción especial , pa­
ra que luego hiciese recopilar tocias las Cédulas que hallase, ordenó qne
se recopilase en un libro, con distinción de títulos y materias, obra que
no tuvo efecto por convenir se hiciese en estos reinos, donde el año de mil
y quinientos y setenta, el señoa Rey D. Felipe II mandó hacer declaración*
y recopilación de las leyes , y provisiones dadas para el buen gobierno de
las Indias, para que todas pudiesen ser sabidas y entendidas , quitando
las que ya no convenían , y proveyendo de nuevo las qne faltaban, decla­
rando y concertando las dudosas y repugnantes, distribuyéndolas por sus
títulos y materias comunes, de que solamente se pudo imprimir y publi­
car el título del Consejo y sus ordenanzas mandadas guardar y ejecutar
porCedulade veinte y cuatro de Setiembre de mil y quinientos y setenta y
lino: y por las grandes ocupaciones que han ocurrido en nuestro Consejo
de Indias, y suplir en alguna forma su falta, ordenó á Diego de Encinas,
Oficial de la Secretaría, que copiase las Provisiones, Cédulas, capítulos
de Ordenanzas, Instrucciones, y Cartas libradas, y despachadas en dife­
rentes tiempos , hasta el año de mil y quinientos y noventa y seis, de que
se formaron cuatro tomos impresos, que por no tener la disposición, y dis­
tribución necesaria, aun no han satisfecho el intento de recopilar en forma
conveniente. El año de mil y seiscientos y ocho, siendo Presidente del
Consejo el Conde de Lemus, se formó una Junta; y señaló Sala para que
los Licenciados Hernando Villagomez, y don Rodrigo de Aguiar y Acuña,
del mismo Consejo, prosiguiesen esta obra y determinasen sus dudas, los
cuales por el embarazo que causaba á las precisas obligaciones de sus pla­
zas , no pudieron proseguir; aunque el Licenciado don Fernando Carrillo
Presidente de é l, puso muy particular cuidado en que se efectuase y no lo
consiguió , por las mismas causas: y como era de tanta necesidad, é ímpor-
tan eia, se cometió ál Licenciado don'Rodrigo de Apiñar nnnU •
se con asistencia del Licenciado don Antonio de León
casa de Contratación de las Indias. ¥ el año d,. de !a
odio , entretanto que se daba fin á obra tan dilatada , y'pa'™ que^J t^viese
otreia de las resoluciones y decisiones contenidas en J l i , se ordenó v dis
puso el libro, que basta ahora ha corrido con título de Sumarios de la
Recopilación general de leyes. Por muerte de dicho don Rodrigo de Aeuiar
prosiguió el doctor don Juan de Solórzano Pereyra del m is t l k , , !

zaTez C ohnf' J V à , T -'iC' ? t0S T SCSenta cl ^ c o n d a d o Joseph Gon-


e z , Gobernador de e l, habiendo reconocido con todo el Consoh/ lo „ „ e
fiasta aquel tiempo se había adelantado, y con Nos consultado ' c .
don j £ 1 ° I8 rCl Gobcr,nad<í y licenciados don Antonio d^M onsalvc

í= sy ^ rsr
don Ii"811 i' S a !‘ tehc®s 5 don Antonio de Castro, don Juau de Corral v
asistie “ 8®id» .A lvarado > todf d«i d>dio nuestro Consejo de Indias, V» que
la casa de Cn .Ce“C,a<1° ‘ on Fernando Jiménez Paniagua , Juez Letrado^de

fuviese el fio 1 S.C10nase > ‘“terpomendo los medios necesarios, para que
Visto V L n s X 6 ,desean£ s’ y P ° ^ ue sa,8a con la autoridad que conviene

a ks ‘
=*?SaüíSa -^^ssiasrsñ:, t e a s
nucniaies, Islas y Iserra-ímne del Mar Oeearm
y sus viages, Armadas, v Navios „ i„ „J:
g
. n 0 ’ Wor.tc y Sup

cuten, y por ellas sean ^ te rm in a X s y


estos y aquellos reinos ocurrieron , 1>!e,t0s y ne8°«os , que en
c h a s ,'y ordenadas v n o ” .i a" ^ ue a}8ü»«s «can nuevamente he-
contrarias á ot r as’l j yes, , sea“.d!fe™at es, ó

= rsR,Í : ^
* v “ fra “ r ^ -
; ■ ' “ i “S « r » A » ,

guada, título primero, libro secundo de este ^ ** * 7 SC‘


en su fuerza« y vípor las fpdnKe j -Recopilación , y quedando
les Audiencias -m lo l l „„ r ’ y Ordenanzas dadas á nuestras Rea-
com ía y emende por él: y que asimismo haya otro w lá m én , y libro en
nuestro Archivo de Simancas, corregido, emendado, y firmado de los de
d mismo Consejo, y conferido, y cotejado con el , que lia de quedar en
¿1 que tenga la misma autoridad de registro , y m·'gmal·. que asi es nues­
tra voluntad. Dada en Madrid á diez y ocho de Mayo de mil y seiscien­
tos y ochenta anos»

YO EL R EY .
Por mandado del Rey nuestro Señor.

D. Joseph de Veytía Linage.

D. Vicente Gonzaga. D. Bernabé Oehoa. E l Conde de Canalejas.


de Ckinchetru.
D, Diego de Alvar ado*

Registrada. Por el Gran Chanciller.

D. Francisco de Solazar* J), Francisco de Salazar 9


«k Teniente»
^-Consiguiente al anuncio inserto en el Prospecto que di á luz en
dias pasados, manifestando mi resolución de hacer una nueva reim­
presión de las Leyes de Indias, tengo la satisfacción de presentar
al público el primer tomo de los cuatro, de que constará la misma,
y en él que como en los tres restantes he cumplido y cumpliré con
puntualidad la oferta que hice en aquel relativa al hermoso carác­
ter de la letra, á la buena calidad del papel, á la exacta corrección
de la ortografía, y al precio equitativo de k obra.
También he cuidado con la mayor escrupulosidad, que en cum­
plimiento de lo que igualmente ofrecí en dicho prospecto, se pon­
gan à las mismas leyes las notas comprensivas de las principales
reales resoluciones, posterioresásu promulgación, que las aclaran
alteran o derogan; y aunque es cierto , que la aprobación, ó cali­
ficación de au ten ticidad dispensada á la obra p o r el suprem o go­
bierno d é la R egencia P ro v isio n a l, está lim itada es elusivam ente
a l texto lite r a l de las L eyes, no por eso dichas notas deben confun­
dirse con las queconel nombre de glosas ó comentarios adornan éilus-
trana las colecciones de Leyes de otros Códigos, comoal de lasdePar-
tida las glosas de Gregorio López y al de las ¡Recopiladas las de
Alonso A ce vedo; pues semejantes trabajos por apreciables que sean
y por mas solidos que parezcan los fundamentos y razones en eme
descansan, nunca salen de la esfera de ser una obra de autores
privados, y sin otra autoridad que la que en semejante concepto
les compete; sucediendo lo contrario con las notas que se han
puesto a las Leyes de Indias, las que desde luego llegarán à tener
la nusrna autoridad y valor legal que éstas, si se procura verificar
la exactitud de las citas por medio del cotejo entre las mismas v
sus originales. Todos conocerán desde lu eg o , que semejante ope­
ración no es por cierto difícil, considerando que como en las notas
se señala la fecha del dia y año en que se expidió la real resolución
Y también la materia sobre que la misma se versa, no sera un tra­
bajo demasiado prolijo el ejecutar su confrontación con los ejem­
plares auténticos ó fehacientes que se encuentran de todas no so­
lo en los archivos de las secretarias del despacho y del estmguido
Consejo y Cámara de Indias, sino también en los de los gobiernos
superiores y tribunales de América, á quienes se han circulado
las mismas en su mayor parte. < ,
Si el público se dignà recibir con aprecio la reimpresión de es­
ta obra, me creeré recompensado de las fatigas y afanes de todo
género, que la misma me ha ocasionado, esperimentando al propio
tiempo el mas poderoso estímulo para continuar en ella sin levan­
tar mano hasta su conclusión, y para procurar por todos los me­
dios que esten á mi alcance, que la quinta edición de las Leyes de
Indias corresponda á la merecida celebridad que entre propios y
estraños ha logrado dicha obra, que es y será siempre un monu­
mento eterno de gloria para la España.

’iOfÚC,
LIBRO PRIMERO.
' —— t■■■—*■

TITULO PRIMERO.

D e la sa n ta f é católica.
L E Y P R IM E R A . sean castigados con las penas impuestas por de­
recho, según y en los casos que en él se con­
Exortacion á ía santa f é católica y como la (fabo tiene.
creer todo fie l cristiano. L E Y II.
Dios nuestro señor por su infinita misericor­ El emperador don Carlos en Granada a 17 de noviem­
dia y bondad se ha servido de darnos sin mereci­ bre de 1526. Y don Felipe IV nuestro señor en esta
mientos nuestros tan grande parte en el señorio recopilación.
de este mundo, que demas de juntar en nues­
Que en llegando los capitanes del Rey d cualquiera
tra real persona muchos y grandes reinos, qué provincia y descubrimiento de las Indias, hagan /«e-
nuestros gloriosos progenitores tuvieron, sien­ go declarar la santa fé á lo s indios.
do cada uno por si poderoso Rey y señor, ha
dilatado nuestra real corona en grandes pro­ Los señores Reyes nuestros progenitores
vincias, y tierras por Nos descubiertas, y se­ desde el descubrimiento de nuestras Indias
ñoreadas hacia las partes del Mediodía y Ponien­ Occidentales, islas y Tierra-firme del mar Océa­
te de estos nuestros reinos. Y teniéndonos por no., ordenaron y mandaron á nuestros capita­
mas obligado, que otro ningún príncipe del nes y oficiales, descubridores, pobladores y
mundo á procurar su servicio y la gloria de su otros cualesquier personas, que en llegando á
santo nom bre, y emplear todas las fuerzas y aquellas provincias procurasen luego dar á en­
poder que nos ha dado, en trabajar que sea co­ tender, por medio de los intérpretes, á los in­
nocido y adorado en todo el m undo, por ver­ dios y moradores, como los enviaron á ense­
dadero Dios, como lo es, y Criador de todo lo ñarles buenas costumbres, apartarlos de vicios
visible é invisible •, y deseando esta gloria de y comer carne humana, instruirlos en nuestra
nuestro Dios y señor, felizmente hemos conse­ santa fé católica y predicársela para su salva­
guido traer al gremio de la santa iglesia católi­ ción y atraerlos á nuestro señorio, porque fue­
ca romana las innumerables gentes y naciones sen tratados, favorecidos y defendíaos co­
que habitan las Indias Occidentales, islas y mo los otros nuestros súbditos y vasallos, y
Tierra-firme del mar Océano, y otras partes que los clérigos y religiosos les declarasen los
sujetas á nuestro dominio. Y para que todos misterios de nuestra santa fé católica: lo cual se
universalmente gocen el admirable beneficio de ha ejecutado con grande fruto y aprovecha­
la redención, por la sangre de Cristo nuestro miento espiritual de los naturales. Es nuestra
señor, rogamosy encargamos á los naturales de voluntad, que lo susodicho se guarde, cumpla
nuestras Indias, que no hubieren recibido la y egecute en todas las reducciones, que de aquí
santa fé, pues nuestro fin en prevenir y em- adelante se hicieren.
biarles maestros y predicadores, es el provecho
de su conversión y salvación, que los reciban y LEY III.
oigan benignamente, y den entero crédito á su
doctrina. Y mandamos á los naturales y espa­ Don Felipe IV en esta recopilación.
ñoles, y otros cnalésquier cristianos de diferen­
tes provincias ó naciones, estantes ó habitantes Que los ministros eclesiásticos ensenen primero dios
en los dichos nuestros reinos y señorios; islas y indios los articulos de nuestra santa j é católica.
Tierra-firme, que regenerados por el santo sa­
cramento del bautismo hubieren recibido la Piogamos y encargamos á los arzobispos,
santa fé, que firmemente crean y simplemen­ obispos, curas de almas y otros cualesquier mi­
te confiesen el misterio de la Santísima Trini­ nistros, predicadores ó maestros, á los cuales
dad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres perso­ por oficio, comisión ó facultad pertenece la en­
nas distintas y un solo Dios verdadero, los artí­ señanza de la doctrina cristiana, que tengan
culos de la santa fé y todo lo que tiene, ense­ muy particular cuidado y pongan cuanta dili­
ña y predica la santa madre iglesia católica ro­ gencia sea posible en predicar, enseñar y per-
mana ; y si con ánimo pertinaz y obstinado er­ suad ir á los Indios \ os artículos de nuestra san­
raren y fueren endurecidos en no tener y creer ta fé católica •, y atendiendo ¿ la capacidad de
lo que la santa madre iglesia tiene y enseña, \os naturales, se les repitan muchas veces, cuan­
TOMO I.
2 Libro i. Título i.
tas sean necesarias para que ios entiendan, se­ carán con los prelados de las iglesias de s«s
pan y confiesen, como los tiene predica y en­ distritos cada uno en el suyo, y nos enviarán
seña ia santa madre iglesia católica romana. relación de ello, y de lo que á todos pareciere
se debe proveer, para que visto su parecer man­
LEY IV . demos lo que convenga; y entre tanto los vire-
yes, con los oidores y prelados, proveerán lo
Don Felipe II en la ordenanza 144 de poblaciones, en conveniente; de forma , que por falta de doc­
el Bosque de Segovía á 13 de julio de 1575.
trina y ministros que la enseñen, los indios no
Que no queriendo los indios recibir de paz la sania reciban daño ni perjuicio en sus ánimas sobre
/ * . se use de los medio $ que por esta ley se mandan. lo cual pondrán toda la diligencia y cuidado que
de ellos se confia , con que descargamos nues­
Mandamos á nuestros gobernadores y pobla­ tra real conciencia, y encargamos la de ios mi­
dores, que en las partes y lugares donde los na­ nistros.
turales no quisieren recibir la doctrina cristia­ LEY VI.
na de paz-, tengan el orden siguiente en ia pre­
dicación, y enseñanza de nuestra santa fé. Con­ Don Felipe III en Madrid á 1 ° de junio de 16Í2.
ciértense con el cacique principal, que esta de
Que los vireyes , presidentes y gobernadores ayu­
paz y confina con los indios de guerra, que los den á desarraigar las idolatrías.
procure atraer i su tierra à divertirse, ó á otra
cosa semejante, y para entonces estén alli los pre Mandamos á nuestros vireyes, presiden­
dicadores con algunos españoles, ¿indios ami­ tes y gobernadores , que pongan mucho cuida­
gos secretamente, de manera que baya seguri­ do én procurar se desarraiguen las idolatrías
dad, y cuando sea tiempo se descubran à los que de entre los indios , dando para ello el favor y
fueren llamados; y á ellos juntos con los demas ayuda conveniente á los prelados, estado ecle­
por sus lenguas é intérpretes, comiencen à em­ siástico y religiones, pues esta es de las materias
señar la doctrina cristiana: y para que la oigan mas principales de gobierno y á que deben
con mas veneración y admiración, esten revesti­ acudir con mayor desvelo , como tan del ser­
dos á lo menos con albas ó sobrepellices y esto­ vicio de Nuestro Señor y nuestro , y bien de
las, y eon la santa cruz en las manos, y los cris­ las almas de los naturales.
tianos la oigan eon grandísimo acatamiento y ve­
neración, porque a su imitación los infieles se
aficionen á ser enseñados. Y si para causarles,
L E Y VIL
mas admiración y atención pareciere cosa con­ El emperador don Carlos en Valladolid á 26 de junio
veniente, podrán usar de música de cantores y de 1525 La emperatriz gobernadora alli á23 de agos­
ministriles, eon que conmuevan á los indios áse to de la58. El príncipe gobernador en Lérida a 8 de
juntar, y de otros medios para amansar, paci­ agosto de 1551.
ficar y persuadir á los que estuvieren de guer­
ra^ y aunque parezca que se pacifican, y pidan Que se derriben, y quiten los ídolos , y prohíba á
los indios comer carne humana.
que los predicadores vayan à su tierra sea con
resguardo y prevención, pidiéndoles á sus lujos Ordenamos y mandamos á nuestros vire-
para los .enseñar, y porque estén como en rehe­ yes, audiencias y gobernadores de las Indias,
nes en la tierra de los amigos, persuadiéndoles que en todas quellas provincias bagan derri­
que hagan primero iglesias, adonde los puedan bar y derriben, quitar y quiten ios ídolos,
ir á enseñar; y por este medio, y otros, que ares y a dora torios ue la gentilidad, y sus sa­
parecieren mas convenientes, se vayan siempre crificios; y prohíban espresamente eon graves
pacificando y doctrinando los naturales, sin penas à los indios idolatrar y comer carne hu­
que por ninguna via ni ocasión puedan recibir mana, aunque sea de los prisioneros y muer­
daño, pues todo lo que deseamos es su bien y tos en la gu erra, y hacer otras abominaciones
conversión. contra nuestra santa fe católica y toda razón
LE Y V. n atural, y haciendo lo contrario , los castiguen
Don Felipe II en Mouzon á 4 de octubre de 1563, y con mucho rigor.
á 4 de abril de 1568.
Que los indios sean bien instruidos en la santa f é
L E Y V III.
católica, y los vireyes , audiencias y gobernadores Don F elipe III en Madrid á 5 de octubre de 1607.
tengan de ello muy especial cuidado.
Qite los indios sean apartados ele sus falsos sacei'-
Mandamos y encargamos á nuestros vire- dotes idólatras.
yes, audiencias y gobernadores de nuestras In ­
dias, que tengan muy especial cuidado de la Porque conviene para servicio de Dios nues­
conversión y cristiandad de ios indios, y tro Señor, y bien espiritual de los indios, que
que sean bien doctrinados y enseñados en sean apartados de sus pueblos los falsos sacer­
las cosas de nuestra fé católica y ley evangé­ dotes de ídolos y hechiceros, y está preveni­
lic a , y que para esto se informen si hay m i­ do por el concilio celebrado en la ciudad de
nistros suficientes, que enseñen, bautizen y Lima de nuestros reinos del Peni el año de
administren los santos sacramentos á los que mil y quinientos y ochenta y tre s , por el da­
tuvieren habilidad y suficiencia para recibirlos; ño é impedimento que causan i la conversión
y si en esto hubiere alguna falta, loeom uni- de los naturales, rogamos y encargamos á lo?
De la santa fé católica.
prelados de nuestras Indias", que aparten de
la comunicación de los naturales á estos super- LEY XII.
ticiosos idólatras , y no los consientan vivir
«n unos misinos pueblos con los indios , cas­ vlSTfEu
vaii.Hiolid 30 <« C Vo
ar|0S de
noviembre e,mP r« triz
1537. Dongobernando
Felipe Ií en
en
tigándolos conforme à derecho. a ordenanza 81 de Audiencia*, en Toledo á 25 de mayo
de 1596.

LEY IX . Que en cada pueblo se señale hora en que los indios


y negros acudan d oir la doctrina cristiana.
Don Felipe III en S. Lorenzo á 16 de agosto 1614, Mandamos, que en cada uno de los pue­
blos de cristianos de nuestras Indias se señale
Qu<t los indios dogmatizadores sean reducidos y
puestos en conven tos. por el prelado hora determinada cada día, en
la cual se junten todos los indios , negros y
mulatos , asi esclavos como libres que hubiere
Rogamos y encargamos á los prelados de
nuestras Indias, que procuren por buenos y dentro de los pueblos, á oir la doctrinacris-
liana , y provean de personas que tengan cui­
eficaces medios apartar de entre los indios y
dado de se la enseñar, y obliguen á todos los
sus poblaciones , y reducciones, á los que son
vecinos de ellos á que envien sus indios, ne­
dogma tiza dores y enseña u la idolatría , y los
gros y mulatos á ia doctrina, sin los impedir
repartan en conventos de religiosos, donde
ni ocupar en otra cosa en aquella hora hasta
sean instruidos en nuestra santa fe católica, y
sirvan atenta su ed ad , de forma que no se que la hayan sabido , só la pena que les pare­
pierdan estas almas. Y mandamos á nuestros ciere. Y asimismo provean como los indios,
vireyes y gobernadores que Íes den todo el negros y mulatos que viven fuera de los pue­
favor y ayuda que hubieren menester, para blos en los días de trabajo, sean doctrinados
por la misma orden las fiestas, cuando vinieren
que cesen los inconvenientes, q u ed e lo con­ a los pueblos: y à todos los que viven en los
trario pueden resultar.
pueblos ó estancias fuera de población de cris­
tianos , den la forma que les pareciere v fue­
LEY X. re mas conveniente, para que sean también
Don Felipe II en S. Lorenzo á 1.* de junio de 157 L ensenados y haya persona en cada pueblo que
tenga cuidado de lo hacer. Y declaramos, que
Que en los repartimientos , lugares de indios y otras los que han de ir a la doctrina cada dia , son
partes , donde no hubiere beneficio , se ponga sa­ j o s indios , negros y mulatos que sirven en las
cerdote , conforme al patronazgo real que enseñe la casas ordinariamente sin salir al campo à tra-
doctrina cristiana. bajar-, y los que anduvieren al campo los do­
mingos y fiestas de guardar, y el tiempo que
Ordenamos á los prelados de nuestras In ­ ios han de ocuparen esto ha de ser una hora,
dias, que en los repartim ientos, lugares de
y no mas, !a cual sea la que menos impida
indios y otras parles de sus diócesis , donde al servicio de sus amos. *
no hubiere beneficio ni disposición para poner
clérigo ó religioso que administre los santos L E Y X III.
sacramentos y enseñe la doctrina cristiana,
nombren tres sacerdotes virtuosos y suficien­ S r lonTiCarf e ?”• iTo,ec,° á « <}e octubre
tes , y ios propongan á los vireyes, presiden­ ac 1o¿8. D. I clipe II en Madrid á 18 de octubre de 15 Í9
tes ó gobernadores , que en nuestro nombre Que ¿os esclavos , negros y mulatos sean instruidos
tuvieren el real patronazgo, para que elijan el en la santa J é católica como los indios.
u n o ; y si no hubiere mas de uno en virtud
de Ja presentación , le provean en la doctrina, Ordenamos y mandamos à todas las perso­
y bagan acudir con los emolumentos que se nas que tienen esclavos, negros y mulatos,
deben dar á los ministros de doctrina : y esta que ios envíen a la iglesia ó monasterio à la
provisión sea amovible ad nutum de nuestro hora que señalare el prelado , y alii Jes sea en­
vice-patron y el prelado. senada ia doctrina cristiana ; y ios arzobispos
y obispos de nuestra Indias tengan muy par-
ticular cuidado de su conversión y doctrina,
para que vivan cristianamente, y se pon 4
Don Felipe II en Tordesilias á 20 de junio de 1592. en ello la misma orden y cuidado que está
prevenido y encargado por las leyes de este
Que se ponga doctrina d los indios de obrages é in­ libro sobre la conversión y doctrina de ios i n ­
genios. ° dios*, de forma, que instruidos en nuestra
santa fé católica romana vivan en servicio
Otrosí ordenamos y mandamos, que si á de Dios nuestro Señor.
nuestros vireyes y gobernadores pareciere,
que los indios de obrajes de paños é ingenios L E Y X IV .
de azúcar no tienen doctrina , y que no es bas­
tante remedio acudir á otra por cercanía, ha­ E\ emperador don Carlos y el cardenal Tabera goberna­
llando que conviene ponérsela en forma, den dor en su nombre en Fuensalida á 5 de octubre de 15 11.
'den, que con parecer de su prelado se ha<*a Que no se impida d los indios el ir d misa los do­
cuenta de ios dueños de obrajes y eneo- mingos y fiestas.
"OS. J
Mandamos que ninguno sea osado à impedir
4 Libro i. Título i.
á los indios , aunque sean sus criados, el ir LEY XVII.
á las iglesias y monasterios á oir misa y apren­ El emperador don Carlos, y el principe don Felipe . g o ­
der la doctrina cristiana los domingos y fies­ bernador en Valladolid á 21 de setiembre de 1541. I El
tas de guardar, pena de doscientos mil mara­ cardenal gobernador en Fuensalida á 26 de octubre de
vedís , la mitad para nuestra cámara y fisco,
y la otra mitad para la fábrica de las dichas Que los indios, negros y mulatos no trabajen los
domingos y fiiestas de guardar.
iglesias.
LEY X V . Mandamos que los domingos y fiestas de
Don Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618. Orde­
guardar no trabajen los indios, ni los negros,
nanza 49. «i mulatos, y que se dé orden que oigan to­
dos misa y guarden las fiestas como los otros
Que quien tuviere indios infieles, los envíe cada ma- cristianos son obligados, y en ninguna ciudad,
villa ó lugar los ocupen en edificios ni obras
públicas, imponiendo los prelados y goberna­
Ordenamos que cualquiera persona que tu­ dores las penas que les pareciere convenir á los
viere en su casa y servicio indios infieles por indios, negros y mulatos, y á las demas perso­
jornales, ó por años , los envie todas las ma­ nas que se lo mandaren, lo cual se ha de en­
ñanas en tocando la campana á la iglesia donde tender y entienda en las fiestas que, según
se ensenare la doctrina , para que allí tengan nuestra santa madre iglesia, concilios provin­
una hora de asistencia ; y por ningún caso lo ciales ó sinodales de cada provincia, estuvieren
prohíban , pena de que á quien no lo cum­ sefxaladas por de precepto para los dichos in­
pliere se le quite el servicio del tal indio , y dios, negros y mulatos.
no se le permita servir , aunque sea con paga
muy aventajada: y demas de esto, pague cua­
tro pesos por cada dia que no lo cumpliere, LEY X V III.
la mitad para la cofradía de los indios , y la Don Felipe IÏ en Portalegre á 5 de marzo ele 1581. Y en
otra mitad para el juez que lo sentenciare. Madrid á 23 de junio de 1587.

Que d los indios que se bautizaren no se les corte el


LE Y X V I. cabello.
Don Felipe III en S. Lorenzo á 5 de setiembre de 1620. Por cuanto algunos mercaderes chinos lla­
mados sangleyes han poblado en la ciudad de
Que cuando los indios fiueren d misa las fiiestas, no
vayan las justicias d hacer averiguaciones con ellos Manila de"nuestras islas Filipinas, y habiendo
d las puertas de las iglesias. pedido el santo Bautismo y estando catequiza­
dos, los prelados les mandan cortar el eabello,
Mandamos que ningún ministro de nues­ de que liaeen grave sentimiento, porque vol­
tras justicias de cualquier parte de las Indias viendo á sus tierras padecen nota de infamia,
sea osado á i r , ni enviar á las iglesias á hacer y en algunas, si los hallan asi, los condenan u
averiguaciones con los indios cuando van las m uerte, y en otras provincias de nuestras In­
fiestas á oir misa, si deben alguna cosa, ó han dias tienen los indios por antiguo y venerable
dejado de servir ó cumplir con sus obligacio­ ornato el traer el cabello largo, y por afrenta
nes , pena de que la persona que contravinie­ y castigo que se lo manden eortar aunque sea
re , aunque lleve provisión particular de cual­ para bautizarlos. Y por los inconvenientes que
quiera ¿le nuestras audiencias, incurra en per­ de egeeutarse asi se podrían seguir en deservi­
dimiento del oficio que tuviere, siendo suyo, cio cíe Dios nuestro Señor y peligro de sus al­
y de la deuda que se debiere y fuere a averi­ mas: Encargamos à los prelados, que à los chi­
guar; y no lo siendo, en otro tanto valor, y nos é indios que se bautizaren no se les corte
que sea desterrado del lugar y provincia. el cabello y dejen á su voluntad el traerlo ó
dejarlo de tra e r, y los consuelen, animen y
Don Felipe IV en Madrid á 7 de diciembre de 1626. aficionen con prudencia á ser cristianos, tra­
tando, como saben que es necesario à tan nue­
Y porque cuando los dezmeros van á hacer vas y tiernas plantas para que vengan al verda­
las cobranzas á las casas y sementeras de los in­ dero conocimiento de nuestra santa fé católica
dios, proceden sin cuenta ni razón; perm iti­ y reciban el santo bautismo.
mos, que hallándose presentes los euras, doc­
trineros y caciques, se puedan hacer estos ajus­ LEY X IX .
tamientos y conciertos sobre diezmos con los
Don Felipe II en Madrid á 25 de noviembre de 1578.
indios á las puertas de las iglesias; de forma,
que sean relevados de estorsiones y molestias, Que se administre d los indios que tuvieren capad -
y que el tratar de sus causas en aquel tiempo dad el santísimo sacramento de la Eucaristía,
y lu g ar, sea por su mayor comodidad y menos
costa. Y maudamos, que en semejante tiempo Bogamos y encargamos à los arzobispos y
no puedan ser ni sean presos ni molestados, obispos de nuestras ludias, que provean en sus
ni se dé ocasión á que reusen por esto de ir á diócesis lo conveniente para que se adminis*^
la iglesia á oir misa y á los divinos oficios, so á los indios que tuvieren capad dad el san /
las penas can tenidas en esta nuestra ley. mo sacramento de la Eucaristía. ' V ':;' '
De la santa fe católica. 5
LEY XX . fue servido de expedir á nuestra instancia un
Breve, dado en Roma a veinte y ocho de abril
Don Felipe HI en Valladolid d 30 do julio de 1604. del año de ni i 1 seiscientos y nueve, para que
los indios puedan ganar los jubileos ó indulgen­
Que los prelados hagan poner el Santísimo Sacra­ cias con solo el santo sacramento de la confe­
mento en las iglesias de indios , y que se les admi­ sión. Rogamos y encargamos a los prelados,
nistre por friático.
que le bagan publicar y dar á entender à los
Encargamos a los prelados de nuestras In ­ indios,
dias, que informados de los curas doctrineros L E Y X X IV ,
de sus diócesis, hallando que conviene poner Don Felipa IV en Madrid à 10 de mayo de 1¡643.
el Santísimo Sacramento en las iglesias de los
indios, y que estará con la decencia y culto Que se celebre cada año el patrocinio de la y ir gen
debidos, den las órdenes necesarias para que Santísima nuestra Señora en las in d ia s , con la
asi se haga, y á los indios se les administre por fiesta y novenario que $e ordena.
Viático cuando tuvieren necesidad de tanto En reconocimiento de las grandes mercedes
bien y consuelo espiritual. y particulares favores que recibimos de la San­
tísima Virgen María nuestra Señora, hemos
L E Y X X I. ofrecido todos nuestros reinos á su patrocinio y
Don Felipe III en Madrid á 4 de febrero de 1619. protección, señalando un dia en cada un año
para que en todas las ciudades, villas y lugares
Que cada jueves se celebre una misa del Santísimo
Sacramento . de ellos, se bagan novenarios, y cada dia se ce­
lebre misa solemne con sermón y la mayor fes­
Rogamos y encargamos á los prelados de tividad que sea posible, asistiendo nuestros vi-
nuestras Indias, que todos los jueves del año reyes y audiencias, gobernadores y ministros,
celebren en las iglesias catedrales de sus dió­ por lo menos un dia del novenario, y hacién­
cesis una misa del Santísimo Sacramento con dose procesiones generales con las imágenes de
la m ajor solemnidad que sea posible, para mayor devoción. Mandamos á los vireyes, pre­
que renovándose continuamente la memoria sidentes, gobernadores, corregidores y alcaldes
de este divino Misterio crezca la devoción de mayores de nuestras Indias, que cada uno en
los fíeles. en su distrito, ciudad, villa ó lugar, partipán-
LEY X X II. dolo al arzobispo, obispo ó vicario, celebren
fiesta todos los años el domingo segundo del
Don Felipe IY en Barbastro á 1.* de febrero de 1626 mes de noviembre á la Virgen Santísima nues­
tra Señora, con título de patrona y protectora
Que en cada un año se celebre fiesta al Santísimo como se hace en estos nuestros reinos: y el pri­
Sacramento en las iglesias de las Indias d veinte y mer año por nueve dias continuos, y los demas
nueve de noviembre en hacimiento de gracias por
haber llegado d salvamento los galeones y flota el con solo vísperas, misa y sermón con la mayor
año de 1625. solemnidad que sea posible, asistiendo por lo
menos un dia dei novenario nuestros vireyes,
Por las singulares mercedes que esta mo­ audiencias, tribunales y ministros. Y rogamos
narquía recibe de Dios nuestro Señor, y su es­ y encargamos á los prelados, que exorten al
pecial misericordia en haber llegado á estos pueblo á piedad y devoción, procurando evitar
reinos libre* de tantos mares y enemigos los los escándalos y pecados públicos: y los vireyes
galeones de la armada real de las Indias y flota y presidentes den las órdenes que convengan á
•de Nueva España el año de mil seiscientos y los gobernadores, corregidores y otras justicias
veinte y cinco, hallándonos obligado á dar de sus distritos, para que asi lo guarden y cum­
continuas gracias á Dios nuestro Señor y pro­ plan precisa y puntualmente.
curar su santo servicio. Mandamos á los vire-
yes, audiencias y gobernadores de nuestras In­
dias, que celebren en cada un año á veinte y LEY XXV.
nueve de noviembre perpetuamente con toda Don Felipe IV en esta llec.opilacion. V<$ase la 1. 2. tit. 8
solemnidad una fiesta al Santísimo Sacramen­ lib. 1.
to. Y encargamos à los arzobispos, obispos y
Que prohibe jurar el nombre de Dios en vano , sá
provinciales de las órdenes Jo hagan egecutar las penas en ella contenidas.
asi en sus diócesis y conventos, procurando se
cumpla puntualísimámente por lo que les toca En todos nuestros reinos y provincias de las
esta solemnidad, y todos pongan mucho cui­ Indias, islas y Tierra-fírme dei mar Océano se
dado en la reformación de los vicios y pecados guarde cumpla y egecute con especial cuidado
públicos. la ley 10, tit, 1.°, lib. I.° de la Recopilación
L E Y X X III. de estos reinos, que prohibe jurar el santo nom­
bre de Dios en vano*, según y en la forma que
Don Felipe XII en Madrid á 12 de octubre de 1613. en ella se contiene. Y porque en delito tan
Que se publique el Breve para que los indios ganen grave se ponga todo el remedio necesario, y
ios jubileos con solo el santo .sacramento de la con- nuestras justicias procedan á su castigo sin al­
'i. fe s ion. guna duda ni interpretación. Mandamos, que
(4;v t ninguna persona de cualcpiier estado y calidad
vestro muy santo padre Paulo quinto, que sea, jure el nombre de Dios en vano en
oyio I. a
G Libro í. Título i*
ninguna ocasión ni para ningún efecto, ja q u e l j abominable delito dé oficio ó por querella,
se diga y tenga por juramento en vano que se llegando el juramento á tener calidad, no gocen
hiciere sin necesidad. Y declaramos que solo de ningnn privilegio cuanto al fuero j jurisdic­
quedan permitidos los juramentos, hechos en ción por especial y particular que sea ; j en
juicio ó para valor de algun contrato ú otra cuanto á lo susodicho, queden sujetos á la jus­
disposición, y todos los demás absolutamente ticia ordinaria y por ella j su mano sean casti­
los prohibimos ; y cualquiera persona que lo gados, y no puedan formar competencia ni ad-
contrario luciere, incurra p o rta primera ve* mitirse en cuanto á este delito y pena. Y roga­
en pena de diez dias de cárcel y veinte mil mos v encargamos á los arzobispos j obispos j
maravedís; y por la segunda, en treinta dias prelados de las religiones, que den cuenta á los
de cárcel y cuarenta mil maravedís; y por la vireyes y audiencias de sus distritos, de los ca­
tercera, demas de la dicha pena, en cuatro sos particulares que sucedieren y personas que
años de destierro de la ciudad , villa ó lugar contravinieren á esta prohibición, y fueren no­
donde viviere y cinco leguas, y la pena de des­ tados ó dieren escándalo con este pecado, para
tierro se pueda conmutar en servicio de presi­ que los vireyes y audiencias egecuten las penas
dio por et mismo tiempo, ó de galeras según procediendo unos y otros con todo secreto ; y
la calidad de la persona y circunstancias del los curas y doctrineros den cuenta á las justi­
caso ; y cuando el reo no tuviere bienes para cias de la ciudad, villa ó lugar, de todo lo que
pagar la pena pecuniaria que aplicamos por ter. hubiere digno de remedio y castigo con el mis­
cías partes, cám ara, juez y denunciador, se mo secreto, y si fueran omiso# en castigarlo, la
conmute en otra pena correspondiente al delito, den á los vireyes, presidentes y audiencias rea­
y no se pueda moderar, ni hacer remisión de les, para que cotí el rigor que conviene proce-
alguna de ellas y reservamos á nuestras justi­ dan contra unos y otros.
cias el poder imponer otras, con que no sean
menores que las espresadas y con que antes de L E Y X X V I.
la egccuciou den cuenta á la audiencias reales
j salas de alcaldes de el distrito, para que con Don Felipe IY en esta Recopilación.
su noticia y aprobación se puedan egecutar y
Que los vireyes y ministros y lodos los f t l e s cris»
en todos estos casos se pueda proceder de oficio, Hunos, acompañen al Santísimo Sacramento del Caer»
j en las residencias se haga cargo á los gober­ po de Cristo nuestro Señor y le hagan reverencia-,
nadores , corregidos y otras justicias, de la omi­ y la pena en que incurren los cristianos é infieles
sión que hubieren tenido en la egecucion de que no ¿o hicieren.
esta le j, y en las sentencias se les ha de impo-
poner culpa grave, y la pena correspondiente Los vireyes, oidores, gobernadores y otros
al delito, y de esto se ponga cláusula en los tí­ ministros de cualquier dignidad ó grado, y to­
tulos de gobernadores, corregidores jo tra s jus­ dos los demás cristianos que vieren pasar por la
ticias que se despacharen. calle al Santísimo Sacramento, son obligados á
En las inquisiciones, colegios j demas co­ arrodillarse en tierra á hacerlo reverencia y es­
munidades de estatuto á la pregunta de costum­ tar asi hasta que el sacerdote haya pasado y
bres, se añada la de la nota de este vicio j se acompañarle hasta la iglesia donde salió; y no
pregunte á los testigos, y hallándose notado dél se escusen por lodo, ni polvo, ni otra causa al­
el pretendiente, es nuestra voluntad que no guna, y ei que no lo hiciere, pague seiscien­
consiga el intento ni otro honor, declarándose, tos maravedís de pena; las dos partes para los
que le pierde por este defecto, para que en lo clérigos que fueren con nuestro Señor, y la
demas no se haga perjuicio á la familia. tercera para la justicia que lo egecutare, y los
En el consejo de cámara j junta de guerra indios infieles se arrodillen en tierra como los
de Indias, no se nos pueda proponer ni consul­ cristianos; y el que lo contrario hiciere, pueda
tar para uinguu oficio político ni m ilitar, per­ ser llevado ante la justicia del lugar por cual­
sona que esto notada deste pecado; porque nues­ quiera persona, y si se lo probare con dos tes­
tro ánimo no es hacer merced ni servirnos en tigos, la justicia le corrija con pena arbitraria
ninguna ocupación do los que faltaren ó contra- según la capacidad del indio, y esto se entien­
vinieren á este mandamiento, y es presa miente da con los que tuvieren mas de catorce años.
declaramos, que junto con perder nuestra gra­
cia, incurra en nuestra indignación. LEY X X V II.
Eos generales, almirantes, capitanes, j los
demás ministros y gobernadores de nuestras ar­ D. Felipe ÏY en esta Recopilación.
madas j egéreitos, égecnten estas penas sin omi-
síon ni tolerancia alguna en la gente de mar y Que ninguno haga figura de la Santa Cruz, ni de
guerra de los galeones y ilotas de Indias, j Sant» ni Santa, donde se pueda pisar.
en ios detnas navios de aquel viage que nave­
gan con licencia nuestra en los mares de Norte Ninguno baga figura de la Santa Cruz, Santo
y S u r, por ei tiempo que estuvieren á sus ór­ ni Santa en sepultura, tapete, manta ni otra co­
denes j debajo de sus banderas. sa en lugar donde se pueda pisar, pena de cien­
Los caballeros de las órdenes militares, j to cincuenta maravedís, que se repartan por ter-aí
ministros titulados ó familiares del Santo Ofi­ cías partes, iglesia, acusador, ciudad ó villa do/st t
cio, hombres de armas y guardas de los vire- de esto sucediere; y el que ahora tuviere cr¿p /
yes, siendo acusados ó procesados por este vil hechas en algunos paños ú otras cosas, la .os ;.
De la 'santa fe católica.
o ponga en lugar dónde no sé puedan pisar •, y Qwe los inquisidores en proceder contra indios
si no ío hiciere, incurra en dicha pena. Y en­ guarden sus instrucciones, ley 17, tit. 19,
cargamos á los prelados, que manden quitar de este libro. ‘ 9
las cruces que estuvieren hechas en las iglesias Que los que recibieren grados mayores hagan
y otros lugares sagrados, donde se puedan pi­ la profesión de la f e , ley ¿U. 22 de este
sar ♦, y si estuvieren en lugares no sagrados, las libro.
quíten nuestras justicias reales. Que los prelados, audiencias y oficiales rea­
les reconozcan y recojan los libros prohibi­
LEY X X V III. dos conforme d los espurgalorios de la santa
D. Felipe IV en esta recopilación. inquisición, ley 7 , tit. 24 de este libro.
Que se 1 ecojan los libros de hereges é impida
Que todofie l cristiano en peligro de muerte, confie- su comunicación, ley 14 , tit. 24 de este
se y reciba el Santísimo Sacramento. libro.
Que el principal cuidado de el Consejo sea la
Todo fiel cristiano estando en peligro de conversión de los indios y poner ministros
m uerte, confíese devotamente sus pecados y re- suficientes, ley 8 , tit. 2 , lib. 2 .
ciha el Santísimo Sacramento de la Eucaristia, Que en los presidios se asienten por soldados
según lo dispone nuestra santa madre iglesia, d cuatro chirimías que acompañen <il Santí­
pena de la mitad de ios bienes del que muriere simo Sacramento , ley 17, tit. 10, ¿ib. 3 .
sin confesión y comunión pudiéndolo hacer, Que ios corregidores y justicias hagan trabajar
que aplicamos á nuestra cámara ; pero si murie­ d ios indiosf y que acudan d la iglesia, ley 23,
re por alg.un caso en que no pueda confesar y t i t • 2 , hb. 5.
comulgar, no incurra en pena alguna. ’ > ' '

D e la s ig lesia s ca tedrales y p a r r o q u ia le s , y de sus erecciones


y fundaciones.

LEY L están fundadas y de las que pareciere conve­


niente fundar para que los indios que han re­
f 1 e/íU^radoi- don Carlos en Monzon á 2 de agosto
j a c-io’ ^ m‘s!no en Toledo ;í 10 de noviembre
cibido la santa fe católica sean enseñados y doc­
•de 1528. Don Felipe H en S. Lorenzo à 10 de junio i ti inados como conviene, y los que hoy perse-
>d-e Y don Felipe IV en esta Reoopílaciou. Véa­ veian en su gentilidad, reducidos y converti­
se con las leyes 1 tít. 3 , y 2 tít. 6 de este libro. dos à Dios nuestro Señor.
Que los virey es , presidentes y gobernadores in­
form en sobre las iglesias fundadas en las Indias y
de ¿as que conviniere fundar para la doctrina y
conversión de los naturales. El príncipe don Felipe gobernador de estos reinos
en Monzon a 28 de agosto de 1552. Y don Felipe IV
Porque los señores Reyes nuestros progeni­ en esta Recopilación.
tores desde el descubrimiento de las Indias oc­
cidentales ordenaron y mandaron que en aque­ Que para lafábrica de las iglesias catedrales se haza
llas provincias se edificasen iglesias donde ofre* I / epartimienlo como esta ley dispone.
cer sacrificio a Dios nuestro Señor y alabar su j
Habienaose fabricado todas las iglesias ca­
Santo Nombre, y propusieron à los Sumos
tedrales y parroquiales de españoleé y natu­
Pontífices que se erigiesen catedrales y metro­
rales de nuestras Indias desde su descubri­
politanas, las cuales sé erigieron y fundaron,
dando para sus fábricas, dote, ornato y servi­ miento á cosía y espensas de nuestra real ha­
cienda, y aplicado para su servicio y dote la
cio del culto divino, gran parte de nuestra
parte de los diezmos que nos pertenecen por
real hacienda, corno patronos de todas las
concesiones apostólicas, según la división por
iglesias metropolitanas, catedrales, colegiales,
abaciales y todos los demas lugares píos, arzo- fsos hecha. Es nuestra voluntad y mandamos,
que de aquí adelante y cuando á Nos pareciere
bispados, obispados, abadías, prebendas, be­
neficios y oficios eclesiásticos, según y en la iiecesario que se fabriquen iglesias para cate­
drales, se edifiquen en forma conveniente, v
' ^1Ina,,<Jue Stí contiene en las bulas y breves y la costa que se hiciere en la obra y edificio
-tolicosy leyes de nuestro patronazgo real,
se reparta por tercias partes: la una contribu­
amos y mandarnos à los vireyes, presi-
ya nuestra real hacienda : la otra los indios del
(•ryober na dores de nuestras Indias que
arzobispado lí obispado: y la otra los vecinos
' Y den cueuta de las iglesias que 1
encomenderos que tuvieren pueblos encomen-
8 Libro i. Título n.
dados en la diócesi, y por la parte que à Nos LEY V.
cupiere de los pueblos cujas encomiendas es­
tuvieren incorporadas en nuestra real Corona, Don Felipe III en Valladolid en cédula de i . 9 de
abril de l6 0 4 .
Nos contribuyamos como cada uno de los di­
chos encomenderos: y si en la dicha diócesi Que la tercia parte que se manda dar de la real ha­
vivieren españoles que no tengan encomiendas cienda para la fábrica de las iglesias se entienda
de indios, también se les reparta alguna can­ por la primera vez.
tidad, atenta la calidad de sus personas y ha­ Porque está ordenado que para el edificio
ciendas, pues también ellos tienen obligación de las iglesias donde hubiere necesidad de ha­
al edificio de la iglesia catedral, y lo que á es­ cerlas se acuda con la tercia parte de la costa
tos se repartiere se descargara de las partes de nuestra real hacienda, y somos informado
que cupieren à los indios y á los encomende­ que muchas veces sucede, que despues de he­
ros, y el repartimiento se haga de lo que fal­ chas y fabricadas y habiéndose acudido con la
tare sobre lo que hubiere valido la parte que parte concedida por Nos, las derriban los en-
de las sede vacantes hubiéremos hecho merced comenderos d otras personas para alargarlas o
y limosna para el edificio de las iglesias, y asi­ mudarlas, y se vuelve á pedir no debiéndose
mismo sobre lo que valieren las partes que dar mas que una vez. Declaramos y manda­
conforme á la erección estuvieren aplicadas mos que la contribución que de la tercia par­
para la fábrica , y cualesquier otras mandas te se ha de hacer de nuestra real hacienda
particulares que se hayan hecho é hicieren para este efecto, se ha de entender por la
para ello. ( 1) primera vez y no mas, si Nos avisados ue ello
LEY III. no proveyéremos otra cosa.
Don Felipe II en Madrid á 8 de diciembre de 1588.
Y don Felipe IV en esta Recopilación. L E Y V I.
Que las iglesias parroquiales se edifiquen d costa del
lic y , vecinos ¿ indios. El emperador don Carlos eu Monzon a 2 de agosto
de 1553. Don Felipe l i á 11 de junio de 1594. T don
Las iglesias parroquiales que se hicieren en Felipe IV en esta Recopilaciou.
pueblos de españoles sean de edificio durable Que en las cabeceras de los pueblos de indios se edi­
y decente, y la costa que en ellas se hiciere se fiquen iglesias d costa de los tributos.
reparta y pague por tercias partes: la una de
nuestra hacienda real: la otra á costa de los Mandamos à nuestros vireyes, presidentes
vecinos encomenderos de indios de la parte y gobernadores, que guardando la forma que
donde se edificaren : y la otra de los indios se les da por la ley primera de este título,
que hubiere en ella y su comarca: y si en los tengan mucho cuidado de que en las cabece­
términos de la ciudad., villa ó lugar estuvieren ras de todos los pueblos de indios, asi los que
incorporados algunos indios en nuestra real Co­ están incorporados en nuestra real Corona
rona, mandamos que también se contribuya como los encomendados à otras cualesquier
por nuestra parte con lo mismo que contribu­ personas, se'edifiquen iglesias donde sean doc­
yeren los vecinos encomenderos respectiva­ trinados y se les administren los Santos Sa­
m ente, y á los vecinos que no tuvieren indios cramentos, y para esto se aparte de los tri­
también se les reparta alguna cantidad para el butos que los indios hubieren de dar á Nos y
dicho efecto conforme á la calidad de sus perso­ á sus encomenderos cada año lo que fuere n e­
nas y haciendas, y lo que á estos se repartiere cesario, basta que las iglesias estén acabadas,
se descuente d éla parte que tocare pagará los con que no esceda de la cuarta parte de los
indios. ( 2 ) dichos tributos, y esta cantidad se entregue á
personas legas nombradas por los obispos, para
que la gasten en hacer las iglesias á vista y pa­
La princesa d iña Juana gobernadora de estos reinos recer, y con licencia de los dichos prelados; y
en V a l l a d o l i d , cédula de id de abril de 1559. Y don
Felipe IV en esta Recopilación. nuestros vireyes, presidentes y gobernadores
tomen las cuentas de lo que se gastare y de
Que la parle, que han de contribuir los vecinos con­ las iglesias que se hicieren, y nos envien re­
forme d la ley antecedente ha de ser para las igle­
sias donde reciben los Santos Sacramentos. lación de todo. ( 1)
Declaramos y mandamos que lá parte con LEY V IL
que han de contribuir los vecinos encomen­
Don Felipe II en Madrid á 12 de diciembre de 1587.
deros para fábrica délas iglesias parroquiales, Don Felipe III á 16 de noviembre de 1598.
se ha de entender con los vecinos y morado­
res encomenderos de cada pueblo, siendo par­ Que d las iglesias que se hicieren en pueblos de in­
roquianos y recibiendo en las iglesias que se dios se les dé por una vez un ornamento, edliz con
tratan de fabricar ios Santos Sacramentos, y patena , jr campana.
no en otra forma. Mandamos á los oficiales de nuestra real
hacienda, que con parecer del Gobierne1
( 1) Cédula Je 2G de abril de 1703 sobre poblaciones
de Cbilc.
(2) Cédala de 1 de agosto de 17.5Gá pedimento del
ema de Quillota; vease la ley 18 tit. Í3 de este lib. y la (1) Cédul i dada en Madrid à 26 de abdP
23 lit. 16 del mismo. fy1. 228, lit. 2, *°c-
De las iglesias catedrales y parroquiales. 9
prelado de la provincia, de cualesquier ma­ pertenece á las fábricas de iglesias, se entre­
ravedís nuestros que sean á su cargo provean gue á sus mayordomos para que la gasten en
á cada una de las iglesias que se hicieren en cosas necesarias á las dichas iglesias con pare­
pueblos de indios, puestos en nuestra real Co­ cer de los prelados y cabildos por libranzas su­
rona y encomendados à personas particulares, yas y no de otra manera. Y rogamos y encar­
dé un ornamento, un cáliz con patena para ce­ gamos á los arzobispos y obispos que no se en­
lebrar el santo sacrificio de la Misa, y una trometan encobrarla ni gastarla, y guarden
campana por una vez al tiempo que la iglesia las erecciones. (5)
se fundare. (4)
LEY X II.
L E Y V IH . El emperador don Carlos y el cardenal gobernador
Don Felipe 11 en el Pardo á 2 i de noviembre de 1590. en Talavera á 14 de marzo de 1541.
Y don Felipe IV en esta Recopilación. Que las tres misas que en cada iglesia catedral se
Que los prelados envíen al Consejo dos copias de las dicen por los Beyes, sean cantadas.
erecciones de sus iglesias.
Declaramos, que las tres misas que por las
Encargamos á los arzobispos, obispos y erecciones de las iglesias de las Indias se man­
abades de todas las iglesias de nuestras ludias dan decir los primeros viernes de cada mes
que ahora estuvieren erigidas y despues se eri­ por Nos y por los Reyes que despues de Nos
gieren, que hagan sacar dos copias auténticas vinieren y por nuestros antepasados, y los sá­
de las erecciones de sus iglesias, con los bre­ bados por nuestra salud y prosperidad del Es­
ves y bulas apostólicas en cuya virtud se hu­ tado real, y los lunes por tas ánimas <lel pur­
bieren hecho ó hicieren, y asimismo de la di­ gatorio, se hayan de decir cantadas.
visión y términos de sus diócesis y declaracio­
nes que sobre ellos y sobre las erecciones hasta LEY X III.
entonces hubiere hechas por Nos ó por quien Don Felipe IV eu Madrid à 7 de diciembre de 1625.
para ello tuviere derecho y facultad, y todo
Que se guarden las erecciones de las iglesias.
nos lo envíen por dos vías al nuestro consejo
de las Indias, para que en él se tenga la noti­ Por cuanto á instancia y suplicación de los
cia que conviene y es necesaria al buen gobier-^ señores Reyes nuestros progenitores y nuestra,
no de las Indias. Y mandamos á nuestros vi- ha dado su Santidad bulas y breves apostóli­
reyes y audiencias que cuiden de la egecueion cos para erigir iglesias catedrales y metropo­
y cumplimiento de esta ley. litanas en nuestras Indias, y en su egecueion
se han otorgado las escrituras de sus ereccio­
L E Y IX . nes, las cuales están por Nos confirmadas y
Don Felipe II en Córdoba á 19 de marzo de 1570, aprobadas. Ordenamos y mandamos à los pre­
Que los prelados en la distribución de los diezmos lados, arzobispos, obispos, cabildos y sede
guarden las erecciones de sus iglesias, y los vireyes vacantes, que hagan guardar y egecutar, y
les den el favor necesario. guarden y egecuten las erecciones de sus igle­
Rogamos y encargamos à los prelados de sias en la forma que estuvieren hechas y apro­
las iglesias de nuestras Indias que en la distri­ badas, y no las alteren ni muden en parte al­
bución de los diezmos guarden y hagan guar­ guna; y à nuestros vireyes y audiencias reales,
dar lo que se dispone y ordena en las ereccio­ que asi lo hagan cumplir y egecutar, dando
nes de sus iglesias aprobadas por Nos, sin es- las órdenes y librando las provisiones necesarias.
ceder en manera alguna, y los vireyes les den L E Y X IV .
el favor necesario para que lo egecuten.
El emperador don Carlos y el cardenal G. en Madrid
LE Y X . á 11 de junio de 1540. Don Felipe II en la ordenan­
za 55 de audiencias , en Monzon de Aragón a 4 de
Don Felipe III en Madrid á 16 de abril de 1618. octubre de 1565. Don Felipe III, en Madrid a 18 de
Que las erecciones de iglesias se entienda que co­ enero de 1620. Don Fe'ipe IV en esta recopilación.
mienzandesde el dia de la división. Véase con la ley 55 tít 7 de este lib.

Declaramos, que las erecciones de las igle­ Que los prelados de las Indias, dén cuenta al conse­
jo sobre dudas de las erecciones de mis iglesias en la
sias metropolitanas y catedrales se entiendan form a que se ordena, y los vireyes , presidentes y
desde el dia que tuviere efecto la división que audiencias lo resuelvan por ahora , y en las presen­
se mandare hacer de los distritos y diócesis de taciones al Patronazgo.
los arzobispados y obispados y estuvieren se­ Porque algunos prelados eclesiásticos de
ñalados y divididos. nuestras Indias escediendo de la facultad que
L E Y X I. por las erecciones de sus iglesias se les concede,
resuelven muchas cosas contra nuestro real pa­
Don Felipe II y la princesa gobernadora en Valla­
dolid á 16 de abiil de 1559.
tronazgo, y nunca fue nuestra intención per­
mitirles que pudiesen resolver ni disponer con­
Que la parte de los diezmos que pertenece ti las f á ­ tra él en todo ni en parte alguna. Ordenamos
bricas de iglesias se gaste conforme á esta le y , y
los prelados guarden las erecciones. y mandamos, que en las erecciones que estu*
Mandamos, que la parte de diezmos que (5) Por ccd. de 17 de julio de 97 está mandado que
estos libramientos se den en catedrales por dos diputados
que nombren el prelado y cabildo para facilitarlos, y que
(4) Concuerda la 1. 5 , tit. 3 de este lib. en las parroquias los dé el cura,
TOMO I. 3
10 labro i. Título xx.
vieren hechas y se hicieren de aquí adelante, LEY XVII.
se ponga cláusula de que cuando se ofreciere que Don Felipe III en san Lorenzo, á i de setiembre
enmendar, am pliar, corregir, establecer de de 1615.
nuevo ó declarar , los prelados nos lo avisen en
Que las cantidades procedidas de mercedes en va­
nuestro real consejo de indias: y si la materia cantes y novenos, se gasten como se ordena.
fuere tal que pueda tener peligro en la tardan­
za , la resuelvan por ahora nuestros vire ves, Mandamos à los vireyes y presidentes , y
presidentes y audencias, y esto se egeeute con rogamos y encargamos á los prelados de nues­
calidad de que en la primera ocasión den cuen­ tras Indias , que cuando Nos hiciéremos.-mer­
ta ai Consejo : y si dentro de tres años no se ced de alguna parte de las vacantes y novenos
aprobare lo que los vi reyes , presidentes y au­ á Jas iglesias, se gaste y distribuya con sus pa­
diencias hubieren resuelto y ejecutado , no se receres é intervención en cosas que pertenez­
continúe en la ejecución , y se suspenda lo re­ can al servicio y culto divino , y en lo mas
suelto , hasta que Nos proveamos io que con­ forzoso y necesario á las iglesias. Y para que
venga , y si se ofreciere duda sobre las colacio­ se baga con toda justificación , no salga el di­
nes que el prelado ha de hacer á los por Nos ó nero de poder de los oficiales reales sin sabidu­
por nuestros ministros presentados, ios vireyes, ría y libramiento del virey 6 presidente , los
presidentes y Gobernadores usen de la facultad, cuales provean se Jes dé cuenta muy puntual
que según las leyes de nuestro patronazgo les d élo gastado, que asi es nuestra voluntad. ( 6 )
concedemos.
LE Y X V III.
LEY XV. Don Felipe IV en Madrid á 1 de agosto de 1653.
Don Felipe IV en Madrid á 50 de noviembre de .1651, Que de bienes de iglesias no se hagan gastos en re*
Que. los vireyes y prelados , tengan cuidado de que cibirnientos.
se acaben las iglesias catedrales comenzadas y cien Ordenamos que no se hagan gastos en re­
cuenta al consejo.
cibimientos de vireyes , arzobispos ni obispos
Conviene que las Iglesias catedrales y m e­ de los bienes de fábricas, ni de los comunes de
tropolitanas de las Indias se acaben de fabricar las iglesias. Y mandamos y encargamos à los
y poner en toda perfección para aumento, de­ vireyes y prelados, que en ninguna manera
cencia y servicio del cuito divino. Y rogamos lo consientan. (7)
y encargamos à los prelados de nuestras Indias,
que tengan mucho cuidado de que se acaben y LE Y X IX .
perfeccionen con la mayor brevedad que sea El emperador don C arlos, en Toledo i» 3 de abril
de 1534.
posible las que no estuvieren acabadas, pues
osle cuidado es tan propio de su obligación. Y Que los indios edifiquen casas para los clérigos , y
mandamos á los vireyes y presidentes de nues­ queden anexas d las iglesias.
tras reales audiencias, que pongan en esto par­ Mandamos que los indios de cada pueblo ó
ticular atención , y unos y otros nos den aviso bar rio edifiquen las casas que parecieren bas­
en las ocasiones de armadas del estado en que tantes, para que los clérigos de Jos pueblos ó
se hallaren estas fabricas. barrios puedan cómodamente vivir y morar,
las cuales queden anexas á lá iglesia en cuya
L E Y X V I. parroquia se edificaren , y sean de ios clérigos
El emperador don Carlos y el cardenal G ., en Tala- que tuvieren la Iglesia y se ocuparen en la
vera á L5 de febrero de 35-11. Don Felipe il en san Lo­ instrucción y conversión de los indios parro­
renzo a 23 de oclabre de 1597. quianos de ella , y no se puedan euagenar ni
Que los prelados cuiden de las fábricas , reparos aplicar á otros usos.
ornamentos y servicio de las iglesias desús distritos.
Rogamos y encargamos á los arzobispos y Don Felipe II y la princesa G . , en Valladolid à 23
obispos de nuestras Indias, que informados por de mayo de 1559. Y el mismo en Lisboa á 20 de no­
sus personas o las de sus visitadores del estado viembre de 1583.
que tienen las fábricas de iglesias de sus distri Que se hagan inventarios de los bienes de las iglesias*
tos en los pueblos de españoles é indios , estan­ y ningún doctrinero los Ujtve cuando se mudare d
cias y asientos de minas , y la decencia con otro beneficio, y las audiencias tengan cuidádo de
que se egecute.
que está colocado el Santísimo Sacramento,
cálices y ornamentos, y todo lo demas que Rogamos y encargamos á los arzobispos y
pertenece al culto divino, provean que las igle­ obispos de nuestras Indias, que provean y or­
sias comenzadas se acaben de edificar, levan­ denen que en todas las iglesias de sus distritos
ten y reparen las arruinadas, y hagan de nue­ se hagan inventarios de los ornamentos, cáli­
vo las que fueren m enester, y todo lo demás ces, custodias, libros y tocio lo demás tocante
necesario para su servicio, sin permitir .esee- al servicio y ornato de las iglesias, y que se
.so ni desorden , y advirtiendo á ios vireyes recoja lo que se hubiere llevado de unas á otras,
y gobernadores de lo que conviniere y pare­
ciere , para que ayuden por sus partes á lo Te­ ((>) Véase la ley .37, tit. 7 de.este libro.
lendo, y nos avisen de lo que lucieren , y de (j) Esta ley se lia mandado observar en ced. de 20 de
donde y como se podrá socorrer á la fábrica, diciembre de 1799, declarando que ios gastos de recibi-
mienlo se llagan de los vencidos por los prelados á su in­
ornamentos y servicio de las iglesias. greso, y de ninguna manera del caudal de fábricas.
De las iglesias catedrales y parroquiales. 11
y por el mismo inventario se entreguen en ca­ LEY X X III.
da pueblo á quien tenga cuenta, y la dé de to­
do lo que recibiere. Y mandamos que cuando Congregación de nueva España, año de 4546. En ce -
los doctrineros se mudaren de las iglesias par­ dula del emperador Carlos V , y el príncipe G. dada
en Valladolid a' 10 de mayo de 1554.
roquiales á otros lugares de repartimientos 6
doctrinas , no lleven cosa alguna de las que Que los encomenderos deben proveer lo necesario al
hubiere en las iglesias donde han residido , y culto divino , y ornamento de las iglesias.
si la llevaren, nuestras audiencias reales den Declaramos que Jos encomenderos tienen
orden como lo vuelvau y restituyan adonde obligación de proveer lo necesario al culto di­
toca* ( 8 ) vino y á los ministros, ornamentos, vino y ce-
LEY X X I. ta , al parecer y disposición'del diocesano, se­
Don Felipe III en Aranjuez à 20 de mayo de 1618. gún la distancia y calidad de los pueblos: y
nuestros oficiales reales deben proveer lo mismo
Que los mayordomos de las iglesias sean legos, lla­
nos y abonados. en los que tributan y están incorporados en
nuestra real Corona.
Encargamos á los arzobispos y obispos de
nuestras Indias, que provean los oficios de ma.
yordomos de sus iglesias en personas legas, lla­ Que no se puedan dar ni vender capillas en las
nas y abonadas, sin dar lugar á lo contrario. iglesias catedrales sin licencia del Me y como
patrón, ni se pongan otras armas que las
LEY X X II. reales, ley 42, tit. 6 de este libro.
Don Felipe II en san Lorenzo á 28 de de agosto de Que en el votar y vestuario de los aliares, ves-
1591. Don Felipe III en Madrid á 24 de marzo de tirse los dignidades y otras cosas, se’g uar­
1621. Y don Felipe IV en esta recopilación. de lo que en la iglesia catedral de Sevilla,
Que los prelados visiten los bienes de las fábricas de ley 1 , tit, I 1 de este libro.
iglesias y hospitales de indios , y tomen sus cuentas, Que ¿os religiosos prediquen sin estipendio en
asistiendo persona por el patronazgo real. las iglesias catedrales los sermones de tabla
Declaramos y es nuestra voluntad , que los lejr 79, tit. M de este libro. *
arzobispos y obispos de nuestras Indias , cada Que en cada iglesia catedral se suprima una
uno en sú diócesi, por sus personas ó las de sus canongia para salarios de inquisidores y mi­
visitadores, puedan visitar los bienes pertene­ nistro s,ley 24, tit. 19 de este libro.
cientes á las fábricas de las iglesias y hospita­ Que ¿os oidores no lleven salario por comisa­
les de indios, y tomar las cuentas á los mayor­ rios de fábrica de iglesia, ley 38, tit. 16
domos y administradores de las dichas fábri­ lib. 2 . *
cas y hospitales , cobrar los alcances que se Ies Que en cada reducción haya, iglesia con puer­
hicieren, y ponerlos en las cajas adonde toca­ ta y llave, ley 4, tit. 3, lib. 6.
ren, para que de allí se distribuyan eu cosas ne­ Que la parte de las iglesias de pueblos de la
cesarias y útiles, conforme á lo proveído por el real Corona se guarde con separación, ley 31,
gobierno de cada provincia •, con que en cuanto tu . 5, lib. 6 , los tributos aplicados d iglesias
á tomar las cuentas por lo que toca á nuestro no se saquen del arca sin licencia ni libran­
patronazgo y protección real, haya de interve­ za , ley 32. Y ajústese la parte de tributos
nir y asistir á ellas la persona que tuviere eí go­ que se debe emplear en iglesias y orna­
bierno de la provincia, ó la que él nombrare mentos ley 33 , de que haya libro , ley 34.
en su lugar. (9) Que la contratación de los hombres de negocios
de Sevilla no se haga en la santa iglesia, y
(8) De las alhajas de la iglesia catedral de Lima se
hace todos los años inventario por un oidor que nombra sea en la lonja, ley 59 , tit. 6 , lib. ' 9 .
el virey, y un canónigo que nombra el arzobispo; cuya
diligencia se remite à España, según lo dispuesto por real
eed. de 24 de setiembre de 1/5-1, y por otra de 12 de ju­ --- yy «ira cíe si <je diciembre de IG^
nio de 1763 se declaró que el ministro debía preceder al en que se eslembo la facultad de los obispos por sí ó ms
canónigo. visitadores a los hospitales de real Patronato.- y se añade
Por cédula de 17 de julio de 1/97 se lia mandado por calidad precisa b de intervenir e! gobernador ó per­
cu pipi ir esta ley con esta parte que ordena el inventario sona «minorada por este, y que anote en el auto úe^vi-
de alhajas. sita que se provea para su principio que todo esto lo
(9) Por real ced. de Madrid de 18 de diciembre de P
Je% Al. °S 0ÜlSP°S P0>‘ PaHiailar comúion y encargo
12 Libro i. Título in.

TITULO TERCERO.
D e los m on asterios de religiosos y r e lig io s a s , hospicios y re ­
cogim ientos de huérfanos.
L E Y P R IM E R A . distrito, no permitan que se tome mas sitio del
que fuere precisamente necesario para la fun­
Don Felipe II en Madrid ;í 19 de marzo de 1591; y en
11 de junio de 1594. Don Felipe III allí á 5 de diciem­ dación y cómoda habitación de los religiosos,
bre de 1(508. El mismo en Lisboa á 24 de agosto de 16í9 á los cuales señalen térm ino, para que dentro
D. Felipe IV en Madrid á postrero de diciembre de 1635- de él hagan, ejecuten y perfeccionen la fun­
Y en 18 de setiembre de 1653. Y en esta Recopilación»
Véase con la ley 2 tit. (i de este libro. dación ; y no la haciendo dentro del dicho tér­
Que se funden monasterios de religiosos y religio­ mino , los vireyes lo puedan dar à otra reli­
sas , procediendo licencia del rey ♦ gión , que tenga nuestra licencia para el mis­
ino efecto.
Ordenamos y mandamos que en las ciuda­
des y poblaciones de nuestra; Indias se edifi- L E Y III.
uen y funden monasterios de religiosos, sien- D. Felipe II en Aranjuez á 4 de marzo. Y en Madrid á 9
o necesarios para la conversión y enseñanza de agosto de i 56i .
de los naturales y predicación del santo Evan­ Que los monasterios se edifiquen distantes seis
gelio , con calidad de que antes de fabricar leguas.
iglesia , convento ni hospicio de religiosos, se Los monasterios de religiosos que se hubie­
nos dé cuenta y pida licencia especialmente, ren de hacer en pueblos de indios, conforme
como se ha acostumbrado en nuestro consejo á lo que por Nos está mandado, se hagan dis­
de lnd ias, con el parecer y licencia del pre­ tantes uno de o tro , por lo menos seis leguas,
lado diocesano, conforme al santo Concilio de que asi conviene al servicio de Dios nuestro Se­
T ren to , y del virey, audiencia del distrito ó ñor, y nuestro, y bien de los dichos indios.
gobernador, é información de que concurren
tan urgente necesidad y justas causas , que ve­ L E Y IV .
risímilmente puedan mover nuestro ánimo, y D. Felipe II en Madrid á 16 de agosto de i563. Y en
quedar informado para io que Nos fuéremos Aranjuez á postrero de noviembre de i568.
servido de proveer : y si de hecho ó por di­ Que donde se hubieren de fuudar monasterios sea la
simulación se hicieren ó comenzaren à hacer costa conforme d esta ley .
algunos de estos edificios, sin preceder la di­ Mandamos que habiéndose de fundar mo­
cha calidad , los virey es, audiencias ó goberna* nasterios en pueblos de indios, y precediendo
dores los hagan dem oler, y todo lo reduzcan licencia nuestra, conforme á la ley primera de
al estado,que antes tenia, sin. admitir escusa este título, sean las casas moderadas y sin es-
ni dilación ; y sea capítulo de residencia ó ceso, y estando las encomiendas incorporadas
visita para ios dichos nuestros ministros si los en nuestra real corona, se hagan à nuestra cos­
consintieren comenzar, ó comenzados lo disi­ ta , y si à personas particulares se hagan à
mularen, y no nos dieren cuenta en la prime­ nuestra costa y de los encomenderos , y ayuden
ra ocasión. los indios de los pueblos encomendados , con­
Don Felipe Ilí en Madrid á 16 de abril de 1618. forme á su posibilidad.
Otrosí mandamos , que lo contenido en es­
ta ley se guarde y ejecute en los monasterios LEY V.
de monjas ( I ;. D. Felipe II en San Lorenzo á 24 de agosto de r588. Don
Felipe IV en esta Recopilación.
L E Y II. Que á cada convento que de nuevo se fundare se dé
D. Felipe II y la princesa G. en Valladolid á 18 de agos­ un ornamento , cáliz con su patena y una campana.
to de i556.
Que no se tomen mas sities para monasterios de los
A cada uno de los conventos de religiosos,
tjue se pudieren poblar , y no poblándose dentro del que de nuevo se fundareu en las Indias con li­
termino señalado se den á ot/'a religión. cencia nuestra y en pueblos nuevos, se les dé
de nuestra hacienda real, por una vez, un orna­
En los casos que hubiere licencia nuestra
mento y un cáliz con su patena para celebrar, y
para fundar monasterios, nuestros vireyes, una campana.
presidentes ó gobernadores, cada uno en su
L E Y V I.
(i) En red. de 4 de octubre de 97 se mandó guardar D. Felipe II en Madrid á 7 de enero de i588.
Ja bula de Gregorio XV, Jnesci'iitabili según se iiabia or­
denado en otra de l.° de julio de 177 Üj y en virtud de Que reservando las capillas mayores de los monaste­
ella todos los obispos pueden y deben visitar anualmente riosfundados ó dotados de la real Hacienda , se pue­
los conventos de monjas sujetas á regulares, y examinar da disponer de las de mas*
si se guarda clausura, como se administran las rentas, y
tomar sus cuentas acompañados de los prelados regulares, Mandamos que en los monasterios de reli­
y si cumplen las demus cosas que previene la citada bulaj
con advertencia que solo en caso de ausencia ó enferme— giosos y religiosas de las Indias, dotados y futi-
pad podrá hacer las veces del prelado otro religioso. J dados de nuestra real hacienda, queden reser-
De los monasterios. 15
vados á Nos los cruceros y capillas mayores ; y y nos envien relación particular en cjada un año
los religiosos y religiosas puedan disponer délas de lo que montare la limosna , y á qué religio­
demas capillas y entierros , en la forma que en sos , y cómo se debe dar. (3)
estos reinos lo hacen y pueden hacer los otros
monasterios de fundación y dotación real, y no LEY IX .
los puedan dar sin aprobación de los vireyes y Don Felipe II en Madrid á 11 de noviembre de 1571.
audiencias del distrito, á los cuales mandamos, Que el vino se dé d los religiosos conventuales y no
que tengan consideración á las personas seña­ d los doctrineros.
ladas en nuestro real servicio y de los reyes Declaramos que el vino deque por nuestras
nuestros sucesores, para que sean mas honra­ cédulas hemos hecho ó hiciéremos limosna á
das, y los monasterios tengan mas autoridad.( 2 ) los religiosos para celebrar y decir misa, se de­
LEY V IL be dar y proveer solamente á los religiosos con­
ventuales que actualmente sirvieren eu los mo­
D Felipe II en Madrid á i3 de enero de i594. D. Feli­
pe III en Aranjuez á i4 de a?osto de 161O. Y en Madrid nasterios , y no á los que residen en los pueblos
á i4 de marzo de i620. I). Felipe IV allí á i7 de agos­ y doctrinas de indios, atento á que estos lle­
to de iC24. Y en esta Recopilación. van sus salarios. Y mandamos à los oficiales de
Que ¡a limosna del vino y aceite se dé solamente a nuestra real hacienda que asi lo guarden y
los conventos pobres en dinero ó especies de vino y cumplan. v
aceite , y no plata , y no se les lleve derechos de
los despachos. LEY X .
Don Felipe IIIen Madrid á 13 de diciembre de 1620. Don
Porque hemos concedido á algunos monas­ Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de i624. Y á postrero
terios pobres de religiosos y religiosas limosna de marzo de x633. Y enBalsainá 24 de octubre de i655.
de vino y aceite con que alumbrar al Santísi­ Que la situación del vino y aceite se haga en éneo-
mo Sacramento y celebrar el santo sacrificio de mietulas y pensiones.
la Misa, y conviene que con toda buena cuen­ En todas las cabezas de gobierno se haga
ta y razón se administre. Mandamos á nues­ cómputo de lo que monta en cada un año ía
tros vireyes, presidentes y gobernadores, que limosna de vino y aceite, que se ha acostum­
con intervención de oficiales reales dei distrito, brado dar à los conventos de religiosos, que ha
se baga información de oficio de lo que se Ies de ser por certificación de los oficiales de nues­
hubiere dado en los seis años antes, y confor­ tra real hacienda de la provincia y su gobierno
me á esto tásenla cantidad necesaria para en y la renta de encomiendas de indios puestas en
cada un año, y solamente se dé á los conven­ nuestra real corona, y encomendados à per­
tos y monasterios cuya pobreza fuere tan gran­ sonas particulares, y lo que montare esta
de , que sino se socorriesen en esta forma ce­ limosua se proratee en la renta de todas las
saría el culto divino : y concurriendo estas cali­ encomiendas, regulándolo por tributos, según
dades, sea sin esceso ni desorden en las tasas y lo que paga cada indio , para que ésto menos
estimación de las cosas, ni en el número de re­ perciban nuestra reai hacienda y sus encomen­
ligiosos sacerdotes, lo cual se guarde, cumpla deros, y entre en nuestras cajas reales por cuen­
y egecute, sin embargo de que algunos con­ ta à p arte, para que de allí se pague la limos­
ventos tengan cédulas nuestras , para que se na , y nuestros vireyes , presidentes y gober­
les acuda con esta limosna, y por el tiempo nadores lo ejecuten puntualmente sin omisión
que fuere nuestra voluntad. ni dilación alguna , y en todos los títulos de
D. Felipe III en Madrid á 5 de marzo de i 6 i 2. D. Feli­
pe IV en Madrid á postrero de marzo de io33. encomiendas pongan los que tuvieren facultad
Otrosí mandamos que esta limosna se dé à de encomendar cláusulas especiales, espresan-
los prelados de los conventos en dinero de con­ do eu ellos la cantidad con que cada tributa­
tado ó especies de vino y aceite , según se es- rio , y cada encomienda de las de su gobierno,
presare en nuestras cédulas de mercedes y pro* ha de acudir à nuestra caja real y à su encomen­
rogaciones, y no en plata en pasta, y que dero para la paga y satisfacion de esta limosna,
uueslros oficiales reales no les lleven derechos la cual se ha de dar conforme á las cédulas de
por los despachos, atento à que son de orde­ mercedes y prorogaciones que concediéremos co-
nes mendicantes. moestá proveidoporla ley séptima de este titulo
y no en otra forma, y las presentarán los religio­
LEY v m . sos ante los vireyes, presidentes, gobernadores y
Don Felipe III en el Pardo á 29 de noviembre de 1603. oficiales de nuestra real hacienda. Y es nuestra
Q«e la limosna de el vino y aceite se dé con modera­ voluntad, que esta situación se prefiera á las de­
ción , computada a precio mediano, y se avise en cada mas cargas que tuvieren las encomiendas, y que
un año lo que monta. lo mismo se entienda en las pensiones ó ayudas
de costa que sobre ellas se hubieren dado y die­
Mandamos á nuestros oficiales reales que ren de aquí adelante j y para que conste pun­
den la limosna del vino y aceite á los conven­ tual y ajustadamente la cantidad que será ne­
tos y monasterios con la moderación convenien­ cesario situar, los vireyes, presidentes y gober-
te , y donde hubiere vino de la tierra lo den
para celebrar, computando el valor, no al (3) En una ley del nuevo codigo que inserta la ced.
mayor precio , ni al menor, sino al mediano, de 14 de febrero de 1791 se manda que Jos agraciados en
éstos manifiesten las mercedes que tengan para ello.* que
se suspendan las cumplidas: que se proroguen las que
(2) Sobre las limosnas de que habla esta ley y sieuieO' aparecieren aun necesarias.- que sobre las perpetuas se haga
tes debe verse la real ced. de 14 de febrero de 1791 examen de la necesidad y yeu si subsisten los motivos Scc.
TOMO I. *
4
14 Libro i, Título in.
«adores, pidan relación á los prelados de las LEY XIV.
religiones de sus distritos, del número de reli­ Don Felipe III en Madrid á 15 de mayo de 1620.
giosos sacerdotes que tiene cada convento 5 y
Habiendo precedido información de oficio y to­ Que en Filipinos se de' limosna de harina solamente
d los religiosos descalzos de S. Francisco y agustinos
do lo demas proveído por la dicha ley séptima, Recoletos.
ordenen que se ajuste la cuenta, sitúen la can­
tidad que montare, y acudan con ella para este Mandamos los oficiales de nuestra real ha*
efecto. (4) cienda de las Islas Filipinas, que la harina con­
cedida de limosna por orden nuestra á los con­
LEY XI. ventos de religiosos de ellas, la dén solamente
á los descalzos de la orden de san Francisco, y
Don Felipe IV en Madrid á postrero de marzo de i633. á los recoletos agustinos.
Que donde no hubiere encomiendas en que situar las
limosnas de vino y aceite, se busquen ejectos y se LEY X V .
avise. Don Felipe II en Madrid á 4 de Febrero de i588. T dode
Felipe IV en «sta recopilación.
Mandamos á nuestros vi reyes y gobernado­ Que d los monasterios que tuvieren cédulas se dén
res, y especialmente á los délas partes donde medicinas y dietas.
no hubiere encomiendas de indios, que se in­ Porque se han despachado diferentes cédu­
formen en que otros efectos convendrá situar las nuestras , haciendo merced á los religiosos,
las dicha» limosnas que no sean de nuestra ha­ que enfermaren en los monasterios de nuestras
cienda, y nos lo avisen en todas las ocasiones, Indias, sobre quesean socorridos por cuenta de
para que Nos proveamos y mandemos en ello lo nuestra real hacienda de medicinas para su cu­
que mas convenga. ración y de las dietas necesarias para los reeieu
llegados , que estuviereriehfermos. Mandamos
L E Y X II. que las cédulas despachadas, y que adelante
se despacharen, sean guardadas y cumplidas,
Don Felipe IV en Madrid á 30 de diciembre de iG39. 1
en esta recopilación. corneen ellas se contiene. (6)
Que lo procedido de feble en las casas de moneda LEY X V I.
sea pura la limosna de vino y aceite. Don Felipe II en Madrid á 1O Je novienbre de *578. Don
Felipe IV en san Lorenzo á 27 de octubre de iG26.
Ordenamos y mandamos que de lo procedi­ Que en los monasterios de monjas no se reciban mas
do de el feble, que por nuestras órdenes se ha de las que pudieren sustentar y fueren de número
mandado recoger aparte en las casas de moneda de su fundación, y en las renunciaciones se guarde
de las Indias, se pueda acudir y acuda á la paga el santo concilio de Trento.
de el vino y aceite que diéremos de limosna á Rogamos y encargarnos á los prelados de
las religiones, lo cual sea y se entienda sin tle- nuestras ludias, que no consientan entrar en
rogancion de lo dispuesto sobre que se pague de los monasterios de monjas mas de las de el nú­
las encomiendas, porque lo determinado en ellas mero de sus fundaciones , y si en algunos hu­
se ha de guardar y ejecutar en prim er lu­ biere mas , las reduzcan como fueren vacando,
gar. (5) al número, pudiéndose sustentar : y en caso de
que aun las del número no se puedan susten­
LEY X III. ta r, también las reduzcan hasta quedar las
que tuvieren eóugrua sustentación, que asi
Don Felipe III en Evor.i á 18 de mayo de iGi9. Cédula de eouviene, y está mandado por el santo conci­
23 de febrero de iüt9
lio de T rento, el cual también se guarde y
Que no se pague d los conventos que declara , vino , cumpla en cuanto à poder las que entraren á
aceite ni doctrina sin que conste que no hay en ellos ser monjas, y despues profesaren, renunciar
religiosos para Filipinas.
libremente sus legitimas. (7)
Los oficiales de nuestra real hacienda de la
Nueva España, Nueva Galicia y Yucatán , no
paguen las limosnas de vino aceite, ni doctrina Don Felipe III en san Lorenzo :í 11 de junio de i Gi 2 ca­
pítulo *5 de instrucción Don Felipe IV cu Madrid ú 8 de
á los conventos de la orden de san Agustín, ni junio de i624 capitulo i5 de instrucción.
á los de san Francisco de la observancia y des­ Que el virey de Méjico tenga cuidado con la casa de
calzos, si primero no constare por certificacio­ huérfanas de aquella ciudad.
nes juradas de sus provinciales, que en sus pro­ Habiéndose reconocido que en la ciudad de
vincias no.hay uingun religioso que haya ido
para pasar á Filipinas , ni le adm itirán, y asi lo (6) Sobre lo concernienlc á esta 1. 16 lo último que
guarden y cumplan precisa y puntualmente. hay es la cédula de 8 de agosto de 1790 en que se refiere
haberse ordenado ni Sr arzobispo Reguera reformase los
conventos de la Encarnación , Concepción y Trinidad;
que si para ello fuere necesario el auxilio del gobierno se
(4j Ced. de Madrid do 23 de setiembre de 1700: otra le prestase, y que si despues de esto las tales monjas no se
del Fardo de 27 de enero de 1725, donde se manda for­ enmendaren, proceda el virey de acuerdo con el arzobis­
mar cierta junta, i lindel informe de esta materia: y po, y con inhibición de todo otro tribunal.
con feclm de I I de marzo de 17G8 se repitieron las ante­ (7 ) Real cédula de 5 abril de 1770 al arzobispo de Li­
riores y otras dirigidas al propio asunto, á que se respon­ ma , en que se supone que los cinco conventos estaban re­
dió que solo á los de san Francisco se acudia á la sazón. ducidos á 150 pesos por cada religiosa de velo negro, y á
(5) Hácese menciou del feble y fuerte en la 1. 29 75 las donadas, para alimentos y vestuario como so parti­
tit. 2 1 lib. 5 de Castilla. cipó al señor Amat en otra de 17 de abril de 1?74.
D e los monasterios. j
Méjico de la nueva España y sus comarcas ha­
bía muchas mestizas huérfanas, se fundó una tadas en algunas ciudades de sus distritos mr*
casa para su recogimiento ^ sustentación f doc­ SSanta
* X 7 be¿ rCatólica
° f e r r a.enalgunas
trina. Mandamos á nuestros yireygs, que ten­
, l0S
indias <doncellas
1« nuestra
gan mucho cuidado eon este recogimiento, ren ­ y ensenarlas otras cosas necesarias i la T¡da nn'
tas y limosnas que gozare para su conservación, l * r t P·'O'ureti sa·bei· las casas que liay de est¡
y procuren y dispongan, que pór cúantos m e­ calidad ; que orden y gobierno tienen, |a for!
ma y efectos de que se sustentan, y cIe |0 „ lle
dios sean posibles se aumenten, pues asi convie­
ne para servicio de Dios nuestro señor , crianza convendrá proveer para su conservación, recoei-
y recogimiento de aquellas huérfanas. ( 8) mien o y honestidad. Y porque es justo n?le
obra tan piadosa y importante para servicióle
LEY X V III. Dios nuestro Señor y bien de aquellas provin!
cías, tenga el aumento que conviene, la enco­
El emperador don Carlos y el príncipe G. en Monzon de
Aragón .á 18 de diciembre de i552. mendamos mucho á nuestros vireyes. Y m a!
damos, que con muy particular cuidado pro­
Que los vireyes visiten cada año el colegio de las ni-
Mas de Méjico y lefavorezcan en laform a que se or-~ curen su conservación y donde no las hubiere
. dena. se funden y pongan en ellas matronas de buena
k a y egempfo, para qué se comunique el fru-
Mandamos u nuestros vireyes de la Nueva
to de tau buena obra por todas la provincias v
Rspapa >; que en cada un año por su turno vi- ¡
les encarguen, que pongan muchL atención í
site e viléy actual un ano, y un,oidor d e ja diligencia diligencia en en enseñará
enseñará esK« d /n / 'i
estas doncellas la ien«ul .
jeal audiencia de Méjico
---------ijuc pairael.
e uque
o n opava
ill- ello nom- i esnauola
espillóla ,. yv en < ella
*]!.•» la
U dooü infe • _ f...e * hu<l
J>rare, otro año, el colegio de las Niñas Reco­
cí a.s 5J or«eneu el Cplesiu
(j (le leng^4la 4 « * « yHeco-
doctrina reco­ I eU , t f e r C í “m
gimiento necesario, y que liava personas que i f e J T o ) 1" perm,tan fiabi- ‘- g - 8. r :
miren por ellas y se crien en toda virtud y ocu­
pen en (o que convenga para el servicio de Dios,
y Sl? y aprovechamiento,' v sepan en qué Qlrio?á V ’1'0lta en, t iglesias *•
y como se gasta la limosna que se hace á la caéa J a f /U, j 2
J .,Z tit.
? ° rodÍde en Sozar
J la tenga,, por muy encomendada, y ayuden dad, este libro.* innuni.
/ favorezcan en lo que hubiese lugar, y esto Que los oidores visitadores de la tierra r otros
nns.no se entienda en las démas que se fundaren
■de esta calidad. (9) • : Z
de T¡eligieses,
í° - " ° m,l eranJ P°sar
j 8 9 , tit. d ,os o n * * * ,
|<5, ¡ib. 2 . ( 1 | )

Quejes presidentes, oidores, ministros m sus


a ít u l J n ^ r ^ f n Lo^eH?o a ii de junio de iGi2 ca-
mujer es no entren en monasterios de mon.
P i S o ! 01, “I) 0n;I,’el,l,é IV <-*" á 8 de I a* > *« * ¿tos d ninguna hora es,\
^ 1 L ^ ».capittjlÇiifi de ins,t'rnccion. traoi diñaría, ley 9 1 , tit. j (yf fáj# 2 .
Que sehagan y conserven caras de.recogimiento en Qdo en Méjico se cobre de cada cuartillo de
(¡itc. secrien las. indias.
vino un cuartillo de plata para el desagüe
En las 'instrucciones de vireyes se les ordc- y no del (pie el Rey dd de limosna d h * r ¿
a , que rniormados de las'casas fundadas y do- giosos de Ò. Franciscof l. til. j 5^ ^

«2«.
. debe considerárseles en E sm ñ i ,s •
! de 19 de febrero de 94 P‘ ‘ 1 >vense la cédula
I ... O®) En cédula de 4 de octubre 1790 ‘ -1
I bcitiul di; erigir cu ventado™ f e a a ofe, >1 Í " X ° •’ Sr
Copacabana de L im v v de
d.«fe,,fe:nf * “■» .la observancia d«l rH a L n l S ° e . V* e y > cu¡(iase d«
• luabnnnte se - o b i ^ '^v J ° T ' 'V ° Utís Por (i™ ac‘
, espíritu de c u , |c r y \ ’J xl¡ 3 aoc'" ‘ *“ ¡omi'nto *e«un el
i», .odo do atnordo cor, ol
ÓcsPóú'f> recomendación y
P 0 11 38 ^ $• M- b* querido declararles y coa qué
16 Libro i. Título iv..

TITULO CUARTO.
D e los hospitales y cofradías.
L E Y P R IM E R A . premio. Y asimismo mandamos á los presiden­
tes y gobernadores, que en las ciudades don­
El emperador don Carlos y el cardenal gobernador en de residieren tengan esta orden y cuidado (2 ).
Fucnsalida á 7 de octubre de i51i.
L E Y IV .
Que se funden hospitales en todos Jos pueblos de Don Felipe II en Tordesillas i 22 de junio de i592. T en
españoles ¿ indios. Madrid é i2 de febrero de i589.
Que de lo tocante d los hospitales de indios no se
Encargamos y mandamos & nuestros vire- saque para los seminarios , y en las donaciones se
yes, audiencias y gobernadores, que con espe­ guarde lo dispuesto por los concilios provinciales»
cia! cuidado provean, que en todos ios pueblos
de españoles é indios de sus provincias y juris­ De lo repartido á los hospitales de indios,
dicciones, se funden hospitales donde sean cu­ no se saque tres por ciento para los seminarios,
rados los pobres enfermos y se egercite la cari­ ni por esta razón se haga descuento alguno; pero
dad cristiana ( 1). en cuanto a las donaciones hechas por los enco­
menderos à los hospitales, se guarde lo dis«
puesto por los concilios provinciales.
LEY II.
Don Felipe II en la ordenanza i22 de poblaciones en el
LEY V.
bosque de Segovia á i ’i de julio de i573. Dnn Felipe IV por auto del Consejo en Madrid á 20 de
abril de i652,jr cédulas de 4 de setiembre de el dicho
Que los hospitales se funden conforme d esta le y año.
Cuando se fundare ó poblare alguna ciudad, Que los religiosos del beato Juan de Dios en lo ad­
villa ó lugar, se pongan los hospitales para po­ ministración de los hospitales que tuvieren d su car­
bres y enfermos de enfermedades que no sean go # guarden la form a que por esta ley se dispone.
contagiosas, junto á las iglesias y por claustro Mandamos que los religiosos del Beato Juan
de ellas, y para los enfermos de enfermedades de Dios, guarden en la administración de los
contagiosas en lugares levantados, y partes que hospitales la orden siguiente.
ningún viento dañoso, pasando por los hospi­ 1 Primeramente, que en ninguno de los
tales, vaya à herir en las poblaciones. hospitales que fueren á cargo de los dichos re­
ligiosos, haya mas de los que fueren necesarios
LEY III. para su servicio y ministerio, cura y limpieza
Don Felipe II en Madrid á i9 de enero de t587. Y en la de los pobres, que en cada uno se curaren.
Instrucción de i596, cnp. i • Don Felipe III en S. Lorenzo 2 Que el número de religiosos para cada
;i ti tle junio de i6i2. cap. i5 de Instrucción de vireyes.
Don Felipe IV en Madrid á 18 de junio de i624, cap. i 6 . hospital , le hayan de señalar los vireyes ó los
presidentes y audiencias reales de las Indias,
Que Jos vireyes, audiencias y gobernadores pongan con comunicación de los arzobispos ú obispos en
cuidado tn los hospitales.
los lugares donde los hubiere, y donde no, los
Mandamos á los vireyes del Perú y Nueva gobernadores ó corregidores y comisarios, que
España, que cuiden de visitar algunas veces para este efecto se nombraren por los cabildos
los hospitales de Lima y Méjico, y procuren que seculares con intervención de los oficiales rea­
Jos oidores por su turno bagan lo mismo, cuan­ les, donde los hubiere, habiendo primero lla­
do ellos no pudieren por sus personas, y vean la mado y oido al vicario general ó prior del hos­
cura , servicio y hospitalidad que se hace à los pital para.que informe y dé razón de lo que con­
enfermos, estado del edificio, dotación, limos­ viniere y fuere preguntado, y reservamos al
nas y forma de su distribución, y por que mano consejo, el proveer sobre el dicho número lo
se hace, con que animarán à los que adminis­ que mas convengan cuando se ofrezca ocasión ó
tran á que con el egemplo de los virreyes y se pida (3).
ministros, sean de mayor consuelo y alivio à 3 Que para el nombramiento ó señalamien­
los enfermos, y i los que mejor asistieren á su to , hayan de considerar y consideren las calida­
servicio iavorecerán, para que les sea parte de des del hospital de que se tratare y enfermos
que en él se suelen recoger y curar unos años
con otros, asi de españoles como de indios, y
(i) El a fio de t790 se celebró en Lima tm capítulo ge­ las rentas fijas que tiene el hospital y las limos**
neral del orden Helcimitico; y elegido cu él por prefecto ñas que se suelen juntar , y las demas circuns­
general fray Pascual de S José, se hicieron en él varias tancias que les parecieren que se pueden ofrecer,
ampliaciones y declaraciones á Ja primitiva constitución de
este orden: las q«e vistas por'el Consejo se mandaron re­ y antes nombren y señalen uno ó dos de mas,
coger, y que estos religiosos se arreglasen exactamente á que de menos, por si acaso alguno de los precisa-
*us primitivas constituciones, observasen lo prevenido por
derecho y concilio sobre la edad para profesar, se guar­
dase lo ordenado sobre renuncias, no se hiciese perjuicio (2) El cumplimiento tic esta ley se encarga en cédula
a las leyes sobre la facultad de testar hasta el último mo­ de 22 de diciembre de 180U.
mento antes tic profesar, con otras declaraciones dignas (3) Véase la 24 tit. 14 de este libro y la cédula allí
de verse. Todo en cédula de i3 de agosto de i796. notada.
De los hospitales y cofradías * 7
mente necesarios muriere y estuviere enfermo ó dan recibir en los de Panam á, Lima y Méjico,
ausente, y en esta conformidad en los hospitales como en CasasMatrices, y en los de Santa Fé del
donde hubiere mas hermanos de losque fueren nuevo reino de Granada , Santiago del reino de
necesarios,se quiten y remitan álos que no tu> Chile y villa imperial de Potosí-, de manera que
vieren los bastantes, ó sé vuelvan :á las Casas estas; sean Casas Conventuales y de noviciado,
Matrices de donde hubieren salido, Ódonde de­ y de los hermanos que en ellas se recibieren,
Vayan çnviandolos que por tiempo hubieren de
bieren estar. ^
4 Que de los religiosos que asi se nombra­ asistir y fueren menester en los hospitales de las
ren, se pueda permitir que uno ó dos sean sa­ islas de Barlovento , Tierrafirme , nuevo reino
cerdotes, para que puedan decir misa á los e n ­ -de Granada-, Nueva España y Perú.
fermos y administrarles los Santos Sacramentos, 1.1 Que en las tres Gasas Matrices de Pana-
atendiendo en esto à la. comodidad, calidad y •màn, Lima y Méjico , puedan tener y tengan
cantidad que para ello tuviere el tal hospital, tres comisarios 6 vicarios generales de su reli­
con que en las Casas Matrices no haya mas de dos gión, á los cuales estén subordinados los religio-
sacerdotes en cada’üna , y en los demás hospi­ sos y hermanos que hubiere en las otras tres
tales uno y dos , conformé á la cantidad y posi­ • Gasas Conventuales de Santa Fé, del Nuevo Rei­
bilidad de ellos. no, Santiago de Chile y Villa imperial de Po­
5 Que los religiosos sacerdotes en ninguna tosí, y los que como dicho es, se diputaren y
de las Casas Matrices, ni en otra ninguna casa ni señalaren para la asistencia y ministerio de los
hospital, sean ni puedan ser prelados como está hospitales cada uno en su distrito •, y a estos ta­
dispuesto por bulas apostólicas,‘admitidas y pa­ les comisarios ó vicarios les. dé sus veces el ge­
sadas por el consejo. neral'de.la dicha orden para que pueda visitar,
6 Que los sacerdotes que asistieren en los corregir y deformar los conventos y hospitales,
hospitales para la administración de los Santos conformeá su regla, y por lo tocante á ella, por
Sacramentos, hayan de ser examinados y apro­ la dificultad que habria en hacerlo desde este
bados por los ordinarios, y tener licencia d e: reina respecto á la mucha distancia.
ellos para la‘administración. 1*2 Que en las otras tres Casas Conventuales
7 Queá los religiosos se ha de dará entender, de Santa F é , Santiago y Potosí, los superiores
que se nombraren puedan intitularse priores, y
3 ue los hospitales que se les hubieren encarga-
o ó encargaren, no se les dan para que en ellos no comisarios ni vicarios generales, porque no
tengan convenios de su religión, ni la vayan ha de haber mas Casas Matrices con comisarios
propagando por esta forma, pues aun á las mas ó vicarios generales , que las tres referidas de
antiguas no se les permite esto sin particular li­ Panamá, Lima y Méjico.
cencia nuestra , ‘y otras estan del todo prohibi­ 13 Que hecho el señalamiento de los her­
das de pasai* ¿fundar en las Indias, y nuestro manos que en cada hospital hubiere de haber y
ánimo é intención en encargarles los dichos hos­ se juzgaren por necesarios, este número se llene
pitales, solo es de que asistan en ellos á los en­ délos que hubieren pasado de España, ó hubie­
fermos, conforme á su primero y principal ins­ ren entrado y profesado de nuevo en la dicha
tituto, lo cual lian de guardar y cumplir, es- religión en las indias, y los.demas si fueren en
cepto en las casas que por esta nuestra ley irán número considerable, se recojan y manden Ve­
declaradas, que estas solas serán convento y te­ nir á estos reinos en la primera ocasión-
nidos por tales, y los que por particular per­ 14 Que si por tiempo sucediere faltar los
misión y licencia nuestra se les permitiere. nombrados, y no haber en las dichas seis Casas
8 Que en cuanto á si los hospitales que no otros que puedan entrar en su lugar, de suer­
fueren conventos, han'de tener Sagrario é igle­ te que sea necesario enviarlos de estos reinos,
sia abierta y campana , y acudir pura ello á los el virey , gobernador ó corregidor de la ciudad
ordinarios, para que Íes den la licencia, siendo ó villa donde estuviere el hospital que nece­
conveniente se guarde en el hospital de la ciu­ sitare de los religiosos, dé cuenta de ello al con­
dad de Portobelo, lo proveido por nuestro con­ sejo y los que en él quedaren, ó los comisarios
sejo, y para los demas hospitales se suspende por ó vicarios se la dén también à su general, para
ahora lo determinado, sobre que hubiesen de que se envíen dos que-fueren menester procu­
acudir y acudiesen á los ordinarios, á que les rando que estos sean tales, cuales convenga , y
diesen la dicha licencia siendo conveniente. el general hará presentación de los que para
9 Que en los hospitales que no fueren con­ este efecto nombrare en el consejo, y por él se
ventos, señalen los prelados los que hubieren le darán las licencias necesarias para su viage,
de ser superiores y gobernar los hospitales, los como se suele hacer con los religiosos que se
cuales no usen títulos de priores, sino de her­ envían de otras religiones.
manos mayores. 15 Que los hermanos que se conservaren
10 Que por esta razón no han de poder, en el ministerio de los hospitales, y los que en­
ni puedan dar el hábito de la dicha religión en traren en los que se les encargaren de nuevo
los hospitales, á ninguno que le pidiere y qui­ han de entender, que no entran como dueños
siere entrar de nuevo en ella, ahora sea criollo y señores de ellos y de sus rentas y limosnas,
de aquellas partes, ahora natural de estos rei­ sino corno ministros y asistentes de los hospita­
nos ; pero porque se ha entendido, que en ellos les y de sus pobres, y para servir á Dios en ellos,
no hay tantos hermanos que basten á proveer y crecer el pió y loable instituto y vocación de
y enviar los que serán necesarios para el servi­ su religión.
cio de los hospitales, se les permite que los pue- 1(5 Que en esta conformidad y con este
TOMO I. 5
18 Libro i. Titulo IV.
supuesto lian de recibir por cuenta y razón to­ Nos en todo ó en parte, ó con rentas, limosnas
dos los bienes de los buspitales, asi muebles y contribuciones que para ello hayan hecho
como raíces ó semovientes, juros,:censos, de­ las ciudades y villas.en común ó en particular,
rech o s y acciones que tuvieren rentas y situa­ se puedan asimismo visitar y visiten cada año
ciones en las cajas reales, y la lian de dar. de ó cuando pareciere conveniente por los gober­
lo que hubieren recibido, cobrado, gastado .y! nadores ó corregidores, con algunos diputados
pagado siempre que se les pida à las personas de sus cabildos ó las personas que. para ello se
que luego irán declaradas. señalaren por los vi rey es, y se podrá procurar
47 Que la misma cuenta y . razón han de que estas visitas se hagan á: un mismo tiempo
tener y dar de las limosnas que juntaren’y re­ por el eclesiástico y seglar para escusar em­
cogieren para los hospitales, mandas ó legados barazo. ( 6)
que se les hicieren, ó bienes que quedaren-¡¿le. 22 Que en los hospitales de ciudades y de
los pobres enfermos que se entran á curar ó particulares tome las cuentas el ordinario, y
asistan á ella los diputados de la ciudad para
mueren en ellos.
18 Que lo que adquiriere la religión como poder representar io que hubiere contra ellas.
suyo por herencias de sus religiosos, en tanto 2 i Que la sujeción á que conforme al capí­
se entienda ser de los hospitales, en cuanto los tulo 18 de este Auto se han de reducir los re ­
religiosos fueren conservados en ellos. ligiosos, sea y se entienda en cuanto á la hos­
19 Que asi para dar las cuentas como para pitalidad y cuentas que hubieren de d a r, por­
ser visitados cuando convenga por lo tocante que en io demas que no mirare á esto sino á
al modo y forma que han tenido en el:.minis­ sus personas, se les reserva su derecho á su re ­
terio de los hospitales y cura de^ los pobres, de ligión y á los prelados de ella á quien estu­
ellos, no lian de poder alegar ni aleguen exeri' vieren sujetos.
cion ninguna, ni los privilegios de su. orden, 24 Que si en algunas ciudades, villas ó lu­
aunque sean sacerdotes; antes se han de alla­ gares donde hay ó hubiere los dichos hospita­
nar á ello, y si fuere necesario, traer, par ageste les estuvieren, como es ordinario, nombrados
efecto breve y declaración de su banlidad, ó se nombraren algunos venticuatros ó diputa­
quedando en cuanto a lo demas, tocante á su dos para que por meses ó semanas acudan á
regla ¿instituto, sujetos y subordinados á las ver cómo se sirven los hospitales y se curan los
visitas y correcciones de sus vicarios y priores, enfermos de ellos, esto se conserve, y los h er­
en la forma que entre ellos se lia acostum­ manos asi sacerdotes como legos tengan toda
buena correspondencia y subordinación en lo
brado. (5) i t i i que fuere justo y honesto á .los dichos venti-
20 Que las dichas cuentas las hayan de dar
á los gobernadores, corregidores y cabildos se­ cuatros y diputados, por cuanto es cierto y
culares de las ciudades ó villas donde estuvie­ notorio, que con las limosnas que contribuyen
ren los hospitales, 6 á los diputados que para ayudan macho á los hospitales y regalo de los
este efecto se nombraren ó señalaren por los enfermos en mucha mas cantidad de la que tie­
susodichos con que el tomarlas, siendo de hos­ nen de renta fija y ordinaria, y no es justo en­
pitales de nuestro real patronazgo, sea por m a­ tibiarles ni retraerles de obras tan piadosas.
no de los oficiales de la real hacienda donde 25 Que supuesto que los dichos religiosos
los hubiere, y donde no los hubiere, por mano no entran en estos hospitales para hacer con*
de la persona ó personas que nombrare la jus­ ventos de la religión sino para asistir y curar
ticia ordinaria-, y no siendo los hospitales del los pobres, no se les ha de perm itir ni perm ita
patronazgo real, tome las cuentas el ordinario . que muden las fábricas de ellos, ni hagan igle­
eclesiástico, con que si tuvieren renta situada sias, claustros ó celdas á su voluntad, en. que
por Nos, ó en encomiendas ó repartimientos se sabe que en algunas partes han escedido y
de indios ó en la caja real, asista é intervenga escedeu, sino solamente aquellas obras, ofici­
al tomarlas uno de los oficiales de la real ha­ nas y reparos que convinieren para la hospita­
cienda, y en uno y otro caso se tomen una lidad. ó cómoda vivienda de los religiosos, y
vez cada año y no mas, y esto sea dentro ele esto habiendo primero precedido consulta y
los hospitales y sin sacar de ellos los libros, obtenido licencia del virey ó gobernador para
en cuanto á que á los religiosos no se les lleven los hospitales de nuestro patronazgo real o la
derechos por tomar las cuentas, se guarde io del ordinario eclesiástico y cabildo secular , y
de los demás de fundaciones y dotaciones par­
acordado. . ticulares, y de los que tuvieren derecho de to­
2 1 Que en las visitas de los dichos hospita­
les intervenga el ordinario eclesiástico, espe­ mar las cuentas de ellos, para que no les pasen
cialmente en los que tuvieren iglesia., alUu y sino lo que en esta forma hubieren gastado.
campana, conforme al sacro concilio de ícu
to. Y los que inmediatamente fueren del pa­ (6) Véase la cédula que se cita sobre la ley 22 , tít. 2,
!¡b. 1 .° que se mandó observar en otra dirigida al presi­
tronazgo real por estar fundados ó dotados por dente de Chile, sobre consulta que se ofreció en la Con­
cepción sobre visita; y mandó el iiey que no se impida,
antes se ausilie á los obispos para que visiten dicho hos­
pita} y demas que sean de rea! Patronato, siempre que les
( 5 ) En cédula de fi de enero de 1713, se manda parezca tomar cuentas á ios administradores ó mayordo­
guardar este capitulo y el 20 y 2 b mos y cobrar alcances, entregándolos en las cajas donde
IU:pillóse el cumplimiento de los 30 capítulos-de usía corresponda, con arreglo á la citada ley 22 y cédula que
1«.y en cédula de Buen Retiro de 13 de febrero de 1/ab, se cita, concurriendo precisamente otra persona nombrada
con motivo de pase de privilegios que se pulió en el Con­ por el vice patrón y demas que se ha dicho. Cédula de
Madrid.de.4 .de julio de i 77í>.
sejo.
D elo s hospitales y cofradías. 19
26 Que puedan los dichos religiosos tomar para su.hospitalidad, que entra en poder de
y tomen, ele las rentas y limosnas de los hospi­ los corregidores y alcaldes mayores de sus pue*
tales lo que buenamente hubieren menester blos, y se gasta el noveno y medio, que según
para su sustento y vestuario y honesta pasadía, la erección de cada iglesia está aplicado para
conforme á su estado y profesión$. de manera su curación en los hospitales de cada ciudad,
que no haya en ¿lio nota ni eseeso, y esto solo y padecen mucha necesidad los que viven fuera
se les pase en cuenta en las que hubieren de de ellas. Mandamos á los vireyes, audiencias
dar, habida consideración á las provincias y lu­ y-gobernadores, que con cuanto cuidado sea
gares donde vivieren/y gastos, carestia ó abun­ posible tomen cuenta de esta contribución á
dancia c!e; ellos. • , .. los dichos corregidores y alcaldes mayores, y el
27 Que ios comisarios ó vicarios generales dinero*que se juntare y alcances que se les hi­
que han de residir en Panamá, Méjico y Lima cieren esto siempre pronto para que. se gaste
puedan con justas causas mudar los hermanos en el benefiçio y regalo de los indios enfer-
que estuvieren señalados para unos hospitales inos; y si hallaren que los corregidores y al­
à otros, cuando les pareciere que hay causas caldes mayores se. han aprovechado de este
que oblguen á ello, electo, procedañ conforme á derecho y está
28 Que en las iglesias de los dichos hospi­ proveído contra los que no enteran las cajas de
tales nó puedan enterrar ni entierren mas di­ su cargo ( 7).
funtos qué los qué murieren en ellos, si no
fuere pagando enteramente los derechos que - . LEY V III.
pertenecieren y legi tunamente se debieren á Don Felipe III en S. Lorenzo i 3 de setiembre de 1616-
las catedrales ó parroquiales, qué ya han pare­
Qitelosdél cabildo y hermandad del hospital de san
cido en el Consejo, agraviándose de ésto. Andrés de Lima sean reservados de los alardes como
29 Qué los hefiïíanÒs'de la dicha relígióíi se declara.
que salieren y hubieren salido de ella y deja­
ren el hábito, sean traídos á est.os reinos y no Mandamos á nuestros vireyes de las pro­
se consiénta que estén ni residan en las Indias. vincias dél Perú, que en conformidad de un
30 Que sean enviados y traídos á estos rei­ capítulo del asiento y capitulaciones hechas con
nos los qué no guardaren en las Indias las cons­ los del cabildo y hermandad deí hospital de
tituciones de la dicha-religión/ S. Andrés dé la ciudad de los Reyes sobre la
fundación de él en que se les concede, que
. LEY VI. respecto de sus muchas ocupaciones en la ad­
ministración y cura en los enfermos, no ten­
Don Felipe TV en Madrid á -1 de enero de 1653. .
gan obligación dé salir á los alardes que se
Que d los hermanos del beato Juan ele Dios nq se lle­ hicieren éri la dicha ciudad, ni sean apremia­
ven los derechos (fue esta ley declara. ' ; dos á salir à ellos, si no fuere cuando la misma
Reconocido que en alguúas provincias de persotia del virey se hallare presente, ó ios ene­
nuestras Indias Occidentales pretenden los obis­ migos estuvieren tan cerca que sea necesario
pos y sus visitadores cobrar derechos á los her­ hacer prevención para resistirles.
manos del beato Juan de Dios, por dar cuenta
de los bienes, limosnas, testamentos y mandas
que se dan á sus hospitales, y poderlos cobrar Don Felipe III en S. Lorenzo á 3 de setiembre de 1616
en dinero, mantenimientos ó vestuario^ con Que se confirman lafiundacion y ordenanzas del hos­
pretesto de lo que dispone el santo concilio de pital de santa Ana de Lima.
Trento en la sesión 24, capítulo 3, de que se
siguen dudas, diferencias y menoscabos en las Porque los hermanos del hospital de Santa
rentas y limosnas, y los hermanos no pueden Ana de Ja ciudad de los Reyes fundaron una
acudir al egercicio de hospitalidad que tienen hermandad en él con la advocación de esta
á su cargo. Declaramos, que los hospitales del gloriosa Santa, que tuviese á su cargo el go­
beato Juan de Dios que estuvieren fundados y bierno, administración y hospitalidad en la
se deben fundar, y administraren con licencia forma que lo hacen los hermanos del hospital
nuestra en todas nuestras Indias, no deben pa­ de S. Andrés de la dicha ciudad, y por nues­
gar los derechos refer idos en ninguna cantidad. tra rea! Audiencia, teniendo el gobierno de
Y mandamos a los vi reyes, audiencias y gober­ las provincias del Perú, se les concedieron los
nadores y otros cualesquier nuestros jueces y preeminencias y exenciones de que gozan los
justicias. Y rogamos y encargamos á los arzo­ hermanos del hospital de S. Andrés, en ouva
bispos y obispos de nuestras Indias y á sus razón despachó.su carta y provisión, y les dio
oficiales, provisores y vicarios generales, que facultad {jara que pudiesen hacer ordenanzas
cada uno en su distrito y en lo que le tocare, para el buen gobierno de la hermandad, y en
provea como asi se guarde y cumpla. esta conformidad las hicieron y presentaron
ante nuestro virey del P en i, que las aprobó
LEY VII. y mando egecutar con las declaraciones conte­
Don Felipe IV en Morcón á 8 de marzo de 1626. Y
nidas en algunos capítulos de ellas. Por la pre­
en Madrid a 18 de mayo de 1610. sente confirmamos y aprobamos la fundación de
Que d los corregidores se tomen cuentas del tomin (7) Véasela 22, tit. 2 de este libro, y Ja ordenau-
que los indios contribuyen para los hospitales. za 18, tit. 9, ley 2, que habla de Jos hospitales de los pue­
Porque los indios del Perú pagan un tomín blos, y se haga cargo ai mayordomo del Tomín; y la 29
y 30, tit. 2, lib. 2.
20 Libro i. Título iv.
la-hermandad, preeminencias y ordenanzas de en la administración de su hacienda y limos­
ella; según y como están aprobadas. '• nas haya el buen cobro que conviene, orde­
namos y mandamos al nuestro vi rey* que es ó
LEY X fuere, que cuando ie pareciere necesario y lo
Fl emperador don Carlos y el cardenal gobernador á 29 tuviere por conveniente, nombre persona de
de noviembre de 1510. Y don Felipe IV en esta .Recopi­ satisfacción ¿ inteligencia que tome las cuen­
lación.
tas del hospital.. <
Que el hospital real ele Méjico sea d cargo del ario-.
hispo. LEY X IÍI,
Por cuanto don fray Juan de Zumarraga, Don Felipe IV en Madrid á 26 de de junio de i624.
obispo que fué de la santa iglesia de Méjico, Que las cuentas del eolegio de san Juan de Letran
vista ia estreñía necesidad que entonces hablá y hospital real de Méjico se tomen por los contado-
en la dicha ciudad de un ¡hospital donde se res de cuentas.
aeogiéseu los pobres enfermos y llagados de
el mal de las bubas, ie hizo á su costa, y nos Mandamos, que cuando fuere necesario
tomar las cuentas á los mayordomos de! cole­
suplicó que admitiésemos 'el titulo dé Pátron:
gio de S. Juan de Letran.de la ciudad de Mé­
del hospital, y proveyésemos qué se llamase é jico y del Hospital .Real de los indios de ella,
intitulase el Hospital R eal, y se mandó asi; el virey de la Nueva España por nuestro real
y aceptado el patronazgo de él para que Nos Patronazgo, y conforme á él, haga que se to-*
y ios royes que sucedieren en nuestra Corona men por los contadores de cuentas ó algun
real fuésemos patrono, y como tales proveyé­ oficial mayor de ellas, pues estas casas son de
semos lo conveniente al bien del hospital y sus nuestro Patronazgo, y que tomándolas el oficial
pobres, se mandaron poner en él nuestras a r­ : mayor se le dé moderada ayuda de costa.
mas reales, y que los obispos que adelante
fuesen de aquella santa iglesia , tuviesen la ad­ L E Y X IV .
ministración del dicho hospital, y que las cons­ Don Felipe IV ea Madrid á i3 de julio de i627.
tituciones que para él se hubiesen de hacer, ,
Que la administración del hospital de Cartagena de
las hiciese el dicho obispo y nuestro virey, Indias estéd cargo del regimiento de aquella ciudad.
que entonces era de la Nueva España, y se
mandó que los obispos que adelante sucedie­ Ordenamos y. mandamos, que la adminis­
sen diesen cuenta de la administración y ren­ tración del hospital de la ciudad de Cartage­
tas de él, sin que por ello hubiesenni lleva­ na , donde se curan los pobres y soldados en­
sen interés alguno. Es nuestra voluntad, que fermos del presidio y armadas, se vuelva al
todo lo susodicho se guarde y cumpla con el regimiento de la ciudad, para que la tenga co­
arzobispo que. es ó fuere de la dicha iglesia y mo antes, y no otra religión ni hermandad.
con el hospital como hasta ahora se hubiere LEY X V .
guardado y cumplido.
Don Felipe IV en Madrid á 9 de agosto de 165*.
LE Y X I. Que el hospital de san Lázaro de Cartagena goce del
Don Felipe II en Lisboa i 11 de junio de 1582. derecho del anclaje y preeinihencias de los 'hacina­
dores y enfermos.
Que se confirman las ordenanzas del hospital de san
Lázaro de Méjico. Habiéndosenos hecho relación en nuestro
real consejó dé las Indias de que al hospital de
Porque los pobres que acuden ai hospital san Lázaro de la ciudad de Cartagena acude
de S. Lázaro de la ciudad de Méjico de la mucho número de enfermos, y por no haber
Nueva España fuesen bien curados y goberna­ con que sustentarlos, ni asistir á la necesidad
dos, se hicieron ciertas ordenanzas que fue­ para su cura, andan divertidos por lá ciudad y
ron confirmadas por nuestro real consejo de estancias, de que resulta el quedar otros chu­
las Indias el año pasado de mil y quinientos y chos tocados de aquel contagio ; tenemos por
ochenta y dos. Por la presente de nuevo las bien de conceder, como por la presente con­
confirmamos y aprobamos, y mandamos que cedemos al dicho hospital de S. Lázaro de la
se guarden, cumplan y egecuten como en ellas dicha ciudad de Cartagena el derecho del an­
y en cada una se contiene y declara, por el claje de los navios que entran en el puerto de
tiempo que fuere nuestra voluntad y Nos no ella , en la forma que se cobra en otras partes
mandáremos otra cosa. y puertos de aquellas costas. Y asimismo los
L E Y X II. privilegios de que goza el de S. Lázaro de Se­
villa , concedidos por los señores reyes D. E n­
Don Fdipe IV en Madrid á 11 de mayo de i62i. Don rique IV , D. Fernando y doña Isabel, doña
Felipe III en S. Lorenzo á ïi de junio de iGi2.
Juana y D. Carlos , D. Felipe II y 0 . Feli­
Que el virey de Nueva España pueda hacer tomar las pe III, nuestros predecesores, que santa gloria
cuentas del hospital de san Hipólito de Méjico. hayan, con calidad de que solamente se ejecu­
Por breve de la santidad de Paulo V, de ten en lo que en esta ley se declara, y no en
felice recordación, se da la forma y orden mas.
que los hermanos del hospital de S. Hipólito Que en dicho hospital haya un mayoral, un
de la ciudad de Méjico han de tener y guar­ procurador y un capellán, y en ia dicha ciu­
dar para la conservación, aumento y buen dad de Cartagena dos hacinadores, y en las de­
gobierno de él y cura de los pobres. Y porque más ciudades del arzobispado del nuevo reino
De los'hospitales y cofradías. 21
de Granada y obispado de santa Marta, siendo Francisco, provincia de S. Gregorio de las is­
ciudades que remitan á este hospital sus en­ las Filipinas, administran el hospital real de
fermos, en cada una de ellas baya su hacinador los españoles de Manila, y asimismo otros que
solo, los cuales hayan de ser y sean nombrados funda ron con limosnas en la dicha ciudad, acu­
por el mayoral, y los haya de poder remover diendo á los ministerios espirituales y tempora­
à su voluntad , con que los nombramientos y les de los enfermos cou grande edificación.
revocaciones sean y ios haga ante el escribano Mandamos que no se haga novedad, y esta hos­
de cabildo, que tenga registro de ellas, y que pitalidad esté á cargo de los religiosos descal­
hayan de tener las bacinicas, y demandas por zos , como hasta ahora, qué así es nuestra vo.
sus personas, y no puedan gozar de los nom­ luntad.
bramientos en otro modo: y que los dichos ba~
cinadores no tengan ni puedan traer de ha­ LEY XVIII.
cienda mas de sesenta mil maravedís, y de es­ Don Felipe III en san Lorenzo á 9 de setiembre de 16O8,
ta; cantidad abajo, y si se aumentare, cese lue­ Que se dett dos. mil ducados cada año al hospital de
go en su oficio, y no pueda usar de su nom­ Portobelo, eon cargo deque en él se curen los sol­
bramiento, y que siendo nombrados con estas dados.
calidades y condiciones,.sean libres de pagar al­ Porque en el hospital de la ciudad de san
cabalas hasta el respeto de los sesenta mil ma­ Felipe de Portobelo, donde se curan los solda­
ravedís, que se les permite de hacienda, ó de dos , se gasta cada año mucha hacienda, y Nos
esta cantidad abajo lo que tuvieren menos : y deseamos socorrer á los pobres enfermos, hace­
que asimismo sean libres de aposentar solda­ mos merced y limosna al dicho hospital de dos
dos, salir á los alardes, y de contribuir en los mil ducados, que valen setecientos y cincuen­
donativos que se pidieren; y en cada pueblo de ta mil maravedís cada año, lodo el tiempo que
indios que no tengan menos de cincuenta tr i­ fuere nuestra voluntad, y no proveyéremos y
butarios , pueda haber un indio hacinador, el mandáremos otra cosa en contrario, librados en
cual sea libre de acudir á las mitas y servicios nuestra caja real de Portobelo en lo que proce,
personales *, pero no de pagar su tributo, y es­ diere de ios derechos de Almojarifazgo, que
to se entienda en los pueblos qué pudieren re­ nos pertenecieren en aquel puerto ó en otra
mitir sus enfermos al dicho hospital, y que el cualquier hacienda nuestra que hubiere y en­
escribano del cabildo Heve, de cada nombra-?, trare en aquella caja, la mas pronta y mejor
miento de hacinador cuatro reales, y no mas arada, con cargo y obligación dé que en él se
por el registro y testimonio que diere siendo ayan de curar y curen los soldados y gente de
para español; y siendo para indio no lleve de­ las fábricas que en ella hubiere, y esclavos
rechos ningunos , y solo los; hacinadores y los nuestros. Y mandamos à los oficiales de nuestra
enfermos que actualmente y con'enfermedad real hacienda de la dicha provincia, que acu­
de esta calidad estuvieren en el dicho hospi­ dan al hospital real con éstos dos mil ducados
te! >y 1)0 otros, gocen de los privilegios que en eada.un año, para que se gasten y distribu­
aquí van espresados , y no usen de otros algu­ yan en la hospitalidad y curación de los en­
nos , aunque esten concedidos al hospital de fermos, y no en otro efecto alguno, y al pre­
San Lázaro de Sevilla, por quedar estos refor­ sidente de la audiencia real de Tierra-firme,
ja d o s y moderados solamente á lo que aquí que tenga muy particular cuidado de ver y
queda espresado ( 8). y entender como ésto se ejecuta, y de hacer
LEY XVI. tomar las cuentas cada un año.
Don Felipe IV en Madrid á 27 de jallo de i627.
LEY. XIX.
Que al hospital de san Lazar o de Cartagena se lle­
ven con los enfermos los bienes muebles de su ser­ Don Felipe IV en Madrid á 2i de enero de x634.
vicio. t Que en la Habana se cobre un real de cada plaza por
Ordenamos y mandamos á nuestro gober­ via de limosna para el hospital.
nador de la ciudad de Cartagena de las Indias, Es costumbre antigua en la ciudad de san
que si se ofreciere llevar al hospital de S. L á­ Cristóbal de la Habána separar un real cada
zaro, diputado para curar los enfermos / á al­ mes de cada una de las plazas de los soldados
gunos tocados de este m a l, hagan llevar con para el hospital de ella, por el beneficio de cu-?
las mismas personas los bienes muebles que rar los enfermos y enterrar los difuntos, sin re­
fueren de su servicio al tiempo que les hubiere servar ninguna, y asimismo de todas las ¡pla­
dado la enfermedad y los llevaren al hospital, zas que con orden del gobernador se borran, y
para que eon esta prevención no pase el con­ de los que mueren habiendo hecho testamen­
tagio á otros.
to. Mandamos á nuestro gobernador y capitán
LEY XVII. general de la dicha ciudad , y á los oficiales de
Doo Felipe IV en Madrid á 2 de mayo de i624. nuestra real hacienda, que guarden y cum­
plan precisa é inviolablemente la costumbre an>-
Que los religiosos descalzos de san Francisco tengan
en Filipinas la hospitalidad que se ordena. tigua que basta ahora ha habido en razón de
que se pague este real de limosna, y que el go­
Los religiosos descalzos de la orden de san bernador tenga mucho cuidado de que en el
(8) Véase la ley 13, tit. 43, lib. 9, en míe general­ hospital haya camas y todo lo necesario para
mente estan prohibidos estos derechos en los puertos, sin la curación y regalo de los enfermos que ocur­
especial precedente orden de S. M. 1 rieren à él, y obligación de dar cuenta de ha-
TOMO I,
6
22 Libio i. Título ív.
bcrse cobrado ; y no lo haciendo, sea capítulo hospital para que sin embargo de que haya
de residencia. puente, se conserve la barca y goce def usu­
fructo y disposición de ella, aun en caso que;
LEY XX. falte la puente, ó por otro accidente, con que
Don Felipe IÍI en Madrid a 3 de marzo de x619. otro tanto como valiere se baje de lo que se ha
Que los ¡tospítales de Manila estén d carao de un de sacar de ia caja de comunidad.
oidor.
LEY XXII.
Ordenamos y mandamos que uno de los oi­
Don Felipe IIIen Valladolid á 22 de marzo de í(30x. .En
do res de nuestra real audiencia de Manila, à san Lorenzo á 22 de.agosto de iG20.
quien tocare por su turno en cada un año, sea Que se puedan asentar los que quisieren por cofra­
visitador del hospital real de la dicha ciudad, des de ia casa de Monsevrale.
revea las cuentas y reduzga la hacienda al ma­
yor provecho que fuere posible ; y en cuanto á Los arzobispos y obispos' de las Indias no
las costumbres y forma de vivir de los minis­ impidan á las personas que quisieren en ellas
tros que se ocuparen en aquella hospitalidad, por su devoción ser cofrades de la casa de núes*
si fueren legos y habiendo escedido, los casti­ tra Señora de M onserrate, y los procuradores
gue conforme á sus culpas-, y si fueren eclesiás­ los asienten y reciban por tales cofrades, favo­
ticos los despida y remita el conocimiento de rezcan y dejen recoger las limosnas que se die-
las que tuvieren á su juez : y asimismo tengan reu y ofrecieren para la dicha casa, con calidad
á su cargo los demás hospitales que hubiere en de que no se entienda por ahora con los indios,
la dicha ciudad ; y las pascuas, cuando se ha­ sino solamente con los españoles que de su vo­
cen visitas generales de cárceles, los visite el luntad quisieren entrar en esta cofradía y dar
presidente de la audiencia por su persona, y limosnas ^9).
vea si los enfermos son tratados con limpieza y
tienen camas suficientes, para que con este Don Felipe III en Madrid á x4 de marzo de x6x8. ;
ejemplo se animen todos á mayor cuidado y
caridad. Y en cuanto á nombramiento de ma­ Que en las Indias se pueda publicar la cofradía de
Santiago en Galicia.
yordomo y los demas oficíales, sea siempre en
las personas mas honradas y ricas de íá ciudad, Mandamos à nuestros vireyes y audiencias,
y el mayordomo lia de usar su oficio tiempo de y encargamos á los arzobispos y obispos de
dos años ; y si para él se hallare persona tan nuestras Indias, que en sus distritos y jurisdic­
conveniente que sea necesario obligaba à su ciones dejen y consientan publicar la cofradía
ejercicio, se haga por el mejor modo que sea de señor Santiago, que está fundada en el hos­
posible-, de manera que tenga entendido, que pital real de su advocación en Galicia, y no
demás del servicio que hará á Dios nuestro pongan en ello embarazo ni impedimento algu^
S eñor, lo tendremos en consideración para n o , ni estorben el asentarse por cofrades á las
otros empleos, conforme á sus partes y calida­ persouas que por su devoción quisieren alistar­
des. se cu ella.
LEY XXL L E Y X X IV .
Don Felipe IV en Madrid á 26 de noviembre de i630. Don Felipe III en el Pardo á i.* de diciembre de i6x3.
Que el hospital de los Sangleyes de Manila tenga Que en las Indias se puede publicar la cofradía de la
venta como se dispone. orden de San Anton.
En la ciudad de Manila de las Islas Filipi­ Permitimos que las gracias ó indiligencias
nas hay un hospital de nuestro real patronaz­ que por los sumos Pontifices estan concedidas
go, donde son curados Jos chinos ó Sangleyes á los que se asentaren por cofrades de la orden
infieles, y los religiosos de santo Domingo tie­ de S. A ntón, y fueren bienhechores de ella,
nen cuidado de su conversión y curación , con se puedan publicar en las provincias del Perú
grande fruto de estas almas , por las muchas y Nueva-España por dos prevendados, uno de
que reciben nuestra santa fé católica; y el año la iglesia metropolitana de la ciudad de los re­
de mil y quinientos y noventa y cuatro, el rey yes del Perú, y otro de la de Méjico de la Nue-
D. Felipe I I , nuestro señor y abuelo, tuvo por va-España, cuales los arzobispos dé las dichas
bien de hacer merced al hospital de el pasage iglesias señalaren para ello, estando pasadas por
que hay desde el Parían de los Sangleyes chi­ nuestro consejo de la santa Cruzada.
nos , que está de [a otra banda del rio, para su
sustento, que le valia cada año dos mil pesos, LEY X X V ..
los cuales gozó basta que se hizo una puente Don Felipe III en Aranjuez á x5 de mayo de i600. Y don
desde el dicho Parian á este hospital, con que Felipe IV eu esta Recopilación.
cesó la renta. Y para que la pueda gozar en Que no se funden cofradías sin licencia del Rey, ni
mejor finca y de la misma calidad, mandamos se junten sin asistencia del prelado de ¿acusa y minis­
á nuestros gobernadores de las Filipinas que tros reales.
señalen cu la caja de comunidad de Sangleyes Ordenamos y mandamos que en todas nues­
dos mil pesos en cada un año al dicho hospi­ tras indias, islas y Tierra-Firme del mar Océa­
tal con que preceda su consentimiento: advir­ n o , para fundar cofradías, juntas , colegios ó
tiendo que se lia de librar solamente lo preci­
so y necesario. 1 damos licencia y facultad al (9^ Véase ley 8, tit. 21 , üb, 1 .°
De los hospitales y cofradías. 25
cabildos de españoles, indios,' negros , mulatos Que los prelados visiten los bienes de las f á ­
ú otras personas de cualquier estado ó calidad, bricas de las iglesias y hospitales de indios, y
aunque sea para posas y fines pios y espiritua­ tomen sus cuentas, asistiendo persona por
les, preceda licencia nuestra y autoridad del el patronazgo real ¡ le j 22 y tit. 2 , de este
prelado eclesiástico,, y habiendo lieclio sus or­ libro, ( I2 )
denanzas y estatutos, las presenten en nuestro Que á los religiosos del beato Juan de Dios no
real consejo de las Indias, . para que en él se se les encarguen los hospitales, sino es obli­
vean y provea lo que convenga, y entretanto gándose conforme ála ley^tá, tit. 14 de este
no puedan usar ni usen de ellas*, y si se confir7 libro.
ruaren ó aprobaren, no se puedan juntar ni ha­ Que el colegio y hospital de Mechonean sean
cer cabildo ni ayuntamiento, sino es estando del patronazgo real¡ ley 12, tit. 23 de este
presente alguno de nuestros ministros reales, libro.
que por el-virey, presidente ó gobernador fue­ Que los prelados informen de los hospitales y
re nombrado, y el prelado de la casa donde se cofradías de sus distritos , ley 2 5 , tit. 14,
juntaren. (10 y 11) lib. 3. (13)'
(10) En cédula de 8 d« febrero d e '17/58 se mandó ob­
servar esta le y ,y que no se continuasen las que se hubie­
sen fundado sin real licencia. (x2) Véanse las cédulas de ï 6 de marzo de 76 y'2.3 de
(11) Por real cédula de S. Lorenzo de 9 de noviembre noviembre de 94, que declaran la autoridad del gobierno
de 1773, S. M, extrañó en 19 cofradías de Lima la falta y de tos ministros conservadores en la congregación de
de esta observancia; y aunque las aprobó, previno al virey iu orden llamada de nuestra sonora de la O «ieLimu.
que en adelante no lo permita. (13) Por cédula de^S de.febrero.de i759 se mandó que
Por otra de i7 de setiembre de i766 6e aprobó la de la
caridad fundada por el virey y arzobispo en i 8 de abril el corregidor. de Yca profiriese al cura en las juntas de co­
de j765. fradía de Concepción ,sin que dicho curadas íivme ni ten­
En cédula de 8 de marzo de i792 está declarado ga otra inspección que presenciar las que se.fo.rmcn, y que
que la necesidad d éla asistencia de ministro real á estas no se consienta el u«o. de cofradías aunque sean erigidas
juntas de cofradías se entiende también á estas prepara­ con autoridad eclesiástica , si no se presenta real aproba­
torias , y que sin esccpcion todas se han de presidir por ción."Véase la cédula de 27.de marzo.de i772 sobre el hos­
ministro real. pital del Espíritu* Sanio de Lima.

T ÏT tifio Q U I N T O *

D e la in m u n idad de las iglesias y m onasterios ^ y que en esta


razón se guarde el derecho de los reinos de C a stilla .

LEY P M M É M .. j venga la inmunidad eclesiástica en los casos que


i conforme á derecho de estos nuestros reinos de
Don Felipe lie n M adrid,cédula <lcr8 de octubre dé i569. , Castilla se debe guardar, y tengan muy par-
Y don Felipe LV en.-esta Recopilación.
>ticuLar cuidado coa la autoridad de los prela­
Que se guarde toda reverencia y respeto d los lu­ dos y ministros de las iglesias, para que las
gares sagrados y ministros eclesiásticos , y la inmu­
nidad á las iglesias. cosas del servicio de Dios nuestro Señor y cul-
I to divino se hagan con la decencia convenien-
Porque conviene que los naturales de nues­ • te , y ocasione á los naturales mayor ediíica-
tras Indias tengan toda reverencia y respeto à cion, y para su conversión á nuestra santa fé
los lugares sagrados y á los arzobispos , obispos i católica. ( 1)
y ministros de la iglesia, santos sacramentos y | LEY II.
doctrinas. Defendemos y prohibimos á todas y
cualesquier personas de cualquier estado y ca­ j El emperador don Carlos y la Ileina gobernadora en Mc-
1 dina del Campo á 20 de marzo d e..1532. Y don Feii-
lidad que sean, asistir en las iglesias ni monas­ l pe IV en esta Recopilación.
terios arrimados ni echados sobre los altares, ni
pasearse al tiempo que se digeren las misas, ce­ I! Que no se admita en las iglesias ni monasterios d los
que no deben gozar de su inmunidad.
lebraren los oficios divinos, y predicaren los
sermones, ni tratar, ni negociar en las iglesias ¡ Rogamos y encargamos á los prelados de
ni monasterios en cualesquier negocios, ni po­ las iglesias y monasterios de nuestras indias, que
ner impedimento á que se digan los divinos ofi­
cios, ni estorbar ni retraer de su devoción á (Y) La primera de las cédulas sobre inmunidad y es-
las personas que à las iglesias ocurrieren á los tracción de reos de los asilos que pe r notoriedad no gozan
de é l, es de io de octubre de 32 dirigida ála audiencia de
oír. Y mandamos á nuestros vi reyes , presi­ Chile aprobándose las providencias que dio para sacar de
dentes y oidores, gobernadores, corregidores y santo Domingo á José üenegas que había muerto alevosa­
otros jueces, que no consientan ni den lugar i mente á Juana Vilches.
En cédula de 6 de noviembre de i773 se previene la
que en las iglesias y monasterios ésten los hom­ [ puntual observancia del Rreve de su Santidad que empie­
bres entre las mugeres, ni hablen con ellas, y za En sentper , de i2 de setiembre de i772, que comete á
los ordinarios la minoración de asilos, reduciéndolos á uno
hagan guardar y guarden con el rigor que con- J ó dos en cada pueblo según la calidad de ellos
Libro i. Título v.
no admitan à los delincuentes que à ellos se aco­ se retraen i las iglesias y lugares sagrados. Y
gieren, en los casos que conforme al derecho porque esto es con Ira el bien público y seguri­
de estos nuestros reinos de Castilla no deben dad de nuestras armadas y flotas y mandamos
^ozar de la inmunidad eclesiástica, n¡ impidan que los soldados, pilotos/-marineros y artille­
a nuestras justicias usar de su jurisdicción; y á ros que se retrageren á las iglesias y conventos
Ioj que pueden y deben gozar de Ja inmunidad ó lugares sagrados, por R edarse en las Indias,
no consientan ni den lugar á que eslen en las uedan ser y sean sacados de ellos, y entrega­
iglesias y monasterios por mucho tiempo. (2 ) os a ios cabos de sus bajeles.para que los vuel­
LEY III. van á estos reinos.
Don Felipe II en Madrid á i 2 de abril de i592. Y donQue no se impida á los prelados la jurisdic­
i*eiipe IV en esta Ilecopilacion. ción eclesiástica , y se Ies. dp favor y auxilio
Qua puedan ser sacados de las iglesias los pilotos, conforme á derecho : ley M , tit./l de este
marineros y soldados que se quedaren en las Indias. libro.
Algunos soldados , pilotos, marineros y a r­ Que los fiscales sigan las causas de inmunidad
tíllelos que en las armadas y flotas pasan á nues­ ij otras ante jueces eclesiásticos por sus per­
tras Indias, islas de Barlovento y otras partes ' sonas ó las de sus agentes: ley 30 } tit. 18,
se quedan en ellas sin licencia nuestra, donde lib. 2 . ( 4)
(¿) Vea se la cédula del Pardo de 5 de abril de i 7(*4, :
jnserya y mandada guardar en otra de i'. © de agosto I
de t/78: y últimamente la de ifi de octubre <h: i770 que (4) Sóbrelas tres leyes de este titulo , ademas de las
i declaraciones
prescribe entre otras particularidades el recurso de fuerza ■
' que se citan sobre la segunda, véase la no­
en conocer y proceder el eclesiástico contra los leeos en vísima- de u de junio de 97 que inserta la-de -15 de marzo
! de
delitos exceptuados, fol. 228 ^tit. 33-, b 87 , y da nueva providencia para evitar los abusos qué
La 'iItima cédula que arregla el modo de proceder en se habían últimamente introducido por algu'rios párrocos
estos casos es la del Pardo de' i 5 de marzo de 1787, que se I rurales. En cédula de 28 de marzo de 94 se ha declarado
Ji.iila en el teatro de la Legislación en la palabra Ileos, * que los reos do homicidio, como no sea casual'ó en defen­
sa , no deben gozar de inmunidad, >

l^*^SS3Vn©>

*> ¿ ¿ U

D e l p a tro n a zg o r e a l de las In dias.

LE Y P R IM E R A . iglesia ni monasterio puedan usar de derecho


de patronazgo sino fuere la persona que en
Don Felipe II en S. Lorenzo á i.° de junio tic i 574, ca­
pitulo i de el Patronazgo.^ En Madrid á 2i de febrero nuestro nombre, y con nuestra autoridad y
de i575. Y á i5 de junio de iGó4.
poder, lo.ejerciere; y que ninguna persona se­
Que el patronazgo de todas las Indias pertenece pri­ cular ni eclesiástica, orden ni convento, reli­
vativamente al Rey y d su real corona , y no pueda
salir de ella en todo ni en parte. gión ó comunidad de cualquier estado, condi­
cio» , calidad y preeminencia, judicial ó estra-
Por cuanto el derecho del patronazgo eele- . judicialmente, por cualquier ocasión ó causa
siástico nos pertenece en todo el estado de las sea osado á entrometerse en cosa tocante al di­
Indias, asi por haberse descubierto y adquirido cho^ patronazgo rea!, ni á Nos perjudicar en él,
aquel Nuevo-Mundo, edificado y dotado en él ni á proveer iglesia, ni beneficio, ni oficio
las iglesias y monasterios à nuestra costa, y de eclesiástico, ni á recibirlo, siendo proveído en
ios señores reyes católicos, nuestros anteceso­ todo el estado de las Indias , sin nuestra p re­
res, como por habérsenos concedido por bulas sentación , ó de la persona á quien Nos por
de los sumos Pontífices de su proprio motu, ley ó provisión patente lo cometiéremos ;.y el
para su conservación y de la justicia que á él que lo contrario hiciere, siendo persona secu­
tenemos. Ordenamos y mandamos que este de- ¡ lar , incurra en perdimiento de las mercedes
recho de patronazgo de las Indias , único é in \ ue de Nos tuviere en todo el estado de las lu ­
solidum, siempre sea reservado à Nos y à nues- i ías, y sea inhábil para tener y obtener otras,
tra rea! corona, y no pueda salir de ella en to- j y desterrado perpetuamente de todos nuestros
do ni en parte, y por gracia, merced; privi le- reinos: y siendo eclesiástico, sea habido y teni­
gio, ó cualquiera otra disposición que Nos ó los do por es tra fio de ellos, y no pueda tener ni
reyes nuestros sucesores luciéremos ó concedié- • obtener beneficio ni oficio eclesiástico en los di-
remos , no sea visto que concedemos derecho 1 ciios nuestros reinos, y unos y otros incurran
de patronazgo à persona alguna , iglesia ni mo­ en las demas penas establecidas por leyes de
nasterio, ni perjudicarnos en el dicho nuestro estos reinos, y nuestros vireres , audiencias y
de recho de patronazgo. Otrosí por costumbre, justicias reales procedan con todo rigor contra
prescripción, ni otro titulo, ninguna persona los que faltaren á la observancia y firmeza de
ó personas, comunidad eclesiástica ni seglar, nuestro derecho de patronazgo, procediendo
Bel Patróntfzgo Real. 25
de oficio ó á pedimento dé nuestros fiscales, ó X E ¥ III.
de cualquiera parte quejo pida, y. en la ejecu­
ción de ello pongan (a,diligencia,necesaria./’í) El mismo. allijcap,•3i
Que los arzobispados, obispados y abadías sean pr:o-
veidos por presentación del Rey d su Santidad
■ LEY !L Los arzobispados, obispados y abadías de
El mismoaJíij, capitulo 6 de el Patronazgo. Y,don .Fp.li-'
nuestras rpdiás se provean por nuestra presen -
pe IV en esta Recopilación. tac ion hecha a nuestro ntu y santo :PadVe, que
pór tiempo fliere, como1basta ahora se ha., be-
Que no se erija iglesia-ni lugar pió sin licencia -del Chó.-.; ~ . .
■ ■ •; / : Rey i • ¡

P o rq u e n uestra in te n c ió n es que: se erijan ,:


Él mismo, .'lili,'ortlcnanza 4 en Áránjijcz á i? dé CneVo
^instituyan , fu n d eu ¿ y c o n stitu y a n - toda$¡Jas d é 'i4 6 i .; E ñ 'é l .Escorial á-3 di; noviembre de i569.<:Y¡fu
-iglesias .catedrales* p a rro q u ia les, m on asterios, y;-: - M a d rid .á i i gç, setiem bre cíe i5GÍ).
h o sp ita les é iglesias votivas, lu gares,p jos y r e li­ Que las dignidades y prebendas se provean por pre-
giosos,1d o n d e-fu eren n ecesarios para laí p r e d i­ - ó , seniuciun del Rey d sus, prelados.
cación , d o c tr in a ,. en señan za y p rop agación d e
nuestra sa n ta,fé católica r o m a n a ,,y ayu d ar-can
Grdépamos y mañdámos que las dignida­
n u estra real, h acien d a cu a n to .sea p osible -párai
des;- cáhongías , racionés -y-rnédias raciones de
q u e ; ten ga e fe c to ?,■; y; -á N o s . ¡p erten ece e l pa - ¡
“todas Wfgiesrás cátedráles^de las Indias se pro­
tron azgo eclesiá stico d e todas nuestras; J o d ia s,.
vean por presentación hecha pór uuestra pro­
y ten er noticia de. las p artes y lu gares d ó n d e sej visión , librada por nuestro consejo real de Jas
d eb en fu n d ar y son n ecesarios. M an d am os q u e
Iridias, y firmada dé nuestro nombre, por vir­
n p se erija , in s t it u y a , f u n d e , n i co n stitu y a j
tud dé lá cual elarzobispo ú obispo de la igle-
ig lesia eatecíral ni parroquial* m o n a sté r io /h o s-j
sía,.'donde ftiéreia dignidad , canonicato ó ra­
. .pital , ig lesia v o tiv a , n i otro J u g a r p ió. ni re-j
ción, haga colación y canónica institución al
lig io so sin li'cenciá.espresa u u e s tr a , según...jeslá:
presentado', la cual asimismo sea por escrito,
p ro veíd o por.Ja le y : 1, t it. 2 , y la ley¿J , tït. 3
sellada con áíi sello , y firmada ele su mano : y
de este libro, sin embargo Je cualquier permi­ sin;la dicha-- presentación y título, colación y
sión que se hubiere dado á nuestros víreyes ú canónica institución por escrito , no se le.dé la
otros ministros, qué en cuanto á esto la revoca­ posesión de ia dignidad, canongia, ración ó
mos y damos por ninguna y de ningún valor ni media ración 5 ni se le acuda con los frutos y
efecto. ( 2) emolumentos^ de ella, so las penas impuestas
por las leyes á los que contravinieren á nuestro
patronazgo real.
(i) En esta maleri* téngase presente qué por real reso
Ilición de 5 de setiembre de i 8g3 se manda que la compu . LEY V.
taeión de parentesco entré.ios jueces y candidatos se ar Don Felipe II en la ordenanza 6 del Patronazgo de
regle en lo sucesivo al derecho civil y no ni cauónico:: qu<
los jueces del coucurso deben hacer escrutinio de si algo- 1574. Don Felipe III en Madrid á 18 de marzo de
nos de ellos es pariente de los opositores en el grado pro. -1620. Y don Felipe IV en esta .Recopilación.
liibido por el Derecho civil y y resultando hay tal liga,
men .separarse de votar en las oposiciones á prebendas i Que en las presentaciones de prebendas sean prefe -
cura tos en conformidad de lo dispuesto por real cédula di ridos los letrados graduados y los que hubieren ser­
1 .-Ç. de abril de i774; y si discordasen en este punto , de­ vido en iglesias catedrales, extirpación de idolatrías
claro teca privativamente su decisión á mis vice-putro- .y en las,doctrinas. ''
nos reales, y deniDgtm modo puedan mezclarse mis rea­
les audiencias, porque las leyes 1 y 39 , tit. 6, lib. 1 . © ,, }3 Ordenarnos y mandamos que en las presen­
o 1 , tit. 15, libr 2 , las inhiben de ■todo conocimiento er taciones que se hicieren para las dignidades,
materias de mi real patronato, aunque sea por recurso de
f uerza. Y por último , he resuello se observen las disposi­ canongias y prebendas de las iglesias catedrales
ciones canónicas y reales sóbrela provisión délas sacris­ de las Indias , sean preferidos los letrados gra­
tías mayores, y señaladamente la ley 2í, tit. G, lib. 1. °d e
las ludias, y la citada real cédula de 1 . ° de abril d e i 77<J- duados por las miiversidades de Lima y Méjico,
de forma que las referidas sacristías deben proveerse pro­ y las Jeiiias aprobadas' de nuestros , reinos de
poniendo tres sugetos al vice-patrono para qué elija de Castilla tí los que no lo fueren: y también sean
e los el mas idoneo, esceptuando el caso que espresa di­
cha ley de que pueden los tesoreros nombrar sacristán en preferidos los que hubieren servido en iglesias
lo perteneciente á su dignidad satisfaciéndole lo justo. caled tales de estos nuestros reinos, y tuvieren
(1) Son las palabras de Julio II cu su constitución de 28 mas ejercicio en el servicio del coro v culto di­
do jubo de 1oo8 , es la 22 de Ciríaco Moreíli, edición de
Vonecía de 1/76. vino à los que no hubieren servitio en ellas : y
Los obispos pueden dar licencias para el uso de oratorios asimismo lo sean los que Nos presentáremos, y
urbanos y rurales con justas causas,- y también para capi­
llas decampo, con acueido de los viee-paironos , ñor cé­ en las Indias fueren presentados por nuestro
dula de Aranjuez de 25 de abril de 1787. 1 real patronazgo, habiéndose ocupado en la vi­
En cuanto al seminaria que se fundó en Guatema­ sita y estirpacion de idolatrías, ritos y supers­
la pn licencia. Véase la cédula de 27 dé marzo de 1725
folio 318 , tit. 2 ’ ticiones de los indios, y en e l.servicio de las
El convento de san Francisco de Mendoza se mandó doctrinas. ( 3)
demoler por cédulas que trae el señor Corral sobre esta
Posteriormente en Goatemalalos mercenarios constru­
yeron un convenio con el nombre de san Gerónimo: y reen­ (o) En real cédula de 20 de mayo de 97 se declaró qtie
cargándose el cumplimiento de esta ley en cédula de 26 en Jas oposiciones á eanongias de oficio sé atienda á Ja ma-
de puno de i7G5 se mandan hacer cargo de cualesquier yor antigüedad del grado con preferencia á Cualesquier otra
iaua en osle punto al tiempo de las residencias calidad para ei orden de los ejercicios de j:;¡ oposición, esto
TOMO I. es, sobre quien ha' de leer primero ó después.
26 Libro ú Título'vi;
LEY VL •■■■ L E Y V IH . :
El mismo allí. Ordenanza 7 y S del Patronazgo. Don Felipe XII en Onrúfiia « 25 de mayo de 1608. Y
en San Lorenzo á i:" dé noviembre d¿ 1610.
Que en tas iglesias catedrales de las Indias , donde
hubiere posibilidad, se presenten dos juristas y dos Que para las canongias de aposición no tengan voto
teólogos para cuatro cunongias. los racioneros, y- le tengan los dignidades.
Mandamos que donde cómodamente se pu­ Es nuestra voluntad que en los nombra-
diere hacer se presenten en, cada iglesia un ju ­ frite ritos tle los-opositores que se hubieren de
rista graduado en estudio:general para un ca­ proponer para las cuatro canongias, doctoral,
nonicato doctoral, y otro letrado teólogo,..gra­ magistral, de .escritura , .y penitenciaria , no
duado también en estudio general para otro ca­ tengan voto los racioneros : y porque respecto
nonicato magistral, que tenga el pulpito , con de los pocos canónigos que hay en las iglesias
la obligación que en las iglesias de estos reinos dé las Indias, habría falta d¡e votos;en seme­
tienen los canónigos doctorales ^magistrales, y jantes ocasiones en el cabildo con solos ellos y
otro letrado teólogo a jiróbado por estudio gene­ el prélado y deany que se tienen por de mucho
ral para leer la lección de sagrada.escritüra, y inconveniente. Mandamos que tengan voto ea
otro letrado jurista ó teólogo parà el canonica­ las dichas Oposiciones los dignidades délas igle­
to de penitenciaria , conforme á lo establecido sias, pues como personas en qaien de 1*ordinario
por los decretos del sacro,Concilio T ridentino,. concurren mas partes, suficiencia y satisfac­
los cuales dichos cuatro canónigos sean.del nú-! ción , confiamos que procederán •como deben,
mero de la erección ,de la iglesia, , : y que quedará prevenido esto con la justifica­
ción quecoim enev (5)
LEY VIL •ti. i , ■i . ;
Don Felipe II en el Campillo á 14 de maye dé 1$97.; " " " ' " ‘ y ., 'l e V í í l .; ■
Don Felipe III en el Pardo á 18 de febrero d e>.1609.. Dbn Felipe IV én Madrid’á 1 .® de junio &e‘ 1625, A llí
Don Felipe IV en Madrid à 8 de. junio de. 1628, ¡ ■: 8 ;de jimio dé 1628. - ' i"i]
Que las cuatro canongias se provean en las iglesias, Qué en las calidades de los opositores se guarde el
y e,i laform a que esta ley declara. . sáhio Concilio, en lo demás el pdtròhàigò real , y la
Ordenamos que la provisión de las cuatro nominación se remita Con los autos.
canongias doctoral, magistral, de escritura, y Declaramos que eii cuanto á las calidades
penitenciaria, se haga donde está dispuesto por personales y edad, de los opositores á las canon­
suficiencia, oposición y examen, como en ia jías que se proveyeren por oposición, se guar­
ciudad y reino de Granada, y nuestros vireyes dé lo que dispone el santo concilio Tridentino,
y presidentes traten con los prelados que en y en lo demas se observe nuestro patronazgo
vacando canongias hasta el dicho número de real. Y mandamos que hecha la oposición y
cuatro en cada una de las iglesias propuestas, nominación con los autos en razón de ios plei­
ó que adelante propusiéremos para esto, se ha­ tos que hubiere, se remita todo á nuestro con­
gan poner edictos en todas las ciudades, villas sejo de las Indias, para que provea lo que con­
y Ititares, que á los dichos nuestros vireyes ó venga. ■-
presidentes pareciere convenir, para que todos ' LEY X.
los letrados que estuvieren repartidos por la
Don Felipe II en la ordenanza 25 de el Patronazgo.
tierra, asi en las prebendas de las otras iglesias,
como en oficios eclesiásticos y doctrinas, sepan Que los presentados por el Rey parezcan ante elprcm
el dia del concurso, y que en él hagan sus ac­ lado dentro del tiempo que se les señalare .
tos, conforme á lo que es costumbre en casos Mandamos que si el presentado por Nos
semejantes, interviniendo en ello el virey o dentro del tiempo contenido en la presentación
presidente, ó el que en nuestro nombre go­ no se presentare ante el prelado que le ha de
bernare la tierra, para que de los mas suficien hacer la provisión y canónica institución, pa­
tes se escojan y nombren tres para cada pre­ sado el dicho tiempo la presentación sea ningu­
benda , en cuya elección voten el arzobispo u na, y no se pueda hacer por virtud de ella la
obispo, deán y cabildo de la metropolitana Ò provisión y canónica institución. (6)
catedral, y den los nombramientos abiertos a
nuestro virey, presídeme ó persona que gober­ sobre la forma en que se han de proveer las prebendas
nare, los cuales nos enviarán con su parecer, de oficio en estos reinos.
para que habiéndolos visto elijamos y nombre­ ciónEndeLima se declaró por válida la posesión de una ra­
aquella iglesia dada con dictamen del real Acuer-
mos de los susodichos ó de otros el que fuere I do,ad. Pablo Larraunaga sin el despacho original, en
nuestra voluntad. (4) virtud de la enunciativa que se hacia en él de media
ración de don Jasé Arquillada; pero se prohibió que en
ii e m p o alguno se alegue por rgcmplar, declarando nulo
(l) En cédula de 20 de junio de 1756 se declaró que cnanto sé obrase sin tener presente la real presentación
siempre que sobrevela la muerte civil ó natural al pre­ o r i g in a l, y se mandó anotar.
sentado á prebenda antes de ser instituido , se debe pro­ En cédula de i7 de junio de i799 se ha declarado el
ce ler á nueva oposición : que cuando aquello acontezca lugar que debe ocupar en estos actos la persona que á
antes de remitirse ai rey los autos, el vice-patron deter­ nombre del virey ó presidente ha de intervenirles, y se
mine si seha de proceder á esto ó no : qué en general toca • lama el asistente real.
á li potestad real .y sus ministros resolver la duda de si s< (5) Para tener voto es preciso qne los vocales asistan
lian de poner nuevos edictos para la provisión de alguna precisamente á todas las funciones de la oposición, según
canongia,* y que pueden ser admitidos á oposición los me­ óna real declaración moderna.
nores de -10 anos si tienen las demás calidades. (()) Véase la cédula citada eu la ley 1 .a, tit. 1 1 , y ia
Téngase presente la cédula de 25 de julio de i/2o de iS de julio de i/08.
3M Patronazgo Real.
27
LEY XI. yeidos residentes, de los mas hábiles y stificien
D. Felipe II en la ordenanza 7 de el Patronazgo. En tes que se opusieren ó pudieren hallar, para
San Lorenzo á 24 de junio de 4577.
que sirvan el coro, altar é iglesia en luga? de
Que con la, presentación original se haga luego la las prebendas vacantes ó de los ausentes? como
canónica institución , pena de paguj' los frutos, dicho es, y la provisión no sea en título, sino
■ Rogamos y encargamos á ios prelados de cid natum amovible, y habiendo cuatro
nuestras Indias, que habiéndoseles'presentado ciados o mas en la iglesia catedral, ei prelado
la provisión original de nuestra presentación, no haga novedad m ponga sustitutos, asi en las
sin dilación alguna hagan á ios presentados vacantes como en las de ausentes, y en la nri-
provisión y canónica institución, y les manden mera oeaçion.nos dé noticia para que Nos ¿re-
acudir con los frutos, escepto teniendo alguna sentemos y proveamos lo que convenga , y á
escepcion legítima contra ellos, y que se les os que asi nombrare señalará salario compe­
pueda probar j y si no tuvieren escepcion legí­ tente de los frutos que pertenecieren á la mesa
tima, u oponiendo alguna que sea legitima , y capitular, siendo primeramente pagados de ella
lip la aprobando, ordenamos y mandamos que los que residieren y tuvieren titulo de lo ciue
si les dilataren la institución ó posesión , sean conforme & ia erección debieren haber’, y de
obligados á les pagar los frutos y rentas, cos­ lo que sobrare de esto, y de los salarios que
tas é intereses que por ia dilación seles recre­ por el prelado se señalaren de los frutos ■dará
cieren ( 7). orden que se repartan entre todos los institui­
LEY dos y nombrados prorata de lo que cada uno
llevare : pero si acaeciere que en la: iglesia re­
El mismo allí, ordenanza 6 del Patronazgo sidiere» cuatro beneficiados ó mas que tengan
Que no se de la canonica institución sin (pie se pre­ titulo el prelado dejara los frutos de la mesa
sente la provisión original déla presentación. capitular, conforme á la erección, lo cüal pro­
Ordenamos que ningún prelado, aunque curara que se guarde y cumpla j y en el caso en
tenga cieita relación é información de que Nos que haya de hacer los nombramientos, envia­
hemos presentado alguna persona à dignidad, ra ante los de nuestro consejo de las Indias en
canongía, ración ú otro cualquier beneficio, no los primeros navios que á estos reinos vengan,
le haga colación, ni canónica institución, ni le relación particular de las personas que asi h u ­
mande dar posesión, sin que primero ante éi biere nombrado y calidad de ellas, para que por
sea presentada nuestra provisión original de IVos visto mandemos proveer lo que mas con-
presentación, ni los vireyesy ni audiencias, lo yenga al servicio de Dios nuestro Señor y de la
hagan recibir en otra forma ( 8). Iglesia *, y estarán advertidos los prelados que
el salario que han de señalar no esceda de la
porción ordinaria que cupiere á los otros pre­
D. Felipe II en la ordenanza 5 de el Patronazgo. Y sentados e instituidos. ( 9 )
en Madrid á 1.® de julio de 1567. En Aranjuez á 7
de jumo de 15/8. Don Felipe 111 en el Pardo á 20
de noviembre de 1606. LEY XIV.
Que en la iglesia donde no hubiere hasta cuatro pre­ cardenaI hoaisa G. en
M adrid a 14 de julio de 1540. D. Felipe H en la or­
bendados, el prelado nombre d cumplimiento de ellos. denanza 5 del Patronazgo.
Cuando en alguna de las iglesias catedrales
dé las Indias no hubiere cuatro prebendados Q^ ! T / * T brad? f P?r l0, s Prel«d°s sean hábiles r
no tengan silla, titulo ni voz en las iglesias.
por lo menos , residentes, proveídos por nnes-
tra presentación y provisión, y canónica insti­ Rogamos y encargamos á los arzobispos y
tución del prelado, por estar las demas pre­ obispos de nuestras Indias, que cuando hubie­
bendas vacantes, ó estando pioveidas y los pre­ ren de poner personas que sirvan en sus igle­
bendados ausentes, aunque sea por legítima cau­ sias en lugar de los, que faltaren, conforme á
sa por mas de ocho meses, el prelado entretan­ a licencia y facultad que de Nos tienen , sean
to q.ue Nos presentamos, elija à cumplimiento
hábiles y cuales convenga al servicio de Dios
de cuatro clérigos sobre los que hubiere pro-78 nuestro Señor y de las iglesias , y provean que
las tales personas no tengan sillas propias, y se
asienten despues de los canónigos, ni tengan tí-
(7) Esta previsión ó presentación ha de mandar eí
u o ni voz en los cabildos, por cuanto no es
S°M Íb. 2.°* V1SCJ?eS ° Presidemes’ seSun ia ley 37 , t/tu- justo que gocen las preeminencias que los pre­
(8) Véase Jo notado sobre Ja ley 7 . sentados por Nos. * 1
La cédula de 26 de setiembre de 1772. La de 1 0 Ap
noviembre de 1750, y otras de 8 de abril de 1753 y 24 de
agosto de oj, en que se ordena, que el que no sacare des­
XV.
pachos se quede en ia prebenda que antes tenia, con o 'D. Felipe II en Madrid á 19 de abril de 4585. Y don
s, no hubiese sido ascendido, y q«c Je sustituya cí íom - 1‘ elipe IV en esta Recopilación.
Jjrado en su resulta, escepto si fuere eJ deanato, ó a launa Que los prelados y cabildos en sede vacante hagan
de le* cuatro prcbendas de oficio, en cuyo caso se ha e
suspender y dar cuenta al Jley.- y últimamente, ñor otra diligente examen de los presentados á prebendas.
de Aranjuez c e 15 de dic.embre de 1768, se p escribe 5
los provistos el termino de presentarse: dos anos á los Encargamos á los arzobispos, obispos c ígle-
que estuvieren en España destinados á Méjico y Santa
t e .- tres para ios del Peni y Filipinas.. 15 dias para los l S^ e «sta ley vense la cdcíula de 23 de octubre
presentes en Ja iglesia: cuatro meses para los del distrito w T r/ru D dec,f 1rado f brc 05 rezantes de Guamanga
contados todos desde que recibieron el despacho, Y mié y IinjiHo. Pero sobre todo la de 13 de octubre de 17($
por la secretaria de Camara se participe sucesivamente i en que se desaprobó el nombramiento de un rezante
los arzobispos y obispos. ntmc a pues o en lugar del racionero D. José Argomedo sin otro
mentó m motivo que porque éste era corto de vista.
28 Libro i. Título vi.
siascatedrales en sede vacante, que cuando por poderlas dotar de prebendados y proveer lo de­
Nos, fueren’presentados algunos prebendados, mas necesario.
bagan diligente examen, y reconozcan si en
sus personas concurren las calidades de idonei­
LEY X IX .
dad y suficiencia , que conforme à las erec­ D. Felipe II en las ordenanzas .19 y 20 de el Patro­
ciones ,so-requieren , guardando el tenor de las nazgo. En Madrid á 15 de junio de 1574. En San Lo­
renzo á 6 de diciembre de 1597. Véanse las leyes 13,.
provisiones que por Nos se mandaren despa­ tit. 33, lib.'2, y la 70 tit. 3, y la 2, tit. 14, lib. 3.
char, sobre lo cual les encargamos las concien-
cías. Que los prelados envien en todas las flotas relación
de las prebendas y beneficios vacos, y de los sacer­
LEY X V I. dotes beneméritos, y qué diligencias han de prece­
der d la presentación.
1). Felipe 11 en Guadalupe á 26 de marzo de 1580.
En todas las flotas que de nuestras Indias
Que el- gobernador de Filipinas presente las preben- vinieren á estos reinos nos envien los arzobis-
• das que vacaren en el ínterin. pos y obispos relaciones de las dignidades, ca-
Por M mucha distancia que liay de estos nongias, raciones y medias raciones, que va­
reinos il las Islas Filipinas, y el inconveniente caren en sus iglesias, y los demas beneficios que
qué podrá resultar de que las prebendas vacan­ fueren á nuestra provisión, y de lo que vale la
tes estén sin proveer basta que J\os presentemos renta y pie de altar en cada uno, y de los sa­
quien las sirva. Mandamos al gobernador y ca­ cerdotes beneméritos que hubiere en sus distri­
pitán general de las dichas islas, que cuando tos que mas hayan servido en la doctrina y con­
vacaren dignidades , canongías y otras preben­ versión de los indios, y de sus calidades, edad,
das en la iglesia Metropolitana, presente otras habilidad, suficiencia, vida y costumbres, y
personas que sean suficientes y de las calidades en quien concurren las otras partes necesarias
que se requieren, para que las sirvan en lugar para servir las prebendas y beneficios, para que
de los antecesores, entre tanto que Nos las vistas en nuestro consejo de Indias se provea lo
proveemos, y con el estipendio que hubieren que convenga. Y es nuestra voluntad que el
tenido los antecesores, guardando en las pre­ que nos suplicare le presentemos á alguna dig­
sentaciones lo dispuesto por las leyes de este tí­ nidad , beneficio ú oficio eclesiástico, parezca
tulo. ante el virey, presidente ó audiencia, ó ante
el que tuviere la superior gobernación de la
LEY X V II. provincia, y declarando su petición dé infor­
D. Felipe 111 en Lcnna á 28 de junio de 1608. mación de calidad , letras y costumbres y sufi •
Que el gobernador y arzobispo de Filipinas envien
ciencia. Y otrosí de oficióla haga el virey, au­
nombradas tres personas par a cada prebenda . diencia ó gobernador, y hecha, dé su parecer,
y lo envíe aparte: y asimismo aprobación de su
Mandamos á nuestros gobernadores de las prelado, con apercibimiento que sin esta dili­
Islas Filipinas, y encargamos á los arzobispos gencia no serán admitidos los cpie pidieren dig­
de Manila , que cuando vacaren algunas pre­ nidad, beneficio ú oficio eclesiástico (10).
bendas en aquella iglesia nos envien nombradas
tres personas, y no una sola, para cada una, LEY XX.
con aviso muy particular de su suficiencia , le­
D. Felipe II en la ordenanza 22 de el Patronazgo-
tras, grados, y las demas calidades que concur­ E1 emperador D Carlos y la reina gobernadora en
rieren en los propuestos, para que vistas, Nos Valladolid à 13 de noviembre de 1557. Y D. F eli­
proveamos lo que mas convenga. pe 11 en Badajoz y á 19 de setiembre de 1580.
Que ningún clérigo pueda tener d un tiempo dos
L E Y X V III. dignidades ni beneficios.
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 5 de octubre de 1606' Mandamos que en las Indias ningún clérigo
Que en cada catedral de Filipinas se provean dos pueda tener á un tiempo dos dignidades, be­
clérigos que ayuden d los actos pontificales. neficios ú oficios eclesiásticos en una iglesia ni
en diferentes) y que si alguno fuere proveído
Porque los obispos de las iglesias de la Nue­ con nuestra presentación para cualquier pre­
va Cáceres , Nueva Segovia , y del nombre de benda, dignidad, canongía, beneficio ú oficio,
Jesús de las Islas Filipinas, tengan quien los antes que se le haga colación y provisión, opte
ayude en los actos pontificales y estén con la y renuncie el que antes tenia, y sirva el otro
decencia posible en las iglesias, y el culto divi­ ó sirva el primero, y renuncie el segundo, del
no con mas veneración, respecto de que no hay cual solamente gozará, sin llevar cosa alguna
frutos decimales con que se pueden sustentar de la prebenda ó beneficio que renunciare (1 I).
en ellas algunos prebendados, nuestro gober­
nador de aquellas islas provea en cada una de
( |0) Cédula de Madrid d e.21 de julio de 1702.
Jas dichas iglesias de dos clérigos de buena vi­ Por consecuencia de los principios qoc establecen esta
da y éjemplo que asistan y ayuden al obispo en ley y las antecedentes sobvc la provisión de estas preben­
los actos pontificales, y en todo lo demas que das y canonicatos, se han dado para los casos de sus per­
mutas las reglas con que estas deben solicitarse y hacerse
tocare al culto divino, señalándoles alguna can- en real cédula de 6 de junio de 1?S5.
tidad moderada para su sustento, en nuestra ( 11 ) Los capellanes que hay por erección, en algunas
iglesias deben también proveerse por presentación real,
caja real, y para que con esto puedan por aho­ y asi sc-dcclaró enun caso de Trujillo por real orden de
ra servirlas, hasta que haya mas disposición de 12 de noviembre de USS.
Del ¿Patronazgo Ileale 29
y habiendo precedido el . examen con forme à
derecho , el cual examen se ha de hacer en .
D. FelipcTIl en Madrid á 8 dé marzo de ÍG20. concurso délos mismos opositores, como se
Quç.ias sacristías se provean por el patronazgo ^ y. hace en estos reinos en., las -iglesias donde los
si el tesorero de la iglesia catedral nombrare quien beneficios se proveen por oposición, nombran­
s'ifvà' en la sacristía tú paella nacer c¿ sus èïxpèusas.
do examinadores cada año conforme á lo que
. Mandamos .que en la provisión de;Jas. sa­ manda el Santo (joncilip de*Tren lo. De los asi
cristías de. Jas. iglesias .de las Lidias se .gyarde examinados y opuestos eu esta forma escojan
nuestro patronazgo real, sin .embargo die cuaL. los arzobispos y obispos tres los mas dignos y
qp^eiv.uso contrario, .y. al sacristán que.fu ere, .s^fieientes para cada uno de los dichos beaeíi-
nombrado para. iglesia.; catedra.|,.jsp Ipacudá p on; icios^ptcíiriendo siempre los hijos de, padre y
el salario que conforme á .,1a erección hubiere madre españoles nacidos en .aquellas provin­
de .haber*, y si con este .salario ;uo se pudiere cias, siendo igualmente dignos á los demas
hallar, sacristan, se le pueda acrecentar, por el opositores, nacidos en estos reinos y éstos los
cabildo de bienes de la mesa capitular hasta; Ja , propongan al virey, presidente,de la audiencia
cantidad competentej y.;-si:£l tesorero quisiere ó gobernador de su distrito, por su orden, es­
nom brar personé'que sirva éii la sacristía para pesando la edad, órdenes.de epístola, evange­
lo que toca su digh idad v I d ‘pueda hacera p a - ¿ lio Ó, misa, y grados de bachiller, licenciado ó
gándole á espensas suyas. ,4. . .. . . ; doctor, en teología ó cánones, y su naturaleza,
y los beneficios que hubiere servido y las de­
más calidades y requisitos que‘ concurrieren
D. Felipe IV en Madrid.á'19 de.,abril de 1639.. - en cada uno, para que c^e. ellds el virey,, pre­
Que el colector general se presente'por/el ‘real Pa­ sidiente ó gobernador escoja uuoj el que le; pa­
tronazgo. J i reciere mas á propósito; y Je presçnle en nues­
tro nombre, y con esta presentación le dé la
Etl las iglesias catedrales y metropolitanas colación el arzobispo ú obispo à quien tocare,
de nuestras ludias se ha creado un oficio ecle­ sin que los prefacios puedan proponer ni pro­
siástico, coíi título de colector genéral, à cuyo pongan otro alguno si no fuere.de ios opues­
cargo está apuntar las misas, limosnas entier­ tos y examinados, y de estos los mas dignos,
ros; diezmos , oblaciones y obvenciones,;y so­
advirtiendo que ios que se propusieren' para
licitar las cobranzas,-pleitos y'otras cosas j se­ las,.doctrinas de iiidms, sepan su lengua para
gún se declara éri ios' cóiiciliós provinciales y que en ella los pueda.ii doctrinar y predicar,
Sinodales celebrados para el gobierno de las
y tengan los demás requisitos necesarios. T o ­
iglesias. Y porque este oficio es y debe ser com­
prendido en nuestro real patronazgo, rogamos do lo cual .es nuestra voluntad que se entien­
da y cumpla con. los beneficios curados y doc­
y encargamos á los arzobispos y obispos de
nuestras Iridias, que todas las veces queel ofi­ trinas que se proveyeren en clérigos, y en las
cio de colector general vacare-, guarden por lo doctrinas que están, ó estuvieren ú cargo de
que les toca y hagan guardar en la provisión religiosos, se ha de guardar lo que está pro­
de él la forma de iniést'ro real patronazgo. veído por las leyes que de ello tratan. ( 1‘2J
LEY XXV.
D. Felipe II en S. Lorenzo á 28 de agosto de 1591. Don Felipe II en la Ordenanza 12 de.el Patronazgo.
Y Don Felipe IV en esta Recopilación. Véase la ley
Que los proveídos d beneficios por el Rey solo se 1 2 , tit. 15 de cále lihro.
diferencien de los otros en no ser amovibles ad
n u tu m . Que no habiendo, mas que un opositor d beneficii)
vacante, se envíe nombrado; y constando al gobier..
Declaramos que los proveídos por Nos á no, que no hubo, ni se hallaron mas, le presente, y
beneficios en lás' iglesias de nuestras Indias so­ se le dé la institución.
lo se diferencien de los otros en no ser amovi­ Cuándo no hubiere mas de un clérigo opo­
bles aci nutum del patrón y prelado, sitor al beneficio vacante' y el obispo no ha­
llare mas, envíe la nominación ante nuestro
virey, presidente ó gobernador cómo está dis­
Don Felipe III en Madrid á 4 d eab rild e 1609. Y don puesto, para que le presente y el prelado le
Felipe IV en esta Recopilación. dé la institución con calidad de que constan­
Que en la provisión de- los --beneficios curados se do al virey, presidente ó gobernador, asi por
guarde laform a de esta ley. los autos hechos por e! prelado como por las
Ordenamos y mandamos que, en vacando
en. nuestras indias. Occidentales é islas de ellas (i2) Esta ley 24 en cuanto ordena tener consideración
á los criollos, hacer espresion del mérito de los opositores
de cualesquier beneficios curados , asi en los en las nóminas, y que en estas se nombren efectiva mente
pueblos de españoles como de los indios , que tres sugelos, sin que á ello satisfaga nombrarse los mis­
mos en distintos lugares, se lia mandado y encargado ia
se llaman doctrinas, los arzobispos y obispos observancia ai marqués-de Osorno en cédula de 2Ò de ju­
en cuyo distrito vacaren, pongan edictos pú­ lio de i799, sin perjuicio de dejar correr ia iluminación
blicos para cada uno, con término competente délas resudas de las primeras propuestas, sin necesidad
de nuevos edictos como se acostumbraba y á que paree ia
para que se vengan á oponer espresando en oponerse la esprésion. «En vacando.»
ellos que esta diligencia se hace por orden y Vea-se la cédula de.2 de noviembre de 1733, en que se
comisión nuestra, y admitidos lus opositores, encargó á losviieycs: que eu la provisión de curatos se
arreglasen á las leyes.
TOMO I,
8
30 Libró i, T úulò vi.
diligencias que hiciere, siendo necesario, que Jos examinadores, puedan los vireyes, presiden­
no liubo mas opositores, hagan la presenta­ tes y gobernadores que tuvieren el ejercicio de
ción y y si pareciere que los hubo, no la hagan nuestro real patranazgo, informarse estrajudi-
hasta que en la nominación vengan propues­ cialmente de las partes y suficiencia de los pro­
tos los tres, que disponen las leyes de este tí­ puestos para elegir él mejor 5 y dado que nin­
tulo. guno dé ellos sea á propósito, ni suficiente para
L E Y X X V Í. el benefició ú oficio que se hubiere de proveer,
y sean todos tan insuficientes, que con ningu­
El emperador dou Carlos y eí príncipe G., en Mon­
zón a 23 de setiembre de 1552. D. Felipe 11 en Ma­ no de’ellos se pueda descargar nuestra concien­
drid á 21 de febrero de 1565. Y en San Lorenzo a'5 cia ,:‘pedirán al prelado que les proponga sii'gé--
de noviembre de 1567.'Y en Madrid' á í t de sétienrr- tos én quien concurran las calidades necesa­
bre de 1569. rias ; pero esto ha de ser en caso que de otra
Que los presidentes de Quito y la Plata ejerzan el manera no se cumpla con la obligación de nues­
real patronazgo en sus distritos , y las justicias , ofi­ tra real conciencia, guardándolas leyes de este
ciales reales y encomenderos no se entrometan d titulo. (13) • •
nombrar curas.
'' L E Y X X IX . ■
Ordenamos y rhándámos, que sin embargo
de que los presidentes de las audiencias rea­ ¡D.. Felipe II en la 0 r.deiiaijza.l8,.(le el Patronazgo.
les de las provincias de Quito y las Charcas Que en ¿a presentación y provisión sean preferidos
no tengan lá góbéríiacion secular de los (lis- . los que esta ley declara.
tritos de ellas , por estar cometida à nuestro Encargamos á los prelados diocesanos, y à
virey del Perú y á; la audiencia de los reyes los dé las órdenes'Y religiones, y mandamos á
en falta suya,’ los dichos presidentes puedan nuestros vireyes presidentes, audiencias y go-.
administrar y administren lo que toca à Jó bernadores, que en Jas nominaciones, presen­
eclesiástico de nuestro real patronazgo, y ha­ taciones y provisiones que hubieren de hacer
gan las presentaciones de los beneficios en para las prelacias, dignidades, oficios y benefi­
nuestro nombre , por escusar las dilaciones, cios eclesiásticos en ignaldad,siempre prefieran
costas y vejaciones , y otros inconvenientes y propongan en, primer lugar á los que en vida
que se podían recrecer, sí de las dichas pro y ejemplo se hubieren aventajado á los otros,
vincias se fuesen á pedir las presentaciones ál y ocupado én Ja conversión y doctrina de jos
virey. Y prohibimos y defendemos á ios cor­ indios, y administración de los santos sacra­
regidores, alcaldes mayores y otras nuestras mentos, y á los que mejor supieren la lengua
justicias, y á los oficiales de la real hacienda de los indios que han de doctrinar y hubieren
presentar curas doctrineros en los pueblos d e/ tratado de la cstirpacion de la idola Iría,, con­
indios que están puestos en nuestra real co­ forme á lo dispuesto por las leyes de este titulo',
rona, y á los encomenderos en los que les fue­ y en segundo lugar à los que fueren hijos de
ren encomendados. Y encargamos á los ar/.o- españoles, que en aquellas partes nos hayan:
bis}K).s y obispos á cada uno en su diócesi, que servido.
sin presentación nuestra ó de quien tenga po­ LEY XXX.
der para hacerla en nuestro real nombre , no
hagan colaciou ni canónica institución de nin­ Don Felipe II en el Pardo a 2 de diciembre de 1578.
Y en Badajoz á 19 y 25 de setiembre de 1580. Y en
gún benefició de cualquiera calidad quesea. Lisboa à 26 de febx'ero de 1582. D. Felipe Ï11 en. Ma­
drid á 10 de octubre de 17i,8. O» denauza 23.
L E Y X X V II.
Que los clérigos y religiosos no sean admitidos 4 doc­
Don Felipe II en Madrid á 6 de abril -de 1583. trinas, sin saber la lengua general de los indios, que
Que np presentando los gobernadores sacerdotes be­ kan de administrar.
neméritos d las doctrinas, los presenten los virey es. Encargamos y mandamos, que los sacerdo­
Mandamos, que si los gobernadores no pre­ tes , clérigos ó religiosos que fueren de estos
sentaren en sus distritos sacerdotes benemé­ nuestros reinos á los de las Indias, ó de otras
ritos para las doctrinas y beneficios, conforme cualesquier partes de ellas, y pretendieren ser
à io dispuesto por las leyes de este titulo, los presentados á las doctrinas y beneficios de los
puedan, presentar y presenten los vireyes ó indios, no sean admitidos sino supieren la len­
presidentes, ó los que tuvieren la superior go­ gua general, en que han de adm inistrar, y
bernación. presentaren'fé de! catedrático que la leyere,
de que haii cursado en la cátedra de ella un
LEY XXVIII. curso entero, ó el tiempo que bastare para po-
D. Felipe IV en Madrid á 8 de noviembre de 1627.
Y á 10 de abril de 1'628. (i3) Asi se mandó al virey don Manuel de Amat por
queja de los patricios de Trujillo en -cédula de 5 de octu­
Que el que tuviere facultad de presentar por el Rey, bre de 1766, fól. 508, tit. i9, y cuando trataba de infor­
se pueda informar de los propuestos, y pedir se pro­ mar, se le remitió otra de 12 de abril do 1/67, fól. 353,
pongan otros tit. 20, en que desde luego se le ordena , que siendo cier­
Declaramos, que aunque el examen de los tas las quejas, devuelva las nóminas al prelado. Y habién­
dolo asi ogecutado, éste las remitió segunda vez acom­
propuestos para beneficios Loca à los ordinarios. pañadas de las causas que tuvo para cscluir á ciertos
Y á nuestros vireyes, presidentes y gobernado­ sugetos y proponer otros.; las que examinadas en Lima
por una gente.del asesor, los dos fiscales y el chantre se
res el elegir para cada doctrina , beneficio ú le aprobaron á cscepeion de una, y se dió cuenta áS. M ,
oficio uno de los prupuestos y aprobados por ' y lo aprobó en cédula clel Pardo tic *4 de enero de i 77j ,
Del Patronazgo Real. 51
der administrar y ser curas; y si habiéndoles L E Y X X X IV .
examinado constare que tienen la .suficiencia
necesaria, en las presentaciones que se. les^die- D. Felipe 111 en Madrid á 8 de marzo de 1620.
ren se ponga relación de todo lo susodicho ; y Que los prelados no prefieran en las doctrinas Upa-
aunque sean los clérigos ó religiosos naturales, rientes ó dependientes de ministros, ni las provean
no se les admita la presentación, si en ellos no por sus intercesiones.
concurrieren las,: dichas calidades: .y esto se Rogamos y encargamos á los prelados de
cumpla y ejecute inviolablemente, porque nuestras Indias que tengan particular cuidado
nuestra voluntad es que lo contrario sea nulo de que las doctrinas y beneficios curados y todo
y de ningún efecto. ( 14) lo detnas que hubiere de pasar por sus personas
y ministerio episcopal , se provea sin ningún
LEY X X X I. respeto humano ; y cuando alguno de nuestros
vireyes, presidentes y oidores, oficiales de nues­
D. Felipe II en Montemar á '20 dé" febrero de 1583. tra real hacienda y otros ministros nuestros, por
Que no se pre ente, ni sea admitido d beneficio clé­ si mismos ó con autoridad de nuestras audien­
rigo estrungero sin carta de naturaleza,' ú orden del cias reales ó en otra forma , intercedieren en
Rey. que los prelados antepongan y prefieran los pa­
Mandamos que nuestros vireyes, presiden­ rientes y criados de los ministros y de sus trm-
tes y gobernadores no presenten persona algu­ geres, nueras y yernos, á los que verdadera­
na para beneficio ú oficio, eclesiástico, que no mente tienen las partes y requisitos necesarios
sea natural de estos reinos o de las Indias, con­ para los efectos referidos , los prelados nos avi­
forme à las leyes de este lib ro , sin espresa or­ sen en nuestro consejo de las Indias secreta­
den ó carta de natupaíeza dada.por Nos : y ios mente de lo que en esto pasare, para que visto
arzobispos y demás prelados, de las Indias no se aplique remedio conveniente y proceda
los reciban, aunque sean ¡proveídos por Nos en contra los que fueren culpados.
dignidades, canongías ó beneficios, siles cons­
tare que sou.estrangeros y no llevaren los di­ LEY X X X V .
chos despachos. D. Felipe II eo Bacía joz á 5 de agosto de 1580. Y en
Madrid à 6 de diciembre de 1585. Y en el Campillo
á 19 de octubre de 1595.
LEY X X X II.
Que en las presentaciones no se pongan las dos clau­
El emperador D. Carlos y el príncipe G. en el Par­ sula»^ que esta ley prohihe, y las vacantes no pasen
do á -28 de abril de 1553. D. Felipe 11 en Lisboa • 13 de cuatro meses.
de noviembre de 1581.
Mandamos que en las presentaciones que
Que los clérigos de Navarra sean tenidos en las Iri­ los nuestros vireyes, presidentes y gobernado­
dias por naturales de Castilla. res dieren á religiosos y clérigos no pongan dos
Declaramos á los clérigos de Navarra pre­ cláusulas: la una que el religioso presentado
sentados por Nos á prebendas, y proveídos á use del proprio motu que su orden tiene, si el
beneficios curados, conforme à nuestro real pa­ obispo ó su vicario, en virtud de la presenta­
tronazgo, por naturales de estos reinos de Cas­ ción, no diere licencia para servir el beneficio
tilla. Y rogamos y encargamos^ los prelados ó doctrina: y la otra, que si el sacerdote pro­
de nuestras Indias que les den posesión y ha­ veído hubiere estado sirviendo el beneficio ó
gan colacion de ellos, no obstante que sean na­ doctrina en que es presentado, antes que tenga
turales del r'èinò de Navarra. la presentación, no se le pague salario del tiem­
po que hubiere servido sin ella. Y provean que
se pague el salario al sacerdote del tiempo que
hubiere servido el beneficio, ó doctrina por en­
D. Felipe II en él Campillo á 28 de mayo de 1597. comienda, avisando el prelado de la vacante
para las doctrinas no se presenten deudos de dentro de cuarenta dias, lo cual liará á costa de
los; encomenderos. los frutos del beneficio ó doctrina que vaca.re, ó
Mandamos á nuestros vireyes, audiencias y se hubiere de proveer , con que no pase este
gobernadores que para ios beneficios y doctri­ tiempo de cuatro meses , y dentro de ellos., el
nas de indios no presenten sacerdotes deudos, sacerdote haya de sacar la dicha presentación;
ni parientes de los encomenderos. Y rogamos y sino lo hiciere lo que mas sirviere sin ella no
y encargamos a los prelados., que si los presen­ haya de llevar ni gozar algún salario. ( 1o)
taren esten advertidos de no hacerles colación
de ellos, que asi es nuestra voluntad. LEY
D. Felipe II en Badajoz á 19 de setiembre de 1580.
Q»e ¿as presentaciones, se despachen con brevedad,
D'l) Esta cualidad de estar instruido en la lengua p? y no dando el prelado la institución dentro de diez
rece que ha cesado desde que por cédula circular de i dias, se recurra al mas cercano.
de mayo ele I //0 se aprobó el medio propuesto por el ar
zobispo de Méjico á fin de abolir |,q diversidad de ¡dio Nuestros vireyes, presidentes y gobernado-
mas, y se mandó encargar a los obispos que en las pro
puestas que se hacen para curato.! se atienda únicament (15) Si se pusiere por ausencias, se ha de comunicar
al mayor mérito, aunque ignoren el idioma, con la u’bli al patrón para que apruebe ja causa. Cédula de 3 de agos­
gacion de tener los vicarios necesarios , y que po n g a ( to de i 7(j3. Por cédula de 25 de agosto de 1763 se declaró
mayor cuidado en que los párrocos no piérdan por sabe que cumplen los prelados con participar simplemente las
soh el castellano ÍMá á fól. -175. til. 31, del gobierno d licencias que dan y coadjutorías que proveen; y esta se
Lima. Vide ley 3, tit. i 3, inf. halla confirmada en cédula de 27 de diciembre de i"92.
32 Liijro i. T i vi.
res teugan particular cuidado <le:procurar que movibles Ud nutum lòs dichos beneficios , y eti
no haya (alta en las doctrina?ordenando que la forma en'que ha 1dé constar á!nuestros ;v’ire­
se despachen las presentaciones con mucha bre­ yes y-personas que en mrèstrb nombre gobier­
vedad, de manera que siendo posible se escu- nan; y á los prei.ado's, -deltas causas.qué hubie­
sen de acudir por ollas los presentados; y si los re parà remover ó qüitapia2IbS -talés beneficia­
prelados no quisieren instituirlos dentro de diez dos de 1os'ben;eficiós;qué éirven : y si ha de ser
dias, recurran al prelado mas cercano, con.for- la reformación por solaa iitor id àd ;d:e I p le 1a d o,
rn e á la bula de núes tro rea 1 pa tro nazgo , pa ra conformándose con la felácibú que él diére, la
ser instituidos, y. que puedan ir à cumplir con persona'qüe en ría estro ríombr e ‘góbie r 1ia; y so­
lo que son obligados. bre si se ha de dar lugar á las apelaciones que
las partes intentan,...y el lie-var;. las causas por
LEY via de fuerza à las audiencias1: ordenamos y
D. Felipe IV en Madridá 10 de abril de 1628. Y a 11 mandamos , que Üo dispuesto, por nuestro pa­
do jimio .de. 1621. Y ¡í 2 de mayo de 1634. , tronazgo, acerca de la forma en que se ha de
Que para el examen de los doctrineros en sede .va­ hacer la provisión, colacioíí y "canónica institu­
cante se nc/libre por el gobierno persona que asista ción de los beneficiós, yy.tòdò lodemás se guár­
con los examinadores. d e , cumpla y ejecute , según y como por las
Ordena m os y ma n d a tn os à 1os v ire yes, p re 7 leyes de este título que hábláfr óti'ésto, se con­
sidentes y gobernadores de nuestras Indias Oc­ tiene y declara sirí darle oirá íliterpretácion ni
cidentales y otros cualesquiera ministros, que sentido aIgunó;-'Y-'piará IÓ que' toca á las remo­
en nuestro nombre real ejercen el patronazgo, ciones, los prelados bdyarí défdar y den á nues­
conforme í» las leyes y órdenes dadas queseada tros vireyés y personas qúe g()bé1rnaren las cau­
uno en su distrito nombre una persona eclesiás­ sas qué' tuv iér erí pa ra Ká'céY óualq uier rem ocion
tica de letras, conciencia y experiencia ¿ que y el fundamentó de ellas; y que también los
cuando por los cabildos de las iglesias sede va­ vireyes y goberríatlbréS á'qüi.erí tocare la p re­
cantes, ó por ios examinadores nombrados en sentación cíelos beneficios, las den à los prela­
los casos permitidos por dereebó , se exainma- dos dé lás que llegaren á su ríetíciá’, para qué
'reii sacerdotes para los beneficios curados, y ambos se satisfagan : y que córíóu'triendo los
doctrinas de indios, asista con los examinado­ dos en que conviene hacerse.la remoción, la
res á los •exá m enes sin voto; y sil os vi reyes' f ! bagan y e jec d ten, 'sirí iad m rti r à jòe1a c ion , guar­
ministros tuvieren por conveniente informarse dando en cuanto à esto lo ¡que es t/t-ordenado,
del que asistiere cerca délas personas que nom­ sobre que nuestras audiencias no puedan cono­
braren sobro lo que les pareciere, para cum­ cer ni conozcan de los casos y causas en que los
plir mejor con la oidígacion de nuestro p atro ­ vireyes y ministros que gobiernan, y los prela­
nazgo , lo puedan hacer. Y rogamos y encarga­ dos de común consentimiento hubieren vacado
rnos al deán y cabildo de todas las iglesias se­ los beneficios y desposeído de ellos á los sacer­
de-vacantes, que por la parte que les tocare dotes que los sirvieren. (17)!
guarden y cumplan lo susodicho,' y. no proce­
dan á examen ni aprobación de personas para "■ LEY
ninguno de los dichos beneficios ni doctrinas, D. Felipe IXI en S. Sligoefá-, 45 de.febrero de 1601.
sino fuere conforme á lo contenido en esta pítelas audiencias reales no conozcan, por -via de
ley. (16) ' J'uei zu, de .las causas de sacerdotes removidos de las
doctrinas, conforme alpatrqnazg.o, . ¡
Mandamos á nuestras audiencias reales de
D. Felipe 111 en Aranjuez á 29 de abril de 1603. Don las Indias que no conozcan por via de fuerza
Felipe ÍV en Madrid á 15 de junio de 165-1. Véase
con la ley 9 , tit. 15 de este libro. de los casos y causas de sacerdotes,;á los cuales,
Que por Concordia de.l prelado y del que tuviere el
real patronazgo pueda ser removido cualquier doc­ (47) Esta ley 38 se mandó observar en cédula de 28
ti inei o. de mayo de 58, soore las causas dé un cura de Popayan.
Sobre ios casos de remoción porconcordia véase la
Por cuanto por el derecho de nuestro pa­ cédula de Villaviciosa de &de abril de 759.
Se mandó observar ésta ley en cédula de 1 8 dé enero
tronazgo real, que se practica en nuestras I n ­ de i758 con dos curas de Tamarque que hirieron al go­
dias Occidentales, está dada la orden que se ha bernador Jln.stamente; pero no tuvo efecto porque no
concordaron el virey Manso y el arzobispo Jlcrroeta. Esta
de tener en la presentación y provisión de los misma concordia y noticia de causas se requiere para
beneficios y oficios eclesiásticos, y que á los que poner coadjutores y ausentarse los curas por cednla.de io
halle se proveyeron po»’oposición, se les haga la de agosto de i7G3. Pero sobre licencias y coadjutores
véase !o que nuevamente determina la cédula de 25 de
provisión y canónica institución por via de en­ agosto de i7í>8
comienda, y no cu titulo perpetuo, sino amo­ Y novísimamente en real cédula de $ Ildefonso de i.°
vible ad nutum de la persona que en nuestro de agosLo de i795 con ocasión de los recursos de don
José Hoyo, cura de-Cbacayán, diócesis de Lima, se de­
nombre los hubiere presentado, juntamente rogó finalmente esta ley que había motivado tantos dis­
con el prelado; y hemos sido informado que en cus los, y se mandó «que en adelante no puedan ser re­
movidos los curas y doctrineros instituidos canónicamen­
algunas liar tes de las indias se ha dado diferen­ te sin formarles causa y oii les conforme á derecho. Y en
te sentido á lo susodicho, dudándose si son re- este supuesto ya los prelados para las suspensiones de los
curas nada tendrán que comunicar á los vicc-patronos,
p u es cuando aquellos proceden judicialmente obran in­
(i(>) l'.n rea] a': fula de i~ de junio de i799 se lia de­ dependientes, y no deben estos entrometerse en el ne­
clarado e! lugar que debe ocupar en estos actos el asisten­ gocio como se babia declarado para Quito en el asunto
te leal. de que habla ia cédula de 5 de abril de i75í).
Del Patronazgo Real. 33
conforme à nuestro real patronazgo , los víre- monasterio, hospital, erm ita, iglesia, ú otra
yes, presidentas y los demás que le ejercen, y obra de piedad en nuestras Indias, premisa la
Jos prelados de común consentimiento hubie­ licencia nuestra en lo que fuere necesaria, se
ren vacado los beneficios y desposeídolos de cumpla la voluntad de los fundadores, y que
ellos, que por la presente los inhibimos del en esta conformidad tengan el patronazgo de
conocimiento de estas causas. ellas las personas á quien nombraren y llama­
ren , y los arzobispos y obispos la jurisdicción
LEY X L. que les permite el derecho.
D. Felipe II y la princesa G. en Valladolid á 4 de
agosto de 1557. Y en Madrid a' 18 de noviembre de LEY X L IV .
1576. Y en San Lorenzo á 28 de agosto de 1591.
Que fe' guarde la forma de esta ley en la división D. Felipe II en San Lorenzo á 28 de agosto de 1591.
unión y supresión de las doctrinas. Que el mayordomo de fábricas de iglesias y hospi­
Damos licencia y facultad á los prelados tales de indios se nombre conforme al patronazgo.
diocesanos de nuestras ludias, para que habien­ Mandamos que el mayordomo ó adminis­
do necesidad de dividir, unir ó suprimir algu- trador de las fábricas de las iglesias y hospita­
nos beneficios curados , lo puedan hacer , pre­ les de los indios se nombre conforme á lo que
cediendo consentimiento de nuestros rice-pa­ está dispuesto por !a ley del patronazgo rea’?
tronos , para que juntamente con los prelados sin que en esto haya novedad, y asi lo ejecu­
den las órdenes que convengan. (18) ten los vireyes y presidentes y los demás á quien
toca el uso del patronazgo.
LEY X L I.
D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1575. LEY X L V .
Que los beneficios de pueblos de indios son curados.
D. Felipe II en Madrid a' 29 de diciembre de 1595.
Declaramos que todos los beneficios de pue­
blos de indios que Nos presentamos, ó nuestros Que los prelados guarden el patronazgo, y en ln que
dudaren avisen al consejo, sin hacer novedad.
ministros en nuestro nombre, son curados y no
simples. mRogamos y encargarnos á los arzobispos y
obispos y demas prelados de nuestras Indias,
LEY X L II. que vean, guarden y cumplan fas leyes de
El emperador don Carlos y el príncipe G. en V a­
nuestro patronazgo , según y como en ellas se
lladolid á 26 de octubre de 1554. Don Felipe II en contiene, y de lo que dudaren y les pareciere
San Lorenzo á 18 de octubre de 1585. D. Felipe III que no nos pertenece por no estarnos concedi­
en el Fardo á 24 de noviembre de 1608. do por el dicho patronazgo, nos avisen en nues­
Que no se puedan dar, ni vender capillas en las igle­ tro real consejo de Indias, donde se vera y
sias catedrales sin licencia del R e y , como patrón, considerará lo que mas convenga , conforme á
ni se pongan otras armas, que las reales. las pretensiones de los dichos prelados, sin per­
Mandamos que no se den ni vendan capi­ judicarles en cosa alguna de las que Jes perte­
llas en las iglesias catedrales de nuestras Indias nezcan y deban pertenecer, y entretanto no
sin nuestra licencia *, y que á las puertas de las hagan alguna novedad contraría á Jo contenido
casas reales de las escuelas y hospitales y otras en nuestras leyes, y antes tengan Ja buena cor­
de que fuéremos patronos, no se pongan mas respondencia que fiamos de los prelados con Jos
armas, escudos ni blasones que los nuestros, es* vireyes, presidentes, audiencias y gobernado­
cepto en los seminarios, conforme a la ley 2 , res, cumpliendo, como lo deben hacer, las pro­
título 23 de este libro. visiones que las audiencias despacharen, y con-
forme á las leyes y estilo de estos reinos Jas
LEY X L IIÏ. pueden y deben despachar, sin dar lugar á lo
contrario.
D. Felipe II en ei Pardo á 27 de mayo de 1591.
Que si algun particular fundare iglesia , ú obra pia, L E Y XLY X
tenga el patronazgo de ella, y los prelados la juris-
dicion, que les da el derecho. D. Felipe II ea San Lorenzo á 25 de julio de 1593.
Don Felipe l l l e n Madrid á 10 de octubre de 1618.
Es nuestra voluntad que cuando alguna Dou Felipe lV _en Zaragoza a 22 de setiembre de
persona de su propia hacienda quisiere lundar 164o. Y en esta Recopilación.
Que los prelados reconozcan las doctrinas , señalen
(18) Pero sobre todo véase la cédula de 18 de oc­ los distritos , y no pasen de cuatrocientos indios
tubre de 1764, en que se mandó proveer de sacerdo­ cada una, atenta la disposición de la tierra .
te á todo pueblo que estuviese á mas distancia de Habiendo tenido noticia que en la educa­
cuatro leguas de la cabecera: se repitió en otra de
l.° de junio de 1765. Pero debe advertirse , que por ción de los indios y enseñanza de los artículos
cédula de 9 de marzo de 98 se advirtió al virey, mar­ de nuestra santa fé católica romana, no se po­
qués de Osorno, que no se contentase con esto, y ne todo el cuidado que deben tener los minis­
procurase dividir los curatos. En cédula de 5 de fe­ tros de doctrina , y siendo esta nuestra prime­
brero de 1795 se desaprobó la desmembración que se ra obligación , para el cumplimiento de ella
había hecho del curato de Santa-Ana de Lima por
haberse procedido á el:«* cir .■ los poseedores ac­ hemos fundado y dolado todas las iglesias que
tuales don Fernando Roman y don Agusíin Hervoso, han parecido necesarias, y señalado á los curas
prohibiéndose espresamente suprimir curatos. y doctrineros rentas competentes de las que á
TOMO I.
9
54 Libro i. Título vi.
Nos han pertenecido y pertenecen, y suplido to por el patronazgo, no se dé algun salario,
de nuestras cajas reales todo lo que falta , asi ni estipendio á los curas que nombraren en Ín­
para los obispos como para los clérigos y reli­ terin. (19)
giosos que sirven las doctrinas, y que sin em­
bargo de esto, por conveniencias particulares D. Felipe 1Y en Madrid á 6 de noviembre de 1655.
de los curas y doctrineros, se quieren encargar Y en esta Recopilación.
y encargan de mas indios de los que pueden
Que se recojan las patentes que los generales de las
enseñar, doctrinar y administrar los santos sa­ religiones dieren para las doctrinas, y se de cuenta
cramentos. Rogamos y encargamos à los arzo­ al consejo.
bispos y obispos, que con especial cuidado ba­
Porque nos pertenece el patronazgo y pre­
gan reconocer el número de indios que cómo­
damente pueden ser enseñados y doctrinados sentación de todos los arzobispados y obispa­
por cada doctrinero y cura, atenta la disposi­ dos, dignidades, prebendas, curatos y doctri­
nas, y los demas beneficios y oficios eclesiás­
ción de la tierra, y la distancia de unas pobla-
cioncs á otras, y en esta conformidad señalen ticos de cualquier calidad que sean, y no los
pudiendo obtener, ni poseer ninguna persona
el distrito de cada doctrina y el número que
pareciere conveniente, que nunca ha de esce- sin presentación nuestra, como se dispone por
der de cuatrocientos indios, sino es que la la ley primera, y otras de este título, hemos
tierra y disposición de los pueblos obligue á entendido, que algunos religiosos y clérigos se
aumentar ó minorar el número ; y sobre esto han querido y pretendido introducir en los
curatos y doctrinas de hecho y contra derecho,
les encargamos las conciencias. Y mandamos a
nuestros vi reyes, presidentes y gobernadores, y en perjuicio de nuestro real patronazgo, con­
que del cumplimiento y observancia de esta cesiones apostólicas, y costumbre inmemorial,
ley nos den cuenta, y de todo lo demas que en virtud de presentaciones, letras y despachos
de algunos generales, prelados y capítulos de
conviniere para la educación y enseñanza de
los regulares, de que se han seguido escanda­
los indios. lós y alborotos , y también han pretendido
LEY XLV 1 L turbar Ja jurisdicion de los arzobipos y obis­
D. Felipe II en la Ordenanza 24 del Patronazgo. Y pos y otros jueces ordinarios eclesiásticos. O r­
don Felipe IY en esta Recopilación. denamos y mandamos, que en la provisión de
Que los vireyes y audiencias hagan guardar los de- los curatos y doctrinas y los demas beneficios
rcchos y preeminencias del patronazgo, y denlos se guarde, cumpla y ejecute nuestro real Pa­
despachos necesarios. tronazgo y todo lo dispuesto por el Santo Con­
Mandamos á nuestros vireves, presiden­ cilio de Trento, y ninguna persona pueda ocu­
tes, oidores y gobernadores de las Indias, que parlos, ni introducirse en ellos sin presenta­
vean, guarden y cumplan, y hagan guardar ción nuestra, ó de los vireyes, presidentes y
y cumplir en todas aquellas provincias , pue­ gobernadores, á quien Nos tenemos dada fa­
blos e iglesias de ellas todos los derechos y pree­ cultad para su presentación; y no consientan,
minencias , que tocaren a nuestro patronazgo ni den lugar á que se ejecute otra ninguna
re a l, en todo y por todo, según y como está presentación, ni provisión, y ios vireyes, pre­
proveído y declarado, lo cual harán y cumpli­ sidentes, audiencias y gobernadores, cada uuo
rán por los mejores medios que les pareciere en el caso que le tocare, procedan contra los
convenir , dando los despachos y recados que que trataren de impedir, ó turbar nuestro real
convenga, que para todo les damos poder cum­ patronazgo y posesión, y ejecuten las penas y
plido en forma. Y rogamos y encargamos à usen de todos los remedios que el derecho dis­
los arzobispos y obispos, deanes y cabildos de pone, y recojan cualesquíer patentes y órde­
las iglesias metropolitanas y catedrales, y á to­ nes, que hubieren dado y dieren los genera­
dos los curas y beneficiados, clérigos, sacrista­ les, prelados y capítulos regulares, y nos den
nes y otras personas eclesiásticas , y à los pro­ cuenta de cualquier cosa que cerca de esto, y
vinciales, y guardianes, priores, y otros reli­ en perjuicio de nuestro real patronazgo inten­
giosos de Jas órdenes, por lo que les toca , que taren ó presumieren in ten tar, para que Nos
así lo guarden y cumplan, y bagan guardar y proveamos todo lo demas, que à su remedio
cumplir, conformándose con nuestros vireyes, convenga.
presidentes, audiencias, y gobernadores en
cuanto conviniere y fuere necesario. D. Felipe III en Segovia á 4 de julio de 4609. En
Madrid á 51 de diciembre de 1611. Y don Felipe IV
LEY XLV 1 1 I. en esta Recopilación. Véase la ley 24 , tit. 4 , iib. 3.
Don Felipe IV en San Lorenzo á 15 de octubre de Que el gobernador de Filipinas y los demas capita
1625. Y eu esta Recopilación. nes generales de las Indias nombren capellanes de
Que las doctrinas no estén vacantes mas de cuatro / las armadas, naos y galeras.
meses, y dentro de este tiempo se haga presentación Declaramos y mandamos, que el nombra -
conforme al Vatronrzgo,
Encargamos á los arzobispos y obispos, que (19) Véase la estrecha orden para la observancia
no tengan las doctrinas vacantes mas de cua­ de esta l e y q u e contiene la cédula de 5 ele diciembre
de 1796. . . .
tro meses, y mandamos, que si dentro de este Pero dentro del término debe acuchrse á los in­
tiempo no hicieren presentación de clérigos, teresados con el,sínodo entero y diezmos, coníorme
para que sean proveídos conforme á lo dispqcs- á la cédula de 1785.
Del Patronazgo Deai. OO
miento de capellán mayor y otros capellanes real, que enseñe la doctrina cristiana5 ley 10,
délas armadas, galeras, y navios y cualesquier tit. I , de este libro.
bajeles de nuestra cuenta, nos pertenece y en Que los prelado^ de las Indias den cuenta al
nuestro nombro a los capitanes generales de consejo sobre dudas de las erecciones de sus
las Islas Filipinas, y las cierna*partes délas In ­ iglesias en la fo rm a que se ordena: y los
dias, donde sea necesario nombrarlos, como se vireyes , presidentes y audiencias lo resuel­
hace en las galeras de España, Italia y otras van por ahora, y en las presentaciones al
partes. Y rogamos y exortamosá los arzobispos patronazgo, ley 14, tit, 2. de este libro.
y obispos , que no los nombren , y solamente Que los prelados visiten ios bienes de las f á ­
intervengan en dar su aprobación y licencia bricas de iglesias y hospitales de indios, y
para administrar los Santos Sacramentos. tomen sus cuentas, asistiendo persona por el
patronazgo real, ley 22, tit. 11 de este libro.
LEY LI. Que reservando las capillas mayores de los
D. Felipe IV en Madrid á 19 de diciembre de 166i. monasterios fundados o dotados de la real
hacienda , se pueda disponer de las demás,
Que las renunciaciones de curatos y beneficios se ley 6, tit. 3 de este libro.
hagan ante los diocesanos, y den cuenta al Patrón■
Que los prelados de las Indias antes que se les
Declaramos y mandamos, que todas las re­ den las presentaciones ó ejecutoriales, ha­
nunciaciones de curatos ó beneficios eclesiásti­ gan el juramento contenido en la ley 1,
cos, se han de hacer siempre ante los prelados tit. 7. de este libro.
diocesanos, y ellos, han de dar cuenta al vi- Que ¿as iglesias, prelados, y clérigos no p i­
r e y , presidente ó gobernador, que ejerciere dan, ni litiguen ante jueces eclesiásticos , so­
nuestro patronato real, para que conforme á bre mercedes, limosnas, salarios ó estipen­
él se provean, y así se ejecute en todas las dios, que tuvieren por merced del Rey, y lo
Indias. (20) que se pagare de las cajas d prelados y clé­
Su Muges tad en virtud del patronazgo está en rigos, sea por los tercios del año, ley 17,
posesión de que se despache su cédula real¿ tit. 7 de este libro.
dir igida a, las iglesias catedrales sede vacun- Que los vireyes ordenen d los o f cíales reales
tesy para que entretanto que llegan las huías que cobren y administren las vacantes y es-
ck su Santidad, y los presentados d las pre­ polios, y ellos lo ejecuten, y se ponga cobro
lacias son consagrados , les den poder para en los bienes de los prelados: ley 37 , tit. 7
gobernar los arzobispados y obispados de las de este libro.
Indias, y asi se ejecuta. Que los clérigos y religiosos doctrineros tengan
Que en los repartimientos, lugares de indios y los concilios de sus diócesis, y por ellos sean
otras partes donde no hubiere beneficio, se examinados ; ley 8, tit. 8 de este libro.
ponga sacerdote, conforme al patronazgo Que si los prelados nombraren quien sirva doc­
trina en ínterin que llega el propietario , se
le pague el salario pro rata, como no pase
(20) Ladisposicion. de esta 4ey 51 es la misma de cuatro meses i ley 16, tit. 13 de este-libro.
que tuzo nuevamente sin catarla cédula de 4 de abril Quc ¿os religiosos doctrineros tengan presenta­
de /94 hablando de renuncias de prebendas, cunon-
gias y dignidades: de manera, que la íácnltnd de los ción como ¿os clérigos : ley 1, tit. 15 de este
prelados queda cejuda á calificar las causas que se libro.
aleguen y pasarlas al vice-patrono, y dando uno v Que en la provisión de religiosos para doctri­
otro cuenta a fe M., se espera la real clcterm inacio/ nas se guarde la fo rm a del patronazgo real:
sm hacer novedad entre tanto: lodo lo que esresp ed ley 3, tit. 15 de este libro.
Jiramente lo mismo que por la ley 51 se practica en
Que para proponer o remover religioso doctri­
dente* * Pai’a qU* í ,reSCntau los Greyes presi- nero se dé noticia al gobierno y al diocesa­
Por defecto de este requisito no se le admitió la no: ley 9 , tit. 15 de este libro.
i enuncia que hizo del doanalo de Trujillo don Anto­ Que no se dé presentación para doctrina 4. Re ­
nio de feaavedra y Leiba, y se devolvió al conde la
ligiosos que fu eren puestos en lugar de los
d l° i 699! Ca C<idula de Madrid de 18 de setiembre 1 emovidos sin que conste de la causa legitima
Como las permutas son una especie de rcnuncia- de remoción, ciencia, pericia en la lengua, y
brTde’A o V 8 -01*; Cpe CTÍ CédlÚa de 10 de n'°vicm- aprobación por el ordinario de los nuevamen­
c! ~ S1Cr ’ <ÍUe Ias Permutfis son permi­ te pi opuestos \ ley 10 , tit. 15 de este libro.
tidas en España, y no hay en Indias ley ni cédula
que las prohíba: que en consecuencia pueden aquí Que d los religiosos mendicantes se despachen
los auVle lc ‘i?35 í ür Cl Patronato vis?» de los au- las pi esentaciones como a los clérigos, y no
E s tíïïrí i i m i-° Cnviílr Para su reconocimiento. les lleven derechos de ellas: ley 23, tit. 15 de
Lita cédula hablaba aun de la clase mas peligrosa de este libro.
permutas que es la de curatos por capellanías la aue
Que en las presentaciones se ponga que quitán­
deS? a96 í Pr0htbÍÓ- en c¿dula d(;114 de febrero
de 1 /J 6 , la que previene no se admitan jamás estas dose las doctrinas d los religiosos queden los
permutas de curatos por capellanías monas tet ios para parro finias: ley 26, tit. 15
n J cédula
c íZ ,T 5 n r V° CSl? ",lism o «0» r.rn ..d D en de este libro.
uua de 10 de agosto de 801 espedida con mo-
Que los vireyes y prelados presenten y propon­
p c l u t J Ut C'' coul,a' " ^ «n Müjicl este . b u V d e
gan, por lo que á cada uno toca, para las
p S o p r ^ w s r doctrinas d colegiales de los seminarios y otros
SUnSOb,ClüS ¿ colegios, y en iguales méritos sean preferí *
dos: ley 6, tit. 23 de este libro.
56 Libro i. Título vi.
Que el colegio y hospital ele Mechonean sean Las bulas del patronazgo, cuyos duplicados se
del patronazgo reah ley 12, tit. 23 de este mandan guardar cuando se despachan las de
libro . los obispos, han de entregarse en las secre­
Que los fiscales de las audiencias dependan la tarias para (pie ésten en parte distinta y ton
jurisdicción, hacienda y patronazgo reah ley toda custodia. Auto 159.
29, tit. 2. 6

TITULO ¡SEPTIMO.
D e los a r z o b is p o s, obispos y visita d o res eclesiásticos.

LEY P R IM E R A . ra. Y á nuestros vireyes, presidentes y oidores


de las audiencias reales de nuestras Indias, y á
D. Felipe IV en Madrid á 45 de marzo de 1629. Y los gobernadores de ellas de las partes donde
en esta Recopilación."Y en 12 de junio de 1665. Don residieren los arzobispos y obispos, que no lle­
Carlos II y la reina gobernadora alli a 25 de octu­
bre de 1667. Y el mismo en esta Recopilación. vando certificación del secretario á quien to­
care, de que han hecho el juramento, no les
Q ue los a rzobisp o s y obispos d e las In d ia s, a n te s que den la posesión. Y es nuestra voluntad que si
se les d en las p re se n ta c io n e s ó e jec u to ria le s , hagan los proveídos estuvieren en las Indias envien
e l ju r a m e n to d e e sta l e y .
nuestros secretarios los ejecutoriales de los ar­
Por antigua costumbre se ha usado y ob­ zobispados y obispados á los vireyes ó gober­
servado que los arzobispos y obispos proveídos nadores donde residieren, á los cuales asimis­
Í)ara las iglesias de nuestras Indias antes que se
es entreguen las presentaciones ó ejecutoria­
mo mandamos que no se los entreguen, ni en
su virtud, se les dé la posesión de los arzobispa­
les, bagan el juramento contenido en esta nues­ dos ú obispados, no haciendo primero el jura­
tra ley. Por tanto mandamos al presidente y mento referido ante escribano público y testi­
los de nuestro consejo de Indias, que cuando gos, y que de ello de fé •, y hecho, se les dé
Nos presentáremos á su Santidad cuatesquier posesión y envíen testiraouio auténtico del ju­
personas, para que sean proveídos en cuales- ramento á nuestro consejo para que se guarde
quier arzobispados ú obispados de Indias, es en él. ( 1)
tando en estos reinos antes que les sean entre­ LEY II.
gadas las cartas de presentación que para ello
D. Felipe II en el Pardo a' 25 de enero de 1569. Don
se despacharen, ordenen que hagan juramento Felipe III en Madrid á 8 de junio de 1606. El misino
solemne por ante escribano público y testigos en Segovia á 5 de diciembre de 1613. Y don Felipe
de no contravenir en tiempo alguno, ni por IV en esta Recopilación.
ninguna manera À nuestro patronazgo re a l, y Que los fr u to s de los obispados p e r te n e c e n d lo s o b ls «
que le guardarán y cumplirán en todo y por p o s desde el üat de Su S a n tid a d , las cuales se em b a r­
todo, como en él se contiene, llanamente y sin q u en e n la p r im e te r a ocasión, y re sid a n p e rso n a lm e n .
en su s ig lesia s.
impedimento alguno, y que en conformidad
de la ley 13, tit. 3, lib. 1 déla Nueva Recopi­ Conforme á lo dispuesto por derecho canó­
lación de estos reinos de Castilla , no impedí nico y bulas apostólicas , pertenecen á los a r- 1
•r9H’ ni estorbarán el uso de nuestra real jurisdic­ (1) Sobre las leyes de este título 7 debe tenerse
t i o , , y la cobranza de nuestros derechos y ren­ presente la real cédula de 10 de agosto de 1801, en.
tas reales , que en cualquier manera nos perte­ que se manda «que los obispos que al tiempo de su
nezcan, ni la de los dos novenos , que nos estan nombramiento estuvieren en España se consagren
allí: que junto con el juramento de esta ley hagan
reservados en ios diezmos de las iglesias de las de embarcarse para sus destinos por el puerto que Ies
Indias, y que antes ayudarán para que los mi­ señale el gobernador del Consejo: que antes de sa­
nistros a quien toca los recojan llanamente y lir consagrados ó no, no puedan ser propuestos para
sincontradicion alguna, y que harán las nomi­ otra silla bajo de ningún pretesto, ni se oigan estas
naciones, instituciones y colaciones que estan yinstancias hasta haber residido un año por lo menos:
últimamente, que se observe la ley 2 sobre privar
obligados, conforme al dicho nuestro patro­ de los frutos á quien se demore voluntariamente en
nazgo *, y hecho este juram ento, le entreguen transportarse.
á njié^tro secretario por cuyo oficio se despa­ Sobre juramento ve'asc lo notado al fiu de esta ley.
charen las presentaciones, al cual asimismo prestan Ademas del juramento que previene esta ley,
otro en virtud de las bulas. Pero sobre estos
mandamos epe antes de entregarlas á las per­ juramentos de los obispos y muchas cláusulas exhor-
sonas que fueren proveidas estando en estos bitantcs que se acostumbraban ingerir, se óió últi­
reinos, ó á los que en su nombre acudieren á mamente una providencia por el Consejo de Indias
su despacho, coore el testimonio del dicho ju­ que se espliea en una certificación de 20^de febrero
de 1789, dada por el secretario don Dionisio José
ramento: y no siéndole entregado no dé las Ruiz en ocasión de haberse dado en la Cámara el
presentaciones, pena de que pierda el oficio, y pase ií las bulas de don Blas Sobrino, ohispo de San­
pague cien mil maravedís para nuestra cama- j tiago de Chile.
De los arzobispos y obispos. 57
zobispos y obispos de nuestras Indias , los fru­ lo dispuesto por los sagrados eárones, santo
tos decimales de sus obispados desde el dia del concilio de Trenlo y otros que tratan de estos
fíat de su Santidad. Y mandamos á la persona casos, porque asi conviene al servicio de Dios
ó personas en cuyo poder hubieren entrado o nuestro Señor, mayor estimación y respeto al
estuvieren, ó lo procedido de ellos, que los den estado eclesiástico y buen gobierno de nuestras
y entreguen n los prelados por Nos presenta­ Indias.
dos para las iglesias de nuestras ludias , desde
el dia díel fíat en adelante. Y porque la Santi­ LE Y V .
dad de Gregorio decimotercio espidió un bre­ D. F elpe II y la princesa G. en Valladolid á 18 de
ve á último de febrero del año de mil y qui­ noviembre de 1556.
nientos y sesenta y ocho, à suplicación nuestra,
para que los que fuesen electos obispos de nues­ Q ue lo s p re la d o s o rd e n e n de corona d lo s que tu ­
v iere n las calidades q u e m anda e l sa n to Concilio d e
tras Indias, y estando en estos reinos no pasa­ T r e n to .
sen á ellas en la primera ocasión que pudiesen,
à residir en sus obispados no gozasen de los fru­ Encargamos á los prelados de nuestras In­
tos, aplicándolos á sus iglesias. Mandamos a dias que habiendo de ordenar de prima corona
nuestros vireyesy audiencias que le hagan guar­ sea á personas en que concurran las calidades y
dar , cumplir y ejecutar precisa y puntualmen­ requistos que manda el santo concilio de Trento.
te, y à los oficiales reales que no acudan con los
frutos ni parte de ellos ó los prelados que no LEY VI.
hubieren cumplido con el tenor de él. Y roga­
mos y encargamos á los deanes y cabildos de D, Felipe H en Madrid à 5 de noviembre de 1578.
Y allí á 13 de diciembre de 1577,
Jas iglesias catedrales que no acudan con los
frutos corridos á los prelados, hasta que vayan Q ue los p re la d o s no o rd e n e n á los que se declara e n
á residir personalmente á sus iglesias, pena de e s ta le y ,
que se cobrarán de sus bieues. Otrosí les rogamos y encargamos que tengan
mucha consideración y advertencia á no dar ór­
LEY III. denes sacros à las personas que no tuvieren las
£1 emperador D. Carlos en Toledo a 20 de febrero partes y calidades de letras, suficiencia, vir­
de 15oá. Y el príncipe G. en Madrid á l l de febre­ tud y recogimiento y aprobada vida que se re­
ro de 1553. Y don Felipe 1Y en esta recopilación. quiere, y elijan á los virtuosos, porque si los
Q ue los obispados de las In d ia s te n g a n lo s d is tr ito s honraren y escogieren, se recogerán los demas
q u e e sta le y d ecla ra . y corregirán sus costumbres, quedando adver­
tidos que sino las mejoran no los han de admi­
Los limites señalados á cada uno de los obis­ tir, y guarden precisameate lo dispuesto por el
pados de nuestras Indias son quince leguas de santo concilio de Trento por los inconvenien­
término en contorno por todas partes, que c o ­ tes que de lo contrario se siguen.
miencen á contarse en cada obispado desde el
pueblo donde estuviese la iglesia catedral y la L E Y V IL
demas tierra que inedia entre los límites de un
obispado á otro, se parte por medio, y cada uno D. Felipe II en San Lorenzo á 31 de agosto y á 28
tiene su mitad por cercanía, y hecha la parti­ de setiembre de 1588.
ción en esta forma, entran con la cabecera que Q ue los p rela d o s o rd e n e n d e sa c erd o te s á lo s m e s ti­
cupiere á cada uno sus sujetos, aunque esten en zos, c o n .in fo r m a c ió n d e vida y c o s tu m b r e s , y p r o ­
límites de otro obispado. Rogamos y encarga­ v e a n que las m e stiza s p u e d a n s e r relig io sa s con la
mos á íos prelados de nuestras Indias que guar­ m ism a calidad.
den sus límites y distritos señalados, como hoy Encargamos á los arzobispos y obispos de
los tienen, sin hacer novedad : y en cuanto á nuestras Indias, que ordenen de sacerdotes á
las nuevas divisiones y límites se ejecute lo su­ los mestizos^de sus distritos si concurrieren
sodicho, donde Nos no proveyéremos otra cosa. en ellos la suficiencia y calidades necesarias
para el orden sacerdotal; pero esto sea prece­
LEY IV. diendo diligente averiguación é información
D. Felipe IV eu Madrid á 7 de febrero de 1636. Y de los prelados sobrevida y costumbres, y
eu esta Recopilación. hallando que son bien instruidos, hábiles, ca-
paces y de legitimo matrimonio nacidos. Y si
Q ue los p re la d o s e x cu sen o rd e n a r d ta n to s clérig o s
com o o r d e n a n , y esp ecia lm en te d d e fe c tu o s o s , y no
algunas mestizas quisieren ser religiosas y re ­
c o n s ie n ta n d los escandalosos y ex p u lso s de las r e li­ cibidas al hábito y velo en los monasterios de
g io n e s. monjas , provean que no obstantes cualesquie­
ra constituciones , sean admitidas en los mo­
Rogamos y encargamos á los arzobispos y nasterios y á las profesiones, precediendo la
obispos que escusen ordenar tantos clérigos co­ misma información de vida y costumbres. (T)
mo ordenan, especialmente á mestizos é ilegí­
timos, y otros defectuosos, y no dispensen en
los interesticios ni consientan en sus diócesis á (2) La cddula de 22 de marzo de 1697 previene
los espulsos de las religiones y escandalosos, entre otras cosas señaladas, que descendiendo de ca­
ciques, seau capaces de todos los empleos que re­
procediendo en todo conforme á derecho, y á quieren pureza de sangre.
TOMO I. 10
58 Libro i. Título vxi.
de que por ninguna via den licencia á ningún
LEY VIH. clérigo para venir à estos reinos à sus preten­
El emperador don Carlos y el príncipe G. á O'i de siones, y sobre el cumplimiento de esto les en­
mayo de 1552. i). Felipe lí en Madrid à 4 de agos­ cargamos las conciencias.
to de 1574. Y don Felipe IV en esta Recopilación.
Q ue '! los clérig o s y re lig io so s que h u b ie re n pasado LEY X.
ti las In d ia s sin licen cia d e l R e y , no se la d en los obis­
p o s p a ra a d m in istra r los S a n to s S a c r a m e n to s, d ec ir D. Felipe 11 y la princesa G. en Valladolid á 13 de
m isa, n i e n te n d e r en la d o c trin a de los indios, y los mayo de 15¿>9. El mismo en San Lorenzo á 5 de
hagan em barcar d esto s re in o s. agosto de 1577.

Deseamos siempre que los naturales de nues­ Q ue los p rela d o s no c o n s ie n ta n e n su s dió cesis cleri~
gos vagabundos, ó s in d im is o r ia s , los cuales n o sea n
tras Indias sean doctrinados y bien instruidos a d m itid o s d lo s beneficios.
en las cosas de nuestra santa fé católica , y ele­
gir personas virtuosas que cumplan con el mi­ Rogamos y encargamos á los prelados que
nisterio de su enseñanza ; y somas informados no consientan en sus obispados á ningún clé­
que de estos reinos pasan muchos clérigos y rigo que hubiere residido en otro de aquellas
religiosos sin nuestra licencia , en los cuales provincias si no llevare licencia, dimisorias f
no concurren las partes de buena vida y ejem­ aprobación del prelado de aquella diócesi, y á
plo que requiere su estado, porque á los vir­ los que fueren sin estos despachos los hagan
tuosos y ejemplares se la mandamos d a r, y á volver á los obispados de donde hubieren salí*
los religiosos el aviamiento necesario.Por tanto do, y no los permitan vagar de unos lugares
rogamos y encargamos a los arzobispos y obis­ en otros , ni administrar los santos sacramen­
pos que a los clérigos y religiosos que hubieren tos. Y mandamos á nuestros vireyes, presiden­
pasado ó pasaren á aquellas provincias sin es- tes y gobernadores, que no admitan a los be­
presa licencia nuestra, no les permitan decir neficios á ningunos clérigos que se ausen­
misa, administrar los santos sacramentos, ni taren de sus obispados y fueren á otros sin di­
entender en la doctrina de los naturales, y los misorias y aprobación ? y asi se practique la
hagan embarcar y volver á estos reinos *, y si ley 15, tít. 12 de este libro.
favor ó ayuda hubieren menester, mandamos
à nuestros vireyes, presidentes y oidores, y LEY XI.
otras cualesquier justicias, que se le den y ba­ D. Felipe II en Madrid á 25 de noviembre de 4578.
gan d a r, según y como les fuere pedido , y los Y en San Lorenzo á 30 de octubre de 1563.
que llevaren licencia nuestra , la presenten an­
te nuestros jueces oficiales de la casa de con­ Q ue los p re la d o s c a stig u e n d los c lé rig o s q u e co m e­
tie r e n d elito s, ó m a ltra ta re n d los in d io s .
tratación de Sevilla, los cuales noten en ella
como el clérigo ó religioso que la lleva es el Otro si habiendo clérigos escandalosos en
contenido. sus distritos, ó de quien iiayá queja de m uer­
tes ó malos tratam ientos, que cometan y ha­
LEY IX. gan á los indios, ó fuerzas á sus. mugeres ó
D, Felipe II en San Lorenzo á 22 de junio de 4588. " hijas, ó imposiciones, ó robos de sus hacien­
Y en Madiid á 27 de julio de 4567. das , porque estos delitos son en gran ofensa de
nuestro Señor y daño de los indios, los reme­
Q ue los p rela d o s d e n d los p r e te n d ie n te s e c le siá sti­
cos aprobaciones y e n v ie n su s p a re c e re s al consejo, dien y castiguen con el cuidado que conviene,-
y no les den licencia p a ra v e n ir d e sto s re in o s. y como se fia de su buen celo y religión.
Por Nos está ordenado lo que ha parecido LEY XII.
convenir sobre el hacer las informaciones de
oficio y á pedimento de los pretendientes ecle­ D . Felipe 11 en Madrid á 25 de noviembre de 4578. .
siásticos en las audiencias reales, y que parti­ Q ue los p re la d o s c a stig u e n las cu lp a s d e los sa c erd o ­
cularmente se advierta que demas de ellas han te s d o c trin e ro s, c o n fo rm e d d erec h o .
de enviar aprobación de sus prelados , sin la
cual no se les recibirán à los susodichos otros Cuando los sacerdotes puestos en las doc­
papeles ni recaudos. V rogamos y encargamos trinas de pueblos de indios viven m al, ó son
á los arzobispos y obispos que den la dicha apro- notados de algun vicio, si dado aviso al prelado
Lacion á los de sus distritos que la pidieren y los hallare culpados , rogamos y encargamos á
m erecieren, la cual se presente con las infor­ los de nuestras Indias no les impongan penas
maciones, y aparte nos envien en cada ilota pecuniarias, dejándolos en las doctrinas, ó m u­
parecer secreto y particular de las letras, virtud, dándolos à otras partes, pues con tan leves cas­
ejemplo, vida y costumbres, edad y calidad de tigos noquedan corregidos, y causan mal ejem­
todos los clérigos del distrito de cada uno y de plo à los indios, y e n casos semejantes pro­
lo que hubieren servido, y de la aprobación vean lo conveniente al servicio de Dios nues­
que tuvieren de sus personas y del empleo en tro Señor y bien de las almas de sus súbditos,
que pareciere a los prelados , que cada uno^se- castigando las culpas de los doctrineros confor­
rá mas necesario y á proposito , para que visto me á lo dispuesto por los sagrados cánones } de
todo en nuestro consejo de Indias, les hagamos forma que sean ejemplo à los demas, y guar­
merced conforme á lo que constare de sus pa­ den lo dispuesto por nuestro patronazgo en ca­
peles, y tengan especial adverteucia y cuidado sos de remoción.
Be los arzobispos y obispos. 59
LEY XIII. mera ocasión, y venir á eétos reinos á hacer vi­
da maridable con sus mugeres.
D. Felipe II en Lisboa á 17 de mayo de 1582. Don
Felipe i Y en Madrid á l.° de marzo de 1629. Y en LEY XV.
esta Recopilación.
Que los prelados procuren en las visitas, y en todas D. Felipe IU en Madrid á 12 de febrero de 1608.
las ocasiones la educación, enseñanza y buen trata- D. Felipe IV allí á 4 de abril de 1627.
•' miento de los indios. Que los arzobispos y obispos no hagan concierto con
Los indios son personas miserables, y de tan los cle'rigos sobre la cuartafuneral.
débil natural, que fácilmente se bailan moles­ Resultan grandes inconvenientes de que los
tados y oprimidos, y nuestra voluntad es que jrelados y sus visitadores bagan conciertos con
no padezcan vejaciones, y tengan el remedio y
Íos doctrineros por la cuarta funeral, redu­
amparo conveniente - por cuantas vias sean po­ ciéndola á cantidad señalada, y mucho perjui­
sibles, y se han despachado muchas cédulas cio á los indios, por las molestias y vejaciones
nuestras proveyendo que sean bien, tratados, que reciben de los doctrineros , introduciendo
amparados y favorecidos; las cuales se deben ofrendas y contribuciones. Por lo cual rogamos
ejecutar sin emisión, disimulación ni toleran­ y encargamos á los prelados de nuestras Indias
cia, según esta encargado à nuestros ministros que ño hagan, permitan ni d.en lugar á tales
reales, Rogamòs y encargamos á los arzobispos conciertos con los doctrineros, y cobren esta
y obispos que habiendo visto y considerado lo porción en la forma que les pertenece, confor­
prevenido en estos casos , usando de los reme­ me á derecho. ( 3)
dios que les ofreciere su inteligencia y pruden­
cia , para mayor y mejor cumplimiento de , LEY XVI.
nuestra voluntad, dispongan por lo que les to­ D. Felipe II en Madrid á 3 de setiembre de 1572.
ca en las visitas que hicieren de sus diócesis y Véanse las leyes 18, tit. 13 y 16, tit. 15 de este libro.
en todas las demas ocasiones con toda atención
y vigilancia, lo que convenga para evitar la Que los obispos no lleven cuarta parte de los salarios
de doctrineros, ni se paguen d los que no asistieren.
opresión y desórdenes que padecen los indios,
y procuren que sean doctrinados y enseñados Otrosí no lleven ni pretendan llevar á los
con el cuidado, caridad y amor conveniente á clérigos que entienden en la doctrina de los in­
nuestra santa fe , y tratados con la suavidad y dios cuarta parte de los salarios ó estipendios, y
templanza que lautas veces está mandado,, sin provean que estos no se paguen à los que no re­
disimular con los que faltaren á esta universal sidieren por el tiempo que lo dejaren de hacer.
obligación, y mucho menos con los ministros
y personas que debiendo entender en el reme­ LEY XVII.
dio de cualquier daño, hicieren de la omisión D. Felipe II en Madrid á 17 de enero de 1593. Don
grangería, pues demas de que los prelados cum­ Felipe l l i en Valladolid á 10 de febrero de 1601. Y
plirán con su ministerio en lo mas esencial de don Felipe IV en esta Recopilación.
su oficio pastoral, desde luego descargamos Que las iglesias, prelados y clérigos no pidan, ni li­
nuestra conciencia, fiando de la suya, que asis­ tiguen ante jueces eclesiásticos sobre mercedes, li­
tirán á lo que tanto importa y deseamos; y por mosnas, salarios ó estipendios que tuvieren por mer­
ser la materia en que nos daremos por más ced de el Rey, y lo que se pagare de las cajas á pre­
obligado y bien servido, se la volvemos á en­ lados, y clérigos sea por los tercios de el año.
cargar repetidamente, y que nos den aviso dei Porque los estipendios de los curas y doc­
fruto y buenos efectos que resultaren de su trineros y otros beneficios eclesiásticos , están
desvelo. consignados y se pagan de nuestras cajas y ren­
tas reales, y de los frutos y demoras que per­
LEY XIV. tenecen á nuestra regalía y gozan los enco­
El emperador don Garlos en Valladolid á 19 de oc­ menderos por merced nuestra , y algunos pre­
tubre de 1544. D. Felipe lie n Madrid á 10 de mayo lados de nuestras Indias proceden por censuras
do 1569. En Navalcarnero á 21 de junio de 1579. Y contra nuestros oficiales reales y encomenderos
en el bosque de Scgovia á 29 de julio de 1565. Véa­
se la ley 2, tit. 3 , Iib. 7. sobre la paga de los estipendios, tocando y
perteneciendo à nuestra jurisdicción real. Man­
Que los prelados se informen de los españoles que damos que eualesquier iglesias, monasterios,
hay allí casados ó desposados en estos reinos, y prelados, prebendados, clérigos, curas y doc­
avisen d los vireyes, presidentes, audiencias y gober­
nadores para que ¿os hagan embarcar. trineros que por merced nuestra ó de los seño­
res reyes nuestros antecesores tienen algunas
Rogamos y encargamos á los prelados de mercedes ó limosnas de dineros ó especies ó de
nuestras Indias que por sus propias personas, ó otros derechos, sean obligados à pedir y de­
las de sus visitadores, se informen si en sus dió­ mandar ante los vireyes, presidentes y gober­
cesis viven algunos españoles casados ó despo­ nadores que ejercen nuestra jurisdicion real,
sados que tengan en estos reinos sus mugeres,
y constándoles que hay algunos de esta calidad, (3) Por cédula de 12 de abril de 1767 se manda
avisen de ello á nuestros vireyes, presidentes, guardar las de 27 de octubre de 680 y 8 de diciembre
audiencias y gobernadores, los cuales, sin re­ de 690 para que. los obispos solo lleven de cuartas
misión , tolerancia, dispensación ni proro^a- 200 pesos, como se habia determinado cou parecer
del Acuerdo de Lima para Arequipa. Véase las le­
cion de término, los hagan embarcar en la p ri­ yes 50 y 51 de este título.
40 Libro i. Título vil.
los cuales hagan justicia, sabida solamente la que se tome resolución en los lugares que batí
verdad, lo mas breve que ser pueda, cono­ de tener en tales actos, por escusar las compe*
ciendo de todo ello simplemente y de plano. tencias, diferencias é inconvenientes que se
Y encargamos á los prelados eclesiásticos que han reconocido de lo contrario.
no procedan por censuras ni en otra forma en
la cobranza de los estipendios, mercedes ó li- LEY X X .
mosnas, porque nuestra voluntad es que esto D. F elipe II en Badajoz á 26 de mayo de 1580.
corra por la mano y jurisdicción de nuestros
ministros reales. Q ue los arzobispos y o b ispos n o te n g a n relig io so s
p o r p ro v iso re s, y e n e sto g u a r d tn e l d e re c h o canó­
E! emperador D Carlos y el príncipe G. en Monzón n ico .
de Aragón á 25 de noviembre de 1552. Y en Aran-
juez á í.°d c junio de 1551. Rogamos y encargamos á los arzobispos y
obispos de nuestras Indias que no tengan reli­
Otro sí mandamos á los oficiales de nues­ giosos por provisores, y los que nombraren sean
tra real hacienda, que paguen á los pre­ tales, que deban ejercer este ministerio, con­
lados y clérigos de las iglesias de sus d is tr i­ forme á lo que dispone el derecho canónico. (4)
tos, lo que hubieren de haber y les pertenecie­
re , conforme à las leyes de este libro por los L E Y X X I.
tercios de cada un año luego que sean cumpli­
dos sin dilación ; y no lo haciendo, nos avisen D. Felipe II eu Madrid á 8 de mayo de 1568.
los interesados para que Nos proveamos del L o s arzobispos g u a rd e n lo d e te rm in a d o en e l sa n to
remedio conveniente. co ncilio.de T r e n to e n cu a n to á v is ita r d lo s obispa­
dos su fra g á n e o s. *
LEY X V III.
Porque algunos arzobispos de las Indias en*
Don Felipe III yen Madrid postrero de octubre de vian visitadores á los obispados sufragáneos sin
1599. El mismo allí á 28 de marzo de 1620. Y don observar la forma del santo concilio de Trento,
Felipe IV en esta Recopilación.
de que los obispos reciben agravio : ordenamos
Q ue los p rela d o s y ju e c e s eclesiá stico s concedan lla­ y encargamos à los arzobispos que sobre esto
n a m en te las absoluciones d los ju e c e s seculares, y las
audiencias reales d esp a ch en p r o v is io n e s d e ru eg o y
guarden y hagan guardar lo contenido en el
encargo, p a ra que a si se ejecu te. santo Concilio, sin esceder de lo que dispone
en niugun caso.
Rogamos y encargamos à los arzobispos y
obispos de todas y cualesquier iglesias m etro­ LEY X X II.
politanas y catedrales de nuestras Indias Oc­
cidentales , asi de las provincias del Perú como D. Felipe III en el Pardo á 14 de noviembre de 162Q.
de la Nueva-España y á sus vicarios, oficiales, Q u e se g u a rd e lo d isp u e sto p o r e l sa n to concilio d e
provisores y demas jueces eclesiásticos de ellas, T re n to , en no lle v a r los p re la d o s d erec h o s d e las vi­
sita s, n i p ro c ed e r co n tra legos.
que cuando sucediere algun caso en que hayan
de absolver á alguno de nuestros oidores, al­ Otrosí encargamos á los arzobispos y obis­
caldes, corregidores, gobernadores ú otros pos de nuestras Indias que guarden lo dispues­
nuestros jueces y justicias, ó sus ministros y to por el santo concilio de Trento y concilios
oficiales contra los cuales hubieren procedido provinciales de ellas, en razón de no llevar de­
por censuras, por algunas de las causas que rechos en las visitas que hicieren de iglesias y
conforme á derecho Ío puedan hacer, les con­ ermitas, ni recibir comidas, y en el proceder
cedan la absolución llanamente , como se prac­ contra legos.
tica en estos nuestros reinos de Castilla , y no
ios obliguen á ir personalmente á recibirla de
sus propias personas, y en sus casas episcopales (4) Por cédula de 4 de' agosto de 790 se ha mau-
ó iglesias, ni para dársela saquen cruz alta cu­ dado que los obispos comuniquen á los vireyes y pre­
sidentes los nombramientos ae provisores, y que con
bierta, ni ios hieran con vara ni hagan otros su aprobación se pongan en posesión. Véase la ley 14,
actos semejantes. Y mandamos á nuestras au­ tit. l.°, lib. 2 de la Novísima.
diencias reales que libren provisiones ordina­ Por carta acordada del Consejo fecha 10 de agos­
rias de ruego y encargo, para que sucediendo to de 1796, se desaprobó al virey don Francisco Gil
haberse conformado con el nombramiento de provi­
el caso los dichos prelados y jueces eclesiásticos sor que el reverendo obispo de Arequipa, el señor
absuelvan llanamente à nuestras justicias y á Chave/, de la Rosa, hizo en don Tacfeo Llora, cura
sus ministros, como se practica en estos nues­ de Santa Marta de aquella ciudad , por estar prohi­
tros reinos de Castilla. bido que los curas sean vicarios, visitadores, hscales
y secretarios.
LEY X IX . Por cédula de 20 de setiemhro de 97 se ha decla­
rado que la de 4 de agosto de 90 no comprende á los
D ojj Felipe líl eu San Lorenzo á 5 de octubre de cabildos en sede-vacante.
1604. Y don Felipe IV eu esta Recopilación. La prohibición real á que puede referirse la carta
acordad» que se cita, puede ser la cédula de 12 de
Q ue los p rela d o s no a sista n d ed icto s d e la f e , n i r e ­ junio de 1/52, eu que se mandó no dispensar en la
cib im ien to s de la cruzada. residencia ni aun á pretesto de necesitar los prelados
Encargamos á los arzobispos y obispos que de algun cura para el servicio de su dignidad , y me­
nos para el de su persona: y que en el caso de ser in­
los dias que hubiere edictos de la fé ó recibi­ evitable echar mano de alguno para fiscal, secretario,
mientos de la bula de la Cruzada , se escusen visitador etc. , se baga con asenso del vice-patro-
de ir à las iglesias donde se publicaren, hasta uatc.
De los arzobispos y obispos. 41
te , que cuando nombren visitadores no con­
LEY XXIII. sientan ruegos , intercesiones ni otros medios
D. Felipe III en Eiras á 12 He mayo de 1619. injustos y reprobados. Y porque se ha enlen-
Que los indios no paguen com ida d los p rela d o s cu a n ­ didoque los procedimientos de algunos no han
do sa lieren d v is ita r , y los v ir e y e s y aud ien cia s los sido cuales conviene, interpongan su autori-,
a m p a ren y den. ¿as p ro v isio n e s tiecesa? ia$)
dad , y usando de la jurisdicción que les da el
'Exortamos à los dichos prelados eme cuan­ derecho , procedau con tanto rigor y severa de­
do visiten sus diócesis no lleven dineros en po­ mostración , que sea ejemplo y ocasión de en­
ca ni en mucha cantidad a los indios para su mienda de aqui adelante, y nos informen eri
comida y la de sus familias, y en todo se con­ cada un año con relación firmada de sus nom­
formen con la disposición del santo concilio de bres de las personas que hubieren nombrado
Trento. Y mandamos à nuestros vireyes y au­ por visitadores; qué tiempo lo han sido, en
diencias que amparen à los indios; y si algunos qué lugar , y en qué ministerios se habían ocu­
prelados intentaren lo contrario, nuestros fis­ pado antes que se les encargaran las visitas y
cales pidan que lo contenido en esta ley se cum­ las causas que tuvieron para nombrarlos, para
pla y ejecute, y para ello se den las provisiones que visto eu nuestro consejo , provea lo que
necesarias. convengaO al servicio de Dios nuestro Señor y
LEY XXIV. bien de nuestros vasallos.
D.
D.
Felipe II en San Lorenzo á 5 de ago9to de 1577.
Felipe 111 en Madrid á 12 de febrero de 1608. Y
LEY XXVI.
en San Lorenzo á 22 de agosto de 1610. Don l'eli- D. Felipe 11 v la princesa G. en Valladolid á 12 He
pe IV en Madrid á 22 de enero de 1636. Y eu 13 de junio de 1559. D. Felipe III et) Lenna á 17 de junio
abril de 1611. de 1607. Don Felipe IV en Madrid á 8 de agoslo
de 1621.
Q ue los p rela d o s v isite n sus\dióce sis, y cuando n o m ­
b ra re n v is ita d o r e s , ó los cabildos e c le siá stic o s en Q ue los v isita d o re s eclesiá stico s no lleven a p ro v ec h a ­
sede vacante, sean cuales con vien e. m ie n to s ilícito s, c a m a ric o s, c o m id a s, n i p ro c u ra cio ­
nes, n i m as de lo q u e p e r m ite e l d e r e c h o , sa n to c o n ­
Encargamos á los prelados de nuestras In­ cilio d e T r e n to , y los prelados lo hagan g u a rd a r y
dias que personalmente visiten todas sus dióce­ e je c u ta r.
sis y reconózcan el estado de las doctrinas, pre­
Los visitadores eclesiásticos no lleven á los
dicación del santo Evangelio y conversión de
legos aprovechamientos ilícitos , camaricos, co­
las almas, y administren el santo Sacramento
midas, ni procuraciones en especie ni en dine­
de la confirmación , procurando informarse de
ro , pues conforme á derecho, no tienen obli­
todo tan particularmente , como encargan los
gación de pagarlos, y especialmente los indios,
sagrados Cánones y Concilios y nuestras leyes
y procuren llevar la menos gente, vagaje y car­
reales, y hagan estas visitas con moderadas fa­
ruaje que sea posible, deteniéndose en los pue­
milias , porque sin molestia de los naturales
blos el tiempo que fuere preciso para que no
sean de ejemplo y edificación : y hallándose le.
gítimamente impedidos y con precisa necesidad causen costa ni molestia ; y a los curas y ecle­
de nombrar visitadores, los prelados y cabildos siásticos no lleven inas de lo permitido por de-
eclesiásticos en sede-vacante elijan personas rechoy santo Concilio de T ren to ; y sus pre­
eclesiásticas, y no seculares, de ciencia, temor lados y cabildos en séde-vaeante asi lo hagan
de Dios, buena vida y ejemplo ; y tales, que guardar , cumplir y ejecutar precisa é invio­
conforme la vida con la profesión, y todos vi­ lablemente ; y nuestros vireyes y audiencias
van con grandísimo cuidado y desvelo de no amparen á los indios, y no consientan que re­
recibir ni consentir se reciba por sus familias ciban vejación ni agravio, librando las provi­
cosa alguna en poca ni en mucha cantidad; de siones necesarias conforme á la ley 23 de este
forma que los naturales queden persuadidos á título.
que solo se trata del servicio de Dios y aborre­ LEY XXVII.
cimiento de la avaricia, y acabadas las visitas,
nos envien los prelados y cabildos en sede-va­ D. F élip e II en Madrid á 15 de enero de 1569. Y don
Felipe IV en esta Recopilación. Véase la ley 6 , ti­
cante relación distinta, clara y especial de to­ tulo 10 de este libro.
dos los lugares y doctrinas de sus distritos , lo
Q u e lo s p rela d o s y ju e c e s eclesidticos no saguen in ­
que proveyeron en cada uno , qué cosas re­ d io s d e s ú s p u e b lo s; y s i algun d elito h u b ie re n co ­
mediaron, y de cuáles será bien , tengamos en­ m etid o , los ca stig u en en ellos.
tera noticia en nuestro consejo de Indias pat*a
que se provea lo conveniente. Por los graves inconvenientes y daños que
se siguen de sacar los indios de sus pueblos, y
LEY XXV. lo mucho que se debe atender à su flaqueza de
D. Felipe 111 en Madrid á 16 de mayo de 1620. Don animo, y lo que conviene, que cuando los jue­
Felipe IV alii á 4 de abril de 1627. ces eclesiásticos y visitadores hallaren que han
Q ue e n el n o m b ra m ien to de los v isita d o re s no in te r ­ cometido algunos escesos , cuya corrección y
v e n g a n ruegos, in te rc e sio n e s , n i o tro s m edios in ju s ­ castigo les pertenezca conforme á derecho, los
tos y repr o'bados, y los prela d a s y cabildos en sede corrijan por medios tan suaves, que ellos mis­
v a c a n te ca stig u e n su s ex ce so s y e n v ie n re la ció n al mos les obliguen á su enmienda y á la perseve­
consejo.
rancia en nuestra santa fé católica : rogamos
Item , rogamos y encargamos á los dichos y encargamos á los arzobispos y obispos, vica­
prelados y cabildos eclesiásticos en sédc-vacan- rios, visitadores y otros cualesquier jueces eole-
TOMO I. lX
42 Libro i. Título vil.
fiíàsticos, que por ninguna causa manden asear (Tflnvíene que los eclesiásticos den buen ejem­
ni saquen indios ni indias de sus pueblos y na­ plo con su vida y costum bres, especialmente
turalezas, ni sean llevados á otros, yen los rasos los euros doctrineros y predicadores, pues pro­
de su jurisdicción los castiguen en.sus pueblos cediendo como d eben, y sin cediera, harán
atendiendo á la flaqueza , cortedad de animo y mayor fruto en los indios que no soben distin»
caudales de estos nuestros vasallos, porque mies» guír la vida de la doctrina , y los edificarán y
tra intención y voluntad es que no reciban convertirán de sus vicios a l)ies nuestro señor.
agravio ni molestia, y sean favorecidos y ayu­ Y porque este es el medio mas eficaz para conse­
dados. guirlo, rogamos y encarg;amosá los arzobispos y
obispos de nuestras Indias-que en la elección de
LEY X X V III. personas para estos ministerios pongan todo su
D. Feline III en Madrid íí 20 do marzo de i ñ l i , Don cuidado y los elijan cuales conviene, por lo
Felipe IV allí tí 7 de junio de dicho tillo. Y en esta mucho que importa para la conversión y sal­
Recopilación. vación de todos.
Que los visitadores no den esperas d los (¡¡buceas, ni
testamentarios, L E Y X X X I.
Porque los visitadores eclesiásticos que los Ü. Felipe II en Madrid á ü>de setiembre fh i§/2,
prelados nombran para reconocer los te/íuiméri­ Que las audiendas reales remedien los agravios que
tos y mandas que lucieron los testadores difim» hicieren ios obispos y visitadores en casos que m
son de su jurisditlon.
tos, y ejecutar su voluntad despues de haber
cobrado las limosnas de W misas, y todo lo En nuestro consejo real délas Indias senes
que toca tí las iglesias, dan esperas para la hizo relación de que algunos obispos y sus vi­
paga de los legados y mandas, medíante lo sitadores se Introducen á contarlos indios en
cual las personas á quien tocan reciben agra­ aquella» provincias/ ha cor procesos contra ellos
vio, v particularmente los indios por sus nece­ eu casos que no tocan á la jurisdicción ecle­
sidades, y ser procedido del trabajo personal; siástica, y les llevan muchos derechos, coa
rogamos y encargamos à loa prelados que orde­ que ios naturales son molestados $ y nos fue
nen a sus visitadores que no den estas esperas, suplicado mandásemos que los prelados y sus
pues solo les toca la ejecución de los testamen­ visitadores con color ue protectoría ni en
tos , por ser ordinariamente en perjueío de los otra manera no se Introdujesen á conocer entre
indios, y proceder de su trabajo- ( 5) ludios de negocios pertenecientes h nuestra
jurisdicción real $ y en los que fuesen de la
LEV X X IX . jurisdicción eclesiástica-no hiciese», procesos
I>, Felipe IH en Madrid íí 12 de diciembre de ifiió. ordinarios, ni ellos ni sus notarlos les llevasen
derechos esees!ves, sino que sumariamente ce»
Que. ios audiendas despachen provisiones sobre que nociesen de ellos y se hiciese justicia f manda­
no se se echen derramas d los indios para tos ¡trola*
dos y visitadores. mos í nuestros presidentes y oidores que ae»s
díendo algunas personas à nuestras reales au­
Muestras audiencias reales, con asistencia diencias sobre los agravios que los obispos y sus
de los fiscales y a su pedimento, despachen las visitadores íes hicieren ó 4 los indios, use» de
provisiones necesarias para que los eb'rígos y el remedio que conforme á derecho nos perte­
religiosos que asisten en pueblos de indios no nece , y hagan justicia-
les echen derramas y ni hagan repartimientos Á
título del gasto que hacen con los obispos, vi­ L E ¥ m u .
sitadores o provinciales de las órdenes ó de­ 0 - Felipe H §n Toledo si 2 de mano da i§ÚQ, Y es
rechos de visita , aunque los indios los de» vo­ Madrid é í í de enero de Y don Felipe ÍY en
luntariamente y para que esto se ejecute con esta Jteeepdaetóíi,
*ua$ puntualidad, despachen asimismo provi­ Que tos prelados m pongan.fismles, sino fuere en
siones dirigidas h los prelados de las órdenes, las ciudades donde residieran las catedrales, y no
escodan de su jurisdicción,
para que en las comisiones que diere» h los vi­
sitadores pongan cláusula de que m bagan es­ Porque ha llegado é nuestra noticia que al
tos repartimientos ni los lleven $ con apercibi­ genos arzobispos y obispos han escedídoen po­
miento de que será» removidos de las doctri­ ner fiscales en las ciudades y pueblos de sus oís*
nas , y se proveer/* de el remedio que pareciere Irítos, prender y azotar indios é indias m
mas necesario- (üj perjueío de nuestra jurisdicción real <rogamos
y encargamos á los prelados que no pongan ni
LEY XXX. consienta» poner fiscales mas que en las-ciuda»
des donde hubiere iglesias metropolitanas y ca­
©- Felipe lit en f>m t&renzo 4 22 de agesto de 4$W, tedrales, en las cuales tenemos por bien que
fi- Felipa ÍY en Madrid 4 $ de agosto de ÍÓ21-
so puedan poner y nom brar, y un e» otras
Que los pretales dijan selesidsliaos virtuosos pora ciudades, villas y pueblos de sus diócesis, y que
auras doctrineros y ¡tredicadores,
no bagan prender ni azotar Indios ni indias
Para descargo de nuestra real conciencia, en los casos que no fueren de su jurisdicción-
y que los prelados cumplan su oficio pastoral, Y mandamos á nuestros presidentes y gobéroa--
deres que no den lugar ¿ que los prelados esee*
" W LeylbMÍS, ifííh ..% =
(Ó) Ley !! luí* dicha» título, líb, $, tíf- i3 , disfee d an , guardando lo dispuesto ñor las leyes de
líbfo>- estos nuestros remos de Castilla-
De los arzobispos y obispos 45
y á Nos por nuestra regalía, y como patrón
L E Y X X X III. universal de todas las iglesias toca eí cuidado
D. Felipe 11 cii Burgos á II de setiembre de 1592. de proveer que se guarda y ejecute. Y porque
Que los obispos óobren lo que dejaren los indios de venirse ¿ estos reinos los arzobispos y ubis*
pura cupellanias y obras piuS. y tomen tai cuentas. t pos de nuestras Indias , Islas y Tierra-firme
del mar Océano, dejando sus ovejas sin pas*
Mandamos que délas cajas de eomnnidades
to r, y á los clérigos sin el gobierno personal
de indios donde está ordenado entren los bie­ que tanto importa, se siguen gravísimos daños
nes de los difuntos, se saque y pague lo que é inconvenientes* mandamosá los vireyes, pre*
hubieren dejado para capellanías, obras pías y sidentes y oidores , qtte no den á los arzobispos
hospitales en dinero 6 rentas* Y encargamos á ú obispos licencia para venir a estos reinos, y à
los arzobispos y obispos que tomen cuentas á los gobernadores y alcaldes mayores y otros
cualesquier poseedores de estos efectos , y ba­ nuestros jueces, que no los consientan ni dejen
gan cumplir y ejecutar las disposiciones de los venir si no fuere teniendo eSpresa licencia
testadores , y los vireyes, y audiencias y gober­ nuestra para venir, ni los dejen embarcar en
nadores no se entrometan en lo sobredicho , y ninguna manera ti i por ninguna vía, porque
lo dejen á cargo de los prelados* (7) asi conviene al servicio de Dios nuestro señor
LE Y X X X IV . y al nuestro, y bien de los naturales y espa­
ñoles que residen en aquellas provincias*
El emperador D. Carlos y el cardenal 'Pavera G* en
Talayeras 6 de julio de 154CK D. Felipe IV eti Ma­ LEY X X X V II.
drid á 8 de noviembre de 16o8. Véase la ley 28, lí­
talo 16 de este libro. D. Felipe IV en Madrid á 5 de octubre de 1626, 2o
Que cuando los diezmos no llegaren d quinientos de junio de 1627 , y 17 de julio de 1648. Y en esta
mil maravedís, se pague d los obispos lo que faltare Recopilación. Véase la ley 2 , til. 24 , lib. 8*
de la hacienda real, Que los vireyes ordenen d los oficiales reales , que
cobren y administren las vacantes y espolios, y ellos
Los oficiales reales de todas las provincias lo ejecuten , y Se ponga cobro en los bienes de los
de nuestras Indias, Islas y Tierra-firme del prelados,
mar Oeéano> averigüen y sepan loque valie­
re en cada un año Uparte de diezmos que per­ De los diezmos que á Nos pertenecen por
tenece á los obispos de aquellas provincias •, y concesiones apostólicas, hemos dolado todas las
hallando que no llega ¿quinientos mil mara­ iglesias de nuestras Indias, arzobispados y obis­
vedís en cada un año, se los suplan y paguen pados de ellas, supliendo de nuestra real ha­
de cualquier hacienda nuestra desde el fíat de cienda lo necesario para su dotación , alimen­
tos y congrua sustentación *, y por ser las di­
su Santidad*
chas iglesias, arzobispados y obispados de noeS*
LEY X X X V . tro patronazgo real , y estar debajo de la inme­
diata protección nuestra, atendiendo á lo que
D. Felipe IV en Monzon à 25 de febrero de 1626. Y
en esta Recopilación. convierte, que lo que montaren las vacantes y
espolios de los arzobispados y obispados este
Que los prelados tengan conformidad con sus cabil­ siempre de manifiesto para quien lo hubiere de
dos , y sobre dudas en las erecciones guarden la
ley 14, tit. 2 de este libro . haber conforme á derecho : mandamos á los
vireyes demuestras Indias que denlas órde­
Porque conviene que los eclesiásticos vivan nes'que convengan á nuestros oficiales reales
con toda paz y buena conformidad , pues de lo de todos sus distritos y jurisdicciones, para que
contrario se pudieran escandalizar los recien cobren lo que montaren todas las vacantes y es-
convertidos á nuestra santa fé católica: roga­ polios de los arzobispados y obispados, y lo ten­
mos y encargarnos á los prelados de nuestras gan en su poder por cuenta ap arte, para dis­
Indias que procedan con sus cabildos, como tribuirlo según nuestras órdenes , y los dichos
padres y pastores, y los súbditos como hijos oficíales reales lo cumplan y ejecuten precisa y
obedientes á sus prelados, ese-usando cuanto puntualmente. Y asimismo hagan tomar cuen­
fuere posible quejas y sentimientos , porque tas délas vacantes y espolios que hasta ahora se
de esto resulta faltar al servicio de la iglesia han causado á las personas en cuyo poder hu­
con desconsuelo de todos ; y si se ofreciere al­ bieren parado , y nos avisen en todas las oca­
guna duda sobre las erecciones, guarden lo siones de armadas , del estado que tienen estos
proveído por la ley 14, tít, 2 de este libro. efectos, y con qué órdenes se han distribuido,
LEY X X X V I. para que visto en nuestro consejo real de lai
Indias provea lo que convenga* ( 8)
D. Felipe II eti Madrid á 26 de octubre y á 14 de
diciembre de 1561. Y don Felipe IV en esta Reco­
pilación. (8) La real cédula de vacantes mayores y me­
nores es dada en S. Ildefonso á 5 de octubre
Que d ningún arzobispo ni obispo se consienta venir de 1/37, Por cédula de 23 de junio de 1712 se pro­
d España sin licencia del Rey. viene, que pagadas las deudas, él residuo de espo­
Los arzobispos y obispos de nuestras Indias lios se ha de remitir al Rey para distribuirlo* Por
están obligados á residir en sus prelacias con­ otra de 5 de octubre de 1/37 cstiin aplicados á la
Iglesia. Por el reglamento dul Monte Piedad se aplicó
forme á derecho y al santo Concilio de Trento, la vigésima parte íi éste en virtud de la facultad quo
en el concordato de 20 de febrero de 1/53 se dió al
(7) Véase la ley 145, tit. 15, lib. 2 iuf* Rey para distribuirlos ón usos piadosos*
44 Libro i. títu lo vií.
D. Felipe III en Madrid á 28 de marzo de 1620. tuviere el arzobispado ú obispado, y que inter­
Otro sí ordenamos y mandamos á los vireyes, vengan personalmente en las partes <íonde re­
presidentes, audiencias reales y gobernadores siden ; y donde no fuere posible, las personas
de nuestras Indias, que en muriendo algun de toda satisfacción , confianza y buena con­
arzobispo ú obispo en los distritos desús pro­ ciencia que los fiscales nombraren , juntamente
vincias y gobernaciones, pongan luego cobro con dos prebendados de sus iglesias, y los pre­
en los bienes que dejaren , en conformidad de lados declaren en ellos todos sus bienes y deu­
las provisiones y carla.s acordadas que en se­ das , y la causa de que proceden. Y Ies rogamos
mejantes casos se despachan en nuestro consejo y encargamos que asi lo guarden y cumplan con
real de Castilla , de forma que en esto baya la la legalidad que conviene, y á sus prebenda­
buena cuenta y razón que es justo , sin dar Ju­ dos que asistan á los inventarios. Y mandamosá
gar á ocultaciones , ni que se defraude nada de nuestros vireyes, presidentes , oidores, gober­
lo que fuere debido á la iglesia y á los que pre- nadores y otros cualésquier nuestros jueces y
tendieren tener derecho à lo;dichos bienes, y justicias , que den las órdenes necesarias para
envien á nuestro consejo de Indias copia de los que precisa y puntualmente se cumpla lo con­
inventarios que de ellos hicieren en las prime­ tenido çn esta nuestra ley , y que nuestros fis­
ras ocasiones ([lie hubiere para estos reinos. (9j cales asistan en las partes donde se pudiera ha­
cer , sin faltar al despacho, y pongan trasla­
LEY XXXVIII. dos autorizados en los archivos de ías audien­
cias. Y encargamos à los deanes y cabildos cíe
D. Felipe IV en Madrid « 50 de marzo de 1651. Y
en esta Recopilación.. las iglesias que hagan lo mismo, para que cons­
te cuantío convenga.p
Que los bienes inventariados por los prelados, cuan­
tío van d servir sus Iglesias, no se incluyan en los LEYr XL.
espolias.
D. Felipe III eu S. Lorenzo a 28 He setiembre de
Mandamos’ á los oficiales de nuestra real i 618. Y don Felipe IV en esta Recopilación.
hacienda que sucediendo fallecer los prelados
de sus distritos, pongan cobro en los espolies, Que las cansas de espolios en concurso de las iglesias
se traten donde muriet « el obispo, y que. el pontifi­
y no incluyan en las diligencias los bienes que cal pertenece d la segunda iglesia.
los prelados hubieren inventariado cuando en­
traron á servir sus 'iglesias conforme á la ley Por escusar las competencias de jurisdic­
siguiente , ni conozcan de ellos, y en la canti*, ciones, pleitos y diferencias que se suelen oca­
dad que montaren no reciban vejación m mo­ sionar en caso ele morir el obispo en una iglesia
lestia sus herederos. estando presentado por Nos para otra, y dado
el fiat por su Santidad. Declaramos y manda­
LEY H U I . mos que todo lo que fuere espolio, paga de
deudas y pretensiones de unas y otras partes,
I). Felipe IV en Madrid sí 9 de agosto de 1652. Y en se lia de tratar en el distrito y audiencia en cu­
esta Recopilación.
ya jurisdicción y territorio muriere el obispo,
Forma que han de guardar los arzobispos y obispos y que nuestras reales audiencias deben pro­
en hacer los inventarios de sus bienes adquiridos an­ ceder v procedan en esta forma. Y en cuanto
tes de entrar en las iglesias.
a! pon lineal que dejare, pertenece à la segun­
Conviene dar forma á los inventarios que da iglesia de donde fuere obispo al tiempo de
hacen los arzobispos y obispos de nuestras fu su nm erte, cuya propiedad y frutos fueron
dias cuando llegan á tomar posesión de sus suyos desde el fiat de su Santidad , y mas si
iglesias ; y para que la causa pública y los in­ estuvieren despachadas las bulas y hubiere en­
teresados tengau entera satisfacción, ordena* viado á tomar posesión de la segunda iglesia:
mos que se bagan con citación de los fiscales de da cual se requiere para los actos jurisdicciona­
nuestras audiencias reales en cuyo distrito es- les, y no para otro efecto. Y en cuanto á las
piezas y preseas que se comprenden en el pon­
Por cédula de 51 de julio de 79 se había fijado este tifical, se guarde y ejecute lo que está declara­
haber del Monte en 5000 pesos; pero nuevamente en do por proprio inotu de su Santidad.
cédula de 3 do julio de 1791 se ha cargado esta can­
tidad á la tercera parte decimal de las mitras de Mé­
jico, Lima, Santa F é, Charcas, Puebla, Mechoaeau,
LEY XLL
Guadal ajara, Cuzco, Arequipa y la Paz. Las nuevas D. Felipe IV en Madrid;! 3 de diciembre de 1631. Y
reglas sobre el manejo de estos bienes esüín en los en 29 cíe abril de 1018. Y en esta Recopilación.
artículos 196 v siguientes de la Instrucción de In­
tendentes do buenos Aires. Que se remita cada año la tercia parle de lo proce­
Poro sobre todo, véase el art. 78 de la Orde­ dido de vacantes de abzobispadosy obispados d Es­
nanza de intendentes y la cédula de i.5 de febrero paña, como se acostumbra.
do 1791, en que se ha declarado estensamente sobre A los señores reyes nuestros progenitores,
su inversión y destino; debiéndose igualmente tener y ¿N os, pertenecen los diezmos eclesiásticos
.¡ ¡a vista sobre las vacantes mayores y menores el
art. 2 11 de la Ordenanza de Intendentes de Nueva de nuestras Indias Occidentales por concesión
España, v sobro espolios los arts. 225, 226, 227, 228, apostólica, mediante la cual se incorporaron en
Y 229 de'la misma, y el lit. 21 de la partida 1 . a nuestra real corona como bienes libres y tem ­
' (9) Kn donde no haya fiscales, la citación se ha porales , con cargo de dar congrua sustentación
de entender con el oficial real que ha surrogado el
promotor-fiscal, de que habla el art. 226 de la Orde­ y alimeutu á los prelados y ministros eclesiás­
nanza de Intondentes de Nueva España, ticos, y lo hemos hecho, y mandamos hacer
De los arzobispos y obispos. 48
larga y copiosamente. Y porque desde el tiem­ veido por la ley 27, tit. 25, lib. A de la Nuc.
po que mueren los arzobispos y obispos, has­ va Recopilación de estos reinos de Castilla, in»
ta que los sucesores presentados por Nos tieneti serto el arancel, de suerte que por todas par­
el fíat de su Santidad, vacan estas rentas asig tes se ponga el remedio conveniente. Otrosí
nadas para sus alimentos durante.sus vidas, y mandamos que en los títulos de vireyes, presi­
deben acabarse con ellas y quedar por hacien­ dentes, gobernadores y alcaldes mayores y otras
da nuestra incorporada en nuestro real patri­ cualesquier justicias, se pongan cláusulas de
monio, y está mandado que todo lo que pro­ que so pena de privación de los oficios, y per­
cediere de las tercias partes de vacantes de ar­ dimiento de los salarios nos envien relación en
zobispados y obispados que liemos reservado todas las ocasiones de armada, si los prelados,
para repartir en obras pias, se remita á estos jueces eclesiásticos y sus ministros guardan lo
reinos á poder del tesorero general de nuestro contenido en esta nuestra ley. ( 11)
consejo real de las ludias, como se acostumbra,
y fuere cayendo, y conviene que asi se ejecute. LEY X L IV .
Mandamos á los oficiales de nuestra real ha­
D. Felipe II en Madrid a 18 de marzo de 1597. Y
cienda dé todas las Indias que remitan á poder don FeJipe IV en esta Recopilación.
del dicho tesorero general lo que hubiere pro­
cedido y procediere de las tercias parles de Qlj e ¿os prelados castiguen conforme d derecho ca­
nonico d los clérigos y doctrineros culpados en tra­
vacantes de arzobispados y obispados, con to­ tos y granjerias.
da puntualidad, sin reservar u¡ detener ningu­
na cantidad ; estando advertidos que si asi no Encargamos à los prelados de nuestras In­
lo hicieren mandaremos proveer del remedio dias qup pongan mucho cuidado en castigar á
conveniente. los clérigos y doctrineros que fueren culpados
en tratos y grangerias, ejecutando lo dispuesto
LEY X L ÏÏ. por los sagrados Cánones y Breves apostólicos.
D. Felipe IV en Madrid á 16 de febrero de 1635. Y
en esta Recopilación. LEY XLV.
Que los obispos nombren clérigos y no religiosos por El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador
vicarios y confesores de Monjas. en \ alladolid á ó l de julio de 1545.
Por los inconvenientes que se siguen de que Que los prelados regulares hagan publicaren sus mo­
los religiosos vivan fuera de sus conventos, y nasterios las cartas y censuras de los diocesanos.
particularmente asistan à monasterios de reli­ De escusarse los prelados de las religiones y
giosas que no estan sujetos á sus prelados , ni los demas religiosos de leer y publicar las cartas
son de sus mismas órdenes. Rogamos y encar­ y censuras de los prelados diocesanos ó sus m i­
gamos á los arzobispos y obispos que nombren nistros, se puede seguir que muchos de sus súb­
á clérigos seculares por vicarios y confesores de ditos iiose confiesen ni paguen los diezmos, que­
las monjas .sujetas á sus jurisdicciones, y no à dándose con las cosas hurtadas ó robadas, sin que
religiosos, que asi se acostumbra y observa en se pueda tener cuenta con ellos ni ejecutarlos,
estos nuestros reinos de Castilla. (10) haciendo ilusorio el oficio episcopal: encargamos
LEY X L III. a los provinciales , priores, guardianes, vica­
rios y otros religiosos de los monasterios de
D. Felipe IV en Zaragoza a 16 de agosto de 1612. Y nuestras Indias , que cuando los prelados dio­
en esta Recopilación.
cesanos ó sus ministros les dieren algunas car­
Que los prelados y ministros eclesiásticos guarden los tas y censuras para que las lean y publiquen,
aranceles, conforme á derecho de estos reinos de las hagan leer y publicar en sus monasterios
Castilla, y las audiencias lo hagan, ejecutar, y ¿os
vireyes y justicias informen si se cumple lo "pro­ para que cesen tales pecados. En que será
veído. nuestro Señor servido , y los religiosos cumpli­
rán su obligación.
Rogamos y encargamos à los prelados de
nuestras ludias que den las órdenes necesarias LEY XJLYI.
á sus provisores y notarios y otros cualesquier
ministros, curas, beneficiados y clérigos, so­ D. Felipe IV en Madrid a' 42 de febrero de 1663.
bre que guarden lo dispuesto por el santo con­ Çue los obispos puedan embarcar los fru to s episco­
cilio de I remo, y señalado por aranceles en la pales y hacer matanza de ganados como los vecinos
cobranza de los derechos de dimisorias, títulos Permitimos que los obispos puedan embarcar
y otros despachos, y en los entierros. Y por­ los frutos episcopales en los navios de las pér-
que nuestra voluntad es que esto tenga cum ­ misiones, como los vecinos igualm ente , y ha-
plido erecto, mandamos à nuestras audiencias cei la matanza de ganados, y pesar la carne de
reales que es ten con especial cuidado de que elios por su turno.
no haya esceso, y en caso necesario despachen
las provisiones ordinarias, conforme está pro.
(11) Sobre esta ley 43 es digna de versó la cedida
de 24 de marzo de 1754 espedida mu ocasión de Jos
( iO) En cédula de^4 de octubre de 797 se mandó recursos del marqués d<U Valle del Toxopara repri­
que los obispos visiten todos los años los conventos mir los abusos de los curas que exigían derechos á
oc mou ¡as en cuanto <í clausura y rentas, acompaña*- ios yanaconas de sus haciendas: está declarado en
dos de los prelados regularos ú otro religioso si aque­ ella, que entre estos y los demás indios lio hay dife­
llos estuviesen ausentes ú enfermos. rencia en cuanto á la exención.
TOMO I.
40 Libro i. Titulo v il,
LEV XLV1I. LEV LL
t). Felipa tí fin T.ilfiilo i( 27 do aaosto fie 1500. Don D. Felipe IV en Madrid tí 20 de mayo de 1051.
Felipa lii cu til Ihirdo A lt tic dícícmbie de 16i3.
Que ningún obispo perciba fas cuartas funerales del
Que fas prelado s no ex co m u lg u e n p o r cansos fa ves, tiempo de la Vacante de su antecesor, hasta el fíat de
n i condenen d fagos en p e n a s p ecu n ia ria s. su Santidad.
Rogamos Y encargamos n los arzobispos y Rogamos y encargamos a.los arzobispos y
obispos , provisores y viciarlo» generales y otros obispos de nuestras Indias que con ningún pre­
Cllalesquíer jueces eclesiásticos de nuestras lu ­ testo perciban las cuartas funerales causadas en
dias , que tío excomulguen en los casos que tu­ el tiempo que estuvieren vacas sus iglesias, des­
vieren jurisdicción , por cosas y casos leves, de la muerte de sus antecesores hasta que su
conforme está dispuesto por el santo Concilio Santidad les conceda el fíat, ni sobre esto pro­
de Tro uto , ni condenen en penas pecuniarias cedan contra los cabildos de Süs iglesias, guar­
á los legos por losi inconvenientes quede ello dando la costumbre y lo que en esta razón es­
resultan. ( V2>j tuviere resuelto y mandado.

LEV X L V liL
D, Felipe 11 an Madrid tí 18 de febrero de 1588. 0 . Felipe ÍV en Madrid tí 14 de julio de 1638.
Que ¡os prelados y jueces eclesiásticos apliquen par -
Q ue fas p rela d o s no o rd é n e n d titu lo de beneficios de te de las condenaciones para las guerras contra itt*
que el R e y sea p a tró n , a n tes de la p re se n ta c ió n . fieles y gastos de armadas.
Encargamos á los prelados de nuestras In­ Otrosí rogamos y encargamos à los prela­
dias que no ordenen á titulo de beneficios, de dos , provisores y vicarios generales, que de las
que Nos somos patrón, sin haberse primero condenaciones ó multas que hicieren en sus
tlado presentación del beneficio en la forma juzgados apliquen alguna parte para las guer­
que está dispuesto al que asi se hubiere de orde­ ras contra infieles y gastos de nuestras armadas.
n a r, y si hubieren hechu ó hicieren lo contra­ Y mandamos que se cobre y recoja en nuestras
rio, nuestros vi cuy es, presidentes y goberna­ cajas reales con buena cuenta y tazón, para que
dores, á cuyo Cargo estuvieren , preseuteulue- se nos remita distintaiy separadamente con la
go los tales beneficios à olrus clérigos. demas hacienda nuestra, y se gaste en los di­
chos efectos. Y encargamos á los prelados y jue­
LE V X M X . ces que nos den aviso en todas ocasiones de lo
D. Felipe III en Madrid á 5 de d ciembre de 1008. que por esta cuenta juntaren, y cajas en que
entrare.
Que loé arwbispós en sede vacante de iglesia sufra­
gánea usen de el derecho de metropolitanos. LEY LIÜ.
Porque se han experimentado muchos in­ D. Felipe IV en Madrid á 15 de diciembre de 1629.
convenientes en el gobierno de las iglesias ca­ Y en esta Kecopilaeion.
tedrales sede-vacantes, y las provisiones y elec­ Que los prelados procuren que Susfeligreses y sdb*
ciones de visitadores, y presentaciones para las ditos vivan ejemplar y virtuosamente, y hagan elec­
doctrinas no han sido tan acertarlas como con­ ción Y den noticia al Rey de los que fu eren mas d
viene ; encargamos á los arzobispos demuestras propósito para empleos y puestos eclesiásticos y se­
cutares.
Indias que si hubiere negligencia en las sede-
vacantes y sucedieren casos en que los metro­ \ Porque solamente deseamos la dilatación de
politanos deben conocer, conforme à derecho nuestra monarquía para servicio de Dios nues­
canónico, usen de la facultad y jurisdicción tro Señor, aumento y conservación de su santa
que les concede, procurando que loá cabildos fe y religión católica , y con los males que en
eclesiásticos procedan en todo como conviene. estos tiempos esperimentamos debemos temer,
que está gravemente ofendido por nuestros pe­
LEY L. cados > y merecemos estos y mayores castigos
fecotiocieudo lo que importa el ejemplo públi­
t)t Felipo ÍV én Madrid a' 1/ de julio de t63l.
co de los prelados y ministros eclesiásticos, pa­
Q ue en tu a d m in istra c ió n de la cu a rta ep iscopal se ra conmoverá la divina Misericordia, (Hedían­
gu a rd e la c o s tu m b re . te la reformación de costumbres: rogamos, en­
Mandamos que nuestros vireyes, presiden­ cargamos y exortamos à los arzobispos , obis­
tes y gobernadores no envíen jueces á la admi­ pos , abades, cabildos eclesiásticos y prelados
nistración de los frutos y rentas de la cuarta de iüá religiones, que con la atención, pruden­
episcopal en sede-vanante, y que hagan guar­ cia V celo que fiamos de sus personas, pongan
dar la costumbre que se hubiere observado en los medios mas eficaces para aplacar y servir á
su administración. Dios nuestro Señor , y que en sus subditos se
oigan y vean los frutos de nuestra amonesta­
ción por todos los medios posibles á la provi­
(12) Esta ley tiii cuanto tí no excomulgar, se dencia cristiana y religiosa, procurando que
manda guardar ñuuvamcute por cédula de Madrid los ministros eclesiásticos, curas, confesores y
de 22 de marzo do 780.
Y cu cuanto tí no Imponer penas pecuniarias sü predicadores tengan la suficiencia , pureza tle
huida mandado untes por otra de 1756. vida y costumbres que pide tan graude miste*
De los Arzobispos y obispos. 47
río , v sean elegidos sin algün respeto humano, cualquier d o ctrin ero , ley 3 8 , til, 6 de osle
ayudándonos 6 que descarguemos nuestra con* libro.
c ie n d a , y llagamos elección, mediante su noti­ Que los clérigos y religiosos tío sean admitidos
cia , de ios «ugetos de mas aprobación, virtud, á doctrinas sin saber la lengua general de los
ejem p lo , letras y esperiencías para el gobierno indios t¡m han tío adm inistrar) le y 30, tit. 6
de las iglesias y «ifícios y ministerios seculares, de o /le libro.
de que nos daremos por bien servido. Qu§ los prelados no prefieran en las doetrinas
d los parientes ni dependientes de m inistros,
L E ¥ LIV. n i las provean p o r sus intercesiones, le y 34,
Den Felipa II en Cdideba á 20 de marae da 40*0, Iti. 6 do este libro.
Véaée 1« ley 4 , lit, 4«®, lib. I. Que los doctrineros no lleven d los indios mas
Que n§ se impida d tos preladas la jurlsdlmlm sete- de lo que les per tenere , ni los prelados co­
sltisiiea, y se les de favor y msllio, üofífonm d bren de los doctrineros la m a rta fu n e r a l y
(tereeho, de oblaeiom s donde no hubiere costum bre le­
Mandamos á ios presiden tes 7 oidores d i gitima f le y 13, tit. 13 de este libro.
nuestras audiencias reales de las Indias que no Que los obispos y visitadores visiten las igle­
impidan à los prelados ni jueces eclesiásticos, sias de las doetrinas y no ¡os conventos, le y
ni <t sus ministros ni odciales la jurisdicción 29, Ut, 1 5 de este libro,
ielesídstlca, antes para la ejecución de ella Jes Que los clérigos sean exentos de ¡a jurisdicción
den y haga» dar todo el favor y auxilio que se episcopal p o r ministros de C ruzada, le y 18,
les pidiere y debiere dar conform e á derecho. lili 2(jde este libro,
Que lós prelados no den orden sacerdotal sin
aprobado n del catedrático de la letuiua. l e y
B, Felipe IV en Madrid rf 2a de abril de 4013, bü, tit, 2'¿ de este libro,
Que en la pena de temporalidades se com pren -
Que tes prelados remitan tes breves y búlelos *0 pa» den tus rentas episcopales, le y 1 4 5 , tit, i 5 ,
sudos por el eonsefo,
lib, %
llega mas y encargamos ó los arzobispos y Que las audiendas puedan remover las cítenlas
obispos de nuestras Indias que por lo que les de te stm w n ie s, m andas ij legados de tjue ha­
toca bagan que se recojan todos los breves, asi y a n conocido los visitadores eclesiásticos,
de su Santidad como de sus m uidos apostóla ley tit, id , lib » 3 ,
eos que hubiere m sus distritos y se llevaren á Que los p ir e y e s y audiendus puedan dar p ro ­
aquellas provincias, no habiéndose pasado por visiones para que los prelados visiten sus
nuestro consejo real de las In d ias, y no con= M a n d o s y se hallen m los concilios , h v
sientan ni den lugar que §§ use «le ellos en nln = i\i, tu, ¡a, ub, %
, ’ 7
p n a formal y recogidos, los remitan al dicho Que las audiendas no den provisiones generate
nuestro consejo en la primera ocasión , dando m e n te , e x o m n d e d los prelados ú m e no
para todo las órdenes convenientes, y poniendo procedan con censuras , le y 149, t it , 10 . li­
en su ejecución §1 cuidado necesario» bro %
Que tes audiencias atiendan mucho d la auto­
LEY LVE ridad y dignidad de los prelados , y m se en»
D, Felipe IV en Madrid á 20 de marge de 4041, tr m e tu n m s u jurisdicción, le y íd ú , til, 10,
Que tes vhhjm no den lugar d que en su* eam se lib t 2,
pongan eneraos de guama, y tomando armas tes Que presentándose p e tte ím con palabras inde*
clérigos seu eon trage modeste. ceníes m i t r a prelado, cl escribano de edma*
Otrosí encargantes á los obispos de nuestras va dé prim ero cuenta d la audiencia, ley | § 1 ,
Indias que no permitan id den lugar a que en ttt, 1o, líbi 2,
sus casas se Ies pongan cuerpos de guardia de Que el obispo , presidente de audiencia real m
clérigos ni otros ministros aelesídslieos | y §j la su diócesis no conozca de los pleitos celestes--
necesidad obligare ú que el estado eclesiástico ticos que ocurrieren d la audiencia por vía
tome armas para la defensa de la ciudad, lo ha* de.fuer*a é en otra fo rm a , ley |g, m , ¡u
ga con trage modesto y deeente ¿ sus personas hro 2 ,
y dignidad < de suerte que escusen nota en los Que miaudo les obispos p ro veyeren sobre te
tragos y proeeder, y den §1 ejemplo que de= contenido en la le y i I, til; i í , lib, % el //*■ *
«en en todo, ca l use del remedio que hubiere lugar de de?
f BüthBt
Q ue los mayordomos de las Iglesias sean le= Que ios arzobispos y obispos avisen a l Mey de
g o s , íte m s y abonados, le y 2 1, tit, 2 de es* tiempo en que hab len r tomado posesión ds
te Itero,
sus iglesias, y si han residido , ley Un U ,
Que tes prelados vtsiien ¡os bienes de te s fá =
¡m e a n te tes iglesias y hospitales de tedios , Que envíen relación de sus ventas, y tes de sus
y tom en sus c u m ia s , m istm u te persona por iglesias y c u r a to s , le y , % tit: 14, lib, 3-
el p atronazgo r e a l , l e y 22, til, 2 de este Ite Que inform en si ka n visitado sus tiiú m is f tes
UPÓt
efectos que hubieren resu lta d o , le y ¿te
Que p o r concordia del prelado y del que tu* tute i ó , lite 3*
olere el m d p a i m m g o pueda ser removido Que e m ie n copla de t e s m s í h m i e m s j arde*
48 Libro i. Título v iï.
nanzas y autos de gobierno de sus iglesias, ocasión que h a y a , conforme su Santidad
conforme d la ley 34, tit. i, ¿ib. 2 , ley 24, ordena. Auto 1 16.
til. 14, lib. 3. Por resoluciones de S. M . , á consultas de el
Que informen de los hospitales y cofradías, consejo de 19 de agosto de 1643, y II de
ley 25, tit. 14, lib. 3. febrero de 1644 , está prohibido que los ar­
Que informen del numero de personas , doctri­ zobispos y obispos de las Indias se consagren
nas y parroquias de sus distritos, ley 26, en Espada, y mandado que asi se guarde, sin
tit. 14 , lib. 3. dispensar, si utos 131 y 133. Y por otra de
Que no procedan con censuras contra las ju s­ octubre de 1649 mando S. M . que el conse­
ticias reales que hicieren diligencias en ave­ jo escusnse consultarle sobre esta materia.
riguar los agravios de indios, aunque resul­ Auto 153.
ten contra eclesiásticos, ley 27, tit, 14, lib. 3. S. M . por decreto de 1 1 de febrero de 1644
Que informen de los predicadores, y si acuden fu e servido de resolver que por la dilación
d su ministerio, ley 28, tit. 14, lib. 3. que ha habido en despachar las bulas de al­
Que avisen al rey si las personas de que hubie­ gunos presentados para obispados de las ln -
ren informado se hicieren indignos de la pri­ dias , el consejo, sin particular orden de
mera aprobación, ley 51, t.il. \A, lib. 3. S. M ., no le consulte para obispos personas
Lo ceremonial se vea en el tit 15; hb. 3. que por su estado y naturaleza tengan emba­
S. M . por decreto de su real mano en S . Lo­ razo notorio para el despacho de sus bulas, ó
renzo d 14 de octubre de 1638 fue servido de para pasar de España d las Indias, como
dividir y ratear , reduciendo d clases Jijas d son los religiosos que tienen voto particular
los acreedores e interesados en las mercedes de no aceptar obispados, 6 los (pie actualmen­
de limosnas y obras pías que había hecho e te son generales o provinciales de sus religio­
hiciese en la tercera parte de vacantes de nes, por las discordias é inconvenientes que
obispados de las Indias, dándoles fo rm a y d ellas se les siguen de hacer capitulo fu e ra
reala , y distribuyendo en tres clases a los de tiempo , con cuyo motivo procuran dilatar
acreedores, poniendo en la primera á los que el despacho de las bulas. Auto 132.
tienen mas particulares razones de preferen­ Las bulas de observancia del patronazgo, cuyo
cia : en la segunda d los que idas se acerca­ duplicado se manda guardar, y quedan en
ren á estos ; y en la tercera á los últimos *y poder de los agentes fiscales cuando se despa­
mandó que todo lo que viniere de vacantes chan las de ¿os obispos , se entreguen en la
de obispados se divida en cuatro partes , las secretaria donde tocan, y allí se guarden en
dos se repartan pro rata de sus debitos entre cajón distinto con toda custodia. Auto 159.
los que tienen su consignación en la primera Cuando S. M. nombrare para los obispados de
clase, y d los de la segunda y tercera se les las Indias en segundo lugar otro sugeto se en­
rateen de la misma manera las otras dos par­ víe orden por el consejo para que el prime­
tes: una d los de la segunda clase, y otra d los ro dina dentro de ocho días si acepta o no el
de la tercera. Y que si algún año hubiere tan obispado , y no lo haciendo pase el nombra­
particular razón que obligue a alterar o mu­ miento al segundo. Auto 174. Asi lo declaro
dar algo, ó para colocar en alguna de las di S. M. por decreto señalado de su real mano
chas tres clases lo que S. d/í. concediere de en 29 de octubre, de 1652. 0 3 )
nue vo en este genero de vacantes, pueda el
consejo consuitur le lo que se ofreciere, a u ­
to 111 . (15) Sobro este auto y el siguiente véase la cédu»
la que se cita sobre la ley 1.a cíe este título, priuci-
Todos los obispos que se consagraren en estos •pabuente en la parte que trata del lugar de la consa-
reinos y han da pasar a las Indias, junio i gracion de los obispos, y que se haga en Lspana para
con el juramento de guardar el patronazgo, I evitar los inconvenientes que la esporiencia lia he*
le han'de hacer de embarcarse en la primera I eho ver se seguían de la disposición de este auto 155.
49
© O T A Y O.

D e los concilios provin ciales y sinodales.

LEY PRIMERA. r 3r la paz y conformidad de los congregados,


mirar por lojque toca á laconservaciou de nues­
Don Felipe II en Madrid á 21 de junio de 1570. En tro Patronazgo , ,y que nada se ejecute hasta
: íí 50 de octubre de 1591. D. Felipe 111 en Ma­ que habiéndonos avisado y visto por Nos, de­
drid á 9 de febrero de 1621 Y duu Felipe IV en
esta Reeopilacio». mos orden para ello.
Que los concilios provinciales se celebren en las In ­ LEY ÍÏÏ.
dias, en conformidad del breve de su Santidad.
A instancia y suplicación nuestra , y en D. Feline 111 en Madrid' a 9 ele febrero de 1621. Don
atención á lá grande distancia que hay en las Felipe IV allí á 8 de agosto de 1621. Y en esta R e­
copilación.
Indias de unos obispados h otros, y de las igle­
sias catedrales á sus metropolitanas, y costa que Que en los arzobispados y obispados de las Indias se
se seguiría à los obispos si se congregasen á ce­ celebren cada alio concilios sinodales, y los vireyes,
lebrar concilios provinciales tan continuamente, presidentes, audiencias y gobernadores procuren
que tenga efecto.
y à que no estuviesen mucho tiempo fuera de
sus iglesias, la Sautidad de Paulo V por breve Rogamos y eucargamos à los obispos de nues­
dado en Roma á siete de diciembre de el año tras Indias que cumpliendo con lo dispues­
de mil y seis cientos y diez, concedió que se to por el santo Concilio de Trento, convoquen
pudiesen diferir y celebrar de doce en doce y junten en cada un año concilios sinodales eu
años , si la santa Sede apostólica no ordcnjre y sus iglesias disponiendo las materias de su obli­
mandare otra cosa, óá los arzobispos ú obispos gación de forma que se consiga el servicio de Dios
no Ies pareciere que hay necesidad de celebrar­ nuestro señor y bien de sus súbditos. Y man­
los dentro de mas breve término , no obstante damos á nuestros vireyes, presidentes, audien­
lo determinado hasta el dia de la data : roga­ cias y gobernadores , que escriban todos los
mos y encargamos á los prelados que guardan­ años á los prelados de sus distritos, haciéndo­
do lo que está concedido y permitido por el les particular memoria de lo referido para
dicho breve, no habiendo precisa necesidad de que por todas partes tenga efecto lo que tanto
congregarse los concilios, sobresean en su con­ importa,
vocación el tiempo que les pareciere que lo
pueden hacer; y cuaudo se resolvieren a convo­ LEY IV .
carlos sea dándonos primero cuenta , para que D. Felipe 11 eu Córdoba a 29 de marzo de 1570. Don
les advirtamos lo que fuere conveniente , y es­ Felipe IT en Madrid á 8 de junio de 1621.
tando conGrmado y ejecutado lo que por últi*
mo antecedente se hubiere determinado, para Que los concilios se celebren con la menos costa que
cuya ejecución y cumplimiento bastará que los ser pueda.
prelados celebren sus sínodos particulares, y Para que el ejemplo comience de las ca­
nos avisen de lo que determinaren. (ÍJ bezas , encargamos à los arzobispos y obispos
LEY II. de nuestras Indias que cuando celebraren con­
cilios sinodales escusen convites, gastos y d e­
D. Felipe II en Barcelona á 13 de mayo de 1585. mostraciones suntuosas y populares, porque la
Que los vire yes, presidentes, ó gobernadores asistan ocasión que ha impedido obra tan santa por lo
en los concilios provinciales en nombre de el Rey. pasado siempre se ha entendido que es el gasto
escesivo; y esperamos que acordándose del des­
Mandamos a los vireyes, presidentes y go­
cargo da sus conciencias y de la nuestra, cum­
bernadores , que cada uno en su distrito asis­
plirán en todo con lo que son obligados.
tan personalmente por Nos, y en nuestro nom­
bre a los concilios provinciales , que para to­
do lo que se ofreciere y les parecere tratar de LEY V.
nuestra parte, a fin de conseguir el buen efec­ D. Felipe II en Aranjuez á 27 de mayo de 1568.
to que se espera de aquellas santas congrega­
ciones , en las cuales lian de tener el lugar que Que los prelados hagan buen tratamiento y dejen
se acostumbra dar a los que representando votar librementeren d los clérigos y religiosos que f u e ­
á los concilios.
nuestra personaban asistido en semejantes, con­
cilios les damos poder y facultad cuan bastante ! R.ogamos y encargamos á los prelados de
se requiere, y tengan mucho cuidado de procu- nuestras Indias que todas las veces que convo­
caren y celebraren concilios sinodales en sus
(1)^ Por si algún día se volviesen a celebrar en provincias , hagan todo buen tratamiento á los
Arnórica concilios provinciales debe notarse la proli­ clérigosy religiosos que se juntaren y asistieren
ja y acordada declaración qne so dirigió á Méjico
para aquel caso sobre el ceremonial y otras cosas en en ellos, y los dejen votar libremente y decir
cédula de 8 de octubre de 1772. su parecer, sin Ies poner ningún impedimento.
TOMO I.
50 Libro i. Título viu.
LEY VL manera alguna. Y encargamos à los muy reve­
rendos en Cristo padres, arzobispos del Perú
D. Felipe II en Toledo :i 51 fíe agosto fíe 1560. En y Nueva-España , y obispos sufragáneos com­
Madrid á 16 de enero de 1590.
prendidos en los dichos concilios provinciales
Que los concilios provinciales celebrados en las In­ por loque les tocare según sus distritos, que
dias se envien al con tejo antes de su impresión y pu­ cumplan y bagan cumplir inviolablemente lo
blicación, y tos sinodales baste que los vean los vire-
yes, presidentes y oidores del distrito . que está dispuesto y ordenado como en ellos se
contiene y su Santidad lo ordena y manda, sin
Encargamos à los arzobispos que cuando ce los alterar ni mudaren cosa alguna. (3)
lebraren concilios provinciales en sus arzobis-
jados, antes (fue los publiquen ni se impriman, LEY VI II.
Íos envíen ante Nos á nuestro consejo de In­ D. Felipe 1Y en Madrid á 8 de agosto de 1621.
dias, para que en él vistos se provea lo que Que ¡os clérigos y religiosos doctrineros tengan los
convenga , y no se ejecuten hasta que sean concilios de sus diócesis, y por ellos' sean examinados.
vistos y examinados en cl. T en cuanto á Conviene que todos los curas y doctrineros
los sínodos diocesanos tenemos por bien de seculares y regulares tengan en su poder los
remitirlos, como por la presente ios rem iti­ decretos y resoluciones de los concilios provin­
mos , à nuestros vireyes , presidentes y oi­ ciales que se hubieren celebrado y celebraren
dores de las audiencias reales , en cuyos dis en sus diócesis. Y rogamos y encargamos á los
tritos so celebraren para que los vean; y vistos, arzobispos y obispos que les obliguen á ello, y
si de ellos resultare haber alguna cosa contra ordenen que cuando fueren examinados lo sean
nuestra jurisdicción y patronazgo real ú otro también por los puntos mas particulares deca­
inconveniente notable, hagan sobreseer en su di concilio provincial.
ejecución y cumplimiento , y lo remitan al di­
cho nuestro consejo, para que visto se provea lo
LEY ÉX.
que convenga. ( 2 ) El emperador don Carlos y la reina gobernadora en
Valladolid a 16 de abril de 1558 Y los reyes de Bo­
hemia gobernadores á 29 de abril de 1549. D. F eli­
LEY VIL pe II en Madrid si 27 de febrero de 1575. Y don. Fe­
D. Felipe II en S. Lorenzo á 18 de setiembre de 1591; lipe IV eti esta Recopilación.
Y en Madrid íí 2 do lebrero de 1595 Don Felipe III Que en los concilios provinciales se hagan aranceles
en Madrid á 9 de febrero de 1621 de los derechos que han de percibir lo eclesiásticos
Que se guarden los concilios Límense y Mejicano por sus ocupaciones y ministerios.
últimamente celebrados en lis provincias del Perú Rogamos y encargamos á los arzobispos y
y Nueva Empuña, en cada una el que le tocare.
obispos de las Indias que en los concilios pro­
Por cuanto los concilios provinciales , que vinciales ordenen se hagan aranceles de los de­
conforme ai decreto de! santo Concilio Tvuleu- rechos que los clérigos y religiosos deben per­
tino se celebraron en la ciudad de los Reyes de cibir, y justamente les pertenezcan por decir
la provincia del Perú el año pasado (le mil y las misas, acompañar los entierros, celebrar las
quinientos y ochenta y tres , y en la ciudad de velaciones, asistirá los oficios divinos, aniver­
Méjico el de mil y quinientos y ochenta y cin­ sarios y otros eualesquier ministerios eclesiásti­
c o , en que se ordenaron diversos decretos to­ cos, y no escedan de loque se puede llevar eu
cantes á la reformación del clero , estado eele- la iglesia de Sevilla triplicado , y los vireyes,
siásiioo , doctrina de los indios y administración presidentes y gobernadores tengan cuidado de
de los santos Sacramentos en los arzobispados proponerlo en los concilios donde asistieren con­
del Perú y Nueva-Espafia , y eu los obispados forme á la ley 2 de este titulo.
sus sufragáneos, se vieron en nuestro consejo de Que ¿os vireyes y audiencias puedan dar pro­
Indias, y por nuestra orden se llevaron á pre­ visiones para que los prelados visiten sus obis~
sentar ante su Santidad para que los mandase ver pa d o sy se hallen en los concilios y ley 147,
y aprobar , y tuvo por bien de dar su aproba- tit. 15 , lib. 2 .
ciou y confirmación , y mandar que los decre­
(3) Sobre esta ley 7 en la parte que toca á Lima
tos se ejecutasen en la forma y como se enten­ debe tenerse presente, que en dicha capital se han
derá porjlos originales y traslados que por nues­ celebrado seis concilios provinciales: el l.° el ano
tra orden se lian impreso , que todo se ha re ­ de 1552; el 2.° en el de 1567; el 3.° el de 1583; el 4.°
visto en nuestro consejo y llevado á las dichas el de 1591; el 5.° el de 1601, y d 6.° el de 1773. De
provincias. Y pues se han hecho y ordenado todos estos concilios, el l.° no parece en manera al­
guna. Del 2.° tampoco se encuentra mas que el com­
con-tanto acuerdo y examen, y su Santidad pendio que se' dice hizo Sto. Toribio. El espresado
manda que se cumplan y ejecuten , mandamos compendio esta recomendado y mandado observar es
á nuestros vireyes , presidentes y oidores de trochamente en el cap. i.° de la sesión 2. Del 3.° con­
nuestras audiencias reales délas provincias del cibo celebrado en 1583, que es el primero de ios de
Sto. Toribio. Ademas de Cato, tiene Ja autoridad de
Perú y Nueva-Es paña, corregidores y gober­ haberse mandado imprimir y csíampádosc en efecto
nadores de los distritos de todas las audiencias, á en ünv illa d año de 1611 por cédula de 11 de setiem­
cada uno en su jurisdicción., que para que se bre de dicho año, que está al principio de la edición
liaga asi den y hagan dar lodo el favor y ayu­ tlcl referido concilio, y al que sigue el 5.° de Lima y
1. “ de Sto. Toribio impreso también por autoridad
da que convenga y sea necesario, y que couLra fie aqueila cédula despues de aprobado en Roma con
ello no vayan ni pasen en todo ni en parte en2 •algunas" declaraciones que están á conlim.acion. El
2 . " y 3.° del Manto, y son el 4.° y 5.° de Lima, no se
(2) Sobre el del reverendo obispo Carrasco véa­ aprobaron ni en Roma ni en Madrid, ni se han publi­
nse la ctidula de 8 do juuio de 695. cado en España jamas.
D e las bulas y breves apostólicos.

LEY PRIMERA. real , materias de indulgencias, séde-vacantes


ó espOÜos y otras cualesquier, de cualquier ca­
D. Felipe IV en esta Recopilación. lidad que sean, si no constare que han sido
Que el consejo haga guardar y cumplir y ejecutar presentados en nuestro consejo de las Indias , y
las bulas y breves apostólicos en lo que no perjudi­ pasados por él : mandamos á los vifeyes, presi­
caren al derecho concedido~al h'ey, por la Santa se­ dentes y oidores de las reales audiencias, que
de, Patronazgo y regalía.
los recojan todos originalmente de poder de
Ordenamos y mandamos al presidente y cualesquier personas que los tuvieren, y ha­
los de nuestro consejo real de las Indias, que biendo suplicado de ellos para ante su Santi­
hagan guardar, cumplir y ejecutar todas las d ad, qne esta calidad ha ue preceder, nos los
letras, billas y breves apostólicos que se des­ envien en la primera ocasión al dicho nuestro
pacharen por nuestro muy santo Padre sobre consejo; y sí vistos en él fueren tales qne se
negocios y materias eclesiásticas en conformi­ deban ejecutar, sean ejecutados: y teniendo
dad de lo dispuesto por los sagrados Cánones inconveniente , que obligue á suspender su eje­
si no fuere en derogación ó perjuicio de nues­ cución , se suplique de ello para ante nuestro
tro real patronazgo, privilegios y concesiones muy Santo Padre, que siendo mejor informa­
apostólicas que los señores reyes nuestros pro­ d o , los mande revocar, y entre tanto provea
genitores, y Nos tenemos de la santa Sede, y el consejo que no se ejecuten ni se use de
nos pertenecen por derecho y costumbre, y ellos.
suspendan la ejecución de las letras , bulas y
breves que en contravención de esto y nuestra LEY III.
real preeminencia y patronazgo se despacharen, D. Felipe IV en Madrid á 13 de enero de 1619.
y nos den cuenta de ello para que interponien­ Que se recojan, y no se ejecuten breves, ni otros des­
do los remedios legítimos y necesarios , supli­ pachos, que no vayan pasados por el consejo, y se
quemos á su Santidad que mejor informado no remitan d él.
dé lugar »ni permita se haga perjuicio ni nove­ Ordenamos y mandamos à losvireyes, pre­
dad en lo que à Nos y á nuestros progenitores sidentes, audiencias y gobernadores, que esten
ha pertenecido y pertenece por derecho, gra­ con particular cuidado de recoger todos_y cua­
cias apostólicas y costumbre , porque así con­ lesquier breves de su Santidad, conforme à lo
viene para el servicio de Dios nuestro Señor, proveído por las leyes antecedentes y para los
gobierno eclesiástico y témpora!, y quietud de mismos efectos, y todos los demas despachos que
fas Indias , y qne esto mismo se cumpla, guar se hubieren dadoy dieren por cualesquier conse­
de y ejecute en cualesquiera letras y patentes jos , tribunales y ministros , que no esten pasa­
que dieren los prelados de las religiones, según dos por el consejo de Indias , y los que Nos fir­
y como hasta ahora se observa y guarda. 0 ) máremos , que no fueren refrendados por uno
LEY II. de nuestros secretarios de é l, y asimismo otros
cualesquier instrumentos que toquen en mate*
El emperador D. Carlos en Valladolid «í 6 de setiem ­ ria de nuestra regalía y jurisdicción, sin permi­
bre de 1538. D. Felipe II en Madrid a 21 de octubre
de 1571. Y en Aranjuez á 14 de mayo de 1583. Y tir ni dar lugar á que ninguno que no fuere en
don Felipe IV en esta Recopilación. esta forma se cumplajni ejecute, y los remitan
Que las audiencias de las Indias recojan las bulas y al consejo en la primera ocasión que se ofrezca.
breves originales, que no se hubieren pasudo por el
consejo, donde se remitan, precediendo suplicación LEY IV .
d su Santidad, y entre tanto no se ejecuten.
, El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador
Si algunas bulas ó breves se llevaren á nues­ eu M ídrid a' 1,° de marzo de 1513 ii. Felipe II en
tras ludias que toquen eu la gobernación de la ordenanza de Audiencias de 1563. En el Escorial
aquellas provincias , patronazgo y jurisdicción á 29 de mayo de 1581. En Toledo á 25 de mayo de
'1596. Ordenanza 63 de Audiencias.
Qat hallándose breves para cobrar espolias, ó sede
(1) Por real cédula de 22 de febrero de 1769 se vacantes, se suplique de ellos, y se envien al consejo.
previene, que á las bulas de dispensación de natales
u otro impedimento eclesiástico para beneficios cura­ Despues que los sumos Pontífices á suplica­
dos, canonicatos etc., no se dé el pase mientras por
el Consejo no se ordena espresam ente, como lo ofre­
ción de los católicos reyes nuestros antecesores
ce hacer, según su regulado arbitrio con sugetosdis­ erigieron é instituyeron obispados y arzobispa­
tinguidos por virtud, literatura ú otros loables mé­ dos en nuestras Indias, no se han pedido ni
ritos. mandado tornar para la cámara apostólica los
Ya no tendrá egcrcicio esta cédula, pues por otra espolies de los prelados de ellas que han falleci­
de 17 de febrero de 1792 se ha mandado que los obis­
pos dispensen en esta irregularidad de natales y de­ do ni las sede vacantes , por guardarse en esto
más de que habla la bula do Fio V de 4 de agosto el derecho canónico. Y porque algunas per­
de l5 7 i. sonas han procurado haber de su Santidad ó
52 Libro i. Título ix.
de su Nuncio apostólico , que reside en estos LEY VII.
reinos, poderes y bulas para cobrar y recibir
espolies, á que no es justo que demos p e n a r D. Felipe II en Madrid á 19 de febrero de 4571.
siou ; mandamos á nuestras audiencias reales* Que las audiencias envien al consejo las bulas y bre­
gobernadores y otras justicias de las Indias, que ves concedidos d favor de los religiosos, si tuvieren
informados si en algunas partes hay personas algunas diferencias con los obisjtos. .
que tengan poderes y bulas apostólicas para
cobrar los espoli os de los arzobispos y obispos Por parte de las iglesias catedrales de la
que murieren en aquellas provincias ó las sede- Nueva España se nos hizo relación de algunas
vacantes , y sabido quien las tiene, las bagan diferencias, que se ofrecían entre los obispos y
traer ante sí, y ante todas cosas supliquen de religiosos en daño y perjuicio del bien espiri­
ellas para ante su Santidad, y no consientan tual y salvación de los naturales, las cuales se
ni den lugar que usen de los dichos poderes ni podrían evitar, mandando guardar !o dispnes»
bulas en manera alguna, ni se cobren loses-po­ to por el Santo Concilio T ridentino, cerca de
lios ni sede-vacantes, ni bagan ni consientan la forma y orden con que los obispos se han
hacer otros actos algunos en perjuicio del dere­ de haber con ios religiosos , y la autoridad que
cho y concesiones de los sumos Pontífices que deben tener en sus diócesis , como se hacia en
cerca de ello tenemos, y la costumbre inme­ las demas parles déla cristiandad. Y Nos de­
morial que hay de no cobrarse, y los poderes seando proveer lo que mas convenga al servi­
y bulas que se recogieren, originalmente nos cio de Dios nuestro Señor, y nuestro, paz y
los enviarán en los primeros navios ante los do conformidad de ios eclesiásticos y bien de los
nuestro consejo de Indias, con las suplicacio­ naturales, ordenamos ¡!y mandamos á los pre­
nes que hubieren interpuesto , para que ha­ sidentes y oidores de todas nuestras reales
biéndose visto si fueren tales que se deban audiencias del Perú y Nueva España, que
cumplir, se baga asi , y no lo siendo se informe ofreciéndose estos casos envíen á nuestro conse­
á su Santidad, y suplique mande proveer y jo de las Indias con los primeros navios los
remediar loque convenga, sin que en esto se breves y bulas de su Santidad, que à pedi­
baga novedad alguna , y que los espolios y sede- mento de los religiosos de aquellas provincias
vacanles se distribuyan, conforme á lo dispues­ lian concedido los sumos Pontífices en su fa­
to, y se revoquen los poderes y bulas que para vor, ó un traslado de ellos en manera que ha­
su cobranza se hubieren dado. gan fé, sacándolos para este efecto de poder
de cualesquier prelados ó religiosos que los ten­
gan, haciendo para ello las diligencias,necesa­
rias, á los cuales encargamos se las dén y en­
J). Felipe 11 en la ordenanza o6 del Consejo en el treguen para el (lidio efecto, sin que pongan
Pardo á 21 de setiembre de 1571. impedimento alguno, Y declaiamos que estan­
Otic en el consejo haya libro en que. se trasladen do las dichas bulas ó breves pasados por nues­
las bulas, que se presentaren pertenecientes d las tro real consejo de las Indias, bastará que se
• Indias, envien por traslado autorizado, y no estando
Mandamos que con forme á lo ordenado por la pasados por él , se lian de remitir originales,
ley 26, tit- 2 , lib. 2 de esta Recopilación , baya según y jiara los efectos referidos en las leyes
en cada una de las secretarías del consejo un de este título.
libro en que se pongan las copias autorizadas
de las bulas y breves apostólicos que toquen á LEY V III.
las Indias, y que los originales se pongan en el
Auto de el consejo , Madrid 12 de octubre de 1627.
archivo del consejó ó en el de Simancas, y de D. Felipe IV en esta Recopilación.
ellos se saquen alguuas copias autorizadas para
Que se guarde la form a que dd esta ley sobre pa­
que se puedan llevar donde convenga, sin que sar los despachos de Roma,
sea necesario el libro.
Algunos religiosos con siniestra relación
impetran de su Santidad bulas y breves apos­
tólicos, que si pasasen á las Indias, podrían
D. Felipe IV por acuerdo del Consejo en Madrid é
12 de febrero de 1627. causar graves inconvenientes y alteraciones en
las mismas religiones. Ordenamos y mandamos
Que los que presentaren bulas, ó breves para las In­ á los de nuestro consejo de Indias, que por
dias, presenten traslados con los originales.
ninguna via ni forma consientan que pasen á
Otrosí todas las personas ó comunidades ú aquellas provincias ni se dé testimonio de
otras partes que pidieren en nuestro consejo su presentación, sin que primero informen
de Indias que se dejen pasar bulas ó breves, ú el comisario general de la orden de san F ran ­
otras cualesquier letras de su Santidad que to­ cisco, que resideen nuestra corte por lo que
quen à materias generales, presenten con los toca á su religión, y por las demas se cometa á
originales los traslados de ellos bien escritos los religiosos que los del consejo nombraren ; y
y auténticos , para que en el libro aparte de si de hecho pasaren algunos, los presidentes,
bulas que pasan à las Indias, se pongan y asien audiencias y gobernadores los recojan y remi­
ten en las secretarias conforme, á sus distritos, tan al consejo, para q4 ¿ guardando la forma de
lo cual no se entienda con bulas de dispensa­ esta ley, y no teniendo inconveniente, se les
ciones para matrimonios, ni de indulgencias. dé el paso y testimonio de su presentación.
De las bulas y breves apostólicos. 55
LEY IX. ro del año pasado de mil y quinientos y seten­
ta y oeho, se dispone y inanda , que todos los
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ pleitos eclesiásticos, de cualquier genero y ca­
ra en Valladolid á 18 de marzo de 1538.
lidad que hubiere en nuestras Indias Occiden­
Q ue e l em bajador de Su M a je sta d en B o m a n o im p e ­
tr e , n i co n sien ta im p e tr a r sin o lo q u e p o r e l consejo tales, se sigan en todas instancias, y fenezcan
s e le avisare. y acaben en ellas, sin los sacar para otra parte.
Porque algunas personas impetran de nues­ Por lo cual mandamos á nuestras audiencias
tro muy santo Padre, graeias , dispensaciones reales de las Indias , que hagan cumplir y eje­
y otros despachos tocantes á las ludías, que cutar, cada una en su distrito, lo dispuesto por
tienen y causan inconvenientes y son en per­ el breve, dando noticia de él en todas partes,
juicio de nuestro patronazgo, bien y estado de y la orden que convenga, para que se cumpla
ellas, nuestro embajador que es ó luere de la y egecute. (J)
curia romana , y los que en su lugar asistieren
tengan particular cuidado de que no se impetre Que los prelados de las Indias remitan los
cosa alguna fuera de lo que les escribiéremos por breves y buletos no pasados por el consejo,
nuestro consejo de Indias por ninguna persona, ley 55, tit. 7 de este libro.
v asi lo avisarán en las partes que les pareciere Qué con las bulas que se presentaren en el
para que les den noticia de Jas que se prove­ consejo, para que se pasen, se presente tras­
yeren toantes à las Indias, y que se pidan por lado autèntic ó de cada una, ley 2 0 , tú. 6 ,
clérigos ó religiosos*, y si algunas se pidieren lib. %
fuera de lo que por el consejo les escribiére­ E l consejo d 8 de noviembre de 1650 ordenó,
mos, las impedirán y nos avisarán de ello. ( 2 ) que las bulas de observancia del patronazgo
que se habían despachado y se despachasen
LEY X. en Boma tí los obispos, se pusiesen en las se­
D. Felipe 111 en Madrid a 7 de marzo de 1606. cretarias en cajón distinto, diputado ' para
Q ue se g u a rd e el breve p ira que los p le ito s ec lesiá s­ esto con toda custodia, auto 159, referido
tico s s e fe n e z c a n en tas In d ia s.
en el tit. 0 de este libro.
Por breve apostólico de la santidad de Gre­
gorio X III, que se espidió á postrero de febré-2 Los breves de indulgencias se presenten en el
consejo de Cruzada, y pasen por el de In ­
(2) El olvido de esta ley 9 causó mil embarazos dias, auto 161 referido en el tit, 20 de este
y desazones, hasta que fue necesario reproducir su libro.
espíritu, y que en cédula de 22 de octubre de 95 se
mandase que ninguna persona pueda recui rir á Roma
en solicitud de gracias que no sea de penitenciaría sin
haber obtenido permiso del Consejo, en inteligencia, (3) Solorz., tom. 4, pol., cap. 9, núm. 6, trae
que no se dará eí pase á las obtenidas eu otra forma. el Breve.

«— —

TITULO ¡DECIMO.
D e los ju eces eclesiásticos y con servadores.

LEY PRIMERA.. asi conviene á nuestro servicio y señorío real. («)


D. Fetipc II y la princesa gobernadora en Vallado- LEY IS.
lid á io do febrero de 1 d59. Y don Felipe IV en esta
D. Felipe II en Badajoz á 19 de setiembre de 1580.
Recopilación.
Q ue los ju e ce s elesiá stico s te n g a n con fo rm id a d con
Que se g u a rd e n las le y e s d e esto s re in o s d e C a sti­ los ju e c e s secu la res, y no les im p id a n la a d m in is tr a ­
lla ,, que p ro h íb e n á los ju e c e s eclesiásticos u su rp a r c ió n d e ju s tic ia .
la ju risd ic c ió n real.
La buena administración de justícia es el
Porque algunos jueces eclesiásticos de las medio en que consisten la seguridad, quietud
Indias han intentado usurpar nuestra jurisdic­ y sosiego cíe todos estados, y hemos sido infor­
ción real, yconvieneque por ninguna causa sean mado que entre las justicias eclesiásticas y se­
osados á introducirse en ella, ni la impedir, ni ;
culares se ofrecen contradiciones y diferencias
ocupar. Mandamos á nuestras real.es oudien- ! sobre las jurisdiciones, teniendo los jueces ecle­
eias, que inviolablemente la hagan guardar eu : siásticos excomulgados mucho tiempo á los jue-
sus distritos, y por ninguna manera consientan
lo contrario, haciendo cumplir y egecutar las
leyes-de estos reinos dadas-sobre esta razón, li­ (1) La cédula de 27 de abril de 1784 declara, que
brando y despachando % cartas y provisiones • es usurpación de la autoridad civil conocer los ecle­
siásticos de los testamentos, inventarios y demás di­
necesarias, para que los prelados y jueces ecle­ ligencias respectivas á las testamentarías de finados
siásticos no contravengan à su observancia, que eclesiásticos, aunque los herederos lo sean.
TOMO I. *4
54 Libro i. Título x.
ces seculares, y por estar el recurso à nuestras gar infieles chinos y '¿toros , y de otras nacio­
reales audiencias y su conocimiento por vía de nes en los casos que no son de re.ligion , ni con­
fuerza, muy lejos, dejan los corregidores y trarios á la santa fé católica, sino al derecho na-
otros jueces seculares de ejecutar justicia , de toral , v su castigo pertenece á nuestros minis­
que se sigue mueiio daño al estado secular , se tros, debajo de cuyo amparo y gobierno polí­
usurpa nuestra jurisdicción real, y con pretes­ tico están, y el fundamento es querer reducir
to de guardar la inmunidad eclesiástica, cuya todos los escesos de los infieles que son .ó pue­
reverencia y acatamiento tenemos tan encar­ den ser de mal ejemplo à los fieles, a casos o
gado á nuestros ministros, se quedan los de­ escesos de religión, no advirtiendo qué cuando
lincuentes sin castigo y resultan otros graves el juez secular está pronto á evitar y castigar
inconvenientes. Rogamos y encargamos a los semejantes delitos, no se puede introducir en
arzobispos y obispos de nuestras Indias, que den ellos el eclesiástico, sino es con permiso ó co­
las órdenes* necesarias á todos sus jueces y viea. misión del propio y natural señor, y conviene
rios, para que escusen estos agravios y escesos mandar que los jueces eclesiásticos no conozcan
en cuanto fuere posible, y se conformeu con de los delitos de infieles que no están espresa-
nuestros corregidores, guardando lo dispuesto dos en el derecho y bula de la santidad de G re­
por derecho , leves y provisiones de estos rei­ gorio X III, no obstante cualquier costumbre
nos de Castilla. (2) en contrario. Rogamos y encargamos á los ar­
zobispos y obispos de las Islas Filipinas, y de
LEY III; otras eualesquier partes donde lo susodicho
D. Felipe IV en Madrid á 25 de marzo de 1627. pueda tener íu g ar, que hagan que los jueces
eclesiásticos no se introduzcan à conocer de las
Que en cua n to á n o tifica r ce n su ra s so b re co m p e te n -
cías de ju risd ic io n , se g u a rd e el estilo de esto s R e i­ causas civiles ni criminales de los infieles resi­
n o s de C astilla. dentes ó contratantes en las dichas Islas ó par­
tes, ni procedan contra ellos a prisión con cen­
Los prelados y jueces eclesiásticos han pro suras ni penas pecuuiariás, sino en casos que es-
curado introducir en casos de competencia ele presa v notoriamente fueren contra nuestra santa
jurisdicion sobre la inmunidad eclesiástica, que fé católica y religión cristiana, y los demas que
las exhortatorias con censuras que se despachan no fueren <le esta calidad los dejen à los gober­
para inhibir a los alcaldes de el crimen del co- nadores y capitanes generales y demas justi­
nocimiento de algunas causas, ó para que les cias nuestras à quien pertenece su conoci­
remitan los presos, se las notifiquen los nota­
miento.
rios en los estrados de la audiencia , debiéndo­
lo hacer en sus mismas casas con buena urba­ LEY V.
nidad, y pidiéndoles primero licencia para ello, D. Felipe III en el Pardo & 2 de diciembre de 1609.
como so hace y observa en estos reinos, para
Q ue s> los ju e c e s elesid stic o s p r o c e d ie re n c o n tra c o r­
lo cual se envían notarios sacerdotes, que sue­ re g id o re s sobre tra to s y g ra n g e ria s, se in te rp o n g a
len proceder con mas. libertad. Y por ocurrir el re cu rso d las a u d ien cia s.
á los inconvenientes que pueden resultar, ro­
gamos y encargamos á los prelados y jueces Los jueces eclesiásticos pretenden proceder
eclesiásticos de nuestras ludias, que hagan contra los corregidores sobre tratos y grange­
guardar con los alcaldes de el crimen de las rias , con pretesto de que hacen juramento de
audiencias de Lima y Mágico, y con los oido­ no tratar y contratar , y contraviniendo á el,
res que hicieren oficio de alcaldes en las au­ incurren en delito de perjuro. Mandamos que
diencias , el estilo que en estos casos y los se­ cuando sucedieren casos semejantes, y los jue­
mejantes se observa en estos reinos de Castilla, ces eclesiásticos intentaren conocer y proceder
sin permitir se haga novedad. sobre lo referido, se remedie con el recurso
ordiuario de acudirá nuestras audiencias reales.
LEY IV.
LEY VI.
D. Felipe IV en Madrid á 51 de diciembre de 1050.
D. Felipe II en Madrid á 7 de febrero de 1560.
Q ue los ju e ce s elesid stico s no conozcan d e causas ci­
viles, ni c rim in a le s d e in fieles. Que los jtic e s eclesiásticos no c o n d e n en d In d io s e n
p e n a s p e c u n ia r ias.
Porque los jueces eclesiásticos de las islas
y otras partes se introducen en casti—
F ilip in a s
Por la suma pobreza que padecen los in­
dios, y loque deseamos aliviarlos, rogamos y
encargamos á los prelados y otros eualesquier
'2) Sobre el contenido de las leyes de este título,
V que los jueces eclesiásticos guarden armonía con
jueces eclesiásticos, que cuando procedieren
los seglares y respeten v acaten la real jurisdicción contra ellos no los condenen en penas pecunia­
es notable la cédula de S. Lorenzo á 2b do noviem­ rias por ninguna causa ni razón, atento á que
bre de 1771, en que el Re v desaprueba la omisión de les pueden imponer otras penas, conforme á
cierto arzobisj>o y su provisor en no haber castigado derecho, y à lo que por JNos se les encarga en
condignamente á dos curas que insultaron ai gober­
nador de Tarma; mandándole al yirey que les espli­ la ley 27, tit.. 7 de este libro. ['ÒJ
que el real desagrado, y previniéndole que en los
exhortos que se bagan en lo sucesivo se les advierta
á los jueces eclesiásticos que administren justicia con (5) Pero por una cédula de 12 de marzo de 1/65
apercibimiento que se procederá basta el punto de se mandó, que cuando las impongan (a españoles) se
temporalidades. entregue la mitad en cajas reales para que se invier­
Véase lambien la ley 8, tit. 12 de este libro. tan en lwS uiismus ('mes que los productos de la cru-
De los jueces eclesiásticos y conservadores o5
eclesiásticas que pasaren en las Indias ante los
LEY VIL arzobispos, obispos ó sus vicarios , ú otros jue­
O. Felipe III en Eira» á 12 de mayo de 1619. ces eclesiásticos, de negocios y casos que se
ofrezcan , tocantes á nuestra jurisdicción real,
Q ue los ju e ce s eclesú itico s no co n d e n en d los in d io s y de otros cualesquiera en que procedieren con­
á obrqges, n i p e r m ita n se les d e fra u d e n su s salarios.
tra los gobernadores, alcaldes ordinarios ú otros
Otrosí encargamos à los jueces eclesiásticos ministros de justicia por escom un iones si se
que no condenen á indios á obrajes , ni permi­ apelare de ellos, y por no haber otorgado la
tan que se les; defrauden sus salarios. Y man­ apelación se protestare nuestro real auxilio, de
damos a nuestras audiencias reales que no con­ la fuerza, los notarios de los juzgados de los
sientan se bagan tales condenaciones, ni que à prelados ó jueces eclesiásticos, siendo por esta
Jos indios se les defrauden sus salarios y pagas. nuestra ley requeridos luego sin dilación, escu­
sa ni impedimento alguno dentro de seis dias
LEY VIII. primeros siguientes, hagan sacar y saquen un
D. Felipe III en Madrid á 26 de mayo de 1613. traslado autorizado en pública forma y manera
Q ue los ju e ce s elesiá stico s no p u ed a n c o n d e n a r d in ­
que haga fé de todos los autos que ante ellos pa­
dios d que su se rvicio se ven d a p o r a lgunos a ñ o s. saren por escomuniones y censuras contra cua-
lesquier personasde cualesquier calidad y comii*
Algunos juec»s eclesiásticos de nuestras In­ cion que sean que hayan interpuesto la dicha ape­
dias, procediendo en las causas que tocan á su lación y protestación, y con persona de recaudo
jurisdicción, han condenado à los indios delín* y confianza le envien á la audiencia real det dis­
euentes à que su servicio se vendiese por al­ trito , para que en ella visto, se provea sobre el
gunos años. Y por lo que deseamos librarlos de articulo de la .uerza lo que convenga , lo cual
toda especie y color de servidumbre, ordena­ hagan so pena de la nuestra merced y de mil
mos á los dichos jueces que no bagan tales con­ pesos de oro para nuestra cámara. Y en el en­
denaciones á indios, y que por esta razón no se tretanto rogamos y encargamos á los prelados,
pueda vender ni venda su servicio por. ningún vicarios y jueces eclesiásticos, que por el tér­
tiempo. Y mandamos i nuestras audiencias rea­ mino que fuere ordinario para ir y volver à la
les que tengan muy. particular cuidado de que audiencia, y asistir en ella al despacho del ne­
asi se cumpla y ejecute. gocio, absuelvan á todas y eualesquier personas
LEY IX. que por él tuvieren escomulgados , alcen las
censuras y entredichos que hubieren puesto
Don Felipe II en San Lorenzo a 3 de setiembre de y discernido, libremente y sin costa alguna,
1586. En Madrid á 13 de enero de 1591.
pena de la nuestra merced y de mil pesos de
Q ue ¡os prelados, cabildos y ju e c e s elesiá stico s g u a r­ oro para la nuestra cámara á cada uno que lo
den. las pro visio n e s d e las audiencias so b re alzar las ' contrario hiciere, y de que hayan perdido la
fu e r z a s y a b so lv er d e las ce n su ra s.
naturaleza y temporalidades que tuvieren en
Rogamos y encargamos á los arzobispos y nuestros remos y señoríos, y sean habidos por
obispos de nuestras Indias y á los cabildos se­ agenos y estraños de ellos. (4)
de-vacantes de las iglesias de ellas, y á cuaies-
quier jueces eclesiásticos , que cumplan los au ­
tos y provisiones que nuestras audiencias reales D, FeHpe II en el .Bosque de Segovia a' 16 de julio
dieren y proveyeren, en que se manden alzar de 157ó. La princesa gobernadora e» Valladolid á ±7
de marzo de 1559
las fuerzas y absolver de las censuras que ios
Q ue d los ju e c e s eclesiá stico s se d é e l ausilio r e a l
prelados, cabildos ó jueces lucieren y pusieren, p o r lo s ju e c e s se cu la re s cu a n to h u b ie re lu g a r d e d e ­
sin réplica alguna, y sin dar lugar á que se use re ch o .
de rigor. Y mandamos á nuestras audiencias Mandamos que à los obispos de las Indias y
que tengan siempre cuidado de proveer y guar­ a sus ministros eclesiásticos se les de por las au­
dar justicia , sin esceder de lo que se debiera diencias y eliancidenas reales y otros cuales-
hacer, y de loque acerca de esto está dispucs quiei nuestros jueces y justicias de las ciudades
to por los sagrados cánones y leyes de estos rei­ y provincias, ei auxilio real y favor que con­
nos de Castilla y costumbre guardada y obser­ venga, cuanto hubiere lugar de derecho, todas
vada eu ellos. las veces que conyiniere y de él tuviere nece­
sidad.
LEY X.
D. Felipe II en Madrid á 12 de febrero de 1589. Y
D. Felipe IV en esta Recopilación. El en cerad or D. Carlos y la emperatriz goberna­
dora en Madrid á 21 de setiembre de 1530.
Que los ju e ce s eclesiásticos a n te q u ie n se p r o te s ta r e
Q ae los ju e c e s y m in is tr o s ec le siá stico s no p re n d a n ,
la fu e r z a , absuelvan y d e n e l p ro c eso .
n i eje c u te n á n in g ú n ¿ego s in e i a u x ilio rea l.
Ordenamos y mandamos que en las causas Mandamos á los fiscales, alguaciles, ejecu-
(1) También por la ley 136, tit. 15, hb. 2 , se
zada: y debe tenerse presente la cédula de 21 de di­ manda á las audiencias qne envien á las provincias
ciembre de Í787, por la que se mandó que los ecle­ lejanas de su distrito la provisión ordinaria de fuerza,
siásticos, sobre los pecados públicos , concubina­ p.na que llegado el caso de cometerse ésta, la intime
tos etc., ejerciten su celo por medio de amoncstacio- el gobernador de Ja provincia al juez eclesiástico para
nes.y de penas espirituales, escusando el abuso de que éste alce las censuras y remita los autos de la
exigir multas, por no corresponderlcs esta facultad. audiencia.
56 Libro i. Título
lores y otros ministros y oficiales de los prela­
dos y jaeces eclesiásticos de todas nuestras In­ LE Y X V I.
dias Occidentales, Islas y Tierra-firme del mar p . Felipe II en Madrid á 25 de julio de 1575.. Y en
Océano, que no prendan á ningún lego ni ha­ el monasterio de la Estrella á 42 de octubre de 1592.
gan ejecución en él ni en sus bienes por ningu­ D. Felipe IV en San Lorenzo o 20 de octubre da
na causa, y los escribanos y notarios no firmen, 1633.
signen ni den mandamiento ni testimonio al­ Q ue ta s re lig io n e s n o u se n d e c o n s e r v a d o r e s , dino
guno para lo susodicho ni para cosa alguna to­ en ¿os casos p erm itid o * , y com o d e b e n .
cante á ello*, y cuando los jueces eclesiásticos
quisieren hacer prisiones y ejecuciones , pidan Muchos clérigos y religiosos aceptan en
el real auxilio á nuestras justicias seglares , las nuestras Indias comisiones para ser jueces eon-
cuales se lo impartan conforme á derecho: y servadores, siendo nombrados por los prelados
los vicarios y jueces eclesiásticos So guarden y de las órdenes, usando de breves y letras con­
cumplan , según y como en esta nuestra ley se tra la intención de su Santidad y lo dispuesto
contiene, pena de perder la naturaleza y tem­ por derecho. Ordenamos y mandamos á los vi*
poralidades que tuvieren en las Indias, y de reyes, presidentes y oidores de nuestras reales
ser habidos por agenos y estraños de ellas. Y audiencias de todas y cualesquier partes délas
los dichos fiscales, alguaciles y otros ejecutores, Indias, que en sus distritos y jurisdicciones
escribanos y notarios, y cada uno de los que lo tengan particular cuidado de hacer guardar,
contrario hicieren, sean desterrados perpetua­ cumplir y ejecutarlo que en razón de los jue­
mente de todas las Indias, y mas les sean con­ ces conservadores que pueden nombrar las re**
fiscados todos sus bienes para nuestra cámara y ligiones, está dispuesto y ordenado por dere­
fisco: y damos licencia y facultad á nuestras cho y leyes reales, y por el santo concilio de
justicias y á cualesquier nuestros súbditos y T.rento, sesión 14 de reformatione, cap. y
naturales, que no consientan ni den lugar á noj permitan esceso en su ejecución, en los ca­
los fiscales y ejecutores á que hagan lo susodi­ sos que se ofrecieren, asi de oficio como á pe­
cho. Y mandamos que lo contenido haya lugar dimento de parte, ni à las religiones usar de
$iii embargo de cualesquier costumbre. (5) jueces conservadores si no fuere en los permití*
dos por derecho, y entonces con las limitacio­
LEY XIII. nes que lo pueden hacer, y no los dejen que
erijan, ni tengan tribunal, ni usen de algunas
D. Felipe II en la ordenanza 56 de Audiencias. En
Monzón á 4 de octubre de 4565, Y en U ordenanza insignias de que no deban usar ni les perte­
65 de 4596. nezcan, ni de otra cosa alguna que sea contra
lo dispuesto por derecho.
Q u e e l a u x ilio se p id a en las a u d ien cia s p o r p e tic ió n ,
y no p o r re q u isito ria .
L E Y X V IL
Ordenamos que cuando en nuestras audien
cías reales de las indias se pidiere el auxilio D. Felip* IV en Buen Retiro á í.° de junio de 4654.
del brazo seglar por los prelados y jueces ecle­ Y en esta Recopilación.
siásticos, para poder prender y ejecutar, se pi­ Q ue las a u d ien cia s no p e r m ita n que la s re lig io n e s
da por petición y no por requisitoria. n o m b re n con serva d o res e o n tra los a n o b is p o s , ni
obispos.
LEY X IV . Otrosí, por cuanto es preciso que para po­
D. Felipe II en Aranjuez á 7 de mayo de 1571. der usar los religiosos de las órdenes de aque­
Q ue p o r im p a r tir e l a u x ilio c o n tra in d io s n o le s lle ­ llas provincias de cualesquier privilegios y bu­
v e n d erech o s las ju s tic ia s reales, n i los m o lesten . las de conservatorias, presenten primero ante
Mandamos que nuestras justicias reales no nuestras reales audiencias los motivos y causas
lleven derechos por impartir el auxilio á los que les obligan á nombrar jueces conservadores
jueces eclesiásticos cuando se le pidieren, para para que vistas y examinadas las aprueben ó
prender indios , ni les bogan otras molestias, no consientan usar de ellas: y conviene que es-
porque en todo sean relevados y bien tratados.
acordada en el nuevo Código, en que se ha dispuesto
..LEY XV. que el conocimiento de las demandas de principal y
réditos de todas clases de capellanías y obras pias,
D. Felipe II en Valladolid a 10 de agosto de 1592.
toque á las justicias reales. Que el íisco y sus jueces
Q ue el e stip e n d io d e las capellanías se p a g u e p o r continúen avocando el conocimiento de toda causa en
m a n d a m ie n to s d el eclesiá stico . que aquel tenga interés, aunque la hipoteca esté
afecta á obra pia, capellanía ó iglesia; y finalmente,
Nuestros gobernadores y justicias reales no ue en caso de competencia, el eclesiástico no abuse
libren mandamientos para que en virtud de 3e censuras, ni dirija sus procedimientos contra los
ellos se paguen los estipendios de capellanías depositarios legos, sino que se entienda con el juez
que han fundado personas particulares y dejen real del modo urbano y atento que prescribo la ley.
Sobre materia de capellanías y autoridad de los
à los jueces eclesiásticos usar de su jurisdicción eclesiásticos debe verse igualmente la cédula de 18
y librar los dichos mandamientos. ( 6)56 de marzo de 76, en que se ha prohibido ei nombra­
miento de capellanes interinos para las capellanías
colativas y laycales: que nunca se tengan estas por
(5) Véase la ley 2 , tit. 1 , IIb. 3. vacantes, y se deje su goce á los parientes llamados
(6) Esta ley se lia revocado por cédula de Madrid como en los mayorazgos; declarando por abusivo to­
de 22 de marzo de 8 9 ,y subrogado en su lugar otra do lo hecho en contrario hasta aquí.
ï)e los jueces eclesiásticos y conservadores. o7
ten con mucha vigilancia y atención á no dar pues es de las principales obligaciones de sus
lugar à ios inconvenientes y escándalos que con­ oficios. (7)
tra la intención de su Santidad y con siniestra Que las iglesias, prelados y cléngos no pidan
interpretación de las letras se han esperimenta­ ni litiguen ante jueces eclesiásticos sobre mer­
do por tolerancia de nuestras reales audiencias, cedes , limosnas , salarios ò estipendios (fue
pasando los jueces conservadores á proceder tuvieren por merced, del rey , y lo que se pa­
contra las personas de los obispos y deponerlos gare de las cajas á prelados y clérigos, sea
de su dignidad. Ordenamos y mandamos á to- por los tercios del año, ley 17, tit. 7 de este
das’nuestras reales audiencias de las Indias, que libro.
por ningún modo consientan á los religiosos de Que los prelados y jueces eclesiásticos conce­
las órdenes de aquellas provincias, que en vir­ dan llanamente las absoluciones á los jueces
tud de cualesquier privilegios, breves, bulas ó seculares, y las audiencias reales despachen
letras de conservatorias, nombren jueces con- pro usiones de ruego y encargo, para que asi
sei ’ idores contra las personas de los arzobispos se ejecute , ley 18, tit, 7 de este libro.
y obispos. Y en el cumplimiento de esta nues­ Que los prelados no escoma!guen por causas le­
tra Jey pongan todo cuidado,;para que por nin­ ves , ni condenen d legos en penas pecunia­
guna causa ni razón se contravenga á su obser­ rias , ley 47, tit. 7 de este libro.
vancia. Que no se impida d los prelados la jurisdicción
eclesiástica, y se les dé favor y auxdio yon-
LEY XVIII. fo rm e d derecho, ley 54, tit. 7 de este libro.
D. Felipe IY en Madrid á 14 de febrero de 1633. Que se guarde el breve para que los. pleitos
eclesiásticos se fenezcan en las indias, ley 10,
Qk¿ los relig io so s no n o m b ren c o n s e rv a d o re s, sin o tit. 9 de este libro.
e n casos g ra v e » , y la» aud ien cia s y J tsca les hagan Que d las visitas de navios se hallen los provi­
o b se rva r las le y e s . sores con los oficiales reales , para ver tj re­
Mandamos á nuestras audiencias reales que conocer los libros, ley 6, ti!. 6 de este libro
no permitan á los prelados de las religiones ha Que el consejo de Indias conozca de las fu e r ­
cer vejaciones con la mano de los jueces con­ zas eclesiásticas , i¡ ningún juez eclesiástico
servadores que nombraren, pues estos no se han le inhiba sobre ello , y se revoque de la Pis­
de elegir sino en casos muy graves y con las copilacion de leyes de Castilla el auto acorda­
circunstancias que permite el derecho, y no en do de que el consejo de Indias no pueda co­
causas ordinarias de poca consideración. Y á los nocer de causas de fu e rza s, ley 4, tit. 2, li­
fiscales de las audiencias que tengan particular bro 2 .
cuidado y atención de que se observen precisa (7) En cédula de 25 de octubre de 1716 se reen­
y puntualmente las leyes que de esto tratan, carga la, observancia de esta ley.

------------ —r Q)

« ■■ ■ w v a l mm •

D e io s dignidades y prebendados de las iglesias m etro p o lita ­


nas y catedrales de las In d ia s.

LEY PRIMERA. divino y administración de los santos sacramen­


El emperador don Carlos y la reina gobernadora en tos , que se ausenten de ellas, ni salgan á visi­
Madrid á 22 de abril de 1535. D. Felipe 11 allí á 18 tas ni otros negocios que eu aquellas provincias
de octubre de 1569. Y en Córdoba á 29 de marzo de se ofrecieren , sin causa muy urgente, necesa­
1570. Y en Barcelona á 8 de junio de 1585. D. F e ­ ria é inescusable : y á los que se ausentaren sin
lipe 111 en Valencia á 17 de marzo de 1599. Y don licencia ó teniéndola se detuvieren mas tiempo
Felipe 1Y en esta Recopilación.
del que se les hubiere concedido, les vacarán
Que los preb en d a d o s d e las ig lesia s d e las In d ia s r e ­ las prebendas ó beneficios que tuvieren , pro­
sid a n en ellas, y no sa lg a n d v is ita r , y los p rela d o s cediendo en ello conforme á derecho, y nos da­
y cabildos no les d en licencia p a ra a u sen ta rse, n i v e ­
n ir d esto s R ein o s d e C astilla, y los v i r e y e s , p r e s i­
rán aviso en todas ocasiones para que Nos pre­
d e n te s y audiencias p r o c u r e n que asi se gu a rde. sentemos personas que sirvan con la puntuali­
dad conveniente al coro y culto divino, y los
Rogamos y encargamos á los arzobispos y curatos y beneficios se provean conforme á
obispos, y à Los cabildos de las iglesias en sede- nuestro patronazgo real, sin dar lugar i que
vacante, que no permitan á los prebendados, falte la doctrina y administración de ios santos
dignidades, canónigos, racioneros, ni otros al­ sacramentos ; y si algunos prebendados preten-
gunos ; que por razón de sus prebendas y be­ dieren ausentarse y venir á estos reinos de Cas­
neficios tienen obligación à residir personal­ tilla, aunque sea á negocios de sus iglesias , no
mente en las iglesias, servicio del coro, culto les den licencia para venir; y si se vinieren sin
TOMO I. x5
5a Libro i- T/talo XI.
ella, les den por vacas sus prebendas, avisán­ cátedra ni de lectura, ni por otra cualquier
donos que lo estan para que se provean luego» causa que sea ó,-ser. pueda, falte à sus horas V
mas si a las iglesias se ofrecieren negocios tan residencia , sino fuere eri caso de enfermedad'
graves y de tal calidad que convenga que algu­ con apercibimiento que se procederá á vacante
no de los prebendados venga ert su seguimien­ de su prébenda, y se proveerá en persona q.u¿
to, y no hubiere-otra persona de tanta confian­ resida y sirva. Y si alguno, aunque sea digni­
za que se le puedan encargar, se nos pedirá li­ dad , no asistiere y residiere en el eoro y ser­
cencia para ello eri nuestro real consejo de las vicio de su iglesia, no se dé por presente, iji se
Indias. Y cuando pareciere á los prelados y ca­ le acuda con los emolumentos y distribuciones
bildos que hay necesidad de que algunos digni­ de ella , de qué confórme á derecho y santo
dades , canónigos-ó racioneros se ocupen en la concilio de Trento no debe gozar. (2)
instrucción de los indios , y los visiten y digan
misa, les den licencia para esto, y provean que LE Y IV.
por el tiempo que se ocupareu en este ministe­ D. Felipe II en Badajoz á 19 de setiembre de 1580.
rio se les paguen y hagan pagar los frutos y
emolumentos que hubieren de haber por razón Q«e lan inh icg ú n p re b e n d a d o sirva beneficio c u r a d o , y s i
ie r e , no goce los fr u to s de ía p re b en d a .
de las prebendas, como si residiesen en sus ¡gie .
sias, Jo cual sea y se entienda habiendo tanta Mandamos que el que tuviere prebenda ó
falta de sacerdotes, clérigos ó religiosos y tanto canougía ia sir.va,. sin poder .tener otra capella­
número de indios que doctrinar, que-de otra nía ó beneficio que requiera asistencia perso­
suerte no se pueda satisfacer á la obligación nal, sino fuere queriéndola dejar por servir al­
que tenemos y tienen los prelados de acudir á gunos beneficios curados, y en tal caso gozará
la conversión y doctrina de los indios., que asi del en que fuere proveído solamente conformé
conviene al servicio de Dios y nuestro , y los á derecho, y asi se guarde precisamente.
vireyes y audiencias procuren que se guarde y
cumpla por los medios mas legítimos que les . LEY V.
pareciere. ( 1} D. Felipe II on Madrid a 3 .de febrero de 1569. .
LEY II. Q u e,en las d istrib u c io n e s cu o ttd ia iiá s se g u á r d e n la s
El emperador D. Carlos y el cardenal Loaisa gober­ ■erecciones y e l derecho..
nador en Madrid-a 44 de julio de 1540. Por el santo concilio de Trento y las erec­
Q ue sobre ciar licen cia s d los p re b en d a d o s p a ra no ciones de las iglesias de las Indias está manda­
a s is tir , se gu a rd e la fo r m a de e sta le y . do y ordenado que las distribuciones que los
Otrosí, cuando el prelado hubiere de' dar prebendados llevan, solamente las ganen los que
licencia para que algun prebendado ó benefi asisten á las horas del oficio y culto divino, y
ciado se ausente de su iglesia, sea la causa u r­ no Üos demás. Y porque conviene que asi se
gente , necesaria é ineseusable., conforme á lo ejecute, encargamos á los prelados de las igle­
proveído, y con parecer del cabildo de la igle­ sias , que conforme .á «derecho y á las ereccio­
sia , y no de otra m a n e r a y si en el darla^ no nes de ellas, provean de manera que ninguno
se conformaren, mandamos á nuestro virey, reciba agravio de que tenga ocasión de se nos
presidente ó gobernador del distrito, que se venir ui.enviar.¿.quejar.
junte con el prelado y cabildo, y determine
la diferencia que en ello hubiere; y los prelados LEY VI,
no consientan que se pongan sustitutos por los D. Felipe IV en Monzon à .8 de marzo.de 1626. •
que obtuvieren las licencias.
Q u e.en cada ig lesia -ca ted ra l h a y a u n a p u n ta d o r d e
LEY III. lasf a lt u s .d e las p re b e n d a d o s .
D . Felipe III en S. Lorenzo á 14 de agosto de 1620. Rogamos y encargamos á los arzobispos y
D. Felipe IV en Madrid á 9 de setiembre de 1635.
obispos que den las órdenes convenientes para
Q ue n in g ú n p re b en d a d o d e je de s e r v ir y re s id ir , que en sus iglesias haya apuntador, cuenta y
sin o f u e r e p o r e n fe rm e d a d .
razón de los prebendados que tuvieren obliga­
Item : encargamos á los prelados que uo ción de acudir y lo dejaren de hacer -, con tal
consientan que ningún prebendado á título de precisión , que los prebendados cumplan ente­
ramente con su obligación , y no lo haciendo,
(I) Por cédula de 22 de noviembre de 1748 se sean multados, pues de lo contrario, demas de
manda que se declareu vacantes las prebendas de la nota que dan con su poca asistencia , liaceu2
que no hubieren lomado posesión en el término do
dus años los provistos en España ó doutro de 15 dias
los existentes en.Indias. (2) Véase la nota á la ley 4 3 , tit. 2 2 , dicho libro.
Y ni aun pueden ausentarse los prebendados á Como sucedió con la de D. José Prieto en Trujillo
protesto de renunciar sus prebendas, pues en real por cédula de 14 de enero de 1771, que se refiere á
cédula de 4 de abril de 1794 se prohibió á los prela­ otras de 21 «le diciembre de 6 8 , 12 de .mayo y 15 de
d os admitir estas renuncias, como que siendo aquellas julio de 17.69.
de real'Patronato debía proceder real permiso para Oche tenerse presente, que por cédula de 40 de
su admisión. En consecuencia, la faeultad.de los pre­ abril de 96 se declaró que las rentas embargadas á
lados os ceñida á calificar las causas de justas ó injus­ Prieto y-depositadas, se declaren pertenecer al ramo
tas que aleguen los renunciantes, pasarlas al. viee- de vacantes, y de él satisfacer al cabildo de Trujillo
palron, y que uno y otro dén.cueuta.siu hacer nove- Jo ijuc pareciese haber g islado en lusjdeilos relativos
«dad .entretanto. .á dicho iueideulc.
De los dignidades y prcBcndados. 59
falta al culto divino y á la decencia de su es­ y gobernadores, que en sus distritos procuren
tado. (3) se escusen los daños que resultan y se ofrecen
en tiempo de sede-vacantes, asi de dividirse
LEY VII. en bandos y parcialidades los cabildos de las
El emperador don Carlos en Madrid á 9 de enero d« Jglesías, como de <íar órdenes en perjuicio del
1540. bien común y de los indios, y de tomarse toda
Q ue en e l v o ta r y ve stu a rio d e los a lta r e s , v e stirse lá autoridad en las cosas de justicia , y escusar-
los d ignidades, y o tra s c o s a s, se gu a rd e lo q u e en la se de la asistencia del coro y celebración de los
iglesia de Sevilla. divinos oficios, interponiendo para ello nues­
Encargamos que en la forma de votar en tros ministros su autoridad, de que tendrán
cabildo, vestirse los dignidades y canónigos con particular cuidado, y de avisarnos de lo que en
los obispos, y los canónigos con los dignidades, estas materias se les ofreciere. (4) .
vestuario de los altares y decir misa los curas
en el altar mayor, se guarde en las iglesias me­ • LEY X ! V
tropolitanas y catedrales de nuestras ludias la D. Felipe IV en Madrid à 16 de marzo de 1635.
orden que tiene y guarda la iglesia catedral de Q ue e l ca n ó n ig o m a g istra l, d e cada ig le sia p re d iq u e
Sevilla. • ' ’ 'e n ella. ' ■'!
LEY VIII. Encargamos á los canónigos magistrales de
Don Felipe II en la ordenanza del -Patronazgo, en las iglesias de nuestras Indias, donde hubiere
Madrid á 15 de junio de 4574 D. Felipe IY allí á 26 estas ca.nongías , que pues les toca el ministerio
de agosto de 1625. de predicar^, y es tan santo y necesario predi­
Q ue los prelados, v i r e y e s , p r e s id e n te s jr g o b ernada- quen en ellas los dias festivos y otros que tie­
r e s avisen en todas ocasiones que p re b en d a d o s sirv e n nen de costumbre las iglesias' metropolitanas y
cu a n to s f a l t a n , y p o rq u e causas , y los q u e f u e r e n catedrales, para que á su imitación y ejemplo
m u e rto s. se animen los demas prebendados y dignidades
Rogamos y encargamos á los arzobispos y que lo pudieren egercitar , y tengan nuestros
obispos, y mandamos á los vireyes , presiden­ súbditos y vasallos mas pasto espiritual, con
tes- y gobernadores., que guardando lo proveído que se aumente el fervor y celo del servicio de
por la ley 19, tit. 6 de este lib ro , nos avisen l>ios nuestro Señor./5 )
muy particularmente de los prebendados que
estuvieren sirviendo, los que faltaren, y por LEV XII.
qué causas, y los que hubieren m uerto, para D. Felipe 111 en San Lorenzo á 24 de abril de 1618.
que se provea lo que convenga. D. Felipa IV en Madrid á 1.® de setiembre de 1658.

LEY IX. Que los cabildos ec le siá stico s se h a g a n 'd o n d e fu e r e


c o s tu m b re .
elípe III en Madrid á 27 de enero de 1610.
Encargamos á los prelados, que no obli­
Q ue d n in g ú n arzobispo, o h isp o , n i o tro que ten g a guen á los capitulares á que vayan á sus casas
beneficio , u oficio eclesiástico, se le d e licen cia p a ra
•v e n ir á esto s r e i n o s , s i no la tu v ie re d el £ e y . episcopales á hacer cabildos , y éstos se hagan
en la sala que cada iglesia tuviere diputada
Los vireyes, presidentes y oidores de nues­ para ellos*, y si el prelado quisiere hallarse pre­
tras audiencias reales guarden lo proveído por sente , vaya á la sala sin dar lugar á dimensiones
la ley 36, tit. 7 de este libro, sobre no dar li- ni poner en esta resolución algún impedimen­
eencia á los arzobispos ni obispos de sus dis- to , guardando la costumbre.
■tritos para salir ni hacer ausencias de sus igle­
sias ni diócesis ni venir á estos reinos : y asi­ LEY XIII.
mismo no den licencias á los dignidades, pre­
El emperador don Carlos y el cardenal 'gobernador
bendados, curas ni doctrineros , ni otro alguno en Madrid á 22 de abril de 1540.
que tenga beneficio ú oficio eclesiástico, aun­
Q ue (i los p re b e n d a d o s no se su p la cosa alg u n a so b re
que la tenga de sus prelados. Y porque esta e l valor de los d iezm o s.
facultad queda reservada á Nos, en caso de con­
travención, mandaremos proceder conforme á Mandamos que no se pague de nuestra ha­
derecho contra los que dieren tales licencias. cienda cosa alguna á los prebendados de las
Y rogamos y encargamos à los prelados ecle­ iglesias, deanes y cabildos de ellas, sobre lo
siásticos que guarden y cumplan lo que sobre que valiere la cuarta parte de los diezmos , no
esta materia está proveído. teniendo para ello cédula especial nuestra, y

LEY X. (4) En una cédula de 29 de diciembre de 96 se


p* Felipe IV en Madrid á postrero de setiembre de han espresado muchos de estos abusos de sede-va­
1634* Allí a 30 de marzo de 1657 , capitulo de carta cantes, como son el irracional despacho de dimisorias,
nombramiento de provisores para monjas, dispensa­
Q ue se p r o c u r e n escu sa r los d a ñ o s que re su lta n de ción de irregularidades ó intersticios, y otras muchas
las se d e v a c á n te s. cosas dignas de verse.
(5) En vacante de magistral debe el gobierno
Mandamos á nuestros vireyes, presidentes nombrar predicadores y pagarse de real hacienda,
(3)
conforme á la cédula dé l.°
de mayo de 69, y artícu­
Escepto los tres meses de R ede, según el lo 179 de la Ordenanza de Intendentes de Buenos
Tridentino, ses. 24, cap. 12. Aires.
60 Libro i. Título xi.
lo que les perteneciere de la cuarta parte con­ á su provisor, ha de ser dándole el lugar que
forme á las erecciones de las iglesias, se les re­ le tocare conforme á derecho, sin quitar à los
parta por distribuciones. que tienen asientos en él sus preferencias, en
que no lian de recibir algun perjuicio.
LEY XIV.
El emperador don Carlos y el principe don Felipe Que ios prebendados y clérigos puedan dispo­
en su nombre , eu Monzon á 25 de noviembre de ner de sus bienes, como quisieren ex testa­
1552. mento y ab intestato, ley 6 , tit. 12 de este
Q ue los salarios librados d los p re b en d a d o s y cleri* libro.
gos en la casa real, se les p a g u en p o r los te rc io s d e l
ano.
Que los comisarios y fam iliares de el sanio
oficio que tuvieren oficivs públicos, y los
Mandamos à nuestros oficiales reales, que prebendados y curas, si delinquieren en sus
á los deanes, cabildos y los demas clérigos que ministerios, sean corregidos por sus ordina­
sirven en las iglesias ^ paguen lo que hubieren rios 6 justicias reales, ley 29 , p . 19, tit. 19
de haber y Ies pertenece de nuestra caja real, de este libro.
conforme por Nos está proveído por los tercios
de cada un año, cada tercio luego que sea Que los inquisidores prebendados tengan menos
cumplido sin alguna dilación. i de salario lo que montaren las prebendas,
! ley 26 , tit, 49' dé éste libro.
LEY XV.
Que los prebendados sean multados por los,
D. Felipe 1Y en Zaragoza á 11 de agosto de 1642.
obispos si no residieren en sus iglesias , y no
Q ue s i el prela d o llevare al co ro d su p ro v is o r , le d e ¡ se escusen por subdelegados de la cruzada t
e l lu g a r q u e le to ca re. ni por indulto de la inquisición , ley 12 , íií.
Si algun arzobispo ú obispo llevare al coro 20 de este libro.

D e los clérigos*

LEY PRIMERA. cías, por sí, ni por interpósitas personas, casti­


gando con mucho rigor y demostración á los
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 15 de enero de 1601.
Y don Felipe IV en esta Recopilación. que hicieren lo contrario, que para ello darán
el favor y ayuda necesario nuestras reales au­
Q ue n in g ú n c lé rig o sea alcalde, abo g a d o , n i e s c r i­ diencias, á quien mandamos que por su parte
bano. >
tengan mucha cuenta y cuidado del cumpli­
Mandamos que en las provincias de nues­ miento de esta ley, y á los que reincidieren,
tras Indias ningún clérigo pueda ser ni sea al­ los dichos prelados y audiencias harán venir á;
calde, abogado ni escribano, y permitimos que estos reinos.
los clérigos puedan defender sus mismos plei­
tos ante nuestras justicias reales, ó los de las LEY. III.
io-lesias donde fueren beneficiados , ó de sus D. Felipe 111 en Víllacastin á 27 de febrero de 1610.'
vasallosó paniaguados, padres, madres ó perso­
nas á quien han de heredar, ó pobres y mise­ Q ue los clé rig o s no te n g a n canoas e n la g ra n g e ría
d e las p e rla s.
rables, y en los otros casos permitidos por de­
recho, y ley 15 , tit. 16, lib. 2 de la Recopi­ Otrosí les rogamos y encargamos que dén
lación de leyes de estos nuestros reinos de Cas­ orden como donde hubiere pesquería de per­
tilla , y no en otros algunos. Y encargamos á las , los clérigos.no tengan canoas de negros ni
los prelados, que no les permitan esceder de lo traten de esta grangeria, pues generalmente
contenido en esta nuestra le y , y ordenamos á les está prohibido el. tratar y contratar, y de
los vireyes y justicias que no no lo consientan. esto resultan muchos daños é inconvenientes. .
LEY SI. LEY IV. ^
D. Felipe 11 en Madrid á 18 de febrero de 1588. En
D. Felipe 11 en Viaua de Navarra á 15 de noviembre
San Lorenzo á 50 de marzo de 1575. Y eu Madrid á
de 1592. D. Felipe 111 en Madrid á 29 de marzo de
15 de marzo de 1563.
1621.
Q ue los clérig o s no sean fa c to r e s , n i tr a te n , n i c o n ­
Q ue los clé rig o s y re lig io so s no p u e d a n b en eficia r
tr a te n .
m inas.
Rogamos y encargamos á los arzobispos y
obispos, que provean y dén orden como los Porque de beneficiar minas los clérigos y
clérigos y sacerdotes no puedan ser factores de religiosos, demas de ser cosas indecente en ellos,
jos encomenderos ni de otras personas, ui tra­ resultada escándalo y nial ejemplo. Encarga­
bar ni contratar en ningún género de mercan­ mos á los prelados que no lo consientan ni per-
De los clérigos. 6i
m itán, castigando con rigor y demostración á les de las Indias, que provean y ordenen lo
los que contravinieren. ( 1) que convenga para que se egecute lo que por
leyes de estos nuestros reinos de Castilla está
LEY V. dispuesto acerca de la hacienda que los cléri­
D. Felipe II en el Pardo á 27 de setiembre de 1576. gos dejan á sus hijos por tácito fideicomiso, te­
Q ue los legos p o r c u y a m ano tr a ta r e n y c o n tra ta re n
niendo mucho cuidado de su cumplimiento, y
los clérig o s y re lig io so s sea n castigados p o r las ju s ­ de ordenar à nuestros fiscales que le pidan.
ticias. reales, y se de n o tic ia d los su p e rio re s d e los
c lé rig o s y r e lig io so s . LEY VIII.
Mandamos á los vireyes y justicias reales» D. Felipe III en Madrid a' 17 de marzo de 1619.
que siempre se informen secretamente, que Q u e e n d e lito s d e c lé rig o s y d o c trin e ro s in c o rre g i­
religiosos y clérigos tienen tratos y contratos bles, la s aud ien cia s p ro c ed a n e n la f o r m a q u e se o r­
por mano de legos, y con qué personas, y en dena.
qué forma, y lo remedien y provean de mane­ Porque conviene usar de los remedios dis­
ra que cesen, castigando y haciendo justicia puestos por derecho en los casos de haber en
cpntra los legos que hicieren los tratos ; y de nuestras Indias clérigos incorregibles por la re­
los clérigos y religiosos que hallaren eujpados galía que Nos tenemos en ellas, coadyuvada
darán notícia à sus superiores para que proce­ con el de nuestro patronazgo real por la ofen­
dan contra ellos: y guárdese el breve de su sa que se hace al patrón y á la-causa pública.
Santidad referido en la ley 33. tit. 14 de este Mandamos á los vireyes, presidentes y oidores
libro. • de nuestras reales audiencias, que a pedimento
LEY VI. de los fiscales de ellas despachen provisiones
El emperador don Carlos y la reina gobernadora en de ruego y encargo, hablando con los prela­
Valladolid a' 50 de enero de 1538. Y e l‘cardenal go­ dos ó cabildos sede vacantes para que les avi­
bernador en Talavera à 6 de julio de 1541 Y D F e­ sen del castigo que hubieren hecho en estos
lipe II año de 1572. Y en #1 Pardo á’2 de noviembre casos, pidiéndoles que envien los autos y.co­
_ de 1591. Y don Felipe IV en es.ta Recopilación. pias de las sentencias; y si constare que los de­
Q ue los p re b en d a d o s y clérig o s-p u ed a n d isp o n e r de litos no se han castigado, ó no se ha impuesto
su s b ien es com o q u isie re n ex. te sta m e n to y ab i n ­ la nena condigna, se les vuelva á advertir el
te sta to :
mal ejemplo y escándalo que resulta contra la
Algunos prelados de nuestras Indias han paz pública , procurando que el metropolitano
pretendido, tener derecho á los bienes de los lo remedie’, y si por esta via no se pudieren
prebendados y clérigos de sus iglesias y dióce­ castigar y rem ediar, y el clérigo fuere tan in­
sis, y sucederles ex testamento y ab intestato. corregible y escandaloso que haya pasado al
Rogamos y encargamos á todos y cúalesquier profundo de los males, adviertan á los prela-*-
préíados dé ellas, que dejen y consientan á ios dos y jueces eclesiásticos lo <jue está dispuesto
prebendados y clérigos hacer y otorgar sus tes por derecho, sobre que se fulmine proceso
lamentos con la libertad que les permite el de­ de.incorregible para remitirio.ai brazo seglar,
recho, y distribuir sus hienes en quien quisie­ precediéndo lo que fuere justicia y está deter­
ren conforme á la costumbre muy antigua usa­ minado : y pues pendientes estos procesos, el
da y guardada en estos nuestros reinos de Cas­ clérigo que tuviere curato no puede adminis­
tilla , de que en los bienes que ios clérigos de trar ni ser doctrinero, procuren que por via de
orden sacro dejaren al tiempo de su muerte, ínterin y secuestro sea nombrada otra persona
aiinque sean adquiridos por razón de alguna .en su lugar y doctrina, porque con su mal
iglesia, ó iglesias, ó beneficios, ó rentas ecle­ ejemplo no reciban escándalo ni se diviertan
siásticas, sucedan los herederos ex testamento en la virtud los feligreses. ( 2)
y ab intestato, como en los otros bienes que
los clérigos tuvieren patrimoniales habidos por
herencia, ó-douacion ó manda. Y mandamos à v ^ r * 7 i i- i de ülcl-embre de 1568.
los vireyes, presidentes y gobernadores y otros Y a 9 de el dicho mes de 1583. D. Felipe JU en San
cualesquier nuestr ^ jueces de las indias, que. Loreuzo a 19 de julio de 1614. En Madrid á 18 de
guarden y cumplan, y hagan guardar, cum- febrero de 1618.
plir y egecutar lo ‘contenido en esta nuestra Q ue los p re la d o s-ec h en d e la tie r r a d los clérig o s de
le y , por cuanto nuestra voluntad es que asi se m a l ejem p lo , con p a r e c e r d e l v ir e y , ó p re s id e n te .
practique, y que los prelados no se embaracen . R o g a o s y encargamos á los arzobispos y
ni entrometan en los dichos bienes. obispos de nuestras Indias, que siendo avisa­
dos por los vireyes ó presidentes que en sus
LEY VII. diócesis hay algunos clérigos sediciosos, albo­
D. Felipe. III en Ba3sai«á5 de setiembre de 1609. rotadores y de mala vida y ejemplo, y que.
Q ue las p en a s d e tá c ito s fid e ic o m iso s d e los clérig o s conviene que no estén en la tierra, los cas.ti-
se eje c u te n en las In d ia s.

Ordenamos y mandamos a ios vireyes, pre­ (2.). Es en consecuencia de esta ley, que iio deben
sidentes y oidores de nuestras audiencias W (i) remitirse á España estos clérigos incorregibles sino ’
castigarse aquí conforme á ella; y de esto se previno
( i) Véase ia ordenanza 2 1 , tit. 1 1 , l¡b. 3 de] Y V. S <jyl Rerú en cédula reservada de 11 dé julio
Terú. de i/9 ó . También téngase preseute Ja cédula de 18
de enero de 1758.
TOMO h
1.6
62 Libro i. Título xii.
güen, y con sit parecer los echen de ella , sin echaren y repartieren sisas, no se consienta n í
otro res pedo que el que se debe al bien co­ dé Iugar que ios clérigos paguen ni contribu­
mún. (3) yan mas de aquello á que de derecho son obli­
LEY X. gados.
D. Felipe II en ...... á 17 de febrero de 1575. LEY XIII.
Que contra los culpados en motines, que se hicieren D. Felipe 111 en el Pardo á 14 de diciembre de 1615-
clérigos, ó entraren en religión, se proceda como se
declara. Q u e a l estado eclesiástico d e M éjico no se hag a r e -
fa c c ió n d e la sisa im p u esta p a r a e l d esagüe.
Los vi reyes y justicias reales manden ege-
cutar lo dispuesto por derecho , en casos de Porque la sisa impuesta para el desagüe de
que los seculares sean culpados en motines y la Laguna de Méjico resulta én utilidad inme­
traiciones, y por evadirse del castigo se hicie­ diata al¡ estado eclesiástico, 'y es justa y con­
ren clérigos ó entraren en religión , quedando* viene al provecho público y particular de todos
se en la tierra (sin embargo de haberse entra­ los que residen en aquella ciudad. Ordenamos
do en religión los que antes estuvieren proce­ y maudamos que al estado eclesiástico de ella
sados) y si no estuvieren procesados' antes, y el no se le vuelva ninguna cosa de la dicha sisa,
escándalo y daño que hicieren fuere notable, ni Se le haga refacción nf descuento alguno. Y
encarguen á sus prelados que los castiguen , y rogamos y encargamos alarzobispo, que si los
sean echados de la tierra, enviándolos á estos eclesiásticos se quisieren escusar de pagarla,
reinos registrados y con sus causas * los procure amonestar, advirtiéndoles la nece­
sidad y conveniencia pública y particular por
LEY XL medios suaves ; y en caso que no1 aprovechen
El emperador don Carlos en Valladolid á 23 de agos» se valga de los rigurosos, y los compela y apre­
to de 1538.
mie de suerte que por estos medios tenga efec­
Q u e las ju s tic ia s re a les n o im p id a n á lo s p re la d o s to ; y si todavía tío se pudiere conseguir, man­
echar de sus obispados d los clérigos exentos . damos que nuestra real audiencia ío haga en
Item mandamos á todas nuestras reales jus­ conformidad y cumplimiento de lo que por
ticias, que si los prelados eclesiásticos quisie­ derecho está dispuesto.
ren echar de sus obispados algunos clérigos
exentos de su jurisdicción ordinaria, no se lo LEY XIV.
impidan. D. Felipe II en el Pardo á 17 de noviembre de 1593'
LEY 111. Q ue d los re p a rtim ie n to s que to q u en d eclesiá stico s
El emperador don Carlos en Granada á 28 de julio a sista n d o s ca p itu la re s.
de 1526.
Mandamos que cuando en alguna provincia
Q ue los clérig o s no p a g u en sisa en m a s d e lo que so n
o b lig a d o s.
de nuestras indias se echaren derramas y re­
partimientos á los eclesiásticos, sea con asis­
Mandamos que cuando en las Indias se tencia del cabildo de la iglesia, sin que en esto
se ponga impedimento.
(3) Se advierte, que por una real resolución de 17 de
agosto de 1799 se na declarado de resultas de dispu­ LEY XV.
tas con ios militares que en las causas de sublevación
y sus incidencias ú otras de igual naturaleza, es pri­ El emperador don Carlos en Madrid « 17 de mar­
vativo do las audiencias el conocimiento (siendo la se­ zo de 1553.
dición contra los magistrados y gobierno del pueblo)
contra cualquier delilicítente ae cualquier fuero ó Q ue tos c lé rig o s que e s tu v ie re n cu a tro m eses e n u n
obispado, no p u e d a n sa lir d e é l s in d im iso ria s.
clase que sea; y también que por real orden de 19
de uovieinbre de 1799 manda £>. M., que en los deli­ Encargamos que los clérigos mercenarios
tos atroces ó privilegiados de clérigos conozca la ju­ ue estuvieren en las Indias, habiendo residi-
risdicción real con la eclesiástica hasta poner la causa
cu estado de sentencia, y que entonces se remita ú
3 o 6 residiendo en cualesquiera arzobispados y
S. M. por la via reservada para la determinación á obispados cuatro meses, no puedan salir de
que haya lugar. También se mandó á la audiencia de ellos sin dimisorias del prelado en' cuyo arzo­
Guatemala con ocasión de haber muerto un religioso bispado ú obispado residieren, y asi se guar­
á otro, que en casos semejantes de delitos atroces de de lo proveído por la ley i 9 , tit. 7 de este li-r
eclesiásticos se proceda conforme á ta dispuesto por
el Consejo de Castilla en el del homicidio que hizo b ro ; y que si se ausentaren sin ellas, ningún
un religioso de S. Lucar, con prevención de que otro prelado les permita celebrar, y no por
conclusa la causa para definitiva pase el juez real co­ esto dejen de dar las dimisorias á los dichos
pia de ella al fiscal de la audiencia para que pida lo clérigos, si no hubiere en ellos deméritos por­
conveniente acerca de que por ei juez eclesiástico se
baga la degradación y libre consignación del reo, la que se les deban negar.
que verificada, se pronunciará sentencia , que para
egecutarse se consultará antes con S. M. Se advierte, LEY XVI.
que por cédula de 14 de octubre de 1796 se desapro­ D. Felipe II en Madrid á 27 de junio de 1563, y à
bó al arzobispo de Méjico, que para proceder á de­ 10 de enero de 1589. D. Felipe IV allí á 7 de di­
gradar á un religioso en otro ca»o semejante al ante­ ciembre de 1626.
rior hubiese liedio por sí solo actuaciones, despues
de estar concluida la causa por el juez real, y se le Que n in g ú n c lé rig o , n i religioso pu ed a v e n ir d esto s
permitió, que sí pudiese reclamar á la sala cualquiera lie in o s s in las licencias que esta le y d ec la ra .
falta substancial que hubiese notado en el proceso, á
fin de que subsanada pudiese proceder á la degrada­ Ordenamos y mandarnos que cuando cuales-
ción. quier clérigos ó religiosos que residieren en
De los clérigos. 03
muestras Indias, Islas y Tierra-firme <lel mar ren licencia pa.ra ello, se la darán conforme á
•Océano quisieren venir a estos ¡reinos ¿leías par­ lo dispuesto por las leyes 3.ntes de esta \ y ad­
tes donde residieren , sean obligados á pedir vertirán que ahora vengan por ssu voluntad ó
licencia á sus prelados donde hubieren residido, consuelo suyo,, ó á negocios de su orden ó pro*'
y siendo los tales clérigos ó religiosos de los que vincias , generales ó particulares, ó por otra
hubieren ido á titulo de ¡tratar de la predicación, cualquier causa, uo les mandaremos dar licen­
conversión y enseñanza de los indios , los pre­ cia para volver á las Indias ni á parte alguna
lados >no Jes darán licencia si no les constare de ellas. Y rogamos y .encargamos á los prela­
que han residido diez años par lo menos en dos y provinciales de las Iglesias y órdenes, qne
aquellas provincias para el dicho ministe- hagan lo mismo enando algún clérigo ó religio­
xio-Y asimismo han de tener licencia del vireyó so súbdito suyo tratare de venir à estos reinos,
gobernador en cuyo distrito hubieren estado, y advirtiéndoles que si la venida fuere áproeurar
Í>ara sacarla ba de preceder ii>formación, por su acrecentamiento enviando los recaudos -.de
a cual conste desús partes y virtud., y la apro­ sus calidades y méritos, con aprobación de los
bación de sus prelados , y con estos requisitos, prelados, lo podrán escusar, porque Nos man­
y no-siendo de los que Nos precisamente tene­ daremos se tenga cuenta con ellos para hacerles
mos mandado que no vengan sin especial licen­ merced en loque hubiere lugar.
cia nuestra , y .guardando lo que está dispu.es- ¡
to en razón de las licencias que se han de dar á LJEY XVIII.
los que pasan de.aquellas provincias á estos rei­ D. Felipe II en fian borenzo.á 2 2 -de '.junio de 158$.
mos se la darán , declarando en ella haber^cum­ Q ue los v ir e y e s no d e n licencias d clérig o s p a r a ve­
plido con lo en esta nuestra ley contenido, n ir d p r e te n d e r d esto s R ein o s, a u n q u e las te n g a n
y certificando haber residido los diez años en d e su s pr.elacios.
el dicho ministerio í y si no trageren las dicen- ! Conviene que ios clérigos beneméritos sean
-cías en esta form a, mandamos á los generales gratificados y consigan desde sus casas el premio
de las armadas y flotas de la .carrera de Indias^
de sus servicios, escusando los riesgos, trabajos
cabos, capitanes, maestres y pilotos .de ellas,
y costas de viage , y á los prelados de ¡nues­
y de cualesquiejr otros navios, que no los .con­
tras Indias se les ha dado la .orden que ha pa­
sientan embarcar , ni los traigan en d io s, pena
de privación .des.us oficios y de cincuenta .mil recido conveniente sobre esta materia : man­
damos à nuestros vireyes que tengan particu­
maravedís para nuestra cámara á cada uno;que
lo contrario hiciere., y que mandaremos volver ; lar cuidado de no dar licencias á clérigos para
á su costa los clérigos y religiosos que de otra ! venír.á estos reinos á sus prestensio.nes , aunque
las tengan.desus prelados. ,
suerte trajeren, (4)

JLEY XVW. ..LEY XIX.


El jauxperador don Carlos y la ..emperatriz goberna­
D. Félipe I I en 'Madrid á 9 y 14 de marzo de 1561. 1 dora .en Ocaña á ,25 de enero .de 1551. Don F elir
Y dou Felipe IV en esta Recopilación. pe II en Madrid á 28 de diciembre de 15.68. Y en
Q ue s i L s clérigos y relig io so s q u is ie r e n v e n ir s e d e : la Instouccio.n .de los vireyes de 1595, cap. ,8. Don
las In d ia s , les p ersu a d a n los su p e rio re s d que no d e­ Felipe IV en Madrid a' 2 de abril de 1634.
j e n Icl enseñanza, p re d ica c ió n y oficio apostólico. Q ue lo s p re d ic a d o re s n o d ig n a en e l p u lp ito p a la b ra s
Mandamos á nuestros vireyes, presidentes escandalosas.
y gobernadores de las indias , que cuaudo los JEncargamos á los prelados seculares y re­
clérigos 6 religiosos de cualquier orden se ba­ gulares que tengan mucho cuidado de amones­
llareu empleados en la predicación y enseñan­ tará los clérigos y religiosos predicadores, que
za de la doctrina cristiana y pidiereu licencia no digan ui prediquen en los púlpitos palabras
para volverse.á estos .reinos , les persuadan y escandalosas tocantes al gobierno público y uni­
encarguen mucho que no quieran dejar tan versal, ni de que se pueda seguir pasión ó di­
santa obra y oficio apostólico, donde tanto ferencia, ó resultar en los ánimos de las perso­
importa. Y si con esto.no se quisieren quedar,y nas particulares que las oyeren poca satisfac­
perseverando eula.resoluciou.de venirse, pidie­ ción ni otra inquietud sino la-doctrina y ejem­
plo que de ellos se espera, y especialmente no
(4) V.dasc la ley 90, tit. 14 de .este libro, y la 9, digan ni prediquen contra Jos ministros y ofi­
•.tfit, 11 del mismo. ciales de nuestra justicia, á los cuales, si en
En cédula de 13 de noviembre de 1795.se ha man--
dado, que ningún misionero que resista ir ó perma­ algo sintieren defectuosos, podran con decen­
necer en el.destino para.que fue conducido á ludias cia advertir y hablar en sus casas lo que les
quede allí, á menos que sea juzgado inútil por el De- pareciere tiene necesidad de remedio, por ser
ítnitorio, y esto se apiuebe.por el gobierno con au­ este el mas seguro y conveniente modo para
diencia.del fiscal. En Ja misma cédula se detennina que se consiga •, y si en ellos lio se hallare en-
1<> propio.sobi'tí filiaciones a estas provincias antes del
tiempo que prescribe esta le y , y las del tit. 14 de mienda , /nos den aviso para que mandemos
este libro. proveer el de justicia. Y ordenamos á nuestros
Y.en real orden de 2 de noviembre de 1786 se vireyes , presidentes y audiencias , que si los
mandó que los vireyes, sin causa muy urgente, no predicadores escedieren en ésto, lo procuren
concedan permiso á militar empleado, clérigo ni otro
particular para pasar á España, a menos que no ven­ remediar tratándolo con sus prelados con la
gan, dice en real orden, en. seguimiento de pleito prudencia , suavidad y buenos medios que con*
propio, y sea individuo del comercio de España. viene *, y si no bastare, y los casos fueren ta-
64 Libro i. Título xn.
les que requieran mayor y mas eficaz remedio, clérigos que fueren de aquellas partes , ni los
usarán del que les pareciere convenir, hacien­ admita à ejercicio ni doctrina.
do que las personas que asi fueren causa tie esto
se embarquen y envíen á estos reinos, por lo LEY XXII.
mucho que conviene hacer demonstracion con D. Felipe 11 en el Pardo á i . ° de diciembre de 1573.
ejemplo en materias de esta calidad. (5) D . Felipe lII en Madrid á 17 de marzo de 1619.
Que los clérigos y religiosos vayan 4 los llamamien -
LEY XX. tos que los virey es y audiencias les hicieren.
D. Felipe II en::::: á 13 de mayo de 1577. Encargamos á los clérigos y religiosos de
nuestras Indias que siendo llamados por nues­
Que los prelados no permitan que los clérigos fue* tros vireyes y audiencias reales, vayan á los
guen en ninguna cantidad.
llamamientos que Jes hicieren , sin poner impe­
Los clérigos de quien todos han de recibir dimento. Y mandamos á los vireyes y audien­
ejemplo , deben ser muy compuestos y ocupar cias que procedan en esto con gran consejo,
el tiempo virtuosamente, por lo cual encarga­ prudencia y consideración.
mos á sus prelados que no permitan que jue­
guen en ningnna cantidad. Que los prelados no consientan en sus diócesis
clérigos vagabundos ó sin dimisorias, y no sean
LEY XXL admitidos á prebendas ni beneficios ; ley 10,
D. Felipe IV en Madrid á 27 de marzo de 1631.
tit. 7 de este libro.
Que los prelados castiguen conforme á derecho
Que en las Filipinas no se admitan clérigos de la In­ canónico d los clérigos y doctrineros, culpa­
dia Oriental.
dos en tratos y grangerias', le y 44, tit. 7 de
Porque los clérigos que van á las Islas F i­ este libro.
lipinas de la India Oriental con sus empleos ge­ Que cuando sucedieren pesadumbres entre clé­
neralmente son espulsos y desterrados, y se rigos y religiosos siendo la culpa notable, el
quedan en ellas , y muchos se ocupan en vica­ gobernador los envíe á sus prelados con infor♦
rias , curatos y beneficios en perjuicio de los macion de ella *,ley 70 , tit. H de este li-
naturales y patrimoniales de ellas : mandamos libro.
á nuestro gobernador y capitán general que no Que los religiosos cjue anduvieren fu e ra de la
consientan entrar en ellas ninguuo de los dichos obediencia de sus prelados , y los (pie hubie -
ren dejado el hábito de sus religiones y pués-
tose el de clérigos, sean echados de las In ­
(5) Un religioso del Cuzco vituperó en un ser­ dias , ley 0 4 , tit. 14 de este libro.
món en cierto modo el amor y fidelidad al Roy; é in­
formado de ello S. M. por el gobernador de aquella Que los clérigos no sean exentos de la jurisdic­
ciudad, se ordenó al virey que por medio del pro­ ción episcopal por ministros de cruzada , ley
vincial , ó por si mismo directamente, le hiciese tras­ 13, tit. 20 de este libro.
ladar á Lima con prevención de que no volviese ja­ Que los fiscales de las audiencias pidan lo que
más al Cuzco.
También debe tenerse presente en la materia la convenga sobre donaciones de clérigos d sus
cédula de 19 de enero de 1718 dirigida á la audiencia hijos, y tratos y contrarios, ley 32, tit. 18,
de Chile. libro 2,

m m ita W? uní h í w M i

l i e los curas y doctrin eros.

LEY PRIMERA.
D. Felipe II y la princesa en su nombre en Vallado-
Íradiere doctrinar y administrar , conforme á
a ley 46, tit. 6 de este libro. Y mandamos á
lid á 30 de mayo de 1557. El mismo en Madrid á 9 nuestros vireyes, presidentes y gobernadores,
de agosto de 1561. y encargamos à los prelados diocesanos y pro­
Que donde hubiere religiosos puestos por doctrine­ vinciales Je las órdenes, à cada uno en su ju­
ros no propongan los obispos d cle'rigos. risdicción y distrito, que juntos comuniquen,
Rogamos y encargamos á los arzobispos y determinen y señalen los sugetos que cada mo­
obispos que en los pueblos y reducciones de nasterio hubiere de tener para la administra­
indios donde hubiere monasterio y estuviere la ción de los santos sacramentos ; dé tal forma,
doctrina encargada á religiosos, no propongan que baya suficientes ministros, y á los religio­
curas clérigos hasta que otra cosa se provea*, pe­ sos, que tengan todo cuidado y diligencia en
ro fuera de los limites señalados á los religiosos, confesar y administrar á los enfermos, enter­
propongan curas clérigos para que administren, rar los difuntos, y hacer todo lo dem asque
y à cada uno se le señale los que buenamente pertenece á su ocupación y ministerio.
De. los euros '■doctrineros. 05
obispos que provean y den orden en sus dióce­
LEY II. sis que los curas y doctrineros de indios, usan­
D. Felipe II Y la princesa gobernadora en Vallado- do de los medios mas suaves , dispongan y en­
lid á 23 de mayo de 1559. caminen que á todos los indios sea ensenada la
Que donde hubiere curas clérigos, no haya religio- lengua española, y en ella la doctrina cristia­
V sos, ni se funden conventos. na , para que se hagan mas capaces de los mis­
Mandamos que en el pueblo de indios don­ terios de nuestra sania fé católica, aprovechen,
de hubiere cura clérigo puesto por el arzobispo para su salvación, y consigan otras utilidades,
ú obispo no se funde monasterio de ninguna en su gobierno y modo de vivir. (2 )
orden*, y si algunos religiosos fueren á predicar LEY VI.
á los pueblos donde los curas estuvieren, el ar­
zobispo ú obispo dé orden que habiendo predi­ D. Felipe II en Madrid o 11 de junio de 1591. Y en
Toledo á 4 de setiembre do 1560. D: l'elipe IIL en
cado pasen á Otra parte, ó se vuelvan à sus mo­ Madrid á 6 de mayo de 1611. D Felipe IV allí á óO
nasterios, y no traten de hacer conventos sino de agosto de l6 2 t.
fuere en las partes y lugares dondé a nuestro
Que los clérigos y religiosos doctrineros no pren-
virey , audiencia ó gobernador , y al prelado dan, ni hagan condenaciones d los indios, ni nom­
pareciere que conviene, y hay necesidad y po­ bren fiscales, y guarcle.u los aranceles.
sibilidad y licencia' nuestra , para qüe'se fun­
de monasterio conforme alo proveído. Nuestros vireyes , gobernadores y justicias
no permitan ni consientan a los curas y doc­
LEY 1IL trineros, clérigos ni religiosos (pie tengan cál­
D. Felipe II en Zaragoza á 8 de marzo de 1585.
celes, prisiones j grillos y cepos para prender,
ni detener à los indios, ni les quiten el cabello,
Que si los obispos apremiaren d los clérigos d-acep­ ni azoten, ni impongan condenaciones sirio ■
tar doctrinas, las audiencias provean de form a que
los indios sean doctrinados. fuere en aquellos casos que tuvieren comisión
de los obispos, y en que confórme a derecho
Q u e r ie n d o a lg u n o s p r e la d o s a p r e m ia r à lo s y leyes de esta Ptecopilación la pudiere'ú dar, ni
clérigos por censuras á que vayan a servir doc­ tengan ni pongan fiscales , porque esto toca a
trinas, si acudieren por via de agravio a nues­ sus obispos, según y en la forma dada por la
tras audiencias , les mandamos que en los ne­ ley 32; tit. 7 de este libro, y en los derechos
gocios de esta calidad, que.a ellas fueren, pro­ de entierros, matrimonios', bautismos y todo
vean de manera que los indios no carezcan de lo demas se conformen con los aranceles. Y ro­
la doctrina necesaria. ga ráos y encargamos á los prelados diocesanos
que asi lo bagan cumplir y ejecutar. ..........
* LEY IV.
D. Felipe III en Madrid á 17 de marzo de 1619.
•■ q y
LEY VIL
Que los virey es, áudieiicias y gobernadores tengan D. Felipe II en el Pardo á 2 de diciembre d e 4578.
cuidado de que los doctrinero$ sepan la lengua de^
1 los indios, ó sean, removidos. Que los indios no sean apremiados a ofrecer en las
misas.
Ordenamos y mandamos á los vireyes, pre­
sidentes, audiencias y gobernadores que eslen Otrosí: nuestros vireyes, audiencias reales,
advertidos y con particular cuidado en bacer gobernádores y justicias no consientan ni^ per­
que los curas doctrineros sepan la lengua de los mitan que los indios de sus distritos y jurisdic­
indios que lian de doctrinar y administrar, ciones sean obligados á ofrecer en ninguna de
pues tanto importa para el cumplimiento de su las misas que se les dijeren, antes los amparen
obligación y salvación de las almas de sus feli­ y defiendan, que los obispos , clérigos, reli­
greses: y con los superiores de las órdenes que giosos ni otros ministros eclesiásticos les obli­
remuevan á los religiosos que no supieren la guen á ello*, pues aunque el ofrecer es cosa loa­
lengua é idioma de los indios en la forma que ble y recibida en la santa iglesia el hacerlo ha
está dada, y propongan otros en su lugar, aper­ de ser voluntariamente como las demas obras
cibiéndoles que si los doctrineros actuales, y los de caridad , y el compeler á que se haga el
que despues lo fueren no la supieren, sema re­ abuso mal introducido, mayormente con los
movidos de las doctrinas *, y á los catedráticos indios, que son miserables y de poco caudal.
de la lengua donde los hubiere, que á ningún Y rogamos y encargamos à los prelados que
clérigo ni religioso den aprobación sino tuviere guarden y hagan guardar lo contenido en esta
la dicha calidad. Y rogamos á los arzobispos y nuestra ley.
obispos que lo bagan ejecutar. ( 1) LEY VIII.
LEY V. D. Felipe II en el Pardo á d.° de diciembre de 1573.
D. Felipe IV en Madrid a 2 de marzo de 1634. Y á Que lo que se repartiere d los indios por tos doctri­
4 de noviembre de 1636. neros , se les quite de sus salarios, y siendo excesi­
Que los curas dispongan d los indios en la enseñan­ vo, se les quite la doctrina .
za de la lengua española, y en ella la doctrina cris­ Ordenamos que si repartieren los doctri­
tiana. neros alguna cosa á los indios para ornamentos2
Rogamos y encargamos á los arzobispos y
(2) El espíritu de esta ley es el mismo de la .18,
( i ) Sobre esta ley véase la nota puesta á la ley 30, tit. l.° , lib. 6, véanse sus notas y ¡la cédula última,
til. 6 de este libro,, y á la 18, tit. l.° , hb. 6. sobre el particular de 17 de julio de 1/70.
TOMO 1. »7
66 Libro i. Título xiii.
/
ú otros efectos, se les quite de sus salarios en doctrina, se ocupen en su servicio, y especial­
Ja misma suma ; y si fuere escesiva la cantidad mente en hilados y otros ejercicios, sin pagar­
que repartieren, se les quite la doctrina, por les nada por su trabajo y ocupación, con lo cual
evitar los fraudes que en esto suele haber. no pueden asistir à sus padres ni hijos: manda­
mos á nuestros vireyes, presidentes y gober­
LEY IX . nadores, y rogamos y encargamos á los arzo­
D. Felipe III en Madrid á 4 de abril de 1609. Don bispos y obispos que bagan guardar nuestras
Felipe IV allí u 8 de octubre de 1631. Véase la ley cédulas y ordenanzas y los concilios provincia­
52 , til. l .° , lib. 6. les y sinodales con toda precisión y cuidado,
Q ue se re m e d ie n los exceso s d e los d o c trin e ro s e n proveyendo y ejecutando todo lo que vieren
c u a n to á tos te sta m e n to s d e los in d io s . que conviene, para que los indios é indias no
reciban agravio ni molestia con ningún preles-
Porque ordinariamente mueren los indios
sin testamento, y cuando disponen de sus ha­ to, y en las visitas que hicieren de las doctrinas
ciendas es en memorias simples y sin solemni* procedan contra los clérigos y religiosos doctri­
d ad , y conviene ocurrir á los daños que pro­ neros que hallaren culpados, y quiten los que
ceden de introducirse los doctrineros y otras juzgaren que no admiten enmienda , dando
personas, recogiendo sus bienes' y alhajas, y cuenta à los vireyes, presidentes ó gobernado­
disponiendo que se gasten en limosnas.y sufra­ res de la provincia, conforme está dispuesto
gios. Y para que no se queden ex-heredados por las leyes de este libro.
los hijos , padres ó hermanos , y los demas que L E Y X II.
conforme à derecho deben suceder , rogamos y
encargamos á los arzobispos y obispos y provin­ D . Felipe I lt en el Pardo á 8 de noviembre de 1608.
ciales de las religiones, que con efecto remedien Q ue s i los cu ra s d o c tr in e r o s to m a re n d los indios
ios escesos qiie’en estos casos intervinieren, ha­ m a n te n im ie n to s , ú o tra s co sa s s in p a g a r su ju s to va -
ciendo las diligencias que son obligados. Y man­ lo r, las au d ien cia s rea les lo p r o c u r e n re m e d ia r.
damos á nuestros vireyes, audiencias y gober­ Mandamos á nuestras audiencias que lle­
nadores, que cerca de lo susodicho hagan guar- gando á su noticia , aunque no sea á pedimento
dar y guarden lo dispuesto por derecho y leyes de parte, que algunos curas y beneficiados, clé­
de estos reinos de Castilla, y libren las provi­ rigos ó religiosos hubieren tomado á los indios
siones y mandamientos necesarios. ( 3 ) mantenimiento ú otra cualquier cosa sin pagar­
les su justo valor, procuren poner en este es-
LEY X. ceso el remedio que convenga, pues tanto im­
Don Feline IV en Madrid a postrero de rinarzode porta al servicio de Dios y nuestro ocurrir á
1663. este daño con particular cuidado.
Q ue los c u r a s y d o c trin e ro s no d e te n g a n , n i reco ja n
los in d io s de mita., que se h u y e r e n d e la s m in a s.
L E Y X III.
Encargamos á los obispos que ordenen á los Don Felipe IV en Zaragoza á 21 de setiembre de
4643.
curas y doctrineros que asisten en las doctrinas
de los lugares donde se suelen ocultar los in­ Q ue tos d o c tr in e r o s no lle v e n d los in d io s m a s d e lo
q u e les p e r te n e c e , n i lo s p re la d o s c o b r e n d é l o s doc­
dios repartidos de mita á las labores de minas, tr in e r o s la cu a rta f u n e r a l y d e oblaciones do n d e no
y se huyen de ellas, que no los admitan, reco­ h u b ie re c o stu m b re le g itim a .
jan ni tengan en sus haciendas y servicio, con
graves penas y censuras , à la ejecución de las Los estipendios y sínodos señalados á los cu­
cuales procedan contra los que contravinieren ras y doctrineros de pueblos d e indios, son
á ello ; y lo mismo encargamos á los provincia­ bastantes para su congrua sustentación : man­
les y prelados.de las religiones, por lo que loca damos á nuestros vireyes, presidentes y gober­
á los religiosos doctrineros. nadores que tienen á su cargo nuestro real pa­
tronazgo, que por lo que les toca prevengan y
L E Y X I. provean que á título de obvenciones, oblacio­
nes, limosnas y derechos de administración de
D . Felipe IV en Madrid á 8 de octubre de 1631. V sacramentos, no cobren de los indios ningún di­
allí á 6 de junio de 1640. nero ni otras cosas en poca ni en mucha canti­
Q ue se rem ed ie n las vejaciones q u e lo s d o c trin e ro s dad, y hagan guardar las órdenes dadas en esta
h a cen á los ind io s, y se a n re m o v id o s lo s culpados razón pira el buen tratamiento y enseñanza
Porque se ha entendido que los curas doc­ de los indios, y lo dispuesto por el santo conci­
trineros, clérigos y religiosos hacen muchas ve­ lio de Trento y otros provinciales y sinodales,
jaciones y molestan gravemente á los indios, y y aranceles que en su conformidad se han he­
obligan á las indias viudas y à las solteras que cho ó hicieren, procediendo con tal desvelo
viven fuera de los pueblos principales y cabe­ que aseguren sus conciencias, con que descar­
ceras, en pasando de diez años de edad, i que gamos la nuestra , supuesta la libre facultad
con pretesto de que vayan todos los dias à la que les concedemos, para escusar los inconve­
nientes que de lo contrario podían resultar.
(3) Véanse las cédulas de 18 de agosto de 1775-y
Y rogamos y encargamos, á los arzobispos
la de 22 de diciembre de 1800, enteramente confor­ que no cobren de los curas doctrineros la
mes <í lo dispuesto en la ley 1 5 , tit, 20, lib. 10 de la cuarta funeral y de oblaciones que en algunas
Novísima Recopilación. partes han acostumbrado llevar, pues gozan
De los curas doctrincros. 67
rentas tan cuantiosas, y esto no se puede per­ dad, del tiempo que en virtud de el dicho
mitir fuera de los casos en que dispone el dere­ nombramiento lo sirvieren, como no. pase de
cho y hay cootumbre legítimamente prescrip- cuatro meses , lo cual, con la fé del prelado
ta, y asi lo ejecuten, sin omisión ni tolerancia, en cuya diócesis residieren, firmada de su nom­
mirando principalmente por la enseñanza, ali­ bre , se les libre y pague sin otro recaudo al-
vio y buen tratamiento de los indios. guno. (4)

LEY XIV. LEY XVII.


D. Felipe IV en Madrid á 18 de mayo de 1610.
D. F elipe 111 en Madrid á 4 de junio de 1620.
Q ue los c o r re g id o r e s no re te n g a n los salarios á los
Q ue en F ilip in a s se to m e cu e n ta d e lo p ro c ed id o de
d o c tr in e r o s , n i re p a re n las lic en c ia s que tu v ie re n ,
cu a rta s de d o c trin a s , c o m o se o rd en a .
p o r los cu a tro m ese s que e stá d isp u e sto .
Porque cuando en las Islas Filipinas su­ Ordenamos y mandarnos á los corregidores
cede haber alguna encomienda sin doc­ de pueblos de indios, à cuyo cargo estuviere
trina , se deposita en una caja de tres lla­ la cobranza de tributos, que egecuteu precisa
ves la cuarta parte del tributo que cobra, el y puntualmente lo que en razón de la paga de
encomendero para que se convierta en be­ los doctrineros está ordenado, y sean muy pun­
neficio de los indios, y conviene que se egecu- tuales en esto, haciéndolas en dinero con pre-
te con buena cuenta y razón, y Nos sepamos lacion á otras; y en caso que se hayan de pagar
lo que monta y cómo se distribuye. Mandamos en especies, sean las mismas que tributaren
à nuestros presidente;, gobernadores de las F i­ los indios y al mismo precio que ellos las die­
lipinas, que todas las veces que les pareciere ren y no mas , ni de otro modo, sin dar lugar
conveniente tom arla cuenta, nombren Á uno á que los curas y doctrineros tengan quejas, ni
de los oficiales de nuestra real hacienda de padezcan sinrazones, ni se entrometan los cor­
aquellas islas el que tuvieren por mas á propó­ regidores en reparar, n¡ justificar las licencias
sito para que la tom e, y que el fiscal dé nues­ ue los prelados dieren á los doctrineros dentro
tra real audiencia la reconozca antes que se fe­ e los cuatro meses que está dispuesto.
nezca, y sobre sus partidas, cargos, datas y
alcances, y Lo demas que convenga, pida y pro­ LEY XVIII.
cure se egecute con el cuidado (jue la materia,
requiere, dando noticia de todo a nuestro pre­ D. Felipe II en ::::: á 20 de febrero. Y en el Pardo
sidente gobernador, para que le asista en lo á 15 de noviembre de 1583. En S. Lorenzo á 2 de
: setiembre. Y en Madrid á 2 de diciembre de 1587.
necesario y nos avise de lo que resultare.. Véanse las leyes 16, tit. 7, y 16, tit. 15 de esle libro.
LEY XV. Q ue lo que m o n ta re n las ausencias d e los d o c trin e ro s
se g a ste e n su s iglesias, y h a y a caja.
D. Felipe II en Madrid à 24 de enero, de 4580.
Mandamos que. lo que montaren los des­
Q ue en la p aga d e los d o c trin e ro s se g u a rd e lo m is­
m o con los clérig o s que co n los re lig io so s. cuentos de salarios que se hicieren á sacerdotes
doctrineros de indios por el tiempo que estu­
En algunas provincias está mandado que vieren ausentes, se gaste en obras de las igle­
el estipendio de los sacerdotes doctrineros, en­ sias dónde los sacerdotes residieren é hicieren
tre en poder de un depositario que para esto las faltas, y en ornamentos de ellas , y esto sea
se señala, y despues nuestras audiencias libran con parecer de el obispo de la provincia, y para
algunas {provisiones en que dan comisión para mejor y mas segura administración se haga una
que Jos religiosos y sus síndicos puedan cobrar •caja de tres llaves, que la una tenga el corre­
por entero el dicho estipendio sin que entre gidor de el partido, la otra el cura de la igle­
en poder del depositario, y es justo que se ob­ sia de el pueblo donde estuviere la caja, ó el
serve lo mismo con los clérigos. Mandamos vicario si le hubiere, y otra el mayordomo de
que asi se cumpla y egecute, sin poner impe­ :1a iglesia, en la cual se deposite lo que proce*
dimento alguno en las provincias donde cons­
tare que se practica con los religiosos.
(4) Por real cédula de 1785 está mandado que se
LEY XVI. acuda á los interinos con el sínodo , aun cuando las
asignaciones sean en diezmo , pero no a' los sacris­
El emperador D. Caídos y el príncipe gobernador tanes mayores.
e» Madrid à 17 de marzo de 1555. D. Felipe 11 en . Por cédula de 5 de diciembre de 1795 se manda
S. Lorenzo á 28 de agosto de 1591. que conforme á esta ley y siguiente, se esté á la mi­
Q ue si los p rela d o s n o m b ra re n q u ie n sit'v a d o ctrin a , , ra de que las vacantes no durqn mas de cuatro m e­
c u el ín te r in que llega e l p ro p ie ta rio , se le p ague el s e s ; debiéndose tener presente la ley 48 , tit. 6 de
salario p r o ra ta , com o no p a se d e cu a tro m eses. este libro.
For cédula de 26 de noviembre de 172S se decía--
Mandamos que si los arzobispos ú obispos ra , que las largas suspensiones de curas son en frau­
nombraren algunos clérigos ó religiosos, para de del Real Patronato , y que se escusen determ i­
que sirvan Icrs beneficios ó doctrinas que en sus nando vación.
prontamente las causas que exigieren pri­
diócesis vacaren, entre tanto que se presentan Durante ¡la snstanciacion de estas causas deben
sacerdotes propietarios, en conformidad de lo señalarse .alimentos al cura y al ecónom o, y depo­
que está dispuesto por el título de nuestro pa­ sitarse el resto como se ha mandado en varios casos,
tronazgo real, se les pague el salario que se les noviem en conformidad de lo dispuesto en cédula tic 11 do
bre do 1794 , cuyo puntual cumplimiento se
debiere y hubieren de haber, ya la por canti­ encargó de nuevo en otra de 50 de enero de 1806.
68 Libro i. Titulo xiíi.
diere de estos efectos tomándola razón en li- b er, les 'cumplan basta la' dicha cantidad dé
3>ro especialmente diputado para lo que entra­ cualquier hacienda nuestra, y ésta averigua­
re y saliere , y habiéndose de abrir, se bailen ción se haga todos los años.
presentes los tres llaveros, ó por lo menos los
dos y escribano, si pudiere ser, que dé fé de LEY XXII.
lo que se hiciere, con dia, mes y año. ( 5) D. Felipe II en Madrid á 4 de agosto de 1574. Y en
el Pardo á 27 de seticunure de 157(h D. Felipe 111 en
LEY 'XIX. Bruñol á 22 de febrero de 1604.
T). Felipe II en Madrid tí l i de junio de 1591, cap. 9> Que no se aciula con salario de beneficio d sacerdote,
que no hubiere pasado con licencia del Rey.
Q uc los salarios tle doctrineros se paguen de los tri -
bulos de sus doctrinas. Item ordenamos y mandamos que no acu­
Los beneficiados y. curas sean pagados de dan con salario ni estipendio á ningún clérigo
sus salarios en Jos tributos de los misinos pue­ ni religioso doctrinero, sino les constare pri­
blos donde sirvieren , habiendo comodidad'de mero haber pasado con licencia nuestra, y lo
pagarlos, y no sean obligados à ir á nuestras que de otra manera dieren y pagaren no se les
reales cajas á cobrar. reciba ni pase en cuenta.

LEY XX. LEY XXIII.


D. Felipe II en Madrid á 25 de noviembre de 1566. D. Felipe IV en Madrid a 8 de agosto de 1621. Y en
esta ltecppilacion. Véase la ley 9, tit. 10, lib. 6.
Que d los curas se acuda con lo que les locare délos
diezmos, y lo que fallare se les supla. Que los clérigos y religiosos doctrineros no traten,
ni contraten; y sifu ere por mano de legos, los cas­
Ordenamos á nuestras audiencias reales, tigue.la. jnsl icia, y por ¡os clérigos y religiosos se de.
que provean y dén orden como á los curas se aviso d sus prelados, los cuales lo procuren remediar .
acuda con la parte de los diezmos que les per­ Está prohibido por derecho canónico y le*
tenece, y se les aplica por las erecciones de ¡as yes de este lib ro , que los clérigos y religiosos
iglesias, y que realmente la hayan y gocen, traten y contraten. Y por los grandes incon­
según y de la forma que los demas prebenda­ venientes que se 'pudieran seguir de permitir
dos y si aquello que asi se aplica à los curas ó "disimular lo contrario á los curas y doctrine­
por las erecciones no bastare para lo que han ros, mandamos á nuestros vireyes, audiencias
de haber, conforme á lo que por Nos está or­ y gobernadores, que con todo secreto se infor­
denado y se contiene en la ley siguiente, que men si los dichos clérigos y religiosos doctri­
lleve cada uno lo que restare á cumplimiento neros, tratan ó contratan por sí mismos, ó por
de ello, y le pagarán nuestros oficiales, y no interpositas personas, ó si son factores de otros,
otra cosa alguna, porque nuestra intención es ó tienen participación en minas ú otras gran­
no perjudicar en esto á JNTos ni a otro alguno. ger ías, y hallando que esto se hace por mano
de legos, los castiguen ; y en cuanto á los clé­
LEY XXL rigos y religiosos, dén aviso á sus prelados para
IX Felipe H cu Córdoba A 19 de marzo de 1570. Y que hagan lo mism o; à los cuales rogamos y
en Madrid ;í 15 de noviembre de 1574. Y en Burgos encargamos pongan el mayor cuidado que sea
á 14 de setiembre de 1592. . posible en evitar y desarraigar la avaricia y
Que no llegando los diezmos d lo que se refiere, se aprovechamientos ilícitos que los curas y doc­
suplan ci los caras hasta cincuenta mil maravedís, y trineros tuvieren de sus feligreses, especial­
d los sacristanes hasta veinte y cinco mil. mente de los indios, y prohibir las contratacio­
Mandamos á nuestros oficiales reales, que nes de los eclesiásticos, pues son los que de­
sí habiendo hecho diligente averiguación, ha­ ben dar buen ejemplo y mirar por el bien es-
lla ren que no caben á cada sacerdote doctrine­ puntual y temporal de todos. Otrosí es nues­
ro cincuenta mil maravedís, y á cada sacris­ tra voluntad, que si nuestros vireyes, presi­
tán á veinte y cinco mil maravedís, por el es­ de ntes y audiencias hallaren culpados á jos cor­
tipendio y salario en cada un año de los diez­ regidores y alcaldes mayores, y que tienen in­
mos, que conformeu las erecciones han de ha- teligencias con los doctrineros en estas materias
de tratos, intereses ó grangerias, los castiguen
severamente, guardando y egecutando las le­
(5) En cédula He 17 de diciembre de 59 se desa­
probó al vi rey del Perú Ja licencia que concedida
yes de este libro, y penas impuestas á los cor­
un cura para veuir á España de mayordomo de mi regidores y alcaldes mayores que tratan y con­
arzobispo, y se mandó se aplicasen los frutos del tratan. (6)
tiempo de la ausencia d la fabrica y pobres , dedu­
cido el salario del interino. LEY XXIV.
Sobre esta ley debe verse también la cédula de
21 de julio de .1088 : cu cuya virtud d informe del El emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en
virey del Perú de resultas do las quejas del arzob s- Madrid tí 24 de enero de 1540.
po de J.i I ..ita subió retención de sínodos mandada
bucee ti los curas que pasaban los cu atrom cses, se
Que los curas de las catedrales residan d las horas y
espidió cédula del Pardo de 6 de marzo de 1770,
como se declara.
en que se aprobó la orden del virev, y mandó que Porque los curas de las iglesias catedrales6
Jas ausencias que los prelados conceden por mas de
cuatro meses han de intervenirse con el vice-na- (6) Y case la nota d la ley 54, tit. 1 6 , lib. 2 , y
t ron* . a' la 47, tit. 2 , lib. 5.
De lo s;eii Ws;-y *doctr i ñeros. 69
de nuestras Indias residan en ellas , ■•'ypuedan Qué sé hagan inventarios de los hienes de las
ser hallados mas fácilmente por las Personas'? ig lei^svyfiM gH ^d(^i^iiéro los lleve cuando
, i . ;í 1 i' ' "S ’f.” •
que los hubieren menester para la administra-
b se mfúldre á ótrS* Beneficio , y las audien­
cion de los santos sacramentos. Mandamos que cias tengan cuidado de que se egecute9 ley 20,
la tercia parte de! salario señalado por las erec4 . tit.._\L de- este libro.
ciones se les reparta por distribución, la cual Que en los Beneficios y oficios eclesiásticos sean
ganen á las horas de misa y vísperas en el coro, preferidos los sugetos mas virtuosos y eger-
y cuando faltaren de alguna de ellas, ;se les ! citados en mas peritos
apunte como á los prebendados, descontando en la lengua, y los hijos de españoles que
de su salario loque hubieren perdido por raM 1hdn servido en las 'indias f ley 2 9 , tit. de
zon de las faltas, si no las hubieren causado este libro. ■>•■■ ...
por estar ocupados en su ministerio., Que los prelados castiguen las culpas de los sa~
LEY XXV.. t cerdees .doctrineros conforme d derecho, ley
I2.jv£/í.',7 de este, libro. ,
D. Felipe I íl en Madrid á 27 de marzo de 1606. ‘ 1
Que- Jq,S:obispos no lleven,cuarta parte de ios
Que los ministros de doctrina tengan tibros dc'bautis. ; .. salarios f e los doctrineros,. ni se paguen ú
mos y entierros, y envien certificaciones y padrones ; :los que no asistierenley ¡1,6 , tit. 7 de este
cada un año d los vif eyes y gobernadores.
. libyo,;... .. . , , ....... 4 •
Es conveniente para la buena cuenta yr.a- Que ¿os prelados castiguen conforme d derecho
zon de los tributos de indios > evitar costas.y., canónico d los clérigos y doctrineros culpa-
fraudes, y asi rogamos y encargamos á los, . dos en. tratos: y grangerias, ley.A 4 , tit. 7
arzobispos, obispos y prelados regulares ,de.: ... de,este libro..,,
nuestras Indias, que manden á todos sus clé­ .Quedos^clérigos y religiosos doctrineros ten-
rigos y religiosos, ministros de docLrinas, que 1 ' §ari los concilios'de sus diócesis y por ellos
tengan libro en que matriculen á todos los que , ' seán examinados, ley S , tit. 8 de, este libro.
nacieren y fueren bautizados, y. otro libro en
que escriban los nombres de los difuntos; y dé Qué los salarios librados a los prebendados y
lo que constare envien cada un año á nuestros clérigos pn la caja real9 se paguen por los
viieyes, presidentes y gobernadores, certifi­ tercios del año, ley 14,- tit. 1 l de.este libro.
caciones con toda fidelidad,.y mas ios padro­ Que en delitos de clérigos y doctrineros incor-
nes que hicieren las semanas .Santas paradlas régibles 9 las audiencias procedan en la f o r ­
confesiones, ciertos y verdaderos, imponién­ ma ime se ordena, leu 8 , tit. 12 de este
doles pena dé excomunión.' (7) libro.
Que los curas y doctrineros guarden los concia
LEY X X V f. Hos, costumbre legitima, y aranceles en los
derechos, qué han de llegará los indios que
D. Felipe IV á 18 de junio de 1658.
administran9 le y W ,'tÍb .'\§ de este libro. (8)
Que d los religiosos doctrineros se les acuda con el
estipendio, guardando las calidades de ésta ley. ,.(8) Y .sobre juiísdiccion de los..curas para casa­
Constando por certificación de las justicias m ientos, limitaciones á que los intentaron reducir
los obispos, y estension que se dio á aquella por dis­
y personas á quien tocá darlas, como los re­ tintas cédulas , a consecuencia de bulas y breves
ligiosos cumplen con su obligación en la ense­ apostólicos , debe verse la cédula de 18 de junio de
ñanza y doctrina de los indios que están á su 1743 , y la de 22 de agosto de 1754, eu que a conse­
cargo, y haber llevado á los enfermos el santi^ cuencia de los antecedentes que aquella refieie, se
simo Sacramento a sus casas. ■Ordenamos y mandó que'todo cura case á sus feligreses, no siendo
vagantes , estrangeros ó de pai tes distantes, sin n e-
mandamos que se les acuda con los cincuenta césidád de ocurrir á las "curias de las diócesis para
mil maravedís de estipendio por cada doctrina informaciones de libertad , y que para estos se les
de á cuatrocientos tributarios en cada un año,, despache en ellas sin mas derechos que de lo escri­
y esta forma se guarde inviolablemente. to , bien que considerándose siempre gravoso que
los forasteros hubiesen de acudir de grandes distan­
cias á las curias, se mandó también allí, que para
evitarlo se estableciesen vicarios cada dos dietas, ó
(7) Esta ley es opuesta á la 2 3 , tit. 5 , lib. 6, se nombrasen personará quienes se diese facultad de
que es de feclia posterior. despacharles en estos negocios.

TOMO I
70 Libro i. Título xiv.

T X T W t íV W A , T W £ V v ? fifc

JP e i t a r d ig to so s.

LEY P R IM E R A . u n o , que tengan siempre hecha lista de to­


dos los monasterios, lugares principales , y
D. Felipe IV en Madrid á.15 de mayo de 1631. Y sugetos que pertenecen a sus provincias, y.de
á 10 de marzo de 1646* todos los religiosos que en ellas tienen , nom­
Que los vircy.es, audiencias ygobernadores, y, los . brándolos por sus hombres, con relación de edad
arzobispos y obispos se informen de los religiosos y calidades, y el oficio y ministerio en que
que hubiere en sus distritos, y con sus pareceres se se ocupan, y la den en cada un año à nues-
pidan los que se han de enviar- á las-indias.
tros yireyes, audiencias, gobernadores ó per­
Ordenamos y mandamos á los vireyes, p rey sonas que tuvieren la superior gobernación en
sídentes y oidores de nuestras audiencias rea- las provincias, añadiendo y quitando los reli­
1es y gobernadores de las Indias, que por todos giosos que sobrevinieren y faltaren , y estas lis­
los medios posibles procuren saber continua­ tas generales guardarán los vireyes , audien­
mente los religiosos que haya en sus distritos, cias ó gobernadores, para tener la noticia ne­
y si senecésita que dé estos reinos se envien cesaria , y remitir á nuestro consejo de las In­
algunos, comunicándose con los arzobispos, dias relación en todas las flotas de los religio­
obispos y prelados délas religiones > Jos cuales sos que conviniere proveer. ( 2 )
esten advertidos de que cuando los hubieren de;
enviar á pedir ha de ser coñ relación y parecer L E Y III.
de los vireyes, presiden tes. y,oidores, y del ar­ D. Felipe II en Madrid á 27 de setiembre de 1574
zobispo y obispo del distrito, en que digan y D. Felipe 111 en N . S. de Prado á 8 de marzo de 1603*
declaren la necesidad que hay de.ellos allí, y
cuántos son menester , y de que calidades , y dias Que cuando alguna religión deJas que hay en las In ­
pidiere religiosos, no envien los prelados comi­
si son para doctrinar ó leer, ó predicar, ó para sarios que les lleven, y envien las listas que por esta
el buen gobierno de las religiones y oficios , y ley se dispone.
para qué partes -, y los vireyes, presidentes oi­ Los. provinciales de las órdenes que ha­
dores y gobernadores , y los arzobispos ^ obis­ bitan eti nuestras Indias , cuando hubiere ne­
pos por lo que les tocare lo cumplan asi, y den. cesidad de llevar religiosos desde estos reinos,
Jas relaciones y pareceres que en orden á esto no envien por ellos á otros religiosos comisarios,
les pidieren los prelados con el ajustamiento y hagan lista de los que allá hubiere , y de las
que fiamos del celo qué todos deben tener doctrinas de su cargo, y dé los que tuvieren
en el cumplimiento dé sus obligaciones; y necesidad, la cual nos envíen , y d.en otra a.l;
cuándo los prelados juzgaren por necesario, se virey, presidente ó gobernador para que, nos
envión de estos reinos algunos religiosos de sus
informe , y ;escusán<lose la venida de los reli­
ordenes, acudan a los vireyes, a.iidiépcias y go­ giosos,.proveamos lo que convenga.
bernadores , y á los -arzobispos ;ú. obispos á pe*-
di ríes las dichas relaciones y pareceres, los LEY IV .
cuales nos envíen con los suyos , en que han de
D. Felipe 111 en N. S. de Prado á 8 de marzo de 1603*
es presar á qué parte han de ir los religiosos
asignados, para que se tome resolución y pro­ Que los comisarios que de España llevaren religio­
vea lo que mas convenga al servicio de Dios sos guarden la form a que se declara.
nuestro S eñor, y hien de las almas de los na­ Encargamos y mandamos que los comisarios
turales y habitantes de aquellas provincias-, y que se nombraren para que lleven religiosos à*2
con estas calidades y no de otra form a, se cQn*»
cedím los religiosos. ( 1) real piedad deseaba, se creyó necesario adoptar el.
çstableeimiento de seminarios, como se ha verifi­
cado en diversos lu gares, y también en Moquegua
LEY II. por cédula de 29 de enero cíe 1795, que debe tener­
D. Felipe II en la ordenanza 16 del Patronazgo. se muy presente por las importantes declaraciones
que comprende.
Que los provinciales tengan hecha lista de sus pro­ (2) Sobre el mímero de conventuales la cédula
vincias, conforme d esta ley. de Madrid de 26 de abril de 1703 y la real cédula
de 6 de diciembre de 1761.
Encardamos á los provinciales de todas las Debiéndose tener también presente la cédula di­
órdenes que residen en las Indias, y á cada rigida á la audiencia de Guatamaia de 14 de febre­
ro del citado año de 1705 , la que exige ocho reli­
giosos de continúa asistencia en cada convento , para
(1) Esta lev se mandó guardar por cédula de 21 que subsista este : é igualmente la cédula de Í2 de
(le mayo de .1/47, y se repitió por otra de B uen- julio de 1739, en que se manda que no tengan vo­
Hetiro de (> de diciembre de 1761, haciendo su omi? to en los capítulos ios prelados de conventos de me­
sioti (taso de residencia. nos de ocho religiosos. .En cédula de 29 de abril de
Sobre religiosos misioneros debe tenerse presen? 1800 se hace memoria de las leyes 1.a y 2.a de este
te , que no habiendo parecido suficientes las medi­ título y libro; encargándose en la el puntual
das tomadas para sacar de estos todo el fruto que la cumplimiento de la ley 2 6 , tit. 14 , lib. 3.
D é Ibis eligí osos. 7|
Jas Indias sean personas de mucha aprobación y sfe les acuda y socorra por la casa de contra ta­
cristiandad, pará que siendo tales busnueu y tae ion de nuestra hacienda real en la forma si­
escojan religiosos de las partes que se requie­ guiente.
ren , y de los que se llevaren y concedieren
Hágase el cónrjmto desde que salen de sus
el comisario à cuyo cargo fueren > en tenién­ conventos, y contándoles à ocho leguas por
dolos buscados y recogidos, antes de embar­ diá á razón de siete réales por la costa de cada
carlos haya de dar relación en nuestro consejo religioso y una cavalgadura, y dos reales para
de Indias de las personas ¿ nombres, edades, sii sustento en cada un dia de los que hubieren
naturaleza y calidades de los dichos reJigio- menester para prevenirse, y despacharse en
sos, y de la provincia y casas de que salieren, y Sevilla, y asi se les pagué lo que montare,
del tiempo de su profesión, para que entienda cón que no se hayan anticipado á ir á la dicha
si son ios que conviene á el efecto á que van, ciudad, porque solo se les ha de acudir con es­
y si pueden allá ser útiles ; y entendiéndose te entretenimiento los días que se propusieren
que lo son, lleven aprobación del consejo, y necesarios para despacharse, y si inas se detu­
los cornisarios ios presenten en la casa cíe con. vieren por causa de no salir la armada ó flota en
tratación de Sevilla ante el presidente y jueces que se han de embarcar , se les continúen ios
oficiales para que tomen lista ele los nombres alimentos de sus.persouas.
y señas de los religiosos que fueren aprobados Ajustando la cuenta cóhfòrme à lo que lia
por el consejo, y aquellos se embarqúen y íio menester un religioso de la Orden de santo
otros en su lugar, ni los comisarios los puedan Domingo para su vestuário bíaneó y negro,
recibir en caso que falten de los que el consejo cama , hechuras, matalotage, por el tiempo de
hubiere aprobado antes de embarca ríos si no fue­ la embarcación pará' el y su criado,- porte de
re dando noticia al dicho nuestro consejo de los libros, flete hasta Sanlúcar, y los demas
los que recibieren en sú lugar> y llevando apro­ gastos precisos y necesarios, se den á cada uno
bación. Y en caso que esto no se pueda hacer novecientos y siete reales y diez maravedís: y
por estar próxima à salir la flota ó armada en pías libramos en nuestras cajas reales dé la
que hubieren de i r , se embarquen con los Nueva-España diez y ocho mil trescientos y
que estuvieren aprobados ; y estas listas envíen veinte y seis maravedís por él flete de cada
el presidente y jueces oficiales á nuestros ofi­ religioso, y la parte de úna cámara qué le toca
ciales de los puertos de las Indias, para que desde Sanlúcar á Nueva-España , y el flete de
por ellas vean si son los mismos religiosos ios media tonelada de su ropa.
que hubieren llegado, y paguen los fletamen- Para cada religioso calzado de la Orden d e
tos, y les den aviamento para adelante , con­ san Francisco, setecientos y noventa y seis rea­
forme á los despachos que llevaren, y no con­ les y diez maravedís, y ios oficiales reales de la
sientan que pasen adelante otros ni se queden Nueva-España paguen de nuestra real hacienda
atli; y ios que de otra manera fueren vuelvan por el flete de su persona y ropa diez y ocho
a í-spsña , haciendo para ello la diligencia ne­ mil trescientos y veinte y seis maravedís.
cesaria con sus superiores ó con los generales de Para cada religioso descalzo dé la Orden dé
ua armada o flota en que hubieren ido, para que san Francisco setecientos y catorce reales y
den orden como esto se cumpla precisamen­ medio, y los oficiales reales de la Núeva-Es-
te , pues todo se endereza al servicio de Dios pañá paguen por el fleté', cámara y media to­
nuestro S eñor, mayor quietud de las religio­ nelada ios dichos diez y Ocho mil trescientos
nes y benefició de los indios. y veinte y seis maravedís.
Para cada religioso de la Orden de san Agus­
LEY V. tín, mil y cuarenta y nueve reales que se en­
D. Felipe III por auto acordado del Consejo, en Ma­ treguen en la misma forma , y los oficiales rea-
drid á 10 de julio de 1612. Le la Ps ueya-España paguen , como va re -
Que d los comisarios que llevaren religiosos no se ieudo , los diez y ochó mil trescientos y vein­
entreguen los despachos hasta que hayan dado la te y seis maravedís por le flete , cámara y me­
nomina. dia tonelada. J
Ordenamos que no se entreguen en las se­ ~ ii - —h » v iu e n oe nuestra
cretarias de nuestro consejo de Jas Indias à los senora déla Merced, ochocientos y diez y sie-
comisarios, que llevaren religiosos por cuenta ; te reales: con que prevéngan su vestuario,
nüesTra sus despachos , hasta qué hayan pre­ ; lienzo matalotage y portes, y ]os oficiales
i reales de la j\ ueva España paguen en la misma
sentado relación dé los religiosos que llevaren,
con las señas de sus personas, en qué convento : conformidad los diez y ocho mil trescientos
han residido ? y de dónde son naturales, y tonelada ^ ^ maravechs P0r el J inedia
aprobación del consejo.
Y para cada religioso de la compañía de Je-
L E Y V I. sus, mil y veinte reales, qué de la misma forma
se considera p o rm en o r, que serán necesarios
D. Felipe III en S. Lorenzo á Í0 de julio de 1607. para todo su vestuario, portes, pasaje hasta
Que d los religiosos que porSrden de el R ey pasa- Saiflucar y matalotage: y ios oficiales reales de
ten a las Indias, se les socorra como se ordena, la Nueva-España paguen el flete desde Saniu-
. M«wlamos que llegando à Sevilla Jos reli­ c a r, y media tonelada por su ropa á razón de
giosos que por nuestra cuenta pasan à las Indias lez y ocho mil trescientos y veinte y seis ma­
ravedís. J
. Líbí*o? i. Titulo x i Y .
?72
Y porque coh esto los dichos, religiosos.se ' LEY" IX . ‘ ; :
acomodan, y lo emplean à susatisfacción: or­
denamos y mandamos á los dichos nuestros El príncipe gobernador en Guadalajara á B de se-*
tlembre de 1546. Y reinando* en Madrid^a 12 de di­
presiden te y jueces oficiales de la casa de con- ciembre de 156/. Y á ¿ i de cuero de lo /2 . Y a 4 de
. tratación.que á cada religioso de los que por febrero de 1588.
nuestra cuenta fueren enviados á ¡as Indias se
les dé lo referido, pagado en Sevilla.en diner Que los religiosos que pasaren días Indias con licen­
ros de contado , entregándolo.A sus comisarios cia de el .Rey no se queden afilas Canarias, ni de
aquellas Islas vayan los que no tuvieren Ucencia.
conforme á la costumbre que hasta ahoya se ha
tenido, y i lo'dispuesto por algunas. leyes y Ordenamos y mandamos que los religiosos
ordenanzas de este libro, todo lo cual se obser. que pasaren á las Indias cotí licencia nuestra,
ve y guarde ^precediendo informes, de ios y por algun accidente arribaren a las Islas de
contadores de cuentas dé nuestro, consejo de Canarias , rio se quéden en ellas, y pasen pre­
l udias, con las limitaciones y ampliaciones con­ cisamente á cumplir su viaje, y que de las di­
tenidas en las cédulas que se despachan, a la chas Islas no pasen á las provincias de las In­
casa de contratación de Sevilla. dias ningunos religiosos sin licencia nuestra,
como está proveído respecto de los demas re­
.. LEY V I L ,. ligiosos que pasan de estos reinos.
D Felipe Ü en Sevilla á 7.'de mayo de 1570. 0. Fe- LEY X.
‘ jipe IV en estallècòpilàcion. '
El emperador y el príncipegobernador en Madrid
Oite el avio d e Religiosos se d é e n S e v illa 4 to s que á 11 de marzo de 1555. y
v se em b a rca ren . . .:
Que los religiosos'señalados pprauna misiotij no pa­
Ordenamos y mandamos al^ presidente y sen en otra si ti licencia dél primer comisario. «
iueees dé la casa de contratación de Sevilla, que Constando que algún religioso de los que
cuando N o s. en viárem os relig io so s a las In dias hubieren de pasar á las Indias deja al comisario
á nuestras espensas co n fo rm e a ló d isp u esto , no
ó persona que le llevare , y le sacó de su con­
jierm it.* »i den lugar a que ninguno se quede vento paTa ello y se pasa a otro , que también
IT estos reinos , y solo acudan con lo necesa­ lleve religiosos , i nuestros presidente y jueces
rio á los que hubieren de >r, procurando en oficiales de la casa de contratación de Sevilla
todo buena cuenta y razón , y el |uez ofic al no le consientan pasar , ni den pasage ni mata*
X fuere à los puertos á la v isitar despacho lotage, si no fuere yendo con el que primera-
J e flotas y armadas, tenga particular adver­ mente le sacó de su convento para le llevar, sal­
tencia sobíe que se embarquen todos los dichos vo si le diere consentimiento para ello el que
religiosos; y si faltaren algunos los hagan bus­ primeramente lo llevaba. ‘
car y embarcar con los demas y dea aviso a
íoá oficiales reales de las Indias donde van asig- . LEY XL •
nados, del número de religiosos , para que
D . Felipe II en Madrid a 4 de febrero de 1588.
Conforme ú los despachos paguen los (leles, y
provean de lo demas necesario, y se.satisfaga el Que el provincial de San Jgustin de la Jndalucia
¡egistro del navio en que hicieren su viage. no de licencia para pasar d las Indias religiosos de
su orden ypor estar esto d cargo del de Castilla.
. LEY V IH . Encargamos al provincial de la orden de san
Don Felipe IU en MadridId postrero de diciembre Agustín de la provincia de Andalucía , que no
, de 160/. envíe religiosos de su orden a las provincias de
nuestras Indias, porque los conventos y reli­
0„C d los comisarios de los religiosos q,re fu e re n d
/ .“ indios se les entregue el dinero pora los compras, giosos que hay en ellas estan subordinados al
r s e emplee con intervención de la casa de contra- provincial de la provincia de Castilla, y de lo
contrario se seguiría que ios religiosos dé la
Andalueíavse bailasen exentos en las Indias..
Es nuestra voluntad que á los . comisarios
ile los religiosos que se despacharen á las In- LEY XII.
dias se les entregue el dinero que se les hubie­
El emperador D. Carlos y la reina gobernadora en
re de dar para la compra de sus vestuarios y Ocaña á 9 de noviembre de 1550. D. ^Felipe IV en
matalotage, para que por su mano compren Madrid á 15 de junio de 1654.
lo que les conviniere con que no escedan de
la cantidad que esta señalada al religioso de Qne no pasen d las Indias religiosos extrangei os.
cada o rd en :y porque estas compras y provr- Mandamos á nuestros presidentes y jueces
siones se hagan con justificación y como convie­ oficiales d éla casa de contratación de Sevilla,
ne y se compre efectivamente lo que se les que no dejen ni consientan pasar a las Indias
manda d a r, y los comisarios no lleven mal religiosos estrangeres de estos nuestros reinos,
proveídos los religiosos : mandamos que se ha- y solevaren licencia del superior que residiere
«ran las compras , con intervención de la casa en ellos, ó de otros, la envien ai consejo de
fie contratación de Sevilla , para que el factor, Indias para que en él vístase provea Jo que
ú otro de ios jueces oficiales de ella, él que tue­ convenga, y en el ínterin no ios dejen pasar.
re nombrado, lo vea comprar.
De los religiosos. '
LEY M U . • ' LEY X V III. .
El emperador 0 . Garlos y la emperatriz gobernadora D. Felipe II en Madrid á 19 de enero de 1562.
eu Madrid a 28 de octubre de lo35.
Que ningún religioso, que viniere de las Indias , vuel­
Que no pase d las Indios religioso que no este^ en obe­ va d ellas sin licencia expresa ,
diencia de su prelado, y llevare licencia.
Ordenamos que cuando algunos religiosos
Otrosí no consientan ni den lugar a que pasaren por comisión nuestra à las Indias, nues­
ningún religioso pase a las Indias , si no estu­ tros presidente y jueces oficiales de la casa de
viere debajo de la obediencia de su prelado y contratación, antes que les dejen pasar, se in­
llevare especial licencia nuestra ó de los del con­ formen y sepan si van entre ellos algunos sin
sejo de Indias, aunque la tenga de sus prela­ licencia uuestra de los que hayan venido ó vi­
dos, ó letras apostólicas para ello. nieren.de aquellas partes á estos reinos, y á los
que asi hallaren que hayan venido de las Indias
LEY XIV. y quisieren volver sin nuestra licencia espresa,
D. Felipe lie n S. Lorenzo á 19 de setiembre de 1588. no les dejen ni consientan volver., aunque la
IX Felipe 111 en Valladolid á 29 de marzo de 1601. tengan de sus provinciales o vicarios, ó de otras
Que no pasen ó las Indias religiosos de ordenes que personas.
no tengan conventos en ellas.
Item mandamos á nuestros presidentes y jue*
• LEY XIX.
ces oficiales, que no dejen pasar a las Indias a D. Felipe II en el Pardo á 9 de noviembre de 1592.
ningún religioso de orden que no haya en ellas D. Felipe 111 en N. S. de Prado á 8 de marzo de 160o.
Y en Ventosilla á 2L de mayo de 1615. Allí á 24 de
aunque Heve cédula y licencia nuestra, sino es octubre de 1617. I). Felipe IV en Madrid á 10 de
con particular derogación de esta ley. marzo de 1646.

LEY XV. Que los religiosos que pasan d las Indias a costa del
liey, pasen donde van consignados.
El emperador D. Carlos y la emperatriz dona Isabel
gobernadora en Ocaña á 1 / de febrero de 1531. Mandamos á les vi rey es, audiencias y go­
Que no pasen días Indias religiosos que no sean cua-
bernadores, que con toda diligencia y cuidado
; les conviene. se inform en, qué religiosos hay en sus distritos
de los que lian pasado á las Indias a costa de
Ordenamos que no se dé licencia por nues­ nuestra real hacienda, y si residen en las par­
tro consejo, ni consienta por los jueces oficia­ tes adonde fueron enviados, y hallando que al­
les de la casa de contratación pasar á las Indias gunos no están , ni residen en ellas , liarán con
algunos religiosos, sin tener primero noticia de comunicación de sus prelados, que se vayan
quien son, y de qué p arte, y <Ie su vida y luego, sin embargo de cualquier causa ó im ­
doctrina, y que sean celosos de uuestra santa pedimento que propongan para no lo cumplir.
religión, y que darán tan buen ejemplo, que
Y rogamos y encargamos á los prelados regula
Dios nuestro señor sea servido. res, que de su parte hagan las diligencias que
convengan en orden á la egecücion de lo sobre­
dicho,asistiendo y ayudando con el celo y cui­
D. Felipe III en Valladolid á 29 de marzo de 1601. dado, que de ellos fiamos: y que los religiosos
Q«e los religiosos que llegaren d los puertos , no te­ que hubieren ido para la doctriná y enseñanza
niendo casas en las Indias, sean enviados á estos de los naturales, se egerciten en éste ministe­
reinos. rio. (3)
Mandamos á los gobernadores de los puer­ D,'Felipe 111' en S. Lorenzo á 11 de junio de 1612.
tos de Indias, que si llegaren á ellos en flotas, I). Felipe IV en Madrid á 18 .de junio de 1624.
armadas, ú otros navios algunos religiosos de Y porque se ha esperimentado que cuando en­
órdenes que no tengan casas fundadas en viamos religiosos á las provincias del Perú y
aquellas provincias, no los dejen pasar adelan­
te, y los hagan volver á embarcar y traerá Es­
paña , si no llevaren espresa licencia nuestra. (5) Y que no se empleen en oficios de la reli­
gión con pretesto algu no, lo manda la cédula de
LEY X V II. 26 de octubre de 1751, y que no queriendo seguir
el instituto de misioneros se les haga restituir á Es­
La emperatriz gobernadora en Medina del Campo á paña. Por otra de 17 de abiíl de 1753 tit. 4 , se man­
22 de junio de 1532. dó guardar acjueNa, añadiendo que los que cumpli­
do un decenio no quisiesen continuar convírliendo,
Que para pasar d las Indias religiosos, infórmen los sean enviados irremisiblemente á E spaña, sin que
provinciales . los que vienen de ella puedan ser elegidos en oficios.
Por otra de 30 de abril de 1754 se les permitió
Item mandamos que cuando algunos reli­ poderse incoimorar despues dei deceuio sin habili­
giosos quisieren pasar á las Indias, precedan á tarles para oficios. Se repitió lo mismo en cédula de
la licencia de su embarcación, informes denlos 22 de junio de 1764. Pero por fin , por cédula de l4
provinciales de las provincias de España, don­ de julio de 65 han logrado ser habilitados para ofi­
de fueren conventuales, y relación à los de cios.
En real orden de 10 de diciembre de 1784 , se
nuestro consejo de las Indias de la calidad de declaró que no comprendía á los religiosos de pro­
sus personas, y si conviene que los dichos reli­ paganda la providencia general de no conceder á
giosos pasen á aquellas provincias. persona alguna licencia para ir á España.
TOMO I. *9
74 Libro i. Título XIV.
Nueva España, consignados á Jas fronteras de curso a otra limosna, ni socorro, por la suma
Chiriguanaes, Nueva Galicia, Chicliimeeas, pobreza de aquella provincia, con que padecen
Nueva Vizcaya, Nuevo Mégíco, Islas Filipinas muchas necesidades. Mandamos a nuestro go­
y otras partes , con tanta costa de nuestra real bernador y capitán general, que cuando en­
hacienda, luego que llegan al Peni ó Nueva viare por el situado del presidio, no impid
España se quedan en las ciudades y lugares que un religioso de los que allí asistieren, vay
grandes, y no pasan á los de su consignación, con la persona que nombrare para este efecto,
con mucho dispendio de nuestra real hacienda á comprar los bastimentos y vestuario que e
y en fraude del fin para que son enviados, y religioso y sus compañeros hubieren menester,
conviene que lo proveído en esta razón se guar­ y para ello ordene se (es de en Mégico el dine­
de precisa y puntualmente. Mandamos á todos ro que a el y a todos los otros tocare . y lo que
nuestros jueces y justicias reales, que tengan comprare el religioso se lleve por cuenta á par­
muy especial cuidado de hacer que ios religio­ te al dicho presidio, embarcado con lo demas,
sos pasen donde fueren consignados, advirtien­ y los oficiales de nuestra real hacienda, le lla­
do á los prelados que si los dichos religiosos se gan bueno el sueldo, que tuviere por todo el
quedaren en diferentes partes, y en esto pro­ tiempo del viaje . sin baja ni descuento. ( 4)
cedieren con relajación y resistencia á nuestras
reales órdenes, los harán embarcar y volver á LEY X X III.
estos reinos.
I). Felipe II en Madrid á 24 de marzo de. 1572.
LEY XX. Que no se impida d los religiosos de la- compañía de
Jesús el ser mudados de unas provincias y colegios
I). Felipe III en Madrid á 8 de junio de 1617. d otros.
aunque los religiosos quieran enterar en las ca­
jas la costa del viaje, vayan donde fu e re n enviados. Mandamos à los vireyes, presidentes, au­
diencias y gobernadores, que cuando algunos
Los vlreyes, audiencias y gobernadores de religiosos de !a Compañía de Jesús que hubie­
las Indias por ningún caso consientan, ni dén ren pasado de estos reinos con licencia nuestra,
lugar à que los religiosos destinados para algu­ fueren mudados de unas provincias ó colegios á
na provincia, y que á nuestras es pe usas hayan .otros, los dejen y consientan hacer su viaje sin.
pasado.de España, vayan ni pasen à otras, aun­ ponerles impedimento y llevando licencia de
que vuelvan á nuestras cajas reales ia costa de sus superiores, se les dé el favor y ayuda de
su aviamiento, y sin embargo egeouten lo que que tuvieren necesidad : y en cuanto á los doc­
está ordenado por las leyes de este titulo. Y ro­ trineros se guarde y egecute lo proveído por esta
gamos y encargamos á ios prelados de las reli­ razón. ( 5)
giones, que de su parte hagan las diligencias
que convengan en orden à la egeeucioi» de lo LEY XXIV. . -
sobredicho, asistiendo y ayudando con el celo D. Felipe IV en Madrid á 50 de noviembre da 1630.
y cuidado que de ellos fiamos.
Que no se consienta estar , ni fundar en las Judias
d los religiosos del Beato Juan de Dios, que hubieren
/ L E Y XXL pasado sin. licencia , y d los que la tuvieren para pa­
El emperador don Carlos y el consejo en carta de sar no se les encarguen los hospitales sino se obli­
Valladolid a 19 de agosto de 1555. D. F elip e.II en garen. conforme d esta ley .
Madrid á 19 de mayo de 1598. . . . , Los vireyes, presidentes y oidores de las
Que d ningún religioso se consienta pasar d las L i audiencias reales no consientan estar ni residir
dias parientes, ni parientas. en las Indias à ninguno de los religiosos de san
Mandamos á nuestros presidente y jueces Juan de Dios que hubiere pasado sin licencia
oficiales de la casa de contratación, que á nin­ nuestra, ni que funden conventos, ni dén há­
gún religioso consientan llevar á las Indias en bitos, ni profesión á ningunas personas, y á los
su compañía, ni en lugar*'de criados, á sus que estuvieren en las provincias de sus distri­
hermanos, primos ni parientes, y estén adver­ tos, ó de nuevo, fueren á ellas con licencia nues­
tidos de no dejarles pasar hermanas , primas, tra, no se Ies encarguen los hospitales, asi de
sobrinas ni otras deudas, aunque las lleven indios, como de españoles, ni la administración
para casarlas en aquellas provincias, por lo que de las rentas y limosnas de ellos, si no fuere
conviene que las personas religiosas vayan li­ obligándose primero á que darán cuenta, y se
bres de estos embarazos.
(4) Todas las prerogativas y ventajas concedidas
.. LEY X X II. à los misioneros de San Francisco se lian comunica­
do á ios de Santo Domingo que se empleen en las
R. Felipe IV en Madrid á' 4 de diciembre de 1650., misiones de América , y ademas se les han dispen­
sado las que contiene el Breve deí Papa Pio V I
Que un religioso de San Francisco pueda ir d Meji- de 8 de julio de 94, de que hace relación la cédula
co y traer ti ia Florida- con el situatlo lo que tocare de 4 de mayo de 95.
d su. orden. (.5) Esta religión se cstraño de todos los dominios
del rey, por real decreto de 27 de febrero de 1767.
Porque los religiosos de la orden de san Clemente X IV por su Breve de 2.1 de julio de 1773
Francisco, que están ocupados por disposición estinguló esta religión e» todo el mundo. En Roma
nuestra en la conversión y educación de los se hizo la secularización de personas y ocupación de
indios de la Florida, solo tienen para su sus­ bienes la noche del 16 de agosto del mismo año. El
Breve apostólico se dirigió y mandó cumplir en
tento eí estipendio señalado por Nos, sin re­ América por cédula de 12 de octubre de 17/5.
De los religiosos. 75
dejarán visitar en lo tocante á esto por las jus­ escándalo y no conforme á su instituto, hábi-
ticias eclesiásticas ó seculares que lo pudieren 6 to y profesión, y otros espulsos de sus religio­
debieren hacer, sin que se puedan eximir por nes que los provinciales no puedan echar de
razón de decir que tienen bula de la sede apos­ aquella provincia, por la dificultad de embar­
tólica para ser religiosos, y que estan ordena­ carlos á Mágico, acuda al remedio de esto,
dos de orden sacro, y por esta causa solo han siendo necesario y como mas convenga al ser*
de estar subordinados á su prelado regular, ni vicio de Dios nuestro S eñ o r, de manera que
por otra ninguna escusa de que. se puedan no queden semejantes religiosos* en aquellas
valer. ( 6) partes. (7)

LEY X X V . LEY X X IX .
D. Felipe 11 en Mon zon á 5 de setiembre de 1585. D. Felipe II en San Lorenzo á 9 de agosto de 4589.
D. Felipe í l í en Madrid á 4 de junio de 1620.
Que tí los religiosos que quisieren ir d Filipinas no
se les impida el a¿age. Que sin mucha consideración y causa razonable no
se de licencia d ningún religioso para salir de Fili­
Encargamos á los provinciales, priores, pinas,
guardianes y otros superiores de las religione8 Considerando lo que se gasta de nuestra
cíe estos nuestros reinos, y de los de Nueva Es­ real hacienda en el pasage de los religiosos á
paña, que no detengan ni impidan el viaje a las islas Filipinas, y la falta que hacen los que
los religiosos que con licencia nuestra quisieren •se vienen, y el lugar que ocupan en los navios,
ir en compañía de '¡sus comisarios á la conver­ y que algunos persuaden á otros á que no pa­
sión y doctrina de los naturales de las Islas F i­ sen á aquellas partes: mandarnos á nuestros go*
lipinas, antes les den el favor y ayuda que bernadores de las dichas islas que cuando Hu­
convenga. bieren de salir de ellas algunos religiosos para
LEY X X V I. estos reinos ó para otras partes, se junten con
el arzobispo, y habiéndolo conferido, no les
D. Felipe III en Madrid á 18 de setiembre de 1609 den licencia para salir de las islas sin mucha
Que los religiosos, quefu eren d Filipinas sean favo consideración y muy razonable causa.
recidas, bien despachados, y sin derechos.
Nuestros vireyes de la Nueva España favo­ LEY X X X .
rezcan k los religiosos que por nuestra orden y D. Felipe II en Barcelona á 8 de junio de 1585. Y
cuenta pasaren á las Islas Filipinas, y los ofi­ en Toledo á 25 de mayo de. 1596. Y don Felipe IV
en esta Recopilación.
ciales de nuestra real hacienda y otros cuaies-
quier ministros nuestros les den breve despa­ Que ¡w pasen de Filipinas d la China religiosos doc­
cho y hagan buen tratamiento, y no les lleven trineros , ni los tfue han ido d costa de el lley sin li­
derechos por sus personas, libros y libranzas cencia del gobernador y arzobispo.
que se Ies dieren para cobrar la costa del viaje. Porque algunos religiosos de los que asis­
ten en las islas Filipinas suelen pasar á la Chi­
L E Y X X V II. na sin la orden que conviene, dejando las doc­
D, Felipe II en Araujuez á 27 de abril de 1594. Don trinas que tienen á su cargo, de que se siguen
Felipe J.LI en S. Lorenzo á 17 de setiembre de 1611. muchos inconvenientes y daños por la falta que
Que los religiosos enviados d Filipinas , no se queden hacen á lo comenzado y asentado en la ense­
en otras partes- ñanza y educación de los indios, encargamosà
los prelados regulares de las Islas Filipinas, que
Mandamos á nuestros vireyes y gobernado­ no den lugar á que ninguno de los religiosos
res de la Nueva-España , y encargamos á los de sus órdenes vaya á la China ni desampare
prelados de las religiones, á cada uno por lo la doctrina que tuviere á cargo sin licencia
que le toca, que procuren con toda diligencia particular y orden del gobernador y arzobis­
y especial cuidado , que los religiosos enviados po, con es presa mención de que no es contra
á las islas Filipinas pasen sin detenerse y no los esta le y , teniendo en ello mucha cuenta y vi­
consieutan en otras provincias ni admitan algu­ gilancia. Otrosí, mandamos que los religiosos
na escusa.
que van à nuestra costa à las dichas islas desti­
L E Y X X V III. nados á estar en ellas de asiento, no pasen ni
les consientan pasar á la Tierra Firme de la
Don Felipe III en San Lorenzo á 17 de setiembre China y á otras partes sin licencia de los go­
de 1616.
bernadores y arzobispos, pues los enviamos pa­
Que no se consientan en las Filipinas religiosos es­ ra cumplir nuestra obligación de dar doctrina
candalosos. á nuestros vasallos, y ningún español secular
Ordenamos á nuestro gobernador y capitán les pueda dar fragata ni matalotage sin parti­
general de las islas Filipinas que habiendo en cular orden nuestra ó licencia de los goberna-
ellas algunos religiosos que vivan con mucho6
(7) Por real cédula de Madrid de 28 de marzo
(6) Esta ley se manda observar por medio de es­ de 1769 se estendió esta ley á toda la América por
critura solemne de los Betlemitas de Córdoba del identidad de rnzon, y que no se permita á los pre­
Tucum an, por real cédula de Aranjuez de 17 de lados espeler súbditos, sin justa causa, y que los
abril de 1774. asi espulsos se envien á España.
76 Libro ï . t ítu lo xiv.
dores y arzobisqos, no obstante c[ue se valgan LEY X X X III.
de algunos privilegios.
D. Felipe IV en Madrid á 22 de febrero de 16o2.

LEY X X X I. Que las religiones que se declara, puedan entrar en


el Japón, como por esta ley se permite, y no traten
ni contraten los clérigos seculares, ni religiosos.
I). Felipe II en Madrid a 5 de febrero de 1596. Don
Felipe IV en Madrid á 51 de diciembre de 1621. A Estando acordado que no entrasen en el
16 de lebrero de 1655. A 6 de noviembre de 1636.
A 2 de setiembre de 1658. En Madaid a 12 de julio Japón á la predicación del santo Evangelio por
de 1610. Y en esta Recopilación. tiempo de quince años mas religiosos que los
de la Compañía de Jesús, y que á los demas
Que no entren de Filipinas día China ni'Japón nin­ que por institutos de su orden ó devoción p ar­
gunos religiosos, aunque d sea predicar, sin tener li­ ticular quisieren pasar á aqcllás parles, se íes
cencia de el arzobispo y gobernador de ellas.
señalase el distrito á que habían de ir, no per­
Al servicio de Dios nuestro Señor y nuestro, mitiendo que hiciesen su viage por Filipinas
conviene que habiendo de pasar algunos reli­ ni por otra parte de las ludias Occidentales,
giosos á predicar y enseñar la santa fé católica sino por la india Oriental, como quiera que el
á los gentiles que viven en ios reinos de la Chi­ precepto de la propagación y predicación del
na , Japón y otras partes, no entren en la tier­ santo Evangelio es comun a todos los fieles, y
ra de aquellos bárbaros, de forma que de .su especialmente encargado á los religiosos, tene­
entrada no resulte el fruto que deseamos-, por­ mos por bien que no se limiten las misiones y
que declaramos y mandamos que ningún reli­ entradas del Japón á solos lós religiosos de ia
gioso de los que asisten en las islas Filipinas Compañía de Jesús, sino que vayan y entren
.pueda pasar á los reinos de China y Japón, de todas las religiones como mejor pudieren, y
«tuque sea con intento y ánimo de predicar y en particular de las que tienen conventos y se
enseñar la santa fé católica, si no fuere tenien­ han permitido pasar y poblar en nuestras In­
do licencia para ello del arzobispo de Manila, y dias Occidentales, no haciéndose novedad en
del gobernador de las Filipinas, y todas las ve­ cuanto á. las religiones.que están prohibidas
ces que se tratare de euviar religiosos á la Chi­ por leyes y ordenanzas de las Indias, y que es­
na ó Japón , ó pidieren licencia para ello, nues­ tas se bagan, no solo por la India Oriental, si­
tro presidente y oidores de la real audiencia de no también por las Occidentales, en cuya de­
Manila, hagan junta particular con el arzobispo marcación cae el Japón y las Filipinas, que es
y provinciales de todas las religiones de las F i­ por donde hay mas facilidad y comodidad pa­
lipinas, y vean y confieran lo que conviniere ra hacerlas los" religiosos de nuestra corona de
proveer para dirección de este santo y piadoso Castilla; y á ios que asi entraren por unas y
intento, y no consientan que ningún religioso otras partes, les encargamos mucho tengan en­
pase à los reinos de infieles sin preceder licen­ tre sí toda conformidad y buena corresponden­
cia del arzobispo y gobernador, con acuerdo de cia, y ajusten el catecismo y modo de enseñar
todos ios que en la junta se hallaren; y para que de suerte q u e , pues es una misma la fe y la
religión que predican, lo sea también su en­
tenga efecto , nuestro presidente y audiencia
darán y harán ejecutar todas las órdenes que señanza, celo e intento, y ayudándose en tan
fueren necesarias, que asi es nuestra vo­ santo y loable instituto, como si todos vivieran
y profesaran debajo de una misma regla y ob­
luntad.
servancia ; y si la disposición de la tierra y el
progreso en la conversión de los naturales de
LEV X X X II. ella^lo perm itiere, se dividan en provincias,
haciéndose la asignación de ellas como mas pa­
D. Felipe III en Madrid á 8 de febrero de 1610. Y
reciere convenir, de suerte que no se mezclen
D. Felipe IV en esta Recopilación. si es posible los unos con los otros, y á los que
Que se guarde el breve para que puedan pasar al se quitaren alguna ó algunas de las que hubie­
ren elegido, se les den otras en su lugar, paia
Japón religiosos de las órdenes, que se declara , d
que como obreros del santo Evangelio trabajen
predicar el Santo Evangelio.
en esta obra tan del servicio de Dios nuestro
La santidad de Paulo V espidió un breve á Señor, cada religión separadamente, sin en­
instancia nuestra, dado en Roma á once de ju­ cuentros ni competencias, dando todos buen
nio de mil y seiscientos y ocho, para que no ejemplo, y escusando precisamente todo géne­
solo por el reino de Portugal, sino por otras ro de tratos, grangerias, y mercancías y cual­
cualcsquier partes puedan pasar al Japón á la quiera otra cosa que muestre ó descubra olor ó
predicación del santo Evangelio los religiosos de color de codicia de bienes temporales ; y por-
las órdenes de santo Domingo, san Francisco que en asentándose y acrecentándose mas la
y san Agustín, y conviene al servicio de Dios conversión en aquellas provincias, será forzoso
nuestro Señor que tenga debido cumplimiento: que baya en ellas tres o cuatro, ó mas obispos
Mandamos á nuestro vírey de la Nueva-Es paña de todas religiones, para que puedan confirmar,
y al gobernador <le las islas Filipinas, y encar­ predicar y ordenar sacerdotes , se junten cuan­
gamos à los prelados de ellas que bagan cum­ do convenga, y traten y dispongan lo que en­
plir y ejecutar, con las calidades y licencias tendieren ser necesario para facilitar, aumen­
que por las leyes de este título está dispuesto. tar y asegurar la conversión, u los cuales se
De ios religiosos. 77
liarán sufragáneos por donde toca, del arzobis­ que cuando resolvieren enviar religiosos k algu­
pado de Manila, por la cercanía y autoridad de nos pueblos nuevamente descubiertos y reduci­
aquella iglesia, cuya división de distritos y dos que no tengan doctrina, lo comuniquen con
diócesis se lia de liaoer por nuestro consejo de el virey, presidente ó gobernador de la provin*
Indias. cía y con el ordinario, y les informen de los re ­
D. Carlos II y la reina gobernadora en Madrid á 22 ligiosos que han de. enviar, sus partes y calida­
de junio de 1670. Véase la ley 5 , tit. ,12 de este des , y á qué lugares, y por qué causas , para
libro. que todos consideren si el número y calidad son
Otrosí: matidamos que nuestros vire- á propósito para el ministerio en que se han de
yes,presidentes, gobernadores y corregidores ocupar, y esto sea para nuevas entradas y des­
hagan publicar y ejecutar el breve de nuestro cubrimientos, pues en lo que está llano y pa­
santo Padre Clemente Nono, dado à diez y sie­ cifico esta bastantemente proveído de monas­
te de junio de mil seiscientos y sesenta y nue­ terios.
ve, sobre que los religiosos de todas las reli­
giones y de la Compañía de Jesús y clérigos LEY X X X V II.
seculares no puedan por sí ni por interpositas El emperador.!). Carlos y e) principe D. Felipe go­
Íiersonss ejercer tratos ni mercancías en todos
os territorios de las Indias, Islas y Tierra-
bernando en Valladolid á 14 de setiembre de 1545.
Y O. Felipe IV en esta Recopilación.
Firm e del mar Océano T en que comprende á Que los prelados no remuevan d los religiosos, que
los que pasan al Japón, como en el dicho bre­ por orden del Rey, presidentes . ó gobernadores asis­
ve se contiene, á que nos referimos. ( 8) tieren en algun lugar d la pacificación y conversión
de los naturales.
LEY X XX IV.
Encargamos á los provinciales de las órde­
D. Felipe II en el Pardo á 30 de noviembre de 1595.
nes que residen en nuestras Indias, que sin
Que dios religiosos, 'que tuvieren licencia para en­ muy justa y necesaria causa no remuevan ni
trar en la China, se les dé en Filipinas ló necesario. quiten de donde estuvieren á los religiosos que
A los religiosos que tuvieren licencia y per­ por comisión nuestra ó de los vireyes , presi­
misión para entrar en la China ó Japón , con­ dentes ó gobernadores en nuestro nombre es­
forme á.lo dispuesto, la audiencia de Manila tuvieren ocupados en la pacificación y conver­
íes baga dar lo necesario para su. viaje de na­ sión de los naturales, y á los que Nos enviáre­
vios, matalotage, vestuario y lo demas que se mos á ello, y los vireyes y audiencias á provin­
acostumbra, y nuestros oficiales de aquellas is­ cias señaladas para el efecto; antes allí los ayu­
las cumplan y paguen lo que para este efecto den y favorezcan.
les ordenaren y libraren los presidentes y oi­
dores.
LEY X X X V . D. Felipe III en el Pardo à 21 de febrero de 1609.
D. Felipe II en Madrid á 9 de junio de 1585. D. Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de 1628. Y
en esta Recopilación.
Que ò los carmelitas descalzos ¿ que de Nueva Espa­
ña fu e re ñ a entender en la predicación y conversión, Que d los religiosos que salieren d misiones se les de
se les dé lo necesario. elfavor y amparo necesario.
Mandamos á nuestros vireyes de la Nueva- Mandamos á nuestros vireyes, audiencias y
España que á los religiosos Carmelitas Descalzos justicias que.amparen, honren y favorezcan á
que su orden enviare desde allí á las Islas F i­ los religiosos que salieren á misiones y enten­
lipinas, Nuévo-Méjico y otras partes á predicar dieren en la conversión y enseñanza de l„os na­
el santo Evangelio, convertir y enseñar á los turales, procurando que sean bien instruidos y
naturales, den licencia para ello y lo demasque doctrinados, para que vengan en el verdadero
se acostumbra; y porque se animen y esfuercen conocimiento de Dios nuestro Señor y su santa
á servir á nuestro Señor en aquel oficio apos­ fé católica. Y encargamos á los arzobispos y
tólico , los favorezcan y ayuden en todo lo po­ obispos que si los religiosos de la Compañía de
sible. Jesús y de las otras órdenes que con nuestra li ­
LEY X X X V I. cencia habitan en las Indias , salieren à ejerci­
tar esta loable ocupación, no los impidan , an­
D. Felipe III en San Lorenzo á 11 de junio de 1612, tes los ayuden y den favor para ello. (9)
D. Felipe IV en Madrid á 18 de junio de 1624.
Que los prelados comuniquen con el virey y ordi­
nario, los religiosos que enviaren d tierras nuevas.
LEY XXXIX.
El principe D. Felipe gobernando en Valladolid á 7
Ordenamos á los prelados de las religiones de setiembre de 1543.

(87 Fuera dei Breve de Clemente IX á que es Que d los religiosos no se impida predicar en pue
relativa esta ley , se prohibió toda negociación de se­ blos de indios.
mejante clase por Pio IV y Urbano VIH ; y lo con­ Ordenamos y mandamos que ningunas per­
firmó Benedicto X IV en su consti lucio a Apostólica}
servitutis, y por su sucesor Clemente XIII en su sonas, y especialmente las que tuvieren indios
epístola ad patriarcas de 17 de setiembre de 1759,
que confirma las constituciones promulgadas contra (9) A este fin se estableció en Chile una junta
eclesiásticos negociantes, y principalmente las cita­ que llamaron de misioneros por cédula de l i de
das de Pio IV y Urbano VIH. mayo de 1697 , en que se mandan muchas cosas con
TOMO I. ao
78 Libro i* Título xiv.
en encomienda, ni sus criados , no sean osados
a impedir á los religiosos que tuvieren licencia LEY X L II.
de los prelados , predicar y enseñar libremente D. Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de 1636.
la doctrina cristiana y misterios de nuestra san­
Que los vireyes y presidentes in formen *ada tres
ta fé católica á los indios, y estar en ios pueblos años sobre el estado de las religiones, para dar li­
todo el tiempo que quisieren y por bien tuvie­ cencia d los visitadores.
ren, conforme à fo proveído por la ley 2 tít. 13
de este libro, pena de que por el misino caso Por los grandes inconvenientes que se si­
hayan perdido y pierdan cualesquier indios que guen de que pasen á las Indias visitadores ó vi­
carios generales que visiten las religiones sin
tuvieren encomendados, y mas la mitad de sus
necesidad precisa: Mandamos á nuestros vire-
bienes para nuestra camara y fisco, y que nues­
yes, presidentes y gobernadores, que cada tres
tras justicias tengan cuidado de favorecer y
años nos informen muy particularmente del es­
ayudar á los religiosos y ejecutar las penas. tado de las religiones, sus distritos y necesidad
de ser visitados, porque cuando sus generales
LEY XL. pidieren licencia para enviar vicarios ó visita­
dores, Nos proveamos lo que convenga.
D Felipe II en la ordenanza 14 de el Patronazgo.
Que\ningitn prelado regular pase alas Indias sin. L E Y X L IIL
presentar sus patentes en el cotisefo.
D. Felipe II en Aranjuez á 10 de enero de 1561.
Las órdenes y religiones guarden y conser­ Que se dé el auxilio d los prelados y visitadores que
ven el derecho de nuestro patronazgo r e a l, y fueren d reformar sus religiones.
ningún general, comisario general, visitador, Mandamos à los vireyes, presidentes y oi­
provincial ni otro prelado de orden ó religión, dores de las audiencias reales, y otras cuales-
pase á las provincias de Indias sin presentar quier nuestras justicias de las Indias, islas y
número en nuestro consejo las facultades que
Íleva *, y habiéndosenos dado relación de eifas,
Tierra-Firm e, que siéndoles pedido por parte
de cualquier visitador ó provincial de alguna
se le conceda permisión, y despache cédula pa­ orden , favor y ayuda para reformar , visitar ó
ra poder pasar, y los vireyes, audiencias y jus­ enviar á estos reinos los religiosos que por bien
ticias, y los otros nuestros vasallos le admitan tuviere, se le den y hagan d ar, tanto cuanto
y reciban al ejercicio de su oficio, y den todo hubiere lugar de derecho, pena de lá nuestra
favor y ayuda. merced , y de cien mil maravedís para nuestra
cámara á cada uno que lo contrario hiciere. ( 11)
LEY X LÏ.
D. Felipe IY en Zaragoza á 31 de agosto de 1644. LEY X L IV .
D. Felipe’l l l en Lerma á 24 de abril de 1610.
Q«e los comisarios generales , ni otros religiosos, no
ejecuten breves sin estar pasados por el consejo; y lo Que los visitadores de las religiones sean instruidos
mismo se guarde con el oficio de comisario general de lo que conviene, y no resulte escándalo ni daño d
de San Francisco. los indios,
“ Mandamos á los vireyes, audiencias, gober­ Conviene que los vicarios ó comisarios ge­
nadores, corregidores, alcaldes mayores y ordi­ nerales y visitadores de las religiones dispon­
narios, y encargamos à los arzobispos y obispos gan los medios para mejor conseguir el lia á
que provean lo que convenga, sobre que los co­ que se ordenan. Y mandamos á los vireyes, pre­
misarios generales que pasaren á aquellas pro­ sidentes , audiencias y gobernadores que llegan­
vincias, y otros prelados y religiosos no pongan do los religiosos visitadores á sus distritos les
en ejecución bajo ningún pretesto cosa alguna adviertan el estado en que se hallan sus religio­
que por breves de su Santidad ú otros despa­ nes , y sobre cuáles materias conviene que ha­
chos se ordenare y dispusiere , sino constare ya reformación, porque sin tocar ni alterar lo
estar pasado por nuestro consejo de Indias. lo que estuviere bien, se trate solamente de lo
Otrosí, en lo que toca al oficio de comisario que convenga ai buen gobierno, perfección de
general de Indias de la orden de san Francis­ vida de los religiosos y guarda de sus reglas é
co, que reside en nuestra corte , no ejecuten
ningún despacho sin esta calidad. ( 10) (11) Sin que baya recurso de las audiencias en
las causas que nacieren de visita ó de disposición del
Santo Concilio de Trento por cédula de Madrid á
cernientes á este importante objeto ; y se reencar­ 21 de junio de l6 9 i. Peco véase la nota de la ley 67
gó en cédula de 26 de lebrero de 1704 , fol. 93 y 96, de este titulo. Sin embargo el virey del Perú don
tit, 2. Manuel A tnat, constólo si en las causas de los visi­
tadores, reformadores, se admitiría el recurso , por­
Los gastos en estas misiones se han de hacer del que este acaso retardaria la reforma; y por real cé­
ramo de vacantes, según el art. 201 de la nueva or­ dula de Aranjuez de 6 de mayo de 1774 se le res­
denanza de intendentes de N. E. y la Novísima R pondió: « íle resuelto que pascis como o s lo mando,
cédula de 15 de febrero de 1791. «todos los recursos de fuerza á mi real audiencia
Por cédula de 2L de marzo de 787 se ha manda­ » para que determine lo que con arreglo á las leyes
do que de dos en dos ó en tres años , se dé cuenla «corresponde « D. Manuel de Guerzar sucesor del
por los gobernadores y provinciales del adelanta­ anterior, representó el daño que causaban á la re-
miento espiritual de estas misiones. fon na estos recursos: y eu cédula de 15 de setiem­
(1 0 ) Y c a n s e las le y e s 51 y 76 d e c-ste títu lo . bre Je 76 se le dijo que se tomaria providencia.
De los religiosos. 79
institutos, sin dar lugar á alteraciones ni es­ según y de la forma que lo hacían antes del
cándalos , y á que por ninguu caso se sigan eos- santo Coucilio de Trento. (13)
¿ítos, daños ni vejacionos à los indios, y de lo
que ejecutaren nos den aviso. L E Y X L V III.
LEY X LV . D. Felipe II en S. Lorenzo á 18 de junio de 1577.
A llí á 2 de junio de 1584. En el Pardo á 9 de noviem­
bre de 1591.
D. F elipe IY en Aranjuez á 9 de mayo de 1622.
Que no se nombren vicarios generales de la religión Que se guarde el breve para que los comisarios ge­
de la Merced, sino visitadores, para las Indias, por nerales de San Francisco, que pasaren d las Indias,
tiempo limitado y dando cuenta al Consejo, no sean removidos hasta que lleguen los sucesores.

Porque se siguen grandes inconvenientes- La santidad del papa san Pio V , y del pa­
de haberse enviado muy de ordinario vicarios pa Gregorio X IV , de felice recordación, die­
de la orden de nuestra señora de la Merced á ron sus breves, por los cuales mandaron que
las provincias de las Indias , y conviene pro los comisarios generales de la orden de san
veer de remedio : rogamos y encargamos à Francisco que pasasen á nuestras Indias no
los generales, provinciales, definidores, co­ fuesen removidos de sus oficios , aunque se tu ­
mendadores y procuradores de los capítulos viese capítulo general de la dicha o rd en , y
generales de la dicha orden, que no nombren los continuasen su ejercicio hasta que llegasen los
vicarios generales que han acostumbrado para proveídos en su lugar por'el general ó quien
aquellos reinos , y dispongan que estos nom­ tuviese su comisión para los proveer.* Manda­
bramientos cesen, y en su lugar se envien visi­ mos à nuestros vireyes y audiencias de las In­
tadores de las partes y religión que se requiere dias que provean y den orden como los dichos
por tiempo limitado , á los tiempos , ocasiones breves sean guardados, y que contra lo en
y provincias que pareciereu necesarios, dando ellos coutenido no se vaya, ni pase en ninguna
primero noticia á nuestro consejo de las ludias forma.
de la persona que se nombrare por visitador, LEY X L IX .
y la causa y razón que hay para ello , y que
este nombramiento le haga el general que fue­ D. Felipe IY en Madrid á 3 de abril de 1627.
re de la religión. ( 1*2) Que se guarde el breve que revoca algunos privile­
gios de religiosos♦
LEY L X V I. Habiendo entendido que las religiones des­
D. Felipe III en Madrid á 19 de diciembre de 1620* caecían de la observancia religiosa , y se iban
• D. Felipe IV en el Pardo á 18 de enero de 1622. En relajando, y que esto nacia de la diversidad de
Madrid á 23 de febrero. Y en esta Recopilación.
privilegios y exencioues con que los religio­
Que los visitadores de la. orden de la Merced no se sos en muchos casos se eximían de la vida co­
vengan sin dar residencia. mún , defendiéndose contra la obediencia y
Encargamos á los prelados,. capítulos y re­ sujeción debida á sus prelados, y que era causa
ligiosos de la orden de nuestra Señora ele la dé embarazarles é impedirles el gobierno, de­
Merced, que guarden inviolablemente sus cons­ seando el remedio suplicamos á su Santidad
tituciones en cuanto por ella se dispone ; que mandase revocar generalmente estos privile­
los visitadores desús provincias y conventos no gios y exenciones para dar vigor á los institutos
sje vengan de las Indias , sin dar sus residencias comunes y su observancia , y al gobierno de
aunque hayan cumplido el tiempo de su pro­ los superiores , y su Beatitud fue servido con­
visión. cederlo asi : Por tanto encargamos á los pro­
vinciales de las religiones de las provincias de
LEY X L V II. nuestras Indias que poniendo en ejecución lo
resuelto hayan desde luego por revocados los
D. Felipe II en Galapagar á 15 de enero de 1568.
dichos privilegios, y libres de ellos gobiernen
Que se publique el breve pura que los religiosos men­ sus súbditos por las leyes comunes de sus reli­
dicantes puedan administrar los Santos Sacramen­ giones, atendiendo á que habiéndose quitado
tos d los indios. el impedimento que padecía el gobierno si hu­
Los vireyes, presidentes y oidores, y otros biere de aquí adelante desórdenes, se atribui­
cualesquier justicias de las indias hagan publi­ rán á la negligencia de los que gobernaren-, y
car el breve concedido por nuestro muy santo si para la ejecución del dicho breve ocurriere
padre san Pio V en veinte y cuatro de marzo alguna conlradicion , ó para el fin que se lia
de mil y quinientos-y sesenta y siete á nuestra pretendido, fuere eu alguna cosa necesario
suplicación , para que los religiosos de las ór­ nuestro patrocinio y favor, acudirán á los vi-
denes mendicantes puedan administrar los san­ reyes ó presidentes , á los cuales mandamos se
tos sacramentos en todos los pueblos de indios, les den tan prontamente como fuere m e­
nester. (14)

(12) Esla ley parece que se derogó por provi­


dencia de 2 í de abril de 1700 en que fue mantenida (13) Véase también eu el Biliario de Benedicto
esta religio» en la cuasi posesión de enviar vicarios X IV , la bula que comienza Cum nuper, año de
generales, según se enuncia en cédula de 18 de oc­ 1751.
tubre de l'JOS. ( 1 ÍJ V é a se la le y 76 d e e ste títu lo y lib rç .
80 Libro i. Título xiv.
las demas ^religiones y provincias de las Indias,
LEY L. que tuvieren breves de su Santidad para alter
D. Felipe 11 en Madrid á 28 de diciembre de 1568. nativa, y con las mismas calidades.
Que .ye guarde lo dispuesto por derecho y breves LEY LUÍ.
apostólicos, sobre no tener los religiosos bienes en
particular. D. Felipe III en S. Lorenzo à 3 de setiembre de 1618
Mandamos á los vireyes y audiencias , que Que se recojan en las Indias y envien al consejo
tengan mucho cuidado de que por medio de los las patentes que no fu eren pasadas por él.
provinciales y superiores se atienda a prohibir Otrosí mandamos á los vireyes, audiencias
la propiedad en particular de los religiosos, y y gobernadores, que vean las patentes.de los
castiguen à los legos, que de esto participaren de comisarios generales, y otras de religiosos, qíie
forma que cese el inconveniente y escándalo pasaren á las Indias, y no les constando, que
que se sigue de aue los religiosos tengan dine­ se han presentado. Y visto en nuestro consejo,
ros y pasen con ellos á estas partes , y sobre to­ las retengan y envíen á él originalmente, sin
rio se guarde y egecute lo dispuesto por dere­ consentir que por las originales ni sus duplica­
cho y breves de su Santidad especiales para las dos se use de ellas, basta que habiéndose visto
Indias. (15) se les ordene y avise lo que se debiere hacer.
LEY LI. LEY L1V.
D. Felipe IV en Madrid á 25 de febrero de Í627.
D. Felipe IV en Madrid a 23 de diciembre de 1622.
Que se guarde la alternativa en la religión de Santo A llí á o de julio de 1633. Y á 17 de octubre de 1659.
Domingo de la provincia de Quito.
Que declara las patentes-, que se han de pasar por
Rogamos y encargamos à los prelados ecle­ el consejo, y sus calidades.
siásticos seculares y á los regulares de la orden Conviene á la conservación de nuestro real
de santo Domingo de la provincia de Quito, patronazgo y obediencia de los religiosos, á los
que pongan todo cuidado en que se guarde la buenos estatutos y santas leyes de la regular
concordia hecha por los religiosos españoles y observancia , que baya forma cierta é indubi­
naturales de las Indias, sobre alternativa en la table en cuanto á las patentes de los religiosos
elección de provincial, que la santa Sede apos­ de todas las órdenes, que se deben presentar
tólica y el general de la religión han confirma­ en nuestro consejo, y sacar testimonio de su
do por sus breves y patentes. Y mandamos al presentación para que se use de ellas en las In­
presidente y oidores de nuestra real audiencia, dias. Declaramos que estas han de ser las que
que reside en la ciudud de san Francisco de tocaren à estinguir alguna provincia ó criarla
Quilo, que procuren se guarde y cumpla. de nuevo, fuuaar conventos, enviar visitado­
res generales ó provinciales, pasages de religio­
LEY LII. sos, nombramientos de presidentes para los ca­
D Felipe IV en Madrid á 28 de setiembre de 1629. pítulos, ó cualquiera otra patente cpie tuviere
Y á i.° de agosto de 1653. Y en estu Recopilación. novedad en su religión, y no fuere^en las cosas
One se «uarde el breve de la alternativa de la orden que tocaren al gobierno ordinario de algunas de
de Sau^A gustin de Nueva España y 1'¿lipirias, y las las religiones, aunque las patentes sean revoca­
demás concedidas. torias de jurisdicción, que por otras se haya
Porque se han despachado breves de su San­ concedido, Y en cuanto ti las patentes de nom­
tidad , para que en algunas provincias de Nue­ bramientos de personas para las presidencias de
va España los religiosos de la^ orden de san los capítulos, porque puede tener inconvenien­
Agustín elijan en un capítulo religiosos españo­ te , que se sepa los que han de presidir en ellos,
les de los que en ella residen, y en otro reli­ se presentarán cerradas y sobreescritas, para
giosos naturales de las Indias. Rogamos y en­ que se dé testimonio de haberlas presentado, y
cargamos á los prelados y capítulos de la dicha se vuelvan en la misma forma', si no fuere que
religión , que guarden y bagan guardar y cum­ nuestro consejo tenga noticia de que el general
plir los dichos breves en la forma que manda de la orden que las espidiere ha sido mal in­
su Santidad, así en las provincias de Nueva Es­ formado , y que hay algunos escesos ó respetos
paña, como en las Filipinas, estando pasados particulares que remediar ; porque en tal caso
por nuestro real consejo y dado testimonio de es nuestra voluntad que se abran y reconoz­
su presentación, y esto mismo se entienda con can, v se advierta al general délo que se ofre­
ciere para que provea lo conveniente al buen
gobierno de su religión. Y porque nuestra in­
(15) Por cédula de 21 de diciembre de 1790 se tención y voluntad es, y ha sido siempre, que
mandó cutre otras cosas al v irey, que en cuanto al , las órdenes y preceptos que tocan al gobierno
peculio particular de los frailes, de que había infor­ interior, domestico y ordinario de los religiosos
mado el arzobispo, celase el cumplimiento de las
constituciones de cada una de las religiones de que dentro de sus claustros, corran por mano de
había hablado, y que se guardase vida común. T én ­ los prelados y superiores, y no necesiten de
gase también presente la ley 35 de este título y - li­ otra intervención, solemnidad ó form a, para
bro, como la cédula de 29 de noviembre de 1796, que en conformidad de nuestra resolución y
que declara incapaces de testar à los religiosos pro­
fesos de ambos sexos, y también de suceder ab intes­
disposición se observen las santas leyes y cons­
tato tanto ellos como sus conventos. tituciones, que las religiones profesan, y obren
De los religiosos. 81
lo que toca al gobierno interior y ordinario Corte, y asiste' para este efecto con la autori­
con toda independencia. Mandamos á los vire- dad y veces del general.
yes , presidentes, oidores, gobernadores y (le­
mas ministros de nuestras Indias Occidentales, LEY LY-II.
que por lo que les toca y pertenece hagan que D. Felipe III en S. Lorenzo á 5 de octubre de 1606.
lo referido se guarde y cumpla en todas las re­ A llí á 10 de julio d.e 1607.
ligiones, y en uno ni otro no se singularice nin­ Que. al monasterio de San Francisco de esta Corte
guna , y que lo observen en todo y por todo, se le deuda con doscientos ducados., y al comisario
según y en la forma referida , sin ir, pasar, ni general de Indias con otros doscientos caela año.
consentir que se vaya, ni pase contra su tenor Mandamos al tesorero general de nuestro
en manera alguna. ( 16) consejo de Indias, quede cualesquier maravedís
aplicados a nuestra cámara y fisco que hubiere
LEY LV. ó entraren en su poder, acuda al monasterio
P . Felipe III en Madrid a 3 de junio de 1617. Don de san Francisco de esta Corte con doscientos
C arlos!) y la ’ reina gobernadora en Madrid á 2 de ducados cada año, que valen setenta y cinco
abril, y á 2 de junio de 1675, á consultas de la Cá­ mil maravedís, de que le hacemos merced y
mara.
limosna para el sustento de el comisario gene­
Que el general de la orden de San Francisco en va­ ral de Indias y sus compañeros-, y porque el
cante de comisario general de Indias, envíe informe
de religiosos, para que el Rey elija, y se ponga co­ dicho comisario general tendrá necesidad para
bro en los papeles. su vestuario y el de sus compañeros, portes de
cartas, y otras cosas de alguna cantidad. Es
Rogamos y encargamos al general de la or­ asimismo nuestra voluntad, y mandamos al di­
den de san Francisco, que habiéndose de pro­ cho tesorero general, que dé el mismo género
veer el oficio de comisario general de Indias de penas de cámara continúe en acudir al co­
que reside en nuestra corte, hallándose él en misario general con lo que para esta y otras
ella , nos envie á nuestro real consejo de Indias necesidades pareciere hasta en cantidad de otros
informe de los religiosos, que le parecieren doscientos ducados del mismo valor, los unos y
mas à propósito para este ministerio, para que los otros por el tiempo que fuere nuestra vo­
con consulta de ei dicho consejo, Nos elijamos luntad , y en ninguna parte los dichos monas­
el que nos pareciere, teniendo consideración terio, ni comisario general tengan propiedad,
en el informe, á que demas de las muchas par­ porque esta es limosna que Nos des damos, y el
tes y letras, que se requieren en el que hubie­ tesorero general tome cartas de pago del síndi­
re de ser elegido, tenga noticia de las cosas de co de la orden, para lo que toca á los doscienr
Indias, y pueda proceder en el gobierno con tos ducados, que se han de dar al monasterio,
mayor acierto ; y por lo mucho que conviene, y para los otros doscientos las libranzas que en
cuando vaque este cargo, poner cobro en los él diere el comisario hasta en la cantidad re­
libros y papeles tocantes á é l, que suelen que­ ferida.
da ren la celda del comisario, y en poder de su
compañero y secretario, y no cese el despacho,
el general enviará asimismo orden para que en
esto no se haga novedad , y el que fuere secre­ D. Felipe IV en Madrid á 50 de noviembre de 1630.
tario los tenga, y acuda á los negocios entre Que d la religión de San Francisco no se lleven de-
tanto que Nos elegimos persona que le sirva. rechos por las presentaciones, ni otros despachos.
Mandamos á nuestros vireyes, audiencias y
LEY LVI. justicias seculares, y rogamos y encargamos á
D. Felipe II en el Pardo á 2 de diciembre de 1609. los arzobispos , obispos y demas justicias ecle­
siásticas, que no lleven ni consientan llevar á
Qite con los negocios de la orden de San Francisco á la religión de san Francisco ningunos dere­
se acuda al comisario que está en la corte.
chos por las presentaciones, ni otros cuales­
Declaramos que en negocios de la orden quier despachos qne tengan ó tuvieren en sus
de san Francisco se ha de acudir al comisario tribunales y jurisdicciones, guardando y ha­
general de las Indias, que reside en nuestra ciendo guardar en cuanto á esto lo dispuesto
por leyes y ordenanzas reales.
(16) Es por esta regla qne se mandó recoger en
cédula de 9 de octubre de 1789, un breve ó bula de LEY LE L
Clemente X IV de 10 de octubre de 1779, en que sé
permitia a los parientes dentro de tercer grado su­ D. Felipe II en Valencia á l.° de febrero de 1586.
fragar en los capítulos; y que se observase la patente En Almazan á 2 de marzo del mismo año. D Feli­
del reverendísimo G corgi, general de S. Agustín, pe III en Valladolid á 13 de junio de 1615.
que con arreglo á la Constitución del orden, y un de­ Que las religiones puedan elegir para sus capítulos
creto de Clemente VIH de 1596, lo prohíben e s p e ­ los lugares que quisieren, como no sea en pueblos de
samente.
indios.
Y por Jo respectivo a' la orden de S. Agustín es
digna de verse la cédula de Madrid de 16 de julio Ordenamos à los vireyes y audiencias délas
de 1699. Indias, que á los religiosos de las órdenes, que
Véase la nota de la ley 76 inf.
Y por cédula de Madrid de 15 de setiembre en ellas tienen conventos y provincias, dejen
de 1703 se mandó no esceptuar de esta ley á los je­ libremente elegir el lugar que les pareciere
suítas. conveniente para sus elecciones, y que en él
TOMO 1. ai
82 Libro i. Y'ítulo xiv.
puedan celebrar y tener sus capítulos, y los di­ ren los capítulos de las religiones los vireye
chos vireyes y audiencias no se lo impidan , tu no obliguen á los religiosos a que les den no­
los remuevan de aquel lugar que hubieren se­ ticia , ni envien las tablas de los oficios antes
ñalado para otro alguno, guardando lo dispues­ que se hayan publicado en difinitorio, y que
to por nuestro patronazgo real, con que los en esto se observe la costumbre.
capítulos no se puedan celebrar ni celebren en
pueblos de indios; y si hubiere causas que
LEY L X ÏII.
obliguen alguna vez á que se hagan en algu D. Felipe IV en el Pardoá 15 de febrero de 1627.
no de ellos, sea comunicándolo primero con el Que las audiencias, que se declara, nQ den auxilio a
•presidente y oidores de la audiencia del dis­ las religiones sin comunicar al virey.
trito.
Mandamos á los presidentes y oidores de
LEY LX . nuestras audiencias reales que residen en las
P . Felipe III en S. Lorenzo á 25 de agosto de 1620. ciudades de san Francisco de la provincia de
Que si ios capítulos se hicieren fuera de donde esta Quito , de la Plata en la provincia de las Char-.
el virey, escriba d los religiosos, encargándoles la cas, de Santiago en el reino de C hile, y de
observancia de su regla; y sí estuviere donde se hi­ Panamá eiiTierra-Firrme, que cuando se ofre­
cieren, se halle presento. cieren diferencias entre las religiones sobre las
Mandamos que si los capítulos y congrega­ elecciones que se hicieren de provinciales , no
ciones de los religiosos se hicieren fuera de don­ den auxilio á ninguna de las partes sin comu­
de estuviere el virey, les escriba la carta ó car­ nicarlo con el virey de aquellas provincias. (l9 )
tas necesarias, para que guarden y observen
sus reglas é instituios, y solo traten del servi­ ’ LEY LX1V.
cio de Dios y de lo que mas convenga á la edi D. Felipe II en la ordenanza 15 del Patronazgo
ficacion de las almas ; y si el capítulo se hiciere de 1574.
donde el virey estuviere, se halle personalmen­
t e á decirles esto, y en su egecucion ponga los Que los prelados electos en las Indias no usen sus
medios que con prudencia juzgare necesa­ oficios sin manifestar las patentes en el gobierno;
rios. (17) Cualquier provincial ó visitador , prior o
LEY LX I. guardián , ú otro prelado , que sea nombrado
y elegido en él estado de las Indias, antes que
D. Felipe IV en Monzon á 25 de febrero de 1626. sea admitido á hacer su oficio , de noticia al vi-
Que los religiosos guarden conformidad en sus■capí- rey, presidénte, audiencia ó gobernador que
/tulas y los que lo impidieren sean enviados destos tuviere la superior gobernación de la provincia,
/ reinos. y le muestre la patente de su nombramiento y
Porque conviene que los capítulos provin­ elección , para que se imparta el auxilio nece­
ciales de las religiones de nuestras Indias ú otras sario al uso y ejercicio de ella .
cosas de su gobierno, se hagan con mucha con­
f o r m i d a d y concordia religiosa, escusaudo no­ LEY L X V .
tas y escándalos públicos , y que los religiosos D. Felipe II en Madrid á 19 de jubo de 1566. A llí á
que fueren de impedimento con discordias y 27 de enero de 1572.
diferencias entre los otros , sean apartados de
íps lugares donde se hicieren : Ordenamos y Que los religiosos sean honrados y favorecidos de
los ministros reales. ¡
mandamos á los.vireyes que cuando semejantes Mandamos á los vireyes, presidentes, oido­
religiosos comenzaren á relajarse ó hubiere sos­ res, gobernadores y otras justicias délas Indias
pecha de monopolios y conciertos , que no ca­ que á los religiosos delasordeues que residen
recen de especie de simonía y mal trato , ha­ en aquellas provincias , y se ocupau en la con­
biendo precedido las amonestaciones y correc­ versión y doctrina de los naturales, con entera
ciones fraternas que convengan, y no siendo satisfacción nuestra , de que Dios ha sido y es
bastantes para el remedio , usen del mas eficaz servido , y los naturales muy aprovechados, les
y los hagan sacar de sus provincias, y envien ' den todo el favor para ello necesario, honren
a estos reinos con tal prudencia, consejo y mucho y animen k que prosigan y hagan lo
buena consideración y contra tales personas, mismo y m as, si fuere posible , como de sus
que el bien consista en solo este remedio. (18) personas y bondad esperamos.
LEY LXIL
D. Felipe IV en Madrid á 11 de abril de 1628. (19) Por cédula de 25 de abril de 1759 se ordena
entre otras cosas á consulta de la audiencia de Chile,
Que en cuanto d enviar las tablas de los oficios a los que constándole de la clecciou hecha por el mayor
virey es a ates de publicarlas, se guardóla costumbre. número de vocales, ampare en su oíicio al electo,
Es nuestra voluntad que cuando se hieie- dándole el ausilio que pidiere y necesitare para ha­
cerse obedecer, hasta que el gen eral, examinadas
( l? ) Sobre estos capítulos y vítores que se ha­ las causas, tome determinación conveniente, lo que
se ha de cumplir puntualmente. Mandóse esto mismo
dan en Lima, véase la cédula de 31 de diciembre
de 1786, que los prohibió enteramente como odiosos por otra de 6 de octubre de 1763, de que hace men­
ción también otra de 26 de mayo de 1 /6 9 , espedida
é impropios. , , , con motivo de las ascensiones de la universidad de
(18) Sobre los capítulos de la Merced, vease la ce-
dula de 12 de febrero de 1781. Chile.
De los religiosos. 83
LEY LX V L ponga el remedio que convenga donde fuere
necesario.
D. Felipe II en Madrid á 17 de enero de 1590.
Que los religiosos no se entrometan en materias de
LEY L X IX .
gobierno. D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-
lid á 18 de agosto de 1556.
Porque conviene que los religiosos no se
embaracen en materias agenas de su estado y Que las religiones tengan hermandad y conformi­
dad.
profesión: encargamos á los prelados de las In­
dias que no se entrometa» en las materias de Rogamos y encargamos á los provinciales,
el gobierno, ni lo permitan á sus religiosos y priores , guardianes y religiosos de las órdenes
dejen á los gobernadores proveer loqué les pa­ que residen en nuestras Indias , que procuren
reciere conveniente, porquede lo contrariónos toda.hermandad y conformidad entre las reli­
tendremos por deservido. giones para el servicio de Dios nuestro señor,
bien y cristiandad de los españoles y naturales,
LEY LX Y IL - Y conforme á la posibilidad de cada uno se ayu­
D. Felipe II en Madrid á 15 de julio de 1568. Don den , porque nuestro Señor infunda su gracia,
Felipe IV en Fraga á 9 de junio de 1641. y aumente el bien que Nos deseamos.
Que las audiencias, ni sus ministros no se entrome­ LEY L X X .
tan en el gobierno de las religiones y monasterios.
D. Felipe II en Madrid á 19 de abril de 1583.
Mandamos a nuestras audiencias reales, oi­
dores , alealdes , fiscales y otros ministros, que Que cuando sucedieren pesadumbres entre clérigos,
de ninguna forma se entrometan en el gobier­ y religiosos, siendo la culpa notable, el gobernador
los envíe d sus prelados con información de ella. .
no ni administración de las religionesy monas­
terios de religiosos ni religiosas, ni en la cor- Es justo que entre los clérigos y; religiosos
recion que los prelados hicieren à sus súbdi- baya mucha paz y buena corréspondetícia,, y
tos, y les dejen usar libremente sus oficios y mandamos que si algunos fueren tan libres é
jurisdicciones, sin poner, ni consentirse les incorregibles que sea necesario corregirlos por
ponga algun impedimento, y en loque les algun escàudafo y culpa notable, los vireyes,
fuere pedido por parte de los prelados , les den presidentes ó gobernadores , con información
y hagan dar todo favor y ayuda, porque de lo del escándalo sucedido, ios envíen á sus prela­
contrario nos daremos por deservido, y se les dos, sin hacerles mal tratam iento, para que
hará cargo en sus visitas ó residencias. ( 20) los castiguen y hagan justicia. ( 21)

LE Y L X V IÏI. LEY LX X L
D. Felipe II en la Instrucción de vireyes, cap. 11* D. Felipe II en N. S. de la Esperanza á 3 de febrero
Vease ía ley 5 0 , tit. 3 , lib. 5. . r de 1574,

Que los vireyes y audiencias procuren ajustan las Que sean enviados d estos reinos los religiosos (fttt¡
discordias de los religiosos. sus prelados entregaren por excesos.

Por haberse entendido en nuestro real con­ Deseamos que los religiosos virtuosos y ajus­
sejo que entre los religiosos de las órdenes que tados sean favorecidos y respetados , y los que
van de estos reinos , y los naturales de 'las ín- dieren mal ejemplo de sus personas castigados
mdias hay discordias, de que se siguen m u­ con mucho rigor. Y mandamos á los vireyes,
chos daños é inconvenientes, y conviene que audiencias y gobernadores, que á los religiosos
vivan en paz y conformidad religiosa: Manda­ que los provinciales ó capítulos provinciales de
mos á los vireyes y audiencias gobernando, que las Judias les entregaren por escesos , para que
sean traídos à estos reinos de Castilla, los ha­
tengan mucho cuidado de informarnos, parti­
gan enviar en los primeros navios à todo buen,
cularmente de el estado en que estuviere esta recaudo, de modo que en ninguna manera se
materia en cada una 1*de las órdenes 5 y si ha­ queden en aquellas partes.
llaren que estas diferencias u otras semejantes
tienen necesidad de remedio pronto, lo traten LEY L X X IL
con sus prelados y superiores , y procuren con­
cordarlos, dándoles a entender los inconvenien­ D. Felipe IV en Madrid á 6 de abril de 1629.
tes que se siguen á su gobierno, y á la admi­ Que las audiencias en la ejecución de las penas im­
nistración de la doctrina cristiana , para cuyo puestas d los religiosos guarden el derecho, y santo
efecto pasaron y resideo en aquellas provincias, concilio de Trenio.
lodo lo cual harán con mucho recato y secreto, Habiendo sido informado que los prelados
valiéndose de las personas de mas virtud y con­ de las religiones en nuestras Indias pretenden
fianza para saber cómo se gobiernan las reli­ castigar algunos religiosos con penas de destier­
giones en lo espiritual y temporal, y de todo ros ó galeras , y nuestros presidentes y audien­
nos informarán con sus pareceres, para que se cias reales rehúsan ejecutar las sentencias sin
ver primero los procesos originales, y los mé­
ritos de las causas; y porque de publicarse los
1 *7^ 0 Vdase sin em!)arS° la cédula de 16 de julio
V? cIue se pone como nota á la ley 136, tit. 15
libio 2. 5
(2 1 ) V e a s e la le y 75 d e e ste títu lo y lib ro .
84 Libro i. Titulo xiv.
delitos secretos de personas religiosas se siguen
gravísimos inconvenientes: Ordenamos y man­ L E Y L X X Y I.
damos que en la ejecución de las penas en que D. Felipe IV en Madrid à l.° de agosto de 1626, Y
condenaren los superiores á los religiosos de sus allí á 5 de abril de 1627.
órdenes, los presidentes y audiencias guarden
lo que está dispuesto por derecho común, ca­ Que los generales de las religiones no den magiste­
rios supernumerarios.
nónico y santo concilio de Trento , sin esceder
ni contravenir , que asi conviene al servicio de De conceder los generales de las órdenes de
Dios y nuestro , y buen gobierno, de las reli­ san Agustin, santo Domingo y la Merced mas
giones. magisterios de los que están dispuestos y or-
denados'paracada provincia de sus religiones, se
LEY L X X Ü I. siguen muchos inconvenientes respecto de Ja
D. Felipe II en Madrid á 6 de junio de 1565. reserva que por esto tienen algunos religiosos
Que no se hagan informaciones contra religiosos, de asistir á las obligaciones del coro y otras, de
sino en casos de publicidad y escándalo. qne son exentos , por io cual les encargamos
que no den semejantes patentes, ni escedan
Mand amos á los presidentes , audiencias y del número á que estan reducidos los m aes­
gobernadores y otras justicias de nuestras In­ tros, sin permitir mas de aquellos que debe
dias que no bagan informaciones públicas ni haber en cada provincia, ni dispensar en el nú­
secretas contra ningún religioso ele los que en mero ni calidades. (23)
aquellas partes estuvieren , salvo cuando el ca
so fuere público y escandaloso, y solo para LEY LXXVIÏ.
efecto de informarnos , que entonces permiti­
mos y tenemos por bien , que las puedan ha­ D. Felipe III en Madrid á 20 de marzo de 1620.
cer secretamente y requerir al provincial ó Q ue los ■generales de las religiones escusen el dar
prelado en cuya provincia estuviere el religio­ magisterios para Filipinas.
so , que le castigue conforme al esceso que bu
biere cometido, y no lo haciendo de forma que Encargamos á ios generales de las religiones
satisfaga al escándalo y esceso, envíen á nues­ que con nuestra licencia habitan en las islas F i­
tro consejo de Indias la información que lipinas, que esensen dar magisterios en ellas,
hubieren hecho, para que provea lo que con­ pues estos grados son superfluos , y sin. precisa
venga y sea justicia. (22) necesidad de concederlos, y solo se debe tra­
tar, en partes tan nuevas y remotas, de la con­
LEY L X X ÍV . versión de los naturales à nuestra santa fé cató­
lica.
D. Felipe IV en S. Lorenzo à postrero de octubre de
1624.
LEY LXXVfilí. ‘
Quedos arzobispos y obispos procuren evitar los es-
cesas de los religiosos conforme d lo dispuesto por el D. Felipe l l í en Madrid á 24 de marzo de 4621. Don
santo concilio de Trento. Felipe IV á 8 de diciembre de 1650. Y á 26 de agos­
to de 4656.
Rogamos y encargamos á los arzobispos y
obispos qne esten muy atentos á las abligacio­ Que en los conventos no haya pila de bautismo, ni
los prelados bauticen, ni casen.
nes de su oficio., para que si los superiores
de las religiones , habiendo sido amonestados En algunos conventos de religiosos de nues­
de delitos y eseesos de sus religiosos no los cas­ tras Indias, á título de costumbre, lian usado
tigaren, usen en tal caso de la jurisdicción que casar y bautizar indios forasteros y naturales,
por derecho y santo Concilio de Trento les como si fueran curas propios, no lo pudiendo
com pete, con la prudencia que en tales casos ni debiendo hacer í Rogamos y encargamos á
se requiere. los arzobispos y obispos que no consientan que
en los conventos de sus diócesis baya pilas de
bautismo, nisus religiosos bauticen, ni casen,
D. Felipe II en el Escorial á 29 de junio de 1568* ni bagan en ellos oficios de párrocos, y que to­
Que los provisores no conozcan contra los religiosos dos los indios naturales y forasteros acudan à
de mas casos de los que el derecho permite. los dichos prelados como á padres y pastores su­
yos, y á los curas legítimos en iodo io que se
Mandamos á nuestras audiencias que procu­
les ofreciere.
ren que los provisores de los prelados cíe sus
distritos no se entrometan á proceder contra
ningún comisario, prelado regular, ni religio­ (25) Corrobora á esta ley la cédula de Madrid
so de ninguna orden, sino en los casos y sobre de 4 de diciembre de 1/U8.
aquellas cosas que según derecho pudieren y En consideración sí esta ley y á la de no estar pa­
sados por el Consejo varios títulos de maestros y pre­
debieren conocer, con apercibimiento que si sentados que obtuvieron del Papa y de su general
así no lo hicieren mandaremos proveer lo que varios frailes de ¡a Merced de Lima se mandaron re­
convenga y sea justicia. coger por cédula de i.° de mayo de 1762, precisán­
doseles a que manifiesten los breves pontificios y pa­
tentes de sus generales; y de sus resultas se adoptó
(22) Véanse las leyes 7, tit. 8 , hb. 7, la 11 y 27, la providencia ue pasar billetes con lista de los suge-
iit. 14, lib. 5 , la 49, tit. 5 del mismo libro 5 , y la 7, tos al vicario general, el que los convocó á capítulo,
til. 8,9 lib. l . ° de la Novísima Recopilación. y recogió y remitió al virey los breves y patentes.
De los religiosos 8-5
LEY L X X IX . i’a su abasto, porque lo contrario seria grave
indecencia de las religiones, y mucho daño y
D. Felipe IV en Madrid á 17 de julio de 1631. perjuicio de la república.
Que los religiosos prediquen sin estipendio en las
iglesias catedrales los sermones ele tabla. LEY LXXXIII.
Encargamos á los prelados de las religiones El emperador don Carlos y el cardenal gobernador
que hagan que los religiosos de sus órdenes pre­ en Fuensalida á 28 de octubre de 4541. D. Felipe III
diquen sin estipendio en las iglesias metropoli­ en Madrid á 8 cíe junio de 1617. Y en Madrid á 10 de
octubre de 1618.
tanas y catedrales los domingos de la septuagé­
sima, domingos, miércoles y viernes de cuares­ Que los religiosos vagabundos sean reelucidos á sus
ma , y los demas dias de tabla; y para que esto monasterios.
sea con mas comodidad, repartan el trabajo Mandamos á los vireyes y justicias, y encar­
entre todas las religiones con que será mas to­ gamos á los prelados regulares, que teniendo
lerable, y Dios nuestro Señor servido. noticia de que algunos religiosos estan fuera de
sus monasterios, ó vagabundos de una provin­
cia ó población à otra , los hagan reducir á sus
h . Felipe IV en Zaragoza á 14 de octubre de 1646. monasterios, habiéndolos de sus órdenes, y si
no los hubiere y anduvieren discolosy sin nues­
Que no se permita ci los religiosos solicitar negocios tra licencia y de sus prelados , [los hagan salir
seculares.
-de aquellas provincias, para que reducidos á la
Mand amos á los vireyes, presidentes, au­ clausura vivan cotí el ejemplo que conviene.(25)
diencias y gobernadores, que á ningún religioso
permitan en sus tribunales solicitar negocios se­ LEY LXXXIV.
culares, ui les den audiencia, ni oigan sobre
El emperador don Carlos en Barcelona á l.° de ma-
ellos , sino fuere en los casos que la caridad cris­ 3"° de lo 43. 0. 1'elipc H en San Lorenzo á 15 de
tiana y prudente permite para socorrer á po abril (le 1588. \ en Aranjuez á 26 de octubre de
bres faltos de personas que Ies ayuden , y esto 1560.
con aprobación y licencia del superior. Y en­ Que los religiosos que anduvieren fuera de la obe­
cargamos á los provinciales de las religiones que diencia de sus prelados, y los que hubieren dejado el
den las órdenes convenientes para la ejecución habito de sus religiones, y puéslose el de clérigos
de esta resolución, sin embargo de cualesquier sean echados de las Indias . ° *
órdenes y decretos que Nos hubiéremos man­ Ordenamos y mandamos à nuestros vireyes
dado dar en contrario antes de ahora. (24) yaudiencias reales de las Indias, que tengan mu.
cho cuidado de informarse y saber qué religio­
sos de las ordenes que no tienen conventos en
D. Felipe H en San Lorenzo á 18 de junio de 1594. las Indias, residen en ellas fuera de la obedien­
cia de sus prelados, y asimismo q.ué clérigos
Que los religiosos no se sirvan de los indios, y en
casos muy necesarios, sea pagándoles. hay que habiendo sido religiosos hubieren de­
jado en aquellas provincias los hábitos de sus
Los vireyes, audiencias y gobernadores den religiones; y averiguada la verdad, á ]0s que
orden que los religiosos no se sirvan de indios asi se hallaren, hagan embarcar y venir á estos
sino fuere en casos y cosas muy necesarias, y en­ remos en la primera ocasión que se ofrezca, sin
tonces pagándolesUo que merecieren, y el go­ dar lugar a que en iiinguna forma queden en
bierno luí hiere tasado por sus jornales. Y en­ aquellas partes, ni se les admita escusa por nin­
cargamos á los prelados de las religiones y á sus guna razón, favor y negociación. Y mandamos
súbditos el cumplimiento de esta ley , pues so­ a nuestros fiscales que con el mismo cuidado
lamente toca á los religiosos la doctrina y alivio soliciten el cumplimiento de esta lev en sus dis­
de los naturales. tritos. (26)

D. Felipe IV en Madrid á 20 de mayo de 1655. D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618 Y


Que las religiones no tengan pulperías, ni atraviesen eii oan Lorenzo á 14 de agosto de 1620. 1). .Felipe
las reses. IV en 10 de marzo de 1646. Y en esta Iloc ipibe ion.

Nuestras audiencias reales provean lo con­ Que sean enviados á estos reinos los reliaiosos aue
no tuvieren conventos y vagaren en ¿as Judias r
veniente sobre que las religiones no tengan los arzobispos y obispos intervengan en la ejecución.
tiendas ni pulperías, «í atraviésenlas reses que
van á las provincias, ciudades y poblaciones pa- Han resultado gravísimos inconvenientes de que
en las provincias de nuestras Indias residan al-
(21) Por real orden de 25 de noviembre de 1764
se manda, que á ningún eclesiástico secular ó regu­ (2,5) Sobre esta ley y siguientes debe tenerse pi
lar se baga agente, procurador ó administrador, ni sente la instrucción que sobre esto contiene h, céfíe
que ninguno entienda en cobranzas á no ser de igle­ In^v- 16 dCí °Clíl.tbre de b 6 9 , en que so anuncié
sias suyas, ó de sus beneficios, ó desús monasterios, los vireyes la reforma que se enviaba, v que no lu
m ha tenido efecto hasta ahora. " 1
debiendo para ser oidos en este caso, exhibir ante
todo la licencia de sus prelados. (26) Lo dispuesto en esta ley se entiende respe
_Véanse las leyes 1 y 2, tit. 27, Iib. l.° de la No­ to de los religiosos que han ido de España, y no ,
vísima Recopilación, y la última de éste. los naturales de la América, según io previene h e
dula de 2ü do marzo de 1696.
TOMO I.
86 Libro i. Título xiv.
ganos religiosos Je estos reinos fuera Je sus otras religiones que no consientan estar ni resi­
conventos, contra io dispuesto y establecido por dir en aquellas provincias ni parte alguna à
la santa Sede apostólica, reglas y constituciones ningunos religiosos exentos, aunque tengan
de sus religiones, sobre que se lian despachado exención , sin espresa licencia nuestra y obe­
muchas cédulas de los señores emperador, y diencia de sus prelados, y los apremien en la
reyes, nuestro padre, abuelo y vísabuelo, y se misma forma á que salgan de las Indias. Y man­
contiene en las leyes antecedentes: Ordenamos damos á los vireyes, audiencias y justicias que
y mandamos á nuestros víreyes, presidentes y asistan á la ejecución de lo susodicho, y den to­
audiencias reales, que tengan muy especial cui­ do el favor y ayuda que convenga.
dado de informarse qué religiosos residen en
las dichas provincias cuyas religiones no tie ­ LEY LXXXVII.
nen conventos fundados, y á los que así halla­
ren, pidan los despachos y licencias nuestras y D. Felipe III en Valladolid á 15 de junto de 1615«
de sus superiores; y si vistas y examinadas les Y don Felipe IV en esta Recopilación.
constare ser ciertas, verdaderas y sin sospecha, Que no se impida el tomar el hábito ele la tercera
se las vuelvan y hagan notificar que dentro de orden de San Francisco .
un breve término vengan á estos reinos á resi-> Encargamos y mandamos á los vireyes, au­
dir en sus órdenes y conventos , y provean so­ diencias y gobernadores, que à ninguna perso­
bre esto lo que les pareciere mas conveniente, na impidan tomar el hábito de la tercera orden
y procedan à su ejecución con toda celeridad y de san Francisco que traen los seglares por de­
cuidado, valiéndose de los ordinarias eclesiásti­ voción , antes para la buena y mejor ejecución
cos en todo lo que á ellos tocare , conforme al de su intento les den la ayuda y favor que fue­
santo concilio de Trento; y si conviniere les im­ re menester, que de ello nos tendremos por
partan el auxilio necesario, y lo mismo se servido, no ofreciéndose inconveniente; y si le
guarde, cumpla y ejecute eon los religiosos que hubiere, nos le avisen para que le tengamos en­
aunque tengan conventos de sus religiones en tendido, y se provea y mande lo que conven­
aquellas provincias no han pasado con licencias ga, y por ahora, en cuanto á los dichos terce *
nuestras y de sus superiores, ó habiendo pasa­ ros, guarden lo que por leyes de estos reinos
do con ellas por tiempo limitado se hubiere está dispuesto.
cumplido ; y en lo que toca á los religiosos, cu­
yas licencias y despachos fueren falsos ó sospe­ LEY LXXXVIIL
chosos se los quiten y envíen á nuestro consejo
de Indias, y á ellos los embarquen para estos D. Felipe II en San Lorenzo á 31 de marzo de 1583*
reinos, sin admitir réplica, escusa ni dilación Que caela seis años pueda venir un difinidor ele San
alguna. Todo lo cual se ejecute tan precisa y j i gustin del P erú , en laform a que se declara.
puntualmente , que no baste notificarlo á los
religiosos, antes provean y den órdenes tan efi­ Los generales de la orden de san Agustín,
caces y precisas, que por ningún caso se pue­ en virtud de santa obediencia, tienen ordenado
dan quedar ni torcer camino, y de todo nos que cada seis años vengan de las provincias del
den cuenta en carta particular, con testimonio Perú á estos reinos un difinidor de su orden
auténtico en cada uno, de los accidentes espe­ para hallarse en el capítulo general que se ce­
ciales que se ofrecieren. Y rogamos y encarga­ lebra en Roma: Mandamos à los vireyes del
mos á los arzobispos y obispos, que participán­ P erú , que mostrándoseles recaudos por donde
dolo primero con los vireyes, presidentes y au­ les conste que su orden y estatutos obligan á
diencias reales, provean lo conveniente para que los religiosos á lo sobredicho, no les impidan
por todos y à un mismo (iempo se hagan tales su venida, sin embargo de lo que en contrario
diligencias, que tenga efecto io contenido en tenemos proveido y ordenado por la ley 90 y
esta nuestra ley. otras de este título, sobre que no vengan reli­
giosos de nuestras Indias, y á los que vinieren
LEY LXXXVL á lo susodicho advertirán que vengan á nuestra
corte á dar cuenta en nuestro consejo de los ne­
El el emperador don Carlos en Burgos á 17 de ju­ gocios de su cargo, y de lo que han de pedir
nio de 1j 21. D. Felipe i V"en HLidrid á 50 de setiem ­ en los capítulos generales.
bre de 1655.
Que los religiosos claustrales, estraclaustrales, ter­ LEY LXXXIX.
ceras ele ¿>an Francisco y exentos, sean enviados d
estos reinos. . D. Felipe II en Aranjuez á 10 de setiembre de 1561.
Y D. Felipe IV’ en esta Recopilación.
Rogamos y encargarnos á los comisarios ge­
Que los religiosos que vinieren d negocios de sus ór­
nerales de la orden de sau Francisco que resi­ denes traigan instrucciones de lo que han ele peelir.
den en nuestras Indias, que si pasaren á ellas
algunos religiosos claustrales ó estraclaustrales,. Rogamos y encargamos á los provinciales de
ó religiosos terceros, ú otros cualesquiera de su las religiones de nuestras Indias que cuando al­
instituto y religión, sin licencia nuestra y de sus gunos religiosos de sus órdenes vinieren á es­
prelados, les obliguen con apremio à que sal­ tos reinos á algunos negocios, les den instruc­
gan y se embarquen-para-estos reinos en la pri­ ciones firmadas de sus nombres, de lo que han
mera ocasión, sin admitir sobre esto escusa, ré­ de pedir y hacer, porque de otra forma no se­
plica ni dilación alguna, y á los prelados de las rán oídos, ni* se les dará crédito á cosa alguna.
De los eligiosos. 87
donde vinieren , y lo mismo bagan los geneia-
LEY XC. j les, almirantes y demas ministros de la armada
D, Felipe 111 en Villacastin á 27 de febrero de 1610Í del mar del S u r; con apercibimiento de que
O. Felipe IV en Madrid á 2 de setiembre de 1621. de lo contrario nos tendremos por deservido, y
Que d ningún religioso que haya ido d cuenta del se les hará cargo en sus visitas ó residencias, y
Rey, se dé licencia para venir, sin causa muy justa¡ esto sea capitulo de instrucción de los genera­
A ningún religioso que haya pasado á las les de galeones y flotas, como en sus títulos se
Indias por cuenta nuestra se dé licencia pa­ dispone, y orden para los cabos de navios suel­
ra venir á estos reinos si no fuere con urgente tos para que no puedan pretender ignoranciaj
y particular causa, examinada por el presiden­ y en los puertos se tenga gran cuenta y adver­
te y oidores de la audiencia del distrito en el tencia de no dejar venir à ningún religioso de
acuerdo, y e n este caso tendrán la mano todo otra forma ; y si alguno viniere y trajere oro Ó
Jo posible para no darla, sino fuere muy es- plata, nuestros gobernadores de los pu.ertos, al­
traordinario, y en que la utilidad y necesidad caldes mayores y oficiales de la real hacienda
sea tan pública y necesaria qpe no se pueda secuestren y bagan secuestrar lo que asi traje­
remediar sino mediante la ausencia de los tales ren, y en los primeros navios envien ante Nos
religiosos, por la falta que allá hacen, y el al consejo de Indias relación de lo que se hu­
grande inconveniente que acá tiene su asis­ biere secuestrado, y de qué religión era, para
tencia, (27) que vista se provea lo que convenga , y hagan
volver al religioso á la parte de donde hubiere
LEY XCI. salido, y no den lugar á que se embarque ni
D. Feíi pe II y la princesa doña Juana gobernadora
venga à estos reinos en ninguna forma ni por
en Valladolid a 13 de febrero de 1558. En Madrid á ninguna via, pena de la nuestra merced, y de
21 de diciembre de 1597. D. Felipe 111 allí a 7 de cincuenta mil maravedís para nuestra cámara;
, margo de 1615. D. Felipe IV allí á 8 de junio de y á los cabos y maestres de los navios sueltos
1628, y á 26 de marzo de 1638 , y <í 26 de mayo, condenen en las penas que de nuestra parte les
3, 8, y 18 de setiembre de 1650. En Buen Retiro á
22 de mayo de 1651. Y. en esta Recopilación. Véase impusieren, con ejecución en sus personas y
la ley 72 , tit. 26, üb. 9. bienes, lo contrario haciendo, sin remisión ni
dispensación alguna. Y porque la Santidad de
Que ningún religioso pueda venir de las Indias sin
guardar laJornia de esta ley , y no traiga mas dine­ Pio IV, de buena memoria, por sus letras apos­
ro del que hubiere mehester para el viaje, y lo ma­ tólicas dadas á instancia del señor rey don Fé-
nijaste, y la persona que lo recibiere en confianza, lipe II, nuestro abuelo, proveyd y ordenó que
lo pierda con el cuatro tanto. ninguno de los religiosos que viniesen de las In­
Los vi reyes, presidentes, gobernadores y dias pudiese traer mas dinero del que tuviese
otras justicias de nuestras Indias no consientan necesidad para su viaje, y esto manifestándolo
ni den lugar que ningún religioso de las órde­ ante su superior, y son muchos los inconvenien­
nes que en ellas hubieren fiindado y estuvie­ tes que se siguen de que los religiosos se em­
ren , venga á estos reinos sino fuere con espre baracen en adquirir ni tener dineros, respecto
sa licencia de sus prelados que en aquellas pro­ de que es ocasión de distraimiento y relajación
vincias residen , trayéndola por escrito , firma en el cumplimiento riguroso de sus institutos,
da y sellada con el sello de la orden, y para y por otras causas especificadas en el breve de
darla el prelado haya de comunicar primero el su Santidad, à que no conviene dar lugar:
negocio á que el religioso viniere, con el vírey, Mandamos á los vireyes, audiencias y goberna­
presidente ó gobernador de la provincia donde dores, y demas justicias de nuestras Indias, que
estuviere; y pareciéndole justo, y no de otra procuren la publicación, guarda y ejecución de
forma, el virey, presidente ó gobernador le de las dichas letras apostólicas en todas las ciuda­
licencia y carta para el general de los galeones des, villas y lugares de sus distritos. (28)
ó flota en que hubiere de embarcarse, para que
le permíta la embarcación, y no trayendo esta LEY X C il.
carta no sea admitido á ella. Y es nuestra vo­ D. Felipe IV en Madrid á 18 de setiembre de 1650.
luntad que los dichos religiosos hayan de mani­
festar y manifiesten el dinero que trajeren; y Que viniendo religiosos de las Indias se informe co­
si alguna persona lo recibiere de ellos en con­ rno se ordena.
fianza, sea condenado en la cantidad con. el Mandamos á los vireyes, presidentes y oi­
cuatro tanto. Y para que esto se cumpla y eje­ dores, gobernadores, corregidores y demas
cute con debido efecto, mandamos à los gene­ justicias de las Indias Occidentales, que con­
rales, almirantes, capitanes de nuestras arma­ forme está dispuesto ordene» que los religiosos
das y flotas de la carrera de Indias, y otras per­ que vinieren de aquellos reinos para pasar á
sonas á cuyo cargo vinieren en cualquiera for­ Roma, ó à esta Corte, les informen primero, que
ma navios sueltos, que no traigan ni consien­ se les conceda la licencia, quién los envia, y á
tan traer ni embarcar en las armadas , flotas ó qué negocios vienen, y nuestros ministros nos
navios á ningnno de los dichos religiosos, .sino avisen muy individualmente , particularizando
Ies constare que traen licencias de los vireyes, los nombres de los religiosos, y los negociosde
presidentes ó gobernadores de las partes de
(28) La cédula de 21 de noviembre de 1707 pre­
(27) Tengase presente la ley 16, tit. 12 de este viene rio se traigan á España dinero ni otros cauda­
libro. les de espolios de religiosos.
t
88 Libro i. Titulo "%IT,
su religión que trajeren á su cargo, para que palabras escandalosas, ley 19, tit. 12 de
en nuestro consejo de Indias se tenga la noticia este libro.
conveniente del gobierno político y económico Que los religiosos vayan d los llamamientos
de las provincias y religiones, y cesen los in­ que les hicieren los vireyes y audiencias rea­
convenientes que de lo contrario lian resul les, Ley 2 2 , tit. \'l de este libro.
lado. (29) Que los vireyes, audiencias y gobernadores
tengan cuidado de que los religiosos doctrine-
LEY XCIÏL res sepan la lengua de los indios, ó sean re­
D. Carlos II y la reina gobernadora en Madiid á 17 movidos, ley 4 , tit. 13, y leyes 5 , 6 , 7 , 8
de noviembre de 1668. y 10 , tit. lo de este libro.
Que el religioso que, no hubiere pasado á las
Que los religiosos no agencien negocios seculares, ni
sean oidos sin licencia de sus prelados en ¿a corte y Indias con licencia del rey y su prelado, no
casa de contratación. sea nombrado por calificador del Santo Ofi-
cio, ley 29, tit. 10 , c. 17, y el que lo fu e re
Habiendo entendido que muchos religiosos pueda ser mudado d otra parte por. su pre­
se introducen en negocios y dependencias del lado, y los inquisidores no se ¿o impidan allí,
siglo, con título de agentes, procuradores ó so­ cap. 18 de este libro.
licitadores de reinos, comunidades, parientes Que contra los caballeros de las órdenes en
y personas estríalas, con relajación del estado causas criminales procedan las audiencias y"
que profesan, y menos estimación y decencia justicias de las Indias, ley 90, tit. ) 5 , li­
de sus personas, hemos resucito, que ni en bro % "
nuestro consejo de Indias ni audiencia de la casa A los comisarios de la orden de san Francisco
sean oídos los religiosos de cualquier orden, an­ que fueren á las Indias se dé aviamiento so­
tes esc! u idos totalmente ele representar, inten­ lamente de seis en seis años, uno ai Perú y
tar ni seguir negocios seglares deba jo de ningún otro a Nueva España , y si antes de los seis
protesto ni titulo, aunque sea de piedad, si no años se ofreciere algun caso porque conven­
fuere en los que, tocan á la propia religión que ga hacer mudanza de comisarios, y enviar
profesan, y con licencia de sus prelados, que otros, se avise al consejo para que provea
primero deben exhibir. (30) lo que convenga, auto 40.
fían se de poner señas de los religiosos que se
Que se funden monasterios de religiosos y re­ presentaren en las memorias dadas en el
ligiosas , precediendo licencia del rey, ley \ } consejo, y dar noticia d ambas secretarias,
til: 5 de. este libro. auto 41.
Que los religiosos jio sean admitidos á doctri­ Los religiosos que no tienen conventos en las
nas sin saber la lengua general de los indios Indias no pasen d ellas sin fianzas de volver
que hunde administrar, ley 30, tit. 6 de este en el termino señalado, y no queriéndolas
libro. dar, se les quiten las Ucencias, auto 71.
Que los obispos nombren clérigos y no religio­ En la cuenta que se hace para el aviamiento de
sos , para vicarios y confesores de monjas, religiosos-, que con licencia de S. M . pasan
ley 42, tit. 7 de este libro. ’ a las Indias , solo se computen los religiosos
Que los religiosos no puedan beneficiar minas, concedidos, y los criados, conforme d la or-
ley 4 , tit. 12 de este libro. den que estd dada, sin añadir al que ios ha
Que los legos por cuya mano trataren y con­ de llevar, si no lo ordenare especialmente el
trataren los religiosos, sean castigados por consejo, mayormente si hubiere venido de
las justicias reales , y se dé noticia d (os su­ las hullas á pedir religiosos, en caso que ten­
periores de los reliyiosos, ley 5 , tit. 12 de ga dispensación y licencia para haber venido,
este libro. ó fu e re procurador de su provincia, y hu­
Que contra los culpados en motines, que entra­ biere asistido en esta Corle d los negocios de
ren en religión, se proceda como se declara, ella, auto 102.
ley 10 , tit. 12 de este libro. A los religiosos de las cuatro órdenes mendi­
Que ningún religioso pueda venir d estos reinos cantes se despachen los auiamientos en papel
sin las licencias que contiene, ley 16, tit. 12 de oficio \ auto 105.
de este libro. Para cada cuatro religiosos se ponía un criado
Que si los religiosos quisieren venirse de las In­ entre lo demas que habían menester para pa­
dias , les persuadan los superiores que no de­ sar á las Indias, y id consejo por decreto de
jen la enseñanza , predicación y oficio apos­ 9 de abril de 1630, proveyó en lo de ade­
tólico , ley i7, tit. 12 de este libro, lante no se haga asi, sino que para cada ocho
Que los predicadores no digan en los pulpitos religiosos se dé un lego, y no criado ¿ y esto
se observe y guarde , auto 113.
S . M . por decreto señalado de su real mano
(29) Por real cédula de S. Lorenzo de 14 de oc­ en Zaragoza d 3 de setiembre de 1646 man­
tubre de 1775 se manda guardar estrechamente esta
ley y la 88 por los incoo venien tes que han origina­ dó , que no se admitan religiosos d la solici­
do los repetidos viages de religiosos sin estas calida­ tud de negocios y agencias de seglares , y el
des. Era sobre esto aun mas estrecha la de 51 de ma­ consejo y sus ministros no les den audiencia,
yo de 1686. auto 141.
(50) Véase la ley 80 y sus notas de este título y En § de. julio de 1647 mandó el consejo, que
libro. cuando se pidan religiosos para las Indias,
De los religiosos. 89
. sea trayendo los procuradores que 'vinieren dan y se dé vista al fiscal de S. M . , dando-
d.pedir los informes de los vireyes, presiden- le noticia de este decreto para que pida lo
• tes, gobernadores, oficiales reales, y de los que tuviere por mas conveniente, auto 149.
• obispos en cuyos distritos cayeren las pro­ A los religiosos de todas las órdenes, que vie­
vincias, que necesitan de tales religiosos, y nen de las Indias, no se les ha de admitir p e­
del número que ¿es parece se, les puede con­ tición ni memorial en el consejo, sin preceder
ceder; para que vistos en el consejo se tome las dos calidades de traer Ucencia de sus pro­
resolución, advirtiendo que no se han de dar vincias yy de tos superiores de sus conventos
sin estos informes, que han de ser de seis en de esta Corle de estar sujetos á la comuni­
seis anos como va notado, y cuando se p i­ dad , auto i 75.

D e los religiosos doctrin eros.

LEY; P E I1 E E A . gamos las conciencias, y esta nominación se


presente ante nuestro virey , presidente, ó go-
D. Felipe M en Madrid á 28 de marzo de 1620. j bernador, ó persona que en nuestro nombre
D. Felipe IV eu Madrid á 20 de mayo de 1621.
tuviere la gobernación superior de la provincia
Que los religiosos doctrineros tengan presentación , j donde esto sucediere y egerciere el real patro-
como los clérigos. , nazgo, para quede los tres nombrados elija uno,
Ordenamos y mandamos que ningún reli­ y esta elección la remita al arzobispo ú obispo
gioso de todas y cualquier orden sea admitido de aquella diócesis, para que conforme á ella,
à doctrina sin especial nombramiento de nues­ por virtud de la tal presentación el arzobispo
tro vi ce-patrón, el cual elija al mas idóneo, ¡ ú obispo baga la provisión, colación y canónica
conforme à la averiguación particular que ha i
institución ue la doctrina.
de hacer y á las reglas de nuestrQ real patro­
nazgo, y lo que se observa eu las presentacio­ I LEY IV.
nes de los clérigos. D. Felipe IV en Aranjuez à 3 de diciembre de. 1627.
Que se vaquen las doctrinas, beneficios ypjicios ecle­
siásticos á los religiosos que los tuvieren sin pre­
D. Felipe IV en Madrid á 15 de junio de 1650. sentación y nominación, y se use de otros medios en
observancia del t eal Patronazgo.
Que la nominación ele religiosos doctrineros se haga
por sus prelados. Es nuestra voluntad que á todos los religio­
sos que estuvieren sirviendo cualesquíer doctri­
Mandamos que la nominación de religiosos nas beneficios y oficios eclesiásticos, y a Ja
para las doctrinas se haya de hacer y baga por previsión de ellos no hubieren precedido preh
el prelado de la religión á quien tocare, como sentacion de sus prelados y nominación 'He
los religiosos que asi se nombraren sean exami­ nuestros viee-patronoSj conforme-aí patronazgo
nados y aprobados por el ordinario. reai, se les c aquen las doctrinas , beneficios y
oficios, valiéndose de los medios, legítimos y
convenientes, y para que mejor tenga efecto,
D. Felipe IV en Madrid á,6 de abril de 1G29. Allí á nuestros vireyes y presidentes, y las audiencias
17 de setiembre de 1631. Y á 1L de agosto y 19 de reales en gobierno de sus distritos, quiten de
octubre de 1637. hecho el salario à los religiosos guarden nues­
Que en la provisión ele religiosos p ira doctrinas se tro patronazgo real, y bagan notificar á sus
guarde la form a del Patronazgo real. prelados, que si río hicieren lo que se Ies orde­
Ordenamos y mandamos, que en cuanto à na, se proveerán las doctrinas en clérigos que
remover y nombrar los provinciales y capítulos las sirvan.
de las religiones, religiosos doctrineros , guar­ LEY Y.
den y cumplan ío que está dispuesto por las
leyes del patronazgo real de las Indias, sin ir D. Felipe IH en N. S. de Prado á 8 de marzo de
ni pasar contra ello en forma alguna. Y ciernas 1603.
de esto , siempre que hubieren de proveer al­ Que ningún religioso pueda tener doctrina sin saber­
gún religioso para doctrina, que tengan á su la lengua de los naturales de, ella , y los que. pasaren
cargo, ora sea por promoción del que la sirvie­ de España la aprendan con cuidado, y los arzobis­
re , ó por fallecimiento ú otra causa , el pro­ pos y obispos le tengan de que se ejecute.
vincial y capitulo hagan nominación de tres Ordenamos que ningún religioso pueda te­
religiosos, los que les parecieren mas conve­ ner doctrina, ni servir en ella sin saber la len­
nientes parala doctrina, sobre que les encar- gua de los naturales que hubieren de ser doc-
TOMO í. a3
90 Libro i. Título xv.
trinados, de forma que por su persona los pue­ íes hubiere dado y diere la aprobación como b
da confesar; y ios religiosos que se llevaren á curas, sin limitación alguna; mas si sobrevi­
las Indias para este ministerio, la aprendan niere causa que lo pida, ó por demeritos en la
con mucho cuidado, y los arzobispos y obispos suficiencia , ó falta del idioma, ó por suceder,
le tengan muy particular de que asi se guarde, como de ordinario sucede que traten de mu­
cumpla y egecutc. darse, y pasarse á otra doctrina en que baya y
se bable otra lengua, es justo que se examinen
LEY V I. de nuevo, porque ya no se halla en ellos aque­
D. Felipe II en Badajoz à 5 de agosto de 1580. Don lla suficiencia que mereció la primera aproba­
Felipe til en S. Lorenzo á Í4 de noviembre de 16 )5. ción , y asi lo podrán hacer y mandar los arzo­
En Madrid á 19 de noviembre de 1618. D. Felipe IV bispos y obispos para quietud de sus concien­
en Aranjuez á 50 de abril de 1622. En Madrid á 10 cias. Y mandamos á los vireyes, presidentes y
de junio y á 17 de diciembre de 1634, Allí á 11 de gobernadores, que procuren de su parte con
agosto y 4 de setiembre de 1637.
todos los prelados y personas de sus distritos, á
Que los religiosos doctrineros sean examinados por quien esto tocare, que tengan mucho cuidado
los prelados diocesanos en la sitficencia, y lengua de
los indios de sus doctrinas, de su cumplimiento.
Rogamos y encargamos á ios arzobispos y LEY V I II .
obispos de nuestras Indias, que á ningún reli­
gioso permitan entrar á ejercer oficio de cura D. Felipe III en S. Lorenzo á 14 de noviembre de
ni doctrinero, sin ser primero examinado y 1603.
aprobado por los prelados diocesanos, ó las per­
sonas que para este efecto nombraren, asi en Que los prelados regulares procuren se guarde lo or­
cuanto á la suficiencia, como en la lengua de denado para el examen de los religiosos doctrinerost
los indios, à que han de doctrinar y adminis­ y los elijan suficientes.
trar los santos Sacramentos, y á los españoles
que allí hubiere, lo cual se guarde inviolable­ Encargamos á los provinciales de las reli­
mente , aunque los religiosos doctrineros sean giones, que en cuanto les tocare cumplan , y
superiores de las casas ó conventos donde habi­ llagan guardar y cumplir lo que por nuestras
tan , y no se les admita escusa alguna por emi­ leyes está ordenado acerca del examen y visita
nencia del sugeto ó dignidad en su religión, de los religiosos doctrineros, y que tengan mu­
porque nuestra voluntad es que para ejercer y cho cuidado de que se elijan para las doctrinas
administrar concurran en todas las calidades de indios, que están a cargo de cada orden,
referidas, y no cumplan con tener otros reli­ religiosos de la suficiencia necesaria, y que se­
giosos que sepan la lengua y suplan por los su­ pan la lengua de los indios á que hubieren de
periores , pues deben concurrir en una misma dar doctrina y buen egemplo,
persona el titulo conferido por el prelado dio­
cesano , y la idoneidad y suficiencia de el su­ LEY IX.
geto; y si en la visita que los prelados hicieren
los hallaren sin la suficiencia necesaria, y pe­ D. Felipe II ordenanza 13 del Patronazgo. D. Car­
ricia en la lengua de los indios que doctrina­ los lie n esta Recopilación. Véase con la ley 38, tí­
re n , los remuevan como está prevenido, y avi tulo 6 de éste libro.
sen ásus superiores para que nombren otros en Que para proponer ó remover religioso doctrinero
qúe concurran las dichas partes y calidades. Y se dé noticia al gobierno y al diocesano.
thandamos à nuestros vireyes, presidentes y
audiencias reales, que den el favor y ayuda Todas las veces que los provinciales hubie­
necesarios á ios arzobispos y obispos para que ren de proponer algun religioso para Ja doc­
todo lo referido tenga cumplido efecto ; y si los trina ó administración de Sacramentos, ó re­
religiosos presentaren algunos indultos ó bulas mover conforme á las reglas de nuestro patro­
de exención, hagan su oficio y no permitan ni nazgo, al que hubieren proveído, darán noti­
den lugar á que de otra forma sean admitidos cia á uuestro virey, presidente , audiencia go­
á las doctrinas, y nuestros fiscales pidan lo que bernando, ó gobernador que tuviere la supe­
convenga. rior gobernación de la provincia, y al prelado
LEY V I I. diocesano , y no se removerá al que estuviere
proveído hasta que hayan puesto otro en su
D. Felipe IV en Balsaiu á 23 de octubre de 1621. En lugar. Y aunque por cédula de cuatro de julio
Madrid á 6 de abril de 1629. Allí á 10 de junio y á de mil y seiscientos y setenta, se mandó que
17 de diciembre de 1634. Allí á 4 de setiembre de
1637. esta noticia que se ha de dar al diocesano, se
lia de entender solamente de el hecho de ha­
Que declara cuando los religiosos aprobados para ber removido al religioso doctrinero, pero no
doctrinas podrán ser otra vez examinados. de las causas que han tenido los provinciales
Declaramos que los religiosos examinados y para hacer la dicha remoción , porque de estas
aprobados una vez para una doctrina, no han solo la deben dar al virey, presidente, audien­
de volver aserio, ni por los propios arzobispos cia ó gobernador. Sin embargo de lo referido,
ni obispos, ni por sus sucesores, y esto se ha es nuestra voluntad , y mandamos que con los
de entender para el mismo arzobispado ú obis­ dichos religiosos doctrineros se guarde la ley
pado en que fueren examinados, y en que se ; 38, título 0 de este libro.
De los religiosos doctrineros. 91
LEY X. vejación, y sean tratados* en lo espiritual y
temporal como conviene: Mandamos á núes*
D. Felipe III en Madrid á 16 de abril de 1618. tros vireyes y presidentes gobernadores de las
Que no se dé presentación para doctrina d los reli­ Indias que cuantas veces juzgaren por conve­
giosos, quefueren puestos en lugar de los removidos, niente, y les constare con evidencia que por
sino constare de la causa legitima de remoción, cien­
cia, pericia en l >lengua, y aprobación por el ordina­ hacer los religiosos tnaios tratamientos á los in­
rio en los nuevamente propuestos. dios , y por otras justas, necesarias y razona­
bles causas conviene remover las doctrinas ó
Porque se ha entendido que despues de cualquiera de ellas de una religión en otra , lo
proveídos los religiososá doctrinas, los mudan comuniquen con los arzobispos d obispos en
sus superiores á su voluntad. Mandamos á nues­ cuyo distrito estuvieren , y de común consen­
tros vireyes, presidentes y gobernadores, que timiento io puedan hacer, y dispongan que
no den presentaciones á religiosos puestos en sean bien y puntualmente administrados. Y
lugar de otros removidos según nuestro patro­ porque puede suceder que esten algunas doc­
nazgo, si no les constare de la causa legítima de trinas en partes donde sea de grande incomo­
remoción, ciencia, y pericia en )a lengua de didad la administración á los religiosos , y la
los indios que han de doctrinar, y aprobación visita á los superiores, mandamos que sipara
de el ordinario. remedio de esto conviniere tratar de encomen­
LEY XI. darlas á otra religión que tenga mas cercanía
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- de sus doctrinas , los vireyes y presidentes go­
lid ó 23 de mayo de 1559. D. Felipe IV en Madrid á bernadores io comuniquen con el prelado dio­
6 de abril de 1629. cesano de aquel distrito , y habiéndolo hecho,
Que se presenten religiosos para las doctrinas antes y estando bien informados y enterados de que
que salgan los que estuvieren. conviene , tenemos por bien y es nuestra vo­
luntad que se puedan aplicar y encomendar à
Rogamos y encargamos á los prelados regu­ la religión, cuyas doctrinas estuvieren roas cer­
lares, que cuando algunos religiosos de sus ór canas, recompensando en otras à ia que las tenia,
denes estuvieren en doctrinas de indios, y tra y procurando él beneplácito de los superiores,
taren de mudarlos á otras partes , presenten y si no consintieren en ello, suspendan la eje­
otros religiosos antes que salgan de aquella doc­ cución , y nos avisen en la primera ocasión,
trina los que estaban, y no lo haciendo asi, para que visto proveamos lo que mas con­
presentará el arzobispo ú obispo en ínterin per­ venga.
sonas que se ocupen en lo susodicho en los lu­
gares de donde salieren los religiosos. LEY XIV.
LEY XII. D. Felipe H en Madrid á 29 de diciembre de 1587.
D. Felipe IV en Madrid á 11 de agosto de 1637.
Que los prelados regulares dén lo necesario para sus­
Que remite á los vireyes, presidentes y gobernado­
res proveer sobre la presentación de un religioso tento de los doctrineros.
para doctrinero.
Mandamos que los prelados de las religio­
Esta proveído por la ley *15 del titulo de nes provean en cuanto à los estipendios, de
nuestro patronazgo que no habiendo mas de un forma que se dé á los religiosos doctrineros to­
opositor clérigo á beneficio vaco, se envíe la do lo necesario de vestuario , sustento y rega­
nominación ai virey, presidente ó gobernador lo , y particularmente seles devino, y á los
que en nuestro nombre ejerce el real patronaz­ enfermos las conservas y dietas necesarias , y
go, y constando que no hubo ni se hallaron cuiden también que tengan caballo, para que
m as, le presente y se le dé la institución, y cuando suciere enfermar algun indio ó feligrés
si pareciere lo contrario , no hagan ia presen­ ú otra cualquier persona en las chacras, estan­
tación , y algunos religiosos nos han suplicado cias ó heredades del campo, puedan acudir á
que si en doctrinas de diversas y dificultosas visitarle, consolar y administrar ios santos Sa­
lenguas no hubiere mas de un religioso idóneo cramentos , todo lo cual hagan cumplir nues­
y à proposito para la administración , le pre­ tros vireyes, audiencias y gobernadores.
sente el virey, presidente ó gobernador, como
está dispuesto para las doctrinas de los clérigos:
Es nuestra voluntad que cuando se ofrezca es­
LEY XV.
te caso informen ios prelados regulares al vi- D. Felipe II en Córdoba á 12 de abril de 1570.
rey , presidente ó gobernador, que constándo­
les de la falta desugetos, presentarán el que Que cuando las obispos pidieren religioso >•para doc­
se les propusiere siendo idóneo, ó proveerán trinas , se los dén los prelados.
lo que mas convenga. En todas las provincias de nuestras Indias,
LEY XIII. pueblos , estancias é ingenios tengan los espa­
ñoles, negros é indios la doctrina necesaria, m i­
D. Felipe III en Madrid á 12 de octubre de 1608. nistros y personas que se la enseñen. Y rogamos
Que los vireyes y presidentes gobernador es puedan y encargamos á ios prelados de las religiones
remover ¿as doctrinas de unas religiones en otras que cuando los arzobispos d obispos les pidieren
por justas causas.
religiosos para ocupar en algunas doctrinas, se
Porque deseamos que los indios no reciban los den y hagan dar los que convinieren y fue-
92 Libro i. Título xv.
ren necesarios , sin poner escusa ni impedi­ allí salgan á doctrinar à los indios , de forma
mento. ( 1) que no esten solos de vivienda si no fuere cuan­
do salgan á la doctrina y administración de ella,
LEY XVI. y habiéndola administrado , se vuelvan luego
D, Felipe II en Aranjuez à postrero de mayo de 1597. à sus vicarías ó monasterios estando legítima­
Que la pena de tas ausencias impuesta d los curas
mente fundados. •
clérigos, se ejecute, también en los religiosos doc­
trineros.
. Encargamos y ordenamos que lo determi­ D. Felipe IV en Madrid á 10 de junio y á 17 de di­
ciembre de 1651. Allí á 11 de agosto y á 4 de setiem­
nado cerca de los sacerdotes que no residieren bre de 165/.
en las doctrinas , conforme á las leyes 1.6, titu­
Que los religiosos doctrineros puedan ser, y no ser
lo 7 y 18 , tit. 13 de este libro, se ejecute en superiores de los conventos, como se declara.
los religiosos doctrineros, según y como se eje­
cuta en los clérigos, (*2) Es nuestra voluntad que en las elecciones
y proposiciones que se hicieren para las doc­
LEY XVII. trinas y curatos , nombren el provincial.y ca­
3D. Felipe IV en Madrid á 11 de agosto de 1657. pítulo para cada una tres religiosos corno está
dispuesto; de los cuales nuestro virey, presi­
Que ¿os prelados regulares no pongan ínterin en las dente ó gobernador que ejerciere nuestro real
doctrinas.
patronazgo elija uno , y esté misino pueda ser
En el ínterin que se hace por los prelados elegido prior ó guardián de el convento funda­
délas religiones la proposición para las doctri­ do, conforme á las leyes de este fibro, que sir­
nas que fueren à su cargo, no pongan religio­ viere de cabecera á la doctrina , y la elección
sos que administren , pues en estos beneficios de guardián ó. prior sea de los religiosos, y
regulares no preceden edictos ni hay oposicio­ ía de el doctrinero de nuestro virey, presiden­
nes-, y las religiones tienen tantos sugetosque te ó gobernador á quien pertenece por el de­
proponer en propiedad á nuestros vireyes, pre recho de patronazgo. Y asimismo si en las pro­
sidentes ó gobernadores conforme á lo dispues­ posiciones quisieren los prelados proponer a l-:
to por el real patronazgo. guno de los que tuvieren nombrados parà guar­
dián, prior , comendador ó rector , lo puedan
LEY XVIII. ■ hacer, y nuestro virey, presidente ó goberna­
T). Felipe 111 en S. Lorenzo ;< 20 de abril de 1612. dor elija el que le pareciere de ios tre s , pre­
sentándole para la doctrina , y no se entrome­
Que no impidan d ¿os religiosos en sus doctrinas la
administración de los Santos Sacramentos d los es­ ta enlas guardianías, prioratos, comendato­
pañoles parroquianos. rias ni rectora tos. Y declaramos que los oficios
de superiores y prelados de las religiones pue­
Conviene que los religiosos curas de pue­ dan ser separados y son separables de minis­
blos de indios administren los santos Sacramen- terios de curas y doctrineros como la nomina­
tos à los españoles que fueren sus parroquianos, ción de doctrinero se haga de tres sugetos, y
y estos los tengan por sus legítimos párrocos, y solo para el ministerio de doctrinero.
por quitar algunas dudas que sobre esto han
ocurrido : Mandarnos que lo proveído por Nos, LEY XXL
según las leyes de este libro se guarde y cum­
pla ; y si los españoles ú otras personas rehusa­ D. Felipe IV en Madrid á l i de abril de 1628.
ren la administración de los religiosos, siendo Que la orden de San Francisco pueda nombrar doc­
legítimos curas conforme á nuestro real patro­ trineros, y no guardianes en las doctrinas de In­
nazgo , con institución y colación legítima, los dias, guardando lo dispuesto por el patronazgo real.
vireyes, presidentes , audiencias y gobernado­ Ordenamos que en las doctrinas de indios
res le hagan guardar , y nos informen de las que estan á cargo cielos religiosos de san F ran­
causas que hubieren movido á la contraven­ cisco en que no hubiere conventos fundados
ción. con licencia nuestra, no se permita que los ca­
LEY XIX. pítulos provinciales ni superiores nombren
guardianes distintos délos doctrineros; porque
I). Felipe 11 en Madrid á 5 de diciembre de 1571. solo han ele poder nombrar doctrineros y no
Que los religiosos doctrineros vivan en vicarías. guardianes , los cuales han de proponer á nues­
tros vice patronos, guardando inviolablemente
Rogamos y encargamos á los prelados de las la forma del real patronazgo.
religiones que den las órdenes necesarias para
que donde fuere posible los religiosos de sus LEY XXII.
provincias que doctrinaren , vivan y residan en
vicarias de tres ó cuatro juntos, y que desde D. Felipe IV en Madrid á 5 de julio de 1627.
Que los religiosos doctrineros no se sirvan de los in­
( t) Por cédula de 5 de agosto dirigida al vi rey dios en llevar cargas d cuestas, y las justicias rea­
del Perú se previene no se pongan coadjutores en los les y sus prelados no lo consientan.
curatos sin asenso del vicc-patron real.
(2) Téngase presente la cédula de 21 de julio Mandamos à los vireyes, presidentes y go­
de 1681, y también la nota á la ley 18, tit. 15 de este bernadores , que no consientan à los religiosos
libro. doctrineros que cuando caminaren de unas par-
De lo s religiosos doctrineros. 05
tes à otras, lleven indios con cargas à cuestas, se les dá por esta razón es limosna, y no esti­
ni otras cosas de su comodidad, y lo procuren pendio ni renta. Y tenemos por bien, que lo
remediar , ordenando á los provinciales y su­ que sobrare á los religiosos de lo que asi se Ies
periores de las religiones que lo adviertan á diere, lo puedan gastar sus provincias ó prela­
sus súbditos, y si nó bastare y contraviniere dos en el sustento de los estudios y servicio de
algún religioso doctrinero, .sea removido dé el el culto Divino, y otras cosas necesarias à los
beneficio que tuviere confórme á las órdenes conventos de su orden. Y mandamos, que en
dadas por Nos en egecucion del real patronaz­ las libranzas que se Jes dieren para la paga de
go, y"ho pueda ser presentado ni proveído en lo susodicho, se ponga asimismo como se les dá
otro beneficio, y aperciban á los prelados que de limosna.
no. poniendo de su parte el- cuidado necesario,
se usará de mas eficaces medios. Y porque con-
viéiie castigar en esta materia aun las mas leves D. Felipe II en Madrid á l.° de diciembre de 1573
omisiones, es nuestra voluntad que al tiempo
de dar sus residencias y visitas nuestros minis­ Que se ponga en las presentaciones, que quitándose
las doctrinas a los religiosos, queden los monasterios
tros seculares, se les baga cargo de cualquier para parroquias.
culpa, omisión ó tolerancia que hubieren teni­
do, y se les imponga pena correspondiente para Mandamos que en cuanto á los monasterios
ejemplo de los demas. que los religiosos hacen en pueblos de indios, á
fin de <jue si eu alguu tiempo se les q u ita re la
administración de doctrinas eu los casos que ha
lugar por derecho, se hayan de quedar en ellos,
D. Felipe ÏI en Madúd á 24 de marzo de 1593. En y hacer los vecinos otras iglesias parroquiales, se
Aceca á 4 de mayo de 1596. D. Felipe IV en Madrid
á 20 de mayo de 16.24. ponga por capítulo en las presentaciones, que
en caso de ser las doctrinas quitadas á los reli­
Que- rí las religiosos mendicantes se despachen las giosos queden los monasterios para las iglesias
presentaciones como a' los clérigos, y no se ¿es lléven
derechos de ellas. parroquiales, y asi lo hagan guardarlos vireyes,
presidentes y gobernadores.
Las presentaciones de los religiosos se des
pacben como las de los clérigos. Y porque los
religiosos que en las Indias pueden tener y ser­
vir doctrinas conforme al real patronazgo, han D. Felipe II en::::: á l.° de diciembre de 1573.
de ser mendicantes, mandamos que no se les Que los religiosos de la Compañía de Jesús puedan-
lleve derechos por las presentaciones. salir d las doctrinas como los demas.
Porque se ha dudado si los religiosos de la
LEY X X IV . . Compañía de Jesús podían salir á las doctrinas
D. Felipe IV en Barcelona á 9 de abril de 1626. de los indios según su regla, y pareció que por
Que en los pleitos que se ofrecieren d los doctrineros la bula de la santidad deí Papa Adriano lo po"
por los conventos, ó indios, se lleven los derechos dian hacer como los demás religiosos; Ordena­
como de una persona. ■• mos que asi se baga y cúmpla.
Mandamos que cuando se ofrecieren á los.
religiosos doctrineros de indios algunos pleitos,
que poner y seguir por sus conventos, ó por los D. Felipe II en Barcelona ú 25 de mayo y á l.° de
indios de sus doctrinas, no se haga el cómputo- junio de 1585. En Aranjuez á 16 de marzo de 1586.
En Madrid á 16 de diciembre de 1587. I). Felipe III
c> mo si fuera comunidad , ni lleven los oficia­ en S. Lorenzo á 14 de noviembre de 1605. Allí á 22
les mas derechos de los que pudieran percibir de agosto de 1620. D. Fcfipe IV en Madrid á 11 de
si litigara una persona sola. jumo de 1621. Ahí á 22 de junio y á 6 de setiembre
de 1624. Allí á 14 de-noviembre de 1625. En S. Lo­
LEY XXV. renzo á 25 ele octubre de 1650. En Madrid á ¿7 de
diciembre de 1654. Allí á 4 de setiembre de 1637,
D, Felipe II en Madrid à 6 y á 16 de diciembre de Allí á 15 de junio de 1654.
1595. Que por ahora las doctrinas queden y se continúen
Que en las presentaciones de religiosos franciscos se en los religiosos, y la provisión y remoción de ellos
ponga, que el estipendio es limosna, como se declara'. se haga por los vireyes, corno se ha usado en el Perú
y los ordinarios por sus personas, ó las de sus visi­
Los religiosos de la orden de san Francis­ tadores los visiten in officio oí'jiciando en cuanto d
co, conforme á su instituto y regla no pueden; curas, y no en mas, usando el castigo necesario, y
tener propios ni renta, y para la seguridad de en los excesos per sonales no procedan, y-avisen dsus
pi ciados; y si ellos no los castigaren , usen los ordi­
sus conciencias es neceario declarar, que el es­ narios de la facultad que les da el santo concilio de
tipendio señalado en las provincias de nuestras l'rento sobre los religiosos no curas, y acudan d los
Indias á los que se ocupan en la doctrina délos vireyes para su remoción, todo sin perjuicio de la
indios, se les da á los dichos religiosos de limos­ jurisdicción eclesiástica y secular, y los vireyes y
na en las que tienen á su cargo , y no en nom­ audiencias den para su ejecución el auxilio necesario.
bre de estipendio ni renta. Declaramos, y es Tenemos por bien, y mandamos que por
nuestra voluntad , que en las presentaciones ahora, y mientras Nos no mandáremos otra coú
que se dieren á religiosos de la orden de san sa, queden las doctrinas y se continúen en Jos
Francisco para servir los beneficios y doctrinas religiosos, como hasta ahora, y por ninguna via
en que fueren proveídos, se ponga que lo que se innove en esta p arte, y que el poner y re-
94 Libro i. Título xv.
mover los religiosos curas toda3 las veces que ligiosos no curas , y en estos acudirán al virey»
fuere necesario, se haga por nuestros vi reyes presidente ó gobernador que en nuestro nom ­
del Perú y Nueva-Es paña, presidentes y gober­ bre ejerciere en esta parte el real patronazgo,
nadores que ejercieren nuestro real patronazgo y tuviere facultad de poder nombrar los doc­
en nuestro nombre, guardando en los nombra­ trineros, ó representarles las causas que hubie­
mientos y promociones la form a, calidades y re para que sean y deban ser removidos, para
circunstancias con que se ha practicado en los que pareeiéwlole justas y estando de una con­
reinos del Perú, y de otra forma es nuestra vo­ formidad los remuevan, como se ha hecho y
luntad que no sean admitidos al ejercicio ni hace en el Perú. (3)
servicio de las doctrinas, ni se les acuda con los Y porque los religiosos en cuanto á la juris­
emolumentos de ellas. Y porque estando dicción no pretendan adquirir derecho para la
asentado por derecho, y declarado por la con­ perpetuidad de las doctrinas, ni que por lo di­
gregación de eminentísimos cardenales del san­ cho se derogue la jurisdicción ordinaria en los
to concilio T ridentino, que los curas religiosos casos que conforme á derecho y al santo con­
deben ser visitados en todas las cosas que son cilio de Trento les toca conocer,á los pralados
in officio afficia n d o , y que no pudieren hacer, de las causas de los religiosos, se ha de enten­
ni en que pudieren ser obedecidos , ni tuviera der y entienda sin perjuicio de la jurisdicción
ejecución sino fuesen tales curas, conforme á ordinaria, y del derecho de nuestro real patro­
esta regla, deben proceder los arzobispos y nazgo.
obispos en sus visitas, castigando, reformando
D. Felipe IV en Madrid á 11 de agosto de 1637.
y removiendo todo lo que pareciere justo, guar­
dando el santo concilio Tridentino en las ape­ Y porque despues de resuelto lo referido se
laciones conforme á sus efectos, y cuando les propuso que en la remoción ó mudanza de el
pareciere que con solo remover al religioso cu­ doctrinero solo intervenga la autoridad de su
ra se satisface nuestra conciencia y la de los prelado regular, con que el que se hubiere de
prelados, elegirán el camino prudencial que les poner en su lugar, se proponga al virey, presi­
pareciere mas á propósito, no faltando á la dente ó gobernador, pues con esto se satisface
justicia , y castigando severamente á los que al real patronazgo en lo que le toca, y se evita
el inconveniente de que el castigo y corrección
Susieren impedimentos violentos y otros en o r­
en á resistirse, y teniendo también cuidado del religioso tengo mas dependencia que la de
los dichos prelados en la forma de proceder sus su prelado, ni á éste le sea necesario especifi­
visitadores y sus calidades y partes, como les car al virey, presidente ó gobernador las cau­
hemos encargado por las leyes del título 7 de sas que tiene para removerle, sino asegurarle
este libro. Y porque en la inteligencia y prác­ en conciencia no ser del servicio de Oíos ni
tica de lo dispuesto para la visita de los reli­ nuestro la asistencia del dicho religioso en la
giosos doctrineros se han ofrecido algunas dife­ tal doctrina, y que asi el virey, presidente ó
rencias, á las cuales debemos ocurrir con el re­ gobernador provea para ella uno de los que le
medio conveniente, proveyendo y declarando presentare el prelado de la religión : es nuestra
lo que convenga, para que las religiones se con­ voluntad que se guarde lo que cerca de esto
serven en paz y quietud, y las doctrinas se queda dispuesto, por el grande inconveniente
provean, sirvan y administren , como es justo, que tendría que los pudiesen mudar y muda­
y nuestro real patronazgo no sea defraudado ni sen fácilmente los prelados á sola su voluntad,
erjudicado, es nuestra voluntad que los arzo- y mas dándoseles ya estos beneficios como en
E ispos y obispos de las Indias puedan visitar á título, y con canónica institución.
los dichos doctrineros en lo tocante al ministe­ Y en cuanto á la cláusula que miré á los
rio de curas, y no en m as, visitando las igle­ obispos, se suplicó se declarase que en virtud
sias, el Santísimo Sacram ento, crism a, cofra­ de aquellas palabras que dicen usen de correc­
días, limosnas de ellas, y todo lo que tocare á ción y castigo en lo que fuere necesario dentro
la mera administración de los Santos Sacramen­ de los límites y ejercicio de curas, no se les da
tos, y ministerio de curas, yendo á las visitas mas mano de la que han tenido hasta aqui en
por sus personas ó las que para ello á su elección las visitas, pues la corrección y castigo ha de
y satisfacción pusieren ó enviareu á las partes
donde en persona no pudieren ó no tuvieren lu­
gar de acudir, usando de corrección y castigo en (5) En cédula de 7 de agosto de 1756 se repren­
Jo que fuere necesario dentro de los límites y dió ásperamente al presidente y fiscal de Charcas por
haber querido eludir la jurisdicción del arzobispo
ejercicio de curas, restrictam ente, como va para conocer de los esc esos de que los iudios de Ta­
espresado , y no en mas; y en cuanto á los e$- rabuco acusaban á su cura.
cesos personales de vida y costumbres de los Benedicto XIV en su bula curtí N u p e r de 8 de
religiosos curas, no han de quedar sujetos á los noviembre de 1751 dá facultad de conocer d e -v ita
arzobispos y obispos, para que los castiguen por et m o rib u s de ios religiosos encargados de las doctri­
nas á los obispos, conforme á otra bula de 6 de no­
las visitas, aunque sea á título de cur..s, sino viembre de 1744, y según ellas, las faltas del cura
que teniendo noticia de ello, sin escribir ni ha­ como tal quedan sujetas á la privativa jurisdicción
cer procesos avisen secretamente á sus prelados del obispo; las que cometa como religioso lo quedan
regulares para que lo rem edien, y sino lo hi­ á la privativa de su prelado; y las que cómela como
hombre ó sacerdote quedan sujetas á la jurisdicción
cieren podrán usar de la facultad que les da el acumulativa del obispo y prelado, que deberán con­
santo concilio de T re uto, de la forma y en ios currir simultáneamente a la corrección; y si discuer­
casos que lo pueden y debeu hacer con los re­ da», debe prevalecer lo mandado por el obispo.
De los religiosos doctrineros. 95
ser paternal y verbal, con la moderación y van las doctrinas como basta ahora y según lo
buen tratamiento que está mandado, sin esten- proveído por las leyes de este título, sin hacer
derse á otra cosa, remitiendo lo demas al supe­ de su parte alguna novedad. Y por lo mucho
rior del religioso, el cual si juzgare ser digno que importa que la doctrina, administración y
de que le remueva y provea otro en su lugar, enseñanza de los indios, tan nuevos en la fé,
por las causas y razones que el obispo diere, no quede à voluntad de los religiosos, todos los
naga la presentación de tres al virey, presiden­ que sirvieren las doctrinas, curatos y beneficios
te ó gobernador, para que nombre el que hu­ han de entender en el ministerio y oficio de
biere de ponerse , con que las religiones servi­ curas non e x voto charitatis, como dicen, sino
rán con la quietud de coucieneia que desean. de justicia y obligación, administrando los sa­
Pareció no haber lugar la declaración que se cramentos á españoles é indios sus feligreses,
pidió. por los indultos apostólicos y comisión de los
Todo lo cual mandamos asi se cumpla y eje­ obispos, para lo cual se la han de dar, y á Nos
cute precisa é inviolablemente por los vireyes, muy particular relación de como cumplen de
presidentes y gobernadores, y encargamos á los su parte los religiosos esto que les toca , y han
arzobispos y obispos, y á todos aquellos à quien de hacer precisamente y de obligación,
incumbe su cumplimiento, y á las religiones y
prelados, que procedan en esto con la quietud, LEY XXXI.
conformidad, celo, cuidado y buen ejemplo D, Felipe III en Madrid » 28 de margo de!62Q.
que de sus personas confiamos, y para semejan­
Que las audiencias no admitan por v¿a defuerza d los
tes ministerios se requiere que en esto, demas religiosos (fue se quisieren excusar de ser visitados
de cumplir con sus obligaciones, nos harán muy por lo§ obispos.
agradable servicio,
Ordenamos y mandamos que si se acudiere
D. Felipe ÜI en Madrid á 17 de inar-zo de 1619.
á nuestras audiencias reales de las Indias por
Otrosí: mandamos á los vireyes, audiencias parte de las religiones á pedir el auxilio real de
y gobernadores que impartan nuestro real au­ la fuerza sobre la forma en que los prelados
xilio á los arzobispos y obispos para la ejecución diocesanos visitan á los doctrineros, no admitan
y cumplimiento de lo contenido en esta ley. semejantes pleitos ni los oigan, ni conozcan de
LEY XXIX. ellos, pues por este medio solo se intenta impe­
D. Felipe II en Toledo á 29 de noviembre de 1559. dir lo que tan justa y loablemente está afc*
y allí á 21 de agosto de 1560. Y en Segoyia á 7 de puesto.
agosto de 1565.
Que los obispos y visitadores visiten las iglesias de LEY XXXII.
las doctrinast y no los convenios. D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado­
Encargamos á los provinciales, priores, guar­ lid á primero de agosto de 1558.
dianes, comendadores, rectores y otros religio­ Que donde una religión hubiere entrado primero á
sos de las Indias, que cuando el ordinario ó sus predicar la smla fe', y doctrina, no entre otra .
visitadores fueren á visitar los pueblos donde los
religiosos administraren los Santos Sacramen­ Conviene que entre las religiones haya to­
tos , los dejen y consientan visitar las iglesias, da conformidad para que de la predicación del
Santísimo Sacramento, santos oleo y crisma, santo Evangelio resulte mayor fruto en los na­
ornamentos, libros con que administraren co­ turales. Y es nuestra voluntad que por ahora
mo curas, cofradías y limosnas, según va es- se procure por los vireyes y audiencias reales
presado en la ley antecedente, y permitan y que en el distrito donde alguna religión hu-
tengan por bien que se inventaríe todo como hiere entrado y entrare primero á las nuevas
cosa propia de la iglesia donde residieren, y en­ conquistas y conversiones de los indios, no en­
treguen los libros de los bautismos y casamien­ tren religiosos de otra orden á entender en la
tos, para que el visitador tome por ellos clari­ doctrina, oí fundar monasterios.
dad, y pueda hacer la visita, y esta no se en­ LEY XXXIII.
tienda en los conventos de las religiones, ni en
los ornamentos, ni otras cosas que en ellos hu­ D, Felipe II en Aranjuez á 27 de abril de 1594,
biere ni les perteneciere , sino en las iglesias Que en las Filipinas se encargç la doctrina de cada
parroquiales donde los religiosos como curas provincia d una de las religiones, en caso de nuevas
administren*, y en los conventos darán relación conquistas espirituales, y por ahora,
á los visitadores de los que.estuvieren bautiza­
dos, casados y confesados, y de los impedimen­ Porque hemos entendido que los religiosos
tos que supieren y de que tuvieren memoria. enviados por nuestra cuenta à las Islas Filipinas
á nuevas]conquistas espirituales, harán mas fru­
LEY X X X , ' to estando divididos cada orden por sí: Manda­
D. Felipe II çn Aranjuez á 16 de marzo de 1586. En mos al gobernador y capitán general, y encar^
Madrid á 16 de diciembre de 1587. JD, Felipe 111 en gamos al arzobispo que cuando suceda este ca­
San Lorenzo á 20 de abril de 1602. D. Felipe IV en so, y por ahora, juntos dividan las provincias
Madrid á postrero de marzo , y á primero de octubre de su cargo para la doctrina y conversiou de
de 1652. Y en esta Recopilación. los naturales entie los religiosos de las órdenes,
Que los religiosos tengan y sirvan las doctrinas non en tal forma , que donde los hubiere agustinos
ex voto cliaritatis, sino de justicia y obligación.
no haya franciscos, ni religiosos de la Compañía
Encargamos que los religiosos tengan y sir­ donde hubiere dominicos, y asi respectivaraem*
96 Libró i. Título xv.
te en cada provincia su orden, y la de la Com ­ gan condenaciones á los in d io sn i nombren
pañía se encargue'de doctrinas, porque con es­ fiscales , y guarden los aranceles, ley 6, 'ti­
ta obligación lian do estar en aquellas provin­ tulo 13 de este libro. ' '?
cias, como las demás religiones y no de otra Que se remedien ¿os escesos de los doctrineros
manera. en cnanto d los les tatúenlos de los indios, ley
9, til. 13 de este libro.
LEY XXXIV. Que los curas y doctrineros no detengan m re­
0 . Felipe 11 en San Lorenzo á primero de mayo de cojan a los indios de mita que se huyeren de
1(309. las minas, ley 10, tit. 13 de este libro.
Que se remedien las vejaciones que los doctri­
Que los religiosos doctrineros guarden las sinodales. neros hacen d los indios, y sean removidos
Rogamos y encargamos á los prelados regu­ los culpados, ley 1 1, tit. 13 de este libro.
lares de nuestras indias, que tengan buena cor­ Que si los curas doctrineros tomaren d los in­
respondencia con los prelados seculares, y que dios mantenimientos ú otras cosas sin pagar
bagan que los religiosos doctrineros de sus re­ su justo valor, las audiencias reales lo pro-
ligiones guarden las constituciones sinodales de curen remediar, ley 12, tit. 13 de este libro.
las diócesis donde residieren. Que los doctrineros no lleven u los, indios, mas
de lo que les pertenece, ni los prelados có­
LEY XXXV. bren de los doctrineros la cuarta funeral y
de oblaciones, donde no hubiere eoslumbre le­
Don Felipe 111 en S. Lorenzo a primero de mayo de gitima, ley 13, tit. 13 de este libro.
1609. Véase la ley 7 > til. 23 de este libro. Que los corregidores no retengan los salarios d
Que los religiosos doctrineros contribuyan para los ¿os doctrineros ni reparen las licencias que
seminarios. tuvieren por los cuatro meses que está dis­
puesto, ley 17, tit. 13 de este libro. '
Mandarnos que conforme al santo concilio Que lo que montaren las ausencias de los doc­
de Trento contribuyan los religiosos doctrine­ trineros se gaste en sus iglesias y hay a caja,
ros para los colegios seminarios, como lo hacen ley 18, tit. 13 de este libro.
y deben hacer los demas clérigos, beneficiados, Que los religiosos doctrineros no traten ni con­
prebendados, hospitales y cofradías en la forma traten, y se dé aviso d sus prelados, ley 23,
que ios está y fuere repartido. Y rogamos y en­ tit. 13 de este libro.
cargamos ¡i los prelados seculares que io hagan Q ie se publique el breve de su Santidad para
cum plir precisa y puntualmente, apercibiendo que ¿os religiosos mendicantes puedan admi­
á los religiosos que si no lo cumplieren se les nistrar los santos Sacramentos d los indios,
quitarán las doctrinas, (4) ley 47, tit. M de este libro.
Que uo pasen de Filipinas á la China religiosos
Que los clérigos y religiosos doctrineros tengan doctrineros, ni ¿os que han ido d costa del
los concilios de sus diócesis, y por ellos sean rey sin licencia del gobernador y arzobispo,
examinados, ley 8 , til. 8 de este libro. ley 30, tit. 14 de este libro.
Que donde hubiere curas clérigos no haya reli­ Que los tres por ciento que se rebajan á los
giosos ni se funden convenios, ley 2 , tit. 13 religiosos doctrineros de la orden de S. Fi an-
de este libro. cisco para los seminarios sean en dinero y no
Que los religiosos doctrineros no prendan ni ha- j en espec:e, ley 7, tit. 23 de este libro.
! Que si el consejo librare alguna cantidad para
•------------------------------ :---------------------------- i
avíos de religiosos en penas de estrado, y no
(4) En cédula de l.° do junio de 4799 se ha man­ las hub iere, las supla y pague el tesorero de
dado que los prebendados, curas, clérigos, religio­
sos doctrineros y cofradías contribuyan con el 3 por penas de edmara, ley i4, tit. 7, lib. 2.
100 de sus cuotas en dinero y uo en especie, aunque Que d los religiosos doctrineros se les acuda con
sean los religiosos de S. Francisco, y que no paguen el estipendio, guardando las calidades de esta
osle derecho los novenos reales ni los hospitales. ley t ley 26, tit. 13 de este libro.

KH ¡29 da a

D e los diezm os.

LEY P R IM E R A . tólicas de los sumos Pontífices. Mandamos á los


oficiales de nuestra real hacienda de aquellas
El emperador don Carlos en Pamplona á 22 de oc­ provincias, que bagan cobrar y cobren todos
tubre de 1323. D. Felipe U en Madrid ú 16 de junio
de 15/2. Y D. Felipe IV en esta Recopilación. ios diezmos que son debidos y hubieren de pa­
Que ios oficiales reales de las Indias cobren los diez,
gar los vecinos de sus labranzas y crianzas de
mos, por ser pertenecientes al liey. las especies, y de la forma que está en.costum­
bre pagarse, y de elfos se provean las iglesias
Por cuanto pertenecen á Nos los diezmos j de personas de buena vida, ó idóneos, que las
eclesiásticos de las Indias por concesiones apos­ sirvan, y de todos los ornamentos y cosas ne-
Be los eliezmos. 97
cesarías para el servicio del culto Divino, fie diere mas por ella , y llévelo entero; y si tales
forma que estén muy bien servidas y proveí­ cosas no llegaren á diez, ni á cinco, estímese el
das, y se nos haga saber luego como está pro­ valor de ellas por dos buenas personas, una por
veído esto, por ser del servicio de Dios nuestro el que debe el diezmo y otra por el que lo ha
Señor, lo cual guardarán donde lo contrario de haber, y pagúese el diezmo de lo que fuere
no estuviere mandado por Nos ú ordenado por estimado.
las erecciones de las iglesias. ( 1) Item se pague de todo el fruto de cuales-
tjuier árboles, auuque se coma en casa del qüe
LEY IL lo cogiere, eseepto de las pifias y bellotas , de
D. Fernando y doña Isabel en Granada á 5 de octu­ que no se ha de pagar diezmo; y los que le hu­
bre de 1501. bieren de pagar, lo lleven al lugar diputado
• Arancel de los diezmos y primicias. para recibir los diezmos, aunque sea lejos de
donde se cogiere.
Mandamos que en todas nuestras Indias, Item mandamos, que se pague diezmo en­
islas y Tierra-Firme del mar Océano se paguen teramente de la uba en uba, y los que la c o -í
y cobren ios diezmos y primicias en ios frutos, gieren lleven el diezmo á la villa ó lugar que
cosas y forma siguientes. para ello estuviere diputado, aunque la uba es­
Primeramente el que cogiere trigo, 6 ceba* té lejos de la tai villa ó lugar.
da, ó centeno, ó mijo, ó maíz, ó panizo, ¿es­ Otrosí se pague enteramente diezmo de las
canda , ó avena, ó garbanzos , o lentejas , o al­ aceitunas de diez medidas una , y de cinco me­
garrobas, ó yerbas , ó cualquiera otro pan , ó dia en el molino donde se ha de hacer el aceite,
legumbres ó semillas, pague de diezmo de diez y vaya allí por ello el que hubiere de haber el
medidas u n a, y si hubiere alguna cosa de estas diezmo.
que no se haya de medir, pague de diezmo de Pagúese el diezmo de la hortaliza de diez
las dichas cosas, de diez una, el cual dicho cosas una, ó de diez heras una , y vaya por ella
diezmo se pague enteramente, sin sacar pri­ á la huerta el que la hubiere de haber; y si el
mero la simiente, ni la renta, ni otro gasto al­ hortelano vendiere su hortaliza sin la dezmar
guno. primero, pague el diezmo en dinero de diez
Otrosí se pague diezmo del arroz, despues maravedís uno. .
de puesto en su perfección, y vaya por él el Otrosí se pague diezmo enteramente de la
que lo ha de haber en casa del que lo debe. m iel, cera y enjambres, y el que ha de haber
Pagúese diezmo del cacao. el diezmo , pague el corcho en que estuvieren
Item se pague diezmo enteramente de cor­ ios enjambres que se dezmaren, y vayan por
deros, cabritos, lechones, pollos, ansarones, los emjambres al colmenar , y por la miel y
anadones y palominos, aunque se coman en cera á casa del que lo diezmare.
casa del que ios cria.
Si las ovejas vinieren á pastar de un lugar D. Fernando V y doña Isabel en el mismo Arancel,
cap. 15. El emperador do» Carlos en Madrid á l.° de
á otro, ó estuvieren allí por espacio de medio agosto de 1559.
año poco mas ó menos, partan ios corderos la
parroquia donde fuere parroquiano ei señor Los que criaren y cogieren seda , paguen
del tal ganado y la parroquia donde paciere*, y de diezmo de diez capullos uno, según y como
si estuviere allí por espacio de un año, perte­ se paga en el arzobispado de Granada de estos
nezca el diezmo á la parroquia donde está. nuestros reinos , con el cual dicho diezmo acu­
Item se pague diezmo de la leche que se dan á la iglesia en cuyo distrito se cogiere.
vendiere, y de la manteca del ganado, y del Enteramente se pague diezmo del alcacer
queso á la parroquia donde se hiciere , con tal que se vendiere, y cualquiera que cogiere lino,
que no haya fraude; y de la laña, á la parro­ cáñamo ó algodón, pague enteramente diezmo
quia donde se trasquilare. con su simiente, pagando el diezmo del lino y
Pagúese diezmo de los becerros, potros, cáñamo en la tierra donde, se cogiere, y requi­
muletosy borricos, al tiempo que los herraren riendo al que lo ha de haber que vaya allí por
ó deban herrar, y de los cochinos y aves al ello, y el diezmo del algodón se pague en casa
tiempo que se puedan criar sin las madres, de del que lo cogiere.
diez uno, y de cinco medio; y cuando se hu­ Item se pagué diezmo del zumaque, rubia,
biere de diezmar medio, pague la mitad el que pastel, greda y mindon, y el que ha de haber
el diezmo, vaya por cl à casa del que lo de­
biere.
(1) Los jesuítas pagaban el treinteno en confor­
midad de la cédula de 4 de febrero de 1750. Declaramos que donde hay distinción de
Véase la cédula de 5 de octubre de 1757; y ha­ parroquias, cuanto á las personas, y no cuanto
biéndose representado sobre lo prevenido e» ella por á las heredades, sí un parroquiano de una igle­
el cabildo eclesiástico de Lima: substanciada la falta sia vende su tierra sembrada, ó su viña ó linar,
de congrua con varias diligencias, se mandó última­
mente por real cédula de 29 de abril de 1765, que ú otra cualquiera heredad, á otro parroquiano
de las vacantes menores se completen al deán 5200 de otra iglesia, si el tai fruto fuere parecido
pesos; à las dignidades 2600; á los canónigos 2200; al tiempo de la venta, liase de partir por me­
á los racioneros 1500; y á los medio-racioneros 800; dio el diezmo d® la tal heredad por aquel año,
con la precisa calidad de justificar ante el vi rey, que entre los que han de haber el diezmo de el
«o había alcanzado la gruesa, y con la condición de
que siempre que creciere el valor de ella ha de cesar comprador y del vendedor; y si no está pare­
en parte ó en el todo este gravamen. cido el fruto, háio de haber la parroquia que
TOMO 1« a5
98 Libro i. Título XVI.
hubiere de haber el diezmo del comprador; y LEY IV.
si hay distinción cuanto à las heredades , Via de
El emperador D. Carlos en Madrid a' 29 de diciembre
haber el diezmo la parroquia de la tal he­ de 1539. D. Felipe U allí á 26 de marzo de 1577.
redad.
Frutos parecidos se dicen en el caso ante­ Que se pague diezmo de la grana y añil.
cedente, cuando el pan es salido de ia tierra, Mandamos que las personas que criaren y
y los árboles y las viñas han echado hojas ; y cogieren grana y añil, paguen el diezmo, con
cuanto á los olivos, cuando están en cierne ; y el cual acudan á la iglesia en cuyo distrito se
cuanto á los otros árboles, que no pierden la cogiere. (!2)
hoja cuando están en flor. LEY V.
El que cogiere cualquiera de las cosas de
uese debe primicia, bastaseis hanegas, y den- El emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en
e arriba pague de primicia media fanega, y si Talavera á TI de abril de 1541. Y el príncipe gober­
nador en Madrid ú 31 de mayo de 1552. Por la dicha
no llegare áseis fanegas, no pague nada; y aun­ sentencia de el consejo, cap. l.° Y D. Felipe IV en
que coja en mucha mas cantidad, no pague mas esta Recopilación.
que media fanega, y si no fuere cosa que se
haya de medir, pague á este respecto; y de la Que se pague diezmo del cazave.
leche lo que se hiciere de la que se ordeñare la Declaramos y mandamos que del caza ve se
primera noche. pague diezmo en esta forma , que queriéndolo
Los arrendadores de los diezmos y primi­ hecho pan los que le hubieren de haber, se pa­
cias, ó las personas que los hubieren de haber, gue de veinte uno; y si lo quisieren en yuca,
vayan por ellos á las heras donde se limpiaren que es de lo que se hace el eazave , que se pa­
siendo de cosas que se midan, y el que hubie­ gue de diez montones uno; y si en algun lugar
re de pagar el diezmo lo baga saber con tiem­ estuviere en uso el pagar pan ó yuca, esto se
po al que lo lia de haber, para que vaya por él. guarde.
Item declaramos, que sí el parroquiano de LEY VI.
una iglesia arrendare su heredad á parroquiano
de otra iglesia, porque el dueño de la heredad El emperador D. Carlos en Valladolid á 20 de no­
viembre de 1539.
haya cierta parte de fruto de ella , asi como
m itad, tercia, ó cuarta parte, la parroquia del Que en el diezmar el ganado se guarde lo dispuesto
por el derecho real.
dueño de la heredad Heve el diezmo de aque­
lla parte de fruto que llevare el señor de la En cuanto á los diezmos que se deben pa­
heredad; mas si.la arrendare por cierta canti­ gar de los ganados en nuestras Indias: Manda­
dad de pan y dineros, ú otra cosa, asi como mos, que se guarde la ley 9 , tit• *2 0 , parí. 1,
por cien fanegas ó por veinte, Heve el diezmo que cerca de lo susodicho dispone eu todo y
del fruto de la tal heredad la iglesia donde es por todo, según y como en ella se contiene.
parroquiano el rentero. LEY VIL
LEY III. El emperador D Carlos en Toledo á 23 de mayo
de 1559.
El emperador D. Carlos á 8 de febrero do 1589. Y en Que los diezmos de los ganados se paguen donde cria
Madrid á 19 de setiembre del mismo año. El em pe­ ven.
rador y el cardeual gobernador allí ú 15 de julio de
1510. Y en Talayera á 11 de abril de 15-11. Y el Los diezmos de los ganados se paguen al
príncipe gobernador en Madrid à 31 de Mayo de 1552. obispo en cuyos términos y limites pacieren y
Y por sentencia de el consejo , cap. 2.
criaren, no embargante que sean los ganados
de vecinos de otro obispado.
Que se pague el diezmo de los azúcares conforme d
esta ley. LEY VIII.
El emperador D. Carlos y el cardenal y príncipe go
Ordenamos y mandamos, que por evitar bernador año de 1541 y 1552 por la dicha sentencia
fraudes contra las iglesias, antes que se haga capítulo 3.
ninguna división de las que se suelen hacer en*
Que el diezmo del ganado se pague en el campo.
tre los labradores y beneficiadores de azúcar, y
dueños de ingenios de los azúcares blanco, re ­ Otrosí declaramos, que por el diezmo del
hilado, espumas, reespumas, caras, mascaba- ganado mayor ó menor, caballos, yeguas , ó
dos, coguchos, clarificados, mieles y remieles, muletas, crias de las yeguas , se pague de diez
y de tocia la masa, se pague el diezmo en todas u n o , lo cual se haya de pagar y pague en ei
nuestras Indias é islas adyacentes, en esta for­ campo donde trajeren sus ganados los vecinos
m a: Que del primer azúcar blanco cuajado y y moradores al tiempo que hicieren el rodeo
purificado, se pague de diezmo à razón de cinco de ellos , y no sean obligados á lo traer los di­
por ciento; y del refinado, espumas, caras, chos vecinos y moradores á otra ninguna parte.2
mascabados, coguchos, clarificados, mieles y
remieles, se pague á razón de cuatro por cien- (2) Por real orden de 17 de enero de 1818 diri­
to^ y esto de todos los demas, todos las años, gida á Guatemala con el objeto de fomentar la grana,
y asi sean obligados á diezmar y diezmen los se declara entre otras cosas, que dicho fruto no debe
pagar diezmo, alcabala, consulado, ni ningún otro
que tuvieren ingenios de azúcar, salvo si en al- derecho en el reino de Guatemala, comofr u to nuevo
guu lugar hubiere costumbre en contrario. en dicho reino .
De los diezmos. 99
LEY IX. LEY X III.
E) emperador y la reina gobernadora en Monzon á El emperador D. Carlos en Monzon á 2 de agosto
2 de agosto de 1553. de ló33. El príncipe gobernador en Valladolid á 25
Que los diezmos se paguen en tos fru to s que se co­ de febrero de l54ó. \ á 8 de agosto de 1544. Laprin-
gieren. ° es* gobernadora allí à 14 de setiembre de 1555. Don
1 eltpe II y la princesa gobernadora allí á 10 de abril,
Mandamos que |os vecinos de nuestras In­ y á d de diciembre de 1557. El mismo en::::: d 28 de
dias paguen los diezmos á los prelados de ellas diciembre de 1568. En Madrid á 10 de noviembre
de lo8b. En::::: á 12 de febrero de 1589. D. F eli­
conforme á las erecciones en los frutos que co­ pe III en Villalpando á 7 de febrero de 1602. En Va-
gieren. I¡adalid d 30 de setiembre de 1603. En Ventosilla á
LEY X. 15 y 2o de abril de 1605. Y Ü. Felipe IV en esta R e­
copilación.
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
en Valladolid á 20 de jubo de 1538. El mismo en la Que los indios paguen los diezmos como se declara.
dicha sentencia de 1511, cap. 3 y 7.
Ordenamos y mandamos , que en cuanto á
Que los diezmos se paguen donde se cogieren , y si los diezmos que deben pagar ios indios, de cua­
se llevaren ■las iglesias, sea por su costa y riesgo. les cosas , en que cantidad, sobre que hay va­
Ordenamos que los diezmos del pan y se­ riedad en algunas provincias de nuestras In­
millas que cogieren los indios, y de que tribu- dias, no se haga novedad por ahora, y se guar­
tai en y cogieren los españoles á su costa , y no de y observe lo que en cada provincia estuvie­
por tributo, se paguen en el lugar donde se re en costumbre; y si en alguna conviniere ha­
cogieren, y si á pedimento de las iglesias se cer iiovedad , nuestra real audiencia de la pro­
llevaren à ellas, sea por su cuenta, costa y vincia y el prelado diocesano, cada uno en su
riesgo. obispado, nos informen en nuestro consejo de
LEY XI. las Indias de lo que se guarda y debe guardar,
para que visto, Nos proveamos lo que mascón-
D. Felipe II en Madrid á 23 de noviembre de 1566*
venga ai servicio de Dios nuestro Señor y bien
Que los indios no lleven d cuestas los diezmos de los de los indios. ( 3)
españoles d los dezmero
Otrosí nuestros vireyes, audiencias y go­ ' LEY XIV.
bernadores de las Indias no consientan ni don El emperadoi D. Carlos en Toledo á 27 de febrero
lugar á que los prelados apremien i los iridios á de 1534.
que les traigan á cuestas los diezmos que les -Que ¿os diezmos prediales se paguen conforme d las
pertenecieren , aunque digan que lo quie­ erecciones, escepto de las cosas reservadas.
ren bacer de su voluntad, ni que lo haga otro Mandamos que los españoles paguen los
ningún vecino, y tengan de ello muy gran cui­ diezmos prediales à las personas que conforme
dado, porque deseamos relevar álos indios del á las erecciones de las iglesias por Nos aproba­
trabajo. das, ios deben haber, excepto del oro, plata,
LEY XII. perlas, piedras, metales y otras cosas reserva­
El emperador D. Carlos y la reina gobernadora en das en las bulas apostólicas.
Valladolid á 3 de setiembre de 1556. Y el príncipe
gobernador allí á 21 de mayo de 1541. En Madi id á LEY XV.
16 de abril de 1546. Los reyes de Bohemia goberna­
dores en Valladolid á 20 de abril de 1549. O. Feli­ El emperador D. Carlos y el cardenal y almirante
pe II y la princesa gobernadora allí á 22 de agosto gobernador en To:desillás á 20 de octubre de 1521.
de 1556. Que ninguno se ausente de su tierra sin pagar los
Que los encomenderos paguen diezmo de lo que les diezmos que debiere.
tributaren los indios conforme d esta ley. Ningún vecino ni morador de las ciudades,
Mandamos que los españoles que tuvieren villas y lugares de las Indias salga, ni se au­
indios en encomienda, de quien llevaren tribu­ sente de la ciudad , villa ó lugar donde vivie­
tos, diezmen de todas las cosas que de los in­ re, si no constare al gobernador ó justicia ma­
dios recibieren de ios tributos de que se deba yor, que ha pagado el diezmo que fuere obli­
agar diezmo, de forma que en ello haya la gado á pagar, y que no debe nada de los diez­
uena orden y rectitud que convenga, y que mos.
diezmen de todo el maíz, cacao, axí y algo- LEY XVI.
don , teniendo consideración á que solo se diez­ El emperador D. Carlos y el almirante y condestable
me habido respecto al valor del algodón de las gobernadores en Vitoria a' J> de julio de 1522. Y el
mantas, según el tiempo en que se coge antes mismo emperador en Valladolid á 4 de julio de 1523.
de ser beneficiado, no se habiendo ya dezmado Que se pague diezmo de todas las haciendas del Rey,
el tal algodón, lo cual se cumpla y guarde en Es nuestra voluntad , y mandamos, que de
todas las provincias de nuestras Indias, adonde todas las haciendas y grangerías que en las In-
no estuviere introducida, y se practicare ac­
tualmente costumbre en contrario. Y asimismo (3)_ Por cédula de 23 de mayo de 1801 se manda,
se guarde en todas las demás especies, que de que sin embargo de lo dispuesto por la de 23 de di­
ninguna se pague el diezmo mas de una vez. ciembre de 1793, se ampare con arreglo á esta ley
la posesión que tengan los indios de no pagar diez­
mos en algunas provincias, pues nunca fue la mente
del Rey alterarla.
100 Libro ï. Título xvf.
ti ias tenemos, y por tiempo tuviéremos, los LEY X X .
oficiales de ellas bagan pagar y paguen el diez­ El emperador D. Carlos y la emperatriz, año 1530.
mo, según y de la forma que lo pagan los de­ E! emperador D. Carlos y el cardenal y príncipe go­
más vecinos. bernador capítulo 6 de la dicha sentencia. El misino
cardenal gobernador en Talavera á 22 de junio de
LEY XVII. 1541.
El emperador D. Carlos en Madrid á 8 de noviem­ Que no se lleven diezmos personales.
bre, y el cardenal gobernador á 14 de diciembre
de 1539. D. Felipe U v la princesa gobernadora c» Declaramos que no se deben ni han de pa­
Valladolid á 19 de marzo, y el mismo en Toledo á 3 gar en las Indias décimas personales , como no
de setiembre de 1559. í) 1'elipe LV^cu Maiitid 11 se llevan ni pagan en el arzobispado de Sevi­
de marzo de 16¿o. Y alii a 1 de noviembre de l(i2b. lla. Y encargamos á los prelados de ellas, que
Y en esta Recopilación.
si en contrario hubieren proveído algo ó dis­
Que los caballeros de las órdenes militares paguen cernido censuras, las revoquen , porque de lo
el diezmo. contrario nos tendremos por deservido, y man­
Ordenamos y mandamos que ninguno de daremos proveer y remediar como mas con­
venga.
los caballeros de las órdenes de Santiago, Ga-
latráva y Alcántara, que residieren en las in ­ LEY XXL
dias, se exima de pagar los diezmos eclesiásti­ El emperador D. Carlos y la reina gobernadora en
cos que debiere de todas sus haciendas y gran­ Valladolid á JL6 de abril de 1538.
jerias, asi de las que tienen adquiridas, como Que se cobren primicias en las Indias como en elar •
de las que fueren adquiriendo en cualquier ma­ zobispado de Sevilla.
nera , sino que los paguen en la misma forma Mandamos que en las Indias se lleven pri­
que los debieran dar* y pagar, si no fueran ea micias (Je aquellas cosas que se llevan en el ar­
talleros de las órdenes , sin poner en ello escu­ zobispado de Sevilla, y no mas.
sa ní impedimento alguno. Y para que lo so­
bredicho tenga mejor y mas cumplido efecto, LEY XXII.
mandamos á los vi reyes , presidentes y oidores
de nuestras audiencias reales de las Indias, y El emperador D.. Carlos y el cardenal gobernador
otros nuestros jueces y justicias de ellas, que en Talavera á 6 de julio de 1540.
cada uno en su distrito provea lo que mas le Que se saquen los escusados, y sobre la cuarta parte
pareciere conveniente para la egecucion de lo que quedare se supla lo ordenado.
cuesta ley c julenido, y asistan a los prelados
y demas ministros eclesiásticos en todo io que Declaramos y mandamos, que de los diez­
fuere necesario para la cobranza de los dichos mos de cada obispado se hayan de sacar y sa­
diezmos, impartiéndoles para ello el ausilio de quen los escusados de cada pueblo conforme á
nuestra real justicia en caso que sea necesario, la erección de él, y sacados, se bagan todos los
de forma que se consiga el efecto, (dj diezmos un monton, y de él se saque la cuarta
parte que al obispo pertenece, para qué no
. LEY XVIIL siendo suficiente, sobre ella le cumplan los ofi­
ciales de nuestra real hacienda los quinientos
El emperador D. Carlos y el cardenal y principe mil maravedís, que por Nos está mandado que
gobernador, cap 4 de la dicha sentencia do io 4 i. se den á los obispos cuando los diezmos no lle­
Que no se pague diezmo de lo que esta ley declara. gan á esta cantidad. (5)

No se pague diezmo de la pesquería, mon­ LEY X X III.


tería y caza, porque no se debe diezmo de las El emperador D. Carlos y el cardenal gobernador
dichas cosas. en Talavera á 3 de febrero de 1541. Y D. Felipe IV
LEY XIX. en esta Recopilación.

El emperador D. Carlos y el cardenal y el príncipe Que los diezmos que se cobraren en cada iglesia se
gobernador, cap. 5 de la dicha sentencia. dividan , repartan y administren conforme d esta
ley.
Que no se paguen rediezmos.
Ordenamos y mandamos que en cuanto à Ordenamos y mandamos que de los diez­
mos de cada iglesia catedral se saquen las dos
rediezmos , que es de los arrendamientos de
ios ingenios , y de los otros heredamientos de par Les de cuatro para el prelado y cabildo, co­
mo cada erecciou lo dispone, y de las otras dos
que una vez se ha pagado el diezmo de lo que
en ellos se coge y labra por las personas que lo se bagan nueve parles, las dos novenas de ellas
tienen, no se pidan ni ileven, ni dé otra cosa sean para Nos, y de las otras siete, las tres sean
para la fábrica de la iglesia catedral y hospital,
alguna de lo que se criare y naciere, habién­
y lasotrascuatronovenas partes, pagado el salario
dose diezmado una vez enteramente.
de los curas que la erección mandare, lo restante

(4) Por cédula tío 25 de diciembre de í79ó se ha (5) Estos escusados. son la segunda casa mas rica
mandado que estos caballeros, los de S. Juan ni nin­ de cada parroquia, y pertenecen á la íábrica de las
gún otro 1raile, clérigo ni comunidad deje do pagar catedrales, y toma su cuenta el vice-patrono por el
diezmo como eualesqnior otro particular. \é a s e con artículo 165 de la Ordenanza de Intendentes de Bue­
e i breve que acompaña. nos Aires.
De los diezmos. 101
de ellas se dé al mayordomo del cabildo, para á Nos en los diezmos de las iglesias metropo”
que se baga de ello lo que la erección dispusiere litanas, catedrales y parroquiales de nuestras
’y se junte con la otra cuarta parte de los diezmos Indias pertenecen á nuestro patrimonio real, y
que. pertenecen á la mesa capitular, de todo lo la cobranza y administración de ellos á los ofi­
cual, que al diebo cabildo perteneciere, se pa­ ciales de nuestra real hacienda, que los darán
guen las dotaciones y salarios de las dignida­ de su mano a las iglesias o personas que por
des, canongías y raciones, y medias raciones, y merced nuestra los han de haber. Y les orde­
otros oficios que por la erección estuvieren eri­ namos y mandamos, que habiéndose cumplido
gidos y criados para servicio de la iglesia cate­ el tiempo, por el cual hubiéremos hecho ó hi­
dral, y donde los diezmos no fueren suficien­ ciéremos merced y limosna de los dos novenos,
tes , para que de ellos se pague la dotación de ó parte de ellos, cobren y retengan en las cajas
la iglesia, conforme a su erección ó á la que por reales de su cargo todo lo procedido, teniendo
abora tuviere, los oficíales de nuestra real ha­ en su cobranza y administración cuenta y ra­
cienda cobren todos los diezmos y los metan zón particular,. y de lo que en cada arzobispa­
en nuestras cajas reales por cuenta aparte, y de do ú obispado monUre, haciendo cargo de ello
esta y la demas hacienda nuestra, que en las á los tesoreros, asi como lo deben hacer de las
dichas cajas hubiere, se sustente el prelado y otras cosas de nuestra hacienda y patrimonio
clero, conforme á lo que por Nos está ordenado real, y lo envíen en cada un año á estos reinos
y dispuesto, y habiendo diezmos bastantespara por cuenta aparte. Y ordenamos à las reales au­
pagar la dicha dotación y eu terar la erección diencias, que si se presentare por parte de los
de la iglesia , los diezmos se administren por el oficiales reales pedimento ó querella sobre la
prelado y cabildo , y por las personas que por administración y cobranza de los dos novenos,
ellos para la dicha administración fueren nom­ despachen las provisiones ordinarias que con—
bradas, precediendo para esto cédula y lieeu- vengan, para que luego y sin dilación tenga
cia nuestra , la cual mandaremos dar con cono­ efecto lo contenido en ellas. Y rogamos y en­
cimiento de causa y pedimento del prelado y cargamos à los prelados y cabildos eclesiásti­
cabildo eclesiástico, y en este caso los oficíales cos, que por su parte no pongan impedimento
de nuestra real hacienda solo cobren los dos a los oficiales reales en la cobranza y adminis­
novenos que nos pertenecen según la división tración, y todos procedan puntualmente y sin
de los diezmos. Y en cuanto á las parroquias, dilación, con apercibimiento de que no lo ha­
que se hicieren, habiéndoles señalado sus limi­ ciendo pondremos el remedio necesario.( 7)
tes distintos, de forma que no haya diferencia
sobre la declaración de ellos, despues de hecho
el arrendamiento de sus diezmos, se sacarán- D. Felipe III en Madrid á 28 de marzo de 1620.
también de ellas las dos cuartas partes para el Que los dos novenos se cobren de la gruesa de los
nrelado y cabildo, y de las otras nueve que se diezmos y no despues de repartidos.
hacen de las dos cuartas, se sacarán asimismo
los dos novenos para Nos, y los otros tres de Mandamos á los oficiales de nuestra real
los siete se gastarán en la fábrica de la iglesia hacienda que siempre llagan la cobranza de los
parroquial y en el hospital que ha de haber en d-s novenos que nos pertenecen en los diez­
la parroquia, de forma que ei un noveno y me mos de las iglesias en la gruesa, sin aguardar á
dio sea para la fábrica y el otro para el hospi­
(7) Con Ocasión de ciertas dudas que se ofrecie-
tal, y los otros cuatro novenos que quedaren se lon en la Habana de resultas de los procedi míenlos
gasten en sustentar los clérigos y ministros que de un juez hacedor de diezmos de Cuba, se espidió
se han de poner en la dicha iglesia para la ad­ cédula circular a !ó de abril de ly /y para que se ob­
ministración de los santos Sacramentos y ser­ servase la instrucción de la contaduría, en la que se
vicio de ella, y no en otra cosa. (6) previene, que antes del remate de diezmos se han
de publicar Jas condiciones con previa intervención
de los yireyes, gobernadores etc. Que no se han de
apeicibú ni conminar a Jos deudores, sino seguirse
El emperador D. Carlos en Madrid á 3 de octubre estas causas por la vía ordinaria.
de 1559. D. Felipe III en Madrid á 10 de diciembre Que los rematadores legos se han de someter à la
de 1617, y 10 de noviembre de lü i8 . Y D. F eli­ jurisdicción unida de junta de ambos, y no previa­
pe IV en esta Recopilación. Para esta ley y las si­ mente del eclesiástico: que aunque los diezmos no
guientes se vea la ley 1, tit. 24, lib. 8. sean licorosamente real hacienda, mas por la protec­
ción, patronato etc. los arrendamientos, recaudación
•Que los dos novenos pertenecen al patrimonio real: y en las cuentas de fábrica deben intervenir, con ju­
su administración y cobranza d los oficiales reales: risdicción igual y unida al propio fin, el y ¡rey ó Go­
las audiencias les despachen las provisiones ordina­ bernador y el juez ó jueces hacedores: que Jas lian­
rias que convengan , y los prelados y cabildos no lo zas respectivas lian de ser á satisfacción cíe la junta,
impidan. como también los libros de arriendos ó administracio­
Declaramos que los dos novenos reservados nes que se han de exhibir á la tal junta. Que el no­
tario ha de sor escribano real. Que la junta tase los
derechos que no han de percibir los ministros reales,
(6) Sobre estos cuatro novenos se ha despachado y ios eclesiásticos que no sean canónigos que se com­
una real ccdula en 23 de agosto de 1786. pongan con los obispos, que suelen señalarles algo de
Y en lo respectivo á novenos reales debe tenerse SUS cuartas.
presente, que por cédula de 26 de diciembre de 1804 Esta ley 24 se derogó por el artículo 193 de la Or­
se ha mandado deducir en cada obispado un noveno denanza de Intendentes de Nueva España en la par­
aun antes ae Ja casa cscusada y demas divisiones que te que daba recurso á las audiencias para la cobranza
por esta ley se mandan, y que se remita su importe de novenos.
á la casa de consolidación. Véase el artículo 187,
TOMO I. j»6
102 Libro i. Titulo xvi.
que estén repartidos en ios terceros eclesiastí- LEY X X IX . -
ticos, sacando siempre los novenos del monton.
D. Felipe IV en Madrid á 28 de diciembre de 1638.
LEY XXVI. Y en esta Recopilación.
Que donde tos diezmos bastaren para la congrua del
D. Felipe IV en Madrid á 9 de agosto de 1651. prelado y capitulares, seles deje la administración
Que los dos novenos se cobren sin descuento de se­ de ellos. . -
minor io ni de gastos. Mandamos que donde no hubiere diezmos
Otrosí mandamos, que los oficiales reales suficientes para la dotación de las iglesias se
cobren los dos novenos aplicados á Nos, y á cobren los que hubiere por los oficiales reales,
nuestra distribución, sin descuento del tres por conforme á lo proveído, y se sustente el clero
ciento para ios seminarios ni gastos de cobran­ de nuestra real hacienda *, y donde por ser íos
za, haciéndola de la gruesa de todos los diez­ diezmos considerables no se diere ai prelado y
mos, sin aguardar á que so repartan como está capitulares de las iglesias cosa alguna de nues­
proveído. Y asimismo que los arrendadores se tra real hacienda, alcen la mano de la admi­
obliguen particularmente à pagará los oficiales nistración de los diezmos de la iglesia y pro­
reales del distrito donde estuvieren las iglesias, vincia, y se la remitan y dejen gobernar al pre
lo que montaren los dos novenos, y ellos lo co- lado y cabildo de ella, precediendo;.para esto
bren de. los arrendadores, donde ios hubiere, cédula y licencia nuestra, para que esto corra
>or su cuenta y riesgo ; y desde el dia que asi
con toda puntualidad. fo hicieren no les acudán mas por cuenta de
LEY XXVII. nuestra real hacienda con cosa alguna de lo
que antes les hubieren dado para su estipendio,
D. Felipe III en Madrid á 28 de marzo de 1620. Don con tal que los dos novenos que en los diezmos
Felipe IV allí á 13 de noviembre de 1626.
de la iglesia nos pertenecen, y han de entrar
Que los oficiales reales asistan d los arrendamientos en poder de nuestros oficiales, los cobren, y
tic tos diezmos para la cobranza de los novenos como en su cobranza tengan particular cuidado, ha­
se ordena. ciendo para su ajustainento las diligencias ne­
Ite m : mandamos que los oficiales reales cesarias, y hallándose al alzamiento y remate
asistan á los arrendamientos de los diezmos, to­ de los diezmos, como está dispuesto, de forma
mando la razón de los remates, y sacando re­ que los dos novenos entren enteramente en
cudimiento contra los recaudadores, por lo que nuestra real caja, sin fraude, colusión ni usur­
toca á los novenos que nos pertenecen, hacien­ pación. ( 8)
do que por escritura aparte se obliguen á pa­ LEY XXX. .
gar lo que montaren*, y donde hubiere au­
diencia asista también uno de los oidores de D. Felipe II en Monzon á 4 de octubre de 1563 en la
ella. ordenanza 63 de Audiencias. Y ordenanza 71 de A u-,
diencias de 1596.
LEY XXVIII. Que al hacer la cuenta de los diezmos se halle un oi­
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ dor y oficial real.
bernadores en Valladolid á 12 de marzo de 1549. Y Ordenamos y mandamos que al tiempo que
D. Felipe IV en esta Recopilación. se hicieren las cuentas de los diezmos, para que
Que al arrendamiento de los diezmos se hallen los se repartan conforme à la erección, asista á ellas
oficiales reales. uno ae los oficiales de nuestra real hacienda, y
un oidor, siendo en parte donde haya audien­
Está ordenado por la ley 34, tit. 7 de este cia real.
libro que si la cuarta parte de los diezmos de
cada obispado perteneciente al prelado, no lle­ LEY XXXI.
gare en cada un año á quinientos mil marave­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
dís se le supla lo que faltare al cumplimiento ra en Toledo á 23 de mayo de 1539. Los reyes de
de ellas de cualquier hacienda nuestra, y lo Bohemia gobernadores en Valladolid á 24 de abril
den y paguen los oficiales reales, y que esce- de 1550. l>. Felipe lie n Madrid á 25 de enero de 1588.
diendo de la dicha congrua cobren para Nos D. Felipe III allí á 12 de diciembre de 1619. Y D. F e­
los dos novenos de la gruesa. Para que esta ave­ lipe IV en esta Recopilación.
riguación y cuenta se pueda hacer, y en ella Que los eclesiásticos y interesados en los diezmos no
no haya fraude, mandamos á nuestros oficiales los arrienden.
reales de cada provincia que se hallen presen­ Asi en el tiempo como en la forma del re­
tes á los remates y almonedas de los diezmos, mate de los diezmos, se guarde el derecho ca­
porque los arrendamientos de ellos se hagan co­ nónico , y las audiencias reales no consientan
mo convenga, asi en sede-vacante de prelado ni den lugar á que los prelados, prebendados,
como no habiéndola, y vean y entiendan como clérigos ni personas interesadas en ellas por sí,
se hacen . y miren por lo que toca al aprove­ ni por interposición de otras, hagan posturas
chamiento y buen recaudo de los diezmos, y ni se les rema ten; y si en alguna parte los ar-
que no se cometan fraudes ui haya otros incon­
venientes. (8) Sobre la practica y cumplimiento de esta ley
véase el artículo 166 de la Ordenanza de Intendentes
de Buenos Aires,
De los diezmos. i 03
rendaren, la ciudad, o villa donde se hiciere que puedan hacer ajustamientos y conciertos
el arrendamiento los pueda tomar por el tanto; sobre diezmos á las puertas de las iglesias,
•porqué Ib contrario 6erá de grave perjuicio a presentes ¿os curas doctrineros y caciques,
nuestro patronazgo real, y'á la fábrica de las ley 16, tit. 1 de este libro.
iglesias, (9) Que los prelados en la distribución de los diez•
Par escusur molestias á los indios se permite mos guarden las erecciones de sus iglesias, y
los vireyes ¿es den el fa v o r necesario, ley 9,
tit. 2 de este libro.
(9) Debe tenerse presente el artículo 158 de la
Ordenanza de Intendentes de Buenos Aires, en <jue
Que ¿a parte de los diezmos que pertenece d
se prohibe rematar diezmos en personas eclesiás­ lasfábricas de iglesias se gaste en lo que allí
ticas. se refiere, ley 11, tit. 2 de este libro.

TITULO EIEZ T SIETE.


D e la m esada eclesiástica.

LEY P R IM E R A . lo que hubiere valido y rentado la dignidad ó


prebenda, ó curato, ó doctrina, en los cinco años
D. Felipe IV en Madrid á 5 de mayo de 1629. Y en
esta Recopilación, antecedentes, entrando en este cómputo no solo
el valor de las rentas, diezmos y gruesa de la
Que se cobre mesada de las prebendas, oficios y be­ dignidad ó prebenda, oficio ó beneficio, ^curato ó
neficios eclesiásticos, cjue el Rey presenta en las
indias , y de los curatos y doctrinas cuatro meses doctrina en cada uno de ellos, sino también d e
despues de tomada la posesión, regulado el valor por lo que hubieren valido las obvenciones y otros
los cinco años antecedentes , conforme d los breves proventos y emolumentos en el mismo tiempo,
de su Santidad. haciendo para esto todas las diligencias y averi-
Habiendo suplicado à nuestro muy santo guacionei? necesarias, y lo que en los dichos
Padre Urbano VIII que tuviese por bien de cinco años montare lo junten y repartan'por
conceder breve para que se pudiesen cobrar iguales partes en cada uno de los meses que con­
para Nos por las causas y razones en él conte­ tienen los cinco años, de forma que quede claro
nidas 3 los derechos de mesadas de todas las dig­ y iíquidoy averiguado lo que cupiere á cada
nidades, canongías, raciones y inedias raciones, mes, y cobren lo que montare de la persona que
oficios y beneficios eclesiásticos , curatos y doc­ se presentare, y de sus bienes y rentas, con más
trinas que hubieren vacado y vacaren en nues­ las costas que pudiere tener de fletes, derechos
tras Indias Occidentales, siempre que Nos pre­ y averías, y otros, hasta que llegue á estos^rei-
sentáremos de nuevo personas para ellas, o nos, y txlo lo que de esto procediere lo rem i­
nuestros vireyes y gobernadores en ejecución tan cada-año à poder del tesorero de nuestro
de las leyes de nuestro patronazgo real, su San­ consejo de Indias por cuenta aparte y á riesgo
tidad lo tuvo asi por bien , y mandó espedir en de la persona de quien se hubiere cobrado. Y
la dicha razón breve, con calidad que la co­ asimismo envien relación, como también nos la
branza no se haga hasta quesean pasados cuatro enviarán los vireyes y presidentes de la canti­
meses despues de haber tomado la posesión de dad que se nos remite, y de donde procede,
. la dignidad ó prebenda , oficio , beneficio , cu­ para que se le haga cargo de ello al dicho teso­
rato ó doctrina la persona que fuere presenta­ rero, en lo cual han de poner particular cuida­
da á ella, y que el valor del mes se regule con­ do, guardando y ejecutando todo lo susodicho
forme á lo que hubieren valido y rentado sus precisa y puntualmente, y haciendo que los ofi­
frutos y rentas en los cinco años antecedentes ciales de nuestra hacienda real lo ejecuten, con
al tiempo en que se tomare ó hubiere tomado la apercibimiento que si por omisión ó negligen­
posesión, mediante lo cual mandamos á nuestros cia de los vireyes, presidentes ú oficiales se de­
vireyes y presidentes de las audiencias que den jare de hacer asi, mandaremos se cobre de ellos
las órdenes que convengan para que los oficia­ y de sus bienes lo que esto montare. Y porque
les de nuestra real hacienda de las ciudades de nuestra voluntad es que lo susodicho se ejecute
sus distritos á donde hubiere iglesias catedrales y practique, sin esceder de la gracia y conce­
en conformidad de lo dispuesto ene! dicho bre­ sión de su Santidad, ordenamos y mandamos
ve, y los demas que se nos concedieren de pro- que no se entienda esto de los beneficios cura­
rogacion de esta gracia por el tiempo en ellos dos y doctrinas, que no pasaren de cien duca­
contenido, siempre que Nos presentaremos ó dos de oro de cámara de toda renta. (*)
proveyéremos, ó en nuestro nombre se presen­
tare en alguna de las dignidades ó prehendas, ó (1) Véase la real cédula de 21 de diciembre
en oficio ó beneficio eclesiástico, curato ó doc­ de 1763
trina à alguna persona, hagan averiguación de Este breve de Urbano VIH lo prorogaban los
;
i 04 Libro í. Titulo xvn.
LEY II, agosto fiel año pasarlo fie mil y seiscientos ,y
veinte y nueve, que asi es nuestra voluntad.
D. Felipe IV en Madrid á 11 de abril de 1628.
Qmo no se cobre mesarla de las limosnas que el Rey
ïfiRV V.
hiciere. D. Felipe IV en Madrid á 16 de diciembre de 1651.
Mandamos à los oficiales de nuestra real Que los religiosos que tuvieren doctrinas y benefi·
hacienda de las Indias que no cobren ni lleven cios curados paguen la mesada de ellos como se or­
los derechos de mesada de las limosnas que Nos dena.
hiciéremos en las vacantes de obispados ú otros Porque en algunas partes fie nuestras Indias
géneros, sino tuvieren orden nuestra para su se ha ofrecido duda en razón fie la cobranza fiel
cobranza. derecho fie la mesada que conforme al breve
LEY de su Santidad que lo dispone, han de pagar
los religiosos de las órdenes mendicantes, por
D Feline IV en Guadalajara á 30 de diciembre de
1 1629. razón de las doctrinas y beneficios curados que
Que con lo que se remitiere de mesada venga rela­ tienen á su cargo: Declaramos y ordenamos que
ción por menor de que procede. de cada doctrina que se proveyere en religio­
Porque las relaciones que los oficiales de sos no se pague mas de una vez la mesada en
nuestra real hacienda nos han .remitido de las cada cinco años, aunque suceda que en el di­
partidas que han entrado en su poder por Cuen­ cho tiempo se muden y pongan en la misma
ta de mesada, no traen la claridad necesaria doctrina diferentes doctrineros, y que aunque
para la razón que conviene haya en la contadu­ se conserve el que fuere nombrado mas de los
ría de cuentas del consejo de indias! Mandamos cinco años, no pague otra mesada hasta que se
¿ nuestros oficiales que con las cantidades que mude y entre en su lugar otro de nuevo, y esta
hubieren entrado en su poder y nos remitie­ orden guarden nuestros vireyes , presidentes y
ren cada año de lo que ha montado la mesada, audiencias, gobernadores y oficiales de nuestra
nos envien en cada ocasión relación por menor real hacienda de las ludias, sin contravenir á
de qué proceden, y de las personas que la pa­ ella en ninguna forma , la cual se haya de en­
tender y entienda sin perjuicio de las leyes en
garen. que está proveído y ordanado, que no se mu­
LEY IV. den de sus doctrinas los religiosos sin causa y
D. Felipe IV en Madrid á 13 de octubre de 1632. consulta de los vireyes, presidentes ó goberna­
Que los derechos de mesada se distribuyan como se dores à quien toca hacer la presentación de
ellas, porque estas se han de quedar, como que­
Todo el dinero que se trajere de las Indias dan, en su fuerza y vigor.-
y procediere de la mesada eclesiástica entre en
poder del tesorero general de nuestro consejo de
las Indias, el cual tenga este género de hacien­ D. Felipe IV en Madrid á 21 de abril de 1665.
da por cuenta aparte, para que en caso que Que ¿as presentaciones á dignidades y prebendas se
falte la consignación para la paga de salarios y remítan á los oficiales reales.
casas de aposento del presidente, y los del con­ Las presentaciones á dignidades y preben­
sejo, ministros y oficiales de el, tome de lo das se remítan á los oficiales reales del distrito
procedido de la mesada lo que faltare a cum­ para que ponga» particular cuidado en recibir
plimiento de lo necesario, prefiriendo esto a lás fianzas y asegurar las mesadas eclesiásticas,
cualesquier consignaciones que adelante se hi­ y asi se observe también en caso de haber espi­
cieren, v se hubieren hecho desde treinta de rado el tiempo de la concesión, basta que Nos
consigamos la prorogacion, como siempre espe­
pontífices cada cinco años, de que hay muchos cgem- ramos de su Santidad. (2)
plarcs en los gobiernos, y audiencias. Pero última­
m ente, para evitar el enfado de esta quinquenal soli­
Que en los despachos de mercedes eclesiásticas
citu d, el Sr. .1). Carlos l l i obtuvo la continuación que debieren mesada se ponga que tomen la
por el tiempo de su vid a, como se advirtió en el ar­ razón los contadores, ley 33, lit. i>, libro 2.
tículo 187 déla Ordenanza de Intendentes de Buenos E n 22 de octubre de 1625 mandó el consejo
Atres; el Sr. D. Carlos IV consiguió esta misma gra­ que de lodo el dinero que entra en poder del
cia, sc<nui parece de cédula de í de febrero de 92.
Y boy por real cédula del Pardo de 26 de eneio tesorero procedido de los derechos de mesada
de 1777, solamente los arzobispos, obispos, párrocos tomen la razón los contadores de cuentas
y demas beneficiados cuyos emoiámenlos no suben ó del consejo, g asilo prevenga y anote el te­
no llegan á 300 ducados, pagan esta mesada con el sorero en las cartas de pago, y se guarde
18 por LOO de su remisión à España. Los demas ca­
nónicos, dignidades y provistos «i piezas eclesiásticas hasta que S. M. mande otra cosa, auto 61.
p a g a n media-annata, y su recaudación toca al comi­ En i 7 de junio de 1656 ordeno el consejo que
sario general de cruzada y sus delegados eq Indias, las cédulas y tituios de que se debe mesada
sin el gravamen del 18 por 100 desde el dia tic la vayan remitidos d los presidentes, con orden
publicación del decreto. En otra cédula de ó i de ju­
lio del mismo año se incluyó una instrucción que fa­
de que no ios entreguen hasta que la hayan
cilita el cobro justo y arreglado de este derecho. asegurado, auto IB9.
Si pasados los cuatro meses no satisfaci ere la me­
sada cualquier provisto se egeeutan jos fiadores, ó se
hace que el tesorero retenga cantidad equivalente (2) En esta ley y en la 53 y 5 /, tit. 6 , lib. 2 se
por cédula de Aranjuez de 7 de mayo de 1/65. funda la práctica dol requisito del pase del respectivo
Y véase la ley 33, til. 6, hb. 2. gobierno i
408

TITULO OIEZ T COSO.


D e Ííí.v sep u ltu ra s y derechos eclesiásticos.

LEY PRIMERA. otros religiosos y clérigos que tengan mucho


cuidado en los sermones , consejos y confesio­
El emperador D. Carlos en Madrid á 18 de julio nes de dar á entender á los vecinos como deben
de 1559.
principalmente tener atención en las buenas
Qne los vecinos y naturales de las Indias se puedan obras que hicieren y .mandaren en sus últimas
enterrar en los monasterios ó iglesias que quisieren. voluntades á aquella tierra, iglesias y lugares
Encargamos ¡í los arzobispos y obispos de píos, y personas pobres dónde se han sustenta­
nuestras Indias que en sus diócesis provéan y do, ganado lo que dejan , y por ventura si al­
den orden como los. vecinos y naturales de ellas go deben restituir á pobres , ó gastar en obras
se puedan enterrar y enlierren libremente en pías, y estan los lugares y personasá quien se
las iglesias ó monasterios que quisieren y por debe, y donde se dió causa á Ja obligación de
bien tuvieren, estando benditos el monasterio restituir ; porquede esto, demas que servirán
ó iglesia, y no se les ponga impedimento. ( 1) á Dios nuestro señor en el beneficio que de ello
se seguiria en aquellas partes adonde residen, y
LEY II." son mas obligados, cumplirán lo que deben a
D« Felipe 11 cu Madrid à .13 de noviembre de 1577* su profesión y doctrina en lo mejor y mas ne­
En Barcelona á 10 de mayo de 1585. cesario á los que les confian el descargo de sus
Que los clérigos no lleven mas derechos por los que conciencias, de que nos daremos por bien ser­
se enterraren en conventos de lo que justamente vido.
pudieren.llevar. LEY V.
Porque en algunas partas.de nuestras Indias
El emperador D. Carlos en Toledo á 6 de noviembre
llevan los clérigos mas derechos de los que de­ de 4528, •
ben llevar por ios cuerpos que se eutierran en
conventos de religiosos , y por esta causa dejan Que d los que murieren y no tuvieren presentes los
de enterrarse muchos en ellos, de que las órde­ herederos, se les digan el dia del entierro las misas
que al prelado pareciere.
nes reciben perjuicio : Rogamos y encargamos
à los prelados que cada uno en su diócesi pro­ Cuando acaeciere que algun vecino, mora­
vea como los conventos y herederos de los di­ dor ó estante en cualquier lugar de nuestras
funtos que se enterraren no reciban agravio en Indias, falleciere sin testamento ó con é i, no
los derechos, ni consientan que los clérigos es- se hallando presentes los herederos instituidos,
ceda n de lo que justamente pudieren llevar. ó que sucedieren ab intestato, ó ejecutores del
testam ento, [el prelado provea que segbn la
LEY III. calidad de su persona ó cantidad de bienes que
El emperador D. Carlos y el cardenal gobernador hubiere dejado, se digan y hagan decir las mi­
en Fuensalida á 26 de octubre de 1511. Y D. Feli­ sas y sacrificios el dia de su enterramiento con»
pe IV en esta Recopilación.
convenientes. Y mandamos á los tenedores de
Que. de las mandas y fibras pías que los españoles sus bienes que para esto den la cantidad que
dejaren para estos reinos, no se lleve cuarta parte fuere necesaria, y por el prelado y gobernador,
en las Indias.
corregidor ó alcalde mayor fuere señalada , y
Mandamos á losvireyes, presidentes, au­ con mandamiento de los susodichos, y carta de
diencias y gobernadores , y rogamos y encar­ pago de las personas que lo hubieren de recibir,
gamos a los prelados que de las misas, man­ sé pase en cuenta á ios tenedores de bienes. Y
das y legados píos que los españoles difuntos encargamos las conciencias á los prelados, go­
en las Indias hubieren ordenado, que se digan, bernadores y demas justicias, asi cerca de la
hagan ó ejecuten en estos reinos , no consien­ ejecución y cumplimiento de esto, como en la
tan que se pida ni lleve cuauta parte. moderación del gasto que se hiciere.
LEY 'IV. LEY VI.
El emperador D. Carlos en Barcelona a* i . ° de mayo
de 1543. Y D. Felipe IV en esta Recopilación. El emperador D Carlos y la reina de Bohemia go­
bernadora en Valladolid á 7 de marzo de 1551.
Que se procure que .los que murieren en las Indias
dejen ¿as obras pías en aquella tierra donde hubie­ Que las justicias reales no impartan el ausilio real «
ren asistido. los eclesiásticos en los casos que contiene.
Encargamos á los provinciales, prelados y
Mandamos á todas nuestras justicias de las
(1) Aunque por esta ley 1.a se permite el entier­ Indias que cuando los obispos y jueces eclesiás­
ro dé los difuntos en las iglesias que se quiera; pero ticos les pidieren el auxilio de nuestra jurisdic­
deberá tenerse presente el encargo que sobre forma­ ción real sobre sacar la cuarta parte de las
ción de cementerios y sobre pompas fúnebres se hi­ mandas que dejaren los difuntos en sus testa­
zo últimamente en la cédula de l . Mde marzo de 1794,
en la que se manda deberse escusar estas, y que se mentos para fábricas de -iglesias , dotaciones
guarden las leyes acerca de la materia. de capillas y fundaciones de capellanías perpé-
TOMO I. »7
lO fr Libro i. Titillo xviiu
Inaniente, ftnifimentas , libros, retablos, cáli­ cualquier manera, hayan los curas la cuarta
ces , reparos y adornos y otras cosas no le im ­ parte, y las tres partes restantes haya el cabil­
partan, pues en estos casos , conforme á dere­ do y beneficiados de Ja iglesia para que lo re­
cho, no se les debe. partan por iguales partes sin haber parte ma­
yor la dignidad, sino que en las ofrendas
sean iguales, con tanto que los curas de su
1>. Felipe ÏÍ1 eu S. Lorenzo ¡í 5 de setiembre de 1620* cuarta parte den la octava al sacristán.
Y O. Felipe IV en esta Recopilación. Item , que todas las misas de entierros so­
Que ios obispos guarden el derecho y costumbre, so­ lemnes y simples, y de testamentos mayores
bre la distribución de la cuarta funeral. y menores, se repartan entre los dichos (lean
Hemos sido informado (pie de la cuarta par’ y cabildo, racioneros y curas por iguales par­
te que por derecho y costumbre toca á las par­ tes, teniendo siempre advertencia que à los
roquias de las misas que los testadores dejan en curas no Ies falten misas de testamento que
sus testamentos , han pretendido algunos obis­ decir.
pos sacar la cuarta, para decirlas ó hacerlas Itera , declararou que asi de derecho como
decir, conforme se guarda en la iglesia me­ de costumbre , son las candelas y ofrendas y
tropolitana de los Reyes y en las demás del Pe­ derechos de las velaciones y candelas de ofren-
rú, e introducir que los curas queden obligados . das de bautismos de los curas, y á ellos solos las
á . decir las misas que importa esta cuarta , con aplicaren, y que no sean obligados á dar parte
pretesto de que Ies toca por jueces de testamen­ de ello al cabildo , escepto la octava que han de
tos, Y porque es justóse guarde lo que por dere­ dar al sacristán de las dichas ofrendas del dine­
cho y costumbre está asentado , rogamos y en­ ro y no de candelas, porque las candelas son
cargamos á los prelados de nuestras Indias que suyas, y los capillos y limosna que por ello die­
asi lo ejecuten , guardando el derecho y cos­ ren asi en lienzo corno en dinero son de la fá­
tumbre, y por ninguna via impidan el cumpli­ brica, de los cuales es obligado el mayordomo
miento de los testamentos y última voluntad á tener cuenta y r a z ó n y darla de todo ello
de los i! ifu utos. cada y cuando que se la pidieren.
Ite m , que todos los entierros simples, fies­
LEY V III. tas, novenarios y aniversarios ¿ las hayan y lle­
I'J emperador D. Carlos cu Valladolid a* 31 de inayo ven ids dichos curas sín dar parte al dicho ca­
de 1338. bildo , dáiido la octava-, como dicho es, al sa­
One, se guarde la concordia inserta sobre participar
cristán.
y repartir en la iglesia catedral de Méjico las obven­ Y porque ha parecido que la dicha concor­
ciones y emolumentos. dia se debe jguardar y cum plir, rogamos y en­
cargamos al'venerable deany cabildo de la igle-;
Algunos prelados de nuestras Indias hicie­ sia catedral de Méjico, racioneros y ciirls de
ron una concordia de consentimiento de las ella , que la guarden, eumplan y ejecuten se­
]«irles interesadas sobre la forma de partir en­ gún y en la forma que va inserta eu esta nues­
tre el deán y cabildo, racioneros, curas y otros
tra ley.
oficios eclesiásticos de la iglesia catedral de la
ciudad de Méjico los derechos de entierros, cum­ LEY m .
plimiento de testamentos, fiestas, procesiones, D. Felipe II en Lisboa á 15 de octubre de 1581.
aniversarios, ofrendas, obvenciones, proven­ Que no sea preciso en los entierros el acompaña­
tos y emolumentos, en la cual resolvieron los miento de Los di cines y cabildos.
capítulos siguientes. Rogamos y encargamos á los prelados y ca­
Primeramente en lo que toca á los dignida­ bildos eclesiásticos eu sede vacante, que por
des, cuando fueren llamados à entierros solem­ ninguna causa ni razón permitan ni obliguen à
nes, procesiones, aniversarios, fiestas , memo­ que ios difuntos sean enterrados, acompañán­
rias ú otro cualquier oficio à que fuere todo el doles precisamente el deán y cabildo, y guar­
cabildo, de estos t des oficios lleve la dignidad, den lo que sobre esta solemnidad hubieren de­
á rata portiones como gana en la renta por dig­ clarado en su última voluntad, ó dispusieren
nidad, y el canónigo por canónigo , y el racio­ sus testamentarios.
nero por racionero ; y que si ios curas fueren
llamados con el cabildo, ileven tanto como
tienen de derechos por un entierro ó fiesta ; y D. Felipe 11 en Madrid á 11 de junio de 1594. Y en
Toledo á 25 de mayo de 1596, eap. de Instrucción.
si no fueren llamados, no tengan parte eu las D. Felipe III en Madrid á 19 do julio de 1GL4. Y en
cosas del cabildo. Madrid á 10 de octubre de 1618".
Item , que en las ofrendas que por via del Que los curas y doctrineros guarden los concilios,
cabildo se trajeren á *la iglesia , hayan ios curas costumbre legitima y aranceles en los derechos (pee
igual parle como uno del cabildo cada uno de han de llevar d los indios (pie administran.
los curas ;J)ero por quitar división en el partir, Nos tenemos señalada à los curas y doctri­
y porque el capítulo susodicho se entiende no neros congrua y suficiente porción para su sus­
mas que en el dinero, determinaron que asi de tento, y vivir con la decencia que conviene, y
las ofrendas que vinieren al cabildo, como de se deben conformar con lo dispuesto por Jos
otras cualesquier ofrendas que de cualquier for­ concilios provinciales celebrados en nuestras In­
ma entraren en la iglesia, ó se hubieren defuera dias, y la costumbre legítima usada y guardada
ile ella de parroquia ó monasterio, ó de otra en ellas, no llevando derechos á los indios, ni
Be las sepulturas y derechos eclesiásticos. 107
otra ninguna cosa por pequeña que sea , por los Que donde estuviere lejos la iglesia se bendiga un
casamientos, entierros, administración de Sa­ campo para enterrar los ñute ríos.. -
cramentos, ni otros ministerios eclesiásticos, Rogamos y encargamos á los prelados, que
introduciendo y llevándolos á su arbitrio. Ro­ bendigan un sitio en el campo donde se entier-
gamos y encargamos á los prelados de todas ren los indios cristianos y esclavos, y otras per­
nuestras Indias, que no permitan á los dichos sonas pobres y miserables que hubieren m uer­
curas y doctrineros que por esta razón lleven to tan distantes de las iglesias , que sería gra­
intereses á los indios en ninguna cantidad, aun­ voso llevarlosá enterrará ellas, porque los fieles
que digan que lo .dan por su voluntad y hagan no carezcan de sepultura eclesiástica.
guardarlo determinado y resuelto en los con­
cilios, y la costumbre legitima inviolablemen­ Que los prelados y ministros eclesiásticos guar­
te sin .esceder de los aranceles , asi los clérigos den los aranceles conforme á derecho de es­
como los religiosos que administran los santos tos reinos de Castilla, y las audiencias ió
Sacramentos. hagan egeeutar, y los vireyes y justicias in­
Otrosí remedien el grande escesoá que han form en si se cumple lo proveído, ley -03, l¿(.
llegado los derechos quedos curas llevan á los 7 de este libro, . '
indios por lo que llaman posas en los entier­ Qite en los concilios provinciales se hágali (irán
ros, y hagan guardar la ley 13, tit. 13 de este celes dé los derechos que han de percibir Vis
libro. eclesiásticos por sus ocupaciones f i ministe -
LEY 'XI. ' ! ríos y ley 9 , tit. %de este libro. : i;
Que los ministros de doctrina tengan libros de
El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora bautismos y entierros, y envien certijie'ado -
en Valladolid á 10 de mayo de 15:51. Y D. Felipe IV
en. esta Recopilación. nes y padrones cada un año á los viré y es y
gobernadores, ley 2 5 , tit. VS de este libro.

TITULO LXEZ T MUEYE.


&<s los tribu n ales del Santo Oficio de la Inquisición y sus '
■m in istro s.

- ■L E Y P R IM E R A . ■■ ■ errores y heregías, siempre procuran pervertir


y apartar de nuestra santa fé católica à los fie­
D. Felipe II en el Pardo á 25 de enero de ,1569. Y en
Madrid ú 16 de agosto de 1570. Y D. Felipe IV en
les y devotos cristianos, y con su malicia y pa­
esta Recopilación. sión trabajan con todo estudio de atraerlos á
Fundación del Santo Oficio de la Inquisición en las sus dañadas creencias , cOmunicando'sits falsas
Indias. opiniones y lieregías, y divulgando y esparciem
do diversos libros heréticos y condenados, y el
Nuestros gloriosos progenitores, fieles y verdadero remedio consiste en desviar y escluir
católicos hijos de la santa iglesia católica Roma­ del todo la comunicación de los hereges y. sos-,
na, considerando cuanto toca á nuestra digni­ peehosos, castigando y extirpando sus errores,
dad real y católico celo, procurar por todos los por evitar y estorbar que pase tan grande ofen­
medios posibles, que nuestra santa fé sea dila­ sa dé la santa fé y religión católica á aquellas
tada y ensalzada por todo el mundo, fundaron partes, y que los naturales de ellas sean per­
en estos nuestros reinos el Santo Oficio de la vertidos con nuevas, falsas y reprobadas doc­
Inquisición, para que se conserve con la pureza trinas y errores. El inquisidor apostólico gene­
y entereza que conviene. Y habiendo descu­ ral en nuestros reinos y señoríos, con acuerdo
bierto é incorporado en nuestra real corona por de los de nuestro consejo de la general Inqui­
providencia y gracia de Dios nuestro Señor, los sición, y consultado con Nos, ordenó y prove­
reinos y proviueias de las Indias Occidentales, yó, que se pusiese y asentase en aquellas pro­
Islas, y Tierra-Firme del mar Océano y otras vincias el Santo Oficio de la Inquisición, y por
partes, pusieron su mayor cuidado en dará co­ el descargo de nuestra real conciencia, y de la
nocer á Dios verdadero y procurar el aumeuto suya diputar y nombrar inquisidores apostóli­
de su santa Ley evangélica, y que se conserve cos contra la herética pravedad y apostasia, y
libre de errores y doctrinas falsas y sospecho­ los oficiales y ministros necesarios para el uso
sas, y en sus descubridores, pobladores , hijos y egercicio del Santo Oficio. Y porque convie*.
y descendientes nuestros vasallos, la devoción, . ne que les mandemos dar el ¡favor de nuestro
buen nom bre, reputación y fama, conque á brazo real, según y como católico príncipe y
fuerza de cuidados y fatigas han procurado que celador de la honra de Dios , y beneficio de la
sea dilatada y ensalzada. Y porque los que es- república cristiana para ejercer libremente el
tan fuera de la obediencia y devocioa de ja Santo Oficio. Mandamos á nuestros yireyes,
santa iglesia católica Romana obstinados en sus presidentes, oidores y alcaldes del crimen de
i 08 Libro i. T ítulo xix.
nuestras audiencias reales, y á cualesquier go­ ño ó agravio alguno, so las penas en que caen
bernadores , corregidores y alcaldes mayores, y é incurren los quebrantadores de salvaguardia,
otras justicias de todas las ciudades, villas y y seguro de su rey y señor natural.
lugares de las ludias, asi de los españoles,
como de los indios naturales, que al presente
LEY SIL
son, ó por tiempo fueren, que cada y cuan­ D. Felipe II en S Lorenzo á 26 de diciembre de 1 5 /1 .
do que los inquisidores apostólicos fueren con Y á 26 de agosto de 1573. D. Felipe 111 eu Vallado-
sus oficiales y ministros à hacer y ejercer en lid5á 8 de marzo de J61Ü.
cualquier parte de las dichas provincias el Santo Que los tribunales de el Santo Gjiciú de las Indias
Oficio de la Inquisición, los reciban, y á sus asistan en las ciudades de L im a , Méjico y Carta­
ministros y oficiales y personas que con ellos gena.
fueren con la reverencia debida y decente, te­ Ordenamos y mandamos, que los tribuna-
niendo consideración ai santo ministerio que les de el Santo Oficio de la Inquisición, erigi­
van á ejercer, y los aposenten y hagan aposen­ dos y fundados en nuestras Indias Occidenta­
tar, y los dejen y permitan libremente ejercer les, estén y residan en la ciudad dé los Reyes
el Santo Oficio, y siendo por ios inquisidores de las provincias del Perú : y en la ciudad de
requeridos, hagan y preste» el juramento ca­ Méjico de las de Nueva-España : y en la ciu­
nónico que se suele y debe hacer, y prestar en dad de Cartagena de las de Tierra F irm e , y
favor de el Santo Oficio y cada vez que se les tengan los ministros y distritos que les están
pidiere, y para ello fueren requeridos y amo­ señalados.
nestados, les dén y hagan dar (jl ausilio y favor
de nuestro brazo real, asi para prender euales- LEY IV.
quier he reges ó sospechosos en la fé, como para El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador
cualquiera otra cosa tocante y concerniente al en Madrid á 10 de marzo de 1553.
ejercicio libre del Santo Oficio, que por dere­ Que el consejo , audiencias y gobernadores no co­
cho canónico , estilo y costumbre , é instruc ­ nozcan de negocios que pasaren ante los inquisi­
ciones de él se debe hacer y egecutar. ( 1) dores.

L E Y II. Mandamos al presidente y los de nuestro


.. ; B* consejo de las Indias, audiencias, gobernado­
I). Felipe 11 en Madrid á 16 de agostado 1570. Don res, y otros cualesquier jueces y justicias de
Felipe l í l en Lenna á 22 de mayo de ltílO. ellas, que en ningún negocio, ó causa civil, ó
criminal de cualquier calidad o condición que
Que los inquisidores y sus ministros estén debajo
del amparo y protección reai. sea, que se tratare ante los inquisidores, ó jue-
cés de bienes de nuestras indias, é incidentes,
Recibimos y ponemos en nuestro amparo, ó dependientes de los dichos negocios y causas,
salvaguardia y protección real á los inquisido­ ninguno se entrometa por via de agravio, ni
res apostólicos de nuestras ludias, y á sus mi­ por via de fuerza, ni por razón de no haber
nistros y oficiales, con todos sus bienes y ha­ sido algun delito en el Santo Oficio ante los in­
ciendas, para que puedan libremente hacer y quisidores suficientemente castigado , ó que el
ejercer el,Santo. Oficio que está á su cargo. Y conocimiento de él no les pertenece, ni por otra
mandamos, que ninguua persona de cualquier via, ó cualquier causa ó razón, à conocer, ni
estado, dignidad ó condición que sea, direclé, conozcan, ni á dar mandamientos, cartas, cé­
ni indirecte, sea osada á los perturbar, damni dulas, ó provisiones contra los inquisidores, ó
iicar, hacer, ni permitir que les sea hecho da_ jueces de bienes, sobre absolución, alzamiento

( i ) Por decreto de 22 de febrero de 1815.espedi­ actos públicos que egercen los ministros.y depen­
do en Cádiz por las Corles generales y extraordina­ dientes de la Inquisición, su objeto y circunstan­
rias, fue abolido este tribunal del santo oficio de la cias respecto á que ni en ello se revela el secreto
lnquisictou, y restablecido al tenor de la ley 2 , tí­ mediante la publicidad del caso, ni se agravia á la
tulo 26, part. 7. . jurisdicción del santo oficio. Y últimamente, por lo
Despues fue restablecido por cl Sr. D. Fernan­ respectivo al modo con que deben las justicias reales
do V il y suprimido por el mismo en el año. de 1820. impartir el ausilio á los ministros de la Inquisición, se
Sobre esta materia tengase presente la cédula declara, que si se pide para asuntos de íé^ (cuya de­
de 12 de diciembre de 180/ , la que declara, que los claración, si no se espresa, puede exigirla el juez
familiares del santo oficio presenten sus titulos .no real) debe prestarse inmediatamente el ausilio sin
solo á los ayuntamientos, sino también á los jueces procurar instruirse de las razoues ó mérito con que
reales; pues aunque esto no sea para obtener el pa­ obra el santo oficio, porque en este género de causas
se , interesa para saber si hay esccso en el número es privativa su jurisdicción, no hay términos hábiles
de los familiares, para que se les guarden sus exen­ para competencias con otro tribunal, ni se admite
ciones y para otros objetos conformes á la ley do la recurso de queja ó agravio sino para el consejo de la
concordia, y consiguientes al instituto y funciones Inquisición , ni es adaptable al caso la ley 2 , lit. 1.®,
de dichos empicados: que los comisarios de Inquisi­ lib. 3 de las Indias; pero sí tendrá esta lugar criando
ción presenten igualmente sus títulos á las justicias se pide el ausilio en casos que pertenezcan á la juris­
reales para los mismos fines que. se han espresado dicción del santo oficio en materias de su fuero, por­
respecto do los familiares: que á los'Vireyes se les que en estas cesan los inconvenientes y motivos que
instruya de lodos los comisarios y:familiares que re­ én las de f é , y cabe osceso y duda que retraiga del
sidan en el distrito del virematoa¡{ya .presentándole; ausilio ó incite la competencia, á que no puede lle ­
los títulos directamente, ó..ya.por. p?edio de los go­ garse sin el conocimiento é instrucción que previene
bernadores a quienes se haga la presentación, de­ la ley.
biendo también estax” enterados los vireyes de los
De los tribunales del santo Oficio. 109
de censuras ó entredichos , ó por otra causa 6 les ha de hacer se tenga la orden siguiente.
razón alguna , y dejen proceder libremente á Que en llegando los inquisidores al puerto
los inquisidores ó jueces de bienes, conocer y de la tal ciudad, si fuere m aritim a, envien la
hacer justicia, y no les pongan impedimento ó carta nuestra que llevaren al gobernador de la
estorvo en ninguna forma , pues la persona ó tierra, el cual dé orden de aposentarlos en el
personas, pueblos ó comunidades que se sintie­ monasterio ó parte que inas decente y á propó­
ren agraviados de los inquisidores y jueces de sito pareciere, conformándose con los inqui­
bienes, ó de alguno de ellos pueden tener y tie­ sidores , y al desembarcar los inquisidores
nen recurso á los del consejo de la santa y gene­ se les haga salva , disparando Ja artillería
ral Inquisición que en nuestra corte reside, pa­ de tierra y la de las armadas, galeras ó flo­
ra deshacer y quitar los agravios que los inqui­ tas que hubiere en el puerto, con mas demos­
sidores y jueces de bienes, ó alguno de ellos tración de la ordinaria. Aposentados los inqui­
hubieren hecho, desagraviandoá los que halla sidores y demas oficiales que fueren con ellos,
ren ser agraviados, y absolviendo y alzando las desde la parte donde posaren, un dia de fiesta
censuras y entredichos conforme á justicia, y por la mañana, en el cual se haga el recibi­
consultando con Nos los negocios que convenga miento con la mayor autoridad que ser pueda,
despachar para el buen expediente de ellos, según la comodidad de la tierra, saldrán á re­
dando las provisiones y cédulas reales que sean cibirlos el obispo y su cabildo, el gobernador
necesarias, y á los del consejo de la santa y ge­ y el suyo , y el obispo lleve á la mano derecha
neral Inquisición, y no á otro tribunal alguno, al inquisidor mas antiguo, luego el gobernador
se ha de tener este recurso, pues solos ellos tie­ á su mano derecha al inquisidor mas nuevo : y
nen facultad de su Santidad y sede apostólica, hallándose el obispo ausente, vayan los dos in­
y en lo demas nuestra y de los reyes nuestros quisidores y el gobernador todos tres juntos,
antecesores de gloriosa memoria, para conocer yendo el inquisidor mas antiguo enmedio, y
y deshacer los agravios que los inquisidores y el mas nuevo á su mano derecha, y el gober­
jueces hubieren hecho ó hicieren. Y así man­ nador á la izquierda ; luego se siga el fiscal , el
damos se guarde y cumpla en todo y por todo, cual ha de entrar con el estandarte de la fé en
según y como dicho es, y que si sobre los ne­ medio del deán y del teniente de gobernador,
gocios de que los inquisidores y jueces conocie­ y á falta del deán y teniente enmedio de las
ren, algunas personas, pueblos ó comunidades, dos personas mas preeminentes que se siguie­
ó alguno de los nuestros fiscales ó ministros re­ ren despues de ellos. El alguacil mayor de la
currieren, los remitan sin entrometerse á co­ inquisición irá enmedio de fas dos personas
nocer de ellos, á los inquisidores y jueces, ó à que despues de los dichos se siguieren: el recep­
los del consejo de la general Inquisición, por­ tor enmedio de los otros dos que se siguieren,
que asi conviene ai servicio de Dios nuestro Se­ y de esta forma irán hasta la iglesia, á donde
ñor y nuestro, y derogamos y revocamos todas serán recibidos con cruz, cantando ei Te Deum
y cualesquier cédulas que hasta ahora hayan laudamus los cantores y clérigos que para esto
sido dadas, que sean en algo contrarias á lo so­ estarán prevenidos por el obispo; y los inquisi­
bredicho, ó que contengan otra orden ó forma dores con todo el acompañamiento se irán á
de la contenida en esta nuestra ley, lodo lo cual su asiento, el cual ha de ser en la capilla mayor
sea ¡y se entienda sin perjuicio de el recurso á al lado del Evangelio, à donde estarán tres si­
nuestra real junta de competencias, en los ca- llas de terciopelo para inquisidores y fiscal, con
sos que hubiere lugar de derecho. (*i) una alfombra y dos almohadas para los dos in­
quisidores, que al fiscal no se ha de dar, por di­
LEY V. ferenciarse en esto en los actos públicos de los
D. Felipe III en Lerma á 22 de inayo de 1610. inquisidores ; y los oficiales se sentarán eu un
banco cubierto con una alfombra en el luo-ar
Que si sefundare tribunal del Santo Oficio en algu­
na ciudad, sea recibido en laform a que por esta ley que les toca ; y el obispo y su cabildo asistirán
se ordena] la cual se guarde en los actos que declara. en el coro; y el gobernador y el cabildo secu­
lar al lado de la Epístola, y de esta forma oi-
Cuando los inquisidores apostólicos llegaren rán aquel dia misa solemne con sermón en ha*
á alguna ciudad á fundar tribunal del Santo Ofi­ cimiento degradas por la introducción del San­
cio, mandamos que en el recibimiento que se2 to Oficio en aquella provincia. Y el gobernador
y los demas harán el juramento canónico en la
(2) Por cédula de 19 de marzo de 1754 se declaró
forma que se acostumbra, y se leerán las cé­
que la poligamia es delito de mixto fuero, en que dulas y provisiones que llevaren los inquisido­
pueden á prevención conocer las justicias reales: con res, y asi en este acto como en todos los de­
calidad, que si la Inquisición quisiere castigar el reo mas en que los inquisidores se hallaren en la
por la sospecha de heregía, se le haya de remitir des­ iglesia en forma de oficio, se les haya de dar
pues de egecutadas en él las penas.
Pero esta misma cédula se revocó despues por y dé la paz , como se dá al gobernador y jus­
otra de 7 de setiembre de 1766, en que se dejó á ia ticia, advirtiendo que ha de ser de forma que
Inqiiisicion el conocimiento privativo de este crimen, se entienda la precedencia que ios dichos .in­
permitiendo solo a la justicia el poder hacer sumarias quisidores hacen al gobernador y justicia. Y
y prender á los reos para entregarlos á dicha Inqui­
sición. Pero últimamente por cédtda de 10 de agosto acabados todos estos oficios en la iglesia, desde
de 788 se ha declarado privativo de las justicias rea­ ella llevarán á los inquisidores á su casa con la
les el conocimiento de este delito, y que por él se misma orden y acompañamiento que se hubie­
impongan las penas que prescriben las leyes. re hecho al recibimiento. Despues de algunos
TOMO I.
110 Libro i Título xix.
(lias publicarán los inquisidores el edicto de la El obispo y su cabildo á la mano derecha de
fe en la forma acostumbrada, y antes entrega­ los inquisidores, y á la izquierda el gobernador
rán al gobernador la cédula nuestra .que lleva* y su cabildo, y enmedio de entrambas estarán
ron para él, para que vaya con su cabildo aquel asentados debajo de dosel los inquisidores , y
día á acompañarlos; y el dia antes que hubiere en ausencia del obispo irá su provisor, el cual
de ser la publicación, los inquisidores enviarán lia de tener su lugar al lado izquierdo del in­
un recado con el notario del secreto al gober­ quisidor mas nuevo ; y cuando el obispo estu­
nador con la cortesía que es razón, para que viere ausente, en el acompañamiento vaya el
tenga tiempo de prevenir al cabildo, con el gobernador en el lugar que el obispo había de
cual en forma vendrá á la inquisición, é irá con ir, que es á la mano izquierda del inquisidor
los inquisidores á la publicación , yendo el in­ mas antiguo, y el provisor irá á la izquierda del
quisidor mas «antiguo eumedio del dicho go­ inquisidor mas nuevo ; pero en llegando al ta­
bernador, y del inquisidor mas nuevo, el cual blado, el gobernador se ha de poner en el lado
ha de ir al lado derecho de su colega, y el go­ izquierdo, porque aunque á falla del obispo
bernador al lado izquierdo, y el fiscal irá en en el acompañamiento lleva él à su mano dere­
medio de las personas mas preeminentes des­ cha al inquisidor mas antiguo, no se entiende
pues del gobernador ; y los tres oficiales, al­ mas que hasta el tablado, yen este caso se asen­
guacil , receptor y notario del secreto irán con tarán los inquisidores y ordinario, y el inqui­
los regidores, y de esta forma llegarán á la igle­ sidor mas antiguo enmedio, y á su mano de­
sia, y á la puerta estarán dos capitulares que recha el inquisidor segundo, y á su mano iz­
darán agua bendita á los inquisidores, y los quierda el ordinario, lo cual es nuestra volun­
acompañarán basta su asiento ? y se repartirán tad que asi se haga y cumpla, según y como
los demás á sus lugares ; y esta misma orden se arriba va declarado. Y mandamos á nuestro go*
guardará en los (lias de los demas edictos y ac­ bernador y capitán general que es ó fuere de
tos de la foque se hubieren de hacer en la igle­ la tal ciudad, y al concejo,, justicia y regimien­
sia; y los inquisidores en estos actos se sentaran to de ella, que en lo que les tocare cumplan lo
en la capilla mayor en sillas, teniendo delante susodicho. Y rogamos y encargamos al ohispo
una alfombra, y los oficiales en un banco cu­ que es ó fuere, y ai deán y cabildo eclesiástico
bierto con una alfombra, y en el dar la paz y por lo que les tocare que hagan lo mismo.
i o demas se guardará el orden que arriba está
dicho. Y porque por su devoción los inquisido­ LEY Y I.
res en algunas inquisiciones de estos reinos acos­
tumbran á ir cu forma de oficio ala iglesia ma­ D. Felipe IV en Madrid á 11 de junio fie 1621.
yor, ú otras iglesias y conventos los dias de Pas­
cua, y el del ¿jautísimo Sacramento y otras fies­ Que los oficiales de la Inquisición, aunque no tengan
tas solemnes, y es razón y conviene que cuan­ litulos del inquisidor general , vayan çon el tri­
do los (liclios inquisidores del tribunal del San­ bunal.
to Oficio fueren en esta forma, sean bien reci­
bidos, honrados y respetados como ministros Porque cuando los ministros están incorpo­
de la santa fé y de tan santo tribunal, se adver­ rados con su tribunal todo él se hace un cuer­
tirá que aunque en cuanto al acompañamiento po , sin considerarse las mayores ni menores
y forma que lia de haber.los dias de edicto de personas ni oficios, sino que conforme á su todo
la le, no habrá obligación de hacerse cuando se ha de juzgar lo mismo de los unos que délos
fueren en forma de oficio; mas en el lugar y for­ otros, y esta orden se guarda en estos reinos de
ma de asiento que han de tener en la iglesia, ha Castilla en las concurrencias y actos públicos
de ser como esta declarado en los dias^de edic­ délos tribunales: Guando se publicaren edic­
to. En el acompañamiento del acto publico de tos de la f é , el contador, letrado de la inqui­
la fé, en que han de concurrir el gobernador y sición , y otros oficiales de ella, aunque no ten­
su cabildo, y el obispo y el suyo irán en esta gan título del inquisidor general, puedan en el
forma. El obispo llevará á la mano derecha al acompañamiento preceder à quien ei tribunal
inquisidor mas antiguo, luego el gobernador á del Santo Oficio precediere, yendo incorpora­
la suya al inquisidor mas nuevo, y hallándose dos con éb
el obispo ausente, vayan los dos inquisidores y
el gobernador todos tres juntos, yendo el in ­ LEY Y IÏ.
quisidor mas antiguo enmedio y el mas nuevo D. Felipe IV en Madrid á 11 de junio de 1621.
á la mano derecha, y el gobernador a la izquier­
da : luego se seguirá el fiscal, que ha ele llevar Que los cabildos eclesiástico y secular ocupen los lu­
el estandarte de la fé enmedio del deán y te­ gares que se declara, y el alguacil mayor de la ciu­
niente de gobernador , y a falta de el deán y dad asista y ande en la plaza.
teniente, de las dos personas mas preeminentes
que se siguieren. Despues de ellos el alguacil de En los actos Je la fé ocupen la segunda
la inquisición irá enmedio de las dos personas grada el cabildo eclesiástico á la mano derecha,
que despues de los dichos se siguen. El recep­ y el secular à la izquierda, y el alguacil mayor
tor en medio de los otros dos, y el notario del de la ciudad asista y ande en ia plaza, pues
secreto en medio de los otros dos que se siguie­ este dia es de su oficio, sin embargo que en ella
ren , y de esta forma irán hasta el tablado, y haya gente de guerra, y c«ida uno cumpla con
en él estarán sentados en la forma que se sigue. lo que le toca.
De los tribunales del santo Oficio. 111
LEY V IH . por deservido , y se descontará de sus salarios
ío que montare. Y mandamos à los oficiales de
D. Felipe II en S. Lorenzo á 23 de agosto de 1595. nuestra real hacienda que lo bajen y desquíten
Que el iliu de el Corpus y Semana Santa dejen los ai tiempo de la paga.
vireyes y gobernador de' Cartagena desocupada la
iglesia de Sto. Domingo dios inquisidores. LEY X I!.
Mandamos á los vireyes y gobernador de D. Felipe IU ea S. Lorenzo á 26 de agosto de ±618.
Cartagena que los dias de Semana Santa y oc­ Que los vireyes hagan tomar las cuentas de penas y
tava del Corpus dejen á los inquisidores la confiscaciones d los receptores del Santo Oficio.
iglesia de santo Domingo ú otra que esté cer­ Mandamos á los vireyes de las Indias y pre­
cana á la inquisición, desocupada, donde los sidente del Nuevo Reino de Granada, que den
inquisidores puedan asistir; y cuando al virey la orden conveniente para que en cada un año
pareciere por alguna justa causa ir á aquella se tome cuenta ai receptor del Santo Oficio de
misma iglesia en las dichas fiestas y-«lias, lleve la Inquisición de sus distritos, de! dinero que
consigo la audiencia, para que asi queden des­ hubiere entrado en su poder de confiscaciones,
embarazadas las d o n a s, y en cualquiera de penas y penitencias, y cometan tomar estas
ellas puedan asistir los inquisidores. cuentas á los oficiales (le nuestra real hacienda
LEY IX . de la ciudad donde asistiere el tribunal, los que
hallaren mas á propósito para este efecto, y les
D. Felipe II en Madrid á 16 de agosto de 1570. Don
Felipe 111 en Lerma á 22 de mayo de 1610.
den las instrucciones y ordenes que hubieren
de guardar, dándonos aviso de lo que resul­
Que los inquisidores conozcan de los bienes confis - tare»
cados pura la cántara
L E Y X III.
Es nuestra merced y voluntad que los in­
quisidores apostólicos de las ludias conozcan y D. Felipe II en Madrid á 7 de febrero de 1594.
determinen las causas de bienes confiscados por Que losfiscales y ministros del Santo Oficio que sir­
el Santo Oficio para nuestra réal cámara. vieren en ínterin , tengan la mitad del salario.

LEY X. Porque hemos proveído y mandado que á


las personas que sirvieren oficios en nuestras In­
D. Felipe IV en Madrid á 4 de junio de 1624. dias por nombramiento de los vireyes, audien­
Que tanto menos se libre á los inquisidores del sala­ cias ó gobernadores en lugar de ios propie­
rio que hubieren de haber cuanto montaren las penas tarios, se les acuda solamente con la mitad de
y penitencias . los salarios, hasta que por Nos se provean en
Cuando se fundaron los tribunales del Santo propiedad: Mandamos que lo mismo se haga
Oficio de la Inquisición en nuestras ludías se con los fiscales ministros del Santo Oficia que
consignaron en lás cajas reales de ellas los sa­ sirvieren en el ínterin que el inquisidor ^ene-
larios de los ministros y oficiales de los trib u ­ ral proveyere en propiedad los dichos oficios.
nales, entretanto que de confiscaciones, penas Y mandamos k los vireyes y audiencias reales
y penitencias habla que pagarlos. Por lo cual cuando les tocare ei gobierno, y à los gober­
mandamos que cuan !o libraren ó mandaren nadores de Cartagena que den fas órdenes que
pagar sus salarios a los inquisidores, ministros convengan á los oficiales reales y receptores del
y oficiales de los tribunales, los vireyes ó go­ Santo Oficio para que asi se guarde, cumpla y
bernadores de Cartagena tengan cuidado de in- ejecute. 1 J
formarse, y saber lo que hay de confiscacio­ LEY XIV.
nes, penas y penitencias, para que tanto menos
se libre en la consignación y se alivie nuestra, D. Felipe II en S. Lorenzo" à 4 de junio de 1572.
caja de aquella parte.
Que en los tribunales del Santo Oficio sean exentos
de pechar los ministros que esta ley declara.
LEY X I.
Mandamos que por el tiempo que nuestra
D. Feüpe IV en Madrid á 11 de junio de 1621, y á
^ 20 de abril de 1629. merced y voluntad fuere en las inquisiciones
de las Indias sean exentos de pechar en los pp«.
Que d los inquisidores y ministros del Santo Oficio chos, sisas y repartimientos los oficiales si^uien-
no se paguen los salarios sin testimonio de qnc no
hay bienes confiscados para cobrar de ellos. tesi, El fiscal y juez de bienes confiscados lln
secretario y un receptor, un nuncio v un al­
Nuestros vireyes del Peni y Nueva España calde de la cárcel en cada tribunal. Y manda­
y gobernador de Cartagena de las Indias noli- mos á los vireyes, presidentes y oidores de nues­
bren ni consientan se paguen los salarios de in­ tras audiencias reales de Jas indias, y otras jus­
quisidores y ministros del Santo Oficio, sin ha­ ticias y personas à cuyo cargo fuere, repartir
ber presentado testimonio aute'ntico, por el empadronar y cobrar cualesquier pechos, sisas
cual conste especial y singularmente que en to­ y repartimientos y servicios á Nos debidos y
do ó en parte no alcanzan los bienes confisca­ pertenecientes, y en otra cualquier forma, que
dos á pagarles sus salarios, y guarden esta or­ no los repartan, pidan ni cobren de los oficia­
den precisa é inviolablemente, sin dispensación les susodichos de la santa Inquisición, entre­
ni arbitrio en ningún caso, por grave y urgen­ tanto que tuvieren y sirvieren estos oficios y
te que sea; porque de lo contrario nos daremos les guarden y hagan guardar todas las honras
I ¿2 Libro i. " 'ítalo xix.
y exenciones que se guardan a los oficiales de les de aquellos y estos reinos, que hubiesen si
las inquisiciones de estos reinos , por razón de do condenados y penitenciados por el Santo Ofi­
los dichos oficios, pena de la nuestra merced y cio, y los hagan embarcar , y que por ningún*
de mil ducados para nuestra cámara. caso queden en aquellas partes si no fuere por
el tiempo que estuvieren cumpliendo las pe­
LEY X V . nitencias impuestas por el Santo Oficio.

D. Fel ipe IV en Madrid à 5 de octubre de 1626. LEY X X .


Que los ministros y oficiales de la Inquisición y D. Felipe III en el Pardo á 21 de febrero de ;1610. Y
V Cruzada no sean exentos de pagar alcabala. D. Felipe IV en esta Recopilación.
Les vireyes, audiencias, gobernadores y^ ofi­ Que los que el Santo Oficio condenare d galeras sean
ciales de nuestra real hacienda apremien a los traídos d ellas.
ministros y oficiales familiares de la Inquisición Otrosí mandamos que siendo requeridos por
y Cruzada à que paguen la alcabala de todas y parte de los inquisidores bagan recibir y reci­
cualesquier cosas que vendieren, trataren y ban en las cárceles reales a los reos que hubie­
contrataren, como los demas nuestros súbditos ren sido condenados en servicio de galeras , y
y vasallos, y se debe pagar y paga en estos nues­ provean que se les dé lo necesario como se
tros reinos, no teniendo otra razón que los re­ acostumbra hacer con los otros remitidos por
leve de esta obligación. las justicias reales, y den orden que se lleven a
LEY X V I. ellas sin escusa ni dilación : y si en las partes de
las Indias hubiere galeras ú otros servicios tales,
D. Felipe IV en Madrid á 7 de abril de 1623. sean detenidos en ellos para que alli cumplati
Que las justicias reales de las Indias tío abran los sus penas y penitencias.
pliegos dirigidos al Santo Oficio,y los correos los en­
caminen con cuidado. LEY XXL
Mandamos á los vireyes , presidentes y D. Felipe III en S. Lorenzo à 16 de agosto de 1607.
y gobernadores y justicias reales, que por Que los ministros de las audiencias de Urna y M é­
ningún caso detengan ni abran los pliegos y jico puedan ser consultores del Santo Oficio hasta
cartas que se dirigen á ios tribunales del Santo tres en cada una.
Oficio de la Inquisición, y luego los bagan en­ De estar permitido á nuestros oidores y al­
tregar \ y á los correos mayores que sin dila­ caldes del crimen de las audiencias de Lima y
ción los despachen y encaminen con todo cui­ Méjico el ser consultores del Santo Oficio de la
dado. inquisición, sin limitación de num ero, se si­
LEY X V II. guen considerables inconvenientes, y en parti­
D. Felipe II en Madrid á 50 de diciembre de 1571.
cular en las ocasiones que de ordinario se ofre­
cen de competencias de jurisdicción y preemi­
Que los inquisidores, en proceder contra indios nencias entre las audiencias y tribunales del
guarden sus instrucciones.
Santo Oficio : Ordenamos y mandamos que co­
Ordenamos que sobre conocer y proceder mo no se haga falta al despacho de los negocios
los inquisidores contra indios en las causas que del Santo Oficio, se limiten las plazas de con­
tocan al Santo Oficio, guarden sus instruccio­ sultores de él en oidores, alcaldes y fiscales de
nes, y la ley 35, tit. 1 , lib. 6 . cada una de las audiencias a numero de tres, y
que se consuman las que al presente hubiere de
LEY X V I1L mas asi como fueren vacando y faltando los que
D. Felipe II en Madrid á 16 de agosto de 1570. Don las tuvieren.
Felipe 111 en berma a ¿2 de mayo de 1610. LEY X X II.
Que la justicia real egecute las penas en los relaja­ D. Felipe 1Y en Madrid á 10 de noviembre de 1634.
dos por los inquisidores.
Que los fiscales de las audiencias reales no sean ase-
Mandamos a los vireyes, audiencias, gober­ sores del Santo Oficio, y puedan ser consultores.
nadores, corregidores, alcaldes mayores y otras
Ordenamos y mandamos que ninguno de los
cualesquier justicias, que en todos los reos que
los inquisidores, ejerciendo su oficio, relajaren fiscales de nuestras reales audiencias pueda ser
ni sea asesor del Santo Oficio déla Inquisición,
al brazo seglar, ejecuten las penas impuestas
y permitimos que puedan ser consultores-, pe­
por derecho, siendo condenados, relapsos y
convencidos de beregia y apostasia. ro no por esta causa ni otra alguna dejen de
asistir con la audiencia en todos los actos y con­
LE Y X IX . currencias que se ofrecieren con el tribunal de
la inquisiciou ó sus comisarios, y nuestros vire-
D. Felipe II en Madrid á 23 de diciembre de 1595.
D. Felipe 111 en Madrid á 12 de diciembre de 1619. yes , presidentes y oidores lo bagan cumplir y
ejecutar.
Que los vireyes , audiencias y gobernadores hagan
salir de las Indias d los penitenciados por el Santo LEY XXIII.
Oficio si no estuvieren cumpliendo sus penitencias. D. Felipe II en S. Lorenzo á 26 de agosto de 1573.
Item , mandamos que en las provincias de Que el tratamiento de las reales audiencias con las
inquisiciones sea por ruego y encargo.
’as Indias no consientan á los estranjeros de
cualesquier naciones que sean , ni á los natura- Mandamos á nuestras reales audiencias que
De los tribunales del Santo Oficio. 113
sí se ofreciere pedir algunos procesos, papeles otros testimonios de lo que han valido en cada
tí otras cosas á las inquisiciones, ó sucedieren un año los frutos , diezmos, rentas, y los de­
casos en que les envíen despachos, guarden y mas emolumentos pertenecientes à las dichas
cumplan ía orden y estilo que se guarda en canongias , y ha entrado en su poder por esta
nuestros consejos y audiencias de estos reinos, y cuenta , y les dejen de pagar de los salarios tan­
sea el tratamiento por ruego y encargo. to cuanto lo sobredicho montare: y en caso que
los inquisidores no guarden esta forma, se val­
LEY X X IV . gan nuestros oficiales reales del testimonio que
ordenamos Ies remitan en cada un año los arzo­
D. Felipe IV en Aranjuez ú 20 de abril de 1629. Y bispos y obispos , para que conforme lo que de
en Madrid á 8 de junio de 1650. él constare les paguen esta cantidad menos , y
Que en cada iglesia catedral se suprima una canon- como fueren vacando las canongias en las igle­
gía para salarios de los inquisidores y ministros. sias de aquellas provincias , se les avisará para
que guarden todo lo susodicho siempre precisa
Porque de nuestras cajas reales de las ciu­ y puntualmente : y les apercibimos que en ca­
dades de los Reyes , Méjico y Cartagena de las so de tener omisión en ejecutar lo contenido
Indias se pagan á los inquisidores apostólicos y en esta nuestra ley, demas de tenernos por de­
ásus ministros y oficiales de las dichas ciuda­ servido, se cobrará desús salarios lo que dieren
des , mas de treinta y dos mil ducados en cada y pagaren;
un ano, suplicamos .4 la Santidad de Urba­
no VIH tuviese por Rien de conceder sus letras LEY X X V .
apostólicas , para que en cada una de todas las
iglesias metropolitanas y catedrales délas Indias D. Felipe IV en Madrid á 26 de setiembre de 1635.
se pudiese suprimir una canongia , cuyos fru­ Que lo procedido de las canongias suprimidas se
tos se aplicasen y convirtiesen en la paga de sa­ convierta en pagar los salarios d los inquisidores.
larios de los inquisidores y ministros de las in­
quisiciones , y relevarse de esta paga à nuestra Habiéndose asentado la supresión de canon­
real hacienda á ejemplo de lo que se hace en gias de las iglesias metropolitanas y catedrales
estos reinos en virtud de bula de la Santidad de las Indias para los salarios de los inquisido­
de Paulo IV de siete de enero de mil y qui­ res y ministros del Santo Oficio de la lnquisi-
nientos y cincuenta y nueve.Y considerando su ciciont Mandamos que todo lo que procediere
Santidad que para la defensa de la religión cris­ de esta supresión se convierta en el efecto de
tiana era justa nuestra súplica, tuvo por bien de pagar los dichos salarios, y los oficiales de
suprimir y estinguir las dichas canongias por un nuestra real hacienda , cada uno en lo que le
breve dado en Roma á diez de marzo de el año tocare, asistan á la ejecución de ello , y nos
de mil seiscientos y veinte y siete : y porque avilen siempre de lo que se hiciere.
esto fue con calidad de que hayan de entrar
todas las rentas y emolumentos de las dichas LEY X X V I.
canongias en poder de el inquisidor mas anti­ D. Felipe II en el Pardo á 25 de enero de 1569.
guo de la inquisición en cuyo distrito estuvie­
ren las iglesias metropolitanas y catedrales, pa­ Que los inquisidores prebendados tengan menos de
ra que por su mano sean pagados los dichos salario lo que montaren las prebendas.
salarios : Rogamos y encargamos á los arzobis­ Si Nos mandaremos proveer y presentar á
pos y obispos de las iglesias metropolitanas y los inquisidores y fiscales del Santo Oficio de
catedrales de nuestras ludias, que den las órde­ nuestras Indias á algunas dignidades , canon­
nes necesarias á los mayordomos ó tesoreros de gias ó beneficios en las Iglesias catedrales de
ellas , para que en conformidad de el breve re ellasj en tal caso es nuestra voluntad que lo
mitán en cada un ano lo que montaren y valie que valieren los frutos de la dignidad ó bene­
reu las rentas , diezmos y otros emolumentos ficio tengan menos de salai io , y los oficiales
que tocaren [alas canongias suprimidas, à los in­ de nuestra real hacienda tendrán cuenta y ad­
quisidores que fueren mas antiguos de los tri­ vertencia para descontar de los salarios lo que
bunales en cuyos distritos estan sus iglesias de ellos hubieren de haber menos por lo que
desde el dia que hubieren vacado ó vacaren en valieren los frutos , rentas ó emolumentos per­
adelante. Y asimismo envien en cada un año á tenecientes á las dignidades , canongias ó bene­
nuestros oficiales reales de las ciudades de los ficios.
Reyes, Méjico y Cartagena , testimonios de lo
que hubieren rentado las dichas canongias, y se LEY X X V II.
remitiere á los inquisidores para que les conste
D. Felipe II en Madrid à 20 de cuero de 1587.
lo que fuere , y acudan con tanta menos can­
tidad de nuestra real hacienda cuanta monta- Que se guarde en las Indias la concordia hecha con
.ren las canongias suprimidas. Y mandamos á el Santo Oficio de la Inquisición de estos reinos de
nuestros oficiales reales que de aqui adelante, Castilla.
y mientras no hubiere otra orden nuestra acu­ Ordenamos y mandamos que se guarde en
dan á los inquisidores y á sus ministros con la las Indias la concordia contenida en la ley 18,
situación que hicimos en nuestras cajas reales tít. 1 , lib. 4 de la Recopilación de leyes de es­
para la paga de sus salarios, hasta que los in­ tos reinos de Castilla en los casos que no estu­
quisidores mas antiguos presenten ante ellos viere innovado por concordias mas modernas.
TOMO I *9
114 Libro i. Título xix.
LEY X X V III. Los inquisidores y ministros de la Inquisición no
puedan tomar cosa alguna, por el tanto ni contra ia
D. Felipe 111 cn Lerma á 22 de mayo de 1610. voluntad de sus dueños.
One en Cartagena haya diez familiares, y en las 3. Item, que los inquisidores y ministros de
demos ciudades y poblaciones conforme d la concor- la Inquisición no puedan tomar ni tomen por
dio de estos reinos.
el tanto cosa alguna que se hubiere vendido
L7,s nuestra voluntad que en la ciudad de Car­ á otro si no fuere en los casos que les es perm i­
tagena haya diez familiares del número, y en tido por derecho y pudieran tantear si no fue­
las domas ciudades, villas y lugares los que cor­ ran ministros de la Inquisición , y que no pue­
respondieren á la vanidad de cada uno, confor­ dan tomar cosa alguna
u de mercaderes ú otras
me á Ja concordia de estos nuestros reinos de personas contra su voluntad , aunque sea pa­
Castilla. gándola á tasación si no fuere en algún caso de
L E Y X X IX . gran necesidad para los presos ú. obras de la casa
de la Inquisición, y no para las suyas y sus per­
D. Felipe UI e» Valladolid á 29 de marzo de 1601.
Y cn Le rula á 22 de inayo de iGiO. sonas y familias.
Concordia de. el año de 160L, despachada el de 16 LO. Los negros de los inquisidores anden sin espadas ni
entre las jurisdicciones de la Itupdstcion y justicias otras armas.
reales, consultada con S. M. 4. Item , que los negros de los inquisidores
Porque la paz, concordia y buena corres­ anden sin espadas ni otras armas, y si no fuere
pondencia entre ios tribunales y ministros, acompañando á sus amos, iiuesti*as justicias rea­
son muy necesarias para el buen gobierno de los les se las puedan quitar , guardando en esto el
reinos y administración de justicia , y convie­ orden que hemos dado con los esclavos de oi­
ne que cesen las competencias de jurisdicción dores de nuestras audiencias reales de las In­
que se han ofrecido entre nuestras justicias dias.
reales y los tribunales ele el Santo Oficio de Los comisarios y familiares, mercaderes ó encomen­
nuestras ind ias, para que mas libres y desem­ deros paguen los derechos reales.
barazados atiendan á las obligaciones de sus car 5. Item, que los comisarios y familiares de
gos. Tuvimos por bien de mandar que dos del las dichas inquisiciones que fueren mercaderes,
consejo de la santa y general Inquisíon y otros tratantes ó encomenderos, no sean exentos de
dos del real de las Indias se juutaseu, y vistos pagar nuestros derechos reales, y nuestras justi­
los autos y papeles acerca de esto remitidos, cias reales les compelan á ello , y les puedan re­
nos consultasen lo conveniente, y habiéndose conocer sus casas y mercaderías, y hallando
cumplido y ejecutado asi, nos pareció ordenar haber cometido algunos fraudes en los regis­
y mandar que cuando las dichas competencias tros , castigarlos conforme á las leyes y orde­
se ofrecieren entre los vireyes de las provincias nanzas reales , y los inquisidores contra esto no
de la jNueva-Kspaña, audiencias reales de am ­ les amparen y defiendan.
bos reinos , y. entre el gobernador de Cartagena
y otros ministros y justicias seculares de sus La justicia seglar pueda obligar á los familiares que
jurisdicciones , y los tribunales de ia inquisi­ hubiere nombrado por depositarios á que den cuentas.
ción de las ciudades ele Lima , Méjico y Carta­ C. Item, que nombrando la justicia seglar
gena , y sus comisarios y todas las demás per­ por depositario de algunos bienes à algun fami­
sonas contenidas en esta nuestra ley, se guarde liar, le pueda compeler à que dé cuenta de los
ia concordia y resolución siguiente. tales bienes , y castigarle siendo inobediente.
Los inquisidores lio sean arrendadores de rentas rea­ Los familiares feudatarios no se escusen de la obliga­
les por sí ni por terceras personas. ción de sus feudos.
1. .Primeramente que los inquisidores del 7. Item , que los familiares de la Inquisi­
P erú , rS'ueva-España y provincia de Cartagena ción que tuvieren repartimientos de encomien­
de aquí adelante tácita, ni espresamente no se das ó feudos nuestros cuando vinieren enemi­
entrometan por sí ni por terceras personas en gos á las costas, vayan á guardarlas á las partes
beneficio suyo ni de sus deudos ni amigos, á y lugares , que los vireyes y capitanes genera­
arrendar nuestras reatas reales, ni á prohibir les les ordenaren, y hagan todas las otras cosas
que con libertad se arrienden en la persona que tienen obligación conforme á sus feudos.
que mas por ellas diere, so pena de perder los Los comisarios no den mandamientos contra las jus­
oficios. ticias ní otras personas, si no fuere cn causas de íe
cn los casos que les es permitido.
Los inquisidores, fiscales y oficiales salariados no tra­
ten , ni contraten, ni hagan arrendamientos por sí ni
por interpositas personas.2
8 . Item, que los comisarios de la Inquisición
no den mandamientos contra las justicias ni
2 . Ttem, que ios dichos inquisidores, fisea- otras personas si no fuere por causas de la fe
les, y los otros oficiales salariados de las inqui­ en los casos que les es permitido , conforme á
siciones no traten en mercaderías, ni arrenda­ sus títulos, ó por comisión especial de los in­
mientos por sí ni por interpositas personas, pena quisidores.
ile perdimiento de sus oficios, y de lo que tra­
Los oficiales, comisarios y ministros no gocen det
taren y contrataren. fuero cn los delitos cometidos antes de ser admitidos.
9. Item , que los oficiales , comisarios y fa­
De los tribunales del Santo Oficio. 115
miliares de la Inquisición no gocen del fuero llos reinos con licencia nuestra v la de su pre­
de la Inquisición en los delitos que hubieren lado.
com etido antes de ser admitidos por oficiales,
Los religiosos calificadores puedan ser mudados por
comisarios y familiares. sus prelados.
Los inquisidores no detengan los correos y chasquis. 18. Item , que siendo calificador de la In­
10. Item, que los inquisidores no detengan quisición algun religioso, si á su prelado pare­
los correos y chasquis, y alcen la prohibición ciere mudarle á otra parle por algunas consi­
que contra esto tienen hecha , pues el correo deraciones, los inquisidores no se lo impidan.
mayor les dará aviso cuando partieren los cor­ Los comisarios y fiimiliares que tuvieren oficios pú­
reos, como mandamos lo haga y cumpla asi. blicos, y los prebendados y curas si delinquieren en
sus ministerios, sea» castigados por sus ordinarios ó
Los inquisidores no prohíban salir de los puertos á justicias l eales.
los navios ni personas sin su licencia Vtinse la con­
cordia de 11 de abril de 1633, cap. 18. 19. Item , que ios familiares que tuvieren
11. Item, que los inquisidores alcen la pro­ oficios públicos y delinquieren en ellos, sean
hibición que tienen hecha de que ningún navio castigados por nuestras justicias reales, y los
salga de el puerto, ni persona alguna parta de inquisidores no los defiendan ni amparen con­
el reino sin licencia suya. tra esto, y lo mismo se entienda con los comi­
sarios que delinquieren en los oficios , ó minis­
No prendan á los alguaciles reales sino en casos gra­
ves y notorios contra el Santo Oficio. terios de curas, ó prebendas que tuvieren, sino
que los dejen à sus ordinarios.
12. Item, que los inquisidores de aquí ade­ Las causas de familiares amancebados tocan á las jus
lante tengan mucha consideración en proceder ticias reales ó eclesiásticas, no estando prevenidas
contra los alguaciles reales^ y no los prendan, por los inquisidores.
sino en casos graves y notorios en que hubie­ 20. Item , que estando amancebados algu­
ren escedido contra el Santo Oficio. nos familiares de la Inquisición, y procediendo
Sucediendo inquisidor ó ministro en bienes litigiosos, nuestras justicias ó las eclesiásticas por el dicho
no se lleven los pleitos á la Inquisición. amancebamiento contra ellos, los inquisidores
13. Item , que sucediendo algún inquisi­ no los amparen ni defiendan , habiendo las di­
dor ó ministro de la Inquisición en algunos bie­ chas justicias prevenido la causa.
nes litigiosos por testamento, ti otro titulo, no Los inquisidores no den mandamientos contra bis
se traigan los pleitos que sobre ello hubiere á universidades sobre grados contra estatutos, ni se
ia Inquisición, sino que se determinen y aca­ entrometan en materias de gobierno,
ben donde fueren comenzados, ó hubieren de 2*. Item, que los inquisidores no chin man­
ir en grado de apelación. damientos contra las universidades en que man­
Los inquisidores no den mandamiento para que la den se gradúe algun doctor por el claustro con­
justicia sobresea en los pieiio¡« de presos por la In­ tra los estatutos y constituciones de ellas, ni
quisició». se entrometan en cosas semejantes, ni en nego­
14. Item , que estando presos en la Inqui­ cios de gobierno que no tocan á su ministerio.
sición alguna, ó algunas personas por algun de­ La prohibición de traer armas en los dias de acto de
lito, aunque sea de la fe, los inquisidores no lé toca á los vi reyes y gobernador de Cartagena.
den mandamientos contra las justicias, para
que sobresean y paren en los pleitos que los ta­ 22 . Item , que el dia que se hubiere de ce­
les presos tuvieren ante las dichas justicias. lebrar acto de la íc , los inquisidores de aquí
adelante no prohiban traer armas, pues si con­
Nombren por familiares y ministros á personas de viene que no se traigan, el virey ó gobernador lo
buena vida y cgemplo. mandará proveer asi, y no conviene que los na­
15. Item , que los inquisidores tengan mu­ turales de Cartagena estén desarmados en puer­
cho cuidado de nombrar por familiares y mi­ to de mar.
nistros de la Inquisición, personas quietas , de Forma de sentarse en las iglesias.
buena vida y ejemplo.
23. Item , que cuando los inquisidores fue­
Alguacil de la Inquisición en la Veracruz. Vease ía ren á alguna iglesia á publicar t*l edicto de la
concordia do 11 de abril de 1633, cap. 8. fé, ó á hacer otro algun acto de su jurisdicción,
16. Item , que en ia Veracruz, por ser se sentarán en la capilla mayor en sillas, te­
puerto principal y escala del reino de la i\ueva- niendo delante una alfombra y almohadas, y
España, haya un alguacil d éla Inquisición, el los oficiales en un banco cubierto con una al­
cual goce del fuero de ella como familiar, y fombra.
los alguaciles que hubiere nombrados en las Los inquisidores no procedan por censuras contra
otras ciudades, villas y lugares de los reinos de vireyes sobre competencias, ni ellos advoquen causas
las Indias se quiten luego. de familiares ó ministros en que la pueda haber, y
lo mismo se guarde respecto del gobernador de Car­
Ningún religioso pueda ser nombrado por calificador tagena.
no habiendo pasado con licencia.
24. Item , los inquisidores no procederán
17. Item , que los dichos inquisidores no por censuras contra el virey en ningún caso de
nombren por calificador de el Santo Oficio a competencia de jurisdicción, y el virey no ad­
ningún religioso, que no haya pasado à aque­ vocará ninguna causa , ó delito de familiares ó
16 , Libro i. Título xix.
ministros de la Inquisición , en que hubiere ó LEY X X X .
se esperare haber competencia de jurisdicción,
Don Felipe IV en Madrid á 11 de abril de 1635.
aules los deje á las audiencias y justicias ordi­
narias, para que con ellos los dichos inquisido­ Concordia de el año de 1653, consultada con S. M .
res puedan formar la dicha competencia, si la Por escusar los inconvenientes que se lia»
hubiere de haber, y lo mismo guardarán en ofrecido de algunas competencias de jurisdi-
cuanto al gobernador de Cartagena, salvo si cion, y casos dudosos entre nuestros vireyes,
innovare despues de formada la competencia, gobernadores y justicias, y los inquisidores
y en ninguna forma se pudiere escusar. apostólicos y ministros de el Santo Oficio de
Foimia de determinar las competencias. nuestras Indias Occidentales, .tuvimos por bien
de mandar que dos de el consejo de la santa
25. Item , que por escusar toda manera de general Inquisición, y otros dos de él real de
competencia entre los inquisidores, y las au­ las Indias se juntasen á conferir todos los pun­
diencias reales, y las otras nuestras justiciasse- tos que necesitaban de decisión*, y habiéndose
glares sobre e! conocimiento de las causas cri­ cumplido asi , y reconocido y considerado con
minales de los familiares, fuera del crimen de mucha atención lo que se debe h acer, y con
la heregía, ó dependiente de ella, y que se Nos consultado, nos ha parecido conveniente
conserve entre ellos todabuena paz y corres­ que en el conocimiento de las causas y los de­
pondencia. Mandamos, que de aquí adelante, mas negocios y cosas, y competencias que se
cuando se ofrecieren las dichas causas de com­ ofrecieren entre las dichas dos jurisdicciones, se
petencia, el oidor mas antiguo de nuestras au­ guarde la orden siguiente.
diencias reales de Lima,ó Méjico respective, se
junten con el inquisidor mas antiguo de dicha Forma de pagar los salarios á los inquisidores y otros
ministros.
inquisición, y ambos confieran y traten sobre
el negocio en que hubiere la dicha competen­ 1. Los receptores de las inquisiciones de las
cia, y procuren concordarlo por Ja via y orden Indias, todos los años, antes de cobrar los in­
que mejor les pareciere, y no se concordando quisidores y ministros de ellas el primer tercio
los dichos inquisidor y oidor inas antiguo, que de sus salarios, den relación jurada por menoi
los inquisidores nombren y escojan tres digni­ de todo lo que ha adquirido la Inquisición, en­
dades eclesiásticas, y de ellos el vi rey elija uno trado y gastado, asi de secuestros, penas y pe­
que se junte con los dichos inquisidor y oidor nitencias, como por otra cualquier forma y ma­
mas antiguos, y se guarde loque pareciere á nera que les pertenezca, como está dispuesto
la mayor parte 5y si no la hubiere, por ser to­ por la ley 10 de este titulo, la cual den al vi-
dos tres votos singulares, el vi rey vea la causa, rey ó gobernador de la parte donde estuviere
y se guarde ei parecer con quien conformare. el tribunal, y habiéndolo hecho, no se reten­
gan á los inquisidores, ni a los demas ministros
Forma de acompañar los vireyes á los tribunales de
Inquisición en los actos de fe. sus salarios, ni consignación, y se les pague
con toda puntualidad por sus tercios adelanta­
26. Y porque en el P erú , cuando hay acto dos *, y si acaso los oficiales de nuestra real ha­
de la fé siempre se ha acostumbrado, que el vi- cienda tuvieren que notar ó adicionar en la di­
rey ha ido acompañado de la audiencia, ciu* cha relación., lo hagan, y con las dichas notas
dad y caballeros, y entra en el patio de la In­ y adiciones lo remitan á nuestro consejo de las
quisición, donde están aguardando los inquisi­ Indias, para que si lo notado o adicionado fuere
dores, y allí entra el virey en medio cuando cosa digna de remedio, se vea y confiera por los
hay dos inquisidores 5 y si uno solo, váel virey dos consejos, y se ordene lo que mas convenga-,
á la mano derecha y el inquisidor á la izquier­ pero no por esto, en fuerza de las notas o adicio­
da, y por el misino orden se sientan en el acto, nes que hicieren, han de retener las pagas de la
y acabado, vuelve el virey con los inquisidores consignación y salarios, si no fuere con las órde­
hasta la Inquisición, y dejándolos en el patio nes, que despues de su vista y conferencias les
de ella , se va a su casa con el mismo acom­ mandaremos dar por el consejo de las Indias,
pañamiento. Mandamos que esta orden se en la cual dicha relación lia de especificar el di­
guarde de aquí adelante, asi en el Perú, como cho receptor por menor todos los gastos de com­
en la JVueva-España, no embargante que en la pras de casas, edificios y otras cosas que ha he­
Nueva España haya habido diferente costum­ cho la Inquisición para su egere ició, con decla­
bre. ración de alarifes ó maestros de obras, de lo
Y porque nuestra voluntad es, que se guar­ que justamente valen las tales posesiones , y de
de y cumpla lo contenido en estos veinte y seis lo que se pudo gastar en los edificios que se han
capítulos. Mandamos, que asi se cumplan,
guarden y cgecuten por nuestros vireyes, au­ y criminal. Y los familiares ninguno ni en ningún
diencias, gobernador de Cartagena y justicias caso: y que en los casos claros y notorios no se con­
reales. (.1) teste competencia, sino que el virey por ^ rep resen ­
tación de la iteal Persona decida lo conveniente para
evitar que so vulnere la real jurisdicción ; y que eu
los casos que se hubiere de formar l<t sala, si el in­
(5) Sobre esta junta véase la cédula de 20.de ju­ quisidor fuere eoii bonete, vaya el oidoi con g o i-
lio de 1/51. Y otra de 29 de lebrero de 1760, que ra etc.} teniendo presente, qrie en los casos de junta
manda guardar Ja primera en caso de fueros y com­ por dudosos, el tribunal debe avisarlo por billete al
petencias, y la cual declara, que los ministros titula­ v irey , y tiste avisar á los decanos de tiste , y la au-
dos y asalariados solo gozan fuero pasivo cu lo civil dieacia dé la competencia y día para que asistan.
De los tribunales del Santo Oficio. 117
heclio , y qne la dicha relación se haga con gobernador, esccpto algunos para guarda de losjpa-
peles.
vista de los libros y relaciones de ellos*, y si por I
alguna pareciere sobrar alguna cantidad, y cons­ 4. Los oficiales de la Inquisición que tuvie­
tare de tal forma que en ello vayan las partes ren título del inquisidor general, ó del conse­
conform es, la dicha cantidad que así sobrare, jo, que actualmente estuvieren ejerciendo sus
quede afecta y situada para la paga del tercio oficios, se tendrán por escusados de los alardes
siguiente de los inquisidores y demas ministros ordinarios; peroles familiares, y todos los de­
de la Inquisición, inclusos los frutos de las ca* mas ministros, han de ser obligados à hallarse
nongías suprimidas y aplicadas , contarme á ia en ellos conforme á las órdenes de nuestro vi-
l e y ‘24 de este titu lo , y tanto menos se les pa­ rey ó gobernador de la parte donde fuere, no
gue de nuestra real hacienda ; pero si por los estando alguno ó algunos de ellos ocupados en
dichos ministros de la Inquisición por alguna servicio del Santo Oficio, que constando de
razón se pretendiere, que sin embargo de ia d i­ ello por certificación de los inquisidores, se
cha sobra se les ha de acudir enteram ente con han de tener por escusados; pero en caso que
el tercio y consignación de sus salarios , los d i­ el enemigo esté á la vista, todos los dichos m i­
chos oficiales de nuestra real hacienda lo hagan nistros, asi titulados, como familiares, han de
a s i, sin que lo sobredicho sea impedimento estar à orden del virey ó gobernador, excepto
para la dicha paga entera del tercio, y rem itan algunos, si pareciere a los inquisidores que son
al consejo de Indias, con relación, las razones necesarios para la guarda de los papeles del
que por ambas partes se dieren sobre lo dicho, Santo Oficio, que con certificación suya se po­
para que visto por los dos consejos, juntamente drán reservar para este efecto.
con lo dem as, se provea justicia; y los inquisi­
dores, para la cobranza de los salarios y consig­ Los oficíales y familiares puedan ser regidores; y s
delinquieren en estos oficios, conozca !a justicia or­
naciones, no procedan contra los oficiales rea­ dinaria. El alguacil mayor del Santo Oficio, siendo re­
les, ni libren mandamientos ni censuras, ni los gidor, entre en el ayuntamiento sin vara ni espada,
m ulten ni penen , antes bien los envien à pedir y qué asiento ha de tener.
al virey ó gobernador, los cuales mandarán ha­ 3. No se ha de hacer novedad en que los
cer las pagas con toda puntualidad, asi de lo oficiales y familiares del Santo Oficio puedan
corrido que no se les hubiere pagado, como de ser regidores, y si alguno lo fuere, ó persona
lo demas que corriere á sus tiempos, como di­ del ayuntamiento, y delinquiere en su oficio, ha
cho es; y si por parte de los inquisidores, por de ser castigado por nuestras justicias ordina­
causa de haberse detenido las pagas, se hubie­ rias, sin que le valga el privilegio de la Inqui­
re impuesto alguna multa o pena contra los ofi­ sición; y lo mismo se entienda si revelare el se­
ciales reales, sobresean en su egecucion; y si se creto de lo que se tratare en el ayuntamiento;
hubieren egecutado, se las harán volver. y si el alguacil mayor del Santo Oficio fuere
Regocijos públicos v qué urbanidad se ha de usar regidor, entre en los ayuntamientos sin vara, ni
con los inquisidores.23 espada, como los demas regidores, y se asiente
en el lugar que por antigüedad ó dignidad de
2. Guando en los lugares donde residen , ó su oficio le perteneciere, sino es cuando llevare
residieren los tribunales de! Santo Oficio, hu­ algun recado ó fuere á negocio del tribunal, que
biere fiestas de regocijo, asi de juegos de cañas, entonces entrará con vara y espada, y se le da­
toros, como de otras semejantes, y éstas se hu­ rá el lugar y harán las demas honras que en ta«
bieren de hacer en las plazas públicas de los lu­ les casos se acostumbran; y despues de cumpli­
gares, las primeras carreras sean delante el do con el negocio á que fuere, si se quedare en
cabildo secular del tal lugar, sino es que de su el ayuntamiento, ha de estar como los demas
voluntad quiera que primero se hagan al tribu­ regidores, y en el lugar que le perteneciere por
nal de la Inquisición. razón de su oficio de regidor.
A los inquisidores y otros ministros se Ies den los Guando hubiere falta de trigo ó maiz , pidan los in­
despojos de las reses que señala cada semana. quisidores lo que hubiere» menester para si, sus mi­
nistros y pobres á los vireyes ó gobernadores.
3. De las reses que se mataren en la carni­
cería para el abasto común, se dén á los inqui­ 6 . Cuando hubiere faltas y necesidad de
sidores y ministros todas Jas'semanas los despo­ trigo ó de maíz, los inquisidores pidan lo que
jos de diez reses con los lomos de ellas, repar* hubieren menester para sí, y sus ministros y
tiendo á cada uno de los inquisidores dos des­ los pobres presos al virey ó gobernador , sin
pojos: al alguacil mayor y notarios del secreto, proceder á censuras ni vejaciones contra los sol -
uno : al receptor y notario del secreto, o tro; y dados ó guardas que estuvieren en los barcos
los demás para los jxibres presos de las cárceles que lo trajeren, y el virey ó gobernador acudi­
secretas de la Inquisición ; y á solo lo referido, rán á los inquisidores y sus ministros y pobres
y no à mas, tenga derecho el tribunal, lo cual presos con lo necesario contada puntualidad,
se les lia de dar por sus precios como á ios de­ sin ocasionar quejas ni sentimientos: con aper­
más, sin dar lugar á que sus criados tomen los cibimiento que de lo contrario nos tendremos
despojos para revenderlos. por deservido.
Ros oficiales titulados con egercicio actual se escusen Los inquisidores no se embaracen en compras de
de los alardes, y no los familiares, no estando ocupa­ negros.
dos en servicio de el Santo Oficio; y estando el ene­
migo á ia vista, todos estén á la orden del virey ó 7. Los inquisidores no se han de embarazar
TOMO I. 3o
110 Libro i. Tiliilo xix.
en compras de negros mas de aquellos que hu­ nen en cnanto à tratar y contratar, y «O lian
bieren menester para su servicio, y estos no lian de hacer visitas à personas particulares.
de ser de los navios de negros de arribada , ni No se embaracen ní entrometan en elecciones de a l­
de los prohibidos de venderse en puertos de las caldes ni oficios de república.
Indias. 12. Los dichos inquisidores no se han de
Número de alguaciles que pueden nombrar los tribu­ embarazar ni entrometer en las elecciones de
nales y en que partes. alcaldes, ni oficios de la república, por sí ni por
8. Por tener entendido que asi conviene a sus ministros, ni familiares, ni otras,personas,
nuestro servicio y á !a mejor ejecución de las como liemos entendido lo lian hecho en algu­
cosas tocantes á la Inquisición, permitimos que nas ocasiones, sino que esto lo han de dejar ha­
los inquisidores del tribunal de la ciudad de cer libremente á las personas á quien perte­
Cartagena puedan nombrar y nombren demas nece.
del alguacil mayor que alli reside, otros cuatro Los tribunales despachen órdenes para que los comi­
alguaciles que traigan varas de justicia ordina­ sarios sean muy urbanos en las oca-dones de edictos,
y otras, con los que acudieren al acompañamiento.
ria,nente, que el uno resida en la ciudad de
S. Felipe de Poi tobelo, otro en la de l anaína, J3. Por los tribunales de la Inquisición se
otro en la de S. Cristóbal de la Habana y el despacharán órdenes á los comisarios de sus dis­
otro en la de sanio Domingo de la Isla Espa­ tritos, para que en las ocasiones de publicación
ñola , por ella y por las demas Islas de Barlo­ de edictos y las semejantes se muestren muy
vento, para que estos alguaciles hagan en los corteses y agradecidos à las acciones de los ciu­
puertos de las dichas ciudades con los comisa­ dadanos y personas principales que acuden á los
rios y notarios de la Inquisición las visitas ordi­ acompañamientos, y nuestros vireyes ó gobcr*
narias tocantes á ella en la forma que se acos­ nadores ayudarán de su parte para que estos se
tumbra. Y para el mismo efecto y en la dicha continúen y no se haga novedad de la costum­
forma permitimos también que el tribunal de bre que en estas cosas se ha tenido por io pa
la Inquisición de la ciudad de Méjico pueda sado.
nombrar otro alguacil en la provincia de l ú ­ Forma de allanar las casas de los oficiales titulares.
ea tan, y todos cinco alguaciles lian de gozar e id . Cuando á nuestras justicias se ofrecie­
privilegio de familiares-, y si demas de ellos re caso en que sea necesario allanar la casa de
hubiere nombrados mas alguaciles, se quitaran algún oficial titular de la Inquisición para v i­
y reformarán luego. Y es nuestra voluntad que sitarla ó para otro efecto, antes de ponerlo en
esto se cumpla y haga asi, sin embargo e o ejecución den primero aviso del intento al tri­
dispuesto en el capitulo diez y seis de la con­ bunal de ella para que nombre persona de sa­
cordia de veinte y dos de mayo de seiscientos tisfacción ministro del Santo Oficio , que jun­
y diez, que prohibe el tener la Inquisición es­ tamente con los que nombrare el virey ó go­
tos alguaciles, el cual derogamos para en cuan­ bernador, ó justicias ordinarias con las dichas
to lo referido. Y en lo demas es nuestra volun­ nuestras justicias lo vayan a ejecutar, y^ el
tad se guarde y cum pla, como en él se con­ allanamiento y visita se haga sin exorbitancias,
tiene. ni mas ruido del que permitiere la calidad del
Eu el conocimiento de las causas de familiares, ofi­ caso, sin soldados ni mas ministros que los ne­
ciales y m inistros, se guarden las concordias. cesarios y ordinarios con quien se acostumbra
o. En el conocimiento de las causas parti­ hacer semejantes actos, y esto mismo se ha de
culares de los familiares, oficiales y demas mi­ guardar cuando la casa ó casas fueren de mu-
nistros de la Inquisición , se ha de guardar o geres viudas de oficiales del Santo Oficio du­
dispuesto por las concordias que estan tomadas rante su viudez, porque entonces gozan del
en esta razón, sin esceder de ellas. Y asi man­ privilegio de sus maridos*, y sí habiéndose da­
damos á nuestras justicias lo hagan. do el aviso á los inquisidores no respondieren,
ó no enviaren persona que asista al allanamien­
Los inquisidores tengan buena correspondencia con to dentro de una ó dos.horas, lo puedan hacer
los ministros de las justicias reales, no procediendo nuestras justicias ó sus ministros en la forma di­
con censuras, ni llamándolosá los tribunales.
cha, y el enviar este recado sea tan solamente
10. Los inquisidores tendrán con nuestros con los oficiales titulares, y no se ha de enten­
jueces y justicias toda la buena correspondencia der con los familiares y demas ministros ¡ufe*
y conformidad que conviene, guardando en riores del Santo Oficio, porque á las casas de los
cuanto á esto lo dispuesto en las dichas concor­ tales han de poder enviar nuestras justicias á
dias, y tratándolos con el respeto que se les hacer las denunciaciones que se ofrecieren, co­
debe y es justo, no procediendo contra los mi­ mo á cualesquier otras personas que delinquie­
nistros con censuras, ni llamándolos para que ren en este género de delitos y en otros.
parezcan ante los inquisidores en el tribunal, Los oficiales titulares paguen los derechos reales.
como somos informado se ha hecho por lo pa­ 15. Ningún oficial titular del Santo Oficio
sado , deteniéndolos y molestándolos grave­ ha de ser reservado de la paga de cualesquier
mente. derechos reales que á Nos pertenezcan, y cuan­
Guarden las instrucciones y cartas acordadas en cuan* do hubiere duda de si los deben ó no,‘han de
to á contratar y no hacer visitas «i particulares. acudir ante nuestras justicias y oficiales á quien
1 ). Los dichos inquisidores lian de guar­ pertenece el conocimiento de esta causa, para
dar las instrucciones y cartas acordadas que tie* que lo declaren; y habiéndose declarado que
De los tribunales ce! santo Oficio- 119
Jos deben, sino los quisieren pagar, las dichas lia de avisar de ello , para que en aquel tiem­
justicias ú oficiales enviarán un testimonio de po? aunque sea corto, envien los que pudieren;
la declaración, y de lo que montaren los di­ y pasado el término que se les señalare no lian
chos derechos al inquisidor mas antiguo, para de poder los inquisidores detener ni detengan
que dentro de tres dias, contados desde el que el navio, ni apremiar á los capitanes, cabos ó
se enviare el dicho testimonio, pague el oficial maestres de ellas á que le detengan , aunque
ú oficiales titulares lo que en ellos se montare, no hayan remitido sus despachos, sin que por
conforme á la dicha declaración; y si pasado esto se pueda entender se deroga la costumbre
este término no lo hubieren hecho, han de po­ que hubiere de dar los inquisidores licencias
der nuestras justicias ó los dichos oficiales co­ firmadas para que puedan partir los tales na­
brarlo como les pareciere, y proceder á su co­ vios ó personas que en ellos quisieren pasar,
branza judicialmente; y los inquisidores no se porque en esta parte se ha de guardar la cos­
entrometan en defenderlo ni estorbarlo. tumbre ; y si en razón de ello hubiere diferen­
Si por orden de los inquisidores ó fiscales se sacaren cia entre nuestros ministros y los inquisidores,
algunas cosas lucra de las ciudades, qué lorina se ha se hará por cada parte información de lo que se
de guardar. hubiere observado y guardado, y las remitirán
ea da uno á sus consejos, para que vistas en ellos
1(J. Cuando los inquisidores ó fiscal fue­ se provea lo que fuere justicia.
ren solos, ó acompañados con ministros suyos
á alguna recreación fuera de la ciudad,, y para En los días solemucs de la Inquisición, pueden los
inquisidores hacer pregonar lo que parece.
ello sacaren algunas cosas, si las tales fueren
patentes y descubiertas, y no de las prohibi­ 19. En los días de actos de la fé , y en los
das, nuestras justicias ó ministros que asistie­ de su publicación, y de los edictos generales y
ren á los barcos o pasos por donde fueren, los anatemas, y fiestas de S. Pedro Mártir, en que
dejen pasar y embarcar libremente , y no séa sea necesario ejercer los inquisidoressu jurisdic­
necesario que preceda orden ni mandamiento ción , si se hubiere de pregonar que las calles
del virey o gobernador ; pero si las cosas que esten limpias ú otra cosa que convenga á la so­
Jmbiercii de embarcar fueren cofres ó baúles lemnidad, lo han de poder mandar los inquisi­
cerrados, los inquisidores, fiscal y ministros dores. Y nuestras justicias harán lo que asi pre­
han de enviar recado de palabra al virey ó go­ gonaren se cumpla y ejecute.
bernador, diciéndole lo que va en los cofres ó Tengan el asiento en las iglesias conforme á las con­
cajón, y el efecto para que se embarca: con lo cordias.
cual luego ti virey ó gobernador dará orden á
sus ministros para que dejen pasar y embar­ 20. Cuando los inquisidores fueren à la
car las tales cosas, y las arcas o cofres no se iglesia catedral á oir el sermón del prelado de
abran ni manifiesten ; y lo mismo se entienda ella, hayan de tener y tengan el lugar y asien­
en (las cosas que entrañen ios barcos para los to que por las concordias les está señalado.
inquisidores, fiscal y ministros. Los inquisidores no permítan en sus casas ocultacio­
nes de bienes.
Yisitas de navios y derechos que pueden llevar los
ministros del Sanio Oficio. 21. Los inquisidores no han de consentir
que en sus casas se oculten bienes de persona
17. Permítese que de los navios que se vi­ alguna en perjuicio de tercero y administra­
sitan por el Santo Oficio en los puertos de las ción de nuestra justicia, como está ordenado; y
Indias se puedan cobrar de derechos cuatro pe­ si al presente hubiere algunos de esta calidad,
sos de caua uno en lugar de ios que hasta aho­ de cualesquier personas que sean, los hagan en­
ra se cobraban: ios dos para el comisario, uno tregar luego sin dilación al juez que losjfidiere
para el alguacil mayor y otro para el notario, conociere d éla causa; y de haberlo cumplido
de lo cual no han de eseeder como se les en­ y ejecutado asi nos darán aviso.
carga: con apercibimiento que se procederá
A los inquisidores se les dé todo género de mante­
contra ellos; y si los ministros que hicieren las nimientos y materiales para fábricas de sus casus.
dichas visitas fueren mas ó menos, se reparti­
22. A ios inquisidores se les dará lo quo
rá esta cantidad entre los que fueren, como pa­
reciere; y e n cuanto al modo y concurrencia hubieren menester de todo género de manteni­
mientos y materiales de clavazón, cal y demas
de nuestros ministros, y los del Santo Oficio,
cosas que suelen venir en los barcos y fragatas
en las dichas visitas se guardarán las órdenes
del trato , al precio justo y ordinario, pidién­
que sobre esto están dadas.
dolo para el sustento de sus personas , familias
Los vireyes y gobernadores den noticia á los inquisi­ y fábrica de sus cosas, sin dependencia de los
dores de el despacho de avisos; y donde hubiere vireyes ó gobernadores, no habiendo, como no
costumbre de dar licencias para salir mivíus ó perso­
nas se guarde. hay costumbre en contrario; pero si se preten-
diere que la hay de que las tales cosas se las ha­
18. Cuando los vireyes ó gobernadores des­ yan de dar mediante el orden del virey ó go­
pacharen navios de aviso, es nuestra voluntad bernador, se harán informaciones de lo que hu­
y mandamos que dea noticia de ello á los in­ biere por una y otra parte de por s í , y la que
quisidores eii tiempo competente para que pue­ cada uno hiciere, la remitirá á su consejo, para
dan prevenir sus despachos; y aunque la nece­ que en él se provea lo que convenga , y entre­
sidad y priesa de despachar el navio sea tan u r­ tanto ios inquisidores usen de la permisión que
gente que no se pueda dilatar, todavía se Ies arriba se les dd, con la debida moderación, no
1 2 0 Libro i. Titulo xix.
pretendiendo ni queriendo de los mantenimien­ y la remitan á sus consejos para que se provea lo
tos y materiales mas de lo que hubiere m e­ que convenga. Y porque nuestra voluntad es
que se guarde y cumpla lo contenido en estos
nester. veinte y tres capítulos , mandamos á nuestros
Asientos de los ministros de la Inquisición en la ca­ vireyes de las provincias del Perú y Nueva-Es-
tedral de Panamá.
paiía , y gobernador y capitán general dé la
*23 En la iglesia catedral de la ciudad de provincia de Cartagena que ios vean , y en lo
Panamá -se pondrá un banco en lugar del que les tocare los cumplan y guarden , y hagan
fíne se puso dentro de la capilla mayor de ella, guardar, cumplir y ejecutar según y como en
donde se sentaban los regidores y ayuntamien­ ellos se contiene y declara , y que contra su
to de la dicha ciudad , y en el ^ P0^ an S^ | ' tenor y forma no vayan ni pasen , ni consien­
tar el comisario y familiares del Santo Oficio tan ir ni pasar en ninguna torma. (4)
cuando al princiode^la misa mayor no estuviere
Que los prelados no asistan á edictos de la f é
ocupado con personas del dicho ayuntamiento ni recibimientos de cruzada, ley 19, tic. 7 de
«ucsi lo estuvieren, los familiares se habrán de
este libro.
sentaren los otros bancos diputados Para. ^ ° s> Que los prebendados asistan al coro, y no se
y ai. como dicho es, al prmcipio de la misa no les admita ningún indulto aunque sean mi­
se hubiere sentado en ¿1 ninguna persona del nistros de la inquisición, ley 12, tit. 20 de es­
ayuntamiento, y se sentare algun familia i o
ministro del Santo Oficio, no lo puedan echar te libro.
Que los prelados, audiencias y oficiales reales
de él. Y en cuanto al lugar que ha de tener el reconozcan y recojan los libros prohibidos
comisario del Santo Oficio dentro de la dicha conforme d los espurgatorios de la santa In ­
capilla mayor, y si se ha de sentar en silla con quisición, le y 7, tit. 24 de este libro.
alfombra , y los acompañamientos y «*««no- Que se recojan los libros de hereges, e impida
nías que se han de usar con el los días de la p su comunicación, ley 14, tU> 24 de este li­
blieacio» de los edictos de la fe y anatemas,
declaramos se ha de guardar lo mismo que en bro.
Que sean echados^ de las Indias los esclavos
casos semejantes se observare Y g u a r d a r e « n la berberiscos, moriscos, é hijos de judíos,
iglesia metropolitana de la ciudad de Santa Fe
ley 29, tit. 5 , libro 7.
del nuevo reino de Granada , si en la de Pana­
má no hubiere costumbre en contrario ; y si
en razón de las costumbres que han guardado (4) Otras declaraciones hay muy particulares en
en una ó en otra parte hubiere diferencia, ha­ punto de jurisdicción en cédula de 22 de junio
gan las partes información cada una de por si, de 1702.

TITULO TSÏ1TTB.
D e la sa n ta C ruzada.

LEY P R IM E R A . dicho efecto, y del oidor que fuere mas anti­


guo en la audiencia ; y en su ausencia ó impe­
D. Felipe III en S. Lorenzo á 16 de mayo de 1609* dimento , del siguiente en grado, y haga ofi­
cio de fiscal el que lo fuere en la audiencia.; y
One se dá la forma de conocer y proceder los comí- adonde hubiere dos , como en las ciudades de
sarios generales subdelegados en las causas de la
santa Cruzada. Méjico y los Reyes , el de lo civil, escepto si
Por cuanto para la buena administración de por Nos otra cosa no se proveyere y declarare;
la Bula de la Santa Cruzada que se predica y y por la misma forma sea contador de los mis­
publica en las provincias de nuestras Indias, ha mos tribunales el mas antiguo de los oficiales
parecido convenir que en los lugares principa­ reales que en el dicho lugar residiere; y por
les haya un tribunal formado, para que en el su ausencia é impedimento el siguiente, es-
nuestros súbditos y vasallos tengan mejor, y eepto en las ciudades de Méjico y los Reyes,
donde al presente tenemos nombrados conta­
mas cómodo y cercano recurso donde acudir en
apelación con las causas que hubiere y se sen- dores particulares ; y en los dichos tribunales
tenciaren por los jueces subdelegados particu­ y por el subdelegado general y oidor se verán,
sentenciarán y determinarán todos los pleitos,
lares de aquel distrito y jurisdicción, manda­
negocios y causas que hubiere en sus distritos
mos erigir y fundar , y que se funden y erijan
y partidos, asi en lo tocanteá la administración
los dichos tribunales en las partes y lugares
y cobranza de la cruzada , como los que fueren
donde hubiere audiencia real, y que sean
entre partes, y ante ellos ocurrieren de los
y se formen de la persona a quien el mis­
otros subdelegados particulares de su distrito
mo comisario general de la cruzada eligiere
y nombrare por subdelegado general para el en grado de apelación, dando el oidor su voto
- De la Sati fcíi Cruzada. 4-21
yparecer consultivo y decisivo, y señalando ios pacha ren >y nadie sea osado de-hacer, lo con--
autos judiciales 'y estrajudiciales y ciernas des­ trario , pena de. la nuestra merced y de dos-,
pachos, que hicieren tocantes á la Cruzada con­ cientos pesos de plata ensayada para nuestra ca-.
forme á derecho, y á lo que está ordenado por mata , porque asi es nuestra voluntad. ( 1)
cédulas, instrucciones y otros despachos del
comisario general dados para la administración
LEY II.
de la Cruzada y gobierno de la justicia , y lo D. Felipe-111 en Madrid á 27 de julio de 1613.
dispuesto por leyes y pragmaticas de aquellas Que las audiencias ele Cruzada sean d tiempo (¡ue el
provincias, como, juez diputado para ello con oidor asesor pueda asistir aellas. ; :
el dicho subdelegado general, guardando en el Mandamos que las audiencias á que han de
votar y señalar los despachos las órdenes que asistir el comisario subdelegado de la santa Cru­
están insertas en la Nueva Recopilación de las zada , y uno de nuestros oidores, como asesor,-
leyes de estos reinos de Castilla, tit. 10 , li­ sean en los dias y horas rnas convenientes , dé
bro I , y habiendo entre el subdelegado gene­ forma que los oidores puedan asistir , y no fal­
ral y asesor discordia en el votar de las causas ten á las horas de audiencia, visitas de cárceles
por no se conformar: Mandamos lo consulte y y otros negocio-*, y por esta ocupación nose ha­
comunique el subdelegado general con el go­ ga perjuicio ni detención á los litigantes.
bernador, presidente ú oidor que hiciere oficio
de presidente de lata! audiencia, para que nom­ LEY III.
bren otro oidor que asista á los dichos negoçios
no se conformando, y hagan sentencia, otor­ D. Felipe IV cu Madrid á 27 de noviembre de 1624.
gando á las partes.las apelaciones que ante ellos Que en vacante de virey el oidor mas antiguo no
interpusieren para ante el comisario general y sea asesor de Cruzada, y lo sea el siguiente, ,
consejo de Cruzada, y no para ante otro tribu­ Ordenamos que én vacante ó ausencia dé
nal , ni juez alguno, sin que por viá de fuerza, virey no vaya el oidor mas antiguo en casa déi
ni por otro algun modo se puedan llevar ni lle­ comisario subdelegado general de la Cruzada,
ven las causas à las audiencias reales , ni intro­ ni sea su asesor, y vaya en su lugar el siguiente.
ducirse , ni se introduzcan en ellas en ninguna
forma *, porque en cuanto á esto las inhibirnos: LEY IV.
y que el fiscal asista asimismo á todo lo que fue- D. Felipe IV en Madrid á 14 de octubre de 1626..
ye necesario en el tribunal de Cruzada con el
'subdelado y asesor y ministros de é l, acudiendo Que los fiscales de las audiencias de Lima y Méjico
sirvan las fiscalías de la Santa Cruzada. ^
á la defensa de los pleitos y causas tocantes á
ella, en todos los casos y cosas que se ofrecie­ Mandamos que los fiscales mas antiguos de
ren , haciendo las demandas , pedimeutos y nuestras audiencias de Lima y Méjico sirvan
demas diligencias quesean necesarias, que pa­ siempre las fiscalías de la Santa Cruzada, cada
ra ello le damos poder cumplido, y según le uno en su distrito conforme á lo proveído.
tiene para los de la audiencia real, y que asi
mismo el oficial real que ha de servir de conta­ LEY V.
dor , use y ejerza el dicho oficio en el tribunal D. Felipe II en Carra nque á 15 de mayo. £ en Ma­
de Cruzada con el subdelegado general, asesor drid á 26 de julio y 22 de diciembre de 1578. Y en
ministros de él, á los cuales por razón de sus S. Lorenzo á 12 cié junio de l5bo. b- Felipe IV en
oficios se les guardarán las preeminencias, Madrid á 25 de marzo de 1627.
prerogativas e inmunidades que deben ha­ Que los virey es, audiencias y otras justicias reales
ber por respeto de la Cruzada •, y todos jun­ no conozcan de causas tocantes a ia Ci uzada, subsi—
tos , y cada uno por su parte tendrán par­ dio, cuartas y sus cuentas , ni aun por y ¿a de fu e r ­
za , y las remitan á los comisarios.
ticular cuidado de que lo que procediere de la
Cruzada y composiciones, se traiga, ponga y re­ Es nuestra merced y voluntad que todos los
coja en las cajas reales de su distrito: y que negocios y pleitos que se ofrecieren tocantes à
con la demas piala nuestra que viniere à estos la Bula déla Santa Cruzada , hayan de ?onocér
reinos se envié por cuenta á parte en las flotas y y conozcan solamente los comisarios subdelega­
navios que vinieren áellos, dirigido y consig­ dos que para ello estuvieren elegidos y nom­
nado á Nos y al comisario general y consejo de brados , y que nuestros vireyes , presidentes,
Cruzada eon relación distinta y particular de lo audiencias, gobernadores y otras justicias rea-
que viniere, y que años, asientos y predica­
ciones fuere, y lo que se restare debiendo , y (1) La substancia, m étodo, gobierno y forma
el estado en que queda la cobranza y seguridad del tribunal de Cruzada que en este título se prescri­
de ella: y que los subdelegados generales y be se corrigió y reformó por breve de 4 de inayo
contadores de la Cruzada tengan cada, uno de ádec u1760, y despacho de S. M. de 12 de mayo da l7 5 l,
y o tenor se formaron nuevas ordenanzas, que,
por si en su distrito su libro del dinero que se hallan en el día añadidas á las generales del Perú
procediere de ella , para que en todo haya la de la edición del año de 1752, y quedó reducido á la
cuenta y razón que conviene ; y que todos y superintendencia y á los comisarios, tesoreros ^ con­
cualesquier jueces, justicias, alguaciles y alcai­ tadores etc., como puede verse en los cinco títulos
des de las cárceles y otras cualesquier personas, de que se componen. p
En cédula de 7 de setiembre de 1 /60 se mando
,,
cumplan , guarden y hagan guardar, cumplir que los comisarios de Cruzada sean admitidos á be­
y ejecutar las sentencias, manclamientosyautos samanos como los demas tribunales.
que por los dichos tribunales se dieren y des- Véase la ley 5 de este título y libro.
3 i
TOMO I.
122 Libro i. TU. xx.
Ies no los impidan , estorben , ni se entrometan el comisario, general subdelegado prefiera tam­
en ello •, y en caso que algunas personas contra* bién al oidor mas antiguo y á todos los demas.
vinieren á lo contenido en esta nuestra ley , no Y mandarnos, que asi se guarde , cumpla y ege*
loconsientan, y hagan luego remitir y remi tana cute por nuestras reales audiencias de Lima y
los subdelegados el conocimiento de todas las Méjico, y los subdelegados generales de la San­
dichas causas , subsidio, eseusado, cuartas y ta C ruzada.(4)
sus cuentas para que las hagan, prosigan y
íenezcan, y nuestras audiencias reales no cono/,-* LEY V III.
can por vía de fuerza de ninguna de ellas. ( 2) D. Felipe IV en Madrid á 4 de setiembre e 1632. .
Que las ciudades no deban hallarse en forma la vis *
LEY V I. pera del acompañamiento de la bula.
D. Felipe lie n el Pardo á 14 de setiembre de .1575. Declaramos que las ciudades de nuestras
Y allí á 17 de octubre .de 1575 En Carranque á 15
de mayo de 1578. En S. Martin de la Vega á 17 de
Indias no deben salir en forma de ciudad al
eneró de 1584. acompañamiento la víspera del dia de la publi­
cación de la bula, sino el misino en que se pu­
Que la» bula de la Santa Cruzada sea recibida con la,
decencia debida, y sus ministros sean honrados y blicare.
favorecidos . LEY IX .
Mandamos à los vireyes, presidentes, au­ D. Felipe II en el Pardo á 6 de octubre de 1575- 1
diencias y gobernadores, y à las demas justi­
cias de las indias , que procuren y den orden Que los religiosos ayuden d la predicación de la. bula.
como la bula de la Santa Cruzada sea recibida Encargamos á los provinciales de las religio­
con toda reverencia , acatamiento, solemnidad nes, que procuren que los religiosos súbditos
y autoridad que se le debe, porque los natura­ su vos en las Indias, ayuden á la publicación de
les, con el ejemplo de ios españoles, reveren­ la bula de la .Santa Cruzada , y déñ á entender
cien y estimen mucho las bulas y concesiones á los naturales la reverencia y acatamiento con
apostólicas , y den todo el favor y ayuda nece­ que se debe recibir,
saria para su publicación y distribución y lo
demas conveniente \ y honren y favorezcan á
LEY X.
los ministros y personas que intervinieren en El emperador D- Carlos en Barcelona á l.° de mayo
la administración y cobranza de lo que proce­ de 1543. Y el príncipe D. Felipe gobernador en Ma­
drid á 29 de noviembre de 1546.
diere , y para que los despachos enviados por
el comisario general se cumplan y ejecuten. Y Que no se publiquen bulas en pueblos de indios, ni
¿os apremien d que las reciban.
rogamos y encargamos á los arzobispos y obis­
pos de las Indias que de su parte hagan lo Mandamos que los comisarios de la Cruza­
'mismo. (3) da no coiihientáu predicar bulas en pueblos de
indios, y r en lengua castellana, ni apremien á
LE Y VIL nínguu indio á que las reciba, ni vaya á los
sermones Contra su voluntad.
I). Felipe III en Madrid á 47 de febrero de 1609.
'Que en actos de publicación de la bula , los vireyes> LEY ' X I.
audiencias y subdelegados tengan los lugares <fue se D. Felipe III en Madrid á 50 de marzo de 1609.
declara.
Que de las cajas de comunidad no se saque la limos-
Habiéndose dudado en la graduación de lu­ ñapara dar bulas dios indios pobres.
gares que deben teuer los ministros de nues­ Otrosí mandamos, quede las cajas de co­
tras reales audiencias, y los de la Sania Cruza munidad de los indios no se saque la limosna
da en actos de publicación de la bula, para para que tomen la bula de ia Santa Cruzada
resolver el que.toca á cada uno, Nos fuimos los que fueren pobres, aunque la pidan ellos
servido de mandar que se formase una junta de su voluntad.
.en que concurriesen el presidente y algunos de
nuestro consejo real de las ludias, y el comisa­ L E jl V i l .
rio general de la Santa Cruzada, y algunos de D. Felipe IV en Madrid á 24 de setiembre de 1621.
los que asisten en el dicho consejo •, y habién­ D, Felipe III en Madrid a 17 de marzo y 21 de abril
dosenos consultado, declaramos, que sucedien­ de J619.
do él caso de vacante de virey, y gobernando Que ¡os prebendados comisarios tengan juntas tres
días cada semana, y los demas acudan á la obliga­
nuestra audiencia real el oidor mas antiguo de ción del coro , y los prelados multen d los (jue no
ella, preceda también al comisario subdelega­ residieren , aunque sean ministros de la inquisición.
dlo general, y él á todos los de mas oidores;
pero en caso que .el vtrey se escuse de ir á este Ordenamos y declaramos, que los preb.en-
acto por enfermedad u otra causa, ó no asista
por estar ausente de la ciudad , teniendo á su (4) E! pie actual de administración en que se ha­
cargo el gobierno, y no nuestra real audiencia, lla este ramo, prerogatiyas de sus ministros y otras
cosas deben verse cu el art. 147 de la Instrucción de
Intendentes de Buenos-Aires, y en los respectivos
f2) Véase la ley 1.a de este titulo y libro. de 1¡» de Nueva España.
(3) Sobre esta ley 6 y siguiente debe verse el En los casos en que debe presidir el comisario al
cneajgo qtie hace la real orden de 17 de setiembre mas antiguo de la audiencia no-debe asistir el regen­
de 1781, sobre que las justicias y ayuntamientos no te do ella, según el art. 75 de la Instrucción de re­
fallen á lo que es de su obligación en estos actos. gentes.
De la Santa .Cruzada. £23
dados y subdelegados de la Santa Cruzada ban LEY X V II.
de tener junta ordinaria, tres días por la tarde
D. Felipe III en Madrid á 2 0'de diciembre de 1608.
en cada semana ; y si hubiere costumbre que A llí á 28 de febrero de 1609.
sean menos, se guarde la costumbre , y los de­
mas dias asistan á las horas canónicas y c u m -' Que los pleitos de acreedores, pagada la Cruzada, se
remitan á las justicias d quien tocaren.
plan con las obligaciones del coro ; y n o se'es-
cusen por comisarios de lá Santa Cruzada, pues Mandamos que habiéndose seguido pleito
por esta cansa no cesa la obligación de residir, de acreedores en los juzgados de la Santa Cru­
y mas teniendo prebendas u.e nuestro patro­ zada, despues de cobrado lo que pareciere de*
nazgo real, en las cuales no se admite ningún berse á la Santa Cruzada ¿ las demas causas y
indulto, aunque sea de la Inquisición 5 y en­ procesos qriginales que no les tocaren se remi­
cargamos á los prelados de las iglesias, que mul­ tan á nuestras audiencias ó justicias reales , se­
ten à los capitulares que por esta razón no resi­ gún y como les pertenecieren; y los comisa­
dieren. rios subdelegados generales y particulares los
LEY X III. bagan sacar de poder de los notarios, escriba*
nos y personas ante quien pa.saren ó hubieren
El emperador D. Carlos en Valladolid á 23 de agos­ pasado, y entregar sin escusa ni dilación aU
to de 1558. gana.
Que ios clérigos no sean exentos de la jurisdicción LEY X V III.
episcopal por ministro de la Santa Cruzada.
El emperador D. Carlos y la reina gobernadora en
Otrosí no se consienta ni permita que los Madrid á 14 de enero de 1559. Y el mismo en V alla­
comisarios y predicadores eximan à ningún clé­ dolid á 19 de enero de 1557. El cardenal gobernador
rigo de la jurisdicción episcopal, por ser oficial allí á 14 de febrero de 1540. Vease la ley 11, tít, 5,
lib. 3 cotí la ley 6, tit. 12, iH>. 8.
ó ministro de la Santa Cruzada, para que no
sea castigado por los delitos y escesós cometidos Que la Cruzada no lleve los ab-intestatos, ni bienes
fuera del oficio y ejercicio que tuviere en aquel mostrencos.
tribunal. Ordenamos y mandamos á los vireyes, pre­
LEY X IV . sidentes y oidores de las audiencias reales, que
no consientan en sus distritos ni jurisdicciones,
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Valladolid á 15 de diciembre de 1545. que ios comisarios, tesoreros y otros oficiales de
la Santa Cruzada, pidan, demanden ni lleven
Que ningún lego sea exe'nto por ministro de la San­ los bienes de los difuntos ab intestato, ni el
ta Cruzada y no siéndole espresamente concedido.
quinto ni otra cosa alguna de ellos , aunque no
Mandamos que ningún lego ministro de dejen herederos conocidos, ni los mostrencos,
Cruzada sea exento de nuestra jurisdicción rea!, si algunos hubiere en las Indias , ni hagan mo­
si espresamente por Nos no le fuere concedido. lestias ni vejaciones á los tenedores de tales bie­
nes ; y si de hecho lo intentaren , se lo prohí­
LEY X V . ban , que Nos por la [presente les mandamos
D. Felipe 111 en Madrid á 20 de junio de 4606. que asi lo guarden y cumplan : á los eclesiás­
Que los vireyes usen de los poderes que tienen de ticos, pena de perder las temporalidades y na­
S. M. páralos casos que se refieren. turaleza que han en nuestros reinos, y de ser
habidos por agenos y estraños de ellos ; y á los
Ordenamos y mandamos á los vireyes, que legos de perdimiento de todos sus bienes para
en las ocurrencias que se ofrecieren sobre pri­ nuestra cámara y fisco.
siones de los ministros de nuestra justicia real
por los comisarios subdelegados de la Santa LEY X IX .
Cruzada, ó de sus ministros por los de nuestra
justicia real, y otros casos semejantes, inter­ D. Felipe 111 en S. Lorenzo à 28 de junio de 1615.
pongan su autoridad y usen de nuestros pode­ Q«e los tesoreros de la Cruzada sean honrados y fa+
res, con la prudencia y entereza que conviene. verecidos , y se les guarden sus preeminencias.

LEY X V I. Nuestros vireyes, audiencias y gobernado­


res, corregidores, y otras justicias y jueces, fa­
'D. Felipe ÏI1 en Venlosilla á 25 de abril de 1605. vorezcan y honren á los tesoreros de la Santa
Que los comisarios de la Cruzada no reciban cesio­ Cruzada, haciéndoles en todo buen tratamien­
nes , y en las que recibieren no usen de privilegio. to , y que se les guarden y hagan guardar to-
- das las preeminencias que se les debieren y hu­
Encargamos y mandamos á los comisarios bieren guardado por razón de los dichos ofi­
generales subdelegados, que no reciban las ce­ cios.
siones que algunas personas les hacen contra
otras que tienen y pueden oponer escepciones, LEY X X .
y no siendo posible dejarlas de recibir, guarden D. Felipe 111 en Madrid á 2 de julio de 1618.
en su cobranza las leyes del derecho, y no usen
Que el contador que tomare las cuentas de Cruzada
de mas privilegio del que tuvieren los que ce no se señale salario por dias.
dieren las deudas.
Mandamos que al contador de cuentas que
se señalare para tomar las cuentas de Cruzada,
no se le señale salario por dias, y que acabadas
124 Libro i* Tit. xx.
Jas cuentas, y considerada Ja ocupación por en­ LE Y X X IV .
tero , y no por dias, si pareciere se le dé gra­
tificación estraordinaria moderadamente, como D. Felipe IV en San Martin á 21 de diciembre de
1634.
se observa en nuestra contaduría mayor de
cuentas. •Que lo procedido de la Cruzada en Filipinas se meta.
en la caja real, y se pague en la de Méjico.
LEY X X L
El tesorero de la Santa Cruzada de la Nue*
D Felipe III en S. Lorenzo a 19 de julio de 1614. va-España tiene en la cindad de Manila de las
Que los subdelagados generales traten d los oficiales Islas Filipinas un sustituto que hace oficio de.
, reales como d los contadores de- cuentas.. - tesorero, y esté emplea el dinero que procede
Porque es justo que nuestros oficiales reales de las bulas, y otras muchas cantidades, con
tengan la autoridad y tratamiento conveniente, titulo de que son de ellas, con que quita el em­
como ministros y criados nuestros, de quien pleo y carga á los vecinos de la ciudad de cua­
hacemos tanta confianza. Mandamos à los vire- tro toneladas que ocupa en cada carga , que es
yes de Lima y Méjico, que dén las órdenes contra lo dispuesto por diferentes leyes, por las
necesarias á los comisarios subdelegados gene cuales esüi hecha merced á la dicha ciudad de
rales de lá Santa Cruzada, para que los traten la carga <lc las naos de la permisión, y no á
en los autos y recaudos que les remitieren , en persona alguna de la Nueva-Espaiía ó Perú.
la forma y estilo que tratan á los contadores de Encargamos y mandamos á los vireyes de la d b
çuentas de las Indias. cha Nueva*España, que hagan se verifique la
cantidad que montan las bulas que se distribu­
LEY X X II. yen en las Filipinas, y la que fuere quede en,
nuestra caja i*eal de ellas,y tanto menos se en­
D. Felipe IV en Madrid á 3 de junio de 1634.
víe á las Islas de nuestra caja real de Méjico, y
Que los subdelegados de la Cemada no den Ucencias la que constare ha entrado en la de las Islas, se.
para oratorios, sin injonnes de las causas. entregue al tesorero de la Santa Cruzada, que
Por los escesos que lia habido en dar licen­ en la ciudad de Méjico reside; y el dinero que
cias para oratorios los comisarios subdelegados à estos reinos remitiere de lo procedido de las
enerales de la Santa Cruzada de nuestras lu ­ bulas se registre por cuenta de ella , y él y sn
ías en las diócesis de los obispados sufragáneos. sustituto no embarquen mercaderías para aque­
Ordenamos que no sedé ninguna licencia, si llas Islas, ni de ellas para la Nueva-España, im­
primero los subdelegados particulares de los poniendo los vireyes las penas quedes parecie­
obispados sufragáneos no lo consultaren al sub­ ren. Y mandamos a los oficiales de nuestra real
delegado general, para que cou justificación de hacienda de una y otra parte, que en lo tocan­
las calidades de las personas y necesidades que te á la egecucion de esta ley observen las órde­
para ello ocurrieren, puedan darse estas iicen nes que dieren el vire y y gobernador de las Is­
cias, y no de otra forma. Y encargamos y man­ las, cada uno en su distrito*, y al gobernador
damos á los comisarios subdelegados geoex*aies, mandamos- que baga se disponga el cumpli­
que con cuidado examinen los informes y pare miento, de forma que en poder de los oficiales
ocres que Ies enviareu los subdelegados parti­ reales de aquellas Islas entre la cantidad que
culares, y avisen en cada ilota y galeones^ que montaren las bulas, y que se a vise á los de Mé­
vinieren á estos reinos, al comisario general y jico, para que tanto menos remitan á ellas de!
consejo de la Santa Cruzada dejas licencias que dinero que tienen obligación .enviar en cada un
hubieren dado, y causas que á ello les hubieren año.
movido, con distinción y claridad, según que ■ LEY XXV.
por el. consejo de Cruzada está proveido.
D. Felipe II en Madrid sí 14 y en San Lorenza á 15
LEY X X III. de mayo de 1575. D. Felipe IV en el Pardo á 26 de
enero de 1633.
D, Felipe II en el Pardo ?! 17 de octubre de 1575. Y
en San Lorenzo á 17 de setiembre de 1576. Que las bulas ele la Santa Cruzada se reciban y aco­
moden en los bajeles, y los cabos y maestres tengan
Que los ministros de Cruzada lleven los derechos con­ cuidado de que vayan y se entreguen en buena
form e al arancel. forma.
Mandamos á los vireyes y audiencias reales, Ordenamos y mandamos à los presidentes y
que provean como los escribanos, notarios y jueces oficíales de la casa de contratación de Jas
otras personas que entendieren y se ocuparen Indias que reside en Sevilla, que en los bajeles,
en la predicación y espedicion de la bula de la capitanas y almirantas de flotas y galeones ba­
Santa Cruzada , no lleven mas derechos ni sa­ gan poner y acomodar todas las bulas de la San­
larios de los que conforme ?t los aranceles pue­ ta Cruzada que se les remitieren para enviar a
den y deben llevar, usando de toda moderación las Indias, y provean de forma que vayan bien
en que no baya escesos ni costas superfluas, im acomodadas, y á los generales, almirantes y
poniendo las penas que les pareciere y fueren otros eualesquier cabos, que las reciban y lle­
convenientes, en las cuales desde ahora conde­ ven con todo cuidado y seguridad, y entreguen
namos y habernos por condenados á los- que lo en las Indias conforme à sus .consignaciones; y
contrario hicieren, y de su cumplimiento y los maestres de las naos que las llevaren á su
egocueion tendrán particular cuidado. cargo tengan obligación de traer recibo de los
oficiales de nuestra real hacienda, à quien fue-
De la Santa Cruzada, 125
rén dirigidas,, para que conste como se les han hubiere oficiales de nuestra real hacienda se ha­
entregado, Y porque en Tierra-Firm e se suelen llen presentes, para qne cese -cualquier fraude
pu d rir por la humedad de la tierra, ¡sea obliga­ que pueda haber.
ción de los dichos entregarlas à los del mar aet
S u r , de la forma quedas recibieren en España, Que lo s p relados no asistan á edictos d e la f é ni
y estos las entreguen en Lima de la misma for­ recibim ientos de C ruzada , ley 19 , t»t. 7 de este
ma , y encargárnosla ejecución de todo á los ge­ libro..
nerales, alm irantes, capitanes y otros oficiales Que los m inistros y oficiales de la C ruzada no sean
de las armadas y flotas; y se Ies pondrá por ca­ exento* de p a g a r a lc a b a la ,/<y f ti l , 1 9 de
pitulo espeejal.en sus instrucciones, y hará car­ este libro.
go de. su contravención en las visitas que die­ Q u e en e l tonséjo de Cruzada a s is ta uno dé las del
re» de.sus cargos. consejo de In d a s p o r asesor y consejero, le y 2 r,
LEY X V I, til. 3 , libro 2 .
’• "í)'. Felipe IV eri Madrid á 30 de mayo de 1640. Que lo s secretarios d e l consejo d e In d ia s refren-
Que la conducción de las• bulas de Cruzada se haga d d e n lo s d i pachos que J u e r tn á acuellas p ro vin ­
.' •' cuenta de ellas. cias perteneciente* á la Santa C ru za d a , ley 3 ,
En algunas partes de nuestras Indias han til. 6 , Hb. 2 , '
acostumbrado los oficiales de nuestra real ha­ Que ¿1 oidor asesor de Cruzada se pueda h a lla r en
cienda hacer por cuenta de ella Jos gastos que ló s acuerdos en que se tra ta ren negocios de Cru *
ise causan en la conducción de la bula déla San­ zada, le y a3 , tii. 1 6 , libro 2 ,
ta Cruzada de unas partes á otras,vy también los Que e l o id o r a seso r de C ru za d a haga audiencia
que se tienen en enviar el dinero prpcedido de de provin i 1 à hora a' om odada p a r a to d o ,
ella á los puertos donde se ha de embarcar para ■ley 4 , til. 1 9 , Hb. 2 ,
traerse á estos reinos: Mandamos à todos los ofi­ S. M* p ó r de> reí > de 2 de junio de i £>45 fue ser­
ciales rea les d e cual esq u ier par tes de la s I n d ias vid o d e m andar que no se diese voto á lo s tes.o-
donde se tiene correspondencia sobre io qué ¿a. VeiOs d e la Santa C r u z a d a , como regulares e n
la s c ud^des cabezas de p arí do de la s In d ia s , y
esto toca , que todos los gastos que por mayor
y pór menor se hicieren con !a bula de la San­ que se escuse en to d a s la s provin cias d e l P erú
y N u c v a -E spatia, no obstante cu alqu ier auto ó
ta Cruzada, asi ,en la conducción y porte de ella,
ejem plar que haya habido en co n trario, y no se
como en rem itir el dinero de su procedido á las
t i a le de e s ta m ateria ni se consulte d S . M. so­
cajas adonde se hubiere de registrar para traer
se á estes reinos, los hagan y descuente» del bre e lla , y se recolari le s despachos que d e lo
contrario se hubieren, d a d o , y e l consejo de I n ­
mismo dinero, y tanto menos rem itan, avisán­
d ia s e jfc u 'e lo que de esto le lo ca re , A u to 1 36.
donos siempre de lo que en todo se hubiere
E n consulta d e l co n se jo d i 2 y de a b r il d e i 6 5 i
gastado, para que con esto baya la buena cuem
sobre ó t'a d e l consejo de C h u za d a , fue S. M .
ta y razón que conviene.
sen tid o de re so lv e r que la s bulas ç byeves dr. in­
LEY XVII. dulgencias que Su. S a n tid a d concediere pitra tas
D, Felipe 11.en Madrid á 20 de febrero de 15S4> I n d a s , se presénten por aquel consejo , y p a sen
Que en las cabeceras de los obispados se consuma& las p o r el d e ín d 'a f, y estando p a sa d a s p o r ambos
btiiçs que sobraren. consejos ni > sea necesario p a sa rla s p a r lo s tr i­
En las cabeceras de los obispados de las I n ­ bunales de la s In d ia s. A u to ifii.
dias consuma» ¿as bulas que sobraren; y donde Véase e l A u to j q r e f e r id o , Ub. 2 , i d . 3,

D. Felipe II sí 50 de diciembre de 1571. D. Felipe III en el Pardo .sí 2 de diciembre de 1609.


Que no haya cuestores, ni se pida limosna para re­ Y e» Madrid á 14 de marzo de 4620.
ligiosos en particular. Que en pueblos de indios no se pida limosna sin li­
Mandamos..4 los vireyes, audiencias y go­ cencia ele las audiencias y los ordinarios eclesiás­
bernadores que provean lo conveniente sobre ticos.
que no se perm itan questores, ni pidan limos­ Los clérigos y religiosos doctrineros y otros
nas para ningún religioso en particular, ni para demandantes han introducido pedir limosnas á
otro efeeto alguno, y se guárd elo dispuesto los indios por escrito, y despues les hacen mo­
por las leyes de estos nuestros reinos de Casti­ lestias para obligarlos á cum plir lo prometido:
lla, y traten con los prelados de las órdenes que Mandamos que no se puedan pedir estas y se­
por su parte provean, que asi se cumpla y eje­ mejantes limosnas por escrito ni de.contado, sin
cute. i tener licencia de nuestra real audiencia del dis-
TOMO I. 3a
126 Libro i. Titulo xxi.
trito , ciada con citación de nuestro fiscal, y gobernadores déjen y consientan cobrar á! lats
asimismo del ordinafio eclesiástico. * personas que tuvieren poder especial del m o­
nasterio de nuestra Señora de Guadalupe, todas
LEY m . las donaciones , mandas ó limosnas que hubie­
D. Felipe II en «1 Fardo á 27 de setiembre de 1576, ren hecho ó hicieren cyalesquier personas al
Y don Felipe IV eií esta Recopilación.. dicho monasterio por testamentos, donaciones,
Que en cada un año se, haga L ic ú e n la d é l o que h u ­ ó en otra form a, con que los que tuvieren el
biere p a ra red en ció n de c a u tiv o s, y se envíe d esto s poder no persuadan ni pidan publicando gra­
re in o s , y los re d e n to re s p ro c u re n cine se a n resca­ cias é indulgencias, / solamente cobren las m an­
tados'los ca u tivo s en (a c a r re ra d e las Indias.
das, donaciones y limosnas que los devotos qui­
Mandamos que en fin de cada un ano los sieren hacer de su voluntad,./ en los lugares y
oficíales de nuestra real hacienda con interven distritos.donde no hubiere persona abonada con
cien del comendador del convento de la orden poder especial, examinado con mucha atención,
de nuestra Señora de la M erced, hagan l a . nombren á un vecino de la mayor confianza
cuenta de lo que aquel año hubiere montado el que fuere posible, en cu y o poder éntren, y es­
in«reso de limosnas para redención de cautivos, te pueda pedir limosna, y tener libro en que
y esto se ponga en la caja real, yehvie luego à asentar los cofrades, .y cuenta / razón de todo
ostos reinos dirigido á la casa do la contratación lo que recibiere; y los vire/es / justicias ten­
de Sevilla por cuenta a p a rte, con relación de gan m u / particular cuidadq.de proveer / . h a ­
ue es para la redención, y que à los comen- cer que en todas las ocasiones de ilota se envíe
adores de los conventos se de fé de lo que e n ­ lo que procediere registrado á la casa de. con­
trare en la dicha nuestra caja cada año para el tratación de Sevilla, por cuenta y riesgo de la
dicho efecto y su descargo; / que en Jas ciu­ misma hacienda en cabeza del convento, con re­
dades donde residen nuestras audiencias áe ha­ lación particular / aviso de las.personasque se
lle y asista el oidor mas antiguo con ios dichos hubieren encargado de esta obra , para que los
nuestros oficiales y el comendador del conven­ religiosos tengan cuidado de rogar á Dios por
to. Y llegada que sea esta hacienda à la casa de sus bienhechores y cofrades, / por los que hu ­
Sevilla, antes que se entregue á quien la h u ­ bieren intervenido en el buen cobro de las li­
biere de haber, el presidente y jueces oficiales mosnas. Y encargamos á los prelado? de nues­
de ella nos avísen en nuestro consejo de las in ­ tras Indias que en ello no pongan embargo ni
d i a s , / juntamente de la noticia que tuvieren impedimento alguno, y les den t.odo. el favor /
de las personas de Indias que los moros hubie­ a/u d a que fuere necesario.conforme á. justicia*
ren cautivado á ida ó venida de ellas, para que
por el nuestro fiscal del dio lio consejo se pida / LEY VI.
encargue ¡i los redentores que fueren al resca­ D. FéÜpe H en Madrid a 22 de mayo de 1585. Don
te , que con esta hacienda procuren que sea» Felipe 1ll en Vallado!»] á 19 de febrero de 1606. Y
rescatados y puestos en libertad. (I) cu San Lorenzo á 2 ue abril de 1608, Véase la ley
40 , tit. 8 , lib, 10.
LEY IV. Que en las a rm a d a s y f o t a s no se p id a lim o sn a s in
licencia d e l r e y , y se p u ed a p e d ir p a ra la casa d e
El emperador don Garlos y el cardenal Tavera go­ N t r a . S r a . d e B a rra m ed a y h o sp ita l d e la M is e r i­
bernador en Madrid á Ï4 de lebrero de 1510. co rd ia de S a n L t i r a r , y en que fo rm a se h a n de a d m i­
Que las relig io n e s d e N lr a . S ra . d e la. M e r c e d , y n is tr a r las cajas.
S a n tísim a T r in id a d no lle v e n en las In d ia s m andas
in c ie r ta s , n i ab in te sta to s. Mandamos que no se puedan pedir ni pidan
Ofdeuamos y mandamos á las audiencias limosnas en las ilotas , armadas ni bajeles de
reales que no consientan ni den lugar i que las ellas estando en los puertos, ni navegando de
órdenes de nuestra Señora de la Merced y San­ ida ni vuelta, ni en los remates de la gente de
tísima T rin id a d , pidan, demanden ni lleven mar / guerra , ni de otra form a, para ningu­
cosa alguna de mandas inciertas, ni los bienes nos monasterios, h o spitales/obras pías sin es-
de los que m urieren ab intestato, aunque no presa licencia nuestra, ni llevar cajas de deman­
■ejen herederos conocidos, ni que hagan sobre das, escepto para la casa de nuestra señora de
* lo averiguaciones ni molesten a las partes in- Barrameda y el hospital de la Misericordia de
San L u car, donde se administran los Santos
elteresadas«
Sacramentos y curan los mareantes de las a r­
LEY V. madas y flotas de la carrera de Indias , que es­
tas demandas se reservan para que se puedan
El emperador don Carlos y la reina de Bohemia go­
bernadora en Valladolid á 24 de enero, i3_y 28 de pedir en las flotas y armadas ; y las cajas ó al­
febrero de 1551. D. Felipe 11 en Madrid á 17 de ene­ cancías se eutreguen à los capitanes ó maestres
ro de 1596 1). Felipe IV en Madrid a 20 de agosto de las naos por ante escribano que dé fé de ello,
de 1622. Y en esta Recopilación.
Que p a ra e l m o n a sterio d e N tr a . S ra . d e G uadalu­ vo de una duda que ocurrió de cierta remesa de pa­
pe. se pueda p e d ir lim osna y la f o r m a en que se ha peles remitidos de Méjico; y por otra de 14 de di­
de p o n e r e n c o b ro , y r e m itir d esto s re m o s , ciembre de 786 se ba mandado invertir esta limosna
en la libertad de los cautivos en nuestras mismas
Nuestros v ire /e s , presidentes, oidores y fronteras de América.
Y linalmente, por cédula de / de febrero de 1/99
( t) Esta 1ey se ba mandado observar estrecha­ so lia mandado guardar y cumplir esta ley 5 en todas
mente en cédula de 26 de mayo de 1777. Con moti- sus partes.
De los cuestores y limosnas. 127
y de las señales que lleyaren, y no se abran ni 1 audiencias, gobernadores y capitanes generales
quiebren , y á vuelta de viage las entreguen í y á todos nuestros jueces y justicias ; y rogamos
también por ante eseribano al prior ó vicario y encargamos á los arzobispos y obispos, y á
de la casa de nuestra señora de Barrameda y I sus vicarios, provisores y jueces eclesiásticos,
al administrador del dicho hospital, y el pre­ ’ que dejen y consientan en todos sus distritos á
sidente y jueces oficiales de la casa de contrata­ ; las personas nombradas por el comisario gene­
ción , y Jos demás m inistros y oficiales bagan ral de aquellos Santos Lugares que reside en es­
acudir a las casas de nuestra Señora y Hospital tos reinos; y á los religiosos de la dicha orden
con las limosnas, que para cada uno se pidie­ que tuvieren patentes firmadas y auténticas p a­
ren y recogieren d is tin ta m e n te y que no se ra ello de su general ó del comisario general de
- junte la una limosna con la otra. ¡ Jerusalen , o del comisario general de las Jrt—
, dias, pedir, demandar y recoger cualquier li­
LEY VIL m osnas, y ayuden por su parte cuanto sea po­
D. Felipe JII e» Tordesillas á 21 de noviembre de sible y requiere la piedad de tan santa obra.
i 6ü5..
Qüe la m edia soldada y lim o sn a s d e la co fra d ía y h o s­
»' LEY X . •
p ita l de T riá n a se g a ste n c o n fo rm e d su s esta tu to s. Don Felipe IV en San Martin á 2 l de diciembre de
4634. '
; Porque los dos cuartones ó media soldada
Que en las In d ia s no p u e d a n p e d ir lim o sn a g r ie g o s ,
de las naos que vau y vienen à las ludias , que n i a rm e n io s , n i m o n g es d e l S in a y .
tes.tá aplicado á la eofradiay hospital aje ios m er­
cantes de Triaca , y Jas limosnas que se reco­ ^ Por los religiosos que asisten en Jos Santos
Lugares.de Jerusalen se nos lian representado los
gen para el,, dicho hospital, se conviertan en
muchos inconvenientes y daños que resultan de
Jos usos y efectos à que están aplicadas: Man­
las licencias qu.e se dan à griegos y armenios
damos que Jos cuartones y media.soldada ó cual­
para pedir limosnas en nuestros reinos , y que
quier cantidad que proceda no se gaste ni dis­
todas las que sacan las convierten en perseguír-
tribuya si no fuere en los efectos y cosas para
los y molestarlos con pleitos y otros malos mo­
que se instituyeron , conforme á los estatutos
del hospital y cofradía , y el presidente y jue­ dos, y conviene rem ediar estos daños, y.que
ces oficia íéá ¿le Ja casa de con tratación , tengan lo mismo.se entienda con los monjes del m onte
Sinay } porque cada dia ponen á los religiosos
particular cuidado de que esto se cumpla,
en conocido riesgo y peligro de que los turcos
'.LEY V iif . les quiten lo poco que poseen con las limosnas
B. Felipe III en Ventosilla á Id de epero de 1603. que sacan de nueslrós reinos.Es nuestra volun­
Y don Felipe IV en esta liecopiJapioií. tad que no se den licencias á los griegos, ni ar •
Q ue no se impUÍaij Jas lim o sn a s p a r a M ira . S ra . de menios, ni monjes del Sinay, de cualquier esta­
M o n se ra te , tu e l fu n d á r s e le capillas. do y calidad que sean , para pedir estas limos­
Rogamos y encargamos á Jos arzobispos y nas en nombre de jos Santos Lugares , m con
.obispos que no impidan ni consientan impedir otros títulos fingidos , aunque presenten pa­
Jas limosnas que se quisieren hacera! monasterio tentes de sus superiores. Y mandamos á los vi-
de .nuestra señora de Monserga te , .ni..el .reco­ reyes y andiencias de las indias que si enten­
gerlas, ni fundar; capillas ¿ su advocación $ y dieren que hay algunas de esta calidad, las sus­
que favorezcan lo que á esto tocare, con que pendan , y no fien lugar á que se use de ellas
no se entienda por ahora con los indios, sino ahora ni en ningún tiempo,
solamente con los españoles que las quisieren
hacer de su ynluntad.pj)
D. Garios II en esta Recopilación.
LEY IX , Que no se p id a n lim o sn a s e n las In d ia s p a r a tr a e r
a estos re in o s s in licencia d.e el .coiisejo,
D. Felipe IJI en Madrid 3 5 de diciembre de I 6 O6 .
Atb a Id de marzo de itíiti'. Qidenamós y mandamos que no .se puedan
Que e n las In d ia s s e p u ed a ped it' lim o sn a p a ra los L u ­ pedir limosnas en los reinos de las indias con
ga/ es S a n to s d e J e ru sa le n . pietesto de devoción , obra pía, ni otra ningu­
Para que.se aumente. Ja devoción de nues­ na causa para sacarlas de ellas sin es presa licen­
tros vasallos à los Santos Lugaresde Jerusalen,y cia de nuestro consejo de in d ia s, y las que se
sean socorridas Jas necesidades de los religio­ pidieien sin esta calidad no se perm itan uicon-
sos de san fra n c isc o , que con muchos traba­ sientan por nuestras justicias.
jos y gastos asisten á su veneración y orna­ Q ue los m in is tro s d e j u s t i c i a , su s p a r ie n te s y
to; Mandamos a nuestros víreyes, presidentes, 2 c r ia d o s n o te n g a n ta b la je s d e ju e g o , aun(fue
sea c o n p r e te s to d e sa c a r lim o s n a s , l e y 75
(2) Vea se ia ley 22, tit, 4, fib. 1,° t i t . 16 ,lib . 2 . ' "
128

TITULO 7EXFTE 7 DOS.


jDe las u niversidades y estudios generales y p a rtic u la re s de
las In dias.

LEY P R IM E R A . túlíca breves y bulas , y les hemos concedido


algunos privilegios y preeminencias: Manda­
E! emperador don Carlos y la reina de Rohemia go^ mos que la dispuesto para los dichos estudios y
bernadoi a en Valladolid á 21 de setiembre de 1551.
D. Felipe 11 en Madrid á 17 de octubre de 1562. universidades se guarde, cumpla y ejecute, sin
escedet* en-ninguna forma, y las que fueren
F undación 'de la s u n iversid a d es d e L im a y 1 M é jic o . por tiempo limitado, acudan á nuestro real
Para servir á Dios nuestro S eñor, y bien consejo de las Indias à pedir las prorogaciones
público de nuestros reinos, conviene que nues­ donde se proveerá lo que fuere conveniente , y
tros vasallos, súbditos y naturales tengan en no las teniendo, cese y se acabe el ministerio
en ellos universidades y estudios generales don­ de aquellos estudios, que asi es nuestra vo­
de jsean instruidos y graduados en todas cien­ luntad. (a)
cias y facultades, y por el mucho amor y volun­
tad que tenemos dé honrar y favorecer á los de L E Y III.
nuestras Indias , y desterrar de ellas las tinie­ D. Felipe IV en Madrid á 3 de setiembre de 1624.
blas de la ignorancia, criarnos, fundamos y
constituimos en la ciudad de Lima de los rei­ cQue ¿us u n iv ersid a d es g u a rd e n su s e s ta tu to i esta n d o
o n firm a d o s p o r el r e y , y los v ir e y e s no lo s p u e d a n
nos del P erú , y en la ciudad de Méjico de la a lte r a r n i revo ca r sin fu Ata causa y dando c u e n ta a l
Nueva*España universidades y estudios gene­ consejo.
rales, y te tientos por bien y concedemos á to­
das las personas que en las dichas dos universi­ Ordenamos y mandamos que las universidades
dades fueren graduados, que gocen en nuestras de Lima y Méjico, sus rectores, doctores, maes­
indias, Islas y Tierra-firme del mar Océauo, tros, ministros y oficiales, guarden los estatu­
ile las libertades y franquezas de que gozan en tos que nuestros vireyes del Eerú y Nueva Es­
estos reinos los que se gradúan en la’ universi­ paña les hubieren dado, siendo por Nos confir­
dad y estudios de Salamanca, asi en el no pe­ mados y no revocados por las leyes de este tí­
char como en todo lo demas: y en cuanto á la tulo, entre tanto que no mandáremos otra co­
jurisdicción se guarde la ley 12 de este títu­ sa, y por ellos gobiernen, rijan y adminístren
todo lo que toca á las dichas universidades y
lo. (i)
sus estudios, y que los vireyes no los puedan
L E Y II. dispensar, alterar, ni mudar siu justas y Jegt-
D Felipe IV en esta Recopilación. mascausas, y dándonos cuenta en nuestro real
consejo de las Indias ■,y todos nuestros jueces y
Que e n las u n iv ersid a d es p a rtic u la re s se g u a rd e lo justicias, de cualquier grado y calidad que
d isp u e sto p a ra cada tm a .
sean asi lo cumplan y ejecuten.
En las ciudades de santo Domingo de la Is-
la¡Española, Santa Fé delNuevo Reino de Gra­ L E Y IV .
nada, Santiago de Guatemala, Santiago de
Chile y Manila de las Islas F.lipinas, está per­ D. Felipe IV en Madrid á 3 de setiembre de 1624>
mitido que haya estudios y universidades, y Constitución i .
que se ganen cursos y den grados en ellas por Q ue la elección d e l r e c to r en L im a se k a g a cuando
el tiempo que ha parecido conveniente , para p o r esta le y se d isp o n e.
lo cual hemos impetrado de la santa Sede apos- Mandamos que se haga la elección de rec­
tor y consiliarios en tas universidad de San
(1) Sobre reforma de abusos introducidos en la Marcos de Lima el último dia del mes de junio
universidad de S. Marcos de Lima se previno al vi- por la tarde, guardando en lo demas la forma
rey lo que debía cgecutar en cédula de 3 de noviem­ y estilo que se ha observado , conforme á sus2
bre de 1734.
Por consideración al patronato y protección que
S. M. dispensa á estos establecimientos, seminarios
conciliares y demas colegios, se sirvió resolver en (2) En esta materia debe tenerse presente, que
cédula de 1L de junio de 1792, que los alumnos es­ por una circular de 11 de junio de 792 se declara es­
colares é individuos de universidades y colegios, no tán bajo el real patronato las universidades, semina­
puedan contraer esponsales sin que ademas del con­ rios, conciliares, y demas colegios de enseñanza eri­
senso paterno tengan licencia ios de los seminarios gidos con autoridad pública en las Indias. Téngase
de los prelados y vicc-patronos, y los de las univer­ también presente la cédula de 19 de inayo de 1801,
sidades y colegios de los vireyes y presidentes: que en que se crian censores regios con arreglo en un
lo mismo se observe en las casas de mugeres; y que todo á las leyes 3 y 4, til. 5, lib. 8 de ia Novísima
los que se celebraren de otra l'orma sean nulos. Recopilacio n.
De las universidades 129
constituciones no estando especialmente revo­ por el tiempo que lo fueren pueda cada uno
cadas por Nos (3) traer dos negros lacayos con espadas, y nues­
tras justicias no les pongan embarrgo ni im pe­
LEY V. dim ento alguno, que asi es nuestra voluntad.
D. Felipe II en Madrid á tO de agosto de 1570. Y
en el Campillo á 21 de mayo de 1597. JD. Felipe 111 L E Y IX .
en Valladolid á 10-de febrero de 1601.
Constitución 1,-tit. 2.
Q ue los v i r e y e s no im p id a n á las u n iversid a d es la Q ue e l re c to r n o m b re a lg u a c il , que se a u n o d e los
Ubre elección de r e c to r e s y c a te d rá tic o s, y d a r g r a ­ d e c o r te .
dos.
Otrosí cada uno de los dichos rectores de
Los vireyes de) Perú y Nueva-España , no las universidades de Lima y M éjico, pueda
impidan á las universidades y estudios genera­ nombrar un alguacil de corte ó gobierno, con
les de Lima y Méjico, la libre elección ele rec­ cien pesos ensayados de salario, corno por el
tores en las personas que les pareciere, y dejen gobierno de Lima está ordenado \ y los dos pe­
proveerlas cátedras y conferir los grados ele le­ sos que tienen señalados de los grados de licen­
tras á los que conforme à los estatutos por Nos ciados, sean cuatro pesos de á ocho reales, por
confirmados, se deben d a r, y los guarden y la obligación de asistir las noches de Jos exá­
cumplan. menes secretos, y la que no asistieren pierdan
LEY V I. los dos pesos para la caja de la universidad.
O. Felipe II en Aranjuez á 15 de mayo de 1590. Don LEY X.
Felipe III en Ventosilla á 24 de enero de 1603.
D. Felipe II en el Campillo á 24 de mayo de 1597.
Que en las un iversid a d es d e L im a sea e l r e c to r u n .. D. Felipe 111 en Valencia á 8 de junio de 1599!
ano eclesiástico y o tro seg la r.
Que e l d ecanato de las u n iv ersid a d es se d é a l d o cto r
Por cuanto se nos ha hecho relación, que m a s a n tig u o , a u n q u e sea oidor.
por una de las constituciones que tiene la uni­
versidad de Lima , se ordena que el rector de Ordenamos y mandamos que el doctor mas
ella sea un año de los doctores seglares del antiguo en la facultad de cánones, sea decano
claustro, y otro año de los doctores y maestros en las universidades de Lima y Méjico, aunque
eclesiásticos, y siempre se ha usado y acostum sea oidor de nuestras audiencias, que en las
brado hacer la elección alternativamente en dichas ciudades residen. ( 4 )
esta form a, con la cual ha sido, y es bien re­ L E Y X I.
gida y gobernada. Mandamos que se guarde y
cumpla lo que cerca de lo sobredicho está or­ D. Felipe IV en la Constitución 2 , tit. 2.
denado, entretanto que Nos proveyéremos otra Que e n la u n iv e rsid a d de L im a sea u n o d e los c o n si­
cosa \ y silos vireyes entendieren que resulta lia rio s d el colegio real.
algun inconveniente, nos envíen relación diri Uno de los consiliarios bachilleres, que por
gida á nuestro consejo de las Indias, para que las constituciones de la universidad de L im ase
se vea en él y provea lo que convenga. eligen cada año, sea colegial del real colegio
mayor de san Felipe y san Marcos de aquella
L E Y V IL ciudad*
D. Felipe'II en Aranjuez á 19 de abril de 1589. Don L E Y X II.
Felipe lli en Ventosilla á 21 de enero de 1603. Don
Felipe IV éu Madrid á 21 de julio de 1624. D. Felipe II en Aranjuez á 19 de abril de 1589. Y
en el Campillo á 24 de mayo de 1597.
Que los o id o r e s , alcaldes y fis c a le s n o sean r e c ­
to re s. Q ue los re c to re s d e las u n iv ersid a d es de L im a y
M éjico te n g a n la ju r is d ic c ió n que p o r esta le y se
Mandamos que los oidores, alcaldes del cri­ declara.
m en, y fiscales de nuestras audiencias reales de
las Indias, no puedan ser ni sean rectores de Ordenamos y mandamos que los rectores de
las universidades en el tiempo que ejercieren las universidades de Lima y M éjico, y por su
sus oficios, aunque sean graduados en ellas. ausencia los vice* rectores tengan jurisdicion en
los doctores , maestros y oficiales de ellas, y en
L E Y V III. los lectores, estudiantes y oyentes que á ellas
concurrieren, en todos los delitos, causas y n e ­
D. Felipe III en San Lorenzo 24 de abril de 1618.
gocios criminales que se cometieren é hicieren
Que los re c to re s de tas u n iv e rsid a d e s d e L im a y dentro de las escuelas de las universidades, en
M éjico pu ed a n tra e r dos n eg ro s la c a yo s con e s­ cualquiera manera tocantes i los estudios, co­
p a das.
mo no sean delitos en que haya de haber pena
Damos licencia y facultad á los rectores de ele efusión de sangre, ó mutilación de miem­
las universidades de Lima y Méjico, para que b ro , ú otra corporal \ y en los demas delitos
(5) Sobre esta le.y 4 y siguientes que babla de la
elección de rectores, debe tenerse presente la real (4) Cuando ocurrieren simultáneamente actos,
orden de 13 de julio de 1785, que permite sean reele­ claustros u otras funciones á que no pueda por lo
gidos por uu año los rectores, y que el gobierno mismo asistir el rector , debe subrogarle en el que
prorogue por otro: que despues de este tiicmiio la deje el doctor más antiguo que se halle presente aí
universidad elija precisamente otro secular ó clérigo, principio de la acción por cédula de 29 de enero
según el turno que debe observarse. de 1701.
TOMO I. 33
130 Libro m. Título xxii.
que se cometieren fuera de las escuelas, si fue­ minencias del maestre-escuela , hagan guardar
re ucgocio tocante o concerniente a los estudios, y guarden en la universidad de Méjico lo que
ó dependiente de ellos, o pendencia de hedió-* en la de san Marcos de Lima ordenó don F ran ­
ó de palabras, que alguno de los doctores, maes­ cisco de Toledo, nuestro virey que fue de! Perú,
tros ó estudiantes tengan con otro, sobre dis­ y estuviere confirmado ó concedido por Nos, y
p u ta , ó conferencia, ó paga de pupilage ú otra no se haga novedad.
cosa sem ejante, en estos casos los rectores , o
por su ausencia los vico rectores puedan cono­ LEY X IV .
cer también de los dichos delitos. Y porque el D. Felipe IV en Miiclrkl :í 3 de setiembre, de 1624.
principal fin porque les concedernos esta júris-
dicion , es la reformación de vida y costumbres Que los que re c ib ie re n g ra d o s m a y o r e s h a g a n la
de los estudiantes , y que vivan corregidos y p ro fe sió n d e la f e .
virtuosam ente, para que mejor puedan conse­ Conforme á lo dispuesto por el Santo Con­
guir la pretensión'desús letras. Mandamos que cilio dé T rento y huía de la santidad de Pio IV
asimismo puedan conocer de losescesos que los de felice recordación, los.que en las uuiversi-
estudiantes tuvieren en juegos, deshonestida­ dades de nuestras Indias recibieren grados de
des y distracción de las escuelas, y los puedan licenciados, doctores y maestros en todas fa­
castigar y corregir con prisiones, ó como me cultades, sean obligados á hacer la profesión de
jor pareciere que conviene, y también puedan nuestra santa fé católica, que predica y enseña
corregir y castigar las inobediencias que los U santa madre iglesia de, Roma ; y asimismo
doctores y estudiantes tuvieren con los rectores nos han de jurar obediencia y lealtad, y á nues­
en no cumplir y guardar sus m andatos«u ra ­ tros v iré yes v audiencias reales en nuestro nom’
zón de los estudios , constituciones y ordenan­ bre, y á bis rectores de la tal universidad con­
zas de ellos , dentro y fuera de las escindas. Y forme á los estatutos de ella.. •‘
en los demas delitos particulares, que no toquen
á lo susodicho, y los doctores, oficiales y estu­ V ' •
diantes cometieren fuera de las escuelas, co­
nozca ja las demas justicias ordinarias de Lima, El mismo allí, Constitución 8 , lit. 11. D. Felipe IV,
la rema góbernailoi a y flon Carlos II en esta Reco­
ó Méjico privativamente. Y concedernos poder pilación.
y facultad á los rectores y vi ce- rectores , para
que en los casos contenidos en esta nuestra ley Que e l que se h u b iere d e g ra d u a r j u r e la opinión
p i* d e N ir a -Sea. , esta n d o ju r a d a p o r la- u n iv e r ­
puedan conocer conforme á derecho , leyes de sid a d .
estos reinos de Castilla y délas ludias, estatu­
ios y constituciones'de las dichas universida­ Mandamos que en Ja universidad que asi lo
d e s , fulminar y sustanciar los procesos , pren­ hubiere volado, ninguno pueda recibir grado
der los culpados, -sentenciar las catasas, impo mayor de licenciado, maestro, ni doctor en fa­
ner penas ordinarias ó arbitrarias,- y m andar­ cultad alguna, ni aun el de bachiller en leolo* .
las egocutar conforme á derecho ; y si las par- gíá , si lió hiciere .primero juramento en un. li­
tes apelaren para ante los alcaldes del crimen bro misa 1 delante del que le ha de dar el grado
de Lima ó Méjico, .les otorguen las apeiacio y los demás que asistieren, de que siempre ten­
lies, habiendo lugar de derecho; y en los1d e ­ d rá , creerá y enseñará de palabra y por escri­
litos en que se haya-de dar pena ordinaria de to haber sido la siempre Virgen María Madre
mutilación de m iem bro, efusión de sangre, ú <le Dios, y Señora nuestra, concebida sin pecado
otra -corporal, siendo cometidos dentro de ias original, en ei primer instante de su sei natu­
escuelas, los rectores, ó vi ce rectores por su ral: el cual juramento so pondrá , como lo hizo,
ausencia , puedan solamente prender los delin­ en el título que del grado se despachare; y .si
cuentes, hacer información <3él delito, y remi­ suee.di.ere haber alguno, lo cpal Dios nuestro
tir el .preso con los autos al juez que en la cau­ Señor no perm ita, que rehusare hacer el jura­
sa previniere; y uo habiendo prevención , al m ento, le será por el mismo caso denegado el
que los rectores^ vice rectores pareciere. Todo grado, y el que se atreviere á dársele , incurra
lo cual puedan hafcer ,.no se habiendo preveni­ por e! mismo caso en pena de cien ducad-os de
do cía -estas causas por otro nuestro juez. Y Castilla para la caja de la universidad ; y en
mandamos á todas nuestras justicias reales, que privación de oficio el secretario de la universi­
no perturben ni impidan a los dichos rectores dad , que no lo denunciare ante el rector. Y
ó vice-rectores la jurisdicción'que por esta ley .fiamos tanto de la devoción de tollos para con
les concedemos, y la guarden y cumplan, pena la Madre de Dios, que nunca sucederá el caso
de dos mil pesos de oro al que lo contrario h i­ de obligar u la egeeucion de estas penas.
ciere para nuestra cámara y fisco.

D. Felipe II á 21 de febrero cíe 1575.


D. Felipe II en San Lorenzo á 51 de agosto de 1389,.
Qu.e los gra d o s se dfJi p o r el m a estrescu ela e n la
Que en .c iranio tí las p re e m in e n c ia s d e l M a e s tr e s ­ iglesia m a y o r.
cuela , se g u arde en M éjico lo ordenado en L im a p o r
'el v i r e y i ) . F ra n cisco d e 'Toledo .
Ordenamos que los grados de las universi­
Nuestra merced y voluntad es, que los v¡- dades de Lima y Méjico, se dén en ia iglesia
royes ilc iNóieva España , en cuanto á las piee— mayor de aquellas ciudades, y los dén los maes-
De las universidades. 151
tre escalas en .nuestro nombre., á los cuales por licenciados supernumerarios á los diez y seis
ahora.nombramos por eandUeres. £5) doctores que está mandado asistan solamente á
los exámenes, y no se hayan de rebajar los diez
y seis del número, lo cual se haya de entender
El mismo a lli, €.onsutucÍoíi ti. y entienda con los que de nuevo se fueren in­
corporando, y graduando, sin innovar en los
Q«e de el vejamen el doctor rriá's. niQ/lerno de la fa-
f 'acuitad, y no se escuse sín cansa , ni le de sin ser
(pie estan ya.graduados ó incorporados, y por
• • , vista.primero. ; antigüedad están inclusos en el número; y asi­
mismo con declaración de qué cuando los oi­
En los grados de .doctores de .tpdas faculta­ dores, alcaldes de corte y fiscales que de nuevo
des , dará el. vejamen; el doctor mas moderno se graduaren ó incorporaren fueren optando
de aquella facultad que fuere e l.g r a d o y es­ antigüedad , y à título de ella les perteneciere
tando legítimamente escus^dó, pase al_siguien- entrar en los exámenes como uno de los diez y'
té en antigüedad, Co.n orden del,rector, el cual seis, no entren por supernumerarios , sino in­
declaré si la escusa es bastante,; .y declarando clusos en el número de los diez y seis por el de­
no serió j y notificándoselo una ve*, al que se recho de la antigüedad que les perteneciere;
escusare , si no le quisiere (lar., pierda, la pro porque tan solamérSté se ha de entender el pri­
pina de aquel grado para la caja de, la univer­ vilegio de entrar, creciendo el número con los
sidad; y pareciendo al rector que hay nece­ que no les perteneciere por antigüedad , y que
sidad de ver el vejamen,, antes que se dé en pú­ si entraran habían de quitar esta preeminencia
blico, lo pódrá hacer por sí mismo , ¿..remitir- á los doctores mas antiguos.
lo á quien le pareciere , para que lo vea , cen­
sure y corrija , éj cual lo firme declarando lo ; !j l e y ' x x .
qué se debe q u itar; y el doctor que dijere nías El mismo allí, Constitución 1.a, tit. 4.
de aquéllo qúe diere por escrito, y sé aprobare,
pierda, la mitad.de la propiua que por dar él Que al examen secreto dé licenciado no se halle
quien no tenga voto.
vejamen lia de llevar; para la caja dé la univer­
sidad. .... .. En el examen secreto de licenciado de cual­
LEY XV 1IÏ. . quiera facultad al tiempo del votar, y del ra­
zonamiento y conferencia que el rector debe
D. Felipe IV eu la Constitución 2, tit.. t i . hacer, y del escrutinio, no se halle presente doc­
Que al examen secreto de los licenciados entren los tor ni maestro alguno que no tenga voto en
examinadores que por esta ley se declara. aquel grado y examen, aunque sea déla misma
facultad; y aunque haya entrado por huésped
\ Ordenamos y mandamos que los examina­ se saiga al dicho tiempo.
dores doctores, que se han de hallaren los actos
secretos de las facultades de teología y derechos LEY X X I.
en las universidades de Lima y Méjico , se va­ El misino allí, Constitución 4, tit. 11.
yan reduciendo á numero de diez y seis, como
fueren saliendo los que están ya graduados, Que en. los exámenes secretos arguyan los catedrd-
tidos ó doctores mas modernos.
respecto de tener ya derecho adquirido, y que
en ellos sean preferidos los catedráticos docto* Ordenamos y mandamos que en los exáme­
res, y luego ios mas antiguos, y que en las de­ nes secretos del grado tle licenciado en todas fa­
mas facultades en que de presente hay poco cultades arguyan cuatro catedráticos de la fa­
número de doctores y maestros, por ahora no cultad, doctores del claustro, los cuales entrerí
se haga novedad , y para adelante no eseedan su pernumerari os sola m ente para el efecto, la vez
de doce , y que los que se graduaren de nuevo que les cupiere la suerte de argüir mientras no
sean recibidos y entren con calidad de que no tuvieren antigüedad, ó se ofreciere el caso en
han de concurrir en el examen secreto hasta que puedan entrar en el número de los diez y
que por antigüedad se incluyan en este nú­ seis, prefiriendo á los mas antiguos, y entrarán
mero. á argüir por este orden : En los grados de teo­
logía , el de prima , vísperas , sagrada es­
LEY X IX . critu ra, y segunda de vísperas: en los gra­
dos de cánones los de prima de cánones y le­
El mismo allí, Constitución 3, tit. 11.
yes, vísperas de cánones y decreto; y á fal­
Que los oidores, alcaldes del crimen y fiscales en­ ta de cualquiera, despues de estos, el de vis-
tren por supernumerarios en ¿os exámenes. peras de leyes , y el de instituta: en ios grados
Mandamos que los oidores, alcaldes del de leyes, los dos de prima de leyes y cánones, y
crimen y fiscales de nuestras reales audiencias los de vísperas de leyes y de cánones ; y á falta
de Lima y Méjico que por tiempo se gradua­ de cualquiera el de decreto y ei de instituta: en
ren ó incorporàreu en sus universidades, hayan los grados de artes, los tres catedráticos, co­
de entrar y entren á los exámenes secretos de menzando desde el mas antiguo catedrático,
aunque sea menos antiguo en el grado; y en
caso que falte algun catedrático, dos ó mas por
(5) Sobre esta ley 16 debe tenerse presente, que enfermedad, ausencia ó justa causa, de suerte
en cédula de 29 de enero ele 1701 se mandó, que en que no haya el número de cuatro, no se admi­
vacante de maestre-escuela se propongan ai virey
por el claustro tres doctores, y de ellos elija uno que
tan los sustitutos, y en este caso arguyan los
haga interinamente de vice-eaucjlario. doctores mas ^modernos, que se entiende de los
152 Libro i. Titulo xxu.
que entran al examen, y solamente los que fue­ del real colegio mayor de aquella ciudad,'y al­
ren menester para llenar el número de los cua- gunos colegiales que, como dicho es, sustenta­
tro, y suplir la falta de catedráticos, guardan­ mos en el colegio de S. M artin, no se entien­
do entre sí solamente la antigüedad del grado. de en la cena y comida , porque esto se lia de
depositar y pagar por entero.
LEY X X II.
El mis.mo allí, Constitución 5, tit. 11. LEY X X V I.
Que el exátnen no se vote segunda vez , pena de nu­ D. Felipe IV en Pamplona á 20 de mayo de 1646.
lidad del grado. Que ninguna, persona tenga lugar entre lós docto­
En los exámenes secretos no se pueda votar res y maestros en actos públicos ni secretos.
segunda vez, ni hacer segut ido escrutinio, aun­ Nuestros vireyes no den licencia, consien­
que se diga por alguno ó algunos de los que hu­ tan, ni permitan que ninguno sea admitido ni
bieren votado, que se erraron en el votar*, y el tenga lugar ni asiento entre los doctores y maes­
grado que se diere por seguudo escrutinio, sea tros de las universidades en los paseos, actos pú­
en si ninguno. blicos ni secretos de examen, aunque sean doc- ,
LEY XXIII.- tóres, maestros ó licenciados por otras, ó ten­
E1 mismo allí, Constitución 6 , tit. 11.
gan cualquier oficio ó cargo nuestro, ni puedan
dispensar el rector ni todo el claustro, si no. fue­
Que al votar no se muestren las A A, ni las RR. so re con obispo, oidor, alcalde ó fiscal de nues­
la pena de esta ley. tra real audiencia'de ia misma ciudad. (67
Mandamos que al tiempo del votar en los
grados de licenciados en cualquier facultad pa­ LEY X X V IL
ra que se haga con la entereza debida, se guar­ D. Felipe 1ÏI en Ventosillaá 16 deen ero.d e 1603.
de secreto, y no se muestren las A A. ni Í^R.
Que los oidores, alcaldes ó fiscales qué se' inóorpcfl
que cada uno echare por los inconvenientes que raren, paguen la propina como los demas. *
se siguen; y el rector lo haga cumplir, pena de
que el que votare en público ó diere su letra Mandamos que los oidores, alcaldes del cri­
para que otro la eche, pierda la propina'de men y fiscales de nuestras audiencias dejas In ­
aquel grado, y luego allí se ejecute, aplicada dias que se incorporaren en algunas de jas uni­
para la ca ja de la universidad, j el votar sea po­ versidades de ellas, paguen la propina conio íos
demas, . . .
niendo las jarras de plata que para esto hay
apartadas sobre una mesa, y levantándose cada LEY X X V IIL :
uno á votar, para que con esto se guarde el D. F.elípe III en Valencia a 22 de julio-dé 1599. Y en
secreto debido. Valladolid « 8 de marzo de >1603. "• -
LEY X X IV . Que. los oidores , alcaldes y fiscales en tais universi­
dades tengan el lugar, (pie por la antigüedad dé'
I). Felipe IV en la Constitución 1.a, lit. 11, sus grados les perteneciere. '
Que el colegial real (pie no lo hubiere sido dos años, Ordenamos y mandamos que én las dos uni-
no goce del privilegio del grado. versidades de Lima y Méjico en tóelo ló qúd
Declaramos que ningún colegia! pueda go­ tocare á los grados y cosas del claustro, y en Id
zar del privilegio de graduarse por la mitad de demas à los oidores , alcaldes y fiscales de. las
las propinas y derechos concedido al real cole­ audiencias que residen en las dichas ;ciudadesj
gio mayor de la ciudad de Lima , que por lo y son y fueren graduados de doctores de las
menos no hubiere asistido eu él como tal cole­ mismas univer'sidades, se] les guardón las anti­
gial dos anos continuos. Y porque de algun güedades de los grados de doctores que tuvie­
tiempo à esta parte se ha concedido este pri­ ren por ellas en todos los actos qúó concurrie­
vilegio à algunas becas que sustentamos en el ren con los demas doctores, y por razón de los
colegio de S. Martin, que está á cargo de los oficios y plazas de oidores, alcaldes y fiscales nó
religiosos de la Compañía de Jesús de la dicha tengan mas prelaeion de la que por antigüedad
ciudad, declaramos asimismo que no puedan de sus grados les compete.
gozar del tlicbo privilegio los que por lo menos
no hubieren tenido dos años continuos una de
las becas á que está concedido, aunque con D. Felipe IV eu 7 de marzo de 1627/
otra haya asistido muchos años en el mismo co­
legio Que el colegial de S. Felipe que regentare la cá­
tedra de su colegio tenga asiento con el claustro en
LEY X X V . actos públicos.
El mismo allí, Constitución 2, tit. 4. Ei colegioreal de S. Felipe de la ciudad de L i­
Que el privilegio de graduarse por la mitad no se ma es de los principales que tenemos en las In­
entienda en lacena ni comida. dias, y un colegial suyo ice ordinariamente la cá­
Otrosí, declaramos que el privilegio-de gra­ tedra de él en la universidad de S. Marcos, con
duarse por Ja mitad de las propinas y derechos
en todos grados y facultades de que gozan en (6) Sobre esta ley y siguientes debe tenerse pre­
sente la real cédula de 26 de mayo de 17.69 y la de
ia universidad de Lima los hijos de doctores, 19 de diciembre de 1786, en que se lia mandado que
maestros y catedráticos de ella, y los colegiales los oidores no voten en elecciones de rectores.
De las universidades. 155
la cual está unido é incorporado en lajforma que var ala religión de Santo Domingo en su credi*
consta por su fundación: Mandamos que el co­ to y autoridad , y que públicamente se profese
legial que la leyere y regentare pueda tener y y enseñe la doctrina de Sa.nto Tomás de Aquino,
tenga en todos los actos públicos en que la uni­ y por nuestra especial devoción erigimos y fun­
versidad concurriere, lugar y asiento con el damos por de nuestro patronazgo real en la
claustro de ella, y en esto no se le ponga impe­ universidad de la ciudad de los Reyes una cá­
dimento. tedra de prima de teología de propiedad , de
LEY X X X . la cual hacemos merced á la orden de Santo
Domingo para siempre jamás , para que ios re­
I). Felipe III en Valladolid á 11 de marzo de 1602.- ligiosos que son ó fueren de ella la lean , regen­
■Que no se suplan cursos para grados d los estu­ ten , gobiernen y posean , siendo, como ha
diantes. de ser, igual, y una misma en tedo á la de pri­
Mandamos que nuestros vireyes, presiden­ ma de teología principal, que ai presente hay en
tes y audiencias no dispensen en ninguna for­ la dicha universidad , y la ha de leer á la mis­
ma con los estudiantes de las universidades en ma hora el que la regentare en distinto gene­
suplirles los cursos que les faltaren para los gra­ ral que hay en ella, donde se tienen los ac­
dos de bachilleres y licenciados que se les hu­ to s, enseñando en ambos una misma materia,
bieren de dar en ellas, y que los cumpla» en ­ y teniendo los estudiantes de la facultad de teo­
teramente. (7) logía obligación á cursar así en esta nueva cáte­
dra con*o en la otra , y sea preciso cursar en
LEY X X X L cada una un curso *, y los otros dos , á que estan
i D. Felipe IV en Madrid á 5 de setiembre de 1624. obligadospor las constituciones, sean volunta­
rios en cualquiera de las dos cátedras, advir-
Que se guarde el auto de gobierno sobre la dota­ tiéndoio asi el notario de ella al principio de
ción de cátedras y talarios ele ht universidad de
Lima. cada un año para que conste al catedrático dou-
de cursaren los estudiantes , y Jes dé la certifi­
Por auto del gobierno del Perú estan seña­ cación que se acostumbra, y puedan acudirá
ladas y dotadas las cátedras de la universidad todo lo ciernas que les toca en la universidad y
de Li na y salarios ,de los -ministros de ella, en ser graduados. Y mandamos eme el religioso
esta forma: La de prima de teología en ocho­ que regentare la dicha cátedra haya. de gozar y
cientos pesos ensayados : la de vísperas de teo­ goce de las honras y prerogativas concedidas ai
logía en seiscientos, pesos ensayados: la de Sa­ catedrático de prima de teología'q,ue ya estaba
grada Escritura en seiscientos pesos ensayados: fundada, y también sea igual en la opcion y to­
la segunda de vísperas en cuatrocientos pesos . do lo demas á las cátedras de prima de cánones
eusayados; la de prima de cánones en mil pe­ y leyes , j ha de ser graduado, ó se ha de gra­
sos ensayados.: la de vísperas de cánones en seis - duar de licenciado y maestro en teología por
cíen tos. pesos ensayados: la de decretos en seis­ aquella universidad , conforme à las constitu­
cientos pesos ensayados : la de prima.de leyes ciones de ella , y cumplirá sus estatutos y orde­
en mil pesos ensayados; la de yísperas de leyes nanzas precisa / puntualm ente, sin contra­
en seiscientos pesos ensayados: la de instituta en vención alguna. Y ordenamos que para hacer
cuatrocientos pesos ensayados: la d.e ia lengua elección del religioso que ha ele-regentar esta
de los indios en cuatrocientos pesos ensayados: cátedra, que fundamos y d o ta m o sse junten
al capellán doscientos y cuarenta pesos ensaya­ c intervengan nuestro virey del Perú , el arzo­
dos: ai bedel mayor cuatrocientos peses- cusa .
bispo de la iglesia metropolitana d.e la .ciudad de
yados: al bedel menor doscientos pesos ensaya­
dos, todos de la dicha'plata ensayada de á doce los fieyes , el oidor mas antiguo demuestra real
audieucia-que en ella reside, y el provincial
reales y-.medio.el peso; ordenamos y manda
que por tiempo fuere de la orden de Sanio Do­
mos que asi se guarde y cumpla.
mingo en aquella provincia, y estando ausente
en |partes remólas, vote en su lugar el prior
. LEY • XXXII. - ' • / del convento de nuestra señora de el Rosario
D. Felipe .IV en aí;ulriel á i l de abril de 1643. V éa-
,; se 11 ley 37 de este titulo, punto 7. de la dicha ciudad, y nombren el religioso mas
Que en la universidad de los /leyes se funde, una. cá­ hábil y suficiente , y en cuya persona eoncur-
tedra de prima de teologia en la religión de Santo xieien mas partes, calidades y requisitos de
Domingo, v iltu d , letias, ejemplo, nacimiento , buena
Porque és'muy justo y conveniente conser- vida y otras , sobre que estrechamente encar­
gamos a todos la conciencia, y al religioso que
fuere elegido se le dé Ja posesión de esta cáte­
(7) Pero sí deberán suplirse para estos grados á dra , teniendo las dichas calidades y el eláiis-
los pobres las propinas aun para incorporación, pues
asi está mandado en real orden de '¿i de agosto
tio , rector y consiliarios de la universidad le
de 478.8, añadiendo, que por cada diez grajos so recíban y admitan para que la regente y lea,
confiera uno á pobres. de la misma forma que ei que tuviere la otra
Sobre los grados de bachilleres hay una cédula cátedra de prima de teología en su general dis­
espedida con fecha de 24 de enero de 1770, en que tinto, sin ponerle dificultad ni embarazo algu­
sentando que este grado.es el im poitante, v en que
la causa pública interesa mas que en los dedicencía- no. Y porque nuestra voluntad es que esta cá­
do y doctor, que no son mas que honor y ceremo­ tedra tenga y goce el mismo estipendio que la
nia, establece reglas bien meditadas para conferirse otra , ordenamos y mandamos á nuestros víre­
en justicia aquellos. yes del Perú que den las ordenes eouveiiientes
TO M O I.
34
134 Libro i. Título X X II.
para que de efe cto s extraordinarios q u e n o p e r - ocho reales: en los de la ciudad del Cuzco tres­
lenezoan ’á nuestra rea! h aciend a, ó d e lo p ro ce­ cientos y cuarenta y tres pesos de á ochó'y seis
dí ¡doló que procediere de las tercias partes d e va­ reales : en los de la catedral de la ciudad de
can tes d e obispados , se d e y pague al ciáu stro, Quito ríos mil pesos de á ocho : en los de la
rector V consiliarios de la u niversidad o á la per- metropolitana de las Charcas dos mil pesos de a
sona'que nom braren, la cantidad de dinero q ue ocho : en los de la catedral de la ciudad de la
por testim onio del notario d eeíla-con stare haber Paz seiscientos y veinte y cinco pesos de á ocho:
v a lid ó la otra cátedra d e prim a d e teología para en los de la catedral de la ciudad de Guarnan-
q u e se pague el estip en d io d e esta cátedra , y ga cuatrocientos y sesenta y ocho pesos de á
los oficiales de nuestra real hacienda cu m p la n cho v seis recles : etilos de la catedral d é la
las órdenes q ue en razoti d e esto les d ie r e n . ( 8 ) ciudad de Arequipa cuatrocientos y sesenta y
ocho pesos de ñ ocho y seis reales , que todos
LEY X X X III. suman y montan catorce mil novecientos y seis
>esos y dos reales, de á ocho reales el peso> con
D. Felipe IV en Madrid á 7 de m»rz o de 1638. {os cuales se ha de pagar la dotación de las eár
Que sé acrecientan y sitúan dos cátedras de medici­ ledras y salarios de los ministros de la dicha
na en la universidad de Lima. universidad.
Es nuestra voluntad acrecentar y dotar en LEY X X X V I. ■ •'
la universidad de Limi dos cátedras de medici
D. Felipe II en S. Lorenzo á 25 de junio de 1597..' .
na, una de prima con seiscientos pesos ensaya-,
dos , de á doce reales y medio el peso , de sa­ Que d la universidad de Méjico se paguen los tres
lario en cada un afín, y otra de vísperas , con mil pesps situados en la real caja en lo procedido de
arbitrios , como solian estar en los derechos de la
cuatrocientos, situados en lo que procediere del Veracruz.
estanco del Solimán. Y mandamos a los oficiales
de nuestra real hacienda , ú otras cualesquier Por hacer bien y merced á la universidad y
personas en cuyo poder entrare su procedido; estudios generales de la ciudad de Méjico, y
que los den y piguen á los catedráticos a los que los naturales se ejerciten en virtud y letras,
tiempos y corno les ordenaren nuestros vi reyes y sean graduados , le concedimos tres mil pe­
del Perú. (9) sos de oro de minas de renta , librados en los
derechos que se cobraren en la ciudad de la Ve­
LEV X X X IV . racruz para reparo de los caminos y obra dé
D. Felipe IV cu Zaragoza ;t 11 de mayo do 1615. aquel Puerto Y porque la dicha Consignación
ha salido i ti cierta , mandamos á nuestros vire-
Que ios vireyes no depositen las cátedras y las de­
jen proveer con forme á estatutos. yes ó à las personas á cuyo cargo estuviere el
gobierno de la Nueva-España , que sitúen á la^
Sucediendo vacar alguna de las cátedras en dicha universidad los dichos tres mil pesos de
las universidades de Lima ó Méjico, manda­ oro de minasen nuestra caja real de Méjico eñ
mos qne nuestros vireyes no las dén en depósi­ lo procedido de los arbitrios que'últimamente
to , y las dejen proveer conforme á los esta­ se mandaron ejeeutar en aquellas provincias,
tutos. los cuales se le paguen en cada un año por los
LEY X X X V . tercios de é l , con las condiciones y en la forma
que se debian pagar en los derechos de la Vé-
D. Felipe III en el Pardo ¡í 22 de noviembre de 16t3. racruz , en virtud de la merced hecha y en sú
Y en Madrid á 15 de abril de 16L7. D. Felipe IV en
Madrid á 3 do setiembre de 1624. lugar.
Que las cátedras y ministros de la universidad de LEY X X X V II.
Lima se paguen de ¿os novenos (¡ue se sen dan D. Felipe IV en.la Constitución 4, tit. 6.
Mandamos que las cátedras de la universi­ Que lo que se cobraré de cátedras y ministros ,\se
dad de Lima y los salarios de los ministros re- i ratee entre todos.
feridos en la ley 3 l de este título, se paguen de Ordenamos y mandamos que en lo que se
los novenos que nos pertenecen en las iglesias . fuere cobrando de rentas de cátedras, y minis­
metropolitanas y catedrales por la forma y can­ tros, se ratee entre todos, y de cualquier par­
tidades siguientes: En los novenos de la metro­ te que se cobre ó envíe , y en cualquier canti­
politana de la dicha ciudad de los Reyes ocho dad que sea , el contador de ia universidad ha­
uiil pesos de á ocho reales : en los de la cate­ ga la distribución de ella pro rata , y en lo di­
dral de la ciudad de Trujillo mil pesos de á cho no haya ventaja entre los catedráticos y mi.
nistros, sino igualdad respectivamente al sala­
(8) Por cédula de 20 de junio de 1800 so desapro­ rio que cada uno tuviere.
bó á la junta superior de Lima haber hecho p-*g.ir «
estos catedráticos sus salarios en otros electos que los LEY XXXVIII.
estraordinarios <[ue señala, y se mandó que en ade­
lante se reduzcan dichos salarios á los que espresa D. Felipe IV en la Constitución 5, tit. 6.
esta ley - Que las cátedras se provean conforme á esta ley.
(9) "Sobre esta ley debe observarse , que desde el
año do 53 se había ordenado la erección de un anfi­ Ordenamos que todas las cátedras se pro­
teatro anatómico, que llegó á verificarse el año de 92 vean por oposición como fueren vacando ; la de
y aprobarse su erección en el hospital de S. Andrés
por cédula de 9 de febrero de 94, haciéndose la asig­ prima de teologia, cánones y leyes en propiedad,
nación de sueldos en propios. y las demas de teología, cationes y leyes por
De las universidades. I5 S
cu atro añ os: Y las d e artes y filosofía por tres
añ os. ( 1 0 ) LEY X LI.
■LEY -X X X IX , D. Felipe IV en taragoza á 7..de setiembre de 1642.
D. Felipe 111 en N . S. de Prado á 5 de j»arzo de 1603. Que asistiendo algún oidor al acto de'votar cáte­
Que las cátedras se provean por oposición y votos. dra , no prefiera al rector ni le apremie d que va­
ya d su casa ddar tos punios.
Mandamos que las cátedras que vacaren jse
provean por oposición y votos en la forma y co­ M andam os q u e cuando se o freciere y con v i.
mo estuv iere ordenado por las constituciones de n ie r e q u e alg u n o d e los o id o re sd e nuestras rea ­
la universidad «donde vacaren. le s au diencias d e L im a , ó M éjico asista y se
b a ile p resen te en ocasión d e votar las cátedras
d e las u n iv ersid a d es fundadas en aquellas c iu ­
i O. Cari o.s II en Aranjuez à 20 de mayo de 1676, d a d e s, no prefiera en el lu gar y asien to al r e c ­
Que dei-form a en la provisión de tas cátedras de to r , ní le a p rem ie á q u e yaya ii m casa á dar
/, i nui y M c'jico.
ios p u n tos con ningú n p r e te s to , ní p ree m in e n ­
Para obviar los inconvenientes que la espe- cia d e q u e se pueda valer.
riencia ba mostrado, es nuestra voluntad y
'mamlamós-que se provean las «cátedras de Lima LEY XLJI.
y Mi •jieoeu.b forma siguiente: Guando vacare
la càtedra de«.piie.s de babor ieido los oposito­ , ib. Felipe IV en la Constitución 5, til. 6.
res á ella, han de votar para su. provisión los Que los catedráticos no se ausenten sin causa y li-
arzobispos de Lima y Méj'co , que p< r tiempo cencía , sq la pena fie esta ley y Jornia de ella.
fueren j cada uno en su diócesi: el oidor- mas
antiguó-de aquellas audiencias: el inquisidor O rdenam os y m a n d a m o s, q u e d e aq u i a d e ­
mas antiguo': el reactor de la universidad ; el la n te cualquiera q u e fu ere ca ted rá tico no p u e ­
maestre escuela, y el dea o de la iglesia : el ca. da hacer ausencia por mas d e dos m eses en
tedrálico de ¡wimade la facultad que fuere la tiem p o o u e sea le c tiv o , cotí licen cia d el recto r
cátedra que se proveyere": él doctor mas an ti­ ni sin e l l a , y pasados los dos m eses , sin e s p e ­
guo do dicha facultad *, y en caso de estar vaco rar ni ser n ecesario mas cita ció n ni lla m a m ien ­
el deanato de aquella iglesia, ha de volar en su t o , se le esp e re otros q u in ce dias m a s, para
lugar el digxaídad inmediato en awjtigüédad :; y q u e en e llo s pueda ven ir á escusarse , y la es­
si sucediere ser rectos* .el doctor inas antiguo, cusa q « e d iere se vea por el rector y claustro
lia de entrar el que fuere inmediato á él ^ y en c o n v o c a d o , señ a la d a m en te para éste ca so , y e n
caso dé proveerse k .cátedra (le prima , lia «le él se v o te; y si p a reciere justa la c a u s a r e ' a d ­
ser voto en ellaéj catedrático inmediato nosien m ita y pueda dar m as tiem p o d e d ila e ío n ; y n o
do opositor ; y siéndolo, se ha de vota i*con los pareciend o se r lo , se vaq ue la cá te d r a , y se pro­
demás que quedaren , eii el que no lia «le en­ vea y pueda ser opositor a q u el á q u ien se q u i­
trar , y este escrutinio se ha de hacer secreta­ t ó , y en esto lo q u e la m ayor p arte v o ta r e , se
mente en dos cántaros : en el u.no se echará el e g e cu te. ir r e m is ib le m e n te , y en otro clau stro
voto del catedrático que se proveyere, y en el no se pueda variar ¡ni .alterar, y d e lo d ich o tan
otro las códwias ó liabas en.que no seda voto. so la m en te se ex cep tú a n los .que se au sen taren
Las juntas para votar estas cátedras se lia­ por servicio n u e str o , y con licencia d e el v ir e y
rán eó. las casas de los arzobispos , presidiendo ó d e q u ien g o b e r n a r e , b íte r v in ien d o la d ich a
ellos, y. el oidor á quien tocare, ha de prece­ causa d el real se r v ic io , ó por bien ó n eg o cio de
der en el asiento al inquisidor; y si este no k m ism a u n iv e r sid a d , q u e en estos dos casos,
asistiere enviara su voto por escrito, cerrado y ó d e e n fe r m e d a d , podra el recto r y e l c la u s-
sellado con todo secreto para que se eche con t io dar licencia para m as tiem p o d e dos m eses.
los demás, de suerte que no-se pueda saber ni
tener noticia por ios que votaren hasta que ha­
yan salido del cántaro-. Y rogamos y encarga
El misino a llí. Constitución 6, tit. 6.
m os'a los dichos arzobispos, y mandamos á to
das las personas que han de concurrir á votar las Que la cátedra de el proveído en oficio ó beneficio,
cátedras, que procuren con .el mayor cuidado que requiera residencia , vaque.
que pudieren y por los mejores medios que sea Mandamos que si algun catedrático fuere
posible., inquiriré informarse de los mas bene­ proveido en prebenda, ó beneficio eclesiástico,
méritos para obtenerlas ; y los autos y diligen­ ó plaza de audiencia rea!, ú otro oficio que re­
cias que sobre esto se hubieren de hacer han de quiera ausencia y residencia, dentro de ocho
pasar por ante el secretario del claustro y uni­ dias de como lo aceptara, se entienda quedar
versidad , y asi se guarde y cumpla todo lo refe­ vaca la cátedra que tenia, y baste por acepta­
rido precisa é indispensablemente, y no. se alte­ ción haber mudado de hábito el promovido á
re ni contravenga en ninguna forma , sin em­ plaza de audiencia real en cualquiera parte ; y
bargo de otra cualquier orden anterior por es- en lo eclesiástico haber sido proveído, o recibi­
presa que sea. do el título de cualquiera de las dichas .cosas, se
(10) For una cédula espedida fecha en 4 de octu­ tenga por aceptación, dejación y vacante de la
bre de 1770 está mandado, que jamás se provea .cá- cátedra, sin otro algún acto; salvo si en.losoeho
ledra en quien no hubiere leído por ausente ó eu< dias siguientes, á los primeros no renunciare
fe rulo. el tai oficio, beneficio ó plaza que entonces pu-
13G Libro i. Título xxii.
drá retener la cátedra, y los dos términos no cacion y enseñanza de la doctrina cristiana, y
se le puedan prorogar. ( I I ) que los curas y sacerdotes les administren los
LEY X L IV . Santos Sacramentos. Y hemos acordado, que en
D. Felipe IV en la Constitución 7, tit. 6. La reina
las universidades de Lima y Méjico haya una
gobernador» y D. Carlos 11 en e»t«i HecopÜscion. cátedra de la lengua general, con el salario que
Que los catedráticas enseñen el Misterio de la lim - conforme á los estatutos por Nos aprobados le
j>ia Concepción de Ntra. Sra. pertenece, y que en todas las partes donde hay
Encargamos y mandamos, que cuando los audiencias y chaneillerias, se instituyan de nue­
catedráticos llegaren á tratar, ó leer materias en vo y den por oposición, para que primero que
que suele leerse la cuestión de la limpieza de la los sacerdotes salgan á las doctrinas, hayan cur­
Serma. Virgen María nuestra Señora en su Con­ sado en ellas, y al catedrático se le dé» encada
cepción, no ia pasen en silencio, y expresamente un año cuatrocientos ducados en penas de cá­
lean y prueben como fue concebida sin pecado mara , donde no tuviere otra situación ; y no
Original , cu el primer instante de su ser natu­ los habiendo en penas de cámara, se le paguen de
ral, pena de perder la cátedra y ios cursos que nuestra caja real.Y ordenamos que asi seegecute.
tuvieren los estudiantes, que no denunciaren LEY X L V Ii.
ante el rector, el cual, hecha información del D. Felipe II en el Pardo á 5 de noviembre de 1588.
caso, dé cuenta al claustro y ponga edictos de Que d los doctores y maestros catedráticos se les
oposición á ia cátedra, y el que la perdiere por de casa tasada, y por su dinero , cerca de las es­
esta causa no pueda seradmilido á la oposición* cuelas.
LEY XLV. Nuestros vireyes dén las órdenes y despa­
D. Felipe III en Madrid a 11 de julio de 1618. chen los mandamientos necesarios, para que á
Que los vireyes nombren personas que averigüen y los doctores y maestros catedráticos de las uni­
castiguen d los que sobornan y son sobornados en versidades de Lima y Méjico se les dén posadas
los votos de cátedras. or sus dineros, como fueren tasadas cerca de
Porque es justo desarraigar tan perjudicial E is escuelas.
vicio, como sobornar votos en oposicio» de cá­ LEY X LV IIL
tedras. Mandamos, que antes que se dé la cá­ D. Felipe II en Madrid a 2 de enero de 1572.
tedra por vaca, ni comiencen á leer los oposito- Que el salario de los preceptores de gramática no
res, nuestros vireyes de Lima y Méjico nom­ se pague de la real Hacienda.
bren una persona que de oíieio averigüe quien Mandamos á los vireyes y gobernadores, que
son los que cobechan ó son cohechados, ó los en caso de nombrar preceptores de gramática
que dán o reciben, aunque sea cosas de comer, para algunos pueblos de sus jurisdiciones, no
ó lieber en poca ó mucha cantidad, de forma hagan pagar ni paguen los salarios de nuestra
que asi los opositores, como los votos tengan caja real, y ordenen que sean moderados, y ios
entendido la averiguación y castigo que se ha preceptores personas competentes y naturales
de hacer contra ellos, y se consiga la plena li­ de estos nuestros reinos y de nuestras Indias, y
bertad en el votar en favor del mas diguo: y se paguen de tributos de indios vacos, ó de
asimismo hagan que se averigüen y castiguen otros efectos que no sean de la real hacienda.
cualesquier monopolios , conciertos ó ligas que
se hicieren entre los opositores, á fin de acomo­ LEY X L X ÍX .
D. Felipe IV en el Pardo á 7 de febrero de 1627.
darse y sin dar lugar los unos á los otros, y en
particular los dichos vireyes tengan cuidado de Que en Méjico haya cátedras de las lenguas de la
procurar que el prelado de la ciudad, ni nin- tierra , la cual se de por oposición d clérigos . ó
religiosos de la Compañía de Jesús ; y porque estos
!run eclesiástico, ni ministro de la audiencia, ni religiosos no se oponen , nombre el virey quien los
otras personas poderosas se apasionen, ni soli­ examine aparte.
citen votos, ni bagan ruegos para que se vote Teniendo consideración á lo mucho que con­
por ninguno, sino que los dejen en su entera viene, que en la ciudad de Méjico de la Nueva-
y plena°libertad •, y si demas de los medios rer Es paña haya cátedra para que los doctrineros
íeridos se les ofrecieren otros que le parezcan sepan la lengua de sus feligreses, y Jos puedan
mas eficaces y convenientes, io egecuten tan mejor instruir en nuestra santa fé católica. O r­
precisamente, que los delincuentes seau casti- denamos que el virey funde é instituya en la
oados y déu ejemplq á los demas. universidad de la dicha ciudad una cátedra, en
& LEY X L Y I. que se lean y enseñen públicamente las lenguas
de que los indios usan mas generalmente en
D. Felipe U en Badajoz ;í 19 de setiembre y 23 de
octubre de 1:380. Y en Burgos á i l de setiembre aquella provincia, haciendo elección de cate­
de 159> 1>. Felipe LIl en Madrid á 21 de cuero drático en concurso de opositores, y admita so­
de 1611. lamente á los clérigos y á los religiosos de la
Que en las universidades de Lima y Méjico y ciu­ compañía de Jesús, y no á otra ninguna reli­
dades donde hubiere audiencias reales^ tiaya cáte­ gión. Y porque los religiosos de la Compañía
dras de la lengua de los indios. no pueden aponerse á cátedras, ni entrar en
La inteligencia de la lengua general de los concurso, el virey nombre persona aparte, que
indioses el medio mas necesario para laexplí- examine á los que quisieren regentarla , y num-
( l t ) Esta ley se mandó estrechamente observar da el concilio de Trento por cédula de Aranjuez de
con motivo de prohibir que se dé cátedra ti otro ob­ 12 de junio de 1752, y por .otra de l i de inayo
elo ¡i curas, incompatible con la residencia que man- de 1756.
De las universidades. 157
brare la compañía : y para que el catedrático de 1as Islas Filipinas, y acuerdo de nuestra real
tenga congrua bastante, le señale cuatrocien­ audiencia de ellas, los religiosos de la orden de
tos ducados en cada un año, y nos dé aviso dé santo Domingo en la ciudad de Manila funda­
la egecuciom ( 12) ron un colegio donde se lea gramática, artes y
teología, en que pusieron dos religiosos de cada
■LE Y L. .. facultad , y veinte colegiales seglares, de que
D. Felipe 11 en Madrid á 17 de julio de 1572. ha resultado y resulta grande provechoá la ju­
Que no se den grados en el convento de Santo Do­ ventud, predicación dél Santo Evangelio, y
mingo de la ciudad de los Reyes.
enseñanza de los hijos de vecinos: Mandamos,
Los vireyés del Perú provean, que en el que por ahora, y entretanto que no ordenáre­
monasterio de santo Domingo de la ciudad de mos otra cosa, usen los dichos religiosos de la.
los Reyes no se dén grados mayores ni meno­ licencia que el gobernador les dio para fundar
res en ninguna de las facultades, que se leye­ el colegio, y leer en él las dichas facultades, y
ren dentro ó fuera de sus estudios. que esto sea y se entienda sin derogar ni per­
LEY LI. judicar á lo que está ordenado acerca de seme­
D, Felipe l i en Madrid á 22 de febrero de 158,0. Y en
jantes fundaciones, para que no se hagan, ni
S. Lorenzo á 11 de octubre de 1585. comiencen, sin expresa licencia nuestra, lo cual
Que los religiosos de la Compañía de Jesús puedan se hade guardar en todas nuestras Indias sin
enseñar en su colegio de la ciudad de los Reyes la excepción alguna.
lengua latina y otras d las horas que se declara , y
los estiuliantes no ganen curso ni se graduen en
sus estudios. D. Felipe II en Madrid à 21 de enero de 1591.
Es nuestra merced y voluntad, que los re­ Que la cátedra de latinidad de Santiago de Chile se
ligiosos de la'compañía de Jesús puedan leer funde en el convento de Santo Domingo , y se pa­
libremente en su colegio de la ciudad de los gue de almojarifazgos.
Reyes de el Perú á todas horas gramática , re Porque está mandado, que en la ciudad de
tórica, y la lengua de los indios, y las demas Santiago del reino de Chile se funde una cáte­
lenguas que quisieren. Y asimismo puedan leer dra de gramática para que la juventud de él
las demas facultades á las horas que en la uni­ pueda aprender latinidad, y al que la leyere se
versidad se leen las que vulgarmente se llaman le den en cada un año de nuestra real coja cua­
catedrillas, como no lean las mismas materias; trocientos y cincuenta pesos de oro, y no se pu­
y á las horas que se deen las cátedras de'pro­ so en ejecución por falta de preceptor, y han
piedad, no puedan leer ni lean facultad alguna ofrecido los religiosos de santo Domingo de
mas que solamente las de lenguas. Y declara­ aquella provincia, que en el convento de su or­
mos, que también son cátedras dé propiedad den habrá siempre gratis lección de artes, filo­
las de artes que se leen en la universidad por sofia y casos de conciencia, y nos suplicaron que
las mañanas, para que en ellas puedan cursar atento à su necesidad, fundásemos é instituyese-
los estudiantes, y que estos cursos basten para mos la dicha cátedra de gramática en el dicho
poderse graduar, haciendo ios actos que se dis­ convento, porque en él habría siempre precep­
ponen por los estatutos; y que para graduarse tor muy suficiente, que la lea, y se les pagase
en teología han de acudir à las escuelas à cur­ el salario de los derechos de almojarifazgo:
sar y hacer (os demas actos necesarios , y para Mandamos al gobernador de la provincia de
graduarse en artes han de cursar en súmulas, Chile, que no estando proveída esta cátedra en
lógica y filosofía las horas de la mañana, que alguna persona, provea que se instituya en el
en las escuelas se leyeren estas facultades; y convento de santo Domingo, por el tiempo que
que en las de el dicho colegio de ninguna cien­ fuere nuestra voluntad, y los oficiales de la real
cia se ha de ganar curso para poderse graduar. hacienda paguen el salario de ella señalada­
LEY LII. mente de lo procedido de almojarifazgos.
D. Felipe II en el Pardo á 2 de noviembre de 1576. LEY LV.
Que no se ganen cursos ni den grados en el colegio D Felipe II en Toledo ¿ 12 de junio de 1591.
de la Compañía de Jesús de Méjico. Que los religiosos de Santo Domingo de Quito lean
en su convento la cátedra de la lengua.
Mandamos que lo proveído sobre que en el
colegio y escuelas de la compañía de Jesús de Habiéndose mandado instituir y fundar cá­
Lima no se gane curso ni gradúe, se entienda tedras de la lengua ele los indios en las ciudades
y guarde en el colegio de la ciudad de Méjico principales de las indias , se ordenó que en la
de la Nueva-España, y que en él no se dén de S- Francisco de Quito la tuviesen los reli­
grados ningunos. giosos de la orden de Santo Domingo, los cua­
les por orden de nuestra real audiencia la le*
yeron en su convento, y despues la hizo tras­
D. Felipe IV en Madrid á 27 de noviembre de 1623. ladar á la iglesia m ayor, y de ello no resultó
Que los religiosos de Santo Domingo en Filipinas ningún buen efecto, antes muchos inconvenien­
puedan leer gramática , artes y teologia. tes: Declaramos y es nuestra voluntad, que en­
Con licencia de el ordinario y gobernador tretanto que la orden de Santo Domingo tuvie
re merced nuestra, para que los religiosos de ella
(12) Véase la cédula de 11 de mayo de 1697. lean la dicha cátedra , la tengan en su convento
TOMO I. 35
158 Libro i. Título xxitV
como antes estaba. Y mandamos a nuestra real observada en esta razón, y que la elección se
audiencia que contra ello no vaya ni pase en leelebre en la forma que basta ahora, y no hay
ninguna forma. (13) razón pata eseíuir á los graduados en medicina
y artes, cuando la ley de la universidad admite
LEY LVI. á todos absolutamente, y se guarde el estilo de
D. Felipe II en Badajoz á 19 de setiembre de 1580. la universidad de no hacer elección en los re­
gulares.
Que los prelados no den orden sacerdotal sin apro­
bación de el catedrático de la lengua. Y en cuanto al tereero, sobre que la uni­
versidad no concurra á los claustros, porque
Rogamos y encargamos á los arzobispos y siendo mas de ciento los doctores y maestros se
obispos de las Indias, y á los cabildos sede-va­ causa confusión, y bastaría hacerse con el rec­
cantes, y á los demas prelados de las religiones, tor, vi ce-receptor, consilario mayor y catedrá­
que no ordenen de sacerdotes ni den licencia ticos, en que pareció que los claustros tocan-,
para ello á ningún clérigo ó religioso que no se­ tes que deben dar los rectores y mayordomos
pa la lengua general de los indios de sú pro­ de la universidad, que requieren conferencia y
vincia, y lleve fé y certificación del catedrático determinación judicial, se formasen del rector,
que leyere la cátedra, de que ha cursado cu lo­ consiliarios y catedráticos juristas, basta el nú­
que se debe enseñar en ella, por !o menos un mero de diez, y si faltasen catedráticos, suplie­
curso entero, auuque el ordenante tenga habi­ sen este número, los doctores mas antiguos, y en
lidad y suficiencia en la facultad que la santa este claustro se feneciesen y acabasen las cuen­
iglesia y sagrados cánones mandan. tas : y en las materias gobernativas, y en todo
LEY LVIL lo demás de libramientos estraordinarios de
cantidad considerable, concurriese todo el claus­
I). Carlos II en Madrid á 10 de diciembre, de 1678.
tro, como hasta ahora , guardándose las consti­
Sobre di ferentes -puntos (jue se han ofrecido ace tea tuciones y estilo. • .
del gobierno de la universidad de Lima. . En cuanto al, cuarto, sobre que los estu­
Habiéndose tenido noticia eu nuestro real diantes gramáticos no se admitan á matricular
consejo de ludias por diferentes cartas e.infor­ en la universidad para las facultades mayores,
mes de algunos punios tocantes á la reforma­ con solo cédula del maestro de retórica, religio­
ción de la”universidad de Lima, fuimos servi­ so de la Compañía de Jesús, y cjue el rector y
do de ordenar al conde de Castellar, virey del catedrático de prima de todas facultades, los
Perú, que formase una junta de tres oidores de vuelvan á examinar con AA. y R l\., y no ad­
aqueíla audiencia, los que eligic.se, y del rec­ mitan mestizos, zambos, mulatos y cuartero­
tor, maestre-escuela, y u n 'd o cto r, los cuales nes, con que no los admitirán á órdenes los
viesen lo propuesto eu los papeles reieridos, y obispos, eji que pareció que se observase el es­
con noticia de todo , y de lo dispuesto por las tilo de la universidad.reducido á que dos exa­
constituciones de la universidad, proveyese del minadores catedráticos nombrados por el rec­
remedio conveniente en cada -uno-, y diese cuen­ to r, despues de la aprobación del maestro de
ta de lo que ejecutase, en cuyo cumplimiento retórica, vuelvan a examinar à los estudiantes
formó esta junta ; y hallándose presente y con­ gramáticos, y, hallándolos suficientes, se admi­
ferido sobre cada uno de los puntos, se acordo tan con las firmas del rector , y ambos exami­
lo que pareció convenir ■, y visto por JNos, lo nadores^ y en cuanto á la eselusion de los mes­
aprobamos y confirmamus con las deelaiaciones tizos , zambos, mulatos y cuarterones se obser­
v limitaciones contenidas en esta núes ti a ley. ve la constitución '238..
En cuanto a! primero, sobre que el rector Y en cuanto al quinto y sesto, que divide
de la universidad se elija por dos años, y no las cátedras entre el eiero secular y religiones,
pueda haber reelección: Pareció á la junta que pareció que no era conveniente la división,
se observe lo dispuesto por la constitución quin­ porque impedia la emulación, y pudiera impe­
ta de la universidad , cédulas nuestras, y cos­ dir el ascenso à los mas eminentes, y convenía
tum bre (pie ha habido desde su erección , de que se observase la constitución y costumbre
elegirse por un ano , y poderse reelegii poi de la universidad, de que se admitan todos ge­
otro, como se ha observado, siendo el recluí á neralmente á la oposición.
propósito para el cargo. En cuanto al séptimo de que los religiosos de
En cuanto al segundo, de que la elección la orden de predicadores se examinen para las
de rector no sea por alternativa, y puedan ser cátedras, leyendo en la universidad , como los
elegidos clérigos y seculares , doctoies giad.ua— demás opositores, pareció que se observase lo
dos* en teología, cánones y leyes, eselu\endoá dispuesto por la ley 32 de este titulo, y que se
los médicos, artistas y religiosos, pareció que den las cátedras aplicadas á esta religión, en
se guarde la constitución sesta, y costumbie cumplimiento de la dicha ley, con que no pa­
rece preciso el nuevo examen.
(lo ) El dicho convenio de Sto. Domingo en vir­ En cuanto al octavo , sobre que se mude la
tud ile !;» cédula de Í59L entro eu posesión de esta
cátedra en 9 de diciembre de 1595, por ante Agus­ forma observada en el votar las cátedras, por
tín de Briseño , alcalde ordinario de esta ciudad, y esc usar sobornos, ruidos, alborotos, escándalos y
en virtud de orden del gobernador Loyola dada cu «tros inconvenientes, pareció que se debía dar
l ’cuco eu 6 de noviembre de dicho año. Por no ha­ nueva forma à la provisión de cátedras. La cual,
bérseles pagado aquí el salario á Jalla de caudal se
despachó cédula en 10 de lebrero de 1602 para que
vista v considerada por ÏSos, ordenamos y m ali­
se les satisfaciese eu Lima por cuatro años solos. mos , que se esc luya (como queda eseluido) el
De las universidades. 139
virey del Perú ele haber de votar eu la provi­ 'Calidad de que la propina del doctor ú otro que
sión de cátedras, y que se guarde y observe en no asistiere no se aplique á la caja de la univer­
cuanto á esto io que está dispuesto por la ley 40 sidad, y se vuelva al interesado.
de este título, en que se dio la forma que se de Y en cuando al doce, sobre que los examina­
be observar en las dos universidades de Lima y dores, no escedan del número de diez y seis, que
Méjico en la provisión de cátedras, y no se con­ se componga-de los cátedra ticos , ministros de
ceda voto al virey; pero sucediendo el caso de la real audiencia , doctores , y en su defecto de
vacar algunas, estando gobernando el arzobispo los mas antiguos , pareció que se guarde io dis­
las provincias del Perú , podrá votar en su pro­ puesto por las constituciones antiguas y moder­
visión, como arzobispo y no como virey. nas , y en su conformidad se admitan por su­
Y en cuanto al noveno, sobre que no se ha­ pernumerarios los dichos ministros que fueren,
gan incorporaciones, sin que haya precedido el: graduados para mayor autoridad del acto.
examen, que disponen las constituciones para Y eu cuanto al trece y catorce, sobre que
el grado de licenciado, pareció que los gradua­ no se den los puntos para las cátedras de prima
dos en las universidades de Salamanca , Alcalá, á las doce de ia noche, ni se permitan juntas
Valladolid y Bolonia, hayan de ser admitidos á ni acompañamientos á los opositores, inhabili­
la incorporación sin examen alguno; porque en tando al que los tuviere ; pareció que los pun­
estas universidades son rigurosos los que se ha­ tos se diesen por la mañana, como se observa,
cen ; pero las de todas las demas no puedan ad­ guardando la costumbre. Y porque nuestra vo­
mitirse sin examen en la forma observada en luntad es que el dicho acuerdo se guarde, cum ­
la dicha universidad de Lima para ios grados pla y ejecute, conforme se limita y declara por
de licenciado. esta nuestra ley, ordenamos y mandamos à los
Y en cuanto á los diez y once, que miran a virey es y audiencia de Lima, y rogamos y en­
que los puntos del grado de licenciado sean de cargamos-al arzobispo que para su puntual ob­
veinte y cuatro horas y asistan todps los cate­ servancia den las órdenes convenientes, y. no
dráticos, que son examinadores, al tiempo de permitan que se contravenga con ningún pre­
tomar los puntos, por escusar los fraudes que testo, y asi se guarde, sin embargo de otra cual­
suelen hacerse, y las propinas de los que no quier ley ó constitución. (14)
asistieren se acrezcan á los que concurren , pa­
reció que se guarde lo dispuesto por las consti­ Que los clérigos y religiosos no sean admitidos
tuciones, y lo observado por la costumbre, por­ d doctrinas sin saber la lengua de los indios
que en los examenes referidos no es inconve­ que kan de administrar, ley 30, tit. 6 de este
niente que las lecciones sean de noche, respec­ libro -
to de que en ellas no suceden disturbios, ni al­ Que los inquisidores no den mandamientos con·
borotos, y que si alguna vez acontecen , nacen • tra ía s universidades sobre grados, contra
de las oposiciones y de los que concurren con los estatutos, ni se entrometan en materias de go­
opositores, y por la misma constitución se halla bierno ley 29, nám .2 1 , tit. 19 de este libro.
prevenido que á los puntos asistan los catedrá­ Que los virey es informen del estado de las uni­
ticos que deben argumentar en el examen, en versidades y colegios, ley 4, tit. 14, lib. 3.
que se procede con rigor y observancia de las Que los catedráticos de prima de medicina de ¿as
constituciones y legalidad, y no hay causa para universidades de Méjico y Lima sean proto-
introducir novedades, médicos, ley 3, tit. 6 ¿ib. 5.
Y en cuanto á que se acrezcan las propinas
á los interesantes, se observe ia constitución,
añadiendo que el catedrático y examinador que (14) Sobre el artículo 2 de esta ley debe tenerse
no asistiere pierda la propina correspondiente presente la real orden de 13 de julio de 1785, en que
se mandó observar !a facultad de reelegir, y se au­
al acto en que no interviene : la cual se apli­ torizó á los vireyes para continuar ó prorogar por un
que á la caja de la universidad, sino es que tercer año al rector cuaudo lo tuviesen por litil y
conste de legitimo impedimento, enfermedad conveniente á ia escuela.
ú otro grave, por certificación jurada de mé­ Sobre distintas constituciones de la misma u ni­
dico ó testigos examinados con juramento; y si versidad y puntos no prevenidos ea ellasj véase la
cédula de 26 de agosto de 1758.
se entregare ia propina al que faltó sin estas En real cédula de 26 de agosto de 1758 hay va­
circunstancias, se le hará cargo de ella en la rias declaraciones dignas de tenerse presentes.
cuenta que hubiere de dar al fin del oficio. Por real orden de 7 de setiembre de 54 se mandó,
En lo que toca al punto once, sobre la apli­ que las religiones no pudiesen tener mas que dos
graduados, ni mas que una cátedra; pero habiéndose
cación de las propinas de ios que no asistieren, suplicado de esta resolución, se les restituyó à la po­
aprobamos lo acordado por la dicha junta, coa sesión en que estaban por cédula de 16 de julio de 58

i
140
TITULO TEIltTE T TE.ES.
D e la colegios y sem in arios.

LEY P R IM E R A . LEY IV .
D. Felipe IV en Alcoba á 12 de noviembre de 1622.
D. Filipe 11 en Segovia á 8 , y en Tordesillas á 22 de
junio de lá¡92. Que de los seminarios asistan cada dia cuatro colegia>
les d los divinos oficios, y las fiestas seis.
Que sefunden colegios seminarios conforme al san­
to Concilio de. Y renlo, y los vireyes, presidentes Porque las principales rentas de que se sus­
y gobernadores los favorezcan y den el auxilio ¡ne­ tentan los seminarios, estan situadas en las de
cesarios. las iglesias catedrales, encargamos á los arzo­
Encargamos à los arzobispos y obispos ele bispos y obispos que ordenen y hagan que de
nuestras Indias que funden, sustenten y con­ los seminarios asistan á las iglesias todos los
serveu los colegios seminarios que dispone el dias cuatro colegiales, y en las fiestas solemnes
santo concilio de Trento. Y mandamos á los vi- seis, para que sirvan en ellas á los Divinos Ofi­
reyes, presidentes y gobernadores, que tengan cios, no obstante que algunos seminarios es ten
muy especial cuidado de favorecerlos, y dar el a eargo y administración de eualesquier reli­
auxilio necesario para que asi se ejecute, de­ giosos.
jando el gobierno y administración á los prela­ LEY V.
dos; y cuando se ofrezca que advertirles, lo ha­ D Felipe II en Segovia a 8 de junio , y en San Lo­
renzo á 50 de octubre de 1591 y 20 de Mayo de 1592.
gan y nos avisen , para que se provea, y dé la D. Felipe IV en San Lorenzo á 27 de octubre de
orden que pareciere conveniente. 1626.
LEY II. Que para nombrar personas en los seminarios y
visitarlos el prelado , se acompañe conforme al San?
D. Felipe 11 en Segó vi a á 8 de junio de 1592. Véase to Concilio de Trento.
con la ley 42 , til. 6 de este libro.
Por el Santo Concilio está dispuesto que
Que en los seminarios se pongan las armas reales y cuando los obispos nombraren sugetos para que
puedan poner las de los prelado».
sean recibidos en los colegios seminarios : y
fin los colegios seminarios se pongan nues­ cuando ios visiten se acompañen con dos capir
tras armas reales, ocupando el lugar mas pree­ talares que el cabildo nombrare : Mandamos á
minente en reconocimiento del patronazgo uni­ los prelados de nuestras Indias que asi lo guar­
versal, que por derecho y autoridad apo.'tólica d en, cumplan y ejecuten; y los vireyes, pre­
nos pertenece en todo el estarlo de las Indias; sidentes gobernadores dejen la nominación y
y permitimos à los prelados que puedan poner elección de los colegiales y personas que ten­
las suyas en lugar inferior. ( 1) gan á cargo los colegios á disposición de los
prelados.
LEY III, LEY V I.
D. Felipe II en Tordesillas á 22 de junio de 1592.
D. Felipe IU allí á 12 de junio , y en Valladolid á oO D. Felipe l i en Burgos á 21 de setiembre de 1562.
dé agosto de 1605. L>. Felipe IV"en Granada á 4 de D. Felipe III cu Madrid a l5 de marzo de 1619. Y á
b abril de 1621. ' 24 lie marzo de 1620.
Que para los seminarios sean preferidos los que se Que los vireyes y prelados presenten y propongan
declara ,y qué personas no se han de admiiii • para las doctrinas d colegiales de los seminarios y
otros colegios, y en iguales méritos sean preferidos-
En la provisión de sugetos que han de ha-
cer los prelados para colegiales délos semina­ Los vireyes, presidentes y gobernadores
rios , prefieran en igualdad de méritos á ios hi­ presenten para las doctrinas á colegiales de los
jos y descendientes de los primeros descubrido- seminarios y otros colegios de sus distritos, te­
res, pacificadores y pobladores de aquellas pro­ niéndolas partes de habilidad y suficiencia que
vincias, gente honrada, de buenas esperanzas disponen las leyes de nuestro patronazgo real,
y respetos, y no sean admitidos los hijos de ofi­ y en igualdad de calidades ios prefieran á otros
ciales mecánicos, y los que no tuvieren las ca­ opositores que no hubieren sido colegiales. Y
lidades necesarias para orden sacerdotal y pro­ rogamos y encargamos à los prelados eclesiásti­
visión de doctrinas y beneficios. cos que en las proposiciones de sugetos hagan
lo mismo.
LEY VIL
(I) En un!» cédula de 20 de maya de 1592 se es-
presa el hecho cjuc dio ocaston á esta ley y cédula, D, Felipe II en el Pardo á 8 de noviembre de 1594.
y sucedió entre Slo. Toribio, y el viroy, marqués de Que los tres por ciento que se rebajan d los reli­
C añete, que por mano del capitán de su guardia giosos doctrineros de la orden de San Francisco
matnló quitar las armas del Santo y poner Jas del para los seminarios, sean en dinero , y no en es­
1U‘V. Ifuho censuras y entredichos á que no cedió el pecie.
virév; de sus resultas se ocurrió ;¿ España, y la reso­
lución lúe lo prevenido en esta lev Mandamos á nuestros oficiales reales del
De los colegios y seminarios. 141
Perú que rebajen ele los estipendios con que los colegiales profesen la sagrada teología, por
acuden á los religiosos doctrineros de la orden lo mucho que importa que los naturales de
«le S. Francisco los tres por ciento, qué con­ aquellas provincias la estudien, para que se
forme á la ley 35, tít. 15 de este libro lian de ocupen en la estirpacíon de las idolatrías, y se
Haber los seminarios, en dinero, y no en es­ ha introducido admitir en él legistas y canonis­
pecie, y con la restante cantidad acudan á los tas: Mandamos a nuestros vireyes de! Perú que
religiosos. (*X) cumplan con nuestra intención en lo que toca
L E Y VIH ,: á la presentación de estas becas, en la forma
que las acostumbran proveer, guardando y ha­
D. Felipe IV en Madrid á 25 de setiembre de 1627. ciendo guardar la constitución del colegio.
Que en. el colegio de San M artin de Lima asistan dos
colegiales de cada seminario que fundaren ¿os pre­ LEY X I.
lados, y graduados de bachiller , se vuélvan y en­
tren otros. El emperador don Garlos y la emperatriz goberna­
dora en Madrid á 8 de diciembre de 1535. Y el car­
‘ Ordenamos y tenemos por bien que de cada denal gobernador allí á 19 de junio de 1540. La prin-
uno de todos los colegios seminarios que coa- cesa^ gobernad ora en Valladolid á 27 de abril de 1554
forme á ia disposición de! santo concilio de D Itíhpe H en San Lorenzo á 22 de julio de 1579,
Treiito han fundado y fundareu los arzobispos y en la Instrucción de vireyes de este año, cap. 59.
O. Felipe l l l en Madrid á 17 de marzo de 1 6 l9 . Y
y obispos de las iglesias metropolitanas y cate­ á 20 de marzo de 1620.
drales de las provincias del Perú y Tierra F ir­
me, desde Cartagena á Chile y Rio dé la Plata, Que sean favorecidos los colegios fundados para
nombren los prelados ó sus cabildos en sede- criar lujos 'de Caciques, y se funden otros én las
vaca nte> dos colegiales, á los cuales envíen al ciudades principales.
colegio de S. Martin de la ciudad de los Reyes,
para que en el estudien hasta recibir el grado Para que los hijos de caciques que han de
de bachiller en la universidad de aquella ciu- gobernar á los indios sean desde niños instrui­
óad, y Habiéndole obtenido, los muden y pue­ dos en nuestra santa fé católica, se fundaron
dan nombrar ios prelados , ó cabildos sede-va- por nuestro orden algunos colegios en las pro­
cantes, otros dos en su lugar, con calidad de que vincias del Perú, dotados con renta, que para
nunca han de concurrir mas de dos colegiales este efecto sé consignó. Y por lo que' importa
de un seminario, y se sustenten de las rentas qüe sean ayudados y favorecidos, mandamos à
de ios seminarios de donde fueren enviados, y nuestros vireyes que los tengan por muy enco­
de esta suerte gocen de educación y doctrina en mendados, y procuren su conservación y au-
los estudios de las ciencias. Y mandamos al rec­ meuto, y en Jas ciudades principales del Perú
tor y colegiales dei colegio de S. Martin , que V Nueva-España'se fúnden otros, donde sean
reciban á los -que asi fueren enviados, sin poner­ llevados los hijos de caciques de pequeña edad,
les impedimento. y encargados à personas religiosas y diligentes
que h.s enseñen y doctrinen en ;ristiañdad,
LEY IX. buenas costumbres , policia y lengua castella­
D Felipe IV en el Pardo á 2 de febrero de 1625. n a, y se Ies consigne renta competente à su
crianza y educación- (3)
Que pone ¿as calidades que ha de tener el rector
del colegio de San Felipe de Lima.
Mandamos que para ser rectores del colegio
de S. Felipe y 8 . Marcos de la ciudad de los El emperador don Carlos en Barcelona á l . ° de ma-
Reyes, los colegiales de el Hayan de ser colegia­ <yo de 4543.
les actuales : y que lo Hayan sido dos años : y Que el colegio y hospital de Mechoacan sean del Pa­
tengan veinte y tres de edad : esten graduados tronazgo real.
de bachilleres, o licenciados en teologia , ó de­
rechos canónico ó civil: ia elección sea hecha Declaramos que pertenecen á nuestro pa­
por el gobierno: y dure el oficio un año, que ha tronazgo real el colegio de españoles, mestizos
de comenzar desde ei dia de S. Felipe. é indios, para que estudien gramática, y el
hospital de pobres enfermos de la ciudad de
Mechoacan déla Nueva-h.spaña, y aceptamos
D. Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de 1623. Y á la cesión que en nuestra real corona hizo el fun­
17 de noviembre de 1626. dador, porque Jos estudiantes y pobres sean
en cuanto d ser los colegiales de San Martin mas bien favorecidos y administrados.
de Lima teólogos ó ju rista s , se cumpla la intención
del liey y guarde la Constitución.
A Nos se ha hecho relación que habiéndose (3) Se ha acostumbrado en Lima nombrar á un
acostumbrado desde la fundación del colegio de ministro por juez protector de estos colegios, y ha­
S. Martin de la ciudad de los Reyes, que todos biéndose hecho novedad en el particular, se mandó
observar la costumbre en cédula de 43 de acosto
de 1764. &
^obre esta ley téngase presente la cédala de En el antiguo colegio de caciques de Lima se ha
. de febrero de 9 6 , en que se mandó que los inte­ mandado por real orden de 8 de setiembre de 1787,
rinos paguen el 3 por 100 de los cuatro rneses que que se limite la enseñanza de estos á la lengua Caste­
perciben sínodo, y la caja real del tiempo de la va- l l a a > Catecismo y Doctrina Cristiana, leer, escri­
caute. A
bir, contar, y gramátiga La lio a.
TOMO I.
36
142 Libro i. Título xxiM.
cuidadlo de avisarnos el estado en que se halla,
LEY XIIL. y si los que en él concurren aprovechan en bue­
D. Felipe III en Madrid á 29 de-mayo de 1612. na doctrina y costumbres , y reconociendo al­
Que el colegio fh San Pedro y San Pablo de Méjico guna falta ó descuido , lo remedien y hagan
sead cargo de la Compañía de Jesús , y de d Pa­ roco'>-er todos cuantos niños mestizos hubiere,
tronazgo real y ordenen se tome la cuenta a lus .que la debie­
Encomendamos y encargamos el gobierno y ren dar de lo que se ha distribuido, y con qué
administración del colegio (le S. Pedro y S. Pa­ órdenes, y cobren los alcances y lo gasten .en
blo <le Méjico á la Compañía de Jesús y sus re­ lo mas necesario yj provechoso el colegio.
ligiosos, reservando para Nos,'y los reyes nues­
tros sucesores, él patronazgo de é l , y es nues­ LEY XV.
tra voluntad que los vireyes de la Nueva-Espa- í>. Felipe IV en Aranjuez à 10 de abril de 1625.
ña presenten ios colegíales, conforme à nues­ Que et\colegio de San Antonio del Cuzco preceda
tro patronazgo real, para que estudien artes y al de San Bernardo.
teología. Declaramos ¡y mandamos que en todos los
LEY X IV . • actos públicos y particulares -9 y otras euales-
D Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- quier concurrencias , debe preceder y preceda
lid á 8 de setiembre de 1557. Instrucción a loá vi re­ ei colegio de seminario de San Antonio de la
yes de Nueva España , cap. iO.
ciudad del Cuzco al colegio de San Bernardo,
Que se guarden las ordenanzas del colegio de los
niños pobres de Méjico y sea bien administrado. que en aquella ciudad por orden y provisión
del gobierno se cometió y encargó à los padres
En la ciudad de Méjico esta fundado un de la Compañía de Jesús. Y rogamos y encar­
colegio donde se recogen muchos niños pobres gamos á los religiosos que no dejen de admitir
mestizos , y se les enseña la doctrina cristiana a las elecciones y estudio de su colegio por es­
y buenas costumbres, procurando'que no se ta causa a los del seminario de San Antonio.
crien viciosos y vagabundos. Y porque le he­
mos hecho algunas mercedes , y es nuestra vo­ Que los vireyes visiten cada año el colegio de
luntad que esta obra se continúe y aumente cuan­ las niñas de M éjico, y le favorezcan en la
to fuere posible , mandamos a los vireyes de ia form a que se ordena , ley 18, tít. 3 de este
Nueva España, que hagan guardar las ordenan­ libro.
zas dadas á este colegio el año de mil y quinien­ Que ios religiosos doctrineros contribuyan para
tos y cincuenta y siete , y tengan particular ¿os seminarios, ley 35, tit* 15 de este libro.

TITIXIíO TH2ÏÜTT3 T OUATB.O.


/>e los libros que se imprimen, y pasan á las In dias.
LEY P R IM E R A . L E Y II.
D. Felipe IV en esta Recopilación.
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-
lid à 21 de setiembre de 1556. Y el .mismo en 1 ole- Que ninguna persona pueda pasar d las Indias libros
do á 14 de agosto de 1 5 0 0 . impresos <¡ue traten de materias de Indias, sin li­
cencia del Consejo.
Q«e no se imprima libro de Indias sin ser visto y
aprobado por el Consejo. Otrosí ninguna persona de cualquier estadt)
y calidad quesea pueda pasar ni pase à las In­
Nuestros jueces y justicias de estos reinos y dias ningnn libroimpreso oque se imprimiere
de los de las Indias Occidentales , Islas y lie r- en nuestros reinos ó los estrangeros que perte­
ra-firme del Mar Océano, no consientan m nezca ¿materias de Indias, ó trate de ellas
permitan que se imprima ni venda ningún li­ sin ser visto y aprobado por el dicho nuestro
bro que trate de materias de Indias, no tenien­ consejo , y teniendo licencia en la forma conte­
do especial licencia despachada por nuestro con­ nida en la ley antes de esta, pena de perdimien­
sejo real de las Indias , y bagan recoger, re­ to de el libro, y cincuenta mil maravedís para
cojan Y remitan con brevedad a el todos jos
nuestra cámara y fisco.
que hallaren, y ningún impresor m librero los
im prim a, tenga ni venda: y si llegaren» su negocio, y á falta de olios de la justicia del lugar por
poder los entregue luego en nuestro consejo pa­ real cédula de J.0 de octubre de 1752.
ra que sean vistos y examinados, pena de que La impresión de papeles jurídicos es hoy del re­
d impresor ó librero que los tuviere o vendie­ sorte de los regentes por uii articulo de su ltistiu c—
re por el mismo caso incurra en pena de dos­ Ciü Por cédula de 8 de febrero de 90 se han mandado
cientos mil maravedís, y perdimiento de la im­ observar estas dos primeras leyes y la 59 y 40, títu­
presión é instrumentos de ella. (!) lo i libro 2. -
En cédula de 4 de noviembre de 1682 se preguu-
tó al virev sobre la impresión de CiurLilias que se ha—
m Tampoco se puede imprimir ningún papel
eti derecho áin licencia del tribunal donde pende el bia permitido hacer en Lima.
De los libros que se imprimen. 1415
..LEY l ï i . algunos libros prohibidos, conforme á los es-
purga torios de la santa Inquisición , y hagan
D. Felipe II en A ño ver á 8 de mayo de 1584,. entregar todos los que hallaren á los arzobispos,
Q«e no.se imprima, ¡ni .use arte n i Vocabulario de ¿a obispos, ó á las personas á quien to eare,p o r
le/igiui de los indios si.n estar aprobado conforme d los acuerdos del Santo Oficio. Y rogamos en­
esta ley. cargamos á Jos prelados eclesiásticos, qué por
Mandamos A nuestros vireyes, audiencias y. todas las vías posibles aver.igii.eu y procuren sa­
gobernadores de las Indias que provean , que ber si en sus .diócesis hay algunos" libros de esta
cuando se hiciere algún Arfe^ ó Vocabulario de calidad ,:y ios recojan y hagan de ellos lo orde­
la lengua de los indios, no se publique ni se im­ nado por el .consejo de la Inquisición, y no con­
prima , ni use de e l , si no estuviere primero sientan ni den lugar áque permanezcan ni que­
examinado por el ordinario, y visto por la real den en aquellas provincias.
audiència-del distrito. LEY VIH .
..LEY.IV. , D. Felipe II en el Pardo á 40 de octubre de 1575.
. Fu Badajoz á'-¿ de diciembre de 1580. •
El emperador don Carlos y t>| príncipe gofoer-nadòy
Q.ue t£o sé lleven d las Indias libros del rezo sin per-
. en YaUádolid á 29 de setiembre de L545. . .-.misión .del monasterio de San Lorenzo el Real..
Qne no se consientan en las Indias .libros profanos Porque liemos concedido privilegio al mo­
y fxibulosos.
nasterio de San Lorenzo el Rea! , para que él
Porque de llevarse á las Indias libros de ,ó quien tuviere su poder solara ¡ente,.y «o otras
roinance: que .traten de materias profanas y fa­ , a Igimas personas , puedan1 i m prijm ir 1os libros
bulosas y historias fingidas se siguen muchos iíi- - del Rezó y 1Oficio Di virio, y enviarlos á vender á
couvetilentes: Mandamos álos vireyes, audien- la Indias : Manda ni os'¿los vir ey es, audiencias y
cuas y gobernadores, cjue no los consientan im- gobernadores , que con el cuidado convenien te
prim ii, vender, tener , ni llevar á sus distri­ procuren averiguar |al tiempo que llegaren á
to s, y provean que ningún español ni indio los sus puertos las flotas y navios de estos reinos si
lea. * en. ellos se llevaren algunos libros ó impresio­
nes de Rezo y Oficio Divino sin permisión de el
dicho monasterio ^ y hallando algunos, citadas
El emperador don Carlosy los reyes xle Bohemia go­ y oidas las partes, hagan justicia.
bernadores en Valladolid á 5 .de setiembre de 155Ü.
Que en los registros .de libros para pasar á las in ­ LEY IX .
cilas , se pongan específicamente y no por mayor 0 . Felipe III en S. Lorenzo á 19 de agosto de 1614.
Mandamos á nuestros presidente y jueces Que.da Informa ¡de. poner cobro en los libros del
oficiales de la Casa de contratación de Sevilla rezo y su. procedido.
que cuando se hubieren de ilevar à Jas indias Nuestros presidente y jueces oficiales de la
algunos libros de ios permitidos ,'los hagan re­ casa de contratación de Sevilla reciban las ca­
gistrar específicamente cada uno, declarando ia jas y fardos de libros del nuevo rezado, y los
materia de que trata, y no se registren por hagan embarcar á las Indias, y acomodar en
mayor. las capitanas y aimirantas de galeones y Rotas
LEY YI. donde no reciban daño, libres de fletes y dere­
D. Felipe 11 en Madrid á 18 de enero de 1585.
chos, excepto lo mismo que se debe pao-ar y
pagare de las Bulas de la santa Cruzada al
Que a ¿as visitas de navios se hallen los provisores
con ¿os oficiales reales para ver y reconocer tos maestre del bajel, en que los llevaren, dirigi­
libros. dos á los oficiales reales de las provincias donde
Rogamos y encargamos á los prelados que fueren consignados, ó à las personas que por
ordenen á sus provisores puestos en puertos de orden dei monasterio de san Lorenzo ios bande
mar, que cuando los oficiales de nuestra real recibir ó aviar, conforme à su instrucción , y de
hacienda visiten los navios que en ellos entra­ vuelta de viage no consientan pedir ni ílevar
ren, se haden á las visitas para ver y reconocer fletes , ni otros derechos de toda la hacienda
si llevaren libros prohibidos. Y mandamos á los que se trajere procedida de ios libros, y den
dichos nuestros oficiales que no hagan las visi­ luego aviso y noticia particular á la persona ó
tas sin intervención y asistencia de Jos proviso- personas á cuyo cargo estuviere la administra­
res , y de otra forma ninguna persona ios pue­ ción de esta baciendaj para que por su orden se
da sacar ni tener. . acuda con ella á quien la ha de haber.

D. Felipe II y la princesa gobernadora en T allado- D. Felipe II en 'Madrid á 1 0 de marzo de 1574.


lid á 9 de octubre de 1556. Que el presidente y jueces de la casa de •Contrata­
Que los prchulos , audienc ias y oficiales reales re­ ción embarguen los libios del rezo que llevaren, los
conozcan y recójanlos libros prohibidos, conforme navios y den cuenta at Consejo.
d los espurgalorios de la santa Inquisición.
Otrosí mandamos á los presidente y jueces
Nuestros vireyes , presidentes y oidores oficiales de la casa de contratación de Sevilla
pongan por su parte toda la diligencia necesa­ que con mucho cuidado reconozcan, vean y en­
ria , y den orden á los oficiales reales para que tiendan si en algunos de los navios que hacen
reconozcan en las visitas de navios si ilevaren viage á las Indias se llevan breviarios, misales,
144 Libro i. Título xxiin
diurnarios , horas , libros en toua torios ^proce­ nasterio de san Lorenzo, y las sigan con espe­
sionarios y otros del rezo y oficios divinos sin cial cuidado y nos envieu relación de lo que hi­
licencia y orden del monasterio de san Loren­ cieren ' tomen cuentas á las personas que en
zo , y habiendo reoogido y embargado los que nombre del monasterio recibieren y vendieren
hallaren , no los entreguen ni desembarguen los dichos libros, y hagan enviar su procedido
hasta que Nos proveámoslo que convenga. á estos reinos, como se envia nuestra real h a­
cienda, consignado conforme esta proveído por
LEY XI. la ley antecedente. ’
D. Feline 11 en Tomar á 15 de mayo d e/ / 8 1 . °o n LEY X III: ’
Felipe U i en Madrid á 20 de enero de 16J.0. Y en D. Felipe II en el Pardo á 2 de diciembre de 1 5 8 ^
17 do febrero de él. Yéase la ley 27 , tit. 8 , lib. 7.
Que las condenaciones que se aplicaren a la Cantara
0 « e los oficiales reales de las Indias encaminen los dé los que hubieren llevado libros del rezo sin Ucen­
libros fiel rezo donde fueren, dirigidos , cobren s« cia se pongan aparte, y el oidor pueda llevar la que
procedido r lo remitan por cuenta aparte, y que le tocare-
. orden ha de guardar la casa de bevula. .
Mandamos que las condenaciones que hi­
Mandamos á nuestros oficiales reales de los cieren los oidores mas antiguos de nuestras au«
puertos de las indias qne en llegando á ellos al­ diencias contra las personas que hubieren intro­
gunos navios con libros del nuevo rezado, re ­ ducido el nuevo rezado sin guardar la forma re-
mitidos por el monasterio de san Lorenzo, los ferida, se reparta por tercias partes, una para
reciban y pongan todo el cuidado necesario , y nuestra real cámara, otra para el denunciador,
encaminen á las provincias donde fueren diri­ y otra para el juez que sentenciare la causa, y
gidos, y recojan el dinero , plata y oro quede el oidor la ponga en arca y cuenta aparte, y
su procedido remitieren nuestros oficiales de nos avise de la cantidad que fuere, teniendo de
las provincias , y lo envien en los primeros na­ todo muy particular cuidado, y pueda llevar
vios que vinieren á estos reinos, registrado por la que íe tocare como a juez , sin embargo de
cuenta aparte dirigido al presidente y jueces que sea oidor, que Nos dispensamos en este
oficiales de la casa de contratación de Sevilla, caso, y con que no sea ejemplar para otro.
para que lo entreguen a la persona que tuviere
poder legítimo del convento, con orden del co­ ,EY
misario general de la santa Cruzada , adminis­ D. Felipe 111 en Madrid á 11 de febrero de 1609.
trador de esta hacienda sin dilatarlo por ningu­ Que se recojan los libros de hereges , e impida su
na causa ni razón que sea. comunicación.
Porque los hereges piratas, con ocasión de
LEY X IL las presas y rescates, han tenido alguna comu­
nicación en los puertos de las. Indias, y esta es
D. Felipe II en Madrid á 7 de febrero de 1594. Don muy dañosa á la pureza con que nuestros va­
Felipe U i en Aranjuez á postrero ele abril de i b l l sallos creen y tienen la santa fe católica por los
Que el oidor mas antiguo de cada audiencia conozca libros heréticos y proposiciones falsas, que es­
privativamente de las causas sobre introducir libros tarcen y comunican á gente ignorante. Manda­
en las Indias contra el privilegio de San Lorenzo el mos á los gobernadores y justicias, y rogamos
Real.
y encargamos á los arzobispos y obispos de las
Ordenamos y mandamos al oidor mas anti­ Indias Y puertos de ellas, que procuren reço-
guo de cada una de nuestras audiencias, que ger todos ios libros que los hereges hubieren
entienda y averigüe qué personas contravienen llevado ó llevaren à aquellas partes, y vivan con
ai privilegio concedido al monasterio de san mucho cuidado de impedirlo.
Lorenzo el real para im prim ir, traer á estos LEY X V .
reinos, y llevar á los de nuestras Indias Occi­ D Felipe IY en Madrid á l9 de marzo de 1617. Y
dentales, breviarios, misales y otros cualesquier aÚi á 18 de setiembre de 1655. D. Carlos II y ja rei­
libros del rezo, conforme a bieves de su ^anti* na gobernadora alli á 14 de mayo de 1668.
dad y leyes de este titulo, y procedan y conoz­ Que de cada libro que se imprimiere en las Irulias,
can privativamente de los pleitos y causas que se remitan veinte al Consejo.
se movieren, y lo anejo y dependiente, cada Mandamos á los vireyes y presidentes , que
uno en su distrito, egeeutando sus sentencias no concedan licencias para imprimir libros en
cuanto hubiere lugar de derecho, y ios vireyes sus distritos y jurisdiciones, de cualquier ma­
ó presidentes nombren dos ó tres oidores para teria ó calidad que sean, sin preceder la cen­
el conocimiento de estas causas en grado de a pe sura, conforme esta dispuesto y se acostumbra,
Jacion, Y ellos solos las determinen. Y para que y con calidad de que luego que sean impresos,
ten "a cumplido efecto, por la presente inhibi­ entregarán los autores ó impresores veinte li­
mos u los demás oidores y alcaldes del crimen, bros de cada género, y pongan particular cui­
donde los hubiere, gobernadores, corregido­ dado de remitirlos á nuestros secretarios , que
ras^ v otras nuestras justicias y jueces, paja que sirven en el consejo de Indias, para que se re­
no se entrometan en el conocimiento délas di­ partan entre los del consejo. (2 )
chas causas en primera ni en segunda instan­
cia, y las remitan al oidor mas antiguo. Y man­ (2)' La universidad de Lima pretendió tener_de­
damos que las condenaciones se re paitan como recho para hacer imprimir los 1 bros que escriben
está ordenado, y que nuestros fiscales salgan á sus matriculados; y esto se calificó en real orden de
la defensa de estas causas en nombre del mo­ 10 de agosto ae 1785 por muy irregular.
145

LIBRO SEGUNDO.

TITULO P&XME&O.

D e las leyes , pro visio n es , cédulas y ordenanzas rea les.

LEY PR IM ER A . pe II en la ordenanza o i2 . Y D. F elipe IV en esta


Recopilación.
D. F elip e lY en esta Recopilación.
Que se guarden las leyes de Castilla en lo qne no
Que se guarden las leyes de esta Recopilación en la estuviere decidido por las de las Indias.
form a y casos que se refieren .
Ordenamos y mandamos , que en todos los
Habiendo considerado cuanto importa que casos, negocios y pleitos en que no estuviere
las leyes dadas para el buen gobierno de uues- decidido ni declarado lo que se debe proveer
tras Indias, Islas, y Tierra-Firme de el mar por las leyes de esta recopilaciou , ó por cédu­
Océano, Norte y Sur, que en diferentes cédu­ las , provisiones u ordenanzas dadas y no revo­
las , provisiones, instrucciones y cartas se ban cadas para las Indias, y Jas que por nuestra or-
despachado, se juntasen y redujesen á este cuer­ \ ^en se despacharen, se guarden las leyes de
po y forma de derecho, y que sean guardadas, nuestro reino de Castilla conformeá la de Toro,
cumplidas y egecutadas. Ordenamos y manda­ asi en cuanto á la sustancia, resolución y deci­
mos, que todas las leyes en él contenidas se sión de los casos, negocios y pleitos, como á la
guarden, cumplan y egecuten como leyes nues­ forma y orden de sustanciar, ( i)
tras, según y en la forma dada en la ley que vá
puesta al principio de esta Recopilación, y que LEY III.
solas estas tengan fuerza de ley y pragmática D. Felipe III en Valladolid á 26 de noviembre de
sanción , en lo que decidieren y determinaren^ 1602.
y si conviniere que se bagan algunas demás de Que los vireyes hagan guardar en las Indias las le­
las contenidas en este libro, los vireyes, pre­ yes de estos reinos tocantes d minas , siendo conve­
nientes, y envíen relación de j a s que son nece­
sidentes, audiencias, gobernadores y alcaldes sarias.'
mayores nos dén aviso y informen por el conse*
Los vireyes de las Indias comuniquen con
jo de Indias, con los motivos y razones que para
personas inteligentes y experimentadas las le­
esto se les ofrecieren, para que reconocidos se
yes de estos nuestros reinos de Castilla, que dis­
lome la resolución que ;nas convenga y se aña­
ponen en materias de minas \ y si hallaren que
dan por cuaderno aparte. Y mandamos que no
son convenientes, las hagan guardar, practi­
se haga novedad en las ordenanzas y leyes mu­
car y egecutar en todos aquellos reinos, como
nicipales de cada ciudad, y las que estuvieren
no sean contrarias á lo que especialmente se
hechas por cualesquier comunidades y universi­ hubiere proveído para cada provincia, y dis­
dades, y las ordenanzas para el bien y utilidad pongan y determinen lo necesario, y e n esta
de los indios, hechas, ó confirmadas por nues­ forma , y como mas convenga nos envíen rela­
tros vireyes ó audiencias reales para el buen go­ ción muy particular sobre cuales leyes de minas
bierno, que no sean contrarias á las de este li­ se dejan de cumplir en cada provincia, y por
bio , las cuales han de quedar en el vigor y ob­ qué causa, y las razones que hubiere para man­
servancia que tuvieren, siendo confirmadas por dar que se guarden las que tuvieren por-nece­
las audiencias, entretanto que vistas por el con­ sarias.
sejo de Indias, las aprueba o revoca, y e n lo
-que no estuviere decidido por las leyes de esta LEY IY.
El emperador.don Carlos y la princesa doña Juana
recopilación, para las decisiones de las causas y gobernadora en Valladolid á 6 de agosto de 1555.
su determinación, se guarden las leyes de la Re­ Véasp la ley 22 , tit. 2 , üb. 5.
copilación y partidas de estos reinos de Casti* Que se guarden las leyes que los indios tenían an­
lia , conforme á la ley siguiente. tiguamente para su gobierno , y las que se hicieren
de nuevo.
LEY II. -
Ordenamos y mandamos, que las leyes y
EÍ emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
ra en las ordenanzas de Audiencias de 1550. JD. Feli- (1) Véase la ley 66, tit. 15 de este libro.
TO.UO I.
37
146 Libro ii. Título i.
buenas costumbres que antígnamente tenían LEY V IH .
los indios para su buen gobierno y policia , y
sus usos y costumbres observadas y guardadas D. Felipe II en Tomar a 17 de abril de 1581.
despues que son cristianos, y-que no se encuen­ Qua en las provisiones que se despacharen se pon­
tran con nuestra sagrada religión, ni con las gan los titulos del R e y , como por esta ley se or­
leyes de este libro, y las que han hecho y or­ dena.
denado (le nuevo se guarden y egecuten; y sien­ Otrosí mandamos á las audiencias reales de
do necesario, por la presente las aprobamos y las Indias, que en todas las provisiones y títu­
confirmamos, con tanto que Nos podamos aña­ los que despacharen en nuestro nombre, hagan
dir loque fuéremos servido, y nos pareciere poner los títulos en la forma siguiente. Don N
que conviene al servicio de Dios nuestro S«ñor por la gracia de Dios, rey de Castilla, de León,
y al nuestro, y á la conservación y policía cris­ de Aragón, de las Dos-Sicilias, de Jerusalen,
tiana de los naturales de aquellas provincias, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Va­
no perjudicando á lo que tienen hecho, dí alas lencia , de Galicia, de Mallorca, de Sevilla,
buenas y justas costumbres y estatutos suyos. de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de
LEY V. Murcia , de Jaén , de los Algarves , de Algeci-
ra , de G ibraltar, de las Islas de Canaria , de
El emperador don Carlos en Toledo a 1 de diciem­
bre de 1528 , cap. 15. Y á 21 de agosto de 1529. las Indias, Islas y Tierra-Firm e del mar Océa­
no; archiduque de Austria; duque de Borgoña,
Que las leyes que fueren en favor de los indios se de Bravante y M ilán; conde, de Abspurg , de
ejecuten sin embargo de apelación.
Flandes, de Tirol y de Barcelona; señor de
Deseando la conservación y acrecentamien­ V iz c a y a y d e M o l i n a , ócc.
to de nuestras Indias, y con versión de los na­
turales de ellas á nuestra santa fé católica , y LEY IX .
para su buen tratamiento, hemos mandado jun­
D. Felipe IV en esta Recopilación.
tar en esta recopilación todo lo que está orde­
nado y dispuesto en favor de los indios, y aña­ Que las leyes que se dirigen a los presidentes in­
dir lo que ha parecido necesario y convenien­ distintamente , se entiendan corno por esta se de­
clara.
te. Y porque nuestra voluntad es que se guarde,
y particularmente las leyes que fueren en Porque algunas leyes de este libro se diri­
favor de los indios, inviolablemente: Manda­ gen á los presidentes de nuestras audiencias rea­
mos á los vireyes, audiencias, gobernadores, y les de las Indias indistintamente, y algunos
á los (lernas jueces y justicias, que las guarden tienen por facultad nuestra conocimiento en
y cum plan, y bagan guardar, cumplir y ege- las materias de gobierno, y otros están subordi­
catar en todo y por todo , sin embargo de ape­ nados en el todo ó parte de ellas á los vireyes:
lación ó suplicación , so las penas en ellas con­ Declaramos y mandamos, que se hayan de en­
tenidas , y demás de la nuestra merced , y de tender y entiendan conforme á la calidad de
perdimiento de todos sus bienes para nuestra las materias en que dispusieren; y si especial
cámara y fisco, y suspensión de sus oficios. y espresamente no se cometiere su egecucion á
todos los presidentes, no se entienda atribuir­
LEY V I. les mas jurisdicion de <ïue conforme à sus tí­
IX Felipe III en el Pardo á 25 de noviembre de 1609. tulos , estado y gobierno de las provincias les
Que se envien al Consejo las ordenanzas, provisio­ puede pertenecer, conforme á las demas leyes
nes y mandamientos despachados para conservación que sobre esto disponen.
de los indios.
Nuestros vireyes, presidentes y audiencias
LEY X.
nos envíen las ordenanzas, mandamientos y D. Felipe II en Madrid a ;6 de octubre de 1578. Y
provisiones que se han despachado á favor, be­ 1 D. Felipe IV en esta Recopilación.
neficio, alivio, conservación y buen tratamien­ Que declara como se han de ejecutar las cédulas
to de los indios , y en todas ocasiones las que se que se despacharen, según los ministros d quien se
despacharen en forma autentica, dirigidas á cometieren, y no se perjudique al gobierno su­
perior.
nuestro real consejo de las Indias.
M a n d a m o s q u e c u a n d o n u e s tr a s re a le s c é ­
L E Y V II. d u la s h a b l a r e n e n p a r t i c u l a r con los v ir e y e s ,
El emperador don Carlos y el príncipe don Felipe solos ellos e n t i e n d a n e n s u c u m p l i m i e n t o , sin
gobernador à 17 de noviembre de 1555. o t r a i n t e r v e n c i ó n ; y si h a b l a r e n c o n v i r e y y
Que en las Indias se guarden las ordenanzas hechas a u d i e n c i a , ó p r e s i d e n t e y a u d i e n c ia , e n t i e n d a n
para la casa de Contratación de Sevilla , trato y co­ to d o s e n su e g e c u c i o n , c o n f o r m e al p a r e c e r d e
mercio con aquellas provincias. la m a y o r p a r t e q u e se b a i la r e e n la a u d i e n c ia ,
Ordenamos á los vireyes, presidentes y oi­ y el virey ó p resid e n te no te u g a mas q u e u n
dores, que guarden, cumplan, y bagan guar­ Y o to , c o m o los d e m a s q u e allí se h a l l a r e n , y
dar y cumplir en todos sus distritos las orde­ n o p o r esto se c o n t r a v e n g a al g o b i e r n o s u p e ­
nanzas hechas por nuestro mandado para la casa r i o r y q u e r e g u l a r m e n t e c o m e t e m o s a los vic e­
de contratación de Sevilla , trato, y comercio yes y presidentes.
de éstos y aquellos reinos*, que asi es nuestra
voluntad.
De las leyes, provisiones y cédulas. 147
LEY X I. España, que cumplan las cédulas despachadas
en materias de nuestro real servicio, ó á pedi­
D Felipe II en Aranjuez a 16 de mayo de 1571. mento de personas particulares, aunque estén
Que aunque las cédulas hablen con presidente y despachadas ó dirigidas á sus antecesores, como
oidores , los vireyes y presidentes conozcan priva- si á ellos se dirigiesen expresamente.
tivamente de negocios del gobierno, y los alcaldes
del crimen de causas criminales. LEY X IV .
Porque mandamos despachar algunas cédu. D. Felipe II en Aranjuez á 4 de mayo de 1570. Y en
las para negocios de gobierno, y causas crimi­ Madrid á 23 de junio de 1571.
nales, que por ir dirigidas á presidentes y oído- Que los alcaldes del crimen conozcan de las cédulas
res han pretendido conocer todos de los nego­ y provisiones que se dan contra casados y estran -
cios de gobernación y de las causas criminales, geros, aunque vayan dirigidas d presidente y oi­
y nuestro intento no ha sido, ni es, que por dores.
esta causa se mude la orden que está dada en Los vireyes y alcaldes del crimen de las au­
las cosas de gobierno, ni en el conocimiento de diencias de Lima y Méjico, puedan conocer y
las causas criminales: ¿Mandamos, que no em­ conozcan sobre lo contenido en nuestras cédu-
bargante que las cédulas vayan dirigidas à pre­ las y provisiones, para que los casados que re­
sidente y oidores, dejen entender en las cosas siden en las Indias, y no hacen vida marida­
de gobierno à los vireyes y presidentes, y en ble con sus mugeres, y los estrangeros y otras
las causas criminales á los alcaldes de el cri­ personas que hubieren pasado sin licencia y
m en, salvo si en nuestras cédulas se mandare permisión nuestra, sean desterrados de aquellas
particularmente lo contrario. provincias y enviados à estos reinos, y lo ege-
• L E Y X II. cuten, y los oidores no se entrometan á cono­
cer de las dichas causas, y las dejen hacer, sus­
D. Felipe IV en Madrid á 6 de abril de 1638. tanciar y egecutar á los dichos vireyes y alcal­
Que el responder el ministros particulares sobre lo des del crimen, sin embargo de que nuestras
que escriben no perjudica d la jurisdicción de los vi- cedulas ó provisiones se hayan dirigido, ó diri­
reyes, no espresdndose asi. gieren á presidente y oidores.
Los presidentes y visitadores de nuestras
audiencias reales, comprehendidas en los dis­ LEY XV.
tritos que pertenecen á los vireyes del Perú y D. Felipe II en el Pardo á 22 de setiembre de 1573.
Nueva-España, nos escriben algunas veces so­ D. Felipe IV en esta Recopilación.
bre materias de gobierno, hacienda, conserva­ Qwe dd form a al cumplimiento de las cédulas y pro­
ción y utilidad de los indios, y otras de calidad, visiones en caso de supresión ófundación de audien­
que no tocan á la administración de la justicia cias reales.
ó comisiones que están á su cargo , y con cual­
quiera respuesta nuestra pretenden, que Nos kos gobernadores que Nos eligiéremos y
les hemos encargado aquellos negocios sobre nombráremos en lugar de las reales audiencias,
que escribieron: Declaramos y mandamos, que que convenga suprimir ó rem over, cumplan,
por haberse respondido en algunas de las cosas guarden y ejecuten, hagan guardar , cumplir
sobredichas à los presidentes ó visitadores, no y ejecutar todas las cédulas y provisiones que
es de la intención y voluntad nuestra darles estuvieren despachadas por nuestro mandado á
mas jurisdicion de la que les toca en las mate­ las reales audiencias, como si à ellos fuesen di­
rias de justicia, ni quitar la de gobierno que rigidas ; y si las audiencias se fundaren en
pertenece à los vireyes , y que la egecución en Ingar de los gobernadores, se guarde la misma
as materias y puntos de esta calidad , aunque regla por las audiencias, que asi conviene á
nuestro real servicio.
los hayan propuesto los vireyes y visitadores ú
otras cualesquier personas ministros de las In­ LEY X V I.
dias, y a ellos hayan ido ó vayan las respues­
tas , ha de correr por mano y autoridad de los D. Felipe III en Madrid á 3 de junio de 1620. Don
Felipe IV en Madrid a' 11 de junio de 1621.
vireyes en todos los casos y cosas que miraren
a su gobierno, excepto si en las cédulas y des­ Que las cédulas incitativas tengan el efecto que se
pachos por alguna causa particular expresa­ declara.
mente no se dijere y ordenare lo contrario. Y
asi se guarde precisa é inviolablemente. Declaramos y mandamos que cuando por
Nos se proveyeren y mandaren .despachar cédu­
ley X III. las incitativas para escitar y advertirá nuestros
ministros que deshagan los agravios hechos á las
^ e.o a 9 de diciembre de 1583 Y partes , y provean lo que fuere justicia: si la re­
en Menda a 12 de mayo de 1580. D. Felipe 111 en lación no fuere cierta, ni el agravio verdadero,
d r 161!.
de i t í í i etT<Fí.b A dlIV
D. Felipe V U,lÍ°rode.
en Madrid *?A2*
á 18Y «deíyPd« j«nio
febrero de los ministros á quien toca dejen las cosas en el
1628. estado que estaban, y nos informen de lo que
Que los vireyes cumplan L s cédulas dirigidas d sus conviene y pasa*, y e n las cédulas ordinarias
antecesores , como si d ellos se dirigiesen espresa­ incitativas á que se baga justicia á las partes no
mente. se mude la jurisdicción del juzgado ni estado
de la causa , aunque solo se dirijan á vireyes
Mandamos á los vireyes del Perú y Nueva- ó presidentes. 3
148 Libro 11 Titulo i.
do antes que hayamos hecho las mercedes como
LEY X V II. las sentenciasen cuya virtud se dieren por va­
Kl emperador don Carlos y el príncipe gobernador cos, se pronuncien despues que las hubiéremos
en Madrid à 5 do junio de 1552. Véase la ley 14, hecho.
til. 2 , lib .3 .
LEY XXL
Que con las personas que, llevaren cédulas de reco­
mendación se haga conforme d sus méritos. D. Felipe III en Lerma á 11 de noviembre de 1612
Cuando Nos fuéremos servido de mandar Que las cédulas de renta con antelación se cumplan
que se despachen cédulas de recomendación en por su antigüedad, y despues lación.
las demás sin ante­
favor de los que pasaren á poblar nuestras In ­
dias , y en virtud de ellas pretendieren ser pro­ Mandamos que habiéndose primero y ante
veídos à corregimientos y otros cargos , ios vi- todas cosas desempeñado nuestra caja real de
i’eyes, audiencias y gobernadores á quien fue­ los pesos que en ella se pagaren, en el ínte­
ren cometidas hagan lo que vieren que convie­ rin que vacan indios , para cumplir las merce­
ne y hubiere lugar, según la calidad desús per­ des que estuvieren hechas ó hiciéremos con es­
sonas, méritos y servicios. (2) ta calidad (porque estas han de ser preferidas,
y se les lia de encomendar primero la concur­
LEY XVIII. rente cantidad, para que nuestra hacienda
D. Felipe 111 on Madrid á 18 de abril de 1617. quede descargada de los indios , que despues
Que no se cometan d las audiencias las libranzas y de cumplidas las mercedes vacaren ) se cumplan
cédalas de mercedes en tributos vacos. las que estuvieren hechas con el privilegio de
antelación por su antigüedad conforme al tiem­
Ordenamos y mandamos que nuestras cédu­ po y data de las cédulas que para ello estuvie­
las y libranzas de merced en tributos de indios ren despachadas, prefiriendo las mas antiguas á
vacos no váyan dirigidas à las reales audiencias, las mas modernas, y que despues de cumplidas
porque tenemos entendido que con esta ocasión las privilegiadas se cumplan las demas que es­
se entrometen en las cósasele gobierno. tuvieren hechas á otras personas sin antelación,
LEY XIX. según y como en ellas ordenáremos.
I). Felino II en Madrid á 30 de diciembre de 1571. LEY X X II.
Y á 5 de octubre de 1592.
'D. Felipe III en Madrid á 3 de junio de 1620.
Que las cédulas de mercedes mandadas situar en re­
partimientos no perjudiquen al derecho de los mas Que no se cumplan las cédulas en que hubiere obrep­
antiguos, si el Rey no mandare en ellas otra cosa. ción ó subrepción,
Porque nuestra voluntad é intención no es Los ministros y j ueces obedezcan y no cumplan
perjudicar por ninguna cédula que diéremos en nuestras cédulas y despachos en que interviuie*
favor de algunas personas , para que se les ha­ ren los vicios de obrepción y subrepción, y en
ga merced de los primeros indios que vacaren la primera ocasión nos avísen de la causa por
al derecho de los que son mas antiguos en las que no lo hicieren.
Indias, y nos lian servido mas en ellas, y no han
sido gratificados, estarán advertidos de ello los
L E Y X X III.
vireyes y gobernadores , para que sepan nues­ D. Felipe II en el Escorial à 17 de mayo de 1564.
tra intención y voluntad , lo cual no se ha de Que las cédulas reales vayan señaladas, y las pro­
entender cuando mandáremos dar algunas cé­ visionesfirmadas por los del Consejo, y sin esta so­
dulas con prelacion y antelación á todoslos de- lemnidad no se cumplan.
masque las tuvieren, que se hará raras veces, Nuestras reales cédulas se despachen seña­
y con la advertencia y justificación conveniente ladas , y las provisiones firmadas de los de el
que en este caso se han de cumplir las cédulas, nuestro consejo real de las Indias, y las que no
anteponiéndose los que las tuvieren, no solo tuvieren esta solemnidad sean obedecidas yjno
á los demas que tengan cédulas, si no á los que cumplidas, y los vireyes, presidentes y oido­
no las tuvieren, aunque parezca á los vireyes res, y otros cualesquier jueces y justicias de las
que son mas antiguos ó m3s beneméritos. Indias asi lo guarden, cumplan y ejecuten.
LEY XX. LEY X X IY .
D. Felipe II en Madrid á 7 de junio de 1570.
El emperador don Carlos en Monzón a 5 de junio de
Que las cédulas de mercedes en indios vacos se en 1528. I), ¿’elipe IV en Madrid á 5 de junio de 1622.
tiendan también en los que hubiere pleito pendiente" Que se egecuten las cedidas del Rey en las Indias
Declaramos que las cédulas de mercedes he­ sm embargo de suplicación, no siendo el daño irrepa
rabie ó escandaloso.
chas por Nos en indios vacos se deben cumplir
también en las encomiendas sobre que hubiere Los vireyes, presidentes y oidores, alcal­
pleitos pendientes, aunque se hayan comenza- des del crim en, gobernadores , corregidores y
alcaldes mayores de las Indias antes de ser re­
(♦2) Porque estas recomendaciones se desprecia­ cibidos al uso y ejercicio de sus oficios, juren
ban también demasiado se mandó en ical orden de que guardarán, cumplirán y ejecutarán nues­
10 de junio de 1789, que anualmente se enviase lis­ tros mandamientos, cédulas y provisiones da­
tas de ellas con informes de las calidades de los reco­
mendados para los efectos convenientes. das à cualesquier personas, de oficios y merce-
De las leyes 9 provisiones y cédulas. i49
des , y de otra cualquier calidad que sean, cu­ y claiidad, todas las cédulas y provisiones que
yo cumplimiento les locare, y luego que las se les han enviado y enviaren tocantes á nues­
vean ó les sean notificadas, las guarden, cum­ tra real hacienda, y tengan mucho cuidado y
plan y ejecuten \ y hagan guardar , cumplir y diligencia en su cumplimiento y ejecución, pues
ejecutar en todo, según su tenor y forma, y no tanto conviene a nuestro real servicio.
hagan cosa en contrario, so las penasen ellas
contenidas, y mas de la nuestra merced y per­ L E Y X X IX .
dimiento de la mitad de sus bienes para nues­ D. Felipe IV en Madrid á 3 de diciembre de 1630.
tra cámara y fisco 5 pero si fueren cosas de que Y á 12 de agosto de 1635.
convenga suplicar , damos Iiceneia para que lo Que las cedidas enviadas a vireyes y presidentes se
puedan hacer, con calidad ele que por esto no pongan en ios archivos y libros de las audiencias.
se suspenda el cumplimiento y ejecución de las
cédulas y provisiones, salvo siendo el negocio Ordenamos y mandamos á los vireyesy p re­
de calidad que de su cumplimiento se seguiria sidentes que hagan poner y pongan en los ar­
escándalo conocido, ó daño irreparable, que chivos todas las cédulas y otros cualesquier des­
en tal caso permitimos, que habiendo lugar de pachos que por Nos se les hubieren enviado, ó
derecho, suplicación, é interponiéndose por á sus antecesores, y enviaren de aquí en adelan­
quién y cómo deba , puedan sobreseer en el te en libro aparte, para que nuestros fiscales
cumplimiento y no en otra ninguna forma so la pidan su cumplimiento, y los demas efectos
dicha pena. que convengan. ( 1)
LEY X X V . LEY XXX.
D. Felipe II en Madrid á 9 de junio de 1567. El emperador don Carlos y el cardenal gobernador
en Madrid á 15 de abrí! de 1540. En Talavera á 13
Que las audiencias respondan luego d las cédulas y
de febrero de 1541. D. Felipe I líe n el Pardo á 21 de
provisiones, y las hagan volver d las partes. noviembre de 1600.
Los presidentes y oidores respondan y ha­ Que se dén copias autorizadas de las cédulas y pro­
gan asentar la presentación y obedecimiento á visiones de gobierno d las ciudades, villas y lugares,
nuestras cédulas y provisiones reales luego que y ~dc las ordenanzas de audiencias.
sean pretentadas, y hagan que los escríbanoslas Mandamos que de todas nuestras cédulas y
vuelvan á las partes sin dilación. provisiones despachadas y que se despacharen,
LEY X X V I. y de las provisiones de nuestros vireyes y pre­
sidentes gobernadores, que tocaren al gobierno
D. F elipe IV en Madrid á 9 de febrero de 1622. y bien de las ciudades, pareciendo á las audien­
Que las audiencias se abstengan de representar al cias, que son comunes á toda la tierra, hagan
Consejo inconvenientes de derecho en egecucion de sacar copias autorizadas y signadas en pública
cédulas. form a, y las dar y entregar á las ciudades, vi­
Nuestras reales audiencias se abstengan de llas y lugares de sus distritos que las pidieren,
representarnos inconvenientes y razones de de­ pagándolos derechos, que justamente deben,
recho en lo que por Nos les fuere mandado, à los escribanos, para que las pongan en ios ar­
rnes cuando lo disponemos y ordenamos están chivos y libros de cabildo, y lo mismo se guar­
fas materias mas bien vistas y mejor entendidas, de en las ordenanzas de las audiencias, para
y asi lo guarden y observen precisa y puntual­ que se sepa y guarde lo que contienen.
mente.
LE Y X X V II. LEY X X X I.
El emperador don_Carlos y la reina en Valladolid á
D. Felipe III en San Lorenzo á 17 de mayo de 1609. 24 de^ julio de 1550. El emperador don Carlos y el
Ordenanza 31 de Contadurías. Para esta ley y la si­ principe gobernador en su nombre en Valladolid á
guiente se vea la ley 86 , tit, 1 , lib. o. l . ° de setiembre de 1548.
Que las cédulas y ordenanzas de los tribunales de Que los cabildos y regimientos tengan archivos de
Cuentas se pongan originales en ¿os archivos de las cédulas y escrituras , y estén las llaves en poder de
reales audiencias. las personas que se declara.
.Ordenamos y mandamos que se pongan ori­ Ordenamos y mandamos á los cabildos y
ginales en los archivos de las reales audiencias regimientos de las ciudades y villas, que hagan
las cédulas y ordenanzas que por nuestro con­ recoger todas las cédulas y provisiones por los
sejo real de las Indias se enviaren á los tribu- señores reyes nuestros antecesores, y por Nos
dales de cuentas, y á los contadores se les dé co­ dadas en beneficio y privilegio de sus comuiii-
pia autorizada, con fédeque las originales que­ dades, y las demas escrituras y papeles que
dan en los archivos. convengan, y hecho .inventarío de ellas las pon­
LEY X X V III. gan en un archivo ó arca de tres llaves , que la
una tenga un alcalde ordinario por el año que
D. Felipe II en Madrid a' 23 de junio de 1571. Y en
Aranjuez á29 de mayo da 15/4-. Contesta la ley 160, ha de servir su oficio, otra un regidor, y otra
tit. 15 de este libro. el escribano del cabildo ó ayuntamiento , don­
Que las cédulas y provisiones tocantes á la hacienda de esten en buena forma y un traslado del in-
real se pongan en libro aparte.
Es capítulo de residencia la comisión de esta
Los presidentes y audiencias reales recojan lef^ or cédula de 14 de abril de 1690.
y hagan poner en libros aparte, con distinción case la ley 7, tit. 18 de este libro.
TOMO I. 38
£50 Libro ii. Titulo i.
ventarlo esté fuera del archivo, para que fácil­ que en esta razón estuviere proveído por ellos,
mente se pueda saber lo que contiene; y no pu­ y los prelados de sus iglesias sus antecesores, y
diéndose hallar en la provincia algunas provi­ por los cabildos, y lo que en adelante proveye­
siones, cédulas, ordenanzas ó instrucciones, las ren, nos envien copias auténticas y legalizadas,
pidan á los presidentes y oidores de las audien­ para que visto todo por los de nuestro consejo,
das del distrito, los cuales les envien traslados se tenga la noticia necesaria del estado de cada
de ellas autorizados, y los cabildos nos avisen cosa, avisándonos juntamente los unos y los;otros
de las que conviniere enviar originalmente. si se ha usado y usa de las dichas ordenanzas,
acuerdos, constituciones, autos y decretos; y si
LEY X X X II. de algunos resulta perjuicio á nuestro patro­
El emperador don Carlos y la princesa gobernado­ nazgo real ó á otra materia pública.
ra en Madrid á 3 de diciembre de 1548. C. Felipe II
en la ordenanza 49 de Audiencias de 1563. Y la or­ LEY XXXV.
denanza 56 de Audiencias de lo96. D. Felipe IV en S. Lorenzo á 20 de octubre de 1633.
Que se guarden las ordenanzas de las ciudades y po­ Que las cédulas despachadas para el gobierno de ca­
blaciones por tiempo de dos años, y se pida confir­ da provincia se asienten en los libros del estado ecle­
mación de ellas en el Consejo. siástico y secular, cada uno por lo que le toca.
Las audiencias reales vean y examinen las Todas nuestras cédulas dadas y que se die­
ordenanzas que hicieren las ciudades, villas y ren para las provincias de las Indias en materias
poblaciones de sus provincias para su buen go­ de gobierno eclesiástico ó secular, dirigidas á
bierno; y bailando que son justas, y que se de los obispos y cabildos eclesiásticos, ó á las justi­
ben guardar, las hagan cumplir y ejecutar por cias 6 gobernadores, cabildos seculares y oficia­
tiempo de dos años, y las remitan a nuestro real les de nuestra real hacienda , se asienten y es­
consejo de Indias, para que en cuanto á su con­ criban en los libros de eabildo de las catedrales
firmación provea lo que convenga. (4) y cabezas de gobierno secular, cada uno por lo
que le tocare, y las autoricen en pública forma
LE Y X X X III. y manera que hagan fe, y las originales se guar­
D. Felipe II en Madrid á 4 de agosto de 1561. Y en den con todo cuidado.
el Pardo a 21 de julio de 1570.
Que se egecuten las ordenanzas confirmadas ó he­ LE Y X X X V I.
chas por los vireycs, sin embargo de apelación, has­
ta la revista. D. Felipe II en Aranjuez á 24 de mayo de 1574.

Porque las ciudades, villas y lugares de las Que al principio del año hagan leer los gobernadores
las ordenanzas.
Indias presentan algunas veces sus ordenanzas
ante nuestros vireyes, los cuales las confirman, Mandamos que los gobernadores de nuestras
y otras veces las hacen de nuevo en materias de Indias y sus tenientes hagan leer las ordenanzas
Gobierno: Mandamos que si se apelare de ellas en sus gobernaciones por lo menos una vez al
para las audiencias reales donde los vireyes pre­ principio de cada año, y asistan los susodichos
sidieren, se guarden, cumplan y ejecuten, has­ y los demas ministros de la república, y los es­
ta que por justicia se vean y determine en re­ cribanos y procuradores, para que sepan y en­
vista por las audiencias lo que se debe hacer, y tiendan lo que está ordenado y proveído para
despues se ejecute lo proveído por la ley ante­ su buen gobierno y administración de justicia,
y que se guarde y cumpla, y los escribanos de
cedente. gobernación las lean y pongan por auto en for­
L E Y X X X IV . ma que baga fé de que asi se ha ejecutado.
D. Felipe 111 en Madrid á 8 de marzo de 1619.
Que los vireyes, audiencias, prelculos y cabildos en­ LEY X X X V II.
vien al Consejo las ordenanzas y autos de gobierno, D. Felipe 11 en Segovia á 8 de junio de 1592.
que tuvieren y fin eren haciendo.
Que en el Perú se guarden las ordenanzas del virey
Para que en todo se provea lo que mas con­ D. Francisco de Toledo.
venga al servicio de Dios nuestro Señor , bien
de la causa pública, y conservación de las lu ­ Los vireyes del Perú vean y hagan guardar
dias : Mandamos á nuestros vireyes, presiden­ y cumplir todo lo ordenado por D. Francisco
tes y oidores, que con intervención de los fis­ de Toledo, virey que fue de aquellas provincias
cales hagan sacar traslado de todas las ordenan­ en la visita general que hizo en materias de go­
zas y demas autos y acuerdos con que se gober­ bierno espiritual y temporal y guerra, y admi­
naren y tuvieren proveídos para la conservación nistración de nuestra real hacienda, y otras to­
de la tierra, y administración de la justicia, y nos cantes al bien común. Y porque en muchas de
le envien autorizado y en lorma que haga le; y ellas no se guarda lo proveído, y en otras se
siempre que determinaren en el acuerdo al­ han introducido novedades, de que resultan
gún auto tocante al gobierno publico, sobre graves inconvenientes, es nuestra voluntad que
materias que bagan regla ó se de orden para lo en todo lo que no estuviere derogado por las
venidero, nos avisen de ello con los motivos en leyes de este libro, ó por otras cualesquier nues­
que se hubieren fundado. Y rogarnos y encar­ tras órdenes , se guarden y cumplan precisa­
gamos á los arzobispos y obispos que de todo lo mente ; y si les pareciere que por la mudanza
de los tiempos, ú otra justa causa, es necesario
enmendar o proveer nuevamente, nos den avi*
(1) Véase la ley 17, lit. 5, Hb. 4.
De ïas leyes provisiones y títulos. 151
so, para que en nuestro consejo de las Indias LEY X L I.
se provea lo que convenga.
D. Felipe IV en Madrid á 30 de diciembre de 1619.
LEY X X X V III.
Qííc los vireyes , gobernadores y oficiales reales, ar­
D. Felipe 111 en el Pardo á 14 de diciembre de 1613. zobispos, obispos, deanes y cabildos eclesiásticos sede
Que los vireyes, audiencias y gobernadores avisen vacantes, envien con sus cartas copias de las cédulas
al Consejo de Indias de lo que por otros Consejos se y ordenanzas que hubiere sobre ¿as materias y ne­
les escribiere gocios en que escribieren al Rey.
Mandamos á los vireyes, presidentes, y au­ En nuestro consejo real de las Indias se ha
diencias y Gobernadoras, que sucediendo al­ conocido que en muchas cartas escritas á Nos
gun caso en que por otro consejo que no sea el por los vireyes, presidentes, gobernadores, ar­
nuestro de las ludias, se les escribiere sobre zobispos, obispos y oficiales de nuestra real ha­
cualquier cosa ó m ateria, nos avisen de la cor­ cienda en materias eclesiásticas, seculares , de
respondencia que tuvieren, advirtiendo que en gobierno, gracia, guerra y hacienda de su car-
la sustancia ni el modo de ella los demas conse­ go, al principio , o en su discurso alegan , que
jos no adquieran ninguna jurisdicción, y cum ­ lo que refieren está dispuesto por ordenanzas
plan corno deben la obligación que tienen de y cédulas reales, y en unas no citan las fechas
guardar las leyes y ordenanzas de las Indias. de ellas, y en otras lo hacen con tanta incerti-
dumbre, que cuando se piden por el consejo ó
LEY X X X IX junta de guerra de Indias, sucede muy de or­
D. Felipe III en Madrid á 15 de diciembre de 1614* dinario no hallarse por este defecto, ó por fal­
D. Felipe IV en Barcelona á 23 de abril de 1626. Y
en Valencia á 20 de noviembre de 1645. tar algunos libros antiguos, con que se dilata
mucho el espediente de ios negocios. Y para que
Q«e no se cumpla cédula ni despacho de otro Conse- se pueda tomar con entero conocimiento de cau­
jo que nofu ere pasado por el de Indias, y lo mismo sa, y la brevedad <jue conviene á nuestro real
se egecute con ¿os despachos de visitadores de las
ordenes militares; y en cuanto d provisiones para servicio y causa publica, mandamos á ios vire-
informaciones no se haga novedad por ahora. yes, presidentes, gobernadores y oficiales de
nuestra real hacienda, y rogamos y encargamos
Mandamos á los vireyes, presidentes y oi­ á[los arzobispos, obispos, y á los venerables
dores, gobernadores y justicias de las Indias, que deanes y cabildos sede-vacantes, que cada uno
obedezcan y no cumplan las cédulas, provisio­ por lo que le toca, demas de citar puntual y
nes y otros cualesquier despachos dados por ajustadamente en sus cartas las cédulas y orde­
nuestras reales consejos, sino fueren pasados nanzas que hubiere en razón de lo que nos es­
por el de las Indias, y despachada por él nues­ cribieren , envien juntamente con ellas copias
tra real cédula de cumplimiento, y de ningu­ auténticas de las dichas cédulas y ordenanzas,
na forma permitan que se use de comisiones para que con esto se pueda tomar mas breve y
dadas y que se dieren por el consejo real de las acertada resolución, y asi se guarde, si el pun-
Ordenes para visitar los comendadores, caba­ to no estuviere decidido por las leyes de este
lleros y frailes de ellas, sin preceder este despa­ libro.
cho , y las recojan y remitan originales á nues­
tro consejo de Indias, y constando que los vi­ Qae para hacer leyes precedan entera noticia
sitadores hubieren pasado i aquellas provincias de ¿o ordenado en la materia, parecer é infor­
sin licencia nuestra , despachada por el dicho me si en la dilación no hubiere inconveniente,
consejo de Indias, los hagan venir luego á es­ ley 12, iit. 2 de este libro.
tos reinos, y no los consientan en ellas. Y en Que las leyes que se hicieren para las Indias
lo que toca á las provisiones para informaciones sean lo mas conformes que ser pudiere á las
de hábitos, por ahora no hagan novedad hasta de estos reinos, ley 13, tit. 2 de este libro.
que tengan orden. 5) Que para hacer leyes ó derogarlas no baste la
LEY XL. mayor parte de votos del consejo , sino que
concurran en un parecer las dos partes
D. Felipe IV en Monzon á 8 de marzo de 4626. de tres, y consulta, ley 15, tit. 2 de este li­
Que no se guarden en las Indias las pragmáticas de bro.
estos reinos que no estuvieren pasadas por el Con­ Que las leyes y provisiones se publiquen donde
sejo. y cuando convenga) salvo si pareciere que al­
Otrosí mandamos á los vireyes, presidentes, guna sea secreta , ley 24 , tit. 2 de este li­
audiencias, gobernadores y otras cualesquier bro.
justicias de todas nuestras Indias, Islas y Tierra Que el consejo procure saber como se ejecuta
birm e del mar Océano, que no permitan se lo proveicb, y castigue á quien no lo guarda­
ejecute ninguna pragmática de las que se pro­ re ley 25, tit. 2 de este libro.
mulgaren en estos reinos, si por especial cédula Que lodos los del consejo firmen las provisiones
nuestra, despachada por el consejo de Indias y cédulas que hubieren librado, aunque no ha­
no se mandare guardar en aquellas provincias. y a n intervenido en la determinación , ley 66,
tit. 2 de este libro, y no se pasen por el sello
(5) Por cédula de 8 de agosto de 90 se ha recor­ y registro sino estuvieren firmadas por ¿o me­
dado la. observancia de eHa ley y siguiente con mo­ nos del presidente y cuatro consejeros, y re­
tivo de la impresión del libro del licenciado £>. José frendadas del secretario, ley 5, tit. 4 de este
.Lebrón sobre la pragmática de matrimonios. libro.
152 Libro ii. Títnlo i.
Que las provisiones de justicia para estos reinos j Las órdenes y cédulas generales se envien por
no las firm e el rey, y para las Indias vayan mano de los vireyes, no habiendo inconve­
firmadas como las de gracia y gobierno, ley niente, y cuando por alguna causa no se pu­
23, tit 6 de este libro. diera hacer, se envíe d los vireyes copia de
Que los contadores tomen la razón de las mer­ lo que se ordenare *,pero esto no se entienda
cedes en hacienda real, y en las cedidas se de las audiencias pretoriales, auto 30.
ponga por cláusula especia!, ley 22, tit. 11
de este libro.

TITULO SEOUJSOO.

D e el consejo real¿ y ju n ta de g u erra de In dias,

LEY P R IM E R A . los usaran bien y fielmente, y guardarán las or­


denanzas del consejo, hechas y que se hicieren,
El emperador don Carlos y la reina doña Juana ano y el secreto de él. ( i)
de i b h . í). Felipe 11 en el Pardo á 24 de setiembre
d e l 5 7 l .E » l a ordeMiati/.a primera de^el Consejo. Y LEY ; II.
O. Felipe IV en las de 1(536.
D. Felipe II en 1*» ordenanza 2 de el Consejo. Y don
Que el Consejo real de las Indias resida en la corte Felipe IV en las de 1636.
y tenga los ministros y oficiales que esta ley declara.
Considerando los grandes beneficios y mer- ¡ Que el Consejo tenga la suprema jurisdicción de las
Indias, y haga leyes, y examine estatutos, y sea
cedes que de la benignidad soberana hemos re­ obedecido en estos y aquellos reinos.
cibido y cada día recibimos con el acrecenta­
miento y ampliación de los reinos y señoríos de Porque los del nuestro consejo de las Indias,
nuestras Indias, y entendiendo bien la obliga- con mas poder y autoridad nos sirvan y ayuden
cion y cargo que con ellos se nos impone, pro­ á cumplir con la obligación que tenemos al bien
curamos de nuestra parte (despues del layor di­ de tan grandes reinos y señoríos. Es nuestra
vino) poner medios convenientes para que tan merced y voluntad, que el dicho consejo tenga
grandes reinos y señoríos sean regidos y gober­ la jurisdicion suprema de todas nuestras Indias
nados como conviene. Y porque en las cosas del Occidentales, descubiertas y que se descubrie­
servicio de Dios nuestro Señor y bien de aque­ re n , y de los negocios que de ellas resultaren
llos estados, se provea con mayor acuerdo, de­ y dependieren, y para la buena gobernación y
liberación y consejo : Establecemos y ordena­ administración de justicia pueda ordenar y ha­
mos que siempre en nuestra corte resida cerca cer con consulta nuestra las leyes , pragmáti­
de Nos nuestro consejo de las Indias, y en e cas, ordenanzas y provisiones generales y par­
un presidente de él: el gran canciller de las In­ ticulares, que por tiempo para el bien de aque­
dias, que lia de ser también consejero ; y los llas provincias convinieren. Y asimismo ver y
consejeros letrados, que la ocurrencia y necesi- ^ examinar, para que Nos las aprobemos y m an­
dad de los negocios demandaren, que por aho­ demos guardar, cualesquier ordenanzas, cons-
ra sean odio : un fiscal y dos secretarios: un
teniente de gran canciller, que todos sean per­
sonas aprobadas en costumbres, nobleza y lim­ / n La ultima planta de este C onsejo, nuevas
.¿rogativas, aumento de plazas y demas en él y
pieza de lina ge, temerosos de Dios, y escogidos ifArcA 1et pPilula dé 1Ò cic scticfli*
en letras y prudencia: tres relatores, y un es­ 1 j.r<73
cribano de cámara de justicia, espertes y dili­ e¿ n céduía de 6 de abril de 1776, se aumentó el
gentes en sus oficios, y de la fidelidad que se i mero de ministros de este Consejo hasta el de 14,
n que se forman dos sdas de gobierno y otra de
requiere: cuatro contadores de cuentas hábiles sticia. Sobre las facultades del Consejo véase el de­
y suficientes, y un tesorero general: dos soli­ d o de 20 de enero y 11 de setiembre de 181/ , en
citadores fiscales, un coronista mayor y cosmó­ ie se creó la via reservada y secretaría del Dcspa-
. » i» _ _____ 1 * _ 1~ s w I s L i l o . rlf» i S r l A I l l i l V Q
grafo*, y un catedrático de matemáticas, un ta­
sador de los procesos, un abogado, y un pro­ 1 A""47 *
* e En decreto de 17 de abril de 1812 espedido por
curador de pobres : un capellán que diga misa las Cortes se suprimió éste como los demas Cou-
al consejo en los dias de él; cuatro porteros y un
alguacil, los cuales todos sean de la habilidad y SCJ°Ei Sr. D. Fernando V il !e mandó restablecer por
suficiencia que se requiere *, y antes de ser ad ­ decreto de 2 de julio de 1814, y últimamente se ha
mitidos à sus oficios , llagan juramento de que vuelto á suprimir por S. i\l. la rciua gobernadora.
Del consejo y tu uta ele guerra. lo o
tituciones y otros estatutos que hicieren los pre­ ruado à la corona ante el vicario de esta villa
lados, capítulos, cabildos y conventos de las reli­ de Madrid , que despachó letras inhibiendo al
giones’, y nuestros vireyes, audiencias, concejos y dicho nuestro consejo de Indias, tuvo por bien
otras comunidades de’las Indias , en las cuales y de mandar, que asi en este negocio, como en
en todos los demás reinos y señoríos en las cosas y todos los demás que ocurriesen, pendiesen y
negocios de lu d ias,. y dependientes de ellas, se tratasen en é l , en que los jueces eclesiásti­
el dicho nuestro consejo sea obedecido y acata­ cos de estos reinos intentasen proceder contra
do t asi como lo son el consejo de Castilla y los los de el dicho nuestro consejo, inhibiéndolos
otros nuestros consejos en lo que les pertenece, ó dando carias en cualquier manera.conti*a el
y que sus provisiones y mandamientos sean en fiscal y oficiales de é l, ó contra las partes que
todo y por todo cumplidos y obedecidos en to- siguiesen las causas por razón de los negocios
d a s ° p a rje sy en estos reinos y en aquellos, y que en el pendiesen, y de que conociesen los
pór'todas y cüaíesquier personas. de el dicho nuestro consejo, pudiesen dar y
diesen las cédulas , provisiones, autos y mam-
ley ni. da inien tos, que les pareciese; convenir y ser ne­
D . Felipe II en la ordenanza 24 de el Consejo. Y en
cesarios para que los jueces eclesiásticos no pro­
San Lorenzo á 22'de setiembre de 15S4. Y don F e- siguiesen y desistiesen de ellos, procediendo al
lipe IV en los de 1636. Y en esta Recopilación. cumplimiento de lo que proveyesen por los me­
Que ningún consejo, chancillerta, audiencia, juez ni dios y vías mas convenientes, de forma que tu­
justicia de estos reinos, sino el .Consejo de las Indias, viesen cumplido efecto las órdenes y provei­
conozca de negocios de. filias. ■ mientos del dicho nuestro consejo, Y despues
Ordenamos y mandamos, que ninguno de por las ordenanzas antiguas de e l, despachadas
nuestros reales consejos ni tribunales , alcaldes en veinte y cuatro de setiembre de mil y qui­
de nuestra casa y corte, cbancillertas, ni au­ nientos y setenta y uno, y por las de primero
diencias, ni otro juez alguno, ni justicia de to­ de agosto de mil seiscientos y treinta y seis, con
dos nuestros reinos y señoríos, se cntrometán Nos co n su ltad asse dispuso que: ningún juez,
á conocer, ni conozcan de negocios de Indias, eclesiástico se entrometiese á inhibir á los del •
ni cosas pertenecientes á nuestro onsejo de In­ dicho nuestro consejo en los negocios que en él
dias por demanda, ni querella, ni en grado de. se tratasen, los cuales pudiesen despachar para
apelación, ni por vía ordinaria, ni egecutj.vá, ello las cédulas y provisiones necesarias, y en .
en prim era, ni en segunda, ni en otras ins­ los pleitos y negocios tocantes a Indias, de que
tancias, sino que luego que vinieren y se pu­ conociesen en estos reinos jueces eclesiásticos,
sieren ante ellos, los remitan todos al dicho pudiesen librar las provisiones ordinarias, para
nuestro consejo de Indias. Y mandamos á los que alzasen las fuerzas que en ellos hiciesen. Y
escribanos de los alcaldes de corte, y escriba­ estando la materia en este estado, el dicho año
nos de provincia, y de el número, y otros cua­ de seiscientos y treinta y seis se ofreció una
lesquiera queseau, que siempre que nuestro competencia entre nuestros consejo dé Castilla
consejo de Indias los mandare llamar para que é Indias, sobre á quien tocaba el conocimiento
hagan relación en él de cualesquier negocios y por via de fuerza de ciertos mandamientos de
pleitos que ante ellos estuvieren ó pasaren, que inhibición, despachados por el Nuncio-de su
en cualquiera forma toquen ó conveugan á co­ Santidad á pedimento dei recibidor de la re!i- .
sas de las ludias, vayan personalmente á hacer, gion de san Juan, sucesor en el derecho de. los
y hagan en él relación de los dichos pleitos y bienes de don Juan Guíral, caballero de la mis­
negocios ,. y sobre lo susodicho no se les ponga ma orden, contra el juez de cobranzas de nues­
ni consienta poner impedimento alguno. tro consejo de Indias , que por su orden proce­
dia contra los bienes del dicho don Juan Güi­
LEY IV. ra 1, sobre cobranza de maravedís que el dicho
D. Felipe IV en las Ordenanzas de 1656. Y en II de don Juan Guiral debia à nuestra real hacienda,
julio de 1651, y en cédalas de 7 y 14 de noviembre de como fiador de don Francisco Maldonado, des­
ol dicho año. Acuerdos del Consejo 1G9 y 170. cubridor de las provincias del Darien, y para
Que, el Consejo de Indias conozca de lasfuerzas ecle­ determinar esta duda se llevaron los autos a la
siásticas , y ningún juez eclesiástico le inhiba sobre junta general de competencias que proveyó un
ello, y se revoque de la Recopilación de Leyes de auto en veinte y uuo de octubre del dicho año
Castilla el auto acordado de que ti Consejo de Indias de seiscientos y treinta y seis, por el cual de­
no puede conocer de causas de fuerzas.
claró tocar y pertenecer el conocimiento del
Por cuanto el señor rey don Felipe II nues­ dicho negocio y causa sobre la fuerza á nuestro
tro abuelo, que santa gloria haya, por cédula consejo de Indias. Y estando en esta posesión,
de catorce de julio del año de mil y quinientos y habiendo usado déla jurisdicción que en esto
y sesenta y uno, refrendada del secretario Fran­ le estaba concedida en todos los casos que des­
cisco de Heraso, y señalada por los de nuestro pues se han ofrecido, llegó á estos reinos el
consejo de cámara, con ocasión de una prisión año de mil y seiscientos y cincuenta y uno el
que el nuestro consejo de Indias habia manda­ doctor don Diego de Orozco, oidor de la audien­
do hacer de la persona de el licenciado Monta- cia de Panamá, á quien por Nos se habia man­
ño, oidor de nuestra real audiencia de Santa dado, que mientras duraba la visita de ella pa­
F éen el Nuevo Reino de Granada, por ios delitos sase à servir su plaza á la audiencia de Santo
ue habia cometido, por los cuales le tenia coli­ Domingo, y entró en esta corte sin nuestra li ­
cuado á m uerte, y el susodicho se habia 11a- cencia , por lo cual se le ordenó que saliese lúe-
TOMO I.
154 Libro ti. Titulo 1!.
go <le ella y estuviese en ia ciudad de Toledo, • LEY V.
y de allí se fuese á embarcar en la primera oca­
sión pai'a servir su plaza en la audiencia de D . Felipe II en las ordenanzas2 6 ,2 8 y 41 de el coo-
Santo Domingo, y por evadirse del cumpli­ sejo. Y don Felipe IV en la 5 de 1656.
miento de lo susodicho se retiró á un conven­ Que los fie. el Consejo residan en.él los días, horas
to, y pretendió valerse de la inmunidad ecle­ y tiempo que se declara y las peticiones se lean ■las .
siástica, de donde le sacó el corregidor de la tardes.. . .
dicha ciudad en virtud de orden de nuestro Los del consejo de las Indias se junten y
consejo de Indias, y el juez- eclesiástico proce­ residan en él cada d ía, que no sea feriado, tres
dió contra el corregidor para que le restituye­ Imras por la mañana, y los martes, jueves y
se á la iglesia, de que apeló el corregidor y sábados otras dos horas por la tarde, y no se
protestó el ausilio de la fuerza en la forma or­ comience a despachar n¡ entender en.negocios*;i
dinaria, y dió cuenta á nuestro consejo de las basta que por lo menos estén juntos en ¡ébtrçs ;
Indias que despachó basta la tercera caria, y del consejo, y desde entonces y no antes corra ’
porque en este tiempo pretendió el fiscal de la primera hora que en él se hubiere de estar,
nuestro consejo real de Castilla , que el corre­ y eu las lardes de los tres días del consejo .se.,
gidor no usase de las provisiones dei de las In vean todas las peticiones y encomiendas que
días, no tuvieron efecto, y sobre ello nos con­ hubiere, y los de el consejo no lleven ni metan
sultaron ambos consejos con las razones y fun­ peticiones en él, ni pidan que se lean, sino que
damentos que hacia» en favor del derecho y como está dispuesto.y ordenado, se lean todas
jurisdtcion de cada uno, pretendiendo el de juntas por las tardes-de los dichos tres dias de
Castilla tocarle el conocimiento de esta causa la*semana,,y. ningún conseja se acabe hasta-que
en cuanto á la fuerza por ser en estos reinos,, y todas estén leidás y respondidas.
refiriendo para esto un auto acordado por el
dicho consejo el año de mil y quinientos y cin­
LEY V I.
cuenta y cinco, añadido en el sumario de la D.: Felipe II en la ordenanza 5 ele el consejo. D. Fe-i»
nueva'recopilación que se imprimió el de seis lipe i y cu la.6.d e .1656. .Véanse las,leyes 26 y 69 de
i este título, y 47 , tit. 6 de este libro.
cientos y cuarenta : y el de Indias que en todos
los negocios dependientes de ellas, aunque sea Que el Consejo tenga, hecha descripción de las cosas
en España, debía conocer de cualesquier fuer­ de ¡as Indias sobre que pueda haber gobernación ó
disposición de ley .
zas que hiciesen los jueces eclesiásticos. Y Nos
resolvimos y mandamos al dicho nuestro con­ Por cuanto ninguna cosa puede ser enten­
sejo de Castilla cesase en las diligencias que lui- dida ni tratada como debe, cuyo sugeto.noJue-
bia hecho en el negocio de el dicho don Diego re primero Sabido de Jas personas que de-‘el la
de Orozco, porque el de Indias había de cono­ hubieren de conocer y determinar. Ordenamos
cer de las fuerzas (pie se ofreciesen en estos re¡ • y mandamos, que.los de nuestro consejo de las
nós en los negocios tocantes á ellas. Y porque Indias con particular estudio y cuidado procu­
nuestra voluntad es que esto se guarde y cum­ ren tener hecha siempre descripción y averiguar
pla precisa é inviolablemente. Mandamos que en oion cumplida y cierta de todas.las cosas .deles- i
conformidad de las órdenes referidas, y de lo lado de las Indias, asi de la. tierra, como de la
que ahora liemos resuelto, conozca el dicho m ar, naturales y. mora les j perpetuas y tempo­
nuestro consejo de Indias de todas las causas y rales, .eclesiásticas y seglares, pasadas y pre­
negocios de fuerzas que se ofrecieren en estos sentes, y que-.por tiempo serán, sobre que pue­
reinos tocantes à ellas, y-que pueda dar y dé las da caer gobernación ó disposición de. la ley : y
cédulas, provisiones, autos y mandamientos que tengan un libro de la dicha descripción en el-
convengan y sean necesarios, para que los jue­ consejo, y gran cuidado en la correspondiencia
ces eclesiásticos no procedan y se desistan de de tos vireyes, audiencias y ministros, para
las dichas causas-, y para el cumplimiento de lo que informen cada año de las novedades que
que asi proveyere , según y por los medios y hubiere, y las que sucedieren se vayan ponien­
vías que conviniere, de manera que tenga cum­ do y añadiendo en el dicho libro.
plido efecto lo que así ordenare y proveyere, LEY LIVé
usando en esta parte de el mismo poder y fa­
cultad. que para ello tienen los demás consejos D. Felipe II en la ordenanza 4 de el consejo. Y don
que conocen de fuerzas. Otrosí mandamos al Felipe IV en la 7 de 1656.
presidente y. los del nuestro consejo de Casti­ Que el estado de las Indias este dividido de modo,
lla, que provean auto acordado, revocando el que lo temporal se £orresponda con lo espiritual.
que estaba puesto en la Recopilación de leyes
de estos reinos, impresa el año de mil y seis­ Porque tantas y tan grandes tierras , Islas
cientos y cuarenta, para que conste en lo pú­ y provincias se puedan con mas claridad y dis­
blico, que sin embargo de éi toca al dicho con­ tinción percibir y entender de los que tuvieren
sejo de las Indias el conocimiento de las fuer­ cargo de gobernarlas : ¡Mandamos á los de nues­
zas de los negocios de Indias en estos rein o s/ 2)2 tro consejo de las Indias que siempre tengan
cuidado de dividir y partir todo el estado de
ellas, descubierto y por descubrir: para lo tem*
(2) El auto 2 del i¡!>. 2 de ios acontados impresos poral en viréinaios , provincias de audiencias y
el año de L615, era el que privaba al Consejo de In­ chancilierias reales y provincias de oficiales de
dias del conocimiento de fuerzas. ia real hacienda , adelantamientos, goberna­
Del consejo: y junta dé guerra. 1 55
ciones, alcaldías mayores , corregimientos , *l-: L E Y . ;X.
caldias ordinarias y de la hermandad f concejos
de españoles y de indios: y para lo espiritual en D. Felipe II en las ordenanzas 9 y 28 del Consejo.
arzobispados y obispados sufragáneos y abadías, D. Felipe l í l en la ordenanza dada en. Vallaclolid á
25 dé agosto de 1600. Y clon Felipe IV en la.10 de
parroquias y dezmerías, provincias de las ór­ 1636,
denes y religiones , teniendo siempre atención
á que ia división para lo temporal se vaya con­ Que los negocios se dividan por los dias de la sema­
formando y correspondiendo cuanto se compa­ na , y haya tabla de visitas y residencias i
deciere con loespiritual: ios arzobispados y pro Mandamos que los lunes y viernes de cada
vincias de las religiones con los distritos de las semana se vean y'determinén negocios de estado
audiencias : los obispados con las gobernaciones y gobierno de nuestras indias: los mar tes y jue­
y alcaldías mayores; y parroquias / curatos con ves los de guerra : los miércoles por la mañana
los corregimientos y alcaldías ordinarias. precisamente, y las nías veces que se pudiere
. LEY V III. .i ' . se trate de negocios de nuestra hacienda > y se
D. Felipe II en la ordenanza 5 dei consejo. Y D. F e­ platique en pensar y saber éñ qué cosas podía
lipe IV en la 8 de 1636. ser aprovechada en las Indias: y los martes,
Que et principal cuidado del Consejo sea la conver­ jueves y sábados á la tarde , acabadas peticio*
sión de los indios y poner ministros suficientes para nes y encomiendas , se vean los .demas espe­
ella. dientes, y acabados los dichos negocios, ó no
Según la obligación y cargo con que somos habiéndolos señalados para estos dias se vean
señor de lasjlndias, ninguna cosa deseamos mas de los otros los que al presidente pareciere,
que la publicación y ampliación de la ley evan­ sin embargo de estar señalados para otros,
gélica, y la conversión de ios indios á nuestra y pleitos de justicia , y visitas , y residencias
santa fé católica; y porque-á esto, comoal prin­ por su antigüedad y tabla que para elló ha de
cipal intento que tenemos, enderezamos nues­ haber y hacerse de ellas.
tros pensamientos y cuidado: Mandamos, y
cuanto podemos encargamos à los de nuestro ■LEY X I. ■
consejo de las indias, que pospuesto todo otro D. Felipe II en la dicha ordenanza 28. D. Felipe IV
respeto de aprovechamiento é interés nuestro, en la 11 de 1636.
tengan por principal cuidado las cosas de la
conversión y doctrina, y sobre todo se desve Que se vean primero los negocios que son para todos
los del Consejo, y luego se repartan salas.
len y ocupen con todas sus fuerzas y entendi­
miento en proveer y poner ministros suficientes Ordenamos y mandamos que al principio
para ello , y todos los otros medios necesarios y de cada consejo se vean , platiquen y resuelvan
convenientes para que los indios y uaturales se todas las cosas y negocios que conforme á las
conviertan y conserven en el conocimiento de leyes de este titulo se hubieren de ver por to­
Dios nuestro Señor, honra y ahibanza de su dos, ose hayan remitido para todo el consejo:
santo nombre , dé forma que cumpliendo Nos y acabados estos , el presidente reparta por sab­
con esta parte , que tanto nos obliga , y à que ias los demas pleitos y negocios que hubiere y
tanto deseamos satisfacer, ios del dicho consejo com o le pareciere mas conveniente á la breve
deécarguensus conciencias, pues con ellos des­ y buena espedieion y despacho de ellos,- y mas
cargamos ia nuestra. conforme á la lay antes de esta.

LEY X II.
D. Felipe II en la ordenanza 2 del consejo. D. Feli­
pe IV en la 9 de 1656. D. Felipe 11 en la ordenanza 32 de el Consejo. Don
Que el Consejo provea lo conveniente para el buen Felipe IV en la 12 de 1636.
tratamiento de los indios.
Que para hacer leyes precedan entera noticia de lo
Por lo que deseamos favorecer y hacer bien ordenado en la materia, parecer é inform e , si en la
á los indios naturales de nuestras indias, senti­ dilación tío hubiere inconveniente.
mos mucho cualquier daño ó mal que se les ha­
ga , y de ello nos deservimos , por lo cual en­ Con mucho acuerdo y deliberación deben
cargamos y mandamos á los de nuestro consejo ser hechas las leyes y establecimientos de los
de las Indias que con particular afecto y cuida- reyes, porque menos necesidad pueda haber de
dado procuren siempre y provean lo que con­ las mudar y revocar : y asi mandamos que
venga para la conversión y buen tratamiento cuando los de nuestro consejo de las Indias hu­
de los indios, de forma que en sus personas y bieren de proveer y ordenar las leyes y provi­
haciendas no se Ies haga mal tratamiento ní siones generales para el buen gobierno de ellas,
daño alguno, antes en todo sean tratados, mi­ sea estando primero muy informados y certifi­
rados y favorecidos como vasallos nuestros, cas­ cados de loantes proveído en las materias so­
tigando con rigor á los que lo contrarío hicie­ bre que hubieren de disponer, y precediendo
ren , p3ra que con esto los indios entiendan la la mayor noticia é información que ser pueda
merced que les deseamos hacer, y conozcan que de las cosas jy negocios , y de las partes para
haberlos puesto Dios debajo de nuestra protec­ donde se proveyeren , con información y pare­
ción y am paro, ha sido por bien suyo, y para cer de los qae las gobernaren ó pudieren dar
sacarlos de la tiranía y servidumbre en que an­ de ellas alguna luz , sien Ja dilación de pedir
tiguamente vivían. información no hubiere algun inconveniente.
O
156 Libro ii. Título ii.
consejo, sino que han de concurrir en un pa­
LEY XIII. recer las dos partes de tres de los que se halla­
D .Felipe 11 en la ordenanza 14 de el Consejo. Y ren y nos lo han.de consultar , y en las mate­
don Felipe IV en la 13 de 1656. rias de justicia se guarde lo dispuesto.
Que las leyes que se hicieren para las Indias sean lo
mas conformes, que ser pudiere , d las de estos LEY XV I.
reinos. .
D. Felipe IV por decreto de 19 de abril de 1628. Y
Porque siendo de una corona los reinos de en las consultas y ordenanzas 16 de 1656;
Castilla y de las Indias, las leyesy orden de Que en fas consultas de gobierno se pongan los vo­
gobierno de los unos y délos otros , deben ser
f o mas seme[antes y conformes que ser pueda^
tos singulares.
Porque conviene á nuestro real servicio., y
los de nuestro consejo en las leyes y estableci­ al mayor acierto de las materias de gobierno,
mientos que para aquellos estados ordenaren, que cualquier consejero diga libremente su
procuren reducir la forma y manera del gobier­ parecer, y que venga de por sí en las consultas,
no de ellos al estilo y jorden con que son re ­ .y no cou la común dei consejo, siempre que se
gidos y gobernados los reinos de Castilla y de lia liaren causas para no conformarse con él: O r­
León en cuanto hubiere lugar y permitiere la denarnos.que en nuestro consejo de indias pue­
diversidad y diferencia, de las tierras y n a­ dan hacer .votos singulares los que votaren en
ciones. las consultas de las materias de gobierno con
LEY XIV. las razones en que los fundaren , para qué con
D. Felipe IV en la ordenanza 14 de 1636. mayor noticia de lo que sintiere el que se apar­
tare de: 1a común del consejo resolvámoslos ne*
Que en materias graves de gobierno concurra todo
el Consejo : en las demas no menos de tres , y en las • gocios ;.y fiamos tanto de ios que enéi nos sir­
de justicia los que está dispuesto. ven , que entendemos será igual en todos el
■celo de que se acierte à disponerlo mejor*
Para las materias universales de gobierno
como hacer leyes y pragmáticas, declaración ó
derogación de ellas, fundaciones de audiencias)
D. Felipe IV por decreto de 5 cíe agosto de 1628. Y
erecciones de iglesias y desmembración , divi­ eu la ordenanza 17 de i656.
sión y unión de ellas y otras materias que al
parecer del presidente ó gobernador sean gran Qué sé guarden las órdenes del R e y , y en tas con­
sultas se espresen las que. pudieren embarazarlas.
des: Mandamos que concurra y esté junio todo
el consejo y los que.se bailaren presentes en Por cuanto nuestras reales órdenes deben
él antes que se aparten y dividan salas ; y que ser observadas ¡)ara mejor disposición y acierto
en las demas cosas que no sean tan grandes ni de las materias, encargamos á los del consejo
graves ,, baste concurrir y concurran los conse­ de Indias la ejecución do ellas; y ¡>ara que sea
jeros que pareciere al dicho presidente o go­ mas puntual de aquí adelante en los casos que
bernador ; de modo que como en las materias se ofrecieren , en que en todo ó en parte se
de justicia hay menor cuantía , la pueda haber pueda contravenir á alguna orden , sin inter­
y haya también en las de gobierno, asistiendo pretarla ni declararla , se nos dará cuenta en las
para estas en la sala mayor dos consejeros con el consultas ele ia dicha orden que puede embara­
presidente ó gobernador, y no tres consejeros, zar loque se consultare; con las causas que pue­
y para las visitas y residencias y pleiLus de jus­ den obligar á disponer en aquel caso.
ticia los declarados en otras leyes de este tí­ LEY XVML
tulo.
D, Felipe IV por decreto de t.° de julio de 1651. Y
en la ordenanza 18 de 1656. Para la junta de Guer­
D. Felipe II en la ordenan/.a 52 de e! Consejo. Y ra se vea la ley 81 ele este título.
1). Felipe IV en la 15 de 1656. Que dé las órdenes del R ey, que calificadas por el
Que las causas de gobierno y gracia se resuelvan con Consejo puedan tener dos sentidos, se le pida decla­
la mayor parte., y en iguales se consulte; y para le­ ración.
ves ó derogarlas, concurra las dos partes , y con­
sultu. Mandamos à los de nuestro consejo ele In­
dias que de las órdenes que le envia mos'en que
Cuando en el consejo se trataren negocios que pudieren caber dos sentidos ó mas.nos pre­
de gobernación y gracia, y resumidos los votos, gunten la inteligencia que deben tener,^ babien-
o ^ 53 l
no fueren conformes, se esté por loquela ma do calificado el consejo por mayor parte, si hay
yor parte determinare , y habiendo votos igua­ duda ó no la hay en las dichas órdenes; y que
les , se espere al consejero ó consejeros del con­ en todo aquello que fuere de esta calidad, aun­
sejo que aquel día no hubieren asistido, y con que este* en ejecución , se nos pregunte en esta
sus pareceres , y de los que concurrieron p ri­ forma, avisándonos lo que se ¡practica, para que
mero se esté à la resolución de la mayor parte Nos declaremos loque mas conviniere y hu­
de votos; y en caso que los vuelva á haber igua­ biere sido nuestra intención.
les , se nos consultará con los motivos de una
parte y de otra, para que sobre,ello tomemos LEY XIX..
la resolución que convenga, cou declaración D. Felipe IV por decreto de 14 de agosto de 1627.
que para hacer leyes nuevas , ó revocar las an­ Y en la ordenanza 19 de 1656.
tiguas, no baste la mayor parte de ios votos del Que el Consejo remedie los daños que se hubieren
Del consejo y junta de guerra 157
causado d terceros por órdenes que se hayan dado. estuvieren ausentes u ocupados en otros minis­
terios, se nos consulte con el ultimo acuerdo el
Ordenamos á los de nuestro consejo de lu - primero que se tuvo, y por que jueces, y los
• días que si en las materias que le tocan por h e­
motivos en que se fundaron.
cho propio nuestro, o por órdenes que haya­
mos dado, sé hubieren causado algunos danos LEY IIÍI .
ó agravios de terceros, los remedien y hagan D. Felipe II en la ordenanza 2 de el Consejo. D. F e­
que se les dé satisfacción , y procuren saber y lipe IV en la 23 de L656.
entender si en los tributos (que pagau los rei­ Que el lunes primero del mes se avise al Rey de lo
nos, -cuyo gobierno toca al dicho consejo , y en que hubiere que consultar , y siendo negocio de pri­
la administración y cobranza de ellos hay algo sa , lo consulte el presidente solo , y todos señalen
que reformar y remediar, y lo hagan de .forma . las consultas.
que en esta parte quede segura nuestra con­ El primer lunes de cada mes, habiendo én
ciencia, y Nos cierto de que se hace todo lo que el consejo algunas cosas y negocios remitidos' á
cabe en la posibilidad de nuestra hacienda, y se consulta, sé nos dé aviso de ello, para que Nos
.compadece con los otros gastos precisos y ante­ ordenemos cuando y como se nos hayan de ve­
riores, á que está obligada , ordenándolo asi á nir á consultar-, y si entretanto se ofreciere al­
ios tribunales inferiores por quien esto corriere, gún negocio que requiera presta y breve deter­
\y pidiéndoles cuenta; de lo que hicieren. minación , es nuestra voluntad que nos lo ven­
ga a cousultar el presidentfe ó gobernador sólo
si á él no le pareciere alguna vez traer alguno
D. Felipe IV por decreto de 26 de noviembre de del consejo, que en tal caso lo podrá hacer
1622. Y cada, ordenanza 20 de 1656. cuándo'Convenga; y cuando la consulta se h u ­
■' Que en »1 resolver ycoasultar los negocios por eon- biere de hacer por escrito, mandamos que ven­
secuencia de otras , se advierta el estado presente de ga señalada del presidente y los del consejo.'
las cosas,
El consultar y resolver algunos negocios 0 . Felipe II en la ordenanza 16 de el Consejo Y don
por la consecuencia de lo que se lia hecho en D. Felipe IV en la 21 de 1636.
utros, trae consigo muy grandes hincón venien­ Que las leyes y provisiones se publiquen dónde, y
tes, porque no en lodos pueden concurrir unas cuando convenga , salvo si pareciere que alguna sea
mismas causas y circunstancias*, y asi encarga­ secreta.
mos à nuestro consejo deludías, que cuando se Los del consejo de ludias procuren siem­
hubiere de tratar y consultar negocios de esta pre dar orden que nuestras leyes y provisiones
calidad, y que se tuvieren por ordinarios, sé que de aquí adelante diéremos se publique»
advierta mucho al estado, que las cosas tuvie­ donde y cuando convenga , y que de la publi­
ren al tiempo que se tratare de ellas y se hu­ cación y cumplimiento de eilas se tenga siem­
biere de haeer la consulta, para que con esta pre en el consejo aviso y certificación , salvo si
consideración se traten y resuelvan las materias pareciere, que alguna provisión sea secreta,
mas ajustadamente. porque en tal casó mandamos que no sé baga
publicación. Y para que se entienda las qué se
han dé publicar ó n o , ordenamos que en las
D. Felipe IV por'decreto de 29 de setiembre de
l628. Y .en la ordenanza 21 de 1636. que se:hubieren de publicar se ponga 1-á forrUa,
tiempo y lugar en que se publiquen,
Que espresil las calidades que ha de tener (a costum­
bre á que se refieran las mercedes del Rey. / LEY &%. V, .
Cuando Nos fúcrémós servidos de confor : O. Felipe ÏÏ en la ordenanza 8 de el Consejo. D F e ­
marnús en respuéitá de consulta, éoh! lo: qúe lipe iV en ia 25 de 1Ó36. .
parece, siendo costumbre: Declaramos que esta Qüe él Consejo procure saber cómo se egecuta lo
no se ha de entender en dos o tres actos solos, proveído , y castigue d quien no U) guardare. .
sino en muchos continuados, sin interrupción De poco fruto y'provecho seria e! continúo
ni orden en contrario,. Y para que tengan efec­ cuidado qué tenemos y mandamos poner én
to las mercedes que hiciéremos con este presa-: proveer cosas acordadas y convenientes para éi
puesto, se han de fundar en costumbre.asenta­ buen gobierno de las Indias , si en Ja ejecución
d a, íija, sin alteración ni prohibición en con­ y cumplimiento de ellas hubiese remisión ó ne­
trario, y con muchos actos ¿h: él. iüisnio género gligencia, .por lo cual los de nuestro consejo de
que la confirmen. indias procuren siempre saber y entender co­
mo se cumple y ejecuta lo proveído y ordena­
do por Nos, castigando con rigor y demostra­
D. Felipe III en la ordenanza dada en Valladolid á
16 de marzo de 1609. L>. Felipe IV en la 22 de 1636^ ción de justicia á las porsonas que por malicia
ó negligencia lo dejaren de cumplir ó ejecutar.
Que lo acordado por el Consejo no se pueda alterar
sin los que lo votaren, ó por consulta.
Ordenamos y mandamos que lo que una D. Felipe i l en la ordenanza i 8 v 36 del Consejo. D.
vez se acordare en el consejo , siendo materia ó Felipe LY en la 26 de X656.
cosa que so nos haya de consultar, no se pueda Que en el Consejo haya libros de acuerdos y consul­
alterar sino fuere en presencia de ios que se tas de inventarios, descripciones y bulas.
hallaron á lo primero ; y si fueren muertos ó Mandamos que en nuestro consejo de in-
TOMO r. 4o
5<í>
t> 0 Libro n. Título n.
dias haya un ïïbr'o en que luego como se acord­ las demas cosas de gobierno, de manera que de
elare que algún negocio se nos consulte, (lemas todas pueda ir, y vaya.respuesta en las prime­
de-tomarlo por memoria el que hubiere de or­ ras ocasioues de navios , ilota ó barco de aviso.
denar la consulta , se ponga la substancia de lo
(pie se nos hubiere de consultar, y en él se pon­
gan también loS acuerdos del consejo que al
presidente pareciere y haya otro en que se pon- D. Felipe IV en la ordenanza 28 de 1636,
an todas las consultas que se nos hicieren, y
S espues en ellas lo .(pie nía miáremos y respon­
Que el Consejo ponga rriudho cuidado en el despacho
de tas filólas-y avinadas y administración dé la
diéremos, todo reducido ai estilo de los secreta­ averia.
rios , como se practica en todos nuestros conse­
jos y tribunales que nos consultan, y el uno y Porque una de las cosas rnas necesarias y
convenientes para la es tensión y publicación dei
Otro libro esteu guardados en ei consejo con mu­
Santo Evangelio, exaltación de nuestra santa fe
cho secreto; y'haya otros dos libros de inveuta
católica y religión en nuestras Indias, bien uni­
rios, para cada secretario el suyo, donde por
versal de süs naturales, y aumento y conserva­
mayor y menor se pongan los papeles y pliegos
ción de tan grandes reinos y provincias^ ha si-
que vinieren de las Indias, y Se tenga razón de
todos ellos, y por ella se puedah pedir y ver; y d o y es la dependencia y correspondencia que
otro libro de las descripciones en la forma que han tenido y tienen con estos, v porque esto se
ha hecho y hace por medio de las flotas, armadas
se previene por la ley tí de este titulo; y otro
y navios que han ido y van á las Indias y vienen
libro en que se pongan traslados autorizados de
todas las bulas y breves apostólicos, y otros ins­ de ella, de que también se ha seguido y sigue ha­
trumentos y escrituras importantes que baya ber crecido y engrosado el trato y comercio de
en el consejo, y pueda ser necesario verse algu­ estos y aquellos reinos, en gran beneficio de
nas veces, y los origínales de ellas esten en el nuestros vasallos y naturales de ellos, y de nues­
archivo del consejo, ó en el de Simancas, de las tra real hacienda, y para su continuación y
cuales asimismo haya algunos traslados sueltos, eenservaeiott se fundó, y está fundada en Sevi­
también autorizados, para que siendo necesario lla la casa de contratación, y los jueces oficiales
usar de ellos en alguna parte fuera del consejo, y ministros que tenemos en ella, y la averia con
que se despachan las armadas, y capitanas y al-
se puedan llevar sin el dicho libro-
mirantas de flotas y otros navios necesarios:
LEY XXVII. Mandarnos que nuestro consejo de las Indias
ponga todo el cuidado y diligencia que fuere
D. Felipe 11 en la ordenanza 15 de el Consejo D, Fe­ posible en esto , como lo acostumbra hacer, y
lipe IV en la 27 de 1G56<
de él confiarnos, y para que las dichas flotas,
Que el inventariar y leer cartas de Indias se prefie­ armadas y navios se despachen y vayan á sus
ra d otros negocios, y se vaya luego respondiendo tiempos, sin perderle en ello, de buenas naos
d ellas. y bajeles, bien prevenidas y pertrechada?, y
Porque de las cartas de los vi reyes, audien­ en la buena administración de la dicha avería,
cias y otras personas, asi públicas como particu­ y que en todo esto se guarde con mucho rigor
lares, que de las ludías y de la casa de la con­ y puntualidad lo que está dispuesto, ordenado
tratación de Sevilla , y otras partes se nos escri­ y mandado por órdenes, cédulas e instruccio­
ben, resultan las mayores noticias para mate­ nes que estan dadas, como eii cosa de tau gran,
rias de gobernación, á que se debe mucho aten­ de importancia, y en que tanto se aventura la
der, por lo que importa : Mandamos que luego pérdida de gente y hacienda , comercio y de­
que se recibieren cuatesquier cartas ó despa pendencia, no yendo las dichas ilotas, armadas
chos que se nos enviaren , se lleven al'consejo, y navios à sus tiempos y como conviene.
y en el se lean todas consecutivamente, y el
consejo no se detenga mientras se leyeren, á
proveer ni determinar cosa alguna de lo que en D. Felipe IV por decreto de 18 de diciembre de 16¿6.
ellos se escribiere, mas de ir apuntando lo que Y en ia ordenanza 29 de 1636.
pareciere convenir proveerse, prefiriendo siem­ Que no se libre por el Consejo cosa alguna en las
pre el abrirlas y leerlas á todos otros cualesquier cajas de las Indias sin consulta particular.
neo-ocios, aunque mas graves é importantes sean,
hasta haber visto y sabido lo que en ellas se es­ Conviene à nuestro servicio que en las ca­
cribiere, porque à causa de no se leer luego 1 jas reales de las ludias no se libre de aquí ade­
no se deje de saber de algun negocio importan­ lante ninguna cantidad para niuguu efecto; y
te, en que convenga proveer con brevedad, y aunque las que estuvieren dadas es justo que se
siendo leídas, los nuestros secretarios saquen en cumplan y también las cosas ordinarias que allí
velación la sustancia de ellas , y dejando en el se suelen librar, nuestro consejo de las Indias
arca ójarchivo del consejo las que pareciere estará con cuidado de no librar nada de aquí
que queden, lleven las demas á sus oficios, y adelante en las dichas cajas-, y si alguna ves fue­
sóbrela mesa del consejo no quede jamas carta re preciso hacerlo, primero nos lo consulte, ha *
ni escritura secreta-, y en los primeros consejos ciendo relación de esta ley.
que se siguieren se platique y vaya respondien­
do apuntadamente, y resolviendo lo que de ellas
resultare que proveer, por ia orden y (orina que D. Felipe III en la dicha orden, dada en Madrid á
Del consejo y junta dé guerra. 159
16 de marzo de 1609. D. Filipe XV en la ordenanza tír y doctrinar los naturales de ella, conforme
30 de ióofí. à las leyes dé este titulo, y de nuestro patro­
Que. el Consejo con mucha atención inquiera perso­ nazgo real
nas, que consulte para lo eclesiástico y seglar de las\ ■ LEY XXXIII.
Indias.
D. Felipe II én las ordenanzas 7 y 9 del Consejo.
Considerando lo mucho que importa el :¡ • B. Felipe IV en la 35 de 1656.
acertamiento de las elecciones y ministros Que para ministros de justicia y hacienda se bus-
para el bien público y bueq gobierno de nues­ ■ quen personas convenientes.
tras ludias , islas y provincias de ellas : Man­ Ordenamos y mandarnos à ios de nuestro
damos y encargamos à los de nuestro con­ consejo de Indias que con graneles diligencias
sejo de Indias , que teniendo presente el ser­ y cuidado busquen siempre para ministros de
vicio de Dios nuestro Señor y nuestro, y la justicia tales personas, y de tanta virtud, cien­
confianza que hacemos de sus personas, esten cia y espériencia, cuales convengan al servicio
siempre muy atentos, y con el- cuidado y reca­ de Dios nuestro Señor y nuestro, encargando
to que es menester, para proponernos, asi para les que la administren igualmente y como de­
las prelacias, dignidades, prebendas y otros be ben, y castigando con rigor a'los que asi no lo
neficios eclesiásticos, como para las presidencias, hicieren: y para nuestra real hacienda, minis­
plazas de asiento, y los demas oficios de justicia tros y oficiales de quien se puede confiar que
y hacienda, personas de las calidades, letras, será acrecentada, y que habrá en ella el buen
virtud, entendimiento, suficiencia espénéiicia recaudo, seguridad y guarda que conviene.
y aprobación que conviene, y res pe.cti ya nien té
fuere, y es necesario para ellos, y nos las con­
sulten con relación de sus partes y calidades, D. Felipe III en 3a ordenanza <le 1609, D. Felipe IV
como lo tenemos ordenado. por decreto de 23 cíe julio de 1627. Y en la ordenan­
za 34 de 1636.
Que se consulten en las plazas mayores sidor es de
las menores , y se atienda á la promoción de todos.
D; Fél ipe IV por dec.r^io de 8 de marzo de 1625. Y
24 de marzo de 1628. V eu la ordenanza 5 1 4 tí 1636; Nuestro consejo de las Indias tenga cuidado
Que en proponer sugetos pura iglesias se tenga mu­ de consultarnos en plazas menores á los que
cha j tención , y no se consulten los presentes no comenzaren á servir; y cuando vacaren plazas
siendo de muchas partes. mayores nos consulten sugetos de plazas meno­
La elección de los buenos prelados, asi para res de una audiencia para otra. Y porque las
descargo de nuestra real conciencia, eomo para promociones en los oficios de justicias son muy
el gobierno espiritual de los feligreses, es de convenientes, asi para premiar á los que lo me­
tanta consideración , que en ninguna cosa, de­ recen (que suele ayudar mucho à hacer ellos, y
seamos mas el acierto, por lo cual encargamos otros con ia esperanza loque deben) como p a­
mucho á los de nuestro consejo de Indias la ra desarraigarlos de las amistades, que cobran
atención en los que se nos propusieren para las en las partes donde estan largo tiempo: los del:
iglesias de ellas, y que hagan particular examen dicho nuestro consejo en las consultas que nos
de la virtud, letras y demás partas que requie­ hicieren tendrán atención á ello.
re el ministejio, en que tanto cuidado se debe
poner, por la obligación precisa que corre de D. Felipe 111 en la.dicha ordenanza de 1609. Y don
elegir á los que. fueren mas beneméritos, y no Felipe I V en la 55 t ic 1656.
nos consulten sugetos, asi clérigos como reli­ Ql>c para una audiencia no se propongan parientes , .
giosos que se hallaren presentes en la corte que deudos ni allegados.
hubieren venido do las Indias « pretender y es­
tén en ella ó en Sevilla, por esc usar lo masque Los de nuestro consejo de Indias estarán ad­
se pueda todo género de negociación , no sien vertidos de no proponer cuñadosni primosiliev-
do estos sugetos de tales partes y de tanta satis­ manos, ni otros deudos mas propinquos-para
facción del consejo que se escluya toda sos­ una audiencia', por escusar ¡a parcialidad' que
pecha. de ordinario es de mucho inconveniente. Y
porque podría haber el mismo en los que son
de un colegio, y casi tan grande en los natu­
D. Felipe II en la ordenanza 46 de el Consejo. Y don rales de un pueblo, tendrán consideración a to­
Felipe IV e u iu 3 2 de 1636. do esto en lo que sernos consultare.
Que en la. provisión de beneficios y oficios sean pre­ L E j. X X X Y l.
feridos los que hubieren servido en las Indias.
D. Felipe II en la ordenanza 47 de el Consejo. Y don
Mandamos que los de nuestro consejo de In­ Felipe IV eu la 56 de 1656.
dias, y los que tuvieren a su cargo la provisión Que no pueden ser proveídos en oficios, ni beneficios,
y nombramiento de personas para los oficios y parientes de consejeros , ni sus fam iliares, ni di
cargos, dignidades y beneficios que.para las In­ otros, como se declara..
dias, y en ellas se hubieren de proveer, prefie­ Mandamos que ningún pariente.por eonsa-
ran siempre á los beneméritos y suficientes que guinidad , ni afinidad dentro del segundo gra­
en aquellas partes hubiere, ó que en ellas nos do , criado ni familiar de los del consejo de In­
hubieren servido ó sirvieren , asi en pacificar, dias, ni de los oficiales salariados de é l? ni de
poblar y ennoblecer la tierra, como en eonver- los vireyes, presidentes nroidores de iasaudien-
IGO Libro ii. Título- a.
cías, ti i de otras personas que los liaban cíe pro­ éiori de las qué nos pareciere mejor, y dé lo que
veer1, puedan ser proveídas en nhigu» oficio, Nos resol viéremos, se le dará aviso al presiden­
dignidad ni beneficio perpetuo, ni temporal de te, para que lo diga á la parte, y despues que
las’ í tulias, ([lio Nos por su nombramiento lia 1lo haya aceptado, lo díga asimismo en el dicho
ya uros do proveer y presentar, ó ellos por co­ consejo.
misión o poder nuestro, pena de que ios pro • LEY XXXIX.: -
veidos pierdan los oficios y salarios que de ellos
D. Felipe iV por decreto de 25 de mayo de 1625.
hubieren llevado, con otro tanto mas para núes T en la ordenanza 39 de 1656.
tra cámara y fisco, y de los que los proveyeren
y propusieren nos tendremos por deservido, Que en las consultas solo se propongan tres per •
sonas.
salvo cuando por justas causas pareciere con ve»
mente en algun caso particular hacer lo contra­ En las consultas que nos hicieren para
rio, porque entonces permitirnos que se pueda prelacias , prebendas eclesiásticas’) plazas de
hacer, diciéndolo y declarándolo es presamente, asiento, corregimientos y otros oficios , se nos
en las consultas, para que con noticia de ello propongan solamente para cada uno tres per­
hadamos lo que fuere nuestro real servicio. sonas.
LEY X X X VIL LEY XL.
D. Felipe IV por decreto de 14 de agosto de 1627. Y
D. Felipe II en la ordenanza 45 de e! Consejo. Y don en la ordenanza 40. Y en esta Recopilación.
Felipe IV en la 57 de 16 j 6.
Que el Consejo castigue « los (fue en sus oficios hiele-
Que en la provisión de los oficios no intervenga p re· ren cosas indebidas.
ció ni interés.
Ordo liamos y mandamos que en la provisión Encargamos á los do nuestro consejo de In-
de los cargos y oficios, los del consejo no con­ dias que si los ministros de justicia , y otros
sientan ni permitan que intervenga ningún gé­ cualesquiera sujetos á su jurisdicción, asi en es­
nero de precio ni interes por via de negocia­ tos reinos corno en los estarlos de las Indias, hi­
ción, venta, ni ruego, directa ni indirectamen­ cieren vejaciones ó agravios á las partes, ó cosas
t e , pena de ser mandado castigar por Nos gra­ indebidas, los castiguen severamente, porque
vemente el que lo consintiere ó disimulare , y no se les imputen las culpas que los susodichos
que las personas proveídas en cyalesquier ofi­ cometieren, y los delitos sean castigados.
cios por semejantes medios los pierdan, con to­ LEY X'fLI,
do lo que hubieren dado por ellos para nuestra
cámara, y queden inhábiles para poder tener D. Felipe l i en la ordenanza 21 de el Consejo. Y don
Felipe IV en la 4 i de 1636.
de Nos otro algunos.
Que lodo el Consejo haga las gratificaciones f tner~
LEY X X X V íII* cedes.
D. Felipe II en Madrid á postrero de enero de 1591. Mandamos que ninguna petieion de merced
[>; Felipe IV en bi ordenanza 38 de 1636 se responda ni decrete, y que ninguna merced
Que las consultas de oficios se hagan por todo el ó gratificación de servicios se pueda hacer «i
Consejo en la forma que estuviere dispuesto. haga sino se ballaren à ello el presidente y to­
Cuando estuvieren vacos, ó vacaren en nues­ dos los del consejo que estuvieren en él.
tras Indias, islas y Tierra Firme del mar Océa­ LEY XLII.
no algunos arzobispados, obispados, dignidades,
prebendas, canongtas y otros cuaiesqirier bene­ D. Felipe II en las ordenanzas 19 y 20 del Consejo.
ficios eclesiásticos que fueren á nuestra provi­ Y don Felipe IV en la 42 de 1636.
sión, y los cargos de v¡reyes, presidencias, pla­ Que en las consultas de mercedes se pongan los ser·
zas , gobernaciones, corregimientos y otros ofh vicios y por donde constan, y haya libro de ellos.
cios de asiento ó temporales, y los que se pro­ En las consultas que se nos hicieren de
vee» y han de proveer para la administracion mercedes y gratificación de servicios se decla­
de nuestra hacienda en las Indias y casa de ren cumplidamente las calidades, méritos y ser­
contratación de Sevilla, como son contadurías, vicios de las personas por quien se hicieren la-s
tesorerías, factorías, veedurías ú oficiales de consultas y los testimonios, y razón por dónde
nuestro consejo de las Indias, que fueren de se sabe, declarando cómo y dónde hubieren
consulta, y todo lo demas que estuviere vaco y servido, y la gratificación que seles hubiere
vacare, eclesiástico 6 seglar que Nos hayamos hecho en dinero, ayudas de costa y otras cosas,
de proveer y se nos haya de consultar, se trate y la contradicion de nuestro fiscal, en los casos
en el dicho consejo de todas las personas que y cuando la hubiere j y para que esto se cum­
parecieren á proposito, y demas partes asi pro­ pla mejor, en poder de nuestros secretarios ba­
puestas por el presidente, como por los del con­ ya libro y razón de las dichas ayudas de costa y
sejo, y de estas se nos consulten las que ai pa­ mercedes que hubiéremos hecho, y le tenga ca*
recer de cada uno tengan mas partes para lo que da uno de ellos de las provincias y parles que
se hubiere de proveer, en la forma que por ór­ tocan á su oficio.
denes ó decretos nuestros estuviere dispuesto, y
la consulta que se hiciere, señalada de todos en LEY X LIIL
la forma dicha , se nos envie, para que de las D. Felipe IV por decreto de el Pardo á 5 de febre­
dichas personas ó de otras , Nos llagamos elec- ro de 1625, cap. i.° Y en la ordenanza 45 de 1656.
Del consejo y junta de guerra. i G1
Que no se admita memorial de servicios ele que no tender oficios ú ocupación en nuestro servicio,
constare por certificaciones. y el consejo podrá ponderarlos en sus consul­
No se admita ningún memorial ele servicios tas, aunque esten premiados •, pues en este ca­
de ninguna persona, si no constare de ellos por so, teniendo las partes necesarias , es justo se
nertifieaciónes de vireyes, generales u otros ge- tenga consideración á haber servido sus pa­
fes, debajo de cuya mano hubieren servido, sados.
escepto de los que sirvieren en los consejos. LEY XLIX.
D. Felipe IV en Madrid á 11 de octubre de 1635. Y
' LEY XLIV. en esta Recopilación.
D. Felipe 1Y en el dicho decreto fie 625 , cap. 3. Y Que los que pretendí eren por haber tenido cargos y
en la ordenanza 44 de 163o. oficio*, presenten testimonio de la residencia que de
Que el pretendiente por servicios de otro haya de ellos dieron.
verificar que le pertenecen. Mandamos que á todas y cualesquier perso-
El que pretendiere por servicios de otro, ñas que acudieren á nuestro consejo de las indias
aunque sean de su padre, demas de mostrar con sus papeles, y certificaciones, y representa­
que no estan premiados , ha de verificar que le ren servicios de haber gobernado, y tenido à su
pertenecen : y los papeles que se presentaren cargo algun oficio, ú oficios de administración
para esto, los califique el consejero togado mas de justicia en las Indias, se les pida en las secre­
antiguo y el secretario, declarando si le perte­ tarías testimonio de haber dado residencia, y de
necen, y cuánta parte de ellos, y conforme á la la sentencia de ella , y.se añada en sus relacio­
calificación que se hiciere se consulte por el con­ nes lo que por ei dicho testimonio constare , y
sejo. de otra forma no se les admitan sus papeles, ni
LEY LXV. pongan sus relaciones en ninguna de las pro­
D. Felipe IY en el dicho decreto de 1625 , cap. 7. Y
posiciones que se nos hicieren.
en la ordenanza 45 de 1636.
LEY L.
Que en el memorial que se diere se pongan .todos los
servicios, y despues no se admitan. D. Felipe IV por auto acordado del Consejo 172, en
Madrid á 25 de noviembre de 1638. Y en esta Re­
Cuando alguna parte diere memorial, pdn- copilación.
ga en él todos los servicios que hasta entonces Que d los que hubieren servido oficios no se les des-
hubiere hecho, porque despues no se le admi­ pachen titulos de nuevas mercedes si no presentaren
tirán, y los de nuestro consejo real de las ludias certificación de haber satisfecho las condenaciones
estarán advertidos de no admitirlos. que resultaren de sus residencias.

LEY XLVL A todas las personas que hubieren tenido


cualesquier oficios ó cargos en las Indias, ó en
D. Felipe IV en el dicho decreto de 1625, cap. 9. Y las armadas y ilotas de la carrera de ellas, y
en la ordenanza 46. fueren despues proveídos en otros de los dichos
Que pretendiéndose por servicios nuevosT el Consejo oficios y cargos, asi por nuestro consejo de In*r
califique si merecen mercedes nuevas. dias, como por la junta de guerra de él, nose les
Si habiéndose hecho merced á alguno, y despachen los títulos de la nueva merced que se
teniendo servicios nuevos pretendiere por ellos, les hiciere, si primero no presentaren en la se­
el consejo califique y declare si son dignos de cretaría donde tocare su despacho, certificación
nuevas mercedes, y siéndolo, se admita el me­ déla contaduría de cuentas del dicho nuestro
morial y consulte. consejo, por donde conste que de la visita ó re­
sidencia que se le tomó del oficio que antes lu ­
LEY XLVII. yo, no resultó contra él ninguna condenación*
D. Felipe IV en el dicho decreto de. 1625 , cap. 6. Y pecuniaria, y que si alguna hubo, la tiene ya
eu la ordenanza 47 de 1636.
satisfecha y pagada, y que esta orden se guar­
Que el que alegare servicios no ciertos pierda los de precisa é inviolablemente.
hechos y el derecho de pedir por ellos merced.
El pretendiente que alegare en sus memo­ ” LEY L!,
riales servicios que no fueren ciertos, y se ve­ D. Felipe IV en el dicho decreto de 1625, cap. 11,
rificare, pierda por el mismo caso los que lo y ordenanza 49 de 1636
fueren, y el derecho de poder pedir merced Que no se consulten hábitos sin servicios perso­
por ellos. nales.
LEY XLV1ÍI. Por nuestro consejo real de las Indias no se
D. Felipe IV en el dicho decreto de 1625 , cap. 2 nos consulten Hábitos á personas, que no tuvie­
Y en la ordenanza 48 de 1636 ren servicios personales.
Que no se consulten servicios de pasados st/i testimo­ LEY LIS.
nio de no estar premiados ; pero los pretendientes
se puedan valer de ellos. D. Felipe IV a lii, cap. 8 , y ordenanza 50 do 1636.
No se admitan ni consulten servicios de pa­ Que ei que replicare á merced hecha, antes de acep­
sados yjpa ríen tes sino se mostrarse testimonio de tarla sea oido y despues no , sin nuevas causas.
que no estan premiados; pero los preterí dientes Si alguno replicare sobre la merced que se
se podrán valer de ellos cuando trataren de ore* le hubiere hecho, siendo antes de aceptarla, los
TOMO 1. 41
162 Libro ii. Título ii.
tres fiel consejo mas antiguos que se bailaren en LEY LVÏ.
él al tiempo que se tratare del negocio, vean si
D. Felipe III en Valladolid á 20 de marzo de 1610.
se debe admitir la réplica, y parecíendoles que D, Felipe IV cu estaHccopüaeion.
se admita, se haga y se nos consulte lo que pa­
reciere-, y si la réplica fuere despues de acepta» Que el Consejo haga notificar d los pretendientes
para las Indias, que salgan de la corte.
da la merced, no se le adm ita, sino fuere ha­
biendo nuevas causas. Porque se es per i metan grandes, inconve­
nientes en quelas personas eclesiásticas y secu­
LEY LU I. lares de las Indias vengan á estos reinos y asis­
D. Felipe IV a llí, cap. 10. Y en la ordenanza 5 i de tan en nuestra corte por largo tiempoá sus pre­
16.')6. Auto $1. tensiones (le prebendas, de beneficios y oficios
Que el <¡ue aceptare oficio, no sea consultado en otro seculares con muchos riesgos que .resultan en
hasta egercer el que aceptó. viajes tan largos , ausencias de sus casas é inco­
modidades y trabajos, y que no consiguiendo
Haciéndose á alguno merced de oficio, gran­
sus pretensiones, . vuelven con muchas necesi­
de ó menor, en aceptándole, no pueda ser con­
dades y pejigros. Y jNos deseando continuar el
sultado ni promovido á otro oficio hasta habed­
remedio que está prevenido por el rey nuestro
le empezado á ejercer.
señor y padre , por cédula de veinte y dos de
LEY LIV. junio <Je el año de quinientos y ochenta y ocho:
Mandamos al 'presidente, y los del nuestro con­
D. Felipe II en las ordenanzas 50 y 31 del Consejo.
Y don Felipe IV en la 55 de 1656. sejo de las Indias ? que tengan especial cuidado
de hacer notificar á todas las personas eeíesiás-
Que ningún negocio de gracia y merced sé vea ter­ tieasy seglares que se hallaren en esta corte, que
cera vez, y en ellos pueda haber vista y revista.
dejando sus papeles y memoriales en nuestras
Mandamos que ningún negocio de servicios secretarias, salgan luego de ella ¿ y se embar­
y gratificación, gracia y m erced, y tocante á queu en las primeras ilotas, y les aperciban que
ello ni otro espediente de cualquier calidad que así lo cumplan precisamente; porque si «o
sea , se pueda ver ¿ ni vea en el consejo tercera constare que han vuelto á las partes de donde
Vez , y permitimos que en las peticiones ó me­ hubieren venido, no se tratará de sus preten»
moriales en que se pidieren merced ti gratifica­ sionos ní les haremos merced : y lo mismo, lia­
ción de servicios ú otras cosas de gracia pueda ha­ rán ejecutará ios clérigos, letrados y otras eu.a-
cer vista y revista , las cuales con lo que á ellas lesquier personas de estos reinos que pretendie­
se respondiere, guarden los unes Iros secretarios ron ser proveídos, para nuestras indias , sin em ­
del consejo con los demás papeles del oficio , y bargo de que respondan que se ocupan en otros
con haberse visto y determinado dos veces que­ negocios, ó digan que viven de asiento en nues­
de el negocio fenecido y acabado ; y si para de­ tra corte.
fraudar esto, y poder usar otra vez de las in ­
formaciones y papeles se quitaren y ocultaren 'LYIL
las peticiones' ó • memoriales y decretos pues­ D. Felipe III en el Pardo ú 18 <le febrero de 1609.
tos en ellos, la persona que Jo hiciere, si fuere D. Felipe IV en la ordenanza 55 de. 16j 6.
procurador j quede suspendido dé su oficio por
Que el Consejo de las Indias conozca privativamente
tiempo y espacio de seis meses; y sí fuere lá de los negocios de la Lonja de Sevilla.
parte , ú otra cualquiera en su nombre , caiga é
incurra en pena tic'diez mil'maravedís para Todos los negocios y pleitos que están pen ­
nuestra cámara'y fisco , y lo mismo se guarde dientes y adelante pendieren, tocantesá la fun­
eii las cosas que se hubieren resuelto por con­ dación de ia lonja de la ciudad de Sevilla y ad­
sulta que se nos baya hecho, como la parte no ministración del derecho que para ello está se­
haya aceptado la primera merced ó no se baya ñalado , se traigan à nuestro consejo real de las
resuelto merced alguna. Indias , y se vean, determinen y fenezcan en
en é l , y por la presente damos para verlos,
sentenciarlos y determinarlos á los de el dicho
D. Folipo II cu la ordenanza 22 do el Consejo. Y D' nuestro consejo tan bastante comisión, poder y
Felipe IV eu la 51 do 1656. facultad como se requiere. Y mandamos a cua-
iesquier otros nuestros tribunales, jueces y
Que las informaciones de servicios hechas y presen­
tadas por las partes no se les vuelvan , y las de oficio justicias , que no se entrometan á conocer, ni
se guarden con mucho secreto. conozcan de los dichos negocios , pleitos y cau­
sas tocan les á la lonja , que si necesario es, por
Mandamos que las informaciones de servi­ la presente los inhibimos del conocimiento
cios hechas à pedimento de parte , y presenta- de ellos. V mandamos que contra esto no se
tías en el nuestro consejo de las ludias, pidiendo
vaya ni paso en ninguna ionna.
gratificación de ellos , no se vuelvan á las par­
tes , sino que se queden cu poder de los secre­ L12Ï L V Iil.
tarios, los cuides las guarden con lo proveído:
y e n las de oficio que se hacen por las audien­ K1 emperador don Carlos cu la ley 6 de D. I'c-
cias, y so envían con sus pareceres , tengan m u­ lipe ü en las ordenanzas 10 y 25'de ej Consejo. Don
Felipe IV en la 56 de 1656.
cha «manía v secreto, por manera que no sean
vistas ni leidas de nadie á quien no esté encar­ Que en el Consejo se abstenga ¡o posible de negocios
gado el secreto del consejo. de jnoticia, y solo conozca de las visitas y residen-
Del consejo y junta de guerra. 163
cías, y segundas suplicaciones, apelaciones de la ca­ ten con los demas á determinarlo, escepto si la
sa y otras causas, (¡ue se declaran , sin advocar ne­ causa fuere de menor cuantía , que en tal caso
Ogocios.
lian de bastar y basteu dos votos conformes de
Mandamos á los del nuestro consejo de las toda conformidad como los demas no lesean, y
Indias que cuanto fuere posible se abstengan de los dichos negocios de menor euantia dos del
ocuparse en negocios particulares y de justicia consejo solos los puedan ver y conocer de ellos,
entre partes, pues para ello tenemos proveídas y determinarlos siendo conformes de toda con­
las nuestras audiencias y chancilierias reales en formidad; y en los criminales, en que pueda
las provincias y partes de las Indias, donde son haber condenación corporal ó privación, ó sus-:
menester , y que el dicho nuestro consejo sola­ pensión de oficio, ó condenación pecuniaria que
mente conozca de las visitas y residencias de los esceda la menor euantia , haya de haber tam­
vi reyes, presidentes, oidores y oficiales de nues­ bién los dichos tres votos conformes de toda
tras audiencias , y contadores y oficiales de los conformidad ; y en la remisión y en lo demás
tribunales de cuentas, y de los oficiales de ha­ se guarde lo que está dispuesto por leyes de es­
cienda , y de las de los gobernadores proveídos tos reinos.
por el consejo con títulos nuestros : y que asi­ LEY LX.
mismo conozca de los pleitos de segunda supli­ D. Felipe III en Madrid á 15 de febrero de 1620.
cación, que por comisión nuestra Je fueren co­ X). Felipe IV eu la ordenanza 58 de 1636.
metidos, y de los pleitos y demandas puestas
Que los pleitos de mil ducados abajo sean de menor
sobre repartimientos de indios, deque según euantia en el Consejo,
lo por Nos proveído no pueden ni deben cono­
cer las audiencias, y de todas las causas de CO' Declaramos y mandamos que de todos los
misos, y de las arribadas de navios de esclavos pleitos de mil ducados de Castilla que confor­
que de las Indias sé remitieren : y délas crimi­ me á ley real de estos reinos son de menor euan­
nales que vinieren al consejo en grado de apela­ tia, puedan conocer y conozcan solos dos jue­
ción de los jueces oficiales y letrados de la casa ces , y estos los vean y determinen en nuestro
de contratación que reside en Sevilla , y de consejo de las Indias.
Otros cualesquiera á quien se cometieren : y
también dé las civiles que vinieren de ella, sien­
LEY LXI.
do de cantidad de seiscientos mil maravedís ar­ D. Felipe IV en la ordenanza 59.
riba , conforme á lo que en sus leyes esta d is­ Que los pleitos se voten resueltamente sin disputas*
puesto y ordenado ; y de todas las residencias y esettsando memoriales éinformaciones, y siendo me­
visitas de generales, almirantes , capitanes, nester, el presidente señale dia.
maestres de raciones y otros , y de todos los Cuando en el consejo de Indias se propu­
demas ministros y oficiales de las armadas siere ó hiciere relación de los pleitos y negocios,
y ilotas de las Indias, y de los demas pleitos los del dicho consejo tengan toda atención y si­
y negocios que conforme á estas nuestras leyes lencio ; y al volarlos voten resueltamente, d i­
pudieren y debieren conocer , y no advoquen á ciendo , si quisieren, las razones que se les
sí los pleitos y negocios de que deben conocer ofrecieren de nuevo , sin resumir las que se hu­
las audiencias y chancilierias reales de las in ­ bieren dieho en la proposición y relación, y sin
dias, conforme á las leyes de ellas , salvo si se repetir los unos las razones y motivos que los
ofreciere algun negocio grave y de calidad, otros hubieren dicho, y cada uno diga su voto
que á los de el dicho consejo parezca que se de­ libremente , sin decir palabras, ni mostrar vo­
be advocar á é l, porque en tal caso permiti­ luntad de persuadirá otros que le sigan , y no
mos que lo pueden hacer por cédula nues­ disputen, ni se atraviesen, ni atajen al que vota­
tra. (3) re ; y si por ser el negocio clai-o y sin dificul­
LEY LOL tad se entendiere la resolución de todos, pre­
guntándosela el que presidiere con la que fue­
D. Felipe U en la ordenanza 53 y 54 del Consejo. Y re , se despache, sin votarlo mas en particular,
D. Felipe IV en la 51 de 165(5.
y no pidan memoriales del hecho, ni informa­
Que en pleitos de justicia se esté d la mayor parte, ciones de derecho siempre que se puedan es—
con que haya tres votos con formes en menor cuan­ cusar, y sin ellas voten los pleitos y negocios
tía dos, y en discordia se remita.
luego como se acabaren de ver ; y para los
Cuando en el consejo se vieren visitas y resi­ que fuere necesaria mas deliberación , el presi-
dencias y pleitos de justicia , fiscales y entre sidente tenga cuidado de señalar el dia en que
>artes , y otros cualesquiera en difinitiva ó en se han de votar.
fos artículos incidentes y dependientes de elfos
si los votos no fueren conformes , se haya de LEY LX ÏÍ.
estar y esté por loque la mayor parte determi­ K1 emperador don Carlos en Madrid á l.° de marzo
nare, siendo alo menos tres votos conformes de de 1543. 1). Felipe IV en la ordenanza 60 de 1636.
de toda conformidad ; y habiendo votos igua­ Que remitiéndose pleitos d consejeros de Castilla ó
les , ó no habiendo los dichos tres votos confor­ de otros consejos, vengan d votar al de Indias .
mes, se remita á mas jueces, que por lo menos Siempre que por remisión en discordia ó
los que lo vieren en remisión sean tres, y se jun- recusación de los del nuestro consejo de las In­
dias, ó por otra cansa nombráremos para algun
(5) Véase la ley 4, tit. 15, Hb. 5 y sus notas. negocio de los que pendieren en él à alguno ó
1 Libro ii. Título IT.
algunos del nuestro consejo de Castilla ó de cienda en que van procediendo, y de sus autos
otros consejos , los de los dio!jos consejos vayan ó sentencias suelen apelar las partes al dicho
á ver y á dar su voto , y sentenciar el tal nego­ nuestro consejo *, adonde con vista de el pleito
cio al de las indias ante el nuestro presidente, se determine lo que es de justicia. Declaramos
y los del dicho consejo que lo hubieren de vo­ que con la sentencia que se diere en é l, con­
tar con ellos. firmando ó revocando la del consejero comisa­
rio, de que se apelare, quede acabado ei juicio
LEY L X flí. y egecutoriado el pleito.
D. Felipe IV por decreto de 5 de mayo de 1628. Y
en la ordenanza 6L. LEY LXVL
Que no se innove en los negocios en que se formare D. Felipe II en ¡a ordenanza 6 de el Consejo. Y don
■ competencia, hasta que La Junta declare. Felipe IV en la 63 de 1656.
Para que los negocios en que se llegare à Que todos los del Consejo firm en las provisiones y
formar competencia , corran con la igualdad y cédulas que hubieren librado, aunque no hayan in ­
justificación que conviene , y con entera satis­ tervenido en la determinación.
facción de las partes interesadas : Mandamos Las provisiones, cédulas, cartas, é instruc­
que no se innove en los que pendieren en la ciones y otros despachos que se hubieren libra­
junta de competencias, hasta que la dicha jun­ do en el consejo de Indias, se firmen ó señalen
ta haya declarado sobre ellos , y que esto se ob­ según el estilo de lodos los del consejo que en
serve asi en nuestro consejo de indias, (d) éí se hallaren , aunque no hayan intervenido á
la determinación de ellos.
LEY L XIV.
D. Felipe IV por decreto de 13 de marzo de 1623. Y
LEY LXVIL •
en la ordenanza 62 de 1636. D. Felipe IV en la ordenanza 64 de 1636.
Que se consulten ul Bey las ínsitas y residencias que Que en el Consejo haya archivo, de qu.e tenga una
esta ley declara. llave un consejero, y otra el secretario mas antiguo.
Mandamos que en las visitas y residencias Porque la experiencia ha mostrado, que
que los de nuestro consejo de las Indias vieren por no haber archivo en el consejo de las In­
y determinaren no sean obligados «i nos consul­ dias se han perdido muchos papeles importan­
tar ni consulten, sino en caso quede visitas y tes de diferentes materias para el buen gobier­
residencias de vi reyes , presidentes y oidores, no de aquellas provincias y cosas tocantes á él,
alcaldes del crimen y fiscales de nuestras audien­ y que por estar divididos otros en diversas par­
cias de las Indias y gobernadores de las provin­ les , se hallan con mucha dificultad: Ordena­
cias principales de ollas, resulte haber contra mos y mandamos, que en e! dicho nuestro con­
ellos , ó alguno de ellos condenación de pena sejo, y en parte cómoda de él haya un archivo
corporal ó de privación de olido ó de suspen­ cerrado y guardado donde estén los papeles que
sión de el, que en tal caso antes que se llagan le tocaren y se mandaren guardar, y que la
las sentencias , ios del dicho nuestro consejo llave y cuidado de él esté á cargo de uno de los
que fueren jueces de las dichas visitas y residen­ del dicho consejo, y pueda haber otro ministro
cias , nos llagan consulta de lo que hubieran oficial, que sea archivero ó bibliotecario, y esté
acordado , con relación de los cargos y culpas, subordinado al dicho consejero, que uno y otro
razones y motivos de ello, .para que iS'os lo se ­ nombre el ¡presiden te, y que una llave del di­
pamos , y podamos mandar y proveer lo que cho archivo la tenga e! dicho consejero, y otra
mas convenga. \ en cuanto à las visitas de ios el secretario mas antiguo, y no las puedan fiar,
generales, almirantes, capitanes y oficiales de si no fuere del archivero ó bibliotecario, si le
la carrera de Indias, lo q u een el dicho nues­ hubiere , y no le habiendo, de otro del conse­
tro consejo se determinare en segunda instancia jo, ó secretario nuestro.
conforme á !o por JNos ordenado, se llevara tí de­ LEY LXVIII.
bida ejecución sin ser necesario consultárnoslos,
si no fuercen los casos que al dicho consejo pa­ D. Felipe IV en la ordenanza 65 de 1656.
recieren dignos do que iMos lo sepamos y ten­ Que en el archivo haya los papeles que esta ley de­
gamos entendido do la forma que se hacia cuan­ clara.
do las dichas visitas eran residencias. Mandamos que se guarden en el archivo del
consejo las cartas de navegar, derroteros, ma­
LEY LXV. pas , descubrimientos , y relaciones tocantes a
D. Felipe IV en Madrid :t '1 de noviembre (le 1630. la tierra y mar de las Indias, y todo deforma
Auto acordado del-Consejo Lió.
que se pueda hallar con facilidad cualquiera
Que con la sen tem í a del Consejo, confirmando ó re­
vocando la del consejero comisario, acabe el juicio. cosa que sea menester, y que se procure que
en ei dicho archivo haya , y se guarden toaos
Por cuanto do ordinario sucedo cometerse los libros que hubieren salido, y salieren, y se
en nuestro consejo real de las indias á algunos pudieren hallar que traten de materias de In­
de los de él, negocios particulares de que co­ dias, morales, políticas y naturales, de histo­
nozcan, como son los tocantes á cobranzas de rias , navegación ó geografia, relaciones, dis­
condenaciones, y otros efectos y géneros de ha- cursos, arbitrios, pareceres, advertencias y
otros cualesquier papeles que toquen ó puedan
(1) Véase la ley 8, lit. \), lib. 5. tocar à las Indias, ó á cualquiera de sus materias,
Bel consejo y junta de guerra. 1015
asi impresos como manuscritos, y porque se pue- JUNTA DE GUERRA,
dan juntar, el consejero que fuere comisario de
el archivo , puecla advertir los que le parecie­ LEY LXXEÏ.
ren á propósito para que se compren , y el con­ D. Felipe 111 en las ordenanzas dadas al Consejo en
sejero de libramientos de lo que costaren sobre Valladolid á 27 de agosto de 1600. Y en Madrid á 16
los gastos de estrados, y pueda apremiar y apre­ de marzo de 1609. I). Felipe IV en la de 12 de no­
mie á todos los que imprimieren libros y pape­ viembre de 1656.
les semejantes, á que dén uno para el archivo, Que en el Consejo de indias haya Junta de Guerra
del cual no se pueda sacar, ni saque para fuera para las materias de ellas los martes y jueDes.
del consejo libro ni papel alguno sin orden del
Mandamos que para los negocios y materias
consejo dada por escrito.
de guerra que se ofrecieren en nuestro consejo
de las Indias, asistan con ios del dicho consejo,
consejeros de guerra, los que Nos señaláremos,
D. Felipe II en la ordenanza 90 de el Consejo. Y don para que de los unos y de los otros se haga una
Felipe IV en la 66 de 1636.
junta de guerra, la cual se continúe y conserve
Que en el archivo del Consejo haya dos libros, ano como hasta ahora se ha hecho, :por los buenos
de los papeles que Liene, y otro - de los que salen
de él. efectos que han resultado'y resultan de las re ­
soluciones que con su acuerdo y parecer hemos
En el archivo del consejo haya un libro mandado tom ar, y que se haga todos los mar­
donde se ponga y asiente en la forma que pa­ tes y los jueves que fueren ^de consejo por la
reciere mas conveniente, la memoria de los lt- mañana, á las horas y en la forma que hoy se
Jbros, cartas, relaciones, consultas y otros pa­ hace.
peles y despachos que estuvieren en é l : y otro
libro particular, con memoria y relación de to­
dos los papeles y cosas tocantes al dicho archivo D. Felipe IV por decreto de 12 de julio de 1622. El
que estuviere fuera de él, asi en el nuestro ar­ mismo en las ordenanzas de 12 de noviembre de 1656.
chivo general de Simancas, como en poder de Que las Juntas de Guerra extraordinarias se hagan,
los secretarios y otras cualesquier personas, y acudiendo el secretario al presidente.
de los papeles que del archivo se sacaren, se to­ Las juntas de guerra ordinarias se hagan
me conocimiento de las personas á quien se die­ siempre, y el consejo nó pueda arbitrar en ellas
ren y entregaren, y los conocimientos se asien­ los días que están señalados, y para las estraor-
ten y pongan en el libro, para que por él se dinarias, cuando baya despacho que las requie­
puedan ver los que faltan, y saberse quien los ra, el secretario del consejoá quien tocare, acu­
tiene y á quien se han de pedir. da al presidente de él à darie cuenta de ello, y
LEY LXX. conformándose en que haya junta, se convo­
D. Felipe IV al 1-i, ordenanza 67.
que.
Que cuando el archivo estuviere embarazado de pa­
LEY LXXIV.
peles se envíen algunos d Simancas. D. Felipe IV por decreto de 10 de febrero de 1629
Y cu las ordenanzas de 12 de noviembre 1636. V éa­
Guando pareciere que el archivo está muy se la nota al fin da este titulo.
embarazado de papeles, el consejero ó ministro Que en la Junta de Guerra entren cuatro consejeros
à cuyo cargo estuviere, baga relación de ello de cada Consejo. y d falla de los propietarios, ios
en el consejo ó lo advierta, y con su parecer se mas antiguos del de Guerra.
desembarace de los papeles menos importantes, Porque cuando se formó la junta de guerra
los cuales se lleven y entreguen en el nuestro de Indias para tratar de las materias militares
archivo de Simancas, quedando memoria par- de aquellas provincias, se ordenó que concur­
-tieuiar de ellos en el libro que ha de haber en riesen en ella consejeros del consejo de guerra
él del consejo. y del de Indias; y despues se mandó que fuesen
cuatro de cada uno de ios dos consejos, y que
D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1600. Y don en las ausencias y enfermedades de los propie­
Felipe IV en la 68 de 1656. tarios que estuviesen nombrados, fuesen entran­
Que las leyes de este título y los siguientes que tra­ do ios mas antiguos que á la sazón se hallasen
tan del Consejo, y sus ministros y q/itiales se guar­ en el dicho consejo de guerra: Mandarnos que
den y lean en el Consejo d principio de cada año. asise guarde, no habiendo nombramientos por
Mandamos que las leyes de éste, y los de­ Nos hechos de los que hubieren de acudir á ia
mas títulos siguientes que tratan del consejo, junta de guerra.
y todos sus ministros y oficiales, se guarden, LEY LXXV.
cumplan y egecuten precisamente, y con gran
D. Felipe IV en consulta del Consejo á 14 de julio
puntualidad y cuidado, y el presidente le ponga ele 1626. Y por decreto de Madrid á 13 cíe mayo
en ello} y para que mejor se baga y cumpla , se de 1635. Y en las ordenanzas de 12 de noviembre
lean en ci consejo, presentes todos los minis­ de 1636.
tros y oficiales de é ), por lo menos una vez á Que faliando los propietarios de. la Junta de Guer­
principio de cada año. ra entren los nombrados en ínterin.
A los mas modernos que hubiéremos nom­
brado para el ínterin de la junta de guerra de
TOMO I. 4a
1GG Libro n. Título ii.
In d ia s, ios ha do ir cesan do com o fu eren e n ­ lipe IV en la de 12 de noviembre de 1656.
trando p ro p icía n o s ; y para su p lir las faltas (le Que las gratificaciones de servicios en la guerra ó
los unos v de: ios o tr o s, lian de en trar siem p re carrera de las indias se consulten por la Junta de
los mas an tigu os de los q ue q u ed a n , y se sigu en Guerra de ellas, con que no sean encomiendas.
eu orden , ;¡d v irtien do q u e sí no fu ere por e n ­ Por la junta de guerra de Indias se nos con­
ferm edad eo une ida ó ausencia de los p ro p ieta ­ sulten y despachen las gratificaciones dé servi­
rios, no lian de en trar los su stitu to s. cios hechos en la guerra en las Indias, y en la
carrera de ellas, y en la del Mar del Sur, con
que no se estiendan las dichas gratificaciones á
í>. Felipe 111 en e! Pardo :í 29 de noviembre de 4610, repartimientos ó encomiendas de indios, por­
J). Felipe IV en ¡as ordenanzas « 12 de noviembre que estas se han de despachar por el consejo.
de 1(55(3.
Que los de la Junta de Guerra se asienten al lado de­ LEY LXXX.
recho del presidente.
D. Felipe IV por decreto de 19 de abril de 1628. Y
Los días y horas que están señalados para en las ordenanzas de 12 de noviembre de 1636.
la junta de guerra de indias, se continúen co­ Que en las consultas de la Junta de Guerra se pon­
mo hasta ahora, y no se haga novedad ni es- gan los votos singulares.
torve el juntarse en ellos ninguna otra cosa ; y En la junta de guerra de Indias, los que
los de la junta se asienten à los lados del presi­ votaren en materias de gobierno, puedan ha­
dente, y en su mismo ha neo, como se hace en cer votos singulares, según y como lo tenemos
el consejo, y en los demás tribunales y juntas, dispuesto y ordenado por la ley 16 de este tí­
y tomen la mano derecha los del consejo de tulo para los nuestros presidente, y los del con­
guerra. sejo de las Indias, lo cual por las mismas cau­
LEY L X X V IL sas y forma es nuestra voluntad que se guarde
D. Felipe í l l en la dicha ordenanza de 1609. D. F e­ en la junta de guerra.
lipe IV en las do 12 de noviembre de 1636.
Que ¡os oficios tocantes d Guerra de mar y tierra, LEY LXXXL •
y d la hacienda, de armadas y flotas, se consulten D. Felipe IV por decreto de 1 0 de julio de 1631. El
por la Junta de Guerra. mismo en las ordenanzas de 12 de noviembre de
1656.
Para que las provisiones de los oficios y car­
gos tocantes á la guerra , asi de m ar, como de Que de las órdenes del R ey , que puedan tener dos
sentidos, se le pida, declaración.
tierra do nuestras indias, so hagan con la inte­
ligencia, noticia y conocimiento necesario de Por la ley Ï 8 de este título está dispuesto y
las personas mas prácticas y suficientes >y apro­ ordenado, que de las órdenes nuestras, en que
badas en Jas cosas de la mar y de la guerra, es­ pudieren caber dos sentidos ó mas, se nos pre­
tos y lodos los oficios que tocan á la distribu­ gunte la inteligencia, habiendo calificado el
ción, cuenta y razón de la hacienda que se gas­ consejo por mayor parte, si hay duda, ó no la
ta en las armadas y ilotas de la carrera de las hay en las dichas órdenes, y que en todo aque­
Indias, se nos consulten y provean por ia junta llo que fuere de esta calidad, aunque esté en
de guerra de ellas, y no se han de eomprehen- egeeucion, se nos pregunte en la dicha forma,
der eu estos oficios ios de nuestra hacienda real avisándonos lo que se practica, para que Nos
de las dichas ludias; porque estos, aunque ten­ declaremos lo que mas conviene y hubiere sido
gan á su cargo la cuenta y razón, y la paga de nuestra intención: Mandamos que esto mismo
gente de guerra y presidios, se han de proveer se entienda y guarde en la junta de guerra de
por nuestro consejo de las Indias. Indias.
LEY L X X X II.
LEY L X X Y D. Felipe III en las ordenanzas de 1609. Y don F eli­
D. Felipe 111 por orden dada en Madrid a 13 de abril pe IV en las de 12 de noviembre de 1656.
de 1617. Y D. Felipe IV en bisele 12 de noviembre Que todos los despachos de la Junta de Guerra cor­
de 1636. ran por los secretarios y oficiales del C onsejo.
Que vacando oficio que toque á la Junta de Guerra, Todos los despachos, negocios, materias y
los secretarios la avisen , y en los que fueren de ocu
pación mixta consulte el Gonsefo y la Junta. provisiones que se hicieren y despacharen por
la junta de guerra de Indias tocantes á la guer­
Mandamos que por la junta de guerra de r a , gracia y gobierno, corran y se despachen
Indias se nos consulten los oficios que le toca­ por los nuestros secretarios, que son y fueren
ren , y que los secretarios que asisten en ella, del nuestro consejo de indias, y los de justicia
luego que se tenga noticia de los oficios que hu­ por el escribano de cámara y demás oficiales
biere vacos , la déu a la junta, y que para los del dicho consejo, como al presente se hace.
que tuvieren ocupación mixta de guerra y go­
bierno, se propongan personas á un mismo Que no se cometan á las audiencias las libranzas y
tiempo por el consejo y por la junta , para que cédulas de mercedes , lev IB lít. 1 de este libro.
se tome (como lo deseamos^ mas acertada reso­ Que en el congojo se determinen las cuentas que se
lución en la provisión de ellos. remitieren de las Indias , y dé finiquito de ellas,
ley 5 , lít. 1L, de este libro.
Que no se admita memorial en el consejo sobre pe­
LEY L X X ÏX . dir licencia para casarse los ministros , ni sus hijos
D. Felipe 111 en la dicha ordenanza de 1609. D. F e­ en sus distritos, ley B5, til. 16 , de este libro.
Del consejo y juiita de guerra. i 67
Que se muestren y participen á los fiscales las cédu­ sado con encomendera de indios, aunque el con­
las provisiones y cartas del rey , ley 7 , til. 48 de sejo representó algunas causas, y ejemplares que
este libro. para ello había, bu Magestad se sirvió de respon­
Que las condenaciones que se mandaren traer al con­ der : Búsquese otra cosa que no haga consecuencia
sejo , no se gasten en otra cosa, ley 47 , til. 55 de para otros. Auto. 21.
este libro. El consejo en las materias de Indias tiene la corres­
Su magostad por decreto de 18 de marzo de 1594 pondencia Con el embajador de Roma. Decreto de
fue servido de mandar, que los propuestos para Su Magestad de 22 de setiembre de 1607. A uto25.
oficiales de la real hacienda de las indias, sean Todos ios gobernadores , y corregidores que se pro­
examinados por los contadores, si no fueren muy veyeren para las Indias, y hallaren en esta coi te,
conocidos , para saber lo cierto desús habilidades, ó hubieren de venir á ella, antes de embarcarse
y que lo digan por escrito. Auto í . juren en el consejo, y se ponga y ordene asi en
En consulta del mismo dia sobre el deanato de Cuz­ sus títulos. El consejo á 12 de diciembre de 1607.
co, mandó Su Ma'gestad, que se tenga siempre re­ Auto 24.
lación de los benemérito», que están en las indias, A consultà de o0 de enero de 1608, en que propuso
para ascender de unos puestos à otros. Auto 2. el consejo á bu Magestad el desconsuelo que cau­
En consulta de 14 de diciembre del mismo año , en saba á los de las Indias el proveer repartimientos
que se piopusieron cuatro licencias para pasará de indios en personas que están en estos reinos,
las Indias, mandó Su Magestad , que se envieu las fué servido de responder: Está bien , y el consejo
cédulas de licencias, en que pareciere que Jiay tenga la mano en consultarme esto como le pare­
causas muy--bastantes , sin consultarlas. Auto 5. ce que conviene. Auto 25.
Véanse les autos 4 y 5 , l¡b. 1 , tít. 24 , sobre que no En consulta de 25 de julio de 1608 , habiéndose ser­
se impriman libros de materias de Indias, sin ser vido bu Magestad de distribuir algunas condena­
vistos y censurados por tino dé los del consejo. ciones , que en las sentencias del consejo se habían
En las pro«uMpiu-s de corregimientos, y otras seme­ aplicado á obras p ia s, propuso el consejo que se­
jantes ; no se decrete por ei consejo sin preceder mejantes condenaciones se acostumbraba distribuir
consulta, y para el corregimiento de Méjico se - por él, y los demás consejos y tribunales, y en las
proponga una vez persona dé letras, y otra de capa- chancillerías por ias salas que las aplican , y que
y espada. Su Magestad en 25 de abril de 16t)5. aun los corregidores de estos reinos, y sus tenien­
• Auto 8. tes hacen lo mismo, porque tienen jurisdicción y
Habiéndose dado en el consejo memoriales de capí­ autoridad para ello conforme á derecho, y Su Ma­
tulos contra unos ministro» de l»s Indias de que se gestad se sirvió de responder: Pues tengo aplica-
! mandó hacer información en esta corte , y cónsul cadas estas penas , pasen asi por esta vez , y en lo
' -lado bu 5'Iagestad sobre que convenía visitarlos, se por venir su distribuyan por acuerdos del consejo
sirvió de responder-en 21 de mayo de 1505 : En las condenaciones semejantes en las obias pias que
proveer estas visitas se proceda con gran conside­ á Lodo el consejo junto pareciere. Auto 26.
ración y tiem po, pues ei fundarlas en relaciones Por los inconvenientes que tiene eJ dar licencias á
de los que vienen de allá, las mas veces mal con- urcas, y navios extrangeros para navegar á las In­
teuLos sin culpa de ios ministros, puede ser del in ­ dias en compañía do la» flotas, se sirvió Su M ajes­
conveniente que se deja considerar, y asi siempre tad de resolver en 8 de julio de 1608, que se excu­
se procure que concurra parecer de ios ministros sen por todas vías estas licencias. Auto 27. Y por
principales de Jas Indias, y se haga en este caso. otro decreto de 2 de marzo de 1613, habiendo sido
Auto 9. informado de jos daños que resultan de que con­
En los títulos de gobernadores , cuyos tenientes-go­ tra viniendo á las ordenanzas antiguas , se permita
zan salario de bu Magostad , se ponga clausula de navegar á las Indias navios extrangeros, fué ser­
que juren en el consejo, siendo nombrados en Es­ vido de resolver, que se observen puntualmente
paña, y si f ueren nombrados de ios que estuvieren . las ordenanzas de la casa y fábricas de navios del
en fas lu dias, juren en las audiencias mas cerca­ año de 1607 , por los inconvenientes y daños que
nas. Decreto do la cámara de 21 de octubre de han rebultado do admitir extrangeros en iá nave­
16U4. Auto 10. gación de la carrera de Indias, Auto 59.
En las confirmaciones de oficios, que se piden en el El consejo por decreto de 5 de setiembre de 4608
consejo, habiendo, contradicción del fiscal de su se mando que de las fianzas que está ordenarlo , ó
Mageslad, nose dén los despachos sin picceder se ordenare , den los oficiales reales de las Indias
autos de vista y revista, ó que habiéndosele noti­ por razón de sus oficios, hayan de dar v den la
ficado el auto de vista , paso en cosa juzgada. De­ mitad de la cantidad do estos reinos á salí sí acción
creto del consejo de 25 de octubre de 1604. del presidente y jueces oficiales de Ja casa de con­
Auto 1!. tratación de Sevilla , y de esto se ponga cláusula
Su Magestad fue servido de responder á consultas de en sus títulos. Auto 28.
22 de agosto de 26ü6 , y 23 de julio de 1645 , y el El consejo acordó en 25 do marzo de 1609, que to­
consejo por diferentes decretos ha mandado , que dos ios cargos y oficios ele gobernadores , corregi­
á todos ios proveídos , asi en prebendas eclesiásti­ dores y alcaldes mayores de todas las Indias , pro­
cas, comoett oficios perpetuos y temporales, de veyéndose ei: personas que fueren de estos reinos,
cualquier calidad que sean so les ponga clàusula sean por cinco años, y las provisiones que se In­
en los títulos de que tengan obligación á embar­ c id e n en los que estuvieren en las Indias, sean
carse cu la primera ocasiou de flota ó galeones, por tres añ os, asi en el distrito del P erú , como
con que la provisión y merced se lia ya hecho tres en el de Nueva España, y para remedio de los
meses antes que parlan (as armadas y Se cuenten inconvenientes que se lian seguido de anticiparse
desde el clia de la publicación de la merced en el y posponerse las provisiones por culpa de los pro­
consejo ; y no embarcándose queden excluidos por veídos, que muchas veces se detienen por sus co­
el mismo hecho, y transcurso de tiempo de la mer­ modidades, se les notifique que vayan á servir
ced de Su Magestad, y se provean de nuevo en sus oficios en la primera ocasión que se ofrezca de
otras personas, y no se les pueda dar posesión, ni flota ó armada, con apercibimiento de que el que
admitir al uso no constando haberse embarcado se quedare pierda el oficio, según y como S. M. Jo
dentro de este tiempo: y han de presenLar Con sus tiene ordenado y mandado: y demas de la cláu­
títulos certificación del secretario por cuj o oficio sula que se pone en los títulos de que les corra sa­
se hiciere la previsión del dia en que se hubiere lario desde ei d.ia que se embarcaren , con que no
publicado, para que desde él se cuenten los tres se detengan en el camino mas de seis m eses, se
meses. Autos 2 0 ,5 4 , 6 5 , 8 4 , 9 5 , y 165. ponga que el tiempo dé sus provisiones sea por
Habiendo propuesto el consejo á Su Magestad , que cinco años, y mas seis meses que se les señalan
un tesorero de la real hacienda de Yuca tan pedia para llegar á tomar posesión de los oficios desde
se le hiciese merced de dispensar con él que pu­ elidia que se embarcaren: de manera , que la pro­
diese servir el oficio , sin embargo de haberse ea- visión ha de ser por cinco años y seis m eses, es-
108 I/ib ro it. Título u.
ce pío :i los (lo l;i costa de Tierra Frrne é Islas de de parientes, sin tocarles ni ser sus herederos , y
Barlovento , que ha de ser por cinco años, y mas algunas veces las consiguen en perjuicio de los
dus meses , que se les señalan para el yiage desde que lo son , y sin debérseles de allí adelante : an­
el diado la primera embarcación. AuLo 3 l. tes de consultarlos se verifique por papeles, que
For decreto de S. >1. de 5 de octubre de 1609 se la persona por quien se consultare es heredera d e­
ordena al consejo tenga mucho la mano en con­ rechamente de los servicios porque p id e, ó por
sultar V conceder licencias para pasar á las ludias, manda que le hayan hecho de e llo s, ó por tocarle
V encarga á los secretarios el cuidado de advertir­ la sucesión , y al que no le pertenecieren de una
lo cuando se tratar*; de esto. Auto í)2. de estas dos maneras, no se le con su lte, aunque
El consejo nace elección de las naos mercantes para sea descendiente ó hijo , ó tenga otro cualquier
Jas Ilotas, dejándola de remitir a la casa de Con­ parentesco con la persona de cuyos servicios se
tratación de Sevilla , por los inconvenientes c¡ue de tratare. Decreto de 6 ¡VI. de 22 de setiembre de
lo contrario resultaban : Ordenando que la casa,, 1622. Auto 50.
envíe relación de las naos que hubiere en el rio de S. M. por decreto de 21 de octubre de 1622 fue ser­
aquella ciudad , con sus calidades , porte , y anti­ vido de encargar á los Consejos , que no se le con­
güedad, y eiigc conforme al derecho de cada una, sulten negocios poco útiles; pues el tiempo y buen
y en esta consideración proceden el consejo y jun­ uso de él es tan importante para todos; y para
ta de Guerra. A uto‘56. que esto se consiga y corran naturalmente Jas ma­
A consulta dei consejo de 50 de julio de 1614 sobre terias, no en v ia iá S . ¡VI. decretos particulares: y
que un virey proveído para las Indias pretendía el consejo de ludias no baga consulta en virtud de
que les corriese el salario desde et dia que se pu­ m em orial, que solo lleve remisión ordinaria , ni
blicó su provisión; S. i\í. í'ue servido de responder: vuelva á consultar las cosas que estuvieren re­
Escúseso esto por consecuencia que pudiera que­ sueltas , si no hubiere novedad en ellas, aunque
d a r , y porque no'es bien que á uu tiempo sejpa- 6. ¡VI. envíe particular decreto para que se tra­
guen dos salarios en un misino cargo. Auto 4<). Y ten y se le consulten; porque en taCcaso solo se
el consejo por decreto de 30 de julio de 1616 man­ le ha de dar cuenta de como esta tomada resolu­
dó que no se baga bueno á ningún oficial ni á otra ción ó del diferente estado que tuvieren , porque
persona que sirva en el consejo , el salario que hu­ se escuscn con esto las diligencias de las partes
biere de gozar, sí uo lucre desde el dia del jura­ y peligro de que con la mudanza de los tiempos y
mento , como se hace con los del consejo. Auto do los consejeros se asienten y resuelvan dife­
110. rentemente. Auto 52.
En i7 de enero de L020 proponiendo el consejo per­ En 20 de agosto de 1624 fue S. M. servido de man­
sonas para una alcaldia mayor de m inas, nombró dar al consejo por los inconvenientes que resultan
S. [VI., y ordenó al consejo que tuviese cuidado de y ha mostiado la experiencia de proveerse oficios
proponerle las personas que están en las Indias, supernumerarios , y darse futuras sucesiones, y
y decir siempre en las consultas ias que están en cuánto eonvit’iití cerrar la puerta á este género
estos ó aquellos reinos. Auto 4b. de pretensiones, que esté con cuidado de no con­
Por decreto de ¡3. M. de 29 de agosto de 1620, ino» sultárselas por ningún caso; V que en las secre­
tivado de que la csperiencia ha mostrado los in­ tarías del consejo haya razón de esta orden, para
convenientes que se siguen de que los que piden que la acuerden, si alguna vez se tratare de con­
mercedes en salislaccion de servicios suyos ó de sultar algún oficio supernumerario , ó futura su­
sus pasados, no haciendo memoria de las recibi­ cesión. Auto 57.
d as, vuelvan á ser premiados por unos mismos g. (VI. por decreto de t7 de enero de 1626 fue ser­
servicios por dilereute» partes, y cu diierentes vido de mandar, que el consejo esté con particu­
ocasiones , lúe servido de mandar que en el con­ lar cuidado de no consultar á quien se hubiere
sejo y junta de guerra de Indias se tuviese cuidado dado prebenda en Us Indias , y U baya aceptado,
con no admitir memoriales en que no se especifi­ si no constare por testimonio, que la está sirvien­
casen las mercedes recibidas por las personas en do. Auto 63. Y el consejo en consulta de 2 de ju­
cuyo nombre se diesen , y bis que se hicieron á lio de 1655 propuso á 8. ¡VI., que la orden dada
sus padres y pasados, por quien piden la remune­ jara que las personas proveídas en oficios de las
ración, declarando en que tiempo íue , y lo que odias, que los aceptaren, no sean consultados
por sus personas hubiesen servido despues , y la en otros hasta haber ido á servirlos, se debía en­
merced que se les hubiere hecho, y cuando para tender con los obispados, y demas prebendas
ver si merecen lo que pidieren , y si están p ie - eclesiásticas, sino es que concurriesen en alguna
miados por aquello de que piden satisfacción, y persona tales partes y circunstancias , que obli­
que e) consejo y junta ésten sobreaviso para ajus­ guen á ello , ó que habiendo sido proveído, no
tar si ia relación que hiciere la parte conforma con baya tenido tiempo de embarcarse, de suerte que
el hecho de io que hubiere pasado, Valiéndose de no Se le pueda imputar omisión, ni entender que
la uoticia posible , ó informándose de donde^ juz­ se le detiene en España pura hacer ascenso dei
garen que se la puedan dar, adYirtiendo á 5. ill. puesto que tiene á otro m ayor; y S. M. fue ser­
en las consultas que se hicieren las mercedes he­ vido de responder: Está bieti lo que parece. Auto
chas en consideración de aquellos servicios por que 84. Y sobre justificar las causas de haberse que­
se pidieren para hacer lo que tuere justo, y que por dado los proveídos en estos reinos, y uo siendo
falta tic noticia no se premie también por-otra parte legítimas, consultar el oficio ó prebenda. Auto 93.
por aquellas mismas causas. Auto 46. Por decreto de S. M. de 14 de noviembre de 1628
Las esperas que se pulen en el consejo dtí^ condena­ se dispoue, que por cuanto sucede algunas veces
ciones hechas en visitas, residencias ó cu otros resolver consultas contra órdenes dadas sin no­
cuaitísquier negocios, se han consultado siempre ticia de ellas, y su voluntades que se observen,
con S. M., y esta costumbre se ha de guardar por declara , que cualquiera que se hiciere por con­
el consejo. KesucUo por ¡5. M. cu decreto de 10 de sulta del consejo , cu que no se hubiere declarado
mayo de 1622. Auto 48. á S. SI la orden que pueda prohibirla, se entien­
En consulta do 28 do mayo de 1622 representó el da qucuo ha de tenor oferto por ningún caso, aun­
consejo à S. ¡H. los inconvenientes que tenia el que se haya dado el despacho,, porque su ánimo
proveer los gobiernos y corregimientos de las in ­ no fue derogar la orden sin particular espresinn de
dias antes de cumplir el tiempo de su provisión, y cita , y el consejo esté ron advertencia de que se
S. M. fue servido de responder: Agradezco al con­ ejecute con toda puntualidad. Auto 75.
sejo lo que advierte en esta consulta, y en algunas En consulta del Consejo de 22 ue abril de lo52 , pi­
cosas de esta calidad ha obligado cu esta coyun­ diendo declaración de una merced que se había
tura á salir del camino ordinario la nexesidad de hecho de tres ó cuatro mil ducados de renta, se
acomodar á algunos criados del R ey mi señor, que sirvió S. ¡M. de responder : Siempre se liado en­
haya gloria. Auto 49. tender lo mas eu mis resoluciones. Auto SU.
Porque muchas personas piden merced por servicios Paia la forma de cobranzas de condenaciones y otros
D<il conscio y junta ele guerra. 169
efectos riel consejo , dentro y fuera de esta corte, Eu cualquier consulta que Se ofreciere , asi de pro­
se vean loa autos 82 y fc3 , y ia iev final títuio si­ visión de oficio corno de gracia, siempre que el
guiente. secretario leyere , ó algun consejero propusiere
S. M. en respuesta á consulta del consejo de 21 de persona que por consanguinidad ó afinidad tocare
julio de 1654 , fue servido de mandar en caso de dentro del cuarto grado á cualquiera de ello s, en
ofrecerse duda ó competencia entre el presiden­ el mismo instante se salga del consejo el que fue­
te y consejo real de las Indias con ol*o de los pre­ re , y si tuviere voto pueda decir su parecer , y
sidentes ó consejos sobre los lugares ó preceden­ no intervenga en aquel negocio mas que en esto.
cia que han de ten er, que conforme se hubieren Decreto de 6. iVl. de 51 do marzo de 1645. Auto
juntado los presidentes ó consejos en las tres j re­ 129. Véase la ley 17 . titulo siguiente.
sidencias antecedentes, se junten sin pretender no­ Por d ecreto del consejo de 20 de julio de 1615 se
vedad ; y que si hubiere algunos actos en contra­ mandó que para las consultas de oficios y pre­
rio de alguna presidencia , como no sea de la ma­ bendas , y otras cualesquier provisiones, se ba­
yor parte de las tres, se ajuste lo que se hubiere gan las proposiciones de sugetos que calificaren
observado en las d o s, que es la mayor parte. Au­ sus méritos y servicios con les y testimonios bas­
to 88. ^ ; tantes , asi presentados por la parte como por in­
Eu consulta del consejo de 5 de noviembre de 1656 formaciones remitidas de oficio , hechas en Sasau-
se propuso a S. M. que el gobernador doi conse­ d¡e ocias, é informes de los vireves y prelados en
jo de Castilla había dado aviso al del consejo de cartas particulares escritas á S. ÏV1. y consejo, po­
las Indias de unas provisiones de pla/.as 'eu él, niendo en las relaciones las calidades que cada uno
buenos sucesos y otras cosa?, y el consejo repre­ tuviere, las cuales han de ajustar los relatores de
sentó á S. M., que siempre que se ofrecían sem e­ la cámara, oficiales mayores y segundos de las se­
jantes avisos, había sido servido de darlos al con­ cretarias, y las han de señalar; y si no es de es­
sejo de ludias por decretos señalados de su real ta forma, no se bao de traer otras eu las proposi­
mano , sin que presidente ni gobernador del con­ ciones. Auto 150.
sejo de Castilla interviniesen en ello ; y no siendo Á consulta de la junta de guerra de 7 de marzo de
esto cosa aneja al oficio de presidente ni goberna­ 1647 , sobre la regulación de Mitos en las propo­
dor de el , no se debía pervertir el orden, que siciones de puestos eclesiásticos y seculares, que
siempre se habia tenido , suplicó á S. 'M. se sir­ faltando el presidente , como no hay voto de sil
viese de ordenar, que en esto no se hiciese nove­ preeminencia y calidad sucedía proponerse en ca ­
dad, y siempre viniesen semejantes órdenes y avi­ da lugar utas sugetos que uno , por tañer igual­
sos por decretos de S. M ., y fue servido de res­ dad de votos, con que se venia á acrecentar el
ponder: He mandado se guarde la costumbre. Au­ ti limero (lelos tres, h'ue S. iVl. servido de respon­
to. 99. der en un mismos lugar se consultaran los que
Por decreto de S. M. de 10 de enero de 163S está tuvieren iguales votos , precediendo y entrando
dispuesto , que en la calificación de servicios y es­ en los tres de la consulta los que tuvieren mayor
timación de los sugetos , se informen unos conse­ número de votos. Ejecutaráse asi. Auto 147.
jos de otros y se tespondan dentro de ocho dias Las huías ó breves de indulgencias, que Su Santi­
>or mano de los secretarios, que de oficio , y sin dad concede para las lu dias, se presenten en el
f levarlo al consejo, tengan obligación de ajustar consejo de Cruzada, y pasen por el de Indias. Au­
este punto , y no pasen a tratar ningún uegoeio sin to 161 referido, lih i ° , tit. 9 y 19.
preceder esta circunstancia , y esc use un consc­ Consultando con S. M en materias de beneficiar el
io el consultar lo que tocare , y'fuere de otro. Au­ consejo espedientes que uo pasen de 500 peses
to 106. sin consulta por evitar dilación', fue servido de de­
La tercera parte de vacantes de obispados , so ra­ clarar en i .i de setiembre de L651, que todo lo
tea y reparte en el consejo conforme a resolución que se ofreciere se le consulte , sin embargo de
de S. M. de 11 de octubre de 1658. Auto l i i le - lo representado. Auto 166.
ferido en el tit. J del lili. l.° Habiéndose introducido por algun tiempo que las
S. ¡VI. ha declarado por decreto de 50 de marzo de juntas mandadas formar por orden de S. M. , se
1640, sobre cierta merced que se propuso, que lo hacían en la posada del consejero mas antiguo; y
que se acostumbra dar sin'su orden , no es cos­ respecto de que por lo pasado fue el estilo tener­
tumbre , ni debe correr como tal , sino abuso , y se siempre en palacio , fue S. M. servido de man­
de esta calidad será lodo aquello que el consejo ó dar por decreto de 12 de marzo de 1654, que to­
cualquiera otro diere, que pase de treinta ducados, das las juntas en que no concurriese presidente,
por una vez , sin consulta de S. M. Auto 117. se tenga en el consejo ó sala de él , de donde fue­
Ningún consejo, tiibuna!, ni junta pueda consul­ re el ministro mas antiguo de la jineta que hubie­
tar plazas ni oficios de justicia ni puestos de guer­ re de preceder , y asi se teuga entendido y ejecu­
ra, interviniendo precio, porque tolalmente'pro- te. Auto 179.
hibe S. M. que se haga, aunque mire á causa pú­ El consejo á 8 de noviembre de 1655 consulto á
blica , ni por mas justificados que sean los méritos S. M ., que en atención á que viniendo de Jas
eu que se fundare; porque su real voluntad es, Indias los galeones del cargo del marques de ¡Yíou-
-que estos oficios se den por m éritos, y tengan por tealegre. estuvo la armada inglesa a 18 de julio
incapaces los que eu fuerza del dinero quisieren en el Cabo de Corrientes , y á 19 los galeones , y
adelantarse á m erecerles, y asi lo ejecute el con­ á 21 y 22 entraron en la Habana un galeón , urca
sejo de ludias. Decreto de S. M. de 28 de febre­ y patache, y dos navios con el tesoro de la N ue­
ro de 1643. Auto 125. va España, y á 25 pareció sobre la Habana la
Por decreto de 2 de marzo de 1643 fue S. M. servi­ misma armada inglesa, y sin ver bajel nuestro
do de mandar, que Jas provisiones y materias de desembocó para Europa; y porque á .17 de julio
gracia se voten en público , y reserva en sí orde­ la casa de contratación de Sevilla hizo rogativa al
nar loq ue convenga votar en secreto, segun la Santo Cristo de San Agustín , y á 18 de agosto el
ocurrencia d é lo s casos , y que en todo lo domas consejo á Ntra. Sra. de Copacavana. A los 18 de
se siga el estilo que antiguamente se observaba julio se haga cada un año una fiesta de tabla á
de consultar en público. Auto 126. Ntra. Sra. de Copacavana en el convento de doña
S. M. encarga por decreto del mismo diu 2 de mar­ Maria de A ragón, donde está colocada , asistien­
zo á los del consejo y junta de guerra , que le do cí consejo, y que se dé una limosna para su.
propongan para todo género de oficios y digni­ culto , y la casa el mismo di a asista á otra fiesta en
dades á los mas beneméritos , y no les deja arbi­ el Santo Cristo de San A gustin , y S. M. lo tuvo
trio en la materia; porque su ánimo es , que ios por bien. Auto 187.
mas virtuosos , los mejores , los mas útiles y con­ Las penas de tres Lauto que ocurrieren en el conse­
venientes para los ministerios públicos se íe pro­ jo, conforme á derecho de estos reinos se han de
pongan con precisa obligación de conciencia. Au­ distribuir en esta form a: Divídase la partida en
to i l l . tres porciones iguales: la una se apiique al fisco
TOMO I. 43
170 Libro ii. Titulo 11.
por su sim plo: la otra 8 ios jueces que declaren ñalado con licencias de sus generales se han de pre­
la pena del tres lauto y condenaren en ella, in­ sentar con ellas, y fees de oficios de haber servido
cluyendo siempre al presidente , aunque no asista el año antecedente en campaña, ó donde residían,
ni se halle presente á la vista y determinación y el qne no la trajere no lia de poder ser despacha­
de la causa : la otra al fiscal del consejo cou obli­ do , ni oido por los ministros del tribunal á quien
gación de que de ella satisfaga al denunciador, si tocaren sus pretcnsiones; y tomada resolución en
le hubiere , y de al contador ó contadores que in­ ellas, lian de volverse luego á servir sus puestos,
tervinieren en la cuenta y ajustamiento de la par­ y por ningún caso puedan detenerse en la corte,
tida que ocasionó el tres tanto , lo qne fuere con­ ni otra parte alguna; y todos los que fallaren á lo
veniente para que unos y otros se animen a reco­ referido quedan excluidos de lodos los honores y
n ocer, ordenar y formar las cuentas , de suerte fuero militar, y cunlesquicr justicias puedan pro­
que se descubran los fraudes que hubiere en ellas, ceder contra e llo s, como desertores de sus bande­
y se administre bien la real Hacienda, y la parte ras, y quedan sujetos á las demas penas impuestas,
que se señala al fiscal se ha de dividir en dos par­ y esto también se ha de entender en el soldado , ó
tes , de las cuales Ja una es para el fiscal cou car­ persona militar que viniere sin licencia , y en los
go de remunerar á su voluntad a sus agentes ; y que la trajeren , si excedieren del término de ella,
la otra tí los contadores con cargo de que cuando sin habérseles prorogado. Decreto de S. M. de 4
suceda el caso de algún tres tanto , el consejo de­ de setiembre de 1641. Auto 120.
clare lo que hubiere de locar á los relatores de la Con ocasión de haberse venido algunos soldados á
parle que tocare á los contadores, conforme al de­ esta corte sin licencia , fue S. M. servido de reno­
creto de 9 de febrero de 1658, y la parte que to­ var las órdenes dadas para que en los consejos no
ca íí Jos contadores se aplique á los que hubieren sean admitidas las pretensiones de los que no pre­
entendido , tratado y descubierto el tres tanto , y sentaren licencia del capitán general debajo de cu­
no participen de ella los otros compañeros, que no ya mano hubieren servido, y de ordenar y mandar
conocieron de la partida. Auto 190. con toda precisión , que ningunos memoriales se
Para las materias de fuerzas eclesiásticas se vean los admitan sin este requisito, y que el consejo, cá­
Autos 169 y 170 inclusos en la ley 4 de este tí­ mara y junta de guerra asi lo ejecuten , por lo que
tulo. les toca. Auto 155.
En los títulos de generales, almirantes de galeones y
JU N TA DE GUERRA. flotas y capitanes de ellas se ha de poner cláusula
de que estando en esta corle juren en el consejo,
Los soldados que hubieren de ser alféreces en los y cu él se les den las instrucciones, y hallándose
galeones de la armada de i a carrera de Indias, ca­ fuera de la corte, hagan el juramento, y se les den
pitanas y almiraritas de flotas, han de haber ser­ las instrucciones en iu casa de contratación de Se­
vido seis años en la guerra, conforme está dis­ villa. Deere lo del consejo a 4 de febrero de 1647.
puesto por ordenanzas m ilitares, y de estos ios Auto 146.
cuatro en la mar. S. ¡VI. fue servido de resolverlo S. M, por decreto de 19 de noviembre de 1653 fue
asi á consulta de la junta de guerra de ludias de servido de mandar, que no se consulten sueldos á
18 de noviembre de 1626. Auto 67. los que fueren proveídos en castillos, y en cuales­
Prohibe S. M. por decreto de 10 de noviembre de quiera oficios y puestos, y que los sirvan con el de
1662, que la junta do guerra le consulte suple­ sus situaciones, y no puedan pretender otra cosa
mentos «le alféreces para las compañías do galeo­ con título, ni pretesto alguno, y asi se tenga en­
n e s , capitanas y alimrantas de Ilota y naos de hon­ tendido eu la cámara , y junta de gderra de In­
duras, con ningún protesto ni causa, aunque el dias. Auto 178.
tiempo que fallare sea muy limitado, si S. ¡VI. no NOTA.
lo mandare expresamente, y con derogación de
esta orden. Por la ley 74 de este título esta ordenado
Para alcaides de los castillos de las Indias se han de que en la junta de guerra entren cuatro con­
proponer á S. M. soldados de proíosion y disci­
plina, en que puedan h<bcr aprendido la forma sejeros de cada uno de los consejos de guerra é
de defender plazas tie los enemigos con sitio for­ Indias, y allí se expresa que sean los mas anti­
mado , y «|ue entiendan de fortificarlas y defen­ guos de el de guerra. Sobre que también sean
derlas. Decreto de S. M. a proposición de la jun­ los mas antiguos de el de Indias-, hay un de­
ta cu 26 de marzo de 162/ . Auto 68. creto de S, M. á consulta de 4 de enero de 1606
Porque se ha experimentado que no son verdaderas
muchas certificaciones de servicios presentadas por en que. fue servido de responder lo que se sigue:
soldados, S. M. fue servido por decreto de 21 de Cuando los que están señalados no pudieren con-
enero de 1631 dem andar que en las secretarias currir en esta junta por ausencia ó impedimento,
no se admitan certificaciones de servicios pai ti- se convoquen otros de el consejo de. guerra, y
culares sin haberse tomado la razón de ellas en las
contadurías de ei sueldo de la paite donuc se die­ también de el de Indias, en lugar de jos ausen­
ren. Auto 85. tes é impedidos7 echando mano en cada consejo
No se pueda v e r , ni despachar memorial ni pre­ de los mas antiguos, con que cesarán estas
tensión de soldado, que se halle en la corte, sino dudas. (5)
de los que estuvieren sirviendo en los ejércitos , o
parles (pie se Ies hubieren señalado, poique estos
en todo tiempo se bao du despachar, y hacérseles (5) Sobre el auto 80 téngase presente lo declara­
merced , y aun en los cuatro meses de diciembre á do en la cédula de 15 de setiembre de 76, en que se
marzo han de ser preferidos á los que vinieren á la díó la forma tic satisfacerse lus pensiones hechas en
corte ; y todos los «pie vinieren en el tcimino se­ durado de plata vellón ó puramente ducados.
171

TITULO TE23.0EE.0.

D e l p re sid e n te , y los del consejo r e a l de las In d ia s.

LEY P R IM E R A . [ negocios y pleitos de los ausentes, especialmen­


D Felipe H en la ordenanza 49 de el Consejo. Don te los de provincias, concejos, universidades y
Felipe IV en la 69 de í.° de agosto de 1636. otras comunidades.
Que el presidente vaya al Consejo las mañanas y
tardes, y reparta salas y negocios, y cuando faltare LE Y IV .
presida el mas antiguo. D. Felipe II en la ordenanza 48 del Consejo. Y don
Mandamos que el presidente de nuestro con­ Felipe IV en la 72 de 1636.
sejo de las Indias vaya las mañanas y tardes al
Que el presidente encomiende los espedientes d los
consejo, y en él reparta las salas que se pudie­ que le pareciere del Consejo, para que los despachen
ren hacer, y distribuya por ellas los pleitos y por las tardes.
negocios que se hubieren de ver cada d ia , se­
gún la orden que para ello está dada; y cuando Mandamos que el presidente del consejo dis­
en el consejo faltare presidente, presida el mas tribuya los negocios, espedientes y los enco­
antiguo de ios que en él se hallaren, como es miende haciendo las encomiendas , y señalán­
uso y costumbre. dolas de mano propia, para que los que le pare*
recieren del consejo vean las peticiones, escri­
L E Y II. turas y recaudos con ellas presentados, y las
D. Felipe II en la ordenanza 44 de el Consejo. Don traigan vistas , y hagan relación de ellas todos
Felipe IV en la 70 de 1636. los martes , jueves y sábados de cada semana
Que el presidente proponga en el Consejo y resuelva por las tardes.
lo que se acordare, y ¿o haga despachar y egecutur.
LEY V.
El presidente, correspondiendo á la con­
fianza que de él hacemos en cargo tan impor­ D. Felipe II en la ordenanza 43 de el Consejo. Y don
1'elipe IV en ia 75 de 1636.
tante, tenga siempre particular cuidado de en*
tender y saber loque convendrá ordenar y pro­ Que el presidente letrado vote en gobierno, gracia
veer para el buen gobierno espiritual y tem­ y guerra, y en las visitas y residencias; y no siendo
letrado, vote solo en gobierno, gracia y guerra.
poral de las Indias, conservación y buen trata­
miento de los indios naturales de ellas, acre­ El presidente , siendo letrado , tenga voto
centamiento y buen recaudo Je nuestra hacien­ en las cosas de gobierno, guerra, gracia y mer­
da: y lo que le pareciere convenir al servicio ced que en el consejo se trataren, y en las visitas
de Dios nuestro Señor y nuestro, lo proponga y residencias que en él se vieren , y no en plei­
en el consejo, para que en él se platique y pro­ tos algunos que fueren de justicia contenciosa
vea lo que convenga; y sieudo determinado, entre partes ; y no siendo letrado , tenga sola­
resuma y resuelva lo que se acordare, y lo haga mente voto en las cosas de gobierno, guerra,
despachar, egecutar y cumplir con todo !ode­ gracia y merced.
más proveído por Nos, y contenido en las le­
yes y ordenanzas, hechas, y que se hicieren
LEY V I.
para el buen gobierno de las Indias. D. Felipe IV en la ordenanza 74 de 1636.
LEY III. Que cuando hubiere duda sobre los negocios y cali­
dad de ellos, la declare el presidente /
D. Felipe II en las ordenanzas 29 y 50 del Consejo.
Y D. Felipe IV en la 71 de 1636. Porque en lo dispuesto en estas leyes, y pa­
Que el presidente tenga memorial de los negocios ra los efectos de ellas y otros , podrá ser se
que se hubieren de ver, y haga despachar los espe­ ofrezca duda ó diferencia entre los del dicho
dientes y negocios de ausentes. nuestro consejo de las Indias , ministros y
Mandamos que el presidente tenga memo­ oficiales de él en los negocios que ocurrieren, y
rial de todos los negocios que en él se hubieren las materias de ellos sobre si son de gobierno ó
de ver, y baga despachar con brevedad los de gracia: Mandamos que todas las veces que esto
expediente. Ï porque las personas que están sucediere lo haya de declarar y declare el pre­
en las Indias, y tienen en el consejo sus pleitos sidente del dicho nuestro consejo, y se haya de
y negocios por sus procuradores, no sean nece­ estar y esté à lo que el declare y á sola su de­
sitadas por ia dilación de despacharlos, á venir claración , el cual cuando quisiere y le parecie­
à la prosecución de ellos, ó por no venir pier­ re lo podrá comunicar con ei consejo.
dan su justicia: Mandamos que el presidente
tenga mucho cuidado de hacer despachar ios
17*2 Libro it. Titulo in.
oficiales à quien locare acudir con los despachos
al sema ñero , sepan qué consejero lo es , y no
D. Felipe III en !« dicha ordenanza dada :d Consejo acuda á otro : Mandamos que el portero de cá­
año de 1(300. Y I.). Felipe LV cu la /.') de 16.>6.
mara de estallos tenga ’tabia de! turno , y que
Que estando impedido ni presidente , envié las con­ cada sábado ó último día de consejo de cada se­
sultas al consejero mas antiguo. mana por la mañana, á la primera hora, diga
Cuando cí presidente no fuere al consejo en la sala á cuál de los de el dicho consejo lo­
por indisposición ú otro impedimento, y luvie- ca el turno déla semana siguiente, y lo escriba
re consultas respondidas que se luyan de ver en en la dicha tabla para que pueda dar noticia de
é): Mandamos tjue las envie cerradas y selladas ello cuando conviniere ó le fuere preguntado.
al consejero mas anticuo para que se abran y
vean en el consejo, y se entreguen luego al se­
cretario á quien tocaren , para que haga ios D. Felipe IV por decreto de 12 de noviembre de 1628.
Y en la ordenanza 78 de /636.
despachos que de ellas resaltaren.
Qac el consejero d quien tocare vaya d la Junta de
LEY VIH. Competencias, y el relator lleve los papeles dentro
de ocho dias.
D. Felipe IV ea la ordenanza 76 de l . ft de agosto de
agosto de 1636. Aunque por Nos se ha mandado lo que se
Que el presidente nombre cada año un consejero que­ debe hacer para que en la junta general de
sea visitador de los oficiales, y otro superintenden­ competencias se despachen los negocios qoealii
te de los contadores. fueren con brevedad , y con la menor vejación
Mandamos que los relatores, escribano de de las partes interesadas que fuere posible , he­
cámara, alguacil y porteros de nuestro conse­ mos entendido que no se consigue enteramente
jo de ludias , y los abogados y procuradores, y por algunos inconven ientesque se van recono­
otros cualesquier oficiales del dicho nuestro ciendo, dejando de acudir los consejeros» quien
consejo , sean visitados en cada año por uno de tocay los relatores: Ordenamos y mandamos á
los consejeros de ól, el que nombrare el presi­ á los de el nuestro consejo de las Indias que en
dente del dicho nuestro consejo, porque mejor formándose la competencia ordenen al relator
se pueda entender como usan sus oficios , y los que dentro de ocho dias l'eve los papeles á la
del consejo'castiguen con cuidado á los que por junta de competencia, teniendo cuidado el
la dicha visita se hallaren culpados, proveyendo presidente é) gobernador del dicho consejo que
lo que les pareciere que conviene , para que no faiteen ella el consejero de el á quien toca­
en todo haya buena orden , y se descargue re ; y s¡ se esc usa re , señale otro que le sustitu­
nuestra conciencia •, y asimismo el presidente ya i y si ambos se eso usaren nombre otro, por­
nombre cada año otro consejero quesea super- que liemos mandado á la dicha junta de com­
intendente de los contadores, para que con mas petencias, que si cumplido el' término de los
puntualidad asistan y cumplan con lo q u e es ocho dias no fuere ningún consejero de los con­
tan obligados . y se pueda ver y entender lo sejos que compiten , ni acudiere el relator con
que cerca de ello hacen ó dejan de hacer, los los papeles, se determine la causa como si estu­
cuales dicho visitador y superintendente , to­ vieran presentes , con tos papeles que hubiere
das las veces que les pareciere, y á lómenos de cualquiera de los consejos, |>ara queso es-
al fin del año den cuenta en e! consejo de lo cusen las vejaciones y gastos de la? parles.
que se hubiere hecho y les pareciere que con­ LEY XL
venga proveer, ordenar y remediar. D. Felipe IV por decrete, de 16 ds marzo de 1650. Y
cu la ordenanza /9 de ¿6o6.
Que los consejeros acudan d las juntas d que fueren
D. Felipe II en la ordenanza 35 do el^ Consejo. Don llamados.
Felipe 1Y en la 7/ do 16o6.
Por cuanto liemos resuelto que los minis­
Que uno del Consejo sea. semanero, y pase la. libra li­
za por turno . y d mas moderno pase y firme las tros de todos nuestros consejos acudan á Jas
cveculot ¿asi r d portero de cámara de estrados ten­ juntas para que fueren llamados , aunque
ga d turuo de las semanas. no vayan ói denes sobre ello á los presidentes de
Mandamos que uno del consejo por su rue­ los tribunales donde nos sirven , no embargan­
da y turno ¡vise cada semana la libranza délas te queso baya usado lo contrario por lo pasa­
provisiones , cédulas y otros cualesquier despa­ do, pues en las juntas ordinarias está asenta­
chos que se libraren y fies pac harén en el con­ do el estilo de convocarías , y para lasque man­
sejo para que Nos ios hayamos de firmar, eseep- damos formar sobre negocios particulares, se
to las ejecutorias , que estas las lia de pasar y envia la urden al presidente ó ministro, áquien
firmar el mas-moderno , como hasta ahora se ha por su grado ó antigüedad toca el primer lu­
usado, y «pie el semanero no pase las provisio­ gar: Tenemos por conveniente dar esta nueva
nes v cédulas (pie fueren de mala letra ó pro­ orden para que se escusen filiaciones y emba­
cesada, ni las que estuvieren testadas ó enmen • razos. Y mandamos que se guarde y ejecute
dadas ó con mala ordinata ó con otros defectos, por los del nuestro consejo de las Indias , con
ú sin asentar los derechos que al escribano de que los ministros que asi hubieren de acudir $
cámara locaren, v pueda romper las que no es­ las tales ¡untas hayan de dar noticia ai presi­
tuvieren á su satisfacción , y hacer todo lo de­ dente en caso de ser á hora ó en dia que haya
más que le pareciere convenir, i para que los ocupación en el consejo.
Del presidente y los del consejo. 175
ticular , y espresa dispensación nuestra , y que
LEY X II. ningún hijo ni bija deellosse pueda casar ni ca­
D. Felipe IV en consuit» de 17 de agosto de 1630. Y se con persona quo los tenga al tiempo del ma­
en la ordenanza 80 de 1636.
trimonio , ó tenga ó pretenda tener derecho à
Que cuando algun titulo fuere al Consejo como con­ tenerlos, ni con persona que actualmente traiga
sejero tenga el lugar que asi le tocare. pleito en el consejo.
Cuando algun título que sea consejero de al­ LEY
guno de nuestros consejos fuere á otro consejo
D. Felipe II en la ordenanza 42 de el Consejo. D. Fe­
á junta particular que en el se tenga, no ha de lipe 111 en la «lidia ordenanza de 16o9 D Felipe IV
preceder eti ia dicha junta por ser título , á los en la 84 de l.° de agosto de 1656. Y en esta Recopi­
de el dicho consejo por tenerse la junta de lación.
consejoá consejo, aunque no concurran todos Q«#e los del Consejo y sus ministros no reciban dádi­
los de ambos consejos , porque los titulos vas , préstamos , ni presentes , ni escriban cartas de
han de tener el lugar de consejeros, asistiendo recomendación, y guarden las leyes de estos reinos
como tales , y asi han de guardar la antigüedad de. Castilla.
y asiento que por su tribunal les tocare. Mandamos que e) presidente y los «leí dicho
nuestro consejo de Indias , y los fiscales, secre­
tarios, relatores, escribanos de cámara y los
D. Felipe l i e n la ordenanza 40 de el Consejo. Don demás oficiales de ¿1 no reciban cosa alguna da­
Felipe ÍU en la ordenanza de 1609. Y D. Felipe III da , ni prestada , ni presentada de los litigantes
en la 81 de 1656. y negociantes , ni de personas que tengan ó es­
Que los del Consejo tos días que no fueren d él asis­ peren tener con ellos negocios , asi por lo que
tan en sus casas y den grata audiencia. esto importa , como por la libertad y entereza
Los del consejo de las Indias asistan de or­ con que deben proceder , y que no escriban á
dinario en sus casas y posadas los días y horas Jas Indias cartas algunas de recomendación so
que no fueren de consejo, y en ellas den fácil y las penas contenidas en las leyes y ordenanzas
grata audiencia á los negociantes, para que los de estos nuestros reinos de Castilla, que tratan
informen de sus negocios y pleitos, y no les y disponen lo que han de guardar y cumplirlos
den respuestas desabridas ni particulares, si no de nuestros consejos , especialmente las que es-
fuere en los negocios que sea menester, advir­ tan hechas para nuestro consejo real de Cas­
tiendo mucho á quede las dichas respuestas no tilla y audiencias, cbanciiíerias y oidores de
resulte traerlos suspensos y entretenidos, gas­ de ellas y otros jueces , las cuales guarden y
tando sus haciendas, y siguiéndose otros incon­ cumplan en todo y por todo., conforme á lo de­
venientes de consideración , sino que breve­ terminado por las leyes de este libro.
mente sean des pac lia dos. L E Y X V II.
LEY XIV. D. Felipe 111 por decreto «le 16 de abril de 1627. Y
D. Felipe II en la ordenanza l i de el Consejo. Don en la ordenanza 85 de 4636. Auto 129.
Felipe I.Ü en la dicha ordenanza de 1609 Y D. Feli­ Que cuando se vieren negocios ó despachos de con­
pe i V en la 62 de 1656. sejeros del Consejo, ó de parientes suyos, no se ha­
Que los del Consejo y sus ministros y oficiales guar­ llen en él los consejeros.
den el secreto de él. Por los inconvenientes que se siguen de que
El presidente y los de nuestro consejo de las los consejeros se hallen en el consejo cuando se
Indias, con particular cuidado y vigilancia pro­ ven negocios ó despachos de parientes suyosj
curen y provean siempre , como de todo lo que Ordenamos que todo cuanto fuere de parte se
se propusiere y hubiere de tratar y platicar en vote , sin asistir los parientes de los pretendien­
en el consejo , y de lo que en ó) se proveyere y tes en el grado de padres, hijos, nietos y to­
determinare con secreto, por de poea sustancia dos los descendientes y ascendientes por línea
que se juzgue , se guarde cuteramente por sus re c ta , hermanos, primos herm anos, sobri­
ministros y oficiales castigando con rigor ai que nos, hijos de primos hermanos, y tios en
lo quebrantare y revelare , dándonos aviso de este grado j y cuando se nombrare pariente de
los que del dicho nuestro consejo no le guarda­ algún consejero , que no sea pretendiente, pa­
ren como deben para que,’Nos lo reinediemos'y ra algún oficio ó negocio que le toque, luego que
proveamos como sea nuestro servicio. ei tal fuere nombrado, vote el consejero parien­
te , aunque no le toque por orden, y se salga y
esto mismo se haga en todos los demás. Que
El emperador D. Carlos en la ley 4 de 1542. D. F eli­ cuando haya pariente de consejero preten­
pe II en la ordenanza 57 de el Consejo. I). Felipe IV diente no se halle el tal consejero en la prepo­
en la 85 de 1656. sición ni en el votar del negocio ; y esto mismo
Que ninguno del Consejo tenga encomienda de in­ se ha de entender siempre que se haga cargo ó
dios, ni case sus hijos con quien la tenga , o pleitos en negocio de oficio , ó de partes al pariente fie
en e l, sin dispensación del Rey. cualquier consejero. Que en todas las materias
Ordenamos y mandamos que ninguno del de oficio , sin reservar ningunas que tocaren á
nuestro consejo de Indias pueda tener ni tenga pariente en los dichos grados, se lleven los des
indios algunos de repartimiento , ni encomien­ pachos, para que ios vea el pariente , y vote lo
da de ellos en mucha ni en poca cantidad, aun­ que se le ofreciere de nuestro servicio , reser­
que sea residiendo en las indias , sin orden para vando aquellos papeles , carias ó memoriales,
TOMO I. 44
174 Libro ii. Título ni.
que aunque sean de oficio , miran à condenar tro consejo de rmlia.sno.se puedan servir, ni
ó censurar acciones (le pariente , porque de es­ tener correspondencia con pretendientes, ni vi­
tos no lia de tener noticia alguna el consejero, y sitarlos, ni tener comunicación estrecha con
esto todo anteso despues de votarse en el con­ ellos, ni con sus agentes, ni con los negocian­
sejo, sin que se le dé noticia de lo que en la tes, porque asi se'escusen las envidias y m ur­
materia luí hiere resuelto ó Votado ; y el voto muraciones, y se pueda guardar mejor el secre-
ó votos singulares que se tomaren de esta for­ to que importa tanto, ni se puedan servir de
ma los rubricará el consejero pariente en papel hombre que lleva salario ú otro entretenimien­
aparte, y este se meterá en la consulta, también to alguno de virey, presidente, oidor, gober­
de por si, y los parientes dichos no rubriquen nador, prelado , ni otro ministro de las Indias,
las consultas del consejo porque no tomeu no­ ni pretendiente de oficios, ni beneficios, ni tam­
ticia de loque se lia votado en él •, pero en el poco de parientes cercanos de ellos , ni los pa­
consejo se podrán ver los votos de los parientes, rientes de los de] dicho consejero los sirvan á
porque no se pierda en él la luz que pueden ellos por su contemplación.
ciar sus pareceres , y para esto será bueno que
se Lomen antes siempre que se pueda. Que no LEY X X L
se proponga ningunconsejero á otro, nombrán­
dole en particular para ningún cargo sino con D. Felipe II en S. Lorenzo á 12 de octubre de 1590.
generalidad, diciendo que los consejeros de Que en el Consejo de Cruzada, asista uno de los del
aquel consejo que Nos juzgáremos por inas á Consejo de Indias por asesor y consejero.
proposito para el dicho cargo se nos proponen.
También se han de comprender en los grados Porque conviene à nuestro real servicio que
de parentesco que se han señalado, el de cual­ en el consejo de la Santa Cruzada sirva el ofi­
quiera que le tuviere por las varonías *, de for­ cio y cargo de asesor y consejero uno de los de
ma que no se ha de hallar el consejero parien­ nuestro consejo de las Indias: Mandamos que el
te , en cualquier grado que sea , por su varonía que por Nos fuere nombrado asista , y se halle
del pretendiente, ó de cuyos despachos se presente en el consejo de la Santa Cruzada
dieren. siempre que convenga y sea necesario, para que
LEY X V IIL con su voto y parecer se vean y determinen
todos los negocios tocantes y dependientes á
D. Felipe II <in la ordenanza 38 de el Consejo. Y don la Santa Cruzada de las Indias, y que seña­
Felipe IV en la 86 (le 163(3.
len todas las provisiones, cédulas y despa­
Que los oficiales del Consejo, ai sus hijos, deudos, chos, que sobre lo tocante á lo susodicho se
criados, ni familiar es sean procuradores, ni soiic i-
¿adores en negocios de Indias, y los del Consejo no proveyeren y despacharen en el consejo de la
intercedan en dios. Santa Cruzada, y asista à todas las juntas y con­
sejos que se ofrecieren y ocurrieren, y se hu­
Prohibimos y defendemos que ninguno de bieren de hacer en materias de concesiones de
los oficiales del consejo, ni sus hijos, deudos, Cruzada, y otras gracias concedidas y que se
criados, ni familiares , ni llegados de sus casas concedieren.
sean procuradores ni solicitadores en ningún
negocio de ludias, pena do diez años de des­ LEY X X IL
tierro de estos reinos al que lo contrario hicie­
D. Felipe IV en esta Recopilación. Auto acordado
re. Y asimismo mandamos que los del consejo del Consejo 85, (le 21 de mayo de 1655.
ni sus mugeres, ni hijos , deudos , criados, ni
llegados, no intercedan en los dichos negocios Que el juez de cobranzas del Consejo remita las de
Sevilla d un juez letrado de la casa, y las de otras
con apercibimiento que haciendo Lo contrario partes d las justicias ordinarias, y tenga la ayuda
mandaremos proveer como convenga. de costa, como se ordena.
LEY III. Mandamos que el juez de cobranzas de nues­
D, Felipe II en la ordenanza 59 del Consejo. D. F e­ tro consejo de Indias, habiéndolas de hacer en
lipe IV en la ordenanza 8/ de primero (le agosto de la ciudad de Sevilla , las remita à uno de los
1656. jueces letrados de la casa de contratación, y las
Que los del Consejo y sus mugeres no se acompañen que se hubieren de hacer en los de mas lugares
ni sirvan de los negociantes. á las justicias ordinarias , y de ninguna forma
Los del consejo de las Indias no se acompa­ se envien comisarios, si no fuere en caso que
ñen ni dejen servir en nada de los negociantes parezca preciso y conveniente para este efecto,
y litigantes de Indias, si no fuere yendo ó vinien­ y dando primero cuenta al consejo para que
do al consejo, para darles lugar á que los vayan ordene lo que convenga, lo cual sea y se en­
informando de sus negocios, ni consientan que tienda sin perjuicio de lo que está ordenado al
los negociantes acompañen á sus mugeres. tesorero del dicho consejo, en razón de las di­
ligencias que debe hacer para las cobranzas de
su cargo, que ha de quedar, como queda , en
I). Felipe 111 en la dicha ordenanza de 1609. D. F e­ su fuerza y vigor, y al dicho juez del consejóse
lipe IV cu la 88 de i(i.:>6. le dará cada año por la ocupación y trabajo que
Que los del Consejo no se sirvan de parientes de tuviere en las diligencias de las dichas cobran­
ministros, ni pretendientes , ni de ifuicn lleve sala­ zas alguna ayuda de costa , conforme fuere su
rio de ellos. ocupación, y se le suspende la cobranza del tres
Mandamos que el presidente y los de nues­ por ciento, concedido por esta razón.
Del presidente y los del consejo. 175
LEY X X ÏÏI. promovidos, ó por otra cualqu 'er causa va­
caren sus plazas y no mas , y lo mismo se
D. Caídos 11 en Buen Retiro á 25 de abril de 1676. entienda en los seqnndos medios anos , (pie
Reforma la ordenado sobre que el oidor mas anti­
guo de las audiencias cobre las condenaciones con­
comienzan d correr desde primero dia de los
forme á las leyes 19 y 20, tit. 16 de este libro. meses de julio de cada ano, y si nutrieren, ó
fueren promovidos, ó por otra causa vacaren
Que se cometa la cobranza de condenaciones y mul­ sus plazas antes de entrar en el principio de
tas de las Indias al ministro que eligiere el juez de cada medio año, se les paguen ti es meses ade­
cobranzas del Consejo.
lantados, que comiencen d correr, y se rateen
Porque se ha experimentadlo mucha retar­ desde el mismo jdia que vacaren. JT habién­
dación en la cobranza de las condenaciones y dose dudado por la contaduría , si con los mi­
multas que se causan por egecutorias y otros nistros y oficiales del consejo se había de
despachos en nuestro consejo de ludias, y se guardar este auto, resolvió el consejo en 5 de
han de cobrar en aquellas provincias (que has­ octubre de 1654: guárdese el auto y no se
ta ahora lia corrido por los oidores mas antiguos haga novedad, auto 69.
de las audiencias) y ha habido notable emisión E l cumplimiento de las egecutorias, que estaba
en las diligencias, en perjuicio de las consig­ d cargo de un relator, se encargó a uno de
naciones á que están aplicadas, hemos resuelto los de el consejo , por ahora. Acuerdo de 20
que se cometa la cobranza de las dichas conde­ de enero de 1630, auto 74.
naciones y multas al miuislro que pareciere al S. M . mandó en 13 de julio de 1630, que el
consejero que fuere juez de cobranzas de él. Y consejero de Indias que fu e se sustituto en el
mandamos á los presidentes y oidores de nues­ de Cruzada, acudiese siempre que estuviese
tras audiencias reales de las Indias, gobernado­ impedido el propietario sin limitación algu­
res, corregidores, y otros cualesquier jueces y na , como ¿os del de Castilla y Aragón,
justicias de ellas, que sin embargo de lo dis­ auto 75.
puesto por lo pasado, guarden y cumplan pre­ Por decreto de 3 de mayo de 1631 mandó S. M .
cisa y puntualmente lo contenido en esta nues­ que en las tres fiestas de toros y luminarias,
tra ley, y en su conformidad den al ministro en que permite lleven propinas los desús con­
que eligiere el consejero del dicho nuestro con­ sejos , se apliquen dobladas para su real cá­
sejo, que tuviere la comisión de cobranzas de mara, respectivamente d las que ¿leva en ra­
él, para cobrar las condenaciones y multas, to­ da consejo el presidente , con calidad de que
do el favor, ayuda y asistencia que hubiere me­ hasta que se hayan entregado las de S . M .
nester para conseguirla, egecutando las comi­ no las cobren el presidente, y los del conse­
siones y despachos que sobre esto les envia­ jo , y con lo que montaren se acuda d la per­
re. ( i) sona que S. M. nombrare, auto 76.
to s ministros de oíros consejos, que- acuden al
Que al presidente del consejo toca nombrar en de la Cruzada, han de acompañar al comisa­
propiedad los relatores de las audiencias de rio general en la procesión de el Corpus. S. M.
las Indias , l e j 1, lit. 22 de este libro. d 17 de junio de 163), auto 77 .
Jhn i 2 de mayo de 1607 consultó el consejo d Cuando algún consejero de Indias fuere d Se­
S . M . , que d un oidor de la audiencia de villa d negocios del servicio de S. M ., y hu­
Quilo, promovido al consejo , se le podriu biere de concurrir con el presidente de la ca­
hacer merced de- dos mil y quinientos duca­ sa da contratación, el presidente ha de prece­
dos de ayuda de costa por el gasto de tan der al consejero de Indias: pero los jueces y
largo viage y propuso dos ejemplares. S . M . oficiales de la casa fian de ser precedidos de
fu e servido de'responder: Escúsense estas el consejero, y si el consejero llamare al pi e.
consecuencias pues vienen mejorados de ofi­ sidente para aigima junta, ha de ir, prece­
cio , auto 22 . diendo en ella el presidente. Resuelto por de­
S. AI- por decreto de 27 de noviembre de 1609 creto de S . J l . de 15 de enero de 1635,
mandó , que ningún consejero, de cualquier auto 0 1.
consejo , jiscales , ni secretarios de ellos , ni Véase el auto 1 15, incluso en ¡a ley 65, tit. 2
sus mugeres vi.»¿ten á ninguna persona de cual­ de este libro, sobre quede los autos y sen­
quiera calidad que sea fsi no fuere d los pre­ tencias de ¿os de el consejo, jueces de comi­
sidentes de ¿os consejos y á los de la edma- sión , no hay suplicación, y con ¡a primera
ra 9y entre si mismos los de cada consejo , y sentencia queda egeculoriado el pleito.
teniendo negocio , á los demas, ó d sus deu­ A la serenísima señora reina doña Isabel de
dos en el segundo grado, y esto último con Borbon, gobernando en ausencia del rey nues­
licencia de su presidente, auto 33. tro Señor, consultó el consejo en 30 de abril
E l consejo por decreto de 28 de julio de 1627, de 1634, sobre si el decano de é l, en caso
mando que ú los presidentes; consejeros, fis­ que fu e se juez de alguna causa con asocia­
cales y secretarios que hubieren servido, has­ dos de otros consejos, debia salir de la sala
ta un día entrado de ios meses de enero, se m a yo r, no habiendo aquel dia presidente, y
les pague todo aquel medio año adelantado pasar d la de justicia, ó si tendría justa ra­
de la casa de aposento, aunque mueran ó sean zón para escusarse por ser decano; y S. M .
se sirvió de resolver, que siempre que sea po­
(O Esta ley se mandó guardar en cédula de í>an sible , se debe procurar que el consejero mas
llcíeíónso de 26 de setiembre de 1756. antiguo no salga de la sala mayor, y asista
17G Libro ii. TU. m .
al gobierno de ella en ausencias del presiden­ Por decreto del consejo de 17 de junio de 658,
te , gozando de sus preeminencias ; pero (fue se declaró que en los repartimientos de obras
habiendo caso en que sea necesario que deje pías se incluyen los presidentes , consejeros,
la sala mayor, y pase á otra á ver y deler• fiscales y secretarios , sin embargo de estar
minar algunas cansas en que sea ju ez, lo ha­ ausentes, y fu e ra de estos reinos, siempre
ga precisamente sin escusarse de ello , y que­ que lo estuvieren por orden de S .'M . por
de el gobierno del consejo en el mas antiguo causa publica, y asi se egecute. Auto de que
que se hallare en la sala mayor , que es d se tomó la razón en la contaduría, y quedó
quien toca, con que no hace fa lta el decano, copia.
auto 134. i

+áa"*

D e el gran chanciller , y re g istra d o r de las in d ia s , y su


teniente en el consejo.

LEY PRIMER;!. ^ y sus tenientes y oficiales guarden en el aso y


D. Felipe l’V en Madrid á 27 de julio. En S. Loren­ ejercicio de sus oficios las leyes y pragmáticas
zo ¡i 1() de octubre , y en Madrid á 5 de noviembre de estos nuestros reinos de Castilla, que cerca
de 1623. Y en la ordenanza 89 de l.° de agosto do de ello hablan en todo lo que no estuviere or­
1056. denado y dispuesto por las de las Indias, ó por
Q ue h u y o m el C onsejo g ro n ch a n c ille r y r e g is tr a ­ las de mas que para ellas se proveyeren ó pro­
dor de las In d ia s , con las p re e m in e n c ia s co n c ed id a s ,
mulgaren,
Porque conviene á nuestro servicio, auto­
ridad y veneración de nuestros sellos reales, y LEY III.
buen cobro de los negocios de las Indias , que
nuestro consejo y ebancillerias de ellas tengan D. Felipe IV en la ordenanza 91 de 1636.
sellos con nuestras armas reales para sellar Jos
despachos , y que estén á cargo de personas de Que h a y a un te n ie n te de g r a n c h a n c ille r y r e g is tr a ­
mucha confianza: Ordenamos y mandamos que d o r en el C o n s e jo , con la obligación que se d ec la ra .
haya un gran chanciller de las Indias, como En nuestro consejo de Indias haya un te­
al presente le hay , el cual tenga á su cargo niente de gran chanciller, que ha de ser nom­
nuestros sellos reales, sirviendo por sus tenien­ brado por el dicW gran chanciller, y mudado y
tes la ehaneillería y registro de todas nuestras removido cuando y corno fuere su voluntad, el
cartas, provisiones y despachos que se hubie­ cual ha de tener nuestro sello real en su poder,
ren de despachar, sellados y registrados, nom­ y los registros de todas, las provisiones que se
brando para ello á las personas que hubieren hallaren por sus años con buena orden, cçncier-
de servir de chancilleres, y registros, asi en el to y a s e o , para que se puedan hallar cuando
dicho nuestro consejo, como en las chancille- conviniere buscar alguno de los años pasados, y
rías de las Indias, que han de ser tenientes su­ ha de sellar todos los despachos que el consejo
yo s, nombrados à su voluntad , por el tiempo mandare se sellen, y de los oficios de las secre­
que le pareciere, personas honradas, buenos tarías se le enviaren de gobierno y gracia, y del
cristianos, y de confianza, y dignos del minis­ oficio del escribano de cámara de justicia, lle­
terio en que se han de ocupar-, y«á el dicho gran vando los derechos, que por el arancel hecho ai
chanciller y sus tenientes, se les guarden las hon­ presente ó que adelante se hiciere por el conse­
ras y preeminencias que por Nos están conce- j jo fuere dispuesto y ordenado, acudiendo al uso
didas, y lo que se dispone y ordena por sus tí- y ejercicio de su oficio con mucha puntualidad,
tulos. el cual jure en nuestro consejo de usar bien y
LEY II. fielmente el dicho oficio, y tenga y se le guar­
D Felipe II en la ordenanza Lü5 del Consejo. Y don den las preeminencias que conforme á su ti­
Felipe IV en ia 90 de 1956. tulo y á la facultad que para dársele tuviere el
Que el ch a n c iller y re g istra d o r e n él uso de su oficio 1 dicho «ran chanciller le tocaren y pertenecieren.
g u a rd e las le y e s de C a stilla en lo que p o r esta s no se J Z) JL
d isp u sie re . j
El gran chanciller y registrador de las Indhs I
Del presidente y los del consejo. 177
LEY IV. mente en la carta que registrare, y en el regis­
D. Felipe IV en la ordenanza 92 de 1656. tro que en su poder tuviere, firme él ó su ofi­
Que n o se selle lo que no e stu viere firm a d o y r e g is ­ cial, y guarde los libros que se hicieren de los
tra d o p o r q u ie n lo debé e sta r. registros, para que se pueda sacar la razón de
ellos todas Jas veces que se ofreciere necesidad
Mandamos que eí chanciller de nuestro con­ de sacar alguna provisión ó carta , y para que
sejo de las Indias no selle provisión ni carta al­ despues de su fin se puedan dar á la persona
guna aunque vaya firmada de Nos, o firmada y que le sucediere en el oficio.
sellada de los del nuestro consejo, sin que pri­
meramente sea asentada del registrador, y fir­ LEY V IH .
mada de él á las espaldas > conforme à lo que D. Felipe IV cá la ordenanza 96 de 1636.
esta ordenado y mandado para el registro. Q ue el r e g istra d o r te n g a en la c o r te re g is tr o s de.
diez a ñ o s, y los dem a s estén en S im a n ca s, y n o d é
LEY . V, . tra sla d o s in d e c re to d e l C onsejo.
D. Felipe IV en la ordenanza 93 de 1656.
. Mandamos que el registrador sea obligado á
Q ue e n e l sello y r e g is tr o no se p a se n p ro v isio n e s
q u e no estén fir m a d a s p o r lo m en o s d e l p r e s id e n te
traer y traiga en nuestra corte todos los regis­
y cu a tro c o n s e je r o s , y r e fr e n d a d a s d e l se c re ta rio . tros de todas las cartas y provisiones que en
cualquier forma se hubieren registrado por
Asimismo mandamos que en el sello y re­ tiempo de diez años próximos, y los registros
gistro no se pasen ningunas cartas ni provisio­ antes de ellos los envie al archivo de Simancas,
nes de las que por nuestro consejo fueren libra­ si el consejo lo ordenare asi, y los mandare lie*
das , sino estando firmadas por lo menos del v ar, para que se pongan y guarden en é l, y
presidente y de cuatro consejeros de é l, y re ­ que asienten de buena letra en el registro las
frendadas del secretario del consejo á quien to­ cartas que registrare, todas escritas letra por
care. ,;•
letra , con los nombres de los que las firmaron
. LEY V I. . y señalaron, y él dia, mes y año en que se des­
D. Felipe IV en la ordenanza 91 de 1656. pacharon, y que de otra forma no registre car­
ta alguna, pena de dos mil maravedís para nues­
Qwe los m o n a ste rio s, h o sp ita les y p o b re s n o p a g u e n
d erech o s d e l se llo , n i r e g is tr o . tra cámara por cada cosa que de lo susodicho
faltare, y que no saque ni dé traslado alguno de
Los monasterios de órdenes reformadas ó los dichos registros, sin decreto y mandato d e l.
que se reformaren, estando en regular obser­ consejo, so la dicha pena y las demas que pa­
vancia, y los hospitales y pobres de solemnidad reciere á los del dicho consejo.
no paguen derechos algunos del registro, ni
sello de las provisiones y cartas que se sacaren. ■LEY IX .
D. Felipe IV en la ordenanza 97 de 1636.
ley v il Que lo q u e se h u b ie re d e sacar d e los r e g is tr o s sea
D. Felipe IV en la ordenanza 95 de 1656. en e l lu g a r do n d e e s tá n , y en p r e s e n c ia d e l r e g is ­
tr a d o r .
Que las p r o v is io n e s y c a rta s se r e g is tr e n e n la co r te ,
y los r e g is tr o s se sa q u e n y g u a r d e n . Guando se hubiere de sacar ó dar alguna
carta de registro, no se saque el original de po«
Ordenamos y mandamos que las cartas y der del registrador, y los escribanos que la hu­
provisiones que se despacharen por Nos ó por
bieren de sacar, vayan al lugar donde estuviere
nuestro consejo de las Indias, sean registradas
el dicho registro j y allí en presencia del regis­
entro en nuestra corte por la persona que tu ­
trador ó su oficial se saque y concierte , pena
viere el registro de él, y que de otra forma la
tai carta o provisión sea en sí ninguna y no sea de cuatro ducados al registrador que diere los
tales registros para sacar fuera de su poder y
cumplida, y que el registrador registre y ten­
lugar donde estan, por cada vez qnelo hiciere,
ga el registro de todas las cartas y provisiones »
la mitad para la cámara y la otra mitad para el
en buena guarda, y ponga su nombre entera­ acusador.

TITULO GIMO®.
D e l fiscal de el consejo re a l de las In dias.
LE Y P R IM E R A . mas de la obligación y cargo que por razón de
D. Felipe II en la ordenanza 51 del Consejo. D. F e­ su oficio tiene de defender o pedir lo tocante á
lipe IV en la 98 de l.° de agosto de 1636. nuestra jurisdicción , patrimonio y hacienda
Que a l fis c a l toca la d e fe n sa d e la ju r is d ic c ió n , p a ­
real, tenga particular cuenta y cuidado de in­
trim o n io y h a cienda rea l, y sa b e r cóm o se c ú m p le lo quirir y saber cómo se cumple y guarda lo que
p r o v e íd o , y la p ro te cc ió n d e los in d io s.
por Nos está proveído y ordenado para la bue­
El fiscal de nuestro consejo de Indias, de- ! na gobernación de las Indias, y pedir que se
TOMO . 45
178 Libro in. Título v.
guarde y ejecute, dándonos aviso en nuestro viere necesidad, y que pidiere para el cumpli­
consejo cuando no se hiciere , especialmente lo miento de su oficio, dejando conocimiento de
que fuere en favor de los indios, de cuya pro­ Lodos los que recibiere, y que habiendo usado
tección y amparo, como de personas pobres y de ellos los vuelva á quien se los hubiere en­
miserables, se tenga por muy encargado, y con tregado.
grande vigilancia y cuidado pida y solicite LEY V.
siempre lo que para el bien de ellos convenga. D. Felipe II en la ordenanza 55 de el Consejo; Y don
Felipe IV en la 102 de 1636.
L E Y II.
Que el fiscal se hallé d la vista de ¡as visitas y resi­
Provisión del Consejo de 9 de junio de 1584. Orde­ dencias, y para las cosas de su oficio se pueda escu^
na nza de 1571. Y don Felipe lV en la 99 de 1636. sar las tardes con licencia de el presidente.
Y en esta Recopilación.
El fiscal tenga vistas las visitas y residencias
Que el fiscal tenga cuidado de saber el estado de los cuando se hubiere de ver en el consejo, y se ha­
pleitos de la real hacienda que se siguieren en la
casa de contratación de Sevilla, y en las Indias. lle presente á la vista, y para que tenga mas lu­
gar de verlas, ordenar las peticiones y otras co­
Mandamos que los fiscales de nuestro con­ sas que tocan á su oficio, teniendo en que ocu­
sejo de Indias tengan continuo y especial cui­ parse, pueda dejar de ir al consejo las tardes,
dado de saber si los ministros, oficiales y escri­ pidiendo licencia para ello al presideuté; *
banos de la casa de contratación de Sevilla acu­
den con la puntualidad que conviene al breve LEY V I.
y buen despacho de los pleitos y negocios to­ D. Felipe II en la ordenanza 58 de el Consejo.'Y don
cantes à nuestro fisco y real hacienda, que an­ Felipe IV en la 403 de 4636.
te ellos pendieren y se trataren, de forma que Que el fiscal no dilate los pleitos, y con haberle dado
sean preferidos á otros particulares cualesquier, traslado; ó llevándose el proceso . se tengan por he­
que en la dicha casa se siguieren: y para que chas las notificaciones.
mejor se cumpla lo susodicho, y lo demas por Ordenamos al fiscal que no dilate los plei­
Nos mandado y proveído, tengan á su cargo tos en que el fisco fuere reo, ni detenga los pro­
informarse, y saber sí los proveídos y ocupados cesos de ellos*, y para que las notificaciones de
en oficios de nuestras Indias dejan de enviar en peticiones , y otros autos que se le hicieren, se
cada un año á nuestro‘consejo razón dé la for­ tengan por hechas, baste haberle dado traslado
ma y puntualidad conque cumplen lo susodi­ de ellas, ó llevádole el proceso, constando de
cho, y las demas obligaciones de sus oficios, se­ ello por testimonio de escribano, sin ser nece­
gún les está mandado y ordenado, y contra los sario que ponga de su mano que se las da por
<pie lo dejaren de hacer asista, y haga las ins­ notificadas.
tancias necesarias.
L E Y V IL
LE Y III. I). Felipe II en la ordenanza 59 de el Consejo. Y don
D. Felipe II en la ordenanza 53 de el Consejo, Y don Felipe IV en la 404 de 4656.
Felipe IV en ia 100 de 1636.
Que al fiscal se dd traslado de las peticiones de mer­
Que al fiscal se entreguen los despachos dados de cedes ó gratificaciones que pidiere , y pueda decir
oficio , ó d su pedimento, para que el los envíe d las contra ellas.
Indias.
El fiscal pueda decir y alegar lo que le pa­
Para que el fiscal mejor pueda cumplir que conviene á nuestro servicio, contra
r e c ie r e
con su oficio: Mandamos que todos ios despa­ las peticiones de mercedes ó gratificaciones de
chos que en el consejo se proveyeren de oficio, servicios, y contra las informaciones y parece­
á pedimento suyo, se le entreguen, para que res de las audiencias que para ello se presenta­
el los envíe à los fiscales de las Indias, ó á las ren , de todo lo cual se le dé traslado todas las
personas á quien fueren dirigidos , los cuales en veces que le pidiere.
nuestro nombre, y del oficio, hagan las ins­
tancias y diligencias necesarias á los negocios LEY V III.
que se les entregaren, y hechas las envien al D. Felipe II en la ordenanza 60 de el Consejo. Y don
dicho fiscal, y de los despachos que se le en­ Felipe IV en la 105 de 4656.
cargaren quede memoria en poder de los se» Que cuando el fiscal pusiere demanda u otro contra
creíanos y escribano de cámara del consejo, él, el Consejo si le pareciere, la pueda admitir y co­
para que por ella se le tome cuenta de las dili­ nocer de ella
gencias que hubiere hecho. Cuando el fiscal de nuestro consejo pusiere
LEY IV. nueva demanda en él à alguna persona sobre
negocios tocantes á Indias: Mandamos, que pa­
D. Felipe IV eu la ordenanza 54 del Consejo. Y en la reciendo á los del consejo que conviene se trate
.101 de 1056. del dicho negocio en él, se puede admitir la
Que cd fiscal se entreguen las informaciones, me­ demanda y conocer de ella, y lo mismo se ha­
moriales, capítulos de cartas y escrituras de que tu­ ga cuando alguna persona pusiere demanda al
viere necesidad, dando conocimiento de ellos.
fiscal en el consejo.
Mandamos que se entreguen al fiscal todas
las informaciones, memoriales, capítulos de
cartas y otras escrituras y papeles de que tu­
Del fiscal dei conscio. 179
LEY IX . costa otro tanto como uno de los del consejo, y
su lugar y asiento sea en éi el primero despues
D. Felipe II en la ordenanza 61 de el Consejo. Y don
Felipe IV en la i0 6 de 1636.
de los de el consejo.
Que elfiscal cumpla en las recusaciones candar por LEY XV.
depositario de la pena al receptor de el Consejo.
D. Felipe IV en Madrid á postrero de-julio de 1653.
Declaramos que en las recusaciones que el Y en la ordenanza 112 de 1636.
fiscal de nuestro consejo de Indias luciere en Qué el fiscal cumpla con que la certificación de ha~
lugar de depósito para la pena de la recusación, ber traído al Consejo cada lunes relación de los plei-
cumpla con dar por depositario de ella al re ­ tos fiscales sea del secretario mas antiguo.
ceptor de penas de cámara de el dicho con­
sejo. Porque tenemos ordenado y mandado, que
todos los fiscales de nuestros consejos para co­
LE Y X. brar sus salarios, tengan obligación de presen­
D. Felipe II en la ordenanza 56 de el Consejo. Y don tar al pagador de los dichos consejos certifica­
Felipe IV en la 107 de 1656.
ción del escribano de cámara mas antiguo del
Que el fiscal tenga libro y copia de los asientos y consejo donde nos sirvieren , de que todos los
cuenta del cumplimiento de ellos. lunes de cada semana traen relación y memorial
Mandamos que el fiscal tenga libro y copia délos pleitos fiscales que están pendientes, y en
de todos los asientos y capitulaciones que se to­ que Nos somos actor, para quese vean y determi­
maren y asentaren con Nos, y á sus tiempos y nen con relación del estado que cada uno tuviere.
plazos, solicite el cumplimiento, y tenga cuen­ Y porque en nuestro consejo de las Indias ha
ta y razón de lo que de ellos se cumpliere ó estado siempre en costumbre desde que se des­
dejare de cumplir. pachó esta orden, el dar la dicha certificación
el secretario nuestro mas antiguo, que en él re­
LE Y XI. side, y no el escribano de cámara: Ordenamos
D. Felipe II en la ordenanza 56 de el Consejo. Y don
Felipe IV en la 108 de 1636.
y mandamos que asi se guarde, y que en vir­
tud de la dicha certificación, dada por el nues­
Que elfiscal tenga libro de lo que pidiere , y d ello tro secretario mas antiguo del consejo, el pa­
se proveyere.
gador, ó receptor á quien tocare la paga del
El fiscal tenga un libro donde asiente todo salario y crecimiento de é l, de y pague al fis­
lo que pidiere en el dicho consejo, y lo que á cal que fuere, lo que por él se debiere y hu­
ello se proveyere. biere de haber en cada un ano, sin poner en
L E Y X II. ello reparo, ni dilación alguna, que en virtud
de esta ley, y con las dichas certificaciones y
f). Felipe II en la ordenanza 57 de el Consejo. Y dou cartas de pago de lo que en esta conformidad
Felide IV en la 109 de 1636 pagare al fiscal: Mandamos se le reciban y pa­
Que elfiscal tenga libro de los pleitos fiscales , y los sen en cuenta, y que lo sobredicho se cumpla
refiera en el Consejo el lunes de cada semana , y se y guarde asi, mientras Nos no ordenáremos y
vean los primej'os. mandáremos otra cosa en contrario, sin embargo
Ordenamos y mandamos que el fiscal ten­ de lo dispuesto en la dicha orden, la cual para
ga libro y memoria de todos los pleitos fiscales en cuanto á lo que toca al fiscal de nuestro con­
que hubiere y del estado de ellos, y el lunes sejo de las Indias, en esto derogamos y damos
de cada semana lo refiera en el consejo , para por ninguna, y de ningún valor y efecto.
que se vean, ó señale dia, y como está ordena­
d o , prefiriendo siempre en la visita los en que LEY X Y I.
el fisco fuere actor á todos ios otros. D, Felipe II e n la ordenanza 24 de c! Consejo. Y don
Felipe IV en la 113 de 1636,
LEY X III. •
D. Felipe 11 en la ordenanza 62 de el Consejo. D, Fe­ g Que. haya dos solicitadores fiscales en el Consejo.
lipe IV en la 110 de 1636
Porque intervenga mayor solicitud y cui­
Que el fiscal tenga libro de lo que se librare para dado en las cosas de nuestro fisco: Mandamos
causas fiscales. que haya dos solicitadores fiscales, que solici­
Ordenamos que el fiscal tenga libro de to­ ten y procuren las cosas que el fiscal del con.
dos los maravedís que se libraren para prose­ sejo de Indias les encargare: el uno para los
cución de las causas fiscales, para que por él y negocios de las provincias del Perú: y el otro
por el descargo del receptor haya claridad de para los de Nueva-Es paña, los cuales tengan
todo lo que se gastare, y se puedan cobrar las el salario que les mandáremos dar, y no pue­
costas de las personas que eu ellas fueren con­ dan llevar otros, de pleiteantes jr negociantes,
denadas. ni de otra persona alguna, y estén los tales so­
licitadores advertidos, que han de tener cui.
LEY X IV . dado y obligación de tomar de las secretarías
I). Fejipe lie n la ordenanza 52 de el Consejo. Don y contaduría|los papeles que se remitieren, cui-,
Felipe IV en la l l i de 1656.
dando mucho de esto.
Que elfiscal tenga el mismo salario que los del Coiii
sejo , y el primer lugar despues de ellos. Que los fiscales no reciban dádivas, préstamos
El fiscal haya y lleve de salario y ayuda de ' ni otra cosa de los litigantes ni personas que
^80 Libro H. Título v.
tengan negocios, de que sean ó esperen ser de S. M . , en vacantes ríe agentes fiscales
jiscales, ley 16*, tít. 3 de este libro. nombren para estos oficios d sugetos que sean
Que donde no hubiere jiscales, los factores de letrados, auto 168- ' '
iíi real hacienda hagan las probanzas tocan- Los jiscales tienen repartimiento de obras pias
tes al fiscal del consejo, leu 4 6 , tit. 18 de aunque estén ausentes y fu era de estos rei­
este libro. nos* Auto de el consejo de 17 de junio de 1658
Por decreto del consejo, proveído en 7 de no­ referido en el tit. 3 de éste libro.
viembre de 16o!, se mandó que los fiscales

iUX.UJu1 H
O

D e los secreta rio s del consejo r e a l de las In dias.

LEY P R IM E R A . cantes al estado, gobierno y gracia , hacienda


I). Felipe III en las ordenanzas de postrero de di­ y guerra, y otros cualesquiera, asi eclesiásticos
ciembre 1601, cap. l.° y 11. Y eii Madrid á 16 de como seculares , que no fueren pleitos de jus­
marzo de 1609. I). Felipe IV en la ordenanza 114 de ticia entre partes, visitas, ni residencias de to-
primero de agosto de 1636.
dos ios reinos y provincias del P erú , Chile,
Que en el Consejo de Indias haya dos secretarios, 1 ierra-Firme, y Nuevo Reino de Grauada, en
catín uno con dos oficiales mayores y dos segundos,
que no tengan inteligencias en las Indias, ni sean que al presente hay siete audiencias reales, que
agentes. son la de Lim a, Charcas, Quito, Chile, Nue­
vo Reino de Granada, Panamá y Buenos-Aires,
Considerando los muchos y diversos negó- con todo lo que se comprende debajo de la ju-
dos de las Indias, y lo que con el tiempo han risdicion y distrito de ellas : y al otro secreta­
crecido y crecen, y su importancia y calidad, rio le toque y pertenezca la negociación y des­
y para el buen gobierno y expedición de ellos, pacho de todo lo que en las mismas materias y
y facilitar y encaminar su breve despacho, y forma toca á las provincias cíe Nueva-Espafia,
entendiendo que asi conviene al servicio de Méjico, Guatemala, Filipinas, Nueva Galicia
Dios y nuestro: Ordenamos y mandamos que e Isla Española, en que hay cinco audiencias,
en nuestro consejo de las Indias haya dos secre­ con todo lo que se comprende debajo de la ju-
tarios, los cuales hagan y despachen por sí y risdicion y distrito de ellas. Y es nuestra vo­
sus oficiales, todos los negocios tocantes y con­ luntad que por mano de los dichos dos secreta-
cernientes á nuestras Indias, Islas y Tierra- ríos, y en sus oficios se bagan y despachen to­
Firme del Mar Océano, de cualquier calidad dos los negocios, asi los que se resolvieren y
que sean, cada uno los que le tocaren, confor­ acordaren en el consejo, como en las juntas de
me á las ordenanzas que de ello tratan : y que gueira y hacienda, y otras cualesquiera que
para mas ayuda y facilidad de el despacho, ca­ ISos mandaremos hacer para su despacho ó para
da uno de los dichos nuestros secretarios tenga alguno de ellos.
dos oficiales mayores y dos segundos, salvo si
en el número mandáremos hacer novedad, que LEY III.
todos sean confidentes y de buena opinión, y
no tengan inteligencias en las Indias, ni sean D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604, cap. 5
y 12. D. Felipe IV en la ordenanza 116 de 1636.
agentes de los que están en ellas,
Que los despachos de la armada de. la carrera y flo­
LEY II. tas de Tierra Firme sean del secretario del Perú;
y del de. Nueva España, sus flotas y naos de Hon­
D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604 , cap. 5 duras, y de ambos el refrendar los despachos de
y 4. 1). Felipe I V ou la ordenanza 115 de 163o. Y Cruzada.
en esta Recopilación.
Todos los despachos tocantes al apresto y
Que el uno de los dos secretarios tenga d su cargo lo
tocante al Perú , y el otro lo tocante d Nueva Espa­ ¡ despacho de las armadas de la guarda de la car­
ña, como se declara. rera de Indias, y de las flotas de Tierra-Firme,
navios y otros bajeles que hubieren de ir en
Ordenamos y mandamos que al uno^de los | conserva , ó sueltos , y de aviso, ó en otra for­
dos secretarios de el consejo pertenezcan y se Je ma , á las provincias de Tierra-Firme ó pucr-
apliquen, como por la presente le aplicamos y j tos de ellas, y la correspondencia que para todo
encomendamos todos los negocios y materias to*!! ello se ha de tener con los nuestros presidente
De los secretarios del consejo. 181
y jueces oficiales ele la casa de contratación de otro supla por él, y no entre oficial si no faltaren
Sevilla, y con ios generales, almirantes y otros ambos.
cualesquier ministros y personas, han de cor­ Guando alguno de los secretarios estuviere
rer por mano del secretario á cuyo cargo estu­ con falta de salud u otro justo impedimento?
vieren los negocios y materias del Perú; y por Mandamos que el otro secretario supla por él
la del secretario de Nueva España , todo lo que en todo lo que le tocare, y no entre oficial nin­
en la misma forma tocare á las flotas, y á todos guno en el consejo, ni en las juntas para esto
los navios que fueren á las provincias de Nue­ ni para otra cosa, si no fuere llam ado; y fal­
va España, y à la de Honduras é Islas de su lando los dos secretarios por alguna de las di­
distrito; y los despachos de Cruzada que toca­ chas, u otras causas, puedan entrar á despachar
ren á las Indias, refrendarán por la misma or­ Jos oficiales mayores...
den los dos secretarios, cada lino los que toca­
ren á su distrito. LEY V il.
LEY IV .
Felipe IV en la 120 de 1636.
D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604 , cap. 6.
D. Felipe IV en la ordenanza 117 de 1636. Q«e los secretarios asistan en sus casas el tiempo
que no estuvieren en el Consejo.
Que los negocios comunes y neutrales , ó generales,
sean del secretario mas antiguo , no motivándose de Los secretarios asistan de ordinario en sus
papeles del otro. casas el tiempo que no estuvieren en el conse­
Porque hay;,, y se pueden ofrecer algunos jo, para que en sus oficios haya buen despacho
negocios comunes y neutrales que no reciben y expediente, aunque en ellos tengan oficiales
comoda división, es nuestra voluntad y manda­ hábiles y suficientes.
mos que éstos y todas las cosas generales y que
de oficio se mandaren despachar para todas las
Indias indiferente é indistintamente, la corres­ D. Felipe II en la. ordenanza 86 de el GonSeio. Y don
Felipe IV en !a 1 2 í de 1656.
pondencia general con la casa de la contrata­
ción , consulado y comercio de Sevilla , y con Que los p a p eles se e n tr e g u e n d los se c re ta rio s p o r
Jas Islas de Canaria, despachos generales para in v e n ta r io , y p o r é l d é n cuenta d e ellos.
Roma y para estos reinos, eclesiásticos y secu­ Grande y particular cuidado se debe tener
lares, y los que tocaren al mismo consejo, y à en la guarda y conservación de los papeles y
su gobierno, ministros y oficiales de él, se des­ escrituras tocantes á los estados y reinos de las
pachen y pertenezcan, asi los que se trataren Indias, por ser instrumentos, y medio, sin el
en el dicho consejo, como en las juntas parti­ cual las cosas de ellas no pueden ser bien e n ­
culares, al mas antiguo délos dos secretarios tendidas y tratadas; y para que esto se haga
que ahora son ó adelante fueren , con que mo­ como conviene, mandamos que cuando los se­
tivándose alguna resolución, aunque sea gene­ cretarios de nuestro consejo de Indias entraren
ral, por el secretario menos antiguo y papeles a servir sus oficios y cargos, se les entreguen
suyos, haya de estar á su cargo aquella mate­ por inventario y memoria todos los pápeles y
ria, como quiera que el secretario que por esta escrituras de nuestro servicio; antiguos y mo­
orden hiciere el despacho, ha de dar al otro co­ dernos que hubieren de tener en su poder, y
pia de lo que se escribe para su distrito, para de ellos se les haga, cargo; y cuando los susodi­
que en la misma forma se haga en el otro ofi­ chos faltaren de sus oficios, ó dejaren los pape­
cio, y cada uno despache y envíe lo que le to­ les, se les tomara cuenta de ellos pór los inven­
care, porque la respuesta venga en la misma tarios con que se Ies hubieren entregado , ó los
form a, y se guarde y tenga la corresponden­ que ellos hubieren hecho, conforme á lo por
cia que conviene. Nos mandado. 1
L E Y V.
D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1 604, capí­ ^ en 1® dicha ordenanza de 1604', cap. 2.
tulo 16. D. Felipe IV en la ordenanza 118 de 16o6. D. Feiipc IV en la ordenanza 122 de 163o. "
Que los secretarios sirvan sus cargos, y despachen Que los secretarios asistan en el Consejo d todos los
y decreten por sus personas. negocios que no fueren de justicia, y se asienten des­
Mandamos que los secretarios del consejo pues delfiscal.
de las Indias sirvan sus oficios por sus personas, Los dos secretarios sirvan y asistan en el
haciendo relación cada uno en el consejo de los consejo en los dias y á las horas que concurrie­
negocios que llevare, y leyendo las cartas y me­ ren el presidente y los del consejo , y se hallen
moriales que le tocaren, y decretando lo que presentes á todos los negocios que en él se tra­
se acordare y resol viere, para hacer conforme taren, de cualquier calidad que sean, escepto
á ello los despachos y consultas que conviniere. cuando se vieren y votaren pleitos , residencias
y visitas á que no se han de hallar , sin embar­
LEY VI. g ó le que hayan de hacer las consultas de jus­
D. F elipe II en la ordenanza dada en Torre de Lo- ticia, que en los casos en que las haya de haber
d on esá 6 de mayo de 1597. L>. Felipe III en la di­ se les darán por los jueces los puntos que se h u ­
cha de 1604 , cap. 17. D. Felipe IV en la ordenanza bieren acordado para que las hagan; y su asien­
119 de 1636.
to será en el consejo despues del fiscal de él, que
Que cuando algun secretario estuviere impedido, el ha de precede,!* á los dichos secretarios.
TOMO I. 44
182 Libro ii. Titulo vi.
rán luego los dichos secretarios cada uno las
LEY X. que les tocaren con mucho secreto , y sin que
D. Felipe II e» 1« ordenanza 68 de el Consejo. Y don las partes tengan noticia de ellos *, y con lo que
Felipe IV en la 123 de 1636. Nos mandáremos responder à ellas, se volverán
Que ios secretarios asienten los decretos y ordenen al presidente, y él dirá al consejo ó junta que
los despachos. las acordó, y álas partes que estuvieren presen­
9 Mandamos que los secretarios asienten de su tes la merced que se les hubiere hecho ; y tam­
mano los decretos y respuestas que por el con­ bién el mismo presidente lo escribirá á los au ­
sejo se hicieren y dieren en los negocios que en sentes que estuvieren en España, y luego las
él se trataren, y conforme a los decretos y apun­ entregará al secretario á quien pertenecieren,
tamientos del consejo, hagan y ordenen los des­ para que haga los despachos , y las guarde à
pachos que resultaren de ellos en la íorma y es­ buen recaudo y con secreto ; y por su mano en
tilo en quese deban despachar. cartas firmadas de la nuestra se escríba à los
vireyes, presidentes y gobernadores de las in ­
LEY XI. dias lo que tocare à las partes que estuvieren
D. Felipe 111 en la dicha ordenanza de 1604, cap. 10. en sus provincias para que ellos se lo digan y
I>. Felipe IV en la ordenanza 124 de 1636. les entreguen los despachos que se les enviaren.
Que los secretarios junten y lleven los papeles que
el Consejo acordare. L E Y X IV ..
Nuestros secretarios tengan gran cuidado en D. Felipe IV por decreto die Madrid á 15 de]junio de
juntar y llevar con brevedad al consejo los pa­ 1632. Y en la ordenanza 127 de 1636.
peles que acordare y pidiere que se lleven para Que estando el presidente ausente, y en estos reinos
que se resuelvan sin dilatarse, y antes que se las consultas bajen á los secretarios, y estando fuera
de ellos, bajen al gran chanciller conde duque de San­
pase de la memoria lo que en aquellas materias lúcar.
se hubiere tratado y conferido.
Ordenamos que siempre que concurran las
LEY X II. circunstancias de haber presidente ó gobernador
1>. Felipe II en la ordenanza 30 de el Consejo. Y don de nuestro consejo de las Indias dentro de Es­
Felipe IV en la 125 de 1636. paña ejerciendo el oficio, y que esté ausente
del dicho consejo, hayan de bajar las consultas
Que ningún memorial ni petición se pueda leer mas
nite una vez sin licencia del (jue pt esidiere, y en las y las órdenes nuestras á los secretarios á quien
de mercedes pueda haber vista y revista. tocaren por antigüedad ó.calidad de las mate­
rias*, y no concurriendo^estas circunstancias se
Ningún memorial ni petición que una vez han de remitir las dichas consultas, y órde-
se hubiere leído y respondido en el consejo de denes al gran chanciller conde duque de Sanlú­
Indias , se vuelva otra vez á leer en é l, ni los car , conforme á las calidades y preeminencias
secretarios y escribano de cámara la reciban sin
de su titulo.
licencia del que presidiere *, y cuando alguna
se diere , que se hubiere ya leído otra vez , el LEY X V .
secretario o escribano de camara que la hubiere
P . Felipe III en la dicha ordenanza de 1604, cap. 15.
leído , ó el relator que la hubiere sacado en re­ Y don Felipe IV en la ordenanza 128 de 1636.
lación , acuerde como está leída y respondida*,
y habiéndose dicho y entendido esto, los me­ Que los secretarios reciban los pliegos y los lleven
al Consejo donde se lean , y si vinieren correos, avi­
moriales en que se pidieren mercedes ó gratifi­ sen al presidente.
cación de servicios , se podrán ver las dos veces
que está dispuesto por la ley 54, tit. 2 de este Los pliegos y cajones de cartas y papeles
libro. que vinieren de las Indias ú otras partes para
Nos en el nuestro consejo de las Indias ó en
LEY X III. manos de los secretarios de él, los reciban ellos,
D Felipe 11 en la ordenanza dada á 6 de mayo de cada uno los que le tocaren , y sin abrirlos, asi
1597 , cap. 4. D. Felipe 111 en la de 1600 y 1604, ca­
pitulo’ 18. D. Felipe IV en Ja ordenanza 126 de 1656. como vinieren se lleven al consejo para que se
abrán en él y se entreguen por inventario al se­
Que los secretarios escriban las consultas, y en las cretario á quien pertenecieren para que se lean
de partes los pareceres, y las envien , y de vuelta
las guarden con secreto. alli luego, habiendo tiempo para ello, y no le
habiendo las lleve á su casa y oficio para reco­
Todas las consultas que se acordaren en el nocerlas', y hacer sacar relaciones sumarias
consejo y en las juntas de los negocios que se de lo que contienen, y volverlas al consejo pa­
trataren en ellas, las liaran los sccietaiios y las ra que se vean en él con mas noticia de la cali­
del consejo, y de las juntas que tocaren á gobier­ dad é importancia que tuvieren , y mas breve­
no que requieran secreto, las escribirán de su dad cuando el presidente ordenare *, y si vinie»
mano para que le baya j y en las que íueien de ren algunos correos ó despachos en dias de va­
partes pondrán los pareceres del consejo de su caciones, ú otros en que no hubiere consejo or*
mano, aunque la relación de ellas vaya de ma­ dinario ó á horas estraordinarias , el secretario
no de oficial confidente *, y en las de gracia se que recibiere los despachos acuda luego al pre­
guardará la misma orden : y habiéndose seña, sidente con ellos para que le ordene loque ha
lado todas en el consejo donde se hubieren acor­ de hacer, sin abrirlos sin su orden.
dado, sin fiarlas de nadie, ni enviarlas por lasca­
s e y pwesta aM Ia l^elia de ellas, nos las envía-
De los secretarios del consejo. 105
ca de que todos los que presentaren en nuestro
LEY X V I. consejo bulas, breves ú otras cualesquier letras
D. Felipe III en la dicha ordenanza dada al consejo de Su Santidad en materias generales, presen­
en Valladolid á 25 de agosto de 1600. D. Felipe IV ten traslados auténticos, salvo en bulas de dis­
en la ordenanza 129 de 1636. pensaciones para matrimonios, y en indulgen­
Que cuando los secretados fueren a dar cuenta al cias.
presidente de algunos despachos, los oiga luego.
Ordenamos que siempre que alguno de los
LEY X X I.
secretarios de nuestro consejo de Indias fuere à D. Felipe IV por auto acordado del Consejo, en Ma­
dar cuenta y relación al presidente de él, de al­ drid á 12 de octubre de 1627. Y en la ordenanza 154
de 1636.
gunos despachos ó de otros negocios de su ofi­
cio , le oiga Riego sin hacerle esperar ni perder Que no se pase breve ni patente de la orden de San
el tiem po, ¡habiéndole menester tanto para Francisco en que no haya informado el comisario
acudir á las cosas de su oficio. gener id de Indias.

LEY X V II. Mandamos que cualquier breve ó patente,


ú otro despacho de Roma que impetraren los
D. Feljpe IH en la,dicha ordenanza de 1604 , cajp. 11.
í). Felipe IV en la oideuanza Í50 de 163o. religiosos de la orden de S. Francisco, sobre que
no haya informado el comisario general de I n ­
Que las cartas y pareceres estén en buena guarda y dias de la dicha orden, no se despache ni pase
custodia.
si primero no lo hubiere visto é informado *, y
Mandamos que los secretarios tengan en en cuanto á esto, y á la estension á las demas
muy grande custodia y recaudo las cartas y pa­ religiones, se guarde y ejecute lo ordenado y
receres de los vireyes, audiencias y prelados, y mandado por la ley 8, tit, 9, lib. l ude esta Re­
otras personas que nos escribieren cosas secre­ copilación.
ta s, para que no se reveleu ni envien copias de
ellas á las Indias. . LEY X X II.
LEY X V III. D. Felipe II en la ordenanza 94 de el Consejo. Y don
Felipe IV en Ja 135 de 4656.
D. Felipe 111 en la dicha ordenanza de 1604 , cap. 9.
D. Felipe IV en la ordenanza 13i de 1636. Que haya formulario de los despachos aprobado, y
no se mude sin autoridad del Consejo.
Que los secretarios pongan mucho cuidado en las
respuestas de las cartas. Porque el despacho del consejo sea eu todo
mas conforme, fácil y presto: Mandamos que
Los dos secretarios del consejo pongan mu­ se haga y haya formulario de todos los titulos
cho cuidado en ordenar las respuestas de las de oficios y presentaciones, y de todos los de­
cartas que se hubieren visto de vireyes, audien-r mas despachos ordinarios, visto y aprobado por
cías, gobernadores, obispos y oficiales reales, y los del consejo, por el cual se ordenen y des­
las de mas que se acordaren en e! consejo, por­ pachen todos los que en éi se hubieren de ha­
que en esto consiste el buen gobierno de las cer : y como los despachos se fueren haciendo
provincias y acierto de los negocios. ordinarios, se vaya haciendo fórmula de ellos,
L E Y X IX . y ninguna de las hechas y aprobadas por el con­
sejo se pueda alterar ni mudar en lo general, ni
D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604, cap. 22. en parte de ello, sin aprobación y autoridad del
D. Felipe IV en la ordeuanza 132 de 1636.
mismo consejo.
Que los papeles de gobierno que para seguirse se en*
(regaren al escribano de cámara, fenecido el nego­ L E Y X X I lí.
cio se vuelvan á los secretarios para hacer los des­
pachos. D. Felipe II en la ordenanza 4 del Consejo. Y D. Fe.
Si en algunos negocios de gobierno se man­ lípe IV en la 156 de 1656. En cuanto al escribauo de
cámara se vea la ley 5 , tit. 10 de este libro.
dare dar traslado al fiscal ó á otras partes, y con
él se hubieren de determinar en justicia, y e n ­ Que las provisiones de justicia para estos reinos no
las firm e el R e y ; y para las Indias vayan Jirmadas
tregarse por esta causa los papeles al escribano como las tie gracia y gobierno.
de cámara, para que ante él se sigan las causas,
definidas y acabadas, se volverán los papeles al Ordenamos que las provisiones y despachos
nuestro secretario de cuyo poder salieron, para de justicia entre partes que se libraren y des­
que en su oficio se haga el despacho que se hu­ pacharen en el consejo de Indias para estos rei­
biere acordado. nos, se despachen en nuestro nombre, firmadas
de los del dicho consejo, y no sea neceserio que
LEY X X . Nos las firmemos ; y las demás cosas de gober­
D, Felipe IV por auto acordado del Consejo , en Ma­ nación y gracia para estos reinos, y las ele go­
drid á 13 de febrero de 1626. Y eu la ordenanza 153 bernación , gracia y justicia para las Indias, se
de 1656. libren y despachen firmadas por N os, según y
Que con las bulas que se pt esentaren en el Consejo por la forma que hasta ahora se ha hecho.
para que se pasen se presente traslado auténtico de
cada una.
Ordenamos y mandamos que se guarde y
ejecute con mucha puntualidad lo proveído por
la ley 6, tit. 9, lib- 4 de esta Recopilación, acer­
184 Libro ii. Título V I.
yes en las que se les dan , que envien à nues­
LEY X X IV . tras propias manos cuando muden de puesto ó
D. Felipe II en Madrid á 19 de noviembre de 1586. acaben el tiempo porque estuvieren nombra­
D. Felipe III en Madrid á 18 de abril de 1617. Don dos, relaciones distintas, por diarios , del esta-
Felipe IV en ia ordenanza 137 de 1656. do en que queda el reino donde hubieren go­
Que. no se cometan d las audiencias las libranzas y bernado: los negocios graves que hubieren su­
cédulas de mercedes. cedido en el discurso de su tiempo: si quedan
Por los inconvenientes que se siguen de h a­ acabados: la salida que tuvieron; y lo que falta
berse dado algunas libranzas y cédulas nuestras para concluirlos, con todo lo< concerniente à
de mercedes de encomiendas, ó situaciones pa­ ello. Y para que los que están sirviendo ahora
ra nuestras ludias, ú otras semejantes, dirigi­ en estos puestos ejecuten esta orden, se avisará
por cartas á los vireyes que se gobiernan por
das á nuestras audiencias de ellas, que con esta
ocasión se entrometen en las cosas del gobierno: nuestro consejo de Indias, encargándoles la
Mandamos que no se den otras en esta forma cumplan puntualmente, y que cuando no. lo
en nuestro consejo de las indias , sino que las puedan hacer por diarios, sea con la mayor dis­
dichas cédulas vaja n dirigidas á los vireyes ó tinción que fuere posible, por lo que conviene
presidentes gobernadores.(1) tener esta noticia, y el servicio que nos harán
en ello. Y ordenamos á los ministros á quién to­
LEY X X V . care, que á los dichos vireyes no se les pague
D. Felipe IV en decreto de 1625, cap. 12. Y en la
el salario del último año si no les constare que
ordenanza 138 de 1636. han enviado las dichas relaciones. (2)
Que pasados cuatro meses no se dén despachos de LEY X X V III.
mercedes sin suplemento. D. Felipe III por auto acordado del consejo en Ma­
No sacando los despachos de las mercedes drid á 18 de febrero de 1606. D. Felipe IV en la or­
que se hicieren dentro de cuatro meses, no se denanza 141 de 1636.
puedan dar sin suplemento. Que en tos titulas de ministros se ponga , que hayan,
de cobrar sus salarios de losfru to s de la tierra.
LEY X X V I. En todos los títulos de gobernadores , cor*
O. F elipe III por auto acordado del consejo en Ma­ regidores, oficiales reales, y otros ministros
drid á ¿ü de julio de 1618. D. Felipe IV eu la orde­
nanza 139 de 1636. Véase la ley 5, til. 2 , lib. 5. donde se solía poner cláusula, por la cual se
mandaba que hubiesen de haber y cobrar sus
Que en ios títulos de. gobernadores y otros se ponga salarios de los frutos de la tierra, y no los:h a ­
cláusula de (fue no to<¡uen en la plata de las cajas de
comunidad, ni se sirvan de los indios. biendo no fuésemos obligado á pagarles cosa al­
guna de los dichos salarios, se ponga y diga que
Ordenamos y mandamos que en los títulos los hayan de haber y cobrar de los frutos de la
que se despacharen de gobernadores, corregi­ tierra, quitando y dejando de poner las deoias
dores ó alcaldes mayores, y otros jueces ordina­ palabras.
rios para cualquier parte de nuestras Indias, se
ponga y añada cláusula especial que uo han de L E Y X X IX .
tocar ni aprovecharse de la plata que estuviere D. Felipe III por auto acordado de el consejo en Ma­
drid á 11 de mayo de 1620. D. Felipe IV eu la or­
en las cajas de comunidades de los indios, ni denanza 142 de 1636.
emplearla en ningún efecto, ni servirse de los
dichos indios , ni ocuparlos en ningunos minis, no se entreguen sinde
. Que los despachos gracia procedidos de efectos
carta de pago de el tesorero , y
terios, pena de que se les hará cargo en sus re­ tomada la razón
sidencias, y serán castigados con demostración.
Los despachos que se hubieren de dar de
LEY X X V II. las gracias y mercedes que se hicieren por efec­
D. Felipe IV por decreto de 50 de setiembre de 1628. tos de nuestro consejo de Indias, no se entre­
Y en la ordenanza 110 de 1636. guen á las partes, si primero no llevaren cartas
Que en las instrucciones que se dieren d vireyes se de pago del tesorero de los maravedís , que pa­
ponga , que atando acabaren envien relación al Rey garen de contado en esta corte, tomada la ra­
del estado en que dejaren las materias de su cargo. zón por los contadores de cuentas del dicho
Siendo tan conveniente á nuestro servicio consejo ; y de lo que se hubiere de pagar en las
saber el estado en que dejan los vireyes cuando Indias también se tome la razón de los autos que
acaban sus gobiernos los reinos donde lo han si­ sobre ello se proveyeren, para que de todo se
do , para que según la noticia que dieren se tenga noticia en el libro de los dichos efectos.
pueda ayudar á la conservación de lo que la bue­ LEY X X X .
na disposición de las cosas pidiere, ó prevenir D. Felipe IV en Madrid á 12 de noviembre de 1627
no lleguen á peor estado, si le tuvieren de in ­ por auto acordado de el consejo. Y en la ordenanza
conveniente, y saber con particularidad lo que 145 de 1636. Y en esta Recopilación.
pasa en todas partes, para que se consiga el fru­ ( Que precediendo autos para confirmaciones de ofi­
to que esperamos de noticia tan universal é im­ cios vendibles , se haga relación de ellos en los tí­
portante: Ordenamos que de ac^ui adelante por tulos.
ilti de la instrucción se ordene a todos los vire- Habiendo entendido que por no venir de-
(2) Un ejemplar se envia á la corte , y otro se
( i) Véase la de 1S , tit. l.° de dicho libro. entrega al sucesor, en cumplimiento de esta ley.
De los secretarios consejo. 185
clarado enteramente en los títulos que los vir­ ellos se tome la razón por los contadores del
reyes, presidentes y gobernadores de las Indias consejo. (3)
dan à diferentes personas de ofieios vendibles,
y renunciables, las diligencias que precedieron LE Y X X X IV .
>ara dárselos, y coutradiciones á ellos hechas,
}ia resultado daño y perjuicio à nuestra real ha­
D. Felipe II por auto de el consejo en Madrid á 1S
de febrero de 1592. Don Felipe IV en Ja ordenanza
cienda , para cuyo remedio, por lo que toca á 117 de 1636.
los dichos vireyes, presidentes y gobernado­ Que en las cédulas que se h ic ie r e n so b re cosas tos
res, está dada ía forma que han de guardaren c a n te s á h a cien d a r e a l, se m a n d e q u e los co n ta d o rc -
d el C o n sejo tó m e n la ra zó n .
dar los dichos títulos por muchas cédulas nues­
tras, y especialmente por la de primero de fe­ En todas las cédulas y despachos que se hi­
brero de mil y seiscientos y cuarenta y ocho. cieren, en nuestro consejo de ludias sobre cual­
Y para que por todas partes se eviten los in­ quier cosa tocante á hacienda real se ponga que
convenientes que de ló sobredicho resultan: tomen la razón los contadores del consejo, para
Mandamos que en las confirmaciones que se que de todo ía haya en sus libros.
dieren de los oficios que hubieren sido litigio­
sos, se haga relación de los requisitos y autos LEY X X X V .'
que precedieron para mandárselas dar, con tal D. Felipe 111 en la dicha ordenanza de 1604, cap. 7
claridad , que conste à los dichos vireyes, pre­ y 8. D. Felipe IV en la ordenanza 148 de 1636. Véa­
se la ley 4 , tit. 10 de este libro.
sidentes y gobernadores, que se reconocieron y
vieron los papeles que'las partes presentaron, Que los se c re ta rio s h a g a n las co n su lta s y t a vien los
desp a ch o s d e ju s tic ia que e l B e y h u b ie re de fi r m a r .
para que sí se hubieren omitido algunos por
facilitar la confirmación, lo reparen y ádvier- Los despachos de justicia que se hicieren
tan, como les está mandado, lo cual se ha de por el oficio del escribano de cámara, y Nos h u ­
ejecutar asi en las secretarías de nuestro real biéremos de firmar, se nos enviaran para ello
consejo de las Indias precisa y puntualmente. por mano de nuestros secretarios, entregando
á cada uno los que le tocaren, para que habién­
LEY X X X I. dolos Nos firmado, los haga asentar á la letra,
D. Felipe III por auto acordado de el consejo en Ma. ó en relación, como le pareciere , según la ca­
drid á 20 de julio de 1618. D. Felipe IV e» la orde­ lidad de ellos, en libro particular que tenga pa­
nanza 144 de 1656. ra esto en su oficio : y habiéndolos refrendado,
Q ue e n los c a r ta s de re co m en d a c ió n tío se p o n g a q u e se vuelvan al dicho escribano , que también los
p u ed a n te n e r a p ro v e c h a m ie n to lo s reco m en d a d o s. ha de asentar en los libros de su oficio, como se
Ordenamos y mandamos que en las cartas ha acostumbrado, y los dichos nuestros secre­
de recomendación que de aqui adelante se des­ tar ios han de hacer todas las consultas tocantes
pacharen para cuafesquier personas, aunque al dicho oficio de justicia, que acordare el con­
sean en remuneración de servicios ó por otra sejo cada uno las que toca i en á su distrito y no
causa no se ponga en ninguna forma la cláusu­ el escribano de cámara, y señaladas del consejo
la de que puedan tener aprovechamiento. nos las enviarán, como las que fueren de sus
oficios.
LEY X X X II. LEY X X X V I.
D. Felipe II en la ordenanza 80 de el consejo. Don D. Felipe II en la Ordenanza 84 de el consejo. Y don
Felipe IV en la 145 de 1656. Felipe IV en la 149 de 1636.
Q ue en los despacho s d e c o m isio n e s, ó p a ra in fo r ­ Q ue locLts los d esp a ch o s p a r a las In d ia s se en vien d tt -
m a r a l C o n s e jo , se p o n g a clá u su la d e que c o n breve­ ’ p itea d o s.
dad se h a g a y avise.
Mandamos que de todas las provisiones, cé­
Mandamos que en todas las provisiones, cé­ dulas, cartas y otros despachos nuestros que de
dulas y cartas en que cometiéremos algunos oficio se libraren y despacharen en el consejo de
negocios á ministros y justicias de las Indias, ó Indias , y se hubieren de enviar á ellas, se en­
en que pidiéremos información de las cosas so­ vien duplicados en diversos navios, encaminán­
bre que convenga proveer, se ponga cláusula, dolos por donde mas convenga, con buen re­
en que se les mande que con brevedad lo de­ caudo de cubiertas.
terminen, y con ella nos den aviso, é informen
de lo que proveyeren, ó Nos debamos saber, pa­ LEY X X X V II.
ra proveer lo que convenga. D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604 , cap, 24.
D. Felipe IV en la ordenanza 150 de 1636.
L E Y X X X III.
Q ue lo s títu lo s d e los que e s tu v ie re n e n la s In d ia s
D. Felipe IV por auto acordado de el consejo en Ma­ se e n v ie n á ellas
drid ú 6 de abril de 1629. Y en la ordenanza 146 de
1636. Ordenamos y mandamos que los títulos y
Q ue e n los despach o s d e m e rc e d e s ec le siá stica s q u e presentaciones de ios proveídos en oficios y be­
d eb iere n m esa d a , se p o n g a que to m e n la ra zó n los neficios eclesiásticos y seculares que estuvieren
co n ta d o res.
Ordenamos y mandamos que en los despa­ (3) A la cláusula de esta ley 55 se mandó añadir
chos que hiciere cualquiera de las secretarías en real cédula de 7 de mayo de 1765 la de que no
se ha de dar posesión sin que ei interesado haga cons­
del consejo de oficios y beneficios eclesiásticos, tar la cobranza de la mesada que debe satisfacer por
y cosas que deben mesada, se ponga que de su presentación
TO vlO I. 4?
186 Libro ïi. T^itdio vi.
en las indias, se envien con cartas nuestráS à librós tengan al principio eí día, més , año y
los vireyes, presidentes ó gobernadores en cuycf lugar en que se comenzaron, y acabados, W
distrito estuvieren los proveídos, para que por firmen y autoricen y nunléren las hojas, asé'n¿
su mano los reciban, y se lleven al consejo los tando las que son antes de ia stlscrición , cer­
avisos del recibo de estos despachos. (A) rándolas todas por pie y cabéia con áu rúbrica
y señal', y poniendo al principio de c’áda libro
LEY X X X V II f. la tabla de las cosas contenidas eh él.
O. Felipe IV por auto acordado de él cóhsójóén IVtá -
drid a 29 de abril de 1027. Y en la ordenanza l 5 i LEY XLI
de 1636.
D. Felipe II en la ordenanza 78 de el consejo. Y don
Que se ení'ie en todas ocasiones de flotas ó galeones Felipe IV 6n la 154 de 1636.
relación de los despachos que fueren a-cada viréy ó
'audiencia, y avisen del recibo. Que los secretarios tengan libro de las provisiones
y presentaciones.
Ordenamos que se baga una relación dé Ihs
cédulas generales y las dérnaS'de ofició que se Porque de las provisiones y presentaciones
remitieren en todas las ocasiones de galeones, que Nos hacemos haya cuenta y razón-, y se se­
ilotas y navios de aviso , la cual se envíe con pa las que han de proveer nuestros ministros
ellas a los vireyes y audiencias de las Indias, por nuestra comisión, y se entienda én qué per*
escribiéndoles por carta nuestra que avisen del sonas se hubieren proveído: Mandamos que los
recibo de los dichos, despachos, y de haberlos secretarios tengan.libro continuado, en que
publicado en la audiencia, enviando testimonio siempre asienten los cargos, oficios, dignida­
del escribano de gobernación ó cámara, de Co­ des y beneficios que se proveyeren por Nos, ó
mo se hizo, para que con esto se ténga la noti­ á nuestra presentación, y las personas proveí­
cia que conviene, y los dichos vireyes y au­ das en ellos, con los salarios que tuvieren, y
diencias sepan que en todas ocasiones han de los tiempos en que se les hubiere hecho merced.
avisar de la ejecución de lo que se les mandare. LEY X L II.
LEY X X X IX D. Felipe II en la ordenanza 73 de el consejo. Y don
Felipe IV en la 155 de 1636.
r>. Felipe II en la ordenanza P5 de el consejó. Y don
Felipe IV eu ia 152 de 1636. Que ningún despacho se asiente en los libros, de los
secretarios hasta estar firmado de el R ey, y én qué
Que los secretarios hagan los pliegos de los des• form a se han de asentar los mudados ó enmendados.
pachos.
Ningún despacho ni provisión se asiente en
Porque en nuestras cartas y despachos haya los libros de los secretarios hasta ser firmado de
el recaudo (jue conviene, y en los pliegos de Nos; y si despues de despachado y asentado
ellos no se pongan algunas cartas que no con­ conviniere mudar ó enmendar alguno de ellos,
venga : Mandamos que los secretarios dél con­ en tal caso se asiente en otra hoja u hojas del
sejo hagan y eierreu los pliegos de las cartas y dicho libro, adelante; y en la margen de! pri­
despachos nuestros que se hubieren de enviar, mer asiento, sin chaueelarto, se apunte lo que
asi á las Indias como á otras cyalesquier partes. de él se hubiere acordado , y la hoja del dicho
libro donde se hubiere vuelto ú asentar.
L E Y XL.
I>. i*òllpc II en la ordená'iiza 72 d'¿ el consejo» Y don LE Y X L IIL
Felipe IV eri la 153 de 1656. D. Felipe II en la ordenanza 79 de el consejo. Y don
Que los secretarios tengan libros en que por provin- Felipe IV én la 156 de 1636.
das se asiente lo que en sus oficios se despachare. Que el secretario mas antiguo-tenga libro de las ca­
pitulaciones y asientos, de que tome copia el fiscal.
Mandamos que los secretarios tengan libros
en que por sus provincias distinta y apartada­ Mandamos que el secretario mas antiguo
mente se asiente à la letra todo lo que én- sus tenga libro aparte de registro en que asienten
oficios se despachare por Nos ó por el consejo, todas las capitulaciones y asiéntos que en el
sin àsèntar cosa por relación, ni debajo de cláu­ cóñsejo se tomaren y asentaren , del cual el fis­
sula general; salvo' los títulos de oficios, y otras cal tenga còpia para pedir el cumplimiento de
provisiones y cédulas de que haya formula Or­ ellos.
dinaria, poniendo asimismo á la letra todo lo LEY X X IV .
(pie se hubiere de incorporar en los despachos, D. Felipe II en la ordenanza 76 de el consejo. Y don
y todos los memorial, s , capítulos de cartas y Felipe IV en la 457 de 1636.
otras cosas firmadas de los secretarios, ó escritas Que los secretarios saquen relación, y tengan libro
por algunos particulares á que se refieran los por títulos y materias de los despachos generales y
despachos, y corrijan y confieran todo lo que particidiircs que tocat en al gobierno y hacienda real.
en los libros se asentaren, con el original, y Porque siempre que sea necesario saberse
.salven lo que se hubiere do salvar, autorizando cñ el consejo de Indias lo que en cada materia
cada despacho al pie de él, y diciendo haberse estuviere próveido y ordenado para él buen gó-
por ellos corregido y concertado con el origi­ bierno de ellas, y administración de nuestra ha­
nal , señalandoló de su mano: los ciiales dichos cienda, se pueda saber entera y cumplidamen­
te y con la brevedad que para los negóeiós se
(4) Véanse las leyes i i , tit. 16, y la 6 , tit. J7 requiere : Mandamos que sea á cargo dé nues­
Utíl libro pnmeru. tros secretarlos del dicho consejo sacar rélaeiou
De los seenetai’íos clej consejo.
de todas las provisiones, cédalas y capítulos ele i formes se dieren, asi por nuestros secretarios,
cartas nuestras,-y. otros despachos generales y ■ como , por el escribano de cám ara, s.e ponga
particulares que Ira taren d e.cosas de gob.erua- ; cláusula de que con brevedad determinen c iu-
cion espiritual ó temporal;, deque pertenezcan formeii.
á nuestra hacienda, y luego coiné ; fueren des­ •••; LEY X L V II.
pachadas las pongan por sus títulos y materias Di Felipe IV en pstá Recopilación.
comunes er¿ un libro, que para ello ¡tengan dis¡-
Que el Consejo nombre persona de confianza que co­
)uesto y ajustado, conforme; à ios libros, tí tu ­ pié
Ios y materias en que se distribuye esta recor I
y ordene tos libros del archivo y descripciones.
Nuestro consejo provea de persona de toda
pilacion , poniendo en. la relación los. tiempos
en que se hubieren despachado, y las bojas de confianza y secreto, que tenga cargo de copiar
los libros donde se hubieren asentado, para que y poner en orden todos los papeles de que ha
conviniendo se puedau ver e n ellos por es- de haber traslado: ,eu el libro del archivo,
tenso. y en el de las descripciones, conforme está
proveído por las lejpes 6 , 20 y 69, título 2 de
■LEY X L V . ; este libro. *.
P:. Felipe II en la ordenanza 77 de el consejo.; Y d<m
. Felipe 1Y en la 158 de. 1656. .i L E Y X L Y IIL
D . Felipe II. en la ordenanza 74 de el eonsejo. D. Fe­
Que los secretarios saquen relaciondelo importan e j lipe IV e n la lG l de 1656. Y en.esta Recopilación.
te que se pidiere y escribiere , y hagan libro dé ello
en la form a y para el efecto que se ordena. Que los libros de los secretarios estén bien encuader­
nados y guardados,
Porque de lo que se nos pidiere, y de los
avisos que se nos dieren para el buen gobierno Mandamos que los secretarios tengan todos
espiritual y temporal de las, Indias, y para la los libros dé su cargo bien encuadernados y tra.
buena administración de la real hacienda que lados, puestos en sus arcas y cajones, y --no los
en ellas tenemos, haya memoria siempre para dejen ver ni leer à nadie que no sea de sus
proveer lo que convenga, y saber lo que en ca­ oficios, ni permitan que ninguna persona se
da cosa se hubiere pedido, por la luz y claridad atreva á chaneelarni borrar lo que estuviere es­
q.ue será necesaria para lo que se hubiere de crito en ellos, ni escribir otra cosa alguna mas
proveer: Mandamos que los secretarios saquen de nuestras cartas y despachos.
én: relación todo lo importante y sustancial de . - L E Y XLDL.
ló que se nos pidiere ó escribiere por cartas,
)eticiones ó memoriales tocantes al gobierno y D, Felipe II en la ordenanza 87 de el consejo. Y don
}lacienda nuestra, y de ello hagan libro.y lo Felipe IV en la 162.de 1636.
prosigan, reduciendo sus materias y lugares por Que los secretarios tengan inventario de los papeles
la forma y disposición del libro referido en la ley de su, cargo, y- de los-que salieren de supodcv tomen
conocimiento.
antes de esta, poniendo .en la relación Ips, pape
Jes de que se hubiere sacado , para que sieudo Los secretarios tengan inventario, y le va­
necesario verlos originalm ente, se puedan ver yan haciendo de todos los papeles que estuvie­
con brevedad y entera satisfacción de qué en ren á su cargo y vinieren á su poder con desig­
cada materia ó artículo que se tratare no quede nación de ellos, poniéndolos en sus legajos por
cosa por ver de las que puedan ayudar à la de­ tal orden y concierto , que estando á buen rem­
terminación de los negocios. eando., fácilmente Se puedan hallar los que fue­
re necesario verse, y de todos los que salieren
LE Y XLVL de su poder tomen memoria y conocimiento de
D. Felipe II en la ordenanza 81 de el consejo. Y don quien los llevare, para que de ellos puedan
Felipe IV en la 159 de 1656. dar la cuenta que se les ha de pedir : particu­
Que los secretarios tengan libro con relación de las larmente tengan siempre inventario de consul­
remisiones de negocios y de cómo se cumplen. tas y decretos nuestros: de cartas de gobierno
Los secretarios hagan memoria y libro apar­ que nos escriben los vireyes, audiencias, go­
te en relación de las remisiones de negocios bernadores y oficiales reales, prelados y cabil­
que se hicieren en el consejo à las personas que dos eclesiásticos y seglares, y de todos los li­
bros reates que hay y se fueren haciendo , de
gobiernan en las Indias , y Otras eualesquier, y
cédulas, provisiones y otros despachos nuestros,
justicias de ellas, y de las informaciones y pa.
receres que les mandáremos enviar: y de las y de las bulas y breves apostólicos tocantes a
que á su tiempo no se enviare relación y aviso las Indias, y de eualesquier escrituras y asien­
tos que en el dicho nuestro consejo se hicieren,
íle lo que en ello se hubiere hecho y proveído,
envíen memoria á los escribanos de goberna­ ó á él se trajeren y enviaren , y demas papeles
ción, para que ellos la envien ó avisen de la importantes para el gobierno de. las Indias.
razón porque no se hubieren enviado, y Nos LEV L.
sepamos por cuya causa se deja de cumplir lo £>. Felipe II en ja ordenanza 18 de el consejo, Y don
por Nos mandado y de las que enviaren,asien­ F elipe IV en Ja 163 de 1636.
ten la relación en las libros del registro, al pie Que los libros, bulas y papeles tocantes al estado de
de la provisión ó cédula de remisión, para lo las Indias.que .se pudieren escusar se envien d Si­
cual.al tiempo de asentarla dejen blanco donde mancas.
&e. puedan poner . Y en las cédulas que para in­ Mandamos, que todos los libros, bulas, ber-
Libro in.’T itulo vi:
ves , y otras escrituras y papeles tocantes ál es­ el cual declare lo que se debe pagar , asi de
tado y corona de las Indias , que en el consejo contado, como á plazos, de que se hubiere de
de ellas, y en la casa de contratación de Sevi­ otorgar obligación, ó de lo que se remitiere á
lla se pudieren escusar, y no fueren menester, pagar en las Indias en poder de los oficiales dé
Originales , se vayan enviando al archivo de Si­ nuestra real hacienda á los plazos que se decla­
mancas en sus legajos y cajas , por la orden y ren, y estos papeles se lleven siempre al con­
concierto que los lian de tener los secretarios, tador que fuere de la media annata , para que
y en el dicho archivo se pongan en una cárna* en virtud;de él tome Ja razón de lo qué se hu­
ra ó cajón aparte. Y mandamos al alcaide de él biere pagado al tesorero de este derecho, y de
que los reciba todas las veces que se le envia­ lo que restare de cobrar á plazos ó se hubiere
ren , y que no dé ninguna cosa de ellos, ni los de pagar en las Indias en la forma referida, y
consienta sacar sin cédula nuestra ó provisión do certificación como queda dada satisfacción
librada por el consejo de ludias. por lo que toca á la paga de este derecho; y
como se hace, y asi se ponga en el despacho y
LEY LI. cumpla lo que está mandado , sin decirse en el
D. Felipe II en la ordenanza 9 i ríe el consejo Y don que vuelva à tomar la razón, pues lo queda ya
Felipe IV en la 164 de 1656.
por el papel del comisario, con qué se escusa
Q ue en f u i de. cada u n a n o ¿os se c re ta rio s y d em a s la molestia á las partes, y previene lo necesa­
o fic ía le . lea n e n el C o n sejo los in v e n ta r io s que h a n
de te n e r , p a ra que se d ec la re q u é p a p eles se en via ­
rio para que no resulten fraudes.
r a n d S im a n ca s.
Que los secretarios no reciban dadivas, prestamos, ni
Porque haya diligencia en enviar los pape­ otra cosa .de. los litigantes oj personas que tengan
les á los archivos donde hubieren de estar: Man­ negocios ante e llo s, ni los esperen tener, ley 16,
damos que ios secretarios del consejo en fiu dé tit. 5 de este libro.
cada un año lean en los tribunales donde rési- Que no despachen títulos sin cláusula de que tomeu
la razón los; Contado res del consejo , ley 1 8 , tit. 11
diereu , los inventarios de los papeles que hu­ de este libro.
biere en su poder, para el cual tiempo los ten­ Qi,ie lo mismo se guarde en títulos de m ercedes, cé­
gan hechos y acrecentados para que allí se de­ dulas de limosnas, ó libranzas en hacienda real, ley
clare los que se hubieren de poner en los a r­ h Y 2 2 , tit. llí de este libro. '’ ’
chivos , a los cuales los envión los susodichos á Que dén al cronista todos los papeles que pidiere, de­
jando recibo , ley 5 , tit. 12 de este libro,
costa de gastos de justicia ; y si asi no lo hicie­ has cartas inclusas en consultas á S, ¡VI. han de ir fir­
ren , no se les pague su salario el tiempo que madas. Decreto de S. ¡VI, de 28 de junio de i.6Ólj
despues lo dejaren de hacer. auto 7.
En ios títulos que se despacharen de gobernadores y
LEY LIL corregidores de las Indias, se ha de poner cláusula
de que el tiempo porque fueren proveídos corra
D. Felipe II en la ordenanza 89 de el consejo. Y don desde el dia que partiere la flota ó armada primera
Felipe IV en la 165 de 1636. que saliere de España para las Indias, y qué vayan
en ella. Á 16 de diciembre de 1601, auto 13.
(Jhc h a y a in v e n ta r io s d e los p a p eles que se llegaren Los secretarios tienen obligación á firmar y rubricar
d S im a n ca s.
cyalesquier papeles é inventarios del consejo, an­
Demas de ios memoriales é inventarios que tiguos y presentes, y que entraren en su poder.
Acordado de 4 de febrero de 1605, auto 15.
ha de tener cada ca ja de los legajos é inventa­ S. M. fue^servido de mandar por decreto de 9 de abril
rios de los papeles de Indias que se pusieren en de 160a , que en todas las consultas de provisiones
el archivo de Simancas: Mandamos que de to ­ se digan las partes y calidades, méritos y servicios
dos ellos haya dos inventarios con relación cum­ de cada uno de los pretendientes que se proponen,
plida de la sustancia y asignación de ia fecha haciendo relación de cómo se verifica , para que
S. M. pueda ver cual es el mas benemérito , pues
<le cada uno, y el índice de la caja ó legajo don­ igualmente no lo pueden ser lodos en un mismo
de estuvieren , los cuales inventarios estén fir­ grado, auto 16.
mados del secretario del consejo á quien tocare, Por decreto del consejo de cámara de 22 de abril de
y de la persona a' cuyo cargo estuviere eí ar­ 1605, está ardenado que en los títulos de corregi­
chivo: el uno de los cuales quede en la cámara dores, gobernadores-y alcaldes mayores se ponga
cláusula conforme á lo acordado por el consejo,
ó armario donde quedaren ios dichos papeles: para que los tengau Dor cinco añ o s, mas, ó menos
y el otro esté en ei consejo. lo que fuere voluntad de S. M. , auto 17.
S. M. mandó por decreto de 5 de diciembre de 1608,
L E Y L IIL que cuando se le haga recuerdo de consulta, se le
remita copia de la pt imeia , auto ¿9.
D. Felipe IV por auto acordado en Madrid á .18 de En 50 de enero de 1615 consultó el consejo á S. ¡VI.
agosto de 1655. Y en esta Recopilación. con las causas que liabia de señalar ocho meses á
Que da la form a, a l to m a r la ra zó n d e la m ed ia anna­ los oidores de las audiencias de los Chareasy Chile,
ta e n los d esp a ch o s d e l C o n sejo . y un ano á los do Filipinas para llegar á servir sus
plazas, com oá todos se acostumbraba señalar seis
Porque en el derecho de la media annata m eses, y S. M se sirvió de responder. A todos se
haya toda buena cuenta y razón: Ordenamos y Jes señale eí tiempo que parece, y se íes descuen­
te lo que menos tardaren. Y por orden del consejo
mandamos que ios secretarios que asisten en de 24 de enero de 1653 se mandó egecutar y poner
nuestro consejo de indias dén papeles firmados por cláusula en los títulos de togados, políticos y
de sus nombres, como se practica para el comi­ militares, sin alterar por ahora la de ios^meses en
sario que fuere nombrado de este derecho, en que cada uno ha de llegar'á lomar posesión de su
que se le diga la merced que hubiéremos he­ plaza , auto 38 y 176.
Por decreto de ¡8. ¡VI. de 15 de enero de 1611, en que
cho, con las calidades y requisitos que tuviere, fue servido de nombrar por virey del P erú a lp m i-
De los secretarios del consejo. 189
cipe de Esquiladle, mandó que el salario de los vl- pilcados q u ed e él se dieren. El consejo en 12 de
reyes de el Perú fuese solo ue treinta mil ducados, noviembre de 1635 , auto 94.
que son diez mil m»s de los que tiene el v¡rey dé En los títulos que se enviaren de prebendas à los que
la Nueva-Es paña , auto 42. residen donde están las catedrales á que van pro­
Sobre que eti las consultas de mercedes se pongan las veídos, en lugar del plazo ordinario para presen*
hecbas por los servicios, cuya satisfaciou se pide. tarse , recibir la colación- y. canónica institución, se
Véase el auto 46 referido en el tit. 2 de este libro. 1c pongan quince dias despues que constare que
Eu 26 de abril de 1621 mandó S. M. á los secretarios han recibido ios títulos. El consejo eu 11 de abril
del consejo de Indias, que en todas las cédulas y de 1636, auto 95.
despachos que enviaren á firmar de S. ¡VI., señalen El consejo por decreto de 18 de mayo de 1656 acordó
debajo del brevete las que fueren resueltas por. q u e d e las cédulas enviadas de oficio á las indias,
consultas, y en las demas pongan , porque se des­ luego que avisen haberlas recibido las personas á
pachan , y no haya omisión en esto, auto 47. quien van dirigidas, se note del recibo en los libros,
T por otro decreto de 17 de octubre de 1622 fue ser­ auto 96. .
vido de mandar á los secretarios!, atento á que al­ Los oficiales mayores de las secretarías del consejo,
guna vez se halló diferencia entre los títulos ó bre­ siendo secretarios de S. M ., deben preceder á ios
vetes , que van encima de las consultas, y la sus­ contadores de cuentas de él en ios actos públicos,
tancia de Jo que contienen; Que los títulos ó bre** como secretarios, no como ios oGeiales mayores. Asi
Vetes se pongan con vista de el consejo, y vayan lo declara 6. M. eu 29 de octubre de 1656,-auto 98.
señalados de los secretarios conforme tocarcu á sus EL consejo, por decreto de 23 de febrero de 1657,
oficios, y de un consejero, auto 51. mandó que los oficiales mayores de las secretarias
E l consejo por decretó de 23:de diciembre de 1623, bagan por sus personas las semanerías todas las se­
• mandó que en las cédulas de confirmaciones, ú otros manas , en las casas de los del consejo á quien to­
despachos a' que por sus decretos se les hubieren care hacerlas , llevando las consultas que se hubie­
puesto gravámenes ó calidades , se expresen , para ren acordado, á pasar y señalar; y no traigan al
que en todo tiempo consten , y esto sea aunque se consejo á pasar , señalar, ni firmar algunos despa­
escriba aparte á los oficiales reales que cobren al­ chos, sino los que particularmente se mandare, por
gunas cantidades, ó den egeGucion, ú otras calida­ - la prisa que pueden tener; y despues de pasados
des de loá despachos , y que asi se guarde y obser­ los despachos y consultas, los lleven ios oficiales
ve puntualmente, auto 54. segundos A las casas de ios del consejo, y asi se
cumpla indispensablemente, auto 101.
En las secretarías dél consejo es costumbre no llevar A los religiosos de las cuatro órdenes mendicantes se
derechos de los títulos de oficios y prebendas de despachen los aviamientos en papel de oficio. De­
que S. M. hace merced á personas que están en las creto del censejo de 4 de noviembre de 1637, auto
Indias : y en los que tocan ai sello, se dá aviso por 105, referido libro 1, tit. 14.
papel de uuo de los secretarios , que se envían de
Las cartas que se remitieren de las ludias eu galeo­
oficio á los vireyes y gobernadores, para que en n es, ilotas ú otros bajeles, ó por cualquiera-v'a, se
nombre de S. Ú. los entreguen á las p artes, au­
encuadernen en llegando à bastante número , di­
to 62 vidiéndolas por materias, y poniendo su índice y
Ea las proposiciones que hicieren las secretarías para número del volumeu que se formare, con buena
prebendas, separen y pongan en primer lugar los orden, y división de las materias eclesiásticas y se­
sugetos que hubiere patrimoniales de la tierra don- culares, y distinción de puntos de gobierno y ha­
; de sucedieren !as vacantes, y despues los demas cienda: y de todas se saqueu en brevete ios puntos
pretendientes de otros obispados , y aparte los que principales que merecieren respuesta; y en los que
están en esta c o r le , advirtiendo siempre al consejo hubiere papeles juntos, ó que se debatí juntar de
de las cédulas de S. M., para que no sean propues­ las secretarías, se baga a si, sin esperar.para ello
tos los que asistieren en la corte; y esto se observe decretó del consejo, ni perder tiempo por verse Iqs
y guarde. Decreto del consejo de l i de agosto de negocios una y mas veces: y Jos oficiales mayores
1627, auto 70. á quien toque lo eg eeu ten a si, pena de que se pro­
Cuando los secretarios de todos los consejos y juntas veerá lo que convenga, trabajando los despachos y
fijas que los tienen , avisaren que por consulta he­ sacando los puntos de las cartas, para que sé refie­
cha á S, M., con dia y m es, fue servido de resol­ ran las materias que requieren uiayor brevedad.
ver sobre alguna materia , cuya egecucion toque A El consejo en 7 de marzo de 1638, auto 107.
otro consejo ó junta, se dé por el secretario á quien S. M ., por decreto de 1 j de mayo de 1638, mandó
tocare el despacho ucee sario, stu aguardar orden que en las consultas de votos secretos, y en las que
ni decreto de S. M. ; pero si los secretarios de es­ «o lo fueren del consejo, j juntas que se hicieren,
tado , en que se consideran mayores prerogativas, se le refiera los que han intervenido, auto 108.
hubieren de egecutar el despacho, el secretario A los que hubieren tenido cualesquier oficios ó cargos
que le avisare ofrezca mostrarle la consulta origi­ en las Indias, ó en las ai maclas y ilotas de la caí re­
nal de donde hubiere emanado la resolución de ra ile ella s, y fueren despues proveídos en otros
S. M., si el de estado ia quisiere ver, que lo podrá ha­ oficios y cargos por el consejo, ó por la junta de
cer ; pero no por eso se han de dejar de enviar los guerra, no se despachen títulos de las nuevas mer­
brevetes de las consultas, para que haya noticia de ced es, sin o presentaren primero en la secretaría
lodo lo que se despacha en el escritorio de cámara donde tocare su despacho , certificación de la con­
de S. M .; y cuando sucediere tomar resolución por taduría de cuentas del consejo , por donde conste
consejo donde hay secretaría, cuya egecucion to­ que de las visitas ó residencias de los primeros ofi­
que á otro donde no la h a y , se envie al presidente cios no resultare en contra ellos condenaciones pe­
ó gobernador de él copia de la consulta, ó capítulo cuniarias, ó si algunas h ubo, las lian satisfecho y
de ella, con la resolución de S. M. sobre aquel pun­ pagado. El consejo á 25 de noviembre de 1638, au­
to si. comprendiere otras materias distintas , rubri­ to 112. Véase el 172 infra.
cado del secretario y con papel suyo, sin decir mas En 6 de noviembre de 1640 consultó el consejo á S. M.
de que le envia aquella copia, con la de la relaciou que ordenó á las secretarías, que no se entreguen
de ¡5. M., para que confoitne á ella ordene lo que los títulos da oficios de pluma y de gobiernos , sin
se hubiere de egecutar. Decreto de S. M. de l i de que primero presenten los provenios certificación
setiembre de 1631, auto 78. del tribunal mayor de cuentas, de no tenerlas, ó de
Ningún despacho de merced , con calidad de que se haber satis echo y pagado el alcance, y que asi lo
paguen cantidades en satisfacción , ó á cuenta de mandó egecutar, auto 118.
las que S. M. debiere , se h aga, sin que primero En cada una de las dos secretarías del Perú y N ueva-
conste que queda notado y prevenido á donde to­ España había dos oficiales mayores, uno de gracia
care. Decreto de S. M. de 27 de enero de 1634, y otro de gobierno, y S. M. en consulta del conde
auto 86. de Castrillo , gobernador del consejo , á 29 de se-
Al margen de la copia del despacho se noten los du- tiembi'e de 1641, fue servicio de mandar, que en
TOMO I 48
190 Libro ii. Título vi.
vacando cualquiera plaza de oficial m ayor, se con­ contaduría. El consejó a* 22 de enero de 1652, auto
sumiese y agregase al otro, quedando uno solo en 171. ,
cada secretaria, y con sus gages se criasen dos: ofi­ En 9 de ahril de. 1652 acordó el consejo por punto
ciales segundos , y asi se cgecu tó, auto 121. gen eral, que por las dos secretarías no se puedan
Por decreto del consejo de 22 de diciembre de 1646 llevar las relaciones de ninguno de los pretendien»
no se pueden admitir breves, ni encomiendas , ni tes de presidencias, plazas, gobiernos militares 4
otros despachos en Jas secretarías, en que se de políticos, ni ministerio de papeles, que debieren
memorial para encomendarse, no refiriendo lo que a lg o * la real hacienda por visitas ó residencias de
contienen los despachos y breves en los memoria­ oficios que hayan tenido , hasta que por certifica,
le s, auto 144. cion dé la contaduría conste que no deben cosa al­
Siempre que llegare aviso de las Indias, favorable ó guna., de forma que para ser preveidos y llevar ¡us
contrario, de une convenga que S. ¡VI. tenga noti­ relaciones, ha de preceder ei dar los papeles que
cia , se le ha de enviar inm ediatam ente, siu que se practica cuando son proveídos, y a los que na
ninguna persona la tenga antes; y esto se entien­ tuvieren satisfechas sus condenaciones , no se pue»
da , cuando estuviere ausente el gobernador del dan traer paradas consultas sus relaciones, y asi se
consejo, y cuando no lo esto se guarde el estilo. guarde y egeeute precisameute en ambas secreta-
Asi fue S. M. servido de advertirlo ¿ los secretarios rías, auto 172. w
del consejo , por decreto de 3 de febrero de 1617, Sobre que no se admita memorial de religioso, sin
auto 145. preceder la licencia con que vino, y la de? superior
En todos los títulos de presidencias', ó gobiernos:qué de esta corte, se vea el auto 175 , referidov Jlibro
. i.U IO l
tienen tiempo limitado, se ha de poner cláusula ex­
prosa de que los proveídos tengan obligación de en­ Eos. que pretendieren plazas , corregimientos ú otros
viar testimonio del día eti que tomaren la posesión; oficios, presenten testimonios de residencias y seo*
y Jas audiencias ó ayuntamientos donde la tomaren tencias por los puestos que han ocupado, y de otra
Ja tengan de rem itirle, y esto se despache también suerte no se Ies. admitan sus relaciones enJas seere*
por cédula aparte, y mande á Jos olioiales reales tarías. El consejo de cámara en 29 de mayo de 1654
que también ellos lo esciiban luego; y^mas.se pre­ autos 180 y 181. *
venga en los títulos, que si todo faltare, queda re­ Para obispados y dignidades eclesiásticas, no reciban
suelto que pasados ocho años de los presidentes, y los secretarios mas. relaciones de las que la cámara
cinco ó tres de los corregidores, y el término-com­ pidiere á la de Castilla, ó á los prelados, y yireyes
petente que se les dá para llegar á. las indias, des- de las Indias; y cuando no hubiere relación en la
mes de ios primeros galeones, ó flota siguientes á
Í a provisión , sino hubieren enviado el testimonio,
cámara., á que se deba dar crédito,' se envien á
S. M. con la consulta los motivos de consultar tales
se pasará, incontinenti á proveer los oficios, repu­ sugetos, y razón del conocimiento de su virtud, le­
tándose por pasado el tiempo; y cuando los proveí­ tras, prudencia y buen juicio, para gobierno de lo
dos los vayan á servir, han de ser admitidos y re­ que se les encargare. S. M. por decreto de 20 de
cibidos sín pleito ni disputa, aunque se pretenda, octubre de 1654, auto 182.
que aun no- han acabado de cumplir el tiempo, Ningún titulo de merced se entregue en las secreta­
auto 160. rías á las partes, si no hubieren pagado primero la
En las secretarías no se admití» pretensión de preben­ media annata. Decreto de S. M. á 9 de marzo de
da eclesiástica , sin presentar poder expreso, salvo 1655, auto 185.
en los que fueren ascensos. El consejo á .21 de julio El consejo p or decreto de 18 de el dicho mes y año,
do 1651, auto 161. mandó qué sé guarde la costumbre de señalar los
Y también se tenga muy particular cuidado en que oficiales mayores debajo de el brevete los duplica­
los.gepcralcs do galeones, Ilotas y armadas saquen dos , auto 184. •
SUS'títulos con tic topo, sin dejarlo para el preciso . Ningunos inform es, de cualquier calidad que sean, se
de haber de em barcarse, y en caso que baya, ó se entreguen en las secretarías á las partes , y as? se
reconozca omisión en las pai tes sobre e sto , la se­ observe inviolablemente. El consejo en 27 de agos­
cretaría Jo acuerde en el consejo cuantas veces fue­ to del dicho año de 655, auto 186. b
re necesario, para que se halle-con noticias y orde­ Las cédulas y títulos se remitan a los presidentes para
ne lo que pareciere conveniente. El consejo á 29 seguridad de las mesadas. Decreto de 17 de uílio
de julio de 1651, auto 165. de 1656 , auto 189, referido tit. 17 >lib. 1. J
Todas las cuentas que se hubieren de tomar en la Los secretarios del consejo tienen repartimiento de
contaduiía del consejo, y vinieren de las ludias ó obras pias , aunque estén ausentes y fuera de estos
’ de otras partes, se traigan primero á las secretarías reinos, auto del consejo de 17 de junio de 1658, re­
donde locan, y se dé cuenta al consejo para que las ferido en el tit. 3 de este libro. *
mande entregar á los contadores de cuentas de él, Que no se beneficien prorogaciones de vidas , ni fu­
ó lo que convenga, quedando razón en la secreta­ turas de encom iendas, ni otra gracia que toque á
ría de las que se entregaren , de qué tribunales y ella s, y esto quede para ambas secretarías .a u t o
años son , y hecho , tenga obligación la secretaría I 150, referido tit. 11, lib. 6.
de dar noticia de ellas al consejero comisario.de la I
m

TITULO SIETE.

D e l tesorero g e n e ra l, recep to r del consejo r e a l de la s Indias.

dos del consejo 142 y 143. Ve'ase con las leyes 23,
LEY PRIMERA. ■ tit. 3 de este libro , y 19, tit..i6 de él.-
Que el tesorero envíe las egécutorias d las Indias , y
£). Felipe II en la ordenanza 106 de él consejo. Y don qué diligendas han de hacer para su cobranza.
Felipe IV en la 215 de l.° de agosto de 1056.
Que él tesorero general ríe el Consejo de' fianzas del El tesorero tenga particular cuidado de en­
uso de su Oficio, y que dará cuenta con .pago , y de viar las ejecutorias que recibiere de nuestro fis-
ellas haya traslado en la contaduría., : : cal á las partes de las Indias donde fueren d i­
Ordenamos y mandamos que el tesorero ge­ rigidas y y porque de haberlas enviado a los oi­
neral1de: nuestro consejo: de' I od¡ás antes de ser dores mas antiguos de las reales audiencias dón­
recibido ai uso de su oficio dé fianzas legas, lla­ de tocaban , resulta que no se tenga noticia de
nas y abonadas en lá cantidad que se mandare las diligencias que «íi esta razón han hecho > ni
en su título, y no estando señalada en é l, en de las cantidades que han cobrado por cuenta
la que pareciere á los de el consejo, dé -qtíe ha­ dé las dichas condenaciones : Mandamos que
rá-las-diligencias necesarias eri la cobranza de lásique se despacharen y fueren por mano1ele el
lo qúe fuere à su cargo cobrar, ó que pagara dicho tesorero sé remitan a los 'oficiales de
de su hacienda lo que por su culpa ó negligen­ nuestra real hacienda dé-las partes donde re­
cia se dejare de Cobrar, y qUe tendrá pro tito lo siden liuestras reales audiencias para quedas en­
que cobrare, y de ello dará cuenta con pago, y treguen á lós oidorés mas antiguos que las han
pagará el alcánce dé las cuentas que se le toma­ de ejecutar , y tomen recibo de ellas , y escri­
ren, y de las fianzas y abonos que diere haya ba á los fiscales que-tengan cuidado de solici­
traslado én los libros de nuestra contaduría dé tar que se hagan las cobranzas>-y avisen todos
iás Indias por:cabeza de la cuenta’qué con el di­ los años a! consejo de las diligencias que hicie­
cho tesorero general lia de tener. ren y estado en que las tuvieren ; y también
escriba á los dichos oidores que las ejecuten, y
LEY 1Ï. con nuestra hacienda envien lo que hubieren
D. Felipe II en la ordenanza 105 de el consejo. Y don
cobrado por cuenta aparte a la casa de contra­
F elipe IV én ía 216 de 1636. tación de Sevilla consignado al dicho tesorero,
sobre todo lo cual se le den las cédulas necesa­
Que el tesorero general cobre laspenas^ condenacio­ rias; y para que conste que ha enviado las ejecu­
nes y\depósitos,, y lo demas que fu e re de su cargo, torias , ha de mostrar testimonio del secretario á
pena de pagar lo que por negligencia no cobrare , y
dé conocimiento de los despachos. quien tocaren del dicho consejo , en que dé fé
que á tantos días de tal mes le entregó un plie­
Mandamos que el tesorero general sea obli­ go euque iba tal y tal ejecutoria, dirigidas á
gado à cobrar y recaudar todas y cualesquier tales oficiales reales, para que con su carta las
condenaciones que en el consejo se hicieren y metiese en el pliego re a l, de lo cual ha de ha­
aplicaren para nuestra cámara y estrados del ber un libro en casa del dicho secretario adon­
consejo, y para el gasto y pasage de los religio­ de se asiente todo muy particularmente: y por­
sos y ministros de doctrina y otras obras pias, que podrá ser que algunas de las dichas ejecu­
y las que estuvieren hechas y no cobradas, y torias se pierdan las enviará ordinariamente du­
cualesquier otros maravedís y depósitos que el plicadas para que vayan en diferentes navios, y
consejo le mandare cobrar y depositar en él, y escribirá á los dichos oidores, fiscales y oficíales
para la cobranza de lo susodicho haga las dili­ reales en los pliegos en que fueren las ejecuto­
gencias necesarias, pena de pagar de su hacien­ rias , y fuera de ellos , por otras vías que le den
da loque por su culpa y negligencia dejare de aviso si las han recibido, para que si se hubie­
cobrar, y lome la razón y memoria de las di­ ren perdido se vuelvan á enviar como está o r ­
chas condenaciones dé! libro de ellas, que ha denado , lo cual ha de hacer hasta tener reci­
de tener el escribano de cámara de justicia, y
bo de ellas.
dé en él conocimiento de los despachos que se
le entregaren para cobrarlas como está dis­ LEY. IV .
puesto. D, Felipe II en Madrid ó 3 de abril de 1574, cap. 5-
Y D.. Felipe IV en la ordenanza 218 de 1636.
LEY III. ■Que en- llegando flo ta s , el tesorero sepa lo que se
responde d las cobranzas, y avise de los inconvenien­
J). Felipe IÏ en Madrid á 5 de abril ’de 1574, cap. 2- tes que tuvieren .
* í). Felipe 1V en la ordenanza 2i7 de 1636. Y por cé­
dula de Zaragoza á 18 de setiembre de l6 í6 . Acuer­ El tesorero á la venida de las armadas y fio-
192 Libro u. Tltlllo TU.
tas (le las Indias ha de tener cuidado de ver si le LEY VIH.
viene la respuesta de sus pliegos, y de los in­
convenientes que en la cobranza se pusieren, si Fehpe II en Madrid a 26 de octubre de 1574.
D. Felipe III allí a 15 de noviembre de 1611. Y en
hubiere algunos, dará cuenta en nuestro conse­ herma á 10 de noviembre de 16i2. D. Felipe IV en
jo de Indias para que lo remedie, y si no le res­ Ja ordenanza 222 de 1656.
pondieren , los oidores , fiscales y oficiales rea­
Que las partidas de condenaciones que vinieren d la
les á quien hubiere dirigido los despachos, ni le casa se remitan al Consejo de Indias,
enviaren el dinero, asimismo ha de dar luego
cuenta de ello al consejo para que provea lo que Las partidas que vinieren de las Indias á la
convenga, lo cual todo ha de tomar por testi­ casa de contratación de Sevilla, asi por cuenta
monio el secretario de el consejo, para que con del crecimiento y consignaciones que estan he­
estas diligencias los contadores de cuentas de él chas en ellas para salarios de los de nuestro con­
le descarguen y pasen en cuenta loque no hu­ sejo de las Indias , como por cuenta de conde­
biere cobrado. naciones y otros géneros que en cualquiera for-
ma hayan de entrar en poder del tesorero del
L E Y V. consejo, se entreguen à la persona que tuviere
D. Felipe II en la ordenanza 108 de el consejo. Y poder del dicho tesorero, y no haya ninguna
D. Felipe IV en ia 2 l9 de 1636. dilación, poniendo en ello mucho cuidado y d i­
ligencia, y en el beneficio y venta de loque vi­
Qae al tesorero se le entregen las egecutorias y des- niere en pasta, y aunque las condenaciones de
pachos para la cobranza, de que se tome la razan y
la dé de lo que cobrare, ó diligencias bastantes. que vinieren algunas partidas sean aplicadas pa­
ra diferentes efectos en que se han de distri­
Mandamos que ai tesorero del consejo se den buir conforme á las sentencias, de que resulta
las ejecutorias y despachos necesarios para co­ la separación, que por esta razón hay de ellas á
brar las penas , condenaciones y depósitos de él: la demas hacienda real, como en las Indias se
y en los despachos se mande que los contadores cobran en virtud de las ejecutorias las dichas
tomen la razón, y ellos le hagan cargo de lo que partidas, suelen venir ó enviarse con réplicas y
hubiere de cobrar, y el dicho tesorero dentro pretensiones cjue tienen las partes en que se ha
del tiempo asignado en las provisiones y recau­ de hacer justicia, no se pueden ni deben entre­
dos , haga las diligencias que convenga para su gar con la demas hacienda nuestra, ni com*
cobranza, y de lo que cobrare dé certificación prenderse en la distribución de ella , que por
en el consejo, firmada de su nombre, para que otro de Jos nuestros consejos ordenáremos, y de
el cargo se le baga perfecto, y de lo que no p u ­ como asi lo hubieren hecho nuestros presiden­
diere cobrar muestre las diligencias bastantes tes y jueces oficiales de la dicha casa, nos avisa*
que hubiere hecho á satisfacción del consejo, rán en nuestro consejo de las Indias, enviando
para que quede descargado de no lo haber co­ relación muy particular y distinta de lo que
brado. hubieren entregado por cada cuenta,
LEY V I. LEY IX .
D Felipe II en Madrid á 5 de abril de 1574. Y don D. Felipe II en la ordenanza 109 de e! consejo. Y don
Felipe IV en ia ordenanza 220 de 1636. Felipe IV en la 225 de 1636.
Que el tesorero reciba delJiscal las egecutorias. Que los jueces, ojiciales y fiscal de la casa de Sevilla
egecuten los despachos que el tesorero les enviare,
El tesorero ha de recibir las ejecutorias de y le acudan con lo que cobraren. *
mano de nuestro fiscal, y darle carta de recibo
de ellas. Los jueces oficiales y fiscal de la casa de con*
tratación de Sevilla hagan ejecutar con dili­
L E Y V II. gencia las ejecutorias y despachos que se les
D. Felipe III en Madrid u 20 de mayo de 4605. Y á
enviaren por eí tesorero del consejo para cobrar
:t'2 de diciembre de 1619. Y D. Felipe XV en la orde­ las penas y condenaciones que en él se hubieren
nanza 221 de 1636. hecho , y los depósitos y lo demas que se hu­
Que lo procedido de condenaciones por egecutorias biere de cobrar por é l, y lo que se cobrare sé
del Consejo se traiga d poder de el tesorero. envíe luego al dicho tesorero, y de lo que en­
viaren den aviso á los contadores del consejo
Mandamos que todas las condenaciones que
para que de ello le hagan el eargo perfecto y
se hicieren por nuestro consejo de indias, y se cumplido,
mandareu traer á poder del tesorero del dicho
consejo, nuestros vireyes, audiencias, gober­ L E Y X.
nadores y oficiales reales de las dichas ludias no D. Felipe II en la ordenanza 110 del consejo. Y don
las conviertan ni gasteu en otra cosa alguna, Felipe IV eu la 224 de 1636.
aunque sea justa y conveniente, sino que pun­ Que los gastos de la cobranza sean d costa de lo que
tualmente se cobren y remitan à poder de el se cobrare.
dicho tesorero: con apercibimiento que no se Declaramos que los gastos que se hubieren
tendrá por bien gastado, ni se recibirá en cuen­ de hacer é hicieren en la cobranza de las penas
ta lo que en contrario se hiciere , y se nombra­ de cámara y otras condenaciones que se hayan
re» persona á costa de quien lo gastare , para de cobrar por el tesorero, sean y se hagan á costa
que lo cobre y remita. de ellas, con que de lo que se gastare, el dicho
tesorero muestre recaudos bastantes al tiempo
que se le tomare la cuenta.
Del tesorero general. 195
LEY X I. (¡uíer hacienda que tenga en su poder, de las
D. Felipe 11 en Insordenenzas 115 y 115 de el conse­ penas aplicadas á nuestra cámara y fisco, res­
jo. Y \). Felipe IV en la 225 de 1636. tituyéndolo quede ellas se tomare, del pri­
Que el tesorero no pague libramiento sin estar to­
mer dinero que haya de penas de estrados.
mada la razón por los contadores, y en los libra­
mientos se mande tomar. LEY X V .
Felipe ÏI en Madrid á 7 de noviembre de 1581.
El tesorero no pague ni cumpla libramien­ D. 1'elipe IV eu la ordenanza 229 de 1656.
to alguno de lo que en él se librare, si en el Que el salario que en la casa de Sevilla tuvieren los
dicho libramiento ó cédula que para ello se die­ oficiales del Consejo se envie d poder del tesorero.
re, no luere tomada la razón por los contadores
del consejo-, con apercibimiento que lo que de El presidente y jueces oficiales de la casa de
otra forma pagare no se le será recibido, ni pa­ contratación de Sevilla, en virtud de las cédu­
sado en cuenta •, y en todas las cédulas y libra­ las que tuvieren asentadas en los libros de la di­
mientos que por Nos ó por el dicho consejo se cha casa, y de las que mandáremos dar de sa­
hicieren en el tesorero, se ponga y mande que larios de oficiales de nuestro consejo de las In­
los contadores tomen la razón de lo que asi se dias que les estuvieren señalados en la dicha
librare. casa , envien al principio de cada un año los
LEY X II. maravedís, que conforme á ollas montaren, á
poder del tesorero del dicho consejo, para que
D. Felipe II en la ordenanza 11-1 de el consejo. Y los oficiales los puedan cobrar de él.
D. Felipe IV eu Ja 22b de 165(3.
Que los contadores tomen la razón de los depósitos LEY X V I.
que entraren en poder del tesorero. D. Felipe 111 en Madrid á 11 de marzo de 1608. Y
De cualquiera cosa que se haya de deposi­ JL>. Felipe IV en ia ordenanza 250 de 1656.
tar en el tesorero, asi para pleitos que en él se Que la casa envie relación al Consejo de lo que en­
trataren, como para recusaciones y otras cosas, tregare al tesorero.
de cualquier suerte que sean, los contadores Porque conviene que nuestro consejo ele In ­
del consejo tomen la razón para lo cargar al te­ dias tenga noticia del dinero que cobra el teso­
sorero eu las cuentas, que acerca de semejan­ rero, asi del que viene de las Indias á la casa de
tes cosas se hubieren de tener con él. conlrataciou de Sevilla por cuenta de condena­
ciones, como en otra cualquier forma: Ordena­
D Felipa 111 por auto acordado de el consejo en Ma­
mos y mandamos al presidente y jueces oficia­
drid á 26 de junio de 1620. Ü. Felipe i Y cu la or­ les de la casa de Sevilla, que siempre avisen y
denanza 227 de l6 j ó envien relación particular al dicho consejo de
Que lo que se librare en el tesorero del Consejo so­ todo el dinero que se entregare al tesorero, ó
bre gastos de estmclos, no los habiendo, lo pueda su­ á la persona que con poder suyo lo cobrare.
plir de otro genero.
LEY 'XVII.
Por cuanto el género de gastos de estrados
D. Felipe IV en S. Lorenzo á postrero de octubre
que se aplican por nuestro consejo de Indias de 1624, Y en la ordenanza 251 de 1656.
para servicio de él, suele estar alcanzado y se
ofrecen gastos, á que sin embargo es forzo o Que el tesorero junte las consignaciones de salarios
y casas de aposento del Consejo.
acudir: Ordenamos y mandamos ai tesorero que
lo que se librare y hubiere de pagar de cosas Mandamos al tesorero de nuestro consejo de
que estan situadas en el género de estrados, no Indias, que las dos consignaciones de marave­
lo habiendo, lo supla y tome prestado de cual­ dís que están hechas para la paga de los salarios
quier género de maravedís que haya en su po • y casas de aposento del presidente, y los del di­
d er, ó en él entraren de los de su cargo, en el cho nuestro cónsejo,'ministros y oficiales de él,
ínterin que hay condenaciones tocantes á gastos que se traen cada año de nuestras'ludia*, y
de estrados, porque habiéndolas ha de restituir entran en poder del dicho tesorero, y las ha te­
de ellas lo que hubiere tomado, al género de nido separadas la una de la o tra, las junte y
donde lo hubiere sacado, con tal que no se to­ haga de todo un solo cuerpo de hacienda, y
que é los depósitos, porque no se pueda seguir una misma cuenta y consignación , y de ello
perjuicio á tercero, á quien se hayan de volver pague á los susodichos sus salarios y casas de
con brevedad. aposento, en la forma que se acosLumbra.
X IV . LEY X V III.
D. Felipe 111 en Madrid á 11 de febrero de 1611. f). Felipe IV por auto acordado del consejo, en Ma­
D. Felipe IV en la ordenanza 228 de 1656. Y en esta drid ú 15 de marzo de 1625. El mismo por la orde­
Recopilación. nanza 252- de 1656.
Que si el Consejo librare alguna cantidad para avio Que lo que se da para casas de aposento del Consejo
de religiosos en penas de estrados y no las hubiere , y sus oficiales se pague adelantado.
la supla y pague el tesorero de penas de cámara. Ordenamos y mandamos que el tesorero del
Cuando al consejo pareciere librar en penas consejo de las Indias pague á los nuestros presi­
de estrados para avío de religiosos alguna can­ dente, y del dicho consejo, y á los demas mi­
tidad: Mandamos al tesorero que si no las hu­ nistros y oficiales de él, á quien se dan las can­
biere, supla y pague los libramientos de cual- tidades que está ordeuado y dispuesto para las
TÓ.MO* 1. 49
194 Libro ii. Título vn.
casas en que habitan, la mitad de lo que han ces de cobranzas dr maravedís ioran?e$ á él le
de haber para los alquileres de las dichas casas, ordenaren, de ¡o (jue se fuere cobrando , asi de
conforme á la nómina que está hecha en prin­ las condenar, ioí, e s , penas de cám ara , mesadas
cipio de cada un año ; y pasados los primeros y efectos , como d t otros tualtsquier géneros,
sois meses, la otra mitad, de (orina que siem­ aunque las dichos cunlidad.es sean menores de
pre traigan el medio año adelantado, .para que lo que las p uries de bit ven pagar , y que estas
asi puedan tener con que acudir á la paga de partidas que se pagat m, cobraren y entregaren,
los alquileres de sus posadas. se hag •n buenas tn la contaduría , cobrándose
en (sta villa poi los d-'chos jtuces ó por sus
LEY X IX . subdelegados fuera de ella en Sevilla y otras
D. Felipe II en la orden miza 116 del consejo. Y don pa trs. Auto 9 7 .
Felipe IV en la 253 de 1656. P or sentencias de v’sla y revista del constjo de
Que se tome cuenta al tesorero cada dos años, ó i3 de junio de 633 y 10 de noviembre de 6 4 3 ,
cuando al Consejo pareciere , y se le haga cargo del en ple to litigado entre e ’fiscal de S. M. y Diego
último alcance y de lo no cobrado. de Vcryarn G avicia , receptor del consejo,
Mandamos que eada dos años se tome cuen­ que pretendia no tocarle por sn ofi ¿o diligenciar
ta al tesorero por ios contadores del consejo.; y las cobranzas de su cargo , asi en estos reinos
demás de esto, todas las veces que al consejo como <n los de las Indias , y solo cumplía cok
pareciere mandársela tomar, haciéndole cargo d'<■r cuenta de lo que se le e: irega ir , se mondó
del último alcance que se k: hubiere hecho á que cumpliese con /«r ordenanzas del consejo,
él ó á su antecesor, y de todo lo demas que fue­ obligación de su oficio, y t<n pliego d do pt-r la
re à su cargo cobrar, de lo cual no se le reciba contaduría-, y habiendo sucedido en este oficio
en cuenta cosa que no tuviere cobrada , sino don FcanC'sco Gutiérrez de íht turnante , con
mostrare hechas las diligencias últimas que de- nombre de tesorero get eral se le mandaron ha­
lúcre haber hecho para la cobranza de ello \ y cer notorias las d e has Sentencias , y que él y
habiéndolas hecho y mostrado, se le vuelva à sus sucesores cumpliesen con las ordenanzas y
hacer cargo de lo que asi se le descargare, pa­ obl'gac o oes .de la tes. reda, diligenciando y ha­
ra que lo vuelva à cobrar. ciendo diligenciar las <obra czus en <sta r o ite y
fuera de ella, en esto < m.-nos, ante U s jueces á
Que los despachos de gracia pro "Calidos de ef#c> quen se comí lit re su decir ion, r en los délas
tos no se entreguen sin carta de pago del te ­ Indias lo que esta dispuesto por las ord< ñamas
sorero , tomada la razón, le y 2 9 , lit. í>, de y ácere 'os pa Hadares .t pena d- pagar de su
este libro. hacienda lo que por su omisión ó n-gligencía
Que el tesorero stupie memoria de las condena­ dejasen d# colear, como por las dichas s<aten­
ciones tpic ha de cobrar del libro del escriba­ e a s esta declarado. A uto 1 2 2 .
no de cámara, le y 0 , lit. 10 de este libro. Por auto del consejo proveído en 27 de eneio
Que los contadores tomen las cuentas a l teso ­ de i()£l3 se mandó que en cuanto á tom ar las
rero , y en que J a r mu las ha de d a r , le y 8 , t í ­ cuentas la contaduría al tesorero > haga su
tulo 1 1 de este libro oficio cumplidos los dos añ os, como su con­
T i tesorero del consejo endrogue en fas secre­ tiene en las leye s de este libro, y de a llí ade­
tarias de el las ejecutorías y recados que en­ lante precisa y puntualmente: den (os tesore­
viare á las In d ia s , conforme á sus p io vin­ ros relación ju rada por vía de tanteo cada
cias, y los oficiales mayor#* les den certifica­ cuatro meses, do lo que en cualquiera form a
ción de lo.', que cada uno recibiere, y tengas# hubieren recibido dentro y fuera de osla cor­
particular cuidado de encaminar eslos d espa­ te en estos reinos ellos , ó cyalesquier perso ­
chos á muy buen recaudo , con los de mas d# nas , con sus poderes , con distinción y cla ri­
S. ñ l., y .en los ojudos h a ya libro donde se dad.de las partidas que hubieren cobrado , y
asienten por memoria ios dias y pliegos, y los por que causa, para que se eje a; le en sil dis­
pliegos en qu# se enviaren. A cuerdo del con ­ tribución Lo que el consejo m an dare, y los
sejo á '2S de junio de ifídó. A u to 19. tesoreros no han de poder pagar maravedís
JYo se haga cargo a l tesorero de lo que viniere . ningunos á ninguna persona que no sea por
p a ra derechos de los relatores y escribanos via de repartimiento, y en la fe,una referida,
de cámara. Decreto del consejo á 20 de f e ­ y que se acostum bra ; escoplo los libramien­
brero de 1 (i 25, referido en los titulos 9 y 10 tos de gastos y servicio del consejo, ó los en
de este libro. A uto 58. que señalare efecto , y la contaduría tenga
11 n las cartas de pago que el tesorero diere de particular cuidado de pedir relacion a los p la ­
dinero procedido de mesadas prevenga que zos referid o s, y dar cnenia al cansejo . A u ­
tomen la razón los contadores. Auto 01, re ­ to 133.
ferido, tit. 87. Iib. I. E l lesororo de ni i.gusta form a pueda pegar,
Todas las mercedes que S, M. fu e r e servido de aunque sea con hbramiculos del consejo, por
hacer en efectos del consejo , s.e han de p a ­ su arbitrio y elección , sino aquellas partidas
itar en vellón , como no se e*prese en la or • en (¡uc hiriere, especial orden del presidente,
den que sea p la ta , y esto se entienda tam ­ prefiriendo los salarios de m inistros , alimen­
bién en las que no están ejecutadas. Decreto tos del consejo, y gastos de estrados ordina­
de S . ítí. ti 5 de agostn.de «634. Auto 89. rios \ y cu h que tora á penas de cám ara,
T I corsé o ni 30 de julio de l()3í> m auló que el gastos de ju stitia , efectos , mesadas, vacan-
tesorero reí iba cual¡¡ui<r cantidad que tos ju e­ fes de obispados y todos los demás géneros ?
Del tesorero real. 195
debe observar la misma orden : con aperci­ ciere asi se dará por perdida la partida pa­
bimiento de que volverá á pagar de su hacien­ gada, y que no lo haciendo dentro del dicho
da lo que hubiere pagado en otra forma , es- término, sean ningunas y de ningún valor y
cepto los libramientos que se dieren en los efecto ; y no haciendo esta prevención, el te­
efectos que se beneficiaren, para que seña­ sorero quede condenado en el cuatro ta n to \y
ladamente se paguen de ellos , que estos los si la partida se cobrare fu era de esta corte
podrá pagar el tesorero, sin que sea necesa­ en Sevilla ú otras partes, se ha de prevenir
rio este requisito. Decretos del consejo de 28 lo mismo, poniendo un mes de término. De*
y 29 de mago de 1649, y 17 de diciembre cretos del consejo de 20 de octubre de 1649,
de 1655, en los autos acordados 151 , Í 5 2 y y 7 de setiembre de 1650. Autos acordados
188. ‘154,>*138.
E n las cartas de pago ó recibos que diere el Sobre la cobranza de condenaciones causadas
tesorero de dinero , ú otras cosas que entra­ y que se han de cobrar en las Indias, y por
ren en su poder, prevenga que dentro de ocho qué mano han de correr, se vea la nueva
dias se tome la razón en ¿a contaduría del fo rm a en la ley s¡3, til. 3 de este libro.
consejo, con apercibimiento que si no se hi­

TITULO OOSO.

D e l algu acil m a yo r del consejo r e a l de las Indias.

LEY P R IM E R A . Indias, cámara y junta de guerra de ellas hay


un alguacil mayor hábil y suficiente, y cual con
D. Felipe IV en Madrid á 25 de marzo de 1654 , y venga al ministerio que pueda traer vara de
14 de mayo de 166í.
nuestra real justicia, y ejercer el dicho oficio
Que haya un alguacil mayor del Consejo, Cámara ‘ en los casos y cosas que por nuestro consejo, cá­
y Junta de Guerra de Indias con las preeminencias mara y junta de guerra de Indias se le ordena­
de su. titulo.
re, y goce las preeminencias por Nos concedi­
Por cuanto conviene erigir y criar en nues­ das conforme á su título, y el presidente y los
tro consejo real de las Indias oficio de alguacil del dicho consejo antes de ser admitido al uso
mayor de él á imitación de los que residen en y ejercicio, reciban de él el juramento y so­
los consejos de Inquisición, órdenes y hacienda, lemnidad conforme á derecho, de que bien y
fielmente usará el dicho oficio.

TITULO MTUBTB.
D e los rela to res d el consejo re a l de las In dias.

LEY PRIMERA. leyes de estos reinos de Castilla, que hablan de


D. Felipe II en la ordenanza 100 de el consejo. Don los relatores del consejo y tribunales de ellos, y
t elipe IV en la 168 de primero de agosto de 1656. especialmente las que disponen que no lleven
Que los relatores en el uso de sus oficios guarden las mas derechos de los que por ellas se m anda, y
leyes de Castilla que de ellos hablan, y asistan , ó se que los asienten en los procesos y den conocí*
escusen. miento de ellos, y que den memorial de los
Ordenamos y mandamos que los relatores pleitos vistos y procesos encomendados, y que
que hubiere en nuestro consejo de las Indias | en el primer consejo hagan relación de las en-
guarden en el uso y ejercicio de sus oficios las ] corniendas que se les hubieren hecho, y que en
I9G Libro ll* Tit. IX .
las relaciones que hicieren declaren si están fir­ dos asi por el relator como por el escribano de
madas de ellos y de los abogados de las partes, cámara : y de las penas que estuvieren puestas
y que se saquen las visitas y residencias en re­ en sentencias de prueba y otros autos : y si hay
lación , y asienten en los procesos los nombres algún delecto en el proceso, porque no se pue­
de los consejeros y jueces qne las hubieren vis da ver en difmitiva , lo digan antes de poner el
to , y el día que se comenzaren y acabaren de caso , y traigan las hojas del proceso numeradas
v er, y lo firmen de sus nombres, y que asis­ y concertadas, con los memoriales que hicieren
tan en el consejo las mañanas y horas de él-, y de él , para que con mas brevedad puedan dar
si tuvieren enfermedad ú otro impedimento, se cuenta de todo lo contenido en el proceso •, y si
escusen en el consejo. conformen lo determinado y declrado por el
consejo en pleitos y diferencias con el tesorero
LEY II. conviniere hacer alguna mas declaración de la
D. Felipe IV en la ordenanza 169 de 1636, obligación que corre al dicho tesorero, la ha-
Que. los relatores guarden el secreto del (Consejo. gam
Ordenamos que los relatores al entrar en sus LEY V I.
oficios, entre las demas cosas de su juramento, B. Felipe II en la ordenanza 10.1 de el consejo. Y
juren particularmente que tendrán secreto de D. Felipe IV en la 173 de 1656.
lo acordado en el consejo hasta que se publique; *
Qne los relatores escriban los decretos y los pasen,
y haciendo lo contrario , sean condenados en con el consejero mas moderno
la pena que al consejo pareciere.
Cuando por el consejo se determinare plei­
LEY Mí. to ó artículo de que el relator haya de ordenar
D, Felipe IV en la ordenanza 170 de 1636. el decreto 6 auto en negocio de que hubiere
hedió relación : Mandamos que le escriba cíe su
Que los papeles encomendados d un relator no se
puedan dar d otro sin licencia del presidente. mano, y que antes de firmarle, el relator tenga
obligación de pasarle con el mas moderno de los
Mandamos qne los procuradores no sean osa* consejeros que se ballaren à la determinación.
dos á dar ni dená los relatores proceso ni pape­
les para que bagan relación en ningún negocio LEY VIS. '
de cualquiera calidad que sea estando encomen­ B. Felipe IV en la ordenanza 174 de 1636.
dados á otro relator ; ni el relator los reciba,
sino que seden al relator á quien estuvieren en­ Que el Consejo quite los relatores inhábiles, y d los
que erraren la relación en lo substancial, tos pene.
comendados ; ni el relator á quien tocaren por
encomienda los pueda dar á otro , ni el otro re­ Mandamos que los relatores, aunque sean
cibirlos sin espresa y particular licencia del examinados y recibidos en el consejo , si des­
presidente. pues se lia liare que no tienen la suficiencia que
conviene y que son-inhábiles para el oficio , ei
LEY ÍV . presidente y los de el consejo los quiten de él,
D. Felipe IV en la ordenanza 171 de 1636. y se pongan otros hábiles, y sobre ello les en­
Que los relatores hagan tos memoriales por su mano cargamos las conciencias, pues tanto importa
ó en sus casas por oficiales. para el buen despacho de ios negocios •, y el re­
Los relatores procuren hacer los memoria­ lator que en la relación errare en cosa esencial
les por su mano , y no pudiendo ser , y habién­ del hecho, sea penado y castigado al alvedrio
dose de valer de oficiales . ios hayan de hacer y de los de el consejo que se hallaren pretentes á
hagan precisamente en sus casas de los dichos la relación.
relatores, y los papeles, pleitos y residencias no Por la ley primera , titulo segundo de. este libro
puedan salir ni salgan á otra parte. Y mandamos se dispone que los relatores del consejo sean
que no hagan memoriales de pleitos sino en (res.
aquellos en'"que no se pudieren escusar, ó los Que el consejo ordene d los relatores que den­
pidieren las partes de conformidad, y que el tro de ocho dias lleven á la junta de compe­
hacerlos sea de modo que no retarde la vista de
tencias los papeles de que hubieren de hacer
los pleitos mas del tiempo que precisamente relación, ley 10, tit. 3 de este libro.
fuere necesario para ellos. Que los relatores no reciban dádivas, préstamos
LEY V. ni otra cosa de los litigantes, ni personas que
tengan negocios ante ellos ni los esperen te­
D. Felipe IV en la ordenanza 172 de 1656. ner} ley l(j, tit. 3 de este libro.
Que cuando los reía lores hicieren relación digan lo Que los relatores hagan memoria cd consejo de
(jitc por esta ley se manda, y especialmente en plci— ¿os memoriales ó peticiones, que habiéndose
Los del t esore ro.
leído y respondido otra vez , se les volvieron,
Mandamos que los relatores al tiempo que se para que hayan relación, ley 12, tit. 6 de es­
recibiere el pleito á prueba bagan relación si hay te libro.
poderes dados por bastantes : y si están los tras­ J l tesorero de el consejo no se ha de pedir cuen­
lados en los procesos : y cuando los llevaren ta , ni hacer cargo en la contaduría en ningún
en di Unitiva digan lo mismo: y de los trasla­ tiempo , de eualesquier cantidades de mara­
dos de las escrituras originales si estan en el vedís que se traen de las Indias , Sevilla y
proceso: y si están asentados los derechos reeibi- otras partes, procedidos de ¿es derechos de
De los relatores del consejo. 197
visitas, residencias, pleitosy negocios para la j E l consejo declare lo que hubiere de locat' d los
paga de los relatores y escribano de cuma- j relatores de Ict parte que se aplica d los con-
r a , dios cuales se les da y entrega con solo tadores en las penas delires tanto. Decreto
sus cartas de pago, porque ha de dar la cuen- del consejo de 9 defebtero de 16u8 i efcrido
ta de ellos d las personas d quien tocare. E l tit. 2 de este libro, Auto 190.
consejo en 20 de febrero de 1t>25* Auto 58. ¡

TITTXL' »

D e l escribano de cám ara del consejo r e a l de las Indias.

LEY P R IM E R A . lo contrario hiciere, y que sea á su cargo el co.


piar y poner en orden todos los papeles que le
D. Felipe II en la ordenanza 97 de el consejo. Don tocaren, de que haya traslado en el libro que
Felipe H l en la ordenanza de 1604, cap. 19. Y don
Felipe IV en la 175 de 1636. ha de haber de ellos en el archivo del consejo,
como está ordenado.
Que al escribano de cámara tocan ¡os negocios de
justicia, y (pie tenga oficial m ayor, escribano, y L E Y III.
aprobado.
D. Felipe II en la ordenanza 69 de el consejo. D. Fe­
Mandamos que á cargo del escribano de cá- lipe 111 en la ordenanza de 1604, cap. 21. Y D. F e­
mara, que conforme a lo dispuesto por la ley I, lipe IV en la 177 de 1636.
tit. 2 de este libro, ha de haber en nuestro Que el escribano de cámara lea las peticiones por su
consejo de Indias, estén las visitas y residen­ persona , y estando impedido las lea su oficial ma­
cias, y todos los pleitos y negocios de justicia, y o r , y refrende por él uno del Consejo de Castilla.
y que haga y refrende los despachos, que con­
forme al estilo del dicho consejo le tocaren : y £1 escribano de cámara ha de leer por su
persona en el consejo las peticiones de justicia
para tener mejor recaudo en su escritorio y ofi­
cio, tenga un oficial mayor que sea escribano que las partes le dieren, y poner de su mano
re a l, hábil y suficiente, y aprobado por el con­ l los decretos que se acordaren, y cuando estu­
sejo, que jure en él de guardar secreto con­ viere enfermo, ó por otro justo impedimento
no pudiere ir al consejo, las leerá y decretará
forme á lo proveído con los otros ministros y
su oficial mayor, siendo nuestro escribano, y
oficiales.
refrendará por ‘él los despachos de' el consejo
LEY l í , uno de los escribanos de cámara del de Castilla
D. Felipe II cu la ordenanza 86 y 93 de el consejo. que ordenare el presidente del de Indias, como
D. Felipe IV en la 176 de 1636. ¡ se ha hecho hasta ahora.
Que el escribano de cámara cuando entrare reciba LEY IV.
los papeles por in ventario, y te vaya haciendo y to­
mando conocimiento de los que salieren. D. Felipe III en la dicha ordenanza de 1604, capí­
tulo 20. Ü. Felipe IV en Ja ordenanza 178 de 1656.
Ordenamos y mandamos que cuando el es­
cribano dé cámara entrare á servir su oficio, se Que el escribano de cámara ordene los despachos de
le entreguen por inventario todos los papeles justicia y envíe á los secretarios los que hubiere de
antiguos y nuevos que hubiere de tener en su firm ar el Rey.
poder, y que se ponga una copia de él en la Mandamos que el escribano de cámara haga
contaduría de el consejo para que por él se le y ordene en su casa las cartas egecutorias, pro­
haga cargo: y que el dicho escribano de cáma­ visiones y otros despachos que tocaren á justi­
ra despues le vaya haciendo de todos los que cia, y resolviere, acordare y sentenciare el con­
vinieren u su poder, y de los legajos d<? ellos, sejo, conforme á los decretos y resoluciones que
con tal orden, que fácilmente se hallen, y de se le dieren , y envie los que Nos hubiéremos
los que salieren de su poder tome conocimien­ de firmar despues de señalados del consejo al
to : y que en ninguna forma pueda recibir, ni secretario á cuyo distrito tocaren, para que nos
reciba papeles, ni procesos algunos, sin mani­ los envíe á firm ar, y despues los refrende y
festarlos luego à la persona que tuviere el libro vuelva al dicho escribano de cámara , el cual
de su inventario, que ha de haber en el con­ los ha de asentar en los libros de su oficio, y las
sejo, para que se le haga cargo y memoria de consultas que en materia de justicia se acorda­
ellos, pena de diez ducados por cada vez que ren, las harán los secretarios, y no el escriba-
TOMO 1, 50
198 Libro íi. Tit. x.
no de enmara, como está dispuesto por la ley de las partidas de las dichas sentencias, qué día
35, lit. 6 de este libro. se despachó la carta egeeu tona de ellas , y á
LEY V. quien se entregó, y tenga en su poder libro de
los entregos que hiciere de ellas á los solicita­
D. Felipe II en h ordenanza 82 de el consejo. Y don dores fiscales, y ellos tengan obligación cada
Felipe IV en la 179 de Xí>3(3.
uno en lo que le tocare de llevará la contaduría
Que en cnanto tí firmar el ¡ley Ion despachos de /us­ de cuatro en cuatro meses el libro que tienen
ticia se guarde lo Ordenado para los secretarios.
de conocimiento de los entregos que se hacen
En las provisiones y (les pací ios que tocaren de las egecutorias, y otros recaudos al tesorero,
al escribano <le cámara, y que en el dicho con­ para que por él se le haga cargo de ellas, y que
sejo se despacharen para estos reinos y para las cuando ios dichos solicitadores-fiscales presenta­
Indias, en cuanto á ¡r firmados de nuestra ma­ ren en la contaduría el dicho libro, pidan los
no, ó solamente sellados, guarde lo que para contadores al escribano de cámara, el que ha
los secretarios está dispuesta por la ley 2 3 , tí­ de tener de conocimientos de solicitadores-fis­
tulo (> de este libro* cales, para que por unos y otros se compruebe
si todos los despachos que han recibido los han
LEY VL entregado al tesorero; y á los solicitadores-fis­
D. Felipe IV en la ordenanza 180 de 1636. cales no se les pueda pagar el salario, si no cons­
Qad el escribano de cámara tenga libro de condena­ tare por certificación de la contaduría haber
ciones y le /irme cada sábado ano del Consejo , y el cumplido con lo contenido en esta nuestra ley.
tesorero saque de él menioria de lo que hade cobrar,
Mandamos que el escribano de cámara ten
LEY IX.
ga un libro donde asiente las condenaciones que D. Felipe IV por auto acordado en Madrid á 20 de
abril de 1641. Auto 119.
para nuestra cámara y otros gastos se aplicaren,
como se fueren haciendo y aplicando, en el cual Que en las egecutorias de condenaciones del Conse­
jo se ponga , que tomen la razón los oficiales reales.
cada sábado íinne de su nombre uno de los del
consejo, el mas nuevo, las condenaciones que Porque conviene para la buena cuenta y
en aquella Semana se hubieren hecho, de que razón de las condenaciones hechas por nuestro
estuviere mandada librar egeeuloria, y el teso­ consejo de las Indias à diferentes personas de
rero saque de él memoria de lo que ha de co­ ellas, de que se despachan cartas egecutorias,
brar. cometida su egecucion á los oidores y ministros
LEY VIL de nuestras reales audiencias: Mandamos que
D. Felipe IV en eslü Recopilación.
en todas se prevenga y ponga cláusula expresa
de que los oficiales de nuestra real hacienda de
el escribano tic cámara haga y entregue los des­ ia parte donde se hubieren de egecutar, hayan
pachos de ejido por duplicado.
de tomar y tomen la razón de ellas, y de todas
El escribano de cámara guarde lo proveído las partidas que se cobraren, y sin este requi­
con los secretarios por la ley 36, lit. 6 de este sito no se despachen, y los oficiales reales en­
libro, y llaga y entregue los despachos de jus­ vien en cada un año la razón que tomaren ai
ticia por duplicado, para que se lleveu à las tribunal de cuentas de su distrito, para que por
Indias con mas presteza y seguridad. ella se haga el cargo á los oidores, ú otras cua-
iesquier personas á quien se cometieren, eu las
LEY V1IL cuentas que se les tomaren.
D. Felipe IV por auto acordado de el consejo en Ma­
drid á 25 de jimio do 162*. Y en Ja ordenanza lb l LEY X.
de 1636. D. Felipe II en la ordenanza 92 de el consejo. Y don
Que en el libro de Condenaciones asiente el escriba­ Felipe IV en la 182 de 1636.
no de cámara las que hubiere , y de él tornen la ra­ Que el escribano de cámara tenga libro de los ju r a ­
zón los contadores, y se ponga cuando se despacha­ mentos que han de hacer los del Consejo y oficiales,
ren las egecutorias, y á quien se entregaren , de que y tos qile juraren en él.
tenga otro libro, y otro los agentes fiscales de las
que dieren , que comprueben para el cargo de el te­ Mandamos que el escribano de cámara ten­
sorero. ga libro en que esté la forma del juramento que
Mandamos que en el libro que el escribano han de hacer el presidente y los del consejo,
de cámara ha de tener donde se asienten las ministros y oficiales de él, cuando fueren reci­
condenaciones que se hicieren cada semana, es bidos en sus oficios, y las otras personas pro­
criba las condenaciones que ha habido en veídas en cargos, que juraren en el dicho con­
ella-, y si no hubiere ningunas, dé fé como los sejo, en el cual asienten el día eu que cada
relatores en el dicho tiempo no ie han entrega­ uno hiciere el juramento.
do ningunas sentencias , habiéndoselas pedido,
y lo advierta en el mismo libro, del cual se ha
LEY XI.
de tomar la razón al (iu de cada mes en la con­ D. Felipe IV en la ordenanza 183 de 1656.
taduría, donde habiéndolo comprobado los con­ Que el escribano de cámara eu la forma y guarda
tadores de cuentas de eila con su receta, ad­ de sus libros, y formulario que ha de tener, guarde
viertan las sentencias de que no se hubieren lo dispuesto para tos secretarios.
despachado egecutorias, y el dicho escribano El escribano de cámara tenga libro, en que
de cámara tenga obligación de poner al margen distinta y apartadamente asiente todo lo que en
D el escribano de cámara. 199
su oficio se despacliare por 3Yos ó por el conse­ pediente, no embargante , que en él tenga há­
jo, y lo que se hubiere de incorporar en los biles y suficientes oficiales.
despachos, y registraren el registro del conse­
jo, lo asiente en relación, y lo que no se regis­ LEY X V ,
trare en el dicho registro todo á lá letra, y no D. Felipe IÏ en las ordenanzas 98 y 99 de el consejo.
D. Falipe IV en la 187 de 1656.
asiente despacho ni provisión hasta estar fir­
mado, y tenga formulario.de los despachosor Que el escribano de cámara en los derechos y eger-
dinarios de su oficio, y los libros de él bien en­ cicio de su oficio guarde las leyes y arancel de los
reinos de Castilla.
cuadernados, tratados y guardados donde na­
die los lea : y cerca de todo esto guarde lo que Mandamos que el escribano de cámara de
está dispuesto y ordenado en las leyes del titulo nuestro consejo de ludias, cu el uso y eger-
de los secretarios de nuestro consejo de Indias cicio de su oficio, guarde las leyes d e 'e s ­
para los despachos que Ies tocan. tos reinos de Castilla , que hablan en los escri­
banos d.e cámara dei consejo rea! de Castilla y
audiencias de ellos, y en especial las que dis­
D. Feline 11 en las ordenanzas 7 y 95 de el consejo. ponen quedas partes no vean las probanzas an­
Y D. Felipe IV en la 184 de' 1636. tes de ]a publicación, y tengan las peticiones
Que el escribano de cámara tenga inventario de los donde las partes no las vean, y dejen registro
procesos y estado d.e ellos, y no sea registrador, ni de las que los volvieran, con razón de lo que en
tenga en su casa el libro de los despachos-que se hu­ ellas se hubiere proveído; y en el Uevar de sus
bieren de registrar. derechos, guarden las leyes y aranceles de estos
Ordenamos y mandamos que el escribano reinos de Castilla , los cuajes tengan puestos en
de cámara tenga inventario de todos los proce­ lugar público, donde por todos puedan ser
sos que hubiere en su poder, y del estado en vistos y leídos.
que cada utio estuviere, para que de ellos dé
cuenta en todas las ocasiones y tiempos que se
le pidiere: y de los conclusos tenga aparte ta­ D. Felipe H en la .ordenanza 96 de el consejo. Y
JL>. Felipe IV en la i8 8 ele l656.
bla y lista , y no sea registrador, ni tenga en su
casa el lihrode los despachos que se hubieren Que has informaciones y escrituras que se ofrecie­
de registrar y sellar. ren se hagan ante el oficial mayor del escribano de
cámara, y no ante otro sin su licencia.
LEY XIII. Mandamos que las informaciones, obliga­
D. Felipe 11 en la ordenanza 99 de el consejo. Y don ciones, y otras escrituras públicas y auténticas
Felipe IV en la 185 de l6:-6. que se hubieren de hacer por mandado del con-
Que el escribano de cámara, tenga buen recaudo y sejo, se íiagan por ante el oficia! mayor escri­
despacho en los pf ocasos y papeles. bano que .estuviere en el oficio y .escritorio del
Mandamos que el escribano de cámara no dicho escribano d.e cámara , y no ante otro es­
confie los procesos de las partes; y sus oficiales cribano ni notario alguno, si no fuere por con­
no reciban, ni lleven cosa alguna por llevarlos sentimiento d.el dicho escribano de cámara, y
y traerlos: y que las partes uo sepan lo'proveí­ ios unos y los otros sean obligados à poner en
do-, hasta qu.e los autos y sentencias estén fir­ e! oficio del dicho escribano de cámara los ori­
mados y publicados; y que las provisiones de ginales de las escrituras que hicieren.
oficio se firmen en el consejo, y que los oficia
Que d escribano de cámara , ni su oficial nía-
les que llevaren,las encomiendas sean personas
de confian/,a, y que tengan memorial con dia, ¿}'or uo reciban dádivas , p resta m o s, ni otra
tosa .do ¿os litiga ules , ni ¡terso nos que ten —
mes y año, en que asienten à quien se .enco­
gnu negocios ante ellos , ni L,s esperen tener,
mendaren, por ei cual lo digan á las partes pata le y !(), tit. 3 de osle libro.
que informen, y e n las que se volvieron á ha­
Que ningún memoria¡ ni petición se pueda leer
cerse ponga ¿i quien se encomendaron prime­
mas (jite tina ves sin licencia del (jue p resi­
ro , y que pongan en ios procesos luego que las
diere, y en las de mercedes, pueda haber
partes presentaren sus escrituras, ios traslados
vista y re v ista , le y 1 2 , titulo G de este
de ellas y de las sentencias, guardando los ori libro .
g inales, y que luego como se pronunciaren, los
Que los papeles de gobierno que para seguirse
autos que hubiere de asentar, los asiente, y no
por relación de ios procuradores, y que ningu­ se entregaren id escribano de cámara , fe n e ­
na petición se decrete sin estar primero leida, cido el negocio , se vuelvan á los secretarios
y en todas ponga el dia de la presentación. p ura hacer ios despachos, le y 19, til. G de
este libro.
LEY XIV. Que los secretarios del consejo hagan las con­
D. Felipe í í en la osdenauza 71 de el consejo. Y don
sultas, y envíen los despachos de- justicia que
Felipe IV en la 186 de 1656. el r e y hubiere de f ir m a r , L y 35 ? tu . 6 de
este libro.
Que. el escribano de cámara asista de ordinario en
su escritorio aullido no estuviere en el Consejo. Que el escribano de cámara ile a l coronísla del
consejo iodos los papeles y escrituras que p i­
El escribano de cámara asista de ordinario diere, dejando conocim iento, le y 3 , ‘til. 12
en su escritorio el tiempo que no estuviere en de este libro.
el consejo, para que haya buen despacho y ex­ E n la contaduría del consejo no se haga cargo
200 Libro ii. Tit. X.
al tesorero de lo que hubiere entrado en su cualquier género de papeles que se mandaren
poder por derechos de visitas y residencias llevar d justicia, sin recibo ó conocimiento
que pertenezca al escribano de cámara y re­ del escribano de cámara. Decreto del consejo
latores. Decreto del consejo de 20 defe b re ­ de JO de marzo de 1647, auto 148.
ro da 162,>, referido en el tit. 7 , auto 88. E l sello y registro puedan estar, y estén en una
E n ambas secretarias no se entreguen las con misma persona, que no sea el escribano de
Urinaciones de encomiendas y ojieios, j otro cámara, auto 14.

»«» I ga.

TITULO O lfO S .

D e los contadores del consejo r e a l de las in d ia s.

LEY P R IM E R A . estuviere el darla de otra cualquier hacienda


D. Felipe IV. en la ordenanza 189 de 1636.
nuestra , para que las cuentas que asi se les to­
maren se envien al dicho nuestro consejo, con
Que haya cuatro contadores de cuentas en el Con.se el estilo y orden que venga, los contadores
jo, y que tiempo han de asistir ó escusarse. de él, luego que vengan las dichas cuentas,
En nuestro consejo real de las Indias lia de y el consejo se las remita , las vean , para que
haber, y haya cuatro contadores de cuentas pa­ en él puedan informar, y se sepa lo que han
ra tomar las que se ofrecieren de nuestra real valido nuestros quintos, tributos, almojarifaz­
hacienda cu estos reinos de Castilla, anejas al gos , alcabalas, novenos , oficios vendidos y re ­
dicho consejo, y reveer las «pie los contadores nunciados, azogues, composiciones de tierras y
de cuentas, gobernadores y domas ministros de de estraugeros , penas de cámara , y la demas
las Indias hubieren tomado y tomaren en ellas hacienda nuestra, y en lo que se ha distribui­
á nuestros tesoreros, contadores, tactores, y do, y enjpié cosas y géneros, y lo que se nos
otras personas á cuyo cargo está, y estuviere ha enviado de ello en cada flota y armada en
hacienda nuestra, para la buena cuenta y razón dinero, plata, oro, perlas, esmeraldas, cue­
que conviene, y siempre que fuere menester ros, azúcares, ú otros géneros y cosas, y con
tenga el consejo noticia del estado de ella: y los esto se pueda mejor tratar y trate de la admi­
dichos contadores informen y hagan relación nistración, beneficio y aumento de ella.
de todo )o que en él se les mandare y ordena­ LEY iil .
re , y asistan en el dicho nuestro consejo los
mismos dias , horas y tiempo, mañana y tarde, El emperador don Carlos y el principe gobernador
en Valladolid á 10 de mayo de 1554.
que está mandado asistir à los consejeros de él,
y cuando no vinieren por algun justo impedi­ Que en el Qonsejo se determinen las cuentas que se
remitieren de las Indias, y dé finiquito de ellas.
m ento, se escusen.
Los de nuestro consejo de las Indias vean y
LEY II. determinen las cuentas que se tomaren y remi­
D. Felipe IV en la ordenanza 190 de 1636. Véase la tieren en cada un año de ellas, conforme á lo
ley 107 , titítnlo primero , lib. 8. ordenado, y dén finiquito, porque los que las
Que tos contadores del Consejo han de reveer las tomaren en las dichas nuestras Indias no han
cuentas que enviaren los tribunales, y dar noticia de dar finiquitos, sino remitirlas al dicho nues­
en el de lo que constare de ellas
tro consejo.
Porque hemos mandado que en nuestras In­
dias haya tres tribunales de contadores de cuen. . LEY IV.
tas, que residan el uno en la ciudad de ios Re­ D. Felipe IV en la ordenanza 191 de 1636.
yes de las provincias del Perú: otro en la ciu­ Que las cuentas se pongan por buen estilo y orden,
dad de Méjico de la Nueva-España : y otro en y los contadores avisen las que faltaren , y vean y
la ciudad de Santa Fe del Nuevo .Reino de Gra­ adicionen las que vinieren.
nada, que han de tomar las cuentas á nuestros Mandamos que el contador mas antiguo de
tesoreros , contadores y factores, á cuyo cargo los de nuestro consejo de las Indias tenga m u­
han estado y estuvieren las cajas donde se ha cíe j cho cuidado, que las cuentas que vinieren de
recoger y recoge la hacienda que nos pertene­ ellas se pongan por estilo y orden, como hasta
ce, y á otras cualesquier personas á cuyo cargo aquí se lia hecho, por sus números y años , y
De los contadores del consejo. 2 0 1
avise al consejo las que faltaren de cada provin­ LEY V III.
cia, y de qué anos, para que se despachen las
cédulas necesarias, y se ordene á los nuestros D. Felipe IV en la ordenanza 195 de 1636.
víveres, audiencias, contadores de cuentas, go­ Que los contadores tomen las cuentas al tesorero
bernadores y otras personas á cuyo cargo fuere del Consejo, y en qué forma las ha de dar .
el tomarlas, que no habiéndolas tomado, llamen Mandamos que cada dos años, ó antes si el
á los que las deban dar, para que las d én , y se consejo lo ordenare, los contadores tomen cuen*
las tomen; y si algunas cajas reales de las ïndias ta al tesorero del consejo de los niara vedis que
no tuvieren obligación à ir a dar sus cuentas á hubieren entrado en su poder, aplicados para
los tribunales de ellas, y hubieren de venir al nuestra cámara y fisco, gastos de estrados, obras
dicho nuestro consejo, conforme á loque está pías y consignaciones de salarios, y otros cua-
ordenado y se ordenare, los contadores las vean lesquier géneros, y para ella el dicho tesorero
y adicionen , y de lo que de ellas resultare dén ha de dar primero su relación jurada y firmada
cuenta en ei consejo. de sus cargos y datas, con la pena del tres tan­
to} J fenecida la dicha cuenta hagan relación
LEY V. del estado de ella en el consejo, y pongan en
D. Felipe ÏY en Ja ordenanza 192 de 1656. ella el haberlo hecho asi, y con esto se le des­
Que el contador mas antiguo ordene las cuentas , y pache el finiquito en la forma y como hasta
no las lome. ahora se ha acostumbrado.
Otrosí mandamos que el contador mas an­ LEY IX .
tiguo ordene las cuentas que en la contaduría
se hubieren de tomar, asi las que tocaren á D. Felipe IV en la ordenanza 196 de 1636.
nuestra real hacienda , como las que fueren en­ Que los contadores lomen cuenta por duplicado al
tre partes, que por orden del cousejo se remi­ tesorero de la casa de Sevilla de flota dflota por re­
tieren á la contaduría, el cual dicho contador ceta del contador y relación jurada, y los alcances
no las ha de poder tomar por los inconvenientes se cobren.
que en esto se consideran, y ser estilo de nues­ Los contadores de cuentas las han de tomar
tra contaduría mayor de cuentas de Castilla. á nuestro tesorero que reside en la casa de con­
tratación de Sevilla de lo que hubiere entrado
LEY VI. en su poder y venido de nuestras ludias , islas
D. Felipe IV en la ordenanza 193 de 1636, y Tierra Firme del mar Océano de los marave­
Que el contador mas antiguo reparta las cuentas í dís de plata y oro, perlas, esmeraldas y otras
los demas. cosas que por hacienda nuestra hubiere recibi­
do, y de otros maravedís que personas particu­
El dicho contador mas antiguo, siendo pro­ lares por cuenta de nuestra real hacienda le hu­
pietario, ordene y distribuya lo que los otros bieren entregado; y las dichas cuentas se le han
hubieren de hacer, repartiéndolo con igualdad, de tomar de flota á flota, y en esto no haya de­
de forma que las materias que en la contaduría tención ni pase mas tiempo de dos años de una
hubiere puedan entenderse generalmente por á o tra ; y fenecidas y cerradas, darán cuenta
todos, para que siempre se hallen capaces de al consejo del estado de ellas, habiendo prece­
ellas, y no iguoren los unos lo que los otros al­ dido primero que se la tornen , receta del con­
canzaren, y á falta del mas antiguo , el que se tador de la dicha casa de Sevilla de su cargo y
le siguiere en antigüedad haga lo mismo. data, del tiempo que la diere, y su relación ju­
L E Y V IL rada y firm ada, con la pena del tres tanto de
las partidas que en ellas no se cargare ; y si por
,D. Felipe IV en la ordenanza 191 de 1636. las dichas cuentas resultare algún alcance con­
Que el contador mas antiguo tenga d su cargo lospa tra el susodicho para que se cobre de él y sus
peles de la contcuturíu, y todos procuren su guarda ’ fiadores, ó por ellas pareciere que el presiden­
jr dén presta egecucion á los decretos del Consejo. te y jueces, oficiales ae la dicha casa, hubieren
eseedido en librar en nuestra real hacienda al­
El dicho contador mas antiguo ha de tener gunos maravedís contra órdenes nuestras, y sin
à su cargo y cuenta los libros y papeles que es­ nuestras libranzas y licencias, se cobraran de
tuvieren en la contaduría, poniendo por inven­
ellos y de ios fiadores que hubieren dado para
tario en el libro de las provincias todas las cuen­
ejercer sus oficios; y estas cuentas se han de to­
tas que de las Indias vinieren en partidas dis­
mar duplicadas.
tintas en cada folio de la provincia que fuere,
para que con facilidad se baile la cuenta que se LEY X.
buscare, poniendo en la falda de la cubierta de
D. Fcüpe IV en la ordenaoza 197 de 1636.
cada cuenta, la provincia ó ciudad, con el año
y número de que fuere; y sin embargo de que Que los contadores tomen las cuentas de fábricas de
la guarda de ios dichos libros y papeles esté navios y levas de gente para ¿as Indias, siendo por
como está, à cargo del dicho contador mas an­ el Rey.
tiguo , los demas tengan mucha cuenta y razón Mandamos que los contadores de nuestro
con la guarda y custodia de ellos, y todos cui­ consejo de Indias tomen cuenta á las personas á
den de dar presta ejecución á los decretos del quien Nos mandáremos cometer y cometiére­
consejo que tocaren á la dicha contaduría, para mos las fábricas de navios para la guarda , se­
traer ó llevar papeles de las secretarías al fiscal. guridad y carrera de las Indias, y en cuyo po­
TOMO I.
202 Libro n. Título xi.
der entraren los maravedís que !es mandáremos LEY X I Y.
entregar para ellas, y á jos pagadores que por
nuestra orden se nombraren cuando mandáre­ D. Felipe IV en la ordenanza 201 de 1636.
mos conducir y levantar gente para las Indias; Que los contadores tengan libro de los cargos contra
y sino vinieren á dar la dicha cuenta, lo ad­ particulares, y de lo que se prestare d prelados ó
viertan enei consejo, para queen él sean llama­ ministros.
dos y coinpelulosá que la den. Los contadores tengan un libro duplicado
encuadernado de los cargos que resultan con­
LEY XI. tra personas particulares, asi para llamarlos á
D. Felipe IV en la ordenanza 198 de 1636. cuentas, como para cobrar ios alcances que de
Que los contadores tengan libro de ios ¿ítalos del ellas resultaren, y que se sepa los que son, y
presidente 7 y los del (lousejo, y de todos los minis­ personas que hau de satisfacerlos, y también
tros y oficiales de él. contra los arzobispos, dignidades, presidentes
Los contadores tengan libro duplicado de y oidores, alcaldes del crimen, fiscales y oficia­
los títulos que diéremos al presidente, y los de les reales, y otros à quien hubiéremos manda­
nuestro consejo real de las indias, fiscal, secre­ do prestar cuantías de maravedís para las In ­
tarios, tesorero, relatores, escribano de cáma­ dias, porque se despachen los recaudos nece­
ra, contadores, registro y sello, coronista ma­ sarios, para que se cobren en ellas, y desqui­
yor , cosmógrafo , catedrático de matemáticas, ten de sus salarios; y cuando vinieren las cuen­
alguacil, porteros, tasador de procesos, aboga­ tas del distrito donde tocare, se vea en ellas si
do y procurador de pobres, solieitadores-fisea- está cobrado y entrado en nuestras cajas, y car­
les y capellán, para (pie siempre que sea nece- gado á los oficiales reales y estado de ello.
rio so vean y sepan los salarios que tienen y la LEY XV .
situación de ellos, y los días en que entraren á
D. Felipe IV en la ordenanza 202 de 1636.
servir sus plazas, y en qué lugar, y se com­
pruebe con la cuenta del receptor, la rata que Que los contadores tengan libro ¿leí portero , repos­
cada uno hubiere de haber desde él dia dé su tero dc'tstrados y del que sirve en la capilla.
posesión hasta comenzar él tercio del año. Los contadores tengan libro donde bagan
cargo al portero que sirve y sirviere de reposte­
ro de estrados , y al que sirve y sirviere en Id
D. Felipe IV en la ordenanza 199 de 1636. capilla donde oye misa el consejo, de todo lo
Que los contadores tengan libro intitulado Recepta , que se les ha entregado y entregare y estuvie­
duplicado, para el cargo del tesorero. re, y está à su cargo para servicio dei consejo y
Otrosí los contadores han de tener y tengan de la capilla.
un libro que se intitule recepta, duplicado, L E Y X V I.
donde lian de asentar y asienten las condena­ O. Felipe IV por auto acordado de el consejo en Ma­
ciones que los de nuestro consejo hicieren, asi drid á 6 de abril de 1653. Y en la ordenanza 203 de
cuestos reinos como en Jas ludías, para que 1656.
por él se vea y sepa los que fueren condenados, Que los contadores tengan libro y cuenta de los ejec­
y en qué partes y lugares, y por qué causas y tos det Consejo, y estos se paguen por libramientos.
delitos, y las cantidades de ellas, y que se hu­
Ordenamos y mandamos que los contadores
bieren aplicado á nuestra cámara y fisco, y otros
formen libro aparte, con cargo y dala de todos
géneros , para que por él se baga cargo al te­
y cualesquier negocios que por el consejo se be­
sorero del consejo en la cuenta que le tomaren,
neficiaren para sus efectos, de cualquier cali­
guardando en loque no tuviere cobrado Io dis*
puesto por las leyes de este libro. dad, m ayor ó menor que sean, de que en cuai-
uier forma se sacareu cualesquier cantidades
LEY 'XIII.
3 e maravedís, y ios que de ellos procedieren en­
D. Felipe IV on la ordenanza 2¡)0 de 1636.
tren en poder del tesorero, tomando la razón en
la dicha contaduría de sus cartas de pago; y no
Que lo i contadores tengan libro de depósitos. llevándolas con este requisito en las secretarías,
Ordenamos que los contadores tengan otro no se Ies dé el despacho á las partes , y lo que
libro en que asienten los depósitos que los de de este dicho género de hacienda se mandare
nuestro consejo mandaren depositar en el te­ pagar, sea precediendo libramiento dei consejo,
sorero, asien los pleitos fiscales, como de én ­ tomada la razón, refiriendo en él la causa por­
tre partes, con !a razón particular de las can­ que se libra, para que siendo a cuenta de pro­
tidades y partes à quien tocan; y en senten­ pinas y luminarias ú otra causa, se note y pre­
ciándose los dichos pleitos , de lo que se nos venga donde conviniere.
aplicare han de hacer y hagan cargo al dicho
tesorero en la récela ele condenaciones en los LEYT
generos á donde íuere hecha la aplicación, pa­ D. Felipe IV en la ordenanza 204 de 16j G.
ra que se le ourgUe en la primera cuenta, ano­ Qtíc los-contadores tengan libro de las provincias,
tándolo as¡ en la partida y asiento dei depó­ audiencias .y ministros de las Imitas.
sito.
Los contadores tengan libro encuadernado,
donde tengan por abecedario todas las provin­
cias de las nuestras Indias, y las audiencias que
I>e los conladoros del consejo. 205
hay en ellas, y los presidentes y oidores, alcal­
des y fiscales que ha de haber en cada u n a, y LEY XXL
los salarios que tienen, y de qué se les pagan, D. Felipe IV en la ordenanza 208 de 1636.
y las cajas que hay de nuestra real hacienda, y Que los contadores tengan libro duplicado de las
los contadores , tesoreros y factores que hay en limosnas y mercedes.
cada una de ellas , y con qué salarios, y las Los contadores tengan libro duplicado de
fianzas que están obligados á dar de sus oficios, las limosnas que Nos hubiéremos mandado y
asi en nuestros reinos de Castilla como en las mandaremos dar para los conventos de reli­
Indias; y asimismo procuren poner en cada giosos y religiosas de las ludias para sustento ó
distrito de las audiencias los gobernadores que fábricas de sus iglesias y casas, ó para vino y
b a y , y qué ciudades, villas y lugares se com­ cera para celebrar ó para aceite de las lámpa­
prenden en cada una. ras del Santísimo Sacramento, ó para orna­
mentos, custodias, sagrarios, campanas y otras
•LEY x v m . eualesquier cosas, y délas mercedes que h u ­
D. Felipe IV" en la ordenanza 205 de Í656. biéremos mandado y mandáremos hacer á los
Que los contadores tengan libro de títulos de vire- hijos y descendientes de descubridores y po­
yes y ministros de las Indias bladores, y á las muge res, hijos y herederos de
Los dichos contadores tengan libro dupli­ los presidentes, oidores y oficiales reales, y otros
cado de los títulos de v¡reyes y presidentes y que nos han servido y muerto en las Indias , y
oidores, alcaldes, fiscales, gobernadores y al­ personas que en ellas nos hubieren servido y
guaciles mayores de las chancillerias, y oficia­ sirvieren, y à los de nuestro consejo de Indias
les de nuestra real hacienda, y otros oficios y para que siempre que se ofrezca y sea menester
ministros que proveyéremos para las ludias, pa­ se sepa los que han sido, y los secretarios del
ra que por ellos se sepa los que son , y tiempo dicho nuestro consejo pongan en las cédulas y
de sus provisiones, y en qué lugar; y los secre­ títulos que se despacharen de las dichas merce­
tarios del consejo no despachen los títulos sin des , que los contadores de él hayan de tomar
decir en ellos que los contadores tomen la ra­ y tomen la razón.
zón.
LEY X X II.
LEY D. Felipe II por auto acordado del consejo en Ma­
D* Felipe IV en la ordenauza 206 de 1656. drid á 18 de lebrero de 1591. D. Felipe IV en la or­
denanza 209 de 1630.
Que los contadores tengan libro de ¿as Jianzas de los
}ueces 'oficiales de ¿u casa de contratación y tesorero Que los conta/lores tengan libro y tomen la razón
del Consejo. de las mercedes en hacienda real y en las cédulas se
ponga cláusula especial
Los contadores tengan libro ó parte señala,
d'á donde esten las fianzas que han dado y die­ Los contadores tengan libro de la razón de
ren el tesorero , factor y contador de la casa todas las mercedes que hubiéremos hecho é hi­
de contratación de Sevilla, y los demas que las ciéremos á algunas provincias de las Indias, pa­
debieren dar de sus oficios, y lo tocante á ellos, ra que en lugar del quinto que nos pertenece
y las que ha dado y diere del suyo el tesorero de todo el oro, plata y perlas que én ellas se sa­
qúe es ó fuere de nuestro consejo; y en sabien­ care, se nos pague solamente en unas el diezmo
do ó entendiendo que las fianzas dadas tuvie­ y en otras dozavo ó veinteno: y do las mercedes
ren alguna quiebra por muerte de los fiadores, que se han heciio é hicieren á iglesias y monas­
ó en otra forma, los dichos nuestros contadores terios de ios dos novenos: y á lugares particu­
den cuenta de ello al consejo, para que provea lares de las penas de cámara ó almojarifazgos', y
lo que convenga. en todas las cédulas y despachos que sobre lo-
susodicho se hicieren, ó sobre otra cualquier
LEY XX. cosa tocante á nuestra hacienda real se ponga
D. Felipe IV en la ordenanza 207 de ÍG56. que tomen la razón los contadores, para que de
Que los contadores tengan libro de las personas que todo la haya en el dicho libro.
pasan d las indias con fianzas de volver.
Ordenamos que los contadores tengan libro
D. Felipe IV en la ordenanza 210 de 1636.
duplicado de las licencias que mandáremos dar
á personas particulares, asi eclesiásticas como Que tos contadores tengan libro de cuentas extraor­
seglares, por término limitado, con fianzas que dinarias.
dentro de él volverán à estos reinos para saber Mandamos que los contadores tengan libro
si lo cumplen ó no ; y porque estas fianzas se duplicado de las cuentas estraordinarias de per­
dan en la casa de contratación de Sevilla, los sonas particulares que hubieren fenecido por
dichos nuestros contadores tengan cuidado de sus números y años, y en el fin de ellas anota­
hacer memoria de esto al consejo, para que do si se despachó finiquito y si hubo alcances,
haga diligencia en ello ; y si las dichas perso­ cargándolos al tesorero si se hubieren cobrado,
nas no hubieren vuelto ni cumplido dentro dbl y los que no se hubieren cobrado, la causa y
término que se les dio, se cobren de sus bienes razón de ello, y diligencias que se hubieren he­
y fiadores los maravedís que se obligaron dp cho, para que de todo se tenga noticia y se ha­
pagar para nuestra cámara y fisco, gan las que convenga.
204 Libro u. T ítulo XI.
LEY X X IV . tadores, y esté a' su orden para escribir y bacer
lo que en la dicha contaduría le fuere ordena­
D. Fclipe H en la ordenanza 10í de el consejo. Don do, y sea á provisión del presidente.
Felipe IV en la 211 de 1036.
Que los contadores guarden lo ordenado para la ha­ Que los despachos de gracia, procedidos de efec­
d e tula de las Judias. y lo que guardan otros conta­ tos no se entreguen sin carta de pago, y to ­
dores , no siendo contrarío. mada la razón, ley 2 9 , til. 6 de este libro.
Ordenamos y mandamos que los contadores Los contadores no den relación ni hagan auto d
de nuestro consejo de Indias en el tomar las instancia de algun tribunal sin dar primero
cuentas de nuestra hacienda guarden, lo por cuenta al consejo. Decreto de 5 de noviembre
Nos ordenado para ellas, y lo que adelante pa­ de MiO 4. Auto 12.
ra su buen recaudo se ordenare: y demás de es­ Han de tomar la razón de. todo el dinero que en­
to, lo que está mandado guardar á los otros trare en poder del tesorero procedido de me­
nuestros contadores por las ordenanzas y leyes sadas , conforme d la ley 125 de este titulo.
de la contaduría mayor en cuanto no fuere con­ Auto (j 1.
trario ni repugnante á lo que por leyes, cédu­ Y de todas las partidas que se mandaren entre­
las y ordenanzas de las indias está ordenado y gar para propinas antes de recibirlas el teso­
se ordenare. rero , ó la persona á quien se mandaren pa­
LEY X X V . gar , y despues de la carta de pago. Decre­
to del consejo de 2 6 de marzo de 1 6 3 2 . A u ­
D. Felipe IV por auto acordado de el consejo , en
Madrid á 22 de octubre de 1625. Y en la ordenanza
to 7 9 .
212 de 1656. Las partidas que se pagaren al tesorero d cuen­
ta de mayor cantidad en esta villa ó fuera
Que de los derechos de mesada que entraren en po­ de ella , se hagan buenas á las partes en la
der del tesorero tomen la razón los contadores.
contaduría. A u to del consejo de 3 0 de julio
De todo el dinero que conforme á la orden de 1 6 3 6 referido , tit. 7 de este libro.
«pie está dada lia de entrar en poder del teso­ Sobre las cuentas que vienen de las Indias, y
rero, procedido de los derechos de mesada, to- las que se han de tomar en la contaduría, y
nien la razón los contadores, y así lo anote y si se han de llevar primero á las secretarios,
prevenga el tesorero en las cartas de pago que se vea el auto 171, til. &.
diere de Jas cantidades que por la diciia cuenta En todos los despachos que la contaduría entre­
entraren en su poder, mientras no proveyére­ gare de oficio d los agentes fiscales , en cual­
mos y mandáremos otra cosa. quiera forma que sea, espresen en ¿os cono­
LEY X X V I. cimientos que reciben tales despachos dt los
señores contadores de cuentas del consejo, en
I). Felipe IV en la ordenanza 215 de 1636. la misma forma que el tesorero general da los
Que los contadores hagan las instrucciones para ofi­ conocimientos, y ésta se observe, y asi se
ciales reales, y las lleven al Consejo para que se asiente en los libros de ¿a contaduría. E n
despachen. Madrid « 2 1 de abril de 1 6 5 5 . Auto 1 8 5 .
Ordenamos y mandamos que cuando por E l consejo por acuerdo de 5 de mayo de 1 6 3 8
nuestro consejo de indias se ordenare y manda­ mandó que los contadores todas las veces que
re á los contadores de él que hagan algunas ins­ se ofreciere nombrar en las cuentas al presi­
trucciones para nuestros oficiales reales y otros dente , y los del consejo usen de la palabra
ministros de la* indias, para el buen recaudo Señor, y no la borren de donde estuviere, sin
de nuestra hacienda , las hagan en el estilo y embargo de que queden por cuentas en la
forma que se han hecho hasta ahora, y en las cortaduria. Que den breve espediente d los
que no la hubiere, ni consecuencia de que sa­ despachos de que se fu e re á tomar la razón
carlas, con secreto se iuformen de personas y el reparo que conforme d sus oficios debie­
prácticas y de esperieneia que hayan residido ren hacer, le pongan luego en el consejo, ó co.
en los distritos y partes para donde son las ins­ viuniquen con el consejero comisario, obrando
trucciones, y por las cuentas y papeles, si de con el cuidado y buen espediente que deben a
allá hubiere algunos , y conforme à esto las ha­ sus oficios. Que no pongan algunos decretos
gan, y (lechas las instrucciones se lleven al con­ que toquen d los secretarios del consejo, ni há­
sejo, para que vistas en él se despachen como ganlas nóminas ni otros despachos que se de­
mas convenga , y vayan firmadas de Nos y de ban hacer por las secretarias, y solamente f o r ­
los del dicho nuestro consejo, y los dichos con. men los que tocan d sus oficios, conforme al
tadores tomen la razón de ellas. estilo y leyes de este libro. Y porque se ha du­
dado si los contadores pueden hacer reparos en
LEY X X V II. los despachos que van de las dos secretarias
D. Felipe IV por acuerdo de el consejo, en Madrid del consejo y otras partes d Lomarse la razón
ó i t de orí ubre de 1635 , y ¡i 7 de marzo de 1631. á la contaduría, fu e ra de lo que toca al er­
Y en la ordenanza 2L1 de 1656.
ror de la cuenta, que es de lo que particu­
Que en la contaduría de el Consejo haya un oficial larmente en sus oficios trabajan: Declaró el
de libros dprovisión de el presidente. consejo que pueden reparar y reparen todos
En la contaduría de cuentas de nuestro con­ aquellos despachos que fu eren de las secre­
sejo de Indias baya na oíicial de libros que asis­ tarías en contravención de órdenes, cédulas ú
ta eu ella todo el tiempo que asistieren los con* otros despachos anteriores de que hubieren
De los secretarios del consejo. 205'
tomado la razón en la misma contaduría, sin que no sea contra orden expresa, que les pa­
'embargo de que no intervenga error de cuen­ rezca digno de que el consejo lo tenga enten­
ta, y que en esta parte obren sin exceder en dido, puedan advertirlo al consejero comisa­
cosa de lo que tes toen , ni omitir lo que ju z ­ rio , para que dé cuenta al consejo si ju zg a ­
garen de servicio de S. M . dentro del ejerci­ re que es conveniente , y no dándola , ó con
cio de sus oficios, y que si en alguna cédu­ la resolución que tomare, prosiga adelante el
la á despacho hubiere cláusula 6 punto, aun­ despacho.

TITULO DOOE.

D el coronista m a yo r d el consejo r e a l de las in d ia s.

LEY P R IM E R A . yor vaya siempre escribiendo y recopilando la


O. Felipe II en la ordenanza 119 de el consejo. Y historia natural délas yervas , plantas , anima­
D. Felipe IV en la 234 de l.° de agosto de-16$6. les, aves, pezes, minerales y otras cosas que
Que el coronista mayor escriba la Historia de las In- fueren dignas de saberse y hubiere en las Indias
dias, y el consejero que tuviere el archivo sea comi­ y en sus provincias , islas, mares y ríos, según
sario de ella io pudiere saber y averiguar por las descripcio­
nes y avisos que de aquellas partes se nos e n ­
Porque la memoria de los hechos memora­
viaren , conforme las leyes que de ello tratan,
bles y señalados que ha habido y hubiere en y las diligencias que con autoridad nuestra y
nuestras Indias se conserve, el coronista mayor
órdenes del consejo se pudieren hacer, para las
de ellas, que ha de asistir en nuestra corte, va­
cuales pida y advierta las que le parecieren
ya siempre escribiendo la historia general de convenientes.
todas sus provincias ó la particular de las prin­
cipales de ellas, con la mayor precisión y ver­ LEY III.
dad que ser pueda, averiguando las costum­
D. Felipe II en la ordenanza 122 de el consejo. Y don
bres, ritos, antigüedades, hechos y aconteci­ Felipe IV en la 236 de 1636.
mientos , con sus causas , motivos y circunstan­
cias que en ellos hubiere, para que de lo pasa* Quedos secretarios y demas oficiales den al coronis­
ta mayor los papeles que pidiere y hubiere menes­
do se pueda tomar ejemplo en lo futuro, sacan­ ter, y se saquen los que fu eren importantes.
do la verdad de las relaciones y papeles mas au­
ténticos y verdaderos que se nos enviaren en Para que el coronista mayor pueda cumplir
nuestro consejo de las Indias, donde presenta­ con ío que es á su cargo: Mandamos que nues­
rá lo que fuere escribiendo , y se guardará en tros secretarios del consejo de Indias, y el es­
el archivo, y no se pueda publicar ni imprimir cribano de cámara y demas oficiales de él que
mas de aquello que álos dei dicho consejo pare­ tuvieren á su cargo papeles le den y entreguen
ciere. Y ordenamos que el consejero que tuvie­ todos los que pidiere > y las escrituras que hu­
re á su cargo el archivo sea siempre comisario biere menester, dejando conocimiento y reci­
de la historia , al cual el coronista acuda y dé bo de ellos , y volviéndolos á quien se los en ­
cuenta de lo que pretendiere escribir, para que tregare cuando los haya visto ó se le pidan, los
le dé los papeles que hubiere en ei archivo, ó cuales y los que fuere ordenando y escribiendo,
los que de ellos le pareciere. tenga y guarde con secreto, sin los comunicar
ni dejar ver an ad ie, sino solo á quien por el
L E Y II. consejo se le mandare ó por razón del oficio,
D. Felipe II en la ordenaoza 120 de el consejo. Don
los pueda y deba ver ; y si hallare ó supiere
Felipe IV en la 23o de 1656. que en poder de alguna persona particular hay
algunos papeles, relaciones, historias ó escritu*
One el coronista mayor vaya escribiendo la historia ras quesean importantes para lo que fuere es­
natural de las Indias.
cribiendo ó pretendiere escribir , lo advertirá
Porque las cosas naturales dan mucha luz al consejero que fuere comisario de la historia,
para el gobierno de las tierras, y conviene que para que se saquen ó copien *, y si para ello fue­
sean conocidas y sabidas, particularmente las re necesario mandato nuestro ú orden de el
de nuestras Indias, por lo que distan de nues­ consejo, se dará y despachará la que convenga
tra presencia : Mandamos que el coronista ma- para que tenga efecto.
TOMO I. 5a
206 Libro ii. Título xii.
LEY IV. tes* que se le pague ál coronísta mayor el último
D. Felipe H en h dicha ordenanza 122 fie el consejo*
tercio del salario que hubiere de haber ca­
Y don Felipe 1V en Ja 237 de 1636. da año , reconocerá lo que en él hubiere escri­
to , para q.ue-se ponga -y guarde en el archivo,
Que el carón isla mayor antes que se le pague el úl­ ó se imprima y saqúe á luz si pareciere conve­
tima tercio de su salario presente cada año lo que
hubiere escrito. niente , y de ello le dará Ja certificación que
mereciere, declarando en ella de qué tiempo
FI colonista mayor conforme á la obliga­ es lo que en él hubiere escrito , y cómo queda
ción de su oficio, lia de escribir continuamente puesto en el archivo , para que con esto se le
la historia de las indias en aquella parte, natu­ mande pagar ei último tercio ,y se tenga en­
ral , moral ó política, para que tuviere y se le tera noticia en el consejo de loque fuere escri­
entregaren mas papeles , y lo que fuere escri­ biendo.
biendo lo ha de ir manifestando al consejero que
fuere comisario de la dicha historia, el cual an­

T2&ECE

D el cosmógrafo y cated rático de m atem áticas del consejo r e a l


de las Indias.

LEY P R IM E R A . las tierras , y envíe memoria de los tiempos y


D. Felipe IV en la ordenanza 238 de 1.® de agosto horas en que se haya de observar en las Indias
de 1636. á los gobernadores de ellas , con la orden é ins­
Que en el Consejo huya un cosmógrafo que sea cate­ trumentos necesarios , y para que en las ciuda­
drático de matemáticas, y se provea por edictos. des. y cabezas de las provincias donde la longi­
tud no esté averiguada , la observen basta que
Para el buen gobierno de nuestras Indias y lo esté , y como se fuere averiguando se ,vaya
sn navegación y correspondencia , conviene te­ asentandp en ei libro ele las descripciones.
ner noticia de las tierras y provincias ., viages:
y derrotas que lian de llevar nuestros galeones,
ilotas , arañadas y navios que van y vienen, y D. Felipe II en la ordenanza 121 de el consejo. Y.
que nuestro consejo de ludias sea bien infor­ D. Felipe 1Y en la 210 de 1656.
mado de todo lo que cerca de ello se le ofrecie­ Que el cosmógrafo recopile derrotas de las Indias ,
re , y que haya quien lo pueda enseñar á nues­ informándose de lo que á, su oficio tocare.
tros vasallos y naturales de nuestros reinos. Y
porque con esto y el premio se inclinen y ani­ Mandamos que.el cosmógrafo elija y reco­
pile en libro particular todas las derrotas* na­
men á la profesión de lo que tanto importa:
vegaciones y viages que hay de estos reinos
Mandamos que en el dicho nuestro consejo ha-
á.las. partes de las ludias, y en ellas de unas
ya un cosmógrafo que sea catedrático de mate­
partes á otras , según lo pudiere colegir por los
máticas , con salario competente, y. siempre,
derroteros y relaciones qu.e los pilotos y mari­
que vacare se busque persona de mucha peri­
neros que navegaren á las Indias., tra jeren de
cia, suficiencia y aprobación y cual convenga,,
los viages que. hicieren , informándose de ellos
poniendo edictos en nuestra corte, y. en las uni­
y. de todos .los.demas que !e pudieren dar las no­
versidades y partes que. parezcan masa propósi­
ticia necesaria de esto* poniendo en ello mocho
to , y haciendo todas las demás diligencias con­
estudio, cuidado y diligencia ,.y en todo lo to­
venientes para mejor acierto de la.elección.
cante á esto y á su profesión y arte , como para
cosa de tan grande importancia.
D. Felipe II en. la ordenanza 1x8 de el consejo. Y
don Felipe IV en la 2.-9 de 1656, LEYr IV .
Que el cosmógrafo procure se averigüen los eclipses D. Felipe II en la ordenanza 119 de el consejo. Y
de luna y otras 'señales, dando instrucciones para i). Felipe IV en la 241 de 1636.
ello. Que el cosmógrafo haga las tablas de. cosmógrafo y
El cosmógrafo tenga cuidado y cargo d el libro de descripciones.
calcular y averiguar los eclipses de luna y otras F.l cosmógrafo haga y ordene las tablas de
señales si hubiere, para lomar la longitud de , cosmografía de las Indias, asentando en ellas
Del cosmógrafo del consejo. 207
por su longitud y latitud escala de leguás, dos*, y desde Na'vidad hasta fin de abril las teó­
según la verdadera geografía'que averiguaré, ricas de Purbáquio ; y desde principio de mayo
las provincias y ciudades , islas , mares y cos­ hasta las vacaciones las tablas de el señor rey
tas , rios y montes . y otros lugares que se pue­ don Alfonso.
dan poner en diseño y pintura , conforme á las El año segundo desde principio de él hasta
descripciones generales y particulares que de fin de febrero ha de leer los seis primeros li­
aquellas partease nos ¡enviaren y se le entrega­ bros de Euclides : y desde primero de marzo
ren : y porque étí él archivo ’Üé nuestro consejo hasta fin de él, lea arcos y cuerdas , senos rec­
de las ludias ha de haber libro de las descrip­ tos , tangentes y secantes *, y hasta fin de abril
ciones de todas sus provincias, tierras y costas, el libro cuarto de los triángulos esferales de
islas y puertos, el dicho cosmógrafo le irá ha­ Juan de Monte-Regio ; y desde principio de
ciendo, ordenando y enmendando con la ma­ mayo hasta las vacaciones, lo que alcanzare del
yor diligencia, cuidado y particularidad que le Almagesto de Ptolomeo.
fuere posible, de triodo que e.n el dicho libro El año tercero desde principio de el hasta
se pueda hallar lo general de todas las Indias, y la Navidad ha deleer cosmografía y navegación*,
lo particular de cada provincia, con sus puer­ y de na vidad á pascua de Resurrección el uso del
tos , rios , canales , mares y sitios: y para todo Astrolabio, declarando primero su fábrica; y
loque fuere escribiendo en su oficio sea comi­ desdé ésta pascua hasta las vacaciones el modo
sario el consejero que tuviere á su cargo el ar­ que se debe tener en hacer observaciones de
chivo dél consejo donde sé ha de ir guardando los movimientos del sol y luna , y los demas
todo lo que escribiere para el dicho libro de planetas. Y demas de esto en este dicho tiem ­
descripciones á que se ha de reducir cuanto po ha de enseñar el uso del radio globo y algur
trabajare y presentare , poniéndolo por su or­ nos otros instrumentos matemáticos , y con
den con la provincia ó partea que fuere perte­ esto se acabará este curso • y en ios de adelan­
neciente. te cada tres años volverá á leer lo mismo.
LEY V. En los meses de vacaciones podrá leer ma­
terias de relojes y mecánicas , con algunas má­
D. Felipe IV en la ordenanza 242 de 1636. quinas , y dar á entender en qué consiste la
Que el cosmógrafo lea en las partes y lugares, horas fuerza de ellas , y otras cosas à este propósito.
y tiempos las lecturas que aquí sé declara. LEY VI. ’'
El cosmógrafo, que como catedrático leye­ B. Felipe IV en la ordenanza 243 dé 1636.
re la cátedra de 'matemáticas : Mandamos que Que el cosmógrafo antes que se le pague el último
la lea en la parte que le fuere señalada ó seña­ tercio de su salario presente cada año lo que hubiere
■escrito.
lare en nuestra casa y palacio, y cerca del con­
sejo de las Indias todos los dias que le hubiere, El cosmógrafo en cuanto alo que fuere es­
una hora entera á la mañana en invierno desde cribiendo y entregando para que se ponga y
nueve á diez, y en verano de ocho á nueve, mu­ guarde en el archivo del consejo, haga y guar­
dando las horas cuando el dicho consejo las de la orden que por la ley 4, tit, 1 2 de este li­
pandare, y gozando de vacaciones los dos me­ bro esta dada ai coronista mayor de las Indias:
ses de julio y agosto, y las de las pascuas que y para lo que hubiere de escribir y presentar, el
gozare el consejo, y no pueda tener ni tenga consejero que fuere comisario de la historia, que
otra mas *, y en lo que toca á las lecturas guar- también lo ha de ser de la descripción , tenga
el orden siguiente. atención á la ocupación que el diçho cosmógra­
El primer año, que comenzará por setiem­ fo tuviere en leer la cátedra de matemáticas;
bre , desde principio de él hasta la INavídad, ha para que con esta advertencia vea lo que pre­
de leer la esfera de Sacrobosco y las cuatro re­ sentare , si es bastante, y le dé la certificación
glas de aritm ética, regla de tre s, y sacar raíz para que se le pague el último tercio de su sa­
cuadrada y cúbica y algunas reglas de quebra­ lario.
208
TITULO CATORCE. y

De los a lg u a c ile s, abogados, procu radores, p o rte ro s, ta sa d o r,


y los dem as oficiales del c o n s to re a l de las In dias.

LEY P R IM E R A . LEY II.


D. Felipe II en la ordenanza 175 de el consejo. Don D. Felipe II en la ordenanza 103 del consejo. Y don
Felipe IV en la 244 de primero de agosto de 1636. Felipe IV en la 245 de 1636.
Y en e! titulo de D. Francisco Justiniano, dado eu Que los abogados y otros oficiales del Consejo guar­
23 de marzo de 1654. Y en esta Recopilación. den en sus ojie ios las leyes de estos reinos de Cas­
Que ios alguaciles del Consejo asistan, y ellos y los tilla,
de Corte egecuten sus mandamientos. Los abogados y procuradores de causas y de
Porque los alguaciles de corte que gozan sa­ pobres , y los porteros y tasador de los proce­
lario en nuestro consejo de las Indias suelen fal­ sos, y demas oficiales de nuestro consejo de las
tar por hallarse en otras ocupaciones, y Nos Indias, en el uso y egercicio de sus oficios guar­
tenemos proveído de alguacil mayor conforme den las leyes y pragmáticas de estos reinos de
al titulo 8 de este libro, y conviene que para Castilla, que acerca de ellos hablan, especial­
ejecutar los mandamientos de el consejo naya mente los procuradores, no sean allegados de
otros, seo-un y de la forma, y con el salario se­ los del consejo,, ni den á entender que tienen
ñalado: Mandamos á los que ahora son, y ade­ favor con ellos, ni tomen salarios, ni se encar­
lante Nos fuéremos servido de acrecentar, cjue guen de negocios que tengan otros procurado­
asistan á las horas del consejo en palacio, ó en res, y vayan cada dia á casa del escribano de
la parte donde se juntare , y hagan y egecuten cámara de justicia, para que se Ies notifiquen
lo qne por el dicho consejo les fuere ordenado, los autos que se les deban notificar, y tengan
y á touoS los dema< alguaciles de nuestra casa manual de todos pleitos y negocios que fueren
y corte , que aunque el dicho consejo tenga al­ á su cargó, en que asienten los autos que en ellos
guaciles particulares, cumplan los mandamien­ hicieren, con uia, mes y año.
tos que íes diere, como hasta ahora lo han
hecho.

TITULO 0'

D e las audiencias y chancillerias reales de las In d ia s.

diencias, y todos á nuestro supremo consejo de


LEY P R IM E R A . las Indias, que representa nuestra real perso­
D. Felipe IV en esta Recopilación. na , establecemos y mandamos, que por ahora,
< w lo descubierto de las Indias se divida en doce y mientras no ordenáremos otra cosa, se con­
audiencias, y en los gobiernos, corregimientos y al­ serven las dichas doce audiencias, y en el dis­
caldías mayores de sus distritos. trito de cada uua los gobiernos, corregimientos
Por cuanto en lo que hasta ahora se 1.a des­ y alcaldías mayores que al presente h ay , y en
cubierto de nuestros reinos y señoríos de las ello no se haga novedad sin expresa orden nues­
Indias, están fundadas doce audiencias y chan- tra ó del dicho nuestro consejo. (1)
cillerias reales, con los límites que se espresan
en las leyes siguientes, para que nuestros va­
(1) La última planta de estas audiencias se dio
sallos tengan quien los rija y gobierne en paz y eu la cédula de 6 de abril de 1776, y es en ella en
en justicia, y sus distritos se han dividido en la qne se les pusieron regentes.
gobiernos, corregimientos y alcaldías mayores, En decreto de las Cortes generales y eslraordi-
cuya provisión se hace según nuestras leyes y narias de 9 de octubre de 1812 se rectifico dicha
órdenes, y están subordinados a las reales au­ planta.
De las audiencias y eliancillerias reales. 209
cual tenga por distrito las provincias que pio-
LEY Si. piamente se llaman de la Nueva-España, con
El emperador don Carlos en Granada á 14 de setiem­ las de Yucatán, Gozumel y labasco: y. por la
bre de 1526, y en Monzon i 4 de¡ hamo de costa de )a mar «leí Norte y Seno Mejicano,
D. Felipe 11 en Madrid á 19 de abril de J?b3. Y en hasta el Cabo de la F lorida: y por la mar del
el Pardo ;í 30 de octubre de 1591. D. Felipe 111 allí Sur, desde donde acaban los terminos de la au­
d 27 de febrero de 1620. D. Felipe IV en esta R e­
copilación. Para provisión de oficios se vea la ley ;U, diencia de Guatemala, hasta donde comienzan
. * til 2 , lib. 3. los de la Galicia, según les estan señalados por
Que en la ciudad de S anta Doihingo de la Isla Espa­ las leyes de este titulo, partiéndolos con ellas
ñola resida la audiencia y chancilleria real, y de sus por el Levante y Poniente: con el mar del Ñor*
ministros, distrito y jurisdicción. te y provincia de la b loriila por el Septentrión,
Mandamos que en la ciudad de Santo Do y con el mar del Sur por el Mediodía.
mingo de la Isla Española, resida nuestra au­
diencia y chanciilería real, como está fundada,
con un presidente, que sea gobernador y capí- El emperador en Madrid á 50 de febrero de 15 o j ,
y en Valladolid á 2 de marzo de 1557. La em peio-
tan general: cuatro oidores, que también sean triz gobernadora allí á 26 de lebrero de l5ób. Don
alcaldes del crimen : un fiscal, un alguacil ma­ Felipe 11 en Zaragoza à 8 de setiembre de lobo *
yor, y un teniente de gran chanciller, y los de­ en Madrid á 19 de noviembre de 1 5 /0 , y 6 de febre­
mas ministros y oficiales necesarios, y tenga ro de.1588. 1571. Y en San Lorenzo á 10 de scticnim e de
Y D. Felipe IV en esta Recopilación.
por distrito todas las Islas de Barlovento y de la
costa de Tierra-Firme , y en ellas las goberna­ Audiencia y chanciilería real de Panamá en Tierra
Firme .
ciones de Venezuela, Nueva Andalucía , el Rio
déla Hacha, que es de la gobernación de Santa En la ciudad de Panamá de el Reino de
M arta; y de'la Guaya na ó provincia del Dora­ Tierra-Firm e, resida otra nuestra audiencia y
do , lo que por ahora le tocare , y no mas, par­ chanciilería real, con un presidente, goberna­
tiendo términos por el Mediodía con las cuatro dor y capitán general: cuatro oidores, que tam­
audiencias del Nuevo Remo de Granada, T ier­ bién sean alcaldes de el crimen: un fiscal : un.
ra Firme , Guatemala y Nueva -España, según alguacil mayor: un teniente de gran chanciller,
las costas, que corren de la mar del Norte por y los demas ministros y oficiales necesarios: V
el Poniente, con las provincias de la Florida, y teno-a por distrito la provincia de Castilla del
por lo demas con la mar del Norte; y el presi­ Oro, hasta Portobelo y su tierra: la ciudad de
dente, gobernador y capitán general pueda or­ Nata y su tierra: la gobernación de Veragua:
denar y ordene lo que fuere conveniente en las y por el mar del S u r, hacia el P erú , hasta el
causas militares, y tocantes al buen gobierno puerto de la Buenaventura exclusive: y desde
y defensa de la dicha Isla de Santo Domingo, Portobelo Inicia Cartagena, hasta el río del Da-
según y como lo pueden y deben hacer los de­ rlen exclusive, con el golfo de Urabá y T ierra-
más nuestros gobernadores y capitanes generar Firm e, partiendo términos por el Levante y
les de las provincias de nuestras indias, y pro­ Mediodía con las audiencias de el Nuevo Reino
vea las gobernaciones y demas oficios que va' de Granada, y San Francisco de Quito: por el
caren en el distrito de aquella audiencia , en­ Pouiente con la de Santiago de Guatemala : y
tretanto que Nos lo proveyéremos, y haga, por el Septentrión y Mediodía con los dos ma­
ejerza y provea todas las demás cosas que fue. res del Norte y Sur. Y mandamos que el go­
ren de gobierno, y los oidores de la dicha au­ bernador y capitán general de dichas provin­
diencia no intervengan en ellas, ni el presiden­ cias y presidente de la real audiencia de ellas,
te en las de justicia, y todos firmen lo que pro­ tenga, use y egerza por sí solo el gobierno de
veyeren, sentenciaren y despacharen los oi­ la fficha provincia de Tierra Firm e, y de todo
dores. el distrito de la realaudiencia, asi como le lie-
L E Y IIL nen los vireyes de las provincias del Perú y
E l emperador en Burgos á 29 de noviembre y 13 de Nueva España, y provea y despache solo todas
diciembre de 1527. La emperatriz gobernadora en las cosas y negocios que se ofrecieren tocantes
Madrid á 12 de julio de 1530. El príncipe goberna­ al o-obierno , y ios oidores no se entrometan en
dor en Valladolid á 23 de abril de 1548. Y en 1/ de lo que á esto tocare, ni el dicho presidente en
noviembre de i¿>53. D. Felipe 11 á 19 de enero de
1560. Y D. Felipe IV en esta Recopilación. Para pro­ las que fueren de justicia, y firme con los oído-
visión de oficios se vea la ley 70 , til. 2 , lib. 3^ Para res lo que proveyeren , sentenciaren y despa­
Jas facultades de los vireyes la ley 4 , l¡t. 3 , li- charen. Otrosí mandamos que cuaudo nuestros
bi*o 3. vireyes del Perú proveyeren, como tales, algu­
Audiencia y chancilleria real de Méjico en la Nueva nas cosas en materias de gobierno, guerra y ad­
España. ministración de nuestra real hacienda, y dieren
En ia ciudad de Méjico Tenuxtillan, cabe­ algunos despachos sobre esto para el presidente
za de las provincias de Nueva-España resida otra y oidores de nuesira real audiencia de Panamá,
nuestra real audiencia y chanciilería, con un tos guarden, y hagan guardar y cumplir en
virey, gobernador, y capitán general y lugar todo y por todo, según y como en ellos se or­
teniente nuestro que sea presidente : ocho oido­ denare, sin remisión alguna.
res : cuatro alcaldes del crimen , y dos fiscales:
uno de lo civil, y otro de lo crim inal: un al­ LEY V.
guacil mayor: un teniente de gran chanciller, y El emperador en Barcelona á 20 de noviembre de
los demás ministros y oficiales necesarios, la 1542. Y el principe gobernador en Valladolid á 13
55
TOMO I.
210 Libro . Tit. xv.
<le setiembre de 1543. D. Felipe II en Guadal:»jara Para provisión de oficios se vea la ley 7 0 , tit. 2 , lx
á 29 de agosto de 1565, y 29 ríe julio de 1595. Y en bro 3.
Aranjuez á postrero de noviembre de 1568. Y don
I’ e Iipe IV en esta Recopilación. Para provisión de Y mandamos que el gobernador y capitán
oficios se vea la ley 70 , lit. 2 , lib. 3 , y para las fa­ general de las dichas provincias, y presidente
cultades de los vireyes la ley 4 , tit. 2 , !ÍI>. 3. de la real audiencia de ellas, tenga, use y eger-
Audiencia y chancillería real de Lima en el Perú. za por sí solo la gobernación de aquella tierra y
En la ciudad de los Reyes de Lima , cabeza de todo su distrito, asi como la tiene nuestro
de las provincia? de! Perú, resida otra nuestra virey de la Nueva-España, y provea los repar­
audiencia y chancillería real, con un virey, timientos de indios y otros oficios, como lo solía
gobernador y capitán general, y lugar-teniente hacer la dicha real audiencia , y los oidores no
se entrometan en lo que á esto tocare, ni el di­
nuestro, que sea presidente: ocho oidores: cua­
tro alcaldes del crimen, y dos fiscales: uno de cho presidente en las materias de justicia, y fír­
lo civil, y otro de io crimina! : un alguacil ma­ me con los oidores lo que proveyeren , sentem-
ciaren y despacharen.
yor, y un teniente de gran chanciller: y los de­
más ministros y oficiales necesarios: v tenga por LEY VII.
distrito la costa que hay desde la dicha ciudad, El emperador don Carlos y el príncipe gobernador
hasta el reino de Chile exclusive , y hasta el en Alcalíi á 13 de febrero de 1548. D. Felipe 11 en
puerto de Paita inclusive : y por la tierra aden­ el Pardo á 26 de mayo de 1574. En Toledo á 3
tro a San Miguel de Piura, Caja marca, Chacha­ de mayo de 1575. Y D, Felipe IV en esta Recopila­
ción. Para provisión de oficios se ve:» la ley 70 , tí­
poyas» Moyoliamba , y los Motilones inclusive, tulo 2 , lib. 3. D. Felipe 11 en 21 de abril de 1574.
y hasta el Collao exclusive, por los términos D. Felipe III en Valladolid á 4 de diceinbre de 1601.
que se señalan à la real audiencia de la Plata, D. Carlos II en Madrid á 18 de agosto de 1679.
y la ciudad del Cuzco con los suyos inclusive, Andancia y chancillería real de Guadalajara de la
partiendo términos por el Septentrión con la Galicia en la Nueva España.
real audiencia de Quito: por el Mediodía con la En la ciudad de Guadalajara de la Nueva
déla Plata: por el Poniente con la mar del Sur: Galicia, resida otra nuestra audiencia y chanci­
y por el Levante con provincias no descubier­ lle ría real, con un presidente, y cuatro oidores*
tas, según les están señalados, y con la decla­ que también sean alcaldes del crimen: un fiscal:
ración que se contiene en la ley 14 de este un alguacil mayor: un teniente de gran chanci­
título. (2)
ller; y los demas ministros y oficiales necesa­
LEY V i. rios, y tenga por distrito la provincia de la Nue­
va Galicia, las de Cuiiaean, Cópala, Colima y
El emperador y príncipe gobernador en Valladolid
si l.) de setiembre de 1513. La princesa gobernado­ Zacatilla, y los pueblos de A va los , partiendo
ra allí ;\ 6 de agosto de 1556. D. Felipe lie n Toledo términos: por el Levante con la audiencia de
a 16 de-setiembre de l56ü. En Aranjuez a 3 i de ma­ la Nueva España : por el Mediodía con la mar
yo , y en el Escorial ií 20 de junio de 1568. Y en el del S ur; y por el Poniente y Septentrión con
Pardo á 10 de noviembre de 1593. .Y en Toledo a' 7
de agosto de 1596. Y D. Felipe IV en esta R ecopi­ provincias no descubiertas ni pacificas; y el pre­
lación. sidente de la dicha audiencia de Guadalajara, y
Audiencia y chancillería real de Santiago de Guate­
no los oidores, tenga Ja gobernación de su dis­
mala en la Nueva España. trito, y e n su ausencia la dicha audiencia de
Guadalajara, sin embargo de cualesquier cédu­
En la ciudad de Santiago de los Caballeros las, en que se hubiere concedido á los oidores,
de la provincia de Guatemala, resida otra núes déla dicha audiencia participación en el gobier­
tra audiencia y chancilla ría real, con un presi­ no con los presidentes, las cuales derogamos,
dente, gobernador y capitán general: cinco oi­ casamos y anulamos; y mandamos que se guar­
dores, que también sean alcaldes del crimen: de esta nuestra ley como en ella se contiene; y
un fiscal: un alguacil mayor: un teniente de en cuanto a! gobierno de guerra y hacienda
gran chanciller, y los demas ministros y oficia­ guarden las órdenes que por Nos están dadas.
les necesarios, y tenga por distrito la dicha pro­
vincia de Guatemala: y las de Nicaragua, Chis­ LEY V III.
pa , Higueras, cabo de Honduras, la Vera-Paz El emperador don Carlos y los reyes de Bohemia
y Soconusco, con las Islas de la Costa, partiendo gobernadores en Valladolid á '17 de julio de 1549.'
términos por el Levante con Ja audiencia de La princesa gobernadora allí á 10 de mayo de 1554.
Tierra Firme: por el PonienLe con la de la Nue­ D. Felipe II en Madrid á I o de agosto ole 1572. Y
va Galicia ; y con ella, y la ruar del Norte por i). Felipe IV en esta Recopilación.
el Septentrión; y por el Mediodía con la del Audiencia y chancillería real de Santa Fe en el
Sur. Nuevo iieino de Granada.
En Santa Fé de Bógala del Nuevo Reino
de Granada, resida otra nuestra audiencia y
chancillería real, con un presidente, goberna­
(2) Esta audiencia tiene capilla y dos capellanes dor y capitán general: cinco oidores, que tam­
dolados con 500 pesos cada ouo , y 15ü pesos pala bién sean alcaldes de el crimen: un fiscal : un
gastos , y eu ella deben oir misa los minl.-tros an­ alguacil mayor: unteniente de.gran chanciller, y
tes de comenzar el despacito , en conformidad de lo
prevenido en real orden de 26 de enero de 1786. los ciernas ministros y oficiales necesarios, y ten­
Véanse también las reales órdenes de 27 de octubtc ga por.distrito las provincias del Nuevo Reino,
de 1781, y de 25 de marzo de 95. y las de Santa Marta, Rio de San Juan, y la de
De la9 audiencias V chanclllerias reales. 211
Poparán, excepto los lugares que de ella están puerto de Buenos Aires, porque nuestra volun*
señalados á la real audiencia de Quito, y déla tad es que la dicha ley se guarde, cumpla y ege-
Güayana 6 Dorado, tenga lo que no fuere de la cute precisa y puntualmente.
audiencia de la Española, y toda la provincia
de Cartagena, partiendo términos: por el Me­ LEY X.
diodía con la dicha audiencia de Quito, y tier­ D. Felipe II en Guadalajara á 29 de noviembre de
1563. D. Felipe IV en esta Recopilación Para pro­
ras no descubiertas: por el Poniente y por visión de oficios se vea la ley / 0 , til. 2 , lib. 3.
el Septentrión con el mar del Norte, y provin­
cias, que pertenecen á la real audiencia de la Audiencia y chancillería real de San Francisco de
Quito.
Española ; y por ei Poniente con la de Tierra-
Firme- En la ciudad de San Francisco de Quito, en
Para provisión de oficios véase la ley 70 , tit. 2 , li­
el Perú, resida otra nuestra audiencia y chan­
bro 3. cillería real, con un presidente: cuatro oidores,
que también sean alcaldes de el crimen : un
Y mandamos que el gobernador y capí fiscal: un alguacil mayor: un teniente de gran
tan general de las dichas provincias, y presi­ chanciller*, y los demas ministros y oficiales ne--
dente de la real audiencia de ella, tenga, use y cesarios*, y tenga por distrito la provincia de
egerza por sí solo la gobernación de todo el dis­ Quito, y por la costa hacia la parte de la ciudad
trito de aquella audiencia, asi como le tienen de los Reyes, hasta el puerto de Paita exclusi­
nuestros vireyes de la Nueva-España, y provea ve : y por la tierra adentro, hasta Piura , Caja-
los repartimientos de indios, y otros oficios que marca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones
se hubieren de proveer, y despache todas las exclusive, incluyendo hacia la parte susodicha
cosas y negocios que fueren del gobierno, y los los pueblos de Jaén, Valladolid, Loja, Zamora,
oidores de la dicha audiencia no se entrometan Cuenca, la Zarza y Guayaquil, con todos los
en lo que á esto tocare, y todos firmen lo que demas pueblos que estuvieren en sus comarcas,
en justicia se proveyere, sentenciare y despa­ y se poblaren: y hacia la parte de los pueblos
chare. (3) de la Canela y Quijos, tenga los dichos pueblos
LEY IX . con los demas que se descubrieren: y por la
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- costa hacia Panamá, hasta el puerto de la Bue­
lid á 4 de setiembre de 1559. En Guadalajara á 29 naventura inclusive: y la tierra adentro à Pas­
de agosto de 1563. Y á l . ° de octubre de 1566. Y to, Popayan, Cali, Ruga, Chapancbica y Guar-
en Madrid á 26 de Mayo de 1573. Y D. Felipe IV
en esta Recopilación. Para provisión de oficios se vea cliicona, porque ios demas lugares de la gober­
la ley 7 0 , tit. 2 , líb. 3. nación de Popayanson de la audiencia del Nue­
Audiencia y chancillería real de la Plata , provincia vo Reino de Granada, con la cual, y con la
de los Charcas. Tierra-Firme parte términos por el Septen­
trión: y con la de los Reyes por el Mediodía,
En la ciudad de la Plata de la Nueva Tole­ teniendo al Poniente la mar del Sur , y al Le­
do, provincia délos Charcas, en el Perú, resida vante provincias aun no pacificas, ni descu­
Otra nuestra audiencia y chancillería real, con biertas.
un presidente, cinco oidores, que también sean
alcaldes del crim en, un fiscal, un alguacil ma­ LEY X I.
yor, un teniente de gran chanciller, y los demas D. Felipe II en Aranjuez á 5 de mayo de 1583. Y
ministros y oficiales necesarios; la cual tenga en Toledo á 25 de mayo de 1596, en lá ordenanza
por distrito la provincia de ios Charcas, y todo 4 de !a audiencia. D. Felipe IV eu esta Recopilación.
el Collao, desde el pueblo de A yabiri, por el Audiencia y chancillería real de Manila en las Fili­
camino de Hurcosuyo, desde el pueblo de Asi­ pinas.
llo, por el camino de Humasuyo, desde A tun- En la ciudad de Manila, en !a Isla de Lu~
cana, por el camino de Arequipa, hacia la par­ zon, cabeza de las Felipinas, resida otra nuestra
te de los Charcas, inclusive con las provincias audiencia y ehanciileria rea!, con un presiden­
de Sangabana , Carabaya, luries y Dieguitas, te que sea gobernador y capítan general: cua­
Moyos y Chunchos, y Santa Cruz de la Sierra, tro oidores , que también sean alcaides del cri­
partiendo términos: por el Septentrión con la men : un fiscal : un alguacil mayor: un tenien­
real audiencia de Lima y provincias no descu­ te de gran chanciller , y los demas ministros
biertas : por el Mediodía con la real audiencia y oficiales necesarios : y tenga por distrito la
de Chile*, y por el Levante y Poniente, con los dicha I>la de Luzon , y todas las demas de las
dos mares del Norte y del S ur, y línea de la de­ Filipinas, Archipiélago de laC hm ayla Tierra-
marcación entre las coronas de los reinos de Firme de ella , descubierta y por descubrir.
Castilla y de Portugal, por la parte de la pro­ Y mandamos que el gobernador y capitán gene­
vincia deSanta Cruz del Brasil. Todos los cua­ ral de las dichas Islas y provincias, y presiden­
les dichos términos sean y se entiendan, con­ te de la real audiencia de ellas, tenga privati­
forme á la ley 13 que trata de la fundación y vamente el gobierno superior de todo el distri­
erección de la real audiencia de la 1 rinidad, to de la dicha audíeucia en paz y guerra, y ha­
ga las provisiones y mercedes en nuestro real
(3) Esta presidencia y capitanía general fue eri­ nombre, que conforme alas leyes de esta Reco­
gida posteriormente en vireinatos por cédula de 20 pilación y de estos reinos de Castilla, y á las
de agosto de 1759, y se le señaló por distrrito, ade­
mas del de esta audiencia el de las de Panamá y
instrucciones y poderes que de Nos llevare, de­
Quito. ba y pueda hacer, y en las cosas y casos que se
212 Libro H. Tít. XV.
ofrecieren de gobierno qne sean de importan­ vincias, y presidente de la real audiencia de
cia , el dicho presidente gobernador las baja ellas, pertenezca privativamente proveer en las
de tratar con los oidores déla dicha audiencia, cosas de gobierno, salvo que para su mejoracier-
ara que le den su parecer consultivamente , y to mandamos que en los casos y cosas que se
abiéndolos oído, provea lo mas conveniente al ofrecieren de gobierno, y fueren de importan­
servicio de Dios y nuestro, y á la paz y tran­ cia , el dicho gobernador las baya de tratar y
quilidad de aquella provincia y república. trate con los oidores de la misma audiencia para
que le den su parecer consultivamente, y ha­
LEY X II. biéndolos oido, provea lo que irías convenga al
D. Felipe 111 en Madrid á 17 de febrero de 1609. Y servicio de Dios y al nuestro , paz y tranquili­
D. Felipe IV en esta Recopilación. Para provisi n dad de «quellas provincias y república, y en to­
de oficios se vea la ley 70 , til- 2 , libro 3. do procedan conforme á derecho, y sus espe­
Audiencia y chancilleria real de Santiago de Chile t ciales ordenanzas. (5)
En la ciudad de Santiago de Chile resida LEY X IV .
otra nuestra audiencia y chancilleria real con un D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1573.
presidente, gobernador y capitán general: cua­
tro oidores que también sean alcaldes del cri­ Que los términos de la ciudad del Cuzco se dividan
entre las audiencias de Lima- y la Plata conforme d
men : un fiscal : unalguacil mayor: un tenien esta ley.
te de gran chanciller, y los demás ministros y
oficiales necesarios,y tenga por distrito todo el Declaramos y mandamos que todo lo que es­
dicho reino de Chile , con las ciudades , villas, tá desde el Coliao esclusive hacia la ciudad de
lugares y tierras que se incluyen en el gobier los Reyes , respecto de la ciudad de el Cuzco,
«o de aquellas provincias, asi lo que ahora está sea y esté debajo del distrito y jurisdicción de
pacifico y poblado, como lo que se redujere, nuestra audiencia real, que reside en la ciudad
poblare y pacificare dentro y fuera del Estre­ de los Reyes , yjtodo loque esta desde el Coliao
cho de Magallanes y la tierra adentro hasta la inclusive hacia la ciudad de la Plata, sea del dis­
provincia de Cuyo inclusive. Y mandamos que trito y limites de nuestra audiencia de los Char­
el dicho presidente gobernador y capitán gene cas , y que el Coliao hacia la dicha ciudad de la
ral gobieruey administre la gobernación de él Plata , comienza desde el pueblo de Ayavire
en todo y por todo, y la di día audiencia ni otro por el camino de Urcosuyo ; y desde el pueblo
ministro alguno no se entrometa en ello sino de Assilio por el camino de Iíumasuyo*, y por
fuere nuestro vi rey del Perú , en los casos que el camino de Arequipa, desde Atuncana hacia
conforme á las leyes de este libro y órdenes la parte de los Charcas ; y que asimismo haya
nuestras se le permite, y el dicho presidente de ser y entrar en el distrito de la dicha au­
no intervenga en las materias de justicia, y de­ diencia de los Charcas de la provincia Sanga-
je à los oidores que provean en ellas libremen­ baua, y toda la provincia de Carabaya inclusi­
te , y todos fírmenlo que proveyeren, senten­ ve, no perjudicando, como es nuestra volun­
ciaren y despacharen.(4) tad que no perjudique esta declaración y divi­
sión, que asi hacemos, en cosa alguna á la ju­
LEY X III. risdicción que la dicha ciudad del Cuzco tiene
D. Felipe IV en Madrid á 2 de noviembre de 1661. en los dichos términos , sino que la tenga según
Esta audiencia está suprimida. y de la forma que basta ahora la ha tenido. (6)
Audiencia y chancilleria real de la ciudad déla T ri­
nidad ypuerto de Buenos Aires. LEY X V .
D. Felipe 11 en Tordcsílias á 22 de junio de 1592.
En la ciudad déla Trinidad, Puerto de
Buenos Aires, resida otra nuestra audiencia y Que el corregidor de A rica , aunque sea del distrito
de la audiencia de Lima , cumpla los mandamientos
chancilleria real, con un presidente goberna- de la de los Charcas.
nador y capitán general : tres oidores que tam­
bién sean alcaldes del crimen : un fiscal: un al­ Mandamos que sin embargo de que la ciu­
guacil mayor : un teniente de gran chanciller dad y puerto de Arica sea y esté en el distrito
y los demas ministros y oficiales necesarios, y
de la real audiencia de los Reyes , el eoi’regi-
tenga por distrito todas las ciudades, villas y
lugares y tierra que se comprende en las pro­ (5) Esta audiencia se babia estinguido , y se res­
vincias del Rio de la Plata, Paraguay y Tueu tableció últimamente por consecuencia de haberse
man , no embargante que hasta ahora hayan es­ criado alli un nuevo vireiuato en real cédula de 7
de julio de 1778.
tado debajo del distrito y jurisdicción de la de Los sueldos de los ministros de todas estas au­
los Charcas, por cuanto las desagregamos y se­ diencias estan espresados en el plan que j>e acom­
paramos de ella para es teje feo to: y la jurisdicción pañé eon la rea! orden de 2 í de abril de 1/88 por el
se ha de entender de todo lo que al presente ministerio de Hacienda.
(6) Por real orden de 26 de febrero de 1787 , se
esté pacífico y poblado en las dichas tres pro­ creó en el Cuzco una audiencia compuesta de un re­
vincias , y délo que se redujere, pacificare y gente , tres oidores y un fiscal; debiéndose también
poblare en ellas. Y es nuestra voluntad que al tener presente que la audiencia de Santo Domingo
gobernador y capitán general de las dichas pro­ se trasladó á Puerto P ríncipe, y que la jurisdicción
de la última ha sido desmembrada posteriormente
por la creación de las audiencias de Puerto-Rico y
r i) Ley primera , tit. 1 6 , lib. 2. Ley 3 0 , tit. 3, la Habana , a la que se le ha dado el carácter y tí­
1 ib. o , y ley 5 , tit. i.° , lib. 5. tulo de pretorial.
De las audiencias y chancillerias reales. 213
d o r, que es ó fuere de ella, cumpla los manda» la autoridad y decencia de ellas, como en todo
mientes déla real audiencia de los Charcas, y lo demas, hagan guardar la orden y estilo que
reciba y encamine como se lo ordenare, las per­ se tiene y guarda en las chancillerias de Valla­
sonas que enviare desterradas. Y ordenamos a dolid y Granada, no estando otra cosa especial­
nuestra audiencia de los Charcas que no cum­ mente determinada por las leyes de este libro.
pliendo el corregidor lo sobredicho haga jus­
ticia.
LEY X V I. D. Felipe II en Madrid á 20 de junio de 1568.
Que las a u d ien cia s no g u a rd e n m a s fie sta s que las d e
Ei emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
la s a n ta iglesia y ciu d a d donde estu viere n .
dora en Madrid á 13 de julio de 1530.
Que se cumplan y guarden los mandatos de las au­ Mandamos que nuestras audiencias de las
diencias como sifueran del Rey; y que deben hacer Indias no guarden mas fiestas de las que la san­
en, casos de guerra. ta iglesia romana manda guardar , y en la ciu­
Ordenamos y mandamos á todos los conce­ dad donde cada una residiere se guardaren. (7)
jos, justicias , regidores, caballeros , escude­
ros , oficiales y hombres buenos de las ciudades,
villas y lugares de las Indias, que ei1 ¡cuantos D. Felipe II en la ordenanza 1 .a de audiencias de
Monzon á 4. de octubre de 1563.
tiempos y ocasiones por los nuestros presiden-
tesy oidores de la audiencia real de su distrito Que donde hubiere audiencia haya casa en que viva
fueren llamados y requeridos de pazo de guer­ el presidente , y estén el sello y registro , casa de
fundición y cárcel.
ra , acudan á ellos, y ir-gan y cumplan todo lo
quede nuestra parte les dijeren, mandaren y Ordenamos y mandamos que en cada una
proveyeren como buenos y leales vasallos, y con de las ciudades donde conforme á lo por Nos or
la fidelidad que nos deben y son obligados , y denado han de residir nuestras audiencias rea­
para su ejecución les den todo el favor y ayuda les, baya una casa de audiencia donde esté y
que les pidieren y demandaren , pena de caer habite el presidente , y esté nuestro sello real
en mal caso; y en las otras penas en que caen y registro, y la cárcel y alcaide de ella , y la
é incurren los súbditos y vasallosjque no acuden fundición donde la hubiere; y si no hubiere
à sus reyes y señores naturales, y no cumplen bastante comodidad la audiencia se haga en la
sus provisiones y mandamientos, en las cuales casa donde habitare el presidente, y alli esté
penas lo contrario haciendo, los condenamos y la cárcel y alcaide de ella.
habernos por condenados, y sean ejecutadas en
sus personas y bienes. LE Y X X .
D. Felipe 11 allí.
D. Felipe II en Monzon a' 4 de octubre de 4563. Or­
denanza 47 de audiencias. D. Felipe ILi en Madrid á Que en las casas de cada audiencia haya reloj.
8 de octubre de 1607. Porque mejor y mas ordenadamente se pue­
Otrosí donde el presidente fuere gober­ da guardar lo que tenemos dispuesto, en cuan­
nador y capitán general, mandamos que la real to la hora á que nuestros presidentes y oidores
audiencia en ninguna ocasión haga convocato­ han de entrar en audiencia y salir de ella; Man­
rias en materias de guerra, ni se entrometa damos que en cada-una haya continuamente re-
en ellas estando presente el gobernador y capi­ lox que puedan oir.
tán general, por cuanto á élsolo toca hacerlas,
y á la audiencia en vacante de capitán general, LEY X X I.
y asi se ejecute donde no hubiere especial dis­ D. Felipe l i e n Tom ará 17 de abril de 1581. Y en
posición nuestra , según las leyes de este libro. la ordenanza 25 de audiencias de 1563. Y D. F eli­
pe I lí en Madrid á 20 de junio de 1-611. Y D. F eli­
pe rV allí á 30 de octubre de 1627.
Q u é h o ra s h a n de o ir y lib r a r p le ito s los o id o r e s , y
D. Felipe II en Madrid á 21 de octubre de 1570,
¿a p e n a d e l q u e f a l t a r e , y que p u b liq u e n las s e n te n ­
Q ue en las audiencias d e las In d ia s se g u a rd e n las cia s p o r su s p e r so n a s.
c e re m o n ia s d e las c h a n c ille ria s d e esto s re in o s de
C a s tilla , e n lo q ue n o e stu viere e sp ec ia lm en te d e t e r ­ Mandamos que nuestros presidentes y oi­
m in a d o . dores esten asentados en 1os estrados de nues­
tras reales audiencias todos los dias que no fue­
Para el buen gobierno de las provincias de ren feriados, á lo menos tres horas por la ma­
las Indias y administración de nuestra real jus­
ñana para oír relaciones , y los días que fueren
ticia, y que los presidentes y oidores de nues­
de audiencia esten una hora mas si conviniere,
tras reales audiencias la puedan mejor hacer,
conviene se tenga mucha cuenta con las cere­
monias que se hacen y guardan en estos reinos (7) Real cédula dada en Madrid a' 16 de agosto
de 1695; y en cédula de 2 de mayo de 1789, se re­
de Castilla por las chancillerias de ellos dentro ducen los dias feriados á todos los de fiesta , aunque
y fuera de los acuerdos. Y porque lo mismo se solo sean de oir misa ; á los días de Ntra. Sra. del
guarde y ejecute en las audiencias délas Indias, Carmen , los Angeles, y del Pilar ; á las vacaciones
Islas y Tierra-Firme de el mar Oceano,Norte y de R esureccion, que empiezan en el domingo de Ra­
mos y concluyen en el martes de Pascua ; á las de
Sur , encargamos y mandamos á todos ios presi­ Navidad , que empiezan el 25 de diciembre y term i­
dentes y audiencias de aquellos nuestros reinos nan el l.° de enero ; y á los cuatro dias de Carnaval
y señoríos que en lo que se les ofreciere asi por y Ceniza.
TOMO I. H
214 Libro ii. T it. xv.
para hacer audiencia y publicar las sentencias, dos con los oidores á la hora señalada por la or­
las cuales publiquen los oidores por sí mismos*, denanza guarden lo dispuesto; y si se hallaren
y los seis meses al año, que se computan por ocupados se es.cusen, y los oidores le hagan, a
invierno, entren á las odio , y los otros seis tle la hora acostumbrada.
verano á las siete ; y esten los presidentes y oi­
dores presentes en las salas , corno dielio es, LEY X X IV .
oyendo pleitos y relaciones, de forma que haya D. Felipe III á 25 de enero de 1609. D. Felipe IV en
esta RecopiJación.
el buen despacho que conviene, y las paJles no
reciban agravio en la dilación *, y que la sala de Que los v ir e y e s y p r e s id e n te s n o a sista n a l v o ta r
audiencia pública se haga los dos días, martes los p le ito s que h u b ie re n d e te r m in a d o , n i lo s d e su s
p a r ie n te s , cria d o s, n i allegados.
y viernes de cada semana; y cuando alguno tue­
re fiesta, se baga el siguiente, y en ella esten Otrosí los vireyes y los demas presidentes
cuatro oidores, ó á lo menos tres, pena que no se bailen presentes al tiempo de votar los
cualquiera que no fuere á la real audiencia, y pleitos en que de sus sentencias se hubiere ape­
no estuviere presente á lo susodicho , aunque lado ó suplicado para las audiencias, ni en las de
no baya pleitos ni otros negocios, sea multado sus parientes, criados, ni allegados, salvo en
en ia mitad del salario de aquel dia, al respecto los casos comprendidos en la ley 30, tit. 17 de
de domo le cabe, por la persona que los presi­ este libro.
dentes señalaren, salvo si tuviere causa justa y LE Y X X V .
legítima, y se enviare à escusar con tiempo;y
D. Felipe III en el Pardo á 17 de noviembre de 1607.
que los oidores que estuvieren en audiencia pú-
blica si se acabare antes de las horas, oigan plei­ Q ue el o id o r de c u y a se n te n c ia se a p ela re n o se h a ­
lle p r e s e n te a l vo ta r la causa.
tos lo que restare de ellas: y los acuerdos se ha­
gan los lunes y jueves por la tarde, entrando el El oidor que hubiere sido juez de cualquie­
invierno à las tres , y el verano Alas cuatro ; y ra causa, de cuya sentencia se apelare para la
en fin de cada un año envíe cada una de nues­ audiencia, no se halle presente á votarla ni de­
tras audiencias á nuestro consejo de las Indias terminarla.
fé de escribano de cámara , por donde conste LE Y X X V I.
del cumplimiento de esta ley; y los presidentes
tengan mucho cuidado de hacer guardar y cum­ D. Felipe II en Madrid a' 7 de julio de 1572. En Mén*
plir todo lo en ella contenido, que asi conviene trida á 21 de mayo de 1577. L> Felipe U l á 2 de mayo
de 1607.
à nuestro real servicio y bien de nuestros reinos
y señoríos. ( 8) Que los a cu e rd o s-te n g a n dias se ñ a la d o s, y c o n v i­
n ie n d o h a c e rse e n o t r o s , se llam e a l fis c a l.
LEY X X II.
Ordenamos que se hagan los acuerdos en los
El emperador D. Carlos y el cardenal Tayera gober­ días diputados y señalados para ellos, y no en
nador en Talavera á '2 1 ^ 0“« ™ ^ f ^ f * ^* * c l‘" otros ; y cuando por causa necesaria convenga
«e II en la ordenanza 72 y 32 en .Poledoa 25 de mayo
1 de 1596. Y en la ordenanza 25 de loba. hacerse alguno estraordinario no se baga sin lla­
mar ai nuestro fiscal de la audiencia, para que
Que los presidentes y oidores asistan en los estra­
dos las horas señaladas, ó se ésCusen, y no conozcan se halle presente. (9)
de pleitos en sus casas.
L E Y X X V II.
Porque ios presidentes y oidores de nuestras
D. Felipe IV en Madrid á 20 de octubre de 1627.
audiencias reales deben asistir en los estrados á
oir relaciones, votar y sentenciar los pleitos, y Que si los d ia s d e acuerdo f u e r e n fe r ia d o s , se tr a n s •
f ie r a n d los s ig u ie n te s.
en los acuerdos las horas que está ordenado, y
asisten los demas oidores en las chancillerias de Si sucediere que los dias de acuerdo sean
Valladolid y Granada, y en las otras audiencias feriados, transfiéranse á los siguientes, como no
de estos reinos de Castilla : Mandamos que el concurran audiencia pública y acuerdo en un
oidor que por enfermedad ú otro justo impedí, dia, por,ser tan conveniente á nuestro real ser­
mentó no pudiere ir á la audiencia, se envíe a vicio, bueno y breve despacho de los negocios.*2
escusar al presidente; y faltando, al oidor mas
antiguo; y ninguno oiga ni conozca délos plei­
tos que fueren propios de la audiencia en su misión es motivo suficiente para que el oidor se es­
posada, y todos se junten en la audiencia a ver cuse de ir á la audiencia.
y determinar los pleitos y negocios que a ella Sobre esta ley 21 y [demás que propenden á que
ocurrieren. los jueces pasen útilmente y en sus verdaderos des­
tinos el año debe tenerse presente la real cédula de
2 de mayo de 17>9.
(9 ) Véase la ley 21 anterior.
j) Felipe IV en Madrid á 15 de octubre de 1629. Cuando se ofreciese algun asunto de gravedad de
que debe tratarse en acuerdo , se le avisará un dia
Que virey vaya til acuerdo o se escuse. antes de celebrarse al vit'ey ó presidente por oficio
Los vireyes en cuanto á acudir á los acuer- del regente ó por recado enviado con el escribano
dei acuerdo, á fin de que asista si lo tiene por con­
veniente ; lo que se entiende cuando el asunto es de
( 8) Por una carta acordada del consejo de 9 de tal naturaleza, que en su decisión debe tener voto
setiembre de 1787 dirigida «i la audiencia de Guate­ el virey ó presidente , art. 37 de la Instrucción de
mala, so declara (pac el desempeño de ninguna co ­ regentes.
De las audiencias y eliancillerias reales. 215
LE Y X X V III. nos, hijos de primos hermanos, y tíos en este
D. Felipe II en Madrid á 11 de febrera de 1587. Don grado, yernos, y demas parientes dentro del
F elipe 111 en Valencia á 13 de febrero de 1604. En cuarto grado , ó criados.
Ventosilla á 25 de abril de 1605.
Q ue ios p lieg o s y d esp a ch o s d e l r e y s e a b ra n en LEY X X X II.
acuerdo >com o se o rd e n a , y n o los a bra e l p r e s id e n ­ D. Felipe II en San Lorenzo á 22 de julio de 1595;
t e solo..
Q u e lós v ir e y e s y p r e s id e n te s no vo ten e n las m a­
Mandamos que los présídentes de nuestras te r ia s d e ju s tic ia y J ir m e n las s e n te n c ia s co n los
audiencias reales, ni oira persona alguna , no o id o res.
abran pliegos ni despachos nuestros que fueren
para lás diclns audiencias, sin asistencia de los Declaramos que los vireyes de Lima y Mé­
oidores y fiscales de ellas, y un escribano de jico por presidentes de las reales audiencias no
camara, si pareciere conveniente, y quesfcabrán tienen votó en las materias de justicia. Y man­
en los acuerdos, y no fuera de ellos. damos que dejen ia administración de ellas á
Jos oidores de las reales audiencias, para que la
LEY X X IX . . administren en la forma que los de nuestras
D. Felipe II en Madrid á 23 de marzo de 1588. reales audiencias y chancilierías de Valladolid
'Q u e en a b rién d o se p lie g o s é d esp a ch o s d e l r e y , s e y Granada , conforme á las leyes de este título;
envíe d los o ficia le s r e a le s lo q u e les to c a re . y en los negocios de justicia, que los oidores
proveyeren, despacharen y sentenciaren , fir­
Luego que los vireyes ¿ presidentes y nido-
men los vireyes con ellos en el lugar que los
res abrieren los pliegos y cartas qué en nuestro
presidentes de las audiencias de estos reinos de
nómbre se les rem itieren, reconozcan las que Castilla. ( 11)
se dirigen á los oficíales de nuestra real hacien­
da, y se les entreguen, y mas las cédulas y otros L E Y X X X III.
des pachos-que en pliegos de vireyes, presiden­ D. Felipe IV en Madrid á 28 d« setiem bre de lt>26.
tes o audiencias fueren inclusos y tocaren al
Q ue lo s p r e s id e n te s n o voten e n ju s tic ia so b re e je ­
miuisterio de oficiales reales. cu ció n de céd u la s. •
LEY • Porque los presidentes de,nuestras audien­
El emperador D.^Carlos y la emperatriz gobernadora cias han pretendido tener voto decisivo en la
año de 1530. D. ie lip e lit e n Aranjuez á 23.de mayo -ejecución de algunas cédulas reales que se han
de 1607. enviado á .ellas, hablando con presidente y oi­
Q uu e n el acuerdo n o e s té p e r so n a que no te n g a v o ­ dores, aunque, vengan á :s er: litigiosas : Manda­
to , sin o e l fisca l, !'
mos-que los presidentes nó.tengan voto decisivo
En ei acuerdo de las sentencias no <esten en. estas causas, cuando ¿el cumplimiento y eje­
presentes los relatores, escribanos di otra per cución de las dichas cédulas reales se redijere á
so na que no tenga voto por sí mismo,, sino juicio contencioso, y guárdese la forma dada
fuere el fiscal; pero los oidores puedan llamar en la ley 44 de este título.
al relator para que ordene lo que hubieren ' LEY
acordado en la causa que el hubiere referido, ó
al escribano, para que la .escriba, porque se D. Felipe IV en Madrid á l.° de octubre de 1624.
Vease la ley 24, t.t. 1 2 , líb. 5 , que la declara con la
guarde el secreto, hasta que la sentencia s& pro­ siguiente de .este liúdo.
nuncie. ( 1.0 )
Q ue lo s p r e s id e n te s g o b e rn a d o re s en co sa s d e g r a ­
cia y o fic io s p r o v e a n so lo s; y e n la s d e g o b ie rn o ,
t educidas a ju s tic ia , p u ed a n ¡as p a r te s a p ela r p a ra
P Felipe II y la princesa gobernadora, en Valladolid
su s audiencias.
a 15 de julio de 1559. E! mismo en la ordenanza 26
de audiencias de 1563. Y D. Felipa IV en esta reco­ Todas las materias de gracia y provisiones
pilación.
de oficios y encomiendas, donde las hubiere, y
Q ue los p r e s id e n te s y oid o res no a sista n en los e s­ facilitad introducida d.e proveerlas, tocan á los
tra d o s n i a c u e r d o s , cu a n d o se tr a ta r e n , v ie r e n ó
d e te i m in a re n p le ito s , en que h a n sido h a b id o s p o r
presidentes gobernadores, como en los vireyes
f ecusados , o su s c a s a s , o las d e su s p a r ie n te s , d e n ­ esta dispuesto : y no ha de haber recurso á las
tr o d e los g ra d o s q u e se e s p r e s a n , ó la s d e sus audiencias .en que presidieren; pero en las ma­
c ria d o s. terias de gobierno, que se reducen i justicia en­
Ordenamos y mandamos à los presidentes y tre partes de lo que los presidentes proveyeren,
oidores de nuestras reales audiencias que no se si las partes apelaren, han de admitir las apela­
hallen presentes en los estrados ni en ios acuer­
ciones á sus audiencias. 1
dos, y se bajen y salgan de una y otra parte
cuando se trataren , vieren o determinaren al­
guno ó algunos negocios en que hubieren sido v l f / T r i^ iQ 0 *! C r'!oS y, el Prínc'pe gobernador en,
^ y i 8 c*c diciembre de 1555. D. Feline 11
recusados y habidos por tales; y lo mismo se ha­ en Madrid á 7 de febrero do 1567. D. Felipe 111 a|j(
ga en los negocios que á elW tocaren, .ó à sus a 2o de febrero de 1614. Vease la ley 22, ¿ t. 12 , li­
bro .5. ’ ’
parientes en e! grado de padres y hijos, nietos,
y todos los descendientes y ascendientes por lí­ Q ue lo s q u e se a g ra via ren d e lo que e l v ir e y ó p r e s i-
nea recta , hei manos, primos hermanos, sobri-
(11) Sobre haber querido un presidente que le
(10) Véase 3a ley 4 , tit 18 de este libro. llevasen a s« casa a firmar el despacho. Véase la
cédula de 20 de octubre de 1/09.
216 Libro n. Título xv.
dente p ro v e y e re en gobierno , puedan apelar para del caso ó negocio pareciere necesario , y esto
la audiencia. sin demostración ni publicidad, ni de forma que
se pueda entender de lucra •, y si hechas las di­
Declaramos y mandamos que smUendose ligencias é instancias sobre que no pase adelan­
algunas personas agraviadas de cualesquier au-
te, el virey ó presidente perseverare en lojha-
tos ó determinaciones que proveyeren u orde­ eer y mandar ejecutar , no siendo la materia de
naren los vireyes ó presidentes por vía de go­ calidad en que notoriamente se baya de seguir
bierno , puedan apelar a nuestras audiencias, de ella movimiento ó inquietud en la tierra, se
donde se les haga justicia conforme a leyes y cumpla y guarde lo que el virey ó presidente
ordenanzas: y ios vireyes y presidentes no les hubiere proveído, sin hacerle impedimento ni
impidan la apelación, ni se puedan hallai , ni otra demostración, y los oidores nos den aviso
bailen presentes à la vista y determinación de particular de lo que hubiere pasado, para que
estas causas, y se abstengan de ellas. ( 1^ Nos lo mandemos remediar como convenga.
EY XXXVI.
D Feline IX en el Escorial á 4 de ju lio de 1570. En
LEY X X X V IL
Barcelona» IV) de mayo de 1o8j . Y en ^ d ‘ ld íl 2 í D. Felipe 111 en San Lorenzo á 19 de setiembre
de febrero de 159/. \e a s e » % o í, Ut. 3, lib. o y 1 , de 1614. Véase la ley 10, tit. l.° ,lib .7 .
nt. 9, lib. 5.
Que se guarde la costumbre en lo que esta le y d e ­
clara.

7 '1‘r imenlos que conforme al negocio pareciere, sin Porque algunas de nuestras audiencias y oi­
dores de ellas han pretendido que les toca ei
%iií>Ueiiluil; y si no bastaren , y no se ctutstue m -
Ü e t i d en la tierra , « cumpla ¡o proveído por tos
depositar indias en las casas de españoles , y
1 vireyes ó presidentes , y avisen al rey..
asentarlas para que sirvan por algun tiempo, y
p ornue en algunas ocasiones han sucedido dar provisiones para que no vivan españoles en­
diferencias entre los vireyes ó presidentes y os tre indios, y para mudarlos de unos pueblos a
oidores de nuestras reales audiencias de las In- otros, y dar comisiones, y nombrar los jueces,
dias sobre que los vireyes o presidentes esce- y los presidentes tienen la misma pretensión,
et;’.le lo que por nuestras facultades les con­ por decir son causas de gobierno, sobre que sue­
cedemos, ¿'impiden la administración y qeeu- le haber diferencias: Mandamos que se guar­
c on de la ¡ustieia : Mandamos que sucediendo de en esto la costumbre que en cada audiencia
casos en que i los oidores pareciere que el u - hubiere, y que si tuviere inconveniente se nos
: c/ ¿ presidente escude y no guarda lo orde­ informe de el, para que visto se ordene lo que
nado Y se embaraza y entromete en aquello inas convenga.
que lio L ilia , los oidores bagan con el v.rey O LEY XXXVIII.
presidente las diligencias, prevenciones, cita­
ciones y requirimientos que según la calidad D. Felipe XY en Madrid á 22 de noviembre de 1631.
Que los v i r e y e s y p r e s id e n te s p u edan d ec la ra r si e l
p u n to d e que se tr a ta es de. ju s tic ia o g o b ie r n o , y
M il En cédula de 1» de mayo d . 1788 se pro- todos los oid o res f ir m e n lo que r e s o lv e r e la m a y o r
"...rulo se interpusiesen estas apelaciones p a r te , aun q u e n o lo h a y a n v o la d o
lò 'u s a ï de la formalidad de pedir venia, que se ha-
Cuando se ofreciere duda sobre si el punto
^posterior de H de febrer, d , 1797 que se trata es de justicia ó gobierno, los oido­
1 I.dn nae en las apelaciones se observe el
so lia 1“ » '" 'U 1 donde llunamcme se apela i la res esten y pasen por lo que declararen y orde­
'" T el h enal manda que el escribano pase a naren los vireyes y presidentes, y firmen to­
Í " í « r e ú c L para eali6 ear el grado o devolver, dos lo que resoivieren en el negocio, aunque
prévb.lendÓ quedara d arcu n ip liu n cto se pida per- hayan sido de parecer contrario y si se trata­
re de escribir á Nos algunas cartas, cada uno
í l nrictiea de Méjico está repetidamente indi­
vote libremente, y pueda pedir que se ponga
cada en F.j d iiú n u - « « i d - 1 « comprende la c u -
en ellas su voto-, y si no le hubiere especial,
cubar de 6 de 10 1j '* i C(i¿ula de S. Ildefonso dígase que lo resolvió la mayor parte y el que
A 20 lio ' v 'o ^ o 'd e’iSüG , circular á las A m eneas se lo tuviere contrariónos pueda escribir por s.
de 29 (Sl ,aq ,; 1- , cédulas y prácticas anteriores que
derogan Contenido , jy se manda solo lo que sintiere: y hecho esto, firmen todos
n° CtrratiU cacion dc si el asunto es de gobierno lo que se acordare, como dicho es.
que U V V, «os vireyes y presidentes, pero que si
sea propia d .Jo. ) ;0 „ oe es , ó se hubiere LEY X X X IX .
en el progreso dt “ or los vireyes y
declarado d e^ o n ti definitiva, ó que teu- D. Felipe 111 eu Valladolid á 22 de marzo de 1602.
l>l’T.erï' deUd , precedan en estos casos presentarse 0«e los p re sid e n te s p u ed a n h a c e r in fo rm a c io n es
ga uei ¿a j \ • ln audiencia , la que sin mas c o n tra los o id o re s , y e n v ia rla s al c o n s e jo , y ellos
de hecho las .1« vireyes y presidentes/o ¿w.e- no , co n tra los p re sid e n te s.
deberá mandar que
dan unpeda por ^ ¿ hacer e la c ió n , ó Damos comisión y facultad á los presiden­
el escribano <• » .q cscnba«o del tribunal , en tes de nuestras audiencias reales de las Indias
que la calificación del grado toca á la para que puedan hacer y recibir informaciones
la u tclipe(K. vireves y ni estílenles , quienes
» P w c í r í e . p . e a . r l . . la. cali- cuando convenga, y sea necesario contra cua­
Voi un .11 » 1 scr la materia ele gobierno, lesquiera de los oidores de las audiencias en que
hcacion, «» ’¡o s'asulitos de este genero es cu lo s presidieren, y enviarlas cerradas y señalladas a
m m c á l.lin e u t» t i c o lugar I» i:<m buen recaudo á nuestro real consejo de las in-
glü á la loy 3b autenor.
De las audiencias y cliancillerias reales. 217
dias, para que en él vistas se provea lo que con­ LEY X L II.
venga*, pero no han de poder los presidentes
enviar á estos reinos á ninguno de los oidores D. Felipe IV en Madrid a 22 de noviembre de 1631.
Véase la ley 5, tit. i.° lib. 7.
por su autoridad. Y es nuestra voluntad, y
mandamos, que ninguno de los oidores pueda Q«e declara la form a de inhibir los vireyes d las
hacer por sí solo in formaciones contra su presi­ audiencias.
dente públicas ni secretas por ningún caso ni En los casos que se ofrecieren de gobierno,
causa que baya para ello, sin particular orden ó en otros, en que hubiéremos dado orden ó co­
y comisión nuestra *, como quiera que han de misión particular à los vireyes, podrán avisar
tener libertad para escribirnos y darnos cuenta á las audiencias que se abstengan de su conoci­
de lo que se ofreciere. ( 13) miento, haciéndoles notorias nuestras comisio­
nes, ó declarando que los casos de que tratan
LEY XL. son comprendidos en ellas , y en esta confor­
D. Felipe III en San Lorenzo à 25 de agosto de 1620. midad se guarden las leyes y cédulas dadas so­
bre lo referido.
Que los oidores puedan informar al r e y , y enviar­
le los testimonios que quisieren sin dar noticia al vi- LEY X L I IL
rey ó presidente . D. Felipe II en Madrid á 24 de marzo de 1593. En el
Campillo á 21 de octubre de 1595. En Madrid á l t
Los oidores de nuestras audiencias en par­ de enero de 1598. D. Felipe l l l en Toledo á 18 de
ticular nos puedan avisar é informar de lo que marzo d>? 1600. En Ventosilla á 4 de noviembre de
les pareciere justo, y enviar los testimonios y 1606. Y en Madrid á 17 de diciembre de 1607.
recaudos necesarios, aunque sea sin orden ni Q mc d los vireyes y presidentes toca el gobierno , y
licencia del vírey ó presidente de la audiencia, la guerra d los capitanes generales.
como no sea haciendo información conforme á Las materias y negocios de gobierno tocan
la ley antecedente, porque tales casos se po- privativamente á los vireyes y presidentes, y
drán ofrecer que no convenga [que el virey ó eu apelación á las audiencias, como se declara
presidente tenga noticia de la queja o preten­ en la ley 35 de este título. Y mandamos que en
sión que contra él se tuviere por la conserva­ duda se ejecute lo que ordenaren los vireyes y
ción de la paz y otros justos respetos, pues cuan­ presidentes, de que nos darán aviso las audien­
do sea necesario ei oir al virey ó presidente, co* cias, con las razones y motivos que tuvieren pa­
mo siempre lo haremos , nuestro consejo de In­ ra que Nos proveamos lo que conviniere: y á
dias mandará que informe, para que con ple­ los capitanes generales tocan las de guerra, go­
no conocimiento se provea lo que fuere jus­ bierno de guerra y presidios, de que no han de
ticia. conocer las audiencias nijaun por via de apela­
LEY XLL ción : porque nuestra voluntad es que si algún
interesado se sintiere agraviado de lo que pro­
D. Felipe II en Madrid a' 26 de mayo de 1573. Y don veyere el capitán geueral, se le otorgue la ape­
Felipe IV en esta Recopilación. lación en los casos que hubiere lugar de dere­
Que pareciendo d la mayor varíe de los oidores que cho para nuestra junta de guerra de Indias; y
conviene provecer algo en los estrados, el virey ó en cuanto á las causas de soldados se guarden
presidente no lo detenga ni estorbe; y si tocare al las leyes del título que de esto trata. (»5)
virey ó presidente , ó su familia , lo puedan hacer
los oidores ó audiencias solos , y tomar la razón o LEY X L 1V .
información que convenga.
D. Felipe II eti S;»n Lorenzo á l i de mayo de X588.
Ordenamos y mandamos á los vireyes ó pre­ Y en Toledo á 25 de mayo de 4596. Ordenanza 5
sidentes que cuando pareciere á la mayor par­ y 6 . Véase la ley 55 de este título.
te de los oidores que conviene proveer algo en Que los vireyes y presidentes no siendo letrados
los estrados no lo impidan, detengan ni estor­ no conozcan de pleitos ó causas pendientes por ape­
ben y les dejen el libre uso y ejercicio que con­ laciones , ó stiplicacacion en las audienc ¿as , aunque
forme à derecho les compete. sea en materias de guerra.
Los vireyes y presidentes que no fueren le­
D. Felipe 111 en S. Lorenzo á 5 de setiembre de 1610, trados , aunque seau gobernadores y capitanes
Otrosí las audiencias en cuerpo de oidores ó generales no tengan conocimiento ni voten en
cuerpo de audiencia , hallando que conviene pleitos y causas civiles ó criminales que pen­
avisarnosen nuestro consejo real de las Indias dieren en las audiencias por apelación ó supli­
alguna cosa que toque á los vireyes ó presiden­ cación, porque el conocimiento de ellas solo to­
tes de ella ó su familia, lo puedan hacer sin ca a los oidores y alcaldes del crimen, y asi se
hallarse presente el virey ó presidente, y ia au­ ejecute, sin embargo de que las materias sean
diencia tome la razón ó información que con­ de guerra; y si el presidente fuere letrado, pue­
venga, cómo, cuándo y en la forma que pare­ da conocer de ellas , no habiendo sido juez en
ciere mas necesaria para la administración de primera instancia , ó estando impedido por
justicia y buen gobierno, que asi lo tenemos otra causa, conforme á derecho.
por bien. (14)

(13) Véase la ley 4 i de este título y libro.


(14) Véase la ley 59 de este título y libro. (15) Es el i i del libro 5.
TOMO 1. 55
218 Libro ii. Titulo xv.
LEY XLV. LEY X L V II .
D. Felipe IV en Madrid a 29 de setiembre de 1623* D. Felipe III en Madrid ¡í 5 de enero de 1600.
Que los presiden!es usen ded gobierno (fue les per­ Que la audiencia de Méjico en vacante de virey go­
teneciere estando en cuahfuiera parte de sus dis­ bierne las provincias de la Nueva España, y la de
tritos. Guadalajara guarde sus órdenes.
SÍ se ofreciere que los presidentes es ten au Mandamos que cuando vacare el vireinado
seiiles de las ciudades donde residen las au­ de la Nueva-España, por promoción ó muerte
diencias, y no hubieren salido de sus distritos, de los vireyes, tenga nuestra real audiencia de
lian de gobernar los presidentes todas las cosas Méj»co a' su cargo la gobernación de las pro­
que están á su cargo y les pertenecen , y nin­ vincias de la Nueva España, y despache todos
guno de los oidores, ni toda la audiencia se em­ los negocios y las demas cosas que tocaban y
baracen ni introduzgan en ello, y asi se guarde pertenecían al virey, como él lo hacia, podía y
precisamente. (i()) debía hacer, en virtud de nuestros títulos : y
en este caso el presidente y oidores de la real
audiencia de Guadalajara en la Nueva Galicia,
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ obedezcan y cumplan las órdenes que la audien­
bernadores en Valladolid a 19 de marzo de ÍJóO. Don cia de Méjico les diere y enviare, como si fue­
Felipe II <í L9 de octubre de i5dti. l>. Felipe III en
el P.irdo ¡i 20 de noviembre de 1(306. ran dadas por nuestros vireyes de la Nueva
Espa ñ a.
Que la audiencia de Lima en o teante de \>irey go
bierne los distritos de las de los Charcas , Qtdlo y LEY 'X.LVML
Tierra Firme.
Los mismos, ¡ 11/.
Ordenamos y mandamos que sucediendo fa* Que lo mismo se guarde, en caso de no poder gober­
llcrer los vireyes del P erú , tengan la guber nar por enfermedad los vireyes.
nación y despachen los negocios y cosas á ello
tocantes los oidores de nuestra real audiencia de Si los vireyes de Lima y Méjico enferma­
Lima, asi en aquel distrito como en los de los ren, de suerte que totalmente no puedan go­
Charcas, Quito y Tierra F rute, en la misma bernar, en tal caso hasta que lo puedan hacer
forma que lo podían y debían hacer ios vireyes sin nombrar, sustituir ni ayudarse de otra per­
por virtud de las provisiones, poderes y facul­ sona alguna, se guarde y ejecute lo proveído
tades que tic Nos tuvieren, hasta tanto que pro­ por las leyes antes de esta. ( IB)
véanlas de sucesor en su lugar. Y porque nues­
tra voluntad y conveniencia pública es que to­
D. Felipe II en San Lorenzo á 28 da agosto de 1591.
llo lo susodicho se guarde, cumpla y ejecute
precisa y puntualmente , y en las ocasiones que Que las audiencias subordinadas avisen d los vite-
yes de lo (¡uc convenga en materias de gobierno , y
se ofrecieren , suceda en el gobierno de todas unos y otros se correspóndan y den cuenta id rey.
aquellas provincias del Perú, Charcas, Quito y
Tierra Firm e, y le tenga á su cargo la audien Porque nuestros vireyes tengan entera no­
cia real de Lima, entretanto que Nos provea­ ticia de las materias de gobierno que se ofrecen
mos sucesor: Mandamos ú las audiencias délos en sus distritos: Mandamos á los presidentes y
Charcas, Quito y Tierra Firme que la obedez­ oidores de las audiencias que estuvieren subor­
can y ésten subordinadas en las vacantes y oca­ dinadas por cualquier título á los vireyes, que
siones referidas, y guarden y cumplan sus ór­ tengan grande y continuo cuidado de advertir­
denes en lo que tocare al gobierno del distrito les y avisadles de todas las cosas que se ofrecie­
de cada una de las dichas audiencias, sin poner ren y les pareciere que conviene proveer, y
en ello escusa, dificultad ni dilación alguna, que nos den los mismos avisos en todas ocasio­
que asi conviene á nuestro reai servicio. (17) nes: y los vireyes tengan mucha cuenta con las
advertencias que les lucieren, y especial cuida­
(16) Sobre la cgee itrio» de esta ley se suscita ron
do en responder y avisarles de lo que proveye­
dudas de resultas d«; lo prevenido en ia Instrucción ren sobre los puntos de que se les diere aviso en
de [tegentes, y iu cedida de 2 de agosto de 1789, en cuan Lo fuere posible, y sin inconveniente; y de
cuyo a r t í c u l o 4 se previno, que saliendo los vireyes y lo que proveyeren á sus despachos también nos
presidentes <ie las capitales delegasen á los regentes den aviso, para que se conformen las resolucio­
las facultades para el despacho de lo diario y urgen­
te. Sobre la ostensión de estas delegaciones lia habi­
nes y tengamos la noticia que conviene.
do también reñidas controversias, basta que en real
orden de 50 de julio de 1799 so luí declarado, que es­ que no habiéndolo, el regente ú oidor decano sea
tas se esliendau ¡í lo (jue prescriban los delegantes presidente, gobernador y capitán .general, sin dar
en el eíieio que pasen á regente» ó decanos, y que en eu el egercicio de estos cargos pai Le alguna á la au­
iiiuguu caso lia y- necesidad de incluir las facultades diencia .
de ía capitanía general, ni ;i favor de estos ministros Igualmente debe tenerse presente la real cédula
ni de oficial militar alguno. de 2 de agosto de 789, en que se han distinguido ios
(17) Sobre esta lev V la que sigue se acaba de es­ grados de enfermedad en que se ha de calificar por
pedir la rea! orden de 23 dé octubre de iSUíi, cuque vacua le el vireimito ó presidencia, y los en que bas­
se lia ma nd a d o que eu ningún caso temen las audien­ tara delegar en los regentes algunas facultades pura
cias el mando, pues falleciendo ó saliendo fuera del los negocios diaiios y ingentes. Debe también verse
distrito los gobernadores y capitanes generales, bu en este caso Jo declarado en real orden de 7 de agos­
de sucedería el que este nominado eu el pliego de to de L799
providencias, que si no le hubiere, mande el uih tal f i 8 ) Yease la real cédula do 2 de agosto de 89, y
ile mayor grado li asta coronel electivo iu elusivo, y real orden de 17 de agosto de 99
De las audiencias y cliancil lenas reales. 219
biemo de algunas causas, y Jas dejen d las audien­
LEY L. cias subordinadas.
D. Felipe II en Madrid a 6 de febrero de 1571. Mandamos á los vireyes de Lima y Méjico,
Que las audiencias subordinadas guarden lo que los que en los casos que son de residencias , y de
vireres proveyeren en negocios de gobierno , guer­ enviar los casados á hacer vida con sus muge-
ra y hacienda. res, y sobre los bienes de difuntos, y otras co­
Las reales audiencias subordinadas á los vi- sas de esta calidad , dejen conocer y delei minar
reyes de Lima y Méjico, guarden, y hagan á las audiencias que conforme a nuestras órde­
guardar y cnmplir las cédulas, ó despachos que nes les están subordinadas, y con pretesto ó co­
como vireyes de sus distritos les enviareu en lor de gobierno superior no les impidan su co­
materias de gobierno , guerra y administración nocimiento, y à nuestras audiencias reales que
de nuestra real hacienda, sin remisión alguna. envíen relación á los vireyes de lo que determi­
naren en las residencias, para que sepan como
LEY L I. han usado los jueces sus oficios.
D. Felipe II en capítulo de carta de 26 de mayo
de 1573. D. Felipe IV en esta Recopilación. LEY 'LIV.
Que los presidentes y audiencias subordinadas gaar. D Felipe III en Valladolid á 22 de diciembre de
den las ordenes de los vireyes en los casos que se 1605. Véa»e la ley 18, tit. 1®, lib* 7. .
declara.
Que el virey de Nueva España remita d la audiencia
Nuestros presidentes y audiencias subordi- de la Galicia los nombramientos de comisarios. ■
nados á tos vireyes de Lima y Méjico guarden
las órdenes, que los vireyes les enviaren , en lo Porque se han seguido muy grandes daños
que toca al patronazgo y gobierno general , y de haber nombrado y enviado ios vireyes (le la
lo demas expresado en las leyes de este libro*, Nueva-España, v la audiencia de ella, jueces
pero en las cosas que no fueren de mucha im ­ contra los oficiales reales de las provincias de la
portancia gobiernen los presidentes, los cuales Galicia y la Vizcaya: Encargarnos y mandamos
fiaban y egecuten todo lo que está ordenado á ios dichos vireyes, y á las personas à cuyo car.
para la buena gobernación (le sus distritos, go fuere el gobierno que escu.se», y bagan es-
cusar por todas vías y formas enviarlos; y que
LEY L II. en las ocasiones que se ofreciere el nombra­
D .T elip e II en Madrid ú 1,° de diciembre de 1568. miento de ellos, le remitan á la dicha audien­
y á 18 de mayo, y U de junio de 1572. Y en San Lo­
renzo á 29 de junio de 1588. D. Felipe IV en Madrid cia, pues estando tan cerca , y teniendo la ma,
á 18 de julio de 1624. teria presente, podra proveerlos con mas cono­
Que la audiencia de Guadalajara cumpla las órde­ cimiento de personas y causas, y con menos
nes del v ir e / de Nueva España . y los gobernado­ costa y gasto de nuestra real hacienda.
res de Yucatán y la Vizcaya y tos oficiales rean s
h ag an lo m isino. LEY LV.
Los presidente y oidores de la audiencia rea D. Felipe 111 en Vcntosilla á 4 de noviembre de 1606.
que reside en la ciudad de Guadalajara de la Véase la ley 24, tit. 3, lib. 5, y la 5, tit. 18, lib. 6 .
Nueva Galicia, obedezcan en lodo a! virey que Que la audiencia de Filipinas se abstenga de lo lo­
es ó fuere de la Nueva*España, y tengan con cante al Parian de los Sangleyes , y este su gobier­
él la buena correspondencia que se debe ¿quien no d cargo de solo el gobernador.
representa nuestra real persona , cumpliendo y Porque los oidores de la real audiencia de
haciendo cumplir todo lo que de nuestra parte Manila, con pretexto de una cédula nuestra de
ordenare en el distrito de la dicha audiencia, diez y ocho de diciembre de mil seiscientos y
en lo que tocare à gobierno, guerra y hacien­ tres, se entrometen en cosas tocantes al Parían
da conforme á las órdenes que sobre esto están de los chinos sangleyes , y en dar órdenes y li­
dadas, y le den el favor y ayuda que les pidie­ cencias para que residan en las Islas filipinas,
re, y-hubiere menester para egecutarlas, y ha y el conocimiento y disposición en estas mate­
cer lo demas que le esta encargado y fuere ne­ rias debe tocar á nuestro gobernador y capitán
cesario, que asi es nuestra voluntad, y que lo general á cuyo cargo está la defensa de aquella
mismo hagan y cumplan los gobernadores de tierra: Mandamos que solo este a cargo y cu i-
las provincias de Yucatán, y Nueva Vizcaya dado de nuestros gobernadores y capitanes ge­
D. Felipe III en Onrabia á 25 de mayo de 1608. nerales lo que toca al Parian de los sangleyes, y
que nuestra audiencia real se abstenga de tratar
Otrosí mandamos á los oficiales reales de la
ni conocer de ninguna cosa tocante á esta ma­
Nueva Galicia, qne cumplan precisamente las
teria, si uo fuere en easo que el gobernador y
libranzas que los vireyes dieren sobre nuestras
capitán general les cometiere algo de io que le
reales cajas, que están á su cargo , y las órde­
toca : y porque entre todos haya la buena cor-
nes que les dieren en casos particulares de guer
respondenda que condene, y se gobierne e).
ra, y en éstos, y los de mas que se ofrecieren, Parian con mas acuerdo y satisfacción, los go-
los obedezcan y respeten, que asi es nuestra
be ruad ores y capitanes generales tendrán mu­
voluntad. cho cuidado de común icarias con la rea! audien­
LEY L cia siempre que les pareciere conveniente.
D. Felipe H en Madrid á 1S de enero d e 1576.
Que los vireyes no conozcan con pretesto de go*
220 Libro u* T it xv.
LEY LVL Nueva-Espaíía tengan prevenidos nombramien­
tos en personas que residen en las Islas Filipi­
D. Felipe IV en IJalsaín «24 de octubre de Í655. Y nas, para que en caso de vacante de presiden­
en esta Recopilación.
te , gobernador y capitán general de ellas en­
Qí/e da facultad de encomendar indios d las audien­ tren á egercer estos cargos, entretanto que lle­
cias en vacante de vireyes ó presidentes. ga la persona que lia de gobernar en ínterin, ó
Declaramos que las audiencias en que pre­ en propiedad, se^un lo resuelto por Nos: Orde­
sidiere virey 6 gobernador, que tenga facultad namos y mandamos que en caso de faltar el go­
para encomendar indios (sucediendo el caso de bernador y capitán general de aquellas Islas por
quedar por vacante el gobierno en las dichas au­ fallecimiento ú otro cualquieraccidente, gobier­
diencias) puedan usar de esta facultad , y pro­ ne lo político de ellas nuestra real audiencia,
veer las encomiendas que estuvieren vacas ó va que reside en la ciudad de Manila : y lo militar
«aren en sus distritos, como lo pudieran hacer el oidor mas antiguo, el cual en los casos de
los vireyes y presidentes gobernadores, y lo guerra que se ofrecieren para la defensa y con-
mismo se guarde en nuestra real audiencia de sei vacien de las dichas Islas, y en las prevencio­
filipinas, cuando no hubiere presidente en pro­ nes y demas cosas que para este intento convi­
piedad nombrado por N os; y en caso que por niere disponer, tome parecer de los cabos de
falta de virey gobernaren las reales audiencias gueira que alb hubiere, y que se comunique
de L ima ó Méjico, y en la misma ocasión vaca­ con ellos para la mejor dirección de las mate­
ren las presidencias de las audiencias que les son rias. Y maliciamos a! virey de la Nueva-España
subordinadas, encomienden los inri ios las dichas que no use de la facultad que basta ahora ha te­
nuestras audiencias de Lima y Méjico, hasta nido por cédula nuestra de trece de setiembre
que llegue à jurar en la audiencia subordinada de uiil y seiscientos y ocho, y las demas que se
el presidente que por Nos fuere proveído. le dan para tener nombradas personas por me­
dio de las vías que hasta ahora se han practica­
LEY L V II. do, que Nos por esta nuestra ley las revocarnos
D. Felipe II en Toledo á 25 (le mayo de 1596 Orée" y damos por ningunas, quedando en su fuerza
lianza 43 de audiencias. D. Felipe IV en Madrid a 8 y vigor el poder enviar persona que sirva en ín­
de abril de 1629. Y en esta Recopilación. Vease la terin los dichos cargos. Y porque conviene que
Jcy 10 , lit. 2 lib. 3.
la audiencia de Manila disponga en esta confor­
Que faltando virey ó presidente gobiernen las au­ midad la egecucion de lo contenido en esta
diencias , y el oidor mas antiguo substituya el cargo nuestra ley: Ordenamos á la dicha audiencia,
de presidente , y se guarde lo mismo siendo capitán
general. que si llegare el caso de fallecer el presidente,
mantenga aquella república en toda paz, quie­
Mandamos que faltando el virey ó presiden­ tud y buen gobierno, haciendo justicia á las
te , de suerte que no pueda gobernar, sucedan partes; y al oidor mas antiguo, que durante la
en el gobierno nuestras reales audiencias, y re­ vacante del presidente esté con muy particu­
sida en ellas, como lo podía hacer el virey, ó lar cuidado y vigilancia en todo lo que tocare á
presidente cuando servían estos cargos: y el oi­ lo militar, procurando tener los presidios bieu
dor mas antiguo sea presidente, y él solo haga guarnecidos, y eou las defensas que hubieren
y j>rovea todas Jas cosas propias y anejas al pre­ menester para su conservación, y los soldados
sidente*, y si fuere capitán general, asimismo bien disciplinados para la ocasión que se ofre­
use este cargo el oidor mas antiguo , hatta que ciere.
por Nos se provea de sucesor, ó le envíe quien
conforme á nuestras órdenes tuviere facultad
LEY L IX .
para ello, si por las leyes de este libro lióse D. Felipe III en S. Lorenzo a' 5 de setiembre de 1620.
dispusiere en algunas audiencias lo contrario ó Que cuando alguna audiencia gobernare en vacante,
diferente. (19) los oidores por meses vayan haciendo relación de lo
que se proveyere de gobierno y se envíe al consejo.
LEY L V IIL Cuando alguna dé nuestras audiencias tu ­
D. Felipe IV en Madrid a 2 de abril de 1661. Y en viere el gobierno, hagan los oidores de ella una
esta Recopilación. 'memoria y relación por meses eontinuadamen-
Que en vacante de presidente de la audiencia de te, de lodo lo que fueren proveyendo y se ofre*
Manila, gobierne la audiencia ¡o politico, y lo mi­ ciere en materias de gobierno público, excepto
litar el oidor mas antiguo. en las causas civiles, y nos la envien en las oca­
Por cuanto se nos lian representado los in­ siones de ilotas ó avisos, para que se vea como
convenientes que resultan deque los vireyesde la*2 cumplen lo que está mandado, y deben hacer
en nuestro servicio.
(19) En real orden de 4 de febrero de 1773 se
declara ser en dicho caso esclusíva del decano la ju­ L E Y LX.
risdicción en lo respectivo á la subde legación de D. 1*clipe III en S. Lorenzo á 5 de setiembre de 1620.
correos.
Tengase presente la regla que para Jos cjisos de Que las audiencias , particularmente en vacante de
vacante y enfermedades de Y. y 1L dá la cédula de vireyes y presidentes , procedan con amor y tem­
2 de agosto de 4789, y también que por el art. 6 L do planza , sin fallar d la severidad de la Justicia , y en
la Instrucción de Regentes so han rejundido .en eslos 1 especial en delitos, desórdenes, derecho de parles,
las facultades de los decanos; y faltando los regentes y ejemplo jniblico , y miren mucho por la real Ha­
vuelven las facn)lados a los decanos, según y en la cienda.
forma que se conceden a ios regentes. j Ordenamos y mandamos á las audiencias
De las audiencias y cliancillcrias reales. 221
reales, y especialmente en vacantes de vireyes en ellas en los casos que en virtud de nuestras
y presidentes, que en materias de gobierno cédulas, ó en otros cualesquier se hubieren de
procedan con el amor y templanza que convie­ hacer, y que asi se debe observar conforme á
ne para su buena egecueion, sin faltar en nada lo que se practica en nuestros consejos y audien­
à la severidad y cumplimiento en las de justi­ cias de estos reinos de Castilla.
cia , porque se consiga, mayormente eu delitos
y desórdenes, y cosas que tocan á derecho de LEY LX1II.
partes y egemplo público, y estén muy adver­ D. Felipe IV en Madrid á postrero de setiembre
tidos de mirar por el buen gobierno, conser­ de 1634,
vación y aumento de nuestra real hacienda, Que al presidente toca el nombramiento de los que
escusando inteligencias con terceras personas, y han de suplir por faltado oidores.
cualesquier causas , aunque sean muy remotas, El nombramiento de el juez que por falta ó
de que reciba daño, gasto, ni perjuicio. impedimento de oidores hubiere de suplir su
LEY LXI. ausencia para la determinación de los negocios,
con el oidor qúe quedare en la audiencia, toca
D. Felipe II en Madrid á i7 de enero de 1593. al presidente de ella, y asi le ha de hacer en las
Que en ver pleitos y dividir salas se guarde lo que ocasiones que se ofrecieren, sin embargo de
ordenaren los vireyes ó presidentes , aunque no cualquier ordenanza. (2 l)
asistan , como sea antes de entrar los oidores,
Cuando acaeciere que el virey ó presidente, LEY L X IV .
por algun jpsto impedimento , dejare de ir à la D. Felipe IV eu San Lorenzo á postrero de octubre
audieucia, y se quedare en su aposento, la au­ de 1637.
diencia guarde en el ver los pleitos, y dividirse Que el oidor mas antiguo de una sala pueda ordenar
los oidores por salas, lo que el virey ó presiden* que cese la del menos mas antiguo , como se de­
clara.
te ordenare, como sea antes de la hora; porque
despues de asentados los oidores, es nuestra vo­ Háse dudado si estando divididas las salas
luntad que lo provea y ordene el oidor mas au- de la audiencia, el oidor mas antiguo puede
tiguo, y que asistiendo el virey ó presidente, ordenar que cese la otra sala de loque está vien­
se guarde la ordenanza, lo cual se ha de enten­ d o , ó sacar los jueces de ella, y llevar à la su va
der donde hubiere costumbre de que el virey á todos ó á algunos, pues á cada uno toca pre­
ó presidente divida las salas ; y donde no la bu sidir y gobernar su saU conforme á las antigüe­
hiere, y fueren las salas fijas, los jueces de cada dades: Es nuestra voluntad que el mas antiguo
una de ellas librarán y despacharán los pleito^ de los dos oidores que presidieren en las salas,
que les tocaren. ( 20) faltando el virey, disponga lo que en esto se
hubiere de hacer, como juzgare que lo pide la
LEY L X IL ocasión, breve y buen despacho de los uego-
D„ Felipe III .en Madrid á 28 de marzo de 1620. eios, y el menos antiguo no lo contradiga; y si
Que loca d lo.s vireyes de Lima y Méjico y presi­ entendiere, que en lo que se hace puede haber
dentes de las audiencias nombrar jueces para las algun inconveniente ó malicia , dé cuenta al
causas. vii'ey para que ordene lo que convenga.
Declaramos que á los vireyes y presidentes LEY LXV.
de nuestras reales audiencias, como sus cabe­ D, t elipe II en el Bosque de Segovia á j de agosto
zas, toca el nombramiento de los que han de Be 1566.
ser jueces de las causas y pleitos que se tratan
Que las audiencias guarden secreto y hagan justicia
d las partes.
(20) Por real cédula ele 5 de octubre de 1765 se Nuestras reales audiencias guarden el se­
declaró que los vireyes del Perú no deben juntar las creto y recato que conviene en lo que por Nos
salas para que se vea» los negocios que estuvieren
pendientes e» la una, ni mudar sus respectivos mi­ se les escribiere, y en tocio lo demás en que se
nistros, uo obstante la contraria práctica introducida debe tener ., haciendo justicia á las partes. ( 22)
en algunos casos: que los litigantes recusen al que
tuvieren por sospechoso: y que ci virey de) Perú no L E Y LX V L'
puede seguir el estilo del cíe Méjico, ni el de los pre­ El emperador D. Carlos y el principe gobernador en
sidentes de los tribunales superiores, que nombran Valladolid á 24 .de abril de 1.54.5, cap. 4 .
diariamente ministros, y que reparten á su arbitrio
las salas por n.o haberlas lijas como las hay en esta Que .el conocimiento de los pleitos y causas sea con-
de Lima. form e d derecho , y los delitos no queden sin cas-
Pero .sin embargo de esta ley y esta cédula, parece iigo.
que la cosa está hoy alterada por el artículo 10 de la
Instrucción de R egentes, á quienes les es ya permi­ Mandamos á las audiencias que en el cono­
tido mudar los ministros d.c una sala á otra. cimiento de los negociosy pleitos civiles y cri­
Y por la cédula de 17 de julio de 1802, en qoe se minales guarden las ley.es de estos nuestros rei­
ha permitido á los vireyes ¿untar las salas cuando lo nos de OavStilla en los casos que por la< de este
tengan por conveniente, instruidos d.e la gravedad
y naturaleza d.c la causa. (21) Sobre el nombramiento que se expresa en
Por el artículo 17 de la Instrucción de Regentes esta ley véase la nota de la ley :1 .a, tit. % lib. 5 , y la
se permite á estos también .el formar sala extraordi­ cédula de 6 de marzo de 7-83, en que se marida ob-
naria de justicia civil ó criminal siempre que haya seivar esta ley con sola la calidad de tomar informes
necesidad para ello, y también acuerdo de justicia de los regentes.
dando previamente noticia al virey ó presidente, (22) Véase la ley 14, tit. 5 de este libro.
TOMO I. 56
222 Libro ii. Tít. xv.
libro no hubiéremos dado especial determina­ LEY LXX.
ción , y provean de forma que los delitos no D, Felipe II en Córdoba á 19 do marzo de 1570. Véá-
queden sin castigo, dentro y fuera de las cinco se la ley 21, tit 3, lib. 5.
leguas. (2 3) Que las audiencias no impidan la primera instancia
d las justicias ordinarias , ni den ocasión de quejad
LEY L X V II. los interesados.
D. Felipe II en el Escorial «'í 4 dtí jtdio de 1570.
Los presidentes y oidores no impidan la ju­
Que las audiencias de U m a x Méjico en primera risdicción á las justicias ordinarias de sus distri­
instancia no conozcan de. causas civiles ni crimi­
nales. tos, y las dejen conocer de las causas y cosas que
conforme á las leyes de estos nuestros reinos de
Los oidores d e L im a y M éjico no se e n tr o ­ Castilla, y sus ordenanzas tocan á los jueces or­
metan á Conocer d e causas c iv ile s , ni crim in a ­ dinarios en primera instancia , ni sobre ello se
les en tre españoles, indios, ni otras personas en dé causa á los vecinos de venirse à quejar ante
primera instancia, si no fuere en los casos q u e Nos.
co n fo rm e a las le y es de estos núes tí os reinos dv.
C a stilla , lo puedan y deban h acer. LEY L X X I.
El emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en
L1Ï Talavera á 11 de enero de 1541. Véase la ley 20,
Eí emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ tit. 3, lib. 5.
ra en Madrid a 27 de octubre de 1535 En Vallado­ Que los alcaldes , regidores y escribano no sean
lid á 3 «le lebrero «le 1537. E 11 la ley 12 de 1512. pon traídos d las audiencias en primera instancia.
Felipe ü cu la ordenanza 21_de audiencias dy 1563.
En el Bosque de Segovia á 17 de agosto de 1565 ¿ or­ Mandamos que en primera instancia no sean
denanza 2 y a de audiencias. Y en l o ledo a 25 de traídos á ninguna de las audiencias reales , los
mayo de 1596, ordenanza 28. alcaldes, regidores, alguaciles ni escríbanos que
Que donde no hubiere alcaldes del crimen conozcan hubiere en los pueblos de sus distritos, si no
los oidores de las causas civiles y criminales. fuere en causas criminales ó en otras de mucha
M andam os q u e en nuestras chanciH erías calidad , que convengan traerse á la tal audien­
reales d on d e no h u b iere alcaides del o iu n e ti, cia; porque en las otras cansas es nuestra volun­
los oid ores conozcan d e todas las causas oiviles tad qne en el pueblodonde acaecieren el un al­
y crim in a les q ue a la c h a n e ille n a v im eien en calde conozca de lo que al otro tocare ; y sí to­
grado d e ap elación de los gob ern a d o res, a lca l­ care al alguacil mayor ó escribano del pueblo,
d es m ayores , y otras justicias d e las p rovin cias ambos los dos alcaldes conozcan de ello, y de
y d istritos d e su jurtsdicion , y las d e te r m in e n ellos ó del un alcalde venga por apelación à la
en vista y grado de r e v ista , y puedan en p r i­ audiencia real dei distrito. (s4)
m era instancia conocer d e las causas cr im in a ­ LEY" LX X I i.
les q u e su ced ieren en la ciudad , v illa , ó villas
El emperador I). Garlos y el príncipe gobernador en
d o n d e resid ieren , eou cin co leguas eu c o n to r ­ Madrid á 18 de diciembre de 1552. D. Felipe II en
no, sem tn y corno p ueden conocer los alcaldes Madrid a l.° do diciembre de 1572.
d e las au d ien cias de V alladolid y Granada-, y la»
Que las audiencias no hagan mas casos de corte de
sen ten cia s q u e asi se d ie r e n , sean e je c u ta d a s y los que el derecho y ordenanzas disponen.
llevadas tí d eb id o e f e c t o , y no baya mas grad o Mandamos que nuestras reales audiencias no
d e a p e la c ió n , ni su p lic a c ió n , ni otro re m ed io , hagan ni admitan mas casos de corteen los nego­
n i recurso a lg u n o . cios y pleitos que se ofrecieren , de los que por
LEY L X ÍX . leyes jde estos^reinos de Castilla y ordenanzas
se dispone y ordena.
D. Felipe IV eu Madrid á 20 de abril de 1659. Véase
la ley 8 , tit. 12 . y la ley L ni. bb. o. LEY L X X IÏI.
One las audiencias no conozcan délas residencias de D. Felipe III en Balsain á 28 de octubre de 1598.
Si, bi amador es. corregidores, ni alcaldes mayores pro­ Que los pleitos que se comenzaren por caso de cor­
teidos por el rey , ni de otros ministros espresados. te, se vean en revista como los demas , aunque no se
O rd en am os y m andam os a las au d ien cias halle el oidor mas antiguo.
de las Indias «pie no se en tro m eta n ni em b a ra ­ Los pleitos que por caso de corte se comen­
cen en e l co n o cim ien to y d eter m in a ció n d e las zaren en nuestras audiencias reales, se vean y de­
resid en cias q u e se tom aren á los gob ern ad ores, terminen en revista en la misma forma que se
corregid ores , alcaid es m ayores ni otras ju sti­ ven y despachan los demas sin alguna diferen­
cias , "m inistros n uestros de las In dias q ue por cia , y no sea necesario que el oidor mas anti­
Nos fueren p r o v e íd o s , ni ti ios q u e por ello s guo se halle presente, ni haga para esto ausen­
sirvieren en Ín terin , ni á ios q ue co m p ren d ieren cia de su sala.
y expresaren las órd en es y com ision es q u e por f .17.V
flo s fueren despachadas , porque esto solo toca
D. Felipe II en Madrid á 29 de mayo de 1594.
•\ los d e n uestro consejo d e lu d ia s, eou a p erci­
b im ien to q u e dem as d e q u e serón m u ltad os por Que para retener pleitos las audiencias precedan
esta cansa en las can tid ad es q u e pareciere justo, las calidades que contiene.
se pasara ti mayores penas y d em ostracion es con ­ Nuestras audiencias no retengan pleitos
tra los «pie faltaren ti lo co n ten id o en esta le y .
(21) Si no hubiere gobernador, ley 20. tit. 5 , li­
(23) Véase la ley 10, lil. 1 do esto libro. bro 5.
De las audiencias y eliancillerias reales. 225
pendientes ante los jueces inferiores cuando se para que se ejecuten las penas en que incurrieren
llevaren en grado de apelación sobre artículos los transgresores.
dependientes de la causa principal si no fuere á LEY L X X X .
pedimento de parte, y habiendo auto de re­
D. Felipe II en el Pardo fí 9 de noviembre de 1595.
tención con conocimiento de causa y no con­ D. Felipe III en Valladolid á 20 de mayo de 1605.
curriendo estas calidades, los remitan á los jue­
ces inferiores de donde emanaren. Que cada semana se señale un dia para pleitos de
bienes de difuntos .
LEY LXXV. Nuestras audiencias señalen dia particular
D. Felipe II en Madrid á 20 de junio de 1567. para la vista y determinación de las causas de
Que en cada sala haya una tabla de pleitos de cali­ bienes de difuntos, y lo dispongan y ordenen
dad , y otra de remitidos. como mas se facilite su cobranza , bueno y
breve despacho,
En cada sala de audiencia b aja una labia de
pleitos de calidad , y otra de los remitidos para LEY L X X X I.
que se vean por su antigüedad.
El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
LEY L X X V I. bernadora en Valladolid a 7 de marzo de 1551. JDon
Felipe II en la ordenanza 77 de audiencias de 1563.
D. Felipe II en Madrid á 18 de octubre de 1561.
Que dos dias cada semana , y los sábados no habien­
Que se vean primero los pleitos que hubiere de ha­ do pleitos de pobt es se ve»n los de indios.
cienda real.
Habiendo pleitos de nuestra real hacienda, Dos dias en la semana y los sábados , no ha­
se vean y determinen primero que todos los de ■ biendo pleitos de pobres , se vean pleitos de in ­
irías, y los fiscales tengan cuidado de solicitar­ dios con indios , e indios con españoles.
lo , y darnos aviso de lo que en esto se hiciere. LEY L X X X U .
LEY L X X V IL El emperador D. Carlos en las ordenanzas de audien­
cias de 1550,
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 24 de abril de 1618.
cap. 1 1 . Que se vean las pleitos por la antigüedad de su con­
cia» ion , y los de pobres sean preferidos.
Que los vireyes y presidentes hagan ver los pleitos
fiscales, y procuren el aumento del patrimonio real En cuanto a los demás pleitos se vean y de­
Los vireyes, presidentes y audiencias ten- terminen primero los que .aules estuvieren con­
gau muy particular y continuo cuidado que los clusos, habiendo quien lo pida, y póngase
pleitos fiscales, y donde interviniere hacienda el dia de la conclusión ai fin dei proceso, de le­
nuestra se sentencien, fenezcan y acaben > sin tra del escribano ante quien pasare : y esta for­
permitir ni dar lugar á dilaciones, procurando mase guarde en las causas criminales, salvo si
que en todo lo que fuere justo y lícito se bene­ al presidente y oidores pareciere que alguno
ficie y acreciente nuestro real patrimonio. sea vea primero , y todos tengan especial' cui­
dado de preferir Jos pleitos de los pobres á los
LEY L X X V IIL demas,
D. Felipe IY en Madrid á 4 de junio de 1627. LEY L X X X IÏL
ue donde hubiere tribunal de Cuentas se señale dia , El emperador D. Carlos cu la lev 20 de 1542. La
Jijo cutía semana para los pleitos de ellas.
reina de Bohemia gobernadora en Valladolid á 11 de
Los vireyes del Perú y Nueva-España, y el mnrzo.de I5a0. I), I el: pe 11 en la ordenanza 70 de
presidente goberuadur d.ei Nuevo Keinu de Gra audiencias de 1565. Y en Madrid ;¡5d e julio de 1571.
Y en la ordenanza 79 de audiencias en Toledo á 25
nada señalen dia fijo , el que les pareciere, cada de mayo de 1596. Véase la ley 10, til. 10, íib. 5.
semana , par.) que en las audiencias donde pre
siden se vean y determinen los píelos y causas Que las audiencias tengan cuidado del buen trata­
pertenecientes á cuentas , procedidos de parti­ miento de los indios y brevedad de sus pleitos.
das acrecentadas .en lo.s cargos, bajadas y testa Porque una de las cosas mas principales en
das en las datas de ellas ó en otra forma, y en que nuestras audiencias de las Indias han de
su vista no haya dilación. Y mandamos .á los fis­ servirnos , es tener muy especial .cuidado del
cales, qi/e pues les toca la solicitud de los dichos buen tratamiento de los indios y su conserva­
pleitos de nuestra real hacienda, acudan con to ­ ción : Mandamos que se informen .siempre de
do cuidado á ella para que se ejecute lo referido los escesos y malos tratamientos que les son ó
LEY L X X ÏX , fueren hechos por los gobernadores ó personas
particulares , y como han guardado las leyes,
D. Felipe II en el Pardo sí 9 de noviembre de" 1595- ordenanzas ó instrucciones que les han sido da­
Y en Toledo a 21 de marzo de 1596, D. Felipe 1Ü en das , y para el buen tratamiento de ellos estan
Madrid á 12 de diciembre de 1 6 19. Véase la ley 15,
til. 1 2 , lib. 5. fechas , yen lo que se hubiere escedido y esce-
cíiere tengan cuidado de lo remediar , castigan-
Que cada semana se señale un día para ver causas dos los culpados por todo rigor conforme á justi­
de ordenanzas , y se ejecuten las penas,
cia , y no den lugar que en los pleitos entre in­
Mandamos á nuestras reales audiencias que dios ó coi: ellos se hagan procesos ordinarios, ni
señalen un dia de cada semana en que se vean y haya dilaciones, como sude acontecer, por la
determinen causas de ordenanzas y provean, malicia de algunos abogados y procuradores, sí.
224 Libro ii. Título xv.
no que sumariamente sean determinados, guar­ cediendo de esta cantidad los puedan ver y de­
dando sus usos y costumbres, no siendo clara­ terminar dos oidores por votos couformes de
mente injustos, y que'lengan las audiencias cui­ toda conformidad, y también puedan conocer
dado que asi se guarde por los otros jueces in­ y determinar en todas instancias los pleitos de
feriores. (25) mayor euantia con la misma calidad como no
sea en las de Méjico y Lima, en las cuales es
LEY L X X X IV . nuestra voluntad que para ver y determinar
D. Felipe U en las ordenanzas de audiencias de lo 6 3 . los pleitos de mayor cuantía, concurran tres
Que por causas leves no se envíen recetores d pue­
votos conformes de toda conformidad , según
blos de indios ni d otras partes. está dispuesto por las leyes de estos nuestros
reinos de Castilla. (26)
Nuestras audiencias tengan mucho cuidado
de no enviar recetores á pueblos de indios, ni a LEY L X X X ÏX .
otras partes por causas leves, sino fuere sobre D. Felipe II y la princesa gobernadora en V allado-
cosas de importancia y conveniencia, lid á 11 de marzo de 1559. Y en Aranjuez á 27 de
mayo de 1568. Y en Madrid á 18 de enero de 1585.
LEY L W .V V , Y en el Pardo á 23 de febrero de 1589.
Que las audiencias y justicias admitan las peticio­
D. Felipe II en San Lorenzo á 4 de junio de 1586. nes que en ellas se presentaren , y hagan ciar d las
Véase la ley 12, tit. 10, lib. 5. partes los testimonios que pidieren , y los escriba­
Que ios negocios leves de indios se despachen por de­ nos los den.
cretos. Hemos sido informado que en algunas au­
Los pleitos y negocios de Indias sobre ma­ diencia se presentan peticiones en causas y ne­
terias de poca importancia se despachen por los gocios que importan á las partes; y si son sobre
vireyes y audiencias por decretos, y no por pro­ materias que no convienen á los oidores ó to­
visiones, porque sean relevados de daños y cos­ can á sus amigos, parientes ó allegados, no de»
tas todo lo mas que fuere posible. jan poner las presentaciones, y las mandan rom­
per , con pretesto de atrevimiento y desacato.
LEY L X X X V L Y porque conviene remediar este daño, orde­
D. Felipe II en la ordenanza 135 de audiencias de namos y mandamos á nuestros presidentes y oi­
1563. dores que oígan à los que ocurrieren ; y bagan
Que los autos interlocutor ios se concluyan con una que se les dé testimonio de lo que le pidieren,
petición en vista y revista. y por ninguna vía se impida el despacho, por­
que de lo contrario nos tendremos por deser­
Los autos intcrloeutorios se concluyan en vido.
vista y revista con lina petición de cada una
D. Felipe IV en Zaragoza d 16 de agosto de 1642.
de las partes, y no se recíba otra petición, pe­ Y en esta Recopilación.
na de dos pesos. Otrosí porque las partes no dejen de pa­
LEY L X X X V II. recer ante Nos, y los tribunales que les con­
D. Felipe U en Madrid á 29 de mayo de 159í.
venga: Mandamos que los presidentes, oidores
y alcaldes del crimen, bagan que los escribanos
Q»c en los autos interlocutorius de mayor cuantía de cámara y los demas que lo fueren , den los
concurran los mismos jueces que en la causa prin­
cipal. testimonios que se les pidiereu *, y si la causá
estuviere fenecida , será !a ejecutoria que se
Mandamos que en los pleitos de mayor despacha , recaudo y tes ti mouio bastante*, y si
euantia, habiendo jueces en la audiencia , con­ no lo estuviere* proveerán según el caso para
curra el mismo número en los autos interlocu­ que se pidiere, conforme á derecho. Y asimis­
torios reparables por difinitiva, que conforme mo todos los demas jueces y justicias de las In­
á derecho está determinado, lo hayan de ser dias harán dar los testimonios que á las partes
sobre lo principal. tocaren y fueren de dar , y los escríbanos los
darán signados y én pública forma , para que
LEY L X X X V JII. las partease puedan presentar ante Nos ó don­
El emperador D. Carlos en las nuevas leyes de 1542. de les convenga , pagando primeramente á los
D Felipe II en Aranjuez á 24 de setiembre de 1568.
D. Felipe IV en Madrid á 22 de setiembre de 1626. escribanos los derechos que justamente hubie­
ren de haber; y si los escribanos no los dieren,
Que en las audiencias de las Indias sea menor cuan­ hechos los requerimientos y protestas de daños
tía trescientos mil maravedís, y basten dos vo­
tos conformes para la vista y determinación de y menoscabos que convengan, provean nuestra»
estas causas, y lo mismo se guarde en las de mayor
euantia , escepto en las de Méjico y Lima. (26) Por cédula de 5 de agosto del año de 1797
esui mandado, que para la imposición de las penas
Declaramos y mandamos que en nuestrasau- corporales (las cuales determina la misma cédula) se
diencias de las Indias sea y se debe tener porme­ necesitan tres votos conformes de toda conformidad.
nor cuantía para la vista y determinación délos Por cédula dirigida á la audiencia de Guatemala,
pleitos trescientos mil maravedís, y que no es- su fecha 19 de octubre de 1805, se manda y declara,
que por la anterior de 5 de agosto no se deroga la
antecedente ley en lo que respecta á los pleitos civi­
(25) Véase la ley 10, til. 10, líb. 5, y sobre dere­ les sea cual fuese su valor, y aun cuando sean de la
chos en pleitos de indios véase la ley 2 5 , tit. 8 , li­ ni ay or giavedad
bro 5 , V sobre los casus en (pie los ha de defender ó Por lo que respecta á las audiencias de Lima y
no el fiscal, véase la ley 31 y o5, ti 18, lib. 2. Méjico, véase la nota á la ley 1.a, tit. 17 de este libro.
De las audiencias y clianeillerias. reales 225
reales audiencias lo que fuere justicia para que que los oidores no conozcan en visita de cárcel
á las partes se les dé satisfacción. de mas casos que los contenidos éa las leyes
LEY XC. dadas sobre esta materia.
D. Felipe U en Madrid á 6 de junio de 1587. LEY XC IV.
Que cuando se mandare sacar proceso de poder de D. Felipe IV en Madrid á 48 de diciembre de 1630.,
escribanos del distrito sea por compulsoria. Que las audiencias en el llamar los ministros jura­
Cuando conviniere sacar algunos procesos dos para que declaren lo que ante ellos hubiere pa­
originales de poder délos escribanos de las ciu­ sado , guarden lo dispuesto.
dades, villas y lugares, y las audienciashubieren Estando obligados los escribanos délos ayun­
de proveer y .mandar que se saquen , lo hagan tamientos á guardar secreto de lo qne se trata
por compulsoria en la forma ordinaria. y provee en ellos asi por razón de sus oficios
como porque lo tienen jurado, algunas de nues­
LEY XCI. tras audiencias suelen enviarlos á llamar, y obli­
£1 mismo allí, ordenanza 16. Véase la le y 34, tit. 8, garlos á que revelen y digan lo que se ha tra­
lib. 5.
tado en los cabildos, d cuya causa los regidores
Que las probanzas de testigos en negocios de au­
diencias se cometan d los escribanos de los pueblos de las ciudades no pueden votar, ni tratar de
los negocios con la libertad y secreto que se
Las probanzas en pleitos pendientes en nues­ debe, de que se siguen nuevos inconvenientes:
tras reales audiencias se cometan á los escriba­ Ordenamos y mandamos á las audiencias que
nos de los pueblos donde se hubieren de hacer\ guarden acerca de lo que á esto toca Jo que por
y no los habiendo, ni receptores, provean lo que leyes reales esta dispuesto y ordenado, como es­
Ies pareciere conveniente. tán obligados , y conforme á ellas no llamen á
LEY XCII. ningún ministro que hubiere hecho juramento
D. Felipe II en la ordenanza 29 en Toledo á 25 de
para semejantes efectos , si no fuere en lo que
mayo de 1596. Véase la. ley 22, lit. 6 , lib. 7. permitiere el derecho, pena de nuestra indig*»
Que ninguno se presente en la cárcel por procura­ nación.
dor , y habiendo de dar inhibitoria , sea conforme d LEY XOV.
esta ley.
D. Felipe II en la ordenanza 12 de audiencias de 1563.
Ordenamos que ninguno se pueda presen­ Y en Madrid á 18 de enero de 1575. En Toledo á 25
tar en cárcel de audiencia real por procurador de mayo de 1596. O. Felipe IV en esta Recopilación.
aunque tenga poder especial para ello , salvo si Que las audiencias no alcen destierros ni den espe­
tuviere información como su parte está presa en ras , sino en los casos y con las calidades de esta
la cárcel, y jurare que el juez que de la causa ley.
conoce le es sospechoso por justa causa , y en Ordenamos y mandamos á los presidentes
tal caso nuestros oidores manden al juez les en­ y oidores que no alcen destierros ni den cartas
víe signado el traslado del proceso , para que de espera á los deudores de nuestra real ha­
traído si pareciere que debieren conocer de la cienda , penas de cámara, obras pias, gastos de
causa , le manden traer original á la audiencia, estrados y depósitos , y otras cualesquier con­
y denà la parte inhibición para el juez, y ven­ denaciones ejecutoriadas; y si se ofreciere algún
ga el proceso á su costa á buen recaudo, y an­ caso en que les pareciere conveniente conceder­
tes de verle los oidores no den inhibición perpe­ la à algunas personas particulares y no en gene­
tua ni temporal ; mas si la parte se viniere á ral, constando primero que los deudores no pue
presentar en persona , y hallaren que debe ser den pagar por causas legítimas que lian sobre­
recibido , y enviaren juez que conozca de la venido , y dando fianzas 1egas, llanas y abona­
causa ó llamaren á las partes que vengan á das de que pasados seis meses pagarán: Permi­
acusar, den la inhibitoria , y entre tanto esté timos que por este término les puedan dar es­
el preso en la cárcel, y no pueda ser dado en pera, con que por una misma deuda no se pro-
fiado hasta que por los autos se vea su culpa, rogue ni conceda otra vez.
conforme á las leyes de estos reinos de Castilla,
que en este caso hablan. LEY X C VL
D. Felipe IV en Madrid á l.° de abril de 1635.
LEY XCIIL
D. Felipe IV en Madrid à 24 de marzo de 4624. Que contra los caballeros de las órdenes en causas
criminales procedan las audiencias y justicias.
Que en sala de oidores no se reciban peticiones de
condenados d muerte por los alcaldes ordinarios, En algunas audiencias reales de las Indias y
con consulta de los del crimen. en otros tribunales y juzgados de jueces y justi­
Porque los oidores de nuestras reales au­ cias nuestras de las provincias de ellas: se lia
diencias , donde haya alcaldes del crimen, con ofrecido duda sobre á quien toca el conoci­
pretesto de que está dispuesto, que en las visi­ miento de las causas criminales de los caballeros
tas de cárcel puedan conocer de las causas en que residen en aquellas partes de las órdenes de
que hubiere sentencia de vista mandada ejecu­ Santiago, Calatrava y]Alcántara, cuya adminis­
ta r, admiten en la sala de lo civil peticiones de tración perpetua Nos tenemos jjpor autoridad
algunos reos, condenados por las justicias ordi­ apostólica, porque los caballeros en algunos
narias en pena de m uerte, mandadas ejecutar casos que lian sucedido han pretendido y pre­
las sentencias con consulta de la sala del crimen, tenden eximirse de la jurisdicción de las au­
y los oidores proveen se devuelvan las causas á diencias y justicias, diciendo han de gozar en
los alcaldes para qne hagan justicia: Maudamos cuanto á esto de los privilegios que tienen en su
TOMO I. • 5/
226 Libro ii. Titulo xv.
favor , y que sus causas se lian de remitir al adelante pendieren en nuestras audiencias rea­
juez ó tribunal que debe conocer de ellas,y las les de Méjico y Lim a, en cuya determinación
audiencias y justicias no lo pueden hacer : or­ hubiere discordia entre los oidores , no habien­
denarnos y mandamos á las audiencias reales, do otros á quien se remita su vista y determi­
alcaldes de el crimen , y à todos y cualesquíer nación, se remitan á los alcaldes del crimen que
nuestros jueces y justicias, y jueces de comi­ se hallaren en la sala, los cuales sean llamados
sión de nuestras Indias Occidentales, Islas y para que los vean en remisión y por todos se
Tierra Firme, que siempre que se ofrecieren al­ determinen ; y si todavía hubiere discordia en
gunos casos crimínales contra cualesquier caba­ la determinación de ellos, de forma que confor­
lleros de las tres órdenes , bagan justicia y pro­ me à derecho no haya sentencia, en tal caso
cedan conforme a derecho en ellos, que asi es nombren al íiscal en conformidad dé lo dispues­
nuestra voluntad. to ;y si todavía discordaren , se nombren abo­
LEY XCVIÍ. gados como está proveído, para que los vean y
determinen juntamente con los jueces.
D. Felipe II en la ordenanza 6 de 15(53. En Madrid á
20 de noviembre de 1578. Y en la ordenanza 11 en LEY XCIX.
Toledo ú 25 de mayo de 1596. D. Felipe III en Aran-
juez á 23 de mayo de 1607. D. Felipe IV en San Lorenzo á postrero de octubre
de 1657.
Que en la determinación de los pleitos haga sen­
tencia lo que le pareciere d la mayor parte de los Que baste un oidor para ver en remisión les plei­
jueces , y faltando se haga conforme d esta ley . tos de mayor cuantía en tas audiencias de Lima y
M éjico , y en qué casos
En la determinación de los pleitos civiles ó
criminales que se siguieren en las audiencias, Si remitido el pleito de mayor cuantía en
baga sentencia lo que á la mayor parte de los las audiencias de Lima y Méjico no se bailare
oidores pareciere , y estando iguales nombren aquel día sala de tres oidores para verlo en re ­
por tercero al fiscal que fuere de la audiencia, misión por estar ocupados ó impedidos, suplien­
no siendo parle en los negocios y pleilosde dis­ do en sala.de alcaldes ó detenidos por otros ac­
cordia , y si tío hicieren sentencia y todavía cidentes, se aguarde á que estén sin impedi­
discordaren, elijan y nombren un abogado, dos mento ú ocupación, y los presidentes lo procu­
ó tres, sin sospecha, como mejor les pareciere ren disponer para mayor facilidad del despacho;
para la determinación dei pleito, y ejecútese y si no hubiere mas de un oidor, sea bastante
lo que la mayor parte determinare , aunque la para ver y determinar el pleito con los remiten­
mayor parte no sea mas que dos ; y si en la au- tes; y en caso que no haya oidor, sean llamados
dieneia no hubiere mas de dos oidores, ellos los alcaides que se hallaren en la sala del cri­
solos puedan conoeery determinar todas las di­ men, y asi se ejecute lo proveído.
chas causas , y si estuvieren conformes, val­
ga su sentencia, y en caso de discordia elijan
LEY C.
jueces en la íorma susodicha; y st eu la audien­ D. Felipe II en la Cardiga á 29 de mayo de 1581.
cia no hubiere mas de un oidor pueda el solo Que de pleitos remitidos en discordia se declaren los
ordenar los procesos en todas las dichas causas puntos d los que hubieren de. volar . y voten prime­
hasta concluirlas en difiuiliva, hacer informa­ ro los remitentes.
ciones y dar mandamientos para prender, y Remitido eí pleito en discordia se declaren
concluso el pleito, para ia determinación de él á los que de nuevo le hubieren de votar, los
se elija y nombre al íiscal o acompañado, que puntos sobre que es la remisión, y todos se ju n ­
conforme a lo referido pareciere , y lo mismo ten á votar y voten primero los jueces remiten­
se haga en todos los artículos perjudiciales que tes ; y asi se guarde en todos los casos y nego­
incidieren , y no se puedan reparar por la sen­ cios que se remitieren à los alcaldes del crimen
tencia diíinitiva ; y si la causa fuere civil, de donde los hubiere; y lo mismo se entienda cuan­
doscientos pesos, y menos, ¿1 solo pueda deter­ do fueren nombrados los fiscales y letrados.
minar en vista y revista : y lo misino pueda ha­ LEY CX
cer en las causas criminales siendo sobre pala­ D. Felipe II en Córdoba á 12 de abril de 1570.
bras ligeras , con que si no hubiere tanto nú­
Que en pleitos remitidos d los alcaldes entrena vo­
mero do abogados para acompañarse en ios ca­ tar en los acuerdos y se salgan luego
sos rcícridos , se acompañe con otras personas Si se remitieren algunos pleitos en discor­
de letras cualesquiera que hubiere : y en cuan­
dia por los oidores de nuestras audiencias de
to á las audiencias de Méjico y Lima se guarde
Méjico ó Lima á alguno ó algunos de los al­
la orden contenida en la ley siguiente. (7í7)
caldes del crimen, habiéndolos visto y estando
■ LEY X C V III. informados, entren los alcaldes en los acuerdos,
i). Felipe II en Madrid ¡i LO de diciembre de 1568.
voten de palabra, y no por escrito, y hedía sen­
't allí a 19 do diciembre de 1578. L>. Felipe IV en tencia se salgan luego.
San Lorenzo a postrero de octubre de t657.
Q u é d a la fu m a de ver y determinar los pleitos
LEY GIL
remitidos en di.,coi día en las audiencias de Méjico D. Felipe II en el Escorial á 4 de julio de 1570, ca­
y Luna, pítulo 15.
Los pleitos y negocios pendientes ó que Que el oidor mas moderno que se hallare en el acuer­
do escriba en el libro ios votos de ¿os de mas oidores
(2 /) Véase la nota a la ley 88 de osle título y
ó alcaldes.
libio. Porque cuando algun pleito se remite en
De las audiencias y cbancillerías reales. 227
discordiá en nuestras audiencias d e 'Lima ó Mé­ sentencia que han de dar, y que alli se ordene
jico á los alcaldes del crimen de ellas > y estos y escriba en limpio, y firme antes qué se pro­
vienen á votar ai acuerdo, reparan los oidores nuncie, ó á lo menos cuando se hubiere de pro­
si han de asentar sus votos en el libro: Manda­ nunciar-,'Vénga escrita en limpio, y se firme
mos que cuándo se ofrecieren semejantes nego­ por todos los que fueren en ei acuerdo , aun­
cios, ei oidor inas moderno de los que se halla­ que el votó ó los votos de alguno ó de algunos
ren en él à votar, escriba los votos de los oido­ no sean conformes á lo que la sentencia contie­
res y alcaldes en el libro de acuerdo, y no el ne: por manéra que á lo menos en los negocios
alcalde. ordinarios no se jirormncie la sentencia, hasta
. LEY CIII. ué esté acordada y escrita en limpio; y firniá-
D. Felipe II en 18 de mayo de 1572.
3 a, y despues de publicada ño se pueda mudar
cosa alguna, y luego el escribano dé allí el
Que todos ios jueces firm en lás sentencias de pleitos traslado de ella à la parte, si la pidiere, pena
remitidos.
de dos pesos para los estrados. (28^
Asi en los pleitos que los oidores remitieren
á los alcaldes, como en los quedos alcaldes re­ LEY 'G VIL
mitieren á los oidores, firmen todos los que hu­ D. Felipe í í én el Bosque d eSegovia á 19 de octubre
bieren votado y sentenciado. ' ; de 1565.
LEY. C iV . Que todos, los jueces firm en lo que la mayor parle
hubiere determinado , aunque hayan sido de parecer
D. Felipe II en el Pardoá 2 de diciembre de 1578* contrario.
Que ¿os abogados d quien se remitieren pleitos ju ­
ren el secreto , y voten despites de los oidores , y so­ Mandamos que en todos los negocios que à
lo ¿os ausentes voten por escrito. nuestras audiencias ocurrieren y se determina­
Cuando se remitiere algún pleito en discor­ ren , firmen todo* los jueces lo que por la ma­
d ia , y se juntaren los jueces á determinarlo; yor párle sé hubiere resuelto, asi en sentencias
voten primero los oidores que hubieren remi­ definitivas como en autos interlocutorios, y
tido el negocio, como dicho es , y despues de otras cualesquier determinaciones y provisio­
ellos los que fueren nombrados, de forma que nes, aunque hayan sido de voto y parecer con­
estando todos juntos se vote y determine, y por trario.
escrito voten solamente los ausentes •, y cuando LEY OVIIL ■
los jueces nombrados no fueren alcaldes ; sino
D. Felipe II eo Tomar á 17 de abril de 1581.
abogados, ú otras personas que no tengan he­
cho juramento del secreto, se les tome de que : Que los oidores'rubriquen fó's autos perjudiciales.
le guardarán , para que no se pueda saber lo Ordenatiios que los oidores rubriquen todos
que hubieren votado. lós autos per judicia íes qué proveyeren.
'■■ ■■: L E Y ■ CV. • • LEY CÍX.- -
D: Felipe III en el Pardo à 21 de noviembre de 1600. X). Felipe II en el Pardo à 26 de febrero de 1572.
Que las audiencias no revoquen las sentencias ..que
de palabra dieren los alcaldes ordinarios sin oirlos. Que no .se.fiemen sentencias , autos ni pro7>isio'nes
en ¿os estrados d las horus de audiencia.
Porque determinando los alcaldes ordina­
rios de las ciudades donde hay audiencias rea­ Los presidentes, oidores y alcaldes del cri­
les, muchos pleitos de palabra, asi en lo tocan­ men no firmen sentencias, autos, provisiones
ni otros despachos, estando en los estrados à
te al servicio de Yanaconas , como en otros de
indios, conforme á lo que está ordenado, acae­ las horas de audiencia, ,porque no se ocupe la
ce algunas veces que la parte que se siente agra­ vista y despacho de los negocios: y fuer^ue los
viada da petición en la audiencia, quejándose estrados den el espediente que conviene, con­
del alcalde que lo sentenció, y diciendo muchas forme se estila en nuestras reales audiencias de
cosas falsas, y en la audiencia sin mas informa­ estos reinos de Castilla.
ción que la relación de las partes, revocan y dan LEY • CX.
por nulas las senteucias: Mandamos que cuándo La princesa gobernadora en .Valladolid á 25 de fe­
lo susodicho acaeciere, la audiencia haga pare­ brero de 1558. D. Felipe II en la ordenanza 10 de
cer ante sí al alcalde que hubiere determinado 1563. El mismo en la ordenanza 18, en Toledo á 25
la causa, para que dé razón de ía que le movió, de mayo de 1596.
y no provea en ello de otra forma, Que las audiencias para fuera de las cinco leguas,
despachen provisiones; selladas; y para dentro de
LEY CV!. ellas mandamientos.
El emperador D. Garlos y la emperatriz gobernadora
en Madrid á 12 de julio de 1530. Ordenanza 14 de Mandamos que las provisiones, ejecutorias
audiencias. D.. Felipe II en las dichas ordenanzas y otras cartas que dieren las audiencias para
de 1503. Ordenanza 144. fuera de las cinco leguas, vayan libradas en
Que da laform a de ordenar y pronunciar las sen­ nuestro nombre, título, y sello real y registro,
tencias. y los que tuvieren el sello y registro lleven los
Ordenamos y mandamos que al tiempo que derechos que por nuestros aranceles reales, da-
los oidores acordaren la sentencia llamen a! es­
cribano de la causa, y secretamente le manden (28) Se debe Ha triar al escribano ó al relator cu
escribir ante ellos los puntos y el efecto de la su caso, según J.i instrucción de Regentes.
228 Libro • Tit. xv.
dos para cada una de las audiencias les estu­ ponerse los instrumentos necesarios hayan de
viere mandado; y las provisiones que se die» volver las partes á seguir los pleitos.
ren para dentro de las cinco leguas vayan por
vía de mandamiento ejecutorio, inserta en él la LEY €X V . '
ejecutoria sin sello, ni registro, que digan: Nos D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1573.
¿os oidores etc., las cuales sean obedecidas y Que el sello y registro pasen lo que determinaren,
cumplidas como cartas y provisiones selladas los oidores ó la mayor parte , aunque no lo firme el
presidente y el escribano de cámara lo refrende.
con nuestro nombre y sello real, y las paites li­
bremente usen y puedan usar de estos manda­ Mandamos que si reusaren ios presidentes
mientos , y presentarlos ante la justicia que les firmar lo proveído por las audiencias ó la ma­
pareciere y bien visto les fuere, que de ello yor parte, firmen los oidores , y lo pase el re­
deba y pueda conocer. gistro y sello, y refrende el escribano de cáma­
ra, y los presidentes guarden las leyes de este
LEY CXI. libro sin escusa ni dilación. (29)
El emperador D. Carlos y la reina gobernadora año LEY CXVI. •
de 1530.
El emperador D. Carlos en Barcelona á 20 de noviem­
Que los mandamientos para prender dentro de las bre de 1542, ley 15 de las nuevas.
cinco leguas , vayan filmados por lo menos de dos Que las provisiones que las audiencias despacharen
'oidores. , sean con sello y titulo real.
Los oidores de nuestras audiencias donde Para que las audiencias tengan la autoridad
no hubiere alcaldes del crimen conozcan dentro que conviene, y se cumpla y obedezca mejor lo
en la ciudad donde la audiencia residiere, y que en ellas se proveyere y mandare: Es nues­
cinco leguas en contorno de las causas crimina­ tra voluntad que las cartas, provisiones y otras
les en primera instancia, con que los manda­ cosas que se proveyeren, se despachen y libren
mientos de prisión vayan señalados por lo me­ por título nuestro, y con nuestro sello real, las
nos de dos oidores. cuales sean obedecidas y cumplidas como cartas
y provisiones firmadas de nuestro nombre.
LEY CXIL
El emperador D. Carlos y c! príncipe gobernador cu
LEY C X V II.
Valladolid á 24 de abril de 1545, cap. 3. D. Felipe II en la ordenanza 25 de audiencias de 1563.
Y en la ordenanza 25 en Toledo á 25 de mayo de
Que en dar mandamientos ejecutorios fuera de las 1596. Vease la ley 6 , tit. l . ° , Jib, 7.
cinco leguas se guarde la costumbre.
Que las audiencias puedan enviar pesquisidores con·
F.n algunas audiencias hay costumbre de dar tra las justicias que no hubieren aado cumplimiento
generalmente irlandainientos ejecutorios fuera d. sus cartas y provisiones.
de las ciijco leguas para todos los pueblos y par­ Si los gobernadores, alcaldes mayores y
tes de sus distritos y jurisdicciones, siendo con­ otras justicias no cumplieren las cartas y provi­
tra alcaldes y regidores y otros oficiales de la siones que las reales audiencias despacharen en
justicia , o estando sometidos à las tales audien­ nuestro nombre, siéndoles intimadas, y no
cias: Mandamos que donde estuviere introdu­ oonstare que tuvieron justa causa para sobre­
cida esta costumbre se guarde sin hacer nove­ seer en el cumplimiento de ellas, pueda la aur
dad alguna. diencia que las hubiere despachado enviar en
tales casos ejecutorias, con salario à costa de
LEY CXIII. los culpados, para que las hagan cum plir, sin
1). Felipe IV en Madrid á 18 de diciembre de 1633; embargo de lo proveído cerca de no enviar las
Que el acuerdo de oidores puede despachar ejecuto­ audiencias pesquisidores.
rias en iodos casos , y obligar dios alcaldes d que L E Y C X Y III.
las guarden.
D. Felipe II en Aranjuez á 21 de mayo de 1576.
Permitimos á los acuerdos de oidores donde
hay alcaldes del crimen que puedan proveer Que sucediendo delitos sobre cumplir ejecutorias y
provisiones de audiencias conozcan las audiencias y
autos y despachar ejecutorias en todos los casos no los alcaldes. i
que ocurrieren , asi de dudas con los alcaldes,
como eu los demas, y obligar à los alcaldes á Si sobre el cumplimiento de ejecutorias y
que las guarden. provisiones emanadas de la sala del presidente
y oidores de nuestras audiencias de Lima y Mé­
LEY CXÏV. jico, y dependientes de ellos sucedieren algunas
El emperador D. Carlos en Valladolid á 19 de enero muertes ó delitos, la averiguación y castigo de
de 1537. ellos, y el enviar jueces que los averigüen, per­
Que las ejecutorias lleven insertos ¿os autos sustan­ tenecen á los oidores, por ser dependientes de
ciales. causas tratadas ante ellos, y los alcaldes del
En las ejecutorias que por nuestras audien­ crimen no se entrometan en esto.
cias fueren despachadas se ponga relación de LEY C X I5 .
la demanda y escepciones de las partes, y las El emperador D. Garlos en Castellón de Ampurias,
sentencias de los jueces y autos del proceso, y y el príncipe D. Felipe á 28 de octubre de 1548. Y
otras cualcsquier escrituras que sean substan­ reinando, en la ordenanza 19 de audiencias de 1563.
ciales y necesarias, de forma que vayan como
(29) Mandóse observar en cédula de 20 de oc­
convenga, y no se dé causa que por dejar de tubre de 1709.
De las audiencias y elianciilerias reales. 229
Que las audiencias guarden las ejecutorias de hidal­
guías , pero no conozcan de ellas. LEY CXXIL
D. Felipe IH en San Lorenzo á 15 de noviembre
Nuestras audiencias de las Indias guarden de 1614. D. Felipe IV en Madrid á 20 de julio de
las ejecutorias de hidalguías à los que ias tuvie­ 1626.
re n , y asimismo los privilegios de exención ; y Que cuando las audiencias remitieren algunos plei­
en cuanto ai oir y determinar las causas de hi­ tos al consejo vengan por traslado á la letra auto­
dalguía, no conozcan de ello, y lo remitan á rizado.
las audiencias de estos reinos de Castilla, donde Cuando las audiencias de las Indias en los
se debiere conocer. (30) casos que lo deben y pueden hacer, remitieren
pleitos al consejo, sea por traslado á la letra,
LEY CXX. autorizado en pública forma, no diminuto en
D. Felipe IV en Madrid á 28 de marzo de 1625. relación, ni falto de lo sustancial, y vengan de
Que los vireyes , audiencias y gobernadores no pue­ modo que se pueda por ellos conocer la verdad
dan dar legitimaciones, y las que se pidieren se re - y determinar la causa ; y en los de segunda su­
' mitán, al consejo. plicación se giiarde el estilo.
Los vireyes, audiencias y gobernadores de LEY CX XIII.
nuestras Indias no den nb concedan legitima­
El emperador D. Carlos en Malinas á 20 de octubre
ciones á las personas que no fueren habidas y de 1545. El mismo y el príncipe en su nombre en
nacidas de legítimo matrimonio, por ser rega­ Valladolid á i.° de setiembre de 1548. D. Felipe II
lía que solo toca y pertenece á nuestra real per­ en Madrid á 28 de octubre de 1568. Y en Aranjuez
sona ; y si algunos las pretendieren, acudan á á 6 de marzo de 1596. D. Felipe III en Ventosilla ú
nuestro consejo de Indias, donde se proveerá lo 26 de mayo de 1608. Y en San Martin de Rubiales á
17 de abril de. 1610. Véase la ley 28, tit. 17 de este
que pareciere conveniente: con apercibimiento libro.
que si en contravención délo en esta ley con­ Qiíe en pleitos sobre indios se proceda en las au­
tenido, concedieren legitimaciones: demas de diencias conforme d la ley de Malinas , y remitan
que desde luego las damos por ningunas y de al consejo citadas las partes, y bien sustanciados, y
ningún valor y efecto, y hacemos inhábiles é lo mismo se guarde en torios los demas. ’
incapaces de ellas á las personas á quien las con­ Mandamos que sí alguno pretendiere tener
cedieren, mandaremos se proceda contra los que derecho á indios que otro posea, parezca en
las hubieren dado, y se les hará cargo en sus nuestra real audiencia, en cuyo distrito estu­
residencias y visitas. vieren los indios, y ponga allí su demanda ; y
el presidente y oidores hagan dar traslado à la
LEY CXXI. parte contra quien se diere, y manden que den­
D. Felipe II en Aranjuez á 6 de marzo de 1596. Don tro de tres meses de cada una la información de
Felipe IV en Madrid á 20 de julio de 1626.
testigos que tuviere, hasta doce testigos, y n 0
Que las audiencias no remitan pleitos al consejo* mas, y presenten sus títulos ; y asi dada , y
. cuya determinación les tocare.
cumplidos los tres meses, el presidente y oido­
Nuestras audiencias reales sentencien en res envien ante Nos á nuestro consejo délas In­
vista y revista todos los pleitos de sus distritos dias el pleito cerrado y sellado , sin otra con-*
que en ellas se comenzaren y siguieren , y no elusion ni publicación alguna, citadas las partes
los remitan al nuestro consejo ; y si las partes para todas instancias y sentencias, hasta Ja de
se sintieren agraviadas, se podrán presentaran- revista y tasación de costas, con señalamiento
te Nos en grado de segunda suplicación , con­ de estrados; y los susodichos y los demas minis­
forme está dispuesto por las leyes de este libro, tros y oficiales tengan muy especial cuidado de
y seguir su justicia como Ies convenga. que los procesos que remitieren para sentenciar,
y los que hubieren de. venir en grado de segun­
(30) Véase lo notado a' la ley 6 , tit, 6 , lib. 4 . da suplicación, y otros cualesquíer pleitos y ne­
Aun á los eclesiásticos que han conseguido habi­ gocios ai consejo, no vengan faltos de estas cir­
litación para todo beneficio se manda que se les dé
>ase á la bula de dispensa con la limitación que trae cunstancias y solemnidades, y todas las demas
Ía real cédula de 22 de febrero de 1769, esto es, que que se requieren , conforme á derecho.
no obtengan en su virtud dignidades, canongías, pre­
bendas, curatos y otros beneficios que pertenezcan
al reai patronato, quedando al arbitrio de S. M. qui­ El emperador D. Carlos y el príncipe en Valladolid
tar cuando le parezca la restricción. á 10 de mayo de 1554. D. Felipe II en la ordenan­
Parece que será raro ó ninguno el caso en que za /4 de audiencias de 1565.
habrá que ocurrir por legitimaciones al Consejo des­
pues dei real decreto que inserta la cédula de 19 de Que las audiencias puedan prorogar el término de
lebrero de 1794 en que S. M. ha declarado, que Jos ¿a ley de Malinas , como por esta se declara.
expositos ó los que no lo hayan sido, no teniendo pa­ Porque las provincias de las Indias y disfri­
dres conocidos se tengan por legitimados por la real
autoridad, y por legítimos para todos los efectos ci­ tos de nuestras reales audiencias son muy dila­
viles, generalmente y sin escepcion, aun de los ca­ tados , y ias partes que litigan sobre encomien­
sos en que las leyes la hacen y escluyen á los legiti­ das, conforme á la ley antecedente, no pueden
mados: que deben ser reputados por hombres buenos traer sus probanzas, ni presentarlas, ni otras
del estado llano; admitidos cu todos los colegios y escrituras que hacen á su justicia : Mandamos
comunidades que no exijan espresamente legitimidad
de ver<Uleros y conocidos matrimonios,-, y que no se que cuando el pleito fuere de la calidad suso­
les impouga la pena de azotes, vergüenza ni horca. dicha, puedan los oidores de nuestras reales au­
Véase lo demas que sobre huérfanos se nota en la diencias señalar á l$s partes el termino que les
ley 17, tit. 3, lib. l.° pareciere para hacer sus probanzas con que no
TOMO 1,
250 ** Libro ii* Título xr.
pase de seis meses, ni sea menos de noventa LEY CXXVIII.
dias. D. Felipe II en Montemayor á 20 de febrero de 1583.
LEY CXXV. Que lo resuelto sobre la ley de la sucesión entre el
Ki emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en tío y el sobrino , no altere la ley de Malinas.
Valladolid a' 4 fie agosto de 1540. D. Felipe 11 en la Habiéndose resuelto por Nos que el nieto
dicha ordenanza 74. En Monzon á l i de octubre debe preferir al tío en las sucesiones de las en­
de 1573.
comiendas, y mandado que asi lo guarden y
One las audiencias conozcan de despojos de indios, cumplan nuestras reales audiencias, se introdu­
y despues se proceda conforme d la ley de Malinas.
jeron con esta ocasión á conocer de pleitos de
Declaramos que si despues de la disposición encomiendas. Y porque nuestra voluntad es que
déla ley de Malinas se hubiere hecho algun des­ por ninguna causa se altere lo proveído por las
pojo de indios por cualquiera persona que sea, leyes de este titulo: Declaramos que siempre
aunque pretenda tener titulo de ellos, y haya fue nuestra intención y voluntad no derogar ni
pasado á hacerle por su propia autoridad, usando alterar lo proveido por la ley de Malinas, y de­
de fuerza 6 violencia contra otro que los posea, jarla en su fuerza y vigor.
nuestras reales audiencias, quitando en tal caso LEY CXXIX.
la fuerza y despojo, lo restituyan al estado que
tenia antes de el , y reserven á ?eada una de las D. Felipe III en San Martin de Rubiales á 17 de abril
de 1609.
partes su derecho á salvo, asi en posesión como
Qt¿e de pleitos de indios, cuyo valor y renta fu e re
en propiedad: y el que quisiere mover pleitos de mil ducados abajo , conozcan las audiencias, y
sobre los dichos indios, alzada la fuerza sea oí­ escediendo , se guarde la ley de Malinas.
do conforme á la ley suso referida. Ordenamos y mandamos que sin embargo
LEY CXXVI. de lo proveido y dispuesto por la ley de Mali­
nas y sus declaratorias, de los pleitos que se
i). Felipe 111 en San Martin de Rubiales á 17 de
movieren en nuestras Indias, islas y Tierra F ir­
abril de 1610.
me descubiertas y que se descubrieren, y cual*
Que la ley de Malinas y sus declaratorias se en­ quieta parte de ellas, asi en posesión como en
tiendan asi en los despojos de parte d parte , como
en los hechos por jueces de hecho y contra de­ propiedad , sobre encomiendas y repartimien­
recho. tos de indios, pensiones y situaciones sobre ellas,
Ordenamos y mandamos que sin embargo que fueren de valor y renta de mil ducados
de lo proveído y dispuesto por la ley de Mali­ abajo, conforme á las tasas de los tributos que
nas y sus declaratorias, sobre los despojos que estuvieren hechas, sin deducción de cargas ni
gastos, puedan conocer y conozcan nuestras au­
hubiere en encomiendas y repartimientos, pen­
siones y situaciones, aunque sean de mil duca­ diencias reales de las Indias, como de los demas
pleitos y negocios de que pueden y deben’eono-
dos de renta arriba, conozcan y procedan uues-
cer, quedando á las partos el grado y remedio de
tras reales audiencias como hasta ahora : y no
la segunda suplicación, en los casos que hubiere
solamente en los hechos de una parte con otra,
lugar de derecho; y quedos pleitos de las éneo*
sinó! t'atnbien en los hechos por los gobernado­
res y justicias de hecho, y sin guardar el orden miendas y repartimientos, pensiones y situado?
nes que fueren dé mil ducados de renta arriba,
y disposición del derecho, cédulas y leyes de
conforme à las tasas de tributos,* por poco que
las Indias. esceda de ellos, y sin deducción de cargas y gas­
LEY CXXVII. tos, vengan al nuestro consejo, conforme a la di-?
D. Felipe 1Y en Madiid á 14 de agosto de 1624. cha ley y sus declaratorias.
Que los gobernadores no conozcan de causas de sa­ . LEY CXXX*...........
car indios los encomenderos, y pasarlos de unas en­
comiendas A otras. D. Felipe III en Barcelona á 8 de junio de 1599.
Porque sucede sacar los encomenderos al­ Que en causas de encomiendas que vacaren en Nue-
va-España en tercera ó cuarta vida , se guarde ¿a
gún indio ó indios de diferentes encomiendas y ley de Malinas con sus declaratorias.
llevarlos á las suyas, ó irse los indios de unas à
otras, y si piden restitución los encomenderos Porque cuando vacan encomiendas en la
de donde son los dichos indios ante el gober­ Nueva España en tercera ó cuarta vida, en ca­
nador ó justicia ordinaria de la provincia, se so que hubiere especial merced nuestra para es­
valen los que los tienen en sus encomiendas de to, el virey provee auto para que se pongan en
decir que conforme a la ley de Malinas , ban nuestra corona real, del cual suelen apelar las
de acudir á poner la demanda en nuestra real partes ó personas que suceden al encomendero
audiencia del distrito : y respecto de ser solo muerto, para nuestra audiencia real de la ciu­
por un indio 6 dos, dejan de seguirla causa por dad de Méjico: Ordenamos y mandamos que
la dicha nuestra audiencia no conozca rii se en­
haber de tener tantos gastos y costas en ella;
Declaramos y mandamos que siempre que su­ trometa á conocer de los casos susodichos, ní
de otros que sucedan en tercera ó cuarta vida,
cediere algun caso de los sobredichos, nuestro
Gobernador que fuere de la provincia conozca y que conforme à la ley de Malinas y à sus de­
claratorias los reinita todos al consejo, como es­
de él y castigue este delito, sin consentir ni
dar lugar á semejantes introducciones, y haga tá dispuesto en las encomiendas de segunda
que todos los indios vivan en sus reducciones y vida.
encomiendas.
De las audiencias y cliaoeillerias reales. 231
LEY CXXXL I via de fuerza de jueces eclesiásticos en mas ea-
I sos de los que conforme á las leyes y ordenan­
' D. Felipe II en Badajoz á 23 de juiiio de 1580.
zas de nuestros reinos de Castilla pueden y de­
Que tas audiencias no. encomienden indios ni libren
en las cajas sin tener comisión. ben conocer y se practican en nuestras chanci*
Herías de Valladolid y Granada.
Declaramos por nulas y de níngun va­
lor y efecto las encomiendas de indios que LEY CXXXV.
lucieren, y proveyeren nuestras reales au­ D. Felipe III en el Pardo á 25 de noviembre de 1620.
diencias, no siendo en vacante de presidente, Que las audiencias en las fuerzas eclesiásticas solo
conforme á lo resuelto. Y mandamos que las de­ declaren si los jueces hacen fuerza á no.
jen proveer á los vi reyes, presidentes y gober­ Eji las causas que se llevaren á las audien­
nadores que de Nos tienen para esto facultad, cias por via de fuerza, solamente declaren si
por cuya mano han de ser gratificados los be­ los jueces eclesiásticos hacen fuerza ó no la
neméritos. Y asimismo anulamos los libramien­ hacen *, y si conforme á derecho les tocare el co­
tos de alguna, ni ninguna cantidad en nuestra nocimiento de otra cosa, sea por proceso aparte.
real hacienda, sino fuere por comisión especial
nuestra, ó guardando ia forma de la lay si­ LEY CXXXYL
guiente. (31) D. Felipe II en Madrid á 15 de enero de 1(91.
Que las audiencias envien d sus distritos la provi­
LEY C X X X IL sión ordinaria de las fuerzas.
D. Felipe II en la ordenanza 66 de audiencias de Los presidentes y oidores envien à las pro­
1563. Y en Toledo á 25 de mayo de 1596. Ordenan­
za 74. Véase ia ley 57, tit. 3, iib 3, y ley 6 , tit. 7 de vincias y ciudades de sus distritos la provisión
el mismo libro, ley 1 1 , tit. 28, lib. 8. ordinaria, para que los obispos, ó sus vicarios
Que las audiencias no manden prestar ni gastar ha­ en los negocios eclesiásticos que ante ellos se
cienda real sin. licencia del rey ó sin la causa y Jo r­ trataren, de que se apelare, y se protestare el
nia d t esta ley. real auxilio de la fuerza, otorguen las apelacio­
Prohibimos y defendemos á las audiencias nes y repongan y absuelvan llanamente , ó á
reales que puedan prestar ni gastar dineros, ni reincidencia por tiempo de seis meses , menos
otra cosa alguna de nuestra real hacienda. Y íes lo que pareciere, según la distancia, y los obis-
ordenamos y mandamos que no ia gasten ni y jueces eclesiásticos envíen Jos procesos á
presten en ninguna cantidad sin nuestra espre-
Í)OS
as audiencias de sus distritos, para que en es­
sa licencia y mandato, salvo cuando se ofrecie­ te tiempo se puedan llevar y determ inar, y
re algun caso en que la dilación de enviarnos á volver la determinación. (32)
consultar cause daño irreparable, que entonces, LEY CXXXVIÏ.
pareciendo á nuestros presidentes, oidores y ofi­
D. Felipe 111 en Ventosilla á 17 de octubre de 1614.
ciales reales que concurra esta calidad, gastarán
de ella lo que todos juntos vieren ser necesario Que la audiencia del Nuevo Reino despache la pro­
visión ordinaria para absolver en Cartagena con
para el efecto, y lio de otra forma, y todos los término de cinco meses.
susodichos firmen la libranza que de esto hi­
cieren, pena de que pagarán de sus haciendas Ordenamos y mandamos á los presidente
y oidores de nuestra audiencia real del Nuevo
loque gastaren coutra la forma de esta ley, y
Reino de Granada, que todas las veces que su­
envien luego al nuestro consejo de Indias rela­
ción de la cantidad, y en qué y cómo se gastó, cediere llevarse á ella algún pleito por vía de
y la necesidad que para esto hubo. fuerza de juez eclesiástico de la ciudad de Car­
tagena, y se despachare la provisión ordinaria
LEY C X X X IIL para que el eclesiástico absuelva , sea con tér­
D. Felipe II en capítulo de carta de 1563. mino de cinco meses , mientras no proveyére­
Que vacando algun repartimiento , la audiencia avi­ mos y mandáremos otra cosa.
se al que le hubiere de encomendar. LEY CXXX VIII.
Cuando vacare algun repartimiento sin de­ La reina doña Juana en Valladolid á 1 1 de marzo
jar sucesor el que le tenia, la audiencia del dis­ de 1550. D. Felipe 11 á -4 de junio de 1586. D. F e li­
trito avise é informe luego al virey ó á quien pe 11Ï en Madrid á 20 de mayo de 1620.
tocare encomendarlo, de la calidad del reparti­ Que en la form a de las provisiones para el juez ecle­
miento, y su valor, para que lo provea según siástico en causas de indios , se guarde la costumbre.
nuestras órdenes. Porque Nos tenemos proveído por las leyes

(52) Aun sin enviar la provisión ordinaria se con­


La princesa gobernadora en Valladolid a 12 de junio seguirá la remisión de los autos hechos por excom u­
de. 1559. O. Felipe 11 en San Lorenzo á 15 de junio niones y censuras, y que se alcen estas usando del
de 1573. Y en la ordenanza de Toledo 62 á 25 de ma­ remedio de la ley 1 0 , tit. 10 , Jib. l.° Esta Jey se
yo de 1596. manda observar por cédula de 16 de julio de 1/92
Que el conocimiento de las audiencias por vía de en que se ordena que se envíe la provisión ordinaria
fu e rza , sea conforme d derecho y práctica de estos á los gobernadores del distrito, en que por la distan­
reinos de Castilla. cia ú otra dificultad local no sea fácil á los vasallos
acudir á la audiencia á interponer el recurso de fuer­
Ordenamos y mandamos á nuestras reales za j á fin de que la manden intimar inmediatamente
audiencias de las Indias que no conozcan por álos jueces eclesiásticos seculares ó regulares que
convenga para que sobresean, absuelvan y remiran
lo actuado á ia audiencia para la calificación ó menos­
(51) V éase ia.ley 2,..tit. 15, lib 5. precio del recurso, según convenga.
232 Libro ii. Título xv.
de este libro que los pleitos y negocios entre hubiere proveído cualquier auto en alguna cau­
indios, ó con ellos se sustancien breve y suma­ sa criminal en que incida cuestión sobre la in­
riamente, sin proceso formado sino fuere entre munidad eclesiástica, no pueda ser juez de ella,
pueb'os ó concejos, guardando esta orden en si sucediere llevarse á la audiencia, sobre el re­
los tribunales eclesiásticos, no se fulminen pro­ medio y ausilio real de la fuerza.
cesos contra indios ni indias antes sean corregi­
dos caritativamente*, y somos informado que al­ L E Y CXLIL
gunas audiencias han despachado provisiones, El mismo allí.
practicando con los indios lo mismo que con Que se despachen brevemente, las causas de fuerzas
Jos españoles, prendiéndolos con nuestro auxi­ eclesiásticas.
lio rea!, y para pedirle se forma proceso y hace Los presidentes y oidores despachen breve­
probanza, en lo cual reciben los indios mucha mente las causas eclesiásticas de que conocieren
vejación y se tles recrecen estraordinarios gas­ por vía de fuerza, que asi es nuestra voluntad.
tos : Nos deseando aliviar á los indios cuanto
sea posible, mandamos á los presidentes y oi­ LEY CXLIII.
dores que en la forma de despacho de las pro­ D. Felipe III en Lisboa a' 29 de junio de 1619, y á 19
visiones guarden lo que hasta ahora se ha esti­ de febrero de 1620.
lado. Que las audiencias guarden las leyes en proceder
LEY C X X X IX . contra eclesiásticos, y remedien las fu e rza s; y en
casos estraordinarios, y de ¿nobedencia dada la
D. Felipe IV en JVladrid a 21 de marzo de 1624. cuarta carta , despachen provisión de secuestro y
Que ¡os oidores firmen, las provisiones despachadas temporalidades. J
por el semanero , sobre absolver el eclesiástico en Ordenamos y mandamos que nuestras rea­
tiempo de vacaciones» les^ audiencias no condenen a los arzobispos,
El oidor semanero en tiempo de vacacio­ obispos y jueces eclesiásticos de sus provincias
nes dé la provisión ordinaria , para que el ecle­ en penas pecuniarias, cobrándolas de lo corri­
siástico absuelva, hasta que los autos se vean, y do de sus rentas , y solo remedien las fuerzas
los demas oidores despachen y firmen lo que el que hicieren y resultaren de los procesos, con­
semanero ordenare, para que cesen los incon­ forme à las leyes, guardando en todo loque
venientes que de lo contrario pueden resul­ disponen, si no fuere en algun caso tan extraor­
tar. (33) dinario y de inobediencia, que dada la cuarta
carta no baste para remedio, y convenga hacer
LEY CXL. alguna demostración, que entonces darán pro­
í). Felipe IV en ILdsain á 23 de octubre de 1621. visión ordinaria de secuestro de las temporali­
Que donde no hubiere alcaldes del crimen sustancie dades, y antes de egecutarla usarán de los m e­
un oidor ¿as causas criminales , y determinen las dios de prudencia y cordura que convienen en
fuerzas los demas.
casos de esta calidad. (34 )
En nuestras reales audiencias de las Indias,
donde los oidores son alcaldes del crim en, su­ LEY C X LIV .
cede intentar los reos ante el juez eclesiástico D. Felipe III en Madrid á 15 de marzo de 1619.
artículo de inmunidad, pretendiendo ser resti­ Que cuando las audiencias declararen d algun ecle­
tuidos a la iglesia ó lugar sagrado de donde fue­ siástico por estrangera de estos reinos, le enviencon
ron sacados, y los obispos y jueces eclesiásticos el proceso al consejo.
despachan mandam lentos con censuras, y los Mandamos á nuestras audiencias que cuan­
notifican á los jueces, y llevándose despues por do se ofreciere declarar por estrangero de núes»
via de fuerza , se hallan embarazados los oido­ tros reinos à algun eclesiástico, juez, prelado,
res, porque siendo jueces de aquellas causas cri­ clérigo, ó religioso, le envíen ante Nos con los
minales, no lo pueden ser en el conocimiento autos que en razón de ello se hicieren; para que
de las fuerzas. Y para dar la forma convenien­ visto por los de nuestro consejo, se provéa lo
te , mandamos, que en cada causa criminal se que mas convenga.
nombre un juez que la sustancie hasta ladifini- LE Y CXL Y.
tiva o auto que tenga fuerza dedifinitiva-, y si el
D. Felipe II en el Escorial á 23 de mayo de 1563.
juez eclesiástico procediere contra el juez secu­
la r, ó él se querellare de que el eclesiástico le Que en la pena de temporalidades se comprenden las
rentas episcopales.
hace fuerza , los demás oidores conozcan en el
grado y artículo de la fuerza, y pronuncien lo Porque los frutos y rentas episcopales se
que fuere justicia. comprenden debajo ele la pena de temporali­
dades, y por tales son habidos y tenidos, po­
LEY CXLI. drán las audiencias secuestrarlos cuando los ca­
D. Felipe 111 en Madrid á 17 de marzo de 1619. sos lo pidieren, procurando que nuestra juris*
Que el oidor , <¡n.e como alcalde proveyere auto , no dicion real se conserve y respete, como con­
pueda ser juez en artículo de fuerza viene á la paz y quietud de los reinos de las
Mandamos que el oidor que como alcalde ludias.

(53) EsLa lev 159 se mandó observar en cédula


de l.° de marzo de 89, encargando que sobre el mo­
do de proceder en casos do inmunidad se guardase la
cii c lilac ion de .15 de marzo de 787. (34) Véanse las leyes 9 y 10 del tit. 10, lib. 1.
De las audiencias y cnancillerías reales. 235
L LEY CXL1X.
D. Felipe IV en Madrid á 7 de junio de 1621. D. Felipe 111 en Aliñada á l.° de junio de 1619.
Que las audiencias puedan reconocer las cuentas de Que las audiencias no den provisiones generalmen­
testamentos , mandas y legados, de que hayan co­ te, exhortando á los prelados <i que no procedan con
nocido los visitadores eclesiásticos. censuras.
Algunos visitadores eclesiásticos, cuando Porque algunas veces se despachan provi­
visitan los testamentos y mandas que dejan los siones á instancia de los fiscales de nuestras au­
difuntos, cobran las limosna» de las misas, y diencias, exhoilando à los prelados á que no
todo lo que toca y pertenece á la iglesia, y para procedan con censuras, sino en casos graves, y
la paga de los legados y restituciones particula­ no expresan , ni hacen mención en ellas de los
res, que se mandan hacer á los indios por ser­ casos en que han escedido : Mandamos á nues­
vicios que lian hecho, y otras personas, dan tras audiencias, que no dén tales provisiones, y
esperas á los aIba ceas y herederos en gran daño cuando se ofreciere guarden lo que está dis­
y perjuicio del bien piíblico. Y. porque en estos puesto por las leyes que de esto tratan.
casos, por ser de mixto fuero, suele haber du­ LEY CL.
das, pretendiendo algunos deudores valerse de D. Felipe II en Madrid á 18 de julio de 1569.
la espera dada por el eclesiástico: Declaramos,
ue como á protectores de obras pias, y á lo Que las audiencias atiendan mucho á la autoridad'y
3ispuesto por derecho, toca á nuestras audien­
dignidad de los prelados , y no se entrometan en su
jurisdicción
cias á pedimento del fiscal ó de otra parte in­
teresada , el reconocer las cuentas y testamen­ Nuestras audiencias en todo lo que tocare á
tos, y ver como se procede en todo. Y manda­ los jueces eclesiásticos, atiendan mucho á la au­
mos {que si hubiere necesidad de reformación, toridad y dignidad de los prelados y de su ju -
provean lo que convenga por via de ruego y risdiciou eclesiástica, y no se entrometan en
encargo en los casos que estuvieren introduci • ella, si no fuere en los casos que el derecho, y
dos, y perpetuada la jurisdicion ante el juez leyes de estos reinos de Castilla, dieren logar,
eclesiástico. ( 35) y dén y hagan dar à los prelados , y á sus mi­
nistros el favor y ausilío que convenga, para la
LEY CXLV II. egecucion de la justicia eclesiástica.
. O. Felipe II e» Madrid á JL7 de octubre de 1575.
Que los vireyes y audiencias puedan dar provisio­
LEY CLI.
nes para que los prelados visiten sus obispados y y D. Felipe III en Ahonda á l.° de jumo de 1619.
se hallen en los concilios. Que presentándose petición con palabras indecentes
contra prelado , el escribano dé primero cuenta á la
Nuestros vireyes, juntamente con las au­ audiencia.
diencias en que presidieren, puedan dar pro­
visiones de ruego y encargo, para que ios pre­ Mandamos á los escribanos de cámara de
lados de sus distritos visiten sus obispados y se nuestras audiencias, que si nuestros fiscales ú
hallen en los concilios. otras cualesquier personas presentaren peticio­
nes, en que nombren á los obispos para que las
lean en acnerdo, y hallaren en ellas algunas pa­
D. Felipe II en Madrid ¡i .15 de enero de 1591. labras indecentes, ó mal sonantes, ó con menos
Que las audiencias procedan en casos de entredicho, reverencia de la que se debe á la dignidad epis­
conforme á derecho. copal, no las saquen en relación, y entren en
En muchas ocasiones la justicia eclesiástica la audiencia , y à puerta cerrada dén cuenta,
de nuestras Indias pone entredicho y cesación para que las mande, romper, y ordene se dén
á divinis , con que el pueblo se escandaliza y otras en estilo decente.
padece, siendo muy de ordinario privado de los LEY CLIL
Divinos Oficios; y aunque nuestras audiencias
dán provisiones para que se alcen las censuras, D Felipe l í e n Valladolid á 6 de julio de 1592. En
San Lorenzo á 9 de setiembre de 1595. En el Campi­
no las cum plen, ni eu esta parte las audiencias llo á 19 de octubre de 1595.
defienden, como sería justo, nuestra jurisdi­ Que cuando se presentaren capítulos ó peticiones
cion. Y porque conviene proceder en estas co­ contra eclesiásticos, se lean en acuerdo para que
sas con todo cuidado, mandamos à las audien­ se remitan á quien tocaren.
cias, que cuando semejantes casos acaecieren, Porque no es justo, ni conviene, que los de­
procedan con los prelados y jueces eclesiásticos fectos de los eclesiásticos se publiquen: Manda­
conforme á lo que está determinado por los Sa­ mos à nuestros vireyes, presidentes y oidores,
grados Cánones y leyes de estos reinos de Cas­ que cuando acaeciere ponerse capítulos, ó de­
tilla., y costumbre guardada y observada en mandas contra religiosos ó clérigos, no consien­
ellos. (36) tan, ni dén lugar á que las peticiones de de­
mandas ó capítulos se lean en las audiencias,
(55) Véase la ley 5 3 , tit. 7, lib. l.° , y parado sino que secretamente se vean en los acuerdos,
general del conocimiento de testamentos de causas para que de allí se remita el conocimiento de
pias y su cgecucion véase la real cédula Novísima tales causas á quien perteneciere, conforme á
de 1/84 circular. derecho.
#(36) Por real cédula de 11 de febrero de 1776
dirigida á la audiencia de Chile se manda observar
esta ley.
TOMO I. 59
234 Libro ii. Tit. xv.
LEY CLI1Ï. tre los susodichos, y dan á las partes ocasión de
quejarse, que injustamente fueron condenados,
D. Felipe 111 en Imada a l . ” de junio de 16L9.
Y las cartas ejecutorias de las tales sentencias se
Que no se impida d l»s jaeces ordinarios (¡ue impar­
tan el auxilio. difieren, y á veces no se cumplen: Ordenamos
y mandamos que en todos los pleitos arduos y
Mandarnos à nuestras audiencias que no im­
sustanciales, especialmente en los que exceden
pidan á las justicias ordinarias ei dar c impar­ de cien mil maravedís, el oidor mas nuevo es­
tir su ausilio á los obispos y demás jueces ecle­ criba los votos brevemente en un libro encua­
siásticos cuando le pidieren, en los casos, y se­ dernado, sin poner causas , ni razones algunas
gún la forma que está dispuesto por dere­ de lasque mueven, ó persuaden á los jueces á
cho. (57) la determinación, el cual esté en poder del pre­
LEY CLÏV. sidente, secreto, y en buena guarda, para que
D. Felipe 11 en Saciaren á 5 de junio de 1581. cuando convenga saber los votos , se puedan
probar por este libro, y el presidente jure que
Que las audiencias no apliquen condenaciones, sino
d gasto de justicia y estrados, y en estos libren sin tendrá secretos los votos y libro, y no los reve­
locar en penas de cámara lará à persona alguna sin nuestra licencia y es_
pecial mandato. (39)
Ordenamos que las audiencias no apliquen
señaladamente condenación ninguna, y las lla­ LEY C1W11.
gan generalmente para gastos de justicia y es­ I). Felipe II ordenanza 28 de 1565. Y en Toledo á 25
trados, y e n estos sus libranzas, sin tocaren de mayo de 1596. Oidemmza 45.
penas de cámara. Que las audiencias tengan libro de gobierno , y los
LEY CLV. oidores asienten los votos de su mano.
D. Felipe II en 50 de marzo do 1588. Y à 20 de oc­ Cada una de nuestras audiencias tenga un
tubre de 1590. I). Felipe 111 cu Valladolid á 22 de libro separado, en el cual asienten los oidores
diciembre de 1605. Y I). Felipe IV en esta Recopi­ de su propia mano los votos que dieren en ma­
lación. terias de gobierno, y eu las materias de justi­
Que. ¿as audiencias no libren mas de hasta la canti­ cia se guarde lo proveido.
dad que cupiere en el genero sin ocurrir al virey
v presidente. LEY CLVÍII.
Mandamos que las audiencias en ninguna D. Felipe 11 en Madrid á 7 de julio de 1572.
forma libren maravedís algunos procedidos de Que las audiencias tengan libro de despachos de go­
penas de cámara ó gastos de justicia, sino basta bierno y oficio , y dula año envíen un traslado au­
la cantidad que cupiere en los dichos géneros, torizado al rey.
en los casos que conforme á derecho y leyes de Asimismo tengan otro libro donde se asien­
este libro lo pudieren hacer*, y no apremien á ten todos los despachos, que los presidentes y
los oíieiales reales ó receptores á la paga de lo oidores dieren y mandaren librar, tocantes al
que así no cupiere 5 y si se ofreciere algun caso gobierno de la tierra, y todo lo demas que de
tan urgente, que sea necesario librar, ó sacar oficióse proveyere, y esté en poder de uno de los
alguna cantidad de ía caja real, por no lia berta escribanos de cámara de la audiencia , y todas
en penas de cámara y gastos de justicia , den envieu cada un año á nuestro consejo de las In­
cuenta al virey, ó presidente gobernador, á dias un traslado autorizado, por el dicho escri­
cuyo cargo estuviere el gobierno de nuestra real bano de lo que se proveyere de oficio y gobier­
hacienda , para que con su orden y parecer sa­ no, y estuviere asentado en el libro.
quen el dinero que tuero necesario, guardando
en todo la forma estatuida por la ley 132 de
este título. (38) D. Felipe II en la ordenanza 65 ríe audiencias de 4563.
Véase la ley 56, tit. 5, !ii>. 5.
LEY €L Y I.
Que todas las audiencias tengan libro de hacienda
D. Felipe II en la ordenanza 11 de 1563. Y en Tole­ real, y los jueves en la carde junta para tratar de
do á 15 de mayo de 1596. Ordenanza 19. ella.
Que en las audiencias haya libro donde se escriban Otrosí tenga libro en que se asienten todos
los rotos de los jueces en pleitos de cien mil mara­ los negocios y pleitos de nuestra real hacienda,
vedís arriba , y los presidentes le guarden con se­ y todos los jueves por las tardes, y si fueren
creto.
fiestas, el dia antes el oidor mas antiguo, jun­
Porque muchas veces sucede que despues tamente con el fiscal y oficíales de nuestra real
de dadas las sentencias por nuestros presiden­ hacienda, y uno de los escribanos de ella tra­
tes y oidores, y aun despues de firmadas, al­ ten capituío por capítulo de los dichos nego­
guno, ó algunos de los jueces dicen, que 110 cios y pleitos por este libro, mirando el estado
votaron, 6 sus votos fueron contrarios, á lo que en que están, y cómo se ha cumplido lo acor­
por ellas parece, de que nacen diferencias en dado eu las juntas antecedentes.
(37) has mismas audiencias no solo 110 deben im­ (59) Sobre ¡a custodia de este libro véase el artí­
pedirlo, sino que deben llar el ausilio, el que se debe culo 56 de la insti iiceion de Regentes, él que manda
solicitar por la autoridad eclesiástica j)or petición y que ei libro de los votos se guarde en una alhacena
no por requisitoria; ley i..), til iU, lib. L 1' Kn Jos con dos llaves, de las cuales una tendrá el regente y
lugares donde resida audiencia ella y no los alcaldes la otra e! fiscal,- el de lo civil el libro de ios votos ci-
ordinarios debe dar el ausilio; ley 2, til. i.", ]jb. 5, \ iIes , y el ilu lo crimina! el de los criminales, de­
(58) Véase la le}' 2, tit. 15, lib. 5. cir, que son dos las alhacenas y dos los libros de vi tos.
De las audiencias y cliancillcrias reales. 2 55
qué oficios ha sido proveído, el cual esté á mu­
LE Y CLX. cho recaudo, con el libro del acuerdo, para
D. Felipe H en M.viricl á 23 de junio de 157L Y don que cuando alguno hiciere información de ser­
Felipe IV en esto Recopilación.
vicios, puedan enviar porcí sus pareceres, y
Que las audiencias tengan libro de cedidas tocantes de este libro envien un traslado á nuestro real
á hacienda rea l , conforme d la ley 28 , tit. l.° de
este libro. consejo de las Indias, con la mayor brevedad
que fuere posible; y si despues se añadiere, en­
Nuestras reales audiencias tengan muy es­
mendare, ó reform are, nos remitan luego tes­
pecial cuidado de recoger y hacer que se pon
timonio de ello, para que se baga lo mismo en
gan en libro aparte todas nuestras cédulas y
el que primero hubieren remitido, y Nos sepa­
provisiones reales, que toquen à hacienda real mos los méritos y servicios en virtud de que se
para su buena cuenta y razón , conforme á la nos pidiere que hagamos merced.
ley 28, tit. I de este libro.
LE Y CLX I . LEY CLX Y.
D. Felipe II á 12 de febrero de 1591.
El emperador D. Cados y los reyes de Bohemia go­
bernadores año che 1550. O. Felipe II en la ordenan­ Que cada audiencia tenga libro de las consultas de
za 312 de audiencias de 1563. residencias de su distrito.
Que en cada audiencia haya un libro de cédulas y Conforme á derecho de estos reinos de Cas­
provisiones reales tilla no pueden ser promovidos á oficios de jus­
Porque se tenga entera noticia de nuestras ticia los que habiéndolos tenido antes no han
cédulas y provisiones que se dirigieren á las reates dado cuenta y residencia, y esta sea vista y con­
audiencias para todas materias: Mandamos que sultada, y conviene que los vireyes y presiden­
todas las que hubieren recibido y recibieren, se tes que han de proveer oficios, tengan noticia
pongan en el archivo en orden, y por su antir- de las personas, sus méritos y calidades, y si
güedad, y en él haya un libro donde se copien han cumplido con 1o que es de su obligación:
por extenso, y estén con la custodia y seguri­ Mandamos á nuestras reales audiencias, que
dad que conviene. tengan otro libro en su archivo, y en él asien­
ten las consultas de todas las residencias que se
LEY C LXII. tomaren en sus distritos, y con su parecer ju­
E . Felipe III en Madrid á 20 de setiembre de 1607. rado dén noticia á los vireyes y presidentes pa­
Que las audiencias tengan dos libros , en que se co­ ra mejor acierto eu la distribución de los pre­
pien las cartas. mios.
Ordenamos y mandamos que las audiencias LEY CLXVL
tengan dos libros: el uno en que se asienten las
D. Felipe !I en el Pardo á 10 de febrero de 1572.
cartas ordinarias, queá Nos escribieren por ma
Que en cada audiencia haya libro en que se escri­
no del escribano de el acuerdo de la audiencia: ban las personas que de este reino pasaren á las
y en e! otro las cartas secretas que escribieren provincias de su distrito.
por mano de alguno de los oidores. Es nuestra voluntad que todas las audien­
LEY CLXII i. cias tengan otro libro en que se escriban los
I). Felipe 11 en 4 de octubre de 1563, en Toledo á nombres de las personas que van de estos rei­
25 de mayo de 1596. Ordenanza 77. D. Felipe il i en nos á sus distritos, y si son oficiales, y ván con
Madrid á 20 de setiembre de 1607. Ordenanza 68. obligación de usar sus oficios, ó por tiempo li­
En herma á 26 de julio de 1608, cap. 1.* mitado, con fianzas de volver á estos reinos,
Que los presidentes tengan libro en que cada tres para quesean apremiados á ello. Y porque con­
dias escriban los escribanos de cámara las conde­ viene que en esto se ponga particular cuidado
naciones , y en ellas se Ubre para gastos de justicia,
según su aplicación. por lo que importa á la población de estos y
Los presidentes tengan libro , en que todos aquellos reinos: Mandamos, que asi se guarde
los escribanos de cámara en su presencia escri­ y egecute precisamente,
ban cada tres dias las condenaciones que ante LEY CLX V il.
ellos hubieren pasado, pena de pagarlas de su D. Felipe IY en Zaragoza á 7 de setiembre de 1642.
hacienda, y el presidente y oidores libren en Que cuando se apelare de las determinaciones del
los tesoreros, ó receptores io que tuvieren ne­ cabildo para la audiencia , no se pida el libro de los
cesidad para gastos de justicia de lo que estu­ acuerdos.
viere aplicado para este efecto. De las determinaciones y resoluciones que
LEY CLXIV. se toman en los cabildos de las ciudades, suce­
D. Felipe II eo Madrid á 23 de noviembre de 1561.
de muchas veces apelar para nuestras audien­
Y en la ordenanza 47 de 1563. Y cu Toledo ú 25 de cias, que en ellas residen, y en tales casos se
mayo de 1596. Ordenanza 51. mandan llevar los libros originales para hacer
Que en cada audiencia haya libro de los vecinos , y relación de los negocios de quese apela, de que
de sus servicios y premios de que se envíe copia al resultan grandes inconvenientes: Ordenamos y
consejo. mandamos á nuestros presidentes y oidores de
Otrosí las audiencias tengan libro donde se las audiencias, que eseuseri el pedir los libros
escriban los nombres de los vecinos de sus dis­ originales de los acuerdos y resoluciones que se
tritos, y razón de lo que cada uno ha servido, toman en los cabildos, pues para las apelacio­
y qué gratificación se le ha dado en dineros por nes que se interpusieren, bastará llevar á la au­
via de ayuda de costa, ó en otra forma, ó en diencia ó al acuerdo una copia autorizada del
25G Libro ii. Título xv.
escribano qne fuere del cabildo, si no es en caso ellas , las cuales se descuenten por los tercios
que se redarguya de falsa la copia ó testimonio del salario que han de haber los oidores.
que se diere del acuerdo, ó cabildo de que se
apelare, que entonces para comprobación se LEY GLXXIV.
podrá llevar el libro, y no de otra forma. I). Felipe II en la ordenanza 52 de 1565. Y en T ole­
do a 25 de mayo do 1596. Ordenanza 59.
LEY CLX V III. Que las audiencias no provean oficios perpetuos, aun­
que sea en ínterin.
D. Felipe II en Mmizou a 26 de octubre de 1585.
Que ¿os vireyes y presidentes envíen al rey encada Mandamos que nuestros presidentes y oido­
un año relación de los salarios de todos los minis­ res no provean oficios de regimientos, ni escri*
tros y oficiales de las audiencias y de las plazas y Lanías, ni otros perpetuos, aunque vaquen por
oficios vacos. renunciación, ni en el ínterin que Nos los pro­
Nuestros vire yes y presidentes nos envíen veemos.
en cada un año relación clara, expresa y parti­ LEY C LX X IIL
cular de los oidores, alcaldes del crimen y fis* 0 . Felipe IV en Madrid á 28 de junio de 1630. Véa­
cales, alguaciles mayores de audiencia y ciu­ se la ley 19, tít. 15, lib. 5.
dad , sus tenientes, si los pueden poner, cape Que con los proveídos por el rey ó vireyes y pre­
lian déla audiencia y cárcel, chanciller y regis­ sidentes, se administre justicia con igualdad y sin
tro , relatores de lo civil y criminal, abogados re spe tos par ticu lar es.
de pobres, escribanos de gobernación, cámara, Porque se lia entendido que las personas á
crimen y provincia , procuradores de pobres, quien iós vireyes ó presidentes nombran en ofi-
porteros de todas las salas, multador, repostero cios, no son Residenciados con la justificación
de estrados, interpretes de la lengua de los ili­ que conforme á derecho se debe, por no lia-
dies, receptores, portero de cadena, y de los sala­ be rse visto que ninguno haya sido depuesto de
rios que todos tienen, y de qué seles pagan, y de su oficio , nUieehósele cargo, y que esto proce­
los oficios que de estos estuvieren vacos, y por de de ser criados y afectados de ios vireyes ó
que personas, que asi conviene á nuestro real presidentes, y sucede con los que sirven oficios
servicio , y que lo egecuten con particular cui­ con nombramiento nuestro, que no bien han
dado, y sin falta alguna. llegado á ellos, cuando á poco tiempo los han
LE Y € L X IX . capitulado, y quita déselos para proveerlos en
ínterin ; y porque conviene que la justicia sea
D. Felipe IV en ¡Madrid á II de noviembre de 1626. igual á todos, y que no se deje de guardar
Que en todas las audiencias se nombre cada un año por respetos particulares, mandamos á los pre­
un oidor (pie sea visitador de sus oficiales
sidentes y oidores de nuestras audiencias de las
En todas las audiencias nombren los presi­ Indias, que pongan en esta materia particular
dentes un oidor, el que les pareciere, para que cuidado, y castiguen con igualdad y severidad
sea visitador de sus ministros y oficiales, y en­ á los culparlos.
tiendan , que no procediendo con la justifica­
ción que deben, han de ser castigados, y los
que recibieren agravio, sepan á quien lian de D. Felipe IV cu Madrid á 18 de diciembre de 1630.
acudiren particular. fdO) Véase la ley 52 y 69, lit. 2, lib. 5.
Qne los proveídos d oficios por el rey . no sean ocu­
pados en otros por los vireyes ó presidentes, y las
D. Felipe U l en San Lorenzo á 25 de agosto de 1620. audiencias no los admitan.
Que los vireyes para con los oidores aseasen las mul­ Es nuestra voluntad qu.e los nombrados y
tas pecuniarias. proveídos por Nos para los oficios de nuestro
Los vireyes y presidentes para con los oido real servicio, no puedan ser ocupados por los
res de nuestras audiencias, en que presiden, vireyes ó presidentes en otros diferentes. Y
escusaráu las multas pecuniarias, principalmen­ mandamos á las audiencias reales, que de nin­
te en casos controvertidos, y sin dolo, porque guna ¡orina admitan á las personas que tuvie­
aunque la cantidad sea poca, siempre la culpa ren oficios nuestros al egercicio de otros en que
se presupone grande en semejantes materias, los nombraren los vireyes ó presidentes, por­
por la nota que causa en personas por cuya au­ que nuestra voluntad é intención es , que solo
toridad tanto conviene mirar. sirvan aquellos en que por Nos fueren proveí­
dos, y que asi se guarde, sin alguna tolerancia
ni disimulación, dándonos aviso de lo que so­
El emperador I). Carlos y la emperatriz gobernado­
ra año do l570. 1). Felipe II á iü de enero de 1589. bre esto sucediere.
Que el presidente y h persona que se señalare ten­ LEY CLXXV.
ga cuidado de las mullas.
I). Felipe II en Badajoz á 19 de setiembre de 1580.
O trosí, los presidentes, y las personas que Que los presidentes y oidores no den comisiones a
cada uno señalare en su audiencia, tengan cui­ sus criados y allegados.
dado de cobrar las multas de los oidores en los Nos 6omos informado , que algunos presi­
casos de ordenanza, y conforme à la ley antece­ dentes y oidores, por acomodará sus criados y
dente, y estas personas sean creídas por la me­ allegados, los proveen en comisiones, y envían
moria que dieron de los que lian incurrido en con vara de justicia por los distritos de sus au­
diencias, de que se sigue mucho «agravio y daño
(1 0 ) V é a s e la ley 27, til. 5 1 , lib . 2 y su s n o ta s. á los veciaos, por las excesivas costas y salarios
De las audiencias y cnancillerías reales. 257
que pagan; y porque nuestra voluntad es , que var, y envien ante los del consejo de Indias un
se escusen tales vejaciones, mandamos, que traslado de los aranceles que hicieren , y entre­
nuestras reales audiencias no provean tales co­ tanto que por Nos se ven , y provee lo que con-
misarios, si no fuere en casos muy necesarios, venga, hagan que se guarden y cum plan; y
porque asi conviene á nuestro real servicio, donde ya estuvieren hechos y aprobados por
guardando siempre lo resuelto por la ley 1, Nos, se guarden, corno estuviere dispuesto. (43)
tit. i , libro 3. (d í)
D. Felipe II en la ordenanza 350 de audiencias de
ft. Felipe IV en Madrid á 7 de junio de 1621, y á 20 1596.
de setiembre de 1630. Véase Ja ley 21, tit. 15, íil). 5. Que en la sala de audiencia pública y oficios de es-
Que los virajes y presidentes no despachen jueces críbanos esté la tabla de arancel.
sin acuerdo de las audiencias , y todos procuren el
desagravio de los indios. Nuestros presidentes y oidores ordenen, que
Los vireyes y presidentes de nuestras reales en la sala de audiencia pública se ponga una ta­
audiencias no puedan despachar jueces en nin­ bla, en que esté escrito el arancel de los dere­
gún caso, que se ofrezca en causas de españo­ chos que han de llevar el sello, registro y es­
les, nt de indios, ni otras cualesquier perso­ cribanos y los demas oficiales de las audiencias,
nas, si no se hubiere primero acordado y de­ y cada uno de los escribanos de ellas tenga otra
terminado por sala de acuerdo de la audiencia, tabla y memoria públicamente en los escrito­
rios de sus casas,
que se despachen y envíen, y todos procuren
poner su principal cuidado en que sean los in ­
dios desagraviados, y tengan la protección ne­ i). Felipe III en San Lorenzo á 14 de agosto de 1620.
cesaria. (4 2) Que las audiencias reales se conserven y continúen
LEY C LX X V II. aunque sea con solo un oidor.
D. Felipe II en capítulo de carta de 1562.
En algunas de nuestras audiencias de las
Que d las audiencias de las Indias se dé triplicado indias ha sucedido, y podrá suceder, faltar los
para lutos lo que se señala por la pragmática, y sea oidores de ellas y quedar uno solo: Declaramos
de gastos de justicia. que eu tal caso se ha de conservar y continuar
Para que se escusen los excesos que ha ha­ ia audiencia con soto un oidor.
bido en el gasto de los lutos que nuestras reales
audiencias se han puesto por las personas rea­ 0 . Felipe II en San Lorenzo á 21 de agosto de 1589.
les, conforme á las leyes de estos reinos de Cas­ Y en Madrid á 17 de enero de 1593.
tilla: Mandamos que en los casos que. sucedie­
ren, se guarde ia pragmática, que cerca de esto Que cuando se quitare audiencia de alguna provin­
cia , tas cansas pendientes y las demás se determi­
dispone, triplicando la cantidad de ella, y no nen canfor me d esta ley , y en Filipinas se guarde
mas, y lo que asi se gastare sea de gastos de jus­ lo resuelto,.
ticia y no de otros efectos.
Sí fuere conveniente estitignir y quitar al­
’LE Y C L X X V ill. guna de nuestras audiencias de las indias por
El emperador D. Carlos año de 1528. Los reyes de justas causas, y en su lugar poner gobernador:
Bohemia gobernadores en Valladolid a 15 de diciem­ Declaramos y es nuestra voluntad que de todos
bre de 15-Í8. Jj . Felipe II en ¡Madrid :í 25 de enero do los pleitos pendieutes en aquella audiencia co­
1569. Y en el Pardo a 26 de setiembre de 1575. Y nozca el gobernador y los sentencie, determine
en Madrid ¿i i °.c.le marzo de 1589. Véase la ley 26,
tit. 8, hb. 5. y ejecute en la forma siguiente. Que todos los
pleitos pendientes que no se hubieren senten­
Que las audiencias hagan aranceles de derechos , y
los envien al consejo. ciado eu yista, en el estado que estuvieren, se
sigan ante él, y los pueda sentenciar, y apelán-
Mandamos que nuestras audiencias bagan :
aranceles de los derechos, que ios jueces y jus­
ticias , proveídos, y que se proveyeren en sus (45) Véase la cédula de í0 de junio d.e 1703.
¿H’bre esta ley debe tenerse presente, que ha­
distritos, y los escribanos de ellas, y los públi­ biendo consultado el intendente de Arequipa sobre
cos, y del número, y escribanos reales, y otros los deiechos que correspondían al teniente asesor
oficiales hubieren de llevar, ordenándolo de como tal y como juez; y remitido esto negocio a Ja
forma que los derechos no excedan del cinco junta superior de real hacienda, instruido S. M. de
tanto de ios que en estos reinos se pueden lie. la determinación «|ue aquella había espedido, declaró
nulo este procedimiento, y apercibiendo agriamente
al fiscal por no haber d.educido la incompetencia de
la junta mandó remitir el espediente á ¡a audiencia
(41) Esta ley viene ordinariamente en real cédu­ para que determinase; todo en cédula de 27 de mavo
la con los despachos de gobernadores y corregidores de 1791. * y
por punto general.
Sin embargo, véase el artículo 174 de la orde­
(42) Véanse las leyes del título de jueces pesqui­ nanza de Inte mi entes de Nueva España que lácuiia
sidores, que es el l .° , lili 1, pues según 3a 10 del á la junta de Diezmos, ó de jurisdicción unida para
mismo, siendo caso de gobierno que convenga averi­ hacer aranceles a sus subalternos coní'oi me ú lo dis­
guar con secreto, podrá el virey ó presidente nom­ puesto en cédula de 15 de abril .de 1777.
brar por sí solo. Véase también para la inteligencia En el artículo 58 de fa Instrucción de Regentes
de esta ley la 2 i, tit, 15, lili. 5 y sus notas, eo lasque se manda á estos que cuiden la observancia de los
cou arreglo á la Instrucción de 'Regentes se refiere ai atíceles, castigando a los miradores; y que cuando
e! caso que también podrán estos nombrar jueces de sea preciso dispongan se formen de nuevo por las
comisión.
audiencias previo aviso á los vireyes ó presidentes.
T O M O I. 60
258 Libro ii* Titulo XY*
dose por las partes ó por algunas Je ellas, Je civiles y criminales, se ha de comenzar á votar
las sentencias que diere, otorgue las apelaciones por los jueces antiguos ó modernos: Declaramos
para el presidente v oidores de nuestra real au­ y mandamos que en esto se guarde el estilo de
diencia en cuyo distrito la provincia quedare: y nuestros reales consejos, chancillerias y audien­
los pleitos que cu la audiencia estuvieren sen­ cias de esto*, reinos de Castilla , y que comien-
tenciados cu vista , y de ellos se hubiere supli­ zen á votar los mas modernos, y prosigan los si*
cado, los remita asimismo á la audiencia del guien tes en antigüedad, hasta llegar á los que
distrito , para (pie en ella se sigan las causas y ocuparen los primeros lugares,
sentencias en revista : y que si en la audiencia
que se estingmere hubiere algunos pleitos sen­ Que ¿as audiencias reales no conozcan por via
tenciados en revista , y de las sentencias se pi­ de fuerza de las causas de .sacerdotes, remo­
diere ejecución , la pueda hacer y ejecutar el vidos de las doctrinas, conforme al patronaz­
gobernador: V asimismo las sentencias dadas en go , ley 3q, tit. 6, Ub. 1 .
vista en la audiencia en pleitos que en ella ha Que los virej es y audiencias hagan guardar los
yan pendido, de que uo estuviere suplicado, y derechos y preeminencias del patronazgo, y
las sentencias de vísta estuvieren pasadas en co­ dar los despachos necesarios, ley 47, tit. 6, li­
sa juagada, es nuestra voluntad que el goberna­ bro 1.
dor, siendo en Filipinas , pueda oír y conocer Que ¿as audiencias no admitan por via de fu e r ­
délos pleitos sobre indios, que cu las dichas za á los religiosos que se quisieren escusar de
islas se movieren , y de los que por apelación ser visitados por los obispos, ley 31, tit. 15,
fueren ante el, de los corregidores que hubie­ Ub. 1.
re en su distrito, guardando en los pleitos so­ Que el tratamiento de las reales audiencias con
bre indios la ley de Malinas, y declaraciones que las inquisiciones sea por ruego y encargo,
ele ella se hubieren hecho, conforme á las leyes ley 23, tit. 19, Ub. 1.
de esto titulo, y en esto y en todo lo sobredicho Forma que se ha de guardar en el cumplimien­
y en los demás pleitos y causas de que el gober­ to de las cédulas y provisiones en casos de
nador pudiere y debiere conocer corno tal go­ supresión ó fundación de audiencias reales,
bernador ó capitán general y su asesor lugarte­ le y lo, tit. i de este libro.
niente para la determinación las leyes y orde­ Que las audiencias respondan luego a las cédu­
nanzas de es tos"re inos, y de las Indias: y siendo, las y provisiones , y las hagan volver d las
como dicho es, en las islas Filipinas: Mandamos partes, ley '¿>5, til. 1 de este libro.
que todos los pleitos de mil ducados abajo se Que las audiencias se. abstengan de representar
acaben en el juzgado de aquellas islas, apelán­ al consejo uu onvenientes de derecho en eje­
dose de las sentencias que se dieren cu primera cución de cédulas, ley 2 6 , tit. 1 de este li­
instancia, y sustanciándose en la segunda, con­ bro
forme á derecho, y con lo (¡uo sentenciare el Que da la form a en que lo< vireyes, presiden­
«libernador ó sil lugar-teniente en la segunda tes, gobernadores y ministros han de escribir
instancia, quede acabado el pleito y no se pue­ al r e y , it y 6 , tit. 5.6 de este libro.
Que el obispo, presidente de audiencia, en su
da apelar, y cu los pleitos y causas de mil d u ­
cados arriba se pueda a pela i pata nuestra ical diócesis no conozca de tos plenos eclesiásti­
cos que ocurrieren d la audiencia por via de
audiencia de Méjico, guardando el tenor de es­
fu erza ó en otra fo rm a , ley 15, tit. 16 de
ta ley. este libro.
LEY C L X X X JI. Que los ministros y fiscales escriban al rey con
El emperador D. Carlos en las ordenanzas de audien distinción y particularidad, escusando gene­
cías de 1550. ralidades, ley 42, tit. 18 de este libro.
Que el día primero de audiencia de cada ario acu- Que ¿os fiscales no lleven asesorías de los plei­
dan.todos los oficiales y se leeun las ordenanzas. tos que sentenciaren en discordia, ley 45, ti­
Mandamos que el dia primero de audiencia tulo 18 de este libro.
de cada año, hallándose públicamente presen­ Que las audiencias y no los escribanos de cáma­
tes nuestros presidentes, oidores y oficiales, se ra nombren los de las comisiones que se des -
lean las ordenanzas que les pertenecen , y los pucharen, ley 01 , tit. 22 de este libro.
presidentes impongan á los que no asistieren Que las audiencias no den las provisiones acor­
las penas que les pareciere, y cada uno de los dadas d los visitadores de la tierra ni d los
presidentes, oidores, alcaldes, fiscales, relato­ demas jueces que salieren á comisiones , ley
res, escribanos y abogados, tenga un traslado I», tit. 3 1 de este libro.
de las ordenanzas , porque sepan como se han Que lv)S visitadores ordinarios de los oficiales
de haber en sus oficios, so las penas que los pre­ visiten los registros de ¿os escribanos de la
sidentes y oidores les impusieren. audiencia y ciudad donde residiere , ley 27,
tit. 3 1 de este libro.
LEY CLXX.MIL Que las audiencias no impidan la ejecución de
D. Carlos 11 en esta Recopilación. las sentencias que •la pudieren tener, ley 9,
Qmc en la determinación de pleitos y negocios co­ tit. 10, Ub. 5.
miencen d votar los m is modernos Que las audiencias visiten las cárceles los sába­
Porque nuevamente se ha dudado si al tiem­ dos y pascuas , ley 1, iit. 1 , libro 7 y si­
po de votar los pleitos / negocios de gobierno, guientes.
guerra, justicia, hacienda, y t*>dus los demas En proveer visitas para las audiencias de las
De las audiencias y eliancillorias reales. 259
Indias se proceda con yran consideración, y el gobierno y administración de justicia de las
concurriendo parecer de los ministros princi­ audiencias y vacantes de plazas, ley 5, titu­
pales de ellas. Auto 9> rejcrido tit. 2 de este lo 14, tib. 3.
libro. 1 Y sobre procedimientos é impedimentos de minis­
Las cédulas generales para audiencias subordi­ tros , ley 6 y 7, tit. 14, hb. 3.
nadas va yan dirigidas á los vireyes. Auto 30, Del numero, letras y suficiencia de los letrados
referido tit. 1 de este libro. y abogados informen los presidentes3 ley 8?
Que los vireyes y presidentes informen sobre til. 14, lib. 3.

TITTJL >

D e los p residen tes y oidores de las audiencias y chancillerias


reales de las in d ia s .

tra voluntad y conviene á nuestro real servi­


LEY PRIMERA. cio. ( 1)
D. Felipe II en Madrid á 15 de febrero de 1567. Don LEY IIÍ.
Felipe IV en esta Recopilación. D. Felipe II en S«ti Lorenzo a' 11 de agosto de 1573.
Que los vireyes de Lima y ¿Méjico sena presidentes • D. Felipe III en Madrid á 15 de enero de 1609. Don
de sus audiencias y gobiernen los distritos ejue se ; Felipe IV en M tclrid á 30 de marzo y 7 do mayo de
declara j 1655. Y en esta Recopilación.

Establecemos y mandamos que los vireyes j Quesona


el virey del Perú tenga en Chile nombrada per­
que gobierne por muerte del gobernador.
del Perú y Nueva-España sean presidentes de
nuestras audiencias reales que residen en las j Por estar ordenado que si sucediere morir
ciudades de Lima y Méjico, y tengan el gebier- [ el gobernador y capitán general de las provin­
110 superior de sus distritos, y el de Lima !e i cias de Chile, y presidente de la audiencia que
tenga de los distritos de las audiencias de ! en eiias reside, nombre el virey del Perú per­
la Plata, Quito, Chile y Panamá, y el de Mé­ sona que sirva los dichos cargos , en el ínterin
jico del distrito de ía audiencia de Guadalajara, que Nos los proveemos eu soldados de Ja sufi­
según se dispone por las leyes de este libro. ciencia y satisfacción que conviene: Mandamos
que el virey tenga hecho nombramiento de dos
LEY- II, ó mas personas, para que si llegare el caso de
morir el gobernador, suceda la primera , y asi
D. Felipe IV en Madrid á 10 de mayo de 1643. Y en
Zaragoza ú 14 de mayo de 1645. ¥ eu esta Recopila­ las demas, por ia graduación <le sus nombra­
ción. mientos, y sirva en el ínterin que el vi-
Que en vacante de presidente gobernador y capitán ■ rey envía persona que gobierne, basta que
general de Tierra Firme nombre el virey del Perú Nos los proveamos en propiedad: y para
quien sirva en ínterin estos cargos. que esto se ejecute, el virey tenga cuidado de
Ordenamos á los vireyes del Perú que siem­ enviar en las vias y embarcaciones de cada año
pre tengan hecho nombramiento de dos ó mas nombramientos en esta conformidad , cerrados
soldados de práctica y esperiencia, para que lle­ y sellados con orden particular de que no se
gando el caso de morir el presidente goberna abran, sino fuere despues de haber muerto el
uor y capitán general de la provincia de T ie r­ gobernador y luego sin dilación. Y mandamos
ra íirm e , sirvan los dichos cargos, conforme al gobernador que en aquella ocasión fuere de
à la graduación de los nombramientos, basta las dichas provincias que deje dispuesto su cum­
que habiendo tenido los vireyes noticia de plimiento, y á la audiencia que lo ejecute, y no
haber fallecido el presidente, nombren otra contravenga en ninguna forma, y que esto se
persona de las partes, inteligencia y satisfacción entienda asi, en cuanto á las materias de go­
bierno, como á las de guerra.
que aquel puesto requiere, y tengan particular
cuidado de enviar estos nombramientos cerra­ LEY IV.
dos y sellados eou orden especial de que no se D. 1*elipc 11 en Madrid á 14 de enero de 1565. Véase
abran siuo fuere luego que muriere el presi­ la ley 46. tit. 3, lib. 3.
dente. Y mandamos á la real audiencia de T ier­ Que los presidentes despachen los negocios de go­
bierno con los escribanos de cámara.
ra Firme que guarde lo susodicho precisa y
puntualmente, sin embargo de cualesquier or­ Eos presidentes de nuestras audiencias han
denanzas, cédulas ó costumbre; queasi.es nues­ (1) Véam e las notas a' la ley 1.a, tit. 2, lib. 5
240 Libro ii. Titulo xvt.

de despachar todos los negocios y cosas tocantes ordenare ó resol viere que vaya ejecutor ú otra
¿ ia gobernación, con los escribanos de cámara ó persona à alguna comisión, hará la elección y
con sus tenientes, y no con otra persona alguna, nombramiento el presidente que fuere de
asi en las audiencias como fuera de ollas, sino aquella audiencia, y no los oidores, los cuales
fuere en caso que haya y estén proveídos por no pongan impedimento en lo susodicho, y
IVos escribanos particulares de gobernación, guárden lo proveído.
ante los cuales pasen los negocios de esta ca­
lidad. ( 2j LEY VIH.
LEY V. D. Felipe lí en Madrid á 26 de mayo de 1573.
D. Felipe III en Madrid á 31 de diciembre de 1606. Que. los presidentes no conmuten destierros sin es­
pecial facultad del rey manifestada d la audiencia.
Que los presidentes gobernadores puedan despachar
con sus secretarios negocios secretos. Mandamos que ningún presidente ni go­
Los presidentes gobernadores puedan des­ bernador pueda conmutar los destierros en que
pachar con sus secretarios ó personas que qui­ las audiencias condenaren, sin especial poder
sieren todos los negocios en que por cualquiera dado por ISos, y manifestado á las audiencias.
vía les pareciere conveniente que se guarde se­
creto , sin embargo de lo proveído*, pero es LEY II.
nuestra voluntad y mandamos que no despa­ D. Felipe II en la ordenanza 7, en Toledo á 25 de
chen con sus secretarios sino en casos y cosas mayo de 1596.
que asi convenga guardar secreto, y no perju­ Que ¡os 'presidentes tengan buena correspondencia
diquen al derecho de los escribanos de cámara con los oidores y ministros y sean respetados.
y gobernación que hubieren beneficiado estos Ordenarnos á los presidentes que procuren
oficios. (3) tener toda buena correspondencia con los oido­
LEY \ 71. res y los demás ministros, y ellos les tengan
D. Felipe IV en Madrid ¡í 9 de agosto de 1611. Véase todo el respeto que es justo y conviene, para
la ley 4 l , til. 5, lib. 3. Oirás sejeíieren en la ley 1, que bagan sus oficios como deben.
til. 16, li)>. 3.
Que pone la form a en que los vireyes, presidentes , LEY X.
gobernadores y ministros han de escribir .U r e y .
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
Para mayor claridad y espedicion de los en Madrid á 27 de octubre de 1555. Y D. Felipe IV
negocios y correspondencias que ios vireyes han en esta Recopilación.
de tener con Nos, ordenarán à sus secretarios Que los presidentes provean lo conveniente d la po­
que numeren y dividan lascarlas por materias, licía-y gobierno de tas ciudades , y ios oidores no
y escriban á medía margen, sacada en la otra impidan U ¿os cabildos y concejos el cuidado de lo
relación sucinta de lo que contienen , comen- que se declara.
Mudo por las eclesiásticas, y siguiéndose à es­ Los presidentes ordenen lo que mas con­
tas las de gobierno político, y luego las tocan­ venga á la buena gobernación y policía de las
tes á materias de hacienda , y despues las de ciudades y poblaciones de sus distritos , y los
lo m ilitar, refiriendo sustancial mente en cada oidores no impidan á los cabildos y concejos
una lo (jiie se les ofreciere, aunque con ellas el cuidado de entender cotí los españoles é in­
remitan autos y otros papeles de las diligencias dios eu hacer fuentes, puentes, calzadas, alcan­
que se hubieren hecho, pues como quien ios ha tarillas, salidas de las calles para las aguas, en­
criado podran los secretarios hacer la relación ladrillar, em pedrar, tasar mantenimientos,
conveniente para las resoluciones que en cada aderezar caminos, y hacer las demás cosas que
uno de estos casos conviene tom ar, citando los deben proveer para su conservación, y traten
papeles correspondientes para su comprobación de espedir y librar los pleitos y negocios, con­
y mayor inteligencia , si necesitare de ella, y forme á su obligación.
el índice se liará por sus números, guardando
la misma forma, y ios presidentes, oidores, go­ LE Y X I.
bernadores y tollos los demas ministros que nos D. Felipe II en Madrid a' 24 de agosto de 1569. Don
escribieren harán lo mismo por io que les to­ Felipe l i l en Madrid á 18 de setiembre de 1609. Yéa*
care. (d) se la ley 15, tit. l.° , lib. 7.
LEY VÏÍ. Que los presidentes sean obedecidos y cumplidas sus
D. Felipe II cu Córdoba á 20 de abril de 1570, órdenes , y no den comisiones d los ministros f u e ­
ra de las audiencias.
Que el presidente nombre los ejecutores y comi­
sarios. Todas las veces que los presidentes ordena­
Todas las veces que por las audiencias se ren y mandaren à los oidores , alcaldes, fisca­
les y ministros que hagan alguna diligencia en
(2) Estas leyes se mandan guardar por cédula io que toca al oficio de presidente , los obedez­
ele 16 de febrero de 1701 y por otras muchas. can y cumplan sus ordenessin remisión algu­
(5) Véase la ley 47, tit. 3, 111). 5.
(4) Por cédula de buen Retiro de ¿5 de diciem­
na , y asi es nuestra voluntad que se ejecute,
bre de 1718 se inunda guardar de nuevo esta ley pol­ Otrosi mandamos á los presidentes que no
la confusión que resultaba de su omisión. saquen los jueces de las audiencias para comisio­
Posteriormente por diversas reales órdenes se ha nes ni otras ocupaciones si no fuere eu casos
mandado practicar lo de la relación sucinta de la nu­ de mucha importaticia , y que convenga no
meración y del índice y demás cjue debe vcise en
real orden de 20 de noviembre de 1784. fiarlos de otras personas.
De los presidentes y oidores. 241
les ó delegados hayan sido jueces, no conozca
de el el prelado presidente, porque nuestra
D. Felipe II en Madrid á 6 de febrero de 1595. Don
Felipe 111 en San Lorenzo á 17 de setiembre de 1616. voluntad es que en estos casos soto conozcan
los oidores.
Que si de orden de los vireyes, presidentes ó go­
bernadores cíe audiencias fueren llamados los oi­
dores , alcaldes ó Jiscales no se escusen. El emperador D. Garlos y la reina gobernadora en
Madrid a' 24 de agosto de 1550 D. Felipe II en la ■
Porque es justo que los vireyes y presiden­ ordenanza 36 de audiencias de 1563. D. Felipe 111
tes , y los que conforme á las leyes de este l¡ eu San Lorenzo á 5 de setiembre de 1620.
bro gobernaren las audiencias, comuniquen Que faltando el presidente presida el oidor mas an­
las materias-y cosas importantes, y tomen para tiguo y lo cometido d solo el presidente lo hagan
resolverlas el parecer de los ministros de ellas: todos.
Mandamos que cuantas veces fuere necesario y Ordenamos y mandamos que cuando falta­
el vi rey, presidente ó gobernador de audien­ re el presidente en cualquiera de nuestras rea­
cia enviare á llamar á los oidores, alcaides ó les audiencias por m uerte, enfermedad ú otro
fiscales, acudan à sus llamamientos y asistan impedimento, el oidor mas antiguo que por
á las juntas que se ofrecieren. Y ordenamos á tiempo fuere baga las funciones y las demás co­
los vireyes, presidentes y gobernadores de sas de la audiencia que el presidente podia y d e­
nuestras reales audiencias que cuando bagan es­ bía hacer , conforme á las leyes de este libro; y
tas convocatorias ó llamamientos sea para mate­ si algun pleito se hubiere de ver en que deba
rias y cosas graves y de importancia y á horas asistir el presidente le vea ei que presidiere. Y
que noles ocupen el tiempo necesario para des­ • por cuanto por nuestras instrucciones y cédu­
pacho de los negocios, si la gravedad é impor­ las se cometen algunas cosas á los presidentes
tancia de los que nuevamente ocurrieren no de las audiencias para que ellos solamente las
obligare á mas brevedad. (5) bagan : Mandamos que estas y las demás come­
tidas por Nos á solo el presidente, las bagan
LEY X III. todos los oidores juntos y no el oidor mas anti­
D. Felipe III en S. Lorenzo à 5 de setiembre de 1620. guo solo : y asimismo lo que se cometiere á
Que los vireyes y presidentes no llamen d los oido­ presidente y oidores , lo puedan hacer y hagan
res ni alcaldes para que los acompañen en actos ios oidores solos en ausencia ó falta del pre­
privados. sidente. (7)
Ordenamos à los vireyes y presidentes que LEY X V II.
en los actos privados por ninguna vía llamen á D. Felipe IV en Madrid á 26 de agosto de 1653.
losoidores ni alcaldes para que los acompañen;
y si voluntariamente lo quisieren hacer no so Que ¿o cometido al oidor mas antiguo se entienda
conforme d esta ley .
lo consientan, y para los casos ocurrentes que se
pudieren ofrecer lleven los vireyes un alcalde Declararnos que las comisiones dadas al oi­
que Nos lo tenemos por bien. ( 6) dor mas antiguo ele alguna audiencia se entien­
dan al que obtuviere la antigüedad, por mas
antiguo ó por enmeferdad, recusación ú ocu­
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 15 de mayo de 1609, pación legitima del mas autiguo.
Que el presidente de Santo Domingo pueda tener d
un oidor por asesor. LEY X V III.
, El presidente gobernador y capitán gene'* D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid
ral de nuestra real audiencia é isla Española en á 8 de abril de 1559.
en los casos que con venga pueda tener por ase­ Que el oidor mas -antiguo , presidiendo , traiga vara
sor uno de losoidores déla dicha audiencia de como los demas , y se guarde justicia y confor­
midad.
quien mas satisfacción tuviere.
El oidor que por mas antiguo presidiere trai­
ga vara si los demas oidores de la misma audien­
El emperador D. Carlos y e! cardenal gobernador en cia la debieren traer , y como tal oidor mas an­
Talavera á 28 de enero de 1541. tiguo haga lo que los otros oidores de ella sin
Que el obispo y presidente de audiencia real en su hacer novedad, presidiendo como está proveí­
diócesi, no conozca de los pleitos eclesiásticos que do, y en todo procure que se guarde justicia,
ocurrieren d la audiencia por via de fu e rza , ó en y haya paz y Conformidad.
otra jornia.
Siendo presidente de alguna de nuestras
LEY XIX.
reales audiencias el arzobispoú obispo enNcuya D. Felipe IV eo Madrid á 24 de setiembre y á 6 de
diciembre de 1621. Y en 20 de setiembre de 1619.
diócesi estuviere, y llevándose por via de fuer­ Y en esta Recopilación. Véase con la ley 25, tit. 3
za ó en otra cualquier forma, el pleito de que de este libio.
los dichos prelados ó cualquiera de sus ofieja- Que el oidor mas antiguo cobre las ejecutorias del
consejo, con tres por ciento de lo que cobrare, y de
cuenta al consejo del estado en que estuvieren.
(5) Véase la ley 45, tit. 3, lib. 5 y su nota, y tam­
bién la 22, tit. 15, lib. 5. Ordenamos y mandamos que los oidores mas
(6) Esta ley parece opuesta á la 26, tit. 15, li­
bro 5 , que es posterior y mandada observar por la (y) Véase la 10, tit. 2, lib. 5, y la nota de la 57
Instrucción de Regentes. del tit. 15 «ie este libro.
TOMO 1. 61
242 Libro ii. Título xvi.
antiguos, y en ausencia 6 impedimento los in­ de haber en la cobranza, sean para todas las costas
y no los lleve de situaciones.
mediatos en antigüedad, hagan la cobranza de
las condenaciones contenidas en todas las ejecu­ Los tres por ciento concedidos h los oidores
torias de visitas y residencias , despachadas por mas antiguos en la ley antecedente sean por
nuestro real consejo de las Indias, y las penas todas las costas que se hubieren de hacer en
que se ponen por vía de proveído y composi­ las cobranzas de ejecutorias , cédulas y otros
ciones en negocios de gracia ó en otra cualquier despachos que remitieren el fiscal ó tesorero de
forma , y recojan todas las ejecutorias, cédulas nuestro consejo de Indias, y no se hagan ni cau­
y otros despachos que se hubieren presentado sen otras por esta razón; y el tres por ciento no
ó presentaren ante las justicias y oficiales reales lo puedan cohrar ni cobren délos salarios y ca­
de sus distritos con todos los autos y diligencias sas de aposento de los del consejo, ministros y
que en razón de su cobranza se hubieren cau­ oficiales, ni de otras consignaciones fijas seme­
sado } y hecho esto prosigan en la ejecución y jantes áestas , ni otra cantidad alguna , ni pue­
cumplimiento de los despachos y ejecutorias, dan introducirse en su cobranza , dejándola á
haciéndolas ejecuciones, trances y reinales de las personas que tuvieren comisión del consejo.
hienes, y todas las detrias diligencias que para
cobrar lo que por dichos despachos se debiere, LEY -XX L
convinieren y fueren necesarias, hasta que - D. Felipe IV en Madrid á 26 de febrero de 1636.
con efecto se acaben de cobrar. Y por cuanto Que los oidores jueces de cobranzas no envien eje­
Nos tenemos ordenado que ios fiscales y teso­ cutores.
reros generales de nuestro consejo remitan a Mandamos que los oidores jueces de cobran­
los oidores mas antiguos todas las ejecutorias zas no {Hiedan enviar ni envien jueces particu­
y despachos referidos , y nuestra voluntad es lares» ellas ni áotrasalgunasdecualquier calidad
que ellos solos acudan á sil ejecución y cum­ quesean y cometa irá los gobernadores, corregí-
plimiento, sin embargo de tque hablen y se flores y justicias ordinarias' de los lugares, lasque
diríjan á cualesquíer otros jueces y justicias, in­ se hubieren de hacer fuera de las partes donde
hibimos á todos nuesLros tribunales , jueces y residieren , para que cobradas las cantidades
justicias del conocimiento de dichas causas pa* se las remitan , y los gobernadores, corregido­
ra que no se entrometan en ellas en todo ni en res y justicias asi lo cumplan y ejecuten, y unos
parte por viade apelación , esceso , agravio ni otros procedan con todo cuidado, sin omitir di­
cu otra cualquier forma. Y mandamos que las ligencia y excusando cuanto convenga costas y
ejecutorias y demas despachos que en razón de menoscabos á los deudores.
las cobranzas se les hubieren enviado , las re­
mitan y entreguen á los oidores mas antiguos
con los autos y diligencias que hubieren hecho í>. Felipe IV en Madrid á 11 de junio de 1610. Con
sin réplica ni coutradieion alguna , y si no lo la ley 52, til. 29, líb. 8.
hicieren los dichos oidores , les compelan á que Que los jueces de cobranzas den cuenta, en los tri­
bunales de sus distritos , y avisen al consejo.
se los entreguen por todo rigor de derecho, i
es nuestra voluntad que por el trabajo y ocu­ Porque en estas cobranzas se proceda con
pación estraordinaria que en lo susodicho han toda puntualidad , cuenta y razón , ordenamos
de tener los oidores mas antiguos lleven á tres y mandamos á los oidores que las tienen a su
por ciento de todo lo que asi cobraren, y se ba­ cargo que den en cada un año relación jurada-
gan pago de ello con las limitaciones contenidas de lo que hubieren hecho >y estado de las que
en la ley siguiente , y todo lo demás lo remitan faltaren por ejecutar á los contadores del tribu­
á estos reinos en la primera ocasión por la or­ nal de cuentas de sus distritos ; y porque tam­
den y forma que se acostumbra y en los des­ bién conviene saber lo que obraron los oidores
pachos se les diere , y avisen en todas ocasiones sus antecesores en virtud de las ejecutorias y
al consejo del estado en que quedan estas cau­ otros despachos que recibieron, les encargamos
sas con relación del dinero que hubieren co­ que den á los dichos contadores las noticias que
brado y enviaren , diligencias que se hicieren, tuvieren ; y si para su justificación fuere ne­
y testimonio de los impedimentos que ocur­ cesario usar de algunas diligencias las puedan
rieren en la cobranza, para que en él se ten­ hacer de suerte que en cada contaduría se ha­
ga entera noticia de todo ; y si fuere necesario lle de todo la claridad que es menester , y
proveer algún remedio (lemas de los preveni- conste el paradero que hubieren tenido las co­
dos en las leyes de este titulo se haga. branzas, comunicándose para todo con los con­
tadores , de modo que cada año nos puedan en ­
En Madrid ¡i 14 de julio de 1G50. viar relación cierta de su cobro y paradero.
Otrosí los oidores jueces de cobranzas pon­ En Madrid á 5 de febrero de 1641.
gan muy especial y particular cuidado en ellas,
'haciendo continuas y precisas diligencias, sin Y mandamos á nuestros contadores de cuen
permitir en ningún caso la retardación que bas­ tas que en conformidad de lo referido tomen
cuenta cada uno año á todos los oidores, jueces
ta ahora se lia esperi mentado.
de estas cobranzas de lo que resultare de ella%
LEY XX. y estado en que estuvieren, y de lo cobrado y
I>. Felipe IV en Madrid á 19 do junio y á 22 de julio dejado de cobrar , y que ejecuten los alcances
do ;Lo2b. Yiíasc con la ley 23, tit. ó do este libro. que hubiere sin alguna omisión ó dilación que
Que los tres por ciento que el oidor mas antiguo ha para todo lo tocante á esto, anejo y dependien-
De los presidentes y oidores. 245
t e , damos y concedemos é los contadores tan LEY X X V I.
bastante poder, comisión y facultad , cuanto
de derecho se requiere ; y que en todas ocasio­ El emperador D. Carlos en Madrid á 5 de abril de
nes nos avisen de lo que obrareu en el cum pli­ 1528. Y el príncipe l>. Felipe gobernador en Guada­
miento de esta nuestra ley. lajara á 21 de setiembre de 1516. Y el año de 1563.

En Madridá 11 de julio de 1650. Que donde no hubiere alcaldes del crim en, los oi­
dores conozcan de lo civil y criminal, y traigan va­
Otrosí mandamos que los dichos oidores den ras de justicia.
eu los tribunales de cuentas la relación jurada, Los oidores de audiencias donde hubié­
que conforme á lo ordenado deben presentar, remos proveído alcaldes del crimen, conozcan
tan á tiempo , que no se espere á la partida de de las causas civiles y criminales, según y como
las armadas. pueden conocer los oidores y alcaldes de Valla­
EY L X X III. dolid y Granada, y traigan varas de justicia,
D. Felipe 1Y en Cádiz á 21 de marzo de 1624.
como las traen los alcaldes de nuestra casa y
corte, y los presidentes les obliguen á que asi
Que el oidor asesor de cruzada se pueda hallar en lo hagan y cumplan.
los acuerdos en que se trataren negocios ele cru­
zada. LEY X X V II.
Todas las veces que se ofreciere tratar en
los acuerdos algunos negocios tocantes a la San D. Felipe IV en Madrid á 28 de diciembre de 1634.
ta Cruzada, se pueda bailar presente el oidor, Que los oidores que en Lima y Méjico sirven de al­
que fuere asesor de! tribunal de Cruzada ; y caldes del crimen en cuanto al rondar estén d la or­
cuando no hubiere causa particular que toque den del virey.
á él ó á sus deudos, por lo general del oficio, no Porque se ha dudado si los oidores que ett
sea excluido de hallarse en los acuerdos que en las audiencias de Lima y Méjico, á falta de los
estos casos se hicieren. alcaldes del crimen, suplen por ellos, han dé
LEY X X IV . rondar de noche : Declaramos, que como quie­
ra, que la regla general que en esto se ha dé
D. Felipe II en el Pardo á 17 de marzo de 1587.
guardar es, que no ronden: todavía porque se
Que en las juntas de hacienda entre también el oi­ ha considerado que pueden ofrecerse casos y
dor nías antiguo. accidentes de tal calidad que obliguen á lo con­
En todos los acuerdos tocantes á la real ha­ trario: tenemos por bien que entonces los vire-
cienda, en que concurren los vireyes, presi­ yes ordenen loque mas convenga; y á los oidores
dentes, fiscales de nuestras reales audiencias, y mandamos, que su puesto que esto está ya intro­
oficiales reales , entren y se hallen presentes, y ducido, siempre que ei virey resol viere que ron­
tengan voto los oidores mas antiguos, den , lo hagan ; y á los vireyes encargamos que
esto se practique en ios casos convenientes, y
LEY 'XXV. que obliguen áesta resolución y no en otros. ( 9)
D. Felipe II en en Valladolid á 29 de abril de 1559.
Y D. Felipe IV en esta Recopilación.
Que los oidores tengan la antigüedad desde el dia jico ó al contrario , en cuyo caso se manda observar
da la posesión , y los de Lima y Méjico conserven esta ley por real cédula de 26 (le enero de 1807.
la antigüedad que tenían si pasaren de una de estas Estos ministros eu sus promociones ó pasos de
audiencias d la otra. unas audiencias á otras y los oficiales reales, según
una orden envidar de 15 de mayo de 1766, disfrutan
Declaramos y mandamos que los oidores los sueldos que gozaban cu sus.anteriores destinos
proveídos para que nos sirvan en . las reales au­ hasta que loman posesión de los nuevos.
Por otra de 4 de mayo de 1792 se declaró que esta
diencias, han de gozar la antigüedad desde el gracia era estensiva á todo empleado en real hacien
dia que lomaren la posesión, aunque hayan sa­ da no interviniendo demora voluntaria.
lido de otras audiencias donde fueron mas anti­ Pero donde debe verse todo esto esplicado esten-
guos; pero si la promociou fuere de Lima á Mé­ samente es en la real orden de 28 de jimio de 92, en
que se espusícron las distintas providencias y reso­
jico, ó de Méjico á Lima, han de conservar la luciones del asunto; y porque se dice debió en Bue­
antigüedad que tenían en la audiencia de don­ nos Aires haberse resuelto la solicitud de un oidor
de salieron, comose practica en las chancille- de Lima, promovido á regente de aquella audiencia;
rías de Valladolid y Granada de estos reinos de teniéndose presente, que en el caso de tener que
Castilla. ( 8) embarcarse el agraciado, gana el sueldo del nuevo
destino desde el dia inmediato ai del embarque.
(9) Por real cédula de 16 de diciembre de 1772
desaprobó al virey D. Manuel de Amat, y mandó de­
(8) En cédula de 21 de agoste» de 1789 se declaró volver la mulla ó suspensión de sueldo hasta quinien­
á favor de D José Rozahal la antigüedad en la ciu­ tos pesos , mandada hacer á los alcaldes de corte, por
dad de Lima respecto de D. Nicolás V elez, por el no haber rondado en la forma que les previno: esto
principio de la mayor antigüedad del título de aquel e s , queá las diez de la noche ocurriesen á su palacio
no obstante que era oidor del Cuzco y ser puramen­ á dar cuenta c¡ue saltan , para que á esta hora les ausi-
te honorario de Lima, pero con antigüedad. liase una patrulla que con este fin estaba dispuesta en
Por real cédula de Madrid de 8 cíe julio de 780 se el cuartel de palacio. Y aunque se le aprobó al virey
mandó contar y regular la antigüedad, no por el dia que los excitase á la ronda; pero no de aquel modo
de la posesión, sino por el dia de la fecha del real tí­ ojmeslo al grado de respeto y recomendación con que
tulo; y que si hubiese dos ó mas de una misma dehe quiere el rey sean mantenidos sus ministros togados
ser preferido el provisto en la plaza señalada por pri­ para la recta administración de justicia. Véanse las
mera, esceptuándose las traslaciones de Lima á Mé- leyes 170, tit. 15., y Ja 53 lit. 17 de este lib.
244 Libro ii. Tltlllo X V !.
brados en ellas, 6 estuvieren impedidos, de for­
LEY XXV ma que no las puedan usar y egereer, el pre­
E! emperador D. Carlos y la princesa gobernadora en sidente de la audiencia nombre otro oidor ó al­
Valladolid ;i ll de octubre de 1535 P. t e lip e ll en el calde, el que le pareciere masa propósito, y de
Escorial á 7 de marzo de 1563. D. L' elipe M en el 1 ai-
(Jo á 21 de noviembre de 1600. la inteligencia que se requiera , que vaya á en­
tender en su egecucion y cumplimiento, si no
Que ningún oidor conozca de pleitos en particular> fueren nombrados dos ó mas, porque ios nom*
no haciendo oficio de alcalde del crimen.
brados han de ser primero, que Nos le damos
Ningún oidor pueda conocer, ui conozca cíe poder y facultad cumplida para lo susodicho, y
pleitos, ní otros negocios , solo, y en particu­ el presidente procure que el juez salga con la
lar, no egerciendo oficio de alcalde del crimen mayor brevedad que fuere posible, y en la pri­
en las audiencias donde lo Iiteren , porque esta mera ocasión nos dé aviso de lo que se hubiere
jurisdicion solo toca y pertenece á la sala, con­ efectuado.
forme á lo dispuesto por leyes de estos reinos
de Castilla.
D. Felipe II en la ordenanza 24, en Toledo á 25 de
mayo de 1596. En Madrid á 19 de diciembre de 1568
D. Felipe IV en Madrid a 7 de diciembre de^l659- Y en ia ordenanza 17 de 1565.
Véase la ley siguiente , y la 45, tit. 2. lib. ó. Que los oidores no lleven derechos , penas, ni ase­
Que en vacante de fiscal sirva el oficio el oidor mas sorías , pena del cuatro tanto , y la parte que se
moderno de la audiencia. aplica al ju e z, sea para la. cámara.
Ordenamos y mandamos que en todos los Los oidores y alcaldes en el egercieio de la
casos de vacante de fiscal supla por él , y haga jurisdicción civil y criminal, no lleven algunos
su oficio durante la vacante el oidor mas mo­ derechos, ni penas, ni calumnias, ni otra aU
derno de la audiencia donde sucediei*e, habien­ guna , con color ó pretexto de asesoría, y las
do en ella suficiente número de jueces para ia penas en que condenaren , en que la ley aplica
expedición y despacho de los negocios fiscales y alguna parte al juez, sea para nuestra cámara y
de parte , de suerte que el oidor no haga falla fisco, y no para otra persona, y si llevaren algo
en ellos : y asi se observe general y uniforme­ de lo susodicho, lo vuelvan con el cuatro tan­
mente en todas nuestras audiencias de las In­ to. (10)
ir
dias.
LEY XXX. El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
D. Feli pe IV en el Fardo á 12 de cuero de 1650. Valladolid á 5 de junio de 1554.
One el oidor mas moderno, que hiciere oficio de. fis­ Que cada oidor por su turno asista seis meses d las
cal , preceda d los alcaldes del crimen y escuse el almonedas reales , no habiendo costumbre de que
* ir á su sala. sea el mas moderno.
El oidor que por mas moderno hiciere ofi­ Cada oidor asista por su turno á las almone­
cio de fiscal de lo civil en las audiencias de L i­ das de nuestra real hacienda seis meses conti­
ma y Méjico, ha de preferir en todas las juntas nuos, y cumplido este tiempo, el que saliere
ai alcalde del crimen mas antiguo y á ios demas-, dé relación al que entrare de lo que estuviere
y porque no concurran en la sala del crimen, hecho, no habiendo costumbre de que asista el
cuando se vea en ella algun negocio en discor­ oidor mas moderno, que esta se ha de guardar.
dia ó por otra causa ó accidente , se ha de es-
cusar de ir á ia sala, y para estos casos nombre
el vírey un abogado, que en ella defienda a la D. Felipe i l l en Snn Lorenzo á 26 de abril de 1618.
Y á 22 de agosto y 26 de setiembre de 1620. Y don
parte de nuestro real fisco. Felipe IV en esta Recopilación.
LEY X X X I. Sobre si los oidores y ministros reales se han de
D . Felipe 11 en Madrid á 18 de mayo de 1572. aplicar parte en los descaminos y contrabandos.
Oiie los oidores y otros ministros no salgan a hacer Habiéndose ordenado que los oidores y otros
vistas de ojos sin Ucencia de los presidentes. nuestros ministros y oficiales no perciban te r­
Mandamos que los oidores, alcaldes, fisca­ cias partes, ni otra alguna cantidad de los des­
caminos y contrabandos, por haber conocido de
les y ministros, estando proveído, que vayan a
hacer vistas de ojos en algun pleito o causa, no estas causas, y condenado los géneros y merca­
sahum de las audiencias, ni hagan ansencia de derías por perdidos, guardando las leyes en lo
que á esto toca, y que los fiscales tengan parti­
ellas, si no fuere con licencia de los presidentes.
cular cuidado de que asi se egecute por lo pa­
sado, y que adelante sucediere: Tenemos por
D. Felipe 111 cu Aranjuez á i t de agosto de 1610.
bien de remitir la determinación á lo que nue­
Que dándose alguna comisión d oidor ó alcalde, y no vamente se halla resuelto-por Nos en la ley 11,
podiendo ir d presidente nombre otro que use de tit. 17 , libro 8.
1 ella.
Todas las veces que por Nos se cometieren
abrimos negocios á oidores, ó alcaldes de nues­
tras reales audiencias, y cuando llegaren lasco- (10) Sobre esta ley y las dos siguientes véase lo
misiones hubieren fallecido los ministros nom­ notado sobre las leyes 7 y 11, tit. 1 /, lib. 8.
De los presidentes y oidores. 245
LEY X X X V I. LEY XL.
D. Felipe II en Madrid a 26 de mayo de 1573. D. Felipe IV en Burgos a 28 de abril de 1660. Véase
la ley 15, til. l.° , üb. 7.
Que los ministros no pulan cosa fiada de la real
Hade tula, ni d cuenta de sus salarios , hasta que Que señala el salario que los ministros togados de­
huyan corrido. ben percibir saliendo d (omisiones.
Mandamos que ninguno de nuestros vire- Ordenamos y mandamos que cuando los mi­
yes, presidentes, oidores, y los demas minis­ nistros togados salieren á comisiones lleven ca-
tros, pida , ni cobre de nuestra hacienda nin­ da día de salario fijo doce pesos , demas de lo
guna cosa fiada, ni á cuenta de sus salarios has que gozan por sus plazas: y en caso de haberse
ta que hayan corrido, ni los oficiales reales se de embarcar lleven diez y ocho ducados por el
lo d én , ni paguen : con apercibimiento de que tiempo que estuvieren embarcados, y no mas,
haciendo lo contrario, se cobrará de los bienes siendo la embarcación en los mares del Norte ó
de los dichos ministros y oficiales, y proveere­ S u r, y que esto se observe asi: con calidad de
mos lo que nuestra voluntad fuere. que por ningún caso se esceda, y apercibimien­
to de que si se contraviniere á lo susodicho, se
LEY X X X V II. procederá por nuestro consejo de las Indias, y
D. Felipe 1Y en el Pardo á 12 de enero de 1650. castigara a cualquiera que lo ejecutare y per­
mitiere. O I )
Que no se provean los oficios en ínterin sin testi­
monio de que estan vacos, ni d los proveídos se so­ LEY XL!.
corra con salario anticipado, ni ayuda de costa. D. Felipe 111 en Madrid á 16 de abril de 1618.
Porque en algunas ocasiones han nombrado Que mas el oidor que fu ere d comisión no pueda llevar
salario qu.e el suyo y el de la comisión.
los vireyes y presidentes gobernadores de nues­
tras reales audiencias á personas que sirvan en Ordenamos que al oidor que saliere á algu­
na comisión se le pague solo el salario de oidor,
ínterin dos gobiernos y corregimientos, que
y el de la comisión, y que el de gobernador ó
son á nuestra provisión, con solo noticia ó voz
de que son fallecidos los propietarios, y hecho corregidor, aunque lo haya de ser en ínterin,
no lo cejare ni lleve mas.
socorrer anticipadamente à los nombrados, con
dinero de nuestras cajas reales por cuenta de LEY X LII.
sus salarios, de que resultan gravísimos incon­ El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
venientes: Ordenamos y mandamos á los suso en una ordenanza antigua del año de J.550, D. F eli­
dichos, que no hagan tales provisiones en ínte­ pe i i en Toledo, ordenanza 31 y 59 de las de 25 de
mayo de 1596. Y en la ordenanza 27 y 32 de audien­
rin , si no les constare por testimonio auténtico cias del año de 1565.
de la vacante de ios oficios; y en cuanto á los Sobre el conocimiento de los pleitos y demandas en -
socorros y anticipaciones de nuestra hacienda y tre presidentes , oidores , alcaldes , fiscales y otras
cajas reales, se guarde la prohibición por Nos personas.
hecha , de que á ninguno de ios proveídos en Mandamos que los presidentes, oidores, al­
oficios, con cualquier causa 6 pretexto, aunque caldes y fiscales no puedan traer pleito, ni de­
sea de nuestro real servicio, se le socorra, ni manda civil en primera instancia en nuestras
anticipe alguna cantidad por ayuda de costa, ni reales audiencias por ínteres suyo ni de sus mu-
salario, y los vireyes y presidentes no puedan geres, hijos, ni hermanos, que del conocimien­
dispensar en esto, y asi se egeeute inviolable­ to de estos pleitos y denmndas inhibimos à los
mente. oidores de ellas, y permitimos que conozcan
LEY X X X V III. solamente los alcaides ordinarios de las ciuda­
D. Felipe IV en Madrid á 28 de junio de 1630.
des y villas donde residieron los demandados, y
vengan en grado de apelación à nuestro conse­
Que ¿os oidores no lleven salario por comisarios de jo de Indias, siendo la causa de mil pesos ó mas
fábrica de iglesia.
cantidad; y si el demandado quisiere apelar pa­
Los oidores que fueren nombrados por co ra la audiencia y no para el consejo, lo pueda
misarios de fábrica de alguna iglesia metropo­ hacer ; mas el presidente , oidor, alcaide , fis­
litana, 6 catedral de las Indias , y señalado sa­ cal, sus mugeres, hijos y hermanos no tengan
lario por esta ocupación, no le puedan llevar, tal elección ; pero si la demanda ó pedimento
y nuestros oficiales reales retengan del salario se pusiere a los presidentes, oidores, alcaldes ó
de sus plazas la concurrente cantidad, y ios vi- fiscales, sus mugeres, hijos ó hermanos, pue­
reyes y presidentes lo hagan egecutar. dan los actores pedir, demandar y usar de su
derecho ante las mismas audiencias, ó los alcal­
LEY XXX IX. des ordinarios, y mas puedan los actores inter­
D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1573. poner las apelaciones de los alcaldes ordinarios
Que á los presidentes y oidores y los demas minis­ para las mismas audiencias. ( 12)
tros que gozan salario se les pague , estando ausen­
tes por justas causas. ( U ) Esta lev su espliea en cédula de Madrid de
9 de julio de 1685, y se mandó poner ejecución en
Es nuestra merced y voluntad que á los pre­ favor de D. Fernando Marques, alcaide del crimen
sidentes y oidores y los demas ministres de de Lima , y gobernador (fe líuancabéíica en real or­
nuestras reales audiencias que gozan salario por den de 9 de marzo de 4787. Véase la lev 47 , lit. 15,
lib. 5.
sus plazas y ocupaciones, se les pague, estando (12) Por real cédula de 15 de noviembre de 1758,
ausentes por justas causas. se declara no estar comprendidos en esta ley Jos
TQMO I. 62
24G Libro ii. Título xvi.
LEY XLTII. LEY XLV.
EI emperador 0. Carlos y la reina de Bohemia go­ D. Felipe III en Valladolid á 3 de mayo de 1695. .
bernadora en 7 de julio ríe 1550. Y e! príncipe don Que los oidores no puedan conocer de las causas cri -
Felipe gobernador en 5 de junio de 1552. Y reinando minutes de vireyes ó presidentes.
en la ordenanza 55 de audiencias. Y en ia 24 de Ma­
nila. D. Felipe III (mí Valladolid á 3 de mayo de L(i05 Ordenarnos y mandamos que si los vireyes
Que tos //residentes juntamente con los alcaldes Or­ é) presidentes cometieren delitos, los oidores de
dinarios conozcan de las Cansas criminales de oido­ nuestras reales audiencias no conozcan de ellos.
res y fiscales de las audiencias.
Otrosí ordenamos que los presidentes conoz­ LEY XLVL
can de las causas criminales de los oidores y El emperador D. Carlos en las ordenanzas de 1530.
fiscales, juntamente con los alcaldes ordinarios, Que los jaeces de residencia de oidores , alcaldes y
sin embargo de cualquier ordenanza que dis­ fiscales , hallando que merecen pena de nuter le, pro­
cedan d prisión y embargo y los remitan <i estos
ponga lo contrario: y en cuanto á los vi reyes reinos con los procesos fenecidos.
presidentes de nuestras reales audiencias de Li­
ma y Méjico se guarde la ley siguiente. (13) Mandamos que los jueces por Nos proveídos
para tomar residencia á los oidores, alcaldes
LEY XLIV* del crimen y íiscales de las audiencias, confor­
£). Felipe 111 en San Lorenzo á 5 de setiembre de me á las leyes de este libro, y à las ordenanzas
1620. de ellas, y á las otras instrucciones que de Nos
Que los oiré yes puedan conocer de causas crimina llevaren, hagan y administren lo que hallaren
les contra oidores, alcaldes y fiscales. por justicia, así á nuestro fiscal como a las par­
Los vi reyes de Lima y Méjico tengan juris­ tes que lo pidieren ; y si los residenciados hu­
dicción para proceder de oficio, ó á pedimento bieren cometido delito por el cual merezcan
de parte criminalmente contra los oidores , al­ p. ni corporal, les bagan prender los cuerpos y
caldes y íiscales de las audiencias que fueren secuestrar sus bienes, y en el primer navio los
delincuentes y sentencien sus causas; y si la envíen presos á estos reinos, conforme á la ca­
pena fuere personal ó corporal, ñola puedan lidad del delito, con el traslado de los procesos
ejecutar si nu procediere consulta hecha sobre que contra e’l. s se hubieren hecho, conclusos
ello al nuestro consejo de las ludias, y conforme y fenecidos, de forma que en el consejo no sea
á lo que resol viere se determinará la ejecución necesario hacer mas probanza ni descargo.
ente se hubiere de hacer; y si fuere algun caso LEY XLVII.
de sedición é> alboroto popular, ú otro delito
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
tan enorme «pie por la pública satisfacción con bernadores en Valladolid á 7 de julio de 1550 Don
vetiga hacer en el delincuente alguna demos­ Felipe il en la ordenanza 40, en Toledo á 25 de ma­
tración, en osle caso particular, y especialmen­ yo de 1596.
te el vi rey , tenga obligación á conferirlo con Que cuando algún oidor fuere presentado por testi­
ia audiencia , y siendo de las calidades referi­ go , la audiencia provea si ha de declarar.
das, se proceda à hacer la ejecución que conven Ordenamos que cuando algun oidor fuere
ga ; y aunque en semejantes casos criminales el presentado por testigo, la audiencia provea de
vi rey puede proceder y prender, y en conse­ forma que por falta de probanza no sé falte a
cuencia de esto quedará el ministro susp -adido la justicia de las parles, mandándole que diga
de su ejercicio, no por esto podrá el vi rey pri­ lo que supiere, salvo si pareciere que malicio­
varle, ni suspenderle de su plaza por sentencia samente le presentan para eseluirle de juez.
con ejecución; porque en este caso se ha de
consultar á nuestro cotisejo, que resolverá en LEY XLVIII.
la ejecución lo que mas convenga, y no le po­ D. Felipe 1Y en Madrid á 20 de octubre de 1627.
drá hacer embarcar por via de destierro y es- A llí ií 20 de febrero de 1628.
pulsion, si no fuere guardando lo que el conse­ Que los presidentes, oidores, alcaldes y fiscales,
jo resoiviere á ia consulta. (M ) no sean padrinos de matrimonios ni bautizos, ni
tos vecinos lo sean sayos, y los ministros lo puedan
suegros y cuñados de los ministros ni otros parien­ ser unos de otros.
tes por consanguinidad ó afinidad que los espresados Mandamos que los presidentes, oidores, al­
en ella.
En otra de 22 de diciembre del mismo año so ha­ caldes del crimen y fiscales en ningún tiempo
bía m a n d a d o y declarado en los propios terminos. y por ningún caso puedin ser ni sean padrinos
Cuando ia sentencia es interlocutoria puede ape­ de matrimonios ni bautismos de ningunas per­
larse para ante los vireyes ó presidentes, quedando sonas de sus distritos y jurisdicciones, en cuyas
en su fuerza lo prevenido en esta ley ; por lo que
mira ¡i las definitivas, por cédula do 22 de diciembre
causas y pleitos fueren ó pudieren ser jueces,
de 1755. conforme à derecho y leyes de estos nuestros rei­
(13) Mandada observar en cédula dirigida aljpre­ nos de Castilla, y que estos tales tampoco lo
sidente de Clnle en cédula de 22 de setiembre d e /25.
( U ) Ni ios vireyes ni presidentes parece pueden
imponer ninguna pena á los oidores sin el acuerdo y Perú para suspender y remitir en partida de regis­
concurrencia de los regentes. Véase el artículo 62 de tro á los ministros omisos en el cumplimiento de su
Instrucción de R egentes, que parece altera á esta obligación, laque sin embargo parece está revocada
ley. por otra que **e dirigió al virey del Perú A m a t, des­
Véase la cédula de San Lorenzo de 19 de no­ aprobándole ciertas providencias que tomó contra el
viembre lie 1 /4 9 , en que se dio facultad al virey del alcalde de corte £>. Juan José de la Pueute.
De los presidentes y oidores. 247
puedan ser en matrimonios y bautismos de pre­ audiencia, siendo en caso grave , sea en acuerdo
sidentes, oidores, alcaldes y fiscales, nijde sus cerrado, y no teniendo esta calidad sea en presen­
hijos; pero bien permitimos que los dichos m i­ cia del oidor mas antiguo.
nistros sean padrinos de matrimonios unos dé Mandamos á los vireyes, presidentes y go­
otros y ele sus deudos y parientes, en cuyos plei­ bernadores de las audiencias que cuando suce­
tos y causas estan prohibidos de ser jueces, y diere algun caso de escándalo ó publicidad en
de los bautismos de sus hijos, y asi se guarde y que sea necesario reprender ó advertir á algu­
cumpla inviolablemente, sin contravenir en no de los oidores, alcaldes ó fiscales , lo llagan
ninguna forma, porque de lo coutrario nos ten­ en el secreto del acuerdo , asistiendo los oido­
dremos por deservido , y se les hará cargo en res y no otra persona; y si él caso no fuere pú­
las visitas y residencias, y serán castigados con blico ó escandaloso, ni la materia de tanta gra­
rigor de derecho. (15) vedad que obligue á esta demostración, hagan
llamar al oidor mas antiguo, para que se halle
LE Y X L IX . presente, y sin tomar motivo de pasiones par­
D. Felipe II en Madrid á 22 de mayo de 1583 , y á 7 ticulares , guarden la moderación debida en el
de euero de 158S. Con esta ley y la siguiente se vea tratamiento de nuestros ministros, de que nos
la ley 101, tit. 15, lib. 3. darán cuenta en la primera ocasión; y los mi­
Que los presidentes, oidores, alcaldes y fiscales no nistros reprendidos ó advertidos estaran con la
visiten d persona alguna , ni vayan d desposorios modestia, sufrimiento y compostura que se re ­
ni entierros. quiere; y si despues tuvieren que satisfacer,
Ordenamos à los dichos ministros que pedirán licencia y darán su razón, de forma que
no visiten á los vecinos, ni á alguno de ellos se entienda la verdad; y siendo necesaria algu­
por ningún caso, ni á otra cualquier persona na averiguación secreta, por escrito ó de pala­
particular, tenga ó no tenga, pueda ó no pueda b ra, la hará el oidor mas antiguo, para que se
tener negocio ó pleito : y asimismo que no va­ dé satisfacción á la justicia.
yan á desposorios, casamientos ni entierros en
cuerpo de audiencia, ni alguno en particular, ^ LII.
si no fuere en casos muy señalados y forzosos. El emperador D. Codos en la ordenanza de audien­
cias de 1550.
Que los abogados , relatores y escribanos no vivan
D. Felipe IV en Madrid ;í 30 de marzo de 1634. Y en con los jueces , ni estos consientan d los pleitean­
13 de setiembre de ¿617. Vcase la ley 12, título 2, tes que ios sirvan nifrecuenten sus casas.
libro 8. Ningún abogado, relator ni escribano de
Que los presidentes, oidores, alcaldes, fiscales y audiencia viva con los oidores ó alcaldes, ni los
contadores de cuentas . no puedan asistir en las igle­ pleiteantes los sirvan ni tengan comunicación,
sias a fiestas , honras o entiei ro s, y en qué casos continuación ni conversación con Jos dichos jue­
y form a pueden asistir.
ces o en sus casas, ni ellos los consientan ; y ei
Ordenamos y mandamos que ninguno de que luciere lo contrario sea reprehendido por
nuestros presidentes , oidores , alcaldes del cri­ el presidente y oidores , hasta dos veces, j a l a
men, fiscales de nuestras reales audiencias, y tercera multado en eí salario de aquel día; v si
contadores de cuentas de nuestras Indias, va­ las partes, ó sus abogados 6 procuradores qui­
yan, asistan, ni puedan ir ni asistir como par sieren informarlos de su derecho, ó descubrir­
ticulareseu ninguna iglesia ni convento donde les algunos secretos de la causa, bien nermiti-
haya fiesta, honras o entierro de ninguna per mos que los puedan oir. 1
sona, si no íuere en los diaseo que eoneur
rieren en cuerpo de audiencias á las fiestas de
tabla ó en casos muy señalados y forzosos, con­ D. Felipe II en Madiid á 23 de julio de 1580.
forme à la ley antecedente, que entonces lo ha­ Que los ministros no se dejen acompañar de nego­
rán en la forma que hasta ahora s.e lia estilado, ciantes , ni den lugar d que acompañen d sus mu­
y en nada han de alterar. Lo cual se guarde, ge res
cumpla y ejecute precisa é inviolablemente, sin Los oidores, alcaldes y fiscales no se dejen
dispensación ni disimulación alguna, asi en las acompañar de personas qué trajeren pleitos en
ciudades en que residen las audiencias, como las reales audiencias, ni den lugar á que acom­
en todas las demás ciudades, villas y lugares de pañen á sus mugeres, por los inconvenientes
sus distritos, porque conviene à nuestro real que de lo contrario resultan.
servicio. (16)
LEY LI. El emperador Ï). Carlos y la reina de Bohemia go­
-D. Felipe III en San Lorenzo á 5 de setiembre de bernadora en Valladolid a 29 de abril de 1549. ftia-
1620. Y D. Felipe IV en esta Recopilación. xi m iban o y la reina allí á 16 de abril y 2 de mayo
de I ooO D. 1* elipe II allí a 9 de tnayodc 1569. Para los
Que cuando conviniere reprehender d alguno de la contratos y^graogerías de los vireyes se vea la ley 74,
.tit, o, lib. ó. Por io que loca á gobernadores, corre-
(15) Mandada observar por cédula de 25 de no­ ridoi e s , alcaldes mayoi es y sus tenientes se vea la
viembre de 1688. ley 47., til. 2, lib. 5.
Ï por una cédula de 17 de julio de 1775 dirigida Que los presidentes y ministros de las audiencias
á 1« audiencia de Guatemala se prohibe también que no traten ni contraten ni se sirvan de los indios,
los ministros encompadi en entre sí. ni tengan grangerias.
(16) Véase la ley 104, tit. 15, lib. 3 y su nota. Ordenamos y mandamos que los presiden-
248 Libro ii. Tit. xvi.
tes oidores, alcaldes del crimen y fiscales no brediohas, aunque las hayan vendido y pasado
tengan do ninguna suerte grangerías de gana­ con efecto á otro poseedor, hayan perdido el
dos mayores ni menores , ni estancias , ni l<i~ precio en que se hubieren vendido: y demas de
1)rao/as, ni tratos de mercaderías, ni otras ne­ lo susodicho, la persona en cuya cabeza hubie­
o-aciones, ni labores, por sus personas ni otras ren estado puestas en confianza, incurra en pe­
interpuestas, ni se sirvan de los indios, de agua, na de otro tanto como montó el precio en que
ni yerba , ni lefia, ni otros aprovechamientos, se hubieren vendido las huertas , casas , tierras
ni servicios directa ni indirectamente, pena de ó estancias.
la nuestra merced, y de perdimiento de sus LEY L V I!.
oficios, y de lodo lo que contrataren, y gran- D. Felipe II en Valladolid á 9 de mayo de 1565.
gerias que tuvieren, y mas mil ducados, lo cual
aplicamos por tercias partos : las dos á nuestra Que los ministros no puedan sembrar trigo ni maíz.
ical cámara y íisco • y la otra a la petsona que Los presidentes, oidores, alcaldes y fiscales
lo denunciare. Y permitimos que los indios los en ninguna forma puedan sembrar trigo ni
puedan servir con la calidad, contenida en la ley maíz para sus casas ni para vender.
77 de este titulo: y asimismo ia persona ó per­
sonas que contrataren con los dichos ministros, LEY L V III.
ó con alguno de ellos, por el mismo caso hayan El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
perdido y pierdan todos sus bienes, y sean bernadora en Valladolid a 2 de mayo de 1550, capi­
aplieados'de la misma forma, las cuales dichas tulo 3. D. Felipe 11 en Lisboa á 27 de julio de Io82.
penas mandamos á los presidentes de las au­ Que los ministros no den dineros d censo.
diencias que las ejecuten y hagan ejecutar en Ordenamos y mandamos que por ninguna
las personas y bienes de los que incurrieren en via ni forma nuestros oidores, alcaldes ni fisca­
ellas. (17) les puedan dar ni den dineros à censo perpetuo
LEY LV. ni al quitar.
El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
bernadora en Valladolid á 2 de mayo dy Don LEY L IX .
Felipe II allí á 9 (le mayo de 1565. D. Felipe l l l en San Lorenzo á l.° de noviembre
Que los oidores , alcaldes y fiscales no tengan casas, de 1610. D. Felipe IV en Madrid á 30 de junio de
chacras, estancias , huertas ni tierras. 1629.
Que la prohibición de tratar y contratar se entien­
Mandamos que los oidores, alcaldes y fis­ da también para no tener canoas de perlas.
cales en ningún caso ni en manera alguna pue­ Declaramos que la prohibición hecha a los
dan tener ni tengan casas propias para su vi­ ministros de las Indias de tratar y contratar,
vienda, ni para alquilar, ni cimeras , ni estan­ comprende y se ha de entender para que nin­
cias, ni tierras, ni huertas , ni labren casas, ni guno pueda tener canoas de perlas, ni para otra
tiendas en las ciudades donde residieren, ni fue­ pesquería que les pueda ser de alguna ganan­
ra de ellas, ni en otra parte ciqtodo el distrito cia ni trato, v siendo necesario, de nuevo las
de la audiencia, en su cabeza; ni eu las de otras prohibimos: Y mandamos que no las tengan por
personas directamente o indirectamente, so las si ni por interpuestas personas, ni en compañía
penas en que esta dispuesto, que incurran ios de otros, so las penas que les esten impuestas
que trataren ó contrataren ó tuvieren otras eu ios demas tratos.
grangerías.
LEY LV I. L E Y LX.
D. Felipe l l l en Madrid a 21 do diciembre de 1615. El emperador D. Cavíos en Barcelona a 20 de no­
viembre de 1512. La reina de Bohemia gobernadora
Que ¡os ministros contenidos en la ley antecedente en Valladolid á 29 de abril de 1519. Y á 16 de abril
incurran en pena del precio de las estancias , huel­ I y 2 de inayo de 1550. O. Felipe 11 en la ordenan­
las , casas o tierras <pie compraren , aunque las ha- za 50 de audiencias do 1565. La Valladolid á 9 de
yon vendido , y en otro tanto las pet sonas en cuya mayo de 1565. Y en la ordenanza 3 / de audiencias
cabeza hubieren aludo . 3 de 1596.
Porque sin embargo de lo proveüo por los Que los ministros no entiendan en armadas, descu­
señores emperador y rey, nuestro abuelo y pa­ brimientos ni minas.
dre, ios dichos ministros interponen terceras Los presidentes, oidores, alcaldes y fiscales
personas en cuyas cabezas tienen casas y gian-
no entiendan ni puedan entender en armadas
gerias , siendo ellos los verdaderos dueños, y á ni descubrimientos sin nuestro espreso manda­
nuestro servicio conviene, que se castiguen los
to, ni en minas, en mucha ni en poca cantidad
escesos cometidos, sin aguardar a tiempo de en todo el distrito donde residieren' y los que
visitas: Mandamos que demás de las dichas pe­ contravinieren a lo susodicho , incurran en las
nas , constando en cualquier tiempo que h u ­ penas contenidas en las leyes antecedentes.
bieren comprado o compraren, ó puesto, ó pu­
sieren en cabeza ageua alguna de las cosas so- LEY LX I.
D. Felipe IV en Madrid á 27 de marzo de 1629.
(17) Véase la ley 17, lit 2, [ib 5, y allí la nota
do 1» cédula do 15 do junio do 1 /5 1 sobi e la juntaba- Que los oidores y fiscales de Santo Domingo no car-
nmda de corregidores V sobre las otras circunstancias unen frutos, y délo (pie se les llevare paguen los
con rpio se permitió ol repartimiento ¡« los pobres in­ derechos.
dios; y ia posteriormente espedida en 2/ de noviem ­ Sin embargo de un capitulo de cédula del
bre de 1761.
De los presidentes y oidores. 249
señor emperador don Carlos nuestro visabuelo, por inclusos y comprendidos en ella , no solo
su fecha en dos de mayo de mil y quinientos en los casos referidos, sino en todos y cuales­
y cincuenta, por la cual está permitido á los quiera que se probare haber tenido compañía
oidores de nuestra real audiencia de Santo Do­ pública ó secreta, ó tratado en cabeza de ter­
mingo qué se les envíe de estos reinos en retor­ cera é interpuesta persona. Y mandamos que la
no de lo procedido de algunos frutos' de aque. probanza de estos escesos sea de los testigos y
lia isla lo que han menester para sus casas, sin cou las calidades que se disponen por derecho
pagar derechos por el perjuicio y daño quede es- en la probanza de Jos cohechos y baraterías de
to se sigue , hemos prove ido que se les paguen los jueces y otros ministros ; y para que esto-
sus salarióse» dinero. Y mandamos que el pre­ tenga me|ory mas cumplido efecto , y se pue­
sidente no consienta á los oidores nt fiscales de da saber y entender si se han castigado estos
ella que carguen para estos reinos de los dichos escesos : es nuestra voluntad cjue en las residen­
frutos, y que d^e todo lo que llevaren paguen cias y visitas que se tomaren a los vireyes, pre?
los derechos que justamente debieren, coino sidentes, oidores, alcaldes y fiscales, goberna-
generalmente está prevenido respecto de los nadores, corregidores y otros cualesquier jue­
demas ministros de nuestras reales audien­ ces, justicias y ministros de las Indias, se pon­
cias. ga por particular y especial capítulo lo que re­
LEY L X IL sulta de estas leyes, para que asi respecto del
tiempo pasado como del futuro se proceda,
D. Felipe III en Madrid á 19 de diciembre de 1618. averigüe y haga justicia contra los culpados.
Que los presidentes y oidores de Manila no carguen
en ¿as naos. LEY LX V .
Mandamos que los presidentes y oidores de D. Felipe II en Lisboa à 27 de julio de 1582.
Manila no carguen mercaderías ni otras cosas Que cada uno de los ministros comprendidos en esta
en los navios que salen à otras provincias, ley no pueda tener mas de cuatro esclavos.
ni introduzcan con este fin ni otro à sus cria­ Es nuestra voluntad que los presidentes, oi­
dos en los oficios que deben ocupar los bene­ dores, alcaldes, fiscales, alguaciles mayores de
méritos , por ser contra la causa pública y per­ las reales audiencias y sus tenientes, que aho­
juicio de partes, guardando las leyes y orde­ ra son y ios que fueren, no puedan comprar
nanzas; con apercibimiento de que se ejecuta­ ni tener en su servicio mas de cuatro esclavos
rán sus penas. cada uno entre varones y hembras, pena de
LEY L X ÍIL nuestra m erced, y de que mandaremos pro­
El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
veer lo que convenga.
bernadora en Valladolid á 2 de mayo de 1550, ca­
pítulo 4. D. Felipe 11 en Lisboa á 27 de julio de 1582
LEY L X V I.
Que los oidores y ministros puedan enviar d estos El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
reinos por lo necesario para sus personas y casas bernadores eu Valladolid á 2 de mayo de de 1550.
con que vaya registrado en sus nombres. D. Felipe l i allí á 9 de mayo de 1565. Véase la ley
49, tit. 4 , lib. 8.
Permitimos que los oidores y ministros de
las audiencias de nuestras Indias puedan enviar Que la prohibición de tratar y contratar los minis­
tros , comprende d sus mugeres é hijos , estando en
á estos reinos por lo que hubieren menester de su potestad.
paño, seda y otras cosas para su vestuario y
provisión de sus casas, con calidad de que es­ Declaramos que ia prohibición de tratar y
to se compre y vaya registrado eu sus nom­ contratar los vireyes, presidentes y los demas
bres. (18) ministros de las audiencias comprehende a sus
mugeres é hijos qtie no fueren casados y vela­
LEY I,X IV . dos y vivieren á parte.
D. Felipe III en Lisboa á 31 de agosto de 1619. Por
lo que loca á los alguaciles mayores, se vea la ley 32, LEY L X V II.
título 20 de este Hbi o. D. Felipe IV en el Pardo á 15 de febrero de 1627.
Que declara la prohibición de contratar los minis- Que las mugeres de ministros no intervengan en ne­
tros, y que baste para averiguarlo probanza irre­ gocios suyos ni agenos.
gular. .
Declaramos que se comprenden en la pro­ Mandamos que las mugeres de oidores, al­
hibición de tratar y contratar, contenida en caldes del crimen, fiscales, corregidores, ofi­
las leyes de este título, los secretarios, fami­ ciales de nuestra real hacienda, y de los demás
liares y criados de los vireyes, presidentes, ministros que nos sirven en las ludias no solici­
oidores, alcaldes y fiscales de las audiencias, ten ni intervengan en negocios propios , ni áge­
y los relatores y escribanos de cámara y todos nos, públicos, ni particulares, ni escriban car-
los demas ministros nuestros de las indias, las tasderuegos ni intercesiones: con apercibimien­
cuales guarden y cumplan lo dispuesto, como to deque liaremos poner el remedio convenien Le
si especial y particularmente hablasen con los en los casos, cosasy tiempos que conforme à de­
susodichos, porque desde luego los declaramos recho se hallare establecido y determinado.
LEY L X V III.
(18) Por real orden de 15 de agosto de 1790 está
declarado, que lo que estos ministros hicieren llevar D Felipe II ordenanza en Toledo á 25 de mavo de
de España para su consumo y el de sus casas , debe 1596. Y en la 29 de 1565.
pagar derechos conforme á la ley 61 de este título. Que los presidentes y oidores y sus mugeres é ki-
TOMO I. (53
250 Libro ii. Título x v i.
os no hagan partido con ahogados ni receptores , ni LEY LXXI.
reciban dádivas.
El mismo allí.
Nuestros presidentes y oidores no hagan
partido con abogado ni receptor sobre que les Que las cosos que vacaren no se repartan entre los.,
den parte de su salario ó receptoría , ni pue­ oidores , sus hijos , deudos , ni criados , ni las qui­
ten d los beneméritos.
dan recibir cosa alguna, aunque sea de comer,
de universidad ni de particular alguno, ni de Los oidores en vacante de.virey ó presiden­
otra persona que haya traído pleito ante ellos te no apliquen para sus personas, hijos, deu­
durante sus oficios, ó que verosímilmente se es­ dos y criados las cosas de utilidad y convenien­
pere que le ha d e tra e r, y lo mismo se entien­ cias, que vacan , ni viviendo los vireyes ó pre­
da con sus mugeres é hijos, pena de per juros y sidentes se intruduzgan con ellos para este fin,
de perdimiento desús oficios, y quedar inhá­ y procediendo con la justificación que todos
biles para otros, y volverlo que asi llevareu deben, cumplan con las obligaciones de sus
con el doblo, y no tengan conversación ni trato concienciasy de nuestro servicio , sin divertir á
con pleiteantes, abogados ni procuradores, con­ otras personas los premios que tocan á los be­
forme está proveído por las leyes de estos reí- neméritos.
uos de Castilla y de este titulo.
LEY LXIX. El mismo allí á 19 de diciembre de 1618.
I). Felipe ÏÏ en Badajoz á 3 de junio de 1680, cap. 48 Que los presidentes , oidores y oficiales reales de
de instrucción. í>. Felipe t il en San Lorenzo á 5 de Filipinas no repartan entre si los tributos de arroz
setiembre de 1620. de la Pampanga.
Que los presidentes y oidores no reciban dineros Porque los presidentes y oidores de la a u -.
prestados ni otras cosas , dádivas , m presentes, y
no tengan familiaridades estrechas, ni las permi­ diencia de las islas Filipinas y oficiales de nues­
tan d sus familias. tra -real hacienda suelen repartir entre todos
los tributos de arroz que nos pertenecen en la
Los presidentes y oidores no reciban de Pampanga para el gasto de sus easas, tomán­
ningún genero de personas dineros prestados dolo al j>recio que por la tasa lo dan los tribu­
ni otras cosas, dádivas ni presentes en poca ó tarios á la cosecha, lo cual es causa de que ven­
en mucha cantidad , so las penas contenidas ga à faltar para las raciones que se dan por
en las leyes y pragmáticas de estos reinos y le­ nuestra cuenta, y de que se compre á es-
yes de este libro (pie cerca de ello disponen , y cesivos precios. Y por ser esto tan en perjuicio
no tengan familiaridad estrecha con personas de nuestra real hacienda , mandamos al presi­
eclesiásticas ni seglares, ni la permitan ásus fa­ dente y oficiales reales que lo escuscn y quiten
milias, yen lim pieza y buen ejemplo procedan tan perniciosa costumbre, que asi conviene i
todos como deben. nuestro servicio.
LEY LXX.
D. Felipe 111 en Madrid á 13 de diciembre de 1620^ D. Felipe l í en Madrid á 17 de julio de 1572. D. Feli­
pe 111 en el Pardo á 25 de febrero de 1618.
Que ios ministros de las reales audiencias atiendan
td cumplimiento de sus obligaciones , esc usen amis­ Que los ministros y sus criados y allegados no usen
tades y negocios , y se sustenten de sus bienes y de poderes ágenos para cobranzas.
salarios.
Los presidentes y oidores., alcaldes y fisca­
Los oidores, alcaldes del crimen, fiscales y les, sus criados, ó allegados no reciban , ad mir­
los demas ministro» de nuestras audiencias de lan, ni acepten poderes de parles, ni usen de
las Indias vivan con particularísima atención al ellos para negocios ni cobranzas de hacienda-, y
cumplimiento de todo lo que son obligados co­ si los aceptaren para cobrar de nuestra real ha­
mo buenos y rectos ministros, procurando es- cienda, mandamos, que por ei mismo casólos
cusar comunicaciones y amistades estrechas y oficiales reales no io paguen.
correspondencias : no se encarguen de nego­
cios de cualquier calidad que sean : susténten­
se de sus haciendas y salarios, siti valerse de 0 . Felipe 111 en Sao Lorenzo á 3 de de agosto de
otros medios, pues todos son prohibidos en sus 1615.
personas, mugeres y hijos, especialmente el Que se remedien los juegos , amistades y visitas de
recibir dineros ni otras cusas prestadas ; por- i ministros de audiencias.
que en consideración de que conviene escusar
los grandes gastos y tiempos que se consume Deseando remediar el esceso de juegos de
en remediar estos desórdenes serán castigados naipes, y otros, prohibidos entre hombres ó
los culpados severamente. (19) mugeres, y particularmente en casas de oido­
res, alcaldes del crimen y ministros de las au­
diencias: y asimismo las visitas de ministros con
vecinos particulares, y de mugeres de ministros
con las de los vecinos, de que resultan amista­
des y parcialidades : Mandamos á los viyeres y
(19) Esta ley 70 se mandó guardar por real cé­
dula de 21 de lebrero de 1789 en que se hace el ajas
presidentes, que no lo consientan , permitan ni
estrecho encargo «i sus ministros para que se dedi­ toleren, y pongan el remedio que convenga,
queu al cumplimiento de sus obligaciones. conforme á las leyes y pragmáticas do estos reí-
De los presidentes y oidores. 251
nos y los de las Indias, para que se haga .justi­ gán á ninguna persona sus casas para habitarlas
cia con •:libertad , y los ofie ios tengan la autori­ ni para otro efecto, queriéndolas vivir sus due­
dad q u e se les debe. ños.
LEY XXXV. . LEY L X X ÍX .
D. Felipe III en Martin Muñoz á 27 de diciembre d e
D. Felipe III a .20 de noviembre de 1610 1608.
Que ¡os ministros de justicia, sus parientes y cria­ Que los oidores y fiscales de Pánamd viv^n en ¿as
dos no tengan, tablages de juego, aunque sea con casas reales, y no habiendo'comodidad sé les den
protesto de sacar limosnas. doscientos ducados de la real Hacienda en cada un
Mandamos que los oidores y ministros de año.
audiencias,- sus parientes y criados, y. los go­ Es nuestra merced y voluntad , que los oi­
bernadores, corregidores y alcaldes mayores no dores y fiscales déla audiencia de Panamá,‘que
tengan en sus casas tablages de juego, aunque cómodamente pudieren vivir, y estar.en nues­
sea con pretexto de sacar limosnas para hospi­ tras casas reales de la dicha ciudad , vivan en
tales, y otras obras de piedad» ellas, y no habiendo comodidad,, se dén dos­
LEY L X X V I. cientos ducados ai año,de nuestra real hacienda
á cada uno para alquilarlas, entretanto que hu­
D. Felipe II en Madrid á 20 de junio de 1567. biere aposento suficiente en nuestras casas rea­
Que el presidente y oidores, y los demas ministros les.
paguen á los indios lo que les compraren.
LEY LXXX.
Ordenamos y mandamos, que los presiden­ D. Felipe III en Madiid á 6 de febrero de 1616.
tes, oidores y otros ministros de las audiencias Que los ministros de la. audiencia de Panamá , sien­
paguen , y hagan pagar à los indios la yerva, do jubilados , desocupen las casas reales.
pescado y huevos, y las demas cosas que hubie­
ren menester, á los precios, y como valen en las Los oidores y fiscales de la audiencia de Pa­
ciudades, y lo pagan los demas vecinos de ellas, namá, que fueren jubilados, desocupen las ca­
y en esto no haya diferencia alguna, pena de sas reales, para que las habiten los oidores y
lo pagar con el doblo. fiscales á quien tocaren, conforme á lo dis­
puesto.
LEY I, X X V II. LEY L X X X !.
L1 príncipe gobernador en Toro á 2L de setiembre D. Felipe lie n la ordenanza 55. En Toledo á 2 5 de
de 1551. D. Felipe 111 en Valladolid á 24 de noviem­ mayo de 1596. Y en la 28 de 1563.
bre de 1601. Y en Aran juez á 26 de mayo de 1609.
Que los jueces y fiscales de las audiencias no abo­
Que los indios sirvan d los oidores como d los de mus guen ni reciban arbitramentos , y en qué caso lo
vecinos. podran hacer.
Por evitar la ociosidad à que naturalmente Ordenamos, que los oidores, alcaldes y fis­
son inclinados los indios, y por su propio bien cales no aboguen en sus audiencias en ningún
y conveniencia permitimos, que puedan servir genero de causas , ni reciban arbitramentos de
y sirvan á los oidores, alcaldes y ministros de las que puedan ocurrir à ellas, salvo si comen­
nuestras reales audiencias, en los casos, y como zado el pleito se comprometiere en todos los
está permitido á los vecinos de las ciudades, vi­ susodichos, ó con licencia nuestra , pena de ser
llas y lugares de las Indias, y en la paga y tra­ estrañado de ia audiencia el que lo quebrantare
tamiento no haya ninguna diferencia. por treinta dias, y de que pierda el salario de
dos meses.
LEY L X X V III.
D. Felipe II ¿en Lisboa á 27 de julio de 1582, en LEY L X X X II.
San Lorenzo á 19 de julio de 158« , en Madrid a 17 D. Felipe 11 en Madrid á 10 de febrero de 1575. Don
de enero de 1593. Felipe 1U en Elvas á 17 de marzo de 1619.
Que los oidores, alcaldes y fiscales no tomen ni ocu­ Que ningún virey , presidente , oidor , alcalde del
pen las casas contra voluntad de los dueños. crimen ni fiscal, nt-sus hijos ó hijas se casen en
sus distritos, pena de perder los oficios.
Mandamos qué los oidores, alcaldes y fisca­
les no puedan tomar, ni ocupar casa para su vi­ Por los inconvenientes que se han recono­
vienda, ni para otro efecto por fuerza, y alqui­ cido y siguen de casarse los ministros que nos
len las que hubieren menester de quien con li­ sirven en las Indias, y sus hijos en ellas; y por­
bre voluntad se las quisiere dar eu arrenda­ que conviene á la buena administración de núes*
m iento, como á los demas particulares; y si de tra justicia, y lo demas tocante á sus oficios, que
esta forma no las hallaren, el virey, presiden­ estén libres de parientes y deudos en aquellas
te , ó gobernador de la audiencia les haga dar partes, para que sin afición hagan y egerzan lo
de las que se alquilan comunmente, lo necesa­ que es a su cargo, y despachen y determinen con
rio para su aposento y familia, pagando e! pre­ toda entereza los negocios de que conocieren,
cio que los demas particulares, siu consentir ni y no haya ocasión, ni necesidad de usar las par­
dar logará que se haga molestia ni agravio á los tes de recusaciones, ni otros medios, para que
dueños, y siendo necesario se nombre tasador. se hayan de abstener del conocimiento: Prohi­
D. Felipe III en Madrid á 4 de marzo de 1599.
bimos y defendemos, que sin nuestra licencia
particular, como en estos nuestros reinos se ha­
Otrosí los susodichos no ocupen, ni reten- ce, los vireyes, presidentes y oidores, alcaides
252 Libro ii. Título xvf.
<3el crimen y fiscales de nuestras audiencias de demas comprendidos en la prohibición de ca»*
las Indias, se puedan casar, ni casen en sus dis­ sarse en sus distritos, sobre pedir licencia para
tritos s y lo mismo prohibimos á sus hijos e h i­ esto, sin egecutar antes las penas impuestas, y
jas, durante el tiempo que los padres nos sirven queda absolutamente prohibido el dar semejan
en los dichos cargos, pena de que por el mismo tes licencias para casarse los dichos ministros, ni
caso queden sus plazas vacas, y desde luego las sus hijos, conforme á lo proveído.
declaramos por tales, para las proveer en otras
personas que fuere nuestra voluntad. (20) LEY -LX X X V I.
D. Felipe l l i en Lerma á 19 de julio de 1608.
LEY L X O III. Que d los ministros que se casaren , estándoles pro­
D. Felipe 11 en el Pardo á 8 de julio de 15/8. hibido , no se les acuda con el salario desde el din.
que lo trataren.
Qne los hijos de ministros se puedan casar fuera de
los distritos en que sus padres gobernaren Mandamos á los oficiales de nuestra real ha¿
Damos licencia y facultad á los vireyes, pre* cíenda, que desde el día que les constare que
sidentes, oidores, alcaldes del crimen y fisca­ alguno de los oidores y demas ministros hubie­
les , para que en cualquiera parte de las Indias re concertado casarse en su distrito, no le pa­
puedan casar sus hijos, con que sea fuera del guen , ni acudan con el salario de su plaza#
distrito de la audiencia en que cada uno resi­ LEY L X X X V II.
diere . (21)
D. Felipe IV en Madrid á 20 de noviembre de 1621.
LEY L X X X IV . Y en esta Recopilación.
D. Felipe U en Viana á 15 de diciembre de 1592. Que los presidentes conozcan de causas de casamien­
tos y parcialidades de oidores y otros ministros, y
Q kc por solo tratar ó concertar de casarse los mi- las de audiencias subordinadas remitan las informa­
nistros prohibidos pierdan los oficios. ciones al virey y den cuenta al consejo.
Declaramos que por el mismo caso que cual­ Declaramos que cuando sucediere casarse al­
quiera de los ministros y personas contenidas guno de los ministros prohibidos, ó sus hijos, ó
en las leyes antes de esta, tratare, ó concertare concertar de casarse en sus distritos, ó haber
de casarse por palabra, ó promesa, ó escrito, ó parcialidades de oidores u otros ministros, toca
con esperanza de que les habernos de dar licen­ al presidente de la audiencia , como punto uni­
cia para que se puedan casar en los distritos versal, escribir y hacer las informaciones que
donae tuvieren sus oficios, ó enviaren por ella, convengan ante el escribano de camara que eli-^
incurran asimismo en privación de sus oficios, giere. Y mandamos que si i» audiencia fuere su­
como si verdaderamente efectuaran sus casa­ bordinada, haga las informaciones, y las remi­
mientos, y que no puedan tener, ni obtener ta al virey, y le de cuenta de todo, y conforme
otros algunos, de ninguna calidad que sean, en á lo que resultare proceda el presidente y avise
las Indias. al consejo.
LEY LXXXV. LEY L X X X V IIL
D . Felipe 111 e» Elvas a 12 de mayo de 1619. Y don
Felipe IV en esta Recopilación. D. Felipe 11 en las ordenanzas 57 y 44 de Audiencias
de los años de 1563 y 1596 Y en el Bosque de Segò­
Que no se admita memorial en el consejo sobre pe­ via «i 29 de julio de 1565. D. Felipe III en Madrid a
dir licencia para casarse los ministros ni sus.hijos 13 de febrero , y 7 de junio de 1620. D. Felipe IV
_en sus distritos allí á 18 de abril de 1640. Véase con la ley 3 4 , tí­
tulo 2 , libro 5.
En nuestro consejo de Indias no se admita
m em orial, ni petición a los ministros, ni a los Que ningún ministro de audiencia real, gobernador
ni oficial real se pueda ausentar sin Ucencia del rey .
(20) En la prohibición de esta ley se compren­ Ordenamos à los vireyes, presidentes y oi­
den los auditores de guerra que sirven en ludias en
calidad de tenientes de gobernador, y como tales dores, y á todas nuestras reales audiencias de
ejercen por sí jurisdicción , según lo previene la real las indias, que no den licencias por ninguna
cédula dada en hun Ildefonso a 16 de agosto de 1 v/O. causa, ni razón, para salir de sus distritos, ni
Y por otra de 5 de julio de 1775 se declaró á los venir á estos reinos, ni á otra cualquier parte á
protectores de indios comprehcndidos en la prohibi­
ción que los otros ministros.
oidores, alcaldes del crimen, fiscales, alguaci­
Con motivo de las distintas inteligencias que se les mayores, gobernadores, oficiales de nuestra
dieron á esta ley , se hi/.o general la prohibición de real hacienda', ministros, ni oficiales de las au­
casarse los oidores siu licencia por cédula de 25 de diencias, ni á alguno de los que por rozon de
euero de 1/54. sus oficios deben estar y residir en ellos, sin es­
Estas licencias se piden por la vía reservada , y
no en el consejo, según la ley 85 de este titulo y li­ pecial y expresa licencia nuestra, despachada
bro. . . . . . por el consejo de Indias, la cual declaramos que
Para cuando los lujos de ministros se hayan de los vireyes, presidentes, oidoi'es y audiencias
casar debe tenerse presente la cédula de 20 de abril no puedan conceder’, y si contraviniendo a lo
de 9 0 , en que se declaró que á aquellos les hasta
por toda probanza de nobleza el titulo de sus pa­ referido la concedieren, mandaremos procedet
tires. contra los susodichos egemplarmente, demas de
Sobre esta ley y la 81 so recncargo el cuidado y que las personas que usaren de tales licencias,
vigilancia en una real orden circular de 21 de mar­ y en virtud de ellas hicieren ausencia de sus dis­
zo de 1791. tritos, ó vinieren á estos reinos, ó a otra cual­
(21) Esta ley y la 84 se mandan observar cu real
orden de 24 de marzo de 91. quier parte, no serán relevados de culpa ni pe­
D e los presidentes y oidores- 253
í»a, y jpor el mismo caso declaramos por vacos, res n o entren en los monasterios de monjas, ni va­
yan d ellos d ninguna hora estraoi dinaria.
y por la presente vacamos sus plazas y oficios
para disponer de ellos como mas convenga; pero Mandamos á los presidentes y oidores, y 4
üien-permitimos, que cuando alguno tuviere todos los demas ministros de nuestras reales au­
necesidad de salir de su provincia, o venir a es diencias, que ninguno de los susodichos, ni sus
tos reinos, nos avise de la causa y necesidad mugeres entren en la clausura de los monaste­
ue para ello hubiere, para que por Nos se le rios de monjas á ninguna hora del día ni la no­
é la licencia, ó provea lo conveniente. (22») che: y asimismo, que no vayan à hablar por
los locutorios, y puertas reglares á horas ex­
LEY L X X X IX . traordinarias, y esto se guarde con la precisión
D . Felipe II en Madrid á 30 de octubre de 1578. necesaria y conveniente á la decencia de ios mo­
Que los oidores visitadores de la tierra y otros m i- nasterios. (23)
mistros no vayan d posar d los conventos de reli-
. giosos. LEY X C II.
Mandamos á los presidentes y oidores , que D. Felipe II en Madrid á 5 de febrero de 1596.
no vayan á posar á los conventos de religiosos Que el presidente , oidores y fiscales de Filipinas
cuando salieren á visitar la tierra , ó á otros ne­ sean acomodados en las naos que d ellas fu eren .
gocios que se ofrecieren, y los presidentes or­ Los vireyes de la Nueva-España ordenen á
denen, que los alcaldes del crimen , donde los los cabos de las naos, que de aquella provincia
hubiere, ó escribanos de cámara , y otros cua- hicieren viage á las Islas Filipinas, que sean
lesquier ministros, hagan lo mismo. acomodados en ellas los presidentes, oidores y
LEY XC. fiscales de la real audiencia de Manila, que por
merced nuestra pasaren á servirnos.
D. Felipe 111 en Valladolid á 28 de marzo y 3 de
abril de 1605. En San Lorenzo á 7 de octubre de
4618. En Evora á 48 de marzo de 1619. D. Felipe IV LEY XC III.
en Madrid á 22 de febrero de 1627. D. Felipe II en Madrid à 21 de abril de 1573. Don
Felipe IV en Zaragoza-á 29 de octubre de 1643.
Que el oidor que saliere d visitar la tierra o a otros
negocios, ni Heve d su muger, ni parientes, y el con« Que el ministro suspendido no entre en su plaza, si
• sejo lo procure saber, y que se egeeute la pena. el rey la hubiere proveído, sin nueva orden.
Ordenamos y mandamos, que ios oidores Declararnos que cuantío alguno de nuestros
visitadores de la tierra , y los demas, que salie­ ministros fuere suspendido por tiempo limita­
ren de las audiencias à cualesquier negocios que do del uso y egercicio de su plaza, ú otra ocu­
se ofrezcan,' no puedan llevar, ni lleven consi pación, y Ños proveyéremos otro en su lugar,
go á sus mugeres, hijos, hijas, parientes, ni aunque sea por eí mismo tiempo limitado, si
parientas, ni á los hijos, ni. parientes de los de- pasado este tiempo pretendí ere el suspendido
mas oidores, fiscales, ni ministros délas au­ entrar al uso y egercicio de la plaza , á ocupa •
diencias donde residieren, ni mas de tres cria­ cion, no lo pueda hacer, ni se le permita usar
dos, procurando conseguir el .fin de la visita, y en ninguna forma, si no fuere llevando prime­
remediar los escesos, pena de privación de ofi­ ro licencia nuestra para ello. Y mandamos que
cio, en que desde luego los darnos por conde­ el que asi estuviere proveído, aunque sea por
nados. Y mandamos á ios presidentes y oidores, el término de la suspensión, sea amparado y
que guarden y cumplan, y hagan guardar, cuni defendido, hasta que el suspendido lleve la li­
plir y egecutar esta ley precisa e iuviolableuien cencia, y asi se guarde y cumpla en todos los
te, so las mismas penas, y ai presidente , y les casos que ocurrieren.
de nuestro consejo de Indias, que tengan parti­
cular cuidado de inquirir y saber si se excede LEY X C IV.
en lo susodicho en alguna manera , y de que se El príncipe Maximiliano y la reina gobernadora en
egeeute la pena de privación en los transgreso- Valladolid á 2 de mayo de i550.
res, y ordenen que en las visitas ó residencias Que no es desacato pedir Ucencia los ministros para
se les haga cargo de los excesos que se cometie­ dejar los ofe ios.
ren en estas visitas, y procedan contra ios cul­ Sí alguno de nuestros ministros con |causa
pados , y los que lo hubieren disimulado y con­ justa y decente nos suplicare y pidiere licencia
sentido. para dejar el oficio que egerce de nuestro real
LEY XCL servicio: Declaramos que no será desacato, por­
D. Felipe IV en Madrid á 2 de (setiembre de 1631.
que de ninguna persona nos queremos servir
contra su voluntad.
Que los presidentes, oidores, ministros, ni sus muge.
LEY XCY.
(22) Por real cédula dada en Madrid á 23 de ju­ D. Felipe IH en San Lorenzo á 17 de agosto de 1613,
nio de 1765 se permite que los vireyes puedan con­ Véase con la ley 10 , lit. 26 , lib. 8.
ceder licencia á los corregidores y demas ministros Que informen ¿as audiencias para hacer merced d
enfermos ó convalecientes para ausentarse por el viudas de oidores.
tiempo preciso de las ciudades y pueblos donde re­
sidieren , si justificasen la urgeute necesidad de sa­ Mandamos à las reales audiencias, que su-
lir de allí, y restablecer su quebrantada salud Véan­
se ademas las leyes 24 , lit. 2 , lib. 3 ; y ia 34 , tit. 2. (25) Mandada observar en cédula de 7 de no­
lib. 5. viembre de 64.
TOMO I.
254 Libro ii. i itnlo xvi
cediendo fallecer los oidores, alcaldes, ó fisca­ Que Iris audiencias de Cruzada sean d tiempo
les de ellas, nos don aviso por nuestro consejo que el oidor asesor pueda asistir d ellas, le y
real de las Indias, con las causas y razones que ‘2 , tit. ‘2 0, lib. 1. s
hubiere para hacer merced á las viudas, y la Que en vacante de v ir e y , el oidor mas antiguo
necesidad ó.sustancia de hacienda con que hu­ no sea asesor de Cruzada?y lo sea el siguien­
bieren quedado y por Nos entendido, se pro­ te , ley 3, tit. 20 , lib. 1.
veerá conforme à las ocurrencias de loá casos. Que el oidor i««í antiguo de cada audiencia co­
nozca privativamente de las causas, sobre in­
LE Y XC VI. troducir libros en las Indias, contra el pri­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ vilegio de,San Lorenzo el R ea l, ley 12, tit.
ra en la ordenanza de Audiencias de 1530. 24 , lib . 1.
Que ningún oidor ni otro oficia/ de la audiencia ten­ Que las condenaciones que se aplicaren á la cá­
ga nuis tic un oficio. mara de los que hubieren llevado libros del
Ordenamos y mandamos que ningún oidor, Rezo sin licencia, se pongan aparte, y el oi­
ni otro oficial alguno, ni escribano de nuestras dor pueda llevar la que le tocare, lev 13, tit.
audiencias, y de otro cualquier juzgado, no ha­ 24 , /ib. 1.
ya, ni tenga, ni use por sí, ni por sustituto, ni Que los presidentes y oidores asistan en los es­
por poder de otro, ni |de otra forma alguna, trados las horas señaladas, ó se escusen, y
mas de un oficio, y escribanía de uno, ni di­ no conozcan de pleitos en sus casas t le yó fl,
versos juzgarlos, pena de que cualquier oficial tit. de este libro.
ó escribano que lo contrario hiciere , por el Que los presidentes puedan hacer informacio­
mismo hecho pierda el oficio, y sea inhábil para nes contra los oidores, y enviarlas al conse­
usar aquel , y cualquiera otro en adelante para jo , y ellos no contra los presidentes, ley 39,
toda su vida, y pague diez mil maravedís de tit. 15 de este libro.
pena por cada vez que lo hiciere. Que el presidente de Panamá despache igual­
mente los negocios de gobierno y justicia que
LIÍY XCVIK. le tocaren, con los escribanos de cámara,
D. Felipe II en Tomar íí 22 de mayo de 1581. ley 63, tit. 23 de este libro.
Que los oidores, alcaldes y fiscales traigan garna­ Véanse las leyes 4, 38, 40 51 , 54 , 55, 58,
chas ó ropas talares, y si anduvieren d caballo, pue­ 59, 62, 70# t>t. 3, lib. 3, que tratan de otras
dan usar de gualdrapas. obligaciones de los presidentes gobernadores
Ordenamos a los oidores, alcaldes del cri­ NOTA.
men y fiscales de las audiencias, que usen y D Felipe IV en Zaragoza.
traman garnachas ó ropas talares siendo segla-
res, según usan los de nuestros consejos y ehau- En primero de octubre de mil seiscientos
y cuarenta y cinco se declaró por cédula de este
cillcrias de estos reinos, V permitimos que tra>
dia, consultada con S. ¡VI., que los tenientes
ycndolas puedan andará caballo con gualdrapa,
de gobernadores, y capitanes generales dé las
sin embargo de lo dispuesto por las leyes dees-
provincias de Cartagena, Yucatán y la Habana,
tos reinos. Y prohibimos y defendemos, que y del corregidor de la villa imperial de Potosí,
otras algunas personas, de cualquier estado, son comprendidos en la prohibición de casarse
calidad y condición que sean, traigan las gar­ en sus distritos.
nachas ó ropas talares, pena de que el que la
tragere la pierda, é incurra en pena de eiu- E>. Carlos II en Madrid.
cuenta mil maravedís, aplicados todos ellos Y asimismo se declaró y mandó, que las ór­
para nuestra cámara, y que esté treinta diasen denes y prohibiciones contenidas en las leyes de
la cárcel. este título, sean y se entiendan también, para
que ninguna de las personas y ministros refe­
LEY XGV1IL ridos puedan casarse, ni tratar casamientos
D. Felipe III por auto tlel consejo en Madrid á 18 de ellos, ni sus hijos, ni bijas, con los hijos, ni
junio de 1608.
hijas de los gobernadores, corregidores y alcal­
Que los oidores, alcaldes del crimen y fiscales pro­ des mayores, que actualmente lo fueren de sus
veídos para las Indias no se pongan garnachas ó ro­ distritos, ni las hijas de los dichos ministros se
pas en la corte.
puedan casar con los dichos gobernadores, cor­
Mandamos que los alcaldes y fiscales que regidores y alcaldes mayores, ni ellos con hijas
proveyéremos para las audiencias de las Indias, de los dichos ministros, hasta que tengan dadas
no se puedan poner, ni pongan garnachas, ó sus residencias, y estén sentenciadas y deter­
ropas talares en esta corte, ni en otra ninguna minadas, asi por el consejo, como por las dichas
parte de estos reinos, sino fuere en la ciudad audiencias, so las mismas penas impuestas por
de Sevilla, habiendo ido á ella para embarcar­ las dichas leyes. Dada en Madrid á i de junio de
se á servir sus oficios. 1(376 años.
255

TITULO D I E Z ' T '-SIETE»

D e los alcaldes d el crim en de las audiencias de Lim a y M éjico.

LEY P R IM E R A . LEY tí.


D. Felipe l i e n Madrid á 19 de diciembre <36 1,568. D. Felipe II en Madrid á 19 de diciembre de 1568.
Y en el Escorial a 4 de julio de 1570. Y D. Felipe IV Que los oidores remitan d les alcaldes del crimen
en esta Recopilación. Véase la ley 16., tit. 12 , li­
bro 5.
los pleitos criminales cuando se fundare sala' del
crimen.
Que en las audiencias de Lima y Méjico haya cuatro
alcaldes del,crimen, y de qué negocios kan de co­ Cuando en alguna audiencia mandáremos
nocer. poner, y se pusiere sala de alcaldes.de! crimen:
Ordenamos y mandamos que los oidores remi­
Por hacer bien y m erced, y mas cumpli­
miento de justicia à los vecinos y moradores de tan á los alcaldes todos los pleitos criminales
que hubiere pendientes ante ellos, en cualquier,
los reinos del Perú y Nueva España , y que los
estado que estuvieren , para que ios prosigan y
delitos fuesen mejor inquiridos y castigados:
fenezcan-, y si algunos pleitos estuvieren deter­
Tuv irnos por bien de acrecentar en cada una de
minados en vista, los vean y determinen en re ­
las audiencias de Lima y Méjico una sala de
vista los oidores. Y porque conviene haya mu­
cuatro alcaldes del crimen en las casas de dichas
cha brevedad en su despacho , mandamos qu e
nuestras reales audiencias, con estrados, dosel
Y lo demás necesario para su adorno y autori­ si dentro de seis meses primeros siguientes des­
dad , yes nuestra voluntad que asi se continúe. pues que la sala del crimen esté fundada, no
Y mandamos que en el conocimiento de los los hubieren determinado, los remitan á los al­
pleitos y causas se guarde la orden siguiente: caldes en el estado en que estuvieren, para que
Los alcaldes conozcan en primera instancia en grado de revista los vean y determinen y ha­
de todas las causas civiles y criminales que se gan justicia.
ofrecieren dentro de las cinco leguas, y hagan LEY US.
audiencia de provincia à las partes en las plazas El emperador D. Carlos en las ordenanzas de 1542.
de las dichas ciudades, como la hacían los oido­ D. Felipe II en la 21 de audiencias de 1565.
res de aquellas audiencias, y practican los al­ Que las causas criminales se sigan por apelación en
caides del crimen de las clianeillerias de Va­ vista y revista- en las audiencias, ó ante los alcaldes
lladolid y Granada «le estos reinos, y los oido­ de ellas, donde los hubiere, sin viró recurso.
res de Lima y Méjico no traigan varas de justi­ •Ordenamos y mandamos que todas las cau­
cia, ni bagan audiencia de provincia, ni conoz­ sas cripiinales que pendieren y ocurrieren por
can de ios negocios criminales que conocían an­ apelación á nuestras audiencias, de cualquier
tes que hubiese alcaldes, y solamente se ocu­ calidad é importancia que sean, de todos sus
pen en despachar los negocios y pleitos civiles,
distritos, se conozca de ellas, y se sentencien y
como lo hacen los oidores que residen en las di­ determinen por los alcaides del crimen , donde
chas chancillerías, y en las causas de que c no­
los hubiere, y donde no, por los oidores en vis­
cieren ios alcaldes criminalmente en primera
ta y revísta , y la sentencia que a>i se diere sea
instancia, se suplique para ante ellos mismos,
ejecutada y llevada à debido efecto, y no haya
y no haya otra instancia ni recurso, y de las que
mas grado de apelación ni suplicación ni otro
hubiere conocido la justicia ordinaria, habien­
remedio ni recurso alguno, aunque las causas
do de apelar, sea para la sala cíe los alcaldes, sean de indios ó negros.
que han de conocer de ellas en vista y revista, j
como dicho es: y en los pleitos civiles de la jus­ LEY IV.
ticia ordinaria puedan las partes apelar para las D. Felipe II en Madrid á 18 de mayo de 1572.
audiencias, ó para los jueces de provincia, con­ Que sobre advocar causas los alcaldes guarden las
forme fuere la voluntad del apelante. (1) } leyes de estos reinos de Castilla.
(1) El tiuque de la Palata siendo virey del Pe"
Porque en algunas ciudades donde hay sa-
n i había ya estimado conveniente el arbitrio de po­
ner un oidor por gobernador de la sala, y se ieapro­ de justicia. Pero S. M. en céd u lad e24d e mayo de 94,
bó eu cédula de 51 de agosto de 1686; y despues no aprobó esta comisión , y mandó que pata desem­
por real decreto de l i de marzo de 1776, se mandó peñar los objetos de ella se usase en Lima de ios
que un oidor fuese siempre gobernador de estas medios que en España previenen las leyes de Casti­
salas. lla: y en su consecuencia que á un subalterno de la
En Lima se nombraba un alcalde del crimen juez audiencia se entreguen los reos , condena y filiación,
de rematados, que entendía en la ejecución ríe Jas ¡le­ y llevados por éste al Callao y entregados al g o b et-
nas impuestas á presidios e t c ., con el sueldo de 500 nador avíse mensualmente al regente de su estado
pesos en el ramo de sisa, penas de carnata y gastos ! y envio , y estas razones pasen a la sala etc.
Libro ii. Título xvn.
las fiel crimen ó los oidores sirven de alcaldes las audiencias de nuestras Indias, cerca de que
se ofrecen muchas causas y negocios, de los cua­ sí en la causa criminal tuv ere id reo pena cor­
les conocen primero las justicias ordinarias, y poral ó de muerte , ó mutilación de miembro,
estando pendientes ante ellas, se las quitan los hacen sentencia dos jueces, de tres que hayan
alcaldes ú oidores de nuestras audiencias, lo visto la causa, siendo los dos conformes, aun­
cual es en mucho daño de la preeminencia de que el otro esté diferente : Mandamos que los
los alcaldes ordinarios y otras justicias: Manda- alcaldes riel crimen de Lima y Méjico guarden
mos que cerca de lo susodicho se guarde y cum­ ia ley de estos reinos de Castilla, por la cual
pla lo proveído y ordenado por leyes de estos se dispone que en los dichos casos hayan de
nuestros reinos de Castilla, y que contra lo ser y sean tres votos conformes en u n o , y no
proveído no se vaya, ni pase en ninguna forma. menos, y así se guarde en todas las audien­
cias. (2)
LEY V.
D. Felipe I li en Madrid á 17 de marzo de 1619. Y
LEY IX .
D. Felipe IV en esta Recopilación. D. Felipe II en Madrid á 18 de diciembre de 1591.
Que los oidores jaeces de lo criminal y alcaldes de el D. Felipe IV en Madrid á 20 de febrero de 1630.’
crimen hagan por sus pt rsonas las sumarias en de­ Que ¿falta de alcalde pase d la sala uno de los oido­
litos graves. res por su turno , y fenezca la causa comenzada.
Conviene para mejor averiguar los delitos Si hubiere falta de alcalde en la «ala del eri*
que se hagan las sumarias y procesos informa­ men , y causa comenzada, pase á ella uno de
tivos con el mayor cuidado e inteligencia que los oidores por turno, empezando por el mas
sea posible: Por lo cual mandamos á los oidores nuevo, y desde el principio continúe y fenezca
que fueren jueces en lo criminal, y a los alcal­ la causa, y en cuanto à las demas se guarde la
des del crimen donde los hubiere, que hagan ley siguiente.
por sus personas las averiguaciones sumarias de
los delitos graves ó de calidad que se ofrecie­ LEY X.
ren, hasta verificar la culpa, y tío permítan que D. Felipe IV en Madrid á 28 de mayo de 1621. Y á
se de comisión á escribano, receptor, ni algua- 20 de febrero dS 1630.
cii para esto. Que el oidor nombrado para suplir por falta de alcal­
LEY V I. de conozca de todas las causas, y en discordia se
nombren tres oidores, y habiendo alcalde , sea juez
D. Felipe II en Lisboa á 27 de mayo de 1582. Y en en remisión.
Madrid á 19 de abril de 1583.
Porque los alcaldes del crimen de nuestras
Que los alcaldes empleen las tres horas de la audien­
reales audiencias de Lima y Méjico, hallándose
cia en ver pleitos , y no en otras cosas.
dos solos en la sala, vén y sentencian las cau­
Los alcaldes del crimen de las audiencias de sas en que no se impone pena de m u erte, mu­
Lima y Méjico tienen obligación de asistir en tilación de miembro ú otra corporal, y han pre­
audiencia tres horas por las tnananas, y ha su­ tendido que el oidor del turno no ha de ir a la
cedido ocupar mucho tiempo, sacando o la sala sala, sino en caso que los alcaldes lo llamen pa­
los presos nuevos, tomando en ella confesiones, ra algun pleito de esta calidad, en que dos so­
haciendo averiguaciones y otras cosas, y reci­ los tío puedan hacer sentencia: Es nuestra mer­
biendo testigos, siendo estas diligencias á cargo ced y voluntad declarar para mejor espedieion
del semanero, de que los presos y pleiteantes de los negocios y administración de ia justicia,
reciben molestia y vejación por la dilación de que dontle hubiere costumbre de que cuando
sus negocios: Mandamos á ios alcaldes que em­ no hubiere mas de dos alcaldes por estar au­
pleen las tres horas de la mañana en ver y des­ sentes ó enfermos los otros, pase un oidor por
pachar pleitos, y no las ocupen en las demas turno á suplir esta falta, mientras durare la
cosas referidas. ausencia ó enfermedad asistiendo de ordinario
LEY VII. en la jala de los alcaldes, oyendo y librando
D. Felipe 11 e» Madrid á 3 de diciembre de 1571; y como tal todos los negocios que à ella vinieren
K>r aquel tiempo, se guarde la costumbre que
27 de abril de 1574. En San Lorenzo á 29 de agosto
lo de 1598. {
tasta ahora se ha observado: y en caso que no
Que habiendo dos alcaldes puedan determinar y eje­ la haya, en habiéndose nombrado un oidor por
cutar sus sentencias como no sean de muerte ó mu­ falta de alcalde, á pedimento de los mismos al-
tilación de miembro.
Ordenamos y mandamos que dos alcaldes (2) Por real cédula de 5 de agosto de 1797 , se
del crimen si acaeciere {altar los demás, pue­ ha mandado que á la vista de toda causa en que se
dan determinar las causas criminales que ante haya de imponer pena capital , ó corporis aflictiva,
asistan cinco m inistros, incluso el gobernador , y
ellos pendieren y se Irataien , y hacer ejecutar que lo mismo se ejecute en las que se hayan de im
sus sentencias : con que esto no se entienda ha­ poner azotes, vergüenza, bom bas, galeras, pre­
biendo pena de muerte ó mutilación de miem­ sidio con calidad de gastador ó la de no salir ó rete­
b ro , ú otra corporal. nerse cumplidos diez años, con declaración de que
en ningún caso se omita la declaración del reo su
LEY V III. audiencia y defensa e t c ., etc.
Por cédula de 5 cíe abril de 91 se ha mandado,
D. Felipe II á 50 de diciembre de 1571.
que cuando los condenados á las armas fuesen de­
Que en sentencias de muerte o mutilación de miem­ vueltos por in útiles, s e le s conmute aquella pena
bro , d pena corporal, haya tres votos conjot mes. en la de obras públicas , teniendo presente io que
s¡II embargo de lo que está dispuesto para bien o mal hayan servido.
De lós alcaldes del crimen. 257
caldes, por muerte ó impedimento temporal, nombrado, y le detérminen y hagan justicia;
continúe el oidor con los demas alcaldes toda y en caso que los oidores y alcaldes aun estu­
la liora el tiempo que durare la ausencia y y si vieren así discordes, no habiendo mas oidores
hubiere pena de muerte ó mutilación de miem­ á quien se remita, se nombren los fiscales ó le­
bro, necesariamente se vea y determine con tres trados, que no tuvieren impedimento, confor­
jueces , conforme á lo proveído. Y declaramos me à lo proveído, para que vean el pleito, y
que el dia que los alcaldes llamen al oidor, y es juntamente con ellos lo determinen y hagan
nombrado, perpetúa la jurisdicción , no para justicia.
una causa, sino para la sala de los alcaldes. Otro­ LEY XV.
sí declaramos que si se remitieren en discordia
D. Felipe II y n Madrid á 2 de enero y 18 de mayo
algunos pleitos por el oidor, y los dos alcaldes, de 1572. Y á 19 de diciembre de 1578.
lian de entrar á los ver y determinar con Jos
remitentes tres oidores, y si viniere alcalde, Que los pleitos remitidos en discordia por los alcal­
des se vean y determinen donde y como se declara.
sean dos los oidores, y el alcalde , con que se
hará sala para la determinación del pleito re­ Cuando algún pleito criminal se remitiere
mitido* en discordia por los alcaldes del crimen el oi­
LEY X I. dor que viere el pleito vaya á la sala ó acuerdo
D. Felipe IV en Madrid á 28 de diciembre de 1631.
de ios alcaldes á votarle, y sino hiciere senten­
cia , y se volviere á rem itir, vean el pleito los
Que ios oidores que en Lima y Méjico sirvieren de oidores en su sala de oidores, juntamente con
alcaldes no acompañen al virey hasta su aposento.
los alcaldes, y el oidor q*je remitiere el pleito,
Mandamos que en las audiencias de Lima y y voten por su orden, comenzando los alcaldes y
Méjico los oidores que sirvieren por falta de al­ el oidor, y luego los oidores de la sala, y estando
caldes no acompañen al virey hasta su aposen­ todos presentes, y habiéndose oido unos á otros,
to, ni el virey lo consienta, pues el estilo de el oidor inas antiguo resuma los votos de todos,
estos reinos de Castilla no es apartarse el oidor, y ordene la sentencia y la dé a! escribano de lá
aunque sirva en ia sala del crimen del cuerpo causa ; y en caso que los alcaldes y oidores estu­
de su audiencia, y para esto no se ha de repu­ vieren asi discordes en algunos de los pleitos
tar por alcalde. elimínales, que no hagan sentencia, no habien­
do mas oidores à quien se remita, se nombren
LEY X II. jueces.
El mismo allí.
LEY X V I.
Que los oidores que en Lima y Méjico ejercieren D. Felipe III en Lisboa a' 20 de julio de 1619.
como alcaldes del crim en, no hagan audiencia de
provincia. Que entrando oidor por remisión en la sala del cri­
men, si se volviere d remitir vaya d la sala del oidor
Ordenamos que cuando los oidores de Li­ aunque no haya en ella mas de dos jueces.
ma y Méjico ejercieren como alcaldes del cri­
men no hagan audiencia de provincia, como se Declaramos y mandamos que si fuere al<nm
observa en las chancilierías de Valladolid y oidor por juez en discordia á la sala de alcaldes,
Granada de estos reinos. y la causase volviere à rem itir, se vea y de­
termine en la sala original del oidor, y aunque
LEY XIII. en ella no haya mas de dos oidores, se repute
D. Felipe II en Madrid á 2 de enero y 18 de mayo por sala entera, y asi se entiendan y practi­
de 1572. quen las leyes de este titulo.
Que el oidor que hubiere visto causa remitida por
los alcaldes vaya d votar al acuerdo de alcaldes. LEY X V II.
El emperador D. Carlos en Valladolid á 3 de febre­
El oidor qué se hallare á la vista de pleitos ro de 1537. Véase la ley 4 , tit. 1 0 , líb. 5.
criminales por ausencia ó remisión de alcaldes, Que quedando solo un oidor se nombre un letrado
se junte con ellos en sus acuerdos para la de­ que conozca con él de las causas criminales.
terminación , y no pretenda haber cumplido
con enviar su voto. Oidenamos que cuando en alguna de nues­
tras audiencias de las Indias no hubiere mas de
LE Y X IV . solo el presidente y un oidor, y se ofreciere al­
D. Felipe II en Madrid á 19 de diciembre de 1568. guna causa criminal, el presidente con el oidor
Que en discordia en Lima y Méjico se remitan las
nombren un letrado, cual les pareciere, que jun­
causas criminales conforme d esta ley tamente con el oidor conozca de la causa crimi­
nal, y la determinen eu grado de suplicación,
Ordenamos y mandamos que habiendo dis­ como si hubiese dos oidores en la audiencia, lo
cordia éntrelos alcaldes del crimen en la deter­ cual se entienda donde no hay nombrados al­
minación de los pleitos y causas criminales de caldes dei crimen.
que hubieren de conocer, de suerte que no
puedan hacer sentencia, nuestros presidentey LEY X V 1IL
oidores nombren un oidor por su turno, para D. Felipe III en Madrid ií 24 de marzo de 1614.
que vote en las dichas causas-, y sino se hiciere Que un alcalde del crimen solo, no siendo por sala
sentencia con el voto del oidor, en tal caso se no pueda mandar pasar preso d la cárcel de corte*
vea el pleito por una sala de tres oidores, para Mandamos que un alcalde del crimen solo
que esten juntamente con ios alcaldes y oidor sino fuere por sala , no pueda sacar preso de
TOMO 1.
SÍÍ8 Libro ii. Tit. xvii.
ninguna calidad que sea de la cárcel de la jus­ LEY X X III.
ticia ordinaria , y pasarle á la de corte, ni dar El mismo allí.
mandamiento para ello; y en cuanto á los casos Que los alcaldes del crimen no lleven derechos en
en que se puedan dar mandamientos , manda­ causas civiles ni ct iminales.
mos se guarde el derecho y leyes de estos nues­ Otrosí los alcaldes no lleven derechos en las
tros reinos de Castilla, y á los vireyesy audien­ causas civiles y criminales en ninguna forma y
cias <le las ciudades de Lima y ¡Méjico que no por ninguna via , pena de pagarlos con el cua­
den lugar á que se haga agravio á la justicia o r­ tro tanto para nuestra cámara y fisco.
dinaria,
LEY X IX . LEY X X IV .
D. Felipe II cu Madrid á 26 de mayo de 1573. D. Felipe III en Madrid á 16 de marzo de 1607.
Que los alcaldes voten en su acuerdo los pleitos, y Que los alcaldes del crimen de Lima no hagan p r i·
antes de lu ejecución de casos graves los comuniquen siones en las galeras y navios del Qallao sin orden
al virey. del virey.
Los alcaldes del crimen voten los pleitos cri­ Mandamos á los alcald es del crimen de nues­
minales en su acuerdo, y los vi reyes no los apre­ tra real audiencia de Lima , que no hagan pri­
mien á que vayan á votar ante ellos, y comuni­ siones en las galeras ó navios que estuvieren en
quen los negocios graves à los vireyes despues el Callao; y si en algunos casos conviniere, y
de votados antes de la ejecución, y por esto no no se pudiere escusar, se dé primero cuenta al
se impida; y si los vireyes quisieren, puedan ir virey, y con su orden sean recibidos los presos,
al acuerdo de alcaldes, y hallarse presentes al detenidos y guardados, de forma que no se h u ­
votar. yan de la prisión.
LEY XX. LEY XXV.
D. Felipe II en Madrid (í 4 de junio de 1570. Y don D. Felipe II en Córdoba a t i de marzo y 12 de abril
Felipe IV en esta Recopilación. de 1570. Y en el Pardo á 26 de noviembre de 1573.
Que ¿os alcaldes no se hallen d los acuerdos de oi­ Que los alcaldes no se entrometan en hacer posturas
dores, y en que casos se podrán hallar. de mantenimientos ni en materias de gobierno de las
ciudades.
Los alcaldes del crimen tendrán sus acuer­
dos en los días señalados para votar ios pleitos Ordenamos y mandamos que los alcaldes del
que les tocaren , en que el virey como presi • crimen no se entrometan en hacer posturas de
dente podrá asistir; pero en los acuerdos ordi­ los mantenimientos que vinieren á las ciuda­
narios que se hicieren por los presidentes y oi­ des, ni en las materias de gobierno de ellas, y
dores no han de entrar ni concurrir los alcaldes, las dejen libremente á los corregidores y fieles
ni tampoco en Ius oslraordinanos que el virey ejecutores, conforme á la costumbre que ha ha­
juntare, para tratar y conferir con los oidores bido, y la que tienen en estos reinos las ciuda­
algun negocio grave que se ofrezca, escepto si des de Valladolid y G ranada.
la calidad de él fuere tal, que al virey le parez­ LEY X X V I.
ca llamarlos , y oir su parecer, ó íuereu á sen­ D. Felipe II en Madrid a' 20 de diciembre de 1571.
tenciar pleitos, conforme á los casos comprendi­ Y D. Felipe IV en esta Recopilación.
dos en las leyes de este libro. Que habiendo muchos pleitos civiles se remitan algu­
nos d los alcaldes del crimen.
D. Felipe 11 en Madrid á 25 de junio de 1571. Mandamos á los vireyes de Lima y Méjico
que si concurrieren en las salas de aquellas au­
Que los alcaldes no hagan casos de corte fuera de
las cinco leguas sino fu e re en ¿as diferencias que Su diencias tantos pleitos y negocios civiles que
ofrecieren 'entre indios en negocios graves , y con cómodamente no los puedan despachar los oi­
consulta del virey ó presidente. dores, y los alcaldes del crimen tuvieren tiem­
Mandamos que los alcaldes del crimen en po desocupado sin hacer falta á las cansas cri­
las diferencias que se ofrecieren y sucedieren minales, les remitan los negocios y pleitos ci­
entre los nidios, no hagan casos de corte fueia viles que pareciere à los oidores , para que los
de las cinco leguas , sino i aere en casos graves, puedan determinar en vista ó revista, ó en era­
y habiéndolo primeramente consultado con ei bas instancias, de forma que en el despacho de
todos haya buen espediente, y asi se haga y
virey ó presidente.
cum pla, habiendo precisa necesidad, y no de
otra manera.
D. Felipe 11 en Madrid á 19 de diciembre de 156S.
Que los alcaldes del crimen no lleven parte de. las D. Felipe IV en Madrid á 2S de mayo de 1621.
condenaciones.
Que el virey cuando conviniere pueda remitir d los
Los alcaldes del crimen no tengan ni lle­ alcaldes del crimen las causas del abasto.
ven parte alguna de las condenaciones que hi­ Porque en algunas ciudades de nuestras In­
cieren. dias conocen los alcaldes ordinarios y fieles eje­
cutores privativamente de todas las causas que
pertenecen al abasto y provisión de manteni­
mientos, y poner los precios, de que se siguen
De los alcaldes del crimen. 259
muchos inconvenientes, porque los regidores y en las que los vireyes no se hallaren se puedan
sus deudos son dueños de muchas chacras y he­ escusar de señalar y firmar.
redades de los contornos, y proveyendo á las
ciudades de mantenimientos, los ponen á esce-
sivos precios, y crece este perjuicio por el mu­ D. Felipe 11 en el Pardo á 26 de noviembre de 1575.
cho número de esclavos y regalones, puestos Y en Aranjuez á 2 t de mayo de 1579.
por mano de personas poderosas, de que se si­ Que los alcaldes del crimen no prendan al cor regidor
guen muchos fraudes y engaños. Y para que de Méjico sin consulta de el virey.
en todo se ponga eficaz remedio, mandamos á Los alcaldes de el crimen de nuestra real
los vireyes, que pareeiéndoles conveniente re­ audiencia de Méjico no puedan prender al cor­
mitir estas causas sobre provisión y manteni­ regidor de aquella ciudad por ninguna causa,
mientos à los alcaldes del crimen , se las remi­ sin haberlo comunicado, y consultado primero
tan , para que conozcan de ellas, y procedan con el virey de Nueva-España, para que se ha­
conforme á justicia, (3) ga con su parecer y acuerdo.
LEY X X V III. LEY X X X II.
El emperador D. Carlos en Valladolid á 28 de mayo
de 1527. D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1575, ca­
pítulo 4. Véase la ley 7 , tit. :L°, lib. 7.
Que los alcaldes del crimen no conozcan de pleitos
sobre indios, y los remitan al consejo. Que el virey nombre las personas que hubieren de
salir de orden de la sala del crimen, dejando d los
Los alcaldes del crimen no conozcan de alcaldes el señalamiento de salarios, y si otra cosa
pleitos sobre indios, que Nos los inhibimos del se hubiere de mandar.
conocimiento de ellos. Y mandamos que se guar­ Los vireyfes de Lima y Méjico pretenden
de lo ordenado por las leyes 123 y siguientes, nombrar lodos los receptores y personas, que
titulo 15 de este libro. salen proveídos por la sala de alcaldes, y seña­
LE Y X X IX . lar los salarios que han de llevar, y mandan al
D. Felipe II á 4 de julio de 1570.
sello y registro, con pena, que no despachen
las provisiones de la sala donde hubiere perso­
Que los vireyes no firmen las sentencias con los al­
caldes aunque se hallen d ver y votar los pleitos. na nombrada : Declaramos, que los vireyes so­
Los vireyes no firmen las sentencias que en los han de hacer la elección de las personas que
en la sala de los alcaldes se ordenare y acorda­
cualquier causa ó negocio criminal dieren y
pronunciaren los alcaldes del crim en, y sola­ re, se deben proveer y enviar fuera de las ciu­
mente las firmen los alcaldes, aunque los vire, dades donde residieren , y que todo lo demas
yes se hallen presentes al tiempo de votar las lo han de dejar hacer y ordenar á los alcaldes.
causas, no siendo en el caso de la ley siguiente.
LEY X X X . D. Felipe III á 16 de julio de 1603. Y en Lcrma á 26
de julio de 1608.
D. Felipe ÏJ en San Lorenzo á 19 de junio de 1597.
D. Felipe 111 en Barcelona á 8 de junio de 1599 Que el alcalde mas antiguo no se escuse de rondar.
Que los alcaldes no determinen en revista causa de Mandamos que los alcaldes del crimen más
que los vireyes hayan conocido en primera instan­ antiguos de Méjico y Lima no se escusen de
cia, sin que se hallen presentes, y firm en ó señalen. rondar, según y como tienen obligaciou los de­
Porque los vireyes de Lima y Méjico cono­ mas alcaldes. (4)
cen en primera instancia de las causas de indios
y soldados, y e n las crimínales se suele apelar
D. Felipe II en Madrid á ¿6 de mayo de 1575 , ca­
de lo que proveen para la sala del crimen, don­ pítulo 2.
de se determinan estas causas en revista por so­ Que los vireyes dejen d los alcaldes egercer libre­
los los alcaldes: Ordenamos y mandamos, que mente, y no suelten sus presos.
los alcaldes no vean , ni determinen en revista
Ordenamos á los vireyes de Lima y Méjico
ningunas causas de indios, ni soldados, de que
que dejen á los alcaldes usar y egercer sus ofi­
hubiere conocido en primera instancia el virey
en los casos que lo pudiere hacer, si no se ha­ cios libremente, y egeeutar lo que acordaren
en su sala y acuerdo, y no den soltura á sus
llare presente, ó con orden y escusa, de que no
presos.
se puede hallar. Y mandamos à los vireyes, que
cuando estos negocios y causas requieran su LEY XXXV.
presencia, se hallen á la determinación, sin em­ D. Felipe II en San Lorenzo á 5 de agosto de 1621.
bargo de la ley 24, tit. 15 de este libro, y en­ Que los alcaldes del crimen escriban al rey libre­
tonces firmen ó señalen las sentencias y autos mente ., y los vireyes no vean sus cartas.
que se proveyeren en revista y si no fueren Los vireyes dejen escribir libremente á los
de tanta consideración, y estuvieren ocupados, alcaldes del crimen las cartas qué fueren para
ordeneu, que se determinen por los alcaldes, y Nos, y no las vean si ellos no se las quisieren
participar.
(5) En esta conformidad la nieve que es un abas­
to principal corre en Lima si caigo de un ministro
con una ayuda de costa de 500 posos con arreglo á
la real cédula de 17 de noviembre de 1/60 , en que
se dió facultad al virey de nombrar el ministro que (4) Véase la nota á la ley 27 , título 16 de este
tuviese por couYenieule. libro.
260 Libro ii. T it. XV.
LEY X X X V I. oficiales de la audiencia, y de la sala del cri­
D Felipe IV en Madrid á 28 de mayo de 1621.
m en, y castigarlos conforme á justicia.
Que los vireyes den audiencia d los alcaldes del cri­ LEY X X X V III.
men sin dilación, y los alcaldes les participen los ca­ D. Felipe IV en Madrid ú 5 de abril de 1630.
sos (¡tte ocurrieren.
Que cada alcalde del crimen no pueda tener mas de
Todos los negocios públicos requieren breve un portero con vara.
despacho y egecucion, y especialmente los cri­ Mandamos que ninguno de los alcaldes de
minales: Mandamos á los vi rey es de nuestras el crimen pueda tener, ni nombrar mas que un
Indias que ocupen el tiempo de su gobierno, de solo portero con vara, sin embargo de cual­
íórina que ninguno les impida la audiencia y quier costumbre que haya ens contrario.
noticia de ellos, y cada dia por tiempo de dos
horas, y á la noche el que fuere necesario , les LEY X X X IX .
de noticia el alcalde del crimen mas antiguo, D. Felipe IV en Madrid á 30 de enero de 1635.
de lo que hubiere sucedido, para que como ca­ Que los alcaldes del crimen administren justicia sin
bezas de las reales audiencias estén informados omisión ni escepcion de personas, y los vireyes avi­
sen al rey si asi se ejecuta.
de todo; y si alguno de los alcaldes tratare cau­
sa, ó tuviere noticia de algun caso que conven­ Ordenamos y mandamos á los alcaldes de
ga participar al vi rey , tenga tan prevenida su crimen, que inquieran y procuren averiguar y
familia, que aunque esté comiendo ó durmien­ castigar los delitos, sin omisión, excepción de
do, se haga avisar ó despertar, y oiga al alcal­ personas , ni otros respetos, conforme á su obli­
de , que asi conviene á la administración de gación , y descargo de nuestra real conciencia,
justicia j y si hallare que alguno de sus criados y á los vireyes, que estén muy atentos á lo su­
faltare á la urbanidad y respeto en recibir al sodicho, y en todas ocasiones nos avisen si asise
alcalde, y avisar al virey, lo despida sin dila­ cumple y egecuta.
ción, y con tal demostración, que su egenipio
autorice las personas y causas, y cuando oyeren Que los alcaldes del crimen conozcan de las cé­
á los alcaldes, los honren como tales ministros, dulas y provisiones, que se dan contra casa­
piles tos en tan preeminente lugar. dos y estranger o s, aunque vayan duigidas d
presidente y oidores, ley 1d , lit. 1 de este
LEY X X X V IL libro.
D. Felipe II en Madrid á 1 3 .d e diciembre de 1597* Que donde no hubiere alcaldes del crimen co­
Que un alcalde haga la visita ordinaria de los oficia­ nozcan los oidores de las causas civiles y cri­
les de la sala del crimen.
minales , ley 68, lit. 15 de este libro.
La visita ordinaria de los oficiales de la sala Las leyes comunes tí oidores , alcaldes y fisca­
de el crimen en las audiencias de Lima y M é­ les, se vean en los titulos 15 y 16 de este
jico, haga uno de los alcaldes, conforme à ley libro.
de estos reinos de Castilla, no quitándose por Que ¿os alcaldes del crim.n no condenen d gen­
esto al presidente y oidores la jurisdicción que tiles hombres de galera en L im a , ley 14,
tienen para conocer de los delitos de todos lus tit. 8, libro 7.

TITULO OI T OCHO.
D e los fiscales de las audiencias y chancillerias reales de las
In d ia s.

LEY P R IM E R A . fiscales los pleitos, causas y negocios, como me­


D. Felipe IV en Madrid á 5 de ocLubrc de 1626. Y
jor les pareciere, de forma que en su vista y
en Valencia á 22 de abril de 1652. determinación no haya alguna dilación. (1)
Que en las audiencias de Lima y Méjico haya dos
fiscales , y qué negocios han de despachar. ( t ) Esta ley primera en cuanto á la repartición
se manda observar eu real cédula del Paido á 5 de
Es nuestra merced y voluntad, que en cada abril ele 1770.
una de las reales audiencias de Lima y Méjico j Eu cédela de 6 de abril de 1776 se unió á las
haya dos fiscales, que el mas antiguo sirva la | fiscalías del crimen el empleo de protectores gene­
rales de indios que antes se servían separadamente;
plaza en todo lo civil , y el otro en lo criminal, j pero si por muerte , ausencia ú otro ¡inpidimento
Y porque á los mas antiguos pueden ocurrir j despachare uno las dos, debe abonársele la mitad
tantos negocios, y pleitos civiles, que les falte j del sueldo de la que se le una por real orden de 13
tiem po, y los de el crimen se hallen mas de- ¡ de marzo de 1788. Véanse las de 26 de junio, y la
de 2 de agosto de 8 9 , aunque estas reales órdenes
socu patios : Mandamos à nuestros vireyes del j parece deben entenderse derogadas ya por otra de
Perú y Nueva-España, que provean y ordenen, ¡ 15 de abril de 99.
que siendo necesario se repartan entre los dos I Téngase también presente que á los fiscales los
De los fiscales de las audiencias. 261
de setiembre de 1587. En Toledo á 25 de mayo de
LEY IL 1596. Ordenanza 90 de audiencias. I). Felipe III en
D. Felipe II en Madrid á 29 de agosto de 1570. Y Madrid á 2 0 ‘de setiembre de 1607. Y D. Felipe IV
eo la ordenanza 89 de audiencias en Toledo á 25 de en esta Recopilación.
mayo de 1596. D. Felipe IV en esta Recopilación. Que losfiscales se hallen en las audiencias , juntas y
Que los fiscales tengan el lugar y asiento que por acuerdos estraordinarios.
esta ley se declara. Porque en audiencias y acuerdos extraordi­
Los fiscales de lo eivil se asienten en los rea­ narios se tratan muchas cosas tocantes à nuestra
les estrados en la misma orden que los oidores; real hacienda y Lien de ios naturales, y convie­
pero en el último lugar, y lo mismo se guarde ne que se hagan con asistencia de los fiscales:
en Lima y Méjico respecto de los alcaldes, para Mandamos á nuestros presidentes y oidores que
el asiento que ha de lenei en su sala el fiscal del los hagan llamar para todas las audiencias, jun­
crim en, y en las visitas de cárcel, prefiriendo tas y acuerdos extraordinarios, asi de justicia,
en ésta y todas las demas concurrencias á las como tocantes á real hacienda, con los oficiales
justicias ordinarias y alguaciles mayores, de de ella, ó para cosas de gobierno, ó en otra
forma que se les guarde en todo lo pertene­ cualquier forma, aunque sea fuera de los acuer­
ciente á sus oficios lo que está ordenado, y se dos, ó en otras cualesquier partes donde se ha­
guarda con los fiscales de nuestros consejos, y lla ren ó los trataren, y no hagan las audiencias,
chancillerías de Valladolid y Granada. juntas y acuerdos extraordinarios sin avisará
los fiscales, y que se hallen presentes.
LEY 111.
LE Y VI.
D. Felipe II en Toledo á 2 de junio de 1560. D. Felipe II en la ordenanza 79 de 1563. En Toledo
Que los fiscales asistan en las audiencias las tres ho­ á 25 de mayo de 1596. Ordenanza 88 de Audiencias.
ras de la mañana, y se puedan escusar de ir á los Que los fiscales no ahoguen, sirvan por sus personas,
acuerdos, y tratándose negocios del Jisco sean avisa­ y vean si se guarda lo ordenado.
dos y vayan d ellos.
Mandamos que los fiscales no puedan abo­
Mandamos que los fiscales asistan en las au­ gar en ningún negocio, y entiendan solamente
diencias las tres horas de la mañana, aunque en lo que a Nos locare, y á nuestra cámara y
no se traten negocios fiscales, y para que ten­ fisco, y asi lo juren ante los presidentes y oido­
gan lugar de ver los pleitos, ordenar las peti­ res, y sirvan por sus personas; salvo cuando se
ciones , y otras cosas que tocan à sus oficios, se ausentaren por justa causa, y por breve tiem­
puedan escusar las tardes: y en caso que en los po, y con licencia de nuestros presidentes, ó si
acuerdos se traten , ó determinen pleitos ó ne­ dieren poder para algunos pleitos que se siguie­
gocios que toquen á nuestro real fisco, sean ren fuera de las ciudades donde residen las au­
avisador y se hallen presentes. diencias, y tengan grande cuidado en ver si se
LEY IY . guardar las provisiones dadas, y las ordenanzas
D. Felipe II en Madrid á 15 de agosto de 1561. Y á que están hechas, mayormente las que tocan á
3 de marzo de 1566. Y f>. Felipe IV en esta R ecopi­ la instrucción , conversión y buen tratamiento
lación. de los indios, y su conservación. (3)
Que losfiscales se puedan hallar en los acuerdos , y LEY VIL
no se les ponga impedimento .
El emperador D. Carlos y el príncipe en Valladolid
Ordenamos á los presidentes, oidores y al­ a 2 de agosto de 1553. D. Felipe IV en esta R ecopi-
caldes, que en los acuerdos que se hicieren en acion.
las reales audiencias y salas de alcaldes, no im­ Que se muestren y participen d los fiscales las té-
pidan, ni estorven á los fiscales , según les toca­ dulas, provisiones y cartas del re y .
re por el egereicio de sus plazas, el estar y ha­ Porque los fiscales puedan mejor servir sus
llarse presentes todo el tiempo que duraren, oficios, y estén mejor informados de lo que de­
asi por lo que toca á negocios de nuestra real ben hacei. leñemos por conveniente y necesa­
hacienda, como a otros cualesquiera que hubie­ rio, que jos presidentes y oidores les muestren
re y se trataren, porque asi conviene á nuestro y paiticipen nuestras cédulas, instrucciones,
real servicio, bueua administración de justicia provisiones, y las demás escrituras que para las
y hacienda, (a) audi-ncias se hubieren dado y dieren todas las
veces que las pidieren. (4)
. LEY V.
D. Felipe II en Madrid á 15 de agosto de 1564. En
Méutricla á 2 i de mayo de 1577. En San Lorenzo á 2 D. Felipe II e» la ordenanza 151 de 1563, y 146 de
audiencias de 1596. Y J>. Felipe IV en esta Recopi­
hace censores regios la cédula de 19 de mayo de lación *
Ib 0 1 , la que no es otra cosa que una literal repe­ Que los escribanos entreguen los procesos ó escritiu
tición de las leyes 5 y 4 , tit. 5 , lib. 8 de i a Novísi­ ras que el fiscal pidiere.
ma Recopilación.
Si los fiscales pidieren algnn proceso ó es-
Téngase igualmente presente que en los casos
graves que conviniese que se .junten los dos fiscales,
(5) Breve tiempo , parece ser hasta dos meses
ío determinarán el virey ó presidente y el recente
según parece indicarlo la ley 4 2 , tit 22 lev mi-
que asi ¿se ejecute, Si ambos no estuviesen confor­ mero. ’ •> *
mes sobre el particular, lo decidirá el acuerdo sin
concurrir ni el virey ó presidente ni el regente , ar­ ' f' ,----- i od primero ae este libro.
ticulo 26 de la Instrucción de regentes. ’ Est„ ley y la 2 J d e l titulo primero de este libro
(2) Véase la ley 3 0 , tit 15 de este libro. se mandan observar en cédula de 20 de agosto dé
TOMO I.
66
262 Libro ii. Titulo XVI1T.
crituva, didendo que lo quieren ver, ó se les lo hagan en todos los dichos negocios en los ca­
hubiere mandudo, que lo vean para alegar y sos que fueren citados por los oficiales reales.,
procurar el derecho de nuestra real cámara y con el cuidado y diligencia que à nuestro real,
fisco , el escribano de cámara , ú otro cualquie­ servicio y buen cobro de nuestra hacienda con­
ra ante quien pasare, ó hubiere pasado, se lo viene. Otrosí ordenen á sus solicitadores, que.
entregue, ó envié el dia que lo pidieren , ó acudan á ellos con mucho cuidado, y les noten
mandare la audiencia, ú otro dia siguiente, las peticiones , y. hagan las demas advertencias
pena de cuatro pesos para los estrados porcada convenientes.
vez que hubiere falta en lo susodicho, LEY X III.
LEY IX. D. Feln ,>.e II en Badajoz ú 11 ele noviembre de 1580*
D. Felipe 11 en Aranjuez á 7)1 de mayo de 1573. \ D. Felipe IV en Madrid á 4 de agosto de 1626.
Que pidiendo los fiscales algunos testimonios se los Que los fiscales se muestren parte en los pleitos de
den los escribanos, y las audiencias lo provean. hacienda real que fueren en grado de. apelación de
Nuestra voluntad es que por ninguna via ni oficiales reales.
forma se impida à los fiscales el darnos cuenta Los fiscales salgan á todos los pleitos y ne­
de todo lo que pareciere necesario u nuestro gocios tocantes á hacienda real, que én gra­
real servicio y causa pública. Y para que asi se do de apelación de los autos y procedimientos
cumpla y egecutc, mandamos, que los escriba* délos oficiales reales fueren á las audiencias,
nos de cámara de las audiencias, y todos ios de­ hasta que sean fenecidos y egecutoriados, y lo
más de sus distritos, den á los fiscales todos los proveído sea llevado á debida egecucion.
testimonios que les pidieren en pública forma, LEY X IV .
para que los puedan enviar à nuestro consejo, D. Felipe II en Madrid á 18 de mayo de 1572. Don
ó á la» partes que tuvieren por convenientes. Felipe 111 á 25 de m ayode 1607.
D. Felipe 111 en Madrid á 16 de junio de 1617. Que los fiscales sigan los pleitos de condenaciones
hechas por los fieles ejecutores, aplicadas d la edma-
Y ordenamos alas audiencias, que les haga» dar ra si se apelare para las audiencias.
los testimonios que pidieren en todas las cau­
sas y materias de nuestro real servicio y ha­ Conviene al buen gobierno de las ciudades,
cienda, citando las partes, si las hubiere, y es­ y cobranza de las condenaciones aplicadas à
tuvieren presentes, y no lo estando, sin citar­ nuestra real cámara , que cuando se apelare pa­
las. ra las audiencias de las condenaciones que hi­
cieren los fieles egeculores á algunos mercade­
LEY X. res, y regatones, de lo que compran y venden
D. Felipe IV en Madrid ;í 25 de agosto de 1627. contra ordenanza, sigan nuestros fiscales las di-
Que los fiscales salgan ii las causas de gobierno. • ehas causas, para que no se queden por deter­
Los fiscales salgan á las causas que se siguie­ minar, y administrándose justicia no sea per­
ren eu gobierno ante los vi re yes ó presidentes, judicada la real hacienda. Y mandamos á las au­
>or los inconvenientes y daños que de no lo diencias y fiscales, que asi lo hagan, cumplan
!íacer asi resultan contra nuestra real hacien­ y egeeuten.
da , y los vire yes y presidentes ios compe­
lan á lo susodicho, y los fiscales pidan loque LEY XV.
convenga. D. Felipe IV en Madrid á postrero de diciembre de
LEY XI. 1626.
D. Felipe IV en S. Lorenzo á 20 de octubre de 1635. Qae en pleitos de acreedores en que la real hacienda
Para c»ta ley y las siguientes se vea la ley 106, t¡t. 1, sea interesada, salga el fiscal y se le guarde su privi-
lib. 8 legio.
Que los fiscales respondan d los negocios de que los Siempre que nuestra real hacienda fuere
contadores de cítenlas les nuuuLtren dar traslado. interesada en algun pleito de acreedores que
Mandamos à los lineales de las audiencias pasare ante los jueces ordinarios por derecho
de Lima y Méjico y Santa Eé, que respondan que nos pertenezca : Mandamos que salga á ét
á todos los negocios de que nuestros contadores nuestro fiscal, y que se le guarde el privilegio
de cuentas les dieren traslado, pidiendo y ale­ que por derecho se le debe.
gando lo que tuvieren por mas conveniente.
LEY X V I.
LEY X II. D. Felipe II en San Lorenzo á l.° de junio de 1574í
D. Felipe 11 en San Lorenzo á 1.® de junio de 1574 Que el fiscal salga d los pleitos que resultaren de
Y en Arroyo el Puerco :i 8 de marzo de 1585. Don cuentas de oficiales reales.
Felipe IV en Madiid á L2 de oetuhte de 1625, y á Mandamos que en todos los pleitos que se
10 de setiembre tic J.630.
ofrecieren ante tontadores que tomen cuentas
Que los fiscales defiendan los pleitos de hacienda real, sobre hacienda real, en virtud de nuestras ór­
que pasaren ante oficiales reales, y puedan ser cita­ denes y comisiones à oficiales reales, salgan los
dos para ello.
fiscales de las audiencias y hagan las defensas
En todos los pleitos que se ofrecieren de convenientes.
nuestra real hacienda ante oficiales reales, se
muestren parle los fiscales de las audiencias, y
la defiendan y hagan su oficio, sin poner difi­
cultad ui otro algún impedimento: y asimismo
De los fiscales ti e las audiencia?. 263
L E Y X V II. los vireyes con asistencia de oidores, fiscales y
oficiales reales para gastos que parece necesa­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ rio se hagan de nuestra real hacienda, y ten­
ra en Valladolid á 31 de julio de 1556 D. Felipe II
en la ordenanza 60 de audiencias de 1573. gan particular cuidado de enviarlas con toda
Que el Jiscal se halle d las almonedas de hacienda claridad ,(para que conste lo resuelto en ellos,
real. y hagan una relaciou de todo lo demas que se
En todas ocasiones que se hubiere de ven­ tratare y determinare en los acuerdos donde
der por los oficiales reales alguna cosa de nues­ pongan por su. propia mano lo tratado y deter­
tra hacienda , donde hubiere audiencia , se ha­ minado cada d ía, ó lo encarguen al escribano
lle presente juntamente con ellos el fiscal á la que atli asistiere, y en cada un año envien una
venta y remate. Y mandamos á los oficiales rea­ copia á nuestro consejo para que sepamos y en­
les que no vendan ninguna sin esta calidad. tendamos lo que se hace en aquellos acuerdos
y qué utilidades resultan. Y mandamos á los
LEY* X V 1 vireyes y presidentes que de la ejecución ten­
D. Felipe II en Monzon de Aragón á 25 de setiembre gan continuo y especial cuidado.
de 1565. Y en capítulo de carta de 1570 Y en A r­
royo del Puerco a 8 de marzo de 1583. D. Felipe III
LEY
en San Lorenzo á 21 de setiembre de 1612 Y eu D. F c l i p c l l e n Madrid á 15 de diciembre de 1567.
Mérida á 4 de mayo de i619. D. Felipe 111 en Lcnna á 5 de junio de 1610.
Que los fiscales de Santo Domingo y Filipinas se ha* Que en cada un año se envíe al consejo relación de
Utn á las visitas de navios con los oficiales reales , y los pleitos sobre hacienda, en que el jiscal sea actor,
no conozcan de (as causas. y se determinen con brevedad.
Ordenamos y mandamos que los fiscales de
nuestras reales audiencias de Santo Domingo y Mandamos que en fin de cada un año los
Filipinas se hallen juntamente con los oficia­ presidentes, ó en su ausencia los oidores mas
les reales á las visitas de los navios que entra­ antiguos con los fiscales de nuestras reales au­
ren en aquellos puertos y salieren para estos diencias manden hacer y que se haga con efec­
reinos ó los de la Nueva España : denuncien to , y nos envíen en todas las ocasiones de via-
lo que llevaren ó trajeren de mas de la permi­ ges á estos reinos re'ación muy particular y
sión : pidan se aplique á nuestra hacienda, y puntual de los pleitos fiscales que hubiere, en
que los culpados sean castigados coa rioor de que por nuestro real fisco sea actor el fiscal, y
derecho, y no consientan que los navios vuel nos pueda peitenecer cualquiera hacienda y
van sobrecargados , ni se entrometan en cono­ maravedís por comisos y condenaciones, ó por
cer de ninguno de ios negocios que de ellas re­ otro cualquier derecho, refiriendo la calidad y
sultaren, ni en mas de lo referido. cantidad sobre que son ó pueden ser , y el esta­
do en que estuvieren, todo con mucha dis­
LEY XIX. tinción , pata que la mandemos ver , y so en­
D. Felipe II en Madrid á i7 de enero i!e 1578. tienda el cuidado y cuenta que en esto tienen,
Que losfiscale.s defiendan la real hacienda., y conlra- y provean (pie en los pleitos fiscales pendien­
digan el cumplimiento de libranzas en la caja. tes se haga loque convenga, y sean detenui.
Nos tenemos proveído y mandado à los vi nados sin alguna dilación.
reyes y audiencias de las ludias que no den li
bra lizas sin nuestra orden es presa en las cajas
reales y á nuestros oficiales , que en caso que D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-
los susodichos libren algunas cantidades i.o cum­ lid jí 5 de setiembre de 1556.
plan sus órdenes ni libranzas. Y porque nues­ Q«e elfiscal p, cfiera en asiento d los oficiales reales
tra voluntad es que precisa y puntualmente se en las almonedas.
guarde y ejecute; Mandamos á Jos fiscales de Los fiscales de nuestras reales audiencias
. las audiencias que cuando se hicieren estas li­ prefieran en asientos en las almonedas à los ofi­
branzas en las cajas reales contra lo proveído ciales reales.
por Nos , salgan y se muestren paites luego
ue les fuere avisado por ios oficiales realesj ó
3 e cualquiera suerte llegaren su noticia, y ha­ Flobo.
?fe \v D.
nVa ,-ord. r “'-" 94 d“ «"'H'-ctMde
gan todas las diligencias convenientes para que i'ehpe l \ cu esta Recopilación.
no.se cumplan, y sea guardado y ejecutado lo Q«e los fiscales tomen la voz de, las cansas concer­
proveído por Nos en esta razón. (Ò) nientes a la ejecución déla justicia,
LEY XX. Ordenarnosy mandamosque los fiscales de las
D. Felipe II eu San Lorenzo á 28 fie agosto de 1595. audiencias tomen la voz é interpongansu oficio
D. l-ehpe III en el Pardo á 27 de febr ero de 1620. en los pleitos y causas concernientes á la ejecu­
Que losfiscales envien al consejo copias y relacio­ ción de nuestra real justícia, cuando se apelare
nes de los acuerdos de hacienda. de los corregidores y de otros jueces.
Los fiscales Je nuestras audiencias , donde LEY X X IV .
conforme á U dispuesto se debieren hacer é D. Felipe íII en Madrid ?í 9 de marzo de 1620.
hicieren acuerdos de hacienda, envíen al con­
Que los fiscales tengan cuidado de que se ejecute lo
sejo copias de los acuerdos generales que hacen proveído sobre el tratar y contratar los ministros.
Porque está ordenado lo que ha parecido
(5) Véase la ley 5 , tit. 28 , üh. 8. conteniente para remedio de los escesos que lia
2Gi Libro iv. Tit. xm.
habido en negociaciones , tratos y contratos de de los gobernadores , corregidores, alcaldes
ministros y sus criados y allegados: Mandamos mayores y todos los demás ministros de justi­
á los fiscales de nuestras audiencias que tengan cia , que son à previsión de nuestros vireyes ó
particular cuidado del cumplimiento y ejecu­ presidentes, y se hubieren visto en las audien­
ción de lo proveído , pidiendo lo que 'conven­ cias , refiriendo la sentencia que con cada uno
ga si supieren ó entendieren que se contravie­ se hubiere pronunciado, y las penas y conde­
ne á alguno ó algunos de los casos contenidos naciones impuestas, y si las ha pagado 6 no,
en las leyes que de esto tratan. y si lia cumplido con el tenor de la sentencia,
para que anotado y prevenido en las relaciones
LEY XXV. puestas en las secretarias del consejo de servi­
f) Felipe Ili en Madrid a 16 de enero de 1619. Véa- cios , partes y calidades de los pretendientes,
se con la ley 6 1 , tit. 2 , lib. 3 con la ley 9 , tit. 26, cuando se hicieren las proposiciones de oficios
lib. 8.
que Nos proveemos , y en tod.o tiempo conste
Que los fiscales contradigan las prorogaciones de los de los méritos de cada uno, y se proceda con el
corregitnien tos.
acierto y ajustamiento que conviene.
Ordenamos à los fiscales de audiencias, cu­
yos presidentes fueren vireyesó tuvieren el go­ LEY X X IX .
bierno superior déla tierra, que tengan parti­ D. Felipe II en la ordenanza 84 de 1563 , en Tole­
cular cuidado de contradecir las prorogaciones do á 2a de mayo de 1596. Ordenanza 92 de A u­
diencias.
de los oficios que fueren á provisión de los vire-
yesy presidentes, de forma que por ningún ca­ Que los fiscales defiendan la jurisdicción y hacienda
so por ellas ni por tácita ni espresadisimulación real y el patronazgo, y pidan que se castiguen los
pecados públicos, y den cuenta de todo.
ninguna de las personas nombradas por los vi-
reyes y presidentes sirva mas tiempo del que y Ordenamos á los fiscales que tengan gran
se le perm ite, conforme à leyes y ordenanzas*, cuidado de la defensa y conservación de la ju­
si para la ejecución y cumplimiento de lo sobre­ risdicción , patronazgo y hacienda real, y cas­
dicho fuere necesario que las audiencias pro­ tigo de pecados públicos, y de darnos cuenta
vea ti y ordenen alguna cosa , acudan á ellas con particular relación de todo lo que en esto
para que asi lo hagan. hubiere y de cuauto mas eouvenga á nuestro
real servicio.
LEY X X V I.
LEY XXX.
D. Felipe II en San Lorenzo d 51 de mayo de 1596.
D. Fvlipe III en Madrid á 3 de jm fio, y en San Lo­
Que los fiscales procuren saber si los que han com­ renzo á 14 de agosto de 1620.
prado oficios han llevado confirmación.
Que los fiscales sigan las causas de inmunidad y otras
Conviene saber y entender si las personas unte jueces eclesiásticos, por sus personas ó la de
que han comprado los oficiosjque se han bene­ sus agentes.
ficiado por nuestro mandado han llevado y Los fiscales de nuestras reales audiencias
tienen de Nos confirmaciones dentro del térmi sigan las causas que pasan ante los ordinarios
no (pie se les ha ordenado : Mandamos que los y otros jueces eclesiásticos sobre inmunidades
fiscales hagan diligencia en pedir á todas las de las iglesias y otros euaiesquier negocios y
personas que hubieren comprado los oficios, pleitos por sus mismas personas ó las de sus so­
que manifiesten las confirmaciones, y nolas licitadores-fiscales , con que firmen las peticio­
manifestando pidan que sean apremiados á que nes en las cosas y casos que les tocaren ó las
los dejen, ó lo que mas conviniere á nuestra real rubriquen.
hacienda. LEY X X X I.
LEY X X V II. D. Felipe IV en Madrid á 26 de setiembre de 1623.
D. Felipe III en S. Lorenzo á 18 de octubre de 1607. Que cuando los obispos proveyeren sobre lo conteni­
Que los fiscales procuren, que se acaben los pleitos do en esta ley, elfiscal use del remedio que hubiere
de residencias y renunciaciones de oficios. lugar de derecho.
Guando se ofrecieren casos en que los obis­
Es importante á nuestro real servicio que se pos reserven en sí las confesiones y absolucio­
fenezcan y acaben con brevedad todos los plei­ nes sacramentales de los alcaldes mayores, cor­
tos y causas que estuvieren por sentenciar y de­ regidores , justicias y ministros de sus distritos
terminar en nuestras audiencias, y especial­ ú otros semejantes : Mandamos que el fiscal de
mente los que tocan á residencias de jueces or­ la audiencia dei distrito se presente en la au­
dinarios, y á renunciaciones de oíicios-Y man­ diencia , y use del remedio que hubiere lugar
damos á los fiscales de ellas que tengan parti­ de derecho.
cular cuidado de hacer las diligencias necesa­
rias para que se acaben y determinen. LEY X X X II.
D. Felipe 111 en Aranda á 17 de julio de 1610.
LEY XXVIII. Que los fiscales pidan lo que convenga sobre donacio­
D . Felipe IV en Madrid á l i de octubie de 1635, nes de clérigos d sus hijos y tratos y contratos.
Que los fiscales envíen testimonio de las residencias A los fiscales toca por la obligación de sus
que se vieren en las audiencias. oficios pedir lo que convenga sobre las donacio­
Mandamos á los fiscales que todos los años nes que los clérigos hicieren á sus hijos, y lo que
envíen al consejo testimonios délas residencias hubieren adquirido en tratos y contratos, y ga-
De los fiscales las audiencias. 205
nandas que en ellos hubieren tenido contra lo vados y bien tratados, y no reciban alguna mo­
dispuesto por los concilios provinciales. Y man lestia, daño ó perjuicio en sus personas ó ha­
damos íque asi lo bagan, cumplan y ejecuten cienda. Y mandamos que en todos cuantos ca­
coa todo el cuidado y lasolititud necesaria. sos y ocasiones se ofrecieren de enviar á hacer
LEY X X X III. información sobre si resulta perjuicio contra al­
gunas peisonas para conceder tierras de labor ó
D. Felipe II en 26 de mayo de 1573.
pastos, ú otros efectos, los vireyes, presiden­
Que los fiscales procuren se ejecute lo dispuesto con tes y oidores hagan citar á los que verdadera­
tra casados en estos reinos que residieren en las
Indias. mente fueren interesados, y á los fiscales de
nuestras reales audiencias por lo que tocare á
Mandamos que los fiscales bagan instancia los indios, para que todos los susodichos y ca­
con mucho cuidado en que se cumpla y ejecute da uno puedan hacer sus diligencias , y ale­
lo que está mandado acerca de que los casados gar su derecho contra cualquier agrario que en
que estuvieren en las Indias sin sus mugeres su perjuicio pudiere resultar.
vengan á hacer vida con ellas , y sigan las cau­
sas que sobre es Lo se movieren , para que se fe­ LEY
nezcan con brevedad¿ El emperador D. Carlos y el príncipe en Valladolid
á 11 de agosto de 1553. D. Felipe LV en esta recopi­
LE Y X X X IV . lación. Véase la ley 10, tit. 2 , lib. 6.
D. Felipe l i e n Monzon de Aragón á 6 de setiem ­ Que losfiscales tengan por obligación particular e l
bre de 1563. Y en la ordenanza 8 1 de audiencias de acudir d la libertad de los indios.
este año en Madrid à 8 de enero de 1575. A ili á 23
de junio de 1587. Y en la ordenanza 93 de audien­
Ordenamos y mandamos á los fiscales que
cias de 1596. D. Felipe IV en esta Recopilación. visto y entendido lo que cerca de la libertad de
los indios está dispuesto, tengan muy grande
Que los fiscales sean protectores de tos indios, y los
defiendan y aleguen por ellos. y particular cuidado de reclamar en las audien­
cias universalmente la libertad de todos ios in­
Los fiscales de nuestras reales audiencias dios é indias, de cualquier calidad (pie sean ó
sean protectores de los indios, y los ajuden y esten debajo de servidumbre, o color de escla­
favorezcan en todos los casos y cosas que con­ vitud, asi de los que residen en las casas y ser­
forme à derecho les convenga para alcanzar vicio de los españoles, como én sus estancias,
justicia , y aleguen por ellos en todos los plei­ minas, grangerias, labores, haciendas, y en
tos civiles y criminales de oficio y partes con otra cualquier parte donde se hallaren deteni­
españoles, demandando ó defendiendo, y asi dos y sin su natural libertad, y para que la go­
lo den à entender á ios indios y en los pleitos cen y cese aun el menor perjuicio en materia
particulares entre indios sobre hacienda, no de tan grave escrúpulo, se informen con mu­
ayuden à ninguna de las partes, y en las au­ cha particularidad de las partes y lugares don­
diencias donde hubiere protectores generales, de estuvieren, y del niiméro de ellos, sigan y
letrados y procuradores de indios, se informen prosigan sus causas sobre la libertad, hasta las
como los ayudan , para suplir en lo que falta­ fenecer y acabar: y en caso que los indios ¿ in ­
ren , y coadjuvarlos si les pareciere necesa­ dias fuere necesario ser declarados por libres,
rio. (6) les hagan saber y entender que lo son, y dar y
LE Y X X X V . librar todos los despachos que convengan , pa­
ra que puedan hacer y disponer de sus perso­
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en nas lo que quisieren , y por bien tuvieren, co­
Valladolid à 13 de lebrero de 1554.
mo libres y no sujetos á alguna especie de ser­
Qué siendo el pleito de indio con el fisco se provea
persona que defienda al indio. vidumbre ; y los dichos fiscales hagan y sigan
estos pedimentos y causas de oficio, en nom­
>En caso que el fiscal siga pleito contra al­
bre de los indios, sin que ellos lo pidan, digan
gun indio, y no hubiere protector, ó los pro­
ni hagan alguna diligencia mas de las que los
curadores estuvieren impedidos porque concur­
fiscales hicieren, de forma que ningún indio ni
ren ai pleito otro* litigantes , nombre la au­
india deje de conseguir y conservar libertad.
diencia á una persona , la que hallare mas á
propósito para su defensa. (7)
LEY X X X V I. D. Felipe II ordenanza 85 de 1565. JD. Felipe IV eti
Madrid á 2 de abril de 1657.
D. Felipe II en Aranjuez á 24 de mayo de 1571. Y don
Que los fiscales no acusen sin delator si no fu ere en
Felipe IV en esta Recopilación.
hecho notorio y no afiancen de calumnia.
Que cuando para dar tierras se citaren los interesa­
das, se cite al fiscal por los indios. Mandamos que los fiscales no acusen sin
Deseamos que los indios sean en todo rele- preceder delator, salvo en hecho notorio, ó
cuando fuere hecha pesquisa. Y declaramos
(6) La ley 13 , tit. 6 , lib. 6 , dice que en este ca­ que saliendo por sisólos, ó coadyuvando al de-
so el fiscal defienda á un indio , y el protector ai ato r, no tienen obligación de dar fianza de
otro.
calumnia y costas, y que el delator debe afian­
(7) Esta ley 35 se mandó guardar en cédula de
4 de marzo de de 764 , y por otra de 21 de enero zar conforme á derecho, aunque nuestro fiscal
de 792 se ha mandado que en los casos en que el e asista y coadyuve.
fiscal tenga que acusar á algun indio , la audiencia
nombre quien le defienda, pagándole su honorario
de real Hacienda.
TOMO I 67
2GG Libro ii. Título xvm.
LEY LEY XLIL
D. Felipe II en la ordenanza 147 de 1563. D. Felipe III en San Lorenzo á 14 de agosto de 1620.
Que los fiscales pidan memoria de los testigos que se Que los ministros y fiscales escriban al rey con dis­
han de ratificar, y los escribanos se la den. tinción y particularidad , escusando generalidades.
Los fiscales sean obligados, cuando los'plei­ Cuando los ministros y fiscales de nuestras
tos criminales se recibieren á prueba de pedir reales audiencias nos escribieren sobre las mate­
memoria á los escribanos de las audiencias, de rias de su cargo, no usen de términos y pala-
los testigos para ratificar dentro de tercero día: labras generales, sino particulares y espcíales y
y el dia siguiente, despues que la pidieren, los con tal distinción é inteligencia y fundamen-
escribanos se la d en , pena de cuatro pesos. tos, que se pueda poner en cada punto el re ­
medio que convenga, y no se embaracen en es­
LEY XL. cribir los casos ordinarios en que las audiencias
D. Felipe IV en Madrid á 7 de junio de 1621. haciendo justicia, hubieren proveído y estuvie­
Que los pleitos fiscales se vean en las audiencias con ren fenecidos , si no fuere concurriendo alo-una
cuidado todos los dias, y los ministros sean diligen­ novedad tan grande, ú otra especialidad de las
tes en su despacho. dispuestas por derecho, por donde se pueda re ­
Ordenamos que se continúe lo dispuesto por vocar la cosa juzgada, ó en caso quesea de
la ordenanza en cuanto al despacho de los plei­ gobierno proveerse lo que mas convenga, y
tos fiscales, y que esto sea con mucha puntua­ guardando esta orden nos avisen de todo lo que
lidad , por ser muchos los que se suelen retar­ se ofreciere digno de nuestra noticia, ó de mas
dar, y no pudiéndose cómodamente despachar especial previsión ó despacho.
los miércoles, y siendo necesario ocupar mas
días y horas, se haga de forma que se prosi­ L E Y XLI1I.
gan , fenezcan y acaben, y que los relatores los D. Felipe IV eu Madrid á 7 de junio de 1621.
antepongan á todos los demas*, y si fueren ne­ Que losfiscales envíen cada año relación de los casos
gligentes en la prevención y despacho el presi­ graves que se ofrecieren.
dente de la audiencia , á pedimento del fiscal, Los fiscales nos envien en cada un año rela­
los multe, hasta privación de oficio•; y ’porque ción de las cosas y casos .graves que se ofrecie­
en la lela judicial, y en el substanciar estos plei­ ren en las audiencias de sus distritos.
tos puede haber inteligencias y dilaciones, en­
cargamos y mandamos à los presidentes que una LEY X L IV .
tarde de las del acuerdo, ú otro dia desocupado D. Felipe III en Lisboa á 24 de agosto de 1619. Don
ordenen se baga relación del estado basta que se Felipe IV en Madrid á 13 de setiembre de 1627. Y
en Aranjuez á 11 de mayo de 1654.
concluyan y pongan en poder del relator en el
Que antes de dar cuenta al rey los fiscales en casos
artículo (pie hubiere lugar de derecho, de for­ graves y de gobierno, acudan d los virey es, presi­
ma que eu el sustanciar y determinar las cau­ dentes ó audiencias.
sas baya la brevedad que conviene ; y el fiscal, Ordenamos y mandamos á los fiscales que
conforme á la ordauanza , vaya haciendo dili­ antes de escribir y darnos cuenta en lo tocante
gencias con el presidente, en razón de darle no á casos graves 6 medios que se Ies ofrecieren,
licia de los pleitos fiscales, según es obligado*, para el mejor gobierno de aquellas provincias ú
y que asimismo, como el presidente ha de pro­ otras cualesquier materias en que se deba pro­
ceder contra los relatores negligentes, lo haga veer, acudan á los vireyes, presidentes ó au­
contra los escribanos de cámara y oficiales que diencias, y les propongan y representen lo que
en lo susodicho fueren remisos. pu’eciere digno de remedio, y lodo lo que fue­
LEY X LL re mas conveniente á nuestro real servicio, pa­
J). Felipe II en Cainarena a' 2 de junio de 1579. Don ra que habiéndolo conferido, y comunicado ios
Felipe IV eu Madrid á l.° de diciembre de 1625. vireyes y presidentes con las audiencias ó con
Que cuando ¡os fiscales recusaren dios jueces hagan otros .tribunales ó ministros, nos informen y
los <t<pósitos conforme d esta ley. den cuenta de lo que conviniere resolver en
Mandamos que en todos los pleitos que nuestro consejo, y con entera noticia se escuse
nuestros fiscales recusaren á los presidentes, oi- la retardación que ocasione enviar por nuevos
nores ó alcaldes juren y prueben las causas co­ informes *, y si estas diligencias hechas por es­
mo las demas partes, y hagan el depósito con­ crito no aprovecharen, en tal caso los fiscales
forme á las leyes de las penas de cámara ; pero nos den aviso y envien los recaudos que fue­
si el pleito fuere sobre hacienda real, es nues­ ren menester, para que mandemos proveer
tra voluntad que le puedan hacer de cualquiera del remedio necesario.
hacienda nuestra, que hubiere y estuviere en
poder de los oficiales reales, á los cuales orde­ D. Felipe III en Madrid á 20 de setiembre de 1607.
namos y mandamos que den y paguen lo que
Que ¡os fiscales no lleven asesoría de los pleitos que
fuere necesario para los depósitos, cuando ios sentenciaren en discordia.
fiscales se lo ordenaren.
Es nuestra voluntad que cuando á los fisca­
les se remitieren algunos pleitos en discordia,
en que no son partes, no lleven derechos de
asesoría como los demas letrados, porque tie
nen salario nuestro.
De los fiscales de las audiencias» 267
LEY X L V I. Que el salario de los solicitadores fiscales se pague
de gastos de justicia y estrados.
El emperador T). Carlos y el príncipe D. Felipe en
su nombre en Valladolid á 7 de agosto de 1548. Véa­ Es nuestra voluntad que el salario de los
se la ley 57 , lit. 4 , íib. 8. solicitadores-fiscales se pague de gastos de jus­
Que donde no hubierefiscales, lo sfiuc lores de la real ticia y estrados, y á falta de estos dos géneros,
hacienda hagan las probanzas tocantes al fiscal del de penas de cámara, con que habiendo despues
consejo.
efectos de gastos de estrados, se satisfaga y pa­
Si al fiscal del consejo se le ofreciere tener gues las penas de cámara lo que de ellas se h u ­
necesidad de hacer probanzas y otras diligencias biere suplido.
en las Indias : Mandamos que los factores de
nuestra real hacienda , donde no hubiéremos
Que los fiscales de las audiencias reales no sean
proveído de fiscales, entiendan en esto con to­
asesores del Santo Oficio, y puedan ser con­
do cuidado y diligencia, y envien respuesta de sultores , ley 22 , lit. 19, lih. 1.
lo que se obrare en los uegocios, sobre que el
Que los acuerdos tengan dias señalados, y con­
fiscal les escribiere, en que no pongan escusa ni
viniendo hacerse en oíros, se llame al fiscal,
dilación, que asi conviene á nuestro real ser­
y no esté en ellos persona que no tenga voto,
vicio.
sino el fiscal, leyes '26 y 30, lit. I 5 , de es­
LE Y X L V II. te libro.
D. Felipe II ordenanza 91 de audiencias en Toledo Que en vacante de fiscal sirva el oficio el oidor
à 25 de mayo de 1596. D. Felipe 111 en Ventosilla á mas moderno de la audiencia , ley 29, til. 16
45 de octubre de 1603.
de este libro.
Que siendo necesario solicitador fisca l , se nombre Que el oidor mas moderno que hiciere ojie ¿o de
como se ordena. fiscal preceda d los alcaldes del crimen, y es-
Conforme á la calidad y cantidad de nego­ cuseelir d su sala , ley 30, til. 16 de este
cios fiscales que hubiere, si pareciere conve­ libro.
niente que cada fiscal de nuestras audiencias Que los fiscales de Santo Domingo no carguen
tenga un solicitador, corno le tienen los fiscales finitos, y de lo que se ¿es llevare paguen los
de nuestros consejos y audiencias : Mandamos derechos, ley b i , tit. 16 de este libro.
que le pueda [tener y no mas, euyo nombra­ Que los relatores, escribanos de cámara ni otros
miento se haga en la forma y por quien se acos­ ministros no lleven derechos en causas fisca­
tum bra, y con la moderación de salario que les , y los condenados en costas no las pa­
pareciere à presidente y audiencia, los cuales guen por los fiscales. Véanse las leyes 26, 27
se le puedan señalar. y 28 , tit. 2 2 , y la ley 5 2 , tit. 23 de este
LEY X L V III. libro.
D. Felipe II en Madrid sí 26 de mayo de 1573. Don Sobre ¿os demas puntos comunes á oidores, al­
Felipe III en San Lorenzo á 3 de setiembre de 1611. caldes y fiscales, se vean las h y e s de los ti­
Y en Madrid á 23 de marzo de 1620. tulas 15 y 16 de este libro.

T2TTO'
SPe los ju zg a d o s de p r o v in c ia , de los oidores y alcaldes del crt*
m en, de las audiencias y chancillevias reales de las Indias»

LEY p r im e r a . bien que de lo determinado por el oidor se pue­


D. Felipe II en Aranjuez á 8 de abril de 1565. da apelar para la misma audiencia, y no tenga
voto en los pleitos que como juez de provincia
Que los oidores de audiencias donde no hubiere al­ hubiere sentenciado. (I)
caldes hagan provincia en el lugar y tiempo que se
dechira. LEY II.
Establecemos y mandamos que los oidores D. Felipe II en Madrid á 19 de diciembre de 1568.
de nuestras reales audiencias de las Indias don­ Y en el Pardo á 8 de abril de 1673. Y D. Felipe IV
de no hubiéremos proveído de alcaldes del cri­ en Madrid á 5 de setiembre de 1624, y 20 de octubre
de 1627.
men hagan audiencia de provincia ios martes,
Que los alcaldes del crimen de Lima y Méjico hagan
jueves y sábados de cada semana por las tardes audiencia de provincia como se ordena.
en las plazas de las ciudades donde residiere la
audiencia, y conozcan de todos los pleitos ci­ Mandamos que los alcaldes del crimen de
viles que ante ellos vinieren de dentro de Jas ; Lima y Méjico bagan audiencia de provincia
cinco leguas, y cada uno haga la audiencia por I (1) Ni se halle presente cuando fe vote y deter»
su turno tres meses del año. Y tenernos por | mine el pleito , ley 25 , tit. 15 , lib. 2.
2G 8 Libro ii. Títolo x y iíi.
en las plazas y no en sus posadas, los martes, presentes; y en caso que mueran ó se ausenten
jueves y sábados por las lardes de cada semana, todos los alcaldes se nombren letrados que ha­
como es costumbre en estos reinos en las chan- gan audiencia de provincia.
cillerías de Valladolid y Granada, y los vireyes LEY ÏY.
y presidentes lo llagan ejecutar, y «ue conoz­
can de todas las causas y pleitos civiles que hu­ D. Felipe III en S. Lorenzoá 27 de julio de 1613.
biere y se ofrecieren en las dichas ciudades den­ Que el oidor asesor de cruzada haga audiencia de
provincia d hora acomodada para todo.
tro de las cinco leguas, guardando en hacer las
audiencias, y asistir á ellas en las horas y cono­ El oidor asesor de la Santa Cruzada donde
cimiento de los negocios, la orden que se tiene no hubiere alcaldes del crimen baga la audien­
y guarda por los alcaldes del crimen de Valla­ cia de provincia cuando le tocare, en los dias
dolid y Granada, y que despachen todas las cau­ y horas mas acomodadas, de forma que no haga
sas ante los escribanos de provincia que tuvie­ falta para todo, y los presidentes den las órde­
ren tilulo nuestro, y no ante otras personas. nes necesarias.
LEY SIL LEY V.
O. Felipe 11 en S. Lorenzo á 51 de julio de 1573. D. Felipe III en Madrid á 16 de marzo de 1607.
Que muriendo ó ausentándose algunos alcaldes no Que los jueces de provincia den los despachos para
se nombre oidor en su lugar pura hacer provincia, y oficiales reales por requisitoria y no por manda­
follando todos, nombren letrados que la hagan. miento.
Ordenamos que sí sucediere morir ó au­ Declaramos que en todos cuantos casos se
sentarse alguno ó algunos alcaldes del cri­ ofreciere dar despachos los jueces de provincia
men no se nombre á oidor en su lugar para ha­ para oficiales reales, se deben y han de orde­
cer audiencia de provincia, y los escribanos del nar por requisitoria , y no por mandamiento,
alcalde ó alcaldes difuntos ó ausentes, se re ­ s¡n embargo de cualquier costumbre que haya
parlan entre los demás alcaldes que estuvieren en contrario.

TITULO YEXMTE.
D e los alguaciles m ayores de las audiencias.

LEY H U M E R A . LEY III.


I). l'üiipc: II ordenanza 97 de audiencias. En Toledo El emperador D. Carlos y el príncipe D. Felipe go­
á 25 de mayo de 1596. bernador en Madrid á 31 de mayo de 1562. Y el car­
Que <i los alguaciles mayores de audiencias se guar­ denal gobernador é 27 de octubre de 1540. Y D. F e­
den las preeminencias que d los de las de Valladolid lipe IV eu esta Recopilación. Véase la ley 1 6 , tit. 7,
y Granada. lib. 5.
Mandamos que á los alguaciles mayores de Que ¿os vireyes y audiencias y las demas justicias
nuestras audiencias de las Indias se les guar­ usen sus oficios con los alguaciles mayores y sus te­
den las honras y preeminencias, lugar y asien­ nientes.
to que tienen los alguaciles mayores de las de Ordenamos á los vireyes y audiencias y á
Valladolid y Granada. (1j las demas nuestras justicias, que en los negocios
LEY II. y casos que se ofrezcan y sea necesario ejecutar
1). l'clipe II en Madrid a 25 de noviembre de 1578.
algunos autos ó mandamientos, usen sus oficios
\ i). t e lip e íY cu esta Recopilación. con los alguaciles mayores ó los tenientes que
para esto fueren aprobados.
Que el alguacil ^nayor de la audiencia tenga el lugar
que se declara. LEY IV.
Cuando el alguacil mayor de la audiencia D. Felipe II ordenanza 111 de audiencias de 1593.
fuere ú la sala donde se hace audiencia pública
Que los alguaciles mayores ejecuten las ordenanzas
y á la visita de cárcel que hicieren los oidores, de gobierno.
se asiente despues del (iscal eu el banco y asien­
to de los oidores, y en ios actos públicos, m i­ Los alguaciles mayores de audiencias hagan
sas, procesiones, visitas generales y recibimien­ y egecuten lo que está mandado .en las orde­
tos^ sea su lugar despues del presidente, oidores nanzas para el buen gobierno y regimien­
y fiscales asi en el ir por su orden en el lugar to de la ciudad ó villa donde residiere au­
donde fueren, como en el asiento.(l) diencia.
( l) Véase el lit. / , 1ib. 5 , por lo que concuerda
con el présenlo.
De los alguaciles mayores. 269
LEY V.
D. Felipe II en Badajoz a 26 de mayo de 1580. El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
Que nombren por tenientes d quien tenga'\edad su­ bernadores en Valladolid á 9 de marzo de 1550. El
ficiente, y no sean oficiales mecánicos. principe gobernador en Madrid á 31 de mayo de
1552.
Mandamos que los alguaciles mayores no
nombren, ni provean por sus tenientes á per­ Que los alguacilos mayores nombren alguaciles del
campo, que solo en él puedan traer vara,
sonas de poca edad, ni que tengan oficios me­
cánicos y bajos, y procuren que sean buenos Porque los alguaciles mayores de las au­
egeeutores, y hombres conocidos, y cuales con­ diencias reales de estos nuestros reinos de Cas­
viene para el egercicio de los oficios, y hacien­ tilla proveen alguaciles del campo, damos li­
do lo que deben y son obligados, se comidan á cencia y facultad à los de las audiencias de
tratar y respetar á todos, según sus estados y nuestras Indias, para que puedan nombrar y
calidades, y no alboroten ni perturben ia quie­ tener, y poner cada uno dos alguaciles del cam­
tud de la república. po, como los tienen y ponen los alguaciles ma­
yores de las de estos reinos de Castilla, los cua*
LEY VI. Ies no puedan en las ciudades donde las audien­
El emperador D Carlos y el principe gobernador en cias residieren, traer vara, ni hacer cosa que
Valladolid á 7 de febrero de 1545. Y reinando en la toque á la egecucion de sus oficios, sino cuan­
ordenanza 92 de audiencias en Toledo á 25 de mayo
de 1596. do salieren fuera de ellas por su tierra y pro­
Que ¿os alguaciles mayores presenten en las audien­ vincia á egeeutar los mandamientos de las au­
cias d sus tenientes y substitutos, y juren conforme diencias. Y mandamos, que a los alguaciles del
d esta ley. campo, que asi tuvieren, los presenten en las
Los alguaciles mayores de nuestras audien­ dichas audiencias, y en ellas hagan el juramen­
cias presenten en ellas á sus tenientes y algua­ to y solemnidad que se requiere, y sean apro­
ciles sustitutos, para que sean aprobados y no bados por Jas audiencias; y si los alguaciles ma­
egerzan los oficios, hasta haber jurado eu debi­ yores quisieren remover á los que una vez hu­
da forma, que los usarán bien y fielmente, bieren nombrado, lo puedan hacer, y poner
guardando las leyes, pragmáticas y ordenanzas otros de nuevo en su lugar: con calidad de que
que cerca de ello disponen, y que no dieron ni todas las veces que de nuevo los nombraren,
prometieron, darán, ni prometerán por causa sean aprobados por las audiencias, y hagan en
délos oficios, ni por ellos dineros, ni otras co­ ellas el juramento y solemnidad que se re­
sas, ni servicios desús personas, ni de otras, ni quiere.
de la renta, ni aprovechamientos, y el mismo LEY X.
juramento haga el alguacil mayor que los pre­ D. Felipe III en Ventosilla á 24 de octubre de 1617.
sentare, pena al que lo contrario hiciere, de
Que no se nombren mas alguaciles de los nombrados
perjuro y de perdimiento de oficio. por los alguaciles mayores.
LEY V il. Mandamos á Jos vireyes, presidentes y go­
D. Felipe II en el Pardo á 12 de enero de 1574. Y bernadores, que no nombren mas alguaciles,
D. Felipe IV en Madrid á 15 de octubre de 1623. ni tenientes de los nombrados por los alguaci­
Ve'asc la ley 7 , til. 7 , lib. 5. les mayores de las audiencias y ciudades donde
Que no nombren.por alguaciles ni alcaides d parien­ residieren.
tes, criados ni allegados de ministros.
Mandamos que ningún pariente, criado, ni
ley X I.
allegado de presidentes, oidores, alcaldes del i i rur i- V a j ue octubre
cte Ijbb . Y en la ordenanza 99 en Toledo á 25 de
crimen, ni fiscales tengan vara de justicia en su mayo de 1596. Véase la ley 4 , tit. 7 , iib 5.
distrito, ni los alguaciles mayores los nombren Que los alguaciles mayores puedan remover sus te ­
por sus tenientes ni carceleros : con apercibi­ nientes y alcaides cuando quisieren , con causa le­
miento de que serán castigados. gítima.
LEY V III. Los alguaciles mayores de audiencias pue­
dan remover todas las veces que les pareciere,
D. Felipe 11 en la ordenanza 98 de audiencias. En
Toledo a 25 de mayo de 1596. D. Felipe í l l en Lis­ ios tenientes y alcaides que se Íes hubiere con-
boa á 7 de octubre de 1619. cedido, y pongan otros en su lugar, presen­
Que los alguaciles mayores no arrienden sus oficios tándolos primeramente en la audiencia, habien­
ni los de sus tenientes, y hagan juramento. do para ello causa legítima, à parecer del pre­
Ordenamos que los alguaciles mayores de sidente y oidores. 1
audiencias no arrienden sus oficios, y ellos y sus
tenientes guarden las leyes del ordenamiento,
LEY X II.
que cerca de esto, y el juramento que hacen El emperador D. Carlos y el principe D. Felipe s o ­
bornador en Valladolid á 7 de febrero de 1515?
cuando son recibidos á tales oficios, disponen.
Otrosí no arrienden los oficios de sus tenien­ Que las audiencias provean, que los alguaciles mayo,
tes, ni lleven por ello cosa alguna de euales- res den bastante salario á sus tenientes.
quier alguaciles, aunque lo ofrezcan volunta­ Nuestras audiencias reales provean, que los
riamente. alguaciles mayores de ellas den á sus tenientes
el salario que les baste para su congrua susten­
tación, porque no hagan agravios à nuestros
súbditos.
TOMO I. 68
270 Libro ii. T ítulo xx.
LEY X III. semejantes negocios, y durante su ausencia, los
presidentes y oidores provean en su lugar otro
D. Felipe 11 en el Escorial á 10 de noviembre de alguacil mayor que sirva el oficio, el cual haya
1568.
de gozar, y goce de todos los derechos a él ane*
One los alguaciles mayores de corte nombren alcai­
des de las cárceles de ella. jos y pertenecientes-, y con los jueces de comi­
sión, que de cada audiencia salieren , vaya por
Mandarnos que los alguaciles mayores (le egecutor uno de los tenientes del alguacil ma­
las audiencias pongan de su mano ios alcaides yor, y con los visitadores y jueces de comisión,
que hubiere de haber en las cárceles de ellas. no vayan otras personas por egeeutores, ni las
LEY X IV . audiencias hagan nombramiento de ellos, ni de
I). Felipe II en la ordenanza 91 y 106 de audiencias otros ningunos alguaciles, por cuanto en nin­
de Jb63. Y cu el Escorial á 4 de julio de 1570. guna ha de haber mas del alguacil mayor y sus
Que los alguaciles mayores presenten los carceleros íugar-tenientes, excepto donde al virey ó pre­
ante los alcaldes del crimen ó acuerdo de la au­ sidente pareciere convenir lo contrario.
diencia.
Los alguaciles mayores no pongan carcele­ LEY X V II.
ros, si no lucren primero presentados en las au­ D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado--
lid á 2 i de enero de 1557. Véase la ley 19, til. 3 ,
diencias, para que se vea si son hábiles y sufi­ lib. 8.
cientes, y sean por el presidente y oidores de Que llevando alguacil los oficiales reales d las visitas
cada una aprobados, lo cual se entienda en las de los navios, lleven al mayor.
audiencias donde tos oidores fueren jueces de Cuando sea necesario que algun alguacil se
civil y crim inal; pero en las de Lima y Mé­ halle con nuestros oficiales reales dé los puertos
jico, mandamos, que los alguaciles mayores á la visita de los navios para egecutar algo que
presenten los carceleros ante los alcaldes, con­ convenga, siendo en puerto donde residiere au­
forme á la ley del ordenamiento, pena de que diencia real, lleven al alguacil mayor de ella,
pierdan el derecho de nombrarlos por un año, y en los demas puertos al de la ciudad ó puer­
y los pongan los presidentes y oidores, ó alcal­
to , al cual mandamos que se le pague su ocu­
des de el crimen. pación, según lo que mereciere por las personas
LEY XV. que fueren obligadas, lo cual se guarde y ege-
E! emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ eute donde no hubiéremos proveído alguacil
bernadores en Valladolid ;í 24 de abril de 1550. Y mayor de la real hacienda.
el principe don Felipe gobernador eu Madrid á 31
de mayo de 1552. O. Felipe 111 en San Lorenzo «i l5 LE Y X V III.
de mayo do :LoUÜ. En Aranda á 21 de junio de 1610.
D. Felipe II en la ordenanza 108 de audiencias. En
En Lerma á 5 de noviembre de 1611.
Toledo á 25 de mayo d e 1596.
()ae los ejecutores ó alguaciles que las audiencias Que el alguacil mayor y sus tenientes asistan d las
proveyeren seun de ios nombrados por los alguaci­ audiencias.
les mayores.
Cuando las audiencias hubieren de proveer Los alguaciles mayores y sus tenientes asis­
alauu egecutor, ó alguacil para cualquier caso tan á las audiencias, pena de dos pesos por cada
de justicia, provean que vaya uno de los algua­ dia que faltaren, para los pobres de la cárcel.
ciles puestos por el alguacil mayor de la au­
diencia, y no otro-, salvo cuando por justa cau­ El mismo allí ordenanza 9S. En Leguisau ú 24 de
sa en algun cas0 particular pareciere h la au­ abt il de 1580.
diencia que conviene nombrar dii'erente ege- Que los alguaciles mayores asistan á las visitas de
eu to r. cárcel.
LEY XVI. El alguacil mayor asista à las visitas de car
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
cel de ia audiencia, pena de dos pesos por cada
bernadores on Valladolid á 24 de abril de 1550. Jbon vez que faltare-, para los pobres de la cárcel.
Felipe II en la ordenanza 88 de audiencias do 1563.
i.u Monserrate :i 25 de marzo de 1564. En el Pardo
» iü de diciembre de 1573. El mismo a llí, ordenanza 97. En Villamanta á 21 de
()ne saliendo oidor d visita ó comisión, y llevando agosto de 1596.
alguacil, sea el mayor ó uno de sus tenientes. Que los alguaciles mayores y sus tenientes ronden
so la pena de esta ley.
Ordenamos y mandamos , que cuando al-
ouu oidor fuere a visitar la tierra, ó entender Los alguaciles mayores de las audiencias, y
e n negocio particular, ó salieren otros visitado sus tenientes ronden de noche, pena de que pa­
res de las audiencias, y hubieren de llevar con­ garán los daños, que por su culpa y negligen­
sigo alguacil, ó sucediendo otra causa á que con. cia sucedieren, y de cuatro pesos para los es­
-venga enviarle solo, y queriendo ir á ello el al. trados de la audiencia por cada noche que fal­
guaeil mayor de la audiencia., provea como va­ taren.
ya á él, y no otro ninguno*, salvo si en algun LEY XXL
caso particular á los presidentes y oidores pare­ El mismo ordenanza 115 de 1596,
ciere que conviene hacer lo contrario , y cuan­
do el alguacil mayor fuere á entender eu lo su­ Que los alguaciles anden por los lugares públicos.
sodicho, no lleve mas salario del que se acos­ Otrosí los alguaciles tengan cuidado de an­
tumbrare dar á ios oíros alguaciles que van á fiar de noche y de dia por los lugares públicos,
De los alguaciles mayores. 271
para evitar ruidos y cuestiones, pena de sus­ LE Y X X V II.
pensión de sus oficios. El mismo ordenanza 114. En Toledo á 25 de mayo
LEY XXII. de 1596.
El mismo ordenanza 101 de audiencias. Ea Toledo Que los alguaciles no quiten el dinero d los que ha­
á 25 de mayo de 1 d96. llaren jugando , y guardin lo que se ordena.
Que ¿os alguaciles mayores y sus tenientes prendan Mandamos que los alguaciles de las audien­
d quien se ¿es mpndare.
cias no tomen los dineros á las personas que ha­
Los alguaciles mayores y sus tenientes, to­ llaren jugando, y que les lleven la pena de la
das las veces que les fuere mandado prender ley, la cual puedau depositar si los aprehendie­
alguna persona , lo hagan y cumplan asi, y en ren en el juego.
ello no haya dilación, ni disimulación, ni ne*
gligeneía alguna, pena de cuarenta pesos por
LE Y X X V III.
cada vez que lo contrario hicieren, demás del El mismo ordenanza 105 de audiencias. En Toledo <í
25 de mayo de 1596.
daño é ínteres de las partes, y de lo juzgado y
sentenciado. Que los alguaciles no reciban dádivas de los presos ,
ni prendan ni suelten sin mandamiento.
Ordenamos que los alguaciles no tomen do­
El mismo ordenanza 102 de audiencias. En Toledo
ú 25 de mayo de 1595. nes, ni dádivas de los presos, ni de otros por
Que los alguaciles puedan prender in fragranti sin ellos, ni por esta causa les alivien las prisiones,
mandamiento, como se dispone. ni prendan, no siendo in fraganti delito, ni
Si se hallare el malhechor cometiendo deli­ suelten sin mandamiento, pena de perdimien­
to, lo puedan prender y prendan los alguaciles to de oficio, y de que no puedan haber otro, y
sin mandamiento, y si fuere de día, lo lleven paguen loque llevaren, con el cuatro tanto para
luego á manifestar á la audiencia con la causa nuestra cámara.
de su prisión , y si fuere de noche, le pongan LEY X X IX .
en la earbel, y luego otro día de mañana se ma­ D. .FelipeIII en Lisboa a-/ de octubre de 1619.
nifieste en la audiencia, como dicho es, y no
sean osados de tomar bienes de las personas que Que los alguaciles mayores no sean proveídos en cor­
regimientos ni otros oficios.
pren dieren.
LEY X X IV . Mandamos que los vireyes y presidentes de
audiencias de ninguna forma provean en ofi­
El mismo ordenanza 103 de audiencias. En Toledo
á 25 de mayo de 1596. cios, ni gobiernos á ios alguaciles mayores de
Que ¿os alguaciles no disimulen pecados públicos , y ellas, y les hagan notificar y saber como no pue­
cada semana den cuenta de lo que hicieren. den ser proveídos en tales oficios, y que si de
Los alguaciles mayores, y los demas no di­ hecho se les diere alguno, y le aceptaren, se
simulen juegos vedados, ni pecados públicos; y cobrara de ellos el salario con el doblo, y pro­
sí en la egecucion de ello hubiere alguna resis­ cederá á otras mayores penas à arbitrio de nues­
tencia , lo manifiesten luego á la audiencia, y el tro consejo; y encargamos la egecucion y cum­
sábado de cada semana vayan á dar cuenta y plimiento a los fiscales, y unos y otros nos *da—
relación de lo que hicieren , pena de cuatro rán aviso aparte, para que mejor se cumpla lo
pesos al que no la diere parí los pobres de la contenido en esta nuestra ley.
cárcel.
LEY XXV. 19* Felipe II en Buen Grado a 22 de mayo de 1565
Ei mismo ordenanza 119 de audiencias de 1596. Que los alguaciles mayores no sean obligados d ir en
Que los alguaciles mayores acompañen al presidente las egecuciones criminales.
y oidores, saliendo en form a de audiencia. Ordenamos que los alguaciles mayores no
El alguacil mayor de audiencia , y sus te­ sea:n obligados, ni apremiados k que vayan
nientes sean obligados á acompañar al presiden­ por sus peí sonas en las egecuciones de la jus­
te y oidores á cualquier parte donde fueren ticia crim inal, y cumplan con |sus oficios en­
juntos en forma de audiencias ; y no lo hacien­ viando sus tenientes ; salvo cuando à Ja audien­
do , sean gravemente castigados, hasta privar­ cia pareciere, que en tal caso es nuestra voluu-
los de sus oficios si fueren rebeldes en esto, de­ tad que vaya personalmente a la egecucion.
jándolo de hacer algunas veces.
LEY XXXI.
LEY XXVI. El mismo eo Madrid á 19 de junio de 4568,
El mismo ordenanza 112 de audiencias de 1596.
Que ningún capitán de la guarda ni mayordomo
Que no se quiten armas d los que llevaren luz ó f u e ­ pueda prender.
ren á sus labores.
Porque no conviene que los mayordomos,
Los alguaciles no tomen armas á quien lle­ capitanes y tenientes de la guarda de los vire-
vare de noche hacha, ó luz encendida, ni á Jos yes tengan jurisdicción ni preeminencia para
que madrugaren para ir á sus labores y gran- prender: Mandamos á los vireyes, que no con­
gerías. sientan, ni den lugar á que prendan á ningu­
na persona, ni hagan otros actos semejantes,
con pretexto.de sus ocupaciones.; y en caso que
se haya de prender á alguno de los soldados de
272 Libro ii. Título xx.
su guarda, sea por orden y mandato de núes- Declaramos por comprendidos en la prohi­
tras audiencias ó sala del crim en, y por mano bición y penas de las leyes à los alguaciles ma­
de los alguaciles de ellas, y no de otra forma. yores de las audiencias, ciudades, villas y lu­
gares de las Indias, que trataren y contrataren,
LEY X X X II. y que para la averiguación y calidad de la pro­
D. Felipe IV en Madrid á 5 de octubre de 1630. banza se ha de guardar con los susodichos, lo
Que los alguaciles mayores sean comprehendidos en que está resuelto por la ley 64, título 16 de
la prohibición de los ízalos y contratos. este libro.

>

D e los tenientes de gran chanciller ele las audiencias y çhanci«


Herías reales de las In d ia s.
LEY ^PRIMERA. sidentes y oidores que ahora son , ó por tiempo
f). Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- fueren de las audiencias, libren y despachen
lid á 4 de setiembre de 1559. todas las cartas y provisiones y cartas ejecuto­
Qtie cuando el sello real entrare en alguna audiencia rias que dieren con nuestro título , sello y re ­
de las Indias sea recibido conto se ordena. gistro, según y de la forma y manera que al
Es justo y conveniente que cuando nuestro presente se libra y despacha en las audiencias
sello real entrare en ahmna de nuestras reales y chancilierias de Valladolid y Granada,
audiencias , sea recibido con la autoridad que
si entrase nuestra real persona , como se hace LEY ÏY.
El emperador D. Carlos cu la ordenanza de audien­
en las de estos reinos de Castilla : Por tanto cias de 1550.
mandamos que llegando nuestro sello real à Que no se selle provisión de mala letra , y el sello sea
cualquiera de las audiencias de las Indias, nues­ en papel y cera colorada.
tros presidentes y oidores, y la justicia y regi­ Mandamos que no se selle provisión alguna
miento de la ciudad salgan un buen trecho de letra procesada ni de mala letra, y si la tra ­
fuera de ella á recibirle, y desde donde estu­ jeren al sello t que la rasguen luego y que se
viere hasta el pueblo sea llevado encima de un selle sobre papel , y para esto sea la cera colo­
caballo ó muía , con aderezos muy decentes, y rada y bien aderezada , de forma que no se
y el presidente y oidor mas antiguo le lleven pueda quitar el sello.
en medio , con toda la veneración que se re­
quiere , según y como se acostumbra en las au­ LEY Y.
diencias reales de estos reinos de* Castilla, y por D. Felipe II en la ordenanza 311 de audiencias de
1563. En Tomar á 17 de abril de 1581. Y en la or­
esta orden vayan hasta ponerle en la casa de la denanza 352 de 1596.
audiencia real donde esté , para que en ella le
tenga á cargo la persona que sirviere el oficio Que en cada audiencia haya una pieza en que se
guarden procesos y papeles á cargo del chanciller.
de chanciller del sello , y de sellar las provi­
siones que en las chancilierias se despacha­ En las casas de nuestras reales audiencias
se prevenga una pieza separada, y dentro de
ren. (I) ella dos armarios, el uno donde se pongan Jos
LEY II. procesos que en las audiencias se determinaren
D. Felipe 111 en Lisboa á 21 de agosto de 1619.
despues de sacadas las ejecutorias, con distin­
Que el sello real este' con autoridad y decencia. ción de los de cada un año, y el escribano pon­
Ordenamos y mandamos á las audiencias ga sobre cada proceso una tira de pergamino, y
que pongan particular cuidado en la guarda y escriba en ella dentro de cinco días despues de
custodia de nuestro sello real , y que esté con sacada la ejecutoria , entre qué personas y so­
autoridad y decencia, y en la parte que está bre qué se ha litigado ; y el otro armario en.
dispuesto por el riesgo que de lo contrai.io pue­ que este» los privilegios y pragmáticas, y las
de resultar. escrituras pertenecientes al estado , preeminen-
LEY III. cia y gobierno de la audiencia y provincias de
F1 emperador D. Carlos en las ordenanzas de audien­ su distrito, y puesto todo debajo de llave, lo
cias de 1550. guarde el chanciller , y los procesos esten todos
Que las provisiones y ejecutorias se despachen con cubiertos de pergamino.
sello. LEY YL
Es nuestra merced y voluntad que los pre- D. Fernando V en el arancel de 1514. Y D. Feli­
pe IV en esta Recopilación.
(1) Por el art. 51 de la instrucción de Regentes, Que los tenientes de gran chanciller no lleven dere­
son estos magistrados jc.eees privativos sobre ei co­ chos d los que no los deben pagar.
nocimiento del sebo y dudas que ocultan aceica de
este asunto. Mandamos á los tenientes de gran chanci-
De los tenientes de gran chanciller. 273
ller que no lleven derechos álas personas que LEY IX .
conforme á las leyes, ordenanzas y aranceles D. Felipe III en el Pardo á 18 de febrero de 1609.
sean exentos de pagarlos. D. Felipe IV en Madrid á 28 de mayo de 1621.

LEY VIL Que cuando se enviare sello nuevo se funda el otro,


y entre el peso de el antiguo en la caja real.
D. Felipe IV en Madrid á 5 y 10 de noviembre de
A 1623. Porque habiendo pasado mucho tiempo sin
Que se agreguen al oficio de gran chanciller y re­ renovar los sellos (le nuestras armadas reales,
gistrador de las Indias de los chancilleres y regis­ conviene remitir otros á nuestras reales audien­
tradores de todas sus audiencias, y qué tratamiento cias : Mandamos que cuando los enviáremos
y asiento han de tener. nuevos los reciban los presidentes y oidores,
Es nuestra merced y voluntad que se agre­ y los entreguen á los chancilleres de ellas, y
guen ai oficio de gran chanciller de nuestras hagan remachar y fundir los antiguos que allá
ludias Occidentales, de que hicimos merced tuvieren , y poner en nuestras cajas reales, lía-
al conde duque de Olivares, todos los oficios de haciendo cargo de su peso á los oficiales reales,
chancilleres y registradores
cnancineres reg ía n de las reales au-
«v. para que
t------- con la demas hacienda. nuestra
A------- , nos lo
diencias asi como fueren vacando, y en cual- envíen, y de haberlo hecho asi nos den aviso.
quiera forma nos perteuezean, conforme le LEY X.
concedimos por nuestro titulo, despado en
El emperador don Carlos en Toledo á 26 de febrero
veinte y siete de julio de mil y seiscientos y de 1529.
veinte y tres, y que á los tenientes que el con­ Que en las Indias se lleven los derechos del sello
de duque y sus sucesores nombraren, para triplicados de lo que se lleva en las chancillerías de
que sirvan estos oficios , se les guarden las estos reinos de Castilla.
mismas preeminencias que hemos concedido al j Mandamos que los tenientes de gran chan­
que lo fuere de nuestro consejo de Indias, ex- ? ciller en las Indias puedan llevar y lleven los
cepto en el tratamiento de nuestro secretario, y derechos pertenecientes á su oficio de las pro­
poder sentarse en los estrados debajo de dosel. visiones que conforme á leyes se despacha­
Y permitimos que cuando fueren á las audien­ ren con nuestro titulo y sello de nuestras armas
cias á dar cuenta de algunas cosas tocantes á en las reales audiencias según y de la forma , y
á su oficio ó suyas, se asienten en primer lugar como se llevan en las audiencias y chanciile-
en el banco de los abogados. (2) rias de Valladolid y Granada, y dispone la ley
del ordenamiento y el arancel, llevando por
L E Y V III. cada maravedí de los contenidos en la dicha
D. Felipe III en Lisboa á 7 de octubre de 1619. ley y aranceles, tres maravedís y no mas, ó
Que los vireyes y presidentes no nombren quien sir­ conforme á lo que en cada provincia estuviere
va el oficio de chanciller ^ mandado guardar.
Mandamos que ningún vírey ni presidente j Qne el sello y registro pasen lo que determina-
de nuestras audiencias de las Indias nombre l ren los oidores ó la m ayor parle, aunque no
persona que sirva el oficio de chanciller de lo firme el presidente, y el escribano de cá­
ninguna de ellas, sino que hagan que precisa­ mara lo refrende i ley 115, tit. 1p de este li­
mente ie sirvan los nombrados por los que tu­ bro.
vieren merced nuestra. Que los escribanos de cámara pongan á la vuel­
ta de las provisiones los derechos del sello y
(2) Véase la ley 37 , tit. 15 , lib. 3 y su nota. registro, ley 54? td . 23 de este libro.

mSSSSSi

D e los rela to res de las audiencias y chancillerías reales de


las in d ia s.

oficios de relatores délas reales audiencias al­


LEY P R IM E R A . gunas personas que no tenían las partes y cali­
JD. Felipe II en Badajoz á6 de junio de 1580. Y don dades que se disponen por leyes de nuestros
Felipe IV en esta Recopilación. reinos de Castilla, y ya cesa esta causa: Man­
damos que no usen oficios de relatores los que
Que los relatores de las audiencias sean letrados, y no fueren letrados , y tuvieren las partes y
el presidente del consejo los nombre en propiedad.
calidades para servirlos, que disponen las di­
Porque la falta de letrados graduados que chas leyes, y que los presidentes y oidores de
antes hubo en las Indias Occidentales fue oca­ nuestras reales audiencias no permitan lo con­
sión de tolerar por algún tiempo que usasen trario cuando les tocare el nombramiento en
TOMÓ 1. 69
274 Libro ii. Tit. xxn.
el ínterin que se proveen estos oficios por el ba bagan los relatores relación si hay poderes
presidente del consejo en propiedad. (1) bastantes, y si estan los traslados en los proce­
LEY II. sos, y guardados los origínales, y lo mismo di­
gan cuando se ponga el caso en difinitiva ; y
i). Felipe II en la ordenanza 180 de audiencias de asimismo si hay algun defecto, porque no se
1565.
Que lo t relatores ¡tiren que harán hien y fielmente
pueda ver en difinitiva , antes que pongan el
su oficio, y que no llevarán mas de sus derechos. caso, pena de dos pesos para los estrados de la
audiencia por cada vez que no guardaren lo
Ordenamos y mandamos que los relatores
juren antes de entrar al ejercicio de su oficio, > susodicho, y despues de puesto digan si estan
asentados los derechos so la dicha pena.
que le harán y usarán bien y fielmente, y no
llevarán derechos demasiados , pena de inhá­ LEY V II.
biles , y de incurrir en las demas contenidas en El mismo ordenanza 183.
las leyes de estos nuestros reinos de Castilla, Qve en las relaciones se diga (a pena conque el plei­
y de este libro y ordenanzas especiales de sus to fuere recibido á prueba , pena de un peso.
audiencias. Los relatores digan en las relaciones las pe­
LEY III. nas con que los pleitos y partes litigantes fue­
El mismo allí, ordenanza 176.
ren recibidos á prueba , pena de un peso para
Que los relatores están presentes ti la hora, so la
los estrados.
pena de esta ley. L E Y V III.
El relator que no estuviere presente con El mismo ordenanza 200.
sus procesos á la hora que el presidente y oido­ Que en la instancia de revista sobre articulo de prue­
res se asientan, pague dos pesos para los es- ba diga el relator si se alega cosa nueva.
Irados. Otrosí mandamos que en la relación que se
LEY IV . hiciere en revista sobre artículo de prueba diga
F.l mismo a lii, ordenanzas 173 y 192.
el relator si la parte alega en la suplicación al­
guna cosa de nuevo, pena de dos pesos para los
Que se haga la relación de palabra en artículos in -
tcrbcutorios, y en definitiva la saque el relator por estrados.
escrito. LEY IX .
Manda mos que si el pleito fuere concluso El mismo ordenanza 188.
sobre artículo interlocutorio, baga el relator la Que en causa criminal no haga el relator relación
relación de palabra , y si lo estuviere en difi- de los testigos al tiempo de la publicación, y los vean
niliva, la saque por escrito de las probanzas, los jueces á la letra.
escrituras, escepcionesy otros autos sustancia­ El relator no haga relación de los dichos de
les ; y si fuere la cantidad de la demanda de los testigos en causa criminal al tiempo de la
doscientos pesos abajo, no sea obligado el re­ publicación, y se vean á la letra por los oidores
lator á sacar la relación por escrito, salvo si otra ó alcaldes, pena de que el relator que hiciere tal
cosa se le m andare, pena de la mitad del sa- relación incurra por cada vez en pena de trein­
1ario. ta pesos para nuestra cámara.
' LEY Y. LEY X/
D. Felipe II ordenaanza 179. \ El mismo ordenanza 136.
Que los relatores saquen las réplicas que se declara, Que cuando se vieren los pleitos en difinitiva r e fe ­
y traigan apuntadas ¿as escrituras. ran los relatores lo contenido en esta ley.
Los relatores saquen en las relaciones todas Mandamos que cuando los relatores hicieren
las replicas en que hubiere nuevo aditamento; relación de los procesos en difinitiva, 'digan y
y si no le hubiere, espresen en la relación que hagan relación si ellos mismos, y los abogados,
no le hay, y traigan apuntados los pasos y pun­ escribanos , procuradores y receptores que han
tos principales en los contratos y escrituras, pe­ sido del pleito, de que hacen relación, entera­
na de la mitad de los derechos. mente han cumplido y guardado lo que son
obligados por las ordenanzas, así en la manifes­
LEY VI. tación de lo que han recibido de las partes, co­
El mismo a llí, ordenanza 196. mo en el concertar, jurar y firmar las relacio­
Que al tiempo de recibirse el pleito á prueba diga el nes , y en lo demas que toca á cada uno, cerca
relator ¿o contenido en esta ley . de su oficio, que según las leyes y ordenanzas
Al tiempo que el pleito se recibiere à prue- ha de parecer por escrito en el proceso, lo cual,
demas de lo referir, saquen y pongan por es­
(1) Véase ley 15 , tit. 2 , lib. 3 , la queda el crito en el proceso de cada pleito, y en la rela­
nombramiento interino de relator al presidente. Pe­
ro ademas de que dicha ley 45 debe estimarse an­
ción que sacaren, y lo hagan y cumplan, pena
terior , también la cédula de 22 de febrero de 1761, de tres pesos para los estrados por cada vez que
que despues so cita , y aun otra posterior de 15 de asi no lo hicieren.
abril de 1799 , clan el nombramiento interino à las
audiencias. LEY X I. ’
bicha real cédula de 29 de febrero de 1764 con­ El mismo a lli, ordenanza 195.
cede el nombramiento cu propiedad al presidente
do! consejo á propuesta de la audiencia, que la ve­ Que los relatores, abogados y procuradores de las
t e a r á cu terna previa oposición de los concurren­ partes concierten y firmen las relaciones, y se poiir
tes ^verificándose la oposteion y examen con arre­
gan en los procesos.
glo ií las leyes de Castilla. Muchos pleitos se pierden por defecto de
De los relatores de las audiencias. 275
las relaciones de que los jueces reciben engaño, üdo sentencia luego, por haberse dado á las
y las partes no alcanzan justicia: Ordenamos y partes para informar ó por otra justa causa, si
mandamos que de los que pendieren en nuestras se pidiere por las partes , y los jueces lo man­
reales audiencias, ei relator traiga por escrito ia daren, y si las partes no le quisieren firmar de
relación firmada de su nom bre, para que se conformidad, le firme el relator, y dé dios
ponga en el proceso, y los procuradores y abo­ jueces.
gados de las partes sean llamados, y se haga la
relación ante ellos, porque si alguna parte la LEY X V I.
contradijere, sea vista y concertada con el pro­ El mismo a llí, ordenanza 180.
ceso del pleito, y despues que sea acabada , ia Que los relatores pongan las hojas de los procesos
firmen de sus nombres los procuradores y abo­ numeradas, so la pena de esta ley.
gados y el relator; y si los procuradores y abo­ Los relatores pongan todas las hojas de los
gados no parecieren al término que les fuere se­ procesos por número y cuenta, pena, de dos pe­
ñalado por el relator, qué él haga la relación sos para los estrados de la audiencia.
por escrito sin ellos, y el que no viniere, pa­ L E Y X V II.
gue en pena el diezmo del pleito, con que no El mismo ordenanza 181 de audiencias.
esceda de veinte pesos, y de esta pena sean las
Que los relatores concierten los autos , testigos y
dos partes para quien hiciere la relación, y la sentencias con las hojas del pleito, so las penas de
tercia parte para ei alguacil que la ejecutare, y esta ley.
esto se guarde en todos los pleitos civiles y cri­
minales que pendieren en nuestras audien­ Mandamos que los relatores concierten to­
cias. dos los autos inter locutor ios, testigos y senten­
cias , con el número y cuenta que hubieren
L E Y X II. hecho en el proceso, y pongan en la relación à
El mismo ordenanza 17b cuantas hojas se hallará cada auto de aquellos,
Que los relatores saquen por sus personas las rela­ pena de dos pesos para los estrados de la au­
ciones , y las juren y firm en. diencia , por la primera vez: y por la segunda,
Mandamos que los relatores saquen por sus demas de ia dicha pena, pierdan el salario: y
personas las relaciones, ó á lo menos las lean por por la tercera, de suspensión de un mes*, y los
el original a sus escribientes, y las juren y fir- procesos que tuvieren , y en aquel tiempo se
m en , pena de veinte pesos para nuestra cá­ hubieren de ver, se encomienden á otro.
mara . LEY X V III.
LEY XIII. El mismo ordenanza 177.
El misino allí, ordenanza 183« Que si el relator errare el hecho en cosa substan­
cial, pague diez pesos, y en otras cosas sea la pena
Que en cada testigo se ponga el nombre, edad, ve­ a arbitrio del presidente y oidores.
cindad y tachas.
Si el relator errare en la relación que hi­
. ^ relator ponga en el principio de cada tes­ ciere el hecho del pleito en cosa sustancial, pa-
tigo que sacare en la relación, el nombre, edad, guej diez pesos pai'a los estrados; y si errare en
vecindad, y las tachas que padece; y si incurre otras cosas, sea ía pena á arbitrio del presiden­
en alguna de las preguntas generales, pena de te y oidores.
dos pesos para los estrados. LEY X IX .
Ei mismo a llí, ordenanza 175.
El mismo ordenanza 199. Que los relatores no pidan procesos, y los escriba-
nos los den d los porteros para encomendar.
Que las partes paguen el sacar las relaciones por
mitad, y los relatores no se escasea de sacarlas, Los relatores no pidan procesos pena de
pena de dos pesos. dos pesos para los estrados de la audiencia, y
Ordenamos que por sacar las relaciones sean los escribanos los den á los porteros para enco­
pagados los relatores de sus derechos de ambas mendar, con la misma pena, aplicada en la di­
cha forma.
partes, por mitad, y que no las dejen de sacar,
con decir que algunas de las partes no les quie­ LEY XX.
ren pagar, porque pidiéndolo se dará manda­ Eli mismo a llí , ordenanzas 178 y 185.
miento para ejecutarse en ellas ó sus procura­ Que los relatores no den, vendan, ni trueqúenlos
dores, pena de dos pesos para los estrados de la procesos, nilos remitan, ni encomienden d otros,
audiencia. y la pena en que incurren por la contravención.
LEY XV. Ningún relator pueda dar, vender ni trocar
D. Felipe II en las ordenanzas .120 y 121. En T ole­ con otro relator los procesos que le fueren en­
do á 25 de mayo de 1596. comendados, pena de privación de oficio , y en
<?“f los relatores den d los jueces memoriales de la misma pena incurra el que los recibiere, no
pleitos vistos si las partes lo pidieren y los jueces habiéndosele encomendado por ei presidente y
lo mandaren; y si las partes no los firmaren de con­ oidores. Otrosí por ninguna causa puedan remi­
formidad baste que el relator los firm e.
tir ni encomendar los pleitos que les estuvieren
Los relatores tengan obligación de llevar encomendados siu licencia y mandato del pre­
á cada uno de los jueces un memorial breve, su­ sidente y oidores, pena de sesenta pesos, y en
mario , verdadero j sustancial del hecho del la misma pena incurran los relatores ú otras
pleito que hubieren visto, de que no haya.sa- cyalesquier personas que ios recibieren sin esta
270 Libro ii. Titulo xvm.
calidad, y aplicamos Ia pena á nuestra rèal ca­ sentes que siguieren los pleitos en rebeldía, los
mara. derechos que han de pagar las ausentes , ni de
una parte cobren los de la otra, pena de los vol­
LEY X X L ver con el doblo para nuestra cámara. (3)
D. Felipe II ordenanza 184. Y D. Felipe IY en esta
ltecopilaeiou. LEY XXYL
Que los relatores no puedan vender los procesos , y D. Felipe II allí, ordenanza 190. Yéanse las leyes 53.
si vacare el oficio, pasen al sucesor. til 23 de este libro , y 3 0 , tit. 8 , lib. 5.
Ordenamos y mandamos que los relatores Que los relatores y otros ministros no lleven dere­
de las audiencias no vendan ni puedan vender chos d los fiscales.
ningún proceso de los que les hubieren enco­
mendado à ningún relator ni a otra persona, Mandamos que los relatores no lleven dere­
pena de que haya el vendedor perdido el pro­ chos à nuestros fiscales, ni á quien su poder hu­
ceso , y los relatores incurran en pena de pri­ biere, en las causas fiscales que ante ellos pa­
vación de oficio , conforme á la ley anteceden­ saren ; y asimismo no los lleven los corregido­
te-, y si los relatores quisieren dejar los oficios, res, alcaldes mayores y otras cualesquier justi­
ó por alguna causa vacaren, es nuestra voluntad cias, alguaciles, merinos, escribanos y otros
que los pleitos, negocios y papeles no se vendan oficiales en las ejecuciones que se hicieren en
ni den, ni repartan à otro relator, y suceda en bienes y maravedís que se aplicaren á nuestra
ellos el sucesor en el oficio, sin pagar por esta real cámara, ó en otros negocios, de cualquier
causa cosa alguna, y asi se ejecute, sin embargo calidad que sean, y el que Jo contrario hiciere
de cualquier ordenanza. incurra en pena de cuarenta pesos para los es­
trados de la audiencia, y de volver lo que hu­
LEY X X II. bieren llevado, con el doblo para nuestra ca­
D. Felipe 11 ordenanza 171. mara.
Qae los relatores lleven los derechos multiplicados LEY X X V II.
con forme al arancel, y no los cobren sino de la parte El mismo a llí, ordenanza 201.
qué los debiere, y los asienten y firm en en los pro­
cesos. Que los relatores no lleven derechos á las partes
condenadas en costas por lo tocante d los fiscales,
Mandamos que los relatores lleven \os de­
rechos pertenecientes á su oficio, multiplicán­ Los relatores no lleven derechos en pleitos
dolos conforme al arancel y orden que cerca de y causas civiles y criminales, ni los pongan en
esto se ha dado, los cuales cobren solamente de el memorial que de ellos se diere, ni los cobren
la parte que los debiere, y de forma que no de los que fueren condenados en costas por la
cobren de la una lo que entrambas debieren, y parte que toca á los fiscales, so la pena conte­
asienten los derechos que llevaren en los proce­ nida en la ley antecedente.
sos, y firmen de sus nombres, guardando por LEY X X V III.
lo que les toca la ley 43, titulo siguiente de es­
El mismo ordenanza 222 de audiencias de 1596.
te libro. (2)
Que los relatores despachen los pleitos de los indios
L E Y X X III. con brevedad y moderados derechos.
F1 mismo allí, ordenanza 172.
Débese escusarque los pleitos de ludios lle­
Que del proceso sentenciado que se presentare por guen á estado de verse por relator; y en caso
escritura se paguen los derechos como de revista. que sea preciso, mandamos á los relatores que
Si algun proceso que estuviere sentenciado los despachen brevemente, y les lleven los de­
se presentare por escritura en otro pleito, el rechos moderados á la ley 25, título 8, libro 6.
que le presentare pague al relator los derechos
de él, como si fuese proceso de revista. L E Y X X IX .
D. Felipe II a llí, ordenanza 187,
LEY X X IV .
Que el relator muestre d la parte la tasa de los dere­
El mismo ordenanza 198. chos que ha de haber.
Que de relación para prueba lleve el relator los de­
rechos que se declara. El relator muestre á la parte la tasa de los
derechos que ha de h ab er, la cual ha de estar
Ordenamos que cuando el relator solamen­ asentada al pie de la conclusión del proceso,
te leyere una petición ó dos para recibir à prue­ pena que si asi no lo hiciere pierda los dere­
ba , no haciendo relación de las probanzas, lle­ chos.
ve un peso y no mas, con que despues le tome LEY XXX.
cu cueuta de la relación principal en la difini-
El mismo a llí, ordenanza 195.
tiva.
LEY XXV. Que los relatores no aboguen y firm en los derechos,
y den conocimiento de ellos.
El mismo a llí, ordenanza 197.
Mandamos que los relatores no aboguen en
Que los relatores no cobren de unas partes los dere­
chos de otras. las audiencias donde lo fueren, en ningún plei­
to, ni causa que en ellas pendieren, y firmen
Los relatores no cobren de las partes pre-
de sus nombres en los procesos en lugar que se

(2) Ycase la ley 29 de este título , y la 14 del 28. (5) Yease la ley 22 de este título y libro.
De los relatores de las audiencias. 277
oficiales y deudores, cuyos salarios y deudas no
Í>ueda ver y leer los derechos que recibieren de
as partes, de que les den conocimiento, aun­ procedieren de titulos nuestros.
que no se le pidan , lo cual todo cumplan, pe­
na de veinte pesos por cada vez que lo contrario LE Y X X X IV .
hicieren. D. Felipe 11 ordenanza 191.
Que los relatores y los demás oficiales procuren te­
LEY X X X I. ner sus posadas cerca de las audiencias.
El mismo ordenanza 194. Ordenamos que los relatores procuren tener
Que los relatores no reciban dádivas. sus posadas cerca de las audiencias, y que lo
Ningún relator reciba dádivas en poca ó mismo hagan los demas oficiales que no tuvie­
mucha cantidad, pena del doblo y de perjuros, ren casas px-opias.
y privación de oficios.
Que tos relatores no vivan con Jos jueces ,
LEY X X X II. ley 52, til. 16 de este libro.
D. Felipe 0 1 en el Pardo á 20 de febrero de 1609. Que los relatores y sus mugeres é hijos se com­
Que los oficiales reales no paguen salario á relator prenden en la prohibición de tratar y contra­
sino con libranza de su audiencia. tar, y basta para averiguarlo probanza ir­
Mandamos á nuestros oficiales reales que no regular, ley 04 y 66, tit. 16 de este libro.
paguen salario á los relatores de las audiencias Que los ministros sean diligentes en el despacho
sino fuere por libranzas de las mismas audien­ de los pleitos fiscales, ley 40, tit. \ 8 de este
cias, y que no se les reciba en cuenta lo que de libro.
otra forma pagaren. Que los relatores lleven los derechos por el
arancel, y los firmen en los procesos, ley 43.
LEY X X X III. tit. 23 de este libro.
D. Felipe IV en Madrid á 12 de agosto de 1623. Qiie los relatores luego en acabando de poner
Que d los relatores se pague su salario con forme d el caso del pleito, digan y manifesten si los
sus títulos, prefiriéndolos d los demás oficiales que abogados, receptores y procuradores han
no los tuvieren del rey. cumplido con la fo rm à que da la leu 2 2 , ti­
Los receptores de penas de cámara y gastos tulo 27 de este libro.
de justicia paguen á los relatores los salarios Que el relator traiga para la primera audiencia
asignados por sus títulos, conforme á nuestras el proceso que se le llevare en provisión, pena
cédulas reales, prefiriéndolos à todos los demas de tres pesos, ley id, tit. 28 de este libro.

TITULO YEINTE Y TRES»


D e los escribanos de cám ara de las audiencias rea les de las
In dias,

LEY P R IM E R A . de gobernación ni ju sticia en los lugares del distrito


ni en las audiencias.
D, Felipe II en Monzon á 4 de octubre de 1563. Or­
denanza 107 de audiencias. Ordenamos y mandamos que los escribanos
Que las escribanías de cámara se provean ó benefi­ de las audiencias no puedan poner tenientes de
cien por el rey, y en las receptorías se guarde lo escribanos de gobernación ni de justicia en las
dispuesto. ciudades, villas y lugares de sus distritos, ni en
Es nuestra merced y voluntad que las escri* las audiencias se les permita ejercer por te­
banias de las audiencias reales se provean por
Nos, y no por otra, persona alguna, y en las re­ LEY III.
ceptorías se guarde lo que esta ordenado en las
audiencias de estos reinos de Castilla, salvo D. Felipe II en la ordenanza 167 de audiencias de
cuando Nos mandáremos beneficiar los unos ofi­ 1565.
cios y los otros, que se hará en la forma dis­ Que los dias de audiencia pública asistan los escriba­
puesta por nuestras leyes reales. nos de cámara desde media hora antes.

LEY lí. Los escríbanos de cámara asistan los dias de


audiencia publica en nuestras reales audiencias
Eí emperador don Carlos en Valladolid á 10 de ju desde media hora antes que se haga, pena de
uio de 1537. D. Felipe II y la princesa gobernadora
allí á 12 de junio de 1559. Y el mismo cu la ordenan­ dos pesos de oro para los estrados.
za 106 de 1563.
Que los escribanos de cámara no pongan tenientes
TOM O I. 70
278 Libro ii. Tit. xv.
LEY IV. sentacionf siendo hora conveniente, pena de
D. Felipe II en Madrid á 23 de junio de 1571. que en dos meses primeros siguientes no se Ies
Que los procesos de comisión se entreguen d los es- repartan ningunos pleitos, y pierdan aquel ne­
escribanos de cámara ó del crimen. gocio, y habiendo diferencia entre ellos sobre
Porque los jueces de comisión suelen actuar la dependencia , !a determine la audiencia.
ante escribanos no conocidos, y acabada la co­ LEY IX.
misión deben entregar lo actuado: Declara trios El mismo a llí, ordenanza 121.
y inandamos que si la comisión emanó de la Que habiendo mas escribanos en las audiencias no se
audiencia , y se hizo por escribano de cámara pongan las demandas ante hermanos ó primos h er­
se le entreguen los autos, y si vinieren por vía manos de los demandantes,
de apelación á los alcaldes, se entreguen al es­ Las demandas que se pusieren en las reales
cribano del crimen á quien locare. audiencias no se pongan ante escribano quesea
LE Y V. hermano ó primo hermano del demandante,
El mismo ordenanza 167.
habiendo mas escribanos en la audiencia.
Que los procuradores presenten las peticiones antes LEY X.
de la audiencia, y los escribanos de cámara no las El mismo ordenanza 156.
reciban despues.
Que den cuenta al fiscal de los procesos tocantes al
Los procuradores entreguen las peticiones fisco en que no hubiere parte .
que hubieren de presentar á los escribanos de Los escribanos de cámara den cueuta á
cámara, antes que el presidente y oidores se nuestros fiscales de los procesos que ante ellos
asienten en los estrados, y despues de asenta­ vinieren tocantes al fisco, en que no haya par­
dos, ni los procuradores las den ni los escriba­ te para que los sigan, y en esto tengan especial
nos las reciban , pena de dos pesos de oro pa­ cuidado.
ra los estrados à cada uno que lo contrario hi­ LEY X I.
ciere.
D. Felipe III en Valladolid á 3 de abril de 1609.
LEY VI. Que los escribanos de cámara lleven alfiscal los pro -
D. Felipe II ordenanza 132 de audiencias de 1596. Y cesos fiscales.
ordenaiizaa 118 de 1563.
Mandamos que los escribanos de cámara lle­
Que los escribanos de cámara no reciban petición de ven al fiscal los procesos fiscales á su casa , y
procurador, ni hagan autos con él sin poder .
los entreguen, sin embargo de cualquiera cos­
Ningún escribano de las audiencias reciba tumbre que en contrario aleguen,
petición de procurador, ni haga autos con él
sino presentare poder , pena de dos pesos para L E Y X II.
los estrados. D. F elipe II a llí, ordenanza 52.
LEY VIL Que cada semana den al fiscal memoria de los proce­
sosfiscales, y penas impuestas.
El mismo ordenanza 129 de audiencias. En Toledo á
29 de mayo de 1596. Ordenamos y mandamos á los escríbanos de
Que los escribanos de audiencias tengan las escritu­ camara que den traslado de las penas al fiscal,
ras y poderes , y pongan traslado en los procesos, y y el memorial de los procesos fiscales cada se­
los entreguen por ho/as y piezas. mana, pena de seis pesos para nuestra cámara
Los escribanos de las audiencias tengan en por cada vez que no lo hicieren.
su poder las escrituras originales, poderes y sen­ LEY X III.
tencias difinitivas, y pongan en el rollo un tras­ El mismo a llí, ordenanza 131.
lado, y de esta forma entreguen los procesos
Que cuando se mandaren llevar algunos procesosf i s ­
cuando se les mandare por los oidores, à los cales se lleven luego.
procuradores de las parles, numeradas las ho­
jas, y reciban conocimiento de ellas, espresan- Cuando fuere mandado que se lleven á la
do las hojas y piezas, pena de seis pesos, y de audiencia algunos autos que toquen á nuestro
que paguen á las partes ei daño que se les re­ fisco, el escribano ante quien pasaren los lleve
creciere. (i) luego , ú otro día siguiente, pena de dos pesos
para los estrados.
L E Y V III,
El mismo a llí, ordenanza 160. LEY X IV .
Que los escribanos de cámara no reciban demanda El mismo a llí, ordenanza 135.
ni proceso sin repartimiento, y lo envien luego al Que el escribano de' noticia alfiscal de los procesos
repartidor, y puedan poner la presentación. que tocaren al derecho real.
Otrosi los escribanos de cámara no reciban El escribano á cuyo poder viniere algún
ninguua presentación de proceso, ni demandas, proceso ó información que toque á nuestro de­
ni otras cosas que se hayan de repartir, aunque recho real sea obligado de dar luego “noticia ai
digan que les pertenece por dependencia, ó re­ fiscal j pena de dos pesos para los estrados.
misión, y lo envien con la persona que lo tra­
jere al repartidor ; pero puedan asentar la pre- LEY X V .
El mismo a llí, ordenanza 159.
( t) El traslado de las escrituras y poderes que
se debe poner en los autos ,\debc ser á costa de) es- Que los escribanos y receptores no reciban interro».
«fjbi.no de cám ara; véase la ley 45 de este título y gatorio sin firma de abogado.
libro. Los escríbanos de cámara y receptores no
De los escríbanos de cámara. 279
reciban interrogatorio sin firma de abogado, y de privación de oficio ; y la probanza que de
pongan en las receptorías como va firmado de otra forma se hiciere sea en sí ninguna.
abogado de la audiencia, y por él y no otro exa­
minen los testigos , pena de cuarenta pesos pa­ LEY
ra lós estrados á cada uno que no guardare lo El mismo allí ordenanza 141, Vease la ley 5 5 , títu­
susodicho. lo 8 , lib. 5.

LEY X V I. Qf/e los escribanos de cámara cii cualquier informa -


cton pregunten d los testigos por las generales.
El mismo a llí, ordenanza 155 y 154.
Que el escribano lleve d la primera audiencia los pro­ Eti todas las informaciones que pasaren an­
cesos fiscales conclusos para prueba , y la notifique teólos escribanos de cámara en negocio civil ó
luego d las partes. criminal, de oficio, ó á pedimento de parte,
El escribano de cámara ente quien pasaren pregunten a los testigos que examinaren por las
los pleitos fiscales, estando conclusos, para preguntas generales, como si fuesen examina­
prueba los lleve á la sala para la primera au­ dos en juicio plenario, pena de dos pesos para
diencia, despues de la conclusión, pena de cua­ los estrados de la audiencia por cada vez que no
tro pesos por cada proceso en que no hiciere la lo hicieren. ( 2) 1
diligencia, y notifique luego á las partes- las
sentencias de prueba, pena de dos pesos, y es­
tando conclusos para difinitiva los entregue den­ El misino allí, órden'anza'152.
tro de tres dias al relator, pena de otros dos Que pongan en las probanzas el dia que se examina­
pesos, que aplicamos á los estrados de la au­ ren los testigos.
diencia. •Ordenamos y mandamos que los escribanos
LEY pongan en las probanzas el dia que examinaren
El mismo a llí, ordenanza 109. Jos testigos por los inconvenientes que de no po­
Que los escribanos de las audiencias examinen por nedlos resultan, y; no cumplan con: poner el dia
sus personas los testigos , y estando impedidos se que se presentan y juran , pena de cuatro pe­
nombre para ello receptor ó escribano. sos para nuestra cámara¿
Otrosí los dichos escribanos examinen v re­ L E Y X X II.
ciban por sus personas en los pleitos civiles y
causas criminales los testigos que se presenta­ El mismo allí, ordenrnza 146.
ren , y si estuvieren impedidos nombren nues­ Que reciban los testigos de los pobres con toda dili­
tro presidente y oidores à ún receptor de la genciat y el cuidado que deben.
audiencia, para que reciba las deposiciones, y Mandamos 5 los escribanos que reciban los
no lo habiendo nombren otro escribano para testigos de los pobres con toda diligencia y el
este efecto, los cuales den conocimiento á las cuidado que deben.
partes de los derechos que llevaren, y el escri­
bano de la audiencia no los lleve de las proban­ LEY X X IIL
zas que no hubieren pasado ante él, 5* ,FÍ e" Ia ordenaoza 133 de audiencias. En
Toledo a 25 de mayo de 1596. Y en la ordenanza 119
LEY de 1565,
D. Felipe II allí, ordenanza 125. Que llegando receptor de hacer probanza, el escriba­
no la lleve a la audiencia para ver las tiras.
Que el escribano de la cansa sea receptor de los tes-
tigos que se examinaren en el lugar, y siendo el exa­ Cuando el receptor volviére de hacer algu-
men fu era de el, vaya receptor ó escribano. na probanza, el escribano de la cansa, habien­
Ei escribano de cámara ú otro cualquiera do dado copia de ella á las partes dentro de
ante quien pasare el pleito, sea receptor de los tres dias despues que se la vuelvan, la lleve an­
testigos que se examinaren en el lugar donde te el presidente y oidores, para ver si las tiras
estuviere ía audiencia, y por ello no lleve sala­ son defectuosas, pena de dos pesos para los es­
rio , sino solamente sus derechos : y si la pro­ trados de la audiencia.
banza se hubiere de hacer fuera de el lugar, va­
ya el receptor que sucediere por turno, según
el tenor y forma dada á los receptores por las D. Felipe II ordénanza 131 de audiencias de 1596. Y
leyes de este libro. ordenanza 117 de 1563.
Que los escribanos de guarda pongan en los acuerdos
las penas de sentencias de prueba.
El mismo a llí, ordenanza 137. Los escribanos de guarda de las salas pon­
Que ningún escribano, receptor ni oficial examine gan en los acuerdos las penas que fueren impues­
testigos no estando la comisión primero señalada de tas en las sentencias ele prueba, pena de dos
los oidores. pesos para los estrados de la audiencia.
Ningún escribano, receptor ni oficial reci­
ba ni examine en los negocios que le fueren co­
metidos por la audiencia á ningunos testigos, si
la comisión no estuviere primero señalada por
los oidores, pena de suspensión de oficio por
dos años por la primera vez, y de cien pesos pa­
ra nuestra cámara y estrados: y por la segunda r ,a f ea eu sumarío > Y3 en plcnarío, ley 35,
ut. 8 , lib. 5. J ’
280 Libro n. Titulo xxm .
LEY XXV. LEY XXX.
El etnperatior clon Carlos y el principe gobernador D. Felipe II alli, ordenanza 169.
á 9 de marzo tic 1551. Véase la ley j 6 , tit. o , li­
bro 5. Que los escribanos de cámara escriban de su mano
las sentencias.
Que en las notificaciones de autos se pongan testigos.
Los escribanos de cámara escriban de su
Mandamos que los escribanos de las audien­
mano las sentencias, mayormente en los nego­
cias y los demás de nuestras Indias en las noti­
ficaciones judiciales y estrajudiciales, y en los cios de importancia, porque de escribirlas sus
oficiales muchas veces se falta al secreto que
autos que notificaren a algun ausente, pongan
conviene , pena de seis pesos para los estra­
testigos. (3)
dos. (5)
LEY X X V I. LEY X X X I.
D. Felipe II allí', ordenanza 116.
El mismo en las ordenanzas 128 y lo 5 .
Que el escribano de guarda esté presente d las rela­
ciones. Que el escribano notifique las sentencias a las partes
El escribano que guardare la sala este pre- y alfiscal si no estuviere presente.
enle á las relaciones , y no.baste que asista el Los escribanos ante quien pasaren los pro­
que por él escribe, pena de dos pesos para los cesos notifiquen las sentencias definitivas a las
estrados de Ja audiencia. partes el mismo dia que se pronunciaren ú otro
siguiente, pena de dos pesos para los estrados,
LEY X X V lí. y también notifiquen los autos y sentencias a
El mismo ordenanza 150 de audiencias de 1596. nuestro fiscal en todos los pleitos que fuere par­
Que los pleitos conclusos se entreguen al relator te, si no estuviere presente á la pronunciación.
dentro de tres.dias. .
Los escribanos de cámara entreguen á los LEY X X X II.
relatores los pleitos conclusos para difinitiva El mismo a llí, ordenanza 145.
dentro de tres dias, pena de dos pesos para los Que el escribano dé traslado de las sentencias luego
estrados. d ¿as partes.
LEY X X V III. Luego que se pronunciaren las sentencias.»
El mismo ordenanza 109 de 1563. dén los escribanos traslado de ellas á las partes
Que al pie de la conclusión de el pleito ponga el es­ que se le pidieren, pena de dos pesos para los
cribano los derechos de el relator , y él ponga lo que
recibiere. estrados.
Cuando se concluyere el pleito pongan lus LEY X X X III.
escribanos al pie de la conclusión los derechos El mismo allí , ordenanza 167.
que lia de haber el relator, y él muestre á la Que los escribanos de cámara asienten las penas de
parte aquella tasa, y asiente en el proceso lo camara en el libro de ellas dentro de tres dias.
que recibiere, como está proveído por la ley
Los escribanos de la audiencia vayan a ma­
cuarenta y tres de este titulo, y la veinte y
nifestar y firmar de sus nombres al aposento de
nueve, titulo veinte y dos de este libro, pena de
el presidente, en un libro, que ha.de tener en
que pierdan los derechos, é incurran en las de­
su cámara las condenaciones que por sentencias
mas impuestas, y todos lo guarden. ( 4)
da revista hicieren nuestros presidentes, oido­
LEY X X IX . res y alcaldes contra cualesquier personas, para
El mismo a llí, ordenanza 123 y 159. Véase la ley 21, nuestra cámara y fisco dentro de tercer dia pri­
tit. 8 , lib. 5. mero siguiente, despues que las condenaciones
Q«e en ningunos autos se ponga por suma ni abre­ fueren fechas en revísta, porque se sepa lo pro­
viatura el día, mes y año. veído , y en ellas no pueda haber fraude, pena
Ningún escribano ni oficial de la audiencia de las pagar con el doblo para nuestra camara.
ponga ni asiente en las peticiones, escritos ni
autos por suma, cuenta ni abreviatura el día, LEY X X X IV .
mes y año de las presentaciones y autos, ni co­ El mismo en la ordenanza 182 de audiencias de 1596.
sa alguna de ellos, y lo ponga y asiente por le­ Y en Ja ordenanza 166 de 1556.
tra, ciara y abiertamente, de formaque se pue­ Que no llevando los escribanos las penas al Jiscal ca­
da leer y entender, y escusen fraudes, pena de da sábado, los acuse del juramento , y lo mismo haga
veinte pesos para nuestra cámara y estrados de sobre derechos demasiados.
la audiencia por cada vez que lo contrario h i­ Los escribanos acudan cada sábado à nues­
cieren j demas del daño é interes de las partes, tro fiscal, con todas las penas que aquella se­
mana ante ellos se hubieren puesto, so cargo
del juramento que tienen fecho*, y si asi no lo
hicieren, el fiscal los acuse del juram ento: y
asimismo si alguno llevare derechos demasia­
(5) Véase la ley 56 , tit. 8 , lib. 5 , que hace es- dos.
tcnsiva aun á las personas constituidas en la mayor
dignidad la obligación de dejarse notificar con tes­
tigos,
(1) Véase la ley 45 de este titulo. (5) O Iqs relatores, ley 50 , tit. 15 , lib. 2.
De los escribanos de cámara. 281
LEY XXXV. críbanos de cámara en forma que haga fe, para
El mismo allí, ordenanza 145. que le puedan presentar donde vieren que les
Que notifiquen las multas al que las hubiere de co­ conviene, sin poner impedimento alguno, que
brar. Nos relevamos á los escribanos de cualquier car­
Los escribanos de cámara notifiquen cada go ó culpa que por ello se les pueda im putar.
semana las multas al que tiene cargo de cobrar­ LEY X L.
las, pena de dos pesos por cada vez que nó lo
El mismo allí, ordenanza 128. Véanse las leyes 52 de
hicieren para los estrados de la audiencia. este titulo, y 21, tit. 5, lib. 8.
LEY X X X V I. Que los escribanos den los testimonios que hubieren
D. Felipe II ordenanza 140 de audiencias de 1596. de dar dentro de tres dias.
Y ordenanza 126 de 1565. Otrosí ordenamos y mandamos que habien­
Que los escribanos no den procesos diminutos de do de dar los escribanos de cámara algun tes­
autos.
timonio con respuesta de la audiencia, ó de otra
Guando los escribanos dieren algún proceso parte, le dén dentro de tres dias, aunque el
en grado de apelación, ó por remisión, ó en presidente y oidores, ó la parte no respondan,
otra forma, lio le den diminuto de autos, pena pena de pagar el interes y daño á la parte, por
de perder el oficio y pagar el ínteres á la parte. nó se le d a r, y de dos pesos por cada vez de
LEY X X X V II. los que mas se detuviere.
El mismo, ordenanza 127 y 141 de audiencias. V LEY X I X
Que los escribanos de cámara no den autos del pro­ D. Felipe III en Belen á 15 de junio de 1619.
ceso sin mandato de la audiencia, y pongan razón
de que se dieron. Que cuando algun notario eclesiástico dejare pleito ,
el escribano de cámara le dé recibo, y en despa­
Mandamos que si fueren pedidos à los es­ chándolo se le vuelva.
cribanos de cámara algunos autos del proceso,
no los den sin mandato del presidente y oido­ Porque cuando los notarios eclesiásticos van
res, y cuando los dieren, pongan razón en el à hacer relación á nuestras audiencias de las
proceso de que se dieron tales autos, y quedan Indias de algunos pleitos, les mandan que los
los otros en su poder. dejen en poder de los escribanos de cámara:
Mandamos, que en estos casos el escribano de
LEY X X X V III. cámara en cuyo poder quedaren los procesos dé
El mismo, ordenanza 178 de audiencias de 1596. Y recibo de ellos á los notarios qué los entrega­
ordenanza 161 de 1563. ren, y despues de determinados sobre loque
Que no confien los procesos de las parles , y los pro­ hubiere lugar de derecho, nuestras audiencias
curadores y letrados no los saquen del lugar. harán con tpda la brevedad posible se vuelvan
a los notarios, de forma que la justicia corra sin
Los escribanos no confien los procesos, ni perjuicio de las partes ni detención alguna.
escrituras de las partes, ni solicitadores, pena
de cuarenta pesos para ios estrados, y del inte­
res y daño de las partes-, pero ios puedan dar à D. Felipe II ordenanza 150 y 151.
los procuradores y letrados, tomando conoci­ Que los escribanos tengan arancel en sus oficios, y
miento, y no de otra forma. Y mandamos á los no lleven, derechos por la guarda ni busca de los
procuradores y abogados, que no saquen los procesos.
procesos déla ciudad ó villa donde la audiencia
Los escribanos tengan arancel en sus oficios
residiere, ni los confien de las partes, ni de
en lugar que todos le puedan ver y leer, de los
persona alguna, para llevarlos fuera sin licen­
derechos que han de llevar, demas del arancel
cia de la audiencia, so la dicha pena, y que ei
que ha de haber en la sala pública de la audien­
procurador sea obligado dentro de tres días á
cia, pena de cinco pesos para los pobres de la
volver el proceso al escribano, pena de dos pe­
cárcel, y no lleven derechos á las partes por
sos por cada vez que en los dichos tres dias no
guardar ni buscar los procesos, pena de volver
le voiviere.
lo que asi llevaren, con el cuatro tanto para
LE Y X X X IX . nuestra cámara.
El mismo en Madrid á 26 de mayo de Í573.
Que los escribanos de cámara den testimonio de lo
que se pidiere para el abasto y sustento de las ciu­ El emperador D. Carlos y el príncipe D. Felipe g o ­
dades y provincias. bernador en Madrid á 5 de julio de 1546. D. Feli­
pe II en la ordenanza 88 de audiencias. En Toledo á
Muchas veces sucede que por las ciudades i 5 de mayo de 1563. Y en la ordenanza 130 de 1563.
y sus procuradores se presentan en las reales La princesa gobernadora en Valladolid á 2 de setiem?
audiencias algunas cédulas y provisiones nues­ bre de 1556. Ve'ase la ley 22, tit 22 de este libro.
tras, y otros recaudos^, pidiendo cosas necesa­ Que los escribanos y relatores lleven los derechos
rias para abasto y sustento de las ciudades, islas por el arancel, y lo firmen en ¿os procesos.
j provincias, y por la dilación en proveer so­ Los escribanos y relatores de audiencias en
bre lo pedido, se suelen perder los papeles: lo civil y criminal, lleven los derechos que Jes
Mandamos, que cuando la respuesta y provei­ pertenecen conforme al arancel. Y para que se
miento desemejantes negocios se dilatare, si guarde y cumpla, mandamos , que los susodi­
las partes pidieren testimonio, se le dén los es- chos, y cualquiera de ellos asienten en el pro­
TOM O I.
2 «2 Libro II. Tit. xxui.
ceso y escritura los derechos que recibieren por no lleve derechos al denunciarlo, si siéndole
la vista <le los procesos, asi de las partes, como pedido que jure, jurare que no debe cosa algu­
de los (lemas procuradores ó factores, decla­ na ; y lo mismo se haga si siendo recibido à
rando la cantidad que recibieren , y porque se prueba, el demandador no probare que se le
los dan expresamente, y lo firmen de sus nom­ debe loque pide, pena de volver el escribano
bres , juntamente con la p arte, y procurador y lo que de otra suerte llevare, con el cuatro tan­
factor que los pagare, por manera que ambos to para nuestra cámara.
firmen lo que recibieren en el proceso y escri­ LEY X L V III.
turas; y si el que pagare los derechos no supie­
El mismo allí, ordenanza 156 y 157 , en las de 4 de
re firmar, firme otro por el, y fenecido el plei­ octubre de 1563.
to ó negocio, jure el escribano ó relator, y la
parte, ó su procurador, ó factor, que no han Que no lleven derechos d los pobres , ni de la vista,
si tas parles no vieren los procesos.
llevado, ni se les han dado mas derechos por
aquel pleito ó negocio de los que allí están asen Los escribanos de cámara no lleven dex'e-
lados y firmados, y que si mas llevaren, ó les chos á los que litigan por pobres; pero dében-
fueren dados, los asentarán y firmarán, como los pagar si despues tuvieren bienes, y de esto
dicho es, pena de volver lo que de otra forma hagan obligación; y siendo condenado el con­
llevaren , con el cuatro tanto para nuestra cá­ trario en costas, pagúelas el que litigare, por
mara por la primera vez; y por la segunda la el pobre, al escribano, y délas en el memorial
misma pena y privación de oficio; y si la parte de las costas, y póngasele en la egecutoria para
ó el procurador diere información, que dió di­ que las cobre de su contrario. Otrosí los escri­
neros al escribano ó relator , y no estuvieren banos de cámara no lleven derechos de las vis­
asentados, sea creído por su juramento en cuan­ tas de los procesos que ante ellos se presenta­
to á la cantidad que le hubiere dado. ( 6) ren, si la parte no los llevare á su letrado, ó por
si, ó por su procurador los viere, pena de vol­
LEY X L IV . ver loque llevaren, con el cuatro tanto para
D. Felipe H allí , ordenanza 155.
nuestra cámara.
Que por la presentación de una escritura se lleven
derechos de una , aunque en ella estén insertas LEY X L IX .
otras.
D. Felipe 11 ordenaanza 164.
Por la presentación de una escritura no lle­
Que no lleven derechos de los procesos que se tra­
ven los escribanos mas derechos de los que pue­ jeren por via de fuerza , si se volvieren d los jueces
den llevar por una escritura, aunque en ella ' eclesiásticos.
estén insertas é incorporadas muchas escrituras
de diversos signos, por cuanto no es mas de una Otrosí no lleven derechos de vista de ios
escritura debajo de un signo, pena de pagar procesos que por via de fuerza de los jueces
con el cuatro lauto lo que llevaren para nues­ eclesiásticos se trageren á la audiencia, si se vol­
tra cámara. vieren á los dichos jueces, aunque sea en caso
que las partes ó sus letrados las hayan de ver,
LEY XLV. pena de volver lo que asi llevaren, con el cua­
El mismo allí, ordenanza 159.
tro tanto para nuestra cámara,
Que pongan 'en los procesos traslado de sentencias
y escrituras sin derechos. LEY L.
Los escribanos de cámara pongan en los El mismo en la ordenanza 156 de audiencias. En T o­
procesos los traslados de los poderes, sentencias ledo a 25 de mayo de 1596.
y otras escrituras importantes, concertados con Que no se lleven derechos de procesos eclesiásticos
las partes, guardando en su poder los origina- que fueren días audiencias sobre jurisdicción , pa­
les, y no lleven derechos por estos traslados, tronazgo y hacienda real,
pena de veinte pesos para los estrados. Los escribanos de audiencias no pidan, ni
lleven derechos ningunos de ios procesos ecle­
LEY X LV L siásticos que se trageren á ellas á pedimento de
El mismo allí, ordenanza 1G5.
los corregidores o jueces de residencia, sobre co­
Que cuando se presentare proceso para solo un auto sas que tocaren á la defensa de la jurisdieion,
no se lleven derechos demas de lo que se presentare
por la parte para prueba de su justicia. patronazgo y hacienda real, ni de los autos que
ante ellos pasaren, y provisiones que sobre esto
Mandamos que cuando se presentare auto
se dieren, pena del cuatro tauto para nuestra
de algún proceso aute los escribauos de cámara,
y para este efecto se presentare todo el proce­ cámara.
so, no lleven derechos demas de loquela parte LEY LI.
hubiere menester para eu prueba de su justi­ El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora
cia , pena de volverlos con el cuatro tanto para en Scgovia á 28 de setiembre de 15o2. 1). 1 clipe ll
nuestra cámara. eu Madrid á '20 de agosto de 15/4. ^Véanse fas leyes
40 de este titulo, y ‘2L, tit. 5, lib. 8.
^ LEY X LV ÍL Que hagan los autos y den los testimonios que los
F.l mismo allí, ordenanza T i l. oficiales reales pidieren sin derechos.
Que jurando el demandado que no debe, no pague Ordenamos á los escribanos de cámara, que
derechos. en todos tiempos y ocasiones que nuestros ofi­
Ordenamos y mandamos que el escribano ciales reales les pidieren y requirieren que ha­
(G) Véase las leyes 22 , 25 y 29 del título 22 de
gan algunos autus , y dén testimonio de ellos, ó
este libro, y la 28 do esto título y libro. traslado autorizado, ó simple de escrituras para
De los escribanos de cámara. 205
cosas tocantes á nuestra hacienda y patrimonio hacen los oidores, y en las demas ordinarias de
real, Jo hagan y cumplan luego que fueren re­ los alcaldes del crimen , un oficial de los escri­
queridos, sin les pedir, ni llevar por esta ra­ banos del crimen escríba en el libro de visita
zón ningunos derechos, pena de la nuestra mer­ los nombres de las personas que se visitan, y lo
ced, y perdimiento de sus oficios, y de diez mil que piden , y el oficial esté asentado en el ban-
maravedís para nuestra cámara á cada uno que co de los relatores , entre tanto que escribe en
lo contrario hiciere. el libro, y esten asimismo asentados los escri­
LEY LH. banos de el crimen durante la visita ; y los dias
de audiencia uno de los escribanos lea las pe­
D. Felipe 11 en las ordenanzas 124 y 186 de audien­
cias de 1563.
ticiones, y otro decrete y escriba lo que se pro­
veyere.
Que los escribanos de cámara no cobren derechos
por la parte del Jisco aunque la contraria sea con­ LEY LV1L
denada en ellos. F1 mismo allí.
Mandamos que los escribanos de cámara y Que los escribanos que entraren á hacer relación
salas del crimen no lleven derechos de los plei­ aguarden asentados, y solos los de cámara suban
tos fiscales que se siguieren en nuestras reales á firmar.
audiencias por la parte que toca à los fiscales, Viniendo los escribanos de provincia, ú otro
con cualesquier personas, aunque se dé senten­ juzgado á hacer relación de algunos negocios á
cia en favor de los fiscales con condenación de la audiencia, estarán aguardando á hacerla has­
costas, ni las pongan en el memorial, ni lasco- ta que se les mande, y entretanto se asentarán
bren de los reos condenados, porque los fisca­ con los procuradores, y ninguno de los escriba­
les no las han de dar ni pagar, pena de cuaren­ nos se asiente en el banco de los relatores, si no
ta pesos al que lo contrario hiciere, para los fueren ios del crimen, ó los de las salas de los
estrados de la audiencia , y de volver lo que lle­ oidores, cuando fueren á la del crimen á algun
varen, con el doblo para nuestra cámara. negocio, y solamente suban á firmar á los es­
trados los escribanos de cámara.
LEY LU I.
El mismo ordenanza 138 de audiencias de 1596, y 170 LEY L Y III.
de 1563. Véanse las leyes 2 6 , tic 22 de este lib ro , y El mismo en Madrid á 22 de julio de 4570.
50, tit. 8, Hb. 5. Que los escribanos del crimen y no los receptores,
Que los escribanos no lleven derechos á los fisccdes reciban las informaciones que esta ley declara , y
de condenaciones aplicadas á la cámara. y vayan con los alguaciles día ejecución de la ju s ­
ticia.
to s escribanos guarden lo proveido, y no
lleven derechos á nuestros fiscales, ni á otras Mandamos que los escribanos del crimen de
personas en su nombre, aun en casó que la con­ las audiencias, y no los receptores, reciban las
denación sea para nuestra cámara, ni de la ege- informaciones de las querellas que en las ciu­
cucion que sobre esto se hiciere. dades donde las audiencias residieren, con las
cinco leguas alrededor, se ofrecieren ; y asi­
LEY LIY . mismo vayan en persona con los alguaciles á la
D. Felipe-II a llí, ordenanza 108. egecucion de la justicia^ pena de suspensión de
Que los escribanos de cámara pongan á la vuelta de
las provisiones sus derechos , y los del sello y re­
gistro.
D. Felipe II en Aranjuez á i.° de mayo de 1584.
Todos ios escribanos sean obligados á poner Que los escribanos del crimen puedan tener escri­
y pongan en las espaldas de las provisiones y banos reales para el despacho , y el orden que los
carias que libraren, sus derechos, y los del sello de provincia han de tener en hacer relación.
y registro que han de haber por ellas, pena de Los escribanos de cámara de las salas del
dos pesos por cada vez que lo contrario hicie­ crimen puedan tener en sus casas y oficios es­
ren para los estrados de nuestras audiencias. cribanos reales oficiales para el buen despacho
LEY LV. de los negocios, y los escribanos reales no ha­
gan ni puedan hacer autos en la sala. Y manda­
El mismo allí, ordenanza 145.
rnos que cuando los escribanos de provincia y
Que no recibant cosas de comer , ni otras en pago otros juzgados fueren á hacer relación á la sala,
de sus derechos.
la hagan' en pie, y no suban á los estrados, y
Mandamos que los escribanos no reciban dejen los procesos á los escribanos de cámara,
aves, maiz, pescado, ni otras cosas, aunque los cuales despues de hechos los autos sobre que
sean de comer, en satisfacción de sus derechos, viniere la relación , y firmados de los jueces, se
pena de volver lo que llevaren, con el cuatro los vuelvan á los escribanos.
tanto para nuestra cámara.
LEY LX.
LEY LVJ. El mismo, ordenanza 420 de 1563. Véase con la ley
í). Felipe II en San Lorenzo á 14 de setiembre de 20, tit. 8, lib. 5.
1576
Que los escribanos tengan ¡os registros cosidos , y
Que en las visitas de cárcel un oficial escriba los vi­ ¿os signen cada año.
sitados , y en tas audiencias un escribano lea pe­ Ordenamos y mandamos que los escribanos
ticiones , y otro decrete , y en que asientos.
En las visitas de cárcel de los sábados que (7) Véase la ley 107, tit. 15, lib. 3.
284 Libro ii. Títalo xYiii.
tengan los registros cosidos, y los signen á fin tres dias escriban los escribanos de cámara
de cada año, pena de treinta pesos para nuestra las condenaciones, y en ellas se libre según
cámara. su aplicación, ley 163, tit. 15 de este libro.
LEV L X L Que en la sala de audiencia pública , y oficios
El ctnperatior tíon Carlos y e! principe gobernador de escribanos esté la tabla del arancel, ley
en Mon/.on ¡í 21 rie julio <ie 1552. D. Felipe II en Va­ 179 , tit. 15 de este libro.
lladolid á 5 de junio de 1560 eo la ordenanza 15 de Que los presidentes gobernadores puedan despa­
audiencias de 1565. Vease la ley 4, til. l.° , lib. 5. char con sus secretarios negocios secretos, ley
las audiencias y tío los escribanos de cámara 5 , tit. 16 de este libro.
nombren los de las comisiones (fue se despacharen. Los escribanos de cámara no tengan mas de un
Es nuestra voluntad que las reales aucrféti­ oficio, ley 9 6 , tit. 16 de este libro.
das en los casos que se puedan proveer jueces Que pidiendo los fiscales algunos testimonios,
ele comisión, fuera de las cinco leguas, nom­ se los den los escribanos, y las audiencias lo
inen escribanos no habiendo receptores, y no provean, ley 9, tit. 18 de este libro.
los nombren los escribanos de cámara. Que los fiscales pidan memoria de los testigos
que se hubieren de ratificar, y los escribanos
LEY L X IL se la den, ley 39, tit* 18 de este libro.
T). Felipe IV en Madrid á 25 de febrero de 1653, Que los ministros sean diligentes en el despacho
de los pleitos fiscales, ley 40, til. 18, de este
Que los escribanos de cámara tomen la razón de las
comisiones que se dieren. libro.
Que los escribanos de cámara tengan libro de
Los escribanos de cámara tomen la razón de condenaciones, de que den testimonio cada
las comisiones que se dieren en nuestras audien­ mes, ley 8 , tit. 25 de este lib ro ,y dentro de
cias reales á jueces de residencia y pesquisas, y tf.rcero día asienten las penas y depósitos en
no pongan escusa ni dificultad. el libro general del presidejite, y cada uno le
L E Y LX IÏL tenga aparte, ley 9. Tomen la razón de las
J). Felipe II en Monzoti á 15 de setiembre de 1565. condenaciones, y la den á los contadores de
í). Felipe IV en Madrid a 9 de marzo de 1625. cuentas, ley ÍO. Entreguen á los receptores
Que el presidente de Panamá despache igualmente los testimonios de condenaciones, ley 12. No
los negocios de gobierno y justicia que le tocaren den mandamientos de soltura, sin certifica­
con los escribanos de cámara. ción del receptor, de estar pagada la condena­
Mandamos que ante los dos escribanos de ción , y si fu ere en fiado , se guarde lo dis­
cámara de la audiencia real de Panamá pasen puesto por la ley 31 del dicho tit. y libro.
igualmente todos los negocios que en la audien­ Que el escribano que diere traslado de proceso
cia se hubieren de hacer y tratar, asi de justi­ de otro s le vuelva los derechos que por ello
cia, como de gobernación, y entre ellos no ha­ hubiere llevado , ley 9, tit. 26, de este libro.
ya diferencia, y cu esta conformidad nuestro Que los escribanos de cámara no den provisio­
presidente, gobernador y capitán genera) de nes de receptorias d los receptores sin cédula
aquella audiencia y provincia de Tierra-Firme del repartidor, pena de ocho pesos para
despache ante los escribanos de cámara todas y ¿a cámara, ley 11 ,/?. 6 , tit. 27 de este libro.
Que los escribanos de las visitas de la tierra y
eualesquier cosas y negocios de gobierno y jus­
ticia , y demas que le tocaren, como à tal go­ comisiones entreguen los papeles á los de cá­
bernador y capílan general y presidente de la mara, como está ordenado, ley 24, tit. 31
de este libro.
audiencia, y no ante otro escribano ni persona
alguna. Que ¿os escribanos de cámara sean examinados,
ley 3, tit. 8, lib. 5.
Que los tenientes de escribanos de cámara que
Que ¿as audiencias y justicias manden dar los los pudieren nombrar, den fia n za s, ley 7, tit.
testimonios que se pidieren, y los escribanos 8, lib. 5.
de cámara y los demás los den como se or­ Que ¿os escribanos de cámara guarden la ley 2
dena , ley 8q, tit. 15 de este libro. de este tit. Vease la ley 8, tit. 8, lib. 5.
Que las eyee(dorias lleven insertos los autos Que los escribanos de cámara y gobernación
sustancialesy ley 114, tit. 15 de este libro. asistan á las audiencias de vireyes y gober­
Que presentándose petición con palabras inde­ nadores para los negocios de indios, ley 9 ,
centes contra prelado , el escribano de cáma- tit. 8 , ¿ib. 5.
1 ra dé cuenta d la audiencia, ley 151, tit. 15 Que se tes entreguen y vuelvan ¿os papeles por
de este libro. inventarios, ley 17, y guarden los aranceler,
Que los presidentes tengan libro en que cada ley 26, ti t. 8 , libro 5.
285

TITULO TBIITTS ? CUATF.O,


D e los abogados de las audiencias y chaneillerías rea les de las
In dias.

LE Y P R IM E R A . causas injustas, ni acusarán injustamente , y


D. Felipe II en las ordenanzas de audiencias de 1563» luego que conocieren que sus partes no tienen
ordenanza 217. justicia, desampararán las causas.
Que ninguno pueda ser abogado en audiencia real, LEY IV .
sin ser primero examinado , y del que no lofu ere,
no se admitan peticiones. Ordenanza 2Í4 y 120.
Que paguen los danos que las partes recibieren por
Ordenamos y mandamos que ninguno sea su malicia ó culpa.
ni pueda ser abogado en nuestras reales au­
diencias de las Indias, sin ser primeramente Ordenamos que el abogado ó abogados pa­
examinado por el presidente y oidores , y es­ guen à las partes los daños que hubieren reci­
crito en la matrícula de los abogados, y cual­ do ó recibieren por su malicia , culpa negligen­
quiera que lo contrario hiciere, por la primera cia ó im pericia, que se pueda colegir de los au­
vez sea suspendido del oficio de abogado por tos del proceso, asi en la primera instancia co­
un año, y pague cincuenta pesos para nuestra mo en grado de apelación ó suplicación con
cámara: y por la segunda se doble la pena ; y el doblo , y que sobre esto Ies sea hecho bre­
M)r la tercera quede inhábil, y no pueda usar vemente cumplimiento de justicia.
{a abogacía , y los que no fueren graduados no L E Y Y.
hagan peticiones algunas en pleitos ni proce­ D. Felipe II, ordenanza 225.
sos , ahora sea petición nueva , ó sobre autos de Que los abogados guarden antigüedad entre si des­
lo procesado, ó requerimiento ó suplicación, ú de el dia que fueren admitidos, pena de suspensión
tra cualquiera , para que se presente en las ' por un ano.
reales audiencias ó ante otros cualesquier jue­
ces , y si se presentaren no sean recibidas, y à Mandamos que los abogados guarden anti­
los que las hicieren y. presentaren impongan güedad entre sí mismos cuando se asentaren en
los jueces ante quien pendiere la causa las pe­ los estrados conforme al tiempo én que fueren
nas competentes, según su alvedrio; salvo si recibidos, y ninguno tome otro lugar , pena de
el dueño del negocio hiciere petición en causa suspensión del oficio por un. año.
propia. ( 1) L E Y VL
LE Y II. Ordenanza 221.
El mismo, ordenanza 228 de 1563. Que los abogados hagan sus igualas con las parles
Que ningún bachiller sin ser examinado abogue. al principio de ios pleitos, y no despues , pena del
Ningún bachiller sin ser examinado en au­ salario y suspensión.
diencia nuestra abogue en ella, ni se asiente Los abogados puedan hacer sus iguala y
eu los estrados donde se asentaren los docto­ conciertos de sus salarios luego al nrinciDios de
res y licenciados, pena de cuarenta pesos para los pleitos, oida la relación de las partes; pe­
los estrados. ro despues que hubieren visto sus escrituras y
LEY III. y comenzado a hacer peticiones, escritos ú
otra cosa alguna en los pleitos, no puedan ave­
Ordenanza 214.
nirse ni igualar sus salarios con las partes, por­
Que los abogados juren que no ayudarán en causas
injustas. que ya estarán prendados y necesitados, y no
tendrán libertad de hacer el concierto como les
Los abogados juren que no ayudarán en convenga , y cualquiera que lo contrario hicie­
(1) Y para ser recibido cualquiera á examen de re pierda el salario del pleito, y sea suspendi­
abogado debe haber tenido cuatro años de pasantía, do del oficio de abogado por tiempo de cuatro
contados desde el dia en que se recibió de bachiller; meses.
pudiendo las audiencias dispensar algun tiempo de
los cuatro años con tal que no llegue á un año, y ha­ LE Y VIL
biendo motivo tan justo, que si se pusiera en noticia Ordenanza 217,
del rey , concedería la dispensa. Cédula de 19 de oc­
tubre de 1768. Que ningún abogado se pueda concertar por parte
Para ocurrir á las perniciosas consecuencias que de la cosa que se demandare.
ocasiona ia multitud de abogados, dice una carta
acordada del consejo de 22 de diciembre de 1802, in­ Ningún abogado sea osado de concertarse
formen al rey las audiencias sobre el número de e'llos con aquel á quien ha de ayudar para que le
que exista en sus respectivos territorios, y también de parte de la cosa que se demandare, y si lo
sobre el que atendidas las circunstancias de cada país hiciere no pueda usar el oficio con él ni con
deberá haber en cada tino de ellos.
TOMO I
206 Libro n. Título xxrv.
LEY V III. por el mismo hecho sea privado, y desde luego
Ordenanza 218. le privamos del oficio de la abogacía ; y si des-
)ues usare de él en cualquiera forma , pierda
Que ayuden d sus par tesfielmente sin alegar mali­
cias , pena de suspensión , y otras d arbitrio de los
Ía mitad de sus bienes para nuestra cámara.
jueces.
LEY X II.
Mandamos que los ahogados tengan cuida­ Ordenanza 222.
do de ayudará las partes fielmente y con mu­
Que los abogados tomen relación por escrito del de­
cha diligencia en los pleitos de su cargo alegan- recho de las partes que defendieren.
tío el hecho lo mejor que pudieren , y procu­
rando que se hagan las probanzas que conven­ Mandamos qne los abogados en el princi­
gan , ciertas y verdaderas , y vean por sí mis­ pio del pleito tomen relación por escrito de ia
mos los autos del proceso, concertando la re­ parte de todo lo que pertenece á su derecho
lación cuando fuere sacada con el original, y cumplidamente, para que cuando fuere m e­
en otra forma no la firm en, ni dígan que está nester demandarles cuenta sobre si han hecho lo
sacada , ni pidan términos para probar lo que que deben por su parte, ó si le han perdido el
saben ó creen que no ha de aprovechar, ó que derecho por su culpa, la puedan manifestar pa­
no se puede probar, ni den consejo ni aviso á ra aprovecharse de ella, y tómenla firmada
sus partes para que sobornen testigos, ni hagan del nombre del señor de el pleito , ó de quien
alegaciones, pongan tachas, ni objecciones ma­ se confie la parte si no supiere leer.
liciosas, ni den lugar, cuanto en ellos fuere, LEY X III.
¡i que se haga otra mudanza de verdad en todo
el proceso, y que lo jureii asi todos, pena de Ordenanza 206.
perjuros, y que por el mismo hecho, demas Que los abogadosfirm en de sus nombres las peticio-
tic las otras penas del derecho , sean suspendi­ n e s ,y los procuradores no las presenten sin J ir-
dos de el oficio de abogado por el tiempo que mar.
pareciere á nuestros presidente y oidores, con­ Otrosí los abogados firmen las peticiones
siderada ia calidad de la culpa que hubieren co­ que hicieren , de cualquier calidad que sean,
metido. poniendo en ellas sus nombres, pena de dos
LE Y IX . pesos para los estrados de la audiencia, y los
D. Felipe II, ordenanza 225.
procuradores que las presentaren sin firma pa­
guen un peso con la misma aplicación.
Que los abogados no dejen d taparte que comenza­
ron d ayudar hasta ser fenecida la causa , pena del LEY X IV .
salario y daño que le resultare.
I), Felipe II, ordenanza 215.
Otrosí mandamos que si el abogado tomare Que los ahogados no aleguen lo alegado , ni hagan
una vez á su cargo ayudar á una parte, no sea nuis escritos hasta la conclusión , ni se reciba el
osado á lo dejar hasta ser fenecido el pleito , y que no estuviereJirmado de letrado.
si lo dejare pierda el salario y pague ai señor de Los abogados no aleguen lo que tienen ale­
el pleito cualquier daño que le viniere; pero gado , replicando ó epilogando lo que ya estu*
si dejare el pleito conociendo que Ja causa es viere presentado por escrito en el proceso, pena
injusta, lo pueda hacer. de cuatro pesos, los dos para el que lo avisare, y
LEY X. los otros dos para los estrados de la audiencia, y
Ordenanza 222.
los escritos que se presentaren sean firmados de
letrado conocido, y no se reciban mas de do§
Que el abogado que ayudare d una parte en prime­ hasta la conclusión, y si mas fueren presenta­
ra instancia , no pueda ayudar d la otra en las dos no sean recibidos ; y si de hecho se recibie­
demás.
ren , sean ningunos , y la probanza que sobre
Ordenamos que ningún abogado que hu­ ello se hiciere no haga fe ni prueba.
biere ayudado a alguna parte en la primera
instancia, ayude contra la misma parle en la L E Y -XV.
segunda y tercera instancia, pena que por el Ordenanza 213.
mismo hecho sea suspendido del oficio de abo­ den d los procuradores el conocimiento que les
gado por diez años , y de cincuenta pesos para pidieren de los papeles que les entregaren.
nuestra cámara.
Ordenamos que los abogados den conoci­
LEY X I. miento à los procuradores de enalesquier proce­
Ordenanza 221. sos y escrituras que les entregaren, si se los pi­
Qtu: ningún abogado descubra el secreto de su dieren, como ellos los dan á ios escribanos, pe­
parte d la otra. na de ocho pesos por cada vez que no lo dieren,
para los estrados.
Si algún abogado descubriere el secreto de
su parte á la contraria o à otra en su favor, ó si LEY X V I.
se hallare que aconseja á ambas partes contra­ Ordenanza 228.
rías en el mismo negocio , ó sino quisiere ju­ Que los escribientes de los abogados no ¡leven dere­
rar lo contenido en estas ordenanzas, y en las chos de las peticiones que escribieren.
leyes y pragmáticas de estos reinos de Castilla, Mandamos que los escribientes de los abo­
demas de lo sobre esto en derecho establecido, gados no lleven derechos por las peticiones que
De los abogados. 287
escribieren alas partes , ni por trasladar, ni sa* á las nuevas leyes y ordenanzas por Nos hechas.
carea limpiólas que al ordenar salieren b o r­ LEY X X II.
radas. Ordenanza 207.
LEY X V II. Que concierten , firmen y juren las relaciones.
Ordenanza 209.
Los abogados concierten por sí mismos las
Que no hablen sin licencia , pena de dos pesos, ni relaciones de los pleitos conforme á la ley 8 de
aleguen contra el hecho, pena de otros dos.
este título, y las juren y firmen, pena de vein­
Ningún abogado hable en los estrados sin te pesos para los estrados.
licencia , pena de dos pesos : y el que en el he­
cho dijere ó alegare cosa que no sea verdadex'a,
LEY • X X III.
pague dos pesos para los estrados. Ordenanza 204.
Que el presidente y oidores tasen el salario de los
LEY X V III. abogados , multiplicando el de estos reinos cíe Cas­
Ordenanza 226.
tilla conforme al arancel.
Ordenamos que el presidente y oidores ta­
Que no hagan preguntas impertinentes .
sen lo que los ahogados de las audiencias han
Mandamos que ios abogados no hagan pre­ de llevar por razón de su abogacía, conforme
guntas impertinentes al negocio jcausa en que á las leyes de estos reinos de Castilla / m ulti­
abogaren , pena de diez pesos para los estra­ plicándolo según el arancel que para las audien­
dos. cias se hubiere dado.
LEY X IX . LEY X X IV .
Ordenanza 211 El emperador D. Carlos en la ordenanza de audien­
Que para las probanzas que se hubieren de hacer cias de 1530. 0 . Felipe 11 en la 210 de 1563.
por receptor t el abogado y procurador entreguen Que pasada en cosa juzgada la tasación de costas‘
el intetrogatorio dentro de seis dias , o le paguen se ejecute con forme d esta ley , y se tasen los sala­
el salario rios, aunque no haya condenación de costas,
Todas las veces que se ofrecieren negocios Porque mejor se guarde la ordenanza dada
en que haya de ir receptor, los abogados y sobre tasar los salarios de abogados y procura­
procuradores den hechos y despachados los in­ dores: Mandamos que el escribano de la causa,
terrogatorios, y saquen el receptor dentro de despues de pasada la condenación de costas en
seis dias despues de recibidos á prueba; y si asi cosa juzgada, vaya con la parte luego, pena de
no lo hicieren , inandamos que todo el tiempo dos pesos para los estrados de la audiencia, al
que demas de los seis dias los detuvieren sin sa­ abogado y procurador, para que en su presen­
car el receptor, le pagueu el salario, y den pe­ cia le vuelvan lo que llevaron demasiado, so la
tición sobre ello los receptores que íueren nom­ pena en la dicha ordenanza contenida: y asi­
brados para los tales negocios ante el presiden­ mismo se tasen los salarios cuando no hubiere
te y oidores, y siendo mandado lo cobren , y condenación de costas.
uode otra forma. LEY XXV.
LEY XX. El mismo, ordenanza 151 de 1596.
D. Felipe 11, ordenanza 212. Que los abogados no dilaten tos pleitos , y de los in ­
dios se paguen con moderación.
Que no pidan restitución durante la prueba , salvo
quince dias despues de la publicación. Los ahogados no dilaten los pleitos, y pro­
cúrenlos abreviar en cuanto fuere posible , es­
Los abogados y procuradores no puedan pecialmente los de indios, á los cuales lleven
pedir por escrito ni de palabra ninguna restitu­ muy moderadas pagas, y les sean verdaderos
ción por haberse pasado el tiempo, en ningunos protectores y defensores de personas y bienes,
pleitos ni negocios durante los términos asigna­ sin perjuicio de lo proveído en cuanto á las pro­
dos para las probanzas ordinarias; salvo que la tectorías.
puedan pedir durante el término de los quince
dias despues de mandada hacer la publicación: L E Y X X V I.
con apercibimiento que ninguna de las restitu­ D. Felipe H, ordenanza 208.
ciones que fuere pedida durante los términos Que los abogados de pobres asistan d la visita de
de la probanza , sera concedida ni admitida. cárcel , y los procuradores los prevengan con los
procesos.
LEY XXL Mandamos que los abogados de pobres es-
Ordenanza 22?. ' ten presentes los sábados à la visita de presos,
Quefirm en los poderes de las partes , y no articu­ y tengan bien vistos los procesos, pena de dos
len en segunda instancia, los mismos artículos ó de­ pesos para los estrados de ia audiencia, y que
rechamente contrarios.
los procuradores se los lleven despues de con­
Mandamos que los abogados firmen de sus clusos, para que los puedan ver dos ó tres dias
nombres los poderes de sus partes por bastan­ antes, pena de un peso para los pobres de la
tes, y no articulen en segunda instancia los caree 1.( 2)2
mismos artículos ó derechamente contrarios,
pena de seis pesos para los estrados, y que con (2) En real orden de 18 de marzo de 1799 se lia
mandado que los ahogados y demas curiales se en­
esto cese el examen de ios poderes y articulos carguen de las causas de pobres militares que sean
que los oidores eran obligados á hacer, conforme de oíicio en la misma forma que de las de paisanos.
2 8 8 Libro ii. T it. xxiY.
LEY X X V II. Prohibimos y espresamente defendemos
El mismo en Madrid a 26 de mayo de 1573. que ahora ni en ningún tiempo pueda ser abo­
Que el salario del abosado y procurador de pobres gado en ninguna de nuestras audiencias reales
no se pague de la real hacienda. de las Indias ningún letrado donde fuere oidor
su padre, suegro, cunado, hermano ó hijo, pe­
Ordenamos que el salario asignado al abo-
gado y procurador de pobres se pague de penas na ^e.^[ue letrado que abogue contra esta pro­
hibición , incurra por ello en pena de mil cas­
de cámara y gastos de justicia, y no de nuestra
tellanos de oro para nuestra cámara y fisco. Y
caja , ni otra hacienda real, de que no se debe
mandamos que no sea admitido a la abogacía el
pagar, ni gastar cosa alguna sin particular or­
que estuviere impedido por esta razón: y todo
den nuestra , y lo que se hubiere pagado sin
lo susodicho también se entienda si fuere pa­
preceder lo susodicho, se vuelva á la caja de las
riente en los grados referidos del presidente ó
condenaciones de peuas de cámara ó gastos de fiscal de la audiencia.
justicia.
LEY X X V III. Que los abogados no hagan partidos de seguir
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en los pleitos á su costa, ley 9 , tit, 28 de este
Valladolid á 4 de setiembre de 1551. Ü. Felipe 11 en libro.
Madrid á 16 de agosto de 1563.
Que los procuradores no presenten peticiones
Que no pueda ser abogado en audiencia pariente de sin Jimia de abogado, ley 11, tit. 2« de es~
oidor de ella en los grados que esta ley espresa.
te libro.

TITULO Y321TT3 T CINCO.


D e los receptores y pen as de c á m a r a , gastos de estrados y
ju s tic ia y obras p ia s de las audiencias y chaneillerias rea tes de
las In dias.

LEY P R IM E R A . LEY II.


D. Felipe II en la ordenanza 67 de las de 1563. D. Felipe II en Galapagar a' 26 de noviembre de 1 5 /i .
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, ca­
Que los receptores cobren las penas de cámara , es­ pítulo 2.
trados y gustos de justicia , y den cuenta en cada
un año. Que donde no hubiere receptores de penas de cá­
mara , gastos de justicia y estrados , las cobren los
Ordenamos y mandamos que los receptores ojiciales reales.
de peuas de cámara cobren todas las penas que En muchas ciudades, villas y lugares de
en cualquiera forma nuestros presidentes y oi­ las Indias no hay receptores de las penas de cá­
dores aplicaren, asi para nuestra cámara, como mara , gastos de justicia y estrados; con título
para estrados de las audiencias y otros gastos, y de los señores reyes nuestros progenitores, ni
los alguaciles mayores tengan cargo de las ejecu­ de Nos: Mandamos que en este caso las dichas
tar, y el receptor presente luego lo que cobrare condenaciones entren en poder de los oficiales
ante los oficiales de nuestra real hacienda , los de nuestra real hacienda , y que ellos hagan las
cuales lo pongan en el arca de tres llaves, y asien­ cobranzas de las personas que las debieren pa­
ten en un libro con separación de las penas de gar, y no los tesoreros solos, guardando y cum­
cámara y las de estrados, y eí presidente y oi­ pliendo las órdenes que de Nos tienen para la
dores tengan cuidado de saber cómo se hace el cobranza y guarda de lo que procede de los tri­
cargo al receptor, el cual al fin de cada un año butos, quintos, rentas y toda la demas hacien­
dé cuenta de ellas, conforme á la ley 26 de es­ da nuestra, sin hacer novedad, ni contravenir
te título, y siendo fenecida se envíe á nuestro en ninguna forma ; y donde hubiere recepto­
consejo de las Indias relación sumaria, firmada res no se entrometan los oficiales reales en lo
de sus nombres y de los oficiales reales, y fé de susodicho, conforme á lo dispuesto en sus ti­
los escribanos de las audiencias, de las conde­ tulos.
naciones que se hubieren hecho. ( 1)
perintendente de hacienda para que use del sobrante
( i ) Sobre el modo de dar y tomar estas cuentas como caudal del erario.
hubo en tiempo de la última visita del Perú diferen­ Asi quedó revocada la ley 12, tit. 29, lib. 8, que
cias con el regente y tribunal do Cuentas; que que­ ordenaba á los oficiales reales tomar las cuentas de
daron terminadas por la cédula de 18 de abril de 94 estos ramos.
en que se resolvió, que los receptores presenten sus Téngase presen te, qtie los regentes son jos super­
cuentas «al regente como superintendente de estos intendentes ^subdelegados de las penas de cámara por
ramos, el cual las pase sin glosar ni V .° B.° con ofi­ el articulo 5/ de su Instrucción. Véase también el
cio al tribunal de Cuentas para que en el se fenezcan artículo 55 de la Ordenanza de Intendentes de Nueva
y éste dé noticia de sus resultas al regente y al su- España.
De los receptores penas cíe cámara. 289
LEY III. ¿as salas del crimen, n i otro taibunal no las apli­
quen en otra form a.
O . Felipe II en Tomar á 17 de abril de 1551. Y en
Madrid á 20 de marzo de 1581. Y D. Felipe IV en Nuestras audiencias pongan particular cui­
Madrid à 16 de abril de 1639. dado en que todas las cantidades aplicadas, y
Que las condenaciones de penas de cámara, gastos que se aplicaren á nuestra cámara y fisco, asi
de estradosy de justicia , se entreguen á los recep­ por las dichas audiencias como por las salas del
tores ú oficiales reales, donde no los hubiere , y has­ crimen donde las hubiere, entren en poder del
ta que ésten entregadas no se distribuyan. receptor general de cada audiencia ó de los ofi­
Conviene y es nuestra voluntad que las con­ ciales reales, conforme á lo proveído, para que
denaciones de penas de cámara que se hacen y de alii se distribuyan con libranzas y recaudos
aplican por nuestras reales audiencias y por los legítimos, sin permitir que las salas del crimen
oidores que salen á visitar los distritos, y los ni otro tribunal ni ministro apliquen ni distri­
demas jueces y justicias de nuestras Indias, y buyan ninguna cantidad en otra forma.
las aplicadas para gastos de estrados y de justi­ LEY V IL
cia , se entreguen luego en poder de los recep­ D. Felipe II en Madrid á 18 de mayo de 1572. Y a llí
tores de penas de cámara, y donde no los hu­ á 26 de mayo de 1573. Y D. Felipe IV en esta R eco-
biere , en el de nuestros oficiales reales, y has­ pil ación.
ta que se les hayan entregado y hecho el cargo, Que los presidentes, oidores y alcaldes del crimen
no se distribuyan ni paguen en todo ni parte, no se entrometan en la cobranza de las penas de cá­
y se pueda tener con esta hacienda la cuenta mara ni gastos de justicia ó estrados , y la dejen d
que conviene. Y mandamos á los presidentes y quien pertenece.
oidores de nuestras reales audiencias que asi se Ordenamos y mandamos á nuestras reales
haga, Y contra el tenor de esta nuestra ley no audiencias y à los alcaldes del crimen que no
vayan ni pasen en ninguna form a, y despues envien á cobrar las penas de cámara , gastos de
hagan libranzas conforme á la distribución. justicia y estrados, à los pueblos de su jurisdic­
L E Y IV . ción , y dejen esta cobranza á los receptores
nombrados, ó à los oficiales reales donde no
D. Felipe III en Yiilacastin á 27 de febrero de 1610. hubiere receptores, y no los impidan enviar
Que ninguna cantidad se libre en penas de cámara las personas para ello necesarias, y lo mismo
sin licencia del rey. hagan en cuantoá las peñasquea Nos p erte­
Mandamos que los vireyes, presidentes y necieren en las ciudades donde residieren las
audiencias no libren cosa alguna eu las conde­ audiencias.
naciones aplicadas para la cámara, no teniendo LEY V III.
licencia para poderlo hacer, y orden particular D, Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, ca-,
nuestra , y teniéndola, lo digan precisamente pítulo 9.
en las libranzas que dieren.
Que los escribanos tengan libro de condenaciones
LEY V. de que den testimonio cada mes.
D. Felipe IV en S. Lorenzo á 20 de octubre de 1621. Los escribanos de cámara de las audiencias
y juzgados ordinarios, asi de lo civil como de
Que ¿os receptores no cumplan libranza sobre pe­
nas de cámara, de lo que en ellas no estuviere lo criminal, tengan libros donde escriban las
senas, condenaciones y multas que aute ellos se
consignado.
{ licieren para nuestra cámara, gastos de justi­
En nuestro consejo se ha tenido noticia de cia y estrados, y para otros efectos, con distin­
que los receptores de penas de cámara pres­ ción y separación , y cada mes den testimonio
tan de las condenaciones que han entrado en su por menor de las que son al receptor, en cuyo
poder, aplicadas á nuestra cámara y fisco, al poder han de entrar, y á los oficiales de nuestra
genero de gastos de estrados, muy considera­ real hacienda. Y porque conviene que en esto
bles cantidades de pesos para la paga de dife­ haya mucha puntualidad y cuidado, ordenamos
rentes cosas y efectos. Y porque en esto lia ha­ y mandamos que asi se ejecute precisa é inviola­
bido esceso digno de enmienda y corrección, blemente, y que en los testimonios den fé de que
manda mos á los receptores que tengan particu­ ante ellos no han pasado otras condenaciones ni
lar cuidado de que se restituyan y vuelvan con multas mas de las que refieren , y que estas
toda brevedad las cantidades que asi hubieren quedan asentadas en sus libros *, y si pasado el
suplido, y no cumplan ni acepten ninguna li­ mes no hubieren dado los testimonios, ios ofi­
branza que sobre los susodichos se diere en lo ciales de nuestra real hacienda obliguen à los
procedido de condenaciones de penas de cámara escribanos á que los den , que para compeler­
que no tengan en ellas su consignación sin nues­ los les concedemos jurisdicción : con apercibid
tra orden particular, pues siendo, como es, ha­ miento á los unos y á los otros, que será por
cienda real, no se puede librar ni llegar á ella su cuenta y riesgo el daño que se siguiere, y
sin este requisito: con apercibimiento de que de la amisión y descuido se les hará cargo de
si asi no lo cumplieren serán castigados. visita p residencia.
•LEY V I. LEY IX.
D. i* elipe IV en el Pardo á 12 de enero 4e 1650. D. Felipe lil eu Lerma á 26 de abril de 1608, capí-»
Que las audiencias pongan cuidado en que las penas lulo i.°
de cámara se distribuyan con recaudos legítimos . y . Q«e los escribanos de cámara dentro de tercero din
TOMO I. 7 73
290 Libro ii. Título xxv.
asienten las penas y depósitos en el libro general cribanos de cámara de las audiencias , salas del
del presidente , y cada uno le tenga aparte. crimen y cabildos de las ciudades al cumpli­
Los escribanos de cámara de nuestras au­ miento de todo lo referido, y que demas de es­
diencias reales, asi de lo civil como de lo cri­ to, si les pareciere conveniente reconocer y ver
minal, tengan obligación dentro de tercero día los libros originales, lo puedan hacer y obligar
despues que ante ellos se lucieren algunas con­ á que se los entreguen, para hacer la compro­
denaciones en revísta para nuestra cámara, gas­ bación de los cargos de los receptores genera­
tos de justicia, estrados ó cosas á esto anejas y les. Y para que las condenaciones que se hicie­
concernientes , ó para obras pías, ó se manda* ren fuera de las ciudades en el distrito que
ren ejecutar ó poner en depósito las hechas en comprenden los tribunales de cuentas tengan el
vista , «le las asentar en eí libro general que mismo paradero y cobro, ordenamos y manda­
está y lia de estar eu poder del presidente de mos á los corregidores, alcaldes y demas justi­
la audiencia, conforme à lo proveído por la cias que envíen al fin de cada año al tribunal
ley 163 , lit. 15 de este libro, donde cada uno que le Locare, testimonio de las condenaciones
tenga su cuenta armada aparte por cargo, con de penas de cámara, que hubieren hecho, y la
dia, mes y año, y toda distinción y claridad, cuenta ajustada de las cobranzas de ellas, para
firmadas las partidas .de su nombre, y el recep­ que se turne la razón en él, y haga cargo aí re­
tor general firme el recibo de las ejecutorias, ceptor, y esto se observe con tal precisión, que
mandamientos ó testimonio que para la cobran­ si no lo cumplieren asi, mandamos que se des­
za de las penas y condenaciones se le entrega­ pachen á su costa ejecutores que lo hagan, y
ren en cada partida del libro general, para que cobren las dichas condenaciones.
por él se le haga cargo ; y demás de este libro
tenga cada uno de los escribanos de cámara otro LEY X I.
libro aparte de las penas y condenaciones que D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1659. capí­
ante él se lucieren, donde las asiente y firme, tulo 7.
de forma que se puedan conferir y comprobar Que para los cargos de los receptores en las cuen­
tas, se saquen los testimonios de los escribanos.
con el libro general y procesos de las causas,
conforme à nuestra ley reai que sobre esto ha­ Para justificación de los cargos que los ofi­
bla, pena del doblo eu ella contenido, y sus­ ciales de nuestra real hacienda han de hacer á
pensión de oficio por seis meses. los receptores de penas de cámara en sus cuen­
tas de todo el tiempo que no estuvieren toma­
LE Y X. das legítimamente, se han de sacar testimonios
1). l ’clipo IV en Madrid íí 10 de noviembre de 1658. de los escribanos de cámara de las audiencias y
Qnc\los escribanos de cámara tornen la razón de de los demás esci ibanos y personas que los de­
las condenaciones , y la den á ios contadores de ban dar de sus libros que para este efecto de­
cuentas. ben tener, y han de dar fé que no se hau he­
Algunos receptores generales de penas de cho ante ellos, ni tienen noticia de otras penas,
cámara , gastos de justicia y estrados Vían falle­ condenaciones ni inultas que se hayan aplicado
cido, debiendo muy considerables cantidades, para nuestra cámara y fisco, ni para gastos de
y este da fio ha procedido de no haberse tomado justicia, ni estrados mas de aquellas de que die­
la raso it del dinero que entra en su poder: O r­ ren los testimonios, y demas de esto se ha de
denamos y mandamos que de todas las senten­ poner mucho cuidado para ajustar los cargos.
cias que se pronunciaren por nuestras reales au­
diencias y justicias ordinarias de las ciudades en LEY X II.
que residen nuestias contadurías de cuentas, D. Felipe l l l allí, cap. 2.
tomen la razan los escribanos de cámara mas Que los receptores se hallen en las audiencias los
antiguos, y los de cabildo de las ciudades, y dias de sentencias , y los escribanos les entreguen
que para esto tenga cada uno libro aparte, y testimonio .de las condenaciones.
no despachen .las ejecutorias y mandamientos, Los receptores generale* de penas de cáma­
sin haber puesto certificación de que quedan ra de nuestras audiencias tengan entera noticia
asentadas las partidas de las condenaciones que de las penas y condenaciones que se hicieren, y
se hicieren , y ios. escribanos de.cámara y cabil­ á quién y cómo se aplican y distribuyen, asis­
do han de estar.obligados à dar cada seis meses tan y se hallen presentes en las salas de las au­
à nuestros contadores de cuentas testimonio sig­ diencias civil y criminal los días que se publi­
nado y firmado de las condenaciones que se hu­ caren las sentencias, y para ello se les de el
bieren aplicado á nuestra cámara, con distinción asiento y lugar que Ies está señalado; y los es­
del dia, mes y año en que se hicieron, y á qué cribanos de cámara luego el mismo dia déu y
personas y por qué causas., y de que no ha ha- entreguen á los receptores generales, ó á los ofi­
habido otras en el juzgado de cada uno, pena ciales reales, donde no los hubiere , testimonio
de que no lo. cumpliendo asi se les liará cargo en relación de las condenaciones, dando fé que
de residencia, ó visita, y se cobraráu de sus bie­ no hubo mas en aquella audiencia, lo cual cum­
nes las partidas, que por la dilación se.pusie­ plan , pena de la ley , y mas. eiucufcnta pesos
ren de mala calidad, con la pena del tres tanto ensayados para nuestra cámara.
de la partida (pie dejaren de escribir en los li­
bros , y do dar razón de ella.á los contadores de
cuentas , á los cuales damos poder y facultad
para que puedan compeler y compelan á los es­
De los receptores y penas de cámara. 291
L E Y X III. despacharen en salarios consignades en penas de-
cámara y estrados.
El mismo en Lenna á XO de noviembre de 1612.
Los receptores de penas de cámara ú ofi—
Que los receptores no lleven parte ele condenacio­ cíales reales, no habiendo receptores, paguen
nes, si no estuvieren ejecui'oriádas. los libramientos que despacharen los presiden­
Ordenamos y mandamos á los receptores de tes y oidores de las audiencias à los porteros,
penas de cámara de nuestras audiencias reales, intérpretes y otros oficiales de ellas por los sa­
y á Jos demas de sus distritos, que la parte que larios que tienen aplicados en penas de cámara
Jes perteneciere conforme á la ley 26 de este y estrados, sin poner impedimento.
titu lo , solamente la lleven de I3S condenacio­
nes, confirmadas por sentencias de revista, ó
LEY X V III.
ejecutoriadas por sentencias pasadas en cosa jua­ El mismo en Móstoles a 14 de mayo de 1578.
gada , y aunque hayan entrado en su poder en Que ningunos maravedís se reciban en cuenta á los
virtud de algunas sentencias, si hubieren sido oficiales reales por la cobranza de las penas de cá­
mara.
revocadas, no la puedan llevar, ni de la parte
que se mandare volver, y reslituyan lo que Mandamos que à los oficiales reales no se
constare haber llevado contra el tenor de esta reciba en cuenta por la cobranza y receptoria
nuestra ley. de penas de cámara ninguna cantidad, v si al­
guna se hubiere descontado por esta razón, se
LEY X IV . . cobre de ios susodichos, y entre en la caja
D. Felipe II en cédula de 9 de abril de 1691 El prín­ real.
cipe gobernador en 5 de marzo de 1598.
LEY X IX .
Que no se libren ayudas de costa en penas de cá­
mara, quitas ni vacaciones. D Felipe III en Aranjuez á 15 de mayo de 1606.
Que no se aumente salario por la administración
Mandamos que por ninguna causa ni razón de penas de cámara, y siendo necesarios mas libros
se den ayudas de costa en penas de cámara, qui­ parala cuenta y razón se fo rm en .'
tas, ni vacaciones, y que lo aplicado á estos gé­ Ordenamos que nuestros vireves, presiden­
neros de hacienda para un efecto, rio se con­ tes y audiencias no acrecienten salarios por Ja
vierta en otro, y á los receptores y personas eii administración de penas de cámara, y guar­
cuyo poder entrare lo procedido de quitas, va­ den las pragmáticas y ordenanzas, y las demás
caciones y penas de cámara, que no cumplan, leyes reales, y de este titulo, que tratan de su
ni paguen orden, ni libranza alguna que se les administración, cobranza y distribución, sin
diere contra lo contenido en esta nuestra pro­ hacer novedad, y ordenen á las justicias de sus
hibición. distritos que asi lo ejecuten; y siendo necesario
LEY XV. y forzoso que haya mas libros para la cuenta y
D. Felipe II en Madrid á 2 de enero de 1572. razoh de ellas, los encomienden á algunos de
Que no se libren gratificaciones en penas de es­ los oficíales que gozan salario nuestro, y por
trados. el trabajo que han de tener no se íes acrecien­
te mas del que gozaren por sus oficios princi­
Otrosí mandamos que las penas y condena­ pales.
ciones de estrados se distribuyan en lo que es­
tán diputadas, y que de ellas no se haga gra­
tificación á los que la pretendieren por sus ser­ D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladot
vicios. lid :í 8 de agosto de lí>56.
Que las mercedes en penas de cámara no se entien­
dan en descaminos.
El mismo allí á 26 de abi il de 1585.
Declaramos que las mercedes que hiciére­
Que las audiencias no libren en penas cámara , ni mos á ciudades ri otras personas de las penas
otros ningunos efectos, aguinaldos, ni ayudas de
costa d sus oficiales. de cám ara, ó parte de ellas, por tiempo limi­
tado no se estiendan ni entiendan en las cosas
Los presidentes y oidores y alcaides del que se hubieren tomado ó tomaren por perdí-
crimen de nuestras reales audiencias han prac­ das, asi por ir sin registrar como por otras cau-
ticado librar aguinaldos y ayudas de costa á los sas por donde deban ser perdidas y aplicadas
relatores, escribanos de cámara, porteros y á nuestra cámara y fisco.
otros sus oficiales en lo procedido de las con­
denaciones aplicadas á nuestra real cámara no LEY X X I,
habiendo de las de estrados: Mandamos que D. Felipe III en Vafiadolid á 22 de diciembre de
donde se practicaren tales libramientos nos en­ 1605,
vien relación de ellos, y razón de la facultad Que las audiencias no libren en penas de cámara y
que tienen para hacerlos : y entretanto no li­ gastos de estrados mas cantidad que la que cupiere
en .estos géneros.
bren ninguna cautidad en las dichas condena­
ciones ni otros ningunos efectos, no teniéndo Nuestros presidentes y oidores no libren
licencia uuestra para poderlo hacer. ni manden pagar ninguna cantidad de mara­
vedís procedidos de penas de cámara ó gastos
LEY XVII. de justicia, sino en la cantidad que cupiere en
E! mismo allí á 18 de mayo de 1572, estos géneros ó en el de la hacienda, que tocare
Que se paguen ¿os libramientos que las audiencias á lo que han de librar , ni ia paguen nuestros
292 Libro n, Título xxv.
oficíales reales , ni sean apremiados á ello por viembre de 1621. Y a' 16 de abril de 1639, cap. 11.
ningún caso 5 y si se ofreciere alguno de tan Que los receptores generales y particulares cada
urgente necesidad que sea necesario librar ó sa­ año den cuenta con pago de lo (fue hubieren recibi­
car alguna cantidad de la ca|a real por no ha­ do; y se les haga bueno diez por ciento , no estando
berla en los dichos géneros, den cuenta pri­ limitado por sus titulas ó introducido por costumbre
que sea menos.
mero al virey, y con su orden y parecer, guar­
dando la orden establecida por estas leyes, se Los receptores generales de nuestras au­
saque el dinero necesario. Y encargamos á las diencias, y todas las demas personas en cuyo
audiencias que le gasten con toda la limitación poder hubieren entrado ó parado penas de cá­
posible, y de todo nos den aviso en la primera mara , gastos de justicia , y de estrados, y apli­
ocasión. caciones a obras pias y públicas, en fin de cada
LEY X X II. un año den cuenta en forma por cargo y data
de todo lo que hubieren cobrado y debido co­
D. Felipe II en Madrid á 28 de mayo de 1572.
b rar, á los oficiales reales de las ciudades don­
Que declara guien puede librar en gastos de estra« de residieren, con asistencia de nuestros fisca­
dos y justicia. les, los cuales se las tomen con distinción , y
Declaramos que los oidores, juntamente con en pliegos aparte, lo que tocare á penas de cá­
el virey ó presidente, y los alcaldes del cri­ mara , y en otros lo perteneciente á gastos de
men también con el virey, cada tribunal en lo justicia ú obras pías y públicas, de suerte que
que le tocare puedan librar en penas de estra­ con claridad se pueda ver y reconocer lo que
dos y gastos de justicia lo que fuere necesario^ toca á cada una de estas cuentas, y les admi­
y (altando el virey ó presidente, cada tribunal tan en data y descargo lo que pareciere haber
por sí lo que le tocare. justamente gastado en la cobranza de las con­
denaciones y penas , y pagado legítimamente,
LEY X X III. conforme á derecho j y asimismo Ies admitan en
T). Felipe II en Madrid á 30 de marzo de 1588. descargo las condenaciones que hubieren dejado
Que ¿as libranzas en penas ó gastos, no se paguen de cobrar, mostrando diligencias bastantes he­
de otra hacienda. chas en su cobranza, y bagan enterar y enteren,
Muchas veces hacemos mercedes en lo pro- los alcances con la misma separación en las cajas
'cocedido de condenaciones aplicadas á nuestra reales, como la demas hacienda nuestra, y lue­
(támara , ó mandamos pagar en ellas ó en gastos go que hayan fenecido las cuentas, nos envien
de justicia algunas cantidades, y cuando no ca­ un tanto de ellas , firmado de los oficiales rea­
ben en penas y condenaciones, se suplen y pa­ les, para que tengamos entera noticia del esta­
gan las libranzas de la real hacienda, hasta que do de esta hacienda, demas de la relación su­
haya condenaciones con que volverla á enterar. maria que se ha de remitir de las condenacio­
Y porque nuestra voluntad es que por ninguna nes, conforme á la ley primera de este título,
via se toque en las reales cajas, mandamos á y nos envíen en cada un año con nuestra real
nuestros oficiales de ellas que cuando Nos li­ hacienda, y separación de o tra , todo lo que
braremos ó mandáremos pagar cualquiera can­ montaren los alcances de penas de camara y
tidad en Jas penas de cámara ó gastos de justi­ todo lo dem arque estuviere en su poder por
tia , cuya eobranza tuere à su cargo, no la pa- esta cuenta, y por el trabajo y cargo que los
guen, sino hubiere de que pagarla del género receptores generales y particulares han de te­
en que íuerc la merced, aunque Nos la haya­ ner en la cobranza de las dichas penas y con­
mos hecho : con. apercibimiento de que no se denaciones, hayan y lleven el diezmo de todo
les recibirá en cuenta loque de otra forma die­ lo que entrare en su poder, ó de las personas
ren ó prestaren. por él nombradas, sacadas las costas, no estan­
do por sus títulos ó por costumbre dispuesto é
LEY X X IV . introducido que lleven menos. Todo lo cual lo
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid hagan cumplir y ejecutar los vireyes, presi­
¡í 8 de agosto de 1558. Y en el Pardo á 19 de enero dentes, gobernadores, corregidores y alcaldes
de 1579.
mayores, con tal precisión que se puedan e$-
Que las libranzas en penas de cámara se paguen por cusar de la culpa, ó cargo de visita ó residen­
la orden de esta ley. cia , que por sil defecto se les lia de hacer.
T. odas las cédulas en que hiciéremos mer­
ced en penas de cámara à oficiales nuestros ú •LEY X XV I.
otras personas, declarando que se les dá de D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639.
merced y ayuda de costa ordinaria ó salario, Q«e no se pase partida de penas de cámara, no
sean pagadas antes y primeramente que otras siendo librada por orden del rey .
ningunas, guardando entre sí Ja anterioridad Los oficiales de nuestra real hacienda en las
de sus cédulas y libranzas, porque nos puedan cuentas que han de tomar à los receptores de
mejor servir. penas de cámara 110 han de poder hacer bue­
LEY X X V . n a, ni pasaren cuenta ninguna partida de pe­
nas de cámara que no fuere librada en virtud
F! emperador O. (.arlos y el príncipe gobernador en de orden nuestra, aunque el virey ó presiden­
}• 11en sal ala á 2ü de octubre de 1514. i). Felipe II en
Madrid u 14 de marzo de 1571. O. Felipe 111 en Ler­ te haya dado la libranza : con apercibimiento
ma a Ib de julio de 1608, capítulo 12. Y en Madrid de que será por su cuenta y riesgo, como lo es
a 20 ile enero de 1613. D Felipe IV allí a 10 de no- del receptor, pues la habría pagado contra lo
De los receptores y penas de cámara. 293
que está dispuesto y ordenado, sin embargo de ñas cosas, cualesquier que sean ; y el receptor
que se pueda repetir contra et librador y pa­ generarlas reciba y cobre, y entren en su po­
gador. d er, y no se puedan dar ni pagar de otra for­
LEY X X V II. ma , ni librar en los condenados en ellas, ni en
El emperador D. Carlos y el príncipe D. Felipe go­ sus fiadores, sino solo en los receptores genera­
bernador en Fuensalida á 26 de octubre de 1544. les , los cuales paguen lo que Ies fuere manda­
D. Felipe IV en esta Recopilación. do, conforme á nuestras órdenes.
Que cada año se haga cargo d ios receptores de pe­
nas de cámara ú oficiales reales. LEY X X X I.
El mismo a lii, cap. 3.
Los vireyes, presidentes y gobernadores
bagan llamar en cada un año á los receptores Que no se d é mandamiento de soltura sin certifica­
ción del receptor de estar pagada la condenación; y
y oficiales reales, conforme les tocare la admi­ si la soltura fuere en fiado , se guarde lo que esta
nistración y cobranza de las penas de cámara, ley dispone , so la pena de ella.
y averigüen por las ices de los escribanos ante
quien se hubieren causado, si en las partidas Cuando los presos fueren condenados en al­
que los susodichos hubieren asentado, se han gunas penas aplicadas á nuestra cámara, los es­
puesto todas las condenaciones, y sí han hecho cribanos no den mandamientos de soltura, sino
toda la diligencia necesaria en la cobranza; y estuviere primero pagada la condenación al re­
si avariguaren que por su negligencia han de­ ceptor genera!, y constare de su certificación;
jado de poner ¿cobrar algunas de las conteni­ y si la soltura fuere en fiado sin pagar, den al
das en los testimonios de los escríbanos, que receptor testimonio de lo proveído, y de la
han de confrontar con las partidas, se cobrarán fianza que dieren los presos, para que k su tiem­
de ellos y de sus bienes. Y mandamos que se po pueda pedir cjue se ejecute , el cual, como
Ies haga cargo y dé el recaudo necesario, para esta dispuesto, firme el recibo de los recaudos
que las cobre» de quien las debiere. que se le entregaren en el libro general, pena
de que los escribanos de cámara la paguen de
LEY X X V filI. sus bienes.
D. Felipe IV allí. LEY X X X II.
Que los vire y es ó presidentes no libren en hacienda D. Felipe IV en Madrid á 18 de diciembre de 1635.
real á titulo de empréstitos ni en penas de cámara
lo consignado en gastos de justicia. Que en poder de los receptores no entre lo aplica­
do á las partes por injurias ó daño.
Mandamos á los dichos vireyes ó presiden­
tes que no libren ninguna cantidad en nuestra Declaramos que en poder de los receptores
real hacienda á título de empréstitos, ni en de penas de cámara no deben entrar las conde­
las penas de cámara, loque estuviere consigna­ naciones que se aplicaren á las partes por satis­
do en gastos de justicia, aunque no los haya. facción de su injuria ó daño.

LEY X X IX . L E Y X X X III.
D. Felipe XV en Madrid á 4 de junio de 1627. D . Felipe 1H allí, cap. 5.

Que no se reciba en cuenta libranza, aunque sea Que el receptor de audiencia cobre las condenacio­
del v ire y , dada sobre gastos de justicia y pagada de nes hechas en la ciudad y su distrito , y los algua­
penas de cámara. ciles ejecuten los mandamientos sin llevar interes.
Mandamos à los oficiales de nuestra real ha­ Los receptores generales tengan particular
cienda que no paguen ni aun à titulo de em­ cuenta y cuidado de cobrar y hacer cobrar y
préstito, de penas de cámara ninguna de las traer á su poder las penas y condenaciones que
consignaciones que están situadas en gastos de en cualquier forma, causa y razón fueren he­
justicia, aunque sea con libranza del virey ó chas, asi en las audiencias y ciudades donde
presidente, y á los contadores de cuentas, que residieren, como en las demas ciudades, villas
si contra esto los dichos oficiales pagaren algu­ y lugares de sus distritos, y hagan las diligen­
na cosa, no se lo reciban en cuenta en las que cias neeesanas, conforme a las leyes que cerca
les tom aren, y guarden lo proveído por la ley de esto tratan, y los alguaciles mayores de las
5 de este título. audiencias y sus tenientes, y otros cualesquie­
ra de las ciudades, villas y lugares, reciban de
LEY XXX. los receptores generales ó de Jas personas que
D. Felipe 111 allí, cap. 4. nombraren, los mandamientos que les entrega­
Que en poder de los receptores generales entren to­ ren , y ejecuten y cobren las condenaciones, y
das las condenaciones, y alli se libren, y no en los les acudan luego con ellas, sin llevar por esta
condenados en ellas ni en sus fiadores. razón ningún ínteres, pena de suspensión de
En poder de los receptores generales de oficio por seis meses.
nuestras audiencias entren con la cuenta y ra­ L E Y ' X X X IV .
zón que está dispuesto, todas las condenaciones D. Felipe IV en Madrid a' 16 de abril de 1659, eaní-
de penas que en las audiencias se hicieren en tulo 8. 1
las salas de civil y criminal, aplicadas á nuestra Que se tenga cuidado con las comisiones dadas para
cámara , gastos de justicia, penas de estrados y cobrar penas , y si se ha dado cuenta de ellas.
otras cualesquiera, aunque se apliquen para Mandamos que se ponga particular cuidado
ciertos y determinados gastos, ó pagas de aigu- y diligencia en averiguar y saber qué jueces y
TOMO I.
294 Libro iit. T itulo xxv.
comisarlos sé lian despachadlo por los distritos ban fianzas de los jueces, ïègas, llagas y abona­
y partidos de las audiencias, para cobrarlas pe­ das, de que darán cuenta de todas las conde­
nas, condenaciones y multas que hubieren he* naciones que hubieren hecho durante su comi­
cho las justicias ordinarias en los pleitos que no sión, y que entregarán lo procedido de ellas
hubo apelación, o fue desierta la que se inter­ al receptor general ó á la persona que tuviere
puso , y por cuya orden se despacharon, y con su poder, sin tomar ni retener cosa alguna,
qué fianzas, y si han dado cuenta de las comi­ aunque hayan de ser pagados de algunas libran­
siones, y a quién y con qué orden, para que zas; y los escribanos tíe cámara entreguen al re ­
de todo se pueda hacer cargo á las personas que ceptor general testimonio de las fianzas que
se debiere hacer. dieren los jueces, y los escribanos de sus comi­
LEY XXXV. siones den testimonio de las condenaciones y de
las que se hicieren y no se cobraren, declaran­
El mismo a llí, cap. 10. do la cantidad, persona y causa, lo cual cum­
Que las comisiones para cobrar condenaciones, y plan los jueces dentro de veinte dias primeros
sus fianzas y cuentas se den conforme d esta ley.
siguientes despues de acabado el término que
Las comisiones que se despacharen para co­ les fuere dado para entender en los dichos ne­
brar las condenaciones que hubieren hecho las gocios; y si no fueren con término limitado
justicias ordinarias en los negocios en que no se dentro de cuarenta dias despues de cobrada la
interpuso, ó no se siguió la apelación , lian de condenación; y si mas tiempo la retuvieren, in­
refrendar los escribanos de cámara y juzgados curran en pena del doblo para nuestra cámara,
ordinarios, -y tomar por su cuenta las fianzas conforme á las leyes de estos reinos de Castilla
que han de dar los comisarios y los oficiales de que cerca de esto tratan , las cuales los escri­
nuestra real hacienda tomaran la razón de ellas, banos de cámara guarden y cumplan en la for­
y de vuelta las cuentas á los comisarios > para ma y con las penas en ellas contenidas.
asentar en sus libros las partidas qué fueren a
cobrar, y las que de ellas han entregado á los LEY X X X IX .
receptores. El misino allí, cap. 8 y 9.
LEY X X X V I. Que en las condenaciones que hicieren las justicias
El misino allí <í 11 de marzo de 166ó. ordinarias , se guarden las leyes de estos reinas de
Castilla. auc ñor esta se declaran.
Que los receptores de penas de cámara den fianzas.
Ordenamos y mandamos que los receptores En las condenaciones que los corregidores
<lc penas de cámara de nuestras audiencias den y alcaldes, ordinarios, y otros jueces y justicias
fianzas legas, lianas y abonadas, y que el re­ de la ciudad donde residiere audiencia nuestra,
ceptor de la audiencia de los Reyes dé seis mil y de las demas ciudades y villas del distrito de
pesos ensayados de fianzas ¿ y los de las demás la audiencia hacen en sus juzgados, se guarde
audiencias al respecto. la léy 35 , título 6 del libro 3 de la Recopi­
lación de leves de estos reinos de Castilla, con­
forme á la cual hechas por las justicias cuales-
i). Felipe 111 allí, cnp. 6. quier condenaciones, el escribano público ó real
Que el receptor general pueda nombrar personas ante quien se hicieren, el mismo día las noti­
para lo que hubiere de cobrar fuera de la ciudad, fique al escribano de cabildo de la tal ciudad ó
y den fianzas cuino se ordena. villa en un libro que para este efecto tenga ci
Para lo que se hubiere de cobrar de penas dicho escribano de cabildo, numeradas todas las
de cámara fuera de las ciudades donde residen hojas, y rubricadas del corregidor donde le
nuestras audiencias reales], puedah los recepto­ hubiere , y donde no, dé un alcalde ordinario,
res generales nombrar y nombren personas que con distinción y claridad , día , mes y año y
con su poder y facultad usen, ejerzan y cobren nombre del juez qué las condenare, y allí fir­
las penas y condenaciones con que cada uno de men las partidas los escribanos, pena del cua­
los nombrados de fiauzas a satisfacción de los tro tanto para.nuestra cámara , y el escribano
receptores generales, ó del corregidor ó justicia dé cabildo tenga cuidado de cobrar las dichas
ordiuaria de la ciudad, villa ó lugar de dar penas y condenaciones y gastos de justicia donde
cuenta con pago, y las justicias envien testi­ no hubiere receptor, y esté obligado á las dar
monio de haberlo hecho á los receptores gene­ y entregar todas al dicho receptor general ó á
rales. la persona por él nombrada, cada mes, sin dis­
tribuir ni gastar cosa alguna antes de entrar en
LEYr X X X V III. poder de el receptor general, y de lo que to*
El mismo a llí, cap. 7. care á nuestra cámara no se gaste cosa alguna,
Que los escribanos de cámara reciban fianzas de los conforme á lo dispuesto por ley de estos reinos
jueces de comisión por las ñas de cámara , y den de Castilla: y las demüs partes aplicadas á gas­
testimonio de ellas al receptor general. tos de justicia y obras públicas, se libren en ei
Cuando en nuestras audiencias reales se pro* receptor genéralo en las personas por el nom­
veyeren algunos jueces y se pudiere presumir bradas por los dichos jueces y justicias y no de
(pie habrá condenaciones para la cámara, gas­ otra forma, para que en todo haya buena cuen­
tos de justicia u otros efectos : Mandamos que ta y razón , pena de que el escribano de ca­
los escribanos de cámara, antes de entregarles bildo lo pague desús bienes con el cuatro tan­
las carias y provisiones «pie despacharen, reci­ to conforme h la dicha ley, el cual entregue
De los receptores y penas de cámara. 295
testimonio de todo al receptor general ó á la gado y gastado por mandamientos justa y legí­
persona por el nombrada, para que él la pre­ timamente , y lo que loca à las penas de cáma­
sente en comprobación de su cargo. Y asimismo ra , deque no se puede ni lia de gastar cosa al­
mandamos se guarde y cumpla con efecto lo guna, lo saque por alcance, y la dicha cuenta,
contenido en el capitulo 18 de la ley 15, titu­ demas de la juntar con ia residencia del corre­
lo H del libro 2 de la dicha Recopilación, qúe gidor , envie á poder del receptor general, con
es del tenpr siguiente : Otrosí mandamos que fas penas de cámara y alcánce que hubiere,
los jueces ordinarios , corregidores y jueces de dentro de veinte dias despues de pasado el tér­
residencia de todas y çualesqiüer ciudades, vi­ mino de la residencia, para que el receptor ge­
llas y lugarés de nuestros reinos y señoríos, en neral lo reciba y se haga cargo, pena de que el
N lo que loca á las condenaciones que hicieren corregidor que asi no lo cumpliere lo pague con
para nuestra cámara, guarden y cumplan loque el doblo para nuestra cámara , y pueda el re­
por las pragmáticas y capítulos de corregidores ceptor general enviar persona á su costa, y de el
está dispuesto y ordenado. Y mandamos á íassu* cobrador con salario competente', para que trai­
sodiclias personas que en fin de cada un año fco ga á su poder la cuenta y alcance, y para ello
men cuenta á los escribanos de concejo y recep­ sé le den las provisiones necesarias, y no se vea
tores ápuyo cargo es ó fuere cobrar las dichas la residencia del corregidor sino constare estar
penas, y que dada la cuenta de ellas, loque pa­ cumplido lo susodicho por certificación de el
reciere estar en su poder despues que la hubie­ receptor general. Y mandamos que en los títu ­
ren dado dentro de quince dias lo envíen al los que se despacharen en los oficios de el go-
dicho nuestro receptor general y no á otra per­ bierno para los corregimientos se ponga la ra­
sona , pena de veinte mil maravedís por cada zón de esta ley.
vez que lo dejaren de hacer. Y mandamos à los
nuestros corregidores y jueces de residencia, LEY X L I.
que hecha la dicha cuenta y alcance envien al D. Felipe II en Madrid á 17 de agosto de 1572.
dicho nuestro receptor general la razón depila Ou* las mercedes hechas en penas de edmara d ciu­
firmada de su nom bre, dentro de los dichos dades , villas o lugares , íe entiendan en las que apli­
quince dias , para que él sepa cuando se cuui- caren las justicias ordinarias , y les pertenezcan
pÜeron *, y pasados, si los dichos escribanos de aunque sean ejecutoriadas por las audiencias. ’
concejo y receplores.no hubipreu hecho, ni Declaramos que por virtud de las mercedes
cumplido lo susodicho, pueda el dicho recep­ de f>enas de cámara que hubiéremos hecho é
tor general, á costa de ios dichos escribanos de hiciéremos en algunas ciudades, villas ¿ luga­
cabildo y receptores, enviar personas con el res de las Indias, hayan de gozar y gocen , y se
salario que le pareciere que sea justo , y tráiga les acuda solamente con lo que montaren las
a'su poder las cuentas y alcances que se les hu­
penas y condenaciones que se aplicaren a nues­
bieren hecho, y los dichos veinte ni¡i marave­ tra cámara y fisco por las justicias ordinaria» de
dís de pena eu que cada uno de ellos hubiere aquella ciudad, villa ó lugar : y que si estando
incurrido. Y mandamos » los.del nuestro con­
pendientes algunas causas ante las justicias or­
sejo que para lo susoJíchodep á nuestro recep­
dinarias, pronunciaren en ellas sentencias en
tor general las provisiones que convengan y
que haya alguna condenación, de que se apela­
sean necesarias, y asi se ejecute en lo que no
re para ante el presidente y oidores de la au­
estuviere especialmente determinado por leyes
de este título. diencia del distrito, y fueren confirmadas en
todo ó p a rte , que asimismo se entienda per­
JLE.Y XL. tenecer, y que haya de gozar la ciudad , villa
D. Felipe ÏII allí, cap. 10. ó lugar de las dichas condenaciones que por el
Que enjos corregimientos de indios donde el recep­ presidente y oidores se aplicaren á nuestra cá­
tor general no nombrare persona que cobre las con­ mara por el tiempo que durare la merced, bien
denaciones , la nombre el corregidor y se le tome
cuenta como se dispone. asi como si Jas causas se feneciesen y acabasen
ante las justicias ordinarias. 7
Ordenamos que en los corregimientos de
indios donde el receptor general deí distrito LEY X LIL
no hubiere nombrado persona que cobre las D. Felipe II en S. Lorenzo á 11 de setiembre de 1596.
condenaciones y penas, el corregidor del par­ Qué los gobernadores y corregidores tengan M,ro
tido luego que comenzare à usar de su oficio ia de condenaciones de penas de cámara.
nombre y elija a su satisfacción por receptor y En las residencias que han dado algunos £0 .
cobrador de las que durante el tiempo de su bernadoresse les ha hecho cargo que” duran te
oficio fueren por él ó sus tenientes aplicadas á el tiempo de sús oficios no tuvieron libro donde
nuestra cámara y gastos de justicia ó para otros se asentasen las condenaciones aplicadas à nues­
afectos, el cual las reciba y cobre, y se guarde tra cámara y fisco, con que esta hacienda no ha
la misma orden que está mandado haya respec­ tenido la cuenta y razón necesaria, y conviene
to dei escribano de cabildo en las ciudades y vi­ no dar.lugar á usurpaciones: Mandamos á ]ÜS
llas de españoles , y el corregidor no las reciba presidentes y ,oidores de nuestras reales audien­
nientren.cn su poder çon la pena de la. ley: y cias qpe provean y den orden para qne los go-
el corregidor que le sucediere tome cue.nta á bernadores y corregidores de las indias, donde
la tal persona luego que comenzare à usar su no hubiere este libro, le hagan y tengan, y en
oficio, pasándole en cuenta lo que de las dichas
el se asienten las condenaciones qué pertenecie­
condenaciones y gastos de justicia hubiere pa«. ren á nuestra cámara y fisco.
296 Libro ii. Título xxv.
LEY X LIII. LEY X LV I.
D. Felipe III en Lisboa a 2 de julio de 1619. D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, ca­
Que se cumplan los mandamientos que dieren los re­ pítulo 4.
ceptores. Que no se pague libranza de penas sin estar toma­
da la razón de ella.
Mandamos á los corregidores, alcaldes ma­
yores y otros cualesquier jueces y justicias, que Los receptores de penas de cámara ni los
guarden y cumplan cualesquier mandamientos oficiales de nuestra real hacienda no han de pa­
que los receptores de penas de cámara y gastos gar ninguna libranza que sobre ellos y las di­
de justicia de sus provincias, á quien tocare la chas condenaciones se dieren , sin estar tomada
cobranza de ellas les enviaren, para que sin al­ la razón por nuestros oficiales \ porque demas
guna dilación ni escusa entreguen todos y cua- de que no se les ha de recibir en cuenta, se les
lesquicr maravedís que hubiere en su poder, hará cargo y capítulo de residencia, como tam­
procedidos de las dichas penas y gastos, y à los bién al ministro que lo permitiere.
escribanos de los juzgados que den los testimo­ LEY X L V II.
nios que por parte de los receptores se les pi­
dieren. D. Felipe III en Madrid á 12 de diciembre de 1619.
LEY X L IV . Que las condenaciones que se mandaren traer al con­
sejo no se gasten en otra cosa,
D. Felipe III en Valladolid á 5 de abril de 1605.
Mandamos que todas las condenaciones que
Que se reserve de las penas de cámara lo necesario se hicieren por nuestro consejo de las Indias, y
para gastos de galeotes.
se mandaren traer á poder del receptor de él,
Es necesario que los gastos de justicia y pe­ no se conviertan ni gasten por los vireyes, pre­
nas de cámara estén libres y haya siempre al­ sidentes, audiencias, gobernadores ni oficiales
guna cantidad de dinero para lo que se ofrecie­ en otra cosa alguna, aunque sea justa y conve­
re, conforme à nuestras órdenes: Mandamos á niente, sino que puntualmente se ejecute lo que
los v¡reyes, presidentes y audiencias que ten­ enviáremos à mandar: con apercibimiento que
gan ia mano en dar libranzas de las que pue­ no se tendrá por bien gastado, ni recibirá en
den dar sobre los dichos gastos y penas, porque cuenta lo que en contrario se luciere.
lo que procediere de condenaciones, sirva y sea
principalmente para el sustento y demas gas­ LEY X L V IIL
tos que se lucieren con los galeotes, y que para £1 mismo allí, cap. 11.
esto no se toque por ningún caso en nuestra real Que de las cartas y pliegos que el receptor gene­
hacienda. ( 2) ral ó ¿os por él nombrados , enviaren, no se. paguen
\portes al correo mayor.
LEY XLV, De todas las cartas, pliegos y despachos que 1
D. Felipe II en Tomará 17 de abril de 1581. Y eu el receptor general ó las personas por él nom­
Madrid á 20 de marzo de 1584. Para esta ley y la si­ bradas enviaren, tocantes á las penas de cáma­
guiente se vea la 23, tit. 8, lib. 7. ra, no hayan de pagar ni paguen portes nin­
Que las penas se apliquen , depositen y gasten, con­ gunos ai correo mayor ni á sus tenientes, como
júrate á derecho. no se pagan de ios demás despachos de nues­
Algunas de nuestras audiencias aplican la tras audiencias reales.
mayor parte de las condenaciones que hacen á
gastos de estrados, y éstas, y las que aplican á
LEY X LIX .
nuestra cámara, las hacen depositar en personas D, Felipe II en Madrid á 29 de diciembre de 1595.
Y D. Felipe IV en esta Recopilación.
que nombran para ello, y en ellas libran hasta
Que los oficiales reales de una caja no paguen de las
que se acaban, y despues obligan á los recepto­ penas de cámara que se les enviaren de otras , y las
res u que se hagan cargo de todo sin haber en­ remitan á estos reinos enteramente.
trado en su poder cosa alguna mas que las li­
branzas: Mandamos que conforme á lo dispues­ Mandamos á los oficiales reales que en nin­
to por nuestras leyes apliquen las condenaciones, guna forma toquen en las penas de cámara que
y las unas y las otras se pongan en poder de los á su poder vinieren de otras partes, y las remi­
receptores de ellas, donde los hubiere, proveí­ tan à Nos enteramente, y que cumplan las li­
do por Nos, y donde no, en poder de los ofi­ branzas que por nuestra orden se hubieren da­
ciales reales, y no de otra persona alguna , y en do y dieren en las penas que pertenecen tan so­
ellos hagan sus libranzas el presidente y oido­ lamente al distrito de cada caja real.
res de lo que se les permite por derecho y le­ LEY L.
yes de este titulo.2 D. Felipe II en San Lorenzo à 20 de mayo de 1578.
Que las penas de cámara causadas en Cartagena,
(2) Por cédula de 25 de octubre de 91 se ha no se lleven á Sarita Fe.
mandado que los jueces que destinen reos cuiden de
que su avio, alimento y transporte hasta el lugar de Los visitadores que pbr comisión de nuestra
su destino se costeen de sus bienes si los tuviere, y real audiencia del Nuevo Reino de Granada van
en su delecto del ramo de gastos de justicia o penas á visitar la provincia de Cartagena, no saquen
de cámara del distrito de donde procedan ó hubieren
delinquido, al cual corresponde hacer espender lo de ella ni remitan al Nuevo Reino las condena­
necesario para ia cgeeueion de Injusticia.- ciones que hacen para nuestra cámara, Y asi-T
De los receptores r penas de cámara. 297
mismo la diclia audiencia no envíe á cobrar las cales de condenaciones aplicadas á la cáma-
<jue se hubieren causado en los pleitos , causas ru, ley 53, titulo 23 de este libro.
o negocios de que hubiere conocido en grado Que al alguacil y escribano de las risitas de la
de apelación , por haber caja reai en la ciudad ¿ierra se payuen los salarios de penas de cá­
de Cartagena donde poderlas enterar , sin el m ara, ley 30, tit. 31 de este libro.
riesgo y dilación de los caminos. Y mandamos Que las ciudades que tuvieren merced de las pe­
al presidente y oidores que den las órdenes ne­ nas de cámara y pidieren proroyaeion de
cesarias á los visitadores, para que no se entro­ ellas, envien testimonio de su gasto, y de los
metan en hacerlas sacar de allí. propios, ley 9, tit. 13, libro 4.
Que los presos por pena de ordenanza no sean
Que los presidentes tengan libro en que cada sueltos sin depositarla, y haya en las audien­
semana escriban los escribanos de cámara las cias sala de relaciones de estas causas, ley 17,
condenaciones, y en ellas se Ubre para gas­ tit. 7, lib. 7.
tos de justicia, según su aplicación, ley 163, Que se gaste de penas de cámara lo necesario
tit. 15 de este libro. para conducir presos del Perú, ley 12, tit. 8,
Que la pena en que la ley aplica parte al oidor libro 7.
ó alcalde sea para la cámara , ley 33, tit. 16 Que no se apliquen las penas de cámara en las
de este libro. sentencias, ley 23, tit. 8 , lib. 7.
Que (os fiscales sigan los pleitos de condena­ N i para posadas de los oidores, ley 24.
ciones hechas por los fieles ejecutores , apli­ La condenación de setenas pertenece á la cá­
cadas á la cámara, si se apelare para las au­ mara, ley 25.
diencias, ley 14, tit. 18 de este libro. Súplase de penas de cámara lo que fa lta re de
Que los escribanos de cámara asienten las penas gastos para seguir delincuentes, ley 20 .
de cámara en el libro de ellas, dentro de tres Las penas aplicadas por introducción, del rezo
dias« ley 33, tit, 23 de este libro. se ponyan por cuenta aparte, ley 27.
Que los escribanos no lleven derechos á lo s fs -

TITULO YEIÏÏTE T SEIS.


fíe los tasadores y re p a rtid o re s de las audiencias y chancille-
ru is rea les de las Indias.

LEY P R IM E R A . LEY If.


D. Felipe II en Madrid á 7 de julio de 1572.D. Car­ D. Garlos 11 en esta Recopilación,
los 11 en esta Recopilación.
Que se venda el oficio de tasador y repartidor de los
Que en tas audiencias haya tasadores y repartido­ pleitos y negocios.
res de los procesos , y se les pague el salario de Es nuestra merced y voluntad que se guar­
gastos dt justicia.
de lo resuelto por cédula de diez de mayo de
Por las ordenanzas de nuestras reales au­ mil y seiscientos y diez y nueve, sobre que el
diencias está proveído que en ellas haya tasa-, oficio de tasador y repartidor de nuestras reales
dores y repartidores de los pleitos y negocios audiencias, se venda y remate en el mayor po­
que se trataren y pendieren, para que las par­ nedor, como los demás oficios vendibles y re-
tes á quien tocaren no puedan recibir daño: nunciables, contenidos en la ley 1, tit. 20, li­
Y porque conviene que asi se ejecute, manda­ bro 8, procurando que sea el mas idóneo, fiel y
mos à los presidentes que guardando las orde­ legal.
nanzas de sus audiencias bagan que sirva el ofi­ LEY III.
cio de tasador y repartidor una persona cual D. Felipe 11 en la ordenanza 202.
convenga, y de quien tengan satisfacción que
Que el repartidor lleve dos tomines de cada pleito ,
le usará fielmente, y le señalen algun salario ó y el escribano los reciba en cuenta de los derechos.
entretenimiento moderado de gastos de justi
cia de la audiencia •, y si por algun tiempo es­ , El repartidor de los pleitos haya por los
tuviere impedido, nombren otro en ínterin. ( 1)1 derechos de cada pleito qué repartiere dos to­
mines, escepto de los pleitos de pobres y otros
que no han de pagar derechos, los cuales re­
ciba el escribano á quien cupiere el pleito en
(1) En real orden de 13 de noviembre de 1786 cuenta de los derechos que hubiere de haber.
se mandó, que conforme al estilo de la contaduría de
Indias, el tasador de Ja audiencia de Lima no sea
obligado ú devolver el proceso que hubiere tasado
siu que le paguen sus derechos, con obligación de
anotarlos.
TOMO I. 75
298 Libro ii. Título xxvi.
miendas, tierras y otras cosas. baste para hacer* de­
LEV IV . pendencia de todo lo que despues se actuare.
Jj. Felipe II en las ordenanzas 223 y 221 de audien­ Ordenamos y mandmos que el título de
cias de 1563.
encomienda, repartimiento de estancias, tier­
Que agraviándose las partes de la tasación , conoz­ ras, oficios y tenencias que al tiempo de su des­
ca de ella id semanero , y lo que determinare se eje­
cute. pacho se repartan entre los escribanos haga de-
, pendencia para todo lo que viniere á la auciien-
Mandamos que todos los procesos que vi­ f cia, tocante á la merced, aunque se litigue con
nieren à las audiencias, y de ellas se hubieren el heredero dei que la obtuvo, y pertenezca al
de traer á nuestro consejo , se tasen primero escribano, que tuvo el repartimiento de ella, y
por el tasador, y si de la tasa que hiciere se no se reparta otra vez; y si se repartiere y cu­
agraviare alguno, lo determine ei oidor sema­ piere á otro, lo pueda el primero sacar por de­
nero, y lo que determinare se ejecute. pendencia , y ninguno lo pueda recibir, sino se
LEV V. le adjudicare por juez competente.
D. Felipe 111 en el Pardo á 13 de marzo de 1572. LEV V III.
Que el escribano que tomare negocio , que no le es­ El ntismo allí.
té repartido le pierda. Que todo lo acumulado d un delincuente se t del es­
En 1as audiencias se guarde el repartimien­ cribano que despachare la’c omision.
to de los negocios que á ellas ocurrieren; y si Todo cuanto se acumulare contra el delin­
algún escribano tomare negocio sin reparti­ cuente, sea del escribano aute quien se hubiere
miento ó adjudicación de los jueces por depen­ repartido la comisión contra el, y ninguna cosa
dencia que baya para ello, aunque sea suyo, le se dé á ios compañeros por ello.
pierda y se ejecuten en él las penas impuestas,
y se reparta entre los demas.
LEY IX .
J) Felipe II allí.
L E Y V I. Que el escribano que diere traslado de proceso de
El mismo allí. otro , le vuelva los derechos que por ello hubiere lle­
vado.
Que en el repartir no haya recompensa.
El escribano de cámara que sacare ó entre­
Mandamos que en el repartir de los nego­ gare à alguna parte, 6 euviare y sacare en lim­
cios cada escribano se contente con los que se pio, y signare proceso queno hubiere pasado
le repartieren, en que no haya recompensa, aute él, ni fuere de su oficio, sea castigado con
aunque sucedan unos negocios mejores que rigor, y vuelva lo que por ello hubiere reci-
otros. bido.
LEV V IL
Q«e cada plana tenga treinta renglones, y ca­
El mismo allí. Y D. Felipe IV cu esta Recopilación. da uno diez parles en las probanzas, ley 26,
Que el prim ero repartimiento de merced en éneo. til. !¿7 de este' libro.

TITULO TEX3STE 7 S IETE>


D e los receptores o rd in a rio s y su re p a rtid o r de las audiencias
y chancillarías rea les de las In d ia s.

LEY P R IM E R A . J mado de nuestra mano; vendan los que; faltaren


P . Felipe II en Madrid à 23 de julio-de 1571, y a' 31 • ú cumplimiento del número señalado à persa­
de marzo de 1583. Y en San Lorenzo á 5 d e setiem­ nas beneméritas., de fidelidad, inteligencia y
bre de 1584. JLK Felipa IV eu esta Recopilación-.
i; confianza,. que no sean mulatos ni. mestizos , y
Que se señale número'de rcccpLorescn cada audien­ 1 todas las veces que vacare alguno, los presiden-
cia , y no se vendan estos oficios d mulatos ni mes­ I tes y oidores no provean otro en su lugar, y
tizos.
le beneficien para nuestra real hacienda, y ha­
Ordenamos y mandamos á los vireyes, pre­ gan repartir los negocios que hubiere-entre to­
sidentes y audiencias reales, que en cada una dos los del número que quedaren con titulo fir­
se haga y señale: número competente de recep­ mado de nuestra mano.
tores para los negocios, causas y cosas que se
suelen ofrecer, conforme á io dispuesto por las LEY II.
leyes de estos reinos de Castilla, y de este tí­ D. Felipe l i e n Madrid á 25 de julio de 1571. Y á 26
tulo, y denus de los que tuvieren título, íir- de mayo de 1573. Y á 17 de cuero do 1576. En Lisboa
B e los receptores ordinarios. 299
á 17 de julio de 1582. Y D. Felipe IV en Madrid á 17
de marzo de 1622. LEY V IL
Que en. la audiencia de Lima haya treinta recepto • D. Felipe II en la ordenauza 275 de 1563. Y D. F e­
res de número y en la de Méjico veinte y cuatro. lipe IV en esta Recopilación.
Que el receptor ordinario prefiera al estraordinario,
Mandamos que en la real audiencia de Li­ y lo que se hubiere tle hacer en el lugar , pase ante
ma haya treinta receptores, y en la de Méjico el escribano de la causa.
veinte y cuatro, que este número tenemos por El receptor ordinario prefiera al estraordi­
competente para ios negocios y causas que se nario, y lo que se hubiere de hacer en la mis*
puedan ofrecer, y en ei repartimiento y ejer- ma audiencia y lugar donde residiere, sea y pa­
cicio se guarde la orden que tienen las dhati- se ante el escribano de la causa ; y si fuere ne­
ei Herías de Valladolid y Granada de estos reí cesario salir del Jugar, vaya receptor, donde le
nos, en lo que no estuviere espresamente de hubiere ordinario , ó el presidente y oidores le
terminado por las leyes de este libro. nombren estraordinario , según lo proveído.
LEY III. LEY V IH .
D Felipe IV en Madrid á 26 de agosto de 1653. D. Felipe II en la ordenanza 25S de 1563.
Que para receptores se admitan personas que ten­ Que los escribanos estraordinarios no pidan recep­
gan las parles y calidades necesarias. torias.
Cuando se hayan de proveer los oficios de Ordenamos que ios escribanos estraordina­
receptores de las audiencias, tengan particular rios no puedan pedir ni pretender receptorías;
y ater,cion de que se den á personas y si lo nieieren no se les dé ninguna.
suficientes que tenga» la inteligencia necesaria LEY IX .
para usarlos, por lo que importa y conviene al El mismo a llí, ordenanza 267.
bien público y administración de justicia , que Que al receptor que estuviere en un negocio, se le
deseamos consigan nuestros vasallos , y en se­ cometan los que allí hubiere , como se. ordena.
gundo lugar al aumento de nuestra real hacien­ Mandamos que estando los receptores ó al­
d a , d que los ministros deben atender. guno de ellos en receptorías se les cometan las
LEY IV . probanzas que en aquellas partes ó comarca don­
de estuvieren se hubieren de hacer, pidiéndo­
D. Felipe IV cu esta Recopilación.
lo las partes ó sus procuradores, ó no lo pidien­
Que las audiencias nombren receptares , si los del do, en cualquier forma que se hayan de cornea
numero estuvieren impedidos, ó na los hubiere. te r, sino las quisieren recibir los otros recepto-
Nuestras reales audiencias donde hubiéremos tores que estuviere donde residiere la audien­
proveído receptores del número, si todos estu­ cia , y que no se dé provisión de receptoría,
vieren ocupados ó impedidos de salir á los ne­ cometida generalmente para cualquier receptor
gocios que les tocaren, nombren escribanos de del número que allí estuviere, y especialmente
toda satisfacción que sustituyan en su lugar, y vaya dirigida al dicho receptor del número, y
en las que no hubiere receptores del número en su defecto á cualquier otro estraordinario, y
lagan lo mismo, para que ios negocios tengan no la pueda tomar sin que el receptor del nú­
lacii y breve espediente. mero responda luego aquel día; y si la aceptare
ha de dar ó enviar las probanzas de el primero
LEY V. negocio en que estuviere, dentro de veinte dias
D. Felipe II allí, ordenanza 276. en que el término se cumpliere: y lo mismo
Que no se nombre receptor estraordinario sin ser haga del negocio cometido , pena de cuarenta
examinado , y que dé fianzas , y no lo pueda ser nin- pesos para ios estrados, y el receptor estraordi­
gun criado de presidente ni oidor nario que recibiere-la probanza del negocio co­
Ningún receptor estraordinario sea nombra­ cometido , sin guardar la forma susodicha, pa­
do por ei presidente y oidores, siu ser primero gue ocho pesos de pena para nuestra cámara, y
examinado y haber dado fianzas de la adminis­ sino lo aceptare el receptor del número, ó si no
tración de su oficio, y no pueda ser nombrado respondiere el dia que fuere requerido, e! re­
para receptorías criado ni doméstico del presi­ ceptor estraordinario pueda recibir la proban­
dente ni oidores, pena de que ei escribano que za. conforme á la receptoría y comisión.
fuere á la receptoría pierda todo el salario y LEY X.
derechos del tiempo que en ella se ocupare.
D. Felipe IV en Madrid á 27 de marzo de 1622.
LEY V I. Que el oficio de repartidor de receptores se venda
en cada audiencia.
El mismo allí, ordenanza 271,
El oficio de repartidor de receptores que
Que no se pueda nombrar receptor despues de nom­
hay en las audiencias suele estar en personas
brado escribano por la audiencia.
que por intercesiones y otros fines no guardan
Por escusar los fraudes que suceden : Man­ la igualdad que deben : Mandamos que se ven­
damos que no se pueda nombrar receptor des­ da y traiga en pregón por cuenta de nuestra
pues que fueren nombrados dos escribanos, ó real hacienda, y remate en la persona que mas
uno por la audiencia. ¿diere por é l, según y en la forma que está dis­
puesto para los demás oficios de las Indias.
500 Libro ii. T it. xxvii.
audiencia ante el presidente y oidores, se Ies
LEY X I. cometan las probanzas con que tomen las de los
D. Felipe 11 en Caceres rí 10 de marzo de 1583. Y en pobres: y el repartidor que estuviere en la au^*
P¡llenen á ."¡I de diciembre de 159.Í. O. belipe III a c!¡encía tenga razón de los negocios y los repar­
15 de octubre de 1509. Y á 10 de julio de 1600. Y en ta luego, sin salir de la audiencia , entre los
llcden á 15 de junio de 16l9. D. Felipe IV á 27 de 1
marzo de 1622. Y en osla Recopilación. receptores del número que estuvieren i*esiden-?
en el repartir los negocios entre los receptores tes y presentes en la audiencia, dentro en la
se guarde la orden contenida en esta ley. sala donde se hiciere, y no en otra , y alli, an­
En el repartimiento de los negocios y cau­ tes que salgan de la audiencia y sala: y ningu­
sas que se hace á los receptores de nuestras rea- no de los receptores se parta de la ciudad , sin
les audiencias de las Indias, se guarde la orden acabar las probanzas, y dejarlas en poder de los
siguiente. escribanos, pena de diez mil maravedís de la
1. Primeramente mandamos que el rep ar­ ordenanza de Valladolid: y que asimismo se re ­
tidor de los receptores, guardando los capítu­ mitan las probanzas de la audiencia criminal á
los y ordenanzas de las audiencias, haga elec­ los receptores del número, con que luego que
ción de todos ios negocios que hubiere por su salieren se repartan y tom en, y sin acabarlas
orden y turno, y el primero de los receptores no se partan, so la misma pena.
de número pueda elegir, y los otros asi por su 6. O trosí, mandamos que les den las in­
orden ; y no queriendo los dichos negocios, ó formaciones y negocios que salieren de todos
los que tle ellos quedaren , pasen á los recepto­ los juzgados , dentro de las cinco leguas, con­
res estraordiuarios, y los reparta por la orden forme á la ordenanza de Valladolid; y los esen -
y antigüedad que fueren presentados : y si los h-inos sean obligados á se los notificar, como los
aceptaren sean obligados á ir luego á ellos, so otros negocios de fuera de las cinco leguas^, y
las penas contenidas en las ordenanzas; y en sin cédula del repartidor no se provea, con que
caso de no haber receptores estraordiuarios ve­ aquel día los reparta, y dé cédula porque las
larla los negocios por su orden y turno, entre partes y el escribano tengan breve despacho: Y
os del número que pudieren ir, y sean obliga­ los escribanos de cámara no dén provisiones de
dos á los aceptar é ir luego á ellos, so las dichas receptoría á receptor del número, ni estraordi-
'penas. nario , aunque sea negocio cometido, sin la ce­
• 2. Otrosí, mandamos que los receptores de dida del repartidor, pena de ocho pesos para
número que llegaren de fuera, habiéndose pre­ nuestra camara. . «.
sentado ante el repartidor, y cumplido con las 7 . Mandamos que en la audiencia del cri­
ordenanzas, sucedan en los negocios que se hu­ men de los alcaldes no provean de ningún ne­
bieren repartido á los estraordiuarios, no ha­ gocio sin la cédula del repartidor, como se ha­
biéndose p»rti«lo á la ejecución de ellos. ce en los negocios que penden ante los presiden­
3 . Asimismo mandamos que ii los negocios tes y oidores , ni se cometa ningún negocio ci­
de pinturas y ejecuciones é informaciones, y vil ni criminal hasta que lo sepa el repartidor.
otros cualesquier, vayan receptores del núme­ 8 . Otrosí, mandamos que mngun oheial de
r o , y no otras personas, guardando la orden la audiencia del crimen tenga en su casa re ­
susodicha. ceptores estraordiuarios, porque somos ^infor­
4. Para las probanzas que se hubieren de mado que por tenerlos suceden muchos incon­
hacer en pleitos y negocios que pasaren ante venientes y vejaciones à las partes.
escribanos de provincia, habiéndose de hacer 9. Todo lo cual se haga, guarde y ejecute,
iuera de la ciudad no pueda ir el escribano de porque asi conviene á nuestro servicio y buen
provincia ante quien pendiere el pleito, ui otro despacho de los negocios.
alguno , sino los receptores, y las que se h u ­
bieren de hacer dentro de la ciudad donde re­ L E Y X II.
sidiere la chancilíeria , las podrán hacer los es­ D. Felipe II allí, ordenanza265.
cribanos de provincia , cada uno las del nego­ Que el repartidor diga d los receptores los negocios
cio que ante el pasare; con que él mismo los que salieren , y ellos acepten los que les tocaren por
haga por su propia persona, y no las haciendo tabla.
él pasen ante los receptores, y no ante otro nin­
gún escribano, y las probanzas que de otra fur­ Mandamos que el repartidor sea obligado
ina se hicieren , sean en sí ningunas, y se vuel­ à decir el negocio y negocios que tocaren a los
van á hacer á costa del escribano de provincia, receptores en todo aquel dia que salieren, y
é incurra en pena de diez mil maravedís por que el receptor que viniere por tabla, y todos
cada vez que lo contrario hiciere, para nuestra los otros que en la audiencia hubiere sucesiva­
cámara. m ente, sean obligados de aceptar los que les
5 . ítem : mandamos que todas las proban­ tocaren dentro de tercero dia, y si no los acep­
zas que se hubieren de hacer dentro de la ciu­ taren, que sean habidos por entiegados, y no
dad cu cualquiera de los jiizgados de la audien­ los puedan aceptar despues, aunque quieran, y
cia , no examinando los testigos los escribanos que el dicho repartidor sea obligado dentro de
«le asientu por sus personas y los del crimen ó otro clia á dar la cédula al presidente o al oidor
de provincia, ó los de los otros juzgados, se co­ mas antiguo , para que provea receptor , pena
metan á los receptores de número: y en cuanto que el repartidor que asi no lo hiciere caiga e
al juzgado de los alcaldes de lo civil se gua rde incurra por cada vez en pena de ocho pesos pa­
á la letra : y en lo que toca á los negocios de la ra los estrados.
D e los receptores ordinarios. 301
LEY X II!. llevar cosa alguna mas de sus derechos y sala­
El tnísmo allí, ordenanza 251.
rio que le fuere tasado, y que no ha 'dado ni
Que los receptores y oficiales no se ausenten sin dará interés ni dineros^ ni.otracosaá juez nin­
licencia del presidente y oidores , y dejen razón de guno ni escribano,, ni á otras personas directe
sus registros. ni indirecté por aquella receptoria, y que no
Ordenamos que los receptores ordinarios y llevará mas salario á las partes de lo que justa­
estraordinarios no se ausénten sin licencia dei mente montaren los dias que estuviere y se
presidente y oidores, y dejen razón de sus re­ ocupare en examinar los testigos, ni en la ida
gistros por si hieren menester, pena de cua­ ni venida se detendrá en ello mas tiempo de lo
renta pesos para nuestra cámara , y esto se es- que buenamente fuere menester ; y si despues
tienda también á los otros oficiales. fuere hallado qúfe hace lo contrario, caiga en
pena de perjuró , y vuélva Jo que hubiere lle­
LEY: X IV .. vado con las setenas.
El mismo a llí, ordenanza 260.
Que el receptor pariente det abogado no pueda ir á " : LEY X I X . '
la receptoria que le toque. El mismo :allí, ordenanza 275.
El receptor que fuere pariente por consan­ Que los receptores y escribanos escriban por si las
guinidad ó afinidad de ios abogados «le las par­ deposiciones de tos testigos, y si estuvieren im­
tes no pueday ser receptor de la causa , ó cau­ pedidos legítimamente , se nombren otros.
sas en que fUeren parieutes, pena de ocho pe­ Ordenamos que los receptores y escribanos
sos á cada uiio por cada vez que no lo man ifes:- escriban por sí mismos, los dichos y deposicio­
lare para ios estrados de la audiencia. nes de los testigos sin que esté presente perso •
na alguna y y si estuvieren legítimamente im­
LEY XV. pedidos, el presidente y oidores pongan otro
El mismo allí, ordenanza 260. • receptor, y en su falta otro escribano suficiente
Que el receptor pariente del escribano ó procurador, que sea de la audiencia, guardando lo pro­
ó que viva con ellos , no pueda ir d receptoria en veído. .
que sea escribano ó procurador.
Otrosí, el receptor que fuere deudo ó pa­ . .L E Y XX.
riente de los escribanos de las causas ó de los El mismo allí', ordenanza 266.
procuradores, ó viviere con ellos, ó fueren pa­ Que 'no inserten los pedimentos ni mandamientos
niaguados al tiempo de la provisión , ó lo hu­ dados parà llamar testigos-, y los examinen ante las
-. ! justicias , si se pudiere.
bieren sido un año antes, no pueda ir á recep­
toría alguna de negocios y causas en que sean Si el receptor diere algún mandamiento
escribanos y procuradores , pena de que no lo para llamar testigos, no lo ha de incorporar
manifestando volverá lo que llevare, con el do­ en las probanzas, ni tampoco el pedimento que
blo para nuestra cámara. hicieren las partes , y examine los testigos si se
pudiere ante las justicias.
LEY X V I. LEY X X L
D. Felipe 11 allí, ordenanza 255.
D. Felipe ÏÏ allí, ordenanza 162.
Que asi como saliere la receptoría , la lleve el re­
ceptor d quien tocare. Que no se haga probanza sin guardar la Jornia de
Ordenamos que asi como saliere la recepto­ esta ley.
ría , la lleve el receptor à quien tocare , pena Ordenamos que cuando en segunda instan­
de que sea habido por entregado. cia fuere recéptor á cualquier negocio ó que
.se le cometa, no pueda hacer probanza si no
LEY X V II. fuere por interrogatorio firmado de abogado
El mismo allí, ordenanza 161. de la audiencia , y señalado del escribano de la
Que el que dejare negocio aceptado, sea habido por causa, y no por otro, pena de diez pesos para
proveído en aquel turno. los estrados, y la probanza que de otra forma
Despues que cualquier negocio fuere acep­ se hiciere sea en sí ninguna, y que so la dicha
tado por los receptores, no lo puedan dejar por pena los escribanos de las causas pongan en las
ninguna causa , y si lo deja retí sean habidos receptorias que dieren, que se bagan las pro­
por proveídos en aquel turuo, y no se les dé banzas como dicho es, y los abogados no bagan
otro hasta que venga nuevo tu rn o , despues de ninguna pregunta im pertinente, só la misma
ser proveídos todos los receptores. pena ; y si las probanzas se hubieren de hacer
)or ante escribano público y no por receptor,
LEY X V III. Íos procuradores que en ello ayudaren escriban
El mismo a llí, ordeuanza 274. y avisen á süs partes y á los procuradores que
Qííc antes que se parta el receptor haga el jura­ allá tuvieren que no hagan las probanzas por
mento de esta ley. los mismos artículos que se hubieren hecho, ó
Todas las veces que algun receptor hubiere directamente contrarios: con apercibimiento
de ir fuera de donde residiere la audiencia á que si no trajeren certificación por testimonio
hacer probanza: Mandamos que antes que se de escribano en forma que haga fe , como se lo
parta ni le sea dada la carta receptoría, vaya escribieron, serán castigados demás de la pro­
ante el presidente y oidores, y por ante el es­ banza que de otra manera se hiciere , sea nu­
cribano de la causa jure de se haber bien y la, y ios relatores luego en acabando de poner
fielmente y sin parcialidad, y de no tomar, ni el caso en cualquier pleito ó negocio, digan y
TOMO I
502 Libro ii. Título XXVII.
manifiesten al presidente y oidores si está lie- en limpio d las partes ó al escribano , y hasta que
lo cumplan no se les reparta negocio.
c:ha esta diligencia en cada pleito que hubiere
probanza ante ellos, porque lo vean y provean Luego que vuelvan los receptores de cua*
lo que les pareciere, lo cual hagan y cumplan iesquier negocios á que fueren enviados, sa­
con la dieha pena. quen 6 hagan sacar en limpio todas y cuales-
quier probanzas, asi de pobres como de ricos,
LEY X X II. que ante ellos hayan pasado, y las den en p ú ­
El mismo allí, ordenanza 278. blica forma á las partes á quien tocaren , ó á
Que los receptores pongan el día en que examina* los escríbanos de las causas y hasta que las ha­
rea los testigos. yan entregado no se partan ni ausenten de la
Mandamos que los receptores pongan en ciudad ó villa donde estuvieren nuestras au­
las probanzas los dias que examinaren los tes** diencias ó á otro ningnn negocio, pena de la
tígos por los inconvenientes que de no ponerlo ordenanza, y todos ios escribanos de la au­
resultan , y no cumplan con poner el dia que se diencia asi de asiento como del crim en, antes
presentan y juran , pena de cuatro pesos para que entreguen ninguna carta de receptoria á
los estrados por cada vez que lo dejaren de cualquier receptor, reciban de ellos juramen­
hacer. to sobre si han entregado las probanzas, y que
L E Y X X III. no les queda ninguna por entregar, y constan­
El misrijo allí, ordenanza 251. do haberlas entregado , les den Jas receptorías
Que ¿ola la presentación del primer testigo pongan y po de otra form a, pena de veinte pesos para
por eslenso. nuestra cámara.
Otrosí los receptores pongan la presenta­ L E Y X X V III.
ción y juramento del primer testigo por csten- El mismo allí, ordenanza 258.
sq , y los otros sumariamente , pena de un peso Que el escribano lleve d tasar las probanzas dentro
para los estrados, de tres dias como se dispone
L E Y X X IV . Los escribanos de las causas dentro de ter­
El mismo allí, ortLnauza 272. cero dia en que les fueren entregadas las pro­
Que el receptor recusado se acompañe con esribano banzas las lleven á ver y tasar al oidor semane­
del número. ro ; y si declarare haber llevado el receptor de­
Siendo recusado el receptor, se acompañe rechos demasiados así de salario como de falta
con uno de los escribanos del número de la de escritura , luego lo vuelva á la parte à quien
ciudad, villa ó lugar donde se hiciere la p ro ­ perteneciere, ó lo deposite en poder del escri­
bano de la causa , para que se le entregue y no
banza. se vaya, ni parta á ningún negocio hasta lo
L IÍY X X V . haber restituido, con las penas que lé han sido
Tí! mismo allí, ordenanza 259. puestas, y le aperciban que todo lo que lle­
Qtte asienten por auto el día que fu eren despedidos vare demasiado lo tornara con las setenas *, y
de los negocios. si se agraviare de la tasa que el oidor hiciere,
Cuando los receptores lúcren despedidos al primer acuerdo el escribano de la causa va­
de los negocios, asienten por auto el dia que ya con las probanzas y tasa ante el presidente y
los despidieren , pena de seis pesos para ios oidores, y con el receptor que asi se agraviare,
estrados. para que informados provean lo que les pare­
LEY XXVL ciere, que cerca de esto se debe hacer , y has­
D. Felipe l i allí, ordenanza 252, 255 y 277. ta haber hecho, cumplido y pagado lo suso­
Que cada plana tanga treinta renglones, y cada dicho , no se parta á ningún negocio , pena de
uno diez partes en tus probanzas, y pongan al fin veinte pesos para nuestra cámara al que lo con­
los derechos , so las penas de esta ley. trario hiciere.
Los receptores en las pesquisas y probanzas LEY X X IX .
pongan treinta renglones encada plana, y en
D. Felipe llallí, ordenanza 2*19.
cada renglón diez partes, y hagan buena le­
Que no den las probanzas mas do una vez sin licen -
tra , y ai pie de ellas los derechos que llevan da de la audiencia.
por esta razón, salario, tiras y autos, pena de
Mandamos que los receptores no den las
ocho pesos para los estrados de la audiencia à
probanzas mas de una vez sin licencia y man­
cada uno que lo contrario hiciere , y asi se
dado del presidente y oidores, pena de cua­
ponga en las compulsorias qqe se dieren para
renta pesos para nuestra cámara.
traer eualesquier procesos; y todos los mara­
vedís que por sus derechos recibieren y otra LEY XXX .
cualquier cosa, lo asienten en íiu del proceso, El misino allí, ordenanza ¿50.
pena del doblo para nuestra cámara por la Que ios receptores y procuradores no jueguen cuan­
primera vez-, y por la segunda, demas de la dofueren d receptorias,
dicha pena , privación de oficio, y esto mismo Los receptores del número y estraordina-
liaban los escribanos y relatores con las penas rios cuando van à receptorias, y los procurado­
contenidas en las leyes de sus titulos* res no, jueguen à ningún juego , salvo cosas: de
LEY X X V II. ^ comer , ó poca cantidad.
El mismo allí, ordenanza 257.
Que en llegando los receptores den las probanzas
De los receptores ordinarios. 505
L E Y X X X I. «los pesos para los estrados por cada vez que
D. Felipe H en el Pardo á 10 de agosto dtí 1574. no lo hicieren. ^
Que saliendo los ministros que se declara á visitar , Que por causas leves tió se envíen receptores á
ó d comisión , lleven receptor , no llevando escriba­ pueblos de indios ni á otras partes, ley 84,
no de cámara. til. 15 de este libro. *
Mandamos que en todas las ocasiones en que Que los probanzas de testigos en negocios de au­
al«uno de nuestros presidentes, oidores ó al­ diencias se com< tan ulos escribanas de los pite*
caldes del crimen saliere á visitar la tierra, b los, ley 91, tit. 15 de este libro.
ejecutar carta ejecutoria , recibir información, Que ¿os receptores no reciban interrogatorio sin
vista de ojos, pintura ó comisión, ó á otro firma de abogado i y por é l,y no por otro,
cualquier negocio , no yendo á esto alguno de examinen los testigos , pena de cuarenta p e­
los escribanos de camara , lle^e por escribano sos , U y 15, tit. 23 de este libro\
á uno de los receptores por Nos proveídos en Que los escríbanos examinen los testigos, y es­
la audiencia , y no á otra persona ninguna, no tando impedidos se nombre receptor, le y \ ’J }
siendo el negocio de tal calidad que tenga es- tit. 23 de este libro. La comisión esté señar
cribaiio propietario que haya de ir ú él. lada de los oidores antes de examinar testi­
LEY X X X II. gos} (ey 19. Citando el receptor volvíere de
hacer proba riza la lleve el escribano déla a ti -
El mismo allí, ordenanza 147. Yéase la lev 24 .tit 8
id). 5. J dicncia para set-si las tiras Son defectuosas
ley 23. 9
Qne cuando se mandare á algun receptor 6 escri­
bano que vaya d hacer relación , cite d las partes. Q u e e l e s c r ib a n o d e la c a u s a s e a r e c e p to r d e
lo s te s tig o s q u e s e e x a m in a r e n Cn e l lugar , y
Ordenamos que cuando se mandare á algún
receptor o escribano que vaya à hacer relación sie n d o el e x a m e n 'fu e r a de vl$ v a y a r e c e p to r ó
e sc rib a n o , l e y 18, t i t . ¿3 d e e ste libro'.
á nuestra audiencia de auto interlocutorio o di—
finitivo de poca ó mucha cantidad, notifique à Que el indio que hubiere de d e c la ra r pueda lie -
Jas partes ó á sus procuradores que se haíleií vat* otro ladino cristiano que este presenté„
ley 12, tu . 29 de este libro.
presentes á ia relación, si quisieren, pena de

neg^8*0 '"'l «ca-—

TITULO YEI2STE T O O S O ..

De loe procuradores de las audiencias y Aam illerias reale,


fie las In dias„

LEY P R IM E R A .
LEY III.
D. Felipe 11 eií la ordenanza 252 de audiencias-de
1563. El emperador D. Carlos en Toledo i 19 áe mavo
de 1525. 3
Que cn cada audiencia haya número cierto de pro­ Que donde no pudiere haber procuradores lo puedan
curadores, " ser unos vecinos por oíros.
Mandamos que en cada una de las audien­ Los que entran á descubrir nuevas tierras
cias y chanciHerías reales de las Indias haya con nuestra, licencia suelen capitular, que por
número señalado de procuradores y ño mas. cierto tiempo no puedan entrar ni entren en
ellas letrados ni procuradoras por no dar causa
L E Y II. a pleitos y diferencias entre los vecinos, y pue­
D. Felipe II e» Monzoa á 4 de octubre de 1563 or­ de ofrecerse que algunos tengan necesidad de
denanza 232. En S. Lorenzo a 2 de setiembre de 1577 hacer ausencia por algún tiempo, y p o n ió pó-
Allí á 5 déagosío de 1579. En Eíyas t 24 * der dejar procurador para sus causas, piérdan
de 1581. Y á 21 de octubre- de 1578. B» U s to , 2 17 su justicia, y nuestra voluntad ¿ intención solo
de noviembre de 1582.
es en semejantes prohibiciones éscuáar que'ha-
Qué no usen oficios de procuradores , sino ¿os que ya procuradores generales qtfe lo tengan por
tuvieren titulo d e lr e y , 1
oficio: Declaramos y mandamos que sin em­
Ningunas personas pueden usar ni" usert en bargo de íaá capitulaciones puedan unos vecinos
nuestras audiencias oficios dé procuradores, ni procurar por otros en las causas y negoéiosque
sé entrometan á hacer peticiones ni despacha? les‘ fueren encomendados, y entiendan én ellos
negocios en ellas, sino tuvieren título ú orden no siendo procuradores’ generales ni teniéndolo
nuestra para los poder usar y ejercer. por oficio', sin incurrir‘por !esto en pena al­
guna * ni Ies sea puesto embargo ni impedí,
mento. r
504 Libro ii. Tit. xxvm .
de dos pesos para los estrados, y las que hicie­
LEY IV . ren y presentare» sean firmadas so la dicha
D. Felipe II en la ordenanza 230 de 1563. pena.
Que ninguno use oficio de procurador de lu audien­ LEY X I.
cia sin ser examinado en ella, y se le de licencia.
El mismo allí, ordenanza 240 y 243.
Mandamos que los procuradores que se hu­ Que los procuradores no presenten peticiones sin
bieren de recibir no useu sus oficios antes que firm a de abogado.
sean examinados por los presidentes y oídoies,
y les den licencia para usar y ejercer. Ordenamos que ningún procurador presen­
te petición de letrado no siendo recibido por
LEY V . abogado de la audiencia, pena de tres pesos
D. Felipe II en la ordenanza 258 de audiencias de para los estrados.
1506. Y eo la 275 de 1563.
Que el procurador no diga en los estrados cosa (¡ue LEY X II.
no sea verdad. El mismo allí, ordenanza 234.
El procurador que en el hecho dijere en los Que los procuradores manifiesten y depositen el di­
estrados cosa no verdadera, pague un peso para nero que sus partes les enviaren , como se ordena.
ellos. Mandamos que los procuradores luego que
LEY V I. sus partes les enviaren cualquier dinero para
El mismo allí, ordenanza 235,237, 238. los negocios que ayudaren, el mismo día lo He*
Que no hablen los procuradores en los estradas sin ven y depositen en poder de los escribanos de
licencia de ¿a audiencia. las causas realmente y sin encubrir cosa alguna,
Los procuradores no hablen sin licencia de pena de pagar con el cuatro tanto lo que pare­
la audiencia en los estrados, pena de dos pesos ciere haber encubierto para nuestra cámara sin
para los estrados-, y si hablando el abogado en ninguna remisión, y que ios escribanos reciban
el derecho de su parte , el procurador de la los dineros, y los tengan en su poder por via de
causa ó su parle contraria se atravesare à ha­ depósito, y no en otra forma, para que de ellos
blar, pague un peso. se pague lo que cada oficial hubiere de haber,
y los escribanos tengan un libro y memorial
LEY V II. aparte del cargo y descargo, para dar cuenta y
El mismo allí, ordenanza 219. razón cuando conviniere ; y para ver y saber si
Que no lleven nías salario del señalado por el pre­ el depósito se guarda y cumple, cada escribano
sidente y oidores. por su antigüedad y orden, lleve en fin de to­
No lleven los procuradores mas salario del dos los meses á mostrar el libro al oidor sema­
que les lucre señalado por el presidente y oi­ nero que lo vea, visite y sepa como se guarda
dores, especialmente en negocios y pleitos de lo resuelto, pena de veinte pesos para nuestra
indios, y con ellos pena del doblo para nuestra cámara à cada uno que lo contrario hiciere.
cámara. LEY X III.
LEY V III. D. Felipe II allí, ordenanza 239.
El mismo allí, ordenanza 250.
Que no hagan autos sin presentar poder.
Que no reciban dádivas ni presentes por dilatar las
causas El procurador que sin tener poder presen­
O trosí, no reciban dádivas ni presentes de tado hiciere autos, pague dos pesos para los es­
las partes jorque dilaten las causas en que pro­ trados.
c u r a n , pena de privación de oficio. LEY XÍV .
El mismo allí, ordenanza 240.
LEY IX . Que el procurador vaya d ver tasar el procesa ,
El mismo allí, ordenanza 2 o l.
El procurador que no fuere á ver tasar Jas
One los procuradores y abogados no hagan partidos costas del proceso, siéndole notificado por el
tíc seguir los pleitos (t su costa. escribano, pague un peso para los estrados.
Mandamos que tos procuradores y letrados
no bagan partido con las partes de seguir los LEY XV.
pleitos á su propia costa, pena de que por el El mismo allí, ordenanza 241.
mismo caso, sin o tn sentencia, incurra el que Que concluso el pleito en provisión , el escribano lo
lo contrario hiciere por cada vez en pena de encomiende , y el procurador lo lltve al relator , el
cincuenta m 1 maravedís para nuestra camara cual le traiga para la primera audiencia.
Concluso el pleito en provisión, el escriba­
LEY X. no le encomiende para el primer acuerdo, pena
El mismo allí, ordenanza 253. de tres pesos para los estrados; y el procurador
Que no hagan peticiones sino en rebeldías y con­ en cuyo favor estuviere pedida la provisión lle­
clusión, pena de dos pesos, y firm en las (¡ue hi­ ve el proceso el mismo dia al relator, y él re­
cieren, lator lo traiga en provisión á la audiencia pri­
O trosí, los procuradores no hagan peticio­ mera con la misma pena a cada uno,
nes sin firma de abogado , salvo de rebeldías, y
para concluir pleitos y otras semejantes, pena
De los procuradores. 30S
LEY XVL Los escritos y peticiones que presentaren los
El mismo allí, ordenanza 244 procuradores ú otras cuaiesquier personas sean
Que el que perdiere escritura pague el ínteres y de buena letra, y no esten enmendadas ni ra­
la pena impuesta. yadas en parte alguna, y las preguntas de los
El procurador que perdiere alguna escritu­ interrogatorios que presentaren esten cer­
ra , demas del interes de la parte, pague seis radas al fin de cada pregunta, pena de dos pe­
pesos para los estrados, y esté preso en la cár­ sos para los estrados por cada vez que lo con­
cel à arbitrio del presidente y oidores, y esto trario hicieren.
haya lugar contra otros cuaiesquier oficiales. LEY X IX .
LEY X V II. D. Felipe 1Y en Madrid a' 4 de setiembre de 1632.
Que lot procuradores de las audiencias no sean
El mismo allí, ordenanza 245. apremiados d acudir d los alardes.
Que en. las peticiones , autos y sentencias se nom­ Ordenamos á los vi reyes y presidentes que
bren ios procuradores de las partes contrarias.
sin embargo de que hayan de hacer alistar á
En todas das peticiones que los procurado­ los procuradores, no los obliguen à salir á los
res presentaren de cualquier calidad que sean, alardes ordinarios, sino cuando hubiere ocasión
nombren espresamente á los procuradores de tan precisa que no se pueda escusar.
las partes contrarias, para que oyéndose nom­
brar puedan hacer sus defensas, y los escriba­ Que ¿os procuradores presenten las peticiones
nos no las reciban de otra forma, y asienten antes de la audiencia, y los escribanos de cá­
en las cabezas de los autos y sentencias los nom ■ mara no las reciban despues, ley £>, tit. 25
bres de los procuradores; pena de veinte pesos de este libro
por cada vez que no io hicieren. Que escriban á sus partes y procuradores ausen­
LEY X V III. tes que no hagan probanzas por los mismos
D. Felipe II allí, ordenanza 248. articulos ó derechamente contrarios, ley 21 »
Que las peticiones sean de buena letra , y los inter­ tit. 27.
rogatorios como se ordena.

— -------- ..........................................................

TITULO TEUSTTE T IfUETE*


D e los in té rp re te s.

LE Y P R IM E R A . LEY II.
D. Felipe II en Aranjuez á 10 de mayo de 1583. D. Felipe II en Monzon à 4 de octubre de 4563, or-
Que los interpretes de los indios tengan las partes dennnza 297 de audiencias.
y calidades necesarias , y se les pague el salario de Que haya número de intérpretes en las audiencias,
gastos de justicia, estrados, ó penas de cámara. y juren conforme á esta ley.
Muchos son los daños é inconvenientes que Ordenamos y mandamos que en las audien­
pueden resultar de que ios intérpretes de la len­ cias ha ya número de intérpretes, y que antes de
gua de los indios no sean de la fidelidad , cris­ ser recibidos juren en forma debida, que usa­
tiandad y bondad que se requiere, por ser el rán su oficio bien y fielmente, declarando é in*
instrumento por donde se ha de hacer justicia, terpretando el negocio y pleito que les fuere
y los indios son gobernados y se enmiendan los cometido, clara y abiertamente, sin encubrir
agravios que reciben ; y para que sean ayuda­ ni añadir cosa alguna, diciendo simplemente
dos y favorecidos: Mandamos que los presiden­ el hecho, delito ó negocio, y testigos que se
tes y oidores de nuestras audiencias.cuiden mu­ examinaren, sin ser parciales á ninguna de las
cho de que los intérpretes tengan las partes, ca­ partes, ni favorecer mas á uno que á otro, y
lidades y suficiencia que tanto importan, y los que por ello no llevarán interes alguno mas del
honren como lo merecieren, y cualquier delito salario que les fuere tasado y señalado, pena de
que se presumiere y averiguare contra su fide­ perjuros , y del daño é ínteres, y que volverán
lidad, le castiguen con todo rigor, y hagan la lo que llevaren, con las setenas y perdimiento
demostración que conviniere. de oficio.
O. Felipe III en Lisboa á 1 de octubre de 1619. LEY III.
O trosí, mandamos que se les pague el sa­ D. Felipe II eu la ordenanza 298 de 1563.
lario de gastos de justicia y estrados ; y si no Q«e los intérpretes no reciban dádivas ni presentes.
los hubiere, de penas de cámara.
Los intérpretes no reciban dádivas ni pre­
sentes de españoles, indios ni otras personas
TOMO I. 77 '
306 Libro i!. Título xxix.
que con ellos tuvieren ó esperaren tener pleitos L E Y V III.
ó negocios en poca ó mucha cantidad , aunque El mismo allí, ordenanza 302.
sean cosas de comer ó beber, y ofrecidas, dadas Que los intérpretes no se ausenten sin Ucencia del
ó prometidas de su propia voluntad, y no lo presidente.
pidan, ni otros por ellos, pena de que lo vol­
verán con las setenas para nuestra cámara, y Mandamos que los intérpretes no se ausen­
esto se pueda probar por la via de prueba que ten sin licencia del presidente, pena de perder
las leyes disponen, contra los jueces y oficiales el salario del tiempo que estuvieren ausentes,
y de doce pesos para los estrados por cada vez
de nuestras audiencias, que lo contrarío hicieren.
LEY IV . LEY IX .
El mismo allí, ordenanza 30X.
El mismo allí, ordenanza 303.
Que los intérpretes acudan d los acuerdos, audien­
cias , y visitas de cárcel. Que cuando los intérpretes fueren d negocios fu e r a
del lugar, no lleven de las partes mas de su salario.
Ordenamos que los intérpretes asistan á los Ordenamos que cuando los intérpretes fue­
acuerdos, audiencias y visitas de cárcel ca­ ren á negocios ó pleitos fuera del lugar donde
da dia que no fuere feriado, y á lo menos á reside la audiencia no lleven de las partes di­
las tardes vayan y asistan en casa del presiden­ recte ni indirecte cosa alguua mas del salario
te y oidores. Y para que todo lo susodicho, y quedes fuere señalado, ni hagan conciertos ni
cualquiera cosa y parte se cumpla , tengan en­
contratos con los indios, ni compañías en nin­
tre sí cuidado de repartirse , de forma que por guna forma, pena de volver lo que asi llevaren
su causa no dejen de determinarse los negocios, y contrataren, con las setenas, y de privación
ni se dilaten, pena de dos pesos para los pobres
por cada un dia que faltaren en cualquier cosa perpetua de sus oficios.
de lo sobredicho, demas de que pagarán el da­ LEY X.
ño, interes y costas á la parte ó partes que El mismo allí, ordenanza 304.
por esta causa estuvieren detenidas. Que se señale el salario d los intérpretes por cada
un dia que salieren del lugar y no puedan llevar otra
L E Y V. cosa.
El mismo, ordenanza 306. Cada un dia que los interpretes salieren
Que los dias de audiencia resida un intérprete en del lugar donde residiere la audiencia por man­
los oficios de los escribanos. dado] de ella, lleven de salario y ayuda de cos­
Mandamos que un intérprete resida por su ta dos pesos, y no mas, y no comida ni otra co­
orden los dias de audiencia en los oficios de los sa, sin pagarla, de ninguna de las partes di-
escribanos à las nueve de la manaría, para tomar recté ni indirecté, pena de las setenas para nues­
la memoria que e) fiscal diere, y llamar los tes­ tra cámara.
tigos que conviniere examinarse por el fisco,
pena de medio peso para los pobres de la cár­
cel por cada dia que faltare. Que de cada■testigo que se examinare lleve el in­
LEY V I. térprete los derechos que se declaran.
El mismo allí, ordenanza 298. De cada testigo que se encaminare por in­
Que los interpretes no oigan en sus casas ni fuera terrogatorio que tenga de doce preguntas ar­
de ellas dios indios, y los lleven d la audiencia. riba lleve el intérprete dos tomines-, y siendo
Ordenamos que los intérpretes no oigan en el interrogatorio de doce preguntas y menos,
sus casas ni fuera de ellas a los indios^ que vi­ un tornin, y no mas, pena de pagarlo con el
nieren á pleitos y negocios, y luego sin oirlos cuatro tanto para nuestra cámara1, perosi el in­
los traigan á la audiencia, para que allí se vea terrogatorio fuere grande, y la causa ardua, el
y determine la causa conforme á justicia, pe­ oidor ó juez ante quien se examinare lo pueda
na de tres pesos para los estrados por la prime­ tasar, demás de los derechos, en una suma mo­
ra vez que lo contrario hicieren \ y por la se­ derada , conforme el trabajo y tiempo que se
gunda la pena doblada, aplicada según dicho ocupare.
es ; y por la tercera, que demas de la pena d o ­ LEY X II.
blada , pierdan sus oficios. El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
LEY V IL en Valladolid á 12 de setiembre de 1557.
Que el indio que hubiere de declarar , pueda llevar
D. Felipe II allí, ordenanza 500. otro ladino cristiano que esté presente.
Que los interpretes no sean procuradores ni solici­
tadores de los indios ni les ordenen peticiones. Somos informado que los intérpretes y na­
Los intérpretes no ordenen peticiones á los guatlatos que tienen las audiencias y otros jue­
indios, ni sean en sus causas y negocios procu­ ces y justicias de las ciudades y villas de nues­
radores ni solicitadores, con las penas conteni­ tras Indias, al tiempo que los indios los llevan
das en la ley antes de esta, aplicadas como allí para otorgar escrituras o para decir sus dichos,
se contiene. ó hacer Otros autos judiciales y estrajudiciales,
y tomarles sus confesiones, dicen algunas co­
sas que no dijeron los indios, ó las dicen y de­
claran de otra forma, con que muchos han per-
De los intérpretes. 307
dido su justicia, y recibido grave daño: Man­ cion: Mandamos que los gobernadores, corregi­
damos que cuando alguno de los presidentes y dores y alcaldes mayores de las ciudades no ha­
oidores de nuestras audiencias ú otros cuales- gan los nombramientos de los intérpretes solos,
quier juez enviare a llamar á indio ó indios, que sino que preceda examen, voto y aprobación de
no sepan la lengua castellana, para íes pregun­ todo el cabildo ó comunidad de los indios, y
tar alguna cosa ó para otro cualquier efecto, ó que el. que una vez fuere nombrado no pueda
viniendo ellos de su voluntad á pedir ó seguir su ser removido sin causa , y que se les tome resi­
justicia, les dejen y consientan que traigan con­ dencia cuando la hubieren de dar los demas
sigo un cristiano amigo suyo que esté presente, j oficiales de las ciudades y cabildos de ellas.
para que vea si lo que ellos dicen á lo que se les j
pregunta y pide, es lo misino que declaran los { L E Y X IV .
naguatlatos é intérpretes, porque de esta for­ El emperador don Garlos y la reina gobernadora en
ma se pueda mejor saber la verdad de todo, y i Toledo á 24 de agosto de 1529.
los indios esten sin duda de que los intérpre­ Que los intérpretes no pidan ni reciban cosa alguna
de ¿os indios , ni los indios den mas de lo que deben
tes no dejaron de declarar lo que ellos dijeron, d sus encomenderos.
y se escusen otros muchos inconvenientes que
se podrían recrecer. Mandamos que ningún intérprete, ó lengua
de los que andan por las provincias, ciudades y
L E Y X III. pueblos de los indios à negocios ó diligencias
D. Felipe IV en San Lorenzo à 16 de octubre de 1630. que les ordenan los gobernadores y justicias, ó
de su propia autoridad, pueda pedir, ni recibir,
Que el nombramiento de los intérpretes se haga co­ ni pida, ni reciba de ios indios para sí, ni las
mo se ordena , y no sean removidos sin causa y den
residencia. ( justicias, ni otras personas, joyas, ropas, iman-
* tenimíentos ni otras ningunas cosas ; pena de
Nombran los gobernadores à sus criados por que el que lo contrario hiciere pierda sus bie­
intérpretes de los indios, y de no entender la nes para nuestra cámara y fisco, y sea dester­
lengua resultan muchos inconvenientes: Te­ rado de la tierra, y los indios no den mas de lo
niendo consideración al remedio, y deseando que sean obligados á dar á las personas que los
que los intérpretes, demas de la inteligencia tienen en encomienda.
de la lengua, sean de gran confianza y satisfac-

ii—a i >- Q > e jL » i. —

TITULO TREINTA.
D e los p o rtero s y otro s oficiales de las audiencias y chancille-
ría s reales de las In dias*

LEY P R IM E R A . ofrezcan las partes de su voluntad, pena del cua­


t). Felipe U en la ordenanza 281 de audiencias de tro tanto para nuestra cámara.
1563. LEY III.
Que haya portero en cada audiencia , y los dere­ El mismo allí, ordenanza 282.
chos que ha de llevar.
Que las horas de audiencia residan ante los 'estra­
Ordenamos y mandamos que en cada una dos, y no lleven mas de sus derechos.
de nuestras audiencias haya portero que guar­ Los porteros residan á las horas de audien."
de la puerta y haga lo que los oidores manda­ cia , pena de un peso para los estrados cada uno
ren, y lleve de derechos de las presentaciones por cada vez que faltare , y no lleven mas de
lo que llevan los porteros de nuestro consejo, sus derechos, pena de volverlos con las setenas
multiplicado, conforme al arancel de la audien­ para nuestra cámara.
cia, y habiendo lugar en la casa de ella , don­
de el portero viva, le den aposento suficiente. LEY IV .
Y en la ordenanza 283. Y D. Felipe ÏV en esta R e­
LEY II. copilación.
El mismo allí, ordenanza 282. Que no consientan que se sienten en los estrados
Que los porteros no lleven albricias de las senten­ lo's que no tienen lugar en ellos , ni que hablen sin
cias , ni por recibir peticiones , ni dejar entrar en licencia.
la sala, aunque las partes lo ofrezcan de su voluntad .
Ordenamos que los porteros tengan cuida­
Mandamos que los porteros no pidan ni lie" do de que no se asienten en los estrados las per­
ven albricias por las sentencias ni por recibir sonas que conforme á ordenanzas no tienen lu­
peticiones, ni dejar entrar en las salas , asi en gar en ellos, y que cada uno ocupe el que le
dineros como en otra cosa alguna, aunque la toca , y los abogados se asienten por su orden,
308 Libro ii. Título xxx.
y n o d ejen h ablar i los abogados litig a n te s , ni Ordenamos que nuestras reales audiencias
Otras personas sin licen cia, ni q u e se atraviesen guarden y ejecuten lo proveído por la ley 178,
u n o s cu an do otros hablaren, ni al tiem p o q u e titulo 15 de este libro, sobre hacer aranceles
e l relator pusiere el caso d el p le ito . de los derechos que delíen llevar los ministros
de nuestras Indias, y que ninguno de los suso­
LEY V. dichos esceda de ellos, pena del cuatro tanto,
D. Felipe II en Madrid sí 10 de febrero de 1567. Y 26 y de las demas impuestas.
de abril de 1583.
Que no se pague d los porteros salario de la cafa LEY VII.
real.
No se paguen de nuestra real caja los sala­ I D. Felipe III en Valladolid á 13 de marzo de 1616
rios de los porteros sino de gastos de justicia ó Que las justicias ordinarias conozcan de tas causas
de otras condenaciones, y faltando los gastos y de oficialessos de audiencias, como no sean sobre esce-
cometidos en sus oficios.
penas de estrado, se paguen de las penas apli­
cadas á nuestra cámara, con que de lo primero Declaramos y mandamos que las justicias
ue procediere de las penas de estrados ó gastos ordinarias de las ciudades donde residen nues­
e justicia, se vuelva á la parte de donde se sa­ tras audiencias, deben conocer de todos los ne­
care. (1) gocios y causas de los relatores , escribanos de
LEY VI. cámara, abogados, procuradores, alguaciles,
solicitadores, porteros y demas oficiales de las
El emperador D, Carlos en Madrid á 12 de abril de
1528. Y D. Felipe IV en esta Recopilación. dichas audiencias , como no sean deescesos he­
Que las audiencias hagan aranceles de los derechos, chos en el uso y ejercicio de sus oficios, que de
como está ordenado . y ningún ministro esceda , pe­ estos han de conocerlas audiencias. (2)
na de el cuatro tanto.
(1) Véase la cédula de 10 da noviembre de 1709, (2) Véase la ley 37, tit. 17, Iib. 2,
tomo 6.

TITULO TREINTA T TOO.


D e los oidores 7 visita d o res ordinarios de los d is tr ito s de aw
diencias y chancillerías reales de las h ullas.

LEY PR IM E R A . v en d er . y baga d erram ar: y asim ism o las v en ­


tas, tam bos y m eson es, y haga q u e ten g a n aran­
1). Felipe II en Madrid á 18 de julio de 1560. En Cór­ celes , y se in fo rm e de lod o lo dem ás q ue c o n ­
doba á 19 de marzo de '1570 Y en la ordenanza 47
v in iere : y lle v e com isión para proveer las c o ­
de 25 de mayo de 1566. D. Felipe IV en Madrid á 13
de abril de 1641, y Ib de mayo de 1613. Y cu esta sas en q u e la d ilación seria dañosa, ó fu eren d e
Recopilación. calidad q ue no requ ieran m ayor d elib era ció n ,
Que de cada audiencia salga un oidor d visitar la y rem ita á ia a u d ien cia las dem ás que no le to ­
tierra de tres en tres años , ó antes si pareciere al i ca ren . Y m andam os á n uestras reales a u d ie n ­
presidente y oidores. cias q u e d ea al oidor visitacror la p rovisión g e ­
P o rq u e N os sepam os com o son regid os y g o ­ neral ord in aria d e visitas, y por escusar los ir­
b ern ad os nuestros vasallos, y puedan m as fá cil­ reparables daños y escesivos gastos q u e se cau ­
m e n te alcanzar, ju sticia , y^ tengan re m ed io y sarían á los en com en d eros y naturales d e los
en m ien d a los d años y agravios q u e recib ieren : ¡p u e b lo s , si estas visitas se h iciesen c o n tin u a ­
M an d am os q u e d e todas y cada una ele las au - jm en te: O rdenam os q u e por ahora no se p u ed a n
d ien cias do las In dias saiga usi oidor á visitar la ih acer ni hagan si no fuere d e tres en tres años,
tierra d e su d istrito , y v isite las ciu d ad es y p u e - jy q u e para hacerlas en to n ces ó an tes si se o fre­
b los de é), y se in fo r m e de la calidad d e la lie r - jcieren cosas tales q u e las req u iera n , se confiera
ra y n ú m ero d e pobladores : y cóm o podrán |sobre ello por todo e l acu erdo d e p resid en te y
m ejor sustentarse : y las iglesias -y m onasterios jo id o re s, gu ard and o y ejecu tan d o lo q ue se r e ­
q u e serán necesarios para e l b ien d e ios p u eb lo s: !sol viere por dos p a r te s, d e tres q u e v o ta r e n , y
Y si los naturales hacen los sacrificios c id o la - ico n cu rrien d o con Ías dos e l voto d el p resid e n te,
trías d e la g en tilid a d : y cóm o los correg id o res jy no d e otra fo rm a . (1 )
ejercen sus o fic io s : y si los esclavos q ue sirven j
( i ) En cédula de 29 do agosto de 1790 se mandó
en las m inas son doctrin ados co m o d eb en : y si I al virey de Lima que examinase ¿cuando y por epié
se cargan los indios ó hacen esclavos, con tra lo ¡ se había suspendido !a práctica de estas visitas
ord en ad o: y v isíte la s boticas: y si en ellas h u b ie - j Y en el ejecutorial despachado sobre la r^ id en -
re m ed icin as corrom pidas po las con sien tan eia del virey del Perú D. Manuel AnuU se inanda
De los oidores y visitadores. 509
LEY II. sario : y el presidente y oidores nos avisen co­
O. Felipe H en Madrid á 11 de marzo de 1559, y 22 mo se hace y ejecuta esto, para que tengamos
de diciembre de 1589. D. Felipe lil en Ventosiila á la noticia que importa.
27 de octubre de 1604 D. Felipe IV en esta Reco­
pilación. LEY VI.
Que e l tu r n o de los o id o re s co m ien ce p o r e l m as a n ­ El emperador D. Carlos y la reina María en Vallado-
tig u o , y q u ed en dos en la audiencia p a ra el d e s ­ lid á 28 de noviembre de 1550. Y el príncipe gober­
pa ch o . nador á 11 de juuio de 1552. Y D. Felipe IV en esta
Recopilación.
Mandamos que el oidor salga à la visita por
Q ue n o h a g a n la v is ita ju e c e s d e co m isió n n i p a rie n ­
su turno, comenzando por el mas antiguo, y el te s d e los m in is tr o s , y p re c isa m e n te v a y a n ¿os o i­
presidente obligue ai que le tocare á que vaya, d ores.
sin dar lugar á réplica ni escusa, no estando le­ Ordenamos que se haga la visita de la tier­
gítimamente impedido, y si lo estuviere, salga ra , conforme á las leyes de este título, y no
el siguiente en antigüedad, y no se ocupe en por jueces de comisión ni parientes de los p re ­
esto mas de uno, de forma que queden por lo sidentes, oidox'es, alcaldes ó fiscales, y precisa­
menos dos eti la audiencia para el despacho y mente la hagan los oidores por sus personas.
espediente de los pleitos y negocios.
LEY III.
LEY VII.
D. Felipe II en Torbisco á 25 de enero, y en Guada­
D. Felipe II en Aranjuez á 21 de mayo de 1576. Don lupe á l . ° de febrero de 1570.
Felipe iíl en Aranda á 24 de julio de 1610. Y cu Ma­
drid á 2 de julio de 1618. D. Felipe IV en Madrid a Q«e p a ra la visita y tasas se c ite al fis c a l y o ficia les
30 de marzo de 1655. Y en esta Recopilación. rea les , y e l oficial re a l que se q u isie re h a lla r p r e ­
s e n te , lo pu ea a ha cer.
Que el p r e s id e n te so lo , y n o los o id o r e s , n o m b re
al v isita d o r y le señ a le e l d is tr ito . Antes de salir el oidor visitador á la visita
Es nuestra voluntad que el presidente solo y tasa de los indios, cite y llame al fiscal y ofi-
nombre al oidor que ha de salir à la visita, y le cíales reales, y si algun oficial real quisiere ir y
señale el distrito por donde la ha de comenzar hallarse presente á la visita lo pueda hacer.
y hacer, y que los demas oidores no tengan LEY VIII.
voto en lo susodicho. D. Felipe II en Madrid á 18 de julio de 1560. Yá 9
LEY IV. de abril de 1591.
Q ue el oidor que sa lie re a v i s i t a r , se in fo r m e d e la
D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1573. En docti i na de los in d io s , su s tasas y trib u to s
Bad ajoz á i i de noviembre de 1580.
Que el p r e s id e n te n o m b re d los m in is t r o s , y e l ju e z El oidor que saliere á visitar la tierra se in­
a l escrib a n o , y la a u d ie n cia y - escrib a n o s d e cám ara forme en cada lugar y pueblo de indios de la
no le n o m b re n . orden y forma que hay en ia enseñanza de ia
El presidente y no el oidor ha de nombrar doctrina cristiana, quien se la enseña, dice mi­
á los ministros de ía visita, menos al escriba­ sa y administra los Santos Sacramentos de la
no, que asi para la visita como para otros ne­ iglesia, y si en esto hubiere alguna falta, h a­
gocios ó comisiones de cualquier calidad que ga qne se provea luego de todo io convenien­
sean, le ha de nombrar el juez visitador, y no te: y asimismo se informe si tienen tasa de tri­
le nombre la audiencia, ni los escribanos de cá­ butos, y si se escede de ella en llevarles mas
mara, y asi se guarde, no habiendo nombrado de lo que estuviere tasado; y si esescesiva y re­
por Nos escribano propietario de visitas ó co­ ciben otros daños, agravios y malos tratamien­
misiones. tos, y de qué personas, y si los obligan á lle­
LEY ¥ . var cargas, y haga justicia, y provea de for­
D. Felipe II en Madrid á 26 de mayo de 1573. D. Fe­
ma que los indios queden desagraviados, guar­
lipe UI en Aranda á 21 de julio de I6i0 dando y ejecutando en todo las leyes y or­
denanzas, J
Qwe e l oidor v isita d o r co m ien ce p o r la p ro v in c ia que
se le s e ñ a la r e , y despu.es p ro sig a en todo e l d is tr ito LEY IX.
de la a u d ien cia .
D. Felipe II a 18 de enero de 1552.
Mandamos que el oidor visitador comience
y haga la visita en ia provincia ó provincias Q ue e l oidor p ro c u re que los in d io s te n g a n bienes de
que le fueren seña latías, sin embargo de que com u n id a d y p la n te n á rb o le s, y se le d é p o r in s ­
tru c c ió n
se ie dé la provisión general ordinaria de visita,
y que no se pueda ocupar ni ocupe en otra par­ Debe el visitador procurar cuanto sea posi­
le en negocios de ella , antes de hacerla en la ble que lo» indios tengan bienes de comunidad,
parte señalada, y que despues de fenecida allí y planten «libóles de estos y aquellos reinos
pase donde haya mas necesidad , y á la vuelta porque no se hagan holgazanes, y se apliquen
venga visitando lo demas del distrito de la au­ al trabajo para su aprovechamiento y buena
diencia enteramente, tomando el tiempo nece- policía, y la audiencia le dé instrucción de todo
lo que le pareciere conveniente y digno de re­
el primer artículo que se cuide de la observancia de medio, aunque no esté prevenido por las leyes
las leyes de este título eo la parte que disponen la de este título, y especialmente se la dé de lo
visita de los distritos do las audieucias por turno de contenido en esta nuestra ie^y.
los oidores de ellas.
Esta ley y la 29 se mandan observar por cédula
de 10 de diciembre de 1696.
Y por otra de 28 de febrero de 1704.
TOMO I. 78
310 Libro ii. Título xxxi.
LEY X* noeiéndolo por vista de ojos, visitando cada
D. Felipe HI en Aranjuez á 26 de mayo de 1609, ca­
obraje, y hallándose presentes al tiempo de la
pítulo 32. visita, podrán remediar !o malo y mejorar lo
Que el oidor v isita d o r in q u ie ra e l tra ta m ie n to que que mas convenga , y cualquier descuido, omi­
se hace d ¡os indios , y ca stig u e los culpados. sión ó falta que en esto hubiere , será culpa
Cuando saliere el visitador á cumplir su tu r­ y cargo contra los oidores en sus residencias y
no, visite con particular atención las encomien­ visitas Y para que en el cumplimiento de lo
das, minas, cliacras y obrajes, é inquiera el sobredicho esten mas advertidos, mandamos
tratamiento que los encomenderos , mineros y que asi se ejecute, y en las comisiones y despa­
dueños de las demas haciendas hicieren á los chos que llevaren cuando salieren à las visi­
indios de repartimiento ó voluntarios, y no con­ tas , se ponga cláusula especial de que hayan de
sienta que los unos ni los otros padezcan vio­ averiguar y castigar estos escesos de obrajes,
lencia ni servidumbre, castigando los culpados, para que por tiempo, olvido, ni otra causa
y ejecutando en sus personas y haciendas las no se pierda la noticia de ello, y se adminis­
penas impuestas. tre justicia.
LE Y X I. LEY X V .
D. Felipe IV en Balsain á 23 de octubre de 1621.
D. Felipe lli en Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
Q ue el v is ita d o r no sea ad m itid o en la audiencia , n,
Que los oidores visita d o re s a ve rig ü e n e l tr a ta m ie n ­ se le p a g u e sa la rio , s i no c o n sta re \por testim onio.,
to , que los caciques h a cen d su s in d io s . que d e te rm in ó los p le ito s e h izo la s tasas.
Los visitadores averigüen y sepan en el dis~ JNo sea admitido el oidor visitador en la au­
discurso de sus visitas el tratamiento que los diencia ni acuerdo , ni se le pague su salario,
caciques hacen á sus indios, y ios castiguen si si no constare por testimonio que ha determi­
averiguaren que han cometido algunos es- nado los pleitos y causas que hubiere fulmina­
ccsos. do, y hecho las tasas de los indios donde no es­
LEY X II. tuvieren hechas , y el testimonio sea con cita­
D. Felipe 11 en la ordenanza 77 de audiencias de 1563 ción del fiscal.
Q ue el oidor v is ita d o r conozca de la lib e rta d d e los LEY X V I.
in d io s .
D. Felipe IV en Madrid á 7 de diciembre de 1626.
El oidor visitador pueda conocer de las cau­ Que los oid o res v is ita d o r e s en las m a te ria s eclesiás­
sas de la libertad de los indios con que haga re­ tic a s p ro c e d a n con fo rm e d d erec h o .
lación , y de cuenta á la audiencia. Los oidores visitadores suelen introducirse
LEY XSII. en materias que pertenecen á la jurisdicción
|21 mismo cu la Instrucción de Vireyes de 1596, ca­ eclesiástica : Ordenamos y mandamos que pro­
pí lulo 21. cedan en estos casos, guardando la jurisdicción
Q ue los v isita d o re s vean si las esta n cia s situ a d a s é inmunidad eclesiástica , conforme à derecho
está n en p e r ju ic io de los in d io s , y h agan ju stic ia . canónico, leyes y ordenanzas reales..
Algunas estancias que los españoles tie­ LEY X V II.
nen para sus ganados, se les han dado en D. Felipe II en San Lorenzo! 11 de marzo de 1576.
perjuicio de los indios por estar en sus tierras,
o muy cerca de sus labranzas y haciendas , y á Que el oidor v isita d o r v isite los e sc rib a n o s y no ta ­
la rio s eclesiásticos d e los lu g a re s , y p ro c e d a c o n ­
esta causa los ganados les comen y destruyen tr a los culpados.
los frutos y les hacen otros daños: Mandamos
que los oidores que salieren á la visita de la El oidor visitador visite à los escribanos pú­
tierra lleven á su cargo visitar las estancias sin blicos, y de el número y concejos , y escriba­
ser requeridos , y ver si estan en perjuicio de nos de minas y registros de todas las ciudades,
los indios ó en sus tierras, y siendo asi, llama­ villas y lugares del distrito, y de las goberna­
das y oidas las partes á quien tocare breve y su­ ciones sujetas á la audiencia y h los escribanos
mariamente ó de oficio, como mejor les pare­ reales que en las ciudades, villas y lugares re­
ciere , las llagan quitar luego y pasar á otra sidieren , y à los notarios de las audiencias y
parte todo sin daño y perjuicio de tercero. juzgados de los provisores y vicarios y otros jue­
ces eclesiásticos, y sepa cómo han usado y usan
LEY XIV. sus oficios , y si en el ejercicio han guardado y
D. Felipe 1Y en Madrid á 11 de junio de 1621. guardan las leyes, pragmáticas y aranceles de
Que los oidores v isita d o re s ca stig u e n los escesos en estos reinos y de las Indias, y en qué han fal­
obrajes. tado, y si han llevado derechos demasiados, co­
Porque el mejor remedio de los daños que hechos, baraterías, y en qué casos y cantida­
reciben los indios de obrajes consiste en la visi­ des , y à qué personas, y qué otros delitos han
ta de la tierra, los oidores que à ella salieren cometido ensus oficios, y si han sido castigados
la hagan con mucho cuidado , siu respetos tem­ ó no , y qué agravios han hecho á los vecinos
porales de personas poderosas, y todos los otros y naturales de la tierra, y si han dado residen­
lines deam or, temor ó interes, solo por el ser- cia ó no, y por qué la han dejado de dar , y de
•vicio de Dios nuestro S eñor, y bien y desagra­ todo lo demas que le pareciere qne se debe in­
vio délos indios, y buena ejecución de lo que formar y averiguar la verdad , cerca de lo su­
está mandado, y remedien cualquier daño y sodicho , asi por probanzas de testigos como por
perjuicio que recibieren los indios, pues recono- procesos y registros, y otra cualquier via y
De los oidores y visitadores. 511
forma que le pareciere, y procedía contra los vorecidos los visitadores y los indios desagra­
culpados conforme á justicia ;'y si de las senten­ viados y bien tratados; y castigados los que
cias que pronunciare por alguna* de las partes hubieren escedido,
fuere apelado, en caso que de derecho haya
lugar la apelación, la otorgue para ante la real LEY XXL
audiencia. D. Felipe 111 en Zamora à 16 de febrero de 1602.
LEY X V III. Que a l visita d o r d e F ilip in a s se le de’ em barcación,,
v is ite la tie r r a pacifica , y no lle ve soldados n i gen-,
D. Felipe II en Zaragoza á l.° de marzo de 1583. te que de vejación d los in d io s.
D. Felipe IV en Madrid a 2 de junio de 1652. Véase
con la ley 17, tít. l.° , lib, 7. Mandamos que al oidor de nuestra real au­
Que las audiencias no d e n las p ro v isio n e s acordadas diencia de Manila , que conforme á lo ordena­
d ¿os v isita d o re s d e la t i e r r a , n i d los dem a s ju e ­ do saliere por su turno á visitar el distrito, se
ce s que sa lie r e n d com isiones- le de embarcación moderada á costa de nuestra
Hase entendido que algunas de nuestras real hacienda , para que desde la Isla de Luzon
reales audiencias acostumbran cuando salen los pueda pasará las otras, y visitar la tierra pací­
oidores á visitar las tierras ó á pesquisas ó á otros fica donde no hubiere inconveniente, y no lle­
negocios , darles fuera de las comisiones que ve soldados ni gente que pueda dar vejaciones
llevan, provisiones , con facultad para que en á los naturales.
la parte ó lugar adonde van, y los caminos, pue­
blos y lugares por donde pasan, conozcan de
todas las causas y negocios de oficio, y entre D, Felipe II en Madrid á 20 dg noviembre de 1578.
partes que ocurren , asi civiles como crimina­ Que cada uño va ya im oidor d e las C h a rca s d to m a r
les, acumulativo como jueces ordinarios, y pa- cu e n ta a los oficiales rea les d e P o to s í , y v isite la
Casa d e la M o n ed a .
ra conocer en grado de apelación de las senten­
cias de los ordinarios, de que resulta turbarse Ordenamos y mandamos que un oidor de
las jurisdicciones, y con el apresurado cono­ nuestra audiencia real de la provincia de los
cimiento de causa que permite el pasage, fran­ Charcas, à quien por su orden le cupiere, vaya
quearse las cárceles, y hacerse otras cosas no cada año á la villa imperial de Potosí à tomar
convenientes a la recta administración de nues­ las cuentas álos oficiales de nuestra real hacien­
tra justicia : Mandamos a nuestras audiencias d a, y de camino visite la casa de la moneda que
reales que no despachen estas provisiones acor­ en aquella villa está fundada.
dadas para los ministros que de ellas salieren á
cualesquier negocios de nuestro servicio, y que
el oidor votador de la tierra no eseeda de lo El mismo allí á 2 de febrero de 1562.
que le pertenece por la comisión de visita, ins­ Que la a u d ie n cia de S a n ta F e n o en víe o id o re s d vi­
s ita r d C a rta g en a sin n ec esid a d p r e c is a .
trucción de la audiencia y leyes de este título,
y los (lernas jueces no conozcan mas que de el El presidente y oidores de nuestra audien­
negocio contenido en la comisión áque fueren, cia de Santa Fé no envíen á visitar la ciudad
ni se entrometan en otra cosa. de Cartagena ,s \ primero no constare que hay
necesidad precisa para la buena gobernación de
aquella ciudad. p
D. Felipe 11 á 27 de mayo de 1573, D. Felipe III en
San Lorenzo ;í j de octubre de 16i8. LEY XXIY.
Que al visita d o r no se co m eta o tro n e g o c io , y en El mismo allí á 1 0 de julio de 1571. Véanse las le­
que casos se p o d r á h a ce r. yes 4 y 24, ti t l.°, lib. 7. '
No se cometa al oidor visitador durante el Que los escríb a n o s d e ¿as v is ita s d e la tie r r a y co­
m isio n es en tre g u e n los p a p eles d los de cá m a ra , co ­
tiempo de la visita otro negocio , con salario ó m o es'td ordenado.
sin e l, y los vireyes y presidentes tengan partí
culai cuidado de que asi se ejecute ,'si no fuere Muestras reales audiencias provean y or­
en caso de tanta gravedad y facilidad que con­ denen que ios escribanos déla visita de ia"tier­
venga tomar la noticia necesaria , y hacer otra ra y de otras cualesquier comisiones h que sa­
diligencia por el visitador, que concurriendo lieren, los oidores entreguen los procesos y
estas causas, y siendo la materia tal que nnpor escrituras que ante ellos pasaren, á los escri­
ta al bien público, se le podrá cometer, y por- banos de cámara délas audiencias, para que
esta causa no lleve ningún salario. Jos tengan en su poder, como está ordenado
por Jas leyes de este libro y de estos reinos de
LEY XX. Castilla.
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Mouzon de Aragón á 11 de agosto de 1552 Contesta
LEY XXY.
la ley y, tit. 12, lib. 5. D. Felipe II en el Pardo á 25 de octubre de 1575.
Q ue se te m e cu e n ta cí los v isita d o re s y escribanos,
Que n o se calmita apelación d e a u to s in te rlo c u to rio s y a los que la d e b ie re n d a r d e las co n d e n a cio n es y
d e l v i s ita d o r , que se p u ed a n re p a r a r e n la d i f i ­
g a sto s. J
n itiva . J
Los vireyes y presidentes hagan que se to­
De autos mteriocutorios que el visitador de me cuenta, con asistencia de los oficiales reales,
la tierra proveyere, y se puedan reparar en la
a los visitadores del distrito y à sus escribanos,
difimtiva, no se admita apelación enlas au­
diencias en los casos que de justicia no se deba y a otras cualesquier personas que la debieren
adm itir, porque se guarde en todo y sean fa- dai de las condenaciones que se hubieren he­
cho, y en cuyo poder han entrado, y en qué
312 Libro ív Títul xxxi.
se lian distribuido , y cobren luego los alcan­ los registros de los escribanos públicos, del nú­
ces, y por cuenta aparte asimismo averigüen mero y ordinarios, para que vea si está con­
los gastos de la visita , y de todo nos avisen forme á las leyes y pragmáticas de estos y aque­
luego. llos reinos, y bagan que se guarde y ejecute
LEY X X V I. en todas las ciudades, villas y lugares de es­
pacióles, sin perjuicio de io ordenado por la ley
El mismo ;<!!/ ;í 9 de noviembre de L595 D. Felipe III
allí ¡í 20 de noviembre de 1608. Y en San Lorenzo á antecedente á los visitadores ordinarios de los
7 de octubre de 1618. oficiales de nuestras reales audiencias.'
Que en tudas las ocasiones de /Iota y galeones envien
las audiencias relación al consejo de lo que se hu­
biere hecho y proveído en las visitas de la tierra. D. Felipe II en Madrid a' 18 de julio de 1560 , orde­
A nuestro servicio conviene que se sepa y nanza 34 de audiencias de 1563. En Córdoba á 19 de
marzo de 1570. Y á 15 de setiembre de 1571 Y á 3
entienda en nuestro consejo de Indias lo que del de 1572. En S. Lorenzo á 18 de octubre de 1583.
resulta de las visitas de la tierra. Y mandamos D. Felipe llí allí á 5 de setiembre de 1620. D. Feli­
que en todas las ocasiones de ilota ó galeones, pe IV en esta Recopilación.
los presidentes y oidores de nuestras reales au­ Que el"oidor visitador lleve la ayuda dé costa que
diencias nos envien relación muy particular en se declara , y no reciba cosa alguna de españoles ni
que se refiera el oidor que salida visitar, y a de indios»
qué parte y tiempo que en esto se hubiere El oidor visitador lleve á razón de doscien­
ocupado, y loque proveyó y remedió, ycuen- tos mil maravedís por año de ayuda de costa, y
ta que hubiere dado en la audiencia conforme al respecto del tiempo que se ocupare, demas
á lo resucito, y lo que en ella se hubiere or­ del salario ordinario que tuviere por su plaza;
denado en esta materia , todo con mucha dis­ y si al virey ó presidente y oidores pareciere
tinción y claridad , para que Nos sepamos el añadir alguna cantidad en consideración al be-
provecho que resulta de estas diligencias. ncfício que ha resultado de la visita y buen pro­
LEY X X V II. ' ceder del oidor, sin embargo de que esta ocu­
D. Felipe 11, ordenanza de audiencias de 1563. Y en pación es de su obligación por el oficio, lo pue*
Madrid á 20 de junio de 1567. Y en la ordenanza 25. da hacer, con que no pase de la mitad del sa­
En Toledo á 25 de mayo de 1596. D. Felipe llí en lario que gozare por su plaza, y esto se guarde
San Lorenzo á 11 de agosto de 1620. Y D. Felipe IV doude no estuviere permitido tí ordenado por
cu esta Recopilación. Nos que pueda llevar mayor cantidad. Y man­
Que ¿os visitadores ordinarios de los oficiales visiten damos que no reciba de españoles, indios ni
los registros de los escribanos de la audiencia y ciu­
dad donde residiere. otras cualesquier personas ninguna cosa, aun­
El oidor que en nuestras audiencias fuere que sea de córner, ni tenga parte en las con­
visitador ordinario de los oficiales, visite cada denaciones; y si contra el tenor y forma de es­
año los registros de los escribanos de la au­ ta ley hubiere llevado alguna cantidad, la vuel­
diencia y escribanos de la ciudad, públi­ va y restituya; y en cuanto al salario que los
cos y del número donde residiere, y pon­ oidores pueden percibir, si salieren á otras co­
ga especia! cuidado en que tengan inventaria­ misiones, se guarde la ley -40, lit. 16 de este
dos los pleitos, papeles y escrituras de sus ofi­ libro.
cios, y los procesos enteros, y sin enmiendas y LEY X X X .
falta de hojas, y provea con intervención de D, Felipe III en Aranjuez á 14 de mayo de 1607.
nuestro fiscal lo que lucre justicia y todo lo de­
Que al alguacil y escribano de tus visitas de la tier­
mas que convenga al buen uso y ejercicio de ra , se paguen los sedarlos de penas de cámara.
SUS oficios, y los registros de los escribanos de
fuera de la ciudad los visite el oidor del dis­ Porque el oidor que sale à hacer la visita
trito.(’2) lleva uii escribano y un alguacil, y en algunas
partes por ser la tierra pobre y pocos los nego­
cios de condenaciones no hay de qué pagarles
D. Felipe III en San Lorenzo á 11 de junio de 1612, sus salarios ni gastos de justicia: Mandamos que
capitu lo 4L de Instrucción de Vírcyes. Y en Madrid
á L7 de junio de 1617. D. Felipe IV en ¡Víadrd á 18 en este caso se les libren y paguen en penas
de junio de 1621, capitulo 11 Y en esta Recopilación. de cámara.
Que sino hubit re visitador del distrito, nombre el LEY X X X I.
presidente quien visite los registros de los escri­
banos. D. Felipe II en San Lorenzo á 11 de junio de 1572,
D. Felipe 111 en Valladolid á 29 de agosto de 1608
En caso que conforme á lo resuelto por la
Que los escribanos de la visita no lleven mas de sus
ley primera de este título pareciere al presi­ derechos, y lo que les fuere señalado.
dente y oidores que no conviene nombrar vi­
sitador del distrito, provea el presidente de la Los escríbanos por Nos nombrados para las
audiencia una persona de satisfacción que visite visitas ordinarias de la tierra, si ios hubiere, y
los que á falta de ellos nombraren los jueces, no
(2) Estas leyes 27 y 28 se han mandado observar
lleven mas de sus derechos, y lo que por Nos
eu Chile cu cédula de 10 de octubre de 767. les fuere señalado.
Y véase la ley t09, título 15 de este libro, la que
como esta 27, se manda observar en Omite inala por
una carta acordada del consejo de 50 de agosto
de 1816.
Dei juzgado de bienes de difuntos. 515
LEY X X X II. Que en todas las audiencias se nombre cada año
El mismo en San Lorenzo á 7 de octubre de 1618. un oidor que sea visitador de sus oficiales,
D. Felipe IV eu Baisain á 23 de octubre de 1621. Y ley 169, lit. 15 de éste libro.
en esta Recopilación. Que los oidores visitadores de la tierra ¡ y otros
Que el alguacil y escribano no puedan llevar criados» ministros, no vayan d posar d los conventos
y pueda el escribano llevar un oficial ó dos escri­ de religiosos, ley 89, tit. 16 de este libro.
bientes. Que el oidor que saliere á visitar la tierra ó á
El alguacil y escribano de visita no puedan otros negocios no lleve d su tmtger ni parien­
llevar á ningún criado ni otra persona, y per­ tes, y el consejo lo procure saber, y que se
mitimos qne el escribano pueda llevar un ofi­ ejecute la pena, ley 90, tit. 16 de este libro.
cial ó dos escribientes que le ayuden, si al vi- Véanse las leyes 53 y 54, tit. 5, lib. 6.
rey ó presidente de la audiencia parecieren ne­ Que los oidores visitadores repartan los indios,
cesarios, pena de privación de oficio. ley 28, tit. 1, Hb. 7.

TITULO TRHHTPA Y DOS.


D e l ju zg a d o de bienes de difuntos, y su adm inistración y cuenta
en las I n d ia s , arm adas y bajeles.

LEY PRIMERA. los oidores lo determinen, y de lo que deter­


minaren no haya mas grado: y á los oficiales
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ de nuestra real hacienda que tengan cuidado de
bernadores en Valladolid á 16 de abril de 1550. El
rtncipe gobernador en la ordenanza 93 de la casa. , dar los avisos que convengan al juez que ejer­
g . Felipe 11 en Madrid á 23 de diciembre de 1595. ciere la comisión, y a los corregidores de los
D. Felipe III allí á 19 de noviembre de 1618. D. Fe­ distritos .de lo que se les ofreciere, para que las
lipe IV á 16 de abril de 1639, cap. 2. Y en esta Re­ cobranzas se bagan con la diligencia y puntua­
copilación. lidad que importa.
Que los vireyes y presidentes nombren un oidor
por juez de bienes de difuntos, que lo sea por dos D. Felipe III en Madrid á 15 de diciembre de 1609.
años, y ¡os oficiales reales avisen lo que se les ofre­
ciere para la cobranza. O trosi, mandamos que la jurisdicción y
ejercicio dei oidor juez de bienes de difuntos
Porque los herederos de los que murieren dure por tiempo de dos años, y pasados nom­
en nuestras Indias ex-testamentu y ab-in testato bre el virey ó presidente otro en su lugar, con
adquieran los bienes en que conforme á dere­ las mismas calidades, y con que por esta ocu­
cho, cédulas y órdenes dadas por los señores pación no lleve salario ni ayuda de costa. ( 1)
reyes nuestros progenitores, desde el año de
mil y quinientos y veinte y seis deben suceder, LEY II.
y en su administración y cobranza se lia proce­ D. Felipe II en Madrid á 10 de noviembre de 1578.
dido con notable descuido, omisión y falta de
legalidad , mediante las usurpaciones de minis­ Que los mandamientos del juez de bienes de difun­
tos se guarden y cumplan en el distrito de la au­
tros que ios han divertido en sus propios usos diencia.
y grangerías en perjuicio de los interesados, y
esto nos obliga á procurar particular y eficaz Los mandamientos que el oidor juez de bie­
remedio para asegurar las conciencias, de suerte nes de difuntos despachare se guarden y cum­
que se dé á cada uno loque es suyo: Ordenamos plan en todo ei distrito de la audiencia donde
y mandamos que los vireyes y presidentes de el oidor residiere, y todas las justicias los obe­
nuestras audiencias de las Indias, cada uno en dezcan y cumplan sus órdenes, que asi convie­
su distrito , nombren al principio dei año à un ne á la buena administración de estos bienes.
oidor, el que tuvieren por mas puntual y obser­
vante en el cumplimiento de nuestras órdenes,
y le puedan remover ó quitar con causa ó sin (i) Esta ley 1.a en cnanto al turno que debe ha­
ella , y nombrar otro en su lugar, dándole co­ cerse de esta judicatura entre los oidores, está man­
misión para lo tocante k la judicatura, hacer, dada guardar y cumplir por real cédula fecha en
cobrar, administrar, arrendar y vender los bie­ Aranjuez á l.° de mayo de 1769.
nes de difuntos , asi por lo pasado como por lo Y en real cédula de 29 de noviembre de 1791 se
ha reiterado este encargo.
presente, que Nos le damos poder cumplido Sobre la duración de esta judicatura, y que no es-
para hacer cerca de lo susodicho todo lo que ceda los dos años de esta ley. Véase la cédula de 25
Buestras audiencias reales pudieran hacer con de mayo de 1726.
todas sus incidencias y dependencias, anexida­ En cédula de 29 de noviembre de 1791 se mandó
«que se lleve con rigor que Jos jueces de bienes de
des y conexidades 5 y si de él se apelare ó su­ j difuntos no duren por mas tiempo que el perm itido
plicare vaya el pleito á la audiencia, para que !1 por la ley.»
TOMO I. 79
514 Libro ii. T it. xxxii.
LEY II!. LEY V III.
D. Felipe ÏV eu Madrid a 22 de mayo de 165 S. D. Felipe II en el Pardo á 50 de noviembre de 1591.
Que el juez general fie bienes de difuntos sea am­ Que los bienes de clérigos que murieren qb intes­
parado en su jurisdicción, y no se introduzca en tato , se lleven d la caja , como si fuesen de legos,
ella otro tribunal , ni persona alguna. y si murieren con testamento , se entreguen d sus
albaceas y herederos por el juez secular.
Ordenamos que Jos vlreyes , presidentes y
oidores amparen á los jueces generales de bie­ Ordenamos y mandamos que los bienes de
nes de difuntos en la jurisdicción y posesión clérigos que murieren en las Indias se lleven à
que hasta ahora han tenido y tienen en el co­ la caja de difuntos de Ja misma forma que si
nocimiento de estas causas, y no consienta que fuesen de legos, sin hacer diferencia muriendo
otro tribunal ni persona alguna se entrometa ab-intestato; pero en caso que mueran con tes^
cu ella, inhibiéndolos en caso necesario. tamento, el juez de bienes de difuntos haga
que se entreguen á sus albaceas y herederos, y
LEY IV. los prelados eclesiásticos no se entrometan eu
D. Felipe 111 en Madrid a 10 de diciembre de 1618. ello.
Que el juez general no escoda de lo que debe cono­ LEY IX .
cer , y si escediere, se lleve el pleito d la audiencia.
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, capí­
Si el juez de bienes de difuntos escediere tulo 15. Y en esta Recopilación.
de su jurisdicción y conociere de mas casos de Que el juez general dé las libranzas, como se orde­
los que le pertenecen, es nuestra voluntad que na , con cargo de pagar lo mal librado.
el fiscal de la audiencia, por lo que toca á la
causa pública, y los demar. interesados, puedan El juez general, y no otra persona, de cual­
llevar el pleito á la audiencia por via deesceso, quier calidad y condición, ha de poder librar
donde visto, se provea lo que fuere justicia. de bienes de difuntos en maravedís y en espe­
cie, y solamente en los oficiales reales: y en las
LEY V . libranzas se ha de declarar si se dan en virtud
D. Felipe II en Madrid a 9 de abril de 1591. Y don de ejecutorias de la audiencia, y lia de razo­
Felipe IV en esta Recopilación. nar la causa porque librare y mandare pagar la
Que cuando el juez de bienes de difuntos escediere, cantidad, y las ha de refrendar el escribano del
ó fuera remiso , sea removido, y nombrado otro cabildo, y tomar la razón los mismos oficíales
oidor. reales, y se le advierte que en la revista de las
Cuando el oidor juez de bienes de difuntos cuentas que lian de hacer los contadores de
escediere notablemente de la comisión y cum­ nuestro consejo, se reparará en todo lo mal li­
plimiento de las ordenanzas ó fuere remiso, el brado, y cobrará del juez que lo libró y de sus
virey ó presidente, y la audiencia le podrán re­ bienes.
mover, y el virey ó presidente nombrará otro LEY X.
en la forma dispuesta. D. Felipe II en el Pardo á 2 dé diciembre de 1578*
LEY V I. D. Felipe IV en Madrid á23 de noviembre de 1636.
Y á 16 de abril de 1639, capítulo 7. Y en esta Reco­
D. Felipe IV en Madrid á 2 de marzo de 1654. pilación.
Que el juez de bienes de difuntos proceda con bre­ Que se cometa la cobranza d las justicias , y habien­
vedad en el conocimiento y determinación de los pie i- do de enviar ejecutores , lo resuelva la audiencia,
tos, y avise. y se tome cuenta por el juez y oficiales reales. .
El oidor proceda en el conocimiento y de­ Mandamos que el juez general cometa las
terminación de las causas de bienes de difun­ cobranzas que se han de hacer fuera del lugar
tos, de forma que se eviten los inconvenientes de su residencia à la justicia ordinaria, y ten­
que pueden resultar, y se dé satisfacción á las ga particular atención de que los corregidores,
partes, sin omisión ni retardación, y en todas alcaldes mayores ó justicias en sus distritos las
ocasiones nos avise de los pleitos y causas retar­ hagan con todo cuidado, y no envíe ejecutores
dadas y pendientes. ni personas à costa de los bienes ; y si por al­
LEY VIL
El mismo allí à 50 de marzo de 1635. dos en España; y en los demas conocen las capitanías
generales, á quien deben dar noticia las justicias or­
Que el juez general conozca de los bienes de difun­ dinarias y otorgar las apelaciones que se ofrezcan, y
tos , aunque sean de soldados. archivar últimamente los papeles que se causaren.
Pero sobre esta ley 7 han sobrevenido en tiempos
El conocimiento de las csusas de los bienes posteriores determinaciones que la alteran en parte;
de difuntos, y poner cobro en ellos, y hacer y en su caso deben verse la cédula de 29 de enero
todo lo demas que está dispuesto por las leyes de 1777 que distingue entre militares y recursos á los
consejos de Indias y Guerra: y últimamente la real
de este titulo, toca en cada audiencia al oidor orden de 20 de abril de 1784, en que se hicieron de­
que fuere juez general, aunque los difuntos claraciones de aquella cédula.
hayan sido soldados, y fallecido en nuestro real Y úUimameutc, por orílen de 29 de agosto de 98
servicio. (‘2)2 se ha declarado que la jurisdicción militar y no el
juzgado general debe conocer de las téstamentaríák
y bieues do militares que pasaron á Indias con sus
(2) La cédula de 27 de octubre de 1765 limita el cuerpos, ó teniendo en ellas destinos dependientes de
conocimiento que dá esta ley a solos los casos de fa­ estos; y que en los demas debe correr la cédula
llecer intestado el militar, dejar, herederos ó inlcresa- de 777.
Bel juzgado de bienes de difuntos. 515
gima causa de omisión fuere necesario enviar L E Y X III.
ejecutores, ha de ser á costa del corregidor, al­
calde mayor ó justicia que no cumpliere con D. Felipe II en Madrid á 13 de julio de 1578. D. F e­
lipe IV allí á 7 de marzo de 1628.
su obligación ó de los deudores , habiendo es­
Q ue las co m isio n es p a se n a n te los escrib a n o s d e l
critura con salario, y encargando que se llaga ju z g a d o , y los co m isa rio s d e n fia n z a s .
la administración y cobranza con la costa pre­
cisamente necesaria, y no mas. Y cuando el Las comisiones que dieren los jueces gene­
juez juzgare que importa enviar ejecutor con­ rales á personas particulares , pasen ante los es­
tra los susodichos, es nuestra voluntad que Jo cribanos de bienes de difuntos, y no ante otros,
proponga, y la persona que quisiere nombrar y en la caja de estos bienes quede traslado de
en el acuerdo de la audiencia; y sí se resolviere las comisiones, y los jueces comisarios sean
por la mayor parte que hay necesidad de en­ obligados á dar primero fianzas legas, llanas y
viarle , y que el nombrado parece á propósito, abonadas, de que llevarán ó remitirau lo co­
se ejecute, y sino se escuse. Todo lo cual sea y brado à Ja ciudad donde estuviere la caja, y lo
se entienda para casos necesarios y ciertos, y pondrán en ella.
aprovechamiento de estos bienes. Y manda­ L E Y X IY .
mos á lós víreyes y presidentes que tengan cui­ El mismo allí á 23 de agosto de 1622. Y en esta Re­
dado de que asi se guarde y cumpla. Otrosí, el copilación.
juez general tome la cuenta al corregidor ó per­ Q ue los oficiales rea les y e l d ep o sita rio g e n e r a l te n ­
sona que tratare de la cobranza, con interven­ gan u n lib ro en que to m en la ra zó n de los ju e c e s co­
ción de los oficiales de nuestra real hacienda, à m isa rio s.
los cuales mandamos que las vean y ajusten con Los oficiales de nuestra real hacienda que
todo cuidado, y pongan cobro en el alcance residieren en las ciudades donde hubiere au ­
.que resultare. diencia, y el depositario general, tenga» libros
L E Y X I. en que tomen la razón de los comisarios que se
despacharen para cobrar los bienes de difuntos;
.D. Felipe II en Madrid á 9 de abril de 1591. D. Fe­
lipe 1Y en esta Recopilación. y si pasado et término que llevaren no hubie­
.Q ue e l v i r e y , p r e s id e n te y audiencia se ñ a len e l sa ­
ren vuelto á dar cuenta, pidan ante el juez ge­
lario á los e je c u to r e s , y e l ju e z no n o m b re d c r ia ­ neral lo que convenga, conforme á lo que re­
dos de v i r e y , p r e s id e n te , oidores n i fiscales. sultare de los libros, y el juez provea lo que
Ordenamos que en los casos de ser preciso fuere justicia.
y necesario despachar ejecutores contra los re­ LEY XV.
misos y negligentes, el virey ó presidente y la D. Felipe III en San Lorenzo á 26 de setiembre
audieneiá señale y limite el salario que han de de 1620. D. Felipe IV en estaRecopilaciou.
llevar, y no el juez, el cual no ha de nombrar Que los ju e c e s p ro c e d a n c o n tta los co m isa rio s q u e
criados de virey , presidente, oidores ni fiscales no e n tr e g a r e n luegQ lo cobrado ; y lo que f u e r e en
de los que en sus casas llevaren ración ó quita­ g é n e ro s ó re q u ie ra a d m in is tr a c ió n , se e n tr e g u e al
d ep o sita rio g en era l.
ción, pena de volver el salario con el cuatro
tanto. El juez general baga entrar en la caja de
bienes de difuntos todo lo que en cualquier for­
L E Y X II. ma se cobrare, y no permita ni de lugar á que
D. Felipe III en Madrid á 12 de diciembre de 1619. los comisarios retengan ninguna cantidad por
Q ue n o se despach en co m isarios g e n e ra lm e n te , y
pequeña que sea; y si fueren remisos en entre­
se p u ed a n d esp a ch a r c o n fo rm e d esta le y . gar lo cobrado, procedan contra ellos, y los cas­
tiguen severamente, conforme al tiempo que
No se puedan nombrar jueces comisarios hubieren tenido en su poder el dinero y. hacien­
para solo averiguar generalmente lo que hubie­ da de ios difuntos, y estén advertidos que à tí­
re quedado de bienes de difuntos; pero cuando tulo de acreedores, ó por no haberse examina­
se tuviere noticia probable de alguna obra pia do los recaudos y papeles no han de poder nom­
ó bienes de difuntos que sean de sustancia ó can­ brar ningún depositario particular, donde és­
tidad, 6 en que hayan quedado por testamen- ten ios bienes; y si fueren géneros ó semovien­
rios, ejecutores ó albacéas, ministros ó personas tes , ó raíces que requieran administración, los
poderosas, criados ó deudos, ó dependientes hagan entregar al depositario general con cuen­
suyos, se despachara provisión á pedimento del ta y razón, procurando en todo acontecimien­
fiscal de la audiencia , para que dentro del año to que luego se reduzgan á dinero, y entre sin
verifiquen como han cumplido, y si no lo hi­ retardación en la caja de bienes de difuntos.
cieren, se despachará el juez que pareciere ne­
cesario, á costa de culpados, y no los habiendo, L E Y X V I.
de los bienes de difuntos, y entenderánse cul­ D. Felipe 11 en Madrid á 23 de abril de 1579. D. Fe­
pados las justicias ordinarias, y los albaceas, y lipe III cu San Lorenzo á 5 de octubre de 1606. Don
principalmente los depositarios y tenedores de Felipe IV en esta Recopilación.
estos bienes.' Q ue e l d ep o sita rio g e n e ra l p u ed a lle v a r d tr e s p o r
c ie n to d e los b ie n e s en g é n e r o s , y no se h aga el
d ep ó sito e n p a sta ó r e a le s , y e n tr e e fe c tiv a m e n te
en la caja.

Permitimos que el depositario general en


cuyo poder entraren bienes de difuutos en gé-
516 Libro ii. Tit. xxxu.
neros, pueda llevar á tres por ciento por su ad­ que los oficiales reales tengan una caja de tres
ministración y beneficio. Y mandamos que el llaves hecha á costa de los bienes en que se pon­
juez general no baga ni consienta hacer depó­ ga el dinero, oro y plata, distinta y separada
sito de dinero en pasta ó reales, aunque sea por de la de nuestra real hacienda, porque ningu­
tiempo limitado, y haga que luego se ponga na cosa de estas se ha de depositar, ni estar fue­
en la caja, y el escribano no pueda dar ni dé ra de la caja, y cada año se remita á la princi­
testimonio de paga, sin decir en él que actual pal de la provincia. Y mandamos que el gober­
y efectivamente entró el dinero en la caja, dan­ nador tenga una llave, y otra el tesorero, y la
do fé, pena de privación de oficio*, y las per­ otra el juez que fuere nombrado, y todo se re­
sonas que debieren á los bienes de difuntos mita á los oficiales reales principales en la pri­
cualesquíer cantidades no paguen sin interven­ mera ocasión.
ción de todos los que tuvieren llave, y real­ LEY XX.
mente y con efecto entre el dinero en ella, y el
testimonio que de esto tomaren lo rubriquen El emperador D. Garlos y los reyes de Bohemia "o-
bernadores en Valladolid en la carta acordada°de
el juez y los demas que tuvieren llaves: coa 1550. D. Felipe II y Ja princesa gobernadora eu Va­
apercibimiento á los deudores que la paga que lladolid á 8 de agosto de 1556. 1), Felipe IV en esta
se hiciere sin estas circunstancias ó alguna de Recopilación.
ellas no se tendrá por legítima, y lia de poder Que en cada p u eb lo d o n d e no h u b ie re caja re a l h a ­
cobrarse otra vez de los susodichos, y de sus y a tr e s te n e d o re s d e b ie n es d e d ifiu n to s , con a rca
bienes. y lib ro .

LEY X V II. En todas las ciudades, villas y poblaciones


D. Felipe ÏI en Madrid á 7 de julio de 1572. D. Fe­
de españoles donde no hubiere caja real ni ofi­
lipe IV en esta Recopilación. ciales ó tenientes suyos, nombre ei cabildo al
Q ue la caja d e bien es de d ifu n to s e s té do n d e la rea l, principio de cada un año por tenedores de bie­
ó en o tr a p a r te d e las casas rea les. nes de difuntos á uno de los alcaldes ordinarios
Es nuestra voluntad que la caja de bienes y á un regidor, y el otro sea el escribano del
de dií untos esté siempre en el aposento donde ayuntamiento, los cuales tengan una arca de
estuviere nuestra caja real, ó en otra parte de tres llaves, y cada uno la suya, donde se eche
las casas reales , en que pueda tener toda segu­ lo procedido de estos bienes, y dentro de ella
ridad, y se esc usen los gastos que se pudieran esté un libro encuadernado, donde el escribano
causar sí la tuviera otra persona á su cargo, y á de ayuntamiento asiente lo que entrare y salie­
ella se traiga lodo lo que hubiere en oro, y pla­ re del arca , y firmen el alcalde y regidor, y dé
ta en pasta y moneda, y de allí se remita á es­ fe de ello el escribano, pena de cincuenta mil
tos reinos con lo demás de nuestra real hacien­ maravedís al que lo contrario hiciere, y todos
da por cuenta aparte. los años se dé aviso al juez mayor del distrito de
lo que hubiere en el arca , para que por su or­
LEY X V III. den se remita ó lleve à la caja real de la cabe­
I). Felipe IV en Madrid á .16 de abril de 1639, capí­ cera donde ha de entrar.
tulo 6. Y en esta Recopilación.
Q ue la ju s tic ia haga luego in v e n ta rio d e lo s b ien es LEY X X L
de q u e e n v íe copia al ju e z y oficiales re a les. El emperador D. Garlos y los reyes de Bohemia go­
El corregidor ó justicia del distrito donde bernadores en la dicha acordada de 1550. Y el prín­
lio estuviere el juez general, ni hubiere juez cipe gobernador en la ordenanza 94 de la casa.
nombrado para que ponga cobro en los bienes Que cada dos m ese s se h aga balance d e lo cobrado
y se m e ta lo que fia lta re e n la caja.
de difuntos, luego que fallezcan haga inven­
tario bien y fielmente de sus haciendas, y en­ El alcalde, regidor y escribano pongan en
víe copia de él al juez general, y à los oficiales la arca de tres llaves todo lo procedido de estos
reales á quien tocare, para que tengan razón de bienes luego que fueren vendidos y cobrado su
todo*, y si el corregidor ó justicia no hiciereei precio, y de dos á dos meses hagan balance de
inventario como debe, iueurra en la ipena del cuenta de lo que hubieren cobrado, y todo en­
cuatro tanto, en que desde luego le damos por tre luego en la arca ante el escribano, pena de
condenado. pagar con el doblo todos los bienes que por no
LEY X IX . hacer esta diligencia anduvieren fuera de la
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid arca.
á 8 de agosto de 1556. Y D. Felipe IV eu esta Reco­ LEY X X II.
pilación. Ei emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
Que donde no h u b ie r e a u d ie n c ia , los g o b ern a d o res bernadores en la dicha acordada capítulo 14. Y el
y oficiales re a le s n o m b re n ju e c e s d e bien es d e d i - príncipe gobernador en la ordenanza 102 de la casa.
J u n t o s , y p o n g a n a rca .
Q ue d o n d e no h u b ie re te n e d o re s d e bienes d e d i ­
Porque en las provincias donde no hubiere fiu n to s los re co ja n y re m ita n los que p o r esta le y se
audiencia no se podrá ejecutar la ley primera d eclara.
de este titulo: Mandamos que los gobernado­ Mandamos que si en el pueblo no hubiere
res y oficiales reales nombren en cada un año juez ni cabildo, ni tenedor de bienes de difun­
un juez de bienes de difuntos que sea cual con­ tos , y falleciere algun español con testamento,
venga, y le damos poder cumplido para que use ó ab-intestato, la persona á quien estuviere en­
y ejerza lo locante á estos bienes, como si fue­ comendado el pueblo, hallándose presente, ó
ra oidor nombrado por el virey ó presidente} y quien en su lugar estuviere, juntamente con el
Del juzgado de bienes de difuntos. 517
cura del lugar, clérigo ó religioso, pongan i LEY X X V I.
Jbuen recaudo los bienes, y den noticia luego al
corregidor ó justicia nuestra mas cercana, el D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, capí­
tulo 3.
cual sea obligado á venir luego, y haga inven­ Q ue las cafas d e bien es d e d ifu n to s e s te n do n d e r e ·
tario de todos los bienes del difunto ante escri­ sid ie re n los oficiales rea les d e la p ro v in c ia .
bano, si le hubiere, ó si n o , ante testigos, y
procure saber cómo se llama y de dónde era Ordenamos que las cajas en que se han de
natural, y póngalo por escrito, porque baya to- recoger los bienes de difuntos, estén en las ciu­
da claridad, para acudir con los bienes á sus he dades y villas donde residen los oficiales princi­
rederos, y el corregidor ó justicia sea obligado pales de nuestra real hacienda del partido de
dentro de uti mes primero siguiente despues cada audiencia *, y la que está en la ciudad de
que à su noticia viniere la muerte del difunto, la Plata, en la provincia de los Charcas, se mu­
de dar noticia al juez genera!, con la relación de y pase, con todo lo que hubiere en ella, á la
de los bienes que quedaron, para que mande y villa imperial de Potosí, donde residen nues­
provea lo que fuere justicia. tros oficiales principales.
LEY X X III. LEY X X V II.
I> Felipe IV en Monzon á 15 de marzo de 1626. Y El mismo allí, cap. 5.
en Madrid á 7 de diciembre de dicho año. Y en esta
Recopilación. Que los oficiales r e a le s , en c u y o p o d e r e n tr a r e n los
b ien es d e d ifu n t o s , d e n fia n z a s p o r ellos*
Q ue en p o d er d e l d e fe n so r y escrib a n o s no e n tr e
n in g u n a h a cien d a d e d ifu n t o s . Los vireyes y presidentes de las audiencias
Es nuestra voluntad que en poder del de­ den las órdenes que convengan para que los ofi­
fensor de bienes de difuntos, ni del escribano ciales de nuestra real hacienda, en cuyo poder
del juzgado, ni los de las ciudades, villas y po­ entrare la de los bienes de difuntos, den fian­
blaciones de las Indiqs, no entren en ninguno zas legas, llanas y abonadas por ellos, en con­
de estos bienes, ni se Ies dé comisión para co­ formidad de las que hubieren dado de sus ofi­
brarlos. cios.
LEY X X IV . LE Y X X V III.
D. Felipe HI en San Lorenzo á 5 de octubre de 1606* El mismo allí, cap. 8 y 9. Y en esta Recopilación.
Qlte íos oficiales r e a le s to m e n cu e n ta d todos los
Que se señ a le dia en q u e se a b ra cada sem a n a ¿a que h u b ie re n te n id o á su ca rgo b ie n es de d ifu n to s
cafa d e bien es d e d ifu n to s . y co b ren los a lca n ces. *
Ordenamos que se señale un dia en cada se­ Los oficiales reales á cuyo cargo han de es­
mana para abrir la caja de bienes de difuntos, y tar las cajas de bienes de difuntos , tomen lue­
recibir el dinero, y pagar lo que se debiere ; y go cuentas á las personas que las deban dar de
si conviniere abrirla dos veces, se baga, y esto todo lo atrasado que hubieren tenido en su po­
se practique donde no hubiere oficiales y cajas der, de la hacienda de cada difunto, asi en di­
reales. nero como en géneros, por cargo y data , con
LEY XXV. distinción y claridad, y continúen hasta aca­
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639 , capí­ barlas-, y si resultaren alcances, los cobren real­
tulo 4. mente y con efecto, entrando en la caja lo qué
Q ue la s cajas de bienes d e d i fu n t o s , con su cu en ta se hallare en poder de los que han sido ó fueren
jr razón sean á ca rgo d e los oficiales re a les. administradores en cualquiera forma; y asi­
mismo lo que estuviere en poder de terceros
Mandamos que las cajas de bienes de difun­
tos estén á cargo de los oficiales de nuestra real procediendo contra sus personas, y haciendo
secuestro de bienes hasta que sea enterada la
hacienda, y que tengan loque entrare en ellas
por su cuenta, con distinción y seperacion y caja de todo cuanto hubiere de haber; y si ios
libro particular, y no se junte con la demas ha­ administradores fueren alcanzados en algunas
cienda de su cargo. Y mandamos que los jueces sumas, y constare haberlas divertido, emplea­
generales, fiscales ni otra niuguna persona se do ó aprovechádose de ellas, procedan de la
puedan entrometer ni embarazar en el manejo misma forma, y el fiscal de la audiencia ponga
las acusaciones y demandas, como m a sieg aly
de esta hacienda, y que los oficiales reales ten­
gan la cuenta por mayor y menor de cada una, conveniente sea, de manera que todo lo perte­
de suerte que consten por ella las diligencias neciente á la hacienda de cada difunto, se co­
que se hicieren, y despachos que se dieren pa­ bre y recoja enteramente en las cajas, y luego
ra las cobranzas y beneficio de los bienes, y las que las cuentas se fenecieren, se nos envien fir­
madas del juez general, oficiales reales y escri­
costas y gastos que en esto se causaren, y para
bano del juzgado, quedando allá duplicado, con
este efecto tomen la razón de todo lo tocante á relación particular del cargo y data, y cobro
su administración y paga. ( 3)
que se hubiere puesto à los alcances, con decla­
ración de lo que toca à duéños conocidos y per­
(3) En Lima había desde tiempo inmemorial un tenece à bienes vacantes. Y mandamos á los1vi-
contador de estos bienes. Pero en real ordén de 50 de
j u d í o de 1794 se mandó eslinguir esta contaduría, y
reyes y presidentes que den las órdenes conve­
que hiciese en adelante sus funciones un contador nientes y necesarias, para que los oficiales rea­
A e resultas con la ayuda de costa de 50 pesos men­ les lo ejecuten asi, y hagan con toda puntuali­
suales. dad lo susodicho.
TOMO I 80
318 Libro n. Título xxxn
LEY X X IX . presidentes que tomen y hagan tomar cuenta
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, capí-
á los jueces generales y oficiales reales que tu ­
lulo 12 Y cu esta Recopilación. vieren á su cargo la caja de bienes de difuntos
Q ue ios oficiales rea les to m en las cu e n ta s d e b ie n es de todo lo que hubiere entrado en ella por esta
de d ifu n to s cada u n a ñ o . razón, y dén las órdenes que convengan para
que los alcances que se hicieren y el dinero que
Ordenamos que los oficiales de nuestra real hubiere se remita con las flotas y galeones á
hacienda tomen cuenta á los receptores, ejecu­ estos reinos.
tores, arrendadores, administradores y cobra­
dores de los bienes de difuntos , y á las demas LEY X X X IY .
personas que las deban dar , luego que acaba­ D. Felipe II en Madrid á 23 de abril de 1569. D. Fe­
ren sus comisiones, administraciones y a rre n ­ lipe IV en esta Recopilación.
damientos , por lo menos en cada un año, de Q«e e l ju e z que e n tr a r e to m e cu e n ta s a l que sa­
suerte que se pueda enviar relación en la cuen­ lie re .
ta genera) que se ha de remitir á nuestro con­ Mandamos que el juez general que entrare
sejo. de nuevo tome la cuenta al que saliere, y por
LEY XXX. esto no se altere lo proveído cerca de la que
D. Felipe III en San Lorenzo á 20 de junio de 1609. ha de dar al virey ó presidente.
Y D. Felipe IV eu esta Recopilación.
' LEY XXXV.
Qué los (dbnceas d e n cu e n ta d e n tro d e u n año de
los bienes que h u b ie re n cobrado , so b re q u e no h u ­
D, Felipe II en Vi lia manta a' 21 de agosto de 1569.
biere p le ito .
Y D. Felipe IV en esta Recopilación.
Que no se p a g u e d v i r e y e s , p r e s id e n te s , n i oficia­
Los albaceas, tenedores y testamentarios de les rea les su s a la r io s , s i no h u b ie re n tom ado cu e n ta s
los difuntos en las Indias den cuenta dentro del d e los bien es d e d ifu n to s .
año , como está ordenado, de todo lo que fue­ Los vireyes y presidentes tómen cuentas à
re liquido y sin pleito; y si no se pudiere aca­ los oficiales reales, y estos á los receptores, ar-
bar el pleito dentro del año, se les dé un.bre­ rendadores, administradores y cobradores de
ve término para acabarlo, de forma que los su­ los bienes de difuntos, conforme á lo proveído,
sodichos no retengan la hacienda'J y se le dé el y los unos^ni los otros no reciban ni paguen el
cobro conveniente. salario qué hubieren devengado por sus plazas,
si no lo hubieren cumplido y ejecutado, pena
LEY X X X I. de que se cobrará de los oficiales reales, y sus
El emperador don Carlos y los reyes de Bohemia go­ bienes otra tanta cantidad como hubieren pa­
bernadores en la diclia acordada, capítulo 11. Y el gado y cobrado, en que los damos por conde­
-principe gobernador en la ordenanza 99 de la casa.
nados, y aplicamos á nuestra cámara.
'Q ue el ju e z g e n e ra l pueda to m a r cu en ta s a los te ñ e —
d o res y albuccas , cuando le p u re c ie t e co n v en ien te . LEY X X X V I. •
Ordenamos que cuando al juez-general-pa­ D. Felipe II en Madrid á 3 dé julio de 1578. En Ba­
reciere conveniente tomar cuenta á los tenedo­ dajoz á 16 de mayo de 1580. í>. Felipe IV en esta
res de bienes de difuntos, albaceas ó testamen­ Recopilación.
tarios, los envio à llam ar, y haga que parez­ Q ue a l e n tre g o d e la caja se h a lle e l v i r e y ó p r e s i­
can ante él con las escrituras y •recaudos que d e n te ó la p e rso n a que n o m b ra re , y e l alcance sea
hubiere, los cuales cumplan sus mandamientos, e n la m ism a m o n ed a que f u e la co b ranza.
y vengan á costa de los mismos bienes por cu­ El virey ó presidente, ó la persona que pa­
ya causa fueren llamados, con las penas qne ra esto nombraren, se halle presente al entre­
•el juez les impusiere. go de la caja de bienes de difuntos, que hicie­
LEY X X X II. re el juez á su sucesor, y haga entregar en­
teramente el alcance que se hubiere hecho al
X). Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1659, capí­
tulo 13. que diere la cuenta, en la misma moneda que
Q ue cada año se a ju ste la cu e n ta de bien es de d i­
fue la cobranza.
f u n t o s , y se envie con relación a l consejo.
LE Y X X X V II. .
La cuenta general de bienes de difuntos se D. Felipe II siendo príncipe, ordenanza 103 de la
ha de ajustar al principio de cada año, con asis­ casa. Los reyes de Bohemia allí en carta acordada ca­
tencia del oidor, y remitir al consejo , con re ­ pítulo 15. D. Felipe IV en esta Recopilación.
lación particular de lo que se hubiere hecho en Q ue n in g ú n te n e d o r d e b ie n es d e d ifu n to s , albacea
aquel año en los pleitos y negocios de estos bie­ n i te s ta m e n ta r io , salga de la p r o v in c ia n i se p u ed a
nes y los que hubieren entrado y comenzado em b a rca r s in d a r cu e n ta d e ellos.
de nuevo, declarando con distinción los que Los albaceas, testamentarios y tenedores de
son, su importancia, y à quién tocan, y si tie­ bienes de difuntos que no tengan herederos pre-
nen herederos conocidos , ó son vacantes. sentes no puedan salir ni salgan de la provincia
LEY X X X III. ó isla donde estuvieren para ninguna -parte sin
El mismo allí, cap. 14. Y eu esta Recopilación. dar cuenta con pago de los bienes de difuntos
Que cada año se to m e cu e n ta d e lo que h u b ie re e n ­ que fueren á su cargo, pena de perdimento de
tra d o en las c a ja s, y se re m ita n los alcances d e s ­ todos sus bienes, mitad para nuestra cámara y
to s re in o s. fisco, y la otra mitad para los herederos del
Encargamos y mandamos á los vireyes y difunto. Y mandamos á todas las justicias de
Del juzgado de bienes de difuntos. 519
los puertos de nuestras Indias que tengan es reales y escribano del juzgado; y si no la envia­
pecial cuidado de tomar juramento à todas las ren en esta forma, se les haga cargo por ello
personas que quisieren salir dé ellas, sobre si en sus visitas y residencias.
han sido á su cargo algunos bienes de difuntos,
y si hubieren sido tenedores ó albaceas, y pare­ LEY X IX ■
ciendo haberlo sido, Ó deber algunos bienes de D. Felipe II en Madrid á 11 de noviembre de 1580.
difuntos, no los dejen salir sin llevar testimo-
Q ue los e sc rib a n o s d e n cada año a l cabildo los te s ­
nio de haber dado cuenta con pago, pena de ta m e n to s , y é s te a l ju e z g e n e r a l , s i lo m a n d a r e .,
que la darán y pagarán los alcances por los al­
baceas, testamentarios y tenedores, si de otra Si el juez general mandare á los escribanos
forma los dejaren salir 9 ó por su negligencia que le den los testamentos de los difuntos, los
salieren. entreguen al escribano de cabildo , y este al
LEY X X X V III. juez que en caso de contravención les impon­
drá las penas que convenga hasta que tenga
D. Felipe II en Madrid a 8 de febrero de 1575* Don
Felipe IV en esta Recopilación. Véase la ley 53, tí
tuío 7, lib. 10, y allí la ley 70, tit. 12. LEY X LÏÏ.
Q ue no se d é licencia á p e rso n a n in g u n a p a ra v e n ir El emperador D. Carlos en Granada á 9 de novieinr
« esto s r e in o s , s i n o c o n sta re que no es d eu d o r de bre de ib26, cap. 6. D. Felipe IV en esta Recopi­
b ie n es de d i fu n to s . lación.
Que d o n d e n o h u b ie re h e r e d e r o s y e je c u to re s de
Los vireyes , audiencias y gobernadores no te sta m e n to s , los ju e c e s d e b ie n es d e d ifu n to s n o co ­
den licencia á ninguna persona, de cualquier b re n los bienes.
calidad que sea, para venir à estos reinos., si Maridamos que cuando de algun difunto
primero no les constare por testimonio de la pareciere testamento, fy los herederos ó ejecu­
justicia y escribano de la ciudad, villa ó lugar tores estuvieren en el lugar donde falleciere ó
de donde fuere vecino, qué no debe cosa al­ vinieren á é l, en tal caso el juez general ni la
guna á los bienes de difuntos. justicia Ordinaria no se entrometan en ello, ni
LEY X X X IX . tomen los bienes , y los dejeu cobrar á ios he­
rederos ó cumplidores ó ejecutores del testa­
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, capí­ mento, y si algunos se hubieren eotrado, el
tulo 16. v
juez general ó justicia se los entreguen, dando
Que e l ju e z g e n e r a l envíe cada año relación de lo cuenta con pago á ios herederos ó ejecutores ■ y
. ... q u e se d eb iere. esto mismo se guarde cuando en el lugar don­
Conviene que Nos tengamos entera noticia de fallereeiere el difunto estuviere ó viniere á
de ios que debieren bienes de difuntos , y si él persona que tenga derecho de heredar sus
en poder de algun ministro ó criado de los vi- bienes ab iuteslato, porque en cualquiera dé
reyes, presidentes, oidores, fiscales y oficiales estos dos casos ha de cesar y cesa el oficio de los
de nuestra real hacienda ha parado ó para al­ jueces de bienes de difuntos, y se ha de o-Uar-
guna de este género , y por qué tí tulo ó causa, dar lo contenido en esta ley, asentando el es­
y lo que ha pasado : Ordenamos y mandamos cribano del juzgado eu su libro Ja razón de to­
al juez general que nos envíe en cada un ano d o , para que se sepa cuando convenga Ja per­
relación muy.particular de las deudas y perso­ sona que heredó al difunto. (4) r
nas que las debieren, con certificación de los
oficiales reales, y íé del escribano de el juzga­ ,S 9 1 or al c.eí\ula d«l Pardo de 51 de enero de
do , de que no hay otros deudores, para que 1//Z con motivo de la competencia entre el alcalde or­
dinario y el juez de bienes de difuntos sobre ácuál de
coa vista de todo se provea lo que mas con­ los dos tocaba hacer los inventarios de D. Juan An­
venga. tonio Bastamente por haber dejado tres herederos
LEY XL. ausentes en España y siete en Lima, resolvió S. M *
que no solamente han debido en el caso de que se
El mismo a lh , cap. 17. Y en esta .Recopilación. trata formarse los inventarios por el juzgado de bie­
Que e l o idor que acabare d e s e r j u e z , en v íe a l c o n ­ nes do difuntos; debiéndose practicar lo mismo en los
sejo la rela ció n que se o rd e n a .' semejantes que ocurran en lo sucesivo, sino que con
respecto al principalísimo fin de la creación de tales
Mandamos que los jueces generales luego juzgados, que es la legítima recaudación y seguridad
que se cumplan los dos años de su juzgado, nos de los bienes del d.funlo pertenecientes á personas
icsidentes en estos reinos, «he resuelto, que aun en
etivien relación del estado en que hallaron los «aquellos casos en que según la disposición de lasle-
bienes de difuntos cuando entraron á ejercer «yes deben conocer las justicias ordinarias, si por ra­
este cargo, qué pleitos había pendientes, cuán­ igón de legados o de otro cualquier motivo tuvieren
tos fenecieron , asi de los atrasados como de los «intereses algunas personas residentes en España,
qué se comenzaron en su tiempo, y del que tu­ «esten las referidas justicias obligadas á participarlo
«al juez de bienes de difuntos para que ai tiempo
vieren los no fenecidos, y de la hacienda que hi­ «oportuno se remita él caudal correspondiente á és-
cieron remi tiren cada uno de los dos años á la casa «tos remos, con noticia é intervención del mismo
de contratación de Sevilla, con declaración de «juez; pues esto, sin perjudicar de modo alguno la
las cantidades de bienes conocidos y délos vacan- «jurisdicción ordinaria, .asegura la conducción de di-
« qhos bienes para su entrega á los legítimos intere-
tes, distinto lo uno de lo otro, y de las deudas y «sados.» °
efectos que hallaron atrasados , refiriendo los Sobre el conocimiento de intestados en que no hay
que hicieron cobrar y los que no cobraron en herederos y quedan ios bienes vacantes. Véase la cé­
su tiempo, y con certificación d e los o f i c i a l e s dula de 19 de noviembre de 789.
La verdadera inteligencia de esta ley 42 y siguien-
320 Libro ii. T ítulo xxxii.
r e c a u d o s , y no se e n tr e g u e n los d e e s tr a n g e r o s , ni
LEY X LIII. d e n a tu ra le s d e s tra n g e r o s .
D. Felipe IV en Madrid á 5 de octubre de 1653. Y Ordenamos y mandamos á los vi reyes y au­
en esta Recopilación.
Q ue e n e l conocim iento d e las causas de los que
diencias que si personas legítimas con recau­
m u ere n ab in te s ta to , ó con m em o ria s p a rtic u la re s dos bastantes acudieren á pedir los bienes de
se proceda c o n fo rm e d e sta l e y . difuntos en las Indias , se los manden entre­
Ordenamos que las causas de ab ¡ntestatos gar no siendo de estrangeros ni de naturales á
se traten y conozcan en los juzgados de bienes estrangeros, en ?que han de tener particular
de difuntos, aunque no conste de la calidad de cuidado y advertencia, y en que para ello , y
que los herederos é interesados esten en estos las demas justificaciones necesarias se examinen
reinos de Castilla ó fuere donde sucediere la con gran vigilancia los recaudos y legitimación
m uerte, cou tal meditación, que si el difunto de personas, de forma que no se contravenga
dejare en la provincia donde falleciere noto­ á las prohibiciones hechas en esta razón por el
riamente hijos o descendientes legítimos ó as­ riesgo que tiene la verdad en tan grande dis­
cendientes, por falta de ellos, tan conocidos tancia.
que no se dude del parentesco por descenden- LEY XLV.
dencia ó ascendencia , no ha de conocer el juez El mismo en San Lorenzo á 27 de octubre de 1626.
general sino las justicias ordinarias, y no con­ Y en esta Recopilación.
tando con notoriedad lo contrario, tocará el Que no se e n tre g u e n bien es d e d ifu n to s sin o d h e -
conocimiento al juez general, y faltando here­ r e d e r o s ó con p o d e re s s u y o s le g itim o s ; y en cuan-
deros, quedaran los bienes vacantes, y tocará to d los a cree d o res s é g u a rd e n la s le y e s , cédulas y
o rd en a n za s.
el conocimiento al juzgado de bienes de difun­
tos , pues el privilegio fiscal eseluye á la juris­ Las personas que pidieren bienes de difun­
dicción ordinaria en este caso; pero si el que tos en las Indias han de parecer personal­
muriere dejare memoria en forma de testamen­ mente en las audiencias ú otros por ellos , en
to, que se ha de verificar con testigos , ó sien­ virtud de sus poderes legítimos, y bien
do estranjero hiciere testamento , aunque de­ examinados y han de ser herederos , y de otra
je herederos en estos reinos , toca el conoci­ forma.no serán oidos ni admitidos. Y manda­
miento de ello» á la justicia ordinaria con el mos que con los acreedores à los dichos bienes
recurso de apelación y suplicación , conforme que pidieren la paga de sus débitos, con recau­
á nuestras leyes y ordenanzas. Y para mayor dos legítimos y bastantes, los jueces generales
justificación mandamos que sucediendo cual­ y reales audiencias en el grado que les tocare,
quiera de estos dos casos, no baste la determi­ guarden y cumplan las leyes, cédulas y orde­
nación del juez ordinario, ni su sentencia se nanzas que sobre esto se han despachado pre­
declare por pasada en autoridad de cosa juzga­ cisa y puntualmente , y sin esceder de ellas.
da si no conocieren primero nuestras reales au­ LE Y X L V I.
diencias de lo determinado por la justicia or­
dinaria , donde es nuestra voluntad que para El emperador D. Carlos y el príncipe D. Felipe en
su nombre en la ordenanza 100 de la Casa. Los re­
esto se lleven y pasen los procesos de esta cali­ yes de Bohemia en la dicha carta acordada de 1550,
dad , aunque por Jas partes no se interponga cap. 13. D. Felipe Lil en San Lorenzo á 20 de junio
apelación de las sentencias, (5) de 1609.
Q ue los albaceas y te sta m e n ta rio s en v ie n los bienes
LEY XL1V. que h u b ie re n d e r e m itir d e n tr o d e l año d e s u alba -
D. Felipe IV en el Pardo á 9 de enero de 1623. En c c a zg o , c o n la cu e n ta y r a z ó n , re g istra d o s y con. -
Madrid á 28 de mayo de 1625. Y en esta Recopila­ sig n a d o s d la ca sa , con re la ció n d e lo que q u ed a re
ción. p o r co b ra r , y pasado e l año d e n c u e n ta con p a g o ,
Que a l e n tr e g a r bien es de d ifu n to s se e x a m in e n los s i no h u b ie re m andado o tra cosa el te sta d o r.

te debe verse en la cédula de 27 de junio de 753, in­ Los albaceas, testamentarios , herederos y
serta en otra de 3 de abril de 791, en que dice que tenedores de bienes de difuntos que conforme
estos juzgados son para recoger los bienes de los que á sus testamentos tuvieren obligación á resti­
mueren dejándolos á ausentes por testamento ó sin el. tuirlos ó parte de ellos, á personas que viven
Sobre esta ley 42 y siguiente debe tcnciso presen­ en estos nuestros reinos , sean obligados á en­
te que fallecida en Lima la condesa de Vista-florida,
dejando por su heredero en España á su hijo primo­ viarlos dentro de un año, habiendo cumplido
génito, que tenia dado poder para el caso á su cuna­ y ejecutado lo que toca al anima del difuntoj
do D. Domingo Ramírez, inteutó el juzgado conocer y sí lo que restare no estuviere cobrado,
de la testamentaría de la condesa; y por cédula de envíen lo que fueren cobrando, con el tes­
30 de octubre de 92 se mandó pasasen los autos al tamento, inventario, almoneda y relación
alcalde ordinario ií quien el juzgado disputaba la ju­
risdicción sobre este negocio. Igual declaración con­ de lo que faltare por cobrar á costa de los
tiene la cédula de 25 de octubre de 1794 en la testa­ bienes, registrado en navio de registro, y
mentaría de D. N. Panizo; y debe notarse cu ella, consignado á la casa de contratación de Sevi­
que allí aprobó S. M. el auto del gobierno en que lla á riesgo de los mismos bienes, para que con­
notó que la audiencia hubiese intentado tomar cono­
cimiento del artículo de competencia formado por el forme á las leyes y ordenanzas que de esto tra­
defensor del juzgado. tan , se entreguen á quien los ha de haber •, y
(5) P e r o debe advertirse, que por cédula de 19 si por falta de navios ú otro justo impedimen­
de noviembre de 89 se declaró, que luego que el juz­ to no lo pudieren cumplir dentro del año,
gado baya decidido ser bastantes los bienes, debe co­ sean obligados á dar ,cuenta con pago al juez
municarlo a la intendencia para el uso de su autori­
dad y facultades en todo lo que es real hacienda. general y oficiales reales, los cuales envien la
Del juzgado de bienes de difuntos. 321
cuenta y razón firmada de su nombre con lo LEY X L V III.
procedido y alcance, y los albaceas y testamen­ D. Felipe III en Aliñada á l.° de junio de 1619. Y
tarios no puedan tener estos bienes en su poder D. Felipe IV en esta Recopilación.
mas de un año , aunque sucedan unos á otros, Q ue no habiendo h e re d e ro s e n tas I n d ia s , se en v ie n
pena de pagar con el doblo lo que mas tiempo los bien es d e d ifu n to s d E sp a ñ a
retuvieren en su poder, que aplicamos mitad Mandamos á los jueces generales y oficiales
para nuestra cámara y fisco , y la otra mitad
para los herederos y personas que lo hubieren haya en esos juzgados de difuntos ú otros cualesquie­
ra de invertir el quinto de ios que mueren ab intes­
de haber, demas de pagarles todo el daño y tato en fundaciones piadosas por el alma del difunto
costas que por la retención se recreciere á los en patronatos de legos, capellanías ni en otra forma,
interesados, salvo si el testador en su testamen­ y todos guarden y cumplan precisa y literalmente,
to mandó otra cosa , porque aquello se ha de la cédula de 20 de jui i> de L766, entregando inte­
cumplir. (6) gros y sin deducción alguna los bienes y herencias
de los que mueren ah iutestato á los parientes que
LEY XLVI1. deben heredarlos, quienes harán por si mismos el
funeral y sufragios que se acostumbran eu el pais
El emperador don Oarlos y el principe D, Felipe y con arreglo à la calidad , caudal y circunstancia del
reyes de Bohemia allí, capítulo 15, y ordenanza JLOl. difunto , sín hacer novedad por lo pasado. Sétima,
Q u e en fas m a n d a s , le g a d o s , d eudas , obras p ía s y que con arreglo á lo declarado en cédula de 7 de
o tr a s d isp o s ic io n e s , se g u a rd e la le y a n te c e d e n te . mayo de 1782, con motivo de la testamentaria del
brigadier don José Molina , que falleció en Nueva
En las mandas, legados y disposiciones España, no conozcan esos juzgados de difuntos de las
que los testadores hicieren por descargo de sus testamentarias en que los herederos están presen­
conciencias, deudas, obras pías y otras cosas, tes , aunque haya mandas ó legados ultramarinos,
bastando que los herederos ó albaceas en estos casos
á personas que residen en estos reinos, los he­ cumplan con lo dispuesto por las leyes 46 y 47 del
rederos , albaceas, testamentarios y tenedores tit. 52 , lib- i.° S endo mi real ánimo queden abso­
de bienes , guarden y cumplan lo contenido en lutamente derogadas cualesquiera de ellas, como
la ley antecedente, con las penas y aplicación- las reales cédulas que se hallen espedidas en cuanto
fueren contrarias á estas declaraciones. Por tanto,
lies allí contenidas. ( 7) mando á mis vireyes, audiencias y gobernadores
de mis. reinos de las Indias , Islas Filipinas adyacen­
(6) Estinguida la casa de contratación por real tes , guarden , cumplan , y ejecuten y hagan guar­
decreto de ití de junio de 1/90 se han. mandado en dar , cumplir y ejecutar esta mi real resolución ha­
cédula de 19 de julio de 1792, que supuesto que en ciéndola entender á todos aquellos á quienes corres­
consecuencia solo deben entrar estos bienes por vía ponda , por ser asi mi voluntad. Fecha en San Ilde­
de depósito en la tesorería de real hacienda de Cádiz, fonso á 28 de setiembre del797.=Yo el Rey.c=aLa cé­
corriendo su cueula y razón á cargo de la contaduría dula de 27 de abril del año de 1/84 que se cita,
dei consejo para escusar embarazos en aquella ciudad manda que el juzgado general en los casos de su co­
sobre los fletes, los oficiales reales de América los nocimiento observe las mismas reglas que las justi­
ajusten allí al tiempo dol embarque. cias ordinarias en cuanto á validación ó nulidad de
{ ! ) Debe tenerse muy presente en la materia la testamento, facción de inventarios etc., cuando la he­
real cédula de 28 de setiembre de 97 , la que por su rencia corresponda á obras pías ó los testadores y he­
suma importancia se copia casi literalmente , y con­ rederos sean clérigos. La misma cédula ordena que
tiene los artículos ó reglas siguientes: la jurisdicción eclesiástica no se mezcle acerca de la
Primera , que d ehos juzgados no conozcan con validación ó nulidad de testamentos, hacer inventa­
ningún motivo de las herencias ab intestato ó ex- rios, sequestros etc., aunque los testadores y herede­
testamento de los que dejan en las partes en que ros sean clérigos ó hayan iustítuido á su alma ó de­
mueren descendientes legítimos, ó ascendientes, ó jado alguna otra obra pía, por corresponder todo es­
parientes transversales dentro del grado que por de­ to á las justicias ordinarias. La cédula de 20 de junio
recho deben heredar. Segunda , que para que estos de 1766, que también se cita, ordena , que se ob­
juzgados puedan lomar conocimiento haya de cons­ serve literalmente la ley 10, tit. 4, lib. o de Casti­
tar de público ó notorio, ó por diligencias judiciales lla, y que en su consecuencia las herencias délos
que los (herederos estan ausentes en provincias ül~ que mueran intestados se entreguen sin deducción
ti amarinas de estos ú de esos mis reinos, y que es alguna á los que por derecho les correspondan , y
mayor el número de ios ausentes, en caso de haber­ que solo en ei caso de no hacer estos las exequias y
los ausentes y presentes. Tercera, que dichos juz­ demas sufragios que se acostumbra» en el pais con
gados no conozcan de las herencias ex-testamento ó arreglo ai caudal y circunstancias del difunto po­
ab intestado de los indios, caciques ó plebeyos con dran ser compciidos á ello por sus propios jueces, sin
ningún pretesto. Cuarta , que lo? juzgados dichos que de ningún modo se mezcle el juzgado eclesiásti­
no conozcan indistintamente de los hienes de los co , ni que el secular solo por esta omisión proceda
clérigos-naturales y originarios de aquellos domi­ á hacer inventario de los bienes. Se advierte tam­
nios ,* y en su consecuencia declaro íuudada la ju­ bién: 1 ° Que por cédula de 9 de mayo de 785 en­
risdicción ordinaria por la presunción de que existen tre otras cosas ordena, que los qqe perciban heren­
eu aquellas partes los que deben heredarlos mien­ cias ó legados pertenecientes á herederos ó legata­
tras no conste que la hereucia pertenezca á personas rios ultramarinos con poder de estos afiancen á satis­
residentes en estos reinos, ó que en ellos se debe facción al juzgado, debidos de bienes de difuntos
convertir en obras pías , teniéndose muy presente la de que efectivamente entregarán á los referidos he­
real cédula de 27 de abril de 1784 para su observan­ rederos y legatarios : 2.° Que por cédula de 5 de no­
cia en defensa de Ja reai jurisdicción. Quiuta , que viembre de 95 se ordena, que no se haga por ahora
asi los jueces de bienes de difuntos como los ordina­ novedad en cuanto no obligará los testamentarios de
rios cuando pareciere testamento con herederos ó ultramarinos á que muestren al juzgado las memo­
ejecutores presentes , dejen cobrar los bienes á los rias ó comunicados secretos que les hayan dejado:
herederos testamentarios con arreglo á la ley 42, tí­ 3.° Por cédula de 20 de noviembre de 1801 dirigida
tulo 32 , lib. 2 , sin molestarlos con facciones de in­ al juez de alzadas dei consulado de Guatemala , se
ventarios ; venta de bienes , costas indebidas ni en declaró que el juez de difuntos y noel consulado de­
otra forma : en razón de Jo cual mis audiencias esta­ bía conocer del ab intestato de don Francisco Galin,
rán á la mira para corregir cualquier desorden v á pesar de haber sido comerciante y haber muerto
contravención. Sesta, que cese desde luego cual­ en quiebra por ser aquel europeo y haber dejado eu
quiera práctica <jo<? hubiese habido, ó al presente
TOMO í. 81
522 Libro it . Tit. xxv.
<le nuestra real hacienda que en todas ocasio­ LEY LSI.
nes de armadas y flotas remitan á la çasa de D. Felipe 111 en Valladolid a 4 de agosto de 1605.
contratación de Sevilla , registrados por cuen­ Eu Ualsaiu á 5 de setiembre de 1609. Y en Lerma ;í.
ta aparte todos ios hienes de difuntos que no 15 de mayo de 1610.
hubieren dejado herederos en las indias, redu­ Q ue las p a rtid a s d e bien es d e d ifu n to s y re d en c ió n
ciéndolos géneros áslinero, consignado á la ca­ d e c a u tiv o s ve n g a n separadas d e la re a l H a cie n d a .
sa de contratación dq Sevilla , para que hechas
Mand amos à los oficiales rea les'de las Indias
aili las diligencias necesarias, contenidas en las
que en las cartascuentas que enviaren en ilotas,
leyes y ordenanzas que de esto tratan , justifi­ y armadas , pongan distintas y separadas las,
quen los herederos vías demás personas que lo partidas que tocau à bienes de difuntos y re­
han de haher , y se les entregue para que ha­
dención de cautivos sin mezclarlas con las de;
gan las obras pias, íunden capellanías, y ejecu­ nuestra hacienda , con relación particular de Iq
ten la voluntad de los difuntos*, con apercibi­
que viniere , y orden de que se paguen las cos­
miento de que s¡ los jueces generales escedie- tas de las mismas partidas.
ren de lo susodicho, se cobrará de sus personas
y bienes lo que en otra forma hicieren pa- LEY L U I.
g a r.( 8)
El emperador don Carlos y los reyes de bohemia go­
LEY XLIX. bernadores en la dicha carta acordada , cap. 5. El
D. Felipe IV en Madrid ;í 22 de setiembre de 1629* principe gobernador en la ordenanza 91 de la Casa.
Y L>. Felipe IV en esta Recopilación.
Que los bien es d e d ifu n to s se en víen co n d istin c ió n
de ios que tu viet e n d u eñ o s conocidos ó f u e r e n va­ Que los ju e c e s no lle v e n d erech o s p o r a s is tir d los
ca n tes. in v e n ta r io s y a lm o n e d a s , y a l escrib a n o y p r e g o ­
n e r o se les pa g u e d tasación.
Los bienes de difuutosy vacantes por falta
de herederos se traigan i» estos reinos en la for- Los jueces generales y ordinarios no lleven
que hasta ahora, y el juez que los remitiere derechos en pora ni en mucha cautid.ad por
envíe relación particular al consejo de los que asistirá los inventarios y almonedas délas bie­
tuvieren dueños conocidos , y aparte de ios nes de difuntos , y tasen y paguen de los mis­
bienes vacantes cuyos dueños no parecieren. inos bienes al escribano y pregonero lo que me­
recieren, seguu su trabajo, diasque se ocupa­
L E Y L. re n , y calidad de hacienda, y no les consien­
ill mismo allí á 20 de abril de 1639, cap. 11. Y en tan llevar derechos de tanto por ciento, pena^
.esta Recopilación. de voLerlo cou el cuatro tanto.
Que ¿o que m o n ta re n ias d em andas p u e s ta s d bienes LE Y LIV.
de d ifu n to s no se r e m ita , y las d em andas se sig a n
y fe n e z c a n . D. Fclipq III eu Valladolid á 2 de abril de 1605.
Ordenamos que si se pusieren demandas à Que los te n ed o re s d e b ie n es no lleven d erec h o s, y
los bienes de difuntos, y estas montaren menos co n los d ep o sita rio s se g u a rd e lo p ro v e íd o .
cantidad de lo que importaren los bienes, se
remíta lo demas a la casa de la contratación, re­ Ordenamos que los tenedores de bienes de
teniendo solamente lo necesario para satisfa­ difuntos no lleven derechos de ellos, y en cuan­
cer á los acreedores, con relación particular de to á los depósitos hechos eu géneros se guarde lo
proveído.
todo , y de el estado de las demandas y pleitos,
los cuales encargamos mucho que se sigan con LEY LV.
todo cuidado , de suerte que el año siguiente El emperador don Carlos y los reyes de Bohemia
venga á estos reinos el residuo. en la acordada, y ordenanza 89 déla casa. El empe­
rador en Granada á 9 de noviembre de 1526. D. Fe­
LEY LI. lipe 111 en S. Lorenzo á 20 de junio de 1609. Y don
Felipe IV. en esta recopilación.
D. Felipe II y los royes de bohemia gobernadores
on Valladolid á 6 de mayo de 1550. El mismo y la Q u é d a la f o r m a d e in v e n ta r ia r y v e n d e r los te sta ­
princesa doña Juana gobernadora en Valladolid a l.° m e n ta r io s y albaceas los bien es d e d ifu n to s.
de mayo de l5o7.
Guando los testamentarios, albaceas y le-
Que ¿os te s ta m e n to s , in v e n ta rio s y p a p e le s , se tr a i­
g a n separados d e l o ro y p la ta , en p a r te d o n d e no
nedores^ de bienes de difuntos , que dejaren
se p u e d a ro m p er. herederos en estos reinos, ó conforme á su vo­
luntad tuvieren que cumplir y ejecutar en las
Los ministros y oficiales á cuyo cargo estan Indias los hubieren de vender , sea en publica
los bienes de difuntos , envien á la casa de con­ almoneda , con autoridad, del juez general y en
tratación los testamentos , inventarios, obliga­ su presencia, donde estuviere ó ante la justi­
ciones y las demas escrituras por duplicado y cia , si no estuviere en el lugar, con las solem­
en diferentes vageles, separados del oro y pla­ nidades y por los términos de derecho y no de
ta en parte «pie no se m altraten, y lleguenen- otra forma , y es ten obligados á dar noticia eu
teros y sin romperse, para que sirvan al efec­ el juzgado m ayor, para que alli se ordene al
to que se remiten. defensor si le hubiere en el lugar que asista al
inventario y venta de bienes, y se haga con to­
(S ) Mambida guardar con la 58 por cédula dada da justificación , pena de pagar con el doblo
cu Buen Retiro á 27 de l'cbicro de L 18 , por la omi­ todo lo que por su autoridad ó cu otra forma
sión e.^pei imen talla. vendieren, mitad para nuestra cámara y fisco,
Bel juzgado de bienes de difuntos. 525
y la otra mitad para el juez y denunciador, y enterar las cajas de bienes de difuntos de las
declaramos la venta por de ningún valor ni cantidades que se les debieren, y de ellas sé hu­
efecto-, pero si el testador hubiere mandado bieren sacado de hecho , y que se remitan en
otra cosa, sé ha de cumplir su última vo­ la forma que se acostumbra á la casa de la con­
luntad. ( 9) tratación de Sevilla, y que por ninguna cau­
LEY LV I. sa ni razón se valgan de este género para nin­
D. Felipe II en Madrid á 23 de. abril de 1569. gún efecto, porque es hacienda agena.
Q ue p a ra ve n d er b ie n es d e d ifu n to s p re c e d a tasa­
ción de p e r ito s. LEY LX .
Mandamos que no se puedan vender bienes D. Eelipe III en Madrid á. 13 de diciembre de 1620.
D. Felipe IV en esta Recopilación,
ele dif untos sin ser primero tasados por perso­
Que ¿os bien es de difuntos en F ilip in a s e n tr e n en
nas peritas y de bueua conciencia. ¿a re a l caja y se p a g u en e n la d e M éjico.
LEY. L'Vil. Nuestra voluntad es que el dinero proce­
1). Felipe II en el Carpió á 26 de mayo de 1570. Don dido de bienes de difuntos en las Islas Filipi­
Fefipe IV en Madrid á 23 de mayo de 1622. nas entre en nuestra caja real de la ciudad de
Ñ líe. no se tru e q u e el o ro n i saque n in g u n a ca n tid a d Manila. Y mandamos que la cantidad que mon­
d e -la c a ja , y los v i r e y e s , p r e s id e n te s y oidores no tare se descuente y pague en la caja real de
d e n lu g a r d lo co n tra rio . Méjico del situado que se hubiere de enviar á
Ordenamos y mandamos que el juez gene­ aquellas islas.
ral ni las demas personas que intervinieren en . ..-.LEY ■LXL
la administración y cobro de bienes de difun­ D. Felipe II en Madrid á 17 de junio de 15G3. Don
tos^ no truequen el oro que hubiere en la ca­ Felipe IV en esta Recopilación.
jú para intereses ni comodidad particular su­ Que los bien es de' d ifu n to s d e la E spañola se en v ie n
ya , ni de los propios bienes , ni tomen ningu­ e n cu ero s y azúcar.
na cantidad prestada para sí mismos n¡. otra
persona, con fianzas ni sin ellas , ni en otra for­ Mandarnos que los bienes de difuntos que
ma , ni la saquen de la caja , aunque sea á tí­ hubiere en !a isla Española se envien á la casa
tulo de ganancia e’interés , 6 (como dicen) ho­ de contratación de Sevilla, como está dispues­
nesto, lucro , y los vireyes, presidentes y oido­ to, y que vengan empleados en cueros y azú­
res no consientan ni den lugar 4 lo contrario. cares á riesgo de los interesados.

LEY LV IÏI. . . LEY LX1Ï.


p. Felipe III en Ségovia á 4 de julio de 1609. Y don D. Felipe 11 en Aranjuez á 19 de abril de 1589. Don
1*elipe IV en esta Recopilación. Felipe 111 en Madrid á 23 de marzo de 1620. Don
Felipe IV allí a 26 de noviembre de 1621.
Q«e los v ir e y e s y aud ien cia s hagan c u m p lir los te s -
ea m en to s d e los d ifu n t o s , y r e m itir e l re sid u o d Q ue los bienes d e d ifu n to s recogidos e n C a rta g en a ,
1estos re in o s. no se lléven d S a n ta Fe';' y ¿os d e S a n ta M a rta se
lleven d C arta g en a
^ Los vireyes y audiencias tengan muy es-
pjal cuidado de hacer cumplir en todos sus Los bienes de difuntos que por orden de i
juez general del distrito de la audiencia del
distritos los testamentos de los difuntos que
Nuevo Reino de Granada, se recogieren en la
murieren sin herederos en. las Indias, y que
ciudad de Cartagena, han de entrar en la caja
tengan efecto las mandas y legados que se hu­ real de ella, para que derechamente yeinran à
bieren de ejecutar en ellas, y hagan que el
juez general recoja y envie el residuo á la casa estos reinos, y no se han de poder llevar a San­
de contratación para que premisas las diligen­ ta F é | y si el juez general contraviniere á es­
to pague los daños que se causaren. Y manda­
cias necesarias, se paguen los legados, y ha­
mos a í presidente y oidores que no contraven-
gan las disposiciones de los testadores , y no lo
retengan ni tomen prestado n¡ en otra forma, gan á lo susodicho, y los 4ejen en poder de las
por ningún caso. personas á cuyo cargo debieren estar, sin dar
lugar á que se retengan en todo ni en parte, v
LEY LIX . vengan en la primera ocasión. Otrosí, manda­
mos que todos los bienes de difuntos que se re­
D. Felipe IV en Madrid á 28 de maya de 1630. Don cogieren en la provincia de Sarita Marta se lle­
Felipe II año 1573.
ven cada año derechamente á nuestra caja real
Q ue en las In d ia s n o se v a lg a n d e b ie n es de d i­ de Cartagena, con los testamentos, cartascuen-
fu n to s .
tas, inventarios y almonedas, para que de allí,
Mandarnos á los vireyes y presidentes de conforme á lo ordenado, sean remitidos á h ca­
las audiencias, que sin omisión alguna hagan sa de contratación de Sevilla.

(9) Este defensor en Chile lleva un dos por cien­ LEY L X IIÏ.
to por su trabaja escluidos los bienes y caudales des­ Capítulo de Instrucción de generales de flotas da
tinados para memorias y obras pias, según cédula de 1595.
25 de junio d e 68, y en Guatemala por real dispo-
Sicion de 16 de agosto de 97 tira derechos pór arancel. Que los g e n e ra le s de g aleones y flo ta s h a g a n co b ra r
Esta ley 55 se ha mandado observar en real cé­ los bienes d e d f u n t o s luego que lleg u en d los p u e r ­
dula de 25 de junio de 68, señaladamente en la par­ to s , y que se tra ig a n con los p a p eles.
te que hace cscepciop. Luego que llegaren los generales de galeo-
524 Libro ii. Título xxxn.
nes y flotas á los puertos de nuestras Indias do d su ca rg o , en caso que e n e l v i a g e d ie re a lg ú n
requieran á las justicias y oficiales reales que ba jel a l tr a v é s , se e n tr e g u e n y tra ig a n c o n fo rm e á
e sta le y .
les envíen los bienes de difuntos, testamentos
é inventarios, y los demás papeles que les per­ Los generales de nuestras ilotas y armadas
tenezcan , y los hagan registrar en el registro pongan cobro en los bienes de los capitanes,
real, y traer á la casa de contratación, con tes­ maestres ú otras personas que en ellas fallecie­
timonio de Jas diligencias que sobre esto hubie­ ren en el viage de las Indias de ida y vuelta,
ren hecho, donde se proceda contra los gene­ inventaríen ante el escribano y recojan el oro,
rales , justicias y escribanos reales, escribanos plata, perlas y otro cualquier género de hacien­
y tenedores de bienes de difuntos, por la cul­ da nuestra, y de particulares que hubieren te­
pa que resultare de no ejecutar lo susodicho. nido à su cargo, y se entreguen de todo, con
los testamentos, escrituras, recaudos é inven­
LEY L X IV . tarios , y luego que llegaren á estos reinos den
El emperador don Carlos y el príncipe gobernador cuenta con pago á nuestros oficiales reales de
en la ordenanza 119 de la Casa. la casa de contratación; y sí el bajel se aparta­
Q ue fa lle c ie n d o a lg u n o en la m a r , e l m a e stre p o n ­ re de la armada ó flota, ó si diere al traves y
ga p o r in v e n ta r io lo s b ie n es y los tra ig a á la casa. llegare á tierra, las justicias y oficiales reales
de la parte donde aportare, hagan la misma
Los maestres de naos marchantes y sueltas, diligencia, y entreguen loque hubiere venido
y sin flota que fueren á las indias cuando falle­ á cargo de los difuntos, y todo lo demas con
ciere algún pasagero ú otra persona en la mar, los papeles, al cabo del bajel, para que en la
pongan por inventario sus bienes ante el escri­ formi susodicha, y tomando primeramente se­
bano de la nao y testigos ; y cuando volvieren guridad bastante de la persona à quien lo en­
à Sevilla los entreguen à nuestros oficiales rea­ tregaren de lo que traían á la casa, y no lo con­
les de la casa , sin diminución, pena de cien tradiciendo el que fuere dueño legítimo, se
mil maravedís, y de pagar lo que retuvieren traiga y entregue en la casa á quien lo ha de
de estos bienes, con el cuatro tanto, todo apli­ haber.
cado á nuestra cámaray fisco. Y ordenamos à
los oficiales que asi lo den por instrucción, y LEY L X V IIÍ.
que tengan cuidado de saber domo se cum­ D. Felipe lll sn Valladolid á 25 de noviembre de
ple. ( 10) 1604.
Q ue los g e n e ra le s no se va lg a n d e b ie n es d e d i ­
LEY LXV. fu n t o s .
I). Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- Ordenamos y mandamos á los generales de
lid á 2 de setiembre de 1557. nuestras armadas y flotas de la carrera de In­
Q ue los escrib a n o s d e naos den rela cio n es ju r a d a s dias que para los gastos y provisiones que se
de los (/tic cn.el.fus m u r ie r e n , como se ordena. ofrecieren en el viaje , ni otro ningún caso, no
Ordenamos que los escribanos de naos se sa valgan de las partidas dé bienes dé difuntos,
obliguen de entregar á nuestro presidente y pena de suspensión de sus oficios, en que in­
jueces oficiales de la casa, luego que lleguen á curran desde el dia de la contravención , y de
vuelta de viaje relación cierta y verdadera, ju­ que mandaremos cobrar de sus personas y bie­
rada y firmada de sus nombres, de ios que hu­ nes lo que tomaren de los de difuntos, y el pre­
bieren fallecido en sus bageles, cómo se llama­ sidente y jueces oficiales de la casa se lo hagan
ban, de dónde eran naturales, qué bienes d e­ notificar al tiempo que se presentaren en ella
jaron, y si se entregaron, é hizo cargo al maes­ con el título, y á la vuelta de él se ponga la
tre, y de la almoneda de ellos, con los testa­ notificación, para que no puedan pretender ig­
mentos é inventarios, y si algun bagel diere al norancia.
traves en puertos de las Indias, asimismo el es­ LEY LX1X.
cribano sea obligado á traerla consigo en la nao D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1639, ca­
en que viniere para este efecto, y asi se preven­ pítulo 10.
ga en las fianzas que los escribanos dieren en la Que cada a ñ o se e n v ie n d S e v illa lo s bien es d e d i­
casa ó ciudad de Cádiz ante nuestro oficial que f u n t o s , y los va ca n tes c o n sus recaudos y te sta m e n ­
to s, y ce rtifica c ió n d e que no q u edan m as.
allíi'eside.
LEY LX V I. El oidor que fuere juez de bienes de difun­
tos, y los oficiales de nuestra real hacienda»
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ han de tener cuidado cómo se lo ordenamos y
ra Valladolid á 51 de mayo de 1358.
mandamos, de enviar cada año á estos reinos
Q ue los bienes d e d ifu n to s v e n g a n á su rie sg o y
costa. toda la hacienda de Jos dichos difuntos que no
tuviere embarazo ni litigio, para que se pueda
Mandamos que cuando se enviaren á estos cumplir y ejecutar mejor su voluntad y lega­
reinos algunos bienes de difuntos vengan á su dos , y darse satisfacción à las partes, de suerte
riesgo y cosía. que se aseguren las conciencias de todos los que
LEY LX V 1I. en esto entendieren , dirigiéndola á nuestros
D. Felipe II en Madrid á 28 de marzo de 1563. Don presidente y jueces oficiales de la casa de con -
Felipe IV en esta Recopilación. tracion de Sevilla, sin llegar à ella para otra
Que los bien es de d ifu n to s y los que h u b ie re n te n i­ ninguna cosa ni efecto, remitiendo juntamen­
te con la dicha hacienda de difuntos sus testa­
(10) Coucuer. ley 57. tit. 24. lib. 9. mentos, inventarios, cartas-cuentas y demas
Del juzgado de bienes de difuntos. 323
recaudos, para que por ellos se puedan hacer j de ellas, y envíe á estos reinos cuanto estuvie-
las diligencias convenientes, y saberse los que j re líquido Y para poderse enviar, y tengan el
son sus verdaderos dueños para entregársela. mismo cuidado de no fiar las llaves de otras per­
Y también mandamos sé remitan cada año los sonas que las diputadas para su guarda y custo­
bienes vacantes que no tuvieren dueños cono­ dia: con apercibimiento que de lo contrario nos
cidos, con relación y memoria aparte, y sus tendremos por deservido, y serán condenados
cartas-cuentas en la forma rjue lo demas, y las en los daños y menoscabos que se siguieren de
unas y otras cuentas y relaciones han de venir no lo cumplir y ejecutar, y los vireyes y presi­
firmadas del oidor que fuere juez, y de nues­ dentes hagan guardar lo proveído , pidiendo á
tros oficiales y escribano de cada distrito, los los ministros a quien particularmente se come­
cuates han de certificar y dar fé que no que­ te , que les avisen de lo que fueren obrando
dan otros ningunos bienes tocantes á las car- para que con las noticias necesarias Ies obliguen
tas-cuentas que remiten en dinero, ni efec­ á la observancia y cumplimiento de todo lo dis­
tos, dentro ni fuera de la caja*, y si todavía por puesto, como lo encargamos, y que nos den con­
alguna causa quedaren algunos, lo han de refe­ tinua cuenta de su ejecución. ( 12)
rir los dichos oficiales y escribano, declarando
cuales y cuantos son. (i I) Que en las audiencias reales se señale cada se­
LEY L X X . mana un dia para ver pleitos de bienes de di­
D. Felipe IV en Madrid á 26 de marzo de 1637 , y 16 funtos,, le y 80, tit. 15 de este libro.
de abril de 1539 , cap. 18. Que tos comprendidos en visitas de cajas y deu­
Q ue los v i r e y e s , p r e s id e n te s , ju e c e s g e n e ra le s , y dores á ellas, ó bienes de difuntos, no gocen
las d em a s ju s tic ia s h a g a n c u m p lir y e jec u ta r la s l e · del privilegio m ilitar, ley 17 , tit. 11 f¡b. 3.
y e s d e e s te titu lo . Que ningún pariente, criado, ni allegado de mi­
Porque todo lo contenido eti las leyes de es­ nistro, ni juez , sea depositario de bienes de
te titulo tenga cumplido efecto, ordenamos y difuntos, ni se le cometa su cobranza ley 32
mandamos á los vireyes, presidentes, oidores y til. hb. 3. *
jueces generales de nuestras audiencias reales Sobre los bienes de difuntos en las Judias y su
de las Indias, y á todos los demas jueces y jus­ administración y cuenta en la casa de con­
ticias de ellas, que todos y cada uno en lo que tratación de Sevilla, se vea el tit, Vi lib, 9.
lé tocare tengan y pongan particular cuidado
en que haya gran recato en guardar y requerir (12) Sobre el cumplimíenlo de esta ley y anterio­
las cajas de .bienes de difuntos, y no ..permitan res que hablan de la remisión de estos caudales a Es-
ni consientan que estén ni salgan fuera de nues­ paña, debe tenerse presente, que en real cédula de
19 de jubo de 1792 se previno que los oficiales reales
tras cajas reales \ y que todos los años se saque ajusten en cantidad cierta el flete de estos caudales
y avisen al presidente jaez de arribadas y alzadas de
(11) Mandada guardar por cédula de Madrid á Cádiz para que pareciendo justo se pague, ó en caso
10 de febrero de 1/08, lít. 4, nútn. 28. de parecer escesivo dé cuenta ai consejo etc.

-f-0

TITULO TREINTA 7 TRES,


D e las inform aciones y p a receres de servicio s.

LE Y P R IM E R A . ella, el presidente y oidores den su parecer de.


El emperador D. Carlos año 1542. D. Felipe II y la terminado de la merced que mereciere, y cer­
princesa gobernadora en Valladolid á 1f de enero rado y sellado todo , sin entregarlo á la parte
de 1588. El mismo D. Felipe ordenanza 51 en Tole­ lo remitan de oficio por dos vías á nuestro con­
do á 25 de mayo de 1596. D. Felipe 111 en Olmedo á sejo de Indias, para que visto se provea io oue
9 de octubre de 1605.
convenga y sea justicia ; y si la parte q u ie r e
Que las a u d iencias r e c ib a n las in fo rm a c io n e s d e o fi­ hacer información por s i, la recíban y entre­
cio y p a r t e s , y e n las d e oficio d e n su p a r e c e r . guen, sin parecer de Ja audiencia, para los
Para que tengamos entera noticia de las efectos que hubiere lugar de derecho. ( 1)
partes y calidades de los que nos sirven^ y sean
premiados dignamente : Ordenamos y manda­
mos cjue cuando alguno viniere ó enviare ante V > So^ e í f diligencias e informaciones que
Nos a que le hagamos merced , y ocupemos en 5 « ‘3ln¡/#n 7®deben haS?rse Para obtener Jas mer
puestos de nuestro real servicio parezca en la des de títu lo s es muy digna de verse la cédula de
real audiencia del distrito, y declare lo que de noviembre de 1790, en que se espresa que en
días por falta dei examen de circunstancL nece
pretende suplicar, y la audiencia se informe, y rías hay marqueses y condes plebeyos de onVei>
con mucho secreto reciba información de oficio mentó m dinero, etc. e en
de la calidad de la persona, y hecha, al pie de br<V?'aS° la ley 63, tit. 15, lib. 3, y |a 23, tit. 3,
TOMO I. ; 1
83
326 Libro ii. Titulo xxxiii.
LEY II. LEY VI.
D. Felipe U en San Lorenzo á 28 de setiembre de D. Felipe II en Madiid á 25 de noviembre de 1561.
1587. Y en el Bosque de Segovia.á 7 de agosto de 1566.
Que no se reciba in fo rm a c ió n da oficio d e l que no
D. Felipe III en Valladolid á 24 de julio de 1600. Y
declare su p r e te n s ió n .
en Lcrtna á l.° de inayo de 1610. Ó. Felipe IV en
Madrid á 23 de marzo de 1622. Y en esta Recopi­
Si el pretendiente no declarare en la au­ lación.
diencia lo que pretende suplicarnos, no se le Q ue e l p r e s id e n te y o id o re s , citado e l f i s c a l , v e a n
reciba información de oficio. la s in fo r m a c io n e s, y d e n su p a r e c e r , y e n q u é
fo r m a .
LEY III. Ordenamos que acabadas y vistas las infor­
I) . Felipe 11 en el Bosque de Segovía á 25 de julio maciones por el oidor á quien se cometieren,
de 1565, y 7 de agosto de 1566. En Madrid a 10 de
noviembre de 15/8. Y en Badajoz á 26 de mayo de las lleve al acuerdo, y en presencia del presi­
1580. D. Felipe lü en Villalpando á 7 de febrero dente y todos los oidores, citado él fiscal y no
de 1602. de otra forma, se vean á la letra, y den siem­
Que se com etan las in fo rm a c io n e s d un o id o r d e la pre su parecer en pro ó en contra , declarando
a u d ie n c ia , y a ve rig ü e los m é rito s y d em é rito s d e la la calidad de la persoria qué pretende, y éspre-
p a rte . sando lo que supieren ó sintieren de los suge-
Cuando se hubieren de recibir informacio­ tos, en qué cosas, y cómo nos han servido ó
nes de oficio por nuestras reales audiencias, se deservido, qué merced se les ha hecho en
ponga m u j particular cuidado y diligencia en dineros, oficios, ayudas de costa, ó eirotrá for­
averiguar y saber la verdad sobre los méritos y m a, qué cantidad de renta , premio ó gratifi­
deméritos del pretendiente , y el presidente ó cación mérecen, y en qué consignación se le
el oidor tpie por su falta gobernare, nombre d podrá dar: y si fuere monasterio, hospital ú
uno de los oidores de la misma audiencia que obra pia, su necesidad , que limosnas y éu qué
por su persona baga las informaciones de oficio partes , procurando buscar algun arbitrio que
y partes, y examine los testigos, y no lo pue­ no toque en nuestra real hacienda, y sobre to­
da encomendar al escribano de camara, ni a do apuren la verdad, disponiéndola con gran­
otra ninguna persona, y el escribano dé fé de de entereza , brevedad y palabras graves y de
que los examinó el oidor personalmente, y no sustancia , sin preámbulos ni encarecimientos:
se puedan hacer estas informaciones ante otros no refieran lo que consta de las informaciones,
jueces que no sea» oidores. ni se remitan á ellas *, y si juzgaren pór con­
veniente enviar el parecer sepárado: de las in­
LEY IV. formaciones, lo puedan hacer con secreto, di­
J) . Felipe H en San Lorenzo :í 28 de setiembre de ciendo el deudo por sangre ó afinidad que el
1587. I). Felipe ltl en Madrid á 19 de diciembre de pretendiente tuviere con cualquiera de los oi­
1618. 1). Felipe IV allí á 25 de marzo de 1622. dores de aquella audiencia.
Q ue se ex a m in e n te stig o s de toda sa tisfa cc ió n , con
citación d e l f i s c a l, y se g u a rd e se cre to inviolable­ D. Felipe II en Madrid lí 7 de julio de 1571.
m e n te .
Otrosí de las informaciones y pareceres
Las informaciones de oficio lian de.ser' con quede registro, para encaso de ser necesario
citación ó intervención del fiscal de la audieu sacar alguna copia.
cía, y se han de examinar los testigos inas hon­
rados, acreditados, temerosos de sus concien
cías y de la mayor satisfacción que se pudieren D. Felipe II en San Lo venzo á 19 de octubre de 1594.
hallar, y tales personas que se sepa y entienda D. Felipe 111 en Valladolid á 24 de julio de 1600.
que por ningún respeto dejarán de decir ver­ Q ue los fisc a le s h a g a n las d ilig en cia s y p id a n lo que
c o n v e n g a , y d e n c u e n ta a l consejo.
dad, y el oidor les recibirá juramento de que
guardarán secreto, y en todo sea tan inviolable Los fiscales de las audiencias bagan por su
que ni los testigos, ni lo que depusieren, pue-, parte la diligencia necesaria, y pidan lo que
¿la venir à noticia de la parte por ningún caso. convenga, para que las informaciones y pare­
LEY V. ceres vengan con justificación, y sean premia­
dos los beneméritos} y porque suelen ser de pa*
D. Felipe II en el Bosque de Segovla ;í 7 de agosto
de 1566. Y qn La cédula de-28 de setiembre de 1587. recer contrarío, y pretenden que se escriba la
Y en 19 de octubre ele 1594. 0. Felipe 111 en Valla­ contradicion en el libro de acuerdo, si la audien­
dolid á 21 de julio de 1000. cia no diere lugar á que asi se haga , nos avi­
Q ue un oidor e scrib a e l p -ircc çr de su m ano, y el sará el fiscal eií nuestro consejo de las Indias en
p r e s id e n te , oidores y fis c a l le f ir m e n y no se e n tr e ­ carta apárte de lo que entendiere ser conve­
gue d la p a rle . niente y necesario, advirtiendo todo lo que tu­
El parecer se ha de escribir de letra de uno viere fundamento, y fuere cierto y verdade.
de los oidores, con «lia, mes y año, y le han ro, para que distribuyamos los premios confor­
de firmar el presidente y oidores y fiscal, y las me á los méritos, de quien hubiere servido.
iníormaciones, pareceres y duplicados uo se
han de entregar á las partes. LEY V III. •
B. Felipe, II en Madrid á 10 de noviembre de 1578.
Eu S.ui Lorenzo á 24 de octubre de 1590.
Q ue no se a d m ita n in fo rm a c io n e s sin o d p e rso n a s
De las informaciones y pareceres. 527
de. calidad y se rv ic ia s , y en los p a re c e re s se decla­
LEY X II.
r e s i h a poco tiem p o que. p a sa ro n d í a s In d ia s ó e je r·
d e v o ti oficios m ecánicos. El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
Los presidentes y oidores no admitan in-r dora en Madrid à 11 de enero de 1556. D. Felipe II
en Madrid á 23 de marzo de 1588. D. Felipe IV eu
formaciones de todos los que la pidieren, sino esta Recopilación.
solamente de tales personas que haya probabi Q ue lo s p re s id e n te s y o id o re s recib a n in fo rm a d o r'
lidad general de que tienen méritos, ealidad y n e s d e s e r v id o s d ios eclesiásticos , y le s"a d v ierta n
servicios porque merezcan que Ies hagamos q u e h a n d e te n e r aprobación d e su s p re la d o s,
merced, y en los pareceres declaren si ha poco
tiempo que pasaron á las indias, ó se han ejer­ ■ Mandamos á los vireyes, presidentes y oi­
dores que cuando algun eclesiástico les pidiere
citado en oficios bajos y mecánicos. que reciban información de sus calidades, méri­
LEY IX . tos y servicios, se la reciban y envíen en la mis­
ma forma que á los seculares, procurando, sa­
D. Felipe III en San Lorenzo á 17 de agosto , y en ber muy bien los méritos, letras y suficiencia
. . Ventosüia á 2 de octubre dé 16Í3. vida y costumbres de los pretendientes , y les
Q ue d los p a re c e re s a n tig u o s se a ñ a d a n los nuevos adviertan que han de tener aprobación por es­
se rvic io s. crito de sus prelados, y sin ella no se recibirán
Mandamos que si hubiere pareceres anti­ los recaudos que trajeren.
guos de padres y abuelos de los pretendientes,
se ponga y añada lo que despues hubieren acre LEY XSIL
ce uta do en méritos y ser yicios, y que en cual­ V. l e í ipe U en Í5. Lorenzo
„ r. i i ti ------------— de jumo de 1574,
quier caso vengan firmados de todos los presi­ V *?• Fel¡f,e 111 «»• Madríd á 15
dentes y oidores que se hallaren en las audien­ jubo de 1620. lease ,a ley 19, til. 6 , libro primero,
y la ley /0 ; tu. 5 , y la 2 , tit. 14 , lib. 3.
cias, guardando lo proveído, sin embargo de
que en algun caso se haya hecho lo contrario. Q ue los p re la d o s y v i r e y e s y o tro s m in is tr o s e n v ie n
e n todas ocasiones rela ció n d e las p e r so n a s eclesiás­
tic a s.
LEY X.
Porque Nos podamos mejor hacer las pre
D. Felipe 11 en Cardiga a 29 de mayo , y en S. Lo­ sentazones de prelacias, dignidades y preben,
renzo á 28 de setiembre de 1587.
das, y otros oficios y beneficios eclesiásticos-
Q ue Içs g o b ern a d o re s y Ju stic ia s no reciban i n f o r ­ ilogamos y encargamos a ios prelados diocesa-
m a cio n es d e p a r te s y y e n .lugares d is ta n te s d e la. nos y a los provinciales de las órdenes y reí i-
aud ien cia se h a gan p o r r e c e p to ria , y en las d e ofi­
cio se g u a rd e lo d isp u e sto . groñes; y mandamos á nuestros vireyes, presi­
dentes, audiencias y gobernadores ' que cada
Ordenamos y mandamos que los goberna­ uno por s i, distinta y separadamente, sin co­
dores y justicias no reciban informaciones de municarse los unos con los otros, conforme i
méritos y servicios, y remitan los pedimentos lo proveído por las leyes 19, tit. 6 y 9, tit. 7
à nuestras reales audiencias; y si se trataren de del libro primero de esta Recopilación' ha^an
hacer en provincias y lugares tan remotos y dis* lista de todas las dignidades, beneficios y doc­
tantes de ellas que las partes no puedan llevar trinas y oficios eclesiásticos que hay en su pro­
los testigos sin mucha costa y trabajo,, en estos vincia , y los que están vacos y proveídos - y
casos despachen las audiencias receptorías, para asimismo de todas las personas eclesiásticas y
que los gobernadores y corregidores reciban in­ religiosos , y de los hijos de vecinos y de espa-
formaciones de partes por sus personas, y no fióle» que estudian y quieren ser eclesiásticos,
las cometan á otras, y las envien á la audiencia, y de la bondad , letras, suficiencia y calidades
y en las informaciones de oficio se guarde lo de cada uno, espresando sus buenas partes ¿
dispuesto.
los defectos que tuvieren, y declarando para
LEY X I. . que prelacias, dignidades, beneficios ú oficios
eclesiásticos, proveídos ó vacantes, serón a pro­
D. Felipe III en Valladolid á 1 de agosto de 1600. Y posito, y estas relaciones cerradas y selladas nos
' D. Felipe IV en esta Recopilación.
Jas envíen en cada flota y en diferentes navios'
Que citándo los clérig o s p id ie ro n aprobación ..h a g a n añadiendo y quitando en las siguientes lo que
su s p rela d o s las in fo rm a c io n e s y la s re m ita n con se ­ pareciere añadir, y quitar de Jas que antes bu-
c re to . vieren enviado, de forma que ti nguna flota
Encargamos á los arzobispos y obispos que venga sin su relación, sobre lo cual álos unos y
cuando los clérigos Ies pidieren aprobación, y a los otros encargamos mucho las conciencias.
dieren informaciones de servicios, partes y ca­ LEY
lidades ante sus prelados para ser presentados á
las prebendas y dignidades, precediendo las di­ O. Felipe IV en Madrid á 20 de jimio de 1618. Y e n
ligencias necesarias, examinen por testigos de esta Recopilación.
oficio, con secreto y recato, á personas de buen Q ue los títu lo s de. eclesiá stico s se p ru e b e n p a r te s ­
Zeio y cristiandad, y no permitan que las par­ tim o n io s , y no p o r te stig o s.
tes los presenten, ni haya negociación sobre es­ Los vireyes, presidentes y audiencias no
to , y en el parecer hagan relación de todo, y den títulos ni aprobaciones á los sugetos ecle­
cerrado y sellado lo envien á nuestro consejo de siásticos que vinieren o enviaren á sus preten­
Indias, y no lo entreguen á la parte. siones de visitadores generales de obispados,
328 Libro ii. T it. xxxm.
oratorios, ohrages, conventos y obras pías, ante los alcaldes ordinarios y otras justicias,
provisores , vicarios y jueces, si no les consta­ los vireyes, presidentes y audiencias no los im ­
re por testimonios y papeles auténticos desús pidan , y las dejen hacer y usar de ellas libre­
grados, cargos y oficios , residencias y ejerci­ mente.
cio , con efecto y aprobación de sus superiores,
y no baste probarlos por testigos.
LEY X IX .
El emperador D. Carlos en Monzon á 5 de junio de
LEY X V . 1528. '
D. Felipe 111 en Madrid á 28 de marzo de 1620. Don Q ue p a ra h a c e r a sie n to s so b re d e sc u b rim ie n to t y
Felipe 1Y en esta Recopilación. Ciras cosas , p re c e d a in fo r m e d e la ju s tic ia o rd i­
Que en las re la cio n es d e su g e to s eclesiá stico s te n ­ n a ria .
gan p r im e r lu g a r los que se ocu p a n en la co n v e r­ Si algun cabildo, concejo, universidad d
sió n a e los in d io s. persona particular de cualquier condición que
Ordenamos á los vireyes, presidentes y au­ sea, viniere ó enviare ante Nos à hacer asiento
diencias que pongan siempre en primer lugar, sobre tierras descubiertas ó por descubrir u
y comiencen las relaciones que nos enviaren otras cosas , en que para bien proveer conven­
de sugetos eclesiásticos por los que se hubieren ga hacer información ó tener entera noticia de
ocupado, y lo estuvieren en la conversión de lo que se pretende: Ordenamos que en estos
Jos indios, y califiquen ácada uno conforme al y otros casos semejantes sean obligados á ma­
fruto que hubiere hecho y à su afección y cui­ nifestarlo ante la justicia ordinaria del lugar ó
dado , para que en esta conformidad sean re­ isla donde vivieren, para que informada dé su
munerados y premiados. parecer, y de otra forma no sean oidos.
LEY X V I. LEY XX.
D. Felipe 111 en el Pardo á 20 de noviembre de 1608. D. Felipe II en Poblete a 21 de abril de 1585.
Q ue no se re cib a n in fo rm a c io n e s d e m é rito s á p e d i­ Q ue p a ra fu n d a c io n e s d e m a yo ra zg o s h a g a n la s a u ­
m e n to d e relig io so s. d ie n cia s in fo rm a c io n e s y e n v ie n su s p a re c e re s.
Mandamos á los presidentes y audiencias
que no reciban informaciones de méritos y ser­ Siempre que los vecinos de las ciudades,
vicios á pedimento de religiosos de ninguna villas ó lúgarés de las Indias trataren de fundar
orden , y cuando les pareciere que asi convie­ mayorazgos y sacar faeultad nuestra para ello,
ne , las hagan de oficio y con su parecer y mu­ la audiencia del distrito reciba información de
cho secreto nos las remitan dirigidas al con­ ios hijos , bienes y haciendas que tienen , y de
ciué calidad y valor, y si de la fundación pue­
sejo.
de resultar inconveniente, y envíela à nuestro
LEY X V II. consejo con su parecer, para que visto el pe­
D. Felipe 11 en Aranjuez á 5 de juuio de 1591. dimento se provea lo que convenga. ( 2 )
Que los in fo r m e s que se p id ie re n a las aud ien cia s
sobre n egocio s de c iu d a d e s , se les e n tre g u e n c e r ­
Que los prelados envíen en todas las flotas re<
ra d o s p a ra que los en m ie n d e n . lacion de ¿as prebendas y beneficios vacos, y
Ordenamos á los vireyes y audiencias que de ios sacerdotes beneméritos y qué diligen­
cuando por Nos se les pidiere relación o pare­ cias han depreceder a la presentación, ley 19.
tit.G ,lib. 1. . ■ J *
cer sobre negocios ó cosas que tratare ópreten-
diere alguna ciudad de nuestras Indias, den á Que los prelados den á los pretendientes ecle­
la parte de la ciudad la respuesta, cerrada y se­ siásticos aprobaciones , y envíen sus parece­
llada , para que nos la pueda enviar : y si al res al consejo , y no les den licencia para ve­
virey ¿audiencia pareciere enviarnos la misma nir á estos reinos, ley 9, tit. 7, ¿ib, i.
relación ó parecer en las cartas que á Nos es­ Que en cada audiencia haya libro de los veci­
cribiere , lo podrá hacer. nos y premios, de que se envíe copia al con-
sejo, ley 164-, tit. lo de este- libro.
LEY X V III. Ningunos informes, de cualquier calidad que
4

El emperador D. Carlos y el principe gobernador sean, se entreguen en las secretarias alas


en Madrid d 17 de abril de io55, D. Felipe 11 en partes , y asi se observe inviolablemente. A u­
Odón á 17 de mayo de 1586. En San Lorenzo á 11 to 186, referido tit. 6 de este libro♦
de agosto de 1590. Y en el Pardo á 28 de octubre de
:t595. D. Felipe IV en Madrid á 6 de junio de 1631.
(2) La audiencia de Chile tiene facultad de con­
Que las c iu d a d e s, villas y vecinos p u e d a n h a c e r i n ­ ceder licencia para acensuar ó vender vínculos y ma­
fo r m a c io n e s a n te las aud ien cia s y ju s tic ia s . yorazgos por cédula dada en Madrid á 8 de julio
de 1695.
Cuando las ciudades ofrecieren informacio­ Pero sobre esta ley debe tenerse presente la cé­
nes en nuestras audiencias reales para verificar dula de 8 de setiembre de 1796, en qne refiriéndose
algunas cosas que convengan, y de que nos dan la anterior para que no se funden mayorazgos, ni
aviso, las audiencias se las reciban . y nos las por Y*a de mejora ú otro medio indirecto sin prece­
dente real licencia , se manda que estas concesiones
envíen dirigidas al consejo de Indias ; y si las en el caso de hacerse sea con iu calidad de pagar un
ciudades, villas ó vecinos las quisieren hacer 15 por ÍOd del valor de los bienes etc.
329

TITULO T E m iT A T GUATEO.
D e los v isita d o res generales y p a rtic u la r es.

LEY PRIMERA. LEY IV.


D. Felipe ÏI en S. Lorenzo á 2 de agosto de 1577. D. Felipe II alli.
D. Felipe 1Y en esta Recopilación. Yéase la ley 58, Q ue los visita d o re s d e la casa p u e d a n d e te r m in a r
til. 6 , lib. 9. las causas c o n tr a cria d o s d e m in is t r o s , sie n d o sobre
Q ue cuando c o n v in ie r e se d esp a ch e n v isita d o re s de ca n tid a d ó m a te r ia d e poca im p o rta n c ia .
la casa d e C o n trata ció n y a u d ie n cia s r e a le s , p r e ­
ced ien d o co n su lta de e l r e y . Permitimos á los de nuestro consejo de In­
dias, visitadores de la casa de contratación, que
Es nuestra voluntad y ordenamos que cuan­ si averiguaren en la visita algunos cohechos,
do pareciere conveniente à nuestro consejo .de culpas ó escesos cometidos por criados de Jos
las Indias despache jueces visitadores de la ca­ presidentes y jueces, ó por escribientes de los
sa de contratación , prior y cónsules de los car­ escribanos, siendo sobre cantidad ó materia de
gadores, y jueces del consulado de Sevilla y Cá­ poca importancia, puedan determinar difiniti-
diz y los demas ministros y oficiales: y de vamente lo que hallaren en justicia, y ejecutar
nuestras audiencias reales de las Indias, tribu­ sus autos ó sentencias en los casos que de dere­
nales mayores de cuentas, consulados de Lima cho hubiere lugar.
y Méjico, y de todos los que conforme à dere­
cho debieren ser visitados, precediendo con­ LEY V.
sulta á nuestra real persona , para que mande­ El mismo en Madrid á 7 de setiembre de 1573.
mos lo que mas. convenga à la administración
Q ue los v isita d o re s d e la casa no em b a rg u e n sueldo de
de justicia y desagravio de partes. g e n e r a l , a lm ira n te , m a e stre , p ilo to n i d e o tro s ofi­
cia les , n o re su lta n d o culpa , ó dando fianza p o r la
LEY II. que r e su lta re .
D. Felipe II allí. Porque los jueces que en virtud de nuestra
Que las ju s tic ia s d e estos re in o s d e n d lo s v isita ­ comisión toman residencia, visita y cuentas á
dores q u e f u e r e n á la casa d e S e v illa , a p o se n to y los generales y almirantes de las flotas y otros
avio y lo d em á s n ecesa rio . ministros y oficiales proveen y ordenan que no
Mandamos á todas las justicias , concejos y se pague ningún salario ni sueldo á los genera­
regidores de todas las ciudades, villas y lugares les, almirantes, capitanes, alféreces, maestres,
de estos reinos y señoríos, que cuando alguno contramaestres, pilotos y despenseros, sin li­
de los de nuestro consejo de Indias fuere ó vol- cencia, antes que conste si contra lo susodicho
viere de visitar la casa de contratación ó de otro resulta culpa porque se les deba detener su suel­
cualquier negocio que sea de nuestro real. ser­ do y salario, de que reciben mucho agravio:
vicio, le aposenten y den buena y principal Ordenamos y. mandamos que h los que hubie­
osada para su persona, y todas las demas que ren dado fianzas no se les embargue cosa algu­
ubiere menester para sus criados y gente que na, ni tampoco á los demas, si las dieren ó no
con éi fuere, que no sean mesones, y no con­ resultare contra ellos culpa por donde se les
sientan que se íes lleve dinero por esta razón: y deba embargar.
asimismo les den todos los mantenimientos y bes­ LEY VI.
tias de guia de que tuvieren necesidad por su D. Felipe III en Aranjuez á 15 de mayo de 1606.
dinero á precios justos y razonables.
Q ue los v is ita d o r e s p u e d a n en e l ca m in o ó viaje
LEY III. a n te s d e p u b lic a r la v is ita , h a c e r la s d ilig en c ia s con­
v e n ie n te s.
El mismo allí.
Ordenamos á los jueces visitadores de las
Q ue los d el co n sejo d e I n d ia s , v isita d o re s ó ja e c e s
audiencias que si en el camino ó viage antes de
en S e v illa , p o se n e n los alcdzéres.
| publicar la visita se ofreciere ocasión de recibir
Encargamos y mandamos al alcaide de nues­ alguna declaración ó deposición de testigo, ú
tros alcázares de Sevilla ó á su lugar-teniente, ; otra diligencia tocante à la visita , y entendie­
que à los de nuestro consejo de Indias, visitado­ ren que conviene hacerla luego, no la omitan
res de la casa de contratación , ó que se ocupen ni dilaten, y la hagan en la parte y lugar que
én aquella ciudad en otros cualesquier negocios mejor les pareciere, porque no resulte inconve­
de nuestro real servicio, por el tiempo que se niente de la dilación.
detuvieren , provea y ordene se les dé aposen­
to cómodamente necesario en los alcázares, con­
forme á la calidad de sus personas, en que
puedan habitar y residir.
TOMO I. 83 '
330 Libro u. Título XXXIV.
LEY VIL L E Y X I.
D. Felipe 1ÏI en Madrid a 5 de noviembre de 1609. El mismo allí. D. Felipe 111 en Madrid á 12 cíe fe-
Ove los v isita d o re s ño deben d a r 'd la s au d ien cia s Que los v ir e y e s , p re s id e n te s , y a u d ie n c ia s n o im ­
copia d é la s co m isio n es y ce’d idas.
p id a n e l uso d e las visita s n i conozcan p o r ap ela ­
Declaramos que los visitadores no deben.dar ció n , esceso n i en o tra f o r m a .
copia á las audiencias de las comisiones y cédu­ Mandamos á los vireyes, presidentes y oi­
las que llevan, y que cumplen con intimar la dores de nuestras reales audiencias que no pon­
comisión de visita sin participar las demas. gan impedimento ni embaracen à los visitado­
res por ningún caso en el uso y ejercicio de sus
LEY V IH . comisiones por via de apelación, esceso, ni otro
1). Felipe 11 en San Lorenzo á 19 de octubre de alguno, y les dejen libremente hacer, cumplir
1588.
y ejecutar nuestras comisiones, cédulas y des­
Que los visita d o re s in fo r m e n a l consejo d e las p r o ­ pachos. ( I)
vincias y ciu d a d es c o n fo rm e d e sta le y .
L E Y X II.
Luego que el visitador llegue á la provincia
visite la ciudad principal de su residencia, y D. Felipe II allí.
se informe en cuanto á las demás del estado Q ue los v isita d o re s puedan, e n tr a r e n audiencias p ú ­
que han tenido y tienen, y como nuestras jus­ blicas y a cu erd o s , c o n q u e no v o te n p le ito s n i n e ­
gocios.
ticias han usado, entendido y tratado todo lo
tocante al servicio de Dios nuestro señor, y es­ Los visitadores puedan entrar y residir en las
pecialmente qué iglesias se lian fundado, y las audiencias públicas y acuerdos que en las rea­
que conviene hacer, y en qué partes, y que les audiencias se hicieren todas las veces que
monasterios, y de qué efectos se lian fabrica­ les pareciere, y ver y entender lo que se pla­
do : y asimismo de las órdenes dadas por los tica y determina por los vireyes , presidentes,
prelados eclesiásticos en lo espiritual, buena go­ oidores y alcaldes, con qne no voten pleitos n i
bernación y ejecución de nuestra justicia , ad­ otros negocios que toquen á las audiencias.
ministración , fidelidad y paradero do nuestra
real hacienda , y si se han hecho algunos frau­ LEY XIII.
des en fundir y quin tar, ó en otra cualquier D. Felipe IV en Sevilla a 9 de marzo de 1624. Y en
forma , y los que lian sido culpados, y qué pe­ esla Recopilación.
nas se han aplicado á nuestra cámara y fisco, y Q ue los v ir e y e s y p r e s id e n te s sean visitados com o
eu qué «antidad, y quién las tiene; y habién­ p r e s id e n t e s , y p o r ¿os d em a s ca rg o s y los d e su s
dose informado y sabida la verdad de todo, nos c ria d o s y allegados se conozca e n la s re sid e n c ia s.
envíe relación particular, dirigida a! consejo de Mandamos à los visitadores de Lima y Mé­
Indias, para que vista se provea lo que parecie­ jico que visiten à los vireyes que hubieren si­
re conveniente. Y mandamos á cualesquier per­ do y fueren en cuanto presidentes y no mas,
sonas de quien el visitador entendiere ser infor­ dejando el conocimiento de ¡los cargos de vire-
mado, que vayan y parezcan ante é l , y le in­ yes y capitanes generales, y demandas públicas
formen muy particularmente de todo lo que Ies al juicio de sus residencias : y en lo que toca á
fuere preguntado ; y siendo necesario, digan y los criados y allegados no se comprendan en
depongan , so las penas que les impusiere, en las visitas porque lo están en las residencias : y
que Nos los damos por condenados. esto mismo se entienda y practique con ios de­
LEY IX . mas presidentes.
1). Felipe 11 en S. Lorenzo d 19 de octubre de ÍÓSS* LEY X IV .
l)ííe los v isita d o re s ha g a n p u b lic a r su s visita s p&r El mismo alii.
todo t i d is tr ito . Q ue to d o s los m in is tr o s y o fic ia le s p ro v eíd o s se a n
Ordenamos á los visitadores que hagan pu­ v is ita d o s , a u n q u e h a y a n e n tr a d o d s e r v ir desp u es
blicar las visitas en las ciudades, villas y luga­ d e ¡comenzada la v isita .
res sujetos á la audiencia que han de visitar, Declararnos que todas los ministros y oficia­
para que todas las personas que quisieren pare­ les de la audiencia que fuere visitada y estu­
cer à pedir justicia de los agravios que hubie­ vieren proveídos en oficios y cargos al tiempo
ren recibido de los visitados, lo puedan ha­ que comenzare la visita y llegaren á seryirlos
cer , y para esto les señalen el término compe­ despues que se esté entendiendo en ella, han
tente. de ser visitados desde que comenzaren á ser­
LE Y X. vir, hasta que se acabe la visita, aunque lle­
El mismo allí. guen à tomar la posesión despues de comen­
Que los v ir e y e s , p r e s id e n te s y g o b ern a d o res de zada.
a u d ien cia s in fo r m e n y a d vie rta n lo co n v e n ie n te d
la visita .
Los vireyes, presidentes y gobernadores de (F) Por cédula de Aranjuez de 28 de abril
audiencias que fueren visitadas, den á los visi­ de 1/65 se esplica esta ley, que procede en las visi­
tadores los informes y advertencias que para el tas secretas y rigorosas y no eu las abiertas, por lo
que el recurso á los yireyes es corriente.
efecto conviniere tener, y todo el favor y ayu­ Téngase también presente la ley 56 de este título
da que hubieren menester. y libro y su nota.
B e los visitadores generales. 351
LEY XV. LEY X IX .
D. Felipe II en Madrid á 19 de octubre de 1588. Don D. Felipe II en Madrid á 19 de octubre de 1588.
Felipe IV en Sevilla á 9 de marzo 1624. Que e l v isita d o r p u ed a n o m b ra r d las p e r so n a s q u e
Q ue no se v isite n m a s oficiales re a le s que los d e la le p a re c ie re p a r a las d ilig en c ia s d e la v i s i t a .
ciudád dond e estu v ie re la au d ien cia .
Si el visitador tuviere necesidad en la visita
El visitador no ha de visitar mas de los ofi­ de hacer algunas informaciones ó averiguacio­
ciales de nuestra real hacienda, y sus tenientes nes fuera de la ciudad donde visitare, le damos
de la ciudad donde la audiencia residiere, y no facultad y licencia para que lo pueda cometer
á los demas del distrito si no tuviere especial á la persona que le pareciere, que sea tal cual
comisión. convenga, ó enviar la que tuviere por conve­
• LEY XVI. niente, y señalarle salario, como se dispone
D. Felipe II en S. Lorenzo á 19 de octubre de 1588. por la ley 21 de este título.
D. Felipe 111 en Madrid á 12 de febrero de 1608.
D. Felipe IV alli á 28 de mayo 1625. Véase la ley 20, LEY XX.
ÚU 9 , líb. 4. D. Felipe IY en Madrid á 16 de marzo de 1655.
Q ue se e n tr e g u e n a l v is ita d o r los lib ro s d e acuerdo Que e l v is ita d o r d e audiencia p u ed a i r en p e rso n a d
y. los dem as pa p eles que h u b ie re m e n e s te r , y los las averig u a cio n es que c o n v in ie re .
p r e s id e n te s se ñ a le n u n a p a r te d e c e n te donde los re -
conozca p o r su p e rso n a .
En caso que se ofrezcan algunos negocios,
causas ó diligencias, de tal calidad que con­
Si el visitador tuviere necesidad de los li­ venga salir el visitador en persona fuera de la
bros de acuerdo-, asi de oidores como de alcal­ ciudad donde residiere, á las del distrito, lo
des, ú otros cualesquier papeles de la audien­ pueda hacer; perosi no fuere de tanta im por­
cia, tribunales, cabildos ó comunidades que hu­ cia, no salga de la ciudad de su residencia, y
biere de visitar i Mandamos á los vi reyes, pre­ cométalas á las personas que conforme á la ley
sidentes , oidores, alcaldes, y á todas las de­ antecedente se dispone,
mas personas en cuyo poder estuvieren, que se
los den y entreguen luego, para que los pueda LE Y X X I.
v er, reconocer y copiar lo necesario á la visita: D. Felipe II en San Lorenzo á 19 de octubre de 1588.
y porque conviene que los libros de acuerdo D. Felipe IV en Madrid á 2S de mayo do 1625.
se guarden con el mayor secreto que fuere po­ Q ue los a lguaciles m a y o re s y todos los dem a s e g e -
sible, el virey ó presidente señale en las casas cu te n lo que m a n d a re el v is ita d o r .
reales donde reside la audiencia una pieza de­ Los alguaeilés mayores de la audiencia y
cente, para que allí y no en otra parte los pue­ ciudad , y todos los demas hagan y cumplan lo
da el visitador ver y pasar por su persona , y que ordenare y mandare el visitador, sin escu­
sacar lo que hubiere menester; y luego que sa ni dilación, so las penas que les impusiere; y
baya acabado y sacado lo que quisiere, se vuel­ si conviniere hacer algunas diligencias fuera
van a la parte y lugar donde se guardan. de la ciudad, el visitador nombre al que le pa­
LEY X V II. reciere, y señale el salario que se le debe dar.
Y mandamos á nuestros oficiales reales que le
D. Felipe 111 e» Madrid á 20 de setiembre de 1607 paguen de gastos de justicia; y si no los hubie­
Q ue los visita d o res no vean el c u a d e rn o d e c a r ta s re , de perlas de cámara, y á falta de ellas, de
que los oidores e s c rib ie re n a l r e y to c a n te s d la v isita nuestra real hacienda : con calidad de que
cuando hubiere caudal dé gastos de justicia se
Mandamos á los visitadores de audiencias satisfaga y entere á nuestra cámara ó hacienda
que para ningún efecto de sus comisiones ni lo que hubiere suplido.
para otro alguno, pidan à las audiencias que
visitaren ql cuaderno de copias de cartas que
nos hubieren escrito ó escribieren tocantes á la D. Felipe IV en Madrid á 4 de marzo de 1627.
visita, porque nuestra voluntad es que no le Q ue en d em a n d a s p ú b lic a s y ca rg o s d e v is ita n o se
vean ni traten de verle, contra voluntad de co m ience p o r em bargo d e b ien es.
las audiencias. Mandamos que por demandas públicas y
X E Y X V III. cargos de visita no se pueda comenzar por em­
bargo de bienes.
El mismo en San Lorenzo á 26 de agosto de 1606.
Q ue e l v is ita d o r de audiencia no v i s ite la s ciu d a d es
de su d is tr ito p o r su p e rso n a . D. Felipe IV en Madrid á 5 de diciembre de 4650,
Q ue los v is ita d o r e s h a g a n ¿os ca rg o s d e lo que esta
Ordenamos á los visitadores de audiencias l e y d ecla ra .
que no visiten personalmente las provincias y
ciudades del distrito, y procuren hacerse ca­ Los visitadores saquen los cargos que resul­
taren de las visitas contra los oidores y minis­
paces por mayor del estado y cosas dignos de
reparo de cada provincia ó ciudad, con el cui­ tros comprendidos en ellas, asi del ejercicio de
sus tribunales y oficios principales, como de to­
dado é inteligencia que deben, y por esta cau­
dos los demas en que le hubieren tenido, como
sa no llagan costas ni gastos, ni envien perso­
no sea de tribunal en que entren con cédula y
nas que los hagan, ni se les dé salario alguno.
nominación de otro consejo que el de las In­
dias.'
332 Libro iï. Titulo xxxiv.
j o la v is ita d e los que se h a lla ren g ra v e m e n te cu lp a ­
LEY X X IV . dos, y no a g u a rd e n d que tocio se fe n e z c a .
I). Felipe III cu Aranjuez a 17 de abril de 1G06. Si los oidores, alcaldes, fiscales ó ministros
Que los visita d o re s no den d los v isita d o s copia d e de la audiencia ú oficiales reales se hallaren tan
dichos n i n o m b re s de te stig o s.
culpados que no convenga usar sus plazas / ofi­
Ordenamos á los visitadores que no den á cios, el visitador procure poner toda diligencia
los visitados copia de los dichos ni nombres de y cuidado en hacer las informaciones y averi­
los testigos «pie depusieron, pues demas de que guaciones, recibir los descargos, y acabar la vi­
seria de grandísimo impedimento para averi­ sita; y por lo que toca á estos ministros / ofi­
guar la verdad, resultarían otros inconvenien­ ciales, ía envíe con toda la brevedad posible al
tes. Y porque todos cesen , mandamos que los consejo, sin aguardar à que se acabe lo que
visitadores procedan en las visitas con lodo el falta, para que vista provea justicia.
secreto y recato posible.
LEY XXIX.
LEY X X V .
El mismo cu cl Escorial á 5 de jimio de 1607. El mismo allí á 28 de mayo de 1625.
Que e l v is ita d o r p u e d a e g -c a ta r las p e n a s im p u esta s
Que ¿os v isita d o re s no m a n d en sa lir d e la ciu d a d n i
d los m in istro s que tu v ie r e n s it io s , esta n cia s y m o ­
a b ste n er d e l egercicio d los v isita d o s sin causa grave.
lin o s.
Los visitadores no manden salir de la ciu­ El visitador pueda ejecutar sin embargo de
dad , ni abstenerse de! ejercicio de su oficio á apelación de oficio, y á pedimento de parte, las
ninguno de los visitados; pero si hubiere causa penas impuestas por las le/es 54 / siguientes,
de lanía gravedad, calidad y consideración que tit. 16 de este libro, á los ministros que tuvie­
de otra forma no se pueda averiguar la visita, ren sitios, estancias, molinos y otras haeien-!
precediendo bastante información, permitimos das por lo que toca al ejemplo público y des­
que lo puedan hacer. agravio de las partes.
LEY X X V I. LE Y XXX.
I). Felipe II cu S. Lorenzo ¡i 19 de octubre de 1588.
D. Felipe Ileo Madrid à 11 de febrero de 1593. Don
Que los visita d o re s su sp e n d a n d e l uso y eg e rc ieio d Carlos II ¿n esla Recopilación.
¿os m in istro s que m e re c ie re n p riv a c ió n , y d los q u e
im p id ie re n la visita . Que los v isita d o re s n o sa q u e n ca rg o s so b re m a l fa z -,
gado p o r sala.
Ordenamos á los jueces visitadores que si
Ordenamos que los visitadores no saquen
de las informaciones y autos de visita resulta­
cargos contra ios presidentes, oidores y alcal­
ren tan gravemente culpados algunos oidores, des sobre mal juzgado en los pleitos y causas
alcaldes del crimen , oficiales de nuestra real
<jpie hubieren determinado por ía sala en poca
hacienda do las ciudades de su residencia, d
o mucha cantidad, / les otorguen las apelacio­
otros cualesquicr ministros y oficiales , que de­
nes que interpusieren, sin embargo de que lle­
ban dar visita que no convenga á nuestro servi­ ven cédula para ejecutar sus condenaciones en
cio , y administración de justicia / hacienda,
cieita cantidad.
que usen sus plazas y ocupaciones, y merezcan
ser privados de ellas, habiéndoles primero da­ LE Y X X X I.
do cargos y recibido sus descargos, los suspen­ D. Felipe III en Madrid a .15 de enero de 1610.
dan del uso / ejercicio hasta que vista la visita Que los v isita d o re s re m ita n al g o b ie rn o y ju s tic ia
en nuestro consejo de Indias se provea justicia; los n egocios d e m e n o r cu a n tía y noca su b sta n cia que
y si algunos de los susodichos impidieren 6 fue­ n o p u d ie r e n acabar.
ren causa de impedir la visita, en tal caso los Mandamos á los visitadores que remitan al
podrán suspender , sin darles cargos, si asi les gobierno del vire/, ó presidente gobernador/
pareciere que conviene para la libre / recta ad­ ministros de justicia y hacienda de la provin­
ministración de justicia. cia cu/a audiencia fuere visitada, todos ios ne­
LE Y XXVII. gocios de menor euantia y poca sustancia que
D. Felipe IV en Sevilla á 9 de marzo de 1624.
fueren remotos de la visita y no se pudieren
acabar durante ella, y remitan la ejecución de
Que e l v isita d o r pu ed a m a n d a r sa lir d e l d is tr ito ó lo susodicho á la prudencia del visitador.
en via r d esto s re in o s a l v isita d o , y esto y la s u s p e n ­
sió n no se e n tie n d a con los v i r e y e s .
En caso que el visitador suspendiere al visi­ D. Felipe III en el Pardo ¡í 24 de enero de 1608.
tado del ejercicio de su plaza ú oficio por gra­ Que los v isita d o re s no cobren alcances d e c u e n ta s ,
vedad de culpas, si juzgare por conveniente / y los r e m ita n d los trib u n a le s de ellas.
necesario que no esté en el distrito, lo podrá Ni ngun visitador proceda á hacer ni cobrar
mandar salir de el ó enviar a estos reinos, / sus­ alcances de cuentas aunque sea en favor de
pender conforme á lo proveído, si le impidiere nuestra real hacienda, / remitan esto á los tri­
la visita, con que esto no sea , ni se entienda bunales de cuentas del distrito, escusaudo en
con los vire/es de nuestras Indias, aunque sean todo caso hacer costas y vejaciones á los deu­
visitados como presidentes. dores.
LE Y X X V I I I.
I). Felipe IV en Madrid á 29 de noviembre de 1623.
Q ue los v isita d o re s su b sta n cie n y re m ita n a l c o n se­
De los visitadores genérales. 555
LEY X X X III. Madrid á 27 de junio de 1629. Y en esta Recopi­
lación.
D. Felipe IV en Madrid á 16 de marzo de 1633. Q ue re sp ec to d e los ca rg o s y oficios se c u la re s n o 'g o
Q ue los v isita d o re s d en so la m e n te cu e n ta a l consejo c e n d el f u e r o los eclesid sticò s y caballeros d e la r e -
ele lo p r e c is o , se a ju ste n d su s co m isio n es y g u a rd e n . lig io n d e S a n J u a n .
ju s tic ia .
Es estilo y costumbre generalmente obser-
Encargamos á los visitadores que no escri­ vada que en el juicio de visitas de nuestras rea­
ban ni den cuenta al consejo sino de lo preciso les audiencias, y en las residencias que dan los
y necesario al cumplimiento de su obligación, eclesiásticos de las plazas y oficios en que usan
ajustándose á nuestras cédulas, comisiones y y ejercen nuestra real jurisdicción, no gozan,
despachos; y si perteneciere ó pudiere perte­ privilegio del fuero eclesiástico, asi en caso de
necer al beneficio de nuestra real hacienda, bien haberlos aceptado y ejercido cuando ya eran
y conservación de la provincia, siendo depen­ eclesiásticos, como en el de haber pasado al es­
diente de sus comisiones, puedan proveer y tado eclesiástico despues del uso y ejercicio de
disponer lo que fuere de nuestro mayor servi­ las plazas y oficios seculares : Ordenamos y
cio , guardando justicia y lo resuelto por leyes mandamos que esto se observe y practique, y
y ordenanzas. lo mismo se guarde con los caballeros de1 la re-
LEY X X X IV . ligion de S. Juan, porque respecto de sus car­
El mismo allí á 8 de abril de 1633. gos y oficios no tienen privilegio de fuero, y
Que e l v is ita d o r use d e su s co m isio n es c o n fo rm e d mucho menos en actos militares, y han cor­
d e r e c h o , y esc ti se lo s g a sto s de ¿a re a l h a cien d a . rido siempre p>or la jurisdicción real ordinaria
Para proseguir y acabar con brevedad el vi­ de nuestros ejércitos y armadas.
sitador los negocios de su cargo y hacer ios LEY X X X V III.
nombramientos de escribanos, apremiarlos á D. Felipe II en San Lorenzo á 3 de enero de 1573.
que obedezcan sus órdenes, y que procedan Para, esta ley y la siguiente se veau los títulos 6 7*
como deben, usen de sus comisiones, valién­ 8 y 9, lib. 3. .
dose en los casos que no estuvieren espresados Que los v isita d o re s d e fo r ta le z a s to m e n c u e n ta d e l
en ellas de lo dispuesto por leyes dadas para las d in e r o , a rm a s y m u n ic io n e s q u e se h u b ie re n g a s-
lado.
Indias, y estos reinos de Castilla, y es'cuse
cuanto sea posible hacer costa á nuestra real Los visitadores de fuertes, castillos y pre­
hacienda. sidios de las Indias tomen cuentas del dinero
bastimentos, armas, municiones , herramien­
LEY XXXV. tas y otras cosas que se hubieren dado y lleva­
D. Felipe III en el Escorial _á 5 de junio dé 1607. do de estos reinos y otras partes y lugares de
Que el té r m in o de los se se n ta d ia s p a r a las d em a n d a s las Indias para su dotación , obras y sustento
p ú b lic a s no se p r o r o g u e , y s i p e n d ie r e n a n te o tr o s
ju e c e s , haga e l v isita d o r ju s tic ia .
á los oficiales reales y á otras cualesquier perso-
nas qtie los han tenidaá su. cargo, y cu cuyo
Ordenamos que los sesenta dias para de­ poder hubieren entrado desdeias últimas cuen-
mandas públicas corran y se cuenten desde el tas hasta el día que las comenzaren : y asimis-
dia que se notificaren à Jas partes, y que no se
mo á los mayordomos ó tenedores de bastí*
dé prorogacion de mas término: y si en las de­ mentos, armas, artillería, pólvora, municio­
mandas que hubiere pendientes en las audien­
cias ú otros juzgados se hicieren algunos pedi­ nes herramientas, materiales, esclavos y todo
Jo demas que se hubiere enviado ó comprado
mentos ante el visitador por las partes intere, para la defensa y fortificación . y averigüen si
sadas, haga el visitador justicia.
se han gastadoo consumido en efectos necesa­
LEY X X X V I. rios á nuestro realservicio, conforme á las ór­
D. Felipe 11 cu San Lorenzo a 19 de octubre dé
denes dadas y lo que de esto hay en ser, guar­
1588. dando en todo sus comisiones. &
Q ue los v isita d o re s re cu sa d o s se a co m p á ñ en p a r a LEY X X X IX .
las d em a n d a s p ú b lic a s , y no p a r a las v is ita s . D. Felipe II en el Pardo á 18 de febrero de 1573,
Mandamos que siendo recusados los visita­ Q uedos v isita d o re s de ca stillo s y fo r ta le z a s v is ite n
dores se acompañen solamente para los pleitos a los m in is tr o s m ilita re s, y v e a n y a v e rig ü e n s i t i e ­
n e n las p re v e n c io n e s c o n v en ien te s.
y demandas públicas; y e n cuanto á la visita
procedan solos conforme à su comisión y no se Ordenamos y mandamos «á los visitadores
acompañen. ( 2) que por IVos fueren nombraron para visitar los
fuertes y castillos de las indias , que vean y
LEY' X X X V II. averigüen si tienen las prevenciones de <>ente,
IX Felipe III en Lisboa á 10 de agosto de 1619. Y en armas , artilleria y municiones para defende/,
Madrid-á 25 de diciembre de 1620. D. Felipe IV en «e y ofenderá ios enemigos, y qué cantidad de
bastimentos ha habido y hay en ellos, y si han
(2) Sobre esta ley 36 debe tenerse presente, que faltado en algun tiempo y cuánto, y p orqué
por real cédula de 13 de setiembre de 1680 se concede causa , y en qué casos y cosas han escedido los
iacultad á los vireyes y presidentes para que cuando gobernadores , como capitanes generales y sus
las paites recusen a ios visitadores generales dparti­
culares puedan nombrar acompañados, con cuya tenientes y oficiales, alcaides, capitanes v sol-
asistencia se substancien y determinen las causas de ,d ados, y si lian hecho alguuos agravios y sinra­
los visitados. Véase la nota de la ley 11 de este títu­ zones á algunas personas, y cuáles han sido, y
lo y libio. en qué recibieron daño ó perjuicio. *
TOMO I. 84
554 Libro ii. Tít. xxxiv.
LEY XL. b re, como se contiene en la ley 41 de este tí­
tulo respecto de las demas visitas. Y ordena­
D. Felipe lí en Madrid ú 20 de octubre de 1578.
mos al virey, presidente , gobernador y oido­
Que los v isita d o re s d e T ie r r a F ir m e p ro c e d a n so b re
las licencias que se h u b ie r e n dado p a ra p a s a r a l
res de la dicha audiencia, que no conozcan por
P erú. via de apelación, esceso ni en otra forma de lo
Mandamos á los jueces que por Nos fueren tocante à la residencia y comisión y que el vi-
proveídos para visitar la real audiencia de Pa­ rey no se introduzga en ella con pretesto ó co ­
namá que procuren saber y averiguar si los lor de la jurisdicción que tiene para conocer
ir ivotivamente de todas las causas que tocan á
presidentes y oidores lian dado licencia á algu­
nas personas pata pasará las provincias del Pe­
Í a gente de guerra de aquellas provincias, co­
rú ú á otras de las ludias sin nuestra licencia3 mo su capitán general, que Nos desde luego,
ó han permitido que pasen por otra via , y de siendo necesario , la derogamos para en cuan­
lo que resultare les hagan cargo conforme à sus to á esto toca, y le damos por inhibido de su
conocimiento, y que dé al oidor el favor y ayu­
comisiones. da que de nuestra parte le pidiere y hubiere
LEY X LL menester.
D. Felipe 11 en el Escorial a' 28 de junio de 1565. LEY X L IV . ’
Q ue con las visita s y re sid e n c ia s se en v ie n m e m o ria ­
le s cíe co m p ro b a cio n es. D. Felipe IV en Madrid á 28 de mayo de 1625
Q ue los v isita d o re s p u ed a n o cupar las casas que les
Todos los visitadores y jueces de residencia p a re c ie se p a r a su s p e r so n a s y fa m ilia s.
tengan por instrucción que juntamente con los
procesos de ellas envien a nuestro consejo re­ Permitimos que los visitadores de nuestras
reales audiencias puedan ocupar en las ciudades
lación particular , firmada de su mano, y sig­
nada del escribano de la causa , en que digan y donde hicieren la visita las casas que tuvieren
declaren con particularidad que cargos han le- por mas á propósito para su vivienda y ejerci­
resultado de la visita o residencia, y los testi­ cio de la comisión y asimismo puedan tomar
gos que depusieron en cada uno, y escrituras de lasque hubieren menester, para que sus cria­
su comprobación , y á cuántas hojas y números dos vivan con comodidad y no en los mesones:
esta», para que mas breve y fácilmente se pue­ con calidad de que paguen el justo precio, y
dan prevenir y despachar, pena de que si asi no despojen á los dueños si las quisieren habi -
no lo hicieren mandaremos proveer justicia tar. Y mandamos á los presidentes y oidores, y
á las justicias de las ciudades , que no les pon­
contra los jueces. gan impedimento, y bagan dár todos los man­
LEY X LIL tenimientos necesarios para sus personas y fa­
D. Felipe II en S. Lorenzo á 19 de octubre de 1588. milia á precios justos y moderados.
Que los g a sto s d e las v is ita s se p a g u en d e los d e Ju s­
tic ia ó p e n a s de cám ara.
LEY X L V . '
D. Felipe 111 en Madrid á 5 de abril de 4620. Véase
Ordenamos que lodos los gastos que se hi­ la ley 2ó , tit- i.° , lib. 7 cou las que allí yan no­
cieren en las visitas de audiencias y negocios tadas.
de ellas se paguen de gastos de justicia, y en Que los v is ita d o r e s Jueces d e g ra n a g u a rd e n e sta
su defecto de penas de cámara j y si no ios hu­ l e y , y se p r o c u r e n esc u sa r e sto s oficios y e l d e su s
biere , de nuestra real hacienda, con que ha­ escribanos.
biendo gastos de justicia, se reintegre de ellos Mandamos que los visitadores jueces de gra­
á la real hacienda. na en las visitas que hicieren no puedan vender
LEY X L IIL ni com prar, ni hacer otros contrates con los
indios sobre los frutos de sus cosechas ni otros
D. Felipe 111 en Lisboa á 24 de agosto de 1619. ningunos, aunque representen que es conve­
Q ue e l o idor m as a n tig u o de L im a v i s ite la a rm ada niencia y utilidad de los indios, y losvireyesde
d e l Callao de vu e lta de viage, y r e m ita la v is ita ai
consejo. la Nueva España procuren escusar estos jue­
ces y escribanos, y lo encarguen á los corregi­
Mandamos que el oidor mas antiguo de dores , alcaldes mayores y otras personas que
nuestra real audiencia de Lima tome residencia tengan ministerios públicos, los cuales despa­
en juicio secreto de visita cerrada á los genera­ chen cou los escribanos ordinarios de los jueces
les , almirantes , capitanes, ministros y oficia­ á quien se encargare *, y si en algun caso fuere
les de la armada del mar del Súr, luego que de inescusable nombrar juez ó escribano , no se les
vuelta de viage llegare al puertodel Callao den­ pague el salario si no presentare primero para
tro del mas breve termino que fuere posible, cada paga , ante el virey, testimonio de haber
en la forma que se practica y guarda con los hedióla visita, con relación de lo que de ella
ministros perpetuos, y procure averiguar to­
resulta, para qne conste del beuelieio, aumen­
dos los eseesos que hubieren cometido en el to y estado de la grana.
ejercicio de sus plazas y oficios ; y hechas las
averiguaciones , y dado los cargos , admita sus LEY XLYL
descargos -, y dejando un traslado signado del El emperador D. Carlos y la reina de bohemia go­
escribano ante quien pasare en el archivo de la bernadora en Valladolid á 28 de febrero de 1551.
audiencia, envíe á nuestro consejo de ludias los ju e c e s no m b ra d o s p a ra re ta sa r los trib u to s
los originales cerrados y sellados en pública n o lleven salario, b a s tim e n to s , d ere c h o s d e e s c r itu ­
ra s y m a n d a m ie n to s á co sta d e los indios.
forma ^ y en manera que haga fé juntamente
con su pareccr , y relación firmada de su nom­ Porque los indios no x'.eciban molestia de
De los visitadores generales. 355
que se nombren jueces para reconocer y tasar enviar otro escribano fuera del lugar donde re ­
sus tributos asi en los salarios como en las cos­ sidiere el visitador , que en tal caso se le ha de
tas de mandamientos y gastos de bastimentos pagar su ocupación y derechos por los visitados,
que les causan , hemos cometido este cuidadp à y asi se esprese por cláusula particular en las
los oidores visitadores de la tierra. Y porque comisiones que se despacharen por nuestro con­
podria suceder que las audiencias tuviesen por sejo , y las que despacharen los vi reyes y presi­
conveniente y necesario nombrar otra persona dentes de las audiencias de las Indias, confor­
que hiciese las retasas á pedimento de nuestros me á las facultades que de Nos tienen.
fiscales ó de los indios, según se sintiesen agra­
viados, ordenamos y mandamos que el salario, Que tío se cumpla cédula, ni despacho de otro
escrituras y mandamientos que se dieren en fa­ consejo, (pie no fu e re pasado por el de In ­
vor de los indios, no sean en ningún tiempo á dias , y lo mismo se ejecute con los despa­
su costa , y, qne se paguen de vacaciones de cor­ chos de los visitadores de las órdenes milita­
regimientos ó alcaldías mayores, ó de otros res: y en cuanto d provisiones para informa­
efectos , y que los jueces paguen los bastimen­ ciones , no se haga novedad por ahora, ley
tos que hubieren menester. 3 9 , tit. 1 , de este libro.
Que donde no cesaren los agravios hechos d in­
LEY X L V II. dios , se avise, para que vara visitador. ley
D. Felipe IV por auto acordado del consejo , en Ma­ 2 2 , tit. 10 , lib. 6.
drid á 27 de marzo de 1627. Allí á 3 de abril del di­ Véase el acuerdo 9 , referido tit» 2 , de este
cho año.
libro.
Que los escrib a n o s de visita s no lleven m a s d e re c h o s
q u e el salario. S . M . por decreto de 12 de muyo de 1651 ,fu e
servido de resolver, á consulta de una junta
Mandamos que los escribanos ante quien
pasaren las visitas, que por nuestra orden y co- formada de ¿os consejos de Indias y órdenes¡
misión han de dar las audiencias reales y las de­ que las visitas de caballeros de las órdenes,
mas comunidades y personas comprendidas en se remitan á los vireyes de las Indias, para
ellas, y asimismo sus oficiales no puedan lle­ que ¿as puedan hacer de cinco en cinco años,
var ni lleven derechos h los visitados ni depen­ y subdelegarlas en caballeros profesos , con
dientes de las visitas, ni los cobren de nues­ sus religiosos., si los hubiere , 6 sin ellos; y
tra real hacienda por los cargos, descargos, au­ sí el virey no fuere caballero de orden, sea
tos y escrituras que ante ellos pasaren, como obligado precisamente á subdelegar en caba­
escribanos de visitas, y solamente lleven el sa­ llero p r o f ’.so, con religioso profeso , si le
lario que les fuere señalado, no escediendo de hubiere, y en esta conformidad, se den por
dos mil maravedís, ni el visitador lo consienta parte del consejo de Indias los despachos pa­
si no fuere necesario para hacer los descargos ra su ejecución y cumplimiento. Anto 162.

F IN D EL TOMO PRIM ERO.

You might also like