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Música tradicional o folclórica

 Docentes | Educación Artística | Nivel Secundario | NS - Cuarto Grado | NS - Primer


Grado | NS - Segundo Grado

La música tradicional refleja la identidad de un pueblo determinado. En esta publicación


aprenderás sobre la música tradicional en general y en especial de la música dominicana
tradicional.

La música tradicional es aquella que se transmite de generación en generación de


manera oral. Hoy en día también de manera académica. A partir del siglo XIX los
académicos comenzaron a interesarse por la música folclórica por el inmenso valor que
tiene para conocer los aspectos antropológicos y sociológicos de un pueblo determinado.
Es importante que los/as docentes exhorten a sus estudiantes a no confundir la música
folclórica con la popular, puesto que ésta última está relacionada a los sonidos modernos
y urbanos, no transmitida de manera oral como la música tradicional.

Le sugerimos a los/as docentes que exhorten a sus estudiantes a investigar sobre las
características principales de la música tradicional, y que particularmente escojan un tipo
de música tradicional de su lugar de origen y realicen una exposición en torno a ella.

Características de la música tradicional


 Creaciones anónimas, no tienen un autor específico, puesto que va de generación en
generación sin una autoría específica.
 Es aceptada de forma general por la comunidad: No representa a quien la crea, sino
a todos los valores de la comunidad.
 Función social determinada: Se usa para acompañar ciertas tareas, como labores del
campo, juegos, trabajo rural, etc.
 Se transmite oralmente: Los músicos la aprenden imitándola de otros.
Música folclórica dominicana
Autor: Rafael Solano
República Dominicana cuenta dentro de
su música tradicional con una gran variedad y riqueza a nivel rítmico, armónico e
instrumental. Instrumentos como la güira, la tambora y el acordeón son elementos
esenciales dentro de la música folklórica dominicana. Algunos de los géneros más
reconocidos son: la bachata, el son y el merengue, los cuales sin lugar a dudas
representan un lugar muy importante dentro de la identidad nacional de todo dominicano.

Instrumentos y géneros

Güira, tambora y acordeón constituyen los instrumentos musicales que definen el llamado
“perico ripiao” o “conjunto típico”. Acerca del origen de la güira existen posiciones
encontradas. Para algunos investigadores era usada por los aborígenes bajo el nombre
de guajey. Otros sostienen que es de creación dominicana o puertorriqueña.

Inicialmente se usaba la güira de bangaña o calabaza, pero en la actualidad se prefiere la


de metal, conocida con el nombre de guayo.

Del África nos llega la tambora, instrumento clave en la estructura rítmica del baile
nacional. La criolla se construía especialmente en la Línea Noroeste donde usaban un
tronco de árbol ahuecado montándose los parches sobre aros atados con un cordón de
pita. Sobre estos parches se colocaba un cuero de chivo de un lado y de chiva del otro,
que es la parte que se toca con madero.

Esta bipolaridad sexual cobra vigencia en la cadencia rítmica del merengue: Mientras la
palma de una mano golpea su respectivo parche sirviendo a la vez de apagador, la otra
percute con delgado madero. Un tercer sonido, seco, lo provoca el impacto del bolillo
sobre el aro del bejuco.
Como en otras manifestaciones de la cultura dominicana la música popular se ha visto
enriquecida con la importación de instrumentos musicales foráneos. Tal es el caso del
acordeón, que llega al país a fines del siglo XIX, entrando directamente a los campos del
Cibao, región que sostenía un activo intercambio comercial con Europa, pero de manera
especial con Alemania.

Dentro de las mercancías importadas de Europa llega el acordeón de Austria


incorporándose a los campos cibaeños cuando ya estaba de moda el merengue, que
hasta entonces basaba su melodía en los instrumentos de cuerda españoles: guitarra,
tres, cuatro y triple.

Estas cuerdas casi no se dejaban escuchar por el sonido de la tambora y la güira, siendo
el acordeón la solución, desplazando rápidamente a las primeras para hacer trío con las
segundas. Posteriormente el trío se amplía con la “marimba”, rudimentaria sustituta del
contrabajo, y luego con el saxofón.

Bachata

También conocida como género del amargue, este ritmo surge con la espontaneidad
popular siendo los intérpretes del barrio. Nace como un bolero de cuerdas siendo
considerado José Manuel Calderón por algunos investigadores como el iniciador de este
género en los años 60 del pasado siglo. Posteriormente los cantantes Rafael Encarnación
y Luis Segura la popularizan calando en el gusto popular.

Desde los años 80 Luis Vargas se destaca como cantante aportándole una armonía
diferente a la que originalmente posee la bachata en sus orígenes. Posteriormente con
Anthony Santos le es incorporado un nuevo lenguaje en el empleo de la guitarra y la
percusión. La bachata nueva comienza en Montecristi, en las Matas de Santa Cruz.

Dentro de la diversidad de ritmos dominicanos la posición de la bachata con respecto al


merengue ha generado discusión entre los expertos respecto al futuro y expansión de
ambos géneros musicales, siendo tema de debate el lugar que ocupan estas expresiones
musicales en el mercado, a fin de lograr posiciones privilegiadas en el gusto popular.

Son
Durante muchos años se ha discutido la posibilidad del origen dominicano del son y si
éste puede considerarse un ritmo nacional. Este género musical aparece entre los años
1870 y 1890 alrededor de las ciudades de Montecristi y Puerto Plata. Existe la teoría de
que el son es un híbrido entre elementos hispanos y africanos que parece haberse
derivado del bolero, o es una forma nativa de tocar bolero rítmico o bolero con jaleo que
se mantuvo hasta los años veinte del siglo pasado.

Con el tiempo, la forma de tocar este ritmo se llamó bolero-son, y la tradición le asigna su
creación a Miguel Matamoros. Por lo regular se habla de Lágrimas Negras como la
primera composición musical con esta variante, siendo esta composición realizada en los
años treinta.
En 1925 graba sones el Sexteto Habanero por primera vez. Para esta época en el Cibao,
y en especial en la provincia de Santiago en República Dominicana, ya existían grupos
similares durante esta década y las posteriores. Desde entonces la influencia cubana a
través de la grabación y difusión de su música sobrepasa los límites geográficos,
culminando entre 1930 y 1950 con la propagación del son cubano en la República
Dominicana.

Para algunos investigadores lo que hoy se conoce como bachata fina, no es más que el
son al estilo de principios del siglo XX.

Los Atabales
Son el género de la música dominicana que mejor representa la tradición rítmica africana.
A su vez ofrecen como contrapartida de sus múltiples ritmos la melodía y la temática
hablada de origen europeo. También llamados Palos de Vela, proliferan en República
Dominicana más de cincuenta modalidades de los mismos en todas las regiones.

En su forma pura representan una música ceremonial traída por los negros esclavos
directamente del África donde predominan las influencias del Congo, Angola y Camerún.

El Pambiche

Para varios autores el “merengue apambichao” o pambiche tuvo su origen en Puerto Plata
hacia 1917.

Se dice que es un tipo de merengue desarrollado durante la primera ocupación militar


norteamericana, entre los años 1916 y 1924, como una imitación a los frustrados intentos
de los estadounidenses por no poder bailar de forma correcta en las fiestas a las cuales
asistían frecuentemente, creando los dominicanos un paso de baile llamado merengue
yanqui, acompañado de un nuevo ritmo de tambora y una canción con letras sobre una
fábrica de Palm Beach.

En referencia a la ciudad de La Florida surge el nombre de llamar al ritmo Pambiche,


derivado de la pronunciación de “Palm Beach”, como forma de liberar la humillación
política sufrida por los dominicanos ante la ocupación extranjera.

La Tumba

De procedente africana, fue el baile nacional dominicano hasta mediados del siglo XIX,
alcanzando difusión y popularidad en toda su geografía hasta concentrarse en los campos
de Jarabacoa, en la provincia de La Vega, y desaparecer finalmente.

Su complicada coreografía semejaba a los bailes cortesanos del siglo XVIII, donde las
parejas hacían reverencias y cambios. Se bailaba formando cuatro filas de dos parejas
cada una, colocándose en filas paralelas mujeres y hombres que posteriormente se
dividen en pequeños cuadros mixtos de cuatro personas que, con una serie de
reverencias y cambios de lugar, ejecutaban catorce figuras distintas, siendo en todo
momento el paso de la mujer y el hombre distintos.
El Merengue

Los estudiosos estiman que el merengue primitivo surgió alrededor del año 1850, siendo
aceptado desde sus inicios por una parte de la población mientras otra lo rechaza.
Inicialmente nace coexistiendo con la tumba, desplazando esta última hacia 1860.

La posible predisposición ante este nuevo baile sea debida a que las parejas, que
anteriormente danzaban separadas, se procedieron a “abrazar”, sumado al aumento del
movimiento de las caderas y a la cercanía de los danzantes.

Al principio los instrumentos de cuerda, como la guitarra, son los que se emplean en su
entonación. Posteriormente se le adiciona el piano, la güira, y la tambora. En 1870 la
llegada del acordeón y su incorporación al merengue sustituyendo los instrumentos de
cuerda.

La Sarandunga
El baile de la sarandunga para los miembros de la cofradía de Baní, en la provincia
Peravia, es una manifestación de devoción religiosa a San Juan Bautista. Es por amor y
temor a este santo que año tras año organizan su fiesta. La sarandunga o fiesta de la
sarandunga es el motivo festivo.

Son considerados variantes genéricas de este baile tres ritmos, dos bailables y uno no
bailable. Los bailables se denominan “La Jacana” (ritmo vivo) y el “Morano” que es un
cantar que corresponde exclusivamente al altar a modo de salves de velaciones.

Chenche Matriculado

Es un baile suelto de pasos largos. Se bailó mucho a principios del siglo XIX. A mediados
del siglo XX se bailaba en algunos lugares de la provincia Santiago.

El Carabiné

Es un baile elegante, de figuras con marcha y contramarcha, balance, medias vueltas,


ronda y gran ronda. Son seis parejas las indispensables para que el baile posea
combinación de figuras.

La Mangulina

A mediados del siglo XX predomina en el sur de la república. Tiene vueltas rápidas como
el vals pero con mayor movimiento y variedad ya que a las vueltas siguen los pasos al
frente y hacia detrás.

El Zapateo

Bailado por una sola pareja, se desarrolla mayormente en la provincia de El Seibo al igual
que en el Cibao. Sus variantes toman distintos nombres: sarambo, callao, guarapo
cibaeño.
La Yuca

Este baile se origina en el afán de imitar la faena de guayar la yuca para hacer el casabe,
dando la idea de que las parejas se van pasando alguna cosa de mano en mano mientras
un solista canta y el coro responde. Según avanza el baile aumenta el ritmo de la música
y la vivacidad de los movimientos. Está presente en las regiones del Cibao.

El Carabiné

Su origen se remonta al siglo XVIII. El carabiné es un ritmo folclórico de la Hispaniola. Se


interpreta con tambora, pandero y acordeón. Es considerado por algunos expertos como
antecedente del merengue

Fuentes:

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