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Universidad Latinoamericana y del Caribe

Coordinación de Estudios de Postgrado


Especialización en Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.

Materia: REÓRICA Y ARGUMENTACIÓN EN EL DISCURSO


JURÍDICO.

Tema: LA ARGUMENTACIÓN RETÓRICA Y EL SENTIDO


EPISTEMOLOGICO DEL DISCURSO JURÍDICO.

Facilitadora: Elaborado por:

Dra. Mariela Díaz F . Jesús A. López. C.I. 5.692.326.

Cumaná, miércoles 6/02/19.


LA ARGUMENTACIÓN RETÓRICA Y EL SENTIDO EPISTEMOLÓGICO DEL
DISCURSO JURÍDICO.

La argumentación es la exposición o discurso, en forma oral o escrita,


mediante la cual se exponen los motivos y las premisas que sostienen el punto
de vista o la tesis del tema o asunto tratado. Es la exposición de las ideas
mediante un razonamiento lógico.

La argumentación retórica tiene por finalidad llamar la atención y


conseguir la adhesión del auditorio; lo primero lo consigue la elocución y lo
segundo la invención y disposición, que son las encargadas de elaborar tesis y
presentarlas.

La retórica es una disciplina que proporciona las herramientas y


técnicas para expresarse de la mejor manera posible, de modo que tanto el
lenguaje como el discurso sean los suficientemente eficaces para deleitar,
persuadir o conmover al público.

La retórica jurídica es una técnica de argumentación y un modo de


construir la verdad. El discurso del lenguaje legal es una construcción en
permanente desarrollo, oponiéndose a la idea del lenguaje como algo dado.

El discurso Jurídico es una secuencia coherente de oraciones con


basamentos legales. La coherencia íntegra se define por los temas o tópicos
que se expresan.

Un discurso es un procedimiento para probar y fundamentar


enunciados valorativos por medio de argumentos.

Como epistemología se denomina la disciplina cuyo objeto de estudio


es la naturaleza, el origen y la validez del conocimiento científico, siendo una
rama de la filosofía.

La epistemología jurídica examina los factores que determinan el


origen del derecho, siendo un área que está vinculada a la reflexión y tiene
como uno de sus objetivos la comprensión de las formas de entender el
concepto de la Ley (derecho).

Dentro de este orden de ideas, se entiende que Filosofía del Derecho es


toda aproximación al hecho jurídico, el acercamiento a un fenómeno que ha
acompañado a la humanidad desde su aparición, puesto que la ley y el derecho
constituyen una constante histórica que ha incidido de una manera general y
firme en las personas.

El proceso de construcción del sentido del enunciado normativo se


realiza en lo que se denomina las tres dimensiones (espacios) constitutivas de
todo enunciado jurídico, a saber: la dimensión lingüística, la dimensión
epistemológica y la dimensión ética. Estas tres dimensiones constitutivas del
enunciado normativo son espacios formales que no tienen un sentido dado de
antemano al presentarse ante el intérprete, aunque la pretensión del legislador
es expresar una idea determinada de esos espacios en la redacción de la ley.

Es el intérprete con sus intereses procesales el que construye el sentido


del enunciado, por cuanto, estos espacios son estructura para la construcción
del lenguaje sobre la lengua, son la construcción del discurso jurídico por
excelencia. Este enunciado legal es una condición que se hace posible por
medio de una acción denominada argumentar, mediante la cual se construye el
sentido del enunciado legal.

Argumentando otra concepción epistémica, se modifica y por lo tanto, se


crea otro sentido normativo. Sin embargo, construir el sentido legal de la ley no
significa que esté imaginando de manera delirante sobre la ley, ni significa, por
el contrario, que no está haciendo interpretaciones literales basadas en las
palabras de ley, porque debe decirse que es la elección de significados
reconocidos por las partes del juicio como comunes, inherentes o propios del
vocablo a lo que debemos llamar interpretación textual, transformando así lo
que es una elección de sentido procesalmente prejuiciosa y subjetiva de los
significados del vocablo de la ley como algo estricto.
La interpretación estricta de la textualidad de la ley no es opuesto a
construcción retórica del sentido de la ley, dado que construir un discurso
argumentativo en el juicio que sea persuasivo, que demuestre que el sentido
construido por uno de los abogados o el juez es el significado común de la
norma legal, es el considerado textual, inherente en esa coyuntura histórica
determinada y que la construcción del sentido que realiza el abogado o el juez
de la ley aplicable al caso concreto es, en realidad, la aplicación precisa de la
ley.

El discurso jurídico que busca la adhesión del juez se construye desde


tres funciones retóricas por excelencia: el convencer, el persuadir y el seducir;
para expresar en la sentencia que pronuncie el juez las peticiones del
demandante o demandado.

Convencer a alguien de que haga/no lo realice algo.

Persuadir. Convencer o inducir con razones a una persona a que crea o


realice una cosa,

Seducir. Conseguir mediante engaños o halagos que una persona crea


una cosa. La sedujo para que participara en el atraco.

Entonces, la argumentación retórica y el sentido epistemológico del


discurso jurídico es la forma, manera, carácter, talante, representación de como
el abogado litigante aboga por alcanzar el objetivo, critica y analiza el asunto o
caso en discusión o litigación.

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