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Miradas De La Aldea

Tlamatkitisitl: La Que Trae La Vida


Para tener en cuenta acerca de cómo se constituye el nacimiento, el aliviar y
atender las enfermedades, es preciso tomar el significado del proceso de salud-
enfermedad como una principal meta para las profesiones de las parteras,
tomando en consideración sus métodos a emplear sobre la medicina tradicional.
El proceso salud-enfermedad encuentra su expresión concreta en la salud de la
sociedad o en el estado de salud de la población y en la salud del hombre como
persona.
Llamamos salud de la sociedad, a la salud de la población, condicionada por la
influencia compleja de factores sociales, biológicos y la naturaleza del medio.
La salud y la enfermedad se puede expresar de acuerdo con criterios de
evaluación dialécticamente interrelacionados. Como sinónimo de estado normal o
anormal del organismo completa la estructura y funcionamiento de los tejidos,
órganos y síntomas.
La salud como se sabe de ha modificado a lo largo del tiempo, como referencia
esta la Organización Mundial de la Salud (OMS) y proporciona el concepto de
salud “como un estado de completo bienestar físico y mental, y no solo como la
ausencia de afecciones o enfermedades”. (OMS. 1998).
En las conductas de la salud, la influencia cultural que las personas o grupos
recibimos es algo muy importante en este estilo de vida. (Barrón, Gabriela. 2008).
La cultura con sus valores y costumbres determinan de forma explícita o
implícitamente valores para determinar aspectos de salud y enfermedad, lo que en
un primer momento puede parecer una enfermedad, luego puede implicar
aspectos de salud para el mismo paciente.
La enfermedad es el cambio en el estado por síntomas y signos de salud en todo
un organismo o de una parte del mismo de tal forma que no se puede llevar a
cabo su función normal. (Navarro, E. 1984). También es la condición psicológica
del organismo, es una entidad que existe por sí misma y siempre va a estar
acompañada de comportamiento psicológico.
El principal objetivo que destaca a la salud y a la enfermedad es por las parteras
para analizar las distintas conductas que emplean cada uno de ellas, es decir, el
método de aplicación para cada caso en particular.
La medicina tradicional es empleada como una forma de tratamiento muy utilizada
por la sociedad ya que pueden ayudar a la gente a sanar sus males y
enfermedades de una manera menos complicada y con menos efectos colaterales
que un medicamento alópata, dentro de la medicina tradicional encontramos a los
curanderos, hierberos, chamanes, hueseros y rezanderos que son aquellos que
tienen como objetivo principal sanar cualquier enfermedad.
La medicina tradicional manifiesta la utilización para tratar o prevenir dolencias,
enfermedades crónicas y para mejorar la calidad de vida. (Vides, A. 2013)
También se ha utilizado para tratar o cuidar pacientes con enfermedades
potencialmente graves, un ejemplo de ellos es la fiebre alta.
En esta parte las comadronas realizan cierto tipo de curaciones en donde se
impulsa esperanza para quienes acuden a ella en situaciones desesperadas de
salud y enfermedad, principalmente.
El curanderismo es la manifestación más importante y universal de la
etnomedicina o medicina popular, cuyo estudio constituye una rama de la
antropología de la medicina, la cual se ocupa igualmente de la epidemiología, la
biomedicina científica, la relación entre biología y cultura en la enfermedad, y los
sistemas sanitarios y su evolución. Esta forma de curanderismo excluye la
brujería, aunque algunas comadronas confiesan que podrían hacerlo, pero que les
está prohibido y si lo hicieran quizá perderían su virtud y sus conocimientos.
Hoy en la actualidad estudios dicen que es muy viable ocupar la medicina
tradicional (MT) con la medicina moderna (MM) para tener un mayor beneficio
hacia el paciente, es decir, tener en cuenta de que no solo la MT puede sanar
enfermedades, sino que también la MM también cura enfermedades, pero con
diferente método de aplicación. (Shetty, Priya. 2010).
Las parteras, comadronas y matronas, es un oficio muy antiguo, el cual ellas solo
se dedican a realizar a las mujeres el trabajo de embarazo y parto. Son
especialistas de la reproducción social, cultural y material, el proceso mediante el
cual se constituyen es muy complejo e involucra experiencias de distinto nivel que
van desde el desarrollo de habilidades específicas, saberes, manejo de los rituales
aceptados por el grupo en la atención perinatal hasta los conocimientos de la
medicina hegemónica. Ser médica o médico tradicional significa no solamente
ejercer un oficio, sino cumplir con un destino que va más allá de lo terreno, que les
ha sido revelado; muchas veces asumen esta misión en contra su voluntad. Ser
médica o médico tradicional implica un reconocimiento de su trabajo dentro y fuera
de su comunidad, incluso por las instituciones sanitarias del Estado.
Para una mujer rural ejercer el oficio de partera le acarrea responsabilidades
adicionales a su quehacer cotidiano puesto que el curar, o "cuidar" como ellas lo
llaman, no las releva de las otras actividades de sobrevivencia y familiares de las
que ellas se encargan, por tanto, les trae conflictos en su vida familiar, con sus
parejas e hijos. (Luengas, Ma. 1999).
La manera como se conforman las parteras rurales no es homogénea, depende de
la forma como ellas han adquirido sus conocimientos, de si saben leer y escribir, si
son monolingües o hablan la lengua materna y la dominante, si se encuentran
cerca de los centros urbanos, de quien o quienes las enseñaron atender los partos
o la manera como ellas enfrentaron sus propios partos; es un proceso singular
vivido por cada partera, sin embargo, existen elementos comunes en el proceso
de construcción de estas profesionistas como el componente vivencial, la
experiencia vivida de la propia maternidad.
Las parteras están en casi todas las sociedades tradicionales. Forman parte de su
comunidad, tradiciones locales, de su cultura y ejercen prácticas sanitarias para la
salud en su localidad.
El bagaje que conforma el saber de las parteras rurales proviene de
interpretaciones diferentes y contradictorias sobre cómo abordar y resolver los
problemas de salud. En general, estas interpretaciones no les crean conflictos, por
el contrario, constituyen recursos terapéuticos disponibles para poder curar. De la
manera como las parteras conjugan e interpretan los variados elementos, es decir,
de la manera que usan sus recursos, depende en gran medida la calidad de su
saber y su quehacer.
Las parteras de la sierra se definen a sí mismas como "cuidadoras". Ser cuidadora
revela: un oficio, una identidad, un autorreconocimiento, una distinción, una
pertenencia, una misión, un destino, un lugar diferente al de las otras mujeres de
su comunidad. El trabajo de las cuidadoras es muy amplio. Ellas, además de
acompañar a las mujeres durante el trance del parto, es decir conducir a madres y
criaturas en una situación de vida o muerte, brindan ayuda solidaria en las tareas
domésticas mientras las mujeres se recuperan, o cuando no tienen quien las
auxilie.
Las parteras dan atención perinatal, bañan a sus pacientes, las visitan
periódicamente después del parto. Si muere la madre, la criatura o ambos, ellas
organizan el ritual de la muerte.

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