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Abstract
The implementation of the Peace Agreement between the colombian goverment and the ex guerrilla
FARC, marks a before an a after in the recent history of Colombia, specially face of the achievment of
the neccesary reforms to make as is know like: “A stable and durable peace”. Thus, begining since
the different perspectives of the authors involved in the armed civil conflict it has to analice the
implications of the agreed, the implementation that have be done until the present, answering
questions like: It has been implemented the agreed?, How much of the agreed have been
implemented?, What kind of challenges have the implementation of the peace agreement? In what
escenarios (dimensions) will be develop the execution of the agreed? All the before based on the
studies maked by the Kroc institute of international peace studies, of the Notre Dame University
(USA) and the highest commissioner for the peace of Colombia.
Objetivo general:
Analizar los ámbitos y dimensiones en los que se desarrollará la implementación de los acuerdos de
paz en el escenario del postconflicto en Colombia.
Objetivos específicos:
1. Describir los principales puntos del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la ex
guerrilla de las FARC.
2. Examinar los avances en la implementación de los acuerdos de paz.
3. Exponer y describir los distintos escenarios (dimensiones) y desafíos (ámbitos) en los que
podrían desarrollarse los acuerdos de paz.
Palabras clave: Acuerdo, Ámbitos, Dimensiones, Gobierno, Guerrilla, Implementación, Paz,
Postconflicto.
Introducción
El postconflicto no tiene una definición clara, pero se entiende como la diversidad de situaciones que
se derivan de la finalización de un conflicto armado, y en el caso colombiano, el postconflicto
comprende la implementación de los acuerdos de paz desde todos los estamentos del estado, a su
vez la palabra ámbito se define como un espacio de actividad comprendido dentro de unos límites
determinados, y la dimensión es la faceta (alance o extensión) de algo. La implementación de los
acuerdos de paz de la Habana, pueden ser analizados desde la perspectiva gubernamental, de la ex
guerrilla, de la comunidad internacional y de la sociedad colombiana. El instituto para estudios
internacionales de paz, KROC, ha identificado 18 grandes temas dentro del acuerdo de paz en
Colombia y los divide en 578 ámbitos que deben ser implementados para lograr escenarios de paz
parciales (territoriales) que lleven a la consecución de la paz estable y duradera que requiere nuestro
país. A 31 de Mayo del 2018, dicho instituto concluye que se ha ejecutado un 61% de lo acordado en
Cuba, es decir, 353 ámbitos y al analizar el universo de actividades resalta que: el 21% de estas han
sido completamente ejecutadas, el 9% tiene avances importantes, 31% poseen avances mínimos y
39% no han sido iniciados. Destaca, además, que pasados 18 meses desde la firma del acuerdo de
paz final del primero de diciembre de 2016 en el teatro Colón (Bogotá) se han hecho avances
significativos teniendo en cuenta que otros procesos de paz en el mundo para lograr dicho porcentaje
de ejecución requirieron poco más de 5 años (caso Irlanda), no obstante, al discriminar de acuerdo
con cada punto de lo pactado, las cifras de ejecución varían ostensiblemente. Por ejemplo, a la
comunidad internacional le preocupa que el gobierno colombiano no esté ejecutando con celeridad
los procesos de reinserción de la base guerrillera, quienes, ante la falta de claridad jurídica, garantías
de seguridad y falta de oportunidades, están migrando a otras organizaciones ilegales como las
denominadas “disidencias” o se han trasladado a las grandes ciudades del país a delinquir.
Recientemente con la elección del presidente Iván Duque, el proceso de paz ha tenido importantes
cambios, por un lado, la justicia especial para la paz está ahora en manos de las modificaciones que
realice el legislativo que en cabeza del Centro Democrático, desean establecer una sala especial para
el juzgamiento de los militares envueltos en delitos de lesa humanidad durante el conflicto, en donde
además la fiscalía ha chocado con la JEP por las competencias poco claras que quedaron establecidas
en la ley que regula a la jurisdicción especial; por otro lado, frente al tema de las drogas, Colombia
viró hacía el combate frontal y directo contra toda la cadena de producción y comercialización de
estupefacientes, esto incluye a los campesinos quienes serán obligados a realizar la sustitución de
cultivos ilícitos e incluso se busca instaurar la aspersión aérea de glifosato con sus ya conocidas
repercusiones sobre la salud de las personas. El postconflicto plantea distintos escenarios con unas
dimensiones particulares para cada uno de los ámbitos determinados en el acuerdo de paz, todo esto
se refiere esencialmente a modificaciones importantes, a la falta de seguridad jurídica y al cambio de
gobierno el cual a penas comienza a desmontar al parecer todo lo acordado en la habana. Por lo
anterior, es indispensable dimensionar los distintos desafíos que tiene la implementación de lo
acordado en la Habana y las perspectivas a futuro del postconflicto, sin embargo, si no se implementa
a cabalidad lo acordado, es claro que no va a haber una paz estable ni duradera y la comunidad
internacional encabezada por la ONU y la CPI entrarán a actuar para garantizar el cumplimiento de
los acuerdos y tal vez para mostrar el único caso de éxito que existe en la actualidad frente a lo que
a la paz mundial concierne.
Reforma rural integral: Busca contribuir a la transformación estructural del campo colombiano,
cerrando las brechas con las ciudades y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la
población rural. La reforma debe integrar las regiones, erradicación de la pobreza, promover la
igualdad y garantizar el disfrute efectivo de los derechos de la ciudadanía. Para lograr lo anterior se
deben ejecutar una serie de reformas que permita entre otras cosas: La distribución Equitativa de la
tierra, el acceso a servicios públicos, infraestructura para la competitividad, educación, acceso a
servicios financieros, y la presencia estatal en las regiones.
Participación Política “Apertura democrática para construir la Paz”: Con este se espera la
construcción y consolidación de una ampliación democrática que permita el surgimiento de nuevas
fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes
problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las
diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la
inclusión política. (Acuerdo final 2016) Dentro de lo anterior se busca la creación de una reforma
política que le brinde garantías a la oposición y permita el libre ejercicio político.
Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas: Tiene como objetivo la
terminación de las acciones bélicas entre la guerrilla de las FARC y las fuerzas del estado, con el fin
de crear condiciones para el inicio de la implementación de los acuerdos de paz y la dejación de
armas, para la desmovilización y reincorporación de los combatientes ilegales.
Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables del asesinato de
líderes sociales y de oposición: Para cumplir con este fin, el acuerdo incluye medidas como el Pacto
Político Nacional; la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; la Unidad Especial de
Investigación; el Cuerpo Élite en la Policía Nacional; el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio
de la Política; el Programa Integral de Seguridad y Protección para las Comunidades y Organizaciones
en los Territorios; y las Medidas de Prevención y Lucha contra la Corrupción.
Solución al problema de las drogas ilícitas: Este punto involucra la sustitución voluntaria de los
cultivos ilícitos, además de hacer frente a la producción y comercialización de estupefacientes, cuyo
accionar deberá estar acompañado de una política integral de prevención y salud sobre el consumo.
Víctimas: Busca el resarcimiento, justicia, verdad y garantías de no repetición para la población civil
afectada no solo por las acciones bélicas de la guerrilla sino además del accionar extrajudicial del
estado colombiano; para ello se creará un Sistema Integral que estará compuesto por la Comisión
para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Unidad Especial para la
Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado; la
Jurisdicción Especial para la Paz; las Medidas de reparación integral para la construcción de la paz; y
las Garantías de No Repetición.
Mecanismos de implementación y verificación: Este punto, aunque no es una reforma estructural
como los anteriores es un paso indispensable para asegurarse del cumplimiento de lo acordado, el
gobierno nacional y las FARC en apoyo de la vigilancia permanente de la Comunidad Internacional
(ONU y CPI) crearán delegaciones que se encargarán de implementar y verificar el cumplimiento de
lo acordado.
El instituto KROC para el estudio de la paz internacional al igual que otras organizaciones ha seguido
de cerca la implementación de los acuerdos de paz en Colombia, y ha determinado 578 ámbitos de
acción que se reúnen en 18 grandes tópicos, los cuales son analizados y clasificados según su
porcentaje de ejecución. La siguiente Grafica muestra los avances que se han hecho en los 18 ámbitos
para la implementación de los acuerdos de paz en Colombia:
*Fuente: Instituto KROC de estudios para la paz internacional (Cifras a 31 de mayo 2018).
De lo anterior existen dos temas de gran preocupación que no tienen avances cuando son los ejes
centrales del conflicto armado y a su vez los más álgidos para el debate político, particular y
académico: La reforma rural integral junto con la distribución equitativa de la tierra y la sustitución
de cultivos ilícitos. El primer tema comprende las mayores reformas estructurales y en consecuencia
las más complejas de ejecutar, ya se llevan dos años de la firma de los acuerdos y todavía en el
congreso no ha sido radicada dicha reforma, en la que se debe propender por el acceso a la tierra
por parte de los campesinos y de las víctimas desplazadas, tierras que en la actualidad están en manos
de grandes conglomerados económicos y terratenientes que dicen poseer “de buena fe” estos
terrenos, aunque las investigaciones judiciales y de ONG’ s demuestran que estas tierras fueron
adquiridas con el apoyo de grupos ilegales como los paramilitares en acompañamiento de fuerzas e
instituciones del estado permeadas por la corrupción, por lo que es claro que estos grupos y personas
“propietarias” de estas tierras harán todo lo necesario para impedir la pérdida de sus terrenos o la
restitución a las víctimas, situación que se está observando con el asesinato de líderes sociales
campesinos que buscan el cumplimiento de este punto del acuerdo de paz. Por otro lado, la
sustitución de cultivos ilícitos es otra de las herramientas que pueden finalizar la violencia en muchas
regiones del país, y que hoy tienen las organizaciones criminales para financiar su accionar, no
obstante, la política antidrogas en Colombia empieza a cambiar con el nuevo gobierno debido al
preocupante incremento de las zonas cultivadas (especialmente de hoja de coca) y debido también
a que Colombia hoy por hoy está pasado de ser un país productor de estupefacientes a ser
consumidor, pero si el problema del consumo no se ataca con una política integral de atención a la
población consumidora y si no hay mecanismos efectivos para la prevención del consumo,
difícilmente se podrá darle solución a un problema de salud pública que afecta a la gran mayoría de
países del mundo y en esencia a los desarrollados.
Es importante mencionar que el anterior gobierno dejó en proceso varios proyectos de desarrollo
territorial que buscan resarcir de cierta manera a los territorios más afectados por el conflicto
armado, entre los más destacados se encuentran, los programas de construcción de 50 km de vías
terciarias en los 50 municipios más afectados por la violencia, la puesta en marcha del ecoturismo,
un segmento del turismo que trata de aprovechar la potencial biodiversidad de las regiones con el
fin de convertir a este sector en el principal proveedor de divisas del país, meta que se está logrando
si se tiene en cuenta que la llegada de turistas se está incrementando en cifras mensuales superiores
al 20% y en dinero para el año 2017 representó alrededor de 5.700 millones de dólares cuando los
ingresos por exportación de petróleo llegó a los 7.800 millones de dólares. Además el gobierno
nacional lanzó el programa “Obras por impuestos” que funciona como un incentivo económico al
sector privado con el descuento en el impuesto a la renta hasta un 15% si invierten una cantidad
mínima de dinero en proyectos sociales en las denominadas ZOMAC (zonas más afectadas por el
conflicto) y cuyas cifras evidencian alentadores resultados con inversiones superiores para el 2018
de 230.000 millones de pesos en proyectos como la construcción de vías terciarias, colegios, centros
de salud y desarrollo agropecuario de las comunidades.
Por otro lado, los temas que muestran porcentajes de implementación completos o muy avanzados
son: el cese al fuego bilateral y desarme, recordando que todas las 900 “caletas” con armas fueron
incautadas por las Naciones Unidas y con las que se construirán tres monumentos; los mecanismos
de verificación de los acuerdos, encabezados por las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional,
los países garantes del acuerdo, la Unión Europea, fundaciones, ONG’ s y otras organizaciones; las
políticas enfocadas en la destrucción de minas antipersonal, varios departamentos han sido
declarados como libres de presencia de minas antipersonal y el número de personas afectadas por
estas ha caído a cifras casi nulas. La Justicia Especial para la Paz que ha comenzado a dar sus primeros
frutos con el sometimiento de los distintos actores armados, sin embargo, inició labores tarde por
causa de los obstáculos en el congreso de quienes temen ser llamados a pagar por sus delitos. El
postconflicto y la ejecución de los anteriores ámbitos se pueden desarrollar en unas dimensiones
(escenarios) particulares, que pueden partir desde la completa y fiable ejecución de lo acordado, o
desde las modificaciones que está llevando a cabo el poder legislativo para “corregir” los defectos del
acuerdo con el fin de beneficiar a grupos económicos, políticos y sociales que tengan algún tipo de
interés frente a los planes y programas (especialmente de restitución de tierras) que debe ejecutar
el gobierno colombiano.
Dimensiones y desafíos de lo acordado en el escenario del postconflicto
A continuación, se presenta una matriz que detalla los seis principales ámbitos de lo acordado en la
Habana frente a sus dimensiones, desafíos y obstáculos que se presentan actualmente para su
efectiva implementación. La información recopilada parte de las conclusiones del instituto KROC y
del Alto Comisionado para la Paz:
Conclusiones:
Los seis puntos del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC se pueden dividir
en 18 grandes temas y 578 ámbitos de acción.
De los 578 ámbitos de acción, se han implementado total o parcialmente el 61% de lo
acordado.
Los principales avances en la implementación de los acuerdos se dan en el cese al fuego y
desarme, mecanismos de verificación, desminado humanitario, garantías de no repetición e
implementación de la Justicia Especial para la Paz.
Los temas que presentan mayores rezagos o nulos avances están relacionados con el acceso,
restitución y distribución equitativa de la tierra, sustitución de cultivos ilícitos, mecanismos
de participación regional, programas de prevención del consumo de drogas y el acceso a la
verdad sobre los hechos ocurridos durante el conflicto armado.
Las dimensiones identificadas (alcance nacional y territorial) para cada ámbito, evidencian la
existencia de persistentes desafíos y obstáculos para la implementación de los acuerdos.
El postconflicto no solo involucra el cumplimiento de los acuerdos de paz, sino la acción
interinstitucional del estado en todos los ámbitos, políticos, sociales y económicos de
Colombia para prevenir el desarrollo de un nuevo conflicto civil a causa de la negligencia de
la clase política y de los conglomerados económicos (poder supranacional).
Los principales desafíos y obstáculos nacen de la poca voluntad política del Congreso y del
ahora poder ejecutivo para la implementación fiable de todo lo acordado en la habana, es
decir, la falta de acción del estado es el principal obstáculo para la paz de Colombia.
Comentario personal:
Bibliografía: