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El chiste y su relacion con lo inconsciente

Llamamos chiste, en general, a toda provocación conciente y hábil de la comicidad. El


chiste es un mero juego con ideas.
La brevedad es el cuerpo y alma del chiste, y aún él mismo.
El chiste debe poner de relieve algo oculto o escondido.
Una de las técnicas del chiste es la condensación con formación sustitutiva, donde por
ejemplo, la formación sustitutiva consiste en producir una palabra mixta. Mientras menor
sea el cambio y más se reciba por ello la impresión de que un sentido diverso se ha
enunciado con las mismas palabras, mejor será el chiste en su aspecto técnico.
Otra técnica es el doble sentido que se le puede dar al mismo material.
Un ejemplo: El médico que viene de examinar a la señora enferma dice, moviendo la
cabeza, al marido que lo acompaña: “no me gusta nada su señora”. “Hace tiempo que
tampoco a mi me gusta le contestó aquél. El médico se refiere desde luego al estado de la
señora, pero ha expresado su preocupación por la enferma en palabras tales que el marido
puede hallar confirmada en ellas su aversión matrimonial.
Hay chistes en los que la acepción múltiple de las palabras, y esta es la tercera técnica,
es más llamativa que el doble sentido, por ejemplo: “la diferencia entre profesores
ordinarios y extraordinarios consiste en que los ordinarios no hacen nada extraordinario,
y que los extraordinarios no hacen nada ordinario”.
A pesar de que podemos distinguir estas tres técnicas en la formación del chiste, la
condensación es la categoría superior, una tendencia a la compresión o, mejor dicho al
ahorro, gobierna todas estas técnicas.
Otro ejemplo de chiste son los llamados retruécanos. Por ejemplo “se ocupa mas de la
panza que de la lanza”. En este tipo de chiste, basta con que las dos palabras referidas a
los dos significados se evoquen una a la otra por alguna semejanza, la rima por ejemplo.
Para comprender otra técnica de formación del chiste, propongo este ejemplo: “Un judío
le pregunta a otro: “¿Has tomado un baño?” y el otro le responde preguntándole a su vez:
“¿Cómo es eso? ¿Falta alguno?”
En la primera pregunta el acento del mensaje recae en la palabra baño, pero en la contra
pregunta, el acento cae en la palabra tomado. Esta técnica recibe el nombre de
desplazamiento, porque lo esencial de ella es el desvío de la ilación de pensamiento, el
desplazamiento del acento psíquico a un tema diverso del comenzado.
Ahora me gustaría comentar algunos chistes que muestran sin disfraz un contrasentido,
un disparate.
Y para ello he escogido el siguiente ejemplo, también de judíos:
Un judío trabaja en artillería, se trata de un joven inteligente, pero indócil y carente de
interés por el servicio. Uno de los jefes, que siente simpatía por él, lo lleva aparte y le
dice “muchacho, no nos sirves. Quiero darte un consejo: Cómprate un cañón e
independízate”.
El consejo es un disparate. Es claro que no hay cañones en venta, y un individuo no
podría independizarse como regimiento. ¿Por qué vía ese disparate se convierte en chiste?
En ese disparate se esconde un sentido, y que este sentido, convierte al sinsentido en
chiste. El oficial que da ese consejo al muchacho, sólo lo hace para mostrarle al joven
cuán tonta es su conducta. “ahora te daré un consejo que es tan tonto como tú”
Y otro ejemplo de contrasentido podemos encontrar en el siguiente ejemplo: Un político
acaba de ser muy aplaudido luego de dar un discurso, se da vuelta hacia sus amigos y les
dice “¿pero que tontería he dicho?” La pregunta suena como un contrasentido, pero
enseguida encontramos su sentido: ¿qué he dicho que pueda gustarle a este pueblo tonto?
Su aprobación debería avergonzarlo, si les ha gustado a los tontos, no puede ser algo muy
inteligente. La técnica de este tipo de chistes consiste en la presentación de eso
desconcertante.
Otra técnica de formación de chiste es la figuración por lo contrario, por ejemplo,
cuando se reemplaza un no, que era el único posible por su contrario. Un rey le pregunta
a un predicador “¿Puede ud. conjurar espíritus?” La respuesta fue “como ud mande
Majestad; pero ellos no vienen”. En este tipo de chistes el si pero tendría el mismo
sentido que un no.
Los diferentes procesos que aparecen aquí en la formación del chiste, como
condensación, desplazamiento…nos remiten a la formación del sueño. El sueño es un
fenómeno privilegiado para Freud, ya que no corresponde a una patología determinada
sino que se produce en sujetos normales. Si el sueño tiene una estructura, y ésta es
equivalente a la del síntoma, a la del olvido y el chiste, entonces quedará demostrado que
el inconsciente forma estas estructuras y que esta característica es universal, para todos
los seres humanos.

Elementos de un chiste
Un chiste es un dicho o una ocurrencia
graciosa. Puede tratarse de una expresión
espontánea o de un dicho o historieta breve
que contiene algo que genera risa en sus
receptores. El chiste puede ser oral, escrito
o gráfico. Por ejemplo: “El abuelo me contó un
chiste muy gracioso”, “Siempre se burlan de mí
porque no entiendo los chistes”, “A Raúl le
causan gracia los chistes verdes”.
como elemento social, el chiste juega un papel
muy importante a la hora de armar nuevas
relaciones, ya que es muy útil para romper el
hielo en un grupo de personas que todavía no
tienen vínculos cercanos. Hacer reír a los
demás nos gratifica de una manera muy
particular y, dado que la risa es contagiosa,
nos divierte a nosotros también.

el dialogo es un elemento
Aquí no sólo hemos de reflejar la chispa,
el gag, lo que complementa al dibujo y hace de
la combinación un chispazo único. El encaje es
tanto más preciso cuanto menor sea el espacio
disponible. En un chiste de una sola viñeta,
la frase ha de ir preparando el gag para
desatarlo al final y no antes de tiempo.
El trabajo consiste no sólo en pulir las
palabras (¿por qué emplear diez vocablos si
con cinco se pude conseguir el mismo efecto
más rápido?) sino el lenguaje corporal de los
personajes. De nuevo es el aspecto de
dirección en el cual nuestros actores de tinta
y papel entretienen al público lector. Michel
Regnier "Greg" destaca por los surrealistas y
delirantes diálogos de su personaje Aquiles
Talón donde reside gran parte del humor de sus
historietas.
elemento de reír a las personas :
Siempre la finalidad del chiste será la de
entretener y hacer reír a las personas y tal
como mencionamos puede tratarse de un dicho
corto que involucra personajes y hechos tanto
reales como irreales, aunque también suele ser
muy común encontrarse con chistes que
presenten connotaciones o referencias
sexuales, políticas, sociales y de rivalidad
deportiva.

Las 5 Características Principales de un Chiste


Por
Isabel Castillo
Las características de un chiste son la brevedad, función lúdica, efecto sorpresa, pocos
personajes y carácter social. Estas lo distinguen de otros subgéneros humorísticos,
convirtiéndolo en uno de los más populares.

Un chiste es una narración breve o relato corto que utiliza diversos recursos como el
doble sentido o las alusiones burlescas para provocar la risa.

El chiste forma parte de la cultura oral de las sociedades. La permanencia de los chistes
en el tiempo depende de su transmisión de persona a persona y de su capacidad de
generar risa.

En este caso, no se trata de una risa histérica, sino una que responde a lo que es
humorístico, gracioso o cómico.

Principales características de un chiste

El humor está muy arraigado a la cultura e idiosincrasia de cada pueblo. Así, lo que se
percibe como gracioso para una sociedad no lo es para otra. Incluso la actitud hacia el
propio humor puede variar.

Un ejemplo claro esto es las diferentes perspectivas que tienen sobre el humor la cultura
occidental y la oriental. Los primeros lo toman como una característica natural de la vida
y lo usan donde y cuando sea posible. Los orientales tienen una visión más restringida.

No obstante, en materia de chistes se pueden mencionar ciertas particularidades en


común.

Brevedad

Una de las principales características de un chiste es su brevedad. Un chiste debe ser


conciso e ir directamente al punto.

Quien cuenta un chiste tiene que aportar sólo los datos necesarios para que la audiencia
entienda la situación.

Esta clase de discurso humorístico debe procurar la abstracción, la condensación de los


detalles y la exclusión de los elementos accesorios.

De esta manera, el producto se hace accesible a los interlocutores.

Función lúdica

Los chistes cumplen una función lúdica. Esto significa que no tienen un propósito
utilitario, sino que se emplean para producir placer a través del ejercicio de la
imaginación y la fantasía. Por esta razón, la narrativa no necesariamente apela a la lógica
o a la coherencia.

Efecto sorpresa
En general, el efecto sorpresa, o final inesperado, es lo que contribuye a la comicidad de
un chiste.

Para lograrlo, un contador de chistes normalmente hace uso de palabras con doble
sentido, una combinación imprevisible de vocablos, la burla o, simplemente, el disparate.

Más que el contenido verbalizado, es la ruptura de lo esperado lo que otorga la gracia y


garantiza el éxito de un chiste.

Pocos personajes

La cantidad de personajes en un chiste suele ser muy reducida. En muchos casos se trata
de personajes estereotipados: el gordo, el ingenuo, el tacaño.

Carácter Social

Más allá de su función comunicativa, un chiste es un acto social. En este acto social
participan el contador de chistes y una audiencia.

El primero escoge el momento, el lugar y la situación apropiada. La audiencia también


participa, aprobando o desaprobando con su risa esta interacción.

Ejemplos de chiste

En los siguientes ejemplos se pueden observar algunas de las características de un chiste.

-¿Puede un canguro saltar más alto que una casa? Por supuesto, una casa no salta en lo
absoluto.

-Doctor: “Lo siento, pero usted sufre de una enfermedad terminal y sólo tiene 10 para
vivir”.

Paciente: “¿Qué quieres decir con 10? ¿10 qué… meses…semanas?”

Doctor: “Nueve”.

-Antonio, ¿crees que soy una mala madre?

Mi nombre es Pablo.

-Mi perro solía perseguir a la gente en bicicleta. La situación se puso tan mal, que
finalmente tuve quitarle su bicicleta.

-Sabes cómo es en la vida. Una puerta se cierra y otra puerta se abre …

Sí, muy bien, pero o tú lo arreglas o me das un buen descuento por el automóvil.

Referencias
1. Vigara Tauste, A. M. (1999) El hilo del discurso: ensayos de análisis
conversacional. Quito: Editorial Abya Yala.
2. Várnagy, T. (2017). “Proletarios de todos los países… ¡Perdonadnos!”: O sobre el
humor político clandestino en los regímenes de tipo soviético y el papel
deslegitimador del chiste en Europa central y Oriental 1917-1991. Buenos Aires:
EUDEBA.
3. Tam, K. (2017). Political Jokes, Caricatures, and Satire in Wong Tze-wah’s Stand
up Comedy. En K. Tam y S. R. Wesoky (Editores), Not Just a Laughing Matter:
Interdisciplinary Approaches to Political Humor in China. Pennsylvania: Springer.
4. Álvarez, A. I. (2005). Hablar en español. Oviedo: Universidad de Oviedo.
5. Yue, X., Jiang, F., Lu, S., y Hiranandani, N. (2016). To Be or Not To Be
Humorous? Cross Cultural Perspectives on Humor. Frontiers in Psychology, 7,
1495.

Chiste y psicoanálisis

9 febrero, 2010
Melissa Bacigalupi

Freud en su teoría del psicoanálisis, nos introduce hacia el tema del humor, y cómo las
bromas se relacionan con los mecanismos inconscientes de la mente humana. Para el
a través del chiste se transmite algo socialmente aceptado que de otra manera hubiese
sido rechazado, pues trasmite prejuicios.

Freud y su teoría sobre el humor

Para comprender por qué es que las bromas son divertidas para nosotros, Freud analiza en
profundidad algunos conceptos críticos. El análisis del chiste desde el punto de vista del
psicoanálisis, se basa en los mecanismos del proceso primario, es decir, en la
condensación, el desplazamiento, la formación en lo contrario y la figurabilidad.

El padre del psicoanálisis analiza diversas formas y estilos de bromas, distingue su


significado y analiza los roles que las personas juegan en relación con su narración.
Éste afirma que, los chistes cumplen una función social crítica, y debido a la compleja
naturaleza de la mente consciente y preconsciente de las personas, éstas son incapaces de
saber exactamente qué es lo que encuentran divertido.

En el chiste no hay un conflicto de fuerzas, pues no hay un deseo de reprimir el acto,


sino por el contrario provocan un reforzamiento en el yo. Al hacer una broma, el
individuo levanta momentáneamente las restricciones impuestas por la sociedad. A través
del chiste la persona puede expresarse sin prejuicios y esconder detrás de sus chistes los
deseos reprimidos. La liberación del individuo a través las bromas, no solo es una
liberación placentera, sino que también ayuda a mantener el orden cultural.

El chiste está amortiguado por algo compartido, trae elementos que aportan al
Narcisismo y por ende provoca satisfacción. A su vez pueden ser utilizados como
mecanismo defensivo.

En los niños, lo chistes son bastantes superfluos y no tienen el principio de la


censura. Muchas veces los niños repiten ciertos “chistes” por que los adultos se ríen, lo
que no significa que los tomen como tal.

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Si nos remitimos a las referencias bibliográficas Freud en 1905 habló del chiste aunque
en las conferencias de 15` se disculpa por haber tratado el tema. En la década del 20′ lo
vincula a la creación literaria y lo considera como elemento a estudiar en cuanto a la
tramitación de contenidos producidos por procesos inconscientes.

Bromas tendenciosas y bromas inofensivas

Según Freud el humor puede ser clasificado en dos categorías básicas: el humor
tendencioso y el humor inofensivo.

Humor tendencioso

Con el humor tendencioso se busca servir a un propósito. En este tipo de humor el actor
involucra a una “víctima”, alguien a cuyo cargo nos reímos. Son bromas destinadas a dar
voz a un deseo socialmente inaceptable. Sin embargo, pueden dejar en evidencia algo
más que el deseo de quien realiza la broma, por ejemplo: miedos, traumas, necesidades
insatisfechas y energía libidinal reprimida.

Las bromas tendenciosas pueden mostrar cierto nivel de ira y agresividad


encubierta. Además, estas bromas sobornan al oyente para que tome partido con el
hablante, al atacar tanto a los individuos superiores como a individuos inferiores.

Humor inofensivo

El humor inofensivo depende del juego de palabras, y solo tiene un poder modesto
para evocar la diversión. Las bromas inofensivas son a fines en sí mismas, y traen
placer a la gran mayoría de sus oyentes. Son bromas sin segundas intenciones que
representan los deseos inconscientes, pero a diferencia de las bromas tendenciosas, las
bromas inofensivas se centran en el placer del uso de las palabras y el significado de las
mismas.
Se requiere una mezcla de humor tendencioso e inofensivo para evitar que el humor
tendencioso se vuelva demasiado ofensivo o degradante para su víctima.

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