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Centros de la Mujer
2017
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Contenido
ANEXOS ORIENTACIONES TÉCNICAS 1
ANEXO 1: PAUTA DE INTERVENCION DIAGNÓSTICA 3
ANEXO 2: PLAN DE INTERVENCIÓN 31
ANEXO 3: GUÍA EXPLICATIVA PLAN DE INTERVENCIÓN ......................................................... 38
ANEXO 4: GUÍA PARA LA INTERVENCIÓN JURÍDICA ............................................................... 44
ANEXO 5: GUÍA EXPLICATIVA PARA VALORIZACION DE NIVEL DE VIOLENCIA, DAÑO Y
RIESGO 73
ANEXO 6: FICHA DE SEGUIMIENTO ...................................................................................... 111
ANEXO 7: REGISTRO DE ATENCIONES ..................................................................................118
ANEXO 8 : MANEJO DE DATOS SENSIBLES ...........................................................................119
ANEXO 9: PLAN DE SEGURIDAD............................................................................................ 129
ANEXO 10: MODELOS TEÓRICOS Y DE REFERENCIA PARA ABORDAR LA VIOLENCIA CONTRA
LAS MUJERES ........................................................................................................................ 133
2
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ANEXO 1: PAUTA DE INTERVENCION DIAGNÓSTICA
Región
Número De Ficha
Fecha De Atención
Profesional 2
Profesional 3
Otro/a……………………………….
Nombre Completo
Fecha De Nacimiento
Rut
Dirección Actual
3. ANTECEDENTES DE LA MUJER
Nacionalidad (Especificar)
Etnia
Estado Civil
Número De Hijas/Hijos
Trabajo No Remunerado
(Dueña De Casa)
Si Es Trabajadora Dependiente, Datos Del Empleador
Tipos De
Trabajos
Experiencia Laboral Previa Tiempo De
Permanencia
Motivos De
Salida
4
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Oficios/ Profesión: (Especificar)
Escolaridad
Estudios
Técnicos
Qué Tribunal
Qué Tribunal
- Salida del
hogar_____
- Prohibición de
acercamiento______
- Rondas periódicas
- Otra_________
Tiene Otras Medidas de Protección Autónomas Si No
decretadas
Vigentes Vencidas No sabe
- Cambio de chapa
- Rondas periódicas
- Botón de emergencia
Otras Observaciones:
6
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4. FORMA DE INGRESO
PRIMER INGRESO
Demanda Espontánea
5. REINGRESO
6.1. DATOS A CONSIGNAR POR CADA HIJO O HIJA. REPLICAR EL CUADRO DE SER NECESARIO
Testigo De Violencia Si No
Medidas De Protección Con Que Cuenta El
Niño/a
Vigencia De Las Medidas Vigentes Terminadas
Descripción para cada uno de los hijos e hijas, REPLICAR EL CUADRO DE SER NECESARIO.
7. TRANSVERSALIDAD DE LA VIOLENCIA
Descripción Para Cada Uno De Los Hijos E Hijas (Replicar Este Cuadro De Ser Necesario)
Intensidad De La
Violencia
(evaluación a partir del
relato de la mujer) 0 I M G V I M G V
9
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Económica Sexual
0 I M G V I M G V
GRAVEDAD DE LA VIOLENCIA
Gravedad de la 0 1 2 3
violencia
Otro (especifique)
8. MOTIVO DE CONSULTA
Jurídica 2. 2.
Posible
Derivación
Tiempo De La Relación De
Violencia Por La Que Consulta.
Desde Cuándo Vive Violencia En
Esta Relación.
(consignar un estimado en meses
y/o años)
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
Factores Posibles De Riesgo Asociados A La Violencia Psicológica SI NO
Sufre descalificaciones verbales
Es descalificada frente a su familia
Es descalificada en público
Existen malos tratos al resto de la familia
Ha aumentado la agresión verbal los últimos 6 meses
Ha sufrido alguna amenaza o intimidación con la que siente que corre
peligro
Destruye las cosas de su entorno, bienes de la mujer, o las golpea con
fuerza para intimidar
Le revisa su celular, correo, redes sociales u otras cosas personales
Lesiones SI NO
Nivel de las
lesiones
VIOLENCIA SEXUAL
Abuso Violación
Se Consigna En El
Relato
14
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Factores Posibles De Riesgo Sexual SI NO
Se ha visto obligada a tener sexo para evitar problemas
Ha sido forzada a tener sexo (con violencia)
Ha sido amenazada para mantener relaciones sexuales
La ha forzado a tener relaciones sexuales sin protección siendo que
el agresor es portador de VIH
VIOLENCIA ECONÓMICA
Factores De Riesgo Económico SI NO
El agresor la manipula a través del dinero (del agresor)
El agresor la manipula quitándole sus propios ingresos
El agresor la endeuda
El agresor maneja todos los ingresos económicos del hogar
El agresor manipula la subsistencia económica de la familia
Describir La Manifestación De Violencia Económica
Qué La Hace
Pedir Ayuda
Expectativas
(qué le gustaría
que pasara)
15
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Hito
(hecho de
violencia más
grave según la
mujer)
Etapa De Inicio
Frecuencia
(extracto del relato de cómo ella se
Autoexplicación De La Violencia
explica la violencia)
Soluciones
Intentadas Por
La Mujer Y Ruta
Crítica
Relato De Género De
La Mujer
(extracto del relato
que justifica todo el
eje)
Flexibilidad Rigidez
Roles De Género, (posibilidad de
Estereotipos cambio)
(describa ambos)
0 1 2 3 4
Conciencia De Género
(comprensión de la estructura de poder
y control)
0 1 2 3 4
Cuadros Psíquicos
Descritos Por La Mujer En
Su Relato (falta de sueño,
exceso de apetito, pérdida
de memoria, etc.)
Tipo Descripción
Ideación Suicida
Relación Con Suicidio1
Planeamiento
Suicida
(de la mujer)
Intento
Suicida
1
Se refiere exclusivamente a la mujer.
19
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Sospecha De Consumo
(de la profesional que entrevista
aunque no se desprenda del
relato)
De Qué Sospecha
(describir)
Rol Del Consumo En La
Experiencia De Violencia
(consumo reactivo o
consecuencia de la violencia)
Historia De Violencia En La
Infancia De La Mujer
Especificar Historia De
Violencia En La Infancia
Quién Ejercía Violencia En La
20
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Infancia
Qué Tipo De Violencia Ejercía
Psicológica
Física
Sexual
Económica
Negligencia/Abandono
Presencia De Violación O
Abuso Sexual Infantil O
Adolescente
Especificar Presencia De
Violación o Abuso Sexual
Presencia De Abuso O
Violación En Edad Adulta
(distinto del agresor por el
cual consulta)
Especificar Presencia De
Violación O Abuso Sexual
Especificar
Recibe Beneficios Permanentes
(cuál-es)
Actual Anterior
Participa En Otro Programa
Cuál
ECOMAPA
Nivel De Dependencia 0 1 2 3
Emocional O Psicológica
Nivel De Dependencia Socio 0 1 2 3
Económica
GENOGRAMA
Causa Judicializada Si No
Si No
Tribunal De Familia Rit
Fiscalía Ruc
Fecha Comisaría
Si No
Causas Estado De La Causa / Vigente
Anteriores
Si No
Condenas
Anteriores Del Si
Denunciado No
Retractaciones Si No
De La Mujer
Fechas
En Qué Parte
Del Proceso Se
Retracta,
Luego De Qué
Instancia /
26
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Motivo
Tipo Para Qué
Qué Tipo De Denuncia
Apoyo Jurídico
Quiere La Demanda
Mujer Querella
Otra
Nombre
Edad
RUT
Dirección
Trabajo Actual
Lugar De Trabajo
Renta Aproximada
Consumo De Alcohol
Consumo De Psicofármacos
NIVELES DE RIESGO
Nivel De Riesgo Psicológico I(1) M(2) G(3) V(4)
NIVELES DE DAÑO
Nivel De Daño Psicológico 1 2 3
Nivel De Autoestima 0 1 2 3
Nivel De Autonomía 0 1 2 3
Nivel De Aislamiento 0 1 2 3
TRABAJO DE GRUPO 0 1 2 3
NO Alguna Muchas SI
posibilidad posibilidades
en futuro en futuro
Firma Profesional:
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ANEXO 2: PLAN DE INTERVENCIÓN
REGIÓN
NÚMERO DE FICHA
FECHA DE ATENCIÓN
Profesional 2
Profesional 3
Otro/a:……………………………….
INTERVENCIÓN INICIAL
Número de Sesiones
Proyectadas
Número de Sesiones Realizadas
OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN
31
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INICIAL
DERIVACIONES SUGERIDAS
0 1 2 3 4
CALIDAD DEL VÍNCULO
0 1 2 3 4
PRONÓSTICO DE LA INTERVENCIÓN
Registrar la fecha, breve sentido y descripción de la sesión individual, consulta, llamada, etc. Con la
firma del profesional que realizó la acción. La idea es que cualquiera que tome la ficha pueda
entender cómo se ha intervenido con la Mujer.
Intervención Grupal
Objetivo de las Reporte de la Mujer Quién la realiza Fecha
sesiones en la Sesión
TIEMPO ESTIMADO DE
INTERVENCIÓN JURÍDICA Número de sesiones realizadas
DESCRIPCIÓN DE LA
INTERVENCIÓN PROPUESTA EN
EL ÁREA JURÍDICA
Describir las acciones
desarrolladas por cada objetivo
planteado
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Intervención Jurídica
Registrar la fecha, breve sentido y descripción de la sesión individual, consulta, llamada, etc. Con la
firma del profesional que realizó la acción. La idea es que cualquiera que tome la ficha pueda
entender cómo se ha intervenido con la Mujer.
SI NO MOTIVOS
VIF PENAL RECHAZO
ESPECIFICAR SOLICITUD DE
MEDIDAS CAUTELARES
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Protección:
Medidas Implementadas para su protección
Firma de equipo:
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ANEXO 3: GUÍA EXPLICATIVA PLAN DE INTERVENCIÓN
Intervención inicial
Jurídica: Las medidas que se tienen que tomar con la mujer son inmediatas,
paralelamente al inicio del trabajo psicosocial, deben existir coordinaciones específicas en
materia legal para su protección.
Por otra parte, si la mujer está citada a una audiencia, es necesario explicar que será
acompañada por el/la profesional del área. Para ello, se deben coordinar con el equipo
psicosocial para mantener a la mujer contenida y con claridad respecto del resultado de
ésta (manejo de expectativas). Asimismo, utilizar en conjunto con dupla psicosocial
mecanismos que permitan facilitar la comprensión de la mujer frente a este evento. A
modo de ejemplo, se sugiere:
Psicológica: En caso que la mujer se encuentre muy descompensada, y antes de ver los
temas legales, necesitará de una contención inicial de tipo intervención en crisis u otras.
38
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En caso que la mujer requiera apoyo de otras instituciones, es preciso que el equipo
evalúe derivar su caso o bien, trabajar en conjunto con:
CAJ por temas relacionados con pensión, relación directa y regular, divorcio,
entre otras.
COSAM y Programas de Salud Mental.
SENDA e instituciones que apoyen en temáticas de rehabilitación por drogas o
alcohol.
Es importante tener en cuenta cual será el objetivo inicial de la intervención, que guiará el
que hacer durante el proceso.
Aquí evaluamos la capacidad que tiene tanto la persona que acoge, como la mujer que
vive violencia, de lograr un grado adecuado de vínculo de confianza que le permita
sentirse acogida y comprendida en su relato.
Pronóstico de la intervención
Plan de intervención
A modo de facilitar la comprensión de cada punto del Plan, se presentará por áreas y de
acuerdo al orden en que se describen en el documento:
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Objetivo de la intervención Psicosocial: Si es que será disminuir su riesgo; si será que se
dé cuenta de la violencia que sufre; conectarla con sus redes; entre otras.
Patrocinio Jurídico: Marcar con un check o una “x” si es que corresponde a VIF penal, VIF
Familia, Familia u otra materia.
En relación con el Plan de Intervención Integral, es importante que los equipos que
intervienen con la temática de la violencia, tengan presente lo siguiente:
A partir del diagnóstico se debe co construir por el equipo (en conjunto con la
mujer) un Plan de Intervención Integral (PII). Este plan guía todas las acciones e
intervenciones a realizarse.
Los objetivos del Plan de Intervención deben estar encaminados a abordar los
principales aspectos recogidos en el diagnóstico integral de cada mujer
ingresada.
El tiempo destinado para la ejecución del Plan de Intervención, debe ser acotado y
atingente a las necesidades específicas de las mujeres. Sin desmedro que se pueda
modificar a medida que avanza su proceso.
En virtud de lo anterior, el egreso de cada mujer, dependerá del cumplimiento del Plan de
Intervención Individual elaborado para cada una, el cual deberá considerar las diferencias
individuales, el contexto de seguridad y posibilidades de reinserción claves para potenciar
procesos de reparación en el seguimiento.
Según corresponda, la intervención las mujeres deberá considerar los siguientes aspectos:
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1.- Disminución de la violencia al ingreso
2.- Disminución del riesgo inicial
3.- El cumplimiento de los Objetivos del PII diferenciados por
cada mujer, de acuerdo a la fase en la que se encuentra.
De acuerdo a lo anterior, cabe señalar que los tiempos de intervención son diversos y
corresponden a la situación concreta de cada mujer. Por tanto, se sugiere estar en
permanente actualización de los objetivos de intervención propuestos a mediano plazo en
el Plan. En este sentido, es preciso indicar, que la revisión es un proceso continuo que
involucra tanto los contenidos a abordar como las estrategias y tiempos estimados para
conseguirlos.
Todo el equipo debe tomar responsabilidad de las acciones que realiza con la mujer. Dado
que el estar todos/as comprometidos/as nos lleva a una buena práctica de autocuidado,
en tanto todos nos apoyamos en la intervención con quienes han vivido VCM.
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ANEXO 4: GUÍA PARA LA INTERVENCIÓN JURÍDICA
En los últimos años, uno de los principales objetivos de las políticas públicas referentes a la
violencia contra las mujeres ha sido el de superar la percepción que la violencia contra las
mujeres2, en contexto de pareja es un problema del ámbito privado.
2
En adelante VCM
3
Orientaciones Técnicas para orientación e información de VCM en los Centros de la Mujer, año 2016.
44
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Esta concepción de la violencia contra las mujeres requiere de una instalación en el discurso
público y la práctica que reconozca que ella constituye una práctica social, que se encuentra
naturalizada en la sociedad chilena, uno de los supuestos fundamentales de los que arranca el
trabajo de prevención junto a la rigidez de roles y estereotipos; y para el trabajo de prevención y de
atención, una concepción amplia de sus tipos o manifestaciones ( física, sexual, económica,
psicológica, entre otras); y ámbitos o contextos ( como la pareja, la familia, el trabajo, la vía pública,
la educación, entre otros) en que ella se expresa y afecta a las mujeres. Además, incorporando la
consideración que hoy debemos hablar de “mujeres” ya que existe multiplicidad de formas de ser y
estar en el mundo de las mujeres de acuerdo con la edad, la clase social en el acceso a recursos y
redes, la identidad de género, la opción sexual, la nacionalidad y la pertenencia étnica, entre otras
condiciones.
De allí que, el transitar de un paradigma familista a uno integral en su abordaje -de Violencia
Intrafamiliar (VIF) a Violencia contra las Mujeres (VCM)- no sea algo meramente conceptual,
sino que constituye también una práctica.
En el marco de esta estrategia, se deberá a partir del caso concreto, abordar la temática de la
violencia contra la mujer en toda su complejidad, poniendo énfasis en el deber de debida diligencia
del Estado en la protección de las mujeres y en la existencia de un contexto sociocultural
discriminatorio que favorece la comisión de este tipo de delitos. Este objetivo es además coherente
con lo señalado por el Comité de la CEDAW que, en su Recomendación General Nº 19 (“La
violencia contra la mujer”, 11º período de sesiones, 1992), resaltó que “las actitudes tradicionales,
según las cuales se considera a la mujer como subordinada o se le atribuyen funciones
estereotipadas perpetúan la difusión de prácticas que entrañan violencia o coacción, como la
violencia y los malos tratos en la familia...”
En este sentido resultó relevante la modificación que se introdujo al Código penal con la Ley 20.480
que tipifica el delito de femicidio, que ha permitido la visibilización por una parte, de la una de las
manifestaciones más extrema de la VCM y por otra la direccionalidad de la violencia en las
agresiones en contexto intrafamiliar.
En nuestro país, el artículo 5 inciso 2 de la Constitución Política, que incorpora a los tratados de
derechos humanos al texto constitucional, tuvo por objeto mejorar la posición de los derechos
humanos dentro del ordenamiento jurídico chileno. Sin embargo, los órganos integrantes del Poder
Judicial chileno han sido tal vez los más reacios a aplicar normas de derechos humanos contenidas
en tratados internacionales vigentes ratificados por Chile. Ahora bien, esta tendencia no ha sido
uniforme en los tribunales de justicia de distinta jerarquía, siendo los superiores los que han aplicado
una interpretación más restrictiva de normas internacionales. Por otra parte, la aplicación de normas
internacionales a litigios internos por parte de las/os juezas/ces ha variado también de acuerdo con
el tratado en cuestión. Por ejemplo, existe un consenso en cuanto a la aplicación de normas de la
Convención sobre los Derechos del Niño y desde 1994 de manera paulatina también la de los
45
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Convenios de Ginebra sobre derechos humanitarios en general, mientras otros tratados han tenido
una menor aplicación.
En el caso de las disposiciones internacionales sobre erradicación de la violencia contra las mujeres
no existe una jurisprudencia uniforme de los tribunales de justicia.
Sin embargo aún cuando exista un buen marco de protección internacional y nacional de los
derechos humanos de las mujeres, la legislación no será plenamente efectiva si no se sensibiliza a
los funcionarios públicos y no se crean procedimientos adecuados a las necesidades de las mujeres
víctimas de violencia4.
Es por esto que la falta de sensibilización de algunos/as fiscales y de algunos/as jueces y juezas
frente a la violencia en contra de las mujeres ha incidido por mucho tiempo en que en los Tribunales
se adopten medidas cautelares a favor de las víctimas y en la ausencia de sanciones para los
hombres que ejercen violencia en contra de las mujeres en el ámbito familiar, como por ejemplo las
suspensiones condicionales del procedimiento. Esto se ha debido, entre otras cosas, a que en el
caso de algunos/as jueces/zas de garantía y fiscales, existe la percepción de que la VCM en
contexto de pareja no debiera recaer en el ámbito penal. Diversos jueces y juezas han concebido la
problemática como un asunto privado vinculado solamente al control de impulsos o a la existencia
de factores de riesgo como la drogadicción o el alcoholismo en los hombres que ejercen violencia.
En este marco, la labor interpretativa desde una perspectiva de género, implica tomar
necesariamente en cuenta la particular desigualdad estructural que existente aún entre hombres y
mujeres en nuestra sociedad. La posibilidad de desarrollar una jurisprudencia que considere a la
violencia contra las mujeres como una violación a los derechos humanos debiera contribuir a
cambiar los estereotipos de género y a definir un nuevo concepto de justicia para tratar igual a los y
las iguales.
4
Naciones Unidas. “Examen de la aplicación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y los resultados del vigésimo tercer
período extraordinario de sesiones de la Asamblea General y su contribución a formular una perspectiva de género para la realización de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio” (E/2010/4*–E/CN.6/2010/2). New York: Consejo Económico y Social (CES), 2010, párrafo
126,
46
Página
En coherencia y de acuerdo a lo indicado en las Orientaciones Técnicas 2016 de la Unidad en
Violencia contra las Mujeres para sus dispositivos territoriales y trabajo de las Direcciones
Regionales en su título “Definición y clasificación de la VCM” partimos de un marco conceptual
común.
Nos referimos al maro internacional que se configura desde las Convenciones de Derechos
Humanos en General5, pero muy especialmente de los instrumentos internacionales de segunda
generación en esta materia, que surgen sobre el entendido de precisar un pronunciamiento y
visibilizarían de los derechos de las mujeres como derechos humanos y constituyéndose como un
Sistema internacional de Derechos Humanos de las Mujeres. Aquí encontramos dos grandes
referentes por un lado una Convención del Sistema de Naciones Unidad y que se refiere a la
discriminación, en la “Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra
las mujeres” (CEDAW); y nuestra referencia regional del Sistema de Estados Americanos (OEA) y
primero en el sistema internacional en materia de violencia contra las mujeres, la “Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer” (Belém do Pará,
19946).
Es importante señalar que en este sistema de derechos humanos de las mujeres se configura en un
entramado más complejo, que incorpora otros instrumentos o normas vinculantes y otras que
constituyen orientaciones o directrices.
Es relevante destacar que este sistema ha establecido una relación estrecha entre discriminación y
violencia, señalándose que la violencia es una forma de discriminación. Según la Guía para la
Aplicación de la CBDP, “… las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y
hombres” esto es, la desigualdad de género, interpretando la violencia contra las mujeres como
violencia de género construida y sancionada social y culturalmente y por ello susceptible de ser
eliminada a través de la erradicación de la discriminación, promoviendo la igualdad y el
empoderamiento de la mujer y velando por el pleno ejercicio de los derechos humanos de las
mujeres”.Por su parte la Recomendación N° 19 de la CEDAW señala expresamente, que “La
violencia contra la mujer es una forma de discriminación que impide gravemente que goce de
derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre”,
La CBDP es un tratado internacional del sistema de derechos humanos regional OEA, específico en
violencia contra las mujeres suscrito, ratificado y publicado por el Estado de Chile en el año 1998 y
en dicha calidad obligatorio para todos sus órganos, ejecutivo legislativo, administrativo, órganos
5 Como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto de san José de Costa Rica entre otros.
6
En adelante CBDP
47
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autónomos, entre otros.
De acuerdo a nuestra Constitución Política, la CBDP tiene rango legal7, ya que su ratificación nos
impone una obligación general de respeto, garantía y promoción de los derechos en ella
establecidos. Luego, de la obligación general de garantía se deriva una obligación especial para el
Estado, la obligación de actuar con la debida diligencia frente a la VCM o de "actuar con la debida
diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia, así como para otorgar protección efectiva
a las mujeres"8
Aportes más importante del desarrollo del principio y concepto de la debida diligencia en VCM:
La Guía para la Aplicación de la CBD, .nos señala, “La norma de la debida diligencia, en el marco
del derecho internacional de los derechos humanos ha pasado a ser el parámetro más utilizado
para medir el nivel de cumplimiento por los Estados de su obligación de prevenir y responder a los
actos de violencia contra las mujeres. A su vez, los sistemas universal y regional de derechos
humanos se han pronunciado sobre la estrecha relación entre discriminación, la violencia y la
debida diligencia, enfatizando que la falta del Estado de actuar con debida diligencia para proteger
a las mujeres de la violencia constituye una forma de discriminación y una negación de su derecho
a la igual protección de la ley”9
En la actualidad se evalúa que la CBDP ha tenido una buena acogida en la región siendo suscrita
por la mayoría de los países10 …”Sin embargo, esta buena acogida de la Convención al poco tiempo
se fue evidenciando insuficiente, en la medida en que los Estados tendieron a proteger más a la
familia como institución que a las mujeres como sujetas del derecho a vivir en un mundo libre de
Chile, no ha estado ajeno a dicho proceso y por eso desde la actual Agenda de Género y “Plan
Nacional de acción en violencia contra las Mujeres 2014 – 2018” adscrito las Instituciones del
Estado, Sociedad Civil y Agencias Internacionales, se destaca la necesidad y el compromiso de
avanzar en la prevención, respuesta y regulación de otras formas de violencia contra las mujeres y
no sólo la que ocurre en el espacio doméstico o intrafamiliar 12.
Algunas distinciones entre: violencia de género, violencia contra las mujeres y violencia de género
contra las mujeres.
En el caso de esta Guía y Orientaciones trabajaremos con la sigla VCM, entendiendo que ella se
refiere a la violencia de género contra las mujeres.
VCM: Violencia de género contra las mujeres de acuerdo a estándar internacional de sistema
de derechos humanos de las mujeres
Como se indicara, la Unidad en Violencia Contra las Mujeres asume como definición y estándar
para mirar la violencia contra la mujer, la entregada por la CBDP, que en su artículo 1° señala:
“Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra las mujeres cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
11
Guía para la Aplicación de la CBDP
12
Agenda Género, Programa de Gobierno 2014 – 2018, Michelle Bachelet
49
Página
a) Dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea
que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que
comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual;
b) Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende,
entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada,
secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas,
establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y;
c) Que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra.
Esta definición enfatiza una de las puntuaciones políticas más relevantes en la comprensión de la
VCM, esto es, que abarca los espacios públicos como privados y que entre ellos hay un continuo.
Además, señala los distintos tipos o manifestaciones de la VCM, sus ámbitos o contextos y si bien
no es explicita la violencia económica o patrimonial, esta se entiende integrada, así como otras
formas o manifestaciones particulares como el acoso callejero o violencia obstétrica. Fija un marco
conceptual de donde se pueden desprender cualquier otra nueva forma de manifestación de la
violencia actual o futura, como pudiera ser la que se ejerce por medios digitales, redes sociales, etc.
Así mismo es comprensiva de la diversidad de las mujeres e integra los principios transversales en
el abordaje de la violencia de género, interculturalidad, interseccionalidad, integralidad,
descentalización, participación, intersectorialidad, ya desarrollados en el marco general de las
Orientaciones Técnicas de los Dispositivos.
Hoy no tenemos una legislación integral de VCM, muchas de sus formas no se encuentran
sancionadas en un tipo legal específico, o hay tipos legales parciales, por ej., violencia íntima y de
exposición sexual en redes sociales, violencia obstétrica, abuso sexual en mujeres mayores de 18
años, el femicidios entre otros.
Un estatuto general para violencia intrafamiliar, que comprende la violencia contra las mujeres contra
las mujeres en el ámbito doméstico y de las relaciones de familia, con los inconvenientes de
parcialidad respecto de la totalidad de la VCM, por visilibilizar a la a la mujer como sujeta social y de
protección por el derechos sólo en la familia; y su implicancia en una administración de justicia con
un enfoque familiarista y no de género inclusive en los casos de VIF.
Sin embargo, también es importante señalar que esta Ley de Violencia Intrafamiliar Nª 20.066 del
año 2055 y sus posteriores modificaciones de los años 2008 y 2010, ha sido significativa para las
mujeres de Chile que viven violencia en dicho ámbito, ya que la ha visibilizado, ha señalado que lo
que allí sucede cuando: se vulneran derechos de personas no tiene estatuto de impunidad por ser
“privado” y porque contiene normas que establecen un estatuto general de protección para la
violencia intrafamiliar, sea esta de conocimiento de los tribunales de familia o penales.
1. Entrega un concepto de violencia intrafamiliar que reconoce distintas formas como la física y
psicológica y la violencia económica y la sexual, se han aplicado desde una comprensión
amplia de aquellas.
51
Página
2. Se aplica respecto de personas que están unidas por relaciones de familia, de cuidados o
convivencia. El establecimiento de la convivencia, ha permitido afirmar que ella es una
relación de familia para estos efectos y que por tanto está protegida de la violencia; y por
otro un concepto amplio de violencia ha permitido que se aplique a parejas de distinto o el
mismo sexo13
3. Establece un estatuto de protección común para los casos de violencia que se encuadran en
esta ley, que se aplica a la justicia de familia y penal, que contiene
- Medidas de protección
- Obligación de adoptar medidas de protección inmediata a cualquier judicatura
- Continuidad de estatuto de protección para los casos que la causa sea traspasada por
incompetencia o reenvío, como el maltrato habitual de un tipo de tribunales a otro, lo más
común del tribunal de familia al penal.
4. Para facilitar el otorgamiento o evaluación del riesgo, establece situaciones que constituyen
una presunción legal de riesgo objetiva como tener denuncias de VIF anteriores y otras14
5. Reconoce, aunque de una forma imperfecta a través de la figura del maltrato habitual, que la
VIF es un delito.15
6. Agrava algunos delitos que ocurren en contexto de VIF, por ejemplo las lesiones aumentan
en un grado. Si se produce una lesión “legalmente leve”, esta se aumenta en un grado y
pasa a considerarse una lesión “legalmente menos grave”.
Hechos: faltas y delitos más comunes que se comprenden en el estatuto general de la Ley de VIF
Estatuto de protección común para los hechos de violencia que ocurren en contexto VIF
Esta violencia en el contexto intrafamiliar, podrá ser del conocimiento de los tribunales de familia o
penales, si son faltas como agresiones sin lesiones o violencia psicológica; si es el delito de maltrato
13
Si bien la jurisprudencia, no ha sido absoluta en conceder este alcance a la ley de VIF, lo ha sido
mayoritariamente.
14
Artículo 7 de la Ley 201.066
15
Hoy está muy criticado CEDAW. Y 2ª Informe Hemisférico CBDP
52
Página
habitual que empieza y deber ser calificado de tal en familia para ser derivado a penal; o sean delitos
de conocimiento directo de penal como las lesiones, amenazas, delitos sexuales, femicidios, en pero
en todos casos las medidas de protección y otras normas de la ley de VIF podrán ser aplicada por
cualesquiera de los tribunales o fiscales/as que vean estos hechos. Por eso se dice que la Ley de
VIF ( 20.066) es un estatuto de protección común para los hechos de violencia que ocurren en las
relaciones intrafamiliares y otras que señala el artículo 5 de la ley de VIF “…Será constitutivo de
violencia intrafamiliar todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien tenga
o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea pariente
por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el tercer grado
inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual conviviente. También habrá violencia
intrafamiliar cuando la conducta referida en el inciso precedente ocurra entre los padres de un hijo
común, o recaiga sobre persona menor de edad, adulto mayor o discapacitada que se encuentre
bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familia”
Que en los dispositivos se otorgue asistencia judicial enfocada en la protección de las mujeres, así
como la especialización de las/os abogadas/os en materia de VCM y género contribuye a garantizar
el acceso a la justicia de las mismas.
Respecto del derecho a querellarse de las víctimas, entre las instituciones del Estado que lo
satisfacen, se encuentran los Centros de Atención a Víctimas de la Corporación de Asistencia
Judicial (CAVI); los Centros de la Mujer de SernamEG y los Centros de Atención a Víctimas del
Ministerio del interior (CAV)
En este contexto, la función de lo/as abogados/as de los Centros de la Mujer es sin duda de suma
importancia en sede penal, para asegurar la igualdad ante la ley de las mujeres víctimas, su derecho
de asistencia jurídica y acceso a la justicia formal y material, junto con garantizar su protección,
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derecho a presentar querella y la obtención de una sanción justa para los agresores.
Esta asistencia jurídica se hace imprescindible también en Tribunales de Familia, por la necesidad
de una especialización en las causas de Violencia contra la mujer, que entienda su dinámica y
características de la víctima.
En este marco, resulta ineludible establecer orientaciones técnicas en las que se establezcan de
manera clara los lineamientos para la actuación de los/las abogados/as de los Centros de la Mujer
en las causas judiciales. Para estos efectos, se describirá el marco conceptual que sustenta la
intervención jurídica que realiza SernamEG en dichas causas, sus objetivos y las directrices para la
actuación de los abogados/as.
Un aspecto esencial en el acceso a la justicia en los casos de violencia intrafamiliar está constituido
por las medidas de protección a la víctima.
En caso de no haber medidas cautelares, se debe realizar la solicitud de las mismas. Posterior a ello
es fundamental que el equipo tenga claridad respecto de la duración de las mismas para solicitar su
renovación en caso de ser necesario o su modificación, así como supervisión del efectivo
cumplimiento, de todo ello debe quedar registro en la carpeta de la mujer.
Las mujeres ingresadas a los dispositivos con causas judicializadas por violencia en contra de las
mujeres deben contar con medidas cautelares y/o medidas de protección, sobre todo aquellas que
han sido ingresadas a Casa de Acogida. Aquellas que no tengan causa judicializadas es
indispensable la presentación de la querella respectiva, para esta interposición el trabajo
mancomunado con el equipo es basal, entendiendo además que la participación activa de las
mujeres en los procesos judicial va en línea con los procesos de autonomía que se deben trabajar.
Para que las medidas de protección cautelares cumplan su objetivo de resguardar la integridad física
y psíquica de las mujeres, éstas deben ser inmediatas.
La evaluación de riesgo que realice el equipo permitirá guiar los pasos a seguir en la representación
judicial, ya que se debe evitar la victimización secundaria así como la retractación de la mujer por
efectos legales que ella no desea, la asesoría legal debe ser realizada en términos concretos y
lenguaje que la mujer pueda comprender en su cabalidad.
En necesario mantenerse alerta respecto de las medidas cautelares y/o de protección, ya que no
siempre las medidas cautelares son decretadas con la adecuada rapidez e incluso muchos
jueces/zas siguen mostrándose reacios/as a otorgarlas. En este marco, la querella en las causas de
VCM en contexto de pareja tiene precisamente como principal función la de solicitar medidas
cautelares, supervisar su efectivo cumplimiento y vigencia, ya que muchas veces están vencidas o
prontas a vencer y es labor de la abogada/o verificar que estén vigentes.
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Además, en algunas ocasiones la representación judicial en los casos de VCM en contexto de pareja
puede contribuir que las medidas cautelares no sean dictadas por períodos breves y sean
mantenidas hasta que se determine que el bien jurídico protegido está seguro. En último término,
solicitar las medidas cautelares en los casos, implica también responsabilizar e involucrar a las/os
juezas/ces y fiscales en caso de su no otorgamiento.
Las medidas de protección son especialmente relevantes en las mujeres ingresadas en las Casas de
Acogida, y deben ser siempre solicitadas ya que se trata de mujeres que se encuentran con riesgo
alto-vital, a las que además siempre se les debe activar la Llamada de Emergencia
En primer lugar se debe hacer hincapié en la necesidad de que las mujeres puedan contar con una
debida representación judicial y/u orientación legal especializada en materia penal, que pueda
proponer al Tribunal su propia Teoría del Caso desde la realidad propia de la mujer y con
perspectiva de género.
Para las mujeres de los dispositivos, lo anterior debe entenderse en una doble perspectiva. Por un
lado, la abogada/o debe asumir que es parte de un equipo que trabaja con un modelo de
intervención integral. Por otro lado, las y los demás profesionales de los dispositivos deben prestar la
colaboración que la abogada/o requiere para el desarrollo de la causa judicial de la usuaria. Esto
debe hacerse, por ejemplo, colaborando en la elaboración de los informes de riesgo o de daño que
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eventualmente puedan presentarse en las causas judiciales.
Por otro lado, una cuestión relevante es que debe asumirse por la abogada/o que las mujeres
ingresadas o consultantes de los dispositivos pueden presentar diversos estados de afectación, y
por lo tanto, se deben evitar actitudes que produzcan una revictimización de mujer. El trato con las
mujeres debe ser amable y cordial y el diálogo se debe desarrollar a través de un lenguaje sencillo y
directo, teniendo mucho cuidado con las expectativas que puedan generarse en ella.
Debe considerarse, además, que las mujeres víctimas de VCM pueden sentir muchas veces
frustración debido a que los resultados judiciales pueden no reflejar el resarcimiento real del
sufrimiento causado. En esto radica la importancia de explicar de manera clara y completa los
posibles efectos jurídicos, promoviendo una participación activa en la toma de decisiones y mantener
a la mujer informada del estado de su causa, no alimentando falsas expectativas.
Se deberá mantener informada respecto de cuáles son sus derechos, las diversas etapas del
proceso y las consecuencias jurídicas de ello. Lo anterior dado que el cabal conocimiento de sus
derechos es parte relevante del proceso de trabajo de las autonomías.
Por otra parte, es importante considerar que la obtención de la protección judicial que la víctima
necesita y eventualmente la dictación de una sentencia que reconozca el daño sufrido son
elementos muy importantes en el proceso integral de atención de las mujeres y/o sus familiares. En
este marco, si bien no debe forzarse a las mujeres víctimas de VCM a que denuncien los hechos de
agresión, sí debe realizarse un trabajo dirigido a que ellas visibilicen la violencia, ya que la denuncia
constituye una toma de posición de la víctima y es especialmente necesaria en el caso de la
violencia de género.
Por último, si bien la sentencia puede constituir en sí misma una forma de reparación, deberá
siempre evaluarse la posibilidad de solicitar una indemnización patrimonial por el daño material y
moral que pueda haber sufrido la víctima.
Al respecto, cabe señalar que las sanciones a los responsables de la violencia contra las mujeres
son necesarias para la erradicación del fenómeno.
En efecto, si bien las sanciones a los agresores no modifican por si solas los patrones culturales que
motivan los actos de violencia de género, la existencia de impunidad contribuye a mantener esas
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lógicas culturales.
No obstante, en nuestro país son muy reducidos los casos que terminan con sentencias definitivas
condenatorias. Por esta razón, el patrocinio en las causas de Violencia debe traducirse, entre otras
cosas, en la posibilidad de solicitar sanciones proporcionales a los delitos cometidos.
Por otra parte, la falta de sensibilización de algunos/as fiscales y de algunos/as jueces y juezas
frente a la violencia doméstica incidió por mucho tiempo en la escasa adopción de medidas
cautelares a favor de las víctimas y en la ausencia de sanciones para los hombres que ejercen
violencia en contra de las mujeres en el ámbito familiar. Esto se ha debido, entre otras cosas, a que
en el caso de algunos jueces de garantía y fiscales, existe la percepción de que la violencia
intrafamiliar no debiera recaer en el ámbito penal. Diversos jueces y juezas han concebido la
problemática como un asunto vinculado solamente al control de impulsos o a la existencia de
factores de riesgo como la drogadicción o el alcoholismo en los hombres que ejercen violencia.
Todo lo anterior, no debe extrañar ya que la/os diversa/os operadores del sistema judicial no están
aislados de un contexto sociocultural, político y económico que determina la condición y posición de
las mujeres y los hombres en la sociedad.
En este marco, la labor interpretativa desde una perspectiva de género, implica tomar
necesariamente en cuenta la particular desigualdad existente aún entre hombres y mujeres en
nuestra sociedad. La posibilidad de desarrollar una jurisprudencia que considere a la violencia contra
las mujeres como una violación a los derechos humanos debiera contribuir a cambiar los
estereotipos de género y a definir un nuevo concepto de justicia para tratar igual a los y las iguales.
Salidas alternativas
Las salidas alternativas son soluciones al conflicto diferentes a las respuestas del sistema punitivo
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tradicional y que tienen por finalidad acortar el proceso y evitar que el caso llegue a juicio oral,
siempre y cuando se cumplan con los requisitos establecidos para este tipo de casos.
Por razones de política criminal es comprensible que no todos los delitos cometidos en este contexto
tengan como causal de término una sentencia definitiva condenatoria y, más aún, una pena privativa
de libertad.
Sin embargo, existe una limitación a la SCP establecida en el mismo Código Procesal Penal que, en
su artículo 238 establece las condiciones en que esta debe operar: “La suspensión condicional del
procedimiento podrá decretarse:
Cabe señalar que las penas que exceden de tres años son las de: parricidio, homicidio, lesiones
gravísimas, secuestro y lesiones graves. Por lo tanto, sólo respecto de los demás delitos: lesiones
menos graves, amenazas y maltrato habitual, los Fiscales pueden solicitar la SCP.
La Ley 20.066 establece, en su artículo 17 una ampliación de las condiciones exigidas para la SCP,
señalando que “Para decretar la suspensión del procedimiento, el juez de garantía impondrá como
condición una o más de las medidas accesorias establecidas en el artículo 9°, sin perjuicio de las
demás que autoriza el artículo 238 del Código Procesal Penal”.
Por otra parte, el mismo artículo 238 del CPP establece que “si el querellante o la víctima asistieren
a la audiencia en que se ventile la solicitud de suspensión condicional del procedimiento, deberán
ser oídos por el tribunal” y la letra a) del artículo 370 señala que son resoluciones apelables las
dictadas por el juez de garantía cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su
prosecución o lo suspendieren por más de treinta días.
En las causas en las que se involucra a mujeres atendidas por SernamEG, en relación a la SCP, se
deberá oponer o apelar en contra de la resolución que la decrete, en los siguientes casos:
En el caso de los acuerdos reparatorios, con la aprobación de la Ley 20.066 se eliminó la posibilidad
de decretar esta salida alternativa como forma de término de las causas sobre VIF.
Sin embargo, en algunas regiones se han seguido aplicando los acuerdos reparatorios debido a que
los fiscales no han catalogado a los delitos cometidos como realizados en un contexto de violencia.
En esos casos, los abogados/as deben oponerse a esa posibilidad, acreditando que se trata de
delitos de esta naturaleza.
Salidas no judiciales
Las salidas no judiciales o términos facultativos constituyen un “filtro” del sistema panal en virtud del
cual no se judicializan las denuncian que ingresan al sistema cuando no existen suficientes
antecedentes para desarrollar la investigación o no se encuentra comprometido el interés público.
Es pertinente mencionar los diversos oficios de la Fiscalía Nacional del Ministerio Público en los que
se imparten instrucciones en materia.
Destaca, en primer lugar, el oficio 018 de 9 de enero de 2007 en el cual se señala la existencia de
interés público prevalente en la persecución penal de delitos constitutivos de violencia intrafamiliar y
se establecen orientaciones y restricciones para la suspensión condicional del procedimiento, las
salidas tempranas y el ejercicio de la facultad de no perseverar. En dicho oficio se indica que “el
Fiscal deberá considerar de manera prioritaria los antecedentes de riesgo del caso, así como
también el daño provocado a la víctima por el delito (psicológico o físico), antes de considerar una
salida anticipada: archivo provisional, facultad de no iniciar investigación, principio de oportunidad”.
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También se reiteran en el mencionado oficio “los criterios señalados en Instructivo FN Nº 75 de 2001
sobre archivo provisional, de manera que, para los delitos cometidos en un contexto de violencia
intrafamiliar, el Fiscal deberá realizar diligencias preliminares antes de decretar el archivo provisional
y sólo luego de haber considerado los antecedentes de riesgo del caso, así como también, del
contexto y gravedad del delito, podrá evaluar la posibilidad de aplicar un archivo provisional”.
Por último, es relevante señalar que para desde la óptica de SernamEG deben evitarse las salidas
no judiciales o facultativas en esta materia porque generan una sensación de impunidad y
desprotección en las víctimas que han denunciado situaciones de violencia.
Respecto de las medidas cautelares -en especial la prohibición de acercamiento- dictadas respecto
de los/las hijos/as de las mujeres ingresadas a las Casas de Acogida, existen varias razones que
hacen evaluar la pertinencia de incluir a las hijas/os de las mujeres en las medidas cautelares
solicitadas en su favor:
En algunos casos las mujeres se oponen a que se prohíba que el agresor mantenga un régimen de
relación directa y regular con su/s hija/s o hijo/s. Lo anterior, se produce tanto cuando la relación
directa y regular esté regulada judicialmente como cuando existe un acuerdo previo de hecho entre
la mujer de la Casa y el agresor.
En otros casos, si el agresor no ha realizado ninguna gestión para mantener una relación directa y
regular con su/s hija/s o hijo/s y se solicita una medida cautelar y/o de protección autónoma se
pueden presentar varias situaciones:
En caso de que se encuentre regulada la relación directa y regular, deberá solicitarse al Juzgado de
Familia su suspensión en base al argumento que la violencia de la mujer ingresada a la Casa de
Acogida afecta también a su/s hija/s o hijo/s. Lo anterior, debe fundamentarse acompañando
informes psico-sociales de las psicólogas de las Casas de Acogida, o de donde la niña, niño o
adolescente este llevando su proceso reparatorio.
En los dos casos anteriores se requerirá del consentimiento de la mujer ingresada a la Casa de
Acogida.
Lo mismo será aplicable respecto de las mujeres ingresadas en los Centros de la Mujer.
Alimentos provisorios
La Ley 19.968, que crea los Tribunales de Familia, dispone que los jueces de familia pueden
decretar como medidas cautelares la fijación de alimentos provisorios. Lo mismo dispone el artículo
15 de la Ley 20.066, respecto de los jueces de garantía. Es importante que se solicite siempre esta
medida cautelar en las causas de violencia de las usuarias de los Centros y de las Casas de
Acogida porque este tema suele ser una causal de incumplimiento de la medida cautelar de
prohibición de acercamiento.
Respecto de los niños, niñas y adolescentes se genera un conflicto en el caso de que una mujer que
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ha sido ingresada a una Casa de Acogida regrese con el agresor y éste también ejerce violencia en
contra de sus hijos o hijas. Estas situaciones el equipo de la Casa de Acogida correspondiente debe
remitir a la mayor brevedad los antecedentes del caso a la Oficina de Protección de Derechos del
SENAME que corresponda, para que en esa instancia se adopten las medidas más pertinentes para
garantizar el interés superior de la niña/o.
El mismo procedimiento se deberá utilizar cuando sea la mujer de la Casa de la Acogida la que
ejerce violencia en forma grave en contra de sus hijos/as.
Con posterioridad, deberá mantenerse un comunicación permanente entre la/el abogada/o que esté
patrocinando la causa y la/el abogada/o donde se encuentre la mujer, quien seguirá siendo
informada de los avances en el proceso judicial.
Cuando una mujer no ha sido o no es usuaria de alguno de los dispositivos en ningún caso es
posible realizar un informe.
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Sin embargo en los casos en que dichos informes sean solicitados respecto de una de las mujeres
ingresadas a los dispositivos se debe realizar algunas precisiones según el requerimiento provenga
de justicia de familia o penal
Tribunales de Familia
El artículo 45 de la Ley 19.968 de los Tribunales de Familia plantea, respecto de la prueba pericial,
que esta puede ser ofrecida por las partes e indica que el juez/za de oficio podrá
solicitar un informe de peritos a los órganos públicos. Por tanto, no existe obligación para
SernamEG de emitir informes periciales.
Respecto de otro tipo de informes, se puede emitir siempre que la usuaria consienta y si el
dispositivo estima que puede hacerlos. En dicho caso se hace el informe que el dispositivo estime
pertinente y en ello el Tribunal no le puede imponer el tipo de informe, ni la metodología, pues está
dentro de las facultades de la Institución determinarlo.
El artículo 19 del Código Procesal Penal no establece que el Ministerio Público esté facultado para
solicitar Informes Periciales, sino "información" con señalamiento de contenido, formalidades y plazo.
No se debe olvidar además la labor de los/as profesionales de los dispositivos está amparada por el
secreto profesional. Por tanto, se puede responder a un requerimiento de información de si es
efectivo que la mujer esta o fue ingresada a un dispositivo, si el dispositivo lo estima pertinente
realizar informes daño, referirse a la evaluación de daño, por poner algunos ejemplos.
Otro tipo de información amparada por el secreto profesional (artículo 303 Código Procesal Penal),
sin autorización de la mujer como ya se ha señalado no se puede realizar ningún tipo de informe.
Para el caso que se decidan hacer Informes, no serán informes periciales, sino Informes como
prueba documental o como antecedente de actuación de testigo/a experto.
Los profesionales del Centro o Casa realizarán los informes de riesgo o de daño que sean
requeridos por el abogado/a que esté patrocinando y/o asesorando a la usuaria.
Por último, deberán también elaborarse los informes en el caso de que sean solicitados en las
causas radicadas en sede penal respecto de mujeres que cometen actos de violencia intrafamiliar en
el marco de relaciones de pareja como respuesta a un historial de violencia sufrida. En esos casos
los informes son evacuados considerando especialmente los siguientes aspectos:
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Historia de Violencia de la mujer;
Análisis del caso desde una perspectiva de género.
- Centro de la Mujer
Los Centros deberán otorgar patrocinio a las personas atendidas en las causas por violencia ejercida
por sus parejas o ex parejas que corresponda ejercer en sede penal o familia, según sea el caso,
conforme lo estipulado en las Orientaciones Técnicas 2016 y sin perjuicio de las metas que a
continuación se señalan:
Se deberá patrocinar y/o querellar judicialmente al 100% de las mujeres que ingresen a intervención
psicosociojurídica, salvo que ellas lo rechacen, cuentan con representación legal particular, la causa
se encuentra terminada o deserten del Centro o de la atención jurídica. Todos estos casos deben
constar por escrito, estar firmados por la usuaria y/o el/la abogado/a y el/la coordinador/a y
registrados en la carpeta individual de a la mujer.
El o la profesional abogado o abogada del Centro debe coordinarse con la Casa de Acogida para
asegurar la visita y representación judicial al 100% de las personas atendidas que la Dirección
Regional de SernamEG asigne, salvo las excepciones ya señaladas.
- Casas de Acogida
De ser posible, se debe propender a que a los Juicios Orales concurra la/el Encargada/o de
Femicidio junto a la/el Abogada/o de Dispositivo (si la carga laboral además lo permite) a fin de
poder compartir esta experiencia de litigación con todas/os las/os colegas.
Artículo 2
Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica
Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya
sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende,
entre otros, violación, maltrato y abuso sexual.
Artículo 3
Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado.
Artículo 1
A los efectos de la presente Convención, la expresión “discriminación contra la mujer” denotará toda
distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su
estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las
libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra
esfera.
1.-Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante
los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
t) Los Estados Partes adopten todas las medidas jurídicas y de otra índole que sean necesarias para
proteger eficazmente a las mujeres contra la violencia, entre ellas:
i) medidas jurídicas eficaces, como sanciones penales, recursos civiles e indemnización para
protegerlas contra todo tipo de violencia, hasta la violencia y los malos tratos en la familia, la
violencia sexual y el hostigamiento en el lugar de trabajo;”
Acceso a la Justicia para Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas, Relatoría sobre los
Derechos de la Mujer, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, OEA/Ser.L/V/II, Doc. 68, 20
enero 2007, página 3, párrafo 5:
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En el informe de la Relatoría sobre los Derechos de la Mujer de la OEA se afirma que “un acceso
adecuado a la justicia no se circunscribe sólo a la existencia formal de recursos judiciales, sino
también a que éstos sean idóneos para investigar, sancionar y reparar las violaciones denunciadas”.
Hay diversos derechos regulados en tratados generales de derechos humanos que suelen ser
vulnerados en los casos de violencia. En seguida mencionamos varios de ellos con las
correspondientes concordancias:
Derecho a la vida. Artículo 6.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos.
Derecho a un nivel de vida adecuado. Artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales.
Derecho a la libertad personal y seguridad individual. Artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
Derecho a no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Artículo
7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y artículo 1 de la Convención contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
ASPECTOS GENERALES:
Del patrocinio:
Al momento de ingresar una mujer al Centro, se les debe ofrecer patrocinio en su causa por
violencia, cualquiera sea la gravedad y tipo de ésta; sea sede penal o familia, según los hechos que
la constituyan. Para esto, resulta ideal el trabajo en triada, a fin de que sea en la primera entrevista
la oportunidad donde la/os profesionales de las diferentes áreas den a conocer las opciones que
tiene la usuaria frente a la situación que vive. En caso que el abogado/a no pueda participar en esta
primera entrevista, debe asegurarse fecha próxima para que la usuaria se reúna con este profesional
a fin de conocer en forma casi inmediata los derechos que le asisten.
Sabemos que muchas veces la mujer no aceptará el patrocinio en la primera entrevista, pero esa
decisión la debe adoptar ella y no nosotras/os.
No procede esperar a constituir patrocinio en audiencia, salvo en aquellos casos en que la usuaria
ingrese al centro con audiencia fijada en fecha inmediata (mismo día o día siguiente). En los demás
casos, al momento de ingresar, teniendo ya fijada audiencia, se le debe constituir patrocinio para
efectos de comparecer en la misma.
Teniendo como supuesto que las mujeres que ingresan a los dispositivos son víctimas de violencia y
considerando la amplia definición de la misma, en casi todos los casos ingresados procederá
constituir patrocinio, siempre que la mujer así lo decida.
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Es probable que muchas mujeres al ingresar no deseen patrocinio, tengan muchas dudas al
respecto e incertidumbre de lo que vaya a ocurrir en caso de aceptar patrocinio o querella, es un
fenómenos propio de la violencia, al igual que la retractación. Igualmente, es común que la mujer
demore en tomar la decisión de ejercer acciones legales en contra del agresor, caso en que se debe
seguir su avance en la dupla psicosocial a fin de mantener intacto el ofrecimiento de patrocinio
cuando así ella lo desee.
Carga de trabajo:
La carga de trabajo del/a abogado/a es alta, ya que no sólo supone entrevista con la mujer sino
redacción y presentación de demandas y querellas; asistencia a dos o más audiencias; tramitación
de los oficios, en fin; situaciones que se presentan en el quehacer diario del/la profesional.
Puede asumirse el patrocinio en causas de familia distintas de Violencia siempre que ésta no afecte
la posibilidad y capacidad del/la abogado/a de llevar la causa de violencia. Sabemos que en muchos
casos este paso resulta ser el primero antes de iniciar acciones legales en casos de violencia física,
pero esto sólo será posible considerando la capacidad de cada profesional en asumir esta
representación sin dejar de lado los casos de violencia.
A modo de ejemplo, dentro de las opciones de materias de competencia de los Tribunales de Familia
está “Divorcio culposo”. Por ello, sólo se puede patrocinar el divorcio culposo si se basa en una
causa de Violencia anterior, tramitada en el Centro o que tenga condena, en cualquier sede.
Patrocinios:
Se incluye una columna después del nivel de riesgo, denominada “patrocinio” (Z) donde las únicas
respuestas son “Sí” o “No”. La razón de la distinción de patrocinios en causas en sede penal y/o
familia es conocer efectivamente la carga de trabajo que tienen los/las profesionales del área, a fin
de relevarlo en documentos de gestión o informes del Área y son una especificación de la columna
(AA)
Rechazo:
Otros:
La Violencia ocurrió en lugar distinto del dispositivo y donde actualmente reside la mujer.
Tratarse de una jurisdicción distinta. Si no tiene patrocinio, pero asiste a la dupla psicosocial del
centro, podría ser rechazo, en el evento de que efectivamente exista negativa de la usuaria.
No hay denuncia y la usuaria asiste al dispositivo a dupla psicosocial o talleres y vivió violencia hace
poco tiempo o la vive actualmente y no desea ejercer acciones legales
Falta empoderamiento
Sólo desea participar en grupo psicosocial
Hay mujeres que ingresan a los dispositivos contando ya con el patrocinio de un/a abogada/o
particular, lo que debe ser señalado de ese modo en la justificación.
En esta causal encontramos diversas manifestaciones que pueden comprender, entre otras:
Existencia de sentencia de término
Acciones se encuentran prescritas
Existencia de Suspensión Condicional del Procedimiento Pendiente (salvo que se reactive por delito
de desacato, por lo que se solicita estar pendiente del cumplimiento de las condiciones)
Agresor falleció o se suicidó (Si existía causa en sede familia o penal, ésta se terminó con su
muerte. Para efectos de eventuales supervisiones, la explicación del término debe quedar en la
carpeta de la usuaria en el Centro)
Con investigación penal terminada
No hay denuncia y la usuaria asiste a Centro a dupla psicosocial o talleres, vivió violencia hace
tiempo y las acciones están prescritas.
Deserción de área legal el caso de aquellas mujeres que, habiendo sido citada por la/el abogada/o
en tres ocasiones con al menos dos semanas de diferencia, no asiste a la cita. De las dos primeras
citaciones se debe dejar constancias en la carpeta de la mujer, indicando el medio a través del cual
se citó (teléfono, carta, hora agendada por secretaria, etc) fecha y hora. La última citación se
intentará hacer por la Coordinadora del dispositivo, dejando constancia de ésta en la carpeta.
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Deserción del Dispositivo aquellos casos en que la mujer comenzó a asistir a dupla psicosocial, la
abandona y en el caso que, estando citada para ella, no asiste y no es posible contactarla con
posterioridad por los profesionales del mismo.
Al igual que en caso anterior, se debe intentar citar a la usuaria en los mismos términos.
Esto atendido que muchas veces las mujeres víctimas no están conscientes de serlo o simplemente
no están preparadas para adoptar una decisión de esa naturaleza, por miedo a la reacción del
agresor, por sus hija/os, por razones de índole económicas, etc. Siempre debe primar la voluntad de
la mujer en este caso, pero debe quedar muy claro que el Centro la acogerá en el momento en que
desee ejercer sus derechos.
Denuncia: (AB)
Se despliegan las opciones SI /NO, a fin de saber si se presentó denuncia por la causa de violencia.
Querella: (AC)
Se despliegan las opciones SI /NO, a fin de saber si se presentó querella por la causa de violencia,
luego permite especificar cual o cuales querellas fueron presentadas, ya sea por delito de
amenazas, maltrato habitual, lesiones.
Se despliega la columna de medida cautelar, cuyas respuestas son “Si” o “No”, luego especificar
qué medidas se otorgaron.
Lo mismo con las medidas de protección autónomas otorgadas por la fiscalía y la llamada de
emergencia otorgada por SernamEG.
Estado de la causa:
Se agrega columna con “Estado de Causa”, la que debe dar cuenta el estado exacto de la misma, ya
sea vigente, suspensión condicional del procedimiento, sentencia condenatoria, sentencia
absolutoria,otro.
SITUACIONES ESPECIALES
En el caso de la mujer imputada, lo primero que debemos hacer es despejar el motivo de su llegada
al dispositivo:
Si acudió como víctima de violencia y durante el transcurso de su atención se convirtió en imputada
por este delito, debemos separar la atención que ella recibió en calidad de víctima, atención
psicosocial y si constituyó patrocinio en el dispositivo.
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Si acudió al dispositivo ya con la condición de imputada o demandada por violencia, debe ser
apoyada por la dupla psicosocial, si así se estima. Desde el área jurídica, el/la abogado/a debe
coordinar su atención y representación con la defensoría penal, en el evento de que sea en esta
sede o con la Corporación de Asistencia Judicial, si es en familia, a fin que se le otorgue una
defensa ocn perspectiva de género.
Si acudió al dispositivo como imputada de otro delito: Desde el área jurídica, el/la abogado/a debe
coordinar su atención y representación con la defensoría penal.
Puede ser que la mujer haya ingresado al dispositivo con la incapacidad o ésta sea sobreviniente.
Si ingresó al Centro siendo discapacitada (por ej: alzheimer), se debe coordinar con la Corporación
de Asistencia Judicial u otro centro a fin de que se le nombre curador ad litem, a fin de ejercer las
acciones legales respectivas, si proceden
Si la incapacidad es sobreviniente: durante el transcurso del proceso, habría que realizar la misma
gestión de solicitar curador ad litem.
Suele ocurrir que nuestras usuarias necesiten un tiempo para recabar la información y
documentación necesaria para confeccionar la respectiva querella o demanda. El tiempo de espera
de estos datos es variable pero prudencialmente no debería demorar más de un mes, tiempo en
que al informar la situación de la mujer (en la planilla) debería ser “a la espera de documentación” y
se entenderá justificada sólo si esta se encuentra dentro del mes. Pasado éste sin que la mujer
acuda al centro, proceder como rechazo o deserción.
Mujer en proceso de deserción: (Ya sea del área legal o del dispositivo)
Como se indicó se debe citar tres veces, con intervalos de dos semanas cada una.
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ANEXO 5: GUÍA EXPLICATIVA PARA VALORIZACION DE NIVEL DE VIOLENCIA, DAÑO Y
RIESGO
Debemos tener en cuenta los siguientes aspectos a considerar antes de aplicar la pauta:
Es necesario que la Ficha se complete en más de una sesión, toda vez que es deseable que
sean más las oportunidades de conversación para así generar un clima de confianza,
donde la mujer responda con total comodidad a las preguntas planteadas por el/la
profesional que realiza el ingreso.
Por otra parte, es fundamental hacer una primera apreciación del riesgo en los casos en
que no se haya evaluado y que sea necesario tomar medidas de protección a partir de
esta primera entrevista.
Se refiere a la información mínima del Dispositivo en el que se aplicó la ficha. Todos los
campos de este punto son obligatorios tanto para Centros de la Mujer como Casas de
Acogida.
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2. Identificación de la mujer
En este apartado es importante consignar todos los datos básicos de las mujeres, los
cuales pueden ser recabados antes o después de la entrevista dependiendo, del estado
emocional en el cual se encuentren, porque en el caso de que éstas lleguen muy
desbordadas, no es recomendable iniciar con estas preguntas, toda vez que puede afectar
el vínculo con ellas.
3. Antecedentes de la mujer
Junto con consultar los datos sociodemográficos, es importante consignar en este ítem el
vínculo que tiene con el agresor, pues será relevante en la posterior intervención.
Por otro lado, el hecho de no sentirse capaces de salir adelante por sí mismas, forma parte
de las consecuencias de la desvalorización y el amedrentamiento al que han estado
expuestas por parte del agresor. Muchas veces acaban por creerle a su pareja que nunca
lograrán obtener un trabajo y terminan supeditadas a la autoridad masculina.
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El 41% de mujeres atendidas en los Centros de la Mujer de SernamEG declara no trabajar
remuneradamente (SernamEG, 2010. Estudio Costos Económicos de la Violencia Intrafamiliar). Un 67% de
las usuarias de Casas de Acogida no trabaja remuneradamente. El 21% de las usuarias de casas de acogida
del SernamEG cuenta con enseñanza media completa y sólo el 7.4% tiene algún tipo de educación superior
completa o inconclusa (Informe gestión de Casas de Acogida, 1ª semestre 2014. SernamEG – Unidad VCM
Nivel Central).
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posibilidades de lograr autonomía económica y por tanto, las mantiene en una situación
de dependencia económica obligada con el agresor.
4. Forma de Ingreso
Es importante establecer de dónde viene o de dónde ha sido derivada, para establecer las
rutas por las cuales ha transitado y qué acciones se han tomado anteriormente con ella.
5. Reingreso
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La información sobre el reingreso permitirá revisar los antecedentes de atenciones
anteriores en el mismo Dispositivo u otros dependientes de SernamEG.
Aquí se consignarán los datos de los hijos/as de las mujeres. Cabe señalar que en la Ficha a
utilizar en el Dispositivo Casas de Acogida, se incluye un pequeño apartado con “Datos a
consignar por cada hijo/a”.
7. Transversalidad de la violencia
Este punto refiere a la descripción de la violencia que han sufrido los hijos/as de la mujer.
Se sugiere que si se consignan hechos de violencia hacia los niños/as en el relato de la
mujer por parte de cualquier persona del equipo, se evalúe como equipo la derivación
pertinente e inmediata.
En cuanto a las características que puede revestir la violencia hacia los hijos/as, esta se
puede manifestar de distintas maneras tales como:
a) Violencia Psicológica
Los hijos e hijas de las mujeres que viven violencia por parte de su agresor, ya sea éste el
padre, otro familiar o un tercero vinculado a la madre, SIEMPRE EXPERIMENTAN DAÑO
PSICOLÓGICO. Por tanto, es importante consignar el nivel que cada uno/a de ellos/as
tiene.
INICIAL (1): Lenguaje agresivo, mal humor, problemas escolares, introversión, todo en el
marco de una comprensión por parte de la mujer o de alguien significativo que es capaz
de contener al niño o niña y este se siente aliviado. No es inadecuado, es comprensible su
actitud y se arrepiente o repara de alguna manera.
MEDIA (2): El niño o niña tiene actitudes agresivas de desquite respecto de sus juguetes, o
amiguitos/as, dibujos con contenido agresivo, problemas de conducta reiterados en el
colegio, enuresis esporádica, sin embargo el niño o niña es capaz de comunicarse con su
madre o significativos y elaborar de alguna manera su situación. Recaídas.
GRAVE (3): Conductas agresivas generalizadas de magnitud significativa, con otros niños o
niñas, con juguetes y/ con animales o mascotas, los hiere de alguna forma. Enuresis y/o
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Encopresis reiterada. Sentimientos de destrucción y desamparo, impotencia de sus
significativos para poder ayudarla/o. Mala conducta generalizada en el colegio.
VITAL (4): El niño o niña ha intentado suicidarse o tiene conductas peligrosas que atentan
contra su vida, piromanía, ingesta de solventes tóxicos (cloro, insecticidas, etc.). Abulia,
abatimiento, desánimo generalizado, ausentismo escolar (cimarras constantes). El niño o
niña está visiblemente afectado por la situación de violencia que vive, es evidente que
presenta sintomatología asociada.
b) Violencia física
INICIAL (1): El niño o niña ha sufrido castigo físico por parte del agresor o de su madre en
alguna oportunidad.
MEDIA (2): Los castigos físicos son reiterados de parte directa del agresor o de la madre
como consecuencia de la experiencia de violencia propia.
GRAVE (3): El niño o niña presenta o ha presentado lesiones menos graves producto de
los actos de violencia en su contra.
VITAL (4): El niño o niña ha presentado lesiones graves en alguna oportunidad por parte
del agresor o de su madre.
(No necesariamente hay documentos médicos de respaldo)
En el relato de la mujer pueden haber referencias directas a un abuso sexual contra uno
de sus hijos o hijas, puede que no sean referencias directas, sino sospechas de que su hija
o hijo ha sufrido o está sufriendo algún tipo de abuso sexual o la persona que entrevista
puede tener una sospecha respecto de un posible abuso, ya sea por el relato de la mujer o
por la observación directa de algún hijo o hija que la acompaña en el momento de la
entrevista.
La violencia sexual siempre va acompañada de violencia física.
Se refiere a consultas sobre temas legales, que pueden variar desde demandas, querellas,
u otras. Las mujeres pueden preguntar por temas de pensiones de alimentos, relación
directa y regular, divorcio, protección y condenas. Un ejemplo de esto sería “Me gustaría
demandar a mi pareja por lo que me ha hecho, o no sé, tal vez para que me den una
medida cautelar para que se aleje de mi casa y de mis hijos”.
Por esto es que los/as profesionales deberán ir siempre reformulando los motivos de
consulta, toda vez que no podemos hacernos cargo de todas las peticiones de la mujer.
Debemos transformar sus deseos en gestiones concretas y alcanzables por nosotros/as.
Ejemplo 1: Una mujer que ingresa plantea como necesidad: “quiero que mi marido
cambie y que ustedes lo hagan entender que no puede pegarme ni insultarme, les pido que
vayan a hablar con él”. Luego de la conversación con la mujer, encuadrándola en los roles
que cumple SernamEG y explicándole que ella sufre un riesgo toda vez que está siendo
maltratada y ofreciéndole ayuda en visualizar su situación, se reformula el motivo de
consulta a “necesidad de que la ayuden a visualizar la violencia de la cual está siendo
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víctima ingresando al apoyo del dispositivo, y desde lo jurídico se evaluarán las distintas
instancias para iniciar su protección como la denuncia y acompañamiento en las distintas
diligencias que amerite su causa”.
Pueden existir muchos ejemplos que den cuenta de cómo se va transformando la petición
original de las mujeres, pero es importante siempre reenfocarla a la situación de violencia
que ellas viven y qué acciones posibles podemos tomar para ayudarlas, no generando así
falsas expectativas.
Después de ver el motivo inicial y co-construído de consulta, tenemos que ver cuáles son
las instituciones idóneas para derivar a la mujer (en caso de ser necesario), dando una
respuesta a sus necesidades. Por ejemplo, ver alguna instancia de ayuda judicial para los
casos de divorcio, pensión de alimentos o relación directa y regular, como también
COSAM o CESFAM si es que vemos algún caso de patología en salud mental.
Relato de la violencia
Acá es donde debemos consignar el relato tal y como lo dijo la mujer. Este cuadro es
fundamental y el más importante para la correcta aplicación de la ficha.
Este relato permitirá que se desplieguen los otros elementos que existen en la pauta, es
decir, a raíz de lo que las mujeres dicen se podrá visualizar si existe violencia física, sexual,
económica y sus indicadores para evaluar el riesgo, entre otras cosas. Es por esto que es
importante que se consigne con precisión lo que señalan, porque esto les dará
herramientas al profesional y al equipo de cómo intervenir en particular.
9. Eje violencia
Esta información nos ayudará a entender aún más la historia de violencia de la cual ha
sido víctima y nos ayudará a diagnosticar el nivel de daño que tendrá según la cronicidad
de los hechos que ha vivido.
El último hecho que ha sufrido ilustrará sobre el tipo de violencia que actualmente está
sufriendo la mujer, dando claros indicadores sobre el riesgo que está corriendo en este
minuto.
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Este episodio puede verse a través de la historia de violencia que se ha relatado, pero
también puede considerarse de manera aislada, como por ejemplo, en mujeres que
consultan luego del primer episodio en las que han sido violentadas.
Tipos de violencia:
- Violencia psicológica
- Es descalificada en público.
-Ha sufrido alguna amenaza o intimidación con la que siente que corre peligro
De igual manera se debe siempre evaluar la ficha en totalidad para ponderar de mejor
manera el riesgo que está corriendo la mujer.
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* Violencia física
Es el uso de cualquier tipo de fuerza física contra las mujeres, con el objetivo de
atemorizarla y causarle daño físico
INICIAL: Ha vivido al menos un episodio (aislado) de violencia física de carácter leve y sin
lesiones.
MEDIO: La violencia física es reiterada y sin lesiones (empujones, zamarreos, cachetadas,
golpes que no dejan lesiones visibles).
GRAVE: La violencia física puede o no ser reiterada y deja lesiones con asistencia médica
o sin ella (basta con una).
VITAL: La violencia física puede o no ser reiterada con lesiones de carácter grave (con o sin
parte policial, con o sin asistencia médica) (basta con una agresión).
No es relevante, si es que se consigna que hubo lesiones en el relato la mujer, que pueda
respaldarlo con un certificado o con denuncias. No corresponde poner en duda el relato,
sino que sólo servirá de antecedente para estimar riesgo, la protección que necesita y su
ingreso a trabajo grupal o individual.
En cuanto a los factores de riesgo plasmados en la pauta para esta forma de violencia, se
deben entender que todos dan alertas de un riesgo grave o vital.
También para poder valorar el riesgo, nos podemos orientar con los siguientes indicadores
los que deben cruzarse entre sí:
-Periodicidad: Una mujer que es golpeada reiteradamente estará en mayor riesgo que la
que ha sido golpeada hace dos años.
-Intensidad: Un empujón (que es violencia física) no será lo mismo que un golpe con pie y
puños.
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-Contexto: El espacio en el que es golpeada también nos dará indicadores de riesgo. Por
ejemplo, espacios de la vía pública, lugares de la casa como la cocina donde pueden estar
a disposición objetos a disposición que facilitan la agresión.
Violencia sexual
En el caso de los factores posibles de riesgo que revisten más gravedad en este punto
debemos poner especial atención a:
Violencia económica
Constituye el control de los ingresos de la familia o el acceso de las mujeres al dinero para
mantenerla dependiente o para presionarla a actuar en algún sentido. Incluye quitarle sus
ingresos, endeudarla, dilapidar el patrimonio familiar o anteponer las necesidades propias
a las de la familia. Importante consignar si el control económico por implica poner en
riesgo la subsistencia de la mujer o de sus hijos e hijas.
INICIAL: la mujer puede o no percibir ingresos, pero no puede decidir libremente los
gastos de ese dinero o del dinero familiar. El dinero está en disputa y a la mujer le cuesta
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mantener los límites sobre las decisiones que involucran gastos. La mujer puede trabajar
si lo quiere.
MEDIO: el agresor comienza a cuestionar la posibilidad de que la mujer trabaje, controla y
cuestiona los gastos de la mujer.
GRAVE: Le impide trabajar, controla los gastos, la mujer no toma decisiones referente a
los gastos, no sabe cuánto dinero maneja el agresor.
VITAL: El agresor manipula a través del dinero todas las acciones de la mujer y no cubre
las necesidades básicas del grupo familiar. Pone en riesgo la subsistencia
El factor de riesgo que debe tener especial atención en este caso es:
Junto con los tipos y niveles de violencia, se debe recopilar información acerca de los
siguientes aspectos:
La etapa de inicio nos da elementos para evaluar el riesgo y cuan arraigada está la
violencia en la mujer, porque diferenciando estos momentos nos dará elementos de cómo
debemos abordarla en la intervención futura. Por ejemplo, una relación que comienza en
el pololeo y se ha mantenido por 20 años probablemente nos indicará que se debe
modificar todo un sistema de creencias y será más difícil la reparación del daño por lo
crónico de los hechos de violencia.
Los datos sobre la frecuencia también deben ser ponderadas para el riesgo y las acciones a
tomar. Una mujer que sufre violencia a diario debe ser intervenida de forma inmediata,
porque el riesgo de agresión se pondera en horas.
Autoexplicación de la violencia
Cómo ella se explica que esté sufriendo violencia nos sirve para poder comprender las
ideas que debemos modificar o reforzar en la intervención. Por ejemplo, una mujer puede
explicarse la violencia diciendo que ella es la que provoca que la golpeen porque no hizo
las cosas bien (idea que debe ser modificada en las sesiones posteriores) como también
puede explicarse los hechos atribuyéndolos a los roles estereotipados y rígidos de géneros
con los que vive el agresor (idea que debe ser reforzada en las futuras sesiones).
Conciencia de la violencia de la mujer según la opinión profesional
Se evaluará la conciencia que tiene la mujer sobre la violencia que ha sufrido para tomarlo
como un factor protector. Por ejemplo, si puede visualizar y reconocer los hechos de
violencia de los cuales ha sido víctima, tendrá mejores estrategias para su protección que
una mujer que justifica los actos y no se da cuenta que la violencia no es algo normal en
las relaciones.
Permitirá ver las instituciones por las cuales ha consultado la mujer anteriormente y qué
respuestas ha obtenido. Por ejemplo, se verá si es que ha realizado denuncias y sus
resultados; si es que ha tenido tratamientos psicológicos o psiquiátricos, entre otros.
Esta sugerencia se realizará en cada caso y según el nivel de violencia y riesgo que sufre la
mujer. Incluso, para aquellos casos en que el agresor resida en otra región, será
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igualmente pertinente solicitar la prohibición de acercamiento a la víctima, ya que es
posible el desplazamiento del agresor de una región a otra.
No hay que olvidar que la evolución de la conciencia de género respecto de las mujeres
que viven violencia, depende en gran parte el éxito de la intervención y un egreso exitoso.
Puede que se realicen muchas gestiones en su favor, pero si ella no avanza en la
comprensión global de su situación de violencia, es muy probable que sea victimizada
nuevamente.
El nivel de conciencia de género se puede clasificar en una escala donde los extremos son:
0 significa “sin conciencia de género” y 4 “con conciencia de género, según los siguientes
criterios:
Al igual que la conciencia de género esta se puede clasificar de 0 a 4 según los siguientes
criterios:
Roles de género
Flexibilidad Rigidez
Yo quiero que mis hijos aprendan de todo. Pienso que las mujeres que trabajan le
Me crié en una familia estricta, las mujeres hacen daño a sus familias.
una cosa y los hombres otra y sé que no es Yo trabajo para que podamos cumplir los
lo que quiero para mi vida o mi propia sueños que mi pareja ha decidido para
familia. nosotros.
Por hacer tareas de la casa los hombres no El feminismo es el culpable que las mujeres
dejan de ser hombres tengan ideas de libertad en su cabeza.
Por salir a trabajar las mujeres no somos Yo soy machista, me parece que el mundo
peores madres está bien organizado de esa manera.
Mi trabajo me entrega libertad, puedo Yo no estoy de acuerdo en que los niños
decidir por mí misma. hagan tareas del hogar, así se fomenta la
homosexualidad.
Toma de decisiones
Las preguntas orientadoras aquí pueden ser: ¿Toma decisiones sobre su vida o sobre la
vida de sus hijas e hijos? ¿Sobre su relación con sus amistades? ¿Sobre su sexualidad?
¿Sobre lo que le gusta y lo que no le gusta?, etc.
Conciencia de género
Una mujer presenta un elevado nivel de conciencia de género cuando ella comprende
que la distribución respecto de los roles de género es injusta y es construida
culturalmente por una sociedad que es desigual y que su adaptación a dicha distribución
no ha sido opcional, sino que impuesta.
A partir del relato de la mujer y de la evaluación en cada uno de los ítems antes
mencionados podemos evaluar el grado de conciencia de género que presenta la mujer.
Ejemplo:
Una mujer que tiene un discurso de género alto y una baja adaptación al modelo de roles,
sumado a una tendencia a la flexibilización y la distribución igualitaria de tareas, junto con
una expresión amplia en la toma de decisiones, es una mujer que tiene una conciencia de
género más desarrollada.
Este eje refiere a los efectos tanto físicos como psicológicos que ha dejado la violencia en
la mujer. Se debe llenar lo siguiente:
Sintomatología observada
Se debe describir todo lo que la persona que entrevista aprecie en la mujer. A veces puede
ser una sintomatología sutil, así que se recomienda estar muy atentos a cómo llega la
mujer, mirar sus manos, si está nerviosa, si se ha comido las uñas, si se confunde con
facilidad en el relato, si se emociona o llora, ahogos, entre otros.
Tiene que ver cómo se presentan las mujeres durante la entrevista. Tal vez se muestren
retraídas, o melancólicas, en algunos casos eufóricas. Es importante que esto se evalúe
luego de haber transcurrido toda la entrevista, porque si la mujer rompe en llanto una vez
y luego puede controlarlo no significa que su estado de ánimo sea melancólico, sino que
puede responder a que sus mecanismos de auto control hayan bajado. Esto tiene que ver
con el equilibrio entre lo que se observa y lo que las mujeres relatan.
Aquí debe tomarse en consideración todo lo que la mujer refiere que le pasa en el ámbito
somático con un correlato emocional importante. Por ejemplo, puede haber falta o exceso
de sueño, falta o exceso de apetito, dolor en el pecho constante, angustia, sensación de
falta de energía, miedo, entre otros. Todos estos elementos nos evidencian niveles de
daño en lo emocional y la expresión corporal del malestar psicológico, que debe evaluarse
para estimar una posible derivación y coordinación con otros actores del ámbito de la
salud mental.
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Relación con el suicidio
Ideación suicida: la mujer tiene pensamientos relacionados con el suicidio pero sin
involucrarse activamente con su concreción. Por ejemplo “a veces pienso que debería
matarme”.
Intento suicida: la mujer ya ha intentado suicidarse sin éxito. Esto es un factor más
riesgoso porque aumenta la probabilidad de que vuelva a hacerlo.
Consumo de sustancias
Consumo no problemático
Habitual: busca la situación para el consumo, lo puede hacer en grupo o en forma aislada.
Ya conoce los lugares y formas de acceder a la compra; se inicia el hábito.
Consumo problemático
Consumo perjudicial (CIE-10*): forma de consumo que afecta la salud física o mental. Las
formas perjudiciales de consumo son, a menudo, criticadas por terceras personas y suelen
dar lugar a consecuencias sociales adversas de variados tipos. En todo caso, el solo hecho
que una forma de consumo sea criticada por el entorno en general, no es por sí misma
indicativa de consumo perjudicial.
Si es que sospechamos que existe algún tipo de consumo por parte de la mujer, o si bien
ella relata que consume pero la persona que entrevista se da cuenta que es en un nivel
más alto del que ella nos dice, debemos reportarlo en la pauta para conversar con ella
más adelante y evaluar una derivación.
Debemos evaluar siempre los recursos con los que cuentan las mujeres, ya que son la base
para la posterior intervención. Por ejemplo, una mujer puede ser muy comunicativa y
sociable, cuestión que podemos usar a nuestro favor incentivando que aumente sus redes
sociales y sacarla de un potencial aislamiento.
Los criterios según el DSM IV para la evaluación de este cuadro son los siguientes
Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del
trauma.
No necesariamente debe existir este cuadro para decir que una mujer ha sufrido
consecuencias a raíz de la violencia. De hecho, cuando el daño ya es crónico, no existe
tanta sintomatología física.
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Síndrome de la mujer maltratada.
1.- Indefensión aprendida: Tras fracasar en sus intentos por contener las agresiones, la
mujer las asume como una situación inevitable. Tiene relación con la desesperanza
aprendida y con respuestas asociadas a sintomatología depresiva. Los hechos son
inmodificables, se mantienen en el tiempo y la mujer siente que nada puede hacer al
respecto.
2.- Pérdida de control: la mujer concluye que la solución a las agresiones le son ajenas, se
torna pasiva en sus respuestas y deja que terceras personas den las órdenes o las
directrices. Ella no interviene, las agresiones pueden generalizarse a otros miembros de la
familia.
3.- Baja respuesta conductual: la mujer ya no busca estrategias para evitar las agresiones,
puede que identifique cuándo va a ser víctima de alguna agresión, sin embargo, ya no
responde ni se moviliza para buscar ayuda.
4.- Identificación con el agresor: cree merecer las agresiones e incluso justifica al agresor
ante críticas externas. Esto forma parte de la relación complementaria, rígida, mientras
más profundo sea el daño de la mujer, más complementaria es la relación, más
justificaciones y naturalización de la violencia.
Los factores de riesgo asociados a los efectos de violencia sobre la mujer son los
siguientes:
También forman parte del eje social, aquellas personas de su círculo que la mujer
considera cercanas pero no están al tanto de su situación de violencia. Tener en mente a
estas personas, contribuye a que durante la intervención con la mujer, ésta logre
visualizarlos como un agente protector, que le ayude a salir del aislamiento.
Experiencia laboral
Tiene: Si cuenta con experiencia laboral se debe incentivar a trabajar o a continuar con su
trabajo toda vez que así se sentirá más independiente y no necesitará ayuda económica.
Existen ocasiones que la mujer no cuenta con todo el espacio y tiempo para hacerse cargo
de sus problemas por estar ocupada de un familiar que necesita de sus cuidados. Es
importante tener en consideración este punto debido a los cambios de ánimo que puede
experimentar la mujer, pudiendo incluso desertar del programa o bien que se mantenga
en la situación de violencia, por no empeorar el estado de su ser querido.
Esto permite conocer el tipo de intervenciones que ha tenido la mujer o conocer la red
pública de la cual participa. Se deben considerar si:
- Recibe beneficios permanentes
- Recibe un bono, aporte municipal, pensiones, entre otros.
- Participa en otro programa
Situación habitacional
Ecomapa
En cuanto a los factores posibles de riesgo social, deben siempre ser mirados a la luz de la
pauta, porque por si solos no dan indicadores de un alto riesgo. Sin embargo se pueden
establecer los siguientes puntos que constituyen factores posibles de riesgo social para las
mujeres:
Se describirá en este punto cómo se relaciona la mujer con quien está ejerciendo violencia
contra ella.
Asimetría
Poseen relaciones rígidas, verticales y asimétricas. En todas las relaciones de pareja donde
existe violencia nos encontramos con relaciones asimétricas donde el poder está
concentrado en el hombre por sobre la mujer. En este sentido debemos percibir cuán
rígido es el sistema relacional que se ha establecido y, qué posibilidades de cambio se
vislumbran.
Complementariedad
Es necesario evaluar cuán dependiente es la mujer del agresor. Esto estará estrechamente
relacionado con la intervención. A mayor dependencia, la intervención se complejiza,
debido a la incapacidad que tiene la mujer para reconocer su individualidad e identidad
propia.
La mujer tiene claridad de que está con su agresor por otros problemas que no
0 tienen que ver con la dependencia psicológica, reconoce que podría vivir sin él
sin mayor sufrimiento
1 La mujer siente que el amor que sentía, se ha ido diluyendo y ya ha comenzado
un proceso de individuación.
2 La mujer siente que lo quiere de una manera que no le permite defenderse
mucho ya que tiene mucho miedo de que él se vaya.
3 La mujer siente que no puede separarse del agresor aunque él la maltrate, pues
cree que no puede vivir sin él, hay un gran temor a perderlo.
La mujer tiene sus propios ingresos económicos y ese tema no está influyendo
0 en su situación de violencia.
1 La mujer depende económicamente de su agresor, pero él no ha usado esta
dependencia para agredirla
2 La mujer depende económicamente de su agresor y teme que si se separa, él
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no va a ayudarla económicamente y ella va a quedar sin recursos. (sentimiento
de desamparo)
3 La mujer tiene total dependencia económica del agresor y ha sido amenazada
que no va a tener ayuda si se separa de él. Se siente incapaz de salir adelante
sola.
Genograma
Son representaciones gráficas que registran información sobre los miembros de una
familia y sus relaciones. Su estructura en forma de árbol proporciona una rápida mirada
de las relaciones familiares siendo una provechosa fuente de hipótesis sobre cómo un
problema puede estar relacionado con el contexto familiar y su evolución a través del
tiempo.
Identificación
En este punto se considerarán los datos personales del sujeto que ejerce la violencia;
nombre, edad, rut, dirección, trabajo actual, lugar de trabajo, renta aproximada.
Consumo de psicofármacos
El consumo de fármacos nos dará información sobre el estado psicológico del agresor.
Debemos considerar el relato de la mujer respecto de los tipos de consumo que tiene su
pareja; debemos despejar si éste se encuentra en un tratamiento en el que recibe
indicación prescrita de fármacos o deja de tomarlos, porque puede dar lugar a
descompensaciones y posibles nuevas agresiones.
Hay que preguntarse sobre la historia de violencia respecto del consumo y si éste es un
factor precipitante de la violencia, nunca consideraremos que el consumo es la causa de
la violencia, por otro lado debemos atender a que las agresiones ocurren en este
contexto, ya que luego de la ingesta de alcohol pudiera aumenta la agresividad, entre
otras.
Según los diagnósticos se debe ver si sigue los tratamientos, y si es a raíz de algún
trastorno psicopatológico que comete las agresiones. También es importante verificar si
las enfermedades del agresor causan que la mujer se retracte, porque muchas sienten que
son las únicas que pueden ayudarlo.
Que haya ejercido violencia con otras parejas nos habla de una conducta permanente y
difícil de modificar en el agresor, lo que aumenta el riesgo.
La mujer dará un relato del agresor desde su subjetividad, es decir, nos dará elementos de
cómo es él, pero además nos habla de temores, angustias, idealizaciones y fantasías de la
mujer sobre él. Este relato también nos dará factores a trabajar con la mujer y a ver cuáles
serían las causas que faciliten la retractación. La descripción de la personalidad siempre
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hay que contrastarla con los datos objetivos que ella nos ha dado anteriormente, y ligarlo
con la conciencia que tiene la mujer sobre la violencia.
Veremos la relación con el suicidio a través de los ojos de la mujer, por lo que es
importante ver cómo le afecta esto a ella o si el agresor lo está utilizando como amenaza
para mantenerla con él.
Intento suicida: Se ha intentado suicidar sin lograrlo. Esto requiere una fuerte
intervención con la mujer toda vez que sería un alto factor de retractación debido
a la culpa que puede generar en ella esta situación.
Los dos factores de riesgo que son altos en relación al agresor son:
Es deseable que la información de este eje se vaya completando de a poco con el relato de
la mujer.
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En la primera sesión es necesario explorar si existen denuncias anteriores o, si tiene
alguna causa judicial vigente, a fin de obtener el número de parte policial, naturaleza de la
causa, cual fue la fecha de la denuncia, querella o demanda y en qué momento ingresó al
tribunal, junto con la información de donde quedará radicada la causa. Es importante
además indagar si la mujer es atendida por URAVIT y los profesionales que están a cargo
del caso.
Se debe recabar información acerca de la persona que ejerce violencia puesto que servirá
de antecedentes en el caso de nuevas denuncias o dará información clave para la causa.
(Por ejemplo, el domicilio es fundamental para las notificaciones.)
En caso que las medidas cautelares anteriores no fueron cumplidas por el agresor, implica
un factor de riesgo muy alto para la mujer, porque significa que el denunciado hará
cualquier cosa para seguir en contacto. Junto con esto, es importante también verificar si
ella no respetó las medidas ya que nos dará cuenta del nivel de dependencia y la falta de
conciencia de riesgo.
Denuncias anteriores
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Se deben consignar todas las denuncias que haya realizado la mujer (no sólo desde la
vigencia de la Ley 20.066.) Esto permitirá conocer la historia judicial de violencia que vive
o ha vivido la mujer, permitiendo contextualizar la violencia y utilizarla como antecedente
para el ejercicio de una acción judicial.
Condenas
Cualquier condena que haya tenido el denunciado nos habla de un riesgo alto para la
mujer, porque refiere de alguien que puede quebrar los límites.
Se debe consignar el tipo de término de la causa, junto con lo que le pasó a la mujer luego
de esto. Si produjo frustración, si es que ella fue la que quiso dar término, etc.
Se debe indagar muy bien en los motivos que llevan a la mujer a retractarse, porque
tendrán que ver con el porqué no quiere dejar la relación violenta.
Qué tipo de apoyo jurídico quiere la mujer: A esta consulta se debe contestar luego del
motivo de consulta co-construido, porque muchas no llegarán a consultar específicamente
por cómo realizar una querella o en términos más específicos. Para esto, se debe orientar
en todos los aspectos que implica cada uno de ellos, para que la mujer decida el tipo de
apoyo que le brindaremos.
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Se debe informar acerca de sus derechos, que debe hacer para ejercerlos, que puede
lograr, manejar las expectativas del resultado final y destacar la permanente disposición
del/la profesional en apoyarla cualquiera sea su decisión final.
Realizar un check list de los factores posibles de riesgo alto. La valoración de cada uno de
ellos será contextual y se valorará como altos en sí mismos, los siguientes: que tenga
acceso a armas de fuego, que cree que es capaz de matarla, que ha denunciado antes por
violencia física y que el agresor ha amenazado con quitarse la vida.
Realizar un check list sobre los factores. Cada uno de estos elementos por sí sólo es riesgo
grave, y se deberá pensar en derivación a una Casa de Acogida en el caso de los Centros.
0: Ausencia de Violencia: En el caso de la violencia psicológica esta categoría no existe ya que siempre está presente: Inicial (1),
Media (2), Grave (3), Vital (4)
NIVEL DE VIOLENCIA PSICOLÓGICA I(1) M(2) G(3) V(4)
Es cualquier acción con la que se Agresiones verbales Las agresiones verbales El deterioro de la A causa de los malos
menoscabe a la mujer o cualquier esporádicas, no son parte son cotidianas y autoestima es evidente, se tratos verbales
ataque contra su autoestima, del cotidiano de la mujer, lastiman la autoestima manifiesta en la conducta constantes, la mujer ha
acciones, palabras, gestos y miradas pero lastiman su de la mujer retraída y temerosa de la intentado o planeado
que buscan atemorizar a la mujer. autoestima mujer y en posible cómo quitarse la vida,
Insultar, descalificar, humillar o pensamiento suicida. sola o junto a sus hijos
desvalorizar a la mujer frente a y/o hijas.
terceros o su familia.
NIVEL DE VIOLENCIA FÍSICA I(1) M(2) G(3) V(4)
Es el uso de cualquier tipo de fuerza Ha vivido al menos un La violencia física es La violencia física es La violencia física es
física contra la mujer, con el objetivo episodio (aislado) de reiterada, sin lesiones. reiterada y existencia de reiterada con lesiones
de atemorizarla y causarle daño violencia física de carácter (empujones, zamarreos, lesiones con asistencia de carácter grave (con
físico. leve y sin lesiones cachetadas, golpes que médica o sin ella parte policial o no, con o
no dejan lesiones sin asistencia médica)
visibles)
NIVEL DE VIOLENCIA SEXUAL I(1) M(2) G(3) V(4)
Es cualquier intento de imponer Hubo algún hecho, de El agresor de manera Los abusos sexuales El ejercicio del abuso
actos sexuales a la mujer en contra carácter aislado, donde la constante abusa de la reiterados con agresiones sexual pone en riesgo la
de su voluntad. Cuando el mujer fue abusada en su mujer, sin provocarle físicas, basta sólo uno. vida de la mujer
acercamiento sexual y las acciones se sexualidad lesiones (por ejemplo Importante diferenciar (violaciones reiteradas)
vuelven coercitivas, o se trasgrede el tener sexo para evitar entre abuso y violación en este caso se incluye
consentimiento verbal o no verbal de malos tratos, golpes o dentro de la pauta de el exponerla
la pareja. En estos abusos se incluyen daño a sus hijos o hijas) agresión. conscientemente al VIH.
desde comportamientos coercitivos
hasta la violación.
NIVEL DE VIOLENCIA ECONÓMICA I(1) M(2) G(3) V(4)
Constituye el control de los ingresos La mujer no tiene acceso Le impide trabajar y Le impide trabajar, controla El agresor manipula a
de la familia o el acceso de la mujer al dinero familiar, pero el controla los gastos de la todos los gastos, le entrega través del dinero todas
al dinero para mantenerla agresor mantiene sin casa, pero cubre todas un monto diario de dinero las acciones de la mujer
dependiente o para presionarla a dificultades las las necesidades de la que la mujer debe justificar, y no cubre las
actuar en algún sentido. También es necesidades familiares. mujer y sus hijos o hijas no toma ninguna decisión necesidades básicas del
sinónimo de abuso la dilapidación No le impide trabajar. y deciden en conjunto referente a los gastos, no grupo familiar. Corre
del dinero familiar, o anteponer sus los gastos sabe cuánto dinero maneja riesgo la subsistencia
necesidades a las de la familia. el agresor.
Importante consignar si el control
económico por parte del agresor
implica poner en riesgo la
subsistencia de la mujer o de sus
hijos e hijas.
Niveles de daño
NIVEL DE AUTOESTIMA 0 1 2 3
La autoestima es el sentimiento “No valgo nada, no “Yo no puedo hacer las “creo que yo soy mejor “Me trató mal, no se lo voy a
de aceptación y aprecio hacia puedo hacer nada para cosas bien. Él tiene la de lo que él opina” aceptar.”
una misma, que va unido al cambiar” razón.”
sentimiento de competencia y
valía personal. El concepto que
tenemos de nosotras mismas no
es algo heredado, sino
aprendido de nuestro alrededor,
mediante la valoración que
hacemos de nuestro
comportamiento y de la
asimilación e interiorización de
la opinión de los demás respecto
a nosotras. La importancia de la
autoestima radica en que nos
impulsa a actuar, a seguir
adelante y nos motiva para
perseguir nuestros objetivos.
NIVEL DE AUTONOMÍA 0 1 2 3
Depende totalmente Ella toma decisiones Sus opiniones son Ella toma sus propias
La capacidad de la mujer para de su agresor. mínimas al interior del tomadas en cuenta para decisiones.
hacerse cargo de sí misma y Él toma las decisiones hogar. las decisiones que la
tomar decisiones en y ella obedece involucran.
consecuencia
NIVEL DE AISLAMIENTO 0 1 2 3
Referido a la configuración de Puede salir, trabajar, Trabaja y maneja dinero No trabaja, su pareja no No trabaja, no maneja dinero,
las redes su entorno sabe que para gastos pero el le permite relacionarse nadie sabe que vive violencia
vive violencia. agresor no quiere que se con su familia ni (él la encierra)
contacte con amigos amistades
Los niveles del daño psicológico se podrán medir en tres niveles: nivel de autoestima, autonomía y aislamiento. Esto tendrá una
ponderación distinta a los otros pudiendo tomar niveles de 0 a 3.
Según todos los criterios que se hayan evaluado en la pauta de intervención diagnóstica todo
el equipo deberá valorar el riesgo en el que está la mujer.
El riesgo estará dado por el equipo en base al análisis de los distintos criterios, no se podrá
valorar el riesgo en base a un solo puntaje. Por ejemplo, basta que exista una agresión física
de gravedad para que sea riesgo grave/vital, por tanto se deberá cruzar la información acerca
de los factores de riesgo alto y grave con los niveles de violencia, además del tiempo en el
que ella ha estado viviendo violencia.
Trabajo de grupo
Para evaluar la pertinencia de ingreso de las mujeres a trabajos grupales se deben evaluar
(para las Casas se contempla este trabajo posterior a su egreso):
111
Página
ANEXO 6: FICHA DE SEGUIMIENTO
Fecha del Seguimiento: __________________________
Egreso
Deserción
Interrupción
Traslado
Derivación
Especificar Traslado o
Derivación
1. DATOS GENERALES
Región
Número de ficha
Fecha de Ingreso
Fecha de salida
17
Factor de mayor riesgo.
112
Página
ANTECEDENTES DE LA MUJER
Nombre
Dirección
Teléfonos propios y de contacto
especificando nombre y vínculo
del contacto
Correo electrónico
Ha Mantenido El Trabajo Que
Trabajo Actual
Tenía a la Salida (marcar con una Si No
___________________
X).
Trabajadora Dependiente O
Independiente
Jornada De Trabajo Diaria,
Semanal U Otra
Situación Contractual
Trabajo No Remunerado
(Dueña De Casa)
Trabajadora Dependiente, Datos
del Empleador
¿Presenta alguna problemática de
salud diagnosticada al momento
del egreso? (Sí - No, detallar).
Situación habitacional18
18
Factor de mayor riesgo..
113
Página
Nuevos hechos fueron
SI NO
denunciados
Hay patrocinio sobre éstos nuevos
SI NO
hechos
Profesional con quien se toma
contacto para el caso de las
Derivaciones o los Traslados
3. EN CASO DE EGRESO.
EJE SOCIOLABORAL
Detallar red primaria de
la mujer
Red institucional de
educación, salud y
otras con la que
cuentan los/as hijos/as.
0 1 2 3
Nivel de dependencia emocional
0 1 2 3
Nivel de dependencia económica
114
Página
3.2. EJE DE GÉNERO
Rigidez Flexibilidad
Roles de género, Estereotipos.
0 1 2 3 4
Toma de decisiones
Conciencia de género 0 1 2 3 4
(comprensión de la estructura de poder
y control)
Otras Observaciones
4. SINTESIS DIAGNOSTICA
Nivel de autoestima 0 1 2 3
Nivel de autonomía 0 1 2 3
Nivel de aislamiento 0 1 2 3
Fecha
Responsable
Objetivo del Plan de Intervención
Individual a cumplir
RESUMEN SESIÓN
118
Página
ANEXO 8 : MANEJO DE DATOS SENSIBLES
Nuestra Ley 19.628 sobre protección a la vida privada fue aprobada en Agosto de 1999, fue la
primera legislación de este tipo en América Latina, y fue un gran paso hacia adelante
respecto de otorgar una real garantía de protección a los ciudadanos. Esta norma fue
modificada por la Ley 19.812, en materia de datos personales comerciales y económicos.
La Ley se refiere a diversos tipos de datos personales y su régimen jurídico distinguiendo: los
datos personales sensibles, datos personales de carácter económico, bancario financiero y
comercial y datos personales sobre sanciones administrativas o penales
La ley define en el artículo 2, letra g, los datos sensibles, aquellos datos personales que se
refieren a las características físicas o morales de las personas o a hechos o circunstancias de
su vida privada o intimidad, tales como los hábitos personales, el origen racial, las ideologías
y opiniones políticas, las creencias o convicciones religiosas, los estados de salud físicos o
psíquicos y la vida sexual.
Por su parte, el artículo 10, establece que estos datos no pueden ser objeto de tratamiento,
salvo en los siguientes casos: cuando la ley lo autoriza, existe consentimiento del titular, o
sean datos necesarios para la determinación u otorgamiento de beneficios de salud que
correspondan a sus titulares.
El régimen jurídico de estos datos se encuentra en el Título III de la Ley 19.628, que regula la
utilización de datos personales relativos a obligaciones de carácter económico, financiero,
bancario o comercial. Pero no es del caso referirnos a ellos ya que no entran en la
competencia de nuestro trabajo
Como principio general se prohíbe la transferencia, cesión, venta u otra forma de entrega de
la base de datos a terceros, con el fin de resguardar los datos personales de los involucrados.
Los datos personales deben utilizarse sólo para los fines para los cuales se hubieren
recolectado, salvo que provengan o se hayan recolectado de fuentes accesibles al público.
Uso de los datos personales: Se debe señalar e informar expresamente a la involucrada cuál
será la utilización y tratamiento que se le dará a los datos personales entregados por las
usuarias.
Calidad de los Datos Personales: Se deberá tener especial cuidado al recolectar, mantener,
usar, o distribuir la información personal vinculada con las usuarias dentro de los límites y
para cumplir con los objetivos del modelo de intervención. Dicha información debe ser
exacta, actualizada y responder con veracidad a la situación real del titular de los datos, para
ello debe implementar un sistema idóneo de verificación de dichos datos.
Deberán existir límites para la recogida de datos personales y cualquiera de estos datos
deberá obtenerse con medios legales y justos y, siempre que sea apropiado, con el
conocimiento o consentimiento del sujeto implicado.
Los límites a la recolección de datos se refieren a la manera en que han de ser procesados, su
naturaleza, el contexto en el que se van a usar u otras circunstancias que se vean como
especialmente sensibles.
Los límites pueden referirse a los aspectos de la calidad de los datos, es decir, que de los
datos recogidos debe sacarse información de alta calidad, que los datos deberían recogerse
en un marco informativo adecuado, etc. También los límites pueden ser relativos al objeto
del proceso de datos, es decir, que sólo se deben recoger ciertas categorías de datos y,
posiblemente, que la recogida de datos debería estar restringida a la mínima necesaria para
satisfacer el fin específico.
Los datos personales deberán ser relevantes para el propósito de su uso y, en la medida de lo
necesario para dicho propósito, exactos, completos y actuales.
Estos requisitos hay que entenderlos vinculados a los fines de los datos, es decir, no se
pretende que tengan más alcance del necesario para cumplir los objetivos dispuestos.
Estos nuevos fines no se deben introducir de forma caprichosa o arbitraria, en el sentido que
debe guardar concordancia con los propósitos originales. Por último, cuando los datos no
sirvan a un fin, pueden ser borrados o darles una forma anónima, la razón de esto, es que se
puede perder el control sobre los datos cuando estos ya no tienen interés.
f) Principio de transparencia
Deberá existir una política general sobre transparencia en cuanto a evolución, prácticas y
políticas relativas a datos personales. Se deberá contar con medios ágiles para determinar la
existencia y la naturaleza de datos personales, el propósito principal para su uso y la
identidad y lugar de residencia habitual de quien controla esos datos.
a. que el controlador de datos u otra fuente le confirme que tiene datos sobre su persona;
– en un tiempo razonable;
– de forma razonable; y
– de manera inteligible;
c. que se le expliquen las razones por las que una petición suya haya sido denegada, así
como poder cuestionar tal denegación; y
122
Página
d. expresar dudas sobre los datos relativos a su persona y, si su reclamación tiene éxito,
conseguir que sus datos se eliminen, rectifiquen, completen o corrijan.
El derecho de todo individuo a acceder a los datos personales y a recusarlos es una de las
garantías más importantes de protección de la privacidad. En este sentido se señala que el
derecho de acceso debe ser sencillo de ejercer. Esto se podría traducir, por ejemplo, que el
derecho de acceso no debería implicar ningún proceso legal ni otras medidas similares, sino
que podría formar parte de las actividades ordinarias del controlador de datos, es decir, lo
mejor sería facilitar el acceso inmediato de los datos.
h) Principio de responsabilidad
Sobre todo controlador de datos debe recaer la responsabilidad del cumplimiento de las
medidas que hagan efectivos los principios señalados anteriormente.
Los principios consagrados en la Directiva tienen muchos aspectos en común con los ya
citados y son los siguientes:
Los datos personales deben ser tratados de manera leal y lícita, deben ser adecuados,
pertinentes y no excesivos (con relación a los fines para los que se recaben y para los que se
traten posteriormente) exactos y cuando sea necesario, actualizados. Deben ser conservados
en una forma que permita la identificación de los interesados durante un periodo no superior
al necesario para los fines para los que fueron recogidos o para los que se traten
ulteriormente.
Con respecto a la finalidad del tratamiento de los datos estos deben ser recogidos para fines
determinados, explícitos y legítimos, y los datos no deben ser utilizados de una forma
incompatible con dichas finalidades, salvo que se traten esos datos para fines históricos,
estadísticos o científicos. Se deben tomar todas las medidas razonables para que los datos
inexactos o incompletos, con respecto a los fines para los que fueron recogidos o para los
que fueron tratados posteriormente, sean suprimidos o rectificados.
123
Página
j) Principios relativos a la legitimación del tratamiento de datos
f. es necesario para la satisfacción del interés legítimo perseguido por el responsable del
tratamiento o por el tercero o terceros a los que se comuniquen los datos, siempre que no
prevalezca el interés o los derechos y libertades fundamentales del interesado que requieran
protección
El interesado puede libremente, sin restricciones y con una periodicidad razonable y sin
retrasos ni gastos excesivos solicitar y/o acceder a:
- La comunicación, en forma inteligible, de los datos objeto de los tratamientos, así como
toda la información disponible sobre el origen de los datos.
EXCEPCIONES Y RESTRICCIONES
Cuando tal limitación constituya una medida necesaria para la salvaguardia de:
b) la defensa;
c) la seguridad pública;
Respecto de la confidencialidad , las personas que actúen bajo la autoridad del responsable o
del encargado del tratamiento, incluido este último, solo podrán tratar datos personales a los
que tengan acceso, cuando se lo encargue el responsable del tratamiento o salvo en virtud
de un imperativo legal.
El responsable del tratamiento, en caso de tratamiento por cuenta del mismo, deberá elegir
un encargado del tratamiento que reúna garantías suficientes en relación con las medidas de
seguridad técnica y de organización de los tratamientos que deban efectuarse, y se asegure
de que se cumplen dichas medidas.
125
Página
La realización de tratamientos por encargo deberá estar regulada por un contrato u otro acto
jurídico que vincule al encargado del tratamiento con el responsable del tratamiento, y que
disponga, por ejemplo que el encargado del tratamiento sólo actúa siguiendo instrucciones
del responsable del tratamiento.
Toda la información contenida en los anexos de las Orientaciones Técnicas 2016 más
aquellos registros propios de la intervención profesional (diagnóstico, plan de intervención
individual, informes de evaluación de violencia, riesgo y daño, antecedentes de la
intervención judicial, entre otros), deben ser mantenidos y clasificados en carpetas
personales de cada usuaria, solo de uso de los profesionales que intervienen directamente
en la atención, y mantenerse en un lugar físico del dispositivo con las debidas medidas de
resguardo y protección, que aseguren la completa confidencialidad y protección de aquellos
datos.
Estas carpetas podrán estar sujetas a supervisión técnica periódica por parte del Servicio
Nacional de la Mujer.
El art. 20 de la Ley N° 19.628 dispone que ―El tratamiento de datos personales por parte de
un organismo público sólo podrá efectuarse respecto de las materias de su competencia y
con sujeción a las reglas precedentes. En estas condiciones, no necesitará el consentimiento
del titular.
El R.U.T. es un código numérico creado por el D.F.L. N° 3/1969, M. Justicia (D.O. 15.02.1969),
con el fin de identificar ―…a todos los contribuyentes del país, de los diversos impuestos, y
otras personas o entes señaladas en art. 1°, inc. 1°, tanto las personas jurídicas como las
naturales.
Se trata de un dato de carácter personal o dato personal, esto es, relativo ―a cualquier
información concerniente a personas naturales, identificadas o identificables, conforme el
art. 2° f) de la Ley N° 19.628, de 1999, sobre protección de la vida privada o protección de
datos de carácter personal, cuyo tratamiento sólo puede efectuarse cuando dicha ley u otras
disposiciones legales lo autoricen o el titular consienta expresamente en ello (art. 4° Ley N°
19.628).
128
Página
ANEXO 9: PLAN DE SEGURIDAD
Fechas de Revisión:
El plan de seguridad que usted construirá es una manera de prepararse y disminuir riesgos,
además le sirve para pensar tranquilamente en los modos para enfrentar esta situación y saber
qué hacer en caso de una emergencia. Haber pensado en este Plan también le ayuda a evitar o
disminuir los efectos de la violencia, aunque decida seguir en la casa.
Durante un incidente violento en el hogar, puedo usar alguna de las siguientes estrategias:
1. Cuando presienta que puede ocurrir un incidente, trataré de ir a un lugar seguro o de
menor riesgo, por ejemplo, no al baño, cocina o piezas que no tienen acceso a una
puerta hacia el exterior.
6. Le enseñaré a mis hijos/as donde ir dentro de la casa o si salen de la casa, para estar
seguros si yo estoy siendo agredida físicamente.
(Piense sobre cómo salir de manera segura: ¿qué puertas, ventanas, escaleras,
ascensores, usaré?
Siempre es más seguro cuando se realiza una salida planificada y de manera estratégica, ya
que puede que a veces no quede más alternativa que salir corriendo. Si puede hacer un Plan de
Seguridad, esto es mejor para usted (y sus hijos e hijas) ya que muchos hombres son muy
controladores y abusivos cuando la mujer toma la decisión de dejar el hogar o de terminar la
relación.
Cuando haga el Plan de Seguridad, usaré algunas o todas las estrategias siguientes:
11. Dejaré dinero, copia de documentos importantes y un juego extra de llaves con
_______________________ para poder salir rápidamente. (Defina cuáles son estos
documentos importantes).
12. Con fecha _______________ abriré una cuenta de ahorro para tener mayor
independencia. (definir fecha posible).
13. Pediré ayuda legal a un/a abogado/a que puede explicarme de estas materias y de mis
derechos.
17. Otras cosas que puedo hacer para tener mayor independencia son:
18. Puedo comprar un teléfono celular y tener claridad a quién llamar frente a una
emergencia.
19. Puedo contactarme con la línea 800 104 008 para el servicio telefónico de atención en
situaciones de emergencias.
24. Puedo instalar un sistema de seguridad que incluya seguros adicionales, barrotes para
ventanas o barras para trancar las puertas.
25. Puedo instalar un sistema de luz externa que se enciende cuando alguien se acerca a la
casa.
26. Puedo tener un identificador de llamadas y denunciar las llamadas ofensivas a policías
o carabineros.
27. Puedo comprar un teléfono celular y tenerlo a la mano sólo para emergencias.
28. Puedo consultar a la policía o carabineros por cualquier medida de protección que
pudieran tener para ayudarme.
32. Informaré a las/os profesoras/es o educadoras/es de mis hijos/as quienes son las únicas
personas que tienen autorización para retirarlos del establecimiento educacional y
quiénes no están autorizados bajo ninguna circunstancia.
33. Siempre llevaré conmigo copia del oficio de tribunales en que se decretan las medidas
cautelares que ordenan que el agresor no pueda acercarse a mí, a mis hijos o hijas u
otras medidas de protección.
36. Cancelaré mis cuentas bancarias o tarjetas de crédito que tenga junto con el agresor y
abriré cuentas nuevas.
132
Página
ANEXO 10: MODELOS TEÓRICOS Y DE REFERENCIA PARA ABORDAR LA VIOLENCIA CONTRA
LAS MUJERES
Dada la multiplicidad de maneras en que se manifiesta la Violencia Contra las Mujeres, se hace
necesario contar con un marco comprensivo global y estratégico para hacerle frente. A dicho marco
conceptual, se le ha denominado “Marco Teórico”, el cual es común a los distintos dispositivos de
atención, protección, reparación y prevención de la Unidad VCM. Lo anterior, dado que se fundamenta
en los objetivos esenciales de cada uno de ellos, que se pueden resumir en:
Por otra parte, debido a que la VCM presenta diversos orígenes, consecuencias e implicancias, es
fundamental para lograr un trabajo efectivo con las mujeres, que las/os profesionales que trabajan en
los dispositivos cuenten con una sólida base teórica y conceptual, que les permita comprender dicho
fenómeno de una manera común, amplia y libre de prejuicios.
Para dimensionar el fenómeno que se esconde tras la violencia contra las mujeres, es necesario contar
con un marco teórico que permita dotar a quien interviene, de ciertas ideas y conceptos que ayudan no
sólo a explicar la violencia, sino que también a hacerle frente. En este sentido, cabe señalar que los
modelos teóricos que se han seleccionado, responden a una lectura sistémica del fenómeno, desde la
133
Página
cual la comprensión del comportamiento de las personas no está fundada en las características
individuales de ellas, sino que se dan en función de las relaciones establecidas con el entorno.
Modelo Ecológico
Es el Modelo más inclusivo, pues permite una amplia mirada del fenómeno de la Violencia Contra la
Mujer, al dar cuenta de la complejidad y multicausalidad del problema y, por tanto, exponer los
diferentes niveles de intervención.
Tenerlo presente es de suma importancia dado que optar por una visión exclusivamente individualista o
culturalista no permitiría explicar por sí sola la complejidad de este fenómeno. Por tanto, se concibe
desde una perspectiva integrativa19, donde la realidad social, familiar y cultural pueden entenderse
como organizadas en un todo articulado, en un sistema compuesto por diferentes subsistemas que se
coordinan entre sí de manera dinámica, recíproca y permanente. Razón por la cual, es necesario
considerar simultáneamente los distintos contextos en los que se desarrolla una persona, para tener
una aproximación ecológica de la violencia.
Este modelo permite aclarar los niveles involucrados que dan cuenta de las dimensiones y elementos
que se alimentan entre sí, generando y manteniendo el problema. Esta mirada integrativa señala las
distintas intervenciones a realizar para trabajar en contra de la violencia de género.
19
Bronfenbrenner, U. (1979). The ecology of Human Development.Cambridge: Harvard University Press. (Trad.
Cast.: La Ecología del desarrollo humano. Barcelona: Paidós, 1987).
134
Página
● Macrosistema: Se refiere al contexto más amplio, a las formas de organización social, los
sistemas de creencias y valores internalizados, así como los modos particulares de
organización de la cultura.
● Microsistema: Alude al nivel de las relaciones más directas y cercanas del individuo, es
decir, su red primaria y donde la familia es considerada la estructura básica. En este nivel
se consideran los elementos estructurales de la familia, los patrones de interacción
familiar y las historias personales de quienes constituyen la familia, es decir, los
antecedentes de las familias de origen de sus miembros.
Para prevenir la violencia es fundamental comprender las circunstancias y los factores de riesgo y de
protección, que influyen en su aparición, y el Modelo Ecológico permite desarrollar estrategias en los
diversos ámbitos de intervención, desde la prevención a la protección, considerando que los factores de
riesgo aumentan la probabilidad de que alguien se convierta en víctima, o que cometa un acto de
violencia y por consiguiente su disminución debe ser una meta central de los esfuerzos de prevención,
atención y protección20.
El modelo ecológico organiza los factores de riesgo en función de las siguientes esferas de influencia:
● Individual: comprende los factores biológicos y los relacionados con los antecedentes
personales que pueden aumentar la probabilidad de que una persona cometa un acto de
violencia o sea víctima del mismo.
20
“Prevención de la violencia sexual y violencia infligida por la pareja contra las mujeres: qué hacer y cómo
obtener evidencias” OMS 2011
135
Página
● Relacional: comprende los factores que aumentan el riesgo como consecuencia de las
interacciones entre compañeros(as), parejas y otros y otras integrantes de la familia. Estos
factores constituyen el círculo social más estrecho de una persona y pueden configurar su
comportamiento y determinar la diversidad de sus experiencias.
● Comunitaria: se refiere a los contextos de la comunidad en los cuales se arraigan las relaciones
sociales, como las escuelas, los lugares de trabajo y los vecindarios; esta esfera procura definir
las características de estos entornos, que se asocian con que las personas cometan actos de
violencia de pareja y de violencia sexual o sean víctimas de ellos.
● Social: comprende los factores más amplios del macrosistema, que influyen sobre la violencia
de pareja y la violencia sexual, como son la desigualdad de género, los sistemas de creencias
religiosas o culturales, las normas sociales y las políticas económicas o sociales que crean o
mantienen las disparidades y las tensiones entre los grupos de personas.
El modelo ecológico respalda también una estrategia de enfrentamiento integral que no solo aborda el
riesgo de convertirse en autor o víctima de violencia, sino también las normas, las creencias y los
sistemas sociales y económicos que crean las condiciones propicias para la aparición de la VCM, tales
como las desigualdades estructurales entre las mujeres y los hombres, las construcciones sociales de la
masculinidad y las normativas de género.
Percibir los modos en que estos factores de riesgo se aúnan e influyen en los modelos de
comportamiento a lo largo del ciclo de vida, ofrece indicaciones sobre los puntos clave donde las
intervenciones pueden romper el círculo.
El reconocimiento de los factores de riesgo posibilita orientar las estrategias de prevención y atención
con las víctimas de violencia. A continuación se plantan factores de riesgo según los niveles del modelo
ecológico:
● La edad temprana: Estudios han demostrado que si la violencia se manifiesta a menor edad ya
sea como víctima o victimario existe una mayor probabilidad de que ésta se perpetúe y se
naturalice. En los hombres, la edad temprana es un factor de riesgo de cometer violencia física
contra la pareja y en las mujeres, de ser víctima de esta violencia. Se ha encontrado que las
mujeres jóvenes están en mayor riesgo de violación que las mujeres mayores. Según los datos
21
“Prevención de la violencia sexual y violencia infligida por la pareja contra las mujeres: qué hacer y cómo
obtener evidencias” OMS 2011.
136
Página
de los sistemas judiciales y los centros de atención de crisis por violación en Chile, Estados
Unidos, Malasia, México, Papua Nueva Guinea y Perú, entre el 33 % y 66% de las víctimas
tienen 15 años de edad o menos.
● La exposición al maltrato infantil: Un elemento citado en forma constante en todos los países
como factor de riesgo de ser víctima o de cometer un acto de VCM es el maltrato infantil. Se
estima que la exposición a la violencia durante la niñez aumenta tres o cuatro veces la
probabilidad de cometer actos de violencia de pareja en los hombres y que la exposición a
cualquier abuso sexual durante la niñez aumenta a más del triple el ejercicio masculino de la
violencia sexual contra las mujeres. Así mismo, la exposición a la violencia durante la niñez
(sobre todo a la violencia entre los padres y al abuso sexual) presentaba una correlación
positiva con el hecho de ser víctima de violencia en las mujeres. Esta exposición a la violencia
durante la niñez puede aumentar la probabilidad de aceptación de la violencia ya sea como
víctima o como agresor en las relaciones futuras y las situaciones de alto riesgo.
● Los antecedentes de violencia ya sea como víctima o como agresor: Las mujeres que han
sufrido maltrato por la pareja o por compañeros en el pasado, durante la edad adulta, tienen
mayor probabilidad de ser víctimas de violencia infligida por la pareja en el futuro, que las
mujeres sin exposición previa a la violencia. La exposición previa al maltrato puede propiciar el
hecho de ser víctima en el futuro, pues modifica la actitud de una mujer hacia la violencia,
disminuye su capacidad de reconocer el riesgo, reduce su autoestima, aumenta la culpa, la
vergüenza, la humillación y disminuye su autoafirmación sexual. De manera análoga, el
antecedente de haber cometido actos violentos en los hombres es un factor de riesgo
considerable para ejercer violencia contra la pareja. Los hombres con antecedente de
comportamiento ofensivo o violento tuvieron mayor probabilidad de presentar este
comportamiento en sus relaciones íntimas futuras, en especial durante el embarazo y el período
puerperal.
● La aceptación de la violencia: Las actitudes de los hombres y las mujeres frente a la violencia
están fuertemente correlacionadas con la exposición a la VCM. Estudios han demostrado que a
mayor aceptación de la violencia contra las parejas mujeres por parte de los hombres, mayor es
la probabilidad de cometer violencia contra la pareja. La aceptación de la violencia por parte de
las mujeres también se asocia positivamente con el hecho de ser víctimas de violencia infligida
por la pareja. Estas actitudes se pueden transmitir a las generaciones siguientes por los
mecanismos del aprendizaje, los medios de comunicación, las escuelas, y por la experiencia de
ser testigo o víctima de violencias a lo largo de la vida; por estas mismas razones es posible
modificarlas.
● Las parejas múltiples: Los hombres que afirman haber tenido parejas sexuales múltiples tienen
también más probabilidad de cometer actos de violencia de pareja. Asimismo, las parejas
múltiples y la infidelidad (percibidas por las parejas femeninas) mostraron una fuerte asociación
con el ejercicio y el padecimiento de la violencia de pareja.
● La disparidad del grado de instrucción: La disparidad del grado de instrucción entre el hombre y
la mujer también puede dar lugar a mayores tasas de violencia infligida por la pareja. Los
hombres pueden cometer la violencia con el fin de obtener poder en una relación donde el nivel
de educación de la mujer es más alto.
22
Ibíd7.
23
Ibíd
138
Página
● Las sanciones débiles de la comunidad contra la VCM: La forma como una comunidad
responde a la violencia infligida por la pareja puede influir sobre los niveles generales de
maltrato en esa comunidad. Las sanciones o prohibiciones de la comunidad podrían adoptar la
forma de sanciones judiciales formales o de presión para que los vecinos intervengan cuando
una mujer es golpeada. La probabilidad de aparición de violencia contra la mujer se relaciona
con la medida en que las creencias sobre la superioridad masculina y el derecho de los
hombres sobre las mujeres se encuentran arraigadas en una comunidad.
● La pobreza: Los estudios provenientes de una gran variedad de entornos revelan que la
violencia intrafamiliar atraviesa todos los grupos socioeconómicos, sin exclusiones.
● Las normas tradicionales relacionadas con el género y las normas sociales que propician la
violencia: Las investigaciones en diferentes culturas han revelado diversos factores sociales y
culturales que quizá den lugar a niveles más altos de violencia. Estudios han demostrado que el
maltrato a la esposa se presenta más a menudo en las sociedades donde los hombres tienen el
poder económico y toman las decisiones en el hogar, donde las mujeres no tienen acceso fácil
al divorcio y donde los adultos recurren sistemáticamente a la violencia a fin de resolver sus
conflictos.
● Las sanciones judiciales débiles: Entre los factores que operan en la esfera social e influyen
sobre la violencia contra la mujer, se encuentran las leyes y su aplicación. El compromiso en
favor de la prevención o la disminución de la violencia intrafamiliar se refleja en calidad que se
presta a la capacitación de los agentes de justica (carabineros, PDI, Fiscales, Jueces, etc.) Sin
embargo, en muchos países, a pesar de contar con recursos y adecuada capacitación, la tasa
de sentencias condenatorias por violencia intrafamiliar es mínima.
Como síntesis, podemos plantear que el Modelo Ecológico posee la fortaleza de evidenciar, que para
entender cómo la violencia se genera y reproduce, es necesario observar en distintos niveles: en el
propio sujeto/a, su familia, las instituciones y la propia sociedad, variables influyentes y mantenedoras
de un sistema relacional abusivo.
24
Ibíd
139
Página
El Circuito de Abuso en el Sistema Familiar
Esta manera de entender la instalación de la violencia al interior de la familia o las relaciones de pareja,
permite ver diferentes modos de entrar en el círculo de ésta, incorporando cambios en cualquiera de
sus niveles, lo que podría generar modificaciones en el circuito completo. Esta situación, es una
oportunidad de intervención, principalmente, para los agentes que desde su trabajo se relacionan con la
violencia intrafamiliar, -agentes de contexto- dado que revisando y cuestionando permanentemente las
ideas, creencias y la forma de participar en las relaciones y en las estructuras de parte de quienes viven
violencia, pueden abrir un paso para el cambio de la situación que experimentan las víctimas.
Uno de los aspectos más interesantes de este esquema tiene que ver con que da lugar a varias
entradas en el circuito. Esto último, desde una perspectiva de sistemas, plantea que un cambio en
cualquiera de estas variables, generaría una perturbación en el circuito completo. Lo anterior, es
fundamental para los profesionales y personas que trabajan con esta problemática, dado que la
atención, revisión y cuestionamiento permanente a sus ideas, creencias y participación en las
interacciones y estructuras mencionadas, puede representar un camino para el cambio 25.
El modelo teórico conocido como “Rueda del Poder y del Control” (o Modelo de Duluth), centra su
atención en el análisis de las creencias y las conductas de los hombres que ejercen violencia en sus
relaciones de pareja. En este sentido, entiende la violencia masculina como un conjunto de
25
Ravazzola, 1997
26
Para mayor información, revisar el texto de Aravena, L. (1986). Poder y Control: Tácticas de Hombres que
Abusan. Un currículum educativo. Manual del facilitador. USA: Minnesota ProgramDevelopment, Inc.
140
Página
comportamientos con intención, que se basan en el abuso de poder. Desde esta perspectiva, dichas
acciones jamás deben ser entendidas como estallidos de ira, pérdidas de control o acumulaciones de
rabia, pues esto sólo buscaría justificar el acto naturalizándolo, evitando cuestionarlo o erradicarlo.
Por otra parte, este paradigma comprende la violencia masculina como un comportamiento con
finalidad, y no sólo como una reacción explosiva sin sentido. Lo anterior, configura el escenario para
sostener que los comportamientos violentos tienen como propósito imponerse sobre la mujer, ganar
dominio sobre ella, y controlar su forma de vivir, pensar o actuar. Por tanto, este modelo utiliza la
palabra abuso como sinónimo de violencia, ya que al utilizar esta última se abusa de algún tipo de
fuerza ilegítima para imponerse, al lograrlo, el varón, niega las necesidades, voluntad y derechos de la
mujer.
Un punto que refuerza lo expuesto hasta el momento, es la pregunta ¿Por qué el agresor no abusa de
su jefe, de un vecino o de un policía, como lo hace con su pareja? Principalmente, porque el agresor
sabe con quién, cuándo y dónde puede ejercer la violencia. Conoce de la verticalidad en las relaciones,
ha sido educado en ellas y puede asumir posiciones muy adaptadas y sumisas frente a personas de
mayor jerarquía social (fenómeno de la doble fachada o deseabilidad social). Junto con esto, también
ha aprendido cuál es el rol estereotipado de una mujer, de una esposa y de una madre, con todo su
conjunto de expectativas y de exigencias. En este sentido, la persona que maltrata distingue espacios y
mide sus acciones, puede dejar de golpear porque sabe que está mal o que será sancionado, sin
embargo, sigue ejerciendo la misma imposición a través de intimidación o amenazas, o a través de
tácticas más sutiles e invisibles, pero igualmente manipuladoras e impositivas.
En sintonía con la idea de tácticas antes mencionada, se puede sostener que dichas manifestaciones
de violencia son instrumentos o mecanismos de un sistema de pensamientos o creencias establecidas
que tienen como objetivo o finalidad mantener y controlar al otro, y en el caso de la violencia a la mujer,
ejercer el poder sobre la mujer.
En resumen, este modelo abarca más allá de la violencia física, la agresión en sí misma, al incorporar la
dimensión psicológica, que implica conductas verbales, actitudes y roles. Además, comprende el
conjunto de comportamientos como tácticas utilizadas por los hombres para ganar poder y control sobre
sus parejas. En razón de lo anterior, es que su concepción hace énfasis en aspectos socio-culturales a
través de la exploración de las creencias de los agresores.
141
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Tácticas de Abuso
Si bien la categorización de los comportamientos abusivos planteados por el Modelo de Duluth ayuda a
visualizar un panorama global de la situación, es preciso indicar que esta tipología se crea con fines
prácticos, pero no permite explicar el fenómeno en su complejidad. En este sentido, se reconoce que
diversos tipos de violencia van entrelazados y no necesariamente se dan en forma aislada. Un ejemplo
de ello, es que la violencia física siempre involucra violencia o daño psicológico, así como la violencia
sexual también puede considerarse dentro del ámbito de abuso físico y psicológico.
A continuación se describen 12 tácticas o formas de abuso de la Rueda del Poder y Control, cuyos
actos se ejemplifican de mejor manera en la imagen que sigue:
● Abuso Físico: es el uso de cualquier tipo de fuerza física contra la pareja, con el
objetivo de causarle temor, daño físico o emocional.
Este conjunto de tácticas, se caracterizan por delimitar y restringir a la mujer tanto en su actuar como en
su capacidad de expresarse libremente y, cuando la mujer intenta salirse de este control, que muchas
veces es invisible, es cuando la violencia del hombre se vuelve más intensa.
143
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Rueda de la Igualdad
Al entender la violencia del hombre hacia la mujer en las relaciones de pareja como un comportamiento
aprendido, en el cual se ejerce desigualdad y asimetría en la relación entre ambos, se abre la
posibilidad de cambio. Precisamente, en la opción de desaprender y aprender nuevamente, la Rueda de
la Igualdad, es una alternativa frente a la violencia, donde cada uno de sus componentes ofrece
conductas o comportamientos alternativos frente a las diferentes tácticas de poder y control que ejercen
los hombres en las relaciones de pareja. Estas formas equitativas de relacionarse son:
144
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Marco Referencial para intervenir en VCM
La violencia contra la mujer como una violación a los Derechos Humanos, encuentra su fundamento en
múltiples disposiciones internacionales. Por ejemplo en la Declaración Universal de Derechos Humanos
se afirma que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”27 (ONU,
1948, P. 1. Art. 1º).
Por su parte la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer, Belém do Pará” (1994), ratificada por el Estado de Chile en 1996, instala argumentos de gran
relevancia, señalando que la violencia contra la mujer constituye una violación a los derechos humanos
y a las libertades fundamentales, impidiendo de manera total o parcial el goce de derechos tales como:
i. Derecho a la vida.
ii. Derecho al respeto de la integridad física, psíquica y moral.
iii. Derecho a la libertad y a la seguridad personal.
iv. Derecho a no ser sometida a torturas.
v. Derecho a que se respete su dignidad.
vi. Derecho a igualdad de protección ante la ley, entre otros.
El artículo N°1 define la violencia: “Debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o
conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
27
145
Respecto de la legislación que regula el tema hoy en Chile, se puede señalar que ha ido ajustándose al
proceso mundial de reconocimiento de la violencia intrafamiliar como un tema de derechos humanos y
una preocupación relevante del sistema público y ordenamiento jurídico nacional.
Junto con esta ley se establecieron una serie de iniciativas públicas que fueron creando el sistema de
protección, atención, asistencia jurídica para las mujeres víctimas de violencia, fundamentalmente en
el ámbito de la violencia doméstica o VIF.
Esta ley define la VIF, como “todo maltrato que afecte la vida o la integridad física o psíquica de quien
tenga o haya tenido la calidad de cónyuge del ofensor o una relación de convivencia con él; o sea
pariente por consanguinidad o por afinidad en toda la línea recta o en la colateral hasta el tercer
grado inclusive, del ofensor o de su cónyuge o de su actual conviviente…entre los padres de un hijo
común, o recaiga sobre persona menor de edad o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o
dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar”.
La Ley de Violencia Intrafamiliar constituye un marco normativo para los órganos del Estado y
particularmente para el Servicio Nacional de la Mujer. A éste último le ordena proponer políticas
públicas para cumplir con los objetivos de la Ley y le señala funciones específicas para lograr aquello.
28Ley de VIF, artículo 3º “El Estado adoptará políticas orientadas a prevenir la violencia intrafamiliar, en especial contra la
mujer, los adultos mayores y los niños, y prestar asistencia a las víctimas”.
29 Ley de VIF, artículo 4 “Corresponderá al Servicio Nacional de la Mujer…”.
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Fortalece la labor policial con facultades para intervenir en casos de VIF.
Establece la improcedencia de acuerdos reparatorios y mediación en VIF.
Limita las salidas alternativas en sede penal y familiar.
Establece régimen de sanciones accesorias.
Permite a SernamEG patrocinar a mujeres víctimas, ante el sistema penal.
Crea el delito de maltrato habitual.
Crea un estatuto común en materia de cautelares, riesgo, accesorias y otros para la VIF
sea ésta de competencia de los Tribunales de Familia o del Ministerio Público.
Esta legislación ha sido positiva ya que ha establecido el mandato de concurrir a sus objetivos a todos
los órganos del Estado y ha potenciado un estatuto, al menos legal de protección transversal a las
conductas de violencia contra la mujer en el ámbito doméstico. Asimismo, prohibió la conciliación en
estos casos, principio fundamental para garantizar la No discriminación de la mujer.
Esta modifica la normativa anterior, reconoce en el Código Penal el delito de Femicidio y amplía su
pena.
La nueva ley contempla la sanción de presidio perpetuo sin beneficios, 40 años, ya no sólo para los
casos de parricidio entre cónyuges y convivientes, sino también de quienes hubieran tenido dicha
calidad (ex cónyuges y /o ex convivientes).
Además, esta ley introduce importantes modificaciones en materia de delitos sexuales y económicos,
que se encuadran dentro de una perspectiva de género en estas materias. Se elimina la obligación de
oponer resistencia física en el delito de violación como uno de sus supuestos, ya que basta que haya
oposición en el sentido de ausencia de consentimiento. Esta modificación considera entonces a la
violación como un delito que afecta la libertad sexual. También, incorpora elementos de sanción a la
violencia patrimonial en el ámbito de la pareja, particularmente excluye de la eximente de
responsabilidad a los cónyuges en el delito de daño.
La ley perfecciona las normas de protección entre otros ejemplos, al instituir la causal de riesgo de
negarse en forma violenta al término de la relación, una de las causas más frecuentes de los femicidios.
Amplia las medidas de protección accesoria a la sentencia hasta dos años y establece la continuidad
de las cautelares, si una causa es remitida al Ministerio Público desde Tribunales de Familia por
declaración de incompetencia de dicho tribunal.
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Ley Nº 20.507, que tipifica el “Delito de Tráfico Ilícito de Migrantes y el Delito Trata de
Personas” esta fue publicada el 8 de Abril del 2011.
1. Tipificación de los delitos de tráfico ilícito de migrantes y delito de trata de personas, delitos
contra la libertad e integridad física de las personas vinculadas al tráfico de personas.
1.1 En relación al tráfico de Migrantes: plantea que “El que con ánimo de lucro facilite o
promueva la entrada ilegal al país de una persona que no sea nacional o residente, será
castigado con reclusión menor en su grado medio a máximo y multa de cincuenta a cien
unidades tributarias mensuales.”
1.2 En relación a la Trata de Personas la Ley señala: “El que mediante violencia, intimidación,
coacción, engaño, abuso de poder, aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad o
de dependencia de la víctima, o la concesión o recepción de pagos u otros beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra capte, traslade,
acoja o reciba personas para que sean objeto de alguna forma de explotación sexual,
incluyendo la pornografía, trabajos o servicios forzados, servidumbre o esclavitud o
prácticas análogas a ésta, o extracción de órganos, será castigado con la pena de
reclusión mayor en sus grados mínimo a medio y multa de cincuenta a cien unidades
tributarias mensuales”.
2. En cuanto a la prevención del tráfico de personas con fines ilícitos plantea que el Estado debe
"…adoptar todas las medidas conducentes para asegurar la correcta identificación de las
personas que salen e ingresan al país, la validez y autenticidad de sus documentos de viaje y la
libre voluntad de las personas de ingresar o salir de él…".
4.1 Protección de la integridad física y psicológica de las personas objeto del tráfico
ilícito de migrantes y víctimas de trata de personas. El Ministerio Público adoptará
las medidas necesarias, o las solicitará, en su caso, tendientes a asegurar la
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protección de las víctimas de estos delitos durante el proceso penal, teniendo
presente la especial condición de vulnerabilidad que las afecta.
4.2 Las víctimas del delito previsto en el artículo 411 quáter del Código Penal, que no
sean nacionales o residentes permanentes en el país, tendrán derecho a
presentar una solicitud de autorización de una residencia temporal por un período
mínimo de seis meses, durante los cuales podrán decidir el ejercicio de acciones
penales y civiles en los respectivos procedimientos judiciales o iniciar los trámites
para regularizar su situación legal de residencia.
4.3 En ningún caso podrá decretarse la repatriación de las víctimas que soliciten
autorización de residencia por existir grave peligro para su integridad física o
psíquica resultante de las circunstancias en que se ha cometido el delito en sus
países de origen."
El marco jurídico tanto nacional como internacional, pone el acento en la Perspectiva de los Derechos
Humanos, entendiendo que todas las acciones del Estado y sus instituciones deben propiciar la
protección de las víctimas y el ejercicio pleno de sus derechos, además de sancionar a quienes ejercen
violencia, y generar acciones de prevención que tiendan a la erradicación de este fenómeno.
Perspectiva de Género
La cultura marca a los sexos con el género y el género marca la percepción de todo lo demás: lo social,
lo político, lo religioso, lo cotidiano. Por eso, para desentrañar la red de interrelaciones e interacciones
sociales del orden simbólico vigente, se requiere comprender el esquema cultural del género.30
La categoría de género es una definición de carácter histórico y social acerca de los roles, identidades y
valores que son atribuidos a hombres y mujeres e internalizados mediante los procesos de
socialización. Algunas de sus principales características y dimensiones son:
Es una construcción social e histórica por lo que puede variar de una sociedad a otra y de una
época a otra.
30
Marta lamas, Diferencias de Sexo, Género y Diferencia Sexual. Escuela Nacional de Antropología e Historia,
DF, México. Cucuilcovol 7 número 018.
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Es una relación social porque describe las normas que determinan las relaciones entre mujeres y
hombres.
Es una relación de poder porque nos remite al carácter cualitativo de esas relaciones.
Es una relación asimétrica; si bien las relaciones entre mujeres y hombres admiten distintas
posibilidades (dominación masculina, dominación femenina o relaciones igualitarias), en general
éstas se configuran como relaciones de dominación masculina y subordinación femenina.
Es abarcadora porque no se refiere solamente a las relaciones entre los sexos, sino que alude
también a otros procesos que se dan en una sociedad: instituciones, símbolos, identidades,
sistemas económicos y políticos, etc.
Es transversal porque no está aislada, sino que atraviesa todo el entramado social, articulándose
con otros factores como la edad, estado civil, educación, etnia, clase social, etc.
Es una propuesta de inclusión porque las problemáticas que se derivan de las relaciones de
género sólo podrán encontrar resolución en tanto incluyan cambios en las mujeres y también en los
hombres.
Es una búsqueda de equidad que sólo será posible si las mujeres conquistan el ejercicio del poder
en su sentido más amplio, como poder crear, poder saber, poder dirigir, poder disfrutar, poder
elegir, ser elegida, etcétera.
El género es una categoría que influye la percepción social de las mujeres y de los hombres. Hay, por
supuesto, diferencias biológicas entre mujeres y hombres, pero lo determinante en la organización
social no es la diferencia misma, sino el modo en el que se la significa y se la valora, el modo en el que
se la interpreta y se la vive.
Las diferencias sexuales en sí mismas no son la causa de las desigualdades. Sobre los cuerpos se
inscribe el aprendizaje cultural, allí es donde la diferencia se transforma en desigualdad, una
desigualdad en términos de valor, lo femenino tiene menor valor que lo masculino. Se genera así una
jerarquización y una inferiorización de la mujer respecto al hombre, que implica menores niveles de
reconocimiento social, poder, libertad y capacidad de acceso a los recursos.
El género es histórico, por lo tanto, ser hombre o ser mujer, es la síntesis bio-psico-socio-cultural en
cada persona.
El género es más amplio que el sexo, y lo contiene. El género es un concepto integral, dinámico e
histórico. El género es, en otras palabras, el conjunto de maneras aceptadas históricamente de ser
mujer u hombre en cada época, en cada sociedad y en cada cultura.
La Teoría de Género nos permite distinguir que las diferencias culturales entre los sexos se organizan
de cierta forma, a cada uno se le asignan roles específicos con un conjunto de comportamientos
asociados (estereotipos). Estos roles cumplen la función de determinar las tareas que los sexos deben
cumplir en una sociedad determinada.
Los Roles tienen la característica de ocupar cierto espacio en las tradiciones familiares y hay ciertos
patrones transgeneracionales que se mantienen a los largo del tiempo, por eso es importante descubrir
en las mujeres que viven violencia, si los patrones que ella tiene, responden a una lectura familiar más
amplia, si existe flexibilidad o si la rigidez forma parte de la estructura familiar. Eso nos habla de cuan
complejo puede tornarse la intervención cuando lo que queremos es modificar esos patrones o
incorporar nuevas visiones.
La división sexual del trabajo es una consecuencia de la asignación de roles y aunque la mujer accede
a espacios públicos laborales, mayoritariamente reproduce las tareas de desempeño que
históricamente ha cumplido en el mundo privado: cuidados, limpieza y educación. Esta división es otro
modo de discriminación, pues en el ámbito público, laboral, por la misma tarea las mujeres reciben
menores remuneraciones, reproduciendo la mirada que sitúa como inferior al género femenino. Las
mujeres no solamente tienen trabajos valorados de manera inferior, sino que además cumplen doble o
múltiples cargas. Una vez cumplida la jornada de trabajo remunerado, vuelven a sus hogares a
desempeñar las tareas domésticas, la llamada “doble jornada de trabajo femenino”.
152
Página
Cuando la cultura rigidiza los roles de género, existen expectativas respecto del cumplimiento de dichos
roles, para que éstos no sean alterados. Es necesario contar con estereotipos, como la síntesis del
conjunto de comportamientos asociados para desempeñar un rol u otro.
Los Estereotipos son ideas preconcebidas, simples, que están muy arraigadas y determinan las
conductas, comportamientos y actitudes que deben tener las personas en función del grupo de
pertenencia. Los estereotipos coartan el desarrollo de mujeres y de hombres, les impide desempeñarse
y desarrollar sus potencialidades con prohibiciones absurdas diseñadas por la cultura, no obstante a
ambos les pesan. Los estereotipos masculinos tienen más prestigio social que los femeninos.
A modo de ejemplo, las tareas del hogar han sido desempeñadas históricamente por las mujeres y
aunque hoy podemos decir que los hombres se han incorporado un poco más al trabajo doméstico y al
cuidado de los hijos e hijas, es común escuchar que ellos “colaboran” o “ayudan en la casa”, lo que
claramente nos remite a un desempeño secundario sin responsabilidad directa en los quehaceres.
Los estereotipos, las representaciones colectivas y las ideologías de género, construyen oposiciones
binarias, signos que asignan contenido a lo femenino y masculino, sistemas de valores -estructuras de
prestigio- que explican y justifican las diferencias y subordinación.
HOMBRE MUJER
Razón Inteligencia Pasión Pasividad
Independencia Dominio Intuición Suavidad
Mente Actividad Cuerpo Dependencia
Violencia Rudeza Ternura Sumisión
Los mandatos de género dictan a los hombres que éstos deben ser, o aspirar a ser, personas
importantes, activas, autónomas, fuertes, potentes, racionales, emocionalmente controlados,
heterosexuales, ser los proveedores en la familia y su ámbito de acción estará en la calle, en el espacio
público.
La Masculinidad Hegemónica se construye como norma, es parte de los imperativos socio -culturales
que se aprenden e interiorizan. La construcción de la masculinidad implica una NEGACIÓN, una
diferenciación con lo femenino, lo masculino se construye por OPOSICIÓN a todo lo que se relacione
con lo femenino.
Los hombres son impulsados a buscar poder y a ejercerlo, buscan entonces establecer relaciones de
subordinación, tanto con las mujeres como con otros varones.
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Por su parte para las Mujeres, los mandatos de género dictaminan que las mujeres deben ser:
afectivas, cariñosas, sensibles, dependientes, cuidar de los hijo/as y la pareja y ser las responsables de
los quehaceres del hogar.
De acuerdo a los roles de género tradicionales se entiende a la mujer como “un ser-para y de-los-otros,
el deseo femenino organizador de la identidad, es el deseo por los otros”.
Los mandatos de género impulsan a la mujer a concentrase en los roles de madre y esposa. Marcela
Lagarde (1990) las denomina madresposas, un cautiverio femenino, que tiene que ver con establecer
relaciones maternales con todas las personas, aunque no sean ni madres ni esposas.
Asimismo se insta a las mujeres a “aguantar todo por amor”, el llamado amor romántico es en la
actualidad una poderosa herramienta de coerción hacia las mujeres. El discurso que internalizan las
mujeres es que por amor se debe perdonar, por amor se debe soportar todo, por amor se puede salvar
la relación, por el amor a los hijo/as hay que aguantar, eso hace una verdadera mujer, una buena
madre…..
En términos generales esta socialización de hombres y mujeres, bajo los roles de género tradicionales
antes expuestos, ha configurado un sistema de relaciones que va situando a las mujeres en una
posición de inferioridad respecto a los hombres y, por lo tanto, en una posición de dependencia
económica, social, cultural y emocional.
La conciencia de género es la capacidad de asumir esta perspectiva como parte de la propia mirada
vital y emitir un juicio de valor respecto de mi postura frente a esta forma de mirar la vida.
Si bien es cierto, las personas que trabajamos en violencia contra las mujeres, sabemos de la
discriminación que existe, ¿estamos exentas de prejuicios? ¿Cuál es la mirada que tenemos frente al
problema de la conciencia de género? ¿Cómo trabajo conmigo mismo o misma, para no perder de vista
la necesidad de incorporarla a mi vida y a mi trabajo diario?
Lo primero que debemos consignar, porque nuestro trabajo está orientado a las mujeres, es que no por
el hecho de ser mujer se nace con conciencia de serlo en esta estructura de género. En consecuencia,
ni hombres ni mujeres nacemos distinguiendo el sistema de control en el que somos socializados, ni
como los mandatos de género nos van condicionando en todas nuestras decisiones y percepciones de
la realidad, lo fundamental es entender que el camino de la conciencia de género es liberador para
ambos sexos.
Es requisito fundamental compartir los fundamentos de esta perspectiva para trabajar en violencia, pues
se comparte una ética y una práctica desde ella.
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También es parte del proceso de empoderamiento de las mujeres víctimas, tomar conciencia de esta
mirada. Evaluar su vida a través de dicha perspectiva es una de las principales herramientas para poder
salir definitivamente de las relaciones abusivas. No obstante hay un sinnúmero de matices.
Cuando se trabaja con las mujeres que viven violencia, analizamos con ellas si tienen conciencia de los
roles que cumplen, de los estereotipos, de la familia que tienen o tuvieron, del mundo que habitan, de la
sociedad “machista” que comparten más allá de los lugares comunes, del núcleo social donde se
desenvuelven, etc.
Nuestro trabajo debe estar orientado a que las mujeres desnaturalicen la violencia y que compartan
la necesidad de un cambio que las empodere.
En este sentido, Friedman (1992) señala que el empoderamiento está relacionado con el acceso y
control de tres tipos de poderes:
De entre los diversos enfoques de políticas hacia las mujeres, la estrategia denominada Género en el
Desarrollo, ha sido la que más ampliamente ha incorporado el concepto de empoderamiento como
proceso de cambio en el que las mujeres van aumentando su acceso al poder, y cuya consecuencia es
la transformación de las relaciones desiguales.
Desde esta perspectiva, el empoderamiento de las mujeres (entendido como poder hacer) implica:
Se trata que tengan acceso a ciertos recursos que les permitan influir en su desarrollo:
● Recursos materiales: físicos, humanos o financieros (el agua, la tierra, las máquinas, el trabajo
y el dinero).
● Recursos intelectuales: conocimientos, información, ideas.
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● Ideología: facilidades para generar, propagar, sostener e institucionalizar creencias, valores,
actitudes y comportamientos. 31
Esta forma de entender el empoderamiento no se refiere a obtener poder para dominar a otros o ejercer
control sobre otros, se trata de que las propias mujeres aumenten su autoestima, potencien sus
capacidades, se eduquen, se informen y conozcan y exijan sus derechos.
Es en todos estos puntos donde los modelos de intervención del Programa Chile Acoge pueden hacer
un verdadero aporte al desarrollo de las mujeres con las que trabajan, facilitando el acceso a los
recursos materiales, elaborando junto a ellas recursos intelectuales y promoviendo desde la ideología
(de género) que las mujeres tomen conciencia de sus derechos para cambiar sus valores y creencias, y
finalmente su propia realidad.
La Primera Acogida corresponde al primer contacto de la mujer con los/as profesionales de cada
Modelo, por lo tanto, es muy importante que ella se sienta bien recibida, es decir, aceptada, protegida,
comprendida y no juzgada.
Este principio general de la atención a víctimas, cobra una relevancia particular de las mujeres víctimas
de violencia, ya que la retractación en un elemento que forma parte de la intervención y comprensión
del problema, donde una adecuada y oportuna primera atención es esencial para la mujer.
Este primer encuentro que se tiene con la mujer resulta fundamental y contribuye a la adherencia de la
mujer a los distintos modelos de intervención, por lo que hay que poner mucho énfasis en lograr un
buen vínculo con la mujer por sobre la entrega de información o tomar acciones inmediatas con ella.
Este vínculo, que es esencial para la intervención, debemos lograrlo en la primera acogida y perpetuarlo
en las distintas intervenciones, y no sólo debe lograrse con una persona del equipo sino que con todos
sus integrantes.
Es necesario saber que toda persona del equipo debe tener conocimientos y herramientas para realizar
una primera acogida. Las facultades necesarias para realizar este encuentro entre la mujer y la persona
que interviene son mínimas y las describiremos a continuación:
Lo más importante para recibir a una mujer es la escucha activa, es decir, no interrumpir el relato de la
mujer, mirarla a los ojos, no estar anotando constantemente y decir algunas frases que den cuenta de
que comprendemos el sufrimiento por el que está pasando. Para esto, la persona que realiza esta
intervención, debe permitir que la mujer pueda continuar con su historia, respetando sus tiempos y
ritmos en la narración. Por este motivo, puede que parte de la información que se solicita en la ficha de
31
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/86
156
Página
intervención no sea recogida en esta instancia y deba completarse en posteriores entrevistas o
intervenciones con la mujer.
Muchas veces los profesionales caen en el error de enfocar el relato hacia las preguntas relacionadas
con violencia, o tratar de orientar la conversación en esa línea porque es “lo que nos interesa”. Pero no
debemos olvidar que cada persona tiene una historia, un mundo al que debemos poner atención, y
probablemente, esa mujer haya esperado mucho para que alguien la escuche. Es por esto que luego de
que la mujer logre desahogarse y contar todo lo que nos quiera contar, podemos recién realizar
preguntas orientadoras a la situación de violencia.
Para iniciar una conversación, se necesitan preguntas básicas como por ejemplo:
Cuénteme, ¿Cómo está?
La veo preocupada…
¿En qué la puedo ayudar?
¿Le gustaría contarme lo que le pasa?
Otro aspecto importante a considerar es que la primera acogida siempre debe ser en un espacio
cerrado, seguro y a solas con la mujer. Nunca debemos exponerla a que nos relate su situación en
zonas grupales porque puede resultar victimizante e infundir temor a la persona que consulta. Junto con
esto es fundamental decirle que todo lo que allí se hable quedará en conocimiento sólo de la persona
que entrevista y del equipo que interviene, pero jamás se utilizará la información públicamente a menos
que sea su decisión.
Mujer: “Entonces cada vez que llego a la casa mi marido está ahí sentado mientras me insulta y me
humilla (llora)… y yo voy a dejar al niño al colegio… porque a mi me gusta ir a dejar a mi niño al colegio,
porque él es súper responsable y se saca puros 7, y las vecinas me dicen que es un niño muy
inteligente… pero como le iba contando, ya se hace insostenible la situación en mi casa porque ya no
aguanto”
Interventor/a: Usted me dice si le entiendo bien, usted va a dejar a su niño al colegio que es un
excelente alumno, y cuando vuelve usted encuentra a su marido sentado y la insulta y la humilla, y eso
es insostenible… me puede contar un poco más de esta situación? Me imagino que usted no puede
aguantar y ya me explico por qué usted está así…
Cómo ir explorando….
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Según el relato de la mujer y a medida que nos vaya contando los distintos hitos de violencia, podemos
ir profundizando este relato con preguntas abiertas y exploratorias para ayudarla a que nos dé cuenta
de la violencia que está viviendo, algunos ejemplos entre muchos son:
Es importante que la persona que interviene busque que la mujer describa la situación detalladamente,
sin que el profesional se imagine y homologue la situación que se está contando a otras que le ha
tocado escuchar con anterioridad. Caer en este supuesto hará que nos perdamos la riqueza del relato.
Luego de haber escuchado todo lo que la mujer nos tiene que decir, podemos realizar otras preguntas
exploratorias para evaluar eventuales situaciones de riesgo que puede estar corriendo la mujer. Esto
sólo si no se han mencionado ya en la conversación, porque preguntarlo nuevamente puede afectar el
vínculo que hemos establecido con la persona.
Escuchando ya lo que usted me ha contado, le quiero hacer algunas preguntas para poder conocer más
sobre la situación que está pasando… ¿Alguna vez la ha golpeado, empujado, zamarreado, le ha tirado
el pelo….etc?
¿Ha recibido algún tipo de amenazas?
¿Tiene armas?
¿Quiénes la apoyan por lo que está pasando?
Nunca hay que preguntar de la siguiente forma ¿Usted ha sufrido violencia física? ¿Usted ha sufrido
violencia psicológica? ¿Sexual? ¿Económica? La mujer no será capaz de reconocer la violencia en
esas categorías, sino que la persona que interviene será la responsable de categorizarla
posteriormente.
Respondidas estas preguntas exploratorias, ya tendremos algunos elementos para valorar en alguna
medida el riesgo en el que está la mujer.
Esta evaluación de riesgo conlleva la toma de decisiones por parte del equipo y de la mujer. Las
acciones a realizar con la mujer en casos de riesgo alto deben ser conversadas y consensuadas con
ella. Se debe considerar para esto el nivel de conciencia que la mujer manifiesta en relación a la
violencia y al riesgo, porque dependiendo de esto son las acciones que podemos tomar.
Es normal que la persona que interviene en una primera instancia se preocupe y se ponga ansiosa ante
el relato que escuchó, en especial en casos que presentan riesgo grave o vital. Se debe estar
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consciente del temor que nos provoca la seguridad de la mujer, pero esto no se debe transmitir a quien
consulta, ya que puede generar deserción, especialmente en casos en que no se tiene consciencia del
riesgo.
Es fundamental que luego del relato de la mujer, nosotros devolvamos nuestra apreciación de su
situación, para que juntos vayan encontrando soluciones a su problema. Un ejemplo de devolución es el
siguiente:
Escuchando todo lo que me ha dicho usted en este tiempo, yo le quiero decir algunas cosas que quizás
ya sabe. Usted ha sufrido violencia en varios niveles, y me preocupa la situación en que se encuentra.
Me dijo usted que ya no sentía los golpes que él le daba, pero usted no tiene que pasar por esto,
porque me doy cuenta de que está sufriendo y le agradezco que haya venido aquí para que podamos
ver cómo la podemos ayudar a salir de esto. Nunca hay soluciones fáciles, ni tampoco cortas, pero le
aseguro que vamos a ir tratando distintas estrategias para que no vuelva a sufrir violencia por parte de
esta persona.
Para hacer esta devolución, también debemos conectar a la mujer con los sentimientos que parecían
perdidos. Muchas víctimas de violencia minimizan lo que están sintiendo para mostrarse fuertes, o para
ocultar la situación dentro del ámbito doméstico. Cuando estas situaciones se hacen crónicas en el
tiempo, la mujer pierde la capacidad de reencontrarse con el dolor que le genera, el sufrimiento, el
temor, entre otros, frases como esta ayudan a reavivar su sentir:
Usted me dice que ya no le afecta, y que ya no le importa la situación que vive. Pero en el fondo,
ambos/as sabemos que en alguna parte de usted hay algo que sufre, hay algo que tiene temor, y son
esos sentimientos la que la hacen venir a pedir ayuda. Este es el espacio para que se desahogue y
para que podamos ayudarla.
Luego de que devolvemos esto, y hacemos consciente a la mujer de que nos preocupa su situación,
podemos presentarle el programa con todos sus aspectos y el equipo interdisciplinario que lo compone
para reforzar la ayuda.
Junto con esta devolución, la mayor tentación será decirle a la mujer que tiene que denunciar
inmediatamente y establecer acciones judiciales contra su pareja, pero no debemos olvidar que esto
será complejo para la mujer, especialmente si nunca ha denunciado. Es por esto que hay que realizar
un encuadre a la denuncia y ofrecerlo como posibilidad, y jamás como una imposición. Ponemos un
ejemplo donde una mujer no está muy decidida a realizar la denuncia:
Usted, por lo que me ha contado, podría denunciarlo si quisiera. Si usted no se siente preparada para
dar ese paso, no se preocupe, nosotros vamos a ayudarla de todas formas para que usted pueda salir
de la situación en la que vive. Yo le puedo mostrar otras estrategias.
En casos que sean de urgencia, se deben tomar acciones inmediatas, pero siempre conversadas con la
mujer y con su expresa voluntad de hacerlo. Por ejemplo, se debe evaluar la necesidad de tomar
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medidas de protección, como por ejemplo traslado de la usuaria a otro domicilio, lesiones que deban ser
atendidas, etc.
Para finalizar la primera acogida siempre hay que felicitar a la mujer por su decisión de pedir ayuda, que
siempre es el primer paso para salir de la violencia.
Independiente del Modelo al que se acerque la mujer a solicitar ayuda, lo fundamental es crear un buen
vínculo a su llegada, que hará más fácil su adaptación a un lugar extraño y facilitará las intervenciones
siguientes. Puede ser una intervención de tiempo relativo, dependiendo del estado de la mujer, pero lo
importante es que sea una bienvenida con cariño y respeto en su condición. A veces quiere hablar
inmediatamente, a veces necesita tiempo para iniciar la intervención propiamente tal.
En la Primera Acogida, la mujer puede revivir situaciones traumáticas que le afectan mucho. Por lo
tanto, la contención y la comprensión son fundamentales para generar un buen vínculo, con una actitud
que le inspire confianza, seguridad.
Una buena acogida se ve favorecida cuando hay apoyo de redes sociales, primeros auxilios
psicológicos oportunos y adecuados, detección de las habilidades personales como la creatividad,
resolución de conflictos, resiliencia, motivación al cambio, autocuidado, toma de decisiones,
autogestión, empatía y autoconciencia.
En la primera acogida debemos empatizar con quien nos está relatando su historia. La empatía es la
capacidad que los seres humanos tienen para poder experimentar los estados emocionales de otros,
pudiendo comprender los procesos mentales de otras personas como también pudiendo experimentar
los sentimientos que expresa otro (Moya, Herrero, Bernal, 2010).
La empatía tiene que ver con ir acompañando a la mujer en su relato, conectándose con el dolor de ella
como el dolor que nosotras y nosotros conocemos pero desde quienes somos, eso no provoca daño.
Acompañar en el dolor a alguien es gratificante y cuando se logra ese vínculo, la mujer ha avanzado un
gran trecho del camino.
Siempre debemos reconocer las emociones que estamos experimentando en la entrevista y anotarlas,
porque luego eso nos ayudará a reconocer cuáles fueron las mías y cuáles emociones fueron las
“prestadas”. Cuando no logramos distinguir lo propio con las emociones que nos provoca el relato,
puede salir afectada tanto la mujer como la persona que está interviniendo.
Es importante considerar que hay personas que NO tienen la capacidad de ser empáticos 32. La
empatía, si existe, se puede desarrollar y cultivar con buenas supervisiones y sesiones de autocuidado,
sin llegar a la identificación que es lo que bloquea la contención.
32
Según Marco Lacoboni (2012) esta capacidad depende de la presencia o no de las “neuronas
espejo”, las que
permiten conectarse con los sentimientos de otros.
160
Página
Una buena acogida permitirá que la mujer pueda confiar en otra persona. Cuando ellas han perdido la
confianza en la persona amada, y han perdido la confianza en ellas mismas, este nuevo vínculo que
estamos generando, permitirá el comienzo de un proceso que favorecerá la reconstrucción de un
proyecto de vida.
Hay que estar alerta cuando la mujer que estamos escuchando nos produce rechazo de algún tipo, algo
muy común sobre todo cuando se lleva mucho tiempo trabajando y se estereotipa la mujer que sufre
violencia. Esto se da mucho con las mujeres que vienen a la defensiva, que no escuchan, que se
retractan y que incluso pueden ser agresivas por el tipo de preguntas que se les hace.
En estos casos debemos poner de manifiesto en el equipo las dificultados que se están presentando al
intervenir con alguna mujer que produce rechazo, para eliminar así los sesgos y prejuicios, buscando
alternativas que beneficien la buena intervención.
Las víctimas de violencia, según Aron (2001), habitualmente piden ayuda cuando se encuentran en
crisis. La situación de violencia en la que se vieron enfrentadas estas mujeres, que implica amenaza de
muerte y violencia grave son crisis en sí mismas.
En el caso de la violencia contra la mujer en el ámbito intrafamiliar o en su ámbito más cercano se debe
tener en cuenta, que la idea de trauma o evento traumático asociados a la teoría de la crisis y estrés
pos traumático tradicionalmente se encontraba asociado al de evento traumático, como un
acontecimiento de alta intensidad, fuera de las expectativas de ocurrencia en la experiencia habitual de
las personas, que implicaba una amenaza o daño severo a la integridad física, psicológica o del entorno
de quien lo sufre.
Hoy por una parte se sostiene en general, que en la mayoría de los casos son eventos relativamente
comunes que dependen de su capacidad de provocar amenaza y/o miedo para la víctima en particular y
no de su carácter de quiebre o excepción y dentro de estos eventos traumáticos se encuentra vivenciar
sistemáticamente abuso físico o sexual, abandono emocional, el aislamiento y el encontrarse en una
relación de sometimiento. De otra parte, se ha señalado que la violencia contra la mujer en el ámbito
doméstico el daño o estrés esta dado por la cronicidad de la relación abusiva, por tanto la mujer no
llegará siempre activada desde la crisis reciente.
La intervención en crisis es un tratamiento breve de tiempo limitado, inmediato luego del hecho
traumático. El objetivo principal es que la persona recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes
del incidente que precipitó la crisis. Aunque el sujeto nunca volverá al nivel previo de funcionamiento, al
reelaborar y resolver de manera exitosa una crisis, logra establecer un estado equilibrado y organizado,
integrando la vivencia a su historia vital (Slaikeu, 2000).
161
Página
En la intervención es necesario realizar una evaluación de la situación general del sujeto, tanto de las
fortalezas como las debilidades de cada uno de los sistemas implicados. El interviniente debe identificar
cuáles variables ambientales precipitaron o permitieron la crisis, cuáles mantienen la desorganización y
el sufrimientos, y cuáles puede movilizar para facilitar el cambio constructivo de la situación (Slaikeu,
2000).
Uno de los aspectos más relevantes y característicos del trabajo con la crisis es que los intervinientes
deben ser más activos, directos y orientados a la consecución de objetivos que en otras intervenciones.
Puesto que el tiempo es breve, los terapeutas deben ser activos en identificar las dificultades, las
necesidades inmediatas y movilizar los recursos de ayuda. El interviniente se debe mostrar: empático,
cordial y auténtico (Slaikeu, 2000). Y lo primero que debe hacer es evaluar la posibilidad de suicidio u
homicidio, luego deben valorar los recursos y movilizar la intervención hacia los pasos de acción.
Estas intervenciones son en primera instancia cortas (lo usual una sesión) y puede realizarla una amplia
gama de asistentes comunitarios y son más efectivas al principio de la crisis. Los objetivos de esta
primera intervención son:
- Proporcionar apoyo: este es el primer objetivo y se expresa a través de una escucha activa y
empática. Se le brinda un espacio en el que la persona puede expresar sus sentimientos y
emociones que pueden surgir a partir del hecho.
- Reducir la mortalidad: este objetivo está enfocado a reducir el daño físico y las posibilidades de
suicidio u homicidio que pueden surgir en la crisis. Esto puede implicar deshacerse de las armas,
realizar hospitalización si es necesario, coordinar compañía constante.
- Coordinación con redes: antes de resolver el problema completo de manera inmediata se
recomienda establecer con precisión las necesidades fundamentales, para realizar las
coordinaciones con actores pertinentes
33
Basado en Slaikeu, 2000.
162
Página
debe señalar que es una respuesta normal a un incidente anormal. Que es una reacción
esperable y temporal. En la medida que la mujer se identifique como enferma, se pone límites a
su recuperación, pero si significa esta desorganización como algo normal, esperado y temporal,
puede liberar sus energías creativas hacia una superación de la crisis. El interviniente debe
evitar contar su propia historia, juzgar las acciones o ignorar sentimientos o hechos.
Examen de las dimensiones del problema: es necesario evaluar la dimensión de los problemas,
tanto en el pasado como en el presente y futuro inmediato. El pasado inmediato remite a
determinar cuáles fueron los acontecimientos que condujeron al estado de crisis, indagar
acerca de las características más relevantes del comportamiento, de la afectividad y de las
cogniciones del sujeto y de las relaciones interpersonales. De la situación del presente
debemos identificar quién está implicado, qué fue lo que sucedió y cuándo sucedió. Es
necesario también identificar el estado general del sujeto, cómo se siente, cuál es el impacto
que esto le ha generado, cuáles son los efectos y las consecuencias del hecho. Se debe poner
atención tanto en las debilidades como en las fortalezas. Por último, resulta necesario identificar
cuáles son las probables dificultades que tendrá que enfrentar en un futuro cercano, por
ejemplo, una mujer separada de su esposo, puede necesitar ayuda en cómo contarles a sus
hijos acerca de los acontecimientos recientes. El objetivo de examinar las dimensiones del
problema es realizar una jerarquía de las necesidades de la mujer dentro de dos categorías: 1.
Conflictos que necesita manejarse de manera inmediata; y 2. Conflictos que pueden dejarse
para después. No se deben evitar las situaciones de peligro, sino más bien enfrentarlas o
diseñar estrategias para enfrentarlas.
Ejecución de la acción concreta: en este momento se ayuda a la mujer a realizar las acciones
escogidas para alcanzar las soluciones y finalmente, obtener la satisfacción de las
necesidades. Es importante recordar que la mujer debe hacer tanto como sea capaz sin sobre
exigirla ni sub valorarla. Solo cuando las circunstancias deterioran severamente la capacidad de
acción de la víctima, el interviniente toma un rol activo y directivo, y aún entonces, se hace de
un modo gradual. No obstante, lo ideal es que la usuaria tome la responsabilidad por cualquier
acción. Evitar intentar resolver todo los conflictos en el primer encuentro, es necesario dar
tiempos pertinentes.
Seguimiento: este proceso implica realizar un seguimiento para verificar el progreso, por lo que
resulta necesario especificar un protocolo mediante el cual el interviniente con la mujer estén en
163
Página
contacto en un tiempo posterior a la crisis. Se trata de verificar si la ayuda fue útil y si
efectivamente se logró reducir el riesgo de mortalidad, coordinar las redes, etc. El profesional
responsable debe evitar dejar la evaluación y seguimiento a otra persona.
La intervención en crisis de segunda instancia surge cuando los primeros auxilios psicológicos cesan;
ésta se centra en un proceso de reconstrucción de una vida quebrantada por un incidente externo. Su
objetivo es lograr elaborar el incidente de la crisis de modo que se integre de manera relativamente
funcional en la historia vital. La reorganización de la historia de vida debe estar en función al crecimiento
y alejarse del debilitamiento. El proceso es mucho más extenso que la intervención de primera
instancia.
Para realizar un trabajo acorde a las necesidades e individualidades de cada sujeto se requiere de una
evaluación general de la mujer en relación a los siguientes sistemas:
Sistema conductual: se refiere a la actividad manifiesta del sujeto, como: trabajar, descansar,
hábitos de sueño, de comida y bebida, comportamiento sexual, uso de drogas, alcohol, tabaco
y otros patrones vitales.
Sistema afectivo: incluye todos los sentimientos y emociones que la mujer pueda tener acerca
de cualquiera de estos comportamientos, del hecho traumático y de la vida en general.
Sistema somático: se refiere a todas las emociones corporales, que abarcan la sensibilidad al
tacto, sonido, la percepción, el gusto, la visión y el oído. En necesario recoger información
sobre el funcionamiento físico en general, que incluye dolores de cabeza, molestias
estomacales, tensión arterial, entre otros.
Sistema cognoscitivo: en este sistema está presente todas las imágenes, significaciones,
pensamientos y representaciones mentales que la mujer hace con respecto a la vida, los
recuerdos y las posibles aspiraciones hacia un futuro. En este sistema también están los
sueños diurnos y nocturnos.
En la intervención de segunda instancia el terapeuta debe ser capaz de identificar el impacto del
incidente de crisis en estas cinco dimensiones, a través de una comparación del funcionamiento previo
a la crisis con el funcionamiento durante la crisis.
34
Basado en Slaikeu, 2000.
164
Página
Tratamiento: Tareas de la resolución de la crisis
Supervivencia físicas: la primera tarea por absurda que pueda resultar es que el sujeto logré
preservar la vida (impedir el suicidio u homicidio) y/o logré mantener la salud física
(alimentación, relajación, descanso/sueño).
Expresión de sentimientos: se debe asistir al sujeto para que exprese, de alguna manera
relativamente adecuada, los intensos sentimientos que acompañan la crisis, para así lograr
liberar la energía emocional, y poder utilizarla de un modo constructivo. Por lo que se facilita al
sujeto a que identifique sus emociones y exprese sus sentimientos y emociones relacionados
con la crisis. La principal estrategia terapéutica es la escucha activa, donde el paciente
escucha tanto lo que le ha pasado al paciente como el cómo se siente éste con respecto a lo
sucedido. Resulta necesario también aceptar al sujeto, para que éste logre expresar sus
emociones sin pudor ni culpa, y lograr hacer catarsis. Se recomienda que el terapeuta recuerde
a la mujer que existen distintas formas de expresar las emociones, y que cada persona pueda
encontrar su lugar, su espacio y su forma de expresión.
GENOGRAMA
El presente documento tiene por objetivo facilitar la construcción de genogramas, herramientas claves
en el diagnóstico de la VCM e instrumentos fundamentales en el trabajo psicosocial, por la universalidad
de su contenido informativo.
Los genogramas son representaciones gráficas de constelaciones familiares multi generacionales, que
registran información sobre los miembros de una familia y sus relaciones. Su estructura en forma de
árbol proporciona una rápida "gestalt " de las complejas relaciones familiares y es una rica fuente de
hipótesis sobre cómo un problema puede estar relacionado con el contexto familiar y su evolución a
través del tiempo.
Un genograma completo debe incluir al menos tres generaciones de familiares, así como también
sucesos nodales y críticos en la historia de la familia. Esta cualidad permite vislumbrar los procesos de
repetición dentro de las familias, como sabemos las familias se repiten a sí mismas, las mismas
cuestiones tienden a aparecer de generación en generación, a pesar de que la conducta pueda tomar
una variedad de formas. Bowen lo denomina transmisión multigeneracional de pautas familiares: "las
pautas vincularas en generaciones previas pueden suministrar modelos implícitos para el
funcionamiento familiar en la siguiente generación". En el genograma, buscamos estas pautas que
continúan o se alternan de una generación a la otra.
Construcción
La estructura familiar muestra diferentes miembros de la familia en relación los unos con los otros. Cada
miembro está representado por un cuadrado o un círculo según su sexo con su edad actual dentro.
Para la persona índice (la mujer que sufre VCM), alrededor de la cual se construye el genograma, las
líneas son dobles. Para una persona fallecida se coloca una X dentro de la figura. Las fechas de
nacimiento y fallecimiento se indican de izquierda y a la derecha por encima de la figura. La edad de la
persona al morir, se indica dentro de la figura.
Las figuras que representan a los miembros de la familia están conectadas por líneas que indican sus
relaciones biológicas y legales. Una pareja se encuentra conectada por líneas horizontales y verticales,
166
Página
el hombre a la izquierda y la mujer a la derecha. Si la pareja está casada las líneas serán continuas, si
no, serán discontinuas. Las separaciones se indican con una línea cruzada sobre la línea horizontal, los
divorcios con dos líneas cruzadas en forma paralela. Se puede agregar sobre la línea que conecta la
pareja el lapso de tiempo en el que han permanecido juntos, o una m. seguida del año en que se
casaron.
m.1984 2011-
m.1983-1992 1993-1997
Por ejemplo, una mujer que se separó de su esposo, luego, de una pareja y se encuentra en pareja
actualmente, se vería de esta manera:
Un hombre divorciado dos veces y separado de su última pareja de visualiza de la siguiente forma:
167
Página
A continuación visualizaremos una pareja, con una usuaria hipotética, en que ambos poseen parejas y
cónyuges anteriores:
Si las parejas anteriores tuvieron parejas o cónyuges anteriores, puede ser necesario, dependiendo de
su relevancia, el trazado de segundas líneas.
Si una pareja tiene hijos, la figura de cada hijo pende de la línea que conecta a la pareja. Los hijos se
van situando de izquierda a derecha desde el mayor al más joven. Los niños adoptados se conectan
con una línea punteada, los hijos dicigotos o mellizos, a través de dos líneas con una base en común,
los idénticos o gemelos, se unen con una línea horizontal. Observemos el siguiente ejemplo complejo:
168
Página
37 53 60 56
1
40 40
2010- Joaquín
Natalia Andrés
33 37 28 11
Ana Nicole
1 1
Podemos decir que Ana es la persona índice, quién estuvo casada entre 1972 y 1974 con Paul y tuvo
mellizos a los 16 años, Natalia y Andrés, quienes actualmente tienen 40 años y se encuentran sin
pareja. Ana, luego de divorciarse de Paul, fue pareja de Luis el año 1975, con quién tuvo un hijo que
murió al año de nacer. Al separarse de Luis, se casó con Antonio el año 1979, con quién permanece
casada, y quién tiene una pareja paralela, Lisette, hace un año. Lissete tuvo un aborto espontáneo.
Antonio y Ana tienen tres hijos/as en común, María José, que hace un año tuvo gemelas con su pareja
Alexis, Laura de 28 años y Tomás que nació cuando Ana tenía 45 años.
Después de trazar una estructura familiar, se encierra a los miembros de la casa o casas con una línea
punteada. Por ejemplo, en el genograma siguiente, podemos ver que nuestra persona índice, Eva, tiene
56 años, está casada hace 32 años con Manuel de 60 años, tienen un hijo soltero que vive aún con
ellos, y una hija soltera que vive independientemente y que adopto un niño llamado Mateo.
169
Página
60 56
m.1980
Manuel Eva
Luis
30 Pilar28
4Mateo
Una vez que hemos trazado la estructura familiar, podemos agregar información sobre la familia, en
particular:
170
Página
Observemos la siguiente familia:
1977-2011 1979-
Cáncer 33 Dueña de casa
Minero 35 m.2007 Crisis de Pánico
Guillermo Luisa 2007- Casamiento de Guillermo y Luisa.
2008- Luisa abandona sus estudios de párvulo.
3 2009- Luisa sufre un aborto.
2010- Traslado a Rancagua.
2010- Diagnostican a Guillermo de cáncer.
2011- Luisa sufre primera crisis de pánico.
Familia Religiosa Guillermo 2011- Fallece Guillermo padre.
El tercer nivel en la construcción de un genograma comprende el trazado de las relaciones entre los
miembros de una familia. Se utilizan distintos tipos de líneas para simbolizar los diferentes tipos de
relaciones entre los miembros de la familia.
VVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVV
Muy unidos o fusionados Fusionados y conflictivos
Unidos Distantes
VVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVVV
Conflictivo Apartados o Separados
57 4 44 30 3
8 2
171
1
Página
5
MODELO TRANSTEÓRICO DEL CAMBIO
Este modelo surge a partir de la pregunta “¿Qué es lo que hace cambiar a las personas cuando pretenden
modificar alguna situación indeseable o problemática?”. Prochaska y Diclemente intentan dar respuesta en la
intervención para responder a las preguntas de qué, cómo, cuándo y por qué cambian las personas. A través de
las respuestas a estas preguntas desarrollan el modelo transteórico que está compuesto por estadios, procesos y
niveles.
En el caso de la violencia contra la mujer el modelo se sitúa para comprender y ponerse en el lugar de
la víctima para facilitar la comprensión de estos cambios. Parte de la base que los malos tratos
recibidos durante años han destruido su autoestima y sus capacidades de afrontamiento, donde han
sido aisladas de sus afectos, generando indefensión aprendida entre otras cosas. Por ello el proceso en
que viven es esperable que tengan dudas, miedo, angustia y que no sepan qué deben hacer.
Es un instrumento que permite identificar las diferentes fases que puede atravesar la mujer para
así ofrecer una intervención idónea según la situación en la que ésta se encuentre. Su origen se
remonta a un intento por integrar diversas escuelas psicoterapéuticas, cuyo objetivo es explicar la
estructura del cambio de comportamiento, proponiendo tres dimensiones básicas para su análisis:
Procesos, Fases o estadios y Niveles de cambio35.
Si bien la génesis de dicho paradigma se remonta hacia la década de los ’80, aún continúa vigente.
Esto último, debido a que fue concebido como un enfoque para hacer frente a la problemática de las
adicciones36, pero principalmente por promover un acercamiento novedoso a la evaluación y tratamiento
de problemas relacionados con estilos de vida poco saludables37.
Otro punto que llama poderosamente la atención en este modelo, es el hecho que el cambio de
conducta se puede lograr aunque el individuo no reciba psicoterapia como tal, sino intervenciones
terapéuticas38.
Para que este modelo teórico sea efectivo, según sus autores, debe satisfacer las siguientes
demandas39:
35
Díaz, 2005
36
Prochaska y Di Clemente, 1983
37
Pérez y Montalvo, 2011
38
Díaz, 2005
39
Prochaska y Di Clemente, 1986
172
Página
● Ser aplicable a diversas conductas desde el abuso de alcohol y drogas hasta otras no
farmacológicas40.
De esta manera, una vez satisfechas esas necesidades, se comenzarán a evidenciar los procesos de
cambio, entendido como aquellas actividades abiertas o encubiertas en las que los individuos se
implican para modificar sentimientos, pensamientos, conductas o relaciones interpersonales relativos a
conductas o estilos de vida problemáticos41.
Cabe señalar que el Modelo Transteórico de Prochaska y Di Clemente reconoce diez Procesos de
Cambio42, los cuales se detallan a continuación:
8) Relaciones de ayuda: Utilización del apoyo social que pueda facilitar el cambio en la conducta
aditiva. De allí, la importancia de generar en la mujer nuevas redes de apoyo o bien,
40
Este punto es importante, toda vez que se puede hacer un símil entre el abuso de sustancias y los procesos
que vive la mujer en el ámbito de violencia. Esto debido al alto grado de dependencia psicoemocional. Quizás,
sea este punto el que ha permito obtener buenos resultados al utilizarlo en el abordaje de esta problemática,
tal como lo demuestra el estudio de Pérez y Montalvo (2011).
41
Prochaska, Di Clemente y Norcross, 1992
42
Prochaska, Di Clemente y Norcross, 1992; Díaz, 2005
173
Página
recomposición de su capital social con el objetivo de contar con diversos apoyos para enfrentar
la temática de la violencia.
Respecto a los Estadios de Cambio propuestos actualmente por este Modelo, se puede mencionar lo
siguiente:
I. Precontemplación:
En esta fase las personas no se plantean modificar su conducta, ya que no son conscientes, o lo son
mínimamente, que dicha conducta representa un problema43. Teniendo en cuenta esto último, es
posible graficar la situación como: “no poder ver el problema, pues se cree que no lo tienen”. Por esta
razón, no asisten a tratamiento ni buscan ayuda. Es más, si llegan a hacerlo es por presión social y
abandonan al poco tiempo44.
Dado lo anterior, es de suma importancia que quien acoja a la persona en primera instancia, acuda a la
entrevista sin ningún juicio preconcebido, esté dispuesta a escuchar con empatía, para detectar
aspectos personales que puedan servir de punto de encuentro o de vinculación al inicio del proceso de
cambio45.
Por otra parte, debe estar atenta a las demandas del sujeto y no pedirle compromisos que no pueda
cumplir. Muchas veces el hecho de que acuda semanalmente a las sesiones, aunque sea a
regañadientes, es un paso tan importante como que deje de consumir determinada sustancia o de
frecuentar determinados lugares asociados a su adicción46.
Es característico de esta etapa, cuando se relaciona con el fenómeno de violencia contra la mujer, que
ella “no reconozca la violencia como un problema o sienta la necesidad de cambiar47”. Es por ello
que se tornan fundamentales dos acciones:
43
Díaz, 2005
44
Prochaska, Di Clemente y Norcross, 1992; Díaz, 2005
45
Mayor y López, 1998; Pérez y Montalvo, 2011
46
Mayor y López, 1998
47
Pérez y Montalvo, 2011, P. 162
174
Página
- Fomentar la duda en la mujer con respecto a su situación.
- Crear la percepción del riesgo al que está sometida por los malos tratos que padece.
II. Contemplación:
En esta fase las personas son conscientes que existe un problema y están considerando seriamente la
posibilidad de cambiar, pero sin haber desarrollado aún un compromiso firme con dicho objetivo 48.
El estado que mejor caracteriza a esta fase es el “saber dónde quiere ir pero no encontrarse todavía
preparado”. Esto, debido a que no tiene certeza que los esfuerzos que debe realizar y que son
necesarios para cambiar vayan a reportarle beneficios. Cuando esta duda se torna constante en el
tiempo, impide que las personas puedan transitar hacia el cambio49.
Es característico de esta etapa, cuando se relaciona con el fenómeno de violencia contra la mujer, que
en ella exista una “toma de consciencia de que existe una relación abusiva y/o problemática 50”. Es
por ello que es imprescindible:
III. Preparación:
Este estadio se caracteriza por ser la etapa en la que el adicto toma la decisión y se compromete a
abandonar la conducta adictiva.
Si bien es una fase en la que existen pequeños avances de cambio 51, eso no significa que el sujeto
haya tomado una decisión firme, simplemente ha empezado a dar pequeños pasos que puedan
ayudarle a un solidificar un cambio conductual estable en estadios posteriores52.
Dicha etapa tiene lugar “cuando la ambivalencia se inclina hacia el lado del cambio, la mujer pasa a una
fase de determinación o preparación para la acción. Es entonces cuando toma decisiones (“tengo que
hacer algo, esto no puede seguir así”)53”.
48
Prochaska, Di Clemente y Norcross, 1992; Díaz, 2005
49
Mayor y López, 1998
50
Pérez y Montalvo, 2011, P. 163
51
Díaz, 2005
52
Mayor y López, 1998
53
Pérez y Montalvo, 2011, P. 165
175
Página
Es característico de esta etapa, cuando se relaciona con el fenómeno de violencia, que “la mujer
realice pequeños cambios54”. Es por ello que es muy importante:
- Apoyar y ayudar a la mujer a determinar el mejor plan que debe seguir para lograr el cambio.
- Establecer la autoeficacia: la mujer tiene las capacidades y potencialidades para cambiar.
IV. Acción:
Se trata de la etapa en la que el individuo cambia su conducta dañina con o sin ayuda especializada 55.
En este momento, es donde tienen lugar, los esfuerzos más visibles para modificar su
comportamiento56. Por tanto, supone un elevado compromiso con el proceso57.
Es característico de esta etapa, que “la acción consista en aumentar la seguridad de la mujer
respecto de la situación de violencia58”. Para ello que es necesario que se realicen las siguientes
acciones:
- Continuar estimulando la motivación por realizar los procesos de cambio necesarios para
alcanzar los objetivos propuestos.
- Potenciar la autoeficacia (puedo cambiar, dominar la situación, decidir por mí misma, etc.).
- Acompañar a la mujer para que no se sienta sola y reafirmar su proceso.
- Garantizar y extremar la seguridad.
En este estadio, el individuo trata de conservar y consolidar los cambios alcanzados en etapas
anteriores. No consiste en una ausencia de cambio, sino en una continuación activa del mismo, aunque
de menor actividad59.
Para situarlas en este estadio, las personas han de ser capaces de mantenerse alejadas del
comportamiento adictivo y de comprometerse consistentemente en su nuevo estilo de vida durante más
de seis meses60.
54
Pérez y Montalvo, 2011, P. 165
55
Díaz, 2005
56
Mayor y López, 1998
57
Pérez y Montalvo, 2011
58
Pérez y Montalvo, 2011, P. 166
59
Díaz, 2005
60
Mayor y López, 1998
176
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Esta fase no tiene una duración determinada, aunque se sugiere que después de ella habría otro
estadio de finalización, caracterizado por la ausencia total de tentaciones61.
Cabe señalar que en caso de ocurrir una recaída62, lo cual es un hecho esperable, se deben organizar
estrategias para prevenirlas en el futuro y se reinicia el proceso de cambio, que “nunca será desde cero,
ya que los avances logrados se mantendrán en muchos aspectos63”.
Cada una de estas etapas, ayudará a quienes intervienen con mujeres que han vivido violencia de
pareja a comprender de mejor manera cómo llegan a atenderse, la fase del proceso en que se
encuentra, así como, su disposición al trabajo, pero sin perder de vista la empatía y respeto hacia ella
misma y su historia de vida.
La perspectiva de género nos sirve como un modelo explicativo para la violencia contra la mujer, pero
también resulta útil como herramienta de trabajo.
El enfoque de género nos dará una mirada única, donde potenciaremos la igualdad entre hombres y
mujeres. Incluir esta mirada en la intervención nos obliga a considerar sistemáticamente las diferencias
entre los géneros, donde sus intereses no son siempre los mismos, pero no por eso puede existir
desigualdad. Esto no significa pensar que existe un punto neutro, porque las investigaciones hablan que
también cuando pensamos en algo que sería común, aun así sigue estando desde la lógica masculina.
Enfocar desde el género entonces significa realizar un esfuerzo constante de preguntarse y reflexionar
sobre lo que es “normal” y lo que está naturalizado. Esta reflexión es una estrategia de trabajo que
constantemente debemos elaborar en el plan de intervención, porque los discursos estereotipados del
género estarán presentes en las mujeres que intervenimos. Romper con estos esquemas dará lugar a
potenciar el empoderamiento de las mujeres, fortaleciendo su autonomía personal y social.
De entre los diversos enfoques de políticas hacia las mujeres, la estrategia denominada Género en el
Desarrollo ha sido la que más ampliamente ha incorporado el concepto de empoderamiento como
proceso de cambio en el que las mujeres van aumentando su acceso al poder, y cuya consecuencia es
la transformación de las relaciones desiguales.
61
Mayor y López, 1998
62
Cuando se habla de violencia de pareja, puede considerarse como recaída el que la mujer regrese con su
agresor.
63
Pérez y Montalvo, 2011, P. 267
177
Página
La toma de conciencia sobre su subordinación y el aumento de la confianza en sí mismas
(“poder propio”).
La organización autónoma para decidir sobre sus vidas y sobre el desarrollo que desean
(“poder con”).
La movilización para identificar sus intereses y transformar las relaciones, estructuras e
instituciones que les limitan y que perpetúan su subordinación (“poder para”).
Se trata que tengan acceso a ciertos recursos que les permitan influir en su desarrollo:
Recursos materiales: físicos, humanos o financieros (el agua, la tierra, las máquinas, el trabajo
y el dinero).
Recursos intelectuales: conocimientos, información, ideas.
Ideología: facilidades para generar, propagar, sostener e institucionalizar creencias, valores,
actitudes y comportamientos. 64
Podemos realizarlo desde estas estrategias metodológicas que siempre debemos tener en
consideración en la intervención:
El supuesto básico con que funcionan estos modelos es el de confianza en los recursos del individuo y
de la comunidad para resolver sus propios problemas. Esto no equivale a abandonar a la persona a su
64
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/86
65
Aron, 2001, Op. Cit.
178
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propia suerte, pero sí significa que quien debe hacerse cargo y resolver el problema es quien lo tiene. El
papel del especialista es ayudarle a descubrir sus propios recursos, a activarlos y a recobrar su
confianza en ellos.
En este modelo se enmarca el concepto de resiliencia, es decir, la capacidad de las personas y de los
grupos para recuperarse de situaciones adversas a las que han sido sometidos. Enfatiza el desarrollo
de los factores protectores más que los factores de riesgo tanto personales como de la comunidad.
El intervenir desde este modelo permite fortalecer la confianza en los propios recursos para enfrentar la
violencia, ayuda a activar las fuentes de apoyo o las redes personales y locales, normaliza las
reacciones emocionales como reacción esperada frente a situaciones de crisis, reestableciendo su
equilibrio.
Este modelo requiere, necesariamente, una mirada psicosocial, siendo un proceso de intervención
especializado psico-socio-educativo, que contiene elementos y técnicas provenientes de distintas
corrientes psicológicas (psicoterapéuticas) y metodologías pedagógicas participativas (socioeducativas
y psicoeducativas). Los objetivos de intervención son específicos para cada fase de intervención.
Respecto a qué es lo que se interviene, cabe referirse a las dimensiones y/o componentes de la
intervención. Uno de los componentes o dimensiones centrales en los que se interviene es el
socioeducativo. Es decir, el componente educativo se refiere a que la violencia y específicamente la
violencia y control sobre la mujer se aprende en procesos informales de educación a través de los
vínculos, en procesos de socialización primaria y secundaria.
MODELO DE REDES
Es el que posibilita el enfrentamiento del problema desde la coordinación de los diferentes actores y la
co-responsabilidad en ello.
Este modelo amplía el foco desde el individuo hacia las unidades sociales más amplias, tanto en la
conceptualización de los problemas como en el diseño de estrategias de intervención. Dos modelos
básicos relacionados con esta perspectiva son el Modelo de Redes Personales o Focales y el Modelo
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de Red Abierta o Red Focal. Del primero derivan las Intervenciones en red y del segundo el Trabajo en
Red.
Es clave entonces integrase a los territorios desde una mirada en Red, estrechando los lazos con todas
aquellas organizaciones, instituciones, etc. que se vinculen al tema de violencia, para un trabajo
sinérgico y colaborativo, en pos de una atención oportuna y de calidad a las mujeres víctimas de
violencia.
La red social, en términos generales, puede describirse como un sistema de vínculos entre distintos
puntos de un grupo social como son los actores sociales o distintos grupos e instituciones, que permite
el intercambio de información y las interacciones entre los distintos puntos de la red. Existen distintos
tipos de redes sociales: las redes sociales personales o focales, las redes sociales abiertas o redes
temáticas, las redes comunitarias.
Cuando se habla de red social personal, se alude a todas aquellas relaciones significativas que una
persona establece cotidianamente y a lo largo de su vida. En este sentido, cada persona es el centro de
su propia red, que está formada por sus familiares más cercanos, los/as amigos/as, compañeros/as de
estudio y de trabajo, los miembros de las instituciones a las que acude habitualmente y los conocidos
con quienes se ve sólo esporádicamente.
Las intervenciones que utilizan el modelo de redes sociales personales son llamadas intervenciones en
red. Se refieren a la inclusión de la red social como un elemento importante para la comprensión del
sufrimiento de la persona que consulta y a la vez, la utilización de dicha red como un recurso central en
el alivio de este sufrimiento.
Este tipo de intervención es fundamental en la Línea de Atención que desarrolla el Centro, ya que uno de los
elementos fundamentales de la intervención con cada usuaria es la construcción o recuperación de su red
primaria (familia, amigas, vecinas, compañeras de trabajo).
El modelo de redes se refiere también al concepto de red más amplio, que incluye el tejido social
formado por los distintos grupos e instituciones de la comunidad. Esta puede ser una red abierta,
focalizada en una temática determinada, como por ejemplo las redes de violencia. El trabajo de formar,
activar o fortalecer este tipo de redes es lo que se denomina trabajo de redes o práctica de red.
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