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Complemento de causa Summo furore agit = actúa con el mayor furor
Complemento de modo
Locativo de lugar en donde Athenis natus est = nació en Atenas
Locativo de momento en el tiempo Hieme consul bellum denuntiauit = en invierno
el cónsul declaró la guerra
Complemento sustantivo de cualidad Mulier eximia pulchritudine = mujer de
extraordinaria belleza
DECLINACIONES LATINAS
TERCERA DECLINACIÓN
SG PL SG PL SG PL SG PL
NOMINATIVO MILES MILITES CORPUS CORPORA HOSTIS HOSTES MARE MARIA
VOCATIVO MILES MILITES CORPUS CORPORA HOSTIS HOSTES MARE MARIA
ACUSATIVO MILITEM MILITES CORPUS CORPORA HOSTEM HOSTES MARE MARIA
GENITIVO MILITIS MILITUM CORPORIS CORPOUM HOSTIS HOSTIUM MARIS MARIUM
DATIVO MILITI MILITIBUS CORPORI CORPORIBUS HOSTI HOSTIBUS MARI MARIBUS
ABLATIVO MILITE MILITIBUS CORPORE CORPORIBUS HOSTI HOSTIBUS MARI MARIBUS
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MÓDULO 1. EPIGRAFÍA LATINA
Hay otro repertorio que es el C.I.L.A. o Corpus de Inscripciones Latinas de Andalucía, que se
edita desde los ’90 gracias a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y que agrupa las
inscripciones por provincias, así para Jaén se encarga de su recopilación Dr. Cristóbal González
Román, para Granada Dr. Mauricio Pastor Muñoz y para Sevilla-Huelva Dr. Julián Gómez,
Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla.
También podemos hablar de la revista que se publica todos los años llamada Hispania
Epigraphica que lleva el profesor Dr. Julio Mangas de la Universidad Complutense de Madrid.
2. Fabricación de las inscripciones: Tenemos distintos pasos: el primero es la forma, que consiste
en la redacción previa del texto que se va a inscribir (lo inusual es que se inscriba directamente el
texto sobre el soporte) llevada a cabo por un especialista. Después tenemos la ordinatio o
elaboración de la plantilla, es decir, se elige el material, se pule y prepara la superficie y se dibujan
las líneas que sirven de guía para esculpir el texto de una forma rectilínea. Estas líneas se pintarán
con algo fácil de borrar o se hacen unas marcas muy leves. La tercera fase es la incisión
propiamente dicha del texto (que a veces se dibujan las letras del texto aunque no es del todo
frecuente) con cincel y martillo. Evidentemente tenemos como pasos la extracción del bloque de
piedra con el que se va a hacer la inscripción y la elaboración de las planchas de metal en el caso
de se haga una inscripción en metal.
Para el estudio de las inscripciones hay una práctica mala que consiste en retintar el contenido de
las inscripciones para que se vean mejor, pero se trata de una profanación de un documento que ha
permanecido intacto durante muchos años tal y como fue concebido en su época. Esto contrasta
con los textos literarios, que son susceptibles de cambios y están más condicionados por la
ideología del autor.
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3.1.1. El lugar y la fecha en la que se ha hecho una inscripción: Para el lugar hay que
consultar la toponimia del lugar exacto. La toponimia debe ser actualizada, pudiéndose
indicar la toponimia contemporánea del epigrama. También se describe el entorno
arqueológico-arquitectónico donde ha aparecido de forma sumaria, pues normalmente
las inscripciones están cerca de yacimientos arqueológicos a los cuales se vinculan. A
veces, se suelen encontrar en edificios como catedrales, casas etc. para reutilizar los
materiales ya usados, como pasa en el templo griego hexástilo del s. V a. C. de Taormina
(Sicilia), que se transformó en una catedral con tres naves.
Bibliografía: Román Pulido 1918 ps. 140-141 (lám.); Medida 1922 ps. 169-170; Rivero
p. 81 nº 290; García Serrano, Mapa p. 585 nº 379.
Lám. 243.
3.2.1. Descripción de la pieza: En primer lugar hay que analizar la tipología del epigrama y la
técnica utilizada para su elaboración, el material usado, las medidas exactas del campo
epigráfico (del área de texto), del conjunto de la pieza (profundidad, alto y ancho) y de la
altura de las letras, tanto línea a línea como por grupos de líneas. También hay que
documentar el estado de conservación de la pieza y los elementos decorativos que ésta
presente. Aquí ponemos un ejemplo:
3.2.2. Comentario paleográfico: Se debe atender a la tipología de escritura y hacer una reseña
analítica con el tamaño, la forma, el tipo, los nexos etc. Normalmente las letras suelen
ser capitales y es normal que las palabras vayan separadas por interpunciones de diverso
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tipo como en forma de triángulo, en forma de cuadrado, con un solo punto y las hojas de
hiedra. Las interpunciones son muy importantes para ver el límite de las abreviaturas.
También hay que ver la composición (maquetación) del texto, la descripción de aquella
letra o conjunto de letras que presenten particularidades, los signos especiales, las
tachaduras (deliberadas sobre todo) y las interpolaciones (palabras, letras o signos
añadidos a la inscripción original. Ponemos un ejemplo
3.2.3. Transcripción: Por último tenemos la transcripción, que constituye una reconstrucción
íntegra de la inscripción con sus partes perdidas (si procede), con las abreviaturas
resueltas (lo que es casi obligatorio en todas las inscripciones) y la traducción. Para esto
se utilizará el “Método Leiden”, adoptado por los papirólogos en el XVIII Congreso
Internacional de Orientalística (Leiden, 1931) y que se apoya en estos símbolos:
3.2.3.6. [------] Línea irreconocible, pero que se sabe que es sólo una línea.
3.2.3.16. El subrayado (p. ej. MATER) indica nexo entre dos letras (aquí M y A).
Ejemplo:
D(is) M(anibus) S(acrvm)/ CRILLUS/ ANNOR(vm)/ XXV/ H(ic) E(st) S(itus)/ S(it) T(ibi)
T(erra) L(evis).
Traducción: Consagrado a los dioses Manes, Crillo, de 25 años, aquí reposa, séate la tierra
leve.
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También caben otros comentarios como éstos:
4. Tipos de letra: El alfabeto latino tenía en principio 21 letras para pasar, a comienzos del Imperio,
con Augusto, a 23. Con el emperador Claudio, personaje muy ilustrado, se intenta ampliar el
alfabeto con tres letras más, aunque sólo tuvieron vigencia en su época ya que Nerón las suprimió
a su llegada al poder.
Las letras de las inscripciones son mayúsculas o capitales que se dividen en varios tipos. El
cambio de letra va a variar según los punzones (stilus) que se utilizan, siendo en principio
monolíticos aunque varía el tipo de material. La capital más antigua es la capital arcaica, de la que
hay pocos documentos y es una letra bastante primitiva. Los tipos más usados son las capitales
cuadradas monumentales, que tienen más calidad y se difunden sobre todo con César y con
Augusto. Se llamaban así porque las letras del alfabeto cabrían en un hipotético cuadro a dibujar.
Otro tipo de letras son las capitales rústicas/actuaria/libraría, que parece dibujada con un pincel,
con un trazado más simple y estilizado aunque menos cuidado. El último tipo de letra es la cursiva
(que viene de cursus, “carrera”) hecha deprisa, de forma poco cuidada y fue poco usada. Las letras
se simplifican y se estilizan. Los mejores ejemplos los hallamos en ciudades como Pompeya y
Leptis Magna, donde hay muchos grafitis. Esta letra se vincula con sectores poco favorecidos de la
sociedad, nunca una persona de alta cuna va a usar este tipo de letra. A partir de aquí derivan las
minúsculas de papiros y pergaminos.
5. Plurales, femeninos y numerales: Aparte de las letras en sí hay otros rasgos típicos en la
epigrafía. En primer lugar podemos referirnos a los plurales, que se expresan normalmente
duplicando la última letra de una palabra. Así: AUG(ustus) AUGG(usti). Pero esta forma de
plural, aunque no lo parezca, sirve para denominar a más de dos cosas de un mismo tipo. Así
DD(ominorum) NN(ostrorum). AUGGG(ustorum). Con respecto al nombre de la mujer, las letras
suelen invertirse. Así C(aius) - Ɔ(aia), P(uer) – P(uella).
Con respecto a los numerales, los romanos usaban ciertas letras del alfabeto para los números: I,
V, X, L, C, D, M. Es habitual que en las inscripciones se indique por encima de las letras con una
línea horizontal o partiendo las letras si se trata de un numeral, aunque no siempre pasa. El sistema
parte de que la letra de valor inferior puesta a la derecha suma y a la izquierda resta. Pero hay una
salvedad: los romanos repiten cuatro o más veces una letra, no como siempre nos enseña, que
parte de una tradición posterior. Así, por ejemplo XVIIII=19 o dos ejemplos con abreviaturas:
VIX(it) ANN(os) XXX VIIII MEN(ses) IIII DI(es) XXVII= Vivió 39 años, 4 meses y 17 días
Suele ser frecuente, por razones de espacio, el uso de nexos, es decir, letras que para escribirlas se
usan trazos comunes con otras letras, de forma que un trazo sirve para el otro. Esto suele pasar
mucho en la moneda republicana.
6. Tipos de soporte:
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6.1. Bloque/Placa: La mayoría de las inscripciones se hacen en bloques y placas que consisten
en un sillar de piedra (como la caliza) que se talla en forma de paralepípido. La diferencia
entre ambos está en las dimensiones en longitud, altura y anchura (suele ser menor que los
otros dos). En un bloque la suma de la longitud y la altura dividida por el lado menor es igual
a 6. En un bloque, el resultado es más de 6. Las placas no tienen normalmente más de 2,3 cm.
6.2. Estelas: También son muy abundantes. Se diferencian de las placas y bloques en que si uno
observa si se le quita el frontón superficial sería un bloque, la diferencia es el remate superior
que las adorna.
6.3. Soportes de vías públicas: Hay otros soportes más minoritarios aunque no menos
interesantes como los que se usan en las vías públicas, siendo los más grandes los miliarios y
los más pequeños los bornes/hitos. Estamos acostumbrados a ver estos soportes en las
carreteras comarcales y locales, donde piedras de distintos colores no van indicando la
distancia para tal o cual lugar. Los miliarios están en las carreteras principales y los bornes en
las carreteras secundarias y por ello se conservan menos. Los bornes también se utilizaron
para las centuriaciones, que son parcelaciones del ager publicus y privatus.
La distancia se expresa en estos soportes en miles de pasos (milia pasuum). Pueden indicar
sólo la vía o decir también el nombre del emperador que ha hecho la vía donde está el
miliario. Algunos poseen dos cifras: una para indicar lo recorrido y otra para indicar lo que
queda por recorrer hasta llegar a un sitio.
6.4. Aras/Altares: Están consagrados a los dioses, con lo que sólo vamos a encontrar en éstos
inscripciones votivas. Se dividen en tres partes claramente diferenciadas: la base o el zócalo,
zona donde son se suele escribir, la intermedia en forma de paralepípido donde se inscribe el
texto y la superior o coronamiento, que es la superior y donde se representan formas diversas.
6.5. Pedestales: Se caracterizan por su destino, colocar encima una estatua, luego aquí vamos a
ver inscripciones honoríficas o votivas (religiosas) en función de que la estatua sea para un
dios o para un ser humano. Encima de la inscripción habría un arquitrabe donde se coloca la
escultura.
6.6. Cupae: Se trata de monumentos funerarios cilíndricos o en forma de barril extendido en una
de sus caras con una inscripción rematada por una moldura. No son muy abundantes, pero se
suelen conservar íntegros y se han respetado para el culto a los muertos. Su tamaño es variado
debido a si se hacía inhumación o incineración.
6.7. Urnas cinerarias: Tienen forma muy tradicional. Se hacen con piedra, mármol y alabastro.
Se trata de cajas con tapadera cuya decoración varía según la condición social del fallecido.
En las más tradicionales el techo está a dos aguas.
6.8. Hermae: Se siguen usando hoy en día y consisten en paralepípidos muy alargados y
rematados con una cabeza humana. Es típico que en un relieve vayan los atributos sexuales.
El bloque se parte por la cabeza. Hay una zona dedica a las inscripciones. Cuando se resaltan
mucho los órganos sexuales las inscripciones se pueden poner por detrás.
6.9. Puteales: Se trata de soportes extraños, brocales de pozos que pueden estar decorados o tener
inscripciones.
6.10. Mosaicos: Vemos dos categorías de inscripciones: las de iconografía humana y las
demás. Las de iconografía humana están destinadas a personajes ilustres. Los sirvientes
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llevan motivos vegetales, geométricos etc. En el mundo de los gladiadores tenemos
inscripciones con el nombre de éstos.
Una tercera fórmula es cuando aparece el nombre de un emperador con sus cargos y honores, sea
tanto cuando se estudia a un emperador como protagonista como si es parte del contexto. Suele
aparecer con el número de tribunicia potestad: TRIB(unitia) POT(estate) + numeral (XII), lo que
nos permite una datación muy precisa. Esto se debe a que el poder tribunicio, concentrado en los
tribunos de la plebe, fue desapareciendo durante la Baja República hasta que con Augusto su
poder se queda bajo mínimos y Augusto asume sus competencias: se proclama tribuno de la plebe
con el consentimiento del pueblo (creían, sobre todo los del populacho, que no podían tener a otro
defensor de la plebe mejor que el emperador). Este poder lo irían renovando anualmente los
emperadores como si fuera una magistratura normal. El primer poder tribunicio nunca se pone en
las inscripciones, siempre se colocan en las inscripciones a partir del segundo.
Menos frecuente es la aparición de una fecha seguida de la expresión Ab Urbe Condita, que es el
753 a. C. Otra forma que también existe, aunque sólo aparece en los instrumenta domestica es el
calendario publicado todos los años que presenta siempre 3 fechas fijas: Kalendas (1), nonas (5-7)
e idus (13-15). Pero el uso de estas fechas sólo es algo excepcional y, dependiendo de la fórmula
de un número más Kalendas, nonas o idus y el mes. Es importante la presencia del calendario ya
que en él se fijaban las actividades a realizar: los días considerados como fasti eran apropiados
para el comercio y los nefasti eran los días en los que no se podía comerciar.
Pero el uso de estos criterios de datación no siempre es posible, ya que dependen de otros
elementos internos (dentro de la inscripción) y externos (fuera de la inscripción) como son los
niveles estratigráficos donde se hallen estas inscripciones y los objetos hallados en el mismo nivel
que la inscripción, luego son contemporáneos en el último uso. Con respecto a niveles internos
tenemos los elementos paleográficos como son las letras que Claudio introdujo en su reinado,
ciertas fórmulas dadas en ciertas fechas (D.M.S. sólo está de s. I a. C. a s. III d. C.).
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TEMA 2. EL SISTEMA ONOMÁSTICO ROMANO
En función del status jurídico que una persona ocupaba, su nombre va a tener unos rasgos u otros.
1.1. Un solo nombre: Se corresponde con la fase más antigua y se acompañaba del nombre del
padre en genitivo en caso de varones y mujeres solteras (así Marcus Marci= Marco hijo de
Marco). Las mujeres casadas llevaban el nombre del esposo en genitivo (Caecilia Marci=
Cecilia esposa de Marco).
1.2. Dos nombres (Duo nomina): A medida que la población del mundo romano crecía, este
sistema se volvió inútil debido a la escasez de nombres, con lo que se van a repetir muchas
veces. Con la adopción de un segundo nombre se intentaba combatir el problema. Ahora el
nombre antiguo pasaba a ser un praenomen y el nomen constituiría el nombre de la familia
del individuo. Esto tiene influencia griega y el nomen se conseguía adjetivando el nombre
antiguo o usando un nuevo nombre que, en función de su terminación, tenían un origen u
otro:
1.2.1. Los terminados en –ius son de origen romano, como sería el caso de Caius Iulius
Caesar. Esto nos lleva a las falsificaciones de la Historia que hace Roma al emparentar a
los Julio-Claudios con Iulo.
1.2.2. Los nombres terminados en -anus, -enus, -inus, -acus, -avus son de Italia central. Un
ejemplo es Lucianus.
1.2.3. Los nombres terminados en –as y –na son de origen etrusco, como Perpena o Porsena.
1.3. Tres nombres (Tria nomina): Sin embargo, la población del mundo romano seguía
aumentando y otra vez se terminaron repitiendo los nombres, con lo que se tuvo que
introducir un tercer nombre o cognomen con el que alcanzamos la época clásica de la
onomástica romana (Cayo Julio César, Marco Tulio Cicerón, Publio Cornelio Escipión etc.).
El cognomen es importante ya que nunca aparece abreviado, sino que lo suele estar ya el
praenomen. Así, podemos encontrar los siguientes praenomina abreviados: Aulus (A, AVL),
Appius (AP), Caius (C), Cnaeus (CN), Decimus (D), Kaeso (K), Lucius (L), Marius (M),
Manius (M’), Numerius (N), Publius (P), Quintus (Q), Servius (SER), Sextus (SEX), Spurius
(S o SP), Tiberius (Ti o TB), Titus (T) y Vibius (V, VI, VB).
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El nomen suele aparecer íntegro, sólo se abrevian los más conocidos:
conocidos: Aelius (AEL), Antonius
(ANT o ANTON), Claudius (CL o CLAUD), Flavius (FL o FLAV), Iulius (IUL), Pompeius
(POMP), Valerius (VAL) y Ulpius (VLP).
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1.3.4. Según origen geográfico: Hispanus, Baeticus, Celticus, Dacicus, Particus,
Germanicus, Africanus, Bastulus, Callaicus, Hiberus, Hispanus etc. En alguna ocasión
nos pueden denotar un origen extranjero.
1.3.5. Cognomina teofóricos: Están relacionados con los dioses y pueden ser adjetivaciones
de nombres. Apollinaris (está relacionado con Apolo),, Silvanus, Sacer,
Sacer Divinus,
Cerialis, Martialis, Mercurialis etc.
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1.3.6. Según circunstancias de nacimiento: Geminus (Gemelo), Trigeminus, Septimanus,
Septimanus
Postumus (Póstumo, suele ser bastante frecuente),
frecuente) Optatus (deseado), Desideratus,
Speratus, Legitimus etc.
Sin embargo,
mbargo, en esta época clásica de la onomástica había determinadas familias, como la de
Cayo Mario y Marco Antonio, que no usan cognomina,, especialmente en la República. Esta
será la fase más larga en la onomástica. El praenomen se solía poner a los niños al noveno día
de nacer y a las niñas en el octavo. Con la mayoría de edad (a los 17 años más o menos) se
usará de forma oficial. Esto lo transforma el cristianismo con el bautizo.
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1.4. Recuperación de los Duo Nomina: Salvo entre las clases superiores y los militares, el
praenomen comienza a desaparecer durante el siglo II d.C. y, sobre todo, en siglo III d.C.
Ejemplos: Claudius Peregrinus, Claudius Diogenes, Clodius Primigenius y Claudius
Crescens. Cuando el cognomen es de tipo oriental puede ser que esa persona o un antecesor
suyo fuera un liberto.
1.5. Recuperación de un solo nomen: El gentilicio (nomen) irá desapareciendo durante los siglos
IV-V, especialmente bajo el reinado de Teodosio I, quien en el 390 d. C. oficializa el
cristianismo como religión oficial del Imperio. Este cognomen se transformará en el nombre
propio cristiano. Podemos poner diversos ejemplos: Taurinus, Benenata, Votrilo y Ursicinus
etc.
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HIC IACET URSICINUS / QUI VIXIT ANNOS / L M(enses) IX D(ies) VI FRATRES /
DULCISSIMI UR/SINUS ET URSUS / IN PACE / TITULUM POSUERUNT
Pero el nombre completo de un ciudadano romano no sólo posee estos elementos, sino que además
tiene un elemento de filiación (donde se hace mención al padre) y un origo o nombre de una de las
34 tribus de Roma a las que se pertenecía como ciudadano romano. En la Bética se adscriben los
ciudadanos romanos a las tribus Galeria y Papiria sobre todo aunque hay otras más. El
componente de tribu no especifica ni un carácter territorial ni un origen familiar, sino que es una
mera adscripción administrativa.
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Palatina: PA, PAL, PALAT
El elemento de la tribu perdería su importancia con la llegada al poder de Caracalla. Si falta este
elemento, o la persona a la que va esta inscripción es de origen latino o es una inscripción
posterior a la época de Caracalla, cuando no es necesario presentar este elemento.
Con respecto a la filiación, tenemos filiaciones simples y complejas: lo normal es la simple, donde
aparece el nombre del padre, aunque los ciudadanos de mayor rango (los emperadores
principalmente) pueden incluir los nombres del abuelo, bisabuelo y tatarabuelo. Así nos podemos
encontrar con esto:
Que se traduciría por: “El emperador Nerón César Augusto hijo del Divino Claudio, nieto de
Germánico César, bisnieto de Tiberio César Augusto y tataranieto del Divino Augusto, en su 12º
Potestad Tribunicia, Imperator por 10 veces, Cónsul por cuarta vez, Padre de la Patria, a
Sulpicio Escribonio Rufo, embajador del emperador propretor de la legión XV Primigenia”.
Esto es más raro en los ciudadanos romanos más honestos, donde nos encontramos con esto:
M(arco) FABIO M(arci) F(ilio) GAL(eria tribu) PAULINO.
La estructura para ordenar estos cinco elementos es: Praenomen, Nomen, Filiación, Tribu y
Cognomen. En un ejemplo sería L(ucio) ACVTIO L(ucii) FIL(io) FAB(ia tribu) PRIMO, que se
traduciría como “A Lucio Acutio Primo, hijo de Lucio de la Tribu Fabia”.
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2. Onomástica de la mujer, esclavos, libertos y peregrini: Empezaremos con los esclavos, cuyos
nombres aparecen en pequeñas lápidas, que eran las que menos costaban. Los esclavos
desempeñaban muchas funciones en el mundo romano, ya que incluso había eruditos prisioneros
del mundo griego que eran preceptores de los hijos de los romanos. Puede llevar su nombre propio
aunque es más propio que aparezca el del amo. Puede llevar tantos nombres como amos tenga a lo
largo de su vida. Los agrupamos en dos tipos de nomenclaturas:
2.1. Nomenclatura Simple: Sólo hay un nombre (p.e. Hispanus) que se lo pone su dueño o el
captor.
2.2. Nomenclatura Compleja: nombre + indicación de que eran propiedad de alguien (S, SE,
SER o SERV) = SERVUS o SERVA = esclavo/a. P.e.:
También tenemos el caso de que un esclavo pueda ser propiedad de una ciudad, con lo que se
convierte en un esclavo público. Esto lo veremos en las inscripciones de la siguiente manera:
Finalmente tenemos una fórmula arcaica de la que habrá reminiscencias más tarde, y es añadir al
nombre en genitivo de una persona el sufijo –POR. Así por ejemplo: Marcus → Marcipor; Cneus →
Cneipor.
A continuación abordaremos el grupo de los libertos, que eran esclavos liberados. Cuando alguien
adquiría esta condición se convertía en un ciudadano libre, pero sí mantenía una vinculación con su
antiguo dueño, lo que se aprovechó para combatir la reforma de la propiedad de la tierra de los
Hermanos Graco (ya que los latifundistas van a usar las relaciones con sus libertos para no perder el
control sobre ciertas tierras que hasta hace poco eran suyas). Los libertos podían ocupar cargos como
los seviros (cuerpo de seis personas dedicado a la vida religiosa y pueden optar a ciertas
magistraturas).
Una vez liberado, este liberto además adoptaba un praenomen y el nomen de su antiguo dueño así
como un cognomen proveniente de su antiguo nombre, como en el caso de Publio Terencio Afer. Sin
embargo, en la mayoría de los casos no se expresa la filiación ya que muchos libertos no conocían a
sus padres o ocultaban sus orígenes para evitar escándalos. La condición de liberto queda expresa en la
Epigrafía a través del praenomen del dueño abreviado y L./LIB., que nos indica la liberación. Por
poner un ejemplo irreal:
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Marcus Tullius Marci Libertus Hispanus=
Hispanus= Marco Tulio Hispano liberto de Marco.
Sin embargo, la condición de liberto normalmente no se expresa, aunque a veces es muy fácil ver un
origen liberto y otras veces muy complicado, sobre todo en el Bajo Imperio. Kajanto (KAJANTO,
( I.:
The Latin cognomina, Helsinki--Helsingfors, 1965.) dice que cuando un cognomen es de tipo greco-
greco
oriental puede ser el nombre de un liberto. Así, por ejemplo en un ejemplo falso: C(aius)
C( IULIUS
C(aii) LIB(ertus). DIOGENES.
Puede ser el emperador el que libere a un esclavo, lo cual se expresa de la siguiente manera:
AUG(usti) LIB(ertus)=liberto
)=liberto del emperador. Pero ¿Qué praenomen y nomen utilizan para estos
casos? No existen normas, pero la tendencia suele ser a usar el praenomen y nomen del emperador si
este esclavo ha sido un personaje de gran confianza para el emperador.
emperador. En otros casos se ponen el
praenomen y nomen del jefe de ese esclavo en la casa imperial. A continuación ponemos una serie de
ejemplos:
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TI(berius) CLAUDIUS AUG(usti usti) L(ibertus) EULALUS.. El esclavo Eulalus, después de convertirse
en liberto del emperador Claudio.
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En el caso de la onomástica de la mujer, sólo hay nomen y cognomen. Ej.:
3.1. Nombres oficiales: Parecen un praenomen, nomen y cognomen aunque son de función
honorífica:
3.1.2. CAES(ar): Nomen honorífico, antiguo cognomen de Julio César, de ahí que fuera
adoptado ya que Julio César jugó un papel primordial en la vida del primer emperador,
ya que para eso era su hijo adoptivo.
3.2. Nombres personales: Se intercala a menudo el nombre propio entre el título de César y el de
Augusto, como pasaba con el ciudadano romano latino o liberto y esclavo. Pero no tiene
porqué llevar todo su nombre, sino que puede cambiarlo cuando es asignado al trono
imperial. Puede incluir la filiación. Así por ejemplo:
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3.3. Cognomina ex virtute: Son toda una serie de cognomina honoríficos de carácter militar que
se pueden incorporar gracias a haber obtenido una importante victoria militar. El cognomen
adopta la forma del nombre del pueblo al que se ha derrotado. Así por ejemplo
IMP· CAES· M· AVRELIO / ANTONINO· PIO· FELICI / INVICTO· ET· MAX· AVG /
PARTI· MAX· BRITAN· MAX / GERM· MAX· PONTIF· MAX /TRIB· POT· XXI· IMP·
III· COS IV / PROCOS PATRI PATRIAE
3.4.1. PONT(ifex) MAX(IMUS): El Pontífice Máximo (en concordancia) era el presidente del
colegio de pontífices, siendo el más importante de roma y encargado de la religión
oficial del Estado, que en la República tenía como referencia a la tríada capitolina
Júpiter, Juno y Minerva y en el Imperio iba a ser el emperador, aunque Claudio mantiene
en su casa de Claudia el culto republicano.
3.4.2. TRIB(unicia) POT(estate) + una cifra: Poder tribunicio (siempre así) que recibe
Augusto por el Senado y la plebe, convierte al emperador en tribuno de la plebe y se
renueva cada año.
3.4.3. IMP(erator) + una cifra: Salutaciones victoriosas (en concordancia) que se hacían
cuando se obtenía el triunfo en una guerra, que estaba marcada por el número de
enemigos matado, el número de esclavos conseguido y las riquezas obtenidas. Cuando se
conseguía se hacía una entrada triunfal en la ciudad. La primera salutación victoriosa
que se tiene no aparece y es el nombramiento como emperador. Por eso, como mínimo,
en las inscripciones nos salen dos salutaciones.
3.4.5. P(ater) P(atriae): Padre de la patria (en concordancia). Nos expresa un vínculo con la
religión y Estado como si fuera una especie de gran familia.
3.4.6. P(ius): piadoso (en concordancia). Si va sólo no se abrevia y se pone junto a FELIX.
Todo esto va a depender del soporte donde vaya la inscripción. Normalmente se presenta en
los pedestales de esculturas, con lo que los soportes son de gran tamaño. Pero son más
limitados en edificios civiles (miliarios, templos, arcos, puentes, arcos etc.).
La nomenclatura del emperador sufre cambios con la muerte de éste ya que se lo diviniza. La
divinización de los emperadores tiene su origen en la muerte de César, de la que todos decían
que habían visto a César volar al cielo tras el fin de las exequias fúnebres para reunirse con los
dioses. Esto coincidió con un cometa, podría ser un prodigio (algo inexplicable racionalmente)
y se recoge en las inscripciones. Cicerón, en De Divinatione, intenta explicarlo racionalmente.
Augusto adoptaría el nombre Divi Filius o “Hijo del Divino” (Julio César) y esto quedó
definitivamente asentado a la muerte de Augusto. Entonces el Senado proclamaba la apoteosis
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(consagración de un emperador como dios). Así, a la muerte de un emperador no aparecen sus
títulos, cargos y honores y su nombre se cambia para incluir el Divus. El colegio sacerdotal de
los 20 Sodales se encargaba de los ritos relacionados con el culto al emperador. Los Sodales
Flaviali se encargaban del culto, por ejemplo, a los Flavios (Vespasiano, Tito y Domiciano).
A veces los emperadores no eran aceptados por el pueblo romano y a su muerte el Senado
podía decretar que se borrara su nombre de todas las inscripciones donde salía su nombre,
incluso si estas inscripciones no van dedicadas a ese emperador. Esto es la damnatio
memoriae. Aquí ponemos ahora, como ejemplo de este concepto, una inscripción del
emperador Severo Alejandro y de su madre Julia Mamea:
Imp(eratore) Caes(are) / divi Severi P[ii] nepo/te divi Antonini Mag/ni [[filio [M(arco)
Aurelio]]] / [[S[ev]e[r]o A[lexan]dro]] / [[P[io] Felice Aug(usto) p[o]n]]/[[tifice max(imo)
trib(unicia) pot(estate)]] / [[patre patriae]] consu/[l]e [[Iuliae Mam(a)eae Aug(ustae)]] / [[filio
Iuliae Maes(a)e]] / Aug(ustae) [[nepote]] res p(ublica) / Cuiculitanorum vi/as torrentibus
ex/haustas restituit et no/vis munitionibus dilata/vit
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TEMA 3. EL CURSUS HONORUM
1. Conceptos previos: El Cursus Honorum o “La Carrera de los Honores” era un conjunto de títulos
y funciones que un individuo ha llevado y ejercido sobre la base de reglas teóricamente estrictas,
aunque existen en la práctica muchas excepciones y variantes. Esta carrera se desempeñaba en el
mundo senatorial, ecuestre y provincial. De los tres, el senatorial es el más importante por el
acceso a las magistraturas más importantes del mundo romano.
Para entender este concepto hay que partir de otro concepto como es el de ordo, que consistía en
grupo de ciudadanos jurídicamente constituido, generalmente definido sobre una base censitaria y
moral, con una serie de derechos y deberes particulares.
En época de Servio Tulio se realizó una reforma censitaria que dividió a la población según sus
ingresos, estableciendo en las clases superiores a los miembros más importantes del ejército
romano, dentro del cual habría algunos équites. Por aquel entonces, senadores y caballeros todavía
no se había efectuado y no se haría hasta la época de Augusto.
Éste estableció, entre el 18 y el 13 a. C. , la división entre los censos senatorial y ecuestre. Para
formar parte del censo senatorial se debía tener como mínimo 1.000.000 de sestercios y para el de
caballero, 400.000 sestercios (hay que entender que 1 denario era equivalente a 4 sestercios). Esto
se debía a que las magistraturas eran gratuitas y sus magistrados se encargaban de “cultivar la
sociabilidad” por decirlo de algún modo. Los censores se encargaban de determinar la gente que
formaba parte de un censo u otro y la funcionalidad.
Los hijos de los senadores estaban predispuestos para la carrera senatorial y por eso desde los 17
años llevan la TÚNICA LATICLAVIA (latus clavus) acentúa el carácter hereditario. Esta túnica
llevaba una franja púrpura de 4 dedos de ancho. Los équites llevaban por su parte la TÚNICA
ANGUSTICLAVIA (angustus clavus) que disponía de una franja púrpura de sólo dos dedos de
ancho. El color purpura era muy importante en el mundo romano que se extraía de un molusco
conocido como murex brandaris o cañadilla. Se cotizaba a precios muy altos unos 1000 denarios
la libra, sobre todo porque su obtención era trabajosa, precisando de hasta 12.000 animales para
obtener 1,4 gramos, de ahí su importancia. Los senadores llevaban en sus togas una banda gruesa
de este color, pero solo el emperador poseía el privilegio de llevar una túnica entera de ese color.
Sin embargo, los dos grupos disponían de una serie de “privilegios” comunes como tener filas
reservadas exclusivamente para los de su ordo en los espectáculos. Aunque Augusto estableció
dos censos separadores, Calígula será el que establezca la separación definitiva con la creación del
ordo senatorius = ordo / orden senatorial distinto del ordo equester.
2. El cursus honorum senatorial: La pertenencia al ordo senatorial viene indicada en ocasiones por
el título de vir clarissimus (V C o C V), traducido como “señor ilustrísimo” o “señor muy ilustre”
etc. Si no aparece puede ser debido a que el soporte no sea excesivamente grande como para darle
cabida o es que, aún siendo un individuo del ordo senatorial, no ha desempeñado ningún cargo. El
cursus honorum senatorial se compone de los siguientes grupos de cargos:
2.1. Funciones preliminares: Tanto de tipo civil como de tipo militar con independencia de ser
del ordo senatorial o ecuestre, pues son los principales aspectos de la vida política romana.
Anteceden a la quaestura. Los hijos de los senadores podían optar a los dos tipos de
funciones, los équites sólo a las funciones militares, que pasaba por estar 9 años en el
ejército. No había ninguna formación previa, se pensaba que el padre, experimentado en
aquellos menesteres, podía educar a sus hijos sobre esos temas.
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IOVI OPTI /
MO MAXIMO /
IUNONI REG(inae) /
MINER(vae) AUG(ustae) /
ET CETERIS DIS /
VETURIUS VE/
PROCO(n)S(ul) SICILIAE /
2.1.1.1. Triunviri A.A.A.F.F. (Auro, Argento, Aere Flando Feriundo, es decir, “de
fundición y acuñación del oro, plata y cobre). Se trataba del cuerpo más
prestigioso. Por el orden de los metales se dice que en la República es más correcto
invertir el orden por el orden de aparición de las monedas, pero ya con Augusto se
crearía un nuevo sistema monetario importante. Este cargo es importante porque
en un principio los símbolos estatales de las monedas aparecen junto a los nombres
de las familias aristocráticas, en el reverso, y los que se encaran de las acuñaciones
son estos. Incluso llegan a incluir sus nombres dándose a conocer a través de las
monedas, por lo que su nombre será más conocido que cualquier otro candidato a
las magistraturas.
2.1.2. Funciones militares: Pasa por el tribunado militar (tribunus militum) en distintas
manifestaciones:
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2.1.2.1. Tribunus militum laticlavius/ angusticlavius: 5 de cada 6 tribunos del
ejército eran laticlavios (de ordo senatorial) y uno era de orden equestre y por tanto
angusticlavio. Se abrevia como TRIB. MIL.
2.2. Magistraturas: Tras cumplir estas funciones se tenía la posibilidad de acceder a las grandes
magistraturas, que son las mismas tanto en el Imperio como en la República. Se trataba de
magistraturas anuales (sólo hay dos excepciones), gratuitas (por eso se exigía un censo tan
ato, ya que el cargo político se entendía como un honor y como una voluntad personal de
servir al Estado) y están jerarquizadas en un orden concreto e inmutable. La elección de un
magistrado estaba sujeta a un reglamento (Lex Villia, del 180 a.C.) que determinaba la edad
mínima para acceder a cada magistratura: 28 años para ejercer la de rango más inferior, la
quaestura; 43 años para poder acceder a la más alta, el consulatus.
Las cuatro grandes magistraturas son, por orden, el cuestor, el edil, el pretor y el cónsul,
siendo en total unas 30 personas, muy pocas para un Imperio tan vasto y esto se nota, ya que
Roma pondría “parches” aplicando un esquema solamente útil para una ciudad. Así el
beneficio no se repartía bien entre todos.
2.2.1.1. Cuestor: El número de cuestores era variable, pero solía haber 8 en Roma y
12 en las provincias. Se puede abreviar como Q. o QUAEST. La primera
abreviatura plantea más problemas si no vemos otra serie de rasgos que lo puedan
distinguir (interpunciones). Quien haya sido cuestor, con independencia de las
funciones realizadas, es así abreviado, pero se puede mencionar título completo y
cargos específicos. Así encontramos:
Los cuestores de provincia son tan importantes como los de Roma y auxilian en
cuestiones económicas y financieras. La cuestura se trataba de una magistratura
interesante desde el punto de vista formativo para los que querían iniciarse en la
política. De todas formas, dada la escasa duración de esta y todas las magistraturas,
las funciones económicas las terminan por desempeñar los subalternos.
2.2.1.2. Edil: Una vez que se ha desempeñado la cuestura y tras pasar el período de
vacatio se podía ser edil, que estaban a la misma altura que los tribunos de la plebe
aunque la situación de los dos es bien distinta y lo explicamos más adelante. Los
ediles se dividen en dos grupos: 3 provenientes de los plebeyos y 3 de los patricios.
Los patricios también se llamaban los ediles curules porque se sentaban en la Sella
Curulis, la silla de los magistrados importantes y que ha aparecido en las monedas.
También podían llevar la toga praetexta. Se abrevia como AED(ilis) CUR(ulis). El
nombre de los aediles plebis aparece abreviado así: AED(ilis) PLEB(is).
2.2.2. Magistraturas cum imperio: El imperium les habilita a estos magistrados a desempeñar
funciones de gobierno.
2.2.2.1. Pretor: Eran los grandes jueces de Roma. Su nombre se abreviaba como
PRAET(or). Su número oscilaba entre los 16 y los 18 miembros y se dividen en
varios cargos:
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2.2.2.1.2. Praetor Peregrinus: Era la máxima autoridad en pleitos entre
ciudadanos romanos y no romanos tanto civil como penal.
2.1.1.1. Cónsul: Se trata de la magistratura más alta, había que tener 42 años para
poder acceder a ella. Estamos acostumbrados a ver sólo dos cónsules, pero había
más. Los dos más importantes eran los epónimos (que dan nombre al año, como el
arconte epónimo en Atenas), después los cónsules sufectos o sustitutos. varían
entre los 6 y los 12 miembros que esperaban a suceder a un cónsul que moría o
abandonaba su puesto.
ORDINARIUS ARENAM ET /
NANDI TERRAE MO /
PRIO RESTITUIT
2.1.1.2. Censor: Se elegían dos cada 5 años, pero su gobierno efectivo duraba 18
meses, que era cuando se hacía el censo de la población romana, destinado a saber
quiénes vivían en esos momentos y dónde y cuáles son sus recursos económicos,
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lo que era vital para poder formar
form parte del ordo equester o senatorial. Disponía
para esta tarea de muchos auxiliares repartidos por todo el Imperio Romano (ya
que los ciudadanos romanos lo eran independientemente de donde viviesen
siempre que estuvieses adscritos a las tribus).
2.1.1.3. Dictator:: Sólo existe en la República y para casos muy especiales, ya que
asumía todas las competencias constitucionales por un período de 6 meses, aunque
César quiso convertirse en Dictator Perpetuus,, a partir de lo cual se conspira para
asesinarlo. Cuando
Cuand la situación inestable se acababa el dictator
dictato perdía su puesto ya
que había cumplido con su misión.
APPIUS CLAUDIUS /
2.2. Funciones militares y civiles varias: Un tercer grupo de atribuciones consiste en las
distintas funciones militares y civiles que desempeñan en el período de vacatio,
especialmente entre la pretura y el consultado. Su función era la de que los magistrados
pudieran obtener algo de dinero (estaban remuneradas) y su duración podía ser intermedia.
2.2.1. El pretor: All margen de su importancia en los juicios, era también muy importante
i ya
que, una vez que abandonaba el puesto, podía ocupar muchos otros cargos:
2.2.1.1. Funciones civiles: Podían ser legado de un cónsul; encargado de una vía en
Italia (Curator
Curator Viae + el nombre de la vía, por ejemplo, Flaminiae),
Flaminiae el Praefectus
Frumenti Dandi
andi,, que repartía el pan del circo coordinado por otros cargos; y asesor
jurídico de un legado del emperador.
2.2.2. El cónsul:
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absurdo hoy en día, pero el cuidado del abastecimiento de agua era fundamental,
sobre todo en el cauce del Tíber, donde se vigilaba que las actividades allí
efectuadas se hicieran de la forma más higiénica y eficaz posible. Por ello era un
cargo muy importante.
3. El cursus honorum ecuestre: Para formar parte de este ordo había que tener un censo anual entre
400.000 y 1.000.000 de sestercios y una moralidad y honorabilidad reconocidas, lo que se hacía
mediante una entrevista con el emperador mediante subalternos suyos. Esto era muy subjetivo y
cualquier delito o proceso judicial en el que se implicase un miembro de este orden podía
descalificarlo o ser expulsado del orden. Esto pasaba porque los cargos de los équites son
remunerados económicamente. Ya hemos hablado de cómo surge el ordo con Servio Tulio,
aunque no hemos dicho que será con Diocleciano cuando se regule este ordo.
Como pasaba con el ordo senatorial, las listas del censo equestre eran revisadas por los censores
cada 5 años en un período de 18 meses. La denominación epigráfica existente era EQU(es)
R(omanus), EQUO PUBLICO, EQUO PUBLICO DONATO (el emperador le ha dado el título,
con lo que tiene que venir quién le ha dado el título con la preposición a/ab y el nombre). También
aparecen los términos ORNATO y EXORNATO. Como antecedentes tenían el Centurio
coh(ortis). Praetoriae; Centurio leg(ati), el Primopilus y el Decurio.
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M(arco) FABIO M(arci)/
EQUO PUBLICO/
DONATO AB/
HADRIANO AUG(usto)/
DISCIPULO ET AMI /
CO OPTIMO
¿Qué funciones solían desempeñar? Eran unos 180 cargos estructurados en tres ámbitos:
3.1.1. Militia prima: Praefectus cohortis (de 500 hombres). Se corresponde con el responsable
de la cohorte auxiliar quinquegeneria que combatía en última instancia y servía para
cubrir fronteras como en el Limes Danubiarum.
3.1.2. Militia secunda: Tribunus. militum legionis (angusticlavius) y Praefectus cohortis (de
1000 hombres).
3.1.3. Militia tertia: Se corresponde con el Praefectus alae que dirige un ala de caballería de
500 hombres.
3.2. Procuratelas: Son cargos remunerados y forman el núcleo principal del cursus honorum
equester, ya que están vinculadas a la Administración de la casa imperial. Los que trabajan
aquí se llaman procuratores que se agrupaban en cuatro grupos distintos:
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M(arco) Aurelio Hermogeni v(iro) e(gregio) p(atrono) c(oloniae) sacerd(oti) / Geni col(oniae)
filio Aureli Hermetis p(erfectissimae) m(emoriae) v(iri) Genero / Fl(avi) Prisci p(erfectissimi)
v(iri) p(atroni) c(oloniae) trib(uno) leg(ionis) XXX Ulpiae praef(ecto) alae /primae
T<hr=RH>acum proc(uratori) a studi(i)s Aug(usti) n(ostri) ad s(e)s(tertium) LX n(ummum)
provect(o) / s(e)s(estertium) C n(ummum) immunitati musii fulto scrib(ae) tribuniciae maioris
/ item quaestoriae sacerdoti videntali / ordo dec(urionum) ob insignem eius adfectionem
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PROC(URATORI) NEASPOLEOS ET MAUSOLEI ALEXANDRIAE PROC(URATORI) /
XX HEREDIT(ATIUM) PER PROVINCIAS NARBONENS(EM) / ET AQUITANICAM
DILECTATORI PER AQUITANICA[E] / XI POPULOS CURATORI VIAE LIGNARIAE
TRIUMPHAL[IS] / APPIANUS AUG(USTI) LIB(ERTUS) TABUL(ARIUS) RATION(IS)
FERRAR(IARUM)
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TAIO SANCTO CO(N)S(ULI) /
PROCUR(ATORI) ALIMENTORUM /
PRAEF(ECTO) AERARI(I) PRAEF(ECTO) /
AEGYPTI A RATIONIBUS /
BENE MERENTI ET /
HEREDES /
FECERUNT
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3.2.2.2. Procurator XX Libertatis: Lo mismo, pero sobre la manumisión de esclavos.
3.2.2.3. Praefectus Vehiculorum: Control del correo imperial. Era un puesto de los 49
puestos de procuratores centenarii, que cobraban 100.000 sestercios.
3.2.3. Puestos fuera de Roma pero en Italia dedicados a la gestión de los bienes del
Emperador:
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3.2.4. Funciones diversas en las provincias: Hacemos una relación a partir de los sueldos por
los cargos:
3.3. Prefecturas:
3.3.3. Praefectus praetorio: Desde 2 a.C., jefe de los pretorianos. Aunque es de los personajes
más importantes se sobrevalora su poder.
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DEAE /
VAGDAVERCUSTI /
TITUS FLAVIUS /
CONSTANS PRAEF(ECTUS) /
3.3.5. Praefectus urbis: Era el magistrado que el Cónsul nombraba para que lo reemplazara en
la jefatura de la ciudad de Roma y en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales
mientras éste estuviera ausente.
3.3.8. Praefectus Gentis o Civitatum: Oficial que tenía autoridad sobre algunos pueblos no
romanizados.
3.3.9. Praefectus Caesaris: Sustituto del emperador (o de otra personalidad, en los cargos
municipales).
3.3.15. Praefectus Fabrum: Oficial en jefe de los ingenieros militares solo durante el Alto
Imperio.
3.3.16. Praefectus Orae Maritimae: Prefecto con tareas de control del litoral.
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3.3.18. Praefectus Legionis Agens Vice Legati: Comandante de una legión que tiene la
delegación de un legado.
3.3.19. Praefectus Ripae Danubii y de otros ríos: Responsable de las riberas y de las aguas
del Danubio.
4. El cursus honorum provincial: Nos trasladamos al marco de las ciudades del Imperio, cuyo
estatuto jurídico condicionaba su rango. En las ciudades de derecho romano y latino sus
instituciones son parecidas a las de Roma.
En imitación al Senado Romano, en las ciudades existe un ordo decurionum formado por los
decuriones, que son como los senadores de Roma pero en otra ciudad. Su carácter, como en las
magistraturas de Roma es honorífico y por tanto no hay retribución y su número suele ser
aproximadamente de unas 100 personas aunque depende de la ciudad. Están controlados por los
censores o sus equivalentes a nivel de provincia. Para formar parte de este ordo había que tener
ingenuidad, es decir, haber nacido de padres ciudadanos romanos o latinos. De esta forma, otros
grupos como los libertos no podían acceder a este ordo ya que sus padres no eran ciudadanos
romanos o latinos.
Al tratarse de cargos gratuitos, los que accedieran al ordo decurionum había que disponer de una
fortuna que variaba según la ciudad y sus recursos económicos. Además, la edad mínima para
detentar un cargo estaba entre los 22 y los 25 años. Estos decuriones dictaminaban leyes en sus
provincias, siendo la provincia de la Bética donde se conservan los mejores ejemplos de leyes de
estos decuriones.
Cuando Roma fundaba o conquistaba una ciudad, el Senado establecía normas para esa ciudad con
las que regirse en adelante que se mandaban inscribir en planchas de bronce o en placas de piedra
y se exhibían de forma clara en las ciudades, en lugares visibles para que todos pudieran ver,
comprender y actuar según las leyes. En estas leyes se contenía la organización de muchísimos
aspectos de una ciudad como la celebración de actos religiosos, la publicación del calendario, y la
apelación de los magistrados. La instancia suprema es el Conventus.
El ordo decurional aparece tanto como institución como título individual abreviado como D./
DEC. La manera más frecuente es con la abreviatura D(ecreto) D(ecurionum). El contexto de la
inscripción nos lo diferencia de otros significados posibles. Aparece a menudo en frases como
D.D.P.P. (Decreto Decurionum Pecunia Publica= Por decreto de los decuriones con dinero
público), equivalente a un Senatus Consultum.
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DIVO /
HADRIANO /
AUG(usto) /
Las alusiones al decurión como un título individual de la manera en que sí lo haría un cónsul son
raras. Si se nombra, es habitual que se diga de la ciudad donde desempeña los cargos, que a partir
de Caracalla no excluye a ninguna ciudad. El hecho de ser decurión no implicaba ser ciudadano,
dependía del estatuto de la ciudad. Si son ciudadanos de Roma participarán tanto en elecciones en
el municipio como en Roma.
4.1. Iure Dicundo: Literalmente “encargado de que el Derecho sea dicho”, se dedica a interpretar
el Derecho.
M(arco) HATERIO /
LUCI FIL(io) /
CLAUD(ia) SUMMO /
DEC(urioni) MUNICIPI(i) /
IU(v)AVI /
PLEBES OPPIDAN(a) /
OPTIMO CIVI /
OB ANNONAM /
RELEVATAM
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4.2. Quinquenales: Eran los delegados del censor, ya que cada 5 años debían hacer el censo
municipal, aunque el plazo efectivo donde se efectuaba tal censo era marcado por la
legislación de la ciudad y por una relación directamente proporcional a la cantidad de gente
de una población.
L(ucio) VARRONIO /
CAPITONI /
SCRIB(ae) AEDILIC(io) /
ACCENSO VELAT(o) /
IIVIRO QUINQ(uennali) /
PATRONO COL(oniae) /
CURATORI AQUAR(um) /
ORDO DECURION(um) /
PEC(unia) SUA
A continuación tenemos a los ediles, como en Roma, que llevarían en este caso las cuestiones de
seguridad y construcciones públicas, las calles y el mantenimiento de las termas (donde los
romanos tendían a cultivar la sociabilidad y el otium frente al nec otium o negocio) así como la
vigilancia del mercado en cuanto a calidad de productos, precios, pesos y medidas, fraudes etc. Su
forma de aparecer en las inscripciones es AED(ilis). Como en Roma son dos, y a veces se fusionan
con los duoviros por causas específicas en las inscripciones, lo que da a los IV Viri tanto en la
rama de Iure Dicundo como en la de Quinquenales.
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LIBERO ET LIBERAE /
SACRUM /
DEC(urio) COL(oniae)
POET(ovionensis) PRAEF(ectus)
FABR(um) QUAEST(or) /
AEDIL(is) PONTIF(ex) /
CORDO /
IIVIR(o) QUINQ(uennali) /
PATRONO MUNIC(ipii)
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TEMA 4. PRINCIPALES TIPOS DE INSCRIPCIONES
1.1. Elementos principales: Son los que más se repiten en ciertos tipos de inscripciones:
1.1.1. Nombre completo del personaje honrado (en dativo) seguido de su cursus honorum.
1.1.3. Razones por las que se dedica la inscripción. Se explican de dos formas:
CO(n)S(uli) /
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CONSENTII //
REI PUBLICAE OB /
EXIMIUM AMOREM /
IN PATRIAM ET /
CIVES EX DECRETO /
ORDINIS ET SUFFRA /
…… /
L(ucius) VETTIUS L(uci) F(ilius)
Vol[t(inia)] /
REGINUS AQUILIF(er) /
LEG(ionis) XXI NEPOTI SUO /
PRO PIETATE SUA /
F(aciendum) C(uravit)
1.2. Elementos secundarios: No son imprescindibles y por eso no en todos los homenajes van a
aparecer:
1.2.1. Mención de uno o varios personajes que se unen al dedicante para efectuar la
ofrenda o la dedicatoria: Esto obliga a que siempre haya una persona principal que
dedica.
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ULPIAE DO/
MNIN(a)E PATRON(a)E /
NOSTR(a)E ULP(ius) EUTY-/
CIUS ULP(ius) GEMINUS /
ULP(ius) EXUPERANTIUS /
ULP(ius) BASILIUS / ALUMNI CUM /
CONIUGES(!) /
SUAS(!)
L(ucio) CARTILIO /
CRESCENTI /
VIVIR(o) AUG(ustali) C(ultori) D(omus) D(ivinae) /
GRATUIT(o) HONOR(ato) /
AB SPLENDIDISSIM(o) /
ORDINE MEDIOL(aniensium) /
CONFIRMANT(e) SABUCIO /
MAIORE C(larissimo) V(iro) CURAT(ore) REI
P(ublicae) /
L(ucius) VALEr(ius) PRIMITI(v)us /
ET CATIA SEVERA /
CUM FIL(io) C(aio) ANCERIO /
TINTIRIONE OB MER(ita) EIUS /
AMIC(o) OPTIM(o)
IN HONOREM DOMUS /
AUGUSTAE/
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1.2.2. Causa por la cual se efectúa la ofrenda: Lo normal es que aparezcan al final de la
inscripción. Su intención se señala tanto de forma directa, sin que aparezca otra persona
como de forma indirecta, cuando se produce un encargo (evergetismo).
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C(aio) CAESAR[i] PONTIF(ici) / MAX(imo) IMP(eratori) CO(n)S(uli) TERT(ium) / EX
S(enatus) C(onsulto) POPULUS / PATRONO
PRO SALUTE /
IMP(eratoris) DOMINI N(ostri) [[[M(arci) Aureli]]] /
[[[Severi Alexandri]]] PII FELICIS /
AUG(usti) /
TAURIBOLIUM FECIT PUBLICIUS /
FORTUNATUS T(h)ALAMAS SUSCEPIT /
C{H}RIONIS COELIA IANUARIA /
ADSTANTE ULPIO HELIADE SACERDO[te] /
ARAM SACRIS SUIS D(onum) D(ederunt) /
MAXIMO URBANO CO(n)S(ulibus)
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1.2.3. Mención del objeto dedicado o consagrado. Normalmente se expresa con un verbo
con significado “hacer” (= erigir, levantar, construir,… = FECIT) más el tipo de objeto
en acusativo: AEDEM (capilla), ARAM, TEMPLUM, STATUAM…
1.2.4. Alusión a la cantidad destinada (poco habitual), así como su procedencia (bastante
habitual): Nos fijaremos en si el dinero es público o privado
1.2.5. Naturaleza del lugar donde se dedica (poco habitual): Lo normal suele ser la
habitación de una casa, ya que en público se necesita una autorización.
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2. Inscripciones votivas: Son todas aquéllas dedicadas en honor de una divinidad. En los tiempos
más antiguos son muy escasas y aparecen fundamentalmente grabadas sobre vasos o sobre
pequeñas placas de metal depositadas en los templos. En estas inscripciones antiguas aparece el
nombre de la divinidad bien en genitivo (el objeto pasaba a ser propiedad de la divinidad), bien en
dativo (el objeto era dedicado al dios).
dios) Con el paso del tiempo las inscripciones
inscrip sagradas se
hicieron más complejas en su contenido, apareciendo en ellas el motivo por el que efectuaba la
ofrenda, la naturaleza del objeto ofertado y otros diversos aspectos. Básicamente, se trata de
inscripciones honoríficas, pero dedicadas a una divinidad, que podía ser mayor o menor e incluso
los dioses extranjeros e indígenas, lo que se debe al sincretismo de la religión romana efectuado
tras el sometimiento de un pueblo, momento en el que se comenzaba la asimilación de un dios.
2.1.1. Nombre de la divinidad a la que se consagra o dedica, puesto en dativo (muy raro en
genitivo) sobreentendiendo o apareciendo de forma expresa el término SACRUM =
consagrado, en forma abreviada (S, SA, SAC) o completa. Ejs:
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SAT(urno) AUG(usto) = A Saturno Augusto
HERC(uli) INV(icto) = A Hércules Invicto
SILVANO SAC(rum) = Consagrado a Silvano
DEO
SILVANO
AVRELIVS
QVIRINVS
PR(aefectus) F(ecit)
2.1.2. Nombre del personaje o personajes que la dedican. Estos nombres pueden ir
acompañados por la filiación completa, así como por la mención de la profesión o la
indicación del cursus honorum.
2.1.3. Un verbo en primera o tercera persona (singular o plural) o bien una expresión más
desarrollada, explicando la idea de ofrecimiento, donación, etc.
2.2.1. Mención de uno o varios personajes que se unen al dedicante para efectuar la
ofrenda o la dedicatoria:
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CUM CONIUGE, CUM FILIO ET MATRE, NOMINE FILIARUM SUARUM,
NOMINE SUE ET CONIUGIS SUAE,...
MARTI /
BELADONI /
EX IUSSU
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HERCULI INVIC/TO SACRUM /
D(ecimus) CAECILIUS APRILIS /
IUSSU EIUS STATUAM /
CUM BASI[[m]] /
I<M=N>PENSA SUA /
POSUIT
2.2.4. Alusión a la cantidad destinada, así como su procedencia: S(ua) P(ecunia), P(ecunia)
P(ublica), DE SUO, A(ere) P(ublico)
AVGVSTO SACR(vm) /
A(vlvs) A(vlvs) LUCII A(vli) FILII MEN(ia) /
PROCVLVS ET IVLIANVS /
P(osvervnt de) S(vo) /
DEDICATIONE DECVRIONIBVS ET /
AVGVSTALIBVS CENAM DEDERVNT
3. Inscripciones funerarias: Componen el 90% de las inscripciones conservadas y son las que
aparecen grabadas sobre cualquier monumento funerario, con independencia de su clase o
importancia o, incluso, en cualquier otro monumento erigido en memoria de un difunto lejos de su
lugar de enterramiento. La extensión de este tipo de textos epigráficos varía lógicamente en
función de la disponibilidad de espacio que, en gran medida, viene determinada por el tipo de
monumento funerario. El tamaño del monumento debería variar en función del poder adquisitivo
del que lo paga, del deseo de querer aparentar o del dolor por la muerte del ser querido en los
momentos más recientes. Se conservan inscripciones desde la República Alta pero simples y
breves ya que sólo llevaban el nombre del difunto, primero en nominativo y más tarde en genitivo.
Será en el Alto Imperio cuando se produzca una eclosión.
3.1.2. A continuación el nombre del difunto, con o sin filiación, indicación de la tribu,
domicilio, profesión y honores obtenidos. El nombre puede aparecer en tres casos:
3.1.2.1. Nominativo, como sujeto de uno de los verbos siguientes: VIXIT, HIC
SITUS/A EST (aquí está enterrado), y similares, salvo en el caso de que el
monumento haya sido construido en vida del difunto; si es así, entonces el nombre
en nominativo irá seguido o precedido de la fórmula V(ivus) F(ecit), en singular, o
V(ivi) F(ecerunt), en plural (si la tumba es para una o varias personas).
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3.1.2.2. Genitivo: se traduce como invocación "A los Dioses Manes de....". Con
GENIO y IONONI es siempre en genitivo.
3.1.2.3. Dativo: se entiende como una inscripción “Consagrada a los Dioses Manes y
dedicada a.....". Suele ser más raro.
POMPEIANIUS /
SILVINUS VIVUS /
FECIT SIBI ET /
POMP(eianio) VICTORI /
FRATRI PIISSIMO /
V(ivi) F(ecerunt)
T(itus) SALLVSTIVS T(iti) L(ibertus) PVSIO
TONSOR
ASSIA L(uci) L(iberta) CATVLLA
SIBI ET
GAVIO C(aiae) L(ibertus) LALO FILIO
3.1.3. Posteriormente aparecerá una de las fórmulas empleadas para indicar la edad a la que se
había fallecido: Lo más frecuente es ANN(orum) más una cifra o V(ixit) ANN(is) o
ANN(os) más una cifra (según se quiera decir “vivió hasta los…” o “vivió …años”) . Es
frecuente la mención complementaria del número de meses M(ensibus) o M(enses), días
D(iebus) o D(ies) e, incluso, horas H(oris), sobre todo en niños de corta edad.
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3.2. Los elementos secundarios suelen ser:
3.2.1. Fórmulas que indican que el cuerpo del difunto reposa en la tumba donde figura la
inscripción:
H S E = H(ic) S(itus/a) E(st). “Aquí está enterrado”. Si son varias personas es Hic Siti
Sunt.
H S S E = H(ic) S(itus) S(epultus) E(st). “Aquí está sepultado”. Aparece con cierta
frecuencia.
H O S = H(ic) O(ssa) S(unt). “Aquí están los huesos de…” Es más cristiano. El
nombre aparecerá en genitivo.
O T B Q = O(ssa) T(ua) B(ene) Q(uiescat). “Que tus huesos descansen bien”. Es poco
frecuente
S T T L = S(it) T(ibi) T(erra) L(evis). Q ue la tierra te sea leve. Se transcribe así con
independencia del nombre, es una grase distinta. La expresión leve está muy arraigada
en Roma y Cicerón la usaba en sus correspondencias para la despedida.
3.2.3. Salutaciones dirigidas por el difunto a los vivos: Esto se entiende sabiendo que las
necrópolis estaban extramuros de la ciudad, en las vías de acceso, de forma que la gente,
en su trasiego hacia la ciudad, miraría las inscripciones. Se ponen deseos buenos para
esta gente.
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Salve (S.; sin traducción, como una especie de “hola”), Vale Viator (V V; “hasta luego,
caminante” o más coloquialmente “que te vaya bien”) Tu qui legis valeas (“tú que lees,
que te vaya bien).
D(is) M(anibus) /
GAI IULI MAXI /
MINI EMERITI LE /
GIONIS VIII B(e)NEFI /
CIARIUS PROCURATO /
RIS (h)ONESTA MISSIO /
NE MISSUS ISTA(m) ME /
MORIAM PROCURA /
VIT SIMILINIA PATE /
RNA CONIUX CO /
NIUGI K(a)RISSIMO /
MAXIMINUS (h)IC Q /
UIESQUIT AVE VIA/
TOR VALE VIATOR
IN A(gro) P(edes) + cifra (en el campo tiene tantos pies, esto es en horizontal)
IN F(ronte) P(edes) + cifra (de frente tiene tantos pies, esto es en vertical).
Las medidas suelen coincidir ya que las lápidas suelen ser cuadradas.
M(ARCO) PAPULEIO /
M(ARCI) L(IBERTO) PUDENTI
IIIIII/VIR(O) ET CLAUDIALI /
M(ARCO) PAPULEIO M(ARCI)
L(IBERTO) /
PRIMO IIIIIIVIR(O) /
NEGOTIATORIBUS /
FERRARIIS /
FAUSTUS L(IBERTUS) IIIIIIVIR /
3.2.5. También pueden aparecer elementos comunes a otros tipos de inscripciones referentes a
quién manda hacer el monumento, quién sufraga los gastos, naturaleza del lugar, etc. En
algunas ocasiones, dada la religiosidad en la vida cotidiana, se incluyen fórmulas
destinadas a proteger las tumbas de cualquier intento de violación (herencia del mundo
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egipcio) y también monedas en la boca de los difuntos para pagar al barquero Caronte.
Pero era tal la miseria que se violaban las tumbas para sacar las monedas.
Otra expresión común era “Et sibi et suis et libertis libertabusque posterisque eorum”, lo que
significaba que el fallecido no hacía el monumento sólo para sí, sino también para los suyos,
sus libertos y los descendientes de estos libertos. Puede ser con et en vez del con el “que”
enclítico.
4.2. Un verbo como FECIT o RESTITUIT (restituyó o restauró). Tal es el caso, por ejemplo, de la
inscripción grabada sobre el panteón de Agripa, que se muestra a continuación:
“Lo construyó Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez.”
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Pero, sobre todo, en época imperial las inscripciones grabadas sobre monumentos comprenden
un variado número de elementos:
IUL(ius) CON/
STITUTUS
PROC(urator) AUG(usti) N(ostri)
TEMPLUM A
SOLO RESTI
TUIT
4.1.4. Una fórmula indicando bajo la inspiración de qué autoridad se construye o restaura el
monumento: EX AUCTORITATE IMP(ERATORIS) CAES(ARIS), IUSSU (por
mandado) IMP(ERATORIS) CAES(ARIS),
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P(ublius)) IUL(ius)
IUL( GRATUS /
RESTITUIT /
EX VOTO
4.2. A continuación aparecen los nombres y títulos (cursus honorum) de quien o quienes han
levantado el monumento (en nominativo).
(De Herculano)
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Imp(erator) Caesar L(ucius
ucius) Septimius Severus Per[ti]/
nax Aug(ustus) p(ater)) p(atriae)
p( pont(ifex) max(imus) trib(unicia) pot(estate
estate) II imp(erator)
III co(n)s(ul) I[I] /
per [[leg(ionem)) III]] Aug(ustam)
Aug( opus amphitheatri /
refecit exornavitque /
C(aio) Iulio
lio Lepido Tertullo leg(ato)
leg( Aug(usti) pr(o) pr(aetore) c(larissimo
larissimo) v(iro)
4.4. Antes del verbo que indica la acción de construir o restaurar y que generalmente se
encuentra al final de la inscripción, pueden introducirse ciertas frases indicando:
MUROS /
VETUSTATE /
CONRUPTOS /
Q(uintus) SIL(ius)) SATURU/
S FLAMEN /
IIVIR(or)UM /
CURA SUA /
RESSTITUIT
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Genio coloniae Aug(usto) sacrum / [M(arco) Lucceio Tor]q[uato Bassiano leg(ato)] Aug(usti)
[pr(o) pr(aetore) co(n)s(ule) des(ignato) pat(rono)] / [col(oniae)] dedic(ante) ob honor(em)
fl(amonii) perp(etui) M(arci) Publici C(ai) fil(ii) Pap(iria) Candidi / C(aius) Publicius C(ai)
f(ilius) P(apiria) Veranus frater eius super HS X(milia) legit(imam) promissis / amplius HS
XX(milibus) ampliata pec(unia) ex HS LXIIII(milibus) aedem a solo cum statua fec(it).
4.4.3. La naturaleza del lugar escogido para su ubicación: LOCO SUO, LOCO PRIVATO,
MUTATO LOCO (cambiado de sitio).
P(ublius) Numisius P(ubli) f(ilius) Vol(tinia) Ligus p(ater) / tr(ibunus) mil(itum) leg(ionis) III
Aug(ustae) praef(ectus) fabrum XV / aed(ilis) IIvir quinquen(nalis) IIvir iur(e) dic(undo) / II
q(uaestor) III patronus municipi / Vanniae M(arci) f(iliae) Quartae uxori / P(ublio) Numisio
P(ubli) f(ilio) Vol(tinia) Liguri f(ilio) / huic decuriones decreverunt / monimentum faciundum
publica / pecunia loco publico et oppidani / contulerunt pater fecit sua pecunia
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4.5. Normalmente, al final o casi al final de la inscripción aparece el verbo,
verbo en tercera persona
(singular o plural), seguido del sujeto de la frase. Las expresiones más empleadas son:
AEDIFICARE, CONSTITUERE, DARE, EXCOLERE, FABRICARE, FACERE,
REFICERE, PERFICERE, MUNIRE, ORNARE, RENOVARE, RESTITUERE,
REPARARE
ARAM = Altar
TEMPLUM = Para los Romanos un templum es un área consagrada más que un edificio. Tal área era
normalmente rectangular en su forma y estaba alineada con los cuatro puntos cardinales. Un templum
podría ser un espacio físico, en el caso de que fuera marcado así, pero también podía
po ser un área del
cielo, en la cual los pájaros podía ser observados. En el sentido antiguo de la palabra, un templum era
un espacio donde la gente, representada por los augures, podía actuar recíprocamente con los dioses.
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TEMA 5. EPIGRAFÍA VARIA
1. Miliarios: Para indicar sobre las vías públicas las distancias recorridas o por recorrer existía la
costumbre de colocar unas piedras, generalmente cilíndricas y a veces cuadrangulares de hasta
más de un metro de altura, sobre las que se escribían diversas informaciones. Su exposición al aire
libre ha sido la causa principal, por el desgaste, de que no se conserven demasiados. Los miliarios
son fundamentales para ver la movilidad de la gente a través del Imperio y en ellos se hacía
referencia a la persona que lo había mandado hacer. Se pueden dividir en varios grupos:
1.1. El más simple es aquel en que se grababa una cifra indicando el número de millas a contar
desde el inicio de la vía hasta el punto en donde se encontraba el miliario.
1.2. Aquellos en los que además de la cifra con las millas (con o sin las siglas M P = M(ilia)
P(assuum)) tiene escritos los nombres y títulos de un magistrado (en época republicana) o del
emperador (lógicamente en época imperial). Estos nombres pueden aparecer en nominativo
(empleado en algunos casos en los que la carretera estaba incluida en la red oficial de vías del
Imperio), en dativo (cuando los miliarios eran erigidos por las ciudades sobre cuyos
territorios pasaban las vías) o en ablativo (para fecharlo). El número de millas habitualmente
aparece al final de la inscripción (al principio sólo aparece en algunas vías de Italia y
Cerdeña).
En algunos casos (en Italia) aparecen dos cifras: una, al principio, indicando la distancia que
separa al miliario de una ciudad vecina; otra, al final, indicando la distancia de Roma. Por
ejemplo, en la vía de Terracina a Roma (CIL X, 6854).
1.3. Grupo en el que los nombres y títulos del emperador aparecen en nominativo junto con un
verbo indicando la idea de construir o reparar la vía: FECIT, REFECIT, PONI IUSSIT,
MILLIARIA RESTITUIT, MUNIENDAM CURAVIT,...
LXXIX
IMP(erator) CAESAR
DIVI NERVAE F(ilius)
NERVA TRAIANUS
AUG(ustus) GERM(anicus) DAC(icus)
PONT(ifex) MAX(imus) TR(ibunitia) POT(estate) /
XIII IMP(erator) VI CO(n)S(ul) V
P(ater) P(atriae)
VIAM A BENEVENTO
BRUNDISIUM PECUN(ia)
SUA FECIT
“El emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del
divino Nerva, pontífice máximo, en su décimo tercer poder tribunicio, con
seis salutaciones victoriosas, cónsul por quinta vez y padre de la patria,
construyó la vía desde Benevento a Brindisi con su propio dinero.”
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XXV
HADRIANVS
AVG(ustus)
FECIT
1.4. Grupo formado por miliarios en los que el origen de la vía aparece indicado en ablativo,
generalmente precedido por la preposición A, antes o después del número de millas. En estos
casos hay ocasiones en que también se menciona el lugar de destino, en acusativo precedido
por AD o USQUE.
1.5. Grupo en el que aparece el término VIAM o ITER, complementado por una frase secundaria,
recordando el estado en que se encontraba o las dificultades de construcción o los encargados
de supervisar las obras.
2. Epigrafía Jurídica:
2.1. Leyes y Plebiscitos: Normalmente, las leyes romanas constan de tres partes (es aquí donde
vemos como nuestro sistema legislativo actual es heredero del romano):
2.1.1. Index o preámbulo: es la denominación de la ley, formada por el nombre adjetivado del
magistrado que la propone y el enunciado de la materia sobre la que trata: p. ej.: lex
Quintia de aquaeductibus. Dentro encontramos la Praescriptio, formada por la primera
línea en la que aparece el nombre del magistrado que la ha propuesto, la fecha en la que
el pueblo reunido en asamblea la ha aprobado y, en ocasiones, el nombre de la tribu que
fue llamada a votar en primer lugar y el del primer ciudadano que votó. Por eso apenas
hay abreviaturas, salvo en los nombres y el cursus honorum.
Las leyes se hacían en planchas de bronce que se colgaba en sitios altos para que todos
las pudieran ver. Si el magistrado que la propone es un cónsul, la ley es una lex
consularis, si es un pretor, lex praetoria o si es un tribuno de la plebe, plebiscito.
2.1.2. Rogatio: es el texto de la ley, que se presenta dividido en capítulos separados por un
espacio en blanco y señalados con una K = K(aput) o las siglas K L = K(aput) L(egis),
seguidos de una cifra; asimismo, cada párrafo dentro de un capítulo puede aparecer
precedido por la letras R = R(ubrica), en ocasiones atravesada por una raya transversal /
= R.
2.1.3. Sanctio: es la fórmula que puede contener la especificación de la pena a imponer a quien
viole los preceptos contenidos en la ley o bien puede contener las normas necesarias para
hacer concordar la ley con otras leyes precedentes sobre la misma materia o tema
parecido (con el fin de evitar contradicciones, derogando otras disposiciones, etc.).
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2.2. Senatus Consulta: Son decretos que el Senado promulga sobre diversos aspectos dentro de
sus competencias. Son irrecurribles, normalmente se mandaban redactar en pergamino,
aunque los más importantes se hacían en planchas de metal. Al igual que las leyes suelen
constar de tres partes:
2.2.1. Praescriptio: o preámbulo, con los nombres de los magistrados que sometieron la
cuestión a la deliberación del senado, fecha y lugar de la sesión y los nombres de los
senadores que redactan el documento.
2.2.2. Relatio: o exposición de la cuestión y sus motivos, que generalmente comienza con
"Quod verba facta sunt de illa re..." y termina con la fórmula Q D E R F P = Q(uid) D(e)
E(a) R(e) F(ieri) P(laceret).
2.2.3. Sententia: o decisión final de los senadores precedida por la fórmula D E R I C = D(e)
E(a) R(e) I(ta) C(ensuerunt).
El Senatus Consultum de Cneo Pisón se trata de uno de los mejores ejemplos de estos
documentos. Es un decreto de Tiberio para que se hicieran homenajes a Germánico, que
había asesinado para que Tiberio pudiera subir al poder. Para que estos homenajes fueran
generales, se mandaron hacer copias de la ley para todo el Imperio, pero se conservan muy
pocos. En Andalucía poseemos dos, de las cuales, una es del Museo Arqueológico de Sevilla.
2.3. Diplomas militares: Son disposiciones con las que el emperador concedía determinados
privilegios particulares a militares que concluían su servicio (no a los legionarios; sí a
soldados de tropas auxiliares de la flota, a equites singulari del emperador, a pretoriani y a
urbani). Los privilegios consistían en la concesión del derecho de ciudadanía y el derecho a
contraer matrimonio (ius connubii); la ciudadanía a soldados "peregrini" y el "connubium" a
soldados con ciudadanía para casarse con mujeres que no la tenían. Estas disposiciones eran
grabadas en tablas de bronce que se colgaban en ciertos sitios del Capitolio (desde Domiciano
se hizo primero en el Palatino y, más tarde, en el templo de Augusto).
A quienes desearan una copia se les entregaba un diploma militar, escrito sobre dos finas
láminas de bronce de 10 por 15 cms ó 15 por 20 cms, en forma de díptico, unidas por un
triple hilo de bronce, que pasaba por unos agujeros abiertos en cada una de dichas láminas. El
texto completo se escribía en las dos caras internas (intrinsecus). Sobre las dos caras externas
(extrinsecus), en una se reproducía el texto (lógicamente con letras muchos más reducidas),
mientras que en la otra se grababan los nombres de siete ciudadanos romanos, garantes de la
autenticidad del documento, con sus sellos de cera sobre el cordón central que servía de cierre
al diploma. El texto de estos diplomas suele presentar diversos elementos:
2.3.1. El nombre completo del emperador, con su titulación, que concede el privilegio.
Aparece al comienzo.
2.3.2. La indicación del tipo de soldado y del cuerpo del ejército en el que había prestado sus
servicios. Desde Trajano el privilegio sólo se concede a los licenciados; con anterioridad
no y se hace mención expresa a su condición (missi, demissi,). Cuando el privilegio se
hacía extensivo a sus descendientes, se empleaba la fórmula "ipsis, liberis posterisque
eorum" (que casi desaparece con posterioridad al 145 d.C.).
2.3.5. La mención del privilegio concedido, ius civitatis o ius connubii, según el caso.
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2.3.7. El nombre del soldado al que iba destinado el diploma (en dativo) con indicación de la
patria y grado que tenía; el nombre suele ir precedido por la mención del cuerpo en que
sirvió en genitivo y el nombre de su jefe con la fórmula cui paeest (ille).
2.3.8. Una fórmula final que garantiza la autenticidad de la copia e indica el lugar donde estaba
expuesto el "original".
2.4. Documentos imperiales: Los emperadores ejercían el poder legislativo indirectamente por
medio de:
2.4.1. Leyes votadas por los comicios (leges rogatae) o por decretos del senado.
2.5. Decretos de magistrados: Los magistrados romanos poseían a través del imperium el ius
edicendi, es decir la facultad de promulgar disposiciones de obligado cumplimiento, dentro
siempre de los límites del derecho, del tiempo y ámbito de su cargo. Pueden ser de tres
clases:
2.5.1. Edicta: a través de ellos cuales daban a conocer las reglas a seguir en la interpretación
de la ley, dentro de sus funciones judiciales.
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3.1. El calendario romano: Se publicaban todos los años, y se trataba de un acontecimiento de
gran importancia. Arriba se colocaban los meses y días del año. Se usaban los días nundinales
y en cada mes hay tres días fijos: las Kalendae, las nonae y los idus. La “C” indicaba la
reunión de los Comicios, la F (de fastus) indica que es día de mercado y la NF que no hay
mercado. También hay días especificados como de mercado pero sólo medio día. En otros
calendarios se indica la hora del sol o la divinidad protectora de cada mes.
3.2. Latere signati o “ladrillos sellados”: Tienen marcas distintas. Uno de los nombres marcados
más importantes en cantidad es Lucius Aberius Secundi.
L ABERI SE(cvndi)
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3.3. Epigrafía anfórica: Las inscripciones van en griego: α peso del ánfora vacía (nº); β nombre
del comerciante; γ peso neto del ánfora (nº); δ indicación de control y ε cifra desconocida.
3.4. Vasos de Vicarelo: se encontraron en unas aguas termales de Roma y son las ofrendas de
una persona de Grades a los dioses. Estos vasos nos recogen las distintas etapas del camino
que el oferente siguí.
3.6. Glandes: Son proyectiles de hondas, que normalmente llevan una marca alusiva al nombre
del general que dirige al cuerpo de honderos.
3.7. Tabellae Defixionum: Son tablillas de maldición que las usaban muchos colectivos, como
los gladiadores para vencer, o una persona robada para vengarse del ladrón etc.
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“Diosa Ataecina Turibrigense Proserpina, te ruego, pido y demando, por tu gran majestad,
que seas mi vengadora en cuantos robos me han sido hechos; un quidam a mi me ha
escamoteado, en menos tiempo que se tardó en hacerlas, las cosas que abajo escribo: túnicas,
seis; capota de lienzo dos, camisas... Ignoro…”
Por medio de esta inscripción una mujer invoca a la diosa Proserpina, diosa de los Infiernos,
para que castigue al ladrón que le ha robado varias prendas, de las que hace una detallada
relación.
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MÓDULO 2. NUMISMÁTICA.
1. La Numismática como ciencia: Uno de los mayores problemas que poseen los manuales de
Numismática es que no abordan la Numismática en su totalidad, pero sin duda hay obras como el
“Diccionario de Numismática” de Carmen Alfaro Asíns en colaboración con otros autores, de
notable utilidad para el estudio de la Numismática.
Dentro de la Numismática de la Antigüedad, para la Numismática griega hay que tener en cuenta
que no está condicionada por un colectivo exclusivamente, sino por muchos ya que tenemos las
poléis o ciudades-estado. Además, la Numismática griega va a cambiar muy poco a lo largo del
tiempo, lo que la hace muy difícil de clasificar desde el punto de vista cronológico. Con la moneda
griega, así pues, no hay ningún repertorio, ya que es muy compleja una catalogación de monedas
por no saber la cronología exacta de una moneda.
Por ello dentro de la Numismática de la Antigüedad es más importante la moneda romana, ya que
está condicionada exclusivamente por Roma y al contrario que Grecia sí evoluciona de forma
notable, teniendo como culmen la aparición del denario y las reformas de Augusto, que equiparan
el valor de los tres metales. La moneda romana de la República está publicada en la obra de
Michael H. Crawford “Roman Republic Coinage”, publicada en Cambridge en 1974 en dos
volúmenes. Por su parte, la moneda romana del Imperio está publicada en 10 una obra británica de
10 volúmenes, de los cuales algunos tienen 3-4 subvolúmenes.
Por su parte, fueron los griegos quienes introdujeron la moneda en Hispania por el puerto de
Ampurias para poder circular en esos nuevos terrenos. Con colonias como Rosas, la moneda
cobrará cada vez mayor difusión. Después Cartago acuñará moneda, pero se constata muy poco a
nivel arqueológico y se haría sobre todo en los primeros momentos de la ocupación, cuando se
debía pagar a los mercenarios. Será, no obstante, con Roma cuando la moneda se expanda más ya
que se exigirá pagar a los hispánicos o en especie o en moneda.
Muy posiblemente el primer patrón fuera el ganado, que sería así pues un elemento premonetario.
Prueba de esto está en nuestro léxico, donde todavía hay palabras que aluden al uso del ganado
como elemento premonetario: pecunia, que deriva del latín pecus-oris y que significa “ganado”, o
capital que deriva del latín caput, capitis y que significa “cabeza” sea tanto de un ser humano
como del ganado.
El descubrimiento del metal favorecería la consolidación de las monedas, sobre todo cuando éste
se convirtió en imprescindible para las comunidades, que producían con él sus armas,
herramientas etc. El metal primeramente se usaría en bruto al peso, pero conforme las relaciones
comerciales eran cada vez más intensas, complejas y ambiciosas (sobre todo en la cantidad de
productos participantes en el comercio y las distancias) éste pasó a no estar a la altura en lo que a
la agilidad demandada a las actividades comerciales se refería.
Así se pasaría a fabricar elementos de metal con una forma determinada que al principio no
presentaban marcas aunque sí las tendrán, en principio con un carácter religioso (p.e. en la
Antigua Grecia, la moneda se hacía en los templos y el prestigio del templo hacía que la moneda
fuese reconocida y aceptada a cierta distancia. Sería de esta forma como en el s. VII a. C. surgiría
la moneda en Grecia.
2.2. Premonedas en forma de cuchillo hechas en bronce fundido con un peso de 13’5 gr. Y
fechadas en el siglo III a.C.
2.3. Premoneda en forma de hazada de la Dinastía Xin (13-24 d.C.) hechas en bronce con un peso
de 13’4 gr.
Las monedas más antiguas son las estáteras de electrón de Lidia datadas entre el 652 y 615 a. C.
También poseen una gran antigüedad las estáteras del rey Creso o creseidas fechadas entre el 561
y 546 a. C.
3. Definición y elementos exteriores a las monedas: materia, ley y forma: La moneda se trata de
una pieza metálica de forma circular o poligonal emitida por una autoridad competente (que
garantiza su valor y autenticidad a través de marcas y símbolos) y que se emplea como medio de
cambio por su valor (legal o intrínseco). El valor intrínseco es el valor de los elementos de la
moneda, es decir, que una moneda valdrá una cierta cantidad dependiendo de lo que valgan los
metales de que esté compuesta. El valor legal será aquel se le adjudica a una moneda con unos
ciertos criterios, entre los que hay que tener en cuenta que el Estado gana con la acuñación de la
moneda (beneficio legal del fabricante) y lo que cueste la extracción, los metales con los que se
haga, la tecnología con la que se hacen las monedas y los operarios que la utilizan.
Según San Isidoro de Sevilla hay tres elementos fundamentales en las monedas:
3.1. Materia:
3.1.1. De qué está hecha: Influye la disponibilidad de recursos mineros, ya que si falta una
materia prima, significa que hay falta de circulación de monedas.
3.1.2. Metrología: Consiste en el estudio de los pesos de las monedas, lo que se hace de
acuerdo a unas normas y deben cumplir con el peso establecido. Cuanto más antigua es
una moneda, más diferencias va a haber en el peso de entre distintas monedas. Dentro de
las diferencias, se vigilan mucho más las del oro y la plata por el alto valor de los
metales, pero en el cobre/bronce no se vigila tanto y hay muchas más variaciones
3.2. Ley:
3.2.1. Normas que regulan su emisión: De aquí viene lo de la autoridad competente, ya que
la moneda falsa no la emite ninguna autoridad competente y respetada por todos.
3.2.3. Sistemas monetarios: Consiste en la relación de las monedas entre sí y el peso de unas
y otras. En Grecia habría en principio hasta 10 sistemas, pero fueron cuatro los que se
quedaron. En Roma sólo habría uno.
3.2.4. Grado de pureza del metal: Si una pieza de oro se la califica como “pieza de oro de
ley” significará que el oro responde al máximo de calidad.
3.3.1. Flan o cospel, que es donde se van a poner los símbolos de la moneda.
3.3.2. Las dos caras de esta moneda. El anverso es la cara principal y expresa la garantía de
la autoridad competente que acuña. Por ello hallaremos siempre símbolos estatales como
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representaciones de los dioses o gobernantes. Con Augusto tendremos su cabeza o la
representación de su familia. El reverso es la cara secundaria y en ella se representarían
las victorias militares.
3.3.3. Tipo/Escena: Lo que se representa en la cara de una moneda. Podemos hallar cosas
diversas cabezas (sean desnudas o con otros elementos), divinidades etc. Los diferentes
tipos van a marcar épocas distintas al menos en la moneda romana.
3.3.4. Texto/ Leyenda: Lo que va escrito en la cara de una moneda. Si no hay una leyenda se
dice de una moneda que es anepígrafa. La escritura de estas monedas se va a regir por
las normas epigráficas, con lo que estamos ante la Epigrafía Monetal. Si hay algún texto,
éste puede ser directo (si se escribe de izquierda a derecha), inverso o retrógado (se
escribe de derecha a izquierda) o bustrofédico, que alterna ambos direcciones
escriturarias y es muy típica de la epigrafía antigua. Estas leyendas pueden ser según la
orientación del texto de dos formas:
3.3.5. Campo, gráfila y exergo: El campo de la moneda es aquella zona que no está ocupada
por nada. Las gráfilas son las marcas que rodean al borde de una moneda, siendo las más
habituales las de puntos, aunque también las hojas de laurel y los cuadrados. El exergo
se sitúa en el reverso de las monedas y consiste en una línea que marca la parte
importante inferior de la moneda, ya que, por ejemplo con la moneda bajo imperial de
Diocleciano, se inscribía el nombre de la oficina donde se hace la moneda (ceca) y la
ciudad donde se sitúa.
3.3.6. Contramarcas/ Resellos: Son elementos que se incorporan a las monedas después de
estar en circulación o estar fabricadas por diversas razones, muchas de ellas
desconocidas: prolongar el período de validez de una moneda o modificar al alza del
valor de una moneda (p.e. un sestercio que se marca con una D para convertirlo en un
denario), lo que se hacía en épocas de escasez.
3.3.7. Monedas serrada con reverso incuso: Se fabrican monedas en plata casi de forma
absoluta en la República Romana, pero no hay plata suficiente y se coge un cospel de
otro material más pobre y se cubre de plata para que parezca de plata, aunque el uso y el
paso de los tiempos le hacen perder el revestimiento. Esto se asignaba a una
falsificación, pero podía ser una cuestión estética.
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Se trata de un método simple y barato, pero una vez solidificado se debe
debe cortar el “árbol” que
se conforma con el metal solidificado en los canales para quitar las protuberancias de las
monedas. Presenta más inconvenientes: la superficie de las monedas es porosa (ya que el
molde está hecho en un material poroso, la arcilla) y que prácticamente todo el mundo puede
crear moneda por su cuenta, falsificándola, pues sólo se necesita una moneda original, un
horno y moldes. De aquí se use poco.
4.2. La acuñación (a martillo): Se trata de incorporar sobre una pieza metálica/ cospel lisa dos
cuños en el mismo proceso: uno para el anverso y otro para el reverso. Hay tres fases en este
proceso.
4.2.1. La primera fase: es la preparación del cospel, que se realiza por fusión. En los moldes
no se imprime nada, sino que se quiere una pieza lisa y se debe conseguir que el peso del
cospel sea el reglamentario (de ahí que haya que hacer muchas pruebas para conseguir el
peso exacto, dando igual que una moneda sea muy ancha y poco gruesa o al revés),
siendo menores las diferencias que podemos hallar en la plata y en el oro que en el
cobre/bronce (no se cuida tanto pues no valen tanto las monedas).
4.2.2. La segunda fase: Se trata de la fabricación de los cuños, es decir, de los soportes que
llevan el relieve tanto en el anverso como en el reverso. Este proceso está
es ligado a la
artesanía, joyería y miniatura y con el tiempo se irá mejorando.
4.2.3. La tercera fase: Es la acuñación propiamente dicha, que se hacía al principio con un
martillo. Los cuños se ponen al mismo tiempo. Tenemos un yunque con un orificio sobre
el cual ponemos el cuño inferior, que es el de anverso. Sobre él se pone el flan/cospel y
encima se pone el cuño móvil de reverso, que el operario va a sujetar con la mano.
Cuando no se ha enfriado del todo el cospel se le da un golpe seco y los dos cuños
quedan pegados.
Este proceso es artesanal aunque todavía se sigue usando. Pero, al igual que el otro proceso,
tiene sus problemas, que son los problemas de fabricación, los cuales se pueden clasificar en
varios tipos:
4.1.1. Errores de diseño: Podemos apuntar a tres tipos. En primer lugar, a la mala relación
entre el tipo y la leyenda,
leyenda, como podemos verlo en un antoniniano de Gordiano III
donde se representa en el reverso a la Libertas,, pero en la leyenda pone Liberalitas, o en
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un denario de Pescenio Níger donde en el reverso se representa a la Fides Publica y en
la leyenda se pone Bonus Eventus.
En segundo lugar, tenemos una mala relación entre el retrato (del emperador en caso
de Roma) y la leyenda, lo que se puede producir en muchos casos ante un cambio muy
repentino de emperador: aquí se va a imprimir la cara del antiguo emperador y la
leyenda del nuevo. Esto lo podemos encuadrar en el 69 d. C., donde, a modo de ejemplo,
podemos señalar un denario de Vitelio (lo que se sabe por la leyenda) con el rostro de
Otón.
En tercer lugar tenemos los problemas de espacio para incrustar la leyenda que se quiere
poner. En este caso se usarán otras partes de la moneda, como el exergo y el campo. En
un ejemplo, la leyenda del reverso tiene tres partes diferenciadas: P CAB MO∆ECTOY
NIKOΠOΛEITΩN en el sentido habitual de las agujas del reloj, ΠPOC I de arriba hacia
abajo en el campo y CT PON en el exergo, de derecha a izquierda.
4.1.2. Defectos en el cuño: La mayor parte de los errores en las monedas se dan incluso hoy
en los cuños Tenemos el cuño invertido (incluso las letras están al revés) y se necesita
un espejo, pero no es frecuente. Las letras pueden aparecer repetidas (BRRVTUS en
vez de BRVTUS), estar mal escritas (PORT REDUX en vez de FORT REDUX en una
moneda donde la Diosa Fortuna está sentada con la cornucopia y un timón de barco),
haber faltas de ortografía (IOBI por IOVI en una moneda donde un Júpiter sedente
lleva un cetro y la victoria alada), pueden haberse elidido (LAETIA por LAETITIA
refiriéndose a Laetitia Augusta) pero no pueden considerarse errores deliberadamente
cometidos ya que hay espacio para escribir.
A A A B
a b c c
Aa Ab Ac Bc
4.1.3. Defectos en el cospel: Podemos tener un cospel inapropiado por forma, pues debía ser
redondo, o por el tamaño, ya que el cospel podía ser demasiado grande para el cuño.
Cuando se terminaban las monedas se cortaba las rebabas y de vez en cuando se
perforaba por accidente la moneda o bien se cortaba mal la moneda. También puede ser
que los cantos estén limados.
Lo dicho hasta ahora no quiere decir que no hubiera cospeles de otras formas: triangular
y cuadrada (no se sabe porqué en s. IV d. C. se producen con los cantos redondeados).
4.1.4. Doble acuñación: Se pueden estampar dos caras en una misma moneda.
4.1.5. Monedas incusas: Tienen una cara en hueco por accidente o hecha adrede (en época de
Augusto había muchos denarios incusos, pero no se sabe porqué, incluso forman parte
de los tesorillos). En estos casos se usa un cuño en relieve y otro en bajorrelieve.
4.1.6. Daños posteriores a la acuñación: Estos se deben a que el retoque puede dejar marcas.
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5. La circulación monetaria: Esta circulación se debe estudiar en dos aspectos: el primero es la
dispersión geográfica que alcanzan las monedas acuñadas por una ciudad, para lo que hay que
tener en cuenta que, cuanto más nos alejemos del ámbito de la ciudad (centro emisor de dicha
moneda), menos ejemplares vamos a encontrar, aunque no siempre hay una relación directa entre
circulación de bienes y de moneda. Esto mismo pasa con la cerámica. El segundo aspecto es el
estudio de las monedas que circulan por una zona geográfica en un tiempo concreto.
6.1. Hallazgos fortuitos: además de esporádicos, suelen producirse en zonas agrícolas, cuando se
derrumba una casa etc. Se suelen encontrar estas monedas con un detector de metales. Estas
monedas son las menos importantes, ya que están descontextualizadas y se necesitan muchos
hallazgos de esta índole para que posean un determinado valor.
6.2. En un contexto arqueológico: en sus dos vertientes: uno intacto como puede ser Pompeya o
Herculano, donde las monedas están en el sitio donde se usaron por última vez (y por ello son
las de más valor) o en una excavación arqueológica sistemática o de urgencia, pero siempre
que estén las monedas en su contexto correcto.
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TEMA 7. NUMISMÁTICA GRIEGA
Pero los elementos más notables son los óbolos, que son varillas metálicas para asar la carne y
pescado con forma de flecha. Se crearía con ellos una escala de valor y entre los valores surgió la
dracma como derivación del nombre que reciben seis óbolos, que era lo que una persona podía
llevar en una mano (drax). Después, cuando se creen los sistemas monetarios, el óbolo será una
monedita que equivale a 1/6 de una dracma. También es de destacar el talento, ya mencionado en
la Biblia, que no es una moneda como tal, sino una pieza de bronce cuya forma imita a la piel de
un animal abierta para que se seque. Pesarían hasta unos 60 Kg., que era el peso máximo que un
individuo puede cargar en condiciones normales, teniendo la posibilidad de levantar entre 509 y
80 Kg.
En la primera mitad del s. VI estos utensilios comienzan a dejar paso a pequeñas piezas de metal a
las que sacerdotes y comerciantes les imprimen un sello como garantía de un peso exacto. Estas
piezas constituyen monedas privadas aceptadas o no según el prestigio de los templos y sus
sacerdotes y los comerciantes. Más tarde serán los reyes, jefes de los Estados, quienes marquen
esas monedas con símbolos que los identifiquen a ellos o al colectivo de la pólis. Y así se pasó a la
moneda tal cual la entendemos, pero hay que entender que esto se desarrolla de forma compleja y
discontinua (ni en todos los lugares ni en la misma cronología al mismo tiempo) y hay
discrepancia entre la Numismática y la Arqueología.
2. Estudio de las fuentes que hablan del origen de la moneda: El gran referente lo constituye el
siguiente texto de Aristóteles (Política, 1257 a) :
“La necesidad hizo que se ideara la utilización del dinero por no ser fáciles de transportar todos
los productos naturalmente necesarios. Por eso convinieron en dar y recibir recíprocamente en
sus cambios algo que, siendo útil en sí mismo, fuera además de fácil manejo para la vida, como el
hierro, la plata o algo semejante.
Al principio, determinaron su valor simplemente por su tamaño y peso. Por último, le imprimieron
un cuño para ahorrarse el trabajo de medirlo, ya que el cuño se puso para significar su valor”.
Su autor estaba marcado por el fin de las Guerras del Peloponeso y la Crisis del s. IV de la pólis en
Grecia, momento en el que vuelven a surgir las tiranías y las monarquías en un contexto
claramente caótico. En esta época nuevas potencias cobraron poderío y los intelectuales como
Aristóteles intentaron, a través de sus teorías, sacar adelante al mundo griego para volver al
espíritu antaño predominante. Aristóteles destacaría junto a Platón, maestro suyo, y en su obra
“Política” expuso sus postulados para sacar al mundo griego del caos. En el presente texto nos
cuenta que la moneda está vinculada a una importancia cada vez más grande del comercio donde
la moneda se hizo necesaria.
También tenemos este texto, igualmente interesante aunque menos extenso, de Herodoto (I, 94):
“Y ellos (los lidios) fueron de entre los hombres los primeros de los que sabemos que acuñaron y
se sirvieron de monedas de oro y plata”.
Con respecto a estas fuentes literarias hay discrepancias con la Arqueología, ya que los restos
arqueológicos son escasos y confusos, y las conclusiones lo mismo. La Arqueología sostiene que
las grandes denominaciones (valores de moneda) no parecen haber circulado muy lejos del sitio de
fabricación o acuñación. En el origen de la moneda estamos en la Época Arcaica, donde se
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consolida la pólis y se producen las colonizaciones por el Mediterráneo como freno a la crisis de
desigualdad que hay en las poléis (stasis). En estas colonias y poléis circulan productos de todas
partes a lo largo del Mediterráneo. Las primeras monedas no circularían muy lejos de su
acuñación, así que no hay una relación entre la circulación de productos y de moneda. La segunda
conclusión que nos da la Arqueología es que, en principio, no se acuñan casi monedas de pequeño
valor, luego no podemos vincularlo con el comercio a pequeña escala (local).
Lo dicho hasta ahora, entonces, no lo documenta la Arqueología, pero esto no quiere decir que las
fuentes literarias sean falsas, sino que en función de cómo se planteen las contradicciones haremos
más caso a unas fuentes o a otras. Hay que tener en cuenta que la moneda aparecería primero en
las ciudades de Asia Menor, con lo que no es general el fenómeno. La documentación
arqueológica se revela como poco numerosa e insuficiente para desbancar a Aristóteles ya que
además siempre se ha asociado a Aristóteles un gran rigor para los hechos históricos.
2.1. Primer grupo: Dice de buscar el origen de la moneda en la necesidad de los Estados griegos
de pagar a los ejércitos de mercenarios.
2.2. Segundo grupo: Dicen que el origen de la moneda está en relación con el desarrollo del
papel fiscal de los Estados griegos.
Por sí mismas, estas teorías no justifican por sí mismas el origen de la moneda, sino que serían
factores que contribuirían al desarrollo de la moneda. Esto es así ya que para una pólis era
impensable reclutar tantos mercenarios como para desarrollar un sistema monetario porque,
para empezar, el ejército en las poléis es ciudadano y el contrato de mercenarios es algo muy
puntual. Lo mismo pasa con el papel fiscal, que en Atenas estaba muy vinculado a las
sanciones ya que no había impuestos directos, sino indirectos (como nuestro IRPF) o como
mucho el metoikíon, que era el impuesto que pagaban los metecos.
Así, hoy en día el fragmento antes expuesto de Aristóteles sigue siendo el documento más
valorado para el origen de la moneda. Sea como fuere este origen, las monedas más antiguas son
las estáteras de electrón de Lidia datadas entre el 652 y 615 a. C. Éstas poseen marcas muy
características:
2.1. Anverso: Figura femenina, de pie, de frente, cabeza a derecha, llevando objetos. Reverso:
Cuadrado incuso.
2.2. Anverso: Diseño geométrico. Reverso: Rectángulo Incuso con 12 compartimentos; los dos
más grandes con bolas
Tenían una forma almendrada y se fabricaban con un solo cuño y un punzón. En el continente las
monedas más antiguas son las de Egina, que llevaban una tortuga marina y una tortuga terrestre en
los anversos y un cuadrado incuso, después vendrán las de Atenas y Corinto. Gran antigüedad
poseen también los óbolos de plata de Asia Menor entre finales del s. VI y comienzos del V a. C.
Estas monedas se hacían en distintos metales que después se seguirán usando en las monedas
posteriores:
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2.1. Electrón: Se trata de una aleación natural de oro y plata cuyas cantidades de uno y otro metal
varían según el curso del río donde se hallen, lo que va a influir en la coloración de la pieza.
Dos piezas no van a tener casi nunca el mismo valor. Su uso será muy reducido.
2.2. Oro: Su uso estará también reducido a ciertas ocasiones y se difunde sobre todo en el Período
Helenístico, ya que en el mundo griego no hay minas de oro suficientes.
2.3. Plata: Con este metal se fabricará una gran parte de las monedas. Atenas sería la ciudad que
durante más tiempo controló minas de plata como las de Laurión, explotadas
sistemáticamente hasta el 413 a. C. y gracias a las cuales Atenas pudo hacer frente durante
tanto tiempo, aunque sin éxito, a las Guerras del Peloponeso.
2.4. Cobre/Bronce: Están en pocas cantidades y sobre todo en las colonias de la Magna Grecia,
especialmente Sicilia.
3. Sistemas y patrones monetarios de la Grecia Antigua: Uno de los aspectos más complejos de la
moneda griega es este apartado. Un sistema monetario consiste en varias denominaciones basadas
en una unidad de referencia respecto a la cual las demás denominaciones son múltiplos o
divisores. Los sistemas monetarios no van a ser trimetálicos, es decir, no van a establecer
relaciones directas de valor entre los metales usados ya que los Estados griegos no van a acular
moneda en los tres metales siempre y al mismo tiempo.
La unidad monetaria básica va a ser, así pues, el dracma, aunque en cada ciudad va a cambiar el
patrón monetario, habiendo unos 9-10 patrones monetarios con un sistema monometálico de plata.
Estas ciudades van a tener distintas zonas de influencia donde son más aceptadas, configurándose
distintos patrones monetarios:
Habrá Estados que adopten distintos patrones monetarios a lo largo del tiempo. Así por ejemplo,
en la Atenas del 594 a. C., Solón es elegido arconte y reformará el patrón monetario en un
momento en el que Atenas empezaba a despuntar para ponerse a la altura de Corinto y Egina, ya
que un cambio de peso permitía un mejor acceso a los circuitos comerciales, adoptándose el
patrón eginético. Hay otras ciudades donde tenía validez cualquier patrón monetario, como era en
Cartago, donde se admitía todo tipo de monedas, lo cual era posible gracias a un conocimiento de
los patrones monetarios y a la generalización del comercio y la moneda.
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Es raro que todas las monedas se fabricasen: lo normal eran las dracmas, didracmas y
tetradracmas. En Atenas circuló más la dracma y las representaciones en esta moneda apenas
cambiarán a lo largo del tiempo, con lo que es difícil catalogar las monedas. Además, la estátera
hay que entenderla en dos sentidos. En primer lugar, en tanto que moneda fabricada por cualquier
Estado de un solo valor, siendo normal un peso de 8,72-9 gr. Para una moneda, lo cual es un peso
notable. En segundo lugar este término designa la moneda de más valor dentro de un sistema
monetario: p.e. si Corinto en un momento acuña tetradracmas como valor más alto, podemos
hablar de estáteras de plata corintias (porque, recordemos, las tetradracmas estaban hechas en
plata).
4. Monedas especiales: En primer lugar nos vamos a referir a las monedas no específicamente
griegas:
4.1. Litra (Siracusa): Designa una pieza de plata que se usa en Sicilia y Sur de Italia, aunque con
el tiempo designará una pequeñísima pieza de plata. Su nombre dará al de la libra romana (1
libra = 327,45 gr.) aunque sin duda el peso no tiene nada que ver, ya que una litra es 0,65 gr.
Dos ejemplos de litra:
LITRA IZQUIERDA
Anverso: Cabeza velada y diademada de la reina Philistis (esposa de Hierón II) a izquierda.
Reverso: Cuadriga a derecha conducida por Nike. Encima leyenda griega BASILISSAS con
media luna debajo. Debajo de los caballos espiga y en el campo a derecha KIS.
En exergo leyenda griega FILISTIDOS
LITRA DERECHA
Reverso: Pulpo
4.2. Siclos: Se trata de un término que deriva del fenicio shekel y en la Biblia aparece como
unidad ponderal.
4.3. Calco: Se trata de una moneda de cobre que termina siendo la moneda de cobre por
excelencia del mundo griego y equivaldría a 1/8 de óvolo, que recordemos que era un sexto
de una dracma. Será muy usada por los cartagineses.
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Hay monedas que por sus características y circunstancias, desde las dracmas hasta las estáteras,
van a recibir otro nombre:
4.1. Creseidas (mediados del s. VI a. C.): Se trata de las estáteras del Rey Creso. Se trata de
algunas de las monedas más antiguas de la Historia (datan del 561-546 a. C.) Aparece un león
devorando a un toro en el anverso y un cuadrado incuso por detrás.
4.2. Dáricos: Se trata de las monedas acuñadas por Darío I en el s. V a. C. En época de las
Guerras Médicas la influencia persa en Asia Menor es muy grande y las ciudades de la región
terminarán por imitar a la moneda. Se intenta representar a un personaje en actitud de
combate que no se corresponde con Darío I.
4.3. Filipos: Son las estáteras de oro de Filipo II de Macedonia (359-336). Pero este rostro no se
puso en las monedas hasta la muerte de Filipo II.
4.4. Cicienos: Se trata de un tipo de moneda que recibe el nombre de una ciudad. Se acuñan en
Cízico (550-500 a. C.), que posee un rostro humano en el anverso y un cuadrado incuso por
detrás; y en Focea (las Focaides 625/600-522 a. C.), que llevan un grifo en el anverso y un
cuerpo geométrico incuso en el reverso.
4.5. Lechuzas Atenienses (475-465 a. C.): El olivo aparece por primera vez como símbolo de la
victoria en las Guerras Médicas sobre los persas, es un símbolo de paz; la lechuza con las alas
desplegadas es un símbolo también de la victoria. En el anverso lleva el rostro de Atenea con
un casco militar y con rasgos arcaicos como el ojo de alzado y el rostro de perfil. La ciudad
de Atenas, por la gran cantidad de moneda que emite, es la mejor ciudad para observar
cambios en las monedas.
4.6. Pegasos Corintios: El Pegaso está en el anverso y en el reverso tenemos a una persona con el
típico y alargado casco corintio.
4.7. Tortugas Eginetas: En el cuadro incuso tenemos la abreviatura AIΓ que es el comienzo de
la palabra que designaba a los eginetas.
4.8. Cistóforos de Asia Menor: El nombre le viene por las cistas de Dionisio que le da nombre.
En ellos hallamos también símbolos como el caduceo.
4.9. Medallones: Se trata de monedas anómalas porque exceden en mucho el peso legal de una
pieza monetaria. Se trata así pues de medallones/medallas, aunque la Numismática también
se encarga de éstas pues responden a fines decorativos. Sin embargo, estas monedas sí eran
de curso legal, es decir, se podía comprar con ellas. Un ejemplo es el Medallón de
Eucrátides 168 gr. (= ± 20 estáteras).
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proceso en el s. IV a. C. en los casos en que aparezca. Antes del s. IV a. C. hay monogramas o
pocas letras y se fijaba la responsabilidad en algún fallo en la fabricación y alteración de monedas,
lo que se castigaba con la pena de muerte. Los magistrados en cargados sólo los podemos conocer
a partir del nombre completo de las monedas. Tres tipos de magistrados hay: los magistrados
monetales propiamente dichos, que son ciudadanos encargados directamente de esta tarea y de la
que apenas tenemos información, aunque sí la suposición de que estos puestos fueran ocupados
por jóvenes que se querían iniciar en la carrera política; arcontes epónimos y los liturgos,
ciudadanos particulares de posición muy privilegiada a los que el Estado encarga que sufraguen
con su propio dinero las actividades de la ciudad, ya que en Grecia no había pagos directos, sino
indirectos, como las coreguías y trierarquías.
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Hay una moneda que está causando bastantes problemas que procede de Éfeso datada entre el 625
y el 600 a. C. Presenta una forma almendrada y está hecha de electrón. En una leyenda retrógrada
(lo que refuerza la antigüedad de la moneda, ya que es un signo de arcaísmo) pone “Faénos emi
semá”, es decir, “soy el signo de Fanes”. En el anverso aparece un ciervo, relacionado con
Artemisa, que gozaba de gran predicamento en Éfeso, donde se había construido un Artemision en
su nombre que es una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Esta moneda es controvertida tanto
por su fecha como por el personaje Fanes, ya que podía ser un banquero, un gran comerciante o un
sacerdote del templo, siendo en todo caso un personaje que gozara de gran predicamento para
poder acuñar moneda. Podría ser incluso el nombre de un magistrado. De todas maneras, hay otras
teorías, como que podría ser el nombre de una sacerdotisa efesia de Artemisa, aunque se sabe que
el nombre de Fanes es masculino, con lo que queda invalidada.
¿Dónde se fabricaba moneda en el mundo griego? Los datos más importantes los tenemos en
Atenas. Las cecas designan una ciudad que fabrica moneda o taller monetario. En Atenas estaba al
lado del Stefanóforo dedicado a Teseo, del que se decía que había acuñado la moneda por vez
primera. Se trataba de un espacio grande compartimentado que tenía residencias para los obreros.
El trabajo era desempeñado por, sobre todo, esclavos dirigidos por funcionarios bajo
responsabilidad de los magistrados. Los talleres eran de tres tipos:
5.2. Talleres itinerantes: Se mueven por puntos del territorio de una ciudad.
5.3. Talleres militares: Circulan con el ejército y por eso en la Grecia Continental hay pocos,
pues hay pocos momentos de paz aunque no hay ejércitos profesionales, sino de milicia y
mercenarios. Así que se generalizan con los mercenarios.
6.1. Cuadrado incuso: Será frecuente en las épocas más arcaicas ya que los recursos técnicos
todavía son pocos. Se harán mediante un punzón con varias puntas en un cuño. Con el tiempo
se compartimentará su espacio. Se juega con la asimetría y se introducen los glóbulos. Esto lo
podemos ver en las estáteras de electrón de Lidia, anteriormente comentadas, salvo en un
aspecto: en las primeras monedas, cuando el cuadrado incuso no se compartimentaba, al
hacerse con el punzón de varias puntas salía en el anverso una especie de flor.
6.2. Divinidades patronales: Son importantes en las monedas ya que son un elemento
reconocible y que remiten al estado se responsabiliza de la creación de la moneda ya que cada
ciudad-estado estaba bajo la protección de un dios patronal, como ya venía pasando desde el
mundo sumerio.
Así para las monedas de Atenas encontraremos el retrato de Atenea en el anverso con una
lechuza en el reverso; para Olimpia es el retrato de Zeus o Hera (esposa de Zeus) en el
anverso con un águila en el reverso; para Etolia es Heracles representado como un varón
cubierto con la piel de un león; para Cnido será Afrodita; para Halicarnaso será Helios
(fácilmente reconocible ya que mira de frente, tiene el pelo rizado y, si mira de perfil, se nota
que lleva una corona con rayos de sol), y para Naxos es Dionisos con una copa.
6.3. Mitos y leyendas: Las monedas en Creta tendrán un laberinto, en Corinto tendrán un Pegaso
(que fue, según la leyenda, donde se domesticó).
6.4. Productos típicos: En Egina las monedas tendrán tortugas en el anverso tanto marinas como
terrestres y en Metaponto tenemos el trigo, sea sólo o con el rostro de Deméter, lo que es de
destacar ya que el mundo griego nunca se caracterizó por provisiones abundantes de trigo.
6.5. Tipos parlantes: En Selinunte (Sicilia) tenemos el perejil, ya que el nombre de esta ciudad
(Selinous en griego y Selinus en latín) deriva del nombre del perejil en griego, que era muy
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frecuente en la región. En Rhodes o Rosas tenemos las rosas tanto de perfil como de planta y
en algún caso con la representación del dios Helios, tanto de frente como de perfil. Por
último, en Akragas (Agrigento, Sicilia) tenemos a los cangrejos.
6.6. Juegos atléticos: Sería el mundo griego el que diese lugar a los juegos atléticos de hoy en
día, aunque en su momento eran juegos deportivo-religiosos panhelénicos que debían reforzar
la Koiné. Principalmente había 4: los Nemeos, los Pítico (Delfos), los Olímpicos (los más
importantes) y los Ístimicos. La moneda haría en alguna ocasión referencia a este evento tan
importante para el mundo griego de forma más o menos directa.
Aquí nos vamos a encontrar tipos como el águila devorando un carnero, la Victoria como una
mujer alada, Zeus con la corona dada a los ganadores, Hera y la diadema estefanófora y la
antorcha (que también representa un papel muy importante en las colonizaciones, ya que se
trasladaba parte del fuego de la metrópolis a estas colonias como símbolo del vínculo entre
metrópolis y colonia.
También es muy frecuente que se hagan efigies de los vencedores en los Juegos Olímpicos,
como Alcibíades, que se gastó mucho dinero para poder competir en los juegos y ganó en las
pruebas ecuestres, o Filipo II de Macedonia (359-336 a. C.), que aprovechó su prestigio
ganado en los Juegos Olímpicos para poder acuñar moneda. En estas monedas lo vemos a
caballo con la rama de olivo, signo de los vencedores, y nos muestra ya cómo la soberanía en
el mundo griego no recae sobre las poléis, sino sobre un monarca.
La ciudad de Aspendos, en Panfilia (Noroeste de Tracia) son frecuentes las monedas con
símbolos olímpicos de distintas pruebas como el lanzamiento de jabalina o la lucha
grecorromana y entre las monedas hallamos una triquetra, de la que sólo tenemos pruebas en
Granada, muy posiblemente llegada con los contingentes de legionarios romanos reclutados
en Sicilia.
Pero también hallamos monedas con alusiones olímpicas en Tarento (510 – 500 a. C.
Dracma de 7’95 gr. Y 450-440 a.C. Dracma de 7.70 gr.) y en Gela (Sicilia), donde vemos
una moneda (490/475 a.C. Didracma de 8.50 gr.) que en el anverso nos muestra un jinete
lanzando una jabalina (prueba de lanzamiento de jabalina a caballo) y un prótomo de un
animal con cabeza de hombre. En otra moneda del mismo sitio hallamos otra moneda donde
en vez de un jinete lanzando una jabalina hallamos en el anverso un auriga con una cuadriga
de caballos (415-405 a.C. Tetradracma de 17’17 gr.). También se puede hablar de una
moneda de Anfípolis hecha en bronce en el siglo IV de 11 mm.
En la región de Beocia hallamos otro tipo de escudo bilobulado que ofrecía, por su mayor
amplitud, una mejor protección integral del que lo llevase en combate. En el reverso podía
llevar otros símbolos como un ánfora (Tanagra (387-374 a.C. Óbolo de 0.95 gr).
6.8. Retratos: Sólo se dan a partir del Período Helenístico, siendo este tipo en esta época el más
representado, tanto para personajes fallecidos como para vivos siempre que fueran célebres
por algo. El primero en acuñar una moneda con su rostro fue Demetrios Poliorcetes a
comienzos del s. III a. C. Nos lo encontramos de perfil con una diadema en la cabeza y con
tipos varios en el reverso como un jinete (Estátera de oro de 8.57 gr acuñada en Amphípolis
290/89 a.C.) o una figura de Poseidón (289-288 a.C. Tetradracma de 17’05 gr. Con leyenda
ΒΑΣΙΛΕΩΣ / ∆ΗΜΗΤΡΙΟΥ).
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Tras la época de Alejandro Magno se acuñan muchas monedas en los Reinos Helenísticos. En
el caso de Lisímaco (323-281 a.C.), se acuñan monedas diversas con el rostro de Alejandro
Magno de perfil en el anverso y en el reverso la figura de Atenea con la leyenda ΒΑΣΙΛΕΩΣ /
ΛΥΣΙΜΑXΟΥ. Con Ptolomeo I también se acuña moneda en Egipto por primera vez con la
leyenda ΒΑΣΙΛΕΩΣ/ ΠΤΟΛΕΜΑΙΟΥ. También Cleopatra VII Filópator acuñará moneda con
su rostro de perfil en el anverso y con un águila con la leyenda ΚΛΕΟΠΑΤPΑΣ/
ΒΑΣΙΛΙΣΣΗΣ.
7. Evolución histórica de la moneda: Partimos de una división por épocas según criterios histórico-
artísticos de Grecia para establecer períodos en la moneda griega: el Período Arcaico (desde el fin
de la Época Oscura hasta las Guerras Médicas), el Período Clásico (desde el fin de las Guerras
Médicas hasta la Conquista de Alejandro Magno) y el Período Helenístico (desde la muerte de
Alejandro Magno hasta la conquista romana).
A partir de aquí podemos formular varios períodos: el Período Arcaico (desde el fin de la Época
Oscura hasta el 480 a. C.), el Período de Transición (desde el 480 a. C. hasta el 415 a. C.), el
Período del Buen Arte (415-336 a. C.) y el Período Helenístico (desde el 336 a. C. hasta la
conquista romana).
Pero de todas maneras, los tipos no evolucionan en gran medida a lo largo de la Historia. Sólo en
Atenas evolucionan de una forma más evidente desde aquellas primeras Wappenmünzen o
Monedas Heráldicas, que tienen dibujadas ruedas de carros, escarabajos y la Gorgona Medusa sin
olvidarse del cuadrado incuso. Después, con la adopción del rostro de Atenea para el anverso y la
lechuza para el reverso, los expertos han determinado una evolución para la moneda ateniense en
función de la sonrisa de Atenea, que aunque no es muy evidente el cambio, parecen existir
diversas sonrisas con distintos estados de ánimo de la diosa.
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TEMA 8. NUMISMÁTICA DE LA REPÚBLICA ROMANA
1.1. Literarias: En primer lugar un texto del siempre curioso autor Plinio el Viejo (tan curioso
que morirá cuando se acercó tanto al área afectada por el volcán Vesubio murió envenenado)
de su “Historia Natural”:
“Servius rex primus signavit aes. Antea rudi usos Romae Timaeus tradit” (Trad. “El Rey
Servio selló el primero el aes. Antes, Timeo estableció los usos del rude”). Hay que entender
el aes como una pieza genérica de cobre o bronce.
En segundo lugar tenemos las informaciones de Aulo Gelo y Rufo Festo, que afirman que las
leyes públicas Lex Atenia Tarpeia (454) y la Lex Menentia Sestia (452) establecían que las
multas podían pagarse en cobre y fijaban el correspondiente valor en metal de una oveja = 10
ases y de un buey = 100 ases. En estos momentos el AS debe entenderse no como una
moneda, sino como una unidad de peso = 1 libra = 327’45 gr. Con el paso del tiempo, con el
dominio de la metalurgia el metal sustituye al ganado y se utilizará al peso en primer lugar
hasta que se marque como garantía de su peso.
1.2. Epigráficas: De las leyes antes mencionadas no se conservan restos, pero en las Leyes XII
Tablas (450) se reafirma lo que las leyes referidas por Aulo Gelio y Festo. También
conservamos la Lex Iulia Papiria (430), que establece que los pagos deben hacerse en cobre y
no en especies (animales).
Observamos a partir de lo dicho que el salto evolutivo en la génesis de la moneda romana es muy
grande.
Los elementos más antiguos de metal usados como materia de cambio son los de aes rude o
infectum, que se trata de piezas de cobre en principio informes utilizadas por su peso como
elemento premonetario. Estas son las piezas a las que se refería Plinio en el texto antes comentado.
Si se sabe de su uso como materia de cambio es por la aparición en contextos arqueológicos de
estos aes atesorados. Un caso de estos se trata de los hallazgos del templo de Deméter en Bitalemi
(Sicilia, cerca de Gela), donde se encontraron objetos votivos entre los cuales teníamos 72 piezas
de aes rude.
Este aes evolucionará con el transcurrir de los años, aunque todavía tendrá una forma irregular,
con el aes formatum. Sin embargo, el verdadero salto cualitativo llegará con el aes signatum que
consiste en lingotes de metal fundido con un tamaño unificado (16*9 cm. aprox.) y un peso
variable entre 1,2 y 1,8 Kg. (no guarda ninguna relación de peso con la libra romana). Su
particularidad es que lleva un signo o marca, en principio bastante simple (signo “Ramo Secco”,
que puede ser una rama de árbol, una espina de pescado o una espiga de trigo) aunque con el
tiempo se volverá más complejo y tenemos animales (bóvidos, elefante, cerdo desde el 280-275
hasta el 255 a. C.) armas (espadas y escudos), símbolos mitológicos (caduceo, tridente, águila
de Júpiter sujetando un haz de rayos), agrícolas (trigo, gallinas) y astrales (cuartos
crecientes lunares y estrellas).
Todo este proceso se dará a finales del s. V a. C. y comienzos del s. IV a. C., pero es algo cogido
con pinzas. Esto está influido por el contexto: la configuración de la República Romana. Destaca
el alto porcentaje de hierro y escaso estaño y se pudo usar la calcopirita en estado muy puro. Las
diferencias iban a surgir entre regiones, como la variante itálica y la aemilia.
Los primeros elementos que podemos calificar como una moneda propiamente dicha son las
piezas de aes grave, que aparece a fines del s. IV a. C. y que inicialmente tendrá una forma
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almendrada. Se fabricarían por fundición y se usarían toda una serie de símbolos con el paso del
tiempo que nos indican el valor de la pieza: glóbulos, animales (tortugas, conchas), ruedas, manos
y otros signos etc. y se empieza a crear un sistema de valor. Los signos cuesta identificarlos al
principio pero se volverán más complejos y reconocibles y aunque tienen en principio un carácter
privado, terminan siendo símbolos de estado con representaciones de divinidades (Apolo, Roma,
Mercurio tanto con el caduceo como con el casco con alas, Jano bifronte etc.).
Pero hacía falta algo más: el aes grave equivaldrá a una libra romana, lo que convierte al aes
grave en libral y en el 325-225 a.C. se adoptarán tipos fijos para lograr la unidad monetaria que no
van a cambiar hasta la reforma monetaria de Augusto en el 27 a. C. A partir de este as se crearán
divisores que llevarán los nuevos tipos creados.
Hay que tener en cuenta que si Jano Bifronte aparece en las monedas es, a pesar de no
pertenecer al panteón de dioses principales, de una gran trascendencia ya que va a marcar el
devenir histórico romano con el Templo de Jano, cuyas puertas estarán abiertas cuando Roma
esté en guerra y estarán cerradas cuando no. Evidentemente, dado el estado casi permanente de
guerra en el que Roma vive sumergida, las puertas estarán abiertas.
Sin embargo, estos pesos no se van a mantener iguales todo el tiempo, sino que se van a ir
reduciendo con el paso del tiempo manteniendo en todo momento las equivalencias, surgiendo
distintas fases:
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SEXTANTAL 269 ó 225-211 54’56
UNCIAL 217 LEX FLAMINIA 27’28
SEMIUNCIAL 89 LEX PLAUTIIA PAPIRIA 13’64
La fase sextantal pudo coincidir con la aparición del denario, esto es a mediados del s. III a. C. Del
aes grave vamos a tener varias series a lo largo del tiempo con dos pesos distintos aunque con
tipos iguales: la Serie Pesada (324 gr.) aparecida en torno al 280-275 a. C., y la Serie Ligera (280
gr.)
¿Por qué pasa esto? Por razones históricas, ya que Roma se basa en un modelo dual: en su
expansión crea ciudades de derecho romano y latino y colonias de derecho romano y latino,
habiendo así un doble estatuto jurídico y ciudadano, lo que arranca de la anexión que hace Roma
de los territorios vecinos, cuyos habitantes son los latinos (ya que Roma está en el Lacio) y con la
conquista no estarán en igualdad de condiciones con respecto a Roma. Esto llegaría hasta
Caracalla con el Edicto de Ciudadanía Romana de su Constitutio, ya que hasta entonces, sólo
Vespasiano había concedido un Edicto de Latinidad. Esta distinción se dará en la moneda y Roma
acuñará con respecto a la libra romana (327,45 gr.) y la latina (289 gr. Aprox.) ya que hay que
comerciar en dos territorios de signo distinto. Esta distinción se lleva hasta las cecas, que van a ser
diferentes para un tipo y otro.
Todo esto se irá unificando conforme pasa el tiempo hasta la aparición del Denario. Una última
característica de la moneda de bronce es que su producción va a ser, aparte de escasa, bastante
irregular mientras que la de la moneda de plata es más regular. Con la moneda de bronce vamos a
tener muchos lapsos en la producción y eso le va a conceder un gran valor a las monedas de
bronce que existían ya que se podían poner más tiempo en circulación.
No debemos olvidar que durante la República es el Senado el que acuña la moneda, delegando
esta función en sus III Viri Auro, Argento et Aere Flando Feriundo aunque también lo podían
hacer los magistrados cum imperio en momentos excepcionales.
2. La moneda romano-campana: Se trata de una moneda acuñada en tres series entre fines del s. IV
y comienzos del s. III a. C. y que nos sirve de transición entre las monedas de bronce y las
monedas de plata por lo que a continuación se verá:
2.1. Serie 1: Son monedas de bronce que se caracterizan por un reverso que presenta una leyenda
escrita en lengua y caracteres griegos: PΩMAIΩN = ROMAION = DE LOS ROMANOS.
¿Qué está pasando para que se haga así? Estas monedas no se fabrican en Roma sino en
Campania, es decir, la región más al sur de Roma, muy posiblemente en la ciudad de
Neápolis/Nápoles en el s. IV a. C. que, como todo territorio del sur de Italia y Sicilia estaba
ocupado por colonias de Grecia. Roma necesitaba comerciar con estas ciudades y, puesto que
no tiene poder militar y económico suficiente para imponer su propio criterio, necesita
amoldarse al criterio griego. Muy posiblemente estas monedas no serían fabricadas por
romanos. Una prueba de las influencias de la moneda griega en esta moneda la podemos
hallar en el prótomo en algunos reversos, que representan un bóvido con una cara humana
barbuda que nos recuerda mucho a la ciudad de Gela. En el anverso se representa la cara del
dios Apolo y se podía representar en el reverso un toro de cuerpo entero. Pesa unos 73 gr.
2.2. Serie 2: Se trata de monedas de plata, concretamente dracmas y didracmas, creadas en torno
al 280 a. C. según Michael Crawford, profesor de la Universidad de Londres. La diferencia
con la anterior serie, aparte del material, es que en la leyenda ya no encontramos caracteres
griegos, sino romanos: ROMANO(rum). En esta serie empezamos hallando a Marte con un
típico casco griego alargado y un caballo, que posee una simbología militar igual que la
divinidad, algo sin duda muy relacionado con la expansión militar romana. Después nos
vamos encontrando tipologías nuevas como Apolo para el anverso y el caballo de cuerpo
entero con signos astrales para el reverso, pero las más representativas son las relacionadas
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con el mundo romano: Hércules (anverso), la loba amamantando a Rómulo y Remo (reverso),
la Diosa Roma (anverso) y la Victoria Alada (reverso). Pesa unos 72 gr.
2.3. Serie 3: Se trata de una serie de dracmas y didracmas de mediados del s. III a. C. La novedad
consiste en que la leyenda es ROMA. Esta transformación hay que relacionarla con el devenir
histórico: en un primer momento los griegos imponían sus criterios a los romanos, ahora es
Roma quien los impone en un marco histórico que le favorece con la victoria en la I Guerra
Púnica y la conquista de Sicilia. Esto no quiere decir que renuncie a los patrones griegos. Nos
encontramos las mismas representaciones que antes en las monedas tanto para el anverso
como para el reverso. Pesa unos 66 gr.
3.1. Cuadrigatos: Se trata de monedas contemporáneas a la fijación de Jano Bifronte como tipo
fijo en las monedas de bronce (235-225 a. C.). Con estas monedas, Roma abandona los
sistemas griegos y los tipos acuñados son eminentemente romanos y sin ninguna relación con
los patrones monetarios griegos. El nombre de etas monedas se toma de la imagen del
reverso: Júpiter con un haz de rayos montado en una cuadriga de caballos con la Victoria
Alada ciñéndole una corona de laurel. Esta cuadriga puede ser una réplica de la cuadriga que
corona el templo de Júpiter.
En el anverso nos encontramos con una imagen que unos han correspondido con Jano
Bifronte joven y otros con el hijo de Jano, Fontus. Géza Alföldi piensa que se puede
corresponder con los dioses penates estatales (que se diferencian de los dioses penates
privados de cada familia). La primera postura parece la más aceptada por lo antes
mencionado relacionado con Jano.
La leyenda se escribe de varias formas pero siempre pone ROMA. Posiblemente estas
monedas se hicieran exclusivamente en Roma en talleres romanos, aunque posiblemente por
técnicos griegos en un principio que provendrían del taller de Alejandría.
3.2. Victoriatos: El cuadrigato deja de ser acuñado entre el 213-211 a. C. y se sustituye por esta
moneda. Su nombre se debe, como en el anterior caso, a lo representado en el reverso, esto es
una Victoria Alada coronando con una corona de laurel un trofeo (estaca de tamaño natural
en la que se cuelgan las armas incautadas al enemigo). Estas monedas se destinan a comerciar
en zonas donde existe tradición griega. En muchos casos se hacen con una aleación de
metales pobres y un recubrimiento de plata que se desgasta con el tiempo, revelándonos el
aspecto original de estas monedas.
3.3. Sestercios de plata: No debemos confundirlo con el sestercio imperial creado tras la reforma
de Augusto, que es una moneda grande y de bronce. En la República se trata de una moneda
pequeña y hecha en plata y acuñada por poco tiempo. La tipología del anverso y el reverso es
parecida a la de los primeros denarios. Pero se distinguen de estos por la HS con la cabeza de
Roma llevando un casco en el anverso y en el reverso tenemos a los Dióscuros Cástor y
Pólux, divinidades protectoras de los caballos que precisamente van montados en caballos
con una lanza cada uno y un gorro cónico o astros en la cabeza. Esta moneda equivale a dos
ases y medio de bronce mientras que el peso no llega al gramo y medio.
3.4. Denarios: Será la principal moneda de plata y la moneda más importante del sistema
monetario romano desde el s. II a. C. hasta el s. III d. C. gracias a que servía para pagar a los
legionarios. El problema del denario radica en la ubicación cronológica a razón entre el
debate entre las fuentes literarias y arqueológicas. De fuentes literarias tenemos las dos
siguientes:
PLINIO (Hist. Nat. XXXII, XIII 42-44): “La plata fue signada como moneda en el año 485
a.U.c., cinco años antes de la Primera Guerra Púnica. Y se estableció que el denario valiese
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diez libras de bronce, el quinario cinco…” Es decir, Plinio nos sitúa la aparición del denario
entre el 269 y el 268 a. C. (el año de la 1ª Guerra Púnica es el 264 a. C.)
TITO LIVIO (Epítome XV): “Una vez vencidos los picentinos, se hizo la paz. Se fundaron
las colonias de Ariminum en el Piceno y Beneventum en el Samnio; entonces, por primera
vez, el pueblo romano comenzó a utilizar la plata amonedada” Es decir, nos sitúa la
aparición en el 268 a.C.
Por su parte, la documentación epigráfica nos muestra cómo la Lex Flaminia (217 a. C.)
establece que el denario debe tallarse a 84 piezas la libra de plata (3,9 gr.) y que con
anterioridad (no se sabe cuándo), se tallaba a 72 (4,55 gr.). Es decir, que con la Lex Flaminia
se determina que cada denario pese 3,9 gr.
3.4.1. Postura Tradicionalista: Se basa en la veracidad de Plinio y Tito Livio y deja el origen
del denario en el 269-268 a. C. ya que se reconoce que estamos ante dos autores de
prestigio que señalan una misma fecha.
3.4.2. Postura “Bajista”: Se trata de una postura ya un poco desfasada, pues partía de los
estudios del británico de fines del s. XIX Mattinghy que, al estudiar la moneda romano-
campana, decide reducir la cronología en función de un contexto histórico distinto hasta
dejar la aparición del denario en el 187 a. C. En esta época no se conocían los datos
arqueológicos.
3.4.3. Postura Intermedia: Trata de acercar las dos posturas y hace coincidir la aparición del
denario con la reducción de peso de la moneda de bronce y la adopción del sistema
sextantal para la moneda de bronce en torno al 213 a. C.
Los primeros denarios iban a ser anónimos y nos mostraban en el anverso a la Diosa Roma
con casco y una X que nos indica que el denario vale X ases, y en el reverso a los Dióscuros
con la leyenda ROMA, aunque también podía ser una biga (un carro tirado por dos caballos).
Después se intercalan otros símbolos como el ancla de un barco, un ápex o gorro con un gran
pico y grandes orejeras, el caduceo, la cornucopia, el creciente lunar, la Victoria coronando a
los Dióscursos, una rueda, una rama de olivo (con la Diosa Roma), Diana Lucífera (mujer que
lleva en la cabeza una luna en cuarto creciente que se corresponde con el foco de la luz
nocturna), una mosca etc. que nos permiten establecer una cronología para estas monedas.
Pero el momento más destacado para los tipos de la moneda va a ser cuando aparezca en las
monedas el nombre de los magistrados monetales (TOD) en principio abreviado o con
monogramas para pasar después a tener todo el nombre: Quinto Lutacio Cátulo y Marco
Terencio Varrón (VAR) para 206-200 a. C.
Ha surgido otra postura en torno al origen del denario que defiende un origen en el 269-8 para
los denarios anónimos y otro para las monedas con símbolos de magistrados en el 213-211 a.
C. Esta teoría parece tener sentido ya que está configurando aspectos ideológicos aparecidos
en Roma con la mayor expansión por Italia y la consolidación de una aristocracia más
recalcitrante que parece tener Roma controlada para sí.
Un hecho relacionado con esto se va a producir en el 134 a. C., siendo Tiberio Graco Tribuno.
En este momento parece que las conquistas no han servido para solventar los problemas de la
mala distribución de la riqueza, sino que se ha profundizado en ellos, las diferencias sociales
se han acentuado y la aristocracia ha aumentado su poder, hasta el punto de que un personaje
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como Tiberius Minucius Aurinus acuña monedas con una escena en el reverso protagonizada
por un ancestro suyo del s. IV a. C. en vez de haber un símbolo estatal.
El Denario desarrollará otra moneda que tiene la mitad del valor de éste: el quinario, que está
marcado en las monedas con “V”. A partir del 136 a. C. el denario valdrá 16 ases y se cambia
la marca de valor, que pasa a ser un XVI o una X partida en horizontal por la mitad. Desde un
punto de vista metrológico el denario rompe con la tradición griega y adopta una moneda de
peso algo inferior a la dracma con un grado de pureza superior al 96% y con un gran nivel
técnico que consigue la inmediata aceptación en los mercados.
4. La moneda de oro republicana: Se acuñan pocas y con carácter puntual salvo ciertas emisiones
del s. I a. C., con la Crisis de la República, extraordinarias que llevan gran cantidad de oro.
4.1. Monedas de oro anónimas con la escena del juramento: Son las primeras monedas de oro
y su peso oscila entre los 3 y 6 escrúpulos o scrupula (hay que tener en cuenta que 1
escrúpulo equivale a 1,137 gramos). Como no se sabe cómo las llamaban los romanos se las
ha denominado por la escena representada en el reverso, ya que no son áureos. Esta escena se
trata de un personaje central arrodillado con cerdo pequeño flanqueado por un hombre
barbudo con una lanza y otro más joven. Ambos apuntan hacia el cerdo con unos cuchillos,
quizás para sacrificarlos. Así se prestaba el juramento de fidelidad en los ejércitos, ya que era
la manera, según la leyenda, en que Eneas y el Rey Latino se aliaron. Esto es, sin duda, un
mensaje de propaganda para reforzar la alianza de Roma con sus aliados itálicos frente a los
púnicos en la Segunda Guerra Púnica, momento en el que eran dueños de las minas de oro del
lugar, con lo que Roma tuvo que buscarse el aprovisionamiento de oro de otro lugar. En la
leyenda pone ROMA.
4.2. Aúreos de Marte/Águila: Se trata de monedas de oro acuñadas poco después del 211 a. C.
El águila del reverso se trata de una representación de Júpiter, que por si fuera poco lleva un
haz de rayos. Esta moneda estuvo poco tiempo en circulación, aunque hubo órdenes de
fabricarlas en masa, como en cierta ocasión que el Senado pidió 4.000 monedas de estas
monedas de oro. Pesarían entre 1 y 3 escrúpulos.
Con la Guerra Civil se acuñaría moneda de oro también. Así César nos ha legado algunas
monedas donde se le representa con atuendo sacerdotal con la leyenda CAESAR CO(n)S(ul)
TER(tius) (César, Cónsul por tercera vez) en el anverso y en el reverso también hay signos
religiosos y fasces triunfales (moneda de 46 a. C.) o conmemorativas por la conquista de las
Galias del 50-48 a.C. , donde nos encontramos trofeos con distintos objetos militares galos.
También hay monedas de Marco Antonio, Lépido (43 a. C.) y Sexto Pompeyo (42 a. C.)
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TEMA 9. NUMISMÁTICA DEL IMPERIO ROMANO
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TEMA 10. NUMISMÁTICA ANTIGUA DE HISPANIA
2. Acuñaciones del siglo III a.C. Primeras emisiones ibéricas de bronce. Emisiones de la
Ulterior en los siglos II-I a.C.:
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