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Revista Teórica-Dpto. de Marxismo e Historia-Facultad General Calixto García


Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

Directora : MsC. Marlene Portuondo


Consejo de dirección
Dr. Landelino Sierra, Lic. J.M. Fernández, Lic. Pedro Rodríguez,
Lic Efraín Sánchez, Lic. Patricia González y Lic. Cristian Cabello
Agosto 2010
Edición Bimestral. Año 1 Número 2 junio de 2010

www.mportuondo@infomed.sld.cu

Sumario
Página 2
La estructura de clases en Cuba
por Msc. Marlene Cárdenas
Página 8
Hacia el rescate de la memoria histórica
por Dariagne Junco
Página 15
El silencio y la comprensión, claves del discurso filosófico cubano
por Dr. C. Zoila María Fajardo
Página 21
Un cubano muy completo
por Dr.C. Eusebio Leal
Página 27
La teoría de Gramsci sobre hegemonía y cultura
por Lic. José Mayo
Página 36
Médico destacado de la época colonial
por Lic. Ana María Gelpi
Página 38
¿Corsarios Criollos ?
por Lic. Josefina Acosta de Para

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La estructura de clases en Cuba


por Msc. Marlene Cárdenas

La estructura
socioclasista de una
sociedad no surge por
el antojo y voluntad de
los hombres si no va
aparejado a causas
objetivas del propio
desarrollo social, y
puede cambiar o variar
por lo dinámico de su
existir, y por las propias
relaciones mutuas que
se establecen entre las clases y grupos sociales.
En el análisis del carácter de las relaciones de producción imperantes
bajo cualquier organización económica y social son determinantes,
fundamentalmente, las condiciones de vida de la población humana.
En nuestro país existe un sistema de relaciones de producción de
transición, multifacético y complejo, donde se mezclan elementos de
distinta naturaleza, y en lo referente a los individuos y de grupos
sociales hay que tener en cuenta el medio en el que se desarrollan, el
lugar que ocupan en la división social del trabajo que determina su
posición social , y las diferencias de intereses.
No se pueden obviar los elementos expuestos por los fundadores de
la Filosofía Marxista acerca de las clases porque ellos acumularon en
sus obras un arsenal metodológico indispensable para interpretar,
analizar y establecer un debate sobre los procesos que tienen lugar
hoy en nuestro país y en el contexto internacional.
Surgimiento y esencia de las clases sociales
Las clases son grandes grupos de hombres en que está dividida la
sociedad , pero hay otras divisiones o agrupamientos entre los seres
humanos por diferencias de edad, sexo, raza, nacionalidades,
profesiones, oficios, etc.
El nivel diferente de desarrollo socioeconómico y cultural de los

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hombres pertenecientes a razas distintas no puede explicarse ni por


el color de la piel, ni por otros rasgos sociales.
La desigualdad social de los sexos tampoco se explica por causas
naturales sino por causas históricas ya que en los primeros peldaños
de la historia ,en el matriarcado, la mujer ocupaba una posición
primordial en la sociedad , la cual perdió posteriormente .
La división en clases no está vinculada en absoluto a las diferencias
naturales sino que existe dentro de las mismas.
Algunos sociólogos burgueses buscan las causas de la división de la
sociedad en clases en la violencia, pero ésta no la creó sino lo que
hizo fue acelerarla y profundizarla.
La división de la sociedad en clases es el resultado de causas
económicas, y su origen es la división del trabajo en el seno de la
sociedad.
A la par con la división social del trabajo y con el intercambio, se
desarrolla la propiedad privada de los medios de producción que
sustituye a la propiedad comunal dando lugar a que la sociedad se
divida en ricos y pobres, y en explotadores y explotados.
La formación de las clases siguió un doble camino: primero, la
aparición en el seno de la comunidad de un puñado de explotadores,
que fue integrado al inicio por la nobleza gentilicia, y después por el
sector más vasto de personas ricas; y segundo, mediante la
reducción a la esclavitud de los individuos de otras tribus hechos
prisioneros, y, más tarde, de los miembros de las propias tribus
empobrecidas y sojuzgadas por las deudas.
Engels señaló que “estas clases de la sociedad están en todas las
épocas fruto de las relaciones de producción y de cambio, es decir,
de las relaciones económicas de su época.”
¿ Y qué son las clases sociales y cuáles son sus rasgos económicos
sociales y espirituales?
Si se destaca artificialmente un rasgo cualquiera de las clases seria
imposible hacer una definición científica de este concepto.
Hay que tener en cuenta todos los rasgos de las clases en su unidad
orgánica, y fue Lenin en su obra “Una gran iniciativa”, quien hizo esa
definición científica, cabal y consecuente de las mismas al señalar
que “las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian
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entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción social


históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran
con respecto a los medios de producción por el papel que
desempeñan en la organización social del trabajo y por el modo y la
proporción en que perciben la parte de riqueza social de que
disponen.”
Conociendo los antecedentes del surgimiento de las clases sociales,
su esencia y el fundamento de su existencia cabe preguntarse si
éstas seguirán existiendo.
Para suprimir por completo las clases no basta con derrocar a los
explotadores como son los terratenientes y capitalistas, ni tampoco es
suficiente suprimir su propiedad sobre los medios fundamentales de
producción, ni terminar con las diferencias entre la ciudad y el campo
así como entre trabajadores manuales e intelectuales sino que es
primordial alcanzar el desarrollo de las fuerzas productivas y acabar
con la resistencia de la pequeña producción.
Estructura Socio-Clasista en Cuba
En la profundización de la concepción dialéctico materialista sobre la
estructura social de la sociedad se emplea la categoría Estructura
Socio-Clasista, la cual está constituida por el funcionamiento
complejo de las clases y grupos sociales de una sociedad
determinada, por la dinámica de los intereses que ellas representan, y
por el sistema de sus relaciones mutuas.
Este concepto hay que verlo no como algo inmutable, sino que la
misma práctica ha demostrado la flexibilidad, y variabilidad de su
contenido bajo determinadas condiciones históricas concretas, pues
las clases, grupos, y sectores se encuentran vinculados a una forma
de producción.
A partir de los años 90 del pasado siglo surgieron los siguientes retos
para la Revolución Cubana:
1.-La constante amenaza de una sociedad basada en el egoísmo
2.-El individualismo, la vanidad y el ánimo de lucro
3.-La destrucción del campo socialista
4.-La desaparición nuestros mercados, las fuentes de créditos y
de inversión
5.-El recrudecimiento del bloqueo norteamericano contra Cuba
6.-La acentuación de la Guerra Económica contra nuestro país
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por Estados Unidos y sus aliados


7.-El incremento de las campañas difamatorias contra Cuba
Todo lo anterior motivó que se hicieran concesiones tácticas y
cambios en las formas de propiedad , a pesar de que no había una
preparación adecuada, y lo cual generó descontrol, pérdida de
eficiencia y situaciones indeseadas.
Esto dio origen a la creación de una economía dual, la expansión del
sector informal, y la reorganización de la producción agropecuaria
porque era necesario para reinsertarnos en la economía mundial y
en un nuevo orden unipolar pero manteniendo la esencia del
Socialismo, y se reflejan en:
Constitución Socialista de 1976
Artículo 14: Reconocía como forma principal de propiedad la
Estatal Socialista.
Ley de Reforma Constitucional del 12 de julio de 1992
Artículo 14: Posesión del Estado solo a los medios fundamentales
de producción.
Artículo 15: Se reconoce la posibilidad de transmitir parcial o total
los medios a personas naturales o jurídicas,y se abre un
espacio en la economía cubana para la propiedad mixta,
incluso para la íntegramente privada.
Ley 77 de 1995 para autorizar la inversión extranjera en todos los
sectores.
Decreto- ley 142 de 1993 que establece la fragmentación de
grandes empresas agrícolas en las llamadas unidades básicas de
producción cooperativa.
Decreto-ley 141 de 1993 y Resolución No. 1 del Comité Estatal
de Trabajo y Seguridad Social que reconoce la posibilidad de
trabajo por cuenta propia.
Decreto ley 191 de 1994 que autoriza la apertura de los
mercados agropecuarios.
Además se llevan a cabo otras transformaciones entre 1990 y 2000
tales como el aumento del número de turistas extranjeros en el
territorio nacional ,y la aparición de una red comercial en divisas
porque en manos de la población existía una disposición creciente de
divisas .
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De 1989 a 1996 ingresan en Cuba, por concepto de remesas


familiares, 3000 millones de dólares, y en 1993 se produce la
despenalización de la tenencia de divisas.
A pesar de los esfuerzos por mantener lo que se había logrado en
materia de igualdad y equidad a partir de la década de los 90 del
pasado siglo no se pudieron impedir nuevos factores con capacidad
de crear otros tipos de economía y grupos sociales estructurales en el
interior de las clases.
Si se tiene presente que la estructura de clases es cambiante,
dinámica, no estática, e influenciada por diversas condicionantes que
revelan la situación en las condiciones de la Cuba de hoy vinculadas
a las relaciones internacionales entonces cabe señalar que en los
últimos años las organizaciones de masas conformadas por
representantes de las clases y sectores sociales existentes en la
sociedad cubana han enfrentado determinados movimientos dentro
de sus estructuras debido al otorgamiento de tierras en usufructo
para aumentar la producción de alimentos, lo cual está ligado a la
clase obrera y al campesinado.
Otro sector social que ha jugado un peso fundamental en la
estratificación social en la Cuba de hoy es la intelectualidad , cuyos
integrantes aspiran a niveles de autonomía sin apartarse de los
objetivos que persigue la construcción del proyecto socialista, y han
encontrado espacio para el debate de cuestiones que contribuyen al
fortalecimiento de la etapa de transición al socialismo.
En el aspecto económico la alta dirección del país se enfrenta a
cuestiones tan importantes como es que el salario y el ingreso de los
cubanos para que ambos tengan para todos el valor necesario.
Actualmente las inequidades irritan a la mayoría de la población
porque son el resultado de ilegalidades, y corrupciones que existen
en la sociedad.
No son pocas las medidas que se aplican en correspondencia con la
política orientada por el Partido, y las cuales reflejan claramente que
el objetivo central es la mejora del nivel de vida de la población, en
especial, el incremento de la producción y los servicios, en cantidad y
calidad.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, general de
ejército Raúl Castro Ruz expresó que “el país tendrá como prioridad
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satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales


como espirituales”
Además resaltó que “Socialismo significa justicia social e igualdad,
pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos,
igualdad no es igualitarismo”.
Para el logro de esto se debe trabajar para aumentar la producción
agropecuaria, y para ello se ha comenzado a transformar la
agricultura, mientras en otras esferas está previsto cambios sin caer
en copias mecánicas de otros sistemas.
¿Cuáles son algunas de las cuestiones medulares a tener
en cuenta para los cambios?
Desarrollar las Fuerzas Productivas.
Tener en cuenta en primer lugar lo característico de
nuestro país.
Utilizar las relaciones monetarias mercantiles con una base
socialista.
Revisar constantemente los cambios y ajustes a la
situación real.
Finalmente hay que destacar que es necesario fortalecer la
conciencia revolucionaria del pueblo, y perfeccionar las formas de
participación de los ciudadanos en los debates, y en la toma de
decisiones así como romper con los esquematismos y extremismos .
Al respecto Raúl señaló que ”no hay por qué temer a las
discrepancias en una sociedad como la nuestra, en que por su
esencia no existen contradicciones antagónicas, porque no lo son las
clases sociales que la forman”, y añadió que “del intercambio
profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones”
Bibliografía:
Engels, Federico: “El origen de la familia, la propiedad privada y el
Estado”. Anti-during.
Marx, Carlos y Engels,Federico: “La ideología Alemana”
Lenin, V.I. “Una gran iniciativa
Castro Ruz,Raúl: Intervención en el VI Pleno del PCC 28/4/200
Discurso en la Sesión Constitutiva de la VII
Legislatura de la ANPP, La Habana 24/2/08.
Discurso en el acto central por Aniversario del
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Asalto al Moncada (26/7/07 ) Camagüey


Rodríguez, R.L.: “Compresión de la esencia social del ser humano
para la solución de problemas sociales de salud”
Colectivo de Autores:“Problemas filosóficos de la Medicina”. Instituto
Superior de Ciencias Meédicas de la Habana 1
“Los cambios en la estructura del socialista
en Cuba. La Habana 2003
Barreras, A. y otros : “Filosofía y ciencias de Salud”. (Edit. Pueblo y
Educación, Ciudad Habana, 1991)

Hacia el rescate de la memoria histórica


por Dariagne Junco, alumna de sexto año de medicina

Uno de los más ilustres


profesionales en el campo de la
Medicina y Cirugía fue el doctor
Enrique Núñez de Villavicencio,
quien nació en el poblado
habanero de Madruga,en el
siglo XIX.
El tuvo un papel importante no
sólo en el desarrollo de las
nuevas técnicas quirúrgicas con
las cuales salvó vidas en la
guerra de independencia, sino
también desde altos cargos
gubernamentales durante la
república mediatizada en las
esferas de la Sanidad y la
Beneficencia priorizó la
atención del niño y el adulto
mayor con la aplicación de
medidas que incluían la creación de asilos y centros sanitarios de
higiene infantil.
Todo puesto que desempeñó y cada papel que se le asignó lo
realizaba con responsabilidad y seriedad, y lo defendía con tanta
fuerza que era digno de admirar su actitud tanto en la actividad civil
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como en la militar.
El escribió numerosos artículos sobre la Medicina con los cuales se
ganó el respeto y la admiración de todos sus compañeros y
profesores ,destacándose principalmente en la rama de la cirugía
gineco-obstetra.
También modernizó el viejo Hospital Núm. 1 (actual Hospital Clínico-
Quirúrgico General Calixto García) pero no pudo ver terminada su
obra debido a su inesperada muerte , en tierras norteamericanas.
El sobresalió como soldado de la guerra, médico cirujano, y hombre
polémico, y combativo , y constituye una de las personalidades más
importantes en la historia de la medicina cubana, no sólo por haber
sido un cirujano eminente que inició numerosas técnicas quirúrgicas
en nuestro país, un destacado profesor universitario y un prolífico
autor de una abundante bibliografía científica, sino también porque no
vaciló en abandonar una cómoda y holgada posición económica y
social y arriesgar su brillante futuro en la cirugía cubana, para formar
filas en el Ejército Libertador como integrante del cuerpo mambí de
sanidad militar .
Después desempeñó importantes funciones de dirección en la
sanidad nacional como Secretario de Sanidad y Beneficencia en las
primeras décadas de la seudorepública.
El padre influye en su vocación por la medicina
Este extraordinario galeno demostró, desde sus primeros años de
vida, poseer grandes dotes de inteligencia.
Por seguir el ejemplo de su padre, que fue siempre su modelo ideal
como médico, matricula la carrera de medicina en la Universidad de
La Habana, en el curso 1886-1887,y allí desarrolló una labor brillante
porque obtuvo en 30 asignaturas, 29 sobresalientes,y un notable así
como conquistó 19 premios ordinarios, 3 menciones honoríficas, y el
premio extraordinario en el grado de Licenciado, y sobresaliente y
premio extraordinario en el grado de Doctor.
Estos resultados académicos iban acompañados de una agotadora
labor en las salas y salones de cirugía del Hospital Nuestra Señora de
las Mercedes, donde su progenitor lo hizo ingresar como alumno
externo desde el segundo año de la carrera, para continuar más tarde
como alumno interno y médico honorario adscrito al Servicio de

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Cirugía.
Al terminar el tercer año de la carrera, en 1889, publica su primer
artículo en la revista para estudiantes La Escuela de Medicina con el
título de "Apuntes de Técnica Anatómica", y con posterioridad, en la
revista El Progreso Médico aparecen sus artículos: "Decolación del
húmero por lesión traumática" y "Pénfigo agudo".
Cuando viaja a Nueva York envía desde allí una serie de artículos
bajo el título genérico de "Correspondencia desde New York", que
aparecen en El Progreso Médico, a partir del número de noviembre
de 1893.
En el primero de ellos hace una descripción general de los salones de
operaciones y de algunos de los actos quirúrgicos que presencia en
el New York Hospital,y en otros.
Además destaca el furor operatorio que había en aquellos tiempos
en los Estados Unidos, y que él califica de operomanía, y con severo
juicio críticó a los cirujanos norteamericanos que operaban a todos
los pacientes de apendicitis sin confirmar a veces el diagnóstico y sin
poner en práctica medios médicos.
Igualmente remite a la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y
Naturales de La Habana, por su condición de aspirante a miembro de
esta institución científica ,un importante estudio sobre "La electricidad
en el tratamiento de algunos desórdenes menstruales", en el que
compila su experiencia personal en esa técnica
A su regreso a Cuba comienza su carrera docente al ser nombrado,
en 1894, ayudante facultativo de la cátedra de Clínica de Obstetricia y
Ginecología, en la Facultad de Medicina y profesor auxiliar de
Obstetricia y Ginecología de la Escuela Práctica de Medicina,
institución no estatal que fue fundada en 1893.
El prestigio científico del joven médico se va a consolidar aún más
en1895 cuando ingresa como miembro titular de la Sociedad de
Estudios Clínicos de La Habana, la más antigua de las sociedades
médicas cubanas, con su monografía Consideraciones clínicas sobre
la seroterapia en la difteria, en la que refleja,por primera vez en Cuba,
las reglas precisas para la aplicación del suero antidiftérico.

Participación en la Guerra Independentista de 1895


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El hogar de los Núñez de Villavicencio era un verdadero centro de


patriotismo en que se conspiraba activamente por la independencia
de Cuba, como lo eran también el Hospital Nuestra Señora de las
Mercedes, y la Escuela Práctica de Medicina de La Habana, de las
cuáles casi la totalidad de sus profesores salieron para la guerra de
1895, y para el exilio revolucionario.
El se incorpora los campos insurrectos con el grado de comandante
en el Estado Mayor del Lugarteniente General Calixto García Íñiguez,
quien lo nombró Jefe de Sanidad Militar del 2do. Cuerpo de Ejército.
Bajo las órdenes de su jefe holguinero participa en acciones
importantes de guerra en las provincias de Oriente y Camagüey.
En la batalla de Las Tunas, en que fue gravemente herido su jefe
inmediato, el entonces general de brigada Mario García Menocal, le
realiza una rápida intervención quirúrgica que le salva la vida, y luego
sus efectivos cuidados durante la convalecencia, permiten a éste
oficial mambí retornar a las filas insurrectas.
Cuando éste último es destinado a mandar un contingente invasor
que deberá dirigirse a las provincias occidentales forma parte de su
Estado Mayor el teniente coronel Enrique Núñez de Villavicencio
como médico , y al terminar la Guerra Necesaria ,en 1898, ya
ostenta el grado de coronel de sanidad.
Debido a que Estados Unidos no reconoció al gobierno de la
República de Cuba en Armas tras ocupar militarmente con sus tropas
el territorio de la mayor isla del Caribe por haber derrotado a las
huestes españolas junto con los mambises, los principales dirigentes
cubanos acordaron constituir una Asamblea de Representantes del
Ejército Libertador, que representara los intereses nacionales .
Entre sus integrantes fue elegido por el 5º. Cuerpo de Ejército Núñez
de Villavicencio, a quien se designó como uno de los secretarios de
esta institución , la cual sesionó desde 1898, primero en Santa Cruz
del Sur ,y ,más tarde, en Marianao y el Cerro .
Unos días antes de celebrarse la sesión de dicha Asamblea, en que
fue destituido de su cargo militar el Generalísimo Máximo Gómez,
renunció Núñez de Villavicencio a su puesto en la misma por estar en
desacuerdo con el rumbo que tomaban los acontecimientos
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nacionales, y se retiró temporalmente de la vida pública, para


reintegrarse nuevamente a sus pacientes y a sus tareas científicas.

Uno de los más sobresalientes cirujanos


De vuelta a las salas Santa Magdalena y San Felipe del Hospital
Nuestra Señora de las Mercedes, su labor será tan brillante que
inscribe para siempre su nombre entre los grandes de la cirugía
cubana de todos los tiempos.
Al ponerse en vigor un nuevo plan de estudios en la totalidad de las
carreras de la Universidad de La Habana, conocido como Plan
Lanuza, es nombrado , en 1900, el doctor Núñez de Villavicencio
como catedrático titular de Patología Quirúrgica .
También impartía clases en la Escuela de Enfermeras del Hospital
Nuestra Señora de las Mercedes, desde su fundación en agosto de
1899, para la que publicó un pequeño libro de texto titulado “Nociones
de Ginecología”.
En 1905 alcanza un importante premio de la Academia de Ciencias
Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el más importante de las
ciencias en Cuba en la época, con la monografía La cirugía de las
manifestaciones filariásicas, lo que contribuye a que sea electo, al
año siguiente, como académico de número de la institución .
Se traslada a Francia a fin de actualizarse en las técnicas de cirugía
urológica con el Maestro de la Urología francesa,nacido en Cuba ,
profesor Joaquín Albarrán Domínguez, quien lo califica de "cirujano
de gran valor".
A la historia de la cirugía de Cuba va a dedicar dos importantes
trabajos: "La evolución de la cirugía en Cuba" (1905), en el que
destaca los hechos y las personalidades más importantes de la rama
de las ciencias médicas en el país y se lamenta de que, por la
indiferencia de algunos, no se recogieran en trabajos científicos
muchas de las observaciones y hallazgos que aportaba el crecido
número de pacientes que diariamente se operaban en nuestros
hospitales y clínicas y "La cirugía abdominal en 1889" (1916), que fue
el último artículo científico que salió de su pluma.
En el más alto puesto de la salud pública cubana
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Cuando fue nombrado como Secretario de Sanidad y Beneficencia, el


más alto puesto de la salud pública cubana de la época, muchos de
sus contemporáneos lo consideraron como un verdadero improvisado
en el cargo y vaticinaron su fracaso.
Aunque no era un consumado sanitarista, no había estado nunca
ajeno a los grandes problemas de la salud pública cubana.
En 1913, el Presidente de la República mayor general Mario García
Menocal, su jefe inmediato en la Guerra de Independencia, le confía
ese cargo en su gabinete.
La corrupción y el delito no tenían cabida en ningún lugar donde él
trabajara como tampoco dio tregua a la prostitución al eliminar las
“Zonas de Tolerancia” a pesar de que recibió muchas críticas al
respecto, y aunque no eliminó las causas que la originaban sí hizo
desaparecer su legalización oficial.
Igualmente enfrentó con éxito una epidemia de peste bubónica
mediante la aplicación de importantes medidas para controlar el mal,
entre ellas, la clausura de almacenes pese a las protestas de los
comerciantes, la prohibición del tráfico de mercancías y el tránsito
de personas en las áreas infestadas, las cuales inundó con agua
para ahogar las ratas, ya que las pulgas que tenían éstas eran las
transmisoras de la enfermedad del vómito negro.
Este fue el problema sanitario más importante, que confrontó
demostrando una vez más que sólo tenía compromisos sociales con
el pueblo y su bienestar.
Otras de las disposiciones sanitarias que dictó como Secretario de
Sanidad y Beneficencia fue la restricción de la venta de las llamadas
“drogas heroicas” para erradicar la narcomanía , y a tal fin se
estableció un control estatal de los estupefacientes que se
importaban ,y se reguló la expedición de recetas médicas.

Su gran obra médica


Su gran obra fue sin duda alguna la construcción del Hospital
Nacional General Calixto García, como parte del proyecto de
desarrollo de la atención hospitalaria en el país.
El acometió la tarea de sustituir los viejos pabellones de madera del
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antiguo hospital colonial situado frente al Castillo del Príncipe por


sólidas edificaciones de mampostería, los que distribuyó por
especialidades así como propuso los nombres de dichas
edificaciones así como los de sus salas.
Su prematura muerte le impidió ver concluida su gran obra, pero
cumpliéndose su voluntad, en junio de 1917, se le cambió el nombre
a la institución por el de Hospital Nacional General Calixto García, en
homenaje al inmortal héroe de nuestras tres guerras independentistas
contra España y su jefe en la última de dichas contiendas bélicas.
Tres años más tarde, en el mayor de los pabellones construidos, se
instalaba como unidad independiente el Hospital de Maternidad e
Infancia Dr. Enrique Núñez de Villavicencio.
El propio día se develó frente a dicha unidad hospitalaria la estatua
de ése eminente galeno, la que hoy está situada a un costado del
antiguo Pabellón Borges, actual Centro Ibero- latinoamericano de
Evaluación y Tratamiento de la Tercera Edad(CITED).

Su inesperada muerte
Agotado por la labor que desempeñaba como Secretario de Sanidad
y Beneficencia decide tomar unos días de descanso en la ciudad de
New York ,donde sufre un accidente automovilístico, en el que se
lesiona una pierna con pronóstico menos grave.
Por causa de su padecimiento de diabetes se le produce un absceso
en la herida , y tras ser intervenido quirúrgicamente surgen nuevas
complicaciones, las cuales, le producen la muerte el 15 de septiembre
de 1916.
Trasladado a La Habana en el crucero Patria de la Marina de Guerra
Nacional, fue enterrado con honores de “Coronel del Ejército
Libertador muerto en campaña” en el panteón familiar de la
necrópolis de Colón.
Su sepelio se convirtió en una de las más sentidas manifestaciones
de dolor popular que se recuerda en la capital cubana.
Todo parece indicar que Núñez de Villavicencio ha sido olvidado por
los historiadores ya que ni siquiera su nombre aparece escrito en la
lista de los doctores cubanos sepultados en la necrópolis capitalina ni
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tampoco en la relación de los combatientes de las guerras de


independencia de Cuba en el siglo XIX
Bibliografía :

Tro Pérez, R.: Emiliano Núñez de Villavicencio (1845-1922)


Bol. Col. Med. Habana. Junio de 1960
Arce, L. A.: Nuestra Señora de las Mercedes. Historia
de un Hospital. Ed. Lib. Selecta. La Habana
Delgado G.: Historia de la enseñanza superior de la
medicina en Cuba. Cuad. Hist. Sal. Pub. No. 75.
Cons. Nac. Soc. Cient. La Habana, 1990.
López del Valle, J. A.: Desenvolvimiento de la Sanidad y
Beneficencia en Cuba, durante los últimos
dieciséis años (1899-1914). La Habana, 1914.

El silencio y la comprensión, claves del


discurso filosófico cubano
Dr.C. Zoila María Fajardo
El siglo XX cubano en su pensamiento filosófico es un siglo
convulso.

Acontecimientos y sucesos de la
convivencia de los pueblos y de los
individuos, que en su posición de
líderes o seguidores de ideas tornan
la realidad contradictoria en matices
y criterios de vida al signar las
diferencias, a partir del lugar y papel
concedido a los humanos en el
entorno de la existencia.
Las esencias filosóficas que antes
se establecían desde circunstancias
que se aferraban a lo sensorial
pensado esta vez se postulan por lo
sensorial concreto, desde el
determinismo de las relaciones
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sociales pautadas por criterios que maximizan el instante y convierten


en grandes proyectos de utopías irrealizables los intentos de
emancipación humana, aquellos que vieron sus primeros matices en
las ideas libertadoras.
El siglo XX, heredero de la tradición de pensamiento que en siglos
anteriores se postula por una idea de humanidad que acude a las
concepciones más revolucionarias en tiempo histórico, signa los
mejores anhelos de los hombres que establecieron pauta en el
pensar, hacer, fallar o reflexionar sobre el destino del hombre y de la
vida en la tierra.
A este siglo antecesor pertenecieron hombres que en la especificidad
de pertenecer a un continente ávido de respuestas y repleto de
encantamientos, se lanzan a la tarea del saber al proveerse para ello
de la mejor experiencia de la ilustración: el saber para hacer.
La culpable incapacidad kantiana ve tambalear sus acertijos pues, en
lugar del cura que salva almas, el libro que dirige la acción, y el
médico que cura el cuerpo, pone al descubierto el hombre lleno de
anhelos, soberbia, ira por saber y hacer saber.
La isla o el continente angustiado de vivir en medio de la nada que
produce la persecución sistemática del silencio provocado por el no
decir, callar, no sólo por temor a morir sino por no saber que hacer,
se ve envuelta en el campo de las ideas en polémicas que
transcurrían en medio de guerras, y epidemias, que actuaban como
catalizadores de la necesidad de hacer.
Engendra el siglo XIX hombres completos en tanto se vuelcan en esta
necesidad del conocer hacía la sabiduría ,y en este sentido no se
aferran a una ciencia o saber específico sino que en el lugar de la
profesión sitúan, como reverencia, la aprehensión de todo aquello
que mitigue la inoperancia del saber escolástico.
A favor del pensar para saber y hacer desde cualquier rama que
garantice el ascenso hacia las virtudes, y la exterminación de los
vicios.
Por eso el “renquiciamiento y remolde” significa procurar para la isla
nuevos límites que procuren el desarrollo desde estructuras que
modifiquen prácticas, costumbres, y estilos de vida que no por
duraderos son aceptables.

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La actuación de hombres desinteresados y amantes


del país
En las variantes de enfoques asisten a nuestra historia filósofos,
médicos, ingenieros, y literatos, algunos de ellos portadores de una
cultura que no se circunscribía al saber que los hace ser notables.
La actuación de hombres superiores, desinteresados y amantes del
país como Francisco Arango y Parreño, José Pablo Valiente,
Tomás Romay y Chacón, el Obispo Juan J. de Espada y Landa,
Alejandro Ramírez, el Pbro. Félix Varela , quienes integran la
Sociedad Patriótica reflejan, además, las variantes de aporte.
Sus labores fueron altamente beneficiosas para el país,y sirva de
evidencia notable la presencia desde 1816 de un cambio favorable
con el aumento de la riqueza,el fomento de cafetales e ingenios,la
libertad de comercio,la abolición oficial de la "trata",la propagación
vacunas,y juntas de sanidad, , y entre otras acciones hay que
mencionar la visita del sabio alemán Alejandro de Humboldt, quien
dio a conocer la riqueza de Cuba en el extranjero.
Las medidas en torno a la sanidad, por ejemplo, iban precedidas por
un enfoque filosófico que situaba a las virtudes en la cumbre de los
valores supremos.
La garantía de éxito estaban en las virtudes a desarrollar no por gusto
en sus Cartas a Elpidio, en las que llega Varela a pronunciar que “no
hay patria sin virtud”.
Las virtudes asentadas en comportamientos humanos que pasaban
por la mediación de identidad de los hombres diferentes,
integradores de la vida de estos lares.
La virtud como asidero y finalidad para hacer del lugar de convivencia
una nación, un principio que aúna a los hombres en relación a un
entendimiento común, una memoria histórica, una comprensión de la
vida desde la necesidad inmediata y desde la idea que permite
tránsitos inevitables: del cielo a la tierra y de nuevo a volar, ante la
enajenación que provoca no estar comprometido.
El hacer saludable o el dilema salud- enfermedad incluye estos
vínculos, y se tejen pensamientos patrióticos que se establecen en el
imaginario, mentalidades o paradigmas como vías de solución a la
inmediata realidad.
17
18

No en vano en los pensamientos incipientes de independencia las


ansias de desarrollo de los más acaudalados intelectuales cubanos,
ideas de amplio diapasón desde la separación plena hasta el
anexionismo.
El siglo XIX muestra además en las escuelas, academias religiosas,
ideas que surten efectos en la creación de las academias e
instituciones de hoy, desde el hábito y los monjes del Convento de los
dominicos San Juan Beltrán en el siglo XVIII.
En las centurias décimo novena y vigésima se hereda esta tradición,
y aún en marcos conceptuales diferentes la filosofía y las ciencias se
dan la mano para el crear desde las virtudes lo necesario, la
independencia de ideas,y el conócete a ti mismo americano.
El siglo XX hace uso de este legado y se vale de esta eticidad
propicia, para dar sentido a su propia realidad.
El silencio en dialogema cómplice con individuos pertenecientes a
una realidad que guarda en su seno, en su memoria, lo hecho o lo
realizado en otros tiempos, hace mella, pero en su lugar acciones que
no se quedan en la nada, sino que se pronuncian a favor del
comprender en los límites culturales que impone un tiempo signado
por la historia y sus acertijos.
La modernidad en la ínsula mayor del Caribe
Cuba asiste a la modernidad americana con un discurso ético que en
el plano de las ideas aparece asistido por el crear exógeno
Se vale de esto para elaborar un comprender que al poseer carácter
filosófico se vuelve a la vida y a las ciencias que directamente la
concurren en un sentido cosmovisivo, y es un hacer desde
motivaciones no sólo existenciales sino también trascendentales.
Es por esto que el siglo XX hereda una filosofía de la vida, o de la
cultura que sitúa a la educación en sus diferentes preceptos, como
garante de orden y de ordenamiento social, condición necesaria para
el desarrollo de todas las ramas del saber.
Los intelectuales que en el saber filosófico se destacan tienden a ser
hombres que en virtudes asemejan al renacimiento por ser cultos,
mas que eruditos, y se avienen a sus áreas por la notoriedad de sus
estudios pero sostienen como condición a destacar una concepción
de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento que no transige en
18
19

determinaciones limitadas, como se convierte en tradición para la isla.


Sirvan de ejemplo Carlos J Finlay, Francisco de Arango y Parreño,
Enrique José Varona, Kourí, o a finales de siglo pasado Orfilio
Peláez, Rodrigo Álvarez Cambra, y Concepción de la Campa, entre
muchos.
Es un entendimiento de la realidad que comprende la aprehensión de
la misma en valores, sientan pauta en la eticidad de la nación al situar
el patriotismo como idea y sentimiento motriz.
La Patria es entendida desde el sistema de ideas del que el portador
es cómplice, y a favor de ella cavilan estos científicos pensando y
deshaciendo prejuicios, alistados en doctrinas, teorías y
pensamientos que pretenden buscar en la universalidad de sus
postulados, aquello que en la particularidad de lo nacional permita
evidenciar sus conjeturas.
Si bien el silencio aparece en el sentido común como asentimiento,
en el pensamiento cubano se expresa en ideas que aun no
desprovista de afeites foráneos se entiende como búsqueda del yo
interior de la nación.
En este sentido, el callar o decir de una manera específica significa
rotura de entendimiento, siembra de ejemplos y este es el objetivo
perseguido para la educación enfocada a galvanizar voluntades.
La creación de un sentido de Patria sobre la base de la garantía del
desarrollo, significa encontrar en los hijos de la isla la continuidad que
permita hacer real los sueños de sus mejores hijos.
La educación en un período extenso estuvo determinada por la
formación en universidades extranjeras de los mejores profesionales,
pero se perseguía un concepto más amplio y con este fin los hombres
de ciencia se vuelcan hacia la formación de todos en principios
trascendentes, cimientos de una estructura que garantizara una
organización que se expresa en términos médicos en pos de la salud
orgánica de la población.
Sin embargo Cuba no estuvo alejada del positivismo como forma de
aprehensión de la realidad abocada a las especializaciones de los
saberes.
La información se estructuró siguiendo este fin y aún así, como
también era tradición, las virtudes en especial el patriotismo quedó
19
20

para aunar criterios de disparidad.


El siglo XX y la especialización profesional marcó hito para una
comprensión de las ciencias como saber efectivo.
A su lado languideciendo, quizás ante la preponderancia de una
mentalidad que hace eco de la tecnología, el saber tradicional que se
transmite en silencio, de boca en boca, en refranes, postulados y
sentidos comunes validados por una historia de vida como portadora
de verdades constatadas en la práctica.
A cada área o expresión portadora de verdad le une criterios éticos
que en tradición hacen acudir a los individuos a uno u otro saber en
dependencia de las urgencias a solucionar.
Obsérvese tal aseveración en el uso de los medicamentos sintéticos
o de la medicina herbolaria por los cubanos de distintas
generaciones.
Desde valores socioculturales los cubanos comprenden su realidad
sin alejarse de la filosofía común o profesional que nos hace distinguir
en tiempos en que la información se incorpora como recurso de
comprensión, cual de las variantes portadora de la verdad.
En herencia de siglos anteriores se incorporan especialidades y
verdades asistidas por la práctica cotidiana.
Por otro lado, se unen a la “sociedad del conocimiento” bajo
mentalidades que hacen resurgir la vida en innovaciones e
invenciones que signan los tiempos en la comprensibilidad que es
característica.
La tradición de pensamiento vuelve, en martilleo constante, en fuente
de verdad manifiesta, y en desarrollar las virtudes.
En medio del silencio que provoca el no saber, la lucha incesante de
los mejores hombres de pensamiento en pos de donar a la isla,
aquellos principios de trascendencia por los que parece manifestarse
la vida.
Es entonces cuando los valores patrióticos salen por sus fueros y a
partir de las virtudes a lograr unen en criterios de vida, pensamiento
filosófico y común, en el silencio y la comprensión como recurso de
apelación que permite entender el tiempo en que se vive en la
inmediatez de un siglo reciente, y la madurez de lo que falta por
hacer, desde los paradigmas que la civilización antillana sitúa como
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21

necesidad histórica, la cual está aferrada a su génesis, desarrollo y


posibilidad de éxito

Un cubano muy completo


por Dr.C. Eusebio Leal

Poco después del triunfo de la


Revolución, cuando comencé
a trabajar en los primeros días
de agosto de 1959 en el
Departamento de Ingresos del
Gobierno Revolucionario
Municipal, conocí al doctor
Emilio Roig de Leuchsenring.
Entonces era frecuente
encontrar sus libros en
distintos lugares del edificio,
mucho más en las Secretarías
donde había un nivel cultural
sólido pues se trataba de
abogados y municipalistas que estaban participando en la
reestructuración del gobierno urbano a partir del triunfo insurreccional
del Ejército Rebelde .
Cada semana Roig sostenía una reunión en la cual nadie podía
participar más que los que estaban convocados, como Enrique Gay
Calbó, el historiador de la bandera y el escudo; José Luciano Franco,
el biógrafo de Antonio Maceo, Hortensia Pichardo, la biógrafa de
Carlos Manuel de Céspedes, quien junto a su esposo Fernando
Portuondo ejercían el magisterio en el colegio universitario de La
Víbora, Herminio Portell Vilá quien poco después se fue de Cuba,
entre otros.

Ahí se discutía sobre historia con el pretexto de un encuentro familiar


con Emilito.

Siempre admiré que siendo un hombre tan mayor para mí, con más
de setenta años , lo llamasen Emilito.
Los amigos nunca le dijeron Doctor Roig y mucho menos Emilio .
El había sido el más joven de una generación que no vaciló en
21
22

bautizarlo como el infante terrible porque era el polemista, el


periodista capaz de salir al paso, y el hombre de trabajo incansable.
Su voz era fuerte y poseía una mirada escrutadora y profunda; miraba
a los ojos; llevaba el pelo muy corto, al estilo alemán; de cuerpo más
grueso que delgado; ágil a pesar de que ya se le notaban los años
vividos que habían sido intensos, de grandes batallas y disgustos.

Apenas tres años antes del triunfo de la Revolución se produjo la gran


lucha por la colocación de la estatua de Carlos Manuel de Céspedes
en la Plaza de Armas, que le aportó muchos sufrimientos ante la
deserción de algunas personas que consideraba amigas y que nunca
debieron traicionarlo.
Emilito no fumaba pero le gustaba tomar daiquirí
El desayunaba un bistec casi crudo y un daiquiri, y después se iba a
su oficina a las ocho de la mañana donde trabajaba hasta poco más
de la una de la tarde, y posteriormente estudiaba porque ya los
empleados no volvían.
Roig tenía muy buena letra, y sabemos de la facilidad de
memorización, y de su gran retentiva pues recordaba citas precisas
pues no era un tiempo de computadoras, sino de referencias y de
memoria.
El ideario antiimperialista de Roig
El bebió en la fuente de los padres de la independencia, y,por eso, en
su libro “Tradición antiimperialista de nuestra historia”, recoge
pensamientos de Martí, Maceo, Máximo Gómez, Calixto García, y
Manuel Sanguily con los cuales resume el ideario antiyanqui de los
padres fundadores, confiriendo gran importancia al pensamiento del
Apóstol, al cual consideraba la máxima expresión de la vocación
nacional y antiimperialista del pueblo cubano.

En otros de sus ensayos brillantes titulados “La intervención


norteamericana: mal de males de la Cuba republicana” e “Historia de
la Enmienda Platt: una interpretación de la realidad cubana”,ésta
última su obra capital, se preocupa por separar de esa política hostil
no ya al pueblo, sino a una selección de hombres públicos,
intelectuales,y militares norteamericanos que después de la Guerra
Civil defienden sinceramente la causa cubana.

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23

Al mismo tiempo, acusa y desenmascara al Estado imperialista que


nunca quiso la independencia de nuestro país, que desoyó el
llamamiento de los libertadores en 1868, que condenó como piratas y
filibusteras las expediciones mambisas que zarpaban del territorio de
los Estados Unidos .y que, en definitiva, mantuvo el status quo y su
política hacia España, también artera hasta el momento en que sus
intereses se ven en peligro y les es conveniente intervenir
militarmente en la guerra del 95.
Roig era un estudioso consciente y no sólo recopiló y convirtió en
doctrina, sino que también fue el mentor de una generación de
intelectuales antiimperialistas, patriotas y cubanísimos, de los cuales
fue el más radical y combativo, si excluimos lógicamente a quienes él
tanto admiraba: Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena.
No olvidemos que se conserva el manuscrito donde Mella describe a
Emilito como “maestro en estas lides contra el imperialismo yanqui”.
El siguió las huellas de historiadores precedentes que se aplicaron a
La Habana, pero no olvidemos que defendió mucho una doctrina, la
del municipio, y por ello escoge unas palabras para colocarlas en una
lápida en el Palacio Municipal ,y toma un pensamiento de Martí: “Esa
es la raíz, y esa es la sal de la libertad: el municipio”.
Cuando funda la Oficina del Historiador la crea con un sentido
moderno, y no va a ser ese viejo abogado o intelectual que en
muchas ciudades es como el historiador que todo lo sabe y está ahí
para toda la vida.
Junto al Archivo coloca el Museo, una forma didáctica de ilustrar las
conferencias, los recorridos y ofrecer motivaciones; y levanta
monumentos, como los que erigió en la Plaza de la Fraternidad
apoyado en la municipalidad consagrados a Bolívar, San Martín, y
Artigas.
También le dio vida a las publicaciones y a múltiples conferencias, y
se apoyó mucho en lo que creó como institución: los congresos
nacionales de Historia que dirigió hasta el decimotercero y que no
sólo realizó en La Habana, pues buscó apoyos legítimos que no
comprometieran la corriente del pensamiento, para desarrollarlos en
Sancti Spíritus, Santiago de Cuba, y Trinidad.
Historiador por derecho propio
Igualmente se destacó por su soporte a los historiadores locales sin
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pretender dominar una organización nacional sino inspirando su


trabajo ese respeto extraordinario hacia sus colegas que laboraban
en los pueblos y municipios cubanos, más de hecho que por derecho
en muchos casos.
Él era Historiador por derecho propio porque estaba designado pero
era respetado por alcaldes de distintas corrientes políticas, desde los
auténticos hasta los que llevaron al poder a Batista.

No firmó los famosos Estatutos que daban apoyo moral a la tiranía y


que rubricaron incontables personas de distintos sectores sociales, y
se manifestó siempre fiel a sus ideales republicanos, en su batalla por
la República española, en su cruzada por la soberanía de Puerto Rico
y su amistad indeclinable con Don Pedro Albizu Campos,y en su
solidaridad con el pueblo palestino y el mundo árabe.
Emilito fue el alma del Grupo Minorista, y recibió a Federico García
Lorca en su estudio colindante con la Bodeguita del Medio, abrazó a
Ramón del Valle Inclán a su llegada a La Habana,y tuvo una amistad
grande con Alejo Carpentier.

Don Fernando Ortiz era el mayor de sus amigos,y cuando éste


andaba metido en la batalla por la Biblioteca Nacional, Roig no vacila
en iniciar un pleito como presidente de la Comisión Nacional de
Museos y de Monumentos y Lugares Históricos en apoyo al eminente
sabio cubano.
Asimismo crea la Junta Nacional de Arqueología y Etnología, se
preocupa por los grupos Hatuey y Guamá, ayuda a los profesores
Francisco Prat Puig y Felipe Martínez Arango en la fundación de la
Universidad de Oriente, y se solidariza con el nacimiento de la
Universidad de Las Villas, por tratarse de las únicas altas casas de
estudio fuera de La Habana.
Su obra magna fue la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e
Internacionales.
El primer discurso suyo de alcance universal es el que escribe sobre
la invasión de la República Dominicana por Estados Unidos y los
derechos de las pequeñas nacionalidades de Nuestra América, que
pronunció en un foro mundial, y por el cual mereció el elogio del
doctor Antonio Sánchez de Bustamante, juez cubano del Tribunal
Permanente de Justicia Internacional de La Haya, y de Rafael
24
25

Montoro, el gran autonomista, quien a pesar de las distancias y de su


papel en la historia de Cuba, lo felicita.
Multifacético intelectual y destacado patriota
Su vida pública pasaba continuamente por encima del cargo de
Historiador de la Ciudad pues era un intelectual sólido y aportaba a la
Oficina su nombre y su incansable trabajo.
El fue un historiador, un publicista, un orador, un polemista, un
hombre muy popular que salía a las calles y andaba a pie de un lado
para otro, pero sobre todo un cubano muy completo.
Cubano de la calle, de abanico, de café con leche y pan con
mantequilla, de casquitos de guayaba con queso crema, gourmet de
las comidas criollas, del restaurante Lafayette y del café París que
había fundado en La Habana Vieja el cocinero de Napoleón III, al lado
del ruinoso monasterio de Santo Domingo.
Cultivó mucho eso que hacemos hoy en la Academia Cubana de la
Lengua, que es reunirnos en torno a la mesa del almuerzo, una vez
concluidas las discusiones académicas, para intercambiar sobre
diversos temas.
Tuvo una suerte generacional que quizás hoy no disfrutamos: los
intelectuales estaban muy próximos en la vida real, no solamente
unidos por ideas sino también por la comunicación directa.
Ahora manejamos más medios pero andamos más incomunicados, y
en esa época, a lo sumo, se empleaba un teléfono pero casi todo era
epistolar.
Le fascinaba la música, y quizás por ese motivo fue amiguísimo de
Gonzalo Roig y de Rodrigo Prats, y fue un cultor del magisterio, de
ahí su interés por Enrique José Varona, por María Luisa Dolz, Ramón
Rosaínz y José de la Luz y Caballero ,al cual veneraba.

A Emilito, que nunca escribió poesía, le reprochaban el escribir fácil


pero él manifestaba que lo hacía para grandes mayorías.
El decía que no tenía tiempo de ponerse a dorar la escritura, pues su
objetivo era lo que iba dentro de ella, nunca banalizando, pero desde
la perspectiva del periodista que trataba los asuntos de manera que
los pudiese entender todo el mundo, lo cual es un don difícil.
Fue un libre pensador , que jamás perteneció a un partido político
25
26

pero militó en el ala más progresista de la intelectualidad cubana.


Su análisis de la historia era rigurosamente materialista, a partir no
del materialismo vulgar sino del materialismo científico, que había
estudiado profundamente.
Sin embargo, no fue miembro del Partido Comunista, ni profesaba
religión alguna porque era profundamente anticlerical.
Consideraba el logro supremo de la sociedad republicana cubana y
latinoamericana, la separación y el respeto entre Iglesia y Estado.
La obra de Emilito es muy difícil de continuar pero seguimos tratando
de hacer lo que a él no le estuvo dado en su momento.

No pudo, por ejemplo, ser protagonista en la restauración de la


ciudad histórica aunque le correspondió protestar contra la barbarie
que se proponía derribar la Iglesia de Paula y lo que quedaba del
muro contra el cual fusilaron a los estudiantes de medicina en 1871.
Junto a Gonzalito de Quesada promovió que se respetasen las
canteras de San Lázaro y que se crease allí una institución histórica,
mas no alcanzó a ver materializados los grandes museos, el trabajo
social en el Centro Histórico restaurado, el empleo sistemático de los
medios de comunicación en nuestro accionar, y las publicaciones
hermosas.
Todo lo de él fue de gran severidad y modestia al frente de la Oficina
del Historiador de La Habana entre 1936 a 1964, la cual dirijo desde
diciembre de 1968 hasta hoy, durante más cuarenta años en los que
le hemos rendido tributo a cada una de sus amistades, sus seres
queridos y sus fieles, y a toda aquella persona que hizo algo por esa
institución capitalina tratamos de perpetuarla y honrarla de corazón,
en nombre de Emilio Roig de Leuchsenring.

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27

La teoría de Gramsci sobre hegemonía


y cultura
por Lic. José Mayo

Incomprendido y
difamado por los
seudomarxistas
economicistas, y
perseguido y
encarcelado por los
enemigos fascistas el
fundador del Partido
Comunista Italiano,
Antonio Gramsci
nunca abjuró ni
renegó de su teoría
sobre hegemonía y
cultura porque
siempre fue leal y
consecuente con las
ideas revolucionarias
del Prometeo de
Treveris, Carlos Marx.
Esta novedosa, y
controvertida
concepción del autor
del libro titulado Cuadernos de la Cárcel se expuso con meridiana
claridad en las páginas del mismo mediante la explicación de las
causas y consecuencias del fracaso del movimiento revolucionario
europeo entre 1919 y 1921 , y de cómo fue posible que el sistema
capitalista sobreviviera a la crisis política, económica y social
generada por la Primera Guerra Mundial.
En dicha obra ,que fue escrita a mano en un total de 33 cuadernos
con cerca de tres mil páginas ,se valora, además, críticamente el
modelo autoritario y estadocéntrico del llamado socialismo real
impuesto por la burocracia estalinista en la desaparecida Unión
Soviética, y en otras naciones que conformaron el extinto campo
socialista de Europa del Este, y que se caracterizó por la visión
27
28

economicista, mecanicista y juridicista de la etapa de tránsito hacia el


socialismo, y la interpretación reduccionista de la interacción entre
las categorías de base y superestructura.
Según Gramsci , quien fue sentenciado a veinte años de prisión en
la década del 20 del pasado siglo por un tribunal fascista por ser un
destacado comunista , y ,en 1937 murió a causa de las terribles
condiciones carcelarias poco después de su salida del
establecimiento penitenciario, la hegemonía cultural se fundamenta
en la hegemonía económica porque “ una reforma intelectual y moral
no puede dejar de estar ligada a un programa de reforma económica,
o mejor, el programa de reforma económica es precisamente la
manera concreta de presentarse toda reforma intelectual y moral”.
El también escritor del monumental ensayo filosófico” El Materialismo
Histórico y la Filosofía de Benedetto Croce ” subrayó que la filosofía
marxista-leninista ha de oponerse a las corrientes extremistas del
economicismo y del ideologismo porque ninguna comprende bien la
relación entre base y superestructura.
Es necesario precisar que la clase dominante para perpetuarse en el
poder político utiliza tanto a la sociedad civil como a la sociedad
política si están suficientemente desarrolladas, y orgánicamente
vinculadas.
Ambas integran lo que él denominó como bloque histórico, el cual
se desmorona cuando es disgregada la primera , y no cuando se
registran estremecimientos en la segunda.
En un artículo publicado en 1916 en la revista “ Socialismo y Cultura
” Gramsci aseguró que la cultura no es acumulación de
conocimientos sino modo de pensar, y apuntó que en la base
económica subyacen las relaciones de poder, y no como plantean los
marxistas economicistas al repetir como caja de resonancia el patrón
conceptual burgués-capitalista de que el poder sólo es negativo
cuando actúa como represor, y que éste como sociedad política se
limita a velar por el equilibrio de las relaciones económicas de
producción mediante el ejercicio de la violencia.
Tan equivocada interpretación de la realidad capitalista fue
cuestionada por Gramsci al sostener que el poder en el ejercicio de
la hegemonía clasista no sólo sobresale por acciones de coerción y
represión sino también opera con aspectos positivos y posibilitadotes
28
29

en la esfera productiva.
Intelectuales orgánicos y trascendentales
La estrecha vinculación entre cultura y política condujo a Gramsci a
preocuparse del papel de los intelectuales en los procesos de
estructuración y destructuración de la hegemonía, y a expresar en lo
referente a la llamada cuestión de los intelectuales que se debe tener
presente la dimensión cultural de la política y la dimensión política de
la cultura para comprender la vinculación orgánica entre una y otra.
La intelectualidad es presentada por los ideólogos del capitalismo
como un sector o grupo social intermedio y ambivalente que oscila
entre la burguesía y la clase obrera, y no era digna de confianza, y la
cual divide entre la científica y la humanística.
Gramsci se enfrentó a la malintencionada valoración burguesa de
que los intelectuales están al margen de las relaciones de producción
cuando en realidad participan en la reproducción del sistema de
relaciones sociales , especialmente en la modernidad capitalista.
Por ello denominó como intelectual orgánico a todo aquel que
realiza funciones organizativas en la producción, la política, la
cultura, y otras esferas, y que toma parte en la producción,
reproducción, y difusión de valores y modos de vida así como se
encarga del funcionamiento del aparato hegemónico, o de la
construcción de espacios contrahegemónicos.
Al referirse a la conciencia política de una clase como autoconciencia
o conciencia de sí , el destacado filósofo italiano sentenció que “ la
autoconciencia crítica significa histórica y políticamente la creación
de una élite de intelectuales .
En su obra “ Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre Estado ”
Gramsci resaltó que el intelectual orgánico constituye la
autoconciencia cultural de la autocrítica de la clase dominante en
todo sistema hegemónico, y puntualizó que éste es un nuevo tipo de
intelectual de la racionalización y la tecnologización que incluye a
científicos, tecnólogos, investigadores, doctores, abogados,
maestros, periodistas, ingenieros, jueces, y militares, entre otros .
Los adversarios del eminente comunista italiano lo tildan de
populista, y lo acusan de estimar que el pueblo por razón milagrosa
ha dado nacimiento a una cultura popular y diferente a la cultura

29
30

burguesa.
Sin embargo la teoría gramsicana pregona que la cultura popular
está liberada de toda influencia de la hegemonía de su clase
antagónica porque es una cultura de resistencia aunque
contradictoria como producto social pero portadora de elementos
contrahegemónicos.
Al respecto él expresó que la cultura popular no es por sí sola capaz
de liberar a las masas populares, y que es necesario abandonar los
contenidos ideológicos inculcados por la burguesía así como difundir
las nuevas concepciones del mundo porque la cultura popular no es
un punto de llegada sino de partida para desarrollar una nueva
conciencia política.
La nueva cultura de la clase obrera requiere organizarla y
desarrollarla, lo cual corresponde a los intelectuales orgánicos
mediante las estructuras de sentimiento y el pensamiento crítico.
El sentido común y el buen sentido
A fin de asimilar la teoría de la hegemonía cultural de Gramsci es
imprescindible comprender la categoría de sentido común, que es
la conciencia cotidiana, la concepción popular y tradicional del
mundo del hombre medio, y el instrumento de dominación de clase.
Para él el sentido común es un obstáculo en conformar la hegemonía
revolucionaria porque la burguesía ha logrado que su ideología se
convierta en algo popular y común para todos a tal grado que es
aceptada por el pueblo pues éste carece de suficiente educación
crítica.
En el cuestionamiento del sentido común cobra un especial
desempeño el buen sentido que asume la función crítica a los
dogmas del primero, y es el fundamental que deben emplear los
intelectuales orgánicos para edificar la hegemonía liberadora.
Esta última exige una reforma intelectual y moral, que no debe
proyectarse en una revolución cultural sino mas bien en una reforma
cultural como fue la reforma religiosa del siglo XVI en Europa, la cual
representó una nueva hegemonía cultural para el pueblo, y era todo
lo contrario al Renacimiento que originó grandes intelectuales pero
no provocó ninguna transformación efectiva en la cultura popular.
La reforma intelectual y moral consiste en elevar el nivel cultural,
30
31

político y económico de las clases explotadas y oprimidas, y significa


la emancipación cultural de ellas porque suprime los sistemas de
alineación ideológica.
Los revolucionaros deben dotar a las masas de la técnica de pensar
con cabeza propia para que ellas puedan captar la esencia de los
fenómenos sociales , y asentar una nueva hegemonía liberadora de
la clase obrera con la necesaria autonomía histórica y filosófica que
permita corregir las deformaciones del sentido común.
La hegemonía liberadora es una relación pedagógica entre
educadores y educados que no se puede reducir al marco escolar ya
que como apuntó Gramsci “no se trata de una educación analítica,
esto es, de una instrucción, de una acumulación de nociones, sino de
la educación sintética, de la difusión de una concepción del mundo
convertida en norma de vida”.
En su concepción dialéctica y materialista de la historia, el fundador
de la doctrina científica del proletariado destacó la unidad orgánica
entre la producción material y la espiritual pero el marxismo vulgar
también conocido como economicista opina que la hegemonía es
netamente superestructural mientras que la base es el espacio
donde se producen las cosas materiales que no influyen en
creencias, valores e ideas de las personas al igual que los
economistas burgueses criticados por Marx en 1844.
El marxismo vulgar o economicista establece que las injustas
relaciones económicas de producción capitalista se eliminan con la
expropiación de los expropiadores, es decir ,la estatalización de los
medios fundamentales de producción, lo que trae consigo la
desaparición de la burguesía como clase porque al perder su poderío
económico automáticamente desaparece su preeminencia
ideológica, y entonces brota la hegemonía cultural del proletariado
dando lugar a que sobre la base económica socialista se alce una
nueva superestructura.
La teoría gramsciana sobre la hegemonía y la cultura cuestionó tan
necia y alocada interpretación de la realidad social al resaltar que el
carácter hegemónico de la clase burguesa se manifiesta en su
capacidad y habilidad para estructurar el sistema de relaciones
sociales en formas afines a su poder, intereses y reproducción
clasista, y en definir su ideología como una práctica social auténtica y
habitual que abarca la representación consciente de los individuos, y
31
32

las dimensiones inconscientes y no articuladas de la experiencia


social de los mismos junto con el funcionamiento de las instituciones
existentes.
Esta concepción del extraordinario pensador europeo rechaza los
conceptos voluntaristas de los marxistas vulgares y economicistas, y
explica la compleja interrelación entre la política y la economía así
como subraya que no se debe identificar la hegemonía con la
ideología pues la primera incluye a la segunda.
Sin lugar a dudas que el capitalismo posibilitó a la burguesía
asegurar su poder a través de obtener y expandir el consenso de
otras clases mediante el mejoramiento del nivel de vida de grupos
sociales, lo cual motivó divisiones en las clases trabajadoras, y es
innegable que el poder burgués goza de cierta autonomía en los
sectores económico y social a diferencia de los Estados pre-
capitalistas.
Gramsci fue el primer marxista que aportó un sistema conceptual
sobre la compleja fenomenologia del poder en el capitalismo
contemporáneo tras el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia.
El sostuvo que el dominio burgués no sólo era imposición sino
persuasión como reflejo de la capacidad de los burgueses de
preservar su liderazgo intelectual y moral para dirigir mas que para
obligar, y a lo que denominó hegemonía .
Al respecto indicó que el ejercicio hegemónico de la clase dominante
“ se caracteriza por una combinación de fuerza y consenso, que se
equilibra de diferentes maneras, sin que la fuerza predomine
demasiado sobre el consenso, y tratando de que la fuerza parezca
apoyada en la aprobación de la mayoría, y expresada mediante los
llamados órganos de la opinión pública” porque para él la sociedad
civil es el estrechamiento o ampliación de espacios para encauzar la
actividad de los sujetos sociales.
En cuanto a cómo la clase dominante hace valer su control político y
económico ya sea con recursos represivos, educativos o culturales
estableció la categoría de BLOQUE HISTÓRICO para englobar la
base económica y la superestructura, en ésta última donde está la
sociedad política ( Estado ) compuesta por los órganos encargados
de la coerción y represión mientras que en la sociedad civil incluyó la
dirección intelectual y moral de la sociedad mediante el
32
33

consentimiento y la adhesión de las masas.


Según Gramsci el poder se mantiene con la coerción y la represión ,
y también con la difusión y aceptación por las masas de normas de
valoración y comportamiento burgueses mediante la familia, la
iglesia, los medíos masivos de comunicación, la escuela, y la cultura.
Por tal tazón la clave de dirigir la política, que es el arte de gobernar
a los hombres procurando su consenso permanente, no se basa en
las instituciones oficiales y gubernamentales sino en las
organizaciones privadas de la sociedad civil.
El fue un destacado dirigente de la Internacional Comunista que
calificó la construcción de la sociedad comunista como el más
trascendental hecho cultural y moral, interpretó la cultura como una
compleja interrelación entre dominación y liberación, y censuró la
llamada cultura de masas porque sus producciones son manipuladas
por la burguesía para perpetuarse como clase dominante.
Después de la desaparición física de Lenin en 1924 el marxismo fue
transformado en la URSS en una teoría legitimadora del Estado
soviético, y con la Tercera Internacional se repitieron las
concepciones economicistas y mecanicistas para identificar al Estado
con la voluntad de la clase dominante.
Este marxismo vulgar presentó al Estado como un instrumento
manipulable a la voluntad de las clases en el poder, y como un
instrumento de violencia represiva a través de instituciones como el
gobierno, el parlamento, los tribunales y los cuerpos armados.
También redujo el Estado a ser una institución superestructural y
secundaria, que tiene un carácter clasista , y no vio que la lucha de
clases, el proceso productivo, y las contradicciones entre las
burgueses nativos definían las formas y funciones del Estado, y que
éste asumía un papel activo en la etapa imperialista para introducirse
en la economía y en la sociedad.
Presencia y vigencia de las ideas de Gramsci
en Cuba
El estudio del legado gramsciano se ha extendido en los últimos
años en el mundo , y en Cuba, donde se aplica un marxismo-
leninismo creativo y contrario a los prejuicios y esquemas que
predominaron en los países exsocialistas de Europa porque se
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atraviesa una época de reconstrucción del socialismo, y se requiere


rearticular la hegemonía socialista.
Algunos estiman que las ideas de Gramsci reafirman las de Lenin
mientras otros la enjuician como reformistas o revisionistas porque
se alejan de los cánones similares a las premisas con lastre
positivistas de los marxistas vulgares y economicistas aunque las
gramscianas se puedan comparar con las concepciones
revolucionarias de paradigmáticos líderes de América Latina como
fueron el cubano Julio Antonio Mella, el peruano José Carlos
Mariátegui y el argentino-cubano Ernesto Che Guevara .
Ellos al igual que Gramsci criticaron la versión estalinista del
marxismo-leninismo impuesto por el Komintern, e hicieron decisivos
aportes al pensamiento revolucionario mundial.
A juicio de algunos politólogos cubanos existía en nuestro país la
sociedad civil en ocasiones puntuales y con cierta reserva, y es a
partir de 1959 que revive la misma al restablecerse con las
denominadas leyes fundamentales el espíritu de la Constitución de
1940 ,derogada por el golpe de estado de Batista y su camarilla ,a
principios de los años 50 del anterior siglo.
Entonces resurge la sociedad civil con una nueva naturaleza a causa
de un nuevo tipo de sociedad política o de Estado que se llenó de
civilidad porque se socializó como nunca antes al igual que la
primera se politizó.
La política devino en la piedra de toque de todo el sistema social, y
fue por una parte de tipo destructivo de diferentes fundamentos y
agentes sociales del régimen capitalista, y por otra defensivo de las
conquistas del pueblo comprendidas en el Programa del Moncada.
El pueblo se transformó en uno sólo en la unidad indisoluble con la
máxima dirección política y gubernamental al participar en las
movilizaciones para ejecutar las tareas orientadas por la vanguardia
revolucionaria .
La participación política del pueblo se canalizó mediante las
organizaciones de masas, y se diluyeron las fronteras entre la
sociedad civil y la sociedad política sobre la base de la unidad que
descansaba en el contenido social del poder, la finalidad estratégica
y los principios de estructuración social.
La relación dialéctica entre Estado y Sociedad Civil no era
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antagónica sino que se diferenciaba en que el primero fue


propiciador del nuevo tipo de la segunda, y ambas tenían como
supremo objetivo la formación del hombre nuevo en correspondencia
con el marxismo-leninismo original y verdadero
El programa principal fue el de la participación social de la mayoría
ya que la minoría burgués- terrateniente quedó excluida del poder y
de toda representación institucional porque se identificaba con el
imperialismo norteamericano y la oligarquía nativa.
Los principios de cooperación y solidaridad se fundaron en el
cumplimiento del deber social, y el Estado socialista fue un mediador
de derechos económicos y políticos de nuevo cuño, y la sociedad
civil se basó en los principios de colaboración y ayuda mutua.
Por tal motivo surgió un nuevo estilo de dirección y de cultura
política, y la participación popular se basó en la representación
territorial de la población por el lugar de residencia,y, además, los
términos básicos de la relación Estado-Sociedad Civil se han
modificado sustancialmente así como la naturaleza y la vinculación
entre mayoría y minoría.
Todo esto diferenció siempre a Cuba de otras naciones de Europa
del Este en las que se implantó el fracasado socialismo real, y
aunque se copiaron algunas experiencias negativas de esos
estadoidólatras donde prevaleció el marxismo vulgar, economicista y
mecanicista , se mantuvieron enhiestos los principios revolucionarios
basados en las ideas martianas, y fidelistas para construir una
sociedad más justa y humana en que la cultura de la liberación
eliminara la enajenación capitalista , y cobrara fuerza y estatura una
hegemonía socialista que responda a los intereses del pueblo
porque plasma en realidad las ideas de Marx, Engels, Lenin y
Gramsci .
Bibliografía
Gramsci, Antonio ;Cuadernos de la Cárcel
El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce
Notas sobre Maquiavelo, sobre Política, y sobre el Estado
Moderno
Socialismo y Cultura
Marx, Carlos : Manifiesto Comunista
Critica a la Ideología Alemana
Tesis sobre Fuerbach
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El 18 Brumario de Luis Bonaparte


La Guerra Civil en Francia
Critica al Programa de Gotha
Castro, Fidel : Informe Central del I, II, III y IV Congreso del PCC
Guevara, Guevara : El socialismo y el hombre en Cuba
Martínez, Fernando : Che , el Socialismo y el Comunismo

Médico destacado de la época colonial


por Lic. Ana María Gelpi

El Dr. Nicolás José Gutiérrez


Hernández desde pequeño
manifestó su inclinación por la
medicina. Pasó por las diferentes
etapas que regulaba la enseñanza
médica. La primera para alcanzar el
título de cirujano latino, tutorado por
el médico y cirujano militar Manuel
Antonio Díaz, entre 1818 y 1821.
En este año obtiene la categoría
referida al realizar los exámenes
correspondientes ante el Real
Tribunal del Protomedicato de la
Habana.
Después obtuvo el grado de bachiller en Medicina en la Real y
Pontificia Universidad de la Habana y fue nombrado auxiliar del
hospital militar, y desde entonces comienza a fomentar la idea de
crear una sociedad de medicina.
En 1825 fue designado Director anatómico interino en el Hospital
Militar, pero no puede ocupar este cargo hasta que alcanza dos años
después los grados de Licenciado y Doctor en Medicina.
Surge una buena amistad entre el médico español Francisco de
Paula Alonso y Fernández y el Dr. Gutiérrez ,y éste en una
conversación le comunica su idea de crear una sociedad médica,
pero a Alonso le pareció mejor el título de Real Academia de
Ciencias Médicas ya que se contaba con algunas posibilidades en
Ciencias Físicas y Naturales.
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A solicitud del destacado médico Tomas Romay se encarga de la


salud del Obispo Espada ,y a la muerte de éste último le
corresponde confeccionar la mascarilla mortuoria y embalsamar el
cadáver.
Por el prestigio que alcanza ya en esta etapa fue secretario de la
Sección de Educación de la Sociedad Económica Amigos del País, y
profesor de Anatomía descriptiva del Hospital Militar.
El ocupaba el cargo de catedrático de Anatomía General en la
Universidad de La Habana cuando se desencadena la epidemia de
cólera en La Habana en 1833 , y posteriormente obtuvo por
oposición la cátedra de Anatomía Patológica de la Universidad.
Viajó a Francia en el momento de mayor esplendor en la práctica
médica en los hospitales, donde conoció importantes figuras de la
medicina.
A su regreso es nombrado cirujano mayor del Hospital Militar, e
imparte el primer curso de grandes operaciones de cirugía en La
Habana, así como funda la primera revista cubana dedicada
exclusivamente a la medicina: “Repertorio Médico Habanero”, y,
además , introdujo el uso del primer estetóscopo que se utilizó en la
Isla.
Desde 1842 Gutiérrez llevó a cabo, por primera vez en Cuba, una
serie de importantes operaciones quirúrgicas en las que empleó la
anestesia por cloroformo.
La prestigiosa labor realizada por el Dr. Gutiérrez Hernández para
impulsar el desarrollo de las Ciencias Médicas en Cuba, cuya obra
trascendental se enmarca en la fundación de la Real Academia de
Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, y de la
bibliografía medica que elaboró en la que refleja su trabajo cotidiano,
indiscutiblemente hace que ocupe un lugar insustituible en la historia
de la Medicina en la etapa colonial, y que constituya una fuente de
consulta obligada para quienes quieran conocer este período.
Bibliografia:
Pruna Goodgall, Pedro: Ciencias y científicos en Cuba colonial.
Editorial Academia. La Habana 2001
López Sánchez,José : “Ciencias y Medicina. Historia de las ciencias.”
Editorial Científico-Técnica.

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López Espinosa,José Antonio: “Dr. Nicolás José Gutiérrez Hernández (1800-


1890)”. Precursores de la docencia médica en Cuba. INFOMED.

¿Corsarios criollos?
por Lic. Josefina Acosta de Para

Corsarios y piratas poblaron nuestra historia desde


sus inicios por sus ataques a nuestras primeras
villas y poblados, la desolación y los estragos que
causaban, y las medidas para su defensa han sido
objeto de estudio por generaciones.
Lo que nunca se ha estudiado bien es que los
“criollos” formaron parte de esa cofradía.
La historia comienza en el Siglo XV con un Tratado
con bendición papal que otorgaba a España la
mitad del mundo conocido y por conocer ,y
entregaba la otra mitad a Portugal, nación también favorecida con los
viajes de descubrimiento, dejando fuera de la repartición a países
como Gran Bretaña, Francia y Holanda.
En esta parte del mundo, gracias al monopolio comercial impuesto
por España en sus territorios, pronto comenzaron las disputas por las
tierras, tesoros y riquezas de lo que se llamó El Nuevo Mundo.
Corsarios, piratas,y bucaneros fueron las vías que permitieron, por
más de un siglo, que unos países se apropiaran de las riquezas de
otros.
Por su posición geográfica, bonanza del clima, sitio de reunión de la
Flota antes de partir en su viaje hacía España y sus accidentes
costeros con abundantes cayos, ensenadas y bahías, Cuba se
convirtió en centro de atención de los depredadores del mar.
La Habana, Nuevitas, Trinidad, Remedios, Bayamo y muchas otras
villas y ciudades de la Isla recibieron la agresión, la destrucción y la
muerte por parte de estos filibusteros.
El nacimiento de los corsarios criollos
Autoridades y vecinos, cansados de ser víctimas, decidieron
responder armando sus propios barcos para atacar las naves y
posesiones de sus enemigos de Gran Bretaña, Francia y Holanda, y

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defenderse de los atacantes independientes como los piratas.


De los puertos cubanos salieron embarcaciones que abordarían
navíos y asaltarían puertos de otras tierras ,y que retornaban con
embarcaciones de los más diversos tipos, cargados con millones de
pesos en oro y plata, y centenares de prisioneros ingleses, franceses,
y holandeses.
Ante esta inesperada ventura para la Corona de Castilla, el 22 de
febrero de 1674 ,la Reina de las Españas firmó la histórica
Ordenanza de Corso que en sus párrafos iniciales expresa:
“La Reina Gobernadora:
La orden que han de guardar los vasallos del Rey mi hijo que
residen en las Islas y tierra firme del Mar Océano, que con
licencia arman cualesquiera Navíos por su cuenta para andar en
aquellas Costas en busca de las Naciones que andan
pirateando, y haciendo hostilidades a sus naturales, lo que para
ello se les concede lo siguiente:
Que en las Ciudades y Puertos donde cualesquiera de los
Vasallos de la Yndias Orientales (sic) e Islas de Barlovento,
quisieren armar Navíos para de cuyo efecto salir al corso en
busca de otras cualesquiera Naciones que andan Pirateando, y
haciendo hostilidades (…) dar el armador fianzas a satisfacción
del Virrey, o Gobernador de la Provincia donde se hallare
presente, de que no hará daño a Navíos de Vasallos de esta
Corona (…) ni a otros de Las Naciones con quien se tiene en
paz, no haciendo de Piratas y dadas dichas fianzas, haya de
presentar Certificación de ello ante el Virrey, o Gobernador, para
que se le despache patente en que se le permita salir a navegar
en Corso, por lo cual tengo por bien que el tal Armador haga
leva de la gente de la Mar y guerra que hubiere menester para el
Navío o navíos que armare (…)”
Esta Ordenanza Real vino a legalizar las operaciones que hasta el
momento los españoles y criollos de la Isla, en su mayoría
descendientes de los antiguos colonizadores, venían desplegando en
los mares adyacentes al archipiélago cubano, existiendo constancia
histórica de su presencia en casi todas las poblaciones costeras,
aunque por razones geográficas, el corso “criollo” asentó sus plazas
de mayor empuje en Santiago y Trinidad, con Casilda como base de
anclaje.
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A partir de este momento proliferaron y el azotaron “nuestros


corsarios criollos” en todo el Caribe llegando hastala América del
Norte.
Tan eficaz fue su actuación que constituyeron uno de los elementos
que contrarrestaron ,y a la larga favorecieron, la desaparición de los
enemigos de la Corona española en el Nuevo Mundo.
Desde fines del siglo XVII la lista de “corsarios criollos” se
incrementará hasta muy avanzado el siglo XVIII , pertenecientes
muchos de ellos a cunas ilustres o familias pudientes o aristocráticas.
Ellos, entre 1739 y 1742 ,capturaron 447 embarcaciones, por un valor
de nada más y nada menos que de 31 millones de libras , y de 1742
a 1745 se concedieron más de 50 patentes de corso en las costas
cubanas.
Se cuenta que uno de los primeros en armar sus barcos fue Diego
Plácido Vázquez de Hinojosa, nacido en La Habana hacia 1590, en
un hogar casi aristocrático, y quien llegó a comandar una pequeña
escuadra en la primera mitad del XVII.
Otros corsarios criollos fueron :
Jara Mezquía y Juan Poveda, corsarios de la villa de San Cristóbal,
quienes a bordo de pequeñas naves recorrían los mares
persiguiendo filibusteros, hasta sus propias guaridas.
Juan de Morfa Geraldino, quien participó al frente de doscientos
hombres en la guerrita de 1654 contra los piratas de la Isla de la
Tortuga, y al salir de Santo Domingo ocupa Cayena, capital de los
filibusteros.
Tomé Rodríguez, quien en poco más de un año capturó una docena
de buques enemigos con importante botín.
Felipe Geraldino, Luis Fernando y Blas Miguel Corso, éste último
hacía buen honor a su apellido y en 1687 desembarcó en Gonave,
Haití, y allí se hizo de un jugoso botín así como liberó a 24 mujeres
cubanas y españolas que vivían en el lugar en régimen de esclavitud.
Pedro de Garaycochea, quien dispuso de una escuadrilla
compuesta por dos paquebotes y una fragata capturando a los
ingleses once balandras, seis fragatas, cuatro paquebotes, cuatro
bergantines y una goleta. Logró reunir en sus numerosos asaltos un
botín que pasaba de los 3 250 000 pesos, una verdadera fortuna
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para la época.
Marcos de Alcalá,y los hermanos Francisco y Miguel Vázquez,
quienes se transformaron luego en piratas, se distinguieron en esos
años
Bartolomé Valadón, en el siglo XVIII tomó por la fuerza la Isla de
Pinos (actual Isla de la Juventud), y en 1743 a bordo del barco “San
Juan de Dios”, capturó dos goletas y dos balandras inglesas y un
botín de 30 000 pesos.
Diego de Avendaño, natural de Remedios, que con sólo 10 hombres
llegó varias veces al litoral de Jamaica, regresando de aquella isla
con jugoso botín.
Antonio Chaulier capturó ,en 1792, un bergantín y una balandra
inglesas y se quedó con más de 70 000 pesos en oro y plata,
además de ropas, cueros y negros esclavos.
José Domingo Cortazar, José Cordero, Francisco Lorenzo, y
Antonio López, a bordo del “San Ignacio” se apoderó en 1743 de
tres bergantines y una balandra.
Vicente López, el que en tres años capturó una goleta, tres
balandros, un bergantín y una fragata.
Luís Francisco Silveiro quien era de Trinidad y navegó en corso
con sus balandras “Inocente” y “San Juan Nepomuceno”, le quitó,
entre 1742 y 1745 ,a los ingleses cinco balandras, dos fragatas y un
bergantín.
Pedro José Armenteros y Poveda, habanero, quien al mando del
bergantín “Diligente” desarrolló su actividad corsaria en las costas de
Carolina, contra los ingleses de aquella zona.

Ignacio Olavarría, Domingo Coimbra, Andrés González, Juan


Bustillos, Juan Ramón Gutiérrez y Miguel de Manzona, quienes
en años anteriores a la toma de La Habana por los ingleses llegaron
hasta las costas de lo que sería más tarde los Estados Unidos
Los ignorados corsarios criollos llegaron a ser un verdadero
flagelo en el área al punto de contrarrestar las fechorías de sus
enemigos y favorecer el ocaso de tales actividades en el Mar Caribe.
La toma de La Habana por los ingleses en 1762, según distintos
autores, coincide con el declinar de estas actividades, integrándose
sus protagonistas a la trata negrera con posterioridad a la fecha.
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