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EL CREADOR Y LAS IMÁGENES PROFÉTICAS

181— ALMA: Sin embargo, me resulta muy difícil comprender el versículo que dice
[respecto de la Revelación en el Sinai]: «Ustedes no vieron ninguna imagen». (USTEDES
NO VIERON NINGUNA IMAGEN. Debarim 4:15. El versículo Completo dice: «Pero cuiden muy
bien sus almas, ya que ustedes no vieron ninguna imagen el día que el Eterno les habló en Joreb
en medio del fuego». Ahí Moshé exhorta al pueblo de Israel a no concebir imágenes del Creador,
explicándoles que incluso en la Revelación en el Sinai [Joreb] Él no les mostró ninguna imagen )
Eso contradice todas estas ideas que has expresado.

182— INTELECTO: Además de eso, hay otra dificultad entre los versículos, que parecen
contradecirse entre sí. (HAY OTRA DIFICULTAD ENTRE LOS VERSÍCULOS, QUE PARECEN
CONTRADECIRSE ENTRE SÍ. Es decir, además del hecho de que las ideas expresadas por el
Intelecto parecen contradecir lo dicho por un versículo, hay otro problema más grave: que dos
versículos aparentan contradecirse entre sí ) Por una parte, un versículo dice: «Ustedes no
vieron ninguna imagen», y por otra, otro versículo afirma: «Y él contempla la imagen del
Eterno». (Y ÉL CONTEMPLA LA IMAGEN DEL ETERNO. Bemidbar 12:8. La frase completa es:
«Boca a boca Yo le hablo, por medio de visión clara y no en enigmas, y él contempla la imagen
[temuná] del Eterno». Esa es la descripción que Dios mismo hizo de la profecía que transmitía a
Moshé) Además, también está escrito: «...había una semejanza como el aspecto del
Hombre sobre él, por arriba ». (HABÍA UNA SEMEJANZA COMO EL ASPECTO DEL
HOMBRE SOBRE ÉL, POR ARRIBA. Yejezkel 1:26. El versículo completo es: «Y encima de la
expansión que estaba sobre sus cabezas [de las Jayot], había algo así como el aspecto del zafiro
con la semejanza de un trono, y encima de la semejanza del trono había una semejanza [demut]
como el aspecto [maré] del Hombre sobre él, por arriba». Este versículo forma parte de la larga
descripción de la Merkabá (literalmente, «Vehículo»), el orden cósmico que el Creador utiliza para
manifestarse y dirigir el mundo [véase también las notas 55-56]. Dado que habla de la «semejanza
como el aspecto del Hombre», la cual se hallaba por encima de la Merkabá, el versículo parece
sugerir que el Creador tiene cierto «aspecto» o «semejanza» ).

183- ALMA: Responde tú a ambas dificultades.

184- INTELECTO: Está escrito: «¿A quién me pueden comparar para que Yo sea [su]
igual, dice el Santo?» (¿A QUIÉN ME PUEDEN COMPARAR PARA QUE Yo SEA [SU] IGUAL,
DICE EL SANTO? Yeshayahu 40:25. El versículo emplea la expresión «Santo» [Kadosh] en
referencia al Creador porque Su «santidad» [kedushá] se refiere al hecho de que trasciende
completamente la realidad mundana [véase la nota 2 al capítulo 32] ) Y asimismo: «¿A quién
podrían ustedes comparar a Dios? ¿Y qué semejanza podrían atribuirle?» (¿A QUIÉN
PODRÍAN USTEDES COMPARAR A DIOS? ¿Y QUÉ SEMEJANZA PO-DRÍAN ATRIBUIRLE?
Miel. 40:18. Estos dos versículos demuestran claramente que aunque los versículos bíblicos
hablan de «imagen» [temuná, «semejanza» [demut] y «aspecto» [maré], esas imágenes proféticas
de ningún modo deben ser entendidas como descripciones precias de la esencia del Creador, que
es inefable).

El principio esencial es que el Creador ciertamente no pretendía hacer errar al profeta,


sino hacerlo más sabio y permitirle descubrir la verdad. Constituiría el mayor de los
tropiezos que Él mostrase al profeta imágenes de realidades respecto de las cuales es
necesario evitar todo tipo de representación. Pero en realidad el alma del profeta llega a
captar la verdad claramente. Esto se debe a que, como ya escuchaste, la percepción y el
conocimiento del profeta no son iguales a la percepción y el conocimiento naturales. (LA
PERCEPCIÓN Y EL CONOCIMIENTO DEL PROFETA NO SON IGUALES A LA PERCEPCIÓN Y
EL CONOCIMIENTO NATURALES. Es decir, el conocimiento humano puro, producido por su
intelecto natural, sin intervención divina) Era una percepción implantada (IMPLANTADA. Una
versión en manuscrito dice «emanada» ) y grabada en él de tal modo que le provocaba una
claridad absoluta de su conocimiento, más allá de toda duda. El hombre natural (EL
HOMBRE NATURAL. Es decir, el intelecto natural del hombre) no es capaz de sondear ese tipo
de conocimiento.

Es así que el alma del profeta aprehende todo el mensaje profético en forma verdadera.
En otras palabras, a su alma le queda absolutamente claro que es el Creador quien se le
revela y le transmite cierto conocimiento. También le queda absolutamente claro que no
puede contemplarlo, (LE QUEDA ABSOLUTAMENTE CLARO QUE NO PUEDE
CONTEMPLARLO. En otras palabras, que de ningún modo puede percibir al Creador tal como es )
no sólo a través de una contemplación física, sino incluso por medio de una
contemplación espiritual —que consiste en un proceso de aprehensión y comprensión—,
ya que el alma humana es incapaz de aprehender la naturaleza divina. (EL ALMA
HUMANA ES INCAPAZ DE APREHENDER LA NATURALEZA DIVINA. Cabe señalar que en
Yebamot 49b, el Talmud afirma que, aparte de Moshé, todos los profetas «percibieron a través de
un lente no transparente [aspaklaria she'ená meirá]», mientras que Moshé «percibió a través de un
lente transparente [aspaklaria ha'meirá]». Para explicar esa afirmación talmúdica, Rashí comenta
que la percepción de los demás profetas era de tal naturaleza que «pensaban que estaban
contemplando a Dios, pero realmente no lo hacían», mientras que la percepción de Moshé era de
tal naturaleza que «él sabía que no estaba contemplando directamente a Dios» ) Y le quedaba
claro que la Gloria Divina [Kabod] que se le estaba revelando (LA GLORIA DIVINA
[KABOD] QUE SE LE ESTABA REVELANDO. Pues la profecía es, de hecho, la contemplación
del Kabod del Creador, como se indicó al inicio del §178 [véase también la nota 3 a este capítulo] )
era la que generaba en ella una visión profética creada, a partir de la cual captaba el
conocimiento que debía recibir. A esto se refiere el versículo citado antes: «...y por medio
de profetas Yo expresé analogías». (Y POR MEDIO DE PROFETAS YO EXPRESÉ
ANALOGÍAS. Hoshea 12:11. El versículo completo dice: «Yo hablé a los profetas y Yo multipliqué
las visiones, y por medio de profetas Yo expresé analogías». Como parte integral de la percepción
profética, por medio de imágenes y alegorías Dios transmitía al profeta la certeza de que las
imágenes que percibía no eran la Gloria Divina misma, sino una proyección de analogías causada
por la Gloria en la mente del profeta).

Resulta entonces que al profeta la verdad le quedaba clara y no había posibilidad de que
se equivocase. El conocimiento auténtico que le permitiera conocer la verdad quedaba
grabado en él. El profeta no percibía una imagen profética sin que simultáneamente se
diera cuenta de que eso no era más que una imagen profética y no la esencia misma del
Creador. Es por esta razón que aunque [la Escritura] de una parte dice: «...y por medio de
profetas Yo expresé analogías», por otra parte constantemente nos advierte: «¿Y qué
semejanza podrían atribuirle?» (¿Y QUÉ SEMEJANZA PODRÍAN ATRIBUIRLE? Yeshayahu
40:18) El profeta no contempla ninguna imagen sin claramente percibir que sólo se trata
de una alegoría profética y no de algo esencial, diseñado para que el profeta comprenda
[ciertas ideas], ya que él no es capaz de aprehender la esencia del Creador,
completamente desprovista de cualquier imagen.

Es también por esto que nuestro maestro Moshé advierte a Israel: «Ustedes no vieron
ninguna imagen [temuná, (USTEDES NO VIERON NINGUNA IMAGEN. Debarim 4:15. Sobre el
significado de este versículo, véase supra, nota 37 )]. Pues ahí [la «imagen»] se refiere a la
esencia simple y abstracta del Creador. Ahí les está diciendo: «Cuídense mucho, pues
ustedes ya han percibido la verdad, y han visto que no vieron ninguna imagen de Él; al
contrario, han visto que debido a que Su esencia pura y abstracta está desprovista de
imágenes, por eso ustedes sólo pudieron comprenderlo después de que Él creó para
ustedes analogías proféticas. (DESPUÉS DE QUE ÉL CREÓ PARA USTEDES ANALOGÍAS
PROFÉTICAS. El versículo que afirma: «Ustedes no vieron ninguna imagen» no se refiere a las
imágenes proféticas, que justamente sí vieron; se refiere a la esencia pura del Creador, ahí definida
como «imagen» [temuná] De eso obviamente no percibieron ninguna imagen. (Sin embargo, cabe
señalar que en el libro Kelaj Pitjé Jojmá 9, Ramjal explica que en el versículo citado la palabra
temuná también se refiere a las imágenes proféticas, y no sólo a la «esencia» del Creador.) )
Ese versículo abrevia un poco la idea, aunque no más que los otros, que dicen: «¿A quién
podrían ustedes comparar a Dios? ¿Y qué semejanza podrían atribuirle? (¿A QUIÉN
PODRÍAN USTEDES COMPARAR A DIOS? ETC. Yeshayahu 40:18. Véase supra, nota 42 ) Pues
ahí nuestro maestro Moshé hablaba con Israel, que había percibido toda esa verdad,
recordándoles lo que realmente habían visto.

185- ALMA: Has explicado el versículo: «Ustedes no vieron ninguna imagen», pero no has
explicado todavía el que dice: «Y él contempla la imagen [temuná] del Eterno». (Y ÉL
CONTEMPLA LA IMAGEN [TEMUNÁ] DEL ETERNO. Bemidbar 12:8. La frase completa es:
«Boca a boca Yo le hablo, por medio de visión clara y no en enigmas, y él contempla la imagen del
Eterno». La pregunta del Alma es: puesto que la visión profética no es otra cosa que una analogía
creada en él y no una percepción directa del Creador, ¿por qué el versículo la llama «imagen»
[temuná], implicando así que se trata de una representación exacta de Él? Aquí el Alma regresa a
la problemática suscitada por el Intelecto de que incluso dejando de lado la cuestión del verdadero
carácter de las imágenes proféticas, aun así hay un problema de aparente contradicción entre
versículos. Al respecto, véase supra, §181-182).

LA «IMAGEN» DEL CREADOR

186- INTELECTO: La analogía proyectada en el alma del profeta es adecuadamente


definida como «imagen» [temuná], ya que el profeta no tiene duda alguna de que el Ser
que se revela a él disfrazándose bajo esa imagen no es otro que el Creador único.

Por esa razón, ellos pueden hablar con convicción de: «...el aspecto de la semejanza de
la Gloria del Eterno»; (EL ASPECTO DE LA SEMEJANZA DE LA GLORIA DEL ETERNO.
Yejezkel 1:28. El versículo completo dice: «Como el aspecto del arco iris en la nube en un día de
lluvia, así es el aspecto del brillo alrededor; es el aspecto [maré] de la semejanza [demut] de la
Gloria [Kabod] del Eterno. Yo vi y caí sobre mi rostro, y escuché una Voz que hablaba». Este
versículo forma parte de la visión de la Merkabá [véase supra, nota 40] ) «...yo contemplé al
Señor [Ado-nay]...» (YO CONTEMPLÉ AL SEÑOR [ADONAY]. Yeshayahu 6:1. El versículo
completo dice: «En el año de la muerte del rey Uziyahu, yo contemplé al Señor [Adonay] sentado
en un trono excelso y elevado, y sus extremidades llenaban el Santuario». Según la explicación de
Malbim [Rabí Meir Lebush ben Yejiel Mijel (1809-1879)], la visión del «trono excelso y elevado» se
refería a una visión alegórica del sistema cósmico de control y dirección que Dios ejerce en el
mundo por medio de las leyes naturales y el curso que sigue la historia; en otras palabras, a la
Hanhagá divina (lo mismo que en el profeta Yejezkel es expresado como la visión de la Merkabá).
Las «extremidades» se refiere a las extremidades (es decir, la base) del trono ) Pues en su
comprensión emanada les quedaba claro que esa imagen era una proyección generada
por la revelación a ellos de la Gloria Divina, y que esa imagen no era más que el método a
través del cual llegan a la comprensión de esa revelación del Creador.

¿A qué puede ser comparado eso? A un hombre que ve a un amigo suyo a través de un
lente. Aunque la esencia de su amigo no está dentro de ese lente, a quien ve es
realmente a su amigo, que se le presenta a la vista cuando él observa a través de ese
lente. (A TRAVÉS DE ESE LENTE. Otra versión manuscrita dice «...a causa de ese lente». Aquí
R. Goldblatt precisa que aunque esta comparación es buena, no es plenamente exacta. Pues quien
ve a un amigo suyo a través de una lente está percibiendo al ser esencial de su amigo, aunque en
forma borrosa. Pero lo mismo no se puede decir de la visión profética, ya que como el Intelecto
mismo ya aclaró, la imagen que el profeta percibe no expresa la esencia pura del Creador (que
está más allá de toda percepción humana), sino meramente una proyección del Kabod divino
generada por Él en la mente del profeta. De cualquier modo, el profeta sabe con certeza que
aquello que está percibiendo procede de parte de Dios ) De esto se infiere que si el lente está
deforme, él percibirá que la imagen de su amigo está deforme, como es la naturaleza de
los lentes. Aun así, ese hombre no dudará de que el cuerpo que él percibe es el de su
amigo; sabe que cuando él observa a su amigo parado detrás de ese lente deforme se
generará ante su vista esa imagen deforme.

Lo mismo aplica en este caso. El profeta sabe que es el Creador quien se le revela en la
visión que él tiene, aunque esa visión es algo que se genera ante los ojos del profeta a
causa de la esencia de su propia alma (A CAUSA DE LA ESENCIA DE SU PROPIA ALMA. La
configuración particular del alma del profeta determina, en cierta medida, el carácter de la visión
profética que experimentará y, por lo tanto, el tipo de «imagen» que percibirá. El alma de cada
profeta actúa como «filtro» personal de la visión que Dios le muestra ) o de algún otro factor que
le cause percibir esa visión. (O DE ALGÚN OTRO FACTOR QUE LE PROVOQUE PERCIBIR
ESA VISIÓN. Según R. Friedlander, el Intelecto se refiere aquí a los atributos o «raíces»
trascendentales que constituyen las causas directas de las visiones proféticas, como se indicará
más adelante en el §190) Es por esta razón que la visión puede ser correctamente definida
como «imagen del Eterno» y por ello no». (ÉL CONTEMPLA LA IMAGEN DEL ETERNO.
Bemidbar 12:8. Véase supra, nota 39)

187- ALMA: Pero esto me provoca una dificultad, ya que según tus palabras no hay
diferencia alguna entre la profecía de Moshé y la de los demás profetas, puesto que todos
perciben esta «imagen» y todos se dan cuenta de que al Creador mismo no se le puede
atribuir una «imagen» según Su verdadera esencia.
LA PROFECÍA DE MOSHÉ

Y LA DE LOS DEMÁS PROFETAS

188- INTELECTO: Te diré cuál es la gran diferencia que hay entre nuestro maestro Moshé
y los demás profetas. Ellos no fueron capaces de contemplar incluso esta visión con una
percepción completa, ya que solamente fue visible para ellos como una figura que está
detrás de una pantalla, (COMO UNA FIGURA QUE ESTÁ DETRÁS DE UNA PANTALLA.
Literalmente, «detrás de un muro») como algo que se refleja en muchos espejos o en un
espejo empañado.

Los Sabios explicaron esta idea en relación con ese mismo versículo, cuando dijeron:
«¿Qué diferencia hay entre Moshé y los demás profetas? Rabí Yehudá dijo: Todos los
profetas contemplaron a través de nueve (NUEVE. La versión manuscrita dice «siete», pero el
texto original del Midrash dice «nueve» ) lentes... pero Moshé contempló a través de un solo
lente. Y los Sabios dijeron: Todos los profetas contemplaron a través de un lente turbio...
pero Moshé contempló a través de un lente limpido». (¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE
MOSHÉ Y LOS DEMÁS PROFETAS? [-] MOSHÉ CONTEMPLÓ A TRAVÉS DE UN LENTE
LÍMPIDO. Vayikrá Rabá 1:14. El Midrash completo dice: «¿Qué diferencia hay entre Moshé y todos
los demás profetas? [Sobre esto hay una discusión entre] Rabí Yehudá bar Ilai y los demás Sabios.
«Rabí Yehudá dice: Los demás profetas contemplaron a través de nueve lentes. A eso se refiere lo
que está escrito: "Era una visión como la visión que yo había visto, como la visión que yo había
visto cuando vine para destruir la ciudad [proféticamente], y visiones como la visión que yo había
visto junto al río Quebar, y caí sobre mi rostro" (Yejezkel 43:3)]. Pero Moshé contempló a través de
un solo lente, como se declara: "[Boca a boca Yo le hablo,] a través de visión clara y no con
enigmas, [y él contempla la imagen del Eterno]" (Bemidbar 12:8). [En ese versículo, las
expresiones "visión" y "ver" implican nueve tipos de visión, que aluden a los nueve "lentes".] «Y los
demás Sabios dicen: Todos los profetas contemplaron a través de un lente turbio. A eso se refiere
lo que está escrito: "[Yo hablé a los profetas] y Yo multipliqué visiones, y por medio de profetas
expresé analogías" (Hoshea 12:11). Pero Moshé contempló a través de un lente límpido. A eso se
refiere lo que lo que está escrito: "[Boca a boca Yo le hablo, a través de visión clara y no con
enigmas,] y él contempla la imagen del Eterno" (Bemidbar 12:8). «Rabí Pinjás dijo en nombre de
Rabí Hoshayá: Esto es comparable a un rey que se reveló a un miembro de su casa por medio de
una imagen suya. Pues en este mundo la Presencia Divina [Shejiná] se revela sólo a individuos
singulares, pero en el futuro "será revelada la Gloria del Eterno y todos los seres de carne verán
juntos que la boca del Eterno ha hablado" (Yeshayahu 40:5)» )
Ahora bien, puesto que ellos no podían observar nítidamente incluso la imagen que se les
aparecía, eso implica que no alcanzaron a comprenderla en toda su profundidad. Por lo
mismo, es obvio que también carecieron de su explicación completa. (ES OBVIO QUE
TAMBIÉN CARECIERON DE SU EXPLICACIÓN COMPLETA. La versión manuscrita dice:
«...también carecieron de su comprensión». Véase asimismo la nota 47 ) Pues el Creador
solamente les mostró imágenes con el propósito de transmitirles los conocimientos
implicados en esa imagen, para que al ver la imagen pudieran comprender ese
conocimiento en todos sus aspectos. Por lo tanto, si ellos no pudieron captar más que una
parte de la imagen misma, es obvio que no les llegó un conocimiento completo [de ella] en
todos sus aspectos, sino solamente una parte de ella correspondiente a la parte de la
visión que habían contemplado. (SOLAMENTE ENTE UNA PARTE DE ELLA
CORRESPONDIENTE A LA PARTE DE LA VISIÓN QUE HABÍAN CONTEMPLADO. La
comprensión de una imagen profética es parte de la revelación de esa imagen. Por consiguiente, si
los demás profetas solamente alcanzaron a percibir parcialmente una imagen y no con nitidez (es
decir, filtrada a través de «lentes»), de ahí se infiere que tampoco alcanzaron todo el conocimiento,
profundo y nítido, de esa imagen, sino sólo una parte de ella, equivalente al grado de visión que
tuvieron de la imagen)

Pero Moshé por lo menos llegó a percibir nítida-mente la imagen profética. Por lo mismo,
su conocimiento [de esa imagen] era completo, tanto como puede serlo el conocimiento
de un ser creado. Pero aunque él llegó al grado máximo del conocimiento profético, sólo
llegó a ver lo que se le permitió percibir. (SÓLO LLEGÓ A VER LO QUE SE LE PERMITIÓ
PERCIBIR. En tanto que ser creado, incluso Moshé no llegó a percibir la esencia última del
Creador, sino solamente lo que Él le permitió ver. Por definición, un profeta sólo llega a percibir lo
que se le permite contemplar, no más. De ahí que, obviamente, él tampoco pudo percibir
directamente al Creador, como Él le dijo en Shemot 33:20: «No podrás ver Mi Rostro, pues ningún
ser humano puede verme y vivir». La singularidad de Moshé radica en el hecho de que él percibió
en forma completa y nítida todo aquello que Dios le mostró. Los demás profetas, en cambio,
incluso eso no lo vieron ni completa ni claramente) Esto es evidente.

CONTEMPLACIÓN DE IMÁGENES ABSTRACTAS

188. A- Llamaré tu atención sobre un aspecto adicional de la visión profética. Aunque


vemos que los profetas percibieron las imágenes proféticas, no era necesario que lo
hicieran por medio de una visión igual a la del ojo físico, sino a través de una visión
espiritual abstracta. Pues un mismo objeto físico puede ser percibido por el ojo y también
por el espíritu que trasciende al cuerpo, y ambos verificarán que se trata del mismo
objeto, a pesar de que cada uno lo percibe según su propio modo. (A PESAR DE QUE
CADA UNO LO PERCIBE SEGÚN SU PROPIO MODO. El ojo percibe las cualidades y límites de
un objeto físico, tal como se manifiestan en el espacio ante la mirada del ojo. El espíritu (la mente),
en cambio, incluso si no tiene delante de sí al objeto, puede percibir mentalmente las cualidades
que constituyen ese mismo objeto).

El espíritu puede «ver», por ejemplo, lo que se halla dentro de un tonel o detrás de una
pared, cosa que por la naturaleza misma de su visión el ojo no puede hacer, ya que sólo
puede percibir dentro de los límites que el Creador le impuso. Según su propia naturaleza,
el ojo puede ver un tonel físico y verificar que se trata de un tonel, y siguiendo su propia
naturaleza el espíritu también puede verlo y constatar que se trata del mismo tonel.

Lo mismo aplica en este caso. No era necesario que los profetas observaran [físicamente]
la figura de lo que llamaron «león» y lo que llamaron «águila», (LO QUE LLAMARON
«LEÓN» Y LO QUE LLAMARON «ÁGUILA». El Intelecto se refiere específicamente a la visión
que tuvo el profeta Yejezkel de la Merkabá (la representación de la estructura trascendental con la
que Dios dirige el mundo), que contenía cuatro figuras: toro, hombre, león y águila, según se
describe en Yejezkel 1:10 (en el v. 10:14, la figura del toro se cambió por la de un Querub) ) y lo
mismo en todos los demás casos, de igual manera que el ojo físico percibe esa figura,
sino que [lo percibieron] por medio de una visión espiritual. ([LO PERCIBIERON] POR
MEDIO DE UNA VISIÓN ESPIRITUAL. Para percibir, por ejemplo, un león, el ojo necesita observar
directamente las cualidades físicas que hacen de ese animal un león. El espíritu, en cambio, no
precisa ver físicamente al león; le basta con percibir esas mismas cualidades en forma abstracta.
En otras palabras, el espíritu percibe las raíces espirituales de las cualidades físicas que el ojo
percibe. Las cualidades físicas meramente constituyen la proyección concreta de aquellas ) Esto
es evidente. (ESTO ES EVIDENTE. Hasta aquí, el Intelecto respondió a la segunda de las
preguntas del Alma, la cual se refería al modo en que la profecía opera. Ahora abordará la tercera
pregunta, respecto de su utilidad [véase supra, notas 1 y 5]).

PROPÓSITO DE LAS IMÁGENES PROFÉTICAS

189- ALMA: Todavía necesito saber una cosa: ¿qué necesidad había de estas imágenes?
¿Qué hubiera faltado si el Creador les hubiera transmitido cualquier conocimiento actual o
predicción futura sin que ellos hubieran tenido que contemplar una imagen?

CORRESPONDENCIA ENTRE LOS SERES CREADOS Y LA EMANACIÓN


TRASCENDENTAL
190- INTELECTO: Te lo puedo explicar de un modo fácil y sencillo. La razón de eso es
que el Creador desea revelarse a los seres humanos conforme a la naturaleza de ellos,
como ya hemos afirmado. En su estructura misma, los seres creados son expresión de las
emanaciones y los atributos trascendentales, y constituyen una representación exacta de
ellos. Por esta razón, el Creador les revela Su Gloria siguiendo la imagen generada a
partir de ella, ya que la estructura terrenal no es más que una representación de la
emanación y el atributo trascendental. (LA ESTRUCTURA TERRENAL NO ES MÁS QUE UNA
REPRESENTACIÓN DE LA EMANACIÓN Y EL ATRIBUTO TRASCENDENTAL. Siendo la
estructura de cada ser una expresión concreta de una cualidad trascendental, al mostrar Dios al
profeta la imagen de un ser determinado le está mostrando en realidad la representación de la
cualidad trascendental que da origen a ese ser).

Te darás cuenta de que esto mismo constituye una de las cualidades propias del Creador:
traspasar los aspectos esenciales de las emanaciones y los atributos trascendentales a
una estructura terrenal, de tal modo que ésta se convierta en una representación que
remita a los aspectos esenciales de esas emanaciones. (CONSTITUYE UNA DE LAS
CUALIDADES PROPIAS DEL CREADOR, ETC. Esta «cualidad» divina se refiere a la sefirá de
Maljut, la cual constituye la raíz directa de todos los seres creados, y es la que determina la
estructura y contenido de las creaturas para que se correspondan en paralelo con el orden cósmico
trascendental que Dios estableció. Es por esta razón también que Maljut es la fuente de la que
emana la profecía, que esencialmente consiste en «relacionar la estructura terrenal con su origen»
[ledamot tsurá leyotsrá]. En Kelaj Pitjé Jojmá, final del §9, Ramjal explica que, por esta razón, en
un sentido profundo el versículo alude a la sefirá de Maljut cuando habla de «imagen [temuná] del
Eterno», ya que «es ella la que produce todas las visiones de las Sefirot porque es la raíz de todos
los seres terrenales»).

El Creador configuró un orden cósmico completo en el que las estructuras terrenales son
representaciones de todos los aspectos trascendentales que Él desea mostrar a través de
ellas. Esto hace que haya una razón adecuada e íntegra para cada una de las partes que
forman la estructura de los seres creados y no haya en ellas ningún aspecto arbitrario o
contingente.

Todo posee un fundamento sólido derivado de este principio: todos los aspectos
trascendentales y espirituales son representados por las estructuras de las creaturas
inferiores. Y es intrínseco a la trascendencia de la Gloria Divina que el profeta no perciba
esos aspectos trascendentales [en sí mismos,] sino únicamente en su relación con los
seres creados, para que así éstos puedan servirles de referencia, como ya explicamos.
(SINO ÚNICAMENTE EN SU RELACIÓN CON LOS SERES CREADOS, ETC. Los «aspectos
trascendentales» se refiere a los atributos divinos que originan las emanaciones que llegan al
mundo, lo configuran y dirigen. Por ello, aquí el Intelecto explica que los profetas no perciben los
atributos divinos tal como son en sí mismos —es decir, en su naturaleza divina intrínseca—, sino
únicamente en la medida en que se relacionan con los seres creados. En otras palabras, en la
medida en que actúan como raíces de la estructura y las cualidades de los seres creados, así
como de los sucesos que les ocurren. Es por esta razón que en Kelaj Pitjé Jojmá §9, Ramjal afirma
que, puesto que es la sefirá de Maljut la raíz trascendental del mundo creado, las visiones
proféticas sólo alcanzan a percibir los atributos divinos en ese nivel )

LOS SERES CREADOS Y LOS ATRIBUTOS DIVINOS

190. A- Esto tiene un aspecto todavía más profundo. El orden y el método que el Creador
decidió emplear para representar los aspectos propios de la emanación trascendental en
las estructuras terrena-les influye decisivamente en la existencia de las creaturas en todas
sus formas.

Te daré un ejemplo de esto: es debido a que el Creador quiso representar el concepto de


Su Supervisión Cósmica mediante la estructura de «ojo» que el ser humano posee un ojo
físico. Y es porque Él quiso representar los atributos de Su Supervisión Cósmica -de
bondad, rigor y clemencia- por medio de los colores de «blanco», «rojo» y «verde», que
estos colores existen en el ojo humano. Y si Él no hubiera querido representar estos
conceptos de este modo, estos órganos y las partes que los forman no existirían en el
hombre, sino otro tipo de órganos y partes. Esto es evidente.

Lo mismo aplica a todos los rasgos inherentes a los seres creados, sus cualidades y el
predominio variable que cada uno de ellos ejerce en momentos distintos, y así es como se
generan los cambios de situación en todos los cuerpos de los seres creados. Todo esto
depende del modo específico por medio del cual Él quiso representar los aspectos
trascendentales en la configuración y estructura de los seres creados. Resulta entonces
que este principio constituye la raíz fundamental que determina cómo son las creaturas y
sus cambios circunstanciales. Es por esta razón que el Creador mostró al profeta Su
Gloria por medio de imágenes, para que [a través de ellas] él pudiera comprender los
atributos divinos emanados. (LOS ATRIBUTOS DIVINOS EMANADOS. La versión manuscrita
dice las emanaciones [ha ´hashpaot]) Esta es también la razón por la que Él los representó
en estructuras terrenales, para que el profeta pudiera captar y comprender correctamente
el efecto que las emanaciones trascendentales causan en los seres terrenales, según
todos los mecanismos y elementos que Él les determinó. (ES POR ESTA RAZÓN QUE EL
CREADOR MOSTRÓ AL PROFETA SU GLORIA POR MEDIO DE IMÁGENES, ETC. En resumen,
el Intelecto dio dos explicaciones de las visiones proféticas por medio de metáforas y alegorías.
Según el primer tipo de explicación, «fácil y sencillo» (§190), los profetas perciben imágenes de la
acción de Dios en el mundo que son determinadas por las cualidades que poseen los seres
creados (por ejemplo, el «ojo» de Dios) ya que estas cualidades se corresponden estructuralmente
con modalidades específicas de la Dirección Cósmica de Dios (Sus atributos) y sólo mediante esos
paralelos es posible que el hombre comprenda cómo aquélla funciona. Pero según el aspecto
«profundo», son precisamente esas modalidades divinas las que determinan la estructura y el
contenido de las cualidades de los seres creados. Resulta entonces que al percibir los profetas
imágenes alegóricas de las modalidades de la Dirección Cósmica (los atributos divinos), también
perciben la forma en que los seres creados se derivan de esas modalidades, tanto en su existencia
y sus cualidades, como en todo aquello que les ocurre. De este modo, la correspondencia que hay
entre los seres creados y los atributos de la Dirección Cósmica es doble: por un lado, remite todo lo
que existe y que ocurre en el mundo a la Dirección Cósmica, permitiéndonos así comprenderla; y
por otro lado, también nos permite comprender con mayor claridad lo que existe en el mundo, ya
que éste se deriva de aquélla. Es este doble propósito de comprensión el que cumplen las
imágenes proféticas).

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