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“…no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas 7. Creemos que lo importante no son las expresiones externas
naciones…no sea hallado en ti quien practique adivinación, ni de la fiesta, sino lo que se esconde tras ellas: la adoración a
agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, Satanás.
ni mago, ni QUIEN CONSULTE A LOS MUERTOS. Porque es
abominación para con Dios cualquiera que hace estas cosas” 8. Sostenemos firmemente que el único digno de adoración es
(Deuteronomio 18:9-14) JESÚS, el hijo de Dios
2. En Halloween se enseña que los muertos vienen a “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los
visitarnos. que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y
“ Pero los muertos nada saben, ni tienen mas paga; porque su toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria
memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su de Dios Padre”. Filipenses 2:10-11.
envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo
que se hace debajo del sol”(la tierra) (Eclesiastés 9: 5-6)
Tristemente debemos reconocer que en Chile, cada año esta satánicos que efectúan los fanáticos, quienes a veces hasta
costumbre pagana, ha tomado más fuerza y popularidad en los sacrifican personas y niños esa noche, por ello el Halloween
niños y en los adolescentes, a vista y paciencia de los adultos. también es conocido como "la noche de Satán". Una de las
Apenas llega el ocaso del 31 de octubre, cientos de niños salen advertencias más frecuentes es la de tener cuidado con los
de sus casas “luciendo” las más grotescas máscaras y disfraces, dulces, ya que en muchas ocasiones niños y jóvenes se han
y van golpeando las puertas de los vecinos para pedir dulces, intoxicado o han muerto debido al consumo de dulces
sin saber por que lo hacen. envenenados.
Con una simple mirada a los hechos, nos daremos cuenta de
que se repite la historia, esa noche es un caos, donde sólo
sufren los inocentes y las personas decentes. La maldad
desatada esa noche en algunos lugares, rememora la actitud de
los espíritus inmundos cuando visitaban a los vivos para
aterrorizarlos.