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Domingo, 24 de Marzo de 2019

ADORACIÓN
¿Ha escuchado la historia de un muchacho que estaba sentado con su madre en un
servicio de adoración matutina, aburrido hasta el llanto? Casi nada mantenía su atención,
así que sus ojos principiaron a vagar en el santuario, buscando algo que le interesara a un
niño. Pronto fijó su vista en una placa de bronce en la pared que estaba cubierta de
estrellas, letras y el cuadro de una bandera norteamericana. Sin saber su significado, se
inclinó sobre su madre, señaló a la placa y preguntó en un susurró fuerte, “Mamá, ¿qué es
esa cosa allá?”
Ella le habló bajito, “Esa es una placa en memoria de aquellos que murieron en servicio”.

Después de un largo silencio, el pequeño, con sus ojos abiertos y lleno de ansiedad, sacudió
a su mamá de nuevo y le preguntó con una voz con tono solemne, “Mamá, sólo dime una
cosa —¿se murieron en el servicio de la mañana o el de la tarde?”1

¿Acaso, se identifica usted con esta historia?


Si esta historia resulta existencialmente cierta para ti… Dios quiere hablarte este día.

 LA PALABRA “ADORACIÓN” PROVIENE DE LA DIGNIDAD DE DIOS.


La palabra “adoración” viene del latín y expresa la acción con que los “reyes magos”
rindieron culto al recién nacido Jesús. La palabra “adorar”, significa “reverenciar” y honrar
(con sumo honor) a Dios con el culto religioso que merece. También significa “amar en
extremo”, “orar” (hacer oración). La adoración significa reconocer y declarar la excelencia
de Dios. En ella, el creyente reconoce el supremo mérito de Dios, quien es el único digno de
ser adorado.
La palabra adoración2 es una versión acortada de la palabra anglosajona antigua que se
translitera “worth-ship”. Simplemente significa “dignidad”. Así que, adorar a alguien
significa reconocer y declarar la dignidad de esa persona. Pero adorar a Dios empuja hasta
sus últimos límites la palabra “worth-ship”, porque la verdadera adoración cristiana nos
invita a declarar la absoluta dignidad de Dios y la relativa dignidad de cada persona.

1
Suplido por LaMon Brown, antiguo misionero a la India y Tailandia y ahora el pastor
de la Primera Iglesia Bautista en Montezuma, Georgia.
2
En inglés la palabra es worship, que se traduce al español como “adoración”. Sin embargo, el inglés
también tiene una palabra que se traduce “adoración” al español y es adoration. Esto dificulta la traducción
que sigue [Nota del traductor].
Domingo, 24 de Marzo de 2019
ADORACIÓN

Una de las más claras escenas de adoración en la Biblia se encuentra en Apocalipsis 5:11-
12, en donde Juan ve una visión celestial que describe la eterna adoración de Cristo en el
cielo: ¨Miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los
ancianos. Su número era millones de millones, y decían a gran voz:
«El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza»

Dios es absolutamente digno; él es merecedor del más grande reconocimiento. El salmista,


con verdadera comprensión declara:
“Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses. Porque
en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes
son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra
seca. Venid adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová
nuestro Hacedor” (Salmo 95:3- 6)”.

 EL SIGNIFICADO BÍBLICO DE “ADORACIÓN” IMPLICA NUESTRA SUMISIÓN TOTAL A


DIOS.
La palabra más frecuentemente usada para “adoración” en el Antiguo Testamento es sacha,
que significa “inclinarse, hacer reverencia”. En el encuentro de adoración, el que adora se
postra simbólicamente o físicamente, según siente la necesidad de hacerlo, ante la
presencia de la majestad y santidad de Dios. El término sacha conlleva la idea de una
actitud de la mente y del cuerpo con la idea de adoración religiosa, obediencia y servicio.
Así, el que adora está en completo sometimiento delante de Dios: Dios actúa en el corazón
del creyente. La actitud reverente durante la adoración es el reconocimiento de que Dios es
Dios y digno de nuestro culto. Esta actitud está reflejada en la experiencia del siervo
Abraham al reconocer que Dios le había enviado a Rebeca, en la búsqueda de una esposa
para Isaac. El siervo “se inclinó, y adoró a Jehová” (Génesis 24:26).
Jesús debe haber usado el equivalente de la palabra sacha o proskuneoo cuando dijo a la
mujer de samaritana: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren” (Juan 4:24). La palabra griega que se traduce como “adoración”,
proskuneoo, quiere decir “besar hacia”, “besar la mano” o “inclinarse” ante otro,
especialmente cuando se espera algo de vuelta. El cuadro es uno de reverente temor, de
postrarse hasta el polvo en completo sometimiento delante de Dios.

 LA EXPERIENCIA DE ADORACIÓN ES EL CORAZÓN DEL CULTO.


Rendir culto a Dios es comprometer tanto la mente como la voluntad en el reconocimiento
de la infinita perfección de Dios. La devoción interior se exterioriza mediante la
demostración máxima de afecto y entrega a Dios. La adoración llega a ser la parte principal
del culto porque el reconocimiento de la presencia de Dios refuerza el sentido de su
Domingo, 24 de Marzo de 2019
ADORACIÓN
permanente compañía y cercanía del que adora. Aun cuando Dios está separado de
nosotros, está cercano para cuidar de los suyos.
Adoración es reconocer el esplendor, maravilla y hermosura del Señor. El salmista, al
reconocer estos atributos de Dios, exclama: “Adorad a Jehová en la hermosura de la
santidad” (Salmo 29:2). Cuando uno ve la hermosura de Dios reflejada en el universo, adora
al creador y no a lo creado. Como ha dicho Evelyn Underhill: “La creación sólo importa a
causa de él.” La grandeza inmensurable de Dios inspira al alma admiración y da significado
a la creación.

 LA EXPERIENCIA DE ADORACIÓN ES INSEPARABLE DE LA ALABANZA CRISTIANA.


En el sentido cristiano, “alabar” no sólo significa magnificar o loar los gloriosos atributos de
Dios, sino también considerarlos como los valores más altos y de mayor mérito. Alabar es
un medio para expresar adoración cristiana. Adoremos a Dios por lo que él es en toda su
gloria. Le alabamos por todo lo que es, ha hecho en y a través de Cristo Jesús, por su
creación, por sus maravillosas obras en nuestras vidas y en todo lo creado. Los primitivos
cristianos estaban maravillados por el trabajo de Dios en la salvación de la humanidad.
Lucharon por entender el significado de la acción redentora de Dios por Jesucristo. Su
adoración la centraron en Jesús, la divina Palabra hecha carne. En vista de que los cumplió
todo en Cristo, esos creyentes le rindieron agradecida alabanza.

 LA EXPERIENCIA DE ADORACIÓN ALCANZA SU CULMINACIÓN EN EL ACTO DE


RESPUESTA.
No es suficiente perderse en la contemplación de Dios, acerca de lo que él es y de lo que ha
hecho por la humanidad a través de Cristo. La verdadera adoración nos motiva a la acción,
la cual trasciende la contemplación. La hermosa experiencia de Isaías en el templo llegó a
su clímax cuando él, en un deliberado acto de respuesta exclamó: “Heme aquí, envíame a
mí” (Isaías 6:8).

La obediencia, es la máxima expresión de adoración a Dios. Pues, se es obediente a la


Palabra de Dios porque se reconoce su absoluta dignidad; la obediencia implica disposición
de mente y cuerpo, rendición y sometimiento consciente a la voluntad de Dios, así como el
reconocimiento de la infinita perfección de Dios.

¿Te parecen aburridos los cultos? ¿Sientes que la adoración no cubre tu necesidad espiritual
o aún emocional? Necesitas hacer una revisión a tu relación con Dios. Pues tu adoración
personal y la adoración colectiva, depende del amor a Dios, de tu rendimiento a su voluntad.

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