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Santiago Esteban Gutierrez Aguirre

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Trabajo de grado presentado para adquirir el título en:

Licenciatura en Artes Visuales

Dirigido por Betty Gutiérrez De Varona

Magister en Artes Visuales-Pintura Mural

Magister en Artes Visuales-Escultura Urbana

Universidad Tecnológica de Pereira

Facultad de Bellas Artes y Humanidades

Pereira

2017
INTERVENCIÓN DEL ARTE EN LA EDUCACIÓN MORAL

PEDAGOGÍA

LICENCIATURA EN ARTES VISUALES


Agradecimientos

Este proyecto nace con inspiración personal, partiendo del escuchar hablar a mi
hermano sobre sus lecturas. Me vi ofuscado en un principio por no tener
conocimientos en el área, fue ahí donde entraron las personas a las que estos
párrafos se dirigen.

Cuando me vi en apuros fue mi hermano Nicolás quien me dio los inicios en las
temáticas, quien de manera paciente me explicaba aspectos sobre los que había
leído y estudiado en clase, me prestó sus libros y de ahí me basé para hacer el
marco conceptual del anteproyecto que precede a este escrito. Me invitó a hacer
parte de su semillero de investigación en ética donde me presentó ante el Profesor
Carvajal, una persona que se toma su tiempo para hacer lectura y llegar a una
comprensión de los textos llevando el dialogo al contexto común.

A la maestra Betty, le debo su comprensión y entusiasmo hacia el tema, sus


explicaciones fueron muy claras y sus ideas muy fuertes, queda mucho en mí.
Siempre se debe mantener una postura crítica frente a la vida, actuar de forma
concorde a nuestros pensamientos, defendernos y no parar de luchar; que cuando
la muerte llegue, no haya cabida al arrepentimiento.
Dedicado a mi madre y a mi hermano.

Apoyos incondicionales y personas que orientan las direcciones de mi vida,


dándole sentido a lo que hago, promoviendo mi esfuerzo y enseñando como
ser mejor cada vez.
Índice

Introducción…………………………………………………………………………

Capítulo I

1. Educación moral…………………………………………………………………

1.1 Sentimientos Morales…………………………………………………

1.2 Valores………………………………………………………………….

1.3 Culturas hegemónicas……………………………………………….

Capitulo II

2. Historia del arte latinoamericano……………………………………….

2.1 Dibujo y expresión…………………………………………………….

2.2 Medios para expresión……………………………………………….

Capítulo III

3. Educación transversalizada……………………………………………….

3.1 El arte en la educación moral……………………………………….

3.2 El artista como educador moral…………………………………….


Capítulo I

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1. Educación Moral

Al pretender verse a la educación como un proceso integral, en muchas ocasiones


hay factores que se obvian, y la educación moral es uno de ellos. Dentro de la
sistematicidad de la educación, la moral aún no ha tenido la atención ni el valor que
realmente debería tener, la completa mirada se ha dirigido hacia la ética y los
valores que en ella residen. La moral debe ser entonces, un elemento crucial en
cualquier área del conocimiento, que lleve a las personas y las direccione dentro de
sí mismos a una buena práctica, no solo en su quehacer, sino en la vida misma.
Como lo establecen Aguado y Medrano (1994), “Desde nuestra perspectiva la
educación moral no se debe incluir como área, ni incluso como bloque de contenido
dentro de ellas, porque de esta manera se abordaría de manera compartimentada
y puntual”. (p.13). La educación moral debe estar implícita y transversalizada en
diferentes, si no es en cada una de las áreas, como parte esencial no discriminada,
sino abierta a las múltiples interpretaciones e interiorizaciones.

La moral es dependiente del desarrollo intelectivo y social de las personas. Del


desarrollo del intelecto depende la capacidad para entender conceptos que, con el
tiempo, evolucionen y lleguen a formar estructuras mentales más completas y
complejas, como lo es la idea de un bien y un mal; lo justo y lo injusto. El desarrollo
social de las personas es determinado por la calidad en sus relaciones
interpersonales en cualquier ámbito, del que también se desprende la moral, puesto
que como, a través de Piaget, lo señalan Aguado y Medrano (1994), “para Piaget,
la moral depende de la relación social que el individuo sostiene con los demás y
existen, por tanto, tantos tipos de moral como de relaciones sociales”. (p.20). Es
decir, las personas actuamos y pensamos de maneras diferentes, y esas maneras
dependen de con qué persona interactuemos al momento. Lo que sí se puede
determinar es cuando una persona sigue cierto tipo de moral, como puede ser la del

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cristianismo, por lo tanto, se asumiría que es ese tipo de moral la que predomina en
la mayor parte de sus relaciones sociales.

Siguiendo las ideas del desarrollo intelectivo y social, ambas se encuentran


obviamente relacionadas. Las personas son capaces de relacionarse de mejor
forma en cuanto más avanzado es su intelecto y su intelecto no se desarrolla sin el
otro, es decir, la relación sistémica es también recíproca. Mientras más
aprendemos, mejor nos relacionamos con el otro y mientras más nos relacionamos
con el otro, más aprendemos.

1.1 Sentimientos morales

Los sentimientos son un motor de acción en las personas, ya sean negativos o


positivos, son un impulso o reacción, que debe estar medida por nuestra moral al
momento. Como lo establece Hoyos (2001), “La moral es de sentimientos, así se
exprese en juicios y principios”. (p. 16). La moral parte de sentimientos como la
culpa o el perdón, a travesando nuestros conceptos, ideologías y forma de vida para
llegar a expresarse en forma discursiva, con pretensiones de validez que se asumen
como actos de habla constatativos, que pueden ser coaccionados por pretensiones
de validez de otras personas.

Lo que representa el establecimiento de sentimientos morales como tal, es que, al


tomar conciencia de estos, se tengan presentes en la educación como en la vida
misma, y que cada una de las personas los jerarquice como pretenda actuar. El
profesor debe ser entonces una persona preparada en su interior, no solo para
comunicar sus conocimientos sobre el área estudiada, sino que también, para
generar en sus alumnos un desarrollo que los lleve no solo a ser conscientes de su
ambiente social y de sí mismos, que vaya más allá y se evidencie en su actuar y
comunicar.

Al hablar de sentimientos morales, lo que se busca, es que todas y cada una de las
personas, intervenga en sí mismos, dando cuenta de su postura frente a la vida y

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las demás personas, que entienda cómo le afecta el actuar de los demás y cómo
afecta su actuar sobre los demás, de allí se parte a la frase “ponerse en los zapatos
del otro”, que a través de la consideración de las repercusiones de su actuar sobre
los otros, no tome una postura narcisista e individualizadora, sino que adquiera un
carácter imparcial en sus prácticas y pueda llegar a la constitución de un sentido de
justicia que demarque un desarrollo elevado en su discurso, con aspectos
esenciales para la convivencia humana como lo son los derechos y deberes de
cada quien.

1.2 Valores

Los valores son un rasgo característico al hablar de ética y moral, plantean y


describen los aspectos esenciales que poseen las personas. A través de la
interiorización de los valores las personas refuerzan sus ideas de bien y mal,
plantean sus actitudes en la interacción con otra persona y llegan a acuerdos
consigo mismos y la ética.

Tratados como virtudes, los valores son un enaltecimiento del ser humano,
dotándole de cualidades como el amor, que son básicas en la estructuración de una
familia o la responsabilidad en el ámbito laboral y social. Los valores les dan a las
personas las capacidades necesarias para mantener en pie la multiplicidad de sus
relaciones en el día a día, les direccionan hacia el mantenimiento de la dignidad del
otro.

Al hablar de educación moral, los profesores deben ser sujetos con estructuras de
valores lo suficientemente claras y firmes, que, orientadas y organizadas, puedan
permitirles a los alumnos un desarrollo sentimental e intelectual en la solución de
casos que se les presenten ya sea de manera casual o planeada. El profesor actúa
entonces como un coordinador que crea una perspectiva crítica en los alumnos y
los lleva a una participación activa y a un debate que parta de la interiorización y
concepción que cada uno tenga sobre el tema.

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La pedagogía en valores es un ideal de enseñanza, en la que toda base de
conocimiento se cierne sobre el concepto de profesionalización que incida sobre las
acciones y la sociedad, que forme hombres, sobre todo; la pedagogía en valores es
aquella que busca, como lo señala McDowell, (2000):

Reencantar el mundo, desencantado necesariamente por las ciencias y por


la modernización: un mundo sin dioses, ni misterios, esquivo a los símbolos,
cuantificado, inhóspito, indiferente a la solidaridad debe ser abierto a un
reencantamiento que nos permita reencontrarnos en el mundo de la vida
como en casa.

Y que como en casa, cada uno encuentre su paz sin afectar al otro.

1.3 Culturas hegemónicas

Al entrar en campos de moral se hace imposible no llegar a la consideración de que


una hegemonía ejerza su fuerza. Se habla de una guerra de ideologías por la
conquista de la aceptación, mayormente impuesta, en una cultura o sociedad; como
lo determina Moraes (2007), “Las formas históricas de la hegemonía ni siempre son
las mismas y varían conforme la naturaleza de las fuerzas sociales que la ejercen”.
(p. 6). Es decir, la hegemonía no siempre viene del ámbito político, puede venir de
la economía, la religión o la moral, entre otros ejemplos.

Cuando Se habla de una hegemonía en torno a la moral, se quiere decir que hay
ciertos tipos de comportamientos que son aceptados y otros que no, unos que en
determinado lugar pueden ser castigados fuertemente, mientras que en otro no. Un
ejemplo claro de la hegemonía moral se puede evidenciar cuando se hace una
comparación entre medio oriente, donde robar se castiga hasta con la pérdida de
una extremidad, y occidente, donde se dan penalizaciones que privan de la libertad;
cualquiera podría entrar y decir que está mal o que no es suficiente, pero son
verdades relativas que se toman mediante el acogimiento en la cultura y que se
imprimen en las personas de una forma muy marcada, casi imposible de borrar.
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La mayor parte de nuestras ideas, si no son todas, se ven permeadas por ideologías
impuestas. Por más que se hable de autonomía, siempre se tienen idealizaciones,
conceptos muy altos de lo que se debería ser que se comparan con lo que se es y
se usan como justificación. Cuando, dentro de la moral, ponemos en práctica la
comunicación y se da paso al debate, lo que se espera de las pretensiones de
validez de cada persona es que tengan un nivel crítico, no solo frente a las posturas
de los demás participantes, sino frente a sus propias posturas, el cuestionarse si es
adecuado o no juzgar a partir de una creencia o una idealización, dar cuenta de las
barreras que interpone, puesto que no da paso a la imparcialidad, cualidad que lleva
a la justicia.

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BIBLIOGRAFÍA

[2] DIAZ, Aguado. MEDRANO. (1994). Educación y razonamiento moral.


Ediciones Mensajero, S.A. Sancho de Azpeita, 2-48014 Bilbao, España.

[3] HABERMAS, Jügen. (1985). Conciencia moral y acción comunicativa. Nova-


Gràfik, Piugcerdà 127, Barcelona, España.

[4]HOYOS, GUILLERMO, "Elementos para una teoría discursiva de la


pedagogía a partir del pensamiento de Jürgen Habermas" Forjadores del
pensamiento en Occidente: Pensadores de las ciencias humanas. En:
Colombia ISBN: 0 ed: Editorial Zuluaga, v.1, p.437 - 473 1, 2001.

[5] H, Richard. REIMER, Joseph. P, Diana. (1984). El crecimiento moral de


Piaget a Kohlberg. Narcea S.A, Madrid, España.

[1] MCDOWELL, John. Cf. Interview, “Kant ist der Gröte”. Ein Gespräch mit John
McDowell, en information Philosopie. 28. Jahrgang, Heft I, Lörrach, März 2000,
pp.24-25.

[6] MORAES, Denis. (2007). Hegemonía cultural y comunicación en el


imaginario social contemporáneo. Espéculo. Revista de estudios literarios.
Madrid, España.

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