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NicholasCook

DeMadonna
al canto gregoriano
Una muy breve
introducción a la música
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Trn11.< >< 11H< ,IN.\I : M,rnc: /\ Vc,,•Shm·t /ntrod11ctw11


TllAl>lll :T< m: Luis (;ugo
Prólogo 1
Lu tniJuct'ión de esta obra , publicada o riginalmente en ingh:s
en 1998, se publica por acuerdo con Oxford University Press.

Primcru edición: 2001


Tercera reimpresión: 2006

Disi.:ño dt rnbicrrn: J\li anz.i Editorial


f-otogrnfi11 · /l,111d11 de \Vil/y l /11111¡,/,rc·,· J\ n:hivo 1\ N1\ Y,\

llcs,·"·"dn, 1ndn, 111, d,·n·d1<>s. F.I rnn1c111d11 d,· cst.1 nhrn L'Slil pro1q:1d11 pm l.,
El 31 de agosto de 1997 la televisión transmitió la final del
l .,·y. 411<: cs1uhlcn· p,·n," de prisiún y/11 m11h;1s, adcm:b de las l'lll'rc,p1111<lil'IH<:s Mercury Music Prize. Entre los nominados se encontraban
i11dcm11izurin11c, por d:11ins y per111icins, para 4111..:m·s rl'pr11d11jc rl·n. pl.,~i:ir,·11 , Suede, Mark Anthony Turnage, los Chemical Brothers y John
distrihuyncn n ,·,11111mirnr<.'II pi1hli<:u111c111,·. ,·n 10 J n n L'II pun,·, una oh r,1l11 n.1
ri.1 , ,,nistira n c1,·n1ifi,·a. o su 1runsfmmuriú11, intcrprct,,r iún o c¡,·,·11,·iú11 anis11r ,1 Tavener. t Y qué hay de extraordinario en ello? Simplemente
fij:1d:1 ..:n rn:1\quicr 1ip11 de supum· u c11mu11il'nd:1,1 1r,1v.:s di.' 01.1l411Íl'r nt\·, lin, que hace unos años hubiera resultado insólito que composi-
Slll la l ll"L'l'l•ptÍ\';I :lllll1fÍZ,l<:ÍÚII . •
tores «clásicos» como Turnage o Tavener aparecieran sobre el
mismo escenario que grupos pop como Suede y los Chemical
([) Nicholas Cook, 1998 Brothers, e inconcebible para ellos que se estableciera un jui-
O di.: la traducción: Luis (;ago, 200 \ cio comparativo entre unos y otros. (Los ganadores, sin em-
([) i\li,mza Edi1orial, S. A., MuJriJ , 200 1. 200 \ , 2005 , 2006 bargo, fueron Roni Size y el Reprazent Collective, bien cono-
C.1lk·Ju.111 Ignacio Lurn JtTena, l 5; cidos en el mundo jungle* de Bristol.) Pero más tarde, sólo
28027 Madrid; 1<:léfonu 91 393 88 88
una semana después, la «Song for Athene» de Tavener fue una
www..1 lianzac:Ji tori al .es
ISBN : 84 -206-7207-6 de las piezas incluidas en el funeral de la Princesa Diana jun-
Dcrósiro ltgal: M. 28.772 -2006 to con la interpretación de «Candle in the Wind» por parte de
Jmpn.:su i.:11 Fc.:rmínJi.:z CiutlaJ, S. L. Elton (ahora Sir Elton) John. Y el mes siguiente se estrenó en
Prinri.:J in Sµain el Royal Albert Hall de Londres la composición coral y or-
questal Standing Stone, de (Sir) Paul McCartney. Entretanto,
SI QUIEllE IU:.Cll\lR INFORMACIÓN PERIÓDICA SOBRE. LAS NOVEDADES DE
ALIANZA l:lllTOIUAL, ENVÍE UN CORREO ELECíRÓNICO A LA DIRECCIÚN:
alianzaeditorial@anaya.es • El j1111gl~ es un tipo de müsica pop ele<.:t rónka, cun bajos y p~rcusilin
n_1UY prominentes, qut: goza <le gran popularidad en Bristol inicias a mú-
sicos .:omo Roni Siie y Tricky. (N. cid '[J

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s DF. MADONNA A L CANTO GREGORI ANO
PRÓLOGO
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al otro lado del Atlántico, los estudiantes de doctorado están pueda hablarse sensatamente de música como de algo que
ya escribiendo tesis sobre la obra de Frank Zappa, que abarcó posee un alfabeto, entonces todas y cada una de las músicas
desde el acid rock hasta la música de concierto clásica. Las ba- tienen su propio alfabeto. Visto de este modo, todas y cada
rreras que en otro tiempo mantenían firmemente separados una de las músicas n~cesitarían su propia breve intro-
los diferentes estilos y tradiciones musicales están desmoro- ducción.
nándose en todas partes. ~~da músi:~ es dif:rente, pero también es cierto que toda
Resulta evidente que el mundo está repleto de diferentes ti- mus1ca es ~~s1ca. Existe un nivel en el que usted puede ha-
pos de música: tradicional, folk, clásica, jazz, rock, pop o blar?~ «mus1ca» (y yo puedo escribir esta muy breve intro-
world, por citar sólo unos pocos. Así ha sido siempre, pero las ducc1on), pero no se trata del nivel del ABC. Hablar de mú-
modernas comunicaciones y la tecnología de la reproducción sica en general es hablar de lo que la música significa y, fun-
sonora han hecho del pluralismo musical parte de la vida co- damentalmente, de có1?o opera la música (éómo puede
tidiana. (Esto es algo que puede oírse con sólo pasear por un hacer!~) en cuanto que agente significativo. Porque la música
centro comercial.) Sin embargo, los modos en los que pensa- no es simplemente algo bonito para escuchar. Por el contra-
mos en la música no reflejan esta situación. Cada tipo de mú- rio, se encuentra profundamente arraigada en la cultura hu-
sica llega con su propio modo de pensar en la música, como si mana (del mismo modo que no hay ninguna cultura que
fuera el único modo de pensar en la música (y la única músi- ca~e~ de W1 lenguaje, tampoco hay ninguna que carezca de
ca en la que pensar). En concreto, el modo de pensar en la ~ms1ca). De algún modo, la música parece ser natural, exis-
música característico de escuelas y universidades -y, en reali- tir como algo aparte y, sin embargo, está impregnada de va-
dad, de la mayor parte de los libros que tratan de música- re- lores humanos, de nuestra sensación de lo que es bueno o
fleja más cómo era la música en la Europa del sigl_o xrx que malo, acertado o equivocado. La música no surge porque sí,
cómo es en la actualidad, en cualquier parte. El resultado es somos nosotros quienes la hacernos, y es lo que a nosotros
una especie de brecha de credibilidad entre la música y el nos parece. Las personas piensan por medio de la música
modo en que pensamos en ella. deciden quiénes son a través de ella, se expresan por medi~
En esta breve introducción quiero dar notoriedad a de ella.
todo tipo de música. O, mejor, dado que se trata de una muy P_or eso este libro aborda en igual medida la música y la re-
breve introducción, quiero trazar un panorama en el que, en flexión sobre la música. Y también aborda las estructuras so-
principio, todo tipo de música podría tener cabida, en caso ciales e institucionales que condicionan la reflexión sobre la
de que hubiera espacio para ello. Y esto tendrá una clara re- música. El libro comienza con una respuesta individual do-
percusión en cuanto a aquello que el libro no es. Lo que no es méstica, ante el hecho musical -con un anwicio de televi~ión
es un ABC de la música, de esos que ofrecen un breve resumen y la~ diferentes asociaciones y connotaciones que le prest~
de los llamados rudimentos (pentagramas, claves, escalas, sentido- y concluye con-una instantánea de cómo se está re-
acordes y demás), seguido de un rápido repaso de todo el re- flexionando, y escribiendo, sobre la música en el mundo aca-
pertorio. La razón por la que no puede ser un ABC de la músi- démico actual. (Como dice George Miller, mi editor de Ox-
ca es que habría de ser no sólo un ABC, sino también un ABf, ford University Press, aquí es donde hace su entrada una pan-
un AB r- y un ~"J;, por no hablar de un ,, \.'I ? . En caso de que dilla de musicólogos que_toman el relevo.) Al centrarme en el
d .,

JO I H· ~ 1,\1)1.,NN,\ ,\1 <:,\N I <> ( ;1t 1< :< UUAN< l


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últim o capítulo en cuestiones de música y género, no quiero individuo; al menos, excede los limites de los míos. Cuales-
dar la impresión de que los musicólogos tienen sexo en el ce- quiera que sean los errores que permanezcan, debo expresar
rebro. Pero desde hace mucho tiempo ha existido una tradi- mi agradecimiento a Mark Everist, Matthew Head, Roger
ción académica de pensar en la música como algo «puramen- Parker, Robynn Stilwell y Jonathan Stock, sin quienes habrían
te musical», que no tenía que ver con nada que no fuera ella sido muchos más.
misma, lo que ha creado una impresión general entre todos
excepto los musicólogos de que, en ese caso, la música no N . C.
puede tener mucha importancia. Ha sido el estudio de la mú-
sica y el género, más que ninguna otra cosa, lo que ha vuelto
a poner el significado mundano de la música en el mapa mu-
sicológico y lo que ha provocado que la musicología, en una
palabra, salga del armario.
Y, por supuesto, la música sí tiene importancia: si no creye-
ra en ello, no habría escrito este libro, y si usted no lo creyera,
no estaría leyendo esta frase. La música no constituye algo
aparte, sino que se halla en el ceñtro m1smo 1 ae las cosa~De
hecho, no es tanto un «algg» como un modo de conoce.r.,..el
mundo, u~modq de~~~.!_roimi_srii,os, au~q~_<;;Q.!1.\2.~.-
E!i~!1ré.!E....elS~P-ítµLo_j, la f!l!~~fgr~.s!,~J:J:.ill'!:~iCJt C911J,<? una
~sg~c!~ de q~~t~~~..,.112E.i'a~E!aj_ S~.!.1!2.~u_,h_!stori!, C~5i
p~dría d:c_!~ue la °:2!ca ';:,~.~:~!~~~!.~
XJO nan ag, ~ ~ ~ ~ ll-ª,,1-ª,.fQ_m~ei:t!ffiQ_s_el]...,.m!.q, S1
esto suena un poco paradójico, la razón es que es un poco pa-
radójico: quizás Elvis Costello (si es que fue Elvis Costello) te-
nía razón cuando afirmó que escribir sobre música es como
bailar sobre arquitectura. Pero lo cierto es que todos lo hace-
mos. Utilizamos palabras para decir lo que la música no pue-
de decir, para decir lo que queremos expresar por medio de la
música, lo que la música significa para nosotros. Y a la postre
son en buena medida las palabras las que determinan lo que
la música significa para nosotros. Ésta es quizá la única justi-
ficación real para escribir algo sobre música, incluso una muy
breve introducción.
Pero, por breve que sea, un libro de un alcartce tan amplio
como éste excede los límites de los conocimientos de un solo

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