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Departamento de Sociología I (Teoría, Metodología y 

Cambio Social)

ENUNCIADO DE LA PRUEBA.
1.- Elija tres entrevistas de las que se han subido a la zona de documentos y evalúe
argumentando las biografías laborales a la luz de los contenidos teóricos estudiados en
la asignatura.

Entrevistas:
Entrevistada: Vanesa López Valverde, 30 años, Basilea (Suiza), Investigadora farmacéutica.
Entrevistado: Gerarta Arotzena, 36 años, Rentería (Gipuzkoa), Pedagogo co-fundador del
proyecto Ertz.
Entrevistada: L. Barroso, 55 años, Galicia, Psicóloga.

Los entrevistados pertenecen a las generaciones comprendidas entre los años 70-90,
años caracterizados por la demanda masiva a las universidades de títulaciones superiores.
Igualmente en esta época comenzó a encomendarse de forma intensa la ocupación de puestos
de trabajos operativos y no cualificados a autómatas, lo que provocó efectos sobre el
contenido técnico del empleo, creciendo la demanda de conocimientos científicos y
profesionales de alto nivel y destruyendo masivamente puestos operativos y empleos
semiprofesionales (Fernández Enguita, 2006:41).
Los tres perfiles comparten características típicas postfordistas basadas en la
multihabilidad o multifuncionalidad, la polivalencia, la flexibilización de las relaciones
laborales, la autonomía y la responsabilidad del propio conocimiento y productividad.
Poseen titulaciones superiores que les han abierto las puertas para el desarrollo de empleos
más o menos estables, desempeñando en todos los casos funciones muy variadas, en
diferentes puestos, guiados por su propia motivación, realización personal, curiosidad, etc.,
que en dos de los entrevistados poco o nada tenían que ver con los estudios superiores
realizados.
El contexto de desajuste de capacitación técnica vivido les ha conducido, junto a
otras consideraciones personales, a realizar una formación menos especializada y más
polivalente, siendo conscientes de que las cualificaciones adquiridas pronto se vuelven
obsoletas (si no lo eran ya antes) al entrar al mercado laboral. En los tres casos realizan una
inversión propia en formación permanente, que varía según el caso y las inquietudes en
más o menos teórica o práctica, para adquirir competencias que les permitan enfrentarse a
nuevos desafíos y poder mejorar su empleabilidad.
Los tres entrevistados comparten las características que según L.E. Alonso (2007)
debe poseer la nueva ciudadanía laboral compleja, activa y democrática: son flexibles y se
adaptan a las necesidades del mercado laboral, aunque siempre guiados por sus propias
motivaciones, y ejercen o han ejercido alguna vez la pluriactividad (desarrollo de dos o más
actividades). Ejemplifican el cambio del modelo fordista, basado en una carrera profesional
que daba paso a un trabajo a tiempo completo y de duración indefinida, a un modelo
fragmentado, muchas veces precario e inseguro, en el que las empresas marcan las
competencias que el individuo debe poseer.
Las tres personas entrevistadas, a pesar de sus diferencias, han conseguido adaptarse
a los cambios acaecidos con la llegada de la sociedad de la información y comunicación.
Siendo coherentes con las nuevas demandas que los avances tecnológicos han impuesto:
aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser a lo largo todas sus vidas. Llevando a cabo
las recomendaciones del Informe Delors (1996: 91) de “estar en condiciones de aprovechar y
utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar
y enriquecer el primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio”.

2.- Reflexione sobre la relación entre credencialismo y desigualdad en los mercados de


trabajo y exponga su posición argumentado de manera fundamentada.
La situación económica actual basada en la globalización, el rápido progreso
tecnológico, la creciente internacionalización de la economía, la competencia y la
incertidumbre, afecta a multitud de aspectos y la organización del trabajo es uno de ellos. La
oferta laboral evoluciona para poder adaptarse a las demandas de un mercado ahora global,
donde se analizan las posibles estrategias y medidas necesarias que puedan aumentar la
creación de empleo y paliar las altas tasas de paro reinantes.
El modelo de empleo que estuvo vigente hasta 1980, basado en el pleno empleo
estable, asalariado, a tiempo completo y con garantías sociales, ha evolucionado a “nuevo
modelo europeo de empleo”, caracterizado por altas tasas de paro, con creación de empleos
inestables y reducción del empleo estable (Miguélez, F. y Prieto, C., 2008), siendo hasta
ahora la educación una de las variables más importantes a la hora de predecir el éxito
ocupacional futuro (Collins, R., 1989:9). Cada una de las revoluciones sufridas “ha dado
lugar a una nueva divisoria social, o la ha profundizado y ampliado hasta niveles y límites
antes inimaginables” (Enguita, M., 2006:38). Actualmente la información y comunicación
tienen un papel primordial y decisivo que multiplica el poder de la cualificación
desembocando en “una importancia redoblada de la educación” (Fernández Enguita,
2006:38-39).
Mientras los empleos requieren cualificaciones cada vez menores, los jóvenes se
incorporan al mercado de trabajo cada día con más años de educación: se produce, entonces,
lo que se ha dado en llamar “Sobreeducación” (Berg, 1971; Carnoy, 1984; Fernández
Enguita, 1983 a, 1984 b; citado en Fernández Enguita, 1986:104), a pesar de que las
credenciales obtenidas ya no aportan el mismo valor que se les presuponía si no se añaden
características diferenciales. Los trabajadores ahora necesitan adquirir una serie de
competencias individuales para ser capaces de conseguir un empleo ya que la productividad
de los individuos no depende únicamente de sus aptitudes, sino también de su motivación y
la intensidad de su esfuerzo.
Según la teoría del Capital Humano (Becker, 1983) la inversión destinada a mejorar
las aptitudes y características de una persona la hacen más productiva, produciendo esa
inversión un mayor valor de retorno del capital invertido. Mientras esta teoría considera la
formación como una certificación de conocimientos y destrezas que aseguran el rendimiento
y productividad de un trabajador, la teoría Credencialista (R. Collins, 1979) por su parte
considera éstas certificaciones como un “filtro” que señala a las personas más productivas,
evitando así que los empresarios tengan que efectuar inversiones de capital para la selección
o formación de los trabajadores (Bonal, X., 1998:73-75).
R. Collins sostiene que “las posiciones de poder y prestigio se adquieren por medio
de la diferenciación entre los grupos, y no sólo en los conocimientos, sino sobre todo de los
estilos de vida” (Bonal, X., 1998:74), coincidimos con el autor, a pesar de que ignore el
papel que juega el Estado en la expansión de los sistemas educativos (Ramírez y Boli, 1987;
Green, 1990, citado en Bonal, X., 1998:75), cuando afirma que la escuela, como institución,
otorga credenciales para acceder a los puestos de trabajo mejor valorados y mejor pagados,
independientemente del conocimiento adquirido. Por su parte la teoría de la reproducción,
que enfatiza el hecho de que la educación es el aparato del Estado, afirma que la escuela
contribuye al mantenimiento y reproducción de las posiciones sociales y de las relaciones de
poder entre clases (Bonal, X., 1998:80-81) colaborando de esta forma a la desigualdad de los
mercados de trabajo.
Mercados de trabajo que, a su vez, contribuyen al credencialismo y a la inflación de
los títulos. Cuanto más énfasis se da a la educación como forma de acceso laboral, más valor
pierden las titulaciones, “así en la inflación credencialista, cuanto más se desvaloricen los
títulos en términos absolutos, se necesitará de mayor nivel para acceder a los mismos puestos
de trabajo (Fernández Enguita, 2006:33). Se produce así el “desempleo de los licenciados”
como “resultado de la dificultad […] de encontrar el tipo de puesto de trabajo que consideran
acorde con la cualificación o el título que poseen” (Fernández Enguita, 1990:256) viéndose
en muchos casos obligados a aceptar un empleo por debajo de la cualificación adquirida,
empujando a los que poseen títulos con el valor para acceder a ese puesto de trabajo a ocupar
puestos de menor nivel consecutivamente.
BIBLIOGRAFÍA
Alonso, LE (2007): La Crisis de la Ciudadanía Laboral . De Barcelona: Anthropos.
Becker, G.S. (1983): “El capital humano”. Madrid, España: Alianza Universidad Textos,
Alianza Editorial
Bonal, X., (1998): “Sociología de la educación. Una aproximación crítica a las corrientes
contemporáneas”. Barcelona, España: Ediciones Paidós.
Collins, R (1989): “La sociedad credencialista”. Madrid: AKAL.
Delors, J. (1996): “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra un tesoro.
Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo
XXI, Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103. Disponible en:
http://uom.uib.cat/digitalAssets/221/221918_9.pdf
Fernández Enguita, M. (1986): Capítulo VI “Descalificación del trabajo y cualificación del
trabajador: Por una formación polivalente”. En La integración de la educación
tecnológica en la enseñanza obligatoria: por una formación polivalente. Ministerio de
Educación y ciencia. Subdirección general de perfeccionamiento del profesorado.
Madrid.
Fernández Enguita, M. (1990): “La cara oculta de la escuela. Educación y trabajo en el
capitalismo”. Madrid. Siglo XXI.
Fernández Enguita, M. (2006): “Educar en Tiempos inciertos”. Madrid. Morata.
Miguélez, F. y Prieto, C. (2008): “Transformaciones del empleo, flexibilidad y relaciones
laborales en Europa”. En Política y Sociedad, 2009, Vol. 46 Núm. 1 y 2, pp. 275-287.

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