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La competencia es una situación en la cual los agentes económicos tienen la libertad de ofrecer bienes y
servicios en el mercado, y de elegir a quien compran o adquieren éstos bienes y servicios.
En general, esto se traduce por una situación en la cual, para un bien determinado, existen una
pluralidad de oferentes y una pluralidad de demandantes.
Los oferentes se encuentra así en una situación de competencia para ser preferidos por los
consumidores y los consumidores a su vez para poder acceder a la oferta limitada.
Competencia Perfecta
El mercado de competencia perfecta es aquel en que existe un gran número de compradores y
vendedores y no hay control sobre los precios ni reglamentos para fijarlos. Por ello el precio de
equilibrio se da cuando la cantidad ofrecida es igual a la cantidad demandada.
Características
a) La oferta y la demanda deben ser atómica.
b) Debe existir plena movilidad de mercancías y factores productivos.
c) A las nuevas empresas que lo deseen y cuenten con recursos necesario no se les debe impedir la
entrada en el mercado.
d) Las mercancías deben ser homogéneas.
e) Los poseedores de los factores productivos deben tener un perfecto conocimiento de todos los
movimientos que ocurran en el mercado.
Competencia Imperfecta
Es situación de fallo de mercado en la que, a diferencia de la situación de competencia perfecta, un solo
agente de los que funcionan en el mercado o unos pocos manipulan la condición del producto y pueden
afectar directa la formación de los precios.
En una situación de competencia imperfecta las empresas que residen en ese mercado pueden llegar a
tener suficiente poder de mercado para afectar al precio del mismo. Las consecuencias principales de
este poder de mercado que puede haber son una repercusión negativa en el bienestar de los
consumidores y una pérdida de eficiencia.
Características
El monopolio y la competencia perfecta son las únicas situaciones de mercado que han
retenido la atención de los economistas de la escuela clásica. El monopolio es un mercado en
el que un único vendedor —el monopolista-se enfrenta a una multitud de compradores.
El economista norteamericano Edward Chamberlin ha separado la noción de "monopolio
aislado" que afecta a un producto que no puede ser sustituido. En estas condiciones, las
decisiones adoptadas por el monopolista se refieren, a la vez al precio
y a la cantidad. Pero no es posible influir más que en una de estas variables, ya que se han de
considerar las reacciones de la demanda. En esta situación es imposible distinguir la firma de
la industria. La empresa es asimilable a toda la rama.
Cabe considerar tres posibilidades: el monopolio puede ser, alternativamente, simple,
discriminante o bilateral. En el primer caso, el monopolista, a fin de obtener la
máxima rentabilidad, debe vigilar sus curvas de costos. Si estas últimas son decrecientes, le
interesará practicar un precio bastante bajo a fin de desencadenar una gran cantidad de
decisiones de compra. Por el contrario, si sus costos son crecientes, le resultará más ventajoso
limitar la oferta elevando sus precios.
En la hipótesis del monopolio discriminante, se ofrece un mismo producto (o un mismo servicio)
a precios distintos. La fijación del precio implica la existencia de dos c más mercados que
tengan "coeficientes de respuestas’ distintos. Así, la tarifa eléctrica para uso doméstico será
más elevada que la establecida para la industria. La compañía aérea que disponga de
una filial especializada en turismo podrá hacer viajar en un mismo vuelo cuya exclusividad tiene
y en las mismas condiciones a dos categorías de pasajeros (hombres de negocios y turistas)
a precios muy distintos (por lo general los primeros no pagan de su bolsillo y lo contrario ocurre
con los segundos).
El monopolio bilateral presenta una sola oferta frente a una sola demanda. Alguna de las partes
intentará establecer los términos del intercambio que le sean más favorables. Pero los dos
participantes deseosos de concretar la transacción proceden a un ajuste entre
un límite máximo representado por el precio tope, que elimina todo atractivo para el comprador,
y un límite inferior representado por el precio básico, que no produce
ningún beneficio al vendedor.
Con frecuencia, el empleo del término monopolio es inadecuado, ya que rara vez designa la
presencia de un solo vendedor frente a una multitud de compradores. A menudo existen
pocos vendedores, que se ponen de acuerdo para dominar el mercado e imponer precios
elevados o bien libran una dura competencia para conseguir la ventaja dentro de
la competencia. Cada vez es más frecuente en la vida industrial la aparición de casi monopolios
(el 90% de un mercado está dominado por una sola firma) o de monopolios provisionales
(una empresa, gracias a sus investigaciones y a su capacidad de innovar, puede dominar de
manera absoluta durante cierto tiempo el mercado de un producto). Se reconocen pocas
ventajas a los monopolios (si se exceptúa, probablemente, su capacidad de inversión). A
menudo se denuncia el dominio que ejercen, el cual se traduce en alzas de los precios.
La competencia monopolística
es un tipo de competencia imperfecta en la que existe un alto número de vendedores en el
mercado que tienen un cierto poder para influir en el precio de su producto.
Los productos que se ofrecen se caracterizan por tener cierta diferenciación y es precisamente
esta diferenciación la que hace que estas empresas puedan gozar de cierto poder de mercado,
tengan cierta voz a la hora de fijar sus precios y no sean meramente “precio-aceptantes”, como
en el caso de la competencia perfecta. Por lo tanto, la representación gráfica de la competencia
monopolística será la de la derecha, la competencia imperfecta.
En el oligopolio, las empresas competidoras tienen poder de mercado, pero a un nivel inferior que en
caso del monopolio. Ya que, en vez de haber solo un oferente, existe un pequeño grupo de empresas.
Esto significa que si bien cada una de las empresas tiene influencia sobre el precio y cantidad de
mercado (no lo toman como dado), la libertad para elegir el nivel de dichas variables se ve limitado por
la existencia de otras empresas competidoras. Un caso especial de oligopolio es el duopolio, donde
existen solamente dos oferentes en un mercado.