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Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas,

los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus
corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor.

Efesios 3:16-17

En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.

Gálatas 5:22-23

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para
que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Romanos 15:13

Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

Juan 4:24

¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha
dado de su Espíritu.

1 Juan 4:13

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio
propio.

2 Timoteo 1:7

Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.

Gálatas 5:25

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero
el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con
palabras.

Romanos 8:26

El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar
buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar
liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros.

Isaías 61:1

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Romanos 8:14

Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino
sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos
profetas.
1 Juan 4:1
Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en
diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
Hechos 2:3-4

Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría
y de revelación, para que lo conozcan mejor.
Efesios 1:17

La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu
es vida y paz.
Romanos 8:6

El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.


Romanos 8:16

Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el
Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
Lucas 11:13
Así que el ángel me dijo: «Ésta es la palabra del Señor para Zorobabel:» “No será por la
fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.”
Zacarías 4:6
Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a
ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
Gálatas 5:17
Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del
Señor, que es el Espíritu.
2 corintios 3:18
Porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de
Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación.
Filipenses 1:19
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que
han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por
un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
1 corintios 6:19-20
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
Romanos 12:11
Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.
Gálatas 5:16
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que
los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
Romanos 8:15
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían
el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas.
Génesis 1:1-2
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
Efesios 4:3
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
Salmos 51:10
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos
tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Hechos 1:8
No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.
Juan 14:18
—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón
de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Hechos 2:38
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente,
vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde
estaban reunidos.
Hechos 2:1-2
Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el
mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos
mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Romanos 8:11
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra
autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas
espirituales malignas en las regiones celestiales.
Efesios 6:12
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
2 Corintios 3:17
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por
un terreno sin obstáculos.
Salmos 143:10
Y cuando los arresten y los sometan a juicio, no se preocupen de antemano por lo que
van a decir. Sólo declaren lo que se les dé a decir en ese momento, porque no serán
ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
Marcos 13:11
La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu.
Proverbios 15:4
Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola
esperanza.
Efesios 4:4
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón
por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Romanos 5:5
Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que
demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje?
Gálatas 3:5
El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que
él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio.
1 Juan 3:24
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no
vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
Juan 16:7
El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza
cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida
eterna.
Gálatas 6:8
Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios —respondió Jesús—.
Juan 3:5
Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que
Dios ha dado a quienes le obedecen.
Hechos 5:32
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el
poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús
por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
Efesios 3:20-21
Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos
judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
1 Corintios 12:13
Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
Juan 3:6
Un día en que todos acudían a Juan para que los bautizara, Jesús fue bautizado también.
Y mientras oraba, se abrió el cielo, y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma.
Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy
complacido contigo.»
Lucas 3:21-22
Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de
piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.
Ezequiel 36:26
Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su
esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.
1 Pedro 1:13
Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme
ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.»
Hechos 13:2
Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas
hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1:21
Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre
quien veas que el Espíritu desciende y permanece, es el que bautiza con el Espíritu Santo.”
Juan 1:33
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas
a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.
Lucas 4:18
Entonces Jesús exclamó con fuerza: ― ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al
decir esto, expiró.
Lucas 23:46
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
1 Corintios 3:16
Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes.
Ezequiel 36:27
Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo
examina todo, hasta las profundidades de Dios.
1 Corintios 2:10
Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó
el espíritu.
Juan 19:30
¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
también estás allí.
Salmos 139:7-8
Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el
Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
Romanos 8:27
En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que
está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
1 Corintios 2:11
Respondan a mis reprensiones, y yo les abriré mi corazón; les daré a conocer mis
pensamientos.
Proverbios 1:23
Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se
ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la
muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!
Hebreos 9:14

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