You are on page 1of 8

“EL POSITIVISMO FRANCÉS”

Los orígenes del Positivismo surgen en Francia en la segunda mitad del siglo XIX, su nombre proviene
del objetivo de utilizar los métodos y resultados para investigación filosófica de la ciencia positiva.
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo
XIX Auguste Comte (1798-1857), pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo
británico David Hume (1711-1775), al filósofo francés Saint-Simon (1760-1825), y al filósofo alemán
Immanuel Kant (1724- 1804). al nacer en Francia se propaga por toda Europa convirtiéndose en la
forma de pensar de los filósofos, historiadores, científicos, literarios, entre otros.
El Positivismo es una corriente filosófica que afirma que el único conocimiento autentico es el
conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las
teorías a través del método científico

Comte, Augusto (1798-1857).

Comte fundó el positivismo, una corriente filosófica que establecía que lo que no es probado por la
propia experiencia no puede ser considerado como válido. Esta línea ha cuestionado toda
afirmación científica que carecía de evidencias sólidas, refutando las teorías cuyo alcance estuviese
fuera de lo concreto y probable. Además, sostenía que las ciencias debían estar enfocadas en el
desarrollo del ser humano, del conocimiento y de la sociedad en su totalidad. Sobre estas mismas
ideas, Comte fundamentó su idea de los tres estados: el teológico, el metafísico y el positivo o
científico

BIOGRAFÍA

Isidoro Augusto María Francisco Javier Comte Filósofo positivista francés ,nació un 19 de
enero de 1798 (Montpellier, Francia) y fenece un 5 de septiembre de 1857,. Sus padres fueron Luis
Augusto Comte y Rosalía Boyer. Desde niño, rebatió perennemente las doctrinas monárquicas y el
catolicismo. posteriormente, en 1814, con dieciséis años cumplidos, ingresó a la Escuela Politécnica
de París, instituto al que se adhirió a endosar los ideales establecidos en la Revolución francesa, fue
expulsado por las autoridades correspondientes de dicha institución acusado de republicanismo e
indisciplina, asimismo de haber dirigido en 1816 una tumulto estudiantil. Luego de este hecho
inopinado, Comte se dedicó fundamentalmente al estudio de los pensadores del siglo XVIII y a sus
contemporáneos, además de continuar sus estudios en la Facultad de Medicina de Montpellier.
años más tarde, conoció al teórico Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, de quien fue
discípulo y secretario privado. La influencia de Saint-Simon fue enorme en las obras posteriores de
Comte; sin embargo, existió una discordancia entre ambos la cual hizo que se diera por terminada
la buena relación que ambos tenían en el año 1824. La causa de dicha discrepancia fue un plagio por
parte del conde, quien se atribuyó la autoría de Los Opúsculos.
1826, Comte inauguró un curso de filosofía positiva en su domicilio, donde asistían algunos de sus
discípulos en París. El primer volumen de su Curso se publicó en 1830, y contuvo dieciocho lecciones
sobre las matemáticas. En el año 1836, apareció el segundo tomo de esta obra, abarcando las
lecciones desde la diecinueve a la treinta y cuatro, que analizaban la física y la astronomía. Más
adelante, en el año 1838, escribió el tercero de sus volúmenes, cuyas lecciones iban desde la número
treinta y cinco a la número cuarenta y cinco y tenían como tema fundamental un análisis a
la química y a la biología. El cuarto volumen, que data de 1839, contuvo en él las lecciones desde la
46 a la 51, que explican la necesidad, según Comte de "una física sobre la sociedad",denominada
actualmente sociología, de la cual es el fundador. Finalmente, en el año 1842 aparecieron los dos
últimos volúmenes, que poseyeron desde la lección 56 a la sesenta y se refieren a la dinámica social
CURSO DE LA FILOSOFIA POSITIVA
El contenido del Curso, publicado en el período que abarcan los años 1830 a 1842 en forma de seis
volúmenes, resume los principios básicos del positivismo (de ahí su nombre) y la teoría de los tres
estados. El positivismo, escribió Comte "reconoce como regla fundamental que toda proposición
que no sea estrictamente reductible al enunciado de un hecho no puede tener ningún sentido real
o inteligible". El positivismo, lo "positivo", no es contrario a lo "negativo", sino que el término deriva
de la raíz latina positum (lo puesto, lo dado). En resumen, afirma que en la realidad existe un orden
único que tiende al progreso indefinido de la sociedad.
La ley de los tres estados, formulada por este filósofo durante 1830 a 1842, es lo que él consideró
como "la ley para organizar la sociedad, los principios sobre los cuales se asentaría". Esta afirmación
se justifica con la idea de lo que Comte hizo con su positivismo fue crear el concepto de sociología 1
y desarrollar el pensamiento científico y el método de observación, buscando siempre
la objetividad total
En el primer estado, el teológico o religioso, existe una necesidad del hombre de explicar cualquier
hecho mediante agentes sobrenaturales y mágicos. Este estado es de ignorancia, donde la sociedad
se mantiene unida por la fe, no existen dudas ni diferencia de conceptos. Se sostenía que las
sociedades obsoletas mantenían este sistema.
El estado teológico se subdivide en tres etapas más, a saber:

 Fetichismo: donde el hombre personifica los objetos materiales y les atribuye poderes mágicos
y capacidades humanas,
 Politeísmo: donde esas personificaciones pasan a transformarse en divinidades fantásticas, con
atributos especiales (dioses del fuego, de la tierra, del viento, etcétera), y
 Monoteísmo: es la etapa superior, donde todas estas deidades se resumen en una sola que
es Dios. En este estado predomina la imaginación y se corresponde con la niñez de la
humanidad. No cabe duda de que este estado tiene un papel sumamente importante en la
historia universal.
Al nacer el método de observación, el estado teológico se disuelve y se inicia así el metafísico. En él,
el hombre observa su entorno, la naturaleza, tratando de contestar sus preguntas insondables
mediante cuestiones científicas y divagaciones metafísicas. En este estado, existe una diferencia de
conceptos, que genera una crisis política y social debido a las diferencias de interpretación en la
búsqueda del significado. Según Comte, la única función del estado metafísico es la de disolver las
creencias del teológico. Es básicamente un estado de transición entre ambos, por lo que en él
todavía se intenta explicar lo desconocido no cognoscible con entidades abstractas y metafísicas. La
metafísica explica la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas por medio de la biología, la
química o la física. En este estado, el concepto de Dios se reemplaza por la naturaleza, como objeto
de estudio.
Finalmente, en el estado positivo o científico, el hombre niega totalmente la razón y se amolda a la
realidad, sin cuestionar ningún hecho y anulando la filosofía. En este estado, sólo existe la
objetividad, pues se parte de lo que es comprobable sólo por la experiencia del individuo o de otros.
Esta objetividad sólo podría ser la base de la organización social, ya que si las normas se abordaban
desde un punto de vista neutral y lógico, sin cuestionar nada, la sociedad se mantendría unida,
además de que las leyes serían universales. Según Comte:
El positivismo se compone esencialmente de una filosofía y de una política, necesariamente
inseparables, como formando la una la base y la otra el fin de un mismo sistema universal, en el que
la inteligencia y la sociabilidad se hallan íntimamente combinadas. En efecto, por una parte, la
ciencia social no es sólo la más importante de todas, sino que ante todo proporciona el único lazo, á
la vez lógico y científico, que desde ahora soporta el conjunto de nuestras contemplaciones reales.
Y, por otra parte, a medida que el curso natural de los acontecimientos caracteriza la gran crisis
moderna, la reorganización política se presenta cada vez más como necesariamente imposible sin la
reconstrucción precedente de las opiniones y de las costumbres. Una sistematización real de todos
los pensamientos humanos constituye, pues, nuestra primera necesidad social, análogamente
referente al orden y al progreso.
Finalmente, creemos que el positivismo francés consiste en la base que señala la realidad y la
tendencia constructiva para el aspecto teórico de la doctrina, el positivismo es el culto de la
humanidad como ser total simple o singular, las cuales tiene un ob2eto o componente principal,
que es la filosofía y el gobierno de una sociedad. El espíritu positivo tiene que fundar un orden
social. #a constitución de un saber positivo es la condición de que haya autoridad social suficiente,
y esto refuerza el carácter histórico del positivismo. Este es, en definitiva, el aspecto más verdadero
e interesante del positivismo, el que hace que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y
aun de todos los positivistas, filosofía. Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada
a la observación. la mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes.
No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene
a lo positivo, a lo que está puesto o dado es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se
detiene al fin ante las cosas. denuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo leyes de los
fenómenos. En lo cual se lo puede describir en las ideas y obras escritas por Saint- Simón y Comte

Escuela Exegética
Es conocida también como la Escuela de los Juristas de Napoleón o Escuela de la Exégesis. Jean Etienne Marie-Baptiste
Portalis fue el padre del Code, como se le recuerda en su Discurso preliminar al Proyecto de Código Civil francés,
promulgado por Napoleón el 2 de marzo de 1804.La Escuela Exegética desde sus inicios tuvo como finalidad
fundamental la reducción del derecho a al ley, específicamente del Derecho Civil al Código de Napoleón, la Escuela
Exegética se mantuvo durante el siglo XIX tiempo durante el cual venció toda resistencia ,pero en la víspera de siglo XX,
el reinado de la Escuela Científica se instauro definitivamente, gracias a la obra de Geny : Método de
interpretación y fuentes de derecho privado positivo , el cual dio cierre a la historia de la Escuela Exegética.
La Escuela de la Exégesis tuvo tres etapas:
Primera Fase 1804-1830: fundación de la escuela de la exégesis
Representantes:
 Delvincourt
 Proudhon
 Toullier
Segunda fase 1830-1880: el apogeo de la escuela de la exégesis
Representantes:
 Duranton
 Aubry
 Rau
Tercera fase 1880-1900: decadencia de la escuela de la exégesis
R. Ortodoxos:
 BaudryLacabtiere
 Guillouard
 Demolombe
R. Renovadores
- Labbé
- Bufnoir
- Saleilles

Esta Escuela emergió entre los juristas franceses, entre los cuales cobra gran importancia J. Bonnecase, profesor de la
facultad de Burdeos quien esbozo algunos rasgos distintivos de estas Escuela, los cuales cabe relacionar los siguientes:

1) El culto al texto de la ley, como ley viva, aplicable y obligatoria.


2) El predominio de la intención del legislador en la interpretación de la ley,
3) El carácter estatista de la doctrina orientada a reconocer la supremacía del legislador, es decir del Estado.
4) El argumento de autoridad como el decisivo para desatar las dudas y generalizar las tesis.
5) El argumento de autoridad como el decisivo para desatar las dudas y generalizar las
tesis –Bonnecase-. Con respecto al planteamiento ontológico sobre ¿Qué es el derecho?, la Escuela
de la Exegesis le da solución definiendo al mismo como un conjunto de normas, es decir, es ley
aquella que este acompañada de sanción, sin coacción y sanción no hay ley.
Con respecto al planteamiento ontológico sobre ¿Qué es el derecho?, la Escuela de la Exegesis le da
solución definiendo al mismo como un conjunto de normas, es decir, es ley aquella que este acompañada de sanción,
sin coacción y sanción no hay ley. El método que utilizo la exégesis, como su nombre lo indica, consistía en conocer el
código civil, por las mismas palabras y proposiciones empleadas en su redacción, es decir dividía la ley en sus elementos
constitutivos para analizarla. La Dogmática unía, unificaba lo antes dividido para construir principios, fundamentos,
conceptos del derecho. La ideología de la Escuela Exegética, tenía como principal ideal reunir en el Estado a través del
legislador, el poder absoluto para la creación del derecho mediante la formación de un código
“ideal”,
sin dar mayor intervención a la interpretación o descubrir las insuficiencias que las leyes pudieran contener.
En otras palabras, la función del legislador y la creación de los Códigos era perfecta y suficiente para atender las
necesidades sociales y resolver los problemas jurídicos, es decir, la arbitrariedad en su máxima
expresión, pues para la escuela exegética la palabra del legislador expresada en la ley es la “razón”,
la cual difícilmente podía tener insuficiencias, y casi siempre, la analogía proporcionaría al juez un principio para la
solución; y que no hay más equidad que la ley ni más razón que la de ésta
LA REVOLUCION FRANCESA

INTRODUCCION
La Revolución Francesa fue un proceso social y político que se desarrolló en Francia entre 1789 y
1799 cuyas principales consecuencias fueron la abolición de la monarquía absoluta y la
proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen.
Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía durante 75
años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte,
lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen
donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política
dominante en el país.
La Revolución Francesa fue producto de muchos factores internos y externos que tuvieron mucha
importancia a la hora de la manifestación en general, que estos hechos fueron provocados por el
desequilibrio de la nación en cuanto a aspectos económicos, sociales y culturales; ya que no todos
estaban en condiciones de igualdad, sin embargo se ha establecido que la actividad revolucionaria
comenzó a gestarse cuando en el reinado de Luis XVI (1774-1792) se produjo una crisis en las
finanzas reales, debido al crecimiento de la deuda pública.
Es importante mencionar que a pesar de que Francia era un país con una economía en expansión,
tenía una estructura social conflictiva y un estado monárquico en crisis. De hecho, puede hablarse
de una crisis del Antiguo Régimen en toda Europa Occidental, pero en el Estado francés se torna en
la causa principal de la crisis del campo y los levantamientos campesinos, además de la existencia
de una burguesía que había adquirido conciencia de su papel en cuanto a los cambios que
necesitaba la sociedad francesa de aquel entonces.
Existía así también una oposición generalizada contra reglas económicas y sociales que favorecían a
grupos privilegiados, tal como se indica en la cita siguiente: “…la mayor parte de la población estaba
descontenta a causa de la pobreza y la obligación de pagar impuestos elevados…” a ello se sumaba
la situación del Estado francés, el cual padecía una grave crisis financiera; gastaba mucho más de lo
que ingresaba, en parte debido al apoyo económico enviado por el gobierno a las 13 colonias
inglesas en la guerra de independencia y por el costo elevado que representaba la manutención de
los grupos privilegiados.
Durante el reinado de Luis XV y Luis XVI, diferentes ministros, trataron sin éxito de reformar el
sistema impositivo y convertirlo en un sistema más justo y uniforme. Tales iniciativas encontraron
fuerte oposición en la nobleza, que se consideraba a sí misma garante en la lucha contra el
despotismo. Dichos ministros tras un estudio detallado de la situación financiera, determinaron que
ésta no era sostenible y que se precisaba llevar a cabo reformas importantes. Proponían un código
tributario uniforme en lo concerniente a la tenencia de tierras.
Aseguraba que así se permitiría un saneamiento de las finanzas. Sin embargo, aunque se convenció
al rey de la necesidad de la reforma propuesta, la Asamblea de notables rehusó aceptar estas
medidas, insistiendo en que únicamente podía aprobar dicha reforma un órgano representativo
preferentemente, o sea los Estados Generales. En tal sentido el Rey les pidió la renuncia por
presiones les pidió la renuncia, colocando en su lugar a otros que intentaron llevar a cabo las
reformas propuestas por los anteriores ministros, pero éstas encontraron nuevamente una fuerte
oposición, sobre todo por parte del Parlamento de París. Se trató de proseguir con la reforma
tributaria a pesar de los parlamentos, pero esto ocasionó una masiva resistencia de los grupos
pudientes que desembocó en el retiro de los préstamos a corto plazo. Tales préstamos daban
oxígeno y vida a la economía del estado francés en aquel momento, por lo que esto indujo,
prácticamente a una situación de bancarrota nacional.
De acuerdo a lo anterior se consideran como parte de los antecedentes de la revolución la
bancarrota en la que se encontraba el Estado de Francia en 1778 y la negativa a convocar a los
Estados Generales por parte de Luis XVI, para aumentar los impuestos de manera igualitaria, es decir
a toda la población y se toma como comienzo de la revolución la convocatoria de los Estados
Generales el cinco de mayo de 1789, que se erigen en Cortes Constituyentes.
Se considera que la Revolución Francesa tuvo dos fases fundamentales: siendo la primera la
Monarquía constitucional entre 1789 y 1792 y otra la Convención entre 1792 y 1794, en la cual que
se distingue el Periodo del Terror de 1793 y 1794, la misma concluye con el Golpe de Estado
que dio Napoleón Bonaparte.

DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y EL CIUDADANO 1789)

La Declaración de los derechos del hombre y el del ciudadano de 1789, inspirada en la declaración
de independencia estadounidense de 1776 y en el espíritu filosófico del siglo XVIII, marca el fin del
Antiguo Régimen y el principio de una nueva era.
Historia
Historia La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano es, junto con los decretos del 4
y el 11 de agosto de 1789 sobre la supresión de los derechos feudales, uno de los textos
fundamentales votados por la Asamblea nacional constituyente formada tras la reunión de los
Estados Generales durante la Revolución Francesa. El principio de base de la Declaración fue
adoptado antes del 14 de julio de 1789 y dio lugar a la elaboración de numerosos proyectos. Tras
largos debates, los diputados votaron el texto final el día 26 de agosto. En la declaración se definen
los derechos "naturales e imprescriptibles" como la libertad, la propiedad, la seguridad, la
resistencia a la opresión. Asimismo, reconoce la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la
justicia. Por último, afirma el principio de la separación de poderes. El Rey Luis XVI la ratificó el 5 de
octubre, bajo la presión de la Asamblea y el pueblo, que había acudido a Versalles. Sirvió de
preámbulo a la primera constitución de la Revolución Francesa, aprobada en 1791. La Declaración
de 1789 inspirará, en el siglo XIX, textos similares en numerosos países de Europa y América Latina.
La tradición revolucionaria francesa está también presente en la Convención Europea de Derechos
Humanos firmada en Roma el 4 de noviembre de 1950.
Texto Déclaration des droits de l'Homme et du citoyen
Los Representantes del Pueblo Francés constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la
ignorancia, el olvido, o el desprecio de los Derechos del hombre son las únicas causas de las
desgracias públicas, y de la corrupción de los Gobiernos, han resuelto exponer en una declaración
solemne, los Derechos naturales, inalienables, y sagrados del hombre, a fin de que esta declaración
constantemente presente a todos los miembros del Cuerpo Social, les recuerde sin cesar sus
derechos, y sus deberes, y que los actos del Poder legislativo, y del Poder ejecutivo, puedan ser a
cada instante comparados con el objeto de toda institución política,
y sean más respetados; y a fin de que las reclamaciones de los Ciudadanos fundadas en adelante
sobre principios simples e incontestables, se dirijan siempre al mantenimiento de la Constitución, y
a la felicidad de todos.
En conseqüencia, la Asamblea Nacional reconoce y declara en presencia y bajo los auspicios del Ser
Supremo, los derechos siguientes del Hombre y del Ciudadano.
1. Los hombres nacen y permanecen libres, e iguales en derechos. Las distinciones sociales no
pueden formarse sino sobre la utilidad común.
2. El objeto de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e
imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad, y la
resistencia a la opresión.
3. El principio de toda Soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún cuerpo, ningún individuo
puede exercer autoridad que no emane expresamente de ella.
4. La libertad consiste en poder hacer todo lo que no dañe a otro; así el exercicio de los derechos
naturales de cada hombre no tiene más límites que los que aseguran a los otros miembros de la
sociedad el goce de estos mismos derechos. Estos límites no se pueden determinar sino por la Ley.
5. La Ley no puede prohibir sino las acciones dañosas a la sociedad. Todo lo que no es prohibido por
la Ley no puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer lo que ella no manda.
6. La Ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho de concurrir
personalmente, o por sus Representantes a su formación. Ella debe ser la misma para todos, sea
que proteja, ó que castigue. Todos los Ciudadanos siendo iguales a sus ojos, son igualmente
admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos, sin otra distinción que la de sus talentos y
virtudes.
7. Ningún hombre puede ser acusado, detenido, ni arrestado sino en los casos determinados por la
ley, y según las fórmulas que ella ha prescripto. Los que solicitan, expiden, executan o hace executar
ordenes arbitrarias, deben ser castigados; pero todo Ciudadano llamado, ó cogido en virtud de la
ley, debe obedecer al instante: él se hace culpable por la resistencia.
8. La ley no debe establecer sino penas estricta y evidentemente necesarias, y ninguno puede ser
castigado sino en virtud de una ley establecida y promulgada anteriormente al delito, y legalmente
aplicada.
9. Todo hombre es presumido inocente, hasta que se haya declarado culpable, si se juzga
indispensable su arresto, qualquier rigor que no sea sumamente necesario para asegurar su
persona, debe ser severamente reprimido por la ley.
10. Ninguno debe ser inquietado por sus opiniones, aunque sean religiosas, con tal de que su
manifestación no turbe el orden público establecido por la ley.
11. La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones, es uno de los derechos más
preciosos del hombre: todo Ciudadano en su conseqüencia puede hablar, escribir, imprimir
libremente; debiendo sí responder de los abusos de esta libertad en los casos determinados por la
ley.
12. La garantía de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, necesita una fuerza pública: esta
fuerza, pues, se instituye para la ventaja de todos, y no para la utilidad particular de aquellos a
quienes se confía.
13. Para la mantención de la fuerza pública, y los gastos de administración, es indispensable una
contribución común: ella debe repartirse igualmente entre todos los ciudadanos en razón de sus
facultades.
14. Todos los Ciudadanos tienen derecho de hacerse constar, o pedir razón por sí mismos, ó por sus
Representantes, de la necesidad de la contribución pública, de consentirla libremente, de saber su
empleo, y de determinar la qüota, el lugar, el cobro y la duración.
15. La Sociedad tiene derecho de pedir cuenta a todo Agente público de su administración.
16. Toda Sociedad en la cual la garantía de los Derechos no está asegurada, ni la separación de los
poderes determinada, no tiene Constitución.
17. Siendo las propiedades un derecho inviolable y sagrado, ninguno puede ser privado, sino es
quando la necesidad pública, legalmente hecha constar, lo exige evidentemente, y baxo la condición
de una preliminar y justa indemnización.

You might also like