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Presentación
ARSENIO ORÉ GUARDIA
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MEDIOS IMPUGNATORIOS
Lo nuevo del Código Procesal Penal de 2004
sobre los medios impugnatorios
GACETA
MEDIOS IMPUGNATORIOS
Lo nuevo del Código Procesal Penal de 2004
sobre los medios impugnatorios
[1] MANZINI, Vicenzo. Tratado de Derecho Procesal Penal, T.I (trad. Sentis MelendolAyerra Redin), Buenos Aires
1951, p. 5 y ss.
[2] MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal argentino, lb, Fundamentos, Editorial Hammurabi, Buenos Aires, 1989,
p. 51 y ss.
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Es por ello que tienen importancia obras como la que presentamos, pues
contribuyen a seguir afirmando las bases del Derecho Procesal en nuestro
país en un momento crucial de su evolución, ya que, como es sabido, es re-
cién con el Código Procesal Penal de 2004 que se está regulando de manera
sistemática el conjunto de normas generales y específicas relativas a todos
los recursos.
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Instrucción e investigaciónPresentación
preparatoria
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Como se aprecia, estamos ante una obra que por su contenido, método y
presentación resulta de sumo interés lo mismo para el estudiante de facultad
que para el abogado defensor, para quien inicia una investigación jurídica o
para el magistrado y por ello creemos que es un aporte destacable que una
vez más hace Gaceta Jurídica al Derecho nacional.
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Capítulo 1
Teoría general de la impugnación en materia penal
[1] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián Genaro. Teoría general de la impugnación penal y la problemática de la apelación del
auto de no ha lugar a la apertura de instrucción por el agraviado. Tesis para optar el grado de Magíster en Ciencias
Penales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 2002, p. 15.
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[2] Cfr. FENECH, Miguel. Derecho Procesal Penal. Tomo II, Labor, Madrid, 1952, p. 37.
[3] Surgen, pues, de la evidencia para la parte recurrente de un error, de un vicio existente para la parte en la resolu-
ción judicial que impugna; surgen también, estructuralmente, de la jerarquía de los tribunales.
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medios impugnatorios
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medios impugnatorios
Los recursos son una especie dentro del género de los medios de impug-
nación. El vocablo “recurso” ha adquirido ubicación propia dentro del dere-
cho procesal y predomina en la mayoría de las codificaciones modernas.
Sin embargo, para Clariá Olmedo, la expresión “recurso” solo cabe exac-
tamente para las impugnaciones con efecto devolutivo: apelación, casa-
ción, inconstitucionalidad; en tanto que la reposición es un trámite inci-
dental, y la revisión una acción impugnativa[4].
[4] Cfr. CLARIÁ OLMEDO, Jorge. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo V, Buenos Aires, p. 443.
[5] Cfr. ORÉ GUARDIA, Arsenio. Manual de Derecho Procesal Penal. Alternativas, Lima, 1996, p. 402.
[6] Cfr. SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Tomo II, 2ª edición, Grijley, Lima, 2003, p. 671.
[7] Cfr. FAIRÉN GUILLÉN, Víctor. Doctrina General del Derecho Procesal Bosch, Barcelona, 1990, p. 479.
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1. Elementos objetivos
a) Solo se impugnan a través de los medios establecidos previamente
por la ley; rige el denominado principio de legalidad de los medios
impugnatorios.
b) La impugnación debe observar formalidades, tales como:
- Legitimidad para recurrir; es decir, debe ser presentada por quien
resulte agraviado por la resolución, tenga interés directo y se ha-
lle facultado legalmente para ello. Asimismo, el Ministerio Público
puede recurrir incluso a favor del imputado.
- Por escrito, dentro del plazo legal.
- Pretensión impugnatoria y fundamentación.
c) La impugnación presenta un ámbito o temas de cuestionamiento,
que en materia penal están dados a través de las siguientes reglas:
- El imputado y el Ministerio Público podrán impugnar, indistinta-
mente, el objeto penal o del objeto civil de la resolución.
- El actor civil solo podrá recurrir respecto al objeto civil de la
resolución.
2. Elementos subjetivos
a) El defensor podrá recurrir directamente a favor de su patrocinado,
quien posteriormente, si no está conforme, podrá desistirse. El desis-
timiento requiere autorización expresa de abogado defensor.
[8] Cfr. CORTéS DOMíNGUEZ, Valentín y MORENO CATENA, Víctor. Derecho Procesal Penal. Tirant lo Blanch,
Valencia, 2008, p. 709.
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3. Elementos temporales
a) Cada medio impugnatorio debe ser planteado dentro del plazo esta-
blecido por la ley.
b) A manera de ejemplo, se señalan los plazos para impugnar estable-
cidos por el CPP de 2004:
- Diez días para el recurso de casación.
- Cinco días para el recurso de apelación contra sentencias.
- Tres días para el recurso de apelación contra autos interlocutorios
y el recurso de queja.
- Dos días para el recurso de reposición.
V. Características de la impugnación
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1. Principio de legalidad
Los medios impugnatorios deben estar determinados por la ley; cuando
corresponde uno normalmente no se admite otro (tal como lo expresa
el principio de singularidad del recurso). Esto es así cuando la propia
ley establece un tipo de recurso para un tipo de resolución (principio de
adecuación). Esto no puede modificarse ni por orden de partes, ni por
resolución judicial.
2. Principio de trascendencia
Según este principio, solo puede interponer el recurso cuando una de las
partes haya sido efectivamente agraviada. En tal sentido, tal afectación debe
nacer de actos procesales o resoluciones jurídicamente perjudiciales.
3. Principio dispositivo
Dentro de este principio, los recursos constituyen un derecho individual
de las partes para reclamar contra los vicios del proceso en busca de su
perfeccionamiento, así como la recta aplicación del Derecho y de la ley.
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5. Principio de inmediación
No es idóneo un recurso resuelto solo sobre la base de materiales y ele-
mentos correspondientes a la primera instancia, por tal motivo, conside-
ramos que, de acuerdo al principio de inmediación, se debe dar mayor
amplitud a la posibilidad de que el Colegiado de segunda instancia apre-
cie las piezas procesales.
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impugnada, por tal motivo, el juicio oral no puede volver a repetirse en las
mismas condiciones del juicio inicial.
Tales tribunales con capacidad superior forman en algunos casos otra ins-
tancia, y en otros un grado en la escala del conocimiento jurisdiccional.
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[10] Cfr. LEONE, Giovanni. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III, Ejea, Buenos Aires, 1963, p. 100.
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[11] Cfr. SCHLUCHTER, Ellen señala que en la apelación o casación interpuesta solo a favor del acusado rige la
prohibición que no interviene cuando el recurso se ha interpuesto por el fiscal en perjuicio de aquel, en cuyo caso
la sentencia puede verse empeorada no solo en el fallo, sino también en las consecuencias jurídicas. En: Derecho
Procesal Penal. Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, p. 166).
[12] Cfr. FENECH, Miguel. Derecho Procesal Penal. Tomo II, Labor, Barcelona, 1952, p. 53.
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[13] Cfr. BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto. “La prohibición de la reformatio in peius y otras consideraciones
sobre el artículo 300 del Código de Procedimientos Penales”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 94, Gaceta Jurídica,
Lima, 2001, p. 55
[14] Ibídem, p. 56.
[15] Cfr. CÉSARE SIFUENTES, José Paulo. “La reformatio in peius: A propósito de la reforma del artículo 300 del
Código de Procedimientos Penales”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 91, Gaceta Jurídica, Lima, 2001, p. 83.
[16] Cfr. SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit., p. 707.
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[17] Cfr. ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Editorial Del Puerto, Buenos Aires, 2000, pp. 454-455.
[18] Cfr. SAN MARTÍN CASTRO, César. “Interdicción de la reformatio in peius”. En: Iuris Omnes. Corte Superior de
Justicia de Arequipa, Nº 4, Arequipa, 2002, p. 95.
[19] Si solo impugna el imputado o lo hace el Ministerio Público a favor del imputado, no es posible que el fallo de vista
pueda agravar su situación jurídica. La resolución no debe ser modificada en disfavor del reo, de tal suerte que lo
peor que le puede ocurrir al recurrente es que se conserve la resolución.
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[20] Cfr. MANZINI, Vicenzo. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III, Ejea, Buenos Aires, 1951, p. 139.
[21] Cfr. SUÁREZ SÁNCHEZ, Alberto. El debido proceso penal. Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
1998, p. 330.
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Por otro lado, el artículo 300 del C de PP solo hace mención a las penas.
¿Significa entonces que las medidas de seguridad están al margen de la
regla? Se puede sostener, como se opina en Alemania, que la internación
en un hospital psiquiátrico o en un establecimiento educativo, solo puede
ser provechosa y nunca perjudicial para el acusado.
[22] Cfr. MANZINI, Vicenzo. Ob. cit., p. 142. Sin embargo, este autor señala que el principio tiene como presupuesto
que la pena infligida por el primer juez sea legal, mientras que si no lo es, no puede valer como término de compa-
ración (vid. p. 143).
[23] Cfr. LEONE, Giovanni. Ob. cit., p. 105.
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El tercer párrafo del artículo 300 del C de PP, para el caso del Ministerio
Público, autoriza al tribunal ad quem, inclusive, a disminuir la sanción
[24] Cfr. JAÉN VALLEJO, Manuel. La justicia penal en la jurisprudencia constitucional. Dykinson, Madrid, 2001, pp. 60,
61 y 299.
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Ello es así porque, primero, no existe una prohibición para mejorar, que
es el fundamento del segundo párrafo del artículo 300 del C de PP (“Las
penas o las medidas de seguridad impuestas a los sentenciados que no
hayan sido objeto de recurso de nulidad, solo podrán ser modificadas
cuando les sea favorable”).
Por otro lado, el tercer párrafo del citado precepto permite la modificación
de la pena: “cuando esta no corresponda a las circunstancias de la comi-
sión del delito”, generándose la cuestión referida a si se puede imponer
una pena mayor que la pedida por el fiscal recurrente en su escrito de
acusación escrita u oral.
Por otro lado, es posible, que el tribunal ad quem estime que el hecho
punible merezca un título de condena distinto. El límite a esa desvincula-
ción se encuentra en que: i) se respeten los hechos objeto del proceso;
ii) el delito sea homogéneo y no más grave que aquel por el que se con-
denó en la primera instancia; y, iii) la pena no rebase lo pedido por las
partes acusadoras.
[25] Cfr. SAN MARTÍN CASTRO, César. “Interdicción…”, Ob. cit., p. 98.
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a) Recurso de apelación.
b) Recurso de nulidad.
c) Recurso de queja.
d) Recurso de revisión.
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a) Recurso de reposición.
b) Recurso de apelación.
c) Recurso de casación.
d) Recurso de queja.
e) Acción de revisión.
Ello, sin mencionar que, en lo que respecta a las decisiones de archivo
del fiscal, el CPP de 2004 ha reemplazado el mecanismo de la queja de
derecho por el de apelación; de esta manera, se naturaliza el medio de
impugnación que tiene el agraviado contra la decisión de archivo dis-
puesto por el representante del Ministerio Público, a fin de que el superior
jerárquico la revoque o la declare nula.
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Capítulo 2
Recurso de reposición
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Por otro lado, para el jurista español Francisco Ramos, el recurso de re-
posición es un recurso ordinario, no devolutivo (remedio) contra las reso-
luciones interlocutorias dictadas por un órgano jurisdiccional unipersonal.
Mediante este remedio se persigue la revocación de la resolución recu-
rrida y su sustitución por otra, sin limitaciones en cuanto a los motivos de
impugnación[30].
Para José Levitán, la reposición es un remedio en virtud del cual las par-
tes de un proceso pueden pedir al juez o tribunal que dictó una resolución
judicial, que la deje sin efecto[31].
[28] Cfr. SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit. Tomo II, p. 691.
[29] Cfr. VÉSCOVI, Enrique. Los recursos judiciales y demás medios impugnatorios en Iberoamérica”. Depalma,
Buenos Aires, 1998, p. 86.
[30] Cfr. RAMOS MÉNDEZ, Francisco. Derecho Procesal Civil. Tomo II, Bosch, Barcelona, 1992, p. 717.
[31] Cfr. LEVITÁN, José. Recursos en el proceso civil y comercial. Astrea, Buenos Aires, 1986, p. 15.
[32] Citado por: DE SANTO, Víctor. El proceso civil. Tomo VIII-A, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1987, p. 197.
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[33] Cfr. GÓMEZ DE LIAÑO GONZÁLEZ, Fernando. El proceso civil. 2ª edición, Forum, Madrid, 1992, p. 511.
[34] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 67.
[35] Cfr. ALSINA, Hugo. Tratado teórico y práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo IV, 2ª edición, Buenos
Aires, 1961, p. 142.
[36] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 67.
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[43] En lo que respecta a la fundamentación de la reposición, la misma consiste en señalar concretamente los errores
de la resolución impugnada, en individualizar a esta y en poner de resalto los agravios así generados. Ciertamente,
el escrito fundante de un recurso de reposición está muy próximo (en su contenido y efectos) a la expresión de
agravios, por lo que también se debe exigir el aporte de una demostración razonada de las equivocaciones que se
atribuyen al decisorio recurrido.
[44] Se llama traslado a la providencia por la cual el juez comunica a una de las partes las peticiones o escritos de
la contraria, importando la obligación de entregarle copia de ellos. Una concepción más moderna, sostiene que
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Absolución (si
Escrito Auto que resuel-
se considera
(2 días) ve la reposición
necesario)
(inimpugnable)
(2 días)
son traslados las providencias mediante las cuales el juez o tribunal dispone poner en conocimiento de una de las
partes alguna petición formulada por la otra.
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Capítulo 3
Recurso de apelación
Con la creación del praetor peregrinus para dirimir el Derecho entre ex-
tranjeros o entre estos y los ciudadanos romanos, aparece el ius gentium,
pero también estructuras jerárquicas, pues con las decisiones del magis-
trado jurisdiccional se permitía recurrir ante otro de mayor rango.
Durante la baja Edad Media se terminó una práctica de la alta Edad Media
impidiéndose al mismo juez volver a examinar el asunto impugnado.
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Decía un viejo precepto que la apelación era una forma de sustituir “el
alzarse para sublevarse por el alzarse para apelar”. La apelación es un
impulso instintivo, dominado por el Derecho; una protesta volcada en
moldes jurídicos de quien siente que tiene la razón y es privado de asis-
tencia. En su mismo nombre castizo (“alzada”), la apelación es una forma
de clamor y de rebeldía; es el grito de los que creyéndose agraviados,
acuden a un juez superior.
Por supuesto que esta manera de mirar las cosas no omite el hecho de
que haya apelaciones infundadas y hasta maliciosas; pero a este mal
atiende el derecho con otros remedios. Lo sustancial es dar al justiciable,
mientras la justicia sea hecha por otros hombres, la seguridad de que se
ha proclamado su sinrazón luego de haberse escuchado su protesta; la
historia de la apelación se halla así ligada a la historia de la libertad[45].
[45] Cfr. COUTURE, Eduardo. “Prólogo”. en: El recurso ordinario de apelación en el proceso civil. Costa, Agustín,
Buenos Aires, 1950, p. 3-4.
[46] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 77.
[47] Cfr. Citado por: JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 77.
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con respecto al que dictó una resolución que se estima injusta, la revoque
o reforme total o parcialmente[48].
[48] Cfr. PALACIOS, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo V, Buenos Aires, 1974, p. 79.
[49] Cfr. FALCÓN, Enrique. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Anotado, concordado y comentado. Tomo
II, Buenos Aires, 1983, p. 373.
[50] Cfr. HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Medios impugnatorios. Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 105.
[51] Citado: TAWIL, Guido Santiago. Recurso ordinario de apelación ante la Corte Suprema de Justicia. Depalma,
Buenos Aires, 1990, p. 40.
[52] Cfr. ALZAMORA VALDEZ, Mario. Derecho Procesal Civil. 2ª edición, Lima, 1968, p. 271.
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[53] Cfr. DEL VALLE RANDICH, Luis. Derecho Procesal Penal. Tomo II, Editorial Pérez Pacussich, Lima, 1969, p. 177.
[54] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., pp. 84-85.
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[60] Cfr. MONROY GÁLVEZ, Juan. “Los medios impugnativos en el Código Procesal Civil”. En: Ius et Veritas. Año III,
Nº 05, Lima, 1992, p. 25.
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Este texto legal señala que la apelación tiene por objeto que el órgano
jurisdiccional examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la re-
solución que les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o
revocada, total o parcialmente (artículo 364 del Código Procesal Civil).
a) Se interpone por escrito y debe ser firmada por quien tiene facultad
para ello. No existe impedimento si se interpone oralmente en la di-
ligencia judicial que le da origen, pero deberá constar por escrito en
dicho acto procesal;
[62] Cfr. SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. Idemsa, Lima, 2004, p. 867.
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[63] Cfr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría general del proceso. Tomo II, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1985,
p. 515.
[64] Cfr. COLOMBO, Juan. Los actos jurídicos procesales. Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1991, p. 89.
[65] Cfr. BARRIOS DE ANGELIS, Dante. El proceso civil, comercial y penal en América Latina. Depalma, Buenos
Aires, 1989, p. 253.
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[66] Cfr. ALSINA, Hugo. Tratado teórico práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial. Tomo II, Cía. Argentina de
Editores, Buenos Aires, 1942, p. 550.
[67] Cfr. BARTOLONI FERRO, Abraham. El proceso penal y los actos jurídicos procesales penales. Ediciones Castellvi,
Santa Fe-Argentina, 1994, p. 71.
[68] Cfr. BURGOA, Ignacio. El juicio de amparo. Editora Jurídica, México D.F., 1946, p. 535.
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[69] Cfr. AARNIO, Aulis. Lo racional como razonable. un tratado sobre la justificación jurídica. 1ª edición en español,
Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1991, p. 15.
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por los Jueces de Paz Letrados en el proceso por faltas, según el artículo
325 del Código de Procedimientos Penales de 1940.
Por otro lado, en cuanto a la actuación del ad quem, este debe realizar
un nuevo examen, por lo que, en principio, en la apelación solo se puede
fallar sobre lo que es materia del recurso. Sin embargo, es claro que al
revisar la sentencia el tribunal de apelación extiende su examen a los
hechos y al Derecho, actuando respecto de ellos con plena jurisdicción y
competencia[72].
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las partes como por el tribunal (iura novit curia), ni tampoco a aquellas
cuestiones que habiendo sido articuladas en la primera instancia no han
sido consideradas por el juez a quo en la sentencia.
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Los artículos 416 a 419 del Código Procesal Penal de 2004 señala las
reglas generales en torno al recurso de apelación, las cuales son:
1) El recurso de apelación procederá contra:
a) Las sentencias;
b) Los autos de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones pre-
vias, cuestiones prejudiciales y excepciones, o que declaren extin-
guida la acción penal o pongan fin al procedimiento o la instancia;
c) Los autos que revoquen la condena condicional, la reserva del
fallo condenatorio o la conversión de la pena;
d) Los autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y
sobre aplicación de medidas coercitivas o de cesación de la pri-
sión preventiva;
e) Los autos expresamente declarados apelables o que causen gra-
vamen irreparable.
2) Cuando la Sala Penal Superior tenga su sede en un lugar distinto del
juzgado, el recurrente deberá fijar domicilio procesal en la sede de
Corte dentro del quinto día de notificado el concesorio del recurso de
apelación. En caso contrario, se le tendrá por notificado en la misma
fecha de la expedición de las resoluciones dictadas por la Sala Penal
Superior.
3) Contra las decisiones emitidas por el juez de la investigación prepa-
ratoria, así como contra las expedidas por el juzgado penal, uniper-
sonal o colegiado, conoce el recurso la Sala Penal Superior.
4) Contra las sentencias emitidas por el juzgado de paz letrado, conoce
del recurso el juzgado penal unipersonal.
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Ofrecimiento de
Recurso de queja Inadmisible
pruebas (5 días)
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recurso ante el superior inmediato del juez que profirió la decisión que
no satisfizo los intereses de cualquiera de los intervinientes con interés
jurídico para interponer el recurso.
Esto trae como sanción de la no concurrencia del impugnante a la audien-
cia de sustentación que el recurso se declare desierto, tal como lo indica el
artículo 423 del CPP de 2004[78], salvo si puede justificar su inasistencia.
Por ende, si la actuación probatoria se dio bajo los principios de oralidad,
inmediación y contradicción, a fin de sustentar la decisión penal, es lógico
y razonable pensar que se necesita observar los mismos principios para
confirmar o revocar la referida decisión.
Ello, también sería idóneo en términos de economía procesal, porque
en el actual modelo procesal el recurso de nulidad puede implicar dos
momentos procesales:
a) La revisión de los actuados por parte del ad quem; y
b) En el supuesto que declare nulo el juicio oral, la necesidad de reali-
zación de uno nuevo.
En cambio, con el nuevo modelo procesal, el recurso de apelación reduce
ambos momentos en uno solo: la Sala que ventila la apelación, a través
de una audiencia, practica y valora la prueba idónea para decidir si am-
para o no la pretensión de impugnación.
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Control de la admisión
Audiencia de
Inadmisible
apelación
En todo caso, y aunque resulte obvio, puede apreciarse que existe una
apelación que además de impugnar la sentencia inicia la segunda instan-
cia, y otra aplicable a resoluciones de mero trámite.
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Capítulo 4
Recurso de nulidad
[79] Cfr. GARCÍA RADA, Domingo. Manual de Derecho Procesal Penal. 5ª edición, Eddili, Lima, 1976, p. 241.
[80] Cfr. AGUILERA, Cristian. Código Procesal Penal. Tomo II, Editorial Metropolitana, Santiago de Chile, 2001, p. 772.
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Este recurso, a juicio del profesor Leopoldo Llanos, sería el único que
cumple con las características necesarias para compatibilizar el derecho
al recurso que tiene todo interviniente, con el principio de inmediación
propio del juicio oral, ya que se permite a las partes recurrir ante la deci-
sión del tribunal, pero a la vez se mantiene la decisión adoptada por los
jueces en virtud de la prueba percibida en forma directa e inmediata, a
través de sus propios sentidos[82].
[81] Cfr. Chahuán Sarrás, Sabas. Manual del nuevo procedimiento penal. Conosur Ltda. Santiago de
Chile, 2001, p. 35.
[82] Cfr. Llanos Sagristá, Leopoldo. Síntesis del nuevo procedimiento penal. Ediciones Jurídicas de Santiago,
Santiago de Chile, 2003, p. 141.
[83] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 111.
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a) Es un recurso ordinario.
b) Según el artículo 293 del Código de Procedimientos Penales, no
es suspensivo, salvo que se imponga la pena de expatriación o de
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Antes de entrar en estas cuestiones, debemos definir qué son las máxi-
mas de la experiencia y cuáles son las funciones que, a nuestro parecer,
cumplen dentro de un sistema de libre convicción y sobre las cuales se
habrá de plantear la cuestión del control y de su extensión.
La definición más apropiada, y que suele ser la utilizada aún por la ma-
yoría de la doctrina, es la definición del autor del concepto, Stein, para
quien: “Son definiciones o juicios hipotéticos desligados de los hechos
concretos que se juzgan en el proceso procedentes de la experiencia,
pero independientes de los casos particulares de cuya observación se
han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez
para otros nuevos”.
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objeto por sobre aquel que opinó sin haber realizado dicho examen.
Aquí, sin duda, hay reglas que serán o no aceptadas en cada caso
concreto, de acuerdo al grado de validez que les atribuya el juez
de la instancia; no obstante, en principio, suponen un grado de ob-
jetivación importante, de intersubjetividad, de manera que cualquier
persona podría llegar a comprender la razón de la valoración que se
efectúe.
d) La máxima también permite la fijación de hechos a partir de la prue-
ba indiciaria, que suele tener gran importancia en materia penal. Se
prueba un hecho antecedente y la conclusión que de ella deriva debe
estar objetivada. El nexo de certeza y la conclusión deben ser coinci-
dentes con el “sentido común”.
Una vez hecha esta definición preliminar, nos abocaremos a la primera
función, y solo muy someramente a la segunda, que obviamente es me-
nos relevante, pues parece más clara para la doctrina.
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Todas estas razones para creer en unas pruebas y no creer en otras, sin
duda, solo son susceptibles de ser apreciadas directamente por la per-
sona que las evalúa. La posibilidad de advertirlas o apreciarlas mediati-
zadas por un escrito, produciría una baja considerable en la calidad de la
información para pronunciar el juicio de valoración, porque se haría muy
difícil, y en algunos casos imposible, valorar una infinidad de detalles que
se escapan del papel o que en él pierden toda su potencia insinuadora.
86
medios impugnatorios
1. Credibilidad y verosimilitud
La opción de dar fe a un medio de prueba por sobre otro es una elec-
ción que se debe realizar con inmediación y que no puede ser hecha de
otra forma sin caer en decisiones prejuiciosas o arbitrarias, pues solo la
presencia directa del que decide, según hemos dicho, admite conocer
claramente los criterios que permiten preferir en el caso preciso una de-
terminada prueba. Esta opción también tiene que ser fundamentada o
motivada, para que se conozca cuál es el criterio de preferencia de una
prueba por sobre otra: su mayor coherencia, precisión, contundencia o
asertividad, un mayor aplomo, por ejemplo, del testigo o perito, etc.
Sin duda que la decisión sobre la credibilidad, en virtud del rol fundamen-
tal de la inmediación, es un asunto, en principio, muy ajeno a la posibili-
dad de control de un juez que tiene un conocimiento mediato de la prue-
ba. Sin embargo, cabe advertir que la credibilidad en cada caso concreto
se juzgará siempre sobre la base de una máxima de la experiencia que
maneje y aplique el juez. Su aplicación específica es lo que sin duda algu-
na queda fuera de todo control eventual, pero su legitimidad como norma
general y abstracta podría ser cuestionada si carece de razonabilidad.
Este ámbito es, por así decirlo, un paso que antecede a la decisión y que
se relaciona con la verosimilitud del relato de los hechos por los que va
a optar el juez.
87
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Estimamos que hay aquí un campo fértil al control que debiera hacerse
por el tribunal superior vía recurso, mediante la revisión de la objetiva-
ción de las máximas de la experiencia. La objetivación o intersubjetividad
(como otros la denominan) de las máximas de la experiencia, supone
una cierta vigencia de criterios que imperan dentro de una sociedad y
que son compartidos por la gran mayoría de sus miembros, dentro de un
contexto.
88
medios impugnatorios
89
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Entonces, este es otro motivo para afirmar que la revisión de los hechos,
aun mediante un recurso de nulidad y extraordinario que se caracteriza
por ser de “Derecho”, no puede proscribir un control de los hechos porque
ello significaría negar la propia naturaleza de la actividad jurisdiccional
que no reconoce una clara y tajante diferenciación de las cuestiones ju-
rídicas y fácticas.
90
medios impugnatorios
d) Los autos emitidos por la Sala Penal Superior que, en primera instan-
cia, se pronuncien sobre la refundición de penas o la sustitución de la
pena por retroactividad benigna, o que limiten el derecho fundamen-
tal a la libertad personal; y,
e) En los casos en que la ley confiere expresamente dicho recurso.- Al
respecto, tenemos el caso de la queja excepcional. En efecto, el Código
de Procedimientos Penales de 1940, indica que, excepcionalmente,
tratándose de sentencias, de autos que extingan la acción o pongan
fin al procedimiento o a la instancia, o de resoluciones que impongan o
dispongan la continuación de medidas cautelares personales dictadas
en primera instancia por la Sala Penal Superior, el interesado –una vez
denegado el recurso de nulidad– podrá interponer recurso de queja
excepcional, siempre que se acredite que la resolución impugnada o
el procedimiento que la precedió infringió normas constitucionales o
normas con rango de ley directamente derivadas de aquellas.
91
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
[87] Para Bacigalupo este principio tiene dos dimensiones: una dimensión normativa y otra dimensión fáctica. Esta
última, según el autor, “hace referencia al estado individual de duda de los jueces y, por lo tanto, debe quedar fuera
de la casación”. La dimensión normativa, en cambio, “se manifiesta en la existencia de una norma que impone a
los jueces la obligación de absolver cuando no se hayan podido convencer de la culpabilidad del acusado o de
condenar por la hipótesis más favorable al mismo. Cfr. BACIGALUPO, Enrique. La impugnación de los hechos
probados en la casación penal y otros estudios. Ad-Hoc, Buenos Aires, 1994, p. 29.
[88] Para mayores detalles, consúltese: ASENCIO HERNÁNDEZ, Félix / CASTELLANOS ZEREGA, Andrés. Revisión de los
hechos y recurso de nulidad. Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Santiago de Chile, 2005, Capítulo III.
92
medios impugnatorios
[89] Cfr. BOFILL, Jorge. “La prueba en el proceso penal”. En: Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo XCI, N° 1,
Buenos Aires, 1994, p. 27.
93
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
[90] Cfr. Del Río Ferretti, Carlos. “Revisión de los hechos mediante recurso de nulidad”. En: Seminario Reforma
Procesal Penal. Universidad Católica de Temuco, Temuco, Chile, 2001, p. 284.
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medios impugnatorios
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
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medios impugnatorios
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
98
Capítulo 5
Recurso de casación
[91] (a) Se mantienen instituciones y formas de actuación judicial ya conocidas, pero se diferencian las fases o etapas
procesales, las cuales, se encuentran bajo dirección y responsabilidad de órganos judiciales distintos.
(b) En las dos primeras etapas el cambio radica, además, en el paso de una fase a otra, por decisión del mismo
Fiscal.
(c) A la autoridad jurisdiccional le corresponderá las decisiones sobre medidas coercitivas o cautelares desde la
fase de investigación preliminar y de control procesal en la fase de investigación preparatoria y fase intermedia,
denominándose a este magistrado: Juez de la Investigación Preparatoria.
(d) La etapa de juzgamiento se le encomienda a un Juzgado unipersonal y a otro colegiado, que es formado por
tres jueces, cuya competencia está determinada en la ley, dependiendo si se trata de delitos castigados con pena
inferior o mayor a seis años.
(e) El mismo Fiscal que inicia la investigación continúa hasta la fase de juicio.
(f) Toda la actividad probatoria se regula bajo principios rectores, manteniéndose la sana crítica como sistema de
valoración.
(g) El juicio oral se regula bajo un esquema fundamentalmente contradictorio, que debe sustentarse en técnicas
de intervención oral e interrogatorio.
(h) La fase de ejecución se encuentra a cargo del Juez de la Investigación Preparatoria, con intervención del fiscal
en los casos preestablecidos.
(i) Se introduce una especie de “juicio de apelación”, de manera que las sentencias dictadas por los Jueces serán
revisados en un nuevo “juicio” ante la Sala Penal Superior con la actuación de pruebas.
(j) Se crean procesos llamados especiales, con normatividad propia pero teniendo como base aquella que rige para
el proceso común.
(k) Se introduce toda una regulación sobre la cooperación judicial internacional, con determinación de la autoridad
central que recae en la Fiscalía de la Nación y estableciéndose distintas formas de asistencia entre los Estados.
101
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Sin embargo, a pesar del marco señalado, los resultados que ha alcanza-
do la casación penal en la interdicción de la arbitrariedad han sido hasta
cierto punto ineficaces. En efecto, el dictamen del Comité de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas ha señalado que la casación no ha re-
presentado un recurso eficaz a los efectos de la anulación de un fallo falto
de equidad o de justicia desde un aspecto sustantivo, o ante la violación
de preceptos procesales, desde el punto de vista formal[96]. Asimismo,
según el Consejo General del Poder Judicial español, el recurso de ca-
sación en materia penal ha perdido buena parte de la función unificadora
de aplicación y desarrollo de los grandes principios y garantías del orden
penal[97].
[92] Mediante esta norma se incluía el Capítulo I, Título VI, del Libro II de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Esta figura,
luego de varias modificaciones, sigue vigente en la actualidad.
[93] Artículos 606 y sgtes. del Código Procesal Penal italiano.
[94] El artículo 11 de la Constitución italiana señala: “Contra la sentencia y contra las medidas sobre la libertad per-
sonal, pronunciada por los órganos jurisdiccionales ordinarios es admitido siempre el recurso de casación por
violación de la ley”.
[95] Este último desde el año 1898.
[96] Sobre este dictamen, consúltese: DE URBANO CASTRILLO, Eduardo. La nueva casación penal. Dykinson,
Madrid, 2002, p. 51.
[97] Cfr. A.A.V.V. El libro blanco de la justicia. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 1997, p. 222. El origen del
Libro Blanco se encuentra en la preocupación del Consejo General del Poder Judicial, elegido por el Congreso de
los Diputados y el Senado en julio de 1996, respecto al estado de la Administración de Justicia en España, con-
secuencia de los problemas estructurales, funcionales y organizativos de la misma, y a la necesidad de abordar
una reforma en profundidad. Esta preocupación no resulta únicamente de que el Consejo cumpla la obligación de
todo poder público de examinar críticamente el estado del área o materia encomendada a su gestión, para detectar
deficiencias y proponer mejoras, sino también de la conciencia de que, aun tras las profundas reformas que ha
experimentado la Justicia en el citado país, existe en la sociedad un extendido estado de opinión que refleja una
profunda insatisfacción con el funcionamiento de la Administración de Justicia, y que afecta, o puede afectar muy
negativamente, a la confianza del pueblo español en ella. En Internet es posible ubicarlo en la siguiente página
web: <http://procuradores-alicante.com/El%20libro%20blanco%20de%20la%20%20Justicia.html>.
102
medios impugnatorios
[98] Este es el comentario de un estudio realizado por Fernando Arboleda para el Departamento de Asuntos Jurídicos
Internacionales de la Organización de Estados Americanos. Al respecto, véase: ARBOLEDA RIPOLL, Fernando.
Pautas para el perfeccionamiento del procedimiento penal. Departamento de Asuntos Jurídicos Internacionales -
OEA, Washington, 2005.
103
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
hubo un medio especial para hacer valer la nulidad, esta operaba decla-
rando la inexistencia de la sentencia.
[99] Se considera que el verdadero origen de la casación está en el Derecho francés, en el Conceil des Parties del
Ansíen Régime que se ocupaba de los asuntos judiciales. Este consejo era una de las dos secciones del Conseil
étriot o privé, a su vez desprendimiento del Conceil du roi. La otra sección era el Consejo de Estado que se ocupó
de los asuntos políticos. El Conceil des Parties aparece como una expresión de la lucha entre el rey y los parla-
mentos. Este, para afianzar su autoridad, enervaba por medio del Conceil las decisiones de estos. Lentamente se
fue configurando a través de este instituto un recurso para los particulares análogo a la moderna casación. Con el
advenimiento de la Revolución Francesa se suprimió el Conceil des Parties, pero su esqueleto procesal continúa
siendo el mismo. El 27 de noviembre o 1 de diciembre de 1790 se crea por decreto el Tribunal de Casación, pasan-
do a ocupar el lugar del Conceil, pero adaptado a las nuevas ideas revolucionarias. El instituto se concibió como
un órgano de contralor constitucional para vigilar la actividad de los jueces.
104
medios impugnatorios
[100] Cfr. CARMONA RUANO, Miguel. “La revisión de la prueba por los tribunales de apelación y de casación. La revi-
sión de la apreciación de la prueba llevada a cabo por el tribunal del jurado”. En: Cuadernos del Consejo del Poder
Judicial. Nº 06, Madrid, 1995, p. 82.
[101] Vid., en este sentido, VAZQUEZ SOTELO, José Luis. “Rasgos definidores de la casación civil española”. En:
Revista de Derecho Procesal Iberoamericana. Madrid, 1974, p. 863.
[102] Cfr. MARTÍNEZ ARRIETA, Andrés. “Algunos aspectos del recurso de casación: La doble instancia y el control
casacional”. En: Cuadernos del Consejo del Poder Judicial. Nº 06, Madrid, 1995, p. 104.
[103] Cfr. GUASP, Jaime. Derecho Procesal Civil. Tomo II, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1968, p. 802.
105
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
[104] A nivel de conocimiento funcional, su conocimiento es de exclusividad de la Corte Suprema como órgano supremo
de la jurisdicción.
[105] Véase: MORENO CATENA, Víctor/ CORTéS DOMíNGUEZ, Valentín/ GIMENO SENDRA, Vicente. Derecho
Procesal. Proceso civil. Tirant lo Blanch, Valencia, 1994, p. 299. ORTELLS RAMOS, Manuel/ MONTERO AROCA,
Juan/ GÓMEZ COLOMER, Juan. Derecho jurisdiccional. Volumen II, Bosch, Barcelona, 1993, pp. 408-409.
RAMOS MÉNDEZ, Francisco. Derecho Procesal Civil. Tomo II, Bosch, Barcelona, 1992, pp. 744-745. DE LA
OLIVA, Andrés/ FERNÁNDEZ LÓPEZ, Miguel Ángel. Derecho Procesal Civil. Tomo II, Ceura, Madrid, 1992, pp.
513-515. ALMAGRO NOSETE, José/ TOMÉ PAULE, José. Instituciones de Derecho Procesal. Proceso civil.
Trivium, Tomo II, Madrid, 1993, pp. 47 y ss. TOVAR MORAIS, Antonio. El recurso de casación civil y el contencioso
administrativo. Aranzadi, Madrid, 1993, pp. 27-28.
[106] Cfr. CARRIÓN LUGO, Jorge. El recurso de casación en el Perú. Volumen I, 2ª edición, Grijley, Lima, 2003, p. 3.
[107] El Tribunal de Casación nació, precisamente, con el objeto de impedir que un poder público se salga del propio
dominio; pero su control, en lugar de extenderse a las relaciones entre los tres poderes en todos los campos de la
Constitución, se limita a las relaciones que tienen lugar entre dos de estos poderes, el Legislativo y el Judicial. El
Tribunal de Casación nace, pues, como un órgano de control destinado a vigilar que el Poder Judicial no viole, en
perjuicio del Poder Legislativo, el canon fundamental de la separación de los poderes. Cfr. CALAMANDREI, Piero.
La casación civil. Tomo I, Volumen II, Traducción de Santiago Sentís Melendo, Editorial Bibliográfica Argentina,
Buenos Aires, 1961, p. 39.
106
medios impugnatorios
[108] Cfr. MONTERO AROCA, Juan/ GÓMEZ COLOMER, Juan Luis/ MONTÓN REDONDO, Alberto/ BARONA VILAR,
Silvia. El nuevo proceso civil (Ley 1/2000). Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, p. 511.
[109] Cfr. GUZMÁN FLUJA, Vicente. El recurso de casación civil. Control de hecho y de derecho. Tirant lo Blanch,
Valencia, 1996, p. 15.
[110] Cfr. ROXIN, Claus. Ob. cit., p. 425.
[111] Cfr. NEYRA FLORES, José. “El recurso de casación penal. A propósito de la sentencia de casación N° 01-2007”.
En: Revista JUS, N° 4, Grijley, Lima, 1997, p. 37.
[112] Ciertamente parece un contrasentido hablar de tercera instancia cuando en los Estados modernos tienden a
reducirse las instancias por razones de economía procesal.
[113] El problema del control fáctico en casación va referido y planteado en otros términos cuando no se refiere direc-
tamente al control del razonamiento como error in indicando, sino a los errores de procedimiento o estrictamente
107
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
procesales controlables con el análisis de los hechos desarrollados en el proceso. La actividad del control sobre
el hecho se traduce, por tanto, en una interpretación de estos actos para deducir la existencia del hecho relevante,
para la aplicación de la norma procesal. En este caso, pese a que se examinan elementos fácticos, aunque de
carácter procesal no se discute que por ello la casación se convierta en una tercera instancia. Cfr. GUASCH
FERNÁNDEZ, Sergi. El hecho y el derecho en casación civil. Bosch, Barcelona, 1998, p. 412.
[114] Cfr. ALMAGRO NOSETE, José/ TOMÉ PAULE, José. Ob. cit. p. 579.
[115] Cfr. GÓMEZ ORBANEJA, Emilio/ HERCE QUEMADA, Vicente. Derecho Procesal Penal. 10ª edición, Artes
Gráficas y Ediciones, Madrid, 1987, p. 302.
108
medios impugnatorios
[116] Cita tomada de: LUZÓN CUESTA, José María. “El recurso de casación penal”. 2ª edición, Colex, Madrid, 2000, p. 27.
[117] Ídem.
[118] Véase, CHIARA DÍAZ, Carlos / OBLIGADO, Daniel. La nueva casación penal. Nova, Buenos Aires, 2005, p. 125
y ss.
109
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
110
medios impugnatorios
[119] Así, en España, el artículo 5, inciso 4) de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece esta causal de procedencia
de la casación penal.
[120] El artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece la procedencia de estos procesos en contra de reso-
luciones judiciales. Así, el citado dispositivo señala que: “El amparo procede respecto de resoluciones judiciales
firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la justicia y el
debido proceso. Es improcedente cuando el agraviado dejó consentir la resolución que dice afectarlo.
El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y
la tutela procesal efectiva.
Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que se respetan, de modo
enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igual-
dad sustancial en el proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos
distintos de los previstos por la ley, a la obtención de una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios
impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación adecuada y temporal-
mente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del principio de legalidad procesal penal”.
111
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
112
medios impugnatorios
Por otro lado, entre las deficiencias aplicativas más importantes tenemos:
[121] Término tomado de la investigación de: DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal. “Los recursos en el sistema procesal
penal guatemalteco y en el Derecho Comparado”. En: El recurso de casación penal. Tesis Doctoral, Universidad
Autónoma de Barcelona, p. 197.
113
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Ahora bien, se advierte que los actos del poder público en el ámbito judi-
cial se expresan mediante las decisiones emanadas de los distintos tribu-
nales de la Nación; y es justamente sobre estas decisiones que la Corte
Suprema de Justicia en su condición de más alto tribunal, es llamada por
la ley para ejercer el control de la legalidad y constitucionalidad de tales
decisiones.
Por esa razón, la finalidad de la casación trasciende los límites del solo
fin jurisdiccional, para alcanzar propósitos que son del interés nacional,
como son la conservación de la integridad de la legislación y de la unifor-
midad de la jurisprudencia.
114
medios impugnatorios
1. Finalidad nomofiláctica
Uno de los elementos que más peso tuvo en la configuración originaria
del recurso de casación por la Asamblea Constituyente francesa en 1790,
fue la constante rebelión de los Parlaments a la hora de aplicar las le-
yes dictadas por el soberano, haciendo de ellas una interpretación libre.
Esto unido a la creencia, bajo el imperio de los postulados positivistas de
Rousseau y Montesquieu, en la absoluta plenitud de la ley cuya interpre-
tación era, por lo mismo, innecesaria, condujo a sancionar a través de la
casación cualquier contravención expresa al texto de la ley, que pudieran
cometer los órganos judiciales al aplicarla. Así, se atribuye el fundamen-
to político del recurso de casación a la preservación de la autoridad del
115
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Este fin es ius constitutionis[126], pues señala que la ley debe cumplirse por
todos, y si quien debe cuidar que se cumpla la ley no lo hace, entonces,
debe existir un mecanismo para custodiar al custodio[127].
[124] Cfr. SALAZAR RODRíGUEZ, Luis. El recurso de casación penal por el fondo. Un análisis jurisprudencial,
Universidad de Costa Rica, San José, 1994, p. 39.
[125] Calamandrei fue quien acuñó el término nomofilaquia o nomofilaxis, precisando que es la misión de la casación:
conservar la ley. Cfr. GUZMÁN FLUJA, Vicente. Ob. cit. p. 39.
[126] Es decir, el cuidado en la aplicación de la norma interesa más a la sociedad que a los litigantes en concreto.
[127] La casación es una pretensión nomofiláctica, mediante la cual un órgano especial (Tribunal de casación) aprove-
chándose de la iniciativa privada, vigila y fiscaliza la observancia de las leyes por parte de los tribunales, a efecto
de que prevalezca la ley. En esta concepción el interés de las partes desempeña un papel secundario. La casa-
ción, en virtud de este fin, busca la adecuada aplicación en los fallos judiciales y con ello garantizar la seguridad
jurídica, entendiéndola como la estabilidad de las instituciones y la vigencia auténtica de la ley, con respecto a
derechos proclamados y su amparo eficaz ante desconocimientos o transgresiones, por medio de la acción resta-
blecedor de la justicia.
116
medios impugnatorios
[128] Cfr. FENECH, Miguel. Derecho Procesal Penal. Tomo II, Ob. cit. Tomo II p. 465.
[129] Cfr. GONZÁLEZ-CUÉLLAR SERRANO, Nicolás/ GARBERÍ LLOBREGAT, José. Apelación y casación en el pro-
ceso civil. Colex, Madrid, 1994, p. 173.
[130] La palabra nomofiláctico viene de dos palabras griegas, “nomo” y “pilaos”. La primera significa ley y la segunda,
guardar o cuidar. Dado que la función del Estado es cuidar la vigencia del ordenamiento legal, concede a una de
sus expresiones más auténticas, el Poder Judicial, la función de cuidar la ley. Sin embargo, dado que el juez es la
persona u órgano que instrumenta el cumplimiento de la ley por parte de los ciudadanos, es indispensable que el
Estado cuente con un medio de asegurar que los jueces cumplan con su función, es decir, que apliquen correcta-
mente la ley. Cfr. MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes para un estudio sobre el recurso de casación en el proceso
civil peruano”. En: La Formación del Proceso Civil Peruano (escritos reunidos). 2ª edición aumentada, Palestra
Editores, Lima, 2004, p. 25.
117
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Por otro lado, la violación de la ley constituye la causal matriz que sirve
de fundamento para plantear el recurso de casación[132]. De esta forma,
las causales que tienen que ver con la observancia de la norma jurídica
se han clasificado en dos grandes grupos[133]:
a) Errores in iudicando
También denominados vicios del juicio del tribunal o infracción en
el fondo. Configuran irregularidades, defectos o errores en el juzga-
miento, esto es, en la decisión que adopta el magistrado.
Para Quinteros Velasco, el error in iudicando afecta al contenido del
proceso, al derecho sustancial que en él se controvierte, y acaece
cuando se emplea una ley inaplicable, cuando una ley se aplica mal,
o cuando se deja de aplicar la ley correspondiente. Los resultados de
este vicio pueden alterar la justicia del fallo, sin perjudicar su validez
118
medios impugnatorios
[134] Cfr. QUINTERO VELASCO, Daniel. “Consideraciones generales sobre los recursos de apelación y recusación y
sus trámites”. En: Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales. Tomo VII, N° 35-36, Madrid, 1962, p. 35.
[135] Cfr. LEONE, Giovanni. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III, p. 41.
119
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
[136] Cfr. MANZINI, Vicenzo. Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo V, Editorial Europa-América, Buenos Aires,
1951, p. 162. BELING, Ernst. Derecho Procesal Penal. Labor, Buenos Aires, 1943, p. 298.
[137] Cfr. RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “¿Casación o recurso de nulidad?”. En: Comentarios al Código Procesal Civil,
Cuzco, Lima, 1994, p. 123.
[138] Cfr. MARCHESE QUINTANA, Bruno. “La casación civil”. En: La Formación del Proceso Civil Peruano (escritos
reunidos). 2ª edición aumentada, Palestra Editores, Lima, 2004, p. 60.
120
medios impugnatorios
[139] Esto es, el derecho fundamental a que, ante supuestos sustancialmente semejantes, la norma jurídica se aplique
e interprete sin diferencia a los distintos sujetos.
[140] Cfr. GUZMÁN FLUJA, Vicente. Ob. cit., p. 25.
[141] Estos principios denotan la existencia de una línea unitaria y constante de aplicación e interpretación de las nor-
mas jurídicas, que solo puede variar, si existe una razonada y exhaustiva motivación, hacia otra línea igualmente
constante y uniforme, para de esta forma conseguir un cierto y necesario, grado de previsibilidad del contenido de
las resoluciones judiciales de las controversias.
[142] Por tanto, instruye a los jueces de instancia que deben procurar acoger las doctrinas de la casación establecidas
para los casos análogos con el fin de defender tanto la integridad de la legislación como la uniformidad de la
jurisprudencia.
121
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
122
medios impugnatorios
[144] Cfr. CARRIóN LUGO, Jorge. La casación en el ordenamiento procesal civil peruano. Ponencia presentada
al I Congreso Nacional del Derecho Procesal, Universidad Católica del Perú, agosto, 1996.
[145] Cfr. MONROY GÁLVEZ, Juan. “Los medios impugnatorios en el Código Procesal Civil”. En: Ius et Veritas.
Nº 5, Lima, 1993, p. 21.
[146] STC 230/1993, de 12 de julio, f. j. 2, ponente Gimeno Sendra.
[147] Cfr. DE LA RÚA, Fernando. Ob. cit., p. 44.
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
3. Finalidad dikelógica
El artículo 384 del Código Procesal Civil señala con toda claridad las dos
clásicas finalidades de la casación, esto es, por un lado la nomofiláctica,
es decir, la correcta aplicación e interpretación del Derecho objetivo; y por
otro, la uniformadora que implica la unificación de la jurisprudencia nacio-
nal para que sea aplicada de un mismo modo en toda la jurisdicción.
124
medios impugnatorios
[151] Cfr. HITTERS, Juan Carlos. “La casación civil en el Perú”. En: La formación del Proceso Civil Peruano (escritos
reunidos). 2ª edición aumentada, Palestra Editores, Lima, 2004, p. 438, cita 104.
[152] Cfr. CARRIÓN LUGO. Ob. cit., vol. I., p. 81.
125
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Por otra parte, este concepto comienza a dar marcha atrás por una vía in-
directa, a través de la cual la corte de casación se avoca a determinados
casos aplicando la doctrina de la arbitrariedad de las sentencias.
126
medios impugnatorios
5. Finalidad de enseñanza
Con relación a esta finalidad, nuestro ordenamiento jurídico ha estableci-
do como una obligación de las más altas instancias judiciales sistematizar
y difundir la jurisprudencia especializada, y reproducir los principios juris-
prudenciales y las doctrinas jurisprudenciales, mediante los cuales se im-
parten instrucciones para la correcta aplicación del Derecho objetivo[153].
Al respecto, Monroy Gálvez precisa que el recurso de casación, a dife-
rencia de los demás recursos, tiene fines trascendentes, no solo ligados
al destino natural del proceso, sino extraprocesales. A través del recurso
de casación se pretende cumplir una función pedagógica, consistente en
enseñar a la judicatura nacional en general cuál debe ser la aplicación
correcta de la norma jurídica. Asimismo, la función pedagógica alcanza a
la interpretación correcta de una norma jurídica[154].
La labor de la casación puede perfectamente calificarse de labor didáctica
dirigida a los jueces de instancia con el fin de ilustrarlos sobre la correcta
interpretación de las normas.
La Corte de Casación, al estar colocada en la cúspide del Poder Judicial,
tiene el poder de corregir los erróneos criterios de interpretación de la
norma por parte de los jueces subalternos.
Las doctrinas establecidas en casación se expresan a los jueces a título
persuasivo y como verdaderos precedentes y ejemplos de interpretación
a seguir. Sin embargo, no necesariamente tienen carácter vinculante, pu-
diendo los jueces de instancia adoptar fundamentadamente un criterio de
interpretación distinto.
127
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
mención, otras causales novísimas (al menos para nuestro sistema jurídi-
co) como son: a) la protección de las garantías constitucionales; b) las in-
fracciones de ley procesal; y, c) el control de la logicidad de la motivación
de las resoluciones judiciales. A continuación, analizaremos cada uno de
estas nuevas finalidades.
[155] Así en España, el artículo 5, inciso 4) de la Ley Orgánica del Poder Judicial, establece esta causal de procedencia
de la casación penal.
[156] Por interpretación del artículo 3 de la Constitución Política del Perú de 1993, en nuestro sistema, derechos funda-
mentales son equivalentes a los derechos constitucionales.
[157] Cfr. GONZÁLEZ-CUÉLLAR SERRANO. Ob. cit., p. 189.
[158] Cfr. GIMENO SENDRA, Vicente. Los procesos penales. Vol. VII, Bosch, Barcelona, 2000, p. 62.
[159] Cfr. NEYRA FLORES. Ob. cit., p. 39.
128
medios impugnatorios
En tal sentido, Guzmán Fluja precisa que el verdadero filtro para la pro-
tección de los derechos fundamentales es el amparo, debiéndose centrar
la casación en el cumplimiento exclusivo de la tarea unificadora[161].
De igual forma, Serrera Contreras acota que el Tribunal Supremo, vía ca-
sación, no debe atribuirse el conocimiento de infracciones a los derechos
fundamentales por tres razones: i) sería una sobrecarga de trabajo para
la Corte Suprema; ii) oscurecería la labor de los demás órganos judiciales
en la protección de los derechos fundamentales; y c) ocasionaría la con-
secuencia perjudicial de que todas las sentencias del tribunal de casación
fueran objeto de recurso de amparo[162].
[160] El artículo 4 del Código Procesal Constitucional establece la procedencia de estos procesos en contra de reso-
luciones judiciales. Así, el citado dispositivo señala que: “El amparo procede respecto de resoluciones judiciales
firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la justicia y el
debido proceso. Es improcedente cuando el agraviado dejó consentir la resolución que dice afectarlo.
El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y
la tutela procesal efectiva.
Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que se respetan, de modo
enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igual-
dad sustancial en el proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos
distintos de los previstos por la ley, a la obtención de una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios
impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación adecuada y temporal-
mente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del principio de legalidad procesal penal”.
[161] Cfr. GUZMÁN FLUJA, Vicente. Ob. cit., p. 55.
[162] Cfr. SERRERA CONTRERAS, Pedro Luis. “La protección ordinaria de los derechos fundamentales”. En: Actualidad
Aranzadi. N° 173, Madrid, 1994, p. 4.
129
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Por otro lado, en la gran mayoría de los casos en los que se produce
una infracción de la ley procesal, difícilmente puede justificarse que el
recurso de casación cumpla una exclusiva misión de uniformar la juris-
prudencia, porque se trata de preceptos que normalmente no implican
interpretación: se aplican o se inaplican, se cumplen o se incumplen,
[163] Aunque cabe mencionar que para Calamandrei, los errores in procedendo debían ser suprimidos de la casación,
remitiéndose su control al recurso de revisión o bien a un proceso de nulidad a celebrar ante el mismo juez que
incurrió en el error; primero, porque estos errores no tienen que ver con la nomofilaxis, puesto que, se controlan
solo algunas, las más graves, inejecuciones de la ley procesal; segundo, porque tampoco sirven a la uniformidad,
ya que no amenazan la unidad del Derecho, siendo la razón que la Corte no resuelve, al controlar los errores in
procedendo, cuestiones que puedan reproducirse en otros procesos posteriores; se limita a efectuar una simple
constatación histórica de una actividad defectuosa. Cfr. CALAMANDREI, Piero. La casación civil. Tomo II, Editorial
Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1945, p. 47. En contra de esta postura: MARTÍN DE LA LEONA, José
María. La nulidad de las actuaciones en el proceso civil. Colex, Madrid, 1991, p. 252 y ss; GONZÁLEZ-CUÉLLAR
SERRANO. Ob. cit., pp. 192-194.
[164] Como ocurrió con el artículo 347 del Código Procesal Penal de 1991, donde el legislador taxativamente señaló los
supuestos casatorios de quebrantamiento de forma: 1. Durante la tramitación del procedimiento. 2. Al momento de
dictar la resolución (auto o sentencia). Estos motivos son las circunstancias que han de concurrir en un proceso
como totalidad o en la sentencia definitiva dictada en el mismo, que determinan taxativamente la admisión y en
definitiva la eficacia del recurso de casación por quebrantamiento de forma.
[165] Por ejemplo, en Alemania § 551 ZPO; en Italia, apartados 1, 2, 4 y 5 del artículo 360 del Codice di procedura civile.
[166] Especial atención merecen todas aquellas infracciones que produzcan efectiva indefensión, esto es, las relativas
a las normas que regulan la llamada e intervención de las partes en juicio, y los diversos actos de comunicación,
siendo el derecho de defensa el bien jurídico protegido. Cfr. GUZMÁN FLUJA. Ob. cit., p. 61.
130
medios impugnatorios
Sin embargo, la razón que justifica que las infracciones de las normas ju-
rídicas procesales sean motivo de casación debe apoyarse también en la
existencia de una tarea de control sobre la actuación de los órganos infe-
riores y, por ende, sobre la regularidad del proceso, que la casación está
llamada a cumplir en observancia de una función que podría catalogarse
como disciplinaria, en materia de motivación de las resoluciones[168].
[167] Cfr. CHIOVENDA, Giuseppe. Principios del Derecho Procesal Civil. Tomo I, Editorial Reus, Madrid, 1977, p. 169.
[168] Cfr. GUZMÁN FLUJA. Ob. cit., p. 64.
[169] Cfr. MORELLO, Augusto. La casación. Un mundo intermedio. Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993, p. 7.
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medios impugnatorios
1. Alemania
A la casación (llamada “revisión”) se le considera como una tercera ins-
tancia, que despliega sus efectos solamente en la vertiente jurídica del
proceso. Se habla, en este sentido, de una nueva valoración jurídica del
caso concreto. El tribunal no está limitado por los motivos alegados por el
recurrente, sino que puede advertir otros errores jurídicos no alegados.
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2. Ecuador
Mediante Ley N° 27.RO/192 del 18 de mayo de 1993, se reguló en
Ecuador la figura de la casación. Sin embargo, la referida norma legal no
estableció literalmente los fines de la casación. No obstante ello, de las
causales de procedencia se pueden extraer las funciones que la casación
cumpliría en el citado sistema:
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medios impugnatorios
3. España
El sistema descentralizado a través de las Comunidades Autónomas
que existe en España dota de ciertas particularidades al recurso de
casación.
Los recursos que se interponen ante dicho órgano son también recursos
de casación, y normalmente excluyen la posibilidad de que el Tribunal
Supremo los revise. Las materias sobre las que conocen estos órganos
son muy variadas, y pueden venir definidas por la cuantía, por la materia
o por el ámbito territorial sobre el que versa un caso concreto.
[176] Entre otros muchos, GONZÁLEZ-CUÉLLAR SERRANO/ GARBERÍ-LLOBREGAT. Ob. cit., pp. 170 y ss; GUZMÁN
FLUJA. Ob. cit., pp. 25 y ss. En sentido similar, ORTELLS RAMOS. Ob. cit., p. 563.
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Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
Hoy en día, lógicamente las cosas han cambiado. Siempre es útil una
sentencia del tribunal de casación, sea esta estimatoria o desestimatoria,
por lo que la casación de la sentencia no pasa de ser una misión del tribu-
nal de casación, igual que la elaboración de una jurisprudencia uniforme.
Es su trabajo del día a día. Pero no cabe confundir las misiones que ten-
ga un órgano jurisdiccional con las finalidades que posea el recurso que
conoce, que es lo que vamos a examinar en el punto siguiente.
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medios impugnatorios
4. Francia
El recurso de casación se constituyó en Francia, durante la lucha por
el poder entre la monarquía absoluta y los “parlamentos” (Tribunales
Superiores de Justicia cuyos magistrados provenían de la emergente
burguesía), quienes por vía de interpretación de los edictos reales, orde-
nanzas y otras declaraciones regias trataban de suavizarlos, de “liberali-
zarlos” en beneficio del pueblo.
[177] Cfr. SILVA SALGADO, Nicanor. “Los recursos y los remedios procesales en nuestro proceso civil”. En: Libro
Homenaje a Rómulo Lannata Guilhem. Lima, p. 431.
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[178] Cfr. SILVA VALLEJO, José Antonio. “La casación y el amparo”. En: La ciencia del Derecho Procesal. Editorial
Fecat, Lima, 1991, p. 1168,
[179] Cfr. DE LA PLAZA, Manuel. La casación civil. Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944, p. 65.
[180] Ídem.
[181] Cfr. SILVA SALGADO. Ob. cit., p. 431.
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5. Italia
El recurso de casación italiano es ciertamente un recurso de naturaleza
extraordinaria. No puede procederse a una revisión de la anterior instan-
cia, sino que tanto las posibilidades de impugnación del recurrente como
el análisis de la Corte di Cassazione están limitados a un elenco de cinco
motivos enunciados en el artículo 360 del Codice di Procedura Civile[183].
[182] Cfr. NIEVA FENOLL, Jorge. El recurso de casación civil. Ariel, Barcelona, 2003, p. 26.
[183] Estas causales son:
- Infracciones de las normas sobre jurisdicción.
- Violación de normas sobre competencia, siempre que se haya decidido también sobre el fondo del asunto.
- Violación o falsa aplicación de normas de Derecho.
- Nulidad de la sentencia o del procedimiento.
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- Carencia, insuficiencia o contradicción en la motivación sobre un punto decisivo de la controversia, sean estos
defectos observables de oficio o a instancia de parte.
[184] Cfr. NIEVA FENOLL, Jorge. Ob. cit., p. 42.
[185] Artículo 65 del Ordinamento Giudiziario: “La Corte Suprema di cassazione, quale organo supremo della giustizia,
assicura l´esatta osservanza e l´uniforme interpretazione della legge, l´unitá del dirrito oggettivo nazionale”.
[186] Nieva Fenoll, Jorge. Ob. cit., p. 43.
[187] Artículo 173.- En caso de delito de función, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional están
sometidos al fuero respectivo y al Código de Justicia Militar. Las disposiciones de este no son aplicables a los
civiles, salvo en el caso de los delitos de traición a la patria y de terrorismo que la ley determina. La casación a que
se refiere el artículo 141 solo es aplicable cuando se imponga la pena de muerte.
Quienes infringen las normas del Servicio Militar Obligatorio están asimismo sometidos al Código de Justicia
Militar.
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[188] Cfr. MONROY GÁLVEZ, Juan. “Casación y última instancia”. En: Constitución comentada. Tomo II, Gaceta
Jurídica, Lima, 2006, p. 659.
[189] Cfr. Exp. Nº 00474-2003-AA. 21/04/2004, f. j. 4.
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[195] Esta última Sala, según la vigésima octava disposición final, conocerá los recursos de casación que se plantee en
materia de expropiación.
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[196] El Código Procesal Penal de 1991 jamás ha entrado en vigencia en su totalidad, siendo que únicamente algunos
de sus artículos se aplican en la actualidad.
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Inadmisible Admisible
Audiencia de casación
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- Toda medida cautelar requiere, por regla, que el fiscal haya emiti-
do la disposición de formalización de la investigación preparatoria;
es decir, las medidas de coerción (personal o real)[197] encuentran
su justificación en el marco de una investigación formalizada por
el Ministerio Público; en un momento procesal anterior, esto es,
durante la realización de las diligencias iniciales o preliminares,
solo es factible el arresto ciudadano, la detención policial por fla-
grancia delictiva, la detención a solicitud del Ministerio Público y la
búsqueda bienes libres del investigado con fines de embargo.
[197] Las medidas cautelares personales que requieren la previa formalización de la investigación preparatoria son:
Prisión preventiva, incomunicación, comparecencia (simple o restrictiva), internación preventiva, impedimento de
salida y suspensión preventiva de derechos.
Las medidas cautelares reales que requieren la previa formalización de la investigación preparatoria son: orden de
inhibición, desalojo preventivo, medidas anticipadas, medidas preventivas contra personas jurídicas, pensión anti-
cipada de alimentos e incautación (no confundir esta última con la medida de restricción de derechos y búsqueda
de pruebas, que también se le conoce como incautación).
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[198] Cfr. GARCÍA RADA, Domingo. Manual de Derecho Procesal Penal. 5ª edición, Eddili, Lima, 1976, p. 196.
[199] Cfr. CLARIÁ OLMEDO, Jorge. Ob. cit., tomo VI, Ediar, Buenos Aires, 1987, p. 108.
[200] Cfr. ORTELLS RAMOS, Manuel. El proceso penal abreviado. Comares, Granada, 1997, p. 120.
[201] Cfr. MAIER, Julio. La Ordenanza procesal alemana. Su comentario y comparación con los sistemas de enjuicia-
miento penal argentino. Depalma, Buenos Aires, 1978, p. 108.
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[202] La expresión “estado de inocencia”, es empleada por Gozaíni, quien señala que le parece difícil explicar que una
persona se presuma inocente cuando se le tiene anticipadamente culpable (por ejemplo, cuando se le dicta el
procesamiento –que es un juicio de probabilidad incriminante– ) aplicándole una medida cautelar como la prisión
preventiva, pareciéndole una contradicción. Cfr. Gozaíni, Osvaldo Alfredo. Derecho Procesal Constitucional,
Editorial de Belgrano, Buenos Aires, 1999, p. 227.
[203] LUCCHINI, Luigi. Elemento di procedura penale. Barbera, Florencia, 1995, p. 15
[204] FERRAJOLI, Luigi. Derecho y razón. 5ª edición, Trotta, Madrid, 2001, p. 551.
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[205] NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto. “Consideracones sobre el derecho fundamental a la presunción de inocencia”.
En: Ius et Praxis. Nº 11, Talca, 2005, p. 221 y ss.
[206] GOZAíNI, Osvaldo Alfredo. “La presunción de inocencia. Del proceso penal al proceso civil”. En: Revista
Latinoamericana de Derecho. Año III, Nº 6, 2006, p. 158.
[207] Las garantías individuales son derechos públicos que deben ser respetados por las autoridades, limitaciones en el
ejercicio de sus funciones, y son derechos subjetivos, pues otorgan una acción personal para lograr que la autori-
dad no viole los derechos garantizados por la Constitución. Cfr. GUILLÉN LÓPEZ, Raúl. Las garantías individuales
en la etapa de averiguación previa. Porrúa, México D.F., 2003, p. 98.
[208] En la legislación comparada, es interesante lo que establece el artículo 12 de la Constitución de El Salvador: “Toda
persona a quien se impute un delito, se presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la
ley y en juicio publico, en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa”.
[209] Cfr. CLARiÁ OLMEDO, Jorge. Ob. cit., Tomo I, Ediar, Buenos Aires, 1960, p. 232.
[210] Cfr. ROXIN, Claus. Ob. cit., p. 111-112.
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[211] Cfr. CERDA SAN MARTÍN, Rodrigo/ HERMOSILLA IRIARTE, Francisco. El Código Procesal Penal. Comentarios,
concordancias y jurisprudencia. Editorial Librotecnia, Santiago de Chile, 2003, pp. 17-18.
[212] Cfr. MAIER, Julio. “Derecho…”. Ob. cit., p. 516
[213] Cfr. HORVITZ LENNON, María Inés/ LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho Procesal Penal chileno. Tomo I, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 2003, p. 78
[214] Cfr. BINDER, Alberto. Justicia penal y Estado de Derecho. Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 1993, pp. 39-41.
[215] Cfr. MAIER, Julio. “Derecho…”. Ob. cit., p. 494.
[216] Cfr. CAROCCA PÉREZ, Alex. El nuevo sistema procesal penal. Editorial La Ley, Santiago de Chile, 2003, p. 103.
[217] Cfr. MAIER, Julio. “Derecho…”. Ob. cit., p. 487.
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[222] SAUER, Wilhelm. Filosofía jurídica y social. Traducción de Luis Legaz y Lacambra, Editorial Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1933, p. 268.
[223] Sin embargo, para el principio de legalidad, la “ley” no significa la aceptación expresa de toda ley penal, sino
únicamente de aquellas que reflejan los intereses y las necesidades de la sociedad. Es decir, la ley penal no puede
ser obra del capricho del legislador, pues la ley penal se rige por criterios materiales de profundo e inestimable
valor como son: el daño social, el merecimiento y la necesidad de pena. En esa misma línea tenemos: BECCARIA,
Cesare. De los delitos y las penas. Edición Latinoamericana, Bogotá, 1994, p. 10, quien sostiene que: “Toda pena
que no se deriva de la absoluta necesidad es tiránica (...) todo acto de autoridad de hombre a hombre, que no se
derive de la absoluta necesidad es tiránico”.
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[224] Cfr. WESSELS, Joham. Derecho Penal alemán. Parte general. Depalma, Buenos Aires, 1980, p. 13.
[225] Cfr. COUSIÑO MAC IVER, Luis. Derecho Penal chileno. Parte general. Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, Santiago
de Chile de Chile, 1975, p. 81.
[226] Citado por FIERRO, Guillermo. La ley penal y el Derecho Penal Transitorio, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1978, p. 9.
[227] Cfr. JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. La ley y el delito. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, p. 98.
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[228] Cfr. ZAFFARONI, Eugenio Raúl / SLOKAR, Alejandro / ALAGIA, Alejandro. Tratado de Derecho Penal. Parte
general. Tomo I, Ediar, Buenos Aires, 2000, p. 133.
[229] Cfr. BACIGALUPO, Enrique. Manual de Derecho Penal. Parte general. Temis, Bogotá, p. 32.
[230] Cfr. JIMÉNEZ DE ASÚA. Ob. cit. p. 97.
[231] Cfr. BACIGALUPO. Ob. cit., p. 32.
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[232] Cfr. VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte general. Editorial San Marcos, Lima, 1998, p. 101.
[233] “Las leyes son las condiciones con que hombres independientes y aislados se unieron en sociedad, fatigados de
vivir en continuo estado de guerra (...) sacrificaron una parte de su libertad para gozar la restante con seguridad
y tranquilidad. La suma de todas estas porciones de libertad sacrificadas al bien de cada uno constituye la sobe-
ranía de una nación y el soberano es el legítimo depositario de ella (p. 72), (...) la primera consecuencia de estos
principios, es que solo las leyes pueden decretar las penas sobre los delitos (p. 74) (...) en todo delito debe hacerse
por el Juez un silogismo perfecto: la premisa mayor debe ser la ley general; la menor, la acción conforme o no con
la ley (...)” (p. 76). BECCARIA, Cesare. Ob. cit.
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Capítulo 6
Recurso de queja
[235] Cfr. COLERIO, Juan Pedro. “Recurso de queja por apelación denegada”. En: Recursos judiciales. Ediar, Buenos
Aires, 1993, p. 108.
[236] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 132. Asimismo, hace mención que este recurso debe diferenciarse de
aquellos que con igual nombre se presentan ante los Órganos de Control, que tienen como finalidad enmendar
el indebido, irregular o mal proceder de los funcionarios judiciales. Estos últimos son recursos administrativos
(quejas por inconducta funcional) que no interfieren en el campo de lo judicial.
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Las causas del incremento de aplicación del recurso de queja en los úl-
timos años habría que buscarlas en los propios recursos principales o,
mejor dicho, en la utilización de estos por los recurrentes, quienes, por
ejemplo, se olvidan que la casación es extraordinaria y excepcional. Tal
intento del recurrente, o del profesional que se encarga de la defensa de
sus intereses, de acceder a toda costa al recurso, lo lleva a formular, con
poco éxito en general, el recurso de queja.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el acceso a los recursos forma par-
te del derecho a la tutela judicial efectiva, tal como lo ha destacado el Tribunal
Constitucional en numerosas ocasiones, de manera que la utilización de este
medio impugnatorio es perfectamente legítima, salvo que el recurrente lo uti-
lice como actividad dilatoria, haciendo un abuso del Derecho.
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Capítulo 7
La revisión
I. Concepto de revisión
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fuera del proceso en el que fueron dictadas, pues dicho proceso concluyó
indefectiblemente.
La revisión no es, por lo tanto, un recurso, sino una acción autónoma que
da lugar a un proceso nuevo en el que se persigue la rescisión de una
sentencia que tiene la calidad de cosa juzgada. La acción de revisión,
está sometida en su iniciación y desarrollo a la concurrencia de determi-
nados presupuestos, requisitos y condiciones característicos y privativos
de todo proceso[239].
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[247] Hay que mencionar que solo son revisables las sentencias recaídas en los procesos penales por delitos, quedando
excluidas las dictadas en los procesos por faltas, porque en esos casos procede la compensación por suma de
dinero, al no encontrarse involucrada la libertad humana. Tampoco cabe para las sentencias absolutorias, porque
no es comparable el daño que sufre la sociedad al condenar a alguien inocente, que el que puede sufrir observan-
do como personas culpables han obtenido sentencias absolutorias; si se autorizase la revisión de las sentencias
absolutorias por los mismos motivos que procede en caso de condena, la institución de la cosa juzgada desapa-
recería del campo penal, propiciando una inseguridad en sí misma injusta.
[248] Los motivos de revisión pueden clasificarse en dos grupos: a) revisión propter falsa o ex capite falsi, es decir, por
hechos falsos; y, b) revisión propter nova o ex capite novorum, es decir, por hechos nuevos, que permiten eviden-
ciar la equivocación del fallo.
[249] Cfr. JERÍ CISNEROS, Julián. Ob. cit., p. 155.
[250] Ibídem, p. 155.
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Demanda
Admisibilidad de la demanda
(Fiscal supremo o condenado)
Audiencia de revisión
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1. Argentina
Dentro de los motivos de revisión señalados en la ley procesal argentina
tenemos:
2. Colombia
En Colombia se considera la revisión no como un recurso, sino como
un proceso mediante el cual se pretende cambiar una situación jurídica
consolidada. Es decir, hay una acción cuyo interés no es simplemente se-
ñalar yerros de una resolución, sino instaurar un proceso mediante el cual
se revise lo ya juzgado, en aras de reparar una injusticia, quebrando la
santidad de la cosa juzgada merced a la existencia de pruebas o hechos
conocidos posteriormente a la condena.
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3. Costa Rica
En el libro segundo del Código Procesal Penal de Costa Rica aparece,
dentro de los procedimientos especiales, el procedimiento para la revi-
sión de sentencia. Se excluye así correctamente y de manera explícita la
revisión como un recurso.
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medios impugnatorios
4. España
En España, de acuerdo con lo que establece el artículo 57.1 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, la revisión es un medio extraordinario de
impugnación que debe tramitarse ante la Sala de lo Penal del Tribunal
Supremo. Esta ha considerado que la revisión tiene como fundamento y
finalidad la prevalencia de la auténtica verdad sobre la sentencia firme,
y con ello el triunfo de la justicia material sobre la justicia formal. La re-
visión es una forma de atacar la sentencia firme y, por lo tanto, la cosa
juzgada.
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5. Guatemala
La revisión se promueve ante la Corte Suprema de Justicia y procede en
los siguientes motivos:
190
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ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO 1
Teoría general de la impugnación en materia penal
I. Concepto de impugnación en materia penal........................................ 11
II. Derecho a impugnar las resoluciones judiciales.................................. 13
III. Recursos impugnatorios...................................................................... 15
IV. Elementos que estructuran la impugnación en materia penal.............. 16
1. Elementos objetivos.................................................................... 16
2. Elementos subjetivos.................................................................. 16
3. Elementos temporales................................................................. 17
V. Características de la impugnación....................................................... 17
VI. Principios impugnatorios..................................................................... 18
1. Principio de legalidad................................................................. 18
2. Principio de trascendencia.......................................................... 18
3. Principio dispositivo................................................................... 18
4. Principio de doble instancia........................................................ 19
5. Principio de inmediación............................................................ 19
6. Principio de prohibición de la reformatio in peius..................... 19
VII. La doble instancia y el examen por un tribunal superior.................... 19
VIII. Principio del favor rei y del non reformatio in peius.......................... 20
1. Fundamento de la reforma peyorativa........................................ 21
2. Concepto de la reforma peyorativa............................................. 22
3. Contenido de la reforma peyorativa........................................... 25
IX. Los medios impugnatorios en el Código de Procedimientos Penales
de 1940................................................................................................ 29
X. Los medios impugnatorios en el código procesal penal de 2004....... 30
1. Las reglas en torno a la legitimidad para impugnar................... 30
2. Las reglas en torno a las formalidades para impugnar............... 31
3. Las reglas en torno al ámbito y extensión de los recursos
impugnatorios............................................................................. 31
4. Las reglas en torno a la competencia del tribunal revisor.......... 32
203
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
CAPÍTULO 2
Recurso de reposición
CAPÍTULO 3
Recurso de apelación
204
medios impugnatorios
CAPÍTULO 4
Recurso de nulidad
CAPÍTULO 5
Recurso de casación
205
Guía práctica Nº 3 / Gaceta Penal
1. Alemania..................................................................................... 133
2. Ecuador....................................................................................... 134
3. España......................................................................................... 135
4. Francia........................................................................................ 137
5. Italia............................................................................................ 139
V. Antecedentes de la casación en el perú............................................... 140
1. Constituciones políticas de 1979 y 1993.................................... 140
2. Código Procesal Civil de 1993................................................... 142
3. Ley orgánica del poder judicial.................................................. 143
4. Ley Nº 29497: la casación en materia laboral........................... 144
5. Ley Nº 27337: la casación en el derecho de los niños y
adolescentes................................................................................ 144
6. Ley Nº 27584: la casación en materia contencioso-adminitra-
tiva.................................................................................................. 145
7. Decreto Legislativo Nº 957 - Código procesal penal de 2004:
La casación en materia penal...................................................... 145
VI. La casación en el código procesal penal de 2004............................... 145
VII. La jurisprudencia en torno a la casación penal.................................... 148
CAPÍTULO 6
Recurso de queja
CAPÍTULO 7
La revisión
206
medios impugnatorios
Bibliografía................................................................................................. 193
207