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UNIVERSIDAD PRIVADA

ALAS PERUANA 2019


HISTORIA DE LOS PUENTES

DOCENTE:

 CHAPOÑAN

INTEGRANTES:

 SANTOS ZAMBORA LUIS DENILSON


 GARCIA GUZMAN GILDER
 PANTA SALDARRIAGA WRENDY
 GALLO RODRIGUEZ EDUARDO
 GUEVARA GARCIA DANITZA MARIBEL

21 de marzo de 2019 1
INDICE

I. HISTORIA DE LOS PUENTES EN EL MUNDO ........................................................... 3


1.1. PUENTES DE PIEDRA. LA ERA DEL ARCO ....................................................... 3
1.2. LOS PUENTES ROMANOS...................................................................................... 3
1.2.1. Puente de Alcántara ............................................................................................ 4
1.2.2. El puente romano de Mérida (Extremadura) ................................................... 4
1.2.3. Puente Alconetar Cáceres ................................................................................... 4
1.2.4. El puente del Diablo (en catalán Pont del Diable) ............................................ 4
1.2.5. CONTRUCCION ................................................................................................ 4
1.2.6. EL CLAM BRIDGE............................................................................................ 5
1.3. PUENTES DE ACERO Y HORMIGÓN .............................................................. 5
1.3.1. PUENTES EN CELOSÍA Y MÉNSULA .......................................................... 5
1.3.2. PUENTES COLGANTES .................................................................................. 6
1.3.3. PUENTES ATIRANTADOS .............................................................................. 9
1.3.4. LOS PRIMEROS TANTEOS ............................................................................ 9
1.3.5. FINAL DEL SIGLO XIX- INICIOS DEL XX: REALIZACIONES
AISLADAS......................................................................................................................... 10
1.3.6. DE 1952 A HOY: EL AUGE. ........................................................................... 11
II. HISTORIA DE LOS PUENTES EN EL PERU ......................................................... 11
2.1. PUENTES DE TRONCOS Y PALOS ..................................................................... 11
2.2. PUENTES DE PIEDRA............................................................................................ 12
2.3. HUAROS, OROYAS O TARABITAS .................................................................... 12
2.4. PUENTES FLOTANTES. ........................................................................................ 13
2.5. PUENTES COLGANTES. ....................................................................................... 13
2.6. LOS PUENTES TAWANTINSUYANOS ............................................................... 14
III. LINKOGRAFIA ............................................................................................................ 15

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I. HISTORIA DE LOS PUENTES EN EL MUNDO

1.1. PUENTES DE PIEDRA. LA ERA DEL ARCO

Un puente de fábrica (o también puente de bóvedas de fábrica, puente de piedra, puente


de albañilería o puente abovedado), es un tipo específico, que se caracteriza por hacer uso
de las bóvedas de mampostería para salvar los obstáculos. El material usado es la piedra
tallada (muy pocas veces, ladrillo), muy resistente a la compresión, pero poco a la flexión,
que si soportan los materiales usados en otras familias de puentes en arco (que presentan
una cierta elasticidad, como metal o los materiales compuestos) y que les permite salvar
luces o vanos más importante.
Los puentes en arco más antiguos que siguen en uso datan de la de la cultura micénica,
es uno de los cuatro puentes de falso arco que formaban parte de la red de carreteras,
diseñada para acomodar las carretas que circulaban entre Tiryns y Epidauro en el
Peloponeso, en Grecia. También en el Peloponeso se encuentran varios puentes intactos,
ya en arco, que provenían de la Edad helenística. Todo parece indicar que los griegos
desconocían el concepto de arco, pero sí los mesopotámicos, que lo usaron en la
arquitectura. De alguna forma los etruscos también aprendieron a usar el arco y
transmitieron esa técnica a los romanos.

1.2. LOS PUENTES ROMANOS.

El arte de construir puentes no experimentó cambios sustanciales durante más de 2000


años. La piedra y la madera eran utilizadas en tiempos napoleónicos de manera similar a
como lo fueron en época de julio Cesar e incluso mucho tiempo antes. Hasta finales del
siglo XVIII no se pudo obtener hierro colado y forjado a precios que hicieran de él un
material estructural asequible y hubo que esperar casi otro siglo a que pudiera emplearse
el acero en condiciones económicas.
Al igual que ocurre en la mayoría de los casos, la construcción de puentes ha
evolucionado paralelamente a la necesidad que de ellos se sentía. Recibió su primer gran
impulso en los tiempos en que Roma dominaba la mayor parte del mundo conocido. A
medida que sus legiones conquistaban nuevos países, iban levantando en su camino
puentes de madera más o menos permanentes; cuando construyeron sus calzadas
pavimentadas, alzaron puentes de piedra labrada. La red de comunicaciones del Imperio
Romano llegó a sumar 90000 Km. de excelentes carreteras.

La verdadera historia de la construcción de puentes, tal como hoy la entendemos,


comienza, sin embargo, con los inmensos acueductos de obra romana, algunos de los
cuales sobreviven, casi intactos, hasta nuestros tiempos. Uno de los arcos más antiguos
es el de la Cloaca Máxima, la gran alcantarilla romana, que data del 615, antes de
Jesucristo. Dicho arco tiene 4,25 metros de luz. Acueductos de este origen existen todavía
en Roma y en varios sitios de sus antiguas provincias, especialmente en las Galias y en
España. Muchas de estas construcciones datan, aproximadamente, de la Era Cristiana, y
algunas de ellas prestan servicio todavía. Puentes construidos con vigas de madera
descansando sobre estribos de piedra o sobre cajones llenos de piedra y aun sobre arcos
de madera, como el puente de Trajano sobre el Danubio, eran comunes en los primeros
siglos de nuestra Era.

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1.2.1. Puente de Alcántara
Es un puente romano en arco construido entre 104 y 106, que cruza el río Tajo en la
localidad cacereña de Alcántara. Consta de 6 arcos de desigual altura, los cuales
descansan en cinco pilares a su vez a distintas alturas sobre el terreno de roca allanada de
pizarra.
1.2.2. El puente romano de Mérida (Extremadura)
Es una obra de ingeniería civil construida por el Imperio romano a finales del siglo I a.C
es considerado el más largo de la antigüedad. En los tiempos del Imperio Romano la obra
se elevaba sobre el río Guadiana a lo largo de 62 arcos con una longitud total de 755 m.

1.2.3. Puente Alconetar Cáceres


Era un puente romano sobre el río Tajo. Sus restos se encuentran en el municipio de
Garrovillas de Alconétar, en Cáceres, España. Es uno de los más antiguos puentes en arco
segmentales del mundo, anterior a otros ejemplos como el Puente Zhaozhou en China y
el Ponte Vecchio en Europa (ambos aún en uso actualmente). Su construcción se atribuye
por algunos al arquitecto del emperador Trajano, Apolodoro de Damasco,quien también
construyó el puente de Trajano arqueado de madera a principios del siglo II. El Puente de
Alconétar está considerado monumento.

1.2.4. El puente del Diablo (en catalán Pont del Diable)


Es un puente construido en España, situado entre las localidades catalanas de Martorell y
Castellbisbal, sobre el río Llobregat. Es una reconstrucción realizada en el año 1963 de
un puente gótico de 1295, sobre una base romana.

1.2.5. CONTRUCCION
Para izar los bloques empleaban grúas, movidas por esclavos, situados dentro de una
rueda. Extraían la piedra en canteras próximas, donde cuadrillas de canteros
especializados tallaban con cinceles los sillares.
A la caída del Imperio Romano, sufrió el arte un gran retroceso, que duró más de seis
siglos. Si los romanos tendieron puentes para salvar obstáculos a su expansión, el hombre
medieval vio en los ríos una defensa natural contra las invasiones. El puente era, por
tanto, un punto débil en el sistema defensivo en la época feudal. Por tal motivo muchos
puentes fueron desmantelados y los pocos construidos estaban defendidos por
fortificaciones.
A fines de la baja Edad Media renació la actividad constructiva. El progreso continuó
ininterrumpidamente hasta comienzos del siglo XIX.
La locomotora de vapor inició una nueva era al demostrar su superioridad sobre los
animales de tiro. La rápida expansión de las redes ferroviarias obligó a un ritmo paralelo
en la construcción de puentes sólidos y resistentes. Por último, el automóvil creó una
demanda de puentes jamás conocida. Los impuestos sobre la gasolina y los derechos de
portazgo suministraron los medios económicos necesarios para su financiación y en sólo
unas décadas se construyeron más obras notables de esta clase que en cualquier siglo
anterior. El gran número de accidentes ocasionados por los cruces y pasos a nivel estimuló
la creación de diferencias de nivel, que tanto en los pasos elevados como en los inferiores
requerían el empleo de puentes. En una autopista moderna todos los cruces de carreteras
y pasos a nivel son salvados por este procedimiento.

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1.2.6. EL CLAM BRIDGE
Es considera un monumento antiguo de Wycollar, por lo que se considera al puente una
reliquia de la aldea, este fue el primero de todos los puentes de la humanidad y sirvió
como pionero de los siguientes puentes que se construyeron en la historia. Actualmente
los puentes son una de las construcciones más importantes en el mundo, los cuales se han
modernizado, construyéndose en nuestros días con materias más modernos y de
dimensiones muchos más grandes.

1.3. PUENTES DE ACERO Y HORMIGÓN


El 1 de enero de 1781 se inauguró el puente de Coalbrookdale, el primero fabricado en
hierro fundido.8 El puente (aún hoy en pie) es un puente arco metálico, a imitación de
los de piedra, pero el material es completamente distinto, más resistente y más liviano.
En 1795 el río se desbordó destruyendo todos los puentes que encontró, excepto el de
Coalbrookdale, lo que hizo que la gente empezara a confiar en este tipo de puentes.

1.3.1. PUENTES EN CELOSÍA Y MÉNSULA


Debido a que la madera era un material de construcción abundante en los Estados Unidos,
los primeros puentes con un diseño en celosía usaron generalmente secciones de madera
cuidadosamente dimensionadas para las barras que trabajaban a compresión, reservando
las barras de hierro para los elementos traccionados. Habitualmente se diseñaron como
puentes cubiertos para proteger la parte estrictamente estructural de las inclemencias
atmosféricas. En 1820, ya se patentó una forma simple de celosía, la celosía de enrejado
de Town, que tenía la ventaja de no requerir ni mucha mano de obra ni mucho metal.
Antes de 1850, se habían construido muy pocos puentes de celosía de hierro en los
Estados Unidos.

Los puentes en celosía se convirtieron en un tipo común de puente construido desde la


década de 1870 —cuando el metal comenzó a sustituir lentamente a la madera y los
puentes de hierro forjado comenzaron a construirse a gran escala— hasta la década de
1930. Siguen conservándose ejemplos de esos puentes, pero su número disminuye
rápidamente a medida que se demuelen y se reemplazan con nuevas estructuras.

Los puentes en celosía en arco fueron un diseño de celosía bastante común durante ese
tiempo, caracterizados porque sus cordones superiores tienen forma de arco. Algunas
compañías, como la «Massillon Bridge Company» de Massillon (Ohio) o la «King Bridge
Company» de Cleveland, se hicieron muy conocidas en ese momento, ya que
comercializaban sus diseños en ciudades y pueblos. El diseño del cordón superior como
una cuerda de arco cayó en desgracia debido a la falta de durabilidad, y dio paso al diseño
de la celosía Pratt, que era más fuerte. Una vez más, las compañías de puentes
comercializaron sus diseños, con la empresa «Wrought Iron Bridge Company» a la
cabeza. A medida que las décadas de 1880 y 1890 progresaban, el acero comenzó a
reemplazar al hierro forjado como material preferido. Se usaron otros diseños de celosías
en ese momento, incluida la de joroba de camello. En la década de 1910, muchos estados
desarrollaron planos estándar de puentes en celosía, incluidos los puentes en celosía de
pony Warren de acero. A medida que avanzaban las décadas de 1920 y 1930, algunos
estados, como Pensilvania, continuaron construyendo puentes en celosía de acero,
incluidos masivos puentes en celosía de acero para largos vanos. Otros estados, como

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Michigan, eligieron en cambio como puentes estándar los de de vigas y jácenas de
hormigón y solo construyeron una cantidad limitada de puentes en celosía.

1.3.2. PUENTES COLGANTES


Los primeros puentes colgantes fueron puentes de cuerdas colgadas a través de un
abismo, con un tablero posiblemente en el mismo nivel o colgado por debajo de las
cuerdas, de modo que la cuerda adoptaba la forma catenaria.
Precursores de los puentes colgantes
El santo tibetano y constructor de puentes Thangtong Gyalpo originó el uso de cadenas
de hierro en su versión de puentes colgantes simples. En 1433, Gyalpo construyó ocho
puentes en el este de Bután. El último puente superviviente de cadenas de Gyalpo fue el
puente Thangtong Gyalpo en Duksum, en ruta hacia Trashi Yangtse, que finalmente fue
arrasado en 2004. Los puentes de cadena de hierro de Gyalpo no incluían un puente de
suspendido con tablero que es el estándar en todos los puentes colgantes modernos de la
actualidad. En cambio, tanto la barandilla como la plataforma para caminar de los puentes
de Gyalpo usaban cables. Los puntos de tensión que llevaba la guías estaban reforzados
por las cadenas de hierro. Antes del uso de las cadenas de hierro, se cree que Gyalpo
habría usado cuerdas de sauces retorcidas o de pieles de yak. Es posible que también haya
usado paños apretados.

En las civilizaciones asiáticas, amerindias o africanas, el puente colgante fue un temprano


medio tradicional de franqueamiento de obstáculos, principalmente en las regiones
montañosas donde se presentaba la dificultad de atravesar profundas gargantas. Así, se
estima que en el siglo XVI, a la llegada de los españoles, había más de 200 puentes
colgantes incas, piezas angulares de la vasta red de caminos del imperio amerindio.
Alcanzaban habitualmente los 50 metros de longitud, probablemente más, bastante más
que el arco de fábrica europeo de la época. Solo la aparición de la estructura metálica
permitirá superar esa distancia sin pilares intermedios. Si los incas fueron la única
civilización amerindia que desarrolló este tipo de puentes colgantes, ya existían en otras
culturas de las regiones montañosas del mundo, en el Himalaya y en la antigua China. En
China se construían puentes colgantes con cadenas de acero en el siglo III a. C.. Pero lo
habitual es que esos antiguos puentes estuvieran compuestos en su mayoría de lianas y
con un tablero de madera, lo que permitía el paso de cargas modestas con una estructura
de puente ligero.

Desde 1595, hay una representación de un puente colgante sobre cadenas que aparece en
la obra de Fausto Verancio Machinae Novae (Venecia, 1595).

1.3.2.1. PRECURSORES DE LOS PUENTES COLGANTES

LOS PUENTES DE CADENAS

Pero la historia dice que donde nació el moderno puente colgante fue en América. Un
juez e inventor, James Finley, tuvo la idea de un puente suspendido con cadenas de hierro
forjado.7 El puente del arroyo Jacob se completó en 1802, en el condado de
Westmoreland, al oeste de Pennsylvania.8 El puente de Finley fue el primero en
incorporar todos los componentes necesarios de un moderno puente colgante, incluida
una plataforma suspendida que colgaba de tirantes. Finley, dado el éxito de esa fórmula
que permitía erigir un puente con pocos costes y fácil de construir, presentó una patente

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de su diseño en 1808, y lo publicó en el diario de Filadelfia, The Port Folio, en 1810.910
Una primera generación de puentes vio la luz a partir de 1810. La luz que franqueaba era
de entre 15 y 50 metros como máximo. Pero el uso de esos puentes manifestó pronto el
problema de la oscilación: el puente entraba fácilmente en resonancia, y la presión que se
ejercía sobre las cadenas las hacía ceder. En realidad, la experiencia de Estados Unidos
en la ingeniería y en la calidad del hierro forjado era poco fiable. El desarrollo de los
puentes quedó limitado en tamaño y en carga y muchos accidentes interrumpieron el éxito
naciente del puente colgante, ya que la rotura de un solo eslabón suponía la rotura del
tensor.

La técnica enseguida cruzó el Atlántico para encontrar nuevos seguidores entre los
británicos, que tenían un importante desarrollo de la metalurgia. Las cadenas se mejoraron
considerablemente y los puentes colgantes se volvieron muy ambiciosos. Los primeros
puentes británicos fueron construidos alrededor de 1815 y sus dimensiones no cesaron de
crecer: el puente Dryburgh Abbey (1817), de 137 m, y el puente Union (1820). En 1826,
el famoso ingeniero Thomas Telford construyó el puente colgante de Menai, de 125 m de
luz, que permitía el paso bajo él de barcos de vela y fue «el primer puente colgante
moderno importante».11 Era en ese momento el puente más grande en el mundo, ya que
la mayoría de los puentes de la época tenían entre 70 y 100 m de vano. Otros destacados
puentes fueron el de Conwy (1826), en el norte del País de Gales, y el primer puente de
Hammersmith (1827), en la zona oeste de Londres. El puente colgante de Clifton
(diseñado en 1831, terminado en 1864 con un tramo central de 214 m) es uno de los más
largos del tipo de cadena de arco parabólica. El actual puente colgante de Marlow fue
diseñado por William Tierney Clark y fue construido entre 1829 y 1832, sustituyendo a
un puente de madera aguas abajo que se derrumbó en 1828. Es el único puente colgante
a través del Támesis en zonas no mareales. El puente colgante era la única manera de
salvar tales luces, y se convirtió en un monumento a la gloria del progreso en plena
revolución industrial europea.

Fue precisamente el desarrollo europeo de ésta lo que exportó el puente colgante a la parte
continental. En Francia, la tecnología se conoció gracias a la apología expresada en los
periódicos británicos. Se llevó a cabo en 1821, sin éxito, una misión de estudio de Ponts
et Chaussées. Los franceses tenía uno de los ríos más difíciles de cruzar en el momento:
el Ródano, con solo tres puentes fijos entre Lyon y el estuario en la época, incluyendo el
dañado puente de Avignon. De hecho, el río era, y es, ancho, muy caudaloso y sin
disminución notable ya que se alimentaba del deshielo. Sin temporada seca, era imposible
construir las pilonas de acuerdo con los métodos probados. La compañía Seguin Frères
(Annonay, Ardèche), dirigida par Marc Seguin, propuso en 1822 un proyecto innovador:
el puente colgante de Tournon. La empresa entendió rápidamente que en Francia no era
posible un puente colgante convencional debido a la mala calidad de las cadenas. Intentó
entonces reemplazarlas con manojos de cables de hierro. Ese fue el nacimiento del cable.
Después de varias pruebas y de una negativa de Ponts et Chaussées, el proyecto fue
finalmente aceptado. A la innovación de los cables se añadió el uso del hormigón
hidráulico para los cimientos, del hormigón armado (25 años antes de la primera patente)
para las superestructuras y de elementos de refuerzo rigidizantes del tablero de madera.
El puente colgante tomó su forma moderna.
El primer puente de cadenas en el continente europeo fue el puente de las Cadenas en
Nuremberg, Alemania. El puente de cadena Széchenyi, que atraviesa el río Danubio en

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Budapest, también fue diseñado por William Clark y es una versión a mayor escala del
puente Marlow.

En 1823 se construyó en Ginebra la pasarela de Saint-Antoine13 y desde 1832, en


Friburgo el grand pont suspendu14 cuyos cables de alambre trefilado de 87 kilos, y
utilizados a 27 kilos de tensión de rotura (hilos paralelos), permitió que se alcanzara una
luz de 273 m. Se construyeron así muchos puentes ligeros: Bercy y Constantine, en París
(101 m), Gray, Châteaulin, La Roche-Bernard... pero esos puentes se movían mucho y
por ello debían limitarse las cargas de tráfico. Sufrieron un eclipse en Francia hasta la
aparición de la viga rígida, que permitía realizar obras comparables a los puentes en
carpintería.

En 1832, Henri Navier ya estableció las primeras reglas para el cálculo de los puentes
colgantes. A pesar del éxito que suponían empezaron a aparecer problemas. En 1831 un
regimiento de soldados que desfilaban sobre el puente de Broughton en Reino Unido hizo
entrar al puente en vibración, debido al paso acompasado del desfile, lo que provocó su
rotura. Por desgracia en 1851 se volvió a repetir un desastre similar en Francia, en el
puente de Angers, donde fallecieron 200 soldados. Los ingenieros franceses no volvieron
a construir un puente colgante hasta 1871, y aún hoy en Europa existe tendencia a evitar
construirlos. En América no fue así, los puentes colgantes tuvieron mucho éxito. En 1842
se completó el puente de cables de Fairmount en Filadelfia con una luz de 109 m. A
finales del siglo XIX Estados Unidos había perfeccionado la construcción del puente
colgante hasta alcanzar las enormes dimensiones actuales. En 1866, el puente de Roebling
sobre el río Ohio tenía 322 m de luz, en 1869 éste es superado por el puente del Niagara
con 386 m, y en 1883 se termina el puente de Brooklyn con 486,3 m.

De esta forma también se construyó el puente de Clifton (1864). Una variación interesante
es el Ferry Bridge en Burton-on-Trent, Staffordshire (1889), de Thornewill and Warham,
en el que las cadenas no estaban unidas a los contrafuertes, como era habitual, sino que
estaban unidas a las vigas principales, que quedaban así comprimidas. Ahí las cadenas
eran de placas planas de hierro forjado, de ocho pulgadas (203 mm) de ancho por una
pulgada y media (38 mm) de espesor, remachadas juntas.

LOS CABLES DE ALAMBRE

El primer puente colgante de cables de alambre fue el puente Spider en Falls of Schuylkill
(1816), una pasarela modesta y temporal construida tras el colapso del cercano puente
Chain Falls of Schuylkill (1808) de James Finley. El vano de la pasarela era de 124 m,
aunque su tablero tenía solo 0.45 m de ancho.

El desarrollo de los puentes colgantes de cable de alambre data del puente colgante simple
temporal en Annonay construido por Marc Seguin y sus hermanos en 1822. Se extendía
solo 18 m.17 El primer puente colgante de cable permanente fue el puente Saint Antoine
de Guillaume Henri Dufour en Ginebra de 1823, con dos luces de 40 m.17 El primero
con cables montados al aire según el método moderno fue el Gran Puente colgante de
Joseph Chaley en Friburgo, en 1834.17

En los Estados Unidos, el primer gran puente colgante de cables de alambre fue el puente
de alambre en Fairmount en Filadelfia, Pensilvania. Diseñado por Charles Ellet, Jr. y

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completado en 1842, tenía una luz de 109 m. El puente colgante de las cataratas del
Niágara de Ellet (1847-1848) fue abandonado antes de su finalización. Fue utilizado como
andamio para el puente de dos pisos, ferroviario y carretero, de John A. Roebling (1855).

El puente Otto Beit (1938-1939) fue el primer puente colgante moderno fuera de los
Estados Unidos construido con cables paralelos.

De acuerdo con un primer recuento, durante el siglo XIX, se construyeron unos 400
puentes, una gran mayoría entre 1825 y 1850. Muchos de ellos aún permanecen en uso.19

A principios de siglo XX el puente colgante ya dominaba ampliamente las grandes luces


y desde entonces se han construido puentes colgantes por todo el mundo. En 1931 se
superó por primera vez el kilómetro en un solo vano en el puente George Washington, en
Estados Unidos. En 1937 se terminó el famoso puente Golden Gate con un vano de 1280
m, un puente que conservó el récord de mayor luz hasta 1964. En la actualidad hay ya 10
puentes que superan en luz al Golden Gate, siendo desde 2012 el de mayor luz el Gran
Puente de Akashi Kaikyō con una longitud total de 3911 m y una luz máxima de 1991 m
(1,55 veces mayor que la del Golden Gate). Si bien los proyectos de grandes puentes
colgantes son difíciles de financiar, las ventajas económicas que suponen para una región
han hecho que se sigan planteando nuevos puentes, aún mayores que los existentes, como
el puente del estrecho de Mesina que permitiría unir Sicilia con el continente con un vano
de más de tres kilómetros. Por otro lado el éxito de proyectos de túneles bajo estrechos
como el Eurotúnel o el túnel Seikan han hecho replantearse grandes proyectos de puentes
como el puente de Gibraltar. En otros casos se han adoptado soluciones híbridas (puente
y túnel) como es el puente de Oresund con excelentes resultados para la navegación
marítima y el tráfico rodado. En la actualidad el puente colgante es una opción usual para
vanos mayores a los 500 m, y prácticamente la única solución posible para vanos
superiores al kilómetro, y cuando sea peligroso para el tráfico marítimo añadir apoyos
centrales temporales o permanentes, o no sea viable añadir tales apoyos centrales.

1.3.3. PUENTES ATIRANTADOS


Un puente atirantado, en ingeniería civil, es un puente cuyo tablero está suspendido de uno
o varios pilones centrales mediante obenques. Se distingue de los puentes colgantes porque
en estos los cables principales se disponen de pila a pila, sosteniendo el tablero mediante
cables secundarios verticales, y porque los puentes colgantes trabajan principalmente a
tracción, y los atirantados tienen partes que trabajan a tracción y otras a compresión.
También hay variantes de estos puentes en que los tirantes van desde el tablero al pilar
situado a un lado, y de ahí al suelo, o bien están unidos a un único pilar como el puente del
Alamillo en Sevilla.

1.3.4. LOS PRIMEROS TANTEOS

El diseño más antiguo de un puente atirantado data de 1617. Fue publicado en Venecia por
un erudito veneciano, Fausto Veranzio en una colección Machinae Novae Fausti Verantii
siceni. La plataforma de madera está sostenida por cadenas de hierro suspendidas desde las
torres situadas en cada una de las dos orillas. Este tipo de puente también se encuentra en
África con tirantes hechos en liana, y en Asia con tirantes de bambú.

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El primer puente atirantado construido data de 1784 y fue diseñado por el alemán Carl
Imanuel Löscher (1750-1813). Tiene 12 m de largo y está hecho de metal y madera.

Dos ingenieros británicos, James Redpath y John Brown, construyeron en 1817 la pasarela
peatonal del King's Meadows Bridge sobre el río Tweed, que tenía un tramo atirantado de
33,6 m de luz. Los tirantes eran cables anclados a pilonas de fundición.1 Un sistema de
cadenas inclinadas se adoptó en 1817 para el puente de la abadía Dryburgh sobre el Tweed.
Tenía una luz de 79,3 m. Se había observado ya que el tráfico peatonal en el puente causaba
vibraciones que podían desplazar fácilmente las cadenas. El puente fue destruido por un
fuerte viento.

En 1821, fue el arquitecto Poyet quien propuso construir un tablero suspendido de torres
mediante barras de hierro colocadas en forma de abanico. En 1823, fue el ingeniero y
matemático Henri Navier (1785-1836) quien estudió este tipo de puente con cadenas
inclinadas.

En 1824, el arquitecto alemán Gottfried Bandhauer (1790-1837) construyó un puente


atirantado para cruzar el río Saale en Nienburg. Su luz central es de 78 m. Sin embargo, este
puente tenía una flecha importante y colapsó bajo el peso de la multitud. Motley construyó
un puente atirantado en Tiverton en 1837. Hartlley construyó un puente de tirantes paralelos
en 1840. Al mismo tiempo, se instaló el puente del canal navegable de Manchester
(Manchester Ship Canal Bridge) con tirantes en forma de abanico. Clive propuso en 1843
un original sistema de sujeción, mezcla de cables de suspensión dispuestos en paralelo y en
abanico.

En 1858, Rowland Mason Ordish, junto con William Henry Le Feuvre, tomó una patente
sobre un sistema de puente suspendido atirantado. Fue implementado en el puente Franz
Josef, en Praga, y luego en el puente Albert de Londres.

1.3.5. FINAL DEL SIGLO XIX- INICIOS DEL XX: REALIZACIONES


AISLADAS

El puente de Cassagne
Muchos de los primeros puentes suspendidos eran puentes híbridos entre las suspensiones y
los atirantados, como la pasarela peatonal construida en 1817 en la abadía Dryburg. James
Dredge patentaría el puente Victoria en Bath (Reino Unido, 1836) y más tarde se erigirían
el puente de Albert (1872), en Londres, y el puente de Brooklyn (1883). Los diseñadores de
puentes descubrieron que la combinación de ambas tecnologías permitía construir puentes
más rígidos. Un ejemplo de esto es el puente de las cataratas del Niágara construido por
John Augustus Roebling (1806-1869).

El ejemplo más antiguo y conocido de un verdadero puente atirantado es el puente de acero


de Bluff Dale, situado en Bluff Dale (Texas, Estados Unidos), construido en 1890 por E.E.
Ruyon.2728 En pleno siglo XX, los ejemplos más pioneros incluyen a Albert Gisclard, con
el puente de Cassagnes (1899), en el que la componente horizontal de la fuerza de los cables
es compensada por un cable puntal horizontal, previniendo así la compresión significativa
del tablero.

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El sistema fue asociado con el de los puentes en consola de Leinekugel Lecocq29 en el
puente de Lézardrieux en 1925 en un sistema bastante complicado. Al año siguiente,
Eduardo Torroja, un ingeniero español diseñó y construyó un puente atirantado para el
acueducto de Tempul cerca de Jerez de la Frontera;30 para evitar apoyar una pila en el río,
elevó el tramo central de 17 a 34 m y alivió el peso con dos juegos de cables que suspendió
de las pilonas. Luego obtuvo la tensión deseada accionando gatos colocados bajo del pasaje
de los cables en la parte superior de las pilonas.

Pero estos fueron logros aislados.

1.3.6. DE 1952 A HOY: EL AUGE.

El verdadero estudio de los puentes atirantados se remonta a principios de la década de 1950.


En general, se acredita la paternidad a los ingenieros alemanes o incluso a los japoneses
(puente Wakato), lo que parece inexacto si se consideran las fechas. Fritz Leonhardt situa
en 1952 el estudio de la travesía del Rin, en Düsseldorf con tres obras de una misma familia
a partir de una idea del arquitecto Friedrich Tamms: Nordbrücke, Kniebrücke y
Oberkasseler Rheinbrücke, pero la realización fue más tardía.

Franz Dischinger realizó en 1955 el puente de Strömsund en Suecia que generalmente se


considera el primer puente atirantado de acero. Este fue seguido en 1961 de la pasarela sobre
la calle Schiller en Stuttgart, diseñada por Fritz Leonhardt, y de los puentes de Leverkusen
(1965) y de Bonn-Norte (1967), obras de Hellmut Homberg. Pero Albert Caquot fue más
rápido y construiría un nuevo puente atirantado con tablero de hormigón sobre el canal de
Donzère-Mondragon, el puente de Donzère-Mondragon en Pierrelatte en 1952, que puede
ser considerado el primer puente atirantado moderno, pero aún con una gran influencia de
los diseños previos.

Otros pioneros clave en esa época fueron Fabrizio de Miranda, Riccardo Morandi y Fritz
Leonhardt. En este momento se usaban muy pocos cables, como en el caso del puente de
Theodor Heuss en Düsseldorf de 1958. Sin embargo, el empleo de pocos cables aumentaba
enormemente el costo de construcción, por lo que los puentes modernos tienen muchos más
cables. El tiempo ha hecho que los puentes atirantados se hagan un lugar en el diseño de
puentes y desplacen a los puentes en ménsula.

Desde ese momento, muchos puentes atirantados fueron construidos en todo el mundo.

II. HISTORIA DE LOS PUENTES EN EL PERU


2.1. PUENTES DE TRONCOS Y PALOS

Un tipo favorito de puentes pequeños, de la época precolombina, es el de este sistema;


constituyendo una especie de lo que en la ingeniería contemporánea se llama "puente de
consola" ( cantilever).
En el curso de agua, o quebrada, que iba a atravesarse, se escogía un punto donde dos
rocas estrecharan el cauce, a fin de acercar lo mas posible los apoyos. Sobre las rocas se

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levantaba una rústica albañilería de piedra, con el objeto de que los apoyos ofrecieran una
superficie horizontal. Encima de los apoyos se tendían unos palos gruesos, de manera que
proyectasen sus extremos algunos metros sobre el agua; colocando sobre ellos, de través,
otros palos amarrados con tiras de cuero o fibras vegetales. Una nuev hilera de palos,
longitudinales al puente, se colocaba entonces, proyectando siempre sus puntas hacia
afuera, asegurando los otros extremos con piedras, que hacían de contrapeso. Repitiendo
esta operación dos o tres veces, la luz por salvarse se reducía notablemente, tendiéndose
entonces sobre ella, al final. gruesos troncos. Sobre toda la estructura se echaban ramas
delgadas y yerba para
formar el piso o tablero. En nuestra época todavía se encuentran en el país puentes en uso
de este género.

2.2. PUENTES DE PIEDRA

En este tipo, empleado corno el anterior también para peque~ ñas luces, el vano se salva
por un tablero constituido por una o va~ rias losas de piedra, o .monolitos, que se
apoyaban en albañilería, también de piedra, que formaban los estribos. El puente podía
ser de uno o varios ojos.

Insistimos en que el tablero o piso era horizontal. o de platabanda, pues, como es bien
sabido, los peruanos no conocieron el
arco.
A esta clase de estructuras corresponden los abundantes rumíchaca de la toponimia
peruana (rumí, en quechua, piedra; chaca,puente); nombre que también se aplicó a
aquellos puentes naturales formados por el poder erosivo o la acción disolvente de las
aguas, que abriéndose paso a través de las rocas, ha labrado verdaderos arcos, por encima
de los cuales se transitaba.

2.3. HUAROS, OROYAS O TARABITAS

Con estos tres nombres, derivados de las lenguas autóctona de las regiones en que se
emplean, se designa el mecanismo que usaron los peruanos para cruzar algunos ríos, y
que consiste, en suma,

en un cable colgado de orilla a orilla, amarrado fuertemente a árboles, piedras o muros de


albañilería construidos ex-profeso, y en el cual se desliza una canasta de mimbres,
suspendida del cable por una argolla de madera.

En la canasta se acondicionaban los pasajeros o la carga, y se le halaba de las orillas por


medio de sogas. Cuando el pasajero era muy experto en estos trajines, él mismo impulsaba
la canasta a lo largo del cable. En multitud de lugares del Perú se han seguido usando los
puaros, hasta la época actual; y los ingenieros peruanos todavía emplean este sistema en
algunas circunstancias, como por ejemplo en la primera etapa de la armadura de un
puente; solo que han reemplazado la maroma, como le llamaban los españoles, de fibras
vegetales, por un cable metálico.

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2.4. PUENTES FLOTANTES.

Cuenta la tradición que el Inca Huayna Cápac, yendo de conquista, encontró degradante
para su realeza y poco digno de la marcialidad de su ejército cruzar un río en balsas, por
lo que ordenó que éstas fueran amarradas unas a continuación de las otras, y colocar
encima un tablero sobre el cual pasaron las huestes peruanas. Se construyó asi un
verdadero puente que, es la ingeniería militar moderna, se llama de pontones. Este tipo
de puente se ha seguido usando hasta la época de la República, especialmente en el río
Desaguadero, tanto en el Perú como ~n Bolivia. Las balsas eran de totora, así como la
cuerda que las unía (que se dice se llamaba totora huasca) y la cual se sujetaba, en las
orillas, enterrándola.

2.5. PUENTES COLGANTES.

Constituye la estructura más completa y característica, en este aspecto, de la civilización


incaica. Fueron elementos importantísimos para el movimiento de los ejércitos, así como
para el de los mensajeros y funcionarios de la administración. Solo con el empleo de estos
puentes fué posible mantener la organización administrativa del Imperio y su carácter
conquistador. Y aquí consignamos, a continuación, un dato que nos parece muy valioso,
y sobre el cual no se ha hecho mención hasta ahora. Las primeras crónicas o reseñas de
la Conquista, que fueron escritas por los secretarios de Francisco Pizarro, nos hablan de
que los puentes colgantes eran dobles. Naturalmente, con el concepto de aristocracia tan
arraigado, en esa época, entre los europeos, la presunción lógica era que esta duplicidad
de los puentes tenía por objeto el destinar uno de ellos a los nobles y el otro a los plebeyos.
Pero nosotros dudamos muchísimo de lo acertado de esta concepción y creemos que en
realidad, como se trataba de estructuras fabricadas íntegramente de productos vegetales,
de corta duración, el Inca pensaba que nunca debía faltar el elemento que permitiría el
tránsito, y de allí que mientras se reemplazaba un puente, su gemelo seguía prestando
servicios; concepto utilitario que está muy de acuerdo con otros exponentes de la
previsión administrativa incaica. Los puentes colgantes, peruanos, consistían en tres o
cinco gruesos cables, de fibras vegetales, colgados de una a otra orilla del río, y
amarrados, en e11as, a macizos de albañilería, o a las rocas naturales. Estos cables
formaban el elemento sustentador del piso o tablero, que estaba constituido por troncos o
ramas de árboles, tendidos de través a los cables y sujetos a ellos por cuerdas vegetales o
tiras de cuero. Otros dos cables formaban los parapetos o barandas, que se completaban
con un tejido de fibras, que iba de la baranda al tablero. Toda esta estructura era muy
imponente; suspendida a gran altura sobre el fondo del río, formaba una comba o
catenaria; y oscilaba a impulsos del viento, moviéndose además al paso de los traficantes.
No es de extrañar, pues, que se halla aceptado lo que nos cuenta la tradición, de que los
habitantes de una región se rindieron al Inca, solo contemplando la construcción de uno
de estos puentes colgantes. También nos permite formarnos una idea del carácter, pujanza
y hombría de los conquistadores, cuando se nos dice que éstos los cruzaban, por alarde,
al galope de sus caballos. Veamos ahora algunos detalles de construcción Los cables,
como repetimos, eran de fibras vegetales, que se manufacturaban trenzando tres de éstas;
tomando, enseguida, tres trenzas, y tejiéndolas a su vez; y luego otras tres, que ya tenían
por consiguiente 27 fibras, y trenzándolas nuevamente: y así sucesivamente hasta obtener
un cable que llegaba al grosor de un hombre, o sea de unos 0.60 m. de diámetro. Este

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procedimiento dió nombre al puente, que los peruanos llamaron simpa-chaca;
denominándose simpa o simpasca a las cuerdas y también a las trenzas que las mujeres
se hacían con sus cabellos. Por la misma razón fueron llamados en la literatura castellana
de la Colonia "puentes de criznejas". es decir, de trenzas. El material que se usaba
principalmente, era la fibra de la planta de magüey, o sea la agave americana, de los
botánicos, que se llama _cabuya en el Ecuador, metl. en México, y pita o aloe en algunas
regiones nuestras. También se usaban varillas del arbusto denominado lloque; una yerba
conocida con el nombre de chilca ( Bacharis fevillei, según Rai,mondi); y una especie de
ficus, que los indios llaman chilina y parecida a otra especie semejante, nombrada layo.
Para pasar los cables de una a otra orilla, los halaban, primero, con una cuerda delgada de
cáñamo, llamada chahuar.
Los cables eran amarrados en las orillas a blocks de roca viva; pero mas comúnmente a
estribos de albañilería, de construcción , y que consistían en un recinto cuyos muros
adopta~ han la forma de una U, cuyos brazos eran paralelos a la dirección del puente, y
en los cuales se empotraban unas vigas en disposición de "travesaños de una escalera
tendida", o de "cuartonería de un techo", y en donde se anclaban los cables y se ejercía
en ellos la tensión necesaria para reducir al mínimo la curva colgante. Cuando las orillas
no eran suficientemente altas como para permitir a los cables colgar libremente, se
éolocaba en el cauce del río un monolito de grueso volumen para que aquellos apoyaran
en él; y muchas veces, adelante, blocks mas pequeños, para romper gradualmente la
fuerza de las aguas; se construía así un rústico tajamar. St:; supone que los peruanos
idearon este sistema de puentes, observando el curioso procedimiento que, formando una
cadena, emplean los monos para cruzar los ríos. Se acepta que el primer puente colgante
se construyó en la época del Inca Mayta Capac, que gobernó por los años de 1195 a 1230
( Means) ; soberano que se considera como de existencia efectiva y hechos legendarios,
y el cual ha sido nominado el Hércules de la leyenda peruana. Los puentes colgantes no
son exclusivos u originarios de la civilización incaica. Han sido . empleados en épocas
remotas de la China, Japón, India, Bprneo, Tibet y por los aztecas en México. Se cree que
una estructura semejante, de 100.00 m. de longitud, fué tendida en la China por el año 65
de nuestra era, constituyendo el dato mas remoto del cual se tiene noticia.

2.6. LOS PUENTES TAWANTINSUYANOS


Debido a la cantidad de ríos y encañadas de distinto volumen y amplitud que había que
atravesar en cualquier recorrido, sucedió que las distintas culturas que precedieron al
incario y, particularmente en tiempo tawantinsuyanos, se tuvieron que construir, y se
construyeron, una gran cantidad de puentes, adecuados tanto a la topografía del lugar para
el que se les fabricó como en consideración de los materiales y personal de que se disponía
en los alrededores. En función de estos factores, hubo en el Perú antiguo distintos tipos
de puentes.
Es probable que la mayor proporción de estos puentes (que se contaban por millares)
fuera de piedra, porque este material tiene la gran ventaja de su durabilidad y de su
solidez, aunque tiene igualmente la desventaja de que su luz no podía ser muy extensa,
salvo el caso de algunos de los que fueron construidos sobre ríos de poca profundidad y
particular anchura (como el del lago de Yauricocha, ubicada en la Sierra Central).
Los que sobresalían por su grandeza o ingenio fueron los puentes colgantes, hechos de
fibra tenzada, habiendo sido el que mayor fama tuvo el que pasaba sobre el río Apurimac,
construido a una gran altura del río y que unía roquedales labrados, distantes 45 metros

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uno del otro. Los cables de este imponente puente se trenzaban sucesivamente hasta tener
el grosor del torso de un hombre mediano; en el piso se amarraban maderos pulidos de
cerca de 2 metros de longitud, los que luego se entretejían y ajustaban con sogas, de modo
que tuvieran mayor consistencia. Las barandas también eran hechas de gruesas trenzas,
de modo que los transeúntes iban protegidos de eventuales caídas, siempre posibles por
los vaivenes del puente. Los estribos en que se apoyaba la construcción eran de piedra,
sólidamente fabricadas.
El puente Q´eswachaka sobre el río Apurímac, en la región de Cusco, está tejido
íntegramente con fibras vegetales, según la tradición inca, y es el único de este tipo en el
mundo.
Cada mes de junio desde hace unos 600 años, 1.000 campesinos del sur de Perú se reúnen
durante tres días para trabajar en la renovación del puente colgante Q"eswachaka,
declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.

Los puentes sobre pontones o puentes flotantes fueron utilizados fundamentalmente en


ríos de corriente más o menos lenta y no rápida. Los flotadores generalmente se hacían
de totora unida en la forma de grandes mazos atados los unos con los otros, de manera
que la parte superior tuviera la forma de una vía por la que atravesaban personas y llamas.
Este tipo de puentes asombró particularmente a los invasores hispanos porque nunca los
habían visto similares en Europa.

III. LINKOGRAFIA

 http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/53512/los%20pue
ntes%20del%20antiguo%20peru.pdf?sequence=1&isAllowed=y
 https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_los_puentes#Final_del_siglo_XIX-
_inicios_del_XX:_realizaciones_aisladas

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