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ENCOFRADOS

7.1 FNCION DE LOS ENCOFRADOS, REQUISITOS QUE DEBEN DE CUMPLIR

Generalidades. La construcción de los diversos componentes de las estructuras de concreto


armado- columnas, muros, vigas, techos, etc. Requiere de los encofrados, los cuales, a modo de
moldes, permiten obtener las formas y medidas que indiquen los respectivos planos. Sin
embargo, los encofrados no deben de ser considerados como simples moldes. En realidad sin
estructuras, por lo tanto, sujetas a diversos tipos de cargas y acciones que, generalmente,
alcanzan significativas magnitudes.

Son tres las condiciones básicas a tenerse en cuenta en el diseño y la construcción de


encofrados:

1. Seguridad
2. Precisión en las medidas
3. Economía

De estas tres exigencias la más importante es la seguridad, puesto que la mayor parte de los
accidentes en obra son ocasionados por falla de los encofrados. Principalmente las fallas se
producen por no considerar la real magnitud de las cargas a que están sujetos los encofrados y
la forma como actúan sobre ellos, asimismo por el ejemplo de madera en mal estado o de
secciones o escuadrías insuficientes y desde luego a procedimientos constructivos inadecuados.

La calidad de los encofrados también está relacionada con la precisión de las medidas, con los
alineamientos, el aplomado y el acabado de las superficies del concreto. Finalmente, debe
tenerse en cuenta la preponderancia que, en la estructura de los costos de las construcciones,
tiene la partida de encofrados, el buen juicio en la selección de los materiales, la planificación
del uso de la madera y su preservación, contribuyen notablemente en la reducción de los costos
en construcción.

7.2 CARGAS QUE ACTUAN EN LOS ENCOFRADOS

7.2.1 TIPOS DE CARGAS

1. Peso del concreto


2. Peso de los ladrillos( en techos aligerados)
3. Cargas de construcción
4. Peso propio de los encofrados
5. Cargas diversas
6. Precisión del concreto fresco

7.2.2 PESO DEL CONCRETO: Ha sido ya señalado que los encofrados deber ser considerados
como estructuras, en efecto, en tanto el concreto no alcance las resistencias mínimas exigibles
para proceder a desencofrar, los encofrados tiene que ser suficientemente resistentes para
soportar el peso del concreto. Pues bien, el concreto es un material que considerable peso: un
metro cuadrado de losa de concreto de 0.15m de espesor pesa 360kg es decir más de 8 bolsas
de cemento.

El peso de un determinado volumen de concreto se obtiene multiplicando dicho volumen por el


𝑘𝑔
peso específico del concreto que como ha sido ya indicado es de 2,400 ⁄ 3. Así por ejemplo,
𝑚
un metro lineal de una viga de 0.25 x 0.80 m pesa 0.25 x 1.00 x 2,400 = 480 kg.
Espesor de la losa Peso de un 𝑚2 de losa
(m) (kg)
0.10 240
0.12 288
0.15 360
0.20 480
0.25 600
Tabla N°7.1 Peso de las lozas macizas de concreto armado

Espesor del techo Peso de un 𝑚2 de techo


(m) (kg)
0.17 280
0.20 300
0.25 350
0.30 420
Tabla N°7.2Peso de los techos aligerados (incluye peso de los ladrillos huecos)

7.2.3 CARGAS DE CONSTRUCCION. Adicionalmente al peso del concreto, los encofrados deben
soportar las cargas de construcción, estas corresponden al peso de los trabajadores que
participan en el llenado de los techos y al equipo empleado en el vaciado.

Para establecer las cargas de la naturaleza referida es usual adoptar, como equivalente, una
carga uniformemente repartida en toda el área de los encofrados, Para encofrados
𝑘𝑔
convencionales y vaciados con equipo normal se suele tomar el valor de 200 ⁄ 2 , magnitud
𝑚
que debe de sumarse al peso del concreto. En tal consideración de 0.20 m será: 300 + 200 =
500kg, es decir media tonelada.

Cuando se prevea vaciado con equipo mecánico motorizado el valor indicado debe aumentarse
prudencialmente en 50%, es este caso la magnitud equivalente a las cargas de construcción será
𝑘𝑔
de 300 ⁄ 2 .
𝑚
7.2.4 PESO DE LOS ENCOFRADOS. En encofrados de madera el peso propio tiene poca
significación en relación al peso del concreto y cargas de construcción, en cambio, en el caso de
encofrados metálicos- por ejemplo, encofrados de techos con viguetas metálicas extensibles- el
peso que aportan debe tenerse en cuenta. El peso propio de encofrados de techos con viguetas
metálicas es aproximadamente 50kg por metro cuadrado de techo. El peso exacto debe
establecerse a partir de la información que proporcionen los proveedores de este tipo de
encofrado.

7.2.5 CARGAS DIVERSAS. Otras cargas que también deben ser previstas y controladas,
especialmente durante el llenado de los techos, son las que se derivan de la misma naturaleza
de los trabajos. Al respecto debe evitarse excesivas concentraciones de concreto en áreas
relativamente pequeñas de los encofrados de techos. Este incorrecto procedimiento transferirá
cargas que podrían sobrepasar la resistencia portante prevista de los pies derechos o puntuales
ubicados debajo de dichas áreas o eventualmente, originar el levantamiento de puntuales
contiguos a ellas. Otras cargas, asimismo, constituyen potencial riesgo, entre ellas las generadas
por el arranque y parada de motores de máquinas, más aun si estas de alguna manera estas
conectadas con los encofrados. También la acción del viento principalmente en aquellos lugares
donde puede alcanzar considerablemente, fuerza debe ser prevista proporcionando a los
encofrados apropiados arrostramientos.

7.2.6 PRESION DEL CONCRETO FRESCO. Al ser colocado en los encofrados el concreto tiene la
consistencia de una masa plástica. A mediad que trascurre el tiempo va endureciéndose hasta
convertirse finalmente en un material sólido, en esta lapso desde su colocación hasta su
endurecimiento el concreto ejerce considerable presión sobre los tableros de los encofrados de
muros y columnas.

Si el concreto fresco fuera un líquido perfecto y permanecerá en este estado durante el vaciado,
la magnitud de la presión en un punto cualquiera del encofrado vendría dada por el producto
de la densidad del concreto por la altura que hubiera alcanzado el concreto encima de ese punto.
𝑘𝑔
Al respecto, se ha visto ya que la densidad del concreto es de 2400 ⁄ 3 .
𝑚
En la fig. 7.1. La línea CD representa la variación de la presión en toda la altura del encofrado de
una columna es 2400H. En el punto B la presión es 2400 H1, mientras que en el borde superior
del encofrado la presión es cero. Si la altura de la columna fuera 3 m, la presión al pie de la
𝑘𝑔
columna será 2400 x 3 = 4320 ⁄ 2.
𝑚

Figura 7.1 la línea CD representa la variación de la presión en toda la altura del encofrado de una
columna de altura H. En el punto B la presión es 2400 H1, mientras que el borde superior del
encofrado la presión es 0. Si la altura de la altura fuera 3 m, la presión al pie de la columna seria
2400x3 = 7,200 kg/m2. En el punto o plano B, si H, es 1.80 m, la presión es 2400x1.80 = 4320
kg/m2.

Generalmente se procede de esta manera para determinar la presión que ejerce el concreto
fresco los tableros de las columnas consideración que está plenamente justificada por la rapidez
con que se lleva a cabo el vaciado de columnas, sin embargo, en el caso de los muros, debido a
su mayor longitud y consiguiéndome mayor volumen, la velocidad del vaciado se realiza más
lentamente. Al inicio del vaciado la presión aumenta proporciolmente con la altura que va
alcanzando el concreto dentro del encofrado. Conforme progresa el llenado, el concreto
comienza a endurecer y al llegas a una determinada altura la presión ya no se incrementa,
permaneciendo su valor constante aun cuando prosiga el vaciado.
En la fig 7.2, AB representa el tablero del encofrado de un muro.Cuando el concreto fresco llega
a una altura H1 la presión es P1 igual a 2400 H1 y seguirá aumentando hasta alcanzar un valor
máximo Pm a la altura Hm. Esta presión ya que se incrementara permaneciendo invariable hasta
la altura Hc la que denominaremos altura critica. A partir de la altura Hc la presión comienza a
disminuir linealmente hasta un valor cero en el borde superior del encofrado.

El valor de la presión máxima depende de diversos factores principalmente de la velocidad de


llenado y de la temperatura del concreto. La presión será mayor cuando más rápidamente se
realiza el vaciado. La velocidad de llenado está relacionada con la longitud y espesor del muro y
desde luego con el equipo utilizado para el vaciado. Si la colocación se realiza con equipo de
bombeo la presión máxima alcanzara significativos valores que pueden ocasionar la
deformación o el colapso de los encofrados si estos no son reforzados apropiadamente.

Fig7.2

El otro factor determinante de la magnitud de la presión es la temperatura del concreto a bajar


temperaturas ambientales el concreto endurece lentamente desarrollándose presiones muy
grandes, por ejemplo, a temperaturas entre 5 y 10℃ la presión es aproximadamente una y
media mayor que la que corresponde a una temperatura ambiental de 21℃. En cambio si la
temperatura durante el vaciado fuera de 30℃, la presión máxima sería más o menos de 80% de
la producida a 21℃.

Refiriéndonos la velocidad de llenado: cuando esta es controlada, que no exceda, por ejemplo
de 0.60 m de altura por hora, la presión máxima es aproximadamente la mitad de presión
máxima es aproximadamente la mitad de presión que cabe esperarse si la progresión del vaciado
es de 2 m/hora. La presión máxima en kg/m2 puede determinarse aplicando las formulas que al
respecto ofrece el ACI( American Concrete Institute) y en que las velocidad del llenado es
expresada en metros de altura que alcanza el concreto dentro de los encofrados es una
hora(m/h). la temperatura se expresa en grados centígrados(℃).

En los casos en que se prevea vaciados de concreto a temperaturas bajas la velocidad del llenado
debe reducirse y por supuesto reforzarse debidamente los encofrados.
7.3. DEFLEXIONES

Ha sido ya señalado que la seguridad o estabilidad es la condición fundamental que deben


cumplir los encofrados. Sin embargo, otras exigencias también tienen sustancial importancia:
una de ellas es que los elementos de los encofrados no se deflexionen más allá de los valores
máximos admisibles para evitar que, luego del encofrado, las superficies del concreto aparezcan
excesivamente curvadas, generalmente admisibles son de 2 mm para entablados y de 3 mm
para otros elementos como soleras y por ejemplo.

7.4 MATERIALES Y EQUIPOS EMPLEADOS EN ENCOFRADOS

7.4.1. LA MADERA. Debido a sus ventajas propiedades la madera es el material que


frecuentemente se emplea en encofrados. Su bajo peso en relación a su resistencia, la facilidad
para trabajarla, su ductilidad y su textura la hacen aparente para su uso de encofrados. Los
encofrados pueden construirse exclusivamente con madera y también combinándola con
equipos metálicos estándar, por ejemplo, con puntales y/p viguetas extensibles.

Las especies de madera comúnmente empleadas en encofrados son el tornillo, la moena y el


roble, este en razón de que bajo esta denominación se expenden en el mercado diversas
especies no clasificadas. Las especies de madera de tornillo y moena poseen resistencias que
las hacen aptas para su uso en estructuras de madera y desde luego, en encofrados, no obstante
es exigible que la madera no presente notorios defectos que puedan afectar su resistencia y el
acabado de las superficies de concreto tales como alabeo, arqueaduras, grietas, rajaduras,
exceso de nudos huecos. Algunos de estos defectos son originado por inapropiado almacenaje
en la obra y/o inadecuada preservación.

La unidad de comercialización de la madera es el pie tablar o pie cuadrado equivalente en


volumen a una pieza cuadrada de un pie lineal de lado y una pulgada de espesor(fig. 7.3). Las
selecciones etc, la longitud se expresa en pies.

Fig 7.3

Para obtener los pies cuadrados que tiene una determinada pieza de madera se multiplica las
medidas de la sección expresadas en pulgadas por la longitud en pies el producto se divide entre
12.

Asi un pieza de 1” x 8” x 12” tiene:


1" × 8" × 12"
= 8 𝑝𝑖𝑒𝑠2
12
7.4.2. ENCOFRADOS METALICOS. Los encofrados metálicos son empleados como alternativa de
los encofrados de madera o en todo caso complementariamente con ellos por ejemplo los
fondos, los costados y los tornapuntas de encofrados de vigas son generalmente de madera pero
los puntales pueden ser metálicos.

Diversos equipos de encofrados metálicos son ofrecidos- mayormente en alquiler- proveedores


de este tipo de encofrados principalmente puntuales y viguetas extensibles.

Cuando se opte por la utilización aun cuando sea en parte de este tipo de encofrado la selección
de los equipos, la dirección y el control de los trabajos estarán a cargo del ingeniero de obra,
quien debe coordinar con los ingenieros de las firmas proveedoras.

7.5. DESCRIPCION DE LOS ENCOFRADOS

7.5.1. ENCOFRADO DE COLUMNAS: La Fig.7.4 muestra el encofrado de una columna y los


elementos que lo constituyen. Los tableros de los encofrados de columnas están formados por
tablas de 1” o de ½” de espesor y de anchos variables de acuerdo a las secciones de las columnas.
También especialmente para encofrados de columnas de concreto expuesto. Se emplea
paneles de triplay.

Para las abrazaderas o collarines se utilizan barrotes de 2” x 4” , 3” x 3” o de 3” x 4” , en largos


que dependen de las secciones de las columnas y el sistema de sujeción que se adopte.

Los sistemas de montaje de los collarines son diversos, algunos muy simples utilizan como
templadores alambre negro N°8.

Fig 7.4 Encofrado de columna

Otros más elaborados se valen de fierros redondos provistos de platinas en uno de los extremos
mientras el extremo opuesto es roscado para posibilitar, mediante tuerca y platina interpuesta,
el ajuste requerido, El diámetro de los fierros generalmente es de ½” o 5/8” y las platinas son de
3” x 3” y ¼” de espesor.

Las figs. 7.5 y 7.6 indican las separaciones o espaciamientos máximos recomendables entre
abrazaderas o collarines de encofrados de columnas. Obsérvese que en los tramos inferiores las
separaciones son más reducidas, lo cual es concordante con la variación de la presión del
concreto fresco, según lo expuesto en el Acapite 7.2.6.

Por otra parte, considerando los significativos valores que alcanza presión del concreto fresco
particularmente cuando la

Fig. 7.5 Espaciamiento de abrazaderas o collarines, tableros de 1”.

Fig. 7.6 Espaciamiento de abrazaderas o collarines, tableros de 1 1/2”.

altura y la sección de las columnas exceden las medidas comunes, se suele complementar los
encofrados con varales verticales para evitar la rotura de los barrotes de las abrazaderas o en
todo caso su deformación (Fig. 7.7).

Respecto a la habilitación de la madera, un aspecto importante es determinar apropiadamente


los anchos de los tableros o paneles. El ancho de los tableros de las compuertas corresponderá
Fig. 7.5 Encofrado de columna con varal.

a la dimensión del lado menor de la sección de la columna en cambio los tableros del lado mayor
de la columna deberán tener un ancho igual a este lado, adicionando, al menos el espesor de
tablas paneles de las compuertas (Fig. 7.8). Desde luego la habilitación de los barrotes de las
abrazaderas o collarines también debe merecer la mayor atención. La longitud de los barrotes
depende del sistema de encofrado que se adopte, al respecto, es recomendable dibujar a escala
la sección del encofrado para determinar el largo de los barrotes.

El procedimiento del encofrado se inicia aplomando uno de los tableros, luego de asegurarlo a
los fierros de la columna mediante fijador de alambre negro. Previamente se habrán realizado
los trazos en los tableros con la finalidad de ubicar y fijar correctamente las compuertas. Las
correcciones del aplomado y la verificación final se ejecuta mediante la plomada y los
tornapuntas (Fig. 7.9).
Fig.7.8 Habilitación de maderas de encofrados de columna.

Fig.7.9 Aplomado de tableros de encofrado.

Diversos sistemas de encofrados son empleados. La Fig. 7.10 muestra la sección de un encofrado
de columna de concreto expuesto; la Fig.7.11, el encofrado de una columna circular.

7.5.2. Encofrados de muros. La Fig. 7.12 muestra un encofrado típico de muros y la


denominación usual de sus elementos componentes. Los tableros están constituidos por tablas
o por paneles de <<triplay>>; las tablas son de 1” o 1 ½” en anchos de 6”, 8” o 10”. El triplay
empleado para los paneles es de ¾” (19mm) de espesor, y especificado para este tipo de trabajo.

Las escuadrías usuales de los parantes y varales son de 2” x 4”, 2” x 6”, 3” x 3” y hasta de 3” x
4”. Para facilitar la labor, tanto en el encofrado como en el desencofrado, cada varal está
formando por dos piezas.
Fig. 7.10 Modelo de encofrado de columnas de concreto expuesto.

Fig.7.11 Encofrado de columna circular.

Los tirantes o pasadores de fierro empleados en encofrados de columnas también son utilizados
en los encofrados de muros, pasándolos de una cara del encofrado a la otra a través de tubos
de plásticos. En obras pequeñas, o cuando no se dispone de pasadores, es posible obviar los
varales horizontales.
Fig.7.12 Encofrado de muros

recurriéndose a alambre negro Nº 8 tensado entre los parantes del encofrado.

Los tornapuntas o puntales, además de asegurar el aplomado de los encofrados le confieren


arriostramiento. Las escuadrías de los tornapuntas son de 3” x 3”, 2” x 4” y 3” x 4”.

En muros en los que la impermeabilización constituye requisito esencial y también en muros de


contención de tierra encofrados solo por una cara, no es procedente el empleo de pasadores.
La solución a adoptarse en estos casos es mediante tornapuntas, cuya función es resistir la
presión que ejerce el concreto fresco sobre los tableros de los encofrados. Los puntales o
tornapuntas deben tener las escuadrías apropiadas y su espaciamiento será cuidadosamente
analizado; además, serán debidamente arriostrados para evitar su pandeo.

Previendo el eventual levantamiento de los tableros por efecto del rebote, originado por caída
libre del concreto, es recomendable afirmar el encofrado mediante alambre negro Nº 8
previamente anclado en el cimiento o en las losas de entrepisos.

7.5.3. Encofrado de vigas. Los sistemas de encofrados de vigas son diversos, según el tipo de
vigas de que se trate (peraltadas hacia abajo, invertidas, chatas, de borde. Etc.). Cabe, además,
distinguir entre encofrados que reciben solo el peso de las vigas, de aquellos que sustentan parte
del peso de los techos, como es el caso de encofrados con viguetas metálicas extensibles.

Los elementos principales de los encofrados de vigas son: fondo del encofrado, costados, tes o
caballetes de madera o puntales metálicos. El fondo generalmente está formado por tablas o
tablones de 1 ½”, el ancho corresponde el ancho de las vigas. También suele emplearse,
principalmente cuando se trate de superficies de concreto expuesto, paneles de <<triplay>>. El
fondo se apoya sobre los cabezales de las tes o de los caballetes.
Para los costados se emplean tablas de 1” o de 1 ½” montadas sobre barrotes de 2” x 3”, 2” x 4,
o de 3” x 3”. Para obtener superficies de concreto expuesto son utilizados paneles de
<<triplay>>.

Las tes, los caballetes de madera y los puntales metálicos cumplen la función de soportar las
cargas. Los pies derechos de las tes y caballetes son de 3” x 3” o 3” x 4”.

Un tipo de encofrados de vigas es mostrado en la Fig. 7.13. Es pertinente indicar que los tableros
de los costados de los encofrados de las vigas, al igual que los de las columnas y muros, están
sujetos a la presión que ejerce el concreto fresco al momento del vaciado; por eso es que los
encofrados están provistos de largueros corridos y fijados sobre los cabezales, también de
tornapuntas y varales amarrados con alambre negro Nº 8, confinados con templadores o
pasadores de fierro, de la misma manera que en los encofrados de columnas y muros.

Fig.7.13 Encofrado de vigas

Respecto a la seguridad, ciertas recomendaciones deben tenerse presente; por ejemplo, cuando
se trate de encofrados de techos empleando viguetas metálicas apoyadas en los encofrados de
las vigas, es preciso asegurarse que las cargas que transmiten las viguetas sean apropiadamente
transferidas a los cabezales de las tes o caballetes. Para lograr esta indispensable condición, las
viguetas deben apoyarse en soleras o largueros dispuestos adecuadamente en los costados de
los encofrados y de ninguna manera apoyados solo en el canto de los tableros de los costados
de las vigas. Las soleras o largueros se apoyaran en barrotes, y estos, a su vez, sobre los
cabezales, o en todo caso sobre solera corrida en la parte baja de los costados de los encofrados.

Otra importante recomendación es proporcionar consistentes apoyos a los pies derechos o


puntales, especialmente cuando se trate de vigas de gran peralte, más aun si los encofrados de
las vigas reciben parte importante del peso de los techos, como es el caso encofrados de techo
con viguetas metálicas. Al respecto, es imprescindible compactar el suelo y construir falsos pisos
antes de proceder a encofrar; incluso, en algunos casos, podría ser necesario construir solados
para el apoyo de los pies derechos o puntales, o interponer durmientes de madera de escuadrías
apropiadas, entre los pies derechos o puntales y los falsos pisos.
La escuadría de los pies derechos y la separación de la tes o caballetes dependen de las cargas
que se impongan a los encofrados y de la altura o longitud de los pies derechos. Por otra parte,
el arriostramiento lateral de los pies derechos o puntales metálicos favorece la estabilidad de
los encofrados.

7.5.4. Encofrados de techos. La Fig, 7.14 muestra, en corte, el techo denominado <<aligerado>>,
que está constituido por viguetas, losa y ladrillos huecos.

Los ladrillos son de arcilla cocida y también de concreto vibrado; el alto de los ladrillos es
generalmente 0.15, 0.20, 0.25 m (Fig. 7.15).

Fig. 7.14 Techo aligerado, mostrado en corte.

Fig. 7.15 Ladrillos huecos para techos aligerados.

Considerando el espesor de la losa del aligerado, el alto de los ladrillos es 5cm. Menor que el
espesor del techo correspondiente: por ejemplo, si se trata de aligerado de 0.25m. , el alto de
los ladrillos será 0.20m.

Las escuadrías comúnmente empleadas en los encofrados de techos aligerados son:


- Tablas: 1” o 1 ½”, en anchos de 8” mínimo.
- Soleras: 2” x 4”, 3” x 3” y 3” x 4”.
- Pies derechos: 3” x 3” o de 3” x 4”. No emplear pies derechos de 2” x 3” o de 2” x 4”.
- Frisos: 1” y 1 ½”, en anchos variables según el espesor del techo aligerado.
En encofrados de losas macizas de concreto armado el tablero está constituido por tablas de 1”
o 1 ½”, de anchos de 6”, 8” o 10”. Se emplean también paneles de <<triplay>>, montados en
piezas de 2” x 3·, 2” x 4” y 3” x 3”.

Como en todo encofrado sujeto a cargas verticales, el apoyo de los pies derechos y puntales
debe concitar especial atención. El suelo debe ser firmemente compactado y la construcción de
falsos pisos es indispensable, previamente a la ejecución de los encofrados.

Para regular la altura de los pies derechos se suele interponer, entre los pies derechos y los falsos
pisos o las losas de los entrepisos, cuñas de madera. Debe evitarse el empleo de ladrillos en
sustitución de las cuñas o apoyos de madera.

Cuando se opte por encofrados metálicos es imprescindible el asesoramiento de la firmas


proveedoras de este tipo de equipo, como ha sido ya señalado.

7.5.5. Resistencia de pies derechos y puntales. Los pies derechos son piezas esbeltas, es decir,
las escuadrías o secciones de los pies derechos son pequeñas en relación a su longitud. La
eventual falla de los mismos se produce por pandeo, más que por compresión o aplastamiento.

La capacidad de carga de piezas esbeltas depende mayormente de la relación entre las


dimensiones de la sección, principalmente del canto, y de su longitud, es sustancialmente menor
cuando mayor sea su esbeltez. Por ejemplo, si un pie derecho de 3” x 3” y 2m. de longitud tiene
una capacidad de carga de 1,600 kg. Esta será solo el 400 kg. Si la longitud se duplica, es decir,
la capacidad de carga se reduce a la cuarta parte.

Lo expuesto demuestra la inconveniencia de emplear pies derechos de excesiva esbeltez sin


apropiado arriostramiento lateral y aprobación del ingeniero residente. Por ello no es
recomendable seleccionas pies derechos de 2” x 3” o de 2” x 4”, tal como ha sido señalado.

7.5.6. Separación o espaciamiento de soleras. Las separaciones entre soleras de encofrados de


techos aligerados no deben ser mayores que las indicadas en la siguiente tabla.

Tabla 7.3. Espaciamientos máximos de soleras de encofrados de techos aligerados.

Aligerado Tablas Espaciamiento


Máximo (m)

0.20 1” x 8” 0.80
0.20 1 ½” x 8” 0.90
0.25 1” x 8” 0.75
0.25 1 ½” x 8” 0.85

7.5.7. Espaciamiento máximo entre pies derechos. Para encofrados convencionales de 0.20 y
0.25 m, cuya altura, de piso a techo, no sobrepase de 3.00 m la separación máxima entre pies
derechos será de 1.00 m, siempre y cuando los pies derechos sean de 3” x 3”, y las soleras de 2”
x 4”, 3” y 3” o de 3” x 4”. Se reitera la conveniencia de no emplear pies derechos de 2” x 3” o de
2” x 4”.

7.5.8. Arriostramiento. Ya se ha visto que el diseño y la construcción de encofrados de techos


deben asegurar que cada uno de los elementos sea suficientemente resistente; sin embargo,
también es indispensable arriostrar apropiadamente los encofrados para conferirles estabilidad
ante las acciones que suelen manifestarse debido al empleo de equipos (winches, vibradores,
etc.)empleados para el vaciado de concreto y también por colocación no uniforme de concreto
durante el llenado de los techos.

7.6. TOLERANCIAS ADMISIBLES EN ENCOFRADOS.

Ciertamente, en la practica de obra es poco probable conseguir que las medidas de los diversos
componentes de las estructuras de concreto correspondan exactamente con las exigidas en los
correspondientes planos.
Los mismo ocurre con la verticalidad, nivelación y alineamientos de dicho elementos. La tabla
7.4 indica los márgenes de error admisibles.

Tabla 7.4. Tolerancia admisible en los encofrados.

llllll

Verticalidad de superficies de columnas, muros, placas, y en aristas.


En cualquier longitud de 3 m. 6
Máxima en toda la altura 25
Nivelación de las superficies inferiores de losas y fondos de vigas,
alineamiento de aristas.
En cualquier tramo hasta de 3 m. 6
En cualquier tramo de 6 m. 10
En toda la longitud. 20
Dimensiones de las secciones de columnas y vigas y en el espesor
de losas y muros.
No menos de. 6
Ni más de. 12

7.7. SECUENCIA Y PLAZOS DE DESENCOFRADO


Como regla general ningún elemento o parte de la estructura deberá desencofrarse antes de
que el concreto alcance la resistencia para soportar su propio peso y las cargas propias de la
construcción.
Encofrados de columnas, placas, muros no sujetos a flexión, caras de vigas, frisos, pueden
desencofrarse cumplidas 24 horas a partir del vaciado del concreto. En el caso de elementos
delgados o esbeltos y en muros de contención de suelos inestables es necesario mantener los
encofrados hasta que el concreto adquiera la resistencia requerida en cada caso.

En losas y vigas, los plazos mínimos para proceder al desencofrado son los siguientes:
Losas y techos aligerados.
Luces hasta de 6 m 7 días.
Luces mayores de 6 m 10 días.

Vigas.
Luces hasta de 6 m 14 días.
Luces mayores de 6 m 21 días.

Cuando la temperatura ambiental es menor de 10 ⁰C los lapsos deberán ser prudencialmente


ampliados. También podrán variar si se emplea cementos que no sean Tipo I, o se use aditivos
aceleradores o retardadores de fragua.
En los casos señalados, u otros en particular, los plazos mínimos para desencofrar deben ser
autorizadas por el ingeniero residente.

La secuencia de los desencofrados tiene también sustantiva importancia; el objetivo principal es


no generar, durante el desencofrado de los diversos elementos de concreto armado, esfuerzos
no considerados en el diseño de las estructuras. Al respecto, contribuyen en el propósito
señalado las siguientes secuencias de desencofrado:

- En vigas y losas en voladizo, la remoción de pies derechos o puntales debe hacerse desde
el extremo libre de los elementos hacia el apoyo empotrado, para no originar esfuerzos
en la zona inferior de los elementos.
- En vigas y losas de remoción de las tes o pies derechos debe hacerse desde el centro
hacia los apoyos.

7.8. PRESERVACIÓN DE LOS ENCOFRADOS

Puntos a tenerse en cuenta respecto a la preservación de la madera empleada en los encofrados:

- No excederse innecesariamente en el número de clavos para fijar o empalmar las


diversas piezas de madera de los encofrados.
- Emplear clavos de las menores dimensiones, compatibles con la rigidez y resistencia
requeridas, pero que no dañen indebidamente la madera.
- Cortar la madera solo si fuera comprobadamente necesario; antes de cortar una pieza
cerciorarse que no hay otras que puedan utilizarse.
- Planificar la secuencia de los métodos de desencofrado, y ejecutarlo cuidadosamente,
sin maltratar la madera .

Luego del desencofrado limpiar las formas de madera y aplicarles aceite protector.

Almacenar apropiadamente las piezas de madera agrupándolas por escuadrías y tamaños.

7.9. ANDAMIOS

Los andamios son estructuras provisionales para ejecutar trabajos en altura, principalmente en
fachadas de edificaciones.

Comúnmente se emplean en obra andamios de madera, igualmente andamios de tubulares de


aceros y, de acuerdo a las características del trabajo previsto, los andamios son autoportantes,
en voladizo o colgantes.

La Fig. 7.16. muestra un andamio típico de madera y las escuadrías de las piezas de madera
constituyentes.
Fig.7.16 Andamio de madera.

Diversas consideraciones o recomendaciones han de tenerse en cuenta respecto a la ejecución


de los andamios, entre ellos:

- La madera será de resistencia comprobada - tornillo, por ejemplo, seca sin alabeos,
arqueaduras, grietas, rajaduras, exceso de nudos huecos.
- A los efectos de asegurar eficaz transmisión de las cargas, los empalmes de los parantes
serán ejecutados a tope. Las caras de los extremos o empalmes serán planas y
perpendiculares al eje longitudinal de los parantes (Fig. 7.17). El empalme puede
complementarse con alambre negro Nº 8 atortolado o abrazaderas metálicas.
Fig.7.17 Emplames de parantes a tope

El apoyo de los parantes se hará interponiendo durmientes de madera entre los parantes y el
terreno, de modo de reducir la presión sobre este.

- Los travesaños o puentes, sobre los que se monta la plataforma serán asegurados
mediante clavos o pernos.
- Los largueros corridos horizontalmente que arriostran los parantes y refuerzan los
apoyos de los puentes o travesaños serán clavados a los parantes por la parte interior.
- La plataforma debe ocupar todo el ancho comprendido entre parantes, con la finalidad
de evitar la caída de materiales o herramientas y los riesgos inherentes.
- Los tablones de las plataformas sobresaldrán de los travesaños de los extremos no
menos de 15 cm pero no más de 30 cm.
- Los empalmes de tablones estarán ubicados sobre los travesaños y tendrán 60 cm de
longitud por lo menos (Fig. 7.18).
- Los andamios deben estar convenientemente fijados al edificio, a los efectos de
conferirles la necesaria estabilidad durante la ejecución de los trabajos.

Fig.7.18 Empalme de tablones de la plataforma

El desmontaje de los andamios se hará con sumo cuidado, de arriba hacia abajo y desclavando
apropiadamente de manera de no dañar los elementos de madera componentes de los
andamios.

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