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Espacios Métricos
Pedro José Herrero Piñeyro
Murcia 2010
Hola
Topologı́a de
Espacios Métricos
Pedro José Herrero Piñeyro
Murcia 2010
Foto de portada
Obtenidas en
The MacTutor History of Mathematics archive.
http://www-history.mcs.st-and.ac.uk/
Obtenida en
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Image-Koenigsberg, Map by Merian-Erben 1652.jpg
Índice general
1. Espacios métricos 41
1.1. Distancias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.1.1. Subespacio métrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
1.2. Distancia a un conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1.3. Topologı́a asociada a un espacio métrico . . . . . . . . . . . . . . 56
1.3.1. Conjuntos abiertos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
1.3.2. Abiertos en subespacios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
1.3.3. Conjuntos cerrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
1.3.4. Cerrados en subespacios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
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6 ÍNDICE GENERAL
3. Funciones continuas 97
3.1. Aplicación continua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
3.1.1. Continuidad global . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
3.1.2. Continuidad y subespacios . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
3.2. Homeomorfismos y embebimientos . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3.2.1. Aplicaciones abiertas y cerradas . . . . . . . . . . . . . . 103
3.2.2. Homeomorfismos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
3.2.3. Embebimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
3.3. Continuidad uniforme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
3.3.1. Isometrı́as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
9
10
Dicha isla está unida a la ciudad por siete puentes cuyo esquema puede verse de
una manera más clara en el siguiente gráfico:
Podemos reflexionar sobre este problema durante unos minutos; no obstante, pues-
tos a jugar, y con el fin de comprender mejor estos problemas, pensemos que una
figura está dibujada en una superficie de goma que se puede deformar: estirar,
retorcer, encorvar, etc., es decir, modificaciones que llevan consigo cambios del
tamaño o de la forma de la figura original. No valen transformaciones como cor-
tar, hacer agujeros, pegar otro trozo, etc. Las primeras son transformaciones que
podemos llamar continuas, son transformaciones que no cambian la topologı́a de
la figura y que dan lugar a la misma figura, topológicamente hablando; las se-
gundas no son continuas, llevan consigo algún tipo de ruptura, no son topológi-
cas y, consecuentemente, no dan lugar a la misma figura desde el punto de vista
topológico. Por ejemplo, dibuje un cuadrado dividido en dos regiones A y B me-
diante un segmento como el de la figura:
A
B
Podemos estirar o retorcer la superficie de goma, pero las dos regiones estarán
separadas por una linea y las letras A y B no podrán estar nunca en la misma
región. El cuadrado anterior es topológicamente equivalente a la figura siguiente:
A
B
B C
A B A
A B
Para terminar de ilustrar estas ideas, digamos que en el clásico libro Topologı́a
General (Ed. EUDEBA, 1975), el autor John L. Kelley escribe en una nota a
pie de página lo siguiente: “un topólogo es un señor que no sabe la diferencia
entre una rosca (bizcocho en forma de anillo) y una taza de cafe”. Si pensamos
que el rosco está hecho de una masa elástica, por ejemplo plastilina, un hábil
modelador podrı́a efectuar una transformación topológica para, sin hacer rupturas
y respetando el agujero central de la rosca, llegar a la taza de café haciendo que
dicho agujero sea el del asa y viceversa.
Eso es, precisamente, lo que vamos a hacer aquı́. Las razones de esto vienen a
coincidir con las que el propio profesor Rodrı́guez Amilibia aduce en el citado
prólogo; hay que buscarlas en la evolución histórica de la Topologı́a y en su vin-
culación con otras áreas.
Como indicaba Euler, podrı́amos decir que la Topologı́a surge como una hermana
pequeña de la Geometrı́a, pero pronto se hace mayor y permite el estudio de
nuevos problemas e incluso de problemas antiguos con perspectivas diferentes.
Se vincula con otras ramas como el Análisis interactuando mutuamente. Una de
las consecuencias es que podemos dividir la Topologı́a en dos grandes ramas que
tienen desarrollos paralelos y cuya vinculación no es demasiada: la Topologı́a Al-
gebraica y la Topologı́a General (que estudia los conjuntos de puntos). Esta última
es el objeto del presente curso y tiene sus primeras aproximaciones en el s. XIX.
G. Leibniz (–)
Aunque es una figura destacada dentro del
Cálculo, fue el primero que se refirió como
Geometria Situs (Geometrı́a de la posición)
a problemas en los que no intervenı́an las
magnitudes: estaba intentando resolver pro-
blemas combinatorios de posición. Se puede
considerar como un precursor de la teorı́a de
grafos y de la Topologı́a.
L. Euler (–)
Publicó en el primer trabajo sobre Geo-
metrı́a de la posición, con el problema de Los
puentes de Königsberg, donde se dio cuenta
de que existı́a un nuevo tipo de Geometrı́a
donde la distancia no es relevante. En
enunció su conocido teorema que relaciona el
número de caras C, de aristas A y de vértices
V de un poliedro: C − A + V = 2.
B. Riemann (–)
G. Cantor (–)
En publicó su primer artı́culo sobre
teorı́a de conjuntos, donde describı́a riguro-
samente la noción de infinito y probaba el
controvertido resultado de que casi todos los
números reales son trascendentes. Con sus
estudios sobre conjuntos dio pie a la for-
mulación de ideas “topológicas”; él mismo
proporcionó las primeras definiciones de
conjunto derivado y punto lı́mite.
F. Hausdorff (–)
Figura indiscutible de la topologı́a y la teorı́a
de conjuntos, introdujo la idea de conjunto
parcialmente ordenando en . En
introdujo tipos especiales de ordinales en un
intento de probar la hipótesis del continuo.
En publicó Grundzüge der Mengen-
lehre donde presentó la primera definición
axiomática de espacio topológico.
F. Riesz (–)
Trabajó sobre las ideas de Fréchet expuestas
en su tesis doctoral, proporcionando un
vı́nculo entre los trabajos de Lebesgue (sobre
funciones reales) y Hilbert (sobre ecuaciones
integrales). Introdujo el concepto de conver-
gencia débil de una sucesión de funciones
y realizó una aproximación a la definición
axiomática de espacio topológico.
W. Sierpinski (–)
Comenzó a interesarse en la teorı́a de
conjuntos en y en 1912 publicó su
libro Outline of Set Theory. En los años 20
amplió su interés a la topologı́a general,
realizando contribuciones importantes en
el axioma de elección y la hipótesis del
continuo. Particularmente famosa es la curva
de Sierpinski, que llena todo el cuadrado
unidad.
P. Alexandroff (–)
En introdujo, junto con Uryshon, los
espacios numerablemente compactos, local-
mente compactos y compactos, tal y como
se conocen actualmente. En , estando
en la Universidad de Princeton, decidió junto
con Hopf publicar una obra, en 3 volúmenes,
sobre Topologı́a, que no verı́a la luz hasta
. En ella, presentó la definición de
espacio topológico en términos de conjuntos
abiertos.
19
20 0.1. Teorı́a de conjuntos
Como siempre, fijaremos una notación básica antes de empezar. La primera opera-
ción que se define con un conjunto es la de pertenencia de sus elementos: si un
elemento a pertenece a un conjunto A escribiremos
a ∈ A,
mientras que utilizaremos el sı́mbolo 6∈ para indicar que el objeto a no es un
elemento del conjunto A.
Utilizaremos la notación A ⊂ B para indicar que todos los elementos de A son
también elementos de B. Entonces se dirá que A es un subconjunto de B. Si
existe algún elemento de B que no está en A, entonces diremos que A es un
subconjunto propio de B, y se representará como A ( B.
Cuando se trabaja en alguna de las áreas de Matemáticas, normalmente se tiene
un conjunto de referencia que se suele llamar conjunto universal o conjunto to-
tal, y que nosotros denotaremos habitualmente por X. Por ejemplo, en geometrı́a
euclı́dea plana este conjunto es el formado por todos los puntos del plano; en
otras áreas de las matemáticas, este conjunto puede ser el formado por todos los
números reales, o por todas las funciones, etc. En Topologı́a de Espacios Métricos
será un espacio métrico.
Dado un conjunto cualquiera A ⊂ X, definimos el complementario de A (en X),
y lo denotaremos por Ac o X − A, como el conjunto
Ac = X − A = {x ∈ X : x 6∈ A}.
Es necesario recordar también el concepto de conjunto vacı́o, que representare-
mos por ∅, y que es el conjunto que no tiene ningún elemento; lo consideraremos
finito y supondremos que está contenido en cualquier otro conjunto. Además,
satisface las siguientes igualdades:
X − X = Xc = ∅ y X − ∅ = ∅c = X.
Unión de conjuntos
A ∪B
B
A ∩B
B
Intersección de conjuntos
A −B
B
21
Diferencia de conjuntos
Ejemplos
A∪B: ) (
-3 -2 -1 0 1 2 3 4
A: ( )
-3 -2 -1 0 1 2 3 4
A∩B: ( )
-3 -2 -1 0 1 2 3 4
B: ) (
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 A-B: ( ]
-3 -2 -1 0 1 2 3 4
Ejercicios y Problemas
(a) A ⊂ B y A ⊂ C ⇒ A ⊂ B ∪ C.
(b) A ⊂ B y A ⊂ C ⇒ A ⊂ B ∩ C.
(c) A ⊂ B o A ⊂ C ⇔ A ⊂ B ∪ C.
(d) A ⊂ B y A ⊂ C ⇔ A ⊂ B ∩ C.
El producto cartesiano
Ya hemos visto que la unión (∪), la intersección (∩) y la diferencia son opera-
ciones que nos permiten obtener, a partir de dos conjuntos dados, un nuevo con-
junto. Pero también podemos construir el conjunto formado por todas las parejas
de elementos de ambos conjuntos.
A × B = {(x, y) : x ∈ A e y ∈ B}.
Dado que la notación (x, y), cuando estamos trabajando en el conjunto R de los
números reales, indica también el intervalo abierto de extremos x e y, es posible
también utilizar la notación x × y para indicar el elemento del conjunto A × B.
El conjunto potencia
Ejemplos
P(A) = {{∅}, {a}, {b}, {c}, {a, b}, {a, c}, {b, c}, {a, b, c}}
Algunas propiedades.
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C) y
A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
A − (B ∪ C) = (A − B) ∩ (A − C) y
A − (B ∩ C) = (A − B) ∪ (A − C).
Ejercicios y Problemas
Las operaciones unión e intersección que hemos definido para dos conjuntos se
pueden extender sin ninguna dificultad a una familia arbitraria de conjuntos.
Sea A una familia de conjuntos. Entonces la unión de los elementos de A se
define como el conjunto de todos los elementos que pertenecen a alguno de los
conjuntos de A y lo representaremos por
[
A = {x : x ∈ A para algún A ∈ A}.
A∈A
(1) A − (A − B) = A ∩ B.
(2) A − (A ∩ B) = A − B.
D EMOSTRACI ÓN. La prueba es bastante sencilla y basta repetir las ideas expues-
tas en las demostraciones anteriores. Demostremos, por ejemplo, el apartado (1).
Si x ∈ A − (A − B) entonces x ∈ A y x 6∈ A − B. Esta segunda condición
implica que x ∈ B. Entonces x ∈ A ∩ B. Recı́procamente, si x ∈ A ∩ B entonces
x ∈ A y x ∈ B, que implica x ∈ A y x 6∈ A − B. Y ası́ x ∈ A − (A − B).
0.2. Aplicaciones
En esta sección nos proponemos recordar otro concepto igual de importante que
el de conjunto: el concepto de aplicación o función. Grosso modo, una aplicación
entre dos conjuntos A y B es una regla que asigna a cada elemento del conjunto
A otro elemento del conjunto B.
f
f (x) = y
x
Ejemplos
(1) A ⊂ f −1 (f (A)).
(2) f (f −1 (B)) ⊂ B.
Ejemplos
f (f −1 (B)) = [−1, 1] ! B.
Veamos ahora algunas propiedades de las aplicaciones en relación con las inclu-
siones, las uniones, las intersecciones y las diferencias. Las demostraciones se le
proponen, de nuevo, como ejercicio.
\ \
(2) f −1 ( Bi ) = f −1 (Bi ).
i∈I i∈I
Ejercicios y Problemas
f (x) = x2 f (x) = x3
Para construir nuevas aplicaciones a partir de otras dadas, podemos restringir los
conjuntos origen o modificar los rangos de las mismas, como ya hemos visto. Otro
mecanismo para formar nuevas aplicaciones es componerlas.
f (x) = y
x
g(f (x )) = g (y) = z
g
X
Z
Y
Ejemplos
f : R −→ R, f (x) = 3x3 + 7,
g : R −→ R, g(x) = 4x2 .
Ejemplos
(1) X es finito.
(2) Existe un número natural n y una aplicación f : {1, . . . , n} −→ X so-
breyectiva.
(3) Existe un número natural n y una aplicación f : X −→ {1, . . . , n} inyec-
tiva.
Proposición 0.3.4. Las uniones finitas y los productos cartesianos finitos de con-
juntos finitos son finitos.
Definición 0.3.5. Todo conjunto X que no sea finito se dice que es infinito. Si
X es un conjunto infinito que está en correspondencia biyectiva con N, entonces
se dice que es infinito numerable. En otro caso X se dice que es infinito no
numerable. Diremos que X es numerable si es finito o infinito numerable.
Ejemplos
A1 = A − {f (1)};
(1) X es numerable.
(2) Existe una aplicación sobreyectiva f : N → X.
(3) Existe una aplicación inyectiva g : X → N.
(1,1)
(1,2) (1,3) . . .
(2,1)
(2,2) (2,3) ...
(3,1) (3,3) . . .
(3,2)
.. .. .. ..
. . . .
r(r − 1) (r + 1)r
<k≤ .
2 2
Los conjuntos numerables satisfacen las siguientes propiedades.
Proposición 0.3.9. (1) La unión numerable de conjuntos numerables es un
conjunto numerable.
(2) El producto finito de conjuntos numerables es un conjunto numerable.
D EMOSTRACI ÓN. (1) Sea {Xi }i∈I una familia numerable de conjuntos numera-
bles y supongamos, sin pérdida de generalidad, que cada conjunto Xi es no vacı́o.
Como cada Xi es numerable, para cada i existe una aplicación fi : N → Xi
sobreyectiva. Pero I también es numerable, por lo que es posible encontrar otra
aplicación sobreyectiva g : N → I. Ahora definimos
[
h:N×N→X = Xi
i∈I
mediante la ecuación
h(k, m) = fg(k) (m).
Es fácil ver que h es sobreyectiva. Como N × N es numerable, podemos encontrar
una aplicación sobreyectiva de N en X, lo que concluye la demostración.
(2) Supongamos X e Y dos conjuntos numerables no vacı́os. Elegimos apli-
caciones sobreyectivas f : N → X y g : N → Y . Entonces, la aplicación
h : N × N → X × Y definida mediante la ecuación h(n, m) = (f (n), g(m))
es sobreyectiva y, por tanto, X × Y es numerable.
La demostración en el caso general se realiza por inducción en el número de fac-
tores del producto.
Ejemplos
Ejercicios y Problemas
P.0.8 Sea X ω el conjunto formado por todas las aplicaciones de N en {0, 1}, es
decir:
X ω = {f : N −→ {0, 1} : f es una aplicación}.
Siguiendo las mismas ideas del Ejemplo Ej.0.9., demuestre que el conjunto
X ω no es numerable.
(1) (x + y) + z = x + (y + z),
(x · y) · z = x · (y · z) para todo x, y, z en R.
(2) x + y = y + x,
x · y = y · x para todo x, y en R.
Otras propiedades
Ejercicios y Problemas
P.0.9 Demuestre que A tiene la propiedad del supremo si, y sólo si, tiene la
propiedad del ı́nfimo.
P.0.10 Calcule los siguientes conjuntos:
(a) n∈N (− n1 , n1 )
T
S
(b) n∈Z (n − 1, n + 1)
S
(c) n∈N (−n, n)
T
(d) n∈N (−n, n)
P.0.12 Dados los conjuntos A, B y C, exprese cada uno de los siguientes con-
juntos en términos de A, B y C, utilizando los sı́mbolos ∪, ∩ y −:
D = {x : x ∈ A y (x ∈ B o x ∈ C)},
E = {x : (x ∈ A y x ∈ B) o x ∈ C},
F = {x : x ∈ A y (x ∈ B ⇒ x ∈ C)}.
P.0.14 Sea R el conjunto de los números reales. Determine si cada uno de los
siguientes subconjuntos de R × R es igual al producto cartesiano de dos
subconjuntos de R.
(a) f −1 (25)
(b) f −1 ({x : x ≥ 0})
(c) f −1 ({x : 4 ≤ x ≤ 25})
T 1
(c) n∈N [0, n )
T
(d) n∈N [n, +∞)
(a) A3 ∩ A5
S
(b) i∈P Ai , donde P denota el conjunto de los números primos.
(c) B3 ∩ B4
S
(d) m∈Z Bm
S
(e) A5 ∩ ( m≥7 Bm )
Subespacio métrico.
41
42 1.1. Distancias
1.1. Distancias
Definición 1.1.1. Dado un conjunto X, una distancia sobre X, es una aplicación
d : X × X −→ R que a cada par de puntos x, y ∈ X le asocia un número real
d(x, y), que cumple las siguientes condiciones:
(1) d(x, y) ≥ 0.
(2) d(x, y) = 0 si, y sólo si, x = y (separación).
(3) d(x, y) = d(y, x) para todo x, y ∈ X (simetrı́a).
(4) d(x, y) ≤ d(x, z)+d(z, y) para todo x, y, z ∈ X (desigualdad triangular).
Definición 1.1.2. Un espacio métrico es un par (X, d), donde X es un conjunto
y d es una distancia definida en X.
Ejemplos
Las dos siguientes desigualdades, serán útiles en el desarrollo de los dos próximos
ejemplos que juegan un importante papel.
Lema 1.1.3. Si a1 , a2 , . . . , an y b1 , b2 , . . . , bn son números reales cualesquiera,
entonces, se cumplen:
Ejemplos
y y
x x
d1 (x, y) d2 (x, y)
y
y
x
x
d∞ (x, y) con |x2 − y2 | > |x1 − y1 | d∞ (x, y) con |x1 − y1 | > |x2 − y2 |
n
!1/2
X
d2 (x, y) = (xi − yi )2 ,
i=1
n
X n
X
|xi − zi | + |zi − yi | = d1 (x, z) + d1 (z, y);
i=1 i=1
y para d∞ :
d∞ (x, y) = máx{|xi − yi | : i = 1, . . . , n}
≤ máx{|xi − zi | + |zi − yi | : i = 1, . . . , n} ≤
≤ máx{|xi − zi | : i = 1, . . . , n} + máx{|zi − yi | : i = 1, . . . , n}
= d∞ (x, z) + d∞ (z, y).
(1.1)
Lo mismo sucede con las propiedades (1), (2) y (3) para la distancia usual
d2 ; no ası́ con la propiedad (4) en la que hay que utilizar la desigualdad de
Cauchy-Schwarz 1.1.3(a).
Sean x, y, z ∈ Rn y consideremos
n
!1 n
! 1 2
X 2 X 2
n n n n
!1
X X X X 2
2 2 2
= (xi −zi ) + (zi −yi ) +2 (xi − zi ) (zi − yi )2 = (∗)
i=1 i=1 i=1 i=1
n
X
(xi − zi )2 + (zi − yi )2 + 2(xi − zi )(zi − yi ) =
i=1
n
X n
X
[(xi − zi ) + (zi − yi )]2 = (xi − yi )2 =
i=1 i=1
n
!1/2 2
X
(xi − yi )2 = (d2 (x, y))2 ,
i=1
Ej.1.7. También podemos considerar el conjunto C([a, b], R), de las funciones
reales continuas sobre un intervalo cerrado [a, b]. La aplicación d dada por
Z b
d(f, g) = |f (x) − g(x)|dx
a
es una distancia, que viene dada por el área comprendida entre funciones
continuas. En la Figura
R b 1.3 se representa tal distancia. Sabemos que si
f (x) ≥ 0, entonces a f (x)dx ≥ 0 para cada x ∈ [a, b] y también que
Rb
a f (x)dx = 0 si, y sólo si, f ≡ 0; por tanto se cumplen las dos primeras
condiciones de distancia.
De la simetrı́a del valor absoluto (|f (x) − g(x)| = |g(x) − f (x)|), se ob-
tiene la tercera condición; y por último, de la desigualdad triangular del
valor absoluto, de la aditividad de la integral y de que f (x) ≤ g(x) implica
Rb Rb
a f (x)dx ≤ a g(x)dx, se deduce
Z b Z b
d(f, g) = |f (x) − g(x)|dx ≤ (|f (x) − h(x)| + |h(x) − g(x)|)dx
a a
Z b Z b
= |f (x) − h(x)|dx + |h(x) − g(x)|dx = d(f, h) + d(h, g).
a a
`∞ ={(xn )∞
n=1 : sucesión acotada con xn ∈ R}
(1.2)
= {x : N −→ R : x está acotada}
La siguiente, es una propiedad que nos será útil, junto con el resultado que aparece
en el Problema P.1.2.
Proposición 1.1.4. Sea (X, d) un espacio métrico. Para todo x, y, z ∈ X se
verifica:
|d(x, z) − d(z, y)| ≤ d(x, y).
Ejercicios y Problemas
(a) d(x, y) = 0 ⇔ x = y;
(b) d(x, y) ≤ d(x, z) + d(y, z). [I]
Demuestre que δ y ρ son distancias sobre X, pero que η no tiene por qué ser
necesariamente una distancia. [I]
La demostración se reduce a una mera comprobación que puede realizar, sin difi-
cultad, como ejercicio.
Está claro que cualquier subespacio métrico, considerado de forma aislada es un
espacio métrico y, por supuesto, todo espacio métrico es un subespacio de sı́ mis-
mo. Esta es una nueva forma de construir nuevos espacios métricos, a partir de
otros conocidos.
Señalaremos que, si A ⊂ Rn , cuando se hable de A como de un espacio métrico,
supondremos que su distancia es la distancia inducida por la distancia euclı́dea de
Rn , salvo que se diga lo contrario.
Veamos algunos ejemplos de subespacios para afianzar este concepto.
Ejemplos
Ejercicios y Problemas
Ejemplos
A = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 ≤ 1}
B = {(x, y) ∈ R2 : x + y = 2}.
Vamos a calcular la distancia d(A, B). La Figura 1.4 siguiente ayuda a vi-
sualizar que la distancia que queremos calcular es la diferencia
√ entre la
longitud de la diagonal de un cuadrado de lado 1, que es 2, y el√radio del
cı́rculo A que es 1, por tanto, la distancia buscada es d(A, B) = 2 − 1.
√
Figura 1.4 – La distancia d(A, B) es 2.
como esto se puede hacer para todo ε > 0, deducimos la desigualdad buscada.
Ejemplos
Ej.1.17. Los diámetros de los subconjuntos [1, 2], [1, 2) y {0} ∪ [1, 2) de R con
la distancia usual son, respectivamente, 1, 1 y 2.
En efecto, en el caso de [1, 2] no hay nada que probar pues 1 es precisa-
mente, la longitud del intervalo. En el caso del intervalo [1, 2), supongamos
que δ([1, 2)) = r < 1, entonces 1 + r ∈ [1, 2), y existe ε > 0 tal que
1 + r + ε ∈ [1, 2) con lo que
d(1, 1 + r + ε) = |1 + r + ε − 1| = r + ε > r,
En el caso de d1 el diámetro es
pues se trata del máximo del las sumas de los valores absolutos de las di-
ferencias entre las coordenadas, a saber, la suma de dos lados del cuadrado.
En el caso d2 es la mayor distancia entre dos puntos del cuadrado, es decir
la longitud de la diagonal
√
diam2 (A) = δ2 (A) = 2.
Vea para cada caso, la Figura 1.5; y además, observe que el diámetro de un
conjunto, como era de esperar, depende de la distancia.
Ejercicios y Problemas
P.1.13 Sea (X, d) un espacio métrico. En el Problema P.1.4 hemos visto que la
aplicación ρ : X × X −→ R definida por ρ(x, y) = mı́n{1, d(x, y)}, es
una distancia. Considere el espacio (R2 , ρ) con ρ(x, y) = mı́n{1, d2 (x, y)}
y el conjunto
A = {(x, y) ∈ R2 : 0 ≤ x ≤ 1, 0 ≤ y ≤ 1}.
Al conjunto
B(a, r) = {x ∈ X : d(x, a) ≤ r},
se le llama bola cerrada. Si se necesita especificar con qué distancia se está tra-
bajando, se representará por Bd (a, r).
Las bolas juegan un papel muy importante a lo largo del desarrollo del presente
curso, de modo que vamos a detenernos en estudiar algunas de ellas.
Ejemplos
B(a, r) = {x ∈ R : |x − a| < r} = (a − r, a + r)
que es el interior del cı́rculo (es decir sin la circunferencia) de radio r cen-
trado en el punto (a, b).
Ej.1.21. Las bolas abiertas, sin embargo, pueden ser realmente muy diferentes
y no tener la apariencia de una esfera, como se muestra en los siguientes
casos. En (R2 , d∞ ) la bola B(0, r) es el interior del cuadrado de centro 0 y
de lados paralelos a los ejes de coordenadas y con longitud 2r. En este caso
la bola es
es decir, los puntos del plano que verifican máx{|x|, |y|} < r. Por tanto ha
de cumplirse que |x| < r e |y| < r; en definitiva, las coordenadas x e y han
de estar en el intervalo (−r, r), de modo que la bola será
es decir, los puntos del plano que verifican |x| + |y| < r. Si suponemos
que x, y ≥ 0 se debe cumplir x + y < r, es decir, se trata de los puntos
Figura 1.8 – Las bolas métricas en la distancia d∞ sobre C([0, 1], R).
Otra vez, puede ser un buen momento para pensar por su cuenta.
Ejercicios y Problemas
2|x − y|
d(x, y) = .
1 + 3|x − y|
P.1.20 Sea C([0, 2π]) con la distancia del supremo. Describa analı́tica y gráfica-
mente cómo son las bolas de radio 1 y centro en las funciones f (x) = sen x
y g(x) = 2 + cos x, respectivamente.
D EMOSTRACI ÓN. Sea la bola abierta B(a, r) y veamos que si x ∈ B(a, r), existe
δ > 0 tal que B(x, δ) ⊂ B(a, r). En efecto, tomemos δ = r − d(x, a) > 0, y
comprobemos que si y ∈ B(x, δ), entonces y ∈ B(a, r).
Tenemos que d(x, y) < δ y según la desigualdad triangular
lo que significa que y ∈ B(a, r) y por tanto que B(x, δ) ⊂ B(a, r) (véase la
Figura 1.9).
B(x, rx ) ∩ B(y, ry ) = ∅.
D EMOSTRACI ÓN. Sea r = d(x, y), entonces las bolas B(x, r/2) y B(y, r/2)
abiertas, tienen intersección vacı́a. En efecto, veamos que ningún punto de la
primera puede estar en la segunda.
Si z ∈ B(x, r/2), entonces, por la desigualdad triangular
con lo que z ∈
/ B(y, r/2). Para la otra bola se hace de la misma forma.
Lema 1.3.5. La intersección de dos bolas abiertas en un espacio métrico (X, d),
es un abierto.
y por tanto y ∈ B(x, a). De la misma forma se prueba que B(x, δ) ⊂ B(b, s).
Con esto hemos probado que la intersección de las dos bolas contiene una bola
centrada en cada uno de sus puntos y, por lo tanto es un abierto.
Teorema 1.3.6. Sea (X, d) un espacio métrico. Entonces se cumplen las propiedades
siguientes:
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) No hay nada que probar.
(b) Sea {Ai }i∈I una familia cualquiera de subconjuntos abiertos del espacio X; si
x ∈ ∪i∈I Ai , entonces x ∈ Ai0 para algún i0 ∈ I. Como Ai0 ∈I es abierto, existe
r0 > 0 tal que B(x, r0 ) ⊂ Ai0 ⊂ ∪i∈I Ai y por tanto este último conjunto es
abierto puesto que contiene una bola centrada en cada uno de sus puntos.
(c) Si la intersección es vacı́a no hay nada que probar. Supongamos entonces, que
A1 y A2 son dos conjuntos abiertos cuya intersección es no vacı́a. Si x ∈ A1 ∩A2 ,
existen r1 , r2 > 0 de modo B(x, r1 ) ⊂ A1 y B(x, r2 ) ⊂ A2 ; entonces según el
Ejemplos
Ej.1.28. Un conjunto abierto no tiene por qué ser una bola abierta. Ası́, el sub-
conjunto de R2 :
(a) (b)
Figura 1.11 – No todo conjunto abierto es una bola.
Proposición 1.3.7. En un espacio métrico (X, d), un conjunto es abierto si, y sólo
si, se puede expresar como unión de bolas abiertas.
Vamos a ver ahora cómo son los abiertos en los subespacios. Evidentemente, con-
siderados como espacios métricos en sı́ mismos, los abiertos tienen las propiedades
descritas en la sección anterior. Pero nos planteamos estudiar su relación con los
abiertos del espacio total.
Proposición 1.3.8. Sea (X, d) un espacio métrico y un subconjunto H ⊂ X.
(a) Las bolas abiertas del subespacio métrico (H, dH ) son la intersección de
bolas abiertas en el espacio total, con el subconjunto; es decir,
D EMOSTRACI ÓN. -
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
(a)⇒(b) Está claro puesto que H es abierto en (H, dH ).
(b)⇒(a) Según la Proposición 1.3.8(b), si A ⊂ H es abierto en H, entonces
A = B ∩ H para algún abierto B ⊂ X; entonces A es intersección de dos
abiertos en X y, por tanto también es abierto (véase el Teorema 1.3.6).
Ejercicios y Problemas
A= {(x, y) ∈ R2 : xy = 0}
B= {(x, y) ∈ R2 : x ∈ Q}
C= {(x, y) ∈ R2 : |x| < 1}
D= {(x, y) ∈ R2 : 0 < x < 1, 0 < y < 1} {(x, y) ∈ R2 : x2 +y 2 = 0}
S
[I]
Esta claro, a partir de la definición anterior, que tanto X como ∅ son cerrados.
La siguiente Proposición 1.3.11 ofrece una primera caracterización de los conjun-
tos cerrados.
D EMOSTRACI ÓN. -
⇒ Si C ⊂ X es cerrado quiere decir que C c es abierto; por tanto, para todo
x∈/ C (x ∈ C c ) existe r > 0 tal que B(x, r) ⊂ C c y por tanto se cumple que
B(x, r) ∩ C = ∅.
⇐ Si para todo x ∈ / C (x ∈ C c ) existe r > 0 tal que B(x, r) ∩ C = ∅, entonces
B(x, r) ⊂ C c y ası́ C c es abierto, luego C es cerrado.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sólo hay que ver que su complementario es abierto; y esto es, precisamente lo que
propone el Problema P.1.23.
Ejemplos
Teorema 1.3.13. Sea (X, d) un espacio métrico. Entonces se cumplen las propie-
dades siguientes:
y esta última intersección es abierto por ser intersección finita de abiertos, con lo
que concluye la prueba.
Ejemplos
Al igual que hacı́amos en la sección 1.3.2, nos planteamos estudiar cómo son los
cerrados en los subespacios, y su relación con el espacio total.
(a) Las bolas cerradas del subespacio métrico (H, dH ) son intersección de
bolas cerradas en el espacio total, con el subconjunto; es decir,
B dH (x, r) = B d (x, r) ∩ H.
D EMOSTRACI ÓN. -
(a). En efecto
B dH (a, r) = {x ∈ H : dH (a, x) ≤ r} =
{x ∈ X : d(a, x) ≤ r} ∩ H = B(x, r) ∩ H.
(b). Sea C ⊂ H un cerrado en (H, dH ), entonces H − C es abierto en H y según
la Proposición 1.3.8 H − C = A ∩ H con A un abierto, esta vez en X; pero como
C ⊂ H, C ⊂ X − A (si c ∈ C ∩ A, c ∈ H luego c ∈ A ∩ H, en contra de que
c ∈ H) y por tanto (X − A) ∩ H = C. El recı́proco es evidente.
Ejercicios y Problemas
D EMOSTRACI ÓN. -
⇒ Supongamos que d y d0 son equivalentes. Dados x ∈ X y r > 0, Bd0 (x, r)
es un abierto de Td0 y, por tanto, también está en Td ; entonces existe δ > 0 tal que
Bd (x, δ) ⊂ Bd0 (x, r). Análogamente se demuestra la segunda afirmación.
d0 (x, y) ≤ M d(x, y) ≤ M δ = r,
con lo que Bd (x, δ) ⊂ Bd0 (x, r). De forma análoga, tomando δ 0 = mr se tiene
que Bd0 (x, δ 0 ) ⊂ Bd (x, r).
Ejemplos
Ejercicios y Problemas
(i) kxk ≥ 0.
Ejemplos
Ej.1.40. kxk = |x| es una norma sobre R (considerado R como espacio vectorial
sobre sı́ mismo).
n
X
kxk1 = |xi |.
i=1
n
!1/2
X
kxk2 = x2i .
i=1
kxk∞ = máx{|xi | : i = 1, . . . , m}.
Observe que estas tres normas dan lugar, respectivamente, a las distancias
d1 , d2 y d∞ que hemos estudiado con detalle.
Ejercicios y Problemas
d(x, y)
δ(x, y) =
1 + d(x, y)
(a) Demuestre que se trata de una distancia.
(b) Una distancia d es acotada, si existe M > 0 tal que d(x, y) ≤ M para
todo x, y. Demuestre que tanto δ como ρ(x, y) = mı́n{1, d(x, y)}
(véase el Problema P.1.4), son acotadas.
(c) Demuestre que d, δ y ρ son equivalentes.
(d) Si d es la distancia usual de R, determine las bolas en (R, ρ) y en
(R, δ).
P.1.30 Sea f : [0, +∞) −→ [0, +∞) una función estrictamente creciente veri-
ficando:
(a) f (0) = 0;
(b) Si x, y ≥ 0 ⇒ f (x + y) ≤ f (x) + f (y).
Entonces
∞
!
X
k(an )n k = |an |2
n=1
P.1.34 Si, en la definición de distancia, la condición (2) se cambia por (2’) “si
x ∈ X, entonces d(x, x) = 0” (admitimos la posibilidad de la existencia
de x, y ∈ X distintos con d(x, y) = 0), entonces se dice que d es una
pseudométrica.
Sea, entonces d una pseudométrica sobre un conjunto X. Definimos la si-
guiente relación:
En este capı́tulo, introducimos una serie de conceptos ligados a los puntos y a con-
juntos que por el importante papel que juegan en la topologı́a métrica, llamamos
destacados; como son los entornos, la adherencia de un conjunto, los puntos aisla-
dos, de acumulación, interiores, exteriores y frontera, presentando relaciones entre
ellos. Cuando entra en juego un subespacio, es necesario estudiar la adherencia, el
interior y la frontera relativos. Finalizamos con una sección dedicada a las suce-
siones, ya que juegan un importante papel en los espacios métricos. Se pretenden
alcanzar las siguientes competencias especı́ficas:
75
76 2.1. Entornos
Sucesiones. Convergencia.
2.1. Entornos
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)” Por ser U entorno de x, existe A abierto con x ∈ A ⊂ U , luego para
algún r > 0, B(x, r) ⊂ A y por tanto B(x, r) ⊂ U .
“(b)⇒(a)” Como B(x, r) es abierto, es consecuencia de la definición.
Ejemplos
Ej.2.2. En R con la distancia usual, el intervalo [0, 2] es entorno del 1 (¿por qué?).
En consecuencia un entorno no es necesariamente, un conjunto abierto.
Ej.2.3. Una bola abierta es entorno de todos sus puntos, pues según hemos vis-
to en la Proposición 1.3.3, contiene una bola centrada en cada uno de sus
puntos.
(a) A ⊂ X es abierto.
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)” Si x ∈ A y A es abierto, entonces x ∈ A ⊆ A, es decir, A ∈ Ux .
“(a)⇒(b)“ Si A es entorno de cada uno de sus puntos, para cada uno de ellos,
existe Ax ∈ Td abierto, tal que x ∈ Ax ⊂ A, lo que significa que A = ∪x∈A Ax
que es abierto por ser unión de conjuntos abiertos.
(1) Si U ∈ Ux , entonces x ∈ U .
(2) Si U ∈ Ux y U ⊂ V , entonces V ∈ Ux .
(3) Si U, V ∈ Ux , entonces U ∩ V ∈ Ux .
(4) Si U ∈ Ux , existe V ∈ Ux tal que x ∈ V ⊂ U y V ∈ Uy para todo y ∈ V .
D EMOSTRACI ÓN. -
Ejemplos
Ej.2.4. En un espacio métrico, las bolas abiertas centradas en un punto son base
de entornos de dicho punto, como consecuencia de la Proposición 2.1.3 y
de que todo abierto es unión de bolas abiertas (Proposición 1.3.7).
En concreto, en R con la distancia usual, una base de entornos para cada
punto x ∈ R es la familia formada por los intervalos abiertos de centro x y
radio r > 0, es decir, {(x − r, x + r) : r > 0}.
Ej.2.5. Si (X, dD ) es un espacio métrico discreto, {x} es un entorno de x, para
todo x ∈ X. Entonces la familia formada sólo por este entorno Bx = {{x}}
es claramente una base de entornos de x.
Ejercicios y Problemas
2.2. Adherencia
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Si A ⊂ B entonces A ⊂ B.
(b) A ∪ B = A ∪ B.
D EMOSTRACI ÓN. -
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒“ Supongamos que x ∈ A y que, sin embargo, d(x, A) = λ > 0; entonces
B(x, λ/2) ∩ A = ∅, ya que si y ∈ B(x, λ/2) ∩ A, entonces d(x, y) < λ/2 < λ
y λ no serı́a el ı́nfimo. Esto contradice el hecho de que x es un punto adherente de
A.
“⇐“ Recı́procamente, si 0 = d(x, A) = ı́nf{d(x, y) : y ∈ A}, entonces para
cualquier n ∈ N existe un punto y ∈ A tal que d(x, y) < 1/n, de modo que
B(x, 1/n) ∩ A 6= ∅. Por tanto, x ∈ A
Ejercicios y Problemas
(A ∩ B) ⊆ A ∩ B.
El ejercicio P.2.9 anterior le habrá proporcionado un ejemplo que muestre
que la inclusión puede ser estricta.
D EMOSTRACI ÓN. -
“⊂” Como A es cerrado en X, según la Proposición 1.3.14, el conjunto A ∩ H
es cerrado en H. Además, como A ⊂ H, tenemos que A ⊂ A ∩ H y como
la adherencia de A en H es el menor de los cerrados de H que contiene a A,
H
tendremos que A ⊂ A ∩ H.
H
“⊃” Recı́procamente, sea x ∈ A ∩ H. Para ver que x ∈ A , hay que ver que toda
bola BH (x, r) tiene intersección no vacı́a con A. En efecto, según la Proposición
1.3.8, BH (x, r) = B(x, r) ∩ H; y como x ∈ A, tenemos que B(x, r) ∩ A 6= ∅, y
H
por tanto BH (x, r)∩A = B(x, r)∩H ∩A 6= ∅, lo que significa que x ∈ A .
Ejemplos
Ej.2.8. La adherencia de (0, 1) en (0, +∞) (considerado este último como sube-
spacio topológico de R con la topologı́a usual) es (0, 1], ya que, aplicando
la Proposición 2.2.8 anterior
(0,+∞)
(0, 1) = (0, 1) ∩ (0, +∞) = [0, 1] ∩ (0, +∞) = (0, 1].
(U − {x}) ∩ A 6= ∅.
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Si x ∈ A es un punto aislado, también es un punto adherente puesto que
A ⊂ A, pero, sin embargo, no puede ser punto de acumulación puesto que existe
r > 0 con B(x, r) ∩ A = {x}.
Recı́procamente, si x ∈ A − A0 , significa que toda bola centrada en x corta al
conjunto A, pero como x ∈/ A0 , existe una bola B(x, r) − {x} = ∅, es decir
B(x, r) ∩ A = {x}, luego x es un punto aislado de A.
(b) “⊃” Si x ∈ A0 , cada bola de centro x interseca a A en un punto distinto de x,
luego x ∈ A, luego A0 ⊂ A y, como A ⊂ A, se sigue que A ⊃ A ∪ A0 .
“⊂” Supongamos ahora que x es un punto de A. Si x ∈ A, es claro que x ∈ A∪A0 .
Supongamos que x ∈ / A; como x ∈ A, cada bola B(x, r) interseca a A, pero
como x ∈ / A, dicha bola tener en común con A un punto distinto de x y, por tanto
x ∈ A0 ; en definitiva, x ∈ A ∪ A0 .
Ejemplos
Ejemplos
Ej.2.12. En R con la topologı́a usual, Int[0, 1) = (0, 1). En efecto, como (0, 1)
es abierto, es entorno de todos sus puntos y, por tanto, se da la inclusión
(0, 1) ⊂ Int[0, 1). Por otra parte, 0 ∈/ Int[0, 1), pues para todo δ > 0,
se tiene claramente que (−δ, δ) ∩ [0, 1)c 6= ∅, luego la inclusión es una
igualdad.
◦
Ej.2.13. En R con la topologı́a usual, Q = ∅ pues para todo q ∈ Q y todo
r > 0, el entorno (q −r, q +r) contiene irracionales. De la misma manera se
comprueba que el exterior de Q, es decir, el interior de R−Q (irracionales),
también es vacı́o.
D EMOSTRACI ÓN. -
◦
Tenemos que x ∈ A, si, y sólo si, existe r > 0, tal que B(x, r) ⊂ A , es decir
B(x, r) ∩ (X − A) = ∅, lo que es equivalente a que x ∈ / X − A.
Una importante caracterı́stica del interior de un conjunto es que se trata del mayor
abierto contenido en dicho conjunto.
D EMOSTRACI ÓN. -
◦
Como A ⊂ A, sólo hay que probar la inclusión en sentido contrario. Si x ∈ A,
◦
como A es abierto, se tiene que el propio A es entorno de x, por tanto x ∈ A, de
◦
donde se deduce que A ⊂ A.
Las propiedades que se recogen en los tres Problemas P.2.11, P.2.12 y P.2.13
siguientes son importantes y conviene que les preste atención.
Ejercicios y Problemas
P.2.12 El interior posee las siguientes propiedades, que son duales de las corre-
spondientes de la adherencia, probadas en la Proposición 2.2.6.
Sea (X, d) un espacio métrico, y sean A1 y A2 subconjuntos de X. En-
tonces:
◦ ◦
(a) Si A1 ⊂ A2 , entonces A1 ⊂ A2
◦ ◦
(b) A1 ∩ A2 = (A1 ∩ A2 )◦ .
◦ ◦
(c) (A1 ∪ A2 )◦ ⊇ A1 ∪ A2 . Encuentre un ejemplo en el que se muestre
que la inclusión puede ser estricta. [I] [R]
◦
IntH A ⊃ A ∩ H.
[I] [R]
(a) Fr(A) = A ∩ X − A.
(b) Fr(A) es cerrado.
D EMOSTRACI ÓN. -
El apartado (a) es una consecuencia inmediata de las definiciones de frontera y
adherencia (asegúrese de que para usted es inmediato). El apartado (b) se deduce
del (a), ya que la intersección de dos cerrados es un cerrado.
Ejemplos
Ej.2.15. Todos los números reales son puntos frontera de Q, es decir, Fr(Q) = R,
ya que si q ∈ Q entonces el entorno (q − r, q + r), para todo r > 0, contiene
números racionales e irracionales.
D EMOSTRACI ÓN. -
La frontera de A en H está dada, según la Proposición 2.5.3, por
H H
FrH (A) = A ∩ H − A = (A ∩ H) ∩ (H − A ∩ H)
= A ∩ H − A ∩ H ⊂ A ∩ X − A ∩ H = Fr(A) ∩ H.
Ejemplos
FrQ Q = ∅ ⊂ Fr Q ∩ R = Q ∩ R = Q.
Para finalizar veamos una bonita relación entre los conjuntos interior, clausura y
frontera.
D EMOSTRACI ÓN. -
La Proposición 2.5.3 implica que Fr(A) = A ∩ X − A. Entonces usando la
Proposición 2.4.4 tenemos
◦ ◦
A ∩ X − A = A ∩ (X − A) = A − A,
Ejercicios y Problemas
2.6. Sucesiones
En esta sección vamos a estudiar el concepto de sucesión en un espacio métrico.
Estos subconjuntos juegan un papel importante en la topologı́a de los espacios
métricos.
En otras palabras si
para toda bola B(x, ε), existe n0 ∈ N, tal que si n ≥ n0 , entonces xn ∈ B(x, ε).
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. - Supongamos que (xn )∞ n=1 tiene dos lı́mites distintos x 6= y.
Según el Teorema 1.3.4, X es un espacio de Haussdorff y, por tanto existe r > 0
tal que B(x, r) ∩ B(y, r) = ∅.
Por otra parte, como (xn )∞
n=1 converge a x, tenemos que dado r > 0, existe n1
tal que si n ≥ n1 , entonces xn ∈ B(x, r); además como (xn )∞ n=1 converge a y,
dado r > 0, existe n2 tal que si n ≥ n2 , entonces xn ∈ B(y, r); si tomamos
n ≥ n1 y a la vez n ≥ n2 se verifican ambas condiciones a la vez y xn ∈ B(x, r)
y xn ∈ B(y, r), lo que contradice que la intersección de estas dos bolas es vacı́a.
Ejercicios y Problemas
Teorema 2.6.5. Sea (X, d) un espacio métrico y (xn )∞ n=1 una sucesión en X.
Entonces (xn )n=1 converge a x si, y sólo si, la sucesión (d(xn , x))∞
∞
n=1 de las
distancias, converge a 0 en (R, | |).
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Supongamos que x ∈ A. Entonces tenemos que B(x, 1/n) ∩ A 6= ∅, para
cada n ∈ N. Podemos construir entonces una sucesión de la siguiente forma:
De esta manera obtenemos una sucesión (xn )∞ n=1 de puntos de A que converge a
x puesto que para cada n ∈ N es d(xn , x) < 1/n. Por tanto según hemos visto en
el Problema P.2.20, la sucesión (d(xn , x))n converge a cero lo que implica por el
Teorema 2.6.5 que xn −→ x.
“⇐” Si existe una sucesión (xn )∞
n=1 en A tal que lı́mn xn = x, entonces para todo
ε > 0, n0 tal que n > n0 implica que xn ∈ B(x, ε), es decir, B(x, ε) ∩ A 6= ∅.
Por tanto, x ∈ A.
◦
Proposición 2.6.7. Sea (X, d) un espacio métrico, y A ⊂ X entonces x ∈ A si,
y sólo si dada una sucesión (xn )∞
n=1 en X tal que lı́mn xn = x, existe n0 ∈ N tal
que si n > n0 , entonces xn ∈ A.
D EMOSTRACI ÓN. -
◦
“⇒” Si x ∈ A, existe r > 0 tal que B(x, r) ⊂ A; y si (xn )∞n=1 es una sucesión
que converge a x, dado r > 0, existe n0 tal que si n ≥ n0 entonces se tiene que
xn ∈ B(x, r) ⊂ A.
“⇐” Recı́procamente, si para cada sucesión (xn )∞
n=1 que converge a x todos los
términos a partir de un xn0 están en A y, razonando por reducción al absurdo,
◦
suponemos que x ∈ / A, significa que cualquier bola de centro x contiene puntos
que no son de A. Podemos construir entonces una sucesión
La sucesión (xn )∞
n=1 ası́ construida, converge a x puesto que d(x, xn ) < 1/n para
cada n pero sin embargo no tiene ninguno de sus términos en A, lo que nos lleva
a una contradicción.
(b) A ⊂ X es abierto si, y sólo si para cada sucesión (xn )∞n=1 en X que
converge a un punto x ∈ A, existe n0 tal que n ≥ n0 implica que xn ∈ A.
Respecto a los puntos de acumulación y los puntos frontera, los resultados corre-
spondientes están enunciados en los dos siguientes ejercicios, cuya demostración
debe hacer con detalle.
Ejercicios y Problemas
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Supongamos que A ⊂ X es denso, es decir, A = X y sea B 6= ∅ un abierto.
Si x ∈ X, como x ∈ A = X y B es entorno de x se cumple, por la definición de
adherencia, que B ∩ A 6= ∅.
“⇐” Supongamos ahora que todo abierto B 6= ∅ satisface B ∩ A 6= ∅. En
particular ocurre que para cada x ∈ X, cualquier bola abierta B(x, r) verifica
B(x, r) ∩ A 6= ∅, lo que signitica que x ∈ A; es decir A = X.
Ejemplos
Ejemplos
Teorema 2.6.13. Sea (X, d) un espacio métrico separable; entonces toda familia
de abiertos disjuntos entre sı́ es numerable.
Ejercicios y Problemas
P.2.26 Sea C ⊂ R cerrado y acotado con la topologı́a usual. Entonces C está con-
tenido en un intervalo [a, b] de manera que a, b ∈ C. [I] [R]
De entre todas las aplicaciones que pueden definirse entre dos espacios métrico,
las aplicaciones continuas ocupan un papel preponderante. Su estudio es funda-
mental no sólo en topologı́a, sino también en análisis, geometrı́a diferencial y en
general, en la mayorı́a de ramas de las matemáticas.
En este capı́tulo estudiamos la continuidad de funciones entre espacios métricos.
Caracterizamos las continuidad a través de sucesiones, de conjuntos abiertos o
de conjuntos cerrados, y presentamos las principales propiedades de las aplica-
ciones continuas. Estudiamos algunas aplicaciones especiales: abiertas, cerradas
y homeomorfismos. Finalizamos estudiando la continuidad uniforme en espacios
métricos.
Se pretenden alcanzar las siguientes competencias especı́ficas:
97
98 3.1. Aplicación continua
Ejemplos
Ej.3.1. Toda aplicación constante entre dos espacios métricos (X, d) y (Y, d0 ) es
continua. En efecto, si f (x) = y0 para todo x ∈ X, es evidente que toda
bola BY (y0 , r) contiene a f (X) = {y0 } y por tanto cumple la definición.
Ej.3.2. La aplicación identidad 1X : (X, d) −→ (X, d), de un espacio en sı́ mis-
mo, es continua en cada punto x ∈ X, pues B(1X (x), r) = B(x, r). ¿Y si
las distancias son diferentes, es decir, si ahora consideramos la aplicación
1X : (X, d) −→ (X, d0 ) con d0 6= d?
Ej.3.3. Si (X, dD ) es un espacio discreto e (Y, d) es un espacio métrico cualquiera,
entonces toda aplicación f : X −→ Y es continua en cada punto x ∈ X, ya
que si consideramos una bola Bd (f (x), r), basta con que tomemos la bola
BdD (x, 1/2) = {x} para que f (BdD (x, 1/2)) ⊂ Bd (f (x), r). ¿Ocurre lo
mismo si la aplicación es f : Y −→ X?
(a) f es continua en a.
(b) Si (xn )∞ ∞
n=1 es una sucesión en X con lı́mite a, entonces (f (xn ))n=1 es
convergente y su lı́mite es f (a).
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Supongamos que (f (xn ))∞ n=1 converge a f (a) y f no es continua en a. Esto
significa que existe ε > 0 tal que para cada δ > 0 hay un punto xδ ∈ X tal que
d(xδ , a) < δ y d0 (f (xδ ), f (a) ≥ ε. Entonces:
Hemos obtenido una sucesión (xn )∞ n=1 en X que converge hacia a, puesto que
la sucesión de términos positivos (d(xn , a))∞n=1 converge a 0; sin embargo, la
sucesión (f (xn ))∞
n=1 no converge a f (a), ya que siempre es d0 (f (xn ), f (a)) ≥ ε,
para cada n ∈ N, con lo que llegamos a una contradicción.
“⇐” Recı́procamente, supongamos que f es continua en a ∈ X y que una suce-
sión (xn )∞
n=1 es xn → a. Para demostrar que f (xn ) → f (a), tenemos que probar
que para todo ε > 0 existe n0 tal que si n > n0 entonces f (xn ) ∈ BY (f (a), ε).
Como f es continua en a, dada BY (f (a), ε), existe δ > 0 tal que
f (BX (a, δ)) ⊂ BY (f (a), ε).
Ejemplos
1
x−1 si x 6= 1
Ej.3.5. La función f : R −→ R, definida por f (x) =
1 si x = 1
Proposición 3.1.4. Sean (X, d), (Y, d0 ) y (Z, d00 ) tres espacios métricos, y sean
dos aplicaciones f : X −→ Y y g : Y −→ Z tales que f es continua en a ∈ X y
g es continua en f (a) ∈ Y . Entonces g ◦ f es continua en a.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea ε > 0; como g es continua en f (a), existe δ > 0 tal que si d0 (f (a), y) < δ,
entonces d00 (g(f (a)), g(y)) < ε. Por otra parte, como f es continua en a, da-
do el δ > 0 anterior, existe η > 0 de modo que si d(x, a) < η, entonces
d0 (f (a), f (x)) < δ. Para concluir la prueba sólo hay que combinar las dos afir-
maciones anteriores.
(a) f es continua.
(b) Para todo abierto A ⊂ Y , el conjunto f −1 (A) es abierto en X.
(b) Para todo cerrado F ⊂ Y , el conjunto f −1 (F ) es cerrado en X.
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)” Supongamos que f es continua y que A ⊂ Y es un abierto. Veamos
que f −1 (A) es abierto. Sea x ∈ f −1 (A), entonces f (x) ∈ A y como A es abierto,
existe ε > 0 tal que BY (f (x), ε) ⊂ A. Por otra parte, como f es continua, para
este ε > 0 existe δ > 0, tal que f (BX (x, δ)) ⊂ BY (f (x), ε) ⊂ A, lo que
significa que BX (x, δ) ⊂ f −1 (A). Como esto es para cada x ∈ f −1 (A), tenemos
que f −1 (A) es abierto en X.
“(b)⇒(c)” Si F ⊂ Y es cerrado, entonces su complementario Y − F es abierto y
por tanto X − f −1 (F ) = f −1 (Y − F ) es abierto, de donde se deduce que f −1 (F )
es cerrado en X.
“(c)⇒(a)” Consideremos f (x) ∈ Y y una bola abierta BY (f (x), ε); entonces el
conjunto Y − BY (f (x), ε) es cerrado en Y , por tanto
X − f −1 (BY (f (x), ε)) = f −1 (Y − BY (f (x), ε))
es cerrado en X, lo que significa que f −1 (BY (f (x), ε)) es abierto en X y en-
tonces, para algún δ > 0 se tienen que BX (x, δ) ⊂ f −1 (BY (f (x), ε)); de donde
deducimos que f (BX (x, δ)) ⊂ BY (f (x), ε) y f es continua en x.
Ejemplos
Ej.3.7. En el Ejemplo Ej.3.3., hemos visto que toda aplicación entre un espacio
discreto y cualquier otro espacio métrico es siempre continua. En particular,
la aplicación identidad 1X : (R, dD ) −→ (R, | |), es continua. Cualquier
subconjunto de R es cerrado para la topologı́a discreta, por ejemplo (0, 1);
y sin embargo, 1X (0, 1) = (0, 1) no es cerrado en R con la topologı́a usual,
de modo que esta aplicación no transforma cerrados en cerrados.
Ejercicios y Problemas
D EMOSTRACI ÓN. -
Como en el ejercicio (3.1) hemos visto que la inclusión j es continua y la fun-
cion f |A se puede expresar como f |A = f ◦ j, es composición de aplicaciones
continuas y, por tanto, f |A es continua.
Hemos visto que aunque la imagen inversa de un conjunto abierto, mediante una
función continua, es un abierto (lo mismo ocurre para cerrados), las imagenes
de abiertos o de cerrados no son, necesariamente, abiertos o cerrados respectiva-
mente. Las aplicaciones que transforman abiertos en abiertos o cerrados en cerra-
dos, juegan un papel importante.
Ejemplos
Ej.3.8. Consideremos R con la topologı́a usual y [0, 1] con distancia inducida por
la usual de R. Entonces la aplicación inclusión j : [0, 1] −→ R es cerrada
puesto que al ser cerrado [0, 1], todos los cerrados en este espacio también
son cerrados en R (vea la Proposición 1.3.14) y, sin embargo no es abierta
pues [0, 1/2) es abierto (¿por qué?) en [0, 1] pero no en R.
Ej.3.9. Las aplicaciones pueden ser abiertas y cerradas a la vez; en efecto la apli-
cación f : R −→ R (en ambos casos con la distancia usual), definida como
f (x) = kx con k ∈ R, no nulo, es continua, es abierta y cerrada.
Es fácil (¿?) ver que es abierta y cerrada. Sin embargo no es continua, pues
el conjunto {a} es abierto y cerrado en X y f −1 ({a}) = [0, ∞) no es
abierto en R, con lo que la Proposición 3.1.6 no se verifica.
Ej.3.11. La proyección π : (R2 , d2 ) −→ (R, du ) del plano sobre el eje de abcisas,
C = {(x, y) ∈ R2 | x > 0, xy ≥ 1}
3.2.2. Homeomorfismos
(a) f es un homeomorfismo.
(b) Un subconjunto A ⊂ X es abierto si, y sólo si, f (A) es abierto.
(c) Un subconjunto C ⊂ X es cerrado si, y sólo si, f (C) es cerrado.
D EMOSTRACI ÓN. -
Es consecuencia directa de la definición y de la Proposición 3.1.6.
Ejemplos
Ej.3.12. Dos espacios métricos discretos son homeomorfos si, y sólo si, existe
una biyección entre ellos.
2y
g(y) = .
1 + (1 + 4y 2 )1/2
Ej.3.17. Una función biyectiva puede ser continua sin ser un homeomorfismo.
Denotemos por S 1 a la circunferencia unidad
S 1 = {(x, y) : x2 + y 2 = 1}
f : [0, 1) −→ S 1
la aplicación definida por f (t) = (cos 2πt, sen 2πt). Entonces f es biyecti-
va y continua (véase el Problema P.3.5), pero no es un homeomorfismo.
El hecho de que f sea biyectiva y continua se sigue de propiedades fami-
liares de las funciones trigonométricas, que ya suponemos conocidas. Pero
la función f −1 no es continua ya que, por ejemplo, la imagen mediante
f = (f −1 )−1 del conjunto abierto U = [0, 14 ) del dominio no es abierta en
S 1 , puesto que el punto p = f (0) no pertenece a ningún conjunto abierto
V de R2 tal que V ∩ S 1 ⊂ f (U ) (véase la Figura 3.6).
Ejercicios y Problemas
1
f (x) = − .
1 + x2
¿Es abierta? ¿Es cerrada? Justifı́quelo.
P.3.11 Pruebe que las siguientes son propiedades topológicas: (i) punto de acu-
mulación; (ii) interior; (iii) frontera; (iv) desidad y (v) entorno. [I] [R]
P.3.12 Sean (X, d), (Y, d0 ) y (Z, d00 ) tres espacios métricos y dos funciones
continuas f : X −→ Y y g : Y −→ Z. Si g ◦ f : X −→ Z es un
homeomorfismo, demuestre:
3.2.3. Embebimientos
Ejemplos
Ejemplos
Las aplicaciones que tienen esta última, digamos, “peculiaridad” reciben un nom-
bre particular.
Definición 3.3.1. Una aplicación entre espacios métricos f : (X, d) → (Y, d0 )
es uniformemente continua si para cada ε > 0 existe δ > 0 tal que para todo
x, y ∈ X con d(x, y) < δ se verifica que d0 (f (x), f (y)) < ε.
Observación 3.3.2. Es fácil probar que toda aplicación uniformemente continua
es continua, pero el recı́proco no es cierto: basta considerar la función f (x) = x2
del ejemplo anterior. No obstante lo podemos hacer de forma más general. En
efecto, dado > 0, para todo δ > 0 siempre podemos encontrar dos números x e
y en R tales que |x − y| < δ y, sin embargo, |x2 − y 2 | > . Observemos que
x2 − y 2 = (x − y)(x + y).
Dados y δ, tomamos x e y tales que |x − y| = δ/2 y |x + y| > 2/δ, entonces
|x2 − y 2 | = |x − y| |x + y| > .
3.3.1. Isometrı́as
Definición 3.3.3. Dados dos espacios métricos (X, d) e (Y, d0 ), diremos que una
aplicación biyectiva f : X → Y es una isometrı́a si conserva la distancia, es
decir, d(x1 , x2 ) = d0 (f (x1 ), f (x2 )) para todo x1 , x2 ∈ X. En este caso decimos
que (X, d) e (Y, d0 ) son espacios isométricos.
D EMOSTRACI ÓN. -
Se trata de una consecuencia directa de la definición.
D EMOSTRACI ÓN. -
De nuevo, no es más que una consecuencia de las definiciones de isometrı́a y
homeomorfismo.
Ejemplos
˜ es un homeomorfis-
entonces la aplicación identidad Id : (R, dD ) → (R, d)
mo que no es isometrı́a, pues si x 6= y entonces dD (x, y) = 1 mientras que
˜
d(Id(x), ˜ y) = 2.
Id(y)) = d(x,
Ejercicios y Problemas
P.3.20 Sea f : (X, d) −→ (R, du ). Demuestre que f es continua si, y sólo si,
para cada a ∈ R, son abiertos los conjuntos
113
114 4.1. Compacidad
Compacidad secuencial.
Propiedad de Bolzano-Weierstrass.
Teorema de Heine-Borel-Lebesgue.
4.1. Compacidad
Definición 4.1.1. Sea X un conjunto y sea A ⊂ X. Un cubrimiento o recubri-
miento de A es una familia A = {Ai }i∈I de subconjuntos de X de manera que
A ⊂ ∪i∈I Ai . Un subcubrimiento o subrecubrimiento es una subfamilia B ⊂ A
que es también un recubrimiento de A. Un recubrimiento es finito si está formado
por una cantidad finita de conjuntos. Cuando (X, d) es un espacio métrico y cada
Ai es un abierto de X, se dice que A es un recubrimiento abierto de A.
Ejemplos
Ejemplos
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
”⇒”Supongamos que K es compacto y sea K ⊂ ∪i∈I Ai , donde {Ai }i∈I es una
familia de abiertos de (X, d). Entonces, según la definición de topologı́a relativa,
la familia {Ai ∩ K}i∈I es un recubrimiento de K por abiertos de (K, dK ). Como
este subespacio es compacto, se puede extraer un subrecubrimiento finito de modo
que
K = (Ai1 ∩ K) ∪ · · · ∪ (Ain ∩ K).
De aquı́ se deduce que K ⊂ Ai1 ∪ · · · ∪ Ain .
”⇐”Veamos que (K, dK ) es compacto. Para ello, sea {Ai }i∈I una familia de
abiertos de (K, dK ) que recubren K. Entonces cada abierto Ai se puede escribir
de la forma Ai = Bi ∩ K, donde Bi es un abierto en (X, d) y ası́ se tiene que
K ⊂ ∪i∈I Bi . Por hipótesis, existirán Bi1 , . . . , Bin tales que K ⊂ Bi1 ∪ · · · ∪ Bin
de forma que
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea A = {Ai }i∈I un recubrimiento abierto de C en (X, d). Entonces C c es abier-
to y A ∪ C c es un recubrimiento abierto de X, del cual se puede extraer un sub-
recubrimiento finito; si este subrecubrimiento finito no contiene a C c , estará for-
mado únicamente por una cantidad finita de conjuntos de A y como C ⊂ X ya
estarı́a probado. Si C c está en el recubrimiento finito, dicho recubrimiento será de
la forma {Ai1 , . . . , Ain , C c } y como C ⊂ X = Ai1 ∪ · · · ∪ Ain ∪ C c , tenemos
que C ⊂ Ai1 ∪ · · · ∪ Ain .
(a) K es cerrado.
(b) K es acotado.
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Probaremos que si K ⊂ X es compacto, su complementario K c es abierto
demostrando que es entorno de todos sus puntos. Sea a ∈ / K; si x ∈ K, x 6= a,
la propiedad de Hausdorff, que cumplen los espacios métricos, nos asegura que
existen bolas abiertas disjuntas B(a, rx ) y B(x, rx ).
Entonces la familia {B(x, rx )}x∈K obtenidas de esta manera, son un recubrimien-
to abierto del compacto K, por tanto, se puede extraer un subrecubrimiento finito
B(x1 , rx1 ),. . . ,B(xn , rxn ), para ciertos puntos x1 , . . . , xn ∈ K (recordemos que
para cada i ∈ {1, . . . , n}, se cumple B(xi , rxi ) ∩ B(a, rxi ) = ∅). Entonces si
tomamos ra = mı́n{rxi : i = 1, . . . , n}, la bolaSB(a, ra ) está contenida en cada
B(a, rxi ) y tiene intersección vacı́a con K = ni=1 B(xi , rxi ), lo que significa
que B(a, ra ) ⊂ K c y, por tanto, que K c es entorno de a ∈ K. Como esto se
puede hacer para todo a ∈ K c , entonces K c es abierto.
(b) Si a ∈ K la colección de bolas {B(a, n)}n∈N es un recubrimiento abierto
de K que, como es compacto, admite un subrecubrimiento finito {B(a, ni )}ki=1 .
Como se trata de bolas concétricas, si m = máx{n1 , . . . , nk } se tiene
k
[
K⊂ B(a, ni ) = B(a, m),
i=1
Ejercicios y Problemas
P.4.2 (a) Pruebe que, en (R, | |), no son compactos los intervalos (a, b), [a, b),
(a, +∞), [a, +∞).
(b) Estos conjuntos le proporcionan contraejemplos del Teorema 4.2.4 (si
el espacio no es compacto, un cerrado no es en general, compacto); del
Teorema 4.2.5(b) (un conjunto acotado, en general, no es compacto).
Identifı́quelos con las explicaciones adecuadas.
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que {Ai }i∈I es un recubrimiento abierto de f (K) en Y . Entonces
{f −1 (Ai )}i∈I
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
Por el Teorema 4.3.1, f (K) es compacto en Y , luego es un según el Teorema 4.2.5
f (K) conjunto acotado, lo que equivale a decir que la función f está acotada.
D EMOSTRACI ÓN. -
Si K es compacto entonces f (K) es un subconjunto compacto de R y, por tanto,
es cerrado y acotado. Luego según el Problema P.2.26, f (K) está contenido en un
intervalo [a, b] ⊂ R con a, b ∈ f (K), de modo que existirán x, y ∈ K tales que
f (x) = a y f (y) = b.
D EMOSTRACI ÓN. -
Como f es continua, dado x ∈ X y
dado ε > 0, existe δx > 0 tal que si d(x, y) < δx entonces d0 (f (x), f (y)) < ε/2.
Los Problemas P.4.3 y P.4.4 son importantes resultados y conviene que les preste
atención.
Ejercicios y Problemas
P.4.3 Sea f : (X, d) −→ (Y, d0 ) una aplicación biyectiva y continua, con (X, d)
compacto. Demuestre que f es un homeomorfismo. [I] [R]
4.4. Compactos en R.
Vamos a estudiar es esta sección una clase de conjuntos compactos de R con la
topologı́a usual, que juegan un importante papel: los intervalos cerrados y acota-
dos [a, b]. Para esto veamos en primer lugar una caracterización de los intervalos
de números reales que nos será útil.
(a) I es un intervalo.
(b) Para cada x, y ∈ I, x ≤ y, se verifica que [x, y] ⊂ I.
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)” Se trata de una consecuencia inmediata de la definición de intervalo.
“(b)⇒(a)” Supongamos que se satisface (b). Llamemos
a = ı́nf I y b = sup I,
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que {Ai }i∈I es un recubrimiento abierto de [a, b]. Vamos a ver que
se puede extraer un subrecubrimiento finito. Consideremos el conjunto siguiente:
[a, z] ⊂ [a, y] ⊂ G.
Ejercicios y Problemas
Ejemplos
Ej.4.9. Si (xn )∞ ∞
n=1 = (x(n))n=1 es una sucesión en un espacio métrico (X, d),
entonces si tomamos τ : N −→ N definida como τ (n) = 2n, tenemos una
aplicación estrictamente creciente y (x ◦ τ )(n) = x(2n) = x2n . De modo
que hemos obtenido una subsucesión (x2n )∞ n=1 , formada por los términos
de (xn )∞
n=1 que ocupan lugar par.
Teorema 4.5.2. Sea (X, d) un espacio métrico y (xn )∞ n=1 x ⊂ X una sucesión.
Entonces (xn )∞n=1 converge a x ∈ X si, y sólo si, cada subsucesión (xnk )k∈N de
(xn )∞
n=1 , converge a x.
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Supongamos que xn → x, entonces para cada ε > 0 existe n0 ∈ N tal
que si n > n0 se cumple d(xn , x) < ε. Esto quiere decir que xn ∈ B(x, ε) y,
por tanto, sólo hay una cantidad finita de términos de la sucesión que no están
en dicha bola. En consecuencia, ninguna subsucesión (xnk )k puede tener infinitos
términos fuera de la bola, luego debe ser convergente a x.
“⇐” Es evidente puesto que cualquier sucesión es subsucesión de sı́ misma.
Ejemplos
Ejemplos
Ej.4.12. En el Ejemplo Ej.4.3. hemos visto que cualquier espacio métrico finito
es compacto. Además también es secuencialmente compacto pues cualquier
sucesión sólo puede tener una cantidad finita de términos distintos, luego la
subsucesión constante, formada por los infinitos términos iguales es con-
vergente.
Ej.4.13. El intervalo abierto (0, 1), con la topologı́a inducida por la usual de R,
no es secuencialmente compacto: la sucesión (1/n)∞ n=2 ⊂ (0, 1) converge a
0 en R y, por tanto, cualquier subsucesión suya también converge a 0; pero
0∈/ (0, 1).
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Supongamos que T es compacto y sea r > 0. Entonces {B(x, r) : x ∈ T }
es un recubrimiento abierto de T del que se puede extraer un subrecubrimiento
finito T ⊂ B(x1 , r) ∪ · · · ∪ B(xn , r) con x1 , . . . , xn ∈ T , lo que significa que T
es totalmente acotado.
(b) Sea r > 0 y supongamos que T ⊂ B(x1 , r) ∪ · · · ∪ B(xn , r). Definamos
R = máx{d(x1 , xi ) : i = 2, . . . , n}
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que K es secuencialmente compacto y no es totalmente acotado.
Existirá un número r > 0 de modo que K no se puede expresar como una unión
finita de bolas de radio r con centro en puntos de K. Vamos a construir una suce-
sión de la siguiente manera.
Sea x1 ∈ K un punto arbitrario. Escogemos los puntos de la siguiente forma:
x2 ∈ K tal que d(x1 , x2 ) ≥ r, que existe pues de lo contrario B(x1 , r) serı́a un
recubrimiento finito de K.
Tomamos x3 ∈ K tal que d(x1 , x3 ) ≥ r y d(x2 , x3 ) ≥ r, que existe pues en caso
contrario {B(x1 , r), B(x2 , r)} serı́a un recubrimiento finito de K. Y ası́ sucesi-
vamente.
Obtenemos una sucesión (xn )∞n=1 en K que verifica que d(xn , xm ) ≥ r si n 6= m
y que no tiene ninguna subsucesión convergente en K, pues si tuviéramos (xnk )k
con lı́mk xnk = x ∈ K, dado r > 0 existirı́a kr ∈ N tal que si nk > nkr entonces
d(xnk , x) < r/2, con lo que tendrı́amos que si nk , nm > nkr distintos,
r r
d(xnk , xnm ) ≤ d(xnk , x) + d(x, xnm ) < + = r,
2 2
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que {Ai }i∈I es un recubrimiento abierto de K para el que no existe
ningún número de Lebesgue. Entonces para cada n ∈ N existirá xn ∈ K tal que
B(xn , 1/n) no está contenida en ningún Ai para todo i ∈ I, y de esta manera
hemos construido una sucesión (xn )∞
n=1 .
Como K es secuencialmente compacto, ha de existir una subsucesión (xnk )k con-
vergente a un punto x ∈ K. Además, como {Ai }i∈I es un recubrimiento de K,
entonces x ∈ Aj para algún j ∈ I. Pero Aj es abierto, luego existe nj ∈ N tal
que B(x, 2/nj ) ⊂ Aj .
Como la subsucesión anterior converge a x, dado nj > 0 existirá r0 ∈ N tal que
si nr ≥ nr0 entonces xnr ∈ B(x, 1/nj ).
Tomemos ahora nr ≥ nr0 tal que también sea nr ≥ nj . Entonces se verifica que
B(xnr , 1/nr ) ⊂ B(x, 2/nj ) ya que si y ∈ B(xnr , 1/nr ) tendrı́amos
1 1 2
d(x, y) ≤ d(x, xnr ) + d(xnr , y) < + ≤ .
nj nr nj
Veamos ahora que las tres definiciones que hemos dado de compacidad son equiva-
lentes en el caso de los espacios métricos.
Teorema 4.6.2 (de Heine-Borel-Lebesgue). Sea (X, d) un espacio métrico y un
subconjunto K ⊂ X. Las siguientes condiciones son equivalentes:
(a) K es compacto.
(b) K tiene la propiedad de Bolzano-Weierstrass.
(c) K es secuencialmente compacto.
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)” Supongamos que A ⊂ K es un subconjunto infinito que no tiene
ningún punto de acumulación. Entonces para cada x ∈ K existe una bola B(x, rx )
que no corta a A o bien sólo lo corta en el propio punto x.
La familia {B(x, rx )}x∈K es un recubrimiento abierto del conjunto compacto
K y, por tanto, admite un subrecubrimiento finito. Este subrecubrimiento finito
también recubre a A, con lo que A serı́a finito, en contra de la hipótesis.
“(b)⇒(c)” Si (xn )∞ n=1 es una sucesión en K con un número finito de términos
distintos, entonces a partir de un cierto término es constante, por lo que converge
a dicho término y no hay nada que probar. Supongamos entonces que (xn )∞ n=1 es
una sucesión en K con infinitos términos distintos. Según (b), dicha sucesión tiene
un punto de acumulación x ∈ K y por la Proposición 2.6.6 existe una subsucesión
de (xn )∞
n=1 convergente a x. Por tanto, K es secuencialmente compacto.
“(c)⇒(a)” Supongamos que K es secuencialmente compacto y que {Ai }i∈I es
un recubrimiento abierto de K. Por el Lema de Lebesgue 4.5.7 existe un número
de Lebesgue r > 0 para este recubrimiento. Por la Proposición 4.5.6, K es to-
talmente acotado, de modo que existe un recubrimiento finito de X por bolas
de radio r, {B(x1 , r), . . . , B(xn , r)}. Pero por el Lema de Lebesgue cada bola
B(xi , r) ha de estar contenida en un abierto Aj del recubrimiento {Ai }i∈I , por lo
que {A1 , . . . , An } es un subrecubrimiento finito de X.
Ejercicios y Problemas
P.4.9 Sean K y H dos compactos disjuntos en un espacio métrico (X, d). De-
muestre que existen dos abiertos disjuntos A, B ⊂ X tales que K ⊂ A y
H ⊂ B. [I] [R]
4.7. Compactos en Rn
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea {Ai }i∈I un recubrimiento abierto de {x} × [c, d]. Por el Problema P.4.6 este
conjunto es compacto, y por tanto, admite un subrecubrimiento finito {Aj }nj=1 .
Para cada y ∈ [c, d], el punto (x, y) ∈ Ak para algún k ∈ {1, 2, . . . , n}; y como
estos conjuntos son abiertos, existe ry > 0 tal que (recuerde como son las bolas
para d∞ , Ejemplo Ej.1.21.)
m
\
(x − r, x + r) = (x − ryj , x + ryj ).
j=1
m
[ n
[
⊂ {(x − ryj , x + ryj ) × (y − ryj , y + ryj )} ⊂ Ak ,
j=1 k=1
D EMOSTRACI ÓN. -
Si {Ai }i∈I es un recubrimiento abierto de [a, b] × [c, d], también es un recubri-
miento de {x} × [c, d], para cada x ∈ [a, b]. Por el Lema 4.7.1, para cada x existe
rx > 0 tal que el conjunto (x − rx , x + rx ) × [c, d] admite un subrecubrimiento
finito. Pero {(x − rx , x + rx )}x∈[a,b] es un recubrimiento abierto de [a, b]. Por
la compacidad de [a, b], dicho recubrimiento admite un subrecubrimiento finito
{(xk − rxk , xk + rxk )}mk=1 . Entonces tenemos que
m
[
[a, b] × [c, d] ⊂ {(xk − rxk , xk + rxk ) × [c, d]}
k=1
y cada uno de los conjuntos (xk − rxk , xk + rxk ) × [c, d] está recubierto por
un número finito de elementos de {Ai }i∈I . Luego el rectángulo [a, b] × [c, d]
está contenido en una unión finita de elementos Ai .
D EMOSTRACI ÓN. -
La demostración es un proceso de inducción a partir de la Proposición 4.7.2 ante-
rior.
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Se trata del Teorema 4.2.5.
“⇐” Si K está acotado, hay alguna bola cerrada tal que K ⊂ B ∞ (a, r), para
algún a ∈ Rn . Esta bola es un rectángulo cerrado que, por el Corolario 4.7.3, es
compacto. Como K es cerrado y está contenido en un compacto, el Teorema 4.2.4
implica que K es compacto.
Ejemplos
Después de los resultados que hemos demostrado en los espacios métricos referi-
dos a la compacidad, podemos completar el Teorema 4.7.4 de Heine-Borel.
(a) K es compacto.
(b) K es cerrado y acotado.
(c) Todo subconjunto S ⊂ K infinito tiene un punto lı́mite en K.
(d) K es secuencialmente compacto.
Ejercicios y Problemas
1. Q ∩ [0, 1]
2. D = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 = 1}
3. E = {(x, y) ∈ R2 : |x| + |y| ≤ 1}
4. F = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}
5. G = {(x, y) ∈ R2 : x ≥ 1, 0 ≤ y ≤ 1/x}
P.4.11 Sea (R, d) el espacio métrico de los números reales con la distancia
|x − y|
d(x, y) = .
1 + |x − y|
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
“⇒” Supongamos que X es compacto y que {Fi }i∈I es una familia de subconjun-
tos cerrados de X con la propiedad de la intersección finita tal que ∩i∈I Fi = ∅.
Si tomamos complementarios tendremos que ∪i∈I Fic = X, luego obtenemos un
recubrimiento abierto de X que, por ser compacto, admite un subrecubrimiento
finito, F1c ∪· · ·∪Fnc = X. Tomando de nuevo complementarios F1 ∩· · ·∩Fn = ∅,
en contra de que la familia {Fi }i∈I tiene la propiedad de la intersección finta.
“⇐” Sea {Ai }i∈I un recubrimiento abierto de X; entonces (∪i∈I Ai )c = ∅. Por
tanto ∩i∈I Aci = ∅, con lo que tenemos una familia de cerrados {Aci }∈I que no
tiene la propiedad de la intersección finita; luego debe existir una subfamilia finita
cuya intersección es vacı́a: Aci1 ∩ · · · ∩ Acin = ∅. Tomando complementarios
obtenemos que Ai1 ∪ · · · ∪ Ain = X y ası́ hemos obtenido un subrecubrimiento
finito.
Ejemplos
Ejercicios y Problemas
1. {(n, n + 2)}n∈N
n−1 n+1
2. n , n n∈N
3. {(−n, n)}n∈N
P.4.15 Demuestre que un espacio métrico (X, d) Tes compacto si, y sólo si, para
toda familia de cerrados {Ci }i∈I tales que i∈I Ci = ∅, existe una subfa-
milia finita {Ci1 , . . . , Cik } que cumple Ci1 ∩ · · · ∩ Cik = ∅.
P.4.16 Demuestre que si (X, d) e (Y, d0 ) son dos espacios métricos e Y es com-
pacto, entonces la proyección π1 : X × Y → X es una aplicación cerrada.
P.4.17 Sea (X, d) un espacio métrico con la propiedad de Bolzano-Weierstrass.
(a) Si f : X → Y es continua, ¿Tiene f (X) la propiedad de Bolzano-
Weierstrass?
(b) Si A es un subconjunto cerrado de X, ¿es A compacto por punto
lı́mite?
P.4.18 Un espacio (X, d) es numerablemente compacto si cada recubrimiento
numerable de abiertos de X contiene una subcolección finita que recubre a
X. Demuestre que para un espacio métrico, la condición numerablemente
compacto equivale a la de compacto por punto lı́mite. [I]
P.4.19 Demuestre que X es numerablemente compacto si, y sólo si, cada suce-
sión encajada C1 ⊃ C2 ⊃ · · · de conjuntos cerrados no vacı́os de X tiene
intersección no vacı́a.
P.4.20 Dado un espacio métrico (X, d), se dice que un subconjunto M ⊂ X es
relativamente compacto si M es compacto. Pruebe:
(a) Todo conjunto compacto es relativamente compacto. Busque un ejem-
plo en R con la topologı́a usual que muestre que el recı́proco no es
cierto en general.
(b) Todo conjunto relativamente compacto y cerrado es compacto.
(c) Todo conjunto relativamente compacto es acotado.
(d) Todo conjunto relativamente compacto es totalmente acotado. ¿Es cier-
to el recı́proco?
(e) Todo subconjunto de un conjunto relativamente compacto es relativa-
mente compacto. Deduzca que todo subconjunto de un conjunto com-
pacto es relativamente compacto.
P.4.21 Sea K un conjunto compacto en un espacio métrico (X, d). Demuestre
que para todo subconjunto B ⊂ X, existe un punto x0 ∈ K tal que
d(x0 , B) = d(K, B). [I] [R]
P.4.23 Sea K y H dos conjuntos compactos en un espacio métrico (X, d). De-
muestre que existen x ∈ K e y ∈ H tales que d(x, y) = d(K, H). [I]
P.4.25 Demuestre que toda sucesión {Cn }n∈N decreciente (Cn+1 ⊂ Cn ) de ce-
rrados no vacı́os, contenidos en un subconjunto compacto K de un espacio
métrico, tiene intersección no vacı́a.
135
136 5.1. Sucesiones de Cauchy
Sucesiones de Cauchy.
Observación 5.1.2. Observe que lo que viene a decir la definición es que, a partir
de un término, todos los demás, están tan cerca uno de otro, como se desee.
Ejemplos
Ej.5.2. La sucesión (1/n)∞n=2 es de Cauchy tanto en (R, | |) como en ((0, 1), | |).
En efecto, dado ε > 0 existe n0 tal que 1/n < ε para todo n ≥ n0 . Entonces
si n, m > n0 se verifica
1 1 1 1 1 1
d , = − < máx
, < ε.
n m n m n m
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (xn )∞
n=1 una sucesión de Cauchy y consideremos ε = 1. Por la condición de
Cauchy existe n0 tal que si m, n > n0 se tiene que d(xn , xm ) < 1, de modo que
si n > n0 , entonces xn ∈ B(xn0 +1 , 1). Sólo quedan un número finito de términos
que pueden estar fuera de esta bola. Sea
(xn )∞
n=1 ⊂ B(xn0 +1 , r + 1),
como querı́amos.
D EMOSTRACI ÓN. -
En efecto, si (xn )∞
n=1 es una sucesión tal que xn → x, entonces para todo ε > 0
existe n0 tal que si n > n0 se cumple que d(xn , x) < ε/2. Ası́ pues, para todo
n, m > n0 se tiene
ε ε
d(xn , xm ) ≤ d(xn , x) + d(x, xm ) < + = ε,
2 2
lo que concluye la demostración.
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
Como (xn )∞
n=1 es una sucesión de Cauchy, dado ε > 0 existe n1 tal que para todo
n, m > n1 se cumple que
ε
d(xn , xm ) < .
2
Por otra parte, la subsucesión (xnk )k es convergente a x, luego existe k0 tal que si
nk > nk0 se cumple que
ε
d(xnk , x) < .
2
Consideremos n0 = máx{n1 , nk0 } y tomemos n > n0 y k tal que nk > n0 ,
entonces
ε ε
d(xn , x) ≤ d(xn , xnk ) + d(xnk , x) < + = ε,
2 2
∞
de modo que la sucesión (xn )n=1 converge a x.
Ejercicios y Problemas
P.5.4 Demuestre que, en R con la distancia usual, una sucesión es de Cauchy si,
y sólo si, es convergente. [I]
Ejemplos
Ej.5.5. R con la distancia usual es completo después del Problema P.5.4 anterior.
Ej.5.6. Todo espacio métrico discreto es completo, como se deduce del Ejemplo
Ej.5.1..
kn kn+1
xn = n
≤ = xn+1 ,
2 2 · 2n
y de aquı́ se obtiene de forma inmediata la afirmación (A).
(B) Para todo m ≤ n se verifican
2
1 1
x2m ≤2< xn + n y xn ≤ xm < xn + .
2 2n
kn2 22n+1
x2n = ≤ = 2 para todo n ∈ N. (5.1)
22 n 2n
Por otra parte, por la definición de kn tenemos que (kn + 1)2 > 22n+1 , de
donde se obtiene que para todo m, n ∈ N se cumple
1 2
lı́m x2n 2
= x = lı́m xn + n ,
n n 2
1 2
x2n ≤ 2 < xn + n para todo n ∈ N,
2
D EMOSTRACI ÓN. -
Toda sucesión de Cauchy en A también es una sucesión de Cauchy en X y, por
tanto, converge en X. Como A es cerrado en X, el lı́mite de la sucesión pertenece
al conjunto A.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (x(n))∞ ∞ m
n=1 = ((x1 (n), . . . , xm (n)))n=1 una sucesión de Cauchy en R . En-
tonces cada coordenada es una sucesión de Cauchy en R, puesto que
1/2
m
X
du (xj (n), xj (k)) = |xj (n) − xj (k)| ≤ (xj (n) − xj (k))2 .
j=1
Lo que significa que (véase el Ejemplo Ej.5.5.) que cada sucesión (xj (n))∞ n=1 es
convergente a un xj ∈ R para cada j = 1, . . . , m. Por tanto, (x1 , . . . , xm ) ∈ Rm
es lı́mite de la sucesión (x(n))∞
n=1 .
Ejemplos
1
xn = 1 −
n
es una sucesión de Cauchy ya que en R converge a 1; y sin embargo, no
converge a ningún punto del intervalo (−1, 1).
Lo que demuestra que la completitud no es una propiedad topológica, es
decir, no se conserva por homeomorfismos, ya que el intervalo (−1, 1) es
homeomorfo a la recta real R (ambos con la distancia usual) que es com-
pleto.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (X, d) un espacio métrico y sea H ⊂ X tal que (H, dH ) es completo. Veamos
que H es cerrado comprobando que H = H. Si x ∈ H, entonces existe una
sucesión (xn )∞
n=1 en H que converge a x y, por tanto, es de Cauchy, tanto en X
como en H. Como (H, dH ) es completo la sucesión (xn )∞ n=1 converge en H a un
punto x0 . Pero (X, d) es un espacio métrico y, por tanto, de Hausdorff, de modo
que x = x0 . Es decir, x ∈ H, de donde se deduce que H = H.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (X, d) un espacio métrico compacto y sea (xn )∞ n=1 una sucesión de Cauchy
en X. Como X es compacto, también es secuencialmente compacto, luego exis-
te una subsucesión (xnk )∞ ∞
k=1 de (xn )n=1 , convergente. Como consecuencia de la
Proposición 5.1.5 la sucesión inicial (xn )∞
n=1 también es convergente.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (X, d) un espacio métrico completo y totalmente acotado y sea (xn )∞
n=1 una
sucesión en X. Vamos a construir una subsucesión de Cauchy que, por ser X
completo, será convergente y por tanto, X será secuencialmente compacto.
En efecto, si la sucesión sólo tiene un número finito de términos distintos, no hay
nada que probar, pues a partir de un determinado n0 todos los términos serán
iguales y ya tenemos la subsucesión convergente. Supongamos entonces que la
sucesión S = (xn )∞ n=1 tiene infinitos términos distintos. Como X es totalmente
acotado y S ⊂ X, S también es totalmente acotado. Por tanto, dado 1/2 existe un
número finito de bolas con este radio que recubren S. Como S es infinito, una de
estas bolas contendrá infinitos puntos de la sucesión S; llamemos a esta bola B1 .
Consideremos ahora B1 ∩S. Este conjunto es también totalmente acotado, de mo-
do que si consideramos 1/22 , entonces B1 ∩ S estará recubierto por un número
finito de bolas de radio 1/22 . De entre todas ellas habrá al menos una, que lla-
maremos B2 , que contendrá una cantidad infinita de términos de la sucesión.
Ası́ sucesivamente vamos construyendo una sucesión de bolas Bk de radio 1/2k ,
cada una de las cuales tiene infinitos términos de la sucesión y que, según se han
construido, dos a dos tienen intersección no vacı́a.
Vamos a construir la subsucesión de la siguiente manera.
El primer término será un término arbitrario de la sucesión que esté en B1 y le lla-
mamos xn1 . Como en B2 hay infinitos términos de la sucesión, existe un término
de la sucesión xn2 6= xn1 y con n2 > n1 ; procediendo de esta manera construimos
una subsucesión (xnk )k , tal que cada xnk ∈ Bk . Veamos que esta subsucesión es
de Cauchy. Sean p, q ∈ N con p < q. Como Bp ∩ Bq 6= ∅, si y ∈ Bp ∩ Bq
tendremos que
1 1 1 1 1
d(xnp , xnq ) ≤ d(xnp , y) + d(y, xnq ) ≤ + < p + p = p−1 .
2p 2q 2 2 2
Por tanto, dado ε > 0 existe m tal que 1/2m−1 < ε, y si p, q > m (con p > q por
ejemplo), entonces
1 1
d(xnp , xnq ) < < < ε,
2p−1 2m−1
lo que prueba que la subsucesión es de Cauchy.
Teniendo en cuenta que todo espacio métrico es compacto si, y sólo si, es se-
cuencialmente compacto, podemos expresar los dos resultados anteriores en el
siguiente teorema.
Teorema 5.3.3. Un espacio métrico (X, d) es compacto si, y sólo si, (X, d) es
completo y totalmente acotado.
D EMOSTRACI ÓN. -
Que la sucesión de cerrados sea decreciente quiere decir que
C1 ⊃ C2 ⊃ · · · ⊃ Cn ⊃ · · · .
Sea (xn )∞
n=1 una sucesión en X de manera que xn ∈ Cn para cada n ∈ N. Veamos
que esta sucesión es de Cauchy.
Como los diámetros de {Cn }∞n=1 forman una sucesión que tiende a 0, tendremos
que dado ε > 0, existe n0 ∈ N tal que si n > n0 , entonces diam(Cn ) < ε. Por
tanto, como la sucesión de cerrados es decreciente, si n, m > n0 , con m > n,
tenemos que xn , xm ∈ Cn . Entonces d(xn , xm ) < diam(Cm ) < ε y la sucesión
es de Cauchy.
Como X es completo, la sucesión (xn )∞
n=1 es convergente a un punto x ∈ X.
Veamos que x ∈ ∩n∈N Cn .
Supongamos que no fuera ası́. Entonces existirı́a k ∈ N tal que x ∈
/ Ck ; como Ck
es cerrado, tenemos que d(x, Ck ) = r > 0, con lo que la bola B(x, r/2) y Ck no
tienen puntos comunes. Pero si n > k, entonces xn ∈ Ck (pues la sucesión de
cerrados es decreciente), lo que implica que xn ∈
/ B(x, r/2), lo cual es imposible
puesto que xn → x.
Veamos, finalmente, que este punto es el único en la intersección. Supongamos
que existe otro punto y ∈ ∩n∈N Cn , entonces d(x, y) ≤ diam(Cn ) para todo
n ∈ N y como lı́mn diam(Cn ) = 0 ha de ser d(x, y) ≤ 0. Pero d es una distancia,
luego d(x, y) = 0. Por tanto, x = y.
Teorema 5.4.2 (Teorema de Baire). Sea (X, d) un espacio métrico completo y
sea {An }∞
n=1 una sucesión de abiertos de X tales que An es denso en X para
cada n ∈ N. Entonces se cumple que ∩∞ n=1 An es denso en X.
D EMOSTRACI ÓN. -
Es suficiente probar que todo abierto no vacı́o de X corta a ∩∞
n=1 An . Sea A ⊂ X
un abierto. Como A1 es denso, A ∩ A1 es no vacı́o y, por tanto, x1 ∈ A ∩ A1 .
Como A∩A1 es abierto, existe r1 < 1 tal que la bola cerrada B(x1 , r1 ) ⊂ A∩A1 .
B(x2 , r2 ) ⊂ B(x1 , r1 ) ∩ A2 ⊂ A ∩ A1 ∩ A2 .
Ası́, por inducción, se puede construir una sucesión de bolas {B(xn , rn )}∞
n=1 tales
que rn < 1/n para cada n ∈ N y B(xn , rn ) ⊂ A ∩ A1 ∩ · · · ∩ An .
Si consideramos las bolas cerradas, la familia {B(xn , rn )}∞
n=1 cumple la hipótesis
del Teorema 5.4.1 de encaje de Cantor y, por tanto, su intersección es un único
punto:
∩∞n=1 B(xn , rn ) = {x}, x ∈ X.
En consecuencia, x ∈ A ∩ (∩∞ ∞
n=1 An ) por lo que ∩n=1 An es denso.
Ejemplos
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)“ Sea (fn )∞ n=1 una sucesión de Cauchy en (A(X, Y ), d∞ ). Entonces
para cada x ∈ X la sucesión (fn (x))∞n=1 es una sucesión de Cauchy en (Y, d); en
efecto, dado ε > 0, como (fn )∞n=1 es una sucesión de Cauchy en A(X, Y ), existe
n0 tal que si n, m ≥ n0 , entonces d∞ (fn , fm ) < ε y por tanto, para todo x ∈ X,
tenemos d(fn (x), fm (x)) < ε .
lo que implica que d(fn (x), f (x)) < ε. Concluimos que si n > n0 entonces
d∞ (fn , f ) < ε, lo que implica que (fn )∞
n=1 converge a f .
Lo anterior también implica que f ∈ A(X, Y ), es decir, está acotada. En efecto,
como (fn )∞ n=1 es de Cauchy también está acotada (véase la Proposición 5.1.3),
luego existe M > 0 de manera que (fn )∞ n=1 ⊂ B∞ (g, M ) para alguna función
g ∈ A(X, Y ), es decir, d∞ (g, fn ) < M para todo n ∈ N. Como (fn )∞ n=1 con-
verge a f , existe un n1 tal que si n > n1 , entonces d∞ (fn , f ) < 1. Por tanto,
d∞ (fn , fm ) = d(yn , ym ).
La sucesión (yn )∞n=1 es de Cauchy, por tanto, para todo ε > 0 existe n0 tal
que si n, m ≥ n0 entonces d(yn , ym ) < ε y ası́, también d∞ (fn , fm ) < ε.
Como A(X, Y ) es completo por hipótesis, (fn )∞ n=1 converge a cierta función
f ∈ A(X, Y ), lo que significa que la sucesión (fn (x))∞ ∞
n=1 = (yn )n=1 converge a
f (x) en Y , para cada x ∈ X, lo cual es imposible.
Veamos ahora un resultado clásico, el cual afirma que todo espacio métrico se
puede embeber isométricamente en un espacio métrico completo, es decir, todo
espacio métrico “se puede completar”.
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea A(X, R) el conjunto de todas las funciones acotadas de X en R. Sea x0 un
punto fijo de X. Dado a ∈ X, definamos φa : X → R mediante la ecuación
se deduce que
|d(x, a) − d(x, b)| ≤ d(a, b).
Poniendo b = x0 , concluimos que |φa (x)| ≤ d(a, x0 ), para todo x.
Definamos Φ : X → A(X, R) por
Φ(a) = φa .
Por otro lado, esta desigualdad no puede ser estricta, ya que si x = a entonces
Ejercicios y Problemas
P.5.7 (Teorema del punto fijo de Banach) Si (X, d) es un espacio métrico, una
aplicación f : X → X se dice que es una contracción si existe un número
α < 1 tal que
d(f (x), f (y)) ≤ αd(x, y),
para todos x, y ∈ X. Demuestre que si f es una contracción de un espacio
métrico completo, entonces existe un único punto x ∈ X tal que f (x) = x.
[I] [R]
(a) (yn )∞
n=1 es también una sucesión de Cauchy.
(b) (yn )∞ ∞
n=1 converge a un punto y ∈ X si, y sólo si, (xn )n=1 converge al
punto y. [R]
P.5.10 Sea (X, d) un espacio métrico en el que toda bola cerrada es compacta.
Demuestre que X es completo y que los subconjuntos compactos de X son
los cerrados y acotados. [R]
En este capı́tulo estudiamos los espacios conexos y su relación con otras propieda-
des ya estudiadas. Después de presentar unos resultados de los espacios conexos,
estudiamos los subespacios conexos de la recta real. A continuación relacionamos
conexión y continuidad y estudiamos la conexión de los productos cartesianos.
Estudiamos las componentes conexas y finalizamos el capı́tulo con la conexión
por caminos, que implica la conexión ordinaria.
La definición de conexión para un espacio métrico es muy natural. Ası́, se dice
que un espacio puede ser “separado” (no conexo), si es posible “dividirlo” en
dos conjuntos abiertos con intersección vacı́a. En caso contrario, diremos que el
espacio es conexo.
Se pretenden alcanzar las siguientes competencias especı́ficas:
151
152 6.1. Conjuntos separados
Conexión y continuidad.
Componentes conexas.
Ejemplos
Ej.6.1. En R con la topologı́a usual, los intervalos (0, 1) y (1, 2) están separados,
pero los intervalos (0, 1) y [1, 2) no lo están, a pesar de que son disjuntos,
pues (0, 1) = [0, 1] y [0, 1] ∩ [1, 2] = {1}.
Ext B((0, 0), 1) ∩ B((0, 0), 1) = Ext B((0, 0), 1) ∩ B((0, 0), 1) = ∅
B = {(1/n, y)) : n ∈ N, 0 ≤ y ≤ 1}
D EMOSTRACI ÓN. -
“(a)⇒(b)“ Supongamos que los conjutos A y B están separados, es decir, que
A ∩ B = A ∩ B = ∅ y veamos que A es cerrado. Podemos poner
A = A ∩ X = A ∩ (A ∪ B) = (A ∩ A) ∪ (A ∩ B) = A ∪ ∅ = A.
Corolario 6.2.3. Un espacio métrico (X, d) es conexo si, y sólo si, los únicos
subconjuntos que son, a la vez, abiertos y cerrados son X y ∅.
D EMOSTRACI ÓN. -
Si A ⊂ X, A 6= X, abierto y cerrado, entonces Ac también es abierto y cerrado,
y X = A ∪ Ac , con lo que X serı́a no conexo.
Ejemplos
Ej.6.6. Sea X el subespacio [−1, 1] de la recta real. Los conjuntos [−1, 0] y (0, 1]
son disjuntos y no vacı́os pero no forman una separación de X ya que el
primer conjunto no es abierto en X. Por otro lado, obsérvese que el primer
conjunto contiene un punto de acumulación, el 0, del segundo. De hecho,
probaremos enseguida que no existe una separación del espacio [−1, 1].
Ejercicios y Problemas
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos, por reducción al absurdo, que S ∩ A 6= ∅ y S ∩ B 6= ∅; entonces,
como A ∪ B = X, tenemos
S = (S ∩ A) ∪ (S ∩ B).
(S ∩ A) ∩ (S ∩ B) = ∅,
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea {Ai }T S de un espacio X y sea p un
i∈I una colección de subespacios conexos
punto de i∈I Ai . Probemos que el espacio Y = i∈I Ai es conexo. Supongamos
que Y = C ∪ D es una separación de Y . El punto p está, o bien en C, o bien en
D, pero no en ambos; supongamos que p ∈ C. Como S cada Ai es conexo y p ∈ C,
según el Lema 6.2.7 anterior, Ai ⊂ C. Por tanto, i∈I Ai ⊂ C, contradiciendo el
hecho de que D era no vacı́o.
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que {Ai }i∈I es una familia de subconjuntos conexos de X no se-
parados dos a dos, y supongamos que su unión A = ∪i∈I Ai es no conexo; en-
tonces según el Corolario 6.2.3, existe B ( A no vacı́o que es abierto y cerrado
en (A, dA ).
Como B 6= ∅, existe x ∈ B ⊂ A y como B 6= A, existe y ∈ A, y ∈ / B.
Por tanto, para ciertos ı́ndices ix , iy ∈ I tenemos x ∈ Aix e y ∈ Aiy . Entonces
B ∩ Aix 6= ∅ es abierto y cerrado en (Aix , dix ) que es conexo por hipótesis, luego
B ∩ Aix = Aix lo que implica que Aix ⊂ B.
De la misma forma (A − B) ∩ Aiy 6= ∅ es abierto y cerrado en (Aiy , diy ), luego
(A − B) ∩ Aiy = Aiy , lo que implica que Aiy ⊂ B − A.
Pero A y A − B están separados en (A, dA ), pues son dos abiertos y cerrados
no vacı́os cuya unión es A, lo que lleva consigo que Aix y Aiy también están
separados, en contra de la hipótesis, lo que concluye la prueba.
Corolario 6.2.10. Sea (X, d) un espacio métrico y {Ai }i∈I una familia de sub-
conjuntos conexos no vacı́os de X tales que Ai ∩ Aj 6= ∅ para cada par i, j ∈ I.
Entonces A = ∪i∈I Ai es conexo.
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Si x ∈ H, entonces H ∪ {x} es conexo puesto que H y {x}
S son conexos no
separados (H ∩ {x} = {x}). Entonces podemos poner S = x∈S (H ∪ {x}) y,
teniendo en cuenta que H ⊂ S ⊂ H, S es unión de conexos no disjuntos, lo que
implica que S es conexo.
(b) Es una consecuencia inmediata de (a).
Ejercicios y Problemas
6.3. Conexos en R.
D EMOSTRACI ÓN. -
”⇒” Supongamos que S es conexo. Si S es unitario no hay nada que probar.
Supongamos entonces que ni es unitario ni es un intervalo; entonces según el
Lema 4.4.1 existen x, y ∈ S tales que [x, y] no está contenido en S, es decir,
existe z ∈ (x, y) tal que z ∈
/ S. Consideremos los conjuntos
Ejemplos
Ej.6.9. A partir del Corolario 6.3.2, concluimos que en (R, | |), los únicos con-
juntos abiertos y cerrados a la vez son R y ∅.
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que f (S) es no conexo, entonces existen A, B ⊂ Y no vacı́os y
separados tales que f (S) = A ∪ B. Como f : S → f (S) es continua y A y B
son abiertos y cerrados en f (S) con la topologı́a relativa, tendremos que f −1 (A) y
f −1 (B) serán abiertos y cerrados en S con la distancia dS inducida por d. Además
son no vacı́os, disjuntos y cumplen
Corolario 6.4.2. Sean (X, d) y (Y, d0 ) dos espacios métricos homeomorfos. En-
tonces X es conexo si, y sólo si, Y es conexo.
D EMOSTRACI ÓN. Se trata de una aplicación directa del Teorema 6.4.1 anterior.
Ejercicios y Problemas
P.6.10 Un espacio métrico (X, d) es conexo si, y sólo si, cualquier aplicación
continua entre X y el espacio discreto {0, 1} es constante, es decir, o bien
f (x) = 0 para todo x ∈ X, o bien f (x) = 1 para todo x ∈ X.
Teorema 6.4.3 (del valor intermedio). Un espacio métrico (X, d) es conexo si, y
sólo si, cada aplicación continua f : X → R cumple que si x, y ∈ X y c ∈ R es
tal que f (x) ≤ c ≤ f (y), entonces existe z ∈ X tal que f (z) = c.
D EMOSTRACI ÓN. -
”⇒” Si X es conexo, entonces f (X) es conexo en R y, por tanto, es un intervalo,
de modo que contiene todos los puntos intermedios.
”⇐” Supongamos que X es no conexo, entonces X = A∪B con A y B no vacı́os
y separados. Consideramos una función g : X → {0, 1} continua tal y como la
proporciona el Problema P.6.11 y tal que g(A) = {0} y g(B) = {1}.
Sea la inclusión i : {0, 1} −→ R, que es continua (observe que la distancia
usual de R induce sobre {0, 1} la distancia discreta y revise el Problema P.3.1),
y consideremos la composición h = i ◦ g : X −→ R que, al ser composición
de funciones continuas, también es continua. Entonces h no cumple las hipótesis,
pues 0 < 1/2 < 1 y, sin embargo, no hay ningún punto de X cuya imagen por h
sea distinta de 0 o de 1, en contra de la hipótesis.
Teorema 6.4.4. Sean (X, d) e (Y, d0 ) dos espacios métricos conexos. Entonces el
producto X × Y es conexo. (Con cualquiera de las distancias d1 , d2 o d∞ del
Ejemplo Ej.1.9.).
D EMOSTRACI ÓN. -
Tomemos un punto (a, b) ∈ X × Y . La “rebanada horizontal” X × {b} es conexa,
ya que es homeomorfa a X, y también lo es cada “rebanada vertical” {x} × Y
para cada x ∈ X ya que éstas son homeomorfas a Y (véase el Problema P.3.9).
Por otra parte, para cada x ∈ X la intersección de los conjuntos X ×{b} y {x}×Y
es no vacı́a, en concreto es precisamente (X × {b}) ∩ ({x} × Y ) = {(x, b)}. Por
tanto, el conjunto (X × {b}) ∪ ({x} × Y ) es conexo por ser unión de conexos no
disjuntos (véase la Figura 6.3).
Entonces la unión [
{(X × {b}) ∪ ({x} × Y )}
x∈X
Ejemplos
(a) Obviamente si X es conexo, tiene una única componente conexa que coin-
cide con todo el espacio.
(b) Cualquier espacio, conexo o no, tiene componentes conexas no vacı́as.
Teorema 6.5.5. Sea (X, d) un espacio métrico. Entonces las componentes conexas
de X constituyen una partición de X, es decir son disjuntas entre sı́ y la unión de
todas ellas es X.
D EMOSTRACI ÓN. - Sean x, y ∈ X veamos que si C(x) y C(y) son sus com-
ponentes conexas respectivas, entonces o bien coinciden ,C(x) = C(y), o bien
C(x) ∩ C(y) = ∅. En efecto, supongamos que C(x) ∩ C(y) 6= ∅, entonces se
trata de dos conjuntos conexos no separados, lo que significa que C(x) ∪ C(y) es
conexo, pero la componente conexa es el mayor conexo que contiene al punto, de
modo que C(x) = C(x) ∪ C(y) = C(y). Por otra parte, es evidente que la unión
de todas las componentes conexas es todo X.
Ejercicios y Problemas
P.6.13 Sea (X, d) un espacio métrico. Demuestre que cada subconjunto conexo
de X está contenido en una única componente conexa.
P.6.14 Cada subconjunto conexo de un espacio métrico que es a la vez abierto
y cerrado, es una componente conexa.
P.6.15 Cada componente conexa de un espacio métrico es un cerrado.
Ejemplos
f (t) = (1 − t)x + ty
Teorema 6.6.3. Todo espacio métrico conexo por caminos es también conexo.
D EMOSTRACI ÓN. -
Supongamos que X un espacio conexo por caminos pero no conexo. Por tanto
existen dos conjuntos no vacı́os {A, B ⊂ X} que constituyen es una separación
de X, es decir X = A∪B y A y B están separados. Sea f : [0, 1] → X un camino
en X. Como [0, 1] es conexo y f es continua, por el Teorema 6.4.1, el conjunto
f ([0, 1]) es conexo y, en consecuencia, debe estar contenido enteramente o bien
en A, o bien en B (véase el Problema P.6.9). Por tanto, no existen caminos en X
que unan puntos de A con puntos de B lo cual es contrario con el hecho de que
X sea conexo por caminos.
Teorema 6.6.4. Sea (X, d) un espacio métrico conexo por caminos, e (Y, d0 ) un
espacio métrico. Si f : X −→ Y es una aplicación continua, entonces f (X) es
conexo por caminos.
Ejemplos
C = A ∪ (∪n∈N Bn ) ∪ {p}
1
( , s) ∈ [(α, +∞) × R] ∩ (B(P, r) ∩ C)
m
Ejercicios y Problemas
P.6.24 (Teorema del punto fijo). Sea f : [0, 1] −→ [0, 1] una aplicación con-
tinua. Demuestre que existe x0 ∈ [0, 1] tal que f (x0 ) = x0 . [R]
169
170 6.6. Conexión por caminos (o arcos).
D EMOSTRACI ÓN. -
La relación es, claramente, reflexiva; es simétrica como consecuencia de la simetrı́a
de la distancia; y se comprueba, fácilmente, que es transitiva aplicando la de-
sigualdad triangular. En efecto, si (xn )∞ ∞ ∞ ∞
n=1 ∼ (yn )n=1 e (yn )n=1 ∼ (zn )n=1 , se
tiene lı́mn d(xn , yn ) = lı́mn d(yn , zn ) = 0; aplicando la desigualdad triangular
d(xn , zn ) ≤ d(xn , yn ) + d(yn , zn ), para todo n ∈ N.
Como los términos que forman las sucesiones de las distancias son positivos, se
tiene lı́mn d(xn , zn ) = 0, lo que implica que (xn )∞ ∞
n=1 ∼ (zn )n=1 y, en conse-
cuencia, la relación es transitiva.
171
172
Lema A.0.6. La aplicación ρ está bien definida y es una distancia sobre X̂.
D EMOSTRACI ÓN. -
En primer lugar, señalemos que este lı́mite siempre existe, puesto que dado ε > 0,
como (xn )∞ ∞
n=1 e (yn )n=1 son de Cauchy, existe n0 (podemos tomar el mismo para
las dos sucesiones) tal que si m, n ≥ n0 se tiene
ε ε
d(xn , xm ) ≤ y d(yn , ym ) ≤ .
2 2
Por tanto, si tomamos n, m ≥ n0 y aplicamos una propiedad conocida de la
distancia, se tiene
ε ε
|d(xn , yn ) − d(xm , ym )| ≤ d(xn , xm ) + d(yn , ym ) < + = ε,
2 2
lo que nos permite concluir que (d(xn , yn ))∞
n=1 es una sucesión de Cauchy en R.
La completitud de R nos garantiza que dicha sucesión es convergente.
Para terminar de comprobar que la definición es consistente, queda demostrar
que no depende de los representantes elegidos. Supongamos que [xn ] = [x0n ],
[yn ] = [yn0 ] y veamos que lı́mn d(xn , yn ) = lı́mn d(x0n , yn0 ). Podemos poner
De la misma forma
Por último, tal y como se ha definido ρ, es claro que ρ es una función no negativa
y simétrica: ρ([xn ], [yn ]) ≥ 0 y ρ([xn ], [yn ]) = ρ([yn ], [xn ]). La desigualdad
triangular es una mera comprobación a partir de la desigualdad triangular de la
distancia d.
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Podemos identificar la sucesión (xn )∞ ∞
n=1 con la sucesión (x̂n )n=1 en X̂, donde
cada x̂n es la sucesión constante cuyos términos son todos iguales a xn . Si proba-
mos que para todo ε > 0, existe n0 tal que si n > n0 entonces ρ(x̂n , x) < ε,
habremos probado que la sucesión (x̂n )∞ n=1 converge a x en X̂ y, mediante la
identificación de la Observación A.0.8 anterior, habremos probado (a).
En efecto, como (xn )∞ n=1 es de Cauchy en X, existe n0 tal que si m, n ≥ n0
entonces d(xn , xm ) < ε/2. Tengamos en cuenta que, tal y como se ha definido la
relación, la clase de equivalencia de (xn )∞ ∞
n=1 es la misma que la sucesión (xn )n=m
que resulta de suprimir los m − 1 primeros términos. Por tanto, fijado n ≥ n0 ,
tenemos
ε
ρ(x̂n , x) = lı́m d(xn , xm ) ≤ < ε, para todo n ≥ n0 ,
m 2
luego (x̂n )∞
n=1 converge a x.
(b) Según el apartado (a) anterior, para todo x = [xn ] ∈ X̂, la sucesión (xn )∞
n=1
es de Cauchy en X y converge a x. Entonces x es un punto adherente a X y, por
tanto, X es denso (X = X̂).
D EMOSTRACI ÓN. -
Tenemos que demostrar que toda sucesión de Cauchy en X̂ es convergente en X̂.
Sea (x̂n )∞
n=1 una sucesión de Cauchy en X̂, de modo que para todo ε > 0 existe
n0 tal que si n, m ≥ n0 , se tiene que ρ(x̂n , x̂m ) < ε/3. Observemos que podemos
tomar n0 > 3/ε para que se cumpla
1 ε 1 ε
< y < .
n 3 m 3
Como X es denso en X̂, para cada x̂n existe un elemento xn ∈ X tal que
ρ(x̂n , xn ) < n1 (identificando xn , una vez más, con la clase de equivalencia de-
terminada por la sucesión constante cuyos términos son todos iguales a xn ). De
este modo obtenemos una sucesión (xn )∞ n=1 en X que es de Cauchy; en efecto, si
n, m ≥ n0 tenemos
1 ε 1
d(xn , xm ) = ρ(xn , xm ) ≤ ρ(xn , x̂n )+ρ(x̂n , x̂m )+ρ(x̂m , xm ) ≤ + + < ε.
n 3 m
Entonces (xn )∞
n=1 converge a un punto x ∈ X̂ que es precisamente x = [xn ].
Veamos que lı́mn x̂n = x, con lo que habrá terminado la demostración. Como
(xn )∞
n=1 converge a x, existe m0 , que podemos tomar mayor o igual que n0 , tal
que si n ≥ m0 se tiene ρ(xn , x) < ε/3. Entonces tomando n, m ≥ m0 tendremos
1 ε ε ε ε ε
ρ(x̂n , x) ≤ ρ(x̂n , xn ) + ρ(xn , xm ) + ρ(xm , x) < + + < + + = ε,
n 3 3 3 3 3
con lo que lı́mn x̂n = x, concluyendo la demostración.
D EMOSTRACI ÓN. -
Podemos contemplar X como un subespacio de Y , X = Y , luego para todo
y ∈ Y existe una sucesión (xn )∞ n=1 ⊂ X convergente a y que es, por tanto, de
Cauchy. Definimos entonces la aplicación f : Y −→ X̂ como f (y) = [xn ],
la clase de equivalencia determinada por la sucesión (xn )∞ n=1 . La aplicación f
está bien definida pues si (zn )∞n=1 es otra sucesión en X que converge a y, se
tiene lı́mn d(xn , zn ) = 0 por lo que [xn ] = [zn ].
Por otra parte, f es sobreyectiva pues si [zn ] ∈ X̂, entonces (zn )∞
n=1 es una suce-
sión de Cauchy en X ⊂ Y que, por la completitud de Y , converge a algún punto
z ∈ Y , de modo que f (z) = [zn ]. Por último, veamos que f es una isometrı́a.
Sean y, z ∈ Y , que serán lı́mites de dos sucesiones en X, (yn )∞ ∞
n=1 y (zn )n=1
respectivamente; entonces
(xn )∞ ∞
n=1 ∼ (yn )n=1 , si lı́m(xn − yn ) = 0.
n
lı́m(xn − yn ) = lı́m(yn − zn ) = 0,
n n
Lema B.0.12. Si (xn )∞ n=1 es una sucesión de Cauchy de números racionales que
no converge a 0 entonces existe un racional ε0 > 0 y n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 se
cumple que |xn | > ε0 .
175
176
D EMOSTRACI ÓN. -
Como (xn )∞ n=1 no converge a 0, existe un número racional ε0 > 0 tal que para
todo n ∈ N se puede encontrar un número m ≥ n tal que |xm | > 2ε0 . Por otra
parte, (xn )∞
n=1 es una sucesión de Cauchy, luego para dicho ε0 existe n0 ∈ N tal
que si n, m ≥ n0 se tiene |xn − xm | < ε0 , es decir
xm − ε0 < xn < xm + ε0 .
Tomemos m ≥ n0 de tal modo que |xm | > 2ε0 , lo cual implica que o bien
xm > 2ε0 , o bien xm < −2ε0 . Si n ≥ n0 y se da la primera posibilidad, tenemos
Suma y producto
· Suma: x + y = [xn + yn ]
· Producto: xy = [xn yn ]
Veamos que las definiciones son consistentes. En efecto, si [x0n ] e [yn0 ] son otros
representantes de x e y respectivamente, comprobemos que [x0n + yn0 ] define la
misma clase de equivalencia que [xn + yn ]. Como [xn ] = [x0n ] e [yn ] = [yn0 ] se
cumple
lı́m(xn − x0n ) = lı́m(yn − yn0 ) = 0,
n n
luego
xn yn − x0n yn0 = xn yn − xn yn0 + x0n yn − x0n yn0 = xn (yn − yn0 ) + x0n (yn − yn0 )
D EMOSTRACI ÓN. -
Es fácil comprobar que R con la suma es un grupo abeliano aditivo cuyo elemento
neutro es 0 = [0], la clase de equivalencia de la sucesión constante con todos sus
términos iguales a 0. Tampoco ofrece dificultad probar que R con el producto
es un grupo abeliano multiplicativo cuyo elemento neutro es 1 = [1], la clase
de equivalencia de la sucesión constante cuyos términos son iguales a 1. Sólo
veremos que todo elemento x ∈ R distinto de 0, tiene un inverso que denotaremos
por x−1 . Si x = [xn ] la sucesión (xn )∞
n=1 es de Cauchy y no converge a 0; según
el Lema B.0.12 existe un número racional ε0 > 0 y un número n0 ∈ N tales que si
n ≥ n0 , entonces |xn | > ε0 , es decir, xn 6= 0, de tal modo que para todo n ≥ n0
existe x−1 ∞
n = 1/xn . Definimos entonces la sucesión (xn )n=1 y como
0 si n < n0
yn = −1 1
xn = si n ≥ n0
xn
ε20 ε
1 1 |xp − xq | |xp − xq |
|yp − yq | = − =
< < = ε.
xp yq |xp ||xq | ε20 ε20
D EMOSTRACI ÓN. -
Dados x, y ∈ R, definimos la siguiente relación:
existen ε00 > 0 racional y n00 tales que n ≥ n00 implica zn − yn > ε00 ;
si, como en el caso anterior tomamos ε000 /2 = mı́n{ε0 , ε00 } y n ≥ máx{n0 , n00 } se
verifican ambas desigualdades a la vez y tendremos
ε000 ε00
zn − xn = zn − yn + yn − xn > + 0 = ε000 ,
2 2
con lo que z − y > 0 y por tanto x ≤ z.
Sólo nos resta demostrar que el orden es total, es decir, que si x, y ∈ R entonces
bien x ≤ y, bien y ≤ x. Si uno de ellos es 0 o son iguales, no hay nada que
probar. Supongamos entonces que x e y son distintos y ninguno de ellos es 0. Si
x = [xn ] e y = [yn ], se tiene que [yn − xn ] 6= [0] y (xn − yn )∞
n=1 es una sucesión
de Cauchy que no converge a 0. Por el Lema B.0.12 se tiene que bien x ≤ y, bien
y ≤ x. Con lo que termina la demostración de la proposición.
(a) f es biyectiva.
(b) f (p + q) = f (p) + f (q) para todo p, q ∈ Q.
(b) f (pq) = f (p)f (q) para todo p, q ∈ Q.
(d) Si p ≤ q, entonces f (q) ≤ f (q).
D EMOSTRACI ÓN. -
Si tomamos R el subconjunto de R formado por los elementos que tienen por
representantes a sucesiones constantes, es fácil ver que es un subcuerpo. De mo-
do que definimos f : Q −→ R como f (p) = (p) la sucesión constante p; es
inmediato probar que f es biyectiva. La demostración del resto de propiedades se
reduce a una mera comprobación. Veamos, por ejemplo, la propiedad (d). Si p ≤ q
tenemos que bien p = q, y no hay nada que probar, bien q − p es positivo; en este
caso, las sucesión constante f (q) − f (p) también es positiva, lo que implica que
f (p) ≤ f (q).
D EMOSTRACI ÓN. -
Sean x = [xn ] e y = [yn ]. Como x < y, existen un racional ε > 0 y un natural n0
tales que si n ≥ n0 se cumple que yn − xn > ε.
Por otra parte, las sucesiones (xn )∞ ∞
n=1 e (yn )n=1 son de Cauchy, por lo que existe
m0 ≥ n0 (que podemos tomar el mismo para las dos), tal que si m, n ≥ m0 , se
cumplen las desigualdades:
ε ε
|xn − xm0 | < y |yn − ym0 | < ,
4 4
que es equivalente a
ε ε ε ε
xm0 − < xn < xm0 + y ym0 − < yn < ym0 + .
4 4 4 4
Tomemos q = 12 xm0 +ym0 y veamos que este racional verifica la tesis del teorema.
Si n ≥ m0 se verifica
1 1 ε
q − xn = xm0 + ym0 − xn > xm0 + ym0 − xm0 −
2 2 4
1 ε ε ε ε
= (ym0 − xm0 ) − > − = ,
2 4 2 4 4
lo que significa que [xn ] < [q]. De forma análoga se comprueba que si n ≥ m0
entonces yn − q > ε/4, con lo que [q] < [yn ].
D EMOSTRACI ÓN. -
(a) Tenemos que demostrar que para todo número real ε > 0 existe n0 tal que si
n ≥ n0 , entonces |xn − x| < ε.
Según la Proposición B.0.16, existe un racional ε0 > 0 cumpliendo 0 < 2ε0 < ε.
Como (xn )∞ n=1 es de Cauchy en Q, existe n0 tal que si m, n ≥ n0 se cumple
|xn − xm | < ε0 , lo que es equivalente a que −ε0 < xn − xm < ε para todo
n, m ≥ n0 . Tomemos k ≥ n0 fijo. Entonces si m ≥ n0 podemos escribir
lo que significa que los números reales [xk − xm ] = [xk ] − [xm ] y [2ε0 ] cumplen
[xk −xm ] = [xk ]−[xm ] < [2ε0 ] (se entiende que, al haber fijado k, (xk ) representa
la sucesión constante con todos sus términos iguales a xk y [xm ] es la clase de
equivalencia de (xn )∞ ∞
n=1 , ya que (xm ) representa la sucesión (xn )n=1 a partir del
término n0 ). Por tanto, [xk − xm ] = [xk ] − [xm ] es un representante del número
real xk − x, y ası́ tenemos xk − x < 2ε0 . Teniendo en cuenta que esto se puede
hacer para todo k ≥ n0 concluimos que
y concluye la demostración.
(b) Según el apartado (a) anterior, para todo x = [xn ] ∈ R, la sucesión (xn )∞
n=1 es
de Cauchy en Q y converge a x, con lo que tenemos que x es un punto adherente
a Q. Por tanto, Q es denso (Q = R).
D EMOSTRACI ÓN. -
Sea (xn )∞
n=1 una sucesión de Cauchy en R. Entonces para todo real ε > 0, existe
n0 tal que si n, m ≥ n0 se tiene que |xn − xm | < ε/3. Observemos que podemos
tomar n0 > 3/ε para que se cumpla 1/n < ε/3 y 1/m < ε/3.
Por otra parte, para cada n ∈ N se tiene xn < xn + 1/n de modo que, según la
Proposición B.0.16, existe un racional qn tal que xn < qn < xn + 1/n, con lo
que tenemos definida una sucesión (xn )∞n=1 q que es de Cauchy en Q. En efecto,
si n, m ≥ n0 tenemos
1 ε 1 ε ε ε
|qn − qm | ≤ |qn − xm | + |xm − xn | + |xn − qn | < + + < + + = ε.
m 3 n 3 3 3
Entonces la Proposición B.0.17 asegura que (xn )∞ n=1 q es una sucesión de Cauchy
en R que converge a x = [qn ]. Vamos a probar que la sucesión (xn )∞ n=1 también
tiene por lı́mite a x. Como lı́mn qn = x, para todo ε0 > 0 real existe m0 (de nuevo
lo podemos tomar m0 > 2/ε0 ) tal que si n > m0 se cumple que |qn − x| < ε0 /2.
Entonces tomando n > m0 podemos poner
1 ε0 ε0 ε0
|xn − x| ≤ |xn − qn | + |qn − x| < + < + = ε0 ,
n 2 2 2
y, por tanto, lı́mn xn = x.
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