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Hemos Sido creados por Dios con espíritu, alma y cuerpo, estas tres partes
de nuestro cuerpo actúan de manera conjunta porque así fuimos diseñados
por Dios. Somos una unidad perfecta de mente, cuerpo y espíritu, lo que le
afecte a una de nuestras partes forzosamente le afectará al resto. El cuerpo
se siente cansado, fatigado. Todo nuestro ser se siente sin fuerza,
desganado.
Una de las estrategias más usadas por el enemigo para afectar la vida del
cristiano es el desánimo, porque a través de esta logra afectar todo nuestro
ser.
Hay momentos en la vida en que sólo quieres tirar la toalla y abandonar. ¿En
qué? En cualquier cosa que te abrume en ese momento, puede ser una
relación rota o la perdida de tu empleo, o la muerte de un ser querido que
nunca más estará a tu lado.
Salmo 34:17-19 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus
angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los
contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas
le librará Jehová.
Isaías 40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y
no se fatigarán.
Isaías 42:16 Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar
por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas
en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
1 Pedro 1:6-9 En lo cual vosotros os, aunque ahora por un poco de tiempo,
si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que la
autenticidad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro, aunque
perecedero se prueba con fuego puede ser hallada en alabanza, gloria y
honor en la revelación de Jesucristo. Aunque usted no lo ha visto, que lo
amas. Aunque usted no lo veáis ahora, usted cree en él y alegráis con gozo
inefable y es lleno de gloria, obteniendo el fin de vuestra fe, la salvación de
sus almas.