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Scott, James.

“Detrás de la historia oficial” En: “Los dominados y el arte de la


dominación”.

James Scott en “Detrás de la historia oficial” sintetiza las ideas que interpreta
de una forma delicada y rigorosa sobre el tratamiento de los conceptos de
hegemonía, dominación y actuación. Para esto se vale, primeramente, de explorar
la dualidad entre los opuestos de dominación social como amo-esclavo, señor-
siervo, patrón –obrero. Scott observa que en los planteamientos y las detenciones
del poder, la clase subordinada expresa una clase de discurso disimulado, actuado
y en un sentido teatral.

Sin embargo, esta forma de expresión del discurso que Scott denomina
discurso público es el entrelazamiento de las relaciones de poder bajo un estado de
constante vigilancia. Al ser de naturaleza pública, el discurso, más o menos
hegemónico, refiere Scott, suscribe una forma de puesta en escena, en la cual el
dominado viene a actuar de una forma medianamente verosímil y coherente ante la
vigilancia del dominado, y este último vive en la permanente incertidumbre de si su
subordinado actúa de forma auténtica o de forma ilegítima.

Más adelante, Scott le resta abstracción a sus ideas poniendo sus conceptos
en un ejemplo literario. Utiliza a la escritora George Eliot y su obra Daniel Deronda
para mostrar por medio de una escena la manera como el discurso público no es
por sí mismo ni lo puede explicar todo, puesto que el discurso público va
acompañado, muchas veces implícitamente, de un discurso oculto.

En la escena, una esclava negra, luego de que su ‘amo’ ha agraviado


onerosamente a su hija, exclama con vehemencia, en la usencia de su amo,
palabras injuriosas y vengativas contra su amo y los suyos.

¡Va a llegar el día! ¡Va a llegar el día! ¡Se va a derramar la sangre de


los blancos y será como un río y los muertos se amontanarán así de
alto! (…)
Esta escena en la obra de Eliot ejemplifica claramente cómo el discurso
público es en gran medida una forma de acto teatral, y cómo el discurso oculto se
hace manifiesto cuando el efecto de la vigilancia de parte del ente dominador no se
hace presente.

Este denominado acto de poder también se hace presente en la obra de


George Orwell “Matar un elefante” por medio de metáforas teatrales y la relación
entre el amo y el esclavo.

Finalmente, Scottda término a su ensayo contrastando el concepto de


discurso público y de discurso oculto demostrando como ambas ideas son
fundamentales para el análisis político.

La idea imperiosa en el ensayo de Scott es la de contribuir conceptualmente


en el análisis sociológico y político con ideas que tengan el poder explicativo
suficiente como para abarcar las cuestiones referentes a las relaciones de poder y
el modo como dominantes y dominados poseen prácticas sociales determinadas.

El discurso público y el discurso oculto son las denominaciones que Scott


propone para estas prácticas. No obstante más allá del puro campo conceptual,
Scott deduce e interpreta las relaciones de poder entre superiores y subordinados
como una actuación, una puesta en escena, en la cual tanto unos como otros
cumplen un papel específico. La simulación, el acto, la máscara y el gesto se
convierten pues en conceptos que permiten analizar cualquier relación de poder de
superior a subordinado de forma más o menos efectiva.

En efecto, la sociedad está plagada de relaciones de poder, algunas más


determinantes que otras, pero que van desde la familia hasta la relación de Estado-
individuo, y en la medida en que como sujetos políticos nos sentimos parte de la
sociedad, así mismo vamos planteando en que papel de la obra nos corresponde
estar: algunas veces en el de amo y en otras, en el de esclavo. Sea cual fuere la
condición de participación en las relaciones de poder que obtengamos, de acuerdo
con Scott, vamos fijando gestos, máscaras y actos que simulan un parecer ser ante
el discurso público y otras que revelan las verdaderas intenciones y pensamientos
ocultos tras la máscara, el gesto y la actuación.

Conclusión

El ensayo de Scott es una obra crítica muy interesante dado que aporta
teóricamente en el campo de la sociología y la ciencia política, y específicamente
en el estudio de las relaciones de poder.

Nos permite vislumbrar una nueva forma de análisis con conceptos


renovados sobre los actos de simulación y las imposturas. El modo como la
relación entre superior y subordinado tiene también dos caras, la ficcional y la
oculta, y cómo la sociedad está dispuesta en tensiones discrecionales, lazos
irrompibles, prácticas co-dependientes y, en definitiva, amo y esclavo, superior y
subordinado son la misma forma de representación y no hay sino una frontera de
simulación y fantasía entre la forma fingida y simulada que las separa.

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