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“Clona mi ética”

Diego Muñoz Muñoz

Hoy como sociedad estamos pasando por tiempos muy agitados en cuanto a
debates éticos se refiere, cada día están más presentes los temas del aborto, el
matrimonio igualitario, la pena de muerte, entre muchos otros. Hoy presento este
informe para tratar un tema que me llama bastante la atención, la clonación dentro
del contexto humano. Importante claramente porque reúne muchos dilemas éticos
que podrían definir nuestro futuro como humanidad.

El diccionario hace referencia a la palabra clonar de dos maneras, en primer lugar,


como la reproducción de individuos de manera perfecta en aspectos fisiológicos
como bioquímicos, todo esto a partir de una célula original. Y también lo pone en
aspectos más sencillos como el hecho de hacer la copia exacta de algo.

La gigantesca cantidad de avances que ha traído consigo el desarrollo de la ciencia


nos han dado grandes beneficios para toda la humanidad, tales como las prácticas
higiénicas, la investigación y aplicación de vacunas, las cirugías de distintos tipos,
los antibióticos, etc. Mismos tipos de avances que en un principio fueron rechazados
por ser tachados de antinaturales, pero que en el día de hoy son aceptados y
considerados como normales. La clonación humana es indudablemente uno de los
descubrimientos por parte de la ciencia que mayor impacto ha tenido en los últimos
años.

Ahora las preguntas más importantes son, ¿hasta qué punto el humano llevará esta
práctica?, ¿todo esto es bueno o malo para la humanidad? Este ensayo acude a la
necesidad de responder estas preguntas.

En primer lugar, mi pensamiento es contrapuesto a la clonación. Una de las razones


por la cual mi punto de vista se sitúa a ese lado de la calle es porque, al menos por
el momento, la clonación es una técnica totalmente impermisible moralmente debido
al sufrimiento y las atrocidades que genera, impermisible porque no se ha probado
su seguridad. El ejemplo más claro es el del procedimiento utilizado para crear a la
oveja Dolly, procedimiento que tuvo éxito en sólo uno de 277 intentos, sin mencionar
que estaba enferma y murió bastante pronto. Por lo tanto, imaginando esta
tecnología en humanos solamente pienso en las malformaciones de 277 bebés
únicamente para crear a uno. Este argumento podría desaparecer solo en el
momento en el cual la ciencia logre garantizar que el primer, o al menos un
porcentaje altísimo de los bebés que se originen por medio de esta técnica nacerán
completamente sanos.

Como segundo punto, me amparo en declaraciones de la ONU, las cuales dictan


que todos los estados miembros de tal organización deben adoptar todas las
medidas necesarias para hacer efectiva la prohibición de las técnicas de ingeniería
genética que puedan encontrarse en contrariedad con la dignidad humana.

Como tercer punto me gustaría ponerme en el caso hipotético de que la clonación


avanzase a frentes mucho más lejanos de los que se encuentra hoy en día y fuese
posible crear fácilmente clones humanos. En este escenario la clonación provocaría
una total confusión sobre la identidad personal y daño a el desarrollo psicológico de
un clon, haciendo que muchos de los clones a pesar de tener una vida amparada
por su físico pasasen muchos dilemas psicológicos y de búsqueda hacia la
identidad.

En cuarto lugar, está el hecho de que los nacimientos serían “a la carta”,


aumentando así las desigualdades sociales de sobremanera, creando una “nueva
clase social”, ya que las personas empezarían a ver a los clones más como
experimentos que como personas, hecho que moralmente debilitaría mucho más
nuestras sociedades.

Habiendo tocado los daños sociales también me gustaría citar el daño que le haría
a la familia, núcleo de nuestra sociedad, debido a que el concepto de padres
biológicos se perdería por parte de los clones.
En quinto lugar, puede disminuir de manera sorprendente nuestro respeto por la
vida humana, esto debido a que veremos a los seres humanos como reemplazables.
Todo esto unido a que la clonación de personas nos incita a percibir a los seres
humanos como creaciones que vienen en representación de nuestros deseos.
Deseos que nos pueden hacer modificar genomas para intereses personales. Esto
conllevaría a una práctica moralmente aún más cuestionable que la clonación por
sí sola, el aprovechamiento económico directo a partir de la vida de clones.

“La clonación de humanos producirá también daños sociales. Entre ellos los
creados cuando se amenaza la estabilidad familiar y los que se producen al
disminuir el respeto por la vida humana”. (Melo M, 2003)

A pesar de los argumentos expuestos la clonación tiene ciertas ventajas que debo
exponer.

Una de las posibles ventajas de la clonación es que nos abre las puertas para
investigación a tratamientos o curas de enfermedades que hoy son incurables,
hecho que salvaría muchas vidas y haría que muchas otras de personas enfermas
pudieran desarrollarse de forma más digna.

Otro beneficio palpable que traería aparejada la popularización de la clonación


terapéutica es para ser usada en los trasplantes de órganos. Usando la clonación
se podrían generar órganos completos a partir de una sola célula. Estos órganos, al
ser genéticamente idénticos al propietario de la célula utilizada como punto de
partida, no serían rechazados por el organismo al ser trasplantados. Una técnica
como esta salvaría decenas de millones de vidas al año.

Se resolvería el latente problema de la infertilidad de muchas parejas, siendo una


respuesta a los problemas psicológicos por los que pasan muchas personas debido
a la infertilidad.
A modo de conclusión expongo que el ser humano debe ser protegido para
salvaguardar su integridad en lo que a especie se refiere, esta integridad como valor
en sí mismo y también la dignidad de cada uno de los miembros de la especie. Todo
esto debido a que se poseen identidades genéticas específicas, y el conjunto de su
personalidad no puede reducirse a únicamente características genéticas para luego
llegar a la cosificación del ser humano. Con todo esto juega la clonación y por eso
a mí no me parece una práctica ética.

También luego de haber leído y analizado mucha información tanto a favor como en
contra del tema, encontré que el número de argumentos en contra moralmente
validos superan con creces a los que están a favor de la práctica.

A pesar de mi línea de pensar, creo que los estudios en la manera terapéutica de la


clonación no deberían detenerse, ya que de tener resultados favorables se salvarían
muchas vidas. Sin embargo, deben ser realizados de una manera totalmente
prudente, siguiendo líneas éticas marcadas y reguladas, y con un fin a beneficio de
la humanidad y no respondiendo al llamado de otros intereses que no sean ese,
dado que están en juego los valores y derechos de la especie humana.

Para finalizar, expongo mi pensamiento de que, si un avance científico no va de la


mano con la moral, no nos servirá de nada, independientemente de que este sea lo
más espectacular que se haya visto en muchos años. Podemos haber curado todas
las enfermedades y haber resuelto todos los problemas médicos, pero si le
disparamos a la moral en el camino estamos destinados a terminar todos en el
basurero.
Fuentes electrónicas
- Melo, M. (2003) “Argumentos en contra de la clonación”. Academia Edu.
Recuperado el 30 de agosto de 2017:
https://www.academia.edu/20805251/ARGUMENTOS_EN_CONTRA_DE_L
A_CLONACI%C3%93N

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