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Hoy como sociedad estamos pasando por tiempos muy agitados en cuanto a
debates éticos se refiere, cada día están más presentes los temas del aborto, el
matrimonio igualitario, la pena de muerte, entre muchos otros. Hoy presento este
informe para tratar un tema que me llama bastante la atención, la clonación dentro
del contexto humano. Importante claramente porque reúne muchos dilemas éticos
que podrían definir nuestro futuro como humanidad.
Ahora las preguntas más importantes son, ¿hasta qué punto el humano llevará esta
práctica?, ¿todo esto es bueno o malo para la humanidad? Este ensayo acude a la
necesidad de responder estas preguntas.
Habiendo tocado los daños sociales también me gustaría citar el daño que le haría
a la familia, núcleo de nuestra sociedad, debido a que el concepto de padres
biológicos se perdería por parte de los clones.
En quinto lugar, puede disminuir de manera sorprendente nuestro respeto por la
vida humana, esto debido a que veremos a los seres humanos como reemplazables.
Todo esto unido a que la clonación de personas nos incita a percibir a los seres
humanos como creaciones que vienen en representación de nuestros deseos.
Deseos que nos pueden hacer modificar genomas para intereses personales. Esto
conllevaría a una práctica moralmente aún más cuestionable que la clonación por
sí sola, el aprovechamiento económico directo a partir de la vida de clones.
“La clonación de humanos producirá también daños sociales. Entre ellos los
creados cuando se amenaza la estabilidad familiar y los que se producen al
disminuir el respeto por la vida humana”. (Melo M, 2003)
A pesar de los argumentos expuestos la clonación tiene ciertas ventajas que debo
exponer.
Una de las posibles ventajas de la clonación es que nos abre las puertas para
investigación a tratamientos o curas de enfermedades que hoy son incurables,
hecho que salvaría muchas vidas y haría que muchas otras de personas enfermas
pudieran desarrollarse de forma más digna.
También luego de haber leído y analizado mucha información tanto a favor como en
contra del tema, encontré que el número de argumentos en contra moralmente
validos superan con creces a los que están a favor de la práctica.