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Materiales de encofrado:
La bandeja de encofrado puede confeccionarse en diversos materiales, siendo
el más utilizado la madera. Estos paneles, compuestos por piezas macizas o
laminadas de 12 a 35 milímetros de madera (normalmente de pino, haya o
abedul) tratada al carbonilo-xilofeno o revestidas por planchas fenólicas, son
ensambladas en cola de milano múltiple o con estanquillas, encoladas en
ondas delgadas (de aproximadamente 12 x 3 milímetros), encerradas por un
herraje de acero galvanizado de 1 milímetro de espesor, como mínimo, y
enmarcadas con tubos de aluminio o acero galvanizado. Los tamaños de los
tableros condicionarán las juntas de trabajo y su modulación.
La diferencia del encofrado según el tipo de hormigón no será muy apreciable:
para un hormigón visto los paneles utilizados deberán ser lisos, impermeables,
normalmente metálicos, ya que permiten un número de puestas mayor que los
plafones de madera, y a veces se recubrirán de tejidos antiadherentes o
líquidos desencofrantes, condiciones que no serán requeridas en el caso que el
hormigón no sea el acabado final de obra.
Otros materiales utilizados que facilitan una rápida puesta en obra son el acero,
el plástico y el cartón plastificado. Con este último se forman encofrados
especialmente indicados para columnas y pilares redondos, cuadrados y
rectangulares, disponibles en diámetros de 150 a 1500 mm con alturas
variables entre los 3 y los 12 metros y con un grueso de 9 mm. El cartón es un
excelente material que conserva un alto grado de humedad y por lo tanto lo
convierte en muy adecuado para un buen encofrado.
Muros y pilares:
El encofrado en muros y pilares se realiza con tableros modulares de varios
anchos (25, 50, 75 y 90 cm), y con alturas de 0’6 a 3 m, dos angulares
diferentes para las esquinas interiores y exteriores y unas barras que se utilizan
como pasantes sobre el ancho del muro (protegidas por un tubo de PVC para
poder recuperarlas). Dichas barras están tensadas por un tornillo de apriete
conocido como mariposa.
El secreto estriba en el sistema de enganche entre los tableros mediante un
elemento de cosido –la cuña o chaveta- (foto 5), y los suplementos que
permiten la realización de rinconeras, esquinales... y así resolver la creación de
muros escalonados, con cortes a voluntad (foto 1), el paso de tubos o el
encofrado de suelos inclinados (foto 2).
Foto 1 Foto 2
Es importante puntualizar que desde el momento en que no hablamos de
grandes encofrados ningún elemento puede pesar más de 50 Kg., deben ser
manejables y ligeros.
Anclajes:
Los anclajes están formados por tornillos de avance, posicionadores de las
"tuercas platillo" (cuando se dejan a fondo perdido) y el elemento donde se
anclarán los módulos del hormigonado de la siguiente fase.
Para poder unir los dos paneles de encofrado son necesarios los latiguillos
(foto 4), dywidags o gewis (foto 3), que pueden ser recuperables; tubos
distanciadores de hormigón de fibra o escantillones de pantallas. Tendrán un
diámetro entre los 15 y 25 milímetros y su número vendrá determinado por las
cargas que aparecerán en el vertido del muro.
Si son protegidos con un acabado autolimpiador o introducidos dentro de tubos
de PVC.
Foto 3 Foto 4
Los orificios se taponan con conos, evitando que se escape el hormigón fluido
por la obertura.
Foto 5
Muros circulares:
Encofrar muros circulares, sea con radio pequeño –entre 3 y 5 m- o con un
radio mayor de 5 metros, es una tarea compleja: un problema es conseguir su
nivelación vertical; también es difícil contrarrestar la presión del hormigón o
prever la aparición de momentos creados por la misma forma alabeada,
pudiendo provocar el vuelco imprevisto de todo o parte del conjunto, por lo que
son necesarios tensores y puntales repartidos por el encofrado. (fotos 6,7, 8,
9,10 y 11).
Foto 6 Foto 7 (detalle constructivo)
Foto 8 Foto 9
Foto 10 Foto 11
Foto 13
Foto 12 Detalle
de pilar
cuadrado
Losas y forjados:
Los proyectos de arquitectura rara vez son repetitivos en planta, ya que se
tiende a soluciones individualizadas y particulares, por lo que se hace
necesario un sistema de encofrado firme, seguro y polivalente.
Con un sistema arriostrado de pórticos y cruces de San Andrés, sin necesidad
de tableros, pueden unirse las cubetas recuperables o perdidas, llegando a
soportar sin problemas –teniendo en cuenta el peso global que esto supone-
forjados de más de un metro de canto.
Sistemas de al menos siete elementos permiten encofrar losas a diferentes
alturas con cimbrados (puntales de aluminio unidos entre sí con bastidores que
trasmiten los esfuerzos horizontales originados por las cargas o por el traslado
de la cimbra) de altura variable –desde 1’70 hasta 11m- y con distancias de
puntales de 1’25 a 3m. Su premontaje se realiza en el suelo, manualmente, y
se levanta con grúa. (fofo 20, 21 y 22)
Construir losas ligeras y delgadas ha sido el punto de partida de los forjados
tipo steel-deck, en los que se sustituye el encofrado y la armadura del forjado
por la disposición en la base de una plancha nervada metálica a modo de
encofrado perdido. Se elimina el apuntalamiento y se dispone de superficies de
trabajo de manera inmediata (foto 23, 24 y 25).
Para el encofrado de forjados –tanto reticulares como unidireccionales es
habitual utilizar moldes recuperables de plástico de una pieza o divididos en
dos unidades ensamblables. La altura de la cubeta es de 18 a 40 cm y
permitirán la disposición de nervios de diversos diámetros, cada 65-80 cm
aproximadamente. (foto 14,15,16, 17, 18 y 19)
Foto 14 Foto 15
Foto 16 Foto 17
Foto 18 Foto 19
Foto 20 Foto 21
Foto 22
Foto 24
Foto 25
En esta foto en planta inferior se puede observar con mayor grado de definición
como las guías rojas son sostenidas por los puntales, a su vez las blancas se
encuentran atornilladas con un tornillo pasante a las rojas, de esta manera son
independientes a los puntales. Los tablones de madera que sirven de
encofrado, estan sujetas por las guías blancas, estas maderas son de pino.
Como se puede ver, esta foto muestra el encofrado de un muro para hormigón
visto, las maderas utilizadas son de melamina, y están tratadas con un
producto de terminación para una mayor facilidad de desencofrado (este es
aplicado con un trapo empapado en la substancia, y repartido uniformemente
sobre la melamina), las guías de madera de pino clavadas sobre los
encofrados sirven para acentuar bajorrelieves en el hormigón una vez que este
haya sido desencofrado. Las juntas entre las maderas del encofrado se sellan
para que no pase humedad a travas de estas.
En primer lugar, para el uso del encofrado, el suministrador del mismo deberá,
conforme a esta Norma, entregar al usuario la información y documentación,
facilitada por el fabricante del encofrado, que se expone a continuación:
La documentación del fabricante para acreditar la idoneidad de los
elementos constitutivos del encofrado.
El manual de instrucciones del fabricante.
El manual de instrucciones para la seguridad, referente al fabricante.
Por su parte, para el uso del encofrado, el suministrador del mismo deberá
entregar al usuario, además, la información y documentación siguiente:
La documentación del dimensionado del encofrado listo para su utilización
en la obra.
El manual de instrucciones del suministrador del encofrado con las
medidas de seguridad.
Por último, para el uso del encofrado, el instalador del mismo deberá entregar al
usuario la información y documentación siguiente:
El manual de instrucciones del instalador del encofrado con las medidas
de
seguridad.
El diseño general del encofrado incluye las especificaciones que satisfacen los
requisitos
de comportamiento contenidos de la Norma y la aplicación de las mismas a los
diferentes
elementos que conforman el encofrado en su conjunto.
Asimismo, incluye los métodos de dimensionado para la comprobación del
cumplimiento de las
especificaciones y, por tanto, de los requisitos correspondientes, y concreta,
también, el modo de aplicación de algunas de las especificaciones contenidas
en las normas de referencia al caso de los encofrados contemplados en la
Norma.
Seguridad y salud
Todas las Normas UNE antes expuestas pueden adquirirse en el sitio web de la
Asociación Española de Normalización y Certificación, AENOR: www.aenor.es
Además de las leyes, reglamentos y normas técnicas, hay que añadirle las Notas
técnicas de prevención, NTP.
Las NTP son guías de buenas prácticas elaboradas por el Instituto Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT). Sus indicaciones no son obligatorias
salvo que estén recogidas en una disposición normativa vigente:
NTP 239 Escaleras manuales 1989
NTP 408 Escalas fijas de servicio 1996
NTP 719 Encofrado horizontal. Puntales telescópicos de acero 2006
NTP 803 Encofrado horizontal: protecciones colectivas (I) 2008
NTP 804 Encofrado horizontal: protecciones colectivas (II) 2008
NTP 816 Encofrado horizontal: protecciones individuales contra caídas de
altura 2008
NTP 834 Encofrado vertical. Muro a dos caras, pilares, muros a una cara
(I) 2009
NTP 835 Encofrado vertical. Muro a dos caras, pilares, muros a una cara
(II) 2009
NTP 836 Encofrado vertical. Sistemas trepantes (I) 2009
NTP 837 Encofrado vertical. Sistemas trepantes (II) 2009
NTP 1069 Cimbras montadas con elementos prefabricados (I). Normas
constructivas 2016
NTP 1070 Cimbras montadas con elementos prefabricados (II). Montaje y
utilización 2016
Sistemas de trepado
Con estos sistemas se pueden ejecutar, a una o dos caras, presas, puentes o
grandes muros, entre otros, y en edificación, huecos de escalera, ascensores,
etc…
En el guiado, por su parte, los módulos se elevan también con grúa, pero su
movimiento vertical va guiado sobre rieles que proporcionan una mayor
estabilidad frente al viento.
Tienen distintas tipologías en función del uso o carga que deban soportar, siendo
ligeras para edificación, de carga media (de marco, tubular o multidireccional) y
de gran carga para elementos de obra civil.
Son flexibles, permitiendo configurar desde una simple torre de carga hasta un
conjunto completo de torres, adaptándose a prácticamente cualquier geometría
y a las más diversas cargas.
Tableros/superficies encofrantes
Dependiendo de las exigencias, existe una amplia gama de tableros de
encofrados estándar disponibles en diferentes calidades y dimensiones.
Además del coste de compra inicial, existen varios costes continuos más ligados
a la propiedad, como el del seguro, mantenimiento, inspecciones de servicio,
reparaciones, transporte y almacenamiento.
Se trata de costes que tienden a aumentar durante la vida del equipo y que están
muy poco relacionados con su uso real.
Puede resultar muy arriesgado para una empresa, incluso financieramente
imposible, ser propietaria de todos los equipos que necesita para sacar adelante
su carga de trabajo, en particular cuando la empresa empieza a establecerse.
Obtener un crédito puede ser difícil, lo que significa que también puede ser difícil
establecer una flota recurriendo únicamente al leasing financiero.
Del mismo modo que se considera la diferencia entre los costes de compra y las
cargas del alquiler, y el riesgo financiero reducido asociado con el mismo, debe
tomarse en consideración otra imagen más amplia: el coste de la oportunidad en
términos de utilización del capital.
Por otra parte, el alquiler hace que los presupuestos de las empresas se puedan
establecer más fácilmente.
Todas estas consideraciones financieras son las razones por las que cada vez
más compañías optan por el alquiler como sistema de gestión de sus
necesidades en materia de equipos.
Ventajas del alquiler den términos operativos
Ser propietario y administrar grandes cantidades de equipos y máquinas requiere
tiempo y recursos: las compañías tienen que mantener y sustituir equipos, tratar
con los proveedores y garantizar que las certificaciones se mantienen al día.
Son muchas las actividades necesarias para gestionar una flota de equipos:
mantenimiento, reparaciones, transporte, compras, certificaciones, empleo de
operadores, etc.
Muchas empresas están optando por alquilar, ya que las empresas que se
dedican a ello se ocupan de muchas de esas funciones cotidianas externalizando
todas sus flotas de equipos.
Por otra parte, las empresas dedicadas a la actividad del alquiler llevan a cabo
acciones de mantenimiento preventivo de los equipos y garantizan que sus
clientes sólo tengan que preocuparse en centrarse en su trabajo.
Y en caso de que el equipo falle, o bien se repara “in situ” por personal de la
empresa que ha ofrecido ese servicio de alquiler, o bien es sustituido por otro
equipo para minimizar el tiempo de inactividad.
Delegar todas esas funciones a una empresa que alquila sus equipos garantiza
que las empresas cumplen con todas sus obligaciones normativas.
Las compras también son una tarea muy laboriosa: suministrar el equipo
correcto, negociar con los proveedores y garantizar que se dispone de los
equipos más modernos y productivos.
Las empresas pertenecientes al sector del alquiler cada vez tienen más
capacidad para ofrecer contratos de alquiler que cubran una amplia área
geográfica, ya sea a nivel regional, nacional e incluso internacional.
Planificación y asesoramiento
Alquiler y servicios
1. En el contrato de alquiler se especificará tanto el listado de las piezas de
cada equipo de encofrado o cimbra como los servicios a prestar.
Debe contener también el periodo de alquiler y la cantidad a suministrar de
los equipos alquilados, tanto si se alquilan equipos sin montaje o con
montaje.
De esta forma se aseguran que existe el número de piezas requerido para
cada equipo y que permanecen en la obra durante las fases de la misma
que lo requieran.
2. Para lograr que el parque de equipos de encofrado en alquiler cumpla con
las necesarias condiciones técnicas y funcionales requeridas, el arrendador
deberá inspeccionar exhaustivamente cada unidad arrendada tanto en el
momento de su entrega como en el momento de su retorno al almacén de
origen.
3. El arrendatario puede solicitar al arrendador otros servicios. Por ejemplo
horas de ingeniería (planificación, cálculos estáticos, asesoramiento en la
coordinación en obra del uso de encofrado, etc), servicios de transporte de
entregas y devoluciones, servicios de transporte con grúa incluida,
revisiones y certificaciones de correcto montaje, sustitución de componentes
con desgaste en su uso apropiado, montajes y desmontajes, reparación de
daños por un uso no apropiado, limpieza de los equipos de encofrado, etc.
4. Si el arrendatario contratase al arrendador el montaje de las cimbras,
planchadas de puentes o viaductos, trepantes o autotrepas, carros de
revestimientos de túneles o falsos túneles, o carros de voladizos sucesivos,
con la finalidad de tener tiempo suficiente para garantizar la seguridad de la
instalación, el arrendatario deberá entregar a este los planos definitorios de
la obra y del elemento a encofrar con la suficiente antelación antes de la
fecha en que el arrendatario desee recibir los planos de montaje del
encofrado.
El arrendador realizará los planos de montaje según las normas de su oficina
técnica. Una vez entregado los planos de montaje, el arrendatario revisará
la corrección de los mismos dentro de un periodo razonable. Tras la
comprobación, si es satisfactoria, aprobará los planos y se los enviará al
arrendador con la autorización pertinente.
El arrendatario tiene que avisar a la mayor brevedad y por escrito al
arrendador si hay algún cambio en los planos definitorios de la obra o del
elemento a encofrar. Si no hay ninguna notificación se darán por
autorizados.
Tal y como se hizo referencia en el apartado 8.4 de esta guía, existen una serie
de condiciones en cuanto a la reparación y mantenimiento de los equipos que el
arrendatario del equipo ha de cumplir.
Criterio de comprobación
Medio ambiente
El servicio logístico es clave para garantizar que la obra se lleva a cabo dentro
de los plazos indicados por el cliente, suministrando los equipos en tiempo y
forma.