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El encofrado como contención formal:

Este contenedor, denominado encofrado, posee como función primera dar al


hormigón la forma proyectada, proveer su estabilidad como hormigón fresco,
asegurar la protección y la correcta colocación de las armaduras, pero también
proteger al hormigón de golpes, de la influencia de las temperaturas externas y
de la perdida de agua, el ingrediente más fluido de los tres elementos que lo
componen –cemento, áridos y agua- en el momento de su creación.
Existen diferentes clasificaciones para agrupar los tipos de encofrado: según el
número de usos que seña utilizado, por el método y tiempo necesario para
conseguir la forma final del continente, según el tipo de hormigón que va a
contener (visto o para recubrir) y por los materiales de construcción del
encofrado.
Que difiere de que un encofrado sea perdido o recuperable; si se quiere volver a
utilizar hay que prever, además de la técnica a emplear para desencofrarlo, los
trabajos de limpieza, almacenaje y mantenimiento posteriores, mientras que si el
encofrado no lo recuperamos lo perderemos embebido en el hormigón fraguado;
en un caso aumentamos la mano de obra y en el otro crece el coste de
reposición.
Para encofrar superficies continuas de forma repetitiva o de gran altura es más
fácil con la utilización de plataformas que permitan su movimiento y recolocación
para su posterior uso. De las grandes piezas, en el mercado también se
encuentran sistemas autoportantes, deslizantes y trepadores (estos encofrados
con módulos autónomos de 1 a 3 metros, se deslizan verticalmente existiendo
dos tipologías según se realice su ejecución).
El sistema utilizado para la construcción de viviendas aisladas se basa en la
unión de diversos paneles estándar, con medidas entre los 20x100 hasta los
350x200 centímetros, permitiendo conseguir encofrados de dimensiones
mayores mediante la posibilidad de la combinación vertical y horizontal de las
mismas bandejas. Estas deben ser de formato pequeño para así manipularlas y
fijarlas de forma rápida y manual. Existen sistemas basados en un gran número
de piezas combinables (de 8 a 34 elementos) mientras otros disponen de piezas
especiales para los cambios de ángulo en sus paramentos.

Materiales de encofrado:
La bandeja de encofrado puede confeccionarse en diversos materiales, siendo
el más utilizado la madera. Estos paneles, compuestos por piezas macizas o
laminadas de 12 a 35 milímetros de madera (normalmente de pino, haya o
abedul) tratada al carbonilo-xilofeno o revestidas por planchas fenólicas, son
ensambladas en cola de milano múltiple o con estanquillas, encoladas en
ondas delgadas (de aproximadamente 12 x 3 milímetros), encerradas por un
herraje de acero galvanizado de 1 milímetro de espesor, como mínimo, y
enmarcadas con tubos de aluminio o acero galvanizado. Los tamaños de los
tableros condicionarán las juntas de trabajo y su modulación.
La diferencia del encofrado según el tipo de hormigón no será muy apreciable:
para un hormigón visto los paneles utilizados deberán ser lisos, impermeables,
normalmente metálicos, ya que permiten un número de puestas mayor que los
plafones de madera, y a veces se recubrirán de tejidos antiadherentes o
líquidos desencofrantes, condiciones que no serán requeridas en el caso que el
hormigón no sea el acabado final de obra.
Otros materiales utilizados que facilitan una rápida puesta en obra son el acero,
el plástico y el cartón plastificado. Con este último se forman encofrados
especialmente indicados para columnas y pilares redondos, cuadrados y
rectangulares, disponibles en diámetros de 150 a 1500 mm con alturas
variables entre los 3 y los 12 metros y con un grueso de 9 mm. El cartón es un
excelente material que conserva un alto grado de humedad y por lo tanto lo
convierte en muy adecuado para un buen encofrado.
Muros y pilares:
El encofrado en muros y pilares se realiza con tableros modulares de varios
anchos (25, 50, 75 y 90 cm), y con alturas de 0’6 a 3 m, dos angulares
diferentes para las esquinas interiores y exteriores y unas barras que se utilizan
como pasantes sobre el ancho del muro (protegidas por un tubo de PVC para
poder recuperarlas). Dichas barras están tensadas por un tornillo de apriete
conocido como mariposa.
El secreto estriba en el sistema de enganche entre los tableros mediante un
elemento de cosido –la cuña o chaveta- (foto 5), y los suplementos que
permiten la realización de rinconeras, esquinales... y así resolver la creación de
muros escalonados, con cortes a voluntad (foto 1), el paso de tubos o el
encofrado de suelos inclinados (foto 2).

Foto 1 Foto 2
Es importante puntualizar que desde el momento en que no hablamos de
grandes encofrados ningún elemento puede pesar más de 50 Kg., deben ser
manejables y ligeros.
Anclajes:
Los anclajes están formados por tornillos de avance, posicionadores de las
"tuercas platillo" (cuando se dejan a fondo perdido) y el elemento donde se
anclarán los módulos del hormigonado de la siguiente fase.
Para poder unir los dos paneles de encofrado son necesarios los latiguillos
(foto 4), dywidags o gewis (foto 3), que pueden ser recuperables; tubos
distanciadores de hormigón de fibra o escantillones de pantallas. Tendrán un
diámetro entre los 15 y 25 milímetros y su número vendrá determinado por las
cargas que aparecerán en el vertido del muro.
Si son protegidos con un acabado autolimpiador o introducidos dentro de tubos
de PVC.

Foto 3 Foto 4
Los orificios se taponan con conos, evitando que se escape el hormigón fluido
por la obertura.

Foto 5

Muros circulares:
Encofrar muros circulares, sea con radio pequeño –entre 3 y 5 m- o con un
radio mayor de 5 metros, es una tarea compleja: un problema es conseguir su
nivelación vertical; también es difícil contrarrestar la presión del hormigón o
prever la aparición de momentos creados por la misma forma alabeada,
pudiendo provocar el vuelco imprevisto de todo o parte del conjunto, por lo que
son necesarios tensores y puntales repartidos por el encofrado. (fotos 6,7, 8,
9,10 y 11).
Foto 6 Foto 7 (detalle constructivo)
Foto 8 Foto 9
Foto 10 Foto 11

Aquí podemos observar un encofrado de muro circular-poligonal con paneles


ligeros y cuñas de madera. Existen sistemas específicos para realizar muros
perfectamente circulares a partir de 1’20m de radio, si se utilizan correas
articuladas, y llegando al metro, si es con tensores. En el primer si el anillo es
cerrado las tensiones de hormigonado se pueden absorber únicamente con las
correas prescindiendo de anclajes pasantes en el muro, haciéndolo totalmente
estanco al agua. Además este método proporciona un buen acabado final ya
que se puede elegir tablero y diseñar la junta. En el segundo caso el reglaje
con tensores permite trazados con radio variable. La unión entre paneles se
hace con grapa autoalineante como en los sistemas modulares rectos. En
ambos casos pueden venir premontados los módulos a obra o replantearse con
una plantilla.
Para realizar pilares circulares existen encofrados para una sola puesta o
recuperables. En el primer caso pueden ser de cartón impermeabilizado –kraft,
aluminio y polietileno- que al ser más rígido que el anterior, consigue alturas
mayores: hasta 12m para diámetros de 20cm. En cuanto a los recuperables,
los encofrados están formados por medias cañas de acero y rigidizadores o
lamas metálicas de sección cuadrada. (foto 12 y 13)

Foto 13

Foto 12 Detalle
de pilar
cuadrado

Losas y forjados:
Los proyectos de arquitectura rara vez son repetitivos en planta, ya que se
tiende a soluciones individualizadas y particulares, por lo que se hace
necesario un sistema de encofrado firme, seguro y polivalente.
Con un sistema arriostrado de pórticos y cruces de San Andrés, sin necesidad
de tableros, pueden unirse las cubetas recuperables o perdidas, llegando a
soportar sin problemas –teniendo en cuenta el peso global que esto supone-
forjados de más de un metro de canto.
Sistemas de al menos siete elementos permiten encofrar losas a diferentes
alturas con cimbrados (puntales de aluminio unidos entre sí con bastidores que
trasmiten los esfuerzos horizontales originados por las cargas o por el traslado
de la cimbra) de altura variable –desde 1’70 hasta 11m- y con distancias de
puntales de 1’25 a 3m. Su premontaje se realiza en el suelo, manualmente, y
se levanta con grúa. (fofo 20, 21 y 22)
Construir losas ligeras y delgadas ha sido el punto de partida de los forjados
tipo steel-deck, en los que se sustituye el encofrado y la armadura del forjado
por la disposición en la base de una plancha nervada metálica a modo de
encofrado perdido. Se elimina el apuntalamiento y se dispone de superficies de
trabajo de manera inmediata (foto 23, 24 y 25).
Para el encofrado de forjados –tanto reticulares como unidireccionales es
habitual utilizar moldes recuperables de plástico de una pieza o divididos en
dos unidades ensamblables. La altura de la cubeta es de 18 a 40 cm y
permitirán la disposición de nervios de diversos diámetros, cada 65-80 cm
aproximadamente. (foto 14,15,16, 17, 18 y 19)

Foto 14 Foto 15

Foto 16 Foto 17
Foto 18 Foto 19

Foto 20 Foto 21
Foto 22

Descripción de datos de la foto 19:


1. Cabeza de encofrado.
2. Puntal
3. Collarín.
4. Base regulable.
5. Rigidizador.
6. Cubeta
7. Tablero metálico
8. Cabezal de recuperación
9. Ménsula
10. Viga (1m)
11. Viga de celosía (2 o 3 m.)

El encofrado de losas y forjados se puede realizar con bandejas recuperables


de tableros fenólicos sobre cimbras de aluminio o utilizando como elementos
de entrevigado chapas metálicas o casetones de plástico sobre cimbra de
acero. Todos estos sistemas cuentan con mecanismos para facilitar la labor de
desencofrado permaneciendo únicamente los puntales.
Los encofrados perdidos usados para forjados se desarrollan con el uso de
planchas metálicas, esto reduce el canto de la losa al colaborar la chapa como
armadura de tracción; elimina apuntalamientos y proporciona superficies de
trabajo inmediatas. El GRC (hormigón reforzado con fibra de vidrio) utilizado
como base encofrante, además de resistencia y protección a las armaduras,
posibilita un acabado idéntico al del resto de la construcción en hormigón "in
situ".

En las fotos superiores se puede observar a operarios procediendo a la


limpieza de los encofrados de madera fenólica, y madera de pino lista para
encofrar.
Foto 23

Foto 24
Foto 25

Visita de obra: CIMA.


Se presentan una serie de fotos que muestran diferentes sistemas de
encofrados, para hormigón visto y para forjados, losas, escaleras.

Vista de la obra a tratar, se pueden observar encofrados de forjados y de


muros
Para hormigón cara vista.

Sistema de encofrado para un forjado tradicional, formado por viguetas y


bobedillas de mortero de cemento; el encofrado se realiza a base de puntales
telescópicos apoyados sobre tablones, estos sostienen todo un entramado de
guías metálicas y sobre estas tablas de madera de pino que confieren toda una
base homogénea al futuro forjado.

Este sistema es el mismo que el anterior mencionado, la única diferencia


apreciable es que los puntales son nuevos o recientes. Las guías metálicas (de
color rojo) van unidas a otras (de color blanco) son estas las que a los tres días
se quitaran, y con ellas el entablado de madera, de esta forma la ejecución es
más rápida, y el presupuesto en encofrados es menor.

En esta foto en planta inferior se puede observar con mayor grado de definición
como las guías rojas son sostenidas por los puntales, a su vez las blancas se
encuentran atornilladas con un tornillo pasante a las rojas, de esta manera son
independientes a los puntales. Los tablones de madera que sirven de
encofrado, estan sujetas por las guías blancas, estas maderas son de pino.

Como se puede ver, esta foto muestra el encofrado de un muro para hormigón
visto, las maderas utilizadas son de melamina, y están tratadas con un
producto de terminación para una mayor facilidad de desencofrado (este es
aplicado con un trapo empapado en la substancia, y repartido uniformemente
sobre la melamina), las guías de madera de pino clavadas sobre los
encofrados sirven para acentuar bajorrelieves en el hormigón una vez que este
haya sido desencofrado. Las juntas entre las maderas del encofrado se sellan
para que no pase humedad a travas de estas.

Aquí se puede observar a dos operarios marcando una línea a determinada


distancia para posteriormente clavar las guías de madera anteriormente
mencionadas. Para ello hacen uso del denominado azulete, que fijado con
cierta tensión en sus extremos, y mediante un momentáneo movimiento deja
marcado en la superficie una estela de color azul.
Vertido y vibrado del hormigón en un futuro forjado de viguetas y bobedillas de
mortero, los operarios alisan y vibran el hormigón mientras otro lo vierte con
ayuda de una manguera proveniente de un camión cisterna.
Encofrado de viga de canto con un encofrado normal de pino, y encofrados
metálicos para la ejecución de muro de hormigón cara vista. Para dar mayor
unión a las tablas de pino que conforman el encofrado de la viga, se ayudan de
unas pinzas.

Se puede observar un encofrado de viga de canto, el encofrado ha sido


reforzado con madera de pino, pero el acabado va a ser de hormigón visto. En
su parte superior va apoyado una viga plana (se encuentra enrasada con el
forjado en su parte superior e inferior).
La misma viga que la foto anterior vista de frente.

Anclajes que se embuten en los forjados para posteriormente atornillar pilares


prefabricados de acero, con los tornillos se nivelan estos y se aploman.

Información y documentación a facilitar por el fabricante, el suministrador


y el instalador del encofrado

En primer lugar, para el uso del encofrado, el suministrador del mismo deberá,
conforme a esta Norma, entregar al usuario la información y documentación,
facilitada por el fabricante del encofrado, que se expone a continuación:
 La documentación del fabricante para acreditar la idoneidad de los
elementos constitutivos del encofrado.
 El manual de instrucciones del fabricante.
 El manual de instrucciones para la seguridad, referente al fabricante.

Por su parte, para el uso del encofrado, el suministrador del mismo deberá
entregar al usuario, además, la información y documentación siguiente:
 La documentación del dimensionado del encofrado listo para su utilización
en la obra.
 El manual de instrucciones del suministrador del encofrado con las
medidas de seguridad.

Por último, para el uso del encofrado, el instalador del mismo deberá entregar al
usuario la información y documentación siguiente:
 El manual de instrucciones del instalador del encofrado con las medidas
de
seguridad.

En relación con la seguridad, la Norma exige que:

El manual de instrucciones para la seguridad, referente al fabricante, incluya la


relación de los elementos complementarios del encofrado para la seguridad
fabricados conforme a las especificaciones incluidas en la Norma.

La documentación del suministrador del encofrado referente al dimensionado del


encofrado listo para su utilización en la obra incluya la determinación de los
equipos de protección colectiva a disponer y la localización de los mismos en el
encofrado listo para su utilización en la obra, conforme a las especificaciones
incluidas en la Norma.

El manual de instrucciones para la seguridad de cada uno de los agentes


(fabricante, suministrador o instalador) que intervienen en el encofrado, dentro
del ámbito de la Norma, sea conforme con las disposiciones sobre seguridad y
salud aplicables e incluya las medidas de prevención de riesgos laborales, los
procedimientos de trabajo a seguir; los equipos de protección colectiva a
disponer y la localización de los mismos; así como, en su caso, los equipos de
protección individual a emplear; todo ello referido a las actividades que, cada uno
de dichos agentes, desarrolla en relación con el encofrado.
Diseño general

El diseño general del encofrado incluye las especificaciones que satisfacen los
requisitos
de comportamiento contenidos de la Norma y la aplicación de las mismas a los
diferentes
elementos que conforman el encofrado en su conjunto.
Asimismo, incluye los métodos de dimensionado para la comprobación del
cumplimiento de las
especificaciones y, por tanto, de los requisitos correspondientes, y concreta,
también, el modo de aplicación de algunas de las especificaciones contenidas
en las normas de referencia al caso de los encofrados contemplados en la
Norma.

La comprobación del cumplimiento de las especificaciones se realiza empleando


el formato de seguridad que incluye, además, la comprobación de las uniones
entre los diferentes elementos y el establecimiento de condiciones de ejecución
y de conservación de las prestaciones, aplicables a dichos elementos.

El diseño general de los mismos se aborda individualmente y en función del tipo


de encofrado del que forman parte, agrupando los aspectos comunes siempre
que es posible.

Así, se contempla primero la superficie encofrante, que es donde actúan en


primer lugar las acciones que generan las sobrecargas, en el tipo de encofrados
horizontales y después en el tipo de encofrados verticales.

Entendiendo que cualquier disposición inclinada del encofrado puede abordarse,


a partir de los dos casos anteriores, mediante la composición vectorial de las
acciones actuantes sobre el mismo.

A continuación se trata la estructura resistente para el apoyo de la superficie


encofrante y, después los elementos sustentantes, los elementos
complementarios del encofrado para la previsión de riesgos laborales y los
complementos y accesorios.
Verificaciones

Esta Norma especifica verificaciones aplicables a los elementos constitutivos del


encofrado y a la aplicación específica de los mismos a una obra concreta
mediante el dimensionado del encofrado correspondiente para ser utilizado en
ella.

En la Norma, la verificación consiste en la constatación documental de la


ejecución de las acciones requeridas para evidenciar que se realizan los
controles necesarios, durante el desarrollo del proceso técnico de definición y
fabricación de los elementos constitutivos de los encofrados, así como durante
la aplicación específica de los mismos a una obra concreta mediante el
dimensionado del encofrado listo para ser utilizado en ella, para que se cumplan
todas las especificaciones que dicha norma incluye.

Según la Norma, se deberán realizar las siguientes verificaciones:

Verificación de los elementos constitutivos del encofrado:


 Verificación de las condiciones a cumplir como productos fabricados.
 Verificación del mantenimiento.

Verificación de la aplicación específica de los elementos constitutivos a una obra


concreta mediante el dimensionado del encofrado listo para su utilización en ella:
 Verificación del dimensionado
 Verificación del mantenimiento

Seguridad y salud

La Constitución Española, en su artículo 40.2, encomienda a los poderes


públicos, velar por la seguridad e higiene en el trabajo, y bajo este mandato
constitucional y como transposición de la Directiva Europea 89/391/CEE,
aparece la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales
(y sus referencias posteriores), modificada y actualizada por la Ley 54/2003, de
12 de diciembre, de Reforma del Marco Normativo de la Prevención de Riesgos
Laborales.

La LPRL tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los trabajadores y


como continuación al desarrollo del precepto constitucional antes expuesto,
existen otras leyes, normas y reglamento de aplicación:
 Directiva 92/57/CEE del Consejo, de 24 de junio, relativa a las
disposiciones
mínimas de seguridad y de salud que deben aplicarse en las obras de
construcción temporales o móviles.
 Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales (y
sus
referencias posteriores).
 Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen
disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción.
 Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de Reforma del Marco Normativo de la
Prevención de Riesgos Laborales.
 Real Decreto 1801/2003, de 26 de diciembre, de Seguridad general de los
productos.
 Real Decreto 171/2004, de 30 enero, por el que se desarrolla el artículo
24
de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales,
en
Materia de Coordinación de Actividades Empresariales.
 Real Decreto 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el
Real
Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los
equipos de trabajo, en materia de trabajos temporales en altura.
 Real Decreto 604/2006, de 19 de mayo, por el que se modifican el
R.D.39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención, y el R.D. 1627/97 de 24 de octubre que establece
las
disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción.
 Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a las
obras de construcción.

A esto hay que sumarle un extenso número de normas técnicas,un documento


técnico de aplicación voluntaria, aprobado por un organismo de normalización.
 UNE-EN 795:2012 Equipos de protección individual contra caídas.
Dispositivos de
anclaje.
 UNE-EN 341:2011 Equipos de protección individual contra caída de
altura. Dispositivos
de rescate.
 UNE-EN 353-1:2014 Equipos de protección individual contra caídas de
altura. Parte 1:
Dispositivos anticaídas deslizantes sobre línea de anclaje.
 UNE-EN 353-2:2002 Equipos de protección individual contra caídas de
altura Parte 1:
Dispositivos anticaídas deslizantes sobre línea de anclaje flexible.
 UNE-EN 354:2011 Equipos de protección individual contra caídas.
Equipos de amarre.
 UNE-EN 355:2002 Equipo de protección individual contra caídas de altura
Absorbedores
de energía.
 UNE-EN 360,361,362 y 363 Equipos de protección individual contra
caídas de altura
(dispositivos retráctiles, arneses, conectores y sistemas anti-caídas,
respectivamente).
 UNE-EN 795:2012 Equipos de protección individual contra caídas de
altura (dispositivos
de anclaje)
 UNE-EN 813:2009 Equipos de protección individual contra caídas de
altura (arneses de
asiento)
 UNE-EN 1263-1:2014 Equipamiento para trabajos temporales de obra.
Redes de seguridad.
Parte 1: Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
 UNE-EN 1263-2:2016 Equipamiento para trabajos temporales de obra.
Redes de seguridad.
Parte 2: Requisitos de seguridad para los límites de instalación.
 UNE-EN 358:2000 Equipos de protección individual para sujeción en
posición de trabajo
y prevención de caídas de altura. Cinturones de sujeción y retención y
componente de amarre de sujeción.
 UNE-EN 360:2002 Equipos de protección individual contra caídas de
altura Dispositivos
anticaídas retráctiles.
 UNE-EN 13374:2013 Sistemas provisionales de protección de borde.
Especificaciones del
producto. Métodos de ensayo.
 UNE-EN ISO 14122 -4: 2005 Seguridad de la Máquinas: Escaleras fijas.
 UNE-CEN/TR 15563 Equipamiento para trabajos temporales de obras.
Recomendaciones
de Seguridad y Salud.
 UNE-EN 13414-1:2004+A2:2008 Eslingas de cables de acero. Seguridad.
Parte 1: Eslingas para
aplicaciones generales de elevación.
 UNE 81652:2013 Redes horizontales bajo forjado.
 UNE 58151 Redes de cierre vertical.
 UNE 12812:2008 Cimbras. Requisitos de comportamiento y diseño
general.
 UNE 1065:1999 Puntales telescópicos regulables de acero.
Especificaciones del producto, diseño y evaluación por cálculo y ensayos.
 UNE-EN 16031:2013 Puntales telescópicos regulables de aluminio.
Especificaciones de producto, diseño y evaluación mediante cálculo y
ensayos.

Todas las Normas UNE antes expuestas pueden adquirirse en el sitio web de la
Asociación Española de Normalización y Certificación, AENOR: www.aenor.es

Además de las leyes, reglamentos y normas técnicas, hay que añadirle las Notas
técnicas de prevención, NTP.

Las NTP son guías de buenas prácticas elaboradas por el Instituto Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT). Sus indicaciones no son obligatorias
salvo que estén recogidas en una disposición normativa vigente:
 NTP 239 Escaleras manuales 1989
 NTP 408 Escalas fijas de servicio 1996
 NTP 719 Encofrado horizontal. Puntales telescópicos de acero 2006
 NTP 803 Encofrado horizontal: protecciones colectivas (I) 2008
 NTP 804 Encofrado horizontal: protecciones colectivas (II) 2008
 NTP 816 Encofrado horizontal: protecciones individuales contra caídas de
altura 2008
 NTP 834 Encofrado vertical. Muro a dos caras, pilares, muros a una cara
(I) 2009
 NTP 835 Encofrado vertical. Muro a dos caras, pilares, muros a una cara
(II) 2009
 NTP 836 Encofrado vertical. Sistemas trepantes (I) 2009
 NTP 837 Encofrado vertical. Sistemas trepantes (II) 2009
 NTP 1069 Cimbras montadas con elementos prefabricados (I). Normas
constructivas 2016
 NTP 1070 Cimbras montadas con elementos prefabricados (II). Montaje y
utilización 2016

Sistemas de trepado

Los sistemas de trepado permiten construir elementos de hormigón de gran


altura mediante un proceso reiterativo de avance por fases, en el que el
encofrado de cada fase, apoyado sobre una consola de trepa, se ancla al
hormigón ya endurecido de la fase anterior a la que se desea hormigonar.

Con estos sistemas se pueden ejecutar, a una o dos caras, presas, puentes o
grandes muros, entre otros, y en edificación, huecos de escalera, ascensores,
etc…

Los sistemas de trepado se pueden clasificar, principalmete, en tres tipos:


convencional, guiado y autotrepante.

En el convencional, las unidades se izan con la grúa y se cuelgan de anclajes de


trepado, incorporados al hormigón previamente.

En el guiado, por su parte, los módulos se elevan también con grúa, pero su
movimiento vertical va guiado sobre rieles que proporcionan una mayor
estabilidad frente al viento.

Por último, en el autotrepante, los módulos se elevan de forma autónoma a la


grúa, con equipos hidráulicos propios.

Además del equipo de consola trepante, estos sistemas incorporan plataformas


de trabajo superiores (para hormigonar) e inferiores (para la recuperación de
anclajes.

La elección de un tipo de trepante depende, entre otros factores, del tamaño y


geometría del módulo, del plazo de ejecución de la obra, del tipo de anclaje
trepante, de la carga de viento y de los elementos de elevación disponibles y su
capacidad de carga.
Cimbras y apeos

Se trata de estructuras auxiliares de apuntalamiento en altura, que actuando


como elementos sustentantes de los encofrados, permiten soportar las cargas
existentes hasta la puesta en servicio de la estructura una vez haya alcanzado
la resistencia necesaria y suficiente para absorber los esfuerzos que debe
soportar.

La cimbras sirven para construir puentes, viaductos, pasos inferiores, forjados,


etc… y también se pueden utilizar como estructuras para apeo de cargas,
demoliciones, refuerzo de estructuras existentes frente a cargas puntuales, etc…

Tienen distintas tipologías en función del uso o carga que deban soportar, siendo
ligeras para edificación, de carga media (de marco, tubular o multidireccional) y
de gran carga para elementos de obra civil.

Son flexibles, permitiendo configurar desde una simple torre de carga hasta un
conjunto completo de torres, adaptándose a prácticamente cualquier geometría
y a las más diversas cargas.

La cimbra debe estar dimensionada para soportar además de su propio peso, el


peso del encofrado y las sobrecargas de ejecución (operarios, acopios…).

Generalmente, transmite la carga al terrerno o a otra estructura, donde la


superficie de apoyo deberá tener una resistencia suficiente para soportar la
solicitud de cargas que reciba.

La elección de un tipo de cimbra depende del tipo de encofrado que sustenta, de


la altura a ejecutar, la carga a soportar, la superficie de apoyo y su resistencia,
de los condicionantes de montaje y desmontaje, etc…

Tableros/superficies encofrantes
Dependiendo de las exigencias, existe una amplia gama de tableros de
encofrados estándar disponibles en diferentes calidades y dimensiones.

En los sistemas de encofrados se utilizan tableros de madera monocapas (de


madera maciza), tricapas y/o contrachapados fenólicos, metálicos y otros
materiales compuestos.

Para determinados requerimientos, se pueden colocar forros adheridos a los


tableros estándar, en forma de láminasque aportan diferentes texturas
personalizadas a la terminación del hormigón.

Ventajas del alquiler en términos de costes

El alquiler ayuda a las empresas a reducir sus costes fijos y de personal y a


minimizar los riesgos financieros asociados con la propiedad de grandes flotas
de equipos.

La compra de maquinaria aumenta el riesgo financiero de la empresa y


representa un coste fijo significativo.

Si esos mismos equipos se alquilan, esos costes fijos de propiedad se


transforman en un coste variable que depende de lo mucho (o poco) que se
utilice ese activo, lo cual tiene un impacto directo en los resultados de la
compañía y en su fuerza financiera.

Además del coste de compra inicial, existen varios costes continuos más ligados
a la propiedad, como el del seguro, mantenimiento, inspecciones de servicio,
reparaciones, transporte y almacenamiento.

Se trata de costes que tienden a aumentar durante la vida del equipo y que están
muy poco relacionados con su uso real.
Puede resultar muy arriesgado para una empresa, incluso financieramente
imposible, ser propietaria de todos los equipos que necesita para sacar adelante
su carga de trabajo, en particular cuando la empresa empieza a establecerse.

Obtener un crédito puede ser difícil, lo que significa que también puede ser difícil
establecer una flota recurriendo únicamente al leasing financiero.

Disponer de equipos mediante un sistema de alquiler reduce mucho la cantidad


de capital necesario.

Aunque la seguridad colateral sigue siendo necesaria, ésta se vincula al coste


del alquiler más que al coste del propio equipo o máquina, en la que sólo se
incurre cuando hay una fuente fiable y predecible de ingresos.

Del mismo modo que se considera la diferencia entre los costes de compra y las
cargas del alquiler, y el riesgo financiero reducido asociado con el mismo, debe
tomarse en consideración otra imagen más amplia: el coste de la oportunidad en
términos de utilización del capital.

Bien administrado, el capital que se canaliza hacia el núcleo empresarial, en


lugar de inmovilizarlo en maquinaria que a veces no se utiliza, ayudará a las
compañías a desarrollar y a mejorar su rentabilidad.

Sin duda, el alquiler es una herramienta excelente para apoyar el crecimiento y


la expansión empresarial, aunque los mercados sean inciertos.

Cuando las compañías tienen una cartera de proyectos, pero no disponen de


suficiente crédito bancario o capital disponible, el alquiler les permite aprovechar
las oportunidades sin minar la fuerza de la empresa reduciendo el capital de
trabajo disponible.

Por otra parte, el alquiler hace que los presupuestos de las empresas se puedan
establecer más fácilmente.

Si bien es relativamente sencillo calcular los costes de compra y estimar los


costes de mantenimiento para el primer año de funcionamiento, no es nada fácil
predecir el incremento de esos costes en el tiempo ni determinar el valor residual
del equipo cuando llega el momento de desecharlo.

Muchos de los fabricantes de encofrados y cimbras hoy en día ofrecen a sus


clientes un acceso fácil a datos de funcionamiento de los equipos que van a
alquilar, y eso permite a los usuarios de los equipos hacer un seguimiento de sus
costes.

Todas estas consideraciones financieras son las razones por las que cada vez
más compañías optan por el alquiler como sistema de gestión de sus
necesidades en materia de equipos.
Ventajas del alquiler den términos operativos
Ser propietario y administrar grandes cantidades de equipos y máquinas requiere
tiempo y recursos: las compañías tienen que mantener y sustituir equipos, tratar
con los proveedores y garantizar que las certificaciones se mantienen al día.

Una empresa de alquiler, incluidos los fabricantes de encofrados y cimbras


dentro de esta actividad, pueden hacer todo eso, dejando libertad a las empresas
para que se centren en su actividad principal.

Además de las ventajas financieras para las empresas de externalizar sus


necesidades en materia de equipos a empresas de alquiler, también están las
enormes ventajas operativas.

Son muchas las actividades necesarias para gestionar una flota de equipos:
mantenimiento, reparaciones, transporte, compras, certificaciones, empleo de
operadores, etc.

Muchas empresas están optando por alquilar, ya que las empresas que se
dedican a ello se ocupan de muchas de esas funciones cotidianas externalizando
todas sus flotas de equipos.

Por ejemplo, en el caso del mantenimiento de equipos, la empresa necesita


disponer de un taller profesional con un inventario de piezas y consumibles.

Así, necesitará asignar recursos profesionales y financieros para esas


actividades, recursos que podrían utilizarse más rentablemente en otro punto del
negocio.

Por otra parte, las empresas dedicadas a la actividad del alquiler llevan a cabo
acciones de mantenimiento preventivo de los equipos y garantizan que sus
clientes sólo tengan que preocuparse en centrarse en su trabajo.

Y en caso de que el equipo falle, o bien se repara “in situ” por personal de la
empresa que ha ofrecido ese servicio de alquiler, o bien es sustituido por otro
equipo para minimizar el tiempo de inactividad.

En la misma línea de pensamiento se encuentran las responsabilidades legales


y éticas del propietario de equipos. Éstas van desde garantizar que están
correctamente asegurados hasta comprobar que se llevan a cabo las pruebas y
certificaciones periódicas y que se mantienen actualizadas.

Son tareas de gestión que requieren a personal experimentado y bien formado,


además de tiempo de gestión.

Delegar todas esas funciones a una empresa que alquila sus equipos garantiza
que las empresas cumplen con todas sus obligaciones normativas.

Y de nuevo, el resultado final es más tiempo para centrarse en su negocio.


Alquilar también quiere decir externalizar los riesgos, ya que la empresa que se
dedica en parte, o en su totalidad, a esta actividad, es la responsable de
suministrar equipos seguros (asumiendo también cualquier riesgo relacionado
con su transporte cuando éste es llevado a cabo por la empresa alquiladora).

Las compras también son una tarea muy laboriosa: suministrar el equipo
correcto, negociar con los proveedores y garantizar que se dispone de los
equipos más modernos y productivos.

Este tipo de empresas invierten muchos recursos cada año en el mantenimiento


de equipos y máquinas, permitiendo acceder a los más modernos, productivos y
seguros del mercado.

Además, también ofrecen flexibilidad operativa, con la opción de alquilar equipos


a corto, medio o largo plazo.

Hay más ventajas operativas. Muchas compañías están diversificando sus


actividades y se encuentran operando en nuevos sectores o nuevos lugares que
requieren equipos de tipos y tamaños diferentes.

Alquilarlos, permite diversificar sin tener que invertir necesariamente en nuevos


equipos.

Las empresas pertenecientes al sector del alquiler cada vez tienen más
capacidad para ofrecer contratos de alquiler que cubran una amplia área
geográfica, ya sea a nivel regional, nacional e incluso internacional.

Además de las ventajas en materia de costes, estos contratos ofrecen enormes


ventajas logísticas, ya que las empresas pueden suministrar flotas de equipos y
apoyo para reparaciones en todos los centros de trabajo.

El ahorro solamente en transporte de equipos puede ser significativo. Además,


muchas empresas también ofrecen servicios de seguimiento del equipo
alquilado, además de ofrecer datos de costes y operativos.

En resumen, el alquiler permite a todos aquellos que lo utilizan a centrarse en su


negocio sin la responsabilidad, costosa y laboriosa, de la gestión de una flota de
equipos.

Planificación y asesoramiento

Tras la previa y pertinente visita al cliente, así como de la recepción de la obra,


comienza la fase de planificación y asesoramiento.

En la planificación se lleva a cabo una gestión integral del proyecto: estudio,


oferta, soluciones a medida y adaptación a posibles cambios en la obra.

Los equipos de ingenieros de las compañías fabricantes de encofrados y cimbras


ofrecen soluciones optimizadas mediante planos de encofrados adaptados a
cada proyecto, planos de ejecución y listas de piezas.
La seguridad en la planificación es fundamental, gracias a cálculos estructurales
conformes a las disposiciones y aptos para su verificación.

De un tiempo a esta parte, además, apoyadas en sofisticados software para la


preparación de estas tareas, que permiten su continúa orientación a ofrecer altos
rendimientos.

El asesoramiento en obra sobre el uso y el montaje de los encofrados es uno de


los principales servicios que ofrecen los fabricantes a sus clientes.
Diseño

El diseño de los sistemas de encofrados y cimbras debe de realizarse atendiendo


siempre a las características propias de la obra donde se instalarán.

El proceso de diseño de nuevos sistemas garantiza un procedimiento ordenado


acorde a la normativa y certificaciones existentes (señaladas anteriormente en
esta guía).

La fase de planificación de un sistema es siempre acorde a las especificaciones


del cliente, atendiendo a la normativa del producto (como se acaba de señalar)
y sus futuras revisiones tecnológicas.

El control de las conformidades del producto respetan siempre sus estándares


de calidad.

Además de atender a la eficiencia y seguridad, en el diseño de estos sistemas


existen una serie de aspectos técnicos a tener en cuenta, como la resistencia a
las cargas del hormigón, la rigidez y la seguridad de los trabajadores, entre otros.
Para la ejecución se pone a disposición una extensa documentación técnica.

Con imágenes realistas, visualizaciones tridimensionales e imágenes en


movimiento se vuelven más comprensibles las tareas complejas y más
transparentes las secuencias del proyecto.

Por medio de simulaciones de secuencias de construcción, o bien planificando


las puestas en base a un modelo, se vincula la solución planeada con la
dimensión temporal, lo cual permite optimizar la planificación por objetivos y
controlar los procesos en la obra.

Las compañías fabricantes de encofrados y cimbras ofrecen la posibilidad de


diseñar piezas especiales que, una vez más, denotan su orientación al cliente y
a sus necesidades específicas.

Alquiler de sistemas de encofrado (pautas habituales)

Las pautas habituales en el alquiler de sistemas de encofrado son las siguientes:

Alquiler y servicios
1. En el contrato de alquiler se especificará tanto el listado de las piezas de
cada equipo de encofrado o cimbra como los servicios a prestar.
Debe contener también el periodo de alquiler y la cantidad a suministrar de
los equipos alquilados, tanto si se alquilan equipos sin montaje o con
montaje.
De esta forma se aseguran que existe el número de piezas requerido para
cada equipo y que permanecen en la obra durante las fases de la misma
que lo requieran.
2. Para lograr que el parque de equipos de encofrado en alquiler cumpla con
las necesarias condiciones técnicas y funcionales requeridas, el arrendador
deberá inspeccionar exhaustivamente cada unidad arrendada tanto en el
momento de su entrega como en el momento de su retorno al almacén de
origen.
3. El arrendatario puede solicitar al arrendador otros servicios. Por ejemplo
horas de ingeniería (planificación, cálculos estáticos, asesoramiento en la
coordinación en obra del uso de encofrado, etc), servicios de transporte de
entregas y devoluciones, servicios de transporte con grúa incluida,
revisiones y certificaciones de correcto montaje, sustitución de componentes
con desgaste en su uso apropiado, montajes y desmontajes, reparación de
daños por un uso no apropiado, limpieza de los equipos de encofrado, etc.
4. Si el arrendatario contratase al arrendador el montaje de las cimbras,
planchadas de puentes o viaductos, trepantes o autotrepas, carros de
revestimientos de túneles o falsos túneles, o carros de voladizos sucesivos,
con la finalidad de tener tiempo suficiente para garantizar la seguridad de la
instalación, el arrendatario deberá entregar a este los planos definitorios de
la obra y del elemento a encofrar con la suficiente antelación antes de la
fecha en que el arrendatario desee recibir los planos de montaje del
encofrado.
El arrendador realizará los planos de montaje según las normas de su oficina
técnica. Una vez entregado los planos de montaje, el arrendatario revisará
la corrección de los mismos dentro de un periodo razonable. Tras la
comprobación, si es satisfactoria, aprobará los planos y se los enviará al
arrendador con la autorización pertinente.
El arrendatario tiene que avisar a la mayor brevedad y por escrito al
arrendador si hay algún cambio en los planos definitorios de la obra o del
elemento a encofrar. Si no hay ninguna notificación se darán por
autorizados.

Suministros/devoluciones de los equipos en condiciones de seguridad y


calidad

Antes del primer suministro, existen aspectos básicos de seguridad y calidad de


los equipos que deberían ser expresamente tratados tanto por el usuario de los
equipos como por el arrendador:
1. La duración de tiempo estimada del alquiler especificando el momento
concreto del inicio y la de finalización.
2. Si es responsabilidad del arrendador el transporte de los equipos
alquilados, el arrendador correrá con el riesgo del transporte hasta la llegada
y la entrega al arrendatario.
3. Las unidades a suministrar en alquiler por parte del arrendador pueden
ser nuevas o usadas y deben estar limpias y cumplir estrictamente todas las
condiciones técnicas y funcionales requeridas para garantizar la seguridad
y buen manejo.
AFECI tiene publicados sus propios Criterios de Calidad de los Equipos de
Encofrados que garantizan la seguridad y calidad de los equipos.
Se deben de entregar estos criterios al cliente, sin cargo alguno, antes de
firmar el contrato.
4. Tras la entrega de los equipos de encofrado, el arrendatario debe
proceder a su inspección y verificar que los equipos estén completos,
funcionen perfectamente y que cumplan con los Criterios de Calidad de los
equipos de Encofrados de AFECI.
Si existiese alguna incidencia al respecto debe hacer una notificación por
escrito al arrendador.
Si el arrendatario no hiciese ninguna notificación a los cuatro días
posteriores a la entrega de la mercancía, esta será dada por conforme.
5. El arrendatario deberá enviar al arrendador el contrato firmado con todas
las condiciones acordadas antes del inicio de los suministros para que
ambas partes tengan claras las condiciones y para cumplir con la normativa
vigente, especialmente la de carácter laboral y mercantil, tanto por parte del
arrendador como del arrendatario.
6. El arrendatario de los equipos en el momento de cada devolución y, antes
de que se realice la perceptiva inspección de los materiales, debe especificar
al arrendador la obra de construcción de procedencia, para así conseguir la
necesaria fiabilidad en los datos resultantes del proceso de inspección en lo
que se refiere a unidades dañadas y a las unidades no devueltas o
extraviadas.
Daños en la utilización y reparaciones/mantenimiento de los equipos

Tal y como se hizo referencia en el apartado 8.4 de esta guía, existen una serie
de condiciones en cuanto a la reparación y mantenimiento de los equipos que el
arrendatario del equipo ha de cumplir.

De nuevo, y de forma resumida, son:


 Los equipos de encofrados no permiten ningún tipo de mantenimiento
especial por parte del arrendatario más que la limpieza regular del hormigón.
 Las reparaciones solo pueden ser realizadas por el arrendador.
 Por motivos de seguridad, en caso de extravío de cualquier componente
de un artículo o del mismo artículo, deberá utilizarse un sustituto de idénticas
características.
 Por último, los fabricantes y suministradores declinan cualquier
responsabilidad en caso de accidente si el propietario o usuario final del
equipo lleva a cabo reparaciones en el equipo, previamente a su utilización.
Tolerancias en las estructuras

Criterio de comprobación

Ausencia de deterioros producidos durante las múltiples puestas o utilizaciones


que superan los valores especificados como admisibles para ello.

Medio ambiente

La legislación de medio ambiente de ámbito nacional que se expone a


continuación se complementa con la específica de las Comunidades Autónomas
y algunos Ayuntamientos:
 Ley 6/2010, de 24 de marzo, de modificación del texto refundido de la Ley
de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos, aprobado por Real
Decreto legislativo 1/2008, de 11 de enero.
 Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental.
 Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero, por el que se regula la producción
y gestión de los residuos de construcción y demolición.
 Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, que a su
vez transpone al marco jurídico español la Directiva Marco de Residuos
(DMR) 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de
noviembre de 2008.
Logística y distribución

El servicio logístico es clave para garantizar que la obra se lleva a cabo dentro
de los plazos indicados por el cliente, suministrando los equipos en tiempo y
forma.

La logística y distribución responde a un ciclo compuesto de los siguientes


servicios: entrega en la obra, ejecución de la estructura de hormigón, gestión de
la devolución y la limpieza/ reparación de los equipos.

Las empresas fabricantes de encofrados y cimbras disponen de servicios de


logística y distribución altamente cualificados, que incluyen, desde una red
propia de instalaciones que aseguran el suministro de los equipos, hasta
vehículos de grandes dimensiones para su transporte.

Esto les permite disponer de una capacidad de suministro óptima, apoyada en


un gran parque de equipos o la de un transporte seguro gracias a embalajes
estándar optimizados, con palets y contenedores de malla.

Para un traslado seguro y un almacenamiento óptimo se utilizan contenedores


frecuentemente reutilizables para el transporte rápido, seguro y rentable del
material.
Todos los contenedores permiten almacenar el material de modo ordenado,
apilar aprovechando
al máximo el espacio, acceder rápidamente y transportarlo de modo seguro con
horquilla elevadora y/o con grúa.

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