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contexto
Revista de la Facultad de Arquitectura
Universidad Autónoma de Nuevo León
Volumen VIII, Número 08, Marzo 2014.
Una publicación de la
Universidad Autónoma de Nuevo León
M.A. Ramón Alejandro Barrera Domínguez. Secretario de intercambio y redes / Exchange and nets secretary
Diseño Dra. Nora Livia Rivera Herrera (Universidad Autónoma de Nuevo León)
ÍNDICE
Presentación
Artículos científicos
Reseña bibliográfica
ÍNDEX
Presentation
Scientific Articles
29 The use of conjoint analysis in the design of new transport systems: the case
University of the lorry convoy Cultural District in Guadalajara
Calos Marmolejo | Adriana I. Olivares | Jorge Montero | Marco de Paolini
Universidad Politécnica de Cataluña (España); Universidad de Guadalajara (México)
51 Public space, place and landscape: proximities and distances for urban
anthropology.
Alejandro José Peimbert Duarte
Universidad Autónoma de Baja California (México)
Literature review
103 Society and the object. Views from the identity, design and information
Jesús Manuel Fitch Osuna
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
Presentación
Diego Sánchez-González 1
Introducción
En Europa y América Latina los retos comunes del laberinto urbano exigen no aplazar su discusión,
enfrentando los problemas acuciantes a partir del impulso de la investigación desde enfoques
cuantitativos y cualitativos, así como aproximaciones creativas para sortear el complejo y, muchas
veces contradictorio, análisis del espacio urbano y su relación con las comunidades que lo habitan,
comparten y disputan.
1 Doctor en Análisis Geográfico en la Ordenación del Territorio y Medio Ambiente; y Máster Universitario en Gerontología Social por la Universidad
de Granada. Profesor-Investigador Titular de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León y miembro del Sistema Nacional
de Investigadores (CONACYT). Correo: diego.sanchezgn@uanl.edu.mx
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Presentación
Asimismo, este fenómeno genera desequilibrios entre municipios a nivel metropolitano, derivados
de los conflictos cotidianos o estacionales asociados con la atención de la población de hecho, sobre
todo dependiente y vulnerable (personas mayores, niños), y la presión sobre los servicios sanitarios,
sociales y asistenciales (Sánchez-González, 2005 y 2007).
Al respecto, el geógrafo Joan Alberich González, de la Universitat Rovira i Virgili (España), autor
del estudio Aproximándonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de
vida de la población: el caso de Cataluña, producto de una tesis doctoral (Alberich, 2007), nos
introduce en el concepto de espacio de vida a través del cambio en las relaciones entre la población y
el territorio. Aquí, se observa el auge de la movilidad de la población y la pérdida de protagonismo
del lugar de residencia, en favor de una localización de las actividades cotidianas.
Al respecto, el estudio, del que se derivó una tesina de máster (Montero, 2012), emplea la técnica de
análisis de conjunto para abordar las preferencias de los futuros usuarios del proyecto urbano de
movilidad, basado en el sistema de transporte "autotren" en el distrito cultural de la Universidad de
Guadalajara, Guadalajara (México). Así, la utilización de dicha técnica permite evaluar las
preferencias y percepciones de los potenciales usuarios del futuro sistema de transporte urbano.
También, los resultados de la muestra preliminar sugieren una visión diferente sobre los atributos
que aportan más valor al proyecto, de aquella basada en la opinión de los expertos. En este sentido,
los aspectos funcionales (trazado de la red, diseño de los vehículos) resultaron más relevantes para
los potenciales usuarios, que aquellos factores relacionados con el nivel de seguridad, la privacidad,
las cuestiones medioambientales y el propio diseño urbano de las estaciones.
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Sánchez González
No son pocos los expertos que advierten sobre la necesidad de crear nuevos nichos de investigación
centrados, no solo en la comunicación y la tecnología, sino, sobre todo, en sus impactos a nivel social
y urbano (Virilio, 2003).
Precisamente, en este contexto de vorágine de la inmediatez y sus impactos culturales, en el que está
inmerso el espacio urbano, Alma Angélica Rodríguez Moreno y Gerardo Vázquez Rodríguez, de la
Universidad Autónoma de Nuevo León (México), autores de Ciudades reales en tiempos digitales:
cambios en las prácticas socio-espaciales, plantean la necesidad de analizar la relación socio-
espacial de los fenómenos urbanos para entender muchos aspectos de la vida cotidiana en la ciudad
del siglo XXI. Aquí, se reflexiona sobre los cambios radicales en la vida cotidiana urbana asociados
con las nuevas prácticas socio-espaciales vinculadas con la era de la información y la digitalización.
También, las nuevas autopistas de la información y las cambiantes tecnologías, como internet, están
transformando las relaciones sociales, comunitarias e interpersonales, que se desarrollaban en
espacios urbanos físicos por los nuevos espacios urbanos virtuales, agudizando la fractura socio-
espacial y la exclusión social de los grupos vulnerables, como personas mayores e indígenas
(Sánchez-González y Egea, 2011). Al respecto, ambos autores realizan un alegato en defensa de las
relaciones sociales y espaciales en el contexto urbano, frente al riesgo de ser sustituidas por el avance
tecnológico.
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Presentación
En la misma línea, Identidad, diseño, información, de Mercedes Mercado; Álvaro Ríos; Liliana
Sosa; y Gerardo Vázquez (2013), es el libro reseñado por Jesús Manuel Fitch Osuna, de la
Universidad Autónoma de Nuevo León, una novedad editorial que nos acerca tres tópicos centrales
de la sociedad urbana, como son la identidad, el diseño y la información.
Aquí, se presenta una obra en la que se nos invita a reflexionar sobre los complejos y vertiginosos
cambios en los gustos, preferencias y hábitos que definen a los actuales estilos de vida, que definen a
la sociedad de consumo, y en la que se agudizan las desigualdades sociales y la exclusión.
También, se realizan diferentes propuestas encaminadas a comprender los retos de la sociedad,
imbuida en la vorágine de tendencias consumistas a escala global y a través del espacio virtual que
ofrece internet.
En definitiva, a través de sus páginas nos acercamos a las heterogéneas y vivaces miradas de
geógrafos, arquitectos, ingenieros y pedagogos, hasta componer un correlato conformado por 13
autores de España, México y Cuba.
A lo largo de sus textos, el lector encontrará refugio en la necesaria discusión sobre la compleja
relación de la población con la movilidad y las dinámicas urbanas; así, reflexionará sobre los
cambios en las relaciones socioespaciales de la población urbana a la luz de las nuevas tecnologías;
también, abordará conceptos centrales, como identidad, espacio público, paisaje y lugar; y, por
último, se cuestionará sobre la necesidad de favorecer la conciencia colectiva y el valor de la
educación ambiental para construir ciudades sostenibles y habitables.
Sin duda, este producto académico es el resultado de la generosidad de los autores y de los
dictaminadores, así como el decidido compromiso del Comité Editorial y la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, por seguir impulsando la investigación y
divulgación científica a nivel internacional sobre cuestiones capitales de nuestro tiempo, en
especial, en las Ciencias Sociales y Humanidades.
Referencias bibliográficas
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Sánchez-González
Sánchez-González, Diego (2013): "El derecho a la ciudad a través de espacios públicos creativos",
en Sánchez-González, Diego y Egea Jiménez, Carmen (coord.): La ciudad, un espacio para
la vida. Miradas y enfoques desde la experiencia espacial. Granada, España: Universidad de
Granada, pp. 129-145.
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sostenibles de urbanismo y ordenación del territorio en México", Revista de Estudios
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Sánchez-González, Diego (2007). "Envejecimiento demográfico urbano y sus repercusiones
socioespaciales en México: Retos de la Planeación Gerontológica", Revista de Geografía
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Sánchez-González, Diego (2005): "El proceso de envejecimiento demográfico urbano en Granada y
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200.
Sánchez-González, Diego y Carmen Egea Jiménez (2011). "Enfoque de vulnerabilidad social para
investigar las desventajas socioambientales. Su aplicación en el estudio de los adultos
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Santamaría Delgado, Leonardo Alfonso (2013). "Imaginario, identidad y arquitectura". Contexto:
Revista de la Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Nuevo León, Vol. 7, Nº 7,
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Signorelli, Amalia (1999). Antropología urbana. México: Anthropos-Universidad Autónoma
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London: Verso, NLB.
Weber, Max (1987). La ciudad. Madrid: Ediciones La Piqueta.
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Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a
partir de los espacios de la vida de la población:
el caso de Cataluña
Recibido: 28/06/2013
Aceptado:10/02/2014
Resumen:
Para llevar a cabo sus actividades diarias, la población se desplaza por un territorio más o menos
delimitado, con el cual establece un cierto tipo de vinculación. Este hecho determina que su
asignación a partir del lugar de residencia pierda sentido, ya que éste ve disminuir su protagonismo a
la hora de explicar la localización espacial de las actividades cotidianas. Así, el artículo pretende
superar esta visión estática de las relaciones entre la población y el territorio a partir de la aplicación
del concepto espacio de vida, definido como la porción de territorio dónde la población realiza sus
actividades cotidianas. De este modo, el objetivo es, mediante los datos del censo de población de
2001, dibujar el espacio de vida de la población residente en Cataluña a partir de su movilidad
habitual a escala municipal y poder identificar la existencia de áreas funcionales, como un indicador
indirecto del grado de metropolitanización del territorio catalán.
Palabras clave: áreas metropolitanas, Cataluña, espacios de vida, movilidad habitual, censo de
población
Abstract:
To carry out their daily activities, population moves for a more or less delimited territory, with which
he establishes a certain type of linking. For this motive, the territorial behavior of the population is
not due only to their assignment in the place of residence, which loses protagonism. Thus, the article
intends to overcome this static vision of the relationships between the population and the territory
from the application of the concept of space of life, described like the portion of territory where the
population carries out their daily activities. In this way, the aim is to draw the municipal space of life
of the population resident in Catalonia from their usual mobility to identify the existence of
functional areas, like an indirect indicator of the degree of metropolitanization of the Catalan
territory.
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Doctor en Geografía. Profesor del Departamento de Geografía. Universitat Rovira i Virgili (España). joan.alberich@urv.cat
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Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
l trabajo que aquí se presenta tiene su origen en la tesis doctoral del autor, leída en 2007
En segundo lugar, la información analizada adopta la forma, no absoluta, sino relativa: las figuras
del artículo representan el peso de cada una de los destinos sobre el total de personas que salen del
municipio analizado para llevar a cabo alguna de las tres actividades analizadas a lo largo del trabajo.
Esta característica permite, por una parte, minimizar, en parte, el efecto del tamaño poblacional de
los municipios y, de la otra, facilitar la lectura de los resultados en términos de espacio de vida: el
número de municipios representados, su distribución territorial y la intensidad de la relación serán
tres elementos que darán idea de la amplitud y la diversidad de los espacios de vida de la población de
cada uno de los municipios catalanes. Al mismo tiempo, este hecho permite que la interpretación de
los resultados obtenidos se pueda hacer, hasta un cierto punto, en términos de grado de
metropolitanización del territorio, partiendo de la hipótesis que los municipios con una presencia
mayor de esta característica presentan, al menos a priori, una diversidad mayor de destinaciones
útiles con una dispersión territorial mes grande.
En efecto, el hecho de disponer de un fichero con la totalidad del censo de población y viviendas para
el territorio catalán permite realizar un análisis detallada -imposible hasta el momento- sobre cuál es
el uso que los residentes en Cataluña hacen del territorio: los datos desagregados de que se dispone
permiten conocer, con total exactitud, cuáles son los destinos de la movilidad por trabajo o estudios y
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Alberich González
segundas residencias para todos y cada uno de los residentes en Cataluña en el momento de la
operación censal.
Así, tomando el municipio como unidad de análisis, se han confeccionado dos matrices entre
orígenes y destinos de los desplazamientos de cada una de la dos movilidad mencionada y una
tercera que recoge a todos aquellos individuos en que la destinación por los dos motivos reseñados es
la misma. Mientras que como orígenes se han considerado cada uno de los municipios de las regiones
estudiadas, las destinaciones han recibido un tratamiento diferenciado según su localización:
mientras que las situadas en el territorio catalán han mantenido su tratamiento municipal, las
localizadas en el Estado español han sido agrupadas por provincias con el fin de evitar su grandísima
dispersión territorial. Finalmente, con vistas a unificar la información sobre la movilidad hacia el
extranjero, se ha optado por hacer un tratamiento agregado.
El resultado de este ejercicio ha sido, pues, una matriz final, como combinación de las tres anteriores,
que ha de permitir conocer cuáles son las destinaciones de los habitantes de cada municipio. Así, se
ha optado por calcular el peso de cada una de las destinaciones sobre el total de desplazamientos con
destinación fuera de municipio de residencia, ya que la movilidad dentro del municipio propio no
genera, por definición, una ampliación del espacio de vida.
Finalmente, en tercer lugar, se ha prescindido de representar las destinaciones fuera del territorio
catalán: aunque se han tenido en cuenta a la hora de calcular el peso de cada una de las destinaciones
municipales, se ha optado por no mostrar su valor en la cartografía adjunta ya, a causa del valor bajo
en términos absolutos de estos flujos, su significación es escasa. No obstante, y en los casos donde
tienen un peso relativo importante, se ha hecho alguna referencia al texto.
El resultado de este ejercicio es, pues, una sucesión de mapas que reflejan las destinaciones
preferenciales de los habitantes de cada municipio y que, en consecuencia, desde una óptica
geográfica, se pueden interpretar en termas funcionales: siguiendo los principios de delimitación de
áreas cohesionadas, los municipios que aparezcan destacados, o por lo menos, los más próximos,
constituyen la ciudad útil, la ciudad real, la que los ciudadanos utilizan con una cierta frecuencia.
Desde este enfoque, es evidente que el espacio de vida de la población catalana responderá a una
lógica basada en la proximidad: el puesto de trabajo o de estudio tiende a situarse, forzosamente, a
una distancia del lugar de residencia asumible diariamente, ya que ésta es la frecuencia de los
desplazamientos por motivos ocupacionales. Por su parte, en el caso de las segundas residencias, sí
que existe una cierta flexibilidad en su localización: en la medida en que se trata de desplazamientos
realizados los fines de semana y, a menudo, en periodos señalados -semana santa, vacaciones
estivales, etc.-, el coste territorial y temporal asumible es mayor, de modo que su situación espacial
no tiene que obedecer a criterios de optimización funcional, sino a otros de carácter paisajístico, de
calidad de entorno natural o del mantenimiento de los vínculos familiares.
Así, a partir de la información obtenida para cada uno de los municipios catalanes analizados, y del
mismo número de representaciones cartográficas que se deriva, se ha realizado la interpretación
territorial del espacio de vida de los suyos residentes en términos de metropolitanización del espacio.
A continuación se presentan las conclusiones obtenidas para cada una de las unidades territoriales
que se han definido según los comportamientos territoriales comunes de su población residente.
2. Aproximación al ámbito de estudio: definiciones y contexto territorial
España
Las formas adoptadas por el crecimiento urbano han sido básicamente dos: si bien se ha cumplido
un crecimiento tentacular que da continuidad a la trama urbana consolidada, con una edificación
compacta, la mayor parte del crecimiento se ha hecho en forma de urbanizaciones dispersas que han
causado la creación de nuevas áreas de poblamiento de baja densidad edificatoria. Precisamente este
predominio de la urbanización dispersa del tipo unifamiliar es el factor que explica que en los
últimos veinte años, entre 1981 y 2001, el consumo de suelo se haya duplicado en la Región
Metropolitana de Barcelona.
Por su parte, y siguiendo un proceso parecido al de desconcentración de la población, también las
actividades productivas han sufrido una descentralización en el territorio. Nuevamente los factores
explicativos de este proceso son varios, pero se pueden distinguir dos de principales: en primer lugar,
y como en el caso de la población, el precio del suelo incentiva las empresas a buscar una localización
más adecuada que permita no tan sólo una disponibilidad más grande de suelo a buen precio, sino la
obtención de los beneficios generados por los terrenos que dejan libres al centro de la ciudad. Y, en
segundo lugar, la mejora de las redes de transporte y de la accesibilidad en general, por un lado, y la
aplicación de innovaciones de carácter tecnológico y organizativo, de la otra, permiten una libertad
de localización más grande de las empresas, que ya no se encuentran tan sujetas en la necesidad de
situarse cerca de la mano de obra (Clusa y Roca Cladera, 1999).
Esta constatación trae a plantearse la cuestión sobre si Cataluña, en su conjunto, pasa a sustituir
Barcelona como ciudad, partiendo de la hipótesis que la movilidad que antes se daba entre distritos
ahora se da entre municipios, fruto de la especialización funcional de unos y otros. El análisis de esta
nueva territorialidad, que algunos autores denominan "ciudad-territorio" o "ciudad-región", planea
sobre las hipótesis de este trabajo: evaluar si, como resultado de las pautas de movilidad habitual -por
motivos de trabajo o estudio- y no habitual -derivada de la disponibilidad de una segunda residencia-
Cataluña actúa como una única área funcional, integrada y policéntrica, o si, por el contrario, lo
reequilibre territorial necesario no es todavía suficiente para poder hacer esta afirmación.
2.2. Nuevos conceptos para una nueva realidad: el espacio de vida
La movilidad creciente de la sociedad catalana que se deriva de la nueva territorialidad que se acaba
de describir determina que cada vez más el lugar donde se establece la residencia pierda poder
explicativo del comportamiento territorial de la población: si bien tradicionalmente el lugar de
residencia se erigía como el centro de la movilidad cotidiana, en la medida que a su alrededor, en un
territorio cercano, la población realizaba buena parte de sus quehaceres diarios, la movilidad actual
provoca un ensanchamiento del territorio frecuentado. Al mismo tiempo, y desde el punto de vista
espacial, los territorios ven como se amplía y se diversifica el número de personas que hacen uso,
vivan o no vivan.
Así, la fijación estadística de la población al lugar donde declara que "vive" -que, en algunos casos,
se refiere, de hecho, al lugar donde "se pernocta"- pierde sentido, puesto que implica una visión
bastante estática de la población, en cuanto que no tiene en cuenta la movilidad cotidiana que
caracteriza la sociedad actual.
Así, para reflejar el uso espacial de la población y qué consecuencias tiene este sobre el territorio, la
geografía de la población ha acuñado algunos términos para sustituir la vieja distinción entre
población de derecho y población de hecho. El que aquí se analiza es el llamado "espacio de vida",
definido de una manera genérica como la porción del territorio donde los individuos efectúan sus
actividades cotidianas (Courgeau, 1988).
Cómo se puede desprender de la definición, y de acuerdo con Módenes (2006), la perspectiva del
espacio de vida es bastante parecida a la de otros conceptos geográficos tradicionales, como las áreas
de cohesión o los mercados de trabajo; sin embargo, la diferencia radica en el hecho que mientras el
espacio de vida parte de la propia experiencia individual, las áreas de cohesión se construyen a partir
de la agregación de multitud de espacios de vida parciales, ya que, a menudo, sólo tienen en cuenta el
desplazamiento entre el lugar de residencia y el de trabajo.
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Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
El espacio de vida se trata, pues, de un concepto que apuesta para tener una visión amplia del
territorio y del comportamiento individual de las personas, en cuanto que tiene en consideración
todos los espacios de estancia y de paso que las personas utilizamos en el desarrollo diario de
nuestras tareas cotidianas; de nuestra vida, en definitiva.
Módenes (2006) señala hasta cinco dificultades a la hora de la delimitación de los espacios de vida:
a) la delimitación de las actividades que se incluyen en el cálculo del espacio; b) la generalización
hacia patrones espaciales del uso del territorio que sean significativos; c) la representación visual y
cartográfica de estos espacios; d) la ductilidad temporal de los espacios de vida familiares; y e) la
dificultad de comparabilitat de aproximaciones diferentes a esta cuestión.
En efecto, una de las dificultades más grandes para definir el especio de vida es determinar qué
actividades deben formar parte del mismo, es decir, dar respuesta a la pregunta: qué características
tiene que tener una actividad para ser considerada como cotidiana y, en consecuencia, tenida en
cuenta a la hora de delimitar el espacio de vida? A menudo se tiende a conformar los espacios de vida
individuales partiendo, inicialmente, de los lugares frecuentados por motivos de trabajo, debido a la
centralidad del trabajo en la organización espacial y temporal de la vida moderna -hecho que da lugar
a un espacio de vida restringido- (Susino, 2001). Ahora bien, hay que tener en cuenta, desde un punto
de vista más amplio, que la frecuentación del resto de lugares en motivo de otras actividades -como
por ejemplo los estudios, las compras, las gestiones administrativas, las derivadas de relacionas
sociales y las actividades de ocio- también conforman el espacio de vida. En nuestro caso, sin
embargo, nos limitaremos únicamente a los espacios frecuentados con motivo de la movilidad de
tipo ocupacional -trabajo o estudio- y la relacionada con el uso de una segunda residencia, los únicos
tipos de movilidad que recoge el censo de población de 2001.
El objetivo de este primer apartado es observar cuales son los patrones de movilidad de los
residentes en la región metropolitana y provincia de Barcelona con tal de caracterizarlos y
comprobar si se repiten en las otras dos áreas estudiadas
(Tarragona y Girona).
La ciudad de Barcelona se caracteriza por el hecho de presentar una de las proporciones más bajas
de población que se desplaza a otro municipio -el 30,89%-, si bien las destinaciones de la movilidad
abrazan casi la totalidad del territorio catalán. Esta gran dispersión territorial de los flujos implica
que la concentración de desplazamientos en un municipio concreto sea escasa: únicamente dos
municipios -l'Hospitalet de Llobregat y Calafell- reciben más del 2% de desplazamientos de
habitantes de Barcelona (el 3,61% y el 2,92% respectivamente).
Estos dos municipios ilustran claramente las pautas de distribución territorial de los municipios
utilizados por los barceloneses (figura 2), ya que se pueden identificar hasta cuatro áreas de
frecuentación, que obedecen a dos motivaciones diferentes. En primer lugar, el uso bastante intenso
y extenso de buena parte del territorio metropolitano, especialmente del resto de la comarca del
Barcelonès y de las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental, por un lado, y el uso
relativamente importando de ciertas capitales comarcales no metropolitanas, como es el caso de las
ciudades de Lleida y Girona y de las capitales de las comarcas más próximas al ámbito metropolitano
(Manresa, Berga, Santa Coloma de Farners), por el otro, parecen obedecer a un claro patrón de
movilidad laboral, de cierta proximidad.
16 contexto
Alberich González
En segundo lugar, y por motivos residenciales, se dibujan claramente un eje litoral, que abraza casi
la totalidad de la costa catalana desde el Cap de Creus hasta el delta del Ebro -con Calafell, pero
también con Castelldefels (1,72%), el Vendrell (1,71%) o Cunit (1,61%) como a casos
paradigmáticos-, y, más tenuemente, una frecuentación del área pirenaica, especialmente de las
comarcas de Vall d'Aran, la Cerdanya y el Ripollès.
En la configuración del espacio de vida de los habitantes del ámbito metropolitano, a pesar de su
heterogeneidad, se pueden detectar una serie de pautas más o menos generalizadas. En primer lugar,
se trata de la región de Cataluña cuyos habitantes hacen un uso más amplio del territorio: a causa del
citado carácter metropolitano, las relaciones intermunicipales son numerosas y dispersas
territorialmente, a causa de su elevada apertura.
Sin embargo, las relaciones más intensas se producen entre municipios vecinos, de modo que buena
parte del espacio de vida se circunscribe, por un lado, a la propia comarca y, por el otro, de modo
ineludible, a la ciudad de Barcelona. Para ejemplarizar este hecho, fijémonos en lo que ocurre en el
caso de los habitantes de un municipio del Vallès Oriental: Mollet del Vallès (figura 3). Los datos
demuestran que el 36,92% de los desplazamientos tienen como destino la misma comarca de
residencia, mientras que la ciudad de Barcelona es el destino de un importante 20,01% de los
desplazamientos cotidianos.
La proximidad del espacio de vida se convierte en todavía más relevante en el caso de los
municipios pequeños, que ven cómo parte de su población que trabaja o estudia tiene que hacer un
desplazamiento fuera de su límite municipal, a menudo con destino a la capital comarcal.
contexto 17
Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
Es el caso, por ejemplo, del municipio de Santa Fe del Penedès (figura 3), donde el 79,23% de los
139 desplazamientos intermunicipales realizados por sus habitantes tienen como destino la propia
comarca -sólo Vilafranca del Penedès significa el 49,31% de los movimientos totales-, y el 8,46%,
Barcelona.
Por contra, no se aprecian diferencias significativas entre el espacio de vida de los habitantes de la
capital comarcal y el de los habitantes del resto de municipios. Aunque se podría esperar que el
espacio de vida de los residentes en los municipios vecinos fuera de mayor proximidad por el hecho
de enviar buena parte de su flujo de población a la capital de comarca, los datos no parecen no
constatar este efecto, sino más bien el contrario: la necesidad de desplazamiento intercomarcal de los
habitantes de la capital comarcal parecen más reducidas.
Sin embargo, aunque el carácter metropolitano del área facilita el hecho de disponer de un espacio
de vida amplio, se observan algunas fronteras que parecen bastantes impermeables a las relaciones
intermunicipales cotidianas.
18 contexto
Alberich González
3.3. El espacio de vida de los habitantes de los municipios de las comarcas interiores de la
provincia de Barcelona
El espacio de vida de los habitantes del resto de la provincia de Barcelona, residentes en municipios
con un carácter metropolitano no tan marcado, presenta algunas características comunes en todos
ellos. En general, se trata de un territorio marcado por la proximidad, reducido prácticamente a la
comarca de residencia y a los municipios vecinos, aunque se destaca la influencia de un elemento
nuevo con respecto a aquéllos: el efecto de la red viaria.
Así, los casos mostrados en la figura 4 muestran claramente como los espacios de vida de los
habitantes de municipios de las cuatro comarcas barcelonesas no metropolitanos presentan, al
mismo tiempo, dos lógicas territoriales diferentes y complementarias: en primer lugar, el factor
proximidad es primordial, ya que en todos los casos cerca del 50% de los desplazamientos son de
carácter comarcal interno, mientras que, en segundo lugar, la mayor parte de los movimientos hacia
fuera de la comarca de residencia tienen como destino municipios situados en el mismo eje viario
donde residen, en la mayoría de los casos en dirección a Barcelona. Así, el espacio de vida tanto de
los habitantes de Gironella como de los de Sallent se sitúa en el eje del Llobregat, alrededor de la C-
16; el de los residentes en Centelles, a lo largo de la C-17; y finalmente el de los igualadinos,
siguiendo la AP-2.
Con independencia de este factor explicativo, sin duda vinculado a la movilidad por motivos de
trabajo y de estudio, el espacio definido por las segundas residencias parece tener una identidad
propia, distribuido a lo largo de la costa catalana, pero centrado especialmente en dos territorios: para
los municipios situados en el norte de Barcelona, hay que destacar el uso preferente de los
municipios de la Costa Brava, mientras que, en el sur, los de la Costa Daurada. Por contra, el atractivo
turístico del área pirenaica no aparece prácticamente reflejado, a excepción de ciertos municipios
que se sitúan cerca, como es el caso de los de la comarca de Berguedà y de Osona, que presentan una
mayor frecuentación de la Cerdanya y el Ripollès.
contexto 19
Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
Sin duda, la menor disponibilidad de segundas residencias de los habitantes de estas comarcas con
un menor carácter metropolitano es la explicación más plausible.
Figura 4. Espacio de vida de los habitantes de algunos municipios de las comarcas
interiores de la provincia de Barcelona: Gironella, Centelles, Sallent e Igualada.
Porcentaje de utilización de cada uno de los municipios catalanes. Población
mayor de 15 años, 2001
Gironella Centelles
Sallent Igualada
La primera de las dos áreas que se presume que pueden presentar patrones metropolitanos de uso del
espacio es la región de Girona, en la que se distinguen dos áreas diferenciadas: los municipios del
llano interior y del litoral y los situados a en las primeras estribaciones de la cordillera pirenaica.
A pesar que la diversidad es mayor que en el caso del ámbito metropolitano, se ha optado por
mostrar conjuntamente el espacio de vida de los municipios de la franja costera litoral por el hecho de
presentar, con unas particularidades propias, unas ciertas similitudes, sobre todo en contraposición a
lo que sucede en los municipios de la misma provincia situados al pie del Pirineo.
20 contexto
Alberich González
Así, por un lado, se trata de un ámbito bastante cerrado en sí mismo, ya que es origen y destino de
buena parte de los desplazamientos intermunicipales de sus habitantes; y, por el otro, se constata el
papel muy importante de la ciudad de Gerona como destino, ya que se a ella se dirigen, en la mayoría
de los casos, más del 5% de los habitantes de cada municipio.
Sin embargo, veamos con un poco más de detalle lo que sucede en algunas áreas de la región:
a) En primer lugar, el espacio de vida de los habitantes de los municipios del Empordà pasa por
ser, prácticamente, uno de los más cerrados de toda Cataluña: probablemente por la gran
fragmentación territorial de la zona -caracterizada por un gran número de municipios pequeños
con poblaciones reducidas-, la mayor parte de los desplazamientos cotidianos de su población
tienen como destino otro municipio de la misma comarca.
En la situación totalmente opuesta se sitúan los municipios de la Selva: sin duda por el hecho de
ser la comarca más próxima en el Ámbito Metropolitano comparte con éste algunos de sus
rasgos característicos -como el peso importante de Barcelona y el resto de capitales comarcales,
al mismo tiempo que la proximidad con Girona determina que ésta tenga, igualmente, un peso
importante. Se podría decir, pues, que la comarca de la Selva se configura como un espacio de
transición entre un ámbito metropolitano barcelonés muy consolidado y una región
metropolitana gerundense bastante incipiente, por lo menos hoy en día.
c) Los municipios de las comarcas del Gironès y del Pla de l'Estany constituyen otra subregión
con particularidades propias, más próximas a la configuración de uno área funcional única. Se
trata de una zona bien definida, bastante cerrada en sí misma, sin duda por la presencia de la
ciudad de la Girona, que se erige como una destinación mucho importante de los flujos que se
generan y que se extiende hasta la franja litoral más próxima -la comarca del Baix Empordà
principalmente- por su importante atractivo turístico, núcleo importante de localización de
segundas residencias, y más tímidamente, hacia el interior, siguiendo el eje Transversal cabe en
la comarca de Osona.
contexto 21
Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
Figura 5. Espacio de vida de los habitantes de algunos municipios del llano litoral y
del prelitoral de la provincia de Girona: Avinyonet de Puigventós, Calonge,
Hostalric y Fornells de la Selva. Porcentaje de utilización de cada uno de los
municipios catalanes. Población mayor de 15 años, 2001
Avinyonet de Puigventós Calonge
De hecho, aunque tímidamente, se insinúa el trazado de la C-17 por su paso por las comarcas de
Osona y del Vallès Oriental, donde se concentran la mayor parte de los destinos significativas, a
excepción de ciertos municipios turísticos de la Costa Brava -l'Escala, Calonge y Torroella de
Montgrí, por ejemplo.
A semblanza de lo que ocurría en el caso de la Selva, la comarca de la Garrotxa parece tener un papel
de bisagra entre un modelo de uso territorial -el metropolitano barcelonés- y otro -el gerundense-, ya
que se combinan características de los dos, como se demuestra en el caso de su capital, Olot. Además
del ya conocido factor de la proximidad, hay que destacar una mayor utilización del espacio litoral
gerundense y una práctica igualación de la influencia de Gerona (10,99%) y Barcelona (9,60%), al
mismo tiempo que el largo rosario de municipios barceloneses casi desaparece.
Figura 6. Espacio de vida de algunos municipios de las comarcas prepirenaicas y
pirenaicas de la provincia de Girona: Campdevànol y Olot. Porcentaje de
utilización de cada uno de los municipios catalanes. Población mayor de 15 años,
2001
Campdevànol Olot
Del mismo modo que ocurría en el caso del conjunto urbano integrado por Girona y Banyoles, el
triángulo formado por Tarragona, Reus y Valls se configura como un incipiente ámbito urbano único
e integrado, si bien de un alcance territorial bastante modesto. Este hecho determina que buena parte
de los municipios de las comarcas del Tarragonès, el Baix Camp, el Alt Camp y el Baix Penedès
presenten unos rasgos próximos a los de los municipios de la región de Barcelona, ya que se
caracterizan por el hecho de tener un espacio de vida policéntrico, con diversas destinaciones
relevantes dentro del ámbito más próximo. Esta distribución concentrada se ve favorecida por la
proximidad de la Costa Daurada, importante núcleo turístico donde se concentra buena parte de las
viviendas secundarias de los residentes del área. Este hecho determina que la importancia de las
destinaciones del resto de Cataluña presente unos valores muy bajos, donde sólo Barcelona se
destaca como una destinación constante con valores alrededor del 5% de los movimientos.
Uno de los ejemplos más claros de este ámbito es el municipio del Morell, el espacio de vida de sus
habitantes se encuentra polarizado por las tres ciudades mencionadas -que son la destinación del
31,57%, el 14,23% y el 4,07% respectivamente del total de desplazamientos generados- y, como
sucede en la mayoría de los casos, por algún municipio vecino -la Pobla de Mafumet (10,70%), por
ejemplo.
contexto 23
Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
Por su parte, los municipios que participan menos en la configuración de este espacio metropolitano
son los de la comarca del Baix Penedès, que parecen encontrarse en una posición intermedia entre las
áreas funcionales de Barcelona y Tarragona, con gran importancia de las ciudades medias situadas
entre ambas -Vilanova i la Geltrú y Vilafranca del Penedès, principalmente- y de los municipios
litorales más próximos, núcleos importantes de alojamiento turístico -el Vendrell, Calafell y Roda de
Barà son los ejemplos más claros. El caso de Llorenç del Penedès es bastante ilustrativo de este
hecho.
6. A modo de conclusiones
El análisis efectuado tiene un claro componente territorial: se trata de delimitar el territorio útil de
los habitantes -los residentes, más muy dicho- de cada uno de los municipios catalanes en orden a
identificar las áreas con un comportamiento territorial homogéneo. Cómo se puede deducir, el
objetivo final es determinar cuál es la estructura urbana real de Cataluña, más allá de los límites
municipales, con la hipótesis de partida que las áreas que presentan una cierta cohesión territorial
actúan como una única región funcional, y determinar el grado de metropolitanización del territorio
catalán y dar respuesta, así, a la pregunta formulada anteriormente sobre la configuración de una
estructura urbana única. De hecho, la utilización de los flujos de movilidad para determinar los
límites de las áreas urbanas es una metodología clásica -usada, por ejemplo, en la delimitación de las
áreas de centralidad y de cohesión-, si bien la aportación principal del estudio realizado es el hecho
que no tan sólo se tiene en cuenta la movilidad por trabajo o estudio como se acontecía hasta ahora,
sino que se incorpora una movilidad relacionada con el ocio, pero también con la estructuración
urbana de un territorio como es la relacionada con la disponibilidad de una vivienda secundaria.
La metodología empleada para dibujar el territorio útil de la población catalana ha consistido en la
representación cartográfica de los destinos de todos los desplazamientos extramunicipals hechos por
la población de cada uno de los 946 municipios catalanes. Se han obviado, pues, los desplazamientos
que tienen como origen y destino el mismo municipio en cuanto que, tal como ha sido definido, no
contribuyen a ampliar el espacio de vida de las personas, puesto que se trata de un municipio con el
cual ya están relacionadas por el simple hecho de residir en él.
24 contexto
Alberich González
Desde este enfoque, es evidente que el espacio de vida de la población catalana responde a una
lógica basada en la proximidad, pues el puesto de trabajo o de estudio tiene que situarse,
forzosamente, a una distancia del lugar de residencia asumible diariamente, ya que esta es la
frecuencia de los desplazamientos por motivos ocupacionales. Por su parte, en el caso de las
segundas residencias sí que se acontece una cierta flexibilidad de su localización: en la medida que se
trata de desplazamientos realizados los fines de semana y, a menudo, en periodos señalados -semana
santa, vacaciones estivales, etc.-, el coste territorial y temporal asumible es más grande, de forma que
su situación espacial no tiene que obedecer a criterios de optimización funcional, sino a otros de
carácter paisajístico, de calidad de entorno natural o del mantenimiento de los vínculos familiares.
Desde este prisma de la proximidad se explica que el espacio de vida de la población catalana en su
conjunto se circunscriba prácticamente al territorio catalán: no va cerca del 95% de los
desplazamientos cotidianos tienen como destino otro municipio catalán. Por provincias, los
municipios de la provincia de Barcelona acogen dos de cada tres movimientos, en un claro reflejo
tanto de la distribución territorial de la población catalana cómo, sobre todo, de la de los puestos de
trabajo y de estudio -concentrados en la provincia de Barcelona y, especialmente, en la región
metropolitana-, que atraen un gran número de población, ya sea residente a otro municipio de la
misma provincia o de fuera del ámbito; y la de las segundas residencias, situadas, sobre todo, a las
comarcas litorales de las provincias de Tarragona y Girona y a la zona pirenaica.
El otro 5% de los movimientos se reparte entre el resto de provincias del Estado español y los
destinos situados en otros países. Nuevamente aquí la proximidad es un factor importante, puesto
que no en vano las provincias más cercanas son las más frecuentadas, si bien gana preponderancia
otro factor, de tipo familiar, relacionado con la historia migratoria de las personas inmigradas: a
menudo las segundas residencias -el peso de los desplazamientos por motivos de trabajo o estudio
en estos casos es ínfimo -están situadas en la provincia- en el municipio, incluso- de procedencia.
Así, muy probablemente no se pueden interpretar estas viviendas como una clase más de
alojamiento turístico, sino como el reflejo del mantenimiento de los vínculos con el lugar de
procedencia, en la medida que en muchos casos se debe de tratar de la "casa del pueblo" donde se
habitaba antes de iniciar la migración residencial.
Igualmente desde el punto de vista del municipio de residencia, la configuración del espacio de vida
de la población catalana obedece al criterio de la proximidad, por el cual se optimizan los recursos
temporales en el desplazamiento al puesto de trabajo o de estudio. Así, la configuración típica del
espacio de vida obedece, básicamente, a tres criterios territoriales: en primer lugar, la proximidad, de
forma que a menudo adopta una forma concéntrica alrededor del municipio de residencia, con un
peso importante de la capital comarcal, y únicamente matizada por la disposición de la red viaria; en
segundo lugar, el segundo eje territorial hace referencia a la vinculación territorial por medio de las
segundas residencias, caso en que la distancia ya no tiene un papel tan importante a favor de la
localización en territorios de alto valor natural o paisajístico; y, finalmente, en tercer lugar, la ciudad
de Barcelona, que ejerce una gran atracción de población y rompe toda barrera relacionada con la
distancia y la accesibilidad. El motivo por el cual Barcelona acontece un destino importante casi para
todos los municipios radica en la actividad, por el gran número de puestos de trabajo y plazas
universitarias -que, como que se estudia únicamente la movilidad de los mayores de 15 años, tienen
un gran protagonismo- que se concentra; pero hace falta no menospreciar el posible efecto perverso
de los llamados empadronamientos atípicos, de forma que es posible que la vinculación territorial de
los residentes de ciertos municipios no sea real, sino que responda únicamente al hecho que hay
muchos que viven realmente en la capital catalana, pero no están empadronados por motivos fiscales
u otros.
contexto 25
Aproximandonos a la metropolitanización de un territorio a partir de los espacios de la vida de la población: el caso de Cataluña
Cómo se ha dicho, es posible interpretar las relaciones que se han establecido entre municipios en
términos de grado de metropolitanización del territorio, en cuanto que se parte de la base que los
municipios con esta característica presentan, por un lado, una mayor apertura -un porcentaje más
grande de personas que utilizan dos municipios o más- y, de la otra, una mayor dispersión territorial
de los destinos de la movilidad cotidiana.
Entrando en el detalle territorial, el análisis territorial del uso del espacio catalán por sus habitantes
según su municipio de residencia ha permitido extraer unas conclusiones de carácter general que se
detallan a continuación:
. Barcelona ejerce una gran atracción de población en tanto que en casi todos los municipios
catalanes al menos uno de los suyos residentes declara desplazarse de manera cotidiana. Hay
que entender el significado de esta vinculación desde el punto de vista de la movilidad
relacionada con la actividad por el gran número de puestos de trabajo y plazas universitarias
que se concentran.
. A pesar de este poder de atracción de la ciudad de Barcelona -su importancia supera toda
barrera relacionada con la distancia y la accesibilidad-, el espacio de vida de la población
catalana está fuertemente condicionado por la proximidad: como no podía ser de otro modo,
ya que buena parte de la vinculación con un municipio diferente del de residencia es por
medio de la movilidad habitual, la distancia entre el origen -el municipio de residencia- y las
destinaciones tienen que ser, forzosamente, pequeña para poder ser recurrida diariamente.
Así, la configuración típica del espacio de vida obedece, básicamente, a tres criterios
territoriales: en primer lugar, la proximidad, de modo que a menudo adopta una forma
concéntrica en torno al municipio de residencia y con un peso importante de la capital
comarcal; en segundo lugar, el segundo eje territorial hace referencia a la vinculación
territorial por medio de las segundas residencias, caso en que la distancia ya no tiene un papel
tan importante a favor de la localización en territorios de alto valor natural o paisajístico; y,
finalmente, en tercer lugar, la ciudad de Barcelona, con el fuerte poder de atracción que se
acaba de comentar.
. Es posible interpretar las relaciones que se han establecido entre municipios en términos de
grado de metropolitanización del territorio, ya que se parte de que los municipios con esta
característica presentan, por una parte, una mayor apertura y, de la otra, una mayor dispersión
territorial de las destinaciones de la movilidad cotidiana. Así, dando respuesta a la pregunta
sobre la configuración de Cataluña como un único espacio urbano, la conclusión es bastante
clara: el territorio catalán se caracteriza por una estructura policéntrica entorno a las capitales
provinciales y de las ciudades medias del país, que ejercen un cierto grado de atracción sobre
el territorio que es más próximo.
. Finalmente, y con relación al espacio generado por la localización territorial de las segundas
residencias, este no obedece a criterios de proximidad, sino a las calidades paisajísticas y
naturales de los lugares donde se sitúan. En este sentido, se destaca un área que, casi con
independencia del lugar de residencia de sus usuarios, parece tener un fuerte poder de
atracción: Costa Dorada, en concreto toda la franja litoral de las comarcas del Baix Penedès,
el Tarragonès y el Baix Camp, entre los municipios de Calafell y Cambrils. El resto de áreas
de concentración turística, como el Pirineo o la Costa Brava, tienen una influencia territorial
más reducida, puesto que se limita, por un lado, a los residentes al Ámbito Metropolitano, y,
por el otro, a los habitantes de las comarcas más cercanas.
26 contexto
Alberich González
Referencias bibliográficas
contexto 27
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas
de transporte: el caso del auto tren del Distrito Cultural
Universitario en Guadalajara
Recibido: 28/06/2013
Aceptado: 10/02/2014
Resumen:
La toma en consideración de la opinión ciudadana en el diseño de nuevos proyectos urbanos parece
un derecho incontestable; sin embargo, salvo las técnicas basadas en encuestas, existen muy pocos
instrumentos cuantitativos que permitan poner en práctica dicho derecho. En este artículo utilizamos
el análisis conjunto, una técnica basada en experimentos de elección, para incluir las preferencias de
los futuros usuarios en el diseño de un posible sistema de transporte "autotrén" en el Distrito Cultural
de la Universidad de Guadalajara. La utilización de dicha técnica resulta muy conveniente ya que el
sistema de transporte evaluado se basa en un group rapid transit, que resulta novedoso en el contexto
nacional, y que conviene evaluar delante de las preferencias y percepciones de sus potenciales
usuarios, para poderlo diseñar de tal forma que resulte más adecuado a la ciudadanía. Los resultados,
basados en una muestra preliminar, sugieren una visión diferente sobre los atributos que aportan más
valor al proyecto de aquella basada en la opinión de los expertos. Así, los aspectos funcionales (p.e.
trazado de la red, forma de llamado de los vehículos), resultaron más relevantes para los usuarios
que no los relacionados con el nivel de seguridad, la privacidad, los aspectos medioambientales o el
propio diseño urbano de las estaciones.
Palabras clave: Análisis conjunto, diseño urbano, group rapid transit, Guadalajara.
Abstract:
The consideration of citizen opinion on the design of new urban projects seems incontestable right ,
but unless techniques based on surveys , there are few quantitative instruments to implement this
right. In this article we use the pooled analysis, a technique based on choice experiments to include
the preferences of future users in the design of a possible transport system " lorry convoy " in the
Cultural District , University of Guadalajara. The use of this technique is very convenient since the
transportation system is evaluated based on a group rapid transit , which is new in the national
context , and should be evaluated before the preferences and perceptions of potential users , to be able
to design a way that is most appropriate to citizenship.
3 Profesor Titular de la ETSAB e investigador del Centro de Política de Suelo y Valoraciones de la Universidad Politécnica de Cataluña.
carlos.marmolejo@upc.edu.
4 Profesora Investigadora Titular del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara.
olivares.adriana@gmail.com.
5 Máster en Gestión y Valoración Urbana de la Universidad Politécnica de Cataluña (España) e Ingeniero Civil, Universidad Industrial de Santander
(Colombia). jorgermontero@gmail.com.
6 Profesor del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara. Consultor independiente en
GIS y análisis regional ecológico. marco.depaolini@gmail.com.
contexto 29
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
The results, based on a preliminary sample , suggest a different view on the attributes that bring more
value to the project from that based on expert opinion . Thus, the functional aspects (eg, network
layout , shaped vehicle called ) , were more relevant for users who are not related to the level of
security, privacy , environmental issues and urban design of the stations own .
1. Introducción
La potencialidad del análisis conjunto, en la versión utilizada en este artículo, frente a otras
técnicas cuantitativas basadas en encuestas, es permitir que los potenciales usuarios de un proyecto
expresen sus preferencias de forma en que al elegir un proyecto con unas características
determinadas, tengan que renunciar a otras, de la misma forma en cómo no se puede poner césped en
una plaza que se quiere sea altamente transitable.
El objetivo de este artículo es usar el análisis conjunto basado en la elección como vía para
aprehender la opinión de los potenciales usuarios de un novedoso sistema de transporte urbano
basado en vehículos no tripulados en el Distrito Cultural de la Universidad de Guadalajara. Para ello,
primero exponemos la naturaleza del análisis conjunto, la teoría que subyace en él, y las aplicaciones
que ha tenido en el ámbito urbano; en seguida se presenta el estudio de caso, es decir el diseño del
sistema de transporte en el contexto urbano en donde se podría ubicar; luego se expone el diseño y
aplicación del análisis conjunto propiamente dicho; para a continuación discutir los resultados de
una primera encuesta piloto; en las conclusiones se realiza un análisis retrospectivo de las
potencialidades y limitaciones de esta técnica en el ámbito del diseño y el planeamiento urbano.
Nacido cuatro décadas atrás en el ámbito del marketing el análisis conjunto es una técnica para
estudiar el sistema de valores implícitos en la elección de una alternativa dentro de un conjunto finito
de posibilidades (Hensher et al., 2005).
En su variante "basada en la elección" ( choice based conjoint o CBC ), el análisis conjunto consiste
en someter a una muestra estadísticamente significativa de los usuarios potenciales de un proyecto a
un "experimento de elección". En dicho experimento, los participantes deben elegir dentro de una
serie de alternativas aquella que por sus características se ajuste mejor a sus necesidades y
preferencias.
30 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
Este mecanismo que obliga a elegir entre las opciones existentes resulta, por otra parte, muy
familiar a las decisiones que las personas realizan en la vida real, ya que desde la infancia hemos de
elegir entre diferentes opciones, y por tanto al escoger una renunciamos a disfrutar de la otra, al
menos en el mismo momento.
Lo interesante es que las opciones de elección no están a priori definidas, sino que son
combinaciones aleatorias de un conjunto de características predefinidas por los investigadores. Si
bien son combinaciones aleatorias existe un patrón que garantiza que sea posible saber qué
características son importantes y cuales tiene un efecto espurio sobre las preferencias. Una vez
realizados los experimentos de elección los datos son procesados a través de modelos de elección
discreta cuyos parámetros dan pauta a inferir la estructura de preferencias de las personas
encuestadas.
La gran potencialidad de esta técnica, a diferencia de las encuestas en dónde simplemente se indaga
la importancia individual de cada uno de las características de los proyectos radica en dos puntos:
Por poner un ejemplo del primer punto, podría ocurrir que un grupo de futuros usuarios de una plaza
pública estuviesen dispuestos a renunciar a que las zonas verdes de la misma tuviesen césped, a
cambio de que hubiese una fuente con juegos de agua; y un ejemplo del segundo punto podría ser la
potenciación que produce el hecho de que haya césped en dónde tenderse a la sombra de frondosos
árboles de los que guarecerse de los rayos del sol: ya que tanto el césped que da la sensación, más
sicológica que real, de frescura, y las sombras son bienes apreciados de los espacios públicos, pero si
además se pueden combinar y utilizar la asociación resulta explosiva en la percepción de satisfacción
de los usuarios.
En la tabla inferior aparece un experimento de elección en el que los participantes tendrían que
elegir una de las cuatro alternativas, existiendo la posibilidad de no elegir ninguna. Cada alternativa
está formada por la combinación de diferentes niveles provenientes de 5 atributos referidos a la
ordenación y diseño urbano de un ámbito determinado.
El investigador puede preferir utilizar imágenes representativas de cada nivel en vez de texto, lo cual
facilita la comprensión por parte de los usuarios potenciales, pero puede incidir en la evaluación de
un elemento concreto y no su genérico.
contexto 31
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
De manera que en el caso de las intervenciones urbanísticas el análisis conjunto reviste de cierto
interés por que:
2) Permite conocer cuán importantes son los atributos de un espacio para sus futuros usuarios
antes de que el proyecto se acabe de concretar, lo cual permite orientar su redacción
3) Se trata de una evaluación a priori y no a posteriori como en el caso de los referéndums, los
cuales, han demostrado ser instrumentos rígidos y con poca aceptación por parte de la
ciudadanía
5) Finalmente, pero no menos importante, uno de los atributos que se puede incorporar es el
precio que los usuarios tendrían que pagar por acceder a los servicios del proyecto en cuestión 7.
De manera que si se pone en relación el coeficiente de este atributo con el de cualquier otro se
puede inferir estadísticamente la disposición a pagar por dicho atributo. De esta manera es
posible estimar el valor económico social de atributos específicos que conforman proyectos
más amplios.
7
Dicho pago parece menos claro en el caso de proyectos relacionados con el espacio público, puesto que por antonomasia no existe la posibilidad
de cobrar por acceder al mismo. Por tanto el vehículo de pago mediante el cual se materializa dicha contribución económica resulta esencial y por
ello, los investigadores utilizan el pago de impuestos o de contribuciones por mejoras para hacer ver a los encuestados que efectivamente las obras
públicas provienen de sus bolsillos a pesar de que no paguen directamente por la mayor parte de las mismas.
32 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
En su acepción más común (1) adopta la forma de una función lineal en dónde las utilidades
parciales derivadas se adicionan. Si se conocen las características de un número finito de alternativas
(dentro de un conjunto C ), en el contexto de un experimento de elección, entonces es posible conocer
la probabilidad de elección de un individuo. Así, la probabilidad de elegir i en vez de j está expresada
por:
P[(U i U j ), j i] P[Vi V j )(ei e j )] (2)
En dónde es un parámetro de escala, inversamente relacionado con la desviación estándar del error.
Dicho parámetro no es identificable del vector de parámetros y se asume que es equivalente a la
unidad. La calibración de (3) permite obtener los parámetros , que modifican a las características
opciones elegidas x en (1). Dichos parámetros son interpretados como las utilidades parciales o
efectos: es decir el peso implícito de cada uno de los niveles de cada atributo en la elección del bien
compuesto. Conocer dicho peso implícito nos permite desvelar, sin preguntarlo directamente, la
estructura de preferencias de los "futuros" usuarios de los proyectos urbanísticos.
Las aplicaciones del análisis conjunto en el diseño de productos y servicios han sido muy diversas.
Al margen de los productos de consumo masivo de larga y corta duración, destacan aplicaciones en el
diseño de planes de pensiones, software médico, la planificación de los recursos marinos e incluso el
diseño de programas educativos universitarios (Orme, 2006). Sin embargo en el ámbito de la
planificación y gestión del territorio está técnica ha tenido una aplicación marginal, a excepción del
ámbito de los espacios naturales. La tabla siguiente resume los principales estudios en el ámbito
territorial publicados en revistas indexadas en el ISI y Scopus en los últimos años, como se ve una
mayor parte de ellos corresponden a análisis de tipo urbanístico.
Ta bla 1 Selección de estudios que han aplicado el AC en el ámbito territorial y
urbano publicados en revistas indexadas, Bengoehea, van der
Tipo de ánalisis
Autor Año Ámbito temático País Finalidad
conjunto
Fuente: Revisión de las revistas indexadas en el ISI y Scopus en el año 2011, para las publicaciones comprendidas entre los años 2000 y 2013
34 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
Dentro de los países iberoamericanos en España, el análisis conjunto ha tenido una importante
relevancia en el análisis, el planeamiento y la gestión de los espacios naturales. Sánchez y Pérez
(2000) han empleado esta técnica en el diseño y gestión de los espacios protegidos. En la línea del
trabajo anterior, Sayadi et al. (2005; 2009) han utilizado el análisis conjunto, en su versión de rating
y ranking, para evaluar las preferencias de los visitantes de las Alpujarras sobre los atributos que
dotan de calidad al paisaje en su vector natural y agrario.
De esta manera han podido priorizar los elementos del paisaje natural y antropeizado que resultan
más atractivos desde una perspectiva estética. Álvares-Farizo & Hanley (2001) han usado la técnica
para evaluar la implantación de centros de producción de energía eólica en la Plana de Zaragoza. De
esta manera han encontrado que las personas perciben que el principal impacto de la implantación
de los aerogeneradores incide sobre la flora y fauna, y en menor medida en la modificación del
paisaje y la protección de las estructuras geológicas. Mientras que el trabajo de Marmolejo y Ruiz
(2013) aporta elementos para discernir sobre el futuro de una planta industrial en Manresa cuyo
futuro podría pasar por el redesarrollo completo del ámbito o la modificación puntual. Este trabajo
pretende usar el análisis conjunto en el diseño de un novedoso sistema de transporte en un recinto
urbano concreto, para evaluar las características del propio sistema como de su integración
urbanística necesarias para garantizar su aceptación por parte de los usuarios potenciales.
Los sistemas GRT y PRT empezaron a desarrollarse en Estados Unidos y Europa desde 1953
(Anderson,2000), sin embargo, es en los últimos 15 años que se han empezado a observar
aplicaciones con resultados positivos en términos su explotación comercial, permanencia y
aceptación entre los usuarios.
Los sistemas GRT y PRT forman parte de los denominados Automated Guideway Transit (AGT),
equiparados como sistemas automatizados de taxis (Anderson, 2000). Más recientemente han sido
integrados a la clasificación de Automated People Mover System (APMS) y, si bien tienen
características similares, los que actualmente están en funcionamiento tienen ciertas variaciones
técnicas que le dan particularidades en el mercado. Con la finalidad de tener claridad respecto de las
posibilidades de este sistema de transporte describiremos a continuación sus características con
algunas precisiones técnicas referidas al Autotrén, con la acotación de que este es un sistema aún en
desarrollo.
Los vehículos son automatizados y no requieren de conductor.La capacidad del vehículo
puede ser de 3-6 pasajeros sentados (PRT); hasta 20 pasajeros parados y sentados (GRT). El
autotrén está considerando la modalidad GRT con capacidad de hasta 12 pasajeros parados y
sentados.
El desplazamiento de los vehículos tiene como soporte una red de carriles exclusivos a nivel
de piso, elevados o subterráneos. Por las características de los vehículos la vía es esbelta y
requiere poca disponibilidad de espacio, por lo que su aplicación es más amigable con el
contexto urbano que otros sistemas.
Las estaciones generalmente están instaladas fuera de la guía ("off line") permitiendo el
flujo continuo de vehículos en la red.
Su velocidad puede ser programa de acuerdo con las características del desarrollo
tecnológico y de su aplicación entre 15 y 40 km/h, sin embargo, hay algunos que pueden
alcanzar hasta 70km/h (Vectus, 2010). El autotrén está planteando velocidades máximas de
40 km/h.
Para su funcionamiento puede integrar diversos sistemas de propulsión. Los desarrollos más
innovadores cuentan con energía eléctrica renovable sin emisiones locales al ambiente. El
autotrén está manejando actualmente un sistema híbrido, es decir combina motores de
carburante y eléctricos con la tendencia futura a utilizar solamente el eléctrico.
36 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
En los últimos 10 años se han desarrollado en el mundo diversos sistemas basados en la tecnología
GRT y PRT, algunos de los cuales destacamos a continuación por su presencia en el mercado y sus
aplicaciones en funcionamiento.
Una de las más ambiciosas aplicaciones GRT en ámbitos urbanos se ha desarrollado en Masdar City
(Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos), la cual previó desde su diseño el funcionamiento de 3000
vehículos PRT que darían soporte a 130,000 viajes/día a través de 85 estaciones (2getthere, 2012),
aunque a finales del 2011 transportaban poco más de 3000 viajes/dia. Esta aplicación fue
desarrollada por la empresa 2getthere quien desde 1997 ha puesto aplicaciones en funcionamiento
en los Países Bajos.
Ultra Global con sede en el Reino Unido es otra de las empresas que ha tenido un importante
desarrollo en los últimos años. A principios del 2011, puso en funcionamiento su primera aplicación
comercial y uno de los desarrollos PRT más ambiciosos de la última década en el Aeropuerto
Internacional de Heathrow en Londres. El sistema permite la conexión entre la Termina 5 y el
estacionamiento VIP mediante una red de 3.8 Km que moviliza en promedio 1000 pasajeros por dia.
En India está desarrollando su primera aplicación urbana en la ciudad de Amritsar de 8 km de vias
elevadas que prevén movilizar 5000 pasajeros al dia (Ultra Global PRT, 2011).
Localizada en Gran Bretaña y con capital coreano, Vectus es otra de las empresas desarrolladoras de
sistemas PRT. Actualmente tiene en construcción un desarrollo en modalidad PRT en la ciudad de
Suncheon en Corea del Sur y su tecnología que le permite alcanzar velocidades de hasta 70 km/h
(Vectus, 2011).
En América Latina, la ciudad de Teresina en Brasil realizó estudios para la aplicación de un sistema
GRT que empezaría a funcionar en 2012 (PRT Consulting, 2011), mientras que en México ciudades
como Guadalajara y León han empezado a considerar estos sistemas como alternativas para resolver
la movilidad en corredores de densidad media.
Queda aún en proyecto el Conjunto de Artes Escénicas que prevé una sala de conciertos para 1,800
espectadores; un teatro de usos múltiples con capacidad para 900 espectadores y un Teatro Estudio
con capacidad 900 espectadores. Asimismo está en proyecto el Museo de Ciencias Ambientales que
prevé en su fase de mayor consolidación 300 mil visitantes anuales (Universidad de Guadalajara,
2010).
El CUCEA comprende 11 programas de licenciatura vinculados a las ciencias de la administración
y la economía e integra una población de casi 16,890 estudiantes y casi 1000 plazas académicas
(CUCEA, 2013). EL CUCSH fue reubicado en el DCU y cuenta con una población total entre niveles
de licenciatura y posgrado de casi 11,000 estudiantes. Actualmente está en funcionamiento un
primer módulo resultante de la primera etapa del proyecto que alberga casi 1000 personas entre
personal administrativo y estudiantes (CUCSH, 2013).
La movilidad sostenible es un sin duda uno de los principales retos de las ciudades de América
Latina y un tema central de la agenda pública que toca fibras sensibles de la población. El Consejo
Mundial de Negocios para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) ha definido la movilidad sostenible
como la habilidad para satisfacer las necesidades presentes y futuras relativas al movimiento libre,
accesibilidad, comunicación, negocios y conectividad, sin sacrificar valores humanos y ecológicos
esenciales (WBCSD, 2004). Es en este tenor que se centra la importancia de promover el estudio de
sistemas alternativos de movilidad que nos permitan hacer aportaciones para atender problemas
específicos como es en este caso el Distrito Cultural de la Universidad de Guadalajara.
3) Determinación de la población objetivo, es decir de las personas cuya opinión interesa ser
tenida en cuenta por cuanto son potenciales usuarias del proyecto
4) Diseño de la interface y estímulos gráficos
5) Aplicación de los experimentos de elección
6) Especificación y calibración de los modelos
7) Interpretación de resultados
Sin lugar a dudas de los pasos anteriormente reseñados el que mayor dificultad reviste es el primero,
ya que de la correcta selección de los atributos y del número de niveles de cada uno depende que no
excluyamos aspectos importantes que son valorados por las personas usuarias o al contrario que por
querer incluir el mayor número produzcamos un experimento de elección con demasiada
38 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
información indigerible para los usuarios y por tanto incapaz de revelar una estructura de
preferencias clara en el momento de calibrar los modelos estadísticos. En esta investigación se
decidió realizar una aproximación basada en un grupo focal en el que participaron: 1) profesores de
Arquitectura de la Universidad de Guadalajara como expertos en el ámbito urbanístico del Distrito
Cultural de dicha institución, y además con experiencia en el análisis de las preferencias tapatías
sobre el Autotrén; 2) ingenieros de la empresa Modutram que es la encargada de diseñar propiamente
el sistema de transporte y su integración urbana; y 3) profesores de la Universidad Politécnica de
Cataluña con cierta experiencia en la implementación del Análisis Conjunto en el ámbito urbano-
arquitectónico. El proceso requirió de tres sesiones en las que se fueron concretando los atributos,
sus niveles, los estímulos gráficos utilizados y su diseño computarizado. Como se ve, la
conformación del grupo focal no incluye actores provenientes de la esfera civil o representantes de
los colectivos universitarios a los que iría fundamentalmente orientado este nuevo sistema de
transporte. Ello ha sido así, porque, con el uso del CBC, se ha querido contrastar hasta qué punto la
opinión de los técnicos expertos en urbanismo y sistemas de transporte coincide con aquella
expresada por sus futuros usuarios.
El principio seguido para la elección de los atributos y los niveles era el de incorporar características
tanto del diseño del sistema de transporte (red y servicio) como de su integración urbanística
buscando seguir un modelo parsimónico. El resultado está contenido en la tabla inferior sobre la
cual cabe realizar algunos comentarios. El nivel de privacidad se refiere a la forma en cómo se
comparten los vehículos: estos pueden operar como un taxi (primer nivel) o como un autobús
(segundo nivel). La forma de llamar los vehículos a la estación puede ser sólo presencialmente
(primer nivel) o también de forma anticipada utilizando los recursos de las TIC (segundo nivel) y los
dispositivos móviles. La seguridad pública es un atributo que el grupo focal coincidió en incluir dado
el deterioro de la misma observado en las ciudades mexicanas o al menos la percepción de la
ciudadanía. Así, la seguridad no se refiere a la fiabilidad del sistema, sino a la integridad individual.
Los niveles son alto, medio y bajo, mientras que el primero podría invadir la intimidad de los
usuarios al contar, entre otros dispositivos, con cámaras permanentemente conectadas dentro de los
vehículos; en el último solo se ofrece un sistema de intercomunicación que es activado a discreción
de los usuarios en caso de requerir una asistencia o emergencia.
La forma en cómo se integran las estaciones al tejido urbano fue otro aspecto relevante, ya que como
se ha dicho anteriormente estos sistemas de transporte pueden tener vías terrestres, aéreas y
soterradas, y sus estaciones pueden tener las mismas configuraciones. Habiendo descartado la
opción de soterramiento, la accesibilidad y configuración de las estaciones adopta tres niveles en
función de su relación con el nivel de la calle y los sistemas de comunicación vertical con los que
cuentan. Otro aspecto relacionado con el diseño de las estaciones es la forma en cómo se abastecen
de recursos energéticos e hídricos, debido a que la sustentabilidad ambiental es un aspecto que
despierta gran interés en relación a su nivel de deseabilidad por parte de los usuarios, por esa razón
este atributo adopta tres niveles que van desde lo convencional a lo sostenible (recuperación de aguas
pluviales para la limpieza de la estación y energía solar para el alumbrado), pasando por una solución
híbrida. La integración del nuevo sistema a la ciudad supone el diseño intermodal, es decir, su
conexión tanto con las redes de transporte público y privado existentes como con los puntos de
mayor relevancia en las proximidades del Distrito Cultural. De esa manera el nivel más escueto
incorporaría solamente la conexión con el periférico y tren ligero que son los puntos naturales de
acceso a la red, el primero porque a través del mismo discurren las principales rutas de autobuses que
contactan la zona con el resto de la metrópoli, y el segundo porque es el sistema de transporte público
de alta capacidad más próximo a la zona. El segundo nivel además incluye un ramal que conectaría
con la Calzada Independencia por donde circula el Macrobús y finalmente el último nivel incorpora
además de los anteriores al Centro de Zapopan, como subcentro que por su papel estructurador de la
contexto 39
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
40 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
Una vez determinados los niveles y los atributos se procedió a determinar la población objetivo, en
este caso los potenciales usuarios están comprendidos por: 1) los estudiantes, personal docente y
administrativo de los centros educativos de la universidad, 2) los residentes y trabajadores de las
zonas de vivienda y actividad económica proyectadas en el recinto, 3) los usuarios de los servicios
culturales (p.e. Auditorio Telmex) y de ocio/esparcimiento (p.e. disfrute de los espacios públicos) del
recinto. De todos los posibles usuarios aquellos relacionados con las infraestructuras universitarias y
perteneciente a dicho colectivo son los más numerosos no sólo por el volumen de usuarios sino sobre
todo por la frecuencia con la que accede al recinto, debido a que una parte de los edificios
universitarios del complejo urbanístico fueron diseñados para dar servicio a toda la comunidad con
independencia de la filiación. De esta manera se consideró que el universo poblacional es de
220.392 personas que es la cifra de personas que conforman el alumnado y personal académico y de
administración de la UdG. De manera que para obtener resultados con un margen de error del 5% se
encontró que la muestra representativa para respuestas de tipo cuantitativo como las incorporadas en
el experimento de elección era de 384. Así antes de proceder a la aplicación del total de las encuestas
se realizó una prueba piloto que una vez validada (eliminación de experimentos incompletos o
inconsistentes) quedó en 68 participantes sobre los cuales se realiza en análisis ofrecido en este
artículo. Se estableció que cada participante realizara 4 experimentos de elección, ya que la
experiencia previa reveló que a partir de 5 experimentos las personas dejan de tener interés y sus
respuestas son más rápidas a costa de ganar aleatoriedad (con lo cual los modelos pierden capacidad
explicativa). Por otra parte, 4 experimentos es un número adecuado porque el primero generalmente
sirve de aprendizaje al encuestado. La forma en cómo se construyeron los experimentos sigue un
"balanced overlap 8 ".
Es importante aclarar que los expertos del CBC sugieren que "en las investigaciones preliminares es
suficiente con utilizar muestras entre 30 y 60 personas" (Orme, 2006, pág. 17). Así la encuesta piloto
se realizó del 21 de junio al 15 de julio de 2012.
Por su parte para diseñar la interfase y los estímulos gráficos se decidió utilizar una encuesta en
computador a través de Internet, ya que la experiencia pasada sugirió que, en relación a una encuesta
presencial en dónde hay un encuestador frente al participante: 1) las personas tienen más tiempo para
contestar y por tanto pueden hacer elecciones más meditadas, y 2) las personas tienden a ser más
sinceras con respecto a temas relacionados con correcciones políticas o su nivel de ingresos. De esta
manera se procedió a implementar la encuesta en el Software SSI Web de Sawtooth en una estructura
de 5 etapas:
1. Primero se contextualiza al encuestado realizando una muy breve descripción del
Distrito Cultural Universitario y se averigua si ya lo conocía y, en su caso, qué tipo de
relación tiene con él. Con las respuestas obtenidas, se pueden segmentar los resultados de
otros apartados para ver si existen diferencias considerables.
contexto 41
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
9 Los encuestados fueron contactados mediante correo electrónico a partir de los registros de la Universidad para invitarles a participar; sin embargo,
ello no obsta para que haya podido llegar a personas fuera del universo.
42 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
El 66% de los encuestados dijeron conocer todo el proyecto del DCU, y un 73,5% el Auditorio
Telmex. Del total un 65% realiza visitas esporádicas al recinto, y sólo un 10% dijo que en el caso de
que mejorase la accesibilidad aumentaría la frecuencia de sus visitas. La mayor parte (un 78%)
utiliza el automóvil para llegar al recinto, y sólo un 22% usa el transporte privado. La mayor parte
(75%) de los respondientes tiene alguna filiación con la UDG, siendo los estudiantes la parte más
numerosa como es de esperar. Debido a ello, el 73,4% tiene una edad comprendida entre los 24 y 45
años, con lo cual los estudiantes de posgrado parecen estar desviando hacia sí la representatividad de
la muestra, mientras que el 66% son hombres lo que refleja cierto desequilibrio que no es
sorprendente en las generaciones universitarias más decanas. El 26,8% tiene ingresos netos
mensuales comprendidos entre los 9.100 y 18.200 pesos. Un 48,5% vive en el municipio de Zapopan
y un 39,7% en Guadalajara. Del total de encuestados que acceden al DCU en coche, un 75% estaría
dispuesto a realizar un cambio modal hacia el nuevo sistema de transporte, mientras que de los que
llegan en transporte público sólo un 12,5% lo cual es coherente porque el GTR no es sustitutivo de
aquellos sino complementario.
El resultado del modelo Logit se encuentra en la tabla inferior. Como se ve su poder de ajuste es
modesto, ya que sólo es capaz de replicar un 25% de las elecciones que efectivamente realizaron los
encuestados. Dicha limitación se debe, sin lugar a dudas, del carácter "piloto" de la encuesta, en
cualquier caso, tampoco el rlh es sensiblemente inferior al que se halla en estudios más amplios.
contexto 43
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
La lectura de los efectos, su magnitud, signo y significancia estadística permite revelar la estructura
de preferencias aprehendida por el modelo. Así, en la dimensión de la privacidad como era de esperar
las personas prefieren ampliamente la modalidad de configuración "tipo taxi" en dónde el vehículo
es compartido discrecionalmente, y por tanto queda a discreción de quien lo llama su compartición
con terceras personas. Por su parte la forma preferida de llamado del vehículo es mediante medios
telemáticos, por cuanto ello garantizaría que en el momento de llegada a la estación el vehículo ya
esté esperando o esté en camino.
Evidentemente a efectos de gestión de dicho servicio debería haber garantías de que el usuario que
ha llamado el vehículo efectivamente haga uso de él, una posible forma sería realizando un cargo por
anulación de último momento o por no utilización. Sorprendentemente los temas relacionados con
la sustentabilidad no tienen un papel relevante en las preferencias de las personas. Es cierto que
existe una ligera tendencia a preferir vehículos eléctricos por sobre los mixtos
(eléctrico/combustión), y que la gente preferiría un sistema de gestión energética e hidráulica mixto
(captación/conexión a red) por sobre otro exclusivamente convencional (conexión a red), pero en
ninguno de los dos casos las variables resultaron estadísticamente significativas.
Dichos resultados son muy sorprendentes a la luz del público que realizó los experimentos de
elección que como se ha dicho eran en su mayor parte universitarios y además, con estudios
superiores cursados o en curso, presuntamente concienciados de la importancia de promover
sistemas sustentables.
Lo cual anticipa un mal pronóstico de dichos aspectos en el caso de que la encuesta fuera abierta al
gran público. Muy por el contrario los elementos dispuestos para garantizar la integridad de las
personas resultaron relevantes.
En concreto el menor número de elementos muestra un rechazo, y por ende, una utilidad negativa,
mientras que cuanto mayor es el número de elementos de seguridad más utilidad percibida aparece
en el modelo, a pesar de que ello va en detrimento de la intimidad de los usuarios por cuanto el hecho
de que exista una cámara de video-vigilancia en el vehículo supone una merma de la privacidad,
quizá por ello, si bien esta opción es la que mayor utilidad positiva aporta sólo es significativa al 90%
de confianza.
El diseño de las estaciones fue otro de los atributos cuyos niveles no demostraron tener un efecto
sobre las preferencias de las personas. Si bien se alcanza apreciar que los encuestados querrían que
las estaciones estuviesen al nivel de la calle, o en su defecto, que contasen con elevador en vez de
rampa (además de escaleras en ambos casos).
El diseño del trazado es otro de los atributos que merece atención y cuantos más puntos de conexión
con otras redes ofrece el nuevo sistema de transporte mejor. Sin embargo, dicha progresión no es
lineal, ya que la adición de la conexión con la Calzada Independencia por donde discurre el
Macrobús no parece añadir suficiente interés y convertir esta opción en positiva.
Muy por el contrario la adición del Centro de Zapopan como posible punto de conexión es
suficientemente importante como para haber atraído la atención de los usuarios con el mayor
coeficiente (utilidad parcial) y significancia estadística (t de student de 6,06).
Lo cual, si se mira en perspectiva, no parece sorprendente dada la estratificación socioresidencial
que denotan los tejidos urbanísticos tapatíos en dónde las clases medias y altas, a las cuales pertenece
una buena parte de la comunidad universitaria, y de los potenciales usuarios de los servicios
culturales del DCU (p.e. Auditorio Telmex o Biblioteca central) viven precisamente al occidente de
la metrópoli y más específicamente en el municipio de Zapopan en dónde precisamente se ubica el
DCU.
44 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
rlh 0,358
Log-likelihood for this model -279,52
Log-likelihood for null model -377,07
Diferencia 97,55
Finalmente por lo que al precio 10 se refiere la estructura de preferencias revela lo que es evidente:
cuanto mayor es el costo del boleto sencillo menor es la satisfacción que genera sobre la función de
utilidad de los usuarios, de hecho existe una extracción de utilidad (porque pagar más por un boleto
de este transporte significaría perder la oportunidad de consumir otros servicios y bienes). Sin
embargo, y muy relevante es el hecho de que la opción más preferida no es la más baja, sino la media
baja equivalente a 20 pesos, lo cual es significativo de que los encuestados aprecian el nuevo sistema
de transporte, al grado de estar dispuestos a pagar un poco más que la alternativa más económica que
es el autobús.
10
Nótese que en este caso los diferentes precios se han introducido como variables dummy a pesar de la naturaleza continua de la
variable. Esto se ha hecho así precisamente para poder estimar con mayor precisión la cantidad más elegida, de lo contrario
simplemente se habría encontrado un coeficiente negativo sin distinguir con precisión las preferencias de los usuarios en relación al
atributo.
contexto 45
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
Para conocer la relevancia relativa de los atributos se ha construido el gráfico inferior, en dónde las
barras representan la distancia absoluta entre los atributos con efectos opuestos. Cuanto más grande
es el valor mayor es la importancia del atributo, es decir mayor es la atención que despertó en los
encuestados durante los experimentos de elección.
Con meridiana claridad se observa que el atributo precio es que atrajo más la atención, por tanto la
política de precios parece ser un factor decisivo en el éxito del sistema de transporte, seguido por su
nivel de integración urbanística. Muy lejos siguen los aspectos relacionados con el diseño
propiamente dicho del servicio y el sistema de transporte. En particular las facilidades de llamado del
vehículo acrecentadas por la difusión de los dispositivos portátiles con acceso a Internet o
comunicación de datos mediante SMS parecen dar bastante margen de maniobra en la gestión del
sistema.
Asimismo, con una importancia similar se aprecia el nivel de dispositivos de seguridad que
permitirían a los usuarios ponerse en contacto audiovisual con un centro de control en el caso de que
se suscitase un incidente. La exclusividad en el uso del vehículo es importante pero no tanto como se
esperaría, queda en el último lugar antes de la aparición de los atributos no significativos, que como
se ha dicho, son tanto los relacionados con la sustentabilidad del sistema como con el diseño
arquitectónico de las estaciones.
Es por tanto el diseño de la red y la política de precios los bastiones sobre los que habría que
sustentar un sistema de transporte capaz de adaptarse a las necesidades de los potenciales usuarios
en el Distrito Cultural Universitario de Guadalajara.
46 contexto
Marmolejo | Olivares | Montero | Paolini
5. Discusión y conclusiones
Arquitectos y urbanistas requerimos contar con herramientas que permitan de una forma objetiva
aprehender las preferencias de la población para quien diseñamos edificios y ciudades. Requerimos
por tanto contar con instrumentos que permitan hacer realidad el derecho a la participación
ciudadana en la toma de decisiones sobre la intervención en el territorio. Incursionar en el estudio de
las mismas es una tarea compleja por cuanto detrás de las mismas subyacen necesidades objetivas,
pero también percepciones creadas en torno a construcciones sociales. Se trata por tanto de
elementos objetivos mezclados con otros subjetivos de índole psicológico e intersubjetivos de tipo
sociológico los que determinan la forma en cómo nos comportamos y usamos la ciudad.
En este artículo se ha realizado una primera exploración sobre las potencialidades y limitaciones del
análisis conjunto como vehículo para extraer la estructura de preferencias de una parte de los
potenciales usuarios de un nuevo sistema de transporte público que podría conectar el Distrito
Cultural Universitario (DCU) de Guadalajara con el resto de la red metropolitana de transporte. A
diferencia de las técnicas cualitativas, generalmente basadas en entrevistas, grupos focales u
observación participante, el análisis conjunto es incapaz de extraer conclusiones individuales
necesarias para aprehender en profundidad la forma de pensar y actuar de los sujetos; por tanto, sólo
es válido para llegar a conclusiones genéricas, es decir extra conclusiones sobre la generalidad.
Sin embargo, frente a otras técnicas de su misma familia cuantitativa parece una herramienta más
potente porque: 1) permite evaluar la importancia relativa de cada atributo que conforma un proyecto
potencial, a través del establecimiento de compensaciones de utilidad; 2) permite conocer qué
características aportan valor y cuales lo extraen. Permite, en definitiva, evaluar los atributos de los
proyectos, y no los proyectos en sí mismos como ocurriría con los referéndums o el rating/ranking
contingente. Sin embargo, a la luz de los resultados obtenidos en el caso del Autotrén para el Distrito
Cultural Universitario tapatío no podemos concluir que sea una técnica que pueda ser utilizada en
solitario en el estudio de las preferencias. Densas nubes se ciernen sobre su utilización unitaria, ya
que en nuestra prueba un 38% de los atributos estudiados resultó no ser significativo en la
conformación de las preferencias reveladas. Esto pone de relieve que las preocupaciones de los
técnicos, seguramente fundadas en criterios objetivos y emanados de la lógica urbanística e
ingenieril del proyecto, no coinciden plenamente con la forma en cómo son percibidos por los
usuarios. Al ser una técnica cerrada, en dónde sólo se evalúan algunas de las características del
proyecto que previamente han sido definidas por el investigador, resulta muy rígida y no da garantía
de que existan otros factores relevantes que los usuarios tendrían en cuenta a la hora de decidir
efectivamente.
Hace falta, por tanto, ver que en esta técnica existen luces, pero también sombras, y que en el mejor
de los casos debería complementarse con estudios preliminares (p.e. encuestas abiertas) que
permitan ver hasta qué punto los atributos y niveles que se incorporan en el experimento conjunto
son verdaderamente los relevantes en conformación de la estructura de preferencias.
contexto 47
El uso del análisis conjunto en el diseño de nuevos sistemas de transporte
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contexto 49
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias
para una antropología urbana
Recibido: 22/01/2014
Aceptado: 27/03/2014
Resumen
El texto expone algunas precisiones en torno a los conceptos de espacio, lugar y paisaje. Cuando
estos conceptos son administrados tanto en la planificación, el diseño, la arquitectura o la
etnografía, es posible encontrar distancias importantes respecto a "la ciudad" frente a "lo urbano".
Asimismo, el recorrido por estas acotaciones evidencia ciertas proximidades que aluden al lente
con que es apreciado uno de los objetos de estudio clave para el estudio del territorio: el espacio
público. Esto, a su vez, explica la diversidad de posicionamientos de los actores sociales en él, ya
sea -por un lado- el tomador de decisiones; el planificador, el diseñador o el arquitecto; y -por
otra parte- el transeúnte o el usuario ordinario. El recurrente uso del término "paisaje" para
hablar de los espacios abiertos de nuestras ciudades implica hacer una revisión del vocablo,
desde su auge en el estudio de lo cotidiano hasta su aparición en el emergente landscape
urbanism. Finalmente, haciendo énfasis en casos latinoamericanos, se abordan las posibilidades y
retos de emprender una investigación enmarcada en los estudios socioculturales y desde la
antropología urbana en una ciudad de la frontera noroeste de México.
Abstract
The text presents some precisions about the concepts of space, place and landscape. When these
concepts are given in urban planning, urban design, architecture or ethnography, it is possible to
find significant distances from the city versus urban. Also, the tour of these notions, could
evidence certain proximities that allude to which lens is observed one of the key objects for
studying the territory: the public space. This, in turn, explains the different positions of social
actors in it: the decision maker, planner, designer or architect, and -moreover- the passer or the
ordinary user. The recurrent use of the term "landscape" to talk about the open spaces of our
cities implies a review of the term, since its heyday at the study of everyday life until its
appearance at the emergent Landscape Urbanism. Finally, focusing on Latin American cases, in
this text are addressed the possibilities and challenges of undertaking a research framed in
sociocultural studies and from urban anthropology in a city at the northwestern border of Mexico.
11Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, Baja
California (México). alejandro.peimbert@uabc.edu.mx
contexto 51
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
E consumo de suelo y de energías para la edificación, han sido algunos de los temas de
estudio que emergen con mayor presencia en institutos y centros de investigación
especializados12. No obstante, entre los retos que la crítica ha planteado ante el estudio
de tales temas es que se aborden con enfoques transdisciplinarios (Doucet y Janssens,
2011). García Canclini (1997) ha destacado que la redefinición de la ciudad trae consigo
la incertidumbre en torno a qué es la ciudad ahora y cómo habría de ser estudiada; con esto se exige
"reorientar el conjunto de los estudios urbanos [al mismo tiempo que] examinar las condiciones
actuales del trabajo inter o transdisciplinario". Vale la pena precisar que esto incluye no sólo los
conceptos y sus teorías, sino los marcos metodológicos.
El antropólogo francés Marc Augé (2007: 29) ha afirmado que "se está utilizando un vocabulario
antiguo para designar realidades nuevas". Esto lo hace particularmente al referirse a la equívoca -
según subraya- aplicación de los términos "periferia", "centro", "vacío", "lleno", entre otros. Augé
habla también de una llamada "degradación de lo urbano", ligada al paro, a la inestabilidad
económica, social y geográfica que, en general, se percibe como una fluctuación y esta, a su vez, es
asumida como la cara opuesta de la movilidad, relacionada con los aspectos más dinámicos de la
economía. Tal degradación, según subraya, exige que muchos de los términos ya obsoletos que se
refieren a fenómenos urbanos y arquitectónicos sean revisados. Así, por ejemplo, para referirnos a
cuestiones relacionadas con la ciudad y con la arquitectura, solemos hacer un uso indiferenciado del
vocablo "espacio".
En este caso, se hará un breve recorrido sobre tres conceptos que resultan clave para el análisis de
las prácticas y las representaciones que se efectúan en la ciudad; la revisión de dichos conceptos toca
de manera tangencial su uso en la arquitectura y el urbanismo. Se trata de las nociones de "espacio",
"lugar" y "paisaje". Siguiendo a López Levi y Ramírez Vázquez (2012: 21-22), las acepciones de
estos conceptos, junto con el de territorio, "responden al contexto del periodo en el cual han sido
usadas y al debate epistemológico a partir del cual éstas se generaron", ya sea la modernidad o la
posmodernidad. Estas autoras, quienes trabajan desde las ciencias sociales, afirman que "lo mismo
han servido para nombrar, describir y estudiar porciones de la superficie terrestre […] que surgido
como resultado de procesos de investigación, organización y gestión."
Cuando se ha hablado de "espacio" es posible remitirse incluso hasta la ideal raíz platónica. "Platón
habla en el Tomeo del chora como el espacio eterno e indestructible, abstracto, cósmico, que provee
de posición a todo lo que existe" (Montaner, 2002: 30). De ahí, nos podemos trasladar al
Renacimiento, cuando el método de la perspectiva lineal -aportación de Filippo Brunelleschi-
resultó clave para la representación de las obras plásticas, arquitectónicas y urbanas en el espacio, así
como para su concepción y comprensión. A partir de ahí, inicia una "búsqueda de un espacio
moderno, infinito y dinámico, [… y] todo ello culminará en un paso trascendental en la evolución de
la arquitectura: la concepción internacional del espacio conformado sobre un plano horizontal libre,
con fachada transparente" (Montaner, 2002: 28-29). Esto probablemente originó que
recurrentemente cuando se hable de hechos arquitectónicos o urbanos, se use de manera indistinta el
término "espacio" como una categoría primordial o clave para la disciplina.
12
Al menos en México, existen cerca de 20 posgrados que incorporan en sus programas -incluyendo maestrías y doctorados- a los estudios urbanos, la
planificación del territorio u otros temas relacionados y que se encuentran en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (2013). Destacan, por
ejemplo, los centros de investigación y posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad de Guadalajara, de la
Universidad Autónoma Metropolitana, del Colegio de la Frontera Norte y del Colegio de México.
52 contexto
Peimbert Duarte
Autores como Christian Norberg-Schulz (1968; 1970) y Kevin Lynch (1975) le confieren una
posición trascendental al concepto de lugar. En su libro Genius Loci, Norberg-Schulz (1980),
recuperando el pensamiento de Martin Heidegger y Sigfried Giedion, entre otros y explorando las
teorías de la Gestalt, aborda con cierta profundidad los conceptos de espacio y lugar.
¿Qué queremos decir con la palabra lugar? Obviamente queremos referirnos a algo más que una
localización abstracta. Nos referimos a una totalidad hecha de cosas concretas que tiene sustancia
material, forma, textura y color. Estas cosas juntas determinan un carácter ambiental, el cual es la
esencia del lugar. (Norberg-Schulz, 1980: 6-8)
Este autor, a su vez, reconoce que el manejo del término "espacio" no es nuevo para la teoría de la
arquitectura, pero que su uso nos puede conducir a muchos significados; por eso se hace necesario
hablar de "espacio habitable" y así evitar confundirlo con el espacio abstracto propio de la geometría
tridimensional. Aun así, hablar de "espacio habitable" resultaría poco satisfactorio, tendríamos que
hablar -de acuerdo a Norberg-Schulz- de "espacio concreto" y así evitar caer en la idea de un espacio
homogéneo e isotrópico.
A partir de algunos ejemplos de arquitectura de la segunda mitad del siglo XX (la obra de los
españoles José Antonio Coderch y Rafael Moneo; de los portugueses Fernando Távora, Álvaro Siza
y Eduardo Souto de Moura; de los nórdicos Alvar Aalto y Jørn Utzon, que en conjunto son
consideradas paradigmáticas) es como podría quedar mejor ejemplificada una posible definición del
lugar: "el lugar viene definido por sustantivos, por las cualidades de las cosas y los elementos, por los
valores simbólicos e históricos; es ambiental y está relacionado fenomenológicamente con el cuerpo
humano" (Montaner, 2002: 32).
Por su parte, una definición clave de "lugar" desde la geografía viene de Paul Claval (2007), quien
destaca lo importante que resultan los procesos de orientación y reconocimiento en un ambiente.
Justo cuando memorizamos imágenes concretas (reconocer) y cuando situamos los lugares y sus
elementos en el espacio (orientarse) es cuando el espacio se convierte en lugar. Sin embargo, esto no
es suficiente, siempre resulta necesario nombrarlos (cualificar) para hacer, arguye Claval,
compartido este ejercicio de orientación y reconocimiento:
Un descubridor quiere conservar la memoria de las tierras que descubrió y hacer que todos las
conozcan; para hablar de lugares y ambientes, no hay otro medio que proceder al bautizo de la
tierra y elaborar un vocabulario propio para calificar los diferentes aspectos del espacio. (Claval,
2007: 201)
Así, por ejemplo, una comunidad le ha asignado desde hace muchos años el nombre de "Río Nuevo"
a toda una zona urbana emplazada en la ciudad fronteriza de Mexicali, México; esta zona (inmersa en
un proceso de construcción inconstante y difusa) se asienta a lo largo de una barranca ocupada hace
algunas décadas por un cuerpo de agua y vegetación. El Río ha desaparecido, pero pese a la
asignación institucional del nombre "Calzada de los Presidentes" a la vía que corre por dicho borde y
a las áreas adyacentes se le sigue llamando e identificando a todo ese enclave como "Río Nuevo";
este lugar permite diferenciar la zona oriente y poniente de la ciudad y es reconocible por albergar un
conjunto (aun inconcluso) de equipamiento deportivo, cultural y administrativo13 .
13
El Río Nuevo es reconocido por las estadísticas como uno de los cuerpos de agua más contaminados del país, en él se han vertido aguas negras de uso
doméstico e industrial, pero principalmente desechos agrícolas. Aunque su cauce es producto de una obra hidráulica emprendida a principios del siglo
XX para reconducir los excedentes del Río Colorado hacia el Valle Imperial, en California, ya no tiene ninguna fuente de agua natural, su flujo está
integrado totalmente por deshechos. El Río Nuevo nace cerca del volcán de Cerro Prieto, al sur del área urbana de Mexicali, y cruza por esta ciudad
capital ocultándose bajo un sistema de bóvedas de concreto que sirven de camellón para un eje vial; esto no disipa el fétido olor, que se agudiza en la
temporada de verano. El río cruza la frontera hacia Estados Unidos de América y continúa su curso de 106 km hacia el norte por la ciudad de Calexico,
California y regiones del Valle Imperial antes de desembocar en la laguna artificial de Salton Sea.
contexto 53
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
Mientras que para Claval resulta clave la denominación de los lugares, para Yi-Fu Tuan (1977: 136)
el "espacio es transformado en lugar cuando adquiere definición y significado". Un ejemplo,
menciona Tuan, pudiera ser aquel espacio extraño que se convierte en un barrio: el ordenamiento a
partir de direcciones cardinales establece un patrón de significados y referencias (el aquí y el allá),
inclusive los mismos puntos cardinales y su centro. Cabe destacar el reciente trabajo de Miguel
Ángel Aguilar Díaz (2012), quien dedica una buena parte de su texto Antropología urbana y lugar.
Recorridos conceptuales para hacer las precisiones necesarias a fin de poder lograr preguntas de
investigación de corte antropológico.
[…] los límites del lugar no dependen necesariamente de un aspecto físico o de delimitaciones
materiales, sino principalmente de demarcaciones cognitivas expresadas a través del lenguaje. Son
los recorridos, el conocimiento que se adquiere a través de ellos, la información a la que se accede y
la orientación a partir de los puntos cardinales lo que va haciendo emerger la idea de un lugar.
(Aguilar, 2012: 122)
Esta última afirmación se relaciona estrechamente con la definición que más interesa considerar
para este trabajo. Se trata de la idea que han elaborado algunos autores como John Brinckerhoff
Jackson (1994) y Paul Groth (1997) en el marco del estudio de los paisajes culturales.
El término paisaje significa algo más que una vista placentera de una escena. El paisaje denota las
interacciones de la gente y el lugar: un grupo social y sus espacios, particularmente los espacios en
los cuales el grupo pertenece y de donde sus miembros obtienen una parte de su identidad y sentido
común. (Groth, 1997, 1-2)
En un entorno, así como existe una comunidad que se siente identificada con determinados lugares
y paisajes, existe también una posición hegemónica que resulta ser aquella que construye o suprime
las denominaciones de los paisajes desde su posición de poder. La socióloga estadounidense Sharon
Zukin (1993) aporta una distinción entre los conceptos de lugar y paisaje, en especial refiriéndose a
cuestiones ligadas con el poder económico. Lugar, entendido como una localización geográfica en el
territorio, puede ser una concentración de personas y actividad económica, es la forma de una
sociedad local reproducida de manera especial por su economía y su demografía y que de manera
inmediata evoca una imagen; es, en un sentido más amplio -siguiendo a Zukin- un dispositivo
cultural de conflicto y cohesión social: " el lugar expresa cómo un grupo de gente espacialmente
54 contexto
Peimbert Duarte
conectada media sus demandas de identidad cultural, poder y acumulación del capital" (Zukin, 1993:
12). Paisaje, afirma Zukin, no solamente denota el significado usual correspondiente a un "entorno
físico", sino que se refiere a un conjunto de prácticas sociales y materiales.
Paisaje representa la construcción espacial de clase social, género y relaciones de raza impuestas
por instituciones con poder. […] Esto connota el panorama entero que percibimos: tanto el paisaje
del poderío -catedrales, fábricas y rascacielos- y el paisaje del subordinado -capillas, suburbios y
vivienda marginal. Un paisaje media lo simbólico y lo material, entre la diferenciación socio-
espacial del capital implícito por el mercado y la homogeneidad socio-espacial del trabajo sugerido
por el lugar. (Zukin, 1993: 16)
En el Río Nuevo, por ejemplo, el contraste entre el Centro de la Artes y la vivienda autoconstruida;
entre el Centro Deportivo y la cancha informal; entre los prados bien conservados y los baldíos,
integra un solo paisaje en el que se explicitan las tensiones entre prácticas tales como la
planificación, la construcción y la apropiación del espacio público en la frontera entre México y
Estados Unidos.
Es importante incorporar a esta última serie de definiciones de paisaje, que -dicho sea de paso-
cruzan transversalmente por el campo de lo sociocultural, las que están adheridas al emergente
campo del Landscape Urbanism.14 James Corner (2005) afirma que la reaparición del paisaje en la
gran imaginario cultural se debe en parte al auge del ambientalismo y la conciencia global, al
incremento del turismo y las necesidades asociadas de las regiones por preservar un sentido de
identidad, sin olvidar el impacto que sufren las zonas rurales ante el crecimiento urbano.
Precisa, que referirse a paisaje no es hablar de vegetación, terracerías y planificación de sitios
(condición que prevalece en diversas escuelas de diseño); hoy en día, hablar de paisaje implica
alcances mayores: la capacidad de teorizar sobre los sitios, los territorios, los ecosistemas, las redes e
infraestructuras; y organizarlos en las grandes extensiones urbanas.
Así, disciplinas que parecían trabajar de forma un tanto autónoma (o al menos con lindes
disciplinares muy bien definidos), tales como la arquitectura, la arquitectura de paisaje, el diseño
urbano y la planeación, desplazan sus prácticas hacia un foco de atención común: el urbanismo del
paisaje (landscape urbanism). Este, siguiendo con las ideas de Corner (2005), toma como ámbito de
acción principal al espacio público, entendiéndolo como uno de los principales contenedores de la
memoria y el deseo colectivos, así como el lugar de la imaginación geográfica y social, para
establecer nuevas relaciones y conjuntos de posibilidades. Vale la pena, profundizar en ello.
Aun con las precisiones de los conceptos de espacio, lugar y paisaje que podemos encontrar en la
literatura ya citada y, sin duda alguna, en otras muchas fuentes propias de la geografía humana y
geografía cultural, es insoslayable el uso recurrente del vocablo "espacio" para abordar una noción
clave para el estudio del territorio. López Levi y Ramírez Velázquez (2012: 21), en la revisión que
elaboran en torno a los conceptos de región, paisaje, territorio y lugar en las ciencias sociales,
destacan que resulta convencional abordar (desde los respectivos análisis, descripciones y
representaciones) entornos propios de la geografía "a partir del uso indistinto de categorías, [las
cuales] podrían referir a características, patrones, procesos y relaciones que no necesariamente
remiten a términos de coexistencia y simultaneidad".
14 Aún sin contar con amplias referencias que lo traduzcan al español, podría ser traducido provisionalmente como "Urbanismo del Paisaje"; no
obstante, en este texto se usará el término en inglés.
contexto 55
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
Sin duda alguna, en el ámbito arquitectónico ciertas veces se ha hecho un uso indiscriminado del
término espacio, comparándolo -o confundiéndolo- con el término "lugar"; en parte, de ahí surgió la
necesidad de iniciar con esta serie de precisiones. Por ahora, en este texto no se abundará en ello, pero
sí vale la pena detenerse en la explicación que Manuel Delgado (2007) ha desarrollado respecto a la
noción de "espacio urbano". Delgado utiliza esta noción como objeto de estudio factible para el
análisis antropológico, ejercicio toral para la investigación que aquí se aborda y colofón de este
texto. Delgado se encarga de definir las implicaciones epistemológicas del espacio urbano,
entendiéndolo como objeto a ser observado, descrito y analizado. Pero, inicialmente, menciona que
el espacio público tiende a constituirse en escenario de un tipo insólito de estructuración social,
organizada en torno al anonimato y la desatención mutua o bien a partir de relaciones efímeras
basadas en la apariencia, la percepción inmediata y relaciones altamente codificadas y en gran
medida fundadas en el simulacro y el disimulo. (Delgado, 1999: 12)
Los participantes de ese fragmento de ciudad, según Delgado, viven "relaciones transitorias y que
se construyen a partir de pautas dramatúrgicas o comediográficas -es decir basadas en una cierta
teatralidad-, que resultan simultáneamente ritualizadas e impredecibles, protocolarias y
espontáneas." (Delgado, 1999: 13) Estos participantes forman una sociedad dispersa que se va
conformando al mismo tiempo que se desvanece. También, explica Delgado tomando como base de
sus afirmaciones a G. H. Mead, el espacio público se trata del ámbito por antonomasia del juego, de
la alteridad generalizada, en donde los practicantes experimentan una suerte de placer al complejizar
las reglas de un contrato social cotidiano y renovado de manera intermitente, dicho contrato es
conocido como urbanidad.
56 contexto
Peimbert Duarte
Delgado, en un texto posterior y para aproximarse al espacio público como objeto de estudio, acude
a las formas de adaptación atribuidas a todo sistema social propuestas por Alfred Radcliffe-Brown, a
las que denomina cualidades (ecología, estructura social y cultura). La primera cualidad se trata de la
"ecología" y, de acuerdo a la interpretación de Delgado (2007:89), representa
un nicho o entorno físico al que amoldarse, no sólo constituido por los elementos morfológicos más
permanentes -las fachadas de los edificios, los elementos del mobiliario urbano, los monumentos,
etcétera-, sino también por otros factores mudables, como la hora, las condiciones climáticas, si el
día es festivo o laboral y, además, por la finalidad de acontecimientos que suscitan la versatilidad
inmensa de los usos -con frecuencia inopinados- de los propios viandantes, que conforman un medio
ambiente cambiante, que funciona como una pregnancia de formas sensibles [y] que se organizan en
configuraciones que parecen condenadas a pasarse el tiempo haciéndose y deshaciéndose.
Por otro lado, la "estructura social" se caracteriza -entre otras cosas- porque en ella es posible
encontrarse con "normas, reglas y patrones [que] son constantemente negociados y adaptados a
contingencias situacionales de muy diverso tipo" (Delgado, 2007: 90), dando pie a que se instituya el
azar. La tercera y última cualidad es la "cultura" y ella es entendida como un "conjunto de formas
aprendidas que adoptan las relaciones sociales, en este caso marcadas por las reglas de pertinencia,
asociadas a su vez a los principios de cortesía o urbanidad que indican lo que debe y no debe hacerse
para ser reconocido como concertante, es decir sociable" (Delgado, 2007: 90).
contexto 57
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
Con la definición de Manuel Delgado, además de procurar una invitación a la antropología de los
espacios urbanos, se prestaría atención a los paisajes ordinarios y las prácticas cotidianas; con ello, la
concepción de espacio público se amplía: hablar de este va más allá de considerar como objeto de
estudio a los grandes espacios de encuentro, espacios instituidos y edificados en el marco de las
políticas de desarrollo urbano, es decir, aquellos que aparecen para cubrir una demanda y para ejercer
determinado recurso. Los paisajes ordinarios -interpretando la ya mencionada definición de Groth-
pueden ser: los bordes de una acera, un baldío dentro de un barrio habitacional, un jardín vecinal, un
zona limítrofe de un enclave, una infraestructura o edificación obsoleta o abandonada. En todos ellos
resultaría pertinente la aplicación del método etnográfico para obtener lo culturalmente significativo
de un paisaje característico de una ciudad, aspecto que se abordará con mayor extensión más
adelante.
Adrían Gorelik (2008: 34) hace consideraciones relevantes para las acotaciones que busca este
trabajo; se refiere al espacio público como una categoría puente que "pone en un mismo recipiente
conceptual dimensiones de la sociedad, de la política y la ciudad, conectando esferas fuertemente
diferenciadas". Para ejemplificarlo utiliza casos concretos de la ciudad de Buenos Aires, pero para
explicarlo y argumentar lo concerniente a que el espacio público es una categoría puente expone tres
posiciones: la primera derivada de la visión de Hannah Arendt, "inspirada en el ideal antiguo del
espacio público como el mundo de libertad (la política) frente al mundo doméstico de la necesidad
(la economía)" (Gorelik, 2008: 36); la segunda posición alude al espacio público burgués, "universo
de conductas representativas: solo mediante la representación se hace posible el contacto con el otro
de la sociedad de individuos que, a través del mercado, han roto los lazos de la comunidad" (Gorelik,
2008: 37); y en la tercera es "en donde la noción ilustrada de representación parece mutar en
autorrepresentación burguesa y, sobre todo, donde se realiza la conversión de toda la vida urbana en
circulación, […] mostrando el carácter exclusiva e irreductiblemente mercantil de la metrópoli
moderna" (Gorelik, 2008: 37).
Al menos en lo que respecta al espacio público la planificación desde su ámbito profesional parece
tomar nuevos enfoques, al menos así lo evidencia la literatura más reciente cuyo reto es hacer algo
con la pérdida del espacio público (y del paisaje). Al mismo tiempo, los proyectos que se han
concretado como casos de éxito aluden a la "recuperación" de un parque público, de una edificación
y su entorno con valor simbólico e, incluso, de un sector completo de la ciudad. Uno de los enfoques
más sólidos corresponde a la tendencia del Nuevo Urbanismo (New Urbanism).
La planificación está aparentemente asociada con lo que Adrián Gorelik (2002) llama imaginación
urbana, definiéndola como una "dimensión de la reflexión político-técnica (por lo general, centrada
en un manojo de profesiones: arquitectura, urbanística, planificación) acerca de cómo la ciudad debe
ser". Así, muchas instituciones de enseñanza e investigación dedicadas a los estudios urbanos, la
planificación de la ciudad -especialmente aquella ligada a la vertiente del New Urbanism- se ha
hecho del calificativo "sustentable"; igualmente, ha tomado como mecanismo para la intervención al
"crecimiento inteligente" (Smart Growth) que indica con una decena de principios un enunciado tan
persuasivo como autoritario: "Así es el desarrollo inteligente" (EPA, 2006). También, la
planificación ha aprovechado el prestigio de la comunicación "como instrumento político para
develar (y manipular) el arcano social, en momentos en que se han desvanecido los límites entre
marketing y política, y en que la noción de marketing urbano gana adeptos como única alternativa de
política urbana en tiempos de globalización" (Gorelik, 2002).
58 contexto
Peimbert Duarte
Otro enfoque corresponde al ya enunciado en párrafos anteriores Landscape Urbanism. Este último
es sobre el cual encuentro mayores aportaciones hacia los puntos en que se enfoca este texto. Puesto
que, tal y como James Corner (2005) afirma en Terra Fluxus - texto que inaugura, celebra y ubica el
momento y lugar en el que está el Landscape Urbanism-, uno de los aportes torales de este campo es
la incorporación del imaginario colectivo; dado que informa y estimula las experiencias del mundo
material y por ello debe continuar como el motor principal de cualquier tentativa creativa. Según
Corner, las fallas de la planeación urbana del siglo XX se deben al empobrecimiento de la
imaginación con respecto a la racionalización optimizada del capital y, con ello, su poco aprecio
hacia el perdido tema del imaginario.
En este sentido, Charles Waldheim (2006: 19), uno de los principales teóricos de este campo,
encuentra que el paisaje es "un medio a través del cual la ciudad contemporánea puede ser
aprehendida e intervenida". Este nuevo campo busca superar las limitaciones de la planificación y el
diseño urbano, es un llamado "a la relativa insuficiencia de las categorías disciplinares, profesionales
y críticas para tener en cuenta el renovado interés por el paisaje que se encuentra en la obra de
muchos arquitectos" (Waldheim, 2006:13). Algo que resulta esencial de este nuevo campo, y que
confluye con las ideas ya expuestas de Paul Groth en torno al paisaje cultural, es el reto que implica
que el paisaje reaparezca en la esfera cultural después de años de negligencia e indiferencia. Esto lo
precisa James Corner (1999:13), figura destacada de este campo por su aportación a la teoría y la
práctica del Landscape Urbanism:
contexto 59
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
La recuperación de sitios puede ser medida en tres vías: primero en términos de recuperación de la
memoria y el enriquecimiento cultural del tiempo y lugar; segundo, en términos de un programa
social y de utilidad, como el desarrollo de nuevos usos y actividades; y, tercero, en términos de una
diversificación y sucesión ecológica. En esta triple ruta, las tradiciones inventivas de la
arquitectura del paisaje activamente renuevan el significado de aquellos procesos culturales y
naturales que consolidan la riqueza de toda vida sobre la tierra.
Ante este desafío, sería más honesto que entre arquitectos, planificadores y tomadores de decisiones
del espacio público se hablara más de "recuperación de la ciudad", antes de intentar "diseñar la
ciudad" o "construir la ciudad".
Sin embargo, pese que este campo presenta una aparente ruptura con ciertos límites disciplinares y -
simultáneamente- expongan una sutil apertura hacia los estudios culturales, la antropología u otros
ámbitos, llama la atención que una buena cantidad de proyectos inscritos en el campo del Landscape
Urbanism en sus concepciones y en sus críticas continúen aludiendo a textos derivados de la
arquitectura y del diseño urbano. Son, por ejemplo, recurrentemente citados los célebres y
antagónicos textos de los exponentes de la arquitectura y el urbanismo de Le Corbusier a Rem
Koolhaas, pasando por Robert Venturi, aunque no es privativo de este nuevo campo que amalgama
paisajismo y urbanismo. Asimismo, Charles Waldheim (2006), James Corner (1999), Julia Czerniak
(2007), Alan Berger (2007) y otros investigadores, que pudieran sumar una veintena de autores,
articulan en sus textos los orígenes y las aspiraciones del campo floreciente de producción cultural
del Landscape Urbanism, pero aun sin ocuparse ampliamente de referencias propias de otras
disciplinas. Fredric Jameson (1986), Jean Baudrillard (2002), Marc Augé (1996) o Henri Lefevbre
(1969) aparecen en algunas de la bibliografías, pero recordemos que son éstas figuras de la filosofía,
la antropología y la sociología las que han puesto sus lentes sobre la arquitectura y la ciudad. Queda
abierta la cuestión de, si se busca una auténtica recuperación del paisaje, qué pasaría si el Landscape
Urbanism contara con los argumentos teóricos más pertinentes.
Los estudios urbanos, en general, han explorado el territorio desde su particular óptica, muchas de
las veces privilegiando el estudio de la forma de la ciudad, la imagen urbana, la infraestructura y
demás aspectos relacionados con el espacio y su configuración como objeto de estudio. Pero textos
como los de Henri Lefebvre (1971), Michel de Certeau (2000) y, más recientemente, Manuel
Delgado (2007) resultan cruciales para -además de aclarar la distinción entre la ciudad y lo urbano, y
entre espacio y lugar- establecer nuevos objetos de estudio y, más que nada, elaborar nuevas
preguntas de investigación haciendo manifiesta la presencia del sujeto (o los sujetos) y sus diversas
prácticas en los lugares que viven. Lefebvre (1978: 266) anota que
Para quienes la habitan, la ciudad es un superobjeto, percibido como tal por sus " usuarios", que
siguen perteneciendo a clases, fracciones de clases, grupos sociales muy diversos. Pero es también
una obra ininterrumpida, un producto de " sujetos" que intervienen prácticamente, sean
constructores, dirigentes políticos, notables y grupos influyentes, habitantes que modifican
el "hábitat," que transforman sin cesar las funciones, estructuras y formas urbanas.
Michel de Certeau (2000) se refiere la ciudad instaurada como aquella que corresponde a la
producción de un espacio regulado, que rechaza contaminaciones físicas, mentales o políticas; se
trata del espacio en el que se ejerce una sustitución de resistencias inasequibles y pertinaces de las
tradiciones y, por ende, en donde se promueve la creación de un sujeto universal. Mientras que la
ciudad apropiable (o apropiada) se trata de aquella en la que el caminante actualiza las posibilidades
y prohibiciones; no es otra cosa que una realización espacial del lugar.
60 contexto
Peimbert Duarte
Las improvisaciones del andar privilegian, cambian o abandonan elementos espaciales; esto, en
oposición a la configuración de un sujeto universal, implica relaciones entre posiciones
diferenciadas, aumentando las posibilidades y prohibiciones.
Manuel Delgado (2007: 11), situado -como ya se ha enunciado- en la antropología urbana, rescata
textos fundamentales de Lefebvre como El derecho a la ciudad (1976) y De lo rural a lo urbano
(1971) para referirse al espacio público como "resultado de una dialéctica ininterrumpidamente
renovada y autoadministrada de miradas y exposiciones".
La ciudad es un sitio, una gran parcela en que se levanta una cantidad considerable de
construcciones, encontramos desplegándose un conjunto complejo de infraestructuras y vive una
población más bien numerosa, la mayoría de cuyos componentes no suelen conocerse entre sí. Lo
urbano es otra cosa distinta. No es la ciudad, sino las prácticas que no dejan de recorrerla y de
llenarla de recorridos. […] el espacio urbano resulta de un determinado sistema de relaciones
sociales cuya característica singular es que el grupo humano que las protagoniza no es tanto una
comunidad estructuralmente acabada -a la manera de las que la antropología ha venido asumiendo
como su objeto tradicional de estudio-, sino más bien una proliferación de marañas relacionales
compuestas de usos, componendas, impostaciones, rectificaciones y adecuaciones mutuas que van
emergiendo a cada momento, un agrupamiento polimorfo e inquieto de cuerpos humanos que sólo
puede ser observado en el instante preciso en que se coagula, puesto que está destinado a disolverse
de inmediato. (Delgado, 2007:11)
Chris Barker (2003), investigador situado en los estudios culturales norteamericanos (Cultural
Studies), ha logrado compilar algunas de las visiones más destacadas, las cuales abordan los
significados de espacio y lugar, incluyendo los modos en los cuales se constituyen relaciones
sociales de poder; explorando algunas cuestiones y posibles categorías de análisis relacionadas con
la ciudad y la formación de lugares socioculturales, pone especial atención en aspectos como la
economía política de las ciudades globales, lo cultural y lo simbólico en la regeneración urbana, la
emergencia de las ciudades posmodernas como espacios de disputa, la idea de que es posible leer a la
ciudad como texto y, por último, el mundo virtual y las ciberciudades.
Los estudios culturales son posdisciplinarios, señala Fredric Jameson, y que aún así "uno de los ejes
fundamentales que los sigue definiendo es su relación con las disciplinas establecidas"; ello, pudiera
justamente argumentar que "el trabajo y el pensamiento verdaderamente interesantes y productivos
no tienen lugar sin la tensión productiva de intentar combinar, navegar, coordinar diversas
'identidades' al mismo tiempo, diversos compromisos y posiciones" (Jameson, 1998: 72).
Es Jameson precisamente quien comenta el trabajo de un protagonista del ámbito de las teorías del
urbanismo y la arquitectura contemporáneos. En su artículo La ciudad futura (2003), hace una
importante revisión de las investigaciones urbano-arquitectónicas que el arquitecto holandés Rem
Koolhaas ha liderado en la Harvard Graduate School of Design (y que el mismo Jameson valora
como algo más vinculado con los estudios culturales). En dicho texto, Jameson reconoce esta nueva
dimensión que, al menos para arquitectos o urbanistas de la talla de Koolhaas, toman los fenómenos
urbanos:
El hecho es que el urbanismo tradicional, o quizá más valdría decir modernista, está en un callejón
sin salida. Las discusiones acerca de modelos de circulación del tráfico o sobre la distribución por
áreas -incluso los debates en torno a la falta de vivienda y los procesos de elitización o segregación
urbana [gentrification] o a las políticas tributarias sobre bienes inmuebles- se vuelven
insignificantes en cuanto pensamos en la inmensa expansión en el Tercer Mundo de lo que solían
llamarse ciudades. (Jameson, 2003: 92)
contexto 61
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
De esta manera, el espacio público parece presentarse como un territorio propicio para estudiar lo
urbano -simultánea y articuladamente- situados en distintas trincheras: las de la planificación
urbana, la economía y la política; las de la arquitectura o el diseño urbano; y las de la sociología y la
antropología. Las diferencias y similitudes entre cada uno de los discursos emitidos desde estas
disciplinas son justamente las que dan terreno a las tensiones y conciliaciones que motivan el
abordaje de la problemática desde la antropología urbana.
Si se toma como plataforma lo que los Cultural Studies han producido en torno al tema del espacio
urbano, se evidenciará que éstos ponen una especial atención en las ciudades norteamericanas o que,
en su defecto, observan el fenómeno desde un lente similar y, con ello, homogeneizante. Como
ejemplo de ello está el trabajo como compilador de Anthony D. King (1996) en cuyo libro Re-
presenting the City se encuentran una serie de textos que podrían quedar enmarcados como estudios
culturales urbanos, entre los que destacan aquellos de Sharon Zukin y Saskia Sassen, que incorporan
categorías como consumo y poder.
Por otro lado, el trabajo de Michael Sorkin (2004) y Edward W. Soja (2011) nos remite a la eclosión
de categorías vinculadas con el espacio público o el paisaje urbano, al mismo tiempo que una serie de
neologismos que se refieren a ciudades de los Estados Unidos de América y que aparentan cubrir con
el mismo esquema otras muchas realidades en otros puntos del globo.
Esto nos remite a la crítica que George Yúdice y Nelly Richard aportan sobre los estudios culturales
en América Latina, específicamente respecto a los impactos de la globalización.
Existen razones de más para respaldar las sospechas de los críticos latinoamericanos que se
muestran reticentes frente al tema de los estudios culturales. Pese a la multiplicidad diversa de
pliegues que la recorren internamente, la red académico-metropolitana ejerce el poder
representacional de su dominante norteamericana. La " función-centro" de esta dominante
académica norteamericana controla los nombres y las categorías de discurso que entran en
circulación internacional, y dota de legitimidad institucional a los términos de debate que ella
misma clasifica y organiza prepotentemente de acuerdo a sus propias jerarquías conceptuales y
político-institucionales. El latinoamericanismo ofrece el modelo globalizante de un discurso "sobre"
América Latina que generalmente omite la singularidad constitutiva de los procesos de enunciación
formulados "desde" América Latina. […] la heterogeneidad de lo local latinoamericano tiende a ser
homogeneizada por el aparato de traducción académica del latinoamericanismo y de los estudios
latinoamericanos, que no toman en cuenta ni la densidad significante ni la materialidad operativa
de sus respectivos contextos de enunciación. (Richard, 2005: 185-189)
62 contexto
Peimbert Duarte
Yúdice, comenta un aspecto también importante: trata la función que tienden a desempeñar
determinadas ciudades latinoamericanas y se refiere a ello enunciando que
15Sobresale el trabajo de los chilenos Ricardo Greene y Diego Campos, fundadores de la revista Bifurcaciones, proyecto iniciado en 2004 y que desde
2011 establece una alianza con la Universidad Católica del Maule; también en Chile se edita la Revista El Topo, revista de Sociología Cultural y
Urbana. En Argentina, se encuentra el Centro de Estudios Culturales Urbanos el cual es dependiente de la Facultad de Humanidades y Artes de la
Universidad Nacional de Rosario y se encarga de ofrecer diversos seminarios y editar algunas publicaciones
contexto 63
Espacio público, lugar y paisaje: proximidades y distancias para una antropología urbana
ciudades: São Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires, Caracas, Bogotá, Ciudad de México, Lima,
Quito, cuyo desenvolvimiento exige el ánimo multidisciplinario propio de parte de los Estudios
Culturales. Y las metrópolis, además, contienen zonas donde lo prohibido deja ostensiblemente de
serlo. (Monsiváis, 2003: 417)
Pero igualmente se cuenta con algunos teóricos arquitectos cuyas sólidas trayectorias les ha
permitido referirse a la cultura, asumiendo a la misma -como lo indicara Giménez- con su
transversalidad; se trata de Antonio Toca y Fernando González Gortázar. Ambos han producido una
buena cantidad de ensayos y artículos en donde se refieren a la producción artística, a la arquitectura,
al medio ambiente, al espacio público, a las instituciones y a las políticas culturales con agudeza y
pertinencia. Habrá incluso quien pudiera señalar que ambos hacen estudios culturales; finalmente,
los estudios culturales latinoamericanos, para Carlos Monsiváis, "se han caracterizado por el
equilibrio entre la despolitización con afanes de significación y la politización que ansía
modernizarse. […] Hasta el momento, Estudios Culturales es lo que cada uno decide que sea"
(Monsiváis, 2003: 424).
Una vez planteadas las precisiones pertinentes y procurando poner en contexto el colofón de este
texto, se hablará en particular del caso de los espacios públicos en Mexicali; en particular referencia a
la empresa de hacer etnografía en un paisaje característico de esta capital bajacaliforniana: el Río
Nuevo.
La información producida sobre la ciudad de Mexicali como territorio urbanizado, al menos desde
el ámbito profesional de la planificación urbana y el diseño de los espacios abiertos, ha tendido a
describir cómo se definen y transforman físicamente los espacios. Por otro lado, si bien no es difícil
encontrar investigaciones que se refieran a las prácticas en determinados sectores de esta capital
bajacaliforniana, han sido más los productos que se refieren al territorio como un espacio físico
obediente al mercado inmobiliario, ajustable a una estructura vial dada o a las factibilidades de
infraestructura. No resulta común producir información que se ocupe de aspectos que van más allá de
la materialidad de esta ciudad, en los cuales esté la profundidad cualitativa sobre la representatividad
estadística.
Para traspasar estos alcances y aproximarse a las formas de interacción entre habitantes es necesario
producir información sobre lo urbano, abonándola a aquella que se ha producido sobre la ciudad.
Para la elaboración de cuestiones sobre si los pobladores de esta ciudad conocemos y usamos o no los
espacios públicos o si con qué cosas asociamos los espacios públicos de esta ciudad capital de Baja
California; para preguntarse de quién es el espacio público en esta ciudad o cómo esperamos que
sean estos espacios, habrá que recordar las distinciones alusivas a esta dicotomía de la ciudad y lo
urbano, ya expuestas en los párrafos anteriores. Asimismo, es importante apelar a la tradición
académico-intelectual de la antropología urbana, reconociendo lo que indican las más recientes
investigaciones enmarcadas como estudios socioculturales: su escenario de investigación y de
acción no es privativo de la disciplina.
64 contexto
Peimbert Duarte
Fig. 4- Baldío en la zona del río Nuevo, al fondo el muro-frontera de Estados Unidos de
América.
… un cometido que tuvo Milton Castellanos, Gobernador en aquel entonces, fue querer limpiar esa
área, para que no diera una mala imagen, porque el proyecto de él era crear el Centro Cívico y de
hecho, si le fue hecho el gusto ese, de haber hecho eso. Estamos hablando de la Escuela de Medicina,
el Hospital, la Calafia. [...] Pues era una obra bonita, entonces le afeaba aquí, pues, la prole, la
raza, la gente pobre, pues. Y en una de esas, se dice, que les aventó un montón de agua para vieran la
ciudad y si, los sacó y los sacó, pero a cambio de eso les dio lotes parejos, parejos; allá por la
División del Norte, no tenían salitre y para hacer casas eran terrenos muy buenos.
Pues, ya ve que todo tiende a mejorar, pues... tiene que haber obra que le de otra forma estética, ya
ahorita hay uno que otro negocio. Por ejemplo, en lo que es la Avenida Tabasco y la Avenida del Río,
ahí hay una gasolinera y un Seven-Eleven. Y ya se ve de otra manera, ya se ve más bonito, pues. Antes
se miraba nomás los paredones de la parte de arriba de Loma Linda y Pueblo Nuevo y, se miraba de
mal aspecto, pues... Porqué los vecinos de ahí no son gente que tiene capacidad como para poner
una barda bonita. [...] Acá, donde el Nuevo Centro de Justicia, pues, con el presupuesto hicieron un
cerco de... una barda, esa que le digo, se ve bien bonita. Entonces, todo ello, yo pienso que con el
tiempo va ir mejorando, irá mejorando, va a ser mejor. Ya estamos en que se hizo el cambio ese, del
que le hablé, de cuando yo viví chamaco, ahora, pues es hora que mejore todo. Y, pues, tiende a
mejorar, pues, no hay más…
Así, el caso del Río Nuevo remite al ámbito de preocupaciones de la antropología de la ciudad
contemporánea, sugerido por Rossana Reguillo (2005).
66 contexto
Peimbert Duarte
En dicho ámbito -planteado como un escenario de preguntas y proyecto comprensivo que denomina
"antropología del acontecimiento"- entran tres vertientes indisociables que se asumen como líneas
de reflexión y producción académica: "la antropología del desastre", la "antropología de las
violencias" y "la antropología de la 'nueva' socialidad urbana". En la primera, el desastre entendido
como "la concreción de un riesgo aparejado aun cierto desarrollo 'modernizador' en sus
vinculaciones con las formas de respuesta local, tanto en su expresión institucionalizada como en su
dinámica social y cotidiana" (Reguillo, 2005: 310); en la segunda, el foco de atención está sobre las
alteraciones de los diversos modos "de socialidad y de pacto social que aparecen [al atribuirse] un
declive de las instituciones tradicionales para el acuerdo social y un debilitamiento de los relatos de
orden que venían legitimando el ejercicio de la violencia por parte del Estado" (Reguillo, 2005: 310);
finalmente, la tercera surge ante la recomposición "de la noción de 'ciudadanía', cuya acepción se ve
desafiada y desbordada por las transformaciones sociopolíticas y culturales de la modernidad tardía
que han significado un cambio en los modos de adscripción y participación de los actores sociales"
(Reguillo, 2005: 311).
En el Río Nuevo, por ejemplo, la promesa de la modernidad sugerida por la vía rápida y las
edificaciones de una arquitectura tendiente a la vanguardia se desmorona -parafraseando a Reguillo-
ante el desastre antropogénico evidente ante los sismos o las lluvias torrenciales, desastre que
posibilita una reflexión que desborda los márgenes de la restricción y el acotamiento, asunto central
para la antropología urbana.
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68 contexto
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el
contexto cubano
16
Aymeé Alonso Gatell
17
Arturo Torres Bugdud
18
Nivia Álvarez Aguilar
Recibido: 08/05/2013
Aceptado: 17/03/2014
Resumen:
El objetivo del presente artículo consiste en fundamentar desde un contexto específico el lugar que
ocupa la formación ambiental en los estudiantes de arquitectura. En el ámbito universitario la
educación para la sostenibilidad implica un proceso, que incluye decisiones políticas, que abran el
camino para la generación de espacios necesarios para la participación democrática de los diversos
estamentos para la definición de las estrategias propias de la institución, a la vez que requiere un
fuerte compromiso docente para incorporar los criterios de sostenibilidad en los procesos de
formación. Se necesita con urgencia generar cambios en la conducta para desarrollar capacidades
que creen un ambiente propicio para la sostenibilidad. La carrera de Arquitectura no escapa a la
actual reforma educativa que apuesta por un profesional que encamine el uso de recursos y
estrategias, para llevar a cabo la construcción de conocimientos, el desarrollo de valores y la
adquisición de actitudes creativas y comprometidas en la mejora del entorno.
Abstract:
The main target of the present article consists in basing from a specific context the place that
occupies the environmental formation in the architecture students. In university context, education
for sustainability implies a process that includes political decisions which open ways to generate
opportunities for democratic participation in different stratums to define the institution strategies.
At the same time education for sustainability requires a strong academic compromise to incorporate
sustainability criteria in the education process. As a result, it urges to generate a behavior change that
develops skills to create a proper sustainability environment. For all these reasons, the new educative
law cannot ignore architecture career which encourages a professional who applies resources and
strategies to build knowledge, develop values and acquire creative attitudes to improve the
environment.
16 MSc. Arquitecta y Profesora del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Camagüey (Cuba). Correo: aymee.alonso@reduc.edu.cu
17 Doctorado en Ciencias Pedagógicas, Ministerio de Educación (Cuba); Profesor-Investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de
la Universidad autónoma de Nuevo León (México); y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (CONACYT). Correo:
atorres85@hotmail.com
18 Doctora en Ciencias Pedagógicas, Minsk (Bielorrusia); Profesora consultante del Centro de Estudios de Ciencias de la Educación de la Universidad
de Camagüey (Cuba); y Profesora-Investigadora de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad autónoma de Nuevo León
(México). Correo: nivial12@yahoo.es
contexto 69
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
1. Introducción
"...la idea de formación como proceso y resultado de transformaciones del sujeto implica
cambios cualitativos en la persona, en los comportamientos sociales, en su pensamiento. La
enseñanza tradicional, tecnicista y muy instructiva no aporta formación" (Pérez, 2005:13).
Por su parte, (Álvarez, 1998), define el proceso de formación como el proceso en el cual el hombre
adquiere su plenitud, tanto desde el punto de vista educativo como instructivo y desarrollador cuya
función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad; en su libro La escuela
en la Vida deja explícito a través del modelo propuesto, la interrelación de las dimensiones:
instrucción, desarrollo y educación.
La pedagogía universitaria actual, aspira a la formación de un profesional que conjugue
conocimientos, valores y habilidades con una cultura general integral; en este sentido Marín (2007),
define como objetivo fundamental del proceso de formación, formar profesionales que en todo
momento den respuestas satisfactorias a las exigencias sociales, resolviendo con creatividad e
independencia los problemas que ésta le plantea.
Diferentes autores realizan aportes importantes en el tratamiento de este proceso en el nivel
superior (Álvarez, 1996; Fuentes, 2001; Horruitiner P, 1997 y 2000). Álvarez (1995) en su
valoración, a partir de una concepción sistémica estructural plantea:
" Existe un proceso totalizador cuyo objetivo es preparar al hombre como ser social
denominado proceso de formación, que agrupa en una unidad dialéctica, los procesos educativo,
desarrollador e instructivo".
El autor considera que este proceso es profundamente complejo y que las tres dimensiones en las
cuales se proyecta, son tres procesos con funciones distintas, que se despliegan a la vez y se
relacionan dialécticamente entre sí en un solo proceso de carácter integrador, donde se desarrollan
conocimientos, habilidades y valores (Álvarez, 1995).
70 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
Otros autores coinciden en expresar que la instrucción, la educación y el desarrollo de las nuevas
generaciones se logran a través del proceso de formación de profesionales, el cual tiene un carácter
esencialmente social y se desarrolla como un sistema y no puede quedar a la espontaneidad y a la
inspiración de quienes intervienen en él y mucho menos de quienes lo dirigen, por lo que exige ser
científicamente estudiado para incidir en su perfeccionamiento de manera eficiente y eficaz (Pérez,
2005; Marín, 2007).
Desde una perspectiva holística, la formación de los profesionales, es entendida como un proceso
consciente de naturaleza compleja, que se desarrolla en las instituciones de educación superior como
totalidades de la realidad, en tiempo y espacio, y en las que se establecen relaciones de carácter social
entre sus participantes con el propósito de instruir, educar y desarrollar los futuros profesionales, en
un contexto histórico, social y cultural concreto; además de ser un proceso, que presume en
primera instancia, la comprensión del mismo en un proceso sistémico, pero que reconoce el enfoque
holístico, dialéctico, de forma consciente, como esencial en el desarrollo humano. A su vez,
presupone la formación de los profesionales desde las competencias profesionales y sociales:
conocimientos, habilidades y valores profesionales y ciudadanos, integrando holísticamente cada
una de las configuraciones constitutivas del modelo (Hurrutinier, 2000; Fuentes 2006).
La valoración de las concepciones expuestas, evidencia el sustento en el enfoque histórico cultural
de Vigotsky, al plantearse la necesidad de la relación de los sujetos con su entorno para el desarrollo
de la personalidad, la ley de la doble formación para la formación de las funciones psíquicas
superiores y la necesidad del aprendizaje como elemento mediador en la internalización de la cultura
en la estructura cognitiva de los sujetos.
A continuación, se presenta el contenido del estudio realizado, expuesto en el presente artículo
de reflexión que muestra la valoración de las fuentes teóricas acerca del tema abordado así como el
análisis de documentos normativos de la carrea de arquitectura en el contexto cubano, realizada a
través del uso del método histórico-lógico, análisis - síntesis e hipotético-deductivo.
Desde esta óptica se entiende como un principio a tener en cuenta para la enseñanza y el aprendizaje
de la realidad.
Esta línea de acción, aunque estaba esbozada en los planes precedentes, se materializa a través de
enfoques novedosos en el actual plan de estudio, a través de una serie de nuevos enfoques
sólidamente fundamentados en la experiencia más reciente. La cualidad distintiva de esta disciplina,
consiste en que en la medida que los estudiantes se van apropiando de estos conocimientos y de estas
habilidades, van interiorizando simultáneamente los hábitos y los modos de actuar propios del
mundo profesional en el cual se insertan. De este modo, la disciplina se convierte en una importante
fuente de formación de los valores que deben caracterizar al profesional en el escenario nacional
actual y perspectivo.
72 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
El proceso de diseño es sin dudas una compleja y sofisticada operación intelectual, espiritual,
imaginaria y virtual, respecto de los resultados formales que genera y produce. Siempre se está
anticipando e imaginando un resultado, aún incluso antes de iniciar el proceso diseñador
propiamente dicho. Entender el proceso de diseño en Arquitectura, ayudará a imaginar y a poner en
marcha nuevos procesos pedagógico-docentes orientados hacia el aprendizaje de aquellos
conocimientos, habilidades, competencias y desempeños conducentes a un más pleno manejo del
proceso diseñador.
En la formación del estudiante de arquitectura, el conocimiento y el proceso de diseño son centrales
para su futuro desempeño profesional. Por medio de ellos se adquieren competencias que permiten
imaginar, idear y diseñar proyectos de arquitectura, para luego transformarlos en obras
arquitectónicas materiales. El proceso de diseño es también una forma de conocimiento, de
imaginación, de reflexión y de anticipación, permite la significación y la transformación de la
realidad, produce obras concretas, pero igualmente busca que el usuario se emocione con los valores
y cualidades formales que estas obras proporcionan, por medio de vivencias espaciales y de uso.
Estas experiencias conducen a la creación de imaginarios culturales comunes y al surgimiento de
identificaciones de pertenencia y de integración social.
El proceso de diseño representa también una forma de actuar, de intervenir y de transformar el
mundo. En dicho proceso se concatenan, simultánea o secuencialmente, procedimientos y
operaciones con metas y objetivos y, ellos a su vez, con expectativas y visiones de futuro. Esto
incluye valores y motivaciones, siempre en la perspectiva de lograr calidad, confiabilidad y
concordancia en los resultados. Es parte fundamental de este proceso, la visualización de las
consecuencias y los impactos en los contextos; sean ellos territorial-espaciales, sociales,
económicos, culturales o medioambientales, cuyas implicaciones desbordan y muchas veces
superan el accionar del propio diseñador.
Este proceso desarrolla capacidades reflexivas, predictivas, creativas e innovadoras. En su
capacidad integradora, asocia factores y circunstancias diversas y además construye líneas o cadenas
lógicas de acción, que van buscando y encontrando un cauce de salida a propuestas y
procedimientos. Una amenaza se transforma en una oportunidad si nuestras visiones y predicciones
son inspiradoras, creativas e innovadoras. El proceso de diseño representa el "aprender aprendiendo"
y de esa manera desencadena un "saber haciendo cada vez más predictivo y estratégico"
declarándose como una forma de aprendizaje extraordinariamente efectiva para modelar, configurar
y transformar el mundo.
Pérez, (2004), define el método de diseño no como resultado aislado o final, sino como un proceso,
una secuencia íntegra de pasos en etapas y fases dirigidos a la solución del problema (las
necesidades). La realidad que enfrenta el diseñador es compleja y variada, de hecho el objeto real de
la profesión es dinámico, y para su conocimiento y acción proyectual es válido el empleo de
diferentes métodos específicos, aunque en el diseño arquitectónico se trata de unificar una
concepción general, como plantea el programa de la disciplina y el plan de estudios. Los métodos de
diseño expresan posiciones ideológicas, filosóficas y epistemológicas de sus autores.
contexto 73
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
La base del método de diseño arquitectónico que se aplica en nuestra enseñanza está en
correspondencia con la concepción científica del mundo, con el método científico y en particular,
dado el carácter altamente socializado del objeto de la profesión, se relaciona con el método de
investigación de las ciencias sociales.
Aunque en las definiciones conceptuales se ha referido el término método de diseño, consecuente
con el plan de estudios, los autores de este trabajo coincide con Pérez (2004), al concluir que en
realidad lo que aplicamos en la Disciplina de Diseño Arquitectónico y Urbano es una metodología,
considerando este término en su acepción como un conjunto de métodos, tanto teóricos como
empíricos. En cierta medida esta metodología se puede calificar como ecléctica, posee un basamento
científico pero armoniza métodos teóricos, racionales, con métodos del conocimiento empírico,
intuitivo. La aplicación de esta metodología, ha permitido un salto cualitativo en la formación de los
futuros profesionales de la carrera de arquitectura.
Se considera que el proyecto empleado con fines formativos en el nivel universitario, es una
estrategia de intervención posibilitadora de la integración de lo académico, laboral e investigativo,
desde las interacciones de todos los sujetos protagonistas involucrados en la identificación de
situaciones y propuesta de alternativas de solución mediante la aplicación de métodos profesionales
inherentes a la lógica de actuación profesional que lo caracteriza, donde se favorece el ascenso a la
formación competente de los estudiantes. En el proyecto se establece una sucesión de acciones
coherentes que denotan la articulación entre sus momentos de realización.
Los argumentos expuestos posibilitan la vinculación de la teoría - práctica y del estudio - trabajo,
estimula la indagación de las causas que provocan las situaciones presentadas en los diferentes
escenarios, la búsqueda del marco epistemológico asociado por diversas fuentes bibliográficas, el
trabajo colectivo donde media: el debate, la reflexión, el intercambio de ideas, la socialización y la
integración de un saber mediado por la profundización entre profesores - estudiantes. Desde esta
perspectiva de análisis, los proyectos se constituyen en una alternativa que favorece la formación de
los saberes asociados a las competencias, toda vez que con su uso sistemático se promueve un
aprendizaje con sentido profesional. En el caso de la carrera de arquitectura, el proyecto es la
principal herramienta pedagógica dentro del taller de arquitectura, pedagogía que se va reactivando
sistemáticamente durante toda la trayectoria de su formación.
Para algunos docentes, la elaboración del proyecto es un entrenamiento para la futura etapa
profesional y una simulación de su desempeño en el mercado. El procedimiento característico de
esta modalidad es la entrega de un encargo y un programa concreto al estudiante por parte del
profesor tal cual sería en la realidad. Para ello le reduce complejidad y algunas variables al programa,
para hacerlo más accesible. Si el estudiante responde adecuadamente, esa respuesta es concreta en el
medio y es una construcción de realidad. Por lo tanto, su planteamiento concretiza su idea.
En el entorno del proyecto, la transversalidad puede verse como la relación que hace el estudiante
entre disciplinas y su proyecto en el taller, en los distintos niveles, que le permita una cierta
movilidad dentro del sistema. Con respecto a la manera de integrar las materias anexas al proyecto en
el taller, dependerá fundamentalmente, de una buena estructura curricular a su disposición.
Se considera como otro aporte a este análisis, la definición del objetivo del proceso de formación
ambiental del profesional el que se relaciona con la creación en los estudiantes de una cultura
ambiental en correspondencia con las exigencias del desarrollo sostenible, que contribuya a su
futuro desempeño profesional. Para el logro de este objetivo la cultura ambiental se
particulariza desde lo profesional, interpreta la problemática ambiental y la incorpora en su
desempeño profesional. En la actualidad, se evidencia la necesidad de evaluar la dimensión
ambiental vinculada al moderno enfoque por Competencias para fomentar el grado de compromiso
del hombre como ser social y principal actuante en el escenario medioambiental para que se alcance
una acción consciente del mismo en el proceso de protección que requiere el medio ambiente,
asumiendo las competencias requeridas para que logre este propósito.
El tratamiento que se le ha conferido a la formación ambiental en la actualidad, está determinado
por la necesidad de desarrollar, en la práctica, un consecuente proceso de formación ambiental, en
correspondencia con la connotación mundial y del país que se le confiere a los problemas del medio
ambiente, ante su agudización, y a la importancia contemporánea que se le concede, por la mayoría
de las naciones, a la educación ambiental, fundamentalmente en la preparación de los futuros
profesionales, sobre cuyos hombros descansa el desarrollo económico y social de la humanidad.
López de Asiain (2005), destaca el hecho de que la enseñanza de cualquier disciplina debe tener
una base encaminada a conseguir una conciencia de protección ambiental y, con mayor motivo,
aquellas que tienen una relación muy directa con la modificación de las condiciones naturales del
territorio (Anjomani et alii, 2011). Por otra parte, el hecho de que entre los indicadores de calidad de
vida en las ciudades figuren, cada vez en mayor proporción, aquellos que se refieren al medio
ambiente, representa una razón adicional que justifica la necesidad de incluir estos temas en los
programas de las asignaturas de la carrera de arquitecto. El arquitecto está en el desarrollo de su
profesión, preparando y proponiendo el marco de desarrollo de la vida personal y social de una parte
importante de la humanidad.
Por ello, las consecuencias ambientales de los diseños surgidos de su actividad son muy
importantes, y resulta imprescindible que la formación de todo arquitecto esté presidida por una
mínima conciencia ecológica. Esta "sensibilidad ambiental" es en el momento actual una línea de
atención preferente en la formación ambiental del arquitecto. Actualmente en la carrera de
Arquitectura en Cuba, existe el Programa de Educación Ambiental que define objetivos generales
educativos como: amar la naturaleza, protegerla y conservarla, utilizar racionalmente los recursos
naturales, participar con la comunidad en los programas de educación ambiental y objetivos
generales instructivos donde se debe lograr que los estudiantes adquieran los conocimientos
contexto 75
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
necesarios para diseñar y evaluar soluciones técnicas para los problemas de acondicionamiento
ambiental a escala arquitectónica y de conjuntos de edificaciones, con el máximo aprovechamiento
de los recursos renovables y no renovables disponibles.
Para el logro de los objetivos mencionados se requiere integrar las soluciones, naturales y
artificiales, a los problemas del acondicionamiento ambiental, considerando sus aspectos de diseño,
constructivos, económicos y de protección ambiental así como la integración de las soluciones
aportadas con la expresión y calidad arquitectónica y urbana, aplicar la computación como
herramienta que permita elevar la efectividad de los procesos relacionados con la búsqueda de
variantes, así como la agilización de los mismos, elaborar informes y defender las fundamentaciones
conceptuales, funcionales y técnico-económicas de las soluciones de proyecto y construcción desde
el punto de vista del acondicionamiento ambiental y aplicar los índices técnico-económicos, normas
y recomendaciones estatales y ramales así como el sistema internacional de unidades.
El establecimiento de programas docentes en los nuevos planes de estudio con la inclusión de la
problemática ambiental se hace absolutamente necesario y de urgente aplicación, es evidente la gran
demanda de éstos conocimientos a nivel profesional, es necesario ahondar en el grado de
responsabilidad de la arquitectura en la destrucción del planeta, planteando una docencia basada en
la concepción desde criterios ambientales. Esta tarea es realmente ambiciosa y debe plantearse desde
un exhaustivo análisis de las necesidades profesionales del arquitecto con el nuevo paradigma en
desarrollo de la sostenibilidad. Este nuevo paradigma implica una manera diferente de entender la
Arquitectura y sus consecuencias tanto medioambientales como sociales y económicas.
El replanteamiento de los contenidos que actualmente se desarrollan en la carrera de Arquitectura
en el contexto cubano según (Alonso y Leyva, 2006; Alonso, 2011 y 2012ab) es una de las razones
primordiales para suscitar un cambio estructural que reside en la adecuación profesional a las nuevas
tendencias de la sociedad. Sin lugar a dudas, los temas ambientales se requieren en todos los campos
profesionales cada vez más, y en particular en el campo arquitectónico (Alonso, 2012c). También, la
Arquitectura ha de asumir el reto ambiental como consecuencia del cambio social que se está
produciendo frente a la sostenibilidad del planeta.
El análisis de los enfoques que existen sobre la educación ambiental permite corroborar el papel
de la educación en la solución de los problemas ambientales contemporáneos, además de asumir
posiciones en la práctica educativa y científica a la hora de abordar cuestiones tan controvertidas
como es el caso de la problemática ambiental. La educación ambiental constituye un movimiento
ético y político basado en valores para la transformación social, a partir de la consideración de que
solo desde esta perspectiva se logra la preparación de los individuos para la solución de los
problemas ambientales que se ponen de manifiesto en el panorama mundial actual. Su finalidad es
lograr un cambio profundo en las estructuras, en la forma de análisis y en la gestión de las cuestiones
referentes al medio, volviendo la capacidad decisoria a la comunidad directamente afectada en cada
caso. (Nogueira de Gallo, 2010).
La concepción de la educación ambiental ha ido transitando por diferentes etapas, en la medida
que se ha adecuado a la evolución del pensamiento ambiental, y donde para su análisis en esta
investigación se precisan cuatro períodos, siguiendo como criterio de sistematización las
concepciones que ha tenido esta dimensión de la educación a través de su historia, y los grandes
eventos y foros internacionales que han sentado pautas en la materia; identificado en estudios
precedentes. Tres períodos fueron definidos por Núñez (2004 y 2012) y la consolidación de un cuarto
período, aportado por los autores de este trabajo.
76 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
Primer período: Concepción naturalista de la educación. (Hasta la década de los años 70 siglo
XX), considerada como una fuente de conocimientos y de formación para los niños, en esta etapa la
educación relacionada con el medio constituye un grupo de acciones aisladas con el fin de proteger el
entorno natural, sin existir programas institucionalizados con tal objetivo, y asociada sobre todo a la
enseñanza de las ciencias naturales.
En Cuba en el año 1990 es aprobada por el Ministerio de Educación Superior la Estrategia Nacional
de Educación Ambiental para los centros de Educación Superior, la que consideró la incorporación
de la dimensión y temas ambientales a través de los componentes académico, laboral e investigativo,
aprovechándose las potencialidades que brinda a este fin lo curricular, lo extracurricular y lo extra
escolar. Estrategia que tuvo mayor aplicación en los Institutos Superiores Pedagógicos que en los
centros subordinados al subsistema del Ministerio de Educación Superior (MES).
contexto 77
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
En este período se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible
Río +20. El resultado fue el documento El futuro que queremos que contiene medidas claras y
prácticas para la implementación del desarrollo sostenible. Veinte años han pasado desde la
Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, y los retos y tareas pendientes siguen
siendo grandes. Entre las más importantes oportunidades que existen es el establecimiento de una
Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), que permita que las nuevas generaciones crezcan
con una cultura de protección al medio ambiente.
La Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS) tiene como objetivo desarrollar competencias
que permiten a las personas participar en los procesos socio-políticos y, por lo tanto, mover la
sociedad hacia el desarrollo sustentable (de Haan 2006; McKeown, H 2002). Las universidades
pueden jugar un papel importante para transformar el futuro de la sociedad mundial en términos del
desarrollo sustentable al abordar la sustentabilidad a través de sus principales funciones de la
educación, la investigación y divulgación (Mochizuki, F 2010), lo que significa que pueden generar
nuevos conocimientos y contribuir al desarrollo de competencias adecuadas y la sensibilización de
sustentabilidad.
78 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
En el 2004 Núñez precisó dos tendencias visibles en el ámbito universitario a nivel internacional: la
inserción de cursos o asignaturas sobre temas ambientales en los programas de estudio, y la
integración a los contenidos tradicionales ya establecidos, contenidos referentes a los problemas
ambientales, denominada está última como ambientalización del currículo a partir del tratamiento
inter., y transdisciplinario de los contenidos de la educación ambiental. Se define como objetivo del
proceso de formación ambiental del profesional crear en los estudiantes una cultura ambiental en
correspondencia con las exigencias del desarrollo sostenible, que contribuya a su futuro desempeño
profesional. Para el logro de este objetivo la cultura ambiental se particulariza, en el proceso
de formación del profesional y el estudiante desde lo profesional, interpreta la problemática
ambiental y la incorpora en su desempeño futuro.
En el contexto de esta investigación se analizaron un conjunto de planes de estudio de la carrera de
Arquitectura en México, Chile, Argentina, Colombia, Grecia observándose en sentido general, que
los contenidos ambientales expuestos carecen de una orientación de carácter integral hacia la
formación ambiental del estudiante; en el caso particular de España las escuelas de Sevilla,
Barcelona y Vallés se están planteando los temas ambientales no solo como algo optativo, particular
y específico de algunas disciplinas arquitectónicas sino como algo social y culturalmente necesario;
aun así, se percibe la necesidad de estructurar los contenidos ambientales desde un esquema
transversal. Este análisis permitió concluir, en primer lugar, que la formación del arquitecto de hoy
reclama un enfoque más integrado que incluye la formación ambiental y en segundo lugar, la
necesidad de la formación por competencias.
En 1900 se inician en Cuba los estudios de Arquitectura caracterizados por un carácter
academicista, situación que se extendió hasta inicios de los 30 cuando se introducen nuevas
asignaturas, en el 1940 aparecen avances significativos y en los 50 se abren las puertas de la
enseñanza a la modernidad. A partir de 1959 se produce un vuelco en la enseñanza donde la Escuela
de Arquitectura juega un papel fundamental en las transformaciones sociales y culturales ocurridas
con relación a la construcción masiva de viviendas e infraestructura en general.
contexto 79
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
El análisis histórico - lógico del proceso de formación ambiental del Arquitecto permitió definir
cuatro etapas, considerando para su análisis un conjunto de rasgos esenciales tales como: orientación
ambiental en los diferentes planes de estudios de la carrera, problemas ambientales que se
tratan desde la profesión y su contextualización, disciplinas que tratan los contenidos
ambientales y las relaciones disciplinarias, métodos didácticos empleados para llevar a la práctica
docente los contenidos ambientales, trabajo metodológico e investigativo para su orientación y
desarrollo.
En 1976 se comienza a desarrollar la generación de planes de estudios llamados "A" para las
carreras de Ingeniería, con ellos se unificaron los programas en el país y se incluyeron asignaturas
que reforzaron la formación tecnológica de los futuros profesionales (Cruz S, 1997). A partir del
curso 77-78 se inicia en la carrera de Arquitectura el "Plan A". Este primer Plan de Estudio, según el
momento histórico concreto en que surgió, respondía al nuevo modelo del Desarrollo Humano en el
que se integra la dimensión social a la económica, para evaluar el desarrollo de los países y garantizar
su progreso. Se incorporaron además de los contenidos técnicos, contenidos sociales marcado por la
concepción dialéctica materialista de la interacción naturaleza-sociedad, a través de las asignaturas
de las Ciencias Sociales, tácitamente aparecen aspectos económicos a través de las asignaturas
Economía de la Construcción, Organización de la Construcción y Taller de Construcción y algunos
elementos ecológicos tratados en las asignaturas de Talleres de Diseño y como elemento de
gran relevancia en la dinámica del proceso formativo en este plan de estudio, se integró la teoría
con la práctica a través de prácticas de producción, respondiendo a niveles de familiarización,
ejecución y técnica según su nivel de ubicación durante la carrera.
Este Plan de Estudios tuvo su continuidad de perfeccionamiento con la elaboración del "Plan B", que
se establece en el curso 82-83 y reafirma el perfil amplio del arquitecto con una formación integral en
proyectos y construcciones, en este modelo todavía no se aprecian intenciones educativas en cuanto
a lo ambiental, viendo este como la integración de los contenidos económicos, sociales y ecológicos
a los técnicos, sin embargo subyace de una manera muy incipiente y no orientada, una formación
ambiental a través de asignaturas de formación general, al igual que el plan de estudio anterior.
Por otra parte, totalmente independiente, las asignaturas del ejercicio de la profesión, en los
análisis de los problemas profesionales tenían en cuenta los contenidos técnicos-económicos de la
profesión y contenidos que fomentaban la responsabilidad de los estudiantes ante la sociedad y la
repercusión que tiene la actividad de diseño arquitectónico en el ámbito social, fundamentalmente se
visualizaba a través de las asignaturas de Proyectos Arquitectónicos; entre estos contenidos se
encuentran: el estudio de los problemas ecológicos más relevantes que inciden o son provocados por
los conjuntos productivos, clima, iluminación natural, acústica, topografía, y contaminación
atmosférica que permitían aumentar la sensibilidad y capacidad evaluativa de la realidad ambiental
circundante, analizándola en los aspectos físicos, culturales y sociales. Otras asignaturas como
Tecnología de la Construcción, Climatología y Acústica y Economía de la Construcción, acariciaban
también contenidos ambientales aunque no de forma sistémica e integrada.
Estos contenidos eran dinamizados a través de los métodos de exposición problémica y de
elaboración conjunta, supervisada por el docente durante la realización de las actividades prácticas
previstas en las asignaturas como clases prácticas y seminarios, además estos contenidos
trascendían en las visitas realizadas a obras en ejecución y a entidades laborales afines al
ejercicio de la profesión. La falta de sistematicidad de la problemática ambiental en la profesión, se
debía a la no existencia de un trabajo metodológico orientador hacia el desarrollo de relaciones entre
las diferentes disciplinas en la carrera, pertenecientes a las Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y
Ciencias Técnicas.
80 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
1. Existe una primera aproximación a la formación ambiental del profesional con carácter
alternativo y poco integrado. Desde las Ciencias Sociales, se abordan los problemas ecológicos
con una concepción de la relación hombre - naturaleza que no tiene en cuenta la tecnología, en
relación con los contenidos sociales y económicos y por otra parte, en las asignaturas del
ejercicio de la profesión, se incorporan contenidos técnicos -económicos, pero no se consideran
suficientemente las dimensiones social y ecológica.
2. En el análisis de la problemática ambiental predomina el carácter disciplinar a través de
métodos expositivos y de búsqueda de información, con ausencia de actividades metodológicas para
su tratamiento.
contexto 81
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
Con el empleo del método investigativo, aparecen las primeras intenciones de establecer
relaciones disciplinarias para desarrollar los temas ambientales inherentes a la profesión,
donde los profesores de las disciplinas principales de la carrera de manera espontánea, establecen
los primeros contactos con los profesores de las Ciencias Sociales para obtener información sobre
el enfoque que le dan a los problemas ambientales, para incorporarlos en el análisis de la tarea
científico-técnica a desarrollar en los proyectos.
Finalmente, del análisis de esta etapa, es posible sintetizar algunas ideas y concepciones
generales relacionadas con la formación ambiental del arquitecto:
1. En el Modelo del Profesional del Plan de Estudio de la carrera, sólo está presente el
objetivo ambiental educativo, faltando el objetivo ambiental instructivo, lo cual
impide una orientación coherente y homogénea de la formación ambiental del estudiante
de arquitectura, aunque con el establecimiento de la estrategia curricular para la
formación ambiental, se logra un nivel inicial de sistematización de los contenidos
ambientales, al determinar los objetivos ambientales en cada año de la carrera.
2. Se observa una dicotomía en el tratamiento incipiente de la problemática ambiental
en las asignaturas de las Ciencias Sociales, donde se analizan los problemas económicos,
sociales y ecológicos , estos últimos con un cierto grado de contextualización a la
profesión pues son interpretados desde la relación hombre - tecnología - naturaleza, a
través de métodos investigativos y las asignaturas del ejercicio de la profesión, donde se
analiza esta misma relación de la problemática ecológica en integración con lo técnico -
económico, pero con ausencias de contenidos sociales.
3. Se establecen algunas relaciones disciplinarias para aplicar los contenidos
ambientales liderados por la disciplina de Proyecto Arquitectónico y Urbano.
4. Las actividades metodológicas realizadas para ir incorporando la problemática
ambiental al currículo, tienen un carácter empírico y basado solo en las intenciones y la
experiencia de cada profesor pues no existen orientaciones didáctico - metodológicas
específicas, para lograr una mayor coherencia y una correcta sistematización de los
contenidos ambientales en la carrera.
ETAPA III (1998 -2008): Inclusión de contenidos ambientales en los planes de estudio.
La formulación de los objetivos por años del Plan de Estudio, continúa siendo insuficiente
en lo referente a materia ambiental, no se definen de forma clara objetivos educativos e instructivos
ni se visualiza un diseño homogéneo de los mismos en todos los años, aunque hay un acercamiento a
la toma de conciencia de proteger la calidad del ambiente y de usar adecuadamente los recursos
disponibles, haciendo énfasis en los naturales y renovables. En esta etapa, se establecen relaciones
disciplinarias para contribuir al perfeccionamiento de la Estrategia Curricular de Formación
Ambiental en la carrera.
Como parte de la estrategia, se realizan conferencias metodológicas al claustro de profesores
por investigadores de la carrera, en integración con la problemática social y económica y los
métodos docentes empleados en algunas asignaturas, para dinamizar estos contenidos ambientales.
Tomando las experiencias obtenidas, sobre cómo se dinamizó en la práctica docente la problemática
ambiental definida en un primer momento, profesores de la carrera comienzan a enfocar sus
investigaciones hacia los problemas ambientales a considerar durante el ejercicio de la profesión.
Del análisis histórico -lógico realizado en esta etapa, se sintetizan los siguientes aspectos del
proceso formativo:
1. Se denota una progresiva concientización de la problemática ambiental por parte de
estudiantes y profesores en la carrera, visualizando la necesidad de incorporar la temática
ambiental a los objetivos instructivos del Modelo del Profesional y alcanzar con
ello, un tratamiento más generalizado de dicha problemática.
Con la implementación del "Plan de Estudios D", se establece un amplio perfil del egresado,
sustentado por una formación básica, que considera e integra los aspectos humanísticos, culturales,
económicos, ambientales, técnicos y jurídicos y la posibilidad de profundizar en determinadas áreas
temáticas de la Carrera de Arquitectura y Urbanismo a partir de un sistema de asignaturas optativas y
electivas detectándose aún un tratamiento inadecuado de la educación ambiental, si se considera
que no existe una asignatura debidamente estructurada que le brinde a los estudiantes desde los
primeros años los conocimientos necesarios para proteger, conservar y cuidar el medioambiente a la
hora de concebir, diseñar, construir y habitar una edificación o un área determinada. Se continua
fortaleciendo la Estrategia de Formación Ambiental, a través de un conjunto de objetivos que
favorecen la formación de los estudiantes en valores y hábitos.
contexto 83
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
El empleo del método investigativo, establece relaciones disciplinarias para desarrollar los
temas ambientales inherentes a la profesión, donde los profesores de la DPI juegan un
importante papel a través del diseño de tareas científico-técnica a desarrollar en los proyectos, con un
acercamiento al contexto profesional, consolidándose el vínculo con los Organismos de la
Administración Central del Estado (OACE) .
La estructuración de la carrera en dos Ciclos, uno Básico (1ro a 3er año) y otro Profesional (4to y
5to), facilita la organización de los contenidos ambientales a partir de un conjunto de conocimientos
y habilidades adquiridos en el resto de las disciplinas que se imparten, lo cual contribuye a la
formación integral del estudiante.
Del análisis realizado en esta etapa, se sintetizan los siguientes aspectos del proceso formativo:
A partir del análisis realizado se sintetizan algunas consideraciones generales del proceso de
formación ambiental en la carrera de Arquitectura:
- Se considera insuficiente el tratamiento en El Modelo del Profesional para la orientación ambiental
del estudiante de Arquitectura, el diseño de los objetivos educativos e instructivos aún muestra falta
de intencionalidad para concretar los contenidos ambientales en las diferentes disciplinas.
-Se observa una tendencia positiva en la conciencia de los profesores y estudiantes acerca de la
problemática ambiental, lo que facilita la introducción de contenidos ambientales en la dinámica del
proceso docente-educativo.
-Se aprecia desde la praxis, que el proceso de formación ambiental ha estado dirigido
fundamentalmente hacia el componente investigativo a través del desarrollo de los grupos
científicos estudiantiles, limitando la necesaria integración del resto de los componentes: el
académico y el laboral en el proceso docente-educativo.
-En las últimas etapas se aprecia un cierto nivel de interdisciplinaridad guiado por la DPI.
84 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
A partir del análisis de los antecedentes de la formación ambiental del estudiante de arquitectura, el
reconocimiento de la misma para la formación personal, profesional y para la sociedad y la
experiencia de la autora, se aplicaron diferentes instrumentos para el diagnóstico. Su análisis,
constituye una fuente importante para la profundización del estado de su formación ambiental en el
contexto cubano.
Según los objetivos del Modelo del Profesional actual, que declara el Plan de Estudio D, el
profesional al que se aspira en la carrera de Arquitectura en materia ambiental, debe:
El citado objetivo se considera muy abarcador, proyecta la actuación del arquitecto desde la
perspectiva de todos sus campos de acción, y en lo referente a la formación ambiental no es claro en
su formulación. Por esta razón, se requiere en cada asignatura y en las diferentes actividades, precisar
la orientación ambiental de modo tal, que no quede a la espontaneidad.
contexto 85
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
El presente estudio tiene una naturaleza de carácter exploratorio, con interés en un fenómeno
específico: la formación ambiental de estudiante de arquitectura en un contexto específico que se
analiza desde una perspectiva cualitativa conjuntamente con la utilización de técnicas de recolección
de datos. Las técnicas (entrevistas y cuestionario) a docentes, estudiantes y egresados permitieron
conocer aspectos medulares relacionados con el tema abordado. Se usaron múltiples fuentes de
información que permitieron obtener una perspectiva actual del mismo.
El cuestionario estuvo integrado por diferentes tipos de preguntas que permitieron por una parte;
centrar las respuestas en los aspectos fundamentales y por otra, admitir a los sujetos encuestados,
realizar aportaciones para completar la comprensión de los elementos explorados. Los datos fueron
analizados a partir de la identificación de aquellos aspectos tanto positivos como negativos de
acuerdo a la opinión de los encuestados. Además se sintetizan los criterios fundamentales emitidos
en las preguntas abiertas.
La investigación se sitúa dentro del campo de estudios de políticas educativas con delimitación en el
proceso de formación del estudiante universitario, en particular el estudiante de arquitectura. Se
muestra una experiencia que puede ser introducida en otros contextos, tomando en cuenta las
especificidades del mismo. Su alcance trasciende la formación de este profesional por cuanto se
aportan análisis y datos que constituyen puntos clave relacionados con la formación ambiental.
Se aplicó una encuesta a 60 docentes de la carrera de Arquitectura a nivel del país, la muestra se
seleccionó intencionalmente buscando representatividad en cuento a: experiencia en la docencia,
asignaturas que imparten en la carrera, ciclo a los que pertenecen cada una de las asignaturas y al año
académico en que se imparten y se observaron clases de profesores de la DPI durante los cursos
2010-2011, 2011-2012 y 2012-2013 a partir de la aplicación de una Guía de observación.
> Escaso aprovechamiento por parte de los profesores de las potencialidades que ofrecen sus
asignaturas para logar la formación ambiental del estudiante desde el proceso docente educativo.
> Insuficiente utilización de métodos y procedimientos que propicien la formación de
competencias ambientales.
> Los docentes reconocen que algunas veces orientan tareas a sus estudiantes que promueven
la formación ambiental, pero no de forma sistemática.
> La mayoría de los profesores opinan que para lograr la formación ambiental en la carrera, es
preciso darle tratamiento a esta materia desde los componentes académico, laboral e investigativo.
> El 95 % considera que el diseño actual de su asignatura en lo referente a conocimientos,
habilidades y valores ambientales aun presenta insuficiencias.
> Se considera insuficiente el tratamiento interdisciplinar.
> En general todos los encuestados consideran que la incorporación de la dimensión ambiental
en la carrera, aunque garantiza cierto nivel de formación ambiental de los estudiantes, no favorece la
formación de las capacidades necesarias para un actuar respecto al medio ambiente como demandan
los tiempos actuales. Además consideran que la implementación de acciones está en relación directa
con la motivación que posean los profesores que imparten las asignaturas, lo cual priva al proceso de
formación ambiental de la sistematicidad que debe caracterizarlo.
Los resultados de las encuestas aplicadas a 30 estudiantes del último año de la carrera y a igual
número de egresados de los últimos tres años, a nivel del país. Se usó un muestreo aleatorio en cada
una de las poblaciones. Se seleccionó el último año ya que en esta etapa los estudiantes poseen una
visión general e integral de todo su tiempo de estudios.
86 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
Los resultados del instrumento aplicado a los estudiantes pusieron de manifiesto que:
> El 100 % de los encuestados manifiestan una alta motivación por la carrera, lo que facilita la
implementación de acciones en función de su formación ambiental desde la perspectiva de la
profesión.
> Los estudiantes reconocen el importante papel que desempeña el profesional de la
construcción en la esfera social identificando con ello, la necesidad de cuidar y proteger el medio
ambiente.
> Se identifican como las disciplinas que más inciden en el enfoque ambiental de la carrera:
Diseño Arquitectónico y Urbano (DPI), Acondicionamiento Ambiental, y Tecnología.
> El 100 % se identifica con la necesidad del cuidado y protección del medio ambiente.
> El 95% consideran que a su egreso de las aulas no se encuentran completamente dotados de
los conocimientos y habilidades para enfrentar las exigencias actuales del desarrollo sostenible.
> Un % elevado de los seleccionados participaron en acciones encaminadas a su formación
ambiental durante su formación como estudiantes de la carrera; se identificaron fundamentalmente,
la participación en proyectos comunitarios, solución a problemas de la realidad y la formación de las
nuevas generaciones a partir de su actividad como alumnos ayudantes o integrantes de grupos
científicos estudiantiles.
> El 100% de los encuestados perciben la necesidad de conocer las legislaciones vigentes a la
protección del medio ambiente.
> Entre las sugerencias más recurrentes aparecen, la necesidad de vincular a los estudiantes del
ciclo profesional a la solución de problemas de la realidad y la comprensión que el impacto de la
práctica tecnológica que desarrollan es negativo en la mayoría de los casos y aunque entienden la
necesidad de buscar soluciones a problemas ambientales agudos que ocurren en sus territorios no ha
sido posible eliminar los efectos negativos, ni se ve una solución a corto plazo, fundamentalmente
por limitaciones de índole económica y financiera.
> Las tareas científico técnicas que se desarrollan en su mayoría carecen del enfoque realista
que caracterizan los problemas profesionales, lo que limita que el estudiante desarrolle un
aprendizaje desarrollador.
7. Conclusiones
El análisis de las fuentes teóricas conjuntamente con la valoración de los documentos relacionados
con el plan de estudio de la carrera así como los resultados obtenidos mediante el diagnóstico en el
contexto cubano, brinda una perspectiva para la transformación que requiere hoy la formación
ambiental del estudiante de Arquitectura.
Como resultado del diagnóstico de la formación ambiental del estudiante de arquitectura y las CPA,
como su núcleo fundamental en el contexto de la Universidad de Camagüey, se pudo constatar que
no se ha dado un tratamiento sistemático y planificado a este proceso, a pesar de su importancia como
uno de los procesos más trascendentales para la sociedad actual. Se reconoce el carácter multicausal
con el predominio del limitado enfoque multidisciplinario y la falta de orientación metodológica
hacia la impartición de contenidos ambientales durante el proceso formativo del estudiante de
arquitectura.
Los datos obtenidos demuestran que tanto estudiantes como profesores y egresados reconocen la
importancia de la formación ambiental del arquitecto. Sin embargo, se observan una serie de
dificultades que afectan el logro de este objetivo como son: el insuficiente uso de métodos activos en
las clases, el pobre enfoque y tratamiento a los problemas profesionales de tipo ambiental en el
transcurso de la carrera.
88 contexto
Alonso | Torres | Álvarez
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contexto 89
Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano
90 contexto
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las
prácticas socio-espaciales
Resumen:
Es evidente que nos encontramos en una era donde la tecnología y la digitalización rigen nuestra
actividad humana en muchos aspectos de la vida cotidiana como no lo hacían antes. Esto hace
importante cuestionarse los cambios que se producen en el espacio, pues éstos se llevan a cabo tan
rápidamente como lo hace casi todo en la era de la información. ¿Es que la ciudad acaso está
destinada a convertirse únicamente en un conglomerado de edificios sin relación alguna? ¿Si el
espacio público pierde su sentido como lo conocemos hoy, debido a la virtualización en las
relaciones sociales, debe éste ser sustituido?. En el presente artículo se realiza un análisis en torno a
esta relación socio-espacial pues los fenómenos a los que ha sido enfrentada la ciudad a partir de la
modernidad, nos conducen a entender la ciudad del siglo XXI como una ciudad multifacética,
fragmentada y en conflicto, pues conserva una configuración que constantemente trata de amoldarse
a los nuevos procesos.
Abstract:
It is evident that we are living in an era where technology and digitalization run the human activity in
many aspects of our daily bases like never before. This makes us ask ourselves about the produced
changes in space, since these changes happen in a faster way like almost everything in the
information age. Are the cities destined to become just a conglomerate set of buildings without any
link between? If the public space loses its sense like we know it today, because of the virtualization in
social relations, should it have to be replaced? In this article we make an analysis for these socio-
spatial practices, since the phenomenon that the city has faced from modernization leads us to
understand the city of the XXI century as a multifaceted, fragmented and in a constant conflict,
because of its pattern of constant adaptation to new processes.
19 Alumna del Doctorado en Arquitectura y Asuntos Urbanos, Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Nuevo León.
alma.rodriguezm@gmail.com
20 Profesor investigador Titular de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León; y miembro del Sistema Nacional de
Investigadores (CONACYT). gerardo7vazquez@gmail.com
contexto 91
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las prácticas socio-espaciales
1. Antecedentes
Los estudios de la evolución urbana, nos llevan a conocer que los primeros
La velocidad es una de las principales características de la era digital, aunque el debate en torno a
ella no inicia con la era digital, sino desde la revolución industrial con la aparición del ferrocarril y
sobre todo del automóvil, pues es a partir de la cultura del automóvil que se da inicio al culto a la
velocidad, es decir, a buscarla y a reconocerla como un valor.
92 contexto
Rodríguez | Vázquez
contexto 93
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las prácticas socio-espaciales
imágenes [...] Cómodamente sentados, sentimos la velocidad a través de las imágenes de forma más
barata y menos arriesgada[…] Hasta los más perezosos y sedentarios, o los que carecen de fuerza o
agilidad, consiguen vivir la rapidez" (Gitlin , 2005).
En esta seducción por las pantallas, también nos encontramos con que son grandes propagadoras de
información de todo tipo, al día una persona promedio recibe lo equivalente a ciento setenta y cuatro
periódicos (Vázquez, 2010), sin embargo, contrariamente a lo que se podría pensar de que a mayor
información recibida mayor capacidad en el uso de la razón y mayor coherencia en la construcción de
un sentido de la realidad, lo que se puede alcanzar a visualizar, es una asfixia del sentido que puede
caer en lo irracional. "Ninguna información existe sin desinformación, y ahora un nuevo tipo de
desinformación está poniéndose a la cabeza y es totalmente distinta a la censura voluntaria. Tiene
que ver con cierto tipo de obstrucción de los sentidos, una pérdida de control sobre la razón" (Virilio,
1995).Esta sociedad ejerceríasu libertad en torno a una serie de condiciones artificialmente
proyectadas para generar ciertos comportamientos y hábitos, creados en mucha medida por el
torrente mediático y la información. Como lo menciona Castells (2012) "El poder se ejerce mediante
coacción o mediante la construcción de significado", y en la era de la información, éste se ejerce
principalmente mediante la construcción de significados, la modificación de valores y cambios en
los conceptos de bienestar y calidad de vida de las personas.Él mismo afirmaque "puesto que el
significado determina en gran medida la acción, la comunicación del significado se convierte en la
fuente de poder social por su capacidad de enmarcar la mente humana." Este enmarcado de mentes a
través de la construcción de significados, la cual es hasta cierto punto más fácil hoy que hace veinte
años debido a la gran diversificación de medios para hacer llegar ideas y modelos de vida a las
personas, impacta directamente en el estilo de vida de la gente.
Las telenovelas en Latinoamérica, por ejemplo, a lo largo de décadas han sido muy influyentes en
estereotipos que luego el público intenta reproducir (Orozco, 2006), hoy se encuentra reforzada esta
tendencia, pues se han dirigido estratégicamente a crear patrones de consumo, derivados de dichos
estereotipos. Estos productos de consumo, desde la forma de vestir, zapatos, accesorios, maquillaje,
peinado, bolsos, teléfonos celulares y demás dispositivos tecnológicos, automóviles, hasta lugares
que frecuentar como cafés, restaurantes, centros comerciales, gimnasios e inclusive lugares para
vacacionar, son para mucha de la población expuesta a este tipo de programación, cuestiones ya de
primera necesidad, es decir, prioritarias para vivir con "calidad de vida".
94 contexto
Rodríguez | Vázquez
Debido a ese bombardeo de ideas, algunos paradigmas se crean, inclusive afectando directamente
la vida urbana. Un ejemplo de ello es el hecho de considerar como factor de éxito la posesión de un
automóvil, lo cual muestra el alto índice de motorización (número de vehículos/ 1,000 hab.) de las
ciudades mexicanas, como por ejemplo Monterrey 345, Guadalajara 299, Tijuana 282 (CTS, 2010),
Ciudad Juárez 262 (Fuentes, 2011) y que además lleva un crecimiento acelerado en comparación con
países con un mayor ingreso per cápita como Alemania, Japón y Francia; y a su vez, a considerar
como fracaso el moverse ya sea caminando, mediante el uso del transporte público o mediante
transportes alternativos como la bicicleta, lo cual genera no sólo el predominio del uso automotriz
aun cuando sean vehículos de segunda mano, sino también una segregación cultural entre los que se
desplazan en auto y los que van a pie (figura 2). Pues en esta mentalidad de superioridad fabricada
por los estereotipos mediáticos, la ciudad pertenece a quien se desplaza en un vehículo motorizado, y
los demás deben mantenerse en un espacio donde no alteren o perjudiquen el libre tránsito de éstos.
Esto se ve reflejado en la misma configuración de las ciudades, las cuales se han desarrollado de
una manera dispersa, generando que la población deba trasladarse grandes distancias, lo que a su vez
ocasiona un mayor flujo de vehículos, para los cuales se construye mayor infraestructura vehicular
(figura 2), autopistas de alta velocidad, puentes, pasos a desnivel y periféricos por un lado, y por el
otro, el metro y sus conexiones subterráneas que mueven al habitante a través de un túnel donde
parece desaparecer el espacio y el tiempo.
contexto 95
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las prácticas socio-espaciales
Como lo llama Virilio (1991) es un tiempo tecnológico que "no tiene relación con alguna memoria
colectiva[...] ayuda a construir un presente permanente, una intensidad sin fronteras, sin tiempo, que
está destruyendo el ritmo de una sociedad crecientemente degradada". Incluso el peatón se ve
afectado por esta velocidad de la ciudad, pues se observan en las calles gente que camina aprisa sin
saber por qué lo hace, en los pasillos y rampas del transporte colectivo es casi imposible detenerse
sin ser arrastrado por la masa de personas; y este fenómeno se ha comprobado que tiene efectos
importantes en ciudades de gran tamaño, incluso existiendo una relación entre el tamaño de la
ciudad y la velocidad del movimiento físico de los peatones por los centros urbanos (Gitlin,
2005).Disfrutar los traslados, experimentar la ciudad y habitar el espacio urbano se van dejando en
un segundo término, convirtiendo así a la ciudad solamente en un lugar de conexiones, de vías, de
paso.
Es interesante notar que desde la aparición del internet en la vida cotidiana de mucha gente, y de
inventos como computadoras portátiles, tabletas y "smartphones" que facilitan la comunicación y el
acceso a todo tipo de información en tiempo real, se ha desarrollado una nueva cultura digital que
ahora trasciende y transforma incluso algunos comportamientos milenarios del hombre, uno de ellos
es la necesidad de privacidad, de un espacio para la reflexión y la auto introspección. Mantenerse al
margen del flujo de información, ya sea televisión, espectaculares, radio, teléfonos o internet, se
vuelve difícil en la era de la información, y no sólo por que los tengamos al alcance en todo lugar y
momento, sino porque parecen estar generando una incapacidad en el ser humano de
"desconectarse", es decir, de salirse por un lapso de tiempo del torrente mediático.
Esto es importante, pues en la cotidianeidad ya aparecen algunos síntomas de cambios, la mayoría
de ellos expresados con un discurso irónico y satirizante en las mismas redes sociales. Virilio (1995)
lo expresa como "una duplicación de realidad sensible en realidad y virtualidad [...] Una pérdida total
de los comportamientos del individuo. Existir es existir - in situ -, aquí y ahora, - hic et nunc -. Esto es
precisamente lo que se está viendo amenazado por el ciberespacio y lo instantáneo, la información
globalizada fluye, lo que hay delante es una distorsión de la realidad; es un shock, una conmoción
mental". Por ejemplo, el hecho de traer en el bolsillo el correo electrónico, la red social y el chat en
tiempo real, está generando ciertas barreras en la comunicación cara a cara, pues se tiene enfrente a la
persona de carne y hueso con la que se puede inclusive estar realizando alguna actividad recreativa o
96 contexto
Rodríguez | Vázquez
social, y al mismo tiempo está presente la posibilidad de estar en esa otra realidad virtual, a la cual se
accede con el dispositivo tecnológico y que ofrece más allá de una conversación, la posibilidad de
intercambio mediático como video, imágenes o conversaciones grupales. Es ahí donde se realiza ese
habitar intermitente en dos realidades simultáneas, lo cual cambia por completo las dinámicas socio-
espaciales tradicionales.
Con lo anterior nos referimos al hecho de que muchas de las actividades sociales que
tradicionalmente se realizaban en lugares públicos o que implicaban salir a la calle, el día de hoy se
pueden realizar sin necesidad de ello. Actividades como ir a la biblioteca, rentar una película en el
videoclub, salir a comprar algo de comer, reunirse con el grupo escolar a realizar un trabajo, reunirse
con algún amigo en un café para conversar, etc. hoy en día pueden ser realizadas de otro modo
distinto al tradicional debido a los medios tecnológicos con que se cuenta. Claro está que no todas las
actividades pueden ser sustituidas, y otras, aunque puedan ser reemplazadas, no necesariamente lo
son, sin embargo, la sola posibilidad de tener otra alternativa, genera que cierto porcentaje de
actividades se trasladen al ciber-espacio y se dejen de llevar a cabo en el espacio urbano.
contexto 97
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las prácticas socio-espaciales
Por otra parte, este torrente de información, también tiene un efecto fundamental en el
posicionamiento de productos de consumo, y como ya se mencionó, de la creación de estereotipos,
pues "la característica más prominente de la sociedad consumista es su capacidad de transformar a
los consumidores en productos consumibles" (Bauman, 2007), por lo que estos estereotipos generan
nuevas necesidades en el mercado y se renuevan como lo afirma Gitlin (2005): "lo más curioso de los
placeres del consumismo es que duran poco. La esencia del consumismo es una sucesión de
promesas rotas pero constantemente renovadas". Esta cultura de consumo, que si bien ya existía, se
ha reforzado ampliamente con la posibilidad de llegar a más personas en menor tiempo y por
distintos medios. Bauman (2007), plantea que "la tarea de los consumidores es alzarse de esa
chatura gris de invisibilidad e insustancialidad, asomar la cabeza y hacerse reconocibles entre esa
masa indiscriminada de objetos no diferenciables". No es entonces casualidad el auge del centro
comercial, lugar característico de la ciudad del siglo XXI, en dónde ésta cultura se pone de
manifiesto en todo su esplendor.
4. Reflexiones finales
Si bien la máquina trajo grandes avances y revolucionó la industria, llegando en algunos puntos a
sustituir al obrero, es decir, al hombre, podemos percatarnos que aunque transformó de una vez y
para siempre el modo de producción, el hombre no puede ni debe ser sustituido en forma sustancial,
ya que el hacerlo es volverse contra sí mismo. "Si la esencia del hombre se descifrase a partir de su
constitución actual, eso sabotearía su posibilidad… incluiría ciertamente la evolución y los
condicionantes, pero se los atribuiría a los sujetos haciendo abstracción de la deshumanización que
ha hecho de ellos lo que son y que sigue siendo tolerada en nombre de una qualitas humana"
(Adorno, 1984). De la misma manera, las relaciones sociales, comunitarias e interpersonales,
aunque puedan estar transformándose con el avance tecnológico, nunca podrán ser sustituidas, pues
el hacerlo sería volver la sociedad contra su mismo fundamento.
98 contexto
Rodríguez | Vázquez
Por otra parte, la vinculación del hombre al espacio físico, es también algo que no debería de
desaparecer del todo, al menos no de su naturaleza. Bourzac (2007) plantea que "el interés del
hombre por el espacio tiene raíces existenciales: deriva de una necesidad de adquirir relaciones
vitales en el ambiente que le rodea para aportar sentido y orden a un mundo de acontecimientos y
acciones", lo cual nos hace comprender mas a profundidad el sentido del surgimiento de la ciudad
por una parte, y por otro, la importancia que tiene ésta en el sentido que el mismo ser humano le
otorga al mundo.
Es la ciudad, un reflejo de las necesidades más profundas del hombre, más allá de los procesos
económicos y funcionales, representa su misma interioridad materializada, y un ancla a la realidad
que le otorga sentido a su cosmovisión tanto en el tiempo como en el espacio. "El orden y relación
del espacio urbano adquiere significado mas allá de lo meramente formal… la simbolización del
espacio como vínculo entre la escena social cotidiana, del imaginario y su historia, el escenario
construido, y la adopción de identidad, constituyen la base del relato que conforma el espacio
público, como evidencia de una comunidad, en su carácter y esencia cultural" (Bourzac, 2007).
Por tanto, los cambios radicales que está generando la era de la información y la digitalización en
la vida cotidiana, estarían impulsando al ser humano a un extremo todavía desconocido de su
historia, no sería posible aún determinar del todo cuales son los alcances reales, sin embargo,
teniendo en cuenta este factor, existiríala posibilidad de mantener una claridad en cuanto a la
importancia que tienen los espacios de sociabilidad en las ciudades, los cuales hipotéticamente
darían estabilidad a la vida en comunidad y satisfaccióna las necesidades humanas de interacción y
encuentro. Después de todo, bajo cualquier circunstancia o influencia, el hombre no es
determinable, pues posee razón, libertad y voluntad, citando a Frankl (1984): "Un ser humano no es
una cosa más entre otras cosas. El hombre se determina a sí mismo. Decide si se deja o no
determinar".
Referencias Bibliográficas
contexto 99
Ciudades reales en tiempos digitales: cambios en las prácticas socio-espaciales
Orozco, G. (2006). "La telenovela en México: ¿de una expresión cultural a un simple producto para
la mercadotecnia?", Comunicación y Sociedad, Nº 6, pp. 11-35.
Sorkin, M. (2004). Variaciones sobre un parque temático: La nueva ciudad americana y el fin del
espacio público. México: Gustavo Gili.
Vázquez, G (2010). "Cuanto de Diseño", en Aedificare 2010. Monterrey: Universidad Autónoma de
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Virilio, P. (1997). El cibermundo, política de lo peor. Madrid: Ediciones Cátedra.
Virilio, P. (2003). Amanecer crepuscular. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
100 contexto
La sociedad y el objeto.
Miradas desde la identidad,
diseño e información
contexto 103
Identidad, diseño, información
Definidas las categorías conceptuales, realiza un estudio de caso sobre la identidad de la ciudad de
Monterrey. En el ejercicio emplea el método etnográfico, mediante dibujos espontáneos y mapas
mentales. El resultado de ello, es correlacionado con un análisis de los patrones arquitectónicos de la
metrópoli; para lo que aplica la técnica etnográfica del flaneo.
Los descubrimientos revelan entre otras cosas, que el objeto hereda y permanece en constante
alteración con la información que va el sujeto administrando. Alude una serie de condiciones a partir
de las cuales el objeto va interactuando con su medio y su evolución, lo que le permite comprobar la
hipótesis planteada al inicio del estudio.
Concluye en que la identidad es un proceso, voluble en un tiempo y espacio definido. Para ello
plantea como colofón la propuesta sobre las características del proceso de identidad, con la
definición de elementos para los procesos de inclusión y exclusión en función del nivel de
observación. Lo que hace el reconocimiento de que un objeto sea diferente o igual al entorno.
Cabe destacar la postura argumentada sobre la ciudad, esbozada como una unidad que se establece
como un sistema que se alimenta a través de la "información identitante". Siendo un proceso
holístico confinado virtualmente por las interacciones en el tiempo y el espacio.
Bajo la temática de diseño, la investigadora Dra. Liliana Compean; desarrolla el capítulo: Diseño e
información, Diseñando objetos complejos. De partida, realiza una revisión bibliográfica sobre la
evolución de diseño, hace énfasis en las doctrinas y eventos socio-políticos que imprimieron los
rasgos particulares. Destaca que los elementos constantes en dicho transcurso son la tecnología y
filosofía de la época.
Aborda el tema de la práctica del diseño y su campo disciplinario, las variantes y forma que ha
venido incursionando para poder tener una aproximación de su acción. Para finalmente detallar la
manera en cómo se constituye el objeto de diseño. En esta línea es relevante ver como describe las
metodologías tradicionales del diseño. El subtema lo estructura a partir de una serie de cuestiones
que le dan integridad y complemento a las otras dos investigaciones presentadas en el libro.
Haciendo énfasis a la teoría de sistemas.
El análisis crítico de los métodos y procesos tradicionales de diseño, deja abierta la posibilidad de
interactuar y enfocar su estudio a la teoría de sistemas. Contextualiza su incorporación y adaptación
al objeto de diseño como sistema complejo. Es de poner atención, el discernimiento que emerge al
cuestionarse: ¿Qué tan complejo debe ser un objeto que se desee crear? En donde manifiesta la
situación de incertidumbre, así como la parte simbólica. Lo que resalta la importancia de la presente
obra, para dar un vuelco a la forma en cómo se ha concebido el diseño y forma de diseñar. Se trata, por
tanto del resultado de una conciencia disciplinaria que busca en otras áreas del conocimiento
aportaciones para su adecuación en los intentos de encontrar salida a las demandas de la sociedad del
siglo XXI.
El discurso se vuelve aun más interesante a partir de la puesta del diseño como transdiciplina. Lo
que deviene como un proceso natural en la evolución de la humanidad, dada la diversidad y
complejidad creada a finales del siglo XX. En donde las disciplinas aceptan sus límites teóricos y
metodológicos para afrontar las situaciones presentadas en y por la sociedad. Cabe referir, que la
autora ilustra los paradigmas que enfrenta el diseño en la nueva agenda profesional.
El capítulo lo cierra con la descripción del proceso de diseño para objetos autorreferentes
complejos. En ello marca las pautas, consideraciones y directrices a seguir en dicho proceso.
El Tercer capítulo es elaborado por el Dr. Gerardo Vázquez, titulado Aproximación al Análisis de la
Conformación Cultural en la Sociedad de la Información.
104 contexto
Mercado | Ríos | Sosa | Vázquez
En esta línea Vázquez, hace mención sobre el acceso a un mundo virtual, el cual define una una
revolución orientada a la conformación de desigualdades y segregaciones entre los grupos de
población. Así, la institucionalización de redes precisa la formación de un sistema un tanto estable y
de valores masificados; siendo el fin establecer fuerzas de creencia mayoritaria hacia el control.
contexto 105
Volumen VIII, Número 08, Marzo 2014
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- En el caso de un libro, el título irá en letra cursiva, indicando a continuación la ciudad y la editorial.
" Ejemplo: Andrews, Gavin J. y Phillips, David R. (2005), Ageing and Place. Perspectives,
policy, practice. New York, Routledge.
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" Ejemplo: SILVA, Eliud (2009), "Mortalidad por accidentes automovilísticos en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México al final del siglo XX", Papeles de Población, Vol. 15, núm. 62,
octubre-diciembre, pp. 143-172.
- Con el mismo criterio se citarán los capítulos de libros, estando en cursiva el título del libro.
" Ejemplo: Hilhorst, D. y Bankoff, G. (2004), "Introduction: mapping vulnerability", in
Bankoff, G., Frerks, G. y Hilhorst, D. (eds.), Mapping Vulnerability: Disasters, Development and
People. London, Earthscan, pp. 1-9.
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física. Notas. <Disponibilidad y acceso>. [Fecha de consulta].
" Vázquez, Patricia, Sacido, Mónica y Zulaica, Laura (2012), "Técnicas de análisis para el
ordenamiento territorial de cuencas agropecuarias: aplicaciones en la Pampa Austral, Argentina",
Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Vol. XVI, núm. 392, 20 de
febrero de 2012, <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-392.htm>. [20 de febrero de 2012].
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agricultural watershed : applications in Austral Pampa , Argentina " , Scripta Nova. Electronic
Journal of Geography and Social Sciences , Vol XVI , no. 392, February 20, 2012 ,
<http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-392.htm> . [ 20 February 2012 ] .
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