Coworking: ¿Resultado de la crisis o fórmula para el éxito?

El número de profesionales que se adhieren a la modalidad del coworking, se

incrementa debido a los resultados positivos que ha generado en todo el mundo
durante los últimos años

Importantes sociólogos como Talcott Parson y Émile Durkhein, aseguraban que

el hombre es un ser social. Por más independiente que se pueda considerar una
actividad, la misma incrementa su efectividad y arroja mejores resultados si se
desarrolla en un entorno compartido, es decir, de manera social. Esta es
precisamente la naturaleza del anglicismo coworking, que ha estado en boga
durante los últimos tiempos.

Desde la aparición de los denominados “freelancers”, el mundo laboral ha

experimentado una auténtica revolución. No obstante, el clima de trabajo de
estos profesionales, con el pasar del tiempo, se ha convertido en pesado. La
soledad y la falta de sociabilización que ésta trae implícita, hicieron que muchos
de los trabajadores por cuenta propia en la red, salieran a buscar alternativas.

Una de las alternativas que abordaron al principio, fue rondar las plazas y otros
lugares públicos para trabajar. Sin embargo, el bullicio de esos lugares, no los
convierte en los mejores lugares para concentrarse en los diversos trabajos. Los
auriculares fueron una de las maneras de evitarlo, pero trasladaban nuevamente
a los freelancers al aislamiento social.

Este círculo vicioso, que parecía muy sólido, se rompió al llegar la crisis del 2008.
Miles de empresas norteamericanas, no tenían como costear las tarifas de
alquiler de las costosas oficinas en las que se alojaban, por lo que se dedicaron
a compartirlas con otras empresas. En medio de esta socialización forzosa,
algunos freelancers pudieron acceder a estos pisos. Así comenzó a germinar la
semilla del coworking.

Compartir lugares de trabajo, se ha convertido en una práctica común entre los

freelancer, quienes, pese a tener distintas profesiones y los proyectos más
diversos, socializan entre ellos y comparten experiencias, consejos y opiniones
que, a la larga, sirven para dar mayores posibilidades a sus emprendimientos.

En la actualidad, los lugares de coworking son normales y abundan en Estados

Unidos, en Europa han comenzado a propagarse y su diseminación ha sido muy
popular. A medida que las profesiones freelancers crecen y su número se
multiplica, los lugares de trabajo compartido continuarán su auge. Muchas
empresas comienzan a considerarlo y alquilan lugares turísticos para alojar en
ellos a sus trabajadores.

En América Latina, el coworking ha tardado en llegar. No obstante, el número de

freelancers en la zona ha ido en aumento. Todo esto indica en que pese a la
resistencia de los empresarios, este terminará por llegar y establecerse.
Como todas las innovaciones, el coworking no tardará en imponerse. Las
empresas que se nieguen podrían llegar a la tragedia de perecer en la
competencia de sus rivales que sí se animen a adoptar a esta modalidad.

Las ventajas del coworking, es que se traducen en un ambiente relajante para

los trabajadores, quienes se ven motivados y presentan mejores resultados en
sus respectivas labores.