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Introducción

La Historiografía literaria ha nombrado al ensayo de muchas maneras, desde prosa didáctica,


género didáctico-ensayístico, género ensayístico, género crítico-teórico y género de
argumentación. Textos de civilización, le llaman algunos, prosa de ideas, literatura del
pensamiento o reflexión le nombran otros. Lo conocemos como esa clase de textos (Dimter, 1985)
en los que confluyen dos o más textos de características semejantes o simplemente como clase de
textos básicamente iguales. En palabras de Genette (1979) diremos que se trata de un
archigénero, es decir, forma genérica abierta a múltiples géneros cuyas características textuales
implican una acción pragmática ya que el ensayista instituye en su escritura el discurso reflexivo-
persuasivo, sin olvidar la posibilidad argumentativa-meditativa o epistemológica que se vierte en
la literariedad, además de la actitud crítica y exegemática, monológica y enunciativa de la que
habla Arenas Cruz (1997). También es distintivo del ensayo el inminente carácter referencial,
puramente expresivo, apelativo y dialogal que suele desplazar la referencialidad por medio de la
disposición del lenguaje y sus minucias estilístico-literarias.

¿Qué es un ensayo?

El ensayo es un género literario que se caracteriza por permitir desarrollar un tema determinado
de una manera libre y personal. Comúnmente, las personas escriben ensayos para manifestar
alguna opinión o idea, y sin tener que preocuparse de ceñirse a una estructura rígida de redacción
o documentarlo exhaustivamente.

El concepto dado se asemeja al del Diccionario de la Real Academia, en donde se define al término
como un "escrito en el cual un autor desarrolla sus ideas sin necesidad de mostrar el aparato
erudito".

Historia del género ensayístico

El autor francés del siglo XVI, Michel de Montaigne, es considerado como el creador del estilo
ensayístico. El escritor galo fue el primero en llamar a sus escritos con ese nombre. Los mismos se
caracterizaban por expresar de una forma libre el pensamiento de su autor. Quizás por ello la
máxima del conocido ensayista español José Ortega y Gasset,"El ensayo es la ciencia, menos la
prueba explícita", sirva para ejemplificar perfectamente la esencia de este género.

Tipos de Ensayo

Los temas de un ensayo dependen en gran medida del autor. Es él quien decidirá del asunto del
cual escribirá. La cantidad de temas es tan amplia como el mismo conocimiento humano. Puede
haber ensayos que traten de temas políticos, sociales, económicos, ensayos filosóficos, etc. Lo
importante es que el escritor se sienta cómodo con su tema, que realmente quiera expresar su
pensamiento acerca de ello de una forma clara.

Según su estructura:
 Ensayo Narrativo: En este tipo de ensayos tal como su nombre lo indica el autor cuenta
hechos o sucesos que han acaecido para llegar a una cierta conclusión. Este modelo es
empleado generalmente en experimentos científicos, donde primeramente se tiene una
hipótesis y luego se realiza un experimento para probar la veracidad de la misma.
 Ensayo Descriptivo: Este tipo de ensayos es poco utilizado dado que al tener el tipo textual
introducción y conclusión es un poco limitante. Brinda datos sobre el suceso o hecho del
cual se pretende obtener una conclusión.
 Ensayo Explicativo: Este tipo es uno de los más comunes encontrados. Pretenden brindar
las razones y el pensamiento que le permite al autor llegar a una conclusión dada.
 Ensayo Persuasivo: La persuasión es un método empleado en textos donde el autor
pretende por sobre todas las cosas convencer al lector de lo que está redactando. En este
tipo de ensayos intervienen los tipos de redacciones antes mencionadas pero además
incluye una serie de palabras que intentan convencer que aquello que el texto dice es
verdadero de forma absoluta.
 Ensayo Argumentativo: En este tipo de textos el autor presenta una serie de argumentos
apoyando o negando una tesis en particular, por lo general tienden a incluir cuáles son las
razones del apoyo o no al tema, pero detallando por cada ítem las razones.

Según el tema desarrollado:

 Ensayo Literario: Este tipo de ensayos es el más común de todos, se redacta con un
empleo especial del lenguaje, lo que le permite al lector obtener una mejor comprensión
de los temas expuestos. Algunos recursos utilizados son la metáfora o la retórica. Si bien
no es necesario que se hable de literatura, es común su empleo para obras poéticas y
literarias.
 Ensayo Científico: En este caso dentro de este tipo de ensayos se incluyen temas
científicos, tecnológicos y de actualidad. Emplean un lenguaje estrictamente técnico o
científico, razón por la cual en muchos casos encontramos adaptaciones para lectores
generales, o su público se encuentra limitado a la comunidad científica.
 Ensayo Filosófico: La temática desarrollada en este tipo textual se centra en la ética y la
moral de las personas y la sociedad en general.

LÓGICA EN EL ENSAYO

La lógica es crucial en un ensayo y lograrla es algo más sencillo de lo que parece: depende
principalmente de la organización de las ideas y de la presentación. Para lograr convencer al lector
hay que proceder de modo organizado desde las explicaciones formales hasta la evidencia
concreta, es decir, de los hechos a las conclusiones. Para lograr esto el escritor puede utilizar dos
tipos de razonamiento: la lógica inductiva o la lógica deductiva.

De acuerdo con la lógica inductiva el escritor comienza el ensayo mostrando ejemplos concretos
para luego deducir de ellos las afirmaciones generales. Para tener éxito, no sólo debe elegir bien
sus ejemplos sino que también debe presentar una explicación clara al final del ensayo. La ventaja
de este método es que el lector participa activamente en el proceso de razonamiento y por ello es
más fácil convencerle.

De acuerdo con la lógica deductiva el escritor comienza el ensayo mostrando afirmaciones


generales, las cuales documenta progresivamente por medio de ejemplos concretos.

Recomendaciones

1. ELIGE UN TEMA INTERESANTE

El tema necesita ser relevante. Opta por temas actuales y piensa en el destinatario, en el público
objetivo de tu ensayo. Asegúrate de recabar información de medios locales e internacionales para
conocer el tema en profundidad. Visita distintos sitios web y toma nota de lo que aprendas y de
las fuentes que visites en caso de que quieras volver a consultarlas. Recuerda que las ideas que
desarrolles deberán respaldarse con documentación y si citas no olvides las comillas y el pie de
página.

2. ANOTA LOS PUNTOS FUNDAMENTALES

A medida que te adentres en el tema y recorras los distintos portales o consultes la bibliografía
indicada, encontrarás que hay algunos argumentos que no puedes desestimar y necesariamente
deben figurar. Para no olvidarlos, asegúrate de realizar un listado ordenado de los puntos más
importantes e inclúyelos en tu ensayo.

3. CONSIDERA LA ESTRUCTURA

Cuando ya tienes tus apuntes listos, determina la estructura que utilizarás. La mejor manera de
redactar un ensayo es dividiéndolo por partes. La modalidad más común es colocar
unaintroducción, un desarrollo y una conclusión.

La primera parte debe dar a conocer la temática, el fin de la investigación y la organización del
texto. El cuerpo o desarrollo amplía la información mencionada en la introducción con argumentos
sólidos. Finalmente, la conclusión repasa las ideas centrales mencionadas e ilustra la opinión del
autor sobre el tema. Recuerda que se trata de un trabajo académico por lo que es fundamental
que mantengas el tono formal, evitando el humor y el sarcasmo, así como el vocabulario coloquial.

4. REDACTA UN BORRADOR

Todo buen escritor sabe lo importante que es el borrador previo al trabajo final. El ensayo supone
mucho orden a nivel de ideas y estructura, por lo que antes de escribir asegúrate de tener claro
qué quieres incluir. El esbozo en forma de borrador puede ser buena idea.

5. RELEE LA VERSIÓN FINAL Y CORRÍGELA

Antes de entregar la versión final, revísala. Lee detenidamente en busca de errores tipográficos, de
ortografía o sintaxis.

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