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CONSTITUCION POLITICA Y PARTICIPACION CIUDADANA

TAREA: ENSAYO – EQUILIBRIO DE PODERES

POR:

CRISTIAN CAMILO FERNÁNDEZ BARRERA

DOCENTE:

BIBIANA CANO ARANGO

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA COLEGIO MAYOR DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN

MEDELLIN

2017
EQUILIBRIO DE PODERES

La separación de poderes, tradicionalmente Ejecutivo, Legislativo y Judicial, está


basada en la necesidad de que existan, como postularon John Locke y
Montesquieu, contrapesos y equilibrios, un balance entre los distintos poderes de
un estado para que, a través de los controles entre unos y otros, se garantice la
igualdad de derechos inherente a una democracia mediante la distribución de
responsabilidades y controles entre los distintos poderes.

Montesquieu busca un equilibrio entre los poderes políticos, dividiéndolos y


limitándolos entre sí, con el fin de garantizar la libertad. El concepto de libertad
que él acuña es la libertad del ciudadano a vivir con seguridad frente a los posibles
ataques de sus vecinos contra su vida, dignidad y propiedad. La condición de esta
seguridad es que los conflictos con sus vecinos se resuelvan y que la limitación de
su esfera de libertad y propiedad se realice mediante ley. Su libertad es la libertad
a vivir en comunidad conforme a leyes reconocidas por él y, por lo tanto,
participadas.

La distribución de los poderes equilibradamente no significa una separación entre


ellos y la consiguiente debilitación del Estado, sino que se busca un equilibrio
entre los intereses de los grupos sociales sobre la base de un compromiso
político. Esto exige una acción concertada de las diferentes fuerzas políticas para
que el Estado pueda funcionar, pero en ningún caso la división implica que aquél
venda parte de su capacidad de mandar o prohibir a cambio de garantizar la
libertad personal. Montesquieu, cuando alude a los poderes legislativo y ejecutivo,
distingue con perfecta nitidez, sin confundirlos, entre distribución, poder y
separación, empleando la primera expresión cuando se refiere a la esfera política
y reservando la segunda al plano jurídico. Otra cuestión es que, teniendo en
cuenta la famosa frase de Montesquieu de que no existe libertad, se parta de una
separación personal y organizativa de ambos poderes, lo cual plantea problemas
en la coordinación de su funcionamiento. Hay que crear, entonces, una
organización estatal que funcione eficazmente y, al mismo tiempo, garantice un
equilibrio y control entre los diversos poderes. Se vincula la función legislativa a
nobleza y pueblo en dos Cámaras diferentes, existiendo el derecho de veto entre
ambas, derecho que se amplía al rey, lo cual es, en definitiva, una forma de
participación de éste en la legislación. Por otra parte, el poder legislativo tiene
también sus medios de control sobre el ejecutivo, en primer lugar por los propios
límites internos de éste y, además, porque el legislativo controla el cumplimiento
de las leyes y tiene el derecho de perseguir penalmente a los ministros.

A si es que la división de poderes es en la política una de las teorías más


importantes y adoptadas a nivel mundial en los últimos tiempos. La misma podría
describirse como una forma de organizar el Estado, agrupando y dividiendo sus
funciones en tres esferas diferenciadas que cumplen un rol diferente y cuya
existencia tiene por objetivo el control mutuo así como también la limitación de la
concentración personal del poder. Esta concentración personal de poder es
característica de formas de gobierno como la monarquía, mientras que la división
de poderes es un tipo de sistema característico de los gobiernos democráticos.

Por lo tanto la democracia es una modalidad de gobierno y de organización del


estado en la cual existen mecanismos de participación, como el voto, que les
permiten a los habitantes de esa comunidad elegir de manera directa a sus
representantes políticos. Esto por supuesto legitima aún más a aquellos dirigentes
políticos que son elegidos dentro de este marco.

Entonces, la división de poderes es un ordenamiento que caracteriza al estado de


derecho moderno y que propone principalmente un ordenamiento y distribución de
las funciones del estado a través de un organismo especializado. Poder ejecutivo,
legislativo y judicial.

Las tres esferas en las cuales se divide el poder de acuerdo a este sistema teórico
son la del Poder Ejecutivo (aquel poder que se encarga de administrar de manera
directa el estado a través de funcionarios como el presidente y sus secretarios y
ministros), el Poder Legislativo (responsable del debate y de la redacción,
formulación y aprobación de leyes, conformado por el parlamento o congreso, que
sesiona a través de sus dos cámaras en este sentido) y el Poder Judicial (el que
tiene a su cargo el ejercicio de la justicia en todos los niveles del Estado, siendo
impartido por el tribunal mayor de justicia o corte suprema y los tribunales
inferiores).

Por lo tanto el fin básico de esta división es evitar la concentración de poder en un


solo organismo estatal y que por supuesto llevaría directo al despotismo. Dividir la
autoridad pública implica anticiparse al peligro que supondría un escenario político
despótico. Fraccionando el poder en diversos organismos se evita ese panorama y
ninguno de los poderes tendrá la capacidad de instalar un régimen autoritario.

Los tres poderes tienen su origen en el pueblo y habría que preguntar a éste qué
es lo que espera de los parlamentarios, de los gobernantes y de los jueces. Una
sociedad realmente democrática exige o debe exigir que sus representantes
hagan leyes justas que alcancen el bien común y el interés general. Tal exigencia
se traduce en que los gobiernos realicen su actividad de acuerdo con ese bien
común e interés general toda vez que los consejos de ministros deben tender a
alcanzar ese bien de acuerdo con las necesidades generales de los ciudadanos
que componen el cuerpo social. Por su parte, los jueces deben interpretar y aplicar
las leyes y los reglamentos de tal forma que el interés general que plasman las
disposiciones normativas sea efectivo y visible para el conjunto de ciudadanos.

En definitiva, el pueblo debe esperar -si así lo escoge- que los tres poderes
interactúen en el beneficio de un todo y no solo de sus partes.

Si esto es así, la separación de poderes no sería más que la teoría del bien común
en tanto en cuanto el bien común es el fin y el legislativo, el ejecutivo y el judicial
son los medios con los que el Estado cuenta para llegar a tal fin. Esto es lo que
ocurriría en los Estados de corte democrático.

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