La obesidad, definida como el exceso de contenido de grasa corporal, es
causa de muerte de aproximadamente 2,8 millones de seres humanos en el mundo, ya sea de forma directa o asociada a enfermedades crónicas no transmisibles. La obesidad infantil es uno de los más importantes problemas de salud pública del último siglo. El problema es considerado una pandemia, ya que afecta a todos los países del mundo industrializado y los que están en vías de desarrollo. En los países en vías de desarrollo con ingresos económicos emergentes, el aumento del sobrepeso y la obesidad en los niños ha sido un 30% más que el de los países con ingresos económicos altos. Los niños con sobrepeso y obesidad acarrean un alto riesgo de sufrir daños fisiológicos y anomalías, que incluyen enfermedades cardiovascular, hígado graso no alcohólico, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquistico, determinados tipos de cáncer, asma en la etapa adulta y anomalías respiratorias durante el sueño, causando una elevada mortalidad en esta población. Además, las evidencias indican que el trastorno mental es una comorbilidad muy frecuente de la obesidad. La prevalencia de síntomas depresivos en la población de niños y adolescentes fue aproximadamente al 14% en China, y en niños y adolescentes obesos incluso llegaron al 23.62%. Queda en evidencia que tanto los niños y jóvenes obesos son propensos a desarrollar un amplio espectro de trastornos psicosociales como son: angustia, depresión, ansiedad y aislamiento social; esta población tiende a tener una mala calidad de vida y problemas de comportamiento a lo largo de su vida. El problema en la actualidad es que nuestra sociedad sufre de rápidos cambios, por lo que la familia y su estructura se han alterado. Con respecto a la separación de los padres, esta se ha asociado a problemas en la infancia, que podrían continuar en la vida adulta, especialmente si los padres tienen problemas recurrentes y cuando estos sufren de ansiedad y depresión, además el problema empeora si hubo antecedentes familiares de depresión. Al respecto, las investigaciones no han logrado un acuerdo, por un lado muestran que más que la separación en sí de los padres, resultan ser más potencialmente peligrosos para desarrollar una depresión los problemas posteriores a la separación, que pueden ser la pérdida del amor o de la relación con uno de los padres, y el empobrecimiento de la familia. Planteamiento del problema Debido a que la obesidad y las comorbilidades psicológicas relacionadas con la obesidad pueden continuar desde la infancia hasta la edad adulta, es muy valioso iniciar intervenciones tempranas en los pacientes para prevenir la obesidad y así reducir el riesgo de sufrir en un futuro trastornos mentales en niños pequeños. Formulación del problema ¿Es la obesidad un factor de riesgo para el desarrollo de depresión en escolares del tercer año “B” de nivel secundario de la I.E. Alférez PNP “Mariano Santos Mateos”? Justificación e importancia del estudio La investigación que llevaré a cabo será conveniente porque nos permitirá determinar la asociación entre la obesidad como factor de riesgo para el desarrollo de depresión en escolares. Ya se conoce que al menos algunos riesgos para la salud que están relacionados con la obesidad infantil persisten en la adultez. Es por eso que al constatarse en este estudio que la obesidad infantil contribuye a la aparición de problemas de conducta o angustia emocional, esta información se utilizaría para mejorar los programas de intervención temprana y además ayudar a prevenir la progresión a problemas de salud mucho más graves relacionados con la obesidad, como son la diabetes mellitus y las enfermedades mentales en la vida posterior. Objetivos - Objetivo General: Evaluar si la obesidad es factor de riesgo para el desarrollo de depresión en escolares de nivel secundario. - Objetivos Específicos: o Medir el porcentaje de escolares obesos que desarrollan depresión. o Medir el porcentaje de escolares no obesos que desarrollan depresión. o Comparar los porcentajes de escolares obesos y no obesos que desarrollan depresión. o Evaluar la influencia de las variables intervinientes.
II.- Marco Teórico
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud indico que la
prevalencia global de sobrepeso y obesidad aumento considerablemente del 4% en 1975 a más del 18% en 2016 entre niños y adolescentes de 5 a 19 años. Los estilos de vida poco saludables, como son la baja actividad física y la ingesta insuficiente de fruta/verduras son muy comunes entre los niños y adolescentes, debido a esto es que son un punto crucial en el desarrollo de la obesidad. Los resultados de Canadian Community Healt indicaron que una ingesta suficiente de frutas y verduras se asociaba con una disminución del 27% en las probabilidades de desarrollar síntomas depresivos con respecto al grupo de control. Un metaanálisis reciente evaluado por Alexandra A. Brewis et al. determinó que los adolescentes clínicamente definidos como pacientes obesos tenían un 40% mayor riesgo relativo de depresión. Una de las principales razones que explica esto, es que los elevados pesos corporales de los niños y adolescentes están estigmatizados por la sociedad, quedando expuestos a múltiples formas de discriminación y maltrato relacionados con el peso (como burlas y rechazo). Estos pueden surgir incluso desde la época preescolar. Las formas de rechazo social y exclusión física tienden a promover sentimientos de inutilidad en estos pacientes y, por lo tanto, angustia psicológica en formas relevantes para empeorar la depresión o la ansiedad social. Variables: - Variable Independiente: o Obesidad - Variable Dependiente: o Depresión - Covariables: o Antecedente familiar de depresión o Disfunción familiar Definición de términos: .- Obesidad: Enfermedad causada por exceso de la proporción de grasa corporal. En nuestro trabajo se define por un índice de masa corporal >P95 para edad y sexo calculados en kg/m2 con las curvas de crecimiento (CDC). El otro grupo estuvo constituido por adolescentes eutróficos p25-85. - Depresión: Trastorno del estado de ánimo que implica alteración de la capacidad afectiva. Caracterizado por los siguientes síntomas: estado de ánimo bajo, anestesia afectiva, irritabilidad, incapacidad para experimentar placer, fatigabilidad, alteraciones del apetito y del sueño, trastornos sexuales y alteraciones del comportamiento. Será evaluado con el Inventario de depresión infantil el cual cuenta con 27 items, en donde el punto de corte es 19 puntos, mayor a este hay depresión y menor a este no. - Antecedente familiar de depresión: Se evidencia antecedentes familiares de depresión cuando alguno de los miembros de familia (papá, mamá, hermanos, tios, abuelos y primos) han sido o están diagnosticados con depresión y/o tratado farmacológicamente para dichas patologías. En nuestra investigación, esta variable será obtenida mediante nuestra ficha de recolección de datos. - Disfunción familiar: Esta ocurre cuando el sistema de familia falla y no se encuentran recursos para salvaguardar su estructura y por tanto es incapaz de resolver la crisis. En esta situación el equilibrio homeostático se rompe y el sistema entra en un estadio transitorio que se denomina disfunción familiar. Esta variable la podemos medir con el APGAR familiar, que es un cuestionario de cinco preguntas en donde el puntaje concluye en Funcionalidad normal de 7-10 puntos, disfunción moderada de 4-6 puntos, disfunción grave de 0 a 3 puntos. Hipótesis: - Hipótesis Nula: La obesidad no es un factor de riesgo para el desarrollo de depresión en escolares del tercer año “B” de nivel secundario de la I.E. Alférez PNP “Mariano Santos Mateos”. - Hipótesis Alterna: La obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de depresión en escolares del tercer año “B” de nivel secundario de la I.E. Alférez PNP “Mariano Santos Mateos”.