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Tocar la cadera a una subordinada y

decirle "qué buena estás", declarado


acoso sexual por el Tribunal Superior
de Justicia de Canarias
Una sentencia del TSJ de Canarias afirma que "tales
manifestaciones no son muestra de compañerismo"
provincia 03.07.2018 | 07:42

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en su sede de Las Palmas ha
estimado el recurso de una empresa hostelera con actividad en la isla de Fuerteventura contra la sentencia
del Juzgado de lo Social que el año pasado declaró improcedente el despido de un jefe de bar de hotel
por acoso sexual a una subordinada, y obligó a la empresa a readmitirlo o, en su lugar, pagarle una
indemnización de 22.170 euros más los salarios de tramitación.

La Sala estima que, aun aceptando -como hizo el Juzgado de instancia- que lo único que quedó probado
en el pleito fue que el trabajador cogiera por la cadera en una ocasión a su subordinada y le dijera "qué
buena estás", tal hecho por sí sólo es constitutivo de una infracción al Estatuto de los Trabajadores, a la
Ley para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres de 2007 y a las recomendaciones de la Unión
Europea que justifica el despido.

"Por muy afable y cariñosa que sea una persona, o por mucho que le guste embromar a los
compañeros de trabajo para crear buen ambiente", expone el fallo de la Sala, "hay determinados
comportamientos que objetivamente son inadecuados y que sólo de mediar consentimiento de la
persona a la que se dirigen son aceptables".

Añade la sentencia que, en un entorno de trabajo, no crea buen ambiente ni facilita la colaboración entre
compañeros "que los trabajadores varones digan a sus compañeras mujeres que además de ser guapas
están buenas, mucho menos que estas expresiones vengan acompañadas de un contacto físico ajeno al
socialmente aceptado entre personas que carecen de un vínculo afectivo, pues no es propio de ningún
ambiente laboral que un hombre tome por la cadera a una mujer con la que trabaja".

"Tales manifestaciones no son muestra de compañerismo", destaca la Sala, "porque, además de


innecesarias, requieren para ser admitidas sin reproche de una expresa aceptación por su receptor", que
en el caso de autos "en ningún momento ha sido acreditado", enfatiza.

El Tribunal concluye: "La mujer cuando trabaja, al igual que el hombre, tiene derecho a hacerlo en
un clima de cordialidad, pero sobre todo de respeto, y no es respetuoso ni tiene en cuenta la dignidad
propia, que se alabe tu condición fíusica como mujer en lugar de ponderarse la calidad de tu trabajo. Esto
es lo que crea bien ambiente, y es socialmente admitido".

La sentencia ya ha sido declarada firme por la Sala.

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