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ESQUEMA
Concepto de naturaleza
CONCEPTO DE NATURALEZA
En sus dos acepciones básicas, naturaleza es el conjunto de las cosas que constituyen el
universo (totalidad dinámica de elementos) o la esencia de una cosa que (la naturaleza de
algo), a modo de principio activo, hace que ésta manifieste un determinado conjunto de
propiedades o características.
Esta idea de la naturaleza de carácter cualitativo se mantendrá hasta la llegada del mundo
moderno y su interpretación cuantitativa del mundo natural. En el primer término se destacan
sus características dinámicas, en el segundo sus características matemáticas y mecánicas.
Con la llegada de la ciencia moderna, en los siglos XVI y XVII, se sustituye la antigua noción de
«naturaleza» por la de una «naturaleza máquina», cuyo funcionamiento el hombre conoce a
través de sus leyes, pero a la que en última instancia considera ordenada, o diseñada, por las
manos de Dios. En este mundo sometido a leyes mecánicas, las que formula la ciencia
moderna de Galileo a Newton. Pero a lo largo del s. XVIII, se piensa de forma creciente en una
naturaleza independiente de Dios: el mecanicismo se convierte finalmente en el materialismo.
CONCEPTO DE CULTURA
El término cultura proviene del latín cultus, que inicialmente significaba «cultivar». Cultus
significaba el estado de un campo cultivado. En tanto que el cultivo de un campo precisa de un
constante esfuerzo, el sustantivo cultus adquirió, por una parte, el significado de «cuidado» y
pasó a significar «culto» en el sentido religioso (por el «cuidado» o «culto» constante de los
dioses realizado por los sacerdotes) y, por otra parte, pasó a considerarse «culto» todo ser
humano que «cultivase» su espíritu. En este segundo sentido, se seguía la metáfora, ya
existente en la Grecia de la época sofista, consistente en considerar el espíritu como un campo.
El hombre «inculto» sería, pues, como un campo sin cultivar, mientras que el hombre «culto»
sería aquél que tendría cuidado de su espíritu. En este sentido, el término cultura se entiende
aplicado al ámbito del individuo, y en este ámbito mantiene una cierta relación con el término
griego paideia o educación (cultura subjetiva).
A partir de los siglos XVII y XVIII el término se amplía, entendiéndose por cultura aquello que
el hombre añade a la naturaleza, sea en sí mismo (cultivo de su espíritu), sea en otros objetos,
tales como utensilios, herramientas, procesos técnicos, etc., (de donde surge la idea de
«bienes culturales» o de «cultura material»), de manera que la cultura se entiende como la
intervención consciente del hombre frente a la naturaleza (cultura objetiva).
Cultura objetiva: producciones que llevan a cabo los seres humanos en un contexto social.
En segundo lugar, autores como el poeta y filósofo alemán Johann Gottfried Herder o Karl
Marx entienden la cultura como una segunda naturaleza que completa al ser humano. Este es
una animal social que produce sus propias condiciones de vida en un contexto determinado.
Sin embargo, la dicotomía entre cultura y naturaleza ha servido como criterio para distinguir
dos tipos de realidades: naturales y culturales, y para establecer dos tipos de ciencias.
En primer término, desde que Aristóteles señaló la distinción, ha servido como criterio de
diferenciación entre dos tipos de seres: naturales y artificiales. Los seres naturales serán
aquellos que tienen el principio de cambio en sí mismos, esto es, que sus cambios no
dependen de ningún agente externo. Sin embargo, los seres artificiales dependen de la acción
de un agente externo, el técnico o artista y por tanto, se consideran un producto humano.
DE LA NATURALEZA A LA CULTURA
Todos los animales necesitan obtener información del medio que les rodea para mejorar sus
posibilidades de supervivencia. La forma en que se responde a los distintos estímulos depende
de la complejidad de su sistema nervioso y de las posibilidades de aprendizaje. Es decir,
además de las condiciones naturales e instintivas para responder ante el medio la capacidad
de adquirir conocimiento y de intervenir en el entorno facilita la adaptación.
Uno de los factores básicos para que el hombre haya evolucionado culturalmente ha sido la
utilización de símbolos entre los estímulos del entorno y su respuesta. Etimológicamente
símbolo significa acuerdo, encuentro, reunión. El símbolo es una realidad a partir de la cual se
posibilita un vínculo con el mundo. Este sentido está evocando un significado, un contenido,
que en sí mismo no está presente; en relación a lo ya señalado todo símbolo exige una
comprensión.
Ernst Cassirer pensador de origen alemán de la primera mitad del S.XX dice que el universo del
hombre no es un universo físico, es un universo simbólico; está plasmado, está configurado
por múltiples y variadas formas. Las formas simbólicas son de diferentes tipos: el lenguaje, el
arte, la religión, el mito, las ciencias que en el fondo constituyen las diferentes expresiones
culturales. Cuál es la función de estas formas culturales que son formas simbólicas: son el
medio a través de las cuales nuestra experiencia se manifiesta, se expresa (la manifestación es
simbólica); la experiencia del hombre se manifiesta a través de estas expresiones culturales; es
una forma distinta de ver la realidad.
Es pues el lenguaje el instrumento fundamental par crear y transmitir la cultura. De esta forma,
se configura como el depósito del conocimiento que permite transmitir información y
acumularla de generación en generación creando y
El lingüista y antropólogo americano Kenneth Lee Pike introdujo la distinción emic-etic para
señalar las diferentes posiciones que podía mantener un lingüista a la hora de estudiar los usos
del lenguaje propios de una comunidad de hablantes. Posteriormente, esta distinción comenzó
a ser utilizada en antropología cultural para poner de manifiesto la diferente manera en la que
se interpretan y justifican las costumbres, las ceremonias o cualesquiera otras prácticas
culturales características de un grupo desde fuera o desde dentro de ese grupo:
El punto de vista emic es el que adoptan los propios participantes, es la visión que ellos
consideran real, significativa o apropiada. Consiste en interpretar una ceremonia, ritual u otra
práctica cultural dentro de los parámetros del agente que la ejecuta y, por tanto, tomando en
consideración la justificación que la propia cultura hace de dichas prácticas. La posición emic
es la que se mantiene dentro de una cultura, producto del proceso de enculturación, y hace
que se valoren las propias prácticas y creencias como correctas o legítimas.
La perspectiva etic es la que adopta el observador externo. Es el punto de vista que toma el
sociólogo, el antropólogo, etc., cuando intenta valorar una situación cultural desde su propia
cultura, desde los parámetros establecidos por esta. La posición etic es la perspectiva que se
mantiene desde fuera de una cultura, siempre se mantiene desde otra cultura, aunque se
pretenda conservar la objetividad.
Las perspectivas emic y etic no tienen por qué coincidir. El problema reside en determinar cuál
de las dos explica mejor los contenidos de una cultura: los propios agentes que la producen o
el observador exterior.
Algunos autores plantean que si las posiciones emic y etic resultan irreconciliables, entonces
no es posible la comunicación entre culturas ni la comprensión de prácticas distintas a las
propias. Esto deja cerrado el camino de una multiculturalidad sin conflicto.
Sin embargo, otros autores consideran que el diálogo entre culturas es posible partiendo de
elementos comunes (universales lingüísticos y otros patrones universales) que aparecen en
todas las formas culturales humanas, producto de la pertenencia a la misma especie.
DIVERSIDAD CULTURAL
Es un hecho cada vez más frecuente en las sociedades actuales. Significa que se constata la
existencia de diferentes culturas en un mismo espacio geográfico y social. Sin embargo estas
culturas cohabitan pero influyen poco las unas sobre las otras y no suelen ser permeables a las
demás. Se mantienen en guetos y viven vidas paralelas. La sociedad de acogida suele ser
hegemónica y suele establecer jerarquías legales y sociales que colocan a los otros grupos en
inferioridad de condiciones, lo que lleva al conflicto, al menosprecio, a la creación de
estereotipos y prejuicios dificultando la convivencia social, siempre en detrimento de los
grupos más débiles. En los casos en que exista equidad y respeto mutuo se puede pasar de la
multiculturalidad al multiculturalismo.
Sin embargo, ante la multiculturalidad pueden mantenerse otras actitudes entre las que
destaca: