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Objetivo: visualizar una situación problemática y reconocer de qué manera los pensamientos, actitudes y
emociones pueden contribuir a sobrellevar la vivencia de estas situaciones e influir en que estas cambien.
Duración: 90 minutos.
Material: hoja con preguntas guía, plastilina, música relajante.
Dirigida a: las personas que realizan la atención psicosocial; mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes,
jóvenes.
Hacer preguntas
Escuchar con el
cuerpo x x x
Ritualizar la vida
Creación
de un sistema
de respuesta
Descripción de la actividad
Este ejercicio de visualización o imaginación guiada debe ser realizado en parejas. Una de las personas
será quien realice el ejercicio de visualización, mientras la otra le escucha, le acompaña y le hace
preguntas. La designación de los roles dependerá de quien considere que necesita o le gustaría visualizar
de manera diferente una situación problemática que le genera preocupación o estrés en este momento.
La imaginación guiada busca recrear escenarios mediante ideas, sensaciones, imágenes que generen
relajación. Puede incluir todo un recorrido por emociones, momentos en la vida de las personas e incluso
puede recrear eventos o situaciones que angustien en el presente para generar paz, armonía y ayudar
a quien la practica a manejar su estrés, así como a reconocer recursos que pueden ayudar a enfrentar
situaciones similares en el futuro. Desde esta técnica, imaginar el futuro no se trata de predecir, pronosticar
o armar qué es lo que va a suceder, sino intentar tener lo más claro posible qué es lo que se quiere que
suceda y orientar las emociones, pensamientos y acciones presentes hacia el futuro deseable.
La persona facilitadora será quien irá dirigiendo el ejercicio, en voz alta pero pausada, dando las siguientes
indicaciones:
1. Elija una situación personal que en este momento le parezca difícil o que viva como un problema.
Puede ser un pensamiento negativo insistente, una emoción que le inmoviliza (temor, desconfianza,
tristeza, frustración, angustia, culpa), un recuerdo que le bloquea su presente, una situación tensa con
alguien, un síntoma físico de malestar o de enfermedad. Una vez identificada, junte las manos como si
estuviera haciendo una bola de arcilla con esta situación. Dele una forma mientras visualiza el presente,
cuéntele a la otra persona ¿Cómo es esa situación? (Dé unos 10 minutos para que puedan conversar).
2. Ahora cierre los ojos, respire lenta y profundamente tres veces. Con la situación entre las manos, va
a viajar al futuro. Imagine que han pasado 20 años ¿Qué año es? Con la última exhalación, observe la
situación que tiene entre las manos, la situación ha cambiado, es distinta, el problema de hace 20 años
se transformó, no sabe cómo, pero ya no es igual. Abra los ojos y haga una bola con la situación entre sus
manos y dele la forma que tomó en su imaginación, observe ¿qué es lo que hay distinto? y cuénteselo a
su compañera/o de ejercicio.
3. Quien escucha puede utilizar esta guía de preguntas para ayudarle a narrar los cambios que hay en el
futuro de la situación que ahora está ahí.
4. Brinde 15 minutos para que las parejas conversen. Al cabo de este tiempo, indíqueles que pongan en
el suelo la figura.
5. De nuevo cierre los ojos, inhala y exhala tres veces y con la última exhalación levante las manos hasta
la coronilla de la cabeza y deje caer la visión del futuro que hizo emerger entre sus manos como si fuera
una luz que ilumina todas sus acciones, de tal modo que le hará recordar que lo que visualizamos como
problema es transformable con el paso del tiempo, algunas cosas estarán en sus manos y otras no, pero lo
importante es que usted ha descubierto en este momento que algunas acciones, actitudes, pensamientos
y emociones pueden contribuir a vivenciar las situaciones de forma distinta.
6. A continuación facilite un espacio para que las parejas compartan la experiencia y luego conforme un
círculo para compartir de manera pública y voluntaria las reflexiones de las y los participantes.