Historia e historiografía del medievo

La condición del hombre en la edad media: ¿siervo, esclavo o qué?

Ángel Muñoz García
Universidad de Zulia
Maracaibo – Venezuela

El texto presente de Ángel Muñoz García pretende mostrarnos lo que es la cara de la

concepción del esclavo y el siervo, mostrando sus diferencias y similitudes en la edad media,

pero esta no surgió ahí, ya que se arraiga desde la era clásica.

El derecho romano de la era clásica perduro hasta la edad media, lo que eran los libre,

esclavos y los libertos. Aún que al final del imperio este orden fue considerado antinatural,

mejor llamado derecho de gentes. Este derecho fue vigente hasta la edad media y al igual no

era considerado derecho natural, sino derecho internacional.

En ambas épocas la circunstancias para que alguien se convirtiera en esclavo eran muy

similares, como lo son por cautividad en guerra, nacimiento y por venta. En el siglo IV hay

una disminución muy drástica de esclavitud, momento donde el imperio se inclina hacia el

cristianismo. Aunque esta no es rechazada por la iglesia no tuvo un lugar preferencial, su

enseñanza se dirigía más a la igualdad y libertad natural, aunque esta no era así en

determinadas circunstancias sociales, de guerra o deudas.

Las guerras fueron el factor fundamental en la esclavitud, de ahí su origen. Pero no solo el

cristianismo es un factor fundamental en su disminución, la falta de conflicto bélicos, la

prohibición de capturas a cristianos, las epidemias, las hambrunas y el alto costo de la

propiedad esclava, hicieron disminuir la cantidad de esclavos.

Debido la escasez de mano de obra barata, el ingenio se agudiza y da paso a nuevas técnicas

y adelantos tecnológicos para la época. Gracias a esta disminución esclavista y el crecimiento

del poder de la nobleza, se crearon las Cartas, Fueros o Privilegios de las ciudades.
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“La promesa se cumplió: finalmente se otorgó el derecho de ciudadanía a todos los

pueblos y todos los hombres libres se convirtieron en ciudadanos romanos”
- DUBUY, G.: “Introducción” a ID.: (ed.), Civilización latina, Laia, Barcelona, 1989,
p. 8.

Esto trajo consigo derechos (dependiendo de su urbe), con los que los reyes pretendían

reforzarlas y quien se acogía a la ciudad era “libre”. Los reyes declaraban libres a quienes

se acogían a su urbe, a cambio de forma parte de las huestes del rey, en caso de guerra.

Pero la esclavitud no empezó a descender aquí, puesto que en el imperio romano Rómulo

quiso que la plebe estuviera bajo protección, creando las clientelas. Las clientelas constaban

de servir servicio a un patrón a cambio de sustento y este debía servir en casos de guerra o

apoyo político, etc. En las invasiones germánicas estas aumentaron. El emperador

Constantino (357 d.C.) con el fin de mantener el trabajo y el comercio crea una ley con lo

que hoy en día conocemos fue el sistema feudal. En la época de los merovingios (S. V- VIII)

comenzó la práctica de la commendatio, estaba compuesta por cuatro elementos: el

homenaje: estrechaban las manos; “me hago hombre vuestro”, “os recibo y tomo como

hombre”. Juramento de fidelidad, para sellar el contrato bajo la protección de Dios y darle

carácter irrevocable. Osculum: pacto entre señor y vasallo. Carta, expresando el contrato y

beneficium.

Los siervos de la gleba se trataban de hombres libres siendo siervos de la tierra. Para pagar

su tributo tenían que trabajar, pero no en sus tierras, sino en tierra ajena, por la que quedaban

vinculados de por vida, donde aseguraban su seguridad y supervivencia. Pr ello si las tierras

cambiaban de dueño, estos siervos de la gleba debían de servirle a su nuevo dueño. La palabra

siervo adquiero un nuevo significado por encima del de esclavo, puesto pues estos esclavos

eran objetos, pero los siervos si bien servían a sus señores, pero siendo siempre considerados

humanos. El derecho de pernada surge en el 1150 por el Papa Adriano IV, donde los siervos
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al fin obtienen el derecho de casarse con el deber de otorgarle a su señor un tributo el día de

su boda, donde se dice los señores tomaban a la esposa el día de su boda.

Por órdenes clericales un siervo o esclavo no podía dedicarse a la vida clerical al menos que

su señor se lo permita, ya que primero debe constar de ser un hombre libre. Igualmente

crearon leyes para estos hombres libre, estos no eran podidos vender, si resultaba así era

considerado crimen y al igual a los bebes, si estos eran vendidos, aún seguían siendo hombres

libres. Justiniano (528 d.C.) promulgo que las familias esclavas no podían ser separadas por

ninguna razón. En el año 589 se promulga que cualquier obispo que mantuviese intimidad

con alguna mujer esta fuera vendida y en caso de procrear hijos este era desheredado de su

fortuna familiar.

En esa era la influencia más cercana de la concepción del esclavismo y del siervo era la del

seno cristiano, el cual la interpretaba con la idea de San Pablo de que el hombre era esclavo

del pecado, este era el castigo por el pecado: de crear dios al hombre.

Conclusión:

Este artículo es muy interesante, ya que está muy bien estructurado y te marca bien cuál es

la diferencia de la que era el esclavo y el siervo y las características que a cada uno tenía, el

cómo se fueron desarrollando cada uno de ellos y las raíces de las cuales y el por qué.

Bibliografía:

Ángel Muñoz García. (Recibido:11-05-07/Aceptado:29-11-07). La condición del hombre

en la Edad Media: ¿siervo, esclavo o qué? Revista de filosofía, N°57,2007-3 ISSN 0798-

1171, pag.115-142.