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Resumen Lectura 22

Valores Medioambientales
"Si observamos con la suficiente atención, podemos descubrir que la mayoría de
nuestras decisiones están relacionadas con la ética"
-Peter Singer
¿Se debe acabar con la vida de un ecosistema por los intereses del hombre? La tala de
madera en bosques vírgenes, construir una papela que contamina las aguas costeras o
abrir una nueva mina al borde de un parque nacional. Todo esto en términos generales,
podemos decir que aquellos que están a favor de destruir un ecosistema que tiene siglos de
antigüedad, valoran el empleo y una mayor renta per cápita para el Estado (Valores
económicos) por encima de la preservación de la naturaleza, de las plantas y de los
animales y de las oportunidades para practicar actividades recreativas al aire libre.

LA TRADICIÓN OCCIDENTAL.
Las actitudes hacia la naturaleza emergieron de lo que se expone en los primeros libros de
la biblia, y la filosofía de la antigua grecia, particularmente la de Aristóteles. La Biblia
menciona diferentes pasajes de ella donde se narra la arca de NOÉ, en este pasaje Dios
castigo a la Tierra por ser muy pagana sin importarle los ecosistemas, los cristianos
defienden que los ecosistemas es algo que tiene mucha antigüedad y deben ser tratado
como tesoros, pero la misma biblia con su literalidad dice lo contrario.
Aristóteles consideraba, que la naturaleza como una jerarquía en la que aquellos con una
habilidad de razonamiento menos existen para beneficio de aquellos que cuentan con una
capacidad mayor. De acuerdo con aquella, el mundo natural existe para beneficio de los
seres humanos. Dios dio a los seres humanos señorío sobre el mismo y a Dios no le
importa cómo lo tratemos. Los seres humanos son los únicos miembros moralmente
importantes de este mundo. LA NATURALEZA EN SÍ no tiene valor intrínseco, y la
destrucción de las plantas y los animales no puede ser pecaminosa, salvo si, por su
destrucción, dañamos seres humanos.
Esto le da a la naturaleza salvaje un valor de escasez que sustenta un argumento fuerte en
favor de la preservación, incluso en los términos de una ética antropocéntrica.

VALORAR EL FUTURO
La interrupción en los ciclos vitales naturales de las plantas y animales supone que el
bosque no será nunca más cómo habría sido de no haberse talado. Las ganancias
obtenidas por la tala de bosque empleo beneficios para la empresas, rendimientos en la
exportación y carbón y papel de embalaje.
Una vez el bosque es anegado, TODO SE PIERDE PARA SIEMPRE. En el futuro y
considerando el mundo en su conjunto, está condenada a convertirse en algo más escaso.
Ésta es la razón por la que los ecologistas están en lo cierto al hablar de la naturaleza
salvaje como una HERENCIA MUNDIAL.
A los economistas se le ha enseñado a aplicar una tasa de descuento a todos los bienes
futuros. En otras palabras, un millón de dólares en veinte años no vale hoy un millon de
dolares incluso si damos entrada a la inflación. Los economistas descuentan el valor del
millón de dólares por un cierto porcentaje que normalmente corresponde a las tasas de
interés reales a largo plazo. Desde el punto de vista económico, esto tiene sentido porque si
tenía un millon de dolares hoy lo habria podido invertir para que VALIERA MÁS, en termino
reales, en veinte años. Pero el uso de uan tasa de descuento significa que las ganancias a
lo largo de cien años puntúan muy bajo en comparación con la ganancia hoy, y las
ganancias a lo largo de mil años apenas no cuentan nada.

Si mantenemos intacta la cantidad de naturaleza salvaje que ahora existe, las generaciones
futuras al menos serán capaces de elegir entre dejar de lado los juegos de ordenador e ir a
ver el mundo que no ha sido creado por los seres humanos. Puede que les gustará saber
que algunas partes del mundo en las que viven son muy parecidas a como eran en el
tiempo en el que los humanos no habíamos desarrollado aún nuestros temibles poderes
destructivos.
Por tanto, una ética antropocéntrica puede ser la que nos surta de argumentos poderosos
en favor de lo que cabe llamar VALORES MEDIOAMBIENTALES. Incluso desde la
perspectiva de la tal ética, el crecimiento económico basado en la explotación de recursos
irremplazables puede contemplarse como algo que aporta ganancias a la generación
presente y posiblemente a la siguiente y a la otra, a un precio que será pagado por cada
una de las generaciones que vengan.

¿EXISTE VALOR MÁS ALLÁ DE LA


ESPECIE HUMANA?
Para analizarlo primero necesitamos entender la noción de VALOR INTRÍNSECO. Algo es
de valor intrínseco si es bueno o deseable en si mismo; el contraste se hace con el valor
instrumental que significa valor como medio para algún otro fin o propósito. Nuestra propia
felicidad, por ejemplo, tiene valor intrínseco, al menos para la mayoría de nosotros, porque
la deseamos por sí misma. El dinero, sin embargo, solo cuenta con VALOR
INSTRUMENTAL. Lo anhelamos por las cosas que podemos comprar con él, pero si nos
hubieramos quedado aislados en una isla desierta no lo querriamos (mientras que la
felicidad sería tan importante para nosotros en una isla desierta como en cualquier otro
lugar).
Se puede considerar los intereses de los animales que morirán si el ecosistema es
destruido, podríamos sopesar el hecho de que se pierda una especie, de que los arboles
que han permanecido allí durante miles de años morirán y que todo un ecosistema local
será destrozado.
Aristoteles pensaba que los barbaros hechos presos eran INSTRUMENTOS VIVOS; esto
es, seres humanos que no poseian valor intrinseco sino que existian para servir a algún otro
fin más elevado, siendo este el bienestar de sus captores o propietarios griegos. Aristoteles
justificaba esa posicion arguyendo que los barbaros eran menos racionales que los griegos
y que, en la jerarquia de la naturaleza, el proposito de lo menos racional es servir a lo más
racional. NADIE ACEPTA HOY LA DEFENSA DE LA ESCLAVITUD HECHA POR
ARISTÓTELES.
La tradicion occidental dominante restrigiria los valores medioambientales a los intereses
humanos, pero esta tradicion está basado en un prejuicio indefendible en favor de los
intereses de nuestra propia especie.

¿HAY VALOR MÁS ALLÁ DE LOS SERES


SINTIENTES?
Extender de manera plausible una ética más allá de los seres sintientes es una tarea dificil.
Una ética basada en los intereses de las criaturas sintientes se asienta sobre bases firmes.
Las criaturas sintientes tienen preferencias y deseos. Podemos, por tanto aunque con un
gran esfuerzo imaginativo y sin garantía de éxito, hacernos una idea de como resultaria ser
como esa criatura bajo ciertas condiciones (La cuestion ¿Cómo se sentira una zarigueya
ahogandose? Al menos tiene sentido incluso si nos resulta imposble dar una respuesta más
precisa de ha de ser horrible)
En el caso de las plantas, rios; es posible dar una explicacion puramente fisica de lo que
ocurre, y en ausencia de conciencia no hay razón por la que hayamos de tener mayor
respeto por los procesos fisicos que gobiernan el crecimiento y ocaso de los seres vivivos
que el que tenemos por los que regulan los artificios. Siendo ello así, la razón por la que
hayamos de tener mayor reverencia por un árbol que por estalactita, o por un organismo
unicelular que por una montaña, como poco, no resulta obvia y podemos dejar sin respuesta
la, aún más extraordinaria, afirmación de Taylor según la cual debemos estar preparados no
meramente para respetar a todo ser vivo, sino para dar el mismo valor a la vida de toda
criatura viva, de la misma manera que hacemos con la nuestra.

ECOLOGÍA PROFUNDA
Distinto principios para una etica ecologica profunda, comenzando por los siguientes:
1.- El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no humana sobre la tierra tiene valor
en si mismos. (VALOR INTRINSECO) .Estos valores son independientes de la utilidad del
mundo no humano para los propósitos humanos.
2.-La riqueza y diversidad de las formas de vida contribuyen a la realización de estos
valores y son tambien valores en si mismos.
3.- Los seres humanos no tienen derecho a reducir esta riqueza y diversidad excepto para
satisfacer necesidades humanas.
Aunque estos principios se refieen solo a la vida, en el mismo articulo Naess y Sessions
afirman que la ecologia profunda utiliza el termino BIOFESRA en un sentido más
comprehensivo, no técnico, para referise, tambien a lo que los biologos clasifican no vivo:
rios (cuencas), paisajes; ecosistemas.

Existe sin duda una genuina disputa filosofica sobre si una especie o un ecosistema pueden
ser considerados como el tipo de individuo que puede tener intereses. Pero, incluso si los
tuviera, la ética de la ecologpia profunda ha de afrontar problemas similares a aquellos que
indetificamos al considerar la idea de la etica de la reverencia por la vida.
Es un error buscar el valor intrinseco en la diversidad o complejidad. La razon por la cual
sentimos mas intensamente la destrucción de los ecosistemas complejos y diversos que la
de los simples. (como un campo de trigo) pudiera ser la misma que explica por qué
sentimos mas intensamente la necesidad de preservar el techo de la capilla sixtina que el
del aula H3 de la universidad de Monash (que esta pintada de un blanco uniforme), pero
¿sería correcto hacerlo? La objecion es, en los dos casos, al vandalismo: la destruccion por
una ganancia a corto plazo, de algo que tiene un valor duradero para los seres sintientes
que es facil de destrozar pero que una vez destruido no puede existir de nuevo.
Que sea dificil de sostener una base filosofica para la etica de la ecologia profunda no
significa que no haya muchos argumentos para la preservación de la naturaleza. Todo lo
que implica es que una clase de argumento el que se valor en el valor intrínseco de las
plantas, especies o ecositemas es, en el mejor de los casos problemático.
Los argumentos apoyados en los intereses de los seres humanos presentes y futuros, y en
los intereses de los seres sintientes no humanos que habitan en la naturaleza, son más que
suficientes para mostrar que, al menos en una sociedad que no necesita acabar con la
naturaleza para sobrevivir, el valor de preservar las áreas significativas de naturaleza que
quedan excede del valor que se obtiene por su destrucción.

Lectura 20
Los principios morales reposan siempre sobre un sentido del Bien y , por tanto, sobre un
sentido de lo justo englobado como el trasfondo que une y reúne las conciencias. Las
religiones no han inventado ese bien, tan solo han sugerir sus primeras articulaciones. Han
presentado ese estar como una atadura con una realidad ¨superior¨ o ¨divina¨ (incluso si se
trataba de una realidad natural, como el sol o un rey). Y es que el sentido es tal que siempre
brota de algún lugar, de alguna fuentes, sin que esa fuente resulte por lo general asignable.
Sobre este bien que nos emana y nos rige nos han hablado los profetas y los poetas, esos
poderosos mediadores y mensajeros del sentido. De los dioses, uno no puede decir gran
cosa ya que de su existencia, uno no puede decir gran cosa. Su existencia no plantea
ningún problema y no tiene porque ser demostrada. La evidencia de lo divino es por tanto
una conciencia de los límites, de la muy flagrante fragilidad del hombre frente a los poderes
de su destino, frente a su propia fatalidad. Sin esa evidencia, sin esa conciencia, no hay
humanidad ni hay sentido en la vida.

La primera FUENTE DEL SENTIDO DEL SENTIDO DE LA VIDA radica en la COMUNIDAD


de nuestra fragilidad: nos encontramos todos en la misma situación de precariedad esencial
frente a lo ineluctable. En consecuencia, una promesa de generosidad que anula todas las
distinciones de estatus y de fortuna, pero también todas las desigualdades entre los
hombres.
La segunda fuente de sentido radica en ese ESE ESTAR UNIDO de la conciencia ¿Qué es
eso que, desde siempre, nos orienta y nos une? Es casi imposible decirlo. Quienes han
asumido el enorme riesgo de hacerlo han intentado decir lo imposible y lo innombrable. Y es
que, de hecho, hablaban de algo que ellos mismo no comprendía. Si no podían ser
verificados era porque , en primer lugar, era y se sabían inverificables. Pero se podía tener
confianza en ellos puesto que hablaban del sentido de todas las cosas que cada cual podía,
al menos sentir. El SENTIDO DE LA VIDA encuentra allí su fuente y reconoce allí mismo su
origen. Pero el origen mismo no es verdaderamente comprensible. EN CIERTO MODO, EL
ORIGEN SE HA LEVANTADO DESDE SIEMPRE. El origen del sentido es una fuente tan
inagotable como innombrable.
La etimología no es una ciencia exacta y no sirve más como utensilio del pensamiento.
Ocurre que la critica de la religión (que por lo demás siempre forma parte de la misma
experiencia religiosa) no puede completarse sino en nombre de otra creencia o de otro
orden de convicción que expresen aun mejor ese ser-unido de la conciencia o ese sentido
del Bien.
La desaparición de la religión representa un fenómeno extraordinariamente reciente en la
historia de la humanidad occidental, en cuyo transcurso los dioses y las divinidades han
sido venerados de manera constante y todavía lo son, además, a una escala planetaria que
parece abarcar todas las culturas (mientras que la ética propiamente dicha solo ha sido
desarrollada en el seno de la tradición filosófica occidental).
No hay acción, ni vida posible, sin esperanza, sin horizonte de sentido que una las
conciencias. La ciencia se encuentra entonces al servicio de la esperanza de la humanidad.
Es una apertura hacia el advenimiento del bien, pero no puede dar respuesta a la pregunta
por el sentido de la existencia que presupone. Por este motivo, la pregunta por el sentido se
relega de buen grado al orden de lo filosófico, de lo artístico, de lo literario o de lo religioso,
es decir, al ORDEN DE LO ARBITRARIO (ecuación que supone que el único discurso
riguroso es el de la ciencia, que se conduce a través de realidades inmediatamente
verificables o que se consideran como tales).
Si es en el arte donde el sentido se plasma, es en lo religioso donde se hace esperanza y
es en la filosofía donde quiere ser pensado. Es verdad que desde hace mucho tiempo los
puentes entre el arte, la religión y la filosofía han sido derrumbados. A estos habría que
añadir que las voces de estos tres dominios separados tienden a ser inaudibles en medio
del estruendo de la incultura de masas.
Esta concepción de la filosofía posee un rigor innegable, pero no podría agotar lo que, en su
raíz, es la filosofía, a saber el pensamiento acerca del sentido; y es que la filosofia brota, en
primer lugar, del dialogo interior del alma confrontada con el interrogante que para ella
misma es la existencia. Por mucha que sea la simpleza con que se despache la pregunta
por el sentido ésta brotara siempre de nuevo, puesto que no hay actividad ni pensamiento
humano que no la espere.
La reflexión sobre el sentido presupone, en efecto, un cierto apalabramiento y, por tanto,
una poesía que el arte y la religión han alcanzado desde siempre ( la distinción manifiesta y
clara entre ambo reinos es por lo demás bastante reciente) en el curso del trabajo de la
historia.
La filosofía o la reflexión sobre el sentido de la vida es la toma de conciencia de ese lazo, de
esos lazos que tejen y sostienen la trama de nuestra vida. El error que hay que combatir es
aquel según el cual nosotros seriamos en primer lugar seres enteramente desprovistos de
lazos y solo estableceríamos lazos en un segundo tiempo ¨por convención¨ o por razones
utilitarias. ¿Qué somos nosotros en el universo? La respuesta a esta pregunta es brutal:
menos que nada, Damos mucha importancia al espacio de nuestras pequeñas vanidades,
pero la ciencia moderna ha vuelto a impulsar el péndulo hacia la hora cósmica. Nuestra
buena y vieja Tierra no es sino un microscopio grano de arena en el universo: un astro
errante que gravita en torno en torno a una estrella en una inmensa galaxia en forma de
espiral, la Vía Láctea, compuesta por al menos cien mil millones de estrellas. La humillación
cósmica también atañe a la escala del tiempo. En efecto el homo sapiens solo existe desde
hace 2.5 millones de años, mientras que el Big bang se habría producido, al parecer, hace
trece mil millones de años.
La pregunta por el sentido de la vida es la respuesta a ese silencio ¨no eres nada¨, me
reprende el universo, Y esta exhortación me agita, pero también me lleva a reconocer que
mi existencia tiene un sentido, en la medida en que me invita a tenerme en pie. Un mundo
sin sentido presupone un mundo consagrado al sentido y al Bien, que funda la conciencia
que tengo de mí mismo. Ese sentido es ya el de nuestras vidas, no tenemos que inventarlo;
más bien tenemos que reencontrarlo, sentirlo, hacérselo sentir al otro.
Entonces será mi vida la que descubrirá su sentido, más allá de sí misma
Hay que vivir la vida como si debiera ser juzgada. Por que hay que enfrentarse a la vida
misma (hay que vivir la vida como si debiera ser juzgada)

-Ética aplicada como


hermenéutica crítica
Las éticas aplicadas tienen la estructura circular propia de una hermenéutica crítica: no
parten de unos primeros principios con contenido para aplicarlos, porque en las sociedades
pluralistas no hay principios con contenidos comunes.
Hay dos principios éticos , el kantiano el Fin en Sí mismo y el reino de los Fines, y el del
reconocimiento de cada persona como interlocutor válido, que se modula de forma distinta
según el ámbito en que nos encontremos, lo cual significa que necesitamos contar con otras
tradiciones éticas para articular el modelo de aplicación. Sin embargo, lo que es hoy patente
ya en cualquier intento de fundamentar lo moral, resulta diáfano en la ética aplicada: un solo
modelo de ética es impotente para orientar las decisiones de los mundos político y
económico, medico , ecológico o ,simplemente , la convivencia ciudadana. Aunque el
elemento coordinador será la ética del discurso, porque hunde sus raices en la acción
comunicativa y en la subsiguiente argumentacion, que constituyen el medio de coordinacion
aunque no la sustancia de las restantes actividades humanas. La idea de sujeto como fin en
si mismo y como interlocutor valido configura el transfondo común a todos las esferas, ya
que en todas ellas es el afectado, en ultimo termino quien esta legitimado para exponer sus
intereses, y solo deben considerarse legitimas aquellas normas que satisfagan.

-Ética de las actividades sociales (El


momento aristotélico)
Es preciso atender en primer lugar a las actividades y después a las instituciones que las
sustentan. En caso contrario , corremos el riesgo de plegar la actividad a la institución, y no
viceversa.
El juicio para desarrolar una actividad moralmente en una sociedad moderna es preciso
atender al menos a cinco punto de referencia:
1.-Las metas sociales por las que cobra su sentido.
2.-Los mecanismo adecuados para alcanzarlas en una sociedad moderna
3.- El marco juridico-politico corresponde a la sociedad en cuestión, expresado en la
constitución y en la legislación complementaria vigente.
4.- Las exigencias de la moral cívica alcanzada por esa sociedad
5.- Las exigencias de una moral critica planteadas por el principio de la ética discursiva.
Practica es una actividad cooperativa, que cobra su sentido su racionalidad especifica de
perseguir determinados bienes internos, lo cual exige el desarrollo de determinados
HABITOS por parte de quienes participan en ella. Esos hábitos recibirán el nombre de
VIRTUDES precisamente por que son los que nos permiten alcanzar el bien.
Trasladando esta caracterización a las actividades sociales, podríamos decir que el bien
interno de la sanidad es el bien del paciente; el de la empresa, la satisfacción de
necesidades humanas con calidad; el de la política, el bien común de los ciudadanos; el de
la docencia, la transmisión de la cultura y la formación de personas criticas. Con lo cual
dentro de ese ámbito deliberamos sobre los medios, como afirma Aristóteles no sobre los
fines o bienes últimos, porque estos ya vienen dados. Y nuestra tarea consiste en dilucidar
que principios de alcance medio, que valores y que virtudes concretas es preciso asumir
para alcanzar esos fines. Las distintas éticas aplicadas tienen por tarea, a mi juicio
averiguar que principios, valores y virtudes permiten alcanzar en cada caso los bienes
internos.

-El momento estratégico


Para alcanzar los bienes internos de cada actividad es preciso contar con los mecanismos
específicos de esa sociedad; en nuestro caso , con los mecanismo propios de sociedades
modernas.
POR EJEMPLO, la actividad empresarial dentro del contexto económico, persigue un bien
interno la satisfacción de necesidades humanas, pero para alcanzarlo ha de contar con
mecanismo, como el mercado, la competencia y la búsqueda de calidad, la habilidad para
hacer uso de los recursos, muy especialmente los recursos humanos, etc.
Ciertamente, el hecho de que para alcanzar su fin tenga que recurrir a medios como la
búsqueda del beneficio o la competitividad, despierta la sospecha de que es una actividad
intrínsecamente inmoral Otras cosa es que el medio se convierta en fin: en tal caso la
actividad es inmoral, o más bien está desmoralizada.
-El marco jurídico
La legitimidad de cualquier actividad social exige atenerse a la legislación vigente, que
marca las reglas de juego de cuantas instituciones y actividades tienen metas y efectos
sociales y precisas, por tanto, legitimación. Sin embargo, cumplir la legislación jurídico-
política no basta, por que LA LEGALIDAD NO AGOTA LA MORALIDAD. Y no solo porque
el marco legal puede adolecer de lagunas e insuficiencias, sino porque una constitucion
democratica es dinamica y tiene que ser reinterpretada historicamente, y porque el ambito
de lo que ha de hacerse no estará nunca totalmente juridicado ni es conveniente que lo
esté.
-El marco deontológico (el momento kantiano)
La primera de ella es la conciencia moral cívica alcanzada en una sociedad es decir, su
ética civil, entendiendo por ética cívica el conjunto de valores que los ciudadanos de una
sociedad pluralista ya comparten, sean cuales fueren sus concepciones de vida buena. EL
HECHO DE QUE YA LOS COMPARTAN LES PERMITE CONSTRUIR CONJUNTAMENTE
PARTE DE SU VIDA EN COMÚN.
Por ejemplo, a la altura de nuestro tiempo una empresa debe respetar los derechos de sus
miembros y de los consumidores y proveedores, y no puede atropellarlos aduciendo que su
meta consiste en lograr un beneficio económico, expresado en la de resultados.
Para obtener legitimidad social una actividad ha de lograr a la vez producir los bienes que
de ella se esperan y respetar los derechos reconocidos por esa sociedad y los valores que
tal sociedad y ella comparte. De ahí que se produzca una interacción entre los valores que
surgen de la actividad correspondiente y los de la sociedad. Sin embargo, este nivel de
moralidad debe ser suficientemente aclarado, no sea que intereses espurios lleven a
deformarla en un sentido indeseable. Si se trata la ética cívica de países que han alcanzó el
nivel postconvencional en el desarrollo de la conciencia moral, justamente, el hecho de que
esa ética reconozca que los seres humanos son interlocutores válidos, con un valor interno,
es lo que ofrece un criterio para valorar las consecuencias de las decisiones. Por lo tanto a
tratar a los afectados como seres dotados de un conjunto de derechos y capacidades, que
en cada campo recibirán una especial modulación.
Consecuencialismo y deontologismo no se contraponen, sino que la especial dignidad o
valor de un tipo de seres (momento deontológico) es lo que da sentido a la pregunta por las
consecuencias de las decisiones para esos seres, lo que permite valorarlas. Pero ese valor,
así como los principios éticos de distinto nivel, se descubre en las distintas esferas, al ir
inventando respuestas morales. De ahí que pueda decirse que las éticas aplicadas
constituyen la fenomenizacion de una ética cívica que se va forjando desde las distintas
esferas de la vida social, en comisiones, comités, códigos, auditorias y en la esfera de la
opinión publica, que constituyen la fenomenizacion de la intersubjetividad moral que se va
descubriendo mediante la reflexion y la accion. La reflexion publica, su tarea consiste en
resolver cuestiones públicas y tienen un papel esencial que cumplir en la deliberación
pública. Con su quehacer estan forjando una ética global, que parece no tener marcha atrás
.

LECTURA 19
-El tribalismo y la globalización parecen ser dos fenómenos contrapuestos pero
concomitantes, recíprocamente necesarios.
-¿Como se explica la legitimidad de tribalismo en el contexto internacional?
Ciertamente se relaciona con un proceso de cuestionamiento (especialmente,
cuestionamiento) al que ha sido sometida la propia cultura occidental, proceso que
en las últimas décadas ha dado lugar a sucesivos movimientos filosóficos de críticas
de la modernidad, del eurocentrismo, del liberalismo, del instrumentalismo o del
universalismo.
-La virtud llamada de la tolerancia surgió en Occidente como una respuesta moral y
política a problemas del enfrentamiento violento entre culturas o entre confesiones
religiosas.
-En efecto, Locke hace depender la tolerancia de la naturaleza contractual de la
asociación política, en la medida en que para la constitución de esta última se debe
presuponer la existencia de individuos libres e iguales, con capacidad y libertad
para decidir sobre su participación en el acto contractual fundacional.
-La fundamentación contractual trae consigo el trazado de una línea divisoria clara
entre el poder civil y el poder religioso y esta frontera tiene importantes
repercusiones sobre el modo de concebir la pertenencia a una religión o a una
cultura. En este marco, la tolerancia es concebida, pues, como un producto de la
secularizacion y de la democratizacion del poder politico.
-Hay un doble ganancia en esta perspectiva: de un lado, se coloca en primer plano a
las voluntades libres en busca de un consenso sobre el sistema de reglas de su vida
social; de otro, se consagra definitivamente la libertad de conciencia y de creencias.
No obstante, la ganancia tiene también un alto costo, porque, al establecer una
separación tan tajante entre la esfera pública y la esfera privada, se produce
implícitamente una distorsión del fenómeno religioso y, por extensión del fenómeno
cultural.
-Tres son los contextos donde es posible advertir propuestas y obras relevantes en
esta dirección. El primero de ellos es el contexto del multiculturalismo. En lugar de
terminar con las reivindicaciones culturalistas, el proceso de globalizacion ha
estado acompañado en las últimas décadas por un intenso movimiento contrario de
retorno a las raíces identitarias nacionales y por una agudización de los conflictos
interculturales.
-Cuando no se experimentó el reconocimiento, cuando las culturas, los grupos o los
individuos son víctimas de exclusión o discriminación, se ven expuestos a una
percepción deformada de su identidad siguiendo los moldes de la cultura
dominante.
-El segundo de los contextos en que ha hecho su aparición la noción de
reconocimiento es el de los debates sobre el feminismo, situandose por eso en lo que
llama la era POSTMODERNA y la era POSTSOCIALISTA, cree que ha llegado el
momento de caracterizar conceptualmente las limitaciones de las que adolecia el
modelo redistributivo de la justicia. Es claro para ella que la lucha por las
reivindicaciones socioeconomicas, o incluso la implantacion de regimenes mas
igualitarios en el plano de la justicia distributiva, no han traigo consigo la
eliminacion de las formas de esclusion derivadas del plano de las identidades
culturales o subculturales
-Considera indispensable, por eso, complementar o, en algunos asos, reemplazar el
modelo de la redistribucion por el modelo del reconocmiento.
-El tercer contexto, que engloba seguramente a los dos anteriores, es el de las luchas
y las revoluciones sociales en la historia, se presupone retomar el concepto de
reconocimiento de Hegel con la finaliad de emplearlo sistematicamente como clave
de lectura moral, como gramatica, de las demandas sociales y de las
reivindicaciones culturales que se vienen expresando en las últimas décadas
UNA CULTURA QUE ASPIRE A LA TOLERANCIA
DEBE COMPROMETER AL CORAZÓN, ES DECIR,
DEBE SOLICITAR LA INTERVENCIÓN DE NUESTROS
AFECTOS EN LA PROMOCIÓN DE UNA CULTURA
HUMANITARIA DEL RECONOCIMIENTO.
Hecho por: Rodrigo Vargas

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