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Potencial de vida

El verdadero optimismo se basa en la confianza inquebrantable en nuestro


potencial humano.

Los seres humanos están inherentemente dotados con el poder de obtener


el mejor resultado posible de las peores circunstancias posibles.

El Budismo enseña el concepto de “manifestar nuestra verdadera


naturaleza”. Esto significa revelar tu “yo” genuino, tu verdadero potencial
inherente y hacerlo brillar, iluminando todo a tu alrededor. Se refiere a tu
más refinada individualidad y singularidad. Cuando te aferras a tus
creencias y vives fiel a ti mismo, tu verdadero valor como ser humano brilla.

En el corazón de cada persona existe una llama de sabiduría que


transforma todo el sufrimiento en leña para el fuego de la energía creativa.

Cada persona posee en su interior un inapreciable tesoro de infinito valor.


Desconocer esto y caer en la pobreza espiritual es una pérdida trágica. En
contraste, una persona plenamente consciente de la valiosa dignidad de su
propia vida es capaz de respetar realmente la dignidad que se atesora en
los demás.

Cuando visualizas claramente el resultado de la victoria, grabándolo en tu


corazón, y estás firmemente convencido de que lo obtendrás, tu cerebro
hace todo el esfuerzo necesario para realizar la imagen mental que has
creado. Y entonces, a través de tu esfuerzo incesante, la victoria finalmente
se hace realidad.

La tendencia natural de la vida es hacia el florecimiento del potencial, hacia


el avance ilimitado. Y la fe es la llave que nos permite abrir el completo
abanico de posibilidades de nuestras vidas.

Una de las cosas más fascinantes acerca del ser humano es esta: Cree
por suficiente tiempo que no eres tan listo como los demás, y eso te llevará
realmente a la ineptitud intelectual. Pero si, confrontando las mismas
dudas, eliges creer que tu mente está meramente dormida y carente de
ejercicio, una vez que comiences a entrenarla, no habrá límites para lo que
puedas alcanzar.

No debes ponerte a ti mismo el yugo de la nacionalidad o la etnia. No


debes pensarte a ti mismo como débil, o como “nada más que un conjunto
de materia”. No debes considerarte como un esclavo de tus genes.
Fundamentalmente, todos los seres humanos tenemos un inmenso e
ilimitado potencial.

La vida está llena de un potencial que es realmente inconmensurable. Al


final veremos el enorme poder que esta posee. Por eso es que no
debemos descalificar a nadie. En particular, no debemos poner trabas a
nuestro propio potencial. En la mayoría de los casos, nuestras supuestas
limitaciones no son más que nuestra propia decisión de limitarnos a
nosotros mismos.

Cada uno de nosotros debemos intentar descubrir el tema o motivación


particular que caracterizará nuestras vidas. Una actitud de intensa e
impertérrita seriedad hacia cada momento fugaz puede abrirnos una vida
completamente nueva.

Todo depende de lo que hay en nuestros corazones. Si decidimos para


nosotros mismo que algo es imposible, entonces, en congruencia con lo
que nuestras mentes piensan, incluso aquello que es posible se nos
volverá imposible. Por otro lado, si tenemos la confianza de que
definitivamente podemos hacer algo, entonces ya estamos un paso más
cerca de conseguir que esto se haga realidad.

El Budismo enseña que nada pasa por casualidad. Todo tiene un sentido.
Por favor, convénzanse de que su vida interior ya tiene todo lo que
necesitas. No importa cuán difícil pueda ser tu situación, estás vivo ahora, y
no hay tesoro más preciado que la vida en si misma.

La completa realización del propio potencial inherente solo puede ser


alcanzada mediante la interacción con el mundo en la realidad cotidiana.
Una cosa es cierta, y es que el poder de la creencia, el poder del
pensamiento, moverán la realidad en la dirección en que creemos y tal
como la concebimos. Si realmente crees que puedes hacer algo, puedes
hacerlo. Es un hecho.

Una persona plenamente consciente de la valiosa dignidad de su propia


vida es capaz de respetar realmente la dignidad que se atesora en la de los
demás.

La vida humana posee un potencial más profundo que el océano y más


vasto que el cielo. Tal vez tendamos a rendirnos y a resignarnos a nuestras
circunstancias presentes, pensando “no hay manera”. Pero rompiendo
estas barreras de nuestra mente, podremos disfrutar de una vida vibrante,
llena de una poderosa fuerza de vida como el sol.

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