You are on page 1of 8

Jaissy Jazmin Yachachin Gonzales

Marino Mendoza Huerta

Personal Social

6° “C”

1
Historia de la música criolla en el Perú

La canción criolla es considerada como un producto cultural de los sectores populares


urbanos de comienzos del siglo XX. Se plantea que la canción criolla fue creada y
empleada por dichos sectores populares para expresar sus valores y vivencias; pero que
fue también usada por el Estado desde la década de 1930, contando para ello con los
medios de comunicación masiva, especialmente la radio.
-La música criolla es consecuencia de las influencias sociales, económicas y geográficas
de los habitantes de la costa sierra y la selva; pero la costa y la sierra obtuvieron aportes
más significativos sobre la música y el baile español a través de los soldados
conquistadores durante de la época colonial. L a costa es la zona donde la riqueza
musical española se presenció durante la era colonial hasta que se estableció
definitivamente la música popular durante la época de la republica que dio lugar al
nacimiento de la música criolla del Perú.
La palabra criollo significo al comienzo esclavo, que nace en casa de su señor y negro
nacido en las colonias hasta que Jean Corominas (etimólogo español), señalo la
adaptación portuguesa de “crioulo” como blanco nacido en las colonias.

 Como manifestación de la cultura popular urbana limeña: Abordamos su origen,


fuentes, influencias y apropiaciones, el contexto en el que se desarrolló, los
cambios en el modo de vida y valores de los sectores populares que representó,
y sus contactos y relaciones con la cultura de elite y la cultura de masas a fines
de los años treinta. Los creadores de la canción criolla se apropian, a fines del
siglo XIX y comienzos del siglo XX, de formas musicales y poéticas que han sido o
son dejadas de lado por la cultura de elite, pero que todavía son útiles a los
sectores populares para la representación de su vida. Esta apropiación no es muy
diferente de la que hacen estos sectores de otros bienes o productos materiales
desechados por la elite, desde la comida –recordemos que de las sobras y
descartes es que nace buena parte de la llamada “comida criolla”– hasta los
electrodomésticos. Tal apropiación, sin embargo, no es mecánica e implica una
transformación del bien recogido a fin de satisfacer las necesidades del pueblo.

2
En esa transformación intervienen significados y valores que forman parte de la
cultura de los sectores populares urbanos. Por último, es verdad que esa
apropiación ratifica la situación de subordinación de los grupos marginales, pero
también facilita su expresión y supervivencia. La transformación evidencia, por
su parte, la capacidad creadora y reproductiva de la cultura popular. Hacia fines
de los años treinta, en un período de crisis de representatividad del Estado se
otorga a la canción criolla reconocimiento.

 Como manifestación cultural de carácter nacional: sometiéndola a ciertos


parámetros y “depuraciones”. Por su parte, los medios de comunicación, en
especial la radio, la acogen y permiten su expansión, pero también con
modificaciones e integrándola a otro sistema de significaciones y valores
-La canción criolla:
Según Lloréns (escritor español)
Distinguimos lo que llama la “música criolla” de lo que más ampliamente puede
denominarse “música popular costeña”. Entiende por música criolla “a la producida y
consumida en Lima, constituida básicamente por dos géneros: el valse y la polca”.
Añade tibiamente a la marinera, género algo más antiguo que los mencionados,
practicada inicialmente solo por la etnia negra, pero que luego de la Guerra del Pacífico
es acogida en fiestas populares por negros, mestizos y blancos. Excluye de la definición
a los géneros populares cuya producción y consumo se hallaba limitado a la etnia negra,
“aunque fueran urbanos y limeños” también a otras manifestaciones musicales de la
costa, como la marinera norteña y el tondero. Aunque la restricción de Lloréns sea
discutible, permite:
• Centrar la atención en ciertos géneros
relativamente nuevos y de alcance amplio
entre los sectores populares limeños
urbanos hacia fines del siglo XIX y comienzos
del siglo XX.
• Establecer un vínculo entre el proceso que
siguió la canción criolla en el siglo XX con las
representaciones de la cultura de elite, que
identificaba a lo peruano con lo criollo, y a lo
criollo con lo limeño.
De acuerdo con ello, la representación que
la elite criolla tenía del “pueblo” era el pueblo limeño, y no había más manifestaciones
populares dignas de atención que las de ese pueblo. La música popular limeña sería pues
designada como música criolla. Más tarde –obedeciendo a ciertos intereses y
necesidades hegemónicas, y siguiendo la lógica que iguala a Lima con el Perú– esta
música sería celebrada como “la música peruana”. Se pueden distinguir tres etapas en
los primeros cincuenta años de la canción criolla.

3
La primera, la de la llamada Guardia Vieja, comprendería desde fines del siglo XIX hasta
1920, aproximadamente; de ella han quedado algunas canciones y pocos nombres de
autores.
La segunda es una breve etapa de crisis y comprende el primer lustro de los años veinte,
cuando se operan cambios importantes en la estructura urbana de Lima y se empieza a
sentir en los barrios populares la influencia de nuevos géneros musicales especialmente
los norteamericanos y el tango argentino.
La tercera es la de la llamada generación de Pinglo, donde los autores están ya más o
menos individualizados, y comprende desde 1926, aproximadamente, hasta “cerca de
1950”.
En esta última etapa la música criolla asimila las influencias extranjeras, se moderniza y
renueva los temas de las canciones, que abarcan desde el fútbol hasta el automóvil,
pasando por las mujeres y niños trabajadores, los cabarets, el cine y los fumaderos de
opio. Es en ella, también, cuando el género más destacado de la canción criolla, el vals,
se convierte, según Steve Stein, “en la tendencia principal de la música de la clase
trabajadora urbana”, y cuando por fin la canción criolla tiene acceso a la difusión masiva
a través de la radio, especialmente a partir de 1937.
La culminación de esta etapa está marcada por un hecho significativo: la creación, por
parte del Estado, del “día de la canción criolla” en 1944, que marca tanto el
reconocimiento de la elite gobernante a una manifestación de la cultura popular como
su apropiación por esta misma elite con fines hegemónicos.

4
-Los autores Los músicos y compositores criollos provenían de sectores populares
urbanos; eran en su mayoría artesanos y obreros.
Steve Stein, quien en 1971 realizó varias entrevistas a compositores y cantantes de la
Guardia Vieja y la generación de Pinglo afirma que: La estrecha identificación de la
música criolla con las masas populares llevó al total rechazo de tal música por parte de
las clases alta y media de Lima. La antipatía exhibida por estos últimos grupos hacia la
expresión popular alcanzó tal virulencia que los músicos de clase baja a menudo
sufrieron agresiones verbales y, en ocasiones, físicas, cuando llevaban abiertamente sus
guitarras en vecindarios aristocráticos. En las pocas ocasiones en que el vals criollo se
deslizó fuera del callejón a un área de clase alta, los que lo tocaban o cantaban trataban
a la música casi como un objeto subversivo, y se aseguraban de confinar su
‘impropiedad’ a los cuartos traseros de la casa para evitar ser escuchados por los
vecinos.

Conjunto Fiesta Criolla: Fundado por el guitarrista Óscar Avilés en 1956 tras la
separación de Los Morochucos, se convirtió en el grupo criollo más popular gracias a la
alegría de sus interpretaciones y el carisma de sus miembros. En sus canciones eran
característicos los “guapeos” de Humberto Cervantes, que se convirtieron en práctica
común entre los antiguos criollos de jarana “de rompe y raja”. En sus inicios también fue
parte del conjunto el decimista Nicomedes Santa Cruz, aunque su formación clásica es
la integrada por Francisco “Panchito” Jiménez (primera voz), Humberto Cervantes
(segunda voz, segunda guitarra), Óscar Avilés (primera guitarra), Arístides Ramírez
(cajón) y Pedro Torres (castañuelas). Grabaron muchos discos sencillos y un total de
cuatro LPs entre 1956 y 1959. Canciones recomendadas: Comarca, Amor iluso, Juanita,
El guardián

Las Limeñitas: Las hermanas Graciela y Noemí Polo se hicieron conocidas como el dúo
Las Limeñitas interpretando boleros y tangos a finales de los años cuarenta. La sencillez
de su apariencia, vestidas como amas de casa, de sonrisas amables y hogareñas,
contrastaba con la complejidad de sus armonías vocales y su gran actitud en las jaranas
familiares y en las peñas de su tiempo. Estuvieron muy activas en la década de los 80s,
apareciendo en conocidos programas de televisión junto a otros maestros de nuestra
música.

Los Morochucos: Aunque iniciaron su carrera años atrás, fue entre 1947 y 1973 que
destacaron como el mejor trío criollo del Perú, integrado por Óscar Avilés (primera
guitarra), Augusto Ego-Aguirre (segunda voz, tercera guitarra) y Alejandro Cortéz
(primera voz, segunda guitarra). Avilés compartía su tiempo con otras actividades
musicales dado su amplio talento, acompañando a otros artistas y formando otros
grupos como el Conjunto Fiesta Criolla. Sin embargo es con Los Morochucos que se hizo
realmente conocido y las grabaciones que hicieron de clásicos de Chabuca Granda son
históricas.

Lucha Reyes: “La Morena de Oro del Perú” posee una de las historias más
conmovedoras y fuertes de la música criolla. Nacida en el Rímac en el seno de una
familia sumamente pobre, Lucila Justina Sarcines Reyes fue haciendo su propio camino
musical en peñas y restaurantes hasta que fue descubierta por el futuro conductor de
televisión, Augusto Ferrando, quien la convirtió en estrella, dando recitales en todo el

5
Perú. De salud quebradiza, Lucha Reyes falleció el mismo Día de la Canción Criolla en
1973 y dejó tras de sí un inolvidable legado discográfico.

COMPOSITORES

Augusto Polo Campos (Ayacucho, 1931): Poseedor de una habilidad innata para
frasear rimas e improvisar textos poéticos sobre la base rítmica del vals, Polo Campos se
convirtió en el más grande compositor de valses criollos de corte romántico y patriótico,
con una carrera amplia y reconocida dentro y fuera del país. Sus canciones han sido
interpretadas por todos los más grandes intérpretes peruanos de música criolla y
algunas grandes estrellas hispanoamericanas como Raphael, Dyango, María Dolores
Pradera, entre otros. En el Perú, fue Arturo “Zambo” Cavero y Óscar Avilés quienes
popularizaron sus composiciones, entre las que destacan Cuando llora mi guitarra, Y se
llama Perú, Cada domingo a las doce, Contigo Perú, Cariño bonito, etc.

Chabuca Granda (Apurímac, 1920-1983): Nació en Cotabambas, provincia del sur


peruano, pero sus padres pertenecían a la aristocracia limeña de inicios del siglo 20. Su
educación fue esmerada y de ahí surge esa inspiración poética y de ribetes exquisitos de
sus composiciones, que fueron grabadas por Los Morochucos y Los Chamas a mediados
de los 50s. También destacó como cantante aunque no precisamente por la calidad de
su voz, sino por la profunda emotividad que imprimía a los versos escritos por ella. Tuvo
rivalidad artística con Alicia Maguiña. Canciones representativas: La flor de la canela, El
puente de los suspiros, Fina estampa, José Antonio.

Felipe Pinglo Alva (Lima, 1899-1936): Considerado el primer gran compositor de


valses y polkas criollas a durante la primera mitad del siglo 20, Pinglo es todo un ícono
de los criollos de antaño pues su música combinaba la bohemia artística con un
romanticismo y lirismo puros, de raigambre popular pero sin caer nunca en lo simple o
vulgar. Hasta ahora los conocedores cantan los valses de Pinglo y veneran su trayectoria.
Canciones representativas: El plebeyo, El huerto de mi amada, Bouquet, Claro de luna.

6
CONCLUSION
En conclusión, la música peruana ha hecho un elemento importante en cada cultura
durante los años. La música ha servido significativamente en la sociedad peruana. L a
música en Perú ha acompañado personas celebrando, llorando, ganado dinero y
disfrutando. Aunque el significado ha cambiado mucho, la música se refleja en los
cambios y las personas de la sociedad peruana. En mi opinión la música se ha
transformado en una forma de expresar las ideas de un grupo para todos. Aunque los
Incas usaban la música para expresar su cultura, ahora la música representa las ideas,
sentimientos y creencias de muchas personas. Entonces el Perú ha hecho una buena
transformación porque la música representa a la gente, los grupos, la cultura y la nación.

RECOMENDACIONES
Se recomienda, continuar con la historia de nuestros antepasados, aunque hoy en día
haya diferentes géneros musicales debemos seguir manteniendo lo nuestro no
adaptando costumbres extranjeras, en casa debemos dar conocer a nuestros familiares
amigos compañeros la historia de nuestra costumbres músicas nuestra cultura par que
así pueda seguir vigente. Recomiendo escuchar este género ya que es nuestras raíces.

7
INDICE

 Historia de la música criolla en el Perú ………………2

 La canción criolla…………………………………………………3

 Etapas de la canción criolla…………………………….…..4

 Autores……………………………………………………….………5

 Compositores……………………………………………….…….6

 Conclusión y recomendación ……………………………..7

You might also like