RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL Y ALTERNATIVAS PARA

MITIGAR LA CONTAMINACIÓN

BRAYAN ALEXANDER PARRA MUÑOZ

KAROLD DAIANA URREGO LLANOS
JHULIETH VIVIANA CASTAÑEDA LINARES
LUISA FERNANDA GIRALDO ALDANA
NATALLY ALEJANDRA QUINTERO CORREA
JILBERT ANDREY MANCILLA PEÑA

ÉTICA EMPRESARIAL

TUTOR. JHON CARLOS BUITRAGO

POLITECNICO GRAN COLOMBIANO

2019
¿Estarían dispuestas las organizaciones a renovar sus procesos para mitigar la alta
contaminación que actualmente está afectando el planeta?

La ética empresarial es un tema del cual se habla mucho en la actualidad y se

encuentra muy ligado con el comportamiento de las organizaciones frente al medio ambiente,
por ende, el siguiente escrito recopilará algunas de las más importantes advertencias y
estudios que se han realizado frente al daño acelerado que el planeta ha sufrido hasta hoy y si
realmente las compañías quieren comprometerse con un cambio significativo que le permita a
la humanidad una mejor supervivencia.

Inicialmente, es importante definir qué es la ética empresarial y su importancia en las

organizaciones, su funcionamiento y compromiso social, ya que desde la creación de
empresas y el agitado avance de la globalización se han presentado varios inconvenientes
para lo cual fue necesario estipular legalmente ciertas conductas y regularidades para evitar
repercusiones con el actuar de los dirigentes y del personal.

Entonces, ¿qué es la responsabilidad social empresarial? es el compromiso que tienen

todas las entidades u organizaciones ante los impactos que sus actividades generan en sus
comunidades y en el medio ambiente, pero ser responsable es un acto voluntario lo cual
indica que no todas las organizaciones cumplen este propósito, sino que si una compañía
desea implementar la responsabilidad social lo hará desde sus políticas internas logrando así
resultados con múltiples beneficios tanto para su parte monetaria como para la social.

Además, la responsabilidad empresarial, es una necesidad estratégica de valor

indispensable para las compañías de hoy en día porque si se quiere competir frente a
licitaciones, certificaciones, contratos y negociaciones internacionales debe ser una
alternativa que beneficia mucho a una organización tanto para ella como para el ambiente en
el que se construye.

Ahora, también resulta importante recordar, ¿Que es el medio ambiente? son todos los
elementos químicos, físicos y biológicos con los cuales los seres vivos interactúan
constantemente, además, en los seres humanos también incluye todos los elementos como los
culturales y sociales que influyen en la vida. De esta manera, en el medio ambiente hay dos
características diferenciales los cuales son el medio ambiente natural que corresponde a
todas aquellas cosas que influyen o van cambiando a lo largo del tiempo que pueden ser la
fauna, la flora, el clima, la geografía y todo aquello que se encuentra en el ambiente de forma
natural. Para el caso del medio ambiente cultural, son aquellos objetos fabricados por el
hombre o las actividades socio económicas que realiza una comunidad.

Teniendo en cuenta lo anterior, es bastante claro que con el paso de los años las
principales implicadas en la contaminación del medio ambiente son las organizaciones, que
en su afán de generar recursos de tipo económico están olvidando el daño que causan a la
salud, el bienestar y la vida de las nuevas generaciones y además omitiendo por completo su
participación y empeño en el desarrollo de la ética empresarial.

Un claro ejemplo es Transmilenio, el sistema de transporte público de la ciudad de

Bogotá quien según la Secretaria Distrital de Ambiente a lo largo de diez años, ha generado
más de 100 toneladas de material particulado en el aire de la ciudad. (Vargas, 2018)
Con ello, cientos de bogotanos son prácticamente obligados a hacer uso del sistema, al no
tener más opciones de movilidad y de paso recibir todas las emisiones de gases
contaminantes que día a día generan. Para el distrito, Transmilenio sólo emite el 1.74% del
material particulado pero para la secretaria Distrital los datos son otros y alarmantes para la
población bogotana.

La solución para disminuir la alta contaminación generada por el sistema, era adquirir
una nueva flota que funcionara con energías limpias a lo cual el distrito en la licitación
llevada a cabo a finales del año 2018 optó por la compra de 741 vehículos que funcionarán a
gas natural con estándar Euro VI y 700 a diésel estándar Euro V con filtro. (Transmilenio,
2018)

La tecnología con la que contará la nueva flota, en otros países europeos ya tiene un
límite de circulación hasta el año 2025 o 2030 y para el caso de la capital colombiana,
permanecerá por unos diez años más afectando la salud de la población y contribuyendo en
la generación de material particulado en el aire, que por cierto, se encuentra con alerta
ambiental junto con la ciudad de Medellín.

En efecto, tanto Transmilenio como la compañía que ganó la licitación únicamente se

enfocaron en intereses monetarios pero fallaron en no tener presente que el medio ambiente
necesita de nuevas propuestas que ayuden en la mitigación de todo el daño que se le ha
causado desde la existencia de la humanidad, en que quizás una inversión un poco más alta,
le permitiría a la ciudadanía gozar de un aire un poco más limpio.

Por otro lado, compañías como las productoras de plástico corresponden también a
unas de las más contaminantes ya que su fabricación de manera masiva a lo largo del tiempo,
no se ha preocupado en desarrollar y renovar sus productos con materiales más amigables
para el ambiente, es decir, componentes que reduzcan su tiempo de consunción teniendo en
cuenta que un abolsa de plástico puede tardar aproximadamente 150 años. (Fundación Aquae,
2018)
Por esta razón, en el mes de marzo en un primer debate fue aprobado el proyecto de
ley con el que se busca inhibir la producción y distribución de plásticos de un solo uso en
Colombia, donde las industrias que hoy trabajan con este tipo de plástico deberán transformar
sus productos de aquí al 2025, año en el cual quedarían prohibidos definitivamente elementos
como pitillos, copitos de oído, platos y cubiertos desechables, botellas, entre otros. (Semana,
2019)

Ante esto, Acoplasticos quienes son el gremio que representa en Colombia a las
industrias de plástico, química, petroquímica, cauchos, pinturas, tintas y fibras se mostraron
bastante preocupados con el anuncio del proyecto de ley, afirmando que esa no es la solución
ya que se afectaría notablemente la economía dado que los alimentos elevarían su precio y
terminarían más de 200.000 empleos con los que actualmente cuentan estas compañías.
Además comunicaron que: “En ningún país del mundo, se ha planteado, y mucho menos
aprobado, una prohibición de artículos plásticos de este alcance”. (Acoplasticos, 2019)

De esa manera, es claro que para las compañías pertenecientes a este sector no es
preocupante en lo más mínimo todo el daño que sus fabricaciones causan al entorno y
tampoco mostraron interés por renovar sus procesos para los que contarían con 6 años donde
podrían aprovecharlos para incentivar nuevas formas de consumo con otro tipo de materiales
tomando como referencia industrias del exterior que si han mostrado interés y han logrado
crear pitillos y desechables comestibles, o con materias primas que minimizan el daño al
ambiente.
 Ahora, las industrias dedicadas a la fabricación y distribución de plástico y
Transmilenio son sólo algunas de tantas compañías que a diario afectan la forma en que la
sociedad y la población mundial se ve obligada a convivir, lo que genera una incertidumbre
acerca de qué tan importante es para las organizaciones su renovación de procesos, el uso de
energías limpias, la no fabricación de productos de un único uso y altamente contaminantes,
el mal uso del agua, el innecesario uso de plástico, el inadecuado reciclaje y entre otras
acciones a las que ya les urge un cambio, teniendo en cuenta el desgaste del planeta y los
pocos años que quedan para poder actuar .

En consecuencia, más de 15.000 científicos procedentes de 184 países han firmado

un segundo aviso luego de haber publicado el primero en el año 1992, en el que exponen que
los humanos están en curso de colisión con el mundo natural, y si no se toman medidas
inmediatas, no se podrán evitar daños sustanciales e irreversibles a la Tierra. (BioScience,
2017)
También, Amina Mohammed (2019), vicesecretaria general de la ONU en la última
cumbre por el medio ambiente realizada en Nairobi, se pronunció frente a la realidad que la
Tierra está atravesando y afirmó:

“Nuestra solución para salir de estos ciclos insostenibles de consumo y producción es

clara: debemos cambiar nuestra percepción de que el progreso económico requiere un
agotamiento de los recursos naturales. Debemos centrarnos en crear productos con
pocos componentes y productos que duren, en lugar de lanzarlos después de un solo
uso.

Debemos asegurarnos de que cada producto roto, desechado o agotado se pueda reciclar
o reutilizar, en lugar de terminar en un vertedero o en un lado de una carretera. Y
debemos apoyar el recrecimiento de todos los recursos renovables, para garantizar que
estén disponibles para las generaciones futuras. Debemos, en efecto, crear una
economía circular”. (Organización Naciones Unidas - ONU, 2019)

Con estos llamados y advertencias, está muy claro que las empresas, deben ser las
principales generadoras de cambio frente al consumo desmesurado, que ellas han promovido
en el mundo y el desconocimiento total de qué hace la población con los desechos luego de
que se encuentre disponible un nuevo producto creado por ellas mismas.
 Para concluir, las actividades económicas generadas por el hombre para obtener
bienes y servicios que les facilite el diario vivir, deberían estar reglamentadas y dirigidas
hacia una coexistencia con el planeta, como lo vimos con el ejemplo pasado hay empresas
que pasan por alto esta armonía y esta responsabilidad social y es allí donde los entes
gubernamentales deberían tomar iniciativas de represión, castigo o alguna acción que les
limite y les motive a generar nuevas ideas, las cuales no generen tal daño al ambiente y a la
sociedad.

Por ende, empresas como Transmilenio, Acoplasticos o cualquier otra corporación

que en este momento este atentando contra el ambiente, contra la sociedad y pasando por
alto la responsabilidad social por generar ganancias monetarias deberían ser obligadas a
tomar medidas contra estos daños y a cambiar sus modelos de operar, para lograr la tan
añorada armonía con el medio ambiente. Ya que si se dejara que estas empresas tomaran
estas acciones por cuenta propia podría ser muy tarde, y las consecuencias podrían ser fatales,
ya que se ha comprobado que el único interés de los empresarios es la ganancia y el lucrarse
con dichas empresas.

Por último, si existen empresas que a diferencia de las anteriores desean tomar estos
cambios y concientizarse del daño que le están causando al paneta y ya han tomado medidas
al respecto, como producciones mas amigables con el planeta, productos con menor tiempo
de descomposición, repoblación de bosques ya casi extintos, disminución del uso de materias
primas y aprovechamiento de los mismos, y estas empresas son las que deberían tener en
cuenta para generar ejemplo en los demás territorios y para que sus gobiernos obliguen a
aquellas empresas que pasan por alto estos temas, generando el cambio que a gritos pide el
planeta.
Referencias

BioScience. (2017). La advertencia de los científicos mundiales a la humanidad: un

segundo aviso (Vol. 67). Obtenido de https://doi.org/10.1093/biosci/bix125

Organización Naciones Unidas - ONU. (14 de Marzo de 2019). Noticias ONU.

Obtenido de https://news.un.org/es/story/2019/03/1452871

Transmilenio. (21 de Diciembre de 2018). Obtenido de

https://www.transmilenio.gov.co/publicaciones/151058/nueva-flota-de-
transmilenio-es-en-su-mayoria-a-gas/

Vargas, J. M. (13 de Noviembre de 2018). La FM. Obtenido de

https://www.lafm.com.co/bogota/transmilenio-genero-100-toneladas-de-
contaminantes-durante-la-ultima-decada

Montoya, A. (2014). La ética y cultura empresarial pilar fundamental de las empresas

colombianas. Bogotá D.C, Colombia: Universidad militar nueva granada.

Lopez, L. (2002). La empresa, el medio ambiente y la responsabilidad social.

Pensilvania, EE.UU: ALCOA

Mihi, A; Barbosa, D; Merchan, R. (2008). Retos de la ética corporativa para las

empresas de Colombia. Cumbre por la Ética corporativa.

Acoplasticos. (26 de Marzo de 2019). Recuperado el 04 de Abril de 2019, de

http://www.acoplasticos.org/index.php/mnu-noti/239-ns-190326

Fundación Aquae. (13 de Marzo de 2018). Aquae Fundación. Recuperado el 04 de

Abril de 2019, de https://www.fundacionaquae.org/blog/consejos-del-
agua/cuanto-tiempo-tardan-degradarse-desechos/

Semana. (26 de Marzo de 2019). Semana Sostenible. Recuperado el 04 de Abril de

2019, de https://sostenibilidad.semana.com/medio-
ambiente/articulo/colombia-da-un-paso-hacia-la-prohibicion-de-los-plasticos-
de-un-solo-uso/43504